OSCAR MORALES

JOAN ANTOJA

CUANDO LLEGA EL TIEMPO DE COSECHAR CASTAÑAS… TAMBIÉN LLEGA… EL OTOÑO… NI

FRÍO. NI CALOR.

EN LO ALTO DE UNA MONTAÑA HABÍA UNA CASA Y DENTRO DE LA CASA VIVÍA UNA CASTAÑERA QUE

DORMÍA.

LA CASTAÑERA SE DESPERTÓ Y SE EMPEZÓ A VESTIR: PRIMERO LA CAMISA, QUE LE IBA PEQUEÑA.

DESPUÉS, LA CASTAÑERA SE PUSO LA FALDA, QUE LE HACÍA CAMPANA.

FINALMENTE LA CASTAÑERA SE PUSO LOS ZAPATOS QUE LE HACÍAN CLOC-CLOC Y AL BAILAR SIEMPRE

GIRABA ASÍ…

UNA MAÑANA, LA CASTAÑERA, CON UN PAÑUELO A LA CABEZA, SALIÓ DE SU CASA Y FUE AL BOSQUE

CON UN CESTO COLGADO AL BRAZO.

CUANDO LLEGÓ AL BOSQUE, LA CASTAÑERA VIO CASTAÑAS POR TODAS PARTES.

LA CASTAÑERA SACUDIÓ UN ÁRBOL PARA QUE CAYERAN LAS CASTAÑAS… PERO NO CAYERON.

MUY PREOCUPADA, LA CASTAÑERA PIDIÓ AYUDA A SU AMIGO EL GIGANTE DEL CASTAÑO, QUE ERA MUY

FORZUDO

.

EL GIGANTE DEL CASTAÑO SACUDIÓ UN ÁRBOL LLENO DE CASTAÑAS:

- A VER QUIÉN GANA, SI EL GIGANTE O LA CASTAÑA.

… Y CAYERON: 1, 2, 3, 4 Y 5 CASTAÑAS.

EL GIGANTE DEL CASTAÑO, OTRO GOLPE, SACUDIÓ A OTRO ÁRBOL:

- A VER QUIÉN GANA, SI EL GIGANTE O LA CASTAÑA.

… Y VOLVIERON A CAER: 1, 2, 3, 4, Y 5 CASTAÑAS.

FINALMENTE, EL GIGANTE DEL CASTAÑO SACUDIÓ EL ÚLTIMO ÁRBOL:

- A VER QUIEN GANA, SI EL GIGANTE O LA CASTAÑA.

… Y ACABARON POR CAER: 1, 2, 3, 4 Y 5 CASTAÑAS MÁS.

AHORA, LA CASTAÑERA YA PODÍA RELLENAR DE CASTAÑAS SU CESTO Y SU DELANTAL.

LA CASTAÑERA, MUY CONTENTA, SE PUSO DE CAMINO HACIA LA PLAZA DE LA CIUDAD DONDE

TENÍA SU KIOSCO.

UN GATO, QUE DECÍA “MIAU” AYUDÓ A LA CASTAÑERA A TOSTAR LAS CASTAÑAS QUE SERÍAN PARA TODOS LOS NIÑOS Y PARA TODAS LAS NIÑAS.

FIN.