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Revista Ñuncanchic Maquicuna; Nuestras Manos; Edición Especial 25 años; Solidaridad, equidad, organización

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ContenidoEdición Especial 66

EDITORIAL Carta Padre Graziano Mason 2

VOCES DIRECTORIO MCCH

Rosario Jácome Afianzando organización y redes 6Rubén Flores Construcción de la Economía Solidaria 8

VOCES AMIGAS

Manos Unidas El desafío de la Economía Solidaria 10FEPP ¡Qué Suerte es tener las manos abiertas! 12CESA Relación CESA - MCCH 14

VOCES POLÍTICAS

Prefecto de Cotopaxi Aplicar el “Ranti Ranti” para generar empleo 15Alcalde de Santa Ana Santa Ana: Rostro de Equidad y Solidaridad 16

VOCES INDÍGENAS

Delia Caguana El poder del servicio es proyecto de vida 17

ESPIRITUALIDAD Y ORGANIZACIÓN

Hna. Lourdes Marquinéz Espíritu de igualdad, justicia y equidad 19Mons. Eugenio Arellano Medio para ser más solidario y fraterno 20

VOCES INTERNACIONALES

WFTO Modelo de comercialización justa y solidaria 22RELACC Centroamérica Remembranzas de Maquita Cushunchic 23RELACC MERCOSUR Solidario Un faro que ilumina nuestro caminar 24

VOCES ORGANIZACIONES DE BASE

UNOPHSA (MANABÍ) Poza Honda: Tejiendo redes sociales 25URCOSISA (PICHINCHA) ¡Nos abrió los ojos para mirar el futuro! 26NUEVA ESPERANZA (COTOPAXI) Pensando en el futuro... 27LA DOLOROSA (BOLÍVAR) Vivencia y proyección de nuestra experiencia 28

MANOS HISTÓRICAS

César Marcos Pienso en MCCH como savia de mi vida 29Orquidea Chicaiza Tiempos de retos, crecimiento y alegría 31Neptalí Pasquel “He crecido espiritualmente junto a Maquita” 32María Jesús Pérez Con el corazón agradecido 33

RECONOCIMIENTO MCCH: minga de solidaridad 35

Revista MCCHmarzo 2010

Título25 años

Av. Rumichaca S26-365 y MoroMoro Barrio TurubambaP.O. Box 17-190010

Telfs.: (593-2) 2670 925 / 926email: [email protected] - Ecuador

CONSEJO EDITORIALMaría Jesús PérezP. Graziano MasónRubén TapiaRaúl Arias

COORDINACIÓN EDITORIALIvette Pullas L.

EDICIÓN DE TEXTOSDayana Lizt

FINANCIADO POR

FOTOGRAFÍABanco Imágenes

MCCH

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNGalo OrtizIMAGEN UNOTelf: 2277081

Movil: [email protected]

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www. fundmcch . com .ec 3

EDITORIAL

Compañeras y compañeros,¡cuántos recuerdos, cuántaspersonas queridas, cuántoskilómetros recorridos por lasprovincias de nuestro amado

Ecuador, para animar y fortalecer a tantasorganizaciones del campo y la ciudad, cuán-tas maravillosas misas campesinas paracontarle, pedirle y agradecer a Dios!

Todas estas realidades hermosas seme mezclan hoy en la mente y en elcorazón, al cumplir nuestras bodas deplata. Demos rienda suelta a los sentimien-tos profundos que se nos anidan en el alma.Es verdad, cuando empezamos parecía ungran sueño casi imposible de lograr, pero sele ha puesto alma, corazón y vida. Hemossido tenaces y firmes al querer una tierranueva de alegría, de exigente justicia y detanta paz, lograda con trabajo grande ybien hecho. Por eso, tenemos el inmensoderecho de alegrarnos y el deber deagradecer inmensamente al Dios de la vida,porque nos ha empujado y fortalecidotanto, cada día y durante este largo andar.

25 años de miles y miles de quintalesccoommeerrcciiaalliizzaaddooss ccoommoo hheerrmmaannooss, con abso-luta transparencia, con peso y precio justo,alta calidad de producto y buen trato. Esteha sido y es nuestro sueño de justicia yhermandad en el caminar de cada día. Peroestá prohibido olvidar los tiempos de severa

explotación, de trato inhumano a lospobladores campesinos y de los barriosperiféricos. No se pueden borrar de lamemoria los malvados ajustes económicosque nos impusieron el Fondo MonetarioInternacional y el Banco Mundial, a nuestropobre Ecuador, sumiso como criatura inde-fensa, con fuerte inflación y sin ningunaasistencia ni técnica ni económica para eldespertar de nuestros pueblos. A cambio,los grandes exportadores y terratenientes,realmente los dueños del país, sí tuvierontremendos beneficios. Todo esto aumentósevera y casi irreversiblemente, la salvajebrecha entre ricos y pobres. En este durísi-mo contexto nacional e internacional, naci-mos, dimos firmes respuestas y le seguimosapostando. ¡Que nadie lo olvide,compañeras y compañeros!

¡Cómo no recordar el primer camión debanano, venido de la lejana y tan queridaMuisne y comercializado solidariamente,junto con los grupos juveniles, de mujeres yde las Comunidades Eclesiales de Base delsur de Quito! ¡Cómo no acordarnos de losgrupos de distribución, unidos en familiasorganizadas; de las tiendas comunitarias, consu presencia a lo largo y ancho del país; de lacoordinación de mujeres, organizadas paraencontrar respuestas frente a tanto machis-mo, discriminación y tanta explotación en laproducción y comercialización! ¡Cómo norecordar la organización del producto

Muchas felicitacionesa ti MCCH del corazón

Padre Graziano Mason

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EDITORIAL

campesino, para recuperar nuestros propiosproductos y darle justa respuesta comercial!

Como no recordar la experiencia de lamar a la olla popular, un sistema de comer-cialización de pescado, vinculandopescadores y pobladores de los barrios. Yquién puede olvidar el desafiante fondo soli-dario de hacer que la plata de los pobresesté en sus propias manos, y no en lasmanos de la banca corrupta y chulquera.Quién puede olvidar los valores y principiosde fe liberadora y solidaria que nos hanacompañado y guiado cada día, y el trabajode tantos agentes de pastoral del sur deQuito, liderados por aquel hombre visionario,terco, y bueno, el Padre Carollo y la hermanaRosita, junto con tanta gente campesina yde los barrios que han entregado su esfuer-zo y dinamismo al servicio de la gente.

El MCCH hoy, al cumplir 25 años,sigue sencillo tras su visión liberadora,buscando nuevas alternativas en un contex-to político, económico y social, que le cues-ta salir de la larga noche neoliberal, peroque da claras muestras de cambios rele-vantes para el país y es nuestro deber arri-mar el hombro y apoyar. Internamente,contamos con un buen Directorio, compro-metido y dispuesto siempre a seguirvelando porque MCCH mantenga su identi-dad, ideales y misión.

Las creativas e iniciales experienciasque empezamos con tanta ilusión y buenasprácticas comunitarias, fueron raíceshondas que, en la actualidad, se hanrobustecido y organizado de manera másprofesional y eficiente. Eso sí, sin perder elespíritu, la mística inicial y los hermososvalores que siguen siendo pilares que nosllenan de vitalidad.

Las acciones de comercializaciónevolucionaron a empresas sociales queresponden a los desafíos del mercado, quesigue siendo muy competitivo. Damosrespuestas de alta calidad, desarrollandonuevos productos, con volúmenes cada díamás importantes, y manteniendo la calidezy vivencia de valores, que son el sellopropio de MCCH, diferenciándonos real-mente en el salvaje mundo del comercio.

A nivel campesino, muchas organiza-ciones también han madurado y, en coordi-nación con la Agroexportadora Maquita,hemos creado la empresa social Chocoex-port y el movimiento de cacaoteras ycacaoteros CORPROC, que dan respues-tas concretas a la problemática organizati-va, de la producción y comercialización delcacao fino de aroma. En el sector turístico,conformamos empresas compartidas conlas organizaciones del Quilotoa en la Sierra,

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Shandia en la Amazonía y Poza Honda en laCosta. Además, se abren perspectivasalentadoras en Alausí y en Galápagos, encoordinación con organizaciones, organis-mos públicos y privados, afines a nuestrosprincipios.

Para respaldar todo este movimientosocio-organizativo, ha nacido y se ha for-talecido la Escuela de SocioeconomíaSolidaria, que forma líderes y lideresastécnicamente preparadas con valores yprincipios humanos y cristianos.

En el caminar latinoamericano, quere-mos resaltar a todas las organizaciones delcontinente que hicieron suya esta granvisión, impulsando la creación de redesnacionales de economía y comercializacióncomunitaria unidas en la RedLatinoamericana de ComercializaciónComunitaria (RELACC). Juntos, MCCH yRELACC, seguimos creyendo y trabajandopor una tierra de justicia, paz y solidaridad.Gracias a todos los hombres y mujeres quepor su tenacidad y terquedad, desde el RíoBravo hasta la Patagonia, están haciendoconcreto este gran sueño de la unidad eintegración latinoamericana.

Es verdad, hemos caminado tantopero, al mismo tiempo, también es ciertoque aún nos queda mucho por andar.

Con inmenso cariño, agradecemos a laCooperación Internacional que nos haapoyado solidariamente, con respeto anuestros principios. Le doy gracias decorazón, a todas las compañeras ycompañeros con quienes hemos laboradoen hermandad, un agradecimiento especiala los equipos provinciales y al equipo dedirección, liderado y acompañado con lamilitancia y profunda fe liberadora de nues-tra Directora, la Hermana María Jesús.

Un gracias y un reconocimiento muycariñoso que nos nace del corazón, a todaslas personas, que durante su trabajo juntoa nosotros, han vuelto a la casa del PadreDios y, junto a él, nos siguen animando yfortaleciendo.

Compañeras y compañeros, eshermoso recordar y agradecer a Dios. Peroojo, está prohibido quedarse sentados a laorilla del camino. Ahora comienzan losnuevos 25 años del MCCH. Nos tocaseguir mejorando y agrandando nuestrossueños. Nos toca vivir juntos con fuerteincidencia política, proponer una nueva,desafiante y creativa visión a nivel nacionale internacional.

Y ahora sí, todas y todos a cantar, agozar y a bailar en nuestras bodas de plata.¡Tenemos todo el santo derecho! Y Diossigue caminando constantemente connuestro pueblo unido y organizado.

Con el cariño de siempre,

PPaaddrree GGrraazziiaannoo MMaassoonnPPrreessiiddeennttee ddee MMCCCCHH

El MCCH hoy, alcumplir 25 años,sigue sencillo trassu visión liberadora, buscando nuevasalternativas en uncontexto político,económico y social

EDITORIAL

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MCCH afianzandoorganización y redes sociales

Rosario Jácome Vicepresidenta del Directorio MCCH

DIRECTORIO MCCHVOCES

“…. los comerciantes abusaban de losindígenas: bultos de 50 libras querían pagarpor 20 libras, cuando protesté quisieronponer preso, los comerciantes habíanpuesto la denuncia al jefe político, pero a élmismo llevé a comprobar el peso. Ahí fuecuando supimos que en el sur de Quitoestaba comenzando la comercialización, asíconocimos a MCCH y comenzamos con lacomercialización de nuestros productos...”

Joselino Ante, Concejal de Sigchos, julio 2002

En este cuarto de siglo, MCCH halogrado convertir lo que fue ungrande y generoso sueño, en unarealidad concreta para miles defamilias ecuatorianas, de las zonas

más pobres del país, quienes decidieron acep-tar la invitación a integrarse a un profundoproceso de cambio, alumbrados desde el evan-gelio y encaminados al encuentro del serhumano con otros seres humanos que creyeronque dicho cambio era posible, y que pusieron elhombro y juntaron las manos para construirjuntos nuevas realidades.

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La contribución fundamental de estos25 años de trabajo, ha sido el crecimientode las personas y la mejora de su calidad devida, como resultado de un proceso deredescubrirse a sí mismas, re-encontrandosu identidad y recuperando su dignidad -perdidas a fuerza de negación, exclusión,olvido y abandono de los gobiernos deturno -, construyendo en el día a día unanueva visión de sus propias capacidades yfacilitando su proceso de empoderamiento.

En esencia, ha sido un caminar con lagente, en el cual ésta ha ido cambiando ellente desde el cual mira su realidad y la delmundo, para convertirse en un motor decambio de su propia vida y de su entorno,comenzando por lo más cercano a símismos: su persona, su familia y su comu-nidad, proyectándose luego a espaciosterritoriales más amplios.

Desde su nacimiento en marzo de1985, MCCH se enfocó en la economíapopular y solidaria, puesto que nació deltrabajo con los más pobres, bajo el impulsode las Comunidades Eclesiales de Base, losgrupos de mujeres y del Movimiento Juvenildel sur de Quito, para posteriormente ampli-ar su trabajo a distintas regiones del país. Elsujeto social de su apoyo fue siempre lapoblación rural y urbana periférica, especial-mente las organizaciones campesinas e indí-genas productoras, con las cuales articulóprocesos solidarios de desarrollo social enbase a la comercialización alternativa de susproductos.

MCCH identificó productos alterna-tivos viables en el sistema productivocampesino de zonas empobrecidas de laCosta y de la Sierra; trabajó en la aperturade nuevos canales de comercializaciónnacional e internacional, que le dieronmayor valor agregado a la produccióncampesina y permitieron mejorar el ingresofamiliar; facilitó procesos para que los/aspequeños/as productores/as logren mejo-rar su producción, alimentación y comer-cialización, afianzando su organización yredes sociales; así como, desarrollando suformación técnica, social y humana, bajoprincipios y valores éticos.

En el nuevo contexto político y socialdel Ecuador, MCCH pone a disposición delpaís su acumulado de experiencia y laslecciones aprendidas durante estos 25 añosde caminar comprometido con la suerte delas comunidades ecuatorianas más pobresdel país, a fin de que el gobierno central y losgobiernos locales, puedan nutrirse de esteproceso para ajustar sus estrategias dedesarrollo a favor de la población ecuato-riana más necesitada.

Desde su nacimiento enmarzo de 1985,MCCH se enfocóen la economía popular y solidaria,puesto que naciódel trabajo con losmás pobres

DIRECTORIO MCCH VOCES

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DIRECTORIO MCCHVOCES

“… este puente directo entre productoresy consumidores, que siempre logre darejemplo de que sí es posible hacer nego-ciación con dignidad”

Padre Graziano Mason

“…a parte de una Fundación, el MCCHha sido un amigo que nos ha llevado de lamano, desde la capacitación hasta lacomercialización, para los y las pequeñasproductoras”

Líder de organización de base enManabí

Edgar Morin apunta que “la economía,que es la ciencia social matemática-mente más avanzada, es la cienciasocial y humanamente más atrasadapuesto que se ha abstraído de las

condiciones sociales, históricas, políticas,sicológicas, ecológicas, inseparables de lasactividades económicas”1.

Esta afirmación invita a recoger la rele-vancia que tiene el cambio del modelo deeconomía ecuatoriana que se inscribe en laConstitución vigente y que determina queel Sistema Económico es Social ySolidario, en consecuencia un desafíoinmediato a construir.

Estos dos párrafos anteriores son elmarco en el que quiero desarrollar unaprimera vivencia, hace 11 años, con elMCCH relacionada con un esfuerzo partici-pativo en el que con los líderes y lideresasde las organizaciones de base y las organiza-ciones de segundo grado, hicimos un esfuer-zo por analizar, discutir y proponer medidasde política pública para los efectos quetendría la dolarización en la economíacampesina y en el negocio del Cacao (reduc-ción de márgenes de rentabilidad al produc-tor e incremento de costos de producción,entre otros). Desde entonces, la necesidadde contar con una ley anti-monopolio,normas y estrategias para eliminar lacompetencia desleal de los intermediarioshan sido parte de la acción de incidencia enpolítica pública por parte de las orga-nizaciones y de la Fundación.

Construcción de laeconomía solidaria desde el sector cacaotero ecuatoriano

Rubén FloresMiembro del Directorio de la Fundación MCCH

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Para esta tarea, el sentido común y laratificación de que los procesos de organi-zación de la gente deben continuar comoparte de la estrategia válida de intervenciónen las áreas rurales impulsada por el MCCH,que en el caso de cacao significaron mayorpoder de negociación, mejoramiento de laproductividad, colocación de volúmenesimportantes, reducción de costos de produc-ción; en consecuencia, mayores márgenespara los productores enfrentado así los efec-tos de la dolarización.

Una segunda vivencia que queríarescatar es la relacionada con el acom-pañamiento en los Congresos Nacionales delos productores y productoras de Cacao,sobre todo aquel realizado en Portoviejo, enel que se dio origen al nacimiento de laCorporación Nacional de productores yproductoras de Cacao, con la visión deincidir en política pública nacional queresuelva los principales problemas de los ylas productoras de cacao, para lo cual sedefinió consolidar la práctica de tres princi-pios: Compromiso, Lealtad y Confianza,considerando a la familia como el eje prin-cipal y la responsable de ejecutar progra-mas que garanticen la soberanía y seguri-dad alimentaria a través de la diversificaciónproductiva de sus fincas cacaoteras.

Finalmente, una tercera vivencia

tiene que ver con el apoyo estratégico desdeel Directorio del MCCH al proceso de faci-litación del acceso al mercado a los produc-tores y productoras (la AgroexportadoraMaquita, las redes de centros de acopio delcacao, los procesos de capacitación y asisten-cia técnica cumplen con la función de buscar unmejor precio y un mercado estable para laproducción de las familias campesinas).

En el mundo real, desde 1990, estaestrategia de intervención del MCCH, basadaen la vivencia y práctica de los principios de laeconomía solidaria, implica un apoyo a variasasociaciones dedicadas al cultivo de cacao,que para el 2010 ascienden a 9 organizacionesde segundo grado ubicadas en Manabí,Guayas, Los Ríos, Esmeraldas, El Oro yBolívar, que suman 13.162 productores yproductoras de cacao, quienes representanaproximadamente el 5% de la superficienacional dedicada a este cultivo y que hasignificado estar entre los cinco principalesexportadores desde el año 2000.

El ejemplo arrastra y estos 25 años delMCCH, evidencian que es posible contar conun desafío diferente, que actuando y pensandode forma diferente, logramos resultados dife-rentes, definiendo así el camino de laverdadera transformación que necesitamos.

¡Gracias MCCH por entregarnosesas luces!

DIRECTORIO MCCH VOCES

1Edgar Morin, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, United Nations Educational,

Scientific and Cultural Organization (UNESCO), Paris, 1999, pág. 40.

La práctica de laeconomía solidaria,durante los últimos25 años de MCCH,aporta toda laexperiencia construida por laFundación

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Sin lugar a dudas, uno de losgrandes desafíos de las enti-dades ligadas a los temas deldesarrollo, en el norte y en elsur, es lo que ahora se denomina

economía solidaria, una apuesta diferenteque surge como alternativa, en contra de lacorriente mayoritaria de la economía, en unmundo envuelto totalmente por la globa-lización, eminentemente financiera.

Hasta hace más de un par de décadas,los países en general de América Latina,comenzaban a salir de una serie dedictaduras militares, con gobiernos muydebilitados por ese pasado y acosados porlas diversas versiones de los llamados planesde ajuste estructural, impulsados por laInstituciones Financieras Internacionales

(IFIs) y la Organización Mundial de Comercio(OMC), que ahora sabemos no han sido muyexitosas en la lucha contra la pobreza.

En esa delicada coyuntura, de la cual noescapaba Ecuador, entendemos que hannacido una serie de iniciativas, en un princi-pio sociales, que luego, como la vida mismahan ido tomando cuerpo material en las prin-cipales necesidades de la gente, en el ámbitode lo real y lo cotidiano, es decir de laeconomía.

Valoramos mucho que esos gruposhumanos impulsores de esta maravillosainiciativa hayan sido Comunidades Eclesialesde Base, como una expresión viva de la igle-sia de los más vulnerables entre los vulnera-

El desafío de la economía solidaria

AMIGASVOCES

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bles, y en este caso concreto del Sur deQuito, para luego extenderse hacia diversosconfines de la rica geografía ecuatoriana.

Vemos que esa constante lectura viven-cial, singular y simple de la vida, de lasociedad y de la economía, ha dado elsubstrato necesario para ir construyendodistintas iniciativas que a hoy, notamos quehan podido generar importantes cambios enla dimensión local y comunitaria, básica-mente en la manera de acercar productoresrurales y consumidores urbanos, ganandopara todos en dignidad, con un especial énfa-sis en los aspectos organizativos de lascomunidades, tal como dice una de las tantaslecciones de Mons. Leonidas Proaño.

También es digno de destacar el énfasisque se ha tratado de conferir al trabajo en labúsqueda de relaciones más equitativasentre hombre y mujeres, buscando tambiénvislumbrar y explicitar las potencialidadesque pueden tener lo jóvenes como agentesde cambio en su familia, su comunidad y eltrozo de sociedad al que pertenecen.

Desde esos ámbitos quisiéramos enten-der el camino recorrido por la FundaciónMCCH en este primer cuarto de siglo de vidainstitucional, seguramente llena de desafíos,sin embargo estos – los desafíos – parecieraque ahora son mayores aún, ya que elcontexto ha cambiado, Ecuador tiene unaNueva Constitución con un concepto funda-mental muy diferente, que busca el “BuenVivir” ó “Sumak Kausai” para sus habitantes,siendo ahora una gran oportunidad, lo queantes era ir contra el orden legalmenteestablecido.

Consideramos que la senda de laeconomía solidaria, son y sigue llamando adar pasos cercanos, participativos y trans-parentes con la gente y sus organizacionespropias, por lo que deseamos a la FundaciónMCCH los mayores éxitos en este andar,puesto que “al andar se hace camino” comonos enseña Antonio Machado.

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AMIGAS VOCES

La constante lectura vivencial,singular y simple de la vida, dela sociedad y de la economía,ha dado el substrato necesariopara ir construyendo distintasiniciativas que a hoy, notamosque han podido generar importantes cambios en ladimensión local y comunitaria

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ñucanchicmaquicuna

AMIGASVOCES

¡Que suerte es tener las manos abiertas!

Luis HinojozaDirector FEPP

Cuando en 1985 nacíael MCCH en el surde Quito, para unirlas manos de lospequeños produc-

tores de varias provincias, peroespecialmente de Esmeraldas, con las manosde los pequeños consumidores, gente lindaque creía en las comunidades eclesiales debase, nos sentíamos contentos, porquesabíamos que esto era posible y era unanecesidad urgente. Nosotros, como GrupoSocial FEPP habíamos creado CAMARI en1981 buscando dar respuesta a la mismainquietud que se planteaba el MCCH. Otroshubieran dicho: ¡cuidado porque ha aparecidootro espacio de competencia!… Nosotrossentíamos que esa propuesta debía crecerporque muchas aún son las necesidades delos sectores populares que trabajan en laeconomía popular y solidaria. Y desde

aquellos tiempos, las manos delMCCH estuvieron abiertas paraentrelazarlas con las nuestras.

Con gran alegría fuimos viendocomo el MCCH incursionó en la

venta al por mayor de los productoscampesinos, de las artesanías y en la granpropuesta de turismo. Poco a poco, el llama-do a servir a los más pobres, les fue llenandode una riqueza de experiencias, potenciales,relaciones, reconocimientos, personas, técni-cos, estructuras, tiendas, etcétera. Y elMCCH, ha seguido fiel a sus principios,buscando servir a los pobres de mejormanera, con más técnica, calidad, volumen,eficiencia e impacto.

Las manos abiertas le permitieron entre-lazarlas con la RELACC y con todas las orga-nizaciones del Comercio Justo deLatinoamérica y del Mundo. Entre las organi-zaciones de comercio justo ecuatorianas(MCCH, CAMARI, SALINAS Y SINCHISACHA) sus manos siempre han estadoabiertas para que consolidemos propuestasgrandes que han puesto al Ecuador en alto,pero sobre todo, han dado respuesta a lasnecesidades de tantas organizacionescampesinas.

Las manos abiertas le han permitidocrecer rápidamente y llegar a tener unacobertura nacional con cientos de organiza-ciones con los que ha trabajando incansable-mente para desarrollar sus capacidadestécnicas, humanas, profesionales y organiza-tivas, a fin de obtener productos de calidadque dan cuenta del gran cariño puesto en el

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AMIGAS VOCES

trabajo y de la recuperación de la dignidad delas personas.

Sus manos abiertas han permitido quelas nuestras, las del Grupo Social FEPP,puedan ofrecer nuestros servicios. Ir de lamano nos ha posibilitado servir a los sectorespopulares, coordinando acciones concretas,ser parte de consorcios y proyectos, con locual exportamos y participamos en mercadosjuntos; entre MCCH y el GSFEPP cons-truimos proyectos juntos y nos complemen-tamos en el trabajo con muchas organiza-ciones campesinas.

Tal vez, lo más valioso, ha sido unir nues-tras manos con las de Jesús, sentirnosunidos a partir de una misma propuesta deorigen, la vivencia de los valores cristianos enel trabajo intenso de cada día para laconstrucción del Reino de Dios en la Tierra,con una opción preferencial por los pobres, laliberación y el desarrollo integral. Cristo,Resucitado, nos anima a servir siempre coninteligencia, sudor y amor, con alegría, opti-mismo y entrega.

Con el pasar de los años, ¡Qué alegríatan grande ver que en este 2010 el MCCHllega a sus 25, con su tremenda capacidad,su dinamismo y su voluntad de servicio!Desde la mirada un poquito más “antigua”, el

corazón se llena de contento porque haymanos más fuertes, más grandes, másfirmes, más encallecidas y más tiernas, queestán dispuestas a poner lo mejor de la vidapara hacer crecer a otros. Detrás de lasmanos están las personas y en el MCCHhemos visto personas lindas y buenas, quehan crecido en todos los sentidos y que, apartir de grandes experiencias, seguirándando lo mejor de sí. Les animamos a seguiradelante, siempre creciendo en calidad yservicio, en alegría y entrega. ¡Qué suertecontar con sus manos abiertas!

Tal vez, lo más valioso, hasido unir nuestras manos conlas de Jesús, sentirnos unidosa partir de una mismapropuesta de origen, la vivencia de los valores cristianos en el trabajo intenso de cada día

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AMIGASVOCES

CESA y MCCH son dos fundaciones con difer-ente origen e historia, pero que finalmente nosune la profunda convicción de que la realidadde los pobres del campo debe cambiar. Lasacciones que hacemos, son llevadas a la prác-

tica con la participación amplia y activa de los campesinosy campesinas que se organizan para buscar mejores hori-zontes para sus vidas, en medio de limitaciones de carácterestructural no resueltas como el acceso a los recursos tier-ra y agua, principalmente.

Por muchos años, mantuvimos un programa decomercialización de pescado que articulaba a lospescadores artesanales de la península de Santa Elena ya los consumidores de los barrios populares del Sur deQuito, actividad de mucho éxito, pero que tuvo que sersuspendida debido a la crisis de la pesca artesanal provo-cada por los efectos de la indiscriminada actividadpesquera industrial de arrastre que no respeta la franja demar destinada a la pesca artesanal.

Hemos compartido espacios de reflexión sobre lostemas inherentes al desarrollo rural y junto con otrossectores y actores, realizamos contribuciones impor-tantes en las definiciones del modelo económico social ysolidario que hoy se reconoce en nuestra Carta Magna.Las acciones de terreno que impulsamos en el campo dela producción, transformación y comercia-lización asocia-

tivas, en el manejo sustentable de los recursos naturales,en la gestión del agua y en el fortalecimiento de lascapacidades de hombres y mujeres y de las organiza-ciones populares, tienen sentido si, además de los efec-tos esperados, se convierten en experiencias que puedanservir para la definición de políticas públicas locales ynacionales que conlleven al buen vivir rural.

Los retos son cada vez más complejos. Reconocemosque no somos islas, debemos ser más eficientes, realizarserios esfuerzos de coordinación interinstitucional en losterritorios que son imprescindibles con el propósito dedireccionar de mejor manera los esfuerzos técnicos yeconómicos, lo cual, sin duda, provocará un ambiente detrabajo más proactivo, evitará desconciertos en la poblacióny se conseguirán resultados más determinantes en labúsqueda del mejoramiento de las condiciones de vidadentro de una sociedad más equitativa y democrática.

Hoy MCCH está cumpliendo 25 años, por lo queconsideramos nuestro deber expresar nuestra feli-citación asus directivos y trabajadores/as por el amplio y apreciadotrabajo que realizan en favor del desarrollo. Esta conmemo-ración coincide con la alianza CESA-MCCH-Manos Unidasde España, asumiendo un importante reto para apoyar eldesarrollo de comunidades indígenas de las provincias deCotopaxi y Chimborazo, desafío que conlleva un trabajocolectivo que pone en juego la experiencia de las institu-ciones y la capacidad de trabajo conjunto.

La RelaciónCESA-MCCH

Francisco Román V.Vicedirector CESA

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15www. fundmcch . com .ec

POLÍTICAS VOCES

Aplicar el “Ranti Ranti” con la perspectiva de generar empleo

César UmaguingaPrefecto de Cotopaxi

Maquita Cushunchic, no solo fue unapropuesta de respuesta a los interme-diarios, sino una forma cultural demejorar nuestras escuálidaseconomías en un contexto de

inequidades y una ausencia casi total de una ley quediga algo sobre el comercio cultural en las plazas deGuangaje, Zumbahua, Saquisilí, Pujilí, Angamarca,entre otras.

Para hablar del desarrollo económico y social,necesariamente tengo que remitirme a la historia. Amediados del siglo XVIII, la Corona Española recono-ció el derecho de la propiedad de una parte de losantiguos territorios indígenas: no fue una donación,sino una devolución equitativa; ya que las mejorestierras de nuestros abuelos quedaron en manos de locriollos, con títulos nobiliarios a cambio de una falsalealtad a la corona.

Pasaron muchos años para que el estado ecua-toriano reconociera la figura política y algunos dere-chos a las comunidades indígenas. Afirmo esto,porque recién en 1937, durante el gobierno delGeneral Alberto Enríquez Gallo, se dictó la Ley deComunas y algunos derechos a las comunidadesindígenas. Para organizarnos en cooperativas, legal-mente tuvieron que pasar muchos años. Apenas en1967, se dictó el estatuto jurídico de las comu-nidades en el que se hizo constar una disposiciónque facilitaba la transformación de las comunas encooperativas.

Nuestras formas culturales de relacionarnoscon la tierra, van más allá de un simple título depropiedad. Para nosotros, la Pacha Mama es fuentede vida como el agua, el sol, la luna que conjunta-mente con los elementos de la naturaleza, confor-man un todo equilibrado. Nuestras formas de gobier-no, estaban signadas por la equidad, reciprocidad,solidaridad. Considero que Maquita Cushunchic tuvoy posee este espíritu, el mismo de la multiplicaciónde los panes y peces que hizo Jesucristo, porquecuando somos solidarios, la comida alcanza para

todos y hasta sobra. Esta es otra forma de ver laeconomía no para enriquecer a pocos bajo laalcahuetería de las leyes del mercado, de la oferta yla demanda, sino para implementar el Alli Causay ocomo dicen ahora el bien vivir.

La propuesta del comercializando comohermanos tiene trascendencia fundamental en lamedida que el modelo capitalista crea más pobres.Las estadísticas en América Latina señalan que lapobreza es 1.1% en el 2009 y la indígena 0.8%, por locual, el 47.8% de la población vive con menos de dosdólares diarios. Este panorama le da un trascenden-tal sentido a la asociación comunitaria para enfrentarlos problemas de la pobreza e inequidad. EnCotopaxi, la organización MCCH, ha demostradoque la unidad y la organización van de la mano acom-pañando y respetando las formas culturales del RantiRanti con la perspectiva de generar empleo.

Estamos luchando en la misma dirección,porque para nosotros, el desarrollo económico ysocial es un conjunto de prácticas económicas,sociales y, sobre todo, culturales para fortalecer lossistemas locales de producción poniendo como baselas costumbres ancestrales de solidaridad, reciproci-dad y mancomunidad.

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El cantón Santa Ana enManabí lleva el rostro de equidad y solidaridad

Fernando Cedeño ZambranoAlcalde del cantón Santa Ana, provincia Manabí.

POLÍTICASVOCES

Para nuestro cantón, es muy gratocontar desde hace algunos años conel aporte de la Fundación MaquitaCushunchic Comercializando comoHermanos (MCCH). Varias comu-

nidades ubicadas en la parroquia HonoratoVásquez en el sector de Poza Honda y en laSegua de la parroquia La Unión, han recibidosu acompañamiento técnico y financiero.También han surgido nuevos líderes y lideresaslocales.

Durante estos años, se ha fortalecido lacapacidad de gestión de las organizacionescomunitarias del sector, mediante el ejerci-cio de principios y valores, de solidaridad,de equidad y enfoque de género en cadauna de sus actividades.

En la actualidad, podemos apreciarcada vez más, el protagonismo de lasmujeres en la dirigencia de las organiza-ciones, ¡ y la compañera Hilda Murillo es

un ejemplo! Ella dirige la Asociaciónde la Comunidad de La Lagunade Honorato Vásquez y elproyecto de turismo comunitario

Peñascos de Poza Honda, alcual el Gobierno Municipalde Santa Ana el año pasado

dio aportes locales para for-talecer este espacio turístico.

En nuestro territorio,nos han contribuido también

en el ámbito productivo, basándose en unanueva visión del desarrollo. Hay que destacarel establecimiento de la producción de cacaocon carácter orgánico, obteniendo su respecti-va certificación. Esto ha permitido mejorar la

productividad y los ingresos a los/aspequeños/as productores/as. Igualmente,existe un aporte hacia el mejoramiento delambiente, en el manejo de la erosión y la con-taminación de los suelos, al dotar sistemas deriego y agua para el consumo.

Comunidades integradas al MCCH, hanpromovido el comercio asociativo e ingresosfamiliares, eliminando así a intermediarios yfortaleciendo la capacidad y talentos delproductor y productora.

La gestión municipal coincide con la visiónde desarrollo sustentable de Maquita, esta-mos ejecutando un proyecto de reforestacióndel vaso de la represa de Poza Honda enconvenio con el Ministerio del Ambiente;sembramos más de treinta mil chuquines decaña guadúa y veinte mil especies maderables.Además, hemos formado dos cajas de ahorro ycrédito en la Laguna y Mercedes 1 con unfondo semilla.

Nos encontramos con dirigentes capacesy honestos que han sido formados por laFundación, demostrando así que su presenciaen Santa Ana le ha cambiado la vida acompañeros y compañeras que miran a la orga-nización como un camino para combatir lapobreza y la exclusión.

El Gobierno Municipal, en sesiónsolemne, rindió un reconocimiento a MCCHpor su labor ejecutada en nuestro territorio.

Saludos en este aniversario en nombre dela municipalidad y en el mío propio. Lesdeseamos más éxitos y más victorias en suvida institucional.

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INDÍGENAS VOCES

Delía CaguanaDirigenta de la mujer de la Confederación del Movimiento Indígena de Chimborazo COMICH

El poder del servicioes proyecto de vida

Vengo de una familia que vivió la espiri-tualidad indígena, y yo viví con misabuelos hasta cumplir los 14 años deedad. Con ellos, aprendí a habitar yexistir la espiritualidad indígena, pues

le tenían mucho amor a Dios, a la Naturaleza, laFamilia… Ellos me enseñaron el trabajo comuni-tario.

Cuando tuve 16 años, me gustaba formarparte del coro en la Iglesia Católica. Me preparéun año para recibir la comunión y dos años máspara recibir la confirmación y, luego de largapreparación, la comunidad y una misionera france-sa me pidieron que acepte el cargo de catequista

en la comunidad y, desde entonces y durante 2años, he ayudado a la comunidad. En una asam-blea de la Pastoral Indígena en la Parroquia, semanifestó que era importante que me preparamás y me apoyaron para que asista al Centro deFormación Indígena Mons. Leonidas Proaño, paraluego devolver las vivencias a la parroquia y comu-nidades. Al principio tenía mucho miedo porqueno me sentía capaz de aceptar el cargo, porque notenía estudios realizados y me dijeron que dondeyo iba era mejor que estudiar una Universidad yque eso me iba a fortalecer.

Al escuchar el trabajo de Mons. Proaño en laProvincia de Chimborazo y de algunos sacerdotes

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ñucanchicmaquicuna

INDÍGENASVOCES

que han entregado su vida por el pueblo indígena,para mí fue una motivación y un camino de seguir-les los pasos a los grandes líderes y estar al servi-cio de los más necesitados. Siento que Dios estámuy contento de lo que hacemos en favor delpueblo.

Con respecto al trabajo y la iniciativa que hatomado el Movimiento Indígena de Chimborazoentorno hacia ésta ideología que tiene que ver conla colaboración colectiva, de darnos la mano(maquita cushunchic), se logra recuperar y for-talecer el gran espíritu de solidaridad que existíaen tiempos pasados en la gran mayoría de loshabitantes que existían en el país, y que debido alas incidencias de los conquistadores españolesnos sometieron a sus costumbres y pensamientosque no tenían nada que ver con la unión del serhumano.

Se ha querido dividir estableciendo que pormedio de cualquier colaboración estaba el dinerocomo parte de la recompensa al favor realizado,porque si bien sabemos que aún en pueblospequeños todavía no se ha perdido esta cultura,de ser solidarios con nuestros hermanos, y no

queremos que se pierda al contrario, debemosseguir fortaleciendo estos actos que nos mues-tran la verdadera felicidad de vivir en armonía connuestros hermanos, familiares y vecinos. Porqueel dinero no lo es todo en la vida, pero hoy en díapese a que nos liberamos del yugo español nosencontramos sometidos a una política de gobiernoque busca el separatismo de nuestras organiza-ciones con dádivas y coimas, que éstos a la largao corta no son otra cosa más que insultarnos yconsiderar que la gente del pueblo es conformista.

Es por esa razón que el Movimiento Indígenade Chimborazo y el Maquita Cushunchic estátrabajando en dos ejes fundamentales que tienecomo principales fundamentos el Proyecto deDios, donde se respete la fe hacia Dios desdecualquier tipo de religión y el Proyecto de Vidaque tiene que ver con la identidad propia , dondese valore las costumbres y cultura de los pueblos,política propia, fortalecer las organizaciones ygobiernos comunitarios, valorar la justicia propiaiIndígena.

Tampoco queremos ser usados como antesse han acostumbrado en tiempo pasados, porpartidos políticos. Dentro de éste campo quere-mos establecer que el modelo económico serásocial donde el principal objetivo sea buscar elbienestar humano, planificado, ecológico, respon-sable y equitativo pero, sobre todo, comunitario:porque esto es la esencia fundamental del maqui-ta cushunchic el estar unidos porque sólo con launión no nos lograran vencer ni someter a ningu-na posición que no tenga que ver con nuestra libredecisión y el derecho a la vida.

AAggrraaddeecciimmiieennttooss aa::Pachacamac, Dios del pueblo de Tahuantinsuyo.Creador de Abya-Yala y el mundo entero Wiracocha, Dios de toda la existencia,

Eres el único dueño y poderoso sobre losPoderosos que dominan al mundo.

Un agradecimiento a mis compañeros yfamiliares que han hecho posible con su apoyo ycolaboración siga en éste camino de la lucha porla vida.

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“NNoo eexxpplloottaarrááss aall jjoorrnnaalleerroo ppoobbrree eeiinnddiiggeennttee,, ttaannttoo ssii eess uunnoo ddee llooss ttuuyyooss,,ccoommoo ssii ssee ttrraattaa ddee uunn eexxttrraannjjeerroo qquueerreessiiddee eenn ttuu ttiieerrrraa oo eenn ttuu cciiuuddaadd.. LLeeddaarrááss ccaaddaa ddííaa ssuu jjoorrnnaall,, aanntteess ddee llaappuueessttaa ddeell ssooll,, ppuueess eess ppoobbrree yy eessppeerraaiimmppaacciieennttee ssuu ssaallaarriioo”. Dt. 24,14-15

Los Obispos en Sínodo de1971, dicen: “La Acción de lajusticia y la participación enla transformación del mundose presentan claramente

como una dimensión constitutiva delevangelio” (Sínodo la Justicia en elmundo).

La Iglesia siente como deber yderecho el estar presente en el campode la realidad, porque el cristianismodebe evangelizar la totalidad de la exis-tencia humana, incluida la dimensiónpolítica (Puebla 515).

El evangelio es anuncio y esdenuncia: anunciando que este mundo yesta sociedad en la que vivimos nocorresponden a las promesas de Dios.

La Fundación Maquita CushunchicComercializando Como Hermanos(MCCH) está respondiendo al mensajede la Palabra de Dios y a los documen-tos de la Iglesia. Su trabajo con losexplotados y olvidados, campesin@s,desde su espiritualidad, es llevar elmensaje de Jesús a todas las personas,familias, a los pueblos, a las comu-

nidades, a los recintos… A todos esossitios que todavía no le conocen,invitándoles a vivir el compromisobautismal haciendo suyos los valoresdel Reino.

La Lectura de la Palabra de Dioses importante en todas las reuniones,ya que desde esa escucha con elcorazón y la mente abierta, les ayuda aver cuál es la actitud ante la familia yante la organización. Quiere que tod@scompartan la vida de Fe, promoviendoun verdadero espíritu de igualdad, dejusticia y de equidad. La metodologíaque lleva es el VER, JUZGAR y AC-TUAR mediante acciones como lassiguientes:

- Tratando de descubrir la reali-dad sobre la que actúan.

- Diagnosticar sobre esa mismarealidad con la ayuda de las capacita-ciones recibidas, las orientaciones delos dirigentes y fundamentalmente a laluz de la Fe.

- Transformando esa realidadsegún el plan liberador de Dios.

Queremos seguir fortalecidos porla unidad y la solidaridad caminandosiempre juntos, haciendo Reino, a fin deque la justicia llegue a todos.““BBiieennaavveennttuurraaddooss llooss qquuee ttiieenneennhhaammbbrree yy sseedd ddee jjuussttiicciiaa ppoorrqquuee eelllloosssseerráánn ssaacciiaaddooss”” (Mt 5, 6).

Espíritu de igualdad, justicia y equidad

María de Lourdes Marquinéz D.Presentación María / Vinces

www. fundmcch . com .ec

ESPIRITUALIDAD ORGANIZACIÓN

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ESPIRITUALIDADORGANIZACIÓN

MCCH medio para ser más solidario y fraterno

Eugenio ArellanoObispo / Vicario Apostólico de Esmeraldas

Con gran alegría escribo éstas líneas quequieren ser expresión de comunión y soli-daridad con todos/as los/as que conformanla gran familia del MCCH al celebrar sus 25años de aniversario.

En todos estos años de andadura ha crecido encada uno de ustedes una nueva conciencia participativa;ustedes maduraron en la idea de que cada ciudadano estambién responsable por la solución de los problemasnacionales, provinciales o locales y supieron ponergestos e iniciativas concretas que pueden ayudar aresolverlos. Todas vuestras iniciativas, toda la acciónciudadana de MCCH no la hemos nunca entendido comosustitutiva de una acción del Estado o del Gobierno, sino

como complementaria y sobresale en ella con fuerza elcarácter comunitario y vuestra opción por un modelo dered de cooperación de solidaridad.

Quiero resaltar un elemento que me ha parecidomuy original en todos ustedes y es la afirmación y lavaloración del hoy, del tiempo presente. Digo esto porciertas ideas sobre el progreso que tienden a sacrificar elpresente en función de un futuro que se está construyen-do. Y en nombre de este progreso se sacrificanpersonas, familias y pueblos; ustedes han sabido valorarel tiempo presente como espacio de realización y desolución de las dificultades y problemas.

Pero, lo realmente importante en el proceso reco-

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ESPIRITUALIDAD ORGANIZACIÓN

rrido por MCCH a lo largo de estos 25 años ha sido: quejuntos y organizados se dejaron orientar y guiar por labrújula de los principios y valores del Evangelio, es decir,supieron nutrirse de una espiritualidad que les dio luz yfuerza en su caminar.

Entiendo por espiritualidad, esas grandes motiva-ciones, ideas y valores que emanan del Evangelio deJesús, siempre unidos a un accionar en conformidad condichos valores.

El presente y el futuro del MCCH lo veo condi-cionado por su espiritualidad. En el sector de laeconomía popular fácilmente podemos volvernosesclavos de la ley y hasta de la dictadura del merca-do si perdemos de vista la mística que dio origen ala organización.

Es precisamente esta espiritualidad como lasangre que mantiene vivo, sano y fuerte el cuerpo de laorganización y hace que las diferentes iniciativas deeconomía popular sean expresión de solidaridad y frater-nidad y que al mismo tiempo sean el medio privilegiadopara ser más solidarios y fraternos.

Es precisamente a la luz de la espiritualidad quepodemos ubicar los bienes, las ganancias, el trabajo, el

mercado y todo ese mundo en el que nos movemos ensu justa posición en la escala de valores del Evangelio.

De manera, que un desarrollo sustentable alcanza-do mediante el fortalecimiento y la consolidación delcomercio justo y solidario, nos exige a todos y cada unoque seamos hombres y mujeres llenos de espiritualidad.

Esta espiritualidad tiene fuerzas para humanizartodos los procesos purificándolos de todo tipo decompetitividad y reforzando el sistema organizativo.

Somos conscientes que las propuestas neo-liberales refuerzan las grandes empresas y dejan desam-parados a los más débiles y ahora ante ustedes se abrela gran aventura de reforzar el sistema organizativo deMCCH, de concebir nuevas formas de propiedad bajo elcontrol popular que se oponga a los grandes monopoliosprivados de las transnacionales y que no son necesaria-mente estatales.

La lección aprendida a lo largo de estos 25 años esla radicalidad de la dignidad humana y de la solidaridadal mismo tiempo que la eficacia de una fuerte organi-zación en el sector de la economía popular.

Felicitaciones y bendiciones

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INTERNACIONALESVOCES

Este 2010 nos trae el 25 aniversariode MCCH, una organizaciónpionera en Ecuador yLatinoamérica, en la búsqueda decondiciones dignas para el trabajo

de los/as pequeños/as productores/as, en lapromoción del Comercio Justo y la EconomíaSolidaria.

Nacida en marzo de 1985, la Fundación,a través de sus prácticas de comercialización“como Hermanos” y profundamente ligada ala experiencia cristiana de la solidaridad, harecorrido un largo camino.

Desde la primera Comisión de Compras,conformada para adquirir productos deprimera necesidad a precios másconvenientes para las comu-nidades en el sur de Quito, quesufrían la escasez de alimentosy la especulación de losmayoristas con los precios, hansurgido y se han multiplicado las

expresiones de solidaridad, a través de lacomercialización comunitaria, fortaleciendo ydifundiendo estas prácticas.

Como miembro de la Asociación Mundialde Comercio Justo, WFTO (siglas en inglesantes IFAT), desde sus inicios ha participadoaportando su visión y compromiso, transmi-tiendo la fuerza de sus convicciones y llevan-do su voz desde Latinoamérica.

Además de sus emprendimientos en elEcuador, MCCH ha participado activamenteen la creación de la Red Latinoamericana deComercialización Comunitaria (RELACC)y, a través de esta, en numerosos países en

los cuales se está replicando estemodelo de comercialización justa

y solidaria.

En este caminar con lascomunidades de produc-tores/as, MCCH fue

construyendo desde sumetodología de trabajo y los

resultados de sus prácticas, unmodelo que está siendo replicado y

que nos confirma con sus logros, que otraeconomía es posible, que otro mundo

es posible.

Para WFTO LA, de la cual essocia fundadora, es una gran

alegría y orgullo estecumpleaños: recordar sunacimiento y trayectoria nos llenade inspiración.

¡Muchas felicidadescompañeros y compañeras!

Gabriela Frers

MCCH modelo de comercialización justa y solidaria

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www. fundmcch . com .ec 23

INTERNACIONALES VOCES

Decir MCCH, es pensar de inmediato en lasonrisa amplia del Padre GrazianoMason, que con ingenua sinceridad ytransparencia, pero con toda la energíadel universo, nos invita a darnos la

mano, para comercializar como hermanos, donde elprotagonista no es el producto, somos las personas,que no solo producimos, ni solo demandamos, sinoque pensamos, sentimos y aprendemos, a humanizaral perverso mercado.

Es pensar en la imagen frágil y suavecita, perofirme y exigente de la transparencia y honestidad, deMaría Jesús, de quien hemos aprendido mucho, nopor discursos teóricos, sino por ejemplos concretos,de la manera profesional de conducir, de planificar, deenseñar, de convivir, de compartir, de gerenciar, deoptimizar los escasos recursos en la economía, que nopor solidaria, deja de buscar la rentabilidad de losemprendimientos comunitarios y alternativos.

Es pensar en la figura de alumno fiel, convertidoen líder, de Rubén Tapia, acompañando y dando viday seguimiento a los sueños convertidos en proyectos,que en MCCH se proyectaron llevar hacia todos lospaíses de América Latina, y que a esta altura yasomos 18 países los que hemos legalmente constitui-do la Red Latinoamericana de ComercializaciónComunitaria, ¡Nuestra querida RELACC!

Este compromiso visionario de MCCH, hizo queen enero de 1991, convocaran en Quito-Ecuador alPrimer Encuentro Latinoamericano deComercialización Comunitaria, que fue el punto departida, de donde al igual que al sembrador, una partecayó en terreno pedregoso, pero otrascayeron en tierra buena y, aún así, estamoscreciendo y desarrollándonos.

Todavía estamos de la mano con MCCH,

compartiendo en cómo desarrollar el turismo alterna-tivo, en cómo implementar el acopio y la exportacióndel cacao orgánico, en cómo hacer escuela de capac-itaciones, en cómo ser buenas artesanas y buenosartesanos, aprendiendo a cómo construir un mundomejor.

MCCH fue y seguirá siendo fuente deinspiración en Centroamérica: donde cuenta conraíces de 19 años de experiencia, en el firme propósi-to de continuar organizando a las mujeres y a loshombres, para que en una forma colectiva, a la que lellamamos redes de comercialización comunitaria,asumimos para todas las facetas de nuestras vidas,valores y principios que en conjunto, coherente yconscientemente hemos asumido como propios.

Esta es la mística que MCCH y RELACC nos hatrasladado a Centroamérica unida y solidaria – CausaRELACC – y la que nos ha mantenido unidos en obje-tivos, en maneras de hacer la producción, la capa-citación, la transformación, la incidencia, la comercia-lización...

Vayan pues mis alegres y sinceros saludos parala Fundación Maquita Cushunchic ComercializandoComo Hermanos (MCCH): genuino referente paratodo el mundo, en materia de economía solidaria ydentro de ella de comercialización comunitaria.

Que estos 25 años que celebramos en conjunto,se conviertan en el abono orgánico que se dispersapor toda América Latina, para nutrir y fortalecer elterreno donde florecerá un día la paz, la seguridad yla soberanía de los pueblos.

Viva MCCHViva Centroamérica

unida y solidaria-CausaRELACC

Viva RELACC

Remembranzasde Maquita Cushunchic

Zoila Esperanza Rosales Miembro del Directorio de RELACC

Centroamérica

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24ñucanchicmaquicuna

VOCES

uienes trabajamos hace décadas enprocurar mejores condiciones de vidaentre trabajadores del campo y laciudad, promoviendo emprendimientoscomunitarios, cooperativas, asociandoa productores para la producción,

escuchamos como una letanía (en encuentros, reuniones,talleres), que “el problema es la comercialización”, el cue-llo de botella que nos impide avanzar.

Nuestro obispo mártir de la Argentina, EnriqueAngelelli, nos enseñó que “hay que poner un oído en elpueblo y otro en el evangelio” y eso aprendimos e hicimos.

Desde finales de los noventa, empezamos desdevarias organizaciones sociales a tratar de dar respuestas aesta interrogante: ¿cómo lograr una comercialización paraque estos emprendimientos se desarrollaran y crecieranmejorando la calidad de vida de sus miembros?

En estos intentos, muchas veces nos fue bastantemal, nos desalentamos, volvíamos a empezar… Pero nosdimos cuenta que este desafío tenía dos costados: unoético, de sostener el valor de la justicia en el comercio, yaque nuestros compañeros y compañeras saben producir,pero las fuerzas del mercado hacen que sus productos sedesvaloricen para que las cadenas comerciales ganenmás dinero y se enriquezcan a costa de ellos; y, el otro,era tomar el toro por las astas y desarrollar nuestrospropios canales de comercialización, hacernos fuertes,aprender a vender, a gestionar, a distribuir, en definitiva,a apropiarnos de las herramientas con que los otros sevalían para dominarnos.

Así fundamos el Centro de Comercio Solidario en el2003 y descubrimos el movimiento de comercio justo,como el ámbito donde decidimos trabajar e insertarnos.

En esa búsqueda, nos encontramos con dos incan-sables viajeros: Rubén Tapia y el Padre Graziano Mason. Através de ellos, una experiencia que para nosotros comen-zó a ser, y sigue siendo, un espejo donde mirarnos, unmodelo a seguir, una experiencia de donde abrevar, unafamilia con la cual compartir el camino: MaquitaCushunchic y la RELACC.

MCCH, esta genial iniciativa de Graziano, ha tenidoa nuestro entender, esos dos grandes pilares que la hanhecho crecer y desarrollarse con éxito: por un lado, laanimación de las personas, la promoción de su desarrollocomo tales, de sus capacidades, de sus organizaciones,imprimiendo una mística, como dice siempre Graziano,“que es posible”, que los campesinos, los indígenas, losmás pobres puedan vivir en dignidad en la plenitud de suscapacidades, junto a otros, compartiendo en comunidad;y, por otro lado, ser perseverantes y serios en el desarro-llo de las capacidades empresarias, de gestión, comer-ciales, financieras en mano del propio pueblo.

Con una gran visión y generosidad, MCCH ha logra-do contagiar y animar a redes en otros países latinoame-ricanos, poniendo en marcha la RELACC, como tambiénapoyar organizaciones y federaciones a nivel latinoameri-cano y mundial como WFTO-LA.

Los aprendizajes transmitidos desde MCCH, el estí-mulo recibido a través de RELACC, ha sido para nosotrosun faro luminoso, en el bravo mar del mercado capitalista,y nos permite seguir navegando, haciendo vida el evange-lio, en la construcción de una economía solidaria, fraterna,donde las personas y su trabajo tengan dignidad y a travésde él puedan participar plenamente de la Vida, y Vida enabundancia, como Dios manda. (PIPO)

Luis MartínezMiembro Directorio RELACC,

MERCOSUR Solidario

Maquita Cushunchic: un faro que ilumina nuestro caminar

en la economía solidaria

Qu

INTERNACIONALES

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ORGANIZACIONESDE BASE VOCES

Poza Honda: tejiendoredes sociales y solidarias

David Sánchez Ponce y Yenny Cedeño GarcíaPresidente y Secretaria de UNOCPHSA, respectivamente.

Desde el año 2000, MCCH tiene unapresencia permanente de trabajoactivo y solidario con los hombres ymujeres de este sector. Para lasnueve asociaciones que integran la

Unión de Organizaciones Campesinas de la ZonaAlta de Poza Honda (UNOCPHSA), localizadasen las parroquias La Unión y Honorato Vásquezdel cantón Santa Ana en la provincia de Manabí,nos es grato coordinar y ejecutar acciones parafortalecer el espíritu de solidaridad, unión ycomercializar nuestros productos con incidenciaen el sector.

El trabajo que hemos desarrollado permite,mediante el desarrollo socio-organizativo, crearen las familias el interés por permanecer unidos auna red de organizaciones gestoras del desarro-llo local. Hemos fortalecido las vivencias fami-liares y comunitarias, permitiendo ser cada díamejores seres humanos, unidos y comunicativos.

En lo productivo-agrícola, se ha logrado quenuestras fincas sean cada vez más productivas,gracias al rescate, vivencia y práctica, de aquellosconocimientos ancestrales que nuestros abuelospor mucho tiempo desarrollaron como medio deconvivencia del ser humano con la naturaleza.

Mediante la comercialización asociativa, noshemos motivado para comprender día a día este

mundo tan complejo del mercado nacional einternacional de los productos agrícolas, pero nonos referimos a aquel mercado donde se compitecon los tentáculos del mundo globalizado: quevales según tu riqueza material; sino que nosreferimos al comercio justo y solidario que haceque las familias organizadas sean administrado-ras de sus propias empresas comunitarias, comoson los centros de acopio, entes reguladores delos precios.

Otra de las experiencias que nos ha hechocrecer, es la labor en el ámbito del turismo comu-nitario y responsable que ha partido del cambiode actitud y aptitud de las familias campesinasque, desde siempre, hemos sido productores,para convertirnos en gestores de nuestra empre-sa al ofertar servicios a los turistas locales,nacionales y extranjeros.

Es importante mencionar el trabajo y posi-cionamiento de las mujeres en la zona. Pues ellascrearon y lideran la Caja de Ahorro y Crédito “LaSolidaridad de Poza Honda”; así como, la agroin-dustria de Poza Honda.

Por tal motivo, nos sentimos orgullosos/aspor el trabajo que MCCH viene realizando enbeneficio de la sociedad civil organizada, permi-tiendo el mejoramiento de vida de las personascon las que trabaja.

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ORGANIZACIONESDE BASEVOCES

Las Mujeres Indígenas Organizadasdel Cantón Cayambe (URCO-SISA), que significa Flor delPáramo, nacimos desde la CasaCampesina Cayambe. Nuestra

Asociación, como muchas otras, no contabacon alternativas organizativas y productivasque nos permitieran tener esperanza de quesea posible mejorar nuestra situación difícilen el campo.

MCCH, organización que da la mano aquienes creemos en nuestras propiascapacidades, nos facilitó las condiciones y laorientación en el fortalecimiento de nuestrascapacidades para impulsar esos sueños quecon ansias deseábamos que se hicieran rea-lidad. Estos anhelos han venido alcanzán-dose con procesos de formación socio-orga-

nizativa, en manejo de técnicas agrícolas yde transformación de productos de plantasmedicinales y hongos secos.

A esto se le suma la constante y efec-tiva capacitación en administración denuestros proyectos productivos; sobretodo, para garantizar una producción enfunción de la demanda del mercado. Ladiferencia es que cree en la persona y en laorganización como elementos centrales desu accionar al crear riqueza económica,como resultado de un trabajo comunitario ycon fuerte espiritualidad.

URCOSISA, desea que MCCH tengalarga vida para beneficio de los sectoresrurales del país. Creemos en ella porque nosolo son palabras, sino obras ciertas.

“Nos abrió los ojos para mirar al futuro”

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www. fundmcch . com .ec

ORGANIZACIONESDE BASE VOCES

Desde hace cuatro años, nos organizamos yempezamos con la ilusión de vendernuestros productos agrícolas directamentepara no ser aprovechados por los interme-diarios. Por eso nació la idea de unirnos y

luego sacamos la personería jurídica con el nombre deAsociación de Productores y Productoras “NuevaEsperanza” de Mulalillo, con el apoyo de MCCH y quenos acompaña desde el principio. Hoy, somos máspersonas, y siguen acercándose más interesadas enformar parte.

Nos da orgullo la capacidad de entender y valorarque las mujeres pueden ser lideresas y tener cargosimportantes dentro de la organización y la comunidad,aunque esto es difícil porque al inicio no se entiende lalabor de las dirigentas.

De manera organizada, vendemos nuestras horta-lizas en los mercados de Salcedo y Latacunga, dondenos pagan directamente, y así ya nos queda tanto paralas necesidades del hogar como para la inversión. Esotambién se debe a que estamos más capacitados enproducción agrícola, tenemos más asistencia técnica ylos productos salen con buena calidad.

Ahora sabemos cuánto nos cuestan los alimentosque producimos, ¡y ya no estamos para regalar a losintermediarios! Lo mejor es estar organizados para sermás fuertes con los principios el comercio justo: vendera precio y peso justo.

Hemos aprendido sobre la resolución de conflic-tos, sobre cómo hacer gestiones, formular proyectos…Por ejemplo, en este año, logramos como organizaciónla obtención de la línea bifásica en convenio con elGobierno Provincial y la Empresa Eléctrica de Cotopaxipara nuestra planta de papas fritas y barras de cereales.

Ya empezamos a producir, ¡eso también lo hemosconseguido con esfuerzo y lucha de todos y todas!Nuestro aporte fue el terreno y parte de la mano deobra para la construcción, y MCCH nos ayudó en todolo demás. Gracias a esto, hemos aumentando la siem-bra de papas, estamos criando pollos, tenemos huertos,

producimos alimentos con abonos orgánicos, contamoscon asistencia técnica, por eso estamos agradecidosque se preocupen por las mujeres y los hombres delcampo.

En estos meses hemos tenido algunas ventas yeso nos da mucha alegría. Con una mirada hacia elfuturo, queremos que nuestra empresa sea grande yayude a más familias de otras parroquias, que se unanmás los productores y productoras, para hacer fuerza yno dejar que los intermediarios se aprovechen denuestro trabajo.

No es un secreto para nadie lo difícil que esasociarse. Sin embargo, vamos caminando junto aMCCH porque queremos con el tiempo ser empresariosy empresarias en nuestras comunidades. Aspiramos aque nuestro producto llegue a los mercados de la ciudady, si es posible, a mercados internacionales.

Creemos importante reconocer la valentía alcan-zada por las mujeres, porque hemos demostrado quecon la organización y la unión se logra la equidad e igual-dad de oportunidades.

También, albergamos proyecciones y sueños:queremos organizar una feria o contrato para entre-gar directamente nuestro producto.

¡Tenemos laseguridad quelograremos todo lo quenos proponemos!

Pensando en el futuro, realizamos con alianzas nuestros sueños

Testimonios: Rosario Guzmán1, Manuel Pilapaxi y María Tapia

1 Presidenta de la Asociación de Productores y Productoras“Nueva Esperanza” de Mulalillo

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ORGANIZACIONESDE BASEVOCES

En la parroquia Facundo Veladel cantón Guaranda y laprovincia de Bolívar, seencuentra la Asociación deTrabajadores Autónomos “La

Dolorosa”; una organización de primergrado miembro de la CorporaciónUnitaria de Organizaciones Campesinase Indígenas de Facundo Vela (COCIFV).Nuestro objetivo es promover el desa-rrollo comunitario; contamos con unacaja de ahorro y crédito, brindándoleapoyo a los socios y las socias.

La organización, junto a CarlitaEsbeeghen y el Padre Alberto, ha impul-sado la creación de iniciativas producti-vas como la planta de procesamiento demermeladas y panadería, generandoempleo e ingresos a familias depequeños/as productores/as queposeen la materia prima y a laspersonas que laboran en estas iniciati-

vas productivas.

Es así que La CARLITA,empresa de mermeladas con 23

años de funcionamiento, ha surgidogracias al emprendimiento de socios/asy al apoyo de algunas institucionesquienes en su momento brindaron sucontingente.

Como todo proceso de desarrollotenemos nuestras rosas y espinas. Nohay que negar los inconvenientes surgi-dos, sin embargo mujeres y hombres dela Asociación estamos decididos acontinuar el trabajo con esfuerzo de losasociados y el apoyo de las institu-ciones que se han hecho presentes en elsector.

Desde hace algunos años, Maquitaha mantenido relaciones comercialescon nuestra empresa. Y en este cami-nar, no se puede olvidar el apoyo y laguía espiritual de nuestra queridaIngeniera Yolanda Villareal, quienaportó con sus conocimientos desde el93 para que nuestras mermeladasalcanzaran calidad internacional.Estamos seguros y seguras que desdeel cielo nos sigue bendiciendo.

Vivencia y proyección de nuestra experiencia

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HISTÓRICAS MANOS

Desde el año 1995 paséa formar parte de estagran familia, de estegran sueño que cadavez lo vemos más

fuerte y consolidado. Fue en mayocuando leí en el diario que necesita-ban un Asistente para elCoordinador Zonal, el cual, entreotras destrezas, debía tener experi-encia en el manejo de productos provenientes delcampo, en ese entonces, se llamaba Coordinación deProducto Campesino Región Costa. Por tanto, mevincularía como Asistente del Coordinador de ProductoCampesino Región Costa...

¡Bastante largo el nombre del cargo! Pero luegodescubrí que también eran bastantes horas de trabajo loque englobaba. En realidad, era un puesto que en elmedio nunca lo había escuchado, pues yo venía traba-jando en transnacionales como Exofruit dedicada a laexportación de frutas, con la responsabilidad de Jefe dePlanta. Además, fui parte de Nestlé Ecuador, en el áreade exportaciones y en épocas anteriores trabajé paraempresas camaroneras, importadoras, entre otras.

Cuando firmé el contrato, lo hice con un sueldomenor al que ganaba en mi último empleo, con unadiferencia de 100.000 sucres, con la promesa de quedespués de seis meses y, viendo resultados, podríallegar recién a mi aspiración salarial que anoté en mientrevista y prueba de admisión.

En esa época, la Coordinación Zonal estaba acargo de José Santos, junto con Homero Viteri respon-sable del departamento de personal, más el PadreGraziano y la Hermana María Jesús. Ellas fueron laspersonas encargadas de las entrevistas y pruebas. Paraesa época, todos funcionábamos como“Coordinaciones” de Producto Campesino (Costa ySierra), Mujeres, Productos Básicos, etcétera.

Al trabajar durante algún tiempo para empresasque se dedican netamente a tener muchas utilidades, elsistema de ganar todos por igual, el sistema de “ganar-

ganar”, es dificultoso al principio;pero quienes realmente tienen suformación, tienen su moral alta,poseen ya sus bases de educación,de conducta, las mismas queprovienen desde el hogar, se adap-tan y cambian rápidamente hacia unmejor estilo de comercialización.

La lectura de la palabra denuestro Dios siempre antes de cada reunión, los princi-pios que ponemos en práctica quienes pertenecemos aesta gran familia, hace que cada día nos esforcemosmás y apuntemos al logro de un futuro mejor paranuestros/as compañeros/as campesinos/as. Los quenos vinculamos a esta noble institución, sabemos quenuestro objetivo son LOS/AS PRODUCTORES/AS. Elrespeto y la paz que se vive dentro de la Organización,es sin duda el punto determinante que nos motiva paraseguir perteneciendo a ella.

También hemos pasado momento felices y amar-gos, como los logros alcanzados en el 2004 al ser losprimeros exportadores de cacao en Ecuador, pero en el2006 se nos vino la peor crisis que atravesó el MCCH,generada básicamente por malos contratos efectuadosdurante este año por parte de la AgroexportadoraMaquita. Fue, en ese entonces y con este contexto, queasumí el cargo como Gerente de esta empresa socialdedicada a la exportación del cacao proveniente depequeños/as productores/as. Fueron tres años muyduros l llegar a casa, luego de mis labores, me sientocomplacido por haber culminado un día más la meta queme he trazado.y, en mayo de 2009, recién terminamosde entregar las últimas toneladas. Así, se superó el

Pienso en MCCH como parte

César Marcos

y savia de mi vida…

“Al llegar a casa,luego de mis labores,me siento complacidopor haber culminadoun día más la metaque me he trazado”

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juicio que una transnacional nos puso, lo cual nos hubierallevado a la quiebra de la Fundación. Pensamos que estagente vio y sigue viendo a MCCH como una amenaza, yaque a nosotros, los productores, nos venden su producto yestas transnacionales siempre tratan de seguir explotandoa la familia campesina. Por eso, quieren y tratarán deacaparar con todo, pero seguimos aquí presentes, no hanpodido con nosotros, sigue la Agroexportadora viva ydejamos nuestro nombre en alto una vez más. No pudieroncumplir su cometido: callar a MCCH…

Viajando por el tiempo, en mi retina están los buenosmomentos que hemos pasado muchos compañeros, lasconvivencias que se las sentía como una verdadera fiestafamiliar, se las esperaba con alegría, se las vivía con gozo,así como sé que lo sienten nuestros compañeros produc-tores al recibir el bono a la producción-comercialización quelo hemos implantado desde el año 2008. Asimismo, nossentimos complacidos de hacer negocios con empresascomprometidas realmente con los ideales de MCCH,empresas que saben que nuestro cacao ha sido trabajadocon las mejores manos de nuestras compañeras ycompañeros campesinos/as.

Al llegar a casa, luego de mis labores, me sientocomplacido por haber culminado un día más la meta que mehe trazado. Me reencuentro con mi familia que es el pilar demi desempeño, muchas veces me ven tan cansado queprefieren conversar temas que realmente son importantespara el día siguiente.

En varias ocasiones, por el deseo de cumplir, unodescuida cosas de interés dentro de la familia, ellos sonquienes me rodean y me impulsan para salir siempreadelante y cumplir cada día con mis compromisos: la entre-ga de un producto de alta calidad, el cierre de contratos,hacer volúmenes interesantes. Todo esto, con la firme ideay el propósito tanto de servir como de resguardar conprecios al sector más desprotegido, como lo es nuestroagricultor ecuatoriano. Así, entregamos un cacao solidario,entregamos un cacao sin mezclas a las fábricas másexigentes y a quienes reconocen la calidad del grano, puessabemos que es un esfuerzo de todos y cada uno dequienes hacemos y formamos MCCH, quien ha sido unsinónimo de fuerza comunitaria.

Es digno agradecer a las personas que hacen lacabeza principal de la Fundación Maquita CushunchicComercializando Como Hermanos, ellos son quienes handados cambios positivos y respuesta inmediata al másnecesitado. Me refiero al Padre Graziano y a la HermanaMaría Jesús, que en estos 25 años que estamoscumpliendo, es bueno verse reflejado en los espejos quemarcan vuestras vidas, pues sabemos que nosotros que-remos seguir su ejemplo, aspiramos a hacer cada día unciudadano mejor, pretendemos llevar un pan a nuestramesa de manera digna, perseguimos que nuestro MCCHy sus principales actores cumplan 100 años más a cargode esta noble institución, rogamos que DIOS los bendiga,hoy, mañana y siempre, por lograr de manera incondi-cional un Ecuador mejor, un país sin pobreza, un paísorgulloso de su gente.

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HISTÓRICAS MANOS

El trabajo social con comunidades yorganizaciones se convierte en unaexperiencia de vida muy positiva, alpermitir compartir aprendizajes yretroalimentar vivencias que con el

tiempo se convierten en procesos de cre-cimiento y de cambios.

Así, la Fundación MCCH, ha posibilitadocaminar de reto en reto, desde el momentomágico de desarrollar un taller, de construirconocimientos, hasta generar reflexión yencontrarse con mujeres y hombres sabios,que le hacen recordar lo maravilloso de traba-jar con la gente, con los pensamientos,sentimientos y deseos de personas extraordi-narias que creen en la solidaridad, esperanza yla justicia.

El tiempo también ha permitido ver y vivirlos procesos de las comunidades, donde lo quefueron sueños ahora son realidades, lo quefueron utopías ahora son ejemplos de vida demujeres y hombres, que creyeron en la pro-puesta de género, de participación, de espiri-tualidad, de capacitación y son ellos/asquienes ahora lideran la defensa de espaciosde participación democrática y propuestassostenibles.

Recordar las experiencias vividas es moti-vador. Los recorridos por todo el mega diversopaís, su gente, sus paisajes, sus riesgos yalegrías, han contribuido a valorar cadamomento de este trajinar, de ser madre,mujer, compañera y de estar convencida quecada anécdota vivida, cada problema resueltoy cada proyecto, han fortalecido el espíritu, lavalentía y las fuerzas para renovar el compro-miso social.

El camino está iniciado y abierto paraasumir nuevos desafíos institucionales,reconociendo que no existen límites delconocimiento y que es una necesidad latenteel buscar cambios, partiendo de autoevaluarsey valorarse constantemente, de establecermetas desafiantes y de mirar lo que está ennuestro corazón y en las manos trabajadorasde compañeros y compañeras de este caminar.

Tiempos de retos,crecimiento y alegría

Orquídea Chicaiza

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Durante un cuarto de siglo, MCCHha desarrollado diversas activi-dades para mejorar la calidad devida de miles de personas que sehan visto marginadas por las prác-

ticas económicas de los gobiernos de turno.Este gran sueño se ha cristalizado con el apoyo,entrega, mística y dedicación, de hombres ymujeres que trabajan día a día como parte deésta gran familia.

Un protagonista anónimo de este caminares Don Neptalí Pasquel, un hombre que haformado su vida por 20 años con la organizacióny a quien le robamos unos minutos de sus activi-dades, en la procesadora de panela, para cono-cer sus sentimientos con respecto a MCCH.

Con un largo suspiro nos cuenta que, haceveinte años y con una familia, llegó del campo ala ciudad en busca de mejores días…

Mi madre, en ese entonces, vivía aquí en elsur de Quito y me ayudó hablando con el PadreGraziano para ingresar a la organización.

Recuerdo que conversé con él unjueves y el lunes ya estaba trabajando.Fue una gran oportunidad de aprenderporque comencé haciendo cosas queyo nunca las había hecho en el campo.Así empezó mi vinculación. Por eso yodiría que MCCH, me ha permitidocrecer tanto espiritualmente comoeconómicamente ya que he podidollevar el pan de cada día a mi mesa,educar a mis hijos y poner mi granitode arena para progresar juntos.

En este largo caminar, tuveque salir del MCCH en el 2002, unaño muy difícil. Maquita se vio obli-

gada a reducir personal, ahí me tocó salir perogracias a Dios me volvieron a llamar. Desdeentonces sigo trabajando con esfuerzo y entrega.

Uno de los principios con los que más meidentificó por las experiencias vividas cada día enmi trabajo es la equidad, porque aquí los aplicanen la práctica apareciendo la igualdad entremujeres y hombres, proporcionando la oportu-nidad de trabajar en esas condiciones y forjarnosdiariamente el pan de cada día..

Al hablar de los momentos de espiritualidadsus ojos se iluminan y recuerda el siguienteversículo “Entonces, todo lo que ustedesdesearían de los demás, háganlo con ellos: ahí

tienen toda la Biblia”, es de Mateo medice, y es lo que hace

MCCH porque mira alser humano como laparte fundamental. Poresto afirma que los

espacios dedicados aDios en las convivencias y enlos retiros marcaron su vida.

“Porque ahí uno crece comoser humano, además

conoce a los com-pañeros que trabajan

en otras provincias yse fortalece nues-

tra familiaMCCH”.

“He crecido espiritualmente junto a Maquita” Neptalí Pasquel

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HISTÓRICAS MANOS

agradecido

El caminar en el MCCH,desde sus inicios, ha sidoun instrumento organizati-vo social que me ha ayuda-do a unificar espiritualidad

y apostolado, y en este caminar,identifico la presencia de Dios Padrey Madre que está en nosotros cuan-do, nuestro deseo profundo es elbien de los demás a la luz de Jesús Liberador.

Quiero recordar con inmensa gratitud a laspersonas que han dejado su huella en mi vida:

Tuve la suerte de nacer en una familiacampesina de profunda fe en un Dios presente en elcaminar. Aprendí la justicia social en mi familia y prin-cipalmente de mi padre ¡un gran visionario político ycon un sentido profundo de servicio al pueblo! Crecíen un ambiente de austeridad sin que nos faltara lonecesario. Fui libre para ir optando en la vida por loque me dictaba el corazón: aciertos y desaciertos hanmantenido iluminado el camino.

La sencillez de S. Francisco de Asís, su armoníacon todo lo creado, su profetismo evangélico y solidari-dad con los empobrecidos y excluidos de la sociedad,me atrajeron hacia la familia Franciscana Estigmatina,la que me permitió concretar mi opción preferencial porlos pobres. Y así, amanecí un 23 de agosto de 1984,con los primeros rayos del sol, en Quito “luz deAmérica”. En el aeropuerto, tres personas, tres abra-zos quiteños que generosamente se ofrecían a ser mismaestros en esta nueva etapa de vida:

Raíces de familia, mi tía Angelita, en sus 30años de misión en Ecuador;

Paulina, carisma fran-ciscano encarnado en estacultura;

Padre José Carollo,maestro de vida compartidacon los pobres del Sur deQuito.

Los tres, estuvieron cerca para entender yaprender, fue una etapa difícil de aprendizaje y degozoso abrirse a una opción de vida que latía en loprofundo de mi ser.

Poco a poco fui conociendo la “tierra fértil” delas comunidades de base, grupos de mujeres y juve-niles de los barrios del Sur de Quito, trabajada contanta entrega y visión liberadora de varias comu-nidades religiosas, que además de trabajar en equipo,sobre todo, eran amigas y hermanas. Aprendí aunificar fe, vida y evangelización en espacios detrabajo y organización, en un contexto social y políti-co en el que las medidas neoliberales golpeabanduramente a las familias de los sectores en dondevivíamos.

A este terreno preparado por el equipo pastoral,llega el Padre Graziano de su Muisne del alma,

Con el corazón

“Bendito quien confía en el Señor, y pone en Él su confianza: Se parece a un árbol plantado a la orilla del agua, que junto a

la corriente echa sus raíces. (Jr. 17,7)

En gran minga de liberaciónpor la dignidad humana,empezó a fraguarse una experiencia comunitaria organizada, para lograr que elpan se multiplique, poniendoen práctica la voz de Jesús:“denles ustedes de comer”

María Jesús Pérez

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obligado a salir ante las amenazas del gobierno deaquel tiempo, por haber organizado al pueblo en elderecho a la tierra, la producción y la salud.

Fue entonces, que en gran minga de liberaciónpor la dignidad humana, empezó a fraguarse unaexperiencia comunitaria organizada, para lograr queel pan se multiplique, poniendo en práctica la voz deJesús: “denles ustedes de comer” , desde lo quetienen, lo que producen y lo que saben. Así, sintener un proyecto de grandes definiciones estraté-gicas, impulsados por la necesidad de las familias,nace el Comercializando como Hermanos (CCH),para luego construir un puente directo “campo –ciudad”.

Los productos campesinos empezaron a llegarsin intermediación a la mesas de las familias de losBarrios del Sur de Quito. Era un darse las manosentre organizaciones urbano periféricas de Quito yorganizaciones campesinas e indígenas, por eso,nos llamamos “Maquita Cushunchic (démonos lasmanos) Comercializando como Hermanos”. Undarse las manos en solidaridad, ha sido el MCCHdurante estos 25 años.

Manos fraternas de indígenas, mestizos, blan-cos, negros y montubios; mujeres y hombres adul-tos y jóvenes unidos por la soberanía alimentaria,por un mercado justo y el respeto digno al fruto delpropio trabajo… Y en esta cadena de tantas manos,nos posicionamos desde el inicio las mujeres. En1989 formamos la Coordinación de Mujeres, comoespacio para ir dando identidad a nuestro ser demujer, nuestros aportes y capacidades para liderarprocesos organizativos de cambio desde la familia ala sociedad. Aprendimos a valorarnos, a liberarnos

de resentimientos por las exclusiones que hemosvivido, a ir planteando en nuestras familias rela-ciones participativas y más afectivas.

Por otra parte, nuestros productos arte-sanales tuvieron muy buena acogida en el mercadonacional e internacional, lo que también nos ayudómucho para posesionarnos como actoras sociales ygeneradoras de ingreso. Todo contribuyó paraconstruir relaciones de equidad, iniciando desdenosotras mismas y nuestra familia, para que nuestroliderazgo en el MCCH tuviera raíces firmes.

Por todo este caminar organizativo, deequidad entre diferentes generaciones, de género,económico, nacionalidades y culturas, queremos:

Agradecer a Dios porque nos ha conducido yacompañado durante estos 25 años del MCCH,espacio en donde he podido vivir en unidad: fe yvida, trabajo y apostolado, encuentro con Diospresente en el corazón de las personas y en todo locreado.

Agradecer a tantas personas que hemos creí-do, trabajado y amado la organización, dando impul-so a este caminar como Movimiento deSocioeconomía Solidaria.

Vivir intensamente este año celebrativo, conapertura a las nuevas realidades y desafíos: miradaabierta, dispuesta a “dejar”, “a reajustar” y “aproyectar” lineamientos que nos permitan seguirfacilitando, junto a las organizaciones, - actoras desus logros y proyecciones-, un trabajo de impacto,de resultados y de mejora de vida.

Y seguiremos caminando juntos, mujeres yhombres, jóvenes y adultos… de forma organizada,haciendo realidad sueños de vida digna, de rela-ciones solidarias, afectuosas y de respeto a la diver-sidad y a los dones que tenemos cada persona.

Desde los 25 años caminados, con esperanza,¡Nos abrimos a una nueva etapa!

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25 AÑOS

Los 25 años significa la consolidación de un arduo trabajo realizadopor seres humanos que han puesto su esfuerzo, conocimientos, experiencias y pasión, amparados por una mística social nacida del

corazón como el legado que Jesús Liberador nos dejó.

UUNN PPRROOFFUUNNDDOO AAGGRRAADDEECCIIMMIIEENNTTOO AA::

• Comunidades eclesiales de base, grupo de mujeres, jóvenes yagentes de pastoral del sur de Quito, fundadores, que pusieron elgrano de mostaza para germinar lo que hoy es MCCH

• Organizaciones del campo y la ciudad que han sido la savia nuevadel árbol frondoso de la economía solidaria

• Compañeras trabajadoras y trabajadores de MCCH, aportan día adía con su trabajo para la consolidación de un sueño que nació hace25 años y que continuará por muchos años más en beneficio de lasfamilias más necesitadas de nuestro hermoso Ecuador, a todos ellosnuestro sincero y afectuoso reconocimiento

• Instituciones amigas y de Cooperación que han contribuido en lacristalización de nuestros sueños de comercio justo y equidad

¡¡YY sseegguuiimmooss ddáánnddoonnooss llaa mmaannooss!!

MCCH:minga de solidaridad

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