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Al inicio, te sobrelleva una cierra hilaridad, absurda e irresistible. Las palabras más ordinarias, las ideas más simples asumen un aspecto nuevo y bizarro. Esta frivolidad se vuelve intolerable, pero es inútil resistirse. El demonio te ha invadido... A veces sucede que gente completamente incapaz de jugar con las palabras improvise una cadena interminable de albures y de asociaciones de ideas totalmente improbables, capaces de sobrepasar a los más hábiles maestros de este oficio fársico. Pero después de algunos minutos, la relación entre las ideas se vuelve vaga, y el hilo que las une es tan tenue, que sólo tus allegados... pueden entenderlas. Después, tus sentidos se vuelven extremadamente finos y agudos. Tu visión se vuelve infinita. Tus oídos pueden discernir el sonido apenas perceptible, incluso a través de los más estridentes ruidos. Las ambigüedades más extrañas, las transposiciones de ideas más inexplicables, aparecen. En los sonidos hay color, en los colores música... Estás sentado y fumando; crees que te encuentras sentado en tu pipa y que tu pipa te está fumando: te exhalas a ti mismo en vapores azulosos. La fantasía se continúa por una eternidad. Un intervalo lúcido, y un gran esfuerzo, te permiten mirar el reloj. Resulta que la eternidad sólo había durado un minuto. La tercera fase... está más allá de la descripción. Es lo que los orientales llamaban kef; es la felicidad completa. No existe nada revuelto o tumultuoso en ella. Es una beatitud plácida y tranquila. Todo problema filosófico se halla resuelto. Toda pregunta difícil que presenta un punto de contensión para teólogos y que desespera a los más sabios, se vuelve clara y transparente. Toda contradicción se reconcilia. El Hombre ha trascendido a los dioses.

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Relato corto de Charles Baudelaire sobre la cannabis

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Al inicio, te sobrelleva una cierra hilaridad, absurda e irresistible. Las palabras ms ordinarias, las ideas ms simples asumen un aspecto nuevo y bizarro. Esta frivolidad se vuelve intolerable, pero es intil resistirse. El demonio te ha invadido... A veces sucede que gente completamente incapaz de jugar con las palabras improvise una cadena interminable de albures y de asociaciones de ideas totalmente improbables, capaces de sobrepasar a los ms hbiles maestros de este oficio frsico. Pero despus de algunos minutos, la relacin entre las ideas se vuelve vaga, y el hilo que las une es tan tenue, que slo tus allegados... pueden entenderlas.Despus, tus sentidos se vuelven extremadamente finos y agudos. Tu visin se vuelve infinita. Tus odos pueden discernir el sonido apenas perceptible, incluso a travs de los ms estridentes ruidos. Las ambigedades ms extraas, las transposiciones de ideas ms inexplicables, aparecen. En los sonidos hay color, en los colores msica... Ests sentado y fumando; crees que te encuentras sentado en tu pipa y que tu pipa te est fumando: te exhalas a ti mismo en vapores azulosos. La fantasa se contina por una eternidad. Un intervalo lcido, y un gran esfuerzo, te permiten mirar el reloj. Resulta que la eternidad slo haba durado un minuto. La tercera fase... est ms all de la descripcin. Es lo que los orientales llamaban kef; es la felicidad completa. No existe nada revuelto o tumultuoso en ella. Es una beatitud plcida y tranquila. Todo problema filosfico se halla resuelto. Toda pregunta difcil que presenta un punto de contensin para telogos y que desespera a los ms sabios, se vuelve clara y transparente. Toda contradiccin se reconcilia. El Hombre ha trascendido a los dioses.