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- Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana (Ivonne Carrillo Dewar).- ¿Supera Sartre el determinismo? (Ana Lilia Ulloa Cuéllar).- Falacia global, realidad transnacional (Benjamín García Herrera).- La planeación estratégica y su aplicación en el sector público (Francisco Meléndez Hernández y Rafael González Hernández).- Las políticas monetaria y cambiaria en México I (Esther Borja Castañeda).- Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México (Héctor J. Vargas Rubín).- Voto de los mexicanos en el extranjero (Efraín Alejandro Aburto Martínez).- Los servicios públicos municipales (Adolfo Fernández Torres).- Educación virtual (Esperanza de J. García Ayala).

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ARTÍCULOS

Ivonne Carrillo Dewar

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

Ana Lilia Ulloa Cuéllar

¿Supera Sartre el determinismo?

Benjamín García Herrera

Falacia global, realidad transnacional

Francisco Meléndez Hernández y Rafael González Hernández

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

Esther Borja Castañeda

Las políticas monetaria y cambiaria en México (I)

Héctor J. Vargas Rubín

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

Efraín Alejandro Aburto Martínez

Voto de los mexicanos en el extranjero

Adolfo Fernández Torres

Los servicios públicos municipales

Esperanza de J. García Ayala

Educación virtual

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...allí donde alza la cabeza el principio de la

libertad, se manifiesta una inquietud, una agitación

hacia el exterior, una creación del objeto, y en ello

tiene que consumir sus fuerzas el espíritu.

(HEGEL, INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA)

RESUMEN

Este ensayo es una primera aproximación al marco con-

ceptual que permita estudiar al Estado-nación en el pro-

ceso de la globalización. A partir del análisis del sistema

filosófico de Hegel, se identifican los complejos proce-

sos sociales que determinan la dialéctica entre Estado y

globalización.

ABSTRACT

This essay is a first approach to the conceptual frame that

allows the study of the State in the process of globaliza-

tion. Based on Hegel’s philosophical system, complex

social processes that determine the dialectics between

State and globalization are identified.

INTODUCCIÓN

Desde la perspectiva de las ciencias sociales, la fase

actual de desarrollo del capitalismo, a la que en forma

generalizada se la denomina globalización, o mundiali-

zación cuando se hace una referencia más específica al

proceso de trasnacionalización del capital, plantea una

gran cantidad de problemas, de objetos de estudio. Uno

de los más interesantes es el relativo a la pervivencia

del Estado-nación, o su posible superación hacia una

forma más desarrollada, el Estado supranacional. Para

aquellos que conciben a la globalización no como un

proceso complejo y lleno de contradicciones, sino como

un fenómeno unilineal, absoluto y definitivo, la segunda

posibilidad es no sólo una tendencia que se inicia, sino

un hecho incuestionable. Para ellos, la globalización

constituye el determinante de todos y cada uno de los

procesos y transformaciones que están ocurriendo a

escala planetaria, más que algo a estudiar, casi un mito.

Esta percepción está influida por el papel hegemóni-

co que Europa occidental, cuna del moderno Estado-

nación y del capitalismo, ha ejercido en el largo desa-

rrollo de éste. La ciencia, la cultura, la organización de

la sociedad y de la economía, la ideología, en fin, la cos-

movisión, son estructuras y superestructuras que han

surgido en Occidente, y llevan su impronta. Así, no es

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Estado y globalización.Apuntes para una doble

lectura hegeliana

Ivonne Carrillo Dewar*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios

Superiores Económicos y Sociales de la Universidad

Veracruzana.

Page 5: Estado Economía y Hacienda Pública 8

fortuito que al difícil y azaroso proceso de constitución

de la actual Unión Europea se le considere como la

pauta que habrá de regir para la totalidad de las

sociedades, independientemente de sus característi-

cas internas, su grado de desarrollo social o su ubi-

cación en la compleja red internacional de relaciones

políticas, tecnológicas, sociales y económicas.

Después de todo, la historia parece confirmar la tesis

de que las formas sociales surgidas en Occidente son

posibles de establecer en el resto del mundo.

Sin embargo, en Europa los procesos nacionales de

surgimiento y desarrollo del capitalismo, con su contra-

parte de diferenciación de las estructuras sociales y con

ello de la institucionalidad del mercado, por una parte, y

la del moderno Estado democrático-parlamentario, por

la otra, constituyen procesos autónomos, derivados del

desarrollo interno de sus sociedades. Tal ley de desa-

rrollo corresponde también a dos de las antiguas colo-

nias inglesas: los Estados Unidos de América y

Australia. Para los países periféricos la situación es muy

diferente. Su incorporación al capitalismo obedece a las

necesidades de las sociedades occidentales de superar

las contradicciones inherentes a su propio desarrollo. La

primera, de la cual surge el moderno mercado mundial,

tiene que ver con la imposibilidad de operación de la

Ley de Say en el contexto de una formación económico-

social cerrada. La incompatibilidad entre oferta y

demanda efectiva en el largo plazo hizo necesaria, para

el capitalismo original, su expansión, colonial primero e

imperial después.

En otras palabras, la necesidad de realizar la cre-

ciente riqueza producida en los países de capitalismo

originario, así como la de tener acceso a la fuerza de

trabajo y las materias primas baratas, creó el moderno

mercado mundial, cuya expansión incorporó a la

dinámica del capitalismo al resto de los países. Pero lo

hizo de una manera plagada de contradicciones, suje-

tando los procesos de sus economías internas a la ló-

gica del propio mercado mundial, y produciendo o

reforzando en aquéllas una profunda heterogeneidad

económica a medida que en cada país periférico se

avanzaba en el desarrollo industrial. Sin embargo, las

estructuras políticas y sociales han sido más

resistentes a la modernidad; la adopción de la institu-

cionalidad democrática de los Estados-nación de occi-

dente ha sido mucho más lenta y difícil.

La expansión del mercado mundial, la constitución

de bloques regionales de comercio, la informatización

de la sociedad y su consecuente agilización de las

comunicaciones, generan la ilusión de un mundo

homogéneo, de una aldea global. La experiencia de la

Unión Europea en la constitución de una sociedad

poliestatal más integrada, que puede ser el camino

hacia un Estado supranacional, y los elementos de

distinto tipo (políticos, económicos y fundamental-

mente financieros) que están modificando tanto las

funciones que cada Estado desempeña en los proce-

sos nacionales, como las relaciones entre los Estados,

generan la apariencia del fin del Estado nacional. Es el

objetivo de este ensayo estudiar los elementos más

sobresalientes de este proceso histórico, al que se ha

denominado globalización, y las perspectivas del

Estado en él; el proceso de búsqueda del marco con-

ceptual y el método que mejor permitan aproximarse a

la realidad social me ha conducido al estudio del sis-

tema filosófico de Hegel, el que a grandes rasgos se

presenta en el primer apartado. En el segundo aparta-

do se expone una primera aproximación a la dialéctica

entre Estado y globalización.

1. El fundamento histórico-social del sistema

hegeliano

Según se tome como base el sistema filosófico o la

teoría política hegelianas, es posible realizar dos lec-

turas radicalmente opuestas de los procesos sociales.

Si la lectura se efectúa a partir de la ciencia política, el

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

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Page 6: Estado Economía y Hacienda Pública 8

estudioso percibe las tendencias generales, los aspec-

tos dominantes del proceso, y procede a asumirlos

como lo absoluto de aquél; esta lectura tiende a

atribuir a la totalidad del proceso las características y

la lógica de los elementos más sobresalientes. En su

teoría política,

[...] acepta el orden establecido de las cosas; ve en él

la verdadera sustancia ética. No intenta prescindir de

los males, las miserias y los crímenes del mundo.

Todo esto se da por consabido. Con todo, trata de

justificar esta dura y cruel realidad. Desde el punto de

vista del pensamiento especulativo, esta realidad ya

no se ofrece como un hecho accidental o como una

deplorable necesidad. No es tan solo ‘razonable’,

sino la encarnación misma y la actualización (rea-

lización) de la razón. Pero por ‘razón’ no hay que

entender ya la ‘razón práctica’de Kant. La razón es la

que vive en el mundo histórico y lo organiza.

(Cassirer, 1993, p. 305).

Así, la teoría del Estado de Hegel, que argumentando

contra la normatividad del ‘deber ser’ en las ciencias

sociales, plantea lo incuestionable de lo existente en

cuanto tal, ha permitido históricamente justificar el

nacional-socialismo y el imperialismo, en lo que podría

ser definido como la corriente hegeliana de derecha;

mientras que aparentemente la influencia de este filó-

sofo sobre el llamado socialismo real de la antigua

Unión Soviética y en general la Europa del Este, dio

lugar a que el totalitarismo del Estado prácticamente

negara a los individuos.

Pero desde su filosofía política y particularmente

su método, Hegel también nos permite realizar un

análisis que capte las contradicciones, el movimiento y

la complejidad en los procesos sociales.

[...] lo que importa aquí no es el credo político, sino la

nueva orientación del pensamiento político que intro-

dujo su sistema [...] (en Hegel) el tiempo no puede ya

ser considerado como algo meramente accidental, es

algo esencial [...] Hegel no busca la ‘idea’en un espa-

cio supercelestial. La encuentra en la actualidad

(realidad) de la vida social del hombre y en sus luchas

políticas [...] No identificó nunca la realidad con la

existencia empírica [...] “la existencia es, en parte,

mera apariencia y sólo en parte realidad [...] he trata-

do de la realidad, entre otras cosas, en una lógica

detallada, y la he distinguido cuidadosamente no sólo

de lo fortuito, que después de todo tiene existencia,

sino además de las categorías afines de la existencia

y de otras modificaciones del ser”. (Cassirer, 1993,

pp. 307, 309-310).

De esta forma, Hegel puede ser leído de muy distintas

maneras. No es gratuito que a lo largo del siglo dieci-

nueve y buena parte del veinte una proporción consi-

derable del debate filosófico y de las ciencias sociales

se desarrollara entre los hegelianos de izquierda y los

hegelianos de derecha. Es difícil encontrar un sistema

filosófico tan completo como el de Hegel, que además

destaca por su posición epistemológica. El sistema

hegeliano detiene la tendencia moderna al subjetivis-

mo, al incorporar a la filosofía y al análisis de la

sociedad un nuevo tipo de categoría, la de la unidad

del pensamiento y el ser, de sujeto y objeto. Al reac-

cionar ante lo que llamó el ‘subjetivismo extremo’ de

Kant, trató de restituir el lugar que la objetividad tiene

por derecho propio en la filosofía, sin regresar, no

obstante, al objetivismo de Aristóteles. Parte de un

intento de compromiso entre el empirismo (que pone

el énfasis en los hechos y eventos objetivos) y el idea-

lismo (énfasis en las categorías e ideas subjetivas). En

la mayoría de sus escritos su preocupación principal

es capturar el movimiento que tiene lugar entre los dos

polos de la objetividad y la subjetividad. (Kainz, 1974,

pp. 1-2).

La posición filosófica de Hegel, la que él denomina

fenomenología, se concentra en la distinción entre

sujeto y objeto y conduce a descubrir cuáles aspectos

de la realidad se derivan del sujeto (de la percepción

subjetiva sobre la realidad), y qué aspectos son

atribuibles principalmente al objeto (o cosa-en-sí). Al

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 3-17

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Page 7: Estado Economía y Hacienda Pública 8

pensar sobre la realidad, Hegel es consciente de su

movimiento, de su cambio permanente; en concordan-

cia con esto, desarrolla el método dialéctico, cuyos

antecedentes se encuentran fundamentalmente en

Aristóteles, Heráclito, Nicolás de Cusa y Leibniz

(Block, 1983, pp. 121-127). Así, la dialéctica hegeliana

es un método cuyo primer elemento es precisamente

reconocer el carácter cambiante del mundo. El segun-

do es asumir su carácter contradictorio, y cómo el

movimiento, la transformación, es resultado de la

superación dialéctica (tercer elemento, o unión de los

contrarios) de los polos opuestos de cada proceso. Es

de esta manera como se da en Hegel el conocimiento

sobre la realidad, y cómo, de acuerdo con él, se

desenvuelve la historia. Cada nueva etapa de desa-

rrollo de la humanidad es una superación de la ante-

rior, la cual no es completamente destruida:

[...] en el proceso dialéctico de Hegel, al avanzar de

etapa en etapa en forma de superaciones, la

‘superación’ no debe interpretarse solamente en un

sentido negativo, destructivo, como liquidación. Es

también ‘superación’ en sentido de mantenimiento,

de conservación; es ésta la cara de la fidelidad al

pasado, la cara que mira hacia atrás en la cabeza de

Jano de la dialéctica hegeliana. Es la cara que se

refiere sobre todo a su síntesis, y que capacita a la

dialéctica para ser, no sólo negación, sino también

herencia de la historia. También esto forma parte de

la dialéctica del proceso: tiene por resultado no sólo

su fase recién alcanzada, sino también las que la

preceden. (Block, 1983, p. 120).

El proyecto filosófico de Hegel consistía en dos

grandes objetivos relacionados: a) el primero consistía

en demostrar las etapas necesarias mediante las

cuales la razón humana se aproxima al absoluto

(Sabine, 1987, p. 459); para él, el absoluto es una

unión completa de la objetividad y la subjetividad; en la

Fenomenología, el conocimiento absoluto es la unión

final de la conciencia y la autoconciencia; en la Lógica,

la idea absoluta es la completa unidad del ser con el

pensamiento (o espíritu, que en Hegel significan la

unión de la conciencia y la naturaleza); y en la

Filosofía del derecho la voluntad absoluta es la unión

plena del poder subjetivo de la elección libre con el

contenido objetivo de la libertad (Kainz, 1974, p. 10).

b) Por un proceso inverso, el segundo se proponía

demostrar el orden de desarrollo en que la razón abso-

luta se despliega en las ideas y las instituciones de la

civilización. (Sabine, 1987, p. 460).

El sistema filosófico de Hegel parte de una con-

cepción del individuo completamente distinta de la que

sostienen los pensadores clásicos del liberalismo,

para los que aquél es un ente abstracto, asocial, y

cuya racionalidad es fundamentalmente utilitarista.

Hegel concibe al individuo como un ser eminente-

mente social y, por lo tanto, histórico. En el sistema

hegeliano no hay lugar para el homo economicus sino

para un ser humano social e históricamente determi-

nado. El objetivo central de su Filosofía del derecho es

mostrar la relación entre la libertad subjetiva del indi-

viduo y la objetividad de las estructuras políticas,

económicas y legales de la sociedad. “La verdadera

vida de la Idea [...] comienza con la historia. En la

filosofía de Hegel, la fórmula de Spinoza, Deus sive

natura se convirtió en la fórmula Deus sive historia.

Pero esta apoteosis no se aplica a los sucesos históri-

cos particulares. Se aplica al proceso histórico consi-

derado como un todo.” (Cassirer, 1993, p. 310).

En este contexto, el individuo va determinándose

en función de sus relaciones con su medio social y

político, a su realidad histórica concreta. En el proceso

de autodeterminación, el individuo está inmerso en

conflictos y contradicciones cuya solución va confor-

mando la posibilidad de la libertad, la cual depende

fuertemente de la comprensión de la interdependencia

entre la conformación de la voluntad y la realidad obje-

tiva en que el individuo se desarrolla. Ésta se lleva a

cabo, de acuerdo con Hegel, en la ‘vida ética’, que se

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

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Page 8: Estado Economía y Hacienda Pública 8

desenvuelve en tres fases distintas: a) la familia, pro-

totipo nuclear de la sumisión mutua voluntaria: b) la

‘sociedad civil’, que es la esfera socioeconómica en la

que hay conflicto y armonía paradójicas entre la vo-

luntad individual y la voluntad social; y, c) el Estado, el

que lleva a una oposición constructiva final entre los

distintos participantes de la existencia ética.

(Hegel,1998, Sección Tercera).

Es en el Estado en el que el ‘bien objetivo’ cesa de

ser una abstracción, o un ideal utópico, capaz de rea-

lización sólo en el futuro; en el Estado el bien objetivo

se presenta en su completa concreción, como el

núcleo racional de la personas e instituciones que

existen en el presente y de las costumbres y leyes que

rigen a esas personas e instituciones. Cuando se

alcanza esta fase final, la unión de lo particular y lo uni-

versal que caracteriza la voluntad absoluta, ya no es

más solamente un ‘en-sí’, como en el derecho abstrac-

to, donde es primordial la relación directa de las per-

sonas con la propiedad; ni es meramente ‘para-sí’,

como es en la etapa extremadamente subjetiva de la

moralidad, sino que es ‘en-y-para-sí’, es decir, inmedi-

ata y al mismo tiempo mediada por el pensamiento,

objetiva y al mismo tiempo imbuida en la subjetividad,

fluida e indeterminada y al mismo tiempo determinada

y controlada por la subjetividad, pasivamente determi-

nada y al mismo tiempo activamente determinante,

compuesta de agentes conscientes autodetermi-

nantes. (Kainz, 1974, pp. 25-26)

La concepción del estado deriva de la historia. Para

Hegel, el estado no es tan sólo una parte, una

provincia especial de la vida política, sino su esen-

cia, su vida misma. Es el alfa y la omega. Hegel

niega que podamos hablar de vida histórica fuera o

aparte del estado [...] Si la realidad hay que definir-

la en términos de historia, más bien que en términos

de naturaleza, y si el estado es el requisito previo de

la historia, de ello se infiere que debemos conside-

rar al estado como la realidad suprema y más per-

fecta [...] ‘el estado [...] es el mismo espíritu absolu-

to y verdadero, que no reconoce ninguna regla

abstracta de lo bueno y lo malo [...]’. (Cassirer, 1992,

pp. 311 y 313).

En Hegel, el Estado es la realidad concreta de la idea

de la libertad. Es la libertad subjetiva que se ha trans-

formado a sí misma en completamente objetiva a

través de las leyes y las costumbres (objetivación

inmediata) y mediante la acción de los individuos

(objetivación mediada). En otras palabras, el Estado

es la materia prima y el producto terminado de las vo-

luntades particulares. El Estado es la emergencia de

una voluntad universal entre los hombres. No se trata

en Hegel de la voluntad común que está contemplada

en las teorías contractualistas sustentadas en la

teoría del derecho natural. El hecho de que la univer -

salidad está unida explícitamente con la particularidad

se manifiesta en la medida en que el organismo uni-

versal del Estado es construido sobre el doble funda-

mento de la familia y la sociedad civil. También se

manifiesta en la medida en que los estados modernos

asumen el deber de promover los derechos de los indi-

viduos. Por otra parte, el hecho de que en el Estado la

particularidad está explícitamente unida con la univer -

salidad se manifiesta en la medida en que los intere-

ses individuales están subordinados a los intereses de

la familia y a los de las distintas instituciones de la

sociedad civil. En correspondencia con su método,

para Hegel la idea del Estado se desarrolla en tres

momentos: a) el de la constitución, en la que el Estado

adquiere un carácter individual; b) el de la existencia

particular del Estado frente a otros estados; y c) el de

la historia universal, que se eleva sobre los Estados

particulares, este es el momento del desarrollo de

éstos y el de su interacción. (Kainz, 1974, pp. 44-46).

Si bien el Estado para Hegel constituye la síntesis

de la sociedad, la interacción entre aquél y las

restantes estructuras de ésta queda definida por la

dialéctica: “Desde un punto de vista, el estado es una

necesidad externa (impuesta sobre la familia y la

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sociedad civil). Por otra parte, es el telos inmanente de

ellas.” (Hegel, 1998, §261). De acuerdo con Marx en

su introducción a la Filosofía del derecho de Hegel, el

Estado toma la forma de una necesidad externa por la

dependencia de la familia y de la sociedad civil res-

pecto a la constitución, leyes e instituciones del Estado

particular en que existen. En tanto que el Estado es el

fin inmanente de la familia y de la sociedad civil porque

los deberes del individuo hacia el Estado se unen con

los derechos contra aquél; así, el deber de respetar la

propiedad se funde con su derecho a la propiedad,

cuando se considera la relación de derechos y

deberes en el contexto de la Idea del Estado. (Hegel,

1998, Introducción de K. Marx).

Esta concepción del Estado está influida por la

comprensible preocupación de Hegel respecto a los

problemas de integración de la sociedad alemana de

su momento, y por los de la constitución del propio

moderno Estado-nación germano. En otras palabras,

la teoría política de Hegel no hace sino constatar que

era un hombre de su tiempo. El Estado no sintetiza

armónicamente a las restantes estructuras de la

sociedad. En él la homogeneización y la diferenciación

integrada son sólo tendencias generales que se

desenvuelven en forma contradictoria y con desfases:

[...] la sociedad nacional, frecuentemente simbolizada

en su estado-nación, es histórica, se forma y se desa-

rrolla como un proceso social [...] la sociedad nacional

simboliza un estado nación, con su historia y cultura,

economía y política, moneda y mercado, lengua y

dialectos, religión y sectas, himno y bandera, santos y

héroes, monumentos y ruinas, desde todos los puntos

de vista esa sociedad se revela como un intrincado

proceso social. Proceso en constante devenir, dirigido

y errático, integrador y fragmentario [...] Desde el prin-

cipio, toda nación está siempre atravesada por las ten-

siones y contradicciones que conducen tanto a la inte-

gración como a la desintegración. Esas polarizaciones

extremas, naturalmente influidas por otras soluciones

también básicas, son alimentadas por diversidades y

desigualdades que abarca grupos sociales, clases

sociales, élites, masas, movimientos sociales, partidos

políticos, corrientes de opinión pública; todo esto siem-

pre involucrando relaciones exteriores, bilaterales y

multilaterales. (Ianni, 1999, pp. 70-72).

Pero esa absolutización del Estado que hace Hegel es

sólo un accidente en el conjunto de su sistema filosófi-

co. Éste nos permite leer la historia y en general los pro-

cesos sociales de una forma dinámica, precisamente

como un proceso, y no de forma mecanicista. En Hegel

la voluntad absoluta no está relacionada meramente

con el acto de negación y retirada, como un medio de

afirmar la individualidad personal, ni sólo con el proceso

de toma de decisiones, sino que se determina al man-

tener una relación constante entre lo individual y lo par-

t i c u l a r. La universalidad a la que el individuo está rela-

cionado pasa a través de tres etapas sucesivas:

primero, es el derecho a la propiedad, mediante el cual

las personalidades se expresan gradualmente a sí mis-

mas y definen mutuamente sus límites; entonces toma

la forma de un ideal abstracto, la ley moral, como la

norma objetiva por la que los hombres se esfuerzan

para regular sus acciones. Finalmente, la universalidad

viene a implicar las relaciones sociales concretas.

Todas estas distintas relaciones con la universalidad

son relaciones recíprocas: el individuo es cambiado y

dimensionado por ellas, y ellas a su vez son condi-

cionadas y, de hecho, creadas por los individuos.

(Kainz, 1974, pp. 15-16). En síntesis, la dialéctica

hegeliana nos provee de un método para el estudio de

los procesos sociales en su devenir histórico.

Antes de Hegel no sólo se ha contrapuesto por lo

general, de un modo rígido, historia y verdad objetiva,

sino que también se ha visto comúnmente en la his-

toria un progreso paulatino, de ascenso rectilíneo. La

unidad dialéctica de espíritu objetivo y espíritu abso-

luto, que contiene al mismo tiempo una separación

dialéctica y una contraposición, da a Hegel la posibi-

lidad de exponer dialécticamente irregularidades en

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

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Page 10: Estado Economía y Hacienda Pública 8

el desarrollo histórico, progresos, por ejemplo, que

contienen momentos regresivos, o involuciones que

en determinados respectos han dado la base de pos-

teriores progresos [...] la dialéctica hegeliana es la pri-

mera forma plena de elaboración filosófica de la his-

toria en que tales contradicciones del desarrollo no se

registran sólo como hechos, sino que se conceptúan

además histórico-filosóficamente y se insertan en el

método histórico de exposición del proceso de desa-

rrollo [...] (Lukacs, 1985, p. 495).

La teoría del Estado de Hegel a lo largo del siglo XX

permitió a los apologistas justificar, por una parte, la

cruda realidad del imperialismo y en su momento al

nacional-socialismo; por la otra, sirvió de paradigma al

Estado absoluto constituido por la desaparecida Unión

Soviética. Desde las postrimerías de ese siglo y este

difícil inicio del actual, habría de jugar el mismo papel

en la explicación de la unipolaridad de la estructura

político-militar mundial, articulada en torno a la supe-

rioridad de aquel carácter y económica de los Estados

Unidos. Por otra parte, el olvido de la dialéctica

hegeliana ha conducido a que desde las ciencias

sociales la globalización sea conceptualizada de una

manera lineal y se la haya convertido, por su absoluti-

zación, en un mito. El objetivo del siguiente apartado

es analizar al Estado nacional y al proceso de globa-

lización desde el método dialéctico y las categorías

hegelianas fundamentales para la comprensión de la

actual fase de desarrollo del capitalismo.

2. Dialéctica entre el estado-nación y el proceso

de globalización

En la tercera parte de la Filosofía del derecho, Hegel

da la clave para entender que el origen del moderno

mercado mundial, de su actual dinámica expansiva,

así como del proceso de transnacionalización del capi-

tal que caracterizan a la globalización, se encuentra en

las contradicciones de la estructura económica de las

sociedades de capitalismo originario. En distintos pá-

rrafos, explica cómo el propio desarrollo del sistema

rompe la previa vinculación directa entre productor

directo y medios de producción y concentra en pocas

manos la propiedad de aquéllos, dejando a una pro-

porción siempre creciente de la población sólo con su

capacidad de trabajo para satisfacer sus necesidades.

Asimismo, plantea cómo el sistema de necesidades se

va haciendo más grande y complejo, ampliándose y

profundizándose, al mismo tiempo, la división social

del trabajo. En el párrafo 243 describe la tendencia a

la concentración de la riqueza, inherente al sistema

capitalista... “Con la generalización de las vincula-

ciones de los hombres, mediante sus necesidades y

los modos de preparar y procurar los medios para

esas necesidades, se acrecienta, por una parte, la

acumulación de las riquezas [...] así como, por otra

parte, se acrecienta la división y limitación del trabajo

particular y, por lo tanto, la dependencia y la necesidad

de la clase ligada a ese trabajo, agregándose la insu-

ficiencia de la capacidad y del goce de los demás

bienes, especialmente de las ventajas espirituales de

la Sociedad Civil.” (Hegel, 1998, p. 203).

En el párrafo 245, además de reafirmar el hecho

de que la acumulación de la riqueza y crecimiento de

la pobreza son inherentes al capitalismo, expresa la

imposibilidad de la Ley de Say. Hegel comprende que

en la lógica de este sistema, en el largo plazo aumen-

ta la insuficiencia de la demanda efectiva respecto al

incremento potenciado de la oferta:

§245. Si a las clases adineradas les fuese impuesto

el tributo directo, o si en propiedad pública [...] existie-

ran los medios inmediatos para mantener a las

masas que caen en la miseria [...] la subsistencia de

los indigentes estaría asegurada sin ser proveída por

el trabajo, situación que estaría en contra del princi-

pio de la Sociedad Civil y de la conciencia de sus

miembros, de su autonomía y dignidad; o si aquella

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 3-17

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Page 11: Estado Economía y Hacienda Pública 8

subsistencia fuese solucionada por el trabajo [...]

se acrecentaría la cantidad de los productos, en

cuya superabundancia y en la falta de suficientes

consumidores, productores ellos mismos, reside,

por cierto, el mal que se acrecienta sencillamente

por esas dos maneras. Aquí se plantea el problema

de que la sociedad civil no es suficientemente rica,

en medio del exceso de la riqueza; esto es, que no

posee en la propia riqueza lo suficiente como para

evitar el exceso de miseria [...] (Hegel, 1998, pp.

2 0 3 - 2 0 4 ) .

En el párrafo 246 expone cómo para superar esta con-

tradicción la sociedad nacional trasciende sus propias

fronteras en busca de mercados para su oferta exce-

dente. “Por medio de su dialéctica la sociedad civil,

sobre todo esta determinada sociedad, es empujada

más allá de sí para buscar fuera, en otros pueblos

–que están atrasados respecto a los medios que ella

posee con exceso, o con respecto a la industria– a los

consumidores y, por lo tanto, los medios necesarios de

su subsistencia.” (Hegel, 1998, p. 204). En otras pa-

labras, la dinámica de expansión de la producción que

resulta de la lógica industrial, ejerce una tensión sobre

los países de capitalismo originario que los impele a

expandir el modo de producción sobre el resto de los

países; primero subordinándolos a su lógica de una

manera formal, a través de mercado, y muy gradual-

mente subsumiéndolos de manera real a medida que

el modo de producción penetra, aunque de forma

heterogénea, en la estructura productiva. La fase de

subordinación formal corresponde al colonialismo, y la

de subsunción real a las distintas etapas del proceso

de transnacionalización del capital.

La otra síntesis en que las contradicciones de la

sociedad civil se resuelven es el Estado. Pero en

Hegel la esencia del Estado moderno, además de la

constitución, es la soberanía: “La individualidad, como

exclusivo ser por sí, se presenta como relación con los

demás estados, de los cuales cada uno es autónomo

frente a los otros. Porque el ser por sí del Espíritu real

tiene su existencia en esta autonomía, ella constituye

la primera libertad y suprema dignidad de un pueblo.”

(Hegel, 1998, §322, p. 267). Pero el colonialismo negó

por principio la soberanía de las sociedades que se

encontraban bajo su dominio. La independencia políti-

ca de las antiguas sociedades coloniales fue apenas el

inicio de sus lentos y difíciles caminos para la cons-

titución de sus respectivos estados-nación. Ya consti-

tuidos en tales, la soberanía en ellos ha operado inter-

namente; respecto al contexto internacional, han fun-

cionado a partir de lo que puede definirse como una

autonomía relativa. A medida que el proceso de glo-

balización se consolida, se reducen los márgenes de

autonomía relativa. Por otra parte, el capitalismo es un

sistema que por principio tiende a imponer, aunque

formalmente, sus instituciones

Sí, el capitalismo se presenta como un modo de pro-

ducción y un proceso civilizador. Además de desa-

rrollar y mundializar sus fuerzas productivas y sus

relaciones de producción, desarrolla y mundializa

instituciones, patrones y valores socioculturales, for-

mas de actuar, sentir, pensar e imaginar [...] Los prin-

cipios de libertad, igualdad y propiedad, articulados

jurídica y políticamente en el contrato, poco a poco se

imponen y generalizan en ambientes sociales en los

que prevalecen tribalismos, tradicionalismos, patriar-

calismos y patrimonialismos. Poco a poco, la comu-

nidad es recubierta por la sociedad, la sociabilidad

basada en las prestaciones personales, o en la pro-

ducción de valores de uso, es recubierta o sustituida

por la sociabilidad basada en el contrato, en la pro-

ducción de valores de cambio. Simultáneamente, se

da la secularización de la cultura y del compor-

tamiento, la individuación, la emergencia del indivi-

dualismo posesivo y, en algunos casos, de la ciu-

dadanía. (Ianni, 1999, p. 159).

La fase actual de desarrollo del capitalismo, o globa-

lización, constituye la superación de la fase anterior en

la que la lógica del sistema estaba determinada por la

gran industria (siendo la automotriz una de las ramas

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

10

Page 12: Estado Economía y Hacienda Pública 8

“punta”) y en la que los Estados nacionales desem-

peñaban un papel central en la generación de las

condiciones generales de la producción, en la estabili-

dad en las relaciones entre el capital y el trabajo y en

el acceso al mercado mundial. En el nivel económico,

la globalización es resultado de los cambios en la

fuerza productiva del trabajo que están asociados con

la automatización de los procesos productivos, por una

parte, y de la casi absoluta autonomización del capital

financiero respecto de la economía real. Ambos proce-

sos han derivado en una nueva etapa expansiva del

mercado mundial.

La lectura más difundida de la globalización, con

fuertes resonancias de la teoría política hegeliana, es la

que no la percibe como un proceso, sino como algo uni-

lineal, absoluto y completamente definido. Como una

nueva etapa de la sociedad en la que quedaron des-

truidas todas las instituciones de las anteriores. En otras

palabras, esta lectura convierte a la globalización en un

mito. Para Ferrer, esta es una visión fundamentalista

[...] es decir, la imagen de un mundo sin fronteras,

gobernado por fuerzas fuera del control de los esta-

dos y de los actores sociales. Nunca antes en la his-

toria habrían tenido lugar procesos de carácter pla-

netario de tal intensidad y amplitud como los

actuales. La visión fundamentalista de la globa-

lización formula las proposiciones siguientes: La

mayor parte de las transacciones tiene actualmente

lugar en el mercado mundial y no en los mercados

nacionales. (Y) Las principales decisiones de inver-

sión, cambio técnico y asignación de recursos son

tomadas, hoy en día, por agentes que operan a

escala global, a saber, los mercados financieros y

las corporaciones transnacionales [...] El orden

mundial sería hoy predominantemente un sistema

de relaciones entre agentes económicos en el cual

han perdido importancia los vínculos entre los esta-

dos nacionales. (Ferrer, 1999, p.18).

Si es posible sostener algo con certeza acerca de la

globalización, es que se trata de un proceso complejo

y lleno de contradicciones, de tendencias y contraten-

dencias. Es evidente que la revolución informática ha

agilizado las comunicaciones y ha contribuido a

generar la idea de que el mundo es una aldea global.

Se observa una continua y dinámica revolución tec-

nológica, que ha permitido la flexibilización de los pro-

cesos de trabajo, acelerando el proceso de transna-

cionalización del capital y la conformación de una

nueva división internacional del trabajo. Sin embargo,

la revolución tecnológica se da básicamente en las

nuevas ramas denominadas de alta tecnología. En

cada país, y más marcadamente en los de capitalismo

tardío o periférico, la estructura productiva se carac-

teriza por la heterogeneidad, es decir, la coexistencia

de los más distintos grados de desarrollo tecnológico

y de tipos y tamaños de unidades de producción, inclu-

so al interior de cada rama; incluso en plena era de

la automatización de los procesos de trabajo, pervive la

producción artesanal. Por otra parte, el hecho más evi-

dente de la globalización es el acelerado crecimiento

del mercado mundial.

Desde 1945 hasta la actualidad, el comercio ha cre-

cido más rápidamente que la producción. Con fuertes

oscilaciones en todo el periodo, en promedio, entre

1945 y 1996, el producto mundial aumentó a la tasa

anual del 4% y el comercio internacional al 6%.

Consecuentemente, en la segunda mitad del siglo

XX, el peso relativo de las exportaciones respecto del

producto mundial aumentó de menos del 10% al

20%. Este incremento ocurrió prácticamente en todos

los países. Entre 1950 y principios de la década de

1990, en los Estados Unidos aumentó del 3.6% a

más del 7%, en Alemania del 8.5% al 24% y en Japón

del 4.75 a más del 9%. En el conjunto de países en

desarrollo, en el mismo periodo, la relación pasó del

16.5% al 20%. (Ferrer, 1997, pp. 14-15).

A pesar de ese acelerado crecimiento del mercado

mundial, que constituye el elemento central del para-

digma de la globalización, la producción de cada país

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 3-17

11

Page 13: Estado Economía y Hacienda Pública 8

tiene por destino final fundamentalmente el mercado

interno. A este respecto “no más de 20% de la produc-

ción mundial de bienes y servicios traspone las fron-

teras nacionales. En algunos rubros la proporción es

mayor. De todos modos, en promedio, alrededor de

80% de la producción mundial se vende en los merca-

dos internos de los países. Alrededor de 9 de cada 10

trabajadores en el mundo trabajan para sus coterrá-

neos.” (Ferrer, 1999, p. 19).

Uno de los elementos determinantes de la actual

fase de desarrollo del capitalismo es la ya práctica-

mente absoluta autonomización de capital financiero

respecto a la economía real. El mercado global de

dinero ha adquirido características y tendencias propias

y configura, al determinarlos, los procesos productivos

mismos. De constituir la unidad de equivalente general,

valor de cambio y atesoramiento, el dinero se indepen-

diza y forma su propio mercado, con un componente

real, en tanto que continúa cumpliendo sus funciones

tradicionales, y un fuerte componente virtual, toda vez

que vía la red de telecomunicaciones se moviliza una

gran cantidad de transacciones no reales, pero capaces

de desestabilizar la economía mundial.

Cuando en el discurso globalizador se habla del

mercado mundial, parece que se hace referencia a un

todo homogéneo, en que la participación de los distintos

países se da con una equidad relativa al tamaño de las

economías. Sin embargo, lo que el término mercado

mundial oculta es, por una parte, un conjunto diverso de

mercados especializados y un sistema de relaciones

caracterizadas por la desigualdad. En la práctica, el

mercado mundial constituye un ámbito de extracción de

valor desde los países periféricos hacia los de indus-

trialización temprana. Y no sólo de extracción de valor,

en su búsqueda de mercados para sus excedentes de

producción y de acceso a las materias primas y mano

de obra baratas, los países centrales históricamente

han dominado al resto del mundo, trastocando estruc-

turas productivas, modos de vida y culturas. El proceso

de globalización se ha traducido en un incremento de la

concentración de la riqueza en el nivel mundial.

Actualmente, entre Estados Unidos, Europa Occidental

y Japón generan alrededor de tres cuartas partes del

valor mundial de la producción. Por otra parte, el peso

de los consorcios internacionales va en aumento.

Las inversiones privadas directas aumentaron rápida-

mente en las últimas décadas. En la actualidad ope-

ran en la economía mundial 39 mil corporaciones

transnacionales que cuentan con 270 mil filiales dis-

tribuidas prácticamente en todo el planeta. El stock

de las inversiones en estas filiales alcanza a casi 3

billones de dólares que generan un producto superior

a los 2 billones de dólares anuales. En las 100 ma-

yores corporaciones del mundo sus operaciones

transnacionales representan alrededor del 50% del

total de sus actividades. La presencia de las corpora-

ciones transnacionales está fuertemente concentrada

en el sector manufacturero particularmente en las

ramas de mayor densidad tecnológica. Las corpora-

ciones y sus filiales forman redes de producción inter-

nacionales dentro de las cuales la agregación de

valor se realiza en diversas localizaciones. Los cos-

tos relativos de la mano de obra, la oferta de recursos

naturales, el acceso a los mercados y otros factores

inducen a organizar la producción a escala mundial...

(Ferrer, 1997, pp. 15-16).

La creciente inversión extranjera directa (IED) por

parte de las empresas transnacionales ha influido

sobre los patrones del comercio internacional, si bien

de formas no siempre sencillas y que resultan gene-

ralmente de una serie de interacciones complejas que

pueden variar con el tiempo. Por ejemplo, la IED

puede ser un sustituto de exportaciones de empresas

matrices que deciden establecer filiales para cubrir la

demanda local o enfrentar políticas comerciales

restrictivas de los países huéspedes. Al menos para

las compañías transnacionales cuyas matrices se ubi-

can en Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, es

general el hecho de que son responsables de una

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

12

Page 14: Estado Economía y Hacienda Pública 8

amplia proporción del comercio exterior de sus respec-

tivos países, aunque con patrones diferentes de país a

país. La participación de las empresas transnacionales

estadounidenses representó cerca de 60% de las

exportaciones y 40% de las importaciones de ese país

en 1992. En Japón la proporción relativa a las exporta-

ciones fue de 76% en 1982 y de 78% en 1992 en tanto

que durante el periodo la correspondiente a las

importaciones pasó de 19 a 23%. Por otra parte,

mientras las exportaciones intrafirmas representan, en

general, la cuarta parte del total de ventas externas de

cada país de origen, la proporción correspondiente a

las importaciones resulta marcadamente más

pequeña (OECD, pp. 23-24).

Incluso al interior del bloque de países de indus-

trialización originaria existen diferencias en cuanto a

estructura económica y dinamismo del crecimiento, y

no escapan a las tendencias marcadas por el proceso

de concentración del capital mundial. En términos de

solidez del avance tecnológico y de la estructura pro-

ductiva, la misma Unión Europea no es homogénea.

No es lo mismo hablar de Alemania que de Francia o

Inglaterra, para no mencionar a los países donde los

procesos de industrialización han sido más lentos y

discontinuos. La globalización está marcada por pro-

fundas desigualdades entre los distintos tipos de países.

Al mismo tiempo, al interior de cada país se observan

áreas de concentración de la producción y áreas que

están prácticamente marginadas del desarrollo.

Esta concentración de la riqueza a escala mundial

produce distintos grados de desarrollo social de una

región a otra al interior de cada país, y de un país a

otro dentro de cada bloque. Así, las condiciones de

vida pueden variar mucho incluso entre los propios

países altamente industrializados; mientras para 1995

el producto interno bruto per capita anual de Japón

ascendía prácticamente a cuarenta mil dólares esta-

dounidenses, en Italia tal indicador fue casi de la mitad

de aquella cifra y el de España poco superior a los

trece mil dólares. Corea del Sur, Argentina y Arabia

Saudita estarían entre los países con un nivel medio

de crecimiento, con productos per capita entre cinco

mil y mil dólares, pero con fuertes desigualdades inter-

nas en términos de desarrollo social. México posee un

producto per capita de alrededor de tres mil dólares

anuales, es decir, prácticamente de 8% del japonés;

aquí, el 10% de la población con ingresos más altos

concentra prácticamente 40% de la riqueza del país

(OECD, 1996).

Son distintas las consecuencias de las nuevas

tendencias del cambio tecnológico y de su velocidad

de incorporación a los procesos productivos y consti-

tuyen otras tantas contradicciones de la globalización.

Los procesos concretos de producción tienden cada

vez más a incorporar capital y a desplazar fuerza de

trabajo; los resultados de tal desplazamiento sobre las

condiciones de vida de los crecientes contingentes de

desempleados varían según las características que en

cada país asuma la política de seguridad social. La

paradoja de esta etapa del desarrollo del capitalismo,

relativa al acelerado desplazamiento de la fuerza de

trabajo por el capital, consiste en que el mismo sis-

tema genera la trampa para su desarrollo y, en muchas

formas, para las perspectivas de la sociedad. Puede

llegar el punto de una insuficiencia global de la deman-

da efectiva, respecto al primer aspecto; y esa circuns-

tancia es impuesta por la propia lógica de desarrollo

de las fuerzas productivas, así como por las condi-

ciones derivadas de las reglas mundiales de la com-

petencia. Por lo que respecta a la autonomización del

capital financiero,

[...] desde fines de la Segunda Guerra Mundial, las

operaciones financieras internacionales han creci-

do de tres a cuatro veces más rápido que las inver-

siones en activos reales y la producción mundiales.

El incremento ha sido particularmente intenso a

partir de la década de 1960 [...] Las corrientes

financieras consisten principalmente en opera-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 3-17

13

Page 15: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ciones de capitales de corto plazo desvinculadas

de la actividad real de producción, comercio e

inversión. La variedad de instrumentos financieros

se ha sofisticado y multiplicado de manera vertigi-

nosa [...] Se estima que el 95% de las operaciones

de los mercados cambiarios, que asciende diaria-

mente a alrededor de 1.3 billones de dólares, con-

siste en movimientos de fondos que arbitran tasas

de interés, tipos de cambio y expectativas de los

mercados bursátiles. La masa de los recursos de

que disponen las plazas financieras excede varias

veces el valor de las reservas internacionales de

las autoridades monetarias de los países [...] Los

mercados financieros son los protagonistas deci-

sivos del proceso de globalización [...] (Ferrer,

1997, pp. 16-18)

Todos estos cambios en la economía configuran un

nuevo sistema de relaciones sociales y políticas. El

predominio de los organismos financieros interna-

cionales en el establecimiento de un marco regulatorio

de los préstamos internacionales, el peso creciente de

las corporaciones transnacionales en las economías

internas, la autonomía y creciente volatilidad del mer-

cado financiero global, son sólo algunos de los aspec-

tos que ejercen tensión sobre el Estado-nación, tal

como se conformó con la modernidad. Por una parte,

se anuncia una tendencia a la constitución del Estado

supranacional, cuyo ejemplo paradigmático lo consti-

tuye la Unión Europea. Por la otra, se observa una

considerable reducción de los márgenes de autonomía

relativa de los Estados, lo que resulta más evidente en

los periféricos. Esta circunstancia ha llevado a distin-

tos autores a sostener que en esta fase de desarrollo

del sistema, el Estado tiende a desaparecer:

Simultáneamente a la continuidad y reiteración de la

idea de nación, los procesos sociales, económicos

políticos y culturales presentes en el mundo pro-

mueven la globalización. Las estructuras con base

nacional, así como las formas de pensamiento radi-

cadas en esa base, son continua y progresivamente

sacudidas, debilitadas o recreadas con otros significa-

dos. Sucede que el Estado-nación paulatinamente se

va volviendo anacrónico debido a la dinámica y a la

fuerza de las relaciones, procesos y estructuras que

se desarrollan en escala mundial. (Ianni, 1999, p. 73).

Sin embargo, concluir de ahí el fin del Estado-nación

resulta por lo menos apresurado, toda vez que

pese a la creciente internacionalización del capital, la

sociedad política sigue siendo –sobre todo en tiempos

de crisis– el conglomerado de dominio más importante

del sistema –precisamente por su poder militar y políti-

co– y, por ende, el centro de la lucha por el poder entre

las diferentes clases sociales y [...] Las formas de

lucha siguen siendo predominantemente nacionales...

(Dieterich, en Chomsky-Dieterich, 1996, p. 63).

Hay otra esfera de la sociedad en esta fase de

desarrollo del capitalismo en que Hegel resulta profun-

damente esclarecedor. Y esta es la del individuo y sus

posibilidades de auto-realización. De acuerdo con

Hegel, la diferenciación de las estructuras sociales que

ocurre en forma simultánea al desarrollo y consolidación

del capitalismo, hace surgir a un individuo que no está

determinado completamente por su realidad objetiva y

la cosmovisión sacra. Con la modernidad, habría de

surgir la conciencia del ‘yo’, el individuo para sí, que se

determina a sí mismo frente a su realidad social. Pero la

relación de los individuos con su realidad objetiva es

dialéctica, y en el capitalismo genera enajenación

[...] se impone cada vez más resueltamente en el

pensamiento de Hegel la idea de que en la práctica

social de los hombres se supera necesariamente la

inmediatez originaria, lo natural, que queda sustitui-

do en este proceso por un sistema de formaciones

creadas por la práctica humana en su trabajo y en

sus rendimientos; por el trabajo, que no sólo pro-

duce esos objetos sociales, sino que también trans-

forma al sujeto humano suprimiendo en él y

superando la inmediatez originaria y alienando al

sujeto de sí mismo [...] es posible distinguir en el

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

14

Page 16: Estado Economía y Hacienda Pública 8

concepto hegeliano de alienación, tres niveles; en

primer lugar, la complicada relación sujeto-objeto

enlazada con todo trabajo, con toda actividad

económica y social del hombre. Aquí surge el pro-

blema de la objetividad de la sociedad, su desarro-

llo, las leyes del mismo, manteniéndose siempre la

idea de que los hombres hacen ellos mismos su

historia. La historia se concibe, pues, como un

desarrollo dialéctico, complicado, rico en interac-

ciones y contradicciones, protagonizado por la

especie humana a través de la práctica de los indi-

viduos humanos socializados [...] En segundo

l u g a r, se trata de la forma específicamente capita-

lista de la alienación [...] (Lukacs, 1985, pp. 517-

5 1 9 ) .

Para Hegel, los factores centrales de la modernidad,

desde el punto de vista socio-político, son la individuali-

dad moderna y la esfera objetiva de la sociedad y las

relaciones sociales en que esa individualidad actúa, que

son al mismo tiempo creadas por ella. Con el desarrollo

del capitalismo, por una parte surge una subjetividad

que se emancipa de la explicación y justificación sacra

de su existencia, se define y determina a sí misma; que

al mismo tiempo que determina su contexto objetivo (el

sistema íntegro de relaciones sociales en que opera) es

determinado por éste. Pero por la otra, el individuo está

inmerso en un proceso de enajenación, que es resulta-

do de la sustitución de valor de uso por valor de cambio,

de la separación del productor directo de los medios de

producción, de la creciente amplitud y complejidad del

sistema de necesidades, de las divisiones social y téc-

nica del trabajo cada vez mayores, de la consecuente

pérdida del control del proceso de trabajo por el pro-

ductor directo y, en síntesis, de la emergencia del dinero

como equivalente general de todas las mercancías,

incluida la fuerza de trabajo. El dinero se convierte en el

elemento articulador de las relaciones sociales en su

conjunto, y no sólo de las relativas a la estructura

económica. El capitalismo convierte a las personas en

cosas. Con la completa autonomización del capital

financiero respecto a la economía real y su papel cre-

cientemente hegemónico característicos de la globa-

lización, esta situación se potencia. Por otra parte, la

tendencia creciente a la informatización de la sociedad,

relacionada con el problema de la enajenación, está

produciendo fenómenos complejos de identidad con-

fusa o distorsionada.

[...] la tendencia social y política característica de la

década de 1990 es la construcción de la acción social

y la política en torno a identidades primarias, ya estén

adscritas o arraigadas en la historia y la geografía o

sean de reciente construcción en una búsqueda de

significado o espiritualidad. Los primeros pasos

históricos de las sociedades informacionales parecen

caracterizarse por la preeminencia de la identidad

como principio organizativo. Entiendo por identidad el

proceso mediante el cual un actor social se reconoce

a sí mismo y construye el significado en virtud sobre

todo de un atributo o conjunto de atributos culturales

determinados, con la exclusión de una referencia

más amplia a otras estructuras sociales [...] (Castells,

1999, p. 48).

Conclusiones

Respondiendo a su momento histórico, Hegel cons-

truye una teoría del Estado que, interpretada fuera del

contexto de la necesidad de la constitución y la con-

solidación del Estado moderno en Alemania, permitió

que algunos justificaran los totalitarismos del siglo XX,

así como al imperialismo. Sin embargo, el sistema

filosófico hegeliano, su concepción dialéctica de la his-

toria y en general su método, nos permite realizar un

análisis que capte las contradicciones, el movimiento y

la complejidad de los procesos sociales. Su sistema

introdujo en el pensamiento político la concepción de

que el tiempo es algo esencial y no un mero accidente;

para él, el tiempo es inherente al propio desarrollo de

la sociedad.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 3-17

15

Page 17: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Es igualmente importante su posición episte-

mológica, que parte de la distinción entre objeto y

sujeto, y conduce a descubrir cuáles aspectos de la

realidad se derivan de la percepción del sujeto, del

ego, sobre la realidad, y qué aspectos son principal-

mente atribuibles al objeto, o a la cosa-en-sí. Por otra

parte, en Hegel la dialéctica es un método cuyo

primer momento es precisamente reconocer el carác-

ter cambiante de la realidad, su movimiento perma-

nente. El segundo es asumir su esencia contradicto-

ria; el tercer momento consiste en que la transforma-

ción es resultado de la superación dialéctica de los

dos polos opuestos de cada proceso. Cada nueva

etapa de desarrollo de la humanidad es una

superación de la anterior, la cual no es completa-

mente destruida. Lo “nuevo” contiene, o integra,

parte de lo “viejo”.

Para comprender el actual proceso de globa-

lización y la relación dialéctica del Estado en éste,

es fundamental la respuesta que da Hegel a la Ley

de Say. Analizando las contradicciones inherentes a

la esfera económica de la sociedad capitalista,

Hegel encuentra que en el contexto cerrado de

aquélla la tendencia general es a la insuficiencia

permanente de la demanda interna. Esto hace que

la sociedad civil se supere a sí misma en dos

momentos. Uno es el del Estado. El otro momento

la lleva más allá de sus fronteras y da origen al mer-

cado mundial capitalista, que primero se desarrolla

bajo la forma política de colonialismo y, posterior-

mente, con las sucesivas fases que han derivado en

la globalización.

Si es posible sostener algo con certeza acerca de

la globalización, es que se trata de un proceso com-

plejo y lleno de contradicciones, de tendencias y con-

tratendencias. Es evidente que la revolución informáti-

ca ha agilizado las comunicaciones y ha contribuido a

generar la idea de que el mundo es una aldea global.

Se observa una continua y dinámica revolución tec-

nológica, que ha permitido la flexibilización de los pro-

cesos de trabajo, acelerando el proceso de transna-

cionalización del capital y la conformación de una

nueva división internacional del trabajo. Sin embargo,

la revolución tecnológica se da básicamente en las

nuevas ramas denominadas de alta tecnología. En

cada país, y más marcadamente en los de capitalismo

tardío o periférico, la estructura productiva se carac-

teriza por la heterogeneidad, es decir, la coexistencia

de los más distintos grados de desarrollo tecnológico y

de tipos y tamaños de unidades de producción, entre

ramas y al interior de cada rama; incluso en plena era

de la automatización de los procesos de trabajo, per-

vive la producción artesanal. Por otra parte, el hecho

más evidente de la globalización es el acelerado cre-

cimiento del mercado mundial, si bien su lógica está

determinada por la casi completa autonomización del

capital financiero.

Todos estos cambios en la economía configuran

un nuevo sistema de relaciones sociales y políticas. El

predominio de los organismos financieros interna-

cionales en el establecimiento de un marco regulatorio

de los préstamos internacionales, el peso creciente de

las corporaciones transnacionales en las economías

internas, la autonomía y creciente volatilidad del mer-

cado financiero global, son sólo algunos de los aspec-

tos que ejercen tensión sobre el Estado-nación, tal

como se conformó con la modernidad. Por una parte,

se anuncia una tendencia a la constitución del Estado

supranacional, cuyo ejemplo paradigmático lo consti-

tuye la Unión Europea. Por la otra, se observa una

considerable reducción de los márgenes de autonomía

relativa de los Estados, lo que resulta más evidente en

los periféricos. Esta circunstancia ha llevado a distin-

tos autores a sostener que en esta fase de desarrollo

del sistema, el Estado tiende a desaparecer. Sin

embargo, el espacio nacional es aún determinante,

tanto en la esfera de lo político, como en la de la

economía.

Estado y globalización. Apuntes para una doble lectura hegeliana

16

Page 18: Estado Economía y Hacienda Pública 8

La categoría de enajenación, o alienación, es otra

de las claves hegelianas que resultan fundamentales

para comprender al individuo en sociedad en esta fase

de desarrollo del sistema. Esta categoría permite

esclarecer la relación del individuo con una realidad

social crecientemente compleja, que ha derivado en

una tendencia a la conformación de personalidades

escindidas, y de identidades dominadas por la inme-

diatez del contexto socio-cultural.

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17

Page 19: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

El artículo analiza la problemática del determinismo en

El ser y la nada de Sartre. En un primer apartado se

estudia la distinción entre determinismo moderado y

determinismo estricto en Paul Edwards. En un segundo

apartado se analizan las tesis de la acción y la libertad

que sostiene Sartre. Finalmente en un tercer apartado

se analiza el complejo “motivo-intención, acto-fin” con el

cual Sartre pretende superar el determinismo.

ABSTRACT

The article analyzes the problematic of determinism in

The Be and the Nothing of Sartre. In the first section, we

study the distinction between moderate determinism and

strict determinism in Paul Edwards. In the second sec -

tion we analyze the thesis of action and the liberty that

Sartre supports. Finally in a third section, we analyze the

complex “motive-intention, act-goal” in which Sartre tries

to overcome determinism.

Introducción

El presente trabajo tiene como propósito analizar si la

propuesta que Sartre desarrolla en su obra El ser y la

nada realmente supera, como él lo considera, la tesis

del determinismo. Para el desarrollo de este objetivo he

dividido el trabajo en tres apartados: en el primero, “Paul

Edwards: del lado del determinismo”, presento breve-

mente tanto la tesis del determinismo moderado como la

del determinismo estricto, así como la relación de este

último con la responsabilidad moral. En el segundo

apartado expongo las ideas principales de Sartre

respecto a la acción y la libertad, desarrolladas princi-

palmente en el primer capítulo de El ser y la nada.

Finalmente, en el tercer apartado, “Sartre y el determi-

nismo”, estudio la propuesta de Sartre respecto al com-

plejo “motivo-intención, acto-fin” con el cual pretende

superar el determinismo y llego a la conclusión de que

en los términos en que Sartre presenta su tesis, el deter-

minismo no queda superado del todo.

1. Paul Edwards: del lado del determinismo

El determinismo es la teoría que sostiene que todos los

acontecimientos son causados. Y decir que todo acon-

18

¿Supera Sartreel determinismo?

Ana Lilia Ulloa Cuéllar*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la

Universidad Veracruzana.

Page 20: Estado Economía y Hacienda Pública 8

tecimiento es causado1 significa que “...el aconte-

cimiento está de tal manera conectado con algún

acontecimiento precedente que, si éste no hubiere

ocurrido, aquel tampoco habría sucedido”.2 Dado A

necesariamente B.

De acuerdo con esta tesis tenemos que la mayoría

de nuestras pretendidas elecciones son tan clara-

mente producidas por asociación, impulso o sen-

timiento, y que el presente es generalmente determi-

nado por el pasado.

Dentro de esta teoría ha surgido una división, a

saber: determinismo estricto y determinismo modera -

do. William James, en su ensayo El dilema del deter -

minismo hace referencia a estas dos propuestas.

Respecto al determinismo estricto nos dice que éste

tiene la característica de incorporar a su lenguaje pala-

bras como: fatalidad, esclavitud de la voluntad, necesi-

dad, etcétera.

Se considera que en la lista de los autores deter-

ministas entrarían: Jonathan Edwards, A n t h o n y

Collins, Holbach, Priestley, Robert Owen,

Schopenhauer, Freud. Y en la lista del determinismo

moderado, tendríamos a: Gren, Bradley, Hobbes,

Hume, Mill, así como también a Schlick, Ay e r,

Stevenson, Noel-Smith y algunos más.

Pero empecemos por tratar de aclarar algunas

ideas que defiende el determinismo moderado, sobre

todo del grupo “Hume-Mill-Schlick”:

a) No ven ninguna contradicción entre la sentencia

“los seres humanos a veces son agentes libres”

y el determinismo.

Paul Edwards considera que cuando se habla de

acción libre, jamás se quiere decir con esto que no

haya alguna causa. “Al denominar a una acción libre,

queremos decir que el agente no está forzado o cons-

treñido a realizarla. A veces las personas obran de

cierta forma a causa de amenazas, o porque han sido

drogadas... o a causa de un abrumador impulso irra-

cional...”,3 como sería el caso del cleptómano. Es

entonces cuando los hombres no son libres. “Mas en

otras ocasiones obran de cierta forma a causa de sus

propios deseos racionales, merced a sus propios

esfuerzos no impedidos porque han escogido obrar de

esta suerte.”4 Es entonces cuando surge el hombre

libre, aunque las acciones de éste sean causadas

como las de aquellos hombres no libres. Así pues, en

la distinción de acciones libres y no libres, no se inten-

ta “...señalar la presencia o ausencia de causas... sino

indicar el género de causas que están presentes”.5

b) No hay ninguna contradicción entre la respon-

sabilidad moral y el determinismo.

Cuando decimos que Juan Sánchez, hizo una acción

moral, tenemos dos cosas:

1) Suponemos que fue un ser libre en el tiempo de

la acción, y

2) que esta libertad no es contracausal.

Simplemente es la libertad que anteriormente

mencionamos: “...(L)a capacidad para actuar

según la propia elección o deseo.”6 Hasta aquí

vemos una doble compatibilidad: libertad y

determinismo, y determinismo y moral.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 18-25

19

1 Brand Blanshard, “En defensa del determinismo”, en

Sydney Hook, Determinismo y libertad, Fontanella,

Barcelona, 1969, p. 15.

2 Ibidem, p. 16.

3 Paul Edwards, Determinismo estricto y moderado, en:

Sydney Hook, op. cit., p. 153.

4 Ibidem, p. 153.

5 Ibidem, pp. 153-154.

6 Ibidem, p. 154.

Page 21: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Por su parte Stuart Mill considera que hay una clase

de deseos, la cual influye en nosotros, “...mi deseo de

convertirme en una persona más virtuosa en oca-

siones influye en mis acciones”.7 En cierta medida

también podemos formar nuestro propio carácter.

Entonces el determinismo, según Mill, es compatible

con los juicios morales sobre el carácter de los seres

humanos. Sin embargo, James considera que todo

este determinismo moderado es una evasión, pues

ninguno de los deterministas ha negado que los

deseos, elecciones y esfuerzos humanos establecie-

ran una diferencia en el curso de los acontecimientos

humanos, en todo caso los deterministas estrictos

dirían lo expuesto en el párrafo siguiente.

Estamos de acuerdo en que alguna de nuestras

acciones son causadas por nuestros deseos y elec-

ciones pero el problema está en que ustedes, deter-

ministas moderados, cortan el examen allí, mientras

que debe proseguir. Hay que examinar de dónde

vienen esos deseos y voliciones y sólo así se verá que

...nuestros deseos y todo nuestro carácter se deriva

de nuestro equipo heredado y de las influencias

ambientales a los que estuvimos sometidos al princi-

pio de nuestra vida. Es evidente que no tuvimos arte

ni parte en la formación de ambos.8

Por otra parte, tenemos que en Good Sense, Holbach

nos dice: “Nuestras voliciones y nuestros deseos...

jamás están en nuestro poder. Te crees libre porque

haces lo que quieres; pero ¿eres libre para querer o no

querer? ¿para desear o no desear? [y algo parecido

tenemos con Schopenhauer] El hombre ciertamente

puede hacer lo que quiere hacer, pero no puede deter-

minar lo que él quiere”9. Con relación a lo anterior,

algunos deterministas deducen que: los seres

humanos nunca son moralmente responsables de sus

acciones. Ahora bien, para saber qué tan correcto es

lo anterior, examinemos qué dice Campbell en su

artículo “¿Es el libre albedrío un pseudoproblema?”.

Este autor distingue dos concepciones de responsabi-

lidad moral:

1) La persona ordinaria no-reflexiva; la que está

tan empecinada en sus quehaceres diarios que

no le interesa el avance de la ciencia, el atraso

de la filosofía, la situación de la religión,

etcétera. Pues bien, esta persona cuando se

entera que el individuo Alfa obró bajo coacción,

no lo considera responsable. En cambio, si él

sabe que la acción fue realizada de acuerdo con

el deseo racional de Alfa, sin impedimentos, si

está seguro de que la acción no hubiera sido

posible sin la decisión del agente entonces con-

sidera justificada la atribución de responsabili-

dad moral.

2) Además del individuo no-reflexivo tenemos,

continúa Campbell, a otras personas que han

alcanzado un nivel tolerablemente avanzado de

reflexión: Individuo reflexivo intelectual. Este

individuo, “...tenderá a requerir el cumplimiento

de una condición ulterior antes de considerar a

nadie moralmente responsable. Requerirá no

sólo que el agente no estaba coaccionado ni

forzado, sino también –y esto se toma como una

condición adicional– que podía haber escogido

obrar de forma distinta a como lo hizo.”10

Resumiendo, tenemos que el individuo reflexivo pide

dos requisitos: 1) El agente no debe estar coacciona-

do 2) El agente originalmente escogerá su propio

carácter: “...el carácter que ahora se expresa en sus

elecciones, deseos y esfuerzos. Campbell concluye

¿Supera Sartre el determinismo?

20

7 Ibidem, p. 15.

8 Ibidem, p. 154.

9 Ibidem, p. 157. 10 Idem. p. 157.

Page 22: Estado Economía y Hacienda Pública 8

que el determinismo es realmente compatible con los

juicios sobre la responsabilidad moral en el sentido no-

reflexivo, pero es incompatible con los juicios sobre la

responsabilidad moral en el sentido reflexivo.”11 Sin

embargo, Paul Edwards no está completamente de

acuerdo, aunque en lo esencial, sí lo está. Pues él no

cree que la cuestión estriba en los sentidos diferentes

en que emplean el término, por un lado las personas

ignorantes y por otro las reflexivas.

Podemos encontrar personas muy interesadas en la

filosofía con un nivel de conocimiento científico consi-

derable y que sin embargo, en un momento determina-

do, por la ira, enojo, etcétera, no reflexionen, sobre todo

cuando la conducta que juzgan les ha perjudicado. A l a

vez que podemos encontrar también personas con un

nivel intelectual bajo y que sin embargo han reflexionado

cuando la conducta que analizan es indiferente a ellos.

Posteriormente Paul Edwards nos dice que un

juicio es moral “...sólo si es formulado en un estado de

ánimo tranquilo y reflexivo...”.12 Si aceptamos esto,

tenemos que lo que Campbell llama sentido reflexivo

de la responsabilidad moral es el único sentido válido

de terminología moral, y que por lo tanto el determi-

nismo no es compatible con la responsabilidad moral.

No debemos olvidar que en última instancia, los hom-

bres no forjan su propio carácter y, por lo tanto, nunca,

son moralmente responsables.

2. La acción en Sartre

Sartre considera que para hablar de libertad necesita-

mos primero dejar claro el concepto de acción, y ha-

cerlo significa, entre otras cosas, dar los rasgos de la

acción. De ahí que en El ser y la nada, capítulo

primero, enuncia las características de la acción a la

vez que nos hace recordar que de entre todas hay una

muy fundamental a saber, la intención, ya que todo

acto verdadero es en principio intencional; se actúa

solamente cuando se ha tenido un proyecto cons-

ciente. Aunque “...esto no significa, por cierto, que

deban preverse todas las consecuencias de un

acto...”13 con sólo tener un resultado adecuado a la

intención es suficiente para hablar de acción.

Otro dato que Sartre nos brinda con respecto a la

acción, es que ésta “...implica necesariamente como

su condición el reconocimiento de un desideratum, es

decir, de una falta objetiva o bien de una negativi-

dad.”14 Y es en este momento en que la conciencia

juega un papel muy importante, ya que ella es la que

reconoce esa falta objetiva, y la reconoce gracias a

que es capaz de viajar. La conciencia tiene la capaci-

dad de salir del ámbito del ser y transportarse al

ámbito del no-ser ¿Pero, para qué tiene que viajar?

¿Para qué tiene que ir al no-ser? La respuesta es muy

sencilla, resulta que si la conciencia sólo se queda en

el ser, nunca va a encontrar esa carencia, esa nega-

tividad, condición necesaria de la acción, pues del ser

nunca se va a sacar no-ser. Por eso

...los motivos para que se conciba otro estado de

cosas en que a todo mundo le vaya mejor no es la

dureza de una situación... al contrario, sólo desde el

día en que puede concebirse otro estado de cosas...

decimos que estas situaciones son insoportables.15

Ahora bien, esta posibilidad que tiene la conciencia,

de salir del ser para ir al no-ser, para poder concebir

estados ideales que posteriormente pueda contrastar

con el estado del ser, es llamada por Sartre poder

negativo de la conciencia respecto del mundo y de sí.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 18-25

21

11 Ibidem, p. 159.

12 Ibidem, p. 162.

13 Jean Paul Sartre, El ser y la nada, Lozada, Buenos Aires,

1980, p. 537.

14 Ibidem, p. 538.

15 Ibidem, p. 539.

Page 23: Estado Economía y Hacienda Pública 8

De lo anterior podemos desglosar dos puntos

importantes 1) Ningún estado, de hecho, puede por sí

solo motivar el acto 2) Ningún estado de hecho deter-

mina a la conciencia captarlo como faltante: “...sólo

por un puro arrancamiento a sí mismo y al mundo

puede el obrero poner su sufrimiento como inso-

portable y, por consiguiente, hacer de él el móvil de su

acción revolucionaria.”16

Por otra parte, Sartre acepta que no hay acción sin

motivo porque toda acción ha de ser intencional es

decir, debe tener un fin y éste se refiere a un motivo.

Desde el punto de vista lógico, lo anterior quedaría for-

mulado de la siguiente manera:

Utilizando la siguiente simbolización: Acción = A,

Motivo = M, Fin = F, tenemos que:

No puede darse A sin M, y por lo tanto, si A => M;

pero esto, aclara Sartre, no es en el sentido de que

no hay fenómeno sin causa. Para que algo sea M

ese algo debe ser experimentado como tal, es decir,

que por lo menos el hombre lo conciba como M.

Pero, y esto es importante, el motivo no se remite a

otro motivo anterior, pues el acto tiene, como ya

vimos, en su naturaleza esencial, el ser i n t e n c i o n a l

en el no-ser, de aquí que el motivo no se pueda remi-

tir a otro motivo existente real y positivo. “El móvil no

se comprende sino por el fin, es decir, por lo no exis-

t e n t e . ”1 7

El móvil es negatividad y todos estos detalles

quedan mencionados nuevamente en la siguiente cita

sartriana: “...es imposible... encontrar un acto sin

móvil, pero no por ello ha de inferirse que el móvil sea

causa del acto: al contrario, es parte integrante de él ...

El móvil, el acto y el fin se constituyen en un solo

surgimiento.”18 Ambos se necesitan pero ninguno se

implica.

Por último, Sartre nos dice que el obrero no con-

cibe sus sufrimientos como intolerables, porque le falta

la cultura y la reflexión necesarias para que pueda

concebir un estado superable al que vive.

3. Sartre y el determinismo

Sartre, en el capítulo acerca de la libertad, en El ser y la

nada, sostiene haber superado la tesis de los determi-

nistas, pues él considera que éstos han prescindido

siempre de estudiar la acción como lo merece. Todo el

planteamiento de estos deterministas se vicia porque no

está en juego la acción y la estructura que ésta tiene. He

aquí el por qué Sartre analiza, como ya vimos en la sec-

ción anterior, los ingredientes que la acción contiene.

Ahora bien, en este apartado mi propósito es tratar

de ver hasta qué punto realmente Sartre supera la

tesis determinista, hasta qué punto la tesis de Sartre

es efectiva o no.

Sartre afirma que:

1. La acción es por principio intencional.

a) Antes de que se actúe, se necesita el

reconocimiento de un desideratum.

b) El desideratum lo logra la conciencia en el

no-ser, y nunca a través de una situación real

existente.

D i s c u s i ó n: Tenemos que el obrero va a representarse un

estado ideal, digamos una sociedad en donde sea menos

explotado. Llamémosle a este estado ideal Y. Siguiendo

a Sartre, tendríamos que: el obrero no capta este estado

Y como consecuencia de su estado real, llamémosle R.

Es decir, esta situación real R no nos determina a conce-

bir el estado Y, porque concebimos el estado Y gracias a

que la conciencia sale para viajar al no-ser.

Después tenemos que una vez concebido el esta-

do ideal Y, lo comparamos con el estado R y decimos,

¿Supera Sartre el determinismo?

22

16 Ibidem, p. 540.

17 Ibidem, p. 541.

18 Ibidem, p. 542.

Page 24: Estado Economía y Hacienda Pública 8

según Sartre, que es intolerable. Pero si el estado R

no incluye en la concepción de Y, en cambio, sí influye

en la acción y por lo tanto merece también la atención,

pues actuamos después de que comparamos el esta-

do Y con el estado R y sólo hasta entonces decidimos

que es insoportable.

Tenemos entonces que decidimos realizar el acto

después de la comparación de la situación Y con

situación R. ¿Pero, acaso no en toda comparación las

dos partes juegan el mismo papel, desde el punto de

vista de la comparación? Y si esto es así, al estudiar

los estados ideales concebidos y sobre todo la acción,

también tienen derecho al estudio los estados reales,

cosa que no realiza Sartre.

Para darnos cuenta de la importancia de los esta-

dos reales, sugiero que imaginemos la siguiente

situación:

Juan Sánchez obrero mexicano (con sueldo de

$2,000.00 mensuales, afiliado al seguro social, etc.)

concibe un estado ideal Y. De acuerdo con Sartre, para

concebirlo no influyó en nada su situación real pre-

sente R. Supongamos ahora que este estado ideal Y

tiene las siguientes características:

1. El obrero gana $1,000.00 mensuales.

2. No tiene derecho a servicio médico.

3. La jornada mínima es de 10 horas diarias,

etcétera.

Ahora bien, antes de actuar, antes de que Juan

Sánchez decida cambiar o no su estado R por Y, siguien-

do nuevamente a Sartre, tendría que compararlos y en

consecuencia tendríamos que nuestro obrero no va a

poder señalar que R es insoportable; su acción consis-

tirá en ‘no cambiar el estado R por Y’. De lo anterior

se desprende que su situación real R influyó en sus

actos. Tan influyó, que su acción consistió en: ‘no cam-

biar R por Y’, debido a que R es una situación supera-

ble a Y. La acción de Sánchez, no cambiar R por Y,

está determinada por su situación R, es ella la que

determinó la acción; la acción de no cambiar R por Y.

De lo anterior obtenemos dos importantes conclu-

siones: 1) Sartre, no estudia la situación real; y 2) El

estado real sí influye en el acto.

Por otra parte, tenemos que Sartre está de acuer-

do con la siguiente afirmación de los deterministas: ‘no

hay acción sin motivo’. Toda acción, dice Sartre, ha de

ser intencional; debe tener un fin, y el fin a su vez se

refiere a un motivo. En lo que ya no está de acuerdo

es en detener la investigación en la pura designación

del motivo. El asunto está, según él, en aclarar y estu-

diar la organización compleja ‘motivo-intención-acto-

fin’, de allí que en el capítulo de la libertad estudie el

motivo y nos revele las siguientes notas:

a) Para que algo sea motivo, ese algo debe ser

experimentado como motivo.

b) El motivo no se remite a otro real existente.

c) El motivo se comprende por lo no existente.

d) El motivo es una negatividad.

Discusión: Si Sartre no acepta que el motivo surja de

una situación real existente, del ser, tampoco podemos

aceptar que surja del no-ser, pues de la nada, nada

sale. ¿A qué se debe pues que Sartre no nos diga con

claridad de dónde surge el motivo? O en otras pala-

bras, si Sartre dice que el motivo es el conjunto de los

no existentes, por qué no aclara ¿cuándo el conjunto

de los no existentes están presentes o son concebidos

por nosotros? Hasta el momento él ha dicho que es

posible concebir estados ideales gracias a la concien-

cia pero ¿cuándo la conciencia concibe esos estados?

Él contestaría que los concibe cuando parte al no-ser,

pero entonces la pregunta se cambiaría por estas

otras: ¿cuándo la conciencia parte al no-ser? ¿Qué es

lo que orilla a la conciencia a ir al no-ser? ¿Siempre

está la conciencia en el no-ser? ¿Nunca está la con-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 18-25

23

Page 25: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ciencia en el no-ser? ¿En ocasiones está la conciencia

en el no-ser? ¿A qué se deben esas ocasiones? y

todavía dos preguntas más de mayor importancia: ¿es

libre la conciencia de ir al no-ser? ¿Va libremente la

conciencia al no-ser?

Ahora bien, por qué a todas estas preguntas tan

fundamentales e importantes, Sartre contesta seña-

lando sólo que: La reflexión y la cultura es lo que hace

que se puedan concebir estados ideales superadores.

Es decir, para que la conciencia vaya a concebir al no-

ser estados ideales, se necesita que el poseedor de

ella tenga la cultura y la reflexión necesaria.

De lo anterior se infiere que el hecho de que nues-

tra conciencia vaya al no-ser está determinado por

nuestra reflexión y cultura, pero ¿acaso esta reflexión

y cultura no están ya determinadas?, ¿las hemos

obtenido libremente? No, nuestra cultura no la hemos es-

cogido libremente, sino que se deriva de nuestro

equipo heredado y de las influencias ambientales a las

que estuvimos sometidos al principio de nuestra vida:

Es evidente que, como dice Edwards, no tuvimos arte

ni parte en ello.

Y para terminar, quisiera discutir las siguientes

citas:

1. “...(A)ceptar un salario de miseria es sin duda por

miedo y el miedo es un móvil.”19

Sartre nos había dicho que el móvil es una nega-

tividad, algo que aún no es. Pero ¿acaso el miedo no

es? Consideramos, por el contrario, que el miedo sí

es, tan es que se acepta el salario. El obrero puede

llegar a morir de hambre, y puede también tener miedo

por morir de hambre. La primera posibilidad por

supuesto que remite al ámbito del no-ser, todavía no

es, pero el miedo por morir de hambre ya es. Si esto

es así, se sigue que: o bien el miedo no es un móvil, o

bien el móvil no es una negatividad.

No podemos aceptar que “miedo” sea lo mismo

que “morir de hambre”. Que una se va a comprender

con relación a la otra, no implica que ambas sean una

sola cosa y, por lo tanto, “morir de hambre” es un esta-

do que no participa del ser, pero “miedo” es un estado

real presente en mí.

2. “...(S)ólo huyendo de una situación hacia nuestras

posibilidades de modificarlas organizamos esa

situación en complejos motivos y móviles.”20

Sin embargo, si huimos de una situación, ésta o

esa situación nos ha determinado, por lo menos, nos

ha determinado a huir.

Conclusiones

Considero que la tesis de Sartre no puede superar al

determinismo, a la vez que sus propuestas nos resul-

tan insatisfactorias por las siguientes razones:

1. Sartre no estudia la situación real existente y ésta, a

nuestro juicio, es importante puesto que sí influye

en nuestros actos.

2. Sartre no es claro en relación con el lugar-tiempo

del surgimiento del motivo.

3. Sartre no analiza cuándo se tiene cultura, reflexión,

y cuáles personas tienen cultura y reflexión y

por qué.

4. En relación con el ejemplo de la persona que acep-

ta el salario de miseria, el sistema de Sartre se anto-

ja inconsistente porque tenemos que elegir entre

que el móvil sea negatividad o el miedo sea un

móvil.

5. Si: i) Para realizar un acto, necesitamos primero

haber tenido un desideratum; ii) El desideratum es

posible gracias a la conciencia; iii) La conciencia

¿Supera Sartre el determinismo?

24

19 Ibidem, p. 541. 20 Ibidem, p. 54.

Page 26: Estado Economía y Hacienda Pública 8

logra el desideratum por su reflexión y cultura,

entonces podemos desarrollar el siguiente encade-

namiento tan determinista como el que dos por dos

sean cuatro, tan inaceptable por Sartre pero, al fin y

al cabo con ser.

Nuestro complejo de herencia, llamémosle A, implica

necesariamente nuestra cultura y reflexión, llamé-

mosle B; nuestra cultura y reflexión, B, implica nece-

sariamente nuestra concepción de un estado Ideal,

llamémosle C; nuestra concepción C implica necesa-

riamente nuestra acción D. Por tanto, dado A n e c e-

sariamente D, y no otra cosa.

Bibliografía

BLANSHARD, Brand, “En defensa del determinismo”, en

Sydney Hook, Determinismo y libertad,

Fontanella, Barcelona, 1969.

EDWARDS, Paul, “Determinismo estricto y moderado”,

en Sydney Hook, Determinismo y libertad ,

Fontanella, Barcelona, 1969.

SARTRE, Jean Paul, El ser y la nada, Lozada, Buenos

Aires, 1980.

VE AT C H, Henry, Ética del ser racional, L a b o r,

Barcelona, 1972.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 18-25

25

Page 27: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

Se presentan aquí algunas consideraciones sobre la

tesis de la “inexistencia de la globalización”, sostenida la

idea de que tal fenómeno socio-político no es sino la jus-

tificación de los atroces efectos de la inercia que

conlleva el sistema económico dominante en el mundo,

abanderado por las empresas multinacionales, protegi-

das por el Estado, a través de las políticas públicas

relativas a la aplicación de su presupuesto.

ABSTRACT

Some considerations on the thesis about “the non-exis -

tence of globalization” are presented here, keeping in mind

the idea that such socio-political phenomenon is only the

justification of the atrocious effects of the inertia of the

dominant economic system in the world, represented by

multinational businesses protected by the State through

public policies related to the application of its budget.

Introducción

En el presente ensayo se discute una idea que no es

nueva, ni única, ni la mejor defendida en las líneas que

se presentan a continuación. Se sostiene aquí que la

globalización en todos los ámbitos de su actuación (cul-

tural, económico, sociológico, etc.) siempre ha existido.

Los procesos acelerados de las últimas décadas, no

ocurren por virtud de una nueva y reciente globalización,

ya que en ellos los individuos son simples piezas de un

ajedrez, y los Estados (junto con sus sistemas jurídicos

y políticos) son el tablero. Los actores de esta nueva

globalización son las empresas multinacionales. Sus

estrategias financieras involucran todos los instrumen-

tos posibles, lo cual no significa sólo su propio capital,

sino a los mismos organismos internacionales, las insti-

tuciones estatales e incluso, cuestiones ideológicas (y

hasta axiológicas) como es la cuestión de los derechos

humanos.

El trabajo se ha dividido en cuatro partes. En la

primera, una construcción propia a raíz de una idea

ajena, que pertenece a uno de los intelectuales más

importantes de la época moderna, Noam Chomsky,1 se

expone cómo las empresas transnacionales en su pro-

26

Falacia global,realidad transnacional

Benjamín García Herrera*

* Licenciado en Derecho y Maestro en Derecho Fiscal por la

Universidad de Xalapa; Maestro en Cooperación

Internacional para el Desarrollo por la Universidad de

Granada; profesor de la Facultad de Derecho en la

Universidad de Xalapa.1 Noam Chomsky es profesor de Lingüística en el

Massachussets Institute of Technology (MIT).

Page 28: Estado Economía y Hacienda Pública 8

pio Estado de origen procuran ya adquirir un control,

beneficiándose en la mayor medida posible del erario

público, tanto en forma directa (con una política

económica que las estimule) como en forma indirecta

(a través de los resultados de la aplicación del gasto

público, que propone las condiciones del mercado y

sus demandas). En la segunda parte seguimos soste-

niendo, y tratamos de demostrar, que estas empresas

transnacionales son las que dirigen la economía en el

mundo, que poca injerencia tienen los Estados con su

poder político, cuando son éstas las que detentan el

poder que cuenta hoy en día, el del capital financiero.

En el tercer apartado se intenta explicar la diferen-

cia entre las ventajas comparativas y la propiedad de

la ubicuidad, como factores para provocar un ver-

dadero desarrollo económico. Allí, lo más importante,

es que se concluye que las transnacionales han

aprovechado esta capacidad de presencia en todo el

planeta, incrementando así las ventajas comparativas

de las que en principio pudieran carecer, y así resuel-

ven el problema. Por último, en el cuarto apartado, se

destacan algunas de las múltiples imperfecciones que

ha tenido la apertura comercial de los países subde-

sarrollados en detrimento de sus propias economías,

particularmente en el caso de México.

1. Transnacionales contra PyMES.

División en la clase empresarial

La idea del encabezado de esta primera parte, surge

de las aseveraciones que expresara, hace ya varios

años, uno de los más grandes analistas políticos y

sociológicos de la época actual en Estados Unidos:

Noam Chomsky, quien al ser entrevistado por Jim

Cason, comenzó diciendo que “el papel del gobierno

nacional […]en Estados Unidos, ha sido siempre impo-

ner las posiciones de la pequeña clase de intereses

empresariales a la mayoría […] /desde/ 1787 /con/

James Madison /se/ tenía una visión muy clara: dijo

que ‘el objetivo principal del gobierno tiene que ser la

protección de la minoría opulenta contra la mayoría’”.2

Si se analiza un poco la teoría del Estado, al menos

del Estado moderno, podemos ver que el enunciado

transcrito atenta contra el fin último del mismo: “el bien

común”; y es gravísima esta idea (norteamericana,

según Chomsky, desde el nacimiento de su Consti-

tución), porque sin los elementos de población y te-

rritorio el Estado no podría existir, sin los de orden

jurídico, soberanía y “bien común” no podría subsistir.3

Uno de los comentarios del profesor del MIT q u e

llama poderosamente la atención, y sustenta lo dicho

en el párrafo anterior, es que “Ellos /los grandes

empresarios/ quieren evitar que la población interfiera

en sus negocios, y su negocio es manejar al mundo y

a la economía […] ellos están violenta y apasionada-

mente contra la democracia, y eso siempre ha sido

cierto”. Lamentablemente esto sucede en todo el

mundo, quien no quiera aceptarlo, no sabe de las

grandes desigualdades económicas, ya no entre

Estados, sino en cada partícula social. El Estado

siempre se ha puesto al servicio de la oligarquía,

llámese clero, poder conservador, latifundistas,

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

27

2 Aunque son tres conectores no textuales los que se han

agregado entre barras, la idea original es la que se puede

leer íntegra en Noam Chomsky II: Transnacionales y

empresas, tras la pugna del presupuesto en EU. Diario La

Jornada, 2 de diciembre de 1995.

3 Francisco Porrúa Pérez, Teoría del Estado , Porrúa,

México, 1996. (Desde luego la exposición de existencia y

subsistencia es propia, no se encontrará así en la obra

del maestro Francisco Porrúa, pero sí los elementos del

Estado, con una explicación más amplia de los mismos:

a los dos primeros, les denomina “elementos previos del

Estado” dedicándoles los capítulos XVII y XVIII respecti-

vamente; en tanto a los tres posteriormente menciona-

dos, les llama “elementos constitutivos del Estado”,

siendo ampliamente abordado el de “bien común” en el

capítulo XX).

Page 29: Estado Economía y Hacienda Pública 8

militares o partido político. Y esto no es nuevo, en

estas últimas líneas citadas se han considerado más

de dos siglos de la historia del poder en México.

Podría parecer al lector que nos estamos saliendo

del tema, pero no es así; recordemos, por ejemplo,

los intentos de colonización, después de la guerra de

reforma, ya con los liberales en el poder: primero, el

problema de las llamadas ‘compañías deslindado-

ras’, las cuales no eran mexicanas, procedían princi-

palmente de los Estados Unidos de América y se

apropiaron de la tercera parte del territorio nacional

(misma que el gobierno mexicano de entonces les

otorgó como dación en pago); igualmente, los be-

neficios para establecer las primeras empresas en

nuestro territorio, que vinieran a modernizar el

‘ n u e v o ’ país, el México Liberal.4 Hoy en día la

actuación del Estado mexicano sigue las mismas

pautas –aunque actualizadas– ya que los intereses

ante los cuales responde, han virado desde ‘las

clases propietarias y líderes industriales’ hasta el

‘capital financiero’.5

El control del capital financiero sobre la economía

de cualquier país es extraordinario, del mismo modo

que ocurría antes de que la llamada globalización6

alcanzara la magnitud con la que hoy es conocida, Tal

como lo expresa Calderón: “el Estado a través de la

política económica regulaba y alentaba hasta cierto

punto la producción y el consumo […] con el manejo

de la política monetaria, las tasas de interés y el enca-

je legal”.7 Así, por ejemplo, las políticas monetarias y

financieras de la época del desarrollo estabilizador

siempre beneficiaron a los sectores de por sí más

favorecidos en la sociedad mexicana.8

El punto de articulación de la idea que da origen a

este ensayo se encuentra en lo que continúa diciendo

Calderón: “Pero, cuando los recursos financieros

provenientes de otros países irrumpen en forma masi-

va en el mercado interno, los instrumentos señalados

/en la cita inmediata anterior/ pierden efectividad”.9

Actualmente resulta lógico que los capitales vengan

atraídos por una política macroeconómica instrumen-

tada precisamente para ese fin y por un aparato insti-

tucional puesto a su servicio, por lo que si se quiere

conservarlos en el país, el Estado mexicano debe

mantener una política que cumpla sus demandas, las

cuales, sin duda alguna, se traducirán en crecimiento,

pero no en un verdadero desarrollo.

Muchos de los países hoy desarrollados

basaron su crecimiento acelerado, expandiendo su

producción para el mercado interno, pero nadie

puede negar hoy que los Estados deben buscar un

Falacia global, realidad transnacional

28

4 Es realmente sorprendente la enajenación de nuestro

territorio a estas compañías deslindadoras. Un análisis

más completo y detallado al respecto, lo encontramos en

un texto propio (sin editar aún) de Breve historia del

Derecho Agrario Mexicano, el cual utilizamos año con año

al impartir la materia de Derecho Agrario en la

Universidad de Xalapa. A mayor abundamiento, pueden

verse: Lemus García, Raúl, Derecho agrario mexicano,

8a ed. actualizada, Porrúa, México, 1996; y Fabila,

Manuel, Cinco siglos de legislación agraria. 1493-1940,

CEHAM, México, 1982; entre un gran universo de textos

que nos hablan del tema.

5 Existe abundante bibliografía al respecto, sin embargo,

consideramos que entre lo que hemos revisado destaca

una obra reconocida y asequible, de la que se tomarán

algunas ideas más adelante, a saber: Calva, José Luis,

México más allá del Neoliberalismo. Opciones dentro del

cambio global, Plaza y Janés, México, 2000.

6 Obviamente no estamos de acuerdo con el término en el

presente texto, ya que precisamente en este ensayo se

niega la existencia de una ‘globalización’ frente a nuestra

idea de una verdadera ‘invasión de transnacionales’.

7 Gilberto Calderón Ortiz, “Notas sobre la globalización y

su impacto en las economías y la sociedad”, en Gestión

y Estrategia, núm. 7, UAM-Azcapotzalco, México.

(Consultada en la Internet el 25 de octubre de 2004.

www-azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num7/art4.htm).

8 Un ejemplo claro de ello, es la banca privada, luego

nacionalizada, y vuelta a privatizar, y así, sucesivamente.

9 Calderón, op. cit.

Page 30: Estado Economía y Hacienda Pública 8

equilibrio entre los objetivos nacionales y las exi-

gencias de la economía internacional.1 0 Y en tanto

que ésta es sumamente compleja e inestable, y

presenta constantemente graves desajustes

financieros, las naciones deben hacer un extraordi-

nario esfuerzo por lograr que sus políticas macro-

económicas converjan.11

Y bien, todo lo anterior pareciera alejarse cada

vez más del rubro que encabeza este apartado, pero

sigue sin ser así. Es hora de regresar al análisis de

C h o m s k y. Observemos: se habla de economía inter-

nacional, políticas macroeconómicas, desarrollo

global de los Estados, en fin, conceptos que no le

interesarían a cierto tipo de empresarios, pero a otro

sí; es allí donde se refleja la ‘división de clases en el

sector empresarial’, de la que habla el profesor del

M I T en la entrevista ya referida al inicio del texto. Y

esto es de simple lógica, cómo le va a interesar la

economía internacional a aquellos empresarios que

no tienen posibilidades de competir en ese ámbito, si

su mercado se encuentra en el país, o más aún,

regionalizado. Y es que en el momento en que

Chomsky expresaba estas ideas, estaba llevándose

a cabo la disputa del presupuesto estatal. Ti e n e

razón al decir que últimamente tanto en Estados

Unidos de América (como en México, según el

responsable de esas líneas) el gasto público se ha

reducido en servicios sociales a la población, y se

ha aumentado en bienestar para los empresarios, es

d e c i r, el ciudadano común y corriente, que obtiene

un ingreso limitado y sobrefiscalizado,1 2 c o n t r i b u y e

al gasto ‘público’, el cual no se ve reflejado en servi-

cios para él mismo, sino que, con fundamento en un

discurso que ensalza el crecimiento económico del

país, se destina al fomento de la empresa.

Así las cosas, Chomsky se aferra a la idea de

que se trata de una disputa del presupuesto, dispu-

ta en la que muchos contribuyentes no vamos a

p a r t i c i p a r. Pero en ella sí participan fuertemente el

pequeño y el gran empresario y el multinacional,

por una razón muy sencilla, son los contribuyentes

cautivos y que más aportan al país, por lo que

desean beneficiarse de una mayor proporción de

ese enorme pastel llamado presupuesto.1 3 A c o n-

tinuación, se transcribe la parte medular, a nuestro

particular juicio, de todo lo que el lingüista esta-

dounidense dice, y que muestra la veracidad de lo

que se ha venido escribiendo:

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

29

10 La política de esta última es elaborada no por los propios

estados, sino por esos monstruos transfronterizos que

son el objeto de estudio del presente ensayo. Aun sin que

esto constituya una tesis, se verterán más adelante

algunos argumentos que intentan demostrar esta ase-

veración.

11 Harold D. Lasswell, “La orientación hacia las políticas”, en

Luis Aguilar Villanueva (ed.), El estudio de las políticas

públicas, Miguel Ángel Porrúa, México, 1995. El autor da

como ejemplo de desajuste financiero el régimen de

tasas flotantes vigente en el mundo capitalista entre 1972

y 1985. Sobre este tema, véase: Chacholiades, Miltiades,

Economía Internacional, McGraw-Hill, 2ª ed., México,

1992.

12 Si el término no existe, el hecho sí, pues se tiene un

estricto control mediante el Registro Federal de

Contribuyentes (en México), además de unas cargas

excesivas ex-lege.

13 Esto no es verdad, se ha escrito de esa manera dentro

del texto para que el discurso fuese un tanto lógico. La

verdad es que ni el pequeño ni el gran empresario son

los que más aportan (y sí los que más evaden al fisco),

no en una economía petrolizada, IVAlizada y sobreen-

deudada. Lo que sucede es que, al menos que sea por la

vía de un levantamiento social, lo cual sería a todas luces

un retroceso, los empresarios son los que poseen los

hilos del poder. Quizás lo único cierto es su status de

contribuyentes cautivos, toda vez que, por lo menos en

México, la base de obligados tributarios registrados es

demasiado pequeña. Mas cierto es que el contribuyente

cautivo ciento por ciento y que aporta gran parte de sus

ingresos, es el que presta servicios subordinados (traba-

jadores).

Page 31: Estado Economía y Hacienda Pública 8

el sistema de bienestar social […] fue producto de

una lucha social que se inició desde la introducción

de la versión original de lo que hoy se denomina

neoliberalismo14 […] estos recortes /de los que ya se

hablaba anteriormente/ son bien recibidos por el

pequeño empresario nacional […] las empresas más

grandes no necesariamente están de acuerdo con

esta situación.15

Recapitulando: existe un permanente examen de la

economía internacional por parte de todas las

naciones. Sólo están interesadas en él las grandes

empresas, no así las pequeñas y medianas que no

ven posibilidades de competir al exterior (en cambio

ven, con desagrado, la competencia originada por la

apertura comercial). Ya sea para desarrollar una políti-

ca económica con proyección internacional, o para

fomentar un crecimiento de la economía interna vía

PyMES, se requiere un gran presupuesto, lo que oca-

siona una ‘división de clases empresariales’ que se lo

disputan.

Por último, es menester aclarar que, aun habiendo

divergencia en el fin último de cada sector empresa-

rial, su objetivo siempre será el mismo: la maximi-

zación de sus ganancias. Lo cual se consigue opri-

miendo al resto de la sociedad civil, al que se le garan-

tiza únicamente un cierto nivel de sobrevivencia. Pero

la pugna por el presupuesto es muy grande (tanto

como la ambición de los actores), y en ocasiones el

equilibrio no se logra, lo que ocasiona el descontento

y levantamiento (en armas, muchas veces) de la

sociedad oprimida.

2. Quién determina la política económica en el

mundo

No es nueva, ni sorprendente, la idea de que el gremio

empresarial es quien dirige la política económica, la

cual está ligada a toda actividad estadual. Desde la

Roma antigua, vemos, por ejemplo, cómo surge la ‘tri-

buna de la plebe’, y cómo las instituciones se van ade-

cuando, para respetar derechos de un cierto grupo

social que adquiere poder gracias al simple ejercicio

del comercio, y que no puede ser ignorado por el

soberano o por la oligarquía. Igualmente, cuando nace

la burguesía, los fisiócratas, las ideas liberales, y el

capitalismo, las disputas se dieron por el poder

económico frente al ya quebrantado poder Real. El li-

beralismo, desde la revolución francesa, en sus dos

vertientes, política16 y económica, tuvo su fundamento

en las necesidades de la clase comerciante. Sin

opacar los postulados que desde la década de 1820

planteara David Ricardo en relación con el bienestar

social como bandera del liberalismo, el hecho de querer

eliminar al clero (un freno seguro para las ideas libe-

rales ‘lucrativas’ y de ‘satisfacción carnal’) y al poder

del Rey (como sabemos en la actualidad, sólo en un

régimen democrático el comercio puede desarrollarse

al máximo) y el de promover, como decían los fisió-

cratas, el dejar hacer y dejar pasar, no tenía en reali-

Falacia global, realidad transnacional

30

14 Desde luego, Chomsky hace referencia a la sociedad

estadounidense. En el caso de México, las luchas

sociales han sido constantes desde la guerra de inde-

pendencia; y cada una, sin duda, se ha traducido en

resultados palpables, gracias a las cuales hoy gozamos

de muchas de nuestras garantías sociales (educación,

trabajo, propiedad, igualdad, por citar sólo algunas).

15 Y esto último también lo explica para Estados Unidos, lo

que es bastante lógico, ya que la seguridad social labra

un terreno en el que se depositarán inversiones seguras.

El autor da el ejemplo del recorte en el sector salud, lo

cual trae consecuencias no deseables para el gran

empresario: o se muere la población (con todas sus

implicaciones sociales) o se traslada el costo de salud al

sector privado.

16 En el aspecto político, durante la Revolución Francesa,

se escuchaba un curioso leitmotiv que anunciaba una

fuerte aversión hacia las manifestaciones conservadoras:

“hay que ahorcar al último sacerdote con las tripas del

último aristócrata”.

Page 32: Estado Economía y Hacienda Pública 8

dad como propósito la consecución de una declaración

de derechos humanos,17 sino que el comerciante pud-

iese desarrollarse al máximo. Ciertamente, el rey y el

pontífice, eran un gran estorbo para lograrlo.

En nuestra opinión, la globalización en los térmi-

nos modernos (y postmodernos, según el vocablo de

m o d a1 8) como se ha planteado, en realidad no

existe.19 Y es que se insiste en un fenómeno nuevo de

aperturas comerciales; para otros, esto no es nuevo

en lo absoluto, sino que en la historia del hombre siem-

pre ha estado presente. Por tanto, globalización, como

integración del globo, ya sea en sentido cultural, nor-

mativo, económico o, incluso, axiológico, no es ya un

fenómeno únicamente, sino una necesidad, que siem-

pre ha estado presente. Y se habla de inserción en el

fenómeno de globalización cuando un país compite en

el mercado internacional, y recurre como única vía a la

modificación de su sistema jurídico y de la política

interna para una “apertura comercial”. Empero, ésta

puede vislumbrarse como una falacia más elaborada

por el discurso del capitalismo (acotando, no por el sis-

tema capitalista que, entre su estructura y su discurso,

hay una gran diferencia). El simple hecho de estar

dentro del globo terráqueo ya nos hace parte de una

‘ g l o b a l i z a c i ó n ’ (en términos geográficos, y en

cualquiera de los sentidos que ya se expuso líneas

antes); al fenómeno que los países del mal llamado

‘primer mundo’ denominan globalización, no es más

que una neoconquista, ya no para establecer colonias

como en los siglos XIX y XX, sino de carácter

financiero, monetario, comercial, en definitiva,

económico.20

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

31

17 Todo movimiento debe tener algún sustento ideológico.

La idea de que los derechos humanos son inherentes al

hombre, y anteriores al Estado, siempre ha existido; su

opresión o ejercicio, está en función de quién(es) sea(n)

el(los) sujeto(s) dominante(s). En ese momento, y hasta

ahora, fue el empresario, el que era realmente rico. En la

actualidad, no es casual que las Naciones Unidas hayan

elaborado una “teoría de avanzada” respecto a las gene-

raciones de derechos humanos. Demostrado está por la

historia que la defensa de los derechos humanos, si no

son un gran negocio en sí mismos, por lo menos los

resultados de su custodia sí lo son (vg. derechos difusos,

como el del medio ambiente, para “proteger” una especie

como el delfín, y restringir nuestro comercio de atún; o

bien, derecho de propiedad, el cual no tenían los

campesinos ejidatarios antes de 1992, y había que otor-

garlo para la firmar del TLCAN)

18 Que el vocablo no es nuevo, de hecho ni siquiera, como

se afirma comúnmente, aparece por primera vez, en la

obra de Jean-François Lyotard (La condición postmoder -

na, Altaya, Barcelona, 1999 {1979}). Lyotard sostiene

desde su introducción “El término está en uso en el con-

tinente americano, en pluma de sociólogos y críticos”

(p. 9). Seguida de tal aclaración, plantea una especie de

conceptualización de lo que se debe entender por pos -

modernidad, al decir que “designa el estado de la cultura

después de las transformaciones que han afectado a las

reglas de juego de la ciencia, de la literatura y de las

artes a partir del siglo XIX”.

19 El mismo Noam Chomsky señala la inexactitud del voca-

blo. De hecho, Jorge Smith, de Agencia Informativa

Latinoamericana, lo llama “el jinete antiglobalización”

(artículo de fecha 4 de febrero de 2003, se puede encon-

trar en www.rebelion.org/chomsky/smith040203.htm)

20 Esta es una idea que originalmente se postuló en la

primera redacción de este ensayo. Cuando se expresó,

no se encontró un sustento que la reforzara. Ahora, ya

actualizado, y reestructurado, hemos encontrado en

palabras (casi idénticas) del mismo Chomsky lo que se

quiso decir. En una entrevista con Juana Libedinsky, el

lingüista de Boston afirma que: “América latina no es

colonia formal desde el siglo XIX, pero lo es en términos

económicos”. Ello a raíz de un par de preguntas que la

periodista le hiciera, en donde, a la primera “¿Y qué hay

del imperialismo económico?” respondió: “[…] El Fondo

Monetario Internacional es una subsidiaria de la

Secretaría de Hacienda norteamericana. Si Estados

Unidos se guiara por sus recomendaciones a países

como la Argentina tendría que estar realizando enormes

reformas estructurales porque su déficit es muy superior

al admisible. Algo que jamás hará y que ningún país

poderoso haría. Entonces, ¿por qué deberían aceptarlo

los demás? Hasta la titular de la Comisión Económica

Page 33: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Lo más desafortunado es que no son los Estados

los que conducen esta nueva conquista económica,

ellos simplemente pintan las casillas del tablero. Son

las grandes empresas de los países desarrollados

quienes avasallan a las débiles economías de los

subdesarrollados que toman como suyo un capital

que llega a su territorio con la intención de acumular

riqueza, y no precisamente para dejarla en el país de

destino. Verdaderamente son las empresas transna-

cionales las que producen las diferencias económi-

cas entre los países, quienes obedecen a los

movimientos y a la actual tendencia del proceso de

acumulación del capital; entonces, tenemos que quien

determina la política económica no es ya el Estado

(sea éste desarrollado o no), sino que lo hace el pro-

pio capital; son los grandes consorcios que lo deten-

tan los que en última instancia diseñan las políticas

públicas de mayor relevancia. Las enormes empresas

ejercen presión para que un país adopte determi-

nadas políticas, esto ha sido cierto desde hace mucho

tiempo, sin embargo, la forma en que lo hacen, y la

facilidad que tienen para ello, ha venido cambiando.

Las grandes empresas son ahora menos depen-

dientes de actitudes nacionalistas y, por el contrario,

son más dependientes de las economías de alcance

y menos de las de escala.2 1

El poderío que tienen estas empresas ha conver-

tido a sus países de origen en potencias mundiales,

y en aquellos donde se instalan a sus filiales, como

en México, su importancia es tal que en ellas des-

cansa fundamentalmente su estrategia de crecimien-

to, y no en su propio sector privado.2 2 Allí está la

respuesta al por qué aún no hemos logrado el desa-

rrollo del país, por qué no podemos ser una nación de

primer mundo, por qué con nuestros abundantes

recursos naturales no somos una potencia mundial, y

por qué, aun cuando todos los países del mundo se

unieran en un gran acto de caridad, no podría ocurrir

el milagro de salir del subdesarrollo. En primer lugar

habrá que definir ¿con cuáles empresas sólidas

México va a competir al exterior? Y las interrogantes

valen para todos los países del mundo subdesarro-

llado. Luego, cabría preguntarnos ¿nuestra

economía se puede sostener con su propio capital?

Porque en todo caso, si las transnacionales se reti-

raran de nuestro país, la economía mexicana se

desplomaría, igual que ocurriría en cualquiera otra

nación en condiciones similares de inserción a los

mercados mundiales de capital.

Ningún Estado tiene el poder suficiente para diri-

gir la política económica internacional, porque ella

está en manos de las empresas multinacionales.

Veamos algunas cuestiones: es cierto que el Banco

Mundial se subordina a los intereses de Estados

Unidos, sin embargo, aunque el control norteameri-

cano es real, éste se encuentra inscrito y determina-

do por la dinámica transnacional del sistema. A s í ,

siendo su función la intervención financiera en el

impacto de los efectos globalizadores, objetivamente

no es imparcial, porque responde a los intereses del

gobierno estadounidense, empero este gobierno, no

puede contradecir ni contravenir la mencionada

‘dinámica transnacional del sistema’; es el patrón de

acumulación de capital a nivel internacional el que

determina la posición hegemónica de un Estado, en

definitiva, no son razones de carácter político las

relevantes sino las de carácter económico.2 3

Falacia global, realidad transnacional

32

para América Latina reconoció que los países que habían

seguido más de cerca las recomendaciones de

Washington eran a los que peor les había ido” (Publicada

en el diario argentino La Nación, de 8 de agosto de 2002).

21 Arturo Huerta, Riesgos del modelo neoliberal, Diana,

México, 1992, p. 27.

22 Ibidem, p. 66.

23 Samuel Lichtensztejn y Mónica Baer, Políticas globales

en el capitalismo: El Banco Mundial, CIDE, México, 1986,

p. 36.

Page 34: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Es interesante también revisar un ejemplo en

cifras del poderío de las empresas transnacionales;

veamos: actualmente existen cerca de 63 mil empre-

sas transnacionales matrices, con 690 mil filiales en el

extranjero. Dichas filiales han tenido ventas sorpren-

dentes; en 1980, se estima que fueron de 3 billones

de dólares; en 1997, alrededor de 9.5 billones de

dólares y en 1999, llegaron hasta 14 billones de dó-

lares24; las 100 multinacionales no financieras más

grandes del mundo facturan juntas cerca de 2 billones

de dólares y emplean a 6 millones de personas;25 lo

más sorprendente es que sólo dos de estas 100

(Daewoo en Corea y Petróleos de Venezuela) se

encuentran en países subdesarrollados; el volumen de

ventas de la General Motors es superior al PIB de

Dinamarca, el de Exxon-Mobil al de Austria; cada una

de las 100 multinacionales más poderosas venden

más de lo que exporta uno de los 120 países más

pobres del mundo y las 23 más poderosas venden

más de lo que exportan países como México, Brasil o

India.26

Ahora bien, es pertinente agregar que esto, como

se ha dicho, no es nuevo, y la esencia de ello es la ley

del más fuerte, aunque habría que especificar el con-

tenido de la expresión. Durante los primeros tiempos

del desarrollo de la humanidad se atendía a la fuerza

física; en otros, al poder sobrenatural; más tarde el

poder del Estado, durante siglos, dominó y controló

toda actividad humana. Con el advenimiento y consoli-

dación del capitalismo y el correspondiente cambio de

ideologías, se ha llegado a una era en donde el capi-

tal es el que dirige al mundo.

3. Ventajas comparativas versus propiedad

de la ubicuidad

Abordaremos este punto brevemente; son sólo un par

de cosas las que habrá que destacar aquí.

Comenzaremos explicando lo que debemos entender

por ventajas comparativas, éstas, nos dice Calderón

“tuvieron su importancia en el pasado y que descan-

saban en la dotación de recursos naturales”,27 explica

aquí que con el avance tecnológico dicha ventaja ha

perdido importancia en los países productores de

materias primas, sin embargo, las grandes compañías

las aprovechan perfectamente. Este mismo autor,

citando a David Ibarra,28 sostiene que “en el proceso

de globalización poco a poco se transmutan las venta-

jas comparativas y el comercio administrado de los

países, por ventajas comparativas e intercambio

administrado de los consorcios…y transforman la

competencia internacional en lucha de consorcios inte-

grados en redes comerciales-productivas”. Es bas-

tante clara esta idea. Se pueden visualizar variables

completamente diferentes en la transmutación de que

se habla. Primero, los sujetos, antes eran los países,

es decir los Estados, y ahora son las empresas

transnacionales. Otra variable es el comercio admi -

nistrado, es decir, la gestión que cada país realizaba

sobre sus recursos para producir, lo cual ha cambiado

por intercambio administrado, noción que corresponde

a los actores principales del actual comercio interna-

cional. Lo que ocurre es que una empresa no nece-

sariamente abarca todas las etapas del proceso pro-

ductivo, y tampoco tiene que desempeñarlas en un

solo lugar del planeta, esto último explica la enorme

magnitud del intercambio internacional. Se aprovecha

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

33

24 Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y

el Desarrollo (UNCTAD), Informe sobre las inversiones

en el mundo, Nueva York, 2000.

25 Idem; y Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD), Informe sobre el Desarrollo Humano,

Mundi-Prensa, Madrid, 1999.

26 Idem.

27 Calderón, op. cit.

28 David Ibarra, Interdependencia, ciudadanía y desarrollo,

Fondo de Cultura Económica-Nacional Financiera,

México, 1994, p. 16.

Page 35: Estado Economía y Hacienda Pública 8

el inmenso territorio que ocupan los países en desa-

rrollo, ofreciendo absorber desempleo y promover el

crecimiento, a cambio de todos los beneficios posibles

que disminuyan su costo de inversión. Así, al estable-

cer filiales en todo el mundo, se hace ubicua su pro-

ducción y se adquieren ventajas comparativas.29

Respecto del último enunciado del párrafo anterior,

aunque este apartado se ha titulado en un sentido de

contraposición de las ventajas comparativas y la

ubicuidad de las empresas para la producción, en rea-

lidad, no fue ello con el ánimo de ver cuál era mejor,

sino que las grandes empresas han resuelto este

problema en la forma que ya se describió. Desde

luego que no se dejará pasar por desapercibida una

cuestión político-jurídica de suma importancia, esto es,

la “soberanía estatal”, entre cuyas formas de mani-

festación tenemos a la “soberanía tributaria”; así, las

naciones imponen a la entrada y salida de mercancías

ciertas contribuciones. Ahora bien, si el flujo de mer-

cancías (no sólo de bienes, sino también de personas,

divisas, etcétera) fuese posible sin restricción alguna a

través de todas las soberanías, las empresas transna-

cionales no solo tendrían presencia en todo el mundo,

sino que además, los costos de comercialización se

reducirían al estar en un territorio, en sentido económi -

co, completamente suyo . Y realmente, como se mani-

festó en la sección anterior, tienen un inmenso poder

económico y político en cada Estado y en el ámbito

internacional, de modo que pueden modificar las

reglas del juego a su antojo. Desde luego, para ase-

gurar su presencia en los países subdesarrollados

tienen que lograr un equilibrio en el crecimiento de las

naciones, que asegure siempre como último objetivo

todo el beneficio posible para seguir acumulando capi-

tal. Así, surgen los acuerdos multilaterales de libre

Falacia global, realidad transnacional

34

29 Para no hacer comentarios que distraigan la atención del

lector respecto de las ideas de Noam Chomsky, se trans-

criben a continuación los puntos medulares de algunos

comentarios que hiciera para ZNet Sustainers (en fecha

30 de mayo de 2000) cuando se le preguntó “¿Cuáles

son los motivos de la presión de los EU en favor de un

desarrollo sostenible en el mundo en desarrollo?”, y he

aquí parte de su amplia y analítica respuesta: “En tanto

yo sé, los EU favorecen un subdesarrollo insostenible.

Los programas incluidos en la política de los EU, échese

una mirada a las reglas de la Organización Mundial del

Comercio, como digamos las TRIPs y las T R I M s

–Propiedad Intelectual Relacionada al Comercio y

Medidas de Inversión Relacionadas al Comercio [por sus

siglas en inglés] están diseñadas para impedir el desar-

rollo e impedir el crecimiento. Es así que los derechos de

propiedad intelectual no son más que una protección del

control y los precios monopólicos, que garantiza que las

corporaciones, de hecho, en estos momentos, megacor-

poraciones, tengan derecho a cobrar precios monopóli-

cos […] Pero, ¿qué hay de las Medidas de Inversión

Relacionadas al Comercio? ¿Qué hacen? Las TRIPs son

proteccionismo directo para el beneficio de los ricos y

poderosos, a través de corporaciones subsidiadas públi-

camente. Las TRIMs son un poco más sutiles. Lo que

buscan es que un país no pueda imponer condiciones a

lo que un inversionista decida hacer. Supongamos

que, digamos, la General Motors, decide llevar a

cabo subcontratación en el extranjero, mandar a hacer

partes en otro país con mano de obra barata, sin sindi-

catos, y luego enviarlas de regreso a General Motors.

Bueno, los países en vías de desarrollo exitosos de A s i a ,

una de las maneras en que se desarrollaron fue bloquean-

do ese tipo de cosas, insistiendo en que si iba a haber

inversión extranjera, tenía que hacerse de manera tal que

fuera productiva para el país que la recibiera. Tendría que

haber transferencia de tecnología, o tendría que invertirse

en los lugares en que ellos quisieran, o alguna proporción

de la inversión tendría que ser para la exportación de mer-

cancías terminadas que produjeran dinero. Montones de

mecanismos como esos. Eso es parte de la forma me-

diante la cual tuvo lugar el milagro económico de A s i a

Oriental. Incidentalmente, esa es la forma en que todos los

otros países en desarrollo consiguieron desarrollarse tam-

bién, incluyendo a los Estados Unidos, con transferencia

tecnológica desde Inglaterra. Esas aproximaciones son

bloqueadas por las Medidas de Inversión Relacionadas al

C o m e r c i o ” .

Page 36: Estado Economía y Hacienda Pública 8

comercio, con todas las particularidades que aseguren

dicho objetivo, como son el contemplar reglas de ori-

gen, plazos de desgravación arancelaria, etcétera.

Ahora intentaremos abundar en la propiedad de la

ubicuidad. Si definimos el término, encontramos que

significa que está presente al mismo tiempo en todos

lados. Antes de ir al punto, es importante proporcionar

un dato muy relevante. Lo que sucede es que las

transnacionales se han visto favorecidas gracias a la

llamada ‘revolución de la información’y los cambios en

los mercados de capital. Por si fuera poco, resulta que

estas empresas se han visto beneficiadas con la aper-

tura indiscriminada de los mercados mundiales, para

lograr el propósito de ‘ingresar a la globalización’ los

Estados tuvieron que modificar su legislación, ello

implica afectar todo el sistema. Esto incluye al aparato

burocrático, las garantías individuales y sociales, el

destino de los ingresos públicos en pro de la libera-

lización. El dato que finalmente se presenta, va rela-

cionado con esto último: en 1991, 35 países refor-

maron su legislación, y para 1999, el número ascendió

a 63 naciones.30 Atendiendo a estos números, vemos

que se ha modificado en todos los rincones del plane-

ta lo que conocemos los juristas como dogmática, y

que ésta se ha puesto indudablemente bajo los para-

digmas esclavizantes de las transnacionales.

Para lograr eficientemente31 la ubicuidad producti-

va, se realizan dos procesos, a saber: fusiones y

adquisiciones transfronterizas. En las primeras, “los

activos y las operaciones de dos empresas se combi-

nan para establecer una nueva entidad cuyo control

reside en un equipo integrado por una de ellas o por

ambas.“32 “En una adquisición transfronteriza […] el

control de los activos y las operaciones se transfieren

de una empresa a otra (extranjera), transformándose

la primera de ellas en una filial de la empresa adquirien-

te”. En el informe al que se ha venido haciendo refe-

rencia, la Conferencia de las Naciones Unidas para el

Comercio y el Desarrollo, expresa algunos ‘motivos de

preocupación’ hacia los países en desarrollo, respecto

de este último punto definido, entre los cuales encon-

tramos estas operaciones, significan una transferencia

de propiedades de los nacionales a los extranjeros, así

pueden controlar sectores de suma importancia como

banca, telecomunicaciones y energía.

Se puede concluir que los grandes corporativos

mundiales están armando estrategias prácticamente de

estilo militar para desplazar a los países, y así competir

con y entre ellos en un territorio de nadie. El proceso ha

sido muy sencillo: primero, fortalecer su capital desde

su país de origen; luego, determinar el campo en que se

va a jugar, barriendo con todo obstáculo; finalmente,

aprovechar todos los recursos posibles luego, comien-

za el juego, sólo entre quienes hayan trabajado por acu-

mular su propia enorme riqueza.

4. Quién se equivocó. Apertura comercial

Se ha postulado que la apertura comercial en los mer-

cados de los países subdesarrollados se ha hecho en

forma indiscriminada33. Ello lo demuestran las cifras.

Al menos en México, en la época del desarrollo esta-

bilizador, el 57.2% de las importaciones estaban suje-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

35

30 UNCTAD, 2000.

31 Con eficiencia productiva se hace referencia a que la

empresa reduce al mínimo los costos de inversión, pro-

ducción o comercialización.

32 UNCTAD, 2000. También podemos encontrar la defini-

ción de lo que las fusiones son en la Ley General de

Sociedades Mercantiles, también es bueno revisar el

Código Fiscal de la Federación y la Ley del ISR, en lo que

se refiere al régimen de consolidación fiscal (empresas

controladoras, etc.). Sin embargo, se ha preferido utilizar

la definición de la UNCTAD porque se sigue su idea en

este párrafo, además tiene sentido como diferencia este

proceso de las ‘adquisiciones transfronterizas’.

33 Calderón, op. cit.

Page 37: Estado Economía y Hacienda Pública 8

tas a licencia, posteriormente en toda la década de

1970 aumentó al 74.1%, en tanto que para 1999 la

cifra es de tan solo 3.6%; asimismo, el arancel pon-

derado pasó de 18.3% en 1981 a 2.8% en 199934.

Los países industrializados miembros de la

Organización para la Cooperación y Desarrollo

Económico (OCDE), en 1991, sometían a regula-

ciones no arancelarias el 48.5% de sus importaciones;

de hecho, Estados Unidos de América lo hacía en

un 44%,35 en tanto que México lo hacía sólo en un

9.2%36 Se ha afirmado que en México tenemos dos

economías, a saber, una economía de exportación

dinámica y una de mercado interno, la cual involucra

aproximadamente al 94% de los mexicanos. Así, habrá

de finalizar esta idea citando a José Luis Calva, quien

ha sostenido que “si el proteccionismo comercial

hipertrofiado trajo consigo un fuerte sesgo exporta-

dor… el fanatismo librecambista trajo consigo un

fuerte sesgo contra la planta productiva mexicana”.37

Es claro que no son las transnacionales por sí mis-

mas las causantes de los males del mundo. No es el

proceso de globalización lo que mantiene en el subde-

sarrollo a los países que siempre lo han vivido. Es,

además de todo ello, la falta de voluntad política para

enfrentar sus frecuentes y renovadas irrupciones.

Lo único que podría promover un verdadero desa-

rrollo para los países subdesarrollados es frenar la

desregulación y fortalecer a la empresa nacional, para

fortalecer el aparato productivo y poder competir.

Asimismo, los gravámenes deben equilibrarse y no

imponer excesivas cargar tributarias a los nacionales lo

que les coloca en situación desventajosa frente al capi-

tal transnacional que cuenta con mecanismos cada vez

más complejos para eludir sus obligaciones fiscales.

Conclusión

Se ha visto cómo las empresas multinacionales han

desarrollado toda una estrategia para conquistar fron-

teras, mercados y controlar la economía del mundo

entero. Si algo significativo se puede decir aquí, es

que el sometimiento a ellas por parte de los países en

vías de desarrollo ha sido desmedido. La consi-

deración final es que México no ingresará al mundo

desarrollado en tanto no cuente con empresas que

puedan competir contra las de otros países. En nues-

tro país, y en todos los que se encuentran en análoga

situación, es imprescindible la convergencia de un sis-

tema de políticas públicas: de carácter jurídico, tribu-

tario, económico, democrático y de satisfacción de

necesidades básicas como garantía en la seguridad

alimentaria. Como hemos advertido, el dominio en la

economía mundial por parte de las transnacionales sí

puede ser frenado con voluntad política, esto es, ini-

ciando un diálogo serio y comprometido a largo plazo

entre los países de América Latina (al estilo de la inte-

gración Europea), con el propósito primordial de

blindar sus economías ante los embates del capital

internacional.

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Falacia global, realidad transnacional

36

34 Calva, op. cit., p. 57.

35 Banco Mundial, Informe 1991.

36 GATT, Informe de la Secretaría , 1993.

37 Calva, op. cit.

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w w w. a z c . u a m . m x / p u b l i c a c i o n e s / g e s t i o n / n u m 7 / a

rt4.htm).

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 26-37

37

Page 39: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

Realizar una efectiva planeación estratégica requiere

emprender un diagnóstico de todas las áreas de la

organización y de su entorno. Decidir la estructuración o

reestructuración de acuerdo con las condiciones

actuales y futuras, aquí es donde el papel desempeña-

do por la dirección adquiere relevancia. Contratar direc-

tivos con conocimientos, habilidades y actitudes de

mando, planeación, desarrollo de equipos de trabajo,

delegación de funciones contribuyen a lograr los obje-

tivos con eficacia administrativa, la cual permitirá la

mejor ejecución de la planeación estratégica.

ABSTRACT

To achieve an effective strategic plan requires to start by

a diagnosis of all areas of the organization and its envi -

ronment and to decide the structuring or restructuring

according to actual and future conditions. This is where

the role played by Direction acquires relevance. To hire

executives with ample experience and knowledge, skills

and attitudes of command, planning, development of

working teams and functions assignments will allow the

best execution of strategic planning.

Introducción

En la actualidad se debate qué es más importante,

si ejecutar una estrategia o la calidad de la estrate-

gia. Como no pretendemos incrementar dicho

debate, consideramos que ambas son importantes

para el éxito tanto de las empresas lucrativas como

de las no lucrativas, incluyendo a las instituciones

públicas y sociales. Estrategia es, en unas cuantas

palabras, combinar actividades de la mejor manera

para ofrecer la mejor propuesta de valor. En este

trabajo nos proponemos explicar y aplicar los fac-

tores necesarios para el establecimiento de una

buena estrategia, que sea eficiente y tenga eficacia

en un mercado cada vez más competido en el

ámbito mundial. Adicionalmente, se presenta a ma-

nera de ejemplo una guía para elaborar el plan

estratégico de desarrollo municipal, en donde se

aplican los conceptos desarrollados en la primera

parte de este documento.

38

La planeación estratégicay su aplicación en elsector público

Francisco J. Meléndez Hernández*Rafael González Hernández*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios

Superiores de las Ciencias Administrativas de la Universidad

Veracruzana.

Page 40: Estado Economía y Hacienda Pública 8

1. La planeación estratégica y su futuro

Un estudio de alrededor de 300 gestores de carteras

decía que la capacidad de ejecutar una estrategia era

más importante que la calidad de la estrategia en sí.1

Lo cual contrasta con el enorme énfasis que muchos

teóricos de la gestión, consultores y prensa económi-

ca han prestado a la creación de estrategias dirigidas

a obtener mejores resultados. En los albores del siglo

XXI se considera que la ejecución es más importante

que una buena visión, sin embargo, una sin la otra

carece de efectividad.

La pregunta que surge es ¿tienen las organiza-

ciones dificultades para implementar unas estrategias

correctamente formuladas? La respuesta parece ser

afirmativa, puesto que las estrategias son las únicas

formas sostenibles que tienen las organizaciones de

creación de valor, y éstas están cambiando, pero las

herramientas para medirlas no.

Debe resultarnos claro que las oportunidades de

crear valor están pasando de la gestión de activos

materiales a la gestión de estrategias basadas en el

conocimiento que despliegan los activos inmateriales

de la organización: esto es, relaciones con los clientes,

productos y servicios innovadores, procesos opera-

tivos eficaces de alta calidad, tecnología de la infor-

mación, y bases de datos, y también las capacidades,

habilidades y motivaciones de los empleados.

Una mirada retrospectiva a la economía de los

años 70 y 80, nos recuerda que ésta se basaba en

los activos tangibles, donde los indicadores financieros

eran los adecuados para registrar las inversiones en

inventarios, propiedades, instalaciones y equipamien-

to en los estados financieros de las empresas. Sin

embargo, en la economía actual, en la que los activos

intangibles son una de las fuentes más importantes de

ventaja competitiva, se necesitan herramientas que

describan los activos basados en el conocimiento y la

estrategia de creación de valor que estos activos

hacen posible. Sin estas herramientas, las empresas

han tenido dificultades para gestionar lo que no podían

describir o medir.

Por lo que la aplicación de la estrategia requiere

que todos los empleados, así como todas las unidades

del negocio y de apoyo, estén alineadas y vinculadas

con la misma.

En este sentido, para desarrollar una estrategia

debemos analizar diversos aspectos relacionados con

el producto o servicio que pretendemos introducir al

mercado. Para ello se formulan preguntas como las

siguientes:

1. ¿Cuál es la línea básica de nuestro negocio?

2. ¿Cuáles son nuestra filosofía y propósitos fun-

damentales?

3. ¿Cuáles son los objetivos de la empresa a

largo y corto plazo?

4. ¿Están estos últimos en equilibrio?

5. ¿Qué productos serán obsoletos?

6. ¿Cómo y cuándo deberán ser reemplazados?

7. ¿Cuál será nuestro flujo de entrada durante los

próximos años?

8. ¿Dónde están y cuáles son nuestros mercados?

9. ¿Qué participación en el mercado queremos

obtener y cómo puede lograrse?

10. ¿Quiénes son nuestros competidores princi-

pales y dónde podrían sacarnos ventaja?

11. ¿Cuáles son los cambios más importantes

dentro de nuestro medio ambiente que nos

afectarán?

12. ¿Cuáles serán las oportunidades y peligros

que debemos explotar o evitar respectiva-

mente en los próximos años?2

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

39

1 “Measures That Matter”, Ernst & Young, Boston, 1998, p. 9.2 George A. Steiner, Planeación estratégica. Lo que todo

director debe saber, CECSA, México, 1993, p. 42.

Page 41: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Una vez establecidas y definidas las condi-

ciones de en cuál negocio queremos participar,

los propósitos a alcanzar en el corto y largo plazos,

los costos y los ingresos, la porción del mercado a

c o n t r o l a r, los clientes y sus características, los

competidores y su ubicación, incluyendo los desa-

rrollos tecnológicos, ambientales, etc., podremos

mantener a la empresa dentro de la competencia

en la medida en que nuestras organizaciones fun-

cionen con una estrategia o estrategias orientadas

hacia el cliente, donde la reestructuración tendría

que darse si fuera necesaria así como reorganizar

el proceso de gestión de resultados, para que éstos

se alcancen con el trabajo diario de todos los inte-

grantes de la organización.

Así George Steiner establece catorce procesos

necesarios para el establecimiento de una estrategia

efectiva, a saber:

1. Establecimiento de objetivos: decidir sobre el

negocio al que la compañía se dedicará y otros

factores importantes que lo guíen y lo caracteri-

cen, como el crecimiento continuo. Un objetivo

generalmente es de naturaleza permanente y

no tiene límite de tiempo.

2. Estrategia de planeación: desarrollar conceptos,

ideas y planes para lograr objetivos con éxito y

para enfrentarse y derrotar a la competencia. La

planeación estratégica es parte del proceso

completo de planeación, el cual incluye la

planeación directiva y la operacional.

3. Establecimiento de metas: decidir sobre metas

a lograr dentro de un plazo más corto y de

menor alcance que los objetivos, pero diseña-

dos como objetivos secundarios específicos al

elaborar los planes operacionales para llevar a

cabo la estrategia.

4. Desarrollar la filosofía de la compañía: estable-

cer las creencias, valores, actitudes y linea-

mientos orales que pueden agregarse a “cómo

se hacen las cosas aquí”.

5. Establecer las políticas: decidir sobre los

planes de acción para guiar el desempeño de

todas las actividades principales para llevar a

cabo la estrategia de acuerdo con la filosofía

de la empresa.

6. Planear la estructura de la organización:

Desarrollar el plan de la organización –las ligas

que ayudan a las personas a unirse para

desempeñar las actividades de acuerdo con la

estrategia, filosofía y política.

7. Proporcionar el personal: contratación, selec-

ción y desarrollo de personas –incluyendo una

proporción adecuada de grandes talentos para

ocupar los puestos determinados en el plan de

la organización.

8. Establecer los procedimientos: determinar y

prescribir cómo se llevarán a cabo todas las

actividades importantes y las rutinarias.

9. Proporcionar instalaciones: proporcionar la

planta, equipo y otras instalaciones físicas

necesarias para llevar a cabo el negocio.

10. Proporcionar el capital: asegurarse de que el

negocio disponga de fondos y créditos nece-

sarios para las instalaciones físicas y el capital

de trabajo.

11. Establecimiento de normas: fijar la medida del

desempeño que permita al negocio lograr sus

objetivos a largo plazo con éxito.

1 2 . Establecer los programas directivos y los planes

o p e r a c i o n a l e s: desarrollar programas y planes

que dirijan las actividades y el uso de los recur-

sos que –cuando se lleven a cabo conforme a la

estrategia, políticas y procedimientos y normas

establecidas– permitirán que las personas reali-

cen sus objetivos particulares. Estas son las

fases del proceso completo de planeación que

incluye la planeación estratégica.

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

40

Page 42: Estado Economía y Hacienda Pública 8

13. Proporcionar información controlada: proveer

hechos y números para ayudar a las personas

a seguir la estrategia, políticas, procedimientos

y programas; estar al pendiente de las fuerzas

laborales exteriores e interiores; y medir su

propio desempeño contra los planes estableci-

dos y las normas.

14. Motivar a las personas: dirigir y motivar a la

gente de manera que actúe de acuerdo con la

filosofía, políticas, procedimientos y normas

para realizar los planes de la compañía.3

Como podemos ver, la estrategia no consiste, como

algunos todavía creen, en sólo reducir costos y per-

sonal, sino lo que se busca primordialmente es un

posicionamiento o reposicionamiento de la organi-

zación en su mercado competitivo. Por lo que una

organización que toma decisiones, en ocasiones simu-

lando el futuro, aplica el enfoque de sistemas,

establece objetivos, determina oportunidades y ries-

gos, obtiene información relevante para las funciones

de los ejecutivos, determina los mejores canales de

comunicación y motiva y dirige la participación de los

integrantes. Podríamos decir que una estrategia nos

diferencia y consiste en integrar una sólida red de

capacidades organizacionales que combina los recur-

sos y habilidades de la organización para entregar el

valor que el cliente aprecia. Lo anterior, además de ser

estratégico se convierte en una ventaja competitiva

cuando es de difícil imitación.

Para alcanzar lo anterior es necesario construir un

nuevo tipo de sistema de gestión que de acuerdo con

Kaplan y Norton debe contener tres dimensiones:

1. Estrategia. Hacer de ésta la agenda organizati-

va principal, aplicando y explicando los aspec-

tos importantes que permitan a las organiza-

ciones, describir y comunicar su estrategia de

forma que se comprenda y se aplique.

2. Enfoque. Crear un enfoque muy fuerte, con el

cuadro de mando integral4 como ayuda de

“navegación”, donde cada recurso y cada activi-

dad de la organización queda alineado con la

estrategia.

3. Organización. Movilizar a todos los empleados

para que actúen de formas completamente

diferentes. El cuadro de mando integral propor-

ciona la lógica y la arquitectura para establecer

nuevos vínculos organizativos entre unidades

de negocio, servicios compartidos y empleados

individuales.5

Lo anterior significa que si nosotros somos capaces de

diseñar una buena estrategia y logramos que se com-

prenda correctamente, podemos obtener resultados

óptimos o al menos muy satisfactorios por medio de la

alineación y coherencia de los limitados recursos de

la organización. En la siguiente sección vamos a

describir los aspectos más importantes para llevar

a cabo una buena planeación estratégica.

Análisis de la situación

Para alcanzar una posición estratégica se requiere

concentrar esfuerzos, lo cual implica renuncias y com-

promisos. En una organización no puede ser todo para

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

41

3 Ibidem, pp. 14-15.

4 El cuadro de mando integral consiste en adoptar, enfocar

y alinear los equipos directivos, unidades de negocios,

recursos humanos, medios tecnológicos de la información

y también sus recursos financieros, con la estrategia de la

organización como un todo.

5 Robert S. Kaplan y David P. Norton. Cómo utilizar el

cuadro de mando integral para implantar y gestionar su

estrategia, Gestión 2000, Barcelona, 2001, p. 14.

Page 43: Estado Economía y Hacienda Pública 8

todos, por lo que se necesita elegir correctamente la

propuesta de valor que ofreceremos a nuestros

clientes y la manera de hacerlo; proceso que supone

una constante toma de decisiones.

El análisis de la situación se refiere al análisis de

datos pasados, presentes y futuros que proporciona

una base para seguir el proceso de la planeación

estratégica.

Existen varias dimensiones del estudio de la

situación que deben entenderse desde un principio.

Primero, no hay una manera única, es decir no hay

una mejor manera para realizar este análisis, en algu-

nas compañías es bastante completo y amplio, mien-

tras que en otras, las que no cuentan con sistemas de

planeación estratégica, el proceso es inexacto y sin

estructura. Segundo, el alcance potencial de un análi-

sis de situación es amplio y cubre cualquier factor

importante en el medio ambiente, tanto interno como

externo. Sin embargo, en la mayoría de los casos

abarca las áreas convencionales de un negocio: pro-

ducción, mercados, finanzas, competencia y dirección.

Tercero, el análisis de situación variará dependiendo

de la entidad organizacional involucrada en la

planeación. En unidades comerciales estratégicas

descentralizadas el análisis cubre esta unidad, mien-

tras que en una empresa centralizada abarca a la

misma en su totalidad.

Cuarto, el análisis de situación no debe ser com-

pletado sólo sobre una base formal durante el proceso

de planeación; una parte muy importante, si no la más

importante del mismo, se lleva a cabo continuamente

en la observación personal del medio ambiente por

parte de los directores individuales.6

Todo aquello que se recopile sin costo demasiado

alto y que sea útil para evaluar las situaciones pre-

sentes y futuras debería ser incluido en la base de

datos sobre el desempeño pasado. Debemos enten-

der que sólo se recopilará aquella información que sea

útil para la toma de decisiones. La información puede

incluir:

• Ventas (precio y volumen de productos y/o servi-

cios)

• Utilidad de operación (antes de impuestos)

• Flujo de efectivo

• Depreciación

• Gasto de capital

• Base de inversión

• Rendimiento sobre la inversión

• Participación en el mercado

Otro tipo de información que se incluirá es: potenciali-

dades y debilidades en la mercadotecnia, desarrollo

del producto, relaciones laborales, productividad por

trabajador, gastos de investigación y desarrollo, volu-

men de ventas de nuevos productos, deudas a corto

plazo y deudas a largo plazo en relación con las

acciones. Lo que muchos autores denominan análisis

F O D A (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y

Amenazas).

Todo lo que la dirección desea medir como fac-

tores importantes al evaluar la situación actual de la

empresa debe agregarse, por ejemplo:

• Análisis de la clientela y del mercado

• Recursos de la empresa

• Competencia (nacional e internacional)

• Medio ambiente

• Otras medidas de desempeño o áreas de interés.

Según Peter Drucker,7 la planeación estratégica es el

proceso continuo que consiste en adoptar ahora deci-

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

42

6 Steiner, op. cit; p. 126

7 Peter F. Drucker, La Gerencia, tareas, responsabilidades y

prácticas, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1984.

Page 44: Estado Economía y Hacienda Pública 8

siones (asunción de riesgos) empresariales sistemáti-

camente y con el mayor conocimiento posible de su

carácter futuro; en organizar sistemáticamente los

esfuerzos necesarios para ejecutar estas decisiones; y

en medir los resultados de estas decisiones com-

parándolos con las expectativas mediante una retroac-

ción sistemática organizada.

Así, la planificación, en términos sencillos, son los

pasos que tendríamos que tomar hoy para lograr un

mejor desenvolvimiento de nuestras actividades

diarias, y que a su vez, éstas esclarezcan el camino

para un mañana mejor. Es decir, consiste en el

establecimiento de un plan que significa acción

inmediata para emprender un proyecto que alcanzará

unos propósitos determinados. Los referidos propósi-

tos pueden ser de corto, mediano y largo plazo y de

ahí el por qué se planifica, ya que planificar no es otra

cosa que elaborar tareas en diferentes tiempos para

que las personas encargadas las ejecuten apropiada-

mente en las condiciones y en el momento en que co-

rrespondan. Por lo que las preguntas relacionadas con

los clientes actuales y potenciales de nuestro mercado

serían las siguientes:

• ¿Quiénes son nuestros clientes?

• ¿En qué mercados encontramos nuestra clien-

tela?

• ¿Cómo están distribuidos geográficamente nues-

tros clientes?

• ¿Cómo están clasificados los clientes en térmi-

nos de volumen?

• ¿Cuántos clientes compran más de una vez?

• ¿En qué posición nos encontramos comparados

con el promedio de la industria en cuanto a ven-

tas duplicadas, concentración de volumen de

clientes, distribución geográfica, etc.?

• ¿Cómo nos consideran nuestros clientes en tér-

minos de calidad de productos, servicios, precio,

etcétera?

• ¿Cómo es la estructura de costos de la organi-

zación comparada con las de la competencia?

• ¿Podría uno de nuestros clientes decidir producir

un producto nuestro para su propio uso?

• ¿Nuestro mercado está empezando, creciendo,

madurando o declinando?

• ¿Es la tecnología en el mercado dinámica o

estática?

• ¿Cuál es el potencial de mercado para nuestros

productos?

• ¿Qué participación de mercado tenemos actual-

mente?

• ¿Depende el mercado de temporadas o ciclos?

En lo que corresponde a los recursos de la empresa

–recursos financieros, financiamiento, utilidades, ven-

tas, deudas, flujo de efectivo, margen de contribución

por línea de producto– y a la eficacia de su utilización

podemos analizar: las ventas, utilidades e inversión

por empleado, aprovechamiento de la planta y uso de

las habilidades de los empleados.

La evaluación del personal es un aspecto que

requiere cuidado y dedicación; es decir, tenemos que

ponderar si las habilidades y actitudes actuales son las

que se requerirán en el futuro, para lo cual tenemos

que valorar las habilidades, la productividad y el índice

de rotación entre otros aspectos importantes.

Para abreviar, el análisis debe realizarse en todas

las áreas de la organización y de su ambiente o

entorno, detectando la suficiencia o no de las

actuales instalaciones, unidades productivas princi-

pales, capacidad actual y sobre todo su grado de

modernización. Por el lado de los insumos hay que

determinar el volumen de inventarios, los tipos de

materias primas, su aprovechamiento y la utilización

de los desperdicios. La utilización de los sistemas de

distribución, canales de distribución, evaluar la posi-

bilidad de venta en línea, etc. Por otra parte, el

cumplimiento de los estándares ambientales es un

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

43

Page 45: Estado Economía y Hacienda Pública 8

aspecto que mejora la imagen de la organización, por

lo que se debe trabajar respetando las leyes de con-

servación del ambiente y cumpliendo las normas de

seguridad e higiene.

La innovación es uno de los aspectos sobre los

cuales debe trabajarse en la actualidad, para desarro-

llar nuevos productos y/o servicios. Lo cual implica

hacer gastos e inversiones en investigación y desa-

rrollo sobre todo si consideramos que para que un pro-

ducto llegue de la etapa de aprobación a la de dis-

tribución masiva transcurren de dos a tres años apro-

ximadamente.

La planificación estratégica no reemplaza la lógica

humana con los hechos, no sustituye a las decisiones

por la técnica, es más responsabilidad que técnica. Por

lo tanto, la organización de las tareas o asignaciones a

los distintos individuos de la misma, fortalecen el pre-

sente y blindan su armazón para un futuro inesperado o

incierto. En consecuencia, el desempeño de la dirección

adquiere un papel preponderante: se debe contar con

directivos cuyos conocimientos, habilidades y actitudes

les permitan desempeñar los papeles de mando,

planeación, desarrollo de equipos de trabajo, dele-

gación de funciones y autoridad y contribuyan a lograr

los objetivos con eficacia administrativa.

Los aspectos importantes que se tienen que con-

siderar en relación con la competencia son: el número

y tamaño de los competidores, su desarrollo tecnológi-

co, financiero, y sobre todo la facilidad o no para la

entrada de más competidores al mercado e identificar

a los competidores más importantes para actuar opor-

tunamente.

Con respecto al medio ambiente externo a la orga-

nización, es básico conocer, entre otras variables, el

PIB, las tasas de interés que rigen en el mercado, la

tasa de inflación, las características del mercado labo-

ral, la tendencia de la producción de las manufacturas,

los servicios, la disponibilidad de energéticos como

energía eléctrica y los derivados del petróleo. Las

condiciones que imperan en cuanto a las tasas de

natalidad, crecimiento demográfico, distribución por

rangos de edad de la población, poder adquisitivo de

los consumidores actuales y potenciales.

Un aspecto al que debe prestársele importancia

sobre todo en nuestro país es el relacionado con

la situación política, principalmente lo concerniente a la

certidumbre a corto y largo plazo del aseguramiento y

respeto a la propiedad, libertad y facilidad para invertir

y desregulación o simplificación administrativa, puesto

que es posible que la situación política cree incer-

tidumbre en aspectos tales como modificaciones en

los impuestos, creación de nuevos impuestos, ma-

yores responsabilidades fiscales, legales, entre otras.

Mención especial merece la cuestión tecnológica,

sobre todo en las organizaciones cuyos procesos pro-

ductivos requieren de nuevas tecnologías, donde los

desarrollos e innovaciones son constantes y muy

rápidos.

Igualmente, la calidad de las relaciones con el o

los sindicatos, con los empleados y la o las comu-

nidades en las que la organización se encuentra ubi-

cada, contribuye a mejorar el nivel de satisfacción, la

imagen institucional y, finalmente la compra de los pro-

ductos o servicios que dicha organización ofrece.

Toda la información recabada en el análisis de la

situación actual se resume en el Cuadro 1.

Propósitos y misiones organizacionales

La industria tiene, en los tiempos actuales, una orien-

tación mucho más mundial de la que tenía hace quince

años. Las estrategias de las modernas corporaciones

multinacionales ya no están inspiradas o condi-

cionadas por razones de Estado sino por el deseo y la

necesidad de atender a los mercados atractivos, allá

donde se encuentren, y de acceder a conjuntos atra-

ctivos de recursos, estén donde estén.

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

44

Page 46: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Cuadro 1. El análisis de situación

FUENTE: Steiner, George A. y John B. Miner, (1977) Management Policy and Strategy: Text, Reading and Cases, Macmillan,

New York, p. 189.

Así tenemos que, cuando se analizan detenidamente

los bienes y servicios que se producen y se comercian

por todo el mundo, así como las empresas que los

hacen, ya no es tan fácil atribuirles una etiqueta

nacional. Por ejemplo, los habitantes de Singapur

tienen productos agrícolas mejores y más baratos que

los habitantes de Japón, aunque Singapur no tiene

agricultores, ni sector agrícola propio. Lo mismo se

puede decir de los materiales de construcción, que

son mucho más baratos en Singapur, que no produce

casi ningún material de construcción, que en Japón,

que sí los produce.

Lo anterior prácticamente nos lleva a afirmar que

las misiones organizacionales deberían expresarse en

términos de producto y mercado.

El unir a los productos con los mercados tendrá

como consecuencia un poder directivo más fuerte. Las

premisas de las misiones además de proporcionar

guías generales para la planeación estratégica, son

importantes para la creación de estrategias progra-

madas, y la naturaleza de un negocio; determinan el

área de competencia donde opera el mismo, estable-

cen la forma en que serán distribuidos los recursos de

acuerdo con las diferentes solicitudes; determinan el

tamaño de la compañía, facilitan la identificación de

oportunidades y peligros que deben ser tratados en el

proceso de planeación; ofrecen nuevas oportunidades

al igual que peligros y evitan que la gente pierda su

tiempo trabajando con estrategias y planes que

puedan ser considerados inapropiados por la alta

dirección.8

Se puede decir que un objetivo se refiere a un resul-

tado que se desea o necesita lograr dentro de un tiem-

po específico. Igualmente, se puede afirmar que desde

el gerente hasta el supervisor o el empleado, necesitan

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

45

Base dedatos parael análisis

desituación

Implantación

Misiones ymetasFlujo deefectivoROILínea deproductosDemandassocialesCompeten-cia

FODA Sugerencias EstrategiasVeri-fica-doCon-tra

8 A. Steiner. op. cit., p. 155.

Misiones ymetasFlujo de efectivoROILínea de productosDemandassocialesCompetencia

Page 47: Estado Economía y Hacienda Pública 8

objetivos claramente expresados. Es decir, los objetivos

deben establecer lo que cada unidad debe producir. En

pocas palabras, debe fijar qué contribución deben hacer

el trabajador y su unidad para ayudar a otras unidades

a alcanzar sus objetivos o propósitos.

Formulación del programa estratégico

Muchas economías exitosas han tenido que incorporar

precisamente cambios fundamentales en su entorno,

en esa alteración se encuentra una serie de avances

de la tecnología de la información que están rela-

cionados entre sí.

A medida que progresa la calidad, el alcance y

la disponibilidad de información, es mayor el

número de personas que llega a conocer, cada vez

con más detalle, qué tipo de elecciones económicas

se pueden hacer y qué niveles de valor correspon-

den a esas elecciones. Este conocimiento, a su vez,

socava la tiranía de la distancia material y de las

normas de gobierno. Cuanto mayor es el campo de

posibilidades que se conoce, más difícil le resulta a

una autoridad central limitar arbitrariamente ese

campo o hacer que esas limitaciones perduren en el

t i e m p o .

Una vez que se han establecido los propósitos y

misiones y los objetivos básicos de planeación a largo

plazo, la secuencia conceptual en la planeación

estratégica es desarrollar el programa de estrategias

para lograrlos.

Aunque no existe un consenso acerca de la clasi-

ficación para enlistarlas, los siguientes tipos básicos

de estrategia de programa incluidos por Steiner,9 son

generalmente aceptados:

Las estrategias de producto incluirían la naturaleza

del producto de línea; desarrollo de un nuevo produc-

to; calidad, productividad y obsolescencia; eliminación

de productos antiguos; y la agregación de un producto

a la línea.

Las estrategias de mercadotecnia pueden incluir lo

siguiente: canales de distribución, precios, ventas y

publicidad, empaque, marca del producto y selección

de las áreas del mercado.

Las estrategias financieras incluirían las áreas:

desmantelamiento de bienes no deseados, límite cre-

diticio del cliente, obtención de fondos, financiamiento

de investigación básica, y gastos de instalaciones.

Las estrategias relacionadas con o r g a n i z a c i ó n

comprenderán centralización v e r s u s d e s c e n t r a-

lización, grado de autoridad dado a los directores de

centros de utilidad descentralizados, organización del

departamento del cuerpo administrativo, organización

de la oficina del ejecutivo en jefe y la matriz versus

organizaciones funcionales.

Las estrategias de personal se encargarían de las

relaciones sindicales, compensación, capacitación

directiva, evaluación de productividad, sistemas de

compensaciones y contratación.

Las estrategias referentes a las relaciones públi -

cas podrían incluir la política publicitaria, posición de la

compañía en los asuntos políticos gubernamentales,

relaciones con las organizaciones gubernamentales

reguladoras y la política de lobbismo.

Una nueva área de estrategia es la de programas

sociales, que incluiría programas específicos que la

compañía desea tener, como las guarderías, prestar el

tiempo de los directivos a las unidades gubernamen-

tales para ayudar a mejorar las prácticas directivas y

contribuciones de caridad.

Para desarrollar una estrategia es necesario con-

siderar al menos los siguientes puntos:

1. Identificar y evaluar las concentraciones produc-

to/mercado dominantes.

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

46

9 Ibidem, pp. 176-177.

Page 48: Estado Economía y Hacienda Pública 8

2. Identificar y evaluar unidades y/o actividades

que reciben la mayor extensión de los recursos

de la compañía.

3. Identificar y medir las principales ventajas com-

petitivas mediante la comparación con los prin-

cipales competidores.

4. Identificar las estrategias financieras.

5. Determinar las estrategias personales de los

ejecutivos clave.

6. Determinar la descripción gráfica analítica de

estrategias.

Para la conversión de planes estratégicos en deci-

siones reales se requiere, por lo general, de dos eta-

pas: la primera consiste en la preparación de planes

funcionales a mediano plazo y la segunda en el desa-

rrollo de presupuestos y planes tácticos con base en

los planes funcionales.

Los principales planes funcionales se identifican

precisamente con las funciones que normalmente rea-

liza la organización, así tenemos:

• Planes de mercadotecnia de mediano plazo que

identifican acciones funcionales específicas,

necesarias para implantar estrategias en el mer-

cado.

• Planes de manufactura, incluyen las actividades

necesarias para elaborar productos y/o servicios.

• Planes financieros, consisten en la agregación

de todos los planes de una empresa para

mostrar los resultados financieros, o se relacio-

nan con la adquisición y el control de los recur-

sos financieros necesarios para implantar los

planes.

• Planes de personal, incluyen las funciones sobre

temas de personal como contratación y sustitu-

ción, comunicaciones, entre otros.

• Otros planes funcionales entre los cuales

podemos señalar: diversificación, organización,

operaciones internacionales, relaciones públicas,

asuntos con los consumidores y con el gobierno,

y procesamiento de la información.10

La planeación de contingencias y la búsqueda de

futuros alternativos

Lo que un negocio es, no lo determina el productor sino

el consumidor. Como acertadamente señala Drucker,

el negocio “no lo define el nombre de la compañía, los

estatutos o los artículos bajo los cuales se constituye

la sociedad, sino la necesidad que el consumidor sa-

tisface cuando compra un producto o un servicio” .11

La pregunta sobre cuál es nuestro negocio sólo se

puede contestar, por lo tanto, mirando desde afuera,

desde el punto de vista del consumidor y del mercado.

El propósito de la planeación de contingencias es

que la gerencia interprete de forma adecuada y anti-

cipada lo que los consumidores ven, piensan, creen

y necesitan en un momento dado cualquiera. Esta

información les proporciona a los directivos una

mejor posición para tratar con desarrollos inespera-

dos. Al fracasar en anticipar ciertos eventos, los eje-

cutivos actúan no tan rápido como deberían en una

situación crítica, y el evento puede crear más daño

del que hubiera provocado de otra manera. La

planeación de contingencia, por lo tanto, debe elimi-

nar la ejecución torpe, la inseguridad y los retrasos

de tiempo al producir la respuesta necesaria en una

emergencia. Una ventaja adicional es que este tipo

de planeación fuerza a los directivos a tomar en

cuenta dimensiones en el medio ambiente que no

son eventos probables.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

47

10 Ibidem, pp. 203-207.

11 Peter F. Drucker, La gerencia de empresas,

Hermes/Sudamericana, México, 1979, p. 73.

Page 49: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Un plan de contingencia es aquel cuya probabili-

dad de que suceda es menor que aquella para los

eventos incluidos en el proceso de planeación, cuya

ocurrencia causará ciertos daños, especialmente si no

es tratada con rapidez. En general, el tema de estos

planes será una divergencia del crecimiento de las

ventas o de los niveles de utilidad; aunque existen

otras posibilidades, como la introducción de un nuevo

producto por un competidor que quitará mercado a la

empresa, o eventos fortuitos.

Un enfoque pragmático de la identificación de con-

tingencias consiste en formular la pregunta: ¿Qué

pasa si?, “¿Qué pasa si de repente perdemos el

cliente que actualmente está comprando 20% de

nuestra producción total?”.

La importancia de los sistemas de control

Las empresas miden el costo de desarrollar sus

activos intangibles, como la formación de empleados,

los gastos en bases de datos y la publicidad para crear

conciencia de marca. Pero tales costos son pobres

aproximaciones a cualquier valor realizable creado

mediante la inversión en estos activos intangibles. Así,

los activos intangibles tienen valor potencial pero no

valor de mercado. Se necesitan procesos organiza-

tivos, como diseño, entrega y servicio, para transfor-

mar el valor potencial de los activos intangibles en pro-

ductos y servicios que sí tienen valor tangible.

El control podemos definirlo como el conjunto de

los mecanismos, acciones reactivas y sanciones que

una colectividad elabora y utiliza, ya sea con el fin de

prevenir la desviación de un sujeto individual o colecti-

vo respecto de una norma de comportamiento, ya sea

para eliminar una desviación que ha ocurrido logrando

que el sujeto vuelva a comportarse de conformidad

con la norma, o para impedir que la desviación se repi-

ta o se extienda a los demás.

Así, establecer normas es un procedimiento bási-

co para regular y organizar el comportamiento

humano, en este caso dentro de las organizaciones,

en consideración de las metas colectivas. La encar-

gada de realizar este tipo de mediciones, normalmente

es la dirección y lo lleva a cabo mediante la compara-

ción del desempeño contra las normas. Una forma

sencilla es confrontar los presupuestos con lo realiza-

do, dependiendo de la magnitud de la diferencia entre

lo planeado y lo realizado existirá razón para tomar

acciones correctivas.

Los informes de control variarán bastante en los

diferentes niveles dentro de la organización. Por ejem-

plo, el CEO querrá informes con respecto a si las

misiones y los objetivos de la empresa aún son apro-

piados o si las partes críticas del plan estratégico

están siendo implantadas (adquisiciones, amplia-

ciones, desarrollo de productos nuevos, entre otras).

Es importante señalar que para la implantación de

las estrategias de control directivo, lo más recomen-

dable es alentar, motivar y apoyar el involucramiento

individual en dicha implementación de las decisiones.

Y sobre todo, como bien establece Steiner, las recom-

pensas para la productividad se tienen que basar en

un sistema de compensaciones desarrollado mediante

la participación de las personas involucradas, con lo

cual se logra realmente un reconocimiento total del

logro individual.

Un sistema de planeación estratégica completo

debe lograr los propósitos expresados en el plan,

mediante un proceso o condición.

La evaluación del sistema de planeación

En las actividades de evaluación las preguntas esen-

ciales que los evaluadores plantean acerca de su labor

–¿cuándo?, ¿dónde?, ¿para quién?, ¿qué?, ¿por

qué?– son compartidas por otros integrantes de la

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

48

Page 50: Estado Economía y Hacienda Pública 8

organización. Opciones como la de emprender un

estudio retrospectivo, concomitante o prospectivo (el

¿cuándo?); decisiones en cuanto al alcance de la

actividad y la selección de sitios que van a estudiarse

(el ¿dónde?); responsabilidades hacia un patrón, un

departamento (el ¿para quién?); factores que van a

valorarse (el ¿qué?), y motivaciones para el estudio (el

¿por qué?) revisten también un interés significativo

para los analistas de la implementación.

Por lo anterior, los directores deben supervisar

continuamente el sistema de planeación para mante-

ner resultados óptimos del mismo. Dicha supervisión

cuando es reforzada periódicamente mediante investi-

gaciones sistemáticas asegura que el sistema de

planeación es tan efectivo como los directivos esperan

que sea.

Para Steiner, un estudioso de la planeación

estratégica, existen diez áreas que se deben revisar, a

saber:

1. ¿Ayuda al plan comercial a dirigir su propia

operación más efectivamente?

2. ¿Establece el plan comercial una obligación

mutuamente acordada entre el autor del plan y

su jefe?

3. ¿Contiene el plan comercial suficiente informa-

ción para dar credibilidad a su promesa?, ¿es el

análisis de situación adecuado? ¿Son apropia-

dos los procedimientos de pronósticos? ¿Son

probadas las estrategias mediante métodos

adecuados? ¿Pueden implantarse las estrate-

gias?

4. ¿Tiene el plan comercial un enfoque estratégi-

co?

5. ¿Fomenta el sistema de planeación la concien-

cia acerca de las opiniones de sus posibles con-

secuencias?

6. ¿Agita el sistema de planeación asuntos, selec-

ciones y prioridades críticas?

7. ¿Está el plan comercial relacionado fuerte-

mente con el sistema para situar y comprome-

ter fondos de capital?

8. ¿Es aceptable la cantidad de papeleo?

9. ¿Contiene el sistema de planeación y los

planes resultantes una pluralidad de estilos

directivos y de planeación?

10. ¿Está el sistema de planeación entretejido en

la organización?12

Ejemplo: la planeación del desarrollo municipal

Como sabemos, la planeación es una función de la

administración que consiste en identificar y estable-

cer los objetivos generales de una institución, a

corto, mediano y largo plazo, definir las políticas o

estrategias para alcanzar estos objetivos, ordenar-

los de acuerdo con las prioridades; establecer el

marco normativo dentro del cual se desenvuelvan

las acciones de la institución y las bases para

realizar las otras funciones generales de la admi-

nistración: programación, financiamiento, adminis-

tración de personal, control y evaluación de resul-

t a d o s

Debemos entender por planeación estratégica, el

proceso de seleccionar las metas a largo plazo de una

organización, determinar las políticas y programas

necesarios para lograr los objetivos específicos de la

misma y establecer los métodos requeridos para ase-

gurarse de que los programas sean ejecutados de la

forma preestablecida.

De manera sintética, la planeación estratégica es

el proceso de planeación a largo plazo que se usa

para definir y alcanzar metas de la organización.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

49

12 A. Idem.

Page 51: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Proceso de planeación estratégica para la adminis -

tración municipal.

1. Formulación del plan. Se elabora el diagnóstico

económico y social del municipio que muestre la

situación real y las necesidades; se define la

misión, los objetivos y metas a alcanzar, se

establecen las estrategias que habrán de

seguirse, las cuales implican definir cómo se

lograrán los objetivos propuestos; se integran

los programas, especificando las áreas respon-

sables que los llevarán a cabo, así como los

tiempos y recursos necesarios para su rea-

lización.

2. Aprobación. En esta etapa se busca que el

ayuntamiento en sesión de cabildo analice

el contenido del plan, lo apruebe y se haga

responsable, a partir de ese momento, de su

correcta ejecución.

3. Ejecución. Es la realización de las acciones de

las decisiones plasmadas en los programas

anuales tales como: construcción de obras

de pavimentación, electrificación, introducción de

drenaje, adquisición de patrullas de policía,

etcétera.

La responsabilidad de la puesta en marcha

del plan corresponde a las diferentes áreas de la

administración municipal siendo funciones sus-

tantivas las de obras, servicios públicos y de

apoyo, administración de personal, recursos

materiales, servicios generales, etc.

4. Control. Es la verificación del avance y cumpli-

miento del plan y programas con el propósito fun-

damental de identificar posibles desviaciones.

La función de control deberá ser realizada

por todas las áreas responsables de la ejecución

del plan. La información que se obtenga, será

turnada a la unidad, departamento o dirección de

planeación, según corresponda, para que con-

junte todas las gráficas y con ello sepa el avance

de todos y cada uno de los programas, permi-

tiendo que se identifique a los que no lograron

las metas establecidas para que el ayuntamien-

to tome las decisiones pertinentes.

5. La evaluación. Es la valoración cualitativa de los

resultados obtenidos en el plan. Deberá efec-

tuarse durante la ejecución del propio plan y al

concluirlo, con el fin de conocer las causas por

las cuales los programas fueron o no logrados.

Posteriormente, en la etapa de seguimiento, se

evaluará si lo logrado con el plan cumplió con

las demandas de la población y se determinarán

los beneficios que arrojó.

Al igual que el control, la evaluación deberá

ser realizada por el área de planeación del ayun-

tamiento, y será la responsable de realizar el

análisis de las causas para el cumplimiento posi-

tivo o negativo de las metas y establecer, en su

caso, las correcciones pertinentes para futuros

programas.

Los resultados de la evaluación se deberán

presentar ante el ayuntamiento para que éste

conozca, analice y efectúe las recomendaciones

y ajustes al plan de desarrollo y programas ope-

rativos anuales.

Guía tipo para la formulación del Plan de Desarrollo

Estratégico Municipal

1. Presentación.

2. Introducción.

2.1. Descripción del contenido.

2.2. Marco jurídico.

3. Diagnóstico del municipio. En este apartado

deberá realizarse un análisis de la situación actual del

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

50

Page 52: Estado Economía y Hacienda Pública 8

municipio –cuantitativo y cualitativo–, a partir del cual

se obtendrán elementos que permitirán conocer las

condiciones y recursos del territorio, de su infraestruc-

tura, de su población, etc.

Respecto a los datos estadísticos que sean inclui-

dos, deben estar actualizados, siendo indispensable

anotar las fuentes de la información.

El diagnóstico se integrará con los puntos

expuestos a continuación:

3.1. Medio físico.

3.2. Recursos naturales.

3.3. Servicios públicos.

3.4. Población.

3.5. Aspectos económicos.

Una vez descritos los aspectos que integran el diag-

nóstico, es necesario realizar un análisis de las for-

talezas, oportunidades, debilidades y amenazas

(FODA) del municipio, de la administración municipal y

del entorno.

En cuanto a las oportunidades, éstas se definen

como aquellas situaciones que se generan en el con-

texto macroeconómico nacional y/o internacional, y en

general aquellos aspectos que provienen del exterior y

que favorecen al desarrollo del municipio. Dichas opor-

tunidades deben enunciarse en forma concisa y clara.

Un ejemplo es que la ciudadanía exija ampliar la

cobertura y calidad de los servicios públicos o mejorar

las instalaciones educativas del municipio. Esta

demanda, en lugar de ser un problema se convierte en

una oportunidad para el gobierno municipal, porque

permite al ayuntamiento hacer las gestiones nece-

sarias ante el gobierno estatal a fin de atender ade-

cuadamente las demandas de la población.

Adicionalmente, se enunciarán y enumerarán las

amenazas que significan situaciones que provienen

del exterior y pueden ocasionar el incumplimiento de

uno o varios objetivos. Pueden considerarse los dife-

rentes aspectos del entorno que afectan negativa-

mente el desarrollo del municipio. Ejemplo de ello,

sería el hecho de que el ayuntamiento capte menor

cantidad de recursos económicos provenientes de los

impuestos o el retraso en las participaciones federales

por conducto de los estados. Estas situaciones

pueden hacer que no se cumplan los programas y por

tanto no se logren las metas establecidas en el Plan

de Desarrollo Municipal.

Una vez realizado el análisis de las oportunidades

y amenazas de la organización municipal, deberá

efectuarse el correspondiente a sus fortalezas y debi-

lidades: éstas dependen y son consecuencia de la

organización interna municipal, a diferencia de las

amenazas y oportunidades que son independientes y

que no pueden ser alteradas por la actuación del go-

bierno municipal.

Las fuerzas son aquellas situaciones o aspectos

propios del municipio que generan una ventaja respec-

to a otros municipios o regiones y que permiten obte-

ner resultados favorables. Como ejemplo de ello

podemos señalar el hecho de que el municipio cuente

con tierras fértiles, clima templado, disponibilidad de

cuerpos de agua, un crecimiento poblacional modera-

do, etc. En el caso de la administración municipal, el

ejemplo sería que se cuenta con servidores públicos

con un buen nivel de capacitación y que se opera con

un sistema adecuado de comunicación interna.

En cuanto a las debilidades, son aquellas situa-

ciones internas que impiden lograr las metas, como

las deficiencias del grupo de trabajo que pueden

detener el logro de los objetivos. Como ejemplo se

pueden señalar el tener un clima seco, escasos

pozos de agua y con bajos niveles de la misma, y

población dispersa en varias zonas del municipio. En

lo que se refiere a la administración municipal, una

debilidad sería que la organización esté orientada a

las actividades y no a los resultados, que las oficinas

no cuenten con el mobiliario y equipo adecuado a las

necesidades de trabajo y que no se realice el pro-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

51

Page 53: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ceso de licitación para la adquisición de bienes y

s e r v i c i o s .

A partir del listado de fortalezas, debilidades, opor-

tunidades y amenazas se deberá realizar la compara-

ción de cada una de ellas para visualizar cómo algunas

fortalezas aprovechadas adecuadamente, pueden con-

trarrestar algunas debilidades y cómo algunas debili-

dades, afectan la mejor utilización de las fortalezas.

Toda esta información servirá para clarificar priori-

dades, objetivos y metas y, desde luego, definir la mis-

ión y visión de la administración municipal.

4. Misión y visión. Una de las etapas fundamentales de

la planeación estratégica es la definición de la misión

y visión de la organización municipal. La misión de un

municipio es la finalidad específica que lo distingue de

otros municipios y se considera como la más amplia

que un municipio determinado escoge para sí mismo.

Se puede describir una misión en términos del servicio

y de la población a la que sirve.

La misión es la razón de ser de un municipio. Es el

planteamiento de mayor nivel que describe el propósi-

to fundamental del gobierno municipal. A partir de esta

definición se establecen todos los elementos y proce-

sos de la planeación estratégica.

Para definir la misión del ayuntamiento y de la

administración municipal se deben considerar las si-

guientes preguntas:

a) ¿Quiénes somos? En este caso se trata de

definir la identidad del municipio.

b) ¿Qué hacemos? Significa hacer una síntesis del

quehacer sustantivo y estratégico del municipio.

c) ¿Para quiénes lo hacemos? Es decir, a qué

población se intenta beneficiar.

d) ¿Para qué lo hacemos? Tiene que ver con la

finalidad del municipio, es decir, es el quehacer

del gobierno municipal en función de su com-

promiso.

Por visión se entiende lo que el municipio –gobierno

municipal– desea lograr en un plazo determinado. Es

la visualización del municipio a largo plazo, brindando

la oportunidad de constituirse como un factor de cam-

bio planeado, de ser parte importante del logro de

metas y objetivos.

Para definir la visión es pertinente plantear una

serie de preguntas:

1. ¿Qué y cómo queremos ser?

2. ¿Qué deseamos lograr?

3. ¿Cómo queremos que nos identifiquen?

4. ¿Cuáles son nuestros valores prioritarios?

5. ¿Qué valores queremos que nos distingan?

6. ¿Qué queremos cambiar?

Como ejemplo de visión para un gobierno municipal se

señala el siguiente:

El municipio deberá tener un gobierno eficiente

e impulsor del cambio que con una adecuada direc-

ción satisfaga las necesidades de la población,

fomentando que los servidores públicos detenten

los siguientes valores: honestidad, es decir, con-

gruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace,

a fin de merecer la confianza y respeto de la ciu-

dadanía; servicio, pues sólo con una alta vocación

de ser útil a la comunidad se cumplirá con el

mandato que el pueblo le ha encomendado; traba-

jo, para realizar mayor cantidad y calidad de obra

pública con el fin de aumentar y mejorar los servi-

cios públicos que sirvan para el logro del desarrollo

social del municipio.

5. Objetivos estratégicos y metas. Los objetivos

estratégicos del gobierno municipal son aquellos

planteamientos que se quieren lograr, considerando la

misión y visión del municipio como las metas primor-

diales a cumplir. Estos objetivos estratégicos forman

parte de los programas municipales de desarrollo; se

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

52

Page 54: Estado Economía y Hacienda Pública 8

refieren también a los resultados finales que se deben

obtener en el ámbito de la institución; son una descrip-

ción clara y concreta.

Para definir los objetivos se debe responder a la

pregunta: ¿qué se desea lograr a través del quehacer

institucional?

Como ejemplo se pueden señalar los siguientes:

• Promover la participación democrática de la

sociedad y su relación con el gobierno municipal

y vigilar que se cumplan las normas jurídicas que

fundamentan la acción político-administrativa del

municipio.

• Dotar a la población de servicios públicos muni-

cipales de calidad.

• Contribuir a la descentralización regional en el

sector educativo, de salud y de ecología, fortale-

ciendo a las delegaciones municipales.

• Elevar los niveles de capacitación de los servi-

dores públicos para proporcionar servicios de

calidad a la ciudadanía.

Metas:

• Por cada objetivo estratégico definido se requiere

establecer metas, las cuales son la cuantificación

del nivel de cumplimiento.

• Por cada programa operativo anual se deberá

establecer una meta en términos de unidad de

medida acorde con la naturaleza de cada materia.

Las características que debe reunir una meta son:

• Ser una unidad de medida para identificar los

bienes a producirse o los servicios a prestarse.

• Medir el avance obtenido en un lapso, en relación

con lo planeado.

• Ser cuantificable y verificable.

• Se puede calendarizar, es decir, indicar el tiempo

en que será cumplida.

Como ejemplo de metas se señalan las siguientes:

• En seguridad pública, incrementar un diez por

ciento al año los sueldos de los elementos de la

policía municipal.

• En el fortalecimiento del desempeño municipal,

profesionalizar al cien por ciento los mandos

superiores dentro del primer año, al cien por cien-

to los niveles medios en el segundo año, asimis-

mo al cien por ciento para los niveles operativos

en el segundo y tercer año de gestión.

• En el desarrollo agropecuario, gestionar que se

proporcione asistencia técnica al treinta por ciento

de los productores en el primer año de gobierno.

• En la racionalización del uso y aprovechamiento

forestal, elaborar un inventario de recursos

boscosos al finalizar el primer año de gobierno.

• En materia artesanal, brindar asesoría técnica y

fiscal al treinta por ciento de los artesanos

durante el primer año de gobierno.

6. Estrategias. Son la forma de lograr los objetivos

planteados. La siguiente pregunta ayudará a definirlas:

¿Qué debemos cambiar, modificar, agregar, suprimir,

para lograr los objetivos? Son las decisiones y acciones

relativas a la elección de medios y a la articulación de

los recursos con miras a lograr los objetivos.

Las estrategias sirven para establecer el patrón de

respuesta de la organización municipal a su entorno;

una estrategia utiliza los recursos humanos y mate-

riales para resolver los problemas y riesgos que

plantea el entorno. Toda organización municipal tiene

una estrategia, aunque no la haya formulado en forma

explícita, es decir, la organización municipal establece

con su ambiente relaciones que pueden examinarse y

describirse. Esto significa que hay una reacción por

parte del ayuntamiento, o sea que éste responde al

ambiente a medida que se presentan las necesidades

de la población.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 38-54

53

Page 55: Estado Economía y Hacienda Pública 8

En las estrategias es importante definir y priorizar

los problemas a resolver, plantear soluciones, determi-

nar responsables, asignar recursos para llevarlos a

cabo y establecer la forma y periodicidad para medir

los avances.

A continuación se presentan algunos ejemplos de

estrategias a seguir por los municipios:

• Apoyar a la ciudadanía para impulsar la partici-

pación democrática del municipio.

• Respaldar los liderazgos, la organización y las

iniciativas que surjan de la comunidad.

• Fomentar el desarrollo agropecuario del muni-

cipio.

• Profesionalizar a los servidores públicos munici-

pales.

9. Conclusiones y recomendaciones

El trabajo está dividido en dos grandes partes, con sus

correspondientes subpartes. Una, se refiere al proce-

so para la construcción y el desarrollo de una buena

estrategia, los elementos principales que se deben

considerar y la otra, un ejemplo de cómo instrumentar

el proceso de planeación estratégica al sector público,

específicamente en el nivel municipal.

La estrategia, es la mejor mezcla o combinación

de actividades que contribuyan a que se ofrezca una

mejor propuesta de valor. Lo que implica administrar

efectivamente, sobre todo la parte de planeación, que

supone un conocimiento de la realidad sobre la que se

va a actuar, procurando incidir en el curso de ciertos

acontecimientos con el fin de cambiar una “situación

inicial” por otra llamada “situación objetivo” (a la que

queremos llegar). Y sienta las bases necesarias para

una toma racional de decisiones (resolución de prefe-

rencias alternativas) que se traducen en una serie de

actividades que procuran alcanzar determinadas

metas y objetivos. Es decir, tratamos de construir el

futuro de “algo”.

La buena administración o gestión requiere de

mantener abiertas las vías de comunicación con el

medio, además de invertir sustancialmente en el lla-

mado desarrollo gerencial, es decir, en investigación y

en entrenamiento o capacitación. Con lo anterior, será

capaz o estará en mejores posibilidades de conocer y

aplicar las innovaciones técnicas con rapidez y

propiedad, lo que le permitirá mantener a la organi-

zación dentro de las competitivas.

Finalmente, para la aplicación de cualquier estrategia

se requiere de trabajo en equipo, es decir, que los depar-

tamentos, unidades y secciones así como los empleados

de una organización estén alineados, vinculados y en

completa sintonía con la estrategia. Esto con el fin de

atender los cambios constantes en tecnología, compe-

tencia y regulaciones; por otro lado, consideramos que la

formulación y aplicación de la estrategia debe ser un pro-

ceso continuo y participativo.

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STEINER, George A. y John B. Miner, Management

Policy and Strategy: Text, Reading and Cases,

Macmillan, New York, 1977.

La planeación estratégica y su aplicación en el sector público

54

Page 56: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

La reinserción de la economía mexicana a los merca-

dos mundiales a partir de los primeros años de la dé-

cada de 1980, así como la redefinición del papel del

Estado en su conducción, han significado la preemi-

nencia casi absoluta del manejo de la política mone-

taria y cambiaria con el propósito también fundamental

de controlar la inflación. La interpretación monetarista

dominante se ha traducido en plíticas centradas en la

contracción de los agregados monetarios y en la uti-

lización del tipo de cambio como ancla para la estabi-

lidad de precios.

ABSTRACT

The reinsertion of the mexican economy into the world

markets from the early 80’s, as well as the redefinition of

the state’s role in its condution, have meant the preemi -

nence almost absolute of the managing of the monetary

and exchanging policy with the fundamental purpose as

well of controlling the inflation. The dominant monetarist

interpretation has been translated into the monetary

aggregated contraction centered policies and the usage

of exchange rate as an anchor for price stability.

Introducción

El objetivo de este trabajo es analizar la naturaleza y la

trascendencia de las políticas monetaria y cambiaria en

el control de la inflación en México, así como de sus

repercusiones en la orientación del modelo de cre-

cimiento manufacturero-exportador. El trabajo se pre-

senta en dos partes. En esta primera parte se ofrece

una revisión de las políticas monetaria y cambiaria

desde las dos perspectvas teóricas dominanes hoy día:

el monetarismo friedmaniano y la nueva macro-

economía clásica. Asimismo, se describe el esquema de

políticas monetaria y cambiaria adoptado en México con

la liberalización económica de los años ochenta.

Finalmente, se apuntan explicaciones a los resultados

que su instrumentación ha provocado en la economía

del país.

55

Las políticas monetariay cambiaria en México (I)

Esther Borja Castañeda*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios

Superiores Económicos y Sociales de la Universidad

Veracruzana.

Page 57: Estado Economía y Hacienda Pública 8

1. Las políticas monetaria y cambiaria.

Enfoques teóricos

La década de los setenta marcó el final de las doctri-

nas económicas predominantes que rigieron la política

económica durante la vigencia del Consenso de

Posguerra. El Estado no sería ya concebido como pro-

motor del crecimiento y regulador de las desigual-

dades sociales. El crecimiento económico es, así, un

subproducto del buen funcionamiento del mercado.

Este es el encargado de lograr la eficiencia económica

mediante la liberalización de prácticamente toda la

actividad productiva.

El monetarismo friedmaniano (o de Tipo I) sostiene

que el Estado es incapaz de combatir eficientemente

las fases de auge y depresión de los ciclos económi-

cos y, por tanto, que es el mercado y su fun-

cionamiento armonioso el que asegura la estabilidad y

el crecimiento económico. Por su parte, la nueva

macroeconomía clásica (o monetarismo de Tipo II)

sostiene que los agentes económicos, al tener infor-

mación completa, prevén los cambios en las políticas

gubernamentales, por lo que los gobiernos no pueden

incidir en el curso de la economía, excepto cuando

aplican medidas inesperadas. Obviamente que estos

cambios trascienden a la política económica, a sus

objetivos e instrumentos.

Es así que lo sustancial es el control de la

inflación; la política fiscal ya no es más un medio para

el manejo de la demanda agregada; asimismo, la esta-

bilidad del tipo de cambio ya no se concibe como un

objetivo de la política económica, sino que se con-

vierte en un instrumento de ajuste de la política mone-

taria, lo cual explica en cierto modo la adopción de

tipos de cambio flotantes. La privatización de las

empresas públicas y el debilitamiento de los sindi-

catos, así como el férreo control de las finanzas públi-

cas son también cuestiones centrales. En otras

palabras, la política económica deja de ser activista

respecto a los objetivos de empleo y crecimiento.

En este apartado se desarrollará una breve

revisión de los dos enfoques teóricos predominantes

en la actualidad: el monetarismo y la nueva macro-

economía clásica, distinguiendo el papel que tienen en

cada una de ellas las políticas monetaria y cambiaria.

1.1. La lección incierta de la historia reciente: el

Monetarismo

A partir de los años sesenta comienza a tomar fuerza

la corriente monetarista, como un desafío o alternativa

al keynesianismo, que a partir de ese momento

empezaría su declinación. El keynesianismo aparece

como una teoría económica exitosa al proporcionar a

los sistemas económicos mundiales, una vía de salida

a la Gran Depresión, y se consolida a partir del éxito

del recorte impositivo en Estados Unidos en 1964. Sin

embargo, a mediados de los años sesenta la inflación,

tanto en los países desarrollados como en vías de

desarrollo, se instauraba como un problema cada vez

más difícil de manejar y resolver. “El monetarismo

prometía atacar el problema de la inflación, pero el fra-

caso obtenido por la menor tasa de crecimiento de

dinero en 1969-1971 en su intento de detener la

inflación debilitó el apoyo al monetarismo...”.1

A diferencia de la posición keynesiana, que parte

del análisis de la demanda agregada desde sus com-

ponentes –es decir, del consumo, la inversión y el

gasto público–, la posición monetarista se basa en

la ecuación de cambio (MV=PQ) que se convirtió en la

expresión de una teoría: la teoría cuantitativa del

dinero, basada en el supuesto de que la velocidad de

circulación del dinero (V) es estable.

Las políticas monetaria y cambiaria en México

56

1 Dornbusch, Rudiger y Stanley Fischer, Macroeconomía,

McGraw Hill, 5a. ed., México, 1992, p. 788.

Page 58: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Así, un cambio en la cantidad de dinero (M) dará

lugar a una variación en el producto nacional nominal

(PQ) de, aproximadamente, el mismo porcentaje. Lo

que subyace en la posición monetarista es la creencia

de que las autoridades monetarias no deberían

realizar ajustes de política monetaria para combatir los

ciclos económicos; para estos economistas se debe

seguir una regla o norma monetaria. Al respecto,

Friedman argumenta en contra de los ajustes a la

política monetaria y sugiere “...que la evolución de la

cantidad de dinero tiene una importancia esencial en

el comportamiento del PNB real y nominal y, ya que el

dinero actúa con un retardo largo y variable, la política

monetaria debería intentar una sintonización perfecta

(fine-tunning) de la economía...”.2 De hecho, para los

monetaristas una premisa esencial es que la interfe-

rencia de los gobiernos provoca más perjuicios que

bienestar, más aún, en realidad desestabiliza a la

economía.

De igual manera, existe una gran controversia

entre los monetaristas y keynesianos, respecto a las

políticas fiscal y monetaria y su ubicación como fuente

principal de inestabilidad. Los primeros sostienen que

la política fiscal no tiene mayor impacto en la

economía real, excepto en la medida en que afecta la

cantidad de dinero; esto es, que la política fiscal

aparece subordinada a la monetaria. Los segundos

sostienen que la política fiscal es un instrumento

poderoso para controlar la demanda agregada, a

través de variaciones en el gasto público. Asimismo,

mediante cambios en la política fiscal, el gobierno

puede reducir los impuestos al ingreso personal, lo

cual permite estimular el consumo y, por tanto, la

demanda agregada. A mediados de 1968, en Estados

Unidos los acontecimientos se encargaron de con-

trastar esta controversia con la realidad: la Reserva

Federal relajó la política monetaria permitiendo una

rápida tasa de crecimiento de la cantidad de dinero,

mientras que la política fiscal fue restrictiva. Esta

situación provocó una determinación de la demanda

agregada por la política monetaria, que se mantuvo

vigente incluso después de que, a principios de 1969,

ésta se hiciera más restrictiva. Es así que los mone-

taristas aparecían reivindicados frente a la posición

keynesiana.

Por otra parte, los monetaristas han puesto tam-

bién especial énfasis en la relación de los tipos de

interés y la cantidad de dinero. Específicamente, han

señalado dos críticas muy severas: en la primera,

sostienen que el comportamiento de los tipos de

interés nominales no son un buen indicador para diri-

gir la política monetaria, sin importar si es restrictiva o

contractiva; en la segunda, sostienen que los intentos

de controlar los tipos de interés podrían llegar a ser

desestabilizadores. Sin embargo, existen opiniones en

contrario:

Dados los desplazamientos de la demanda de dinero,

el comportamiento de la cantidad de dinero no es una

guía perfecta para la dirección de la política mone-

taria. Tampoco lo es el comportamiento de los tipos

de cambio nominales. Sin embargo, a pesar de que

las dos son medidas imperfectas, tanto el compor-

tamiento de la cantidad nominal de dinero como el de

los tipos de interés nominal, proporcionan cierta infor-

mación sobre la dirección en que la política monetaria

está llevando a la economía...3

Desde la década de 1980, la política monetaria se ha

constituido en el principal instrumento de gestión de

las autoridades monetarias debido más a una cuestión

de tipo político que económico, ya que la política fiscal

resulta en ocasiones impopular, de tal suerte que la

política monetaria aparece en ocasiones como la única

vía macroeconómica.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

57

2 Citado en: Dornbusch y Fischer, op. cit., p. 797. 3 Dornbusch y Fischer, op. cit., p. 800.

Page 59: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Respecto a la política cambiaria, Friedman ha sido

un permanente defensor de su absoluta flexibilidad:

Hay solamente dos mecanismos consistentes con un

mercado libre y con el libre comercio. Uno de ellos es

el patrón-oro internacional y completamente

automático. Pero esta solución [...] no es factible ni

deseable. Además, no podemos adoptarlo nosotros

por nuestra cuenta. El otro mecanismo es el sistema

de tipos de cambio libres fluctuantes, determinados

en el mercado por medio de transacciones privadas,

sin intervención estatal. Esto es el equivalente, en un

mercado libre, a la norma monetaria...4

Los tipos de cambio libre y flotante se asocian con

inestabilidad; desde la perspectiva monetarista, ello

obedece a una incorrecta interpretación derivada de

que gran número de países han implantado un tipo de

cambio libre y flotante después de una situación

económica crítica bajo tipo de cambio fijo. Para esta

escuela, “el objetivo final es un mundo en el que los

tipos de cambio, aunque con libertad para variar, tengan

de hecho, una gran estabilidad basada en políticas

económicas y condiciones estables”5. Estas ideas son

generalmente aceptadas por otros macroeconomistas

defensores del libre mercado que consideran que el tipo

de cambio es como cualquier precio de cualquier bien.

Sin embargo, no existe en la práctica un sistema

en donde el gobierno permanece fuera del mercado de

cambios sin importarle lo que suceda con el tipo de

cambio.6 Los gobiernos intervienen en mayor o menor

grado en el mercado de cambios, aun cuando existe

una gran controversia acerca de la conveniencia de su

intervención. Un argumento central a favor de la inter-

vención7 consiste en que ésta suaviza las fluctua-

ciones de los tipos de cambio.

Krugman y Obstfeld8 sintetizan los argumentos

que los economistas han esgrimido en contra de los

tipos de cambio flotantes: a) el uso indiscriminado de

la libertad de los bancos centrales para implantar

políticas monetarias que pueden propiciar problemas

de inflación; b) la especulación desestabilizadora que

puede ampliar las fluctuaciones en la tasa de cambio,

con todos sus efectos negativos sobre los equilibrios

internos y externos de las economías; c) la incer-

tidumbre derivada de la inestabilidad cambiaria que

puede tener efectos perniciosos sobre los flujos inter-

nacionales de mercancías, servicios y capitales; d) la

falta de coordinación entre los países para definir

políticas económicas favorables a todos; y e ) l a

imposibilidad de lograr una real autonomía en las deci-

siones de política económica, en tanto que los efectos

macroeconómicos de la inestabilidad cambiaria

pueden obligar a los bancos centrales a intervenir en

los mercados de divisas, generando con ello mayor

incertidumbre.

Bajo tipos de cambio flexibles, el equilibrio externo

se logra por el libre juego de las fuerzas del mercado.

El tipo de cambio se mueve libremente para igualar la

oferta y la demanda, eliminando continuamente el

Las políticas monetaria y cambiaria en México

58

4 Milton Friedman, Capitalismo y libertad, Rialp, Madrid,

1966, p. 93.

5 Ibidem, p. 95.

6 Cabe distinguir entre lo que se denomina fluctuación

limpia y fluctuación sucia o manipulada. La primera ocurre

cuando los gobiernos y sus bancos centrales salen com-

pletamente de los mercados de divisas; la segunda

cuando los bancos centrales intervienen a través de

operaciones de mercado abierto.

7 La intervención puede ser esterilizada o no esterilizada.

Una intervención esterilizada del banco central consiste

en que éste compra moneda extranjera y emite moneda

nacional, pero compensa este incremento a través de

una venta de valores en el mercado abierto, por lo que se

garantiza que la oferta monetaria interna no se altera.

Una intervención no esterilizada provoca un aumento en

la oferta monetaria de la misma proporción, lo que afec-

ta necesariamente al tipo de cambio.

8 Paul R. Krugman y Maurice Obstfeld, Economía interna -

cional. Teoría y política, McGraw Hill, Madrid, 1991,

p. 643.

Page 60: Estado Economía y Hacienda Pública 8

déficit y el superávit externos. Desde fines de los años

sesenta, cuando la debilidad del sistema monetario de

Bretton Woods de tipos de cambio fijos era ya evidente

dada la frecuencia y profundidad de las crisis mone-

tarias internacionales, se generalizó la idea de la

necesidad de flexibilizar los tipos de cambio. La adop-

ción del sistema flexible garantizaría la preservación

automática del equilibrio externo y propiciaría la

autonomía de los gobiernos para usar los diversos

instrumentos de política económica y con fines de

lograr el equilibrio interno, si bien con la adopción del

sistema de flotación se perdería la ventaja de la

certeza que los tipos fijos conferían a las transac-

ciones comerciales y financieras.

Desde principios de 1973 los principales países

industrializados adoptaron tipos de cambio flexibles,

confirmándose en corto lapso algunas de las previ-

siones de los especialistas que se habían manifestado

escépticos respecto a las virtudes del nuevo sistema.

Durante la década de los setenta, la fuerte inestabili-

dad cambiaria estuvo determinada en buena medida

por los desequilibrios asociados a la crisis económica

mundial y, en particular, por los problemas derivados

de la crisis del petróleo; al mismo tiempo, el dólar con-

tinuó su función de moneda de referencia, con lo cual

Estados Unidos transmitió su propia inestabilidad al

resto de las economías durante toda esa década y

parte de la siguiente. Así, la política expansionista

emprendida inmediatamente por Estados Unidos

provocó, desde 1976, una fuerte depreciación del

dólar (apreciación del marco y del yen) que se tradujo

en tendencias deflacionistas para las economías ale-

mana y japonesa; los bancos centrales de estos dos

países tuvieron que intervenir fuertemente en el mer-

cado de divisas, mientras que Estados Unidos adoptó

procedimientos rigurosos para controlar la oferta mo-

netaria. A partir de 1978, los tres países acordaron

finalmente la adopción de políticas expansionistas con

el objetivo explícito de convertirse en propulsores del

crecimiento económico. La inestabilidad cambiaria

puso en tela de juicio la pretendida autonomía de los

países en materia de política económica, ante la

imposibilidad de mantenerse al margen de los efectos

perjudiciales de los movimientos del tipo de cambio.

Por otra parte:

Los años posteriores a 1980 trajeron cambios drásti-

cos en la economía mundial. Por el lado positivo las

tasas de inflación en todo el mundo industrializado

disminuyeron a sus niveles más bajos desde los años

de Bretton Woods. Finalmente parecía que se habían

vuelto a tomar algunas medidas para estabilizar los

precios. Pero los sucesos negativos del periodo

fueron tan graves que amenazaron la relativa apertu-

ra del comercio mundial [...] Muchos economistas y

responsables económicos empezaron a ver en los

tipos de cambios flotantes la principal causa de los

problemas de la economía mundial, e incitaron a

volver a una mayor limitación de la flexibilidad de

éstos.9

Ante la persistente depreciación del dólar, hacia finales

de 1986 el tipo de cambio de la moneda esta-

dounidense se convirtió en el principal elemento de las

desavenencias entre los gobiernos de los países indus-

trializados. La apreciación de las demás monedas con-

dujo a una pérdida de competitividad de las propias

industrias exportadoras del resto de los países

industrializados, conduciendo a una más abierta mani-

pulación de las monedas para fines de ese mismo año.

Ciertamente, ningún sistema de tipos de cambio

funciona de manera correcta cuando los gobiernos

adoptan medidas unilaterales. Se requiere, en opinión

de los especialistas, tomar medidas concertadas. En

un esfuerzo de cooperación, el 22 de febrero de 1987,

las autoridades monetarias y financieras del llamado

Grupo de los Cinco (Estados Unidos, Gran Bretaña,

Francia, Alemania y Japón), así como de Canadá,

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

59

9 Ibidem, pp. 659-660.

Page 61: Estado Economía y Hacienda Pública 8

acordaron la creación de un sistema para estabilizar

los tipos de cambio nominales en niveles próximos a

los vigentes, los cuales se consideraban consistentes

con las condiciones económicas prevalecientes y, por

tanto, garantes del equilibrio económico a nivel inter-

nacional. Así, mediante el Acuerdo del Louvre, fue

creado el sistema de franjas-objetivo para los tipos

de cambio, comprometiendo con ello la intervención de

los respectivos bancos centrales en los mercados

de divisas. Estas bandas o zonas de referencia exigieron

en principio límites superiores e inferiores entre 5 y 10

por ciento alrededor de una paridad central.

A pesar de la existencia de algunos intentos pre-

vios, el modelo estándar que sistematiza el sustento

teórico de las franjas-objetivo y que constituye el punto

de partida de la investigación subsecuente es el desa-

rrollado por Paul Krugman en 1991, cuya primera ver-

sión data de 1988. Así, de acuerdo con Svensson10 el

postulado teórico central del modelo estándar que sis-

tematiza el sustento teórico de las zonas-objetivo es

que el tipo de cambio depende tanto de algunos deter-

minantes fundamentales, como de las expectativas del

nivel futuro del tipo de cambio. De esta forma, para un

nivel dado de los determinantes fundamentales

actuales, un tipo de cambio esperado más alto en el

futuro implica un tipo de cambio actual más alto.

En el modelo de Krugman, los factores f u n d a -

m e n t a l e s tienen dos componentes: a ) la o f e r t a d e

dinero, que es controlada por el banco central, y

modificada mediante intervenciones; y b ) la v e l o c i d a d

del dinero que es aleatoria y exógena al banco cen-

tral. Aparte del control sobre la oferta de dinero, el

banco central puede intervenir controlando el agre-

gado fundamental y, por esta vía, el tipo de cambio.

Más específicamente, en una franja-objetivo de tipo

de cambio, el banco central controla la oferta de

dinero para mantener el tipo de cambio dentro de los

límites de una banda establecida alrededor de una

paridad central.

El adecuado funcionamiento de la franja-objetivo

del tipo de cambio implica el cumplimiento de dos

condiciones planteadas por Krugman. La primera de

ellas es que la franja-objetivo del tipo de cambio es

confiable para los agentes que participan en los mer-

cados, quienes creen que el tipo de cambio se man-

tendrá dentro de la banda cuyos límites son fijos; la

segunda es que la oferta de dinero es constante y

que, en tanto que la tasa cambiaria se ubique dentro

de la banda, la autoridad monetaria no efectuará

intervenciones. Sólo cuando el tipo de cambio alcan-

za el límite débil más alto de la banda, el banco

reduciría la oferta monetaria, en el caso contrario;

cuando el tipo de cambio se aproxima al límite fuerte

más bajo de la banda, el banco central ampliará la

oferta de dinero.

Respecto a la velocidad, Krugman postula que

ésta se comporta como una variable aleatoria normal,

con variaciones continuas en el tiempo, excluyendo la

posibilidad de saltos discretos. De acuerdo con estos

supuestos fundamentales, el planteamiento de

Krugman implica que cuando una moneda es débil y,

por tanto, el tipo de cambio es alto u próximo al límite

superior de la banda, la probabilidad de que alcance

este límite es mayor, siendo también alta la probabili-

dad de una intervención del banco central mediante la

reducción de la oferta monetaria, con lo cual el merca-

do conduce a una apreciación inmediata y a un tipo de

cambio más bajo. Por otra parte, cuando la moneda es

más fuerte y el tipo de cambio es más próximo al límite

inferior, aumenta la probabilidad de una depreciación y

a una inmediata incorporación de la autoridad mone-

taria expandiendo la oferta de dinero. Este compor-

tamiento del mercado de divisas ha sido interpretado

por Tugores, al tiempo que advierte sobre la posibili-

Las políticas monetaria y cambiaria en México

60

10 Lars E. O. Svensson, “An interpretation of recent

research on exchange rate target zones”, Journal of

Economics Perpectives, vol. 6, núm. 4, Fall, 1992, p. 121.

Page 62: Estado Economía y Hacienda Pública 8

dad no muy remota de algunas desviaciones ries-

gosas:

Por tanto, las bandas tienden a estabilizar: cerca del

límite de depreciación induce expectativas de

apreciación (y análogamente cerca del límite de apre-

ciación inducen expectativas de depreciación [...]

Naturalmente, este efecto depende de que las ban-

das tengan credibilidad, caso contrario, si se espera

que las autoridades no intervengan, o no intervengan

lo suficiente (porque no quieran o porque no puedan)

en la defensa o mantenimiento de la banda, las

expectativas no se ven alteradas, y se diluye el papel

estabilizador de las bandas de fluctuación [...] El

argumento en favor del papel estabilizador de las

bandas, además de la credibilidad, suponía que las

autoridades intervenían únicamente en los límites

máximos de apreciación o depreciación (las llamadas

intervenciones “marginales”). En la práctica son fre-

cuentes las intervenciones “intramarginales” más

cerca del centro de la banda [...]11

La ocurrencia de tales intervenciones i n t r a m a r g i n a l e s

han sido incorporadas al modelo de Krugman en fun-

ción de los aportes teóricos de Froot y Obstfeld y de

Delgado y Dumas, así como de los estudios empíri-

cos de Lindberg y Sönderling. Así, de acuerdo con la

interpretación efectuada por Svensson,1 2 e s t o s

autores sostienen que la mayoría de las ocurrencias

del tipo de cambio se ubicará próxima al centro de la

banda, en virtud de las intervenciones intramar-

ginales de las autoridades monetarias. El resultado

de tales intervenciones intramarginales sobre la tasa

esperada de cambio es proporcional a la distancia a

la paridad central.

Otro de los desarrollos teóricos que pretende

aproximar el modelo de Krugman a las manifesta-

ciones de las experiencias recientes en materia de

franjas-objetivo es el de Bertola y Svensson;13 estos

autores han ofrecido un modelo que contempla la posi-

bilidad de realineamientos del tipo de cambio sujeto a

banda de fluctuación. Con base en el supuesto de

credibilidad imperfecta, este modelo sostiene que la

banda de tipo de cambio puede ser modificada mien-

tras que la paridad central puede ser realineada;

asimismo, los agentes participantes en el mercado

enfrentan la incertidumbre de cuándo y en qué montos

ocurrirán los realineamientos. Así, las expectativas

cumplen una función determinante que se refleja en la

tasa esperada de cambio de la paridad central (o tasa

de realineamiento) y en la tasa esperada de variación

del tipo de cambio respecto a esa paridad de referen-

cia (o tasa esperada de depreciación). En este nuevo

desarrollo, el tipo de cambio depende no sólo de los

fundamentales de Krugman sino también de la tasa

esperada de realineamiento, la cual depende a su vez

de la probabilidad que ocurra el realineamiento y de la

magnitud esperada de éste.

Las condiciones de crisis que la mayoría de los

países en desarrollo enfrentó durante los años ochen-

ta, así como el acelerado proceso de globalización ini-

ciado en el mundo industrializado, provocaron una

actitud cada vez más favorable ante la liberalización

comercial. Los modelos de sustitución de importa-

ciones, prevalecientes en las décadas anteriores, se

abandonaban rápidamente a través de la simplifi-

cación de los procedimientos de exportación, la

racionalización de la estructura arancelaria y la aboli-

ción de las barreras cuantitativas. La liberalización

ocurre en condiciones de una interna inestabilidad

macroeconómica –inflación acelerada, déficit externo,

crisis de deuda– de tal manera que junto a las políticas

de apertura, que son vistas como una solución de

largo plazo a los dilemas del crecimiento económico,

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

61

11 Tugores Ques, op. cit., p. 102.

12 Lars Svensson, op. cit., p. 134. 13 Ibidem, p. 130.

Page 63: Estado Economía y Hacienda Pública 8

deben ser incorporadas medidas tendientes a la esta-

bilización en el corto plazo; reto a enfrentar en la deter-

minación del tipo de cambio, consistente tanto con el

objetivo de lograr la estabilización de los precios inter-

nos de bienes y factores, como con los requerimientos

del sector externo en proceso de liberalización.

Durante un proceso de apertura comercial las

importaciones se mueven a mayor velocidad que las ex-

portaciones, conduciendo en el corto plazo a un déficit

comercial o a su agudización, ello derivado de la

desviación del gasto hacia los productos del exterior y,

por tanto, el desempleo aumenta. De acuerdo con

Dornbusch, esta cadena de efectos negativos para la

economía interna se resuelve o al menos atenúa por

dos vías:

una es realizar una liberalización financiera

simultánea, que provoca la entrada de capital, y que

paga la factura, y la otra es que necesitemos una

depreciación real de los tipos de cambio [...] Esta es

la respuesta adecuada para mantener el pleno

empleo cuando los esquemas de consumo y produc-

ción se están ajustando. Si la liberalización comercial

sigue adelante con un tipo de cambio real constante,

o un tipo de cambio real apreciado, entonces

inevitablemente habrá un gran problema macro-

económico.14

Por otra parte, la recomendación común para una

economía que está experimentando un proceso de

liberalización comercial es devaluar la moneda con

el fin de compensar cualquier efecto negativo de ese

proceso sobre las cuentas externas. Sin embargo,

cuando la inflación no se encuentra bajo control, el

tipo de cambio se constituye en un elemento impor-

tante en la determinación del nivel de los precios

domésticos, de manera que éste usualmente juega

el papel de ancla nominal en el proceso de estabi-

l i z a c i ó n .

Este papel de ancla se deriva del potencial de un tipo

de cambio nominal fijado para encauzar las expecta-

tivas del sector privado en torno a una senda de baja

inflación. Desde luego, para tener éxito, la estabi-

lización depende también de la contracción fiscal y

monetaria, como otras posibles anclas nominales...

Pero si la tasa de cambio tiene como objetivo la

inflación, no puede ser usada para el déficit externo.

En la práctica, el conflicto es agravado por el hecho

de que, comúnmente será permitido que el tipo de

cambio real se aprecie en las etapas iniciales de la

estabilización. Esto es el resultado usual aún en las

más exitosas estabilizaciones: el tipo de cambio nomi-

nal es mantener fijo (o deslizante a una tasa baja)

mientras los precios domésticos trabajan por su

cuenta mediante su inercia residual.15

La estrategia de estabilización basada en el anclaje

del tipo de cambio nominal consiste en fijar a éste, aun

cuando sea en términos relativos y a través de una

franja-objetivo, en relación con una moneda conside-

rada fuerte y, por lo tanto, dotada de credibilidad. Si

bien durante los años noventa las virtudes de esta

estrategia han sido puestas en tela de juicio por la

experiencia y, por ende, sujetas a controversia, es

generalmente aceptado que la utilización de franjas-

objetivo cuya paridad central se deprecia de manera

gradual, constituye una opción viable que junto a otras

medidas contraccionistas puede reducir la inflación sin

desajustes significativos en el sector externo. Sin

embargo, como ha insistido Dornbusch, el proceso de

apreciación debe ser estrechamente vigilado16 para

Las políticas monetaria y cambiaria en México

62

14 Rudiger Dornbusch, “La macroeconomía de una

economía abierta”, La política económica a examen,

núm. 736, diciembre de 1994, pp. 37-38.

15 Dani Rodrik, “The limits of trade policy reform in develo-

ping countries”, Journal of economic perspectives, vol. 6,

núm. 1, 1992, pp. 96-97.

16 Dornbusch hace referencia a los planteamientos teóricos

de Díaz-Alejandro según los cuales al inicio de la apre-

ciación real en términos de importaciones se traduce en

Page 64: Estado Economía y Hacienda Pública 8

evitar que una sobrevaluación resultante se traduzca

en estancamiento, en especulación y, finalmente, en

una brusca devaluación que agrave las condiciones

iniciales de la economía; así,

la elección del régimen de tipo de cambio es un tópi-

co: tipo fijo, tipo flotante, zonas objetivo. Está absolu-

tamente claro que las zonas objetivo no son

panaceas, no palian la falta de una política nacional.

Son, de ser así, un abuso en el uso del tipo de cam-

bio para detener la inflación, poniendo un peso exce-

sivo sobre él, con el resultado final de una crisis.17

La historia reciente es incierta respecto a la efectividad

de las propuestas teóricas monetaristas para resolver

los problemas que enfrentan las economías mundia-

les. Pareciera que la macroeconomía estuviese sujeta

a modas y lo que hoy resulta válido y certero, mañana

ya no lo es más, y en esa generación del desarrollo

teórico del pensamiento económico, aparecen cada

día nuevos enfoques que en ocasiones están distantes

de la realidad que pretenden explicar.

1.2 Lo que ocurre cuando los individuos prevén las

políticas: el enfoque de la nueva macroeconomía

clásica.

Este enfoque surge como un nuevo desarrollo macro-

económico, al inicio de la década de los setenta,

prometiendo un mejor conocimiento y explicación de

los efectos producidos en la economía por las medidas

de política económica. Los principales exponentes de

este enfoque, también llamado la nueva macro -

economía clásica son Robert Lucas, Thomas Sargent,

Robert Barro y Edward Prescott, entre otros. Su tesis

central consiste básicamente en que los individuos for-

man sus expectativas “racionalmente” con base en

toda la información presente y futura de quienes hacen

la política económica.

Este nuevo desarrollo teórico plantea:

[...] construir toda la macroeconomía sobre unos fun-

damentos microeconómicos explícitos, es decir,

sobre el supuesto de que los individuos maximizan su

satisfacción, las empresas maximizan sus beneficios

y los mercados están en equilibrio. El énfasis en el

equilibrio es mucho más importante que el simple

supuesto de expectativas racionales.18

Esta posición teórica pretende explicar las fluctua-

ciones de la producción y del empleo que se originan

en el ciclo económico. Para tal fin, Robert Lucas

desarrolla un modelo que parte del supuesto de que

los mercados se vacían por la flexibilidad en los pre-

cios; el problema reside en explicar por qué cuando se

da un aumento en la cantidad de dinero, que incre-

menta el nivel de precios, se da también un aumento

en la producción. Es decir, lo que Lucas llama

la relación de intercambio entre la producción y la

inflación. La explicación proviene del supuesto de que

los agentes económicos cuentan con información

imperfecta del nivel de precios corrientes, por lo que

confunden los cambios de los precios absolutos con

los cambios en los precios relativos.

De acuerdo con Dornbusch,19 el modelo parte de

un postulado fundamental de la microeconomía: la

cantidad ofrecida de un bien concreto aumenta con el

precio relativo del bien en cuestión. Los oferentes, en

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

63

una expansión de la economía interna, sin embargo,

después de cierto plazo corto y como resultado de la

mayor apreciación, otros efectos compensan más el efec-

to renta: las exportaciones disminuyen, las importaciones

aumentan, el empleo decrece, el déficit externo se amplía

y al final los tipos de cambio sobrevaluados tienen que

ser corregidos (véase: Dornbusch, op. cit., p. 43).

17 Dornbusch, op. cit., p. 43.

18 Dornbusch y Fischer, op. cit., pp. 803-804.

19 Ibidem, pp. 806-808.

Page 65: Estado Economía y Hacienda Pública 8

el momento de fijar sus metas de producción, ignoran

el nivel de precios agregado, por lo que basan su

decisión en el nivel estimado de precios. Este nivel

estimado del precio relativo, el oferente lo obtiene

basándose en el único precio que conoce, que es el de

su propio mercado y en el nivel general de precios

esperado.

Ahora bien, un oferente racional tendría que prever

que cuando el precio relativo del bien es alto, se debe

fundamentalmente a dos causas: la primera, al elevado

nivel agregado de precios; y la segunda, a que se ha

presentado una perturbación relativa en el mercado en

cuestión. De tal suerte que el oferente racional debe dis-

tribuir la responsabilidad entre las dos causas. Sin

embargo, es necesario considerar a todos los merca-

dos. Cuando la oferta monetaria no cambia, dichas per-

turbaciones relativas se cancelan entre sí y no tienen

ningún efecto. En el caso contrario, que la oferta mone-

taria se incremente de manera sorpresiva, esto provo-

cará que la producción media sea mayor que la normal,

de donde se infiere que los individuos previeron equivo-

cadamente las políticas, porque habrán confundido el

aumento en la demanda agregada con una variación en

la demanda relativa, y además se tendrá un nivel de

precios medios más alto. Así pues, el modelo de Lucas

aparece como una importante contribución teórica en

donde queda planteada una cuestión central en cuanto

a la política monetaria: el nivel de precios sólo puede

verse afectado ante incrementos inesperados en la

oferta monetaria.

Respecto al tratamiento que el enfoque de equili-

brio de las expectativas racionales da a la política

económica:

[...] En primer lugar, está el sofisticado tratamiento de

las expectativas. El enfoque pone énfasis en que los

agentes económicos no reaccionan mecánicamente

a todos los cambios de política económica. En lugar

de ello, tratan de imaginarse qué es lo que ese cam-

bio significa para el comportamiento de la economía

y para los futuros cambios de política económica, y

actúan de acuerdo con ello [...] En segundo lugar, al

intentar construir macroeconomía sobre fundamentos

microeconómicos, el enfoque de equilibrio de las

expectativas racionales ha aportado una nueva

perspectiva a los principios de la políticas fiscal y

monetaria.20

Lo que subyace en este tratamiento, es el problema de

la credibilidad de la política económica. De acuerdo con

esto, la respuesta que los individuos tengan ante las

medidas de política económica depende, en gran parte,

de lo que ellos piensen sobre las implicaciones futuras

de estas medidas. Sin embargo, no existe la absoluta

seguridad de que los gobiernos puedan convencer a las

personas de sus “buenas y definitivas intenciones” de

implementar una política económica capaz de abatir la

inflación. La evidencia histórica demuestra que el com-

portamiento de los precios y salarios no ha sido muy

diferente cuando se han aplicado políticas monetarias

restrictivas o expansionistas.

Desde cierta perspectiva, la teoría monetarista y la

de las expectativas racionales son desarrollos teóricos

similares en muchos de sus supuestos y postulados; la

diferencia esencial consiste en que el monetarismo

postula que las expectativas de los individuos se for-

man por adaptación , mientras que para el enfoque de

las expectativas éstas se forman racionalmente. Este

último enfoque ha sido severamente objetado por sus

supuestos sobre la información de los agentes, en el

sentido de que si estos poseen información perfecta

sobre los modelos económicos y sus parámetros, por

qué no han de conocer el nivel de precios de la

economía; a pesar de ello, la teoría de las expectativas

racionales se encuentra en el centro de la discusión,

disputándose el privilegio de ser la mejor alternativa

macroeconómica.

Las políticas monetaria y cambiaria en México

64

20 Ibidem, p. 811.

Page 66: Estado Economía y Hacienda Pública 8

2. La naturaleza de las políticas monetaria y

cambiaria en el modelo de crecimiento neoliberal

en México. 1988-1996

La tendencia actual hacia la globalización ha provoca-

do el abandono del papel tradicional del Estado, dando

paso a la concepción del crecimiento como un subpro-

ducto del funcionamiento de los mercados. De esta

manera, el manejo de algún agregado monetario se

convierte en el objetivo fundamental de la política

económica, al considerar que su comportamiento está

directamente relacionado con la tasa de crecimiento

de la demanda agregada. En México, la política

económica ha dejado de ser un instrumento favorece-

dor del crecimiento; el esquema adoptado en materia

de política monetaria y cambiaria privilegia el control

de la inflación como pieza clave en el programa

económico del gobierno que pretende lograr la estabi-

lidad y el crecimiento. Es objetivo de este apartado

establecer el papel que estas políticas han jugado en

el nuevo modelo de crecimiento, intentando apuntar

algunas líneas de análisis que permitan su evaluación.

2.1 El papel de las políticas monetaria y cambiaria en

la transición al modelo de crecimiento neoliberal

A principios de los años ochenta, en México –y en casi

toda Latinoamérica– se experimentó una de las más

agudas crisis económicas, que puso en el centro del

análisis y la crítica la efectividad del modelo económi-

co vigente hasta ese momento. La crisis obligó a

implantar un programa de ajuste macroeconómico

(1983-1988) mismo que se considera como de transi-

ción al nuevo modelo de crecimiento neoliberal. Este

nuevo esquema propondría mecanismos distintos

para financiar el desarrollo, para el grado de apertura

de la economía y para la actividad reguladora, así

como un nuevo carácter del Estado y su participación

como productor de bienes y servicios. Este programa

de ajustes pretendía corregir desequilibrios estruc-

turales de la economía mexicana; esto es, promover

un sector industrial integrado internamente pero com-

petitivo externamente; fomentar el crecimiento del

ahorro interno; descentralizar las actividades producti-

vas y promover el saneamiento de las finanzas

públicas.

La crisis mexicana se desencadena con dos

fuertes devaluaciones en 1982. “La primera, complica-

da por la crisis de la deuda externa, configuró un

ajuste recesivo con una caída del producto de 4% en

1983. Con la segunda devaluación de 50-100 por cien-

to (la primera fue de 2.5 veces), las exportaciones ape-

nas crecieron (0.5%) pero las importaciones se con-

trajeron bruscamente (40%) produciéndose un

superávit en la cuenta comercial. De 1982 a 1983 el

saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos

cambió de signo violentamente: de un déficit de casi

7000 millones de dólares pasó a un superávit de 5000

millones de dólares, con una reconstitución de reser-

vas por 2600 millones”.21

La crisis de 1982 constituye la coyuntura en que se

implanta un nuevo modelo de desarrollo que coloca a

la liberalización de los mercados tanto internos como

externos en el centro de su estrategia. El modelo de

industrialización mediante sustitución de importa-

ciones arrojaba saldos cada vez más negativos. La

política monetaria financiera adoptada desde 1980,

consistente en el deslizamiento programado del tipo

de cambio y en la elevación significativa de las tasas

de interés, desembocó en las referidas devaluaciones,

mostrando su inefectividad para detener las presiones

especulativas contra el peso. La magnitud de la activi-

dad especulativa traducida a fuga de capital parecía

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

65

21 David Ibarra, “Algunas experiencias devaluatorias”, en

Comercio Exterior, vol. 45, núm. 3, Banco Nacional de

Comercio Exterior, México, marzo de 1995, p. 275.

Page 67: Estado Economía y Hacienda Pública 8

explicarse en buena medida, por la libre convertibilidad

de la moneda, de manera que “nacionalizar la banca,

con lo cual se podía implantar en la práctica un control

implícito de cambios no era a mediados de 1982 sim-

plemente una alternativa de política económica. El

comportamiento “perverso”’ del mercado cambiario,

alentado y promovido por la banca privada, parecía

anular cualquier otra opción, salvo la del desastre

económico y político.”22

Sin embargo, las variables macroeconómicas23

reflejaban una aguda descomposición. Para 1982 el

PIB24 se contrajo en 0.6% y a nivel sectorial decreció

más fuertemente en las manufacturas (3%) y en la

industria de la construcción (5%). El nivel de inflación

tuvo su primer récord histórico, llegando a 99% en

1982, aun cuando en virtud del programa de ajuste

pasó a 60% en 1984, tendencia que se revierte en

1986 por la brusca caída del precio del petróleo; esta

situación se mantiene durante 1987, lo que genera un

alto grado de incertidumbre respecto al programa de

ajuste emprendido por el presidente De la Madrid.

Respecto a la inversión total, ésta se contrajo en 17%

y la deuda externa alcanzó los 85 mil millones de

dólares en 1982, saliendo del país por concepto

de pago de su servicio, aproximadamente 11.6 miles de

millones de dólares; es decir, 42% del ingreso por

exportaciones. La balanza comercial registró una recu-

peración que se tradujo en un superávit de aproxi-

madamente 13 mil millones de dólares durante 1983 y

1984 como consecuencia del manejo de los precios

externos por la vía de la apreciación monetaria.25

La inestabilidad macroeconómica y financiera de

1982, explicada en gran medida por la drástica dis-

minución en los precios internacionales del petróleo en

una situación de altísimo endeudamiento externo y

dependencia de las divisas petroleras, colocó al país

en una situación inédita, por lo menos desde los años

de la posguerra.

Respecto del papel que jugaron las políticas

monetaria y cambiaria en el marco del programa de

ajuste emprendido por De la Madrid, éste ha estado

impregnado de valoraciones y consideraciones tanto

económicas como políticas. Por diversas razones, el

manejo del tipo de cambio se ha considerado el “ter-

mómetro” de la confianza en las acciones guberna-

mentales. De acuerdo con David Ibarra,26 el tipo de

cambio ha sido el precio distorsionador de los diversos

programas de ajustes que periódicamente exige el

proceso de desarrollo, además de la aparente “causa”

de las múltiples crisis que estremecen a gobiernos e

instituciones.

En sus primeros años, el gobierno de De la Madrid

enfrentó una severa crisis de pagos de la deuda externa,

lo que le obligó a acudir al FMI, mismo que le impuso

drásticos lineamientos de política económica. En este

reordenamiento de la política económica se privilegiaron

[...] las palancas mercantiles (es decir, los precios rela-

tivos) como mecanismo básico de asignación y

reasignación de recursos. Por ejemplo, con cargo a la

Las políticas monetaria y cambiaria en México

66

22 Carlos Tello, La nacionalización de la banca en México,

México, Siglo XXI, 1984, p. 122.

23 Los datos son de: Instituto Nacional de Estadística,

Geografía e Informática, Estadísticas Históricas de

México, Tomo II, Aguascalientes, 1994, cuadros 18.7 y

19.25

24 Para el periodo 1970-1982, el PIB total registró una tasa

de crecimiento de 6.2%; el PIB manufacturero de 5.5%

y el agrícola de 3.2%. Valenzuela Feijóo, José C., “El

modelo neoliberal, contenido y alternativas”, en

Investigación Económica 211, UNAM, México, enero-

marzo, 1995, p. 10.

25 Para el periodo 1970-1982 las exportaciones crecieron a

una tasa del 26.3% y las importaciones a 16.4%; en tanto

que la elasticidad de las exportaciones para el mismo

periodo fue de 4.2 y para las importaciones de 2.6. Datos

que reflejan un periodo de mayor crecimiento del sector

que el analizado. Valenzuela Feijóo, op. cit., p.18.

26 David Ibarra, op.cit., p. 275.

Page 68: Estado Economía y Hacienda Pública 8

drástica reducción salarial se ha buscado mejorar la

situación del empleo incentivando la utilización de

procesos más intensivos en mano de obra; y con

cargo al manejo del tipo de cambio, eliminar el sesgo

antiexportador.27

Sin embargo, la certeza de que las consideraciones

por parte del FMI acerca de las causas de la crisis en

México eran incorrectas, ya que no era un problema

de crisis de pagos sino más bien tenía raíces en el

esquema de crecimiento basado fundamentalmente

en el financiamiento externo, obligó al gobierno de De

la Madrid a abandonar los lineamientos recomendados

y a buscar implantar un programa de reactivación de la

economía.28

Ante tales condiciones, el recién instaurado go-

bierno del presidente De la Madrid puso en práctica

una política económica regida por dos objetivos funda-

mentales: el primero, hacer frente a la crisis de pagos

de la deuda externa; el segundo, propiciar las trans-

formaciones en el aparato productivo que se consti-

tuyeran en el sustento de una economía competitiva y

eficiente. Específicamente, la crisis de los primeros

años ochenta fue enfrentada mediante tres políticas

centrales: a) una devaluación de la moneda, seguida

de modificaciones al régimen cambiario, consistente

en un sistema dual de tipos de cambio controlado y

libre, pasando éste de un régimen de deslizamiento

programado a otro de flotación regulada; b) una seve-

ra y sistemática contracción del gasto público; y c) un

proceso de apertura comercial29 que significó el ajuste

a la baja de los aranceles y del número de fracciones

arancelarias, así como en la flexibilización del sistema

de cuotas y permisos previos.

La administración en el ritmo de ajuste de los

bienes y servicios producidos por el sector paraestatal

y la apreciación del peso permitieron un control

–aunque fuese relativo– del proceso inflacionario. El

ritmo de aumento de los precios descendió hasta 60%

en 1984-1985. La recesión económica y el manejo de

los precios externos por la vía de la apreciación mo-

netaria propiciaron una recuperación de la balanza

comercial, la cual se tradujo en un superávit de apro-

ximadamente 13 mil millones de dólares durante 1983

y 1984.30

Sin embargo, una nueva y drástica caída en los

precios del petróleo en el mercado internacional en

febrero de 1986, contrarrestó las tendencias a la recu-

peración logradas hasta entonces, significando una

pérdida de ingresos de 6.5% del PIB. El estrangu-

lamiento del sector externo ante el crack petrolero y

los fuertes flujos al exterior por concepto del servicio

de la deuda produjeron un repunte inflacionario, con-

tracción de la actividad económica, aumento en las

tasas de interés y un mayor ritmo en el deslizamiento

del tipo de cambio. La crisis petrolera de 1986 tuvo

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

67

27 José C. Valenzuela Feijóo, El capitalismo mexicano en

los ochenta, Ediciones Era, México, 1986. p. 175.

28 Se instaura así el Pacto de Solidaridad Económica en

diciembre de 1987 signado por los representantes de los

distintos sectores de la economía, que consideraba

medidas de ajuste fiscal y monetario, así como antiinfla-

cionarias.

29 La apertura en este periodo fue gradual y se inició con la

reducción selectiva de aranceles. En 1983 se

mantuvieron los permisos a la importación para todas las

fracciones previamente determinadas, comenzando a

eliminarse sólo después de un año; en 1985 se revisó

toda la estructura arancelaria, lo que se traduce en una

contracción de 37.5% en el valor de las importaciones

sujetas a control; se avanzó en el proceso de sustitución

de permisos de importación por aranceles, de modo que

para 1986, el número de fracciones sujetas a control se

redujo hasta 30.9% del total. (Blanco Mendoza, Herminio,

Las negociaciones comerciales de México con el mundo,

Fondo de Cultura Económica, México, 1994).

30 Los datos son de: Instituto Nacional de Estadística,

Geografía e Informática, Estadísticas Históricas de

México, Tomo II, Aguascalientes, 1994, cuadros 18.7 y

19.25.

Page 69: Estado Economía y Hacienda Pública 8

impactos de mayor trascendencia para la economía

que la de 1981. El valor de las exportaciones totales

de México durante 1986, se redujo en 26% respecto al

año anterior, como resultado de una contracción de

57% en las del sector petrolero; la inflación alcanzó en

ese año una tasa de 106%; el tipo de cambio nominal

se devaluó a lo largo del año 140%, implicando una

depreciación real de 35%.31

Hacia 1986-1987 las acciones en la Bolsa

Mexicana de Valores se habían convertido en el activo

más rentable de la inversión, alcanzando rendimientos

hasta de 700%; ello estimuló el reingreso de capitales

del exterior que incrementó las reservas interna-

cionales del Banco de México hasta los 13 mil millones

de dólares, el máximo nivel histórico registrado hasta

entonces. Los niveles de especulación alcanzaron pro-

porciones extraordinarias y hacia fines de 1987 el

desplome de la Bolsa provocó, además de una ace-

leración del proceso inflacionario que llevó la tasa de

inflación a 160%, una fuga de capitales estimada en

3500 millones de dólares. La transferencia sistemática

de recursos al exterior se convirtió en el principal pro-

blema de la economía. La crisis de liquidez, en un

contexto de elevación de las tasas de interés interna-

cionales, estaba asociada a un nivel de endeudamien-

to exterior total que sobrepasaba los 100 mil millones

de dólares, mientras que el del sector público alcan-

zaba los 81 mil millones.32

Entre los resultados más importantes obtenidos

con el programa de ajuste se encuentran: el aba-

timiento de la inflación, la mayor apertura de la

economía y, finalmente, el manejo en la renegociación

de la deuda que permitió avanzar en la atención de

otros problemas estructurales.

2.2 El papel de las políticas monetaria y cambiaria en

el modelo de crecimiento neoliberal

Ante los avances en el abatimiento de la inflación logra-

dos por el programa de ajuste del presidente De la

Madrid, la administración de Salinas profundizó y ace-

leró los cambios tanto internos como externos.3 3 En lo

interno, el nuevo gobierno implementaría acciones ten-

dientes a la desregulación económica con el fin de

incentivar la inversión privada en áreas fundamentales

para el desarrollo; el adelgazamiento en tamaño y fun-

ciones del sector público con el objetivo de sanear las

finanzas públicas y hacer más eficiente la asignación

del gasto público, y la consolidación de la apertura co-

mercial con el objetivo de estimular las exportaciones y

mejorar la competitividad del aparato productivo

nacional. En lo externo, se pretendía establecer nuevos

tipos de relaciones con otros países en el marco de la

integración de bloques económicos.

A fines de 1987 la estrategia macroeconómica

cambió radicalmente; consistió en la instrumentación

de un nuevo programa estabilizador denominado

Pacto de Solidaridad Económica (PSE), basado en

la “concertación” entre los distintos sectores de la

economía con representatividad oficial. Con el fin

explícito de garantizar ciertos márgenes de seguridad

al programa emprendido, se acordó implementar algu-

nas medidas iniciales:

El tipo de cambio controlado se devaluó en 22 por

ciento (y 36 % el libre) antes de que se fijara tempo-

ralmente. Los precios del sector público se sobre-

ajustaron al alza (por ejemplo, los energéticos aumen-

Las políticas monetaria y cambiaria en México

68

31 Ibidem, cuadros 18.7, 18.20, 19.25 y 20.6.

32 René Villarreal, Industrialización, deuda y desequilibrio

externo en México. Un enfoque neoestructuralista. ( 1 9 2 9 -

1988), Fondo de Cultura Económica, México, pp. 444-446.

33 Estos cambios se dan en el marco de una nueva con-

certación, firmada el 12 de diciembre de 1988 y denomi-

nada Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento

Económico (PECE), cuyo objetivo fundamental era con-

solidar la estabilidad económica del país y por ende el

crecimiento sostenido sin inflación.

Page 70: Estado Economía y Hacienda Pública 8

taron en promedio 85%); [...] los subsidios agregados

–a través de precios públicos o administrados– que

habían alcanzado 10.9 por ciento del PIB en 1981 [...]

se abatieron al 3.6 durante el año de 1988, como

promedio. 34

Desde finales de 1988, con el cambio de sexenio

gubernamental, la evaluación de la primera etapa del

Pacto arrojaba una disminución del índice de inflación

de casi 100 puntos porcentuales, esto es, de 160% en

1987 a 52% durante 1988. El programa contuvo drás-

ticamente la inflación a costa del deterioro en los

salarios reales y de la inhibición en la creación de

empleos asociadas al estancamiento (el PIB creció en

1988 a una tasa apenas superior al 1%). En cuanto al

sector externo, la práctica fijación de la paridad cam-

biaria se tradujo en una expansión acelerada de las

importaciones, de manera que su tasa de crecimiento

anual pasó de 6.8% en 1987 a 44.2% en 1988 y a 20%

en 1990, mientras que las exportaciones se mantu-

vieron prácticamente constantes (véase cuadro 1).

Las exportaciones no petroleras registraron un

incremento de 9% en 1989 en tanto que el déficit en

cuenta corriente alcanzó cerca de los 5580 millones de

dólares como consecuencia del aumento en el vo-

lumen de las importaciones y del todavía elevado pago

del servicio de la deuda externa35. Estos resultados

estuvieron acompañados de una drástica disminución

en el ritmo inflacionario que pasó de una tasa de

131.8% anual en 1987 a 9.8% en 1993.

Esta nueva estrategia económica tendiente a

generar una transformación productiva se acompañó

de una política monetaria restrictiva y de una política

cambiaria basada fundamentalmente en la sobreva-

luación del peso. El alcance y la efectividad de la políti-

ca monetaria están íntimamente vinculados al régimen

cambiario. De hecho, en un régimen cambiario de ban-

das de flotación en donde las autoridades asumen el

compromiso de que el tipo de cambio no “salte” de

ciertos márgenes establecidos, la política monetaria

queda fuertemente condicionada a las posibles fluc-

tuaciones en el mercado de cambios. Esto es, en un

régimen cambiario que se ajusta a una tasa predeter-

minada, el capital tiene un alto grado de movilidad y el

público puede modificar directamente el monto de

sus acervos monetarios. Es decir, el público reduce sus

tenencias monetarias cuando compra divisas de la

reserva internacional del banco central; por el con-

trario, aumenta sus saldos de dinero cuando vende

divisas y éstas son adquiridas por el banco central.

Así, el gobierno salinista implementa una política

monetaria acorde con el objetivo de abatir la inflación y

mantener el tipo de cambio dentro de las bandas:

El sano desempeño de las finanzas públicas con-

tribuirá a una evolución de los agregados monetarios y

financieros compatible con la estabilidad. Asimismo, el

financiamiento del sector público se apoyará más en la

colocación de valores gubernamentales en el mercado

que en el uso de crédito directo del Banco de México,

con el propósito de que el aumento de la base mone-

taria sea congruente con el crecimiento de la actividad

económica en condiciones de estabilidad.3 6

De esta manera, los agregados monetarios M137 y

M438 crecieron durante el periodo 1989 a 1991 a tasas

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

69

34 José Córdoba Montoya, “Diez lecciones de la reforma

económica en México”, N e x o s, núm. 158, México,

febrero de 1991, p. 35.

35 Miguel Sandoval Lara y Francisco Arroyo García, “La

economía mexicana en el fin del siglo”, Revista de la

CEPAL, núm. 42, Santiago de Chile, diciembre de 1990,

p. 222.

36 Plan Nacional de Desarrollo, 1989-1994. Xalapa, 1989, p. 71.

37 Está definido como la suma de las cuentas de cheques

(con y sin interés) y de los billetes y monedas en poder

del público.

38 Está constituido por la suma de billetes, monedas, instru-

mentos de ahorro bancarios y de ahorro del mercado

Page 71: Estado Economía y Hacienda Pública 8

reales positivas y elevadas. El saldo del agregado M1

se incrementó en términos reales en 84% en 1991,

aumento muy superior al logrado en el año inmediato

anterior (25.2%). Este importante incremento está

explicado en buena medida por el aumento en cuentas

de cheques (151.7%). Por otra parte, el crecimiento en

términos reales de billetes y monedas en poder del

público pasó de 5.3% en 1990 a 11.3% en 1991 (véase

Cuadro 2). El incremento en la demanda de activos

monetarios por parte del público está explicado por el

disminuido ritmo de crecimiento inflacionario, así como

por los bajos niveles en la tasa de interés. Por otro

lado, el agregado M4 registró un aumento real en 1991

(9.3%) aun cuando fue menor que el ocurrido durante

1990 (véase Cuadro 2). Esto debido a que el proceso

de desincorporación de las empresas paraestatales

implicaría la afectación de la tenencia de activos

financieros por parte del público y específicamente de

los posibles compradores39 (véase Gráfica 1). Los

altos niveles registrados por M1 y M4 durante tres

años consecutivos no implican que se hubiera implan-

tado una política monetaria expansionista, dado que el

banco central interviene en el mercado de cambios

con operaciones de mercado abierto. Con un régimen

de deslizamiento cambiario, la evolución de los agre-

gados monetarios no constituye un indicador adecua-

do del grado de restricción o laxitud de la política

Las políticas monetaria y cambiaria en México

70

institucional de dinero en poder del público, así como por

los depósitos del Fideicomiso para la Cobertura de

Riesgos Cambiarios (Ficorca) en el Banco de México.

Cuadro 1PRINCIPALES INDICADORES MACROECONÓMICOS. 1987-1994.

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994

PIB1 1.7 1.2 3.5 4.4 3.6 2.8 0.4 2.5Inflación1 159.2 51.7 19.5 29.9 18.8 11.9 8.0 6.9Déficit financiero/PIB1 16.1 12.5 5.6 3.9 -1.5 1.6 0.7 -1.0Exportaciones1 8.8 6.4 -0.1 3.8 6.5 1.5 92.0 13.8Importaciones1 6.8 44.2 21.6 19.9 20.0 24.0 0.2 18.8Balanza Comercial2 5.9 -0.9 -4.1 -6.3 -13.4 -23.0 -18.9 -22.3Cuenta Corriente2 4.0 -2.4 -5.8 -7.5 -14.9 -24.8 -23.4 -26.5Reservas internacionales2 13.7 6.6 6.9 10.3 18.1 19.3 24.3 3.5Inversión extranjera2 3.9 3.2 2.9 5.0 9.9 8.3 15.6 16.1Deuda extranjera incluyendo deuda "interna" en poder de extranjeros2

109.5 99.2 93.8 106.0 121.7 131.1 142.9 n.d.Tipo de cambio real (Índice, 1980=100)* Basado en precios al consumidor 63.6 77.4 84.1 84.2 92.6 98.9 102.8 n.d. Basado en precios al mayoreo 67.2 82.4 84.2 87.7 98.3 108.1 114.8 n.d. Basado en el costo de mano de obra 33.3 41.3 47.8 50.1 54.5 56.1 59.8 n.d.

1 Tasa de crecimiento anual2 Miles de millones de dólaresFuente: Dussel Peters, Enrique. "El cambio estructural del sector manufacturero mexicano, 1988-1994", Comercio Exterior, vol. 45, núm 6, México, Banco Nacional de Comercio Exterior, junio de 1995, p. 461.* Dornbusch, Rudiger y A. Werner, "México: stabilitation, reform and no growth", Brooking Papers on Economie Activitynúm. 1, p. 294.

39 Los datos son de: Banco de México, Informe anual 1991,

México, 1991, pp. 31 y 32.

Cuadro 1 Principales indicadores macreconómicos. 1987-1994

1 Tasa de crecimiento anual2 Millones de millones de dólares

FUENTE: Dussel Peters, Enríque. “El cambio estructural del sector manufacturero mexicano, 1988-1994”, Comercio Exterior ,

vol. 45, núm. 6, México, Banco Nacional de Comercio Exterior, junio 1995, p. 461.

* Dornbusch, Rudiger y A. Werner, “México: stabilitation, reform and no growth”, Brooking Papers on Economie Activity , núm. 1,

p. 294

1

Page 72: Estado Economía y Hacienda Pública 8

monetaria, para ello es necesario analizar la tendencia

del crédito interno neto del banco central, lo que se

desarrollará más adelante.

A lo largo del sexenio salinista, los agregados

monetarios registrarían una tendencia creciente. Sin

embargo, a partir de 1993 el agregado M340 empieza

a reflejar las preferencias del público por instrumentos

no bancarios de corto plazo. Es así que, los cetes y los

tesobonos registran un notable incremento al pasar de

34818 millones de nuevos pesos en 1992 a 71204

millones de nuevos pesos en 1993, y de 1046 millones

en 1992 a 4 498 millones de nuevos pesos en 1993,

respectivamente. Para finales de 1994 ocurre una

situación inversa al crecer desmesuradamente los

tesobonos a 109 483 millones de nuevos pesos (véase

Cuadro 2). Esta situación obedece a los altos

rendimientos ofrecidos por este tipo de instrumentos,

en un intento del gobierno salinista de propiciar la

entrada de capitales y de seguir sosteniendo el tipo de

cambio que para ese momento observaba una

sobrevaluación estimada en 20%, misma que ponía en

riesgo en primera instancia la estabilidad cambiaria y

en última la estabilidad económica.

De esta manera, y de acuerdo con el propio Banco

de México, el objetivo explícito de la política mone-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

71

Cuadro 2

EVOLUCIÓN DE LOS AGREGADOS MONETARIOS 1990-1995

SALDOS CORRIENTES, AL FINAL DE CADA PERIODO

Millones de nuevos pesos

Año 1990 1991 1992 1993 1994 1995*Concepto

M1 50 334 109 895 126 471 148 911 154 519 124 206

Billetes y monedas 24 603 32 416 38 012 43 228 51 870 44 709Cuentas cheques M.N. 22 912 74 384 84 478 104 214 94 163 69 697Cuentas cheques M.E. 2 819 3 095 3 981 4 469 8 486 9 801

M2 = M1+ instrumentos bancarios a corto plazo 182 779 269 120 324 099 370 872 454 908 498 387

M3 = M2 + instrumentos nobancarios a corto plazo 258 030 318 223 375 603 463 892 590 724 612 447

Cetes 31 875 30 047 34 818 71 204 19 258 23 474Tesobonos M/E 116 1 001 1 046 4 498 109 483 81 815Pagafes M/E 514 72 - - - -Bondes 36 958 14 872 12 998 13 756 3 019 4 167Papel comercial 5 788 3 111 2 643 3 563 4 058 4 603

M4 = M3 + instrumentos a largoplazo + Ficorca 296 419 387 982 465 024 591 849 739 296 763 944

*Marzo de 1995.FUENTE: Banco de México, Indicadores económicos, México, mayo de 1995, Cuadro I-3.

40 Definido como la suma de la base monetaria (M1) más

los instrumentos bancarios a corto plazo (M2) y los no

bancarios a corto plazo como los Cetes, Petrobonos,

Bondes, Pagafes y papel comercial.

Cuadro 2. Evolución de los agregados monetarios 1990-1995

saldos corrientes, al final de cada periodo

Millones de nuevos pesos

* Marzo de 1995.

Fuente: Banco de México, Indicadores económicos, México, mayo de 1995, Cuadro 1-3.

Page 73: Estado Economía y Hacienda Pública 8

taria41 para 1993 y 1994 fue el de procurar la estabili-

dad de precios, lo que ocasionó que se implementaran

medidas tendientes a ordenar los mercados de dinero

y de cambios, buscando evitar una expansión excesi-

va de la base monetaria, así como presiones cam-

biarias e inflacionarias adicionales. De hecho, el

Banco de México realizaría esterilizaciones o reposi-

ciones con el objeto de compensar los movimientos en

los coeficientes de liquidez, ajustando diariamente el

monto de la base monetaria a la demanda esperada,

siempre cuidando que la variación resultante no perju-

dicara la “suprema” meta inflacionaria.

En México, como en cualquier economía abierta

en la que su banco central interviene en el mercado

cambiario, la oferta de base monetaria tiene dos posi-

bles fuentes: la monetización de la reserva interna-

cional neta y/o la variación del crédito interno neto.42

Esta última variable es el instrumento por excelencia

de toda política monetaria. Esto es, el Banco de

México manipula su crédito interno neto dependiendo

de las variaciones de la oferta de la base monetaria y

la acumulación de reservas internacionales. En

México, esta variable ha registrado una tendencia con-

traccionista a lo largo de buena parte del sexenio ante-

rior, según se observa en el Cuadro 3. De 1990 a

1993, el crédito interno neto mostró una tendencia

contraccionista, por el contrario, para diciembre de

1994 éste creció a 24196 millones de nuevos pesos, lo

cual podría explicarse por el crecimiento del crédito

neto otorgado a la banca comercial (96031 millones de

nuevos pesos) y al del financiamiento a los fidei-

comisos oficiales (34428 millones de nuevos pesos).

Esto como consecuencia de los serios problemas que

enfrentaban los bancos privados ante la anunciada

devaluación de diciembre de 1994 que los colocó en

graves problemas de liquidez. Esta situación se

extiende hasta enero de 1995 (véase Gráfica 2). En

general, el comportamiento del crédito interno neto del

Banco de México fue contraccionista; es decir, se

orientó a retirar grandes volúmenes de liquidez del

mercado, por lo que se podría inferir que la tendencia

creciente en los agregados monetarios no es atribuible

al manejo y comportamiento del crédito interno neto.

Respecto de la política cambiaria implantada por el

gobierno salinista, fue congruente con el objetivo

central de abatir la inflación:

En una economía abierta a la competencia externa,

conforme lo precisa para México la estrategia de

modernización del Plan, es fundamental que el tipo

de cambio contribuya al fortalecimiento de las

exportaciones, a la sustitución eficiente de importa-

ciones y a una evolución satisfactoria de la balanza

de pagos; pero sin ser fuente de inflación ni imponer

cargas al consumidor con el objeto de mantener arti-

ficialmente la rentabilidad de empresas ineficientes,

así como tampoco estimular la actividad de sectores

en los que el país no posee una ventaja comparativa

en los mercados mundiales. La estabilidad del tipo de

cambio, que no significa necesariamente total

fijación, sino la ausencia tanto de movimientos brus-

cos como de una rápida evolución, será resultado de

la consolidación de la estabilidad de precios, de finan-

zas públicas equilibradas y del manejo adecuado de

las políticas monetarias y fiscales, y de diversos ele-

mentos de costo.43

Desde la renovación del Pacto efectuada en febrero

de 1988 el tipo de cambio se empleó como ancla del

programa de estabilización, esto es, como el instru-

mento que eliminaría la inflación inercial y garantizaría

que la política fiscal mantuviera la disciplina requerida

para sanear las finanzas públicas; la paridad fue fijada

Las políticas monetaria y cambiaria en México

72

41 Banco de México, Informe anual 1993, México, 1993, p.

45; Informe anual 1994, México, 1994, pp. 62 y 63.

42 Está constituido como la base monetaria menos los

activos internacionales netos. 43 Plan Nacional de Desarrollo, op. cit., pp. 71 y 72.

Page 74: Estado Economía y Hacienda Pública 8

en 2330 pesos por dólar, la cual se mantuvo hasta el

mes de diciembre de ese mismo año. El tipo de cam-

bio se convierte a partir de este momento en un

instrumento de la política estabilizadora, con las reper-

cusiones sobre la balanza externa que la propia teoría

prevé. Como fue apuntado en el primer apartado de

este trabajo, utilizar el tipo de cambio nominal como

ancla conduce a una apreciación real de la moneda

interna, en tanto que la eliminación de los diferenciales

de inflación ocurre con algún retraso. A principios de

1989 se introdujo el sistema de deslizamiento cam-

biario, fijado originalmente en un peso por día, lo cual

equivale a una tasa de depreciación anual del tipo

nominal de 16%. A partir de la renovación del Pacto en

mayo de 1990, el ritmo de deslizamiento del peso se

redujo a 80 centavos; para el siguiente mes de

noviembre en que hubo una nueva concertación la

depreciación diaria del tipo de cambio nominal se

estableció en 40 centavos, pasando así de 2692 pesos

por dólar a fines de 1989 a 2 959 pesos por dólar en

diciembre de 1990.44

De esta manera, el gobierno de Salinas utilizó al

tipo de cambio como ancla temporal del nivel general

de precios. Así, el programa económico gubernamen-

tal le asignaba a la política cambiaria un papel central

dada su íntima relación con la balanza de pagos y su

influencia en la formación de expectativas entre aho-

rradores e inversionistas.

El régimen cambiario adoptado (mismo que se

mantuvo de 1991 a 1994) por las autoridades guberna-

mentales consistió en dejar que el tipo de cambio

flotara dentro de una banda que se ensanchaba diaria-

mente. Inicialmente el piso de la banda se fijó en

3.0512 pesos por dólar, en tanto que el techo de la

banda se “deslizaría” diariamente 0.0002 nuevos pesos

por dólar. Este techo se modificaría en octubre de 1992

a razón de 0.0004 pesos por día, en tanto que el piso

de la banda se mantuvo sin cambios. De acuerdo con

información del Banco de México durante los primeros

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

73

44 Banco de México, Informe Anual 1989, México, 1990;

Informe Anual 1990, México, 1991.

Cuadro 3. Base monetaria, reserva internacional y crédito interno neto. 1990-1995

saldo corriente al final de cada periodo

Millones de nuevos pesos

*Banco de México, datos obtenidos al 17 de noviembre de 1995

FUENTE: Banco de México, Indicadores económicos, México, mayo de 1995, Cuadro 1-4.

Page 75: Estado Economía y Hacienda Pública 8

veinte días del mes de diciembre de 1994 el tipo de

cambio interbancario se depreció 12.6% dentro de la

banda; las autoridades argumentarían en su momento,

que esta amplitud creciente tenía la finalidad de

imprimir mayor flexibilidad al tipo de cambio para que

se fuera ajustando a las condiciones que la economía

del país requería. Tal política prometía resultados posi-

tivos, ya que el Banco de México sólo intervendría en

el mercado cambiario cuando se tocaran cualquiera de

los límites de la banda, comprando o vendiendo

dólares, según fuera el caso, lo que permitiría el mane-

jo de la base monetaria, expandiéndola si el banco cen-

tral compraba divisas, y contrayéndola cuando vendía

divisas (véase Gráfica 3).

Desde esta perspectiva, este esquema cambiario

aparecía como capaz de alcanzar los objetivos

para los que fue diseñado: abatir la inflación.

Las políticas monetaria y cambiaria en México

74

Gráfica 2

EVOLUCIÓN DEL CRÉDITO INTERNO NETO 1990-1995SALDOS CORRIENTES AL FINAL DE CADA PERIODO

Millones de pesos

- 60 000

- 50 000

- 40 000

- 30 000

- 20 000

- 10 000

10 000

20 000

30 000

1

Años

Mil

lon

es

de

nu

ev

os

$

1990 1991 1992 1993 1994 1995

Elaborada a partir delos datos del cuadro 3

NOTA: Cabe recordar que a partir del 10 de enero de 1993 fue introducida una nueva unidad monetaria, el nuevo peso (N$), cuya

equivalencia con los pesos anteriores ($) es de 1/1000.

Por PECE se hace referencia al Pacto para la Estabilidad, la Competitividad y el Empleo, acordado entre el Gobierno Federal,

los sindicatos, las organizaciones campesinas y el sector empresarial.

* Día natural

última observación 19 de diciembre de 1994.

FUENTE: Banco de México, Informe Anual 1994, México, 1994, p. 52.

Gráfica 3. Régimen Cambiario

Vigencia desde el 11 de noviembre de 1991 hasta el 19 de diciembre de 1994

Gráfica 2. Evolución del crédito interno neto

1990-1995 saldos corrientes al final de cada periodo

Millones de pesos

Page 76: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Efectivamente, los niveles de inflación que se regis-

traron durante buena parte de la administración sali-

nista alcanzaron las metas previstas en el programa

económico. Sin embargo, y a pesar de la práctica eli-

minación del déficit público, de la indiscriminada aper-

tura comercial, de los extraordinarios ingresos

obtenidos por la venta de las empresas paraestatales

y de una política monetaria restrictiva, el círculo virtuo-

so de la estabilización y el crecimiento no pudo alcan-

zarse debido, fundamentalmente, a que todos estos

“logros” macroeconómicos se harían a costa de

grandes sacrificios microeconómicos.

Por otra parte, el índice de depreciación del tipo de

cambio nominal fue siempre menor que la diferencia

entre los precios internos y externos, de tal manera que

la apreciación real actuaría como freno a la inflación y

como un incentivo a la inversión extranjera, lo cual con-

dujo en cierto plazo a la sobrevaluación del tipo de cam-

bio real. De acuerdo con las estimaciones presentadas

en el Cuadro 1 –se toman como base el año de 1980 y el

índice de precios al mayoreo– el peso estaba ya

sobrevaluado en 1992 y continuó apreciándose para el

s i g u i e n t e .4 5 Tomando como referencia el año 1988 en

que se registró prácticamente un equilibrio en la balanza

comercial, Calva encuentra que la progresiva apreciación

de la moneda mexicana, derivada de la estrategia del tipo

de cambio como ancla nominal, llevó a una sobreva-

luación de 41.9% en diciembre de 1993 y de 35.6% en

julio de 1994. Esta apreciación sostenida del tipo de cam-

bio real, en el contexto de una abrupta apertura comercial

y financiera, entrañó una vulnerabilidad creciente de la

estrategia adoptada. Desde 1992 se habían destacado

los riesgos de un bajo ahorro interno y un creciente déficit

en cuenta corriente financiado cada vez en mayor pro-

porción con capital volátil. Los efectos nocivos de inver-

siones en cartera y de capitales privados de corto plazo

fueron enfrentados mediante la esterilización de recursos

por parte del banco central. Sin embargo, a partir de

febrero de 1994, las tasas de interés estadounidenses

empezaron a aumentar; ello, aunado a la inestabilidad

política y social registrada en esos momentos en México,

acentuó la percepción de un aumento en el riesgo. El tipo

de cambio llegó en varias ocasiones al techo de la banda,

que en ese momento era igual a poco menos de 3.4

nuevos pesos por dólar, asimismo las reservas interna-

cionales disminuyeron de 26 mil a 18 mil millones de

dólares, estabilizándose en los meses de abril a noviem-

bre en 17 mil millones. Por otra parte,

La Secretaría de Hacienda y el Banco de México

facilitaron la sustitución de valores gubernamentales

denominados en pesos (Cetes, Bondes y

Ajustabonos) por Tesobonos, instrumento cuyo valor

en dólares no se ve afectado por las variaciones del

tipo de cambio [...] A la vez, la oferta de Tesobonos

coadyuvó al endurecimiento de la política monetaria.

En 1994 la circulación de estos títulos aumentó

26400 millones de nuevos pesos.46

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

75

45 Esta estimación fue tomada de Dornsbuch, Rudiger y A.

Werner, “México: stabilization, reform and no growth”,

Brooking Papers on Economic Activity, núm. 1, 1994; sin

embargo, el tema de la sobrevaluación del peso generó

toda una controversia desde 1992 entre quienes afirma-

ban su existencia –y advertían sobre sus posibles efec-

tos negativos– y quienes la negaban basados en cálcu-

los bajo índices de precios y años de referencia que

mostraban su ausencia. Al respecto puede consultarse

además de la obra citada de Dornsbuch y Werner y entre

muchas otras las de: Fald KuriI y Samuel Puichot, op. cit.;

Guitierrez, Roberto, “Auge y declinación de la competivi-

dad del peso mexicano: 1982-1991” I n v e s t i g a c i ó n

Económica, núm. 197, México, julio-septiembre de 1997;

Calva, José Luis, “Los retos macroeconómicos de la

actual administración: sobrevaluación cambiaria, altas

tasas de interés y estancamiento económico”, Carta

Económica Regional, Universidad de Guadalajara,

enero-febrero de 1995.

46 Banco de México, “La política monetaria para 1995”,

Comercio Exterior, vol. 45, núm. 2, México, Banco

Nacional de Comercio Exterior, febrero de 1995, p. 167.

Page 77: Estado Economía y Hacienda Pública 8

De esta manera, la colocación de estos instrumentos

redimibles en pesos pero indizados al dólar se tradujo

en una acelerada dolarización de la deuda pública

interna: mientras que para diciembre de 1993 los

Cetes absorbían 70% y los Tesobonos 6% del total,

para diciembre de 1994, las proporciones eran de 10%

y 87%, respectivamente.47 Por otra parte, al ser

enfrentada la salida de capitales con una política de

esterilización de la caída en las reservas interna-

cionales consistentes en el aumento al crédito interno,

las presiones sobre el tipo de cambio crecieron. Con

tasas internas de interés a la baja y tasas esta-

dounidenses al alza y con un déficit comercial de 22

mil millones de dólares (8% del PIB), la fuga de capi-

tales se acentuó. A mediados de diciembre las reser-

vas internacionales se habían reducido drásticamente

hasta los 11 mil millones de dólares. Ante ello, después

de un fallido intento por frenar la salida de capitales

subiendo al techo de la franja –lo que se tradujo en

una nueva y explosiva fuga de capitales– el 22 de

diciembre de 1994 se abandonó el compromiso

de mantener la paridad dentro de la zona-objetivo

mediante las intervenciones del Banco de México,

implantándose el régimen de flotación.

De esta manera, el afán del gobierno de Salinas de

ganar credibilidad interna y externa en el control de la

inflación, se contrapuso con problemas de fondo de

la economía mexicana que devinieron en la devaluación

de diciembre de 1994 y en crisis económica que le

tocaría enfrentar al actual gabinete del presidente Zedillo.

Con la anunciada devaluación se evidenciaría la

severa exposición de la economía mexicana a las for-

mas más inestables y especulativas de la inversión

interna, en proporciones de tal naturaleza que

rebasarían ampliamente las reservas de divisas y los

medios de control disponibles. Así, como producto de

factores políticos, de la magnitud del déficit comercial,

del cambio en la coyuntura financiera internacional, la

devaluación se convertiría en crisis cambiaria que

devino en crisis financiera y posteriormente en crisis

productiva. Esto es, la crisis financiera y bursátil de-

sencadenada se caracterizaría desde su inicio hasta la

utilización del paquete de rescate ofrecido por los

Estados Unidos en, prácticamente, el derrumbe de la

bolsa mexicana y en tasas de interés arriba del 100%,

que colocarían a la banca en el punto del colapso, al

registrar para ese momento un volumen de la cartera

vencida de 46921 millones de nuevos pesos, además

de una paridad de hasta ocho nuevos pesos por dólar.

En marzo de 1995, la crisis cambiaria se convertiría en

una aguda crisis inflacionaria, productiva y social,

debido fundamentalmente a que el costo de la deva-

luación se trasladaría al aparato productivo y a los

consumidores, y además a la política fiscal y mone-

taria seguida por el gobierno zedillista.

La política monetaria, contenida en el programa

económico adoptado y en los lineamientos explicita-

dos por el Acuerdo de Unidad para Superar la

Emergencia Económica,48 se mantendría contractiva.

El Banco de México, adoptaría una política de crédito

primario sumamente estricta, al imponerle un límite a

su crecimiento durante dicho año, con el objetivo

explícito y prioritario de procurar la estabilidad del

poder adquisitivo del peso. Así, en enero de ese

Las políticas monetaria y cambiaria en México

76

47 Banco de México, Indicadores Económicos, México,

mayo de 1995, p. 1-8.

48 El Acuerdo se firma el cuatro de enero de 1995. Los prin-

cipales puntos fueron: a) ratificar el aumento salarial del

pasado 20 de diciembre; b) disminuir el gasto público en

1.3 puntos porcentuales del PIB; y c) contención del

crédito de la economía. El 9 de marzo del mismo año, se

anuncia un nuevo ajuste al programa de emergencia

anterior, llamado Acuerdo de Unidad para Superar la

Emergencia Económica (PA R A U S E E), cuyas medidas

son: a) aumento en la tasa general del IVA, de 10 a 15 por

ciento, b) aumentos a los precios de la gasolina y electri-

cidad, c) contracción adicional del gasto público de 1.6%

del PIB; entre otros.

Page 78: Estado Economía y Hacienda Pública 8

mismo año se fijaría un límite de 12 mil millones de

nuevos pesos, mismo que es modificado y disminuido

a 10 mil millones de nuevos pesos; esto debido, según

el propio Banco de México a que dicho nivel es más

compatible con el crecimiento previsto del PIB real

(1.5%) y con la meta de inflación (16%) planteados en

el programa económico de Zedillo49. Sin embargo,

para finales de 1995 el Banco Central anunciaría la

ampliación de la base monetaria, introduciendo 20 mil

millones de nuevos pesos, mismos que implican un

crecimiento de 30%; esta situación provocaría que las

expectativas de los agentes económicos se volvieran

confusas lo que presionaría las tasas de interés50.

Para 1996, la política monetaria del gobierno se orien-

tará a la estabilidad de los precios y a la disminución

de las tasas de interés. De esta manera, el Banco de

México anunció que la base monetaria aumentará en

18 mil millones de pesos, es decir, 27% mayor respec-

to de la del año próximo pasado, (66809 millones de

nuevos pesos), mientras que el límite al crecimiento

del crédito interno neto se fijará en 15 mil millones de

pesos, es decir, 5 mil más que en 1995.51

De esta manera, y después de quince fases del

Pacto, el tipo de cambio dejó de ser la variable de

estabilización y se dio paso a la política monetaria que

funcionará como ancla nominal de la economía, en un

intento de sujetar la evolución creciente del nivel ge-

neral de precios mediante el control de la base mone-

taria. Las intervenciones de las autoridades en el mer-

cado cambiario solo se harían para influir sobre la

base monetaria y de esta forma sobre las tasas de

interés. En este contexto se da la creación del Fondo

de Estabilización Cambiaria que sería administrado y

operado por el Banco de México, cuyo objetivo será

crear un padrón de importadores y exportadores que

permita elaborar el inventario de divisas del país, a fin

de evitar desbalances temporales en el flujo de ingre-

sos y egresos, situación que constituye el mayor ries-

go en el mercado de cambios, al ser utilizados con

fines especulativos. Asimismo, se establecerían las

nuevas modificaciones a las Reglas para Inversión de

las Reservas Técnicas de las Instituciones y

Sociedades Mutualistas de Seguros, con el objetivo de

que las instituciones de seguros puedan cubrirse de

los riegos del tipo de cambio, de esta forma, se inten-

ta un mayor control sobre las inversiones, al limitar los

riegos derivados de canalizar los recursos a otros tipos

de inversiones de carácter especulativo.

Sin embargo, los esfuerzos del presidente Zedillo

no fueron suficientes para provocar una tendencia

favorable en el mercado de cambios. Así, el primer año

del gobierno zedillista, cerraría con una alza de

117.86% en el tipo de cambio, con un retroceso equi-

valente a un sexenio en el nivel de las tasas de interés,

al registrar los CETES a 28 días un promedio anual de

46.34%. En la economía real, los indicadores refleja-

ban un saldo más que desfavorable: más de 2.3

millones de mexicanos habían perdido su empleo; el

salario mínimo real disminuiría en poco más de 15%

(en comparación con el 0.2% en 1994); la canasta

básica de alimentos se incrementó en 42.9%; todo lo

anterior enmarcado en una caída de alrededor del 6%

en el PIB.A pesar del AUSEE y del PARAUSEE parece que

las autoridades diagnosticaron muy mal el tamaño de

la crisis.

En las últimas décadas, la función del Estado como

promotor del desarrollo económico y regulador de las

desigualdades sociales se ha modificado. Recien-

temente, nuevos desarrollos teóricos ocupan el esce-

nario con nuevas perspectivas de los problemas

económicos y distintas propuestas de solución. Desde

esta perspectiva, el mercado es el encargado del buen

funcionamiento de la economía; la estabilidad del tipo

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

77

49 Nacional Financiera, El mercado de valores, núm. 3,

México, marzo de 1995, p. 20.

50 El Financiero, 17 de noviembre de 1995.

51 El Financiero, 1 de febrero de 1996.

Page 79: Estado Economía y Hacienda Pública 8

de cambio es únicamente un instrumento de ajuste de

la política monetaria; el control de la inflación y de las

finanzas públicas son cuestiones centrales.

De esta manera el monetarismo –como doctrina

económica dominante en la actualidad– afirma que el

Estado es incapaz de manejar eficientemente los

movimientos cíclicos de la economía siendo el merca-

do y su funcionamiento armonioso el que asegura el

crecimiento económico. De igual forma, el enfoque de

las expectativas racionales sostiene –en una posición

más radical– que los agentes económicos cuentan con

toda la información que les permite anticipar cualquier

cambio en la política gubernamental. Para ambos

desarrollos teóricos una de sus premisas esenciales

es que la interferencia del gobierno desestabiliza a la

economía, provocando más perjuicio que beneficio.

Los monetaristas han puesto especial énfasis en la

política monetaria como un instrumento eficaz para

propiciar estabilidad, vía el manejo de los agregados

monetarios, y en su relación con los tipos de interés;

así como en la política cambiaria, señalando al régi-

men cambiario flotante como el consistente con un

mercado libre y con el libre comercio. Aseguran que el

objetivo es que la distintas economías del mundo

adopten un tipo de cambio libre que no provoque

inestabilidad a pesar de su fluctuaciones. Sin embar-

go, en la práctica no existe un sistema económico

donde el gobierno no intervenga, por lo general su

intervención se da con el fin de suavizar las fluctua-

ciones en el tipo de cambio. Una posición menos

estricta la constituye la creación de las franjas-objetivo

en donde el tipo de cambio depende de algunos deter-

minantes fundamentales y de las expectativas de su

nivel futuro.

La tesis central del enfoque de las expectativas

racionales consiste básicamente en que los individuos

forman sus expectativas racionalmente basados en

la información presente y futura de quienes hacen la

política económica. Lo que subyace en este trata-

miento es el problema de la credibilidad de la política

económica. Sin embargo, ambos enfoques consti-

tuyen desarrollos similares tanto en sus supuestos

como en sus postulados. La diferencia esencial con-

siste en que para el monetarismo las expectativas se

forman por adaptación y para el nuevo enfoque las

expectativas se forman racionalmente.

La forma específica que adopta el sistema cam-

biario internacional, según los acuerdos emergidos de

las circunstancias del momento histórico, determina en

primera instancia el régimen adoptado por cada país

en particular, aunque en última instancia existe una

relativa autonomía para la implementación de uno u

otro régimen, según lo requieran las condiciones de

inserción a los mercados mundiales o a la política

económica interna de un país.

En el caso de México, durante el proceso de libe-

ralización comercial, las tendencias internacionales a

la flexibilización de los regímenes cambiarios y la pres-

encia de crisis internas recurrente han determinado la

puesta en práctica de diferentes políticas cambiarias y

monetarias, encaminadas a favorecer la apertura y a

generar las condiciones internas para el logro de obje-

tivos macroeconómicos de orden más integral y de

más largo plazo Es así que a partir de los ochenta la

economía mexicana inicia un proceso de transición

hacia un nuevo modelo de crecimiento: el neoliberal.

En este nuevo esquema las políticas monetaria y cam-

biaria, juegan un papel central para lograr la estabili-

dad y el crecimiento. Su manejo está siempre en fun-

ción de una meta suprema: abatir la inflación. El énfa-

sis ha sido puesto en el control de los agregados mon-

etarios y en la utilización del tipo de cambio como

ancla para la estabilidad de precios. La política mone-

taria implantada por el gobierno de Salinas se carac-

terizó por ser contractiva y con una evolución creciente

de los agregados monetarios. Así, el programa

económico de la administración de Salinas le asignó

un papel central a la política cambiaria dada su íntima

Las políticas monetaria y cambiaria en México

78

Page 80: Estado Economía y Hacienda Pública 8

relación con la balanza de pagos y su influencia en la

formación de expectativas entre ahorradores e inver-

sionistas.

De este modo, puede afirmarse que durante el

sexenio gubernamental del presidente De la Madrid,

caracterizado por la implementación de una apertura

comercial que se tradujo en el desmantelamiento del

anterior esquema proteccionista, la política cambiaria

se orientó al fomento de las exportaciones no petro-

leras y basándose en una depreciación real de la mo-

neda que, de acuerdo con algunas estimaciones, llevó

a márgenes de subvaluación que contribuyeron en

buena medida a la inflación galopante registrada

en esos años. Así, el manejo del deslizamiento de la

paridad cambiaria estuvo asociado a objetivos típica-

mente comerciales; los resultados serían desastrosos,

de manera que a fines de 1987 la estrategia fue aban-

donada.

A partir de entonces, y a lo largo del periodo sali-

nista, el tipo de cambio fungió –junto con los salarios–

como el ancla que hizo posible el éxito aparente del

programa de estabilización; el abatimiento de los

índices de inflación se logró a costa de un enorme

incremento en el saldo deficitario de la cuenta corrien-

te externa. A pesar de las advertencias de la propia

teoría económica en el sentido de la presencia de con-

tradicciones entre los objetivos de detener la inflación

y de superar el déficit externo, la evaluación de las

autoridades generó expectativas de un creciente flujo

de inversiones externas que paliaría tal contradicción.

La adopción del régimen de zonas-objetivo desde

1991, al interior de las cuales la paridad se mantuvo en

permanente apreciación, con intervenciones intramar-

ginales del Banco de México, implicó que pocos

meses después algunos analistas estimaran que el

peso se encontraba ya sobrevaluado, colocando en

mayor desventaja a la de por sí escasa competitividad

del aparato productivo interno. La apreciación real del

peso se mantuvo como estrategia antiinflacionaria

hasta el final del sexenio, cuando ya el alto margen de

sobrevaluación era incuestionable y generaba una

fuerte expectativa de devaluación. La incertidumbre y

las condiciones políticas adversas actuaron favore-

ciendo la especulación y la salida abrupta de capitales.

La política de estabilización había tocado sus límites,

y el costo en términos de dependencia de los recursos

financieros externos, de desempleo, de recesión

económica, en fin, de crisis económica generalizada,

aún no ha sido suficientemente evaluado. En la expli-

cación de la crisis mexicana pueden identificarse dos

tipos de argumentos que, sin embargo, están íntima-

mente relacionados. Por una parte, la política de apre-

ciación real del peso en el marco de una programa de

liberalización comercial requería precisamente lo con-

trario, es decir, una política de depreciación real, con-

sistente con los fines de estabilización, aun cuando los

resultados fuesen obtenidos en un plazo considerable-

mente más largo. Por otra parte, en condiciones de

una moneda sobrevaluada desde 1992, la especu-

lación financiera, principalmente por parte de los inver-

sionistas externos, influyó decisiva y finalmente en la

determinación de los dos precios clave en cualquier

economía: la tasa de interés y el tipo de cambio.

Después de ello, el colapso financiero que devino en

crisis económica. Colapso financiero y crisis económi-

ca que le tocaría enfrentar al actual gobierno de

Zedillo. Es así que en diciembre de 1994, el gobierno

mexicano adoptó un nuevo régimen cambiario: la libre

flotación y el manejo de los agregados económicos

sería el que permitiría controlar la inflación. A partir de

ese momento, la economía mexicana sufriría una

serie de problemas que la colocarían al borde del

colapso. La actual administración ha enfrentado la cri-

sis con una serie de acciones plasmadas en el A U S E E

y el PA R A U S E E. Sin embargo, y a pesar de ello, el

primer año del gobierno zedillista cerró con un

aumento en los precios de la canasta básica de

alrededor del 50%.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 55-80

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El Financiero, 1o. de febrero de 1996.

Las políticas monetaria y cambiaria en México

80

Page 82: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

En este artículo se estudia la necesidad de una reforma

fiscal que se exprese en un sistema tributario equitativo

y simplificado, que permita al Estado mexicano contar

con los recursos necesarios para el pleno ejercicio de

sus funciones, partiendo del análisis de las reformas

estructurales en nuestro país, desde la perspectiva del

Consenso de Washington, así como el estado que

guardan dichas reformas, los retos y las tareas pen-

dientes de ejecutar en América Latina, a través del estu-

dio del Documento de Trabajo 471 del Inter-american

Development American Bank, de Ugo Panizza y

Eduardo Lora. Permitiendo con ello una mirada reflexiva

del estado actual del sistema tributario mexicano y el

análisis de tres ejes: el combate a la evasión, la simpli-

ficación administrativa y la cultura fiscal, pilares nece-

sarios de una reforma estructural profunda e integral.

ABSTRACT

This article studies the need for a fiscal reform that is

expressed by a simple and equal tributary system that per -

mits the Mexican state the necessary recourses for the full

exercise of its functions. Steming from the analysis of the

reform structures in our country and from the perspective of

the Washington Consensus that the state that such reforms

contain, the challenges and the work that is left to do in

Latin America through the studies of Ugo Panizza and

Eduardo Lora “471 the Inter-american Development

American Bank”. Permiting with this a flexible look at the

actual Mexican tributary system and the analysis of the

three divisions: the combating evasion, the administrative

simplification, and the fiscal culture, these are pillars ne -

cessary in a profound and integral structural reform.

Introducción

La economía mexicana ha mostrado en los últimos años

un ritmo de actividad significativamente menor respecto a

las expectativas de cada inicio de año, fenómeno común

en prácticamente todas las regiones del mundo. La

desaceleración económica de México es, en gran medi-

da, resultado de la evolución del ciclo económico mundial.

El México que hoy vivimos está inmerso en un universo

de competencia que le impone fuertes retos, donde la via-

bilidad de su crecimiento y desarrollo depende de una

81

Una contribución aldebate sobre la reforma

fiscal en México

Héctor J. Vargas Rubín*

* Profesor Titular y Secretario Académico de la Facultad de

Contaduría y Administración de la Universidad Veracruzana.

Page 83: Estado Economía y Hacienda Pública 8

profunda transformación económica y social. Ignorar

esta condición conducirá irremediablemente al rezago

definitivo en el arreglo económico mundial.

La situación de las finanzas públicas en México es

un problema fundamental a resolver, en particular la

de los ingresos públicos que es estructuralmente frágil

y constituye un obstáculo para lograr un crecimiento

más dinámico, lo que exige que los diversos actores

políticos y económicos construyan los consensos que

permitan sentar las bases de un sistema tributario más

justo y suficiente. La adopción de un nuevo marco tri-

butario moderno y competitivo, debe mejorar la

equidad de la distribución de la carga fiscal, entendida

en su sentido amplio, el cual comprende tanto la inci-

dencia de los ingresos como de los gastos públicos. El

nuevo esquema fiscal también debe fortalecer la com-

petitividad del aparato productivo y reducir los costos

de cumplimiento. El nuevo marco tributario deberá

favorecer la ampliación de los ingresos públicos e

imprimirles mayor estabilidad. Sobra decir que el go-

bierno federal redoblará los esfuerzos para combatir la

evasión y la elusión tributaria. El incremento en los

ingresos públicos permitirá destinar una mayor canti-

dad de recursos a atender las necesidades más

apremiantes del país en materia de abatimiento de

pobreza, nutrición, educación, vivienda, salud, desa-

rrollo rural, infraestructura y justicia. También permitirá

reducir gradualmente los requerimientos financieros

del sector público canalizando, a su vez, mayores

recursos a las entidades federativas.

Desde la década de los 80, México se adscribió a

las políticas neoliberales, emprendiendo una reforma

económica estrictamente apegada a esos principios,

sin embargo, a la fecha tiene pendientes reformas

estructurales institucionales que le permitan ser com-

petitivo en el entorno mundial. En este contexto, la

necesaria reforma del estado se plantea como un pro-

ceso inseparable de la transformación de la sociedad.

La reforma del Estado no es una simple reconstruc-

ción o renovación de antiguas estructuras y métodos;

se trata de la construcción de un nuevo proyecto

estatal y la instauración de instituciones renovadoras y

depuradoras de sus vicios anteriores, en un nuevo

espacio político producto de una nueva relación entre

la tecnocracia, las instituciones emergentes y la

sociedad civil, los partidos políticos y las organiza-

ciones sociales. Los programas de reforma estructural

buscan modificar las formas tradicionales del fun-

cionamiento de la economía, pretenden redefinir el

papel del Estado y otorgar a la sociedad civil un nuevo

protagonismo.1

Ante estos hechos, diversos organismos interna-

cionales se han dado a la tarea de analizar y efectuar

recomendaciones a la reforma del estado para el

desarrollo de América Latina, tal es el caso de las

reformas formuladas por John Williamson en el

denominado Consenso de Washington.

En este contexto, el presente trabajo tiene como

objetivo esclarecer la necesidad de una reforma fiscal

que se exprese en un sistema tributario equitativo y

simplificado, con el propósito de que el Estado mexi-

cano cuente con los recursos necesarios para el pleno

ejercicio de sus funciones.

Es así que en la primera parte del presente docu-

mento se muestra un panorama amplio del origen y

evolución de las reformas fiscales en América Latina;

en el segundo apartado se presenta un análisis de las

condiciones que guarda la reforma fiscal en México;

en el tercero se presentan los argumentos que sus-

tentan la necesidad de una reforma fiscal de fondo

para el país y, finalmente, en el cuarto apartado se

enuncian y analizan las estrategias que desde mi pers-

pectiva son necesarias y viables para conformar un

sistema tributario equitativo y eficiente.

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

82

1 Edgar Jiménez, “Enfoques teóricos para el análisis políti-

co”, en Arbesú, Luis Ignacio et al., Las decisiones políticas

de la planeación a la acción, IFE, 2001, pp. 225-229.

Page 84: Estado Economía y Hacienda Pública 8

1. El Consenso de Washington y la reforma fiscal

en América Latina

La denominación Consenso de Washington fue utiliza-

da por el economista inglés John Williamson a finales

de la década de los ochenta y se refiere a los temas de

ajuste estructural que formaron parte de los programas

del Banco Mundial y del Banco Interamericano

de Desarrollo, entre otras instituciones, en la época de

reestructuración económica que siguió a la crisis de la

deuda desatada en agosto de 1982. Algunos otros

estudiosos del tema se refieren a ese conjunto de

políticas como la Agenda de Washington, otros a la

Convergencia de Washington y unos pocos la llaman

la Agenda Neoliberal.

Además del Banco Mundial y el B I D, conforman el

Consenso de Washington altos ejecutivos del gobier-

no de E U A, las agencias económicas del mismo go-

bierno, el Comité de la Reserva Federal, el Fondo

Monetario Internacional, miembros del Congreso

interesados en temas latinoamericanos y los t h i n k

t a n k s, dedicados a la formulación de políticas

económicas que apuntan a forzar cambios estruc-

turales en Latinoamérica. Williamson planteó diez

áreas de políticas de reformas:

1. Déficit presupuestario. No más déficit fiscal.

Presupuestos balanceados.

2. Las prioridades del gasto público:

Infraestructura, salud, educación.

3. La reforma fiscal. Ampliar la base tributaria y

tasas marginales moderadas.

4. Los tipos de interés. Tasas de interés real, po-

sitivas y fijadas por el mercado.

5. El tipo de cambio. Tipo de cambio real competi-

tivo que favorezca al sector exportador.

6. La política comercial. Política comercial abierta

con aranceles moderados.

7. La inversión extranjera directa. Incentivos a la

inversión extranjera directa.

8. Las privatizaciones. Los canjes de obliga-

ciones por acciones no implican ninguna pre-

sión monetaria.

9. La desregulación. Reducción de las barreras

burocráticas.

10. Los derechos de propiedad. Garantizar los

derechos de propiedad y proteger el capital.2

En cuanto a las políticas fiscales, cabe mencionar a la

número 3, referente a la reforma tributaria, donde se

plantea la necesidad del aumento del ingreso público,

como una alternativa a la reducción del gasto público,

concebido como prioritario, que permita disminuir los

déficit fiscales ampliando la base tributaria y dismi-

nuyendo la tasa marginal hasta tener una tasa imposi-

tiva moderada; asimismo, se propone el diseño de

estrategias claras que permitan reducir la evasión fis-

cal, tanto en la base interna como en las rentas de

intereses de los activos colocados fuera del país. Las

recomendaciones en materia de reforma fiscal consti-

tuyen un importante reto para nuestro país, pero ¿qué

ha sucedido en México a la luz de estas recomenda-

ciones? ¿De qué manera se ha trabajado para conso-

lidar las reformas necesarias para que nuestro sistema

tributario sea eficiente?

Existe el consenso de que un sistema fiscal efi-

ciente es aquel que cuenta con una amplia base

–reglas suficientes y simples como para permitir un efi-

ciente cumplimiento– y moderados porcentajes de

impuestos marginales. Quienes se preocupan por la

desigualdad en la distribución del ingreso ahora

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

83

2 John Williamson, “Lo que Washington quiere decir cuando

se refiere a reformas de las políticas económicas”, en

Manuel Guitián y Joaquín Muns, La cultura de la estabili -

dad y el Consenso de Wa s h i n g t o n, Col. Estudios e

Informes, núm. 15, La Caixa, Barcelona, 1999 (1990),

pp. 67-134.

Page 85: Estado Economía y Hacienda Pública 8

sostienen que la ampliación de la base constituye un

mecanismo más efectivo que las elevadas tasas mar-

ginales para asegurar cierto grado de progresividad,

aunque los puntos de vista difieren todavía en relación

con la importancia de mantener una progresividad en

el programa de impuestos.

Un punto importante es fijar la contribución al

ingreso por intereses de capitales fugados. En la

práctica, esta renta queda libre de impuestos en

cualquier lugar del mundo, lo cual tiene una serie de

efectos perniciosos, principalmente el de empeorar la

distribución del ingreso y estimular la fuga de capi-

tales. México, en principio, también impone

gravámenes sobre las rentas por inversiones en el

extranjero; además, se ha firmado un convenio de

información fiscal compartida con EUA, bajo la cual

–a solicitud de las autoridades fiscales mexicanas– el

Servicio de Contribuciones Internas de EUA s u m i n i s-

trará información sobre recibos de individuos especí-

ficos, provenientes de fuentes específicas. Como el

convenio no proporciona un mecanismo para infor-

mar rutinariamente a las autoridades mexicanas

sobre los recibos de todos los residentes mexicanos,

es improbable que pueda reducir significativamente

la evasión fiscal.3 Las reformas fiscales a lo largo y

ancho de América Latina lograron progresos, tal

como se observa en la información que, a manera de

ejemplo, se presenta en la Tabla 1.

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

84

3 John Williamson, El cambio en las políticas económicas de América Latina, Gernika, México, 1991, pp. 36-38.

4 Idem.

Tabla 1

América Latina: Reforma fiscal en la década de 19804

BOLIVIA Drástica simplificación del sistema fiscal en 1986 a través de los impuestos al valor agregado, ala gasolina, otros impuestos indirectos y a la riqueza inferida. Los ingresos se incrementaron del2 por ciento del PIB en 1984 a 9 por ciento en 1987.

CHILE Importante simplificación del sistema de impuestos indirectos en 1975. La reforma de 1984amplió la base fiscal y recortó tasas marginales, probablemente haciendo más regresivo el sis-tema.

PERÚ Los ingresos se erosionaron por el efecto Olivera-Tanzi.BRASIL Reformas importantes al impuesto sobre la renta en 1985 y 1987, encaminadas hacia el perfec-

cionamiento de la indexación y anticipando la recolección de impuestos sobre ingresos porbienes financieros.

MÉXICO Eliminación de lagunas en los impuestos corporativos. Los ingresos fiscales se elevaron 1 porciento del PIB en 1982-1988, un periodo en el que los ingresos por el petróleo cayeron 5 por ciento del PIB. Recientemente fueron aprobadas por el Congreso nuevas reformas alimpuesto sobre la renta.

COLOMBIA Reformas en 1983 y 1986 dirigidas a ampliar la base, fortalecer el cumplimiento y racionalizar laestructura. El ingreso fiscal aumentó alrededor de 1 por ciento del PIB en 1987.

VENEZUELA En octubre de 1989 se presentaron al Congreso planes para introducir el IVA, y para una refor-ma con el fin de ampliar la base y reducir el porcentaje de impuestos marginales.

JAMAICA Una importante reforma impositiva hecha en 1986 tuvo como fin ampliar la base, simplificar yestablecer una sola cifra marginal baja de 33 1/3 por ciento.

COSTA RICA Dos reformas fiscales gemelas en 1987: ampliar la base de impuestos indirectos y cambiar lacarga fiscal de la producción al consumo, simplificando la estructura del impuesto sobre la rentaal reducir al mismo tiempo las tasas marginales.

Page 86: Estado Economía y Hacienda Pública 8

2. El estado de las reformas

Es ampliamente sabido que durante la década de los

ochenta en América Latina, como resultado de las

recomendaciones del Consenso de Washington, se

instauraron reformas en materia fiscal; sin embargo,

es necesario efectuar un análisis sobre el progreso,

alcance e impacto de estas reformas a la luz de los

últimos años, así como reflexionar de manera respon-

sable sobre el estado actual de la reforma fiscal y

sobre las tareas pendientes.

En relación con la evaluación de estas políticas

cabe hacer referencia al Documento de Trabajo 471

del Inter-american Development American Bank, el

cual contiene un estudio de Ugo Panizza y Eduardo

Lora5 en el que se construyen índices de reforma

estructural comparativos para América Latina, los

cuales permiten medir el avance de las reformas

estructurales mediante el uso de indicadores sobre la

calidad de las políticas en cinco áreas de la reforma

neoliberal: liberación comercial, reforma financiera,

reforma tributaria, privatizaciones y legislación laboral.

Los indicadores construidos por Lora y Panizza

buscan medir la relación entre la libertad y neutralidad

de las políticas, como resultado de las reformas

durante el periodo de 1985 a 1999, bajo el pre-

supuesto de que el objetivo central de las reformas fue

facilitar el funcionamiento de los mercados y la libre

asignación de los recursos productivos.6 Los índices

permiten comparar el estado de las distintas áreas de

política dentro de un país o de cada política entre paí-

ses. El índice total construido es un valor promedio de

todas las áreas de la reforma en una escala de 0 a 1,

tomando como base 17 países latinoamericanos. Los

resultados muestran que se presentó un movimiento

positivo de 0.34 en 1985 a 0.58 para los noventa,

entendiendo también que aún existe un camino largo

que recorrer para alcanzar el valor máximo de 1.

De acuerdo con este estudio, el periodo con los

mejores resultados es el comprendido entre 1989 y

1994, periodo en el cual se obtiene 50% de ganancia

de los 24 puntos totales que se registraron como incre-

mento del 85 al 99, destacándose países como

Bolivia, Jamaica, Perú, Trinidad y Tobago y Argentina,

todos ellos con valores finales del índice por encima

de 0.6 y con mejoras de por lo menos 0.2 puntos con

respecto a su situación inicial. Los cinco países más

atrasados en el proceso de reformas son (empezando

por el último lugar): Uruguay, México, Venezuela,

Ecuador y Costa Rica, con índices que se sitúan entre

0.48 y 0.55. Sin embargo, América Latina en su con-

junto presenta mejoras notables con respecto al esta-

do que guardaban al inicio del periodo.

La Gráfica 1 compara el estado de las reformas en

1985 y 1999 para los países con mejores y peores

índices en 1999.7

En América Latina, revela el estudio, el avance de

las reformas no ha sido homogéneo, por el contrario,

presenta diferencias sustanciales. Sin embargo, la

tendencia es positiva en todos los países; es decir, de

los 17 países incluidos en el estudio todos muestran

mejoras resultantes de las diferentes reformas. Se

observan cambios profundos en las áreas comercial y

financiera, y atrasos en las áreas de política tributaria,

privatizaciones y reforma laboral. La Gráfica 2 muestra

el grado de avance para el total y para cada una de las

áreas de la reforma (medido con respecto al nivel

promedio de cada índice en 1985).8

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

85

5 Ugo Panizza y Eduardo Lora, “Reformulación de las

Reformas. Un escrutinio a las reformas estructurales en

América Latina”, en Fortaleza, Brasil, marzo de 2002, pp.

7-13.

6 Sólo en el caso de la reforma financiera, el índice tiene en

cuenta también la calidad de la regulación prudencial, que

se considera básica para el buen funcionamiento del mer-

cado financiero.7 Panizza y Lora, p. 8.

8 Ibidem, p. 9.

Page 87: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Gráfica 1

Gráfica 2

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

86

Page 88: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Como puede observarse, el área de las políticas co-

merciales registró una mejora notable, alcanzando

prácticamente 0.8 de calificación global en 1999.

Según el estudio citado, destacan en este rubro los

avances de Bolivia, Chile, Uruguay, Perú y Paraguay.

En materia de reforma financiera, hasta 1999 los

países de la muestra alcanzaron índices por encima

de 0.59 con una gran velocidad en las reformas

durante el periodo 1989-1994. En esta área destacan

países como Argentina, Bolivia, Jamaica, República

Dominicana y México, quienes individualmente se

situaron por encima de 0.75; dicho crecimiento resintió

un severo golpe en 1999 ante la crisis económica de

Argentina y las estrictas medidas de control al retiro de

depósito de los ahorradores, mediante los denomina-

dos corralitos, efecto que permeó en el mismo año al

Ecuador.9 De acuerdo con el Banco Interamericano de

Desarrollo, el avance ha sido menos marcado en las

demás áreas de reforma como las privatizaciones y la

reforma laboral.

Entre los principales problemas que enfrentan los

países de América Latina para instaurar una reforma fis-

cal de fondo se encuentra la diversidad de sus estruc-

turas tributarias y la existencia de distintas necesidades

de recursos tributarios y de otras fuentes de finan-

ciamiento para el Estado –diferentes de los recursos

petroleros–, por lo que es difícil esperar un crecimiento

equiparable al de las reformas comerciales o financieras.

Sin embargo, tal como se expresó en líneas ante-

riores, existen esfuerzos importantes en este aspecto,

como la reducción de tasas marginales al impuesto

sobre ingresos de las personas físicas y morales

logrando que –según Lora–10 se sitúen en la actuali-

dad, en la mayoría de países, tasas de 25 a 35%.11

Otro avance muy importante es la introducción de

impuestos al valor agregado (IVA) con tasas uniformes

en la mayoría de países, en sustitución de los antiguos

impuestos a las ventas, que tenían tasas más disper-

sas y una estructura más distorsionante.

Con el propósito de compensar la reducción en la

recaudación fiscal resultante de la desaparición y/o

disminución de impuestos arancelarios, la mayoría de

los países estudiados optaron por la introducción del

IVA, el cual presenta mecanismos sencillos para su

aplicación y tasas casi homogéneas; en la mayoría

de los países éstas fluctúan entre 10%, en el caso de

Panamá, y 20% en Argentina. La Gráfica 3 muestra las

tasas del IVA, o su equivalente, en los principales paí-

ses de América Latina.12

Por otra parte, los países con índices más altos de

reforma tributaria (Paraguay, República Dominicana,

Jamaica, Guatemala y Brasil) tienen niveles que a lo

sumo llegan a 0.6, mientras que los casos de menor

avance en esta área (Argentina, México, Venezuela,

Colombia y Perú) presentan índices muy bajos, entre

0.3 y 0.41. Es importante señalar que el índice de cali-

dad de la política tributaria califica mejor a los países

que tienen tasas tributarias más bajas y de mayor

efectividad relativa, ya que busca precisar en qué

medida la política tributaria contraviene la neutralidad

y el libre funcionamiento de los mercados.13

En el periodo comprendido de 1989 a 1994 ocurrió

el mayor progreso en materia de reforma tributaria,

con un ligero estancamiento desde 1999 hasta el

momento actual, porque si bien es cierto en México y

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

87

9 Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Informe de

progreso económico y social en América Latina ,

Washington, 1996, p. 9.

10 Eduardo Lora, “La reformas estructurales en América

Latina: qué se ha reformado y cómo”, Inter-American

Development Bank, Documento 462.

11 Por ejemplo, en materia del impuesto máximo de renta a

las personas, el nivel más alto es de 73% (República

Dominicana en los años ochenta) y el más bajo 0%

(Paraguay y Uruguay, actualmente), mientras que la tasa

más frecuente es de 30%.

12 Lora, op. cit., p. 11.

13 Panizza y Lora, op. cit., pp. 11-12.

Page 89: Estado Economía y Hacienda Pública 8

en otros países de América Latina se lograron impor-

tantes reducciones en materia de tasas y/o tarifas mar-

ginales, también es cierto que las reformas fiscales

pendientes de efectuar se encuentran paralizadas en

los poderes legislativos de muchos de esos países.

Por lo tanto, la reducción de tasas marginales,

la ampliación de la recaudación fiscal, el combate a la

evasión y la simplificación de leyes y reglamentos son

tareas pendientes de realizar.

3. ¿Por qué una reforma fiscal en México?

México es hoy el séptimo exportador mundial y la déci-

ma economía del mundo, sin embargo, de acuerdo

con reportes internacionales, ocupa los lugares 45 en

competitividad, 54 en índice de desarrollo humano de

las Naciones Unidas y 66 en PIB per cápita. En pro-

porción al tamaño de su economía, México tiene una

de las recaudaciones fiscales más bajas del mundo, lo

que le impide hacer frente a los graves rezagos

sociales y a la exigencia de inversiones en infraestruc-

tura física y social, aspectos indispensables para recu-

perar el desarrollo.14

Comparativamente la recaudación tributaria como

proporción del PIB en México es de 11 a 12%, mien-

tras que los países de la OCDE recaudan 37.1% en

promedio. Estados Unidos recauda 41% y Canadá

35% del PIB, incluyendo las contribuciones de seguri-

dad social y los impuestos petroleros.15

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

88

Gráfica 3

14 SHCP, “Iniciativa de Decreto que reforma, adiciona, dero-

ga y establece diversas disposiciones fiscales para el

año 2005”. Consultado en: www.sat.gob.mx.

15 Augusto Lagner Minne, “La reforma fiscal en México”,

ponencia presentada en el Primer Foro de Contaduría

Pública, Universidad Veracruzana, Xalapa, noviembre de

2004.

Page 90: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Por otra parte, el sistema político mexicano vive

una época que ha sido calificada como de transición

a la democracia. Sin embargo, se trata de una época

en la que parece que los grandes acuerdos

nacionales se han detenido y las reformas fiscales no

han permitido que las instituciones públicas cumplan

cabalmente con sus funciones según los criterios

básicos de eficiencia y equidad. Asimismo, es bien

sabido que una mala aplicación de los recursos y la

imposibilidad de incorporarse a un proceso de desa-

rrollo sostenido conduce al fracaso político y al re-

chazo social. La ciudadanía demanda entidades

públicas sólidas con finanzas sanas y transparentes

que cuenten con procedimientos claros para atender

a sus necesidades.

La administración pública tiene un nuevo reto: no

sólo ser eficaz en el uso de los recursos, sino eficiente

en su operatividad; es primordial maximizar los recur-

sos del erario público, aplicando mecanismos de

racionalidad y austeridad presupuestal que coadyuven

a crear economías que se traduzcan en obras de

beneficio social. Optimizar el ejercicio de las finanzas

públicas, mediante procesos claros y transparentes y

su correcta administración y aplicación, permite que la

sociedad encuentre respuesta a sus demandas.

El reto de la administración pública comienza con

la difícil tarea de encontrar los mecanismos necesarios

para allegarse recursos que le permitan desempeñar

de manera adecuada sus funciones de gobierno. Un

cometido determinante es el cumplimiento en el pago

de impuestos, lo cual conlleva la complicada acción de

hacer contribuir a una sociedad históricamente acos-

tumbrada al beneficio de un pago irregular de

impuestos y con un escepticismo generalizado. Éste

ha sido fundamentalmente originado por la alta inci-

dencia de corrupción gubernamental, así como por la

percepción generalizada por parte del ciudadano de

que paga muchos impuestos en relación con los esca-

sos servicios que recibe.

La administración pública en México vive momen-

tos difíciles, de profunda incertidumbre. La competitivi-

dad de nuestro sistema tributario es casi nula y la

necesidad de una reforma fiscal estructural es una

tarea que no puede esperar más; ante tal escenario es

pertinente citar el texto del proyecto de reforma fiscal

para el año 2005, presentado por el Ejecutivo ante la

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, en

cuya exposición de motivos se señala que:

La permanencia de un entorno económico poco

favorable a nivel internacional y la falta de dinamismo

de recursos internos, ha generado una situación de

desaceleración económica y de empleos insufi-

cientes, aun cuando el Ejecutivo Federal ha promovi-

do diversos mecanismos para fomentar la inversión

productiva. El Estado dispone de recursos muy limi-

tados para atenuar los efectos negativos derivados

de esta situación. El país está perdiendo competitivi-

dad, lo que se muestra en la baja captación de inver-

siones; mientras la sociedad para superar esta pro-

blemática acude a una economía informal, la cual se

extiende.

Ante esta problemática es urgente y decisivo

replantear la labor operativa y el marco jurídico de

nuestro sistema tributario, tarea fundamental en la

construcción de una reforma fiscal integral enfocada a

la obtención y aplicación del ingreso, que permita la

competitividad de nuestro sistema y no sólo se remita

a una pobre discusión sobre la modificación de la base

gravable o de las tasas impositivas.

El concepto de competitividad de nuestro sistema

tributario consiste en equipararlo u homologarlo con

los sistemas tributarios, al menos de nuestros princi-

pales socios comerciales, sin que ello signifique una

oportunidad para adoptar indiscriminadamente las

tasas, montos o esquemas sajones que no son

acordes con nuestra realidad. Se trata de impulsar una

oportunidad histórica, de revisar a fondo nuestro sis-

tema tributario y orientarlo hacia la calidad total, es

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

89

Page 91: Estado Economía y Hacienda Pública 8

decir, se trata de: “[…] establecer una estrategia

administrativa que considere e interrelacione aspectos

técnicos, humanos y materiales a través de un

enfoque de sistemas, integración, prevención, estrate-

gias y mejora continua”.16 Así como permitir el desa-

rrollo de la inversión interna mediante esquemas atrac-

tivos y de fomento, coadyuvar a la captación de inver-

siones extranjeras que permitan el crecimiento y

desarrollo económicos, esto en aras de cumplir con la

misión que tiene encomendada el gobierno, que es,

desde mi punto de vista, la de captar los recursos

necesarios para la generación de los satisfactores

sociales que permitan la dignificación del individuo.

En correspondencia con lo expuesto hasta aquí, la

competitividad de nuestro sistema tributario debe tener

como prioridades:

1. Mejorar la posición fiscal del Estado (hasta en

10 puntos porcentuales del PIB en 10 años).

2. Superar las inequidades del sistema impositivo

mexicano: mejor reparto social de la carga fiscal

y una mejor asignación territorial de la recau-

dación tributaria.17

La atención de estos dos puntos mediante una refor-

ma fiscal de fondo traería como resultado la confor-

mación de un sistema moderno y competitivo, es decir,

atractivo para la inversión, que permitiera: a) fomentar

el crecimiento económico con calidad para todos;

b) depender menos del endeudamiento del país, c) for-

talecer la seguridad jurídica del contribuyente; d) un

sistema financiero sólido que propicie el desarrollo y,

finalmente, e) transparencia presupuestal.

Por lo tanto, la reforma fiscal del sistema tributario

mexicano plantea, desde mi punto de vista, la solución

de tres principales problemas: primero, la reducción de

la evasión; segundo, la equidad y simplificación de las

leyes en materia tributaria, y tercero, modificar la cul-

tura fiscal en nuestro país.

4. Estrategias para un sistema tributario

competitivo

a) Combate a la evasión

Es conocido por todos que un aumento en la tasa de

impuestos o en la base gravable en México no garan-

tiza un incremento en los recursos que requiere el

Estado, como tampoco una disminución en los mismos

motiva al ciudadano a contribuir de mejor manera,

pues existe un serio problema de evasión tributaria en

nuestro país. Estudios recientes sobre la capacidad de

recaudación del gobierno, como el de Marcelo

Bergman, del Centro de Investigación y Docencia

Económica,18 indican que por cada dos pesos que

deberían ingresar a las arcas públicas, el Sistema de

Administración Tributaria (SAT) sólo recauda poco

más de un peso, proporción que habla del alto índice

de evasión tributaria imperante.

Es inaplazable revisar a fondo la forma en que se

da la interpretación y aplicación de los fundamentos

jurídicos para el adecuado pago de impuestos, tarea

encomendada al SAT, ya que es necesario terminar

con la corrupción, la discrecionalidad y la inconsisten-

cia en la ejecución de esta tarea, pues con ello se viola

el precepto constitucional de equidad en las contribu-

ciones, y la credibilidad por parte del contribuyente en

las instituciones fiscales. Según un estudio del Banco

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

90

16 Sergio Novelo, 100 preguntas sobre calidad, Limusa,

México, 2003.

17 Lagner Minne, op. cit.

18 Marcelo Bergman, La capacidad de recaudar impuestos

del gobierno mexicano, ¿El tema previo a la reforma fis -

cal?, Programa de Presupuesto y Gasto Público, CIDE,

México, 2001.

Page 92: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Mundial, en México sólo 9% de los contribuyentes

tienen confianza en que el dinero de sus impuestos es

bien aprovechado.19

En este orden de ideas, es indispensable mejorar el

diseño legal de los impuestos para lograr tratamientos

uniformes con pocas excepciones, y en el caso de los

impuestos al consumo, de preferencia con la misma

tasa o con el menor número de tasas, procurando en

este último caso que no exista mucha distancia entre

ellas. Por otra parte, cuando convenga establecer car-

gas fiscales más altas a ciertos bienes o servicios, es

deseable que este tratamiento se establezca fuera de

los impuestos generales al consumo.

Se debe implementar una adecuada política de

vigilancia y aplicación de sanciones a quien no cumpla

la norma; no puede permitirse seguir con la contribu-

ción de unos cuantos y la evasión de las mayorías, ya

que en nuestro país existen actividades cautivas al

pago de impuestos, mientras que otras viven en el

paraíso de la indiferencia, tal es el caso de la eco-

nomía informal o subterránea, la cual ocupa a 14 mi-

llones de mexicanos y un total de 48.3% de la

población ocupada.

En el año 2001, la economía subterránea en

México representó 26% del PIB, según los estudios

más recientes efectuados por la Universidad

Autónoma de Nuevo León sobre el potencial recauda-

torio de la economía informal.20

Asimismo, es importante resaltar el hecho de que

en el sector informal se encuentran dos de los princi-

pales actores de la evasión fiscal: el contrabando y la

piratería, problemas cruciales en nuestra sociedad que

deben combatirse diseñando estrategias específicas

para ello. En fin, se trata de convertir a la economía

informal en una fuente más de recursos y permitir con

ello una mayor equidad tributaria con el sector formal,

el cual se encuentra en franca desventaja, no sólo por

razones estrictamente fiscales, sino por conservar el

Estado de derecho.

b) Simplificación de leyes y procedimientos en materia

tributaria

La estructura del sistema tributario mexicano contiene

aún una serie de regímenes preferenciales y

tratamientos de excepción que han generado distor-

siones en el mismo, las cuales le restan neutralidad,

equidad y simplicidad, y propician una importante pér-

dida en la capacidad recaudatoria, y a la cual se le ten-

dría que añadir la pérdida que deriva de las oportu-

nidades para la evasión y elusión fiscales. Tales

regímenes y tratamientos de excepción generan una

menor efectividad de la administración tributaria por su

compleja operación y por el gran número de con-

tribuyentes que aprovechan estas circunstancias para

beneficiarse de tratamientos que, en principio, no

están dirigidos a ellos.21

Aunado a lo anterior, debe facilitarse el pago de

contribuciones mediante reglas simples, claras y equi-

tativas. La actual Ley del Impuesto Sobre la Renta con

la diversidad de alternativas para determinar la base

gravable y el uso diverso de tasas o tarifas, genera en

el contribuyente un panorama de incertidumbre, aun

en el que paga sus contribuciones, ya que su comple-

jidad dificulta comprender si se efectúa el pago de

manera correcta. Por otra parte, las lagunas existentes

en las leyes tributarias de nuestro país permiten la

evasión y la inequidad del sistema; por ejemplo, al

determinar diferentes tasas de aplicación del IVA de

conformidad con el producto o la zona geográfica da

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

91

19 Idem.

20 UANL, Estudio sobre el potencial recaudatorio de la

economía informal, México, 2004.

21 SHCP, Iniciativa de Decreto que reforma, adiciona, dero-

ga y establece diversas disposiciones fiscales para el

año 2005. Consultado en: www.sat.gob.mx.

Page 93: Estado Economía y Hacienda Pública 8

como resultado un clima de malestar y desconcierto, y

agudiza las inequidades entre sectores y regiones.

Así, el sistema actual del impuesto al valor agre-

gado contempla: una tasa general de 10% que está

limitada a la región fronteriza; otra tasa general de

15% aplicable al resto del país, y una tasa de 0% para

el consumo de determinados bienes y servicios que se

aplica en todo el territorio nacional, así como múltiples

exenciones. Por lo anterior, la base de consumo del

impuesto al valor agregado es ligeramente superior a

la mitad del consumo total. Estas características hacen

que el impuesto sea muy ineficiente y que por cada

punto de la tasa de 15% se obtenga menos de lo que

recaudan otros países en su impuesto al valor agrega-

do, por lo que resulta sumamente inconveniente tener

esta diferenciación en las tasas. Cerrar la brecha entre

las tasas y gravar una mayor proporción de bienes y

servicios, aumentaría la eficiencia del impuesto.22

Por otra parte, en México existe un gran número

de regímenes especiales en materia fiscal, lo cual

incrementa significativamente el costo de la recau-

dación. Así, son sujetos de los regímenes especiales

de tributación desde los derechos de autor hasta el

IEPS al gas licuado de petróleo, pasando por la ya

citada tasa diferencial del IVA y los tratamientos espe-

ciales para las pensiones, las jubilaciones, los aguinal-

dos, etc. Todos estos tienen su propia lógica e intere-

ses de grupo, lo que ha hecho que la supresión de

cualquiera de ellos se convierta en una tarea política-

mente difícil y con ello la virtual imposibilidad de

aumentar las fuentes y montos de la recaudación.23

Si pretendemos ser un país competitivo en el

entorno internacional, debemos favorecer el ingreso

de la inversión extranjera y el fomento de la inversión

interna, y con ello la generación de empleos, sin des-

cuidar por supuesto las necesidades del gasto social.

Desde mi punto de vista, una reforma tributaria exige:

1. Que la tasa general del ISR de las empresas

(30%) esté acompañada de la simplificación,

equidad y competitividad de la base gravable,

atendiendo a la realidad de la pequeña y me-

diana empresa. Hoy en día el nivel de la tasa

(aun con la opción de aplicar el 30%, aprobada

para 2005) no se puede considerar que sea

justo y equitativo, ya que desconoce el grado de

generación de riqueza y de capacidad contribu-

tiva; ello aunado a las limitaciones y prohibi-

ciones prescritas por la ley en materia de

deducciones, las cuales en algunos casos no se

justifican porque corresponden a gastos e inver-

siones reales y necesarios para el desarrollo de

las actividades propias de la empresa.

2. En el ambiente internacional existen países y

regiones con tasas de ISR a las empresas más

competitivas y con un alto grado de recaudación

en función del Producto Interno Bruto, tal es el

caso de Chile (15%), Taiwán (25%), promedio

de América Latina (29%), promedio de Asia

(29%), Corea (31%), promedio de OECD (36%),

lo que es indicativo de que el problema de la

baja recaudación en México (11% del PIB en los

últimos años), no es de tasa sino de elusión y

evasión fiscal, propiciado en parte por un sis-

tema de administración tributaria deficiente y

por un régimen fiscal complicado y obsoleto. Por

lo mismo, la solución no debe centrarse en una

tasa de ISR más alta que no sólo inhibirá la

inversión, sino que también gravará el capital y

el trabajo, afectando la creación de empresas

y generación de empleos.

3. Para lograr el objetivo de ser más competitivos,

buscando fortalecer la inversión productiva se

debe avanzar en la desregulación de formas,

Una contribución al debate sobre la reforma fiscal en México

92

22 Idem.

23 Jorge Castañeda G., Somos Muchos. Ideas para el

mañana, Planeta, 2004, p. 243.

Page 94: Estado Economía y Hacienda Pública 8

mecanismos y trámites para el cumplimiento de

las leyes fiscales; la simplificación de éstos per-

mitiría no sólo importantes ahorros para

el Estado sino que facilitaría notablemente el

cumplimiento por parte del contribuyente. De

forma comparativa podemos señalar que el

costo regulatorio de nuestro país nos separa

competitivamente de nuestro principal socio

comercial, ya que mientras en México se estima

que dicho costo oscila entre los 71 y 88 mil mi-

llones de dólares anuales (12%-15% del PIB), en

Estados Unidos sólo representa entre 7.2%-

9.5% del PIB,2 4 esto sin contar los costos en tér-

minos del tiempo del contribuyente y los costos

de corrupción vinculados con cada trámite fiscal.

La falta de competitividad internacional de nuestros

mecanismos y sistemas regulatorios han sido recono-

cidos por el propio presidente de la república el 23 de

abril de 2004 al señalar que: “es necesario poner un

alto al burocratismo y la tramitología, así como a las

onerosas regulaciones que son aplicadas por las

dependencias para la apertura de empresas”; esta afir-

mación pone de manifiesto la ineficacia de las depen-

dencias para simplificar el modelo regulatorio de las

empresas y con ello incidir a favor de la competitivi-

dad.25 Por lo anterior, podemos afirmar que la labor

realizada hasta ahora por la Comisión de Mejora

Regulatoria y la propia Secretaría de la Función

Pública ha sido un fracaso, al no poder lograr los obje-

tivos antes señalados.

A lo señalado habría que añadir la existencia de

normas tributarias en los tres niveles de gobierno, con

leyes, procedimientos y formatos diferentes, por lo que

el contribuyente tiene serios problemas para cumplir

en tiempo y forma. Así, por ejemplo, en un año un con-

tribuyente que es persona física, tendría que contribuir

entre otros con el ISR, con IVA, con el Impuesto al

Activo, IEPS en un formato, el impuesto sobre

Tenencia de automóviles en otro, el Reemplacamiento

en otro distinto, el Predial en uno diferente, lo que se

convierte en verdaderos peregrinajes. Es tiempo de

aplicar una reingeniería a estos procesos,

estandarizarlos en un trámite único que permita de

manera sencilla cumplir con las obligaciones con los

tres niveles de gobierno, en su caso.

Mientras exista carencia de alternativas para pre-

sentar y pagar las contribuciones, en tanto no existan

métodos claros y concretos para la determinación de

las contribuciones y un modelo tributario acorde a las

necesidades y cultura nacional, cualquier esfuerzo por

ampliar sólo la base gravable y/o las tasas o tarifas es

un esfuerzo miope por encontrar los recursos que

apoyen el desarrollo sustentable de nuestro país.

c) Nueva cultura fiscal

Es necesario coordinar estos esfuerzos a favor de la

creación de una nueva cultura fiscal, en la cual la

sociedad entienda el importante papel que tiene en

la contribución al gasto público, percibiendo que

dicha aportación impacta en el beneficio colectivo y

no individual de quien aporta. Se deben hacer

esfuerzos por convencer a la sociedad de este

importante rol, inculcar desde la infancia el sentido

del cumplimiento a esta importante obligación. Es

imperioso avanzar en el convencimiento de que la

reforma fiscal es un tema abierto y no exclusivo de

expertos, que se debe discutir en la escuela, en la

familia, en el trabajo, con la juventud, en el gobierno.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

93

24 Elaborado con base en datos de la SHCP; y Robert Hahn

y Luis Guasch, “The Costs and Benefits of Regulation:

Implications for Developing Countries”, The World Bank

Reaserch Observer, vol. 14, núm. 1, 1999, pp. 58-137.

25 Vicente Fox Quesada, “El fracaso de la mejora regulato-

ria”, El Financiero, México, 23 de abril de 2004.

Page 95: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Este cambio es tarea de todos pues su éxito o fra-

caso impactará no sólo en un sector sino en toda la

sociedad mexicana.

En este orden de ideas, podemos determinar que

en este nuevo paradigma fiscal, la sociedad deberá

estar regida por cinco ejes fundamentales:

1. El ciudadano como eje de todas las acciones.

2. Fortalecer acciones educativas y formativas en

materia fiscal.

3. Cimentar valores éticos.

4. Promover el cumplimiento voluntario.

5. Mayor información.

Para concluir, es importante destacar que la eficacia

de los sistemas de gobierno y administración pública

juegan un papel crítico en la implementación de los

valores del nuevo paradigma del desarrollo expuesto

en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas,

que proporciona una visión para el mundo del siglo

XXI e incluye entre sus objetivos clave “la necesidad

de concretar las reformas estructurales para América

Latina.”

La necesidad de una reforma fiscal integral en

México es inobjetable. Debemos ampliar el debate y la

discusión de la reforma fiscal a cuestiones de fondo y

no sólo de forma, entender la necesidad de contar con

un sistema tributario equitativo y eficiente en la apli-

cación de los recursos, capaz de fomentar el desarro-

llo de la inversión interna y la captación de inversiones

extranjeras, lo que permitirá el desarrollo y el cre-

cimiento económico.

Asimismo, se debe abatir la complejidad del sis-

tema tributario que al agregar obstáculos burocráticos

dificulta el cumplimiento de los deberes que tanto se

exigen, e incluso las mismas leyes son por demás con-

fusas, orillando a los sujetos obligados a incumplir con

sus compromisos fiscales y a asumir el riesgo de no

declarar sus impuestos.

Como se ha insistido a lo largo de este trabajo, el

problema no es sólo de captación, sino de aplicación.

La administración pública debe reducir sus gastos,

pues un alto porcentaje del presupuesto se aplica a los

gastos administrativos. Basta citar un ejemplo: en

Estados Unidos de América, del presupuesto destina-

do a educación, 20% se aplica a la administración y

80% para cumplir con su objetivo, es decir en instala-

ciones educativas, otorgamiento de becas a estudi-

antes, impulso al deporte, etcétera; mientras que en

México las proporciones se invierten: 80% de su pre-

supuesto para educación se aplica en la adminis-

tración y el 20% restante para cumplir con su objetivo

educativo, lo cual incide en la formación cultural de

nuestro pueblo.

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ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 81-95

95

Page 97: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

El voto de los mexicanos en el extranjero tiene muy

diversas connotaciones que van mucho más allá de las

de orden logístico. Los alcances de esta nueva medida

político-electoral son de gran trascendencia y exigen la

consideración de la naturaleza de las intensas rela-

ciones históricas con Estados Unidos que involucran

temas de orden político, económico y religioso.

ABSTRACT

The vote of the mexicans abroad has many different

connotations that go further than those of the logistic

order. The scopes of this new political and electoral

guideline are of a great transcendence and they demand

the consideration from the nature of the intense historical

relations with the United States of America that involve

religious, political, social economic issues.

Ante la posibilidad de que los mexicanos radicados en el

extranjero, principalmente el grupo mayoritario de ellos

que vive en Estados Unidos de América, tengan acceso

al derecho político de votar y ser votados en los diver-

sos cargos de elección popular de nuestro país, se ha

suscitado polémica.

Esta circunstancia, que es alentada por las inten-

ciones manifiestas de parte de los principales partidos

políticos mexicanos, a favor de que ese mecanismo se

implemente, constituye un fenómeno de discusión tanto

en México como en los Estados Unidos de América.

El voto de los mexicanos en el extranjero tiene una

serie de connotaciones muy amplias, de manera inde-

pendiente a las de orden logístico, en el caso de

reglamentarse este derecho constitucional. Los

alcances son de gran magnitud y en diversos sentidos

implica relaciones históricas con los Estados Unidos y

engloba consideraciones de carácter político, económi-

co, social y religioso.

En el contexto histórico nadie en México es ajeno al

hecho de que más de la mitad del territorio mexicano fue

anexado a la unión americana en una demostración de

fuerza de ese país del norte.

Estudios sociológicos deberán respondernos a la

identificación de los mexicanos radicados en el extran-

jero con la problemática de un país llamado México,

96

Voto de los mexicanosen el extranjero

Efraín Alejandro Aburto Martínez*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios

Superiores de las Ciencias Administrativas de la

Universidad Veracruzana.

Page 98: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ante la imperiosa necesidad de que los mexicanos

radicados en el extranjero hagan valer sus prerrogati-

vas y obligaciones político-electorales que les otorga

nuestra Carta Magna.

Resabios y prejuicios

En los últimos tiempos, México se ha mantenido

inmerso en un proceso de globalización e integración

principalmente de orden económico. El proceso se ini-

ció con el ingreso de nuestro país al GATT, acuerdo

internacional sobre aranceles y comercio, que fue

objeto de una discusión nacional, la más de las veces

estéril. La decisión estaba tomada.

Con el Tratado de Libre Comercio de América del

Norte (TLCAN) suscrito con Estados Unidos y Canadá,

las circunstancias que lo rodearon por cuanto a su dis-

cusión y rechazo fueron similares y de mayor profundi-

dad que las vividas cuando se discutió el ingreso al

G AT T. La disparidad entre las economías no fue

obstáculo para que se diera la aprobación de un tratado

que en apariencia ha reactivado la economía mexicana.

La posición mexicana de alineación política y

económica con Estados Unidos ha modificado, en

agravio de la Constitución Política, las decisiones

en materia de relaciones exteriores, pasando a segun-

do plano la adhesión y solidaridad con los pueblos her-

manos de Latinoamérica. México era uno de los paí-

ses más consistentes en política exterior en el mundo,

ahora, campea y se mueve bajo los designios de las

posiciones e intereses norteamericanos.

La integración económica de México con Estados

Unidos es una realidad absoluta y sus repercusiones en

lo social, religioso y político son insospechadas. El ser

vecino de la nación más poderosa del orbe tiene sus

ventajas y desventajas, en el siglo XIX perdimos la

mitad del territorio, en el XX la independencia económi-

ca, ¿qué nos depara el siglo XXI, perder la independen-

cia política e identidad como nación? Samuel

Huntington, xenófobo norteamericano, predice que a

través del Tratado de Libre Comercio de América del

Norte, Estados Unidos se anexará a México.

No debe ser ajeno a la discusión del voto de los

mexicanos en Estados Unidos, un asunto que se ha

manejado en distintos foros, el tercer país, conforma-

do por los estados fronterizos del sur de los Estados

Unidos y el norte de México; espacio donde se com-

parten cuando menos un origen común y costumbres

e ideales similares, los cuales no están desprovistos

de lógica ni razón, toda vez que las aspiraciones son

de una mejor forma de vida, en todos sus aspectos,

económico, educativo, social y democrático, lejos de

atrasos, dificultades financieras y corrupción.

El proceso ha sido gradual, la modificación a la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

en 1996, durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce

de León, abrió la posibilidad de que los mexicanos res-

identes en el extranjero tuvieran acceso al voto.

También Zedillo concedió la apertura al capital extran-

jero a la banca nacional, dejando en manos extran-

jeras el control de cambios y financiero del país. Tal

parece que existía una planeación gradual anticipada

por Zedillo.

Si defender la soberanía nacional es una posición

en desuso, será necesario plantear, en primer término,

cuál deberá ser nuestra relación con la potencia

mundial que constituye nuestro vecino y si 10 millones

de votos de mexicanos en el extranjero no son deci-

sivos para la conducción nacional.

El presidente Vicente Fox Quezada obtuvo el triu n-

fo en las elecciones del 2000 con cerca de 16 millo-

nes de votos. Suponiendo que en las elecciones de

2006 voten en el extranjero 10 millones de mexi-

canos, esto significa poco más de 62% de la votación

obtenida por Fox. Sin duda, el voto de los mexicanos

en el extranjero tendrá para el futuro una fuerza con-

siderable. Si las votaciones son reñidas entre los tres

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 96-101

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Page 99: Estado Economía y Hacienda Pública 8

partidos dominantes, como parece ser habrá de darse

la contienda política, la definición quedará en el

extranjero.

La pregunta es ¿qué tan mexicanos son aquellos

que luchan por su subsistencia en un país extraño? y,

en su caso, ¿qué tanto defienden su identidad como

mexicanos y la integridad del territorio mexicano como

su origen?

¿Quiénes son mexicanos?

En el territorio perdido de lo que ahora son los estados

de California, Nevada, Nuevo México, Arizona y Texas,

quedaron asentadas numerosas familias mexicanas,

que se perdieron para la nación mexicana y, en el pro-

ceso, la identidad con sus raíces.

Tenemos en ellos a muchos ciudadanos nortea-

mericanos con nombres hispanos que quizá la única

palabra en español que conocen es su apellido. La

pregunta es ¿son mexicanos? La legislación deberá

dilucidar en cada caso quiénes son los mexicanos con

los derechos y obligaciones que otorga la ciudadanía

de conformidad a las leyes mexicanas.

Es muy disímbola la apreciación de cuál puede

ser el número de votantes potenciales de mexicanos

radicados en el extranjero, algunos hablan de entre

150 mil y 1 millón y, otros, entre 4 y 10 millones de

mexicanos con derecho al voto. El derecho constitu-

cional para sufragar se le otorga a los mexicanos,

para ello un punto de inicio será el de establecer el

adecuado padrón de votantes, sin discriminación

alguna, que deberá estar debidamente cotejado con

el padrón actual a fin de evitar duplicidades. Lo ante-

rior constituye el principal problema a resolver,

quiénes son mexicanos con los derechos que la

Constitución otorga en todas sus modalidades y en

los relativos a ejercer el voto y aspirar a un puesto de

elección popular.

Los mexico-americanos

Estados Unidos es un país que discrimina de manera

permanente, denomina afro-americanos, mexico-

americanos, anglo-americanos e ítalo-americanos,

etc. La migración es un fenómeno que ha dado lugar a

crecientes colonias mexicanas, tanto en los estados

fronterizos de la unión americana, con los que nos

identifica un pasado común histórico, como en otros

más alejados de la frontera, en los que intrépidos

migrantes mexicanos se han refugiado para buscar un

mejor modo de vida.

La segunda guerra mundial obligó al gobierno de

Estados Unidos a buscar la mano de obra necesaria

capaz de levantar cosechas y producir maquinaria de

guerra, con la ausencia de aquellos hombres integra-

dos en su ejército, por ende, se necesitó de la mano

de obra mexicana. El programa bracero tiene su ori-

gen en aquella época.

A partir de entonces el flujo migratorio constituye un

torrente de seres humanos, que lo mismo arriesgan sus

vidas al ingresar a territorio extranjero, que lo hacen para

regresar a su patria. Las varias generaciones de mexi-

canos radicados en Estados Unidos, cualquiera que sea

el origen de su nacionalidad, se han multiplicado y pro-

gresado tanto económica como culturalmente.

La formación profesional y cultural de esos mexicanos

en una sociedad como la norteamericana, les alienta una

disposición hegemónica y participativa, de tal manera que

estas condiciones les promueven a intervenir más allá de

la frontera. Seguramente el deseo de ver un México mejor

hace propicia la ocasión para intervenir en el país que los

expulsó al negarles una mejor forma de vivir.

Con justicia, porque el Derecho les asiste, organiza-

ciones de mexico-americanos luchan porque México les

reconozca sus derechos civiles. Existen algunas organi-

zaciones en Estados Unidos que mantienen una lucha

constante desde hace aproximadamente 15 años por

obtener de nuestro país su reconocimiento. La cultura

Voto de los mexicanos en el extranjero

98

Page 100: Estado Economía y Hacienda Pública 8

norteamericana de la que han abrevado los incita a una

exigencia que a partir de 1996 es totalmente legal y por

tanto una pretensión legítima.

¿Cómo votan los mexicanos en Estados Unidos?

¿Cómo votan los mexicanos en Estados Unidos? ¿Cuál

es su intención en el voto? En las recientes elecciones

para sustituir al gobernador de California, ¿en qué senti-

do votaron los mexicanos que han adquirido la ciu-

dadanía norteamericana y que tienen la posibilidad de

votar allá, ante un candidato de origen mexicano y el

artista de cine? Se dice que los mexicanos votaron por

el actor. Un voto que sabían era contrario a un paisano y

a lograr asegurarse derechos que el actual gobernador

está negando a los migrantes hispanos.

La pregunta es ¿por qué fue esa la intención de su

voto?, ¿por qué dentro de Estados Unidos los his-

panos con reconocimiento de ciudadanía son enemi-

gos de los propios hispanos? Mirando al futuro, ¿esa

será la actitud de los mexicanos en el extranjero con

los mexicanos en México?, ¿tendremos concepciones

diferentes de lo que es la soberanía, identidad e inte-

gridad como nación?

Las actitudes serviles del presidente Fox nos dan

una idea de lo que puede pasar, porque cumple fiel-

mente con los designios del Consenso de Wa s h i n g t o n ,

atentando contra los intereses nacionales. Tenemos los

recursos económicos y humanos para llevar adelante

empresas como P e m e x y CFE, sin embargo, persiste un

empeño por privatizarlas. Si se mira al sistema bancario,

tenemos un espejo en dónde ver que los intereses de las

empresas extranjeras están en el extranjero y no en

México. Fox es un mexicano bastardo que tuvo el acce-

so al poder en virtud de una reforma constitucional que

permite que un mexicano nacido de padre o madre

extranjera pueda ser presidente de la república; por sus

obras, Fox da muestras de haber recibido una educación

poco nacionalista y solidaria con su patria y los her-

manos latinoamericanos. Esa reforma constitucional

nunca debió ser aprobada.

Reforma del Estado

Parte muy importante de la reforma que debe llevar a

cabo el gobierno es la Reforma del Estado y, entre

otros aspectos, deberá establecer de manera clara las

relaciones con los mexicanos en el extranjero.

También, y no menos importante, es que en el terreno

de las relaciones con las naciones se establezca clara-

mente cuál será el tipo de relación con Estados Unidos

de América.

La vecindad con tan poderosa nación y la forma en

que venimos entrelazando nuestros destinos tiene,

necesariamente, que plantear los límites de respeto,

soberanía e igualdad entre dos naciones tan

desiguales.

El futuro de nuestros hijos y nietos depende de

nosotros, nuestra generación y la que nos antecede

está en posibilidades de reclamar a quienes nos

antecedieron como parte de la nación mexicana,

el que un cúmulo de divisiones, ambiciones por el

poder y egoísmos personales hayan marcado a

nuestra patria como un país dividido y poco resuelto

a fijarse metas comunes por encima de los intereses

personales.

Derecho incontrovertible

Si la Constitución nos define con claridad quiénes son

mexicanos y la ley de nacionalidad permite que los ciu-

dadanos mexicanos puedan ostentar una doble

nacionalidad, el primer paso es definir con claridad

quiénes son ciudadanos mexicanos. ¿Son mexicanos

los descendientes de aquellos que fueron separados

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 96-101

99

Page 101: Estado Economía y Hacienda Pública 8

de su patria por el hecho violento que significó la

anexión del territorio de una nación a otra?

La reforma constitucional de 1996, de manera

incontrovertible, establece el derecho de los mexi-

canos en el extranjero a participar en los procesos

electorales de la nación mexicana.

El sentido del voto es un derecho individual e

intransferible, nada tiene que ver en la discusión del

cómo se debe ejercer el derecho al voto en el extran-

jero. El riesgo que se corre consistirá en la influencia

que ejerza la cultura sajona sobre el mexicano

migrante y sus hijos, con la probabilidad práctica de

que el voto de los mexicanos en el extranjero puede

decidir una elección en México, toda vez que la fuerza

electoral de éstos representa entre 18 y 20% del actual

padrón electoral.

El derecho les asiste y el derecho no se regatea

ni se vende. Las consideraciones financieras son en

todo caso un agravio que el país reciente al expulsar

por falta de oportunidades a sus nacionales, pero las

remesas de fondos de los migrantes no es moneda

de cambio o argumento para conceder lo que es

legítimo.

Las instancias correspondientes tienen la obligación

de reglamentar la forma en que los mexicanos pueden

ejercer transparentemente los derechos que se estable-

cen en los artículos 35 y 36 de nuestra Carta Magna.

Logística

La reglamentación del voto de los mexicanos en el

extranjero deberá atender a diversas características

que son propias del problema en sí. Las condiciones

de los migrantes mexicanos en el extranjero por su

sola ubicación los hace diferentes; en consecuencia,

las reglas de operación del voto de los mexicanos en

el extranjero y su participación política en la vida

nacional deben ser distintas.

La Reforma del Estado a la que se aludió con ante-

rioridad debe comprender y responder a esas

desigualdades y, en consecuencia, proponer las refor-

mas legales correspondientes que hagan factible el

ejercicio de los mexicanos en el extranjero de sus

derechos políticos en su calidad de mexicanos.

Habrá que establecer claramente las respuestas a

las siguientes interrogantes:

1. ¿Quiénes deben considerarse como mexi-

canos?

2. ¿Dónde y quiénes integrarán el padrón electoral

de los mexicanos en el extranjero?

3. ¿Cuál será el tipo de acreditación para votar

que se les otorgará a los mexicanos que residan

en el extranjero?

4. ¿Dónde votarán esos mexicanos?

5. ¿Cuál será el sistema de votación?

6. ¿Quiénes serán funcionarios electorales?

7. ¿Cómo se definirá el voto de los mexicanos en

México radicados fuera de su estado natal?

8. ¿Cómo se garantizará la seguridad de la

votación?

9. ¿Cuál será el costo de la implementación del

sistema de votación en el extranjero?

Si bien es cierto que el costo de implementar una

logística para que los mexicanos en el extranjero ten-

gan acceso al voto no debe jugar un papel preponde-

rante, también lo es que la nación mexicana invierte

cantidades exorbitantes de dinero en los procesos

electorales. El costo para que voten los mexicanos en

el extranjero se debe reducir al mínimo posible y com-

pensar con otras reformas dentro de la Reforma del

Estado, como es la de reglamentar las precampañas,

los límites de las campañas políticas y reducir o elimi-

nar a los diputados plurinominales.

Las estimaciones van de 76 a 350 millones de

dólares, según sea el esquema de votación que se

Voto de los mexicanos en el extranjero

100

Page 102: Estado Economía y Hacienda Pública 8

adopte. Con todo el respeto que merecen los mexi-

canos radicados en el extranjero, existen prioridades

apremiantes en el país que requieren de esos recur-

sos, por ejemplo, la industria eléctrica y la petrolera.

Consideraciones finales

No existe discusión respecto al derecho que la reforma

constitucional otorgó a los mexicanos radicados en el

extranjero de intervenir en la vida política del país a

través de los procesos electorales, sin embargo, es

indispensable tener en cuenta las siguientes consi-

deraciones:

No obstante las orientaciones de una franca alian-

za a los intereses de Estados Unidos, entre otros, con

el ánimo de obtener ventajas económicas, subsisten

en la conciencia de la gran mayoría de los mexicanos

los hechos mediante los cuales se mancilló y dividió al

territorio nacional. Lo que hace mirar con preocu-

pación la participación en la vida política nacional de

los mexicanos radicados en el extranjero que, en la

mayoría de los casos, ostentan la nacionalidad

norteamericana.

Cualquier intervención por parte de los norteame-

ricanos, aun cuando fueran de origen mexicano, será

vista con recelo y desconfianza por lo que puedan

influir en el presente y decidir en el futuro.

Se estima que en la actualidad existen 23 millones

de personas de origen mexicano, de ellos, 10 millones

tienen posibilidad de votar, en algunos años el número

crecerá por razón natural y, en ese sentido, nuestro

país puede enfrentar problemas serios de soberanía.

Con toda seguridad los mexicanos en el extranjero

aman y sienten la nacionalidad con legítimo orgullo;sin

embargo, en un mundo con una ideología hegemónica

y un destino común diferente a los que viven en el ter-

ritorio nacional, las conciencias pueden ser resultado

de la manipulación o de la adquisición y eso pone en

riesgo a nuestro país si esa masa de mexicanos puede

decidir los destinos de nuestra patria, atendiendo a

intereses del extranjero.

No es posible que alguien ajeno al país, que se

encuentra radicando en el extranjero, decida quién

será el gobernante cuyas decisiones afectarán sin

duda a los que viven únicamente en territorio nacional.

La Reforma del Estado es imprescindible, debe-

mos establecer reformas que modifiquen nuestro régi-

men interno en materia de procesos electorales, el

orden interno es primordial, reglamentar precam-

pañas, campañas en periodos más breves, gastos en

medios de comunicación, reducir o eliminar las diputa-

ciones plurinominales y definir cómo deben votar los

mexicanos en el extranjero.

De manera independiente a los factores de seguri-

dad que deben acompañar a todo proceso electoral, es

imprescindible buscar la alternativa menos onerosa,

como puede ser la fotocredencialización en las aduanas

del país y en los consulados, a fin de minimizar su costo

y los mexicanos radicados en el extranjero podrían

v o t a r, como alternativa, en casillas especiales insta-

ladas en toda la extensión de las fronteras.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 96-101

101

Page 103: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

La prestación y administración de los servicios públicos

constituye uno de los principales problemas a los que se

enfrentan los municipios durante su gestión; la sociedad

muestra sus exigencias principalmente en razón de la

cobertura y la calidad, ya que los precios que pagan

generalmente se encuentran bajo el esquema del sub-

sidio. Una constante es que los grupos más exigentes

son los que constituyen los oponentes políticos; esto

introduce una variable adicional a la problemática de por

sí compleja, la cual representa una sobrecarga a la

capacidad institucional de cada municipio en particular.

ABSTRACT

Offering and administering public services constitutes one

of the most important problems that municipios face in their

time of mandate; society shows its demands mainly in

function of coverage and quality, because prices paid are

generally under the schema of subsidy. A constant is that

most demanding social groups are those that constitute

political opponents and this introduces an additional varia -

ble to the already complex situation which means a heavy

burden over the institutional capacity of each municipio.

Introducción

La prestación y administración de los servicios públicos

constituye uno de los principales problemas a los que se

enfrentan los municipios durante su gestión; la sociedad

muestra sus exigencias principalmente en razón de la

cobertura y la calidad, ya que los precios que pagan

generalmente se encuentran bajo el esquema del sub-

sidio.

Una constante es que los grupos más exigentes

son los que constituyen los oponentes políticos, esto

introduce una variable adicional a la problemática de

por sí compleja, la cual representa una sobrecarga a

la capacidad institucional de cada municipio en par-

t i c u l a r. ¿Qué hacer ante este escenario? Buena pre-

gunta. Por tal motivo la intención de este artículo se

circunscribe a señalar el entorno en el que se desa-

rrollan la administración y prestación de los servicios

públicos; la medición del impacto y de su eficiencia

será tema de otro trabajo más adelante.

102

Los servicios públicos municipales

Adolfo Fernández Torres*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios

Superiores de las Ciencias Administrativas de la Universidad

Veracruzana.

Page 104: Estado Economía y Hacienda Pública 8

¿Qué son los servicios públicos municipales?

Este tipo de servicios comprende las actividades

administrativas, de operación y técnicas que realiza el

ayuntamiento para satisfacer las necesidades comuni-

tarias relacionadas con agua potable, alumbrado públi-

co, limpia, mercados, panteones, rastros, calles, áreas

verdes y seguridad pública, tal y como lo señala el

artículo 115 de la Constitución Federal.

¿Qué leyes regulan esta actividad?

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

(artículo 115, fracciones II y III, y 116, fracción VI).

Enumera las funciones y servicios públicos

de carácter municipal y deja abierta la posibilidad de

que, según las condiciones territoriales y socioe-

conómicas de cada municipio, puedan prestarse

otros servicios; por ejemplo, el de protección al medio

ambiente, de empleo, de cultura y recreación, entre

o t r o s .

Constituciones políticas de los estados.

En lo general ratifican lo establecido en el artículo

115 constitucional en materia de servicios públicos.

Leyes orgánicas y/o códigos municipales.

Ratifican, amplían y definen las modalidades a

través de las cuales se prestan los servicios públicos

municipales.

Bandos de policía y buen gobierno

Complementan la reglamentación de los servicios

públicos municipales, especialmente en lo que se

refiere a sus efectos sobre la vida municipal cotidiana.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 102-108

103

Existe unanecesidadpública

La sociedaddemanda ante laautoridad municipalo el Ayuntamiento ladetecta mediantediagnóstico

El Ayuntamiento analiza,en su caso, somete aconsideración de laLegislatura local lacreación de un serviciopúblico

Formalización en el marcojurídico correspondientesobre la creación delservicio público

La legislatura localdictamina y resuelve conbase en el análisis delmunicipio

La petición es rechazada

No

Proceso para la creación de un servicio público

Page 105: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Reglamentos municipales

Detallan y precisan las condiciones para la

prestación de los servicios públicos municipales.

¿Por qué son importantes los servicios públicos?

Los servicios públicos son importantes para la

población, en virtud de que satisfacen necesidades

vitales para el ser humano. Por ello, una de las priori-

dades de toda administración municipal debe mejorar

la atención de los servicios públicos que tenga bajo su

responsabilidad.

¿Cómo se originan los servicios públicos

municipales?

Un servicio público nace de una demanda que la

sociedad hace a la autoridad municipal, como resulta-

do de la existencia de una necesidad pública, o puede

derivarse también del diagnóstico que realice la autori-

dad en esta materia.

Principios básicos de los servicios públicos

La prestación de los servicios públicos municipales

debe tomar en cuenta tres principios básicos:

• Igualdad. El servicio público debe ofrecerse sin

distinción alguna a la población, pues satisface

una necesidad colectiva.

• Permanencia. El servicio público atiende a una

demanda social, por ello debe proporcionarse en

forma constante y regular.

• Adecuación. El servicio público debe prestarse

en forma adecuada en calidad y cantidad a las

necesidades que se pretende satisfacer, así

como a las condiciones económicas y sociales

de la comunidad que se intenta servir.

Modalidades en la prestación de los servicios

públicos

Los servicios públicos municipales pueden prestarse a

través de un área del Ayuntamiento, por medio de con-

venios de colaboración con el estado del que forma

parte o con municipios colindantes del mismo estado o

de otros estados; por el municipio, el estado y la fe-

deración en forma coordinada.

En tiempos recientes se ha optado por la privati-

zación de los servicios, es decir, concesionar al sector

privado la prestación de servicios cuando el

Ayuntamiento no cuenta con los recursos suficientes

para realizar esta actividad; lo anterior le brinda la

oportunidad de liberar algunos recursos y destinarlos a

otras actividades.

En cualquier caso, con los servicios prestados por

el propio Ayuntamiento, en colaboración con otras

instancias de gobierno o como servicio concesionado,

la calidad y oportunidad con la que se proporcionen

dichos servicios dependerá, entre otros aspectos, de

lo siguiente:

Los servicios públicos municipales

104

ServiciosPúblicos

Permanencia

Igualdad Adecuación

Page 106: Estado Economía y Hacienda Pública 8

• La especialización del personal asignado a esas

tareas, sobre todo en aquellas actividades técni-

cas que requieren de cuadros debidamente

capacitados y actualizados.

• El suministro oportuno y eficiente de los insumos

necesarios para la realización de sus tareas.

• El mantenimiento preventivo y correctivo que se

proporcione a las instalaciones, pues ello permi-

tirá mantener en niveles aceptables, la operación

de cada servicio.

• Los recursos financieros que se pueden destinar

para los tres puntos anteriores.

Administración directa

Esta forma de operar se realiza a través de alguna

unidad administrativa del Ayuntamiento. Para ello se

requiere contar con los recursos humanos, financieros

y materiales que garanticen una operación adecuada y

oportuna del servicio de que se trate.

Tradicionalmente, y en la mayoría de los munici-

pios del país, la administración municipal organiza la

prestación de los servicios según el tamaño del

municipio y las dimensiones de la demanda, en

áreas que se denominan direcciones, departamen-

tos u oficinas de servicios públicos municipales, en

donde cada servicio corresponde a una unidad

administrativa, con la finalidad de promover la espe-

c i a l i z a c i ó n .

Variantes de la administración directa

• Organismo público descentralizado. Son organismos

creados por la legislatura local a propuesta del

Ayuntamiento; disponen de autonomía jurídica y

financiera; poseen instalaciones propias y una

estructura administrativa independiente de la admi-

nistración central así como un reglamento interno

que regula su funcionamiento.

• Empresas paramunicipales. Son empresas en las

que participan los sectores privado y social, en coor-

dinación con el Ayuntamiento en forma mayoritaria o

minoritaria, y cuyo objetivo es la prestación de algún

servicio municipal. Estas empresas son creadas por

acuerdo de la legislatura local. Las acciones de

supervisión y control están a cargo del presidente

municipal, por lo cual no puede hablarse de

autonomía como en el caso de los organismos

descentralizados.

• Fideicomiso. Es un contrato a través del cual una

persona física o moral (fideicomitente, que puede ser

el Ayuntamiento) coloca fondos o valores en una

institución de crédito (fiduciario), quien los adminis-

tra, para la prestación de un servicio público, en be-

neficio de los usuarios del municipio (fideicomisarios).

Asociación intermunicipal

Esta modalidad para la atención de los servicios públi-

cos tiene como fundamento la conjunción de esfuerzos

entre dos o más ayuntamientos con la finalidad de

resolver problemas comunes, aprovechar de una

mejor forma los recursos con que cuenta cada uno de

ellos, y procurar un mayor beneficio para las comu-

nidades de los municipios involucrados. Sin embargo

resulta conveniente tomar en cuenta, dentro de esta

modalidad, los aspectos siguientes:

• Que la asociación intermunicipal se establezca

desde la formulación y evaluación del proyecto

respectivo.

• Que esta asociación intermunicipal se plantee

desde una perspectiva integral.

• Que si el proyecto considera etapas posteriores

de ampliación, se prevea el mecanismo a seguir,

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 102-108

105

Page 107: Estado Economía y Hacienda Pública 8

en el que puede mantenerse la modalidad de

asociación intermunicipal.

Una vez cubiertos los pasos anteriores, cada uno de

los ayuntamientos deberán acordar en sesión de cabil-

do, la aprobación del convenio. Tratándose de la par-

ticipación de municipios de más de una entidad fede-

rativa es necesaria la aprobación de las respectivas

legislaturas locales.

Convenio estado-municipios

En esta modalidad el gobierno estatal participa con los

municipios en forma parcial o total en la prestación de

algún servicio público.

Esta forma de administración se presenta cuando

el gobierno municipal no cuenta con los recursos

humanos, técnicos o financieros suficientes para otor-

gar los servicios públicos, por lo cual se traslada a la

instancia estatal. Los requisitos que debe cumplir el

convenio son los siguientes:

1. Aprobación cuando menos de las dos terceras

partes de los miembros del Ayuntamiento.

2. Verificación del costo de las obras (planos,

proyectos y presupuestos) para validar que el

municipio no cuenta con los recursos suficientes

para prestar el servicio.

3. Duración cuando mucho de tres años, que es el

periodo de gestión municipal.

4. Cuando rebasa este tiempo, se hace necesaria

la autorización de la legislatura local.

Convenio federación-estado-municipios

La presente modalidad involucra a los tres órdenes de

gobierno y se acude a ella cuando por la complejidad

que implica la prestación de un servicio, por los eleva-

dos costos o bien por tratarse de una zona estratégica

del país, es pertinente la participación de las tres

instancias; tal situación puede darse en zonas fronte-

rizas, portuarias, turísticas, industriales y comerciales.

Ejemplo de esta modalidad son los servicios públicos

municipales anexos a los aeropuertos u obra pública

de alto costo.

En esta alternativa es importante, en primer lugar,

efectuar un censo de los servicios públicos suscepti-

bles de prestarse en forma tripartita y llevar a cabo un

estudio de factibilidad; como siguiente paso, acordar

los términos de colaboración mediante un convenio o

convenios que llenen los requisitos de ley. Una vez

cubiertos los pasos anteriores, el Ayuntamiento debe

acordar, en sesión de cabildo, la aprobación del con-

venio o convenios.

Colaboración

En esta modalidad la comunidad participa en la admi-

nistración del servicio público, ya sea en la etapa de

financiamiento, operación, conservación o mante-

nimiento. En el primer caso, se hace a través de

aportaciones económicas que se fijan de acuerdo con

los costos de la inversión inicial del servicio a prestar,

así como de las condiciones socioeconómicas de los

potenciales usuarios. La operación, conservación y

mantenimiento del servicio se efectúa a través de la

propia organización vecinal.

Las formas de organización comunitaria, espe-

cialmente en municipios rurales o semiurbanos,

fomentan una mayor conciencia en la población acer-

ca de la importancia de la participación social y ciu-

dadana en la administración conjunta con las autori-

dades municipales de los servicios públicos.

Conviene destacar que la comunidad nombra a

quienes integrarán los comités o consejos de colabo-

Los servicios públicos municipales

106

Page 108: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ración vecinal y el Ayuntamiento los reconoce

jurídicamente con base en lo establecido en las leyes

o códigos municipales correspondientes.

Prestación de servicios a través de particulares

En esta modalidad se concede a particulares la

prestación parcial o total de algún(os) servicio(s) públi-

co(s), mediante las siguientes formas:

1. Una de las variantes más comunes es la conce-

sión, la cual consiste en ceder a una empresa o

persona la administración total o parcial de un

servicio público. Esta forma debe formalizarse a

través de un contrato en el que se establece la

manera en que los participantes prestarán el

servicio. Cabe señalar que la adjudicación de la

prestación del servicio por una empresa en

forma concesionada debe hacerse a través de

un concurso o licitación pública. Generalmente,

en el contrato respectivo se establecen los

siguientes aspectos:

• Reglas bajo las que debe operar el servicio.

• Relaciones que existirán con el Ayuntamiento.

• Condiciones en las que se concesiona el ser-

vicio.

• Causas de cancelación del contrato.

• Vigencia del contrato.

• Determinar si se cobrará una tarifa por el ser-

vicio, quién fijará las tarifas y cómo se modifi-

carán éstas.

• Que el Ayuntamiento realice la supervisión

correspondiente para garantizar que el servi-

cio se preste en forma adecuada.

• Finalmente se requiere determinar en qué

casos el servicio público puede declararse

como causa de utilidad pública.

2. La participación de los particulares puede

realizarse también por medio de una coinver-

sión municipio-particulares, es decir, el gobierno

municipal, de común acuerdo con una empresa

o persona, aporta recursos para conseguir que

se permita la prestación del servicio público.

Al igual que la prestación concesionada, esta forma de

participación de los particulares debe ser formalizada

mediante el contrato correspondiente.

Entre las ventajas que reporta esta modalidad en

la prestación de servicios públicos están la eficacia,

calidad y eventualmente la cobertura; sin embargo, es

posible que los costos de operación tiendan a ele-

varse, por lo que en las condiciones del contrato

deben quedar claramente asentados los criterios para

el establecimiento de las tarifas.

Financiamiento de los servicios públicos

municipales

¿Cómo financiar los servicios públicos?

Diversas son las fuentes de financiamiento a las que

pueden acudir las autoridades, entre ellas: ingresos

propios, participaciones otorgadas por los gobiernos

estatales y federal a través de los fondos que cada una

de estas instancias establezca, y créditos.

A continuación se explican algunas de las fuentes

de financiamiento para sufragar los gastos derivados

de la prestación de los servicios públicos:

• Ingresos propios. Los derivados de impuestos,

derechos, productos, aprovechamientos y

aportaciones de mejoras. Se establecen en la

Ley de Ingresos Municipales a propuesta de los

ayuntamientos, con la aprobación de las legisla-

turas locales, y representan una contraprestación

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 102-108

107

Page 109: Estado Economía y Hacienda Pública 8

que el ciudadano no paga a la autoridad munici-

pal al ser beneficiado por un servicio público.

• Otras aportaciones federales y estatales. Son trans-

ferencias financieras que los gobiernos estatal y

federal conceden para la construcción de obras y la

prestación de servicios públicos en los municipios.

Se encuentran comprendidas en el presupuesto

de egresos de cada estado y se formalizan a través

de convenios entre el estado y los municipios.

• Participaciones. Representan recursos financieros

provenientes del Fondo General de Participaciones

y del Fondo de Fomento Municipal que forman parte

del presupuesto municipal anual, derivados de fon-

dos federales transferidos a los municipios de acuer-

do con la Ley de Coordinación Fiscal.

• Ramo 33. Se trata de aportaciones federales

para estados y municipios, contemplado en el

capítulo V de la Ley de Coordinación Fiscal, pu-

blicado en el Diario Oficial de la Federación de

fecha 29 de diciembre de 1997, conformado por

cinco fondos, dos de los cuales están orientados

al fortalecimiento del municipio y son: a) fondo

para la infraestructura social municipal, derivado

del fondo de aportaciones para la infraestructura

social y, b) fondo de aportaciones para el for-

talecimiento de los municipios.

• Créditos. Representan recursos financieros a los

que se puede acudir provenientes de institu-

ciones crediticias como la banca de desarrollo y

la comercial. Entre las primeras se encuentra de

manera fundamental el Banco Nacional de Obras

y Servicios Públicos, SNC (BANOBRAS);

Nacional Financiera SNC (NAFIN); así como los

Fondos de Fomento Económico.

• Participación de la comunidad. Una de las alternati-

vas de amplia perspectiva está representada por la

participación social y ciudadana, lo cual implica una

corresponsabilidad e interés de la ciudadanía por

incrementar la cantidad y calidad en la prestación de

los servicios públicos y se canaliza a través de

aportaciones en dinero o en especie que incluye

mano de obra, especialmente en las zonas rurales.

Esta modalidad permite aprovechar y potenciar la

energía social a favor de la propia comunidad.

Conclusiones

Lo tratado a lo largo del trabajo muestra claramente lo

complejo del problema, la fragilidad administrativa como

producto de la falta de capacidad técnico-administrativa

de los municipios. De ahí surge la propuesta de que uno

de los primeros pasos que debe dar todo municipio al

inicio de su gestión es la de realizar un diagnóstico de

la capacidad institucional, herramienta necesaria que

viene a ser el termómetro que muestre el grado de

desarrollo institucional que posee la administración

municipal. Paralelamente a los objetivos y metas

consignadas en el plan municipal de desarrollo deberán

guardar una correspondencia con los resultados del

diagnóstico realizado y así estar en posibilidad de tomar

las decisiones sobre la ejecución de los diferentes pro-

gramas y proyectos de servicios públicos.

En otro orden de ideas, un producto adicional del

diagnóstico viene a ser la formulación del programa de

desarrollo institucional municipal en el cual quedarán

plasmadas las necesidades de capacitación y las ver-

tientes que debe tener ésta en el personal técnico

administrativo del municipio con el fin de disminuir las

debilidades y amenazas encontradas.

Como lo anticipé, este artículo es el primero de

una serie que más adelante abordará un tema de ínti-

ma relación con lo tratado aquí, como es la formu-

lación de los indicadores de gestión municipal, ins-

trumentos necesarios para la calificación de la admi-

nistración de este tipo.

Los servicios públicos municipales

108

Page 110: Estado Economía y Hacienda Pública 8

RESUMEN

La educación virtual es una de las fuerzas más impor-

tantes que actualmente influye de manera directa a la

educación contemporánea. Este cambio paradigmático

en educación ha dado especial atención a las formas

de interacción entre los estudiantes y los maestros o

instructores durante el proceso del aprendizaje, y ha

tenido que ver también con las formas de enseñanza y

aprendizaje que se dan en ambientes y contextos de

educación a distancia; centrándose en los tipos

de logros educativos, tecnología de entrega usada y en

los diseños de instrucción apropiados para los progra-

mas y cursos educativos y de capacitación a distancia.

Para satisfacer las crecientes necesidades de edu-

cación en nuestra sociedad surge una nueva propues-

ta llamada Educación Virtual, basada en el concepto

de Educación a Distancia. El ingreso de México de las

nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación

lo hace ver como un ingrediente imprescindible en el

intercambio de conocimientos. Por ende, el objetivo de

este trabajo es presentar un panorama general de la

educación a distancia y subsecuentemente de la edu-

cación virtual, con el fin de que se pueda desarrollar el

uso de las nuevas tecnologías de comunicación e

información.

ABSTRACT

Virtual education is one of the most important forces that

nowadays is influencing directly in contemporary educa -

tion. This paradigm changement in education has given

special attention to the interacting forms among students

and teachers or instructors during the learning process

and has also had to do with the teaching and learning

forms given in environments and contexts of distance

learning; centered in the types of education assets, used

technology and in the appropiate designs of the pro -

grams and educational courses and of distance training.

A new proposal appears to satisfy the growing needs of

education in our society, called virtual education, based

on the concept of distance learning. The arrival to

Mexico of new technologies of information and commu -

nication allows us to see it as an essential ingredient in

the knowledge exchange.This is why, the goal of this

paper is to present a general scenario of distance lear -

ning and of virtual education, with the purpose of deve -

loping the use of new communication and information

technologies.

109

Educación virtual

Esperanza de Jesús García Ayala*

* Maestra en Docencia Universitaria, Jefa de Carrera de la

Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Universidad

de Xalapa.

Page 111: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Introducción

Actualmente vivimos en una nueva sociedad, la llama-

da sociedad del conocimiento y el saber, ya no en la

sociedad industrial, cuya materia prima es la inteligen-

cia y el conocimiento. Hoy el basamento para la tarea

educativa es el empoderamiento, es decir, la

autonomía, iniciativa y toma de decisiones, la coo-

peración y la sinergia.

Para ello, debemos valernos de las siguientes

estrategias: brindar escenarios para el desarrollo

de las exigencias ya planteadas: fortalecimiento de

saberes, actitudes y prácticas, es decir, el desarrollo

armónico de competencias: conocimientos, habili-

dades y actitudes.1

La filosofía que debemos seguir es buscar la uni-

versalidad de la condición humana; reconocer

la singularidad de los destinos individuales, localiza-

dos en tiempo y espacio, es decir, reconocer al sujeto

en su identidad y responsabilidad histórica hoy.

Ello implica responsabilidad sobre la propia vida,

responsabilidad social (sobre el destino de la

humanidad y el planeta), responsabilidad cívica; lo

anterior implica el trabajo con una metodología del

consenso y apropiación de iniciativas y acciones por

los catedráticos, la cooperación, la sinergia entre cuer-

po académico, estudiantes e instituciones.2

Los resultados del estudio de OCDE fueron pre-

sentados al Gobierno de México, acompañados de un

documento de recomendaciones, algunas de las

cuales coinciden con el agrupamiento de las políticas

establecidas en el Programa de Desarrollo Educativo

1995-2000, retomadas y ampliadas en el Programa

Nacional de Educación 2001-2006, entre las que se

destaca la necesidad de satisfacer la demanda de

Educación Superior mediante una expansión de la

capacitación vocacional y tecnológica.

Las Instituciones de Educación Superior en su ca-

lidad de cumbre educativa de la humanidad se erigen

como ejemplo de la cultura y del saber, teniendo como

una de sus prioridades continuar esa ruta sin fin; esa

generación al infinito de mejores docentes, para

mejores alumnos, a fin de recuperar la posición señera

que antaño tuviera indiscutiblemente ante la

humanidad en los renglones de investigación, cultura y

docencia.

Es por ello que la universidad ha de mantenerse

en un movimiento sin descanso en la actualización y

mejoramiento en todos sus aspectos, procurando per-

feccionarlos en su totalidad.3

Cada universidad bosqueja el perfil ideal del profe-

sional que ha de ser logrado a través del objetivo

general, el mapa curricular y el plan de estudios de

cada licenciatura.

Hoy por hoy, la Universidad florece fundada por la

acción trascendental en el tiempo y en el espacio del

docente universitario, que con su creatividad multiplica

sus esfuerzos, acrecienta los recursos y sobre todo,

logra hacer fluir la riqueza intelectual y humana de que

está dotada esa posición privilegiada que llamamos

juventud universitaria.

La educación virtual es una de las fuerzas más

importantes que actualmente están influyendo directa-

mente a la educación contemporánea. Desde los

comienzos del siglo XX esta modalidad de educación

ha impactado a nivel mundial y más aún en todos los

niveles de la educación.

Educación virtual

110

1 Ariel Campirán, “Critical Thinking y desarrollo de compe-

tencias”, en Morado, Raymundo, comp., La razón comuni -

cada: materiales del taller de didáctica de la lógica,

Editorial Torres Asociados, UX, UV, TDL, México, 1999.

2 Ezequiel Ander-Egg, Conferencia “Los desafíos de la edu-

cación en el siglo XXI”, Universidad de Xalapa, Xalapa,

Veracruz, México, 1 de septiembre de 2003.3 Organización para la Cooperación de Desarrollo

Económico (OCDE,1996).

Page 112: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Particularmente se ve inserta en las instituciones

de educación superior. Esta influencia no es solamente

producto del impacto de la comunicación y la tec-

nología modernas sobre la educación actual, sino que

es el resultado, también, de una pedagogía cambiante

y de una nueva perspectiva en el papel de las univer-

sidades o instituciones de educación superior como

proveedores de educación a sectores de la población

más vastos y variados. “El matrimonio entre la edu-

cación a distancia, la tecnología de la informática y las

telecomunicaciones dentro de una nueva y poderosa

estructura educativa han servido como la catálisis para

un cambio paradigmático en la educación, el cual está

en pleno auge”.4

Este cambio paradigmático en educación ha dado

especial atención a las formas de interacción entre los

estudiantes y los maestros o instructores durante el

proceso de aprendizaje, y ha tenido que ver también

con las formas de enseñanza y aprendizaje que se

dan en ambientes y contextos de educación a distan-

cia; centrándose en los tipos de logros educativos, tec-

nología de entrega usada y en los diseños de instruc-

ción apropiados para los programas y cursos educa-

tivos y de capacitación a distancia.

Por lo anterior, es apropiado definir qué es la edu-

cación a distancia, y se entiende como la “Actividad

sistemáticamente planeada que comprende la selec-

ción, preparación didáctica y la presentación de mate-

riales de instrucción, así como de la supervisión y

soporte al aprendizaje del estudiante, lo cual es logra-

do al traer y cortar la distancia física entre el estudiante

y el maestro a través de al menos un medio técnico”5

Por ende, el objetivo de este trabajo es presentar

un panorama general de la educación a distancia y

subsecuentemente de la educación virtual, con el fin

de que se pueda desarrollar el uso de las nuevas tec-

nologías de comunicación e información.

Educación virtual

Para satisfacer las crecientes necesidades de edu-

cación en nuestra sociedad surge una nueva propues-

ta llamada Educación Virtual, basada en el concepto

de Educación a Distancia conocido también como

Distance Learning.

A través de la Educación a Distancia, los estu-

diantes tienen la oportunidad de asistir a clases aun

cuando ellos no se encuentren en el salón. La

Educación a Distancia ofrece a la escuela, comunidad

o negocio un medio para extender sus recursos didác-

ticos más allá de los confines de una área geográfica

limitada y aún permitir a los estudiantes interactuar en

tiempo real con el instructor y otros estudiantes.

Distance Learning es un salón de clases virtual crean-

do un ambiente didáctico equitativo.

Para poder llevarlo a cabo, se necesita de una tec-

nología lo suficientemente avanzada. ATM (A s y n -

chronous Transfer Mode) es el recurso capaz de

cumplir con el manejo de este tipo de información

a altas velocidades. El objetivo de la Educación a

Distancia puede enunciarse de la siguiente manera:

• Ligar interactivamente a estudiantes, instructores

y contenido didáctico separados por distancia y

tiempo.6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

111

4 T. E. Cyrs, Teaching at a Distance with the Merging

Technologies. An Instructional System A p p r o a c h, Las

Cruces, NM: Center for Educational Development. New

México State University, 1997.

5 R. M. Delling, Towards a Theory of Distance Education.

ICDE Bulletin. 13, 1987, p. 21-25.

6 Lorraine Sherry, “Sigues in distance learning” en

http://www.cudenver.edu/~Isherry/pubs/issues.html, 2002.

Page 113: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Metas

• Determinar la efectividad de un ambiente para la

Educación a Distancia en una red local de alta

velocidad.

• Obtener experiencia en ofrecer aplicaciones mul-

timedia en redes ATM

• Evaluar las capacidades de los diferentes desa-

rrollos ATM y su interoperabilidad con el equipo.

¿Por qué ATM?

La elección del ATM tiene las siguientes considera-

ciones: Manipular flujos de video, voz y datos en tiem-

po real requiere de un gran ancho de banda. La apli-

cación podrá ser integrada en futuras LAN (Local Area

Networks) desarrolladas en universidades y empre-

sas. ATM es el estándar para futuras aplicaciones en

la amplia red digital de servicios integrados (B-ISDN).

Combinando la imagen, el color, y el sonido se

prevee para la educación un modelo que no hace

desplazar al estudiante hasta su fuente receptora sino

que al contrario, es tan audaz que hasta los rincones

domésticos puede llegar con eficiencia, confianza y

discreción; es decir que el alumno no busca el

conocimiento sino que es el conocimiento el que viaja

a través de señales electrónicas o satelitales o cables

coaxiales al lugar más cómodo de su vivienda.

Este modelo educativo le permitirá al alumno iden-

tificar de forma individual sus dificultades y así mismo

apropiarse del conocimiento a su propio ritmo

(autonomía individual); de tal manera que el estudiante

estará motivado por las diversas maneras en que se

presentará la información, factor que impregnará su

memoria y estimulará la voluntad de acomodarse y

asociarse en la mente; para esta comunicación inter-

activa se utilizará la televisión teleconferencia, la

audioconferencia, la videoconferencia, y la WORLD

WIDE WEB (Internet), como portentosas herramientas

para consolidar el haz de tecnologías susceptibles de

utilizar para diversos propósitos educativos; en razón

a estas virtudes el estudiante joven-adulto, además de

utilizar el correo electrónico (con lo cual se comunicará

prácticamente con todos los continentes del orbe),

podrá igualmente maravillarse y recuperar la tan

humana capacidad de asombro con aplicaciones de

hipertexto (HTML), ejercitando la imaginación y la evo-

cación.7

Contexto y perspectiva

Para construir el concepto de universidad tanto como

redefinir la universidad se necesita un análisis en el

marco de la emergente economía del cocimiento, en la

que el conocimiento es la base de valor agregado a los

bienes y servicios.8

Se parte de la premisa de que la universidad

surgió como respuesta a necesidades sociales de

administración del conocimiento, las cuales, al estarse

modificando sustancialmente, demandan una revisión

radical del papel de la universidad. La conjugación de

nuevos flujos y valores del conocimiento con recursos

tecnológicos inusitados, constituye el medio de

gestación de la universidad virtual.

En esa perspectiva histórica y evolutiva, propone

una escala de virtualidad, la cual es aplicable a distin-

tas instituciones y prácticas (tales como la empresa

virtual). Al aplicarla ahora a las universidades, distin-

gamos seis estadios progresivos los cuales, como

Educación virtual

112

7 Mercedes Charles C., Comunicación y modelos educa -

tivos II, Comunicación en el aula, ILCE, México, 1992.

8 M. L. Martiarena, Sistemas Regionales de Ciencia,

Técnica e Innovación, Panel sobre Políticas Regionales

del Seminario Nacional de debate del Proyecto

Plurianual de Ciencia y Tecnología 1999-2001, Buenos

Aires, 1998.

Page 114: Estado Economía y Hacienda Pública 8

toda escala nominal, son arbitrarios y carecen de pro-

porcionalidad.

1. El corporativismo.

2. La reforma.

3. La tecnificación.

4. La ubicuidad.

5. El aprendizaje organizacional.

6. La virtualidad integral.

La organización de la universidad virtual

Las universidades virtuales, debido a las características

propias de la educación no presencial, necesitan de una

organización peculiar. Al igual que cualquier otra organi-

zación educativa, la universidad virtual debe gestionar

tanto los procesos que afectan a los estudiantes (gestión

académica) como los que afectan a la docencia (gestión

docente). Pero la forma de hacerlo será diferente.

Además, las organizaciones no presenciales, según cual

sea su modelo pedagógico, deberán gestionar también

la producción o edición de materiales educativos.9

La gestión de las organizaciones virtuales deberá

actuar en función de los siguientes parámetros:

• No presencialidad. Según lo expuesto anterior-

mente, la organización virtual deberá definir en

qué ámbito de actuación de los cuatro expuestos

en el cuadro de coincidencia espacio y tiempo

actúa. Una universidad que actúe en la no coin-

cidencia en el espacio ni en el tiempo condiciona

su modelo organizativo. De ahí la importancia de

definir el modelo de actuación y de organizar y

gestionar en consecuencia.

• Transversalidad. Es importante que exista un

nivel de transversalidad en la gestión de toda la

universidad virtual o de cualquier organización

virtual. La virtualidad facilita los procesos trans-

versales y los optimiza. Lo que es válido para una

carrera, para un grupo de personas, puede ser

válido también para otros muchos. Tener en

cuenta este principio y trabajarlo de forma cohe-

rente con el modelo educativo ayuda a homo-

geneizar o a armonizar todos los procesos de

gestión, tanto académica como docente. Esta

transversalidad, además, favorece el trabajo mul-

tidisciplinario entre las diferentes áreas o ámbitos

de actuación.

• Cohesión. Los procesos de gestión deben actuar

de forma sistémica en el marco de la organi-

zación. Los procesos deben ser coherentes entre

sí y de esta forma garantizar la cohesión organi-

zativa de toda la universidad.

• Globalidad. No se gestiona únicamente desde

una perspectiva (estudiante, profesor, organi-

zación, etc.) si no que la organización virtual per-

mite y favorece los procesos de gestión global,

desde todas las perspectivas. Un mismo proceso

organizativo puede –debe– ser afrontado desde

diversas perspectivas según quienes sean sus

usuarios, pero el resultado será siempre un pro-

ceso global.

Las funciones básicas de la organización educativa

virtual, a grandes rasgos, pueden ser las siguientes:

• Planificación curricular. Organización de los

aprendizajes que se imparten, así como las

metodologías a usar. Materiales educativos:

diseño formativo y producción de materiales

educativos adecuados a la tipología de estu-

diantes y coherente con el modelo educativo de

la organización.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

113

9 J. P. Gavigan y F. Scapolo, La prospectiva y la visión del

desarrollo regional a largo plazo, IPTS59, Buenos Aires,

2001.

Page 115: Estado Economía y Hacienda Pública 8

• Comunicación. Facilitar todos los procesos de

comunicación multidireccionales entre todos los

miembros de la comunidad educativa.

• Información. Facilitar los procesos de informa-

ción institucional.

• Apoyo. Organizar los diferentes apoyos al estu-

diante, al profesorado, a los autores de mate-

riales educativos, etc.

• Evaluación. Potenciar y facilitar los procesos

institucionales de evaluación.

Está claro que no existe una única forma de organizar

una institución educativa, ni convencional ni virtual,

pero sí que parece evidente que el modelo organizati-

vo que se adopte para la gestión y administración tiene

claras consecuencias en el funcionamiento de la orga-

nización y, por tanto, en el facilitar o no el logro de sus

objetivos. De ahí la importancia de organizar a partir

del modelo educativo, es decir, de situar la gestión al

servicio de la aplicación del sistema educativo.

Por tanto, la organización de la universidad virtual

debe fundamentarse en un modelo pedagógico ela-

borado para dar respuesta a las necesidades de

aprendizaje de los estudiantes. Este modelo debe ser

integrado y debe pautar toda la dinámica organizativa

de la institución. Una estructura académica que permi-

ta la gestión integrada de los recursos y que garantice

la transversalidad de las acciones educativas. Una

organización de servicios que permita la realización, la

producción y la distribución de las acciones formativas

propias de la institución.

Espacios de docencia en el campus virtual

En estos espacios hay diferentes buzones en la asig-

natura y cada uno de ellos tiene funcionalidades dife-

rentes, pero todas ellas tienen en común que son un

espacio en el cual tienen acceso el profesor consultor

y el grupo de estudiantes asignados a éste. Por lo

tanto, cuando se envía un mensaje a cualquiera de

estos buzones, es un único mensaje el que se queda

en un espacio común que pueden leer las personas

que tienen acceso a este espacio; no es un mensaje

que va al buzón personal de cada usuario.

Estos buzones son:

• El tablón del profesor. Es el espacio virtual en el

que sólo el profesor consultor puede escribir

mensajes y borrarlos, y al que sólo tienen acceso

el grupo de estudiantes asignados a aquel con-

sultor. Por lo tanto, es el lugar idóneo para ha-

cerles propuestas de prácticas, anunciar debates

o “colgar” las informaciones que hacen referencia

a la secuenciación, el calendario de la asignatu-

ra. Es necesario recordar que el tablón supone

una relación unívoca con el estudiante.10

• Debate. El debate de la asignatura es el espacio

en el cual el grupo de estudiantes, moderados

por su profesor consultor, discuten sobre algún

tema de la asignatura. En el debate, el receptor

de los mensajes no es una sola persona sino que

es un grupo, en este caso todos los estudiantes

de la asignatura y el consultor que tienen asigna-

do. En los debates, los miembros no participan al

mismo tiempo, sino que cada persona lee los

mensajes de los compañeros y envía los suyos

cuando lo considera oportuno. En principio este

espacio es el ideal para, de una manera interac-

tiva, reflexionar e intercambiar información sobre

un tema de la asignatura.

• La biblioteca virtual. En un proceso de apren-

dizaje basado en un sistema de formación no

presencial es muy importante disponer de un

acceso rápido a las fuentes del conocimiento.

Educación virtual

114

10 Henry Giroux, Los profesores como intelectuales,

Morata, Barcelona, 1990.

Page 116: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Antes ya hemos visto como el profesorado está

haciendo evolucionar su papel de transmisor de

conocimientos hacia el de facilitador e inductor

del aprendizaje. Por lo tanto, es del todo nece-

sario que el estudiante pueda disponer de he-

rramientas y de estrategias que le permitan

acceder a las fuentes y a los recursos que nece-

site sin ningún tipo de limitaciones.

• La evaluación. La propuesta de actividades de

evaluación continua es la opción que recomienda

la UOC, pero cada estudiante es libre de escoger

o no esta opción. De este modo, para cada asig-

natura, los estudiantes pueden optar por las

alternativas siguientes:

• Prescindir del todo de las actividades de eva-

luación continua y estudiar de manera comple-

tamente libre, con el objetivo de presentarse

exclusivamente al examen final. Obviamente,

en este caso, también se dispone siempre del

apoyo del consultor.

• Seguir las propuestas de actividades que haga el

c o n s u l t o r. En este caso, será éste quien determi-

nará el número mínimo y la calidad de las activi-

dades que es necesario hacer para que se pueda

emitir un informe de evaluación continúa.

• La evaluación continua en la UOC tiene un triple

sentido. En primer lugar, ofrece una pauta de

actividades a realizar y, por tanto, sugiere el

ritmo de trabajo que garantiza mejor conseguir

los objetivos propuestos. En segundo lugar,

asegura la participación activa en la construc-

ción del propio conocimiento –requisito para un

aprendizaje eficaz– y facilita la guía y la orien-

tación del profesor en el propio proceso de

aprendizaje. En tercer lugar, el seguimiento

de las actividades permitirá –cuando el consul-

tor lo considere oportuno– obtener un

reconocimiento académico que contribuirá a

superar la asignatura.

Hacia un espacio de formación universitaria

compartido

Parece ser que el futuro de las instituciones formativas

se sitúa en el escenario de la globalidad. Las nuevas

tecnologías ofrecen la posibilidad de compartir, en un

mismo escenario, las ideas y las metodologías de for-

mación. Una visión de futuro debe centrarse en garan-

tizar al máximo la accesibilidad a la formación de

cualquier persona así como a la posibilidad de garan-

tizar modelos formativos que se adecuen a esta nueva

forma de aprender.11

Los factores en los que deberá fundamentarse la

estrategia hacia la construcción de un espacio de for-

mación universitaria virtual deben girar, según nuestro

parecer, alrededor de los siguientes ejes:

• Accesibilidad. Garantizar el acceso a la forma-

ción de todas las personas que quieran formarse

y hacerlo a través del mayor número de medios

posibles. Ello comporta seguir atentamente la

evolución de la tecnología.

• Modelo de aprendizaje. Trabajar en la mejora de

los modelos educativos centrados en la forma

de aprender. Las estrategias de aprendizaje en el

escenario de un espacio de formación universi-

taria virtual y global no son las mismas que las

usadas por los alumnos de las universidades

actuales.12

• Modelos de docencia. El perfil de los profesionales

de la docencia deberá cambiar pasando a ser más

facilitadores que instructores. Ese cambio deberá

realizarse a partir de la integración en el modelo de

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

115

11 Jaime Sarramona, Comunicación y educación, Editorial

CEAC, Madrid, 1998.

12 Edgar Morin, “Articular los saberes” (Textos escogidos)

“Qué saberes enseñar en las escuelas”, Universidad del

Salvador, 1998.

Page 117: Estado Economía y Hacienda Pública 8

aprendizaje compartido que conlleva el modelo

educativo basado en las nuevas tecnologías. Estilo

organizativo-cultural. Uno de los grandes retos de la

globalidad es el de procurar no perder la identidad,

ya no sólo cultural, si no tradicional e histórica de las

organizaciones educativas que hasta ahora han fun-

cionado y ganado prestigio. Un marco en el que no

haya estilos propios de actuación docente es un

espacio gris y poco atractivo. Deberemos trabajar

para poner el estilo de nuestras organizaciones

educativas actuales también en la red.

• Interculturalismo. La posibilidad de relacionar cul-

turas diferentes en la red ya es una realidad que

funciona. El único problema es lingüístico. No

para las grandes lenguas pero sí para las

lenguas minoritarias. Los traductores simultá-

neos ayudarán, sin duda, a la comprensión de los

mensajes, pero no superarán la comprensión cul-

tural de quien los emite o los recibe. Creemos

que éste es uno de los grandes retos de la glo-

balidad hacia la que avanzamos.

La herramienta de aprendizaje que se puede utilizar es

la siguiente:

• Aprendizaje colaborativo. Es el proceso en el que

dos o más individuos resuelven un problema

colectivamente intercambiando y exponiendo

puntos de vista, o, de manera más formal, es el

“Conjunto de métodos de instrucción o entre-

namiento para uso en grupos pequeños, así

como de estrategias para propiciar el desarrollo

de habilidades mixtas (aprendizaje y desarro-

llo personal y social), donde cada miembro del

grupo es responsable tanto de su aprendizaje

como del de los restantes miembros del grupo”.13

La colaboración entre estudiantes en el proceso de

enseñanza puede generar grandes ventajas educati-

vas si se manejan adecuadamente. Este aprendizaje

colaborativo puede ser logrado mediante el uso de

algunos mecanismos colaborativos.

Estos mecanismos de aprendizaje colaborativo

son afectados por variables como el tipo de tarea, la

conformación de grupos y la forma de comunicación,

entre otros; cada uno de esos mecanismos puede

producir las siguientes ventajas en el proceso

e d u c a t i v o :

• Conflicto o desacuerdo. Según estudios realiza-

dos, los individuos (en este caso estudiantes)

tienen factores sociales que impiden que ignoren

conflictos que se presentan y ayudan en la

búsqueda de soluciones. En realidad tratan de

plantear y defender su punto de vista. Esto puede

ser una gran ayuda para el planteamiento de dis-

cusiones colaborativas

• Autoexplicación. En ambientes de aprendizaje

colaborativos se encuentran individuos con dife-

rentes grados de conocimiento, esto lleva a expli-

caciones espontáneas entre participantes.

• Afirmación del conocimiento. Según algunos

teóricos el hecho de verbalizar el conocimiento

lleva a la consecución de más conocimiento. El

hecho que el aprendizaje colaborativo “obligue” a

las personas a formalizar de alguna forma su

conocimiento para ser planteado a los com-

pañeros, genera un aprendizaje y refuerzo del

mismo.

• Apropiación. Cuando se tienen estudiantes con

diferentes grados de destreza (o conocimiento)

se presenta un proceso de apropiación del

conocimiento, por parte del menos hábil.

• Distribución del trabajo. Se ha observado que en

ambientes colaborativos se produce una “dis-

tribución de cargas espontáneas”. Algunos com-

Educación virtual

116

13 Jhon P. Kotter, El líder del cambio, McGraw-Hill, México,

1997.

Page 118: Estado Economía y Hacienda Pública 8

paran esto con teorías económicas y perciben al

grupo como un sistema (que trata de evitar

redundancias), así sólo un estudiante cumple el

papel de organizador de la información (según lo

propuesto) o puede pasar de un papel pasivo

(estudiante apático) a estudiante líder, si con esto

se realiza más eficientemente el trabajo.

Un campo que permanece bastante inexplorado es el

de herramientas de aprendizaje colaborativo que

puede apoyar todo el montaje de la educación a través

de la red.

Pero estas herramientas no garantizan ganancias

educativas en el proceso de aprendizaje. Algunas

suponen la interacción con grupos de personas (como

el Chat) pero de ninguna manera inducen al apren-

dizaje en forma colaborativa por sí solas.

De esta forma, Internet se mantiene como un gran

espacio para complementar la educación tradicional, y

se requiere un gran trabajo en esta área. No se cuen-

ta con estudios específicos que analicen estos temas

y que ayuden a la construcción de herramientas de

aprendizaje colaborativo eficientes.

Se hace necesario contar con un soporte para el

desarrollo de estas herramientas para que actúen

como catalizadores educativos, promoviendo el apren-

dizaje de conocimiento, habilidades y destrezas de los

estudiantes.

A continuación se menciona lo siguiente:

• Desarrollo de las herramientas. Un soporte,

como el mencionado, puede emplearse como

base para el diseño e implementación de he-

rramientas colaborativas de aprendizaje, y debe

tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Aspectos pedagógicos. En el área educativa

existen muchas orientaciones en la enseñanza y

áreas que son de suma importancia en los pro-

cesos de aprendizaje.

• Teoría de aprendizaje. Se debe especificar qué

tipo de teoría de aprendizaje pueden soportar las

herramientas y así deducir cómo podría colabo-

rar directamente en el aprendizaje. Se pueden

presentar dos tipos de comportamientos:

Conductivista o Constructivista. En el

Conductismo se plantea que “el ambiente cambia

el comportamiento del estudiante”, esto significa,

cambios en la conducta después del aprendizaje.

Lo que nos conduce a pensar en ambientes tipo

estímulo–respuesta: Se hace un diagnóstico del

comportamiento del estudiante (por ejemplo, a

través de preguntas) y luego se da un estímulo

de acuerdo con el comportamiento del estudiante

(respuesta). Se podría pensar que este enfoque

no se presta para ambientes colaborativos donde

se requiere interacción entre personas, pero sólo

si se analiza bajo la óptica en la cual el computa-

dor cumple el papel de “verificador del compor-

tamiento” y de envío de estímulos. En cambio, si

se piensa en que este tipo de interacción se da

entre estudiantes, esta teoría puede tornarse

válida para ambientes colaborativos. Por otro

lado se encuentra la teoría Constructivista en la

cual se cree que el estudiante logra aprender a

través de dos procesos principalmente: la resolu-

ción de conflictos y la reflexión teórica. En otras

palabras, el estudiante genera el conocimiento (o

lo descubre) pero no lo espera pasivamente del

profesor.

• Papel del instructor y el estudiante. Como se

analizará más adelante, las herramientas de

aprendizaje colaborativo pueden proveer

muchos roles para los participantes y no sólo el

de profesor que da cátedra o estudiante como

recipiente del conocimiento. Sin embargo, se

espera que una herramienta implemente por lo

menos esos dos tipos de usuarios contribuyendo

con diferentes grados al proceso de aprendizaje.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

117

Page 119: Estado Economía y Hacienda Pública 8

El papel del instructor y el del estudiante varían

según el enfoque que se dé a la herramienta.

Esto cambia la forma en que se interactúa y por

eso es importante identificar el papel del instruc-

tor y del estudiante. Aquí se presentan roles que

pueden darse en un ejercicio de aprendizaje

colaborativo mediante el uso de una herramien-

ta. El instructor (o profesor) puede estar en uno

de los siguientes estilos en un momento dado

(podría tomar varios roles durante una sesión de

aprendizaje):

• Instructor imperativo. El profesor indica los obje-

tivos que deben ser logrados y guía el proceso de

aprendizaje completamente.

• Instructor facilitador. Se presenta cuando se

plantean retos o problemas a solucionar y el pro-

fesor actúa como proveedor de información sólo

cuando el estudiante requiere verificar

conocimiento generado por él o por todo el grupo

en el que participa.

• Instructor estudiante. El instructor actúa como un

estudiante más durante el proceso de desarrollo

de problemas y/o generación de conocimientos.

No interviene como verificador de información

sino que aporta material como lo hacen los

demás miembros del ejercicio de aprendizaje.

Posiblemente se requerirá que el instructor actúe

en otro rol luego de finalizar el ejercicio para ayu-

dar a concluir.

• Instructor observador. Este es otro estilo en el

que puede participar el profesor durante el pro-

ceso. Se propone que el profesor NO intervenga

y espere que los estudiantes terminen la práctica

para tomar otro rol (por ejemplo, el de instructor

final). El instructor puede estar siguiendo el pro-

ceso de razonamiento de los estudiantes o

esperar sus conclusiones en otro momento.

• Instructor final. Es el instructor que colabora al

momento de concluir el ejercicio pedagógico con

el fin de aclarar la estrategia que llevó a la solu-

ción, es decir, los pasos del razonamiento, y la

información generada por los estudiantes. En

este punto el profesor puede agregar

conocimiento propio para enriquecer el resultado

de la práctica de los estudiantes.

• Instructor director. En este caso el instructor

cumple el papel de administrar la discusión o

práctica de los estudiantes. Esto se refiere al

hecho de que los estudiantes pueden cambiar

sus papeles por requerimiento propio o por

medio del instructor. De esta forma el instructor

puede dar la orden que los estudiantes cambien

de roles si fuera necesario. Por otra parte el estu-

diante puede asumir varios roles en el uso de la

herramienta colaborativa siempre pensado en un

papel activo en diferentes grados. Se proponen:

• Estudiante instructor. En este caso el estudiante

cumple un papel delegado por el instructor en

cuanto a afirmar ideas o dirigir el ejercicio. Esto

con el fin de observar el comportamiento del

ejercicio desde otra óptica.

• Estudiante líder de grupo. Cuando la herramienta

colaborativa permite la división de grupos,

pueden aparecer líderes que coordinan la labor

del grupo, asignando responsabilidades y

haciendo conclusiones parciales (antes de pre-

sentarlas al instructor, si es el caso).

• Estudiante miembro. Es el estudiante típico que

colabora con sus ideas y ayuda a concluir. Se

espera que sea el de mayor número.

• Estudiante apático. En casi todos los ejercicios

colaborativos se esperan personas que no partici-

pan activamente. Este tipo de personas deben ser

detectadas y la herramienta debe proveer meca-

nismos para cambiar la actitud del estudiante. Se

espera que sea el de menor cantidad.

• Estudiante expositor. Se puede plantear el ejerci-

cio con casos dados por los estudiantes. Está

Educación virtual

118

Page 120: Estado Economía y Hacienda Pública 8

ligado a la labor de compartir experiencias con

todos los demás miembros de la práctica o de su

grupo. Se espera que tenga el dominio de la con-

versación mientras los demás escuchan y

preparan sus dudas.14

• Estudiante a favor y estudiante en contra. En

algunos ejercicios se plantea una afirmación y

se reparten roles a los participantes: unos a

favor y otros en contra de la idea. Los estu-

diantes deben defender su posición con argu-

mentos valederos.

• Estudiante organizador de información. Como

ocurre en la mayoría de las actividades gru-

pales, aparece espontáneamente una persona

que es la “memoria” del grupo. Esta persona es

la encargada de registrar y organizar la informa-

ción que se va produciendo en la práctica o en

su grupo. Cabe aclarar, que la herramienta debe

permitir que esta administración de la informa-

ción sea lo más sencilla posible con el propósi-

to de que el estudiante también participe en la

discusión.

De esta forma se puede pensar en jerarquías de

usuarios que son provistos por la herramienta y usuar-

ios con diferentes papeles en el proceso de apren-

dizaje. Pueden existir varios profesores y estudiantes

con diferentes roles al tiempo.15

Justificación de la herramienta

Cuando se plantea la necesidad de una herramienta

de aprendizaje colaborativo se debe evaluar su via-

bilidad en el aspecto técnico y educativo. Debe indi-

carse por qué y qué proceso de aprendizaje quiere

ser llevado a Internet por medio del computador.

Para esto se requiere de una forma de evaluación en

el momento de análisis. Ante esto, se considera lo

s i g u i e n t e :

• Uso de metáforas. Estas herramientas deben ser

usadas en ambientes de enseñanza donde las

personas sientan y sean conscientes de su

aprendizaje, es decir, que tengan un soporte

metacognitivo. Esto se logra a través del uso de

metáforas en el aprendizaje. Algunas veces los

estudiantes no se ven como tales, por tanto no

ven la necesidad de compartir y ayudarse mutu-

amente. Algunas metáforas implementadas en

Internet usan sitios comunes en el campus uni-

versitario tradicional: salones, cafeterías, bibliote-

cas, laboratorios, etc. De esta forma se agrupan

actividades según el sitio y el momento de la

enseñanza.

• Coordinación. Las herramientas deben proveer

mecanismos de coordinación entre sus partici-

pantes para todas las labores propias del apren-

dizaje en grupo.

Como conclusión se puede decir que se requieren he-

rramientas que aporten valor agregado a la red, que

mejoren y complementen el proceso educativo.

Algunas herramientas de comunicación que existen (y

son ampliamente usadas) no son el ideal para la edu-

cación, de ahí que exista un vacío en herramientas de

aprendizaje colaborativo.

Estas herramientas, deben cumplir necesidades

educativas por eso se necesita un soporte para el

desarrollo de herramientas de aprendizaje colaborati-

vo que oriente su construcción (en todos los aspectos)

para que se produzcan resultados pedagógicos efi-

cientes.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

119

14 Beatriz Fainholc, La tecnología educativa propia y apro -

piada, Editorial Humanitas, Buenos Aires, 1990.

15 Julio Cabero, Tecnología educativa, Paidós Ediciones,

Madrid, 1997.

Page 121: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Las personas relacionadas con informática están

obligadas a proveer a los maestros instrumentos para

que la educación sea realizada efectivamente a través

de la red.16

Método de comunicación para la utilización de

esta herramienta

Es importante aclarar que el tipo de herramienta que

se propone utilizar puede incluir comunicación asin-

crónica o sincrónica. Cada uno de estos tipos de

comunicación presenta orientaciones educativas dife-

rentes.

La comunicación sincrónica se puede dar en dos

aspectos:

• IRC. Son las siglas de Internet Relay Chat

( Transmisión de Conversaciones por Internet), uno

de los múltiples servicios de la red Internet. Este

servicio fue diseñado y programado inicialmente

por Jarkko Oikarinen, de Finlandia; y luego se po-

pularizó al grado de que, diariamente, millones de

personas hacen uso de él, y se ha vuelto un com-

plemento de la “vida social” de muchas de ellas.

Puede encontrar una breve historia de IRC (en

inglés). El servicio de IRC permite llevar a cabo

“conversaciones” interactivas entre varias per-

sonas, no importando desde dónde estén conec-

tadas a la red. Las conversaciones se llevan a

cabo en canales, que son como habitaciones vir-

tuales a las que los usuarios entran, y que pueden

tener tópicos específicos de conversación, o ser

simples lugares comunes de reunión de grupos

afines. Cuando un usuario entra a una de estas

“habitaciones”, va identificado con un sobrenom-

bre o con su nombre real. Cada mensaje o línea

de texto que él teclea y envía, aparece en las pan-

tallas de los demás participantes, identificado con

ese nombre. Durante una de estas conversa-

ciones, los usuarios pueden intercambiar archivos

de toda clase. También se pueden entablar con-

versaciones privadas entre dos usuarios, y crear

canales restringidos a los que sólo puede entrar

quien sea invitado o quien conozca la clave secre-

ta, asignada por el creador del canal. Los servi-

dores de IRC se han hecho muy populares con el

auge que ha tenido Internet en los últimos años.

Existen redes (comerciales y no comerciales) de

servidores específicos para IRC. También hay

instituciones educativas, como el Massachusetts

Institute of Technology (MIT), que tienen sus pro-

pios servidores; puesto que IRC es una forma muy

efectiva de compartir ideas, puntos de vista e infor-

mación en general y su carácter interactivo lo hace

más atractivo que el correo electrónico en muchos

casos.

• Programas de chateo de voz. Los programas de

chateo típicamente permiten a la gente hablar

con otras personas en el mundo. Sin embargo,

difieren de los problemas anteriores de chateo,

como IRC y Talk, ellos van más allá de chateo en

texto plano. La mayoría de esos programas tam-

bién le permiten hablar con otros usando un

micrófono (si tiene) y escuchar a otras personas

en sus parlantes. Algunos de los programas le

permiten usar video si tiene una cámara conecta-

da a su computadora.

La comunicación asincrónica se puede dar de la

siguiente manera:

• E-mail.

Educación virtual

120

16 Silvia Escudero S., “Introducción de las Nuevas

Tecnologías de la Información y Comunicación en la

Enseñanza”, Revista Digital de Educación y Nuevas

Tecnologías. (IV)(23), octubre, 2000, pp. 1-2

Page 122: Estado Economía y Hacienda Pública 8

• Listas de correo electrónico.

• Foros de discusión.17

Didácticas de las actividades de aprendizaje

En general, la estructura y organización de los con-

tenidos busca el abordaje con sentido crítico, mediante

el desarrollo de procesos de reflexión y construcción

en cuatro niveles, el primero corresponde al núcleo

conceptual, donde se hace referencia a los conceptos

previos que el alumno debe manejar como requisitos

para un adecuado desempeño en el estudio de la

temática; aquí, se recurre a su capacidad de asombro,

descubrimiento o reencuentro para preguntarse acer-

ca de las propuestas, definiciones, posturas afines o

contrarias que podrá hallar en un documento.

Este nivel podemos identificarlo también por su

carácter de “autodiagnóstico” para que el alumno va-

lore su experiencia y conocimientos previos en

relación con los nuevos contenidos a aprender. Para

ello, al iniciar el abordaje de los diferentes textos es

importante que el participante lo ubique como parte

integrante de una estructura y contenidos generales

de estudio, preguntándose sobre sus relaciones y

diferencias metodológicas o conceptuales con otros

documentos que conforman el programa, para

después proceder a cuestionar al texto, desestruc-

turarlo mediante diversas técnicas de procesamiento

de información y reconstruirlo mediante una lectura y

reescritura ordenada en clara correlación con su

propia y particular forma de interpretar y adecuar los

datos en función de sus necesidades de aprendizaje,

sus intereses, expectativas y usos que habrá de dar

al nuevo conocimiento.

El segundo nivel es el denominado núcleo temáti-

co, donde el estudiante elaborará argumentos y con-

tra-argumentos recurriendo a una base conceptual

que retome los nuevos saberes, pero se verá exigido

para efectuar la transferencia de esos conceptos a su

experiencia y el reconocimiento de sus aplicaciones en

el contexto en que se desenvuelve. Así, pasará del

cuestionamiento inicial a diversos textos, al análisis de

autores, de corrientes y teorías, observando las co-

rrelaciones conceptuales y metodológicas, pero tam-

bién reconociendo las posibilidades de usar éstas

como herramientas adecuadas para identificar y

explicar su realidad.

El tercer nivel lo definimos como núcleo pro-

blemático, ya que demanda el establecimiento de

vínculos entre los diferentes ámbitos y particulari-

dades de los discursos revisados, confrontándolos

con la experiencia práctica de la vida cotidiana del

estudiante, hasta llevarlo a la elección de un proble-

ma particular, donde las explicaciones surjan acom-

pañadas de propuestas de reconformación de sus

propias estructuras teórico-metodológicas e impli-

quen la imbricación de varias perspectivas que den

cuenta de la complejidad y transversalidad de sus

nuevas estructuras de conocimiento, pero sobre todo

de cómo construyó y reconstruyó su propio saber

acerca de una realidad concreta, a la cual otorga un

nuevo significado.

El último nivel está conceptualizado como resoluti-

vo o propositivo, y demanda creatividad y concreción

de los logros alcanzados, mediante la formulación de

estrategias dirigidas a resolver una problemática, recu-

perando los elementos teóricos y metodológicos

enriquecidos por la puesta en contexto y confrontación

de saberes. 18

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 8 enero-junio 2005, pp. 109-124

121

17 Jaime Sarramona, Comunicación y educación, Editorial

CEAC, Madrid, 1998.

18 I. Giusseppe Nérici, Hacia una didáctica general dinámi -

ca, Ed. Kapelusz, México, 2003.

Page 123: Estado Economía y Hacienda Pública 8

Evaluación

Procesos de autoevaluación continua.

En este sentido, se tiene que “establecer la forma de

estructurar los procesos de autovaloración que lleven

al estudiante a reconocer el valor, importancia y grado

de éxito en el avance de sus aprendizajes”19; mientras

que para el asesor representa la posibilidad de definir

y organizar los mensajes pertinentes para orientar a

los alumnos en su búsqueda de herramientas teórico-

conceptuales, experiencias y rutas específicas de con-

solidación de la autonomía individual y grupal para

cumplir con sus propósitos de aprendizaje.

De esta manera, la autovaloración no constituye

única y exclusivamente un proceso introspectivo en

función de propósitos de aprendizaje, sino también, y

sobre todo, una estrategia continua de consolidación

de habilidades, saberes y actitudes surgidas dentro y

fuera del sistema educativo, pero que serán aplicadas

para conformar y orientar la autonomía del estudiante

a fin de mejorar sus procesos cognoscitivos, fortalecer

y ampliar sus expectativas y ejecuciones, basándose

en la presentación individual de los resultados para

tratar de incidir positivamente en su autoestima, efica-

cia y motivación para continuar en el posgrado

proyectando hacia su comunidad de aprendizaje

nuevas directrices orientadas a metas más elevadas

de adquisición de conocimientos.20

En consecuencia, el estudiante no debe esperar

una serie de cuestionamientos dirigidos a la repetición

conceptual o ejercicios preliminares para obtener un

producto que se integre a la evaluación formativa. La

propuesta es más simple, pero en esa medida su com-

plejidad aumenta, puesto que mirar nuestros propios

procedimientos para afinarlos, mejorar su aplicación, o

bien, modificarlos, exige mayor detalle y dedicación

que la expectativa del abordaje de lo nuevo.21

De aquí, la importancia de “reaprender” a cues-

t i o n a r, de inventar trazos sobre un texto para darle color

y forma con las múltiples configuraciones que nuestra

imaginación le otorgue; de crear sentidos propios, elegir

y jugar con cada nueva palabra para aplicarla en el con-

texto inmediato; de construir “nuestra propia y ver-

dadera” versión de un documento; de “reinventar” un

texto tratando de hacerlo comprensible para otros, pero

ante todo de explicarlo ante nosotros mismos y “debatir”

con su autor, partiendo de la primicia de que no hay

acuerdos absolutos, no hay significados únicos, sólo

consensos generales, donde la particularidad da esen-

cia y sentido al saber de cada estudiante.2 2

De acuerdo con lo anterior, cada actividad especifi-

cada constituye por sí misma un proceso de autovalo-

ración, donde el esfuerzo, las herramientas y saberes

aplicados deben caracterizarse por un principio de logro,

pero también de exteriorización de las dudas e incer-

tidumbres sobre el objeto de estudio, de otorgar relevan-

cia a la confrontación de la experiencia para recuperar el

valor de la socialización de los aprendizajes.

Por otro lado, definir la metodología de evaluación

constituye un aspecto básico en las decisiones para

orientar los avances del estudiante. Se han estableci-

do criterios formales para valorar el progreso y auto-

control del alumno en la evolución y ejecución de las

tareas, entre ellos: elaborar análisis de fundamentos y

principios que orientan las diversas conceptualiza-

ciones de modelos y usos de las nuevas tecnologías

Educación virtual

122

19 A. Galvis y O. Mariño, Evaluación del sistema de infor -

mática educativa de Colombia . (s/e), 1998.

20 Carlos Zarzar Charur, Habilidades básicas para la docen -

cia, Patria, México, 2000.

21 Margarita Pansza González, Esther Pérez Juárez,

Porfirio Morán Oviedo, Operatividad de la didáctica, t. II,

Gernika, México, 1986.

22 Jorge Tirzo, La lectura de la modernidad, Fomento

Editorial, México, 2001.

Page 124: Estado Economía y Hacienda Pública 8

de la información y la comunicación en educación, la

formulación de propuestas de proyectos para la cons-

trucción y gestión de espacios comunicacionales con

fines educativos, el diseño de experiencias de apren-

dizaje significativo y contextualizado, entre otros

aspectos.23

Conclusiones

Las nuevas tecnologías han entrado al campo de la

educación como un Leviatán proporcionando un cam-

bio enorme a todos los paradigmas conocidos sobre la

enseñanza y el aprendizaje. Esto debido a que la con-

cepción de la realidad y de la vida han sido modifica-

dos por los pasos agigantados que ha dado la

humanidad en cuanto a creación de tecnología.

La llegada a México de las nuevas tecnologías de la

información y comunicación lo hace ver como un ingre-

diente imprescindible en el intercambio de conocimien-

tos. Estas son consideradas por los especialistas como

una alternativa de procesamiento de la comunicación

por el alcance tan grande que se puede tener para el

establecimiento de canales de comunicación.

Con este tipo de comunicaciones, estamos aden-

trándonos a una era de planetarización en la que todos

los sistemas mundiales están interconectados de ma-

nera transversal, en donde es necesario educar a las

generaciones venideras para que se inserten a esta

nueva concepción de intercambio de información y

conocimientos, por un medio “virtual”.

Por lo anterior se puede señalar que “el docente de

educación superior, principalmente, desempeña un

papel decisivo en la formación del estudiante, pues

éste llega a dicho nivel de enseñanza en una época de

grandes decisiones tanto personales como

laborales”.24

Es pertinente mencionar también que una de las

necesidades que presenta el docente a nivel superior

ante el uso de las nuevas tecnologías de la informa-

ción y la comunicación es la capacitación de las mis-

mas, en donde no sólo se hable de lo que son y los

tipos, sino que se acerquen a los beneficios, ventajas,

desventajas, oportunidades de desarrollo y sobre todo

que mediante la misma se acerquen a conocer las

inquietudes del docente frente a la tecnología, sus

miedos o temores.

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124

Page 126: Estado Economía y Hacienda Pública 8

INSTRUCCIONES PARA LOS COLABORADORES

Estado, Economía y Hacienda Pública

Los trabajos enviados se sujetarán al dictamen del Comité Editorial, previo arbitraje. Asimismo, toda colaboración

deberá ajustarse a los siguientes lineamientos:

1. Presentarse en original impreso que incluya texto, cuadros, gráficas, etcétera, en papel tamaño carta, inter-

lineado 1.5. Los cuadros, gráficas y diagramas deberán presentarse en hojas separadas, al final del texto y

con la indicación del lugar en que deben insertarse.

2. Tener una extensión de 10 a 25 cuartillas (Arial 12; interlineado 1.5), con un resumen en español e inglés

que no exceda las ochenta palabras.

3. Adjuntar un CD que contenga:

• Archivos de texto en Word.

• Archivos individuales por cuadro, gráficas o diagramas en Excel. Las cifras de los cuadros deberán

separarse por espacio, y no por comas, evitando usar cuadrícula.

3. Los comentarios, aclaraciones, referencias y recomendaciones bibliográficas, y otros textos de apoyo se

colocarán como notas al pie de página.

4. La bibliografía completa se presentará al final del texto ordenada alfabéticamente, y cada referencia debe

ajustarse al modelo tradicional: (apellidos, nombre (s), título, editorial, ciudad, año).

Para correspondencia, suscripciones, canje y/o difusión de otras publicaciones afines, favor de dirigirse a:

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s/n, Carretera Xalapa-Las Trancas, Col. Industrial Ánimas, Xalapa, Veracruz, México. Tel. (228) 8 41 89 29. El

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