entrevista a profundidad en una mujer que vive …

ENTREVISTA A PROFUNDIDAD EN UNA MUJER QUE VIVE VIOLENCIA PSICOLÓGICA DE PAREJA

11º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis 2010 www.interpsiquis.com - Febrero-Marzo 2010 Psiquiatria.com

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ENTREVISTA A PROFUNDIDAD EN UNA MUJER QUE VIVE VIOLENCIA PSICOLÓGICA DE PAREJA Silvia Judith Ramírez Torres; Patricia Balcázar Nava; Gloria Margarita Gurrola Peña Universidad Autónoma del Estado de México. [email protected] Violencia de pareja, Depresión, Ansiedad, Estrés, Redes de apoyo, Autoeficacia percibida, Estadios de cambio. Couple's violence, Depression, Anxiety, Stress, Backup nets, Perceived auto-efficacy, Change stadiums. RESUMEN: El presente trabajo tuvo como objetivo el detectar depresión, ansiedad, estrés, redes de apoyo así

como la autoeficacia percibida en una mujer que experimenta algún tipo de violencia de pareja,

además del estadio de cambio en el que se encuentra en relación a este problema, para lo cual se

aplicó una entrevista a profundidad a una mujer de 33 años de edad quien vive violencia psicológica.

En dicha entrevista se observaron algunos indicadores de los aspectos antes mencionados, se

exploró acerca de la historia familiar, de los antecedentes de violencia en la familia y el noviazgo,

además de algunos sucesos que causaron crisis dentro del sistema y que influyeron en la postura

actual de la mujer entrevistada. Dentro de los resultados se puede observar las formas de

manipulación y el duelo de poder que existe en la relación, además de las consecuencias que ha

traído en su salud mental, en las decisiones de vida y en la concepción que tiene de su situación en

relación con su pareja.

ABSTRACT:

The present work aimed at detecting depression, anxiety, stress, support nets as well as the auto-

efficacy perceived in a woman that experiments some couple's type of violence, in addition to the

stadium of change you meet in relation to this problem, for which applied to a woman of 33 years

old a depth interview who lives psychological violence. They observed some indicators of the above-

mentioned aspects in the aforementioned interview, they was explored about the family,

background that caused crisis within the system that they had influence in the view present-day of

the woman interviewed and history of violence in the family and courtship, in addition to some

events. The forms of manipulation and the duel to be possible that you exist in the relation, in

addition to the consequences that you have brought in his mental health, in the decisions of life and

in the conception that have of his situation relating to his couple can be observed within the results.



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INTRODUCCIÓN

La violencia ha sido asumida en muchas familias como un mecanismo de control, mediante el cual

se obtiene la “obediencia y el respeto”, por lo que se considera algo “natural”. La violencia de pareja

que está incluida dentro de la violencia de género, tiene un efecto negativo en todo el sistema

familiar, que al ser considerada un “asunto privado”, obstaculiza su denuncia y atención, afecta no

solo la autoestima, la salud física y mental de quien la padece, sino que es también un factor de

riesgo para otros problemas como la depresión, el estrés crónico, adicciones, problemas de

personalidad etc. en otros miembros de la familia, sobre todo en los hijos quienes muy posiblemente

repitan el patrón al formar su propia familia (1).

En la relación de pareja es necesario establecer una relación de igualdad, donde se fomente un

bienestar familiar de armonía y un espacio de apoyo y crecimiento individual, y no el centro de

descarga de frustraciones. La violencia de pareja puede traer consecuencias fatales como el suicidio

u homicidio, sin embargo el daño ocasionado corresponde al tipo de violencia que se ejerza (física,

económica, psicológica, sexual) mermando la calidad de vida de quien lo padece, su salud física,

emocional, además de sus capacidades cognitivas.

La Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, han indicado a los

líderes políticos tratar a la violencia como un problema de salud pública que merece ser atendido

como prioridad. Esto surgió a partir de la presión ejercida por organizaciones feministas de todo el

mundo, cuando las mujeres observaban que en los congresos de los gobiernos, sus necesidades no

eran atendidas ni se les daba la importancia requerida (1).

De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud de la Organización Mundial

de la Salud, a partir de 48 encuestas realizadas en diversos países, se encontró que entre

10 y 69% de las mujeres encuestadas mencionaron haber sido agredidas físicamente por

su pareja en algún momento de sus vidas (1).

En el 2003 se realiza en México la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres, en la cual

se reconoció que hasta un 44% de las mujeres mexicanas sufren algún tipo de violencia por parte

de su pareja (1), así mismo el 21.5% de las mujeres que acuden a servicios de salud pública,

padeció alguna agresión en los 12 meses previos a ser entrevistadas, lo cual equivale a una de cada

cinco mujeres.

Las consecuencias de la violencia de pareja se pueden manifestar a corto, mediano y largo plazo

repercutiendo al individuo biopsicosocialmente, los efectos pueden ir desde las lesiones infligidas

durante la agresión en caso de que ésta haya sido física, hasta problemas crónicos como colon

irritable, cefaleas, embarazos no deseados, abortos, productos de bajo peso al nacimiento,

infecciones de transmisión sexual incluyendo al VIH/SIDA. En lo que se refiere al aspecto emocional

la depresión, ansiedad y estrés son estados por los que atraviesa la mujer al encontrarse en esta

situación, así como una pobre imagen de si misma, y por lo tanto una baja autoestima.

En mujeres que han vivido violencia se ha observado que una característica importante del perfil de



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salud… “es el peso relativo de las alteraciones de la salud emocional. Una de las causas más

importantes de pérdida de años de vida saludable entre las mujeres en edad productiva son los

trastornos de la salud emocional, en particular la depresión.” (INSP, 2003, p. 48) (1)

Dentro de los resultados que se obtuvieron entre las mujeres que participaron en la Encuesta

Nacional de Violencia contra la Mujer (1) (INSP, 2003) en lo que concierne a los síntomas de

malestar emocional, el 69.3% manifestó sentirse cansada, el 64.5% nerviosa, tensa o angustiada,

triste y el 60.8% triste o afligida y aunque la mayoría expresó sentir estos síntomas ocasionalmente,

alrededor del 10% de las participantes declararon sentirse así casi siempre. El 43.7% declaró tener

malestares como insomnio, el 47.7% ansiedad y el 35.6% aplanamiento afectivo.

Es difícil hacer una separación en cuanto a la conceptualización teórica del estrés, la depresión y la

ansiedad pues sus síntomas son en sí muy similares, en lo que se refiere a estos dos últimos

coinciden en la presencia de una afectividad negativa (AN) como son la aflicción subjetiva y

sentimientos displacenteros, lo que los distingue es que en la depresión existe falta de entusiasmo,

inspiración, satisfacción, actividad y fortaleza; y la ansiedad por su lado tiene que ver con tensión y

agitación fisiológica, que se identifica a través de síntomas físicos como resequedad en la boca,

taquicardia, miedo, pánico, temblores y sentimientos de torpeza (3).

Por otro lado el “estrés es una respuesta adaptativa, medida por las características individuales o

por procesos psicológicos, consecuencia…de alguna acción, situación o de eventos externos que

planearon…especiales demandas físicas y psicológicas” (4). Sin embargo, al darle la connotación de

respuesta adaptativa se estaría hablando de la función positiva del estrés (eustrés) como motivador,

en el caso de mujeres que viven violencia y que están ante una presión constante se estaría

haciendo referencia al distrés, es decir el tipo de estrés que actúa reduciendo la energía, y

capacidad de respuesta de adaptación, siendo destructivo y negativo para el individuo (4).

Cabe mencionar que Orlandin (1999) (5) enlista dentro de las personalidades vulnerables al estrés

el sexo femenino, la baja autoestima, poseer un carácter del tipo A, los comportamientos

introvertidos, esquizoides, aislados y con dificultades para desarrollar redes de apoyo, entre otras.

Lo anterior es una muestra de cómo la condición de género es un factor predisponerte para esta

condición.

Una de las características de la violencia es el aislamiento social, ya sea como factor de riesgo que al

igual que la baja autoestima, es uno de los aspectos de los cuales se vale el agresor para atacar de

cierta manera la seguridad de su pareja para mantener el poder, a través de coerción de la libertad,

ridiculizaciones, críticas en público, comparaciones, lo cual la hace percibirse vulnerable y a la vez

dependiente en cierta manera de él, es aquí cuando se siente incapaz de realizar tareas que antes

dominaba.

El apoyo social está estrechamente relacionado con la salud mental, éste puede definirse como la

proporción de elementos instrumentales (reales o percibidos), por parte de las redes de apoyo que

incluyen a la familia, amigos, comunidad etc. Existen dos posturas acerca de los efectos del apoyo

social sobre el bienestar, el primero habla sobre su efecto directo independientemente del nivel de



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estrés; y el segundo que platea su efecto indirecto como agente amortiguador del mismo. Sin

embargo las redes sociales proporcionan en sí ciertos beneficios, como el proporcionar al sujeto un

conjunto de identidades a partir de los roles sociales, lo que da significado a la vida, previendo

ansiedad y guiando la conducta. Es también una fuente de autoevaluación positiva, con el nivel de

competencia y autoestima, y por último la sensación de control y dominio de eficacia, lo que

produce sentimientos de orgullo y satisfacción (6).

En el caso de mujeres con experiencia de violencia son ubicadas en el rol de víctima, que al ir

cortando con sus relaciones sociales es reafirmado constantemente por el agresor, quien recurre

constantemente a descalificaciones provocando baja autoestima, inseguridad y la percepción de que

no sirve para realizar con eficacia ninguna tarea u omitir una opinión. Esto último es conceptualizado

como autoeficacia percibida que se define como: el conjunto de creencias de eficacia en cuanto a la

capacidad para resolver problemas y el que las estrategias que se utilicen produzcan el resultado

esperado (7) siendo esencial en la decisión que tomará la mujer ante este problema, es decir si se

siente capaz de salir adelante emocional y económicamente sin la pareja. Para esta decisión el

apoyo de la familia amigos, instituciones en general y la postura que tengan ante la violencia es

importante, ya que pueden convertirse en un factor de apoyo o un estresor más para la mujer.

La Encuesta Nacional de Violencia en las Mujeres (1) toma en cuenta estos aspectos entre otros,

aunque no lo tome como tal si verifica el estado de ánimo de las mujeres, las instituciones o

personas a las que han recurrido en un momento de crisis, han indagado acerca de la prevalencia de

algunos síntomas como el trastorno del sueño, apetito, cefaleas, o incluso el uso de medicamentos

psiquiátricos en algún momento, todo esto justifica la importancia y presencia de estos elementos

sin embargo es importante conocer, la forma en la que se presentan en el proceso que enfrenta la

mujer al momento de querer salir de una relación violenta.

Por otra parte muchas investigaciones se han preocupado por explorar las razones por las cuales las

mujeres permanecen en una relación de abuso. En los estudios sobre adicciones y obesidad se ha

utilizado un modelo trasteórico diseñado por Prochasca y DiClemente (1982, 1983) quienes

proponen cinco etapas por las cuales pasa el individuo para que se produzca un cambio, el

reconocer estas etapas en los pacientes permite elegir método terapéutico más efectivo, basado en

su ritmo y necesidades produciendo un cambio más efectivo y duradero. Tales etapas son:

Precontemplación (cuando no se tiene conciencia de que se tiene un problema), que en caso de la

violencia coincide con la etapa en la que las mujeres la perciben como “normal”, o no tienen

conciencia del daño que ocasiona y la denotación agresiva que tienen las conductas de su pareja;

Contemplación (se sabe que se tiene un problema se analizan sus causas, consecuencias posibles

soluciones, pero se siente incapaz de realizar alguna acción), la mujer hace conciencia de que tiene

un problema y que ese problema se llama violencia; Determinación o Preparación (se decide hacer

un cambio), se toma la decisión y evalúa las posibles personas o instancias a las que puede

recurrir; Acción (se ponen en práctica estrategias, aumenta el sentimiento de autoeficacia) se lleva a

cabo la decisión tomada, ya sea dejar a la pareja, asistir a una asesoría legal o psicológica, aumenta



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la energía y el valor; Mantenimiento (se pretende mantener los logros, se encuentra ante una

disyuntiva: recaer o mantenerse) en ocasiones las mujeres continúan con los logros alcanzados, ya

sea sola o acudiendo a terapia de pareja, en el caso contrario regresan a la situación de violencia a

partir de falsas promesas por parte de la pareja, o repitiendo el patrón con alguna otra (8).

Como se puede observar la violencia no es un hecho aislado e implica situaciones culturales,

sociales, emocionales y de salud, por lo cual la presente investigación tiene como objetivo detectar

la depresión, ansiedad, estrés, redes de apoyo así como la autoeficacia percibida en una mujer que

experimenta algún tipo de violencia de pareja, además del estadio de cambio en el que se encuentra

en relación a este problema, a partir de los datos obtenidos en la entrevista a profundidad que se

complementó con diferentes aspectos como antecedentes familiares y de relaciones de noviazgo,

que ayudaron a comprender su situación actual.

MÉTODO

El análisis se realizó a partir del enfoque cualitativo, donde la entrevista a profundidad fue el

instrumento para la recolección de datos. La entrevista fue realizada a una mujer de 35 años de

edad, casada con dos hijos, con carrera universitaria, actualmente ama de casa. Se realizó en dos

sesiones de hora y media aproximadamente, para las cuales se pidió su autorización para la

grabación en audio de la misma, y tomar algunas notas, así como la realización de un familiograma.

Al finalizar de cada sesión se hicieron también algunas anotaciones en la Bitácora.

Ambas observaciones se realizaron en un periodo de una semana, al inicio se explicó a la

participante el objetivo de la entrevista y el procedimiento de la misma, se pidió consentimiento

para la grabación y de la confidencialidad de los datos obtenidos.

La guía de entrevista se realizó en torno a los aspectos mencionados anteriormente (antecedentes

familiares, noviazgo, violencia intrafamiliar y de pareja, depresión, ansiedad, estrés, autoeficacia

percibida, redes de apoyo y estadios de cambio), profundizando en hechos que se consideraron

relevantes en la sesión. Dicha guía de entrevista fue realizada en función de la teoría revisada, y fue

analizada antes de ser aplicada.

Posteriormente se transcribió la información obtenida en el audio, para clasificar los datos obtenidos

en las diferentes categorías, para su posterior análisis en contraste a la teoría que sustenta la

investigación. Cabe destacar, que esta parte del procedimiento se realizó de manera individual con

la intención de triangular la información entre los integrantes del equipo y su vez como se

mencionó, con lo dicho con los autores.

RESULTADOS



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La entrevistada, una mujer casada de 33 años de edad con 2 hijos, ama de casa, con nivel

socioeconómico medio-alto, con carrera universitaria. Actualmente 9 años de matrimonio, su pareja

con estudios de nivel posgrado en la misma rama profesional que ella.

Su familia de origen conformada por ocho hermanos de los cuales son tres “varones” y cinco

hermanas de las cuales la mayor es dejada al cuidado de la abuela materna en la ciudad de donde

son originarios, pues su “abuela estaba demasiado apegada a la niña, entonces este…se la dejaron

por eso”, por lo cual no tiene “un lazo afectivo con ella como con los demás”, pues para ella su

“hermano mayor es un varón”. La entrevistada ocupa el sexto lugar entre los ocho hermanos.

En lo que respecta a sus padres, el padre pertenecía a una familia de clase económica “acomodada”

y su madre de una “familia sumamente…pobre”, por lo que ésta no era aceptada por la familia de su

esposo, razón por la cual emigraron a otro estado del país.

El padre sufre un accidente automovilístico cuando la entrevistada tenía 5 años de edad, ésta

menciona: “yo era muy apegada a él, y toda mi vida fui MUY APEGADA A ÉL”, es desahuciado y

trasladado a la ciudad donde se encuentra su familia de origen quienes dan todo el apoyo económico

para su atención, tiene múltiples intervenciones quirúrgicas, proceso que lo lleva a permanecer un

periodo de alrededor de 4 años alejado de su esposa (quien lo visita periódicamente, acompañada

de los dos hijos más pequeños) e hijos. Ante esta situación recuerda: “mi mamá alguna vez nos

decía, que mi papá se había ido, que mi papá tenía otra novia, mas yo nunca vi el periódico, porque

salió en el periódico el accidente, verdad, conforme se fue recuperando me fui enterando que él…

estaba enfermo, porque los mas chiquitos (refiriéndose a sus dos hermanos menores) ya lo habían

visto, pero lo primero lo primero, fue ´es que tú papá se fue, él tiene otra familia´…”.

A continuación se exponen las categorías en las que se clasificaron los datos obtenidos en la

entrevista, así como los elementos teóricos que lo conceptualizan y en una segunda columna

aparecen las frases en el testimonio de la entrevistada que ejemplifica o justifica el que se le ubique

en tal categoría, los nombres que aparecen han sido modificados, así como la omisión de algunos

datos, con la finalidad de salvaguardar la identidad de la participante.



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DISCUSIÓN Según los resultados obtenidos la historia familiar de la mujer entrevistada tiene gran relevancia en

su situación actual de violencia y de la concepción que tiene de las distintas situaciones relacionadas

con el problema.

En la familia de origen, en la relación de abuso (16) que existe entre los padres de la mujer

entrevistada hay un cambio de roles, sin perder la posición de poder de uno sobre el otro. En una

primera etapa del matrimonio donde el padre, es quien tiene el poder sobre la madre, de la que

menciona: “no trabajaba, porque no hacía nada que mi papá no le permitiera”. En esta dinámica

crían a sus dos “hijos mayores”, quienes asumen los mismo roles el hermano “macho”, y la hermana

“sumisa”, propicios para la violencia de género (17). Sin embargo, el accidente del padre es un

parte aguas en la vida de esta familia, pues al verse deterioradas algunas de sus capacidades

físicas, llega a afectar su seguridad, lo que lo obliga a quedarse en casa de forma permanente,

ocasionando un cambio de roles entre la pareja, donde la madre adquiere más poder y la imagen del

padre se ve devaluada, continuando así con el ciclo de violencia propiciado por la relación de

desigualdad en la pareja (16).

A raíz del accidente los “hermanos mayores”, asumen el rol parental ante el resto de los hermanos,

que incluso llega a desplazar la autoridad de los padres aun cuando éstos se incorporan a la

dinámica de la familia, pues hay reservas hacia ellos, que no tienen hacia los padres, además de ser

vistos por el resto de los hermanos como diferentes. Este cambio de crianza hacia los hijos menores

se ve reflejado en que los otros dos “hermanos varones”, no son tan rígidos al asumir los roles de

género (17).



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Otro hecho significativo fue la escusa que da la madre a los hijos a partir del accidente: “mi mamá

alguna vez nos decía, que mi papá se había ido, que mi papá tenía otra novia… lo primero lo

primero, fue ´es que tú papá se fue, él tiene otra familia´…”. Posiblemente ante la inminente

muerte del padre y viendo reflejada su propia historia, pues queda huérfana de padre a los 9 años,

es la forma en la que afronta la noticia, sin embargo no deja de ser agresiva para los hijos.

Los antecedentes de violencia en la familia, sobre todo por parte de la madre son muy evidentes, ya

que ésta experimenta varios tipos de violencia, desde la económica al trabajar desde muy niña (9

años) para sostener a la mamá y los hermanos más pequeños después de la pérdida de su padre.

Además de la violencia física ejercida por la mamá, narrando dos episodios muy severos en los que

la corta con una botella, y otro en el que la deja colgada (intento de ahorcamiento) (11). Casándose

a los 14 años de edad con alguien de mayor nivel socioeconómico que ella, cuya familia no la

aceptaba.

Posteriormente y pese a los antecedentes de la abuela, la madre decide dejar a su hija mayor al

cuidado de ésta pues “estaba muy apegada a la niña”, acción que aunque era común en las familias

de ese tiempo, ahora es reconocida como violencia, pues incluye toda acción u omisión que cause un

daño, en este caso fue el abandono, lo que trajo como consecuencia que no sea percibida como

parte del sistema familiar pues incluso la mujer entrevistada menciona: “no tengo un lazo afectivo

con ella como con los demás, para mí mi hermano mayor es un varón” (16).

En su familia nuclear la relación de los padres se va fracturando con el tiempo, dividiendo incluso en

un inicio la crianza de los hijos, pues comenta: “Lola era problema de mí mamá y yo era problema

de mí papá”, luego aunque comparten gastos de servicios de la casa, cosas comida, estaban en la

etapa del nido vacío (9), donde la única que quedaba sin casarse era la entrevistada, esta etapa en

la relación parental la define: “… ósea no había amor, había respeto, había compromiso de estar

juntos, pero no había amor… ya no compartían… según ellos nadie sabía… pero yo sabía…”,

posteriormente se separan de cuarto por intervención de la participante, donde la mamá se “queja”

constantemente del padre, y en cierta manera deposita en su hija la responsabilidad de decidir el

cambio de habitación (secreto que comparte con sus padres), y posteriormente con el pretexto de

cuidar a su hija “Sandra”, sucede la misma dinámica en la que la entrevistada sugiere que vaya a

vivir con ella un tiempo para ayudarla. Lo que permite poner distancia entre los padres, y a la vez

encubrirla ante los demás hijos, estableciéndose una alianza entre la madre-hija, que no se había

dado hasta entonces, pues anteriormente era muy conflictiva (9).

Ella percibe que la relación de sus padres “Fue un proceso, en el que tenían que cumplir el vivir

juntos, para casar a sus hijos…”, aunque en los últimos días de vida del padre su mamá regresa a

cuidarlo. La historia de sus padres en general influye en su postura ante las relaciones de pareja

pues tiene temor al fracaso, lo que se refleja al decir: “… yo tenía mucho miedo al matrimonio,

obviamente aunque mis papás tuvieron una relación muy bonita, nunca hubo golpes… después de

30 años pues a mí me toca el rompimiento de esa relación, entonces decía yo no mi carácter, no, si

ellos no pudieron, yo menos…”



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Por otro lado ello repite la relación de desigualdad (16) de sus padres con su actual pareja, pues

cuando lo conoce ella asume que ésta en una postura superior a él, sobre todo por el rol laboral que

desempeñaba, posteriormente cuando se casan y después de varias situaciones entre ellas su

embarazo y la renuncia a su trabajo, se invierten las posiciones.

En su familia nuclear se ha dado la violencia en diferentes sentidos (simétrica, de igual a igual y

asimétrica, donde a nivel de jerarquía uno está por encima de otro), ejemplo de ello es la violencia

psicológica y hasta económica entre los padres. Así como de la madre hacia la mujer que participó

en el estudio, al desplazar en cierta manera el conflicto que tenía con la pareja hacia la hija (con la

que el padre tenía mejor relación), son la que había constantes discusiones (violencia psicológica),

golpes y jalones de cabellos (violencia física), y a la que privaba de los útiles escolares (violencia

económica) (11) para obligar al padre que los comprara, produciendo un acumulo de enojo y

resentimiento en la entrevistada, quién lo contenía guardando la postura de “la fuerte… la que no

llora”, misma que la lleva a ser la “salvadora” en su familia, la que resuelve los problemas.

En lo que respecta a la relación con las hermanas, el embarazo de su hermana “Sandra”, y la

problemática que esto conlleva, motiva a las hermanas a hacer el pacto de llegar vírgenes al

matrimonio, situación de la cual la mujer del estudio se sentía responsable, mostrando incluso

renuencia a establecer un noviazgo, y enfocando toda su energía en la carrera, con la finalidad de

no repetir la historia, sin embargo, este pacto no fue cumplido pues tanto su hermana Lola se casa

al quedar embarazada, y ella vive en unión libre con él que ahora es su esposo, por el temor a que

la relación no funcionara.

El matrimonio no estaba en sus planes, asumía: “eso no era para mí”, ante la propuesta de casarse

con dos pretendientes antes los rechaza, pues dice “los hago como quiero, ósea que me van a

hacer”, al contrario de su esposo, de quien lo que le llama la atención es precisamente la postura de

dominio que ejerce sobre ella, bajando las defensas y mostrándose vulnerable ante él. Lo anterior

muestra su percepción de desigualdad en una relación donde a lo mejor cansada de ejercer la

postura de la figura fuerte, ve en su pareja la posibilidad de ser protegida, situación que es

reforzada por las condiciones a las que se enfrenta al cambiar de ciudad, volviéndose más

dependiente (16).

La violencia en este caso fue maquillada, por protección, y la seguridad que sentía él podía

brindarle, lo que sucede muy frecuentemente, al percibir situaciones de posesión o dominio que

incluso ella percibe como “control”, características que son socialmente aceptadas en una pareja,

mas aun si este es hombre. El ego y el poder son elementos que están en juego desde el inicio de la

relación, y que los enganchan en la relación (10).



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La maternidad es uno de los argumentos que se utilizan en la violencia de género (17), en este

caso, la violencia sexual se originó al utilizar el esposo el recurso de un embarazo para mantenerla a

su lado, donde no hay consentimiento y además lo hace con la intención de conservar el poder,

cuando siente que ella se está independizando.

La experiencia de que los padres que no se divorciaron, pero que vivieron separados, pareciera que

la marca de tal forma que la pone indefensa y en la idea de que no puede negar a los hijos el

derecho e tener una familia y de ver a su padre, lo cual refuerza la idea de que no quiere repetir lo

que vivieron sus papás.

Su forma de afrontar las cosas de manera abierta es contradictoria con la del esposo, donde ella lo

acorrala para que hable y que enfrenten los problemas, ya que él tiene dificultades para hablar y

para expresar las cosas. Ella tiene la facilidad para ser fuerte y para dejarse "gobernar" por el

esposo cuando esto conviene a la relación, aunque le gustaría que las osas sean más equitativas.

Existen antecedentes de depresión (12) por parte de la abuela e incluso de la madre, a la vez la

entrevistada ha presentado varios síntomas, como son trastorno en la alimentación por una ingesta

excesiva de comida, provocando que padezca obesidad, volviéndose un circulo vicioso en el que al

no estar conforme con su apariencia se deprime, come para bajar su ansiedad y aumenta de peso.

La obesidad ha afectado su autoestima y se priva de acompañar a su esposo a algunos eventos, sin

embargo percibe que él: “es feliz estoy gorda o desarreglada, porque se siente seguro”. Por otro

lado en varias ocasiones se refiere a sí misma como una persona con muchas capacidades, y éxitos

profesionales antes del matrimonio, seguridad que no manifiesta no tener en la actualidad.

Una de las ideas que le producen ansiedad es el temor anticipado (13) a repetir la historia de los

padres, donde mantenían la relación por apariencia ante los hijos, más aún porque para ella es

motivo suficiente para conservar la unión, le atemoriza que sea el único. El contener enojo o

frustración, además de ser muy exigente consigo misma, buscando la perfección la llevan a

aumentar sus niveles de ansiedad, donde una de sus manifestaciones es el que se pellizque la cara

cuando siente que la situación se sale de control.

Al parecer el estrés (4) aunado a los síntomas de depresión o ansiedad mencionados anteriormente,

se ha manifestado a través de contracturas musculares en espalda y cuello, dolores de cabeza, pues

la tensión que se acumula cuando es ignorada por su pareja por días ante una discusión, llevándola

también a evitar situaciones que antes le resultaban placenteras para evitar el conflicto con el

esposo.

El cambio de trabajo y de ciudad, además de que su pareja le impide en cierta manera establecer



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nuevas redes de apoyo ante esa nueva situación, además de romper con las ya establecidas, se

aísla socialmente y esto la hace más vulnerable dependiendo mas de su esposo y otorgándole a la

vez mas poder, lo que coincide con la mayoría de las mujeres que viven violencia (14; 16).

Existen varias razones por las cuales las mujeres no ponen fin a esta situación, entre ellas los hijos,

la dependencia económica y emocional, el hombre sin embargo depende también de ésta de una

forma encubierta, pues la mujer es la depositaria de sus agresiones pero también de sus demandas

y frustraciones (16).

Esta situación afecta su autoestima y por consiguiente los sentimiento de autoeficacia para

encontrar una solución, ya sea modificando la dinámica de la relación o buscando una separación,

evidentemente ella m contempla una separación por lo culpa ante los hijos, pues ni sus padres

pusieron fin a su matrimonio legalmente, ella se siente poco eficaz para poner en práctica las

habilidades que percibía (15) en ella antes de casarse, entre ellas la independencia, y aunque está

inconforme con varios aspectos de su situación, se ha ido adaptando, como cuando racionaliza por

ejemplo si conformidad a renunciar a su desenvolvimiento profesional, al ver compensado en el

cuidado de sus hijos.

En base a lo anterior se puede decir que la entrevistada tiene conciencia de que esta en una

situación de violencia pues reconoce el control que ejerce sobre ella el esposo, y las implicaciones

que esto conlleva, esta visualizando algunas estrategias, para mantener su relación, lo que la ubica

en la etapa de estadio de cambio de contemplación (18), pues esta asimilando la situación pero no

se siente todavía capaz de afrontar el problema con su pareja abiertamente.

REFERENCIAS

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