el tratamiento psicopedagogico de marina muller

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“APRENDER PARA SER” EL TRATAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO – Marina Müller EL TRATAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO – Marina Müller El diagnóstico nos llevará a precisar qué acciones serán prioritarias, dentro de una gama más o menos amplia de alternativas posibles, atendiendo a preservar siempre, que el sujeto "no se pierda" en un conjunto de terapias inconexas donde en definitiva se sentirá manipulado y desconocido como persona portadora de sentido. No todo lo que !abrá que !acer" para ayudar al paciente se !ará simultáneamente. Es preferible iniciar la atención con un tratamiento psicopedagógico clnico, si el paciente se encuentra en alg#n moment o escolar durante el cual asume impor tancia el aprendi$aje sistemático y si los trastornos, aun cuando interesan diversas facetas y ni% veles de la personalidad, pueden ser focali$ados en relación al aprendi$aje y la di sponibilidad para la comprensión y ex pr esión simbólica, sin existir gr aves perturbaciones de la subjetividad. &ntes de iniciar un tratamiento psicopedagógico es imprescindible reali$ar al menos una entrevista con los padres, también con el paciente o con toda la familia, para tener de ello s un conocimiento direc to, aunque ya !ay a si do reali$ado el diagnóstico y la recomendación sea "empe$ado de inmediato". Esto permite escuc!ar sus fantas as, su relato de los problemas y lo que imagin a o resp ecto del tr at amient o, in da gar su s distorsione s, ansi edades, exp ect ativas, las fan tas as de enfermedad, de tra tamien to 'tr ans fere ncias !ec!as sobre el psicopedagogo y la tarea( y de curación) cómo, cuándo, !asta qué punto el sujeto es percibido "aprendiendo", superando sus dificultades o perpetuándose en ellas. Es fundamental la presencia del padre o su sustituto, ya que es él quien representa "la ley", la normativa cultural, el corte con la madre, el acceso a lo simbólico. *urante esta primera entrevista se plantea el contrato de trabajo, cuál es el compromiso rec proco, y se procura lograr una actitud colaborativa de parte de la familia y del paciente, aliándonos con sus aspectos transferenciales positivos. En cuanto al encuadre , seg#n el término lo indica, consiste en el marco suficientemente estable, el fondo o continente de la tarea sobre el cual se recort ará la figura o contenido. El campo de la relación cl nica tendrá tantas variaciones como pacientes existan, y seg#n sean los "estilos" de trabajo psicopedagógico. Están involucrados en el encuadre) las constantes espacio-temporales del contrato: El lugar dónde se efectuará el tratamiento 'consultorio del psicopedagogo, consultorio institucional, gabinete escolar(. +as con diciones m n ima s requ eri das por dic !o esp acio f s ico serán) una !abitación tranquila, donde pueda trabajarse con privacidad y en lo posible !aya lugar para despla$arse, que no !aya elementos demasiado frágiles o costosos los muebles serán sólidos, al menos una mesa amplia, sillas, estantes o armario donde guardar los materiales de tratamiento. El empla$amiento de los lugares durante la atención psicopedagógica también tiene importancia) -la mesa o escritorio funciona a modo de barrera entre pacientes y psicopedagogo, o como instrumento de trabajo +a "distancia", incluso fsica, puede incidir en la relación con el psicopedagogo y con el aprendi$aje. Esa distancia !a de ser por consiguiente la que se llama "óptima") ni demasiado corta ni tampoco lejana, para resguardar tanto del riesgo de identi fi ca ción masiva con el paciente y de la in va si ón por parte de és te al psicopedagogo, como la evitación fóbica o esqui$oide en la cual el sujeto se convierte en "un caso" que no compromete como relación personal. El espacio es !abitualmente el consultorio, pero también puede trabajarse en actividades que abarquen otros espacios.

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APRENDER PARA SER

EL TRATAMIENTO PSICOPEDAGGICO Marina MllerEl diagnstico nos llevar a precisar qu acciones sern prioritarias, dentro de una gama ms o menos amplia de alternativas posibles, atendiendo a preservar siempre, que el sujeto "no se pierda" en un conjunto de terapias inconexas donde en definitiva se sentir manipulado y desconocido como persona portadora de sentido. No todo lo que habr que hacer" para ayudar al paciente se har simultneamente. Es preferible iniciar la atencin con un tratamiento psicopedaggico clnico, si el paciente se encuentra en algn momento escolar durante el cual asume importancia el aprendizaje sistemtico y si los trastornos, aun cuando interesan diversas facetas y niveles de la personalidad, pueden ser focalizados en relacin al aprendizaje y la disponibilidad para la comprensin y expresin simblica, sin existir graves perturbaciones de la subjetividad.

Antes de iniciar un tratamiento psicopedaggico es imprescindible realizar al menos una entrevista con los padres, tambin con el paciente o con toda la familia, para tener de ellos un conocimiento directo, aunque ya haya sido realizado el diagnstico y la recomendacin sea "empezado de inmediato".

Esto permite escuchar sus fantasas, su relato de los problemas y lo que imagina o respecto del tratamiento, indagar sus distorsiones, ansiedades, expectativas, las fantasas de enfermedad, de tratamiento (transferencias hechas sobre el psicopedagogo y la tarea) y de curacin: cmo, cundo, hasta qu punto el sujeto es percibido "aprendiendo", superando sus dificultades o perpetundose en ellas. Es fundamental la presencia del padre o su sustituto, ya que es l quien representa "la ley", la normativa cultural, el corte con la madre, el acceso a lo simblico.

Durante esta primera entrevista se plantea el contrato de trabajo, cul es el compromiso recproco, y se procura lograr una actitud colaborativa de parte de la familia y del paciente, alindonos con sus aspectos transferenciales positivos.

En cuanto al encuadre, segn el trmino lo indica, consiste en el marco suficientemente estable, el fondo o continente de la tarea sobre el cual se recortar la figura o contenido. El campo de la relacin clnica tendr tantas variaciones como pacientes existan, y segn sean los "estilos" de trabajo psicopedaggico.

Estn involucrados en el encuadre:

las constantes espacio-temporales del contrato:

El lugar dnde se efectuar el tratamiento (consultorio del psicopedagogo, consultorio institucional, gabinete escolar).

Las condiciones mnimas requeridas por dicho espacio fsico sern: una habitacin tranquila, donde pueda trabajarse con privacidad y en lo posible haya lugar para desplazarse, que no haya elementos demasiado frgiles o costosos; los muebles sern slidos, al menos una mesa amplia, sillas, estantes o armario donde guardar los materiales de tratamiento.

El emplazamiento de los lugares durante la atencin psicopedaggica tambin tiene importancia: la mesa o escritorio funciona a modo de barrera entre pacientes y psicopedagogo, o como instrumento de trabajo?

La "distancia", incluso fsica, puede incidir en la relacin con el psicopedagogo y con el aprendizaje. Esa distancia ha de ser por consiguiente la que se llama "ptima": ni demasiado corta ni tampoco lejana, para resguardar tanto del riesgo de identificacin masiva con el paciente y de la invasin por parte de ste al psicopedagogo, como la evitacin fbica o esquizoide en la cual el sujeto se convierte en "un caso" que no compromete como relacin personal.

El espacio es habitualmente el consultorio, pero tambin puede trabajarse en actividades que abarquen otros espacios.ste estar provisto de un pizarrn, con elementos para escribir, una pequea biblioteca de literatura amena, informativa y recreativa y de diferentes materiales que proporcionen posibilidades al aprendizaje.

Este espacio fsico-psicolgico ha de permanecer relativamente invariable en cuanto a los muebles y otros elementos de la habitacin.

El tiempo (cundo, con qu frecuencia, durante qu perodo se efectuar la atencin psicopedaggica), tambin debern ser estipulado: das y horarios, cuntas veces por semana, y estimativamente, incluso cunta extensin podra suponerse en el tratamiento al menos en el marco institucional, donde este aspecto suele ser fijo (6 meses, 1 2 aos como mximo).

Por lo general, las sesiones duran de 45 a 50 minutos -el tiempo ser siempre el mismo-, y en los grupos, de 60 a 90 minutos. Esto se determina de acuerdo con las caractersticas y demandas de cada situacin; los nios pequeos se atienden menos tiempo, sobre todo en casos de rpida fatiga o ansiedad.

La frecuencia semanal mnima es de dos veces, en ocasiones tres o aun mayor en casos de severa patologa, como retrasados mentales moderados o psicticos

El respeto al encuadre espacio temporal ser una actitud incorporada naturalmente a la tarea. Sin embargo, el encuadre no es un marco absolutamente estricto; ha de acordarse con el mismo paciente y su familia y revisarse si es necesario, pudiendo sufrir modificaciones que lo adecuen a las circunstancias del paciente, de la institucin y/o del mismo psicopedagogo.

El tratamiento no estar esclavizado por estas constantes, sino que ellas debern encontrarse al servicio del mismo. Los roles de cada participante (paciente-padres-psicopedagogo).

En cuanto a los roles, habr que tomar en cuenta las expectativas explcitas y las fantasas no formuladas de padres y pacientes, tanto como las resonancias contratransferenciales:

Por qu y para qu siento que me consultan?

Qu percibo que esperan de m, del paciente, de s mismos?

Qu versin "se cuentan" y me relatan con respecto al tratamiento y a la relacin recproca?

Sobre esta base, el psicopedagogo esclarecer lo que puede aportar, las responsabilidades asumidas por cada una de las partes, el pronstico y los lmites razonables a su tarea.

Los objetivos

Los objetivos del tratamiento han de ser comentados con el paciente y sus padres, respondiendo a la pregunta "para qu empezaremos esta tarea?"

Contestar a este interrogante permite delimitar el mbito psicopedaggico y distinguirlo de otros campos clnicos. Fundamentalmente, apuntamos a dos objetivos complementarios. El especficamente clnico, dar lugar a la expresin y eventual resolucin de las dificultades y alteraciones del aprendizaje. El preventivo, ayudar a que el sujeto promueva sus propios recursos e instrumentos mentales, actitudes, procesos psquicos, "tcnicas", ("saber hacer"); para "aprender un estilo operativo de aprendizaje" que pueda revisar, reajustar y volver a crear en diferentes situaciones de su vida, aun ms all del tratamiento.El tratamiento ocurre mediatizado por una relacin, un encuentro entre personas centrado en un objeto de trabajo: el aprendizaje, y tomando que "la manera de ser es ms importante que la manera de hacer':

Con respecto del tiempo de tratamiento: es importante dar lugar al paciente, y darle tiempo, esperar que surja su deseo de aprender.

La estrategia clnica en psicopedagoga Despus del diagnstico, comienza una nueva etapa, la elaboracin de una estrategia, un plan de accin clnica. Este proyecto es mvil, revisable; su finalidad es ofrecer algunas vas posibles de accin psicopedaggica, destacando ciertos "nudos" o claves de las alteraciones atendidas, y permaneciendo atentos a los cambios progresivos o regresivos y a los ciclos repetitivos, para volver a pensar una y otra vez qu est pasando y por qu.

Implica una serie de decisiones sobre los objetivos a lograr, las etapas de la tarea, los lmites temporales, la movilizacin del sujeto y de su familia para cooperar en el tratamiento.

Tomamos en cuenta los aspectos mejor preservados en cada paciente, sus caractersticas subjetivas, sus motivaciones y deseos.

El plan de tratamiento ser delineado en forma muy amplia y con flexibilidad.

Su puesta en prctica requiere:

la formacin clnica del psicopedagogo para poder "leer" lo que traen los sujetos, "escucharlos" y proponerles (no imponerles) actividades significativas que operen teraputicamente;

el conocimiento profundo de las estructuras generales que constituyen a cada sujeto (cognitivas e inconscientes simblicas) y de las vicisitudes del desarrollo psquico, o sea, saber con qu instrumentos mentales y corporales cuenta evolutivamente para aprender;

la permanente lectura de los sntomas y manifestaciones de cada paciente, como expresin de un malestar subjetivo y relacional no elucidado;

el inventario amplio de los materiales, recursos, mtodos yactividades que la pedagoga pone a disposicin del psicopedagogo, con la prctica de su instrumentacin operativa y clnica.

Al puntualizar con el paciente y/o sus padres los distintos aspectos del encuadre quedar establecido el contrato de trabajo, el cual incluir tambin la fijacin de horarios, los honorarios y su forma de pago, los criterios respecto de cambios de horarios y ausencias del paciente, la concrecin peridica y paralela de entrevistas con los padres o entrevistas famliares, etc.

El psicopedagogo entabla con sus pacientes una relacin muchas veces prolongada para realizar el tratamiento.

En el transcurso de su tarea, sus intervenciones van delimitando el encuadre y proponiendo las consignas de cada actividad en concordancia con las disposiciones del paciente y su deseo de aprender. Tambin pone en evidencia con sus intervenciones los procesos psquicos que obstruyen o facilitan el aprendizaje, segn pueda "leerlos" en los sujetos atendidos, y en la medida en que stos se encuentren disponibles y puedan escuchar los sealamientos e interpretaciones.Nuestra intervencin apunta a acompaar al sujeto, para que descubra su propio lugar como ser de deseo y de palabra, desde la operacin de "un otro" extrafamiliar y extraescolar, que remite a lo simblico cultural.

Es importante poder participar con los pacientes del mundo ldico, dramtico, grfico, musical, corporal, descifrndolo a su vez en trminos de lenguaje.

Todos los recursos lingusticos comprensivos y expresivos, en un sentido amplio: corporal, mmica, dramtico, plstico, musical, adems del verbal, se iluminan por la palabra que ubica lo vivido en una estructura simblica.

Por otra parte, quienes presentan problemas del aprendizaje muestran fallas en sus procesos de simbolizacin y alteraciones en cuanto a su relacin con un orden simblico.

Lo que caracteriza al tratamiento psicopedaggico es:

Una tarea que acta como tercero estructurante en la relacin clnica, por lo cual trabajamos sealando la transferencia y la relacin significante con esta tarea, ms que con el psicopedagogo

Lo situacional -el aqu - ahora - conmigo - haciendo esto- y lo anticipatorio de situaciones futuras, ms que los aspectos que tienen relacin con lo regresivo y con lo disposicional patogentico infantil. Esto no significa desconocer la actividad inconsciente estructurante del sujeto y formadora de sntomas, ni la incidencia de lo histrico personal y familiar, pero implica hacerla explcito al paciente slo en tanto incide como obstculo para aprender.

La tarea es operativa: aprender, conocer algo y al mismo tiempo aprender una forma de pensar, de indagar activamente, y reconocer los obstculos subjetivos para el conocimiento.

En la eleccin de la tarea, en la formulacin de consignas y el desarrollo de la accin clnica, el psicopedagogo trata siempre de escuchar el pedido y el deseo de su paciente, para traducido a una actividad que lo reconozca,

La seleccin de materiales auxiliares y actividades se efecta tomando en consideracin:

Su significacin para los pacientes.

Su correlacin con las posibilidades, motivaciones y deseos del paciente en su individualidad

Su nivel ptimo con respecto de sus realizaciones (ni demasiado fcil, ni muy difcil

Su grado de estructuracin: que sta no sea excesiva, para dar lugar a la creatividad subjetiva, al permitir mltiples variaciones.

La relacin psicopedagogo-paciente

A partir de la etapa diagnstica y durante el tratamiento, se entabla una relacin significativa entre el psicopedagogo y sus consultantes, en la cual cada uno juega diferentes roles y evoca diversas imgenes y fantasas, segn las transferencias recprocas y la llamada contratransferencia.Los fenmenos transferenciales son "ledos" desde nuestra propia subjetividad, movilizada en consonancia con aquellos.

Es necesario que la contratransferencia sea un conocimiento controlado por el anlisis de postsesin del material, o en las supervisiones, para interpretar qu pasa en el diagnstico o el tratamiento por parte del paciente, en el psicopedagogo.

Si no se hacen conscientes la contratransferencia ni la transferencia, el psicopedagogo se expone a negar, proyectar, escotomizar los contenidos aportados por el paciente, ya que influyen sobre sus propios conflictos y resistencias.

Algunos signos de contratransferencia que se presentan con frecuencia en el psicopedagogo, y cuyos mviles habr que detectar, son:

el agrado o desagrado "excesivos e irracionales" por el sujeto o por sus padres;

el "tomar partido" por el paciente, "en contra" de sus padres o maestros, sintiendo secretamente que "va a salvarle" de aqullos;

la propensin a enojarse, a discutir con el sujeto; el sentir deseos de que se vaya, a veces racionalizados como necesidad de derivarlo a otro profesional;

la compulsin "a hacer trabajar", a "cumplir una tarea estructurada" o de tipo escolar, con intolerancia a la actividad espontnea.

la tendencia a aconsejar y sugerir;

la preocupacin porque "mejore pronto" con dificultosa aceptacin de los fracasos o recadas del sujeto;

la dificultad para escuchar;

el aburrimiento o el sueo durante la sesin;

los problemas en el manejo del tiempo (empezar tarde, terminar antes, no poder terminar);

dificultades relativas a los honorarios (no poder cobrar, cobrar demasiado poco o demasiado, no poder actualizar honorarios, no poder sealar las actuaciones del paciente o de los padres en este aspecto).