8/14/2019 Alfabetizacion 3

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De la relacin con la lengua escrita de los alumnos y susfamilias

Nuestros alumnos son jvenes de 15 a 30 aos con retardo mental moderado.

En su gran mayora pertenecen a familias de clase media baja.

Estos padres ingresaron a la educacin estatal en los primeros meses de vida

de su hijo para que ste recibiera estimulacin temprana. Luego de la primera desilusinpor el hijo llegado, que no corresponda al hijo esperado, comienzan a transitar un

camino de ilusiones y expectativas fomentadas y avaladas por la escuela. Es la etapaque se puede sintetizar con la frase docente: Puede hacer lo mismo que los otroschicos, nada ms que ms lento. Necesita ms tiempo. Y s, el nio se sienta unosmeses ms tarde, si habla lo hace con un vocabulario ms limitado y controla esfnteres,

tambin ms tarde. Hasta aqu la frase parece reflejar la realidad aunque en el interior de

los padres se acrecienta la ilusin de que el retardo mental se cura con los aos como si

se tratara de una enfermedad.

El nio comienza el jardn de infantes en una Escuela Especial. Para que se

socialice y aprenda junto a otros chicos, se lo integra a un Jardn de Infantes de

Educacin Comn. Los padres siguen alimentando la esperanzade alcanzar la

normalidad y con ella la adquisicin de la escritura y la lectura.

Los padres han ido menguando sus ilusiones respecto del aprendizaje de la

escritura y la lectura durante el transcurso de la Escuela Primaria Especial. Cuando sus

hijos llegan a los quince aos ingresan a la Escuela de Formacin Laboral, sus

expectativas no son las mismas que al principio de su escolaridad, empiezan a tener

conciencia de sus limitaciones de aprendizaje experimentando una gran desilusin y

slo esperan que en la Escuela practiquen para que no olviden lo que ya saben, comosi el ejercicio repetitivo garantizara la adquisicin de la escritura y la lectura. Creencia

que tiene su raz en una pedagoga positivista en la que ellos han sido educados.

Desde esta concepcin, hay muy poco margen para que sus hijos aprendan y se

desarrollen, de ah la desilusin que lleva implcito el abandono por parte de la familia

de incorporar naturalmente al mundo letrado a este joven teniendo para ellos una

consecuencia nefasta: ya no lo participan, ni promueven actividades culturales junto a

l.

Esta vivencia de los padres ha quedado plasmada en las respuestas que dieron

en la encuesta llevada a cabo en el 2008 Padres junto a la Escuela donde se les

preguntaba qu esperaban de la Escuela en materia de enseanza, qu crean quenecesitaban aprender sus hijos, si compartan lecturas, o realizaban actividades

culturales con ellos, qu otro tipo de actividades promovan para que desarrollasen sus

hijos, si tenan en cuenta el encuentro con otros jvenes, etc.