promociÓn de salud y estilos de vida saludables en …
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Universidad Austral de Chile
Conocimiento y naturaleza
Facultad de Filosofía y Humanidades Instituto de Filosofía y Estudios Educacionales Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación
Profesor Patrocinante: Ana María Leiva Ordoñez
Instituto de Anatomía, Histología y Patología
Profesor Co-Patrocinante: Cristina Sotomayor Castillo
Instituto de Salud Pública
PROMOCIÓN DE SALUD Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES
EN JOVENES UNIVERSITARIOS:
“HACIA UN CURRICULUM INTEGRAL”
Seminario de titulación para optar al título de
Profesor de Educación Física, Deportes y Recreación Y al grado de Licenciado en Educación.
HERNÁN ROSAS TOLEDO - PATRICIO SIEGEL TIKE
VALDIVIA, MARZO 2011
1
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es evaluar la presencia de Factores de
Riesgo Cardiovascular (FRCV), determinar los estilos de vida y promover la
adopción de factores protectores para la salud en los estudiantes de la
asignatura Promoción de Salud y Estilos de Vida Saludable de la Universidad
Austral de Chile; a través de un programa de intervención de cinco meses.
Se procedió evaluando componentes biomédicos tales como IMC, perímetro
de cintura, perfil lipídico, glicemia y una encuesta autoaplicada de estilos de
vida, para luego proceder a desarrollar sesiones enfocadas en la promoción
de salud, actividades recreativas y ejercicio físico, alimentación saludable,
psicoeducación, disminución de tabaco y alcohol. Al término de la
intervención se aplicó una encuesta final para valorar los cambios obtenidos
en los estilos de vida.
2
1. ÍNDICE 1. Índice 2
2. Introducción 4
3. Capítulo I: Planteamiento de la Investigación 7
3.1 Hipótesis 7
3.2 Problema y pregunta de Investigación 7
3.3 Objetivos 8
3.3.1 General 8
3.3.2 Específicos 8
3.4 Justificación 8
4. Capítulo II: Marco Teórico Referencial 10
4.1 Promoción de Salud 10
4.2 Estilos de Vida y Conductas de Riesgo en Jóvenes 11
4.3 Estilos de vida y su correlación con los factores de riesgo
cardiovascular
15
4.4 La actividad física como elemento protector fundamental 17
4.5 Salud, Actividad y Ejercicio físico 21
4.6 Promoción de factores protectores de la salud a través del
curriculum
27
5. Capítulo III: Diseño Metodológico 31
5.1 Paradigma y Metodología 31
5.2 Población en Estudio 32
5.3 Variables en Estudio 33
3
5.4 Recolección de Datos 33
5.5 Criterios de rigor éticos y científicos 34
5.6 Análisis de los Datos 35
6. Resultados 36
7. Discusión 53
8. Conclusiones 58
9. Referencias Bibliográficas 60
10. Referencias Electrónicas 64
11. Anexos 68
4
2. INTRODUCCIÓN
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce que
alcanzar el más alto nivel de salud, sin discriminación, es uno de los
derechos fundamentales de todo ser humano (ONU, 1966). La promoción de
salud está basada en este derecho fundamental, que reconoce la salud como
un concepto positivo, incluyente y determinante de la calidad de vida; de ahí
que un creciente número de países del mundo hoy en día conciben la
promoción de la salud y estilos de vida saludables como una poderosa
estrategia de salud pública (OPS, 2001).
Desafortunadamente, con la irrupción de la era tecnológica algunas
conductas de riesgo han sufrido una clara expansión; el gran desarrollo de la
industria alimentaria, el aumento de la capacidad adquisitiva y los cambios
socioculturales, han contribuido a la proliferación de enfermedades crónicas
no transmisibles (ECNT), las que ocupan actualmente los primeros niveles
de morbilidad1 y mortalidad en la población. Dentro de este grupo; son las
enfermedades cardiovasculares (ECV) las que constituyen la principal causa
de morbilidad y mortalidad, a nivel mundial. Se evitarían muchos de los
fallecimientos producidos por las ECV, si se diera mayor prioridad a su
prevención (OMS, 2002).
Los(as) adolescentes constituyen una población altamente vulnerable;
así lo señala un estudio realizado el año 2007 por la Organización Mundial
de la Salud (OMS); quien lanzó una advertencia inquietante debido al avance
de enfermedades condicionadas por el estilo de vida: “la actual generación
de jóvenes podría ser la primera en muchísimo tiempo en tener una
esperanza de vida menos elevada que la de sus padres”. El sedentarismo, la
mala alimentación, el consumo inmoderado del alcohol y tabaco, sumado a
1 Tasa de afectados por una determinada enfermedad o dolencia dentro de una población determinada
5
conductas sociales riesgosas; todas variables de íntima relación, que derivan
decididamente en la salud de los jóvenes.
En este sentido, la práctica de la actividad física en forma sistemática
y regular es considerada un elemento protector, significativo en la
prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud (Lichtenstein & cols. 2006).
Lamentablemente, las estadísticas son poco alentadoras; la OMS en su
“Informe sobre la salud en el mundo” (2002), estima que el estilo de vida
sedentario es una de las 10 causas de mortalidad y discapacidad en el
mundo, estimando que la inactividad física representa la octava causa de
muerte en el mundo (Varo, Martínez y Martínez-González, 2003). En la Unión
Europea, 400.000 niños y niñas se vuelven obesos cada año; en el caso de
los adolescentes, 1 de cada 3 tiene sobrepeso y 1 de 20 es obeso (Veiga &
Martínez, 2007).
En el caso de nuestro país, la situación no es muy diferente, la
encuesta CASEN efectuada el año 2000, señala que el 91% de la población
es sedentaria; condición que es ratificada por un estudio local realizado en la
Universidad Austral de Chile el año 2007, el que arrojó que un 88,1% de la
población estudiantil es sedentaria. El problema es ¿Cómo inducir un cambio
cultural tan complejo como la de modificar los estilos de vida de una
población?
Los gobiernos de varios países están apostando por la educación; la
promoción en salud, no debe restringirse únicamente a las recomendaciones
formuladas por los profesionales sanitarios; se requiere una estrategia
educacional amplia e intensa para poder modificar la tendencia actual.
Para el estado chileno, uno de los grandes desafíos de la presente
década, es desarrollar una política de estado en promoción de la salud
intersectorial y participativa, destinada a lograr estilos de vida y ambientes
6
saludables (MINSAL, 1999); esta tarea pasa necesariamente por inducir un
cambio cultural en la población siendo uno de los espacios fundamentales de
intervención los establecimientos educacionales (INTA, 2006)
En el ámbito de la educación superior, la misión social de las
universidades exige desafíos que trascienden a la formación de excelencia
en cada disciplina; pues, es en este escenario donde se superponen el
sistema educacional y la formación laboral; por lo que no es menor el rol
formativo que estas Instituciones pueden desempeñar en el fortalecimiento
de conductas y actitudes transversales que los futuros profesionales
replicarán en la sociedad.
7
3. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACION
3.1 Hipótesis
La incorporación en el curriculum universitario de temas transversales
relacionados con la nutrición, ejercicio físico y psicoeducación, constituye
una herramienta eficaz que permitirá fortalecer la apropiación de estilos de
vida saludables por parte de los jóvenes.
3.2 Problema y preguntas de investigación ¿Es posible MODIFICAR estilos de vida poco saludables en estudiantes
universitarios, a través de un trabajo integral centrado en el autocuidado y la
práctica habitual de actividad física?
¿En qué condición física, relacionada con la composición corporal, se
encuentran los estudiantes del curso de “Promoción de salud y
Estilos de vida saludable” de la Universidad Austral de Chile?
¿Cuáles son sus estilos de vida?
¿Es posible modificar alguna de sus conductas poco saludables
mediante la promoción de un trabajo autónomo, guiado y dirigido al
cuidado personal?
¿Qué elementos son necesarios incorporar en el curriculum
educacional para incidir en un cambio cultural generacional
relacionado con los estilos de vida?
8
3.3 Objetivos
3.3.1 General
Promover en estudiantes universitarios la adopción de factores
protectores de la salud, a través de la comprensión, conocimiento y
compromiso de prácticas que propicien la adquisición de estilos de vida
saludables.
3.3.2 Específicos
Evaluar la composición corporal, perfil lipídico y glicemia de los
estudiantes de la asignatura Promoción de Salud y Estilos de Vida
Saludables de la Universidad Austral de Chile.
Determinar los estilos de vida presentes en estudiantes universitarios.
Motivar a los estudiantes promoviendo el trabajo autónomo basado en la
ejecución periódica de actividades y ejercicio físico.
Promover la adopción de factores protectores de la salud, mediante un
trabajo personalizado, con énfasis en el auto cuidado.
Establecer el impacto de las acciones propuestas sobre la prevalencia de los FRCV en los estudiantes Intervenidos.
3.4 Justificación del proyecto Estudios enfocados en determinar la cantidad de actividad y ejercicio
físico que realizan los estudiantes universitarios señalan una disminución o
total anulación de ésta, aumentando conforme transcurren los años en la
universidad (Chiang, Casanueva, Cid, González, Olate, Nickel & Revello,
1999). Llama la atención el alto porcentaje de sedentarismo2 observado en
esta población, reflejado en un estudio realizado en dos universidad chilenas
2 Considerado sedentario aquel que realiza ejercicio físico menos de 3 veces por semana con una duración mínima de 30 minutos por sesión (MINSAL, 2003. Encuesta Nacional de Salud).
9
que manifiestan esta condición, presente en el 59,2% de los casos
estudiados (770 casos de un total de 1.302) (Valenzuela, 2008).
La Encuesta Nacional de Salud (ENS, 2003) arrojó que el 89% de la
población chilena es sedentaria. Encuestas relacionadas con esta materia,
indican que la gran mayoría de las personas que no realizan actividad física
es debido a que no tienen tiempo para hacerlo (CASEN, 2000).
Algunas de las consecuencias inmediatas del sedentarismo son el
sobrepeso y la obesidad (Albala, Vio, Kain & Uauy, 2002). Así mismo, una
dieta poco saludable, unida a la inactividad física, ha acarreado altas tasas
de obesidad que se traduce en producir efectos adversos en la tensión
arterial, colesterol, triglicéridos y resistencia a la insulina; aumentando el
riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes
cerebrovascular y diabetes tipo II (OMS, 2002).
Por otra parte, estilos de vida como el consumo de alcohol y tabaco,
en combinación con una actitud sedentaria y una dieta poco saludable;
tienen un efecto acumulativo que propicia una mayor incidencia en
enfermedades crónicas no transmisibles (Cerecero, Hernández, Aguirre,
Valdés, & Huitrón, 2009).
Es por esto que buscamos inducir a una toma de conciencia en los
estudiantes de la asignatura “Promoción de Salud y Estilos de Vida
Saludable” respecto a sus actitudes saludables y poco saludables,
promoviendo la adopción de factores protectores de la salud, a través de la
comprensión, conocimiento y compromiso de prácticas que propicien la
adquisición de estilos de vida saludables.
10
4. MARCO TEORICO REFERENCIAL
4.1 Promoción de salud
Dentro de los aspectos identificados como componentes de conductas
y hábitos que caracterizan el estilo de vida de una persona encontramos los
factores motivacionales, el aprendizaje, las creencias y las influencias
sociales, además de la historia biológica (Espinosa, 2004); por lo tanto se
busca establecer conductas saludables y eliminar conductas de riesgo, como
una aspiración de la promoción de salud en la sociedad.
La promoción de salud como tal, consiste en entregar a la población
los instrumentos y medios para mejorar, mantener y controlar su salud3. Para
poder conseguir un bienestar físico, mental y social de un grupo o individuo,
primero debemos reconocer e identificar sus metas, o en otras palabras, lo
que pretende lograr para satisfacer sus necesidades y adaptarse al medio
ambiente. El concepto de “promoción de salud” no se encarga de sanar una
enfermedad sino de mantener la salud y mejorarla, como se menciona
recientemente, esto es independiente de que se esté completamente sano
(Espinosa, 2004).
La educación para la salud además de abarcar la transmisión de
información, lo hace con el fomento de la motivación, las habilidades
personales y la autoestima, todo esto necesario para mejorar la salud. La
educación para la salud incluye la información relativa a las condiciones
sociales, económicas y ambientales que influyen en la salud, y también la
que se refiere a los factores y comportamientos de riesgo, es decir, la
educación para la salud supone entrega de información y desarrollo de
habilidades personales que favorezcan la salud (OPS, 1996). 3 OMS. Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. Ginebra, 1986. Consultado el 6 de noviembre de 2010 y disponible en la World Wide Web: http://www.msal.gov.ar/feria-mundial/documentos/Carta%20de%20Ottawa.pdf
11
4.2 Estilos de Vida y Conductas de riesgo en los jóvenes
Las conductas suelen definirse como “arriesgadas” en base a datos
epidemiológicos y sociales. La OMS (1998), define conductas de riesgo
como “forma específica de conducta de la cual se conoce su relación con
una susceptibilidad incrementada para una enfermedad específica o para un
estado de salud deficiente”.
Algunos de los factores protectores que promueven el desarrollo
exitoso de los adolecentes son4:
Una relación emocional estable por lo menos con un padre u otro adulto
significativo.
Redes sociales existentes tanto dentro como fuera de la familia:
parientes, vecinos, profesores, religiosos, pares.
Clima educativo abierto, positivo, orientador, con normas y valores claros.
Modelos sociales que valoren el enfrentamiento positivo de los
problemas, representados por los padres, hermanos, profesores o
amigos;
Balance adecuado entre responsabilidades sociales y expectativas de
logro (por ejemplo, en el cuidado de parientes enfermos, de rendimiento
escolar);
Competencias cognitivas (nivel intelectual promedio, destrezas de
comunicación, empatía, capacidades de planificación realista);
Características temperamentales que favorezcan el enfrentamiento
efectivo (flexibilidad, orientación optimista a los problemas, capacidad de
reflexionar y controlar los impulsos, capacidades verbales adecuadas
para comunicarse);
Confianza en sí mismo, y autoconcepto positivo;
4 PUC. Curso de Salud y Desarrollo del adolescente: Conductas de Riesgo y Factores Protectores. Consultado el día 7 de noviembre de 2010 de la World Wide Web: http://escuela.med.puc.cl/paginas/ops/curso/lecciones/leccion16/m4l16leccion2.html
12
Actitud proactiva frente a situaciones estresantes;
Experiencia de sentido y significado de la propia vida (fe, religión,
ideología, coherencia valórica).
Los cambios de las conductas de riesgo constituyen las metas
primordiales de la prevención de la enfermedad, habiendo sido utilizada
tradicionalmente la educación para la salud para alcanzar estas metas.
Dentro del marco más amplio de promoción de la salud, la conducta de
riesgo puede ser considerada como una respuesta o mecanismo, para hacer
frente a condiciones de vida adversas. Las estrategias de respuesta incluyen
el desarrollo de habilidades de vida y la creación de entornos que apoyan la
salud (OMS, 1998).
Los estilos de vida, podemos decir que comienzan a ser objeto de
estudio en la segunda mitad del siglo XX, a partir del redimensionamiento del
concepto de salud y por lo tanto, de los determinantes de la salud. Estos
términos han ayudado a la mejor comprensión y operacionalización de los
elementos no biológicos que afectan directamente en el proceso salud-
enfermedad y que forman parte integrante de la medicina social
característica de nuestros días. Se comienza a hablar de estilos de vida en
un momento en el cual, se produce un cambio en el estado de salud en
poblaciones con desarrollo socioeconómico avanzado, donde las muertes,
comienzan a ser causadas, cada vez menos por infecciones propiamente tal,
y se le presta atención a los elementos que inciden directamente sobre estas
muertes y enfermedades, como factores conductuales poco sanos y riesgos
ambientales para la salud y factores biológicos (Espinoza, 2004).
Según Rodríguez, Goñi & Ruiz De Azúa (2006) “Los hábitos de vida
saludables guardan relación con el autoconcepto físico y también con el
bienestar psicológico, al menos durante los años de la adolescencia” (81),
entendiéndose por estilos de vida, el patrón de comportamientos (modo
13
estable de respuestas a diferentes situaciones), habituales y medianamente
mantenidos de un individuo o grupo y que tiene relación con la salud.
La Educación Física se centra en desarrollar y promover las actitudes
que definen los estilos de vida de las personas en pro de mantener una vida
saludable; por su parte como se señala en el Programa Perseo, en su guía
para el profesorado de educación física5, los estilos de vida de la personas,
serían, el conjunto de conductas habituales que configuran su modo de vivir,
siendo un elemento que influye en la salud de las personas. Las
investigaciones epidemiológicas han mostrado que es el factor con más
influencia en la salud de la población de los países desarrollados;
consecuentemente, esto significa que modificar los estilos de vida de las
personas es el elemento que potencialmente tiene mayor capacidad de influir
en la salud.
Los aspectos de un estilo de vida saludable son los siguientes (Godoy
& Venegas, 1997: 46):
Realizar ejercicio físico en forma regular
Dieta adecuada
Controlar el estrés
Adoptar hábitos de seguridad
Controlarse médicamente
Adoptar conductas de salud personal
Evitar hábitos destructivos
Constituirse en un consumidor informado
Aprender primeros auxilios
5 MSPS. Actividad Física Saludable: Guía para el profesorado de Educación Física. Consultado el día 30 de octubre de 2010 y disponible en la World Wide Web: http://www.perseo.aesan.msps.es/docs/docs/guias/guia_profesorado_af_1.pdf
14
Otras actividades protectoras de la salud, que también son
considerados dentro de un estilo de vida sana, son6:
Reír
Sentirse querido
Comer en familia
Salir a caminar
Compartir con amigos y la familia
Dormir bien
Escuchar música
Bailar, entre otros.
Dentro del comportamiento tanto de jóvenes como de adultos,
encontramos algunos casos en que estos experimentan ciertos niveles de
angustia e incertidumbre frente al dominio de situaciones, es aquí donde
consideran que el alcohol y las drogas pueden otorgarles algunos
comportamientos requeridos en actuaciones sociales o incluso en contactos
sexuales, esta es una de las mayores dificultades, el saciar sus expectativas
de eficacia y satisfacción gracias al cambio que producen tanto las drogas
como el alcohol en el organismo. En la investigación realizada por Salazar y
Arrivillaga se arrojaron los siguientes resultados respecto a las creencias o
mitos que manejan los jóvenes; como positivo se destaca que el 76% de los
participantes dijo: "El licor es dañino para la salud". Mientras que dentro de
las creencias negativas se encontraron: con un 70% "Consumir uno o dos
cigarrillos al día no es dañino para la salud", "se disfruta más de un baile si
se consume licor o drogas" con un 66%, "hay que tomar una copita de vino
para que funcione bien el organismo" 63%, y "al consumir licor se logran
estados de mayor sociabilidad" 56%. (Salazar, I. & Arrivillaga M., 2004)
6 INTA. Taller de Autocuidado, Relajación y Vida Sana: Manual del Facilitador. Consultado el día 18 de octubre de 2010 y disponible en la World Wide Web: http://www.inta.cl/materialEducativo/Rojo4.pdf
15
Según señala Funes (2005), los adolescentes y jóvenes de fines del
siglo XX y comienzos del nuevo siglo construyen nuevas maneras de
relacionarse con el alcohol, acceden a la cocaína, se divierten con
anfetaminas, y formalizan el uso de la marihuana, todo en un contexto que
configura grandes cambios.
Algunas de las transformaciones que caracterizan este nuevo contexto son:
a. La consolidación de la adolescencia como etapa universal.
b. La generalización y masificación de determinadas pautas de ocio
juvenil. c. La concentración en el fin de semana, el predominio de la noche sobre
el día, su asociación a determinados lugares, etc. d. La creación de diversas culturas juveniles o los cambios en las
anteriores, relacionadas con la diversión: predominio de determinadas
músicas, estilos y estéticas, valoración de determinados estados de
ánimo, etc. e. La presión comercial hacia el consumo y la generación de grandes
negocios con el ocio juvenil.
f. El rechazo de determinadas drogas y determinadas formas de
drogarse. g. La atracción de drogas, sometidas a modas y campañas de marketing
formal o informal, y la mayor facilidad para sintetizar en laboratorio
viejas y nuevas sustancias como el éxtasis.
16
4.3 Estilos de vida y su correlación con los Factores de Riesgo
cardiovascular
Como se menciona anteriormente, los estilos de vida influyen
directamente en el estado de salud de las personas, los que se pueden
traducir en potenciales factores de riesgo cardiovascular. Es importante
pesquisar la presencia de factores de riesgo cardiovascular en los
estudiantes, ya que los hábitos de vida que llevan dificultan mantener una
línea de vida saludable. Según Chiang y cols. (1999) en los estudiantes
universitarios la alimentación puede no ser la óptima (privilegiando el
consumo de comida chatarra), los niveles de actividad física se reducen o se
anulan completamente y el consumo de tabaco y alcohol aumenta. Todo esto
sumado a los factores de riesgo no modificables como el género, la edad y la
herencia, aumentan las probabilidades de sufrir algún accidente
cardiovascular, pudiendo causar la muerte.
Wilmore y Costill (2004) postulan que los factores de riesgo para una
determinada enfermedad suponen que, cuando uno o más de estos factores
están presentes, el individuo se encuentra sometido a un mayor riesgo de
desarrollo de la enfermedad o de muerte por causa de esta; categorizado de
la siguiente manera:
Categorías de Riesgo Factores de Riesgo
Bajo Menos de 2 factores de riesgo
Alto 2 ó más factores de riesgo
Máximo Demostración de enfermedad vascular
ateroesclerótica.
Diabetes mellitus
Dislipidemias aterogénicas genéticas
severas Cuadro elaboración propia, Ministerio de Salud, 2000; Categorías de riesgo Cardiovascular.
17
Dentro de los factores de riesgo de ECV se encuentran los
modificables y los no modificables los cuales son apropiados de modificar en
relación a la promoción de un estilo de vida saludable (MINSAL, 2002). En la
siguiente tabla se pueden observar los factores mencionados
respectivamente:
FACTORES MODIFICABLES FACTORES NO MODIFICABLES
Hipercolesterolemia Dieta Hipertensión Hábitos de fumar Consumo exagerado de alcohol Sedentarismo
Diabetes
Herencia
Edad
Género
Cuadro elaboración propia, Godoy, J., Venegas, P., 1997; Recomendaciones de Actividad Física para la Salud: 187
Para el American College of Sports Medicine (2008), la obesidad y el
estrés, forman parte también de los FRCV. Es así como las actitudes que
definen nuestros estilos de vida representan un impacto, negativo o positivo.
Actitudes ya mencionadas como el tabaquismo, consumo de alcohol,
sedentarismo, entre otros; influyen negativamente en nuestro organismo
produciendo un deterioro en nuestra salud (Werner & Sharon, 2006).
4.4 La actividad física como elemento protector fundamental
La evolución de la educación física se remonta a los orígenes del
hombre, en la prehistoria, quien para subsistir, se enfrentaba continuamente
a situaciones adversas. La práctica de actividad física no se realizaba de
forma consciente, sino que respondía a la necesidad de su propia movilidad,
por tanto no tenía ningún tipo de objetivos. Los hombres prehistóricos
realizaban la actividad muscular por medio de ejercicios utilitarios,
18
indispensables para la vida, como eran, caza, pesca, y uso de útiles y armas
rudimentarias, los mismos ejercicios que se siguen practicando en la
actualidad, aunque sistematizados y con técnicas y tácticas adecuadas
(Zagalaz, 2002).
En Grecia, la Educación Física poco a poco comenzaba a alejarse de
su primera intencionalidad militar, y se orientaba a la práctica deportiva
desinteresada y a la competición (los romanos por su parte continuaban con
su idea de educación física utilitaria). Marco Porcio Catón apodado el Viejo,
político, militar y escritor Romano, enseñaba a su hijo, esgrima, lanzamiento
de la jabalina, manejar la espada y toda clase de armas, cruzar nadando un
rio para aclimatarse a las diferentes condiciones climáticas (Marrou, H. - I.,
1985).
Hipócrates y Galeno, fueron dos médicos con los cuales se consolido
definitivamente la asociación Educación Física – Salud, intacta hasta hoy,
como manifestaba Hipócrates: “Lo que se utiliza se desarrolla, lo que no se
utiliza se atrofia”, afirmando así también Galeno que el objetivo de la
Gimnastica era conseguir un buen estado corporal y que la esta era la
ciencia de todos los ejercicios. Para los griegos, la gimnasia era una
obligación moral, en cuanto a la formación del cuerpo, dirigida a conseguir la
belleza y la fuerza, su máxima interpretación era, “Gimnasia para el cuerpo,
Música para el alma” (Zagalaz, 2002).
La Educación Física (EF) es una ciencia definida como “El hombre, su
capacidad de movimiento, y las relaciones sociales creadas a partir de esta
actitud” (Cagigal, 1984: 55). Como plantea Maturana (1999), “el ser humano
es constitutivamente social” (Maturana, 1999: 33), y por lo tanto crecemos y
nos formamos en nuestra relación con otros seres humanos. El término
educar proviene del latín educere que quiere decir “sacar hacia afuera”. En
tanto, la palabra Física proviene del griego fysis, constitutivo de la naturaleza,
19
entendido por Aristóteles como “principio y causa de movimiento y del reposo
intrínseco al ser en el que reside” (Cagigal, 1984: 51). Como disciplina, la EF
es un proceso social que permite a los sujetos reflexionar en el ámbito de la
cultura física, desarrollo de competencias corporales y motrices propias de la
sociedad en cual se ve inserto el sujeto; pretende educar desde la acción y el
movimiento, y desde sus orígenes (Gimnásticos) se justificaba buscando la
satisfacción de las necesidades humanas (Gómez, 2002). La salud, higiene y
la calidad de vida, fueron uno de los motivos principales para su inclusión en
los sistemas educativos tradicionales. Actualmente las enfermedades
producidas por actitudes sedentarias le dan una mayor importancia a la EF,
con un apoyo científico y médico hacia la actividad física como método eficaz
de prevenir y tratar muchas de estas enfermedades, reduciendo también los
costos de la medicina tradicional (Devís & Peiró, 1997).
La determinación de la salud es un proceso complejo, en el cual
influyen una serie de factores, los cuales no solo interactúan para perjudicar
la salud, sino también para mantenerla. Al entender estos términos se pudo
hablar por ejemplo de políticas de intervención en las poblaciones, así como
también de estrategias de promoción de salud (Espinosa, 2004).
De esta manera cobra importancia la promoción de actitudes que
ayuden a adoptar estilos de vida sanos, como la realización de actividades
físico – deportivas, siendo estas un medio para disminuir factores que
determinen la aparición de enfermedades cardiovasculares (López &
Fernández, 2006). Así mismo, Wilmore y Costill (2004) señalan que: “La
actividad física ha demostrado ser efectiva en la reducción del riesgo de
enfermedades de las arterias coronarias” (640).
Godoy y Venegas (1997) nos brindan algunas medidas que pueden
facilitar la adopción y mantención de un estilo de vida físicamente activo son
(47):
20
Facilitar la percepción del beneficio al realizar actividades
Seleccionar actividades que resulten entretenidas
Que las actividades sean consideradas realizables (capaces de
hacerlas)
Actividades que den sensación de seguridad al realizarlas
Actividades que puedan ser realizadas regularmente
Actividades que no signifiquen costos financieros altos
Que no impliquen experiencias negativas: lesiones, pérdida de tiempo,
entre otros.
Por otra parte, numerosos estudios, incluidos dos metaanálisis y un
ensayo aleatorizado, han podido objetivar además el efecto hipotensor de la
actividad física, tanto en hipertensos como en normotensos. Los principales
resultados de uno de los metaanálisis sobre la influencia de la actividad física
en las cifras de presión arterial revelaron un descenso medio de 3,8 mmHg
en la presión arterial sistólica y de 2,6 mmHg en la diastólica tras
intervenciones consistentes en la realización de ejercicio físico (Varo,
Martínez, Martínez-González, 2003). Por lo mismo, decir que la realización
de actividad física es beneficiosa para prevenir factores de riesgo
cardiovascular no es algo nuevo. Distintos trabajos e investigaciones
epidemiológicas han demostrado que practicar actividad física de forma
regular disminuye las concentraciones de colesterol LDL y triglicéridos, en
personas con diabetes tipo 2, la actividad también mejora el control
glucemico, y combinado con una baja de peso, se ha demostrado que
funciona como factor protector de aparición de diabetes tipo 2 en personas
susceptibles a desarrollarla, con mejores resultados que los obtenidos con
fármacos como la metformina (Carreras, Ordoñez, 2007). También la
actividad física ha demostrado un claro efecto beneficioso sobre la incidencia
y prevalencia de osteoporosis, por lo que la realización de algún ejercicio
físico, tanto en la perimenopausia como antes de los 30-35 años (cuando se
21
alcanza el pico máximo de masa ósea) es una recomendación universal a las
mujeres (Varo, Martínez & Martínez-González, 2003).
4.5 Salud, Actividad y Ejercicio Físico.
Como se menciona en la sección 4.3 “Estilos de vida y su correlación
con los Factores de Riesgo cardiovascular”, la presencia de FRCV indica una
condición no saludable en las personas, ya que es una característica que
predice la posibilidad de desarrollar una determinada enfermedad. Pero la
ausencia de estas no se traduce necesariamente en estados saludables o de
bienestar. La ausencia de enfermedades ha dejado de representar el término
“buena salud”. Como bien lo plantea la OMS (1948), la salud es: “… un
estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no meramente la
ausencia de enfermedad". Para otros autores como Werner y Sharon (2006),
el concepto de bienestar abarca gran variedad de factores, que tengan como
objetivo cambiar la conducta para mejorar la salud y calidad de vida. Para
ello se debe poner en práctica hábitos que conduzcan a resultados positivos
en las siete dimensiones (factores) del bienestar: física, emocional,
intelectual, social, ambiental, espiritual y laboral.
Según se difiere de lo expuesto anteriormente, la calidad de vida es el
resultado de una serie de actitudes llamadas “saludables” impuestas y
aceptadas mundialmente. La OMS (1994), define calidad de vida como la
"percepción del individuo de su posición en la vida en el contexto de la
cultura y sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos,
expectativas, estándares y preocupaciones", por tanto, una apreciación
subjetiva desde el punto de vista del sujeto o individuo. Por otra parte el
instrumento de Calidad de Vida de la OMS (WHOQOL-100) establece una
serie de puntos, en relación a las medidas de calidad de vida relacionadas
con la salud.
22
Puntos de consenso (WHOQOL, 1995)
1. Subjetivas: Recoger la percepción de la persona involucrada.
2. Multidimensionales: Relevar diversos aspectos de la vida del
individuo, en los niveles físico, emocional, social, interpersonal etc.
3. Incluir sentimientos positivos y negativos.
4. Registrar la variabilidad en el tiempo: La edad, la etapa vital que
se atraviesa (niñez, adolescencia, adultez, adulto mayor), el
momento de la enfermedad que se cursa, marcan diferencias
importantes en los aspectos que se valoran.
Se debe considerar, entonces, que la calidad de vida involucra en gran
parte la apreciación que tiene una persona en relación a como se ve y siente
a sí misma, sumado a los demás factores expuestos anteriormente, para
poder determinar con exactitud el estado de salud y calidad de vida; es aquí
donde la actividad y ejercicio físico entran en acción. Según el término de
“actividad física” se refiere a la movilización del cuerpo producido por la
acción muscular al esqueleto y que requiere un gasto energético,
produciendo beneficios en la salud. Algunos ejemplos son el caminar para
desplazarse de un lugar a otro y utilizar escaleras en lugar de ascensores o
escaleras mecánicas. Es importante no confundir esta actividad con el
“ejercicio físico” el cual requiere un movimiento corporal planificado,
estructurado y repetitivo a fin de mejorar o mantener uno o más
componentes de la condición física. Pero ¿Qué es la condición física?,
Hütler, Schewe & Heipertz (2006) se refieren a ella como la “capacidad de
entrenamiento”, la cual está determinada por características motoras básicas
que son la resistencia, la fuerza, la velocidad y la movilidad; que actúan en
conjunto con los factores psíquicos (motivación y fuerza de voluntad), así
como la hora del día y la temperatura del ambiente, los cuales juegan un
papel determinante en la capacidad de rendimiento. Para Werner y Sharon
(2006) la condición física se puede dividir en dos categorías: (1) Condición
23
relacionada con la salud y (2) relacionada con las habilidades. Ambas
condiciones tienen diferentes componentes, expresados en la siguiente tabla:
Condición Física
Relacionada con la salud Relacionada con las habilidades
1. Resistencia cardiorrespiratoria
2. Resistencia y fuerza muscular
3. Flexibilidad muscular
4. Composición corporal
1. Agilidad
2. Equilibrio
3. Coordinación
4. Tiempo de reacción
5. Velocidad
6. Potencia Cuadro elaboración propia, Werner, W., Sharon A., 2006: 6 – 7
Estudios en la materia, señalan que a medida que aumenta la práctica
de actividad física disminuye el promedio de IMC, indicador perímetro-
abdominal ajustado por estatura y en el índice perímetro-abdominal ajustado
por estatura al cuadrado, lo que concluye que a medida que las personas
son más activas físicamente el sobrepeso disminuye (Martínez, Saldarriaga y
Sepúlveda, 2008). Otros estudios apuntan a la mejora de la salud, en donde
señalan algunos beneficios del ejercicio regular sobre los factores de riesgo
cardiovascular tales como: incrementar la tolerancia al ejercicio, reducción
del peso corporal, reducción de la presión sanguínea, reducción del
colesterol malo (LDL y colesterol total), incremento del colesterol bueno
(HDL) y el incremento a la sensibilidad a la insulina (Myers, 2003). De esta
manera, vemos unos cuantos ejemplos de cómo la actividad y ejercicio físico
ayudan a mejorar los componentes de la condición física, produciendo
además beneficios como mejorar y fortalecer el sistema cardiorespiratorio,
promueve mejorar el tono, fuerza y resistencia muscular, ayuda a mantener
el peso recomendado, disminuye el riesgo de enfermedades crónicas y su
índice de mortalidad (ECV o cáncer), controlar el colesterol, previene o
retrasa el desarrollo de hipertensión arterial y la disminuye en caso de
24
padecerla, ayuda a prevenir y controlar la diabetes, entre muchas más (Varo,
Martínez & Martínez-González, 2003).
En el ámbito de la epidemiología internacional y nacional, según
señalan Díaz y col (2004), las enfermedades cardiovasculares son la primera
causa de muerte en los países desarrollados y han emergido como un
importante problema de salud pública para las naciones en desarrollo. Tal
como indican Chiang y cols. (1999) los infartos al miocardio y las ECV son
responsables de aproximadamente el 30% del total de muertes en el mundo.
Muchas de estas suceden en personas menores de 65 años, consideradas
como una muerte prematura si tomamos en cuenta la esperanza de vida
actual. En Chile también son la primera causa de muerte, causando el 27,1%
del total de las defunciones y constituyen, además, una importante fuente de
morbilidad y discapacidad (Díaz y cols., 2004). La presencia y aumento de
estas enfermedades está en directa relación con el aumento de la capacidad
adquisitiva – monetaria (economía) de los países.
Chile duplicó su ingreso per cápita durante la década de 1990,
esto no se tradujo necesariamente en una vida de mejor
calidad. De hecho, gran parte de ese incremento en los
ingresos se destinó al consumo de comida de alto contenido
graso y de azúcar refinada conocida como “comida chatarra”—
y de bebidas gaseosas, así como a la compra de televisores,
equipos electrodomésticos y automóviles, con lo que
disminuyó la actividad física; además, se incrementó el
consumo de tabaco y alcohol. (Salinas y Vio, 2003: 281 – 282).
Así mismo, la encuesta CASEN 2000 muestra un aumento del
sedentarismo en las regiones del sur del Chile con un índice de 93% (en
comparación al 85% obtenido para las regiones del norte), así también en la
población de menores ingresos (91,3% en el quintil más pobre y 84,5% en el
25
quintil más rico). La Encuesta de Calidad de Vida y Salud 2000 indagó
respecto a algunas de las razones para no realizar ningún tipo de actividad
física, siendo la más frecuente, la falta de tiempo (33,3%), la falta de interés
(23,3%), porque su salud no se lo permite (19,5%) y porque no tiene un lugar
para hacerlo (14%)7. Es de suma importancia considerar estos datos ya que
se ha estimado que “el sedentarismo pudiere ser responsable de 12,2% de
los infartos al miocardio en la población mundial” (Krämer, Acevedo,
Orellana, Chamorro, Corbalán, Bustamante, Marqués, Fernández y
Navarrete, 2009: 738)
Un estudio realizado el año 1999 en la ciudad de Santiago de Chile en
estudiantes universitarios con una muestra de 1.301, mostró que el 60,8% de
los casos eran sedentarios, el consumo de tabaco se identificó en 46,1%, la
obesidad y la hipertensión alcanzaron 1,9 y 4,6% respectivamente (Chiang y
col, 1999). Otro estudio de la misma índole, realizado en la misma ciudad en
estudiantes universitarios de pedagogía con 1.302 individuos, arrojó que el
59,2% del total (770 casos) realiza actividad física menos de tres veces por
semana, lo que indica un alto nivel de sedentarismo. El 39,1% (509 casos)
consume tabaco y el 69,6% de los estudiantes consume alcohol (Valenzuela,
2008). Así mismo, otro estudio con una muestra de 1.976 participantes de
mediana edad y sin antecedentes de enfermedad aterosclerótica, mostró que
tan solo el 25% era considerado físicamente activo (30 min. De actividad
física mayor o igual a 3 veces por semana), el 31% era hipertenso, el 50%
estaba con sobrepeso y el 18% era obeso; y a su vez demostró que una
mejor capacidad aeróbica se asocia a un mejor perfil de factores de riesgo
cardiovascular (Krämer y col, 2009).
En respuesta a los altos niveles de consumo de tabaco que hay en la
población en general, Kinnunen, Korhonen, Craft y Perna (2010) plantean
7 MINSAL. Estrategia Global Contra la Obesidad EGO – Chile ¿Qué es el sedentarismo? Consultado el día 9 de junio de 2010 de la World Wide Web: http://www.ego-chile.cl/paginas/sedentarismo.htm
26
que dejar de fumar y el ejercicio regular pueden, independientemente, llevar
a mejorar la salud. Ambos disminuyen rápidamente los riesgos de
enfermedades cardiovasculares, donde el fumar y el sedentarismo son
factores que predisponen a una hipercolesterolemia, hipertensión e incluso al
síndrome metabólico. Es por esto, que combinando ejercicio físico y dejar el
hábito de fumar brinda un beneficio cardiovascular considerable. Entre las
mujeres, la deserción del hábito al tabaco acarrea síntomas como mal genio,
depresión, estrés y miedo a subir de peso; es por ello que el ejercicio físico
aeróbico puede ser una promesa como tratamiento para dejar de fumar,
gracias a los beneficios que proporciona, entre los cuales se pueden
identificar: mejorar el ánimo, reducir el estrés, la ansiedad y prevenir la
ganancia de peso (Kinnunen, Korhonen, Craft y Perna, 2010).
Para efectos de establecer una relación entre los beneficios la
actividad física y el perfil lipídico, Casanueva y cols. (1992) realizó un estudio
en niños escolares obesos. Se tomó una muestra al azar de 30 escolares
cuya edad promedio fue 9,3 años (rango 6 a 12 años), de ambos sexos,
pertenecientes al grupo clasificado como de alto riesgo en una publicación
anterior (obesos e hipercolesterolemicos). Se sometieron a un entrenamiento
aeróbico durante dos años, diseñado y aplicado por un profesor de
educación física entre los años 1990 y 1991. Se realizó tres veces a la
semana, en sesiones de 60 minutos de trabajo aeróbico con intensidad
promedio entre 60 y 70% de la frecuencia cardiaca máxima calculada. En
consideración a la edad de los participantes, el entrenamiento se hizo en
base a juegos, caminatas al aire libre, trabajo en pendientes y competencias.
Al termino del estudio se registraron disminución del porcentaje de masa
grasa corporal de 30,5 a 27,4%; reducción del colesterol sérico total de 181 a
148 mg/dl y C-LDL de 106 a 84 mg/dl, cambios todos significativos.
27
4.6 Promoción de factores protectores de la salud a través del
curriculum.
El sedentarismo y la obesidad no son un problema exclusivo de
nuestro país; un ejemplo de ello es la celebración del día Mundial de la Salud
el 2002, que estuvo dedicado a la promoción de la actividad física en toda la
población mundial, con el lema «Por tu salud, muévete». Recientemente la
OMS ha promovido una iniciativa para consolidar la celebración anual de
este día dedicado a la promoción de la actividad física. De la misma forma, el
año 2004 se llevó a cabo un proceso para el desarrollo de una estrategia
global sobre dieta, actividad física y salud, destacándose la importancia en
esta iniciativa de la promoción de la actividad física, la abstención del tabaco
y el seguimiento de una dieta sana como pilares fundamentales en la
prevención de numerosas enfermedades no transmisibles (Varo, Martínez &
Martínez-González, 2003).
En Chile para el año 1970, el 17% de las muertes eran causadas por
enfermedades cardiovasculares y un 12% era causado por el cáncer,
sumando un 29% de las defunciones anuales. En cambio, en el año 2000,
entre los principales problemas de salud encontramos los cardiovasculares y
los cánceres que suman más de un 50% del total de las muertes,
repitiéndose y aumentando los problemas cardiovasculares, bajando a un 3%
las producidas por enfermedades infecciosas y perinatales. Para esto, se
crean Políticas de Estado para enfrentar el problema. En 1998, el Ministerio
de Salud de nuestro país dio inicio al Plan Nacional de Promoción de la
Salud (PNPS), basado en desarrollar la atención primaria de salud y con el
objetivo de ayudar a enfrentar los cambios del nuevo perfil epidemiológico
social. En el año 1999, se crea el Consejo Nacional para la Promoción de la
Salud Vida Chile (Vida Chile), de coordinación intersectorial llevada a cabo
por el Ministro de Salud e integrada por 28 instituciones públicas y privadas
28
de todo el país, cubre 310 de los 347 municipios y toma en consideración
cuatro temas prioritarios:
Alimentación y nutrición
Actividad física
Tabaco
Factores psicosociales y ambientales
Los espacios de intervención se han centrado especialmente en
centros educacionales, como jardines infantiles, escuelas, universidades; así
la política de promoción que se ha venido implementando desde 1998 y el
año 2000 establece como metas para el año 2010, reducir la prevalencia de
obesidad en los preescolares de 10% a 7%, en los escolares que ingresan a
primer año básico de 16% a 12% y en las embarazadas de 32% a 28% (Vio,
2005).
Otra de las iniciativas de Vida Chile, son las Escuelas Promotoras de
Salud, que corresponden a centros del nivel preescolar, básicos o medios
que han incorporado la promoción de la actividad física en los niños con el
objetivo de ampliar la actividad física en los alumnos y alumnas y ayudar a la
disminución del sedentarismo en el país. La mitad de estas escuelas cuentan
con un profesor capacitado en la materia y desarrolla actividad física tres
veces a la semana, donde se promueve la práctica de deportes y el
desarrollo de actividades recreativas entre los alumnos8.
A su vez, otros de los programas impulsados por el gobierno Chileno,
son las EGO-Escuela, que corresponden a una escuela comprometida con la
Estrategia Global contra la Obesidad. EGO-Chile es una iniciativa lanzada
por el Ministerio de Salud, que consiste en implementar un programa en las
escuelas de Chile con el fin de aumentar las horas de actividad física, tanto 8 Servicio de Salud Metropolitano Central. Actividad Física. Consultado el día 30 de octubre de 2010 de la World Wide Web: http://www.ssmc.cl/menu-lateral/calidad-de-vida/estilos-de-vida-saludable/actividad-fisica
29
en lo curricular y lo extracurricular, y mejorar la alimentación que reciben los
estudiantes de dichas escuelas, ya sea en las colaciones como en el “kiosco”
de la escuela. Para lograrlo es fundamental la participación de las
autoridades comunales, y toda la comunidad educativa incluyendo los
profesores, apoderados y niños y niñas9.
No podemos olvidar que el tema de la promoción de la salud debe ser
tratado desde los primeros año de vida para así poder establecer hábitos y
estilos de vida saludable que perduren en el tiempo (JUNJI, 2003); es por
esto la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) ha desarrollado el
“Manual de Salud del Párvulo: Guía para la prevención y promoción de la
salud en jardines infantiles”, como una manera de guiar a los profesionales
en la educación infantil para promover desde las primeras instancias
actitudes que permitan llevar una vida segura y saludable.
Actualmente en Chile se implementarán los exámenes SIMCE de
Educación Física y el SIMCE de salud en colegios municipales y particulares
subvencionados, los cuales buscan medir el estado físico de los estudiantes
y los índices de obesidad, consumo de tabaco y alcohol dentro de la
comunidad escolar respectivamente10.
Todos los planes y programas desarrollados buscan el mismo objetivo;
“La promoción de la salud, vinculada a los estilos de vida saludables”.
Implementados desde los primeros años de educación hasta los últimos de la
formación tradicional. Pero estos esfuerzos no deben terminar aquí, es de
suma importancia que estos temas se sigan tratando dentro de las
instituciones de educación superior como las universidades. El INTA (2006) a
9 EGO-Escuela. Consultado el día 30 de octubre de 2010 de la World Wide Web: http://ego-escuela.redsalud.gov.cl/url/page/ego_escuela/g_visualizacion/home.html 10 SIMCE de Salud. Consultado el día 2 de Febrero de 2011 de la World Wide Web: http://www.australosorno.cl/prontus4_nots/site/artic/20110131/pags/20110131000016.html
30
través de su “Guía para las Universidades Saludables” afirma que: “es
indispensable que la máxima autoridad, en este caso la Rectoría y su
Consejo o Directorio, asuma la responsabilidad de ir creando una cultura
favorecedora de la salud y bienestar dentro de la universidad” (17),
plasmando esta decisión en el Plan estratégico de la institución y, así,
conseguir que se involucren todos los estamentos (estudiantes, académicos
y funcionarios). Podemos encontrar numerosos casos de universidades que
apuestan por planes como estos, como por ejemplo la Universidad de
Bielefeld en Alemania, University of Central Lancashire en Reino Unido,
Universidad Pública de Navarra; y a nivel nacional con la Pontificia
Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile y Universidad Austral
(INTA, 2006; Plan Universidad Saludable, 2005).
Es por esto que la promoción de la salud debe ser tratada a lo largo de
todos los años de formación buscando estableces actitudes saludables y no
dañinas en las personas suprimiendo las conductas arriesgas o de riesgo,
para así lograr reducir las tasas de mortalidad y morbilidad que afectan
actualmente a la población mundial.
31
5. DISEÑO METODOLÓGICO 5.1 Paradigma y Diseño
La información y datos presentados en esta investigación
corresponden a un trabajo conjunto entre estudiantes de Pedagogía en
Educación física y docentes de diversas Facultades de la Universidad Austral
de Chile, que dictan el curso “Promoción de Salud y Estilos de Vida
Saludables”. La investigación se sustenta en el paradigma positivista, con un
diseño de estudio cuantitativo cuasi experimental, basado en el análisis de
una intervención específica realizada a un grupo denominado “experimental”
sin la utilización de un grupo control. En este tipo de diseño las mediciones
se realizaron antes y después de la mencionada intervención (diseño pre –
post con un solo grupo).
La metodología de trabajo se centró en el desarrollo de tres módulos
desglosados en un taller semanal con una duración de dos horas
pedagógicas en los que se conjugó la adquisición de conceptos básicos a
través de actividades lúdicas que propicien un aprendizaje activo por parte
del estudiante en relación a la adquisición de estilos de vida saludables, en
pos de valorar los factores protectores de la salud, además de identificar sus
fortalezas y debilidades en relación al desarrollo personal y social,
potenciando y transformándolas en oportunidades de crecimiento personal.
La intervención realizada tuvo énfasis en el auto cuidado, para lo cual
se trabajo centrándose en tres ejes; alimentación, actividades deportivo
recreativas y psicoeducación, para lo cual se conjugó actividades dentro y
fuera del aula.
Las actividades desarrolladas dentro del aula fueron sesiones tipo
“taller” tuvieron una duración de 45 minutos aproximadamente. En el caso del
eje de alimentación, los estudiantes conocieron el valor nutricional de los
32
alimentos, aprendieron a interpretar el etiquetado nutricional, a cocinar
pensando en sus requerimientos nutricionales y a conocer como se afecta el
entorno con nuestros estilos de vida y hábitos de consumo.
El eje de psicoeducación abordó temáticas relacionadas con manejo
del estrés, identificando fortalezas y debilidades en relación a su desarrollo
personal y social.
Las actividades deportivo-recreativas, consistieron en sesiones de
entre 60 y 90 minutos, desarrolladas mayoritariamente al aire libre, centradas
en el desarrollo de juegos, caminatas, acondicionamiento físico, futbol –
tenis, voleibol, actividades de kayak, etc. Adicionalmente se entregó un
podómetro para cada estudiante, con el fin de fomentar la caminata como
actividad física adicional diaria, además de material informativo relacionado
con estilos de vida saludables en forma de tríptico y documentos electrónicos
subidos al portal “siveduc” de la Universidad Austral de Chile (Anexos N° 1 y
2).
5.2 Población en Estudio
La población en estudio correspondió a un grupo de 45 estudiantes
que inscribieron la asignatura optativa, a cursarse durante el segundo
semestre 2010, “Promoción de Salud y Estilos de Vida Saludable”, de la
Universidad Austral de Chile, que tuvo como requisito una asistencia mínima
de 80%, con una calificación sujeta a esta.
Criterios de Inclusión
Estudiantes de la Universidad Austral de Chile, inscritos en la
asignatura optativa “Promoción de Salud y Estilos de Vida Saludable”, con
33
situación académica regularizada, con la aprobación de su Dirección de
Escuela y figurantes en el sistema de intranet “infoalumnos”.
Criterios de Exclusión
Estudiantes que se negaron a firmar el documento de Consentimiento
Informado.
Estudiantes que presentaron enfermedades cardiovasculares,
previamente diagnosticadas, que imposibilitaban el desarrollo de
ejercicio físico vigoroso.
Respuestas afirmativas al PAR-Q.
No completar ninguno de los cuestionarios establecidos para el
análisis.
5.3 Variables en Estudio
Previo a la intervención, se llevó a cabo una recolección de
parámetros biomédicos y antecedentes de estilos de vida (Anexo N° 3) con
potencial asociación de riesgo cardiovascular modificables, con la intención
de presentar un diagnóstico general de la población intervenida. Además, se
llevó un registro de la asistencia y se recolectaron variables demográficas
como: la edad, el género y la carrera universitaria.
5.4 Recolección de datos
El periodo de la primera recolección de datos se llevó a cabo durante
los meses de agosto y septiembre del año 2010. Cada estudiante debió
firmar un consentimiento informado (Anexo N° 4); responder una encuesta de
estilos de vida confeccionada en base a la II Encuesta Nacional de Calidad
de Vida y Salud realizada el año 2006 y el documento de la OPS:
Herramienta para Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles; validada
34
luego de su aplicación a 400 estudiantes de diferentes carreras de la
Universidad Austral de Chile el año 2007 (Anexo N° 5); y el Cuestionario de
Preparación para la Actividad Física (PAR-Q) desarrollado en Canadá por la
CSEP (Canadian Society for Exercise Physiology) (Anexo N° 6). Para
concluir, en el mes de diciembre, se aplicó un cuestionario de evaluación
final (Anexo N° 7) con el objetivo de recoger información sobre el impacto
generado luego de la intervención. Este instrumento, de elaboración propia,
fue validado en estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Física
Deportes y Recreación de la Universidad Austral de Chile.
5.5 Criterios de Rigor Éticos y Científicos.
Se creó un documento de consentimiento informado donde se
especificaron los objetivos, características del estudio y algunos de los
puntos detallados a continuación:
Entrevista breve, previa lectura y firma del documento de
consentimiento informado.
La participación de este estudio fue voluntaria y gratuita para el
estudiante, no existió remuneración económica para los participantes.
No se utilizó un procedimiento invasivo o causantes de dolor para los
estudiantes.
El estudiante tuvo la libertad de omitir respuestas y finalizar la
entrevista (Encuesta estilos de vida) en el momento que estimó
conveniente.
Para el cumplimiento de los objetivos propuestos, se trabajó en base a
las siguientes estrategias:
Estimular una alimentación sana
Incentivar la actividad física
35
Desincentivar el hábito de fumar
Moderar el consumo de alcohol
5.6 Análisis de Datos.
Los datos recopilados durante la investigación se incorporaron a una
base de datos del programa estadístico PASW (Predictive Analytics
Software) Statistics 18 para Windows para su posterior análisis. Para ello, se
consideró la naturaleza nominal u ordinal de los datos; inicialmente se realizó
un análisis descriptivo considerando parámetros biomédicos tales como:
IMC, circunferencia de cintura, glicemia, colesterol total, cHDL, cLDL y
Triglicéridos; y variables demográficas de: edad, género, procedencia y
carrera universitaria. Para estos se establecieron las distribuciones absolutas
y relativas correspondientes, representadas en figuras gráficas y tablas
resumen según correspondiese.
Adicionalmente para las variables directamente relacionadas con
estilos de vida saludables, mencionadas previamente, se determinó a su vez
las frecuencias absolutas y relativas, además de medidas resumen tales
como la media, medidas de dispersión como la desviación estándar y mínimo
y máximo, según correspondió.
36
6. RESULTADOS
6.1 Caracterización de la muestra
La investigación se desarrolló con un total de 46 estudiantes (14
hombres y 32 mujeres) de edades comprendidas entre 19 y 27 años, de la
asignatura optativa “Promoción de Salud y Estilos de Vida Saludable” de la
Universidad Austral de Chile. Sin embargo existen sesgos de información en
algunos resultados obtenidos dadas las fechas estipuladas para la toma de
muestras, siendo estas incompatibles para muchos de los participantes del
curso, es así como para la primera encuesta de un total de 46 estudiantes
solo 29 respondieron dentro de la fecha, quedando 17 excluidos del estudio
de estas variables. Así mismo, para la toma de muestras de sangre, cuya
realización fue voluntaria, se alcanzó un total de 32 estudiantes. Variables
como el IMC, circunferencia de cintura, y el cuestionario final, dependían de
la asistencia al centro de salud (voluntario), clases y al periodo de
recolección; logrando una muestra de 34, 38 y 40 estudiantes
respectivamente.
En la figura 1 se observa la distribución porcentual, según edad, de los
estudiantes que participaron en la investigación.
37
Figura 1: Distribución de estudiantes según edad, PCFI 040 – UACH.
En la figura 2 se observa la distribución relativa de estudiantes según
género, donde un 30,4% corresponde al género masculino y un 69,6% al
género femenino.
Figura 2: Distribución porcentual de estudiantes según género, PCFI 040 – UACH.
38
En el siguiente grafico (Figura 3), vemos la distribución de las
diferentes carreras con las cuales trabajamos en la investigación, siendo
Química y Farmacia junto a Obstetricia y Puericultura las que más
estudiantes aportaron, con un 58% y un 26% respectivamente.
Figura 3: Distribución porcentual de estudiantes según carrera universitaria, PCFI 040 – UACH.
6.2 Mediciones Biofísicas
Índice de masa corporal (IMC)
En la figura 4 se puede observar la distribución relativa de estudiantes
(34) según índice de masa corporal (IMC), donde un 12% de los estudiantes
presentó obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) y un 32% sobrepeso (IMC: 25 – 29,9
kg/m2) (ver anexo N° 8).
39
Figura 4: Distribución porcentual de estudiantes según IMC (kg/m2),
PCFI 040 – UACH.
Circunferencia de Cintura (CC)
Los valores obtenidos en la toma de circunferencia de cintura se
encuentran dentro del rango normal tanto para hombres como mujeres
estudiadas, con una media de 86,0 cm y 69,9 cm respectivamente. Tan solo
un caso, para cada género, se encuentra en el límite alto aceptado para la
circunferencia de cintura (ver anexo N° 8).
6.3 Exámenes de laboratorio
Glicemia
Los valores obtenidos en el examen de glicemia no demostraron
alteraciones en los niveles de glucosa presente en sangre (ver Anexo N° 9).
40
Colesterol Total
Los valores obtenidos en el conteo de Colesterol Total (CT) presente
en sangre, no arrojo niveles de riesgo, tan solo 6 casos de 32 se encuentran
en el límite alto de CT (ver Anexo N° 9).
HDL
Los valores obtenidos en la lipoproteína de alta densidad (cHDL) se
encuentran dentro de los valores deseables (ver Anexo N° 9).
LDL
Los valores obtenidos para la lipoproteína de baja densidad (cLDL) se
encuentran, en su gran mayoría, dentro del rango normal, salvo 4 casos que
presentan riesgo cardiovascular por valores elevados (ver Anexo N° 9).
Triglicéridos
Los valores obtenidos para los Triglicéridos se encuentran todos
dentro de los parámetros normales, a excepción de 1 caso que presenta
hipertrigliceridemia (ver Anexo N° 9).
6.4 Encuesta de Estilos de Vida
En la figura 5 se observa el porcentaje de estudiantes que dijeron
realizar actividad física moderada por al menos 30 minutos, esto al comienzo
del curso. Como respuesta positiva se obtuvo un 55,2%, 41,4% respondió
realizar a veces, mientras que solo un 3,4% declaró no realizar algún tipo de
actividad en forma constante.
41
Figura 5: Distribución porcentual de estudiantes según realización de
actividad física moderada, PCFI 040 – UACH.
En la figura 6 se observa el porcentaje de estudiantes que declararon
realizar actividad física intensa por al menos 30 minutos en distintas
ocasiones. Con un 20,7% se encuentran aquellos que respondieron realizar
alguna actividad 3 o más veces por semana, al menos 30 minutos, por otra
parte, con un 27,6% se encuentran los que no practican actividad intensa.
42
Figura 6: Distribución porcentual de estudiantes según realización de
actividad física intensa, PCFI 040 – UACH.
En el siguiente grafico (Figura 7), se puede observar la prevalencia de
la utilización de la TV en el tiempo libre de los estudiantes, en comparación
con el ejercicio. De los encuestados, tan solo 5 respondieron realizar algún
tipo de deportes en su tiempo libre, 24 dijeron no hacerlo y 15 respondieron
utilizar su tiempo libre en ver televisión.
43
Figura 7: Distribución de estudiantes según utilización de su tiempo
libre, TV VS Ejercicio, PCFI 040 – UACH.
En la siguiente figura (Nº 8), observamos el porcentaje de estudiantes
según sus conductas relacionadas al tabaco. Un 31% declaro ser fumador
diario, un 44% dijo no haber fumado nunca y un 25% respondió haber dejado
el tabaco.
Figura 8: Pregunta consumo tabaco, cuestionario inicial. PCFI 040 – UACH.
44
En la figura 9, vemos plasmada la frecuencia de consumo de alcohol,
el mayor porcentaje representa a quienes consumen bebidas alcoholicas
solo en ocasiones especiales, refiriendonos a ocasiones especiales como las
oportunidades mas importantes en las cuales se reunan con amigos o
familiares, seguido de esto se encuentran aquellos que consumen alcohol
una vez o un dia por semana lo cual esta dado por un 17%, por último, con
un 10% se observa el porcentaje de aquellos estudiantes que no consumen
ningun tipo de alcohol en ninguna ocasión.
Figura 9: Distribución porcentual de estudiantes según frecuencia de la ingesta de alcohol por semana, PCFI 040 – UACH.
En el gráfico de la Figura 10 queda expresado el consumo de comidas
ricas en contenido graso, con un 45% se encuentran aquellos que consumen
en determinadas ocasiones o nunca este tipo de alimentos, pero a su vez,
existe un 34% que lo hace una vez por semana, y un 21% que declaró
consumir frituras dos a 3 veces o días por semana.
45
Figura 10: Distribución porcentual de estudiantes según consumo de
frituras por semana, PCFI 040 – UACH.
En el grafico mostrado a continuación (Figura Nº 11), podemos darnos
cuenta que el porcentaje de estudiantes que no consumen comida chatarra,
ya sean completos, hamburguesas o pizas, es similar al de las frituras
(Figura 10), 55%, por su parte, también es preocupante el porcentaje de
jóvenes que ingieren estos alimentos una, dos a tres y hasta cuatro veces
por semana, con un 28%, 10% y 7% respectivamente.
Figura 11: Distribución porcentual de estudiantes según consumo de comida chatarra por semana, PCFI 040 – UACH.
46
En cuanto a la ingesta de verduras por parte de los estudiantes del
curso Promoción de salud, reflejado en la figura 12, observamos que solo un
10% declaro consumir este tipo de alimentos una vez por semana, en
contraste a este bajo porcentaje, obtuvimos que un 31% consume dos a tres
días por semana y un 35% lo hace de cuatro a seis días por semana.
Figura 12: Distribución porcentual de estudiantes según consumo de Verduras por semana, PCFI 040 – UACH.
En el siguiente grafico (Figura 13), vemos que un 50% de los
encuestados consume frutas con relativa continuidad, acercándose a lo
recomendado tanto por el INTA como por la OMS, ahora, un porcentaje
menor ingiere frutas dos a tres días por semana (32%), y un 11% lo hace de
forma ocasional.
47
Figura 13: Distribución porcentual de estudiantes según consumo de
Frutas por semana, PCFI 040 – UACH.
48
6.5 Cuestionario Final
Los siguientes resultados, son los obtenidos luego de la intervencion,
a traves de la encuesta final aplicada al termino del curso.
En la figura 14, vemos reflejado de que forma entendieron los
estudiantes del curso las actividades realizadas de acuerdo al programa, lo
cual el 97% responde haber internalizado hábitos de vida para modificar
conductas poco saludables (sedentarismo, consumo de comida chatarra,
alcohol y tabaco).
Figura 14: Distribución porcentual de estudiantes según la adquisición de conocimientos para llevar una vida saludable post intervención, PCFI
040 – UACH.
49
En la Figura 15, un 60% respondió haber aumentado su actividad y
ejercicio físico luego de la intervención, (40% De acuerdo, 20% Muy de
acuerdo, según encuesta final), por el contrario un 40% dijo no haber
cambiado sus actitudes frente a la actividad y ejercicio físico.
Figura 15: Distribución porcentual de estudiantes según el aumento de realización de actividad y ejercicio físico post intervención, PCFI 040 – UACH.
Una vez finalizada la intervención y conocido los efectos perjudiciales
del tabaco, no solo a nivel respiratorio, observamos que un 49% declaró
haber disminuido, en alguna medida, el consumo de tabaco, por el contrario
un 15% dijo no haber cambiado sus habitos tabaquicos. A traves de la figura
16 observamos tambien que el 33% de los encuestados respondió No Aplica,
lo cual podria corresponder a estudiantes que no presentan conductas
relaiconadas al tabaco.
50
Figura 16: Distribución porcentual de estudiantes según la disminución
del consumo de tabaco post intervención, PCFI 040 – UACH.
Según lo muestra la Figura 17, el 62% de los encuestados al finalizar
el curso, dijo haber presentado una disminución en cuanto a lo que a ingesta
o al consumo de bebidas se refiere, por su parte el 10% dijo no mostrar
cambios en este factor. Por último observamos que un 28% contestó No
Aplica, lo cual es atribuible a que no presentaban antes, durante ni luego de
la intervención conductas alcohólicas de ningún tipo.
Figura 17: Distribución porcentual de estudiantes según la disminución del consumo de alcohol post intervención, PCFI 040 – UACH.
51
Para el consumo de alimentos, observamos a traves de la Figura 18,
que un 82% declaró haber disminuido el consumo de comida chatarra luego
de conocer los efectos sobre el organismo, por su parte un 18% no presento
cambios en la ingesta de estos alimentos a pesar de conocer el alto consumo
de grasa presente en estos alimentos.
Figura 18: Distribución porcentual de estudiantes según la disminución del consumo de comida chatarra post intervención, PCFI 040 – UACH.
Tras haber sido introducidos en temas alimentarios entre otros a lo
largo del curso, los estudiantes respondieron la encuesta antes mencionada,
arrojando que, un 84% dijo haber aumentado el consumo de frutas y
verduras luego de la intervención, mientras que 16% dijo no haber
presentado cambios en la ingesta de estos alimentos, así lo demuestra el
siguiente grafico (Figura 19).
52
Figura 19: Distribución porcentual de estudiantes según el aumento de
consumo de frutas y verduras, post intervención, PCFI 040 – UACH.
Finalizando la entrega de resultados, y según nos muestra la Figura
20, de un total de 40 encuestados, 32 estudiantes respondieron estar Muy de
acuerdo que hace falta incluir cursos de este tipo en el curriculum estudiantil
universitario y 6 estudiantes dijeron estar de acuerdo con recien dicho, lo
cual da un 95% de aprobación para incluir un curso con caracteristicas de
motivacion a realizar ejercicio fisico, de alimentacion saludable y otros
factores beneficiosos para el organismo.
Figura 20: Distribución relativa de estudiantes que considera importante la inclusión de cursos como éste en el currículo estudiantil, PCFI 040 – UACH.
53
7.- DISCUSIÓN
A través del IMC, se puede observar un alto porcentaje de estudiantes
con sobrepeso y obesidad (32% y 12% respectivamente), los cuales superan
el 16,8% y el 9,3% de los valores entregados por la Encuesta Nacional de
Salud 200411. Así también superan los resultados obtenidos en un estudio
realizado en estudiantes universitarios chilenos de pedagogía, el cual
concluyó que el 20,5% de la población estudiada presentaba sobrepeso y el
1,6% obesidad (Valenzuela, 2008).
Los valores obtenidos resultan alarmantes, ya que el sobrepeso y la
obesidad acarrean graves consecuencias para la salud (OPS, 1998). Un IMC
elevado (≥25) es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas no
transmisibles como las cardiovasculares, diabetes tipo 2, enfermedades del
aparato locomotor y algunos cánceres12.A raíz de las elevadas cifras
obtenidas resulta de suma importancia incorporar programas preventivos y
de intervención, durante los periodos educativos, que promuevan estilos de
vida activos, reconociéndolos como un importante factor protector para la
salud (INTA & MINSAL, 2006).
En relación a la circunferencia de cintura, al igual que los resultados
obtenidos en la Encuesta Nacional de Salud (2003), los valores recolectados
se encuentran dentro de los parámetros normales (hombres hasta 102 cm y
mujeres hasta 88cm) con una media de 86,0 cm y 69,9 cm respectivamente,
considerando el promedio nacional de los hombres de 90,7 cm y de las
mujeres 82,6 cm.
11 ENS 2004. Encuesta Nacional de Salud, mayo 2004. Consultado el día 16 de Diciembre de 2010, disponible en la World Wide Web: http://epi.minsal.cl/epi/html/invest/ENS/ENS_mayo2004.pdf 12 OMS. Obesidad y Sobrepeso. Nota descriptiva N°311. Consultado el día 16 de Diciembre de 2010 de la World Wide Web: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/index.html
54
Respecto a la glicemia, no se encontró ningún valor alterado en los
exámenes de los estudiantes que accedieron a tomarse la muestra de
sangre, lo que nos hace inferir ausencia de diabetes mellitus dentro de este
grupo (Diabetes: Glicemia en ayuno > 125 mg/dl) (OMS, 1999).
En cuanto al colesterol, la ENS 2003 encontró que el 7,1% de los
jóvenes entre 17 y 24 años presentó hipercolesterolemia (> 200 mg/dl), este
dato sirve de referencia al encontrar un porcentaje mayor de 18,74% de los
estudiantes que poseen una cifra de CT >200 mg/dl, los restantes se
encuentran dentro de los valores considerados normales, o sea <200 mg/dl.
Para el colesterol cHDL, no hubo resultados que puedan significar un factor
de riesgo, lo que no ocurrió con el cLDL, que si detectamos 4 casos con
riesgo cardiovascular por presentar un valor superior a 130 mg/dl. A pesar de
la baja cantidad de alteraciones en los resultados del colesterol analizados
por separado (CT, cHDL y cLDL), se logró encontrar una cifra de 12
estudiantes (37,2%) que presentaron una relación cLDL/cHDL superior a 2,0
considerada un riesgo cardiovascular (Carreras-González, G., Ordóñez-
Llanos, J., 2007). Dados los positivos efectos que proporciona la actividad y
ejercicio físico sobre los factores de riesgo cardiovascular, en particular sobre
el colesterol, es que cobra importancia la inclusión de programas que
fomenten la realización diaria de ejercicio físico y la reducción de actitudes
sedentarias, de modo de disminuir el colesterol cLDL presente en sangre y
aumentar el cHDL como bien señala Tuomilehto (citado en Garza, Ferreira y
del Rio, 2005).
Conductas de Riesgo
En lo que a conductas de riesgo respecta, solo el 55,2% de los
encuestados pueden considerarse personas físicamente activas, ya que
realizan actividad física moderada por al menos 30 minutos cada vez, a
diferencia del 44,8% que respondieron no realizar actividad física bajo estas
55
condiciones. Esto implica que tan solo un poco más de la mitad de los
encuestados se pueden considerar como personas no sedentarias, valores
similares presenta el estudio realizado por Valenzuela (2008) manifestando
que el 40,8% de los casos estudiados no se consideran sedentarios. Por otra
parte, un 20,7% de estudiantes respondió realizar actividad física intensa por
al menos 30 minutos 3 o más veces por semana, lo que podría significar que
este grupo de estudiantes realiza este tipo de actividades de forma constante
y planificada, en conocimiento de los beneficios que esta les puede entregar
tanto para fines deportivos como para la salud. Finalizado el periodo de
intervención logramos pesquisar, a través del instrumento final de
evaluación, un aumento en la realización de actividad y ejercicio físico en un
60 % de la población, según muestra la figura 15.
Por su parte, según lo que nos muestra la figura 7, solo 5 de los
encuestados realizan actividad fisica en su tiempo libre, siendo triplicado este
numero por aquellos que utilizan este tiempo en ver television. Asi lo
demuestra el estudio realizado por Burrows, Diaz, Sciaraffia, Gattas, Montoya
y Lera (2008) el cual señala que tanto en escolares como adolescentes la
realizacion de actividades de gasto minimo, por ejemplo ver television y
dormir, predomina por sobre la realizacion de otro tipo de actividades.
En el caso del consumo de tabaco, el 31% afirmó poseer una
conducta de fumador activo, 25% dijo haber erradicado esta conducta y el
44% contestó nunca haber consumido tabaco de manera activa, esto al inicio
de la intervención, posterior a esta el 49% de los estudiantes afirmó haber
disminuido su consumo de tabaco y tan solo el 15% respondió no haber
modificado esta conducta. En un estudio enfocado al consumo de tabaco en
jovenes de la ciudad de Concepción, Chile, reflejo una conducta fumadora en
un 43% de un total de 392 encuestados, con edades fluctuantes entre 14 y
18 años (Gonzalez y Berger, 2002). Esto nos demuestra el alto índice de
56
tabaquismo en la población joven, lo que reafirma la necesidad de
implementar intervenciones que logren disminuir los indices de consumo.
Por otra parte, para el consumo de alcohol el 90% de los estudiantes
declaró consumirlo en ocasiones especiales o una vez por semana, solo un
10% respondio no consumir alcohol anulando una conducta de riesgo juvenil
y un factor de riesgo perjudicial para su salud. La respuesta que mas se
repite a la hora de conocer porque consumen alcohol, es que lo hacen por
gusto, y para sentirse deshinibido, según Salazar y Arrivillaga (2004) esta es
una de las principales razones por las cuales los jovenes universitarios
adquieren este tipo de conductas, puesto que de esta forma actuan diferente
ante situaciones que sin estar bajo la influencia del alcohol y drogas no
harían. Posterior a la ointervención el 62% de los estudiantes respondio
haber disminuido la ingesta de alcohol, y un 10% respondió no haber
modificado esta conducta.
En cuanto a hábitos alimenticios, un 21% consume frituras 2 a 3 días
por semana. Similar el caso del consumo de comida chatarra con un 7% de
estudiantes que afirmó consumir este tipo de alimentos 4 a 6 días por
semana y un 10% consume 2 a 3 días por semana. Esto refleja un dato no
menor y sin duda alarmante, por ser un factor de riesgo (modificable) de
enfermedades cardiovasculares, lo cual combinado con otro de los factores
nombrados anteriormente, ponen en riesgo la salud de los estudiantes
(Morales-Ramos, Marín-Flores, Rivera-Maldonado, Silva-Ramales, 2006).
Este número puede ser atribuible a la situación en la que vive el estudiante,
la cual puede ser solo, en una pensión, cabaña, etc., y le es más fácil
comprar comida rápida, o bien no conoce realmente el daño que le provocan
este tipo de alimentos al ser consumidos con gran frecuencia. Este cambio
en la alimentación no es algo nuevo, ya desde 1990 la población chilena
aumentó el consumo de estos alimentos ricos en grasas, además de bebidas
57
ricas en azúcar y otros componentes, tal como lo explica Salinas y Vio
(2003).
Por otra parte, conductas protectoras para la salud como el consumo
de frutas y verduras se ven relativamente aumentadas en comparación al
consumo de comida chatarra, dado que un 50% declaró consumir frutas
entre 4 a 6 días por semana o bien todos los días (25% y 25%
respectivamente), y un 35% afirmó consumir verduras de 4 a 6 días por
semana. En contraste a estas cifras, el 11% dijo no consumir frutas y un 24%
no consumir verduras. Llama la atención el bajo consumo de estos alimentos
dadas las recomendaciones por varias entidades reconocidas (INTA,
MINSAL, OMS) por su gran valor nutricional y protector para la salud.
El bajo consumo de frutas y verduras ha sido reconocido
como factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y
algunos tipos de cáncer. Las Guías Alimentarias para la
población chilena, incluyen el mensaje “Come al menos 2
platos de verduras y 3 frutas de distintos colores cada día” en
concordancia con las recomendaciones internacionales de
consumir al menos 5 porciones diarias de estos alimentos.
Aunque Chile es un importante productor y exportador de frutas
y hortalizas, el consumo de la población en prácticamente
todos los grupos de edad alcanza aproximadamente a la mitad
de lo indicado por la OMS, la que recomienda consumir al
menos 400 gramos diarios (Olivares, Lera y Bustos, 2008).
Ante esto, al término de la intervención el 82% de los estudiantes dijo
haber reducido el consumo de comida chatarra y tan solo el 18 % respondió
no haber modificado esta conducta, asimismo referente al consumo de frutas
y verduras el 84% reconoció haber aumentado el consumo de estas,
mientras que el 16 respondió no presentar cambios en este habito.
58
8.- CONCLUSIONES
La población en estudio evidenció presencia de estilos de vida poco
saludables, destacando, entre otros, elevados índices de sobrepeso,
obesidad y sedentarismo, los cuales, a largo plazo, pueden conducir a
desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles; como enfermedades
cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
La inclusión en el curriculum de temas transversales como la
psicoeducación, actividad física y alimentación saludable induce cambios
positivos en la actitud (autocuidado) y en los estilos de vida de los
estudiantes intervenidos, aumentando la cantidad de actividad y ejercicio
físico y disminuyendo el consumo de tabaco, alcohol y comida chatarra;
favoreciendo a mejorar el nivel de la calidad de vida de los mismos, tal como
pudimos observar al finalizar la intervención, reduciendo así factores de
riesgo cardiovascular en los estudiantes.
El profesor de Educación Física cumple un rol fundamental en la
formación integral de los estudiantes, procurando fomentar un desarrollo
físico y cognitivo, enfocado en la calidad de vida, favoreciendo e inculcando
valores, conocimientos, conductas y estilos de vida con el fin de formar
bases sólidas que ayuden a llevar una vida sana, que perdure a lo largo del
ciclo vital.
En nuestro país, podemos ver planes enfocados a la mantención y
mejoría de la salud, entre ellos el plan EGO que busca disminuir los índices
de obesidad en las escuelas, también vemos la reciente implementación del
SIMCE de Educación Física y prontamente el de salud, los cuales buscan
medir la condición física de los estudiantes y conocer los índices de
consumo de tabaco y alcohol, respectivamente. De la misma manera las
Universidades Saludables están ganando campo en la vanguardia para
59
combatir enfermedades y actitudes que atenten contra la salud de los
jóvenes, de esta manera, se busca mantener un estímulo continuo en la
formación de los estudiantes con el fin de mejorar los estándares y calidad
de vida de las personas. Vemos esto como una forma de erradicar
conductas poco saludables, como el sedentarismo, deficiente alimentación,
consumo de alcohol y tabaco como algo muy habitual.
Según lo expuesto anteriormente, consideramos que hacen falta
programas efectivos, dentro del currículo escolar y universitario que motiven
a los estudiantes y promuevan la realización de actividad y ejercicio físico
constante, educar para una alimentación adecuada, involucrando disminuir
el consumo de bebidas azucaradas, alcohólicas, tabaco y comida “chatarra”,,
para que de esta forma se logre inculcar hábitos de vida saludables, los
cuales de ser mantenidos, ayudaran a la disminución de factores de riesgo
cardiovascular.
60
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df
67
11. ANEXOS ANEXO N° 1 Tríptico Educativo
68
ANEXO N° 2 Material Electrónico A continuación señalaremos algunos ejercicios simples y que no quitan mucho tiempo, para que realicen en sus ratos libres. Es muy importante que hagan al menos esta rutina o algunos de los ejercicios 3 a 4 veces por semana, de lo contrario con una vez por semana no conseguiremos cambios de ningún tipo. Las “Flexiones de Brazo” son un excelente ejercicio que utiliza el peso corporal para trabajar los músculos pectorales (pecho), tríceps (brazo) y la musculatura del antebrazo. Las imágenes que se muestran a continuación son dos formas de realizar el ejercicio, una menos exigente que la otra. Este ejercicio es de gran exigencia, por lo que se debe comenzar con bajas repeticiones, aumentándolas después de algunas semanas cuando la musculatura se acostumbre. Ejemplo:
Semana 1: 3 series de 10 flexiones; 3 días por semana. Semana 2: 3 series de 12 flexiones; 3 veces por semana.
(Puede trabajar durante más de una semana con una misma rutina (semana 1 y 2), no es necesario aumentar la cantidad de ejercicios a la semana siguiente, recuerde que siempre debe manejar su propio ritmo pero exigiéndose cada vez más.) Si no puede desarrollarlo de esta forma, puede utilizar una variante del ejercicio que se ejecuta de pie y contra la pared, realizando las flexiones de brazo acercándose y empujando la pared.
A Trabajar!!!
Dato: Las flexiones de brazo ayudan a fortalecer los tríceps, tonificando la musculatura de la parte posterior del brazo, conocido vulgarmente como “alas de murciélago”. Si bien este ejercicio no reducirá la cantidad de grasa acumulada en esta sección, la tonificación del músculo ayudara a reducir la
69
El “Crunsh Abdominal” es la mejor forma de trabajar el músculo recto abdominal o “Six Pack”. Nunca debe forzar el cuello o ayudarse con los brazos para realizar el ejercicio, la tensión debe focalizarse solo en la sección abdominal. Las manos deben alcanzar la patela o rótula de la rodilla, el cuello debe mantenerse relajado, con la mirada fija en un solo punto y con una respiración continua y relajada. Nunca debe apegar el mentón contra el pecho. Este ejercicio suele presentar dificultades si la musculatura abdominal no se ha trabajado durante algún tiempo. Para comenzar aconsejamos seguir los pasos del ejercicio anterior. Ejemplo:
Semana 1: 3 series de 15 repeticiones. 3 veces por semana. Semana 2: 3 series de 20 repeticiones. 3 veces por semana.
(Puede trabajar durante más de una semana con una misma rutina (semana 1 y 2), no es necesario aumentar la cantidad de ejercicios a la semana siguiente, recuerde que siempre debe manejar su propio ritmo pero exigiéndose cada vez más.)
Monitores de Educación Física Universidad Austral de Chile
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ANEXO N° 3 Definición Nominal y Operacional de Variables. Variables Diagnósticas Definición Nominal Definición Operacional IMC Índice de masa corporal
(kg/m2) Infrapeso: < 18,5 (kg/m2) Normal: 18,5 – 24,99 (kg/m2) Sobrepeso: ≥ 25,00 (kg/m2) Obeso: ≥ 30,00 (kg/m2)
Circunferencia de cintura – Obesidad Abdominal.
Presencia de grasa en la zona abdominal
Femenino: - Circunferencia de Cintura (CC) > 88 cm. Masculino: - CC > 102 cm.
Glucemia Medida de concentración de glucosa en sangre
Hipoglucemia: <70 mg/dl Normal: >70 mg/dl <100 mg/dl Alterada: >100 mg/dl Hiperglucemia: >126 mg/dl
Colesterol Total (CT) Medida aproximada de todo el colesterol (HDL, LDL y triglicéridos) presente en la sangre.
Deseable: < 200 mg/dl Límite alto: 200 – 239 mg/dl Alto: ≥ 240 mg/dl
cHDL Lipoproteína de alta densidad. Transportador del colesterol de los tejidos periféricos al hígado.
Deseable: > 30 mg/dl Riesgo CV: < 30 mg/dl
cLDL Lipoproteína de baja densidad. Transportador del colesterol del hígado al resto del organismo.
Deseable: < 130 mg/dl Riesgo CV: >130 mg/dl
Triglicéridos Principal tipo de grasa transportado por el organismo.
Normal: < 200 mg/dl Límite alto: 200 – 400 mg/dl
Tiempo libre. En qué tipo de actividades utiliza la mayor parte de su tiempo libre.
Mirar TV. Usuario de internet. Lectura de diarios, revistas y libros Practica deportes fuera de horario de clases. Sale con amigos. Un hobby fuera del horario de clases. Otros.
Consumo de alimentos saludables.
Veces por semana que consume verduras, legumbres, frutas, pan, pescados, lácteos, bebidas azucaradas y sin
Todos los días. 4 – 6 días a la semana. 2 – 3 días a la semana. 1 vez a la semana. Ocacional o nunca
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azúcar. Consumo de alimentos poco saludables.
Veces por semana que consume frituras, completos, pizzas, hamburguesas, chocolates y confites, cecinas, pasteles alfajores galletas o helados.
Todos los días. 4 – 6 días a la semana. 2 – 3 días a la semana. 1 vez a la semana. Ocasional o nunca.
Barreras para frutas y verduras.
Barreras que impiden consumir 5 porciones diarias de frutas y/o verduras.
Vive solo y da flojera prepararlas. No tiene tiempo. Se olvida comerlas. No quitan el hambre. Difíciles de llevar a la universidad. Son caras. Prefiere comida chatarra. No le gustan. No se ofrecen en los casinos universitarios.
Actividad física moderada.
Realización de actividad física moderada como caminar, subir escaleras, trabajo en casa durante 30 minutos cada vez.
Si realiza. No realiza. A veces.
Frecuencia de ejercicio físico intenso.
Veces por semana que practica actividad física intensa durante 30 minutos (correr, andar en bicicleta, caminar rápido, otros)
No practica actividad física. Una vez al mes. Una a dos veces por semana. Tres o más veces por semana.
Beneficios de la actividad física.
Cuáles son los beneficios percibidos si se realiza al menos 30 min. De actividad física 3 o más veces por semana.
Sentir bien. Estar en forma. Entretención. Liberar tensiones. Perder peso. Mantener el peso actual. Compartir con amigos. Ningún beneficio.
Barreras para la actividad física.
Que barreras le impiden realizar al menos 30 minutos de actividad 3 o más veces por semana.
No tiene tiempo. Llega cansado de la universidad. Flojera. No está acostumbrado. Es caro ir al gimnasio. No tiene quien lo(a) acompañe. Prefiere la TV o el computador. No hay seguridad en las
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calles. No le gusta. Problemas de salud. No tiene donde.
Tabaquismo. Adicción crónica generada por el tabaco, que produce dependencia física y psicológica.
Si fuma. ¿Cuántos al día?, ¿a qué edad comenzó? No, ha dejado. ¿Hace cuánto tiempo? Nunca ha fumado
Consumo de alcohol. Utilizar líquidos bebibles con algún grado alcohólico para satisfacer necesidades o deseos.
No consume. Solo en ocasiones especiales. Un día por semana. Dos días por semana. Tres o más días por semana. Todos los días.
Cantidad de alcohol. Cuantos tragos (1 lata o botella de cerveza de 350cc, una copa de vino, 150cc, copita de licor fuerte o trago largo) promedio, ingiere cada día en que consumió.
Solo 1 o 2 tragos. Entre 3 y 5. Más de 5 tragos.
Tipo alcohol. Qué tipo de bebida alcohólica acostumbra beber.
Cerveza. Vino. Pisco o ron. Combinado o trago largo. Otro.
Razón de ingesta. Razón por la que consume alcohol.
Gusto. Presión social. Influencias familiares. Sentirse feliz y desinhibido. Otro.
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ANEXO N° 4 Consentimiento Informado
Como estudiante del curso “PROMOCION DE SALUD Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES, me comprometo a participar activamente de todas sus actividades programadas en el curso, habiendo sido debidamente informada/o de cada una de ellas:
Etapa de intervención:
1. Contempla implementación de estrategias en los siguientes ámbitos: - Educación - Nutrición - Ejercicio Físico
2. Evaluación de mis estilos de vida:
Para ello se me aplicarán cuestionarios, datos que se complementarán con exámenes que contemplan el cálculo del Índice de masa corporal( IMC), diámetro de la cintura y cadera, presión arterial, y una muestra de sangre destinada a determinar el perfil lipídico (colesterol total, LDL y HDL-colesterol, y triglicéridos) y glicemia.. Como debo concurrir en ayunas de 12 horas, en la Universidad se me ofrecerá desayuno una vez tomada la muestra de sangre.
Además, yo entiendo que:
a) Los resultados de estos exámenes me permitirán tomar conciencia respecto de mi situación de riesgo cardiovascular y valorar el rol protector que cumplen los estilos de vida saludables que debo adoptar.
b) Los procedimientos antes descritos no implican riesgos, ya que se realizarán por profesionales capacitados y se garantiza seguridad y privacidad durante el transcurso del estudio, como la confidencialidad de los datos obtenidos.
c) Se me brindará en forma gratuita asesoría de profesionales en los diferentes ámbitos que contempla el estudio; además recibiré un informe con las mediciones y exámenes de laboratorio realizados.
Los resultados de este estudio pueden ser publicados, pero mi identidad no será revelada y mis datos clínicos y de laboratorio permanecerán en forma confidencial.
Mis datos son: Nombre
Escuela
Firma
RUT
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ANEXO N° 5 Cuestionario Curso Promoción De Salud Y Estilos De Vida Saludables
I DATOS PERSONALES
Nombre completo: ________________________________________________
Carrera: ________-_______________________
Fecha de nacimiento:
Edad:_______ email:___________________________
RUT:
-
Sexo:
1. Hombre
2. Mujer
Estado Civil:
1. Soltero
2. Casado
Celular o teléfono fijo: ________________________________
Dirección en Valdivia: ________________________________________________
Ciudad origen: ________________________________
II. SITUACIONES DE LA VIDA COTIDIANA.
1. ¿Te sientes nervioso (a), ansioso (a) o estresado(a) en tu vida en general?
1. Siempre.
2. Casi siempre
3. Algunas veces.
4. Rara vez o nunca.
2. ¿Tienes con quién hablar de las cosas que son importantes para ti?
1. Siempre.
2. Casi siempre
3. Algunas veces.
4. Rara vez o nunca.
3. ¿das y recibes cariño?
1. Siempre.
2. Casi siempre
3. Algunas veces.
4. Rara vez o nunca.
4. ¿Consumes algún tipo de medicamento? (marca todas las que correspondan)
1. No tomo medicamentos
2. Anticonceptivos
3. Corticoides
4. Antidepresivos
5. Estimulantes (mantenerse despierto)
5. Otros ¿Cuál?
4. ¿Cómo ocupas la mayor parte de tu tiempo libre?
1. Miro televisión
2. Soy usuario de Internet
3. Leo: diarios, revista, libros
4. Practico deportes fuera del horario de clases.
5. Salgo con amigos/as
6. Tengo un Hobby (entretenimiento) fuera del horario de clases.
7. Otras actividades ¿Cuáles?
5. ¿Qué información tienes sobre las drogas ilícitas (marihuana, cocaína, pasta base, éxtasis)?
1. Son siempre nocivas para la salud
2. Se las puede usar con mucho cuidado
3. Se las puede consumir siempre acompañado de otras personas
4. Algunas son malas, y otras no tanto
5. No estoy informado
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IV. EN RELACION A TU DIETA.
1. ¿Con que frecuencia consumes los siguientes alimentos?
Alimentos Todos los días.
4-6 días a la semana.
2-3 días a la semana.
1 vez a la semana.
3.1 Verduras.
3.2 Legumbres.
3.3 Frutas.
3.4 Pan.
3.5 Pescados (no mariscos).
3.6 Leche, queso y yogurt.
3.7 Bebidas con azúcar.
3.8 Bebidas “light” sin azúcar, o aguas minerales.
2. ¿Con que frecuencia consumes los siguientes alimentos?
Alimentos Todos los días. 4-6 días a la semana.
2-3 días a la semana.
1 vez a la semana.
4.1 Papas fritas u otras frituras.
4.2 Completos, pizzas o hamburguesas.
4.3 Chocolates y confites.
4.4 Bebidas alcohólicas.
4.5 Cecinas.
4.6 Pasteles, alfajores, galletas dulces o helados.
3. ¿En qué lugar almuerzas con mayor frecuencia?
1. Casa de padres
2. Pensión
3. Casino universitario
4. Local de comida rápida
5. Casa o cabaña compartida con estudiantes
6. Casa o cabaña compartida con pareja
6. No almuerzo
4. ¿Con que frecuencia comes golosinas y snacks entre las comidas?
1. Todos los días.
2. Casi siempre.
3. A veces.
4. Nunca.
5. ¿Con que frecuencia tomas desayuno?
1. Todos los días.
2. Casi siempre.
3. A veces.
4. Nunca.
6. ¿Le agregas sal a las comidas en la mesa?
1. Nunca.
2. Solo cuando la comida no tiene suficiente sal.
3. Siempre, antes de probar la comida.
7. ¿Cuál es tu comida principal del día?
1. Desayuno
2. Almuerzo
8. ¿Cuántas porciones de frutas y verduras comes diariamente?
1. No como
2. 1-2 porciones
3. 3-4 porciones
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3. Once
4. Cena
5. Todas
4. 5 ó más porciones
9. ¿Cuáles son los beneficios del consumo de 5 porciones de frutas y/o verduras al día?
1. Para estar sano y prevenir enfermedades
2. Para sentirme bien
3. Para bajar de peso
4. Para estar en forma
5. Para mantener mi peso actual
6. Porque los especialistas lo recomiendan
10. ¿Cuáles son las barreras que te impedirían comer 5 porciones diarias de frutas y/o verduras?
1. Vivo solo(a) y me da flojera prepararlas
2. No tengo tiempo
3. Se me olvida comerlas
4. No me quitan el hambre
5. Son difíciles de llevar a la universidad
6. Son caras
7. Prefiero la comida “chatarra”
8. No me gustan
9. No se ofrecen en el casino universitario
V. EN RELACIÓN A TU ACTIVIDAD FÍSICA.
1. ¿Haces actividad física moderada (caminar, subir escaleras, trabajo de la casa, hacer el jardín, durante 30 minutos cada vez)?
1. Si
2. No
3. A veces
2. ¿Con qué frecuencia Practicas actividad física en forma intensa al menos por 30 minutos (correr, andar en bicicleta, caminar rápido, futbol, otros.)?
1. No practico actividad física.
2. Una vez al mes.
3. Una a dos veces por semana.
4. Tres o más veces por semana.
3. ¿Cuáles crees que son los beneficios que percibirías si realizaras al menos 30 minutos de actividad física 3 ó más veces por semana?
1. Hacerme sentir bien
2. Estar en forma
3. Entretención
4. Hacerme liberar tensiones
5. Perder peso
6. Mantener mi peso actual
7. Compartir con amigos
8. No ves ningún beneficio
4. ¿Cuáles son las barreras que te impedirían realizar al menos 30 minutos de actividad física 3 ó más veces por semana?
1. No tengo tiempo
2. Llego muy cansado(a) de la universidad
3. Por flojera
4. No estoy acostumbrado(a)
5. Sale muy caro ir a un gimnasio
6. No tengo quien me acompañe
7. Prefiero la TV o el computador
8. No hay seguridad en la calle
9. No me gusta hace actividad física
10. Tengo problemas de salud
11. No tengo donde
VI. EN RELACION A LA EXPOSICION Y CONSUMO DE TABACO.
1. ¿Actualmente fumas?
1. Si, ¿Cuántos al día?__________
2. No, he dejado de fumar.
3. Nunca he fumado.
2. ¿Estás expuesto habitualmente al humo de cigarrillo?
1. Si.
2. No.
3. ¿Hace cuánto tiempo dejaste de fumar?______________________
4. ¿A qué edad empezaste a fumar?__________________
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Recuerda que éstos datos son confidenciales, y sólo se utilizarán para efectos de orientarnos a mejorar tu estilo de vida. ¡Muchas gracias por tu valiosa colaboración!
ANEXO N° 6 Cuestionario de preparación de la actividad física (PAR-Q) Si No
1. ¿Alguna vez le ha diagnosticado un doctor una enfermedad cardíaca y le ha recomendado que sólo haga actividad física supervisada por personal médico?
2. ¿Tiene dolores en el pecho producidos por la actividad física?
3. ¿Ha desarrollado dolores en el pecho durante el mes pasado?
4. ¿Tiende a perder el conocimiento o el equilibrio como resultado de mareos?
5. ¿Tiene algún problema óseo o articular que podría verse agravado por la actividad física propuesta?
6. ¿Alguna vez le ha recomendado su médico una medicación para la presión sanguínea o para un problema cardiaco?
7. ¿Tiene conocimiento, por experiencia propia o debido al consejo de un médico, de cualquier otra razón física que le impida hacer ejercicio sin supervisión médica?
VII. EN RELACION AL CONSUMO DE ALCOHOL.
1. ¿Con qué frecuencia consumes bebidas alcohólicas?
1. No ingiero alcohol. 2. Sólo en ocasiones especiales.
3. Un día por semana.
4. Dos días por semana.
5. Tres o más días por semana.
6. Todos los días
2. ¿Aproximadamente, cuántos tragos ingeriste en promedio, cada día en que tomaste alcohol?
1. No ingiero alcohol. 2. Sólo 1 ó 2 tragos.
3. Entre 3 y 5 tragos.
4. Más de 5 tragos.
Un trago = una lata o botella de cerveza (350 cc), una copa de vino (150 cc), una copita de licor fuerte o un trago largo.
3. ¿Qué tipo de bebida alcohólica acostumbras a beber, cuando ingieres alcohol?
1. Cerveza
2. Vino
3. Pisco o Ron
4. Combinado o trago largo (jugo o bebida con licor)
5. Otro licor fuerte ¿Cuál?
4. Razón por la que consume licor :
1. Por gusto
2. Por presión social
3. Influencias familiares
4. Para sentirme feliz y desinhibido
5. Otros ¿Cuál?
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ANEXO N° 7 Cuestionario de Evaluación
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN Curso Promoción de Salud y Estilos de Vida Saludables
NOMBRE: _____________________________ Carrera: ___________________
Este cuestionario recoge información relacionada con las actividades
realizadas durante el semestre, referida a los objetivos, contenidos, metodologías y actividades del curso.
Agradecemos desde ya su colaboración.
I.- Marque con una X en el recuadro correspondiente a su respuesta.
Indicadores Simbología Muy de Acuerdo M.A
De acuerdo A. En Desacuerdo D.
Muy en Desacuerdo M.D No Aplica N.A.
Preguntas M.A A. D. M.D N.A.
Metodología Las actividades desarrolladas fueron de interés. Las actividades propuestas fueron coherentes con los objetivos.
Los temas tratados durante las actividades han sido útiles
Se ha sabido motivar al grupo Los recursos utilizados fueron los adecuados. La sala de clases ha sido adecuada para el óptimo desarrollo del curso
Objetivos / Contenidos El trabajo conjunto del equipo multidisciplinario sirvió de ayuda para los objetivos propuestos.
Las actividades deportivo – recreativas estuvieron acordes a los objetivos planteados en programa.
El curso ha sido de ayuda para mi formación personal.
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Conocí diferentes tipos de actividades deportivo – recreativas.
Conocí nuevos espacios destinados a la realización de actividades deportivo – recreativas.
Se han conseguido las metas del curso. Actitudinal He adquirido conocimientos para llevar una vida sana
Logré diferenciar actitudes saludables y no saludables
He modificado la utilización de mi tiempo libre He aumentado mi nivel de actividad y ejercicio físico
He aumentado el consumo de frutas y verduras He moderado el consumo de comida chatarra He disminuido el consumo de tabaco He moderado el consumo de alcohol Otros Es importante la inclusión de cursos como este en el currículo estudiantil
Sin asistencia obligatoria se habrían conseguido las mismas metas
Para finalizar: Menciona los beneficios de la realización de ejercicio físico: - - - - -
¿El horario de clases ha sido el adecuado?
i. Si ii. No
¿Cree que la cantidad de horas destinadas al curso (2 horas semanales) fueron suficientes?
i. Si
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ii. No ¿Está satisfecho con las actividades realizadas?
i. Si ii. No
¿Le recomendaría este curso a otra persona?
i. Si ii. No
¿Qué fue lo que más y lo que menos te gustó de las actividades desarrolladas?
+ Gustó - Gustó
Deja un breve comentario para profundizar en relación a la rúbrica recién
contestada o abordar temas ausentes en el curso:
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ANEXO 8 Tabla Número de Casos Circunferencia de Cintura (CC)
Circunferencia Cintura IMC Género Femenino Masculino Femenino Masculino
59 68 18,8 21,8 59 80 19,3 22 60 81 19,6 22,54 62 84 20,5 23,1 62 84 20,7 24,1 63 88 21,4 25,1 63 93 21,6 25,7 65 94 22,6 26 66 99 23,3 27,1 66 100 23,7 29 67
24 30,3 67 24 32,5 68 24,3 70 24,4 70 25,3 70 25,4 71 25,6 72 26,2 74 26,4 74 28,7 75 30,3 76 32,8 76 77 80 82 82 88
N 27 11 22 12 Total N 38 34
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Anexo N° 9 Tabla de Resultados de Exámenes de Laboratorio
Glicemia Colesterol Total (CT) C - HDL C - LDL Triglicéridos 70 154 86 47,2 104 84 166 61 90 75 73 175 45 111 95 85 193 62 111 102 82 146 72 66 38 84 180 51 115,4 68 80 157 59 87,6 52 83 127 37 79,2 54 82 184 57 105 111 84 115 31 68,8 76 80 206 42 137,4 133 79 171 57 91,8 111 77 164 56 84 120
70,9 149 78 46 123 80,8 132 50 70 61
83 162 74 70,4 88 80 200 42 129 147 82 211 57 145,2 44
81,9 204 56 131 89 82 131 55 68,2 39 84 164 46 94,2 119 79 146 38 87 106 78 140 72 60 38 84 142 46 76,4 98 77 144 45 89,2 49 84 182 52 83 234 78 186 57 119 50 75 135 59 57,6 92 79 204 57 138 46 77 207 76 119 58 62 140 56 79 24 84 180 69 103,4 38