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Derecho Viejo Página 1 Año 10 Nº 113 Un periódico para leer Abril 2011 “GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE) Lejos del mundo. Cerca de los hombres PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA PROHIBIDA SU VENTA “DERECHO VIEJO” Dios no tiene nada aparte de Él mismo. Él es todo. Vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en Él. Ser Uno no es perder la individualidad, sino todo lo contrario. No existe ningún “yo” ni ningún “tú”. El nombre y la forma constituyen la ilusión. Vivekananda Lo interno que no es eterno es vida personal La negación de uno mismo 1) Mientras vivas, sé un hombre muerto, total- mente muerto; entonces hagas lo que ha- gas estará bien. 2) “El que pierde su vida, la hallará”. Dicho de otra manera, el que pierde su vida, hallará la Vida. Si yo puedo hacer algo tal como perder mi vida, significa que no he muerto. ¿Quién pierde su vida? –Yo. 3) Descubrimiento universal: un individuo no empieza a estar verdaderamente vivo hasta que no se pierde a sí mismo, hasta que no deja de aferrarse angustiosamente a su vida, hijos, propiedades, reputación, pareja, po- sición... Vida, según Pablo que es pobre pero lleno de riquezas, es aquella en la que nada se tiene, pero todo se posee. 4) Somos adictos al sufrimiento y a la búsqueda de sentido. Hacer lo que queremos es la forma más eficaz de ase- gurarnos el sufrimiento. 5) ¿Qué significa abandonarse a uno mismo? Significa morir a la vida personal. Todo lo interno es eterno, lo interno que no es eterno, es vida personal. 6) ¿Existe contradicción entre negarse a uno mismo y aceptarse a uno mismo? 7) ¿Renunciamos a nosotros para alcanzar otro plano espiritual? ¿Puede una aguja pinchar- se con su propia punta? 8) El único resultado importante de cualquier intento serio de renunciar o de aceptarse a uno mismo, es el humillante descubri- miento de que eso es imposible. El ego muere al descubrir su propia incapaci- dad, su ineptitud de hacer variar algo de uno mismo que sea realmente importante. 9) El sufrimiento no nos hace merecedores de nada; lo que actúa únicamente es el Ser (la Gracia). 10) Para el genuino “hombre muerto” que rena- ce a la Vida, ya sea sabio, místico, o el nom- bre que queramos darle, la noción de que ha alcanzado ese estado me- diante algún esfuerzo, o algu- na capacidad especial (méri- to), es siempre absurdo e im- posible. 11) Siempre que se enfatice el su- frimiento y la disciplina, la for- taleza y la fuerza de voluntad, siempre que se diga que son requisitos esenciales para en- trar en el Reino, tengamos la certeza de que se trata de algo regido, guiado y controlado por la mente. 12) ¿Qué significa que encontra- mos la Vida cuando la perde- mos? La pérdida de la vida no es un objetivo sino una consecuencia. ¿Consecuen- cia de qué? –De que el Ser medite en nosotros, de que el Ser pueda expresarse. 13) Se dice que tenemos que aceptar nuestras emociones y fluir con ellas. Esto no es tan sencillo, porque nues- tros sentimientos entran en conflicto unos con otros (somos orgullosos para poder llorar; estamos demasiado asustados para enamorarnos); en estos casos ¿con cuáles sentimientos fluimos? Seguramente que- damos atascados en esa oposición. 14) La muerte del ego sucede en el momento en que se descubre y se admite que estos sentimientos (orgullo, miedo, etc.) son irre- sistibles. En realidad estos sentimientos son también sabios y su sabiduría emerge cuan- do dejamos de resistirnos a ellos, al darnos cuenta de que simplemente somos incapa- ces de ello. 15) Normalmente no descubrimos la sabiduría de nuestros sentimientos porque no deja- mos que se manifiesten por entero; tratamos de reprimirlos o disolverlos en una acción prematura, sin darnos cuenta de que son un proceso de creación, de que a semejanza del nacimiento, se inician con el dolor y se convierten en un hijo. Textos: Alan Watts (Sin muerte no hay resurrección) “Lo junto no permanece unido, ni permanece apartado lo separado; lo largo no lo es en exceso, ni es deficiente lo corto. Al igual que las patas de un pato, que a pesar de su cortedad no son posibles de alargar sin causarle dolor al pato; y las patas de una grulla, que aunque largas, no son posibles de acortar sin hacer desdichada a la grulla; del mismo modo lo que es largo en la naturaleza moral del hombre no puede ser acortado, ni tampoco alargado aquello que es corto”. Chuang-Tse.

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Page 1: PROHIBIDA SU VENTA Vivekananda La negación de uno mismoderecho-viejo.com.ar/DERECHO VIEJO 2011 PDF/derecho viejo... · 2011. 9. 9. · El nombre y la forma constituyen la ilusión

“Derecho Viejo” Página 1

Año 10 Nº 113 Un periódico para leer Abril 2011

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

Lejos del mundo. Cerca de los hombres

PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITAPROHIBIDA SU VENTA

“DERECHO VIEJO”

Dios no tiene nadaaparte de Él mismo.Él es todo. Vivimos,

nos movemos ytenemos nuestro

ser en Él.

Ser Uno no es perderla individualidad,

sino todo lo contrario.No existe ningún “yo”

ni ningún “tú”.El nombre y la formaconstituyen la ilusión.

Vivekananda

Lo interno que no es eterno es vida personal

La negación de uno mismo1) Mientras vivas, sé un hombre muerto, total-

mente muerto; entonces hagas lo que ha-gas estará bien.

2) “El que pierde su vida, la hallará”. Dicho deotra manera, el que pierde su vida, hallarála Vida. Si yo puedo hacer algo tal comoperder mi vida, significa que no he muerto.¿Quién pierde su vida? –Yo.

3) Descubrimiento universal: un individuo noempieza a estar verdaderamente vivo hastaque no se pierde a sí mismo, hasta que nodeja de aferrarse angustiosamente a su vida,hijos, propiedades, reputación, pareja, po-sición...Vida, según Pablo que es pobre pero llenode riquezas, es aquella en la que nada setiene, pero todo se posee.

4) Somos adictos al sufrimiento y a labúsqueda de sentido. Hacer lo quequeremos es la forma más eficaz de ase-gurarnos el sufrimiento.

5) ¿Qué significa abandonarse a uno mismo?Significa morir a la vida personal. Todo lointerno es eterno, lo interno que noes eterno, es vida personal.

6) ¿Existe contradicción entre negarse a unomismo y aceptarse a uno mismo?

7) ¿Renunciamos a nosotros para alcanzar otroplano espiritual? ¿Puede una aguja pinchar-se con su propia punta?

8) El único resultado importante de cualquierintento serio de renunciar o de aceptarse auno mismo, es el humillante descubri-miento de que eso es imposible. Elego muere al descubrir su propia incapaci-dad, su ineptitud de hacer variar algo de unomismo que sea realmente importante.

9) El sufrimiento no nos hace merecedores denada; lo que actúa únicamente es el Ser (laGracia).

10) Para el genuino “hombre muerto” que rena-ce a la Vida, ya sea sabio, místico, o el nom-bre que queramos darle, la noción de que

ha alcanzado ese estado me-diante algún esfuerzo, o algu-na capacidad especial (méri-to), es siempre absurdo e im-posible.

11) Siempre que se enfatice el su-frimiento y la disciplina, la for-taleza y la fuerza de voluntad,siempre que se diga que sonrequisitos esenciales para en-trar en el Reino, tengamos lacerteza de que se trata de algoregido, guiado y controladopor la mente.

12) ¿Qué significa que encontra-mos la Vida cuando la perde-mos? La pérdida de la vidano es un objetivo sino unaconsecuencia. ¿Consecuen-cia de qué? –De que el Sermedite en nosotros, de que elSer pueda expresarse.

13) Se dice que tenemos queaceptar nuestras emociones y fluir conellas. Esto no es tan sencillo, porque nues-tros sentimientos entran en conflicto unoscon otros (somos orgullosos para poderllorar; estamos demasiado asustados para

enamorarnos); en estos casos ¿con cuálessentimientos fluimos? Seguramente que-damos atascados en esa oposición.

14) La muerte del ego sucede en el momentoen que se descubre y se admite que estossentimientos (orgullo, miedo, etc.) son irre-sistibles. En realidad estos sentimientos sontambién sabios y su sabiduría emerge cuan-do dejamos de resistirnos a ellos, al darnoscuenta de que simplemente somos incapa-ces de ello.

15) Normalmente no descubrimos la sabiduríade nuestros sentimientos porque no deja-mos que se manifiesten por entero; tratamosde reprimirlos o disolverlos en una acciónprematura, sin darnos cuenta de que son unproceso de creación, de que a semejanzadel nacimiento, se inician con el dolor y seconvierten en un hijo.

Textos: Alan Watts

(Sin muerte no hay resurrección)

“Lo junto no permanece unido, ni permaneceapartado lo separado; lo largo no lo es en

exceso, ni es deficiente lo corto. Al igual quelas patas de un pato, que a pesar de sucortedad no son posibles de alargar sin

causarle dolor al pato; y las patas de unagrulla, que aunque largas, no son posibles deacortar sin hacer desdichada a la grulla; del

mismo modo lo que es largo en la naturalezamoral del hombre no puede ser acortado, ni

tampoco alargado aquello que es corto”.

Chuang-Tse.

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“Derecho Viejo”Página 2

EDITORIAL

Pensamiento

Zona NorteEscobar:

I. Maschwitz:Olivos:

P. Podestá:Pilar:

San Andrés:S. Fernando:

San Isidro:

Vte. López:

Dietética Belén - Tapia de Cruz 910Vivero Sunny - Falucho 1429 -Frente a la plazaBiblioteca Popular de Olivos - Maipú 2901Panadería La Florida - Pte. Perón 9806Masajes Terapéuticos - Tucumán 669

Biblioteca Carlos Serraz - San Lorenzo 3169Librería Claretiana - Constitución 938La dietética de San Isidro - Cosme Beccar 229Dietética - Cosme Beccar 482Inmobiliaria Estela Vorro - 25 de Mayo 584Dietética Naturvida - Roca 1489

Zona SurA. Korn:

Berazategui:

Burzaco:Burzaco O.:

Fcio. Varela:

La Plata:L. de Zamora:Luis Guillón:Mte. Grande:

Quilmes O.:

Val. Alsina:V. Domínico:

Farmacia Petrucci - San Martin 199Ortopedia Héctor Cazorla - Calle 101 Nº 588Tienda y Mercería Hilda - Calle 55, e/ 158 y 159Farmacia La Rotonda del Vapor - Av. Espora 4095Atelier Palau - Mitre 447 e/Alem y AlcortaBibliot. D. F. Sarmiento - España esq. BoccussiDietética Abuela Rosa - Mitre 263Librería Claretiana - Calle 51 Nº 819Librería Claretiana - H. Yrigoyen 8833Santería de Schoenstatt - José Hernández 251Remis Las Heras - Las Heras 48Alm. Naturista La Aldea - Andrés Baranda 1056Taller de Creaciones Populares - Av. Calchaquí 1027Dietética Olga - Ricardo Balbín 612Almacén Jorge - Oyuela 701

Zona OesteCaseros:Castelar:

F. Alvarez:

Lib. La cueva - Av. San Martín 2771Cobla Electricidad - Av. Arias 3437Lib. La Recova - M. Irigoyen 430Video Time - Almafuerte 2411Nva. Lib. Alemana - Bmé. Mitre 2466Lib. La cueva - I. Arias 2354Merc. y Lencería Zoe - Sta. Rosa 2011Kiosko Betty - Salcedo 2099Topacio Arte-sano - Rivadavia 20050, Loc 28Alm. natural Semillas Vitales - Avellaneda 915Maxikiosco El Zurdo - Sanabria y P. Rico

G. Rodríguez:

Haedo:

Hurlingham:

Ituzaingó:

L. del Mirador:Luján:

Merlo:Moreno:

Morón:

R. Castillo:Ramos Mejía:

S. A. de Padua:

San Justo:

San Miguel:Stos. Lugares:

V. Ballester:V. Luzuriaga:

Casa de Comidas Brenda - Acceso Oeste Colect Sur, Km 45,8Kiosko Jorge - Sgto. Cabral 6Lib. D. Marcos - 25 de Mayo y PueyrredónResto-bar La Rueda - Rivadavia 15998Dietética La Aldea - Rivadavia 16107Dietética La Pradera - Jauretche 943Regalería Alimey - Jauretche 1490Cobla Electricidad - Av. Roca 845Lib. Santa Teresita - Zufriategui 830,

loc. 2, Gal CentenarioDietética Los Girasoles - Soler 54Dietética A tu Gusto . Zufriategui 996Casa López - Av. San Martín 3566Kiosco Marianito - Lorenzo Casei

esq. MontevideoParque Gas - Av. San Martín 2435Librería Hadas - Asconape 139El Molino - Demóstenes 2992 Bº Las FloresLibrería Claretiana - San Martín 379Almacén El Barquito - Belgrano 308Librería Nuevo Mundo - Brown 1482Casa Franceschino - Bme. Mitre 822Vergara Cristales - Vergara 202Farmacia Hualfin - Hualfin 2063Cent. Yoga Shamballa - Pueyrredón 56Dietética Hogar Verde - Pueyrredón 54Eva Decoraciones - Av. de Mayo 2143Talab. Rincón de Campo - Belgrano 70 loc 10Parrilla El Fogón - Brandsen 580Dietética El Corralito - Güemes 79Electricidad Padua - Belgrano 295Kiosco Hortensia - Lambaré 1630Librería Sin orillas - Noguera 311 Loc 4Farmacia Comastri - Zárate 260Atelier Iluminación - Noguera 265Librería Claretiana - Ignacio Arieta 3045Dietética Namaskar - Arieta 543Maxikiosko - Belgrano 577Librería del Santuario - Av. La Plata 3757Papelería Com. Fabi - Lamadrid 1793Dietética Namaskar - Arieta 543

En Capital Federal

En Gran Buenos Aires

En estas direcciones puede retirar «Derecho Viejo»

Dirección y CorrespondenciaAlmafuerte 2629 (CP. 1712) Castelar

Prov. Buenos Aires - ArgentinaTel: 4627-8486 / 4629-6086

E-mail: [email protected]

Sitio Web:www.derecho-viejo.com.ar

ResponsablesDr. Camilo Guerra

Dr. Sebastián GuerraProf. Lic. Federico Guerra

EdiciónMarta Ponce

Resurrección

En el interior del paísProvincia de Buenos Aires

Librería Litex - Pellegrini 1575 - BragadoLibros Adagio - Av. Soarez 80 - ChivilcoyJosé Cupertino - Catamarca 1645 - Mar del PlataLibrería Don Bosco - Belgrano 4802 - Mar del PlataFarmacia - Calabria 9131- Mar del PlataKioskito de Santi - Montevideo 1010 - Sta. Clara del MarKiosco La Nube - Algorta y Rotonda - Sta. Clara del MarPeluquería Tio Pepe - Acapulco 835 - Sta. Clara del MarCobla Electricidad - Av. Del Valle esq. L. de la Torre - Tandil

Dietética Suelto & Natural - Av. Avellaneda 1098 - TandilPeluquería La casita de Any - Constitución 912 - TandilPanadería El Molino - Sarmiento 933 - TandilKiosco Trelew - Pasteur 188 - TandilApart-Hotel Ku’Deamm - Garibaldi 838 - TandilCasitas de la Esperanza - S. Rivas 1550, mod. 6 (Hnas. Azules) TandilDietética Naturísima - Chacabuco 585 - Tandil

Provincia de CorrientesBiblioteca Francisco Madariaga - Santa Rosa

Provincia de MisionesFarmacia Santa María -Alvear 1011- ApóstolesSonia Calzados - Av. San Martín 1726 - Gdor. Roca

Provincia de NeuquénMorgana Libros - Av. Arrayanes 262, Loc. 8 - Vª La AngosturaLibrería San Pablo - Av. Argentina 162 - Neuquén

Provincia de SaltaFundación Barca de la Esperanza, Secretaría de la CBEs -

Ameghino 1667 - Salta

Librería Claretiana- Lima 1360 - Rodriguez Peña 898 - Aráoz 2968Librería Marista - Callao 224Librería Patria Grande - Rivadavia 6369Librería La Guadalupita - Av. Avellaneda 3918Cobla Electricidad - Av. Nazca 2732Centro Médico Versalles - Juan B. Justo 9350El Jardín de los Ángeles - Av. Corrientes 1680 1º PisoDietética Alice - Balbín 3715Dietética Argentina- Olazábal 5336Librería y juguetería Chon - Av. Alvarez Jonte 4692

Editorial Dunken - Ayacucho 357Dietética Noemí - Cramer 3565Feria de ropa - Combate de los Pozos 620Panadería Anabella - Cerviño 3379Tu vida sana - Av. Triunvirato 4405De esto y aquello - Serrano 1321Agencia de Viajes Inmotur - Lope de Vega 2082Optica Stivak - Cosquín 16Dietética - Federico Lacroze 3288Peluquería - Urquiza 1203

Provincia de Río NegroLibrería La Cueva - Shopping El Paseo, Loc. 15 - Las Grutas

Por Federico GuerraLa resurrección es un concepto anti-

quísimo. Desde los tiempos más remotos,los hombres han estado obsesionados conla idea de vencer o conquistar a la muerte,de pasar a un mundo otro, y volver nue-vamente a este. El deseo de volver a lavida, o de volver a ver a aquellos seresqueridos que han muerto, ha motivado la

creencia en un sinnúmero de religiones.En el antiguo Egipto, se creía que losfaraones volverían a la vida luego de suviaje por el mundo de los dioses, por loque se dejaba en sus tumbas todo lo queprecisarían luego de su resurrección (ali-mentos, ropas, etc.). En Grecia, la resu-rrección era vista como un hecho que iba

contra las leyes de la naturaleza. El cuer-po era visto como un simple vestido que,al terminar de usarse, se dejaba de lado. Elespíritu, el verdadero ser, dejaba al cuer-po en la tierra donde éste había surgido, yvolvía a su patria original. La mitologíagriega nos cuenta la historia del médicoAsclepio, que había descubierto la forma

de devolverle la vida a los muertos, y quefue fulminado por Zeus por su trasgresión.

En el budismo, se habla dereencarnaciones, no de resurrecciones.Hay una historia que ejemplifica la razónde esto: una mujer había perdido a su úni-co hijo, y le pidió a Buda que lo resucita-se. Buda le solicitó que, primero, le trajeseuna hogaza de pan de una familia dondeno hubiera habido ninguna muerte. Lamujer no pudo encontrar ninguna, y se diocuenta de que no era la única que habíasufrido la muerte de un ser querido. Enese momento entendió la impermanenciade las cosas del mundo, enterró a su hijo,y se volvió monja.

De las resurrecciones que narra el nue-vo testamento de los cristianos, la que másinteresa a este artículo es la de Jesús. Elmito del dios que muere y resucita no esuna novedad del cristianismo: Osiris, Mi-tra, y muchos otros dioses de religionesantiguas también habían pasado por esteproceso.

¿Pero que significa realmente la resu-rrección? ¿Es acaso solamente la renova-ción de la carne, el regreso de la muerte, otiene acaso un significado más profundo?

La resurrección no implica volver a laantigua vida, sino comenzar una nueva.En ese sentido, sería también un renaci-miento, un morir al hombre viejo, para quenazca el hombre nuevo. El gran problemade la resurrección es que las personas sehan quedado sólo con la realidad históri-ca, y buscan escapar de la muerte paraseguir exactamente con la misma vida quetenían antes. La resurrección exige lamuerte absoluta, no sólo del cuerpo, sinotambién de las creencias: morimos a nues-tras ideas, nuestros sentimientos, nuestrasilusiones, en fin, a todo aquello que cree-mos ser. Resucitar no significa regresar,sino cambiar. No es un proceso del cuer-po, ni un proceso del espíritu. Es un pro-ceso del Ser mismo, de Dios, que se re-nueva a través de nosotros. La vida luegode la resurrección no es la misma vida quecontábamos en años. Es la vida eterna, perono porque sea una duración ilimitada detiempo, sino porque sencillamente ha sali-do de la dimensión del tiempo. Dejamos lavida de hombres, y resucitamos a la vidade Dios. Jesús deja de ser Jesús, y se trans-forma en Cristo resucitado. Es y no es lamisma persona. Lo que era sigue siendo,lo que parecía ser ya no es. La muerte halimpiado el espejo, y la divinidad puede porfin reflejarse en él.

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“Derecho Viejo” Página 3

Nueva Librería

AlemanaBmé. Mitre 2466 - Castelar

4627-4427mail: [email protected]

(

El que gobierna hombres vive en la confusión,el que es regido por hombres vive apesadumbrado.El Tao es por esta razón deseado, ni para influenciar a los demásni ser influenciado por ellos.La forma de aclarar la confusión y liberarse de los pesares,es vivir con el Tao en la tierra del vacío.

Si un hombre está cruzando un ríoy un bote vacío colisiona con el suyo,incluso aunque sea un hombre de mal genio,no se encolerizará mucho.Pero si ve a un hombre en el otro bote,le gritará para evitar el choque.Y si éste desoye sus advertencias, vociferaráuna y otra vez, y empezará a maldecir.Y todo porque hay alguien en ese bote.Así pues, si el bote hubiese estado vacío,no hubiera gritado,ni se hubiese encolerizado.Si tú puedes vaciar tu propio botecruzando el río del mundo,nadie se te opondrá,ni nadie buscará hacerte daño.El árbol recto es el primero en ser cortado,la fuente de agua clara es la primera en ser agotada.Si deseas ahondar en tu sabiduríay avergonzar al ignorante,si deseas cultivar tu personalidad para eclipsar a otros,una luz brillará a tu alrededorcomo si te hubieras tragado al sol y a la luna,y no podrás evitar la desgracia.

Un sabio ha dicho:“El que está satisfecho consigo mismoha hecho un trabajo sin valor alguno”.El éxito es el principio del fracaso,la fama es el comienzo de la desgracia.¿Quién puede liberarse a sí mismode las metas y de la famay descender y perderseentre las multitudes?El que así lo haga fluirá, como el Tao, sin ser visto,discurrirá como la vida mismasin nombre y sin hogar.Simple es, sin distinciones.A los ojos de todos aparece como un tonto.Sus pasos no dejan huella.No tiene poder alguno.No alcanza nada, no tiene fama.Puesto que no juzga a nadie,nadie le juzga.Así es el hombre perfecto:su bote está vacío.

Chuang Tse

El nacimiento del Hijo en nosotros,recuerda Maestro Eckhart, es la mayordicha del Padre. Este nacimiento es unproceso dinámico de la infancia hacia lamadurez, desde el estado post-uterino del“lactante” alimentado con la leche de laoración discursiva y los consuelos, a laadultez espiritual alimenta-da con la sólida carne delmisticismo.

Thomas Keating nosrecuerda que las “tres pre-sencias” de la liturgia es-tán destinadas a llevarnoshacia un conocimiento vi-viente de la Trinidadinhabitante. Cristo está pre-sente en la congregación(dondequiera que se re-únan dos o tres personas),en la proclamación de “laPalabra”, y en la PresenciaReal de la Eucaristía o,como lo expresa la ortodo-xia, en los “misterios”. Es-tas tres manifestaciones de Emanuel, Dioscon nosotros, están destinadas a desper-tarnos a la Presencia divina.

Bede Griffiths, uno de los grandesmísticos cristianos de nuestro siglo, noscuenta la historia de una escuela en laIndia, con niños católicos e hindúes. Undía, les preguntaron a los niños: “¿Dón-de está Dios?” Todos los niños católi-cos señalaron el cielo; todos los hindúes,sus corazones.

Un antiguo y notable manuscrito de unsirio anónimo fue descubierto reciente-mente. Se titula “El Libro de los Grados”,y no fue escrito por monjes sino por lai-cos. Sobre la base de la evidencia interna,parece que el autor era un ascético decomienzos del siglo IV. Aparentemente eracontemporáneo del gran san Antonio delDesierto y de los comienzos de la vidamonástica organizada.

Este escritor sirio subraya la impor-tancia que tiene para los cristianos “ir másallá” de la Iglesia visible y acceder a laIglesia del corazón y, después, a la Iglesiaelevada. Traza el boceto de un edificio detres pisos; en el nivel inferior está la Igle-sia visible de las apariencias. Él notó que,aún en esa época, la mayoría de los cris-tianos están “estancados” en esta Iglesiainferior y nunca avanzan más allá de susestructuras y sus apariencias.

El autor escribe sobre las dos Iglesiasa las cuales debe aspirar el cristiano: laIglesia del corazón, a la que sólo algunospuede acceder, y, la Iglesia elevada, a la

que sólo ingresan unos pocos. Este anti-guo escritor insiste en que, de cualquiermanera, no debemos cortar nuestros vín-culos con la Iglesia visible para irnos so-los a “escalar a la montaña”, tal como éllo expresa. Es la Iglesia visible la que nosposibilita ascender a los pisos superiores

del edificio de tres niveles.“Sin esta Iglesia visi-

ble, ninguno entraría a laIglesia del corazón ni a laIglesia elevada. Si alguiense marcha de la Iglesia yse va a las montañas a re-zar (como un estado per-manente), es culpable yestá equivocado”.

Según él, la Iglesia vi-sible, “da a luz a sus hijoscomo niños que toman laleche hasta el destete”,una zona de estaciona-miento” para el paso ha-cia las Iglesias superiores.Nuestro escritor también

se refiere a las tres “Iglesias” como tres“liturgias”, que se compenetran y “seresponden constantemente dentro de lavida de la Iglesia”.

No desestimemos, entonces, a laIglesia visible, pues hace crecer a sushijos. Tampoco desestimemos a laIglesia del corazón, que fortalece a losdébiles. Pero tengamos un honesto de-seo de la Iglesia elevada, que perfec-ciona a todos los santos.

(Es interesante que san Juan de laCruz, doce siglos más tarde, también serefiera a los principiantes como “lac-tantes” aún prendidos del pecho mater-no, que toman la leche de la oracióndiscursiva y la meditación).

El autor alude a una “oración secretadel corazón que se aferra al Señor y me-dita acerca de Él incesantemente [contem-plación]... volviéndose el corazón el altardel sacrificio interior y la liturgia”. Al ha-ber logrado entrar una vez a la Iglesia delcorazón, sentimos la necesidad de entrara la Iglesia elevada, donde uno “oye lasarmonías del cielo, una inefable liturgia quetrasciende todo discurso que el hombrepueda pronunciar”. Pocos acceden aquí,ya que esto presupone una radical kenosis,vaciarse a sí mismo, y una purificacióncompleta del corazón.

Uno no puede eludir la analogía entrelas “tres Iglesias” y las tres etapas clási-cas de la vida espiritual (enumeradas porprimera vez por Orígenes en el siglo II): lavía purgativa de los principiantes, la vía

contemplativa de los expertos y la vía unitivade los perfectos. Esta escala es proporcio-nal al crecimiento en la oración, que inclu-so se vuelve más simple, evolucionandohacia una profunda interiorización y sim-plicidad de la mirada interior y teniendoun ritmo vital energizante propio.

A veces, las tres etapas de la vida es-piritual se interpretan mal como com-partimentos distintos y herméticamentecerrados de la vida espiritual. Para utilizaruna analogía, a veces se los ve como “es-tados” claramente definidos (como losque uno podría encontrar viajando a tra-vés de Nuevo México, luego por la fron-tera de Arizona y después hacia el estadoparadisíaco de California). Como las tres“Iglesias” de nuestro autor sirio, las tresetapas del viaje espiritual se interco-munican, al igual que la hoja es siempreparte de la rama y la rama es siempre par-te del tronco. Estas denominaciones es-tán destinadas a indicar que una de estaspartes predomina, pero no es mutuamen-te excluyente respecto de las otras (Siem-pre debemos recordar que el avance ha-cia la perfección cristiana no consiste enla contemplación sino en la caridad, a la

Más allá de la IglesiaLa Iglesia no trata sobre leyes, doctrinas, moral o política. Éstas son cosas

secundarias, como las rúbricas, los papas, los sacerdotes. La Iglesia trata sobre lavida: la nuestra y la de Dios, centralizada en Jesús. Oh, Dios, si eres aburrido, tehemos perdido. Nada es tan real como Tú, nada tan vivo. El defecto no está en

Dios. Jesús no podría ser más perfecto.

John Carmody

que la contemplación vivifica y perfeccio-na profundamente).

Quienquiera que fuera nuestro escri-tor sirio, muestra la antigua y consistentetradición de enseñanza de los Padres y lossantos: que todos somos llamados a uningreso vivencial en nuestra fe, a experi-mentar nuestra fe en una “luminosa oscu-ridad”. Si año tras año, fuimos hijos lealesde la Iglesia visible, ¿no nos habremos pre-guntado nunca, en algún momento de tran-quila reflexión, si esto es todo lo que hay?

“Si la esencia de Dios es el amor, Élbusca por su naturaleza compartir suser, comunicando su presencia. Diosse transforma en un Dios-para-los-otros comunicándose a través de suPalabra y su Espíritu de amor. Dioscrea al mundo entero como bueno,como una señal de su ardiente deseode entregarse en una comunicaciónfiel a través de su Palabra”.

George A. Maloney

Extraído de “¿Por qué no ser un místico?”

Frank X. Tuoti, ex monje trapense

El bote vacío

La Recova

Martín Irigoyen 430 - Castelar

Tel: 4629-9681

Libros

Lo visible y lo profundo

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“Derecho Viejo”Página 4

El cofre de los recuerdos... XVIIReflexiones sobre el tsunami - Terremoto de Japón

Amig@s lector@s: Dada la trascen-dencia de la tremenda catástrofe que pa-dece y enluta al pueblo de Japón y su re-sonancia planetaria, creo oportuno inte-rrumpir la secuencia sobre las “Resonan-cias navideñas” para reproponer la re-flexión que les compartía hace exactamen-te un año en abril de 2010, con motivo delMensaje de Benedicto XVI - Jornada mun-dial de la paz - (01-01-2010): “Si quierespromover la Paz, protege la creación”.

En efecto, reflexionando sobre el pro-yecto de Dios (ver Génesis cap. 1-2) y elanti-proyecto del hombre respecto delacuciante problema ecológico y el cuida-do de la creación, vimos que el plan deDios tiene su origen y cumplimientoen su Hijo-Palabra creadora: “Este esel plan que había proyectado realizar porCristo cuando llegase el momento cul-minante: hacer que todas las cosas tuvie-sen a Cristo por cabeza, las del cielo y lasde la tierra”. (San Pablo - Efesios 1,10).

Sin embargo, el discípulo testigo de “laPalabra hecha hombre” nos habla de laindiferencia y el rechazo de los destinata-rios: “la luz brilló en las tinieblas, y lastinieblas no lo comprendieron” (Juan1,5): “La luz verdadera que ilumina a todoser humano estaba viniendo al mundo. Enel mundo estaba, el mundo existió por ella,y el mundo no la reconoció. Vino a lossuyos (a su casa) y los suyos no la reci-bieron” (Juan 1,9-11).

Entonces, nos preguntamos: ¿Cuálesson las tinieblas que no la comprendie-ron y quienes son los suyos que no la re-cibieron? ¿Serán los representantes de lasgrandes potencias los responsables delrecalentamiento global? ¿O los jefes de lasnaciones que deciden en lo político, so-cial y económico? ¿Serán los dueños delas multinacionales? ¿Seremos nosotros,quienes nos profesamos cristianos? A es-tos interrogantes y apenada por esta ce-rrazón es la misma Palabra quien respon-de por medio del profeta Isaías: “Ofrecíuna respuesta a los que no preguntaban,me dejé encontrar de los que no me bus-caban; y dije: Aquí estoy, aquí estoy, aun pueblo que no invocaba mi nombre”(Isaías 65,1).

Sin embargo: “Todo lo que existe –nosrecuerda Benedicto XVI– pertenece a Dios,que lo ha confiado a los hombres, perono para que dispongan arbitrariamente deello. Por el contrario, cuando el hombre,en vez de desempeñar su papel de co-laborador de Dios, lo suplanta, termi-na provocando la rebelión de la natu-raleza, «más bien tiranizada que go-bernada por él». Así, pues, el hombretiene el deber de ejercer un gobierno res-ponsable sobre la creación, protegiéndolay cultivándola” (Mensaje n.6). Pero ¿existeesta conciencia? Antes de ensayar una res-puesta, veamos el contra-proyecto alter-nativo propuesto por la ambición delhombre:

El anti-Génesis: Al fin el hombre aca-bó con el cielo y con la tierra. La tierraera bella y fértil, la luz brillaba en las mon-tañas y los mares, y el espíritu de Diosllenaba el universo.

El hombre dijo: “Que posea yo todo elpoder en el cielo y en la tierra” Y vio queel poder era bueno: Y puso el nombre de

Grandes Jefes a los que tenían el poder, yllamó Desgraciados a los que buscaban lareconciliación. Así fue el sexto día an-tes del fin. El hombre dijo: “Que hayagran división entre los pueblos: que sepongan de un lado las naciones a mifavor y del otro los que están en mi con-tra”. Y hubo “buenos” y “malos”. Así fueel quinto día antes del fin.

El hombre dijo: “Reunamos nues-tras fortunas todas en un lugar y cree-mos instrumentos para defendernos:radio, TV, Internet, Facebook, Twiter,etc... para controlar el espíritu de loshombres, el alineamiento para contro-lar sus pasos, los ejércitos para domi-narlos”. Y fue así. El mundo quedó di-vidido en dos bloques, en guerra. El hom-bre vio que tenía que ser así. Así fue elcuarto día antes del fin.

El hombre dijo: “Que haya unacensura para distinguir nuestra ver-dad de la de los demás”. Y fue así. Elhombre creó dos grandes institucionesde censura: una para ocultar la verdad enel extranjero, y otra, para defenderse dela verdad dentro de la casa. El hombre lovio y lo encontró normal. Así fue el ter-cer día antes del fin.

El hombre dijo: “Fabriquemos armasque puedan destruir grandes multitudes,millones y millones, a distancia”. El hom-bre creó los submarinos nucleares quesurcan los mares y los misiles que cruzanel firmamento. El hombre lo vio y se en-orgulleció. Entonces los bendijo, dicién-doles: “Sean numerosos y grandes sobrela tierra, llenen las aguas del mar, y losespacios celestes, ¡multiplíquense!”. Asífue el segundo día antes del fin.

El hombre dijo: “Hagamos a Dios anuestra imagen y semejanza: que actúecomo actuamos nosotros, que piense comopensamos nosotros, que quiera como que-remos nosotros, que mate como noso-tros...”. El hombre creó un Dios a sumedida. Y lo bendijo diciendo: “Muéstra-te a nosotros y pon la tierra a nuestrospies. No te faltará nada, si haces nues-tra propia voluntad”. Y así fue. El viotodo lo que había hecho y estaba muy sa-tisfecho de todo ello. Así fue el día an-tes del fin.

De pronto, se produjo un gran terre-moto en toda la superficie de la tierra, y elhombre y todo lo que había hecho deja-ron de existir. Así acabó el hombre conel cielo y con la tierra. La tierra volvió aser un mundo vacío y sin orden; toda lasuperficie del océano se cubrió de oscu-ridad y el espíritu de Dios aleteaba sobrelas aguas.

Esto que parece fantasía o ciencia-fic-ción, lamentablemente está superando laimaginación. Ya se verifican muchas deestas pretensiones fruto de mentes enfer-mas y ambiciosas que merecen el nom-bre de tinieblas según la expresión bíbli-ca. Los grandes jefes reunidos enCopenhague volvieron a decir no al pro-yecto de Dios y repitieron la pretensióndel tentador en el desierto: “De nuevo selo llevó el Diablo a una montaña altísi-ma y le mostró todos los reinos del mundoen su esplendor, y le dijo: –Todo te lo darési te postras para adorarme. Entonces Je-sús le replicó: ¡Aléjate, Satanás! Que está

escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a élsólo darás culto” (Mt 4,8-10).

¿Qué debemos hacer? ¿Cuál esnuestra responsabilidad? - Con respec-to a tsunamis y terremotos, si bien se tra-ta de eventos cíclicos naturales, no eximede culpa al hombre que degrada la natura-leza, detonando bombas atómicas en el

mar y otrosexperimentosn u c l e a r e s .Mientras la-mentamos laspérdidas huma-nas y económi-cas, en el mun-do muerenmás de 30.000por día que na-die llora. Poreso, ante unacreación usur-pada por laambición de

los que se erigen en árbitros del mundo,el apóstol Pablo nos invita a colaborar conel proyecto creador de la Palabra:

“Estimo que los sufrimientos del tiem-po presente no se pueden comparar conla gloria que se ha de revelar en nosotros.La humanidad (y toda la creación)aguarda ansiosa la manifestación de loshijos de Dios. Ella fue sometida al fra-caso, no voluntariamente, sino por impo-sición de otro (el tentador y secuaces);

pero tiene la esperanza de que será libe-rada de la esclavitud de la corrupciónpara obtener la gloriosa libertad de loshijos de Dios. Sabemos que hasta ahorala humanidad entera está gimiendo condolores de parto. Y no sólo ella; tambiénnosotros, que poseemos las primicias delEspíritu, gemimos por dentro esperandola condición de hijos adoptivos, el resca-te de nuestro cuerpo. Con esa esperanzanos han salvado” (Rom 8,18-23).

De modo que la respuesta a losinterrogantes planteados arriba debe sercoral y abarcativa. Todos estamos llama-dos a cuidar el planeta y hacerlo habita-ble. “En efecto, parece urgente lograr unaleal solidaridad intergeneracional. Loscostes que se derivan de la utilización delos recursos ambientales comunes no pue-den dejarse a cargo de las generacionesfuturas: “Herederos de generaciones pa-sadas y beneficiándonos del trabajo denuestros contemporáneos, estamos obli-gados para con todos y no podemosdesinteresarnos de los que vendrán a au-mentar todavía más el círculo de la fami-lia humana. La solidaridad universal,que es un hecho y beneficio para to-dos, es también un deber..., una respon-sabilidad que incumbe también a cadaEstado y a la comunidad internacional”(Mensaje n.8). Seguiremos con “Resonan-cias navideñas”.

Cordialmente,

Un niño y su padre caminaban entrelas montañas. De repente, el hijo tropezóy cayó al suelo gritando “¡Aaahhh!”

Para su sorpresa, oyó una voz a lolejos que gritaba como él. Con curiosi-dad el niño preguntó: “¿Quién está ahí?”

“¿Quién está ahííí...?” Le respondie-ron.

Molesto con la respuesta, el niño gri-tó: “¡Cobarde!” Pero le respondieron dela misma manera: “¡Cobardeee...!”

El niño desconcertado le preguntó a supadre: “¿Qué sucede papá?” El padre, son-riendo le dijo: “Hijo mío, presta atención”.

Se levantó y dirigiéndose a la monta-ña, gritó: “¡Te admiro!” La voz respon-dió: “¡Te admirooo...!”

Volvió a gritar: “¡Eres un campeón!”Y la voz le respondió: “¡Eres un cam-peónnn...!” El niño estaba asombrado yno entendía. “Se llama Eco”, le explicóel padre, “aunque en realidad es la vida.Te devuelve todo lo que dices o haces.Nuestra vida es simplemente un reflejode nuestras acciones”.

Si deseas más amor en el mundo, creamás amor a tu alrededor. Si deseas feli-cidad, da felicidad a los que te rodean. Siquieres recibir una sonrisa, sonríe a losque conoces. Esta relación se aplica atodos los aspectos de la vida. La vida tedará de regreso, exactamente aquello quetú le has dado. Tu vida no es una coinci-dencia, es un reflejo tuyo.

Alguien dijo: “Si no te gusta lo querecibes de vuelta, revisa muy bien lo queestás dando... ”

Aprendí y decidí... Y así después de

tanto esperar, un día como cualquier otrodecidí triunfar... y decidí no esperar quellegaran las oportunidades, sino salir yomismo a buscarlas.

Decidí ver cada problema como laoportunidad de encontrar una solución,decidí ver cada desierto como la opor-tunidad de encontrar un oasis, decidí vercada noche como un misterio a resol-ver, decidí ver cada día como una nuevaoportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único ri-val eran mis propias debilidades, y queen ellas mismas está la única y mejorforma de superarnos. Aquel día dejé detenerle miedo a fallar, o perder y empe-cé a tenerle miedo a no intentar ganar.Descubrí que yo no era el mejor y quequizá nunca lo fui, me dejó de importarquién ganaba o perdía, ahora lo únicoque me importa es simplemente saber-me mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a lacima, sino jamás dejar de subir. No lle-gar a una posición, sino mantenerme.

Descubrí que el amor es más que unsimple estado de enamoramiento: el amores una manera de vivir.

Aquel día dejé de ser un reflejo demis escasos triunfos pasados y empecéa ser mi propia tenue luz de este presen-te; aprendí que de nada sirve ser luz sino vas a iluminar el camino de losdemás.Aquel día decidí cambiar tantascosas... aquel día aprendí que los sue-ños son solamente para hacerse realidad,desde aquel día ya no duermo paradescansar...ahora duermo para soñar.

Todo vuelve

Retorno

P. Julio, omv

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“Derecho Viejo” Página 5

Los obispos nos recuerdan en uno de sus documen-tos que más que una época de cambios estamos vi-viendo un cambio de época.

Esto que a primera leída puede parecer un simplejuego de palabras es una realidad tan palpable que unopuede percibirlo constantemente en la charla con losamigos, en los comentarios periodísticos y en el ánimode muchas personas.

Como tantas veces he repetido hay un dato que es atodas luces revelador. El mundo en el que mi generación(tengo 70 años) vivió su infancia, ya no existe.

Esto que también puede trasladarse a personas aúnmucho menores que yo, provoca sentimientos muy en-contrados.

Aún a riesgo de ser simplista yo me atrevería a afir-mar que hay por lo menos cuatro formas de reaccionarfrente a esta realidad. Algunos viven como si no hubie-ra pasado nada y no se cuestionan lo que sucede (enun periódico un humorista mostraba a un grupo de jó-venes de un programa muy visto de la televisión y dice:“éstos no se enteraron de que se cayó el muro de Ber-lín, que hemos atravesado una gran crisis financiera,de que un tsunami arrolló el Japón”), otros están con-vencidos de que estamos viviendo tiempos desas-trosos y que antes se vivía mejor, otros viven des-lumbrados y piensan que la humanidad está pasandosu mejor momento, otros en cambio pensamos conesperanza que no podemos dejar de tener una visióncrítica que nos permita discernir cual es el caminoque debemos transitar.

En mi percepción de la realidad advierto entre otras,dos actitudes muy fuertes que muchas veces compli-can la posibilidad de tomar una posición que nos ayude

a crecer como persona, por un lado una presiónmediática para que nos preocupemos por estar lo me-jor posible hoy sin pensar en el día de mañana, y porotro lado también sino un pesimismo por lo menos unescepticismo con respecto al futuro.

En cualquiera de estas actitudes hay a priori unadificultad muy grande para construir un futuro.

A esta realidad los cristianos tenemos que agregar-le una cierta hostilidad de parte de muchos sectores dela sociedad, situación que muchas veces la provocannuestras infidelidades al mensaje de Jesús, pero en otrasmuchísimas situaciones es el mensaje de Jesús el quecrea ese rechazo: dar la vida por los demás, perdonarlas ofensas, amar al enemigo, por poner algunos de losmensajes, crea en muchas personas tal rechazo quehasta pretenden que se retiren los crucifijos de lugarespúblicos.

Es en este contexto en donde los creyentes escu-chamos a Jesús que hoy nos dice a nosotros: “ustedesson la luz del mundo, ustedes son la sal de la tierra”.

La afirmación de Jesús no nos deja margen de duda,no dice ustedes deben ser o ustedes serán, nos diceustedes son, forma parte de nuestra identidad.

Pero alguno de ustedes se dirá ¿cómo voy yo, conmis limitaciones y deficiencias, a ser luz y sal?

El mismo Jesús nos indica a través de qué uno pue-de llevar adelante esta misión que nos encomendó: connuestras buenas obras.

Desde esta perspectiva el cambio para bien de lahumanidad Jesús no la pone fuera de nosotros, sinoque desde dentro de nosotros ha de salir la posibili-dad de que podamos crear las condiciones que nospermita dejarle a las futuras generaciones un mundo

digno de ser vivido.Evidentemente ser sal en

primer lugar apunta al sabor,es decir a ser que la vida seavivida como un don agradable,pero también es bueno recor-dar que en la época de Jesúsla sal también se utilizaba paraque algunos alimentos no sedegradaran.

Ambas funciones hoy nosdeben preocupar a nosotros.Ante el hecho de que cada vezhay más personas que no le encuentran el sentido a lavida y por lo tanto no le es agradable vivir, tenemosque arbitrar los medios necesarios para que se encuen-tren con Cristo, quien vino para que tengamos vida y latengamos en abundancia.

Y por otro lado ante la tendencia a mostrar lo másdegradante de la condición humana, tenemos que fa-vorecer el crecimiento de los acontecimientos que en-noblecen la condición humana (al escribir estas reflexio-nes se acaban de agotar las localidades para ver sen-tado a Plácido Domingo).

Soy consciente de que esta tarea a veces resultaardua y muchas veces no sentimos desalentados. Esen esos momentos cuando tenemos que hacer viva ennosotros la afirmación de Jesús: “vengan a mí los queestén agobiados y afligidos, que yo los aliviaré”.

Ser discípulo de Jesús se convierte día tras día en unatarea fascinante, digna de transmitírsela a los demás.

¿Época de cambio o cambio de época?

Mons. Raúl R. Trotz

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Enfoque

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“Derecho Viejo”Página 6

La meditación es una de las cosas más importantesen la vida; no cómo meditar; no la meditación conformea un sistema; no la práctica de la meditación, sino másbien lo que la meditación es en verdad. Si uno puededescubrir, muy profundamente, la significación, lanecesidad y la importancia que la meditación tienepara uno mismo, entonces descartará todos los sis-temas, los métodos, los gurúes, junto con todas lascosas peculiares que se hallan involucradas en el tipooriental de meditación.

Es muy importante descubrir por uno mismo lo quese es en realidad, no de acuerdo con las teorías y lasaseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filó-sofos y gurúes, sino por la investigación de toda la natu-raleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué esuno realmente.

Parecemos incapaces de comprender lo extraordina-riamente importante que es ver lo que somos, vernos dehecho, como si nos estuviéramos mirando psicológica-mente en un espejo, lo cual produce una transformaciónen la propia estructura interna. Cuando uno realiza fun-damentalmente, profundamente, unatransformación o mutación semejan-te, entonces esa mutación afecta todala conciencia del hombre. Este es unhecho absoluto, una realidad. Produciruna transformación fundamental se vuel-ve muy importante si uno es totalmenteserio, si uno está preocupado por el mundotal como es con toda su espantosa infeli-cidad, confusión e incertidumbre, contodas las divisiones religiosas y naciona-les, con la acumulación de armamentos,el gasto de sumas enormes en la prepara-ción de la guerra, para matar a la genteen el nombre de la nacionalidad, etcétera.

Para ver lo que uno es realmente,resulta vital que haya libertad, liber-tad con respecto a todo el contenidode la propia conciencia –siendo el con-tenido de la conciencia todas las cosasacumuladas por el pensamiento. Li-berarse del contenido de la propia con-ciencia, de las cóleras y brutalidades, de las vanida-des y la arrogancia, liberarse de todas las cosas enque uno se halla atrapado, es meditación. El mismover lo que uno es, constituye el principio de la transfor-mación. La meditación implica el cese de toda lucha,de todo conflicto –internamente y, por tanto, externa-mente. De hecho, no existe lo interno o lo externo, escomo el mar con su flujo y reflujo.

Cuando uno descubre lo que realmente es, se pre-gunta: ¿Es uno mismo, el observador, diferente de loque observa? –psicológicamente hablando, desde lue-go. Yo soy iracundo, codicioso, violento; ¿es ello dife-rente de la cosa observada, que es la ira, la codicia, laviolencia? ¿Es uno diferente? Obviamente, no lo es.Cuando estoy iracundo no existe un yo que esté ira-cundo, sólo existe la ira. Por lo tanto, yo soy la ira, elobservador es lo observado. La división es eliminadapor completo. El observador es lo observado y, en con-secuencia, el conflicto se termina.

Parte de la meditación es eliminar completamente todoconflicto en lo interno y, por lo tanto, en lo externo. Paraeliminar el conflicto uno ha de comprender este principiobásico: El observador no es, en lo psicológico, dife-rente de lo observado. Cuando hay ira, no hay yo,pero un segundo después el pensamiento crea el yoy dice: “He estado iracundo”, y así introduce la ideade que ya no debería estar iracundo. Por consiguien-te, existe la ira y luego el yo que no debería experimentarla ira; la división engendra el conflicto. Cuando no haydivisión entre el observador y lo observado y, por ende,

sólo existe la cosa que es, o sea, la ira, ¿qué ocurre?¿Continúa la ira, entonces? ¿O la ira cesa totalmente?Cuando surge la ira no hay un observador –no hay divi-sión– la ira se desarrolla y luego llega a su fin, igual queuna flor; florece, se marchita y se extingue hasta morir.Pero mientras uno la está combatiendo, mientras la re-siste, o la racionaliza, uno le está dando vida. Cuando elobservador es lo observado, la ira florece, se desa-rrolla y muere naturalmente –por lo tanto, no hay enello conflicto psicológico alguno.

Uno vive en la acción; acción conforme a un motivo,conforme a un ideal, a un patrón, acción por hábito oacción tradicional, todo ello sin investigación alguna. Unamente que medita, debe descubrir qué es la acción. Unode los problemas principales en la propia vida es el con-flicto, y del conflicto se originan toda clase de activida-des neuróticas. Para poner fin al conflicto y, por ende,a la acción neurótica, es muy importante que unotenga una mente cuerda, sana, una mente que noesté atrapada en creencias, temores, etcétera.

¿Cómo ha de actuar uno? ¿De acuerdo con qué prin-cipio, con qué cualidad o esta-do de la mente ha de actuaruno? Por lo general uno actúadesde la memoria –la memoriaestablecida en un patrón que seha vuelto hábito, rutina. Unoactúa conforme a lo que recuer-da como placentero; o actúasegún un ideal que ha determi-nado llevar a la práctica en lavida diaria; o tiene una ambi-ción que trata de realizar. Haydiversos tipos de acción, ycada uno de ellos es fragmen-tado, incompleto; ninguno esholístico “yo soy un hombrede negocios, vuelvo a mi casay amo a mis hijos, pero cuan-do estoy en mis ocupaciones,ahí no amo a nadie, quieroutilidades, etc; puedo ser unerudito, un pintor, pero mi

vida –aunque sea un pintor excelente– es vulgar;soy vicioso, codicioso, anhelo dinero, posición, reco-nocimiento, fama”.

Las acciones de unoestán divididas, son frag-mentarias; y cuando hayuna acción fragmentaria,es inevitable que ésta pro-duzca conflicto en lo psi-cológico. ¿Existe una ac-ción sin conflicto, en lacual no haya remordi-mientos, ni fracasos, nisentimiento alguno defrustración; una acciónque sea total, armónica,completa, una acción queno tenga lugar en un cam-po particular opuesto a otro campo? Uno tiene que ver loque hace realmente, cómo está viviendo una vida contra-dictoria, actuando contradictoriamente y, por lo tanto,en conflicto. Debe tornarse perceptivo a ello. Y si unoestá completa y sensiblemente alerta, ¿qué ocurre enton-ces?

Supongamos que vivo entre acciones contradictoriasy viene alguien y me dice: “Esté alerta a ello”. Y le pre-gunto: ¿Qué entiende usted por estar alerta a ello? El es-tado de percepción alerta no es posible cuando ustedopta, cuando dice: “Me gusta esta acción en particu-lar, quisiera quedarme con ella; por favor, ayúdemea evitar toda otra acción”. Eso no es percepción alerta;eso es escoger una acción determinada que parece mássatisfactoria, más cómoda, más gratificadora, más pro-vechosa, etc. Cuando hay opción no hay una comple-ta percepción alerta. Si uno está totalmente alerta, nohay problema; entonces existe una acción que es conti-nua, sin grietas y, por lo tanto, es una acción holística.Eso es tener una mente sana, lo cual implica no estarcomprometido con ninguna forma particular de creen-cia, dogma o ideal, con nada. Es tener una mente capaz depensar con claridad, directa, objetivamente. Esa acción lle-ga uno a encontrarla en el proceso de la meditación.

Descubrir qué es la meditación, implica darsecuenta de que cualquier conocimiento previo acercade lo que uno piensa que es la meditación, bloqueatoda posibilidad de explorar. Es absolutamente nece-sario estar libre de toda autoridad psicológica. ¿Qué

...es el vaciado del contenido de la concienciaLa meditación...

Krishnamurti

Se ha dicho que la sabiduría máselevada estriba en el desapego, o se-gún palabras de Chuang-tse: “Elhombre perfecto utiliza su mentecomo un espejo; no se aferra a nada,no rechaza nada; sólo recibe, perono retiene”. El desapego significano sentir ningún remordimiento porel pasado ni miedo por el futuro; de-jar que la vida siga su curso sin in-tentar interferir en su movimiento ycambio, sin intentar prolongar lascosas placenteras ni provocar ladesaparición de las desagradables.Actuar de este modo es moverse alritmo de la vida, estar en perfectaarmonía con su música cambiante,a esto se llama iluminación. Dichobrevemente; es no apegarse al pa-sado ni al futuro y vivir en el eternoahora. Ya que, en realidad, ni pasa-do ni el futuro tienen una existenciaseparada de este ahora; por sí mis-mos son una ilusión. La vida existe

sólo en este preciso momento, y esen este momento cuando es infinitay eterna. Ya que el momento presen-te es infinitamente pequeño, antes deque podamos medirlo ha desapareci-do, y sin embargo persiste para siem-pre. Este movimiento y este cambioha sido llamado Tao por los chinos,pero, en realidad, no hay movimien-to, ya que el movimiento es la únicarealidad y no existe nada más allá enrelación a lo cual pueda decirse quese mueve. De ahí que, en definitiva,pueda denominarse el eterno movi-miento y el eterno reposo.

¿Cómo podemos vivir en armo-nía con el Tao? Un sabio dijo que sipretendemos vivir en armonía con elTao, debemos alejarnos de él. Perono acababa de estar en lo cierto. Yaque lo curioso del caso es que nopodemos alejarnos de él aunque que-ramos; aunque tus pensamientos hu-yan hacia el pasado o corran hacia el

Conviértete en lo que eresPor Alan Watts

futuro, no pueden escapar del mo-mento presente. Por mucho quequieran retroceder o avanzar paraescapar, nunca pueden separarse delmomento, ya que esos pensamien-tos se hallan en el momento; al igualque todo cuanto comparten, de he-cho son el movimiento de la vida,que no es otra cosa que el Tao.Quizá te creas fuera de la armoníade la vida y de su eterno ahora; perono podrías existir, ya que tú eresvida y existes ahora, de otro modono estarías aquí. De ahí que no seaposible escapar ni atrapar el Tao in-finito; no hay ni un acercarse a él,ni un alejarse de él; simplemente es,y tú lo eres. Por lo tanto, conviér-tete en lo que eres.

Extraído de“Conviértete en lo que eres”

(Continúa)

Más allá de la mente

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“Derecho Viejo” Página 7

es lo que se requiere en la investigación? ¿Se re-quiere concentración, atención o percepción alerta?Cuando uno se concentra, toda la energía está localizadaen algo particular, uno resiste y rechaza todos los pensa-mientos que interfieren. En la concentración uno estáofreciendo resistencia. Pero en el darse cuenta de lospropios pensamientos, no hay concentración; la percep-ción alerta no consiste en escoger el pensamientoque a uno le gustaría; uno está simplemente alerta.De esta percepción alerta surge la atención. En laatención no existe un centro desde el cual uno estéatendiendo. Esto es realmente muy importante quese comprenda, es la esencia de la meditación. En laconcentración hay un centro desde el cual uno se estáconcentrando sobre una idea, o una representación men-tal, o alguna imagen, etc; uno está ejercitando energía enla concentración, en el acto de resistir; está erigiendo unmuro de modo tal que no pueda introducirse ningún otropensamiento; y en ello debe haber conflicto. Para elimi-nar totalmente el conflicto, uno debe darse cuenta,sin opción alguna, de sus pensamientos; entonces nohay contradicción ni resistencia con respecto a ningúnpensamiento. De ahí surge la percepción alerta; per-cepción de todo movimiento del pensar. A causa deesa percepción alerta, adviene el estado de atención.Cuando uno está atento a algo, de verdad, profunda-mente, no existe un centro; no hay un ‘yo’.

En la atención –si se ha llegado hasta ahí– uno

está libre de todos los afanes del pensamiento consus temores, sus agonías y su desesperación. Esosson los cimientos. Entonces se está vaciando el con-tenido de la propia conciencia, se la está liberando.Ese es el significado y la profundidad de la medita-ción: el vaciado de todo el contenido, el pensamientoque toca a su fin.

La meditación es atención en la cual no existe un re-gistrar. Normalmente, el cerebro está registrando casitodo, el ruido, las palabras que se emplean –registra igualque un grabador magnetofónico. Ahora bien, ¿es posiblepara el cerebro no registrar sino aquello que es absoluta-mente necesario? ¿Por qué debo registrar un insulto? ¿Porqué? ¿Por qué debo registrar una lisonja? Es innecesario.¿Por qué debo registrar cualquier clase de heridas psico-lógicas? Es innecesario. Por lo tanto, registro sólo aque-llo que es necesario para operar en la vida diaria –comoun técnico, un escritor y así sucesivamente–, pero en lopsicológico, no registro nada. En la meditación no hayregistro psicológico, excepto el registro de los hechosprácticos del vivir, como ir a la oficina, trabajar en unafábrica, etc, nada más. Desde ahí adviene un completosilencio, porque el pensamiento llega a su fin –exceptopara funcionar sólo donde es absolutamente necesario.El tiempo ha cesado y hay una clase por completo dife-rente de movimiento: un movimiento en el silencio.

La religión tiene, entonces, un significado totalmentedistinto, mientras que antes era una cosa del pensamien-to. Ha sido el pensamiento el que creó las diversas reli-giones y, por consiguiente, cada religión está fragmenta-da y en cada fragmento hay múltiples subdivisiones. Todo

La meditación es el vaciado del contenido de la concienciaeso que se llama “religión”, incluyendo las creencias, lostemores, las esperanzas, el deseo de estar seguro en otromundo, etcétera, es el resultado del pensamiento. Eso noes religión, es meramente el movimiento del pensar, quees el pensamiento que opera en el temor, en la esperanza,en el intento de hallar seguridad; por lo tanto, ése es unproceso material.

¿Qué es, entonces, la religión? Es la investiga-ción –investigación en la que participa toda la aten-ción de uno, la suma de toda la energía– para descu-brir aquello que es sagrado, para dar con aquelloque es santo. Eso sólo puede ocurrir cuando uno estálibre del ruido del pensamiento –cuando psicológica-mente, internamente, cesan el pensamiento y eltiempo–, pero sin que el pensamiento cese en el mun-do donde debe funcionar con los conocimientos. Aque-llo que es santo, que es sagrado, que es la verdad,sólo adviene cuando hay completo silencio, cuandoel cerebro mismo ha puesto al pensamiento en su jus-to lugar. En ese inmenso silencio, está aquello que essagrado.

El silencio requiere espacio, espacio en toda laestructura de la conciencia. Tal como es la concien-cia de uno, no hay espacio en su estructura, porqueesa consciencia está llena de temores –está atesta-da, parloteando, parloteando. Cuando hay silencio,existe un espacio inmenso, intemporal; sólo enton-ces hay una posibilidad de dar con aquello que es loeterno, lo sagrado.

Extraído de “La totalidad de la vida”

(Continuación)

Yo he venido aquí en representaciónde una filosofía de la India llamada filo-sofía vedanta. Esta filosofía es muy, muyantigua; es el resultado de esa abundan-te literatura indoeuropea antigua cono-cida por el nombre de los Vedas. Es comosi fuera la flor de todas las especulaciones,experiencias y análisis incorporados en esaabundante literatura, coleccionada y selec-cionada a lo largo de los siglos. Esta filoso-fía vedanta tiene ciertas particularidades.En primer lugar, es perfectamente imper-sonal: no le debe su origen a ninguna per-sona o profeta, y no gira en torno a ningu-na persona. No obstante, no dice nada encontra de las filosofías que se construyenen torno a determinadas personas. Última-mente en la India han surgido otras filoso-fías y sistemas, como el budismo o mu-chas de las sectas actuales. Todas se mues-tran fieles a un determinado líder, como loscristianos y los musulmanes. Pero la filo-sofía vedanta se halla detrás de todas es-tas sectas, y entre el vedanta y cualquierotro sistema del mundo no existe ningunalucha ni antagonismo.

El vedanta afirma que el alma hu-mana es divina, y que todo lo que ve-mos a nuestro alrededor es el resulta-do de esa conciencia de lo divino. Todolo fuerte, bueno y poderoso que tiene lanaturaleza humana proviene de esa divi-nidad, y aunque en muchas personassólo esté en potencia, esencialmente nohay ninguna diferencia entre los seres hu-manos, pues todos son igual de divinos.

Detrás de nosotros hay una especiede océano infinito, y tú y yo somoscomo las olas numerosas que salen delmismo; y cada uno hace lo que puedepor manifestar ese infinito fuera. To-dos nosotros contamos con ese océa-no infinito de Existencia, Conocimien-to y Dicha como derecho de nacimien-to, como nuestra verdadera naturale-za; y nuestras diferencias provienen delmayor o menor poder de manifestaciónde esa divinidad. Por consiguiente, elvedanta enseña que nadie debería sertratado por cómo se manifiesta, sino porlo que representa. Todos los seres hu-manos representan la divinidad y, portanto, todos deberíamos ser útiles, sincondenar a los demás, ayudándoles aentrar en contacto con la divinidad desu interior.

El vedanta no se pelea con aquellosque todavía no comprenden esta divini-dad del alma. De manera consciente ono, todos los seres humanos están tra-tando de desplegar esa divinidad. Cadauno de nosotros es como un manantialinfinito que se hubiera visto reducido auna cajita, y ese manantial intentadesplegarse; y la totalidad del fenómenosocial que vemos es el resultado de esteintento de despliegue.

Pero el vedanta afirma que este con-cepto de divinidad del alma está en to-das las religiones, en la India o fuera deella; lo que sucede es que algunas ex-presan este concepto de forma mito-

lógica, y otras, de forma simbólica. Elvedanta afirma que todo lo que denomi-namos ética, moralidad y hacer el bien alos demás no es más que la manifesta-ción de esta unidad. En ocasiones senti-mos que somos uno con el universo ynos apresuramos a expresarlo, lo sepa-mos o no. Esta expresión de unidad eslo que denominamos amor y simpatía, yes la base de toda nuestra ética y nues-tra moralidad. La filosofía vedanta lo re-sume en el famoso aforismo Tat TwamAsi: “Tú eres Eso”.

Todo el mundo lo aprende: Eso es unocon este ser universal y, como tal, todaslas almas que existen son tu alma; y to-dos los cuerpos que existen son tu cuer-po; y cuando le haces daño a alguien, tehaces daño a ti mismo, y cuando amas aalguien, te amas a ti mismo. En el mo-mento que arrojas una corriente de odio,además de dañar a quien sea, también tedaña a ti; y si de ti sale amor, volverá a ti.

Tú eres el Infinito, sólo que ahora noeres consciente de ello; pero estás luchan-do por alcanzar esta conciencia del Infini-to, y cuando tengas plena conciencia deeste Infinito alcanzarás la perfección.

Otro de los conceptos peculiares delvedanta es que, como el objetivo es elmismo, debemos permitir esta diversidadinfinita de pensamientos religiosos, sintratar de imponer la misma opinión entodo el mundo. Como dice el vedánticoen su lenguaje poético: “De igual ma-nera que tantos ríos, naciendo en

montañas dife-rentes, descien-den y finalmentellegan al mar, to-das estas varia-ciones de credosy religiones, quese inician en dife-rentes sitios y recorren caminos tor-tuosos o derechos, finalmente termi-nan en Ti”.

Esta es una de las grandes leccionesdel Vedanta. Teniendo en cuenta, cons-cientemente o no, que estamos luchandopor alcanzar el mismo objetivo, ¿por quénos impacientamos? Si un hombre va másdespacio que otro, debemos ser pacientes,y no debemos maldecirlo ni injuriarlo. Cuan-do tenemos los ojos abiertos y el corazónpurificado, la obra de la misma influenciadivina que despliega la misma divinidad entodos los seres humanos se manifestará,sólo entonces podremos reclamar la fra-ternidad del ser humano.

Cuando alguien llega al estadomás alto de Unidad, y no ve hombresni mujeres, sectas ni credos, color,nacimiento, ni ninguna de estas di-ferencias, sino que las trasciende ydescubre ese Espíritu Infinito deUnidad detrás de cada ser humano,sólo entonces habrá logrado la fra-ternidad universal, y sólo entoncesserá un vedántico.

Extraído de “Las cuatro vías del yogapara llegar a Dios”

La filosofía vedantaSabiduría del Maestro Vivekananda

Adentro

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“Derecho Viejo”Página 8

La vida entera es oportuni-dad, aunque hay lugares o situa-ciones especiales.

A estas situaciones, que afec-tan seriamente a nuestra seguri-dad y a la forma de sentirnos,cuando se resuelven en cristia-no, las llamo “las paciencias”.Explicitan la paciencia de Cristo,en la que el orante se sumerge(Rm 8,17), y desde donde da viday pone amor en situaciones sig-nificativas de su vida diaria.

Paciencia consigo mismoUno de los ejes de la ascesis

pasiva, una paciencia fundamentales la paciencia con uno mismo.

a) Es aceptar la propia manerade ser.

b) Aceptar que haya fracasadonuestro proyecto personal devida.

c) Aceptar que sólo tenemosarreglo en la misericordia yen la humildad.Es una manera bien adentrada

de abnegación, de renuncia a símismo para reencontrarnos enel Amor y en la Ternura de Dios.

“Hoy tenemos demasiadagente que no se acepta a sí mis-ma, en lo profundo, y que care-ce, por eso mismo, de abnega-ción”. (Segundo Galilea).

Demasiada gente ignora, o noquiere que

“... el desprecio y conflictoconsigo mismo es una forma deorgullo y de preocupación por lapropia persona, ajenos a la abne-gación evangélica”. (SegundoGalilea).

La paciencia consigo mismotiene su fundamento, no en laautoindulgencia ni en la mera re-signación, sino en la Misericor-dia de Dios.

El orante tiene necesidad derevivir este gran atributo de Dios,no para permitírselo todo, ni si-quiera para justificar su debilidad,sino más bien para justificar sufortaleza y para poder mantener-se en pie frente al propio fracasoy a la propia debilidad.

La sabiduría tradicional fami-liarizó un libro, otro viejo clási-co, un título alentador. “El artede aprovechar nuestras faltas”.Hoy probablemente hablaríamosde “reciclado”. Reciclar nuestradebilidad y hacerla una extrañaforma de fortaleza cristiana.

Y no como regodeo, sino porrealismo, quiero puntualizar lasfuentes variadas de nuestras debi-lidades en las que el orante tieneque esforzarse por entrar con amor:

* La falta de sabiduría.* La necedad que continuamen-

te manifestamos, y en ocasio-nes exhibimos.

* La debilidad de nuestra vo-luntad.

* La falta de tensión espiritual.* La lentitud de nuestro pro-

greso.* Las flaquezas corporales (en-

fermedades,...).* Las limitaciones mentales y

emocionales (carácter, expe-riencias que nos han configu-rado...).

* Debilidades morales (sober-bia, avaricia...).

* La debilidad de nuestra vidateologal (fe, esperanza, cari-dad).

Paciencia con los demásLa convivencia es una fuente

muy eficaz, tanto para la cons-trucción como para la destruc-ción de la persona.

En la convivencia encontrará

el orante una referencia valiosí-sima para crear condiciones parala oración y para averiguar la va-lidez de la misma.

La convivencia obliga al es-fuerzo amoroso, se convierte enascesis cristiana pasiva, cuandohay que tener paciencia con losdemás. Esto ocurre cuando noencajan en nuestro modelo devida: en nuestra manera de sen-tir, de percibir, de organizar lavida diaria...

Sufre la convivencia hoy enmuchos grupos. Y aunque es cier-to que la oración tiende a crearesas bases profundas de encuen-tro, también lo es que un esfuerzoinicial inteligente y amoroso, con-tribuye a la oración más honda.

Paciencia con DiosUna extraña paciencia. Suena,

sin serlo, a blasfemia. Pero en el

fondo encierra una forma tambiénextraña de ternura y de amor.

Un alma enamorada, de diá-logo franco con Dios, tal vez lediría: “Dios mío, qué pacienciahay que tener contigo”.

Hay que tener paciencia y* Aceptar su invisibilidad* Aceptar sus silencios* Aceptar el no entender bien

sus caminos, ni las condicionespara experimentarlo.

Especialmente importante esla paciencia con Dios. Pacienciapor ser como es y por las for-mas que él mismo elige para re-lacionarse con nosotros. Pacien-

cia cuando creemos que no llegacomo lo esperamos; cuando sele está esperando, y ya llegó, sinsaberlo; cuando sus caminos danvértigo o la sensación de extra-vío, de no conducir a ningunaparte, y son rectos; cuando pa-rece que nos tortura, y simple-mente intenta purificarnos; cuan-do parece no escucharnos, y, en-tretanto, se sonríe; cuando vadando soluciones bajo la aparien-cia de tragedias.

Bellas las palabras del Archi-mandrita: “Aún antes de termi-nar la plegaria puede Dios man-dar al monje una respuesta. Maspodría darse el caso de que hu-biera de pasar por la prueba deesperar años, de agotarse, de des-ilusionarse, y hasta de desapare-cer. Entonces, cuando no haynada ya que esperar, suele venir

El mismo para resucitar al mon-je, para imprimirle una nueva an-dadura con Él. Sólo entonces seentiende la espera, sólo entoncesse comprende que Él estaba pre-sente ‘de otra manera’ ”. (Archi-mandrita Basilios).

Paciencia en el trabajoEs, siempre ha sido, una fuen-

te importante de ascesis cristiana.Para muchos es fuente principal.

En parte porque el trabajo tie-ne que ver con la pobreza y elganarse la vida, y aunque traba-jar pueda ser una dignidad, nodeja de ser una oportunidad parael cansancio de variado tipo.

Especialmente es fuente deascesis cuando no realiza a lapersona, cuando no responde aun plan elegido, ni a un propó-sito vocacional; cuando carecede creatividad y de posibilida-des para la misma; cuando esabusivo o explotador; cuandono se mira la dignidad del traba-jar, sino la categoría del puesto.

“El ascetismo más seguro esla amarga inseguridad, el trabajoy la insignificancia de los real-mente pobres. El depender total-

mente de otras personas. El serignorado, despreciado y olvida-do. Conocer poco la respetabili-dad o las comodidades. Recibirórdenes y trabajar duramente porpoco o ningún dinero: es unaamarga escuela que mucha gen-te de lo más piadosa trata en loposible de evitar”. (T Merton).

La paciencia cristiana hundesus raíces en la esperanza, en laseguridad de que Jesús vendrá.Aunque exige la lucha contra todolo que es mentira o injusticia, loque la justifica como ascesis cris-tiana es el amor al Señor; es laseguridad de que volverá y pon-drá todo en orden, pero sólo enaquellos que antes han intentadoponer orden.

Extraído de“Para formar orantes”

Fuentes de ascesis pasiva

Nicolás Caballero, CMF

Yo te digo: la ortodoxia se forjacuando la mente y el corazón están en decadencia.

Como el tranquilo estanque de los bosquesestá oculto bajo un manto de verdín,así, por la acumulación del pensamiento otoñal,está cubierta la Vida.

Como es abatida la delicada hojacon el polvo del último verano,así es abrumada la Vidacon un amor desfalleciente.

Cuando el pensamiento y la emociónestán cercadospor el miedo de la corrupción,entonces, oh amigo,quedas aprisionadoen la obscuridad de un día agonizante.

Una tierna hoja se marchitaen la sombra de un gran valle.

J. Krishnamurti, extraído de “Un canto a la vida”

Principios

La única cosa a la que el hombre debe renunciar si quierealcanzar la suprema Verdad es la noción de lo personal,

nada más.* * *

El ego no es más que una sombra, una obsesión y una ilusión.Toda vida es una, y es tú mismo.

* * *La conciencia del ego, o conciencia de separatividad, es unanoción falsa. No hay más que un solo océano ilimitado de

gozo, a la vez inmóvil y en movimiento.No hay más que una luz, un poder, una existencia,

una sola Realidad eterna e infinita.* * *

El egoísmo es verdaderamente la raíz de todo mal. Lo veisamplificado en los demás, mientras que os posee, a vosotros

mismos, completamente.* * *

Sólo podemos ser buenos y caritativos cuando actuamos yvivimos en el plano elevado en el que ya no tenemos el

sentimiento egoísta de ser los autores de nuestras acciones.El bien verdadero sólo sale de nuestro corazón cuando hemos

pasado más allá del yo, cuando permanecemos en laconciencia suprema y universal de Dios.

Pensamientos de Swâmi Râmdâs

Lo que viene

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“Derecho Viejo” Página 9

Hablaré primeramente de la concentra-ción de la consciencia.

Los monjes, desde siempre, han co-nocido la interiorización con ayuda de larespiración. Recomiendo a este respectola lectura del libro Philokalia que describela vida oracional de los monjes de la Igle-sia Oriental.

Aparte de esto, siempre se ha conside-rado importantísimo sentarse durante lar-gos períodos en quietud. Esto podrá ha-cerse en un banco de una iglesia, en casaen una silla, en un banquillo, o sobre lostalones. El citado libro de la Philokalia tam-bién describe este ejercicio.

Luego tenemos el ejercicio con unapalabra. Casiano, que nos cuenta la vida yoraciones de los eremitas y cenobitas deldesierto, describe este ejercicio ampliamen-te y recomienda la frase: “Oh Dios, venen mi ayuda, Señor, date prisa en soco-rrerme”. A este respecto recomiendo lalectura de sus “Colationes X”.

La “oración continua” que nos reco-mienda Jesús (Lc 18,1) únicamente pue-de tener lugar en el nivel contemplativocuando, después de haber practicado du-rante un período largo, “está rezando en

Estructuras básicas de la místicala persona”, habiéndose formado un hábi-to en el alma que una y otra vez vuelve aconducir a la experiencia de la oración. La“buena opinión” que muchos cristianospractican, no es suficiente para ello.

El autor de “La Nube del No Saber”,en los capítulos 7, 36, 37 y 39, da ins-trucciones para el uso de la palabra en lacontemplación.

Cuando se haya progresado hasta cier-to punto en la oración, ya no se observa larespiración, sino el sonido. Habrá que“cantar” interiormente, por así decir, lavocal, conduciendo ésta la respiración. Lameta consiste en hacerse uno con la pala-bra, mejor dicho, con el proceso de “can-tarla” o pronunciarla interiormente. Hayque volverse el sonido mismo, entoncesse va sosegando el fuero interno. La cons-ciencia queda concentrada en la palabra oen la vocal, con lo cual se consigue el des-prendimiento de todo lo demás.

La contemplación cristiana siempre vaacompañada de entrega y amor (caridad).Nuevamente remito aquí al libro de laNube del no-saber, cuyo autor recomien-da cargar la palabra con entrega, amor yconfianza. Esto, únicamente en aparien-

cia contradice la indicación de no quedar-se apegados a los sentimientos. Tanto elamor, como la entrega y el anhelo sonemociones básicas de nuestra alma per-fectamente aptas para acompañar la pala-bra. Nos orientan y sirven para el recogi-miento. Alguien que tiene sed, no tendráque pensar en agua, pues está completa-mente impregnado de las ganas de beberagua. Lo mismo ocurre con el amor. Quienama de veras, quien tiene nostalgia y quiense entrega, no está distraído…

Pero no hay que sorprenderse ante lafalta de tales sentimientos. El camino llevapor largos trechos de sequedad, por eldesierto y la noche, como nos lo dicen losmísticos. Y justamente entonces es fun-damental seguir con la oración, aunque lasequedad frustrante nos invada. La seque-dad se encuentra en el nivel personal de laafectividad. Es nuestro ego quien se frus-tra, y a ese yo habrá que abandonarle detodas formas. La sequedad para la místi-ca es, por lo tanto, un instrumento y unaayuda de Dios en el proceso del despren-dimiento.

Referente al ejercicio del vaciamientode la consciencia, el autor de “la Nube del

no-saber” habla de la percepción del pro-pio ser. En el transcurso del ejercicio, sellegar a percibir un fondo donde harán suapariencia pensamientos, sentimientos eintenciones. Los pensamientos y los sen-timientos se originan allí, pero no son elfondo más profundo. El citado autor de-nomina este fondo el Ser.

Sus instrucciones a este respecto meparecen ser las más importantes de su li-bro. El mirar al Señor es un ejercicio quese practica en muchos caminos místicos,aún y cuando se le dan diferentes nom-bres. La meta siempre consiste en el va-ciamiento de la consciencia, pero no porel vacío en sí, sino porque tan sólo en elvacío podrá manifestarse genuinamente laplenitud de Dios, pues el ojo tendrá queser incoloro para poder mirar el color au-téntico. Uno se desprende de pensamien-tos, sentimientos e impulsos de la volun-tad; El ser humano se parece a un espejoque refleja todo sin identificarse con nada.

En este estado aún quedan dos: un yoque experimenta y aquello que es experi-mentado. Seguir adelante a partir de aquíresulta realmente muy difícil. La metaconsiste en abandonar el yo para experi-mentar exclusivamente el Ser de Dios. Yesto no se consigue mediante un acto devoluntad.

No queda otra cosa que seguir fielmen-te con el ejercicio. Las instrucciones si-guen siendo las mismas que antes: ¡Man-tente en el ejercicio! ¡Húndete en él! En-tonces podrás recibir el don de la expe-riencia. Una auténtica experiencia místicaes algo que nos ocurre, nunca la podre-mos producir.

WilligisJäger

Monjebenedictinoy maestro

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“Derecho Viejo”(lejos del mundo, cerca de los hombres)

1) Algunos creen, que, andando con laProvidencia, sólo hay que resignarsea sufrir. También hay que resignarsea ser feliz. Extraño ¿verdad?

2) Algunas personas han caído en unpesimismo tan intenso por despreciara la Providencia, que no creen ni en eltriunfo del pesimismo.

3) Si nos apartamos de la Providencia,debemos prepararnos para vivir en elabsurdo.

4) Cuando la mente no acepta a la Provi-dencia, deja de ver las causas y sóloadvierte los efectos.

5) Creo que algunos filósofos no creen

Instante eterno, majestuosaemoción al ser descubierto.De cara a la vida corazónabierto, perfumados liriosacariciando el cielo.

Plenitud intensa, energíaextrema, silencio del almaque con el viento juega,se entrelaza en aromosen un sin fin de estrellas.Muere y renace al igualque los sueños, adorablecapullo, ¡el instante eterno!

en la Providencia. De ahí que no se en-tienda qué quieren decir. Y cuando seentiende, no dicen nada importante.

6) Algunos historiadores, que evidentemen-te no aceptan a la Providencia, explicanque las primeras personas que apare-cieron en la tierra vinieron del Noreste.

7) Algunos consideran que la confianzaen la Providencia es solamente parapersonas desocupadas.

8) A una persona un elefante le pisó unpie y comenzó a confiar en la Provi-dencia. Le pisó el otro pie y perdió laconfianza. Ahora ya no sabe qué cosahacerse pisar por el elefante.

¿Se acuerdan de la Providencia? Instante eterno

Patricia N. Garcíapor Cristhopher Keto

“Cuando una personatoma contacto existencial

con lo no-temporal,siente la liberación...

entra en una nueva fasede su vida: la vida departicipación en la

consciencia sin tiempo.Se recuperan, en un planomás elevado, la libertad yla espontaneidad perdidas

en la infancia”.

Haridas Chaudhuri

Las raíces

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“Derecho Viejo”Página 10

Edipo ReyEscribe:

Federico Guerra

Nunca se sabe cuándo nos cruzaremos con una esfinge en nuestraspropias vidas, esas circunstancias que nos enfrentan a una duda en la quenos jugamos el destino de nuestras vidas.

Tiresías no puede decir la verdad directamente: Edipo debe descubrirlapor sí mismo, si es que realmente está decidido a hacerlo. Éste es uno delos detalles más geniales de la obra de Sófocles: la investigación del reyque sorpresivamente termina descubriendo que él mismo es el criminal quebusca. Este descubrimiento, que Aristóteles, en su libro "Poética", denomi-na "anagnórisis", es la verdadera clave del mito. El hombre es un animalque busca responder un enigma: toda nuestra cultura es el intento deses-perado de encontrar esa respuesta acerca de nuestra verdadera identi-dad. Irónicamente, el mito de Edipo nos muestra que la respuesta a la in-quietud del hombre, es el hombre mismo. Edipo mismo es la verdad que éltanto busca. En cierto modo, ya la Esfinge se lo había predicho: la respues-ta al enigma de la esfinge no era "EL hombre", sino "ESTE hombre", Edipo.El desgraciado héroe era la propia respuesta a la adivinanza de la esfinge.En ese sentido, el monstruo no era más que un espejo. Como escribióEmerson, "la esfinge debe resolver su propio acertijo".

El descubrimiento de esta verdad es tan trágico como heroico: el filósofoalemán Friedrich Nietzsche describe a Edipo como un héroe que, aún pu-diendo quedarse en la comodidad de la ignorancia, gobernando tranquilosin saber quién es realmente, decide sin embargo apostarlo todo por labúsqueda de la verdad, hasta sus últimas consecuencias. Éste es el espí-ritu mismo del heroísmo: la búsqueda de la madurez más allá de los límitesestablecidos, y a pesar de las advertencias de peligro (Creonte, Tiresías,Yocasta). La Verdad sólo es Verdad en la medida en que destruye absolu-tamente nuestras ilusiones, vale decir, en la medida en que "nos" destruyeabsolutamente. Al final, Edipo ha perdido todo lo que tenía, y se quita lavista. Esta ceguera, sin embargo, es un símbolo del abandono de Edipo almundo de las apariencias. En esto, se ha vuelto similar a Tiresias: Edipoahora sabe la verdad y se conoce a sí mismo. El mundo exterior lo hadesencantado absolutamente: su vista se ha vuelto a su interior. En ciertosentido, es una especie de iluminación cruel.

Sólo permanecerá con él su hija Antígona, que guiará los pasos de supadre ciego. Antígona es un personaje fascinante y paradigmático que yaexploraremos en profundidad en artículos posteriores.

Érase una vez en Grecia...Una terrible peste azotó la ciudad de

Tebas. Los ciudadanos, asustados, reza-ron en multitud frente al templo, pidiendoa los dioses que los salvaran. El rey Edipoles pidió calma, y les prometió que prontoencontraría una solución: su cuñadoCreonte había viajado a consultar al Orá-culo de Apolo, aquél que todo lo sabe.

A su regreso, Creonte contó que elOráculo había profetizado que la plagadesaparecería "sólo cuando los culpablesde la muerte de Layo, el anterior rey deTebas, fueran exiliado de la ciudad".

Todo Tebas quedó sorprendido: Layohabía sido asesinado durante un viaje a otraciudad hacía tiempo, pero sus asesinos ja-más habían sido descubiertos. El nuevorey, Edipo, prometió no descansar hastaencontrar a los culpables y castigarlos.

Edipo sentía que debía hacer todo loposible para justificar su reinado: despuésde todo, él no había heredado el trono, sinoque lo había ganado...

Juventud de EdipoAntes de ser rey de Tebas, Edipo ha-

bía sido el príncipe de Corinto, una ciu-dad vecina. Cuando llegó a la mayoría deedad, visitó al Oráculo de Apolo, como erala costumbre, para saber cuál era su des-tino. El Oráculo le profetizó que sería elmás desgraciado de los hombres, porqueasesinaría a su padre y se casaría con sumadre. Horrorizado por la advertencia,Edipo huyó de la ciudad de Corinto y desu destino, sin decir ni una sola palabra asus padres.

El primer día de su viaje, se encontróen un encrucijada con un grupo de viaje-ros que lo insultaron por no cederles elpaso. La soberbia de los extranjeros enfu-reció a Edipo, que respondió el insulto. Loshombres desenvainaron sus espadas, peroEdipo era fuerte y hábil, y luego de unalarga pelea, los mató a todos.

La Esfinge de TebasEdipo viajó por varias ciudades, bus-

cando un nuevo hogar, alejado de sus pa-dres y del trágico destino profetizado. Undía, mientras se acercaba a la gran ciudadde Tebas, notó que el camino estaba de-sierto, algo sumamente extraño para unaciudad tan populosa.

Repentinamente, un monstruo le blo-queó el camino. La criatura tenía cuerpode león, pero cabeza de mujer y alas. Peroquizás lo más aterrador de la criatura eransus ojos, que poseían ese brillo de cruel-dad tan característico de los seres huma-nos. Era una esfinge, un monstruo prove-niente de lejanos desiertos, más allá deldominio de los dioses olímpicos.

Para mayor sorpresa de Edipo, elmonstruo comenzó a hablar, diciéndole:

Tebas era una ciudad griega con una fuerte influencia egipcia, por lo que la figurade la esfinge no resulta extraña en el contexto de la mitología griega. Sin embargo,habían ciertas diferencias en las descripciones entre las esfinges de la mitologíagriega y las de la mitología egipcia. El historiador griego Heródoto designó a lasesfinges egipcias "androesfinges" (del griego "andrós", varón), ya que eran leonescon cabeza de hombres, mientras que las esfinges griegas tenían cuerpo de león,pechos y cabeza de mujer, y alas. Se cree que el nombre "esfinge" viene del antiguoverbo griego "esfingo" (estrangular, apretar), ya que las leonas cazan "estrangulan-do" con sus mandibulas a sus víctimas.

"Sólo aquellos que puedan resolver miacertijo, seguirán con vida". Sin otra al-ternativa, Edipo asintió. La esfinge comen-zó entonces a cantar su adivinanza, conuna voz demasiado hermosa para ser hu-

mana: "Responde esto, hijo de los hom-bres: ¿Cuál es el animal que camina encuatro patas por la mañana, en dos alatardecer, y en tres por la noche, y quecuando anda apoyado en más pies, másdébil es?"

Edipo pensó un momento, mientras laesfinge se acercaba a matarlo, segura deque había ganado otra víctima. Pero antesde que pudiera atacar, Edipo le respondió:"El animal al que te refieres no es otroque el hombre: en la mañana de suvida, anda en cuatro patas porque debebé gatea; en la tarde, la madurez,anda erguido en dos piernas; pero cuan-do cae la noche de su vejez, necesitauna tercer pierna, un bastón, para po-der caminar".

Esta vez, el turno de sorprenderse fuede la esfinge. Sin decir otra palabra, elmonstruo comenzó a rugir furioso y, huyóa gran velocidad al desierto, donde quedóconvertida en una estatua de piedra.

Edipo fue recibido en Tebas como unhéroe. Creonte, hermano de la reina, go-bernaba la ciudad en reemplazo del rey,que había sido asesinado en uno de susviajes, sin dejar herederos varones. To-mando la victoria sobre la esfinge comouna señal de los dioses, Creonte ofreció aEdipo la mano de Yocasta, la reina viuda,en matrimonio, y el gobierno de Tebas,

propuestas que el príncipe aceptó.Pasó el tiempo, y Edipo demostró ser

un buen gobernante. Tuvo dos hijas y doshijos con Yocasta, y por fin pensó que ha-bía dejado atrás su destino. Pero entoncesla plaga comenzó a matar a los tebanos...

La investigaciónDescubrir la identidad de los asesinos

del rey Layo no era tarea fácil: el monarcahabía sido asesinado junto con su guardiareal, por lo que no quedaban testigos delhecho. Así que Creonte mandó a traer a lacorte a Tiresias, el adivino ciego que, se-gún se rumoreaba, conocía el pasado, pre-sente y el futuro, y le pidió que revelase laidentidad de los asesinos del rey.

Tiresias consultó a los dioses, y respon-dió: "No son varios, sino uno solo el asesi-no. Los dioses me han revelado su nombrey sus motivos. Y el rey también lo sabe..."

Sospechando que Creonte le había pa-gado al adivino para que mintiera, porquequería usurpar el trono, Edipo ordenó alos guardias que lo arrestaran. Yocasta in-tercedió a favor de su hermano, y le pidióa su esposo que cerrase la investigación.Pero en ese mismo momento, llegó unmensajero de la ciudad natal de Edipo,Corinto, con malas noticias: el rey habíamuerto, y Edipo era requerido para here-dar el trono. Apenado por la muerte de supadre, Edipo rechazó el reino, porque to-davía temía que la segunda parte de la pro-fecía del oráculo se cumpliera, la que de-cía que se casaría con su madre.

Sin embargo, el mensajero le explicóque los reyes se habían enterado tambiénde la terrible profecía que pesaba sobreEdipo, y que no debía temerla, ya que ellosno eran sus padres biológicos: un pastorhabía encontrado a Edipo cuando era bebé,abandonado y colgado por los pies en un

La Esfinge

campo, y se lo había llevado a los reyesde Corinto, que lo habían adoptado y cria-do como si fuera suyo. Justamente, sunombre, Edipo, significaba "el de los pieshinchados".

Al escuchar este relato, Edipo comen-zó a sentirse mal. ¿Quienes eran sus ver-daderos padres, entonces?

La verdadTiresias puso su mano en el hombro

del rey, y le dijo: "Tu vida no ha sido másque un largo regreso al hogar: Tebas esdonde naciste, y Layo y Yocasta tus pa-dres. Ellos también recibieron la mismaprofecía del oráculo, de que matarías a tupadre y te casarías con tu madre, y poresa razón te abandonaron para que murie-ses en el campo. Pero no se pueden cam-biar las líneas escritas por el destino: esegrupo de hombres que mataste hace tantotiempo en una encrucijada, no eran otrosque Layo y sus guardias. Lo siento, perola profecía del Oráculo se ha cumplido."

Yocasta, comprendiendo la terrible ver-dad, escapó a sus aposentos y se ahorcó.Edipo la siguió y, horrorizado, con un bro-che de su vestido, se quitó la vista.

Herido y atormentado, la última ordendel rey fue pedirle a Creonte que lo exiliasede Tebas, para aplacar la ira de los diosesy terminar con la plaga.

Así partió Edipo, ciego y atormenta-do, con la única compañía de su hijaAntígona.

Desde lejos nos enseñan

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“Derecho Viejo” Página 11

El hecho de que el ego, el almay el Yo se hallen simultáneamen-te presentes puede ayudarnos aclarificar el significado del con-cepto “ausencia de identidad delyo” sobre el que, por cierto, exis-te una gran confusión. Porquecuando se habla de ausencia deidentidad del yo, no se está ha-blando tanto de la ausencia de unego funcional (ya que, en talcaso, no nos hallaríamos tanto enpresencia de un sabio como deun psicótico), como de la ausen-cia de una identificación exclusi-va con él.

Una de las muchas razonespor las cuales la noción de “au-sencia de identidad del ego” ge-nera tantos problemas hay quebuscarla en el hecho de que laspersonas quieren ser “sabios sinego” para satisfacer sus propiasexpectativas fantásticas acercade la “santidad” o la “espirituali-dad”. Porque, en este sentido, setiene la curiosa ideade que los sabiosno tienen necesida-des ni deseos car-nales y se pasan lavida sonriendo,como si estuvieranmuertos de cuellopara abajo. Me pa-rece lamentableque la gente creaque los sabios notienen problemascon las cosas, conaquellas que todoel mundo tiene pro-blemas, por ejem-plo, el dinero, lacomida, el sexo, como si estu-vieran por encima de todo ello,como si sólo fueran cabezas par-lantes, como si la religión, en suma,no sirviera para vivir la vida conmás plenitud sino para evitarla, re-primirla, negarla, escapar de ella ylibrarnos así de los impulsos e ins-tintos inferiores.

En otras palabras, la perso-na normal y corriente conside-ra que el sabio espiritual es “me-nos de una persona”, alguienque se halla despojado de lasdesconcertantes, apremiantes,complejas e insistentes fuerzasque mueven a los seres huma-nos. Queremos que nuestrossabios carezcan de todo aquelloque nos asusta, nos confunde,nos atormenta [...] y tambiénnos moviliza. Esa ausencia quees “menos que personal” es loque normalmente suele enten-derse como “ausencia de iden-tidad del ego”.

Pero la “ausencia de ego” nosupone ser “menos que personal”sino “más que personal”, es de-cir, algo que incluye a lo perso-nal –las cualidades que presen-tan las personas normales– perotambién va más allá de ello y se

adentra en los dominios trans-personales. ¿Acaso cree alguienque los grandes yoguis, santos ysabios, como Moisés, Cristo yPadmasambhava, por ejemplo,eran pusilánimes? Porque ése noes, en modo alguno, el caso, yaque suelen ser personas muy ve-hementes que no tienen proble-ma alguno en expulsar a los mer-caderes del templo o en sometera países enteros. Todos ellos fue-ron personas que sacudieron almundo, personas que emprendie-ron revoluciones sociales que hanperdurado durante miles de años.Y no lo hicieron así porque hu-yeran de las dimensiones físicas,emocionales y mentales de lahumanidad y del ego (que es suvehículo), sino porque su com-promiso era tan intenso que lesllevó a sacudir los cimientos mis-mos del mundo. Se trataba, pues,de personas que estaban conec-tadas con el alma (nivel psíquico

profundo) y con el Espíritu (elYo sin forma) –la fuente últimade su poder– y expresaron esepoder a través de las dimensio-nes inferiores que pueden serescuchadas por todo el mundoobteniendo resultados muy con-cretos.

Todos esos grandes persona-jes no eran pequeños egos sino,en el mejor sentido del término,grandes egos, precisamente por-que el ego (el vehículo funcionaldel reino ordinario) existe juntoal alma (el vehículo del reino su-til) y al Yo (el vehículo del reinocausal). Todas esas personas, portanto, operaron en el mundo or-dinario a través del ego (el únicovehículo que puede hacerlo), sóloque no se hallaban identificadoscon él, sino que se manteníanconectados a la fuente kósmica(de otro modo no hubieran pasa-do de ser meros narcisistas). Losgrandes yoguis, santos y sabiosno eran, pues, egos pequeños yapocados, sino grandes egos co-nectados al Fundamento y la Metadel Kosmos, a su Yo más elevado,al Atman puro (el Yo-Yo puro) quees uno con Brahman. Cuandoesos personajes abrían la boca,

el mundo temblaba y se postrabaante una manifestación resplan-deciente de lo divino.

Es cierto que Santa Teresa fueuna gran contemplativa, pero nolo es menos que también fue laúnica mujer con la fortaleza ne-cesaria para reformar una tradi-ción monástica católica (algo quedebería darnos mucho que pen-sar a ese respecto). El BudaGautama conmovió la India has-ta sus cimientos. Rumi, Platino,Bodhidharma, la princesaTsogyal, Lao Tzu, Platón y BalShem Tov fueron hombres ymujeres que emprendieron revo-luciones en el reino ordinario quehan durado centenares –y, enocasiones, hasta miles– de años,algo que, hasta el momento, nohan logrado Marx, Lenin, Lockeni Jefferson. Y si lo hicieron nofue porque estuvieran muertos decuello para abajo, sino porqueeran grandes egos, egos monu-

mentales, egos glo-riosos, egos que es-taban conectadoscon su nivel psíqui-co profundo, egosdivinos que estabanconectados directa-mente con Dios.

Así pues, la ideade trascender el egono significa tantodestruirlo como co-nectarlo con algosuperior. Como dijoNagarjuna, en elmundo relativo,atman es real,mientras que, en el

mundo absoluto, ni atman nianatman son reales. Así pues,en ninguno de los casos, anatta[la ausencia de identidad del yo]es una descripción adecuada dela realidad, porque el pequeñoego no se esfuma, sino que si-gue operando como centro fun-cional de actividad en el reinoordinario. Quien se desembarazadel ego no se convierte en unsabio sino en un psicótico.

“Trascender el ego” signifi-ca, en realidad, trascender peroincluir al ego en un abrazo másprofundo y más elevado queempieza en el alma o nivel psí-quico profundo, prosigue en elTestigo o Yo primordial (que asu-me e incluye los estadios ante-riores) y concluye en Un SoloSabor. Y eso no significa “des-embarazarse” del pequeño ego,sino habitarlo plenamente comovehículo necesario para comuni-car verdades más elevadas. Elalma y el Espíritu no niegan alcuerpo, las emociones y la men-te, sino que los incluyen.

Dicho en pocas palabras, elego no es un obstáculo para elEspíritu, sino una de sus másresplandecientes manifestacio-

nes. Todas las formas –incluidala del ego– no son más queVacuidad. No es necesario librar-se del ego sino sencillamentevivirlo con generosidad. Cuandouno se desidentifica del ego yabraza a la totalidad del Kosmos,el ego descubre que el Atman in-dividual es idéntico a Brahman.El gran Yo no es un ego peque-ño; por ello, en la medida en queuno está atrapado en el pequeñoego, se requiere de una muerte yde una trascendencia. Losnarcisistas son personas cuyosegos todavía no son lo suficien-temente grandes como para quesu abrazo pueda abarcar la tota-lidad del Kosmos y, en conse-cuencia, se ven obligados a tra-tar de suplantarlo.

Pero nosotros no queremosque nuestros sabios tengan gran-des egos [...] por no querer nisiquiera queremos que muestrenningún tipo de dimensión mani-fiesta. Por este motivo, ahí don-de vemos a un sabio que presen-ta rasgos humanos –relativos aldinero, la comida, el sexo o lasrelaciones, por ejemplo–, nossentimos incómodos, o nos asus-tamos, porque queremos escaparde la vida. Nosotros queremoshuir hacia una especie de éter lu-minoso, nosotros también po-dríamos comprometernos con lavida a todos los niveles. Noso-tros quisiéramos que nuestrossabios carecieran de cuerpos, deegos, de impulsos, de vitalidad,de sexo, de dinero, de relacioneso de vida, porque eso es, preci-samente, lo que nos tortura yqueremos escapar de ahí. Noso-tros no queremos ir a caballo delas olas de la vida, sino utilizarlaspara escapar de la vida; nosotrosqueremos una espiritualidadevanescente.

Pero los sabios integrales, lossabios no duales, los sabios“tántricos”, en suma, están aquípara decirnos que las cosas noson así, que para trascender lavida hay que vivirla, que debe-mos llegar a la liberación a tra-vés del compromiso, que tene-mos que alcanzar el nirvana enmedio del samsara y que el úni-co modo de alcanzar la liberacióntotal consiste en zambullirnos ple-namente en la vida. Ellos sabenque sólo es posible penetrar en

los nueve círculos del cieloadentrándonos conscientes en losnueve círculos del infierno. A esossabios nada les resulta ajeno por-que son plenamente conscientesde que lo único que existe es UnSolo Sabor.

Todo consiste en hallarsecompletamente en casa, en elcuerpo y sus deseos, en la men-te y sus ideas y en el Espíritu ysu luz y abrazar todas esas di-mensiones de un modo pleno,uniforme y simultáneo, puestoque todos ellos son igualmentegestos del Uno y Único Sabor.Morar en la lujuria y contem-plar su despliegue, entrar en lasideas y observar su resplandor,verse devorado por el Espírituy despertar a una gloria que eltiempo olvidó nombrar, una glo-ria en la que el cuerpo, la mentey el Espíritu se hallan igualmenteinmersos en la conciencia om-nipresente en la que todo seasienta.

En el silencio de la noche seescucha el susurro de la Diosa,y en medio del resplandor del díase oye el bramido de Dios. Lavida pulsa, la mente imagina, lasemociones van y vienen, y lospensamientos desfilan ante nues-tra mente. ¿Qué es todo eso sinoel movimiento incesante de UnSolo Sabor, el despliegue eternode sus propios gestos, susurran-do quedamente a quienes quie-ran escuchar?, ¿no es, acaso,usted mismo?, ¿no escucha aca-so el eco de su Yo cuando suenael fragor del trueno?, ¿no ve aca-so su Yo cuando el relámpagocentellea en el cielo?, ¿no atisbaacaso a su propio Yo cuando ob-serva el silencioso paso de lasnubes por el cielo?

Extraído de “Antología”

Sobre la ausencia de identidad del yoSobre la ausencia de identidad del yo

Ken Wilber

Maximiliano PéjkovichAbogado - Mediador

Esmeralda 980 2º A (C1007ABL)Ciudad de Buenos Aires, República Argentina

Mail: [email protected]

Tel: 4312-2597 4516-0572 - Cel: 15 4037 6099

Trascender el ego

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“Derecho Viejo”Página 12

a la evolución destino del hombre

Periódico mensual. Director Dr. Camilo Guerra. Almafuerte 2629 Castelar (Bs. As.)T.E. 4629-6086 / 3089. - Diseño y diagramación propios. - Coordinación y publicidad:“Derecho Viejo” Producciones. - Registro de la Propiedad Intelectual Nº 2.365.486.Impreso en: PRINCASTEL 4629-2562 - Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Un periódico para pensar

“DERECHO VIEJO”Lejos del mundo. Cerca de los hombres

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

Como quiera que lollamemos, el último

nombre de Dios, sólo sepuede pronunciar,

finalmente, en un silencioamoroso, ante su

incomprensibilidad.Karl Rahner

Mensaje de Derecho ViejoUn peligro constante para los sacerdotes, aún celosos de su

sacerdocio, es sumergirse de tal manera en el trabajo delSeñor, que olviden al Señor del trabajo. Debemos encontrar

tiempo, debemos crear tiempo para estar con el Señor.Juan Pablo II

El bien puede seramado, pero no puede

ser pensado. Puedeser alcanzado y

mantenido cerca pormedio del amor, peronunca por medio del

pensamiento.

El sonido del silencioQuien llega por fin a estar en Camino, vive siem-

pre envuelto por el soplo del SER. En torno a élreina una corriente especial, que emana de él, quese encuentra dondequiera que esté. Él la crea allídonde está, simplemente con su presencia, con sumodo de estar. Y es siempre un estado sin objeto, unestado de unidad interior con el SER. Esa corrienteque envuelve a aquél que está en Camino es un airefresco, pero no frío, siempre animada y sin embargoapacible. La acústica en torno a él es de índole par-ticular. En el silencio que la circunda, si se tienenoídos para oír, se puede percibir la voz del SER.

El Ser esencial, como de símismo, se hace interioridadvivencial sólo si cesa todo esfuer-zo por tomar de Él conciencia. Sinembargo, si no se vive la experien-cia de aquél límite ante el que fra-casa ese esfuerzo, el Ser esen-cial se mantiene oculto. Por lameditación se llega a franquear,pero únicamente dando un salto-a veces de muerte-, el umbralque conduce al reino de lo Otro.

Mezclado en el barullo del mundo resuena tam-bién ese silencio del SER, resuena su tonalidad eter-na. Ningún oído humano puede apoderarse de él. Ysin embargo, se le oye, está ahí. No sólo cuandocesa el ruido del mundo: oír el silencio del SER en elsilencio del mundo, o en medio de su tumulto, de-pende del modo en que el hombre lo perciba.

Cuando se llega a dar la meditación sinobjeto, no es gracias al esfuerzo de la vo-luntad del yo, sino que se cumple más bienpor el movimiento sin esfuerzo de la Tras-cendencia inmanente en nosotros. En lameditación, sólo está realmente presenteel Ser esencial. Cuanto más profunda ypoderosa sea su presencia, más fácilmen-te nacerá de la meditación una irradiacióny un soplo sorprendentes. Sólo podrá sen-tirlo, de forma natural, aquél que en sí- mis-mo está presente por su ser esencial.

Al borde del camino hayuna rosa. ¡Qué hermosa es!La observamos y seguimosnuestro caminar. Siempre se-guimos. Hemos desapren-dido a tomarnos tiempo. Sinembargo, cuando uno se paraa escuchar, es cuando pode-mos ser encontrados por lointemporal en el tiempo, elSer esencial más allá de larosa y de las cosas.

El hombre en Caminodice que busca su Ser esen-cial. Debería más bien decirque quiere dejarse encontrar,ya que el Ser esencial nohace sino buscarnos.

Al igual que en tinieblas de la noche seapagan las luces de la tierra y comienzana brillar las estrellas del cielo, así es preci-so que se oscurezca lo múltiple de la con-ciencia objetiva, para que se alce el vacíoluminoso y se abra a la consciencia inte-riorizada

El sonido del silencio resue-na ininterrumpidamente. Lacuestión está en si nosotros, encuanto instrumento, estamossuficientemente afinados comopara que su eco resuene en no-sotros, y lo escuchemos.

En aquél que, unido alSER, está en camino, la for-ma de conciencia que pene-tra todo objeto no queda limi-tada al ejercicio de medita-ción. Llega a ser un estadopermanente.

Universalmente, todas las imágenes de Dios nacen de unaexperiencia, en sí misma sin imagen y siempre impregnada denuminoso, de sobrenatural, deslumbrante. Experiencia quetrastoca o colma de alegría, que aplasta o libera, que escapa atoda norma humana. Al proyectarlas en la pantalla del yo profa-no, toman en él forma, elevándolas a rango de estructuras autó-nomas cuyo carácter percibe el yo como el de experiencias so-brenaturales. Sin embargo, las imágenes de Dios no son en sí lafuente original de la fe viva. Esta fuente son las grandes expe-riencias numinosas, que se representan después bajo una formaaccesible al yo profano. La meditación sin imagen permite re-tornar a esta fuente.

Únicamente si desapare-ce lo múltiple, es decir, elmundo del yo, podrá alzarsela plenitud que somos ennuestro Ser esencial.

Karlfried Graf VonDürckheim

Diplomático y pensador alemán

“Para encontrar a Dios, entonces, debemosperder a Dios –por lo menos nuestras primitivasideas e imágenes de Dios-. El desapego de estasimágenes familiares será doloroso, para nosotrosindividualmente y para la comunidad de la queformamos parte. Es un nivel muy profundo denuestra psique el que está siendo transformado.Aún para la persona no religiosa existirá el dolorde sentir que está perdiendo alguna clase de Diosfamiliar y seguro. Tanto el dolor como la alegríaacompañan el descubrimiento del misterio vivo,ya que los ídolos que debemos romper, están fuer-temente entretejidos con las imágenes que tene-mos de nosotros mismos.

El sentido de separación de Dios, no obs-tante, es necesario para la individuación es-piritual. Es particularmente dolorosa y confusapara la gente religiosa. Su primera percepción delReino, puede parecer menos un descubrimientode Dios, que una pérdida y un rechazo sacrílegodel Dios que alguna vez nos fue entregado contanta seguridad. Pero a través del terrible vacíode ausencia, Dios es descubierto en el asombrode la pura presencia. Lentamente nos damoscuenta que perder la imagen, es el prerrequisitopara descubrir el original. Perder nuestro rumboes la verdadera forma de buscar a Dios. Esta ver-dad sobre la visión de Dios, revela otra ley que talvez ni siquiera seamos conscientes de estar obe-deciendo: que para encontrar nuestro verdaderoYo primero deberemos perder nuestro ego.

Para profundizar una relación debemos re-nunciar a la otra. La ausencia entonces, imper-ceptiblemente se transforma en el misterio dela presencia. Finalmente, nos damos cuenta quela ausencia de Dios es solamente el fracaso denuestros poderes de comprensión para alcan-

zar la verdadera presencia de Dios.Todo lo que podemos decir acertadamente so-

bre Dios, de acuerdo a Santo Tomás de Aquino,es que Dios es, no lo que es Dios. Nuestra rela-ción con Dios es por lo tanto semejante al miste-rio que somos para nosotros mismos. Si es ver-dad que Dios siempre permanece un misterio paranosotros, también es verdad que nosotros somosun misterio para nosotros mismos. El misterio es,después de todo, que hasta que existamos, cual-quier cosa debería existir. Esta maravilla es unacualidad humana fundamental y, de acuerdo aAristóteles, la piedra angular de la filosofía. Elasombro del ser humano es contingente al asom-bro del mysterium de Dios. Este carácter miste-rioso de Dios es la primera afirmación bíblica so-bre Dios. A pesar de todos los pensamientos yrituales acumulados, lo conocible de lo descono-cido de Dios es la llave de la teología cristiana.

“Si pueden entenderlo” -dice San Agustín-, “en-tonces no es Dios. Si pudieron entenderlo, enton-ces entendieron algo diferente de lo que es Dios.Si pudieron entender aún parcialmente, entoncesse engañaron a sí mismos con vuestros propiospensamientos”

Esta humildad radical (y humor) ante el inefa-ble misterio de Dios es el fundamento de la tradi-ción cristiana. Desde el corazón de esa tradición,surge una autoridad que libera. Sus maestros seña-lan el camino hacia el Reino, con un sabio descono-cimiento y una aprendida y humilde ignorancia.”

Del libro JESÚS EL MAESTRO INTERIOR delPadre Laurence Freeman OSB, “El Reino del Perdón”.(New York: Continuum, 2000) pag 130 131

Jesús el Maestro InteriorPor Laurence Freeman, OSB

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