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GRANDES CIPRÍNIDOS: LA REVOLUCIÓN DEL CARP-FISHINGPASADO, PPRESENTE YY FFUTURO

GRANDES CIPRÍNIDOSRepasando la historia de la pesca deportiva vemos que hacetan solo unos años los salmónidos coparon toda la afición,aunque relegando injustamente a una familia tan arraigaday común como la de los ciprínidos... ¿Era justo?

GRANDES CIPRÍNIDOSRepasando la historia de la pesca deportiva vemos que hacetan solo unos años los salmónidos coparon toda la afición,aunque relegando injustamente a una familia tan arraigaday común como la de los ciprínidos... ¿Era justo?

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■ “Coco” nos muestra un magnifico ejemplar de carpa común capturado en Ribarroja.

CARPEROS 2/2/06 14:18 Página 30

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H ace poco más de dosdécadas los salmóni-dos eran la única espe-

cie representativa de la pescadeportiva con caña, sobretodopara los aficionados de inte-rior, los de “secano”, pero ¿Eralo que había? ¿La única alter-nativa válida? ¿O lo que nospermitían?

Mirandohacia atrás

A veces es bueno miraratrás, sobretodo en lo que con-cierne al mundo de la pesca,ya que en este caso y muyespecialmente, cualquier tiem-po pasado, “sí fue mejor”.Recuerdo haber leídoviejas revistaseditadas por elServicio Nacio-nal de Caza yPesca Continental,con formato dyna 3, dondetemporalmente sólo se hablabade salmones y truchas, y rara-mente de lubinas a spinning.

Además, la pesca deporti-va con caña sólo manteníainterés durante los meses que“interesaba”, es decir, cuandola caza entraba en veda yhabía que seguir manteniendoal “pueblo” ocupado con algu-na actividad ociosa. Entoncesla pesca era ideal, sobretodopara reconvertir al cazador,acostumbrado al campo y a lanaturaleza.

El caso es que tradicional-mente la pesca comenzaba enmarzo con la llegada de la pri-mavera, y más concretamenteen la tercera semana coinci-diendo con el día de San José,y se acababa con la llegada

del otoño, mes arriba o abajopero cuando la caza permane-cía en veda. Todo funcionabaasí, y las revistas de la épocaprestaban mucha más atenciónal arte de la cinegética que acualquier otra cosa, llenando yllenando páginas de safariseuropeos por los países delcentro y del norte de Europa opor África... En cuanto a loscontenidos, lo normal eraencontrar 10 o 15 páginas depesca por 65 o 70 de caza. Sehacía algo especial cuando seabría la veda de la trucha ocuando salían los campanus, ytambién podíamos disfrutar dealguna noticia extra cuando

alguien sacabaun lucio de

15 ki losen el embalse de Santillana OEntrepeñas, o una carpa de 20kilos en los embalses de Val-mayor y de nuevo Santillana.Poco más.

Pero lo más curioso es quetodo el mundo se conformaba(al menos de una forma apa-rente), desde los mismos pesca-dores hasta los tenderos de laépoca, involucrando a fabri-cantes y distribuidores. Eracomo si la primavera activaseel sector, como si en unmomento dado se diese el pis-toletazo de salida y todo elmundo esperara pacientemen-te, caña en mano, hasta quelos gobernantes dijesen “YA”.

Muchos años después apa-reció SOLO PESCA, editada y

centrada en una región favore-cida por la naturaleza, puestoque había agua y muchos ríosy embalses donde la aficióndisponía además de muchoskilómetros de litoral, y macha-có y machacó hasta modificaresas viejas costumbres, con-venciendo a viejos y nuevospescadores de que las aguasestán ahí todo el año, lo mismoque los peces, y que la aficióny las técnicas en lugar deestancarse deben mantenerse eincluso evolucionar.

Si lo recuerdan, éramosmuy reiterativos... ¿Por qué alllegar septiembre asturianos,leoneses, gallegos o castella-nos debían guardar sus equi-pos de pesca hasta marzo delpróximo año? ¿Es que en sus

tierras nohabían ciprí-nidos? ¿Por

qué no podíanseguir practican-

do su afición?¿Para quétantos ríos,e m b a l s e s ,

lagunas y canalizaciones? Encuanto a los tenderos ¿Cerra-ban? ¿O vendían torni l loscomo complemento? Y graciasa las ferreterías, pues eran losúnicos que disponían de mate-rial de pesca de actualidad yaque en aquellas fechas nadiese arriesgaba a montar unnegocio que sólo funcionaba 5o 6 meses al año...

Al menos en Cataluña tení-amos suerte ya que se nos indi-caba la zona prohibida con uncartelito que ya resulta caris-mático: “Zona truchera”, quenada tenía que ver con el otro:“Zona de Alta Montaña” y quedefinía una nueva época depesca, normalmente más tardía

LA REVOLUCIÓNDEL CARP-FISHINGPASADO, PRESENTE Y FUTURO

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(de mayo o junio hasta sep-tiembre u octubre, según laszonas y la altura sobre el niveldel mar)

Eso sí, dos metros aguasabajo del cartel de “Zona Tru-chera” se podía pescar durantetodo el año, quedando a crite-rio del pescador el hecho dedevolver los salmónidos alagua en caso de captura acci-dental. Y si no se hacía, ahíestaba la guardería, que res-petábamos hasta con cariño,ya que defendía un bien detodos.

Además disponíamos dezonas libres donde se podíapescar la trucha durante todoel año, como por ejemplo losembalses de Sau y Susqueda ysus afluentes; el río Ter y susafluentes aguas debajo delembalse de la Cellera de Ter, oBoadella y el río Arnera y elmismo Muga aguas abajo dela presa... Eran zonas catalo-gadas, según la ley de vedasde aquella época, como“Zonas de Pesca en RégimenEspecial”.

Pero luego disponíamosde una extensa red fluvial conr íos impor tantes como e lSegre, el Cinca, el Fluvià o elmismo Ebro, por ci tar solounos ejemplos, y embalsescomo e l de Boadel la, SanPons, La Baells, Santa Ana,Ol iana, Riudecanyes, e tc ,(también como ejemplos) don-de poder pescar librementecarpas, barbos, bagras,angui las, luc ios, percas ybass. Y me dejo el litoral y lasespecies marinas y a sus afi-cionados, que no olvido.

Ese era el problema... EnCataluña y Aragón se pescabatodo el año y se consumía todoel año, y si pescábamos todo elaño ¿Por qué no podíamos leertodo el año? Ese fue el motivoque impulsó el nacimiento deSOLO PESCA y el que consi-guió que tuviese una granaceptación en aquellas tierrascastigadas por leyes y costum-bres severas y absurdas.

Sólo un par de años des-pués y en la mayoría de regio-nes, ya se pescaba durantetodo el año, y nos volcamoscon las especies foráneas, vale,pero respetando las autócto-nas, que pasaron por su ciclode recuperación. Sin embargo


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■ Manu libera un buen ejemplar en el Cinca a su paso por Mequinenza.

■ La sujeción de los carpones debe hacerse con valentía y seguridad.

■ En esta zona del río Fluvià no hay carpones, pero tampoco son necesarios para gozar de lo mejor delcarp-fishing.

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nunca dejamos de lado a losciprínidos ni las técnicasempleadas en su pesca, trasla-dando algunas a los escenariosmarinos (la pesca del sargo ala inglesa o de la lubina alcoup) Luego l legaron lasmodas, las nuevas técnicas y larevolución en los equipos depesca, pero sobretodo el carp-fishing...

En los 90 los lucios, bass yluciopercas coparon muchosartículos, portadas y páginas, yla afición creció a un ritmo ver-tiginoso, pidiendo información,nuevas técnicas, materiales.Llegaron muchas empresas y seconsiguió un alto nivel, creán-dose un buen número deimportantes competiciones yhasta la Federación tuvo que

modificar sus reglamentos yadmitir a los centrárquidos yesócidos como especies depor-tivas.

Recuerdo también que enalgunas regiones del interior secomercializaban las bogas, loscachos e incluso el barbo, yque en los 70 el lucio hizo des-tacar y crecer la afición por lapesca a spinning de los depre-

dadores. En los 80 llegó el tur-no del bass; en los 90 domina-ron luciopercas y siluros y en el2000 le tocó, curiosamente, alos ciprínidos...

Después de permanecerdurante muchos años en elmás puro os t racismo, desoportar las más duras veja-ciones físicas (extraccionesilegales de aguas y de gra-


■ Sí, esto también es carp-fishing ¿Lo dudan? ■ Johan Jordi realiza un precebado a base de maíz y pequeñospellets, un trabajo cotidiano.


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vas, cons t rucc ión de miniembalses, canales, etc); des-pués de las continuas e impla-cables agresiones climáticas yde recorrer un largo caminopara conocer la longevidad,los ciprínidos, las grandescarpas, vuelven a copar laactualidad.

El carp-fishingDeben reconocer, por muy

ajenos que sean a su práctica,que el carp-fishing ha revolu-cionado la pesca deportiva derío de tal manera que los ciprí-nidos, considerados antigua-

mente como una familia depeces de “segunda fila”, ten-gan un brutal protagonismodentro de la pesca fluvial.

En efecto, actualmente elcarp-fishing mueve a un grannúmero de aficionados, perosobretodo muchos miles deeuros que hacían falta para

reactivar un poco la economíade un sector que abarca todaclase de servicios. Pero lo másasombroso del caso es que lapráctica de esta técnica aúnsigue creciendo de una formalevemente superior a otras téc-nicas, cuando hace sólo unosaños era a la inversa y en

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■ Una base sencilla pero realmente efectiva; a veces el carp-fishingno es tan complejo...

■ En caso de convulsión, la carpa caería sobre la moqueta y sobre su costado.SOLO

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■ Una carpa deforme... No podemos saber qué tipo de enfermedad oaccidente pudo sufrir al eclosionar o en su infancia.


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según qué regiones hastaimpensable... ¿Por qué noreconocerlo?

Y es que el carp-fishingenamora; ninguna otra técni-ca precisa de un r i tual tancomplejo y a la vez tan com-ple to como és ta; nunca e lestrés fue combatido de formatan eficaz; nadie podía ima-ginar que en solo una sesiónde pesca y aún sin capturas,fueran tantos los que queda-

ran cautivos. Es especial, yentusiasma por sus muchascosas buenas y pocas malas,y porque puede ponerse enpráctica en solitario, en grupoy en familia, y en cualquierparte, sobretodo de formalibre y desinteresada, sin ten-siones, sin prisas, sin preocu-paciones por el paso del tiem-po y sin agobios por la faltade resultados positivos. Y qui-zás sea eso.

Sí, el carp-fishing es la técni-ca más relajante de todas yaque quien la practica jamás sesiente obligado a demostrar,con capturas, su propio nivel,por eso jamás un resultadonegativo ha sido tan positivopara un deportista de la caña...Quizás en este caso no se hayasacado ningún pez, pero símuchas conclusiones, y eso,amigos míos, también es impor-tante y también reconforta.

Por otro lado el carpistaasume sus éxitos con la mismahumildad que la falta de captu-ras, ya que practica una técni-ca caprichosa, capaz deendiosar o de sepultar en solounas horas a quienes preten-dan saberlo todo.

En cuanto a lo malo, desta-co un hecho muy importante yque es precisamente el que másnos condiciona y el que másnos aleja de las prácticas habi-

■ No crean que Javi soltará la carpa desde esa altura, podría ser noci-vo para el pobre pez.

■ Ahora sí, la carpa sigue relajada y en segundos notará la humedady saldrá nadando libremente...



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tuales de cualquier otra afición;se trata de que los carpistasjamás pueden planear unasalida de pesca de la mismaforma que lo hace un pescadorde mosca tras los salmónidos,un pescador de spinning tras elbass o un pescador marítimodesde costa al surf-casting.

Para ellos es fácil decir:“Mañana a las 06:00 horassalimos hacia el coto de Olia-na, a pescar la trucha”; “Elsábado a las 08:00 horas hayque estar ya en Mequinenzapara echar el barco al agua yempezar a pescar el bass en elrecodo que hay frente al Másde la Punta”; “El jueves por latarde nos vemos en la playa deEl Prat y echamos tres o cuatrohoras a la dorada, que estánentrando bien”; “Vámonos aBanyoles a pescar el bass des-de orilla, a superficie”...

El carpista no puede salir ala aventura y decir a un amigo:“Mañana hay que estar a las06:00 horas en la playa delClub Náutico del embalse deBoadella para montar las bate-rías, a ver qué hacemos”. Nitampoco; “El domingo podía-mos salir a probar y ver cómoestán alguno de los recodos delembalse de San Pons”, ymucho menos; “Vamos a inves-tigar un poco y comprobar sien el recodo de Boix, en SantaAna, hay carpones”.

Como pueden imaginar,estas salidas serían catastróficasy solo la casualidad, mezcladacon algo de fortuna, podríanarrojar algún buen resultado,que por otra parte no sería sig-nificativo ni válido para un ver-dadero carpista, ya que paracomprobar realmente comoestán las cosas hace falta reali-zar un constante y duro trabajo,obviando las casualidades. Esla vida del viejo carpista.

Por último, pueden compro-bar que las comparaciones sonduras y hasta trágicas, pero tre-mendamente ciertas, vean sino; un pescador de truchaspuede conseguir sus capturasminutos después de iniciar lasesión de pesca, lo mismo queel pescador de bass o el surf-caster; el carpista, no... Esta-mos condenados a sacrificarmucho tiempo solo para conse-guir tener una mínima posibili-dad, pero eso ya es algo y aun-que solo sea por eso, merece lapena... Hay confianza en unomismo, en los compañeros y enel sistema, así que ya llegaránlos resultados y la hora deresarcirse de cuantas vicisitudesse han vivido a lo largo deinnumerables jornadas, pormás tediosas o exitosas quehayan sido, pues el materialis-mo no existe.

Pero si se fijan, el éxito lle-ga, y además se vive con un


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■ Lo mejor del carp-fishing: Compañerismo, buen humor y diversión. ■ El carpista trabaja sobre seguro y siempre bajoque hacen la diferencia.

■ Una imagen que vale mucho, sobretodo para los carpistas.SOLO

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gran entusiasmo y con unaextremada nobleza. Peroantes de seguir aclaro quepodemos cont inuar con la

carpa como ejemplo fijo, aun-que todo es válido ante nues-tros queridos barbos e inclusoel siluro.

Bien, cuando entra unacarpa de 8, 10 o más kilos, sele dan toda clase de oportuni-dades. Para empezar, ha sido

capturada con un anzuelo demedida acorde, proporcionalal tamaño de la captura, y nocon una popera, y además en


■ El anzuelo está clavado en el labio, como casi siempre. Será sacado con mucho cuidado y de formacertera.

e bajo un clima de paz y humildad que son los


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un alto porcentaje de ocasio-nes ese anzuelo se lo ha clava-do ella misma en un lado de laboca, siempre en los labios, yno en órganos vitales...

Cuando está en la orilla,visiblemente cansada yexhausta, se extrae del aguacon un salabre especial que nodañe sus duras espinas dorsa-les y ventrales, que son susdefensas naturales contra cual-quier agresor. A partir de ahíno se le trata de tú a tu, sinoque se le mira con respeto y semanipula con cariño, y luegose deja reposar sobre un col-chón blando y húmedo, dondees suavemente desanzuelada yprobablemente liberada deparásitos.

Finalmente, los más extre-mistas y preparados, que sonprecisamente los que empeza-ron a pract icar y poner demoda el carp-fishing, curansus heridas con varios tipos deungüentos, pomadas y líqui-dos revitalizantes y desinfec-tantes, tanto para sanarlascomo para evitar dañar lasmucosas y que se le adhieranotro tipo de bacterias de ori-gen terrestre. Todo eso conlle-va un gasto extra que pocasaficiones suelen asumir, y esocontando que por parte de loscarpistas el captura y suelta sepractica de forma rotunda ypor el 100% de los pescado-

res, ya que la máxima es: “Pri-mero el pez, luego, su recuer-do... Y cuanto más entero ymás sano se haya devuelto alagua, mejores fotos y mejoresrecuerdos quedarán”

Por último, incluso para larealización de una fotografía,el carpista tiene en cuenta unaser ie de fac tores de v i ta limportancia, sobretodo paracontinuar salvaguardando laintegridad física de su trofeo,que no-víctima. Pero el primerpeligro llega desde la zonaoculta y segundos después declavarse y de dar el primertirón. Pensando en su vida, elanimal quiere defenderse ybusca obstáculos que le ofrez-can un parapeto, y mientraslucha y se debate puede sufrirmuchas heridas, algunas apa-ratosas y otras anti fotogéni-cas, como la pérdida de esca-mas en los reces con lasrocas, la rotura parcial de susale tas o la f rac tura de susaguijones, etc.

Para evitarlo siempre esbueno no forzar y dejar quecrea que es más fuerte; can-sándola poco a poco en unpaciente e interminable tira yafloja se consigue rebajar suvitalidad lo suficiente comopara plantearse un cambio deestrategia y aprovecharse dela situación, recogiendo deforma potente y seguida hasta


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■ Ricard lucha pacientemente con un carpón. El escenario es idílico.SOLO

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■ Accidente fortuito ajeno a la lucha. El pez se ha caído y descamado, mostrando unaescama fuera de lugar. Producto de una caída, pudo haberse evitado.


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lograr que la carpa ofrezcacierta presión contra el aguagracias a su propia enverga-dura y que por inercia subahacia la superficie. Pero claro,todas las zonas de pesca noson iguales y en unas u otrashay que actuar de formas muyvariadas.

Una vez cansada y en laorilla llega la hora de ensala-

brarla. Nuevamente la expe-r iencia debe serv i r paraactuar de forma segura yrápida.. . Sal ir a buscar lacarpa es una forma de asus-tarla y de activar sus instintosdefensivos. . . No entren alagua s iempre que puedanevi tar lo, y no mues tren susilueta a menos que sea nece-sario. Los modernos salabres

son muy amplios y tienen unmango largo y fuerte, por lotanto hay que saber utilizaresas ventajas para conseguirlas mejores prestaciones.

En definitiva, es la carpa laque debe venir y entrar, exte-nuada, en el salabre, y no elsalabre el que deba buscar a lacarpa ya que cuando es así sesuelen producir ciertas indeci-

siones que acaban por impul-sarnos a cometer algunasimprecisiones, las propias delnerviosismo, y es en esosmomentos cuando se produceun alto número de roturas y dedesgarres...

Ya tenemos el carpón fue-ra del agua y en excelentecondiciones físicas ¿Y su ima-gen? Yo no fotograf iar ía


■ Sin ser experimentados ni haber realizado grandes capturas, estosjóvenes ya nos llevan mucha ventaja... Son los cracks de mañana.

■ Entre los dos no suman 14 años, pero saben muy bien qué debehacer cada uno y el respeto que deben mostrar hacia el pez. Luegojugarán... ¡Son niños!


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jamás un ejemplar sucio, heri-do, deforme, sangrante, cie-go, mutilado o devorado porlos parásitos... A menos quequiera utilizar la fotografíapara algún tema técnico, bio-lógico o científico. Si tiene lamala fortuna de estar entre loscitados, ese ejemplar es libe-

rado rápidamente. Si es per-fecto, se manipulará con sumocuidado, tratando de apoyaro dejar descansar su masacarnosa sobre las manos ybrazos, o sobre los dedosextendidos y las palmas de lamano, incluso contra el abdo-men si es necesario.

Una vez la carpa estéinmovilizada se hace la fotocon el pescador de rodillas oen cuclillas, y siempre sobre lacolchoneta o moqueta dedesenganche, húmeda y lim-pia, pues si hay un brusco saltoy es inevitable que caiga, lohará sobre seguro, y no es lo

mismo que se descuelgue des-de unos centímetros de alturaque desde más de un metro.Tampoco es lo mismo que cai-ga sobre piedra o tierra, quesobre la colchoneta.

Pero antes de cogerla hayque calmarla, tranquilizarla,evitar que sus propias convul-


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■ Rafa se dispone a seguir gozando del carp-fishing, porque este momento es un verdadero gozo. ■ Carpistas en acción, compartiendo una noble

■ Vean qué bonito ejemplar; silueta, tamaño y colorido son excelentes. ■ Una bonita imagen, sin duda, llena de vida y hSOLO

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siones le hagan daños en susvísceras, ya que los peces,sobretodo las piezas grandes,no están preparados para vivirsin la presión del agua (recuer-den la imagen del cachalote oballena aplastada por su pro-pio peso al quedar varada enla playa)

Una vez sobre la moquetade desenganche la carpa debeser mimada al máximo, ymucho más si va a ser retratadaya que va estar fuera del aguaun tiempo extra. No tenganmiedo de que se asfixie, ya queaguanta muy bien el oxígeno;ni tampoco a que se reseque,cosa que pueden contrarrestarechándole agua por encima ycon frecuencia; ni tampoco aque se muera. Aguantará,seguro, la naturaleza la hadotado con el don de la resis-tencia, pero antes de desanzue-larla tápele los ojos con la mis-ma palma de la mano.

Esta comprobado que lafalta repentina de luz, es decir,una ceguera momentánea eimprevista, la deja práctica-mente sedada, con lo cual per-mite trabajar con precisión.Pero ojo porque también lepermite recuperarse, por esohasta que no llega la hora deelevarla para hacer la fotogra-fía, conviene no destaparle losojos y hacerlo con suavidad...Luego, cuando hayan pasadoalgunos minutos ella mismahabrá comprendido que nosomos unos salvajes y que laúnica probabilidad que tienede vivir es “dejarse hacer”para evitar daños. Y no sé quémecanismo les impulsa a mos-trarse dóciles, pero si todas lasmaniobras se hacen correcta-mente, cuando son devueltas alagua se van nadando de formamucho más tranquila y pausa-da. La verdad, sólo les faltamirar hacia atrás.

ConclusionesEste no es un artículo que

pretenda dividir aficiones auna u otra modalidad, ya quesólo he pretendido generalizarincluso cuando he citado laescasa información disponibleaños atrás, y también cuandohe aludido a la aparición deSOLO PESCA y a su parte deculpa en la educación de unanueva generación de pescado-res, sobretodo los que vieron laposibilidad de practicar la pes-ca de depredadores durantetodo el año.

En este artículo el principalprotagonista es la carpa y elcarp-fishing, y el móvil no es

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noble tarea a pesar de las bajas temperaturas.

ida y hasta de arte.


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otro que reconocer su impor-tancia y el nivel de crecimientoy aceptación en esta dura épo-ca (por la sequía, la crisis, con-taminación, etc), así como elalto grado de especializaciónde sus practicantes, perosobretodo, explicar el por quéde esa notable expansión apesar de las muchas dificulta-des, porque es difícil pescarcarpones de la noche a lamañana... Antes, como decía-mos, hay que trabajar mucho yduro, porque como toda cons-trucción que precise

un buen sostén, hay que empe-zarla por los cimientos, y eneste caso el principio sería bus-car zonas acordes y privilegia-das, donde los ciprínidoshayan estado presentes duran-te décadas. Lógicamente, haymucho terreno disponible y enperfectas condiciones para lapráctica intensiva y conseguiréxitos de forma inmediata,pero también hay muchos sitiossin controlar y probablementecon piezas récords, dondehabría que actuar así:

-Hay que intentar saberalgo sobre las especies que

conviven bajo esa masa deagua, averiguando

también de

qué pueden alimentarse unas yotras

-Hay que buscar informa-ción local para saber desdecuando hay ciprínidos

-Hay que estar al día sobreel entorno en general y averi-guar que ni la naturaleza ni elhombre se hayan ensañado conesa zona, mermando caudales,contaminando, desecando, etc

-Hay que buscar una zonaespecífica donde pueda practi-carse la pesca sin estorbos,pensando sobretodo en la inte-gridad del pez y en una recu-peración limpia, sin accidentes

-Hay que tratar de localizarun punto donde pueda insta-larse una especie de campa-mento base, o como mínimo,una o más baterías de cañas

-Hay que elegir el puntopor donde se van a sacar lospeces en e l caso de quepiquen

-Hay que tratar de sabertodo lo posible sobre la calidady la constitución del fondo, y sihay rocas, algas, arena, fan-go, etc

-Se debe realizar un breveanálisis sobre el tramo a cebary el tipo de engodo que se va autilizar

-Hay que montar un equipoacorde a las circunstancias,con accesorios y bajos de líneapropios de un lugar donde nose sabe con certeza qué hay,qué tamaño medio se puedeconseguir ni cuanto tiempo hayque esperar a que los cebadoshagan efecto

-Hay que estar atentos aposibles saltos de peces, a lastípicas burbujas o a la nataciónsuperficial de algunas especies

-Hay que tener paciencia-Hay que tener confianza

en uno mismo y en los propioscompañeros

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■ Hace mucho frío pero no importa; el carpón debe volver al agua dela mejor forma posible, y sin shocks.

■ El pez será liberado desde el saco de retención... Un acto realmen-te deportivo.

■ Carpa parasitada por culpa de la freza y su contacto con las algas...Cuando se recupere y busque la profundidad y realice varios saltos,se auto limpiará.

■ Pobre carpa, vean cómo tiene la boca... ¿Quién mataría a un pezque ha hecho disfrutar a varios carpistas?

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-Hay que saber esperar-Hay que ser posit ivo y

admitir una posible falta depicadas y de capturas, pensan-do en continuar con los prece-bados, los cebados y la pesca,en ésta y sucesivas jornadas(sólo se abandona cuando sehacen varias visitas y los resul-tados siempre son realmentecatastróficos)

Y además...Lo más curioso

del carpista es queadmite con total vehe-mencia que antes de dis-frutar de su afición debe sufrir,aunque siempre no es igual yaque los hay con suerte. Porejemplo, yo. He llegado tarde,pero he llegado de la mano debuenos pescadores; he asimila-do pronto y he aprendidobien, tomando debidanota de todo lo que nome han dicho, y detodo lo que no meha ocurrido,pues el silencioenseña tantocomo fijarse enlo que hacen losdemás o comodejarse llevar por elinstinto, perfeccionando el sen-tido del agua y de la pesca.Además, he tenido la santa for-tuna de contar con una aficiónincreíble pero sobretodo, conun apoyo impagable... Calicó,Grauvell, Salper, Sama, Sert, yun largo etcétera, han puestoen mis manos equipos de pes-ca de calidad contrastada,mientras que mis amigos me

han llevado hasta verdaderosparaísos diciéndome inclusodonde podía instalarme, ydonde lanzar porque ya esta-ba cebado de antemano.

Lanzar y pescar me ha resul-tado más sencillo de lo habitual,pero lo mejor de mí mismo es

que jamás me adjudiqué capturaalguna, reconociendo siempreque los méritos fueron de quienestrabajaron por mí y antes queyo. Pocos años después de miprimera incursión posiblementesea un buen carpista, pero ya no

soy tan buen pesca-dor, entre otras cosasporque para mí es másimportante “estar”, “partici-par” y “ayudar”, que sacar unpescado. Y cuando pesco, sientolo mismo ¡Es la leche!

Para conc lu i r , lo másimportante del carpista o decualquier o t ro pescador

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■


■ Ricard se dispone a soltar una carpa en el río Cinca, cerca de su unión con el Ebro, y lo hace correctamente, con sumo cuidado y delicadeza.

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■ Otro ejemplar convarias heridas recién

producidas.

■ Este carpón se hizo fuerteentre las rocas y luchó porsu vida, aunque se produjo varias heridas.


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deportivo es su propia condi-ción: He llegado de pescar unmarlin azul de 200 kilos enisla Mauricio; un tiburón de300 en Senegal o un tarpónde 100 en las Bi jagos... Ouna herrera de 500 gramos

en el delta del Ebro, un bassde 200 en Mequinenza, unlucio de 5 kilos en Santa Anao una anguila fuera de medi-da en el río Fluvià. Un albur-no a mosca, un sargo a lainglesa con asticot... Todo,

absolutamente todo, tiene suencanto, os lo aseguro, y den-tro del mundo de la pesca,todo se merece un respeto,desde la especie hasta la téc-nica pasando por toda la afi-ción y sus adeptos, que somos

nosotros... Buena pesca, yque saquéis buenas conclu-siones. SP

Texto: Fco. CarriónFotos: Coco, Braulio, Marcos,

Ricard, Bruno y Quico


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■ Una vieja herida que se ha curado perfectamente. Carpa delFluvià.

■ Este pez ha sido clavado varias veces... Vean cómo tiene la boca.Solo pudimos lavar, desinfectar y curar, confiando en que lograría-mos el objetivo.SOLO

PESCA

■ Juan y Rafa comparten una captura sin mirarse y sin hablar, son momentos mágicos y de tensión encubierta...


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repasando la historia de la pesca deportiva vemos que hace ... · de salmones y truchas, y...

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