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  • Popper, Adorno, Dahrendorf, Habermas

    LA LGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

    coiofo/j

  • Popper, Adorno, Dahrendorf, Habermas

    LA LGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

    COLOF/J A . DE C.V.

  • Traduccin

    Jacobo Muoz

    Colofn S.A. de C.V., 2008 Franz Hals nm. 130 Alfonso XIII, 01460 Mxico, D.F.

    ISBN: 978-968-867-362-1

    Prohibida su reproduccin por cualquier medio mecnico o electrnico sin la autorizacin escrita de los editores.

    Impreso en Mxico

  • INDICE

    Presentacin

    La lgica de las ciencias sociales KarlR. Popper

    Sobre la lgica de las ciencias sociales Theodor W. Adorno

    Anotaciones a la discusin de las ponencias de Karl R. Popper y Theodor W. Adorno RalfDahrendorf

    Teora analtica de la Ciencia y la Dialctica Jrgen Habermas

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    PRESENTACIN

    El presente volumen recoge una importantsima polmica sobre la lgica de las ciencias sociales en la que se abordan cuestiones metodolgicas fundamentales. Los participan-tes principales en la disputa son Karl R. Popper y Theodor W. Adorno. El primero ha designado su posicin filosfica como "racionalismo crtico", expresin con la que pretende marcar su oposicin a todo racionalismo dogmtico. En el terreno de las ciencias sociales, Popper sostiene la imposibili-dad de una ciencia de la totalidad social, pues slo se pueden conocer, a juicio suyo, aspectos concretos de la realidad so-cial. Esto le lleva a propugnar, en el terreno de la poltica, la transformacin mediante reformas de aspectos concretos (o como l le llama "la ingeniera social"). Adorno representa la interpretacin del marxismo postulada por la Escuela de Frankfurt, nombre con el que se denomina a un grupo de fi-lsofos y socilogos que tratan de elaborar una "teora crtica de la sociedad" (a dicha escuela pertenece tambin Haber-mas). La Escuela de Frankfurt sostiene la relatividad de todo conocimiento por estar mediado por la praxis social.

    En su ponencia, Popper sostiene que "el mtodo pura-mente objetivo en las ciencias sociales" es la "lgica de la situacin" de los hombres y cuya conducta puede explicarse a partir de la situacin misma. Adorno postula una visin de la sociedad como totalidad. Apuntando implcitamente a Popper, afirma: "No hay valor para pensar el todo porque

  • se duda de poder transformarlo". Dahrendorf y Habermas intervienen con sus comentarios en la polmica. El pensa-miento dialctico lo entiende Habermas como "el intento de concebir en todo momento el anlisis como parte del proceso social analizado y corno su posible autoconciencia crtica".

    Sobre los autores

    Popper: naci en 1902 en Viena, Austria, y muri en 1994, en Londres, Reino Unido. Entre sus obras principales es-tn: La lgica, de la investigacin cientfica, 1934; La socie-dad abierta y sus enemigos, 1945; La miseria delhistoricismo, 1957, y Conjeturas y refutaciones, 1963.

    Adorno: naci en 1903 en Frankfurt, Alemania, y muri en 1969, en Suiza. Entre sus obras destacan: Dialctica de la ilustracin, 1947; Tres estudios sobre Hegel, 1963; La jerga de la autenticidad, 1964; Dialctica negativa, 1966.

    Dahrendorf: naci en 1929 en Hamburgo, Alemania. Autor entre otras obras de: Homo sociologicus, 1959; Socie-dad y libertad, 1961; Sociedad y democracia en Alemania, 1965; Caminos de utopa, 1967. Recibi el Premio Prncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2007.

    Habermas, naci en 1929 en Dsseldorf, Alemania. Au-tor de obras cmo Historia y crtica de la opinin pblica, El pensamiento postmetafsico y Ensayos filosficos entre otros. En 2001 obtuvo el Premio de la Paz que conceden los li-breros alemanes y en 2003 recibe el Premio Prncipe de Asturias de Ciencias Sociales

  • LA LGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

    Karl R. Popper

    Ponencia

    En mi ponencia sobre la lgica de las ciencias sociales me propongo partir de dos tesis que expresan la contradiccin existente entrenuestro saber y nuestra ignorancia.

    Primera tesis: Sabemos gran cantidad de cosas - y no slo detalles de dudoso inters intelectual, cabe subrayar, ade-ms de su importancia prctica, el profundo conocimiento teortico y la asombrosa comprensin del mundo que nos procuran.

    Segunda tesis: Nuestra ignorancia es ilimitada y decepcio-nante. Es precisamente el gigantesco progreso de las ciencias naturales (al que alude mi primera tesis) el que nos pone una y otra vez frente a nuestra ignorancia, a nuestra igno-rancia en el propio campo de las ciencias naturales. La idea socrtica de la ignorancia adquiere un carcter diferente. A cada paso que avanzamos y a cada problema resuelto no so-lamente se nos descubren nuevos problemas pendientes de solucin, sino que se nos impone la evidencia de que incluso all donde creamos estar sobre suelo firme y seguro todo es, en realidad, inseguro y vacilante. .

    Mis dos tesis sobre el conocimiento y la ignorancia estn en contradiccin slo aparentemente, por supuesto. La apa-

  • rente contradiccin se debe, sobre todo, al hecho de que en la primera a los trminos "sabidura" o "conocimiento" les corresponde un significado totalmente diferente al que os-tentan en la segunda. De todos modos, ambos significados y ambas tesis son importantes; tanto que voy a formularlo en la siguiente tesis.

    Tercera tesis: Una tarea fundamentalmente importante e incluso la piedra angular de toda teora del conocimiento es que haga justicia a nuestras dos primeras tesis e ilumine la relacin existente entre nuestro conocimiento asombroso y en constante crecimiento, y nuestra conviccin -asimismo creciente de que, en realidad, no sabemos nada.

    Si se medita un poco, parece casi por completo evidente que la lgica del conocimiento haya de hundir sus races en la tensin entre el conocimiento y la ignorancia. En mi cuarta tesis formulo una importante consecuencia de esta conviccin. De todos modos, antes de exponer dicha tesis deseo disculparme brevemente por las muchas que irn vi-niendo. Mi disculpa radica en la sugerencia que se me hizo de exponer sintticamente mi ponencia en forma de tesis (con el fin de facilitar al coponente la tarea de aguzar al mximo sus anttesis crticas). Debo decir, no obstante, que dicha sugerencia me pareci muy til, aunque la forma en cuestin pueda provocar cierta impresin de dogmatismo.

    Cuarta tesis: En la medida en que quepa en absoluto hablar de que la ciencia o el conocimiento comienzan en algn punto tiene validez lo siguiente: el conocimiento no comienza con percepciones u observacin o con la recopi-

  • lacin de datos o de hechos, sino con problemas. No hay conocimiento sin problemas pero tampoco hay ningn problema sin conocimiento. Es decir, que ste comienza con la tensin entre saber y no saber, entre conocimiento e ignorancia: no existe problema sin conocimiento ni proble-ma sin ignorancia. Porque todo problema surge del descu-brimiento de que algo no est en orden en nuestro presunto saber; o, lgicamente considerado, en el descubrimiento de una contradiccin interna entre nuestro supuesto conoci-miento y los hechos; o expresado quiz ms adecuadamen-te, en el descubrimiento de una posible contradiccin entre nuestro supuesto conocimiento y los supuestos hechos.

    Frente a mis tres primeras tesis, que por su carcter abstracto pueden dar quiz la impresin de estar un tanto alejadas de mi tema, es decir, de la lgica de las ciencias sociales, en la cuarta es mi intencin afirmar que precisa-mente con ella llegamos al centro mismo de nuestro tema. Lo cual puede ser formulado como sigue.

    Quinta tesis: Al igual que todas las otras ciencias, tam-bin las ciencias sociales se ven acompaadas por el xito o por el fracaso, son interesantes o triviales, fructferas o infructferas, y estn en idntica relacin con la importan-cia o el inters de los problemas que entran en juego; y, por supuesto, tambin en idntica relacin respecto de la hon-radez, linealidad y sencillez con que estos problemas sean abordados. Problemas que en ningn modo tienen por qu ser siempre de naturaleza teortica. Serios problemas prcti-cos, como el de la pobreza, el del analfabetismo, el de la

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    opresin poltica y la inseguridad jurdicas, han constituido importantes puntos de partida de la investigacin cientfi-co-social. Pero estos problemas prcticos incitan a meditar, a teorizar, dando paso as a problemas teorticos. En todos los casos, sin excepcin, son el carcter y la cualidad de los problemas -conjuntamente, desde luego, con la audacia y singularidad de la solucin propuesta lo que determina el valor o falta de ste en el rendimiento cientfico.

    De manera, pues, que el punto de partida es siempre el problema; y la observacin nicamente se convierte en una especie de punto de partida cuando desvela un problema; o, con otras palabras, cuando nos sorprende, cuando nos muestra que hay algo en nuestro conocimiento en nues-tras expectativas, en nuestras teoras- que no est del todo en orden. Las observaciones slo conducen a problemas, en la medida en que contradicen algunas de nuestras ex-pectativas conscientes o inconscientes. Y lo que en tal caso se convierte en punto de partida del trabajo cientfico no es tanto la observacin en s como la observacin en su significado peculiar, es decir, la observacin generadora de problemas.

    Con ello accedo al punto en que me es posible formular mi tesis principal, la cual consiste en lo siguiente:

    Sexta tesis (tesis principal):

    a) El mtodo de las ciencias sociales, al igual que el de las ciencias naturales, radica en ensayar posibles solu-

  • ciones para sus problemas es decir, para esos proble-mas en los que hunden sus races.

    Se proponen y critican soluciones. En el caso de que un ensayo de solucin no resulte accesible a la crtica objetiva, es preciso excluirlo por su carcter no cientfico, aunque slo provisionalmente.

    b) Si es accesible a una crtica objetiva, intentamos refutarlo; porque toda crtica consiste en intentos de refutacin.

    c) Si un ensayo de solucin es refutado por nuestra cr-tica, buscamos otro.

    d) Si resiste la crtica, lo aceptamos provisionalmente; y, desde luego, lo aceptamos principalmente como digno de seguir siendo discutido y criticado.

    e) El mtodo de la ciencia es, pues, el de la tentativa de solucin, el del ensayo (o idea) de solucin sometido al ms estricto control crtico. No es sino una prolon-gacin crtica del mtodo del ensayo y del error (trial and error).

    f ) La llamada objetividad de la ciencia radica en la ob-jet iv idad del mtodo crtico; lo cual quiere decir, sobre todo, que no hay teora que est liberada de la crtica, y que los medios lgicos de los que se sirve sta - l a categora de la contradiccin lgica- son objetivos.

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    La idea bsica que subyace en mi tesis principal tambin podra ser quiz sintetizada como sigue:

    Sptima tesis: La tensin entre el conocimiento y la ig-norancia lleva al problema y a los ensayos de solucin. Pero no es superada jams, ya que nuestro conocimiento es slo tentativo, propuestas provisionales de solucin, hasta el punto de conllevar de manera fundamental la posibilidad de evidenciarse como errneo y, en conse-cuencia, como una autntica ignorancia. De ah que la nica forma de justificacin de nuestro conocimiento sea igualmente provisional: tiene su raz en la crtica, o ms exactamente, en la resistencia de nuestros ensayos de so-lucin a nuestra crtica ms acerada.

    No hay justificacin positiva alguna que vaya ms lejos de esto. Nuestros ensayos de solucin, sobre todo, no pue-den revelarse como probables (en el sentido del clculo de probabilidades).

    Este punto de vista podra recibir quiz el calificativo de criticista.

    Con el fin de iluminar un tanto el contenido de esta tesis principal ma y su importancia para la sociologa, no deja de ser til una confrontacin de la misma con ciertas otras tesis de una metodologa muy extendida y a menudo absorbida de manera plenamente inconsciente.

    Tenemos, por ejemplo, el errneo naturalismo o cien-tificismo metodolgico, que exige que las ciencias sociales aprendan por fin de las ciencias naturales lo que es el m-todo cientfico. Este errado naturalismo impone exigencias