“derecho viejo” página 1 viejo 2012 pdf...ciencia. entrenarnos en acabar con la hipnosis que...

8
Derecho Viejo Página 1 Un periódico para leer Noviembre 2012 “GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE) Lejos del mundo. Cerca de los hombres PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA PROHIBIDA SU VENTA “DERECHO VIEJO” No puedo retener al que no se decide ¿Cuál es el error básico? Nuestra identificación con la mente (“... a los tibios los vomitaré de mi boca”) 1) Nos parece que nues- tra consciencia es algo definitivo, algo final, ter- minante, que es la úni- ca clase de consciencia que nos es posible co- nocer. Sin embargo exis- ten formas potenciales de consciencia comple- tamente distintas en no- sotros. 2) Por lo general la cons- ciencia se define como conocimiento o “darse cuenta”. Literalmente consciencia significa “conocerlo todo junto”. 3) En nosotros hay ener- gías capaces de buscar hacia adentro, no sola- mente hacia afuera. Existen grados de cons- ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados o niveles de comprensión de una realidad supe- rior. Nada que provenga de los sentidos podrá abrir estos grados de por sí. No cambiamos porque hagamos descubrimientos científicos. El descubrimiento de la telegrafía sin hilos no ha producido el menor cambio en nosotros mismos. 5) Una ley: lo exterior no puede forzar lo interior. Cometemos un error en ver a Dios en lo que hay fuera de nosotros. Dios no es luz, ni es un prodi- gioso torbellino, ni terremoto ni fuego. “Allí don- de lo creado termina, comienza Dios”. 6) Toda verdad interior liberadora es innata en nosotros. Es un asunto interno, y primero te- nemos que darnos cuenta de que está en no- sotros mismos. Esto se nos hace difícil de entender porque nacemos y nos nutrimos de la sensación; no podemos dejar de pensar en términos sensuales. Para nosotros, en la pro- gramación, la prueba más importante yace siempre afuera, en los sentidos. No podemos entender el significado profundo de una decla- ración como esta: “... porque en esperanza somos salvos; pero la esperanza que se ve no es esperanza; porque lo que uno ve ¿a qué esperarlo?”. Rom 8,24. 7) Entrenarnos en no excluir grados de cons- ciencia, de verdad y nuevas formas de expe- riencias, sin necesidad que obre la razón hu- mana (mente). El método científico no es la única forma de experimentar y de comprender a la vida. 8) El hombre no puede comprender más porque se encuentra en un estado de des-organiza- ción, de pluralidad, de desintegración (caos). Entrenarnos en no pensar hacia afuera (con- versión total). 9) Según Platón, el mundo no se encuentra única- mente en la sensación que de él tenemos; esto es válido para el hombre que se considera “del mundo”. El mundo tam- bién se encuentra en el hombre, de forma que el hombre puede conocerlo desde adentro como tam- bién desde afuera. Nues- tro conocimiento contiene elementos que no derivan de la experiencia. No so- mos del mundo pero es- tamos en el mundo. 10) Para el alma despier- ta todo está verdade- ramente dentro. El mundo real está dentro nuestro y solamente lo de nuestro contexto natural en el mundo, des- aparece, es reemplazado por un conocimiento nuevo, por un nuevo sentido del tiempo. 18) ¿Qué limita el desarrollo de nuestra cons- ciencia? Fundamentalmente la sensualidad; la necesidad de cambio con respecto al yo (ne- garnos a nosotros mismos); el tiempo. Nece- sitamos una nueva comprensión del tiempo. Además tenemos que descubrir una nueva calidad del amor. 19) Entrenarnos en ser conscientes del fariseo que llevamos dentro, que hace las cosas “para ser visto por los hombres”. Entrenarnos en llegar a nuestro real yo, a ser conscientes de nosotros mismos. Entrenarnos en integrarnos. 20) Si no nos creamos a nosotros mismos, nues- tra existencia es ficticia. 21) Entrenarnos en dejar lo sensual. Este vacío que se produce no se salva si uno permanece en lo sensual, tomando las cosas de un modo ordinario, conservando nuestras opiniones or- dinarias y nuestras ideas naturales; de este modo no podremos alcanzar nunca aquello que es posible en nosotros. Esta discontinui- dad es la meta de las religiones, pero no se alcanzan porque no se considera al hombre como una semilla. La programación toma todo lo religioso con un sentido moral; como si sólo fuese importante “ser buenos”. 22) Entrenarnos en eliminar los pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos; en detener la rueda de la imaginación y de los sentidos. 23) Mientras sigamos pensando que el mundo que muestran los sentidos contiene lo que preci- samos y que nos dará la llave de nuestra feli- cidad, estamos equivocados. 24) La comprensión del hombre no se puede de- tener en aquel punto donde no se pueden pro- bar las cosas satisfactoriamente; o donde no se pueden probárselas a todos. 25) La gran barrera inicial de todo estaba en nues- tra inhabilidad para distinguir entre la verdad de lo interno y la verdad proporcionada por los sentidos. Hasta que no se haya salvado este obstáculo, la vida interna permanece estéril, porque no podemos recibir ningún alimento interior, ni siquiera podemos percibirlo. Deci- mos: “Nadie sabe realmente nada” y “nada se puede probar”. Y ahí nos quedamos. 26) Pensamos que el mundo exterior es el más fa- miliar, el más fácil, el que más satisface, el que es más real y más sencillo de alcanzar, ¿pero no viene a ser a la larga el más extraño, el más incomprensible y el menos satisfactorio? 27) La veracidad de una idea no se prueba por el hecho de demostrar la existencia física del que la expresó. La prueba de esta clase de verdad tan sólo puede darse en la propia experiencia del hombre, cuando la idea lo penetra. podemos aprehender desde adentro. Cuando despertamos ya no somos hombres materia- les o sensuales, aún cuando todo lo que los sentidos revelan se intensifica notablemente. Vemos con claridad, con una creciente clari- dad, porque nos hemos convertido en el punto de reunión de dos mundos: uno alcanzado por fuera a través de los sentidos, y otro alcanza- do por dentro a través de nosotros mismos. 11) Entrenarnos en vernos con claridad. Entre- narnos en dejar los sentidos. Si nos guiamos por los sentidos creemos que lo real está fue- ra de nosotros. 12) Al ser sensuales no nos damos cuenta de nues- tra propia invisibilidad, y tampoco somos cons- cientes de la invisibilidad de los demás. Todo esto impide nuestra armonía interna. 13) “Es preciso que el centro de gravedad de to- das las cosas sea para el hombre su mundo interior, la consciencia de sí mismo, y de nin- guna manera el mundo exterior”. Ouspensky 14) Entrenarnos en estudiarnos internamente, en observarnos; entrenarnos en sobreponernos a la opinión sensual de la vida. Entrenarnos en ir más allá del conocimiento sensible y del conocimiento racional. 15) “El primer conocimiento es sensible, se basa en sensaciones; el segundo es racional; y el tercero es un poder superior del alma, que nada sabe de un ayer ni de un hoy, ni de un maña- na”. Eckhart 16) “Para que puedan bien comprender cuál sea la anchura y la largura, y la profundidad y la altu- ra...”. Pablo indica con esto un estado de la consciencia en el cual el tiempo, tal como lo conocemos, se desvanece y deja de haber un ayer y un mañana. 17) El cambio en el sentido del “yo”, no sólo pertene- ce a una calidad superior de consciencia, sino que el concepto material del tiempo que deriva Maurice Nicoll Cualquier cosa que es no podría haber sido de otra manera; esto es una ley. El sufrimiento es necesario hasta que nos damos cuenta de que no es necesario. Otra ley: En las situaciones más inaceptables y dolorosas se esconde un bien mayor. Cada desastre o desgracia lleva en su interior la semilla de la Gracia. (No hay mal que por bien no venga). E. Tolle

Upload: others

Post on 25-Aug-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo” Página 1

Un periódico para leer Noviembre 2012

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

Lejos del mundo. Cerca de los hombres

PERIÓDICO DE DISTRIBUCIÓN GRATUITAPROHIBIDA SU VENTA

“DERECHO VIEJO”

No puedo retener al que no se decide

¿Cuál es el error básico? Nuestra identificación con la mente

(“... a los tibios los vomitaré de mi boca”)1) Nos parece que nues-

tra consciencia es algodefinitivo, algo final, ter-minante, que es la úni-ca clase de conscienciaque nos es posible co-nocer. Sin embargo exis-ten formas potencialesde consciencia comple-tamente distintas en no-sotros.

2) Por lo general la cons-ciencia se define comoconocimiento o “darsecuenta”. Literalmenteconsciencia significa“conocerlo todo junto”.

3) En nosotros hay ener-gías capaces de buscarhacia adentro, no sola-mente hacia afuera.Existen grados de cons-ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosisque nos lleva permanentemente a lo exterior.

4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados oniveles de comprensión de una realidad supe-rior. Nada que provenga de los sentidos podráabrir estos grados de por sí. No cambiamosporque hagamos descubrimientos científicos.El descubrimiento de la telegrafía sin hilos noha producido el menor cambio en nosotrosmismos.

5) Una ley: lo exterior no puede forzar lo interior.Cometemos un error en ver a Dios en lo que hayfuera de nosotros. Dios no es luz, ni es un prodi-gioso torbellino, ni terremoto ni fuego. “Allí don-de lo creado termina, comienza Dios”.

6) Toda verdad interior liberadora es innata ennosotros. Es un asunto interno, y primero te-nemos que darnos cuenta de que está en no-sotros mismos. Esto se nos hace difícil deentender porque nacemos y nos nutrimos dela sensación; no podemos dejar de pensar entérminos sensuales. Para nosotros, en la pro-gramación, la prueba más importante yacesiempre afuera, en los sentidos. No podemosentender el significado profundo de una decla-ración como esta: “... porque en esperanzasomos salvos; pero la esperanza que se veno es esperanza; porque lo que uno ve ¿a quéesperarlo?”. Rom 8,24.

7) Entrenarnos en no excluir grados de cons-ciencia, de verdad y nuevas formas de expe-riencias, sin necesidad que obre la razón hu-mana (mente). El método científico no es laúnica forma de experimentar y de comprendera la vida.

8) El hombre no puede comprender más porquese encuentra en un estado de des-organiza-ción, de pluralidad, de desintegración (caos).Entrenarnos en no pensar hacia afuera (con-versión total).

9) Según Platón, el mundono se encuentra única-mente en la sensaciónque de él tenemos; estoes válido para el hombreque se considera “delmundo”. El mundo tam-bién se encuentra en elhombre, de forma que elhombre puede conocerlodesde adentro como tam-bién desde afuera. Nues-tro conocimiento contieneelementos que no derivande la experiencia. No so-mos del mundo pero es-tamos en el mundo.

10) Para el alma despier-ta todo está verdade-ramente dentro. Elmundo real está dentronuestro y solamente lo

de nuestro contexto natural en el mundo, des-aparece, es reemplazado por un conocimientonuevo, por un nuevo sentido del tiempo.

18) ¿Qué limita el desarrollo de nuestra cons-ciencia? Fundamentalmente la sensualidad;la necesidad de cambio con respecto al yo (ne-garnos a nosotros mismos); el tiempo. Nece-sitamos una nueva comprensión del tiempo.Además tenemos que descubrir una nuevacalidad del amor.

19) Entrenarnos en ser conscientes del fariseoque llevamos dentro, que hace las cosas “paraser visto por los hombres”. Entrenarnos enllegar a nuestro real yo, a ser conscientes denosotros mismos. Entrenarnos en integrarnos.

20) Si no nos creamos a nosotros mismos, nues-tra existencia es ficticia.

21) Entrenarnos en dejar lo sensual. Este vacíoque se produce no se salva si uno permaneceen lo sensual, tomando las cosas de un modoordinario, conservando nuestras opiniones or-dinarias y nuestras ideas naturales; de estemodo no podremos alcanzar nunca aquelloque es posible en nosotros. Esta discontinui-dad es la meta de las religiones, pero no sealcanzan porque no se considera al hombrecomo una semilla. La programación toma todolo religioso con un sentido moral; como si sólofuese importante “ser buenos”.

22) Entrenarnos en eliminar los pensamientosque tenemos acerca de nosotros mismos; endetener la rueda de la imaginación y de lossentidos.

23) Mientras sigamos pensando que el mundo quemuestran los sentidos contiene lo que preci-samos y que nos dará la llave de nuestra feli-cidad, estamos equivocados.

24) La comprensión del hombre no se puede de-tener en aquel punto donde no se pueden pro-bar las cosas satisfactoriamente; o donde nose pueden probárselas a todos.

25) La gran barrera inicial de todo estaba en nues-tra inhabilidad para distinguir entre la verdadde lo interno y la verdad proporcionada por lossentidos. Hasta que no se haya salvado esteobstáculo, la vida interna permanece estéril,porque no podemos recibir ningún alimentointerior, ni siquiera podemos percibirlo. Deci-mos: “Nadie sabe realmente nada” y “nadase puede probar”. Y ahí nos quedamos.

26) Pensamos que el mundo exterior es el más fa-miliar, el más fácil, el que más satisface, el quees más real y más sencillo de alcanzar, ¿perono viene a ser a la larga el más extraño, el másincomprensible y el menos satisfactorio?

27) La veracidad de una idea no se prueba por elhecho de demostrar la existencia física del quela expresó. La prueba de esta clase de verdadtan sólo puede darse en la propia experienciadel hombre, cuando la idea lo penetra.

podemos aprehender desde adentro. Cuandodespertamos ya no somos hombres materia-les o sensuales, aún cuando todo lo que lossentidos revelan se intensifica notablemente.Vemos con claridad, con una creciente clari-dad, porque nos hemos convertido en el puntode reunión de dos mundos: uno alcanzado porfuera a través de los sentidos, y otro alcanza-do por dentro a través de nosotros mismos.

11) Entrenarnos en vernos con claridad. Entre-narnos en dejar los sentidos. Si nos guiamospor los sentidos creemos que lo real está fue-ra de nosotros.

12) Al ser sensuales no nos damos cuenta de nues-tra propia invisibilidad, y tampoco somos cons-cientes de la invisibilidad de los demás. Todoesto impide nuestra armonía interna.

13) “Es preciso que el centro de gravedad de to-das las cosas sea para el hombre su mundointerior, la consciencia de sí mismo, y de nin-guna manera el mundo exterior”. Ouspensky

14) Entrenarnos en estudiarnos internamente, enobservarnos; entrenarnos en sobreponernosa la opinión sensual de la vida. Entrenarnosen ir más allá del conocimiento sensible y delconocimiento racional.

15) “El primer conocimiento es sensible, se basaen sensaciones; el segundo es racional; y eltercero es un poder superior del alma, que nadasabe de un ayer ni de un hoy, ni de un maña-na”. Eckhart

16) “Para que puedan bien comprender cuál sea laanchura y la largura, y la profundidad y la altu-ra...”. Pablo indica con esto un estado de laconsciencia en el cual el tiempo, tal como loconocemos, se desvanece y deja de haber unayer y un mañana.

17) El cambio en el sentido del “yo”, no sólo pertene-ce a una calidad superior de consciencia, sinoque el concepto material del tiempo que deriva Maurice Nicoll

Cualquier cosa

que es no podría

haber sido de otra

manera; esto es

una ley.

El sufrimiento

es necesario hasta

que nos damos

cuenta de que no

es necesario.

Otra ley:

En las situaciones más

inaceptables y

dolorosas se esconde un

bien mayor. Cada

desastre o desgracia

lleva en su interior la

semilla de la Gracia.

(No hay mal que por

bien no venga).E. Tolle

Page 2: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo”Página 2 Pensamiento

El doctor Pérez engaña a su mujer conla mucama del 4º piso.

La enfermera Alicia va por su terceraborto. Los dos enfermeros de la nochetienen relaciones sexuales con la mismainterna, que está irremediablemente loca.

Todos los médicos hablan mal unos deotros, y compiten entre sí, tratando desobresalir cada uno, en base al descré-dito del otro.

El portero vive generalmente borracho.El chofer de la ambulancia, sueña conser Fangio, y no le alcanza su sueldoporque al segundo día de haberlo cobra-do, ya se lo jugó todo.

El director del hospital, odia alsubdirector, y éste cree que el directores un incapaz, pero no lo dice por temora perder su puesto. Ambos a su vez odiany temen a cualquier médico joven y ca-paz, en forma irrestricta e impersonal.

Todos sin excepción tratan de sacar

Demasiado hábiles para la burocracia,demasiado ineptos para la coherencia

un provecho, uno del otro; no concibenuna relación sin un interés de rentabili-dad, sea cual fuere.

Todos usan la fotocopiadora del hospitalpara asuntos estrictamente personales yllaman por teléfono a otros países utilizan-do las líneas que son del hospital.

Irene, la psiquiatra del turno tarde, tran-sita su tercer matrimonio, y a los hijosde su primer intento, hace años que nolos ve, aunque viven muy cerca; ella esla encargada de tratar a las madres sol-teras. Tiene dos intentos de suicidio.

La enfermera Graciela, de la mañana,está quebrada emocionalmente, trata deadelgazar y el doctor García López, leda a escondidas pastillas euforizantes,que obviamente “le sacan el hambre”;ya adelgazó y volvió a engordar variasveces. Es un manojo de nervios.

El padre Juan, viene los domingos porla mañana, siempre apurado, trata deayudar, pero no se conoce a sí mismo. Di-vide al mundo en buenos y malos y quedóenredado en ese círculo mental donde el

ego se hace fuerte. Lo malo es que creeque sabe, y eso le impide aprender.

Los parientes de los internos, vienenal principio dos veces por semana, y des-pués una vez por mes, o a veces menos.Algunos están secos de llorar, y otrossufren tan bestialmente, que no pocasveces terminan siendo internados ellosmismos; todos enredados en elcírculo emotivo o afectivo,donde el ego los manejacon diapositivas.

El enfermero dereemplazo que lla-man “el negro”, yque viene todas lasnoches (tenga traba-jo o no), a tomarmate con el que estéde guardia, vendedrogas a los internos, acambio de dinero o cualquierotra cosa o servicio; todos losaben, desde el director hasta el porte-ro, pero nadie hace nada; todos temen,todos viven de apariencias, en la irreali-dad, todos viven en la incoherencia...

El licenciado Ramirez, es un psicólogode los catalogados como “externo”, vie-ne tres veces por semana y atiende enconsultorio a gente que no está interna-da, generalmente derivada por otros mé-dicos, especialistas de otras áreas; lospacientes le dicen “doctor”, y él no sólono los corrige, sino que lo acepta, comosi por ese motivo él fuese más. Está es-tudiando inglés y computación; su idealmás soñado es poder comprarse unMercedes Benz rojo y “ponerlo” a 200km por hora, y sentir la omnipotencia(según sus propias palabras). Nunca curóa nadie, pero él no lo sabe; ni siquierasabe que está ahí para curar; trabajapara ganarse la vida...

El doctor Cáceres, sí es doctor, tam-bién en psicología; es muy serio, viene

dos veces por semana, dos horas cadavez, pero... casi siempre está haciendoun curso de perfeccionamiento o un post-grado; por eso es muy común que falte(eso sí, siempre con aviso).

Es triste ver a sus pacientes, cuandovienen a consultarlo y él no está; en ca-

sos de urgencia los derivan a un su-plente, el doctor Pablo, que mas-

ca chicle permanentemen-te, y lee libros de nove-

las interminables; éstelos escucha pero nodefine nada, no tomaninguna decisión,tampoco receta nin-gún remedio. Yo creoque no debe ser doc-

tor, tal vez haya sidoo es estudiante de me-

dicina o psicología (qui-zás por eso lo llaman por su

nombre y no por el apellido).Miriam es la hija del director, y va a es-

tudiar medicina como su padre; viene so-lamente una vez a principio de cada mes asaludar a la gente de personal, siempre co-rriendo, se ve que está muy ocupada; unavez en el apuro se le cayó un sobre condinero, suerte que lo vio, pobrecita.

El señor mayor que barre, además delevantar la basura, levanta también qui-niela; es muy sigiloso, se entiende consus clientes con miradas y gestos, y siem-pre lleva papel y lápiz; vive dormido.

Todos son observados por mí y por otros,y ellos no lo saben; la mayoría de ellos duer-men, algunos están como hipnotizados, yotros, los menos ya están muertos.

Usted dirá que soy muy observador, ysí, realmente lo soy. Hace mucho tiem-po que estoy internado en este sanato-rio mental llamado Vida, y mi locura con-siste en saber que todas estas personasestán dentro mío, y que solamente yopuedo curarlos si me curo a mí mismo.

PERMÍTANME UN CUENTO

Por Camilo Guerra

Una familia modelo cenaba tranquilamente cuando la hija de 15 años comenta:Tengo una mala noticia, ya no soy virgen... Un silencio sepulcral se apoderó de lamesa y de repente empiezan las acusaciones mutuas. El marido dirigiéndose a sumujer: –Esto es para que veas la mala madre que sos. Por andar vestida como unaloca y provocar a cualquier tipo que ves por la calle... ¡Claro, algún día esto tendríaque pasar! ¡Con el ejemplo que ve la chica todos los días, no me extraña!

Ahora, el padre se la agarra con su hija mayor de 23 años: –¿Y vos? (apuntándolecon el dedo) que te ponés a besarte en el sofá con ese novio tuyo baterista, que tienepinta de maraca arrepentido, y vos decís que es ”metrosexual” o como se llame esacosa. ¡Igual a tu madre! Y claro!!!... la nena lo ve... y quiere copiar todo.

La madre no aguanta más tanta humillación y le contesta: –Pero... ¿y quién es elgilazo que se gasta la mitad del sueldo en cabarutes y todas las mañanas tiene cara dedespedirse de ellas en la puerta de casa... eh? ¿Pensás que somos ciegas?.... Que sólote diste de alta en Direct... para ver tus películas raras y pasarte los fines de semanaencerrado!!!

Totalmente descontrolada y al borde del colapso, la madre le pregunta a la jovencita,con los ojos llenos de lágrimas: –¿Y quién te hizo eso, mi chiquita? Contale a mamá...

Entre sollozos y lágrimas, la hijita le contesta: –La profesora de catequesis... quese enojó conmigo y me cambió en el pesebre viviente... y ahora ya no soy virgen...soy vaca...

Tengo un animal curioso mitad gatito, mitad cordero. Esuna herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado deltodo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mi-tad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamañoy la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispean-tes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a lapar saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de laventana, se hace un ovillo y ronronea; en el campo correcomo loco y nadie lo alcanza. Huye de los gatos y quiereatacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favori-to es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina de losratones. Horas y horas pasa en acecho ante el gallinero , perojamás ha cometido un asesinato.

Lo alimento con leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la lecheentre sus dientes de animal de presa. Naturalmente, es un gran espectáculo para losniños. La hora de visita en los domingos por la mañana. Me siento con el animal enlas rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.

Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestarningún ser humano. Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo el poseedor y nootro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte,si no se siente solo, por qué no tiene hijos, cómo se llama, etcétera. No me tomo eltrabajo de contestar: m e limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. Aveces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra susesperanzas, no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraroncon mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como unhecho divino. En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir.Acurrucado contra mí es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo hacriado. Esa fidelidad no es extraordinaria: es el recto instinto de un animal, queaunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene un solo cosanguíneo,y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.

A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre laspiernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quieretambién ser perro. Una vez –eso le acontece a cualquiera– yo no veía modo de salirde dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacabaen el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos yvi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene estegato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No le heredado mucho de mipadre, pero vale la pena cuidar este legado.

Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muydistintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patasdelanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara,y de hecho vuelve la cabeza y me mira deferente para observar el efecto de sucomunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo lacabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.

Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él esuna herencia y debo negársela. Deberá esperar hasta que se le acabe el aliento,aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al actorazonable.

Una cruza

Franz KafkaEscritor húngaro

1883-1924

Familia modelo

Dirección y Correspondencia: Almafuerte 2629 (CP. 1712) CastelarProv. Buenos Aires - Argentina - Tel: 4627-8486 / 4629-6086

E-mail: [email protected] - Sitio Web: www.derecho-viejo.com.ar

Responsable: Dr. Camilo Guerra

Registro de la Propiedad Intelectual Nº 2.365.486.

ED

ITORIA

L

Page 3: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo” Página 3

Desde todo silenciohay una breve exposiciónun segundo de paso por el tiempouna mano en el llamado de otras

hay una callada presenciahacia donde nacen nuevas huellasun giro de miradasque entran en los ojos cotidianosde todas las calles

hay un color de solidaridaden su esperada formauna respuesta humanacomo la sed o el grito solitarioen busca de certezaspara cada uno

es el mundo quenos construyeen nubes o restosde íntimos dioses.

(Del libro inédito “Los días ocultos” )

Pretende ser una analogía denuestro viaje por la vida. Entiénda-se por analogía, presentar ejemplossimples para explicar algo máscomplejo.

Iniciamos nuestro viaje en elmomento de la concepción, dondepapá y mamá nos proveerán denuestro vehículo terrenal para des-plazarnos hacia nuestro destino.

E ese instante ya está dada nuestra in-dividualidad. Nuestro viaje es como su-birse a un tren, con compañeros de viajecircunstanciales, con los cuales compar-timos por algún tiempo, espacio y situa-ciones, los más cercanos y los más leja-nos, los que están en el mismo asiento,los que miran al exterior por la mismaventanilla y los que viajan en el otro extre-mo. En las primeras etapas de nuestro via-je, necesitamos la compañía y consejosde nuestros mayores, luego a medida quevamos aprendiendo, nos movemos conmayor independencia y responsabilidad.

Algunos de esos compañeros, se vanrenovando en cada estación, buscandoescalas o combinaciones hacia otros des-tinos. Otros continúan un poco más detiempo en la misma dirección. En cadacambio, nos rodean compañeros circuns-

tanciales distintos, con loscuales compartimos fugaz-mente nuestro destino. Así te-nemos compañeros, amigos,en el jardín, la primaria, en laadolescencia, en el trabajo,etc. eso nos habilita en nues-tro aprendizaje, a vincularnoscon más gente, a mayor ex-periencia, a mayores posibi-

lidades de intercambio, y lo que es muyimportante, a desapegarnos, a vivir el mo-mento, en el aquí y ahora. Si permanece-mos afianzados en los recuerdos, en el pa-sado, estaremos resignando nuestro futuro.

También a medida que transcurre eltiempo, nuestro vehículo va cambiando ynecesariamente nos vamos adaptando asus posibilidades, aprovechando cada ex-periencia única que se vaya presentando,disfrutando del paisaje y enriqueciendonuestra personalidad a través de esas ex-periencias y del intercambio con los com-pañeros de viaje. Cuando llegamos al finaldel viaje, hacemos un balance, como cuan-do volvemos de vacaciones, y miramos fo-tos y contamos a nuestros allegados, deta-lles de situaciones y experiencias vividas.

www.shamballaramos.com.ar

El hiijo de un ladrón, al ver que supadre se estaba haciendo mayor, le pi-dió que le enseñara el oficio para quepudiera dirigir el negocio familiar cuan-do él se hubiera retirado.

El padre accedió y aquella nocheasaltaron juntos una casa.

El padre abrió un gran armario y ledijo al hijo que tomara la ropa. En cuan-to el hijo se metió dentro del armario,el padre lo cerró con llave y empezó ahacer un montón de ruido consiguien-do que toda la casa se despertara. Unavez conseguido esto, se escapó conmucho cuidado.

El chico, encerrado en el armario,estaba enfadado y atemorizado e inten-taba pensar cómo podría salir de allí.De repente, se le ocurrió una idea: sepuso a maullar.

La familia le dijo a la criada que to-mara una vela e inspeccionara el arma-rio. En cuanto abrió el cerrojo, el chicosalió inmediatamente, empujó a la cria-da que se quedó asombrada, apagó lavela y salió corriendo. La gente saliócorriendo detrás de él.

Al ver un pozo a un lado de la ca-rretera, el chico arrojó dentro una granpiedra y después se escondió en la os-curidad. Los que le perseguían se amon-tonaron alrededor del pozo esperandover al ladrón ahogándose.

Cuando el chico llegó a su casa es-taba muy enfadado con su padre y leintentó contar toda la historia pero elpadre le dijo: “No te molestes en con-tarme los detalles. Estás aquí, ¿no?Entonces has aprendido el arte”.

Viaje en tren

El pensamiento es tiempo. El pensamiento nace de la experiencia, del conoci-miento, que son inseparables del tiempo. El tiempo es el enemigo psicológico delhombre.. Nuestra acción se basa en el conocimiento y, por lo tanto, en el tiempo; demodo que el hombre es siempre un esclavo del pasado.

Cuando el hombre se dé cuenta del movimiento de su propia conciencia, verá ladivisión entre el pensador y el pensamiento, el observador y lo observado, el experi-mentador y la experiencia. Descubrirá que esta división es ilusoria. Sólo entonces hayobservación pura que es discernimiento instantáneo sin sombra alguna del pasado. Estediscernimiento intemporal genera un cambio profundo y radical en la mente.

La negación total es la esencia de lo positivo. Cuando negamos todas las cosasque no son el amor –cosas como el deseo, el placer–, entonces el amor está ahí consu compasión e inteligencia.

* * * * *La muerte implica el fin de lo conocido. Significa la terminación del organismo

físico, la terminación de toda memoria que soy “yo”, puesto que “yo” no soy sinomemoria. Y me asusta desprenderme de todo eso, lo cual implica muerte. La muertesignifica el fin de los apegos, o sea, morir mientras vivimos, no separados de lamuerte por cincuenta años o cosa así, esperando que alguna enfermedad terminecon nosotros. Es vivir con toda nuestra vitalidad, nuestra energía, nuestra capaci-dad intelectual y un gran sentimiento por todas las cosas y, al mismo tiempo, termi-nar con ciertas conclusiones, ciertas idiosincracias, experiencias, apegos, heridaspsicológicas; morir para todo ello. Vale decir que, mientras uno está viviendo, vivirtambién con la muerte. Entonces la muerte no es algo que se encuentra lejos, no esalgo que está al final de nuestra vida y que llega como consecuencia de algún acci-dente, de una enfermedad o de la vejez, sino que es más bien un final para todas lascosas de la memoria. Eso es la muerte, una muerte que no está separada del vivir.

En cuanto te aislas, todo te hace daño.En cuanto te expandes y empiezas a sen-tir por los demás, ganas. El hombre egoístaes el hombre más miserable del mundo.El hombre más feliz es el que ha destrui-do todo su egoísmo. Al hacerlo, se havuelto uno con la totalidad de la creación,y Dios brilla en su interior. El código éticode todas las religiones es éste: No seasegoísta. Sé altruista. ¡Haz cosas por losdemás! ¡Expándete!

La verdad es que no estamos aisladosde este universo. Nuestros cuerpos sóloson pequeños remolinos en el océano dela materia. El sol, la luna, las estrellas, túy yo: todos son simples remolinos. Unamente determinada no es más que un re-molino mental en el océano de la mente.

En esta vida hay dos tendencias opues-tas; una, la protección de la individuali-dad, y la otra, el intenso deseo de tras-cenderla. La madre sacrifica sus necesi-dades por las del bebé. Cuando lleva alniño en sus brazos, deja de oír la llamadade la individualidad, o de la autopre-servación. Aunque ella no tenga nada, sushijos tendrán lo mejor. Así que estamosdispuestos a sacrificarnos por todas laspersonas que amamos.

Por una parte, nos esforzamos dura-mente por conservar esta individualidad;por otra, lo sepamos o no, intentamosliberarnos de ella. ¿Con qué resultado? TomBrown tal vez esté esforzándose mucho.Lucha por todos los intereses egoístas desu individualidad. Tom muere y no se pro-duce ninguna ola en ninguna parte de lasuperficie de la tierra. Sin embargo, naceun judío hace dos mil años y no mueveun dedo para conservar su individualidad.¡Reflexiona sobre ello! Jamás se esforzópor proteger su individualidad ni por ali-mentarla. Por eso se convirtió en lo másgrande del mundo. Esto es lo que el mun-do no comprende.

Con el tiempo, todos estamos destina-dos a ser individuos. ¿Pero en qué senti-do? ¿Cuál es la verdadera individualidaddel ser humano? No es Tom Brown, sinoel Dios interior. Ésta es la verdadera indi-vidualidad. Cuanto más nos hayamos acer-cado a nuestro Espíritu, más habremosabandonado nuestra falsa individualidad.Cuanto más, intentemos recoger y obtenercualquier cosa para nosotros, seremos indi-viduos menos verdaderos. Cuanto menoshayamos pensado en nosotros y más haya-mos sacrificado toda individualidad ennuestra vida, más nos acercaremos a laverdadera individualidad. Ésta es la granverdad incomprendida por el mundo.

Vosotros sois hombres y mujeres.¿Queréis conservar vuestra mente tal ycomo es ahora, llena de enfado, de malasintenciones, de celos, de peleas y de lasmil y una cosas egoístas que moran ahí?¿Tratáis de decir que queréis quedaros conella? Según la filosofía vedanta, no po-déis; no podréis deteneros hasta que noseáis puros y perfectos. No podréisdeteneros hasta que alcancéis la vida queno tiene fin; hasta que os volváis uno conla mismísima vida.

El objetivo de muchas personas es suplacer. Sin embargo, sólo buscan el pla-cer de los sentidos. Pero la verdadera di-cha está sólo en el Ser, e el Espíritu. Éstaes la única individualidad, la única dicha

que no cambia nunca, que es eternamen-te perfecta. Gracias a una sostenida dis-criminación, las grandes almas de estemundo descubrieron esta verdad: que tie-ne que desaparecer la individualidad falsade los sentidos, este ego. Cuanto menosego haya, más cerca estaré de lo que real-mente soy, el Espíritu universal. Cuantomenos piense en mi mente individual, máscerca estaré de la Mente universal. Cuan-to menos piense en mi alma, más cercaestaré del Alma universal.

Las creencias, doctrinas o sermonesno hacen la religión. La religión es única-mente la realización, la percepción de Dios.¿Cuál es la gloria de todos estos santosvenerados por el mundo? Dios no fue unamera doctrina para ellos. ¿Creyeron por-que sus abuelos creían? No. Fue porque

realizaron el Espíritu Infinito, superior ymás real que sus cuerpos, sus mentes ytodo lo demás. Debemos darnos cuentasolos. No existe ningún otro camino.

Esta realización es el objetivo del yoga,y el objetivo supremo de la vida. ¡Luchapor ello! Ningún templo ni iglesia lo pue-de hacer por ti. Dirígete a Dios directa-mente. Es la única forma de acabar contus dudas. Es la única forma de enderezarlo torcido. De los que vean la Única Uni-dad en medio de la multiplicidad; de losque vean la Única Vida en medio de lamuerte; de los que vean en medio del cons-tante cambio Aquello que no cambia nun-ca: de ellos será la paz.

“Las cuatro vías del Yogapara llegar a Dios”

El objetivosupremo

Desde todosilencio

PorGuillermo Jähnel

Por ALBERTO LUIS PONZOPor Maestro Vivekananda

Según Krishnamurti... ¿Qué es el zen?

Por Bhagwan Shree Rajneesh

Definiciones y silencios

Page 4: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo”Página 4

Frida Catherine CamilovnaLa perra que vino del frío,con un cierto aroma a gato

CHURRASQUEANDO CON FRIDA

Ladridos

(Moral perruna)

Está por llegar la primavera y Castelarse pone hermosa, las flores empiezan areventar y los jardines frentistas de lascasas comienzan a tomar vida y a dispu-tar cada una de estos, a ver quién hacemejor el arreglo floral. Comienzan a venirlas golondrinas y me entretiene ver a es-

tas hacer piruetas en el aire para cazar in-sectos, qué hermosura es el principio dela primavera, los días se alargan y unousa menos la ropa gruesa que el inviernodejo atrás.

–Che Garufa, le dije, te noto triste ocon una cara de preocupación, ¿como tesentís, te duele algo, o acaso me vas asorprender con unas de las tuyas?

– No. Estoy bien, no me duele nada, yestaba pensando en estos momentos, enlos perros que se mezclaron en tu vidaantes que yo, porque nosotros vivimosentre 12 y 14 años, salvo mi madre que

vivió 21 años.– No me digas que te

vas a poner celoso, con-testé.

– No, en el perro queevoluciona un poco, loscelos no existen, ya quecomprende que el serhumano es dominante, yél se deja dominar no porplacer, sino por la nece-sidad de pasarla mejor enla próxima vida.

He tenido varios pe-rros en mi vida, pero voy a contarte losque llegaron a mí en mi estadía porCastelar. El primero fue un perro que nodejaba de crecer, mi padre le había puestoel nombre de Castel pues resultó ser ungran danés gris, siempre estaba atado, puesmi padre tenía una hermosa quinta de ver-duras y el perro no podía andar suelto; nosé cómo terminó este animal, yo tenía 11añitos.

Cuando empecé a disfrutar de misamigos los perros, ya mi padre había fa-llecido. Llegó a casa una perrita ovejeraalemana, le puse de nombre Juni, me com-pré un libro de adiestramiento canino, ycon ella debuté en su educación; era inte-ligente, pero muy celosa de mí, no queríaque me tocaran, agredía, y yo tenía queestar atento. Un día estaba caminando porla calle Sarmiento, cruza y la atropella unauto y la mata. Me sentí tan mal por estoporque yo fui el que la llevó a ese lugardel siniestro.

–No te preocupes –dijo Garufa– com-pletó su vida feliz contigo y está contenta.

–En ese tiempo yo estaba de noviocon mi actual esposa, y al comentarle estoa ella y mi futuro suegro, me habrá vistotan mal, que me consiguió un cachorrode ovejero hermoso, le puse Juno de nom-bre, como ya tenía una base de conoci-mientos sobre la educación lo comencé aadiestrar con muy buenos resultados, nonecesitaba collar ya que me acompañabasin tenerlo, era obediente y muy inteligen-te, cuando murió de viejo no me quisohacer sufrir y partió estando de vacacio-nes en Córdoba.

Pasé un tiempo sin perros, y mi mentetenía siempre la obsesión de tener un ove-jero. Un amigo mío que tenia un hijo decampeón, y conocía una familia deItuzaingó que poseían un perra de grancarácter, nació otro Juno, un hermoso pe-rro que heredó las dos cosas que yo pe-día: el carácter de la madre y el porte delpadre. Lo adiestré, era inteligente, sumisoconmigo, pero difícil de dominar cuando

Garufa y sus ancestros

Un lobo, satisfecho de comiday ya sin hambre, vio a una ovejatendida en el suelo.

Como se dio cuenta de que lapobre se había desplomado simple-mente de terror al mirarlo, se le acer-có, la tranquilizó y le prometió dejar-la ir si le contaba tres verdades.

La oveja le dijo entonces:–La primera verdad es que hu-

biera preferido no haberte encon-trado. La segunda verdad es queya quete encontré, hubiera sidomejor encontrarte ciego. Y la ter-cera verdad es que ojalá que todoslos lobos malvados murieran demala muerte, ya que sin haber re-cibido ningún mal de nosotras, nosdan una guerra cruel.

El lobo reconoció la realidad deaquellas palabras y dejó marchar ala oveja.

Moraleja: El injusto puede re-conocer su injusticia si deja delado su interés.

Un hombre viejo y su hijo subían a un ce-rro. Detrás de ellos iba su perro.

Los sorprendió unagran tormenta de viento yde nieve. Después de an-dar un largo rato, el hom-bre cayó moribundo, ven-cido por el frío y el granesfuerzo de la subida.

–Sigue tú, hijo mí, queno te ocurra lo mismoque a mí –le dijo al joven.

El hijo aceptó, se des-pidió de él y continuó sucamino por la montaña;marchaba aprisa para noterminar igual que su pa-dre.

Después de mucho andar, cuando ya ha-bía pasado la tormenta y a salvo estaba en elvalle, vio de lejos el cuerpo tendido de su pa-dre, y a su lado, el perro, que no había queri-do abandonarlo.

Moraleja: A veces nuestras mascotas sonlos seres más leales.

yo no estaba; con mucho dolor tuve queentregarlo como perro de policía que loaceptaron rápidamente. Solamente yo ten-go los ladrido en mi cabeza de este nobleanimal como diciendo “porqué me dejas”.

–Qué sentimientos que tenés con mishermanos –refutó Garufa, –por eso tenésesa afinidad conmigo.

–No quise tener perros por un tiempo.Un martillero de Ituzaingó recolectabaperros de la calle y tenían una perrita me-diana, que tuvo cachorros de distintos ta-maños y colores, en esa lechigada habíauno pequeño inquieto, pero duro tipofoxterrier,con anchaspatas, me lotraje y lepuse Paton,fue uno delos perrosmas inteli-gentes quetuve, las lec-ciones lasaprendía rá-pidamente,jugaba conmis hijos y disfrutaban de su compañía,me leía el pensamiento, ya que cuando loquería bañar desaparecía, con solo pen-sarlo.

Garufa me interrumpió y me dijo: sihubieras continuado con él habrías podi-do hablar ya que Paton era muy inteligen-te e intuitivo. Lo que nunca me contastees el día, o mejor la noche que Juno es-pantó a Paton en mi casa, Paton dormíaen el living de mi casa y una noche entródespavorido al dormitorio y se puso a tulado, lo sacaste y después, te fuiste a lacama, al rato otra vez la misma situación,pero esta vez vos sabías lo que pasaba,era un ser que espantaba al perro entonesle hablaste y todo quedó tranquilo.

–Pero mirá Garufa, yo nunca me hu-biese imaginado que Juno haya corrido aPaton, estaba celoso, él era un perro gran-de e inspiraba temor.

– Juno y Paton se han hecho amigosen el más allá, se pasan todo el día ha-blando de vos –respondió Garufa.

– Qué contento me ponés, el saber quemis dos perros, a los que amé tanto, seanamigos.

Por Coco Gomez

El lobo satisfechoy la oveja

El padre, el hijoy el perro

Hay palabras que noscambian la vida,

pero hay ladridos quenos cambian el alma.

Jen De Lacroix

Garufa

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y lasmedias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculosinquietos alrededor y luego proseguía la obra. Pasó un señor, me miró un rato y mepreguntó por qué toleraba yo al buitre.

-Estoy indefenso –le dije-, vino y empezó a picotearme, yo le quise espantar y hastapensé en torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarmea la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.

-No se deje atormentar –dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.-¿Le parece? –pregunté- , ¿quiere encargarse usted del asunto?–Encantado –dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede

usted esperar media hora más?-No sé –le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí–:

por favor, pruebe de todos modos.–Bueno –dijo el señor–, voy a apurarme.El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la

mirada entre el señor y yo.Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el

ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca,profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, quecolmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitreirreparablemente se ahogaba.

Franz Kafka

El buitre

Page 5: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo” Página 5

Por Silvia Vega

REFLEXIONES

El amor de Jesús –don de Dios– se acer-ca, pide de beber, rompe barreras, se sientaen el brocal de un pozo y se revela “hablan-do” con una mujer samaritana (Jn 4,1-30).

No existe ningún testimonio bíblicodonde se hable de este pozo de Jacob,pero sí existían leyendas rabínicas sobreél. Pozo de recuerdos patriarcales dondeIsaac conoció a Rebeca (Gén 24, 15-18.28-30). También junto a un pozo en-contró Moisés a Séfora (Ex 2, 15-17).

Este relato subraya la humanidad deJesús, su impresionante realismo y suveracidad. Jesús es todo un hombre, decarne y hueso, como le gus-taba encarecer a M. Unamuno.

El misterio de la encarna-ción nos hace comprender has-ta qué medida Dios ha queri-do compartir nuestra condi-ción humana y hacerse uno denosotros. Jesús, durante su existenciamortal, no solamente “ha pasado hacien-do bien” (Hch 10,38), desbordándose ensuperabundancia de obras y palabras po-derosas, sino que, verdadero hombre, hatenido necesidad de los otros; ha dado,pero también ha recibido. “Cuando se sen-tó en el brocal del pozo de Jacob y pedíaagua para calmar su sed, no estaba jugan-do con la samaritana (Jn 4,7)”.

En Jesús Dios se acerca a la humani-dad. Para ello hace añicos las barrerassociales, quita inveterados prejuicios decondición religiosa. Se atreve a hablar enpúblico con una mujer samaritana (cosaque incluso asombró a sus discípulos, Jn4,27). Hay que subrayar que es sama-ritana, y mujer con un pasado turbulento,una mujer golpeada por la vida –se trata,insistimos en ello, del caso de una mujer“rota” y marginada–. Esta mujer ha teni-do cinco maridos, ha ido mucho más alláde lo permitido por la estricta ley, pues lalegislación judía no permitía más de tresmatrimonios seguidos. También –comodetalle ilustrativo de su impureza– trae uncántaro (para un judío estaba prohibido be-ber de vasijas impuras de los samaritanos).

El mismo evangelista anota la extrañe-za de la mujer samaritana: “¿Cómo tú, sien-do judío, me pides de beber a mí que soysamaritana?” (Jn 4,9). Y esclarece estedesdén, diciendo: “Porque los judíos nose tratan con los samaritanos” (v.9). Sersamaritano supone una enemistadmultisecular, pertenecer a un pueblo he-terodoxo, cismático y como apelativo re-viste acentos de injuria..

Como pueblo cismático, los samarita-nos celebran su culto en el monte Garizim.Creen sólo en el Pentateuco. Mantienen unaexpectación futura de un Mesías profético(Dt 18,15-18) que revelaría todo. Ellos lellaman “el que ha de venir” (Taheb”).

Como injuria resulta ilustrativo recor-dar una larga controversia con los fari-seos (Jn 8). Tras haber sido ásperamentecontestado por éstos, le designan paraevidenciar su rechazo con este vituperio:“Los judíos le respondieron: ¿No decimos,con razón, que eres samaritano y que tie-nes un demonio?” (Jn 8,48).

Jesús no rehuye el distanciamiento dela mujer; se sigue acercando en su diálo-go y también se ofrece: “Si conocieras eldon de Dios y quién es el que dice, ‘Damede beber’”. (4,10). ¿Quién es el don de

Dios? El don de Dios es él mismo en per-sona; es Jesús, quien dará a la mujer aguaviva. Antes, ha aparecido el verbo “dar”una vez, cuando Jesús hablaba conNicodemo. La frase empieza con un ad-verbio en posición enfática, que expresala maravilla: “Tanto, de tal manera, amóDios al mundo, que dio a su Hijo único,para que todo el que crea en él no perez-ca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16).El amor de Dios a la humanidad se mani-fiesta dando a su Hijo. Jesús es el don delamor de Dios.

A una mujer cismática y maltratada porla vida, Jesús se estárevelando como lapresencia del amor deDios, más ¿cómo serevela y se da esteamor?

En los versos 25-26 tenemos el clímax del diálogo. “Le dicela mujer. ‘Sé que va a venir el Mesías, elllamado Cristo. Cuando venga, nos lo ex-plicará todo’. Jesús le dice: Soy yo, el queestá hablando contigo”.

A la pregunta de la mujer, un tanto re-tórica, contemplada en hipótesis lejana:“cuando venga el Mesías”, Jesús respon-de: el Mesías no tardará en venir; ya estáaquí, ya ha venido, soy yo. Jesús empleaesta designación divina, el célebre “Yosoy”, que aparecerá más tarde especialmenteen las discusiones con los fariseos: 8,24.28;13,19. “Yo soy” es el nombre de Dios reve-lado a Moisés (cf Ex 3,14). Jesús, pues,aparece como la presencia de Dios.

En las palabras de Jesús existe un matizidiomático, profundo por cuanto precio-so. Jesús dice: “Soy yo, el que habla con-tigo”. Literalmente ho lalôn soi. Este ver-bo laléô es el típico verbo de la revelaciónde Jesús en el evangelio; pero también esun verbo onomatopéyico, que expresa elbalbuceo inicial del infante: la-le-o. Signi-fica conversar coloquialmente, familiar-mente, algo así –diríamos– charlar.

Desde la profunda visión de Juan seafirma que Jesús constituye la actualidadde los títulos progresivos del relato: el donde Dios (v. 10); mayor que nuestro padreJacob (12); el profeta (19); el Mesías(26.29); la presencia divina (26); el Sal-vador del mundo (42).

No son rótulos desvaídos, ni epígra-fes fríos. Se concentran en alguien, quese llama Jesús. Un hombre fatigado, ne-cesitado y sentado en el brocal de un pozo,y que pide agua para calmar su sed. Tam-bién un hombre libre que busca la reden-ción de una mujer, que rompe viejos mol-des y que se queda largo rato “charlando”–verbo laléô– con una mujer. Esta así loreconoce; pues deja el cántaro y va a laciudad y dice: “Venid a ver un hombre –ídete ánthrôpon– que me ha dicho todocuanto he hecho” (v. 28-29).

Tal es la sorprendente maravilla delencuentro de Jesús con la mujer sama-ritana. Las realidades más sublimes de lasalvación suceden dentro de los caucesde la vida humana. ¿No es así el milagrode la encarnación? A partir de Jesús, lascosas humanas, las más sencillas y trivia-les dejan su aparente mudez y se iluminantransidas de sentido. Cualquier encuentrohumano puede convertirse gloriosamenteen la epifanía de Dios. La revelación de

un don –“si conocieras el don de Dios...”–, la más alta elocuencia, el más hermosopregón acerca del amor de Dios, aconte-ce en una charla normal, mantenida entreun hombre, llamado Jesús, y una mujeranónima, pero herida por la vida. Una po-bre mujer a quien Jesús le ofrece el dondel amor de Dios, para que no siga bus-cando penosamente por las esquinas másamores que no quitan la sed; un amor, tanpleno y personal, que deja inservibles tan-tos matrimonios rotos. Aquí y ahora, enJesús, el costado abierto por donde Diossigue amando al mundo, en su humani-dad concreta, todo el amor de Dios seremansa y se adensa, se hace presente,

cercano, coloquial, amigo, amante. El síes el cántaro lleno del agua del amor, aúnmejor, venero incesante que hace innece-sarios más viajes al pozo a fin de sacaragua. Un amor tan copioso que no cabeen el frágil cántaro que la mujer trae. Amorque se desvela hablando, charlando comosi no pasara nada, demorando el tiempo,así como quien dice, como si tal cosa. Elamor de Jesús se ofrece a la “portata dimano”, tan real que puede ser bebido (in-sistencia del relato en el “beber”); amortan genuino y duradero que es fuenteborbotoneante que salta de júbilo hasta lavida eterna.

“..y lo contemplaban desde lejos”

Necesidad de los otros:dar y recibir

Francisco Contreras Molina, cmf

El diluvioLlenad el Arca de cada especie antes del diluvio!!

El hombre “llena las Arcas” por “si acaso”. Cuando el Diluvio arrasalo que queda no es el hombre, es Dios y las “Arcas” están vacías.

¡Menos mal que los sentidos son ilusión!¡Que la existencia “material” es como un sueño!

Que la mente proyecta esta materia que es una ínfima manifestaciónen la grandeza de la creación universal divina.¡No sea cosa que todo es tan bello y perfecto!

¡No sea cosa que todo es tan horroroso y doloroso y perfecto!... Dios...y dale con la dualidad!

pobre Dios, cuanta misericordia!

Llenamos los jarrones con hermosas flores muy “vistosas”. Las espinas de loscactus, hacen que el agua se conserve en el interior para poder habitar

en el desierto y sobrevivir y seguimos “viviendo” decorando con hermosasflores cortadas; los jarrones...

Es tarea costosa pedirle a la menteque trascienda el “sentimiento”(especialmente cuando creemos

que amamos).

Tantas veces he caído como Danielen la fosa de los leones.

He sido presa fácil de mí misma.

Si al menos tuviéramos un poco de conciencia, el ser podría llenar los vientresvacíos, los corazones huecos y las mentes turbadas.

Sólo espera, aguarda, que dejemos de ser nosotros para ser “todo” en nosotros.

El hombre predica con el ejemplocuando ha comprendido que no es el

ejemplo y no comprende más.

¿Y no será que este asunto de laautoestima es una ficción creada

para adormecer el alma?Salgamos a-consumir-nos.

La autoestima o estima al auto. En elsuper no puedo plantar mi semilla.

La necesidad básica se ha convertidoen distancia, “distancia de la vida”.Pobres todos, atrapados en celofán,códigos de barra y la tierra nos uniráy espera sufriente nuestro retorno.

Has de estar muerto para que yo seamientras tú y ella tu mente te creas yo.

No has vivificado.

Bipolaridad “le dicen” a lasemociones inestables.

¿Acaso no se pone el sol cada tarde?¿Acaso no amanece cada día?

Hasta las estrellas estallan a cadainstante y una nueva (nova) nace.

Bipolaridad le dicen... a la existencia.“Por las dudas tengamos

dos bolsillos”.

Cuando tu ego libere al “espíritu encarcelado” tu conciencia te hará inocente.No está vivo quien habita la materia. Solo vive quien habita al Ser en la materia.

Curiosamente se necesita un tiempopara salir del tiempo.

En esta loca carrera por llegara alguna parte seguimos estando

en ninguna parte.

Tal vez...

Page 6: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo”Página 6

Hay ocasiones en las que casi todosenvidiamos a los animales, porque ellossufren y mueren, pero no parece que ha-gan de eso un “problema”. Da la impre-sión de que sus vidas tienen muy pocascomplicaciones. Comen cuando tienenhambre, duermen cuando están cansados,y el instinto, más que la inquietud, parecegobernar sus escasos preparativos parael futuro. Por lo que podemos juzgar, cadaanimal está tan ocupado con lo que hace

en el momento presente, que no se le ocu-rre preguntarse si la vida tiene un sentidoo un futuro. Para el animal, la felicidad con-siste en disfrutar de la vida en el presenteinmediato, no en la seguridad de que tienepor delante todo un futuro de deleites.

Esto no se debe a que el animal sea unzoquete relativamente insensible. Con fre-cuencia su visión y sus sentidos del oídoy del olfato son mucho más agudos quelos nuestros, y es difícil dudar de que dis-fruta inmensamente de su comida y delsueño. Pero a pesar de la agudeza senso-rial, tiene un cerebro algo insensible. Estámás especializado que el nuestro, por loque el animal es una criatura de hábitos;es incapaz de razonar y hacer abstraccio-nes, y tiene unos poderes de memoria ypredicción en extremo limitados.

No cabe duda de que el cerebro hu-mano sensible incrementa en grado incon-mensurable la riqueza de la vida. Pero estolo pagamos caro, porque el aumento desensibilidad en general nos hace especial-mente vulnerables. Podemos ser menosvulnerables volviéndonos menos sensibles,más pétreos y menos humanos, y asímenos capaces de gozo. La sensibilidadrequiere un algo grado de blandura y fra-gilidad: los globos oculares, los tímpanos,las papilas gustatorias y las terminacionesnerviosas culminan en el órgano altamen-te delicado del cerebro. No son sólo blan-dos y frágiles, sino también perecederos.Parece que no existe ninguna manera efi-caz de reducir la delicadeza y el carácterperecedero del tejido vivo sin que dismi-nuya también su vitalidad y sensibilidad.

Para gozar de placeres intensos, tam-bién hemos de soportar intensos dolores.Amamos el placer y detestamos el dolor,pero parece imposible gozar del primerosin sufrir el segundo. En efecto, parececomo si ambos debieran alternar de algu-

na manera, pues el placer continuo es unestímulo que ha de saciarse oincrementarse: una de las dos cosas, elaumento o bien endurecerá las termina-ciones sensoriales con su fricción, o bienproducirá dolor. Un régimen continuo dealimentos ricos, o bien destruye el apetitoo bien enferma a la persona que lo sigue.

Así pues, hasta el punto en que la vidase considera buena, la muerte debe sermala en proporción. Cuanto más capacessomos de amar a otra persona y gozar desu compañía, mayor debe ser nuestrodolor por su muerte o su separación.Cuanto más se aventura en nuestra expe-riencia el poder de la conciencia, mayores el precio que hemos de pagar por suconocimiento. Es comprensible que a ve-ces nos preguntemos si la vida no ha idodemasiado lejos en esta dirección, si “elresultado justifica la molestia” y si no se-ría mejor invertir el curso de la evoluciónen la otra única dirección posible, haciaatrás, hacia la paz relativa del animal, elvegetal y el mineral.

Con frecuencia se intenta algo por elestilo. Por ejemplo, la mujer que, tras su-frir algún profundo agravio emotivo en elamor o el matrimonio, jura que nunca per-mitirá que otro hombre juegue con sussentimientos y asume el papel de la solte-rona dura y amargada. Casi más corrien-te es el caso del muchacho sensible queaprende en la escuela a encasillarse en elpapel del “tipo duro”. De adulto, y a modode defensa propia representa el papel delfilisteo, para quien toda cultura intelectualy emocional es femenina y “propia de apo-cados”. Llevado hasta su extremo, el finallógico de esta clase de reacción a la vida esel suicidio. La persona caracterizada por sureciedumbre, por su carácter aguerrido, essiempre, por así decirlo, un suicida parcial;parte de sí mismo está ya muerta.

En consecuencia, para ser plenamentehumanos, rebosantes de vida y concien-cia de las cosas, parece ser que hemos deestar dispuestos a sufrir por nuestros pla-ceres. Sin esa disposición no es posibleque se produzca una intensificación de laconciencia. Sin embargo, y hablando engeneral, no estamos dispuestos a aceptarel sufrimiento, y la suposición de que po-damos estarlo podría incluso considerar-se extraña, pues nuestra naturaleza se re-bela de tal modo contra el dolor que lamisma idea de “disposición” a soportarlomás allá de cierto punto puede parecerimposible y carente de significado.

Bajo estas circunstancias, nuestra vidase caracteriza por la contradicción y elconflicto, porque la conciencia debe abar-car tanto el placer como el dolor, y esfor-zarse por conseguir el placer excluyendoel dolor es, en efecto, esforzarse por lapérdida de consciencia. Dado que esta pér-dida es, en principio, equivalente a la muer-te, esto significa que cuanto más luchamospor la vida (como placer), tanto más mata-mos realmente aquello que amamos.

De hecho, ésta es la actitud común delhombre hacia muchas de las cosas queama, pues la mayor parte de la actividadhumana tiene el propósito de hacer per-manentes esas experiencias y alegrías queinspiran afecto porque son cambiantes. Lamúsica es una delicia debido a su ritmo ysu flujo, pero en cuanto detenemos el flu-

jo y prolongamos una nota o acorde másallá de su tiempo, el ritmo se destruye.Dado que la vida, de modo similar, es unproceso que fluye, el cambio y la muerteson sus partes necesarias. Esforzarse porsu exclusión es esforzarse contra la vida.

No obstante, la simple experiencia deldolor y el placer alternos no es, en modoalguno, el núcleo del problema humano.La razón por la que queremos que la vidasignifique algo, que busquemos a Dios ola vida eterna, no es simplemente que tra-temos de alejarnos de una experiencia in-mediata del dolor, como tampoco por esarazón adoptamos actitudes y papelescomo hábitos de autodefensa perpetua. Elverdadero problema no procede de nin-guna sensibilidad momentánea al dolor,sino de nuestros maravillosos poderes dememoria y previsión, en una palabra, denuestra conciencia del tiempo.

Para que el animal sea feliz le bastaque pueda disfrutar del momento presen-te, pero el hombre difícilmente se sientesatisfecho con eso. Le interesa muchomás tener recuerdos y expectativas pla-centeros, sobre todo las últimas. Cuandolos tiene asegurados, es capaz de sopor-tar un presente en extremo desgraciado.Sin esta seguridad, puede ser extremada-mente desgraciado en medio de un placerfísico inmediato.

He aquí una persona que sabe que den-tro de quince días ha de someterse a unaintervención quirúrgica. Entretanto nosufre ningún dolor físico; puede comer loque quiera; le rodean amigos y afecto hu-mano; realiza un trabajo que normalmen-te le interesa mucho. Pero el temor cons-tante neutraliza su capacidad de disfrutarde todo ello. Es insensible a las realidadesinmediatas que le rodean. Su mente estápreocupada por algo que todavía no espresente. No es como si pensara en ellode una manera práctica, tratando de deci-dir si debería someterse a la operación ono, o haciendo planes para resguardar asu familia y sus asuntos en caso de quemuera. Ya ha tomado esas decisiones, peropiensa en la operación de una manera to-talmente fútil, que arruina su disfrute pre-sente de la vida y no contribuye en nada a lasolución de ningún problema. Sin embargo,no puede evitar que le domine ese temor.

Este es el problema humano caracte-rístico. El objeto del temor puede que nosea una operación en el futuro inmediato.Puede ser el problema del alquiler a pagarel mes próximo, la amenaza de una gue-rra o un desastre social, la dificultad deahorrar lo suficiente para la vejez o lamuerte. Este “aguafiestas del presente”puede que ni siquiera sea un temor poralgo futuro, sino algo del pasado, el re-cuerdo de un agravio, algún delito o in-discreción, que acosa el presente con unsentimiento de enojo o culpabilidad. Noes posible ser feliz en el presente a menosque el pasado se haya “limpiado” y el fu-turo sea brillante y prometedor.

No puede haber duda de que el poderde recordar y predecir, de realizar unasecuencia ordenada a partir de un caóticorevoltijo de momentos desconectados, esun maravilloso desarrollo de la sensibili-dad. En cierto sentido, es el logro del ce-rebro humano, que proporciona al hom-bre los poderes más extraordinarios de

supervivencia y adaptación a la vida. Perola manera en que utilizamos generalmenteeste poder tiende a destruir todas sus ven-tajas, pues sirve de muy poco ser capazde recordar y predecir si eso nos incapa-cita para vivir plenamente en el presente.

¿De qué sirve planificar la posibilidadde comer la semana próxima si realmenteno vamos a disfrutar cuando llegue elmomento? Si estoy tan ocupado planean-do cómo comer la próxima semana queno puedo disfrutar realmente de lo quecomo ahora, me encontraré en la mismasituación cuando llegue el “ahora” de lascomidas a tomar la próxima semana.

Si mi felicidad en este momento con-siste principalmente en revisar recuerdosy expectativas felices, sólo soy vagamen-te consciente de este presente, y seguiréteniendo esa vaga consciencia del presen-te cuando ocurran las buenas cosas quehe estado esperando, pues me habré for-mado el hábito de mirar atrás y adelante,haciendo así que me resulte difícil aten-der el aquí y el ahora. Entonces, si miconsciencia del futuro y el pasado mehace menos consciente del presente, deboempezar a preguntarme si estoy viviendode veras en el mundo real.

Después de todo, el futuro carece porcompleto de sentido e importancia a me-nos que, más tarde o más temprano, seconvierta en presente. Así, planear para unfuturo que no va a convertirse en presentees tan absurdo como planear para un futuroque, cuando llegue, me encontrará “ausen-te”, empeñado en mirar por encima del hom-bre en vez de mirarle a la cara.

Esta clase de vivir en la fantasía de laexpectativa más que en la realidad del pre-sente es el problema especial de esos hom-bres de negocios que viven únicamentepara producir dinero. Son muchísimas laspersonas adineradas que entienden muchomás de hacer dinero y ahorrarlo que deusarlo y disfrutarlo. No logran vivir por-que siempre se están preparando para vi-vir. En vez de ganarse la vida, lo que ha-cen sobre todo es ganar una ganancia, yasí, cuando llega el momento de relajarse,son incapaces de hacerlo. Muchos hom-bres que han tenido “éxito” se aburren y sesienten desgraciados cuando se jubilan, yvuelven a su trabajo sólo para evitar que unhombre más joven ocupe su lugar.

Desde otro punto de vista, nuestramanera de utilizar la memoria y la predic-ción hace que seamos menos –y no más–adaptables a la vida. Si para disfrutar deun presente agradable debemos tener laseguridad de un futuro feliz, estamos “pi-diendo la luna”. Carecemos de esa segu-ridad. Las mejores predicciones se basan

La vida en el presente

Alan Watts Escritor británico, 1915-1973

(continúa)

Conocimiento y...

Page 7: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo” Página 7

todavía en la probabilidad más que en lacerteza, y sabemos perfectamente quecada uno de nosotros va a sufrir y morir.Entonces, si no podemos vivir felizmente

sin un futuro asegurado, es que, desdeluego, no nos adaptamos a vivir en unmundo finito donde, a pesar de los mejo-res planes, ocurrirán accidentes, y cuyoúnico final es la muerte.

Éste es, pues, el problema humano: hayque pagar un precio por cada aumento dela conciencia. No podemos ser sensiblesal placer sin ser más sensibles al dolor.Recordando el pasado podemos planearpara el futuro, pero la capacidad de pla-near está compensada por la “capacidad”de temer al dolor y lo desconocido. Ade-más, el crecimiento de una intensa sensa-ción del pasado y del futuro se corres-ponde con una vaga sensación del pre-sente. En otras palabras, parece que lle-gamos a un punto en el que las ventajas deser conscientes son superadas por sus des-ventajas, en el que una sensibilidad extremahace que no nos podamos adaptar.

Bajo estas circunstancias nos sentimosen conflicto con nuestro cuerpo y el mun-do que nos rodea, y es consolador poderpensar que en este mundo contradictoriono somos más que “extraños peregrinos”,pues si nuestros deseos no concuerdancon nada que el mundo finito pueda ofre-

cer, da la impresión de que nuestra natu-raleza no es de este mundo, que nuestroscorazones están hechos no para lo finito,sino para lo infinito. El descontento denuestra alma parecería ser la señal y elsello de su divinidad.

Pero ¿acaso el deseo de algo demues-tra que ese algo existe? Sabemos que noes necesariamente así en absoluto. Puedeser consolador pensar que somos ciuda-danos de otro mundo aparte de éste, yque tras nuestro exilio en la tierra pode-mos regresar al verdadero hogar que de-sea nuestro corazón. Pero si somos ciu-dadanos de este mundo, y si no puedehaber ninguna satisfacción definitiva aldescontento del alma, ¿no habrá cometi-do la naturaleza un error al ponernos en elmundo?

Hay motivos para formular esa pregun-ta, pues parece que, en el hombre, la vidaestá en inevitable conflicto consigo mis-ma. Para ser felices, debemos poseer loque no está a nuestro alcance. La natura-leza ha hecho que el hombre conciba de-seos imposibles de satisfacer. Para bebermás plenamente de la fuente del placer, leha proporcionado capacidades que le ha-

cen más susceptible al dolor. La naturale-za nos ha dado el poder de controlar unpoco el futuro..., lo cual pagamos con lafrustración de saber que al final saldre-mos derrotados. Si esto nos parece ab-surdo, eso es sólo decir que la naturalezaha concebido la inteligencia humana parareprenderse a sí misma por el absurdo.La conciencia parece ser el ingenioso sis-tema que tiene la naturaleza de torturarsea sí misma.

Naturalmente, no queremos pensar queesto sea cierto. Pero sería fácil mostrarque la mayor parte de los razonamientospara refutarlo no son más que espejis-mos..., el método que tiene la naturalezade evitar el suicidio, de modo que la idio-tez pueda continuar. Razonar, pues, no essuficiente. Debemos profundizar más.Debemos examinar esta vida, esta natu-raleza, que se ha hecho consciente ennuestro interior, y descubrir si en verdadestá en conflicto consigo misma, si desearealmente la seguridad y la ausencia dedolor que sus formas individuales nuncapueden disfrutar.

Extraído de “La sabiduría de lainseguridad”

Un sueño sin dueñode amores que callan,y en su andar divinosus almas se abrazan.

Juegan por caminosde seda y escarpa,mas en la hora eternase visten de gala.

Sueños de la vida,bombos y guitarras,canciones con coplasde libertad innata.

Mendigas de la noche,princesas de la nada,reinas del todo,comunión de almas.

Patricia N. García

Comunión de almas

La vida en el presente(continuación)

En casa. Cuando abrieron la puerta de la celda un intruso se interpuso de un salto ensu camino y les amenazó con un cuchillo. Era la primera vez que un ladrón atacaba aJuan y Nicolás desde que vivían en el desierto. Sabían que los pobres y desposeídosacechaban a los mercaderes y a los ricos viajeros que atravesaban Nitria. Pero normal-mente los bandidos sabían que los monjes eran incluso más pobres que ellos.

–Dadme el oro quetengáis –gritó.

Nicolás respondiócon voz tranquila.

–Tómalo. Pero dime,¿cómo vas a subir hastael cielo para tocar la rosaardiente? Es todo nues-tro oro.

–Dadme la plata quetengáis –dijo enfurecido.

–Tómala. Pero dime,cómo vas a llevarte laúnica luz que brilla en lanoche? Es toda nuestra plata.

–Dadme las joyas que tengáis –vociferó.–Tómalas. Pero dime, cómo vas a apresar la tierra y el cielo con todo lo que contie-

nen? Son todas nuestras riquezas.–Dadme vuestro tesoro –insistió.–Es tuyo si le abres el corazón. Su cuerpo es pan; su sangre, vino. Nuestro mayor

tesoro es Cristo.Entonces el ladrón se calló. Finalmente había comprendido la absoluta pobreza de

los cansados monjes que tenía ante sí. Al reparar en el mal aspecto del deformadoenano y en la fragilidad extrema del abad, se dio cuenta de que no podían hacerleningún daño. Curiosamente, también observó que no tenían miedo.

Antes de que el intruso hablara de nuevo, Juan exclamó amistosamente:–Por el polvo de tu capa y la tierra de tus sandalias, se diría que has viajado mucho.

Déjame prepararte una comida y curarte las heridas que han abierto en tus pies loscaminos de Nitria.

Cauteloso, accedió.Mientras Nicolás le lavaba los pies, el ladrón se echó hacia atrás relajado. De pron-

to, dio un grito. Al apoyarse en el muro de barro, había dejado atrapada una pequeñavíbora en un agujero. De inmediato Juan tomó un palo y la hizo salir. Pero era demasia-do tarde. El ladrón empezó a quejarse y a tocar la herida que tenía en el cuello.

Por la noche empezó a delirar. Durante tres días y tres noches Juan y Nicolás loatendieron con todo el cuidado debido a un hermano enfermo. Hasta el cuarto día nocomenzó a recuperarse. Parecía que iba a sobrevivir. Aunque todavía muy débil, ya lanoche del tercer día consiguió incorporarse un poco y tomar hierbas y una sopa. Pero

aún no podía levantarse.Con el paso de los días, Nicolás y Juan

comprendieron que era tan pobre como ellos.Había sido soldado. Luego desertó del ejér-cito de su señor de Damasco y viajó hasta Egipto, donde sobrevivió gracias a suingenio y a su cuchillo. Se llamaba Mateo. Poco a poco fue contando su historia. Pocoa poco fue escuchando la historia del carpintero de Nazaret, a quien el abad y el enanohabían entregado sus vidas.

“Cuando estoy en peligro, tú me sacas con vida; das a mis enemigos un puñetazoen las narices y tu diestra me salva” (Sal 138,7)

Cuando acabaron de recitar los salmos de la primera hora de la mañana, Mateo fuea hablar con ellos.

–Señores, os he tratado mal.Con odio, yo quise apuñalaros.Con amor, vosotros quisisteis rescatarme.Con violencia, yo quise capturaros.Con paz, vosotros quisisteis liberarme.Con avaricia, yo quise robaros.Con fe, vosotros quisisteis enriquecerme.Con la muerte, yo quise asesinaros.Con la vida, vosotros quisisteis sanarme.Sí. Yo habito en las tinieblas. Vosotros en la luz. Abridme la primera puerta del

camino del desierto para que pueda iniciar el viaje.Nicolás y Juan se sentaron junto a él. Durante todo el día le hablaron de cosas que

iba a recordar durante el resto de su vida.Cuando llegó la hora de la oración de la tarde, entre risas, Nicolás exclamó:–No dejes que tu determinación de abrazar la vida del desierto vacile. Nunca olvides

la historia del hermano tonto de Escita.Un día descubrió que las ratas habían hecho un agujero en su manta. Así que

decidió tener un perro para ahuyentarlas. Como el perro bebía buena parte de la lecheque le daban como limosna, decidió comprar una vaca. Pero la vaca comía tanta pajaque tuvo que empezar a cultivarla en su huerto. La vaca tuvo terneros, así que tuvoque emplear trabajadores para que los cuidaran, cultivaran los campos y construyeranun granero para almacenar la cosecha. Acabó siendo un rico agricultor. Un día, otrohermano del desierto fue a Escita y preguntó por él. Los trabajadores estaban confusos.

“Aquí no hay nadie que corresponda a esa descripción. Tu antiguo compañero seha marchado o ha muerto”.

Y todo porque la manta tenía un agujero –dijo Mateo con una sonrisa.

Pero Dios le dijo: “¡Insensato, esta misma noche morirás!;¿para quién será lo que has acaparado?” (Lc 12,20).

Extraído de “Arenas de silencio

La riquezaPor Derek Webster

sabiduría

Page 8: “DERECHO VIEJO” Página 1 VIEJO 2012 PDF...ciencia. Entrenarnos en acabar con la hipnosis que nos lleva permanentemente a lo exterior. 4) Dentro nuestro existen, en potencia, grados

“Derecho Viejo”Página 8

a la evolución destino del hombre

Un periódico para poder no pensar

“DERECHO VIEJO”

Lejos del mundo. Cerca de los hombres

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

El yo separado1) La mayoría de la gente se pasa la vida aprisionada en los confines de sus

propios pensamientos. Nunca van más allá de un sentido de identidad estrechoy personalizado, fabricado por la mente y condicionado por el pasado.

2) En nosotros hay una dimensión de consciencia mucho más profunda que elpensamiento (identificación con la mente), es la esencia misma de nuestro ser;podemos llamarla presencia, estado de alerta, consciencia incondicionada. Enlas antiguas enseñanzas es el Cristo interno o nuestra naturaleza de Buda.

3) La corriente de pensamiento tiene una enorme inercia que puede arrastrarnosfácilmente. Cada pensamiento pretende tener una gran importancia, quierecaptar toda nuestra atención. Entrenarnos en no tomar nuestros pensamien-tos demasiado en serio.

4) La mente humana, en su deseo por conocer, entender y controlar, confunde susopiniones y puntos de vista con la verdad. El pensamiento fragmento la reali-dad, la corta en pedazos y en fragmentos conceptuales; la realidad es unatotalidad unificada, donde todas las cosas están entrelazadas, donde nada exis-te por sí mismo.

5) La mente pensante es una herramienta útil y poderosa, pero también muylimitante cuando se adueña completamente de nuestra vida, cuando no nosdamos cuenta de que sólo es un pequeño aspecto de la consciencia que somos.

6) La sabiduría no es un producto del pensamiento. El conocer profundo, que es lasabiduría, surge en el simple acto de prestar toda nuestra atención a alguien oa algo. La atención es la inteligencia primordial, la consciencia misma. Disuel-ve las barreras creadas por el pensamiento conceptual, lo que nos permitereconocer que nada existe en y por sí mismo. Une el perceptor con lo percibido

en un campo de consciencia unificado. Además la sabi-duría cura la separación.

7) Tomar consciencia de que cuando estamos inmersos enel pensamiento compulsivo, estamos evitando lo que es.No queremos estar donde estamos, aquí y ahora.

8) Los dogmas, tanto religiosos como políticos o científicos,surgen de la creencia errónea de que el pensamientopuede contener y encerrar la realidad o la verdad. Losdogmas son prisiones conceptuales colectivas. Y lo extrañoes que la gente ama la celda de su prisión porque le dasensación de seguridad, una falsa sensación de “yo sé”.Nada ha causado más sufrimiento al hombre que susdogmas. Es cierto que cada dogma se viene abajo antes o después, porque sufalsedad acaba siendo revelada por la realidad; sin embargo, a menos que elerror básico sea visto tal como es, el dogma que cae será reemplazado porotros. ¿Cuál es el error básico? Nuestra identificación con la mente.

9) El despertar espiritual es el despertar del sueño del pensamiento. El reino de laconsciencia es mucho más vasto de lo que el pensamiento puede entender.Cuando dejamos de creernos todo lo que pensamos, salimos del pensamiento yvemos con claridad que el pensador no somos nosotros.

10) La mente existe en un estado de “nunca tener suficiente”, por lo que siempreambiciona más. Cuando nos identificamos con la mente nos aburrimos y nosinquietamos fácilmente. El aburrimiento significa que la mente tiene hambre denuevos estímulos, de nuevas búsquedas, de más alimento para el pensamiento,y significa que su hambre no está siendo satisfecha.

11) El paso siguiente en la evolución del hombre es trascender el pensamiento.Esto no implica dejar de pensar, sino dejar de identificarse completamente conel pensamiento, dejar de estar poseídos por el pensamiento.

12) Entrenarnos en ser conscientes sin pensamientos. Entrenarnos en pasar delpensamiento a la presencia consciente; en sentirnos cómodos en el estado de“no saber”. Este estado nos lleva más allá de la mente porque la mente siempreestá intentando juzgar e interpretar. Tiene miedo de no saber.

13) La mente busca alimento incesantemente, y no sólo para el pensamiento; estábuscando alimento para su identidad, para su sentido del yo. Así es como el ego(el yo separado) viene a la existencia y se recrea continuamente a sí mismo.

14) Cuando reconocemos que hay una voz en nuestra cabeza que pretende sernosotros y que nunca deja de hablar, estamos saliendo de la identificación in-consciente con la mente. La libertad es conocernos a nosotros mismos como laconsciencia que está detrás de esa voz.

15) El ego siempre está buscando. Busca añadirse algo más de esto o de lo otropara completarse. Esto explica su preocupación compulsiva por el futuro. Elsecreto está en la atención.

16) Cada ego contiene algún elemento de lo que podríamos llamar “identidad devíctima”. La imagen de víctima que algunas personas tienen de sí mismas estan fuerte que se convierte en el núcleo central de su ego. El resentimiento ylos agravios forman parte esencial del sentido del yo (memoria, pasado)

17) Los hábitos mentales favoritos del ego, los que los fortalecen son la queja y lareactividad.

18) El sentido del yo característico del ego necesita el conflicto porque su identidadseparada se fortalece al luchar contra esto o contra lo otro; y el demostrar que“esto soy yo” y “eso no soy yo”. ¿Quién sería el creyente si no hay infieles?

19) En nuestras relaciones con otras personas podemos detectar ligeros sentimien-tos de superioridad o de inferioridad. Es el ego que vive de la comparación. Laenvidia es un derivado también del ego, que se siente disminuido cuando a otrapersona le pasa algo bueno, o cuando alguien tiene más, sabe más o puede

hacer más que nosotros. Si todolo demás fracasa, el ego puedefortalecerse sintiéndose másmaltratado por la vida o más en-fermo que otras personas.20) El ego necesita estar en con-flicto. Por eso buscamos la feli-cidad pero somos adictos a la in-felicidad.21) Cuando el yo desaparece,desaparecen los problemas.

“Derecho Viejo”(lejos del mundo, cerca de los hombres)

Todos los Lunesde 18 a 21

Por AM 930:Radio NATIVA

4484-0808 / 4651-2541www. amnativa.com.ar

IDEA

Y C

ONDUCC

IÓN: CA

MIL

O G

UER

RA

Un programa de radiopara escuchar...ahora también por Internet

Todos los Sábadosde 9 a 12

Por AM 830Radio DEL PUEBLO

5272-2247www.

amradiodelpueblo.com.ar

Todos los Lunesde 21 a 24

Por AM 1250Radio

ESTIRPE NACIONAL

Talleres libresy gratuitos

En OlivosBiblioteca Popular

de Olivos - Maipú 2901

Miércoles de 10 a 12 horas

En la Ciudad Autónomade Buenos Aires

Corrientes 1680 1er. Piso

Sábados de 13 a 15 horas

En CastelarAlmafuerte 2682

Sábados de 17 a 19 horas

Consultas: 4627-8486

El ego necesita

estar en conflicto.

Por eso buscamos

la felicidad pero

somos adictos a la

infelicidad. Cuando

el yo desaparece,

desaparecen los

problemas.

El ego siempre está

buscando.

Esto explica su

preocupación

compulsiva por el

futuro. El secreto

está en la atención.

E. Tolle

Mensaje de Derecho ViejoConscientizarnos en dejar de identificarnos

con la forma, con el pensamiento o con la emo-ción. Somos y nos reconocemos como aque-llo que no tiene forma. Somos consciencia in-finita. Dejemos que la vida sea, dejemosque Dios se exprese.

Eckhart Tolle