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PROYECTO “REDES” UNED CURSO ACADEMICO 2014-2015

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Trabajo de investigación sobre el movimiento obrero ante la I Guerra Mundial de los alumnos de Historia Contemporánea II del Grado en Geografía e Historia de la UNED

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PROYECTO “REDES” UNED

CURSO ACADEMICO 2014-2015

- 2 -

EL MOVIMIENTO OBRERO ANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA EVOLUCION DE LOS PARTIDOS SOCIALISTAS DURANTE EL CONFLICTO.

PROFESORES • Don Ángel Herrerín López [email protected] • Don Juan Carlos Rojas Riesco [email protected]

ALUMNOS Y ALUMNAS

• D. Jacob Serrano Donaire [email protected] • Doña Teresa Juana Medrano Dell [email protected] • Don Carlos Raul Vidal Butler [email protected] • Doña Elena Fresnillo Romero [email protected] • Don Jesús María Antolín Sebastián [email protected] • Don Carlos Subils Postigo [email protected] • Don José Ignacio Viñas Lacasa [email protected] • Don Cosmín Sergiu Petricas [email protected]

- 3 -

INFORME FINAL

El 5 de marzo de 2015, dentro del curso académico 2014-15 de la UNED, fue

puesto en marcha el denominado “Proyecto Redes” de la asignatura “Historia

Contemporánea II”. Una vez que los profesores directores del proyecto designaron los

alumnos que formarían el grupo, se procedió a la designación de un coordinador de

alumnos entre ellos mismos a fin de desarrollar el trabajo voluntario asignado, con un

orden y unos objetivos marcados previamente por los mencionados profesores, y

también adquirir una serie de competencias, a saber:

Competencias genéricas o transversales:

A) Instrumentales

• Capacidad de análisis y síntesis.

• Comunicación oral y escrita.

• Habilidades informáticas básicas.

B) Interpersonales

• Capacidad para trabajar en equipo.

C) Sistémicas

• Capacidad para trabajar de forma autónoma.

Competencias específicas:

A) Generales de la Historia

• Proporcionar a los alumnos conocimientos racionales y críticos del devenir de la

historia, relacionándolos con su ámbito cultural.

• Familiarizar a los estudiantes con los procedimientos propios del proceso

investigador en historia y en general en ciencias sociales.

B) Específicas de la materia

• Desarrollo de una conciencia crítica respecto a la relación entre los

acontecimientos y procesos actuales y el pasado. Capacidad de definir temas de

investigación que puedan contribuir al conocimiento y debate historiográficos.

• Conocimiento detallado de un período específico del pasado de la humanidad

Con el objetivo de llevar a cabo el trabajo se estableció dentro del grupo

“REDES movimiento obrero” una serie de hilos de conversación en los cuales se

marcaron por el coordinador unas pautas de trabajo a seguir. Estos hilos fueron:

• Hilo nº 1: “Consultas de funcionamiento”, activo durante todo el plazo

marcado para el desarrollo del trabajo, desde el día 5 de marzo de 2015 hasta el

- 4 -

dia 30 de abril de 2015, el cual era para solo y exclusivamente para preguntar y

resolver todas las dudas al respecto de funcionamiento, estableciéndose dos sub-

divisiones del tema principal, “El movimiento obrero ante la Primera Guerra

Mundial” y “Evolución de los partidos socialistas durante el conflicto”, a fin de

facilitar el trabajo a la hora de confeccionar las preguntas y respuestas y su

posterior elección, con un total de 15 mensajes.

• Hilo nº 2: “Entrega de Preguntas”. Activo desde el día 8 de marzo de 2015

hasta el día 29 de marzo de 2015, este hilo sirvió para que cada alumno

participante entregase sus preguntas con sus correspondientes respuestas a fin de

poder organizarlas; con un total de 36 mensajes. Las preguntas y sus

correspondientes respuestas expuestas de forma individual por los alumnos y

alumnas participantes fueron las siguientes:

o Don Jesús María Antolín Sebastián: “El asesinato de Jaures y el fin de

la Segunda Internacional” y “El PSOE ante la Gran Guerra”.

o Doña Elena Fresnillo Romero: “Oposición entre obrerismo y

nacionalismo: del pacifismo al patriotismo” y “Evolución del Partido

Socialista Alemán (SPD) hasta llegar al Partido Social Democrático

Independiente (USPD)”.

o Doña Teresa Juana Medrano Dell: “Clara Zetken y la Internacional

Socialista de la mujer” y “La propaganda política en tiempos de la Gran

Guerra”.

o Don Jacob Serrano Donaire: “Eduard Bernstein y la traición al

programa de Erfurt” y “Lenin: Realidad sociopolítica de Rusia a

comienzos del siglo XX y el genio político”.

o Don Carlos Subils Postigo: “¿Qué es el austro marxismo?” y “El

asentamiento del socialismo antes del 1914”.

o Don Carlos Raul Vidal Butler: “La conferencia de Zimmerwarld

(1915) y sus repercusiones” y “El movimiento anarquista español desde

el inicio de la Gran Guerra al Trienio Bolchevique”.

o Don José Ignacio Viñas Lacasa: “Las Trade Union durante la Segunda

Internacional” y “Laborismo ingles: idealismo y realidad (1906-1918)”.

o Don Cosmín Sergio Petricas: Sin aportaciones.

• Hilo nº 3: “Debate de las preguntas”, activo desde el día 30 de marzo de 2015

hasta el día 19 de abril de 2015, este hilo sirvió para debatir y elegir en su caso,

- 5 -

por un sencillo método de votación individual mediante sufragio universal, las

preguntas que por mayoría serian las designadas para formar parte del presente

informe y que al final del mismo vienen reseñadas; con un total de 18 mensajes.

• Hilo nº 4: “Elección de las preguntas del informe”, activo desde el día 20 de

abril de 2015 hasta el día 26 de abril de 2015, sirvió para elegir las preguntas y

sus correspondientes respuestas que serian incluidas completas en el presente

informe, y también designar a la persona que lo redactaría. Una vez transcurrido

el plazo de entrega de preguntas seleccionadas por cada uno de los participantes

del grupo, y habiendo dejado un periodo de cortesía de 24 horas, se realizo el

escrutinio para determinar las preguntas y sus correspondientes respuestas que

formaran el cuerpo principal del informe final, con un total de 19 mensajes,

siendo el resultado del mismo el siguiente:

Sub-tema 1 “El movimiento obrero ante la Primera Guerra Mundial”

5 votos: ANTOLIN SEBASTIAN, J. El asesinato de Jaures y el fin de la Segunda

Internacional.

3 votos: SERRANO DONAIRE, J. Eduard Berstein y la traición al programa de

Erfurt.

2 votos: VIÑAS LACASA, J. Las “Trade Union” durante la Segunda Internacional.

2 votos: SUBILS POSTIGO, C. El asentamiento del socialismo antes del 1914.

Sin votos: FRESNILLO ROMERO, E. Oposición entre obrerismo y nacionalismo: del

pacifismo al patriotismo.

Sin votos: MEDRANO DELL, T. Clara Zetken y la Internacional Socialista de la

mujer.

Sin votos: “SUBILS POSTIGO, C. ¿Qué es el austromarxismo?

Sub-tema 2 “Evolución de los partidos socialistas durante el conflicto”

4 votos: VIÑAS LACASA, J. Laborismo ingles: idealismo y realidad (1906-1918).

3 votos: VIDAL BUTLER, C. El movimiento anarquista español desde el inicio de la

Gran Guerra al Trienio bolchevique.

3 votos: VIDAL BUTLER, C. La conferencia de Zimmerwalrd (1915) y sus

repercusiones.

1 voto: FRESNILLO ROMERO, E. Evolución del Partido Socialista Alemán (SPD)

hasta llegar al Partido Social Democrático Independiente (USPD).

1 voto: SERRANO DONAIRE, J. Lenin: realidad sociopolítica de Rusia a comienzos

del siglo XX y el genio político.

- 6 -

Sin votos: ANTOLIN SEBASTIAN, J. El PSOE ante la Gran Guerra.

Sin votos: MEDRANO DELL, T. La propaganda política en tiempos de la Gran

Guerra.

En base a lo anterior y vistos los resultados, las preguntas y respuestas que

formaran el informe final serán las siguientes:

1. -ANTOLIN SEBASTIAN, J. El asesinato de Jaures y el fin de la Segunda

Internacional.

2. -SERRANO DONAIRE, J. Eduard Berstein y la traición al programa de Erfurt.

3. VIÑAS LACASA, J. Laborismo ingles: idealismo y realidad (1906-1918).

4. -VIDAL BUTLER, C. El movimiento anarquista español desde el inicio de la

Gran Guerra al Trienio bolchevique.

• Hilo nº 5: “Comentarios del informe a entregar”: Visto que el plazo limite

marcado para tener activo el hilo nº 4 era excesivo, dado lo avanzado del trabajo

y la unanimidad de criterios, se procedió a abrir el hilo nº 5 el día 22 de abril de

2015, a fin de disponer de mas tiempo para que todos los alumnos y alumnas

dispongan de un más amplio margen a fin de enmendar, corregir y aprobar en su

caso, el informe final a entregar, estando activo hasta el día 27 de abril de 2015,

con un total de 15 mensajes.

• Hilo nº 6: “Entrega del informe final”: Una vez aprobado el informe por parte

de todos los alumnos y alumnas del grupo, se procedió a la entrega del informe

el día 28 de abril de 2015, con un total de 1 mensajes.

UNED. 28 de Abril de 2015.-

- 7 -

PARTICIPACION DE ALUMNOS Y ALUMNAS

FOROS DE TRABAJO PLATAFORMA ALF

REDES “GRUPO MOVIMIENTO OBRERO

Don Jacob Serrano Donaire

Doña Teresa Juana Medrano Dell

- 8 -

Don Carlos Raul Vidal Vidal Butler

Doña Elena Fresnillo Romero

- 9 -

Don Jesús María Antolín Sebastián

Don Cosmín Sergio Petricas (Sin aportación)

- 10 -

Don Carlos Subils Postigo

- 11 -

Don José Ignacio Viñas Lacasa

- 12 -

- 13 -

EL ASESINATO DE JAURÈS Y EL FIN DE LA SEGUNDA INTERNACIONAL

- 14 -

Pour quoi ont-ils tué Jaurès? tituló Jacques Brel su canción dedicada al líder

socialista francés asesinado el 31 de Julio de 1914. Esa noche, en el Café Croissant de

París, muy cerca de la sede del periódico L`Humanité que él mismo fundara en 1904 y

del que seguía siendo director, discutía junto a sus colaboradores el editorial del día en

el que pensaba lanzar un encendido llamamiento en contra de la guerra en ciernes. Un

exaltado joven nacionalista, Raoul Villain, un “nacionalista idiota” según Kautsky,

descerrajó dos tiros sobre “el más grande de los hombres de la Tercera República”

Trotsky dixit. Jaurès fue el “primer muerto, caído por delante de los ejércitos”(Max

Gallo).

Hasta el último momento, Jaurès peleó para impedir la catástrofe. Por su

impulso, la IS había celebrado una reunión en Bruselas, dos días antes, en la que se

convocó un Congreso para el 9 de Agosto con el objeto de que la alianza de los obreros

de Europa impidiera la guerra. Esa misma tarde del 31 de Julio, en la Cámara, clamó

por evitarla: ”Hay que seguir negociando… La Francia de la República arrastrada por

los mujiks contra la Alemania de la reforma ¿va a permitir esto?” Pero ya era demasiado

tarde. Como señala el historiador Jean-Jacques Becker, el error de los dirigentes de la

izquierda europea fue creer “que la crisis iba a ser suficientemente larga para permitir a

los pueblos, y en especial a los socialistas, movilizarse contra la guerra”.

Para Trotsky, su asesinato no fue fruto de la casualidad, sino “el último eslabón

de una campaña de odio, mentiras y calumnias que orquestaban sus enemigos”. Jaurès

siempre fustigó el imperialismo (también el francés) y defendía la reconciliación

francoalemana. Pacifista convencido, abraza la consigna de la huelga general en caso de

guerra, reafirmada en el Congreso Extraordinario de Basilea de 1912 sobre un único

punto: La situación internacional y la acción contra la guerra, que supuso una imponente

manifestación por la paz en la que los 555 delegados advierten a los gobiernos de que

no podrían desencadenar la guerra sin riesgo para ellos mismos. Allí, Jaurès electriza a

la multitud: “el pensamiento de la paz llena todas las cabezas, y si los gobiernos están

indecisos y dudan, debemos poner en marcha la acción proletaria”.

Con todo, cabe preguntarse por la actitud de este líder socialista y entusiasta

defensor de la República, enfrentado al dilema de tantos otros correligionarios una vez

iniciadas las hostilidades. Para E. Labrousse, de la Société d´etudes jauresiennes,

hubiera apoyado a la Unión Sacrée. Lo mismo piensa Azorín en un artículo del 30-9-

1915 en ABC, en el que recuerda su libro La nación armada y dice que Jaurès se habría

- 15 -

felicitado de ver a un pueblo entero luchando por la independencia nacional y “¡aun

hubiera ayudado a la gran obra de liberación!”.

Jean Jaurès fue un socialista, pero también un republicano y un pacifista; era un

humanista. Su personalidad política conjugaba el espíritu progresista de la burguesía

francesa heredera de la revolución de 1789 con la defensa de los obreros .En la década

final del XIX comprendió que la República, por la que tanto había luchado, degeneraba

en un sistema político dominado por financieros y politicastros sin escrúpulos .Abrazó

el socialismo como lógica consecuencia de su visceral rechazo a toda injusticia y tras su

implicación en la defensa de los mineros de Carmaux en la huelga de 1893 (año en que

fue elegido diputado por dicha circunscripción en la candidatura socialista). Siempre

alzó su tronante voz contra toda tropelía, como en el famoso affaire Dreyfus, en que se

enfrentó a Guesde porque éste veía en aquél “un burgués”, que no merecía ser

defendido por los socialistas. Creía que centrarse sólo en la lucha de clases resultaba

estéril y su máxima era “perseguir el ideal y comprender lo real”.

Fernando Álvarez Uría dice de él que no fue un intelectual académico (pese a su

condición de profesor universitario de Filosofía) sino un hombre de acción, gran orador

y gran periodista. Defensor de la escuela pública y la laicidad, como parlamentario

luchó por mejorar las condiciones de trabajo de los proletarios a la vez que defendió la

vía republicana y democrática hacia el socialismo. Para Jaurès, cualquier atentado

contra la dignidad humana debía ser una causa del proletariado.

En el tenso debate que oponía al internacionalismo como garante de la paz frente

al socialpatriotismo de adhesión nacionalista, su síntesis acuñó esta obscura máxima:

“un poco de internacionalismo te aleja de la patria, pero un poco más te acerca”.

Su ardoroso pacifismo provocó la inquina de los sectores más chovinistas y

conservadores y al final le costó la vida. A tan execrable crimen se añadió en 1919 la

ignominia de una sentencia absolutoria para su asesino y ¡la condena en costas para la

viuda de Jaurès! en medio de la euforia nacionalista tras la victoria frente a Alemania.

Anatole France afirmó:”esta monstruosidad jurídica sentenciaba que el

asesinato de Jaurès no había sido un crimen”. O como dijo Lucano en la antigua Roma:

”lo que fue pecado de muchos queda sin castigo”. Ironías del destino: Raoul Villain

acabaría fusilado en Ibiza por milicianos españoles en Septiembre del 36 acusado de

espía de los fascistas.

Su asesinato, sin ser un factor decisivo para la guerra, sí allanó el camino para su

estallido. Su desaparición eliminó la resistencia de la izquierda francesa a la guerra y

- 16 -

dio vía libre a la Unión Sagrada. Las Uniones Sagradas, las unanimidades patrióticas, se

extendieron por toda Europa y eso significó el mayor de los fracasos del movimiento

obrero y el fin de la Segunda Internacional. Su muerte simboliza el fracaso del

internacionalismo socialista que se mostró crudamente cuando los socialistas franceses-

como los alemanes- se integraron en grandes coaliciones nacionales para combatir

unidas por la patria.

Con todo, el horror de la Gran Guerra terminó por situar a Jaurès en la Historia.

Unos años y diez millones de muertos después, en Francia hubo un enorme sentimiento

de culpa colectivo que se manifestó en que se le dedicaran a este gigante de la

Humanidad multitud de espacios públicos, desde calles o plazas hasta estaciones de

metro y hasta la bella y triste canción de Brel: “¿Por qué han matado a Jaurès?”.

BIBLIOGRAFÍA:

-ABENNDROTH W., Historia social del movimiento obrero europeo. Revolta Global.

-ALVAREZ URIA, FERNANDO. Cuartopoder.es. 19-08-2014.

Formación, 1972.

-COLL, JOAQUIM. Jean Jaurès : asesinato sin crimen. El Periódico. 31-07-2014.

-FORCADELL ALVAREZ, CARLOS. La Segunda Internacional. .Historia 16. Siglo

XX. Historia Universal 2. Madrid 1983.

-MONTAGUT, EDUARDO. Nueva Tribuna.es. Julio-2014.

-DE RAMON, JUAN CLAUDIO. ¿Por qué han matado a Jean Jaurès? El País. 31-07-

2014.

-TROTSKY, LEON. Jean Jaurès .Marxists Internet Archive 2001.

-V.V.A.A. Historia Contemporánea (1914-1989). Madrid, Editorial Universitaria

Ramón Areces, 2014.

- 17 -

EDUARD BERNSTEIN Y LA TRAICIÓN AL PROGRAMA DE ERFURT

- 18 -

Con el título de la pregunta se pretende hacer referencia a la influencia - en la

medida que esté determinada - que las tesis revisionistas del político alemán Eduard

Bernstein, “padre” del revisionismo de la teoría marxista, tuvieron en la posición que

adoptó la mayoría del Partido Socialdemócrata de Alemania respecto a la I Guerra Mundial.

Se trata de un tema complejo en cuanto a que es necesario delimitar que peso tuvieron estas

posiciones, o mejor dicho, en qué medida el revisionismo fue “calando” en las estructuras

de un partido fuertemente organizado y plenamente constituido; lo que se escapa a la

extensión del “artículo” que nos ocupa. Centraremos la atención en las tesis expuestas por

Bernstein respecto al estado y la inevitable influencia que éstas tuvieron respecto a las

posiciones internacionalistas del movimiento obrero, defendidas en mayor grado por la I

Internacional y durante la II Internacional en el Congreso de Stuttgart de 1907, en el que se

adoptan una serie de resoluciones sobre la posición que los partidos obreros debían adoptar

ante un conflicto bélico que se hacía inevitable ya por aquel entonces.

La historia de la socialdemocracia alemana es portadora desde el mismo momento

de su nacimiento del “virus” de la discordia. No debemos otorgar a este concepto de “virus”

un significado peyorativo, sino que nos referimos al hecho de que desde la constitución del

Partido Socialdemócrata de Alemania en el famoso Congreso de Gotha de 1875 se

apreciaban ya dos posturas diferenciadas respecto al carácter que el movimiento obrero -

constituido en partido y sindicato desde ese momento - debía adoptar. En ese momento las

posturas se encuadraban en los estatistas seguidores de Ferdinand Lasalle, y los

“genuinamente” revolucionarios, de tendencia marxista, Wilhelm Liebknecht y August

Bebel.

Las resoluciones de este congreso, que tan poco gustaron al mismísimo Karl Marx,

que gestó en torno a este acontecimiento su texto Crítica al programa de Gotha, - se trataba

en un principio de un texto de carácter reservado, destinado a unos pocos dirigentes obreros

alemanes - fueron modificadas en 1891 en el Congreso de Erfurt. Dicho congreso, que

contó con el beneplácito de un anciano Engels, modificó algunas de las disposiciones de

1875, que para muchos socialdemócratas se alejaban del objetivo último del movimiento

obrero: la destrucción del estado burgués y la supresión del modo de producción capitalista

para acabar con el antagonismo de clases. Nos interesa respecto al tema que estamos

abordando la resolución que en este congreso se tomó respecto al asunto del

internacionalismo obrero. De manera sintética, podemos decir, que en esta resolución el

Partido Socialdemócrata defiende la unión de la clase obrera a nivel internacional,

entendida ésta en un contexto de creciente mundialización de la economía en la cual se

- 19 -

hacen más patentes los antagonismos de clases, entre los propietarios de los medios de

producción y el proletariado. Se debe por tanto anteponer este conflicto - “lucha de clases” -

a cualquier otro tipo de conflicto de índole internacional, es decir entre estados, pues no

responden a la lucha que el movimiento obrero debe desarrollar en busca del socialismo.

Bersntein, con sus artículos publicados entre 1886 y 1889 en la revista Die Neu Zeit

dirigida por el también político socialdemócrata alemán y teórico marxista Karl Kautsky, -

Los problemas del socialismo - comienza a exponer sus tesis, que serán posteriormente

elaboradas más a fondo en su obra de 1899 Las premisas del socialismo y las tareas de la

socialdemocracia. Se trata de una profunda revisión del marxismo, que sin renegar del

mismo, socava gran parte de los fundamentos que hasta ese momento habían dirigido una

parte importante de la producción teórica de la socialdemocracia alemana. Bernstein deja de

ver la revolución como el único medio mediante el cual se puede alcanzar el socialismo. Se

puede conseguir la emancipación de la clase obrera mediante la conquista parlamentaria, y a

partir de ahí, promulgar sucesivas reformas que conduzcan hacia ese objetivo; para

Bersntein lo importante es el proceso, no el fin en sí mismo. Se debe prestar atención al

contexto político y económico en el que Bernstein desarrolla su teoría; sin extendernos

diremos que se trata de un período de cierto aperturismo político que repercute en la

posición de los partidos obreros de Alemania y de cierto crecimiento económico. La vía

reformista lleva a la negación de la visión tradicional del Estado planteada por el marxismo

- el Estado entendido como el marco organizativo político que permitiría a la burguesía

ejercer su dominación sobre la clase trabajadora –. Según Bernstein no sería entendido este

como un Estado opresor, sino que se trataría del marco sociopolítico en el cual la clase

obrera competiría por conseguir mejoras en su situación económica - y por consiguiente

política y social - de manera pacífica.

Esta nueva visión del Estado tiene una repercusión muy importante en la postura

que un partido obrero que se digne a aceptarla adopte respecto al internacionalismo

anteriormente descrito – resolución del Programa de Erfurt al respecto -. Se crea de esta

manera una especie de “nacionalismo socialista” en el cual los obreros ya no sienten esa

alineación son los obreros de los otros países - aunque debemos apuntar que Bernstein trató

de conciliar esta contradicción -. Los obreros se sienten partícipes de este modo en el

proyecto de estado, lo que les conducirá sin temor a quebrantar su “lucha por la

emancipación” al participar en conflictos que realmente se escaparían a sus intereses de

clases - visto esto desde el punto de vista de la teoría marxista-. La I Guerra Mundial es

explicada, en cuanto a una de sus principales causas, como una confrontación entre

potencias imperialistas, que no es otra cosa que un conflicto entre estados que intentan

- 20 -

acrecentar su comercio mediante el expansionismo colonial y que entran en disputa con

contrarios que poseen los mismos objetivos, pero lo que es más importante, no deja de ser

una confrontación entre Estados, y analizando más a fondo el asunto, se trata de un

conflicto en el que la competitividad del imperialismo capitalista juega un papel

fundamental en sus causas y desarrollo. Por lo tanto la clase obrera alemana, siguiendo

estos preceptos debe luchar por la conservación de ese Estado que ya no sería un estado

meramente burgués, sino que se trataría de un estado en el que la clase obrera a través de

una serie de sucesivas reformas conseguiría su emancipación y la consolidación del futuro

estado socialista. Lejos quedaría la proclama lanzada por Marx y Engels en 1848 en su

Manifiesto Comunista de “Trabajadores del mundo, uníos”, símbolo del internacionalismo

obrero.

Cierto es que las tesis de Bernstein fueron rechazadas en los congresos de Stuttgart

de 1898 y de Lübeck de 1901. Pero nos ha parecido interesante poner de relieve la

implicación que estas posturas adquirieron en el marco teórico del Partido Sicialdemócrata

Alemán y que llevaron a que en su gran mayoría votaran a favor del presupuesto de guerra

al comienzo de la contienda.

BIBLIOGRAFIA

-BERSTEIN, E, Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia.

Problemas del socialismo. El revisionismo en la socialdemocracia, Madrid, Siglo XXI,

1982.

-GOMEZ LLORENTE, L, Apuntes sobre el movimiento obrero, Madrid, UGT/Escuela

“Julián Besteiro”, 1992.

-LARIO, A: Historia Contemporánea Universal, Madrid, Alianza, 2010.

-LUXEMBURGO, R: Reforma o Revolución, Madrid, Akal, 1978.

-V.V.A.A., Historia Contemporánea (1914-1989), Madrid, Editorial Universitaria Ramón

Areces, 2014.

- 21 -

LABORISMO INGLES: IDEALISMO Y REALIDAD (1906-1918)

- 22 -

El Partido Laborista nació como una personificación formal de una alianza entre

intelectuales de izquierda y el movimiento “Trade-Unionista”. Lo ayudó al éxito de la

unión fue el hecho de que el impulso fundamental de los socialistas tuvo que ser ético

más que económico. El laborismo británico no debe de confundirse con los demás

partidos socialistas del mundo, sino que ha de entenderse dentro del ambiente que le es

propio: el movimiento obrero y sindicalista inglés, en el primer país que se enfrenta con

problemas sociales y económicos, junto a los problemas políticos nacidos de la

revolución industrial, por ello el laborismo es un producto típicamente británico ,en una

coalición de fuerzas dispares que han podido ir desde personas sofisticadas a

extremistas marxistas, junto a posiciones religiosas, pero en el cual el espíritu de

compromiso y realismo ha prevalecido, siendo la consecuencia del proceso de lucha que

ha llevado a cabo, durante todo el siglo XIX y parte del XX, la clase obrera inglesa y un

grupo de intelectuales socialistas por implantar el ideario socialista, no marxista, que

permitiera transformar aquella sociedad nacida de la Revolución Industrial.

El descontento que sentía una parte de la población británica por su situación

laboral, política y social, motivó su intervención y participación en la política activa del

país. El Partido Laborista asumió estas formas de expresión popular con la intención de

hallar una solución. Pero en sus primeros momentos, se encontró con un grave

problema: no había una jefatura política única ni un principio ideológico único que

constituyera una base sólida para su total implantación y crecimiento en el país.

A partir de la década de los 90, se va a producir en Gran Bretaña un fuerte

impulso en el seno del movimiento obrero, para lograr que en el nuevo siglo XX se

logre la formación y consolidación del Partido Laborista. En 1890 se había formado la

“Labour Electoral Association” con el fin de preparar y organizar los manifiestos

electorales de los candidatos obreros que fueran atrayentes al electorado y que sirvieran

para conseguir un mayor número de votos. Pero los diferentes puntos de visión, las

dificultades de organización y la falta de ideas concretas dificultaban el camino a seguir.

La evolución en cuanto numero de afiliados manifiesta un marcado carácter

exponencial a lo largo del tiempo entre los años 1900 y 1906, momento a partir del cual

el numero de afiliados va aumentando de forma constante a lo largo del segundo y

tercer lustro del siglo XX, sufriendo un acusado descenso al comienzo de la Gran

Guerra, pero que en 1918 apenas se había notado tal, por haberse doblado en numero de

afiliados en 1918, según se puede apreciar en la siguiente tabla:

- 23 -

PARTIDO LABORISTA INGLES

Numero de afiliados Año

375.931 1900

998.338 1906

1.158.565 1908

1.430.539 1910

1.895.498 1912

1.612.147 1914

2.219.764 1916

3.013.129 1918

El Partido Laborista en 1906 era una coalición de comunidades y sociedades

socialistas junto a las “Trade Unions”. Esta característica se reflejará en el Partido

Laborista Parlamentario, donde de los 30 miembros tan sólo 18 eran plenamente

socialistas. A partir de finales del siglo XIX, el revisionismo acentuó la moderación del

laborismo británico, renunciando a la perspectiva de una revolución proletaria y

permitiendo que en la Primera Guerra Mundial se comportara como un partido más en

apoyo del esfuerzo bélico, exigiendo únicamente mayor justicia social o mejoras en las

condiciones laborales, al entender que la estrategia de apoyar al estado haría que pudiera

influirse en él en beneficio de la clase trabajadora.

La primera guerra mundial provocó una táctica nueva en el Partido. El

historiador inglés Pelling escribe: “En 1914 el laborismo había consolidado su

influencia en ciudades y áreas industriales. El ascenso en el número de diputados hacía

posible que en las elecciones próximas se pudieran conseguir 100 o más asientos, con lo

que definitivamente el acercamiento con los liberales podía ser cosa del pasado. Pero al

mismo tiempo, ante el papel que representaba el Partido Laborista en el sistema político

inglés, se vio la necesidad de realizar un examen de conciencia interior que diera lugar a

debates internos que corrigieran todos los fallos y errores heredados del pasado,

presentando ante el electorado y el país un nueva imagen de unidad. Este será el motivo

primordial de las grandes reformas realizadas en 1918”.

Los partidos socialistas que aún no se habían convertido en los grandes partidos

de masas, legales desde hacía mucho tiempo, siguieron, en general, enemigos de la

- 24 -

guerra, mientras que los partidos de masas institucionalizados, como es el caso de los

laboristas ingleses, se sometieron casi sin excepción, una vez que empezó la guerra, a la

política militar de sus gobiernos.

Aun desintegrada en agosto de 1914 la “II Internacional”, durante la guerra se

celebraron varias conferencias socialistas internacionales: la asamblea, dirigida por

Clara Zetkin, de la Secretaría Internacional de las Mujeres Socialistas, y la reunión,

organizada por Willi Münzenberg, de la Juventud Socialista Internacional en la

primavera de 1915; la conferencia de Zimmerwald, convocada por la socialdemocracia

italiana y suiza, en septiembre de 1915 y la conferencia de Kienthal en abril de 1916.

Estas conferencias fueron las únicas manifestaciones eficaces de solidaridad

internacional en un período de desgarramiento de Europa y de suicidio político.

BIBLIOGRAFÍA -ABENNDROTH W, Historia social del movimiento obrero europeo, Revolta Global /

Formación. 1972.

-PEREIRA CASTAÑARES J.C. El Partido Laborista Británico. Cuadernos de Historia

Moderna y Contemporánea. Madrid. UCM. 1988.

-V.V.A.A. Historia Contemporánea (1914-1989). Madrid, Editorial Universitaria

Ramón Areces. 2014.

- 25 -

EL MOVIMIENTO ANARQUISTA ESPAÑOL: DESDE EL INICIO DE LA GRAN GUERRA AL “TRIENIO BOLCHEVIQUE”

- 26 -

A pesar de su neutralidad, la Primera Guerra Mundial tuvo un gran impacto en

España, con repercusiones a nivel político, económico y social. Fueron años de crisis de

los partidos dinásticos (Conservador y Liberal), en una sociedad, además, polarizada

entre aliadófilos y germanófilos. Entre los partidarios de los aliados estaba la izquierda,

a excepción de los anarcosindicalistas y de una minoría de socialistas, que abogaban por

una neutralidad proletaria, mientras que, en general, la nobleza, la Iglesia y el ejército,

además del propio Alfonso XIII, deseaban el triunfo de las potencias centrales.

La economía española, a consecuencia de la guerra, experimentó una

espectacular expansión industrial, sobre todo en las regiones del norte (Cataluña,

Asturias y País Vaco), con grandes beneficios para la élite financiera y empresarial, al

tener que abastecer a los países beligerantes. Sin embargo, este auge económico no

repercutió en la mayoría de la población, sobre todo el campesinado y el proletariado

urbano, que se empobrecieron aún más debido a la subida del precio de los alimentos

básicos (que en algunos casos fue de un 70 y un 90 por 100 entre 1914 y 1918) y al

aumento del desempleo, lo que provocó un repunte de las tensiones sociales.

El progresivo deterioro de las condiciones de vida de las capas populares

produjo un efecto movilizador y las organizaciones obreras experimentaron un rápido

crecimiento. De esta forma, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), el gran

sindicato anarquista, que fue fundado en 1910 en Barcelona, pasó de 15.000 afiliados en

1915 a contar con 600.000 en 1919. El número de huelgas también creció rápidamente

en esos años, pasando de 169 en 1915 a 237 en 1916.

Sin embargo, el movimiento obrero español estaba profundamente dividido entre

anarquistas y socialistas aunque, a diferencia del resto de Europa, los anarquistas eran

mayoría, sobre todo en Cataluña y Andalucía. Su evolución no había sido rápida y

continua y, a períodos de organización, cuando crecía el número de afiliados, seguían

periodos de persecución y de actividad clandestina. La CNT fue prohibida sólo un año

después de su fundación y no volvió a ser legalizada hasta 1914, volviendo a ser

perseguido en 1923 tras la llegada al poder de Primo de Rivera.

La relación entre socialistas y anarquistas era de claro enfrentamiento. El

apoliticismo era la doctrina fundamental del anarquismo, que no creía en las urnas ni en

la conquista del poder político por la clase obrera. Para ellos, un Estado obrero no era

menos malo que un Estado burgués. Su objetivo era la revolución, pero como un acto

espontáneo de las masas y sin ser dirigida desde arriba, algo que fácilmente puede

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conducir a una mística de la violencia (aún hoy se considera al anarquismo como

sinónimo de terrorismo) y a un culto del superhombre revolucionario, a la manera de

Durruti.

Los socialistas despreciaban esta combinación de sentimentalismo y

revolucionarismo infantil, que convertían a los anarquistas en dudosos aliados. El

anarquismo, por su parte, siempre había criticado la excesiva moderación socialista y su

estrategia de lucha política. No obstante, y a pesar de las divergencias ideológicas, UGT

y CNT adoptaron una estrategia unitaria y convocaron una huelga general de un día el

18 de diciembre de 1916 contra la carestía de las subsistencias y el desempleo, con un

amplio seguimiento.

Ese éxito inicial les hizo proyectar otra huelga general en 1917, pero esta vez no

sería puntual, sino indefinida, revolucionaria y encaminada a derribar la monarquía. La

huelga comenzó el 12 de agosto y tuvo un seguimiento desigual, resultando caótica y

desorganizada. Hubo combates encarnizados en Madrid, Cataluña, Bilbao y Asturias y,

tras cinco días de revuelta, acabó con 79 muertos y un gran número de detenidos.

El fracaso de la huelga general no desanimó a los anarquistas, aunque supuso el

distanciamiento definitivo con el PSOE que, a partir de entonces, se abstuvo de la

actividad revolucionaria y se centró en la estrategia de reformismo gradualista y de

participación en el sistema parlamentario. Mientras tanto, el impacto de la Revolución

rusa y la crisis económica de posguerra, que acarreó abundante paro y bajada de

salarios, no hizo sino aumentar la conflictividad, dando paso a tres años de agitación

social y laboral ininterrumpida en Andalucía entre 1919 y 1921, conocidos como trienio

bolchevique. Por su parte, la zona industrial de Barcelona tuvo en esos años el índice de

huelgas más alto de toda Europa occidental.

La más importante fue la de la Canadiense, iniciada en febrero de 1919 tras el

despido de varios empleados de la empresa Barcelona Traction Light and Power, de

capital anglocanadiense. Este conflicto, en principio menor, desembocó en una huelga

general de enormes proporciones que dejó paralizada la ciudad. La huelga de la

Canadiense acabó, después de 44 días, el 19 de marzo con la aceptación de todas las

condiciones de los huelguistas y sin represalias. Además, se consiguió del gobierno de

Romanones la aprobación de la jornada de ocho horas.

Sin embargo, una implacable represión estatal (Ley de fugas, estado de guerra),

el choque frontal entre obreros y patronos (lockouts, el Somatén, la banda de Bravo

Portillo, etc.) y el pistolerismo, desembocó en una espiral de violencia sin precedentes,

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una auténtica “guerra social” de exterminio que llegó a su apogeo en 1921 y que

desembocó en el agotamiento y la crisis del movimiento obrero y sus organizaciones.

BIBLIOGRAFÍA -BARRIO, Á.: La modernización de España (1917-39), Madrid, Ed. Síntesis (2004).

-BUDAI, B. (Coord.): Historia Contemporánea de España (1808-1923), Ediciones

Akal, Madrid (2011).

-MARTORELL, M. y JULIÁ, S.: Manual de historia política y social de España (1808-

2011), Barcelona, Rba Libros (2012).