examen ecográfico para la detección precoz de abscesos
TRANSCRIPT
i
Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
Examen ecográfico para la detección precoz de
abscesos pulmonares por Rhodococcus equi en
potrillos SPC
Viera, Santiago; Mendiburu, Lucas; Cantón Juliana
Mayo, 2016
Tandil
ii
Examen ecográfico para la detección precoz de abscesos
pulmonares por Rhodococcus equi en potrillos SPC
Tesina de la Orientación producción Equina, presentada como parte de los
requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante: Viera Santiago.
Tutor: Vet. Mendiburu, Lucas
Director: Vet. Cantón Juliana
Evaluador:Dra. Catena, Maria
iii
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS
"Un alumno nunca debe olvidar".
Agradezco infinitamente a Gustavo “Bocha" Perkins y a Ignacio "Peluca" Díaz por
su gran dedicación en la cátedra de equinos, y por su amistad!!!
iv
RESUMEN
Las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de morbilidad y
mortalidad en equinos jóvenes. La detección temprana y el tratamiento de
problemas respiratorios son esenciales no sólo para el bienestar de los animales,
sino también para su futuro rendimiento atlético. Se considera al Rhodococcus
equi una de las principales causas de neumonía entre el primer y sexto mes de
vida. La lenta propagación de la infección pulmonar, junto con la notable
capacidad de los potros para compensar la pérdida progresiva de pulmón
funcional, hace muy difícil el diagnóstico clínico precoz. Un método de detección
precoz es la ultrasonografía pulmonar. Los objetivos del siguiente trabajo
consisten en realizar la detección precoz de los abscesos pulmonares por R. equi.
mediante el uso de la técnica de ultrasonografía, reducir la presentación clínica de
la enfermedad y reducir la mortalidad causada por R. equi en un haras endémico.
Para ello se realizó un estudio descriptivo de una serie de casos de potrillos entre
1 y 4 meses y medio de edad, nacidos durante la temporada 2013, 2014 y 2015 en
un establecimiento con antecedentes de la enfermedad. El protocolo consistió en
la realización de ecografías pulmonares seriadas cada 20 días a la totalidad de los
potrillos del establecimiento a partir del primer mes de vida hasta los cuatro meses
de vida. Los potrillos que presentaron uno o más abscesos de 2,5 cm de diámetro
o más ó, pleuritis moderada a intensa con número significativo de colas de
cometa, recibieron un tratamiento antimicrobiano. Se observó la reducción de la
mortalidad y de la morbilidad a lo largo de las temporadas 2013, 2014 y 2015, así
como la presentación clínica y subclínica de la enfermedad y también el tamaño
de los abscesos detectados.
Palabras clave: neumonía, Rhodococccus equi, detección precoz,
ultrasonografía.
v
INDICE
Introducción………………………………………………………………..……... 1
Objetivos…………………………………………………………………………...2
Antecedentes de investigación…………………………………….……….…...3
Materiales y Métodos…………………………………………………..………..14
Resultados………………………………………………………………….….....18
Discusión………………………………………………………………..………..24
Conclusiones….………………………………………………………..………..26
Bibliografía………………………………………………..……………………....27
Anexo I……………………………………………………..……………………..30
1
INTRODUCCION
Las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de morbilidad y
mortalidad en equinos jóvenes. La detección temprana y el tratamiento de
problemas respiratorios son esenciales no sólo para el bienestar de los animales,
sino también para su futuro rendimiento atlético. Los trastornos del sistema
respiratorio son los segundos en importancia, luego de los del sistema
musculoesquelético, en limitar el rendimiento atlético de los equinos (Slovis, 2008).
Aunque suele haber muchos microorganismos asociados a esta enfermedad, se
considera al Rhodococcus equi (R. equi) una de las principales causas de
neumonía entre el primer y sexto mes de vida. La neumonía producida por
Rhodococcus equi, es una de las mayores preocupaciones en potrillos al pie de
sus madres (Cortez et al 2010). La lenta propagación de la infección pulmonar,
junto con la notable capacidad de los potros para compensar la pérdida progresiva
de pulmón funcional, hace muy difícil el diagnóstico clínico precoz. Los primeros
signos clínicos a menudo sólo incluyen fiebre leve o un ligero aumento de la
frecuencia respiratoria que puede no ser evidente (Giguère, 2001). Un método de
detección precoz es la ultrasonografía pulmonar. Slovis (2007) ha demostrado que
la realización de ecografía torácica dos veces al mes (a partir de las dos semanas
de vida) es una técnica muy eficaz para la detección temprana de la neumonía por
R. equi y la reducción de su mortalidad en granjas endémicas. Al mismo tiempo,
nos permite la detección de las lesiones pulmonares en la etapa temprana de la
enfermedad acortando los tiempos y costos de tratamiento. Es por esto que en el
siguiente trabajo se pretende implementar las técnicas demostradas por Slovis
(2007) en un haras endémico a Rhodococcus equi.
2
OBJETIVOS
• Realizar la detección precoz de los abscesos pulmonares por R. equi.
mediante el uso de la técnica de ultrasonografía.
• Reducir la presentación clínica de la enfermedad.
• Reducir la mortalidad causada por R. equi.
3
ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN
Rhodococcus equi afecta principalmente a los potrillos entre 1 y 6 meses de edad
En ciertos casos, la mortalidad puede exceder el 80% (Cortez et al 2010). Es una
bacteria cosmopolita, habitante normal del suelo y de las heces de los herbívoros
en general. La fuente primordial de infección, precisamente, son estas heces
contaminadas y la principal vía de contagio es la inhalatoria (Fuertes et al
2012). Existen cepas patógenas y no patógenas (Corradini, 2009).
Rhodococcus equi fue aislado originalmente a partir de lesiones pulmonares de los
potros por Magnusson en 1923. Es un patógeno veterinario bien establecido, y
recientemente se ha convertido en familiar para los médicos como un patógeno
oportunista de personas inmunocomprometidas (Hondalus, 1997).
Rhodococcus se encuentra dentro de los 16 géneros descritos como
actinomicetes aeróbicos de importancia médica. El género Rhodococcus contiene
12 especies de la cual R. equi es la principal especie patógena. (Camponovo et al,
2006). Puede presentar formas cocoides, cocobacilares o bacilares dependiendo
del tipo de muestra o del tiempo de cultivo, observándose formas bacilares en
agar cerebro-corazón a las 6 horas de incubación en aerobiosis a 35 ºC y
elementos cocoides a las 24 horas. Es aerobio estricto, crece en la mayoría de los
medios no selectivos. En agar sangre forma colonias redondas, irregulares y
mucosas. Una característica importante que ayuda en la identificación es el color
coral característico que adquiere a los 4 días de incubación a 35 ºC (Camponovo
et al, 2006).
Manifestaciones clínicas y lesiones
Rhodococcus equi es una bacteria intracelular que se replica y afecta a
macrófagos alveolares y polimorfonucleares, lo cual dificulta las medidas
preventivas y el diagnóstico (Hondalus, 1997; Fuertes et al 2012).
La manifestación más común de las infecciones por R. equi en potrillos es una
bronconeumonía supurativa crónica con extensa formación de abscesos. La lenta
propagación de la infección pulmonar, junto con la notable capacidad de los potros
4
para compensar la pérdida progresiva de pulmón funcional, hace muy difícil el
diagnóstico clínico precoz (Giguère, 2001).
Los primeros signos clínicos a menudo sólo incluyen fiebre leve o un ligero
aumento de la frecuencia respiratoria que puede no ser evidente a menos que los
potros se esfuercen o sean estresados por la manipulación. A medida que la
neumonía progresa, los signos clínicos pueden incluir disminución del apetito,
letargo, fiebre, taquipnea, y el aumento del esfuerzo de la respiración
caracterizado por la distención de las fosas nasales y el aumento de esfuerzo
abdominal. La tos y descarga nasal bilateral son hallazgos inconsistentes
(Giguère, 2001; Mc Auliffe, 2008). Un pequeño porcentaje de los potrillos son
hallados muertos o más comúnmente, con distrés respiratorio agudo y
temperaturas cercanas a 41°C sin historia clínica previa (Mc Auliffe, 2008).
Los potrillos que sufren esta forma subaguda de la enfermedad tienen un mal
pronóstico a pesar del tratamiento (Giguère, 2001).
También se pueden presentar manifestaciones extrapulmonares. Una de las más
frecuentes es la forma abdominal, con signos que pueden incluir fiebre, depresión,
anorexia, pérdida de peso, cólicos y diarrea. Las lesiones intestinales están
presentes en aproximadamente el 50% de las necropsias de los potros con
neumonía por R. equi y se caracteriza por una enterocolitis ulcerativa multifocal y
tiflitis sobre el área de las placas de Peyer con inflamación granulomatosa o
supurativa del mesenterio y/o ganglios linfáticos del colon. De vez en cuando, un
solo absceso abdominal grande (por lo general en un ganglio linfático
mesentérico), causando a menudo la adherencia al intestino grueso o delgado, es
el único hallazgo. Estos potrillos poseen un mal pronóstico (Giguère, 2001).
Otros desórdenes extrapulmonares que con frecuencia se manifiestan, incluso
antes que la presentación respiratoria, incluyen polisinovitis, anemia,
trombocitopenia y uveítis inmunomediada; abscesos periféricos, linfoadenopatia
mediastínica, sinovitis séptica y osteomielitis (Chaffin, 1997).
5
Diagnóstico
El diagnóstico puede hacerse analizando la historia clínica de cada
establecimiento; los signos clínicos y la edad de los animales afectados; los
hallazgos hematológicos y ultrasonográficos (Divers, 2012).
El diagnóstico y tratamiento tempranos de la bronconeumonía producida por R.
equi, junto con el manejo adecuado de los potros y de las condiciones ambientales
en las que viven, significan un verdadero reto para el veterinario a cargo de una
explotación de cría equina (Corradini, 2009). En establecimientos endémicos con
altas tasas de morbilidad y/o letalidad, es recomendable monitorear la temperatura
rectal dos veces por día (McAuliffe, 2008).
Muchas pruebas diagnósticas, incluyendo el análisis completo de sangre con
niveles de fibrinógeno, ecografías de tórax, radiografías y serología han sido
utilizados para distinguir neumonias por R. equi de aquellas causadas por otros
patógenos. De cualquier manera, el cultivo bacteriológico, combinado con PCR y
citología de aspirado traqueobronqueal son las pruebas que permiten realizar un
diagnóstico definitivo (Giguère, 2000; Mc Auliffe, 2008).
Las pruebas serológicas no son confiables ya que la gran exposición de los
potrillos a este microorganismo en edad temprana, inicia la producción de
anticuerpos. La medición de células blancas y fibrinógeno no son indicadores
específicos de infección o inflamación. En potrillos con conteos de células blancas
mayores a 14 mil/microlitro sin signos clínicos y auscultación pulmonar normal,
debiera considerarse un diagnóstico por medio de utrasonografía pulmonar (Mc
Auliffe, 2008).
La ultrasonografía permite revelar anormalidades en el parénquima pulmonar
periférico y es el indicador más sensible de presentaciones subclínicas. Cuando
las lesiones son detectadas, se recomienda iniciar el tratamiento. Este manejo
permite no solo mejorar el pronóstico del paciente, si no también se logra acortar
el tiempo de tratamiento (2 semanas vs. 4-8 semanas de tratamiento). La
ecografía pulmonar puede ser también usada para determinar cuando el
tratamiento antibiótico puede ser discontinuado (McAuliffe, 2008)
6
Tratamiento
La administración de eritromicina y rifampicina es considerado el tratamiento
estándar, aunque faltan ensayos controlados para evaluar el tratamiento óptimo.
Este protocolo se considera costoso, de mano de obra intensiva (2 a 3 veces al
día de tratamiento) y puede dar lugar a reacciones adversas en potros tratados
(como diarrea e hipertermia). También se han utilizado otros macrólidos como
azitromicina y claritromicina. La azitromicina en combinación con rifampicina
puede ser utilizada para la neumonía por R. equi que no responde a azitromicina
solamente (Slovis, 2007). En el Cuadro 1 se detallan las dosis, vía y frecuencia de
administración para cada antibiótico citado.
DROGA DOSIS VÍA DE ADM. FRECUENCIA
Eritromicina 25 mg/kg oral cada 6 u 8 h
Rifampicina 5 a 10 mg/kg oral cada 12 h
Claritromicina 7,5 mg/kg oral cada 24 h
Azitromicina 10 mg/kg oral cada 24 h (luego de 7 días puede
darse cada 48 h)
Cuadro 1: Antibioticoterapia contra R. equi. Fuente: Argemgou, L. (2007).
Control y prevención
Se basa en el uso de pruebas diagnósticas de detección precoz de la neumonía,
la gestión ambiental, la quimioprofilaxis y la prevención mediante la inmunización
pasiva o activa (Giguère et al, 2011).
Se recomienda la implementación de alguno de estos métodos en
establecimientos con historia recurrente de potros afectados por esta enfermedad.
En la actualidad, uno de los métodos más utilizados como posible prevención de la
neumonía por R. equi es la transfusión de plasma hiperinmune extraído de yeguas
inmunizadas. La cantidad de plasma que se debe administrar y el tiempo de
administración para una protección óptima son desconocidos. Se recomienda: 1 L
de plasma hiperinmune durante las primeras 24 horas de vida, y una segunda
administración 25 días más tarde. La justificación de este enfoque es que se ha
informado que la exposición y la infección se producen temprano en la vida y que
7
los potros más jóvenes son más susceptibles a la infección que los potros
mayores (Cohen et al, 2002). Para conseguir un mejor control de la enfermedad
en las granjas endémicas, la administración de plasma hiperinmune no descarta la
necesidad de la detección o monitoreo exhaustivo de los potros en riesgo y debe
combinarse con otras estrategias de control (Cohen et al, 2002; Giguère et al,
2011).
ULTRASONOGRAFÍA PULMONAR COMO MÉTODO DE DETECCIÓN
PRECOZ.
Slovis (2005) ha demostrado que la realización de ecografía torácica dos veces al
mes (a partir de las dos semanas de vida) es una técnica muy eficaz para la
detección temprana y la reducción de la mortalidad atribuida a la neumonía por R.
equi en granjas endémicas.
En 2005, Slovis et al realizó un estudio en potrillos de haras endémicos a
neumonía por R. equi ubicados en el centro de Kentucky, con morbilidad del 15%
durante 5 años. La ecografía torácica se inició a los 30 días de edad y se repitió a
intervalos de 2 semanas hasta que los potros fueron destetados (16-20 semanas).
En todos los potrillos se había administrado plasma hiperinmune a las 24hs de
edad y a los 25 días de vida. Los potros con una lesión pulmonar, de grado 1 en
adelante, fueron tratados con antibióticos (azitromicina, 10 mg/kg/24h, VO durante
7 días y después cada dos días; y rifampicina, 5 mg/kg/12h, VO). El tratamiento
continuó hasta que se determinó resolución ecográfica de los abscesos. En este
estudio no hubo potros diagnosticados como grado 0 que desarrollaran la
enfermedad clínica. Es por esto que la técnica resulto ser muy sensible, además
de una modalidad diagnóstica práctica, rápida, precisa y útil para R. equi.
En 2009, Mc Cracken y Slovis publicaron otro estudio que se llevó a cabo durante
un período de 6 años (2003 - 2008) en dos grandes haras de cría de pura sangre
en Kentucky, donde había enfermedad endémica por R. equi. Las granjas estaban
implementando un programa profiláctico que consistía en la administración de
plasma hiperinmune durante el primer día de vida y repitiendo la administración el
día 25. A pesar de este programa, la enfermedad clínica seguía siendo evidente.
8
En 2004, debido a un aumento de la incidencia de casos clínicos de neumonía por
R. equi, ambas granjas implementaron la técnica de ultrasonografía pulmonar para
la detección precoz cada 2 semanas, en potrillos de 4 a 12 semanas de edad. En
los años siguientes, el programa se redujo a potros de 4 hasta 8 semanas de
edad. En el año 2004, los potrillos con lesión de grado 1 o más fueron tratados
hasta la resolución ecográfica de las mismas. De 2005 a 2007, los potrillos con
lesión de grado 1 no fueron tratados pero si monitoreados semanalmente y solo se
decidía tratarlos si las lesiones aumentaban de tamaño. Cualquier potrillo con
lesión de grado 2 fue tratado durante 1 semana y se controló para asegurarse de
que la lesión no aumentara de tamaño. En 2008, todo potrillo con lesión de grado
1 o grado 2 no fue tratado, pero se controlaron y sólo se trataron si las lesiones
aumentaban de tamaño. En todos los años del estudio, los potrillos con lesiones
de grado 3 o superior fueron tratados hasta que las lesiones resolvieran o se
redujeran a grado 1. El tratamiento consistió en azitromicina (10 mg/kg, cada 24 h,
VO) y rifampicina (5 mg/kg, cada 12 h, VO). Después que se suspendían los
tratamientos, se realizaba una exploración adicional 1 semana más tarde, para
asegurarse que no hubiera remisión de los cuadros clínicos.
Para ser considerado un caso clínico de neumonía por R. equi, un potro tenía que
presentar antes del screening pulmonar, cualquiera de los siguientes signos:
fiebre, tos, o aumento notable de la frecuencia respiratoria y/o esfuerzo
respiratorio; presencia de áreas de formación de abscesos o consolidación
pulmonar a la ecografía torácica (o radiografías); los análisis de sangre (si se
realizaban) debían indicar leucocitosis e hiperfibrinogemia.
Ramírez et al (2003) plantea que la ecografía pulmonar es la técnica de elección
en comparación con la radiografía torácica, ya que no presenta riesgos o peligros
para el personal, los resultados son instantáneos, permite la localización más
precisa de masas pulmonares periféricas y detección de masas superpuestas
sobre otros tejidos que no pueden ser visibles mediante radiografía.
9
La técnica descripta por Slovis para realizar el examen indica el uso de sondas
sectoriales (3,5 a 5 MHz), aunque también se pueden utilizar sondas lineales
(Aguilera Tejero et al, 2009).
Los hallazgos ecográficos que pueden verse son (Aguilera Tejero et al, 2009):
Fibrina: tiene un aspecto filamentoso y es generalmente hipoecoica. Se
deposita en láminas o en forma de redes filamentosas sobre las superficies
del pulmón, diafragma, pericardio y pared torácica interna, limitando el
drenaje pleural.
Colas de cometa: Irregularidades en la superficie pleural (normalmente lisa)
provocados por pequeñas acumulaciones de exudado, sangre, moco o
edema. Es un hallazgo poco específico.
Consolidación pulmonar: varía desde las irregularidades pleurales
anteriormente descriptas hasta grandes áreas ecolúcidas en forma de cuña.
Atelectasia pulmonar: El pulmón se ve ecolúcido y se observa como una
cuña de tejido flotando en el líquido pleural.
Necrosis pulmonar: El pulmón parece gelatinoso y con falta de arquitectura.
Abscesos: con la ecografía únicamente son visibles los abscesos
periféricos que se identifican por su aspecto cavitario y la ausencia de
estructura pulmonar normal.
Neumotórax: se identifica como una interfase gas-fluido que se mueve en
dirección dorsoventral sincronizada con la respiración, reproduciendo los
movimientos del diafragma.
A los abscesos pulmonares se les asigna un grado de acuerdo a la gravedad. La
escala va de 0 (normal) a 10 (la superficie de todo el pulmón se ve afectada).
Clasificación ecográfica de las neumonías (Slovis, 2007).
• Grado 0: No hay evidencia de consolidación pulmonar. Las irregularidades
pleurales que aparecen como líneas verticales hiperecoicas, se describen como
artefactos de reverberación.
10
Fuente: Hagyard Equine Medical Institute-McGee Medical Center, Lexington, KY
• Grado 1: Las lesiones poseen menos de 1 cm de diámetro / profundidad
Fuente: Hagyard Equine Medical Institute-McGee Medical Center, Lexington, KY
• Grado 2: Las lesiones son de 1,0 a 2,0 cm de tamaño.
• Grado 3: Lesiones de 2,0 a 3,0 cm de tamaño
11
Fuente: Hagyard Equine Medical Institute-McGee Medical Center, Lexington, KY
• Grado 4: Lesiones de 3.0 a 4.0 cm de tamaño
Fuente: Hagyard Equine Medical Institute-McGee Medical Center, Lexington, KY
• Grado 5: Lesiones de 4,0 a 5,0 cm de tamaño
• Grado 6: Lesiones de 5,0-6,0 cm de tamaño
12
Fuente: Hagyard Equine Medical Institute-McGee Medical Center, Lexington, KY
• Grado 7: Lesiones de 6,0 a 7,0 cm de tamaño
• Grado 8: Lesiones de 7,0 a 9,0 cm de tamaño. Si hay derrame pleural, a la lesión
se le asigna esta calificación sin importar si de verdad tiene grados menores de
consolidación o abscesos.
• Grado 9: Lesiones de 9,0 a 11 cm de tamaño
• Grado 10: El lóbulo de pulmón entero se ve afectado
La clasificación general de la enfermedad del potrillo se hace por el grado le lesión
más elevado y no por la cantidad de lesiones pulmonares. Por ejemplo: un potro
con múltiples lesiones de grado 1 del hemitórax izquierdo, así como un grado 3,
sería identificado como un grado 3 en el tórax izquierdo. La justificación de esta
prueba de detección temprana es la creencia de que un inicio más temprano del
tratamiento específico no sólo mejorará el pronóstico de recuperación, sino
también reducirá el período de tratamiento (2 semanas en lugar de 4-8 semanas
de tratamiento con antibióticos) (Slovis, 2008).
El examen ecográfico de pulmón, nos permite identificar áreas pequeñas de
pulmón enfermo, a pesar de que los potros parecen exteriormente saludables. Por
tanto, estos potros con signos subclínicos de la infección pueden tratarse antes de
que se enfermen (Cohen, 2002).
Teniendo en cuenta que la tasa de mortalidad de R. equi puede alcanzar el 40%,
la detección y el tratamiento tempranos, son claramente necesarios. Otro de los
13
beneficios de la detección con ultrasonido es que es rápida, los resultados están
disponibles de inmediato. Una desventaja lo constituye el echo de que en la
actualidad se estima que solo el 15-30% de los potros con evidencia de abscesos
en la ecografía, eventualmente no desarrollarán neumonía. Esto significa que
tratando a todos los potros con pruebas ecográficas positivas de neumonía,
estaríamos tratando a muchos que no lo necesitarían (Oke, 2013). Una
preocupación importante asociada con el "tratamiento en masa” es el potencial
para el desarrollo de resistencia a los antibióticos por las bacterias. Se deberían
ajustar los programas de detección precoz, para implementar algo que tenga la
sensibilidad de la ecografía, sin un gran número de resultados falsos positivos
(Cohen et al, 2002).
El presente trabajo pretende destacar la importancia de la implementación de
exámenes ecográficos seriados a potrillos de 1 a 6 meses de edad. El fin es, la
detección precoz de abscesos pulmonares en desarrollo, iniciando de manera
temprana, las terapias antimicrobianas correspondientes, incluso en aquellos
potrillos que aún no son enfermos clínicos, pero que son portadores de riesgo y
diseminadores del agente etiológico.
14
MATERIALES Y MÉTODOS
El siguiente estudio se llevó a cabo en un haras de SPC situado en el norte de la
Provincia de Buenos Aires durante el año 2013, 2014 y 2015.
Características del establecimiento
El haras cuenta con una superficie total de 500 has, de las cuales la mitad son
pasturas perennes y la mitad verdeos. Se encuentra dividido en parcelas de no
más de 15 has.
Las categorías de animales se encuentran separadas de la siguiente manera:
yeguas madres sin cría; yeguas madres con cría; destetes; potros de año y medio
(en piquetes compartidos y en cuida, a box); animales en training (a box); retirados
de training (a campo); padrillos (a box y en piquetes individuales).
Los animales son racionados a campo 1 vez por día en comederos individuales de
plástico.
Durante la temporada de reproducción, las yeguas madres con fecha de parto
cercana, son vigiladas durante la noche en corrales, y todos los partos son
atendidos por personal idóneo junto al veterinario en boxes destinados a
maternidad. Durante el primer día de vida, los potrillos se mantienen en la
maternidad para observación. Se realiza la medición de proteínas plasmáticas
totales y si el resultado es mayor a 5 g/dL se estima que la transferencia de
inmunidad pasiva fue adecuada y lo potrillos junto a sus madres son trasladados
al campo. Se conforman lotes de 15 yeguas, para evitar el hacinamiento y el
riesgo de contagio de enfermedades como de accidentes entre animales.
Para realizar el seguimiento del ciclo estral de las yeguas, las mismas son
encerradas (junto a sus crías, en el caso de tenerlas), pasando un tiempo
prudencial en los corrales de encierre, los cuales son regados previamente para
evitar el polvo.
Antecedentes de la enfermedad en el establecimiento de estudio.
En la temporada anterior (2012) el manejo de los potrillos consistía en
observaciones periódicas teniendo en cuenta estado corporal, aspecto del pelaje,
frecuencia respiratoria, sonidos pulmonares, temperatura. Cuando un potrillo
15
presentaba alteración de alguno de estos parámetros se realizaban análisis
hematológicos (conteo de glóbulos blancos y fibrinógeno), y una ecografía
pulmonar. Generalmente los hallazgos ecográficos eran compatibles con pleuritis
intensa y lesiones de grado 3 en adelante. Estos hallazgos se correlacionaban con
la presentación de signos clínicos graves y con tratamientos prolongados (hasta 3
meses) y poco exitosos, que terminaban con la muerte de los animales. Se
diagnosticaron y trataron 24 potrillos, todos con evidencias clínicas de la
enfermedad (Cuadro 1). Muchos casos se agravaron mostrando también signos
extra-pulmonares.
Al no existir un protocolo de detección precoz, los potrillos aparecían decaídos,
con temperatura elevada, frecuencia respiratoria aumentada y presentaban
esfuerzo respiratorio. Tres casos fueron subagudos y los potrillos murieron sin
signos previos de la enfermedad (Cuadro 1). Cuatro potrillos murieron luego de
iniciado el tratamiento.
Cuadro 1: Cantidad de potrillos con enfermedad clínica, subclínica y número de muertos
(n=200).
Curso de la
enfermedad Vivos Muertos Total
Clínica 20 4 24
Subclínica 0 3 3
Total 20 7 27
- Morbilidad 13,5%
- Mortalidad 3,5%
Por lo tanto se decide implementar un protocolo de diagnóstico precoz de la
enfermedad para minimizar las pérdidas asociadas a la neumonía por
Rhodococcus equi.
16
Diseño del estudio: Se realizó un estudio descriptivo de una serie de casos.
La población en estudio estuvo conformada por potrillos de entre 1 y 4 meses y
medio de edad, nacidos durante la temporada 2013, 2014 y 2015. Algunos casos
excepcionales se siguieron estudiando hasta el 6to mes de edad. Los potrillos se
encontraban clínicamente sanos al momento de la ecografía.
Protocolo
Se realizaron ecografías pulmonares seriadas cada 20 días a la totalidad de los
potrillos del establecimiento a partir del primer mes de vida hasta los cuatro meses
de vida, con excepción de algunos casos puntuales.
Para realizar la ecografía los potrillos eran sujetos por el personal del haras para
que se mantuvieran quietos y de pie. Se aplicó alcohol isopropílico sobre el pelo
del potrillo, para proporcionar una superficie de contacto entre el transductor y la
piel (el alcohol permite reducir las interferencias que puede generar el aire entre el
pelaje); y se realizó la exploración del 3° al 16° espacio intercostal desde dorsal a
ventral.
Se utilizó un ultrasonido ESAOTE PIE MEDICAL (portátil), con transductor
electrónico lineal de 6,25MHz (Figura 1).
Figura 1: Ultrasonido utilizado en el estudio
Para realizar el tratamiento se tuvo en cuenta el ensayo realizado por de Mc
Cracken et al (2009). Los potrillos que presentaron uno o más abscesos de 2,5 cm
de diámetro o más (grado 3 o mayor según la escala de Slovis citada
anteriormente), ó, pleuritis moderada a intensa con número significativo de colas
17
de cometa, recibieron un tratamiento antimicrobiano durante diez días. El
tratamiento elegido fue la siguiente combinación:
Trimetroprim-sulfa: 30mg/kg/día. Dividida en 2 dosis con intervalo de 12 h.
Rifampicina: 5 a 10mg/kg cada 12 h.
Azitromicina: 10 mg/kg cada 24 h. Luego de 4 días de tratamiento se
aumentó el intervalo entre dosis a 48 h.
Los pacientes que iniciaban el tratamiento antibiótico se colocaban en box o en
lugares provistos de sombra y corriente de aire, con el objetivo de contrarrestar los
efectos adversos de la azitromicina, la cual produce hipertermia si el paciente es
expuesto al sol.
A estos potrillos se les realizó el seguimiento con ecografías pulmonares seriadas
(cada 10 días) y toma diaria de temperatura.
Los potrillos que presentaron abscesos de menor diámetro, pleuritis leve y
escasas colas de cometa, continuaron con el monitoreo ecográfico cada 15 días.
Se evaluó su evolución y la aparición de signos clínicos de enfermedad.
18
RESULTADOS
Temporada 2013
Las lesiones halladas por ecografía en los potrillos se distribuyeron de la siguiente
manera:
de grado 1 (19 potros) y de grado 2 (11 potros), los cuales no fueron
tratados (Cuadro 2 y Gráfico 1);
de grado 3 (17 potros), grado 4 (10 potros), grado 6 (1 potro), grado 7 (1
potro), y grado 8 (6 potros) estos últimos, TODOS sometidos a tratamiento
hasta que remitieron los abscesos (Cuadro 2 y Gráfico 1).
Cuadro 2: Cantidad de potrillos detectados en cada grado de lesión
Gráfico 1: Distribución de las lesiones halladas según su grado (2013)
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Grado1
Grado2
Grado3
Grado4
Grado5
Grado6
Grado7
Grado8
Cantidad de potrillos
SIN TRATAMIENTO CON TRATAMIENTO
19
Solo uno de los potrillos con hallazgos ecográficos de grado 3 o mayor presentó
signos clínicos de la enfermedad al momento del diagnóstico (Cuadro 3). Estos
signos eran: mal estado general, temperatura elevada y leve aumento de la
frecuencia respiratoria y esfuerzo respiratorio.
Cuadro 3: Cantidad de potrillos con enfermedad clínica, subclínica y número de muertos
(n=200).
Curso de la
enfermedad Vivos Muertos Total
Clínica 1 0 1
Subclínica 34 0 34
Total 35 0 35
- Morbilidad 17,5 %
- Mortalidad 0 %
El detalle de cada ecografía y el seguimiento de cada animal se muestran en el
Anexo I.
Temporada 2014
Se ecografiaron la totalidad de los potrillos del establecimiento (n=170),
encontrándose lesiones de diferente grado, distribuidas de la siguiente manera
(Gráfico 2):
De grado 1(17 potrillos) y de grado 2 (13 potrillos), los cuales no fueron
tratados pero siguieron siendo ecografiados.
De grado 3 (9 potrillos), de grado 4 (3 potrillos), de grado 5 (6 potrillos), de
grado 6 (2 potrillos), de grado 7(3 potrillos), de grado 8 (1 potrillo), quienes
fueron sometidos a tratamiento hasta que remitieron los abscesos, según
monitoreo ecográfico. No se registraron muertes.
20
Gráfico 2: Distribución de las lesiones halladas según su grado (2014)
Ninguno de los potrillos con hallazgos ecográficos de grado 3 o mayor presentó
signos clínicos de la enfermedad al momento del diagnóstico (Cuadro 4).
Cuadro 4: Cantidad de potrillos con enfermedad clínica, subclínica y número de muertos
(n=170).
Curso de la
enfermedad Vivos Muertos Total
Clínica 0 0 0
Subclínica 24 0 24
Total 24 0 24
Morbilidad: 14,11 %
Mortalidad: 0%
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Grado1
Grado2
Grado3
Grado4
Grado5
Grado6
Grado7
Grado8
Cantidad de potrillos
SIN TRATAMIENTO CON TRATAMIENTO
21
Temporada 2015
Se ecografiaron la totalidad de los potrillos del establecimiento (n=150), cada 20
días, encontrándose lesiones de diferente grado, distribuidos de la siguiente
manera (Gráfico 3):
De grado 1 (14 potrillos), de grado 2 (10 potrillos), los cuales no fueron
tratados pero siguieron siendo ecografiados.
De grado 3 (6 potrillos), de grado 4 (3 potrillos), de grado 5 (2 potrillos),
grado 6 (1 potrillo), todos estos fueron sometidos a tratamiento hasta que
remitieron los abscesos, según monitoreo ecografico. No se registraron
muertes.
Gráfico 3: Distribución de las lesiones halladas según su grado (2015)
Ninguno de los potrillos con hallazgos ecográficos de grado 3 o mayor presentó
signos clínicos de la enfermedad al momento del diagnóstico (Cuadro 5).
0
2
4
6
8
10
12
14
Grado1
Grado2
Grado3
Grado4
Grado5
Grado6
Grado7
Grado8
Cantidad de potrillos
SIN TRATAMIENTO CON TRATAMIENTO
22
Cuadro 5: Cantidad de potrillos con enfermedad clínica, subclínica y número de muertos
(n=150).
Curso de la
enfermedad Vivos Muertos Total
Clínica 0 0 0
Subclínica 12 0 12
Total 12 0 12
Morbilidad: 8 %
Mortalidad: 0%
En el Gráfico 4 se puede observar la comparación entre las lesiones halladas en
los diferentes años.
Gráfico 4: Distribución de las lesiones halladas según su grado en los diferentes
años.
Año 2013
Año 2014
Año 2015
0
10
20
Año 2013
Año 2014
Año 2015
23
En el Cuadro 6 se puede observar la comparación entre la cantidad de animales
con enfermedad clínica, subclínica, morbilidad y mortalidad presentes en la
temporada anterior a implementar el protocolo de detección precoz y en las
temporadas 2013, 2014 y 2015.
Cuadro 6: Comparación entre los hallazgos de las distintas temporadas
Temporada 2012 2013 2014 2015
Animales con
enf. clínica
24 1 0 0
Anim. con enf.
subclínica
3 34 24 12
Morbilidad 13,5 % 17,5 % 14,11 % 8 %
Mortalidad 3,5 % 0 % 0 % 0 %
.
La duración de los tratamientos antibióticos estuvo directamente relacionada con
el tamaño de los abscesos hallados. Normalmente, los potrillos de grado de lesión
3 y 4 remitían los abscesos entre los 10 y 15 días de tratamiento. Los potrillos con
lesiones de grado 5 y 6 permanecían en tratamiento por 20/25 días
aproximadamente. En el caso de los potrillos con lesiones de grado 7 en adelante,
los tratamientos se extendían entre los 30/50 días según cada caso.
24
DISCUSIÓN
De acuerdo a los resultados obtenidos se puede observar que la detección de los
abscesos realizando ecografías seriadas, de acuerdo a lo publicado por Slovis
(2005) y Mc Cracken y Slovis (2009), permitió la reducción de la mortalidad y de la
morbilidad a lo largo de las temporadas 2013, 2014 y 2015. Por lo tanto la
implementación de este protocolo de detección precoz resulta efectivo al momento
de controlar haras endémicos a Rhodococcus equi. Si bien en este trabajo no se
realizó el diagnóstico definitivo de la enfermedad a través del cultivo se asume a
R. equi como el agente causal teniendo en cuenta los antecedentes y la
prevalencia de la enfermedad en el establecimiento y la zona. Debe mencionarse
que otros organismos bacterianos como Streptococcus spp. y algunos agentes
anaerobios también pueden producir abscesos pulmonares. La visualización de
abscesos no confirma por si solo la presencia del agente en cuestión.
El primer año que se implementó el protocolo de detección precoz (2013) la
morbilidad fue mayor debido a que esta técnica permite detectar los casos
subclínicos, aunque se observó que a lo largo de las temporadas se redujo la
presentación clínica de la enfermedad y también la presentación subclínica así
como el tamaño de los abscesos detectados. Existe la posibilidad de que el
método de ecografías pulmonares seriadas a potrillos al pie de la madre
disminuya, a lo largo de los años, la prevalencia de la enfermedad en los
establecimientos endémicos, ya que reduce la carga bacteriana en el ambiente al
tratar los potrillos enfermos subclínicos, los cuales son portadores y diseminadores
de la bacteria por medio de las heces.
Algunos de los potrillos que iniciaron el tratamiento con antibióticos como
enfermos subclínicos, manifestaron signos tales como temperatura elevada y
aumento de la frecuencia respiratoria. No fue posible aseverar si dichos signos
eran debido a la enfermedad propiamente dicha o a los efectos secundarios de la
azitromicina.
También se puede observar que a medida que aumenta el tamaño de los
abscesos los tratamientos son más prolongados, esto se explicaría porque al
25
aumentar el tamaño, también aumenta el grosor de las paredes, lo que dificulta la
llegada de los antimicrobianos al interior de dicha lesión.
Es importante tener en cuenta, y es un tema de discusión que requiere mayores
estudios, la posibilidad de que los tratamientos masivos generen con el tiempo
algún tipo de resistencia a los antimicrobianos por parte de R. equi.
Finalmente, queda demostrado que la técnica de ecografías seriadas resulta
efectiva en el control de la neumonía por R. equi en potrillos al pie de la madre,
sobre todo en establecimientos endémicos donde por la gran cantidad de animales
se dificulta la toma diaria de temperatura y la auscultación pulmonar como
métodos preventivos de rutina. Esta técnica no solo reduce la mortandad de
potrillos por R. equi, si no que a la vez permite ahorrar costos y tiempo en el
manejo preventivo de esta enfermedad establecimientos de cría con alta
población.
26
CONCLUSIONES
Se logró la detección precoz de la neumonía.
Se logró reducir la presentación clínica de la enfermedad.
Se logró reducir la mortalidad causada por R. equi.
27
BIBLIOGRAFÍA
Aguilera Tejero, E.; Diez De Castro, E.; Mayer Valor, R. (2009).
“Pleuroneumonia Equina”. REDVET. Revista electrónica de Veterinaria, 10,
(3). España. Disponible en:
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n030309.html. Consultada el 5 de
mayo de 2014.
Argemgou, L. (2007). “Antibioticoterapia en medicina equina”. Publicación
técnica, Revista EQUINUS, 18, 20-30, España.
Camponovo, R. y García, C. P. (2006) “Rhodoccocus equi”. Retrato
Microbiológico, Revista Chilena de Infectología, 23 (2), 155 - 156.
Chaffin, K. M. (1997). "Extrapulmonary Disorders Associated With
Rhodococcus equi Pneumonia in foals: Retrospective Study of 61 Cases
(1988-1996).
Cohen, N.; Chaffin, M. K. y Martens, R. (2002). “How to Prevent and Control
Pneumonia Caused by Rhodococcus equi at Affected Farms”. Proceedings
of the Annual Convention of the American Association of Equine
Practitioners (AAEP). 48, 295 - 299.
Corradini Campi, I. y Monreal Bosch, L. (2009) “Infección por Rhodococcus
equi, ¿Por qué unos enferman y otros no?”. Publicación técnica, Revista
EQUINUS, 23. España.
Cortez, J.; Aguilar, J.; Lagioia, M.; Fernández, R. y Losinno, L. (2010). “Uso
de la Ecografía para Detectar Lesiones Pulmonares En Potrillos Pura
Sangre en Argentina”. Revista La Especie Equina, 40-45.
Divers, T. J. (2012). “Rhodococcus equi”. Proceedings of the 51st British
Equine Veterinary Association Congress BEVA. Pp: 214.Reino Unido.
Fuertes H.; Vásquez F.; Romero A.; Martín M., Gironés O. y Halaihel N.
(2012) “Diagnóstico y Caracterización de Rhodococcus equi en
explotaciones equinas”. Publicación técnica, Facultad de Veterinaria,
Universidad de Zaragoza. Disponible en
28
http://www.alquizvetek.com/?page_id=221 Fecha de consulta: 3 de
mayo de 2014.
Giguère, S. (2000). Infecciones por Rhodococcus equi. En: Wilkins, P. A. y
Palmer, J. E. (Eds.). Recent Advances in Equine Neonatal Care, Publisher:
International Veterinary Information Service (www.ivis.org), Ithaca, New
York, USA.
Giguère, S. (2001). “Rhodoccocus equi Pneumonia” Proceedings of the
Annual Convention of the American Association of Equine Practitioners
(AAEP) vol. 47 pags. 456 a 467.
Giguère, S.; Cohen, N. D.; Chaffin, M. K.; Slovis, N. M.; Hondalus, M. K.;
Hines, S. A. y Prescott, J. F. (2011). “Diagnosis, Treatment, Control, and
Prevention of Infections Caused by Rhodococcus equi in Foals”. Consensus
Statements of the American College of Veterinary Internal Medicine
(ACVIM). 25, 1209 - 1220.
Hondalus, M. K. (1997). “Rhodococcus equi: Pathogenesis and Virulence”.
Proceedings of the Annual Convention of the American Association of
Equine Practitioners (AAEP), 43, 71-78.
McAuliffe, S. B. y Slovis, N. M. (2008). "Color atlas of Diseases and
Disorders of the foal". Elsevier. Philadelphia, United States.
Mc Cracken, J. y Slovis, N. (2009). “Use of Thoracic Ultrasound for the
Prevention of Rhodococcus equi Pneumonia on Endemic Farms”.
Proceedings of the Annual Convention of the American Association of
Equine Practitioners. 55, EEUU.
Oke, S. (2013). “Foal Pneumonia: beyond the Basics”. Disponible en:
http://www.thehorse.com/. Fecha de consulta: 1 de mayo de 2014.
Ramírez, S.; Lester, G. y Roberts, G. R. (2003). "Diagnostic Contribution of
the Thoracic Ultrasonography in 17 foals whith Rhodococcus equi
Pneumonia".
29
Slovis, N. M. (2007). “Rhodoccocus equi Pneumonia: New perspectives on
Screening”. Proceedings of the NAVC (North American Veterinary
Conference). Pp 189 - 191.
Slovis, N. M. (2008). Capítulo 5: “The Respiratory System”, Color Atlas of
Diseases and Disorders of the foal. Editorial Saunders-Elsevier
Slovis, N.; McCracken, J. y Mundy, G. (2005). “How to use Thoracic
Ultrasound to Srceen Foals for Rhodococcus equi Pneumonia at affected
Farms”. Proceedings of Annual Convention of the American Association of
Equine Practitioners, 51. EEUU.
West, C. M. (2004). “Neonatal Ultrasonography”. Disponible en:
http://www.thehorse.com/. Fecha de consulta 1 de mayo de 2014.
30
ANEXO I
Ultrasonografía pulmonar, diagnóstico precoz y seguimiento de potrillos tratados
de neumonía por R. equi.
Para mantener la confidencialidad de los datos del establecimiento se reemplaza
el nombre de los potrillos por un número.
PO-
TRI-
LLO
ECO 1 ECO 2 ECO 3
DIAS DE
TRATA
MIENTO
PI PD OTROS PI PD OTROS PI PD OTROS
1 absc. de 3
cm +
chicos
colas de
cometa 0,5 cm
10
2 absc. de 2
y 3cm
Micro abscesos
en
craneal
2 absc. De
0,7cm 10
3 absc. de
2cm
absc.
7cm
sigue en
tratamiento
cicatrices
de
abscesos
cicatrices
de
abscesos
20
4
absc. De
2,5 y 3cm
colas de
cometa
solo colas de
cometa 10
5 absc. De
3cm
colas de
cometa
absc. De
0,7cm
pocas colas
de cometa 10
6
absc. De
3,9 cm
en
craneal y de
3,5cm
en
caudal
sigue en
tratamiento
sin
evidencias de
abscesos
20
7
absc. de
3cm en
craneal
microab
scesos
mantiene el
absceso del
mismo tamaño
absceso de
1,5cm 25
8
absc. De
4cm +
2cm en craneal
sigue en
tratamiento
Excelen te evolu-
ción
ecográfi
ca
15
9
varios
absc. De 2,5cm
colas de
cometa
resolución
de abscesos
10
10 absc. de 8
y 4cm
sigue en
tratamiento
absc. O
cicatriz de
1,3cm
25
31
11
absc. de
5,8cm y
2,5cm
igual
absc.
Reducido
a 3 cm
sigue 10 dias
mas.
Termina
trat con
absc de 1,3cm
40
12
absc. de
2,5 y
3cm
no se ven
abscesos 10
13 absc. de
2,5cm
muchas
colas de
cometa
pocas colas
de cometa 10
14 absc. de
3,5cm absc. de 1cm
10
15
absc. de
3cm
colas de
cometa
no se ven
abscesos 10
16 absc. de
2,5cm
Modera
da pleuritis
no se ven
abscesos sin pleuritis
10
17 absc. de
2,5cm
no se ven
abscesos 10
18
absc. de
3,5cm +
1,5cm
sigue en
tratamiento
no se ven
abscesos 15
19
absc. de
2,8 y
2,5cm
no se ven abscesos
10
20
absc. de
2,5cm y 1,5cm
pleuritis
leve
no se ven
abscesos sin pleuritis
10
21
absc. de
3,5 y 2,5cm
pleuritis
modera da
absc. de 1cm
y 0,5cm sin pleuritis
10
22 absc. de
3,2cm
colas de
cometa
no se ven
abscesos 10
23 absc. De
2,5cm
microab
scesos
solo algunas
colas de
cometa
10
24 absc. De
3,5 y 2cm
solo algunas
colas de
cometa
10
25
absc. De
3,4cm y 2,6cm
absc. De
0,5cm 10
26
absc. De
3cm y
varios de 2cm
abscesos
chicos
sigue trat.
5dias 15
32
27 microabsc
esos microabscesos
pleuritis
moderad
a
solo algunas
colas de
cometa
10
28
absceso de 3cm
colas de cometa
solo algunas
colas de
cometa
10
29 microabsc
esos
absc. De
2,7cm + microab
scesos
no se ven abscesos
10
30
varios
abscesos de 3 y
3,5cm
varios
abscesos de 3 y
3,5cm
sigue en
tratamiento abscesos de 1cm
abscesos de 1cm
20
31 absc. de 3,2cm
colas de cometa
no se ven abscesos
10
32 absc. de 3,5cm
no se ven abscesos
10
33 absc. de 2,5cm
Impor
tante
pleuritis
persiste la pleuritis
no se ven abscesos
pleuritis
leve,
sigue 10 días mas
en trata-
miento
30
34 absc. de 2,5cm
no se ven abscesos
10
35 absc. de
3cm colas de cometa
no se ven abscesos
pocas colas de cometa
10