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ANÁLISIS LECTURA II- LA PRÁCTICA – PRAXIS – EDUCATIVA.
ANDRÉS KLAUS RUNGE PEÑA.
MODULO: PRAXIS PEDAGÓGICA.
Presentado por.
Idamith del Carmen León Barboza.
Tutor.
MG. Yesid Carrillo
CURSO DE FORMACIÓN ECDF- CAUCASIA.
2017
ANÁLISIS LECTURA II- LA PRÁCTICA – PRAXIS – EDUCATIVA. ANDRÉS KLAUS RUNGE
PEÑA.
“Educar debe ser una acción social justa, porque equitativa y solidariamente busca
socializar mediante el conocimiento legitimado públicamente” (Cullen, Carlos)1.
Atendiendo al postulado anterior, la Educación como práctica social consiste en la
formación del Hombre dentro y fuera del ámbito escolar; es un hecho que implica
responsabilidad y compromiso con lo que se hace; es una lucha diaria donde se deben
resolver conflictos que en ella se suscitan, ya sea a favor o en contra de la ideología del
momento histórico al cual atraviesa; y por último, Cullen agrega: "la educación es una
práctica, lo que significa que no es mero movimiento natural, razón por la que entra en
juego la dimensión ético-político. La educación es una acción porque sabemos lo que
hacemos, sabemos que podríamos hacerlo de otra manera o simplemente no hacerlo. En
ese sentido, la educación es una acción y no un mero movimiento natural". Así mismo,
manifiesta: que "además de ser una práctica, una acción, la educación es una acción
comunicativa porque ponemos en juego la comprensión de sentidos, y se mueve además
en una lógica de compresión entre el docente y el estudiante".
También, expresó que es importante que el docente se pregunte acerca de lo que está
enseñando y cómo lo está enseñando, porque cada sociedad debe adaptarse a sus propios
contextos y adaptarse. Lo importante, señaló, es que se vea la educación como la
1 CULLEN, Carlos. “Críticas de las razones de educar”. Temas de Filosofía de la Educación. Editorial Paidós. Bs. As. 2008. Pág. 157.
posibilidad de abrirse a lo nuevo y hacer historia. "Hay que estar abiertos a lo nuevo,
porque estamos ante un nuevo concepto: La pedagogía de la natalidad, que significa que
somos responsables de los recién llegados", puntualizó.
Para comprender la complejidad de la práctica educativa, hay que tener presente que el
hombre es el sujeto de la educación y es el centro de ese entramado de relaciones que se
generan a partir del acto educativo. Pero se plantea la necesidad de tener en cuenta otras
dimensiones que influyen a la hora de educar, como son: El arte; la Política, como una
manera de pensar las ideas a través de la normativa vigente ; La Pedagogía, donde se
reflexiona sobre la educación, donde se pregunta sobre el por qué y cómo se educa, para
evitar la repetición, la instrucción y la institucionalidad; la Ética, como acción reflexiva;
El trabajo y la Religión, donde hay una relación trascendental y se pregunta sobre el
porqué de la muerte.
ESTRUCTURACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA.
La praxis educativa puede ser entendida como una actividad en la que el docente,
atendiendo a una orientaciones implícitas o explícitas y de unas circunstancias específicas
(sociales, culturales, locativos), trata de ejercer influencia sobre el estudiante de cierta
manera (método), con el fin de que se transforme, bien sea al apropiarse de unos
contenidos o cambiando su forma de ser.
De este modo, la praxis debe cumplir como mínimo con la siguiente estructura:
Un “Quién”: El docente, que es la persona que educa. Los conceptos
articuladores enseñanza e instrucción.
Un “A Quién”: Al estudiante, que es la persona que van a educar. Concepto
articulador el Aprendizaje.
Un “Qué”: Son los contenidos educativos, lo que se enseña.
Un “Cómo”: Es la manera en que se lleva a cabo la educación, La estrategia. Un
concepto articulador son los métodos de enseñanza.
Un “Para Qué”: Metas y fines de la educación, ideales formativos del ser
humano. Un concepto articulador es la formación.
Un “Dónde”: Lugar en que se lleva a cabo la educación, las condiciones en que
se ofrece la educación.
En resumen, se debe tener presente que no existe práctica educativa sin sujetos
(Docente / Estudiante) fuera de un tiempo y espacio pedagógico donde se
promueva la experiencia del proceso de elaboración del conocimiento en sí; pero
tampoco se debe olvidar que esa práctica educativa conlleva en sí misma una
política que se desenvuelve dentro de los Lineamientos de un presente, en el que
interactúan vivencias, sueños, expectativas, metas que a la vez involucran valores,
proyectos, perspectivas morales; es decir, qué no existe la práctica educativa sin
la ética.
En cuanto a la práctica ética, según lo expresa Paulo Freire esta se define en “El
deber ser” establecida por los principios morales que cada docente trae consigo y
los que el medio socio- cultural le provee.
PRINCIPIOS DE LA ACCIÓN Y DEL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO.
Retomando nuevamente el concepto de praxis como reflexión de la acción
educativa y como asunto de preocupación de la pedagogía, se focaliza en el
análisis del contexto social y los conocimientos, para partir de esa reflexión y
generar investigación en el campo educativo.
En lo referente a la Pedagogía, esta enfatiza en la formación del ser humano: por
un lado la parte antropológica, cultural y su relación con el otro para el desarrollo
de capacidades, posibilidades y potencialidades; y la otra parte, resalta el fomento
de la libertad, reconocimiento de su historia y fortalecimiento de la comunicación,
con el fin de que cumplan las exigencias que demarca la sociedad actual.
Benner habla de cuatro principios del pensamiento y la acción pedagógicos,
haciendo una clasificación:
PRINCIPIOS CONSTITUTIVOS POR EL LADO INDIVIDUAL: Contiene
Incitación a la auto actividad y la formabilidad, en el que el ser humano está
determinado para la Libertad, el lenguaje y la Historicidad. Estos se plantean
como principios “Históricos-a priori” del pensamiento y la acción pedagógica,
que se dan con el surgimiento de la concepción del Hombre Moderno. Es decir, el
“a priori histórico”, en efecto, no designa la condición de validez de los juicios
ni busca establecer lo que vuelve legítima una aserción, sino las condiciones
históricas de los enunciados, sus condiciones de emergencia, la ley de su
coexistencia con otros, su forma específica de ser, los principios según los cuales
se sustituyen, se transforman y desaparecen. “A priori, no de verdades que nunca
podrían ser dichas ni realmente dadas en la experiencias, sino de una historia ya
dada, porque es la historia de la cosas efectivamente dichas” (AS, 167). Se trata,
en definitiva, de la regularidad que hace históricamente posible los enunciados.
PRINCIPIOS REGULATIVOS POR EL LADO SOCIAL: Contiene La
Transformación de la Determinación Social en Determinación Pedagógica y
Contexto Organizacional No Jerárquico de la Praxis Humana Conjunta.
Estos son principios “Históricos-a posteriori”, Se presentan como las tareas a
realizar, donde cabe la posibilidad de que suceda o no de forma circunstancial. La
existencia de eventos contingentes (en la vida cotidiana, en la política, en los
negocios, en la investigación científica, en la guerra, etc.) implica que siempre
existe un cierto grado de incertidumbre en la acción humana. Esto es ya que las
personas pueden prever la posibilidad de la ocurrencia de un fenómeno pero no
tener la garantía de que éstos ocurrirán.
De igual forma, Benner establece la división sistemática de la Pedagogía o Ciencia de la
Educación en: UNA TEORÍA DE LA EDUCACIÓN, UNA TEORÍA DE LA
FORMACIÓN Y LA TEORÍA DE LAS INSTITUCIONES PEDAGÓGICAS, y los
reagrupa otra vez como se muestra en la gráfica.
A continuación, se especifica cada teoría:
TEORÍA DE LA FORMACIÓN.
Para Benner una teoría de la formación, como subdisciplina o subcampo de reflexión de
la pedagogía o ciencia de la educación, se ocupa del “qué” y “para qué” de la educación,
mientras que una teoría de la educación se ocupa del “cómo”.
TEORÍA DE LA EDUCACIÓN.
Dicha teoría tendría que pensar entonces en la transformación de los influjos sociales en
influjos pedagógicos, pero de una manera tal que ese aspecto o lado social contribuya y,
a su vez, no coaccione, por el lado individual, la formabilidad humana y devenga, más
bien, en una incitación a la auto actividad del individuo. Benner sostiene que la estructura
metódica de la relación pedagógica en la modernidad la esboza Rousseau con su
concepción de “educación negativa”, pues allí la determinación del educando se deja
concientemente como algo abierto y la realización de la interacción asume la forma de
una incitación al otro para que logre su determinación mediante su propia actividad, antes
que convertirse en un modo de mantener al otro supeditado a un comportamiento extraño.
Así, “el principio de la incitación a la auto actividad se presenta como una categoría
relacional, pero que a diferencia ahora del de la formabilidad, no hace referencia a la
pregunta por la determinación del hombre que hay que fomentar en la interacción
pedagógica, sino que formula enunciados básicos sobre el tipo y manera de la actuación
pedagógica, y apunta a la respuesta de la pregunta de cómo podemos influir sobre los
individuos en crecimiento de modo que con ello también los reconozcamos
verdaderamente como sujetos que co-actúan por iniciativa propia en la consecución de su
propia determinación.
Finalmente, esta UNA TEORÍA DE LAS INSTITUCIONES PEDAGÓGICAS Y DE
SU REFORMA que trata sobre las instituciones pedagógicas existentes y su —actuar
en— concordancia con los principios expuestos desde un punto de vista no afirmativo.
DE UNA CRÍTICA SOCIAL A LA EDUCACIÓN A UNA CRÍTICA
PEDAGÓGICA A LA SOCIEDAD.
A partir de lo expuesto hay que centrar la atención sobre lo siguiente: Primero, toda
reflexión y acción que aspiren a considerarse como pedagógicas habrán de tener presente
dichos principios, según los cuales asumirá en sus planteamientos una posición a favor o
en contra. En Segundo Lugar, en el marco de una concepción no jerárquica de la praxis
conjunta la práctica educativa y su reflexión, quedan establecidos unos parámetros para
una lucha por su posicionamiento y búsqueda de su autonomía e independencia. En
Tercer Lugar, queda claro que a partir de la pedagogía general de Benner una crítica
social a la educación no resulta ser suficiente como crítica que se pueda llevar a cabo en
el contexto de la praxis y del pensamiento pedagógico. Así, una “pedagogía general ha
de limitarse a penetrar hasta una determinación de las problemáticas específicas de la
teoría pedagógica y de las dimensiones de la actividad pedagógica, en las que se
reconozca por igual la doble tarea de satisfacer las exigencias sociales planteadas al
sistema educativo y de, a la vez, someter tales exigencias a una crítica social de carácter
pedagógico” (Benner, 1996, p. 105).
Cabe resaltar entonces, que para generar procesos críticos en la educación, se debe
fomentar la autonomía y participación en los procesos, sin limitarse a reproducir el
modelo que la sociedad preestablece externamente; el conocimiento se debe construir a
partir de la investigación directa en el contexto real y en el pedagógico.
En conclusión, cuando hablamos de praxis educativa debemos tener presentes las
siguientes categorías que influyen en la misma:
1. LA AUTONOMÍA. Teniendo presente:
Favorecer la participación activa.
El docente debe comprender su rol.
El rol del estudiante: es el responsable de su aprendizaje.
Las cosas no son absolutas, siempre están ligadas a la situación particular
de cada contexto.
2. LA FORMABILIDAD.
Existen otras formas de aprender. Hay que aprovechar nuestras capacidades para
poder hacer las cosas.
3. LA SOCIEDAD.
Se centra en un ideal de Hombre, que debe ser formado y que este tiene unas
necesidades a tener en cuenta. La educación le va a permitir ser consciente de esa
realidad, ser participe y por medio de la escritura, reescribir su historia. Así mismo
la pedagogía crítica, le posibilitará reflexionar sobre su papel en esta sociedad y
de ahí deben surgir nuevos interrogantes y propuestas que de ser tenidos en cuenta
podrían convertirse en proyectos sociales.
4. LA INSTITUCIONALIDAD.
Enfatiza en no jerarquizar la educación, pues la limita a cumplir normas
preestablecidas en la sociedad, lo cual le quita autonomía a la práctica educativa
e impide darle paso a la investigación y no posibilita la construcción de nuevos
conocimientos a partir del contexto inmediato.
Por último, la PRACTICA DOCENTE es un proceso donde el docente logra construir
y apropiarse de un saber para desenvolverse en un contexto, en este sentido debe
perfeccionarse y/o actualizarse en la práctica de enseñar.
LECTURA DEL CONTEXTO.
MODULO: PRAXIS PEDAGÓGICA.
Presentado por.
Idamith del Carmen León Barboza.
Tutor.
MG. Yesid Carrillo
CURSO DE FORMACIÓN ECDF- CAUCASIA.
2017
Descripción del contexto.
Tarazá es un municipio de Colombia, localizado en la subregión del Bajo Cauca del
departamento de Antioquia. Limita por el norte con el departamento de Córdoba y el
municipio de Cáceres, por el este con el municipio de Cáceres, por el sur con los
municipios de Valdivia e Ituango, y por el oeste con el departamento de Córdoba. Su
cabecera está a 222 kilómetros de la ciudad de Medellín, capital de Antioquia. El
municipio posee una extensión de 1.569 kilómetros cuadrados. Se encuentra rodeado de
majestuosas montañas y bañado con un rio del mismo nombre.
En este municipio, se encuentra situada la Institución Educativa Rafael Núñez, cuya
dirección es carrera troncal- barrio villa del lago; teléfono: 8365659; su
email: [email protected]; cuenta con los niveles: prescolar, básica primaria,
básica secundaria y media académica;
jornada: mañana: básica secundaria, media académica, preescolar- primaria grados1º y 2º
tarde: 3º, 4º y 5º básica primaria; su
naturaleza: oficial y
carácter: mixto.
El municipio es posible evidenciar ha una problemática social, manifestada en la
inseguridad pública por grupos al margen de la ley, los cultivos ilícitos, las drogas y la
pobreza. Esto ocasiona, la conformación de núcleos familiares incompletos; debido al
abandono del jefe del hogar en busca de ingresos; los bajos niveles de escolaridad, aquí
influyen muchos detalles: el padre de familia muchas veces no tiene para su alimentación,
vestido o los útiles que se requieren en la escuela y optan por no mandarlos a estudiar
provocando la deserción escolar; las pocas fuentes de ingreso y la falta de empleos
estables, los obliga al rebusque una opción de sustento en la población Taraceña lo cual
no es suficiente para suplir las necesidades básicas de los núcleos familiares:
alimentación, vivienda, vestido y servicios básicos. Por esta razón, muchos niños son
impulsados a temprana edad a convertirse en trabajadores y aportar a la familia; y por
último los traslados forzosos.
En relación con lo anterior, estos factores limitan el desempeño de los estudiantes que
son conscientes de su realidad familiar, económica y afecta los procesos de enseñanza-
aprendizaje. Los de enseñanza: puesto que el docente tiene que articular y vincular los
diferentes realidades que trae el estudiante para poder desarrollar sus actividades; y de
aprendizaje porque, el estudiante no se puede desligar de su realidad al momento de
aprender, puesto que ellos aprenden con mayor facilidad las cosas que les son familiares,
que se convierten en los llamados aprendizajes significativos.
Con respecto a la economía del municipio, es visible: la falta de empleo; que
ocasiona el desplazamiento de los campesinos por la violencia y la adquisición de dinero
fácil evidencia el despilfarro y desinterés por el estudio. Aquí la escuela pasa a un
segundo plano, de ser una ayuda a una dificultad. Es decir, se vivencia una cultura pasiva
en cuanto a la prioridad del estudio: mientras para unos el estudiar es una oportunidad
para otros es algo pasajero, algo que puede esperar.
A nivel educativo, Se debe agregar que la Institución como colegio digital en las
prácticas educativas de aula hace falta la incorporación de las nuevas tecnologías en los
procesos de enseñanza aprendizaje, es decir, aun las clases siguen siendo tradicionales y
poco llamativas lo que influye también en los bajos niveles de aprendizaje de los
educandos afectando de algún modo los resultados de pruebas internas y externas.
También, encontramos ciertas limitantes de carácter Institucional y organizacional de
carácter interno que nos impide el uso libre de los equipos y nos impide el uso de las
redes, pero podemos utilizar las Tablet; por eso nuestra estrategia está enfocada en el uso
de la herramienta Tablet, que están disponibles en cualquier momento.
A partir del planteamiento anterior, se pretende crear una propuesta pedagógica que desde
el aula implemente herramientas tecnológicas que apoyen los procesos de enseñanza
aprendizaje, en otras palabras que los educandos de la Institución educativa Rafael Núñez
desarrollen habilidades de producción textual, así se busca que tengan una formación
integral que les permita enfrentar una sociedad exigente de individuos proactivos ante
una humanidad diversa y compleja.
Así mismo tendrá como fundamento la formación de personas integrales que se
vinculen de manera activa a la sociedad, según las exigencias del contexto para el
desempeño laboral, social, cultural y personal que impacte desde la escuela a la
comunidad y de alguna manera hacer el proceso de enseñanza aprendizaje más llamativo
e interesante; por lo cual se creará una propuesta investigativa desde una pedagogía
crítica, empleando en los procesos de enseñanza la herramienta tics (Tablet) para crear
una estrategia didáctica y mejorar en el grado tercero de la institución educativa Rafael
Núñez los procesos de producción textual.
ANALISIS. CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR, PAULO FREIRE.
MODULO: PRAXIS PEDAGÓGICA.
Presentado por.
Idamith del Carmen León Barboza.
Tutor.
MG. Yesid Carrillo
CURSO DE FORMACIÓN ECDF- CAUCASIA.
2017
ANALISIS. CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR, PAULO FREIRE.
PRIMERA CARTA- ENSEÑAR – APRENDER. LECTURA DEL MUNDO-
LECTURA DE LA PALABRA.
En esta primera carta, Freire manifiesta que enseñar a leer implica que haya
comprensión; en la lectura el estudiante se debe convertir en un crítico y analítico
para hacer de la lectura un proceso gratificante, que lo lleve a la interpretación de
su realidad social para poder transformarla. Cuando leer se realiza de esta forma
el escribir se hace de manera más fácil, ya que la lectura además de ser amena
incrementa el vocabulario que permite la fluidez a la hora de expresar lo que
piensa, facilitando que otras personas compartan su misma visión del mundo.
Freire se mantiene en la postura de “ Leer el mundo” y sobre todo interpretarlo,
escribirlo, tal y como menciona Emilia Ferrer citando a Piaget, “ un alumno es un
sujeto cognoscente, alguien que trata de entender el mundo que lo rodea, realiza
hipótesis, interpreta información y depende del mundo que lo rodea”; lo que
genera que el estudiante lea su propio mundo y nosotros los docentes estamos
siendo leídos por ellos en este proceso; se pretende enseñar pero sobre todo se
aprende y el docente termina siendo educado.
Así mismo, establece la relación existente entre el docente y el estudiante en el
proceso de formación: El docente además de enseñar aprende del proceso es un
aprendiz, abierto a intercambiar pensamientos con el estudiante; ese aprendizaje
debe ser constante, con disciplina y profesionalmente; su preparación les acredita
como personas que ya cuentan con las competencias para llevar a cabo esta
función, Se supone que ya saben lo que enseñan. Sin embargo, eso no significa
que el profesor lo sabe todo y que ya no hay nada que aprender .El docente tiene
el reto de estar en constante estudio, porque obtener una licenciatura no es
suficiente para atender estos desafíos. Entendiendo el termino de estudiar como
“alcanzar la comprensión más exacta del objeto, es percibir sus relaciones con los
otros objetos. Implica que el estudioso, sujeto del estudio, se arriesgue, se
aventure, sin lo cual no crea ni recrea”.
Una de las herramientas que le permitirán al profesor estudiar sus experiencias, es
la lectura. Por último, tienen la misión de guiar a los alumnos hacia la obtención
de conocimientos, desarrollo de habilidades o destrezas, u obtención de ciertas
actitudes y valores.
El estudiante, recibe la dirección del docente para que aprenda lo diferente de
forma natural a través de la propia experiencia, debe ser su par, potencialmente
capaz de producir y construir conocimiento por medio de un enfoque crítico-
relacional, y en el que la evaluación se debe entender como los avances que hay
en el proceso.
En fin, Freire nos incita a ser docentes creativos y críticos del proceso de
enseñanza para que nuestra experiencia escolar sea transformadora, para estimular
a los estudiantes a dar juicios de valor, se trata de guiar el proceso de enseñanza
de manera efectiva y coherente.
SEGUNDA CARTA. NO PERMITA QUE EL MIEDO A LA DIFICULTAD
LO PARALICE.
Freire nos hace reflexionar sobre la relación transformadora entre el sujeto y el
texto mediado por la lectura, donde se pretende ampliar la visión del texto y
convertir mis realidades en texto para dotar de sentido a todo.
Se centra en la importancia de superar el miedo al desconocimiento, tomando
como fuente las dificultades. Si nos encontramos con dificultades de comprensión
de textos es recomendable utilizar instrumentos auxiliares como: diccionarios,
enciclopedias, internet, etc. Pero nunca cerrarnos a la idea de que no
comprendemos y que mejor por eso hacemos a un lado la lectura. Huir frente a
esta primer dificultad, es permitir que el miedo nos paralice. Estas reflexiones no
solo son dirigidas a los profesores para que ellos las apliquen en ellos, sino para
que también las lleven a sus aulas. Los estudiantes también deben ver y sentir al
estudio como una necesidad. Debemos sentir gusto por ir a la escuela y no solo
porque son obligados o presionados por sus padres.
A su vez, nos muestra la relación entre la lectura y la escritura como disciplinas
interdependientes, en donde no podemos separarlas porque ambas son
complementarias, necesarias para los procesos de lenguaje que se requieren para
enseñar y aprender.
En su cita “Uno de los errores más terribles que podemos cometer mientras
estudiamos, como estudiantes, como docentes; es retroceder frente al primer
obstáculo que presentamos” (Freire: 1994; 45), nos dice que debemos
aventurarnos a analizar, a estudiar nuestro entorno para actuar de acuerdo a lo que
vemos, puesto que así nos daremos cuenta si se hace necesario cambiar o
replantear alguna situación.
La comprensión de los hechos por medio de la interpretación permitirán adquirir
seguridad; comprender el concepto es conocerlo, moverlo y manejarlo; no
debemos quedarnos en memorizar, se sugiere evitar caer en una “Lectura
Bancaria”, en la que el autor come el contenido del texto con la ayuda del docente
nutricionista. Por esta razón, es importante superar los miedos en esta tarea de
educadores y acompañar a los lectores en el descubrimiento de las interacciones
entre los temas, transformándonos en coautores de la lectura.
Para concluir, el docente actual necesita replantear sus formas de enseñanza,
porque es necesario el cambio; ahora con el trabajo por competencias, se requiere
a docentes sin miedos con capacidad para innovar y proponer, sin olvidar que en
el proceso nosotros también estamos aprendiendo.
TERCERA CARTA. “VINE A HACER EL CURSO DE MAGISTERIO
PORQUE NO TUVE OTRA POSIBILIDAD"
Freire nos dice el docente debe tener vocación, motivo por el cual debe estar dispuesto para
realizar su labor efectivamente, lo que nos conlleva a tener ética en el ejercicio. Se exige a los
docentes que hagan su trabajo lo mejor posible, para reivindicar su papel frente a la sociedad:
tanto en las aulas como en los sindicatos, y que vuelvan a enaltecer la profesión. A su vez, se le
hace crítica a aquellos que han entrado al magisterio cómo última opción, ya que no tuvieron la
posibilidad de acceder a una universidad por la ausencia de recursos económicos y mirar la
docencia como la manera más fácil de adquirir una estabilidad laboral y económica; y que
desmeritan la labor docente ante la sociedad, puesto que no ejercen su práctica con la entrega,
compromiso y responsabilidad que amerita para mantener a los estudiantes interesados en
aprender y no desmotivados por un proceso que no cumple sus expectativas personales, familiares
y sociales. Para lograrlo, debe ser muy afectivo y acogedor, y su entrega con alegría, no con
apatía.
Freire nos advierte acerca de la importancia de la práctica educativa y de su impacto en la sociedad
de la cual hacemos parte, anunciando las siguientes palabras: “Podemos contribuir a su fracaso
con nuestra incompetencia, mala preparación o responsabilidad. Pero también podemos contribuir
con nuestra responsabilidad, con nuestra preparación científica y nuestro gusto por la enseñanza,
con nuestra sociedad y nuestro testimonio de lucha contra las injusticias, a que los educandos se
vallan transformando en presencias notables en el mundo”. (FREIRE, 1993, pp 67 – 68). Esta
posición no es ajena a lo que sucede diariamente, el docente actual para contribuir a este ideal
debe ser un sujeto activo y protagonista de su realidad, constructor de conocimientos y mirar esta
profesión como una forma de vida .Debe Estar a la expectativa sobre el acelerado desarrollo que
demarca la sociedad, los constantes avances tecnológicos, que le exigen estar a la vanguardia para
cumplir con los ideales de cada estudiante en formación.
Aunque el papel del docente va mucho más allá, con su accionar contribuye a la formación
integral del estudiante, competencias, aptitudes, actitudes y valores que complementan su ser y
determinan el sujeto que se le ofrece a la sociedad: por eso el ideal es formar personas para ser
competentes ante cualquier contexto o realidad. Por esta razón que los docentes deben
desempeñar su labor con gusto y realizar sus acciones con la seriedad que se merece. Caso
contrario, sino se le da la debida importancia estaremos influyendo a perjudicarlo, y ahí es donde
la sociedad se revela, exigiendo su preparación académica, y donde se generan comentarios
negativos que le restan valor a la docencia.
En fin, la labor docente además de su función social es una profesión que reclama unas
condiciones laborales, tales como: mejores salarios, mayor inversión en infraestructura y
tecnología, seguimiento y control de los proyectos con el fin de verificar cuales son las
necesidades a tiempo e intervenir a corto plazo en la solución de las mismas. Así mismo, se busca
la organización y movilización de los docentes exigiendo considerar el docente como un
profesional y no como un empleado más, sin embargo, tales pretensiones parecen ser un espejismo
ante la realidad que obliga a los educadores a dejar de lado otros proyectos personales y
profesionales, ya que sus ingresos sólo les permiten suplir necesidades básicas de alimentación,
vivienda y vestido.
CUARTA CARTA. DE LAS CUALIDADES INDISPENSABLES PARA EL MEJOR
DESEMPEÑO DE LAS MAESTRAS Y LOS MAESTROS PROGRESISTAS.
En esta carta, Freire describe al docente como una persona que debe estar abierta a la posibilidad
constante de mejorar su práctica y experiencia formativa, y en la que enseña para transformar la
existencia de otras personas.
Manifiesta que el docente para afrontar todas las dificultades que están implícitas en su labor
como: exigencias y desigualdades, inconformidad de la comunidad educativa en general, gustos,
expectativas e ideales de los mismos; debe estar dotado de ciertos valores que van a permitirle
desarrollar su ejercicio de manera armónica y satisfactoria, como los siguientes: La humildad,
amor, valentía, tolerancia, decisión, seguridad y justicia; los cuales se van adquiriendo en el
proceso de enseñanza- aprendizaje.
Iniciamos con la Humildad, entendida como la posibilidad del docente de escuchar a estudiantes,
padres de familia, comunidad en general y a todos aquellos que lo rodean, asumiendo que ninguno
tiene la verdad absoluta y en la interacción todos puedes aprender de todos, mirando desde ópticas
diferentes y que al final se complementan. Paulo Freire, nos hace referencia que en un docente no
puede caber ni siquiera en posibilidad “La soberbia del sabelotodo”, (Freire: 1994:61), nos indica
que el docente haciendo uso de su formación profesional no es motivo para presumir, y no se
debe promover el autoritarismo para menospreciar a sus semejantes. Entonces, al adoptar una
actitud de humildad nos reconocemos a nosotros mismos y a los demás como personas, abriendo
camino para los nuevos conocimientos, obligándonos a revisar nuestros conocimientos previos.
La segunda característica de un docente es la amorosidad, cualidad que le permite al ser humano
sentirse bien y a gustarle lo que realiza, sin la cual el trabajo docente perdería todo su significado.
El proceso de enseñanza- aprendizaje es un acto de amor en sí mismo, El amor tiene que ver con
la pasión por educar que es lo que le da sentido y sobre todo el valor para afrontar las dificultades
que se les presenta en lo cotidiano y que interfieren en su práctica docente. Hay que reconocer
que los alumnos son sujetos que vienen a los centros de enseñanza a aprender y no tienen la culpa
de las negatividades que afronta la educación.
La tercera virtud del docente es la Tolerancia, “Sin ella es imposible realizar un trabajo
pedagógico” (Freire: 1994: 64), es indispensable para la convivencia entre las personas que
interactúan en la escuela, para poder actuar en un clima de democracia y responsabilidad, el
docente transmitir el respeto hacia las diferencias culturales, de raza, religión, etc.; se trata de
colocar límites y que se respeten, para ello todos deben conocer sus derechos y deberes de cada
uno, aceptar la diversidad, aprender a escuchar y dejar los prejuicios de lado.
Así mismo, Freire agrupa una serie de características, las cuales son: decisión, seguridad,
paciencia y alegría; todas ellas permiten al docente ejercer control y organización sobre el grupo.
En el aula a diario se le presentan problemas que requieren la solución del docente y aquí radica
su capacidad de decisión, donde se elige una alternativa y se aplica. Esa decisión es importante
para los estudiantes porque les transmite seguridad, participan y opinan democráticamente
cooperan así a una sana convivencia no sólo en la escuela, sino en su familia y en la sociedad en
general. Encontramos que la seguridad va de la mano de las decisiones que se tomen, viene siendo
la aptitud que asume el docente para desempeñar su tarea.
A la virtud de vivir la tensión entre la paciencia y la impaciencia es decir actuar impacientemente
paciente se le aplica lo que Freire llama la “parsimonia verbal”. El docente parsimonioso sería
aquel que logra controlar sus emociones e impulsos actuando de una manera tranquila y segura
alcanzando una enseñanza libre de obstáculos. Lo ideal es mantener ese equilibrio siempre. La
paciencia es necesaria para escuchar las propuestas de los estudiantes, sus problemas y quejas.
Por último, la alegría viene siendo la actitud con que un docente debe afrontar el diario vivir, este
estado de ánimo se transmite a los estudiantes, padres de familia y otros docentes que interactúan
en el proceso de aprendizaje, y se debe reflejar en el cumplimiento de las actividades que se
plantean en clases. Esta alegría nos permite estar dispuestos a superar los obstáculos y problemas
que se nos presentan en la práctica docente. También contribuye a olvidar el miedo a enfrentarse
a nuevas cosas con el fin de mejorar en esta tarea docente, que se transforma y complementa con
el pasar del tiempo.
“Es viviendo la humildad, la amorosidad, la valentía, la tolerancia, la competencia, la capacidad
de decidir, la seguridad, la ética, la justicia, la tensión entre la paciencia y la impaciencia, la
parsimonia verbal, como contribuyo a crear la escuela alegre, a forjar la escuela feliz. La escuela
que es aventura, que marcha, que no le tiene miedo al riesgo y que por eso mismo se niega a la
inmovilidad. La escuela en la que se piensa, en la que se actúa, en la que se crea, en la que se
habla, en la que se ama, se adivina la escuela que apasionadamente le dice sí a la vida. Y no la
escuela que enmudece y me enmudece” (Cuarta Carta, pág.70)
COMPILADO DE LA SOCIALIZACIÓN DE LA CARTA 5- 6- 7- 8- 9- Y 10 DE PAULO
FREIRE.
QUINTA CARTA- PRIMER DÍA DE CLASES.
Freire, hace referencia a cómo el docente debe enfrentar el primer día de clases,
nos comenta que a pesar de la experiencia, somos inexpertos y debemos vencer el
miedo para ganarnos la confianza de los estudiantes. El docente se siente
inseguro, tímido, cohibido, con temor para tomar decisiones, miedo que solo se
vence si se asume con madurez y en vez de esconderlo se da a conocer, puesto
que aflorar los sentimientos permite la comprensión y a la vez les enseña que al
igual que las personas del resto del mundo, es humano y por lo tanto puede sentir
y equivocarse, con este acto se demuestra humildad, valentía y a la vez, se empieza
a ganar la confianza de los educandos, dando a conocer que también de ellos se
puede aprender. Del mismo modo, se busca el fomento de los valores, no su
imposición. Además hay que asumir el temor no como mecanismo de defensa
sino como un crecimiento personal, particular, en donde aprendemos a cada
momento de otro igual y se establece un vínculo de amor; lo que contribuye una
apertura social, al diálogo y a establecer una relación con el otro semejante.
En fin, el docente debe hacer una lectura de su clase como si fuese un texto, para entender
la cultura, gustos y las diferencias que poseen por medio de la interacción del grupo.
Paralelamente pretende el fomento de la lectura para incrementar la escritura, empleando
un registro diario sobre el comportamiento del estudiante, que sirve para un seguimiento
y control, les ayuda a hacer más conscientes de su realidad, a despertar su imaginación y
a soñar. Con esta evaluación, periódica se mejora la calidad de la enseñanza.
En esta carta se encuentra el siguiente interrogante: “¿Acostumbras a soñar?” (Freire:
1994: 77), yo respondo que sí, los sueños nos mantienen vivos y nos demarcan la ruta que
debemos seguir hacia ese ideal que queremos alcanzar en nuestra vida; esa ilusión se
fortalece en la medida que la lucha diaria va dando sus frutos y de simples acciones se
convierten en hechos que se materializan y se vuelven tangibles.
SEXTA CARTA. DE LAS RELACIONES ENTRE LA EDUCADORA Y
LOS EDUCANDOS.
Esta carta, nos habla sobre la relación docente- estudiante, en el que ambos tienen la oportunidad
de conocer, aprender, respetar y ser libres. Actualmente Todo docente debe mantener una relación
coherente entre lo que dice y lo que hace, esta es una buena práctica educativa que potencie estas
relaciones, si no existe está coherencia en el actuar del docente,
su práctica se vuelve un problema, causando un deterioro de la relación entre la docente y
el estudiante, al igual que lo causa una práctica llena de miedos, carente de autoridad o
demasiada autoritaria.
Freire, insiste en las cualidades que todo docente debe poseer, para poder desempeñar su labor
eficaz; siendo la sensibilidad uno de los que más se resalta, principalmente en las maestras que
son ubicadas en los niveles básicos, porque en ese momento los estudiantes son vistos como hijos
que necesitan su protección y guía; cuando se logra la empatía y entran en confianza ya se puede
orientar el proceso entorno al descubrimiento y redescubrimiento de su entorno, para leer el
mundo, a quienes nos rodean y así formar seres humanos capaces de valorar a sus semejantes, de
aceptar su realidad y que luchen por transformarla en beneficio de todos.
En resumen, para desarrollar nuestra práctica pedagógica con éxito, es fundamental optimizar los
ambientes de clase, que las relaciones docente- estudiante sean amenas para poder resolver las
necesidades de aprendizaje de los estudiantes, se debe fomentar la participación y comunicación
entre los estudiantes para que haya un respeto a la diferencia, debe haber coherencia entre el
discurso y las acciones, tanto docentes como estudiantes deben estar dispuestos a aprender
recíprocamente y luchar por transformar su realidad.
SÉPTIMA CARTA. DE HABLARLE AL EDUCANDO A HABLARLE A
ÉL Y CON ÉL; DE OÍR AL EDUCANDO A SER OÍDO POR ÉL.
Freire en esta carta le da mucha importancia a la comunicación asertiva que debe existir entre
docente y estudiante, a la relación horizontal en la comunicación, en donde ambos son escuchados
y se busca formar ciudadanos críticos, respetuosos y abiertos a la diversidad. De ahí, que la
escuela con el tiempo se ha convertido en un espacio democrático, en donde se les da
participación para escoger a sus representantes ante la personería estudiantil, se les informa y pide
opinión sobre los cambios que se van a hacer en la escuela, empleando el buzón de sugerencias,
los debates y asambleas generales que son momentos para expresar opiniones y contribuir a la
solución de una situación anómala, y cuando existe una inconformidad sobre cualquier decisión
de tipo académico ejercen su derecho a la suspensión de sus actividades escolares de manera
pacífica para llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes.
Para concluir, Paulo Freire en esta séptima carta nos comparte una frase muy significativa para él
y ahora para mí la cual dice " hablar a los educandos y hablar con los educandos". En mi práctica
pedagógica es fundamental, puesto que en esa interacción se logran aprendizajes significativos, y
muchas veces nosotros les planteamos a los estudiantes las situaciones de una manera de pronto
un poco incomprensible para algunos, y terminan ellos desde su simplicidad teniendo más
experiencia, y compartiéndola de manera natural y llamativa para sus compañeros que les
posibilita un mejor aprendizaje y duradero, en donde nos damos cuenta que se aprende más en
contexto.
OCTAVA CARTA. IDENTIDAD CULTURAL Y EDUCACIÓN.
En esta carta resaltan la importancia de nosotros como sujetos, ya seamos
docentes o estudiantes en la práctica educativa. Además, nos colocan en la tarea
de reconocer nuestra identidad cultural, que se convierte en algo contradictorio:
entre lo que heredamos y lo que adquirimos; ya que somos producto de la
influencia de factores sociales y culturales que se ven enfrentados a nuestros
sentimientos, a nuestras percepciones y que intervienen en las decisiones que
tomamos a lo largo de nuestra vida.
En este proceso educativo, aprendemos y queda en juego la libertad del sujeto en
asumir o no los cambios que se proponen a nivel de cultura y la escuela se
convierte en mediadora en esa transición y deberá promover el respeto a la
variedad de herencias culturales; Pero ese respeto que no implica la
adecuación de ellas, las cuales se deben insertar en lo que adquirimos
a través de la práctica de hacer, hablar, pensar, de tener ciertos gustos,
ciertos hábitos adquiridos en nuestro diario vivir; razón por l a cual,
debemos ser humildes para aceptar y vivir en la interculturalidad;
respetando y aceptando a las personas y a su cultura.
En este orden de ideas, se vuelve a retomar la importancia del contexto y
particularmente la experiencia del estudiante en la adquisición de
aprendizajes significativos, y depende de la habilidad personal de cada
docente para traerlos al aula y relacionarlos con los programas escolares, que
cumple con uno de los ideales de una de las anteriores cartas que promulga la
relación teoría- práctica. Por lo anterior, los contenidos se deben enseñar
relacionando los diferentes medios en que se desenvuelve el estudiante: el
físico, social, económico, cultural y natural; para posibilitar su interés y la
obtención de aprendizajes productivos y útiles en su realidad inmediata.
NOVENA CARTA. CONTEXTO CONCRETO-CONTEXTO TEÓRICO.
Freire en esta carta analiza el entorno, específicamente el contexto concreto y el contexto
teórico, centrándose con especial atención en la manera como se desenvuelve el docente en
ellos. Explicando cada uno de ellos, tenemos que: El contexto concreto, se refiere a la
experiencia que se adquiere con la práctica a través de los años, que hace parte de la vida
cotidiana de cada ser humano y el contexto teórico, nace de la necesidad del hombre por darle
explicación a los fenómenos naturales que sucedían, por lo que empezó a escribir esas
experiencias vividas y compartirlas con las demás personas. Atendiendo lo anterior, podemos
darnos cuenta que ambos contextos no tienen cabida en el aula de clase, puesto que un docente
no tiene todas las repuestas a las incógnitas que le surgen al estudiante sobre su realidad
inmediata, eventos de su casa o su entorno social, las cuales cabe la posibilidad de ser
resueltas por personas cercanas a él, sin ninguna dificultad; por eso, es que todos aprendemos
de todos y en la práctica se perfeccionan los aprendizajes.
Finalmente, nosotros actuamos acorde a la experiencia o conocimientos acumulados con el
pasar del tiempo, los que nos permitieron estructurar una personalidad y a su vez, esta nos
dice la manera de comportarnos en un lugar. De manera similar, le sucede a los estudiantes,
ellos van construyendo su rostro dependiendo el contexto (escolar, social, natural, económico,
etc.); hasta darle forma y una figura, la cual los va a identificar más tarde ante la sociedad, y
en donde el docente, sus compañeros, la familia y la sociedad en general aportan a su
conformación hasta delimitar así una identidad cultural.
DECIMA CARTA. UNA VEZ MÁS, LA CUESTIÓN DE LA DISCIPLINA.
En la última carta Freire manifiesta la importancia la disciplina en todos los ámbitos de
la vida (personal, familiar, social, cultural, global y universal) y su influencia en el
aprendizaje de los estudiantes. En el personal, para fortalecer la práctica de valores, el
desarrollo de habilidades y de la creatividad; en el familiar, para establecer vínculos de
afecto y adoptar tradiciones o creencias; el social, para establecer relaciones con la
comunidad y participar en actividades sociales; el cultural; para conocer y comprender
la diversidad cultural en un lugar específico; el global, donde además de interactuar con
diferentes culturas, debemos analizar la influencia de los recursos naturales y el universal,
la influencia e impacto de las leyes del universo en nuestra percepción de la vida.
Así mismo, nos plantean que la disciplina es un factor que determina el éxito en la
enseñanza, mientras se realice en orden. Hay que saber guiar y equilibrar a los alumnos
en su aprendizaje estimulándolos a aprender mediante la aventura y la creatividad sin
descuidar la responsabilidad y sin olvidar enseñarles también los límites que existen,
marcándoles un patrón disciplinario que no sientan rígido pero lo comprendan y respeten.
Para concluir, Freire invita a los docentes a reflexionar sobre su práctica docente su
importancia, complejidad y el compromiso en nuestro rol de educadores, para que no sólo
visionemos problemas, sino posibilidades de mejora, que aportan al éxito del proceso
enseñanza – aprendizaje y contribuyan a la transformación de la realidad educativa.
¿EDUCACIÓN O ENSEÑANZA?: EL CAMPO DE LAS DIDÁCTICAS Y LAS
METÓDICAS POR ANDRES KLAUS RUNGE PEÑA.
MODULO: PRAXIS PEDAGÓGICA.
Presentado por.
Idamith del Carmen León Barboza.
Tutor.
MG. Yesid Carrillo
CURSO DE FORMACIÓN ECDF- CAUCASIA.
2017
¿EDUCACIÓN O ENSEÑANZA?: EL CAMPO DE LAS DIDÁCTICAS Y LAS
METÓDICAS POR ANDRES KLAUS RUNGE PEÑA.
En el texto se define el término de Enseñanza partiendo de dos enfoques: Uno Histórico
y el otro Socio Cultural. El Histórico manifiesta que la reflexión pedagógica no está
autorizada para hablar sobre la praxis educativa antes de la modernidad; y el Socio
Cultural, determina que la Pedagogía no está autorizada para reflexionar sobre la
educación no formal, ni para abordar formas de praxis educativa en contextos diversos.
De igual forma, Runge Peña (2008) conceptualiza la Enseñanza como una práctica
Educativa con miras al desarrollo de conocimientos en los alumnos por la vía de
comunicación verbal y escrita. Hace énfasis en que no se debe confundir enseñar con
educar; presenta la enseñanza como la interacción entre enseñantes y aprendices, a su vez,
se considera como una actividad intencional, racional, planeada, institucionalizada y
profesional; y Educar, se refiere a la formación global del individuo en los niveles:
Religioso, Moral, Social, Técnico, Científico y Médico, alude a formas no escolarizadas
para la transmisión y re significación de la cultura.
Wiechmann (2006) precisa tres tipos de características de la enseñanza para el
mejoramiento de su calidad: Una Orientada los Fines, Metas y Resultados; Otra
Metódicamente, que tiene que ver con la eficiencia y por último, Una configurada
por un grupo de Docentes, donde no sólo se necesita la presencia del docente para que
se efectúe la misma.
Entonces, se encuentra a la Enseñanza caracterizada de la siguiente manera: Una
Intencionalidad Educativa, es decir, que tiene un efecto-finalidad, se desarrolla en un
contexto, ya sea, social, histórico o Cultural, y que pretende alcanzar unos ideales de
formación. Una Planeación de la Interacción, que trata sobre la organización espacio
tiempo y del carácter escénico de la enseñanza. La Institucionalización del Sistema
Educativo, comprende el ¿quién?, ¿A Quién?, y ¿Dónde? Se enseña. La
Profesionalización del Enseñante, que tiene que ser cualificado y certificado por
instancias autorizadas. Estas características están ligadas a la masificación de la
educación, a la complejidad de las sociedades modernas, a la división social del trabajo y
al surgimiento de las profesiones; por lo cual, la praxis educativa como enseñanza
institucionalizada es una configuración moderna que se ha vuelto universal y representa
la existencia de la educación.
Zuluaga, nos habla sobre la reivindicación del papel del maestro como portador del saber
pedagógico. Al igual, que Wiechman, prioriza que la praxis educativa debe estar
caracterizada por los siguientes aspectos: Una Intencionalidad Educativa, basada en la
ampliación de saberes y capacidades, para alcanzar su ideal de formación.
Una Planeación de la interacción Propuesta, donde la organización espacio-tiempo,
determina la enseñanza como una actividad sistemática.
La Institucionalización de dicha Interacción, donde se regulan los procesos de
admisión, paso y finalización dentro de la Institución para ejercer un control y una
evaluación acorde a los propósitos de formación de la misma. Y la Profesionalización
del Enseñante, en donde el personal debe ser especializado, cualificado y certificado.
Todo lo anterior, hace referencia a las funciones sociales de la enseñanza
institucionalizada (Fend 2001): La Enculturación (Normas, Valores, creencias y
costumbres), La Socialización, Integración y Legitimación (reproduciendo normas en
la sociedad para garantizar la estabilidad de la misma), La Individualización
(Personalización), La Cualificación (conocimientos, saberes y habilidades para la vida
productiva), La Selección ( Establecer diferencias individuales), La Alocación
(Redistribución Social), La Custodia (cuidado) y La Administración (papel del
Gobierno, Gestión de los individuos y poblaciones).
Según Hilbert Meyer(2003), hay diez características para una buena enseñanza: Una clara
estructuración del proceso de enseñanza-aprendizaje (expresión clara y reglas claras),
utilización intensiva del tiempo de aprendizaje (puntualidad y planeación de clases), una
clara definición de los resultados esperados (las metas de aprendizaje se deben acomodar
a los estándares y los estudiantes deben conocerlas), Variedad de métodos (acordes a
contenidos y metas), Clima de enseñanza (Relación Docente- Estudiante basada en el
respeto y ambiente positivo), Discusiones consentido (Ver la evolución en la resolución
de las tareas), Exigencia Individual (capacidades Individuales, motivar y exigir),
Ejercitamiento Inteligente (Interiorizar los conocimientos) y el Feedback por parte de los
estudiantes (retroalimentación del estudiante y cualificación del maestro).
Por otro lado, se concibe a la Didáctica como aquella subdisciplina de la pedagogía que
se ocupa de la teoría y de la praxis de la enseñanza, atendiendo a unos parámetros: Debe
estar organizada, racionalizada, intencionada e institucionalizada para cumplir con los
ideales del proceso de formación.
La Didáctica como disciplina científica, apunta al desarrollo de teorías y modelos
comprobables empíricamente (describir, explicar y comprender), y en constructos
teóricos y sistematización de enunciados (comprobación crítica y sistemática mediante la
confrontación de los hechos de enseñanza).
La Didáctica en su modalidad de Investigación, orienta: Procesos (reglas, esquemas e
indicaciones que se establecen en la enseñanza) y hacia los Productos (abstrae y
generaliza situaciones de un grupo de enseñanza-aprendizaje). Además, la didáctica se
dedica también a la problemática de la fundamentación de las metas educativas,
contenidos formativos y clasificación de las formas de enseñanza; aquí radica la
importancia de una clasificación bajo criterios didácticos y metódicos (Micro, Meso y
Macro Metódicos). A partir de aquí, surge la relación entre didáctica y metódica, de
intercambio y de complementariedad. A menudo, la enseñanza se reduce a un método (
se entiende como un camino o procedimiento para la mediación o transmisión de
contenidos culturales) y la Didáctica ( disposición sobre medios o a un trabajo sobre el
saber para ser enseñado). En consecuencia se entiende por Metódica, la doctrina de los
métodos, como campo de indagación que sirve de apoyo teórico para el tratamiento y
aplicación de apreciaciones y precisiones. En su relación de intercambio, Didáctica -
Metódica, hay que priorizar que la Didáctica trabaja sobre cuestiones generales
(Pedagogía) y la Metódica, asuntos específicos de área, las disciplinas particulares.
Klafki, determina el valor formativo de los contenidos en relación con el establecimiento
educativo de metas y con la organización metódica y escenificación social, que de ello se
derivan. Plantea la necesidad de remitirse constantemente la didáctica y la metódica, en
la medida en que ninguna podría llevar adecuadamente su tarea sin la cooperación de la
otra. Por ello se considera la enseñanza como un proceso complejo, que puede ser
investigada desde una perspectiva Macro metódica ( formas básicas de enseñanza:
trabajo libre, por proyectos…), Meso metódica (dimensiones de la enseñanza: formas
sociales, individuales, grupos y por parejas), y La Micro metódica (formas de
escenificación de la enseñanza, mostrar, modelar). Meyer (1987).
En fin, cuando nos preguntamos por la Didáctica debemos respondernos las siguientes
preguntas: ¿Quién?; sociedad-humano-estudiantes, ¿Cuándo?; Psicología, Teorías del
Aprendizaje y currículo, ¿Cómo Aprender?; planeación y organización; ¿Cómo
interactúan?, estilos de enseñanza; ¿Qué?, contenidos (Benner), ¿Con Quienes?,
Inclusión, tipos de grupos; ¿En dónde?, espacios escolares; ¿Con Qué?, medios de
aprendizaje y por último, ¿para Qué?, ideales educativos.