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  • 7/24/2019 Excelente e

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    Primer septenioDesde la concepcin a los 7 aosLa imitacinContemplado en brazos de su madre, aparentemente desvalido, el beb parece incapaz de aprender. Sin

    embargo est en su

    etapa ms receptiva. Desde que nace comienza el aprendizaje.

    El ponerse en pie, la adquisicin del lenguaje y la capacidad de pensar son logros gigantescos conseguidos

    en un periodo de a ! a"os. #odo ello lo adquiere sin $aber sido ense"ado, gracias a una combinacin de

    $abilidades latentes, instinto y sobre todo por la %mitacin.

    #odo el per&odo de la vida $asta los ' y ( a"os est caracterizado principalmente por la imitacin. El ni"o

    imita de todo lo que le rodea, no solo los sonidos del lenguaje o los gestos de los adultos, sino tambin las

    actitudes de sus padres y de las personas cercanas.

    Cerca de los tres a"os el ni"o deja de nombrarse en tercera persona y comienza a $acerlo en primera persona

    utilizando las palabras )*o), )+io), etc. #ambin vive la etapa del )o). #odo est relacionado con elprimer despertar de la conciencia del *o, que es un $ito importante en el proceso de individualizacin del ser

    $umano. - esta edad ya no es tan necesaria la presencia continua de la madre y est apto para trabajar en

    equipo con otros ni"os.

    El trabajo metodolgico en el preescolar pretende propiciar un armonioso desarrollo del ni"o con una

    r&tmica secuencia de

    actividades de epansin y concentracin. El ritmo de las actividades y la regularidad $oraria da seguridad

    al ni"o. D&a tras d&a se repite la misma secuencia de actividades aunque variando los contenidos. Esto, junto

    con la peridica eperimentacin de las pocas del a"o y con las /iestas importantes, es la /orma ms

    adecuada para introducir en el ni"o la vivencia del tiempo, as& como las actividades motrices ayudan a laadecuada ubicacin de las dimensiones espaciales.

    0ara que el ni"o desarrolle sus capacidades y potencialidades y pueda desplegar su individualidad, necesita

    que sus padres y educadores conozcan cmo crece y se desarrolla el ser $umano en su integridad1 tanto en su

    ser /isiolgico como en sus /acultades ps&quicas y en su &ntima individualidad. En el 2ard&n de in/ancia

    3aldor/ se o/rece un material didctico concebido para desarrollar la imaginacin y la creatividad social,

    semilla para un correcto en/oque de las conductas de sociabilidad cuando sea adulto y base para la adecuada

    relacin con lo espacial y lo temporal.

    #ambin se trabaja intensamente en la adquisicin del lenguaje materno mediante teatrillos, cuentos, poemas

    y canciones, para que se con/orme y se /ortalezcan el rgano del $abla y el pensamiento. Es caracter&stico

    del preescolar 3aldor/ no

    ense"ar materias intelectivas. -l ni"o se le preserva de una intelectualizacin prematura que mina el

    armonioso desarrollo de las /acultades ps&quicas y merma las energ&as del cuerpo /&sico en desarrollo. +s

    bien, en el jard&n de in/ancia se practican cotidianamente actividades art&sticas y trabajos manuales con un

    sentido prctico y bello. Despertando la sensibilidad art&stica en un trabajo rutinario, se $ace posible la

    /orti/icacin de la voluntad del ni"o4 con las manualidades se desarrollan $abilidades dormidas que acercan

    al ni"o al conocimiento directo del mundo y de sus contenidos.

    En el proceso de crecimiento y desarrollo del ni"o se intenta encontrar una justa relacin entre laindividualidad y el mundo, entre su personalidad y su ser social. 5os grupos de preescolar estn integrados

    por ni"os de di/erentes edades. En los a"os de preescolar se tiene la posibilidad de o/recer las condiciones

    para /ortalecer al ni"o. De ello depende su desarrollo posterior. En un entorno autnticamente natural,

    armonioso y creativo, los ni"os adquieren la preparacin para la siguiente /ase escolar.

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    En muc$os grupos de la sociedad los ni"os son tratados a menudo como adultos. El consumo y los medios

    de comunicacin $an puesto su inters en ellos. 5as consecuencias de la amplia movilidad. 5a globalizacin

    y la in/ormtica no solo

    tocan a los adultos sino con especial dureza a los ni"os. * una observacin ms e$austiva muestra que ese

    )trato de iguales) que se dispensa a los ni"os, supuestamente apropiado para nuestra poca, no prepara mejor

    a nuestros ni"os para las /uturas tareas sociales. En lugar de ello les roba una porcin de su in/ancia,

    inter/iriendo de ese modo en importantes etapas de su evolucin, generando incluso serios trastornos. Eso

    $ace que la educacin se plantee la tarea prioritaria de proteger y respetar las leyes y condiciones del

    desarrollo de los ni"os. Esas leyes de la evolucin in/antil eisten. 5a misma observacin de los peque"os

    nos muestra cules ser&an los rasgos /undamentales de una educacin adecuada, es decir, una educacin que

    $aga justicia a las necesidades vitales de los ni"os y o/rezca espacio para su despliegue.

    %n/ancia equivale a periodo de juego. En el modo en que un ni"o juega, se mani/iesta por un lado su estado

    evolutivo y su relacin con el entorno, y por otro lado, en el juego se /orma la /acultad de relacionarse con el

    mundo, actuando, sintiendo y pensando.

    5os ni"os deben tener derec$o a las numerosas /ases del juego, pues solo as& pueden desarrollar capacidad

    de accin personal

    vida emotiva abundante y /uerza del pensamiento. Slo as& pueden desplegar su individualidad. #ambin deben /ormar

    parte del derec$o a la in/ancia, el derec$o al pensar propio. 5os ni"os $an de aprender a pensar con independencia

    para poder entender el mundo que los circunda. Si se desarrolla sin trabas el pensar, crece la /acultad de relacionarse

    con lo percibido, lo sentido y lo pensado, se aprende a distinguir la causa e/ecto. En este proceso el $ombre se capta a

    si mismo como ser autnomo y creativo.

    Efectos de las impresiones de la infancia

    6udol/ Steiner denomina la edad $asta los siete a"os

    )edad de imitacin).

    El ni"o es receptivo para los gestos y ademanes en el ms amplio sentido.

    #ambin el gesto oral del adulto enojado le impresiona ms pro/undamente que el

    contenido de sus palabras.

    5o que usted le diga al ni"o, lo que usted le ense"e, eso a7n no deja ninguna impresin. 0ero cmo usted

    sea, si usted es bondadoso y re/leja esta bondad en sus gestos, o si est

    usted enojado, si est encolerizado y lo epresa en sus gestos, en una palabra, todo lo que usted sea, tendr

    su consecuencia dentro del ni"o .

    Eso es lo esencial.

    Porque se ensea a tejer en las Escuelas Waldorf

    5os ni"os mantienen las agujas en ambas manos, asignando a cada mano su respectiva actividad,

    estableciendo asi de inmediato 8la 5ateralidad9, as& como tambin el control del ojo sobre la mano, logrando

    desde el principio un grado de control sobre su voluntad.

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    5a mano derec$a debe introducir una aguja en el lazo de $ilo que est en la aguja izquierda, logrando en el

    proceso atar un nudo. Slo un constante control de la mano puede lograr tal $aza"a, por lo que el poder de

    concentracin se trans/orma en el despertar, de $ec$o, no eiste otra actividad realizada por los ni"os de

    siete u oc$o a"os de edad que puedan evocar este nivel de atencin.

    +ediante el uso de di/erentes colores y di/erentes cantidades de /ilas el maestro /omenta a travs del tejido

    la atencin de los n7meros y la /leibilidad en el pensamiento. Como los ni"os aprenden ms de aritmtica,

    los pro/esores pueden elaborar modelos que requieren dos /ilas de azul, seguido de cuatro $ileras de amarillo

    seguido de seis $ileras de azul, etc. De esta manera se re/uerzan las $abilidades numricas, pero de /orma

    agradable.

    #oda esta /ormacin ayuda a la concentracin, logrando /ortalecer )la voluntad de ense"ar a pensar). * esta

    $abilidad es la que permitir a los ni"os lograr la capacidad de resolucin de problemas en a"os posteriores.

    Saba usted ...

    6ecientes investigaciones neurolgicas con/irman que la movilidad y la destreza en la motricidad /ina, sobre

    todo en la mano, puede estimular el desarrollo celular en el cerebro, y as& re/orzar la base /&sica del pensar.

    El trabajo realizado durante los 7ltimos setenta y cinco a"os en cientos de escuelas 3aldor/ en todo elmundo, donde desde primer grado se aprende a tejer antes de aprender a escribir o manipular n7meros,

    tambin $a demostrado su e/icacia en este sentido.

    5os especialistas en di/icultades de aprendizaje se"alan que )5a capacidad para programar un acto motor,

    muestra una estrec$a relacin con la lectura).

    PedagogiaWaldorf

    #uvo lugar el pasado sbado :! de 2ulio en el Edi/icio Corporativo del ;rupo Sancor Seguros de la ciudad

    de sunc$ales, con la ad$esin del %nstituto Superior 0articular %ncorporado < !== )San 2os) >Sunc$ales?

    una presentacin sobre la pedagog&a 3aldor/. En calidad de co@/undador de un 2ard&n 3aldor/ en Auilmes,

    el evento cont con la participacin de +artiniano +olina y por la esscuela3aldor/Cuarto Creciente

    participaron 5orena Sc$ierlo$, +arcelo Cruz y Emilio Baratti .

    5a audiencia conto con la presencia de maestros de Escuelas de Educacin %nicial, 0rimaria y Especial de

    Sunc$ales y alrededores. El auditorio estaba casi totalmente ocupado.

    Cada disertante se eplay en el campo que le toc desarrollar. 5os temas /ueron1 la autoridad del maestro,

    la importancia de atender lo emocional y no detenerse 7nicamente en lo intelectual, el movimiento como

    necesidad en el ni"o, la naturaleza como elemento /undamental a introducir en la educacin, entre otros.

    5a disertacin /ue presentada con videos y diapositivas, los pro/esores a cargo de la c$arla $ablaron desde su

    eperiencia como docentes en una escuela 3aldor/. 6ecalcaron en varias ocasiones la importancia de

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    otorgarle un sentido a cada actividad organizada en el aula, adems de lo /undamental de involucrar al

    alumno en el proceso completo de lo que realicen.

    En el momento de cierre +artiniano +olina narr su eperiencia como parte de este modo de abordar la

    educacin. o /alt su aporte correspondiente a su pro/esin respecto de la alimentacin saludable,

    obviamente un tema que transita de la mano de esta pedagog&a.

    El nio antes de la madurez escolar

    Fuente:UN E!U""#$N %"# & 'E()!

    EL NIO COMO R!NO "EN"ORI!L

    Cuando un recin nacido mama del pec$o materno, el cuerpecillo vibra cada vez

    que la lec$e entra en su boca. * es que no slo siente con la boca4 el ni"o reaccionacomo si todo el cuerpo /uese el rgano de su sentido del gusto. 0odemos observar

    lo mismo durante los primeros a"os de la in/ancia tambin en otras percepciones

    del peque"o1 todo el cuerpo se estremece cuando, repentinamente, oye o ve algo4

    incluso si despus no sucede nada malo, la consecuencia de una impresin /uerte

    puede ser tremenda y desencadenar un /uerte llanto.

    #ambin perciben las ms sutiles emociones. +uc$os padres $an podido comprobar lo di/&cil que es que sus

    $ijos no les noten el estado de nimo en el que se encuentran. 0or muc$o que se quiera disimular la

    irritacin, los ni"os la perciben inmediatamente y en seguida se ponen ms agitados y )tercos) de lo

    $abitual. -s& le ocurri a un padre lo siguiente1

    Despus de un escndalo de lo ms desagradable, en el que se vio involucrado por culpa de otros, lleg a

    casa. #en&a que atravesar una $abitacin en la que se $allaba su $ijita de tres meses en la cuna. 5a ni"a sol&a

    sonre&r cuando l la miraba.

    -quel d&a, cuando entr en casa a7n estaba muy irritado, pero se propuso tragar su ira y $acer como si no

    $ubiese sucedido nada. Cuando se inclin sobre la cuna, la ni"a comenz a

    llorar.

    !rri#a1 )Cuando camino por la calle) -uto@6etrato de una ni"a decuatro a"os de edad indergarden;teborg?

    criaturas de la /antas&a de una de ni"a en edad

    preescolar.

    La imitacin en el nio

    http://cuartocreciente.net/blog/blog-institucional/item/el-nino-antes-de-la-madurez-escolar?category_id=24http://cuartocreciente.net/blog/blog-institucional/item/el-nino-antes-de-la-madurez-escolar?category_id=24
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    Es conocido que los ni"os imitan lo que ocurre a su alrededor. Seguro que todos nosotros $emos observado

    alguna vez cmo los ni"os peque"os imitan los gestos de los adultos que estn a su lado1 mueven la pierna,

    mueven las manos y carraspean eactamente igual que ellos. En un principio, la imitacin es completamente

    inconsciente. 0oco a poco se va $aciendo cada vez ms consciente y la epresan al jugar. 5as vivencias

    $ec$as en el tranv&a, en la sala de espera del mdico, en el parque zoolgico o en la vida /amiliar se repiten

    en los juegos.

    5a necesidad de imitacin es incre&blemente pro/unda. Si adultos incomprensivos la impiden, pueden

    ocasionarse repercusiones peligrosas. El psiclogo ingls 2.-. ad/ield relata un caso t&pico1 )Estoy tratando

    a un ni"o asocial de :! a"os4 cuando est con otros ni"os en la escuela es agresivo y tiene con /recuencia

    arrebatos de llanto. El comportamiento del muc$ac$o se debe a que continuamente le imped&an $acer

    aquello que le causaba alegr&a y placer4 sobre todo, le pro$ib&an $acer lo que sus padres $ac&an. Su madre, de

    carcter enrgico, no toleraba ning7n desorden. El ni"o no se parec&a a ella. Como no quer&a ceder por las

    buenas en aquello que se $ab&a propuesto en aquel momento, reinaba un continuo estado de guerra y

    rebelin. Cuando ella, por ejemplo, sembraba /lores, le ordenaba apartarse de los surcos. El ni"o se rebelaba,

    le pegaban y comenz a odiar a su madre y /inalmente a todas las personas. Au /cil $ubiese sido evitar un

    caso as&, con que su madre le $ubiese permitido $acer con ella las cosas que ella $ac&a, que le $ubiese

    ense"ado cmo se remueve la tierra sin da"ar las plantas4 l todo lo que quer&a era imitarla).

    0ara ad/iel, la imitacin tiene un signi/icado de gran importancia1 )5as anomal&as se originan sobre todo

    debido a que los ni"os imitan el mal ejemplo que les dan sus padres.

    5a educacin de unos padres arrogantes tiene como resultado un ni"o arrogante). >C$ildbood and

    adolescence?.

    5a imitacin es para el ni"o tan importante como el respirar1 inspirar las percepciones sensoriales4 la

    imitacin equivale a la espiracin.

    E$ectos morales de las impresiones de la in$ancia

    6udol/ Steiner denomina la edad $asta los siete a"os )edad de imitacin). -cent7o que las palabras que el

    educador dice al ni"o @amonestaciones, eplicaciones y otras eteriorizaciones dirigidas al razonamiento@

    juegan un escaso o ning7n papel en comparacin con la evidencia del entorno y las acciones concretas.

    El ni"o es receptivo para los gestos y ademanes en el ms amplio sentido. #ambin el gesto oral del adulto

    enojado le impresiona ms pro/undamente que el contenido de sus palabras. Steiner pocas veces se epres

    tan radicalmente como en una con/erencia del :@F@:GH!1 )5o que usted le diga al ni"o, lo que usted le

    ense"e, eso a7n no deja ninguna impresin. 0ero cmo usted sea, si usted es bondadoso y re/leja esta bondad

    en sus gestos, o si est usted enojado, si est encolerizado y lo epresa en sus gestos, en una palabra, todo loque usted sea, tendr su consecuencia dentro del ni"o . Eso es lo esencial. El ni"o es completamente rgano

    de percepcin sensorial, reacciona a todas las impresiones que las personas suscitan en l. 0or eso, lo

    esencial es no creer que el ni"o pueda aprender >a travs del razonamiento? lo que es bueno y lo que es

    malo,... sino saber que todo lo que se $ace en presencia del ni"o se trans/orma dentro del organismo in/antil,

    en esp&ritu, alma y cuerpo. 5a salud de toda una vida depende de nuestro comportamiento en presencia del

    ni"o. 5as tendencias que el ni"o desarrolle dependen de cmo nos comportemos en presencia del ni"o).

    6udol/ Steiner $a sido uno de los primeros pedagogos que $an epuesto de /orma amplia la decisiva

    importancia que tienen los primeros a"os en el posterior desarrollo interior del $ombre. Desde entonces,

    mdicos, siclogos, maestros y, 7ltimamente sobre todo, la vanguardia de la didctica preescolar cada vez se

    percatan ms del campo de e/ectos y de las posibilidades que se abren aqu&.

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    !l%unos resultados de la in&esti%acin psi'ui(trica

    Ino de los pioneros en el terreno de la psiquiatr&a in/antil es el ingls 2o$n BoJlby. 0or encargo de la

    Krganizacin +undial de la Salud, investig la relacin entre las condiciones de vida del ni"o y su

    desarrollo ps&quico. El resultado se public, despus de una revisin y ampliacin,

    en :GL: con el t&tulo C$ildcare and t$e groJt$ o/ love. BoJlby comprob, apoyado en un amplio material

    >in/ormes de mdicos ingleses?, que el motivo ms /recuente del abandono ps&quico del ni"o @en

    contradiccin con suposiciones anteriores@ no se deb&a buscar en la pobreza material, una /amilia demasiado

    grande, malas condiciones de la vivienda, ocupacin pro/esional de la madre u otros /actores eternos por el

    estilo, sino en una determinada postura interior. 5a descripcin que $ace de las condiciones en la que crec&an

    los ni"os a/ectados es, en muc$os casos, estremecedora. El abandono an&mico en los ni"os es algo que no

    $ay $oy en d&a maestro que no lo conozca y que se encuentra con /recuencia, precisamente, en los $ogares

    acomodados.

    BoJlby relata1 )- menudo se puede observar una inestabilidad del temperamento, que /recuentemente se

    re/leja en el $ogar como desamparo, irresponsabilidad, /alta de previsin y de disciplina, en uno o en ambospadres, pero casi siempre en la madre... -qu& no $ay papel, ni libros, ni reloj u otros signos del orden, no se

    encuentra ninguna se"al de plani/icacin o de a$orro. El dinero se gasta sin sentido, con /recuencia en

    costosas equisiteces... parece ser que las malas condiciones de vida tienen muy poco que ver con el

    problema @el verdadero /ondo del problema es un carcter incorregible, incapaz de cambiar).

    5os e/ectos del abandono ps&quico quedaron drsticamente iluminados por BoJlby. 6esume el resultado de

    una de las investigaciones de la siguiente manera1 )Kc$enta ni"as entre doce y diecisis a"os de edad, que

    $ab&an llegado a la delicuencia, /ueron tratadas psicolgicamente durante seis a"os. El tratamiento slo /ue

    e/icaz en un cincuenta por ciento... El ito no estaba relacionado de ninguna manera con la inteligencia ocon /actores $ereditarios. Sin embargo, ten&a una relacin decisiva con las condiciones /amiliares en las que

    $ab&an vivido anteriormente. El tratamiento /racas con todas las ni"as que su/r&an por $aber sido

    repudiadas o que nunca $ab&an tenido una relacin de a/ecto y cari"o con ninguna persona. Esto $ace

    recordar la opinin del Dr. ;old/ar$, que a/irmaba no conocer ni un solo caso de tratamiento que $aya

    tenido ito con ayuda de la psiquiatr&a in/antil tradicional).

    Seg7n BoJlby, la )deprivacin) >pobreza de sentimientos, /alta de cari"o? durante los primeros a"os, bajo el

    punto de vista ps&quico as& como biolgico, es tan perjudicial como el raquitismo. -poyado en su amplio

    material de observacin, muestra la importancia /undamental de que sea una 7nica madre, la que cuide al

    ni"o durante el primer a"o de vida, no siendo necesario que esta )madre) sea la madre biolgica.

    BoJlby a/irma que el amor materno es de esencial importancia en el desarrollo del ni"o. En una

    recopilacin de la bibliogra/&a eistente, el conocido psiquiatra de ni"os sueco, ans Curman, escribe en la

    entrevista )0syMisM$Nlsa) >Salud ps&quica 7mero !O:G'L?4 )Ina serie de investigaciones con/irman el

    concepto de que una deprivacin muy temprana, no teniendo el ni"o contacto con una 7nica persona

    maternal conduce a un empobrecimiento a/ectivo e intelectual. Estos ni"os se encuentran en desventaja, con

    respecto a otros, en la inteligencia general, desarrollo del lenguaje, elaboracin de

    conceptos y sobre todo en su capacidad para establecer contactos &ntimos y compenetrarse con otras

    personas. Son inquietos, no se pueden concentrar y mani/iestan una incansable b7squeda indiscriminada del

    cari"o).

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    5a psiquiatra in/antil americana, pro/esora Selma Praiberg, dedic gran parte de su vida al estudio de

    en/ermedades por /alta de a/ecto. En el libro etraordinariamente conmovedor y lleno de $umor

    )#$e+agic*ears) >5os a"os mgicos? epuso el amplio material de sus observaciones. 6esume los

    resultados de sus investigaciones sobre el desarrollo del ni"o durante los primeros a"os en las siguientes

    /rases1

    )emos aprendido que las caracter&sticas ps&quicas que denominamos $umanas no son una parte del

    equipamento con el que el ni"o nace... o son instintivas... y no se adquieren sencillamente con el aumento

    de madurez. Ese amor )$umano) que es ms que amor a uno mismo, se origina como un producto de la

    /amilia $umana y a travs de los lazos de sentimientos que se /orman dentro de la /amilia.

    5a inteligencia $umana depende en gran medida de la posibilidad de utilizar s&mbolos4 sobre todo el

    lenguaje no es solamente un producto del aventajado cerebro $umano y del rgano vocal, sino que se

    adquiere por medio de un temprano contacto a/ectivo. #ambin la consciencia de verse a s& mismo como

    individuo, el concepto del )*o), la identidad personal, se adquiere por medio de un temprano contacto

    a/ectivo entre padres e $ijos. El triun/o del $ombre sobre su naturaleza instintiva, su disposicin para

    reprimir los propios instintos, para ponerles l&mites, e incluso para obrar en contra de ellos, cuando creancon/lictos con objetivos y principios superiores, tiene que ser aprendido, y esto solamente se aprende a

    travs del amor en los primeros a"os del desarrollo. %ncluso la conciencia, la mayor conquista en la

    evolucin cultural de la $umanidad >dentro de los progresos de la consciencia?, no es una parte de nuestro

    equipamiento constitucional, sino un producto del amor y de la educacin de los padres).

    E$ectos $isiol%icos de las impresiones d) la in$ancia

    5os e/ectos de las impresiones sensoriales de la tierna in/ancia no se mani/iestan slo en lo an&mico. Qan

    $asta lo /&sico. 5os ejemplos ms contundentes son los ni"os que /ueron criados por animales. 5as )ni"as

    lobo) de +idnapore, que en el a"o :GH= /ueron encontradas por el misionero protestante nativo 2.-.5.

    Sing$, ten&an en aquella ocasin aproimadamente dos y oc$o a"os de edad y mostraban una serie de

    caracter&sticas peculiares1 )5os colmillos eran ms grandes y puntiagudos de lo que es normal en el ser

    $umano. 5a boca era roja como la sangre. 5as ni"as se manten&an agac$adas, no pod&an sostenerse de pie

    Sus rodillas y articulaciones de la cadera no eran apropiadas para la postura recta... 5os ojos eran casi

    redondos. Durante el d&a les costaba trabajo mantenerlos abiertos para no dormir, pero por la noc$e, despus

    de las :H, los ten&an abiertos y brillaban en la oscuridad como los ojos de los gatos y perros. Qe&an muc$o

    mejor por las noc$es. +ov&an las carnosas aletas de la nariz para ol/atear... 5as manos y los brazos eran

    largos y musculosos, llegaban casi a las rodillas y mostraban /uerza y agilidad. 5as manos, en proporcin,eran ms largas de lo normal4 las u"as de las manos y de los pies estaban torcidas $acia dentro. 5as ni"as

    com&an como los perros. Dorm&an sobre el suelo agac$adas las dos muy juntas en un rincn. o mostraban

    ning7n miedo en la oscuridad, pero lo mostraban a la luz y al /uego). >2.-.5. Sing, 5as )ni"as lobo) de

    +idnapore, eidelberg :G'!?. Cogieron a las ni"as y las llevaron a la misin para cuidarlas y educarlas

    amorosamente mediante un trabajo minucioso. 5a ni"a ms peque"a muri despus de un a"o, la mayor

    todav&a vivi nueve a"os, aprendi en total aproimadamente cincuenta palabras y mostraba al /inal de su

    vida claras muestras de inteligencia y capacidades an&micas en v&as de maduracin.

    Con un ejemplo tan impresionante puede verse, de /orma especialmente clara, con qu /uerza quedan

    grabadas /&sicamente las primeras impresiones de la in/ancia. 5as peculiaridades /isiolgicas que aparecen

    como consecuencia de las impresiones tempranas @y no como predisposicin $ereditaria@ en los ni"os

    educados por seres $umanos son, naturalmente, muc$o menos perceptibles. 0ero eisten. 6udol/ Steiner

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    acent7a que los rganos del cuerpo /&sico en el $ombre adquieren una /orma determinada durante la

    edad que va $asta los siete a"os1 )+s tarde tiene lugar el crecimiento, pero este crecimiento se basa en las

    /ormas que se $an con/igurado durante la edad anteriormente dic$a... -s& como la naturaleza, antes del

    nacimiento, proporciona el lugar adecuado para el entorno /&sico, el educador tiene que proporcionar,

    despus del nacimiento, el entorno /&sico adecuado. #odo lo que ocurre en el entorno /&sico es imitado por el

    ni"o, e imitando, los rganos /&sicos toman las /ormas que sern de/initivas. El entorno $a de entenderse en

    el sentido ms amplio que se pueda pensar. - l pertenece todo lo que tiene lugar alrededor del ni"o, lo que

    puede percibir a travs de sus sentidos, todo lo que partiendo del terreno /&sico, pueda $acer e/ecto en sus

    /uerzas espirituales. - esto pertenecen tambin todos los actos morales o inmorales, sensatos o insensatos

    que el ni"o pueda ver. Se /orma una vista sana, si el ni"o tiene en su entorno las relaciones correctas de

    colores y de luz, y en el cerebro y la circulacin de la sangre se /orma la predisposicin /&sica para un

    sentido moral sano si el ni"o ve moralidad en su entorno. Si un ni"o, antes de los siete a"os, no ve ms que

    actos insensatos en su entorno, el cerebro tomar las /ormas que slo le $arn apto para la insensatez en su

    vida). >5a educacin del ni"o? En una poca en la que la importancia de las impresiones de la in/ancia a7n

    no $ab&a sido reconocida como es debido, esta a/irmacin de 6udol/ Steiner tuvo que parecer

    completamente incre&ble. 0ero el etraordinariamente rico material concerniente a este tema, que $a sido

    recopilado en el transcurso de los 7ltimos decenios por investigadores y educadores, con/irma bajo todo

    punto de vista la imagen que dio del )ni"o como rgano sensorial).

    *uente+Ina educacion $acia la libertad .PransCarlgren.ED%#K6%-5 6IDK5P S#E%E6 . %SB F!@FL(=@LG@(

    LO" ,RE" PRIMERO" !O"

    5os tres primeros a"os ocupan un lugar 7nico en toda la vida entera, no slo en la in/ancia. El $ec$o de que

    no llevemos el recuerdo de estos a"os en la consciencia no cambia nada de este $ec$o1 en nuestro ser

    $umano, en nuestro destino, vive esta poca de la vida substra&da al recuerdo. unca ms podremos

    entregarnos de esa manera a los procesos de nuestro cuerpo. 2ams adquiriremos en tenaz entrenamiento con

    el es/uerzo de la voluntad unas capacidades tan /undamentales, que luego utilizaremos diariamente durantetoda nuestra vida, como lo son estas tres1 andar- .a#lar / pensar0

    En los dibujos de los ni"os en muc$as veces es visto como una percepcin del mundo eterior ,meclado

    con la eperiencia de sus propios cuerpos .In ni"opinta una nariz grande porque tiene un res/riado y pone

    atencion al mundo de las narices.

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    !ndar- 1a#lar / Pensar

    Kbservar e intentar comprender lo que realmente ocurre cuando un ni"o

    aprende estas capacidades elementales,

    pertenece a las ms importantes tareas de todas las personas que tengan que

    educar y cuidar ni"os. El $ombre actual puede sacar de estas consideraciones la

    /uerza para $acer lo ms necesario, dar al ni"o la paciencia y proteccin, el

    calor amoroso, la seguridad y comprensin que necesita como atms/era vital

    a7n ms que la $igiene.

    El andar nos recuerda /enmenos /&sicos como la gravedad1 Si consideramos la

    /orma alargada de nuestro cuerpo con su centro de gravedad trasladado $acia

    arriba y las insigni/icantes super/icies de apoyo de las plantas de los pies, la

    posibilidad de mantenernos de pie y andar no es algo que se entienda por s&

    mismo. uestra postura erguida, en la que la cadena de vrtebras se erige como columna, es un constante y

    complicado acto de equilibrio. #ambin los ni"os sienten un pro/undo asombro cuando al cumplir el a"o,

    aproimadamente, poseen por primera vez esta nueva $abilidad. Su cara de triun/o no es solamente el re/lejo

    de la alegr&a de los adultos ante este acontecimiento. El encanto viene de dentro y demuestra con j7bilo quelo que acaba de acontecer es verdaderamente uno de los grandes momentos de la vida del $ombre. #odo el

    organismo se orienta dentro del espacio.

    Aue ms adelante podamos reconocer enseguida a una persona por su porte, su andar, sus gestos, demuestra

    lo muc$o que se nos revela de su ser en sus movimientos. El misterio oculto de la voluntad se $ace visible.

    ormalmente, despus de algunos meses comienza la siguiente /ase del desarrollo. 5a nueva perspectiva del

    entorno, recin conquistada, $ace surgir una necesidad pro/undamente arraigada en el $ombre. El ni"o anda

    como -dn en el para&so y da a cada cosa su nombre. 5as eclamaciones de deseo y de placer, la epresininarticulada del dolor y de la alegr&a as& como el balbuceo in/antil ensayado con a$&nco, comienza a /ormar

    combinaciones con sentido. Durante el corto periodo de medio a"o, los ni"os aprenden con /recuencia

    muc$os cientos de palabras. Con tres y cuatro a"os ya dominan una serie de complicadas leyes gramaticales

    que no sern comprendidas seg7n su signi/icado lgico $asta muc$o ms tarde. En la prctica aplican a la

    per/eccin gnero, n7mero, caso y tiempo, saben /ormar el superlativo de los adjetivos y utilizan la oracin

    principal y la subordinada. unca jams en la vida es posible penetrar en un idioma con tanta rapidez y

    /acilidad.

    - travs del $abla se mani/iesta la conein del $ombre con las cosas y los seres de su entorno que radica en

    el sentimiento. Con el lenguaje despierta el pensar. Cuando a la edad de dos a"os un ni"o sentado a la mesa

    mira a su alrededor y eclama1 )0ap cuc$ara, mam cuc$ara. #ata cuc$ara, nene cuc$ara @todos cuc$ara@)$a $ec$o un enorme descubrimiento. #odas las cuc$aras tienen algo en com7n, lo que est oculto en la

    denominacin, en el misterio de la palabra1 el concepto. +ientras que el aprendizaje de andar erecto y del

    $abla articulado son acontecimientos que ocurren en el medio ambiente y se caracterizan por un cierto

    dramatismo, los primeros intentos de pensar dan testimonio

    de un incipiente distanciamiento de los /enmenos, de la naciente capacidad de recogimiento y de abstraerse

    en s& mismo. 5a 0sicloga de ni"os alemana E. $ler $izo una delicada descripcin del primer instante en

    el que un ni"o de dos a"os y medio re/leiona1 )Cuando -. no comprende algo del todo y se pone a pensar,

    se queda quieta y coloca las manos detrs de la espalda4 abre muc$o los ojos, que quedan suspensos en la

    lejan&a, aprieta un poco los labios, la ni"a est callada4 con /recuencia, despus de este es/uerzo, se cansa un

    poco4 la epresin desaparece4 la naturaleza le proporciona la relajacin). >Citado por . nig, 5os

    primeros tres a"os del ni"o?. El pensar abre camino a todas las eperiencias de la consciencia y de la

    autoconsciencia4 es nuestro recurso ms noble de orientacin y para mantenernos despiertos en el mundo.

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    5as edades en las que se adquieren las nuevas aptitudes de andar, $ablar y pensar pueden variar4 no es

    necesario que los padres se inquieten por ciertos retrasos. Solamente si la sucesin de estos acontecimientos

    no es la correcta, se $a de poner atencin. -quello que queremos nos lo representamos en el pensar

    despierto4 cuando nos entregamos a un sentimiento, nos $allamos en un estado comparable a un sue"o. *a

    que la voluntad se e/ect7a en un estado de consciencia que nos recuerda a nuestra consciencia cuando

    dormimos pro/undamente, algunos ni"os con unas /uerzas de voluntad muy /uertes, pero aletargadas,

    pueden parecer )so"olientos) y se desarrollan durante los primeros a"os de vida sorprendentemente

    despacio. +s tarde, algunas veces no antes de llegar a ser adulto, muestran su /uerza. #ambin $ay ni"os

    que no quieren eponerse a la cr&tica o ponerse en rid&culo4 por eso tardan en empezar a $ablar4 un buen d&a

    comienzan a epresarse de repente casi a la per/eccin y con un considerable vocabulario.

    -ndar, $ablar y pensar nacen uno del otro. ;esto y motricidad se transmiten a la /ormacin del centro del

    lenguaje en el cerebro y a toda la organizacin de la cabeza. Esta relacin puede verse con claridad cuando

    se obliga a ni"os zurdos a cambiar de mano. El ni"o obligado muy violentamente a pasar de la mano

    izquierda a la derec$a comienza a tartamudear. 5a vida en un principio es gesto4 y ste se transmite a lo

    motriz del lenguaje. 0ara el educador, teniendo esto en cuenta, son vlidos tres principios inquebrantables1

    Sumerge toda la ayuda que brindas al ni"o al aprender a andar en amor @es/urzate en ser veraz cuando tu$ijo est aprendiendo a $ablar@ no perturbes con ordenes /altas de re/lein la vida de tu $ijo, s claro en tu

    propio pensar. 0ues1 )0rovocar perturbacin a travs del pensar >con/uso? en el terreno del ni"o, es el

    verdadero causante de lo que, en la civilizacin actual, llamamos nerviosismo del ser $umano). >Steiner,

    con/erencia del :=@F@:GH?

    En realidad solamente eiste una sola cosa que puede ocasionar trastornos serios en el desarrollo de un ni"o

    sano y normal1 /alta de contacto con otras personas. 5os ni"os que se cr&an en centros, en vez de estar con

    una /amilia, suelen aprender ms tarde que los otros a sentarse, andar, $ablar y pensar. 0or /alta de contacto

    pueden su/rir estancamientos o perturbaciones en todo su desarrollo.

    5a a/irmacin de que el )re/lejo de andar) sea algo innato en el $ombre se basa en la observacin de que,cuando se sujeta a un recin nacido de /orma que la parte superior del cuerpo est algo inclinada $acia

    delante y los pies descansen sobre una super/icie plana, el ni"o intenta dar peque"os pasos. 0ero al

    considerar esto $ay que tener en cuenta el $ec$o de que esta relacin desaparece en el transcurso de los seis

    primeros meses. El ni"o tiene que realizar un gran es/uerzo para adquirir capacidad de levantar la cabeza

    y andar a gatas, para sentarse y mantenerse de pie, antes de aprender de nuevo el arte de mover $acia delante

    los pies apoyados en el suelo. -l/red itsc$Me eamin a una ni"a de casi tres a"os de edad que ten&a una

    manera de andar muy etra"a, sin que se pudiera constatar ninguna anomal&a patolgica. Se comprob que

    la ni"a imitaba a su padre que ten&a r&gida la articulacin de la cadera y andaba con la ayuda de una prtesis.

    En un $ospicio de #e$ern con escaso personal, el '=R de los ni"os de un a"o no sab&an sentarse y el F!R

    de los ni"os de tres a"os no sab&an andar. In ni"o que no tenga la oportunidad de imitar a personas conandar erecto, al igual que los ni"os lobo, no se pondr de pie.

    -unque sabemos que la imitacin tiene una importancia primordial en el desarrollo de los ni"os peque"os,

    en la practica /altan sin embargo con /recuencia la con/ianza y el valor para /undamentar la educacin

    completamente sobre este principio. En su lugar intentamos intervenir en el desarrollo del ni"o con otros

    medios completamente di/erentes.

    Inter&enciones innecesarias

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    5os ni"os peque"os son encantadores. +uc$as de las cosas agradables y graciosas con las que les

    entretenemos tienen como meta consciente o inconsciente, in/luenciar en una determinada direccin los

    procesos de aprendizaje de los peque"os. 0or ejemplo, etendemos nuestras manos $acia ellos y as& les

    ayudamos a sentarse y a ponerse de pie. 0ero si esto sucede antes de que sus $uesos estn lo su/icientemente

    desarrollados para soportar estos es/uerzos, pueden ocasionarse da"os en los $uesos y la espalda. En otros

    casos se puede observar que las mismas personas que en un arranque de ambicin pedaggica compran el

    correspondiente libro ilustrado para ni"os peque"os con el a/n de adiestrar al ni"o para que aprenda

    muc$os conceptos nuevos en poco tiempo, cuando estn en otra disposicin de nimo, $ablan con l en el

    balbuceo del lenguaje in/antil, pues las palabras pronunciadas de /orma incorrecta suenan tan deliciosas. De

    esta manera, lo que $acemos en realidad es entorpecer el desarrollo de los ni"os. Ellos quieren orientarse y

    progresar siguiendo el ejemplo de un lenguaje verdadero. En muc$as ocasiones, ellos mismos no se sienten

    muy entusiasmados cuando oyen epresiones in/antiles.

    Ina se"ora de buena intencin, $ablando con un ni"o de tres a"os denominaba repetidamente a un perro con

    )guau guau)4 despus de un largo y pro/undo silencio, el ni"o dijo secamente1 )Se dice perroT...)

    El ni"o puede parlotear tranquilamente durante un tiempo su delicioso y creativo lenguaje in/antil @la

    imitacin lo llevar por el camino correcto. 0ero el adulto no debe parlotear. #iene que mantener su manera

    de $ablar libre de sentimentalismos y de remilgos. El ni"o adquiere, mediante el ejemplo de un lenguajecultivado, veracidad, claridad, /uerza de la /orma, y esto queda impreso no slo en el alma, sino tambin en

    los rganos del $abla, en su /orma y movilidad.

    2"e pueden e&itar las pro.i#iciones3

    -7n $ay otros motivos por los que se interviene sin re/leionar en el desarrollo de los ni"os peque"os.

    5os ni"os peque"os ocasionan con /recuencia tremendas molestias. +uc$as veces las madres estn agotadas

    y en la mayor&a de los casos no tienen ninguna ayuda. uestra complicada vida cotidiana est llena de cosasque se pueden romper o que son peligrosas. UCmo odemos evitar que los ms peque"os tiren del mantel,

    saquen los libros de las estanter&as, rompan las macetas, enciendan cerillas, mastiquen colillas o pongan el

    coc$e en marc$a si por un descuido dejamos la llave puestaV *a no son slo los psiclogos los que saben

    que continuas advertencias y pro$ibiciones pueden amortiguar la iniciativa del ni"o y en casos etremos

    paralizarla para toda la vida. In remedio es, naturalmente cubrir los enc$u/es con tapas de seguridad, quitar

    de en medio los objetos /rgiles o peligrosos, etc. 0ero $ay ms de un peligro que no puede evitarse de esta

    manera4 adems, la vida en el $ogar se empobrecer&a y perder&a la naturalidad si quitamos de su alcance

    todos los objetos que no estn destinados para los ni"os. #ampoco ser&a conveniente que puedan $acer lo

    que quieran con el resto de las cosas que quedar&an a su alcance.

    Eric$ ;abert, maestro 3aldor/, en su libro sobre Die Stra/e in der Selbsterzie$ungund in der Erzie$ung desindes >El castigo en la autoeducacin y educacin del ni"o? epone mediante un ejemplo cmo se puede

    corresponder con la etapa de desarrollo del ni"o peque"o. Se trata de evitar que un ni"o se queme con la

    estu/a1 )Durante unas semanas antes de encender la estu/a, $ac&an un peque"o juego con el ni"o y lo

    repet&an muc$as veces1 consist&a en que el adulto arrimaba la mano a la estu/a sin tocarla y la

    retiraba rpidamente con un gran susto. )-yT cmo quemaT o se puede tocarT) El ni"o imitaba el juego

    una y otra vez, $asta que el temor a la estu/a pas a ser en l un $bito natural y seguro.

    0odemos inventar in/inidad de juegos preventivos por el estilo. 0ero Utenemos el tiempo necesarioV

    La peculiaridad del nio pe'ueo

  • 7/24/2019 Excelente e

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    5a re/lein sobre la medida en la que debemos intervenir en el desarrollo del ni"o peque"o nos conduce

    /inalmente a la cuestin ms grande y pro/unda UAu requerimientos plantean la esencia y la peculiaridad

    del ser de un ni"oV Son pocas las personas que pueden sustraerse al etra"o in/lujo $ondamente

    impresionante de los ni"os durante los primeros a"os de su vida. Con toda seguridad, esto no se debe

    solamente a los atributos que, seg7n la opinin de los bilogos, suscitan nuestros instintos de proteccin y

    cuidados, como pelo suave, /ormas redondas del cuerpo, movimientos inde/ensos etc. #odas estas

    caracter&sticas que nos parecen tan )lindas) tambin podemos encontrarlas en los perritos y gatitos jvenes.

    0ero ante un ni"o peque"o podemos quedar sobrecogidos de verdadera devocin. Sentimos que estamos

    ante algo que es superior a nuestra capacidad de comprensin.

    En realidad la situacin del ni"o peque"o es paradjica. - una edad en la que tareas como vestirse y

    desvestirse, $acer una cama, comer con cuc$illo y tenedor causan a7n di/icultades casi insuperables, estos

    ni"os captan impresiones que les ense"an con /acilidad a adue"arse de dos de las capacidades ms di/&ciles

    del $ombre1 $ablar y pensar. o $ay ning7n animal que pueda andar verdaderamente erecto, que sea capaz

    de mantener una conversacin sobre eperiencias an&micas, que pueda distanciarse del medio ambiente para

    pensar sobre ste mediante conceptos /ormulados con palabras.

    Sin embargo, el ni"o aprende todo esto en un estadio en el que es ms desvalido que cualquier animal.

    Despus de largos a"os de estudio sobre las /ases de desarrollo del

    $ombre en cierne, el /amoso psiclogo americano -rnold;esell resumi sus eperiencias en /rases llenas de

    pro/undo respeto ante las leyes que descubri1 )-quellos padres y maestros que consideren al ni"o tan

    moldeable que piensen poder /ormarlo solamente a travs de persistentes impresiones eteriores, todav&a no

    $an llegado al conocimiento de la verdadera naturaleza de la psique. 5a psique puede compararse con una

    planta, pero no con un pedazo de barro. 0ues el barro no puede crecer @se le da la /orma total y

    completamente desde /uera. 0or el contrario, una planta recibe su /orma desde dentro, es decir, de sus

    /uerzas interiores de crecimiento. acia estas /uerzas quiere llamar la atencin este libro. )>-. ;esell, Das

    ind van /Wn/ bis ze$n?. >El ni"o entre los cinco y diez a"os?

    Auizs -rnold;esell no se identi/ique precisamente con Steiner pero es de destacar que ambos describen las

    mismas /uerzas4 el primero, considerando su mani/estacin /&sica, el segundo, el /enmeno suprasensible de

    estas /uerzas. Steiner epone cmo los ni"os durante sus primeros tres a"os de vida tienen una relacin con

    el mundo espiritual di/erente a la que tendrn despus. 0oderosas /uerzas suprasensibles act7an en el ni"o4

    cuando la vida an&mica se $ace ms consciente4 ya no se mani/iestan de las misma manera. )Estas /uerzas

    son las qu ponen al ser $umano en condiciones de alcanzar una determinada relacin con la /uerza de

    gravitacin. Son tambin las que /orman la laringe, las que dan la /orma al cerebro, de manera que sea un

    instrumento vivo para el pensamiento y la voluntad). Ciertamente, los ni"os peque"os por lo general no

    vivencian directa y conscientemente los mundos suprasensibles. -unque algunos poetas y pensadores

    a/irman con toda seguridad $aber $ec$o en su ms tierna in/ancia tales eperiencias. Sin embargo, no esnecesario en absoluto que la intensa unin con un mundo espiritual sea consciente. Steiner $abla, con unas

    drsticas imgenes, de una persistente )conein tele/nica) con la eistencia en la que se encontraba el ni"o

    antes de nacer. unca jams vuelve el $ombre a estar tan directamente )bajo la direccin de aquel mundo

    espiritual, al cual pertenece) como en los tres primeros a"os de vida. >Die geistigePW$rung des

    +ensc$enund der +ensc$$eit? >5a direccin espiritual del $ombre y la $umanidad?.

    * a este mundo espiritual, bajo el punto de vista del ni"o, pertenecen tambin la madre, el padre y las

    dems personas de su entorno ms primo. Esto es la causa de que susestados de nimo y pensamientos

    $agan un e/ecto tan /uerte y tan directo en el ni"o. Esto es tambin el motivo del sentimiento de

    dependencia, sobre todo entre el ni"o y la madre con la que, en un principio, est ms pro/undamente unido

    y con la que tiene el mayor contacto. * por eso el ni"o es tan sensible a las impresiones que recibe de las

    personas etra"as.

    Si se toma en serio esta /orma de mirar al ni"o, no se podr evitar deducir algunas consecuencias radicales.

  • 7/24/2019 Excelente e

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    5os procesos, a travs de los cuales aprende el ni"o todo lo /undamental, se presentan ante l como

    producidos por una $onda sabidur&a. En estos procesos no debemos intervenir.

    Solamente tenemos que estar presentes para que el ni"o nos pueda imitar. emos de intentar $acernos

    $ombres dignos de ser imitados.

    En este sentido, queda terminado el cuadro del alma del ni"o que ;esell pinta como una planta1 lo que la

    tierra, la lluvia y el sol son para la planta, deber&an serlo para el ni"o su entorno y los adultos que viven en

    l.

    5a descripcin que Steiner $ace de los tres primeros a"os, coincide con uno de los ms importantes

    descubrimientos de la moderna psiquiatr&a de ni"os. Cuando BoJlby y otros investigadores eaminaban la

    reaccin de los ni"os a las distintas /ormas de desnutricin an&mica y estudiaban las consecuencias que

    resultan de cambiar repetidamente de )madre), encontraron, como ya se $a mencionado, que la

    impresionabilidad del ni"o es decisivamente mayor durante los tres primeros a"os y luego va

    disminuyendo4 para el ni"o la necesidad an&mica ms pro/unda de todas es el ser cuidado durante esta edad

    por una 7nica madre.

    4i&encias del 5o

    -proimadamente en el tercer a"o de vida el comportamiento del ni"o cambia con /recuencia enormemente.

    #odos sabemos que a los ni"os muy peque"os les gusta $ablar de s& mismos con la palabra )yo). Selma

    Praiberg destaca que mermelada), )-na est triste). +s tarde se denominan a s& mismos con la palabra

    )yo). Selma Preiberg destaca que el momento de este paso, en ni"os americanos, es a la edad deaproimadamente dos a"os y medio. 5as causas de este cambio, algunas veces verdaderamente misterioso,

    las describe 6udol/ Steiner de la siguiente manera.

    Qivenciarse a s& mismo como un *K es un acontecimiento pro/undamente sobrecogedor que algunos ni"os

    conservan dramticamente en la memoria. Ina ni"a de tres a"os que acababa de $acer este descubrimiento

    gritaba1 )*o soy yo, yo soy yoT) En todos los pa&ses se conocen relatos de personas que $an contado casos

    semejantes de su propia vida. De la manera ms $ermosa quizs lo $aya dic$o el poeta 2ean 0aul1 )Ina

    ma"ana estaba yo, siendo un ni"o muy peque"o, delante de la puerta de la casa y miraba a la izquierda $acia

    la pila de la le"a, cuando de repente, el rostro interior, yo soy un *K, cay como un rayo del cielo sobre m& yperdura desde entonces luminosamente. 0or primera vez, mi *o se $ab&a visto a s& mismo y para siempre.

    %lusiones del recuerdo son en este caso di/&cilmente concebibles, ya que no pudo mezclarse ning7n relato

  • 7/24/2019 Excelente e

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    ajeno con a"adiduras en un acontecimiento que tuvo lugar 7nicamente en el oculto santuario del $ombre,

    cuya novedad $izo posible que quedaran grabados pormenores tan cotidianos).

    >Selberlebensbesc$reibung? >-utobiogra/&a?

    5o que ocurre aqu& es algo as& como un acoplamiento1

    una parte de las /uerzas suprasensibles, que anteriormente /acilitaban la unin con los mundos

    suprasensibles, se separa, pasa a ser el )interior) del ni"o y posibilita su vivencia del *o. El quizs /urioso y

    testarudo muc$ac$ito que empieza ya a destacarse y que ensaya con astucia la palabrita )no), aparece ante

    los padres en no pocas ocasiones como un nuevo conocido. Es la )edad de la obstinacin) la que comienza

    a$ora.

    Itilizando el s&mbolo del primer libro de +oiss podemos decir1 el $ombre comi por primera vez del rbol

    de la ciencia del bien y del mal y la puerta del para&so se cerr tras l. 0ero no del todo1 todav&a est

    entreabierta.

    Fuente:UN E!U""#$N %"# & 'E()! *Frans"arlgren+

    POC!" CO"!"6MC1! *!N,!"8! EN L! ED!D PREE"COL!R

    De las aptitudes interiores de las que puede disponer una persona adulta, la /antas&a creativa es una de las

    ms importantes. o es por casualidad que grandes industriales americanos $ayan encargado a sus

    psiclogos la elaboracin de mtodos re/inados de test para descubrir precisamente esta cualidad al buscar

    nuevos empleados. 0ero la /antas&a no es solamente necesaria para salir adelante en la tcnica.

    5a precisamos en nuestra vida cotidiana. 5a vida del $ombre sin /antas&a est sujeta a las pautas que otros le

    marcan. o puede encontrar su camino por s& mismo, carece de ideas y de iniciativa4 no es libre.

    UAu es realidad )/antas&a creativa)V De poco nos sirven las de/iniciones cuando se trata de esta capacidad

    que emerge de las capas ms pro/undas del $ombre y le trae conocimiento de las ms lejanas alturas. 5a

    /antas&a le da /uerza para remontarse sobre todo lo que es y para unirse @ mediante actividad propia@ con lo

    que est en v&as de ser. 5e se"ala el /uturo. Se adapta a la realidad eistente, pero tambin $ace proyectos

    para cambiar lo establecido.

    5a base para esta capacidad se prepara @o se ec$a a perder@ en la ms tierna in/ancia. 5os ni"os son personas

    llenas de /antas&a, y los artistas tambin. #odo aquel que practique cualquier rama del arte $a conservado

    muc$&simo de la productividad espontnea con la que estn equipados todos los ni"os sanos. Ina vez

    adultos, solamente pierden su valiosa dote bajo la presin de trivialidades de la vida y la eterna ambicin deventajas y provec$o, en detrimento del placer de trabajar y de su energ&a vital.

    5os padres que quieran /omentar en sus $ijos cualidades como la /antas&a y la creatividad, pueden $acerlo de

    muc$as maneras @pero tambin pueden, sin ni siquiera notarlo, enterrar esta /uente.

    Lo 'ue pueden .acer los padres

    In lactante no tiene la necesidad de ser )creativo). 5os bebs a7n no dominan sus medios de epresin.

    0ero a la edad de dos o tres a"os aparecen los primeros inicios.

  • 7/24/2019 Excelente e

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    Damos al ni"o tiza o lpices a la cera y un papel sobre la mesa o un cartn sobre el suelo, sujeto a la puerta o

    a la pared, e inmediatamente se pone en marc$a1 acto de voluntad, una necesidad desen/renada de $acer

    visible el movimiento epresado en la imagen. o /altar jams el motivo primitivo1 el remolino. Es como el

    comienzo de un sistema universal. +ientras el ni"o aprende a andar, correr, brincar, dar saltitos, de repente

    aparecen las primeras graciosas piruetas. 5a alegr&a de los adultos ante lo realizado estimula en el ni"o el

    desarrollo de una copiosa produccin...

    >El adulto no deber jams dibujar modelos de muestra, no $a de condicionar al ni"o con sus clic$s del

    $ombre y la casaT?

    El peque"o, sentado en su cama, balbucea y c$arla. Ina ma"ana, de improviso, canta la primera peque"a

    melod&a, montona y en cierto modo /lotante, casi siempre en el marco

    de la escala @pentatnica@ de las cinco notas. Si los padres comprenden lo importantes que son estas

    mani/estaciones an&micas, su alegr&a y atencin animar a sus peque"ines. En el caso de que los padres

    sepan tocar la /lauta, la lira o quizs el piano, los ni"os bailarn al son de su m7sica. Auien no $aya

    vivenciado nunca con cuanta pasin pueden bailar los ni"os peque"os, no tiene ni la menor idea de la

    intensidad de su sentido del ritmo. En lugar de estos juguetes que slo $acen ruido, los ni"os deber&an tener

    un peque"o instrumento de viento $ec$o con barro, un caramillo >en Suecia se llaman cuclillo de barro? ydado el caso, un il/ono >pre/eriblemente con un sonido blando y )redondo)?. En ese momento necesitan

    muc$as rimas, canciones, juegos y cuentos.

    Sin suelo, sin $orizonte @ slo /ormas $umanas /lotantes, dibujo de un ni"o de dos a"os y medio

    No demasiadas cosas

    5o ms importante es no darles demasiadas cosas, principalmente que no sean objetos )acabados)

    U0or quV

    - la era actual podr&amos denominarla tambin poca de los )cac$ivac$es). Est en la naturaleza del procesoindustrial el /abricar muc$as cosas listas para el consumo que puedan utilizarse inmediatamente para una

    /inalidad concreta y que no $an de durar muc$o tiempo. En la naturaleza del ni"o est el cansarse pronto de

    un juguete especializado y que slo se le pueda usar para un /in determinado.

    Epondremos un ejemplo prctico . #res ni"os de siete, diez y doce a"os de edad se vieron trasladados por la

    circunstancias a un lugar en el que ten&an escasez de juguetes y de amigos, pero muc$o sitio para jugar al

    aire libre. Cuando se cansaron de los juguetes que $ab&an llevado, empezaron a instalar una tienda de

    comestibles. In cobertizo destartalado se convirti en el local de la tienda, dos tablones y una mesa a la que

    le /altaba una pata serv&an de mostrador, piedras grandes redondas eran panes, piedras peque"as alubias y

    lentejas, unos tarros de conservas que encontraron con las etiquetas pegadas /ueron colocados en $ilera y

    utilizados como recipientes para los productos, di/erentes clases de $ojas se vend&an como lec$uga y

    espinaca, compraban con trozos de papel escrito que $ac&a las veces del dinero. Ktro establecimiento, una

    peluquer&a para se"oras, qued instalado en un viejo invernadero. -dems, se suced&a una variacin de

    juegos que se turnaban continuamente1 el escondite, la queda, juegos de pelota4 tambin los adultos jugaban.

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    5os ni"os se opon&an a $acer ecursiones4 quer&an quedarse y jugar. Sin lugar a dudas, /ue precisamente la

    /alta de juguetes lo que estimul considerablemente su imaginacin.

    Digmoslo sin rodeos, aunque los /abricantes de juguetes se sientan perjudicados1 para la capacidad de

    imaginacin de los ni"os ms peque"os lo mejor ser&a que creciesen en un ambiente en el que los 7nicos

    juguetes que tuviesen a su alcance /uesen barquitos de corteza de rbol, vacas de pinas y mu"ecas primitivas

    $ec$as a mano de madera o de trapo y lana. 0ero un principio educacional que tenga esto en cuenta parece

    ser una utop&a en un pa&s industrializado. #odos los padres que quieran seguirlo, pronto ver&an sus planes

    sistemticamente entorpecidos por la sincera y buena intencin de los cari"osos abuelos, t&os, t&as, primas y

    amigos4 pues estos traen a los ni"os por lo menos juguetes de plstico4 y los compa"eros de juego que

    poseen ms cosas gozan ense"ando con orgullo los trastos que les acaban de regalar. 0or eso es importante

    que los padres les regalen tambin de vez en cuando algunos juguetes elegidos cuidadosamente que sean

    resistentes y que pongan pocas trabas a la /antas&a.

    Lo 'ue el 9ard:n de in$ancia puede lo%rar

    0ara lo anteriormente epuesto, el jard&n de in/ancia puede ser una gran ayuda.

    En la mayor&a de las escuelas 3aldor/ $ay jardines de in/ancia, y 7ltimamente @por lo menos en -lemania@

    no se suele /undar una escuela de la pedagog&a Steiner antes de que $aya sido preparado el terreno para

    conseguir la comprensin de los padres a travs del jard&n de in/ancia.

    Estos jardines de in/ancia tienen muy pocas cosas acabadas. aturalmente, $ay lpices a la cera, tiza,

    colores, pinceles y barro de modelar y sin duda $ermosas sillas y mesas y algunos juguetes sencillos de

    /ormas armoniosas.

    0ero sobre todo all& $ay piedras, conc$as, trozos de madera de todas clases, ramitas y troncos con graciosas

    /ormas, tacos de di/erentes /ormas adquiridos en una carpinter&a, todo ello, claro est, liso y sin astillas, demanera que no $agan da"o al manejarlo. Con todo esto, un ni"o puede $acer in/inidad de cosas.

    #ambin son muy importantes cosas )de verdad) como cuadros, objetos de barro y adorno, adems de

    trapitos, telas, lana e $ilo, cartn y madera. Estas cosas se utilizan sobre todo en relacin con las /iestas

    anuales1 pollitos de pascua, conejitos de pascua, calendarios de adviento, papas noel,

    nacimientos, etc. 0ero lo ms importante de todo siempre sern las cosas imaginadas )de mentira) que

    aparecen en el juego libre de cada uno de los ni"os o colectivamente en un grupo. De esta manera se pueden

    recolectar moras, $acer mermelada, y zumos, preparar toda clase de comidas y $acer, imitando, todos los

    trabajos del $ogar y de o/icios que se puedan pensar. Se pueden construir Mioscos y tiendas as& como c$als

    y colmenas de pisos. Sillas, bancos y mesas se convierten en barcos de vapor, trenes, coc$es y aviones areaccin con los que peque"os grupos de viajeros van a lejanos pa&ses en los que abundan los cocodrilos,

    leones y ele/antes. 5a salida de la estacin o el aeropuerto, con la

    entrega del equipaje, control de aduanas y el agitar de los pa"uelos, va acompa"ada de alegre dolor de

    despedida. 0ero tambin vuelan en la al/ombra mgica a pa&ses /abulosos para luc$ar con gigantes y

    ragones. Ina maestra de jard&n de in/ancia construy un tel/ono muy raro que, a decir verdad, se parec&a a

    todo menos a un aparato tele/nico, pero lo ni"os ard&an de entusiasmo. Inos muc$ac$itos pusieron el

    tendido )tele/nico) con tacos y otros objetos y eplicaron encantados1 )Esto es el cable).

    Se improvisan cancioncillas muy simples1 )oy $acemos una rica cena @para toda la gente buena). 5as

    melod&as inventadas oscilan dentro de la escala pentatnica4 un nuevo d&a necesita una nueva cancin.

    Con la siguiente $istoria, una maestra de jard&n de in/ancia dio una alegr&a a 6udol/ Steiner. o ten&a muc$o

    ms que unas cuantas cajas de madera y diversas telas coloreadas. De todo esto construy con los ni"os

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    cantidad de casas junto a un camino de aldea. aciendo de /orastero caminante $ambriento iba recorriendo

    el camino del pueblo.

    5os ni"os invitaban a comer en su casa al $ombre $ambriento y le serv&an pan y comida $ec$o de mero aire

    y el caminante elogiaba los majares y daba las gracias de todo corazn. Este juego tuvo gran aceptacin y

    era repetido con /recuencia.

    !l%unos e9emplos pr(cticos

    Durante todo el tiempo que pas en el jard&n de in/ancia, EriMa casi siempre estaba sentada en silencio con el

    dedo en la boca. 0ero era una buena observadora. In d&a -gneta empez a contar un $istoria muy

    interesante. Dos a"os atrs $ab&a jugado en el jard&n de in/ancia a un juego de una cabra que /ue sorprendida

    por la nieve en un prado, tuvo que regresar a casa y se dio un golpe en la cabeza con el marco de la puerta

    del establo que era muy baja y le ocurrieron a7n otras desgracias ms. Entonces ella misma invent un

    juego1 un reba"o de cabras se etravi y perdi a su pastor. -gneta canta con voz triste4 )5as cabrillas nosaben volver a casa, Uquin les ense"ar su camino, quinV) De repente, EriMa quiere participar. Saca el dedo

    de la boca y quiere llevar ella las cabras $asta la casa.

    In d&a 0eter trae de su casa un montn de papelitos que l mismo $a pintado de vistosos colores. 5a maestra

    le pregunta qu es aquello. )Esto son /uegos arti/iciales...) 5uego se sube a una mesa y ec$a a volar los

    papelitos por toda la $abitacin. #odos los dems miran $ac&a arriba y eclaman1

    )-$T) Despus tambin ellos quieren $acer papelitos. Durante un rato estn todos concentrados en esta

    actividad. ada ms terminar los primeros, suben ellos tambin uno detrs de otro a la mesa y dejan volar

    sus /uegos arti/iciales. 6ecogen tranquilamente los papelitos que $an $ec$o entre todos y, uno detrs de otro,

    los $acen volar por toda la $abitacin. 0ero los papelitos no signi/ican siempre lo mismo4 para uno son elarco iris, para otro estrellas /ugaces. 5os ni"os no se cansan del juego, y suben a la mesa y vuelven a bajar,

    suben y bajan, suben y bajan.

    USon slo juegos de ni"osV o, son autntica vida y s&mbolo, /antas&a y realidad al mismo tiempoT 5a

    maestra de jard&n de in/ancia y los ni"os encuentran en el juego su espacio vital, sus conversaciones y

    tambin las situaciones pedaggicas vivas en las que el adulto puede, all& donde sea necesario, intervenir,

    allanar, alentar, calmar, poner orden con amabilidad.

    5a /orma de epresarse de un ni"o /uerte y sano con la plenitud del alma >jard&nde in/antes de Estocolmo?

    E;periencias con nios 'ue &en tele&isin

    5os ni"os que en casa ms asiduamente ven la televisin suelen tener

    di/icultades para penetrar en la actividad del juego.

    #$omas siempre $a podido ver pel&culas de televisin, sin di/erenciar y sin

    restriccin. Su padre vende armas. #$omas, quiere naturalmente ser lo mismo

    que su padre pero la madre no est de acuerdo. )En ninguna parte puedo disparar, ni en casa, ni el patio, ni

    en colegio @Udnde voy a disparar entoncesV@) es el comentario de #$omas. la con/ianza en s& mismo es

    dbil4 detrs de su agresividad se esconde @como suele ser /recuente@ una buena porcin de blandura. o se

    atreve a saltar desde las grandes piedras que $ay en el patio.

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    5a primera vez que #$omas estuvo ocupado productivamente en el jard&n de in/ancia, /ue cuando le dieron

    cera de abeja para modelar. -l principio la cera estaba dura, como es natural4 luego, despus de presionarla

    un rato, se puso blanda con el calor de la mano. Con ella $ace una cesta y otros objetos )pac&/icos). 5o que

    ocurri con el material era, en cierto modo, una imagen de su propia situacin nterior. @ Ste/an es, al

    parecer, una ecepcin. Qe con bastante /recuencia programas de televisin, pero tambin recibe muc$os

    est&mulos a travs del directo contacto $umano. Su padre es artesano y se ocupa muc$o de l. 5e ense"a a

    patinar y a esquiar y cuando trabaja le deja mirar. Ste/an es imaginativo y anima a los otros ni"os a jugar,

    bien sea a vaqueros o al 0ato Donald. Estos motivos los imita de la televisin y dominan sus pensamientos.

    Despus de un a"o en el jard&n de in/ancia se le ocurren tambin otras cosas4 en sus pinturas aparecen

    algunos motivos de los cuentos. 5os padres comprenden @la televisin pierde importancia.

    5os ni"os que nunca o raramente estn epuestos a la televisin conservan con ms /acilidad su capacidad

    de imaginacin y pueden lograr una sustitucin in/antil inigualable. Se $acen ellos mismos un )aparato de

    televisin) con un marco de cartn y /iguras articuladas que mueven de un lado para otro @y estn

    completamente satis/ec$os.

    UAu resulta de los ni"os que van a un jard&n de in/ancia as&V Ina determinada escena suele repetirse con

    bastante /recuencia. Despus de alg7n tiempo de asistir el ni"o al jard&n de in/ancia, la madre tele/onea

    satis/ec$a para comunicar que su $ijo $a comenzado a jugar de una manera completamente di/erente a comolo $ac&a antes4 un resultado bastante considerable en una poca en la que el problema de que los ni"os

    tengan una ocupacin llena de sentido se $ace cada d&a ms di/&cil por muc$os motivos.

    En las reuniones de padres se intercambian eperiencias como esta. Auizs lo ms importante de lo que

    lentamente se transmite del jard&n de in/ancia a los $ogares sea la costumbre de celebrar /iestas1 los

    cumplea"os, las /iestas de las estaciones del a"o, las /iestas cristianas @la peque"a /iesta que se )celebra)

    cada d&a con un verso pronunciado antes de las comidas. Se /orman $bitos para la vida, a travs de los

    cuales, los ni"os se vinculan con $ermosos y agradables contenidos de nuestra cultura de una manera natural

    y alegre.

    5a eperiencia de las manos se muestra en los dibujos , a veces eagerados y con muc$os dedos.

    La

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    obras, en lo esencial, no nac&an partiendo del estudio de un modelo, sino de la vivencia interior de los

    rganos precisamente. i"os que no empiezan a pintar $asta la edad de nueve a diez a"os, cuando pintan las

    imgenes de su /antas&a, no parten de vivencias directas, sino de algo que $an ideado4 el razonamiento $a

    empezado a entrar en juego.

    Es importante que los ni"os comiencen temprano a utilizar tizas y pinceles para cultivar la cualidad an&mica

    de vivenciar con imaginacin, antes de que sea so/ocada por el surgir del intelecto. Dejar que los ni"os

    puedan vivir de esta /orma su percepcin interior de los rganos, equivale a /omentar una armon&a entre

    vivencia an&mica y actividad /&sica que es de gran importancia para toda la vida. >Qer el cap&tulo

    )%mportancia de la actividad art&stica)?.

    0ara que $agan estas pinturas se les puede estimular contndoles cuentos, de modo que epresen el ambiente

    alegre, triste, lleno de $umor o de emocin del cuento mediante sencillos tonos de colores. In bonito

    ejemplo que tiene que ver precisamente con la percepcin interior de los rganos es el cuento sueco )5as

    tres mujeres grandes)4 con la c$ocante y conmovedora descripcin de las tres mujeres raras pero $biles que

    ayudan a la princesa en su penosa situacin >)la madre gran pulgar) con su vigoroso dedo pulgar, la madre

    )gran pie) con su enorme pie y )la madre gran trasero) con su portentoso trasero?.

    Euritmia para nios pe'ueos

    Entre todos los medios de epresin que pueden satis/acer la necesidad del ni"o de dar /orma a las vivencias

    de su /antas&a, el movimiento r&tmico es uno de los ms primitivos.

    El juego libre puede trans/ormarse, casi sin notarlo, en movimiento estructurado, como puede verse en un

    ejemplo del trabajo diario1 los ni"os $an escuc$ado el cuento sueco de los tres cabritos Bruse que lograron

    )burlar entre todos al enorme y peligroso #roll >esp&ritu maligno?. 5a maestra se sienta en el medio y es el

    #roll. - su alrededor estn los ni"os de pie, divididos en tres grupos. 5os ms peque"os son el peque"o

    cabrito Bruse que camina tan /ormalito con lindos pasitos. 5os que son un poco ms grandes son el )cabritomediano) que ya anda, muc$o ms consciente de su propio valor, con pasos /irmes. 5os mayores son el

    cabrito grande que pisa /uerte con vigorosos pasos. -$ora tienen que pasar todos por encima de un puente,

    debajo de cuyo arco est escondido el #roll. Con o sin acompa"amiento musical, cada grupo tiene que

    caminar a su propio ritmo y de su manera particular. Despus de que los dos primeros grupos $an enga"ado

    al #roll y ste se lanza al ataque contra el tercero, el cabrito grande tiene que darle una /uerte cornada y

    ec$arlo a rodar como una pelota de modo que el #roll no quiere volver a ver nunca jams en toda su vida a

    un cabrito ni en pintura.

    5os ni"os dan gritos de alegr&a.

    Es importante que al marcar los di/erentes ritmos no se utilicen solamente las piernas, sino tambin losbrazos. -qu& la maestra puede, si lo pre/iere, $acer que los ni"os realicen algunos sencillos movimientos

    eur&tmicos, abstenindose de corregirles y sin ninguna pretensin art&stica, 7nicamente partiendo de la

    imitacin. Auizs una )B) protectora cuando los cabritos ven a su enemigo y sienten miedo, o una

    )P) /uriosa cuando los cabritos grandes a$uyentan al #roll, una )-) liberadora cuando todos ellos llegan por

    /in a la grande y $ermosa pradera de la monta"a. >Sobre la relacin de los movimientos eur&tmicos con las

    letras vase el cap&tulo )Euritmia), pg. :!? )6epresentar) de esta /orma un cuento es una actividad

    evidentemente capaz de /ascinar a los ni"os.

    Ina maestra de prvulos especializada en euritmia epone sus eperiencias1

    )-lgunas veces algunos de los ms peque"os les cuesta trabajo participar en un juego as& y se sientan en un

    rincn.

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    0ero cuando llegan a casa cuentan a las madres que en no pocas ocasiones realizan toda la representacin

    por cuenta propia. o $ab&an participado por mera timidez. 5os que son algo mayores suelen entusiasmarse

    sin ecepcin.

    Sumamente interesante $a sido observar las reacciones de los ni"os cuando ven euritmia. emos

    representado cuentos, entre ellos el cmico cuento ruso )El gallo y el ratn). %ncluso a los ni"os que ms les

    gusta ver la televisin y que /recuentemente tienen di/icultades para concentrarse estaban

    completamente quietos y callados mirando @ aproimadamente durante veinte minutosT 5a madre de

    uno de ellos contaba ms tarde1 )otbamos sorprendidos que los ni"os durante la primera $ora que segu&a a

    la actuacin estaban sentados tan tranquilos y quietos como si $ubiesen acabado de comer una /uerte comida

    y la estuviesen digiriendo. 5uego el e/ecto cesaba y se pon&an otra vez activos). )Despus de alg7n tiempo

    repetimos la representacin y pudimos comprobar que los ni"os a7n no se $ab&an cansando ni con muc$o.

    Cuando $icimos la tercera representacin del cuento, algunos de ellos vinieron muy bien vestidos y

    eplicaron que se $ab&an puesto tan elegantes para que el gallo y el ratn viniesen otra vez a visitarlos.

    En una reunin de padres tocamos el problema de la televisin. En el transcurso de la conversacin

    recalcamos que los ni"os dependen totalmente de la imitacin y por eso siempre quieren $acer aquello que

    sus padres $acen. #odos los padres escuc$aban atentamente y estaban etremadamente positivos. Cuandosurgi la cuestin de la televisin una madre se dio cuenta de repente que tambin la imagen de la pantalla

    incita en cierta manera a la imitacin. El problema era que a ella le gustaba ver la televisin4 con un suspiro

    dijo1 )UEs realmente el sentido de la cuestin que tengamos que sacri/icar toda la propia eistencia por los

    ni"osV)

    UCmo un ni"o pinta la /orma $umanaV Dibujando el torso , como una rueda grande , este es el /ruto pintoresco de la imaginacionde una ni"a de cuatro a"os de edad >Stuttgart?

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    5as doce actividades umanas de los sentidos

    &as doce acti,idades %umanas de los sentidos

    - su cuidado a tra,s de la educaci/n

    http://cuartocreciente.net/blog/blog-institucional/item/las-doce-actividades-humanas-de-los-sentidos?category_id=24http://cuartocreciente.net/blog/blog-institucional/item/las-doce-actividades-humanas-de-los-sentidos?category_id=24
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