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GUÍA PARA EL/LA PROMOTOR(A) DE SALUD MENTAL

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GUÍA PARA EL/LA PROMOTOR(A) DE SALUD MENTAL

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GUÍA PARA EL/LA PROMOTOR(A) DE SALUD MENTAL

Contenido Página

Presentación 1

1. Manifestaciones psico-sociales 2

2. Identificación de trastornos psicológicos en situaciones de desastre natural

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3. Perfil y funciones de el/la promotor(a) de salud mental

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4. Intervención en crisis:

• Niños

• Adolescentes

• Adultos

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5. Trabajo en grupo 11

6. Canalización 17

7. Cuidados para la salud mental de promotores y promotoras

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Presentación Los desastres naturales causan gran impacto en la sociedad, por las graves consecuencias en la salud física y emocional de la población, así como el deterioro de la infraestructura local.

Las personas que de manera institucional, voluntaria y solidaria, contribuyen al restablecimiento de la vida cotidiana de las personas afectadas por la situación de desastre, en algunas ocasiones también son víctimas del mismo y también necesitan ayuda.

En el caso de las personas que brindan apoyo emocional, es necesario que de manera informada y responsable, tengan y manejen las herramientas básicas para el acercamiento con los afectados por del desastre natural.

Esta guía pretende alcanzar ese objetivo, así como proporcionar los elementos para el autocuidado de la salud mental de las personas que brindan apoyo emocional.

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1. Manifestaciones sociales en casos de desastre natural

Las emergencias y los desastres naturales causan un fuerte impacto en la población, en ocasiones causando grandes perturbaciones psico-sociales de difícil manejo por parte de la población afectada. Las consecuencias económicas, varían en relación al tipo y magnitud del desastre. Falta de servicios, alimentos, pérdidas materiales y humanas, entre otras. Esto provoca un gran deterioro en la estructura individual, familiar y social de la población donde se localiza el desastre.

Cuando nos referimos al impacto, estamos hablando de los efectos que dicho “evento” provoca, estos efectos pueden ir desde depresión, frustración, ira, terror, culpa, impotencia, sobre todo a nivel individual, a nivel grupal y comunitario. El grado de afectación del ambiente comunitario dependerá de la magnitud del desastre, así como también de la organización propia de la población.

Ante un evento inesperado, no hay tiempo de que el individuo se prepare ante lo que va a pasar, por lo que surgen sentimientos de impotencia, frustración, pánico, lo que trae como consecuencia falta de capacidad para tomar decisiones o reflexionar sobre lo que sucedió o lo que debe hacer.

Cuando la situación de emergencia o desastre, se prolonga durante mucho tiempo tanto el individuo como la comunidad entran en una fase de desesperanza y agotamiento. En situaciones individuales la persona cuenta con el apoyo de la familia o su entorno. Cuando la situación es colectiva, el impacto es mayor ya que la vulnerabilidad de la persona se ve afectada no solo en su propia persona, sino con la familia y la sociedad que le rodea. En estos casos, la desorganización es muy frecuente.

De acuerdo a las características de la personalidad de cada individuo, así como de sus propias experiencias de vida, ell individuo responde de diferente manera ante una situación de desastre. Es muy común que ante este tipo de situaciones se den dos fenómenos: debilidad ante la manera de actuar o una fortaleza que el propio individuo la desconocía, la cual cuando se suma a la de otros individuos favorece la respuesta comunitaria ante el desastre.

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Los grupos de alto riesgo a presentar mayor impacto negativo, ante una situación de desastre son los niños y adolescentes ya que aún no han construido adecuadamente sus mecanismos de respuesta.

Es claro que cuando el ser humano está expuesto a un evento traumático, se genera un grado mayor de tensión y angustia, además es permanente el recuerdo de lo sucedido, el cual formará parte del individuo por un largo tiempo, y en ocasiones para toda la vida.Esta situación no necesariamente generará una enfermedad mental, en la gran mayoría de los individuos, pero habrá que estar alerta ante aquellos que en algún momento de sus vida, han tenido algún episodio de alteración mental (leve) y este evento detonará dicha alteración produciendo una enfermedad mental.

Hay estudios que demuestran que una intervención psico-social rápida y adecuada pueden disminuir las reacciones adversas y los individuos pueden volver a su rutina normal.

2. Identificación de trastornos psicológicos ensituaciones de desastre natural

Una vez que la situación a consecuencia del desastre ha disminuido de intensidad, el siguiente paso es el manejo de los albergues, el cual debe realizarse de manera planificada estableciendo rutinas que permitan el control higiénico, la detección de padecimientos físicos o emocionales, la distribución de tareas de apoyo como en el caso de los servicios de alimentación y, de manera importante, las reglas de convivencia y orden que den solidez y eviten conflictos en una población altamente susceptible desde el punto de vista emocional para reaccionar con depresión o agresividad.

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El trabajo con niños y adultos a efecto de verbalizar la situación y lo vivido, la realización de actividades físicas, la presentación de información clara y precisa, los mecanismos de búsqueda de familiares en las zonas afectadas o en otros albergues y todas aquellas acciones que permitan instalar una cotidianidad especifica son de la mayor importancia.

Identificar a las víctimas directas con perdidas materiales totales o importantes, para otorgarles prioridad en la atención y canalización de ayuda, permitirán un manejo diferencial que evitara mayores daños o la cronicidad de los problemas.

El temor de perder lo poco o mucho que se haya rescatado o la ayuda recibida propiciaran actitudes de recelo, permaneciendo habitualmente las mujeres al cuidado permanente de los objetos, lo que incrementa su grado de depresión e irritabilidad.Por su parte los menores presentan estados de excitabilidad, siendo difícil su control en los horarios nocturnos y en las áreas comunes que requieren un manejo específico, como son los consultorios, cocina y áreas comunes de comedor, higiene personal y lavado de ropa.

Los adolescentes pueden deprimirse sin encontrar formas de expresión de sus angustias y temores.

Los ancianos tenderán a permanecer pasivos y en espera de instrucciones, lo que tiende a deprimirlos y a que no expresen enfermedades y problemas crónicos, ya que prefieren “no dar más problemas”. No poco frecuente que las implicaciones mágico-religiosas (decisión de Dios), de culpa, de castigo y del “debiera de…” tomen fuerza y se transmitan a otros miembros.

Los conflictos por la defensa del territorio, por recibir ayuda en primer lugar, por intentar concertar los apoyos o por conflictos menores entre los niños, pueden tomar una fuerza y repetición desproporcionada.

En esta etapa el manejo de grupos, la organización de comisiones, la programación de actividades colectivas, de carácter físico, lúdico y terapéutico, son una herramienta vital para el control de la población albergada. Igualmente es necesario identificar los grupos o casos conflictivos, sea por conductas personales o resultantes de las distintas etapas emocionales, deben detectarse y de ser necesario canalizar estos a otros albergues o a los servicios asistenciales.

También es importante explicar a la población que se encuentran en una etapa de irritabilidad para prevenir conflictos, evitar el maltrato o castigo excesivo a los menores y resolver las controversias de manera adecuada. La formación de comisiones de vigilancia es un gran apoyo ya que se toman acuerdos de grupo y no se centraliza la decisión en el personal de apoyo.

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3. Perfil y funciones de el / la promotor(a) de Salud Mental

Antes de determinar el perfil específico del promotor de salud mental, debemos partir de la premisa de que la mayoría de los promotores son voluntarios que participan con los servicios de salud en la implementación de acciones de salud en su comunidad.

El perfil ideal sería:

* Promotores que en los casos que hayan tenido experiencias previas de apoyo emocional en situaciones de desastre.

Con conocimientos en el área de promoción de la salud, así como de salud mental:

♦ Que conozcan los padecimientos mentales más comunes; depresión, ansiedad, manía, estrés, entre

otros.♦ Deberán identificar los individuos con riesgo de enfermedad mental.

♦ Deberán conocer las técnicas básicas de abordaje de los problemas mentales, así como el momento

en que habrán de canalizarlos.♦ Deberán elaborar un Diagnóstico de Salud Mental de la comunidad donde se encuentren.

Es importante capacitar a los promotores, así como a un grupo básico de instructores facilitadores para que actúen como “catalizador” y replicador de la información

Promotor

Trabajador social

Enfermero(a)

Psicólogico

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En una situación de emergencia se deberá desarrollar un proceso de capacitación de urgencia y de forma paralela desarrollar acciones de salud mental.

Capacitación comunitaria

Esta capacitación en el área, de salud mental es un proceso dinámico de formación que fortalecerá al promotor y a la colectividad.

Los fundamentos de la capacitación comunitaria son:

a) Identificación de necesidadesb) Identificación de recursos disponiblesc) Abordaje multidimensional, ya que se relaciona con áreas como: comunicación social, derechos

humanos, organización y desarrollo, entre otras.

Objetivo:

♦ Familiarización de capacitador como agente externo

♦ Determinación de las necesidades de capacitación

♦ Planificación y ejecución del proceso de capacitación

Para asegurar el sostenimiento de las acciones de salud mental es indispensable la capacitación, así como el seguimiento de la misma y de forma paralela el seguimiento de las propias acciones de salud mental que se estén realizando.

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4. Intervención en crisisOBJETIVOS:

General.Ayudar en forma inmediata a las personas afectadas a aminorar el impacto emocional causado por un desastre natural.

Específicos.

♦ Contribuir a satisfacer las necesidades básicas y de supervivencia.

♦ Reducir la tensión y la aflicción.

♦ Favorecer el desarrollo de actividades solidarias y de ayuda mutua.

♦ Favorecer la expresión de emociones y sentimientos.

♦ Proveer contacto social con familiares y amigos.

♦ Asistir a las víctimas para localizar y verificar el estado de sus seres queridos.

♦ Ayudar a las personas a encontrar respuestas y restablecer su funcionamiento después de la situación

traumática vivida.♦ Proporcionar información para que las personas puedan manejar sus reacciones emocionales.

¿QUÉ ES UNA CRISIS EMOCIONAL?

Las personas que han tenido experiencias de pérdidas de seres queridos o materiales; situaciones imprevistas como puede ser un desastre natural; separaciones o hechos de violencia, presentan un desequilibrio en su persona.

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Por ejemplo: • Sienten tristeza, quieren llorar y no pueden.• No comen o comen demasiado.• Duermen mucho o no pueden dormir.• Se sienten desorientadas, confundidas y no saben qué hacer.• Se aíslan de los demás.• Descuidan su higiene y aspecto personal.• Pueden abusar del alcohol y/o de las drogas.• Su enojo lo expresan a través de actos violentos.• Algunas hasta piensan en quitarse la vida.

Los promotores que trabajan con personas que sufren por los eventos de desastres naturales, tienen un papel muy importante para ayudarles a recobrar la seguridad en sí mismas y la esperanza en la reconstrucción de su vida personal, familiar y social.

Para ello les sugerimos:

• Aceptación de las personas tal y como son, respetando su dignidad y sus derechos.• Escuchar a la gente con atención, si es posible, hacer contacto visual y permitir que expresen sus

emociones libremente. • Permita que lloren todo lo que necesiten, en lo posible brinde un vaso con agua o un té.• Mantener una actitud objetiva y realista.• Tener control sobre sus propias emociones.• No adoptar actitudes de omnipotencia.• No ser paternalistas, ni enjuiciar, ni criticar.• No tomar actitudes de comparación.• Ser realistas, objetivos y no dar falsas expectativas.• Brindar información clara y precisa. Si no puede contestar una pregunta, decir que lo investigará.• Explicar que sus emociones son normales ante situaciones como las que están viviendo.• Fomentar actividades mediante las cuales puedan externar su enojo, de preferencia actividades físicas

(correr, brincar, participar en las tareas del albergue o de la comunidad).• Hacer que identifiquen y reconozcan sus capacidades, recursos internos y habilidades para salir

adelante por ellos mismos, por la familia y por la comunidad.• Para crear condiciones de reconstrucción, hacer el planteamiento sobre objetivos y metas a alcanzar,

definiendo el tiempo a corto y mediano plazo, en un sentido de auto responsabilidad en mantener su equilibrio emocional, familiar y social.

• Realizar actividades regulares para aliviar el estrés y fortalecer las capacidades de movilización social.

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En situaciones de desastres naturales, la gente sufre por diferentes pérdidas. Esto la lleva a estar en una situación que se llama Duelo.

¿Qué es el duelo?

El duelo es una reacción normal y pasajera, debido a la pérdida de:• Un ser querido (por muerto o separación).• Partes del cuerpo.• Patrimonio (bienes materiales, dinero, otros). • Ubicación geográfica (desplazado, repatriado, exiliado).• El trabajo.• Simbólica (como la patria).

¿Cuáles son sus manifestaciones?

La persona se observa triste, llora, le duele el cuerpo y/o la cabeza, siente que le falta energía e interés por el mundo externo; muestra apatía; no quiere comer, no puede dormir o duerme mucho. También siente mucho enojo, se culpabiliza de la situación, se aísla de los demás y niega las pérdidas que sufrió por la situación de desastre.

¿Cómo trabajar el duelo?

Es importante seguir los siguientes pasos para ayudar a las personas a entender la situación por la que atraviesan:

1. Facilitar el desahogo (llanto u otros sentimientos en grupos o individualmente.

2. Al platicar con la o las personas afectadas, escucharlas con atención, que sientan la presencia física y acompañamiento.

3. Expresarle frases que le haga sentir que se comprende y se comparte el dolor.

4. Organizar a la comunidad para las tareas de apoyo (visitas, ayuda económica, material, etc.).

5. Realizar jornadas educativas donde se pueda aclarar que el Duelo y sus manifestaciones son normales.

6. Promover redes de apoyo en la comunidad (amigos cercanos, parientes, vecinos, etc.).

7. Facilitar la incorporación de la o las personas a otras actividades que le ayude a la reconstrucción personal y comunitaria.

8. Formar grupos de Auto-ayuda para personas que han sufrido pérdidas.

9. Si con todo lo anterior, la persona no logra entender la pérdida, está en una situación que se llama Duelo Congelado, significa que no hay conciencia de la situación y su comportamiento es como si no hubiese tenido alguna pérdida. Es necesario canalizarla para su atención.

10. Ante las situaciones de desastre en donde hay que realizar otras actividades urgentes para la sobre vivencia, es posible que el duelo se trabaje y se exprese normalmente, después de haber resuelto otras prioridades.

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Otro aspecto que es necesario que conozcan los promotores que brindan apoyo psicológico, es saber que existe un tipo de Estrés Postraumático.

¿Que es un trauma?

Es un golpe emocional muy fuerte, un impacto rápido ocasionado por situaciones no frecuentes en la vida de la persona.

Ejemplos: violación sexual, desastres naturales (terremotos, huracanes, etc.) y sociales (por ejemplo, la guerra, asaltos).

Las manifestaciones de las personas después que han tenido alguna de estas situaciones, se le llaman estrés postraumático.

¿Qué hacer?

♦ Facilitar el desahogo emocional, para ello, ayudarle a que repita recuerdos del evento

traumático, que lo represente a través de un dibujo, un escrito, o como lo desee hacer.

♦ Es muy frecuente que en estos casos se presente, “la culpa del sobreviviente”, es decir,

sentirse culpable de haber sobrevivido cuando otros seres queridos, ej. familiares, amigos, compañeros que murieron. Si se presenta esta situación es necesario hablar con la persona y ayudarle a no sentirse culpable ni de la pérdida, ni de su sobre vivencia, ni de la situación de desastre.

♦ Trabajar el duelo con la persona y ayudarle a mirar otro sentido a la vida.

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5. Intervención en crisis

Cuando los niños y adolescentes sufren una situación de crisis, sea porque perdieron a un ser querido, su casa, una mascota, su salud o cualquier otra cosa importante para ellos, sufren igual que los adultos, pero a diferencia de estos, los niños tienen diferentes formas de expresar sus emociones, muchas veces no entienden qué les sucede por dentro y por lo tanto no lo pueden expresar con palabras.

Algunas de las manifestaciones que se observan en los niños y adolescentes, son:

Negación. No creer que realmente sucedió: ¡no es posible! ¡no es cierto!

Irritabilidad: Molestarse por cualquier cosa: gritar, pelear o agredir a otros.

Culparse a sí mismo: ¡Si yo hubiera hecho esto o aquello! ¡Fue por mi culpa!

Culpar a los otros: Identificar a otra u otras personas y creer y sentir que ellos son responsables de la situación, por lo tanto hay un enojo temporal contra el exterior.

Ira: Incremento de los sentimientos de enojo, con facilidad puede gritar, golpear, destruir cosas, provocar peleas, etc.

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Apatía: Abandono de las actividades cotidianas, desinterés. Evade la situación y su conducta no va de acuerdo con lo que sucede.

Tristeza: Aislamiento, llanto, expresión del dolor a través de sus palabras o sus gestos, negativismo. Puede presentar llanto, risa y enojo en periodos cortos o casi simultáneamente, duerme mucho o tiene falta sueño, exceso de actividad, come en exceso o falta de apetito.

Aceptación: En este momento es más fácil que la persona pueda hablar de lo ocurrido y de lo que siente, expresar su dolor o platicar con frecuencia y detalle el suceso traumático. Comienza a tomar nuevamente sus actividades, su plan de vida y motivaciones personales

¿Qué hacer para prevenir mayor sufrimiento y ayudar a los niños?

• Escuchar al niño una y otra vez lo que tenga que decir con atención, respeto y creyendo lo que dice, si ya te cansaste pídele a otro compañero que lo haga.

• Permitir a través del juego, (con o sin colores) el dibujo u otras expresiones creativas, que se manifiesten sus sentimientos, sus ideas y sus necesidades.

• Juegos de pelota, movimientos bruscos siempre que el estado físico del niño esté resguardado, explotar globos con el pie, gritar, golpear cojines, etc.

• Animar a los niños a organizar juegos nuevos relacionados con el desastre.

• Que construya rompecabezas con fotografías de periódicos con noticias del desastre.

• Que verbalice sus experiencias con relación al desastre.

• Expresar al niño su cariño por él, sonriéndole, dándole palmadas en los hombros, abrazándolo, demostrándole que se le protege y cuida.

• Responder en forma positiva a sus miedos, no asustar lo más, dar le atención, permitir le expresarse.

• Marchar fuertemente abriendo y cerrando los puños con fuerza.

• Que escriba o dibuje con su propia mano todo lo que se le ocurra.

• Que empapen un trapo y lo expriman con fuerza.• Que rompa una o varias hojas de periódico.• Que cante una canción lo más fuerte posible hasta que se canse.• El uso de técnicas de relajación.

EJERCICIOS SUGERIDOS PARA TRABAJAR CON LOS NIÑOS, LAS NIÑAS Y ADOLESCENTES:

El éxito de cualquier actividad con niños no tiene que ver con la cantidad de material y recursos que tengamos a la mano, sino de la creatividad, el ánimo y la confianza que tengamos en nosotros mismos.

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Círculo de Emociones

Forma un círculo con 10 niños (as) sentados en el piso y uno de ellos, A, voltea a su derecha y le dice a B: “Yo veo que estás triste o enojado o apachurrado, etc”. Mientras todos los demás niños observan y escuchan (el chiste es que identifique una o varias emociones o el estado de ánimo del compañero). Al terminar, B repite a C el ejercicio con los sentimientos o emociones que observa en él, y así sucesivamente hasta que se complete la vuelta.

Si es posible una segunda parte, cada niño le dirá a su compañero que lo que dijo fueron sus emociones, que es en realidad lo que sentía en ese momento.

El teatro

Armar pequeñas obras de teatro improvisadas en las cuales grupos de 5 niños aproximadamente eligen la temática y la representan al resto del grupo, ellos pueden externar alguna opinión. O puede inducirse que el contenido de la obra sea: alegre, chistosa, triste, de enojo, etc. Pero que el final sea un final feliz.

Al terminar se pregunta a todos los niños cómo se sintieron, qué les hizo pensar, cómo se sintieron, qué les gustó y qué no les gustó.

Tú iluminas tu vida

Tener a la mano colores, crayones, etc. color verde, rojo, amarillo, negro y azul. Cada niño le da un significado a cada color que corresponda a una emoción y se les pone a dibujar. Al terminar el dibujo, se comentará qué tanto de cada emoción hay en cada dibujo, se hace una revisión colectiva de los dibujos.

Inventemos Canciones

Organizar competencias entre equipos para que en grupos de 5 niños aproximadamente inventen un corrido o una canción con un tema, puede ser el mar, el sol, la lluvia, mi mamá, etc.

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TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN EN ADULTOS

Les sugerimos a los promotores estar alertas si observan las siguientes conductas en los adultos, ya que son algunas manifestaciones de depresión.

• Llanto fácil ( más fácil en las mujeres).• Enojo (más común entre varones).• Aislamiento.• Agresión física y verbal.• Sueño excesivo, intranquilo o insomnio.• Ansiedad: Dolores de cabeza.• Sedentarismo.• Conformismo.• Falta de higiene y aliño personal.• Abuso de alcohol. • Comer en exceso.• Se muestran demandantes.• Fumar en exceso.

¿QUÉ HACER?

• Ponerse en el lugar de la persona que se está atendiendo. (empatía)• Favorecer la dignidad y libertad para que las víctimas trabajen en sus problemas.• Fortalecer la confianza y seguridad de las personas.• Escuchar atentamente el relato de su situación sin interrupciones.• Dejar que lloren o estimular el llanto.• No presionarlos para realizar actividades y dejar la invitación abierta para cuando se sienta listo

para hacerlo.• Dejar que duerman, pero estar atentos si es muestra de apatía o en realidad requiere descanso.• Dejar que las personas se integren y participen en funciones de apoyo en el albergue.• Invitar a que realicen deporte: con material (pelota ó cuerda); sin material (correr, marchar, trotar,

caminar).• Reconocer sus debilidades pero hacer énfasis en sus fortalezas.

¿QUÉ NO HACER?

Controlar emociones:

a) no llorar con ellos.b) no reírse de ellos.c) no hacer muecas de burla o de aburrimiento.

• No tener actitudes de omnipotencia ni paternalistas ni de sobreprotección.• No victimizar ni culpabilizar.• No dar esperanzas vanas. • No ofrezca respuestas, más bien facilite la reflexión.• No permita que el enojo u hostilidad de la persona lo afecte. • No insista con preguntas más allá del punto en que la persona no desea hablar.• No tenga miedo de admitir que el afectado necesita más ayuda de la que usted le puede brindar.

Puede referirlo a profesionales especializados.• No considere superficialmente las amenazas de suicidio u homicidio.• No aliente a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer.

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EL TRABAJO DE GRUPOS

Los desastres naturales rompen la vida cotidiana de las personas, familias y comunidades y esto provoca en la gente la necesidad de encontrarse y acompañarse en las circunstancias en las que se encuentran.

En situaciones de emergencia, el trabajo en grupo permite fortalecerse a sí mismo, facilita el desahogo y, al compartir tiempo y espacio, se compartan también experiencias, necesidades, recursos, etc.

En los grupos se aprende a:

• Crear lazos de solidaridad ante la crisis, • Remover obstáculos emocionales y de conocimiento,• Reconocer los recursos que tienen y los que puedan requerir.• Desarrollar habilidades propias para organizar/reorganizar su vida cotidiana.• Recuperar el sentido de la vida y definir la forma de alcanzar sus objetivos con el propio esfuerzo y la

ayuda institucional. • Expresar emociones y buscar alternativas para afrontarlas.• Compartir el desarrollo de tareas para el logro de objetivos comunes, de organización comunitaria y

participación social.• Recuperar la esperanza (cuando se puede saber de la mejoría de otros).

La organización y coordinación de los grupos la puede realizar el promotor con previa información sobre el manejo de crisis y duelo en situaciones de desastre natural, apoyándose del personal de salud profesional.

Posteriormente, el grupo poco a poco se va reuniendo de manera autónoma para ayuda mutua, en la reconstrucción de su autoestima, de su vivienda, de sus calles, etc., desarrollando un sentido de colectividad, en el que las personas se preocupan unas por las otras y se ocupan de las tareas que les permitan salir de la crisis.

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En los grupos se dan los siguientes procesos:

• Posibilidad de exteriorizar las emociones y verbalizarlas, así como el reconocimiento de sentimientos.• Análisis objetivo de la realidad.• Desarrollan la capacidad de auto reflexión y facilitan la toma de conciencia, así como la búsqueda e

integración de soluciones.• Aprendizaje interpersonal y apertura a diferentes formas del pensamiento (aprendiendo de unos y

enseñándole a otros). Comparten necesidades y problemas, así como se generalizan experiencias.• Fomento del espíritu de solidaridad y apoyo mutuo.• Utilización del poder colectivo.• Desarrollo de actividades sociales gratificantes.

Algunas recomendaciones para el trabajo con grupos:

• Inicialmente, el trabajo debe dirigirse a los conflictos identificados en el grupo por sus integrantes y posteriormente enfatizar en los recursos que se tienen para sus proyectos de vida.

• Compartir las propias experiencias vividas en el desastre lo cual hace posible identificarse tanto con los miembros del grupo, como las etapas por las cuales han pasado.

• Superar la victimización, fortaleciendo sus capacidades, habilidades y conocimientos para reorganizar su proyecto de vida.

• Fomentar la calidez y el afecto en todos los miembros del grupo, a través del sentido de cooperación y pertenencia al grupo.

• Evitar conflictos a través de la negociación y los acuerdos colectivos, para evitar la violencia.• Fomentar el respeto a las diferencias de opinión y a la diversidad de pensamiento y creencias de

cualquier tipo.• Identificar que existen metas comunes de reconstrucción tanto interna como externa.• A través del intercambio de experiencias, contribuir a la planeación de las acciones que consideren

prioritarias y más benéficas para salir delante ante los problemas cotidianos que enfrentan, apoyándose en el grupo como un todo.

Les sugerimos llevar las sesiones de la siguiente manera:

• Habrá un coordinador o moderador, que dará la pauta para cada intervención de los miembros del grupo, y que al término de cada experiencia relatada, puede o no aportar su punto de vista de acuerdo a la visión que tiene del problema; o en su caso le cederá la palabra a otra persona del grupo.

• Los miembros del grupo expresarán sus experiencias, uno a la vez, sin ser interrumpidos y con el tiempo que sea necesario para que se desahoguen.

• Las sesiones pueden organizarse diariamente, con una duración mínima de 60 minutos.• Ubicar a las personas sentadas haciendo un círculo.• El número de participantes puede ser de 3 a 20 (en caso de 20 participantes se necesitará un

moderador auxiliar).• El grupo será en un principio abierto, para externar necesidades y emociones respecto al evento y

detectar necesidades específicas. Posteriormente se pueden formar subgrupos por edades, por género o por temas.

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6. Canalización

Criterios generales para la remisión a un psicólogo o médico psiquiatra:

Un tiempo promedio sugerido en los cuadros depresivos y ansiosos es de tres meses, aunque esto puede variar de acuerdo con otros factores adicionales.

• Intensidad del cuadro que genera gran sufrimiento.• Dificultades marcadas en la vida familiar, laboral o social.• Riesgo de complicaciones, en especial el suicidio.• Problemas coexistentes como alcoholismo u otras adicciones.• Las psicosis y el trastorno por estrés postraumático son trastornos psiquiátricos

severos que, por lo general, requieren de atención especializada.

Es importante que los promotores identifiquen los lugares institucionales que brindan ayuda psicológica profesional, para informar a las personas a dónde acudir.

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7. Cuidados para la salud mental de promotores y promotoras

De acuerdo a estudios realizados, una persona que trabaja con víctimas de desastres naturales u otras situaciones de crisis, es probable que sea afectada por el trastorno por estrés post-traumático o bien lo que se conoce el síndrome de la compasión.

Es importante que los promotores identifiquen si están presentando lo siguiente para solicitar ayuda profesional:

♦ Disociación. Es una sensación de ausencia de la realidad, sentirse aturdido, fuera de sí mismo, como

en un sueño. No recuerda aspectos importantes del trauma.

♦ Reexperimentación del acontecimiento traumático. Son recuerdos frecuentes, pesadillas, revivir el

acontecimiento.

♦ Intento de evitar estímulos asociados al traumatismo. Esfuerzos para evitar caer en pensamientos,

sentimientos, conversaciones, actividades, situaciones, lugares o personas que recuerden el acontecimiento.

♦ Disminución de la capacidad de respuesta al mundo exterior. Incapacidad de sentir emociones,

especialmente las que hacen referencia a la intimidad, ternura y sexualidad.

♦ Aislamiento. Sensación de alejamiento de los demás.

♦ Aumento de la activación. Hipervigilancia, irritabilidad o ataques de ira y dificultades para conciliar

o mantener el sueño.

♦ Ansiedad significativa, que puede acompañarse de preocupación paralizante, impotencia extrema,

obsesiones y/o compulsiones.♦ Depresión marcada. Baja autoestima, pérdida de la esperanza, de motivaciones o de propósitos en la

vida.

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Le recomendamos:

• Organización de tiempos de trabajo y dotación de recursos que faciliten las labores de campo.• Durante la emergencia, cuidarse físicamente y comer frecuentemente en pequeñas cantidades; tomar

descansos cuando note que disminuye su fuerza, coordinación o tolerancia.• Mantener, en la medida de lo posible, el contacto con familiares y amigos.• Creación de espacios para la reflexión, catarsis, integración y sistematización de la experiencia. En

cuanto sea posible y después de haber terminado totalmente el trabajo, organizar una reunión de " descarga " entre los compañeros del equipo. En dicha reunión hablar de sus sentimientos y pensamientos tal y como aparezcan (sin juzgarlos); escucharse respetuosamente brindándose apoyo mutuo.

• Reconocer el enojo de algunos compañeros/as, no como algo personal, sino como expresión de frustración, culpa o preocupación.

• Promover que se manifieste el apoyo, la solidaridad, el reconocimiento y el aprendizaje entre los promotores como grupo de apoyo psicológico.

IMPORTANTE:

Le sugerimos un repliegue a una zona de descanso acompañado de un proceso de apoyo psicológico profesional, y/o la incorporación a un programa de actividades para el manejo del estrés postraumático que vivió como promotor.

Dirección General de Promoción de la Salud. Guadalajara 46, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06700, México D.F.

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