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CILNIANA 3 3ª ÉPOCA. AÑO IX • Nº 17. 2004 Las termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singular as termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singular as termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singular as termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singular as termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singular Ramón F. Hiraldo Aguilera y Juan Cisneros Franco La familia y las relaciones familiares a través a familia y las relaciones familiares a través a familia y las relaciones familiares a través a familia y las relaciones familiares a través a familia y las relaciones familiares a través de los testamentos. Mijas, 1730-1745 de los testamentos. Mijas, 1730-1745 de los testamentos. Mijas, 1730-1745 de los testamentos. Mijas, 1730-1745 de los testamentos. Mijas, 1730-1745 Eva María Gil Benítez Félix Jiménez de L Félix Jiménez de L Félix Jiménez de L Félix Jiménez de L Félix Jiménez de Ledesma: el médico de los pobres. edesma: el médico de los pobres. edesma: el médico de los pobres. edesma: el médico de los pobres. edesma: el médico de los pobres. Un reformista en Marbella Un reformista en Marbella Un reformista en Marbella Un reformista en Marbella Un reformista en Marbella Lucía Prieto Borrego La gestión municipal en Marbella durante a gestión municipal en Marbella durante a gestión municipal en Marbella durante a gestión municipal en Marbella durante a gestión municipal en Marbella durante el P el P el P el P el Primer F rimer F rimer F rimer F rimer Franquismo (1939-1959) ranquismo (1939-1959) ranquismo (1939-1959) ranquismo (1939-1959) ranquismo (1939-1959) Ana María Rubia Osorio Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella: A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella: A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella: A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella: A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella: Arquitectura y Urbanismo”, de F Arquitectura y Urbanismo”, de F Arquitectura y Urbanismo”, de F Arquitectura y Urbanismo”, de F Arquitectura y Urbanismo”, de Francisco Javier Moreno rancisco Javier Moreno rancisco Javier Moreno rancisco Javier Moreno rancisco Javier Moreno Fernández ernández ernández ernández ernández Francisco de Asís López Serrano Lof of of of ofting. Nuevos retos para la P ting. Nuevos retos para la P ting. Nuevos retos para la P ting. Nuevos retos para la P ting. Nuevos retos para la Posmodernidad osmodernidad osmodernidad osmodernidad osmodernidad José Manuel sanjuán López Bibliografía y Bibliografía y Bibliografía y Bibliografía y Bibliografía y Documentación Documentación Documentación Documentación Documentación El cargadero marítimo de Marbella El cargadero marítimo de Marbella El cargadero marítimo de Marbella El cargadero marítimo de Marbella El cargadero marítimo de Marbella Luis Angulo Prota 5 13 27 45 61 67 71 89

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Revista de la Asociación Cilniana para la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural 3ª Época. Año IX. Nº 17 2004

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Page 1: Cilniana Nº 17

CILNIANA 3CILNIANA 3

3ª ÉPOCA. AÑO IX • Nº 17. 2004

LLLLLas termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singularas termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singularas termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singularas termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singularas termas de la “Finca El Secretario”. Un edificio singularRamón F. Hiraldo Aguilera y Juan Cisneros Franco

LLLLLa familia y las relaciones familiares a travésa familia y las relaciones familiares a travésa familia y las relaciones familiares a travésa familia y las relaciones familiares a travésa familia y las relaciones familiares a travésde los testamentos. Mijas, 1730-1745de los testamentos. Mijas, 1730-1745de los testamentos. Mijas, 1730-1745de los testamentos. Mijas, 1730-1745de los testamentos. Mijas, 1730-1745Eva María Gil Benítez

Félix Jiménez de LFélix Jiménez de LFélix Jiménez de LFélix Jiménez de LFélix Jiménez de Ledesma: el médico de los pobres.edesma: el médico de los pobres.edesma: el médico de los pobres.edesma: el médico de los pobres.edesma: el médico de los pobres.Un reformista en MarbellaUn reformista en MarbellaUn reformista en MarbellaUn reformista en MarbellaUn reformista en MarbellaLucía Prieto Borrego

LLLLLa gestión municipal en Marbella durantea gestión municipal en Marbella durantea gestión municipal en Marbella durantea gestión municipal en Marbella durantea gestión municipal en Marbella duranteel Pel Pel Pel Pel Primer Frimer Frimer Frimer Frimer Franquismo (1939-1959)ranquismo (1939-1959)ranquismo (1939-1959)ranquismo (1939-1959)ranquismo (1939-1959)Ana María Rubia Osorio

Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha.Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha.Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha.Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha.Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha.A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella:A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella:A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella:A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella:A propósito del libro “El Centro Histórico de Marbella:Arquitectura y Urbanismo”, de FArquitectura y Urbanismo”, de FArquitectura y Urbanismo”, de FArquitectura y Urbanismo”, de FArquitectura y Urbanismo”, de Francisco Javier Morenorancisco Javier Morenorancisco Javier Morenorancisco Javier Morenorancisco Javier MorenoFFFFFernándezernándezernándezernándezernándezFrancisco de Asís López Serrano

LLLLLofofofofofting. Nuevos retos para la Pting. Nuevos retos para la Pting. Nuevos retos para la Pting. Nuevos retos para la Pting. Nuevos retos para la PosmodernidadosmodernidadosmodernidadosmodernidadosmodernidadJosé Manuel sanjuán López

Bibliografía yBibliografía yBibliografía yBibliografía yBibliografía yDocumentaciónDocumentaciónDocumentaciónDocumentaciónDocumentación

El cargadero marítimo de MarbellaEl cargadero marítimo de MarbellaEl cargadero marítimo de MarbellaEl cargadero marítimo de MarbellaEl cargadero marítimo de MarbellaLuis Angulo Prota

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4 CILNIANA

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Asociación Cilniana para la Defensay Difusión del Patrimonio Cultural

Apartado 821 - 29600 Marbellawww.cilniana.org

[email protected]. 639 00 72 90

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CONSEJO ASESORCONSEJO ASESORCONSEJO ASESORCONSEJO ASESORCONSEJO ASESOR

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FFFFFoto Poto Poto Poto Poto Portada:ortada:ortada:ortada:ortada: José Antonio Prieto Borrego

Depósito Legal:MA-845-97

ISSN 1575-6416Título clave: CILNIANA

La Asociación Cilniana no se hace responsable delas opiniones contenidas en los artículos firmados.

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RESUMEN

El estudio de los testamentos como reflejo de la religiosidad popular ha venido dando susfrutos desde que en los años 70 los historiadores franceses plantearan la cuestión. Al mismotiempo, se profundizó en la desacralización del mundo moderno que se observaba a través deestas escrituras. Profesión de fe, disposiciones sobre exequias y lugar de entierro se convier-ten en trámites dentro del contenido de un documento en el que cobran importancia el restode cláusulas dispositivas relativas a la familia y a la situación económica que deja el otorgan-te cercano el trance de la muerte.El presente artículo pretende acercarnos al reflejo de la composición de las familias a travésde los testamentos y los vínculos sentimentales y económicos que les unían. Y todo ellotomando como referencia la villa de Mijas durante el segundo cuarto del siglo XVIII.

ABSTRACT

The study of testaments as reflex of popular religiosity produces effects since in the Seventies French Historicianswould raise the question. At the same time they got to the bottom of the loss of religious customs in ModernAge which was observed through these documents. The professing of faith, dispositions about exequies andplace of burial turn into steps inside the context of the document in which the perceptive clauses about thefamily and the economical situation of the maker take importance.The present article tries to approach to the reflex of the family composition through the testaments and thesentimental and economical entails that joined them. And this taking as reference the village of Mijas duringthe second quarter of the XVIIIth century.

Ramón F. Hiraldo Aguilera y Juan Cisneros FrancoArqueólogos

Las Termas de la Finca El Secretario.UN EDIFICIO SINGULAR

I.- INTRODUCCIÓN

l noreste de la Barriada de Los Boliches(Fuengirola), en la zona conocida como

Puerto de las Yeseras, tiene su emplazamientouno de los yacimientos de época romana mássignificativos de la costa malagueña. Nos refe-rimos al yacimiento de la Finca El Secretario(Fig. 1).

Aunque las grandes obras públicas y eldesarrollo urbanístico de su entorno han altera-do artificialmente los rasgos de su primitiva fi-sonomía, aún es posible en este lugar contem-plar algunas de las peculiaridades geográficasque, en época antigua, propiciaron el asentamien-to humano: un amplio espacio de terreno de sua-ve pendiente, protegido por el cerro a cuyos piesse ubica y flanqueado por el Arroyo Pajares y lalínea costera (Lám. 1).

Durante largo tiempo la huella de la pre-sencia romana se vio restringida a los pequeñosfragmentos cerámicos que salpicaban las tierrasde labor y al diverso material constructivo que seacumulaba en los bordes de los caminos o en losmárgenes de las terrazas de labranza.

A

Figura 1: Localización del yacimiento

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6 CILNIANA

LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

Esta dinámica sufrirá un giro insospecha-do en los primeros años de la década de los añossetenta del siglo XX, propiciado por las obras delnuevo trazado del ferrocarril Fuengirola-Málagay, unos años más tarde, por la ejecución de lavariante a la N-340 a su paso por nuestra locali-dad. Los movimientos de tierra, especialmentelos producidos por esta última, traerán consigola ruptura artificial del yacimiento en dos zonas y

la puesta al descubierto de importantes vestigiosconstructivos, fragmentos de estucos, mármoles,vidrio y cerámica.

Este “encontronazo” con nuestro pasadodará lugar a un progresivo acercamiento de lainvestigación arqueológica que tendrá su comien-zo en 19781 y que aún se mantiene en plena acti-vidad en nuestros días.

A lo largo de todos estos años se ha con-seguido poner al descubierto, tras diversas ac-tuaciones arqueológicas de urgencia, un impor-tante conjunto constructivo constituido por unafactoría de salazón, varios hornos de produccióncerámica y un edificio termal (Fig. 2). Este últimoha sido objeto de las últimas excavaciones den-tro del yacimiento que nos han permitido poneral descubierto un edificio en muy buen estadode conservación del que ofrecemos una primeraaproximación a través del presente artículo.

II.- DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIOTERMAL (FIG. 3)

Los baños se sitúan en la zona más bajadel yacimiento, muy próximos a la antigua líneacostera2. Esta circunstancia permitía una evacua-ción directa de las aguas residuales al mar. Almismo tiempo, su ubicación, posibilitaba un fácilacceso del agua (aprovechando el declive naturaldel terreno), que vendría canalizada desde algúnmanantial próximo o desde el Arroyo Pajares.

El edificio se extiende, de este a oeste,sobre una superficie de más de 500 m2, con unatendencia hacia la planta rectangular3. Estabaperfectamente adaptado al terreno a partir de unsuave escalonamiento de sus dependencias, endirección norte-sur, permaneciendo su imagenparcialmente oculta en su vertiente oeste y norte(Lám. 2).

Igualmente se ha podido apreciar que suspropietarios no escatimaron recursos para garan-tizar la estabilidad y firmeza de estas instalacio-nes. Una prueba de ello la encontramos en la uti-lización, a modo de cimentación, de grandes si-llares de arenisca (opus quadratum), de 0,60 m deanchura, que arrancan del firme natural (consti-

Lámina 1: Vista del yacimiento desde el Cerro del Toro

Figura. 2: Localización de las tres zonas excavadas del yacimiento (1991)

Figura 3: Planta del edificio termal

Durante largo tiempo la huella de lapresencia romana se vio restringida a los

pequeños fragmentos cerámicos quesalpicaban las tierras de labor

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LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

tuido por arenas y grabas fosilizadas en la zonaque ha podido ser documentada). Esta soluciónarquitectónica llega a formar parte, en buenamedida, de la primera hilada del alzado de losmuros del edificio que, posteriormente, se vecontinuada con un segundo cuerpo realizado enmampostería o en opus mixtum (combinación demampostería y ladrillo). De este segundo cuerpo

se conservan diversos vestigios con alturas queoscilan entre 0,40 y 1,80 m.

El complejo termal se articula, básicamen-te, entorno a dos zonas intercomunicadas: el áreafría y el área calefactada4. Cada una de ellas cuen-ta con diversos ámbitos o salas.

El área fría

El área fría gira alrededor de un patioporticado (Fig. 3, 3), de 78 m2, realzado con docecolumnas5. Su espacio central, de 4 x 4 m, estápavimentado con un mosaico (opus tessellatum),polícromo, con una decoración geométrica sim-

ple formada por círculos secantes con rectángu-los curvilíneos y con cruces de Malta en el inte-rior6. Los bordes del mismo están ligeramente

sobreelevados frente al resto del conjuntomusivario7. Rodeando el espacio central se dis-pone un pasillo, de 2 m de ancho, que presentaigual decoración que la zona ya reseñada. El ni-vel de conservación del pavimento es aceptablesalvo en los ángulos noreste y suroeste. Tambiéndebemos hacer mención al suave desnivel delsuelo, en dirección norte-sur, que facilitaría la lim-pieza del pasillo, haciendo discurrir el agua haciala arqueta localizada en el lado sur (Lám. 2 y 3).

En torno al patio se han localizado cincoámbitos. En el lado norte hay una habitación de4 m de ancho (Fig.3, 6), en cuyos lados este yoeste se adosan sendos bancos corridos8, reali-zados en ladrillo y revestidos con mortero de pocacalidad (Lám. 4). En el primer tramo del mismo,junto al vano de acceso, aparecen dos tégulasdispuestas en vértice9. Está pavimentada con unmosaico polícromo con un motivo de escamas ypeltas (Lám. 5).

En la zona coincidente con el vano de ac-ceso el mosaico se enmarca con grandes losas demármol. Dichas losas cubren el escalón de ladri-llo con el que se salva el desnivel entre esta es-tancia y el patio.

Lámina 2: Vista general de las termas

Lámina 3: Patio porticado

Lam. 4: Banco corrido en el apodyterium

Lam. 5: Pavimento musivario del apodyterium

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8 CILNIANA

La estanciadescrita pareceestar flanqueadapor dos fontanas(Fig. 3, 4 y 5). Laúnica excavada ensu integridad po-see planta absidal,con un diámetrode 1,20 m (Lám. 6).La pared interiorpresenta dos ca-pas de enlucido

que constituyen el soporte para los elementosdecorativos: el suelo y la parte baja de la pared

estaban decoradascon placas de már-mol (quedan algu-nas piezas e im-prontas); el restodebió de estar or-namentado con unmosaico parietalpolicromo, con unenmarque de con-chas, del que sehan podido recu-perar un gran nú-

mero de fragmentos. Su suelo dispone, en su án-gulo sureste, de un aliviadero.

Al este delpatio se señalandos ámbitos. Elprimero de ellos(Fig.3, 2) tiene unadimensiones de 4x 2,4 m (Lám. 7).Hay restos de en-lucido en sus para-mentos, algunosde ellos con indi-cios de pintura alfresco. El suelo

conserva algunos vestigios de pavimento de mo-saico policromo. Además se ha documentado una

moldura o rodapié, de media caña de opussigninum (mezcla de mortero de cal y fragmentosde cerámica), que protege el punto de contactoentre los paramentos y el suelo en sus lados nor-te, este y oeste, viéndose interrumpida en esteúltimo por una pequeña estructura de ladrillo (po-sible escalón). El ámbito contiguo (Fig.3, 9) nosofrece una piscina de 3,40 x 3,50 m, con pavi-mento de pla-cas de mármol(Lám. 8). Susmuros estánrevestidos conuna doble capade opus sig-n inum que ,igualmente, esutilizado a mo-do de moldurade media cañacomo refuerzode las zonas de unión del fondo con los laterales.En el lado más próximo al vano de entrada dispo-ne de un escalón o banco (acceso y asiento).

En la zona sur del patio se han localizadootros dos ámbitos. El más grande de ellos, conunas dimensiones de 4 x 4,70 m, es una posibleletrina (Fig.3, 7). Se encuentra a 0,70 m. por de-bajo del nivel del patio (Lám. 9), que se salva através de unapequeña plata-forma situadaen el ángulonoroeste. Elsuelo es deopus signinum ytiene una sua-ve inclinaciónhacia la zonacentral del mu-ro sur dondese ubica un pe-queño receptá-culo, delimitado por medio bocel del mismo ma-terial. Por sus lados norte y este discurre un pe-queño canal, que quedaría cubierto por un ban-co corrido, hoy desaparecido, por el que circula-ba el agua que saneaba la letrina en dirección a lared de alcantarillado que corre bajo el suelo deeste ámbito.

Finalmente, el ámbito colindante, es unanueva piscina de 4 x 3,5 m (Fig. 3, 8), con paredesy suelo de opus signinum, este último con la carac-terístico moldura de media caña sólo interrumpi-da en la pared sur por la boca del desagüe. Lazona del acceso viene marcada por una bancadade mampostería y una pequeña escalera de cua-tro peldaños (Lám. 10).

LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

Lam. 6: Fontana

Lam. 7: Posible acceso a las termas

Lam. 8: Piscina de agua fría

Lam. 9: Letrina

Lam. 10: Piscina de agua fría

Lam. 11: Tepidarium.Detalle del hipocausto de la primera sala

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El área calefactada

A través de un vano abierto en el murooeste del patio nos introducimos en el áreacalefactada, compuesta de cuatro salas y dos hor-nos.

La primera sala (Fig.3, 10), de 3 x 6 m, po-see una cabecera absidal. Su suelo (suspensurae)ha desaparecido, lo que nos permite observar elhipocausto (la cámara de calor creada para la cir-culación del aire caliente), con una altura de 0,90m, y los elementos de sustentación del suelo (Lám.11). A primera vista podemos observar dos solu-ciones constructivas diferenciadas: la zona máspróxima al acceso adopta el sistema adintelado,con pilas de ladrillos rectangulares y circulares(20 cm de diámetro), además sus paredes estánrevestidas de ladrillo; la zona de la cabecera con-serva la huella del sistema de arquillos, apoyadosen ladrillos rectangulares (30 x 20 x 5 cm), y nosofrece la obra de sillería de sus muros sin ningúnaditamento. Entre el suelo y los muros hay indi-cios del arranque de los falsos tabiques que da-ban lugar a las concamerationes (cámaras internasque discurrían por las paredes para facilitar elpaso de los humos, gases y el aire caliente prove-niente de los hornos).

Desde la estancia anterior accedemos auna sala de 5,30 x 5,30 m (Fig.3, 11), en la que se

inscribe unapiscina circularde 4,50 de diá-metro (Lám.12). Disponede cuatro acce-sos / asientoque coincidencon los ángu-los de la sala.La piscina pre-senta el carac-terístico mor-

tero hidráulico (opus signinum) en paredes y sue-lo, y la media caña de refuerzo en la unión delfondo con la pared.

La siguiente sala (Fig. 3, 12), comunica di-rectamente con la primera, tiene una planta rec-tangular dividida en dos espacios por un murode ladrillo10. A diferencia de la primera en estaocasión se ha conservado la suspensurae confor-mada por ladrillos, probablemente bipedales,cubiertos por un mortero de cal y arena que ser-vía de asiento al pavimento, constituido por unenlosado de mármol del que quedan algunos ves-tigios (Lám. 13). También se ha documentado unrodapié o cuarto de bocel que sellaba la juntaentre el suelo y el revestimiento de las paredes.

En cuanto a la cámara inferior (hipocausto) es muyprobable que mantenga los mismos criterios cons-tructivos que en la primera sala. Finalmente hayque destacar los restos conservados de lasconcamerationes que discurren paralelas a los mu-ros (Lám. 14).

La últimasala posee unasmedidas de 3,20 x2,70 m a la que seadosan dos bañe-ras (alveus), una deellas absidada y laotra rectangular(Fig. 3, 13). La pri-mera nos muestrasus paramentos ysuelo cubiertos demortero hidráulico, y un acceso de tres peldañoscon improntas de placas de mármol (Lám. 15). Lasegunda bañera debió estar completamente re-vestida de placasde mármol, con-tando, en la zonade acceso con unmurete de separa-ción y un pequeñopeldaño que servi-rían de asiento yrespaldo para elbaño.

En cuantoa los hornos(fornax) se ubican al oeste del área calefactada.Uno de ellos, apenas excavado, nos ofrece un es-trecho pasillo, de 2,50 de longitud, delimitadopor dos muros de mampostería revestidos de la-drillo (Fig. 3, 16). Por su situación parece estardestinado a proporcionar calor a la sala contiguaa través del alveus rectangular (Lám. 16). Junto a

LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

Lam. 12: Frigidarium. Piscina de planta circular

Lam. 13: Tepidarium. Suelo de la tercera sala

Lam. 14: Detalle de las concamerationes

Lam. 15: Caldarium

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10 CILNIANA

él hay un recinto de planta cuadrada, no excavado,que pudo estar ligado a este horno.

El segundohorno (Fig. 3, 15)está delimitadopor dos muros deladrillo que seadosan parcial-mente en la obrade sillería del edi-ficio. Tiene unalongitud que seaproxima a los 2m. Delante de élhay una pequeña

cámara de servicio (praefurnium / propnigeum) queposibilitaría la alimentación y limpieza del horno

(Lám. 17). Está de-limitada por dosmuros de ladrillo yun tercero, de tra-yectoria irregular,de mampostería.

Otros espaciose instalaciones

Junto a lasdos áreas descri-tas se han puesto

al descubierto dos espacios, de funcionalidad másimprecisa, y un depósito de agua.

El primero de los espacios (Fig. 3, 14), conuna extensión de 70 m2, discurre al norte del áreacalefactada. Tiene una planta algo irregular y cuen-ta con un muro de cerramiento de mamposteríaque en algunas zonas cumple las funciones demuro de contención (Lám. 18). En su lado inter-

no se han conservado algunos tramos de enluci-do con decoración pintada, con la técnica al fres-co, en la que se suceden diversas franjas, vertica-les y horizontales, que podrían imitar placas demármol. Llama la atención su desnivel frente aotras dependencias del edificio y la falta de sue-lo. En el extremo más noroccidental se ha detec-tado una pequeña estructura de planta rectangu-lar enmarcada con trozos de tégula y rellena contierra y mortero de cal.

El segundo espacio consiste en una plata-forma empedrada de la que se han exhumado 12

m2 y cuya extensión final desconocemos dado queen buena parte se oculta bajo de la vía urbanac o l i n d a n t e(Fig. 3, 1). Porella discurrendos canaliza-ciones (Lám.19). La de me-jor factura (ca-nalización dedesagüe) pre-senta bloquesde sillería dearenisca, lechode ladrillo ycubierta realizada con ímbrices. Su salida se pro-duce en el lado sur de la plataforma, a 50 cm deprofundidad respecto a la rasante del empedrado.

Finalmente el depósito de agua (castellumaquae) nos ofrece unas medidas de 6 x 5 m (Fig.3, 17). Cuenta en su interior con seis piletas cu-yas dimensio-nes van decre-ciendo de oes-te a este. To-das ellas estánrevestidas deopus signinum(Lám. 18 y 20).

En sumuro de cierremejor conser-vado (60 cm dealtura), en el lado norte, se abren dos pequeñosorificios de 10 cm de diámetro por los que entra-ba el agua. Próximo al depósito, y tomando di-

rección sur, se ha podido detectar la canalizaciónque conducía el agua del depósito hacia el edifi-cio termal, realizada con ladrillos y pequeños si-

LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

Lam. 16: Horno situado junto al caldarium

Lam. 17: Vista general del segundo horno

Estamos ante un baño privado (balneum)perteneciente a una villa suburbana, ligada a

la ciudad romana de Suel.

Lam. 18: Muro de cierre del área de descanso

Lam. 19: Plataforma empedrada junto al acceso

Lam. 20: Castellum aquae

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CILNIANA 11

LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

llares de arenisca y con un suelo constituido portégulas.

III.- INTERPRETACIÓN FUNCIONAL(FIG. 3)11

El acceso a los baños debió de ubicarse enla zona nordeste del edificio, la peor conocida alhallarse parcialmente bajo vía urbana adyacente(antigua variante de Fuengirola). Desde una pla-taforma empedrada (Fig. 3, 1) se ingresaba a unpequeño vestíbulo (Fig. 3, 2) ricamente decora-do.

A continuación un patio porticado (Fig. 3,3), a modo de distribuidor, dirigía a los bañistashacia las diversas estancias del edificio.

En el lado norte del patio, y delimitadopor dos pequeñas fontanas (Fig. 3, 4 y 5), se abreel apodyterium / vestuario (Fig. 3, 6). A él se llegaascendiendo un peldaño.

En el lado sur se ubica la letrina (Fig. 3, 7)y una pequeña piscina de agua fría (Fig. 3, 8). Aambas se desciende por medio de escalones ogradas que salvan el desnivel existente con elpatio. En el este nos encontramos con otra pisci-na (Fig. 3, 9), también de agua fría.

Desde el patio porticado entramos en co-municación con el área calefactada, compuestade cuatro salas calentadas por dos hornos. Laprimera de ellas es el tepidarium / sala tibia (Fig. 3,10). Es la sala más alejada a los hornos y por tan-to recibía el aire caliente, más atenuado, a travésde la sala contigua. Probablemente esta estanciapudo servir de apodyterium en invierno.

La segunda sala (Fig. 3, 11), localizada alsur de la anterior, no parece disponer de ningunaconexión con los puntos de calor por lo que po-dría tratarse del frigidarium / sala fría12.

La tercera sala (Fig. 3, 12) podría tratarsede un segundo tepidarium aunque no se descar-tan otras posibilidades.

La cuarta, y última, es el caldarium / salacaliente (Fig. 3, 13), con dos alveus y biencalefactada por uno de los hornos del complejo.

Completa el área calefactada dos praefurnia,ubicadas al oeste y al sur del edificio, con sushornos y sus correspondientes dependenciasauxiliares (Fig. 3, 15 y 16).

Al norte del área calefactada se encuentraun espacio abierto, con un marcado desnivel (Fig.3, 14). Está comunicado con el patio porticado.En su lado más septentrional existen indicios (res-

tos de un posible banco y pintura parietal) quenos indican que pudo estar parcialmente cubier-to. Todo ello nos hace pensar en la posibilidad deun área de descanso o recreo.

Finalmente en la zona más elevada delconjunto termal se ubica el depósito de agua,castellum aquae (Fig. 3, 17). Se trata de un peque-ño edificio al que sería conducida el agua, desdealgún manantial o arroyo, para su decantación yposterior canalización hacia los baños.

IV.- CONCLUSIONES

Estamos ante un baño privado (balneum)perteneciente a una villa suburbana13, ligada a laciudad romana de Suel14, que ha sido detectada alotro lado de la variante a menos de 30 metros dedistancia de las termas.

Desconocemos si ambos edificios, villa ybalneum, formaron parte de una misma unidadarquitectónica, dado que las obras de la variantehan destruido toda prueba arqueológica. A pesarde ello es probable, ante la diferencia de altura ala que se encuentran y la aparición del tramo deescalera localizado en 1987, que se tratara deconstrucciones independientes aunque comuni-cadas con una escalinata.

En cuanto a los aspectos cronológicos denuestro complejo termal nos encontramos condificultades para determinar el momento inicialde su construcción y las diferentes fases de suevolución arquitectónica15. No obstante vamos aexponer algunos datos que nos aproximan a lasrespuestas buscadas pero que indudablementerequerirán, en un futuro, una contrastación a tra-vés de una investigación más profunda.

A primera vista resalta la notable exten-sión y monumentalidad del edificio, junto a suindividualidad frente al resto de dependenciasde la villa. Todas estas características se im-pulsan, en el mundo romano, durante el sigloII y III d.C., culminándose a lo largo del sigloIV d.C.16. El proceso, en nuestro caso, pudo sergradual, como se adivina a través de su cimen-tación, en donde se observa un núcleo princi-pal en sillería que se amplia con nuevas es-tructuras, en todas direcciones, en las que pre-domina la mampostería.

A primera vista resalta la notable extensión ymonumentalidad del edificio, junto a su

individualidad frente al resto dedependencias de la villa

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LAS TERMAS DE LA FINCA EL SECRETARIO

También hemos podido obtener datos deinterés gracias al buen estado de conservacióndel área calefactada, especialmente del análisisde los elementos constructivos de loshipocaustos17. Se ha comprobado la existencia deun área (piso de la cámara de calor) de opussigninum, práctica generalizada a partir del sigloII d.C. En cuanto a los elementos de sustentación,se ha observado la convivencia de pilas y arcos(estos últimos utilizados a partir de finales delsiglo II d.C.), circunstancia advertida en otras ins-talaciones termales a partir del siglo III d.C. Fi-nalmente se ha constatado el uso, poco frecuen-te, de ladrillos rectangulares con recortes regula-res y simétricos en la construcción de lasconcamerationes18.

Con estas premisas consideramos que elmomento de apogeo de nuestro balneum debiótener lugar durante el Bajo Imperio, entre los si-glos III y IV d.C.

A lo largo de su vida activa se vio someti-do a distintas remodelaciones que afectaron a lafuncionalidad y decoración de algunos de susámbitos. Una muestra de ello la encontramos enel patio porticado. En una primera fase la zonacentral contó con una piscina que, en un momen-to posterior, será rellenada y cubierta con un pa-vimento musivario similar al del pasillo circun-dante. Puede ser que este cambio diera lugar a laconstrucción de alguna de las piscinas que ro-dean el patio.

Finalmente otro hecho que ha podido seranalizado es su etapa final. Todo parece indicarque, tras el abandono de su función original, fuereutilizado con un fin industrial (relacionado conla pesca)19 o incluso doméstico, entre finales delsiglo IV y la primera mitad del V d.C. Estamosprobablemente ante una ocupación residual. Susnuevos propietarios vieron unas indudables po-sibilidades en un edificio de tan buena factura,aunque probablemente mermado en sus dimen-siones, y despojado de la mayor parte de sus ele-mentos decorativos. Entre las huellas que nosha dejado esta última etapa podríamos mencio-nar la ruptura intencionada del pavimentomusivario en el ángulo suroeste del patioporticado, zona muy degradada, en la que se hanlocalizado anzuelos y vestigios de un posible ha-bitáculo.

Junto a toda esta información sobre suarquitectura, en la que esperamos profundizar enel futuro, hemos tenido la oportunidad de acce-der a un interesante material cerámico y a dife-rentes componentes de su decoración (mosaicos,placas decoradas, pinturas apriétales,...) que ana-lizaremos en próximos artículos.

Notas1 Los pormenores de este proceso han sido expuestos en

HIRALDO AGUILERA, R., “La recuperación del yacimientoromano de la Finca El Secretario (Fuengirola, Málaga)”, Re-vista Ateneo del Nuevo Siglo, Málaga, 3, 2002, pp. 135-140.

2 La antigua línea costera discurría a escasos metros delactual trazado de la línea del ferrocarril.

3 Las dimensiones finales no se conocen al encontrarseparte del edificio bajo el actual trazado de la vía urbana quediscurre por su lado norte.

4 El área calefactada se señala claramente por la existen-cia de las cámaras y conductos para el paso del aire caliente.

5 Se han hallado dos tambores de columna de arenisca enuna zona próxima al patio.

6 La descripción es provisional dado que parte del mo-saico está sin limpiar.

7 Este hecho podría deberse al proceso de asentamientode los rellenos que cubren una antigua piscina, menos acusa-do en la parte perimetral al estar apoyado casi directamenteen el borde superior de la piscina.

8 Ambos bancos cubren el pavimento musivario de la es-tancia.

9 Desconocemos su finalidad constructiva.10 En una primera aproximación creemos que podría tratar-

se de una reforma realizada sobre la primitiva planta de la sala.11 La interpretación funcional tiene un carácter provisional

dado que aún quedan diversas zonas pendientes de excavación.12 Durante la excavación de esta sala, realizada en 1991, se

pusieron al descubierto una gran cantidad de fragmentos de pin-tura parietal con escenas de carácter naturalista. Esta circuns-tancia podría ser un indicador a la hora de fijar su uso comofrigidarium si atendemos a algunos estudios como los deGUIRAL, C., “Decoración pictórica de los edificios termales”,en FERNÁNDEZ, C. y GARCÍA, V. (eds.), Termas romanasen el Occidente del Imperio (II Coloquio Internacional deArqueología), Gijón, 2000, pp. 115-121.

13 FERNÁNDEZ VEGA, P. A., “Las áreas periurbanas delas ciudades altoimperiales romanas. Usos del suelo y zonas re-sidenciales”, Hispania Antiqua, XVIII, Valladolid, 1994, pp.141-158.

14 La ciudad romana de Suel se localiza en el entorno delCastillo de Fuengirola.

15 Ello es debido a que las intervenciones arqueológicas lle-vadas a cabo hasta el momento han tenido un carácter de urgen-cia, teniendo como fin la delimitación y puesta en valor del edi-ficio.

16 GARCÍA ENTERO, V. y ARRIBAS DOMÍNGUEZ, R.,“Los balnea de las villae y su proceso de monumentalización”,en FERNÁNDEZ, C. y GARCÍA, V. (eds.), Termas romanas...op. cit., pp. 83-96.

17 Para este análisis se ha tomado como referencia el re-ciente estudio de GARCÍA ENTERO, V., “Reflexiones entorno a las termas de las villae hispanorromanas: cronologíay dispersión geográfica”, en MORENO, L. y RASCÓN, S.(eds.), Ocio y espectáculo en la antigüedad tardía (Actasdel II Encuentro Hispania en la antigüedad tardía), Alcalá,1997, pp. 59-78.

18 Tienen cierta semejanza con los ladrillos del modelo 6 delas termas de Tongobriga, aunque sin el agujero centralelipsoidal. Están presentes en las paredes del caldarium, de épocaFlavio. LINO DIAS, “Arquitectura com tijolo em Tongobriga:estudo dos materiais das termas e dos aparélhos dos muros”, enBENDALA, M.; RICO, C. y ROLDÁN, L. (eds.), El ladrillo ysus derivados en la época romana (Monografías de Arquitec-tura romana, nº 4, Madrid, 1999, pp. 277-290.

19 En un yacimiento próximo de nuestra localidad, las Ter-mas romanas de Torreblanca del Sol, se ha detectado un proce-so similar de reconversión aunque en momentos más tempranos,desde mediados del siglo III d.C. PUERTAS TRICAS, R., “Loshallazgos arqueológicos de Torreblanca del Sol (Fuengirola)”,Mainake, VIII-IX (1986-87), pp. 145-200.

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CILNIANA 13

La Familia y las Relaciones Familiares a travésde los Testamentos. Mijas, 1730-1745

Eva Mª Gil BenítezAsociación de Estudios Históricos sobre la Mujer (Universidad de Málaga)

RESUMEN

El estudio de los testamentos como reflejo de la religiosidad popular ha venido dando susfrutos desde que en los años 70 los historiadores franceses plantearan la cuestión. Al mismotiempo, se profundizó en la desacralización del mundo moderno que se observaba a través deestas escrituras. Profesión de fe, disposiciones sobre exequias y lugar de entierro se convier-ten en trámites dentro del contenido de un documento en el que cobran importancia el restode cláusulas dispositivas relativas a la familia y a la situación económica que deja el otorgan-te cercano el trance de la muerte.El presente artículo pretende acercarnos al reflejo de la composición de las familias a travésde los testamentos y los vínculos sentimentales y económicos que les unían. Y todo ellotomando como referencia la villa de Mijas durante el segundo cuarto del siglo XVIII.

ABSTRACT

The study of testaments as reflex of popular religiosity produces effects since in the Seventies French Historicianswould raise the question. At the same time they got to the bottom of the loss of religious customs in ModernAge which was observed through these documents. The professing of faith, dispositions about exequies andplace of burial turn into steps inside the context of the document in which the perceptive clauses about thefamily and the economical situation of the maker take importance.The present article tries to approach to the reflex of the family composition through the testaments and thesentimental and economical entails that joined them. And this taking as reference the village of Mijas duringthe second quarter of the XVIIIth century.

l planteamiento de este artículo busca pro-fundizar en la familia y las relaciones

familiares a través de las disposiciones testamen-tarias. El objetivo es doble: conocer, a grandesrasgos –ya que, como podrá comprobarse, enalgunos aspectos el testamento no busca unaespecial exhaustividad– la composición de la fa-milia; y, por otra parte, el complejo mundo delas relaciones humanas, con unos lazos que uníana familias tanto en lo sentimental como en loeconómico.

La elección de la villa de Mijas como refe-rencia geográfica para este artículo se fundamen-ta en el interés que podía despertar su carácterde espacio fronterizo entre el mundo rural y elcostero. Era, además, una zona con un impor-tante crecimiento demográfico a lo largo del si-glo XVIII1, por lo que la elección de los añostranscurridos entre 1730 y 1745 como referen-

cia cronológica parece justificada. Se trata tam-bién de un intervalo de años que se correspon-de prácticamente con el periodo observado entrabajos anteriores sobre el ámbito rural mala-gueño, lo que nos permitirá tener referenciascercanas2.

La recopilación de datos se llevó a caboen el Archivo Histórico Provincial de Málaga. Sehan recogido un total de 174 documentos, en sumayoría testamentos, aunque también encontra-mos otras escrituras relacionadas con la disposi-ción de la última voluntad, como son poderespara testar y codicilos.

LA DOCUMENTACIÓN3

Se compone de 174 documentos, de loscuales 140 son testamentos, 24 son poderes paratestar y 10 son codicilos.

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Veintitrés de los mencionados testamen-tos van precedidos de un poder para testar, es-critura por la cual se concedía a una persona dela entera confianza la capacidad de dictar testa-mento –toda vez que el otorgante se encontrabaya en grave peligro de muerte–, “con que no seentienda para señalar entierro alvaseas y herederos...”

Entre el poder para testar y el testamen-to, otorgado una vez fallecida la persona, suele

transcurrir un breve intervalo de tiempo. De estamanera, en el 65% de los casos, el testamento seencuentra fechado antes de tres días. Y aunquenos hallamos con poderes para testar y testamen-tos otorgados con una diferencia de hasta 18meses, en algún caso podemos comprobar quela muerte se produjo el mismo día en el que seotorgó el poder, aunque circunstancias no decla-radas hayan retrasado el testamento4.

Se puede señalar que 7 de los 140 testa-mentos van acompañados de codicilos, que sonel instrumento para dejar constancia –sin quepierda validez el testamento– de nuevas situa-ciones, como la pérdida de capacidad económi-ca5, el fallecimiento de alguna de las personasmencionadas en las disposiciones testamenta-rias6; o para recordar o aclarar alguna circuns-tancia que quedó pendiente en el testamento7.Entre el testamento y el codicilo pueden trans-currir desde 1 día hasta 23 años, siendo habitualque haya un intervalo de tiempo mayor de unmes ya que su importancia radica en el hecho dereseñar nuevas circunstancias vitales que no apa-recen en el testamento.

Resulta interesante reseñar que práctica-mente hay igualdad entre hombres y mujeres ala hora de disponer su última voluntad, con un50% de hombres, 47,9% de mujeres y un simbóli-co 2,1% de matrimonios que otorgan testamentode mancomún. En este caso, la tendencia es lacontraria a la que pudimos observar en el Parti-do de Vélez-Málaga, en fechas muy similares,donde las mujeres eran las que superaban a loshombres en el trámite del testamento8. A la horade conceder un poder para otorgar testamento,la mujer confía abrumadoramente (90%) en loshombres de su entorno, como el marido o uncuñado. Los hombres, en cambio, reparten estaconfianza tanto en mujeres (57,1%) como en otroshombres (35,7%).

Existen otros aspectos previos de interésen la documentación para el estudio de las rela-ciones familiares a través de los testamentos queno quisiéramos dejar de señalar, como son elnombramiento de albaceas y el de herederos.

La designación de albaceas y de herede-ros era fundamental en la redacción del testa-mento. Tanto es así que incluso en aquellos ca-sos en los que se delegaba su otorgamiento através de los poderes para testar, las únicas dis-posiciones irrenunciables eran la elección de lasepultura, el nombramiento de albaceas y el deherederos. Tan sólo en el testamento de MariaAlvarez9 no ha habido nombramiento de albaceasni de herederos, sin que conozcamos si este he-cho particular se debe a un olvido o a algunacircunstancia concreta10.

El albacea de un testamento era la perso-na encargada de cumplir la voluntad del testador.Hay un total de 270 nombramientos de albaceasen los testamentos de la villa de Mijas entre 1730y 1745, lo que supone una media de 1,9 por es-critura, con oscilaciones de 1 a 3. Se trata decifras muy inferiores a las obtenidas en el mun-do urbano11 e incluso por debajo de la media de2,1 albaceas (y oscilaciones de 1 a 5) de los tes-tamentos del Partido de Vélez-Málaga12 y se jus-tificarían en el hecho de que nos encontramosante testamentos menos problemáticos de eje-cutar.

Casi el 60% de los albaceas nombrados enlos testamentos estaban unidos por algún lazofamiliar con el otorgante. Entre ellos, el mayorgrado de confianza recaía en hijos varones y enel esposo. Un yerno, la esposa o los hermanosvarones también eran elecciones habituales; y ya,a algo más de distancia, el padre, un cuñado oun compadre. Aunque éste último no perteneceen sí a la familia, se trata de un parentesco “vo-luntario”, buscado, con fines como el aquí seña-

LA FAMILIA A TRAVÉS DE LOS TESTAMENTOS. MIJAS 1730-1745

Gráfico 1Distribución por sexos de los testamentos

Fuente: Elaboración propia

El planteamiento de este artículo buscaprofundizar en la familia y las relacionesfamiliares a través de las disposiciones

testamentarias

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lado de ayudar en los momentos difíciles de en-fermedad y proximidad de la muerte13. De formamás esporádica se acudía a sobrinos/as, suegro,tío, hermana, hija, nuera, madre, padrastro o unprimo como garante de las disposiciones testa-mentarias. Habría que reseñar también la circuns-tancia de que apenas el 15% de los albaceas detestamentos son mujeres y que todas ellas per-tenecen a las familias de los otorgantes.

Algo más del 40% de los albaceas testa-mentarios no poseían un vínculo familiar con elotorgante, o por lo menos éste no había sidodeclarado. En algunos casos pertenecían al clero(el 33% de éstos) y en menor medida ejercían unaprofesión u oficio (el 6%: escribano, patrón, mili-tar). Ahora bien, son más los ejemplos en los queno tenemos noticia sobre el tipo de relación queunía al otorgante con sus albaceas, aunque su-ponemos que se preferiría depositar la confian-za en personas del ámbito más cercano o quegozaban de influencia entre los vecinos.

El último paso en la disposición del testa-mento consistía en nombrar a los herederos. Loshijos se convertían en herederos “forzosos” de laparte correspondiente de los bienes de sus pro-genitores (la llamada “legítima”). De esta mane-ra, en casi el 80% de los testamentos de la villade Mijas entre 1730 y 1745 son los hijos los queaparecen como herederos universales. Pero el 20%restante refleja otras circunstancias previsibles,como aquellas en las que los otorgantes no ha-bían contraído matrimonio o cuando habiéndolohecho no han llegado a tener hijos o éstos hanfallecido. En estos casos, el cónyuge supérstite,los padres, sobrinos, hermanos y nietos –por esteorden– se convierten en destinatarios de los bie-nes. La incidencia de las segundas nupcias tam-bién se encuentra presente en testamentos comoel de Maria Truxillo, casada con Francisco XinesMartos, que nombraba como herederos a Manuely a Francisco, los hijos de su marido y de la ante-rior mujer de éste14.

No siempre era una persona física la des-tinataria de la herencia. Para algunos otorgantesera muy importante asegurar el bienestar de sualma y, por ello, cuando no existía la obligaciónde legar a parientes se optaba por destinar estedinero a misas de difuntos. Así lo hacen MelchoraPerez, soltera15, y Pedro Cortés, viudo16. En estesentido, el testamento de Joseph Manenz es uncaso muy particular entre los recopilados. Enfer-mo, natural de Blasaz, obispado de Barcelona,en apenas un folio deja constancia de su últimavoluntad. El nombramiento de un patrón, Pablo(de apellido ilegible), como su albacea nos hacepensar que se trataba quizás de un marinero queenfermó en las costas de Mijas. Además dispo-nía que debido a que era soltero y que sus pa-

dres habían muerto, era su voluntad que sus bie-nes pasaran a disposición del párroco de la vi-lla17.

LA FAMILIA: SU COMPOSICIÓN

Los testamentos nos permiten una recons-trucción bastante acertada de las familias en as-pectos tales como el estado civil de lostestadores; frecuencia de las segundas y terce-ras nupcias entre éstos y la endogamia geográfi-ca de otorgantes, de sus progenitores en inclusode sus descendientes. En contadas ocasiones sehace alusión a la duración de la vida conyugal; y,en estos casos, podemos comprobar que la lon-gevidad en las uniones no era una excepción.

Con respecto al número de hijos, obser-vamos en ocasiones una cierta indeterminación,pues la mayoría de los testadores acuden a laexpresión “y tuvimos por nuestros hijos que oy vi-ven...” para evitar el penoso trance de recordar aaquellos que murieron en la infancia. Sí hay unaalusión expresa a los hijos fallecidos en edadadulta, especialmente cuando están casados ytienen recibida la dote o el capital, para de estamanera evitar conflictos con el resto de la fami-lia sobre lo que le corresponde recibir a cadauno de los hijos –y en caso de fallecimiento, alos descendientes de éstos– en el futuro repartode las legítimas paterna y materna.

De esta manera, el 53,9% de las mujeres yhombres que otorgaron testamento en la villa deMijas entre 1730 y 1745 estaban casados; el 35,4%eran viudos o viudas y el 7,3% no se habían casa-

do y todo parece indicar que se trataba de unasoltería definitiva18.

El estado civil predominante es el delmatrimonio, aunque las cifras son algo inferio-res a las de otros ámbitos territoriales cercanos19.En cambio, el porcentaje de viudos y de viudases más elevado, ayudado también por el hechode que la proporción de personas que no acce-dieron al matrimonio está en unos niveles muybajos, inferiores incluso a la media habitual enel mundo rural europeo20.

Desglosado por sexos, resulta llamativocomprobar el equilibrio absoluto entre mujeresy hombres casados (55,8%). Y si en gran parte delas poblaciones era habitual encontrar más mu-

LA FAMILIA A TRAVÉS DE LOS TESTAMENTOS. MIJAS 1730-1745

Casi el 60% de los albaceas nombrados en lostestamentos estaban unidos por algún lazo

familiar con el otorgante

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LA FAMILIA A TRAVÉS DE LOS TESTAMENTOS. MIJAS 1730-1745

jeres viudas y solteras que hombres en estasituación –favorecido por una mayor supervi-vencia de éstas21–, en la villa de Mijas la pro-porción de viudas respecto a la de viudos noera especialmente significativa (38,4% frente al34,9%). Además, las solteras apenas suponíanel 5,8% de las otorgantes de testamentos, mien-tras que los hombres superaban el 9,3% de losvarones.

La incidencia de las segundas y posterio-res nupcias es muy escasa entre los otorgantesde testamento, pues apenas trece de ellos (7,3%)

declaran un segundo o un tercer matrimonio. Eneste último caso se encuentran tan sólo dos denuestros otorgantes y los dos son hombres: DnDiego Fernández de Cárdenas, propietario de unmolino22, y Agustín Muñoz23.

El testamento se nos revela como un efi-caz instrumento para analizar la endogamia geo-gráfica de la población, en este caso, en un ám-bito rural y costero, como el de la villa de Mijas.El dato se ofrece en distintas partes de la escri-tura: cuando la persona otorgante declara vecin-dad y lugar de origen24, al hacer mención de sufiliación25 y al hablar del matrimonio, propio26 ode los hijos27.

El 80% de las personas que aparecen comootorgantes de testamento en Mijas entre 1730 y1745 ha formado una familia con vecinos y veci-nas de la villa. El 20% restante reconoce un vín-culo familiar externo a ella. Las relaciones máshabituales se establecen con la capital y los nú-cleos cercanos o más poblados28 (por ejemplo,Coín, Alhaurín el Grande, Marbella o Guaro). Perotambién encontramos ejemplos de emigraciónprocedente de otras localidades andaluzas (Gra-nada, Almería, Jaén), españolas (Madrid,Salamanca, Barcelona, Toledo, Cuenca) y extran-jeras (Génova, Ducado de Saboya).

Sería muy interesante conocer la duraciónmedia de la vida conyugal de los vecinos de Mijasen el periodo analizado, pero son pocas las per-sonas que nos proporcionan este dato. Ahorabien, si extrapolamos las cifras de aquellos quehacen referencia a la duración de su matrimo-nio, obtendríamos una cifra media de 27 años;es decir, toda una vida, teniendo en cuenta quela esperanza media de vida de la época era bas-tante baja.

Esta media esconde ejemplos de longevi-dad marital poco corrientes, como el del matri-monio formado por Mariana Gonsales y JosephGalan Fernandes. La mujer, en testamento fecha-do el 9 de abril de 1731, declara que “... abra mastiempo de 45 años que case con Joseph Galan...”29.Un año después encontramos el testamento delesposo por el cual conocemos que MarianaGonsales ha fallecido30.

Pero también de matrimonios truncadosdemasiado pronto, como el de Xptoval Moreno yJosepha Perez, que duró 7 años, dejando el mari-

do con su muerte dos hijos, Simon y Maria, “demenor edad”31.

Resulta aún más difícil determinar cuántopodía durar el periodo que transcurría entre lamuerte del cónyuge y la posible celebración denuevas nupcias. Si bien mujeres y hombres so-lían esperar entre un año –éstos últimos– y dosaños las mujeres para evitar conflictos de pater-nidad32, en Mijas sólo contamos con los testimo-nios de dos de las mujeres casadas en segundasnupcias como posibles ejemplos. Así, Dª JosephaCortes, en testamento fechado el 25 de diciem-bre de 1738 declaró que “...fui casada de primermatrimonio... avra 40 años... (y)... avra 33 años queme case con Luis Fernandez...”33 Cathalina FernandezChiquero estuvo casada en primeras nupcias conDiego de Navas, cuyo testamento en virtud depoder se recoge en la documentación34. Doceaños después la mujer otorga su testamento, enel que aparece casada en segundas nupcias y hatenido dos hijos más.35

El estudio de la familia en la Europapreindustrial ha permitido desechar la idea esta-blecida de matrimonios con un elevado númerode hijos. Las mujeres europeas tenían una me-dia de cinco o seis hijos36, aunque el análisis deámbitos más cercanos nos permite ofrecer cifrasmás ajustadas37. La media de hijos entre lostestadores de la villa de Mijas en la primera mi-tad del siglo XVIII se establecería en 4,07 (3,63 sicontamos a las trece parejas que dijeron no te-ner hijos). Hay matrimonios que declaran, ade-más, que la mujer se halla “fecundada”, aunqueen este caso no lo hemos tenido en considera-ción ante la posibilidad de que este hijo no na-ciera, más aún cuando es alguna de las otorgan-tes la que se encuentra en esta situación38. Tam-bién malogrado suponemos el embarazo de la

Un primer aspecto que nos ha llamado la atención tras una lectura atenta de la documentaciónrecogida es que no parece haber grandes conflictos en el seno de las familias afectadas por la

posibilidad de muerte de alguno de sus miembros

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esposa de Diego de Navas, la ya mencionadaCathalina Fernandez Chiquero, que esperaba unpóstumo en 1733. Posteriormente, en su testa-mento de 1745, la mujer declara tener dos niñasde su segundo matrimonio; de los cuatro quetenía antes de morir su primer marido ya sólohabla de tres de ellos, por lo que además de lamuerte del póstumo se habría producido el fa-llecimiento de uno de los ya nacidos.

Más de la mitad de las familias descritaspor los testamentos que estudiamos están com-puestas de dos a cinco hijos. Las grandes fami-lias, con nueve o más hijos, aparecen de formatestimonial (5%). Se da la circunstancia de que elmayor número de hijos –once– se da tan sólo enun caso, el de Joseph Fernandes, padre de oncehijos, pero seis de un primer matrimonio y cincodel segundo39.

LA FAMILIA Y EL GRUPO FAMILIAR

Familia nuclear. Familia compleja

En Mijas, al igual que en el resto de Anda-lucía, el tipo de familia predominante era la nu-clear, es decir, la integrada por la pareja y loshijos40. Pero el estudio de los testamentos enámbitos rurales cercanos nos ha permitido co-nocer otras situaciones más complejas, en las queel protagonismo no es tan sólo de padres e hi-jos, sino que encontramos la convivencia conascendientes, descendientes y colaterales; ade-más de otras relaciones de tipo más amplio quesuperan los lazos de consanguinidad41. Estamoshablando de las personas mayores o enfermasque pasaban a vivir con vecinos de la villa ante laimposibilidad de valerse por sus medios y de losniños y niñas criados por las familias sin necesi-dad de un vínculo familiar directo.

Un primer aspecto que nos ha llamado laatención tras una lectura atenta de la documen-tación recogida es que no parece haber grandesconflictos en el seno de las familias afectadas porla posibilidad de muerte de alguno de sus miem-bros. El testamento, en vez de aparecer comomedio para advertir ante conductas reprobables–fundamentalmente de los hijos–42, se convierteen instrumento para dejar constancia de actosde solidaridad. Es el caso de Maria Mendes, ma-dre de Francisco, Xptoval, Antonio y Joseph Mi-guel, que en testamento fechado en 1730, man-da al mencionado Antonio 15 pesos de a 15 rea-les (225 reales) “por el mucho amor y voluntad quele e tenido y tengo y aver estado sirviendo al Rei mastiempo de siete años porque aunque no le toco ir adho servicio por averle tocado la quinta a uno de sushermanos de su grado y voluntad por relevar a su her-mano de que fuera a padeser trabajos fue a cumplir

como buen vasallo y leal hermano para los suios y queantes de partir se les dejo encargado a sus hermanosmirasen por su querida madre...”43.

Aun así, aparecen también los habitualesavisos a los herederos para que no discutan lasdisposiciones establecidas en los testamentos.Cathalina Ruis Ybarra, viuda, declaró en su tes-tamento que al contraer matrimonio su hijo Juanle entregó dos pedazos de tierra que posterior-mente le fueron retirados “porque se halla descu-bierto del credito de dhos dos pedazos...” Para recom-pensarle la pérdida le entregó un pedazo de huer-ta y algunos bienes, pero aún le resta una canti-dad para igualar lo entregado a Diego, su otrohijo. Y así lo declara “para que no tengan discordiasni pleitos...”44.

La familia de tipo nuclear es la que apare-ce mayoritariamente descrita en los testamen-tos. Puede ser, por ejemplo, una familia como lade Blas Bolachera, natural de Vícar (Almería),dueño de la mitad de una jábega, casado conAna de Herrera y padre de Francisco y Lorenzo,menores de edad45; o como la de Ana Serrano dePerea, casada y madre de tres hijos ya mayoresde 25 años, dos de ellos casados y el tercero,

Torre de la Parroquia de Mijas (Colección Antonio Serrano Lima)

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Bartolomé, soltero, pero sirviendo como solda-do en Málaga46. En este caso ya no se trata deuna pareja que comparte hogar con los hijos,pero la lectura de su testamento nos da a enten-der que así habría sido en su momento y que,además, no parece existir ninguna responsabili-dad de cuidado hacia familiares menos favoreci-dos, así como el matrimonio tampoco necesita-ba una atención especial por parte de sus hijos.

El otorgante que dejaba hijos menores deedad acostumbraba a nombrar en su testamentoa una persona como “curador adbona” de las per-sonas y bienes de este menor o menores (es de-cir, tutor). En cambio, sólo encontramos un nom-bramiento de “curador adlitem” (el que represen-taba a los menores en posibles pleitos)47, figuracon mayor presencia en los testamentos del Par-tido de Vélez-Málaga48. Esta situación puede con-firmar nuestra primera apreciación sobre la me-nor conflictividad que, en líneas generales, en-contramos en los testamentos de la villa de Mijasentre 1730 y 1745, debido tal vez a que previa-mente a la escritura se llegaba a acuerdos fami-liares. Pedro de Suñiga, casado en segundas nup-cias con Maria Tirado, difunta –matrimonio enel que no llegaron a tener hijos– así lo hace cons-tar al declarar que “... de los bienes ya se hisoparticion entre los herederos de dha Maria Tirado, perono se hiso escriptura pues ya estaban convenidas am-bas partes...”49

El nombramiento del curador adbona solíarecaer en el padre o la madre según fuera uno uotra quien testaba. La fórmula con la que se de-

positaba la confianza en dicha persona aparecegeneralmente estereotipada (“... quien confio loscuidara y educara como vuena madre...”). Aún así,reconocemos la preocupación que genera estemomento en palabras como las de MariaDescalona que, enferma, deja a una hija ya casa-da y a dos menores, Francisco y Damiana, “queson de poca edad y Francisco esta liciado por lo que loencargo a su padre... por el mucho amor y voluntadque le tiene...”50.

El progenitor superviviente, llegada lahora de dictar su propio testamento, debía nom-brar a una nueva persona para que se encargasedel hijo o hijos que quedaban en una situaciónde orfandad total. Se confiaba entonces en miem-bros de la familia, como los tíos de los menores,abuelos o primos. Tan sólo Maria Blanco, viuda,que dejaba cuatro hijas menores de edad, nom-bró a una persona que no formaba parte de lafamilia; en este caso, a Francisco Leonato, veci-no de Málaga, “por la mucha satisfaccion que tengode su obrar...”51. Pero no siempre se esperaba aque los menores fueran completamente huérfa-nos para dejar su tutela en manos de otros miem-bros de la familia. Así, Francisco Perez Arroio,enfermo, nombró tutora y curadora de sus nie-tas a la madre de las niñas, Gabriela Fernandez,viuda de su hijo Matheo, a la vez que le haciauna manda de una jumenta “por averme asistidoen todas mis enfermedades y al presente estarme asis-tiendo y tenerle mucho amor y cariño y voluntad y susamables prendas...”52.

Pero los testamentos, particularmente através del nombramiento decurador adbona y de las dis-posiciones de legados o“mandas”, también reflejanla existencia de estructurasfamiliares más complejas,originadas por los segundosmatrimonios –y la conviven-cia de hijos de diferentescónyuges– o por la reagru-pación en el hogar de másde una generación de la fa-milia debido a la vejez o a laenfermedad; aunque en esteúltimo caso no siempre eranecesaria la existencia de unparentesco.

Así, Juan FernandezNaranjo, en el poder paratestar otorgado a su mujerSalvadora Escalona, le nom-braba tutora y curadoraadbona de las personas ybienes de Agueda y Ana, las

Cuadro 1Familia, vejez y enfermedad

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dos hijas que tuvo con su primera mujer, MariaSanchez, y de Salvadora, Josepha y Juan, sus hi-jos “... en atencion a la mucha satisfaccion que tengode la susodha y que los cuidara y educara con todaaplicacion y caridad como buena madre...”53

La convivencia de parejas con hijos de dis-tintos matrimonios podía dar lugar a multitudde situaciones y aunque podamos imaginarlas deindiferencia o incluso de tensión, lo cierto es quela única de la que ha quedado clara constanciaen un testamento apunta en una dirección muydiferente. Se trata de Luciana de Reina. Casadaen primeras nupcias con Bartolome Gonsales,tuvieron una hija, Maria, que a la muerte del pa-

dre “quedo de corta edad”. En un segundo matri-monio se casó con Antonio del Castillo, que apor-taba al matrimonio un hijo también llamado An-tonio. Finalmente Maria y Antonio terminan ca-sándose y Maria, al morir, deja un hijo que es elque queda como heredero en el testamento deLuciana de Reina54.

La vejez y la enfermedad determinan enalgunos casos una cierta reagrupación familiarya sea en casa de los progenitores –que quedana expensas de los cuidados de hijos solteros ode casados que se mantienen en un hogar fami-liar que, en la mayoría de los casos, pasarán a

recibir una vez muertos sus mayores como re-compensa de sus actos– o también en la casa delhijo que los acoge.

Las mujeres viudas son las que se encuen-tran principalmente en esta situación de depen-dencia; y son, en su mayoría, hijas, tanto solte-ras como casadas, las que se encargan de dichocuidado. El agradecimiento de estas personas,que suelen padecer ya achaques que le impidenvalerse en su totalidad, se muestra en palabrascomo las de Maria de Robles hacia su hija Dª Ana,que “...de estado honesto es mayor de 25 años y no sele ha dado cosa alguna antes si como buena hija esta-do a sus espensas asistiendome en mis enfermedades

con el mayor cariño y voluntad por lo que le estoi su-mamente agradesida...”55. Pero también se valorael esfuerzo económico que supone mantener auna persona afectada por la enfermedad. En al-gún caso se calcula una cantidad específica, comolos 40 ducados al año, que multiplicado por loscinco años que lleva Salvador Gutierrez deCardenas a expensas de su hijo D. Pedro, hacenun total de 200 ducados, que le serán entrega-dos además de sus legítimas56. Lo más usual, sinembargo, era hacerle una mejora que compen-sase el dinero invertido. Así, Maria de Suñigareconoce que sus hijos Pedro y Xptovalina “mehan estado manteniendo a su costa mas tiempo de 12

Muralla de la Fortaleza de la Villa de Mijas (Colec. A. Serrano Lima)

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años, curandome mis enfermedades gastando todo loque an tenido y adquirido en medicamentos... por abertenido ademas de mis asidentes una pierna continua-mente llagada que a mi parecer se puede cotejar porcada un dia incluiendo mi manutencion y demas, porcuia rason dejo a mis dos hijos la casa en la que depresente vivo y dos bacas...”57

Como podemos apreciar en el cuadro 1,tan sólo en dos ocasiones los otorgantes de testa-mento acuden a personas ajenas a la familia paraser cuidados en la vejez o en la enfermedad. Setrata de Domingo Negroto, patrón genovés, quedeclara haber entregado 70 pesos de a 15 reales(1050 reales) “por mi asidente” a D. Andres Carlin“en cuia casa me hallo”58. Dramática es la situa-

ción vivida por Juan Merino Alcaraz, claro ejem-plo de los abusos a los que se podían ver some-tidos los mayores sin un vínculo familiar protec-tor. Este hombre, soltero, realizó una donaciónde bienes a un matrimonio con la condición deque debían mantenerle y vestirle. Ahora bien, “nohabiendo cumplido con las clausulas... BartolomeSanches me echo fuera de su casa castigandomebiolentamente que abra tiempo de cinco meses...”. Porsupuesto, revocaba la donación en su testamen-to59.

La complejidad a la que podía dar lugareste tipo de acuerdos se resume en el testamen-to de Dª Maria Ruiz Calmaestra, viuda, que de-claraba cómo habiéndose casado su hija “no seseparo de mi casa y se mantuvo en ella con su maridoe hijos...” La novedad es que los padres de su yer-no, ya ancianos, pasaron a vivir con ellos en lacasa de Dª Maria durante dos años, hasta quefallecieron. Y es por este motivo que en el testa-mento quiere dejar muy claro al resto de herede-ros que los gastos de manutención y entierro dela pareja se sufragaron con la venta de “alhajas”que llevaron consigo y que, por lo tanto, ella notuvo ningún gasto de su capital60.

La presencia de parientes, suponemos quemenos favorecidos económicamente, que convi-vían con los testadores no deja de ser testimo-nial, pero demuestra la existencia de una situa-ción reconocible en el mundo rural malagueño61.Las mejoras y mandas testamentarias permitenla constancia de su existencia, pero tampocopodemos obviar la posibilidad de que se tratede un fenómeno más extendido y que debido ala cortedad de los caudales no siempre se pudie-ra tener el deseado detalle, por lo que no queda-

ría el reflejo en los testamentos. Dª Josepha Cor-tes sí que tuvo esta atención con Maria Cortes,su sobrina, a la que legó una basquiña y un man-to “... por averla criado y tenerle el maior cariño yvoluntad...”62

En algunos casos, a estos niños y niñasno les unía un vínculo familiar con los otorgan-tes y además entraban en la casa con la obliga-ción de realizar el trabajo doméstico. Ello noimpedía el desarrollo de afectos entre ambaspartes y la posterior consideración en las dispo-siciones testamentarias. De esta manera, el ma-trimonio Pedro Gutierrez Arroio y FranciscaMedel, que otorgó testamento en 1733 aún sa-nos, mandaba a Juana Fernandez 10 ducados “...porque la emos criado y nos a servido con lealtad ypor el mucho amor y voluntad que le emos tenido ytenemos y sus amables prendas...”63 Ahora bien, enun codicilo fechado cinco años después, conambos ya enfermos en cama, revocan dicha man-da “por ciertas causas y motivos”. El empeoramien-to en la salud del matrimonio parece claro, asícomo la disminución en sus bienes, que les obli-ga a reducir en 200 el número de misas por susalmas. Sin embargo, los 10 ducados siguen pre-sentes solo que en vez de ir a Juana Fernandezdeciden que han de pertenecer a Theresa Esca-lona, su nieta, sin más explicaciones. Es por elloque no podemos alegar un deterioro en las rela-ciones con Juana, quizás debido a la enferme-dad, o que finalmente el matrimonio recurrieraa la familia en los momentos en que se veía máscercana la posibilidad de la muerte y, al no tenersuficiente capacidad económica para recompen-sar el comportamiento de más de una persona,prefirieron que esta cantidad quedara en el senode la familia64.

Las relaciones familiares

El análisis de los testamentos se muestracomo un valor esencial en el conocimiento delas relaciones familiares en las sociedades delAntiguo Régimen. En sus disposiciones entreve-mos toda una serie de pequeñas historias ple-nas de cotidianidad que difícilmente encontra-rían un reflejo en otro tipo de fuentes, pero quenos permiten acercarnos a pautas y comporta-mientos que a pesar de estar centrados en unámbito concreto –Mijas– y una fecha determina-da –1730 a 1745– tienen un carácter más univer-sal.

De esta manera, la importancia de la fa-milia, fundamental para el bienestar del indivi-duo y de la sociedad65, encuentra su reflejo cer-cano en las alusiones que se hacen en los testa-mentos al cónyuge o a los hijos y que muestranel afecto generado por la convivencia y la necesi-

La familia aparece en los testamentos no sólocomo el ámbito de los sentimientos

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dad de sobrevivir en una época difícil. No se tra-ta de buscar una intensidad en las relaciones máspropia de nuestra mentalidad contemporánea yaque, en muchas ocasiones, el simple agradeci-miento a la esposa, al esposo o a los hijos por suatención durante la enfermedad, o el intento degarantizarles un cierto bienestar ante la proxi-midad de la muerte pueden aportar más veraci-dad al estudio de las relaciones familiares queotras observaciones.

Juan Ramírez reconocía por su testamen-to que su mujer, Maria de Galves y Aragon, lehabía estado asistiendo en su enfermedad “conmucha caridad por aver sido larga”, así que “por elapresio y cariño con que la estimo digno de todaremuneracion y por otras justas causas que me mue-ven... la mejoro en el quinto de mis bienes”66. AndrésGonsales, así como todos aquellos que otorganpoder para testar a favor de sus esposas, lo jus-tifica en que tiene “la maior confianza de (...) mimuger... y confiando en su selo y buena voluntad queme a tenido y tiene...”67

Las mujeres tampoco olvidan recompen-sar una vida de unión y trabajo en común.Cathalina Fernandez Chiquero mandaba en sutestamento a su marido, Matheo Merino, un col-chón, dos sábanas y una almohada “por el muchoamor y voluntad que le e tenido y tengo y lo bien quelo a echo conmigo”. Después de quedar viuda desu primer marido, Diego de Navas, con cuatrohijos pequeños y embarazada de un póstumo quefinalmente parece que no vio luz, el nuevo ma-trimonio tuvo que ser un alivio para la situaciónde esta mujer, que así parece reconocerlo con su“manda”68.

Para las mujeres era muy importante de-jar constancia de la aportación del marido en laformación del caudal para su posterior conside-ración como bienes gananciales y, por lo tanto,divisibles entre ambos cónyuges. Dª Josepha Es-calona no olvidó mencionar que su marido, LuisGalan, le ayudó a aumentar la huerta que recibiópor herencia de su padre, labrándole además unacasa69. Luciana de Reina también reconocía lasmejoras realizadas por su marido en unas tie-rras “con su agencia y trabajo corporal...”70 En losdos casos se busca proteger los intereses de hom-bres que son maridos en segundas nupcias delas otorgantes, quizás ante la posibilidad de quepudieran surgir discrepancias entre los herede-ros una vez perdido el vínculo que unía a dosfamilias diferentes.

Otra manera de garantizar un alivio eco-nómico al cónyuge supérstite era nombrarle usu-fructuario de los bienes ya que no podía accedera ellos como heredero71. Dª Mariana Provano,

enferma, sin hijos, nombraba a su marido usu-fructuario de sus bienes y cuando muriera éste,deberían pasar a manos de su sobrina, Dª AnaEscalona, excepto los bienes muebles y el mena-je, que los mandaba por vía de legado al herma-no de la anterior, D. Francisco72.

Los hijos asumen un protagonismo esen-cial en las disposiciones testamentarias. Habíaque detallar la situación en la que quedaban, sieran menores o ya habían contraído matrimonioy habían recibido algunos bienes como adelantode las correspondientes legítimas materna y pa-terna.

Resulta difícil poner en duda los senti-mientos de padres y madres amenazados ante laproximidad de la muerte que sienten la incerti-dumbre en la que quedarán sus hijos, especial-mente los menores y los que sufren alguna tara73.Es el caso de Maria Blanco, viuda, que mandaque una vez pagados su entierro, misas y lega-dos, se entregue el resto del quinto de su caudala su hijo Joseph “para por ser de pecho lo puedancriar”. A sus cuatro hijas menores les manda, asu vez, el menaje de la casa “para que con ellaspuedan tanto una como otra suministrar lo que se lesofreciere tanto en el lecho cotidiano como en lo demaspara alimentarse”74. La preocupación por el desti-no de los hijos minusválidos, aunque estos fue-ran ya mayores, es evidente. Así, el capitán D.Manuel de Salas dejaba mejorado a su hijo D.Santiago Joseph Juaquin –sordo, ciego y demen-te a cargo del hermano de D. Manuel en Barcelo-na– en el tercio y remanente de su caudal, y lohacía “por las causas y motibos de los asidentes queDios nuestro señor fue servido ofrecerle...”75

Para los padres la pérdida de un hijo –eneste caso, no debida a la muerte– era un hechoque podía llegar a causar una fuerte impresión.

Se trata de hijos que, en un momento determi-nado, suponemos que por voluntad propia, de-cidieron abandonar el hogar y el pueblo y no setiene apenas noticias de ellos. Aún así, en lostestamentos no se les niegan los derechos queles pudieran corresponder como herederos. Elmencionado capitán D. Manuel de Salas, quehabía viajado constantemente a lo largo de suvida de militar, en el momento de otorgar testa-mento nos ha permitido conocer que no teníanoticias ni de su hija, Dª Manuela, casada con unmilitar extremeño del regimiento de Guadalajara,

El 45,7% de los otorgantes estabanimplicados en créditos o débitos con algún

miembro de la familia

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ni de sus nietos “y no se si de presente viven porhacer mucho tiempo que no tengo noticias de ellos”76.De Juan, el hijo de Magdalena de Aranda, quefaltaba de su casa desde hacía siete años, habíanllegado noticias de que se casó en Alcalá de losGazules77. Incierto era el paradero de Alonso, hijode Alonso Serrano78; el de Francisco e Isabel, dosde los hijos de Juan Esteban Montero79 y el deAndrés, hijo de Brígida Escalona, que llevaba másde diez años ausente. Ésta última, además, tienela previsión de disponer que si su hijo estuvieramuerto o muriese mientras ella viviera y, por tan-to, fuera su heredera, del caudal se dirían 100misas y el resto se habrían de repartir a partesiguales entre los hermanos80.

Un caso muy especial de ausencia, aun-que esta vez sí que se conoce su triste destino,es la de Juan, hijo de Josepha Rodriguez, que seencontraba “en poder de los moros”. En pleno si-glo XVIII (1731), la vida en la costa sigue provo-cando un peligro real de secuestro por las incur-siones desde el norte de África81. Lo cierto esque no se trata de una circunstancia aislada yaque en 1750, Pedro Ramos, vecino de Canillas deAlbaida, también estaba “en poder de los mo-ros”, según reflejaba su madre en su testamen-to82.

Las relaciones entre los otorgantes de tes-tamento y sus hermanos, en caso de que los hu-biera, cuentan con un menor reflejo en la docu-mentación debido quizás a que los vínculos fra-ternales se iban diluyendo tras el matrimonio yla formación de una familia propia83. Los testa-mentos otorgados por hombres de religión, per-sonas solteras y casados sin descendencia sonlos que aportan una mayor riqueza de datos parael estudio de las relaciones entre hermanos.

Don Alonso Crespo de Cabrera, cura de laIglesia parroquial de Mijas, natural de Alhaurínel Grande, en su testamento otorgado por po-der, dejó comunicado que había hecho a sus her-manos D. Juan Baptista y Dª Ysavel una escriturade donación en la que le dejaba a cada uno lamitad de una casa en Alhaurín. Posteriormente,D. Alonso otorgó otra escritura, esta vez nadamás que a su hermano, en la que le daba toda lacasa. Ahora, en el testamento revoca la segundaescritura y es su voluntad no valga “porque siem-pre fue violento en otorgarla...” Percibimos un cier-to abuso en el comportamiento del hermano,aprovechándose de una situación que perjudicaa su propia hermana, e incluso la pasividad en laactitud de D. Alonso, sólo capaz de restablecerla injusticia a través de sus disposiciones testa-mentarias84. Don Alexandro Gonsales de Zúñiga,capellán y clérigo de menores, buscó el benefi-cio de su alma, pero también el de su familia,

mediante la fundación de una capellanía. De estamanera, nombraba como capellanes sucesiva-mente a los hijos (varones y mayores de edad) desus hermanas Dª Antonia y Dª Bernarda, de susobrina y ahijada Maria, de su hermana Dª Maria,de su hermano Juan y finalmente a los hijos desu difunta hermana Dª Juana. También nombra alos patronos entre sus hermanas y el hermano85.

Juan del Valle, soltero y propietario de unmolino, es otro ejemplo de otorgante que al notener obligaciones en la distribución de la he-rencia, intenta asegurar, fundamentalmente, elbienestar de las hermanas, e incluso de otrasmujeres necesitadas de la familia. Así, nombracomo heredera a su hermana Gabriela del Valle,“mosa doncella que tengo en mi casa para que losgoce en usufruto...” y al fallecer ésta se distribui-rán los bienes entre sus otras cuatro hermanas.También mandaba a su sobrina, hija de una her-mana ya fallecida, 100 reales “por ser pobre yguerfana de madre”86.

LA FAMILIA Y LAS RELACIONESECONÓMICAS

La familia aparece en los testamentos nosólo como el ámbito de los sentimientos. Tam-bién adquieren protagonismo los asuntos eco-nómicos que afectaban a los intereses familiaresy que era necesario tener presentes en las dis-posiciones testamentarias para solventar futurosrepartos de bienes sin mayores conflictos. Prác-ticamente todos los testamentos recopiladoscontienen alguna referencia a aspectos talescomo la formación del capital (dotes y “capita-les” masculinos), los bienes gananciales, el cré-dito, compras y ventas y mejoras o legados.

La dote y el capital constituían la aporta-ción de los miembros de la pareja al matrimoniorecién constituido. Generalmente solía tratarsede un adelanto de la herencia (“legítimas”) queles correspondería percibir a cada uno y que, lle-gado el momento del fallecimiento del padre ola madre, debían llevar a colación para igualarsecon el resto de herederos87. Por ello, en los tes-tamentos, más que concederle importancia alhecho en sí de describir bienes y valor de éstos,hay un mayor interés en confirmar si existió estaaportación y si fue escriturada o no ante escri-bano88.

La escasez de los caudales provocaba quealgunos matrimonios no dispusieran de bienespara iniciar su vida en común, aunque luego losaños les permitían un respiro en forma de bie-nes gananciales89. Dª Barbara Gomes, que no hizoescritura de dote, luego tan sólo reunió “trastosviejos de poca consideración los que se an consumido

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por lo que no les pongo precio”90. Para algunos ma-trimonios la situación era aún más penosa puesno conseguían que sus bienes diesen beneficios;más aún, iban menguando por enfermedades yotras circunstancias91.

La inestabilidad económica que se cerníasobre hombres y mujeres en esta época hacíanecesario recurrir al crédito con cierta frecuen-cia92. Aunque existen otras fuentes más adecua-das para el estudio del crédito a corto plazo93,los testamentos nos permiten obtener una visióngeneral de la “carga” que suponían estas deudaspara el patrimonio del otorgante. Lo que nos in-teresaba aportar en este punto era la interven-ción de la familia en los intercambios crediticiosque se establecían entre acreedores y deudores,así como la posibilidad de que la perspectiva deuna pauperización movilizara al círculo familiar.

El 45,7% de los otorgantes estaban impli-cados en créditos o débitos con algún miembrode la familia. En ocasiones no se ofrecen dema-siados detalles a este respecto y se remiten alconocimiento de una persona cercana (el cónyu-ge, hijos, nietos y sobrinos). Sí conocemos queen el momento de pedir un préstamo se acudíafundamentalmente a un hermano, al yerno, alhijo, a un primo, a un sobrino, a la suegra, alpadre o a la madre y al compadre. A su vez, losotorgantes se convierten en acreedores de her-manos y hermanas, sobrinos, compadres y co-madres, hijos y cuñados. Así, D. Diego Fernándezde Cárdenas declaraba en su testamento deber asu hermano 1500 reales, aunque éste a su vez ledebe una cantidad de trigo de la renta del moli-no. Su sobrino, religioso, también le debía 20ducados que ya le habían sido liquidados. Otromiembro de la familia, su primo, de la mismamanera acudió a él como mediador para conse-guir 50 reales del pósito de la villa, aunque trasmarchar a Indias no había cumplido con el com-promiso de devolverlos. D. Diego, que se habíaobligado en nombre de su primo, hace esta de-claración para que se tuviera presente que noera responsable de la deuda94. El codicilo tam-bién valía para dejar constancia de estas even-tualidades. Salvador Lopez se refiere en su testa-mento a las deudas que han contraído a su favorsu cuñado (cinco cargas y media de higos y 18reales) y su sobrino (150 reales que gastó en laprisión que tuvo en Málaga y 9 pesos). Por uncodicilo fechado 16 días después reconoce quesu cuñado no le debía ninguna cantidad y su so-brino tan sólo los 9 pesos95.

No hablamos de grandes cantidades, ex-cepto en casos excepcionales, como el de D. An-tonio Tiragalo, que tomó de su madre 9000 rea-les que aún le seguía pagando96. Tampoco era

sólo dinero lo que pasaba de unas manos a otras.Igualmente se prestaban cereales como el trigoy la cebada. Ambos pueden ser indicadores deque cuando interviene la familia en estas opera-ciones nos encontraríamos ante una estructuracrediticia “próxima”, sin un marcado carácterespeculativo, y más bien destinada a socorrereventualidades de los allegados.

No queremos acabar este apartado sobrela intervención de la familia en las relacioneseconómicas sin hacer una referencia al tema delas mejoras a través de los testamentos. Lostestadores tenían la posibilidad de disponer li-bremente de una parte de los bienes correspon-dientes a la herencia para ofrecerla a quienesconsiderasen que habían ganado este beneficio.En Mijas y durante los 16 años de referencia, casiel 30% de los otorgantes de testamento se valie-ron de esta posibilidad de mejora. Se trata deuna cifra muy inferior al 44,8% conseguido en elPartido de Vélez-Málaga a mediados del sigloXVIII97, pero tenemos que considerar que en di-cho caso tomábamos como referencia un marcogeográfico mucho más amplio y heterogéneo.

Se realizaban entre 1 y 4 mejoras por tes-tamento, aunque las mejoras múltiples eran pocohabituales. La familia se convierte en la principaldestinataria ya que en sólo tres ocasiones lamejora traspasa el ámbito familiar y se destina apersonas ajenas, aunque con un fuerte vínculode unión98.

Las mejoras consistían fundamentalmen-te en la cama, ropa de cama o de vestir y el pe-queño menaje hogareño, reflejo de unas condi-ciones de vida humildes pero, a su vez, útiles pre-ciados que aunque hubieran tenido un largo uso

Cuadro 2Destinatarios de las mejoras

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seguían siendo importantes para las personas quelos recibían. Los legados en dinero se especifica-ban en una cantidad determinada o se englobabanbajo la determinación de “quinto del caudal”. Fue-ron también abundantes las mejoras concedidasen bienes semovientes (cabras, vacas, becerros,novillas y una jumenta) y en bienes inmuebles(casa o tierras), quizás los más interesantes paralas personas que los reciben pese a que en oca-siones llegan a convertirse en fuente de deudas,como en el caso de Dª Josepha Cortes, soltera,que recibió junto a sus hermanos una casa desus padres sobre la que aún se estaban debiendocantidades al pósito de la villa de Mijas99.

CONCLUSIONES

El testamento se nos presenta como uninstrumento indispensable para el estudio de laeconomía y la sociedad durante el Antiguo Régi-men. Al otorgar el testamento, además, se deja-ba testimonio de una vida en la que la familiaocupaba un lugar primordial. De ahí que en elplanteamiento de este artículo se buscara pro-fundizar en composición de la familia, las rela-ciones familiares y sus implicaciones económi-cas a través de las disposiciones testamentarias.

La importancia de las relaciones familia-res viene marcada desde la propia redacción dela documentación, no en vano casi el 60% de losalbaceas nombrados en los testamentos estabanunidos por algún lazo familiar con el otorgante.El mayor grado de confianza recaía en hijos va-rones y en el esposo. Apenas el 15% de los alba-ceas de testamentos son mujeres de la familiadel otorgante.

En Mijas, el tipo de familia predominanteera la integrada por la pareja y los hijos. Pero lostestamentos, a través de sus disposiciones, tam-bién reflejan la existencia de estructuras familia-res más complejas, originadas por los segundosmatrimonios –y la convivencia de hijos de dife-rentes cónyuges– o por la reagrupación en elhogar de más de una generación de la familiadebido a la vejez o a la enfermedad; aunque eneste último caso no siempre era necesaria la exis-tencia de un parentesco. Las mujeres viudas sonlas que se encuentran principalmente en estasituación de dependencia; y son, en su mayoría,hijas, tanto solteras como casadas, las que seencargan de dicho cuidado.

La familia que aparece en los testamen-tos no sólo se convierte en ámbito de los sen-timientos. También adquieren protagonismolos asuntos económicos que afectaban a losintereses familiares. Prácticamente todos lostestamentos recopilados contienen alguna re-ferencia a aspectos tales como la formacióndel capital (dotes y “capitales” masculinos), losbienes gananciales, el crédito, compras y ven-tas y mejoras.

La escasez de caudales hacia necesarioel recurso al crédito. Lo que nos interesabaaportar era la intervención de la familia en es-tos intercambios crediticios, así como la posi-bi l idad de que la perspectiva de unapauperización movilizara al círculo familiar. El45,7% de los otorgantes estaban implicados encréditos o débitos con algún miembro de lafamilia. Se trata de cantidades de dinero nomuy fuertes, así como de producciónagropecuaria, por lo que podemos calificarlascomo de operaciones no especulativas sinomás bien destinadas a socorrer eventualidadesfamiliares.

La familia se convierte también en la prin-cipal destinataria de las mejoras testamentarias,especialmente las mujeres (hija, sobrina, esposay nieta). Cama, ropa de cama o de vestir y el pe-queño menaje hogareño eran los principales bie-nes ofrecidos. También es significativa la presen-cia del dinero, bienes semovientes y bienesinmuebles.

Fuente de mármol de la sierra de Mijas, Plaza de la Constitución(Colección A. Serrano Lima)

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Notas

1 ORTIZ LOZANO, F., Historias, familias y molinos de la villade Mijas. Genealogía, vida, trabajos y costumbres de una estirpede molineros. Historia de la villa de Mijas y de sus familiasrepobladoras, Málaga, Ayuntamiento de Mijas y DiputaciónProvincial de Málaga, 2001, p. 121.

2 GIL BENÍTEZ, E. M. ª, “La aportación de las mujeres enla formación del capital rural en la Axarquía (1720–1770)”,en VILLAR GARCÍA, Mª B. (coord.), Vidas y recursos de mujeresdurante el Antiguo Régimen, Málaga, Universidad, 1997, pp.81-110; GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las relaciones socia-les en la Axarquía a mediados del siglo XVIII, Biblioteca de Es-tudios sobre la Mujer, 18, Málaga, CEDMA, 2001.

3 A(rchivo) H(istórico) P(rovincial de) M(álaga). Leg. P-4243, Escribano Medina y Flores; Leg. P-4248, Escribano JuanPérez Naranjo; Leg. P-4249, Escribano Juan Pérez Naranjo;Leg. P-4250, Escribano Juan Pérez Naranjo; Leg. P-4982, Es-cribano Juan Medina y Flores.

4 AHPM. Leg. P-4982: Poder para testar de Dª FranciscaPaula Carrasco a Dn Diego Martinez su marido (12 de marzode 1739), fols. 13-14; Dn Diego Martinez, Testamento envirtud de poder (20 de mayo de 1739), fols. 29-30: “... y lasusodha murio el mismo dia que otorgo su poder...”

5 AHPM. Pedro Gutierrez y Dª Francisca Medel, sucobdicilo (1738). Leg. P-4248, fols. 1037-39. En el testamen-to (1733) habían dejado 500 misas, mitad por el alma decada uno y ahora, “mediante a tener menos bienes”, es su vo-luntad se les digan 300.

6 AHPM. Pedro Cortes, su cobdicilo (1733). Leg. P-4248,fols. 1150-51. En su testamento (1732) dejó un legado a susobrino Diego de Navas, ya difunto, y ahora es su voluntadlo disfrute la mujer de éste, Cathalina Fernandes Chiquero.

7 AHPM. Maria Mendes, su cobdicilo (17 de noviembrede 1743). Leg. P-4250, fol. 307. Tutora y curadora adbonade sus nietos, “por quanto me hallo con muchos años y crecidosasidentes”, nombra en su lugar a su hijo. Además confirma loexpresado en su testamento (21 de agosto de 1743): quedespués de haber cobrado durante 4 años la renta de losbienes que quedaron por fallecimiento de la madre de losmenores, el resto lo ha cobrado el marido de su nieta y espor ello que no les debe ninguna cantidad.

8 49,7% de mujeres frente al 46,5% de hombres y 3,5% dematrimonios. En GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las relacio-nes sociales..., op. cit., p. 122.

9 En todo el artículo respetaremos la grafía encontradaen los testamentos, por lo que nombres y apellidos aparece-rán sin tildes.

10 AHPM. Maria Alvarez enferma Su testamento. Leg. P-4243, fol. 34.

11 GARCÍA CÁRCEL, R., “La muerte en la Barcelona delAntiguo Régimen (aproximación metodológica)”, p. 121 yBARREIRO MALLÓN, B., “La nobleza asturiana ante la muer-te y la vida”, p. 29. Ambos en AA. VV., La documentación nota-rial y la historia. Actas del II Coloquio de Metodología HistóricaAplicada, Santiago de Compostela, Universidad, 1984.

12 GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las relaciones socia-les..., op. cit., p. 111.

13 GAUNT, D., “El parentesco: líneas rojas o sangre azul”,en KERTZER, D. I. y BARBAGLI, M. (comp.), Historia de la Fa-milia Europea. Vol. I: La vida familiar a principios de la era mo-derna (1500-1789). Paidós Ibérica, Barcelona, 2001, p. 410.

14 AHPM. Maria Truxillo Testamento estando enferma encama. Leg. P-4982, fols. 74-75.

15 AHPM. Melchora Perez enferma Su testamento. Leg.P-4249, fols. 982.

16 AHPM. Pedro Cortes enfermo Su Testamento. Leg. P-4248, fols. 1150-51.

17 AHPM. Joseph Manenz enfermo Su testamento. Leg.P-4982, fol. 42.

18 En el 3,4% restante de los casos no hemos encontradoninguna referencia expresa al estado civil de los otorgantes

ni tampoco alusiones que nos pudieran indicar si estabansolteros, casados o viudos.

19 El 60,3%. En GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las rela-ciones sociales..., op. cit., p. 123.

20 Entre el 9 y el 12% en Francia. FAUVRE-CHAMOUX, A.,“El matrimonio, la viudedad y el divorcio”, en KERTZER, D.I. y BARBAGLI, M. (comp.), Historia de la Familia…, op. cit., p.337.

21 GOODY, J., La evolución de la familia y el matrimonio enEuropa, Herder, Barcelona, 1986, p. 96.

22 AHPM. Dn Diego Fernandez de Cardenas enfermo Sutestamento. Leg. P-4982, fols. 214-16

23 AHPM. Agustin Muñoz en salud Su testamento.Leg. P-4250, fols. 596-9724 AHPM. Dn Antonio Tiragalo, “...natural de la ciudad de

Onella, dominio del duque de Saboia y rey de Serdeña...”. Leg. P-4250, fols. 249-250.

25 AHPM. Dª Maria Ruiz Calmaestra, “... viuda de Dn GasparRuiz de Medina... hija de Francisco Martin Calmaestra, naturalde la villa de Lucena y de Maria Ruiz Butrago, natural de la deComares...” Leg. P-4243, sin foliar.

26 AHPM. Dn Manuel de Salas, “capitan de a caballos delreximiento desta costa... natural de la villa de Torregon de Belasco,arzobispado de Toledo... Estuve casado con Dª Ana de Mendoza,natural de Gibraltar que oi esta en poder de enemigos...”. Leg. P-4249, fols. 1124-1126.

27 AHPM. Dn Antonio Escalona, hijo de Dª FranciscaMateos, casó con Dª Josepha Montero, vecina de Málaga.Leg. P-4248, fols. 741-742.

28 ESPEJO LARA, J. L., Una comunidad agraria en el sigloXVI: Mijas, Málaga Servicio de Publicaciones de la Diputa-ción Provincial, 1985, p. 89.

29 AHPM. Mariana Gonsales enferma Su testamento. Leg.P-4248, fols. 633-634.

30 AHPM. Joseph Galan Fernandes enfermo Su testamen-to. Leg. P-4248, fols. 777-778.

31 AHPM. Xptoval Moreno enfermo Poder para hacer tes-tamento a Josepha Perez su muger. Leg. P-4982, fol. 234.Josepha Perez Testamento en virtud de poder, fol. 235.

32 MATTHEWS GRIECO, S., “El cuerpo, apariencia y sexua-lidad”, en DUBY, G. y PERROT, M. (Eds.), Historia de las muje-res. Volumen III: Del Renacimiento a la Edad Moderna, Taurus,Madrid, 1993, p. 96.

33 AHPM. Dª Josepha Cortes enferma Su testamento. Leg.P-4982, fols. 182-183.

34 AHPM. Diego de Navas Poder para testar a Pedro Cor-tes su tio (fol. 1059)/ Diego de Navas En virtud de poder Sutestamento (fol. 1079). Leg. P-4248.

35 AHPM. Cathalina Fernandez Chiquero enferma Su tes-tamento. Leg. P-4250, fol.546.

36 VIAZZO, P. P., “La mortalidad, la fertilidad y la fami-lia”, en KERTZER, D. I. y BARBAGLI, M. (comp.), Historia de laFamilia…, op. cit., p. 265.

37 De siete parroquias estudiadas en Granada se obtieneuna cifra media de 1,49 niños vivos por matrimonio a me-diados del siglo XVIII. En CASEY, J. y VINCENT, B., “Casa yfamilia en la Granada del Antiguo Régimen”, en La Familia enla España Mediterránea (Siglos XV-XIX), Crítica, Barcelona,1987, p. 176; en el Partido de Vélez-Málaga obtuvimos unacifra de 4,28 hijos (3,775 si incluimos a las parejas sin hi-jos), en GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las relaciones socia-les..., op. cit., p. 131.

38 AHPM. Dª Ines Galan enferma Su testamento. Leg. P-4250, fols. 121-122.

39 AHPM. Joseph Fernandes enfermo Su testamento. Leg.P-4250, fols. 356-357.

40 CASEY, J. y VINCENT, B.: “Opus cit.”, p. 172.41 GIL BENÍTEZ, E. Mª, La familia y las relaciones socia-

les..., op. cit., p. 104.42 Ibidem, p. 148.43 AHPM. Maria Mendes viuda en salud Su testamento.

Leg. P-4248, fols. 590-591.

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26 CILNIANA

44 AHPM. Cathalina Ruis Ybarra, en salud Su testamento.Leg. P-4248, 1170-1171.

45 AHPM. Blas Bolachera, enfermo Su testamento. Leg. P-4250, fols. 368-369.

46 AHPM. Ana Serrano de Perea, enferma Su testamento.Leg. P-4249, fols. 1085-1086.

47 Dª Francisca Paula Carrasco nombra curador adlitem desus hijos menores a Diego Lorenzo Roldán, procurador del nú-mero de Málaga. AHPM. Poder para testar de Dª Francisca PaulaCarrasco a Dn Diego Martinez su marido. Leg. P-4982, fols. 13-14

48 GIL BENÍTEZ, E. Mª, La familia y las relaciones sociales..., op.cit., p. 142.

49 AHPM. Pedro de Suñiga, enfermo Su testamento. Leg. P-4248, fols. 543-544.

50 AHPM. Maria descalona enferma Su testamento. Leg. P-4248, fols. 1062-1063.

51 AHPM. Maria Blanco enferma Su testamento. Leg. P-4250,fols. 203-204.

52 AHPM. Francisco Perez Arroio enfermo Su testamento.Leg. P-4248, fols. 1132-1133.

53 AHPM. Juan Fernandez Naranjo enfermo Su testamento.Leg. P-4249, fol. 1103.

54 AHPM. Luciana de Reina enferma Su testamento. Leg. P-4250, fols. 151-152.

55 AHPM. Maria de Robles enferma Su testamento. Leg. P-4249, fols. 1061-1062.

56 AHPM. Salvador Gutierrez enfermo Su testamento. Leg.P-4982, fol. 240.

57 AHPM. Maria de Suñiga enferma Su testamento. Leg. P-4250, fols. 165-166.

58 AHPM. El Patron Domingo Negroto Su testamento. Leg.P-4249, fols. 957-958.

59 AHPM. Juan Merino Alcaraz enfermo Su testamento. Leg.P-4249, fols. 757-758.

60 AHPM. Dª Maria Ruiz Calmaestra, enferma Su testamen-to. Leg. P-4243, sin foliar.

61 GIL BENÍTEZ, E. Mª, La familia y las relaciones sociales..., op.cit., p. 89.

62 AHPM. Dª Josepha Cortes enferma Su testamento. Leg. P-4249, fols. 985-986.

63 AHPM. Pedro Gutierrez Arroio y Dª Francisca Medel ensalud Su testamento. Leg. P-4248, fols. 1037-1039.

64 AHPM. Pedro Gutierrez Arroio y Dª Francisca Medel Sucodicilo. Leg. P-4249, fol. 711.

65 POLLOCK, L., “Las relaciones paternofiliales”, en KERTZER,D. I. y BARBAGLI, M. (comp.), Historia de la Familia…, op. cit., p.291.

66 AHPM. Juan Ramírez enfermo Su testamento. Leg. P-4243,fols. 28-29.

67 AHPM. Andres Gonsales Poder para testar Ana Ruis Diassu muger. Leg. P-4249, fols. 977.

68 AHPM. Cathalina Fernandez Chiquero enferma Su testa-mento. Leg. P-4250, fol.546.

69 AHPM. Dª Josepha Escalona en salud Su testamento. Leg.P-4250, fols. 502-503.

70 AHPM. Luciana de Reina enferma Su testamento. Leg. P-4250, fols. 151-152.

71 Gabriela Fernandes, casada, reconocía que “no emos teni-do hijos y por esta rason es heredero forzoso mi padre...”. Es por elloque le hace una mejora a su marido del quinto de sus bienes.AHPM. Gabriela Fernandes enferma Su testamento. Leg. P-4250,fols. 253-254.

72 AHPM. Dª Mariana Provano enferma Su testamento. Leg.P-4249, fols. 1099-1100.

73 VILLAR GARCÍA, M. ª B., “Algunos rostros de la mi-seria en la Andalucía del Antiguo Régimen”, en Actas del IICongreso de Historia de Andalucía. Historia Moderna I. Cór-doba, Junta de Andalucía, Obra Social y Cultural Cajasur,1995, pp. 637-655.

74 AHPM. Maria Blanco enferma Su testamento. Leg. P-4250,fols. 203-204.

75 AHPM. Dn Manuel de Salas, capitan de a caballos delreximiento desta costa enfermo Su testamento. Leg. P-4249,fols. 1124-1126.

76 Vid. nota anterior77 AHPM. Magdalena de Aranda enferma Su testamento.

Leg. P-4248, fols. 588-589.78 AHPM. Alonso Serrano Su testamento. Leg. P-4250, fols.

354-355.79 AHPM. Juan Esteban Montero Su testamento. Leg. P-4248,

fols. 494-495.80 AHPM. Brígida Escalona en salud Su testamento. Leg. P-

4248, fols. 483-484.81 ESPEJO LARA, J. L., Una comunidad agraria en el siglo XVI:

Mijas. Málaga, Servicio de Publicaciones de la Diputación Pro-vincial, 1985, p. 100; MEDINA MARÍN, R., Historia de Mijas. Mijas,Club de los Leones, 1994, p. 42.

82 AHPM. Testamento de Maria Ramos. Leg. P-4514, en GILBENÍTEZ, Eva Mª, La familia y las relaciones sociales..., p. 146.

83 Ididem, p. 153.84 AHPM. Dn Ygnasio Muños podetario de Dn Alonso Cres-

po de Cabrera Su testamento. Leg. P-4250, fols. 173-174.85 AHPM. Dn Alexandro Gonsales de Zúñiga enfermo Su

testamento. Leg. P-4249, fols. 761-769.86 AHPM. Juan del Valle enfermo Su testamento. Leg. P-

4982, fols. 120.87 CHACÓN JIMÉNEZ, F., “Continuidad de costumbres y trans-

misión de la propiedad en el sistema familiar castellano. SiglosXVI-XVIII”, en CHACÓN JIMÉNEZ, F. (ed.), Historia Social de la Fa-milia en España: aproximación a los problemas de familia, tierra ysociedad en Castilla (ss. XV-XIX), Alicante, Instituto de Cultura JuanGil-Albert, 1990, p.50.

88 Francisco Gutierrez hizo escritura de capital y su esposa,Dª Cathalina Mateos, de dote, y aunque éstas no aparecen, elhombre “hace memoria” de que los bienes que llevó su mujerpasaban de los 2000 reales. AHPM. Francisco Gutierrez enfer-mo Su testamento. Leg. P-4982, fols. 73-74.

89 Bartolome de Arroio no llevó bienes a su matrimoniocomo tampoco su esposa, aunque constante el mismo adquirie-ron un pedazo de majuelo, la casa, 2 cerdas y una lechona. Sumejer, además, heredó un pedazo de huerto. AHPM. Bartolomede Arroio enfermo Su testamento. Leg. P-4249, fols. 869-870.

90 AHPM. Dª Barbara Gomes enferma Su testamento. Leg.P-4248, fols. 608-609.

91 “por enfermedades que e tenido y otros atrasos”. AHPM. Ma-nuel de la Peña enfermo Su testamento. Leg. P-4249, fols. 192-194.

92 GIL BENÍTEZ, E. M. ª, “Aproximación al estudio del crédi-to popular en el Partido de Vélez-Málaga a través de los testa-mentos (1740–1750)”, en GARCÍA MONTORO, Cristóbal (coord..),Sociedad y negocios en Málaga (Siglos XVIII-XIX). Málaga, Universi-dad, 1998, p. 85.

93 CHAUCA GARCÍA, J.; GIL BENÍTEZ, E. M. ª y MARTÍNEZMOUTÓN, M., “Escrituras de obligación y crédito a corto plazoen Málaga en el primer tercio del siglo XVIII”, en LOBO CABRE-RA, M. Y SUÁREZ GRIMÓN, V. (eds.), El comercio en el AntiguoRégimen, Las Palmas de Gran Canaria, Universidad, 1994, pp.109-118.

94 AHPM. Dn Diego Fernandez de Cardenas enfermo Sutestamento. Leg. P-4982, fols. 214-16.

95 AHPM. Salvador Lopes enfermo Su testamento. Leg. P-4248, fols. 1264-1266.

96 AHPM. Dn Antonio Tiragalo enfermo Su testamento. Leg.P-4250, fols. 249-250.

97 GIL BENÍTEZ, E. M. ª, La familia y las relaciones sociales...,op. cit., p. 84.

98 “Mando a Maria Gonzalez, viuda vecina desta villa, mugerque fue de Antonio Romero, las enaguas de color que en aquella ocasiontuviere mias... por ser una pobre viuda y averme asistido en todas lasocasiones y enfermedades”. AHPM. Maria Mendes viuda en saludSu testamento. Leg. P-4248, fols. 590-591.

99 AHPM. Dª Josepha Cortes enferma Su testamento. Leg. P-4249, fols. 985-986.

LA FAMILIA A TRAVÉS DE LOS TESTAMENTOS. MIJAS 1730-1745

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Félix Jiménez de Ledesma:El Médico de los Pobres.UN REFORMISTA EN MARBELLA

Lucía Prieto BorregoUniversidad de Málaga

1. INTRODUCCIÓN

a conocida coyuntura crítica del año de 1909que gravitó en torno a la guerra de

Marruecos y desembocó en la “Semana Trágica”tuvo como principal consecuencia política laseparación de los conservadores del gobierno,después de un largo período que se ha conocidocomo el “Gobierno largo de Maura”, durante el quese había abordado un amplio programa de reformaspolíticas y administrativas encaminado aldesmantelamiento del entramado caciquil. La

política regeneracionista del maurismo se plasmaríaen la reforma de la administración local y de la leyelectoral. Con respecto a esta última, a la vez quese imponía el voto obligatorio, se estimulaba ladesmovilización de un electorado ya indolente alestablecer el artículo 29º la proclamación auto-mática de los candidatos en aquellos distritosdonde no hubiera competencia electoral.

Las elecciones municipales de 1909 seríanlas primeras a celebrar con la recién estrenadalegislación cuya operatividad con respecto al

RESUMEN

Los sucesos de Marbella de mayo de 1909, un violento motín con amplia participación popular–sobre todo de niños y mujeres procedentes de los sectores más pobres de la ciudad– son lamanifestación de la existencia, en los márgenes del anquilosado sistema de la Restauración deuna densa red asociativa en la que desde primeros de siglo venían coincidiendo las demandasde democratización del sistema, formuladas por formaciones republicanas como Mar y Tierracon las reivindicaciones obreras de organizaciones como La Emancipación. Desde este ámbitosocietario, al filo de 1909 se pudo articular en Marbella la oposición a la hegemonía del caci-quismo tradicional a partir de la creación de una nueva organización, liderada por la persona-lidad del médico Félix Jiménez de Ledesma, inserta en una gran organización de ámbito pro-vincial que en las demandas de una serie de colectivos, organismos y corporaciones se apoya enun programa de regeneración del sistema, próximo al reformismo, corriente política generadaen la Institución Libre de Enseñanza que representa en Marbella el doctor Jiménez de Ledesma.

ABSTRACT

The events of Marbella of May 1909, a violent riot with wide popular participation – mainly of children andwomen proceeding from the poorest sectors of the city— they are the manifestation of the existence, in themargins of the anchylosed system of the Restoration of a dense associative network in which from first ofcentury they were coming coinciding the demands of democratization of the system, formulated by republicanformations like Mar y Tierra with the working vindications of organizations like La Emancipación. From thissocietario scope, to the edge of 1909 the opposition to the hegemony of the traditional domination andinfluence of a cacique from the creation of a new organization could be articulated in Marbella, led by thepersonality of the doctor Félix Jiménez de Ledesma, it inserts in a great organization of provincial scope thatin the demands of a series of groups, organisms and corporations leans in a program of regeneration of thesystem, next to the reforming policy, political current generated in the Institución Libre de Enseñanza thatthere represents in Marbella the doctor Jiménez de Ledesma.

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objetivo planteado de desmantelamiento delcaciquismo ha sido cuestionada. Previamente a laconvocatoria de las elecciones se agilizarán loscontactos entre las dos facciones del PartidoLiberal encabezadas respectivamente por LópezDomínguez y Moret. Ambos grupos permanecíandistanciados desde la famosa crisis del papelito enla que el grupo de Moret y Rafael Gassetneutralizaron el programa anticlerical de Canalejasarrebatando el gobierno a Lopez Domínguez. ParaSánchez Illán, fue Rafael Gasset Chinchilla elartífice de la caída de su pariente1 , quien crea en1907 el Partido Demócrata Monárquico con unprograma en algunos aspectos cercanos a lasdemandas republicanas. El cada vez más acusadofraccionamiento del Partido Liberal es indicativode la naturaleza de las formaciones dinásticas, enrealidad una serie de grupos identificados en susexpectativas e intereses con un jefe político y quesólo en su enfrentamiento con la política de Maura,concretamente al proyecto de Ley Antiterrorista,buscará puntos de encuentro en el llamado Bloquede Izquierdas, abierto también a los republicanos,lo que ha sido interpretado como una ruptura delpactismo dinástico y una respuesta del PartidoLiberal a las nuevas condiciones creadas por elcreciente peso de la opinión pública2.

La oposición del líder del republicanismomalagueño, Pedro Gómez Cháix, al Bloque deIzquierdas impedirá, a diferencia de otrasprovincias, el acercamiento entre liberales yrepublicanos, más inclinados a la alianza con lasorganizaciones obreras3.

En la provincia de Málaga, sin embargo,vienen coincidiendo obreros, republicanos y per-sonas procedentes del liberalismo dinástico enunas formaciones teóricamente apolíticas perollamadas a desempeñar un papel muy activo en lalucha anticaciquil y por lo tanto capaces de atraera todos aquellos sectores interesados en erosionarel sistema de la Restauración.

2. LAS JUNTAS DE DEFENSAADMINISTRATIVA Y LA REGIONAL

Desde comienzos de siglo la provinciaconoce el desarrollo del asociacionismo obrero yrepublicano. La creación desde 1906 de las Juntasde Defensa Administrativa puede ser interpretadacomo una manifestación de este expansionismoaunque la naturaleza de estas organizaciones hade ser definida desde otra perspectiva. La deconstitución más temprana de las localizadashasta el momento es la de Málaga, creada ennoviembre de 19064 a iniciativa de Pedro AntonioRozo Rodríguez, auténtico impulsor de estasorganizaciones implantadas en los distritos deCoín-Marbella, Campillos y Málaga capital5.

Pedro A. Rozo, natural de Cádiz y deprofesión piloto de la Marina Mercante, aunquevinculado también al mundo del comercio,abandera en la provincia de Málaga la lucha con-tra la corrupción administrativa y política, dehecho, al menos hasta 1920, es el delegado enAndalucía de La Liga Nacional contra el caciquismo6 .En una línea muy cercana a la interpretación quesus contemporáneos hicieron del fenómenocaciquil expuso su pensamiento en distintosartículos –a veces firmados con el seudónimo deParis, su símbolo masónico7– y publicados enmedios cercanos al Partido Liberal como El Eco deTarifa8 y, ya en Málaga, en La Unión Mercantil, ElPopular y El Regional.

A la creación de La Junta de Defensa deMálaga le sigue las de Ardales y Coín. Losestatutos de la primera definen los objetivos deestos organismos que pueden ser consideradosinstrumentos de intermediación entre losciudadanos y los ayuntamientos9. La corrupciónadministrativa y la subversión de las leyes desdelas mismas instituciones son responsables deldescontento ciudadano y amenazan con“establecer un dualismo entre los representantes y susrepresentados” 10. Las Juntas de Defensa seconstituyen pues con el objetivo de velar por lacorrección de los procedimientos administrativosy contra cualquier tipo de abuso, irregularidad yarbitrariedad, canalizando el malestar ciudadanoa través de los mecanismos legales de defensadel Estado Liberal. Ello no impide que como enel caso de Ardales su creación esté impulsadadesde sectores republicanos11. Indepen-dientemente de los objetivos expuestos, las Jun-tas de Defensa malagueñas comparten en todos loscasos un carácter interclasista –pequeñosartesanos, industriales, comerciantes yprofesionales liberales y, en algunos casos,amplios grupos de jornaleros– y el objetivocomún de luchar contra las prácticas caciquilesque tienen en el funcionamiento de laadministración local en manos de una oligarquíadepredadora de los recursos municipales su másevidente expresión.

El control propuesto desde estasorganizaciones sobre los procedimientosadministrativos ha de llevarnos a valorar lasinterpretaciones que han definido el caciquismocomo mecanismo de naturaleza exclusivamenteadministrativa a partir de la sustitución de losantiguos oligarcas y propietarios por unaburocracia y un funcionariado directamentebeneficiario del sistema12. Y ello, por considerarque esta dimensión también fue percibida porlos contemporáneos del fenómeno integradajunto a los conocidos postulados ético-moralesdel regeneracionismo y a la valoración del

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

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caciquismo como un fenómeno de dominaciónpolítica de las oligarquías en unos espacios enlos que persistían las estructuras previas a larevolución liberal.

La red provincial de las Juntas de DefensaAdministrativa se integra desde la primavera de1909 en una supraorganización, llamada La Re-gional: Asociación de Defensa Administrativa13, conparecidos fines a los de las juntas locales. Entresus objetivos se encuentra la defensa de losintereses de Málaga y su provincia por medio deldesarrollo de la agricultura, cuyo atraso seconsidera responsable del empobrecimiento delpaís, de la industria y del comercio, formulacionesgenéricas que enlazan con las inquietudes que lapequeña burguesía ilustrada había materializadoen las Sociedades Económicas de Amigos del País,presidida en estos momentos en Málaga por elrepublicano Pedro Gómez Cháix14. Sin embargo,La Regional es fundamentalmente una asociaciónde representación de intereses de corporaciones,colectivos y organizaciones afectadas por lapolítica fiscal. De hecho, la lucha contra losConsumos –su abolición es una reivindicación delrepublicanismo histórico–15, constituye una de susprincipales actuaciones16.

La participación o no en política por partede los asociados a La Regional constituyó uno delos temas más debatidos en el seno de laorganización. A propuesta de Pedro A. Rozo, laAsamblea integrada por más de 200 sociosacordaría no concurrir a las próximas eleccionesmunicipales como tal organización sino de formaindividual17, lo que no significa que La Regionalpueda ser considerada una organización apolítica,dado los mecanismos desplegados en la defensade los socios que como en Marbella fueron

candidatos a concejales18. La composición, porotra parte, de sus diferentes juntas directivas enlas que se integran junto a miembros deorganizaciones empresariales una ampliarepresentación del republicanismo malagueño yen menor medida de los sectores obreros –elanarquista Mateo Grima será vocal del primerdirectorio, en 190919–, mantienen la alianza en-tre republicanismo y obrerismo que desdeprincipios de siglo se había venido dando enorganizaciones como La Federación Malagueña,cuyo representante en La Regional es precisamenteEnrique Tejero Ramos, compañero en la laborpropagandista de Belén Sárraga y uno de losorganizadores, en 1903, de la Unión Republicana20.

Por otra parte, la presencia en lapresidencia de la organización de personas comoPedro A. Rozo cercano a los liberales de Armiñan,del doctor Félix Jiménez de Ledesma21, impulsordel Partido Reformista en el distrito Coín-Marbella, o de Benito Pérez Galdós, quién ostentóel cargo con carácter honorífico22, sugieren unacercanía a los postulados que configurarán elreformismo, sostenidos por intelectualespartidarios de soluciones armonicistas entre elsocialismo y el individualismo burgués. En

definitiva un reformismo de raízkrausista que en la armonización de losintereses de los distintos gruposbuscaba evitar el enfrentamiento socialpromoviendo asociaciones en los queestuvieran representados estosintereses.

3. FÉLIX JIMÉNEZ DELEDESMA, LA JUNTA DEDEFENSA ADMINISTRATIVADE MARBELLA Y LASELECCIONES MUNICIPALESDE 1909

La Junta de Defensa Administrativade Marbella fue creada en abril de 1909por el médico de la Beneficencia Mu-nicipal Félix Jiménez de Ledesma23, conel apoyo y asesoramiento de Pedro. A.Rozo y por tanto con el respaldo de LaRegional . En Marbella, esta

organización a diferencia de la mayoría de las dela provincia acoge mayoritariamente atrabajadores del campo y de la mina. Encabezadajunto al doctor Jiménez de Ledesma por unfarmacéutico, dos militares retirados y algunospequeños industriales, La Junta de Defensa deMarbella, con domicilio social en el número 6 dela calle Lobatas, representa la continuidad delasociacionismo obrero y republicano, comoevidencia la presencia entre sus asociados dehombres procedentes de la organización

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Cuadro 1Directorio de La Regional (30/04/1909)

Fuente: AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C. 928, “Acta deconstitución de La Regional: Asociación de Defensa Administrativa”, 11 de abrilde 1909

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30 CILNIANA

republicana Mar y Tierra y de La Emancipación, estaúltima una asociación obrera con arraigo en el sec-tor minero. Precisamente desde La Junta de Defensase canalizarán a través de su presidente y deSandalio Chicote su secretario, las denuncias delos trabajadores de la mina sobre el trabajo adestajo24. Pero el Centro de Defensa de Marbella fuesobre todo un instrumento creado por el doctorJiménez de Ledesma para enfrentarse a lasclientelas locales de la familia Chinchilla,emparentada con López Domínguez, jefe de unafacción del Partido Liberal, cuyos parientes yamigos políticos ostentan desde 1890 larepresentación del distrito Coín-Marbella de casiininterrumpida obediencia liberal25.

El permanente enfrentamiento que el doc-tor Jiménez de Ledesma mantuvo con la pequeñaoligarquía local, escudada en el control del podermunicipal y habituada a las prácticas caciquiles,impulsó sin duda la creación de una organizacióncon capacidad para enfrentarse a unos grupos queno son identificables necesariamente con grandesintereses económicos –representados en lacomarca por la compañía minera The MarbellaIron Ore Company Limited y La Sociedad Coloniade San Pedro Alcántara–, sino con grupos mediosque desde la gestión de los recursos municipalesa través de la patrimonialización de los cargospúblicos dominan a una ciudadanía que ha demantenerse dócil al cacicato liberal de los Chin-chilla a fin de garantizar la permanencia delrespectivo jefe político en el parlamento.

Un equilibrio que en Marbella quedarátraumáticamente dislocado por la poderosa yexcéntrica personalidad de Félix Jiménez deLedesma, un médico licenciado en la Facultad deMedicina y Cirugía de la Universidad de Zaragoza,que a su llegada a Marbella poseía una ampliaexperiencia profesional26, pero cuya innovadoraforma de ejercer la medicina y su pococonvencional forma de vida chocó con la

provinciana sociedad local. Su trayectoriaprofesional en la localidad quedó marcada por suenfrentamiento con el doctor Félix de Zea Urbano,médico forense y director del Hospital e HijuelaExpósitos de la ciudad, quien pretendió accedera la plaza de médico titular del tercer Distrito

que desde 1907 venía ocupando de forma interinael doctor Jiménez de Ledesma. La acumulaciónde cargos públicos en manos de una sola per-sona o en los miembros de una misma familia noera infrecuente, en esta ocasión la pretensión delinfluyente doctor Zea fue rechazada por lacorporación municipal al considerar incompatiblesu cargo de director del Hospital de San Juan deDios con el de médico municipal.

Desde 1903 los dos médicos de laBeneficencia Municipal venían reclamando ladotación de una nueva plaza para atender a unservicio que el galopante aumento de la pobreza,incrementado desde la crisis de 1905,demandaba27. Cuando la plaza fue creada, el doc-tor Jiménez de Ledesma contó con el apoyó

profesional de sus colegas médicos ycon el respaldo político de unacorporación de clara filiación liberalcon representación republicana. Lavaloración que en agosto de 1908hacía el alcalde, Manuel ÁlvarezCabello, ensalzando su “laboriosidad,inteligencia y honradez”28 se opone a lasdescalificaciones a las que apenasunos meses más tarde hubo deenfrentarse.

En efecto, la independenciadel médico en su ejercicioprofesional, su escasa disponibilidada considerar el magisterio indiscutidode personalidades médicas como elprestigioso ginecólogo doctor Gálvez,

le distanciaron de la clase médica, que se aunóen su contra, cuando don Félix de Zea lo llevóante un Tribunal de Honor. Las acusacionesformuladas por el médico forense ante la Juntade Médicos del partido eran genéricas cuando sereferían al ejercicio profesional del médico ytenían que ver con cuestiones de forma queafectaban a la “dignidad de la clase médica”. Segúnse expuso, el doctor Jiménez de Ledesma se había

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

El día del tumulto, el médico recorría lascalles de El Barrio dando instrucciones a

los vecinos para que se concentraran en laPlaza, más de cincuenta mujeres con sus

chiquillos le acompañaban

Fuente: AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C. 928, “Acta de constitución de la SociedadJunta de Defensa Administrativa de Marbella”, 30 de abril de 1909 y AMMA, C. 1073-H, P. 3, “CensoElectoral”, 19 de noviembre de 1909

Cuadro 2Directorio de la Junta de Defensa Administrativa de Marbella (30/04/1909)

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presentado en Marbella anunciándose con unabanda de música, montado en un carruaje “en elque se exhibía con aspecto grotesco”. Pero lo querealmente molestaba al conjunto de los médicosera la insumisión del recién llegado a la disciplinacorporativa y en concreto la osadía de denunciaral doctor Félix de Zea por la dejación de funcionesal frente del Hospital29. A la vez, su modo de viday sus costumbres le acarreaban la enemistad delos sectores más conservadores, que no dudaronen utilizar aspectos de su vida privada a la horade apoyar el expediente administrativo que se leabrió por unos hechos de naturaleza claramentepolítica. El doctor Jiménez de Ledesma, entoncesde 33 años, animaba a la celebración de entierroslaicos, que convertía en manifestación política encontra del párroco y se bañaba desnudo en lasplayas de la población30.

De cualquier forma es tan evidente latormentosa relación que el doctor Jiménez deLedesma mantuvo con algunas de las familias demás significación social de la localidad como elpredicamento que tuvo entre los sectores másempobrecidos, los habitantes del distrito bajo sucargo, una zona de estrechas callejuelas a la orilladel mar, habitada por pescadores, jornaleros ymineros: sectores representados en la Junta deDefensa y desde los que pretendía romper lahegemonía de los liberales en las próximaselecciones municipales.

Los esfuerzos de Segismundo Moret yLópez Domínguez por unir a las dos faccionesdel Partido Liberal en la provincia de Málagaresultaron vanos. Tras una reunión mantenidaen el Congreso a la que asistieron los senadoresy diputados por la provincia de Málaga, elacuerdo de nombrar una JuntaOrganizadora, integrada porliberales y demócratas para lareorganizar de los comitéslocales, quedó frustrada por eldesacuerdo del jefe del partidoen Málaga, Adolfo Suárez deFigueroa, con la representaciónotorgada a los moretistasmalagueños31. Los liberalesconcurrieron a las municipalesdel 2 de mayo profundamentedivididos. Las esperanzaspuestas en la nueva ley electoralpor quienes como Pedro A.Rozo la consideraron unamedida salvadora frente al caciquismo “el díaque los españoles la sepan interpretar” 32 no impidióque en Marbella las elecciones se celebraran enbase a todo tipo de corruptelas según loshabituales procedimientos de la España de laRestauración.

En la ciudad, el celebre pucherazo no eranuevo; ya en las elecciones de 1905 habían sidoboicoteados los candidatos republicanos33 y en1902 durante el proceso electoral se dieron todotipo de actuaciones fraudulentas tipificadas comodelitos electorales34.

En el primer distrito, el presidente de lamesa electoral, Miguel Belón Torres, no admitió

las propuestas para interventores presentadas porlos candidatos, entre los que se encontrabaAntonio Marín Carrasco, vicepresidente de LaJunta de Defensa; El recuento de votos se efectúosin permitir la presencia de los interventores. Enel segundo distrito el mayor número de votos loobtuvo el candidato Cristóbal Lara Galbeño, vo-cal del directorio de La Junta de Defensa, pero antesde firmarse las actas, el alcalde, Manuel ÁlvarezCabello, se las llevó. En la sección segunda deltercer distrito, según denunciarían los opositoresal alcalde, éste y el juez municipal impidieronvotar a los electores. En este distrito, donde eldoctor Jiménez de Ledesma tenía la mayoría delos apoyos, fueron detenidas una veintena depersonas, entre las que se encontraba el candidatoy concejal, Rafael López Macías, y la policía mu-nicipal desalojó el colegio antes de que se

realizara el recuento –en el que se adjudicarontan sólo 16 votos al candidato Sandalio ChicoteBeltrán, secretario de La Junta de Defensa–,abandonando la urna y la documentación despuésde que los interventores salieran de estampidaante el ruido de golpes y disparos35.

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

El doctor Jiménez de Ledesma, entonces de33 años, animaba a la celebración de

entierros laicos, que convertía enmanifestación política en contra del párroco y

se bañaba desnudo en las playas de lapoblación

Cuadro 3Junta Directica del Círculo Agrícola e Industrial de Marbella (5/01/1905)

Fuente: AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C. 928, “Acta de constitución del Círculo Agrícola eIndustrial de Marbella”, 5 de enero de 1905

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Pero si los procedimientos empleados porlos agentes locales del caciquismo, los jueces ylos alcaldes fueron los habituales, en 1909 la exis-tencia en la localidad de una fuerza política emer-gente, liderada por Jiménez de Ledesma pudocanalizar la oposición de la familia liberal contra-ria al cacicato de los Chinchilla36 –cuya clientela,asentada en el Círculo Agrícola e Industrial deMarbella representaban el alcalde, Manuel ÁlvarezCabello y el juez municipal suplente, José ÁlvarezAcosta–, pero igualmente la de los sectores repu-blicanos y obreros que al no aceptar la exclusiónde los candidatos “no oficiales” desde La Junta deDefensa plantearan la anulación de las eleccionescon el respaldo de La Regional. Unas eleccionesen las que a nivel general los republicanos con-quistaron los ayuntamientos de las grandes ciu-dades y que en Málaga ponían en evidencia laquiebra del sistema caciquil37 que en Marbellaimpulsaría Jiménez de Ledesma.

4. EL MOTÍN DE LAS MUJERES

Unos días después de las elecciones, la tar-de del 12 de mayo, el médico fue detenido cuan-do se encontraba visitando a sus enfermos. Se-gún su propia versión38, una pareja de la policíamunicipal intentó cachearlo, la resistencia opues-ta por don Félix, que no se caracterizaba precisa-mente por su docilidad de carácter, atrajo a variasmujeres de El Barrio en su defensa. Conducido ala cárcel, situada como el Ayuntamiento en la pla-za central de la ciudad, fue seguido por una multi-tud de personas que aumentaba a medida que seextendía por la ciudad la noticia de la detención.Más de 2.000 personas llegaron a congregarse fren-te a las puertas de la Casa Capitular39. Mientras lagran mayoría pedía a voces la comparecencia delalcalde a quien se consideraba responsable de ladetención, otros intentaban presentarle una soli-citud en regla en demanda de libertad.

El alcalde, ante las amenazas e insultos quecontra él lanzaba el conjunto de la chiquillería ylas mujeres, recurrió a la Guardia Civil. La hastaese momento concentración de amigos y simpa-tizantes del doctor Jiménez de Ledesma se con-virtió en un violento motín. Entre las 6 de la tar-de y las 11 de la noche del 12 de mayo de 1909,las calles del Río, San Cristóbal, San Ramón, Luna,Lucero, Sol... quedaron desiertas, sus gentes cru-zaron el río de la Represa, una barrera que sepa-raba el barrio más pobre del elegante casco urba-no y tomaron la plaza de la Constitución. El Ayun-tamiento fue asaltado y saqueado, la multitud re-

corrió las distintas estancias del edificio abrien-do los balcones y arrojando el mobiliario a la ca-lle, una inmensa pira se formó en el centro de laplaza con muebles y libros, dando lugar a unahoguera cuyas llamas alcanzaron grandes propor-ciones. Mientras la multitud aplaudía la destruc-ción de los documentos “en los que quizá se contu-viera en letras de oro la historia triunfal del odiosocaciquismo”40, algunos grupos insistían en locali-zar al alcalde, quien posiblemente fuera testigode aquel inesperado brote de violencia desde lasede del Círculo Agrícola e Industrial, situado en laesquina de la plaza, cerca de la casa de los Chin-chilla. De allí pudo escapar saltando por una ven-tana, lo que llevó a sus enemigos a volver sus irascontra los domicilios de los políticos demócra-tas, es decir de los seguidores del general LópezDomínguez.

Al filo de la medianoche la violencia noarreciaba, los escasos efectivos de la Guardia Ci-vil se mostraban impotentes para controlar a unamultitud compuesta en gran parte por mujeres yniños de corta edad a quienes no disuadían losdisparos que las fuerzas de orden público, refor-zadas por la presencia de carabineros, efectuabanal aire. La amenaza de que el motín se extendie-ra, llevó al Juez de Instrucción a poner en liber-tad al doctor Jiménez de Ledesma, sólo entoncescesó la violencia. Cuando el médico pisó la plaza,sus seguidores lo aclamaron, acompañándoloprácticamente en procesión hasta su cercano do-micilio en la calle de la Fortaleza.

Los sucesos de Marbella tuvieron una ampliarepercusión en la prensa provincial que los pre-sentó como una manifestación del caciquismo.Desde El Popular se justificaba la violencia comouna consecuencia lógica de los atropellos come-tidos contra el médico. El pueblo al incendiar losdocumentos municipales pretendía simbólica-mente erradicar los testimonios de la dominación,de sanear “la mefítica atmósfera por medio de la vir-tud purificadora del fuego”41.

Las autoridades locales y el círculo de ami-gos del alcalde valoraban los hechos de muy dis-tinta manera. El motín había sido en primer lu-gar provocado por don Félix, quien desde las elec-ciones venía tratando de promover una manifes-tación de protesta por el resultado “desfavora-ble” obtenido por los candidatos de La Junta deDefensa. El día del tumulto, el médico recorría lascalles de El Barrio dando instrucciones a los veci-nos para que se concentraran en la Plaza, más de

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La amplia presencia femenina en el motín tiene que ver con la identificación dela figura que personificaba el remedio del dolor y la esperanza de la salud

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cincuenta mujeres con sus chiquillos le acompa-ñaban. Frente a la versión del editorialista de ElPopular que presentaba los hechos como la mani-festación de una protesta popular, la versión delalcalde, publicada también en el mismo periódi-co, hablaba de una chusma, que lejos de contem-plar pasivamente los incendios se había entrega-do al pillaje42. A los daños ocasionados al patri-monio municipal, los liberales demócratas aña-dían los destrozos sufridos en la casa del juezmunicipal y el robo de dinero y víveres de los lo-cales del Círculo Agrícola e Industrial.

La magnitud de los acontecimientos des-bordó por completo a las autoridades municipa-les; a la mañana siguiente la ciudad fue tomadapor la fuerza pública. La dimisión del Goberna-dor Civil por la victoria republicana en la capitalretrasaba la intervención de la máxima autoridadprovincial en el conflicto. Hasta la mañana del día14 de mayo no llegó a Marbella el marqués deUnzá del Valle, aún representante del Gobiernoen Málaga. Para entonces las detenciones habíancomenzado y en el Congreso el diputado liberal,Suárez de Figueroa, protestaba ante La Cierva,ministro de la Gobernación de Maura, por las ac-tuaciones judiciales en Marbella.

En efecto, el juez municipal, una de laspersonas sobre las que se había dirigido la vio-

lencia, había decretado prisión para varias dece-nas de electores43. El día 15 fue de nuevo deteni-do el doctor Jiménez de Ledesma y reaparecieronlos disturbios. En esta ocasión las autoridadesmunicipales contuvieron la protesta. Con la ma-yoría de los protagonistas masculinos encarcela-dos, la fuerza pública, casa por casa, buscó a lossospechosos y al no encontrar a los hombres sellevaron a las mujeres, una de ellas embarazada,y a los niños. A principios de junio más de 60personas permanecían detenidas44, mientras lafacción liberal contraría a los Chinchilla buscabaneutralizar a sus oponentes responsabilizando aljuez de los acontecimientos.

La prensa republicana consideródesorbitada la actuación de las fuerzas de ordenpúblico: “Ni aún en Marruecos, en las contiendas dekábilas, ocurren estas atrocidades”45. El Directorio deLa Regional, por su parte, dirigía al Ministro de laGobernación escritos de protesta por la actua-ción gubernativa. En definitiva, la gestión de lacrisis daba oportunidad a la oposición de cues-tionar los instrumentos a los que el sistema de laRestauración había confiado la defensa del ordensocial.

El carácter político del motín del 12 demayo parece fuera de toda duda. No puede con-siderarse en modo alguno un hecho aislado, ni

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Calle del Río, en El Barrio (Fuente: Fondo Temboury. Diputación Provincial de Málaga)

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totalmente espontáneo. Es el resultado de “la de-rrota” en las elecciones de mayo 1909 de una fuer-za alternativa a los grupos que se repartían elpoder local, en manos de los mayores contribu-yentes por Renta Agraria y acostumbrados a sol-ventar sus diferencias sin intervención del con-junto de la ciudadanía, considerada sólo desde lautilización que de su derecho al sufragio podríabeneficiarle.

La utilización por parte de estos poderesde una “violencia institucionalizada” de manerarecurrente en forma de amenazas, presiones ycoacciones aparece de repente contestada desdeuna acción colectiva que fue percibida por los quela padecieron como la emanación de una fuerzabruta, irracional, inconsciente e irreflexiva, ejer-cida por una “turba fanática e imbécil” y no comola manifestación del abismo que separaban a losgrupos dominantes de amplios sectores de lapoblación con capacidad de ensayar nuevas res-puestas. Violencia política, en tanto que afecta alreparto del poder y que emerge en el seno de unconflicto político46 y que al dirigirse contra lossímbolos del poder que encarnaba el caciquismopuede considerarse selectiva. Y ello aún tenien-do en cuenta que la destrucción de algunos do-cumentos del Archivo Municipal posiblemente fuemagnificada por el secretario y que la desapari-ción de cierta documentación fiscal beneficiabaa los grupos a quienes la violencia iba dirigida.

Otro asunto es que la participación en elmotín tuviera una motivación exclusivamentepolítica. El ejercicio de la violencia contra el po-der como manifestación de una cultura preferen-temente masculina nos lleva a considerar elprotagonismo que las mujeres tuvieron en losacontecimientos. Ellas acompañaban a don Félixen el momento de ser detenido, eran vecinas deEl Barrio, usuarias de la beneficencia municipal yprincipales defensoras del médico. Su papel enel motín tenía que ver, como se señala desde lahistoriografía feminista que se ha ocupado de laparticipación femenina en los motines de subsis-tencia, con los principales roles de las mujeres,la reproducción y el cuidado de los hijos, con ladefensa de la salud y la conservación de la vida47,lo que constituía la esencia de la profesión médi-ca. Los médicos y los curas eran los únicos hom-bres con quienes las mujeres, fuera de su ámbito

familiar, podían mantener un contacto cotidiano.Pero la miseria alejaba de la Iglesia a las mujeresde El Barrio, único espacio comunitario al que lesera permitido el acceso. En la interpretación quede su papel en los sucesos se hizo desde el podersubyace una crítica patriarcal por la invasión comosujetos activos de los espacios políticos masculi-nos, materializados en el despacho del alcalde,en el Salón del Pleno y en el Círculo Agrícola.

La amplia presencia femenina en el motíntiene que ver con la identificación de la figuraque personificaba el remedio del dolor y la espe-ranza de la salud. Y desde esta perspectiva es pre-ciso valorar la formación del médico, en tanto quetiene que ver con las denominadas enfermeda-des sociales, como la tuberculosis –la enferme-dad que más mortalidad ocasionó en Marbella enla segunda década del siglo48–, incubada en losespacios insalubres que servían de vivienda a lamayor parte de las familias que él trataba. La lu-cha contra esta enfermedad llevaría a don Félix aser uno de los pocos especialistas españoles quela combatían mediante la utilización del sueroSAT49. Conoció igualmente la presencia de la le-pra en el municipio, siendo precisamente duran-te su estancia en Marbella cuando se dio el másalto número de casos de aquella terrible enfer-medad50, que en palabras de don Félix “viene sien-do endémica en la localidad con sus funestas conse-cuencias, sin solución alguna por parte del municipio”51.Palabras que revelan la impotencia ante las limi-taciones de los poderes públicos en la interven-ción del problema sanitario que, según el discur-so de la corriente médico-higienista, estaba pro-fundamente imbricado en la cuestión social. Co-rriente que desde su formación europeísta y suposterior trayectoria política en el reformismodebió conocer y compartir. Su especialización en

enfermedades relacionadas con la reproduccióny la sexualidad femenina lo mantuvieron en con-tacto con el mundo de las mujeres, en los añosen que la vanguardia de la clase médica redefiníala argumentación religiosa de la maternidad des-de presupuestos laicos y científicos a partir de lamaternología52.

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Fuente: ADE, El Regional, 27/04 – 01/06/1918

Fuente: ADE, El Regional, 25/09 – 6/10/1917

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Su experiencia y conocimientos se tradu-cían en una práctica profesional que extrañaba asus colegas, al recetar medicamentos según unafórmula propia y desconocida para los farmacéu-ticos locales y sobre todo en cantidades superio-res a las permitidas por el presupuesto munici-pal. Para él sin embargo, “Las prescripciones debenhacerse con respeto a la terapéutica y según la natura-leza del paciente y la intensidad del mal, así la dosis esgrande o pequeña y si el médico alguna vez se excediófue por amor a los enfermos y su deseo de salvarlos”53.Concebía el ejercicio de la medicina desde unadimensión profundamente humanística; la aten-ción a los desfavorecidos era un acto de justicia yno de caridad: “el enfermo es un ser que sufre, al queno se le deben escatimar los medios para su curaciónpor estar condenado a ser pobre”. Su contacto conlos sectores sociales más desfavorecidos de la ciu-dad explican la movilización a su favor de unosgrupos cuyas condiciones de vida –sobre todolas familias pescadoras rozaban la indigencia–mantenían entre las mujeres siempre vivo un sen-timiento de exasperación, un odio que se engen-draba en los diminutos habitáculos de los corra-lones, en los largos inviernos sin pesca, en losefectos de la sequía y sobre todo en la incidenciade las enfermedades en los niños. Una moviliza-ción que, sin embargo, tiene consecuencias polí-ticas y que evidencia, en vísperas de una de lasgrandes crisis de la Restauración, que la insumi-sión al sistema que se manifestaba con claridaden los grandes núcleos urbanos era trasladable almarco rural. Y que esta insumisión podría serpolíticamente utilizada por las fuerzas que se dis-ponían a conquistar el poder.

Los sucesos de Marbella, que se saldaroncon el encarcelamiento de más de 60 personas,entre las que encontraban además del médico,algunos prestigiosos profesionales como el abo-gado don Miguel Gutiérrez de Quijada y el pro-curador, don Andrés Moyano Jiménez, dieronoportunidad a La Regional para emprender unaferoz campaña contra el caciquismo en la provin-cia de Málaga, campaña en la que participó acti-vamente, el abogado Francisco de la RubiaFernández, presidente de la Junta de Defensa deCoín, ciudad que compartía con Marbella la re-presentación del distrito, y que se basó en la de-nuncia de la represión persiguiendo el objetivodel nombramiento de un juez especial para elcaso.

En Marbella, la consecuencia más inmedia-ta fue el establecimiento de una alianza coyuntu-ral para anular las elecciones del 2 de mayo entreLa Junta de Defensa y la familia liberal oponente alalcalde. Esta facción fue la beneficiaria de la cri-sis al ser nombrado alcalde por Real Orden unode sus representantes, el concejal Salvador Mo-

reno Jaime, bajo cuya presidencia se comenzó enjulio el expediente administrativo de sanción con-tra don Félix, suspendido de su cargo desde suingreso en prisión el 15 de mayo. En el podermunicipal, el liderazgo de una de las familias li-berales fue sustituido por otro también liberal,igualmente interesado en neutralizar con vistasa las próximas elecciones municipales convoca-das para septiembre a La Junta de Defensa, cuyacapacidad de convocatoria había quedado demanifiesto.

A su salida de la cárcel, a los cuarenta ytres días de ser ingresado, don Félix se había con-vertido en un símbolo de la resistenciaanticaciquil: “un Cristo sacrificado por los fariseos delcaciquismo de Marbella”54. Con motivo de su pues-ta en libertad, La Regional celebró, el 11 de julio,un gran acto en el que estuvieron presentes lospresidentes de las Juntas más activas de la pro-vincia –entre ellas la de Alozaina, donde se habíaproducido un motín de parecidas característicasal de Marbella–. Ante aquella asamblea, el doctorJiménez de Ledesma pronunció una conferenciaen la que no faltaron las evocaciones a grandespersonalidades del republicanismo como NicolásSalmerón, fallecido un año antes o Joaquín Cos-ta55. Comenzaba así una nueva campaña políticaapoyada por La Regional para romper el monopo-lio del Partido Liberal en el Ayuntamiento deMarbella.

Lo sucedido en el verano de 1909 es bienconocido. Con el telón de fondo de la Semana Trá-gica, la reactivación de La Junta de Defensa Admi-nistrativa de Marbella encontró serias dificultades.La suspensión de las garantías constituciones conmotivo de los sucesos de Barcelona fue utilizadapor el alcalde para impedir cualquier actividadpolítica de una organización que en vísperas delas elecciones de septiembre contaba ya con 400asociados. En unos momentos en los que la re-presión gubernamental mantenía –siguiendo lapolítica del Bloque de Izquierdas– a los liberalesjunto a la oposición antidinástica contra Maura,La Cierva, Ministro de la Gobernación de un ga-binete conservador, se convertía en garante delos derechos de la organización que lideraba donFélix Jiménez de Ledesma.

Desde el Gobierno Civil se ordenó al alcal-de que permitiera la campaña electoral enMarbella; Gobernación daba luz verde a la utili-zación de la Guardia Civil, en el caso de que elalcalde se opusiera. En septiembre, el aislamien-to del gobierno conservador era un hecho.Intuyendo la próxima promoción al Gobierno dela nación del Partido Liberal y la incapacidad enuna coyuntura crítica para el país de contar conla intervención en las elecciones de las garantías

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gubernamentales, los candidatos de La Junta deDefensa optaron por retirarse “por carecer de inter-vención en las mesas y a merced del enemigo común,las dos facciones del caciquismo liberal”56. La victoriade Salvador Moreno Jaime en el Ayuntamientopreludiaba la de sus amigos políticos, losmoretistas, que garantizarán el continuismo delas mismas clientelas en el distrito, pero los ci-mientos para la creación de otras opciones alter-nativas a esta situación habían quedado estable-cidos.

5. EL REFORMISMO: UN PROYECTODE LOS INTELECTUALES ESPAÑOLES.LA CREACIÓN DEL PARTIDOREFORMISTA EN MARBELLA

El expediente administrativo abierto con-tra el doctor Jiménez de Ledesma, no consiguióinhabilitarlo, al ser repuesto por el Gobierno Ci-vil hasta la resolución definitiva de su caso. Juz-gado junto con alguno de sus seguidores en juliode 1910, fue absuelto por un Jurado Popular delos delitos de sedición, incendio y robo57. Ello lepermitió seguir en la sanidad pública hasta 1912cuando fue definitivamente cesado como médi-co del tercer distrito58; la plaza fue provisional-mente ocupada por quien la venía ambicionandodesde 1907: don Félix de Zea Urbano –su mayorenemigo–. Sin embargo, su cese no obedeció amotivos políticos, sino a una decisión personalque lo llevó a proseguir su formación médica enel extranjero. Tras solicitar una licencia para es-tudiar las innovadoras terapias de la quimiotera-pia en junio de 1911, no volvió a su puesto demédico municipal59. Cuando regrese al municipio,dos años y medio después, será para impulsar lacreación del Partido Reformista.

El Partido Reformista fue la materializaciónde una línea de pensamiento de raíces krausistas,sostenida por un sector de la burguesía ilustradavinculada a la Institución Libre de Enseñanza. Un pro-yecto cuyas formulaciones teóricas se deben a

los republicanos moderados Gumersindo deAzcárate y Melquíades Álvarez, y que representael esfuerzo de un sector de la democracia espa-ñola para neutralizar el avance de un conserva-durismo antidemocrático y del obrerismo orga-nizado. Un intento, en definitiva, de conjugar losderechos de propiedad con la democracia políti-

ca y la reforma social, una tercera vía integradoray superadora de los antagonismos sociales ten-dente al establecimiento de una democraciaparticipativa y modernizadora en la línea de lossistemas políticos francés y británico60. Para Tusell,el Partido Reformista es un ejemplo de la domes-ticación de los grupos republicanos moderadospor el sistema de la Restauración, de la tenden-cia del sistema de atraerse a sus oposiciones hastahacerlas inofensivas61.

Pero el reformismo se definió sobre todopor ser un programa impulsado desde la vanguar-dia de la intelectualidad española. El Reformistafue un partido de intelectuales del que formaronparte los más brillantes cerebros de la Ciencia, laMedicina, la Literatura, la Historia, la Sociología...en unos años en los que el espíritu de la Institu-ción impulsaba a través de sus cuadros las gran-des reformas educativas y sociales62. Azcárate,González Posada, Pedregal, Luis de Zulueta, An-tonio Machado, Gustavo Pittaluga, Manuel Azañay José Ortega y Gasset figuraron en el reformis-mo y o en la Liga de Educación Política, muy próxi-ma al partido, agrupación que representaba a ladenominada Generación del 14. En opinión deMarichal, la generación más importante de la his-toria intelectual de la España moderna, pero tam-bién una de las generaciones más completas dela historia europea del siglo XX63.

En Marbella, la pequeña burguesía comer-cial y los sectores medios de profesionales queconformaban el apoyo social del reformismo, yque en la ciudad habían sido el sostén delrepublicanismo, eran minoritarios, en unos mo-mentos en los que el tradicional entendimientoentre republicanos y obreros se resentía por laorientación de éstos hacia los partidos de clase.En una ciudad sin tradición ni inquietudes cultu-rales cuya oligarquía se caracterizó históricamen-te por cerrar filas en torno a unos grupos domi-nantes poco inclinados a toda innovación, la in-troducción de una opción política que germina-ba en las cátedras universitarias, se difundía enlos ateneos y se nutría de los pensionados de laJunta de Ampliación de Estudios –la instituciónque presidió Cajal y desde la que los universita-rios españoles accedieron al panorama científicoeuropeo– constituye un hito en la historia políti-ca de Marbella durante la Restauración en tantoen cuanto que fue una opción apenas represen-tada en Andalucía y sin apenas significación en elpanorama del republicanismo malagueño.

El vínculo del reformismo con Marbella esel doctor Jiménez de Ledesma. Su incorporaciónal partido de Melquíades Álvarez es explicabledesde su trayectoria política, intelectual y profe-sional. Independientemente del liderazgo que

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

El Reformista fue un partido de intelectualesdel que formaron parte los más brillantes

cerebros de la Ciencia, la Medicina, laLiteratura, la Historia, la Sociología…

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ejerció en Marbellasobre unos secto-res cada vez másinclinados hacía elsindicalismo, donFélix no era un re-volucionario. De ex-tracción social bur-guesa64, su trayec-toria política se orientó hacia opciones que, comolas asociaciones de Defensa Administrativa, no cues-tionaron el sistema o que, como el Partido Refor-mista, terminarían aceptándolo. Algunos de lospresupuestos del programa reformista, aquellosque tenían que ver con la racionalización de laadministración y con la regeneración de la vidamunicipal, estaban ya presentes en La Regional,presidida por Jiménez de Ledesma en 1913. Des-de esta convergencia es explicable su adscripciónal reformismo que convertía en programa políti-co las demandas de la “apolítica” organizaciónmalagueña. El carácter laico del nuevo partido,su orientación republicana, su confianza en solu-ciones armónicas a los conflictos de clase y suinspiración en los modelos políticos francés e

inglés debieron atraer al médico que en aquellosaños viajó a Europa, siguiendo la pauta marcadapor la ciencia española de principios del siglo XXque, en su inserción en el ámbito europeo, con-vergía con las corrientes reformistas sobre todode Francia65.

En 1913, el doctor Jiménez de Ledesmarealizó una excursión científica a Francia y Alema-nia, donde se familiarizó con la técnica de la elec-tricidad aplicada al tratamiento de las enferme-dades crónicas y de la matriz. Su consulta –queen septiembre de 1916 trasladó a la calle del Án-gel– contaba con los más avanzados instrumen-

tos eléctricos: depila-ción electrolítica conanestesia local, trata-miento de enferme-dades de la piel, apa-ratos para masajes,estufas de desinfec-ción eléctricas,etc...66 En 1917, su

nombre aparecía incluido en la revista La ClínicaMalagueña entre los médicos que ensayaban tera-pias antituberculosas. Durante estos años su ac-tividad profesional fue paralela a su activismo po-lítico.

La organización del Partido Reformista enMálaga es simultánea a la asunción por parte desus dirigentes de la línea de colaboración con lamonarquía. Durante el verano de 1913, a travésde Cristián Scholtz Aponte se impulsa la creacióndel partido en Ronda67 y a finales de año en Coíny en Marbella68. Los Scholtz, personifican en Má-laga el grupo social sobre el que se apoyó el re-formismo español, la burguesía comercial. Sinembargo, la implantación del nuevo partido, pre-

cisamente por su carácterelitista fue minoritaria, a excep-ción de Asturias, núcleo origi-nal del reformismo cuyos líde-res se formarán comoMelquíades Álvarez, Clarín,Buylla y Adolfo González Posa-da en la Universidad de Oviedo,cuna del Movimiento de Exten-sión Universitaria y de La Uni-versidad Popular, desde las quelos institucionistas proyectabansus ilusiones reformistas sobreel obrerismo69.

La importación del refor-mismo a Málaga es posible quesea debida precisamente a unhombre de la Institución Libre deEnseñanza, Domingo de Oruetay Duarte70. Profesor de la Insti-

tución, este Ingeniero de Minas, hijo del famosogeólogo malagueño, Domingo Orueta y Aguirre,trabajó en Mieres como director de una fábricasiderúrgica y en Gijón, donde instaló su propiafábrica. Amigo de Melquíades Álvarez, fue unode los ponentes del programa del Partido Refor-mista71 y candidato por el distrito Coín-Marbellaen las elecciones a Cortes de 191872. La familiaOrueta constituía en la Málaga de principios desiglo un ejemplo paradigmático de la elite cultu-ral de formación europea representada en la So-ciedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales. Fun-dada a iniciativa de Domingo Orueta padre, tam-bién cuenta entre sus socios fundadores con

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

El Partido Reformista orientaría su programasocial, como se había hecho desde La Junta

de Defensa, hacia los trabajadores de la minaa los que añade ahora los de las colonias

agrícolas de San Pedro Alcántara y El Ángel

Cuadro 4Directorio de La Regional (29/12/1913)

Fuente: ADE, El Popular, 5/01/1913

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miembros de la familia Scholtz73. Desde este ám-bito científico es posible que el doctor Jiménezde Ledesma contacte con el reformismo, aunqueno descartamos una vinculación desde el núcleooriginal de Gijón, de donde era natural su espo-sa, Consuelo Fernández-Nespral74.

El doctor Jiménez de Ledesma regresó aMarbella en diciembre de 1913, acompañado delescritor Rafael Ávila de la Rosa, para impulsar lacreación de un comité que organizara el PartidoReformista en la ciudad. La nueva organizaciónfue presentada en una fiesta celebrada en una delas grandes casas que desde las murallas del Cas-tillo se asomaban a la Barbacana, sede del Círcu-lo Reformista75. Entre sus cuadros dirigentes seencontraban miembros de la pequeña burguesíalocal y propietarios agrícolas. Algunos antiguosmiembros de La Junta de Defensa representaban alos pequeños artesanos y empleados que habíanimpulsado la antigua organización, mientras quela presencia de algunos socios de la sociedad obre-ra Mar y Tierra es indicativa dela continuidad en el reformis-mo del republicanismo mode-rado. La prensa insistía en laprivilegiada situación económi-ca de los cuadros del reformis-mo, considerada una garantíade independencia política fren-te a las clientelas tradicionales,una pequeña inteligencia localformada por hombres cultos yacomodados que al ser nuevosen política representaban la po-sibilidad de regenerar la vidapública: “Su nombramiento hon-ra un partido que trata de hacersede hombres probos y decididos quecon su carácter sincero se identifi-quen con todas las clases socialessatisfaciendo las legitimas aspiraciones de los pueblosque se ven oprimidos por esos cartujos y tiranos que

vienen poniendo el sello del refinamiento al egoísmo yla sensualidad del político perverso”76.

El Partido Reformista orientaría su progra-ma social, como se había hecho desde La Junta deDefensa, hacia los trabajadores de la mina a losque añade ahora los de las colonias agrícolas deSan Pedro Alcántara y El Ángel. Sin embargo, lanueva formación carecía de bases, sus cuadrosestaban socialmente muy alejados del pueblo tra-bajador que sostuvo a La Junta de Defensa y de lossectores que en 1909 salieron a la calle en defen-sa de don Félix.

La creación del partido en el distrito deCoín-Marbella en vísperas de las elecciones ge-nerales de 1914 obedece a la intencionalidad depresentar candidaturas en el distrito donde enaquella ocasión concurrió la conjunción Republi-cano-Socialista, y donde un vez más salió elegidoel heredero del cacicato de los Chinchillas, Eduar-do Ortega y Gasset77.

El Partido Reformista, entre 1914 y 1919,queda definitivamente integrado en el turnismo

dinástico a la vez que pierde losescasos apoyos que mantenía enAndalucía.

En Marbella, pese a su vo-luntad renovadora, el reformis-mo languidece incapaz de en-sombrecer a los líderes de la fa-milia liberal. Éstos, desapareci-do López Domínguez, parecendiluirse en la herencia delmoretismo, recogida por Santia-go Alba y apoyada por RafaelGasset Chinchilla, director delinfluyente periódico El Imparcialy ministro de Fomento tambiéncon Romanotes. La amplia nómi-

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Cuadro 5Comité organizador del Partido Reformista en Marbella (7/12/1913)

Fuente: ADE, La Unión Mercantil, 7/12/1913 y AMMA, C. 119-H, P. 3, “Censo Electoral”,19 de noviembre de 1909

Cuadro 6Junta Directiva del Partido Reformista en Marbella (23/12/1913)

Fuente: ADE, La Unión Mercantil, 24/12/1913 y AMMA, C. 119-H, P. 3, “Censo Electoral”, 19 denoviembre de 1909

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na de distritos liberales que en Galicia, CiudadReal, etc. acaparaba la familia de Rafael Gasset secompletaba desde 1910 con el del distrito Coín-Marbella. Durante estos años la proyección pú-blica de don Félix es menor que en su primeraestancia en Marbella. Al frente del Partido Refor-mista, de cuya directiva formaba parte de formahonoraria, sus energías se proyectaron hacia laconstrucción de un sanatorio antituberculoso queintentó construir en las faldas de la Sierra Blan-ca, en un paraje privilegiado, dotado de su pro-pio manantial. Un lugar aislado y alejado de lapoblación que requería la dotación de unasinfraestructuras de acceso que terminarían impi-diendo la viabilidad del proyecto.

El acceso a la proyectada clínica, situa-da en el partido de Puerto Rico, era más fácil ymás corto desde la carretera de Ojén que des-de el núcleo urbano de Marbella. A principiosde 1914, don Félix, a través de su apoderado,José Martínez Esmorís, solicitará permiso alAyuntamiento para arreglar y construir un ca-mino que permitiera el paso de carruajes des-de “La Torrecilla” hasta “El Chorrón” donde em-pezaba su finca “Zaragoza”78. El camino quetranscurría paralelo al trazado del ferrocarrilde la mina de hierro contó con el apoyo muni-cipal que consideró el beneficio que el pro-yecto suponía para la población. Pero el crucede la vía férrea y el camino en “Puente Palo”exigían la construcción de un paso a nivel quela compañía inglesa no autorizó79. Durante dosaños, don Félix persistió en su empeño de abrirel camino a su costa, a la vez que apoyado aho-ra por su hermano Manuel, se embarcaba enun nuevo proyecto de carácter industrial. Lafábrica de harinas “Covadonga” fue construi-da en el espacio que ocupó el Fuerte de SanLuis, según planos presentados por el arqui-tecto Fernando Guerrero Strachan80. El estable-cimiento industrial propiedad de don FélixJiménez de Ledesma –un molino de cilindrosdotado de una moderna infraestructura técni-ca– estaba regentado por su hermano Manuel,quien hubo de enfrentarse a todo tipo de pro-blemas, entre los cuales no fue el menor el plei-to presentado a los nuevos empresarios porun obrero accidentado en la fábrica81.

La prolongada ausencia del médico no fuesuficiente para que sus enemigos lo olvidaran82.Sus proyectos se desarrollarán, por otra parte,en medio de una profunda crisis en el municipio,al afectar la guerra mundial a las exportacionesde mineral y de azúcar. La crisis del trigo en 1918debió ser determinante en el fracaso de su aven-tura industrial.

Hasta ese momento, el doctor Ledesmapermaneció pasando consulta en Málaga. Duran-te estos años83, el Partido Reformista mantendrásus expectativas políticas en la provincia. De suaceptación plena del encasillado es ilustrativo elapoyo prestado por el candidato conservador, Jai-

me Parladé Heredia, a su parienteDomingo de Orueta y Duarte, candi-dato por el distrito Coín-Marbella enlas elecciones a Cortes de 191884.Orueta, que durante sus investiga-ciones geológicas en la sierra de Ron-da residió en el Ingenio de San Pe-dro Alcántara, no era un candidatocunero. La vieja aspiración de arre-batar la representación del distritoal Partido Liberal endureció la posi-ción de los reformistas que basaron

la campaña electoral en desprestigiar al diputadoEduardo Ortega y Gasset, acusado de desidia y

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Fuente: ADE El Regional, 27/04 – 01/061918

“Puente Palo”: cruce de caminos donde el doctor Jiménez de Ledesma exigía ala «Compañía Inglesa» un paso a nivel para acceder a su finca “Zaragoza”

(Foto: Lucía Prieto Borrego)

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dejadez. Los reformistas no dejarían de utilizarcomo arma arrojadiza contra las candidaturas ofi-ciales el hundimiento de una cantera en Mijas. EnMarbella, el mitin de Orueta, celebrado en febre-ro de 1918, se centró en defenderse de las acusa-ciones de “cunero” que le prodigaba su rival,

Eduardo Ortega, quien, por otra parte, no dudóen descalificar los trabajos de Orueta en la Serra-nía de Ronda. El prestigioso geólogo evocaba suvinculación a la comarca desde su quehacer cien-tífico que paradójicamente, como se lo recordabaa su adversario político, había merecido el apoyoy la aprobación del padre de Ortega, el periodistaJosé Ortega Munilla85.

En Marbella, la movilización de los hom-bres de Félix Jiménez de Ledesma, encabezadospor su apoderado, José Martínez Esmorís86, pro-porcionaron a Orueta el mayor número de votosobtenidos en los pueblos de la comarca, 380 fren-te a los 638 conseguidos por Eduardo Ortega yGasset87, que afianzaba su liderazgo político enun distrito donde sólo en la ciudad de Marbellael reformismo mantenía un apoyo que personifi-caba Jiménez de Ledesma.

En plena crisis de la Restauración, la agi-tación social –que en Marbella habría de mani-festarse en toda su crudeza en las huelgas mine-ras de 1919–, acercó el reformismo a sus oríge-nes desde su carácter de intermediación entre laburguesía y la clase trabajadora88. Para entonces,

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

las bases obreras que habían nutri-do La Junta de Defensa se identifica-ban con organizaciones de carác-ter socialista que, como la federa-ción local de mineros y oficios va-rios El Progreso, impulsarán el sin-dicalismo minero.

El doctor Jiménez deLedesma murió en plena ola deconflictividad laboral, muy cerca dela mina donde sus antiguos segui-dores luchaban por las condicionesde trabajo que el médico había de-fendido.

Volvió a Marbella en el vera-no de 1918, enfermo de una dolen-

cia de estómago. Murió el 10 de noviembre de1919 en la casa de su finca “Zaragoza”, en el par-tido de “Puerto Rico”89, construida en un peque-ño claro al borde de la estrecha vereda que bajade la sierra, el lugar que soñó para curar y desdeel que hasta el último momento, según las pala-bras que con motivo de su muerte le dedicó Paris(su amigo Pedro A. Rozo), en El Regional, siguióponiendo a disposición de sus enfermos su cien-cia. Consciente de su carácter impulsivo, don Félixreconocía las dificultades que su personalidad leacarreó: “Para llegar, comprendo que precisa el disi-mulo, comprimirse; yo no sé representar ni lo uno, nilo otro… ¡yo no llegaré jamás!”90.

Fábrica de harinas “Covadonga” (Fuente: RODRÍGUEZ PARRA, A., Marbella antes, Marbella, 1986, p. 10)

Fuente: ADE El Regional, 27/04 – 01/061918

Estado actual de los edificios de “Puerto Rico Bajo”(Foto: Lucía Prieto Borrego)

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FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Al morir, con apenas 46 años, había trans-currido una década desde que iniciara su luchacontra el caciquismo. Se había enfrentado a todala clase médica –don Félix de Zea a quien corres-pondió certificar su muerte, nunca le perdonó–, ala influyente familia Chinchilla, al Ayuntamiento ya la poderosa “Compañía Inglesa”, oponentes queen su enfrentamiento con lo que en la Marbella deaquellos años representó el doctor Jiménez deLedesma ensayarían su feroz resistencia a lo queestaba por venir, la República, proclamada enMarbella por hombres procedentes del reformis-

mo. La muerte libró a don Félix de conocer el fra-caso de las vías reformadoras, su superación du-rante la República, o el trágico destino del creadordel partido, Melquíades Álvarez. En Marbella –don-de el médico pidió ser enterrado–, el reformismose diluyó entre el republicanismo y el socialismo91.

El recuerdo de don Félix fue transmitidopor sus contemporáneos a la siguiente genera-ción, de ésta, las voces más ancianas aún lo evo-can como un singular ser humano, como “el mé-dico del Barrio”, “el médico de los pobres”.

APÉNDICE DOCUMENTAL

Documento 1Personas detenidas con motivo de las elecciones y el motin de 1909

Fuente: Elaboración propia en base a los datos obtenidos de: AMMA, C. 539-1-H, “Correspondencia Oficial”, 1909 y ADE,La Unión Mercantil, 27/05/1909 al 24/06/1909

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FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

Notas1 El libro de Juan Carlos Sánchez Illán, Prensa y Política en

la España de la Restauración. Rafael Gasset y El Imparcial, Ma-drid, 1999, constituye el más completo estudio de la trayec-toria tanto política como empresarial de Rafael Gasset Chin-chilla, cuya familia materna procedía de Marbella. Estaba em-parentado por tanto con el General López Domínguez, su ad-versario político dentro del Partido Liberal. La versión de laintriga que llevó al Rey a nombrar de nuevo a Moret presiden-te del Gobierno, dada por Natalio Rivas, se reproduce enGARCIA VENERO, M., Santiago Alba, monárquico de razón, Ma-drid, 1963.

2 TUSELL, J. y AVILÉS, J., La derecha española contemporá-nea. Sus orígenes: el maurismo, Madrid, 1986.

3 ARCAS CUBERO, F., El republicanismo malagueño durantela Restauración (1875–1923), Córdoba, 1985.

4 Archivo Histórico Provincial de Málaga (AHPM), SecciónGobierno Civil, Serie Asociaciones, Caja (C.) 853.

5 Bajo el título de Junta de Defensa y a iniciativa de PedroA. Rozo, se organizan asociaciones, además de en Málaga ca-pital, en varios pueblos de la provincia; en el distrito de

Campillos: Ardales (enero/1908); Casarabonela (abril/1909);Peñarrubia (abril/1909); Cártama (agosto/1909); Almargen (mar-zo/1910); Alozaina (octubre/1911) y en el distrito Coín–Marbella: Coín (julio/1908); Mijas (diciembre/1908); Marbella(abril/1909) y Guaro (abril/1909). En 1913, existen 138 Juntasde Defensa en Andalucía y Rozo las representa en Málaga. FUEN-TE: AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones y Pági-na web: www.archivodiazescovar.com; Archivo Díaz de Escovar(ADE), La Unión Mercantil y El Popular.

6 ADE, La Unión Mercantil, 29/06/1912, 1913 y 1917 y ElRegional, 29/06/1918, 1919 y 1920.

7 Archivo Histórico Nacional (AHN), Sección Guerra Civil,Masonería B, Carpeta (Cp.) 13, Expediente (E.) 10.

8 Sobre su colaboración en El Eco de Tarifa, órgano delPartido Liberal en esa población gaditana, véase LIAÑO RIVERA,M., “El Eco de Tarifa y La Voz del Pueblo”, Revista de EstudiosTarifeños, año I, 3, Tarifa, diciembre 1991.

9 AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C.907, “Reglamento de la Sociedad de Defensa del Pueblo deArdales”.

10 Ibídem, “Sociedad de Defensa del Pueblo de Ardales. Moti-vos de su creación”.

La Feria de Marbella

Debido a las circunstancias excepcionales por las que atraviesa esta ciudad, no ha celebrado sutradicional feria con la alegría de otros años.

El histórico acto de la entrega de la llave de la ciudad por la población sarracena, pocos añosantes de que Colón descubriera aquella gran parte del mundo, no responde en su modo de celebrarlo a loque representa y merece.

Los actos religiosos, aunque poco concurridos, bien; especialmente la capilla de música dirigidapor don José Palomo y el discurso histórico pronunciado por el cura párroco don José Doctor GarcíaMorón.

Los toros, según me han dicho (pues no los he visto), no han sido malos en su clase y condición.Los barracones de la feria (poco iluminada por cierto), animados, sin que las transacciones

verificadas, sean suficientes para asegurar que los feriantes hagan su Agosto.Organillos, alguna que otra guitarra y la liliputiense Banda de Música, ha animado y amenizado

en parte los festejos.No ha habido juergas presididas por Baco, ni la más insignificante pendencia en cuestión,

circunstancias que honran y enaltecen a los habitantes de esta histórica y culta ciudad depositaria delcastellano Neudon.

¿Las mujeres? Estas son la mar de marbellísimas; no resisto la tentación de dedicarles un parrafito.Generalmente son todas hermosas; pero de entre ellas, observa el cronista la aparición de algunas,

que con su hermosura, gracia y donaire, le dejan así como extasiado y en disposición de bendecir hastala Eva primitiva. Dura esto poco, porque a los pocos momentos, hay que fijar la atención en otra ú otrasestrellas que se presentan de igual o mayor magnitud, que si no fuera por el respeto que merecen lasleyes, motivos hay para olvidar las del piropeo y desobedecer a La Cierva. Y como la aparición de otrastan brillantes y floridas estrellas, se repite tantas veces… forme cada lector su juicio con arreglo a suedad y circunstancias. Yo, he formado el mío y aseguro: Que, si Marbella no está en el cielo, por Marbellahay que pasar para llegar a la gloria.

José Monicón

Documento 2La Feria de San Bernabé el año del Motín

Fuente: ADE, La Unión Mercantil, 20/06/1909

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11 Uno de los iniciadores y vicepresidente del primerDirectorio de la Junta de Defensa de Ardales, en 1908, es Fran-cisco Ortiz Cueto, al frente del Círculo Republicano InstructivoObrero de Ardales desde su fundación en 1905 hasta 1915.MORALES MUÑOZ, M., El republicanismo malagueño en el sigloXIX. Propaganda doctrinal, prácticas políticas y formas desociabilidad, p. 177.

12 Salvador Cruz Artacho ha sintetizado las diferentes in-terpretaciones dadas al caciquismo durante la Restauración.Para este autor, la línea emprendida por Tusell y Valera en losaños setenta que inicia la valoración del caciquismo como fe-nómeno administrativo, capaz según otros autores de suplan-tar la esfera política, es insuficiente, al postergar el análisis delos mecanismos de dominación y los conflictos de intereses.CRUZ ARTACHO, S., “Clientes, clientelas y política en la Españade la restauración (1875–1923)”, Ayer, 36: GAY ARMENTEROS,J. C. (ed.), Italia–España. Viejos y nuevos problemas históricos,Madrid, 1999, pp. 105-129.

13 AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C.853, “Reglamento orgánico de La Regional: Asociación de Defen-sa Administrativa”.

14 CABALLERO CORTÉS, A., Pedro Gómez Cháix: director dela económica malagueña (1906–1926), Málaga, 1990.

15 La lucha contra el impuesto de consumos, en ARCASCUBERO, F., El republicanismo malagueño…, op. cit.

16 Tanto La Junta de Defensa de Málaga como La Regional,con Pedro A. Rozo a la cabeza, participan activamente en lalucha contra el odioso impuesto desde principios de 1907. Enagosto de 1910, las más de treinta sociedades malagueñasfusionadas “sólo esperan que La Regional señale el día de laproyectada manifestación”. GÓMEZ CHÁIX, P., Ensayos de PolíticaMunicipal: La supresión y el restablecimiento del Impuesto deConsumos, Madrid, 1930, p. 176.

17 AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C.853, “Junta General Extraordinaria de La Regional”, 25/04/1909.

18 Algunos directivos tanto de La Junta de Defensa de Málagacomo de La Regional, serían candidatos en las eleccionesmunicipales de 1909 en Málaga, por diferentes candidaturas.

19 Federica Monseny aún pudo conocer a Mateo Grima yamuy anciano, durante su viaje a Málaga en 1932, al que evocacomo una de las figuras claves del anarquismo malagueño.LAS SIETE ENTIDADES, Un encuentro. Federica Montseny en An-dalucía, verano de 1932, Sevilla, 1994, pp. 45-46

20 ARCAS CUBERO, F., El republicanismo malagueño…, op.cit.

21 En la Asamblea General de La Regional celebrada eldomingo 29 de diciembre de 1912, será elegido el doctor FélixJiménez de Ledesma como presidente de su Directorio para elaño 1913. AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones,C. 853, “La Regional”, también, ADE, El Popular, 5/01/1913.

22 La Regional, en su Asamblea General celebrada el 5 dejunio de 1910, nombra Presidente Honorario a don Benito PérezGaldós, el cual se encontraba en la ciudad con motivo del es-treno de su drama Casandra. AHPM, Sección Gobierno Civil,Serie Asociaciones, C. 853, “La Regional”.

23 Félix Alejandro Jiménez de Ledesma, nació en la villa deAbejar (Soria) el 18 de octubre de 1873. Registro Civil de Abejar(Soria), “Certificado de Nacimiento”.

24 PRIETO BORREGO, L., “La situación de las clasestrabajadoras en Marbella durante las primeras décadas del sigloXX”, Baetica, 23, 2001, pp. 693-712.

25 CRESPILLO CARRÉGALO, F., Elecciones y Partidos Políticosen Málaga (1890–1901), Málaga, 1990.

26 Médicos Titular por oposición, había adquirido una largapráctica en oftalmología en la clínica sevillana de los doctoresSalas y Rivas e igualmente en cirugía general, por su trabajoen el Hospital de la Princesa de Madrid y otros de Barcelona;además, había ampliando estudios en Francia. Archivo Munici-pal de Marbella (AMMA), C. 908-19-H, “Expediente para laprovisión de una plaza de Médico titular, 1908”.

27 AMMA, Actas Capitulares (AA. CC.), sesión de 31 de oc-tubre de 1903.

28 AMMA, AA. CC, sesión de 24 de agosto de 1908.29 AMMA, C. 908-19-H “Expediente instruido sobre la

destitución del Médico Titular del 3º Distrito de esta ciudad,Don Félix Jiménez de Ledesma, año 1909”.

30 Ibídem.31 ADE, El Popular, 24 y 25/05/1909.32 AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C.

853, “Junta General Extraordinaria de La Regional”, 25/04/09.33 En las elecciones para concejales del año 1905, el

candidato Rafael Reina Posadas, presidente de la asociaciónMar y Tierra, adherida a la Federación Malagueña, que habíaobtenido el segundo mayor número de votos por el 2º Distrito,se ve privado del acta por los candidatos adictos al PartidoLiberal. AMMA, C. 519-6-H, “Expediente para las Elecciones deConcejales verificada el 12 de noviembre de 1905”.

34 MESTRE MARTÍNEZ, E., Los delitos electorales en España(1812–1936), Madrid, 1977.

35 AMMA, AA. CC., sesión de 17 de mayo de 1909. Tam-bién, Archivo Municipal de Málaga (AMM), Hemeroteca, Bole-tín Oficial de la Provincia de Málaga (BOP), n. º 132, pp. 530-531.

36 Esta facción está más cercana a los moretistas y a RafaelGasset Chinchilla entre cuyos amigos políticos se encontrabanen la provincia, el periodista Andrés Mellado –que había dipu-tado liberal por el vecino distrito de Gaucín-Estepona– quiénal igual que Ortega Munillla –cuñado de Rafael Gasset– y Adol-fo Suárez de Figueroa –diputado liberal por la circunscripciónde Málaga– había trabajado en El Imparcial.

37 ARCAS CUBERO, F., El republicanismo malagueño…, op.cit., p. 312.

38 Telegrama enviado por el doctor Jiménez de Ledesma aLa Regional. ADE, El Popular, 13/5/ 1909.

39 Para los sucesos de Marbella, El Popular, 13 al 19/05/09 yAMMA, AA. CC., sesión de 17 de mayo de 1909. FernandoArcas Cubero, en su libro sobre el republicanismo malagueñoya citado, se hace eco de los sucesos de Marbella.

40 ADE, El Popular, “Los sucesos de Marbella. Pueblo queprotesta”, 14/5/1909.

41 Ibídem.42 ADE, El Popular, “Desde Marbella”, Antonio Álvarez, 18/

5/1909.43 ADE, El Popular, 15/05/1909.44 ADE, La Unión Mercantil, “Asamblea Extraordinaria de La

Regional”, 2/06/1909.45 ADE, El Popular, 16/5/190946 Para los distintos significados de la violencia política,

ARÓSTEGUI, J., “Violencia, sociedad y política: la definición dela violencia”, Ayer, 13: ARÓSTEGUI, J. (ed.), Violencia y políticaen España, Madrid, 1994, pp. 17-55.

47 KAPLAN, T., “Conciencia femenina y acción colectiva: elcaso de Barcelona, 1900–1918”, en AMELANG, J. S y NASH, M.(eds.), Historia y Género. Las mujeres en la España Moderna y Con-temporánea, Valencia, 1990.

48 MAÍZ VIÑALS, A., Geografía Médica de Marbella, Marbella,1976, p. 88.

49 En 1917, el doctor Jiménez de Ledesma figuraba entrelos pocos profesionales españoles y extranjeros que aplicabansuero SAT en todos sus grados y formas para el tratamiento yla curación de la tuberculosis, en su consulta de Málaga. ADE,La Clínica Malagueña, “Suero-Terapia Antituberculosa SueroSAT”, 1/06/1917.

50 Entre 1900 y 1910 se dieron, según recoge el doctorMaíz, siete casos de lepra, pero la estigmatización social de laenfermedad tendía a ocultarla, por lo que es posible que fue-ran más. MAÍZ VIÑALS, A., Geografía Médica… op. cit., p. 85.

51 AMMA, AA. CC., sesión de 19/06/1911.52 NASH, M., “Maternidad, maternología y reforma eugénica

en España, 1900–1939”, en DUBY, G. y PERROT, M. (dirs.), His-toria de las mujeres en Occidente. El siglo XX, Madrid, 2000, pp.687-708.

53 AMMA, C. 908-19-H “Expediente instruido sobre la desti-tución del Médico Titular del 3º Distrito de esta ciudad, DonFélix Jiménez de Ledesma, año 1909”.

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

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44 CILNIANA

54 ADE, La Unión Mercantil, Discurso de Francisco de la Ru-bia en la “Asamblea Extraordinaria de La Regional en honor delDoctor Ledesma”, 11/07/1909.

55 ADE, La Unión Mercantil, Discurso del doctor Félix J. deLedesma en la “Asamblea Extraordinaria de La Regional en ho-nor del Doctor Ledesma 13/07/1909.

56 AHPM, Sección Gobierno Civil, Serie Asociaciones, C.928, “Acta de Asamblea General de la Junta de Defensa Administra-tiva de Marbella”, 4 de septiembre 1909.

57 ADE, El Popular y La Unión Mercantil, 16/07/1910.58 AMMA, AA. CC., sesión de 30/09/1912.59 AMMA, AA. CC., sesiones de 19/07 y 14/08/1911.60 SUÁREZ CORTINA, M., El gorro frigio. Liberalismo, Demo-

cracia y Republicanismo en la Restauración, Madrid, 2000.61 TUSELL GÓMEZ, J., Oligarquía y caciquismo en Andalucía

(1980–1923), Barcelona, 1976.62 Desde la creación de la Comisión de Reformas Sociales

en 1883, los cuadros de la Institución inspiran las políticasreformistas educativas y sociales. GÓMEZ MOLLEDA, M. D.,Los reformadores de la España contemporánea, Madrid, 1981. Parael período que tratamos véase JIMÉNEZ–LANDI, A., La Institu-ción Libre de Enseñanza y su ambiente. Tomo IV: “Período de expan-sión influyente”, Madrid, 1996.

63 MARICHAL, J., El secreto de España. Ensayos de historia inte-lectual y política, Madrid, 1996, p. 190.

64 Según su partida de nacimiento, su padre, CeledonioJiménez, era profesor en medicina y cirugía al igual que suabuelo, Bernardo Jiménez. Su madre, Luisa de Ledesma erahija de un abogado, Gregorio de Ledesma. Desde finales delsiglo XIX, su familia vivió en el Castillo de Almenar, situado enla zona oriental de la provincia de Soria, que sus padres habíanadquirido a los condes de Gómara. JIMÉNEZ MORENO, J. J., LaRecuperación del Castillo de Almenar, comunicación presentadaen las jornadas organizadas por la Asociación de Amigos del Cas-tillo de Marcilla, 15 al 17 de marzo de 2002, Marcilla (Navarra).

65 SUÁREZ CORTINA, M., El gorro frigio… op. cit., p. 341.66 ADE, La Unión Mercantil, 19/11/1913.67 Gabriel Ponce Pérez fue el propagandista que, designa-

do por Melquíades Álvarez, concretó con Cristián Scholtz laorganización del Partido Reformista en Ronda. ADE, La UniónMercantil, 12/08/1913.

68 ADE, La Unión Mercantil, 7/12 al 10/12/1913.69 Los orígenes del reformismo en Asturias son estudiados

por el citado profesor SUAREZ CORTINA, M., El reformismo enEspaña. Republicanos y reformistas bajo la monarquía de AlfonsoXIII. Madrid, 1986. Sobre Melquíades Álvarez es interesante labiografía de su amigo Antonio L. Oliveros, director del No-roeste, órgano del reformismo asturiano, publicada en 1947,hoy revisada críticamente en una reciente edición que la re-produce en fácsimil. OLIVEROS, A. L., Un tribuno español.Melquíades Álvarez, prólogo de Sarah Álvarez de Miranda, Gi-jón, 1999

70 Una biografía de Domingo de Orueta y Duarte enORUETA GONZÁLEZ, M. de y RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, A.,MACPHERSON y los ORUETA. La moderna geología española se for-jó en la Serranía de Ronda, Web www.pasoslargos.com.

71 SECRETARÍA REFORMISTA, El Programa del Partido Refor-mista. Asamblea de 1918, Madrid, 1918.

72 La proclamación de candidatos en ADE, El Popular, 18/02/1918.

73 En la primera época habían sido socios honoríficos San-tiago Ramón y Cajal y Ramón Menéndez Pidal. En 1916, erasocio de honorífico perpetuo Domingo de Orueta y Aguirre,socio de honorífico Domingo de Orueta y Duarte y socios co-rrespondientes, entre otros; Ricardo de Orueta –Madrid–, JoséOrtega y Gasset –Madrid– y Max Koheler –Marbella–. AMM,Hemeroteca, S. 38, “Boletín de la Sociedad Malagueña de Cien-cias, Tercera Época, n. º 1, Marzo de 1916”.

74 Félix Jiménez de Ledesma y Consuelo Fernández–Nespralde la Ballina tuvieron cuatro hijos, Félix, Vicente, Luisa y Dolo-res. Registro Civil de Marbella (Málaga), “Certificado de Defun-ción”.

75 ADE, La Unión Mercantil, 7/12/1913.

76 ADE, La Unión Mercantil, 24/12/1913.77 ARCAS CUBERO, F., op. cit., p. 442. Cristián Scholtz Aponte

sería proclamado candidato por el vecino distrito de Gaucín.ADE, El Popular, 2/03/1914.

78 Félix Jiménez de Ledesma compra a principios de 1914–escritura del 25 de enero– a José Roldán Salcedo dos fincasen el partido de “Puerto Rico” –Alto y Bajo– y las unifica en laque denomina finca “Zaragoza”, son algo más de 16 hectáreasde tierra que se riegan con aguas de un nacimiento propiodonde crecen algarrobos y árboles frutales y contiene dos ca-sas de mampostería (AMMA, C. 1.087-H, P. 9, “Apéndice al cua-derno de liquidaciones… Rústica y Pecuaria”, 1914).

79 AMMA, AA. CC., sesión de 27/04/1914 y C. 141-H, “Co-rrespondencia Oficial”, 1915.

80 AMMA, AA. CC., sesión de 10/05/1915.81 El 25 de julio de 1916, Salvador Sánchez Sánchez, ope-

rario de la fábrica, sufre un accidente –los cilindros de lasobadora le aplastó la mano derecha–. El obrero reclamaráconforme a la Ley de Accidentes de Trabajo pero no hubo acuer-do entre don Félix y el obrero y esté lo denunció judicialmen-te. En febrero de 1918, la Sala de lo Civil de la Audiencia deGranada dictó sentencia a favor de Salvador Sánchez, conde-nando a don Félix a abonar al obrero 18 meses de jornal arazón de 1,65 pesetas por día más el 50% del total que resulta-se de la liquidación. AMMA, C. 141-H, P. 3, “CorrespondenciaOficial”, 1916 y ADE, El Popular, 22/05/1918.

82 Según testimonios orales, la fábrica de harinas“Covadonga” fue incendiada de forma intencionada. Según tes-timonio de un sobrino nieto de Jiménez de Ledesma la fábricaarruinó por completo a don Félix que invirtió en ella el patri-monio familiar, hasta el punto que fue desheredado por sumadre, Luisa de Ledesma Ortiz.

83 Para la crisis del 17 en Málaga véase RAMOS PALOMO,M. ª D., Burgueses y proletarios malagueños. Lucha de clases en lacrisis de la restauración (1914–1923), Córdoba, 1991.

84 ORTEGA Y GASSET, E., Las Elecciones en Coín–Marbella.Recurso y documentos presentados ante el Tribunal de Actas del Su-premo, por D. Eduardo Ortega y Gasset, Madrid, 1919, pp. 21-22.

85 ADE, El Regional, 18/02/1918.86 El reformista y antiguo representante en Marbella del

doctor Jiménez de Ledesma, José Martínez Esmorís, como apo-derado del candidato Domingo de Orueta, será el responsablede presentar las credenciales de los interventores, entre losque se encuentran otros reformistas y antiguos militantes deLa Junta de Defensa como Ramón Lara Galbeño y Antonio MarínCarrasco o el republicano Fernando Marín Vázquez. AMMA, C.119-H, p. 11, “Elecciones a Cortes”, 1918.

87 En el distrito Coín–Marbella se proclamaría diputadoEduardo Ortega y Gasset con 4.866 votos frente a los 2.331obtenidos por Domingo Orueta. ADE, El Regional, 1/03/1918.

88 SUÁREZ CORTINA, M., El reformismo... op. cit., p. 241.89 Registro Civil de Marbella (Málaga), “Certificado de De-

función”.90 ADE, El Regional, “El doctor Jiménez de Ledesma”, 13/

11/1919.91 José Martínez Esmorís, vicepresidente de la primera junta

directiva del Partido Reformista, en enero de 1931, es el secre-tario de la Sociedad Cultural Recreativa, organización donde sefraguaría el futuro Partido Socialista. Fue proclamado candida-to socialista a las elecciones municipales del 12 de abril y seráel primer alcalde de la Segunda República en Marbella. En juliode 1931, es el vicepresidente del Partido Republicano RadicalSocialista. En abril de 1931, a la constitución de la AgrupaciónSocialista de Marbella, su vicesecretario es el antiguo vicepre-sidente de La Junta de Defensa y posterior tesorero del PartidoReformista, Antonio Marín Carrasco; mientras que su hijo, An-tonio Marín Jiménez, sería el vicepresidente del PRRS. Otrosseguidores de Félix Jiménez de Ledesma serían también inicia-dores del Partido Republicano Radical: José Vega Benavides,Enrique López Escámez, Cristóbal Blanco Valenzuela o los hi-jos de los Lara Galbeño. PRIETO BORREGO, L., Marbella, losaños de la utopía. Estudio de una Comunidad Andaluza (1931–1936), Marbella, 1994.

FÉLIX JIMÉNEZ DE LEDESMA: EL MÉDICO DE LOS POBRES

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La Gestión Municipal en Marbella durante el Primer Franquismo (1939-1959)*

Ana María Rubia OsorioProfesora de Enseñanza Secundaria y Bachillerato

RESUMEN

El presente artículo pretende acercar la gestión del Ayuntamiento de Marbella durante losprimeros años del franquismo. Seguimos el proceso de reconstrucción de la ciudad tras laguerra civil y el desarrollo urbanístico de los años cuarenta y cincuenta. La realización ymejora de las infraestructuras de las comunicaciones en la ciudad y la construcción de gruposde viviendas de protección oficial, tanto para las élites en el poder, como para las clases menosfavorecidas económicamente, observando las diferencias entre ellas en cuanto a extensiónsuperficial y planificación interna. En la gestión municipal se observa las relaciones del poderlocal con las altas instituciones provinciales y estatales.

ABSTRACT

The present article pretends to draw near the Marbella´s Town Hall management during the first franquismyears. We continue the process of rebuilding the town after the civil war and the urban development of theforties and fif ties. The fulfilment and improvement of infrastructures of communication in town and theconstruction of housing groups with official protection, for élites with authority and less economically favouredclasses just the same, with differences including superficial extension and internal planification. In the municipalmanagement we observe the local authority relation with the high provincial and state institutions.

1. INTRODUCCIÓN

a definición del régimen político que vivióEspaña durante cerca de cuarenta años es

una cuestión tan debatida como, en general, si-gue siendo un tema de reflexión de las CienciasSociales la naturaleza de las dictaduras de losaños treinta. El franquismo comparte una seriede rasgos comunes con las dictaduras europeasde entreguerras: nacionalismo, reacciónantiliberal, partido único, liderazgo personal…Las diferencias con respecto a los modelos tota-litarios definidos por Arend1, serían, según elmodelo propuesto, de grado.

Por otra parte, la posibilidad de conside-rar o no al franquismo como fascismo puro esuna cuestión que ha sido abordada en multitudde trabajos, dado los diferentes enfoques apor-tados por politólogos, historiadores o sociólo-gos. Conocida es la tesis de Linz para quien elfranquismo estaría entre el totalitarismo y la de-

mocracia2. O la de Javier Tusell quien encuentrauna serie de rasgos que limitan el carácter tota-litario del franquismo3, entre los que se encuen-tran, según Fusi, el catolicismo4. Sin embargo,las líneas interpretativas que tiene en cuenta elcomún componente de dominación de clase delas dictaduras subrayan el carácter fascista delfranquismo. El esfuerzo realizado por varios au-tores por establecer de forma general las apor-taciones de las distintas interpretaciones sobrela naturaleza del franquismo y su relación a lasexperiencias europeas ha dado lugar a varios tra-bajos de síntesis5. A partir de ellos, es posiblededucir la inclinación seguida por la mayoría delos autores por la perspectiva comparada en laque se tiene en cuenta tres supuestos fundamen-tales6:

1. Todos estos regímenes tienen en co-mún su carácter antiliberal y antimarxista, sunegación de los valores básicos del siglo XIX ysu legitimación como “Revolución nacional”7.

L

(*) Este artículo constituye un resumen de uno de los capítulos del trabajo de investigación del Segundo Curso de Doctoradoque, bajo el título El Poder Político en Marbella durante El Primer Franquismo (1939–1959) fue presentado en el Departamento deHistoria Moderna y Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga el 17 de Septiembre de2003.

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2. En las estructuras de poder de estasdictaduras se encontraban los mismos sectoressociales, políticos e institucionales: el Ejército,el mundo de los negocios, las Iglesias, las buro-cracias, el componente fascista y la figura de undictador.

3. El fascismo se constituye en un puntode referencia fundamental para todo tipo de co-rrientes políticas e ideológicas en el período deentreguerras europeo, sin olvidar la negativacoyuntura económica del momento, que incidede forma positiva en el profundo arraigo entrelas masas, como fue el caso de Alemania e Italia.

El método comparativo debe también seraplicado a escala local, sólo así, como ha señala-do Encarna Nicolás, prosperarán las investigacio-nes que nos permiten establecer conclusionesde carácter general. Esta misma autora ha de-fendido la validez del estudio del observatoriolocal para el análisis de los mecanismos de do-minación política desplegados desde los ayunta-mientos para el mantenimiento y consolidaciónde la dictadura. A la vez que en el marco de in-vestigaciones centradas en marcos cronológicosamplios es posible la identificación de la perma-nencia o no de los mismos grupos en el poderlocal, en lo que se ha considerado un nuevo re-surgir del caciquismo8.

En Marbella, la identificación del perso-nal político que accedió a las comisiones gesto-ras y su actuación al frente de la administraciónlocal en los años del primer franquismo sugiere,en una primera aproximación aún no definitiva,una gestión de los recursos municipales que be-neficia a grupos muy concretos cuya adscripciónal poder local en algunos casos es reciente y delos que se pretende, a partir de una política derecompensas y favores, un consenso en torno alnuevo régimen.

2. LOS AYUNTAMIENTOS DE LADICTADURA

Los ayuntamientos serán uno de los pila-res básicos del régimen franquista, organizadosconforme a la Ley de Bases de Régimen Local, de17 de julio de 1945. El poder central tiene unaréplica a pequeña escala en los municipios, en

los que se repite atomizada la estructura del Es-tado, su jerarquía, el peso de las élites localesen la representatividad política y la unificaciónde los poderes político y administrativo9.

Comenzada la Guerra Civil, se van esta-bleciendo en todos los ayuntamientos de la “zonafranquista” las llamadas “Comisiones Gestoras”,encargadas del control de la política municipaldurante los primeros años del franquismo. EstasComisiones son nombradas en un primer mo-mento por jefes militares, especialmente en losaños de la Guerra Civil, y posteriormente por losgobernadores civiles o directamente por el Mi-nistro de la Gobernación.

En los municipios menores de 10.000 ha-bitantes, como es el caso de Marbella, el gober-nador civil nombrará directamente a los alcaldeshasta comienzos de los sesenta. El gobernadorcon anterioridad a los nombramientos se asegu-rará la idoneidad ideológica y personal de losdesignados. Éstos simultanearán la actividadmunicipal con la profesional, estableciéndose unaclara relación entre su actividad profesional y lasrespectivas concejalías.

La etapa cronológica de las ComisionesGestoras abarca de 1939 a 1949, hasta el esta-blecimiento de los ayuntamientos orgánicos, quesurgen tras la aplicación de la Ley de Bases deRégimen Local de 194510.

A los tres meses de comenzar la GuerraCivil, las autoridades del nuevo Estado franquis-ta se ocuparon por primera vez de la administra-ción local. Mediante el Decreto de 5 de octubrede 1936, modificador del Estatuto Municipal dePrimo de Rivera se establecían las ComisionesGestoras:

“Por el Gobernador General se revisará laConstitución de las Comisiones Gestoras delas Diputaciones Provinciales, procurandoque éstas estén constituidas por represen-tantes destacados de las Cámaras Agríco-las, Cámaras de Comercio e Industria y delas de Navegación en las provincias del li-toral, bien entendido que la ideología delos que acrediten en tal cometido a dichasentidades deberán ser personas de eficien-cia en su labor y carentes de significadopolítico, aceptando en último extremo elde tendencias afines a la causa nacional(...)”11

Estas Comisiones Gestoras permaneceránactivas hasta que Franco promulgue la Ley deBases del Régimen Local, en una líneapretendidamente democratizadora.

En este período de veinte años se sucede-rán en el Ayuntamiento de Marbella seis corpora-ciones municipales (Cuadro 1). Durante estos años(1939-1945), el poder central controla la política

Fue una dictadura personal, no una dictadurade un partido o estamento determinado

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

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local a través de la figura del gobernador civil. Élserá quien designe o nombre a los alcaldes y con-cejales. Una de las características del franquismoen numerosos ámbitos será la total“jerarquización”, que en la vida política se obser-va claramente en esta delegación de poder desde“arriba” a “abajo”: del Caudillo, Jefe del Estado, alos alcaldes, concejales y funcionarios, pasandopor la figura del gobernador civil. Éste, verdade-ro árbitro de la política local, subordina las auto-ridades locales al Ministerio de la Gobernación,aunque como se ha señalado, según en qué pro-

vincias y según qué personalidades sirvieroncomo agentes integradores de las viejas estruc-turas de poder de la España de la Restauraciónen el Nuevo Estado a la vez que en otra vertientelas actualizan en unsentido en el que elEstado a través delGobierno sustituye alos antiguos caciquesen la provisión de fa-vores y de sanciones12.

La continui-dad o no en los ayun-tamientos franquis-tas de las antiguasélites locales o la dis-continuidad que re-presentaría la presen-cia de falangistas, pri-mero en las gestorasy después en losayuntamientos cor-porativos, como evidencia de la promoción deuna nueva clase política, ha de ser abordada des-de el estudio del personal político, consideran-do también, en la línea propuesta por SánchezRecio, el personal político subalterno13.

En Marbella, el seguimiento de la biogra-fía de los ochenta y cuatro cargos, entre alcaldes

y concejales, nos permite establecer algunas con-clusiones sobre la procedencia del personal po-lítico.

En un tramo de treinta años la Alcaldíafue ocupada durante largos períodos por sólodos alcaldes, cuya personalidad definirá cada unade las etapas bajo su control: Enrique Belón Lima,gestor entre 1940 y 1946, y Francisco CantosGallardo, tres veces alcalde entre 1950 y 1978,representan el continuismo en la corporaciónmunicipal de Marbella. Enrique Belón Lima des-

cendía por línea paterna de Ama-dor Belón, alcalde durante la Res-tauración, emparentado con eldepositario municipal, FranciscoFernández Cano, jefe de la UniónPatriótica durante la dictadura dePrimo de Rivera. Varios miembrosde la familia Lima habían sido al-caldes, el último Eugenio Lima du-rante el Bienio Derechista, bajocuyo mandato precisamente segestionó la adquisición por partedel Ayuntamiento de las propieda-des que la compañía minera “TheMarbella Iron Ore C & L” estaba li-quidando.

Por su parte, Francisco Cantos Gallardo,uno de los escasos “camisas viejas”, procedentede una humilde familia conservadora, represen-tará a la nueva clase política incorporada al po-

der local a través del falangismo. Sin que al me-nos en lo que se refiere a las primeras corpora-ciones implique una ruptura significativa con losgrupos que, a excepción del paréntesis republi-cano, se vinculan a la institución municipal a tra-vés de la política o la práctica administrativa. Algoevidente ya en la primera gestora, constituida eldía de la victoria y presidida por Rafael Benítez

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

Cuadro 1Gestores-Presidentes o Alcaldes entre el 1 de abril de 1939

y el 6 de mayo de 1959

Fuente: Elaboración propia en base a los datos obtenidos del Archivo Municipal de Marbella (AMMa),Actas Capitulares (AA. CC.), 1939-1959

Cuadro 2Gestora constituida el 1 de abril de 1939

Fuente: AMMa, AA. CC., de la sesión extraordinaria del Ayuntamiento el 1 de abril de 1939, C. 23-H, P. 5 y “PadrónMunicipal de 1940”, C. 461-H-1

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Arias, en la que se integran algunas personas conexperiencia política durante la dictadura de Pri-mo de Rivera, como José Otal Ferrando y ManuelMarcelo Laureano, concejal del Partido Republi-cano Radical desde 193114, quien encarna la con-tinuidad de parte de la derecha republicana enlos ayuntamientos franquistas.

El 15 de febrero de 1940 será constituidala siguiente Comisión Gestora por orden del go-bernador civil de Málaga, José Luis de Arrese yMagra (diciembre de 1939 a mayo de 1941). Sucomposición presenta una mayor diversidad pro-fesional: profesionales liberales, pequeños agri-cultores, comerciantes e industriales. Algunosque, procedentes de Acción Católica y de AcciónPopular, constituyen el núcleo de la Falange lo-cal dirigida ahora por los antiguos dirigentes deaquellas formaciones. Esta corporación se carac-teriza por el mantenimiento del mismo carácterendogámico que definió a las primeras comisio-nes gestoras, constituidas en 1937, y por la pre-sencia en ella de personas con experiencia ad-ministrativa y laboral en distintas parcelas de lagestión municipal. Entre ellos, el propio alcaldey su tío, el médico municipal Adolfo Lima. Am-bos habían accedido a sus respectivos puestosdurante los años de la República, el joven Belóncomo auxiliar mecanógrafo15 en 1932. Los dosfueron sometidos a un proceso de depuraciónadministrativa que muestra de una forma muyevidente los mecanismos desplegados por susparientes y amigos para justificar en el caso deEnrique Belón la ausencia de la población el díade la “liberación” y el colaboracionismo del mé-dico con las autoridades revolucionarias16.

El reparto del poder en las corporacionesde los años cuarenta muestra una clara apuestapor el continuismo de grupos no económicamen-te fuertes, dada la ausencia de grandes propieta-rios, pero sí acostumbrados a mantener una po-sición desahogada en función de su tradicional

cercanía a la gestión de losrecursos municipales, y conla misma contundencia quelos grandes propietarios agra-rios y los poderosos gruposempresariales que en Españaapoyaban el restablecimientode las relaciones de produc-ción anteriores a 1931, a labúsqueda de lo que se hadenominado un objetivorestauracionista17. A escalamunicipal, estos grupos, enrealidad unas pocas familias,buscaron la consolidación decargos políticos y empleospúblicos que les garantizaban

el mantenimiento del control sobre la economíamunicipal, de ahí la reposición de cargos comoel de administrador de arbitrios que el primerAyuntamiento republicano, bajo presión popu-lar, arrebató a Eugenio Lima, o lapatrimonialización de los puestos de técnicos ofacultativos, que volvieron a manos de los des-cendientes de los que los habían ocupado du-rante la Restauración y desde los que garantiza-ban los intereses económicos de los pequeñoscomerciantes e industriales locales, afectados porel rígido orden económico de la autarquía, per-manentemente subvertido por la práctica del es-traperlo consentido desde el poder local.

A medida que avanzan la década de loscuarenta es mayor el distanciamiento de los nue-vos concejales de la vieja clase política.

A partir de 1946 la política municipal es-tará dominada por la personalidad de FranciscoCantos Gallardo. A diferencia de su antecesor,que accedió a la alcaldía sin más experienciapolítica que el padrinazgo de los Lima, FranciscoCantos tuvo una dilatada experiencia militanteen Acción Católica y posteriormente en la crea-ción de Falange. El asesinato de su hermano, eljoven sacerdote Enrique Cantos Gallardo, en losprimeros meses de la Guerra Civil, y la persecu-ción sufrida por él mismo, legitimaban de algu-na manera una carrera política en la que, a dife-rencia de muchos nuevos falangistas, no existíasospecha alguna de veleidad republicana.

Por otra parte, en los ayuntamientos cor-porativos el tercio representativo de entidadesgarantiza la presencia en el poder local de losgrupos económicamente más solventes, indus-triales y propietarios agrícolas, a la vez que semantiene la presencia en las últimas corporacio-nes de la Autarquía del grupo de los empleadospúblicos, si bien a medida que avanza la décadade los cincuenta en el proceso de renovación de

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

Cuadro 3Gestora constituida el 15 de febrero de 1940

Fuente: AMMa, AA.CC. de la sesión del 15 de febrero de 1940. C. 23-H, P. 6 y “Padrón Municipal de 1940”,C. 461-H-1

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las concejalías acce-den al poder local unpersonal cada vez másdiverso y de mayorcualificación profesio-nal: profesores, aboga-dos o médicos, como los doctores Pino y Maíz18.

El análisis de la actuación de estos gru-pos al frente de la administración local nos per-mitirá aclarar algunos aspectos de las relacionesdel Ayuntamiento y los grupos beneficiarios dela gestión de los recursos públicos y su alinea-ción sin condiciones con la dictadura a partir desegún qué cuotas de beneficio se recibían.

3. LA GESTIÓN MUNICIPAL.LA RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD:EL CASINO, EL AGUA Y LAS ESCUELAS

El patrimonio municipal será gestionadode tal forma que deja poco lugar a pocas dudassobre quiénes eran los beneficiarios: los propiosvencedores de la guerra, ahora en el poder local.

Desde comienzos del siglo XX se procedíaanualmente a pública subasta el aprovechamien-to de las zonas forestales pertenecientes al tér-mino municipal. Esta subasta se realizaba paralos montes de Sierra Blanca y Nagüeles, así comopara las tierras de “La Colada de Las Chapas” ylos montes de “Río Verde”. Se trataba en realidadde unas subastas que aportaban escasos benefi-cios a las arcas municipales. Objeto de ellas eranlos pastos, algarrobos, aceitunas, plantas aromá-ticas, corcho, palmitos y esparto. En ocasiones,la primera subasta permanecía desierta al no en-contrarse un productor que aportase suficientecantidad de dinero, por lo que de-bía repetirse el procedimiento endistinta fecha a la anterior y dismi-nuyéndose la cantidad inicial de su-basta.

La serie de subastas de losmontes de Sierra Blanca y Llanosde Nagüeles termina con su venta,por parte de la Comisión Gestorapresidida por Antonio Belón Lima,al Patrimonio Forestal del Estadoel 4 de Septiembre de 194219. Seargumenta su venta por los esca-sos beneficios obtenidos por elAyuntamiento con el arrendamien-to del aprovechamiento forestal deestos montes. Al ser adquiridospor el Estado, el plan del Ayunta-miento consistía en que aquél seencargara de la repoblación fores-tal de los mencionados montes, ali-

viando de esta formael paro en la localidad,tan elevado en estosprimeros años de pos-guerra.

En los años cincuenta comienza la ventaa particulares de amplias parcelas en los montesde aprovechamiento forestal, directamente uni-do al comienzo del desarrollo turístico, por loque a finales de esa década los recursos obteni-dos por el aprovechamiento forestal por partedel Ayuntamiento son muy escasos, ya que éstoshan cambiado de dueño y sus tierras no se dedi-can al aprovechamiento del campo sino a pro-piedades particulares con amplias villas de re-creo y zonas hoteleras, con pequeñas “islas” deterreno dedicadas a la agricultura.

En este sentido, la venta de los montesde Sierra Blanca y los Llanos de Nagüeles, cons-tituye uno de los hechos de mayor trascenden-cia llevado a cabo por la gestión municipal de laComisión Gestora de Enrique Belón Lima.

La iniciativa del Ayuntamiento de la ena-jenación de estas tierras al Patronato Forestal delEstado se comienza a gestar en el año 1941, comolo indica la sesión extraordinaria del 16 de sep-tiembre de ese año. Se ofrece al Patronato Fores-tal del Estado 3.342 Ha, por un valor de 551.430ptas., al precio de 165 ptas. la Ha20. La cantidadobtenida por la venta de estas tierras de propioshabía de destinarse al “Plan General de Obras dela Ciudad”, en especial a los sectores de urbani-zación y saneamiento.

Por parte del Patronato Forestal del Esta-do se procede a una valoración de los terrenos

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

El Casino antes de la guerra civil (Fuente: Fondo fotográfico de la asociación Cilniana)

La sociedad “Casino de Marbella” presentaa la alcaldía la solicitud de construcción

de un préstamo por valor de 150.000 Ptas

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de propios objeto de enajenación, con anteriori-dad a la compra definitiva de los mismos. Se es-tablece un nuevo valor de los mismos en202.312,43 ptas., un 63,3% menos que la canti-dad inicialmente propuesta por la Comisión Ges-tora Municipal, que aceptará finalmente esta can-tidad en sesión extraordinaria de 16 de marzode 194221.

El resultante de estas ventas fue destina-do a la realización de algunas obras y también ala reconstrucción de uno de los edificios másrepresentativos de la ciudad: el casino.

La historia de la “Sociedad Cultural y Re-creativa Casino de Marbella” se remonta al año1919, cuando fue fundada por el capitán de ca-rabineros Enrique del Castillo y Pez. Era una so-ciedad que aglutinaba a la burguesía local y queen el transcurso de los años fue adquiriendo uncarácter elitista que despertó la hostilidad de lossectores de izquierda.

La construcción de su sede local se auto-riza por el Ayuntamiento presidido por el alcal-de Diego Jiménez Martín, durante la dictadurade Primo de Rivera. La ubicación de su sede ten-drá lugar en el oeste del Parque de la Alameda,en terrenos cedidos por los Reyes Católicos almunicipio de Marbella, tras la conquista de laciudad a los musulmanes22.

El Ayuntamiento autoriza la construccióndel edificio, pero sin derecho alguno de propie-dad por parte de la sociedad, ya que la sede seencuentra sobre un solar en terrenos de Propiosdel municipio23. Esta anotación no será olvidadapor la comunidad política, en especial los parti-dos de izquierda. El hecho de que sobre terre-nos de todos los vecinos se hubiese ubicado la

sede de una sociedad con carácter lúdico, queaglutinaba a los sectores burgueses de la ciudad,es recordado al Ayuntamiento de la ciudad du-rante la Segunda República, concretamente porlos concejales del grupo socialista José AlmengualJiménez, Francisco Figueredo Guillén y EstebanGuerrero Gil, en petición con fecha 8 de agostode 1932. En dicha petición se pone en evidenciala legalidad en la cesión de una parte de la Ala-meda para la construcción de dicho edificio, enbeneficio de la mencionada sociedad, realizán-dose en plena dictadura militar. Los concejalessocialistas aluden a la falta de representación delpueblo en dicha operación, acción que no dudanen denominar como “caciquismo”. Argumentanque el mencionado Casino no cumple fin algunocultural ni social, por lo que solicitan se tratenen sesión pública los documentos que autorizana dicho Casino a disfrutar el lugar que ocupa, yque se depurase la responsabilidad del Ayunta-miento de la dictadura de Primo de Rivera, porser el que había llevado a cabo el procedimiento.

La Corporación procede al debate de lamoción presentada por el grupo socialista en lasesión del 2 de septiembre de 1932. Cada conce-jal presente expone sus teorías en contra y a fa-vor de la moción. El concejal José Almengual, re-presentante de la minoría socialista, defiende di-cha moción exponiendo el hecho de que con lacesión de parte de los terrenos a la sociedad Ca-

sino de Marbella, no se perjudican losintereses del Ayuntamiento sino losdel propio pueblo de Marbella, “al quese le había privado de una propiedad co-munal”, queriendo así reincidir en lailegalidad del acuerdo de cesión deestos terrenos por parte del Ayunta-miento de la dictadura militar. Se efec-túa votación y la moción presentadaes desestimada por siete votos encontra: cinco de los concejales repu-blicanos y dos de Acción Popular24.

Resulta obvio que con anterio-ridad al comienzo de la Guerra Civilla sede social del Casino de Marbellaera objeto de discordia entre la clasepolítica de Marbella.

El 19 de Julio de 1936 fue in-cendiado en una tumultuaria acción violenta di-rigida contra los símbolos del poder. Su recons-trucción se convertirá en una obsesión para En-rique Belón Lima quien dirigirá la operación delevantar el edificio a costa del municipio. Para lanueva clase política, el mantenimiento de su es-pacio social y lúdico en el mismo lugar anterior ala guerra era el símbolo material de la victoriasobre sus enemigos de clase.

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

El Casino después de la guerra civil (Fuente: Fondo fotográfico de la asociación Cilniana)

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En este sentido, la sociedad “Casino deMarbella” presenta a la Alcaldía la solicitud de unpréstamo por valor de 150.000 ptas. con intere-ses, para proceder a la reconstrucción del edifi-cio. El presidente de la mencionada sociedad esen estos momentos el presidente de la ComisiónGestora, Enrique Belón Lima. La petición de prés-tamo es tratada en la sesión del 25 de junio de1943. Se realiza un informe por parte del inter-ventor de fondos del Ayuntamiento, señalando eldepósito en el Banco Español de Crédito de Má-laga, cuenta n.º 6, de la cantidad de 159.745,90ptas., procedente de la venta de Sierra Blanca yNagüeles. El informe resalta el hecho de que nohay disposición legal ni de carácter especial quelimite el derecho del Ayuntamiento para la inver-sión de sus fondos “sobrantes”, pero que la ope-ración de carácter crediticio a una entidad parti-cular, no tendría carácter municipal o de interéspúblico para la población, por lo que dicha ope-ración debería estudiarse detenidamente, debien-do dejar con claridad por parte del Ayuntamien-to que el dinero obtenido por la mencionada ventade tierras de propios del municipio no era nece-sario en ese momento para la realización de nin-guna obra pública municipal25.

Marbella, como el resto del país, acababade salir de una contienda civil y se encontrabaen los duros años de la posguerra, por lo que lasnecesidades de reconstrucción de la ciudad eranevidentes. Es una población que ha sufrido pe-nurias de todo tipo, tanto morales como econó-micas, y pérdidas de propiedades, casas, ense-res y, lo que era aún peor, las pérdidas de tipopersonal, cuyas cicatrices aún perdurarán en lassiguientes décadas.

Los años cuarenta fueron en España unadécada de prolongada penuria: escasez, hambre,racionamiento... Marbella no sería una excepción.El empleo disminuye drásticamente durante losprimeros años de posguerra; la inflación fue cadavez mayor; la población se abastece básicamentea través de las cartillas de racionamiento ya queen los mercados escaseaban los productos alimen-ticios de primera necesidad y de esta forma segarantizaba el suministro mínimo de alimentos ala población. Este racionamiento se sintió por lamayoría de la población no sólo en el ámbito dela alimentación, sino en aspectos de la vida coti-diana como la luz eléctrica y el consumo de agua26.Es en este contexto social donde se lleva a cabola reconstrucción del Casino de Marbella.

Finalmente la Comisión de Hacienda delAyuntamiento dictamina favorablemente para larealización de la operación de concesión de cré-dito, por la cantidad de 150.000 Ptas., que seencontraban disponibles con fondos proceden-

tes de la venta de los montes de Sierra Blanca yNagüeles, ya que con esta operación se obten-dría un rendimiento de un 5% de interés a favordel municipio27. En sesión del 7 de Agosto de1943, tiene lugar el contrato de préstamo porambas partes: el Ayuntamiento de Marbella y la

sociedad “Casino de Marbella”. Esta sociedadserá dueña del edificio que se construya, pero elsolar sobre el que se edifique seguirá siendo pro-piedad del Ayuntamiento. El préstamo se cance-laría el 5 de Julio de 197128.

Es este uno de los procedimientos habi-tuales de los grupos dominantes que ostentabanel poder local. La clase política controla la vidade los municipios en beneficio de los propios re-presentantes del Régimen. El ejemplo de la re-construcción del edificio del Casino en Marbella,con el dinero obtenido por la venta de unos mon-tes comunales, como fue el obtenido por la ventade los montes de Sierra Blanca y Nagüeles, es unomás de los tantos que se llevaron a cabo por lasélites del poder durante el “Primer Franquismo”.Ellas mismas se benefician desde el mismo poderque ostentan, aunque para ello no se tanga encuenta las necesidades del resto de la población,en un momento especialmente delicado comofueron los primeros años de posguerra.

Por otro lado, es objetivo de las Comisio-nes Gestoras de los años cuarenta y de las Cor-poraciones Municipales de los cincuenta la me-jora del abastecimiento de agua a la ciudad, es-pecialmente durante los meses estivales, debidoa la prolongada sequía.

Un primer proyecto para la mejora en laconducción de aguas y alcantarillado se producecon la Comisión Gestora de Enrique Belón Lima.El presupuesto es aprobado en la sesión extraor-dinaria del 1 de diciembre de 1941, por un valorde 1.330.000 ptas. Para la realización de estosproyectos los diferentes ayuntamientos recurríanal mismo procedimiento: petición de préstamosa las distintas entidades bancarias, a largos pla-zos, con sus respectivos intereses. El Ayuntamien-to ofrece como garantía de los diferentes présta-mos, distintas parcelas y terrenos de Propios, ase-gurándose de este modo la concesión por lasentidades bancarias. Con este proyecto se pre-tende llevar las aguas al interior del pueblo, creán-dose una empresa mixta: “Empresa Mixta de Su-ministro de Aguas Potables a Marbella”.

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

El Ayuntamiento ofrece como garantía de losdiferentes préstamos a pedir, distintas

parcelas y terrenos de propios

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Con la Comisión Gestora presidida porFrancisco Cantos Gallardo se realiza un proyectoque modifica las obras anteriormente proyecta-das, en el que se da prioridad a la llegada delagua a las plazas, postergando la distribución delagua a las casas para fecha posterior.

Para la mejora del abastecimiento de agua,se piensa en utilizar los manantiales de PuertoRico Alto, en las inmediaciones de Sierra Blanca,al norte de la ciudad, y los de la Huerta del Pe-ñón. Debería producirse la expropiación for-zosa de uno de los dos manantiales, conside-rándose finalmente que sería el de Puerto RicoAlto. Sin embargo, los problemas de abasteci-miento de agua en la estación estival conti-nuaban. En sesión de 24 de Marzo de 1958, laComisión de Aguas del Ayuntamiento presen-ta como solución para mejorar la situación launión del manantial de Puerto Rico Alto con elde Puerto Rico Bajo, comenzándose las labo-res de unión de ambos. En el verano de 1958se observa que la unión de los dos manantia-les anteriormente mencionados no ha sidosuficiente para garantizar el abastecimiento ala población, especialmente en unos momen-tos en los que la coyuntura turística comienzaa aparecer con fuerza en la ciudad de Marbella.La solución definitiva tiene lugar lejos del cas-

co urbano: el “Proyecto de Captación de Aguasde Río Verde”, con un valor de 2.198.892,07ptas.29, será encargado al ingeniero de Servi-cios Hidráulicos, Santiago Serrano Pendón,quien tras un minucioso estudio presentará uncoste final de 2.418.000 ptas. En la sesión de24 de marzo de 1959, la Corporación Munici-pal se pronuncia para que el coste final de lasobras de captación de aguas de Río Verde seade 2.488.600 ptas. Las obras comenzarían acomienzos de la década de los sesenta.

En otro orden de cosas, también el régi-men franquista retoma el proyecto republicanode creación de grupos escolares a lo largo de todala geografía española, como órgano básico de con-solidación ideológica del propio Régimen. A lolargo de estos veinte años objeto de estudio sonnumerosos los proyectos de creación de escuelaspara el municipio, siendo algo más moderado enla década de los cuarenta que en la siguiente.

Bajo la Comisión Gestora de Enrique BelónLima se presenta un proyecto de creación de ungrupo escolar con doce grados, seis para niños yseis para niñas. Para su realización el Ayuntamien-to recurre a la misma solución que para la reali-zación de otro tipo de obras: petición de présta-mos y subvenciones, en este caso se solicita a la

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Escuelas de Las Chapas (Fuente: GARCÍA DEL OLMO, M.: Memoria resumen de la labor desarrollada por el Gobierno Civil de Málaga desde1946 a 1950. Publicación del Gobierno Civil de Málaga, Málaga, enero de 1951. Archivo Municipal de Málaga (AMM), Bibliteca, 1/65)

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Dirección General de Primera Enseñanza una sub-vención por parte del Estado de 150.000 Ptas.30

En 1945 se edifica en la zona de Las Cha-pas una escuela con casa habitación para maes-tro y cuatro aulas.

Dentro del casco urbano se construyen,también en 1945, cuatro escuelas unitarias condos viviendas para maestros31. En San PedroAlcántara, la Comisión Gestora presidida porEnrique Belón Lima también proyecta la construc-ción de escuelas nacionales mixtas, ad-quiriéndose para tal fin por parte del Ayuntamien-to la “Villa de San Luis”.

Las dificultades en los años cuarenta parala realización de las escuelas franquistas erangrandes. Las distintas Comisiones Gestoras care-cían de una economía saneada, aún persisten loscoletazos de la guerra civil en la economía nacio-nal y en los ayuntamientos. Los años cincuentapresenta una leve mejora económica en sus últi-mos años con el fin de la autarquía económica,por lo que se realizan empresas de mayor enver-gadura en el campo de la enseñanza. En 1958 seproyectan más escuelas, en concreto seis, con susrespectivas viviendas para maestros. A lo largode todo el franquismo la nota dominante es laconstrucción de viviendas para maestros, al mis-mo tiempo que los edificios de las escuelas.

Otro de los proyectos acometidos fue lacreación de un Instituto de Enseñanza Media yProfesional, de Modalidad Marítimo Pesquera yAgrícola-Ganadera, siendo alcalde AntonioMontero Sánchez. Esta propuesta era anterior alrégimen franquista, de finales de la Segunda Re-pública, cuando tanto republicanos como socia-listas plantearon la creación de un Instituto Lo-cal de Enseñanza Secundaria32.

Los terrenos para la construcción del ins-tituto estarían situados en la margen derecha dela carretera Cádiz-Málaga, en la zona denomina-da Huerta Grande33. La cesión de los terrenos a laDirección General de Enseñanza Laboral (Minis-terio de Educación Nacional), para la cons-trucción de este instituto tendría lugaren la sesión de 1 de Mayo de 1954, eli-giéndose el lugar llamado “Fontanilla”, enlas inmediaciones de la población, conuna extensión aproximada de 5.000 me-tros cuadrados. Se autoriza la creación del Insti-tuto Laboral en el BOE nº 168 de 17 de Junio de1954.

La aprobación de presupuesto para laconstrucción de este centro de enseñanza porun valor de 839.948,70 ptas., tendría lugar en

sesión extraordinaria de 3 de agosto de 1959.Los arquitectos serían los señores Benlloch yNúñez Mena. El comienzo de los años sesentave la luz la realización y construcción del centrode enseñanza. Mientras ello tenía lugar las de-pendencias del Instituto se situaron provisional-mente en el edificio de los Flechas Navales, don-de en épocas de lluvias se tenían que interrum-

pir las clases debido a la deficiente situación desu techumbre, como ocurrió en 196334.

4. INFRAESTRUCTURA DECOMUNICACIONES

El proyecto del camino vecinal de Marbellaa Istán ya fue comenzado con la Segunda Repú-blica. La primera petición a los órganos guber-namentales para la concesión de ayuda econó-mica y permiso para su realización, por parte delAyuntamiento de Marbella, tuvo lugar en 1931,a iniciativa del Partido Radical Socialista35. Lasobras fueron presupuestadas en 1.077.393ptas.36, siendo comenzadas por la DiputaciónProvincial; posteriormente se hace cargo de lasobras el Ministerio de Obras Públicas. Tras el pa-réntesis de la Guerra Civil, es objetivo por parte

de los distintos ayuntamientos retomar las obrasde este camino vecinal.

Se vuelve a tratar la cuestión en el Con-sistorio Municipal presidido por AntonioMontero Sánchez, concretamente en la sesión del23 de diciembre de 1952, en la que la Diputa-

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Edificio de Los Flechas Navales (Fuente: Colección Antonio Serrano Lima)

En la sesión de 1 de Junio de 1945, se eleva a trámitesla construcción del mencionado puerto

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ción Provincial de Málaga ofrece al Ayuntamien-to de Marbella ayuda económica para la termina-ción de las obras.

Al igual que en el caso de la carretera deMarbella a Istán, el proyecto de construcción delpuerto pesquero era anterior al régimen franquis-ta. La necesidad de la ciudad de Marbella de po-seer un puerto de refugio para pescadores fue es-tudiado por ayuntamientos de épocas anteriores.

En la dictadura de Primo de Rivera el temaes tratado en la sesión de 8 de septiembre de1928, siendo alcalde accidental de la ciudad Fran-cisco Belón Salgado, ya que el titular, DiegoJiménez Martín, había presentado la dimisión pormotivos de salud37. En esta sesión el Pósito dePescadores plantea al Ayuntamiento la necesidadde construir un puerto pesquero. La petición estrasladada por el Consistorio al Consejo de Mi-nistros.

Durante la Segunda República se vuelve atratar el tema, solicitándose al Ministerio de Fo-mento la construcción del puerto pesquero. ElMinisterio no da luz verde al proyecto por consi-derar a Marbella ciudad no declarada puerto deinterés general ni de refugio.

Posteriormente, ya en el régimen franquis-ta, siendo presidente de la Comisión GestoraEnrique Belón Lima, se trata el asunto, exponién-dose el deseo de comenzar las obras del puertopesquero lo antes posible, tras la petición delPósito de Pescadores, que sería elevada al Conse-jo de Ministros, y con la ayuda del Instituto Na-cional de Previsión y del Sindicato Nacional dePescadores, mediante concesión de créditos; eneste sentido, se pide al Instituto Nacional de Pre-visión un crédito de 1.000.000 de ptas. Contán-dose además con un importe de 25.000 ptas.,proveniente de una suscripción de los vecinos dela ciudad para la consecución de tal fin.

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Marbella. En primer término Avda. del Faro (Antonio Belón). A la izquierda viviendas protegidas. A la derechaGrupo de Viviendas “Lamo de Espinosa”. Al fondo el Casino y la Iglesia de la Encarnación. Junto a las Aurocarias, eltejado del Teatro Principal (Cine Otal). Parte baja derecha El Fuerte, Avenida del Mar en construcción (relleno) ydelante La Marina (Foto: Colec. A. Serrano)

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En la sesión de 1 de Junio de 1945 se ele-va a trámite la construcción del mencionado puer-to, con el informe favorable de la ComandanciaMilitar de Marina de Málaga y de la Junta de Obrasy Servicios del Puerto de Málaga. Cinco años des-pués, en 1950, la Corporación Municipal vuelvea recordar la necesidad del comienzo de las obrasdel puerto. El BOE nº 201 de 20 de Julio de 1946publica un Decreto del Ministerio de Obras Pú-blicas de 15 del mismo mes. Su artículo 3º clasi-fica al puerto de Marbella como Puerto Refugiode Pescadores, debiendo ser costeadas sus obraspor el Estado. En la sesión de 23 de Julio de 1954,siendo alcalde Francisco Cantos Gallardo, se au-torizaría la subasta de obras para el Puerto deMarbella. Esta solución favorable se realiza gra-cias a la actuación para tal objetivo de numero-sas personalidades38.

La fecha fijada para la realización de la su-basta para las obras del puerto es el 23 de Sep-

tiembre de 1954. Las obras son fijadas por la Di-rección General de Puertos y Señales Marítimas,cuyo presupuesto asciende a 3.215.248,36 ptas.Dicho importe aumentaría con posterioridad a4.421.565 ptas., según informe del Consejo deEstado presentado en la sesión del Ayuntamien-to, el 23 de octubre de 1957.

El comienzo de la década de los sesentaverá la finalización de las obras del puerto.

5. URBANISMO Y VIVIENDAS

La reconstrucción tras la Guerra Civil fueun tema que adquirió gran importancia por par-te del Régimen, por lo que se crearon organis-mos que desde el Estado controlarían ese proce-so de reconstrucción en marcha.

El 19 de Abril de 1939 (tan sólo 18 díasdespués de terminar la contienda) se creó el Insti-

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tuto Nacional de la Vivienda (INV), que se encar-garía de financiar la construcción de nuevas vi-viendas de protección oficial, especialmente des-tinadas a los grupos sociales con nivel más bajode ingresos. Fomenta y dirige la edificación denuevas viviendas a través de nuevas fórmulas enlas que el Estado aportaba el capital necesariopara las construcciones de viviendas, supliendode esta manera la falta de ahorro individual esca-so en estos años de posguerra. Las característi-cas comunes al proyecto y realización de estasviviendas se podrían resumir como construccio-nes de bajas densidades, constante ruralista y blo-que de doble crujía. Con el mismo fin se crearíala Obra Sindical del Hogar y Arquitectura (OSHA).

El Ayuntamiento de Marbella recurre a laayuda de ambos organismos para la realizaciónde diversas viviendas y edificios públicos. Asímismo cuenta en numerosas ocasiones con laayuda del Gobierno Civil, e incluso directamentede algunos ministros, reflejando las óptimas re-laciones existentes durante estos años entre lasdistintas Corporaciones Municipales y los órga-nos superiores de poder.

El Ayuntamiento enajena parcelas para pro-seguir con el proceso urbanizador de la ciudad,como por ejemplo la del Llano de San Ramón a supropietaria Araceli Marín Delgado, y una parcelade la zona “Huerta del Faro” a Manuel Martín Nie-to. En este sentido, en la sesión de la ComisiónGestora de 16 de agosto de 1940, se destina lafinca “Huerta del Faro” a la construcción de unCampo de Deportes, Granja Experimental y Vive-ro Forestal39. El Campo de Deportes comienza suconstrucción en el verano de 1943.

Otros terrenos cercanos a la Huerta delFaro y limitando con los cedidos para la cons-trucción del campo de deportes fueron dados ala Delegación Nacional de Sindicatos, para laconstrucción de cuatro viviendas protegidas, queformarían dos gruposde dos casas cadauna, con una exten-sión de 800 metroscuadrados por grupo.La adjudicación deestas viviendas, deno-minadas “Grupo An-tonio Belón” –las demejor dotación y situación de las construidas du-rante la autarquía–, no deja lugar a dudas de lapolítica de recompensas del Régimen a sus apo-yos políticos. Las casas de parecida construccióna las viviendas unifamiliares de las ciudades-jar-dín fueron a parar a manos de unas pocas fami-lias, entre las que se encontraba el propio presi-dente de la Comisión Gestora, Enrique Belón

Lima. Los grupos de poder obtienen beneficiosdesde el mismo poder, terrenos municipales con-cedidos gratuitamente a los nuevos propietarios,en lo que es una política de patrimonializaciónde bienes comunales que se exteriorizaba, ade-más, en la repetición de los apellidos familiaresen las áreas urbanizadas. Ello se lleva a cabo bajoel amparo del Decreto del Ministerio de la Go-bernación de 16 de octubre de 1941, por el quelos ayuntamientos podían censar o ceder gratui-tamente terrenos de su propiedad40.

A comienzos de los años cuarenta se pro-duce el cambio de nombre de algunas calles delmunicipio, con nombres acordes con la nuevasituación política imperante: la calle “Tetuán”pasa a denominarse “Vigil de Quiñones”; la calle“La Fuente” se llama “Miguel Cano Gutiérrez”, yla “Carretera del Faro” tendría por nueva deno-minación la de “Antonio Belón Lima”. Era habi-tual en los ayuntamientos del nuevo régimen elcambio de nombres en calles y plazas, siendosustituidos por otros pertenecientes principal-mente a militares del “Glorioso Movimiento Na-cional” o a personajes históricos que contaroncon la simpatía del franquismo, como sería el casode Vigil de Quiñones41.

La Comisión Gestora continúa con el pro-ceso urbanizador. Se proyectan obras de alcan-tarillado y embovedado del Arroyo de la Repre-sa42, y la realización de las avenidas de “MiguelCano” y “Antonio Belón”.

A partir de este momento las distintas Ges-toras y Corporaciones Municipales llevan a cabola construcción de grupos de viviendas protegi-das, cada vez destinadas a un mayor número deciudadanos. Así, en la misma etapa de EnriqueBelón Lima se procede a la construcción de ungrupo de 12 viviendas protegidas en la AvenidaAntonio Belón. Es el Grupo de Viviendas “Lamode Espinosa”.

El nombre da-do a este grupo deviviendas en honordel Gobernador Civilde Málaga, EmilioLamo de Espinosa,nombrado en juniode 1941, es muestra

de las excelentes relaciones existentes entre laComisión Gestora presidida por Enrique BelónLima, y el Gobierno Civil. Y hasta tal punto eso sasí que el gobernador civil aportaría incluso dosdonaciones de 5.000 ptas. cada una para la eje-cución de las obras43. El crédito para la realiza-ción de las obras es aportado por el InstitutoNacional de la Vivienda.

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

En todos los proyectos de obras yurbanización los distintos ayuntamientos

piden colaboración de las altasinstituciones del Estado y del Gobierno

Civil de Málaga

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La adjudicación definitiva de las viviendastuvo lugar en sesión de la Comisión Gestora de23 de noviembre de 1948, siendo presidente dela misma Francisco Cantos Gallardo. Fueron ad-judicadas todas las peticiones que se habían rea-lizado44, lógicamente en personas de probadaadscripción al Régimen.

Será la construcción de viviendas de pro-tección oficial para las clases trabajadoras la quemayor huella dejará en la población de la ciudaddurante estos años del “Primer Franquismo”. Setrata de los Grupos “Fernández Cuesta”,“González Badía” y “San Bernabé”. El procesocomienza con la construcción de un grupo deviviendas para pescadores.

En cuanto al grupo de viviendas“Fernández Cuesta” –el nombre corresponde alde un miembro de las altas esferas políticas delfranquismo, Raimundo Fernández Cuesta, en agra-decimiento a las gestiones realizadas para llevara buen fin las obras proyectadas– será destinadoa pescadores de la ciudad. Los terrenos para suconstrucción fueron propiedad de Manuel Mar-tín Nieto. Están situados en la zona denominada“La Bajadilla”, y es con este nombre como se leconoce popularmente hasta nuestros días.

En una extensión de 3.600 m2 fueron cons-truidas 28 casas45. Para su construcción, el Insti-tuto Nacional de la Vivienda daría un anticipo sinintereses a pagar en 20 años con el 40% total delcoste de la obra46. Era característica común du-rante el Régimen la petición de ayuda económica

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

al INV por los ayuntamientos para la realizaciónde proyectos de viviendas de protección oficial47.

Las casas son arrendadas a 45 ptas. Men-suales y las viviendas fueron concedidas a 28 fa-milias de pescadores, muchos de cuyos descen-dientes siguen ocupándolas en la actualidad48.

Se construyen dentro de la tipología jurí-dica de “Renta Limitada”, de las viviendas de pro-tección oficial, al igual que el grupo de viviendastambién de pescadores de “El Palo”, en Málaga, afinales de la década de los cuarenta. Los futurospropietarios pagarán mensualmente cantidades derentas muy bajas al INV durante muchos años, sien-do la mayoría de estas viviendas de su propiedaddefinitivamente en la década de los ochenta.

La distribución de las viviendas del grupo“Fernández Cuesta” era la siguiente: tres habita-ciones, cocina, comedor, cuarto de aseo, lavade-ro y patio en planta baja. No se disponía de zo-nas ajardinadas comunes ni de pavimento en lascalles. Se trata de viviendas unifamiliares de sis-tema abierto49 con estrechas calles que separanlas viviendas, localizadas muy cerca del mar, en-torno de trabajo de la clase trabajadora a la queva destinada.

Durante estos años los problemas de ha-cinamiento y falta de salubridad en las viviendasespañolas fueron frecuentes50.

En cuanto al grupo de viviendas “GonzálezBadía”, el terreno para su construcción tiene una

Avda. Antonio Belón. Grupo de Viviendas “Lamo de Espinosa”

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extensión de 6.876,44 m2, lindando con la carre-tera de Ojén, en la zona denominada de “LasPeñuelas”51.

Para la compra de los terrenos el Ayunta-miento pide un crédito al Monte de Piedad y Cajade Ahorros de Ronda por un valor de 125.000ptas., a pagar en diez anualidades.

El nombre dado a este grupo de viviendassiguiendo la línea de los ayuntamientos franquis-tas de poner a las calles y viviendas los nombresde personalidades del Régimen, es el de Saturni-no González Badía, jefe de la Casa Militar del ge-neral Franco, que apoyó la consecución final delproyecto.

En total fueron cedidas 43 viviendas a fa-milias de escasos recursos económicos. Las obrasfueron terminadas en 1957. Como en el caso delas viviendas del grupo “Fernández Cuesta”, si-guen siendo habitadas en la actualidad en la ma-yor parte de los casos por descendientes de aque-llos primeros titulares de las viviendas. Popular-mente son conocidas como las “Peñuelas Altas”.

La morfología de las viviendas será de sis-tema abierto, con viviendas unifamiliares, separa-das por calles algo más anchas que las del grupo“Fernández Cuesta”. Constan de salón comedor,aseo, cocina, tres dormitorios y patio interior. Aligual que en el grupo de “La Bajadilla” habrá queesperar a finales de la década de los sesenta parala consecución de la pavimentación de sus calles.

A través del proyecto de abastecimientode energía eléctrica al grupo de viviendas, cono-cemos los titulares de la concesión de casas, yaque cada vecino aportaría la cantidad de 250ptas., en cinco mensualidades sucesivas para lainstalación del alumbrado eléctrico52.

En cuanto al grupo “San Bernabé”, se tra-ta de 100 viviendas protegidas “Tipo Social” quese construirán en terrenos adquiridos por el Ayun-tamiento, y posteriormente cedidos a la Delega-ción Nacional de Sindicatos53, en la zona de LasPeñuelas, al sur de los terrenos donde se lleva-rían a cabo las obras del grupo “González Badía”.

Los organismos que ayudan económica-mente a la realización de las obras son el INV, através de la Obra Sindical del Hogar y de Arqui-tectura de la Delegación Nacional de Sindicatosde FET y de las JONS y la Caja de Ahorros Provin-cial de Málaga. Serían 99 viviendas y recibiríanel nombre de “San Bernabé”, en la sesión de 23de marzo de 1959, año en el que se terminaríasu construcción. Popularmente se les conoce aúnen la actualidad como “Peñuelas Bajas”.

Los tres grupos de viviendas son de pro-tección oficial para familias con escaso poder ad-quisitivo, aunque de una forma u otra tenían queprobar su simpatía por las instituciones del Régi-men o contar con un apadrinamiento por partede algún miembro importante del Ayuntamientoo por la Iglesia. También serían de protección ofi-cial las viviendas de los grupos “Antonio Belón” y“Lamo de Espinosa”, existiendo evidentes dife-rencias entre ellas. Las pertenecientes a los dosúltimos grupos de viviendas son espaciosas y conjardín privado o comunitario. Las casas que for-man parte de los otros tres grupos son más pe-queñas y carecen no sólo de espacios ajardinados,sino de alcantarillado durante los primeros años.Las calles de estas viviendas protegidas para fa-milias de bajos recursos económicos estaban sinpavimentar al comienzo de ser habitadas y tarda-ron algunos años en estarlo.

El lugar donde se localizan las viviendasnos muestra más diferencias entre ellas. Las vi-viendas para pescadores y obreros se localizan alas afueras de la ciudad. Fueron entregadas a per-sonas con escasos recursos económicos, mien-tras que las de los grupos “Antonio Belón” y “Lamode Espinosa”, se situaba en una de las mejoreszonas que se estaban urbanizando en Marbella,lo que había sido el Camino del Faro, ahora de-nominada “Avenida Antonio Belón”, que estabasiendo pavimentada y dotada con alcantarilladoy alumbrado público.

Las diferencias entre las distintas clasessociales se acentúan con el régimen franquista,siendo perfectamente observables a nivel localen la construcción y distribución de las vivien-das de protección oficial.

6. OTROS PROYECTOS

Uno de los proyectos llevados a cabo du-rante los años del “Primer Franquismo” fue la crea-ción del Mercado de Abastos, en los años que eraalcalde Antonio Montero Sánchez. El proyecto fueencargado al arquitecto Mariano Jáuregui Bravo.

Al igual que en el resto de edificacionesde las viviendas de protección oficial, la cons-trucción del mercado contó con el apoyo y dona-ción por parte del Estado de 1.000.000 de ptas.,gracias a la labor del ministro de Trabajo, JoséAntonio Girón de Velasco.

El terreno para tal fin fue cedido por Adol-fo Palma Morito, con una superficie de 836 m2,lindando con la Plazuela de la Victoria.

Entre el Ayuntamiento y el propietario delterreno se pactan unas condiciones para que se

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produzcan el comienzo de las obras:• La finca sería destinada exclusivamente ala construcción de un mercado de abastospara la población, de lo contrario, el terre-no sería devuelto a su anterior propietario.• Las obras deberían estar terminadas enun plazo de cinco años.• Dentro del edificio sería construido porel Ayuntamiento un local de 20 a 25 m2 parautilización del propietario del terreno, comocafé-bar, sin obligación de pagar alquiler niarbitrio alguno.• Ese local debía tener igual beneficio quecualquier otro situado en el mercado, conrespecto a limpieza, alumbrado y sanea-miento.• La explotación del local se llevaría a cabopor el propietario de los terrenos cedidos.• Los derechos del local caducarían total-mente transcurridos 75 años.

Todos estos puntos fueron acordados porunanimidad en la sesión del 23 de Julio de 1951.

En San Pedro de Alcántara se construyeotro mercado de Abastos que es inaugurado el19 de octubre de 1952, siendo alcalde de la ciu-dad Antonio Montero Sánchez54.

En todos los proyectos de obras y urbani-zación los distintos ayuntamientos piden la co-laboración de las altas instituciones del Estado ydel Gobierno Civil de Málaga, obteniendo apoyopor parte de todos ellos, como forma de hacerpolítica durante el Régimen, que tampoco des-aprovecha la oportunidad de atraerse a la pobla-ción con la realización de obras de gran enver-gadura, como la entrega de viviendas a las clasessociales mas desfavorecidas.

El apoyo que siempre encontraría el Ayun-tamiento de Marbella para la realización de es-tas obras por parte de los órganos superiores depoder refleja las excelentes relaciones entre elpoder local y las altas instituciones del Estado.

7. CONCLUSIÓN

El poder municipal se consolida con unmodelo de gestión encaminado en alguna de susactuaciones a conseguir el consenso y el apoyode determinados grupos. A través del Ayunta-miento se ceden “gratuitamente” terrenos amiembros de las Comisiones Gestoras, para larealización de sus viviendas particulares. Dichasviviendas son de características diferentes encuanto a espacio y comodidad, con respecto alas viviendas que se dedican a la clase trabajado-ra. Los grupos de viviendas estudiados en estetrabajo son viviendas de protección oficial, cu-

yos terrenos son comprados a sus propietariospor el Ayuntamiento, para cuyo pago se pidenpréstamos a entidades bancarias con intereses apagar en plazos generalmente de bastantes años.Con posterioridad, esos terrenos son entrega-dos al Instituto Nacional de la Vivienda, para larealización de las obras.

En cuanto al proceso urbanizador de lashuertas que rodean la ciudad tuvo un mayor im-pulso en la década de los cincuenta que en laprecedente.

Finalmente, cabe mencionar nuevamen-te el caso del Casino de Marbella, cuya recons-trucción tras la finalización de la Guerra Civil selleva a cabo con el dinero procedente de la ven-ta de los terrenos comunales del municipio, losmontes de Sierra Blanca y Nagüeles, afirmándo-se la importancia e influencia de las élites delpoder local en la vida social y económica del mu-nicipio.

Notas1 AREND, H., Los orígenes del totalitarismo, Madrid, 1974.2 LINZ, J. J., “Una teoría de régimen autoritario. El caso

de España”, en PAYNE, S. G. (ed.): Política y sociedad en laEspaña del siglo XX, Madrid, 1978, pp. 205-263.

3 TUSELL, J., La dictadura de Franco, Alianza, Madrid, 1988.4 FUSI, J. P., Franco. Autoritarismo y poder personal, Ma-

drid, 1985.5 REIG CRUAÑES, J., “Sobre modelos y regímenes: nazis-

mo, fascismo, franquismo”, en Tiempo de Silencio. Actas del IVEncuentro de Investigadores del Franquismo, Valencia, 1999, pp.107-113. También, SANCHEZ RECIO, G., “Líneas de Investi-gación y debate historiográfico” Ayer, 33, 1999, pp. 17-39.

6 SAZ, I., “El primer franquismo”, Italia-España. Viejos ynuevos problemas históricos, Ayer, 36, 1999, pp. 201-221.

7 STERNHELL, Z., The birth of Fascist Ideology, Princenton,1994, pp. 250-258. 8. NICOLÁS MARÍN, M. ª E., “Los pode-res locales y la consolidación de la dictadura franquista”, Elprimer franquismo, Ayer, 33, 1999, p. 70.

9 BAHAMONDE MAGRO, A., “Vivir y sobrevivir en la pos-guerra: La España rural de los años cuarenta”, en MENÉNDEZPIDAL, R., Historia de España. El siglo XX, Madrid, 2002, p. 130.

10 ARANZADI, E., Repertorio Cronológico de Legislación. Leyde 17 de Julio de 1945. BOE de 18 de julio de 1945, Madrid,Archivo Municipal de Marbella (AMMa).

11 ARANZADI, E., Repertorio Cronológico de Legislación. De-creto 5 de octubre de 1936, artículo 5. BOE de 6 de octubre1936. Madrid, AMMa.

12 CAZORLA, S., Las Políticas de la Victoria. La consolida-ción del Nuevo Estado Franquista (1938–1953), Madrid, 2000.

13 SÁNCHEZ RECIO, G., Los cuadros políticos intermedios delrégimen franquista.1936–1959. Diversidad de origen e identidad deintereses, Alicante, 1996.

14 PRIETO BORREGO, L., Marbella. Los años de la utopía. Estu-dio de una comunidad andaluza (1931–1936), Marbella, 1994.

15 Archivo Municipal de Marbella (AMMa), “Expediente Per-sonal”, C. 229, P. 19.

16 PRIETO BORREGO L, “Los expedientes de depuración defuncionarios municipales. Una fuente para el estudio de la vio-lencia institucional”, Baetica, 21, pp. 451-467.

17 MORENO FONSERET, R., “El Régimen y la sociedad. Gru-pos de presión y concreción de intereses”, El primer franquismo...op cit.

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18 El doctor Maíz fue nombrado médico en propiedad el30 de julio de 1940. Tradicionalmente el ejercicio de la medi-cina municipal estuvo muy patrimonializado, tenemos docu-mentada la fuerte rivalidad que enfrentó a médicos republi-canos como D. Félix Jiménez de Ledesma, organizador, a fina-les de 1913, del Partido Reformista en Marbella con D. Félixde Zea Urbano y la rivalidad de su yerno, D. Adolfo LimaChacón, con D. Cueto Juan Martínez Carrasco, presidente deUnión Republicana.

19 AMMa, Expediente de Bienes nº 18/41, “Venta de losmontes de Sierra Blanca y Nagüeles”.

20 AMMa, Expediente de Bienes nº 18/41.21 El valor final de la venta es de 159.745,90 ptas., ya que

el 20% de la misma, 40.462,48 ptas., permanece en poder delPatrimonio forestal del Estado. De dicho importe, 150.000ptas., son colocadas como “garantía hipotecaria” a un interésdel 5% anual, con un mayor rendimiento para el municipioque el proporcionado por la finca enajenada, según previsio-nes realizadas por la Comisión Gestora.

22 La petición del emplazamiento del edificio para sedede esta sociedad fue llevada a cabo por el entonces presiden-te de la misma, Antonio Carrasco Sánchez.

23 AMMa, AA. CC., sesión de 26 de marzo de 1926, C. 21-H, P. 3.

24 Francisco Romero Añón, Salvador Rodríguez Agudo,Juan Toro Mata, Escolástico Martín Santibáñez, Alfredo PalmaMorito, José Zuzuarregui Sotto, los dos últimos son conceja-les de Acción Popular, y el voto en contra del alcalde AntonioLópez Gómez.

25 AMMa, Escrito de la Intervención de Fondos delAyuntamiento de Marbella con fecha 26 de junio de 1943.Este escrito forma parte del Expediente de Bienes 40/43para la concesión de préstamo de 150.000 ptas. a la so -ciedad “Casino de Marbella”, por parte del Ayuntamientode Marbella.

26 PRIETO BORREGO, L.: “Racionamiento, Control social yEstraperlo. Marbella: los años del hambre”, Cilniana, 16, pp.5-18

27 AMMa, Informe de la Comisión de Hacienda del Ayun-tamiento de Marbella con fecha 28 de junio de 1943, presen-te en el expediente 40/43.

28 Libro Auxiliar de la cuenta de capital e intereses delpréstamo hipotecario por el Ayuntamiento de Marbella a lasociedad “Casino de Marbella”, de la Intervención de Fondosdel Ayuntamiento. En dicho libro aparecen todos los pagosde crédito por parte de la sociedad al Ayuntamiento. Se reali-zan trimestralmente, cerrándose el 5 de julio de 1971, aun-que los datos contables llegan hasta enero de 1968.

29 AMMa, AA. CC., sesión de 12/08/1958, C. 291-H, P. 1.30 AMMa, AA. CC., sesión de 05/11/1941, C. 23-H, P. 5.31 AMMa, AA. CC., sesión de 18/10/1945, C. 24-H, P. 3.32 PRIETO BORREGO, L., Marbella. Los años de la utopía...,

op. cit.33 AMMa, AA. CC., Sesión Extraordinaria de 04/03/1953,

C. 23-H, P. 6.34 AMMa, Expediente de Bienes 212/53.35 PRIETO BORREGO, L., Marbella. Los años de la utopía...,

op. cit., pp. 62-63.36 ALCALÁ MARÍN, F.: Marbella Segunda República..., op. cit.,

p. 84.37 AMMa, AA. CC., sesión de 22/06/1928.38 Entre las que destacaríamos: don Raimundo Fernández

Cuesta, Ministro Secretario General del Movimiento; don JoséAntonio Girón de Velasco, Ministro de Trabajo; don FernandoSuárez de Tangil, Ministro de Obras Públicas; don SaturninoGonzález Badía, Teniente General del Ejército y al párroco,d o nRodrigo Bocanegra Pérez.

39 Los terrenos de este vivero forestal están ocupados enla actualidad por el parque público de La Constitución.

40 Esta cesión de terrenos fue aprobada por unanimidadde la Comisión Gestora, reunida en sesión de 1 de Julio de1943.

41 Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro fue comandante mé-dico del destacamento de Baler en Filipinas. Fue nombradoHijo Predilecto de Marbella. El Ayuntamiento de la dictaduramilitar, reunido en sesión de 29 de Marzo de 1924, quisorendir homenaje a este militar, por entonces retirado. AMMa,AA. CC., 29/03/1924, C. 21-H, P. 3.

42 El proyecto ya había sido estudiado por el Ayuntamien-to de la Segunda República, con la Gestora presidida porEugenio Lima Chacón en 1935. Véase PRIETO BORREGO, L.,“Regeneración Municipal e irregularidad administrativa en elAyuntamiento de Marbella (1931-1936)”, en 1º Congreso ElRepublicanismo en la Historia de Andalucía, Priego de Córdoba(Córdoba), 2001, pp. 435-437.

43 AMMa, AA. CC., sesión de 18/11/1944, C. 24-H, P. 3.44 Fueron las siguientes: José María Cisneros Rull, Fran-

cisco Cuevas Blanco, Bartolomé Lenz Rodríguez, AntonioMaíz Viñals, Eduardo Garrido García, Juzgado Comarcal,Francisco Nieto Molina, José Pomares Alcaraz, JoséVázquez Delgado, Isabel Granados López y Antonio BelónFernández. AMMa, Expediente “Grupo Lamo de Espino-sa”, nº 55/45.

45 AMMa, AA. CC., sesiones de 5 y 12/11/1945, C. 24-H, P.3.

46 AMMa, AA. CC., sesión de 23/10/1950, C. 24-H, P. 5.47 AMMa, Expediente Grupo de Viviendas “Fernández

Cuesta”, C. 365-H, P. 43.48 La concesión de viviendas con sus correspondientes

contratos de arrendamiento sería la siguiente: Rafael JiménezBerrocal, Manuel Morilla Pérez, Francisco García Villalobos,Nicolás López Núñez, Feliciano Díaz Morilla, Dolores GarcíaMorilla, Juan Benítez Urdiales, José Morón garcía, AntonioRivera Galdeano, Juan Pérez Pérez, Bernardo Sánchez Jiménez,Francisco Delgado Fernández, Miguel Sánchez Castillo, JoséPérez Hernández, Josefa Rodríguez Rodríguez, IsabelRodríguez Rodríguez, Lucas Muñoz Reinaldo, Antonio LópezMorilla, José Sánchez Morilla, Teresa Villar Gómez, SalvadorGonzález Pacheco, Miguel Sánchez Morilla, Manuel MorillaGarcía, Isabel Sánchez Cabeza, Pedro Guerrero Delgado, JoséMorilla García, Juan rivera Galdeano y María Fernández Gómez.AMMa, Expediente “Enajenación terrenos LA BAJADILLA”, nº951/69.

49 Para la arquitectura de la autarquía en Málaga, JIMÉNEZDÍAZ, J. C. y RUBIO, A., “Notas sobre el urbanismo de la Autar-quía: algunas realizaciones en Málaga (1937-1959)”, Baetica,3, 1980, pp. 59-80.

50 El problema de la vivienda en la posguerra es tratadopor BARRANQUERO TEXEIRA, E y PRIETO BORREGO, L.: Asísobrevivimos al Hambre: estrategias de la supervivencia de lasmujeres en la posguerra española, Málaga. CEDMA, 2003,pp.165 y ss.

51 AMMa, Escritura de segregación y compra-venta nº 336,18 de octubre de 1953, ante la notaría de Luis Oliver Sacris-tán, Expediente de Bienes 225/53.

52 Juan Sarriá Gutiérrez, Alfonso Mata Ruiz, MiguelGaldeano Lara, José Vázquez Sánchez, Ana Merino Gómez,Juan Morón García, Salvador Pérez Sánchez, Manuel GonzálezClaros, Antonio Rodríguez Acero, Antonio Pérez Pérez, JuanCabello Cañete, José M. ª Muñoz Avilés, Miguel Díaz Guerre-ro, Germán Borrachero Carrasco, David Jara Sanza, SalvadorMármol Chamarro, Pedro Carrasco Sánchez, José OsorioRando, Miguel Sánchez Jiménez, Francisco Jiménez Urbano,Rafael Tomé Carrasco, María Ruiz Jiménez, José Marín Ortiz,Carmen Jiménez Robledo, José Carrasco Sánchez, Rafaelgarcía Bernal, Antonio Marín Valenzuela, Juan JiménezCaracuel, Salvador Lima Domínguez, José Ruiz Rovira, Ra-món Alarcón fuentes, Diego Vázquez Villarrubia, Juan rome-ro Lozano, Adolfo Murillo Manzanedo, Juan Serrano Molina,Ana Medina Aguilar, Juan Jiménez Lima, Ángel Rodríguez Ruiz,Gerardo González Villalaín, Antonio Galdeano Lara, JuanMuñoz Aguilar y Manuel Aranda Moya. AMMa, Expedientede Bienes 225/53.

53 AMMa, AA. CC., sesión de 12/03/1956, C. 24-H, P. 7.54 AMMa, AA. CC., sesión de 23/10/1952, C. 24-H, P. 6.

LA GESTIÓN MUNICIPAL EN MARBELLA DURANTE EL PRIMER FRANQUISMO

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Un Centro Histórico herido y la memoria maltrecha. A propósito del libro

“El Centro Histórico de Marbella: Arquitectura y Urbanismo”,de Francisco Javier Moreno Fernández

Francisco de Asís López SerranoArchivero Municipal de Marbella

asta bastante avanzada la segunda mitaddel siglo XX, poco se sabía acerca de la his-

toria de Marbella, o al menos poco que pudierallamarse con propiedad así. Lugares comunes, tó-picos y tergiversaciones varias campeaban sinestorbos por las escuetas páginas que circula-ban y que conformaban el grueso del imaginariode un puñado de personas que se interesabanpor la materia. Salvo trabajos que tenían comomarco la provincia y que tangencialmente se ocu-paban de Marbella y otros que se ceñían al estu-dio de su arquitectura, hallazgos arqueológicoso personajes relevantes, el relato histórico era,para quien lo quisiera ver, no una página en blan-co sino una página falseada que urgía rectificar.

El abogado y erudito Fernando AlcaláMarín fue el primero en decidirse a invertir esteestado de cosas. Mediada la década de los cua-renta del siglo pasado, resolvió que había queempezar desde el principio, desde las mismasfuentes, y emprendió una impagable tarea derecuperación de los papeles del Archivo Munici-pal, cuyo estado pantanoso imposibilitaba cual-quier labor investigadora (un trabajo que se viocomplementado años después cuando Lucía Prie-to diera una primera organización a los fondos).Su dedicación a estos menesteres y el consiguien-te estudio de los documentos darían como re-sultado una serie de publicaciones que en sumomento habrían de servir para aliviar el raquí-tico panorama que ofrecía la ciudad, y, sobretodo, para señalar el camino a unos pocos (peroimportantes) historiadores profesionales dispues-tos a dar el definitivo paso que restaba para sal-dar el déficit de método y de conocimientos enel que se hallaba la historiografía de carácter lo-

cal. Los primeros trabajos de esta nueva genera-ción de estudiosos aparecieron en 1982 en estamisma revista (cabecera que, con algunos rece-sos, ha logrado afianzarse como tribuna desdela que se pueden escuchar las más autorizadasvoces en lo referente al patrimonio). Junto a nom-bres de dilatada trayectoria (Cabrillana, Gil SanJuan, Posac, García Montoro, Gozalbes, GalánSánchez) se prodigaron otros, más arraigados enla propia ciudad, que participaban de un ejerci-cio crítico e interpretativo de corte académicocon el que se proponían conferirle un diseño cien-tífico a la historia que a partir de entonces seescribiría desde Marbella.

Aunque aún resisten, y se airean, ciertaslecturas (entiéndanse interpretaciones) que pa-

H

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recen no advertir los cambios, lo cierto es que laperspectiva de esta nueva hornada de historia-dores se cimenta sobre suelo firme y es indiscu-tible que su presencia en el escenario científicolocal se ha consolidado definitivamente. La pro-pensión a infundir notoriedad y relumbre a cual-quier hecho pasado, esa obsesión por el linajeque imperaba en las representaciones históricaspasadas sigue ocupando su espacio, pero comolo ocupan las piezas de un museo; son puro ma-terial historiográfico que apenas si sirven de ilus-tración a las páginas que en la actualidad redac-tan historiadores como Prieto Borrego, MorenoFernández, Casado Bellagarza, Rodríguez Feijóo,Urbaneja Ortiz, Bernal Gutiérrez o García Baena,quienes han abordado el asunto desde sus res-

pectivos campos imponiéndose como condicióninsoslayable la objetividad y el rigor y dejandode lado las referencias a paradigmas supuesta-mente virtuosos que en nada se correspondencon lo que se conoce como verdad histórica. Elfruto de la nueva disposición, visto lo que había,podría parecer un relato huraño y hasta ciertopunto ingrato (la verdad queda como descom-puesta cuando la alternativa es un espejismo),pero es que estos historiadores van a desplegartodos sus talentos y sus esfuerzos en repensarla historia local, en una investigación muchasveces imprevisible cuyo final poco tiene que vercon esas otras historias a la carta tan del agradode determinados grupos. Porque cuando habla-mos en términos científicos, y en ello incluimosla honradez, no hay lugar para narraciones deconveniencia.

De entre estos autores, Francisco JavierMoreno Fernández viene distinguiéndose en losúltimos años por hacer explícitas algunas cuan-tas verdades. Pensando posiblemente que antesu repetición masiva y machacona la sociedadacabará por asumirlo, ha defendido con ardor laexistencia de esa otra historia de Marbella, y hagastado su coraje y sus conocimientos en denun-ciar las dificultades de su estudio, dado el esta-do de deterioro del patrimonio y la poca aten-ción de que ha sido objeto. Y es que a este pasolo único antiguo que va quedar en pie en nues-tra ciudad va a ser el clamoroso desinterés delas autoridades.

A PROPÓSITO DEL LIBRO “EL CENTRO HISTÓRICO DE MARBELLA...”

Presentación del libro

Vista parcial del Casco Antiguo

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Hasta llegar a este libro, Moreno habíapublicado un considerable número de trabajos.En el Boletín de Arte de la Universidad de Málagaha aparecido un sugerente estudio sobre la ar-quitectura de la Costa del Sol y otro sobre la obradel arquitecto Gutiérrez Soto. En Cilniana suscolaboraciones han sido habituales: ha recreadola evolución urbanística de espacios determina-dos, como el del Pilar de Miraflores; ha indagadosobre las mezquitas contemporáneas en la cos-ta; publicó un esclarecedor análisis de los planesgenerales de Marbella y, por último, una síntesismuy didáctica de la historia urbana de la ciudad.Ha dado a la imprenta los cuadros más comple-tos que se han hecho sobre el Hospital Bazán yla capilla de San Juan de Dios, y es autor de lostextos que sirven de base a sendos volúmenesde gran formato (magníficamente editados, porcierto, en Guicuest Editores) titulados, el prime-ro, Gran arquitectura de la Costa del Sol, y, el se-gundo, Interiores de la Costa del Sol. Ha pronuncia-do conferencias relativas a la evoluciónurbana, a la relación entre paisaje y pa-trimonio y a edificios singulares de nues-tro entorno. Además de todo ello, ycomo uno de los más conspicuos repre-sentantes de la asociación Cilniana, suspropuestas teóricas (y prácticas) ilustrancualquier entrevista, denuncia, escritode alegación o solicitud de protecciónque haga. Todo, hasta llegar a El CentroHistórico de Marbella: arquitectura y urba-nismo, un libro de largo aliento, un her-moso libro en donde ha volcado sus co-nocimientos y sus inquietudes en pro-porciones similares. Porque convienetener en cuenta que no sólo se trata deun trabajo científico con todos los do-nes para convertirse en obra de consul-ta de estudiantes, historiadores yurbanistas, sino que se presenta comoun estado de la cuestión en torno al pa-trimonio histórico de Marbella, cuyoreverso es una reivindicación, un desi-derátum –el respeto por nuestro lega-do– a cuya órbita han sido atraídas unbuen número de personas atentas alentorno (a su estado y a su historia).

Es importante no perder de vis-ta, pues, que este libro ha sido escritocon una doble intención y que, por lotanto, pretende un doble efecto: su ver-tiente teórica apunta directamente con-tra la ignorancia histórica; su ladoreivindicativo, contra la indiferencia ha-cia el futuro del patrimonio. Ello va aproporcionar al libro una extraordinariafecundidad: es un inventario (tambiénde lo irreparable), es un libro de arte y

de historia, es una denuncia y es, sobre todo,una llamada a reparar en todas las singularida-des de nuestro entorno histórico más allá demonumentos y enclaves relevantes.

En cuanto a la teoría, el criterio crono-lógico obliga a montar el armazón del texto so-bre dos pilares, la ciudad medieval y la cristiana.Opta, sin embargo, por el punto de vista espa-cial en la subdivisión en nueve capítulos parasometer a un minucioso examen la alcazaba, lamuralla, la ciudad intramuros, los barrios Alto yNuevo y la Marina. Una exploración para hacervisibles las sucesivas ocupaciones, los distintosusos, las ampliaciones, los abandonos y las des-trucciones de cada segmento de nuestra ciudadhistórica, y tratar así de descifrar las claves de lametamorfosis de este espacio urbano.

Provisto de una mirada escrupulosa, casinotarial, el autor desmenuza y describe gran par-

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Interior de la Alcazaba

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te del entramado de un núcleo urbano que casiseguro fue creciendo al amparo de su fortaleza.Con las limitaciones que suponen la escasez defuentes documentales y de prospecciones arqueo-lógicas, y de la mano de un gran número de refe-rencias bien escogidas, entabla un productivodiálogo con historiadores pasados y presentessobre las consideraciones urbanísticas del núcleomedieval. En este sentido, no descarta la existen-cia de algún asentamiento previo a la fortaleza,pero juzga más fiable considerar su imponentealcazaba como elemento generador, en épocacalifal, de lo que más adelante será una ciudadmedieval. Y aunque sus peculiaridades fronteri-zas –sin arrabal y sujeta a continuos ataques– nospuedan recordar “una aldea fortificada de consi-derable tamaño” (p. 86), lo cierto es que la pre-sencia de murallas, alcazaba, zoco y mezquitas leotorgan un inequívoco dibujo urbano. Duranteeste periodo bajomedieval se desarrolla, pues, la

ciudad como tal, se construyen sus murallas –que “dieron a Marbella su categoría urbana, lasalida del anonimato medieval” (p. 135)– y pare-ce que la Marina comienza a usarse como alma-cenes y embarcadero (p. 312). Y poco más es loque se puede rastrear de este pasado musulmán,aparte de la trama urbana, porque lo que cono-cemos como ciudad histórica, los elementos cons-titutivos del patrimonio local, a excepción delcastillo y la muralla, se erigen tras la conquistacristiana, cuando la ciudad presencia el alba deuna serie de transformaciones (que en puridadllegan hasta hoy) cuyo seguimiento constituye elargumento central del trabajo de Moreno.

Modificaciones, ampliaciones, construc-ciones nuevas, destrucciones..., en el libro se de-tallan, piedra a piedra, podría decirse, las vicisi-tudes de cada parte de la ciudad a partir del pro-ceso de castellanización y hasta la llamada ciu-

dad del turismo. Aquí sólo po-demos dar testimonio de lostrazos gruesos de esta mudan-za, cuyas primeras manifesta-ciones vienen, lógicamente, dellado ideológico: la conversiónde al menos seis mezquitas eniglesias cristianas (Encarnación,San Bernabé, Santa Catalina,Santiago, San Cristóbal y SanSebastián), que supone, en estesentido, una marca definitiva yexcluyente de imposición reli-giosa (p. 172) a la que acompa-ñan novedades ornamentales yarquitectónicas. Durante el si-glo XVI, se fundan espaciosnuevos: la ciudad se expandehacia el norte (barrio Alto), secrea el barrio Nuevo de la For-taleza, se construyen el conven-to de la Trinidad, el hospital deSan Juan de Dios y la iglesia delSanto Cristo, y probablementefuese hacia el final de la centu-ria cuando se levantara la casadel Ayuntamiento y comenzarael proceso que daría lugar a loque sería “la mayor obra públi-ca de la historia moderna de laciudad”: la plaza pública. De-tengámonos un momento, por-que merece la pena y lo dicetodo, en la breve descripción dela semántica de la plaza: “Expli-car su formación y evolución esnarrar gran parte de la historiade la ciudad, ya que más queun espacio abierto es una con-centración de símbolos, un con-Trasera de la casa Altamirano

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glomerado de memoria por acumulación de es-tratos históricos, vistos superficialmente en lasucesión de nombres que ha tenido: plaza Públi-ca, de Cabildo, Real, de Isabel II, de la Constitu-ción, del Generalísimo Franco, de los Naranjos”(p. 183). Varias edificaciones se alzan durante elsiglo XVII –Casa del Corregidor, el Hospital Bazány el convento de San Francisco–, pero también semanifiestan los primeros síntomas de degrada-ción de las murallas (pp. 142-143). El paso a otrosiglo, el XVIII, supuso un salto de calidad en laurbanística de la ciudad. Un impulso al que no esajeno el relativo alivio financiero del periodo dela Ilustración en toda la península y que enMarbella se reflejó, entre otros extremos, en lasincoaciones de procedimientos por particulares(se recogen un gran número de ellos) para ir sus-tituyendo las murallas por viviendas (pp. 143-148),y, sobre todo, en la aparición de un espacio em-blemático, la Alameda (p. 331), que consolida laapertura de la ciudad hacia el sur. Una nueva re-gión urbana que, para el autor, constituye el ex-ponente de las contradicciones ilustradas: “Conuna población (...) más preocupada por la subsis-tencia que por el parque, la municipalidad se pre-ocupaba más por la Alameda que por el bienestarde sus ciudadanos” (p. 332). Pero antes de la apa-rición de este lugar, la cesión de unos terrenospor el marqués de Castellón (pp. 298-299) habíapropiciado la ampliación del ámbito urbano a le-vante de la ciudad y el germen de lo que en pocotiempo se conocerá como el barrio Nuevo (el Ba-rrio), zona que irá adquiriendo “cierta relevanciacomo barrio” (p. 291) a medida que el peligrocorsario se perciba como algo pasado y la pobla-ción, perdido el miedo secular, inicie un paulati-no acercamiento al mar (p. 304). Un siglo, pues,el dieciocho de inusitado crecimiento que asistetambién a la erección del nuevo templo de la En-carnación (pp. 209-211) o a la sustitución del cas-tillo de San Luis por el fuerte del mismo nombre(pp. 322-323); en el que, en consonancia con elsiglo, se produce un mejoramiento de la activi-dad fabril de la Marina y, por último, un momen-to en el que comienza a plantearse, por vez pri-mera, la posibilidad de construcción de un puer-to, que, a medida que el tiempo pase, iría convir-tiéndose en “la historia de su fracaso” (p. 327).

Distinto panorama nos ofrece el siglo XIX.Un siglo que en España se lee como sinónimo dedecadencia no podía significar otra cosa enMarbella, y eso a pesar de la intensa e innovadoraexplotación siderúrgica y minera (y forestal), que,es de sobra conocido, apenas supuso una peque-ña corrección en el rumbo económico de la ciu-dad. No es esta centuria, como tampoco lo es laprimera mitad de la siguiente, un momento deinterés prioritario para el historiador. Desde elpunto de vista urbanístico, son muy escasas y

apenas se pueden rastrear intervenciones queafecten al centro histórico: instalación del cemen-terio en el castillo, construcción del muelle dehierro y las obras de ensanche, que, como en elresto del país, supusieron la ruina, esta vez defi-nitiva, del recinto murado. Un siglo y medio depura anécdota constructiva que, no obstante,pudo haber sido decisivo de haber prosperadolas iniciativas que pretendían darle un uso agrí-cola a la Alameda, que, aun con sucesivas reduc-ciones (pp. 335-336), resistió y logró acabar elsiglo XIX, y el XX también, erigida en un, vistoasí, milagroso símbolo.

A grandes rasgos, éstos serían losaconteceres urbanos de la ciudad que, junto aotros capítulos de índole transversal (paisaje his-tórico y vivienda), constituyen, como se dijo, elasiento teórico en el que Moreno Fernández sebasa para su particular combate contra la igno-rancia y el desconocimiento, que, como la des-trucción misma, se ciernen sobre los lugares (losfísicos y los sentimentales) de nuestra memoria.Una parte teórica que está sustentada sobre unapoderosa musculatura: el escrutinio de una nó-mina increíble de fuentes, de informaciones pro-cedentes, en concreto, de diecisiete archivos, y

Balcón con guardapolvos. Calle Nueva

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A PROPÓSITO DEL LIBRO “EL CENTRO HISTÓRICO DE MARBELLA...”

de una extensa gama de testimonios de todas lasépocas y de bibliografía pasada y actual, entrelos que se entreveran las interpretaciones prece-dentes, con los que el autor ha forjado un textosuficiente para lo que quería expresar, seleccio-nando la documentación precisa y no incluyendolas tan recurrentes “ilustraciones” que engordande forma innecesaria el manuscrito. Prolijo en losagradecimientos y honesto en las citas, nos pre-senta todo con la debida cautela cuando no dis-pone de constancia documental, absteniéndosede formular hipótesis y conjeturas que de poco oescaso calado científico. De la misma manera,realiza un encomiable ejercicio comparativo conotras ciudades (Baeza, Almería) en aspectos con-cretos, y en ningún momento pierde de vista elcontexto del país ni las teorías urbanísticas adhoc (nacionales o extranjeras). Por otro lado, delestudio detenido de las fuentes surgen, obvia-mente, datos novedosos en cuanto a los conteni-dos: toponimia pasada, nuevos personajes rela-cionados con la ciudad –el Duque de Alba (p. 229)–; nuevos hitos arquitectónicos y urbanos –iglesiade San Bernabé (p. 123), puerta de Santa Catalina(p. 101), iglesia de San Sebastián (pp. 276-277) ola prístina denominación de las distintas torresde la muralla (pp. 149-153)–. Y el lector agrade-cerá a buen seguro, en una obra de estas caracte-rísticas, las entradillas a los capítulos y la abun-dancia de ilustraciones, planos originales, repro-ducciones de grabados, mapas, dibujos y foto-grafías.

Esto en cuanto al contenido teórico; vea-mos el otro vector que atraviesa la obra. Porqueademás de cuantiosos datos históricos, el libroposee un nervio propio en forma de claves eideas-fuerza con las que el historiador proponetransferir legitimidad a aquellas reivindicacionesque se formulan respecto al patrimonio local.Pero no es sólo eso. Todo el texto destila lo queMoreno Fernández ha venido representando consu actitud, con su propia biografía. Un señueloéste con el que nos anima a no quedarnos endoctos de libro a secas e inmóviles, a no ser comoaquel personaje de Los Miserables (Feuilly) que sóloaprendía historia para indignarse con conoci-miento de causa; nos apremia a avanzar un pal-mo más allá de la indignación y dar paso a lasgrandes demandas, a los requerimientos sin com-plejos (el patrimonio es de todos), a la importu-nación si es menester. Cruzando todo el texto,entre líneas, pero, sobre todo, con declaracio-nes expresas, el historiador dicta su mejor lec-ción, su lección más querida: patrimonio histó-rico debe ser lo que los ciudadanos así lo consi-deren. A partir de ahí, los aspectos a tener encuenta para valorar la importancia de un edifi-cio, de una puerta o de un rincón tienen, porobligación cívica, por respeto a la comunidad,

que atender a los vínculos con el pueblo que losvivió.

Con un sinuoso, guadianesco, tono amar-go, que delata el escozor del historiador por lasbrechas abiertas en el patrimonio a lo largo detantos años de acumulación de errores (los erro-res son excelentes proyectiles), insiste en lo queentiende que nunca debió hacerse y en lo queaún estamos a tiempo de hacer. No se puede tra-tar el castillo, dice, como un espacio urbano más,y los proyectos de construcción en el recinto tie-nen que ajustarse a ese dictamen (p. 128). No sepuede tampoco acometer la demolición sin másde las casas adosadas a la muralla, ahora que tanen boga está la recuperación de la “imagen origi-nal” de las cosas, porque, en contra lo que puedaparecer, las viviendas adosadas a la muralla man-tienen en pie lo que queda de ésta, y merecenmejor suerte que su mera desaparición por el con-texto (p. 131). Como también hubiera merecidomás suerte y respeto la Marina, que se perdió casien su totalidad sin que las voces que se levanta-ron en contra pudieran representar más allá deun rumor en medio de las unanimidadesrugientes. Aquí la cita textual: “Su abandono ydestrucción, desde la segunda mitad del siglo XX,sin ninguna protección legal ni afectiva, significóla pérdida no sólo de un conjunto patrimonial deinestimable valor desde el punto de vista indus-trial sino también, quién sabe, de datos funda-mentales para el conocimiento de la historia dela ciudad, pues si existe un origen o principio, suvinculación marítima es indudable (...). La tras-cendencia patrimonial de su memoria se mereceuna reverencia de respeto por lo que fue” (pp.312-314). Sin protección legal ni afectiva. El mis-mo mal que afecta al casco antiguo strictu sensu yque conduce a modificaciones continuas, derri-bos incontrolados, elevación de plantas... Quedanclaras, pues, las consecuencias de la indiferencia,en este caso, en comunión con los intereses co-merciales (p. 340). Y no es una apuesta improvi-sada la del historiador: la generación de riquezaque subyace en la destrucción de nuestro patri-monio podría producirse de igual manera hacien-do de la conservación de lo antiguo «un elementode atracción y dispositivo de activación económi-ca (p. 355). La cuestión es otra, parece ser.

Recapitulando: conocimiento de nuestropasado y exigencia de respeto; las dos fachadasdel mismo edificio que Francisco Javier Morenoha puesto en pie. Teoría y acción; no hay otrocamino. O sí: continuar con lo que reza el título,que es del propio autor, continuar con “un cen-tro histórico herido y la memoria maltrecha”; yperseverar, con ahínco y contumacia, en ofreceruna imagen de ciudad ex novo, de hoy mismo, sinnada viejo. Y que a todos nos vaya bien.

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José Manuel Sanjuán LópezLicenciado en Historia del Arte

L o f t i n gNUEVOS RETOS PARALA POSMODERNIDAD

nusitada expectación concitó en Marbella lainauguración de Lofting, nueva entrega artís-

tica organizada por la entidad cultural Las Eda-des del Óxido, promotora, entre otras, de varia-das muestras itinerantes por todo el territorioandaluz como Matadero, arte en despiece (1998);San Agustín, arte en salmos (1999); Entreplantas, arteen niveles (2000); El inmueble, arte en domicilio(2002) o las sucesivas ediciones de Nómadas, conel ánimo de dar a conocer las propuestas másradicales de ese inmenso colectivo, ambiguo eiconoclasta, denominado “arte joven” o “arteemergente”. Y decimos que suscitó expectaciónen la ciudad por dos motivos principales: era laprimera vez que su centro expositor, el MuseoCortijo Miraflores, desde su apertura al públicoen julio de 2001 tras varios años de rehabilita-ción, destinaba todas sus salas e incluso espa-cios anejos como el patio, la biblioteca o la salade audiovisuales para distribuir la ingente canti-dad de obras seleccionadas. En segundo lugar,durante este corto pero intenso periploexpositivo, dicho Museo municipal (que en reali-dad alterna un espacio fijo como Museo del Acei-te con cuatro salas para exposiciones tempora-les) siempre ha mantenido una actitud modera-damente distante con el arte último, misión re-legada casi en exclusiva al Museo del GrabadoEspañol Contemporáneo y a ciertas galerías pri-vadas (El Catalejo, Pedro Peña, Kreisler, Aquela-rre o Fabien Fryns).

Así pues, el acontecimiento era doblemen-te dichoso y para complacer tanto entusiasmo elcomisario de la muestra, Antonio Troyano, pro-puso una visita sin rumbo por las tendencias máspunteras, con creaciones que confirmaban unmasivo interés por la problemática social y lasambivalencias de género. Con buen criterio, aunósin miramientos todas las opciones estéticasposibles, pintura, escultura, fotografía, instala-ciones, performance en vídeo-grabación e incluso

un ciclo de cortometrajes, como un todo extra-ñamente homogéneo y sincopado; 101 artistasnacionales y extranjeros cuya mirada sobre el arteactual supera tabúes y fronteras geográficas ydeviene un hermanamiento anónimo aunque pre-visible, habitual en otras tentativas de semejan-te corte por sus propuestas arriesgadas y com-prometidas, tentativas que, sin embargo, en ca-sos muy concretos se quedan en meras alhara-cas vistosas y superficiales, sin profundizar enun mensaje que se intuye pero que rara vez semanifiesta en todo su vigor e intensidad.

El recorrido expositivo comenzaba en elvestíbulo de entrada, donde La Monina en hierropintado de Miguel Muñoz Villarreal despertabaen el espectador obvios resabios velazqueños,pero su andamiaje metálico y atrevido coloridole prevenían de inminentes bifurcaciones artísti-cas. Dicha escultura antecede a la sala en la quepermanentemente se expone una selección depinturas propiedad del Patrimonio Municipal,también ocupada para la ocasión por obras delcolectivo DIN A4. Numerosísima en miembros,esta asociación se dedica en exclusiva a trabajossobre papel, bien en técnica mixta,estampaciones, collages..., pero siempre sobrela medida estándar de 210 x 297 mm. Por lotanto, la variedad era ilimitada en cuanto a te-mas y procedimientos, si bien el grupo elegidopara Lofting reunió una veintena de nombres deAlemania y Países Bajos principalmente, (HannekeBuurman, Wolfgang Wimhöfer, Christine Ritchie,Martín Lerschs...) con trayectorias desigualespero semejantes planteamientos internos: plas-mar sobre papel las contradicciones del hombreactual.

Bordeando el patio descubierto, la mira-da se desvía hacia el enigma de Virginia Marín,Bajo mis pies, tres cubos de metal con fotosdigitales impresionadas, que nos interroga so-

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bre qué suelo realmente pisamos, hasta llegar ala Sala I, en donde la diversidad de estilos esamplísima, con la escultura como principal refe-rente pues abarca desde involucionessemifigurativas, como la Mujer Inca de SánchezGil; las confrontaciones masa-liviandad de Mar-tín González Laguna (Espacio Interior); hasta losexperimentos con materiales de deshecho deRafael Ebrero, metamorfosis de piezas industria-les unos (Mesa Balay) o guiños antimilitaristasotros (Lámpara bomba). Antonio Gabarre simboli-za en Paisaje humano las vicisitudes terrenales: elacero inoxidable como soporte impoluto de sudevenir cotidiano frente a las sajas lacerantes delos avatares externos. La fotografía también seinmiscuye en la polivalencia del cuerpo humanocomo objeto dual y extraño con la serie Femtria,de Juan Jesús Palacios, mientras que Pedro RuizTroyano evoca en La cama, Asilah, Marruecos, vie-jos recuerdos y sensaciones imperecederas. Ypara terminar este precipitado itinerario por laSala I, sorprende, sin duda, la escultura-objetode Andrés Montesanto, Florido Pensil, una sote-rrada crítica no tanto a la cultura impuesta comoa su forma de ser impartida, a lo que el autorreplica con alusiones evidentementeescatológicas.

Antes de abandonar la planta baja, la in-tervención expositiva en la zona denominadaMuseo del Aceite supone un completo aciertopor cuanto se combina, de forma magistral, re-cursos arquitectónicos y complementos orna-mentales. Situada en la parte norte del edifi-cio, la galería tiene forma rectangular, techode madera y espectacular arcada de medio pun-to con ladrillo visto. Tan peculiar estructuraacoge una completa almazara con un molinode aceite y dos prensas hidráulicas del sigloXIX, además de calderas, jarras y diversos úti-les de laboratorio relacionados con la molien-da. Con buen criterio, las obras aquí ubicadasreflejan la preferencia de sus creadores por losmateriales toscos y cotidianos, muy apegadosa la Naturaleza y sometidos a su acción cam-biante y erosiva. En definitiva, una conjunciónde elementos básicamente telúricos (piedras,hierros, maderas...) cuya interacción con elentorno deviene un espacio escultórico únicoe imprevisible.

Una sola obra sobre lienzo habita la es-tancia, Sutura de Emmanuel Lafont, una técnicamixta sobre tela roja que descarta cualquier re-presentación figurativa y se acerca a los desga-rros anímicos de los homúnculos de Manolo Mi-llares. También Santos Muñoz se deja seducir porla sensualidad del rojo en A Granada II, monotiposobre papel que sugiere su título con solapadasreferencias islámicas. Maisa Thode interpela al

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espectador con En vano, suerte de duplicidadextemporánea del consabido mecanismo del“cuadro dentro del cuadro”, si bien en este casola autora recurre a la fotografía como materiali-zación del artificio. La serie escultórica deGuillermo Gracia Terrier, Willy I, II, III, supone unareflexiva y convincente elucubración del caminoabierto por Chillida en cuanto a la ductilidad delhierro como elemento modulador de contornosy oquedades. Menos rotundo pero más concep-tual se presenta Francisco Carmona y sus crea-ciones en técnica mixta, muy comprometido conla injerencia de agentes contaminantes en elmedio ambiente. Para finalizar el recorrido porel Museo del Aceite, el colectivo Esvástika y sumontaje audiovisual Un posible “bien-estar”, esta-blece la utopía liberadora a una ciudadaníaalienada mediante un ángel redentor, divino yhumano a la vez.

Sin salir del Museo del Aceite, subimos ala segunda planta y de seguida descubre el visi-tante una nueva zona cuyo uso habitual tambiénse ha modificado para la ocasión, la Bibliotecade la Imagen. En el pasillo contiguo se establece

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un difícil dialogo entre los escarceos objetualesdel Equipo Lalufa 3 (Sous l’ocean) y los acrílicosde José Antonio Reyes, Vergüenza, Traje de Noche yLa gran orgía II, donde la estética del cartel con-diciona la mirada hacia rescoldos infantiles y casiolvidados. Tampoco Jon Castizo reniega de ju-guetes infantiles en su instalación Horizonte ame-ricano, si bien la sobrecarga con materiales di-versos (pellejo animal, fotografía digital, fibratextil...) que distorsionan la claridad del mensa-je: crítica al imperialismo yanqui y su interesadoproteccionismo mundial.

En la polivalente Sala III se instala la pro-ducción del Colectivo Arte 90, de Cádiz, quizá lamás políticamente correcta y oportuna –¿opor-tunista?– de cuantas engloban el repertorio. Elgrupo formado por Manuel Chica, Nieves Sali-nas, Juan Candón, María Zaballa, Francisco deAsís López, Montserrat Pérez y MarianoEsturrillo, aborda varias cuestiones de candenteactualidad, como el problema de la inmigraciónilegal mediante una eficaz e imaginativa metáfo-ra visual (Hundir la flota; Espejismo) o el tema dela violencia ciega e irracional, bien hacia la mu-

José Pino Sedeño. “Sin título”, técnica mixta

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LOFTING. NUEVOS RETOS PARA LA POSMODERNIDAD

jer o a los más desvalidos, a través de montajesfotográficos de grandes dimensiones y descar-nado realismo ficticio (Ablación; Infibulación).

Resta por comentar el contenido de laSala II, dedicada casi en exclusiva a la pintura,si bien se incluyen dos turbadoras instalacio-nes. A pesar de la pretendida defunción de lapintura por un sector interesado de la críticaactual, los lienzos aquí presentes confirman suplena vigencia dentro del conglomerado artís-tico contemporáneo, por lo que cuestionescomo la soledad, la incomunicación, las dife-rencias sociales o la mirada del otro, se expo-nen con intención reflexiva y concienciadora.Por ello, los temas tratados basculan desde latiranía existencial en las grandes urbes (JoséMaría Montero, Los patios; Toni Alvadalejo, Lacalle), hasta la complacencia tangente del voyeuren la exploración del Yo como sujeto y objetode deseo (Julio Martínez, Paisaje corporal; Pe-dro Casermeiro, La Vida. Entretenimientos inter-nos). Tampoco falta la visión mordaz de MarisaVadillo sobre los roles femeninos (Trovadora I yII), ni los conflictos transterritoriales de JoséLuis “Pegüi” (Cruzando la frontera). Se comple-ta el recorrido de la sala con dos instalacio-nes: Lope Martínez Alario y su Titanic, dos vi-siones catastrofistas extrapolables a cualquiersuceso cotidiano, y el Colectivo Laramie conOnce time upon , combinado de instalación-

Francisco Sánchez Gil. “Metamorfosis del toro-ave”, óleo sobre lienzo

vídeo-performance con un regusto fatalista ydesasosegante.

Para concluir este recorrido por Lofting,debemos encararnos con la parte menos afortu-nada del proyecto, el catálogo editado, en el que,sin duda por un afán desmedido de modernidad,se acumulan numerosos despropósitos que difi-cultan notablemente la información para el posi-ble lector. En primer lugar, el formato elegido,DIN A-3, muy incómodo para su manejo y con-sulta; se echa en falta un texto introductorio so-bre las diferentes sendas de la posmodernidadactual o, cuando menos, una sinopsis del conte-nido expositivo por parte del comisario; la fichatécnica de cada obra es insuficiente pues la le-yenda se limita al autor y categoría elegida –pin-tura, grabado, escultura...– sin más datos sobrela técnica utilizada o fecha de realización (que síaparecen en las salas); y por último, la distribu-ción interna “obra/autor ” es anárquica ydesquiciante, pensada más para irritar al lectorque para ubicarlo. Unos descuidos, en suma, fá-cilmente subsanables para próximas convocato-rias, que no empañan en modo alguno la notaglobal de una magnífica exposición y, sobre todo,la formidable labor desarrollada por la entidadpatrocinadora, Las Edades del Óxido, en su áni-mo por dar a conocer a unos creadores, jóvenesy audaces, cuyas manos, posiblemente, tracenlos destinos del arte en los años venideros.

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Bibliografíay Documentación

n esta sección incluimos una revisión y ac-tualización de la publicación de la asocia-

ción “Cilniana”, actualmente agotada, Aproxima-ción Bibliográfica: Marbella y la Costa del Sol Occi-dental (PRIETO BORREGO, L., 1997) en lo referente alos artículos aparecidos en revistas, boletines,memorias, anuarios y catálogos de exposicioneshasta el momento actual. La relación está orga-nizada temáticamente y se pretende una renova-ción periódica de la misma. Esperando cumplirnuestro objetivo de facilitar la labordocumentalista tanto a los miembros de la co-munidad científica como a los estudiantes e in-teresados en el conocimiento de las CienciasSociales y Humanidades en la comarca de la Cos-ta del Sol Occidental.

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El CARGADEROMARÍTIMOde Marbella*

Luis Angulo ProtaIngeniero de Caminos

Se trata de la descripción de la obra reseñadaen el epígrafe, que ha sido proyectada y

construida por el autor.

n los términos municipales de Marbella yOjén, en la provincia de Málaga, se explotó

hace más de veinte años un importante yacimien-to de mineral de hierro (magnetita), de cuyo pro-ducto fueron formándose diversas escombreras,constituidas unas, por estériles, y otras, por mix-tos y minerales de baja ley, proyectado ahora arazón de 400 Tn. por jornada.

Para entregar al consumo el mineral con-centrado, tanto el procedente de las escombrerascomo el producto de la nueva explotación delyacimiento, ha de transportarse a las vías de co-municación, y como la única salida de Marbellaen condiciones económicas es por vía marítima,y por otra parte el puerto pesquero recientemen-te construido no reunía las condiciones de cala-do necesarias, se proyectó un sistema de trans-porte en tranvía aéreo que entrando en el maralcanzase un punto de calado suficiente para elatraque de barcos de tonelaje medio.

Ahora bien, por la distancia existente en-tre la planta de beneficio y el punto de embarque(fig. 1ª) y la necesidad de una carga rápida delbarco para disminuir los días de “plancha”, sehacía preciso instalar un tranvía de gran capaci-dad, largo recorrido y servicio muy intermitente,solución costosa y poco adecuada, cuyos incon-venientes quedaban suprimidos con la instalaciónen serie de dos tranvías aéreos de distintas ca-racterísticas. Así se proyectó, instalándose untranvía monocable que con un recorrido de 2.400metros permite almacenar el mineral en régimencontinuo, a razón de 50 Tn./hora, en un depósitogeneral emplazado próximo a la costa y bajo cuyaviga de descarga puede llegarse a almacenar unas25.000 toneladas. Mediante un sistema de cintas

transportadoras instaladas en túnel bajo estedepósito y por intermedio de una tolva regu-ladora, puede, en el momento oportuno, cargar-se el segundo tranvía aéreo, de corto recorrido,pero de gran capacidad de transporte, que per-mite situar el mineral en la bodega del barco arazón de 200 Tn./hora.

Este tranvía, que por sus condiciones detrabajo se ha previsto de sistema bicable, es elque forma, en realidad, el cargadero marítimo,cuyo proyecto y construcción comentamos en elpresente artículo.

Al necesitar un calado del orden de 10 m.el emplazamiento de la estación final del carga-dero, venía obligado a un punto distante 300 m.de la costa. Unido esto a la necesidad de alcanzarrápidamente el nivel necesario para cruzar a laaltura debida la carretera general de Cádiz a Má-laga y a las necesidades técnicas del tendido sinvanos excesivamente largos, llevó a la solución másadecuada de sustentación con cuatro castilletesintermedios entre las estaciones de carga y des-carga. La estación de carga está fomada por unatolva circular de hormigón armado en la que vansituadas las bocas y soportes del carril para pasode los baldes, que quedan cargados al circular porsu contorno. Una estructura de hormigón arma-do de forma adecuada sirve para la sustentaciónde todos los elementos mecánicos del tranvía enesta estación, como son los anclajes de cables vías,poleas para retorno y tensado de cable tractor,pesaje de baldes, vía de apartadero, etc.

A la salida de la estación de carga el cableasciende rápidamente hasta los dos primeroscastilletes, situados en tierra y simétricamente a

E

(*) FUENTE: Este artículo fue presentado en la Revista de Obras Públicas, enero 1958, pp. 16-22.

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ambos lados de la carretera citada y que al mismotiempo sirven para soportar la correspondientered de protección. A partir del segundo de éstos,el cable empieza a descender y soportado porotros dos castilletes, alcanza, por tres vanos, de147, 152 y 157 m., la estación final de descarga.

Como la tolva y estación de carga y los dosprimeros castilletes no merecen, por sus caracte-rísticas, especial comentario, ya que las primerasson estructuras normales en hormigón armado,y los dos últimos, sin cimentación especial, sonreproducción, a menos escala, de los castilletestercero y cuarto, describiremos las peculiarida-des constructivas de estos últimos y de la esta-ción de descarga.

El perfil longitudinal muestra claramenteque la cimentación del castillete tercero se en-

cuentra en el borde de la costa, con un calado de1,25 m.; el cuarto, en el punto de calado de 4,80m., y la estación final en una zona que oscila en-tre los 9,50 y los 10,50 m.

Con anterioridad a la preparación del pro-yecto definitivo se realizaron sondeos por unacasa especialista en los emplazamientos de las trescimentaciones, y del estudio de las muestras ob-tenidas se llegó al conocimiento de la naturalezadel fondo y sus características geotécnicas, resul-tando que bajo una capa de espesor variable conel calado de 1 a 2 metros de arena y gravilla fina,se extendía, al parecer indefinidamente, o al me-nos en los 35 metros alcanzados con los sondeos,una masa de arena limosa compacta.

La elección de la cimentación más adecua-da, al venir impuesta, de una parte, por las accio-

EL CARGADERO MARÍTIMO DE MARBELLA

Figura 1ª

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nes de las causas exteriores, y por otra, de la na-turaleza del terreno, se hacía dependiente denuestro caso por lo que a las primeras se refiere,de las acciones debidas al movimiento del mar,las más inciertas entre todas las actuantes. Delestudio de estas últimas, tomando como base paraesta costa mediterránea un largo de 300 Km., quesegún la conocida fórmula del profesor Iribarren

[1] : 2 h = 1,2 , nos lleva a la consideraciónde alturas máximas de ola de 5 m., llegamos a lasconclusiones siguientes:

1º– En situaciones normales de régimende vientos, la cimentación más afectada por eloleaje y, por tanto, sujeta a posibles socavacionescon movimientos alternativos de arena (variablescon viento de Levante o Poniente), era la delcastillete tercero.

2º– En régimen de temporal máximo se-rán afectadas las cimentaciones de amboscastilletes tercero y cuarto, pero la de este últi-mo con mayor intensidad.

3º– En cualquier caso, no será sensible-mente afectada en su fondo la cimentación de laestación final, debido a su gran calado (esto seconfirmó antes y durante la ejecución de la obra,en las numerosas inspecciones realizadas por losbuzos, viendo la existencia continua de abundantevegetación en esta zona y el equilibrio de arenasen el contorno de la cimentación).

Indicándonos los resultados del estudiogeotécnico que el terreno de cimentación eraadecuado para una cimentación flotante por pi-

lotes, siempre que la obra no estuviera sujeta avibraciones, se decidió realizar por este sistemalas cimentaciones de los castilletes tercero y cuar-to. De esta forma se evitan los peligros de asien-to que pudieran producirse por una ligerasocavación de las arenas en los bordes inferioresde los macizos de cimentación, pudiendo redu-cir el tamaño de éstos, los cuales, al tiempo quesolidarizan las cabezas de los pilotes, colaboranen la resistencia.

Para asegurarnos aún más de la posibili-dad de este movimiento de arenas en ambosmacizos, que, como antes hemos expuesto, es-tán sujetos en forma más o menos intensa con elrégimen de vientos a la acción del oleaje, proyec-tamos para el tercero una protección de escolle-ra con talud 1 : 4, que aleja de la obra la roturacasi continua de la ola, disponiendo en el cuartouna zapata de un metro de espesor de escollerahormigonada con berma de 2 m. y talud 1 : 2,que aleja igualmente unos 4 m. de los bordes in-feriores del macizo los puntos de posiblesocavación. La experiencia de más de un año des-de la construcción de estas cimentaciones, haconfirmado que con la variación de vientos deLevante a Poniente hay un ligero movimiento dearenas, pero la zapata queda prácticamente en-terrada de forma continua, sin que se produzcanpuntos de alteración del equilibrio de arenas ensu contorno.

Los pilotajes se proyectaron para sopor-tar las cargas actuantes, es decir, las que la su-perestructura de los castilletes transmiten a sus

EL CARGADERO MARÍTIMO DE MARBELLA

En octubre de 1957 se realizó el primer embarque de mineral (Fuente: Imágenes de Marbella IX: La Minería, p. 60)

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macizos de cimentación, el peso propio de és-tos, subpresión y y acción del oleaje, siendo ne-cesario disponer 9 pilotes de 8 metros de longi-tud libre en el tercer castillete y 15 pilotes de 9metros en el cuarto, siendo el diámetro de todosellos 0,45 m.

Para poder disponer el equipo de perfora-ción y construcción in situ de los pilotes, se cons-truyeron en primer lugar los dos macizos de hor-migón en masa, dejando los huecos necesariospara el paso de aquéllos mediante la colocaciónde viejos tubos de dragado, instalando posterior-mente sobre los macizos el equipo a salvo de laacción del oleaje y procediendo a la construcciónen forma rápida y cómoda de los pilotes.

Como decimos, la perforación yhormigonado de los pilotes se llevó a cabo sin masincidencias que los pequeños retrasos por algunaexcesiva inclemencia del mar, siendo, por el con-trario, la construcción previa de los macizos, enespecial el cuarto, la que representó mayores difi-cultades. El macizo del número 3, al tener accesopor la playa, pudo realizarse mediante una pro-tección de gaviones y escollera que permitió, aun-que con dificultades, la colocación de encofradosy su relleno con hormigón sumergido utilizandoel sistema del hormigón coloidal, procedimientotambién bien utilizado en el siguiente castillete yestación de descarga y que más adelante comen-tamos. Una vez fuera del nivel de marcas se termi-nó el macizo con hormigón normal.

La ejecución de la cimentación del castilletecuarto fue, como decimos, más costosa. Una vezcolocados los tubos de paso de pilotes, se realizóel vertido de escollera para formar la zapata, ydespués de terminada y enrasada ésta por losbuzos, se compactó mediante un riego de morte-ro coloidal. El alzado del macizo se realizó en par-te mediante encofrados llevados por flotación asu emplazamiento, ya armados, fondeados porlastre, rellenados después de piedra de tamañoadecuado e inyectados por mortero coloidal. Laparte superior, muy afectada por el oleaje de forma

que su terminación sevenía retrasando sensible-mente, fue necesario aco-meterla con encofrado desacos de hormigón colo-cados por buzo, que seiban rellenando de piedrae inyectando en tramosde poca altura, de formasucesiva. De este modo,los desperfectos ocasio-nados por temporales,

aun de pequeña magnitud, que hubiesen desbara-tado los encofrados, se redujeron a la pérdida deun reducido número de sacos.

Terminados los macizos de cimentación,se procedió a la construcción de las superestruc-turas de hormigón armado de los castilletes, dealturas 24 y 21,50 metros sobre el nivel del mar.Para mayor facilidad de montaje, se proyectaronde armadura rígida, sustituyendo el encofrado portubo de uralita de 40 centímetros de diámetro,que al tiempo que estéticamente nos da un me-jor acabado, reduce el efecto transversal debidoal viento y supone para la armadura una mayorprotección de la oxidación en la atmósfera mari-na. El resultado obtenido nos ha confirmado lasventajas del sistema adoptado, con el que se rea-liza de forma rápida y sencilla el montaje yhormigonado. Los castilletes llevan en su cabezalas sillas metálicas para apoyo de los cables vías yelementos para alineación y rodadura de los ca-bles tractores.

La estación final de descarga, o cargadero,está cimentada por una base prismática de 7 x 10m. de planta que, con una altura de 10,50 m., seeleva hasta el nivel + 1,50 sobre la BMVE. Estemacizo reparte la carga sobre el fondo medianteuna zapata de altura media 1,50 m. y dimensiones20 x 21 m., que al igual que en el cuarto castillete,se compactó con un riego de mortero coloidal.

Sobre este macizo de cimentación y hastael nivel +9,90 m. se eleva un cuerpo cilíndrico dehormigón en masa con paramento de mamposte-ría y planta sensiblemente elíptica, en el cual vanlos huecos necesarios para alojar en sus recorri-dos los contrapesos de tensión de los cables vías.

Por último, y hasta una altura máxima de20 metros sobre el nivel del mar, se eleva unaestructura de hormigón armado, cuya forma vie-ne impuesta por su función, que no es otra quela de sustentar todos los elementos de descargay tensión del tranvía, osea las poleas y cables vías,polea de retorno del cable tractor, los elementos

EL CARGADERO MARÍTIMO DE MARBELLA

En octubre de 1957 se realizó el primer embarque de mineral (Fuente: Imágenes de Marbella IX: La Minería, p. 60)

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metálicos de sustentación de carriles de circula-ción de baldes, tolvas de descarga y cinta trans-portadora para carga de barcos.

Complatando la instalación del cargadero,e imprescindible para el atraque y maniobra delos barcos, se ha dispuesto un sistema de anclajemediante siete boyas metálicas de tipo de “pera”que permiten la perfecta situación del barco bajoel tubo de descarga y sus movimientos para loscargues sucesivos de las diferentes bodegas.

Evidentemente, la mayor dificultad de laobra estribaba en la construcción del macizo decimentación de 7 x 10 x 10,50 m. con su empla-zamiento en mar abierto, a 300 m. de la playa ycon un calado medio de 10 m., estando sujeto atodos los inconvenientes derivados de la falta deabrigo para los trabajos, que hacía presumir granpérdida de tiempo por el estado del mar y el ries-go de la construcción en estas condiciones.

Por ello, inicialmente pensamos en la cons-trucción, en lugar adecuado y abrigado, de uncajón flotante de hormigón armado, que se trans-portaría posteriormente al lugar del emplazamien-to y, una vez fondeado sobre una base preparadacon escollera enrasada convenientemente, se re-llenaría de hormigón pobre y arena.

Ahora bien, para la construcción de estecajón flotante no podía contarse con otros diquessecos próximos que el de la “Unión Naval de Le-vante”, en Málaga, o el de Tarifa. Se desechó elprimero por no reunir las condiciones requeri-das, y en cuanto al de Tarifa, su distancia aMarbella con navegación en la zona del Estrecho,suponía riesgos que nos llevaron a pensar en laposibilidad de la construcción in situ del macizode cimentación.

De esta forma se llegó a adoptar finalmen-te como método de ejecución la realización insitu con hormigón sumergido, utilizando el siste-ma citado anteriormente del hormigón coloidal.

El procedimiento consiste en realizar unmortero de cemento, arena y agua, en el que elcemento está tan completamente mojado que elmortero adquiere una forma coloidal y permaneceestable aun en estado fluido. La mezcla se realizaen un amasador especial y el mortero obtenido sedenomina “ colgrout”. Este mortero es tan estableque al echarlo sobre piedras, o éstas en él (siempreque cumplan un tamaño mínimo), los huecos sellenan completamente, fraguando el conjunto enuna masa compacta. No es necesario, por tanto,en el hormigón que se forma (llamado “colerete”)que las piedras pasen por la hormigonera.

EL CARGADERO MARÍTIMO DE MARBELLA

Obreros de la localidad que realizaron el montaje del cable para el tranvía aéreo, abril-agosto de 1957 (Fuente: Imágenes de Marbella IX: La Minería, p. 62)

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EL CARGADERO MARÍTIMO DE MARBELLA

Este mortero coloidal, al no mezclarse nidejarse penetrar por el agua, es especialmenteadecuado para trabajos marítimos, por permitirhacer bajo el agua un hormigó de bondad prácti-camente análoga al hecho en el aire. El mortero,cuya densidad es algo superior a 2, desplaza elagua, pero no se mezcla. Es necesario, en cam-bio, que el encofrado o molde se realice con grancuidado, ya que, además de contener las piedrascolocadas en él previamente a la inyección demortero, deberá contener también a éste, debien-do ser, por lo tanto, estanco.

Estas son las razones que llevaron a adop-tar tal sistema para la ejecución de los macizosde cimentación de castilletes y cargadero. Comoantes hemos dicho, se iniciaron los trabajos conencofrados de madera, que si bien permitían unmejor acabado de la obra, se hacían impractica-bles al llegar a la zona próxima al nivel libre, enque un pequeño movimiento del mar los desba-rataba, con grandes pérdidas y retrasos.

En el cargadero existía, además, la dificul-tad de su gran superficie, que hubiese llevado aencofrados muy costosos, con grandes dificulta-des de manejo y desencofrado. Por ello, decidi-mos ir a su construcción mediante un encofradode sacos de hormigón colocados a mano por buzo.La experiencia de este método en la cimentacióndel cargadero nos llevó posteriormente a su apli-cación a la terminación del macizo de cimenta-ción del castillete cuarto que, como hemos indi-cado, se realizó hasta media altura con encofra-do de madera lastrado.

De esta forma, con un rápido y regularsuministro de sacos desde el muelle del puertopesquero, colocados en obra por dos buzos entrabajo simultáneo, se consiguió dar a la obra elritmo deseado. Para una mejor ligazón de los sa-cos, ordenamos que fueran rasgados éstos concuchillo por los buzos en el momento de su puestaen obra; una vez colocados los sacos se procedíaal descargue de gabarras de piedra para rellenodel encofrado. Preparada la altura prevista parainyectar, procedían los buzos al enrasado del re-lleno de piedra y colocación de tubos de inyec-ción y se daba comienzo a ésta, siendo vigiladacontinuamente por los buzos, que comprobabanla perfecta compactación del relleno y movían lostubos de inyección a los puntos precisos.

En las partes inferiores del macizo, pocosujetas al movimiento del mar, pudieron prepa-rarse zonas de hasta 2 m. de altura para ser in-yectadas después, pero al alcanzar el nivel - 4 m.,se redujo la altura preparada para inyectar a 80

cm. de altura, ya que el movimiento del mar arras-traba los sacos, impidiendo los trabajos, o modi-ficaba el equilibrio de la pared-encofrado, origi-nando roturas en ella.

Superadas las obligadas dificultades presen-tadas, se pudo finalmente, en el mes de agosto de1956, conseguir sobrepasar el nivel libre, rema-tando el macizo de cimentación hasta su altura +1,50 m. Igual resultado se obtuvo en el castilletecuarto en el mes de septiembre, dándose comien-zo a la construcción de la superestructura. En elmes de diciembre se terminó el cuerpo cilíndricoy se comenzó la estructura superior de hormigónarmado. Por la complicación de ésta y de estar lamayor parte del cuerpo de la misma volada sobreel mar, la proyectamos en su mayor parte y al igualque los castilletes tercero y cuarto, de armadurarígida, lo que permitió la instalación de encofradoscolgados, pudiendo de esta manera llevarse a cabode forma cómoda el hormigonado, terminando fe-lizmente a mediados del mes de abril de 1957.

El conjunto de estas obras fue realizadopor “Dragados y Construcciones, S. A.”, a quienle fueron adjudicadas, mediante concurso, en elaño 1955, a fines del cual se dio comienzo a lostrabajos, habiéndose terminado en un total dediecisiete meses.

Los trabajos especiales correspondientesa la ejecución del hormigón coloidal y pilotajesfueron realizados, en colaboración con la Socie-dad citada, por la Compañía Española de Cons-trucciones y Sondeos concesionaria de las paten-tes “Colorete”, y por último, las estructuras me-tálicas para armaduras rígidas se fabricaron ymontaron por “La Metalúrgica, Sociedad Anóni-ma”, de Málaga.

Las obras se terminaron felizmente y sinningún incidente de mención, en el mes de abrilde 1957 procediéndose seguidamente al monta-je de los elementos mecánicos, cables vía y trac-tores, baldes, etc., por la casa suministradora“Ropeways and Co. LTD.”, firma que igualmenteha suministrado y montado el tranvía monocable.

En el mes de agosto se terminó completa-mente el montaje, incluso la cinta de carga debarcos, probándose satisfactoriamente los cablesde vacíos y cargados y el total de la instalación.

En el mes de octubre, y por la Sociedad“Ferarco”, concesionaria y constructora del car-gadero, se llevó a efecto el primer embarque deforma plenamente satisfactoria, quedando conello inaugurado el cargadero marítimo.