sociologia criminal
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Sociologia CriminalTRANSCRIPT
INTRODUCCION
La organización de un grupo social se presenta como de gran relevancia para las ciencias
sociales y, en particular, para la sociología ya que sus características impactarán
directamente en la forma como los individuos desarrollarán sus vidas, las reglas a las que
deberán sujetarse y las costumbres que deberán seguir para no ser excluidos.
Se ha escrito mucho en relación a la organización de la sociedad y la forma como ésta
impacta en la vida de los individuos. Émile Durkheim, uno de los teóricos cuyos postulados
tuvieron mayor relevancia en este sentido, sostiene que la sociedad es la encargada de
integrar a los individuos que la forman y de regular sus conductas a partir de del
establecimiento de normas.1 El autor sostiene que si la sociedad cumple adecuadamente,
tanto la colectividad como cada uno de sus miembros, lograrán un orden estable que les
permita desarrollarse plenamente. Cuando esto no ocurre, y la sociedad cae en una
situación de anomia, pierde su fuerza para regular e integrar a los individuos, pudiendo
producirse consecuencias adversas tales como el suicidio estudiado por Durkheim.
Robert Merton, con posterioridad a Durkheim, sistematiza la teoría de la anomia en el
ensayo “Social Structure an anomie” (1838), que luego de reajustes fue incluida en su obra
“Social theory and social structure”.
Asimismo, se presentarán la Teoría de la Reacción local o Reacción Social una conexión
sistemática entre distintos símbolos institucionales que conllevan con una teoría de la
rotulación o etiquetamiento, puesto que el hombre en su conducta cotidiana está
construyendo y destruyendo los significados.
Finalmente, se discutirá la Criminología radical que nace como una crítica radical de la
teoría criminológica tradicional2.
OBEJTIVOS
1 Durkheim, Émile (1998), El Suicidio. Buenos Aires, Grupo Editorial Tomo, Primera edición, pp. 10-15.2 Juárez Cirino dos Santos, El Radical Criminología, Río de Janeiro, Forense, 1981, pp. 1.
Conocer las tres Teorías (Teoría de la anomia, Reacción local, Criminología
Radical) de la Sociología Criminal, atreves de una investigación teórica.
Analizar y establecer una diferencia entre estas tres teorías.
Informar a los alumnos de II Ciclo Turno Noche de la Facultad de Derecho de la
UAP sobre estas tres Teorías, además de proporcionar un resumen del trabajo
Monográfico
CAPITULO I
SOCIOLOGIA CRIMINAL
La sociología se define, de modo general, como la “ciencia de la sociedad”. De un modo
más concreto, la sociología examina el comportamiento humano en el ámbito social, dado
que particularmente se interesa por los modelos de comportamiento existentes en la
sociedad. Tales modelos son el resultado de un proceso de construcción social de la
realidad y acaban padronizando las relaciones que se establecen entre los individuos. De
esta manera, la sociología observa y analiza las reglas que rigen las relaciones sociales, o
sea, estudia la interacción entre personas y grupos3. El estudio de las relaciones sociales y
de la interacción entre personas requiere el análisis de las reglas de organización social, de
los conflictos y cambios sociales. Los grupos de poder procuran influenciar en las demás
personas, de forma tal que estas últimas compartan los patrones de comportamiento
dominantes (“integrar”, “socializar” o “re socializar”). La imposición de un orden social no
se realiza sin que surjan conflictos relativos a las reglas sociales. Muchas veces, estos
conflictos conllevan una alteración de la organización de la sociedad, o sea, a un cambio
social. Por esta razón, la sociología se encuentra con el derecho, cuyo objetivo principal es
establecer reglas explícitas y coherentes, que vienen a regular el comportamiento social.
Las reglas, a su vez, son susceptibles de cambios. Así, la sociología jurídica, en su lectura
del derecho, se encuentra con los fenómenos del conflicto, de la integración y del cambio
social que se expresan a través del sistema jurídico.
La Sociología Criminal, como orientadora de la lucha de la sociedad contra el crimen,
concreta sus conclusiones en la necesidad de atacar las causas generales que favorecen su
desarrollo, mediante métodos de política social preventiva, a los que Ferri llamó
substitutivos penales como medios de prevención social, y que deben comprender toda una
serie de medidas de orden económico, político, administrativo, educativo y doméstico, que
puestas en práctica por los gobiernos conducirían a disminuir y atenuar el porcentaje y la
virulencia de la conducta sociopática y de los hechos delictivos.4 La sociopatía, llamada
también anomia o relajamiento moral, es el trastorno de la personalidad antisocial o cuadro 3 Rehbinder, 2000, p. 32. Cfr.la definición de la sociología en Vila Nova, 1999, p. 183; “estudio científico de las formas culturalmente padronizadas de interacción humana”. Así mismo, existen grandes controversias sobre el objeto del estudio de la sociología y, consecuentemente, sobre su definición. Cfr. Fernandes, 1986; Bottomore, 1987, pp. 31 e ss.
de patología social, cuya característica peculiar se da en el individuo que, indiferente a las
normas sociales y a las leyes, es incapaz de adaptarse a ellas; se substrae al respeto de los
derechos individuales complaciéndose en conculcarlos, y en agredir física o moralmente a
los demás, por su misma estructura anética. 5La violencia como expresión de la anomia se
interpreta jurídicamente, unas veces, en el sentido de fuerza física que se ejerce sobre un
sujeto o sobre una cosa; otras, en el de coacción moral respecto de una persona.
CAPITULO II
LA TEORÌA DE LA ANOMIA Y DESVIACIÒN SOCIAL
EMILE DURKHEIM
4 SOLÍS ESPINOZA, Alejandro: 1997 Criminología. Panorama contemporáneo. Lima-Perú. Ed. Grijley. Tercera edición, págs. 121-168, pág. 1155 SILVA SANTISTEBAN, Fernando: 1998 Antropología. Lima - Perú. Ed. Fondo de Desarrollo Cultural de la Universidad de Lima. Cuarta edición, págs. 175-209
2.1. ÉMILE DURKHEIM
Émile Durkheim (Épinal, Francia, 15 de abril de 1858 – París, 15 de noviembre de 1917)
fue un sociólogo francés. Estableció formalmente la disciplina académica y, junto con Karl
Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia.
Durkheim creó el primer departamento de sociología en la Universidad de Bordeaux en
1895, publicando Las reglas del método sociológico. En 1896 creó la primera revista
dedicada a la sociología, L'Année Sociologique. Su influyente monografía, El suicidio
(1897), un estudio de los tipos de suicidios de acuerdo a las causas que lo generan, fue
pionera en la investigación social y sirvió para distinguir la ciencia social de la psicología y
la filosofía política. En su obra clásica, Las formas elementales de la vida religiosa (1912),
comparó la dimensión sociocultural de las vidas de las sociedades aborígenes y modernas,
con lo que ganó aún más reputación.
Durkheim perfeccionó el positivismo que primero había ideado Augusto Comte,
promoviendo el realismo epistemológico y el método hipotético deductivo. Para él, la
sociología era la ciencia de las instituciones, y su meta era descubrir "hechos sociales"
estructurales. Durkheim fue un mayor proponente del funcionalismo estructuralista, una
perspectiva fundacional tanto para la sociología como para la antropología. Según su
visión, las ciencias sociales debían ser puramente holísticas; esto es, la sociología debía
estudiar los fenómenos atribuidos a la sociedad en su totalidad, en lugar de centrarse en las
acciones específicas de los individuos6.
2.2. DEFINICION
“Anomia” es uno de los conceptos y temas de la sociología con lo cual trabaja el
juristasociólogo (obviamente hay muchos otros, tales como el “control social”, “cambios”,
“conflicto”, “legitimidad”, “estrato”, “clase”, a los cuales haremos referencia en otros
capítulos). Anomia es una palabra griega que es usada en casi todos los idiomas de la
6 E. Durkheim. Les regles de la methode sociologique 'Paris: Presses Universitaires de France, 1956, p. 5
cultura occidental. A-nomia significa literalmente ausencia de ley (a = ausencia; Nomos =
ley)7.
Este concepto es utilizado entre los sociólogos desde Durkheim. Miranda Rosa (1981, p.
98) apunta que la anomia tiene tres significados:
a) Cuando una persona vive en situación de transgresión de las normas, demostrando
poca vinculación con las reglas de la estructura social a la cual pertenece. Ejemplo;
un delincuente. Aquí anomia significa principalmente ilegalidad.
b) Cuando ocurre un conflicto de normas que acaba estableciendo exigencias
contradictorias, tornando difícil la adecuación del comportamiento del individuo a
la norma. Ejemplo: el conflicto de deberes jurídicos en el caso de una persona que
debe prestar servicio militar y libertad de seguir su consciencia religiosa que le
prohíbe el uso de la violencia y el de armas. Aquí la anomia tiene el sentido de
ausencia de regla clara del comportamiento.
c) Cuando se constata falta de normas que vinculen a las personas en un contexto
social. Primer ejemplo: en los años 60 nace el movimiento de la contracultura hippie
(contracultura es un modo de vida seguido por un gran grupo de personas que se
oponen conscientemente y frontalmente al modo de vida dominante, rechazando
todos sus valores y patrones de comportamiento). Por un período no se sabía bien lo
que era justo, injusto, cierto/errado. En otras palabras, explotó una crisis de valores,
en que se cuestionaba todo (moral familiar, lo sexual, papel de la mujer, trabajo
asalariado, convenciones sociales). En este momento histórico, que era un período
de transición, se vivía una situación de anomia. En el caso de la mujer, hubo una
transformación con relación a su papel en la sociedad. Segundo ejemplo: el
iluminismo jurídico. Ubiquémonos en el momento de la transición En el siglo
XVIII; ¿se abolía o no la tortura judicial, la inquisición, la pena de muerte? Con el
cuestionamiento introducido por el iluminismo jurídico, se pasó por un momento de
crisis, de dudas. Encontramos obras de autores que defienden el viejo sistema y
muchas otras que defienden las nuevas ideas iluministas. Dentro de este proceso
7 Anomia presenta el prefijo “a” que es utilizada en palabras griegas para indicar ausencia de algo. Ejemplos: anorexia (ausencia del apetito); anemia (ausencia de sangre).
existe un momento de “perdida del referencial”. Tercer ejemplo: una guerra, en
donde impera una situación de ausencia de reglas entre la población de los Estados
en conflicto (saqueos, actos de violencia). Esto sucede porque las personas viven en
situación extrema, en constante peligro de vida y con quiebra en el sistema de
organización social, que propicia la transgresión de cualquier norma.
2.2. LA TEORÌA DE LA ANOMIA Y DESVIACIÒN SOCIAL
Durkheim publicó en 1897 una obra, fruto de una intensa investigación, denominada El
suicidio, donde presenta un análisis sobre la anomia8. Al final del siglo XIX era corriente la
idea de que los suicidios guardaban relación (o sea, correlación causal) con las dolencias
psíquicas, con la situación geográfica, el clima, la raza o la etnia. Sin embargo, Durkheim
partía de la hipótesis de que el suicidio estaba relacionado con factores sociales. E intentó
tratarlo según su principal regla metodológica; establecer relaciones de causalidad entre
hechos sociales y causas sociales9. En la primera etapa de su trabajo el autor se dedico a
analizar la argumentación empleada en la época para explicar la práctica del suicidio,
concluyendo que se trataban de argumentos falsos e inconsistentes. El autor demostró que
las tasas de suicidio no tenían correspondencia Con los hechos extra-sociales10. El siguiente
paso fue presentar pruebas empíricas de la veracidad de su hipótesis. Descartados los
factores no sociales, el autor estudio las posibles causas sociales que estarían relacionadas
con el suicidio e identificó una serie de factores, tales como la religión, estado civil,
profesión, educación y el lugar donde se vive. Las tasas de suicidio eran mayores en
determinadas situaciones como, por ejemplo, entre personas solteras, profesionales
independientes, personas de religión protestante, de educación superior y en las
comunidades urbanas11.Una vez identificadas las situaciones de alto riesgo, el autor
examinó si existían características comunes a todas esas situaciones, de forma a establecer
un eslabón entre las mismas. También intentó identificar las razones que pudiesen explicar
porqué las personas se suicidaban. Las causas encontradas por el autor era el grado de
cohesión social. A pesar de las diferencias, la mayoría de los suicidios coincidían en un
punto; constatábase un exceso o una falta de integración del suicida en la sociedad o el
8 DURKHEIM, Émile. El Suicidio. Akal editor (Ramón Akal González). Col. Manifiesto/Serie sociología 31. Madrid. 19769 Ibidem, pp. 127 -13010 Ibidem pp. 3 1-16211 Ibidem, pp. 177-257
suicidio era ligado a una crisis social general, o sea, a una falta de reglas que vinculen a los
miembros de la sociedad. Así, la causa de los suicidios se encontraban en la propia
sociedad, exponía la “tendencias de las colectividades” que debería ser analizada a través
de conceptos sociológicos y no ser vista como opción individual; “la tasa social de suicidios
solo se explica sociológicamente”. Sobre la base de este criterio el autor clasificó al
suicidio en tres clases12:
a) Egoísta: en este caso, las personas se sienten socialmente desvinculadas como, por
ejemplo, un viudo sin hijos. El aislamiento social marginaliza a la persona, que deja
de tener sentimientos de solidaridad social (falta de integración).
b) Altruista: al contrario del caso anterior, la persona se encuentra muy vinculada a un
grupo social. Se siente estrechamente ligada a los valores del grupo, particularmente
esta persona no valoriza su vida y se suicida fácilmente por motivos de honor. El
ejemplo típico sería el del militar que se suicida en caso de una derrota (suicidio por
abnegación o por exceso de vinculación social).
c) Anómico: en este caso, la persona vivencia una situación de falta de límites y reglas
sociales. Las “perturbaciones del orden colectivo” desorientan a los individuos,
creándose un desequilibrio entre deseos y sus posibilidades de satisfacción que tiene
como consecuencia el sufrimiento y desesperación que pueden llevar al individuo al
suicidio.
Esta categoría de suicidio se relaciona con dos situaciones aparentemente contradictorias.
La primera se refiere al aumento del suicidio en los períodos de depresión económica y la
segunda al aumento de la práctica de tales actos en los períodos de prosperidad, cuando se
identifica un crecimiento acelerado13.
Según el autor, la causa común está en el hecho de que el hombre tiene en principio deseos
ilimitados. Solamente la sociedad puede imponer reglas, o sea, colocar limites a los deseos
de los individuos, propiciando un equilibrio entre las necesidades personales y los medios
disponibles para obtener satisfacción. En caso de un cambio brusco en las condiciones
12 Ibidem, pp. 258-26313 Ibidem, pp. 303-329, 366
económicas, los individuos pierden las referencias anteriores y la sociedad no logra
imponer inmediatamente las nuevas reglas.
En esta caótica situación pueden desencadenarse los deseos ilimitados. El rico que vive una
catástrofe no puede conformarse con su nueva realidad y esto le lleva a la desesperación.
Por otro lado, la persona que se enriqueció bruscamente entra en una dinámica de ambición
insaciable; entra en una lucha continua y ardua y el menor revés puede llevarlo también a la
desesperación, no pudiendo más distinguir entre aquello que desea obtener y aquello que
realmente puede obtener. Se trata así de una situación de pérdida de las referencias.
A través de este análisis, Durkheim presenta su visión sobre la anomia. En este sentido,
anomia significa “estado de desregulación” situación por la cual la sociedad no desempeña
su papel conciliador, o sea, no logra orientar y limitar las actividades de los individuos. El
resultado es que la vida se desregulariza y el individuo sufre porque pierde sus referencias,
viviendo en un “vacio”14.
Del abordaje sociológico del suicidio en las obras de Durkheim podemos destacar una regla
general; cuando se crean en la sociedad “espacios anómicos”, o sea, cuando un individuo o
un grupo pierde las referencias normativas que orientaban su vida, entonces debilita la
solidaridad social, destruyéndose el equilibrio entre las necesidades y los medios para su
satisfacción. El individuo se siente “libre” de vínculos sociales, y tiene, muchas veces, un
comportamiento antisocial o incluso autodestructivo.
14 Ibidem, pp. 315, 322, 328
CAPITULO III
LA ANOMIA SEGÚN MERTON
3.1. ROBERT KING MERTON
Robert King Merton (Filadelfia, 4 de julio de 1910 - Nueva York, 23 de febrero de 2003)
fue un sociólogo estadounidense. Es padre del Premio Nobel de Economía Robert C.
Merton.
Padre de la teoría de las funciones manifiestas y latentes, y autor de obras como El análisis
estructural en la Sociología (1975), Merton es uno de los clásicos de la escuela
estadounidense de esta disciplina. También fue importante su labor en el campo de la
sociología de la Ciencia. Muchas frases acuñadas por él son hoy utilizadas diariamente,
dentro y fuera de la sociología15.
3.2. LA TEORÍA DE LA ANOMIA
Robert Merton, con posterioridad a Durkheim, sistematiza la teoría de la anomia en el
ensayo “Social Structure an anomie” (1838), que luego de reajustes fue incluida en su obra
“Social theory and social structure”.
La explicación más difundida de la teoría de la anomia, que se desarrolló en el marco de la
sociología estructural funcionalista, es la proporcionada justamente por Robert K. Merton,
con su concepto de la anomia como discrepancia entre las metas del éxito y de prestigio
social prescritos por la estructura cultural, por una parte, y por la otra, los medios legítimos
puestos por la estructura social a disposición de los individuos y los grupos para alcanzar
esas metas. La necesidad de lograr una adaptación personal o grupal a esas metas se explica
por el excesivo énfasis puesto en ellas por la cultura, que al mismo tiempo no propone
metas alternativas o intermedias que puedan satisfacer las expectativas de las personas o los
grupos que se encuentran en posición socialmente desventajosa16.
15 E. Durkheim. Les regles de la methode sociologique 'Paris: Presses Universitaires de France, 1956, p. 516 VIRGOLINI, Julio E.S. Ob cit. Págs. 21-22.
Merton afirma que en todo contexto sociocultural se desarrollan metas culturales17. Estas
expresan los valores que orientan la vida de los individuos en sociedad. Planteándose un
problema; ¿cómo la persona logra alcanzar estas metas? Merton dice que, para tal efecto,
cada sociedad establece determinados medios. Se trata de recursos institucionalizados o
legítimos que son socialmente prescritos.
Existen también otros medios que permiten alcanzar estas mismas metas, pero son
rechazados por el grupo social. La utilización de estos últimos es considerada como
violación a las reglas sociales en vigencia.
Ejemplo: un medio institucionalizado para alcanzar la riqueza es crear una empresa que, si
tiene éxito, puede producir lucro. Este mismo objetivo puede ser alcanzado si se realiza
asaltos a bancos. La diferencia obviamente está en el hecho de que nuestra sociedad acepta
el primer medio y proscribe el segundo, penalizándolo como crimen. No obstante, desde
punto de vista funcional, podría decirse decir que ambos medios son equivalentes, ya que
pueden llevar al enriquecimiento. Otro ejemplo; heredar el patrimonio de un pariente
millonario es un medio de ascenso social legítimo; en cambio la “prostitución de lujo”
puede llevar al mismo resultado, pero no deja de ser una conducta socialmente reprochable
e inaceptable.
Estudiando a la sociedad norteamericana, Merton observó que la meta cultural más
importante es el tener éxito en la vida, logrando riqueza y prestigio (american dream). Así,
el autor indica que el elemento económico presenta una importancia particular en la
formación del concepto de éxito en los EEUU. Por otro lado, y a pesar de que esta meta
cultural (riqueza, prestigio) es compartida por todos, existe una evidente imposibilidad de
que esta sea alcanzada por una gran parte de la ciudadanía. La sociedad es estructurada de
tal forma, que los medios socialmente admitidos no permiten a todos los individuos (ni
siquiera a la mayoría) alcanzar la meta cultural. Resultado de esto es el desajuste entre los
fines y los medios. Este desajuste propicia el surgimiento de conductas que van desde la
indiferencia hacia las metas impuestas por el “american dream” hasta la tentativa de
alcanzar tales metas a través de medios diversos de aquellos socialmente prescriptos. La
falta de éxito al intentar alcanzar las metas culturales debido a la insuficiencia de los
17 Merton,1838,Social Structure an anomie,pp6
medios institucionalizados puede producir lo que Merton denomina como Anomia;
manifestación de un comportamiento en el cual las “reglas del juego social” son
abandonadas o contrapuestas.
El individuo no respeta las reglas de comportamiento que indican los medios de acción
socialmente aceptados. Surge así lo que se denomina desvío, o sea, el comportamiento
desviado. El ejemplo típico se refiere a la criminalidad, aunque también pueden ser
incluidas las faltas disciplinarias, de los comportamientos no convencionales y los que
demuestran desinterés por las metas culturales. En todos estos casos se detecta la
inobservancia de las reglas de conducta social. Examinando la situación conflictiva que
puede ser establecida entre las aspiraciones culturalmente prescritas (metas culturales) y el
camino socialmente indicado para alcanzarlas (medios institucionalizados), Merton hizo
una clasificación de los tipos de comportamiento.
Se trata de aquello que el autor denomina como modos de adaptación, que expone el
posicionamiento de cada individuo ante las reglas sociales. En esta clasificación los
símbolos positivo y negativo son utilizados para indicar si los individuos aceptan o no las
metas y los medios socialmente establecidos18.
El primer modo de adaptación es la conformidad ; el individuo busca alcanzar las metas
culturales a través de los medios establecidos en la sociedad. El individuo se adhiere
plenamente a las normas sociales, y no existe un comportamiento desviado.
Es lo que se denomina como comportamiento modal. En este caso la persona no demuestra
ningún problema de adaptación a las reglas establecidas en determinadas sociedades.
El comportamiento modal es el punto de referencia a partir del cual será elaborado el
análisis de los demás comportamientos, que son contrarios “a las metas culturales” y o, a
18 Ibidem, p. 213
los medios institucionalizados para alcanzarlos. Se trata de comportamientos no modales,
desviantes, que indican situaciones de anomia.
El segundo modo de adaptación es la innovación . En este caso la conducta del individuo
condice con las metas culturales, pero existe una ruptura con relación a los medios
institucionalizados. En el momento en que percibe que los medios legítimos no están a su
alcance, el individuo intenta alcanzar las mismas metas sirviéndose de medios socialmente
reprochables. Aquí la búsqueda del éxito lleva a una violación de las reglas sociales, ya que
el individuo adopta el principio de que “el fin justifica los medios”.
Merton denomina esta conducta de “innovadora”, resaltando el hecho de que el empleo de
medios socialmente reprochables puede, en determinados contextos, ayudar a la sociedad a
modernizarse. Esto sucede cuando la adopción de un tipo de comportamiento por
determinados grupos de personas consigue imponerse socialmente, a pesar de la “condena”
inicial proporcionada por la propia sociedad.
Un ejemplo es la creación de los primeros grupos de Rock. En un primer momento hubo un
fuerte reproche, porque se trataba de una ruptura en relación al estilo de vida tradicional y
al gusto musical de la época. Con el pasar del tiempo el Rock empezó a tener aceptación
social, fue considerado como una forma más de creación musical y dejó de provocar
conflictos y escándalos.
Obviamente que en esta modalidad de adaptación también están incluidas las conductas
desviantes “antisociales”, como la criminalidad, porque esta no deja de ser innovadora en lo
que atañe a la ruptura en relación a los medios institucionalizados, que son substituidos por
medios ilegales. El clásico “ladrón” desea obtener éxito, utilizando medios diferentes
(ilegales) para alcanzar esta meta.
El tercer modo de adaptación es el ritualista . Aquí el individuo demuestra un desinterés en
alcanzar las metas socialmente dominantes. El miedo al éxito, del fracaso produce
desencanto y desmotivación. La persona cree que nunca podrá alcanzar “grandes metas”;
pero continúa respetando las reglas sociales y se apega a las mismas como en una especie
de ritual. Aparentemente se constata un comportamiento conformista, porque está ajustado
a los tipos de conducta socialmente recomendados.
Se trata, por otro lado, de un comportamiento anómico, porque el individuo no comparte las
metas sociales, limitándose al cumplimiento de normas y reglamentos, sin siquiera indagar
acerca de la conveniencia y de la finalidad de las mismas.
Un ejemplo es ofrecido por el comportamiento de miembros de la clase media baja que,
teniendo conciencia de su condición social (y de la imposibilidad de volverse ricos), se
acomodan con lo poco que conquistan, y se apegan a la ritualidad de lo cotidiano y al total
respeto de lo legal.
El cuarto modo de adaptación es la evasión , que se caracteriza por el abandono de las metas
y de los medios institucionalizados. Esta conducta indica una falta de identificación con los
valores y las reglas sociales; el individuo vive en determinado medio social, mas no se
adhiere al mismo. Merton observa que se trata de un tipo de conducta estrictamente
individual y minoritaria. Un ejemplo y dado por los mendigos, que viven como si fuese un
cuerpo extraño dentro de la sociedad.
Aquí encontramos un nítido comportamiento anómico. La conducta más extrema de
evasión es el suicidio. La conducta de rebelión se caracteriza por el inconformismo y por la
rebeldía. El individuo es negativo con relación a los medios y las metas.
La diferencia entre esta conducta y la de evasión consiste en el hecho de que el individuo (o
el grupo) rebelde propone se establezca las nuevas metas y la institucionalización de
nuevos medios para alcanzarlas.
En otras palabras, la conducta de rebeldía consiste en el rechazo de las metas y de los
medios dominantes (juzgados como insuficientes o inadecuados), y en la lucha por su
remplazo. La conducta de rebeldía busca así la configuración de un nuevo orden social. Por
esta razón Merton entiende que esta conducta no puede ser considerada específicamente
como negativa, utilizando simultáneamente como símbolos a los signos positivo y negativo.
Ejemplos claros de la conducta de rebeldía constituyen los movimientos de revolución
social. A través de la combinación de estos modos de comportamiento Merton propone una
definición de la sociedad anómica. Se constata una situación de anomia generalizada,
cuando la sociedad acentúa la importancia de determinadas metas, sin ofrecer la mayoría de
sus miembros la posibilidad de alcanzarlas a través de los medios institucionalizados
(legítimos). Esta discrepancia favorece particularmente al comportamiento “innovador”
(anómico) y lleva al crecimiento de los casos de desvío: los miembros de la sociedad son
presionados para alcanzar determinadas metas (por ejemplo: enriquecer y ostentar la
riqueza a través del consumismo de lujos), sin que sea posible, para la mayoría de ellos,
alcanzar este objetivo de una forma que sea aceptada por la opinión dominante.
Merton aclara que sus modos de adaptación a la anomia no son tipologìas de personalidad,
ya que cabe pasar de uno a otro de acuerdo con la actividad o situación social; siendo la
primera el comportamiento adaptado en su totalidad (conformista), mientras que los cuatro
restantes son diversas formas de respuestas desviadas que son: el ritualismo, la innovación,
el retraimiento y la rebelión.
Las demás formas de adaptación desviadas son calificadas de “aberrantes” y están
orientadas fundamentalmente a servir a sus propios intereses, y aunque se esconden detrás
de su apartamiento de las normas, reconocen la legitimidad de tales normas que violan. De
todas las formas desviadas de adaptación, la conducta innovadora tiene mayor implicancia
con el crimen y el comportamiento antisocial, como también lo reconoce. En definitiva,
para Merton la estructura social que analiza produce una tendencia a la anomia y la
conducta divergente. Sin embargo, esta tendencia no opera igual en toda la sociedad,
observándose estratos más vulnerables a las presiones hacia la conducta divergente. En este
contexto, Merton define a la anomia como la quiebra de la estructura cultural, que tiene
lugar en particular cuando hay una disyunción aguda entre las normas y los objetivos
culturales y las capacidades socialmente estructuradas de los individuos del grupo para
obrar de acuerdo con aquélla.
CAPITULO IV
LA TEORÌA DEL ETIQUETAMIENTO, DE LA REACCIÒN SOCIAL O
“LABELLING APPROACH”
4.1. HOWARD BECKER
Howard Saul Becker (Chicago, Illinois, 18 de abril de 1928) es un sociólogo
estadounidense. Heredero de la Escuela de Chicago y el interaccionismo simbólico, ha sus
trabajos en torno a la desviación, la educación, las profesiones y el arte, así como sobre la
metodología y la escritura en las ciencias sociales.
4.2. LA TEORÌA DEL ETIQUETAMIENTO, DE LA REACCIÒN SOCIAL O “LABELLING APPROACH”
La teoría de Becker se desarrolló durante un período dinámico, donde surgieron
innumerables expresiones y agregados que cuestionaron el poder político en todo el mundo,
y que fueron particularmente influyentes en el ámbito académico. Los movimientos de
liberación nacional, el nacimiento de los países del Tercer Mundo, las luchas por la
igualdad racial, por los derechos de las mujeres, iban construyendo durante las décadas del
60´y 70´un escenario original sin precedentes.
Según Becker, para comprender el crimen debe atenderse especialmente a la “reacción
social”, por una parte, y al proceso de definición o selección de determinadas conductas y
personas -etiquetadas como “desviadas”- por la otra.
El delito o el infractor tienen para esta tendencia naturaleza social y definicional. Integran
una realidad social que se construye. Por lo tanto, no interesan tanto las “causas” de la
desviación cuanto los procesos de criminalización a través de los cuales, ciertos grupos
sociales que tienen poder para ello, definen como delito y como delincuente a determinadas
conductas y determinadas personas. Cuando este proceso de etiquetamiento se realiza con
éxito, se construye un delincuente.
De esta forma, se analizan mucho más los procesos de definición social del delincuente que
el desviado en sí mismo.
Son las instancias estatales, institucionales o sociales de “control” las que crean el delito y
el delincuente. Pero esas instancias de control son altamente selectivas, discriminatorias y
poseen una altísima capacidad de atribuir significados simbólicos que visibilizan y exponen
a los desviados a continuos procesos de re-victimización.
La “reacción social”, no solamente es injusta, sino que resulta irracional, va precedida de
intenciones reales que se enmascaran detrás de la verbalización de grandes valores y, no
solamente no previene el delito ni reinserta al desviado, sino que crea al delincuente,
potencia los conflictos, genera y legitima estereotipos y afirma al infractor en su status
criminal.
La pena es la culminación de una cadena de símbolos y prácticas de degradación que
estigmatiza al ofensor con un status irreversible, al punto que éste redefine su personalidad
de acuerdo al nuevo rol disvaslioso asignado: el delincuente, que se asume como tal.
Desde la utilización de esposas, y los rituales carcelarios, hasta gestualidades “preventivas”
tales como los recaudos que los operadores de la justicia adoptan cuando comparece ante sí
un acusado (quitar los pisapapeles, requerir la presencia policial durante el acto), suponen
una función constitutiva del control social y una asignación de un nuevo rol: el del
delincuente, que además es aceptado por este.
Becker también se ocupa de desenmascarar un sujeto social de entera vigencia: el
empresario moral; una persona que, arrogándose la representación del conjunto, sobre todo
si se trata en ese caso de una víctima de un delito o un miembro de una corporación,
promueve iniciativas generalmente punitivas en materia criminal, hasta lograr sancionar
nuevos códigos y nuevas leyes. Afirma que el éxito de cada cruzada moral trae consigo un
emprendedor “profesional” y un nuevo grupo de “extraños”, y una nueva responsabilidad
de un organismo de aplicación respecto de estos “otros”.
En definitiva, la teoría del etiquetamiento sustituye el paradigma etiológico por el
paradigma del control. El control es asimétrico e irracional; puede ser formal, cuando lo
llevan a cabo agencias estatales (poder judicial, policía, códigos penales) o informal,
cuando es la sociedad la que genera esos mecanismos, a través de actores tales como la
prensa, los empresarios morales, el rumor, la escuela, etcétera.
La teoría del etiquetamiento (o “labeling approach”), en síntesis, nace en Estados Unidos a
mediados de los años 60', casi como una réplica al excesivo empirismo de las teorías
criminológicas de la época, preocupadas casi exclusivamente por dar respuestas a los
estados acerca de las causas que originan el delito, las formas para mantener y reproducir el
orden y el logro de las mejores estrategias para la prevención de las conductas desviadas.
Como lo explica Lamnek, el labeling approach demuestra también que la importancia
práctica de los criterios biológicos subsiste por su aplicación estigmatizante en el
comportamiento social, siendo esperable en la esfera de las prácticas cotidianas, incluso en
el futuro, repercusiones de los enfoques biológico antropológicos19, en buena medida
retomados por el nuevo realismo de derecha anglosajón a partir de los años 80’.
Sus representantes más conocidos son Lemert20 y Howard Becker:21 aunque algunos
sostienen que debería reconocerse a Frank Tenenbaum la condición de precursor de esta
perspectiva, a partir de su formulación: “The young delinquent becomes bad, because he in
defined as bad”22 y a Lemert como un refundador de la escuela.
Si bien la teoría crece un contexto histórico particular, que incluye la guerra de Vietnam,
las consecuentes movilizaciones populares contra esa invasión armada, contra la
segregación racial, contra la discriminación de las mujeres y a favor del aborto, su impronta
novedosa la produce, sin duda, el corrimiento de la pregunta acerca de las causas de la
delincuencia hacia la indagación respecto de los procesos de definición del delincuente.
Surge, además, en medio de una nueva concepción de la vida, más libertaria, menos
materialista, no tan consumista como la que proponía el capitalismo welfarista, al punto de
que se pone en crisis la idea misma del sueño americano y del “american way of life”.
El cambio de paradigma implica, fundamentalmente, una evolución de los abordajes
causales hacia la auscultación de las percepciones y los sistemas de creencias sociales
mediante los cuales se define una conducta como desviada y se reacciona frente a ella, con
un conjunto de lógicas, discursos y prácticas que “etiquetan” a la persona que ha incurrido 19 Conf Lamnek, Siegfrid: “Teorías de la criminalidad”, Siglo XXI editores, Me´xico, 1987, p. 3520 “Human desviance, social patology”, 1951; “Social problem and social control”, 1967.21 “Outsiders”, 1963.22 Conf. “Crime and comunity”, Londres, 1953, p. 17, citado por Lamnek, op. cit., p. 56.
en las mismas. Como dicen Larrauri-Cid, citando a Lemert, se produce un viraje respecto
de la antigua idea que concebía al control social como una respuesta a la desviación, que
concibe ahora a la desviación como una respuesta a las formas de control y reacción social.
La teoría cuestiona, en primer lugar, el proceso de definición del delito. Se pone en jaque la
idea de que las normas penales sancionan las conductas socialmente más reprochables,
argumentando que, en realidad, esas normas responden a los intereses de grupos sociales
poderosos, muchas veces sintetizados en empresarios morales, con aptitud para decidir e
influir en lo que legalmente está prohibido y lo que está permitido. Lo que acontece es,
primeramente, un “proceso de calificación”, en un contexto de interacción en el que los
hombres le atribuyen a otro la condición desviada. Si una persona incumple estos mandatos
normativos grupales, seguramente, será considerada desviada desde la visión de esos
grupos. Sin embargo, a la inversa, “Desde el punto de vista del individuo que es etiquetado
como desviado, pueden ser outsiders aquellas personas que elaboraron las reglas, de cuya
violación fue encontrado culpable”23.
Luego sobreviene una instancia de aplicación de las normas, mediante la cual son definidos
como desviados los contraventores de las mismas.
Esta relativización de la ontología del delito, a su vez, es necesariamente ributaria del
interaccionsimo simbólico, ya que no puede comprenderse el crimen sino a través de la
reacción social, del proceso social de definición y selección de ciertas personas y conductas
etiquetadas como criminales. Delito y reacción social son términos interdependientes e
inseparables24.
En la visión de Howard Becker, la teoría del etiquetamiento puede ser presentada con
arreglo a estas características:
1) Ningún modo de comportamiento contiene en sí la cualidad de desviado;
antes bien, los mismos modos de comportamiento pueden ser tanto
conformistas como desviados, lo que se demuestra con facilidad
interculturalmente como también intracultural e históricamente.
23 Conf. Lemert, Edwin: “Social patology”, Nueva Cork, 1951, citado por Lamnek, op. cit., p. 57.24 Conf. García Pablos: “Tratado de Criminología”, Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, p. 776.
2) Por la fijación de normas, a determinados modos de comportamiento se les
atribuye el predicado e desviado o violador de las reglas. Por lo tanto, los
que establecen las normas son los que definen el comportamiento desviado.
3) Estas definiciones del comportamiento desviado sólo influyen sobre el
comportamiento cuando las mismas son aplicadas. Las normas implícitas o
explícitas son realizadas en interacciones.
4) la aplicación de la norma como forma de etiquetamiento del comportamiento
desviado es realizada selectivamente, esto es, los mismos modos de
comportamiento son definidos diferencialmente según las situaciones y
personas específicas.
5) Aquellos criterios que determinan la selección pueden ser subsumidos bajo
el facto poder. El poder puede ser concebido, operacionalmente, como la
pertenencia a un estrato.
6) la rotulación como desviado pone en movimiento, bajo condiciones que
deben ser aún más especificadas los mecanismos de la self-fulfilling
prophecy que permite esperar modos de comportamiento ulteriores que están
definidos como desviados, o bien que serán definidos como tales. Por una
decisiva reducción de las posibilidades de acción conformista por
expectativas de comportamiento no conformista se inician las carreras
desviadas”25.
En términos de política criminal, la teoría del etiquetamiento supone una crítica de las
instancias punitivas del estado, basada en que éste, a través de sus instancias de
criminalización (primarias y secundarias) favorece la identidad del delincuente,
visibilizándolo como tal y estigmatizándolo de tal manera que la persona termina
asumiéndose como tal, como portador de un nuevo rol desvalorado que lo obliga a iniciar
procesos de socialización en grupos vinculados a comportamientos desviados, lo que no
hace más que favorecer su inserción en la “carrera delictiva”.
25 Conf. Lamnek, Sigfried, op. cit., p. 61 y 62.
Por lo tanto, desde el labeling se proponen estrategias basadas no tanto en la recurrencia al
sistema penal cuanto en medidas de descriminalización, vinculadas a la reparación o
restauración de los daños causados por el ofensor, evitando el proceso de estigmatización
que, de manera irreversible, ocasiona el sistema penal a través de sus normas, sus símbolos,
sus prácticas y sus gramáticas cotidianas.
CAPITULO V
LA CRIMINOLOGIA MARXISTA ORTODOXA O CRIMINOLOGIA RADICAL
5.1. MARXISMO
El marxismo es el modelo teórico explicativo de la realidad compuesto principalmente por
el pensamiento desarrollado en la obra de Karl Marx, economista, filósofo y periodista
revolucionario alemán de origen judío,1 quien contribuyó en campos como la sociología, la
economía, el derecho, y la historia; y así como también la serie de pensadores que
complementan o re-interpretan este modelo, tradición que va desde el co-editor de Marx,
Friedrich Engels, hasta otros pensadores como Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci
o Lukács. Por lo tanto es correcto hablar de marxismo como una corriente del pensamiento
humano.
5.2. CRIMINOLOGIA RADICAL
La criminología radical, determinada por la Fundación clases y las relaciones de
producción, que informan y definen el programa y la ideología de los sistemas de control
social y punitivas. En este sentido, Criminología Radical sale completa de la criminología
positivista etiológico y que puso en el centro de su estudio sólo el individuo criminal
llamada "desviado" por varios factores, y señala las contradicciones inherentes del sistema
en el que se inserta el individuo y las fundaciones y plafones que permiten la persecución
penal de ciertos individuos estigmatizados de intereses de clase.
Por lo tanto, Criminología Radical comienza con dos quiebres de paradigma estudio
criminológico de:
a) en lugar de estudiar el crimen en sí, como realidad ontológica o en la naturaleza
humana o de las sociedades humanas, se preocupa de analizar los procesos de
criminalización , es decir, los elementos que conducen un acto particular para ser
clasificados como un delito y
b) en lugar de mirar al criminal como esa persona desviada, predeterminada la
comisión de delitos, se analiza cómo el poder punitivo es responsable de seleccionar
ciertos individuos a través de una distribución desigual de la incriminación.
A partir de esto, hay que destacar que el crimen no es un acto calificado como un crimen,
pero la calificación de un acto, que se define por la política y de clase. Este criterio está
dirigido al mantenimiento de los privilegios de clase y la estructura tanto económico como
político-legal, que permita que el ámbito de las relaciones de producción se mantiene
intacta.
Por tanto, este mantenimiento se reúne una demanda de poder económico, que a partir de
las contradicciones de clase, apropiarse del poder político y por lo tanto de las agencias de
control social. En este sentido, la criminología radical surge como una feroz crítica al
sistema y el modo capitalista de producción, estableciendo claramente a favor de un
proyecto de sesgo marxista, que puso fin la desigualdad social, la delincuencia estructural.
Estos procesos de criminalización se dividen, según Raúl Zaffaroni, en dos etapas: la
criminalidad criminalización primaria y secundaria que caracteriza el cambio del objeto de
análisis de Radical Criminología.
La criminalización primaria, según la definición de Raúl Zaffaroni, en traducción libre, es
el acto y el efecto de la sanción de una ley sustantiva penal que incrimina o permite que el
castigo de ciertas personas26. A partir de este acto formal, el poder político califica una
conducta como crimen. Sin embargo, este poder político, formado para servir a la clase
interesa burguesa, como añade Juárez Cirino dos Santos, "protege selectivamente los
intereses de las clases dominantes27." Estos intereses burgueses se refleja en un
mantenimiento de la protección clara de las relaciones de clase, que generan una vasta
producción penal criminalizando las masas miserables excluidas del mercado laboral o
subempregradas, marginados, y una legislación mínima castigar a las capas privilegiadas,
que sirve para mantener un discurso falso de la igualdad, que mantiene las clases altas de
las manos del poder punitivo y permite que la sobrerrepresentación de las clases más bajas
de las riendas del sistema penal.26 Criminalización primaria es efecto de sancionar, material de ley Una penal, incriminatorias permite lapunición de ciertas personalidades." ER ZAFFARONI - A. SLOKAR - A.Alagia, Derecho Penal: General de la Parte,. 2ª ed, Buenos Aires, editar película, 2006, pp. 7.27 JUÁREZ CIRINO DOS Santos, El Radical Criminología, 2ª ed., Río de Janeiro, Lumen Juris, 2006, pp. 126
La criminalización secundaria es una consecuencia de la criminalización primaria. Según
Raúl Zaffaroni, en traducción libre, la criminalización secundaria es una acción punitiva
ejercida sobre personas reales28 .Esta es a través de la criminalización de los más diversos
sistemas de control social y de represión que el Estado posee, tales como la policía, el poder
judicial la fiscalía y de la propia prisión. En este punto, la criminología radical identifica la
selectividad del sistema que se basa de las fuerzas productivas que impulsan su represión
desfavorecidos, clases marginadas y que no sirven a la capital. Por tanto, el sistema
punitivo será una manera de eliminar la esfera social estos individuos no contribuyen al
desarrollo y mantenimiento de este sistema. Juárez Cirino dos Santos define el fenómeno
como "la administración diferencial del delito"29, en la que los individuos no son
criminalizados por sus acciones, pero sus posiciones en la lucha de clases y su papel en el
aparato de relaciones de producción. El acto se especifica como un criminal, en realidad
sólo se esconde la intención real del sistema.
Juárez Cirino dos Santos demuestra que el propio sistema asigna objetivos ideológicos
aparentes con el fin de ocultar los verdaderos objetivos ocultos30. Poner al día con un
discurso que busca aliviar las desigualdades sociales, combatir el delito econter el poder
punitivo, la ley, como superestructura del poder estatal burgués, escondiéndose en las
sombras de su verdadera protección de las intenciones de las clases privilegiadas.
5.3. LAS CRÍTICAS AL SISTEMA PUNITIVO
La Criminología Radical identifica el sistema punitivo como una herramienta del poder
burgués que garantiza el mantenimiento del sistema de producción y de la lucha de clases.
Hay una convergencia de castigo el funcionamiento del sistema capitalista como identifica
Juárez Cirino dos Santos en los textos Rusche y Kirchheimer31. En resumen, Rusche y
Kirchheimer, analizar que el crecimiento demográfico se reconcilió con una necesidad o
escasez de mano de obra y la producción de bienes de consumo es uno de los factores que
van a determinar cómo el uso del aparato punitivo del Estado.Rusche y Kirchheimer
ejemplificar esto a través del período llamado la Edad Moderna, donde hay un cambio en el
28 … que es criminalización secundaria laacción ejercida punitiva en personajes específicos (...)" ER ZAFFARONI - A. SLOKAR - A. Alagia, Derecho Penal: general. Parte, 2ª ed, Buenos Aires, editar película, 2006, pp. 7.29 Juárez Cirino dos Santos, El Radical Criminología, 2ª ed., Río de Janeiro, Lumen Juris, 2006, pp. 126.30 JUÁREZ CIRINO DOS Santos, El Radical Criminología, 2ª ed., Río de Janeiro, Lumen Juris, 2006, pp. 128.31 Juárez Cirino dos Santos, El Radical Criminología, Río de Janeiro, Forense, 1981, pp. 42.
sistema punitivo, debido a los cambios en las relaciones de producción. En ese momento,
como se afirma, los métodos punitivos comienzan a adaptarse a las necesidades del
mercado para empezar a utilizar la explotación del trabajo esclavo, el trabajo y las penas de
forçados.Esses funciona en ambos sentidos sirven el propósito de degradar el cuerpo
explorado literalmente, un castigo, cómo tomarlo una fuerza productiva, una sanción
pecuniaria32.
Con el crecimiento de las ciudades y municipios, sobre todo en Alemania, Inglaterra y
Francia, se crea la necesidad de que la producción de bienes de consumo, pero este
crecimiento no sigue los trabajos de producción, generando un poco de mano de obra,
creando una situación pobreza generalizada, reforzada más tarde por la guerra de los treinta
años. En ese momento, los capitalistas se convierten al estado con el fin de mantener su
mercado y una mínima mano de obra. Hacer uso de mecanismos tales como el requisito de
los pobres a permanecer en su lugar de origen, políticas de incentivos a los nacimientos y el
crecimiento demográfico, la prohibición de la inmigración, la inclusión de los niños en la
producción, e incluso el uso de los condenados en las guerras, como ya se ha mencionado
La guerra de los años treinta años, en los "delincuentes", a través de alistamiento, se
deshizo de plumas, como la horca, y se fue a trabajar en el servicio militar33.
También nacido en ese momento las casas de corrección, que reunirá a la ideología
burguesa del trabajo y la superación de la pobreza a través de él. Con la rehabilitación del
habla de los condenados, las casas de trabajo se apropiaron el cuerpo del condenado a la
misma mediante su inserción obligatoria en el mercado como la mano de obra, lo adoctrinar
a fin de que en el futuro, que voluntariamente se integran al mercado laboral . Sin embargo,
¿qué hay detrás de este discurso es la necesidad real de mano de obra, la inclusión de las
personas fuera del mercado de las necesidades de la industria, la transformación social de
"vagos" en buen objeto para el sistema mercantil y su formación los hábitos de trabajo34.
A partir de esta ejemplificación, no es el cambio del sistema penal que permanece
convergente de las necesidades del sistema productivo. La burguesía comienza a tomar
posesión del aparato estatal y punitiva para imponer su sociedad impulsada por el mercado.
32 G. RUSCHE, O. Kirchheimer, Peña y Social Structure, Bogotá, Temis, 1984, pp. 25.33 G. RUSCHE, O. Kirchheimer, Peña y Social Structure, Bogotá, Temis, 1984, pp. 25-3734 G. RUSCHE, O. Kirchheimer, Peña y Social Structure, Bogotá, Temis, 1984, pp. 47-49.
El castigo corporal está vacío y tiene por objeto la adecuación del cuerpo y la mente de las
clases bajas a la lógica del mercado. Las penas que afligen el cuerpo de los condenados no
son tan eficientes para el mantenimiento de las relaciones de producción, además de causar
la destrucción de la mano de obra, puesta en vigencia de moda del aparato punitivo para
entrenar condenado a intereses de clase.
Este movimiento disminución de la pluma que afecta la fuerza de trabajo y un aumento de
las penas de trabajos forzados fluya hacia el desarrollo de una pena de prisión. Como añade
Juárez Cirino dos Santos, el cambio del sistema feudal, que fue utilizado principalmente
por los castigos corporales, al sistema mercantilista, que se adoptó en mayor medida, el
trabajo forzoso, a expensas de los castigos corporales y la introducción de la prisión como
un elemento importante de la pena35, siempre que el desarrollo del mercado.
La pena de prisión se reúne en ese momento, no los sentimientos vengativos o punitivos,
pero las demandas del mercado. La pena del condenado a prisión comienza a ser medido
por el tiempo, factor determinante para el mercado, ya que actúa como medida de la riqueza
apropiación, el intercambio de mano de obra para las mercancías. Por lo tanto, el sistema
punitivo, como se muestra, siempre puso un instrumento de dominación de la herramienta y
el propósito de satisfacer los intereses de clase clases bajas y el desarrollo del capitalismo.
Aquellos no incluido en las relaciones de producción eran / son o excluidos de la vida
social (la muerte por el encarcelamiento) o se insertan obligatoriamente a las relaciones de
mercado (de propiedad de la fuerza de trabajo, mano de obra forzada hacia abajo, las penas
de prestación de servicios).
35 JUÁREZ CIRINO DOS Santos, El Radical Criminología, Río de Janeiro, Forense, 1981, pp. 45-46.
CONCLUSIONES
Luego del estudio de todo este compendio teórico, se puede observar el como todos
y cada uno de estos autores, desde los inicios del siglo pasado han venido tratando
de interpretar el porqué de la delincuencia.
Observamos también que estas teorías, se abocaron al problema de la delincuencia
desde varios ángulos, como por ejemplo los factores sociales, educativos, familiares
y culturales, entre otros. Pero llegando a las mismas conclusiones (basadas en la
población y muestra específica para cada uno de ellos), propias de las naturalezas
teóricas en sus estudios.
Desde el punto de vista criminológico, son una herramienta vital a la hora de
referenciar u obtener los basamentos teóricos necesarios para llevar a cabo cualquier
estudio o investigación en esta área, permitiendo así la comprensión de todos y cada
uno de los posibles escenarios que se puedan presentar, basados en rangos de
edades, con textos socioeconómicos determinados y hasta de factores geográficos.
Particularmente, el estudio de todas estas teorías en su conjunto permitirá solventar
cualquier vacío hipotético, dejado por el uso o aplicación de una sola teoría.
BIBLIOGRAFIA
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SILVA SANTISTEBAN, Fernando: 1998 Antropología. Lima - Perú. Ed. Fondo de Desarrollo Cultural de la Universidad de Lima. Cuarta edición,
E. Durkheim. Les regles de la methode sociologique 'Paris: Presses Universitaires de France, 1956,
DURKHEIM, Émile. El Suicidio. Akal editor (Ramón Akal González). Col. Manifiesto/Serie sociología 31. Madrid. 1976
E. Durkheim. Les regles de la methode sociologique 'Paris: Presses Universitaires de France, 1956,
VIRGOLINI, Julio E.S. Ob cit.
Merton,1838,Social Structure an anomie
Conf. Lemert, Edwin: “Social patology”, Nueva Cork, 1951, citado por Lamnek, op. cit.,
Conf. García Pablos: “Tratado de Criminología”, Tirant lo Blanch, Valencia, 1999
G. RUSCHE, O. Kirchheimer, Peña y Social Structure, Bogotá, Temis, 1984
JUÁREZ CIRINO DOS Santos, El Radical Criminología, Río de Janeiro, Forense, 1981