estado economía y hacienda pública 12
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- Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina (Naú Cessa Figueroa). - La creación de valor: el verdadero objetivo empresarial (Juvenal Rojas Merced).- El debe y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable? (Efraín Aburto Martínez).- Desarrollo, pobreza y libertad (Hilario Barcelata Chávez).- El municipio: base del desarrollo regional (Benjamín Sigüenza Salcedo).- Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos (Martha E. Lajud Neme).- El capital humano y la misión de las Instituciones de Educación Superior (Rafael Landgrave Becerril).TRANSCRIPT
XALAPA, ENERO-JUNIO DE 2007
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Naú Cessa Fifueroa
Juvenal Rojas Merced
Efraín Aburto Martínez
Hilario Barcelata Chávez
Reformas estructurales y gobernabilidaden América Latina
La creación de valor:el verdadero objetivo empresarial
Eel deber y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable?
Desarrollo, pobreza y libertad
Benjamín Sigüenza Salcedo
Martha E. Lajud Neme
El municipio:base del desarrollo regional
Rendición de cuentas:interacción entre organismos públicos
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ISSN 1665-6121 (EAN-13). RESERVA DE DERECHOS DE AUTOR: 04-2003-033118043900-10. CERTIFICADO DE LICITUD DE TÍTULO: 12483. CERTIFICADO DE LICITUD DE CONTENIDO: 10054
Estado, Economía y Hacienda Pública es un órgano oficial del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana, cuyo propósito es participar en el debate reciente acerca del Estado y de su relación con la Economía, así como de su concreción en la esfera de los sistemas hacendarios; está abierto a todos los estudiosos que con rigor científico y desde cualquiera de las perspectivas disciplinarias contribuyen al conocimiento teórico y empírico en esta temática. Se publica dos veces al año. Las opiniones expresadas en los trabajos firmados son de la responsabilidad de sus autores. Los trabajos que aparecen en esta revista pueden reproducirse siempre que se mencione la fuente, excepto cuando se trate de reproducción con fines comerciales; en este caso, se requerirá autorización por escrito.
XALAPA, ENERO-JUNIO DE 2007
ARTÍCULOS
Naú Cessa Figueroa
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina.
Juvenal Rojas Merced
La creación de valor: el verdadero objetivo empresarial
Efraín Aburto Martínez
El debe y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable?
Hilario Barcelata Chávez
Desarrollo, pobreza y libertad
Benjamín Sigüenza Salcedo
El municipio: base del desarrollo regional
Martha E. Lajud Neme
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
AD TEXTUS
Rafael Landgrave Becerril
El capital humano y la misión de las Instituciones de Educación Superior
3
13
27
35
49
63
79
El político piensa en la próxima elección;
el estadista, en la próxima generación.
OTTO VON BISMARCK
RESUMEN
En este artículo se sostiene que las reformas económi-
cas ortodoxas de primera y segunda generación de las
últimas dos décadas no son suficientes para sustentar
las necesarias reformas estructurales y las recomenda-
ciones recientemente planteadas por la Agenda de
Barcelona. Ante la informalidad política y económica,
donde el mercado es el sujeto dominante, y en un con-
texto donde predominan la incertidumbre y el caos, se
requiere la reinvención de la política y la reactivación de
la participación social en las decisiones de gobierno.
ABSTRACT
In this paper it is maintained that the orthodox economic
reforms of first and second generation of last the two
decades they are not sufficient to sustain to the neces-
sary structural reforms and the recommendations
recently propose by the Agenda of Barcelona. Before the
political and economic unreliability, where the market is
the dominant subject, and in a context where the uncer-
tainty and the chaos predominate, one requires the rein-
vention of the policy and the reactivation of the social
participation in the government decisions.
Introducción
Tras dos décadas de democratización y más de una déca-
da de reformas económicas de corte neoliberal, las demo-
cracias nacientes en América Latina siguen confrontando
una serie de desafíos para, de manera simultánea, con-
solidar la democracia y profundizar las reformas económi-
cas. Este ensayo pretende mostrar, con base en las opi-
niones de destacados especialistas, que las reformas
económicas ortodoxas llamadas de “primera generación”
de finales de la década de 1980 y principios de la de 1990,
no son suficientes para sustentar el proceso reformador e
iniciar las reformas estructurales de “segunda generación”
3
Reformas estructuralesy gobernabilidad en
América Latina
Naú Cessa Figueroa*
* Economista. Egresado del Programa de Doctorado en
Administración Pública del Instituto de Administración
Pública-Veracruz.
y las recomendaciones recientemente planteadas por la
Agenda de Barcelona 2004.
Se plantea también la necesidad de profundizar en
la reforma del Estado, pues la consolidación de la
democracia y de las reformas económicas exige cam-
bios sustanciales no sólo en la estructura institucional,
sino también en los estilos de gobierno, mediante un
nuevo espacio político producto de una nueva relación
de los actores políticos. Ante la informalidad política y
económica, donde el mercado es el sujeto dominante,
y en un contexto donde predominan la incertidumbre y
el caos, se requiere la reinvención de la política y la
reactivación de la participación social en las decisio-
nes de gobierno.
1. El Consenso de Washington
Las reformas del Consenso de Washington deben su
nombre al economista inglés John Williamson. En
noviembre de 1989 el Instituto de Economía
Internacional convocó en Washington a un foro sobre
“El Ajuste en América Latina: ¿Cuánto ha sucedido?”,
con el propósito de analizar tanto los efectos de las
políticas de ajuste aplicadas como las actitudes nacio-
nales con relación a las reformas implicadas. Además
del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), participaron también el Fondo
Monetario Internacional (FMI), la Reserva Federal,
miembros del Congreso de los Estados Unidos de
América interesados en temas latinoamericanos, altos
ejecutivos de las agencias económicas del gobierno
de los Estados Unidos de América (EUA), académicos
y funcionarios de países de América Latina.1
Los resultados y coincidencias de este encuentro
fueron sintetizados y publicados por John Williamson,
uno de los promotores del foro, en un artículo que con-
tiene un catálogo de reformas de política económica
consideradas necesarias para América Latina en ese
momento. Esta agenda de reformas denominadas el
Consenso de Washington, conocidas también como
“reformas de primera generación”, “reformas neolibe-
rales” o “reformas fundamentalistas de mercado”,
difundían la ideología de libre mercado impulsada
durante los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret
Thatcher, considerados como pioneros de estas
reformas.
Las ideas derivadas del Consenso de Washington
tuvieron gran influencia en las reformas económicas
llevadas a cabo en muchos países. Sin embargo, la
forma en que cada país interpretó e implementó las
recomendaciones tuvo variantes. A pesar de estas
diferencias, durante la década de los 90 las políticas
económicas de los países latinoamericanos estuvieron
marcadas por la necesidad de iniciar y fortalecer la
liberalización comercial.
Otras políticas se orientaron hacia el control de la
inflación y la reducción del tamaño del gobierno, el
déficit presupuestario y el déficit de cuenta corriente,
así como a facilitar los procesos de privatización y de
reforma financiera. Este giro en la concepción del
desarrollo ocurrió precisamente en el contexto de una
crisis generalizada, producto del colapso del modelo
seguido hasta entonces, que impulsó a los países lati-
noamericanos hacia la primera generación de refor-
mas de manera casi simultánea. Chile es la excepción,
pues desde 1974 había puesto en marcha algunas de
las reformas señaladas, sin el éxito esperado.
En general, las reformas dieron prioridad a los
aspectos económicos, a través de un proceso de aper-
tura y estabilización económica y financiera, dejando
en segundo término a los aspectos sociales y políticos.
Presumían que una vez logrado el éxito económico se
tendría un efecto de arrastre hacia el desarrollo políti-
co y social, lo que lamentablemente no ocurrió. Estas
reformas fueron consideradas de fácil aplicación por el
4
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina
1 Larrain, Max (2001). Análisis Crítico del Consenso de
Washington. Disponible en: http://members.tripod.com
precio social que iban a generar y por su escasa com-
plejidad para lograr el objetivo estratégico fijado de
hacer posible una economía de mercado. En lo políti-
co se pretendía que el mercado debería liberarse de la
tutela del Estado y así adquirir la autonomía que le
permitiría asumir la lógica de su funcionamiento poste-
rior, para encauzar el crecimiento, el desarrollo y tomar
decisiones para hacer frente a los problemas
globales.2
En resumen, las llamadas reformas de primera
generación se orientaron a la apertura y estabilización
económica como respuesta al proceso de globaliza-
ción económica y financiera, dando prioridad a los
aspectos económicos y dejando en segundo término
los políticos y sociales.
El Consenso de Washington ha sido sometido a
una fuerte revisión crítica que va desde cuestionar su
denominación, pues no se trató de un consenso sino
de políticas impuestas y establecidas por un selecto
grupo de actores que coincidían en sus opiniones. La
mayoría de las críticas se orientan hacia las reformas
de carácter económico, cuestionando el contenido
mismo de las medidas propuestas, por ser insuficien-
tes o por haberse interpretado ideológicamente. El
mismo J. Williamson reconoce los decepcionantes
resultados obtenidos en América Latina3. Prueba de
ello son los logros poco satisfactorios en materia de
crecimiento, equidad y estabilidad macroeconómica.
Entre 1990 y 2002, el producto interno bruto (PIB) lati-
noamericano mostró un crecimiento promedio de ape-
nas 2.4% anual; el número de pobres se incrementó
en 20 millones desde 1997; los niveles de inversión
son inferiores a los de los años 60; profundas crisis
financieras y entornos recesivos e inciertos, acompa-
ñados por niveles de desempleo históricamente altos.
El resultado es frustrante en términos de crecimiento
económico, generación de empleo y reducción de la
pobreza.
A favor, Williamson apunta el significativo progreso
hacia la transparencia y rendición de cuentas. Se jus-
tifica al decir que los países adoptaron las reformas
como una ideología y que se entendió como una polí-
tica económica que pretendía marcar la agenda global,
cuando únicamente iba dirigida a América Latina. Que
hubo crisis financieras y económicas muy severas
–como la mexicana y la argentina– que no se contem-
pló en las reformas el mercado de trabajo, y que se
careció de una adecuada administración fiscal de los
superávit que permitieran compensar los déficit de los
malos tiempos.4
Uno de los críticos más severos es Joseph E.
Stiglitz, quien sintetiza en tres puntos las deficiencias
de estas reformas: en primer término, dice, aumenta-
ron la exposición de los países al riesgo, sin acrecen-
tar o tomar en cuenta su capacidad de enfrentarlo; por
otra parte, las reformas macroeconómicas no fueron
equilibradas porque daban demasiada importancia a la
lucha contra la inflación y no atendían la lucha contra
el desempleo y la promoción del crecimiento; y final-
mente sostiene que las reformas impulsaron la privati-
zación y el fortalecimiento del sector privado, pero
dieron poca importancia al mejoramiento del sector
público y no mantuvieron el equilibrio adecuado entre
el Estado y el mercado. Las reformas de primera gene-
ración, afirma, fueron incompletas y no dieron impor-
5
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 3-12
2 Cabrera Jiménez, Edgar (2004). Estado, Gobernabilidad y
Análisis de Riesgo. Apuntes de clase del Doctorado en
Administración Pública, IAP-Veracruz, Xalapa, Ver.
3 Williamson, John y Pedro Pablo Kuczynsky (2003).
Después del Consenso de Washington: Reiniciando el
Crecimiento y las Reformas en América Latina. Instituto de
Economía Internacional, Washington, DC.
4 Ffrench-Davis, Ricardo (2003). “Comentario al Libro
Después del Consenso de Washington: Reiniciando el
Crecimiento y las Reformas en América Latina”, en
Revista Economía Chilena, vol. 6, núm. 2, agosto,
pp. 100-101.
tancia a aspectos como el ritmo y la secuencia de los
cambios, además de basarse en un concepto erróneo
de lo que hacía funcionar a una economía de mercado
y en un análisis no acertado de la función que le
correspondía al gobierno.5
Para Stiglitz, las políticas del Consenso de
Washington perseguían como objetivo prácticamente
único, la reducción del papel del Estado, al conside-
rarlo como parte del problema del desarrollo y se cen-
traban en la eficiencia económica, con la esperanza de
que los demás problemas sociales se resolvieran en
algún otro contexto; por ello, dice, es de imperiosa
necesidad hacer la reforma de las reformas que cen-
tren sus objetivos en el desarrollo democrático, equita-
tivo y sostenible. En opinión de Stiglitz, los fracasos
son más que contundentes, y ofrece algunas cifras: el
crecimiento medio anual del PIB en América Latina en
el periodo 1970-1980 fue de 5.86%, en tanto que en
1980-1990 fue de 1.18%, y para 1990-2001 de 3.05%.
La proporción de personas que viven en la pobreza
creció de 15.3% en 1987 a 15.6% en 1998, afirmando
que las reformas fueron en sí mismas la causa directa
del aumento de pobreza, y citando como ejemplo el
hecho de obligar a los agricultores pobres a competir
con la agricultura subsidiada estadounidense, situa-
ción que disminuyó los ingresos de los agricultores
más pobres de la región. Éstas, dice, son las conse-
cuencias de que América Latina sea el alumno más
aplicado del Consenso de Washington, al seguir con
convicción y entusiasmo sus recomendaciones,
enfrentándose ahora al estancamiento, a elevados
porcentajes de pobreza y desempleo, y sin subsidios.6
Como hechos positivos de las reformas, Stiglitz
sostiene que en algunos países han ocurrido mejoras
notables en la educación, en otros se dieron importan-
tes avances en el sector salud, así como cambios ins-
titucionales significativos que van desde un adecuado
control de los gastos del Estado hasta la creación de
bancos centrales que operan con credibilidad y auto-
nomía. Destaca también el establecimiento y funcio-
namiento adecuado del mercado de capitales, el
aumento de la eficiencia y la rendición de cuentas en
el sector público, y las medidas de descentralización
que ampliaron la capacidad de respuesta del gobierno
a las demandas de la sociedad.7
Las consecuencias para América Latina, en la apli-
cación de estas reformas, son que dejan en la socie-
dad una sensación de desencanto, de pérdida de
energía al no cumplirse las expectativas de crecimien-
to, al elevarse el desempleo y los niveles de pobreza.
Incluso se pone en tela de juicio la confianza en la
democracia. En un informe reciente sobre la democra-
cia en América Latina, del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), se menciona que en
2002, 54.7% de los latinoamericanos prefería un régi-
men autoritario a uno democrático, si con ello se
resuelve o mejora su situación económica.8
Ante el desconcierto social y agotamiento de la
democracia, la sociedad se ha vuelto hostil; al no crecer
con las expectativas necesarias se afecta el desarrollo
de los individuos y por lo tanto su calidad de vida. Hay
desconcierto y no se sabe qué hacer, por lo que es nece-
sario buscar el equilibrio entre la función del gobierno y
la del mercado, situación hoy no resuelta dada la com-
plejidad de hacer compatibles a la democracia por su
carácter incluyente con un mercado excluyente.
6
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina
5 Stiglitz, Joseph, E. (2003). “El rumbo de las reformas.
Hacia una nueva agenda para América Latina”, en Revista
de la CEPAL, núm. 80, Santiago, agosto, p. 9.
6 Stiglitz, Joseph, E. (2004). Los felices 90. La semilla de la
destrucción, Taurus, México, pp. 63 y 276.
7 Stiglitz (2003). p. 15.
8 PNUD (2004). La democracia en América Latina: Hacia
una democracia de ciudadanos y ciudadanas, Boletín de
Prensa, Perú, abril. Disponible en http://www.pnud.org.pe
Bajo estas premisas, el gobierno adquiere autono-
mía y se separa de los problemas económicos, políti-
cos y sociales, transformándose a la vez en un gobier-
no responsable e irresponsable, pues funciona sobre
la lógica de que para todo hay un mercado que opera
de manera eficiente, realista, con disciplina; es decir,
productivo y competitivo. En este sentido, todo gira en
torno al mercado, transformando también los concep-
tos de justicia, libertad e independencia. Bajo este cri-
terio la libertad está dada por la posibilidad de enfren-
tarse al mercado en las condiciones dadas y vigentes;
por lo tanto la democracia ya no tiene contenido políti-
co al estar definida por el mercado. Surge entonces la
opinión pública como garante de la legitimidad, situa-
ción que se explica por el auge actual de la aplicación
de encuestas.9
2. Las reformas de segunda generación
En un contexto donde la estabilidad macroeconómica
y las políticas de apertura de los mercados son insufi-
cientes para resolver los problemas considerados
como tradicionales, en los países latinoamericanos,
fue necesario a mediados de los 90 revisar el
Consenso de Washington y establecer un nuevo
marco de reformas llamadas de “segunda generación”,
que reconocen la necesidad de definir la nueva agen-
da de reformas desde el marco de la política, donde es
fundamental estrechar y fortalecer los lazos entre el
Estado y la sociedad civil.
John Williamson y Pablo Kuczynzky, en su libro
Después del Consenso de Washington: Reiniciando el
Crecimiento y las Reformas en América Latina, afir-
man que es necesario completar las reformas liberali-
zadoras consideradas en la versión original del
Consenso de Washington, asegurándose de rectificar
las fallas. Recomiendan también que, dado que
América Latina ha sido golpeada en los años recientes
por una serie de crisis económicas, debe instrumen-
tarse una política fiscal anticíclica, esto es, implantan-
do restricciones en tiempos de auge y de grandes flu-
jos de capital, para acumular reservas y reducir las
presiones de deuda. Asimismo, se manifiestan a favor
de la adopción de un régimen cambiario con suficien-
te flexibilidad y de buscar el fortalecimiento del ahorro
interno. Sostienen, además, que es necesario afianzar
el desarrollo institucional para asegurar y proteger los
logros en materia financiera, judicial y educativa.
Proponen finalmente, por ser América Latina la región
que tiene la peor distribución del ingreso en el mundo,
trabajar arduamente en este sentido a través de una
adecuada política fiscal, educativa, crediticia y agraria,
en beneficio de los más pobres.10
La segunda generación de reformas parte de reco-
nocer las lecciones y fallas de las anteriores y tiene
como finalidad reconstruir el aparato estatal y fortale-
cer las instituciones gubernamentales, a partir de una
nueva concepción del papel del Estado. Así, fue evi-
dente que la debilidad institucional de los estados lati-
noamericanos constituía un cuello de botella insalva-
ble para lograr las transformaciones deseadas.
Para Stiglitz estas reformas tienen entre sus obje-
tivos formular políticas económicas que reflejen un
mayor equilibrio entre los mercados y el Estado; supe-
rar el excesivo énfasis en la privatización e inflación
para atender más la creación de empleos y la creación
de nuevas empresas; y ubicar la agenda de reformas
económicas dentro de un contexto más amplio de la
transformación de la sociedad, donde la atención a
la reducción de la pobreza sea prioritaria.11
7
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 3-12
9 Cabrera Jiménez (2004). Op. cit.
10 Williamson, John (2003). Desde una Agenda de
Reformas. El Consenso de Washington y qué se debe
hacer, septiembre. Disponible en http://analítica.com/va
11 Stiglitz (2003). pp. 37-38.
Moisés Naím, exministro de industria y comercio
de Venezuela y a quien se le atribuye la denominación
de “reformas de segunda generación”, afirma que los
instrumentos típicos de esta etapa incluyen la reforma
de legislación y prácticas laborales; la reforma del ser-
vicio civil; la reestructuración del gobierno, especial-
mente en las áreas de índole social; la renovación del
sistema judicial; la actualización de las capacidades
regulatorias; la conversión y reestructuración sectorial;
las privatizaciones “complejas”; el desarrollo de la
capacidad de promoción de exportaciones; y la rees-
tructuración de las relaciones entre los diferentes nive-
les de gobierno. Entre los temas más importantes a
abordar por estas reformas se encuentran la redistri-
bución equitativa del ingreso, la lucha contra la pobre-
za y la corrupción, la mejora de la calidad educativa, la
seguridad, la justicia, la salud, el fortalecimiento del
sector agropecuario y el control de la gestión pública
por parte de la sociedad civil.12
En suma, las reformas contenidas en esta segun-
da fase describen un amplio y complejo temario de
reformas estructurales e incluyen la reforma del
Estado, el desarrollo institucional y el fortalecimiento
de la gobernabilidad.
2.1 La complejidad de las reformas
Las reformas de segunda generación son catalogadas
como complejas, al poner en el centro de la discusión
a la política, y se insertan en el largo plazo y en la
necesidad de pensar el futuro estratégicamente, par-
tiendo de entender el presente a partir del futuro. Es
decir, qué clase de país queremos para el 2020 a par-
tir de las condiciones actuales, y lo que implica ade-
cuar las condiciones del presente. Ello obliga a crear
un sistema de prioridades para distinguir lo urgente de
lo prioritario, así como dar orden y sentido a la gestión
del gobierno.
En esta perspectiva, la política se transforma en un
elemento central de las reformas institucionales. El
carácter intrínsecamente político de las reformas
requiere reinventar la política. Todo esto modifica la
esencia del estado, de la sociedad y del sistema polí-
tico nacional, así como le otorga la racionalidad que
exige el mercado. Por esta gran complejidad y por su
importancia social, estas reformas no pueden ser
abordadas centralizando las decisiones ni implemen-
tarse de manera vertical, por el contrario, necesitan del
consenso de los diferentes sectores involucrados en
cada una de las reformas, para garantizar su legitima-
ción y continuidad.
Así, la discusión y negociación serán elementos
fundamentales para determinar el grado de credibili-
dad de los programas de reforma, reemplazando la
discrecionalidad del poder ejecutivo por la participa-
ción de los demás poderes; implica desaparecer los
acuerdos no convencionales; es necesario también
distinguir los objetivos de gobierno con los objetivos
de Estado y redefinir las funciones de los poderes
ejecutivo, legislativo y judicial, así como las de los
gobiernos estatales y municipales, de tal manera que
permitan crear las condiciones de gobernabilidad
democrática.13
En este sentido, la consolidación simultánea de la
democracia y de las reformas económicas exige cam-
bios sustanciales, tanto en el diseño institucional del
Estado como de su estilo de gobierno. Por ello, las lla-
madas reformas de segunda generación serán facti-
bles políticamente y lograrán los resultados esperados
si se instrumentan por gobiernos legítimos con ade-
cuadas regulaciones económicas, con participación
8
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina
12 Naím, Moisés (1994). “América Latina: La Segunda
Etapa de Reformas”, Journal of Democracy. Disponible
en http://www.iadb.org 13 Cabrera Jiménez (2004). Op. cit.
activa de la sociedad y con una administración pública
eficiente y honesta; es decir, en condiciones de gober-
nabilidad.
Es necesario además que los organismos finan-
cieros internacionales y los países desarrollados estén
conscientes de que para establecer políticas de desa-
rrollo, es necesario conocer también las estructuras
sociales, políticas y culturales de los países destinata-
rios de esas políticas.
2.2 Algunas críticas
Por su complejidad y por estar actualmente en proce-
so de análisis y discusión la implementación de las
reformas de segunda generación, no es posible esta-
blecer una valoración detallada de las mismas. En
América Latina, el énfasis sigue puesto en la eficiencia
del Estado y la efectividad de las políticas públicas,
más que sobre la legitimidad del Estado y la capacidad
de respuesta de las políticas públicas a las demandas
ciudadanas. Los esfuerzos están ahora dirigidos a
lograr un sector público más eficiente y eficaz.
Algunos analistas se han enfocado a la forma más
que al fondo del problema. Por ejemplo, para José
Antonio Ocampo, exsecretario ejecutivo de la CEPAL y
economista-jefe de Naciones Unidas, las reformas insti-
tucionales debieron haber sido el punto de partida del
proceso, es decir, que las reformas de segunda genera-
ción debieron implementarse antes que las del Consenso
de Washington. Sugiere que en lugar de preocuparse por
hacer más privatizaciones, se debería trabajar e investi-
gar cómo operar con eficiencia las empresas públicas, y
cómo se podrían tener bancos estatales bien administra-
dos, especialmente los bancos de desarrollo.
3. La Agenda del Desarrollo de Barcelona 2004
El planteamiento más reciente relacionado con las
reformas estructurales se discutió y analizó en el lla-
mado diálogo “Del Consenso de Washington a una
Nueva Gobernanza Global”, celebrado en Barcelona el
24 y 25 de septiembre de 2004, que concluyó con la
redacción de un documento denominado “Agenda del
Desarrollo de Barcelona”, el cual incluye siete puntos
o lecciones catalogadas como prioridades para la
reforma y para hacer frente a los efectos de la globali-
zación.
En principio, la Agenda de Barcelona distingue tres
tendencias alentadoras o positivas a nivel mundial:
a) los avances en materia de derechos humanos, demo-
cracia y estado de derecho en los países en vías de
desarrollo; b) el despegue del crecimiento en varios paí-
ses con potencial para sacar de la pobreza a millones
de personas (India y China, por ejemplo); y c) el cre-
ciente reconocimiento de la importancia de la estabili-
dad macroeconómica, citando como ejemplo el caso de
la reducción drástica de los niveles de inflación en
América Latina, históricamente propensa a la inflación.
Asimismo, identifica como sus principales preocupacio-
nes: la recurrencia y severidad de las crisis financieras
en los países en vías de desarrollo; el mediocre éxito de
las políticas económicas y financieras para el logro de
un crecimiento económico sostenido; y el empeora-
miento en materia de distribución del ingreso y la rique-
za en muchos países subdesarrollados.
Las siete lecciones o prioridades identificadas por la
Agenda del Desarrollo de Barcelona son las siguientes:14
1. Para adoptar estrategias exitosas de desarrollo
es necesaria la calidad institucional, el respeto
por los derechos de propiedad y el derecho
legal, la orientación del mercado con un equili-
brio apropiado entre el mercado y el Estado, y
una atención a la distribución de la renta.
9
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 3-12
14 Conclusiones del Diálogo “Del Consenso de Washington
a una Nueva Gobernanza Global”, Forum de Barcelona
2004. Disponible en http://media.barcelona2004.org.es
2. Perseguir políticas financieras, monetarias, fis-
cales y prudentes en cuanto a la deuda, y cons-
truir las instituciones para hacer políticas anticí-
clicas factibles.
3. No hay un sólo sistema de políticas que garan-
tice un crecimiento sostenido, por lo que los paí-
ses deberían experimentar con políticas ade-
cuadas a sus circunstancias específicas, y las
organizaciones de préstamos y agencias inter-
nacionales de ayuda deberían impulsar tal
experimentación.
4. Las negociaciones comerciales multilaterales
deberán promover el desarrollo, eliminando el
obstáculo que representa el proteccionismo
agrícola y textil de los países desarrollados.
5. Los arreglos financieros internacionales no
están funcionando bien, pues los países pobres
siguen excluidos de los flujos financieros priva-
dos y los niveles oficiales de ayuda son esca-
sos, siendo prioridad que los países ricos y
pobres trabajen en ello.
6. La asimetría entre los movimientos de capital y
de mano de obra hacen necesario crear un sis-
tema de reglas y de instituciones internaciona-
les para dirigir los movimientos fronterizos de
personas, y para promover el uso de las reme-
sas de migrantes como fuente de financiamien-
to adicional.
7. El deterioro del medio ambiente necesita abor-
darse con políticas de desarrollo sostenible,
tanto a escala global como nacional.
En el citado foro, Stiglitz continuó criticando los proce-
sos de liberalización comercial y de globalización,
diciendo que han provocado una mayor interdepen-
dencia y que se necesita una acción colectiva, pues la
ausencia de un “gobierno global” acarrea problemas
como el calentamiento del planeta. Afirma que la glo-
balización económica ha ido más rápida que la políti-
ca, provocando un déficit democrático que se refleja
en el debilitamiento de las instituciones públicas glo-
bales. Reclama un cambio de los países más podero-
sos para que cooperen con los demás y les pide acep-
tar que la democracia implica asumir decisiones con
las que se puede no estar de acuerdo, haciendo alu-
sión a la actuación unilateral de los EUA en la guerra
contra Irak.
José Antonio Ocampo, economista-jefe de la ONU,
expuso que el gran reto es fomentar la democracia en
un ámbito de legalidad de las naciones-Estado y mejo-
rar la gobernabilidad global, cuyo problema principal
es la falta de coherencia entre las instituciones, cuyo
número debería simplificarse.15
Otras de las preocupaciones de los economistas
reunidos en el Foro Barcelona 2004, fueron la extrema
pobreza que padecen más de mil millones de perso-
nas y la “gran tragedia” que representa el SIDA y otras
epidemias. Finalmente, a manera de consuelo, men-
cionan que los “ciudadanos de los países en vías de
desarrollo están conscientes que el desarrollo es una
trayectoria larga y ardua” y que si los gobiernos se
orientan hacia ese punto, y los países desarrollados
reforman los arreglos internacionales que obstaculizan
esa trayectoria, todavía hay “motivos para la esperan-
za”.16 La cuestión crucial aquí consiste en preguntar-
se: ¿hasta qué punto los países desarrollados están
dispuestos a colaborar en esta dirección?
Este contexto de mayor protagonismo del mercado
y la creciente exposición de las economías al exterior,
así como los cambios tecnológicos, sociales y políticos
que configuran sociedades con nuevas y distintas for-
mas de funcionamiento, obliga a pensar también en un
Estado que cumpla con los nuevos roles acordes a la
realidad. En este sentido, se reconoce la necesidad de
10
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina
15 Idem.
16 Idem.
reintegrar y rehabilitar lo político en el debate acerca
de la reforma del Estado, donde la política sea el vec-
tor de cambio y desarrollo humano integral y
sostenible.
Conclusiones
En esta breve descripción de las reformas estructura-
les que se están implementando en América Latina, de
sus resultados y críticas, y de sus implicaciones en el
funcionamiento del Estado y en la gobernabilidad,
surge la reflexión acerca de si el Estado se ha adapta-
do del todo a esta nueva realidad, donde el desorden
y la incertidumbre son quizás el problema principal. El
gobierno carece de los mecanismos para administrar
este desorden, en el que predomina la informalidad
económica y política, y donde el mercado es el sujeto
dominante al definir el comportamiento social, econó-
mico y político.
Otra reflexión que se desprende es que la transi-
ción también requiere ser administrada y que deman-
da la redefinición de las funciones del Estado, donde
la política retome el espacio perdido ante la economía
como resultado de la aplicación de las políticas del
Consenso de Washington, obligando a los países lati-
noamericanos a tener una gestión política exitosa para
salir airosos de la situación actual en la que predomi-
na la informalidad política. Un ejemplo es lo que
actualmente vive el sistema político mexicano, donde
la ingobernabilidad se hace cada vez más presente.
Por ende, es necesario construir una serie de ins-
tituciones que hagan funcionar a la democracia. Si
bien es cierto que la política por sí sola no resolverá
todo, sin la política nada puede funcionar. No puede
iniciarse la reconstrucción nacional sin antes estable-
cer los acuerdos sobre lo que queremos. Para esto
sirve la política y la democracia. Sin embargo, ningún
sistema político es mejor que los hombres que lo inte-
gran, por ello hoy se habla de que la reforma más
importante es la mentalidad de muchos de los actores
políticos. Se dice también que la más importante fun-
ción del sistema político mexicano, en este naciente
siglo XXI, es dotarlo de una gobernabilidad democráti-
ca, que sea lo suficientemente amplia para dar cabida
a las demás reformas en un clima de estabilidad; que
sea abierta para no dejar fuera a ninguno de los acto-
res; y que sea lo suficientemente legítima para lograr
una inserción más favorable a este mundo en cons-
tante cambio.
Para construir un nuevo proyecto de país con
miras al futuro, es necesario hacerlo bajo la premisa
de la ley, la libertad, las instituciones y la democracia,
con el propósito de alcanzar los fines de la igualdad y
la justicia social. Nuestro proyecto de país debe tener
la característica de ser políticamente sustentable y for-
mar un sistema a la altura de nuestros ideales.
La globalización es irreversible, es un nuevo siste-
ma mundial que ha cambiado la forma de generar
riqueza, de gobernarnos y de relacionarnos; con ella,
los procesos de reformas estructurales son incuestio-
nables, pero sus implicaciones funcionales van más
allá de un simple trabajo de gabinete. Y aunque el
énfasis se ha centrado en la globalización económica,
también hay cambios vitales en la esfera política y
social que determinarán el futuro. Ante la falta de ins-
tituciones adecuadas, la globalización está demostran-
do ser una fuerza desintegradora.
Es alentador que se hable de la necesidad de una
globalización con un rostro más humano, que se con-
templen los valores culturales y de identidad y preser-
vación de las tradiciones, así como del cuidado del
medio ambiente. El reto es enorme y hay que enfren-
tarlo de inmediato. Urgen estadistas en los gobiernos
latinoamericanos.
11
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 3-12
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12
Reformas estructurales y gobernabilidad en América Latina
RESUMEN
El objetivo tradicional de beneficios máximos para la
empresa no considera elementos inherentes esenciales
en la actividad económica, como es el caso del riesgo.
Esto ha modificado la concepción acerca del objetivo
primordial de las empresas y ha incorporado el de la cre-
ación de valor, al punto de constituirse como el verda-
dero y nuevo objetivo de las empresas. Se presentan
aquí los métodos más importantes para medir la crea-
ción de valor.
ABSTRACT
The traditional objective of maximum benefits for the
company does not consider essential inherent elements
in the economic activity, as it is the case of the risk. This
has modified the conception about the fundamental
objective of the companies, and has incorporated the
one of the value creation, to the point to constitute itself
like the true and new objective of the companies. The
methods most important appear here to measure the
value creation.
Introducción
Tradicionalmente el análisis empresarial ha otorgado
gran importancia, dentro de su análisis de valoración de
empresas, a los ratios o razones financieras, como es el
caso del nivel de liquidez, de endeudamiento, rotación
de cuentas, nivel de apalancamiento u otros indicado-
res. Dichos indicadores o ratios se basan en los regis-
tros contables de las empresas y ganaron gran popula-
ridad por mucho tiempo, la clave fue su facilidad de cál-
culo y análisis, además de la disponibilidad de la infor-
mación que se requiere para su cálculo.
Sin embargo, los cuestionamientos sobre la situa-
ción real de la empresa se han ido multiplicando día tras
día, constituyéndose como la base de la búsqueda de
nuevos indicadores o alternativas de medición. Con ello
se logró tener una base más amplia de indicadores que
permitirían realizar una mejor evaluación del comporta-
miento de una empresa, sin embargo, tal parecería que
lo que realmente hicieron fue obstaculizar la toma de
decisiones por parte de la gerencia, la causa fue la
generación de una enorme confusión al intentar lograr
y/o definir la metodología, indicador o ratio más idóneo
para lograr su objetivo.
Parecería claro que los inversionistas estarían satis-
fechos con los resultados de la empresa, mientras ésta
13
La creación del valor:el verdadero objetivo
empresarial
Juvenal Rojas Merced*
* Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad
Autónoma del Estado de México.
muestre una rentabilidad positiva, es decir, que se
obtengan beneficios positivos, sin embargo, no todas
la empresas que año tras año mejoran sus resultados
(en cuanto a niveles de utilidad o beneficios) resultan
ser atractivas para los accionistas al momento de deci-
dir dónde invertir, y que por alguna razón el análisis
financiero no es capaz de explicar y dar respuesta a
este comportamiento.
Este último hecho ha originado que se busquen
nuevas alternativas, métodos, metodologías o indica-
dores que permitan de cierta manera vincular el
desempeño financiero de la empresa con la perspecti-
va que tiene el empresario de la misma dentro del mer-
cado bursátil, esto es, se trató de buscar dentro de los
resultados operativos (contables) de la propia compa-
ñía, una explicación al comportamiento del dirigente
de la empresa, lo que es conocido como gerencia
basada en el valor, donde el objetivo a seguir es la
maximización del valor para el accionista y no la gene-
ración de beneficios.
Todo ello debido a que tradicionalmente la teoría
económica ha establecido que la empresa y el inversio-
nista, dentro de la gama de posibilidades que se tiene, el
objetivo primordial es el de maximizar su beneficio,
entendiendo éste como la diferencia entre el ingreso total
y el costo total derivado de la actividad económica, sin
embargo, se establece que la obtención de rendimientos
positivos o beneficios no es más que una fría remunera-
ción al final del periodo de operaciones, constituyendo
únicamente un elemento en la cadena productiva del
país, estableciéndose como un aliciente para los inver-
sionistas en recompensa a la confianza que tuvieron en
el mercado –ya sea accionario, de dinero, de derivados,
etc.– y específicamente en la empresa.
1. La empresa
La empresa es uno de los agentes económicos dentro
de la economía, surge para atender las necesidades
de la sociedad, creando satisfactores a cambio de una
retribución que compensará el riesgo, los esfuerzos y
las inversiones de los empresarios. La empresa a tra-
vés de la utilización de factores como el capital y el tra-
bajo producen bienes o servicios, tendientes a la satis-
facción de las necesidades de la sociedad.
El principal objetivo de la empresa es el de acre-
centar al máximo el valor de sus accionistas. El valor
está representado por el precio de mercado de las
acciones comunes de la compañía, el cual, a su vez,
es un reflejo de las decisiones de ella relacionadas con
la inversión, el financiamiento y los dividendos.1
2. Papel de la empresa en la Economía
Las empresas compiten, no sólo en los mercados
comerciales, en cuanto a calidad y precio de sus pro-
ductos y servicios. También compiten por capital nece-
sario para financiar sus proyectos y planes de creci-
miento o expansión de los mismos. Se ha llegado a
considerar a la empresa como una ventana que per-
mite a los demás países observar el desempeño
comercial y la competitividad del país, en el que las
corporaciones residen.
Es por ello que se debe tener en cuenta que si una
empresa funciona adecuadamente generando o
creando beneficios para sus inversionistas va a gene-
rar un círculo virtuoso entre inversión, productividad,
empleo y creación de valor para el accionista. Esto últi-
mo se traduce en un mayor ingreso disponible para
cada una de las personas que la conforman y mayores
oportunidades de crecimiento para las empresas de
toda la economía, dando como consecuencia mejores
resultados en el entorno económico de los países
(Gráfica 1)
14
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
1 Van Horne, James (2000). Administración Financiera.
México. Ed. Prentice Hall, p. 6.
No obstante, puede establecerse que el principal
beneficio que representa una empresa que opera ade-
cuadamente es el hecho de ser un agente generador
de empleo, satisfactor de una necesidad vital para los
individuos, pasando así, a segundo término, el tamaño
de la corporación y el sector en el que se ubique.
Es por esto que es indispensable que todos y cada
uno de los esfuerzos por parte de las entidades
empresariales, sean gubernamentales o privadas, se
aboquen a la consolidación de una empresa sana y
competitiva y en general a un sistema empresarial que
involucre a todos sus participantes de una forma
importante, para que de esta forma no solo la empre-
sa, sino el país, pueda ser reconocido como una alter-
nativa de inversión atractiva, y que sumados a dicho
esfuerzo completen el círculo de productividad que
compensará con rendimientos la confianza depositada
en los mercados.
3. Importancia de valorar una empresa
Para lograr el reconocimiento de la empresa por
parte de los inversionistas es necesario realizar una
valoración o valuación de las empresas y de esta
forma determinar no solo la posición de la empresa
en el mercado, sino también la fortaleza económica y
financiera que presenta para hacer frente a la com-
petencia.
Tradicionalmente, muchos han sido los motivos
que han originado que una empresa esté interesada
en conocer su valor. Estos motivos pueden ser de
orden externo o interno a la empresa, como es el caso
de las recomposiciones de estructuras accionarias,
ampliaciones de capital o, simplemente, para que los
accionistas conozcan el valor patrimonial de su enti-
dad. Estos motivos son ilustrados en la Tabla 1.
15
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
Gráfica 1
Beneficio a largo plazo para la Economía (basado en un estudio de 20 países y 2760 empresas)
FUENTE: Mckinsey, “El Riesgoso Desafío de Crear Riqueza en la Argentina: Las Empresas que Destruyen Valor”, enMercado, noviembre, 2000, Buenos Aires.
Efecto Multiplicador
Mejores Ingresosdisponiblespara
el consumo.
Mejor ROEMejor desempeño
del empleo
Mejores Oportunidadesde Crecimiento
para las empresas
Existe un importante Efecto Multiplicador entre lacreación de Valor para los accionistas, la generaciónde empleo y el desarrollo económico a largo plazo
Mayor Valorpara losaccionistasimplica:-Aumento en elempleo
-CrecimientoEconómico
Mayor UtilidadEconómica
María Elizabeth Ibarra Mendoza establece que, inter-
namente, una empresa podría ser valuada para cono-
cer el patrimonio real, para un reacomodo del capital y,
por tanto, ampliación del mismo por medios internos.
También para reestructurar las participaciones porcen-
tuales de los socios, para determinar la conveniencia o
no, de repartir dividendos y, en su caso, determinar el
importe por acción de los mismos.
Por otro lado, establece que también existen moti-
vos legales derivados de demandas en proceso y/o
probables. O bien, para emitir instrumentos de deuda
en el mercado bursátil, conocer la capacidad real de
endeudamiento, o simplemente para una actualiza-
ción.
Los motivos externos no son menos variados, pero
pueden estar básicamente relacionados con la venta
total o parcial de una empresa, las fusiones y/o adqui-
siciones. (véase Tabla 2)
Como podremos darnos cuenta, los motivos para
valorar o valuar una empresa son muchos, pero pode-
mos establecer que todos ellos buscan determinar de
una u otra forma el valor de la empresa, sin embargo
esto no resulta fácil, toda vez que se trata de obtener
un valor justo. Por razones externas, es muy compli-
cado y no puede esperarse que al valorar una empre-
sa se determine un único precio final. Es innegable
que se obtendrán distintos valores, según el objetivo
que se persiga y el método que se utilice.
En general, los métodos de valoración han tendido
a clasificarse de acuerdo con las bases para el desa-
rrollo de la valuación. Esas bases pueden ser históri-
cas, futuras y combinadas.
Pablo Fernández ha establecido que, en algunos
casos se ha señalado que ante la inconveniencia que
presentan las valuaciones realizadas con bases históri-
cas, las cuales no muestran el valor de los intangibles y
la incertidumbre de los resultados que pudieran obte-
nerse en el futuro, usar métodos combinados resultaría
ser lo más conveniente. Sin embargo, algo que debe
tenerse en cuenta es que el método a utilizar depende-
rá de las características de la empresa que pretenda
valuarse y de los objetivos que se persiguen con la
16
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
INTERNOS EXTERNOSØ Ampliación de capital con medios
internos.Ø Ampliación de capital con medios
internos.Ø Actualización contable Ø Venta parcial o total.Ø Conocimiento de la capacidad de
endeudamientoØ Como referencia para otras empresas
del mismo giro.Ø Conocimiento del patrimonio real. Ø Fusiones y/o adquisiciones.Ø Emisión de deuda. Ø Privatización de empresas.Ø Herencia Ø Determinación de capacidad de pago.Ø Motivos legales. Ø La compra/venta de empresas.Ø Política de dividendos. Ø Liquidación de empresasØ Reacomodo de capital.Ø Reestructuración porcentual de la
participación de socios.
Ø La unión de dos o más empresas; yasea por liquidación de ambas paraformar una nueva o por absorción deuna de ellas.
Tabla 1
Motivos para valorar una empresa
FUENTE: María Elizabeth Ibarra Mendoza y Arturo Morales Castro (2004). “Cuánto vale mi empresa”, en Adminístrate hoy,
octubre.
valuación (internos o externos). Los aspectos que
caracterizan a los diversos métodos de valuación son:
a) Métodos estáticos. Su estudio se basa en el
presente del negocio, toma en cuenta única-
mente la situación pasada y presente de la
empresa, sin considerar las capacidades futu-
ras de la misma.
b) Métodos dinámicos. Valúan a las empresas de
acuerdo con las expectativas futuras del mismo.
El valor de un negocio se basará en la cuantifi-
cación de dos conceptos: el valor de sus activos
a precio de mercado y la estimación de los flu-
jos futuros de rentabilidad que el negocio sea
capaz de generar. Estos métodos de valoración
consideran a la empresa como un proyecto de
17
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
Tabla 2. Métodos de valuación de empresas
FUENTE: María Elizabeth Ibarra Mendoza y Arturo Morales Castro (2004). “Cuánto vale mi empresa”, en Adminístrate hoy,
octubre.
Estáticos a) Valor Nominal.b) Valor contable.c) Activo Neto Real.d) Valor Sustancial.e) Valor de Liquidación.f) Valor de Reposición.
Dinámicos g) Descuentos de flujos de caja libres.h) Descuentos de flujos disponibles para los accionistas.i) Descuentos de flujos de caja de capital.j) Adjusted Present Value.
Compuestos k) Valuación clásica.l) Mixto o Indirecto.m) De Stuttgart.n) Directo.o) Simplificado de la renta abreviada del crédito mercantil.p) De la Unión de Expertos Contables Europeos (UEC).
Por aplicación demúltiplos
q) Múltiplos de compañías comparables cotizadas.r) Múltiplos de flujos.s) Valor de mercado Bursátil .t) Múltiplos derivados de transacciones de compañías
comparables no cotizadas.Otros § De Opciones.
1. Método Binomial.2. Fórmula Black and Sholes.
§ De creación de valor.1. Valor Económico Agregado.2. Beneficio Económico.3. Valor de Mercado Añadido.4. Cash Value Added.5. Total Shareholder Return.6. Total Business Return.7. Cash Flow Return On Investment.
§ Basados en la cuenta de resultados.§ Rules of Tumb.
inversión, por lo que su valor es el resultado de
la actualización de los rendimientos que se
espera tener en el futuro.
c) Métodos compuestos. Se caracterizan por com-
binar y considerar tanto el presente como el
futuro de la empresa. Por un lado, realizan una
valuación estática de los activos de la empresa
y por otro, adicionan cierto dinamismo a la
valuación puesto que tratan de cuantificar el
valor que generará la empresa en el futuro. Esta
metodología tiene como objetivo obtener un
valor de la empresa a partir de la estimación del
valor en conjunto de su patrimonio más una
plusvalía resultante de sus beneficios futuros.
d) Otros métodos. Estos métodos son los que han
venido presentando un gran auge dentro de la
valuación de empresas. El objetivo se puede
definir bajo dos puntos de vista: el accionista y
la empresa. Los accionistas entienden que de
acuerdo con el grado de riesgo que representa
la inversión que están realizando, exigen un
retorno mínimo esperado. Para las empresas,
su papel es el de ofrecer la mayor utilidad posi-
ble y de manera constante.
Ahora bien, para lograr incrementar la utilidad y por
consiguiente su valor –el cual es uno de sus objetivos
primordiales–, las empresas basan sus estrategias en
tres grandes decisiones financieras:
1. La decisión de inversión: la cual relaciona los
criterios de la inversión de capital de la empresa
con el propósito de obtener beneficios futuros.
2. La decisión de financiamiento: trata sobre la
mezcla de capital que sustenta a los proyectos
de inversión.
3. La decisión de dividendos: que busca generar el
marco en donde se va a establecer la relación
económica entre los accionistas y la empresa
Es así como la utilidad establece el punto de equilibrio
entre las expectativas que los accionistas tienen y la
rentabilidad de la empresa, para de esta forma poder
afirmar que se está cumpliendo con el objetivo esta-
blecido.
Pero a todo esto, ¿qué es el valor?, el doctor
Alfonso A. Rojo, catedrático del Departamento de
Dirección y Gestión de Empresas de la Universidad de
Almería, sostiene que existen muchas interpretaciones
del valor, pero desde el punto de vista económico, el
valor es el grado de utilidad o satisfacción, en otras
palabras, es la capacidad que tienen las cosas para
satisfacer necesidades. En este sentido, el valor de
una empresa es el grado de utilidad que ésta propor-
ciona a sus usuarios o propietarios.2
Todo valor se transfiere de forma automática a
dinero, esto es, se expresa en dinero, pero esto no es
más que una convención para favorecer la transacción
de bienes y servicios, aunque la extensión de tal con-
vención ha dado lugar a que se suela confundir valor y
precio. En realidad, el valor es diferente del precio y
del costo de los bienes.
Ahora bien, puede darse el caso de que una
empresa tenga distinto valor para distintos comprado-
res, así como también puede tener distinto valor tanto
para el comprador como para el vendedor.3
Así, de acuerdo al doctor Rojo, un aspecto de
suma importancia y que debe destacarse es que el
valor no debe confundirse con el precio, el cual es la
cantidad a la que el vendedor y comprador acuerdan
realizar una operación de compra-venta de una
empresa, tal y como sucede en cualquier mercado. El
que exista una diferencia en el valor de una empresa
18
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
2 http://ciberconta.unizar.es/LECCION/valoremp/INICIO. HTML
La valoración de empresas, Alfonso A. Rojo Catedrático
del Departamento de Dirección y Gestión de Empresas
(Universidad de Almería) 2005.
3 Fernández, Pablo (2005). Valoración de Empresas,
Gestión 2000, Barcelona, 23 pp.
se puede explicar mediante múltiples razones entre las
cuales puede destacarse la marca.
De acuerdo con el punto de vista del comprador,
se trata del valor máximo que debería estar dispuesto
a pagar por lo que le aportará la empresa a adquirir;
desde el punto de vista del vendedor se trata de saber
cuál será el valor mínimo al que debería aceptar la
operación. Estas dos cifras son las que se confrontan
en una negociación en la cual finalmente se acuerda
un precio que está generalmente en algún punto inter-
medio entre ambas.
Al momento de establecer el valor de la empresa
se debe tomar en cuenta que en todo caso, el valor de
las cosas está asociado a dos elementos básicos:
1. La utilidad del bien que otorga a su poseedor (U).
2. El costo de obtención de dichos bienes (C).
Aunque sabemos que existe un elemento adicional
que influye en la determinación no solo del costo de
obtención, sino incluso en su disposición, el grado de
escasez de los bienes (E). Así pues, el valor (V) es una
función de todas estas variables:
En este caso, hay que recordar que la utilidad es un
concepto subjetivo o relativo, ya que su nivel depende
de una gran cantidad de factores bajo los cuales se
desarrolle la actividad, es por ello que se establece
que, el valor es un concepto relativo, sobre todo si
tenemos en cuenta que el propio costo de los bienes
puede ser relativo en función del momento en que se
determinan, así como de la escasez de los mismos.4
En otras palabras, el valor depende de lo que espera-
mos que ocurra en el futuro con el bien o servicio que
pretendamos valorar y de nuestras expectativas.
Sin embargo, aquí nos enfrentamos con otro pro-
blema y es que no conocemos con certeza lo que va a
ocurrir en el futuro, es así que cualquier valoración de
hechos futuros debe tomar en cuenta el factor riesgo,
elemento que no es considerado en metodologías o
indicadores de valuación anteriores a las de creación
de valor, mismo elemento que hace que las diferentes
metodologías de valoración sobre la creación de valor
sea diferente a las demás.
4. Metodologías de valoración basadas en la
creación de valor
Existen diferentes metodologías que buscan realizar
una evaluación de la empresa a través de la creación
de valor, cada una tomando como base diferentes
datos, entre las más conocidas y aceptadas tenemos
las siguientes:
Economic Value Added (EVA): Valor Económico
Agregado (VEA)5 es una metodología patentada por la
consultoría Stern Stewart & Co. Lo que buscó esta
consultoría fue eliminar las posibles deficiencias que
presentaban las anteriores metodologías. Su forma de
cálculo se realiza tomando como base el estado de
resultados y el balance general de una empresa y se
realiza mediante la siguiente fórmula:6
19
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
( ), ,V f U C E=
4 http://ciberconta.unizar.es/LECCION/valoremp/INICIO. HTML
La valoración de empresa, Alfonso A. Rojo, Catedrático del
Departamento de Dirección y Gestión de Empresas
(Universidad de Almería) 2005.
5 El término EVA ha sido acuñado por Stern Stewart & Co y
es un refinamiento del concepto de Economic Profit o
Beneficio Económico, Desarrollado por Alfred Marshall en
1890.
6 Oriol Amat (1999). EVA. Valor Económico Agregado. Un
nuevo enfoque para optimizar la gestión empresarial, moti-
var a los empleados y crear valor, Grupo Editorial Norma,
Barcelona.
Donde:
BONDI = Beneficios Operativos Netos Después de
Impuestos.
WACC = Costo de Capital (promedio del periodo t).
COI = Capital Operativo Invertido (Valor de los activos
al comienzo del ejercicio).
Y lo que representa es el remanente que se obtiene
después de haber cubierto el costo de dichos capitales.
Para su cálculo, este indicador abarca algunos de
los indicadores tradicionales, tal es el caso del ROE, a
través de la utilización del método del CAMP para reali-
zar la determinación del costo promedio del capital
(WACC). Además, en algunas ocasiones se utiliza al ROI
en sustitución del BONDI para realizar el cálculo del
EVA.
Por otra parte, el EVA va acompañado de un méto-
do de valuación de empresas conocido como Valor
Económico Agregado (MVA), que permite evaluar el
comportamiento a futuro de la empresa, para ello este
indicador considera proyectar los flujos monetarios
para determinar el comportamiento y posteriormente,
a través del Valor Presente determinar su comporta-
miento y su verdadero valor.
El EVA presenta algunas ventajas adicionales
como considerar el costo de capital de financiar los
activos que generan el resultado operativo, porque
incorpora el costo de los recursos propios (Ke), agre-
gando también el “factor riesgo” derivado de toda
inversión, al incluir dentro del cálculo de la rentabilidad
exigida (Ke) la prima de riesgo.
La metodología del EVA mezcla conceptos conta-
bles (BONDI) con un concepto de mercado (Costo
Promedio Ponderado del Capital, WACC).
Cash Value Added7. El Boston Consulting Group pro-
pone el Cash Value Added (CVA), como alternativa al
EVA. La forma de calcular el CVA es: al BAIDT se le suma
la amortización contable (AM), se le resta la amortiza-
ción económica (AE) y el costo de los recursos utiliza-
dos (inversión inicial multiplicada por el coste prome-
dio ponderado de los recursos).
Es decir:
La amortización económica (AE) es la anualidad que
capitalizada al costo de los recursos (WACC) acumula-
rá el valor de los activos al final de la vida útil de los
mismos. La amortización económica de unos activos
fijos (AF) que se amortizan en T años es:
Total Shareholder Return8 (TSR): Mide la riqueza
generada en un ejercicio para el accionista en térmi-
nos del aumento del valor de las acciones, más divi-
dendos en relación con el valor de mercado al inicio
del periodo. El TSR es un término de la Boston
Consulting Group.
El TSR puede expresarse en términos de la tasa de
retorno anualizada, de la siguiente forma:
Donde:
OIN 9 = Otros ingresos netos.
Pt = Precio de la acción al final del periodo.
Pt-1 = Precio de la acción al final del periodo anterior.
20
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
( )EVA BONDI WACC COI= − ∗
7 Fernández (2005). Op. cit., p. 452.
8 Altair, Consultores en Finanzas Corporativas (2003).
Estrategias y medición de valor para el accionista, p. 46.
9 Tales como: dividendos, desembolsos por ampliación de
capital, otros pagos a los accionistas (reducciones de
nómina, amortización de acciones), conversión de obliga-
ciones convertibles.
WACCDEvcAEAMBAIDTCVA ttt )( 00 +−−+=
1)1())((
−+= TWACC
WACCAFAE
1
1 )(
−
− +−=
t
tt
POINPP
TSR
O como el rendimiento total durante el periodo de
tenencia de las acciones:
Donde:
Pt = Precio de la acción al final del periodo.
Pt-1 = Precio de la acción al final del periodo anterior.
VD = Valor de los dividendos reinvertidos.
Así, el TSR también puede calcularse como el retorno
que un inversor recibe de una acción si reinvirtiera los
dividendos durante el tiempo que mantiene las accio-
nes. De esta forma, el TSR mide el beneficio económi-
co que un accionista recibe durante un periodo de
tiempo por mantener una acción, y puede ser utilizado
para comparar la presentación que guarda una com-
pañía con otra de su misma industria o mercado.
Por consiguiente, el TSR mide bien lo que mide mal
el ROE. El TSR se debe comparar con la rentabilidad
exigida por los accionistas (Ke). De esta forma se
establece que una empresa crea valor para los accio-
nistas si el TSR es superior al Ke.
Cash Flow Return On Investment (CFROI) trata de
medir “la verdadera rentabilidad generada por las
inversiones de una empresa”10. Para calcularlo se
deben deducir en primer lugar los flujos: la inversión
en el año cero y los flujos de caja libres (FCF) ajusta-
dos por la inflación generados por el proyecto.
Para el caso de una empresa en funcionamiento, el
Boston Consulting Group propone calcular el FCF como:
Conviene reiterar que el CFROI propuesto por el Boston
Consulting Group no incorpora la inflación. El CFROI se
debe comparar con el WACC sin inflación.
Según el Boston Consulting Group, “El CFROI
representa la rentabilidad media de todos los proyec-
tos existentes de una empresa en un momento deter-
minado”, por consiguiente, una empresa crea valor
para el accionista si el CFROI es superior al WACC sin
inflación11, porque los proyectos de la empresa tienen
una rentabilidad superior al costo de los recursos.
La fórmula para calcular la CFROI es la siguiente:
Donde:
TIR = Tasa interna de retorno.
FCF = Flujo libre de caja.
WACCsi = Costo medio ponderado del capital sin infla-
ción.
Según Ignacio Vélez Pareja, si el EVA mide bien el
Valor Económico Agregado, el cálculo del VPN debe
ser el valor presente del EVA proyectado (sin tener en
cuenta la depreciación y reconociendo los ingresos y
egresos cuando ocurren, no cuando se causan, como
lo hace el EVA). Así, desde su punto de vista, la suma
de los EVA descontados debe producir un valor igual al
VPN.
Por otro lado, también establece que el análisis
basado en razones financieras (que se fundamentan
en cifras contables) conduce a errores y distorsiones.
Algunos dicen es una especie de necropsia, porque es
analizar lo que ocurrió; un agente debe preocuparse
de lo ocurrido pero, sobre todo, de lo que va a ocurrir,
de las consecuencias de sus decisiones.
21
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
VDPPTSR ttt +−=−
)( 1
10 Boston Consulting Group (1996). Shareholder Value
Metrics, Booklet 2, pp. 33 y 45.
Beneficio+ Amortización
+ Intereses después de impuestos+ Pagos de Leasing Operativo
+ Ajustes por inflación de las NOFFree Cash Flow
[ ]∑= +
=n
tt
si
t
WACCFCF
TIRCFROI0 1
11 WACC sin inflación = [(1 + WACC) / (1 +inflación)] –1.
Para Vélez Pareja, se debe recordar la idea del
VPN y cómo se mide el valor generado. Esto es, des-
pués de que se ha recuperado la inversión y el costo
del dinero. Haciendo uso de esa idea, entonces se
trata de medir para cada periodo que queda del FCF12
después de pagar el costo del dinero. Lo que queda se
destina a recuperar la inversión y después de recupe-
rada la inversión en su totalidad, se puede hablar de
creación de valor. Este remanente, en cada periodo,
se llama inversión recuperada o valor agregado
(IRVA)13.
Entonces tenemos:
Donde:
IRVAt = Inversión recuperada o valor agregado en el
periodo t.
FCFR = Free Cash Flow real.
WACC = Costo ponderado de capital.
I0 = Inversión inicial.
Es el saldo de los activos totales en (t-1)
menos el acumulado del IRVA hasta
(t-1).
— Si el IRVA < 0 no hay generación de valor.
— Si el IRVA > 0 siendo igual al capital invertido, hay recu-
peración de la inversión pero no creación de valor.
Por esto es importante mencionar que sólo después
de que la inversión se ha recuperado en su totalidad la
IRVA puede ser considerada como una medida de
la creación de valor.
Según Pablo Fernández, La contabilidad única-
mente refleja la historia de la empresa. Tanto los pará-
metros de la cuenta de resultados, que explican lo que
ha sucedido en un año establecido, como los del
balance, que reflejan la situación patrimonial en un
momento determinado del tiempo, son datos históri-
cos. Por consiguiente, establece que es imposible que
medidas basadas en la contabilidad, como EVA, o CVA
puedan medir la creación de valor.14
Para llegar a la creación de valor para los accio-
nistas, es preciso definir antes el aumento de la capi-
talización bursátil, el aumento del valor para los accio-
nistas, la rentabilidad para los accionistas y la rentabi-
lidad exigida a las acciones.15
Aumento de la capitalización de las acciones. La
capitalización de una empresa que cotiza en la bolsa
es el valor de mercado de la empresa; esto es, la coti-
zación de cada acción multiplicada por el número de
acciones en circulación. El aumento de la capitaliza-
ción en un año es la capitalización al final de dicho
año, menos la capitalización al final del año anterior.
Donde:
∆Capt = Incremento de la capitalización en el año t.
Pt = Cotización de la acción al final del año t.
Acct = Número de acciones en circulación en el año t.
Aumento del valor para los accionistas. Es la dife-
rencia entre la riqueza que poseen al final de un año y
la que poseían al año anterior.
22
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
−−= ∑
−
=
1
10
t
jjRt IRVAIWACCFCFIRVA
12 En el momento en que el FCF recupera el capital inverti-
do y su costo; y a partir de este punto hay creación de
valor, a este punto en el tiempo se le llama periodo de
repago descontado (PRT).
13 Ignacio Vélez Pareja (2001). La creación de valor en la
empresa, Bogotá, p. 29.
∑−
=
−1
10
t
jjIRVAI
))(())(( 11 −−−=∆ ttttt PAccPAccCap
14 Fernández, Pablo (2000). Creación de Valor para los
accionistas, Ed. Gestión 2000, Barcelona, p. 22-31.
15 “Creación de valor para los accionistas: definición y cuan-
tificación”, en Universia Business Review. Actualidad
económica. Segundo trimestre 2005. España.
De acuerdo con Pablo Fernández, se produce un
aumento de la capitalización, pero no un aumento del
valor para los accionistas cuando:
1. Los accionistas de una empresa suscriben accio-
nes nuevas de la empresa pagando dinero.
2. Se produce una conversión de obligaciones
convertibles.
3. La empresa emite acciones nuevas para la com-
pra de otras empresas.
Y por otro lado, se produce una disminución de la capi-
talización y un aumento del valor para los accionis-
tas16 cuando:
1. La empresa paga dinero a todos los accionistas:
por concepto de dividendos, reducciones de
nominal, etcétera.
2. La empresa compra acciones en el mercado
(amortización de acciones).
De esta forma, el aumento del valor para los accionis-
tas se calcula del siguiente modo:
Aumento de la capitalización de las acciones
+ Dividendos pagados en el año
+ Otros pagos a los accionistas
- Desembolsos por ampliaciones de capital
- Conversión de obligaciones convertibles
Aumento del valor para los accionistas
Rentabilidad para los accionistas. Es el aumento del
valor para los accionistas en un año, dividido por la
capitalización al inicio del año.
Rentabilidad para los accionistas t = Aumento de valor para los accionistast
Capitalizaciónt-1
Rentabilidad exigida a las acciones. También llama-
da costo de las acciones, es la rentabilidad que espe-
ran obtener los accionistas para sentirse suficiente-
mente remunerados.
Es decir, es la suma de la tasa de interés de los
bonos del Estado a largo plazo (suelen tomarse los
bonos de EU a 10 años) más una cantidad que se
suele denominar prima de riesgo de la empresa y que
depende del riesgo de la misma.
Ke = Rentabilidad de bonos + Prima de riesgo de la empresa
Para el cálculo del riesgo de la empresa se toma como
base el enfoque del CAPM. El cual consiste en la rela-
ción que existe entre el rendimiento esperado y su
beta; la cual mide la contribución de un valor al riesgo
total de la cartera, se afirma que esta relación puede
representarse por medio de la siguiente ecuación:
Donde:
RM = Rendimiento histórico del mercado.
R = Rendimiento esperado de un título.
RF = Tasa libre de riesgo.
β = Beta del título.
Implica que el rendimiento esperado de un valor está
linealmente relacionado con su beta. Debido a que el
rendimiento promedio del mercado ha sido más alto
que el promedio de la tasa libre de riesgo durante lar-
gos periodos, RM - RF, es presumiblemente positivo; lo
que implica que el rendimiento esperado de un valor
está positivamente relacionado con su beta.
De esta forma, la nueva ecuación que empleare-
mos para la obtención de la rentabilidad exigida a las
acciones (Ke) de cada empresa será:
23
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
16 Cuando la empresa paga dividendos a los accionistas,
éstos reciben dinero, pero también disminuye la capitali-
zación de la empresa (y el precio por acción) en una can-
tidad similar.
)( FMF RRRR −+= β
Donde:
RM = Rendimiento histórico del mercado.
RF = Tasa libre de riesgo a largo plazo.
β = Beta de la empresa i.
Creación de valor para los accionistas. Una empre-
sa crea valor para los accionistas17 cuando la rentabi-
lidad para los accionistas supera a la rentabilidad exi-
gida a las acciones (el costo de las acciones). Dicho
de otro modo, una empresa crea valor en un año cuan-
do se comporta mejor que las expectativas.
La cuantificación de la creación de valor para los
accionistas se realiza del siguiente modo:
Creación del valor para los accionistast = Capitalizaciónt-1
x (Rentabilidad de los accionistast – Ket)
Por consiguiente, la creación de valor es el aumento
del valor para los accionistas por encima de las expec-
tativas, que se refleja en la rentabilidad exigida por los
accionistas.
Conclusiones
Sin lugar a dudas, la empresa juega un papel suma-
mente importante dentro de la economía, al ser el
agente económico encargado de producir los bienes y
servicios necesarios para satisfacer las necesidades
de la sociedad. Además de ser el encargado de gene-
rar el ciclo (efecto multiplicador) de generación de bie-
nes-empleo-crecimiento económico, de la sociedad.
Dada esa importancia de la empresa, resulta tras-
cendental realizar una evaluación del funcionamiento
de la misma. Teniendo presente el establecimiento
claro y conciso del objetivo bajo el cual se regirá el
comportamiento de la misma en el mercado.
La teoría económica nos ha establecido que el
principal objetivo es la maximización de los beneficios,
sin embargo, este objetivo deja de lado, es decir no
toma en cuenta elementos inherentes a la actividad
económica, tal es el caso del riesgo, elemento que ha
modificado la concepción de que la maximización de
los beneficios sea el objetivo primordial de las empre-
sas, y originado una modificación dentro los objetivos
empresariales, estableciéndose ahora el de la crea-
ción de valor, al punto de constituirse como el verda-
dero y nuevo objetivo de las empresas.
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Arturo (2004). ¿Cuánto vale mi empresa?, en
Adminístrate Hoy, octubre.
24
La creación del valor: el verdadero objetivo empresarial
)( FMiF RRRKe −+= β
17 Para sumar correctamente el aumento de valor de varios
años, es preciso expresar la creación de valor en unida-
des monetarias del mismo momento. Así, para convertir
X u.m. de 2000 en Y u.m. de 2004, se debe hacer la
siguiente operación: )1)...(1)(1( 200420022001 KeKeKeXY +++=
McKinsey & Co. (2000). “El Riesgoso Desafío de Crear
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25
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 13-25
Pecuniae summam acceptam referre1
Abonar alguna partida en cuentas
RESUMEN
Con relación a los conceptos elementales de la contabili-
dad, reviste especial trascendencia establecer una posi-
ción que permita que éstos se asimilen con facilidad en el
momento de su aprendizaje y como una forma de comuni-
cación efectiva. Mediante un proceso de análisis y reflexión
trataremos de precisar los conceptos y su razón de ser.
ABSTRACT
In relation to the elementary concepts of the accounting, it
has special importance to establish a position that allows
that these are assimilated with facility at the moment of their
learning and as a form of effective communication. By
means of a process of analysis and reflection we will try to
need the concepts and their reason of being.
Introducción
Quienes estudiamos la carrera de Contador Público
recibimos de nuestros maestros la comunicación de un
conocimiento que evolucionó a través de los siglos
desde la creación de la contabilidad y se fue transfor-
mando paulatinamente, desde una labor artesanal hasta
constituir la materia de una profesión técnica y dinámica
con amplitud de intervenciones en la vida económica y
financiera de las naciones, personas físicas y morales.
La contabilidad, una materia de suyo importante a la
que se le debe el nombre de nuestra profesión, nos
enfrenta desde la temprana iniciación de su estudio a
determinados dilemas, que en el poco alcance de un
estudiante novato o de un perfil profesional ajeno y ante
el asombro de un conocimiento nuevo, pocas veces
reparamos en repensar o repreguntar sobre el alud de
conocimientos recibidos y su congruencia.
Sabemos que la teoría de la partida doble intenta
basarse en el principio newtoniano, dado que a toda
acción corresponde una reacción, y asumimos los con-
tadores como nuestro este principio para establecer que
a todo cargo corresponde un abono, aun cuando en
estricto sentido debiera decirse que a todo abono
corresponde un cargo, toda vez que en una entidad,
cualquiera que esta sea, la aportación de los socios o
27
El debe y el haber:¿incongruencia o
contradicción contable?
Efraín Aburto Martínez*
* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios
Superiores de las Ciencias Administrativas de la Universidad
Veracruzana ([email protected])
1 Requejo, Valeriano (1808).Thesaurus Hispano–Latinus.
patrocinadores es el acto inicial, y en ese sentido se
abona al capital social o al patrimonio la suma aporta-
da, pero finalmente discutir qué fue primero es irrele-
vante.
La técnica nos dice que todas las cuentas de acti-
vo son de naturaleza Deudora, en el común de los
casos se define al activo como los recursos de la
empresa de la que espera rendimientos futuros, defini-
ción que se contrapone al decir que las cuentas de
activo son de naturaleza Deudora, surge entonces la
interrogante ¿son recursos de la organización o los
debe? En lo tocante a los conceptos del Pasivo y
Capital, los elementos que los integran se denominan
Cuentas Acreedoras, sin embargo, hablamos de ellas
que se inician en el Haber y forman parte del Haber, y
si por Haber entendemos la posesión de algo o la pro-
piedad de algo, es mi haber, es mi patrimonio, como
entender que las cuentas que integran el Haber son de
naturaleza Acreedora, en todo caso el Haber debería
ser el Debe y el Debe el Haber, en cierto sentido es
contradictorio. ¿Será por esto que se dice que a los
contadores nadie nos entiende?
Todo esto ciertamente debe confundir a los legos y
a los no tan legos, en todo caso las interrogantes nos
deben obligar a pensar en los conceptos, que en uno
y otro caso no nos dicen lo que tratan de indicarnos e
indagar cuál es la razón de todo ello. A continuación
vamos a tratar de explicar lo que a todas luces carece
de lógica.
1. El debe y el haber
Si en el pasado hemos dejado de cuestionar los con-
ceptos contables y su congruencia con otros y si nos
explican la razón de la contabilidad, es el momento de
preguntarnos: ¿porqué el Debe es Debe y el Haber es
Haber?, ¿porqué las cuentas de activo y de egresos
en los resultados son calificadas como cuentas
Deudoras en tanto que las que componen el Pasivo, el
Capital Contable y los ingresos en los resultados son
Acreedoras?, ¿porqué unas cuentas se inician con un
cargo y otras con un abono?
Todo esto es muy elemental, es la contabilidad que
nos enseñan en nuestros inicios y representan con-
ceptos extraídos del esquema de la teoría básica de la
contabilidad financiera. Sin embargo, y con riesgo de
que se nos tilde de sacrílegos ante una falta de respe-
to a los más elementales conocimientos contables,
legado de quienes nos antecedieron en el camino, con
una historia en nuestro país que data de más de 160
años cuando se funda lo que ahora es la Escuela
Superior de Comercio y Administración del Instituto
Politécnico Nacional, me permito decir que el Debe
tendría que ser el Haber y que el Haber debe ser el
Debe, si el Debe son nuestros recursos debe ser un
Haber, un patrimonio, en tanto que si en el Haber se
colocan las deudas el Haber debe ser el Debe, lo que
se debe a los pasivos y el capital.
1.1. El Debe y el Activo
El Debe como concepto técnico de la contabilidad cali-
fica al activo de la entidad al que la profesión organi-
zada define como: Un activo es un recurso controlado
por una entidad, identificado, cuantificado en términos
monetarios, del que se esperan fundadamente benefi-
cios económicos futuros, derivados de operaciones
ocurridas en el pasado, que han afectado económica-
mente a dicha entidad2. En este sentido el activo
representa recursos que a futuro producirán utilidades
o beneficios, la pregunta es ¿porqué a estos recursos
de la entidad se les califica como conceptos deudo-
res? A quién se le deben si representan recursos.
Veámoslo de la siguiente forma: el activo circulante
representado por efectivo, clientes, documentos por
28
El debe y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable?
2 Instituto Mexicano de Contadores Públicos (2006).
Normas de Información Financiera, México.
cobrar, deudores diversos entre otras cuentas, están
calificadas como cuentas deudoras, lo mismo sucede
con el activo fijo, la maquinaria, equipo de cómputo y
de transporte, terrenos, edificios, son cuentas deudo-
ras. A quien le debe un cliente de la entidad?, la res-
puesta de todos los que somos contadores es: el clien-
te le debe a la entidad, entonces, porqué a esta cuen-
ta se le denomina deudora, será que existe oculto un
segundo acreedor de este cliente.
A mayor abundamiento, los clientes, deudores diver-
sos y documentos por cobrar representan créditos a
favor de la entidad, en esa clasificación que los conta-
bles llamamos cuentas colectivas, están representadas
personas físicas y morales que mantienen un adeudo
con la empresa, sin embargo, a estas cuentas, reitera-
mos, se les conoce como cuentas deudoras ¿a quién le
deben? deberíamos volver a hacernos esta pregunta.
Queda mucho más clara la incongruencia si nos
permitimos dar el mismo ejemplo con otros conceptos
de activo, toda vez que al ejemplificar con las cuentas
colectivas de clientes, deudores diversos etc., éstas
nos pueden llevar a la fácil conclusión de que se lla-
man cuentas deudoras porque representan adeudos
de terceros con la entidad, lo que si bien es cierto, obe-
dece a otro criterio el que se les califique como deu-
doras. Si continuamos con el proceso de plantear interro-
gantes, qué sucede con el efectivo, la maquinaria, los
terrenos, edificios y otros ¿a quién le deben? cae por tie-
rra entonces lo que pensamos sobre los clientes, la res-
puesta es que estas cuentas, por lo que representan, no
dan lugar a pensar que son deudoras y conforme a la
definición de activo, el efectivo, la maquinaria, los edifi-
cios y terrenos son recursos de la entidad.
1.2. El Pasivo, el Capital y el Haber
El mismo camino podemos recorrer con los conceptos
que integran el Pasivo y el Capital Contable, que por
definición son, el primero: “un pasivo es una obligación
presente de la entidad, virtualmente ineludible, identifi-
cada, cuantificada en términos monetarios y que
representa una disminución futura de beneficios eco-
nómicos, derivada de operaciones ocurridas en el
pasado que han afectado económicamente a dicha
entidad”, en tanto que por Capital entendemos: “el
valor residual de los activos de la entidad, una vez
deducidos todos sus pasivos”3
Los conceptos que integran el pasivo y el capital,
conforme a su distribución en el sistema contable se con-
sideran de calidad acreedora y su posición es en el haber.
Si por haber entendemos una posición de privile-
gio patrimonial, situación que nos distingue cuando
formamos un capital propio, nuevamente el concepto
Haber como el ser de una cuenta y representación
contable y bajo el concepto de pertenencia con la cali-
dad de cuentas acreedoras llama a la confusión. En sí
mismas las cuentas de Pasivo y Capital son
Acreedoras y manifiestan plenamente con identifica-
ción precisa quién o quiénes son los acreedores, en su
caso, los proveedores, acreedores diversos, présta-
mos bancarios, accionistas y otras formas de expresar
un adeudo, un pasivo o una parte del Capital Contable
o Patrimonio. En realidad la entidad es Deudora de los
proveedores, acreedores diversos, etc., bajo esta lógi-
ca el Haber debiera ser el Debe.
El Haber es contradictorio si consideramos su signifi-
cado como de pertenencia o propiedad, el Diccionario
ideológico de la lengua española de Julio Casares nos da
varias acepciones para Haber; nos dice que significa
hallarse en la obligación de, bajo esta definición lograría-
mos congruencia en la responsabilidad de pagar una
obligación por definición, la denominación de cuenta
Acreedora y su colocación en el Haber.
29
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 27-33
3 Idem.
2. Dualidad de las entidades
Consideramos que para una mejor comprensión de los
conceptos que hemos venido comentando, hay que
analizar dos tipos de realidades: la Visión Interna y la
Visión Externa, congruentes con el postulado de dua-
lidad económica.
Dualidad Económica: La estructura financiera de una
entidad está constituida por los recursos de los que
dispone para la consecución de sus fines y por las
fuentes para obtener dichos recursos, ya sean propias
o ajenas. Conforme a los atributos de la personalidad,
todos los recursos que obtenga una empresa son de
fuentes ajenas, aun siendo aportados por los propieta-
rios o accionistas, pero ese es otro problema de cómo
se presentan los conceptos y definen los mismos.
La NIF A-2 más adelante nos dice: Los activos
representan recursos económicos con los que cuenta
la entidad, (entonces no los debe) en tanto que los
pasivos y el capital contable representan participacio-
nes en la obtención de dichos recursos, a una fecha.
Los distintos elementos de los estados financieros
reflejan los efectos de las transacciones y transforma-
ciones internas que lleva a cabo una entidad económi-
ca, así como de otros eventos que la afectan econó-
micamente; dichos efectos ocasionan cambios en su
estructura en distintos intervalos o periodos de tiempo.
Todas las entidades procesan sus recursos para
generar más valor económico y finalmente convertirlos
en efectivo. La esencia de un activo o recurso es pre-
cisamente su capacidad para generar beneficios eco-
nómicos futuros para la entidad. Por otro lado, las
fuentes de dichos recursos están constituidas por ele-
mentos tanto de pasivo como de capital contable o
patrimonio contable. La esencia de un pasivo es un
deber (si se debe por definición, entonces ¿porqué es
un haber?) o requerimiento que representa el sacrificio
de beneficios económicos en el futuro derivados de
operaciones ocurridas en el pasado, lo cual se mani-
fiesta cuando la entidad transfiere activos o proporcio-
na servicios, para satisfacer la obligación en que ha
incurrido o que le ha sido impuesta. En adición, el capi-
tal contable o patrimonio contable representan el valor
contable de los activos netos (activos menos pasivos)
con que cuenta la entidad 4.
2.1. Visión Interna
La visión interna es aquella mediante la cual se obser-
va a los estados e informes financieros bajo el escruti-
nio de quienes dispusieron de una cantidad de recur-
sos para iniciar un negocio; los propietarios. Además,
esta visión interna es compartida por todos aquellos a
quienes los propietarios han confiado la buena marcha
de la entidad.
Las entidades económicas, ya se trate de perso-
nas físicas o morales dedicadas al sector público o pri-
vado, posen los atributos de la personalidad que con-
forme a derecho las distinguen unas de otras, a saber:
el nombre, domicilio y patrimonio propios y que son en
el caso de las entidades, personas morales con per-
sonalidad distinta de la de sus socios.
En ese sentido, las entidades vistas fuera de las
miradas exigentes de los terceros interesados, perte-
necen a sus socios o accionistas, y en esta visión
interna el patrimonio de los socios o accionistas se
encuentra representado en el Capital Contable, y es
en esta condición que el Haber constituye un recurso
patrimonial de los socios, que no de la entidad.
El capital contable pertenece exclusivamente a los
socios, a los accionistas, y representa un haber patri-
monial para ellos, constituye una cuenta que es
Acreedora de la entidad formada por el Patrimonio o
Capital Contable. De la misma manera, y por sus
30
El debe y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable?
4 Idem.
necesidades de financiamiento, con el transcurso del
tiempo la entidad, con motivo de sus operaciones, se
verá forzada a recurrir a la contratación de operacio-
nes pasivas, en donde los sujetos activos son los
acreedores diversos, los proveedores, bancos, traba-
jadores y fisco, entre otros.
Si nos empeñamos en mantener el criterio de que
al haber corresponde el hecho de contraer una obliga-
ción, la entidad, al calificar la cuenta de Pasivo y
Capital como Acreedora reconoce esa calidad.
Entonces resultan más fácil de explicar y entender los
conceptos que integran el Haber.
Entendida esta expresión, es más comprensible
percibir lo que se nos quiere decir con el concepto del
Debe, que desde esta visión interna el activo repre-
senta todo lo que se debe a los Pasivos y al Capital
Contable, en forma gráfica se puede observar en el
apéndice que se presenta al final de este artículo.
2.2. Visión Externa
Bajo la concepción de la visión externa incluimos la
opinión de los terceros interesados en el negocio, cuya
percepción de las cifras, que muestran los estados e
informes financieros, son diferentes dado que su obje-
tivo difiere del de los accionistas. Lo que es interesan-
te para los banqueros es la liquidez, la solvencia, el
monto de los activos fijos, es diferente de lo que puede
pensar un proveedor que sin duda pensará en el
monto de los inventarios, cuentas y documentos por
cobrar, su rotación, el capital de trabajo y las ventas,
entre otros conceptos.
Los clientes y todos aquellos que tengan que pagar
cierta cantidad a la entidad son deudores de la misma,
y desde esta perspectiva son deudores de la entidad y
por tanto las cuentas son de naturaleza deudora.
Bajo las condiciones descritas, qué pasa con el
efectivo, inventarios, activo fijo, valores, por citar algu-
nos, no existe una representación externa que mani-
fieste que le debee a la entidad y su cuenta por este
hecho es deudora, el caso de los clientes no es apli-
cable aquí, en esta visión externa de la entidad las
cuentas son Deudoras, el activo es deudor del Pasivo
y el Capital Contable.
Summam aliquam illi expensam ferre5
Cargarle una partida en las cuentas
Conclusiones
1. Los estados y los informes financieros presentan
una dualidad que es característica del postulado de
dualidad económica y se funda en la teoría de la
partida doble y el principio de la acción.
2. El Haber es un pasivo o un adeudo que se debe de
pagar a los acreedores y accionistas, por tanto, desde
la visión interna el Haber es el Debe. En tanto que el
Debe es el Haber, los recursos que tiene la entidad y
que le permiten pagar a los acreedores y accionistas,
por tanto el Debe debería ser el Haber.
3. Los conceptos Debe y Haber son contradictorios y
no expresan su verdadero significado, considerando
que la información expresada en los estados finan-
cieros se encuentra dirigida a diversos lectores e
interesados en la misma.
4. Los estados financieros deben leerse considerando
las dos visiones, externa e interna, y los que estu-
diamos la contabilidad y de manera significativa
quienes la enseñamos, debemos explicar estas dos
visiones de ver el registro de las operaciones que
realiza una entidad, a fin de que se entiendan las
razones de porqué se nombran las cuentas confor-
me a su naturaleza y cuál es la característica que se
le concede o asigna.
31
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 27-33
5 Valeriano, Requejo (1808). Thesaurus Hispano–Latinus,
Edición 1808.
5. La fortaleza de una entidad se observa en la mayor
cantidad de recursos que presenta en su activo y
además que éstos provengan principalmente de su
capital contable.
6. Finalmente el activo sirve para pagar el pasivo y el
capital; por tanto, el pasivo y el capital son acreedo-
res del activo y constituyen el Haber de los acree-
dores y propietarios. Las deudas representadas en
el activo, el Debe, son una carga o Cargo para la
entidad, abonar significa disminuir una deuda repre-
sentada en el Haber de los acreedores. Por princi-
pio, los pasivos y el capital representan el origen de
los recursos y el activo la aplicación de los mismos,
de ahí el carácter financiero de los estados conta-
bles.
7. La teoría contable no es clara en todos los concep-
tos que analiza y define. La profesión organizada ha
perdido la oportunidad en los dos últimos dos años
de proponer cambios en la transferencia que se ha
hecho entre los principios de contabilidad, general-
mente aceptados a normas de información financie-
ra. Queda una asignación pendiente para los conta-
dores y los colegios profesionales que los agrupan,
estudiar, analizar y proponer, a través de sus distin-
tas comisiones de trabajo, reformas a las normas de
información financiera.
Bibliografía
Normas de Información Financiera (2006). Instituto
Mexicano de Contadores Públicos, México.
Requejo, Valeriano (1808). Thesaurus Hispano
Latinus.
Casares, Julio (1992). Diccionario Ideológico de la len-
gua española, Editorial Gustavo Gill, Barcelona.
32
El debe y el haber: ¿incongruencia o contradicción contable?
33
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 27-33
ApéndiceEL ATORON S.A. DE C.V.
BALANCE GENERAL AL 31 DE DICIEMBRE DE 2005
A C T I V O P A S I V O
CIRCULANTE DEBE HABER CIRCULANTE CP
CAJA DEUDORAS ACREEDORES ACREEDORES DVSBANCOS CARGOS ABONOS PROVEEDORESCLIENTES DOC POR PAGARDOC. POR COBRAR IMPUESTOS X PAGDEUDORES DIVERSOSINVENTARIOSFIJO LARGO PLAZOEDIFICIO PRESTAMOS BANTERRENO HIPOTECA X PAGARMAQUINARIA DOC X PAG LPMB. Y EQUIPOEQUIPO DE COMPEQUIPO DETRANSPORTEDIFERIDO CAPITAL SOCIALRENTAS PAG X ANT CAPITAL PAGADOSEGUROS PAG X ANT RESERVAS DE CAPFIANZAS PAG X ANT UTILIDADES X APLICARPAPELERIA PAG XANT. UTILIDAD DEL EJERC.TOTAL DEL ACTIVO 100 TOTAL PASIVO Y CAP
RESULTADOS INTERNOS DE LAS OPERACIONES FINANCIERASCON EL ACTIVO SE DEBE PAGAR EL PASIVO Y EL CAPITALEL PASIVO Y EL CAPITAL SON ACREEDORES DEL ACTIVOLAS DEUDAS REPRESENTAN UNA CARGA UN CARGO PARA LA EMPRESACUANDO DISMINUYEN LOS PASIVOS SE ABONAN AL CRÉDITOEL PASIVO Y EL CAPITAL REPRESENTAN EL PATRI MONIO EL HABERDE LOS ACCIONISTAS Y DE LOS PROVEEDORESEN EL PRINCIPIO LOS PASIVOS Y CAPITAL REPRESENTAN EL ORIGEN DELOS RECURSOS Y LOS ACTIVOS LA APLICACIÓN DE LOS RECURSOS
RESUMEN
Este artículo ofrece una perspectiva teórico-conceptual
de la pobreza, en la que ésta representa la forma de
expresión más clara del atraso de un país, y cuyo origen
está determinado por la ausencia de un conjunto de
libertades básicas para los individuos, sin las cuales es
imposible el desarrollo.
ABSTRACT
This article offers a theoretical-conceptual perspective of
the poverty, in which this one represents the form of clearer
expression of the delay of a country and whose origin is
determined by the absence of a set of basic liberties for the
individuals, without which is impossible the development.
Introducción
El presente trabajo tiene como fin contribuir a la com-
prensión de los problemas del desarrollo, específica-
mente en lo que tiene que ver con las causas y determi-
nantes de la pobreza, bajo la consideración de que no
se puede resolver una problemática social si antes no se
encuentra plenamente definida e identificada. En este
sentido es válido decir que, antes de estar en posibilida-
des de crear los medios para erradicar la pobreza, debe
establecerse claramente su concepto, identificar una
fórmula específica para medir su magnitud y sus espe-
cificidades y determinar las causas que la originan. Sólo
en ese momento se pueden diseñar las políticas públi-
cas que se requieren para su solución.
Por lo anterior, este trabajo plantea como objetivo
mostrar una perspectiva teórico-conceptual de la pobre-
za, en la que ésta representa la forma de expresión más
clara del subdesarrollo, y cuyo origen está determinado
por la ausencia de un conjunto de libertades básicas
para los individuos, sin las cuales es imposible el desa-
rrollo.
La falta de estas libertades se expresa en la insufi-
ciencia de oportunidades y derechos para conseguir lo
que las personas requieren, y en la carencia de proce-
sos adecuados que permitan la acción y decisión de las
personas. Desde esta perspectiva, ser pobre significa
que, dadas las condiciones sociales e individuales, las
personas no tienen acceso a los recursos (no sólo eco-
nómicos, sino también sociales y políticos) necesarios
para alcanzar las capacidades básicas.
35
Desarrollo, pobreza y libertad
Hilario Barcelata Chávez*
* Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad
Veracruzana y del Instituto de Administración Pública
Veracruz. [email protected].
Si el desarrollo implica la eliminación de la pobre-
za, entonces significa también la supresión de la esca-
sez de oportunidades económicas y las privaciones
sociales sistemáticas, la falta de acceso a servicios
públicos de calidad y la intolerancia y represión de los
gobiernos, porque todas ellas son fuentes de privación
de las libertades humanas.
Esta forma de entender la pobreza supera la idea
tradicional de que la pobreza es resultado de la falta
de ingreso de un individuo o familia. Si bien el ingreso
es un factor que influye en la pobreza real, no es el
único y solo es importante en la medida que pueda
convertirse en medios para incrementar el bienestar.
En cambio, las otras capacidades son en sí mismas
fuente de bienestar e incluso constituyen medios para
aumentar la posibilidad de obtener un ingreso.
Este trabajo también aborda la necesidad de la
medición de la pobreza, identificando cuáles son las
razones por las que se requiere una medición que
permita conocer la estructura y tendencias del fenó-
meno, a partir de un concepto que establece los ele-
mentos que hay que observar en la realidad. La desi-
gualdad en el ingreso explica en buena medida la
diferencia entre una persona que es pobre y otra que
no lo es. Por esa razón este trabajo identifica las cau-
sas principales de la desigualdad de ingreso entre las
personas.
Finalmente se discute cuál es la situación de estos
factores de desigualdad en México, y cuál ha sido su
evolución reciente, buscando mostrar evidencias que
permitan entender la situación de subdesarrollo que se
vive actualmente.
1. Conceptualización
Hablar de pobreza refiere a una adversidad social-
mente inaceptable que impide que un cierto nivel de
vida pueda ser alcanzado por los miembros de una
sociedad1. En ese sentido, el concepto de pobreza
remite a la carencia de un conjunto de elementos
necesarios para la vida humana dentro de una socie-
dad, es decir, un conjunto de activos que puedan
transformarse en ingresos, que se vuelven consumo y
que propician bienestar. Y una carencia -también- de
los recursos necesarios para superar dicha privación;
por lo que la pobreza puede entenderse como un con-
junto de carencias de diferente naturaleza, o para ser
más específicos, la privación de un conjunto de capa-
cidades básicas 2.
Esta privación se da en un contexto social especí-
fico en el que los mecanismos de apropiación de
dichas capacidades están determinados por un con-
junto de relaciones sociales, es decir, dependen de un
conjunto de reglas de apropiación y de derechos,
explícitos o no. Este conjunto de reglas, que se mate-
rializan en la posibilidad de ser capaz de algo o no,
constituyen un conjunto de libertades o derechos
sociales, por lo que es posible entender la pobreza
como la carencia de un conjunto de libertades básicas
dadas por la propia sociedad, cuyo disfrute permite a
los individuos elegir formas y proyectos de vida espe-
cíficos, y con ello alcanzar situaciones que son consi-
deradas como indispensables para subsistir biológica
y socialmente.
La complejidad de la definición de pobreza tiene
que ver con el hecho de que se expresa de manera
multidimensional, por lo que los elementos posibles
para reconocer a quien es pobre pueden ser muy
amplios. Sin embargo, bajo la concepción propuesta
aquí, la existencia de la pobreza se entiende a partir
de lo que puede ser o hacer una persona, en un con-
texto social que define la forma en que un individuo
puede transformar los activos, el ingreso y los bienes
36
Desarrollo, pobreza y libertad
1 Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (2002).
Medición de la pobreza, variantes metodológicas y esti-
mación preliminar, SEDESOL, México, p. 17.
2 Idem.
de consumo disponibles en capacidades específicas3.
Desde esta perspectiva, ser pobre significa que, dadas
las condiciones sociales e individuales, las personas
no tienen acceso a los recursos (no sólo económicos,
sino también sociales y políticos) necesarios para
alcanzar las capacidades básicas.
Por otra parte, hay que señalar que, de modo
general, puede considerarse que existe un conjunto de
requerimientos universales para no ser pobre, lo que
se refiere a la posibilidad de mantener la integridad
física y la eficiencia biológica, la capacidad para for-
marse valores, para reflexionar sobre los planes de
vida y tener experiencias significativas, así como para
integrarse digna, productiva y participativamente a la
sociedad en que se vive. Sin embargo, estos requeri-
mientos pueden variar de una sociedad a otra, debido
a la diversidad de normas y costumbres sociales, así
como al estado del conocimiento general, lo cual
determina una combinación específica de recursos
aceptables para cada sociedad. Por ello, podemos
entender la pobreza en un sentido absoluto, como
pobreza extrema, es decir, como la carencia de capa-
cidades básicas mínimas necesarias para la subsis-
tencia biológica, lo cual significa que las carencias
imposibilitan alcanzar la eficiencia biológica y generan
deterioro orgánico4, esto es, impiden estar adecuada-
mente nutrido y razonablemente saludable.
Pero la pobreza también puede entenderse en un
sentido relativo, como la carencia de los recursos pro-
pios de una sociedad específica para alcanzar esas
capacidades. A este tipo de pobreza también se le
conoce como pobreza moderada y representa la impo-
sibilidad para un individuo de integrarse y actuar en el
entorno social.
Vale la pena destacar, también, que la pobreza
puede manifestarse como pobreza coyuntural, cuando
afecta a un hogar de manera temporal debido a la
reducción o pérdida transitoria de ingresos o de los
activos disponibles (por ejemplo, bajas salariales o
desempleo). Una forma más aguda del problema es la
llamada pobreza crónica, que constituye una condición
permanente a lo largo de un ciclo de vida, y se trans-
mite intergeneracionalmente. Ésta se caracteriza por
la carencia de activos que requieren largos procesos
de ahorro e inversión para ser acumulados (por ejem-
plo, la escolaridad o niveles satisfactorios de salud) y
tiende a persistir en un horizonte intergeneracional5.
Así, se entiende que la pobreza está determinada
no sólo por la situación alcanzada en un momento
determinado, sino también por la vulnerabilidad de los
individuos o familias a disminuciones bruscas y signifi-
cativas en estos niveles, a raíz de eventos transitorios
contra las que no tienen defensa.
2. Desarrollo y libertad
De acuerdo con Amartya Sen6, el desarrollo debe
entenderse como un proceso de creación y amplia-
ción de las libertades de que disfrutan las personas,
porque así adquieren los medios que permiten obte-
ner una vida digna La expresión más clara de la falta
de libertades es la falta de desarrollo. Esto significa
que el desarrollo implica la eliminación de la pobreza,
pero también la eliminación de la escasez de oportu-
nidades económicas y las privaciones sociales siste-
máticas, la falta de acceso a servicios públicos de
calidad, la intolerancia y represión de los gobiernos,
todas ellas son fuentes de privación de las libertades
humanas.
Los medios de que debe disponer una persona
para no ser pobre, derivan de manera directa de las
37
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
3 Ibidem, p. 18.
4 Ibidem, p. 19.
5 Idem.
6 Sen, Amartya (2000). Desarrollo y libertad, Océano,
México, p. 19.
libertades de que puede disfrutar. Estas libertades
constituyen derechos y oportunidades que son impor-
tantes por tres razones:
1. Por derecho propio, pues toda persona merece
tener libertad para que pueda decidir por sí
misma el tipo de vida que desea y que tiene razo-
nes de valorar.
2. El incremento de la libertad mejora la capacidad
de los individuos para ayudarse a sí mismos e
influir en el mundo.
3. Porque es un medio para obtener resultados
valiosos.
La falta de libertades no sólo se expresa en una insufi-
ciencia de oportunidades y derechos para conseguir lo
que las personas gustan o necesitan. Aunque existan
estos, puede haber falta de libertad si se carece de los
procesos adecuados que permitan la acción y decisión
de las personas (como la violación de los derechos de
voto o de otros derechos políticos o humanos).
La ausencia de libertad puede privar a las personas
de oportunidades necesarias para satisfacer el hambre,
para conseguir un nivel de nutrición suficiente, para
curar enfermedades, para tener vestido y vivienda
digna. También puede privarlas de servicios públicos y
atención social (como la ausencia de programas de
salud y educación o de instituciones eficaces para el
mantenimiento de la paz y el orden). De igual modo,
puede manifestarse como la negativa a reconocer las
libertades políticas y civiles, restringiendo la libertad
para participar en la vida social, política y económica.
El proceso de expansión de la libertad debe ir
acompañado de la creación y el apoyo de muchas ins-
tituciones, entre las cuales se encuentran los sistemas
democráticos, los mecanismos jurídicos, las estructu-
ras de mercado, los sistemas de educación y de salud
pública, los medios de comunicación y otros servicios
de comunicación.
Dado el papel fundamental que desempeña la
libertad individual en el proceso de desarrollo, resulta
muy importante examinar los factores determinantes
de dicha libertad, particularmente la intervención del
Estado, en la medida que contribuye a determinar la
naturaleza y el alcance de las libertades individuales
por dos razones:
a) Porque las instituciones pueden garantizar de
manera decisiva la salvaguarda de la libertad, la
tolerancia y la posibilidad de realizar intercam-
bios y transacciones.
b) Porque la provisión pública de servicios (como
la asistencia sanitaria básica o la educación ele-
mental), son fundamentales en el proceso de
formación de las capacidades humanas y su uti-
lización 7.
Desde luego, las instituciones deben basarse, tanto en
iniciativas privadas como en sistemas públicos y
estructuras mixtas. Este enfoque del Desarrollo como
libertad, implica entender a los individuos como seres
que participan activamente en la determinación de su
propio destino, y no sólo como receptores pasivos de
los programas de desarrollo.
En conclusión, si la libertad es indispensable para
promover el desarrollo, es necesario concentrar los
esfuerzos para alcanzar su expansión. Pero es nece-
sario establecer que lo que denominamos libertad, es
en realidad un conjunto de “libertades instrumentales”
que mejoran directamente las capacidades de los indi-
viduos, pero que están íntimamente relacionadas
entre sí y su interconexión las complementa y las
refuerza, influyendo de manera determinante en el
proceso de desarrollo.
38
Desarrollo, pobreza y libertad
7 Ibidem, p. 61.
3. Libertad y pobreza
La pobreza, la marginación, el bajo nivel de bienestar, la
concentración del ingreso, la desigualdad social, la falta
de competitividad de empresas e individuos y otros
fenómenos relacionados con el subdesarrollo, no son
sino formas de expresión de la falta de libertades fun-
damentales relacionadas entre sí, libertades de que
deben disfrutar los individuos. Esto significa que para
promover el desarrollo se requiere no sólo el crecimien-
to económico, sino también la creación de instituciones
sociales y económicas que permitan eliminar esas fuen-
tes de privación de la libertad, que mediante la dinámi-
ca de los mercados no es posible llevar a cabo.
La ausencia de libertad para el desarrollo hay que
entenderla como la insuficiencia de oportunidades
para conseguir lo que mínimamente necesita una per-
sona para vivir bien y durante mucho tiempo. En este
sentido, el objetivo de las políticas públicas y de la
conducta social de los individuos, debe orientarse en
el sentido de alcanzar el conjunto de libertades que, de
acuerdo con Sen8, garantizan el desarrollo de un país
y que son las siguientes:
1. Libertades políticas: Están constituidas por un
conjunto de oportunidades que pueden obtener
los individuos para decidir quiénes deben ser
sus gobernantes y bajo qué principios deben ser
gobernados. De igual modo, se refiere a la liber-
tad de prensa y a la capacidad de diálogo,
disenso y crítica a las autoridades, sin sufrir nin-
gún tipo de represión. Es necesario insistir en
que existe una amplia relación entre las liberta-
des políticas y el bienestar social, ya que en una
democracia con elecciones y libertad de prensa,
los gobiernos tienen incentivos para mejorar la
calidad de vida de la población y salvaguardar la
libertad para evitar la desnutrición y la muerte
por hambre.
2. Libertades económicas: Se refiere a un conjun-
to de oportunidades para poder utilizar recursos
económicos, ya sea para realizar actividades de
consumo, de producción, o para la realización
de intercambios. El acceso a recursos financie-
ros es una forma de ejercer esta libertad, por-
que los derechos económicos que tiene una
persona dependen de los recursos que posee o
a los que tiene acceso. Esto significa que si una
persona sufre discriminación de parte de las ins-
tituciones financieras debido a que le niegan un
crédito, está siendo privada de esta libertad.
3. Libertades sociales: Se refiere al derecho a
tener acceso a los sistemas de educación y de
salud pública, principalmente, que son factores
que hacen posible la libertad fundamental de
vivir mejor. Este tipo de libertad, no sólo es
importante por sí misma, sino también porque
permite a las personas participar eficazmente
en las actividades políticas y económicas (es
decir, gozar de otras libertades). Así, el analfa-
betismo puede ser un obstáculo insalvable para
participar en actividades económicas, y la inca-
pacidad para poder leer los periódicos o de
comunicarse por escrito con otros puede impe-
dir la participación política.
4. Garantías de transparencia: Se refiere a la exis-
tencia de un mínimo nivel de confianza y fran-
queza social que es necesario en las relaciones
económicas, sociales o políticas que establecen
diariamente los individuos entre sí y con las ins-
tituciones públicas. También tiene que ver con la
libertad para interrelacionarse con la garantía de
la divulgación de información y claridad de parte
de todos los que participan en los intercambios.
Esta garantía permite evitar la corrupción, la
39
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
8 Ibidem, p. 57 y ss.
irresponsabilidad financiera y las trampas que
dañan el patrimonio de las personas.
5. Derecho a la protección social. Se refiere al
hecho de que las personas son vulnerables a
grandes privaciones como resultado de cambios
inesperados que alteren de manera negativa su
vida. Este derecho garantiza la existencia de
una red de protección social que permite evitar
la pobreza que podría causar una pérdida ines-
perada del ingreso de un individuo. De igual
modo, incluye acciones para la reducción de la
pobreza, que tratan de resolver las situaciones
de pobreza extrema, dando un ingreso de sub-
sistencia a los individuos cuyos recursos son
muy bajos o nulos. Esto permite impedir que las
personas caigan en la miseria.
4. Privación de capacidades y falta de ingresos
Existe una idea generalizada acerca de que la pobre-
za es resultado de la falta de ingreso de un individuo o
familia. Sin embargo, el enfoque correcto, siguiendo a
Sen, obliga a identificar la pobreza con la privación de
capacidades, que son intrínsecamente importantes
porque enriquecen la vida de las personas, las liberan
de restricciones y las convierten en seres sociales más
plenos, que ejercen su propia voluntad e interactúan e
influyen en el mundo en el que viven9.
El ingreso es un factor que influye en la pobreza
real, pero no es el único, además de que sólo es ins-
trumentalmente importante, es decir, sólo hace más
digna una vida, en la medida que pueda convertirse en
medios para incrementar el bienestar, a diferencia de
otras capacidades que en sí mismas son fuente de
bienestar e incluso constituyen medios para aumentar
la posibilidad de obtener un ingreso. Por ejemplo, el
mejoramiento de la educación básica y la salud públi-
ca constituye un incremento directo en la calidad de
vida, pero también aumentan la capacidad de una per-
sona para librarse de la pobreza de ingreso. Entre más
amplia y de mejor calidad sea la cobertura de la edu-
cación y salud, más posibilidades existen de disminuir
la pobreza y evitar que los potencialmente pobres cai-
gan en la miseria.
Aunque existen razones suficientes para desear
más ingreso y riqueza, tenerlos no garantiza no ser
pobre, porque pueden existir desventajas que reducen
la posibilidad de una persona para transformar el
ingreso en bienestar, tales como10:
a) La edad de la persona, la incapacidad y la
enfermedad (por ejemplo, a mayor edad se está
más incapacitada o más enfermo y por tanto se
puede necesitar más ingreso para lograr las
mismas funciones).
b) El sexo y los roles sociales (ya sea por las res-
ponsabilidades de la obligaciones familiares
asignadas a cada miembro o por la forma en
que se distribuye el ingreso entre ellos).
c) El lugar de residencia (el nivel de carestía de la
vida, la inseguridad, la violencia y los riesgos de
inundaciones o sequías).
d) La situación epidemiológica (por ejemplo la presen-
cia de enfermedades endémicas de una región).
Esto quiere decir que la influencia del ingreso en la
obtención de capacidades es contingente y condicio-
nal, es decir, la relación instrumental entre una y otra
varía de unas comunidades a otras, de unas familias a
otras e incluso de unos individuos a otros. De modo
que, como afirma Sen, la pobreza real entendida como
la privación de capacidades, puede ser mayor de lo
que parece medido por el ingreso11. Es decir, si se
40
Desarrollo, pobreza y libertad
9 Ibidem, p. 31.
10 Ibidem, p.115.
11 Ibidem, p. 116.
observan las carencias de capacidades y libertades de
las personas, es posible encontrar que son más
pobres de lo que parecen ser, si sólo se considera su
falta de ingreso.
Por esta razón es importante, al comparar el ingre-
so de los grupos sociales y las regiones geográficas,
no olvidar cada uno de estos elementos que pueden
disminuir la capacidad del ingreso para convertirlo en
capacidades y en bienestar. Esto es un factor crucial al
momento de identificar y evaluar las políticas públicas
que aspiran a reducir la pobreza, por lo que la mera
reducción de la pobreza de ingreso no puede ser el
principal objetivo de la política de lucha contra la
pobreza.
Por lo anterior, no es conveniente concebir el cre-
cimiento económico como un fin en sí mismo, sino,
más bien como el medio a través del cual alcanzamos
el desarrollo, entendido como el mejoramiento de la
vida que llevamos y las libertades de que disfrutamos.
5. Pobreza y democracia
Para reducir la pobreza se requiere que haya crecimien-
to económico. Pero ello no es suficiente. Como he dicho
antes, para garantizar que los recursos adicionales se
destinen a este fin, se requiere un marco institucional
que permita transformar la riqueza incrementada en
recursos públicos orientados a la consecución de una
vida digna y la disminución de la desigualdad. Y esto -a
su vez-depende de que los arreglos institucionales y las
políticas públicas expresen los objetivos y las necesida-
des de quienes están en peor condición.
Esto significa que la reducción de la pobreza (que
es un factor crucial para promover el desarrollo eco-
nómico) depende fundamentalmente del fortalecimien-
to de la democracia y el goce de otras libertades polí-
ticas (incluida la libertad de expresión y de debate) que
juegan un papel esencial para que los logros del creci-
miento económico se traduzcan en desarrollo humano.
La importancia de la democracia en la consecu-
ción de fines sociales radica en tres aspectos12:
1. Su importancia intrínseca, es decir, por cuanto
que los derechos políticos son una de las capa-
cidades esenciales en la vida de las personas.
2. Su contribución instrumental, es decir el papel
que juega como mecanismo que amplía las
posibilidades de los individuos para expresar y
defender sus demandas de atención política y
su capacidad para provocar una respuesta
social para que se satisfagan sus necesidades
económicas. La democracia otorga la oportuni-
dad de expresar las necesidades y demandar
enérgicamente el establecimiento de medidas
para satisfacerlas. El hecho de que los gobier-
nos actúen a favor del mejoramiento del bienes-
tar de la sociedad depende de las presiones que
se ejerzan sobre ellos. Por ello es importante
que existan libertades políticas como votar, criti-
car, protestar, etc. Habiendo democracia (inclu-
yendo la participación política y la libre oposi-
ción) los gobiernos y los gobernantes tendrán
incentivos políticos para escuchar lo que quie-
ren los individuos, porque tienen que hacer fren-
te a sus críticas y buscar su apoyo en las elec-
ciones.
3. Su papel constructivo en la creación de valores
y normas y en la conceptualización e identifica-
ción de las “necesidades”, particularmente las
económicas, en un contexto social, puesto que
la libertad de expresión garantiza la discusión y
los debates públicos abiertos, fundamentales
para este fin. La creación de los valores socia-
les de manera documentada y sin que estén
definidos y reglamentados por la autoridad,
41
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
12 Ibidem, p. 185.
requiere la comunicación y el debate de argu-
mentos. De igual modo la posibilidad de poder
expresar públicamente lo que valoramos y exigir
que se le preste atención; se requieren libertad
de expresión y elecciones democráticas.
Hay una idea extendida de la existencia de un conflic-
to entre libertades políticas y mejoramiento económi-
co, en el sentido de que estas libertades dificultan el
desarrollo económico, lo que, a su vez, fundamenta la
idea que el autoritarismo puede promover mejor el
desarrollo económico. Sin embargo, prácticamente no
existen evidencias que sustenten este argumento. Por
el contrario, hay pruebas de que los pueblos con
menos libertades políticas también son aquellos de
más bajo desarrollo económico13.
6. ¿Para qué medir la pobreza?
En la actualidad existe un debate importante respecto
al método más adecuado para medir la pobreza14. A
reserva de discutir ese tema en otra oportunidad, quie-
ro referirme aquí a la importancia que tiene dicha
medición para las políticas públicas. En este sentido
hay que mencionar que tiene tres aplicaciones funda-
mentales15:
a) Para hacer el diagnóstico de la pobreza.
b) Hacer el diseño de las políticas públicas para
combatirla.
c) Tener la evaluación de las políticas aplicadas.
A) Por lo que se refiere al diagnóstico, debo señalar
que los indicadores de pobreza sirven, principalmente,
para conocer la magnitud del problema, lo cual es útil
por tres razones: primero porque permite determinar la
importancia del fenómeno y definir y justificar el tama-
ño del presupuesto destinado a su atención. La segun-
da, porque resulta un medio indispensable para diluci-
dar el debate respecto a la relación existente entre cre-
cimiento económico y pobreza. En esta discusión teó-
rica hay quienes piensan que aquél es suficiente para
hacer frente a este fenómeno y no requiere de la inter-
vención estatal; otros consideran que no lo es, por lo
cual se requiere aplicar, obligadamente, políticas públi-
cas específicas para enfrentarlo. Dilucidar de qué lado
está la razón es sumamente significativo, ya que orien-
ta las políticas de desarrollo de un país en un sentido
o en otro. La tercera razón se refiere a que los indica-
42
Desarrollo, pobreza y libertad
13 En México, por ejemplo, las entidades federativas y los
municipios más desarrollados son también aquellos en
donde hay mayor transparencia en los procesos electo-
rales, más amplia es la libertad de expresión y la trans-
parencia en la información y mayor la participación políti-
ca y social. En cambio, aquellos estados y municipios
atrasados son también los que menos avances en mate-
ria democrática han tenido. Y hay que recordar que la
democracia se alimenta también de la existencia de otras
libertades, como las sociales, que incluyen el acceso a
los sistemas de educación pública y permiten a las per-
sonas, participar eficazmente en las actividades políticas.
El analfabetismo, por ejemplo, obstaculiza la participa-
ción política, dado que limita la capacidad para poder leer
los periódicos o de comunicarse por escrito con otros.
Nuevamente vale la pena observar el caso de los esta-
dos y municipios cuyas economías crecen más y tienen
más desarrollo humano, ya que son también los que más
han avanzado en materia de libertades políticas y son los
que tienen los menores índices de analfabetismo. Por el
contrario los de mayor analfabetismo, son al mismo tiem-
po menos democráticos y menos desarrollados.
14 Véase a este respecto: Boltvinik, Julio y Enrique
Hernández Laos (1999). Pobreza y distribución del
Ingreso en México, Ed. Siglo XXI, México; capítulos 1 y
2.
15 Comité Técnico para la Medición de la Pobreza. Op. cit.,
pp. 21-22.
dores de pobreza son el medio para evaluar la eficien-
cia, el éxito o fracaso de las políticas públicas destina-
das a mejorar el bienestar social.
B) En cuanto al diseño de las políticas públicas, los
índices de pobreza desglosan la información a un nivel
que permite utilizarlos para determinar específicamen-
te el contenido de estas políticas, primordialmente por-
que al identificar la pobreza por grupos y subgrupos es
posible determinar aquéllos con más altos niveles y
determinar su contribución en el total. De igual modo,
dichos índices permiten identificar qué tanto se reduce
la población pobre cuando su ingreso se incrementa.
Este cálculo de sensibilidad permite definir la orienta-
ción de los recursos para obtener mayor reducción de
la pobreza. Del mismo modo, la información permite
determinar si la pobreza se deriva de una insuficiencia
de recursos para satisfacer las necesidades de las
personas o si obedece a la desigual distribución de los
recursos existentes en la sociedad. El conocimiento de
todos estos aspectos constituye una valiosa herra-
mienta para el diseño de políticas y conduce a deter-
minar el tamaño y destino adecuado del presupuesto
requerido.
C) Finalmente, en lo que se refiere a la evaluación, los
índices de pobreza son utilizados para valorar el
impacto de programas específicos, pues permiten defi-
nir objetivos específicos en términos de resultados y
evaluar el éxito o fracaso de las políticas públicas de
los gobiernos.
De todo lo anterior se desprende la necesidad urgente
de llevar a cabo una medición profunda y rigurosa
como condición necesaria para implementar medidas
para su eliminación. La voluntad política para llevar a
cabo un amplio programa de combate a la pobreza,
debe ir –invariablemente- acompañada del trabajo
científico de comprensión de las causas que la origi-
nan, su medición exacta y la definición de los instru-
mentos y mecanismos que la eliminan. De otro modo
cualquier esfuerzo que se realice, por más buena
voluntad que se tenga, se convierte en un inevitable
fracaso.
7. Las causas de la desigualdad económica
Un aspecto fundamental para comprender la magnitud
de la pobreza es analizar el grado de desigualdad que
existe entre las personas, pues eso tiende a propiciar
la enorme diferenciación social que existe en aspectos
fundamentales. La desigualdad más importante está
dada por el ingreso que perciben los individuos en una
sociedad, y de acuerdo con Székely16 depende de
cuatro factores:
1. La posesión de activos que determinan el potencial
productivo de cada persona y que permiten generar
ingreso. Son de dos tipos:
a) El capital humano, es decir, las capacidades de
cada individuo (educación, salud, nutrición y
habilidades laborales). Las remuneraciones al
trabajo son el tipo de ingresos identificados con la
posesión de estos activos, e incluyen: sueldos,
salarios, horas extras, propinas, comisiones,
aguinaldos, gratificaciones, primas vacacionales,
premios, bonificaciones y participación en las uti-
lidades de la empresa en que se trabaja.
b) Los activos físicos (bienes de capital, tierra y
financieros) que posee o a los que tiene acceso
una persona. Los ingresos que se generan de
estos activos pueden ser: Percepciones prove-
nientes de actividades empresariales y por la
43
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
16 Székely, Miguel (2003). Es posible un México con menor
pobreza, SEDESOL, México, p. 17.
membresía, administración y gestión en empre-
sas cooperativas; ingresos por alquileres, inte-
reses, dividendos y regalías derivados de la
posesión de activos físicos (como terrenos, edi-
ficios, casas, locales) y no físicos (como cuen-
tas bancarias, préstamos a terceros, acciones,
bonos, alquiler de marcas, patentes y derechos
de autor).
2, Otro elemento que determina la desigualdad del
ingreso lo constituyen las oportunidades de cada
individuo para utilizar sus activos de manera pro-
ductiva, es decir, la posibilidad de generar un
ingreso derivado de la posesión de un activo
determinado. Esto significa que aunque las perso-
nas tengan dotaciones similares de activos, pue-
den estar utilizándolos con distinta intensidad, y
ello se traduce en ingresos diferentes, pues entre
mayores sean las posibilidades de uso de dichos
activos, más recursos generarán. Las fuentes más
importantes de la desigualdad de oportunidades
para participar en el mercado laboral y utilizar sus
activos son:
a) El estado civil (las mujeres casadas tienen
menos oportunidades de participación).
b) El género (la mujer tiene menos oportunidades
de participación).
c) La edad (la probabilidad de participar en el
mercado de trabajo inicialmente aumenta con
la edad, hasta que a edades avanzadas
comienza a decrecer).
d) La escolaridad (las personas sin educación
formal participan menos en el mercado de tra-
bajo debido a que sus alternativas para obte-
ner ingresos son limitadas).
e) El tipo de empleo (privado, público, formal,
informal y tamaño de la empresa en que se
labora).
f) El lugar de residencia (las zonas urbanas ofre-
cen más oportunidades de empleo y negocios
que las rurales).
3. Un elemento explicativo más es la desigualdad en
el sistema de precios con que el mercado retribuye
monetariamente a cada persona por la utilización de
sus activos. Es decir, la desigualdad en el ingreso
de las personas se deriva de la desigualdad en la
magnitud de la remuneración que reciben por el
mismo trabajo realizado. Aquí nuevamente, las
fuentes primordiales de esta desigualdad son: esta-
do civil, género, edad, escolaridad, tipo de empleo y
lugar de residencia.
4. El último factor que explica la desigualdad del ingre-
so de las personas son las transferencias y otras
percepciones que se obtienen de manera indepen-
diente a la posesión de activos, su utilización y su
precio, es decir, que no se encuentran asociadas a
un trabajo realizado o al uso de un activo e incluyen
jubilaciones y pensiones, subsidios de los progra-
mas contra la pobreza, remesas de trabajadores en
el exterior, becas y donativos originados dentro o
fuera del país.
8. Situación y evolución de los factores de
desigualdad
Es necesario valorar el comportamiento de estas fuentes
de desigualdad, ya que son factores de fuerte influencia
en la competitividad entre regiones a nivel nacional e inter-
nacional, particularmente porque la evolución relativa de
los potenciales competidores comerciales que enfrentan
las regiones y los países en los mercados, marca la dife-
rencia en la capacidad que tiene una región o país para
suministrar bienes y servicios igual o más eficaz y eficien-
temente que sus competidores. Es decir, la desigualdad,
la pobreza y su evolución relativa, impacta de manera
44
Desarrollo, pobreza y libertad
definitiva sobre las ventajas que adquiere una región o
país y que le permiten llegar a un mayor nivel de produc-
tividad dado, pues determinan la capacidad para alcanzar
un éxito sostenido en los mercados, sin protección ni sub-
sidios.
Con base en resultados presentados por
Székely17, muestro aquí la evolución de los factores
de desigualdad:
i) La acumulación de activos generadores de ingre-
so ha sido más lenta en México que en otras regio-
nes del mundo, y estos se distribuyen de una
manera bastante desigual entre los hogares,
hecho que se ha agudizado en el tiempo.
En primer lugar, según Székely, la evolución del
capital humano (para cuya medición se utiliza la edu-
cación formal de las personas, es decir, los años de
escolaridad promedio) muestra que a través de varias
generaciones ha habido progreso educativo. Sin
embargo, el progreso educativo no ha sido comparti-
do por toda la población, ya que la proporción de
población con primaria completa es relativamente
baja. Por lo que respecta a la posesión de activos físi-
cos18, de acuerdo con Székely, México es uno de los
países con menor dinámica en el proceso de acumu-
lación de este tipo de capital por trabajador, ya que de
1980 a 1995 registró un estancamiento, mientras que
países como Tailandia y Corea del Sur crecieron con-
siderablemente.
De igual modo, se observa que los ingresos
derivados de la posesión de activos de capital
entre los distintos deciles de ingreso muestran una
importante concentración, ya que 10% de los
hogares más ricos concentra más del 36% de los
ingresos empresariales y 42% derivados de la pro-
piedad, mientras que el 10% más pobre obtiene
entre 2 y 1% de dichos ingresos, respectivamente.
Una situación similar ocurre en el caso de los acti-
vos de capital físico: su distribución es desigual y a
mayores acervo mayor es su nivel de utilización.
Por lo que respecta a los activos financieros19
los resultados de Székely muestran que 10% de
los hogares más ricos realiza el 42% de la inver-
sión, en tanto que el 20% más pobre apenas reali-
za 2.2%.
También se observa que la rentabilidad de dis-
tintos tipos de inversiones depende del monto
invertido20, esto es, que a mayor monto invertido,
mayor ingreso; a su vez, poder invertir más depen-
45
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
17 Székely. Op. cit., p.18 y ss.
18 Se calcula a partir de los ingresos que obtienen las fami-
lias, derivados de la renta empresarial y renta de la pro-
piedad, que son ingresos provenientes de la posesión e
inversión de activos de capital físico y financiero, y por lo
tanto dan una idea de los acervos con que cuentan los
hogares.
19 En este tipo de inversión se calcula el valor de las eroga-
ciones financieras que realiza cada hogar las que inclu-
yen: depósitos en cuentas de ahorros, tandas y cajas de
ahorros; préstamos a terceros; compra de monedas
nacionales o extranjeras, metales preciosos y alhajas;
seguros de vida; compra de casas, condominios locales
o terrenos que no habita el hogar; compra de terrenos,
casas o condominios que habita el hogar; pago de hipo-
tecas; compras de maquinaria, equipo o animales desti-
nados a la producción; compra de valores y otras eroga-
ciones financieras.
20 Existen instrumentos del mercado de capitales que
requieren un monto mínimo de inversión de hasta 750 mil
pesos, mientras que para tener acceso al instrumento
bancario, con menores requerimientos de inversión (las
cuentas de cheques), el requisito mínimo son 5 mil
pesos. Los datos para 2001-2003 indican que el rendi-
miento para el primer tipo de instrumento es casi tres
veces superior al rendimiento del segundo tipo. Lo mismo
aplica para los instrumentos de mercado de dinero cuyo
monto mínimo de inversión es de 100, 50 ó 10 mil pesos,
respectivamente: a mayor monto, mayor es el rendimien-
to. (Székely. Op. cit., p. 25).
de de poder acumular más activos, los cuales,
cuando se utilizan, permiten obtener una mayor
retribución, por unidad, que la obtenida por perso-
nas con menores acervos. Esta situación tiene un
efecto bastante evidente sobre la desigualdad en
la distribución del ingreso.
Con respecto a la propiedad de la tierra, hay
que destacar que existe una amplia concentración,
ya que 10% de las personas con más extensión de
tierra per cápita, concentra o posee 48.6% del
total, en tanto que el 10% con menor número de
tierra per cápita, tiene apenas 1.6%.
ii) En los últimos años se ha incrementado la utiliza-
ción de los activos de capital humano a través de
una mayor participación en el mercado laboral,
particularmente en el caso de las mujeres. Esta
mayor participación ha sido resultado de un mayor
nivel de instrucción escolar de las mujeres. Pero
las oportunidades se han concentrado en función
al nivel educativo. Por ello, la tasa de participación
laboral entre las mujeres con grado de escolaridad
menor al de primaria completa es de menos de
40% (en 2002), en tanto que la tasa de las que tie-
nen educación superior es mayor a 70%. Más aún,
entre 1984 y 2002 la participación laboral femeni-
na creció más para niveles educativos, desde
secundaria hasta preparatoria, que entre las muje-
res con estudios por debajo de la educación media
básica.
Lo anterior muestra que los activos de capital
humano efectivamente pueden influir sobre la dis-
tribución del ingreso, ya sea porque la educación
potencia la generación de ingresos de cada perso-
na o ya sea porque a cantidad del activo, existen
más posibilidades de utilizarlo para generar un
ingreso en el mercado laboral.
iii) Respecto a la remuneración que pueden obtener
las personas como resultado del uso de sus acti-
vos, se observa que entre 1977 y finales de los
años noventa, la diferencia entre los salarios de los
individuos con educación superior y los que sólo tie-
nen secundaria, se incrementó a lo largo del tiempo
y lo mismo sucedió entre quienes tiene educación
superior y los que sólo tienen primaria. Asimismo,
los grupos con un nivel educativo más alto, han
visto crecer sus remuneraciones a mayor velocidad
que los grupos con menor nivel educativo. De 1984
a 2002 la diferencia entre la remuneración prome-
dio de una persona con primaria y una que no la
tenía pasó de 1.48 veces a 1.78 veces. La diferen-
cia entre tener secundaria o no se incrementó de
2.63 a 3.17 veces. Tener la preparatoria representó
un incremento de 3.48 a 4.90 y alcanzar la univer-
sidad representó un incremento en el diferencial de
4.76 a 8.19 veces con respecto al ingreso que reci-
bía la persona promedio sin escolaridad.
Conclusiones
Es importante destacar que para abordar y resolver el
problema del subdesarrollo es necesario atacar su
forma de expresión más esencial que es la pobreza,
entendida en un sentido amplio como privación de un
conjunto de libertades que otorgan capacidad a los
individuos para alcanzar el nivel y tipo de vida, que tie-
nen razones de valor.
En esta concepción amplia de la pobreza, el mejo-
ramiento de los individuos no depende de la cantidad
de riqueza que puedan obtener, pero también, y pri-
mordialmente, de los bienes públicos que pongan a su
disposición las instituciones a través de diversas polí-
ticas públicas.
46
Desarrollo, pobreza y libertad
Por ello, en este enfoque, es fundamental el papel
de la democracia como el mecanismo que permite a la
sociedad participar de modo expreso en la igualación
de las oportunidades y en la disminución de la desi-
gualdad de los resultados que los individuos obtienen
cuando participan en la actividad económica.
Al explorar las causas de la desigualdad entre los
individuos, se observa que un factor fundamental es la
diferente dotación que tiene cada persona de acervos
de capital humano, de bienes de capital, tierra y acti-
vos financieros, y el diferencial en cuanto a las oportu-
nidades de utilización de obtención de una remunera-
ción determinada.
Es claro que existe una circularidad entre la pose-
sión de activos, su uso y su retribución, puesto que las
personas que reciben los más bajos ingresos son tam-
bién las que cuentan con la menor cantidad de todo
tipo y/o con menores posibilidades para su utilización.
Parece claro que el papel de las instituciones debe ser
dar acceso a todos los individuos a la posesión de
estos activos y crear las posibilidades de su uso y su
más alta remuneración,
Bibliografía
Sen, Amartya (2000). Desarrollo y libertad, Océano,
México.
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Medición de la pobreza, variantes metodológi-
cas y estimación preliminar, Sedesol, México.
Boltvinik, Julio y Enrique Hernández Laos (1999).
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Siglo XXI, México.
Székely, Miguel (2003). Es posible un México con
menor pobreza, Sedesol, México.
47
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 35-48
RESUMEN
Con el nacimiento de la ciencia económica se generó
una concepción y explicación de los hechos sociales
menos parcial y la posibilidad de conocer con mayor
grado de certeza, causas y efectos que condicionan los
niveles de bienestar de los pueblos. El avance de la
nueva ciencia obligó a la incorporación del espacio
como una variable más y plantear alternativas de solu-
ción a problemas identificados a través del análisis, con
mayores márgenes de cumplimiento. Se identificó a la
región como elemento prioritario en el estudio del desa-
rrollo económico. Cuatro décadas de experiencias, en
diversos países con distintos grados de desarrollo, lle-
varon a identificar la importancia de lo local en el proce-
so; en algunos casos como sinónimo de región, en
otros, como componente relevante de la misma. Para
nuestro tema particular, las características de lo local,
señaladas en las nuevas corrientes del desarrollo regio-
nal, coinciden en la mayoría de los casos con nuestro
concepto y expresión formal del municipio. A partir de
ello se plantea la importancia del municipio como base
del proceso de desarrollo y a la comunicipalidad como
una estrategia que responde a propósitos tanto econó-
micos como políticos y sociales.
ABSTRACT
When Economics Science was born, a less partial
conception and explanation of social facts was gene-
rated in addition to the possibility to acknowledge with
more accuracy causes and effects that condition peo-
ple welfare’s levels. The new science advance obliged
the incorporation of space as another variable also to
expound choices to solve recognized problems
through analysis, with bigger execution margins. In the
Economics Development studies, Region was identi-
fied as a priority element. Four decades of experien-
ces, in different countries with different development
degrees, leaded to identify the importance of the Local
into the process, in some of the cases as a Region
synonym, in the other hand as a relevant component.
For our particular theme, the Local features pointed at
the Regional Development new trends, agreed, most
of the cases, with our concept and formal expression
of County. Starting from it the District’s relevance was
created as a foundation of the development process
49
El municipio: base deldesarrollo regional
Benjamín Sigüenza Salcedo*
* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios
Superiores Económicos y Sociales de la Universidad
Veracruzana.
and the co-municipality as a strategy that responds
to economics as well as political and social
purposes.
Introducción
Después de un lapso de considerable duración en que
el tema pareció quedar al margen del interés de los
estudiosos del desarrollo económico, a finales del siglo
pasado el desarrollo regional asume un papel prepon-
derante derivado de los embates de la globalización, y
se construye un nuevo enfoque a partir de considerar
la importancia de “lo local”; para entender este cambio
es necesario recapitular desde perspectivas específi-
cas sobre diversos procesos inmersos en la dinámica
social, con énfasis en una de sus manifestaciones más
determinantes: el hecho económico; y cómo, para
nuestro país, el municipio adquiere una importancia
capital.
A través de la historia y en todos los casos las dis-
tintas sociedades, desde que asumieron tal calidad,
han dejado constancia de la formulación de acuerdos
para conjuntar esfuerzos en la consecución de objeti-
vos comunes. Desde la perspectiva económica, la
búsqueda del crecimiento económico ha sido la cons-
tante común sustentada en la consideración de que
una mayor riqueza es requisito indispensable para
alcanzar el bienestar social general.
A lo largo de los tiempos, y de acuerdo a las cir-
cunstancias rectoras, se encuentran ejemplos de
sociedades para cuyos integrantes el propósito se
cumplió; no obstante, a la luz de las ideas prevale-
cientes en los tiempos actuales, la ampliación del
conocimiento y la estructuración de una visión socio-
jurídica que reconoce de manera universal la igualdad
entre los hombres, nos lleva a cuestionar los mecanis-
mos e instrumentos con que los propósitos fueron
alcanzados, generalmente, a través de la explotación
del hombre por el hombre mismo.
Teoría del desarrollo regional
Como es lógico advertir, con la aparición de la ciencia
económica se generó una novedosa concepción cen-
trada en el proceder del fenómeno económico, y con el
avance de la misma, la posibilidad de conocer las cau-
sas que condicionan los niveles de riqueza y bienestar
de los pueblos y sus efectos. El desarrollo de la cien-
cia económica, y el progreso en general, dieron la
pauta para aceptar que las teorías formuladas para
explicar el crecimiento económico de algunos pueblos
y los modelos diseñados para que mediante su aplica-
ción se hiciera extensivo a la totalidad de los mismos,
eran insuficientes.
Como consecuencia, la ciencia económica debió
considerar nuevos elementos de análisis y estructurar
otros conceptos que, incorporados a la teoría, respon-
dieran a interrogantes surgidas por la postergación en
la materialización de los propósitos fundamentales de
toda sociedad, con ello surge el concepto de desarro-
llo económico. La ampliación y consolidación del
nuevo concepto posibilita obtener una más detallada y
certera visión de la realidad, la detección de compo-
nentes no considerados anteriormente son incorpora-
dos a las teorías que se desarrollan para entender y
explicar el proceso; por vez primera y de manera explí-
cita, se reconoce la necesidad de establecer diferen-
cias específicas entre los postulados y objetivos de las
teorías económicas del crecimiento y el desarrollo.
Percepciones de condiciones como desigualdad,
dependencia, explotación, marginalidad, pobreza, baja
productividad y otras más, se convierten en elementos
sustantivos para comprender la realidad actuante y
formular planes de acción que permitan, en principio,
lograr el crecimiento económico para que, en una
etapa subsiguiente, los beneficios generados se distri-
buyan de manera equitativa entre la sociedad. Resalta
en la lectura de los trabajos formulados por los estu-
diosos del desarrollo, el tema de la desigualdad, fenó-
50
El municipio base del desarrollo regional
meno que lo mismo se presenta entre las naciones
que al interior de las mismas, y que se convierte en
punto central del debate respecto a cómo y en qué
orden debe ser atendida. Ya en 1957, G. Myrdal, en su
libro Teoría Económica y Regiones Subdesarrolladas,
señalaba:
Me he decidido a enfocar la atención en un aspecto
particular de la situación internacional: en el problema
de las muy grandes, sostenidas y crecientes desi-
gualdades económicas que existen entre los países
desarrollados y los subdesarrollados. Aún cuando
estas desigualdades y su tendencia a crecer son
notarias realidades, y a pesar de que son la causa
básica de la tensión internacional en el mundo actual,
no se tratan generalmente como un problema central
por la literatura del subdesarrollo y del desarrollo.1
En los tiempos actuales la disminución y, eventual-
mente, la eliminación de las desigualdades se mantie-
ne como el propósito inmediato de un sinnúmero de
naciones cuyos esfuerzos deben redoblarse por la
manifestación más reciente del hecho económico: la
globalización, fenómeno antecedido por el neolibera-
lismo en la larga cadena de acontecimientos aborda-
dos en teorías y estudios enfocados a entender la
naturaleza de la economía en el mundo y a generar
propuestas de acción que permitan su conducción. En
el análisis de la globalización, la más reciente caracte-
rización del fenómeno, concurren defensores y detrac-
tores entre los que existen diferencias significativas
sobre el futuro que les depara a las naciones del
mundo en cuanto a su aceptación o rechazo, como eje
en torno al cual deberán girar sus acciones.
Adicionalmente, la globalización, desde la década de
1990, se ha convertido en tema central de la sociolo-
gía, en tanto que sus efectos impactan de diversas
maneras las pautas de comportamiento y las expecta-
tivas de la sociedad en su conjunto.
Para los defensores de la globalización ésta con-
siste en la profundización de la interdependencia eco-
nómica, cultural y política de todos los países del
mundo, el cual se presenta como un fenómeno históri-
camente irreversible, al cual deben sumarse todos los
países si no quieren perder el tren del desarrollo. La
premisa fundamental de la globalización es que existe
un mayor grado de integración dentro y entre las
sociedades, el cual juega un papel importante en los
cambios económicos y sociales que se están obser-
vando.
Para sus detractores, la globalización, como crite-
rio para definir la etapa actual de la economía mun-
dial, no es más que una nueva forma de colonialismo,
puesto que en el fondo lo que se ha hecho es reem-
plazar viejas formas de sometimiento por otras más
sofisticadas, impidiendo superar la distribución desi-
gual del poder y la riqueza en el mundo. Desde la
perspectiva sociológica, se critica su enfoque reduc-
cionista a tan sólo los fenómenos económicos y tec-
nológicos, y en el que no se tiene en cuenta el papel
de los actores sociales. Samir Amin, uno de los más
radicales críticos del capitalismo, en general, y del
capitalismo global, en lo particular, señala: ”El capita-
lismo real es necesariamente polarizador a escala
global, y el desarrollo desigual que genera se ha con-
vertido en la contradicción más violenta y creciente
que no puede ser superada según la lógica del capi-
talismo.”2
Resulta interesante que aún personajes influyen-
tes y poderosos de la economía mundial, como
George Soros, formule comentarios y argumentacio-
51
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 49-62
1 Myrdal, Gunnar (1968). Teoría Económica y Regiones
Subdesarrolladas, Fondo de Cultura Económica, México.
2 Amin, Samir (2001). “¿Globalización o apartheid a escala
global?”. Globalización, Revista web mensual de Econo-
mía, Sociedad y Cultura. Septiembre. http://rcci.net/globa-
lizacion/2001/fg193.htm
nes críticas en torno a la globalización, como se des-
prende de la cita siguiente:
El desarrollo de una economía global no ha coincidi-
do con el desarrollo de una sociedad global. La uni-
dad básica de la vida política y social sigue siendo el
estado-Nación. El derecho internacional y las institu-
ciones internacionales en la medida en que existen,
carecen de la fuerza necesaria para impedir la guerra
o los abusos en gran escala contra los derechos
humanos en algunos países. Las amenazas ecológi-
cas no se afrontan de forma adecuada. Los mercados
financieros globales están fuera del control de las
autoridades nacionales e internacionales.3
Por ello, y finalmente, no resulta circunstancial que en
los tiempos actuales, los tiempos de la globalización,
se mantenga como tema central la tendencia crecien-
te de las desigualdades y como propósito fundamental
su disminución y eventual eliminación. En el pasado
año 2000, con motivo de la realización del Seminario
de Alto Nivel sobre Comercio y Desarrollo, Deepak
Nayyar señalaba:
El resultado del creciente proceso de concentración
mundial de la producción y del conocimiento en un
puñado de países más avanzados, ha sido el aumen-
to de las desigualdades en todos los sentidos. En
1997 el 20% de la población más rica, residente en
los países de renta alta, participaba en el 86% del
producto bruto mundial, al tiempo que en el otro
extremo el 20% de la población más pobre, residente
en los países de renta baja, participaba en tan solo el
1% del mismo. Igualmente, en ese mismo año al pri-
mer grupo de países ricos le correspondió el 82% de
las exportaciones mundiales y el 68% de la inversión
extranjera directa mundial, al tiempo que al grupo de
los más pobres solo le correspondía el 1% por ambos
conceptos. Similar situación se observa con relación
al uso de las líneas telefónicas y a la conexión a inter-
net: 74% y 93% para el primer grupo, y 1,5% y 0,2%
para el segundo, respectivamente.4
Por su carácter intrínseco a la naturaleza del desarro-
llo económico, durante el lapso comprendido entre la
aparición de la ciencia económica y con ella de las
diversas teorías, hasta los tiempos actuales en que el
fenómeno de la globalización ocupa a los estudiosos
del tema, se manifiesta y asume fundamental impor-
tancia el espacio en el que se desarrolla el hecho eco-
nómico; tal suceso obliga a su consideración y a cons-
truir nuevos conceptos. El análisis espacial realizado
por Von Thünen en 1926, en el que se sustentan los
realizados por los fundadores de la Escuela Alemana
(A. Weber, Christaller y Losch) en el periodo compren-
dido de 1929 a 1940, derivan en la estructuración del
concepto de región económica; sobre él se diseña y
formula la ciencia regional que alcanza su reconoci-
miento pleno con el trabajo que en 1956 realiza Walter
Isard.
Los estudios orientados por una nueva visión del
hecho económico en el que resaltaba el tema de las
desigualdades, obligó a la consideración de un ele-
mento accesorio que se convertiría en un componente
fundamental del análisis económico y del proceso de
desarrollo, para entender las desigualdades tanto
internacionales como intranacionales. Así, la visión del
fenómeno económico originada en la pretensión de
explicar el proceso de crecimiento debió ser ampliada
para incorporar el concepto de desarrollo y el de
región, para lo cual se requería de la participación y
apoyo de otras ciencias entre las que destacaba la
geografía económica.
Las reflexiones y consideraciones expuestas por
quienes continuaron el estudio de la región no lograron
52
El municipio base del desarrollo regional
3 Soros, George (1999). La crisis del capitalismo global. La
sociedad abierta en peligro. Plaza & Janés. Barcelona.
4 Nayyar, Deepak (2000). Mundialización y Estrategias de
Desarrollo. UNCTAD. Seminario de Alto Nivel sobre
Comercio y Desarrollo: Orientaciones para el Siglo XXI,
Bangkok. 12 de febrero.
dar consistencia a una teoría cuyos fundamentos no
están sujetos a discusión; sin embargo, su generalidad
y la naturaleza del objeto de estudio impidieron la
visualización de características sui generis, entre las
que destaca la diversidad en las dimensiones de la
región, lo cual dificultaba su identificación, delimitación
y posterior clasificación; a ello se sumaba el compor-
tamiento de otros componentes interrelacionados del
hecho económico, que cada vez revelaban con mayor
fuerza su importancia en el entorno, cuando era obser-
vado desde la perspectiva social.
Así, los criterios formulados para su identificación
y tratamiento, salvo contadas excepciones, no propor-
cionaron los resultados esperados, generándose en
torno a ello, confrontaciones o, en el mejor de los
casos, falta de acuerdo. Durante un periodo conside-
rable, la ciencia regional se ubicó en un segundo
plano; no obstante, los estudiosos del tema no cejaron
en la búsqueda de respuestas a los problemas que se
manifestaban. En la actualidad se ha transformado el
concepto original para lo cual se cuenta con diversas
explicaciones entre las que destaca la formulada por
Luis Coraggio, quien expresa:
…la disyuntiva es falsa. El procedimiento para identi-
ficar regiones contiene elementos subjetivos..., pero
se concretiza sobre la base de las determinaciones
objetivas que tiene tal relación en la situación real
específicamente investigada. Para poder objetiva-
mente identificar regiones, el fenómeno analizado
deberá estar objetivamente regionalizado. En otras
palabras, la organización espacial que le correspon-
de deberá estar conformada en forma de ámbitos
particularizados de la relación o en áreas homogé-
neas diferenciales.5
2. Lo local ¿Una reinterpretación de lo regional?
Las transformaciones resultantes de la dinámica social
llevan a un replanteamiento del análisis que incorpora
una visión integradora. La actividad económica, el
espacio y la diversidad de países insertos en el proce-
so conforman un nuevo escenario, toda vez que, por lo
menos en el caso de los países o regiones subdesa-
rrolladas, los resultados del proceso de reestructura-
ción del capital a escala global, en el que se incluyen
las intervenciones políticas nacionales e internaciona-
les sustentadas por el poder global del capital y su tec-
nocracia, se experimentan cambios no deseados en
las situaciones particulares de vida de los afectados.
En la medida en que localidades o regiones completas
son afectadas en forma negativa por estos procesos,
surge la necesidad de pensar el desarrollo con otra
posición crítica sustentada en la importancia y perti-
nencia de lo local, basado en lo particular.
Como consecuencia, sin desechar los beneficios
que aporta el manejo de la teoría regional, el espacio
asume una consideración diferenciada, se incorpora el
concepto de “lo local”, para identificar, a partir del aná-
lisis del hecho económico, el espacio en que tiene
lugar, su comportamiento y la forma en que incide y
puede ser modificado, objetivando el fenómeno e
incorporando las interrelaciones que se generan entre
el espacio delimitado por condiciones específicas y la
totalidad.
La incorporación del concepto de lo local surge
como una respuesta al incremento de las desigualda-
des generadas por la globalización y se inserta en el
contexto de la regionalización, considera la diferencia
entre regiones y países como un recurso y no como un
defecto, y la base potencial de futuros cambios, punto
de partida de nuevos procesos de desarrollo social.
En una de sus variantes, el desarrollo local se con-
cibe como “otro desarrollo” alternativo al del capitalis-
mo excluyente, se piensa un desarrollo basado en
53
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 49-62
5 Coraggio, José Luis (1982). Territorios en Transición,
Crítica a la Planeación Regional en la América Latina,
Ciudad, Quito.
fuerzas y procesos endógenos contrapuesto al desa-
rrollo del capital a escala global; es decir, esta con-
cepción del desarrollo implica el fortalecimiento de una
entidad comunitaria local que refuerza su dinamismo,
ello no implica una ideología localista, por el contrario,
se asume abierto entendiendo que deberá interconec-
tarse con los procesos globales, pero manteniendo un
grado de autonomía relativa y diferenciación con la
manifestación de una iniciativa conciente y dispuesta a
transformar la realidad local, desde la perspectiva del
desarrollo humano, compitiendo en todo caso por las
personas y no por el capital; desde otra perspectiva, el
desarrollo local, como viabilidad para otro desarrollo,
debe cambiar el contexto de regulación de los merca-
dos, es decir, las políticas meso y macroeconómicas y
el modo de representación y encuentro de los intere-
ses particulares en la escena pública.
Así, en la medida en que el desarrollo local impli-
que la inclusión de las actividades económicas locali-
zadas en el territorio, sustentadas en uno o mas siste-
mas de producción, generando cadenas de operacio-
nes de producción, circulación de bienes, servicios o
información que comparten un sistema formal o infor-
mal de dirección y regulación, financiamiento y consu-
mo, los conjuntos productivos locales formados por
operaciones localizadas en una misma región, serán
tensados por la necesidad de comunicarse con ele-
mentos con otros códigos, exigencias y ritmos, con lo
que evitarán ser subordinados a lógicas heterónomas.
Es dentro de este marco referencial en que lo local
expresa su importancia y permite construir lo que se
ha denominado “cadenas productivas”, identificadas
como una primera fase del proceso, cuya propia diná-
mica y crecimiento da lugar a los denominados clus-
ters, conformándose así un desarrollo integral que
incluye como fase final la difusión del conocimiento
generado, en el que sus beneficiarios, generalmente la
totalidad de la sociedad que se ubica en la localidad o
región, generan la posibilidad de enfrentar con éxito el
fenómeno de la globalización y participar de los bene-
ficios en forma equitativa.
El paradigma del desarrollo local propone no sólo
otras escalas, como puede ser en lo espacial las micro
regiones, regiones, países y macroregiones, sino otros
actores del desarrollo; gobiernos municipales, ONGs,
organizaciones vecinales, redes de solidaridad y auto-
ayuda, centros de educación e investigación etc., y en
el plano de la superestructura, una voluntad colectiva
y un poder capaz de balancear las tendencias del mer-
cado, que articulados por relaciones horizontales intra-
regionales generan poder social y político, suficiente
para orientar la sociedad en una dirección deseada.
En este sentido José Luis Coraggio expresa:
El desarrollo desde lo local y el desarrollo regional
aparecen no como opciones sino como mutuamente
necesarios. En cuanto al estado nacional, hoy parece
profundizar su retirada de la promoción del desarrollo
local y regional, dejando la responsabilidad en manos
de gobiernos locales o provinciales/estatales.6
Con ello el problema del desarrollo, su análisis y los
instrumentos para resolverlo rebasan los límites de la
ciencia económica y demandan de la participación de
otros profesionales; ya en 1969 Harry Richardson pos-
tulaba:
En verdad el economista que desee descubrir como
trabajo la economía del espacio, tendrá que dejar
sus barreras disciplinarias y asimilar las investiga-
ciones del sociólogo urbano, del geógrafo económi-
co, del demógrafo, del planificador del transporte y
del planeador físico. Aunque si bien el economista
tiene mucho que ofrecer en este campo, su contri-
bución tendrá sus máximos efectos solamente den-
tro de la más amplia forma interdisciplinaria de
“ciencia regional”.7
54
El municipio base del desarrollo regional
6 Coraggio, José Luis (2004). La Gente o el Capital,
Espacio, Buenos Aires, p. 80.
Como complemento a lo expresado en la cita anterior
debemos enfatizar que la transformación del concepto
y la incorporación de lo local conlleva a la considera-
ción de elementos que son objeto de estudio de la
ciencia política, la ciencia jurídica y la administración
pública; en tanto que para los países subdesarrollados
se establece como condición necesaria, si se pretende
avanzar en el mejoramiento de las sociedades que los
integran, la transformación y adecuación del marco
jurídico que los rige y la revisión y redefinición, si es
necesario, del tipo de estado que constituye. Ello con-
lleva a considerar la importancia del órgano adminis-
trativo del mismo, es decir, un gobierno eficiente, así
como una participación activa de los integrantes del
cuerpo social, para lo que se requiere la existencia y
fortalecimiento de la democracia como característica
del sistema de gobierno.
Es innegable que la visión inicial de la ciencia eco-
nómica no ha perdido vigencia; sin embargo, en el
escenario analizado históricamente, otros actores y
elementos han demandado su consideración; las
herramientas de la economía, aunque imprescindibles,
son insuficientes, ello es evidente cuando se reconoce
que el hecho económico es una de las múltiples mani-
festaciones del hecho social. Cada vez con mayor fre-
cuencia se observa la participación y se demanda la
concurrencia de especialistas en la ciencia política, el
derecho y la administración pública, para el diseño e
implementación de políticas económicas.
3. La comunicipalidad como una estrategia de
desarrollo regional
A partir de las consideraciones a que nos lleva el estu-
dio del hecho económico, resulta evidente que el
desarrollo no sólo es deseable, sino posible, para ello
en principio se requiere de una visión integradora del
fenómeno que permita superar problemas como la
desarticulación, el aislamiento y la fragmentación.
Partiendo del hecho de que para nuestro caso conta-
mos con los recursos físicos, materiales y humanos,
debemos encontrar mecanismos que permitan su
implementación para posibilitar la generación de rique-
za, que aunada a la voluntad colectiva puedan desem-
bocar en el desarrollo.
Por ello, nada impide formular propuestas de
acción que contribuyan a construir el andamiaje que
fortalezca la aspiración de convertirnos en una socie-
dad en la que las desigualdades no alcancen propor-
ciones indignantes y demos cumplimiento a las pre-
tensiones de alcanzar no sólo el desarrollo económico,
sino el desarrollo humano.
Desde mi personal consideración, el nuevo enfo-
que del desarrollo regional en el que asume importan-
cia fundamental lo local, para cuya dimensión espacial
se ha estructurado una corriente teórica que nos pro-
porciona las herramientas necesarias para hacer via-
ble el incremento de los niveles de bienestar social, no
obstante el impacto de la globalización, nos ofrece la
oportunidad de aplicar nuevas estrategias de desarro-
llo; en este sentido, y reconociendo las características
esenciales del estado mexicano, el municipio, en su
carácter de base de su división territorial y de su orga-
nización política y administrativa, debe modificar su rol
tradicional e incorporar a su naturaleza el ser, esen-
cialmente, la base del desarrollo regional.
Conocidas las condiciones que privan en los muni-
cipios que integran el estado mexicano, destaca el que
una gran mayoría de ellos no cuenta con los recursos
55
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 49-62
7 Richardson, Harry (1969). Elements of Regional
Economics, Penguin Books, Inc., Baltimore.
financieros para el cabal cumplimiento de las funcio-
nes que deben asumir, y que un porcentaje considera-
ble de los problemas que enfrenta rebasan sus límites
geográficos, una forma viable de acción es propugnar
la comunicipalidad
La comunicipalidad debe ser entendida como la
asociación de municipios contiguos para superar
aquellas deficiencias que individualmente les impide
desempeñar con eficacia su rol y convertirse en deto-
nadores del desarrollo. Corresponde al concepto que,
al referirse a esta asociación de gobiernos locales,
expresó Jacques Chirac ante los alcaldes de Francia:
“es la conjunción de voluntades y la suma de fuerzas”.
Tomando en cuenta que el municipio es el único
orden de gobierno que además de estar cerca de los
ciudadanos encarna la democracia que es, en primer
lugar, un servicio, una escucha y una responsabilidad;
que encarna también la proximidad, la dedicación y la
eficacia, y que es asimismo actor irreemplazable de
las evoluciones políticas, económicas, sociales y cul-
turales del país, la asociación de municipios próximos
viene entonces a ser la suma de todos estos atributos,
fortalecida por el afán de las municipalidades en pro-
mover el desarrollo de su región, trascender la deman-
da de servicios y funciones que por ley le correspon-
den e ir construyendo el bienestar común. En resu-
men, en la comunicipalidad debe materializarse: el
equilibrio, la solidaridad y la voluntad social.
Sobre este particular, no obstante nuestros 2 451
municipios,8 resulta pertinente hacer notar que no es
un problema privativo de nuestro medio nacional, la
múltiple existencia y diversidad de municipios, pues
muchos países se encuentran en la misma circunstan-
cia. Así, por ejemplo, en Italia existen 8 053 munici-
pios, 24 511 en Alemania, 11 700 en Inglaterra, 37 708
en Francia, 2 586 en Bélgica y 8 000 en España. Entre
las medidas para resolver la atomización municipal en
estos países deben destacarse las formas jurídicas de
asociación, como pueden ser las mancomunidades,
agrupaciones o sindicatos de municipios con diversas
características y competencias, unos como organis-
mos superiores, otros como auxiliares y los más de
ellos respetando la autonomía y libertad de los munici-
pios asociados. Todas ellas con resultados francamen-
te positivos.
Estas experiencias observadas en algunos países
europeos, e inclusive americanos como los Estados
Unidos de América y Canadá, constituyen la más apro-
piada respuesta para la solución de los problemas de
aquellos municipios que carecen de recursos para
definir las necesidades comunales, sin que por otra
parte se haya podido apreciar que se hubieren afecta-
do los celos regionales y los principios de indepen-
dencia de cada una de las comunidades, permitiéndo-
les atender en forma eficiente circunstancias conflicti-
vas de carácter secular, que de otra manera habrán
quedado sin satisfacción, en perjuicio de los principios
democráticos que son esenciales de todos los munici-
pios.
Las experiencias de esta práctica en diversos paí-
ses nos indican su viabilidad, los problemas suscepti-
bles de ser resueltos desde esta perspectiva son
esencialmente los problemas seculares de los munici-
pios, que en nuestro caso particular derivan de condi-
ciones históricas que la política busca mantener por
las desviaciones que ésta ha experimentado.
La comunicipalidad, que presupone la contigüidad
física y baja diferenciación de los aspectos culturales,
requiere entonces de la conjunción de voluntades, lo
cual, como consecuencia, permitirá resolver proble-
mas secundarios como pueden ser la estructuración
de organismos públicos responsables de su adminis-
tración y operación, o el diseño de estrategias para
contar con mecanismos mediante los cuales se incre-
56
El municipio base del desarrollo regional
8 INEGI (2005). Estadísticas Municipales. 2005, Aguas-
calientes.
menten los recursos financieros para satisfacer lo que
en ese rubro demanden los programas o planes de
acción.
En conclusión, el aspecto fundamental de mayor
grado de resolución para transitar por el camino de la
comunicipalidad queda circunscrito a la esfera de la
política, cuya importancia nos lleva a formular las consi-
deraciones contenidas en el siguiente y último apartado.
Consideraciones finales
No obstante que la última reforma al Artículo 115 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
contempla la figura de la asociación municipal, ésta es
aplicable en forma limitativa, ya que sólo está referida
para el desarrollo de las funciones asignadas tradicio-
nalmente a los municipios, excluyendo la posibilidad
implícita en la propuesta: establecer asociaciones
entre municipios sin considerar a qué entidades fede-
rativas pertenezcan.
Las objeciones formuladas para que municipios
pertenecientes a distintas entidades federativas formu-
len convenios de asociación están explicitadas en el
dictamen presentado a la Cámara de Senadores, pre-
vio a la autorización de la reforma referida. Destacan
por su especificidad respecto al tema, las formuladas
por el senador José L. Medina Aguiar:
La posibilidad de asociación y coordinación de munici-
pios de diferentes Estados, debe centrarse únicamente
en lo que son las funciones y servicios asignados a los
ayuntamientos en la fracción tercera del mismo artícu-
lo; de otra manera podría interpretarse la creación de
crear constitucionalmente un cuarto orden de gobierno,
el de la asociación municipal interestatal.
Esto cambiaría radicalmente la concepción original
del Estado Federal, para hacer a los municipios, y no a
los estados, la base de esta organización política.
Que consecuentemente no podrá interpretarse de
otra forma, y precisamente nunca entender, que esta
reforma pretende crear un nuevo y futuro orden de
administración, y mucho menos de gobierno.
Que las asociaciones de municipios no pueden ni
deben tener una connotación política, que por sí
misma otorgue nuevas atribuciones a los municipios,
y que por tanto éstas nunca desaparecerán ni dismi-
nuirán, pero tampoco aumentarían en virtud de cual-
quier convenio de asociación.
Que por tanto, las funciones asociadas no podrán
utilizarse para fines distintos a los encargados por la
Constitución a los municipios, y que son específica-
mente los servicios públicos a la comunidad de su
territorio.
Que en suma, la reforma corresponde al propósi-
to indudable de fortalecer al municipio en México;
pero sin afectar las entidades del pacto federal en
que se funda el Estado Mexicano.9
En este orden de ideas es evidente la naturaleza polí-
tica del obstáculo a vencer; por ello, si aceptamos
desde otra perspectiva que toda sociedad se instaura
para la defensa de sus intereses, organizándose de
manera tal que los esfuerzos de la colectividad, identi-
ficados en términos materiales con los resultados de la
actividad económica, se encaminen en la búsqueda
del bien común, resulta lógico que uno de sus propó-
sitos es que tal sociedad perdure, y es precisamente
en este propósito en el que se centra el objetivo de la
ciencia política. En palabras de Georges Burdeau, la
ciencia política: “Busca el por qué y el cómo de lo que
hace que una sociedad perdure, es decir, las institu-
ciones y los estatutos en los que se asientan tanto los
fundamentos del Poder Político como los instrumentos
de su acción”.10
57
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 49-62
9 Versión estenográfica de la sesión pública de la H.
Cámara de Senadores, 24 de junio 1999. H. Cámara de
Senadores. México.
10 Burdeau, Georges (1982). Tratado de Ciencia Política,
Tomo I, Volumen 1, UNAM, México, p. 32.
En este contexto, resulta claro que la actividad
económica es realizada en un escenario delimitado
por los estatutos que se proporcionó a la sociedad y
con el respaldo de las instituciones existentes, asu-
miendo por ello la característica de instrumento de
acción del poder político.
Desde la óptica de los estudiosos de la ciencia
política, el desarrollo de las técnicas de producción, la
recuperación de los niveles de vida, la uniformidad de
las mentalidades que ocasiona el uso masivo de los
medios de comunicación, tanto materiales como espi-
rituales, parece que nos llevan hacia un mundo en el
cual la cuestión política primordial ya no es saber de
dónde proviene el poder ni quién lo detenta, sino más
bien de juzgarlo de acuerdo a sus realizaciones y con
base en ello plantear los cambios que se demanden.
En forma lógica se centra la atención en la exis-
tencia del Estado que, en el contexto descrito, repre-
senta la institución más acabada de la sociedad. Una
revisión somera de las diversas ciencias sociales nos
lleva a identificar en todos los casos la figura del
Estado como el referente obligado de sus análisis, y a
reconocer que en su fortaleza y funcionalidad se sus-
tentan las posibilidades de alcanzar los propósitos de
la sociedad.
Al respecto, en México, las últimas cuatro décadas
han sido testigo de la importancia que tiene el que la
máxima institución social cumpla con las condiciones
de fortaleza y funcionalidad, no queda duda de que al
respecto los resultados no son del todo satisfactorios,
fundamentalmente porque, no obstante que en algu-
nas épocas los niveles de crecimiento económico han
sido impactantes, las acciones de los responsables de
la conducción del Estado no han logrado atenuar las
desigualdades existentes; por el contrario, éstas han
aumentado, lo que ha llevado a cuestionar tanto la for-
taleza como la funcionalidad del Estado Mexicano.
En la situación descrita, diferentes estudiosos han
identificado lo que denominan crisis de las relaciones
estructurales, las cuales representan uno de los princi-
pales problemas que se pretenden resolver. José Luis
Coraggio, en su libro La Gente o el Capital, señala al
respecto:
La descripción de las relaciones estructurales, así
como la identificación de los agentes principales y
sus formas de conciencia y comportamiento, deben
realizarse sobre la base de una concepción de la tota-
lidad social en la cual se insertan. Por otra parte, la
totalidad, en cuanto social, debe ser concebida como
procesal, poniendo énfasis en los procesos que tien-
den a reproducir las situaciones consideradas proble-
máticas.
La capacidad de reproducción de estas estructu-
ras no implica que su naturaleza sea armónica, sino
que, por el contrario, tal reproducción se realiza sobre
la base de una continua redefinición de contradiccio-
nes internas y externas, las cuales se expresan bási-
camente bajo la forma de conflictos sociales que el
diagnóstico debe explícitamente registrar y caracteri-
zar. 11
En consecuencia, si la pretensión de todo grupo social
organizado, no obstante las contradicciones que se
generen en su interior, es el logro de mayores niveles
de bienestar, y como requisito esencial se requiere de
la generación de riqueza, lo cual sólo es posible a tra-
vés de la actividad económica que realiza la sociedad,
no puede desdeñarse lo que las distintas disciplinas
señalan como acciones a realizar para la consecución
de los fines.
Desde la década de los ochentas, la visión prag-
mática del liberalismo social omite considerar el impor-
tante papel que juegan el Estado y su administración,
no sólo en el proceso de cohesión social, sino más
aún, en la instrumentación de la estrategia de creci-
miento económico. Aunque en el discurso político se
58
El municipio base del desarrollo regional
11 Coraggio, José Luis (2004). La Gente o el Capital,
Espacio, Buenos Aires, p. 19.
reconoce y plantea que la nueva configuración social
requiere de una administración pública diferente, para
que los individuos tengan mayores posibilidades para
participar en la toma de decisiones, la realidad recien-
te ha puesto de manifiesto que ni un estado más
pequeño ni una administración pública reducida, con-
diciones impuestas por el neoliberalismo, son suficien-
tes para resolver los problemas de un país que no
acaba de encontrar la senda del desarrollo.
El problema que está ahora enfrentando el Estado
es cómo, a partir de una estructura gubernamental que
aparentemente busca la eficiencia operativa y finan-
ciera, enfrentar las necesidades de una población para
la que el mercado ha sido incapaz siquiera de propor-
cionar los mínimos de bienestar. Más de veinte años
de acciones gubernamentales para una pretendida
modernización del Estado y de su administración
pública han abierto muchas más interrogantes de las
que había cuando se proclamó que la reestructuración
del aparato de gobierno reportaría importantes benefi-
cios a la sociedad.
La profundización de la informalidad que fortalece
la imposibilidad de restablecer las relaciones entre las
formas y mecanismos de gestión y regulación del capi-
tal y el trabajo, y los patrones de acumulación y com-
petencia entre capitales, la incoherencia de las políti-
cas y acciones gubernamentales y las contradicciones
entre sí, revelan la ausencia de un proyecto global de
gobierno, de la sociedad y del aparato público; expre-
sado en otros términos, de un proyecto de nación.
Es en este orden de ideas que se ha planteado la
reforma del Estado Mexicano; en términos generales,
la reforma debe responder por lo menos a las siguien-
tes interrogantes: ¿Qué clase de país queremos?
¿Cuáles son los caminos que debemos emprender
para lograrlo? ¿Cómo superar los obstáculos? ¿Cómo
acabar con los lastres que por varias décadas se fue-
ron arraigando en nuestro país? ¿Cómo dar cauce a
cada uno de los actores sociales?
El tema constituye en la actualidad un asunto de
interés superior; de la considerable cantidad de estu-
dios realizados al respecto se identifica que existe
coincidencia en un buen número de asuntos que
demandan atención prioritaria a través de las reformas
correspondientes: reforma constitucional, la cual se
traduce en la reforma del marco jurídico en el que se
rigen las acciones del estado; reforma administrativa,
que se enfoca en la mejora de los procesos al interior
de la administración pública, para la mejora de los ser-
vicios que presta el Estado; reforma política, que es la
búsqueda de la mejora en la relación Estado-sociedad,
asimismo, es la que busca imprimir legitimidad a las
acciones del Estado y hacer realidad la vida democrá-
tica.
En cada uno de ellos se insertan otros temas de
similar importancia. Una pieza clave de la reforma del
Estado es el impulso a un nuevo federalismo. Tan
importante como el logro de un adecuado sistema de
división de poderes es la configuración de esquemas
de distribución de competencias y de coordinación de
esfuerzos entre los distintos órdenes de gobierno.
Para una nación tan compleja y tan diversa en lo geo-
gráfico, lo económico y lo cultural, como es México, el
federalismo es, más que una idea políticamente
correcta, una premisa de la unidad nacional.
El nuevo federalismo, sin embargo, sólo podrá ser
el resultado de un complejo proceso político en el que,
de modo paralelo, deberán avanzar tanto la distribu-
ción a favor de estados y municipios de las enormes
facultades concentradas en la federación, como la
capacidad de los gobiernos estatales y municipales
para ejercer con eficacia y transparencia las facultades
que les deban ser transferidas.
El ejemplo que mejor ilustra este doble imperativo
es el de la distribución de las facultades recaudatorias.
En México, la Federación recauda más del 95% del
total, en tanto las entidades federativas son responsa-
bles de recaudar alrededor del 4%, y los municipios
59
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 49-62
menos del 1%. En este contexto, difícilmente se puede
pensar en que existan condiciones materiales capaces
de dar sustento a la idea de estados libres y sobera-
nos, y municipios que respondan eficientemente a sus
atribuciones.
Para el gobierno federal, la concentración de la
capacidad recaudatoria y de las obligaciones que con-
lleva ha sido una vía eficaz para mantener el control
sobre los otros dos órdenes de gobierno. Pero, en
paralelo, para los gobiernos estatales y municipales, la
concentración de facultades recaudatorias, si bien
merma su autonomía y su margen de maniobra para
impulsar procesos propios de desarrollo regional,
resulta bastante cómoda en tanto no asumen las res-
ponsabilidades de la recaudación y del ejercicio efi-
ciente del gasto.
De ahí que el nuevo federalismo sólo pueda ser
posible en el marco de la adopción de una nueva con-
vención hacendaria. Ciertamente, ya se han dado los
primeros pasos, tal como lo ilustran los esfuerzos de la
Conferencia Nacional de Gobernadores y los consen-
sos de la Convención Nacional Hacendaria. Con todo,
sigue siendo una asignatura pendiente establecer una
verdadera coordinación hacendaria para otorgar a los
gobiernos locales mayor participación mediante con-
venciones fiscales.
Pero la idea de fortalecer a los gobiernos municipa-
les va más allá de la cuestión fiscal o presupuestal. Se
trata de proponer una manera distinta de propiciar el
desarrollo económico, pensándolo de abajo hacia arri-
ba, del nivel básico de gobierno, el municipal, hacia los
ámbitos estatales y al federal. Ello requiere cambios en
las legislaciones estatales que apunten en la dirección
de darle más atribuciones a los ayuntamientos, promo-
ver que todas las leyes orgánicas municipales incluyan
la obligatoriedad de los planes de desarrollo municipal,
y la posibilidad de contar con planes integrados de
desarrollo para más de un municipio, en razón de sus
características como región. Se debe impulsar la demo-
cratización municipal y la integración económica regio-
nal, buscando las figuras idóneas para ello.
Hasta ahora, el proceso de federalización ha care-
cido de una estrategia coherente, por tanto, es nece-
sario convertir el federalismo en una política de esta-
do, para otorgar coherencia al proceso de distribución
del poder público de la Federación a los estados y
municipios, así como para hacer del federalismo un
verdadero atributo del Estado Mexicano. Para tal efec-
to, y como punto de partida, debe reivindicarse el
carácter libre y soberano de los estados de la
Federación como entidades creadoras del pacto fede-
ral, y readecuar el marco normativo del municipio,
dotándolo de facultades que le permitan acceder a la
estructuración de figuras jurídicas que les posibiliten
incrementar la rentabilidad de los recursos de que dis-
pone.
A este respecto, es menester subrayar el carácter
compensatorio que debe poseer el sistema federal. Un
mecanismo indispensable para este propósito es con-
ferir a los distintos órdenes de gobierno facultades
expresas en materia de desarrollo, y precisar que la
instrumentación de las políticas públicas referidas a
los propósitos de equidad territorial y población corres-
ponde de forma preponderante a las entidades federa-
tivas y los municipios.
La visión del Estado Federal debe poner énfasis
en el vigoroso papel que los poderes federales desem-
peñarán para redistribuir responsabilidades y recursos
ante el escenario de enormes disparidades regionales,
así como en generar los consensos necesarios para
ampliar las facultades de estados y municipios en el
diseño de programas operativos. En dicho sentido,
cabe proponer reformas con el objeto de transitar del
Plan Nacional de Desarrollo a un conjunto de planes
con propósitos diferenciados, en el marco de un fede-
ralismo asimétrico.
Un instrumento para transitar de las relaciones
intergubernamentales rígidas del federalismo coopera-
60
El municipio base del desarrollo regional
tivo a las redes de gestión intergubernamental asimé-
tricas, inherentes al federalismo con liderazgos múlti-
ples, es el impulso a las formas de asociación intergu-
bernamental, entre las cuales se encuentra la comuni-
cipalidad.
Es, por tanto, necesario incluir en las propuestas
de reforma una disposición que prevea expresamente
formas horizontales de asociación entre gobiernos
estatales o municipales, y que instaure órdenes inter-
medios de gobierno para la mejor coordinación de
acciones.
Otro asunto relevante lo constituye la atención al
municipio mexicano y su reforma; el espacio municipal
constituye la base para la construcción de algo nuevo,
desde la reconfiguración local de las relaciones de
poder. Es también un ámbito de vinculación y verte-
bración de múltiples dimensiones, participación ciuda-
dana, alternativas productivas, medio ambiente, políti-
cas públicas, descentralización, fiscalidad y finanzas,
desarrollo y bienestar.
El municipio es el espacio idóneo para la construc-
ción de una economía desde la base; es el ámbito que
brinda la oportunidad para establecer una relación
gobierno-sociedad más constructiva y fundamentada
en la participación, así como el espacio para construir
un desarrollo diferente, más ajustado a cada contexto
y a las expectativas de la población.
Así las cosas, el municipio es un momento crucial
de la reforma del Estado; es una pieza imprescindible
para la descentralización de las funciones de gobierno
y para la actuación gubernamental territorial, regional
y local. Sin embargo, la Constitución no define el muni-
cipio ni explica su ámbito de actuación más allá del
territorio que gobierna; sólo en el artículo 115 constitu-
cional se refiere a la capacidad de los municipios que
forman parte de un área metropolitana de asociarse
para el cumplimiento de sus funciones.
Es, por tanto, necesario identificar las funciones que
todos los municipios del país deben asumir de acuerdo
con la capacidad y disponibilidad diferenciada de sus
recursos económicos, sociales y culturales, en el marco
de un genuino federalismo asimétrico. Asimismo, es
indispensable considerar al municipio como parte inte-
grante de la Federación y como depositario de la sobe-
ranía popular. En el marco de la reforma del Estado, ello
implica definir al ayuntamiento como el órgano de
gobierno que representa los intereses de la comunidad
municipal, fuente de la soberanía popular; reconocer la
heterogeneidad municipal que existe en los estados del
país y concebir al municipio no solamente como la base
de la división territorial y de la organización política y
administrativa del Estado Mexicano, sino también de su
desarrollo económico.
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62
El municipio base del desarrollo regional
RESUMEN
Este ensayo contiene algunas reflexiones acerca de la
rendición de cuentas, desde tres perspectivas de análi-
sis: la primera explora las clases de rendición de cuen-
tas, según el criterio de su lógica espacial; la segunda
aborda la evolución de las concepciones teóricas sobre
el tema; y la tercera consiste en una ilustración de los
mecanismos y procedimientos de rendición de cuentas
para los municipios del estado de Veracruz.
ABSTRACT
This test contains some reflections about the, from three
perspective of analysis: first it explores the classes of
accountability according to the criterion of its space
logic; second it approaches the evolution of the theoreti-
cal conceptions on the subject; and third it consists of an
illustration of the mechanisms and procedures of institu-
tions of accountability for the municipalities of the state
of Veracruz.
Introducción
La rendición de cuentas es una forma de interacción
entre organizaciones públicas, mediante la cual una de
ellas informa a la otra acerca de la administración y eje-
cución de los recursos públicos a su cargo. La rendición
de cuentas no sólo es un proceso que involucra respon-
sabilidades administrativas y financieras, sino además
implica un proceso político, mediante el cual las autori-
dades tienen el deber de ser transparentes en cuanto a
sus actuaciones que hayan comprometido bienes, servi-
cios y recursos públicos.
El presente ensayo consiste de algunas reflexio-
nes basadas en fundamentos teóricos que inician con
un recorrido de la evolución histórica, desde la época
de la autoridad absoluta que no tenía la obligación de
la rendición de cuentas, hasta la democracia moder-
na, cuya calidad se mide, entre otros aspectos, en la
función de los diversos mecanismos de rendición de
cuentas que se implementa entre los poderes del
Estado que la constituyen. Además, se presenta una
clasificación de la lógica espacial de la rendición de
cuentas: vertical, horizontal y transversal, así como
una ejemplificación de los mecanismos y procedi-
mientos de rendición de cuentas entre diversas insti-
tuciones públicas.
63
Rendición de cuentas:interacción entre
organismos públicos
Martha Elena Lajud Neme1
1 Profesora titular de la Facultad de Contaduría y
Administración de la Universidad Veracruzana.
1. Revisión conceptual de la rendición de cuentas
La rendición de cuentas es un proceso instituido con el
fin de controlar tanto a los gobernantes como a los fun-
cionarios públicos designados por ellos; partiendo del
supuesto de que la mejor forma de lograr un buen
gobierno es estableciendo el deber de informar y expli-
car sus decisiones y actos de gobierno, es decir, de
hacerlos responsables del ejercicio de la autoridad que
les fue otorgada. Asimismo, la rendición de cuentas
implica la creación de instancias competentes y con
las atribuciones necesarias para verificar y evaluar la
gestión de gobierno, mediante una red de mecanismos
e imponiendo en su caso sanciones a quienes han
quebrantado las obligaciones inherentes a su labor
pública.
El citado proceso se considera, por lo tanto, como
un elemento importante de las democracias, ya que
supone la facultad de las instituciones para hacer res-
ponsables a los funcionarios de sus actos y decisiones
en los distintos niveles de autoridad, lo que permite
dentro de lo posible evitar, prevenir y en su caso cas-
tigar el abuso de poder, buscando conciliar el interés
colectivo con el interés particular de los gobernantes.
Los funcionarios públicos rinden cuentas para que
los ciudadanos puedan discernir si el gobernante está
actuando en su propio interés o en el de la comunidad
y sancionarlo en concordancia, de forma tal que los
gobernantes en funciones que sí cumplen su mandato
serían reelectos y aquellos que no, perderían su
cargo. (Cheibub y Przeworski, 1999:225)
Hoy en día, el concepto de rendición de cuentas ha
evolucionado para englobar procesos más complejos
de la vida pública de un país, alejándose de su senti-
do estrecho de simple auditoría, y refiriéndose más
ampliamente a la disposición del Estado y sus institu-
ciones, para ofrecer a la ciudadanía acceso a la infor-
mación respecto de todas las actuaciones políticas,
administrativas o financieras; así como para someter a
los actores políticos a la más rigurosa fiscalización por
parte de la autoridad. (Ugalde, 2003:7-8)
Un funcionario podría ser removido de su puesto
como sujeto de responsabilidad asociada a la eficacia,
o castigado penalmente como resultado de una res-
ponsabilidad legal relativa a la honestidad; y al saber
que puede ser sancionado, éste tendrá mayor cuidado
de incurrir en el abuso del poder, tendencia contraria a
la impunidad gubernamental, sello del autoritarismo.
1.1 Dimensiones básicas del concepto en el ámbito
político
En el campo de la ciencia política, la rendición de
cuentas significa el deber de los servidores públicos
de proporcionar cuentas, es decir, exponer y justificar
el uso de sus atribuciones y obligaciones a los ciuda-
danos, que son los últimos depositarios de la sobera-
nía en una democracia, buscando como resultado el
que acepten su responsabilidad en caso de errores,
incompetencia o engaño, y actúen en consecuencia
como respuesta a las críticas o requerimientos que les
son señalados.
La categoría accountability parece ser el vocablo
adecuado para describir esa actividad propia de las
democracias representativas con separación de pode-
res, la cual se ha traducido como rendición de cuentas.
Schedler (1999:13-17) menciona dos dimensiones con
relación a dicho concepto; en primer lugar, answerabi-
lity, que consiste, por un lado, en el derecho ciudada-
no de recibir información y, por el otro, la obligación de
los funcionarios públicos de proveerla, es decir, de
informar y explicar qué están haciendo, además de la
justificación de sus actos. En segundo lugar, enforce-
ment, que se asienta en la capacidad de las agencias
fiscalizadoras para hacer cumplir la ley y sancionar a
los funcionarios y representantes que incumplen su
mandato o que violen sus responsabilidades públicas,
a fin de que paguen las consecuencias de sus actos,
64
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
activando al mismo tiempo mecanismos tanto de con-
trol preventivo que disuadan a los potenciales infracto-
res de la ley, como de supervisión de los actos de
gobierno. Una tercera dimensión puede ser añadida
con el elemento receptivennes, es decir, la capacidad
de los funcionarios públicos para tomar en cuenta las
opiniones de los ciudadanos.
Visto en conjunto, el proceso de rendición de cuen-
tas está constituido por un enlace de fuerzas legales,
políticas, socioculturales y económicas, que busca
hacer efectivo el control de los servidores públicos en
tres perspectivas de sus acciones, como son las rela-
cionadas con los recursos financieros, los beneficios y
resultados, y el trato equitativo a los ciudadanos invo-
lucrados.
2. Tipos de rendición de cuentas
La rendición de cuentas es un concepto integral que
reconoce tipificaciones de acuerdo a diversos criterios
de un solo fenómeno, cuya particularidad es la acción
civil para controlar al gobierno, apoyándose en recur-
sos legales, en un conocimiento técnico adecuado y
en una estrategia política factible, y evidenciando que
las exigencias políticas, financieras y organizativas
que la rendición de cuentas plantea a la sociedad, son
enormes.
2.1 Criterio temporal
Cuando se habla de la extemporaneidad de la rendi-
ción de cuentas, como un factor adverso a su eficacia,
se piensa en una acción que se desarrolla en forma
posterior al ejercicio de gobierno, sin embargo, este es
un punto de vista limitado del concepto, ya que debe
encuadrarse como la totalidad de un proceso integra-
do por tres posibles momentos para su ejecución:
1. Prospectiva, que consiste en el diseño y planifi-
cación de las políticas públicas, en el que gru-
pos organizados de la sociedad civil participan
activamente.
2. Procesal, es el segundo momento en el que la
sociedad civil puede involucrarse en el segui-
miento y monitoreo de las políticas públicas,
obteniendo razones y juicios como justificación
de lo hecho y por hacer.
3. Retrospectiva, que radica en la evaluación de
las políticas públicas y de las acciones de las
que se rinde cuentas.
2.2 Criterio temático
Desde esta lógica, Andreas Schedler (1999:22-23)
menciona las diferentes temáticas de la rendición de
cuentas, entre las cuales tenemos:
1. Política, que utiliza el escrutinio público para
evaluar el buen uso, tanto de las políticas inhe-
rentes como de sus procesos de elaboración, y
puede ser realizada a partir de acciones dirigi-
das a influenciar a los distintos poderes del
Estado para hacer que las políticas guberna-
mentales respondan o se adecuen a las prefe-
rencias del electorado.
2. Administrativa, que se sustenta en la revisión de
la conveniencia y exactitud en el procedimiento
de los actos burocráticos, mediante la determi-
nación y evaluación de los objetivos y el uso de
los recursos, así como también de la implemen-
tación de controles e indicadores.
3. Financiera, subordina el uso del patrimonio
público a las normas oficiales de austeridad, efi-
ciencia y propiedad.
4. Legal, que se basa en la eficacia y el respeto a
la ley, la justicia pronta y expedita, las normas
de conducta proba y la atención de quejas; es
65
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
decir, es necesario un sistema legal con capaci-
dad para imponer la ley y para hacer que los
gobernantes la obedezcan. (Peruzzotti y
Smulovitz, 2002:26-27)
2.3 Criterio espacial
Guillermo O’Donell (1999:30-34) propone uno de los
supuestos analíticos más utilizados para entender los
mecanismos de la rendición de cuentas, a partir de
una metáfora espacial, indicando el eje de operación
de las instituciones de control, las cuales dividió en:
a) Rendición de Cuentas Vertical: describe cuando
algún poder superior sujeta a la rendición de cuen-
tas a actores de poder inferior (ascendente); tam-
bién implica la existencia de controles externos al
Estado, por medio de los cuales la sociedad contro-
la las acciones de los funcionarios públicos a través
del mecanismo electoral, según el cual los ciudada-
nos someten a juicio a sus representantes a través
de elecciones periódicas (descendente). Otro
mecanismo de control desde la sociedad son las
demandas sociales y la difusión a través de los
medios de comunicación, los cuales reproducen las
más visibles de estas demandas y los actos pre-
suntamente ilícitos de las autoridades públicas
(Peruzzotti y Smulovitz, 2002:32-33).
La estructura vertical y rígida de la burocracia explica
cómo se delegan obligaciones y se piden cuentas
sobre las acciones relacionadas con el desempeño
laboral, ya que la estructura piramidal del gobierno ter-
mina por depositar en una sola persona la potestad
última, en la cual no hay jefe ulterior; esa posición es
la jefatura de gobierno.
La rendición de cuentas vertical describe una rela-
ción entre desiguales, la cual consiste por una parte en
la rendición burocrática, por medio de la cual un supe-
rior jerárquico trata de controlar a sus subordinados, y
por la otra la rendición electoral, en la cual los votan-
tes juzgan y vigilan a los representantes.
66
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
Gráfica 2
Rendición de Cuentas Horizontal
Vertical Ascendente Vertical descendente
(Electoral)
Secretario Representantes electos
Subsecretario Ciudadanos
Movimientos Sociales
Director
b) Rendición de Cuentas Horizontal: se refiere a un
sistema intraestatal de controles, que sostiene la
idea del control o equilibrio entre los poderes del
Estado, y significa la existencia de agencias guber-
namentales que tienen la autoridad legal para con-
trolar o fiscalizar a otras agencias, además de que
están operativamente preparadas y capacitadas
para emprender acciones, que van desde el control
rutinario hasta la aplicación de sanciones legales
como consecuencia de sus actos u omisiones que
pueden, presuntamente, ser calificados como ilíci-
tos (O’Donell, 1999:29-51).
Además de cumplir sus funciones propias, los poderes
Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben rendirse cuen-
tas entre sí y frente a otras instituciones autónomas,
cuya tarea es revisar su comportamiento. Esta rendi-
ción es horizontal en tanto se desarrolla entre institu-
ciones del mismo nivel jerárquico, pero independientes
entre sí, cumpliendo con el principio de pesos y con-
trapesos que descansa en la suposición de que ningún
agente se impone sobre los demás.
O´Donell (2002:92, 94) distingue dos tipos de agen-
cias de rendición de cuentas horizontal: agencias de
balance, las cuales están integradas por los tres grandes
poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y agencias
asignadas, como son: fiscalías, Órganos Superiores de
Fiscalización, Conseils d´Etat y similares.
c) Rendición de Cuentas Transversal: es dirigida a tra-
vés de las instituciones del Estado al espacio de la
sociedad civil y viceversa, que, o bien tienen funcio-
nes directivas como los institutos electorales, o bien
tienen funciones consultivas y de control como en
las comisiones gubernamentales de derechos
humanos; estos mecanismos transversales tienen
fuerza jurídica y capacidad institucional si su diseño
es apropiado, pues la sanción a los burócratas
puede ser directa o tener consecuencias (Olvera e
Isunza, 2004:348).
67
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
Gráfica 2
Rendición de Cuentas Horizontal
Horizontal
Ejecutivo Legislativo Judicial
Como un supuesto adicional podríamos mencionar otra
perspectiva del concepto de rendición de cuentas trans-
versal, que se presenta cuando las entidades de los
poderes ejecutivos estatales y los municipios rinden
cuentas al Poder Legislativo, situado en un orden supe-
rior de gobierno, como el caso específico de nuestro
tema de estudio, en el que las autoridades municipales
tienen la obligación de entregar la cuenta pública del
ejercicio inmediato anterior ante el Congreso del
Estado, y éste a su vez se auxilia de sus organismos fis-
calizadores (internos o autónomos) para la revisión de
la información y si es procedente su aprobación.
Si vemos en conjunto todos los tipos espaciales de
rendición de cuentas, podemos configurar un sistema
integral que comprenda todos los órdenes y poderes
del Estado, de tal modo que muestre los contrapesos
reales de los actores e instituciones, tanto de la socie-
dad política, como de ésta con la sociedad civil.
68
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
Gráfica 3
Rendición de Cuentas Transversal
PODER EJECUTIVO: ORGANISMOS PÚBLICOS
AUTÓNOMOS
Nivel Federal Nivel Federal
Secretario Instituto Federal Electoral
Subsecretario Comisión Nacional de Derechos Humanos
Directores
Nivel Estatal Nivel Estatal
Secretario Instituto Electoral Veracruzano
Subsecretario Comisión Estatal de Derechos Humanos
Directores
Nivel Municipal
Secretario
Subsecretario
Directores
Gráfica 4
Rendición de Cuentas Transversal.
Un supuesto adicional
Poder Ejecutivo Poder Legislativo
Nivel Federal Nivel Federal
Gobierno Congreso Nacional
Auditoria Superior de la Federación
Nivel Estatal Nivel Estatal
Poder Ejecutivo Congreso Local
Órgano de Fiscalización Superior
Nivel Municipal
Poder Ejecutivo
La figura anterior sólo contempla algunos casos de
rendición de cuentas institucionales de tipo vertical, hori-
zontal y transversal, pudiéndose mostrar muchos más
ejemplos si cruzamos más ordenes y poderes, y ade-
más no incluye la rendición de cuentas vertical electoral
y social, en donde intervienen los ciudadanos.
3. La Teoría de la Rendición de Cuentas
La rendición de cuentas es un concepto que proviene
de finales del siglo XVIII y principios del XIX y se institu-
yó como una de las condiciones para el buen funcio-
namiento de un sistema democrático, por lo que, para
comprender las implicaciones de esta teoría, es con-
veniente desarrollar una exploración de ciertos princi-
pios filosóficos en un contexto de evolución histórica y
del pensamiento político, como un punto de partida
para su discusión.
El primer elemento para la teoría de la rendición de
cuentas surge de las argumentaciones de Hobbes, en
donde enfatiza que al renunciar a sus derechos, los
hombres suscribieron un acuerdo para conferir autori-
dad o encomendar un mandato a un tercero, delegán-
dole el poder de crear y ejecutar leyes para la salva-
guarda tanto de sus vida como de sus propiedades, es
decir, otorgándole un poder soberano. Sostiene tam-
bién que una vez obtenido el poder, el soberano no
tenía obligación para con los súbditos, ya que con el
pacto ellos se comprometían a aceptar todas sus deci-
siones, sin otro límite que la propia vida.
En su discurso afirmaba que todas las funciones
debían concentrarse y tener como titular al soberano,
quien a su vez tenía el derecho de delegar en sus
subordinados, sean ministros o magistrados, la reali-
zación de las funciones; es decir, éstos formaban el
cuerpo orgánico que administraba los mandatos de la
69
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
PODERJUDICIAL
PODERLEGISLATIVO
PODEREJECUTIVO
Nivel Federal Tribunal Superiorde Justicia de la
Nación
Congreso de laUnión
Gabinete:PresidenteSecretarios
Subsecretariosetc.
Nivel Estatal Tribunal Superior deJusticia del Estado
Congreso delEstado
Gabinete:GobernadorSecretarios
Subsecretariosetc.
NivelMunicipal
Cabildo PresidentemunicipalTesorero
Funcionarios
Cuadro 1
Rendición de cuentas. Espacial Integrado
autoridad, respondiendo de sus actos únicamente al
soberano. Un ejemplo de administración especial cita-
do por Hobbes era la descripción de la función de teso-
rero “como recoger, recibir, erogar tributos, impuestos,
ventas, enmiendas o cualquier otra entrada pública o
llevar las cuentas de ella” (Leviatán XXIII:236).
Locke (1632-1704) fue una figura central en el
desarrollo del liberalismo, para quien la autoridad
política del gobierno era concedida para propósitos
delimitados y podía ser revocada si el gobierno se
excedía o abusaba de sus poderes. Este autor fue un
antecesor de la doctrina de separación de poderes y
del Estado de derecho, pues al retomar el principio
de delegación de poder, lo supedita a la consecución
del interés público a partir de una doble autoridad
delegada en dos instancias: la legislativa, que tiene
la responsabilidad de crear y regular las pautas de
interacción social, las cuales deben representar el
interés público, y la ejecutiva, cuyo cometido consis-
te en aplicar la ley; no obstante esta separación de
mando, los individuos tienen la atribución de revocar
el gobierno, si éste no vela por el interés de la comu-
nidad.
Durante las discusiones que sostuvieron los fede-
ralistas y que constituyen el antecedente inmediato de
la Constitución estadounidense de 1789, el diseño de
pesos y contrapesos madisoniano, cuyas pautas eran
el federalismo y la separación de poderes, no tenía
otra justificación que la preocupación por supervisar el
poder y el temor de que las pasiones humanas pudie-
ran cegar a los hombres y hacerlos susceptibles de la
ambición y de pervertir el poder, idea similar a la cita
de Locke (1999:97-98): “entregar a quienes ya tienen
el poder de legislar, también el de ejecutar las leyes,
sería provocar una tentación demasiado fuerte para la
fragilidad humana, ya de por sí sujeta a la ambición”.
La filosofía política, como objeto de estudio de la
rendición de cuentas, se ve complementada por un
sentido sociológico representado principalmente por la
propuesta de Max Weber (1864-1920), la cual analiza
la distribución del poder y el papel que desempeñan
los funcionarios, tanto elegidos como designados, de
acuerdo con la estructura burocrática del Estado.
Tomando el criterio de Max Weber, que considera al
Estado como una unidad de índole institucional en el
interior de un territorio, que se auxilia de la “burocra-
cia” como una organización racionalmente organizada
y basada en la separación entre la propiedad y la
administración, es decir, los funcionarios no pueden
vender, comprar o heredar su posición o su cargo,
razón por la cual éstos no pueden pasar a ser de su
propiedad. Dicha organización, además, está unida
por normas y reglamentos establecidos por escrito,
que definen cómo se debe funcionar, buscando cubrir
de manera exhaustiva todas sus áreas y previendo
todas las situaciones posibles dentro de un esquema
definido, confiriéndoles a las personas investidas de
autoridad un poder de coacción sobre los subordina-
dos (Weber, 1994:92).
La estructura de las nacientes formas políticas y la
cultura de la burocracia que en ellas se desarrolló, se pro-
veyó de los recursos materiales necesarios y también de
funcionarios, creando un equipo de profesionales dedica-
do plena y exclusivamente a su servicio, para poder
desempeñar sus funciones básicas. A los funcionarios se
les remunera en especie o en dinero y están sujetos a
rendición de cuentas ante sus instancias superiores, de
acuerdo al principio de jerarquías administrativas, pues
dichas instancias están delimitadas por competencias y
atribuciones específicas para desempeñar adecuada-
mente sus tareas en el ejercicio de sus funciones.
Los elementos constitutivos de la rendición de
cuentas, como producto de la conjunción de la filoso-
fía política con los principios sociológicos, se integran
de la siguiente forma: por una parte, la acción de dele-
gar autoridad a una agencia, la cual designa a un
grupo de funcionarios a la labor de la administración
pública, dicha instancia gubernamental está sujeta a
70
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
mecanismos de control internos para evitar abusos del
cargo; por otra parte, dicha agencia actúa en nombre
y representación de los intereses de la ciudadanía, la
cual cuenta, por lo menos, con un mecanismo de con-
trol externo y periódico, para sancionar o recompensar
la gestión de sus representantes.
Sin embargo, a pesar de los principios menciona-
dos, muchas veces la ciudadanía no cuenta con infor-
mación completa sobre la forma en que los funciona-
rios, tanto electos como designados, conducen los
asuntos del Estado, razón que puede derivar en un
mal manejo de los recursos públicos o en abuso de
atribuciones y poder, constituyendo una problemática
en los sistemas democráticos. Tomando nuevamente
la teoría de Weber se puede añadir que los funciona-
rios pueden transformar su saber profesional en un
saber secreto, lo que les permite perseguir sus propios
objetivos sin necesidad de justificar sus acciones, así
como también corregir errores sin ofrecer explicacio-
nes, además de protegerse de críticas hostiles y como
un medio para asegurar su posición contra todas las
formas de control, haciéndose de un fuerte instrumen-
to de poder (Weber, 2003:23).
La rendición de cuentas, de acuerdo a lo sugerido en
apartados anteriores, no puede ser considerado sólo
como un concepto, sino como un sistema integral que
involucra una serie de mecanismos y procedimientos
implementados en los gobiernos democráticos, con el fin
de coadyuvar al logro de la administración pública de una
manera eficiente y eficaz, con un sentido de transparencia
y buscando abatir la corrupción. Entre los mecanismos
más conocidos se encuentran:
a) Las responsabilidades del poder público y la
rendición de cuentas. Las responsabilidades del
poder público representan un nuevo eje de la
discusión política, y en este contexto el estudio
de la rendición de cuentas, con sus característi-
cas, debilidades y fortalezas, se ha convertido
en motivo de análisis en todos los espacios polí-
ticos, que se han distinguido por la pluralidad y
la alternancia. “Entre mas responsables política-
mente sean los gobernantes con los ciudadanos
más alta será la calidad de la democracia”
(Schmitter, 2005:63).
b) La democracia, con sus controles instituciona-
les, con sus pesos y contrapesos, lejos de suge-
rir la confianza de los ciudadanos hacia sus
gobernantes, manifiesta su profunda descon-
fianza debido a la tendencia a la deshonestidad
en los funcionarios; además de que la operación
de esos mecanismos de compensación ha esta-
do bloqueada por un Poder Ejecutivo que se
consideraba como la representación de la
democracia y de la nación, pero que considera-
ba a dichos controles como obstáculos para el
desarrollo de sus funciones.
En América Latina, por razones genéricas e idiosincrá-
ticas, existe un consenso extendido de que los siste-
mas de control son débiles; estos argumentos se cen-
tran en paradigmas culturales e institucionales que se
confabulan contra la existencia de incentivos, para que
los gobernantes tiendan a responsabilizarse por sus
actos (Peruzzotti y Smulovitz, 2002:31).
La idea central consiste en dotar al jefe de gobier-
no de suficiente poder para tomar decisiones que pue-
dan ser aplicables a la comunidad y obedecidas por
ésta, frenando al mismo tiempo la posibilidad de que
abuse de ese poder; así, el titular del Poder Ejecutivo
será estrechamente supervisado o vigilado por los
miembros del Poder Legislativo, con algunas faculta-
des para tomar ellos mismos ciertas disposiciones o
modificar las del Ejecutivo; a su vez, un tercer poder,
que es el Judicial, tendrá facultades para supervisar
que las decisiones emanadas de los otros dos poderes
se mantengan dentro de cierto marco legal previa-
mente adoptado.
71
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
72
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
Mecanismo Sujeto Informador(Agente)
Sujeto revisor(Principal)
Lógica espacial
Comparecencias einformes de gobierno
Funcionarios delPoder Ejecutivo
Federal
CongresoDe la Unión
Horizontal
Presentación,revisión y aprobaciónde la Ley de Ingresos
y el Presupuesto
GobiernoFederal
CongresoDe la Unión
Horizontal
Presentación,revisión y aprobaciónde la Ley de Ingresos
y el Presupuesto
GobiernoEstatal
CongresoEstatal
Horizontal
Presentación,revisión y aprobaciónde la Ley de Ingresos
y el Presupuesto
GobiernoMunicipal
CongresoEstatal
Transversal
Presentación de laCuenta Pública
GobiernoFederal
CongresoDe la Unión
Horizontal
DeclaraciónPatrimonial
Funcionario públicosde los tres poderes yde los tres órdenes
de gobierno
Congresos Federal yestatal, Secretaria
de la Función Públicay Contralorías
Estatales.
Vertical ascendente
Juicio político ydeclaración deprocedencia
Funcionarios públicosque hayan cometido
irregularidades odelitos
Congreso de la Unióno Estatal y Poder
Judicial
Horizontal
Relación mando-obediencia en el
sector público
Funcionarios públicos Superioresjerárquicos
Vertical ascendente
Presentación de laCuenta Pública
GobiernoMunicipal
CongresoEstatal
Transversal
Cuadro . 2
MECANISMOS Y PROCEDIMIENTOS DE RENDICIÓN DE CUENTAS
4. La rendición de cuentas y las teorías
organizacionales
Hechas las anteriores precisiones, se puede rela-
cionar teóricamente la rendición de cuentas tanto
con la teoría del principal-agente, como con la teo-
ría de la burocracia de Weber, pues éste la puntua-
liza como la obligación permanente de los repre-
sentantes o agentes para informar a sus mandan-
tes o principales de las acciones que realizan como
resultado de una delegación de autoridad, que se
perpetra mediante un contrato, ya sea formal o
informal, y que implica la imposición de sanciones
en caso de incumplimiento. Los mandantes o prin-
cipales supervisan también a los mandatarios o
agentes para garantizar que la información propor-
cionada sea fidedigna.
En la ciencia política se ha desarrollado el marco
analítico denominado Modelo de principal-agente, que
explica el proceso de delegación y la rendición de
cuentas que lo acompaña, éste es un instrumento ana-
lítico atractivo cuyo potencial apenas empieza a valo-
rarse.
Una relación principal-agente se da cuando un
sujeto (llamado mandante o principal) delega a otro
sujeto (llamado mandatario o agente) autoridad para
ejecutar actos en su nombre, y a cambio de esa dele-
gación, el agente se compromete a rendirle cuentas al
principal, quien cuenta con la facultad para sancionar-
lo en caso de incumplimiento. El problema de cual-
quier relación principal-agente es que el agente tiene
incentivos para desviarse del mandato del principal y
actuar en beneficio propio, debido a dos característi-
cas intrínsecas al acto de delegar:
1. Por un lado, el principal y el agente tienen pre-
ferencias e intereses diferentes en materia política, por
ejemplo un principal colectivo, como lo es el electora-
do, delega autoridad a un agente llamado Presidente
de la República quien, sin embargo, tiene intereses
propios que con frecuencia difieren de las preferencias
de los votantes.
2. Por otro lado, hay asimetrías de información: el
agente siempre tiene más información que su princi-
pal, esto es debido a que el agente es el sujeto que
ejecuta las acciones y, por tanto, cuenta con toda la
información sobre las características de sus actos, por
ejemplo el Congreso delega al Ejecutivo la autoridad
para ejercer el presupuesto anual de egresos, pero
una vez que la delegación se ha realizado y el gasto
se ha ejercido, el Ejecutivo cuenta con los detalles del
ejercicio de ese presupuesto, mientras que el
Congreso, en su carácter de principal sólo dispone de
información parcial y limitada.
Como resultado de las dos características intrín-
secas de cualquier relación entre un principal y un
agente (intereses divergentes e información asimétri-
ca), el agente cuenta con todos los incentivos para
desviarse del mandato original y actuar en beneficio
propio, por ejemplo, los ciudadanos delegan al
gobierno la autoridad para recaudar impuestos y
transformarlos en obra pública, pero dada la informa-
ción limitada de los contribuyentes sobre el uso y
destino de los impuestos, los gobiernos con frecuen-
cia destinan parte de esos montos a actividades de
apoyo político a su partido, a grupos de interés y de
corrupción.
Finalmente, el principal debe contar con castigos
para sancionar a los agentes que no cumplieron ade-
cuadamente su mandato, sin sanciones los principales
son impotentes frente a sus agentes; en materia políti-
ca los castigos incluyen sanciones penales, adminis-
trativas o electorales en las urnas durante la siguiente
votación.
73
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
5. Análisis crítico espacial de la rendición de
cuentas
5.1 Limitaciones a la Rendición de Cuentas Vertical
Los mecanismos verticales de rendición de cuentas no
funcionan en entornos en que se favorece el descuido
de los intereses colectivos por parte de los gobernan-
tes en turno, consintiéndoles evadir su responsabilidad
política y cobijarse en la impunidad.
Diversos teóricos (Michels, 1969 y Mosca, 1984)
estudiaron la tendencia hacia la concentración en
pocas personas, de los recursos necesarios para
gobernar, y su utilización con fines de lograr la preser-
vación del poder; lo cual conlleva algunas de las limi-
taciones en la aplicación de la rendición de cuentas
vertical, que la mayoría de las veces tienden a excluir
a la ciudadanía del eje de las decisiones políticas.
Las principales limitaciones que mencionan son:
1. Las características propias de las organizacio-
nes sociales y su dificultad para la obtención de
información relevante y oportuna.
2. La concentración de las decisiones, tanto políti-
cas como sociales y económicas, en círculos
muy reducidos de poder, con el argumento de
imprimirles eficacia.
3. La acción informativa de los medios es impor-
tante pero limitada, debido tanto al control que
sobre ellos ejerce la clase política, como a su
baja penetración en los niveles marginados de
la comunidad.
5.2 Limitaciones de la Rendición de Cuentas
Horizontal
La rendición de cuentas horizontal, con su distribución
del poder, agencias públicas para la fiscalización y
supervisión mutua entre poderes, es insuficiente para
asegurar transparencia, responsabilidad y legalidad en
las acciones de gobierno, debido a causas como: la
poca claridad de su funcionamiento, la falta de legiti-
midad de las agencias de control frente a la ciudada-
nía, pues son vistas como meras extensiones admi-
nistrativas del gobierno, el carácter limitado de las san-
ciones que son impuestas a individuos, sin atender a
instituciones, además de la incapacidad de las agen-
cias de control para conectarse con la ciudadanía; sin
embargo, debe reconocerse que en este nivel puede
haber aplicación de la ley y por lo tanto resultados tan-
gibles.
Otras limitantes son: en los casos en que un parti-
do es controlado por el Ejecutivo y además posee una
mayoría abrumadora en el Poder Legislativo, el jefe de
gobierno encontrará poca resistencia en sus políticas
y ejercicio, es decir, sus deseos se vuelven órdenes y
termina siendo árbitro último e inapelable en los con-
flictos políticos, llegando a los linderos del absolutis-
mo; en caso contrario, un Poder Legislativo dotado de
más poder que el Ejecutivo, puede derivar en una
situación de letargo, pues el jefe de gobierno gozará
de tan poco poder que no podrá ejercerlo con eficacia.
5.3 Limitaciones de la Rendición de Cuentas
Transversal
O´ Donnell (2002:89) aconseja explorar analítica y empí-
ricamente algunas de las particularidades de la rendición
de cuentas, en sus diversos contextos, tanto nacionales
como subnacionales. En el caso específico de este estu-
dio, los congresos locales gozan de facultades para regu-
lar el ejercicio de los poderes ejecutivos municipales,
(aún cuando siempre se refieren a la necesidad de res-
petar la autonomía de estos órdenes de gobierno), y de
acuerdo con el criterio de O´Donnell, el principio de pesos
y contrapesos queda debilitado, pues cuando uno de los
poderes (Legislativo estatal) goza de facultades para
regular el ejercicio de los otros poderes (Ejecutivo muni-
74
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
cipal), el principio se atenúa y la rendición de cuentas
horizontal se vuelve unidireccional, pudiendo facilitar la
arbitrariedad y la discrecionalidad del poder con nivel
jerárquico más fuerte.
6. Presentación de la cuenta pública en los
municipios de Veracruz
La presentación de la cuenta pública al Congreso, por
parte del Ejecutivo (federal, estatal o municipal), cons-
tituye el punto de partida del proceso de fiscalización
legislativa anual de la hacienda pública. Una vez reci-
bida por el Congreso, éste la turna a los órganos de
fiscalización superior o a la Contaduría Mayor de
Hacienda en su caso, para su revisión y dictamen,
estableciéndose entonces comunicación por parte de
los mencionados organismos con las diferentes
dependencias, para la solicitud de información más
detallada, o bien para realizar supervisiones directas a
fin de corroborar la veracidad de la misma. Siendo
este mecanismo el centro medular de este estudio, y
siguiendo los supuestos mencionados en el apartado
anterior, podemos considerar que si la rendición de
cuentas se da entre instancias de órdenes de distinto
nivel, su lógica espacial será transversal.
6.1 La entrega de la cuenta pública de los ayunta-
mientos del estado de Veracruz, periodo 2001-2003
De acuerdo a lo dispuesto en los artículos: 21 de la
Ley de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz,
72 fracción XIII de la Ley Orgánica del Municipio Libre
y del 378 al 381 del Código Hacendario Municipal para
el Estado de Veracruz-Llave, los ayuntamientos en
Veracruz tienen la obligación de presentar la cuenta
pública al Congreso del Estado, durante el mes de
mayo siguiente a su ejercicio fiscal, para que éste, con
el apoyo del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS)
la estudie, dictamine y en su caso la apruebe.
En el ejercicio de sus facultades, el ORFIS practicó
auditorías a los 210 ayuntamientos del estado de
Veracruz, entre el 2001 y 2003, y elaboró un informe
de resultados de la revisión de cada ejercicio fiscal, del
cual obtenemos la siguiente clasificación:
Grupo 1: Ayuntamientos que cumplieron razonable-
mente con los fundamentos legales y la normatividad
aplicable, y se sugirió se les hiciera un reconocimiento
público: Ejercicio 2001: 48 ayuntamientos, Ejercicio
2002: 24, Ejercicio 2003: 12.
Grupo 2: Ayuntamientos que cumplieron razonable-
mente con las leyes y normas, pero tuvieron recomen-
daciones y observaciones administrativas que no
implican daño patrimonial: Ejercicio 2001: 142 ayunta-
mientos, Ejercicio 2002: 35, Ejercicio 2003: 49.
Grupo 3: Ayuntamientos que incurrieron en inconsis-
tencias administrativas no susceptibles de ser solven-
tadas, además de haber presentado un sobre-ejercicio
presupuestal o que tuvieron irregularidades cuantifica-
bles con daño patrimonial o presunto desvío de recur-
sos: Ejercicio 2001: 16 ayuntamientos, Ejercicio 2002:
150, Ejercicio 2003: 148.
Grupo 4: Ayuntamientos que no entregaron la cuenta
pública al Congreso del Estado, por lo cual no se les
efectuó su revisión: Ejercicio 2001: 4 ayuntamientos,
Ejercicio 2002: 1, Ejercicio 2003: 1.
El resultado presente en la siguiente página muestra
una situación deficiente y progresiva con el paso de los
años, cabe resaltar la disminución del número de ayun-
tamientos que cumplían normativamente con la entrega
de la cuenta pública (50% menos cada año), y el incre-
mento de ayuntamientos que incurren en irregularida-
des en su proceso de rendición de cuentas, tal como se
observa en el cuadro correspondiente.
75
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
76
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
48
142
164
2435
150
112
49
148
10
20
40
60
80
100
120
140
160
Ayuntamientos
2001 2002 2003Ejercicios
Informe de Cumplimiento e Inconsis tencias en la Entrega de laCuenta Pública de los Ayuntamientos de Veracruz en los
Ejercicios 2001-2003
Fuente: Elaboración propia en base a los Decretos 536, 577, 818, 820, 839, 840, 842, 843 y 844 de la LIXLegislatura del H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Verac ruz. http://www.orfis.gob.mx/princ ipal.htmInformación pública del Orfis – Decretos del H. Congreso del Estado
Ayuntamientos
1 Que cumplieron razonablemente con los fundamentos legales y la normatividadaplicable GRUPO 1.
2Que cumplieron razonablemente con l as leyes y normas, pero tuvieronrecomendaciones y observaciones administrativas que no implican daño patrimonialGRUPO 2.
3Que incurrieron en inconsistencias administrativas no susceptibles de ser solventadas, ademásde haber presentado un s obre-ejercicio presupuestal o qu e tuvieron irregularidadescuantificables con daño patrimonial o presunto desvío de recursos GRUPO 3.
4 Que no entregaron la Cuenta Pública al Congreso del Estado, por lo cual no se lesefectuó su revisión GRUPO 4.
Durante el periodo comprendido entre los ejercicios
2001-2002, sólo se ofrecía un manual bastante limi-
tado por parte del ORFIS, además que, muchos de
los funcionarios encargados del registro y la elabo-
ración de la cuenta pública no cumplían con el per-
fil correspondiente a las funciones inherentes al
cargo.
Para el ejercicio 2003, el Congreso del Estado de
Veracruz modificó el Sistema de Contabilidad
Municipal, a fin de promover el correcto cumplimiento
de la entrega de la información de la cuenta pública,
así como la homogeneización del catálogo de cuentas
con los utilizados por las órdenes estatales y federa-
les. Derivado de este cambio, la Secretaría de
Fiscalización del mencionado Congreso, implementó
un programa de capacitación y elaboración de manua-
les orientados a brindar los conocimientos necesarios
a los servidores públicos de los 210 ayuntamientos,
tanto en el manejo del Sistema de Contabilidad
Municipal 2003, como para la elaboración de los esta-
dos financieros mensuales y la cuenta pública anual.
Este programa continuó durante todo el ejercicio
2003, con una asesoría personalizada por parte del
órgano legislativo a todo el personal del área contable
de los ayuntamientos que lo requirieron.
Los resultados de la entrega de la cuenta pública
de los ayuntamientos del estado de Veracruz, durante
los ejercicios 2001, 2002 y 2003, muestran una dismi-
nución en la eficiencia del proceso de rendición de la
cuenta, la cual se expresa claramente al menos en dos
grupos de ayuntamientos: cada vez son menos aque-
llos que entregan correctamente su informe anual
(Grupo 1), y cada vez son más los ayuntamientos que
entregan sus informes con graves irregularidades
(Grupo 3). Este incremento de la ineficiencia es parti-
cularmente paradójico en el periodo 2003, ya que en
este año se implementaron mejoras en el procedi-
miento contable, un programa de capacitación genera-
lizado y asesorías individuales.
Es decir. de los 48 ayuntamientos que habían cum-
plido razonablemente con la entrega de la cuenta
pública en el ejercicio 2001,su número se vio reducido
a 24 ayuntamientos en el ejercicio 2002 y a 12 en el
2003, lo que representa un decremento anual del 50%;
la situación mencionada presenta un resultado para-
dójico, si se toman en consideración los programas
implementados por el Congreso del Estado, en el últi-
mo periodo.
Del resultado anterior podríamos plantear la
siguiente hipótesis:
La carencia de una racionalidad administrativa
(perfil profesional, conocimiento contable, interés por
parte de las autoridades), la corrupción y los conflictos
políticos internos, ejercen una influencia en el incre-
mento de la ineficiencia de la entrega de la cuenta
pública al Congreso del Estado.
77
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 63-78
Variable dependiente
Carencia de unaracionalidad
administrativa
Conflictospolíticos internos
CorrupciónEntrega correcta
de la CuentaPública
Variables
6.2 Costos de Información de la rendición de cuentas
Cualquier sistema de rendición de cuentas enfrenta un
problema derivado de los altos costos de información
que implica su funcionamiento, la vigilancia implica
costos de tiempo y dinero como: adquirir información,
procesarla y corroborarla, ya que la rendición de cuen-
tas implica información imperfecta y opacidad; si la
información fuera suficiente y correcta, no habría
necesidad de establecer instituciones de rendición de
cuentas debido a que los electores estarían al corrien-
te de los resultados de cada iniciativa política y cono-
cerían pormenorizadamente el desempeño de sus
gobernantes (Schedler, 1999:13-28).
Un diseño institucional deficiente de rendición de
cuentas puede volver demasiado oneroso controlar el
abuso del poder y llamar a cuentas a los gobernantes,
una sociedad puede invertir enormes cantidades de
recursos en crear instancias burocráticas que vigilen al
Ejecutivo en cualquiera de sus órdenes, para descubrir
después que necesita otra instancia burocrática para
vigilar a ese vigilante y la cadena se puede prolongar
sin producir resultados; es decir, las leyes pueden obli-
gar a los gobernantes a informar de sus actos, pero si
resulta difícil comprobar esa información, o si las san-
ciones en caso de incumplimiento son de difícil aplica-
ción, el sistema de rendición de cuentas será ineficaz.
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ORFIS, año 1.
78
Rendición de cuentas: interacción entre organismos públicos
1. Un marco teórico-conceptual
En su obra El árbol del conocimiento: Las bases bioló-
gicas del entendimiento humano, Maturama y Varela1
presentan una discusión acerca de la riqueza de sabe-
res en torno al origen de las especies, por medio de la
deriva natural y mediante ejemplos concretos, con el
afán de justificar sus planteamientos. Lleva a reflexio-
nar sobre la naturaleza desde sus orígenes hasta
nuestros días, vista como la organización de lo vivo,
no sólo aquello que vemos y palpamos, sino lo que
podemos elucidar con nuestras experiencias, conoci-
mientos, actitudes, interpretados éstos como capital
humano (CH). Las teorías formuladas en este campo
de la ciencia nos permiten estar aptos para explicar
estos fenómenos naturales, con la característica de
que esas explicaciones nos conllevan a un abanico de
nuevas explicaciones. Actualmente la ciencia no se
encamina hacia la sabiduría basada en un cúmulo de
conocimientos enciclopédicos, sino a la búsqueda del
camino de la comprensión, la preocupación y la res-
ponsabilidad de nuestras acciones que ejercemos en
el empequeñecido mundo en el que vivimos.
Para estos autores, el lenguaje es el medio para
que dos o más organismos vivos interactúen recurren-
temente para lograr un acoplamiento social, resaltan-
do las conductas comunicativas que toman los indivi-
duos mediante el lenguaje que representa la forma
más inmediata de formación del CH. Afirman que:
...estas conductas lingüísticas humanas son, de
hecho conductas en un dominio de acoplamiento
estructural ontogénico recíproco que los seres huma-
nos establecemos y mantenemos como resultado de
nuestras ontogenias colectivas.2
Para lograr esa articulación hace uso de expresiones
que deben ser del dominio de los interlocutores, es
decir, del dominio común entre ellos, referidos en tér-
minos semánticos a estados de ánimo o a descripcio-
nes del medio común, tratadas como si fueran objetos
o elementos del dominio de los que interactúan. Cabe
mencionar que los detalles de las transformaciones
estructurales del lenguaje se desconocen, ya que
éstas no son objetos posibles de plasmar en fósiles
para su conocimiento y reproducción. Concluyen que
“el lenguaje no fue nunca inventado por un sujeto solo
79
El capital humano y lamisión de las IES
Rafael Gabriel Landgrave Becerril*
* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios
Superiores Económicos y Sociales de la Universidad
Veracruzana.
1 Maturama. H. y F. Varela (1984). El árbol del conocimien-
to: Las bases biológicas del entendimiento humano,
Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
2 Se entiende por ontogenias colectivas a la formación y
desarrollo del individuo en sociedad, con independencia
de su especie.
en la aprehensión de un mundo externo, y no puede,
por tanto, ser usado como herramienta para revelar un
tal mundo.”
El concepto de autopoiesis es un aspecto central
del pensamiento de Maturama y Varela, el cual lleva al
planteamiento de preguntas tales como: ¿qué es un
ser vivo?, ¿cuáles son los criterios para diferenciarlos
de los que no lo son? Propuestas tales como su com-
posición química, o bien la capacidad física de movi-
miento, o bien la reproducción, no nos llevan necesa-
riamente a la certeza de conocer y distinguir a los
seres vivos y diferenciarlos de las máquinas que en
algunos casos alcanzan estos criterios. Con la finali-
dad de ganar claridad, los autores sostienen que los
seres vivos se caracterizan porque se producen conti-
nuamente a sí mismos con otras características. De
estos nuevos seres se desconoce si traen aparejado
con su nacimiento un CH y/o lo amplían, o sí lo hacen
desde su interior sin participación de su entorno, indi-
cando que la organización que los define es la organi-
zación autopoiética que se pierde con el fenómeno de
la muerte.
A finales del siglo pasado nació en Chile una
corriente de pensamiento representada por Humberto
Maturama Romesín, en lo tocante a la naturaleza de
los seres vivos, la cual amplía su alcance a cuestiones
de gnoseología, epistemología, metafísica y política.
La epistemología se deriva del griego episteme:
saber. En general se refiere a un tipo o tipos de sabe-
res que conforman el CH; a su vez, presupone una
cierta idea de la realidad. Aunque se afirma:
...el vocablo y concepto de epistemología nace como
término técnico autónomo tan sólo en tiempo de
Sócrates, y el problema que plantea se desarrolla con
plenitud en Platón y en Aristóteles.
En la filosofía presocrática hubo un desarrollo relevan-
te de la conciencia epistemológica en cuanto a que el
origen de la filosofía supone una diferencia cognosciti-
va y una conciencia particular de la realidad. Así, en
los albores de la filosofía, en el origen y constitución
del saber racional, como saber distinto del espontá-
neo, se detecta la raíz de lo que se constituirá como
epistemología: una actitud humana que hizo brotar el
conocimiento científico, unido a una preocupación de
humanización.
Esta conciencia epistemológica se encuentra de
modo especial en los escritos de Maturama, represen-
tados por presupuestos metodológicos acerca de su
doctrina enfocada a los seres vivos y en sus proyec-
ciones inmediatas en la teoría del conocimiento.
Diferente a la filosofía presocrática que establece una
distinción estricta entre el conocimiento, la sabiduría,
la ciencia (¿episteme?), por una parte, y el conoci-
miento de los sentidos, las percepciones y las opinio-
nes basadas en la experiencia, por la otra. El conoci-
miento científico y la sabiduría son superiores por
cuanto captan la verdad, el ser, lo común y la dimen-
sión unificante de la realidad.
Episteme y techne están estrechamente ligadas
entre sí, por cuanto la techne es más ciencia que
experiencia. Por consiguiente, Aristóteles parte de la
determinación esencial de la ciencia práctica para
lograr el concepto general de ciencia y con él definir
también la ciencia teórica. Identificamos a Maturama
con esta práctica aristotélica: estudiar a los seres vivos
como unidades, mediante la descripción, la invención
y la manipulación de unidades como la base de toda
indagación científica.
La epistemología, como un conocimiento demos-
trativo, universal, necesario, fundamental, por causas
y enseñable, es ciencia de lo universal; con lo cual se
acepta la exigencia epistemológica platónica, pero sin
aceptar las implicaciones ontológicas de lo universal
en Platón. Pareciera que Aristóteles tomó de Platón la
noción de ciencia e incluso los criterios de clasificación
de las ciencias. El conocimiento científico es un cono-
cimiento verdadero, no mera opinión; es conocimiento
80
El capital humano y la misión de las IES
de lo real frente a las apariencias: conocimiento de las
esencias: es explicativo, conoce el porqué, las causas,
el fundamento.
La epistemología ofrece un conocimiento de lo uni-
versal, no de lo accidental: Entendiendo por universal
lo que pertenece a todos y a cada uno por sí y en
cuanto tal. Es decir, lo universal, lo holista, no se
entiende sólo extensionalmente, sino como lo esencial
de cada individuo, como el vínculo necesario que une
los fenómenos, los Kath´autá, ya que ellos nos pro-
porcionan garantías de necesidad. De lo que no puede
ser de otra manera y, por otra parte, los vínculos nece-
sarios son nexos causales que manifiestan el porqué.
Precisamente esta conciencia epistemológica (exigen-
cia de lo universal, necesario, de fundamentos) es
característica de la epistemología.
La filosofía aristotélica aporta, además, un auténti-
co estudio metateórico de la epistemología, que puede
considerarse como la primera teoría de la ciencia en la
historia de la filosofía. Este característico estudio lo
encontramos en los Analíticos, principalmente, pero
también en la obra aristotélica. El desarrollo de las
ciencias, por ejemplo, la matemática (pura y aplicada),
conduce a Aristóteles a una conceptualización del
conocimiento científico teórico y práctico. De ahí que
aunque desde los orígenes del saber filosófico hubo
preocupación y conciencia epistemológica, sólo en
Aristóteles encontramos por vez primera un tratamien-
to sistemático sobre la ciencia.
La epistemología es demostrativa, pero no todo se
puede demostrar. De ahí que, si toda demostración ha
de partir de premisas, tendrá que haber unas premisas
primeras, pre-supuestos de toda demostración, que no
sean resultado de demostración alguna, no derivable
por deducción, son los principios. Los principios de
cada una de las ciencias particulares valen para un
campo determinado. Por consiguiente, la pretensión
de que la ciencia busque el fundamento no equivale,
en Aristóteles, a una ciencia única con principios que
se deriven de los contenidos del conocimiento científi-
co. Cada ciencia tiene principios, definiciones e hipó-
tesis propios, determinando el ámbito de su objeto.
Maturama afirma:
...la característica más particular de un sistema auto-
poiético es que se levanta por sus propios límites,
construyéndose como distinto del medio circundante
por medio de su propia dinámica, de tal manera que
ambas cosas son inseparables. Lo que caracteriza al
ser vivo es su organización autopoiética y diversos
seres vivos se distinguen porque tienen estructuras
distintas, pero son iguales en cuanto a su organiza-
ción.
Esta autoorganización autopoiética biológica, es de
suponer que se replica en la formación del CH.
Los sistemas vivos, desde los más simples como una
célula hasta los más complejos, han sufrido una gran red
de transformaciones históricas o linajes interrumpidos con
diferencias estructurales que siguen un curso que se esta-
blece como determinado por las secuencias de sus inte-
racciones con el medio en el que se desarrollan. Aun en
estos seres más elementales existe un aprendizaje que
conforma su trasfondo cultural. Los elementos exteriores
no pueden producir modificaciones de las estructuras; las
modificaciones de las estructuras son cambios que pro-
vienen desde el interior.
Humberto Maturama comenzó a apartarse de la tradi-
ción biológica esforzándose por concebir los sistemas
vivos en términos de los procesos que les dieron forma y
no en términos de su relación con un ambiente.
Pretendo hacer una reflexión sobre el CH desde
una perspectiva crítica a los enfoques tradicionales y
visualizo el proceso educativo en la dimensión cogniti-
va. Esta presentación de pensamiento parte de dos
supuestos:
1. El capital humano (CH) es un ente indivisible al
que le puedo dar un tratamiento de particular.
81
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 79-85
2. El capital humano es visto en forma holística
como el conjunto de conocimientos axiológicos
y heurísticos adquiridos por los individuos en el
transcurso de su vida.
Los individuos económicamente activos que confor-
man una sociedad se encuentran la mayor parte de
nuestra existencia sujetos a una capacitación perma-
nente (dirigida o autodirigida) para el trabajo.3
Esta capacitación se traduce en tres aspectos:
1. Adquisición y actualización de conocimientos.
2. Desarrollo de habilidades y/o afinado de ellas
(destrezas); generación de nuevas habilidades
en algunos casos.
3. Generación de actitudes apropiadas a x actividad.
La minoría de tales individuos se instruye o capacita
en el primer tercio de su vida en instituciones educati-
vas, las cuales preponderantemente favorecen el pri-
mer aspecto; sin embargo, la mayoría se capacita en
el área misma de trabajo, favoreciendo el segundo
aspecto. En general todos adquieren su capacitación
de manera indirecta en el tercer aspecto. La capacita-
ción integral en los tres aspectos aún no es implemen-
tada, salvo en casos muy raros.
Para los menos, los diferentes niveles de capacitación
son avalados con un título. Para los más, su aval está en
demostrar que pueden desarrollar un trabajo específico.
(Sólo un pequeño grupo, recientemente, es exigido en
presentar tanto un certificado escolar como la llamada cer-
tificación, la cual avala que se ha demostrado poseer la
experiencia para realizar x trabajo).
Por otra parte, los grandes economistas clásicos
como Adam Smith y Karl Marx consideraban al capital
como el motor de la economía de mercado. En La rique-
za de las naciones, Smith hizo énfasis en que los acti-
vos acumulados deben convertirse en capital activo
para poner en marcha una producción adicional. El
mismo Marx reconoció el valor de los medios de pro-
ducción como capital. ¿Pero los humanos son capital?
En parte, sí. Desde una perspectiva economicista es
coherente, por la fuerza de trabajo4 que detentan. Pero,
stricto sensu, sólo la fuerza de trabajo es valiosa como
capital en su relación con el mercado. Fuera de él, al
parecer no. Por otra parte, desde una perspectiva con-
temporánea como la de la complejidad, es posible con-
siderar al CH como una parte contingente de la econo-
mía de mercado. Esto significa que una persona no
pierde su valor como CH aunque no se incorpore al mer-
cado por decisión propia. Esto no quiere decir que el CH
no juega un papel importante en la economía de mer-
cado: es contingente pero importante.
Para orientar este estudio es necesaria una mirada
sistémica, de acuerdo a Maturama, de cómo los indivi-
duos desde la infancia, por medio de la educación adquie-
ren o se apropian de conocimientos, lo cual es visto como
un proceso de transformación en la convivencia entre
padres e hijos, en el hogar, y entre profesores y alumnos,
en la escuela. La investigación deberá orientarse a obser-
var la transformación gradual de los individuos de niños en
jóvenes, y de éstos en adultos autónomos, conscientes de
sí mismos y de su entorno.
De acuerdo con Maturama, los seres humanos tie-
nen, y en buena medida nacen, con un ser que es pre-
determinado. Con ella, en segundo lugar, se busca
82
El capital humano y la misión de las IES
3 El trabajo aquí es entendido de la manera más clásica:
actividad desarrollada por un individuo, la cual tiene una
retribución manifiesta en especie o dinero.
4 Es clásico aceptar que dos de las dimensiones humanas fác-
ticamente observables: la corporal y la mental, adquieren un
valor a través de su actividad, sea meramente física o pura-
mente intelectual, o una combinación de ellas (fuerza de tra-
bajo clásica). Lo que no es clásico en la perspectiva economi-
cista es reconocer un valor en la dimensión espiritual, senti-
mental, etc., de un individuo. Pero ¿acaso no deberían formar
parte del concepto de CH tales dimensiones?
connotar la preeminencia de lo racional en la configu-
ración de lo humano, que determina entre otras
muchas cosas, que el CH sea visto como una cuestión
eminentemente centrada en la adquisición de conoci-
mientos, y que las instituciones educativas se orienten
a una transformación en la convivencia.
Actualmente en México aún existe una dificultad
factual para que las nuevas generaciones se integren
a la gestión y apropiación de saberes (teóricos, proce-
dimentales, actitudinales, etc.), sobre todo aquellos
saberes que las nuevas tecnologías proporcionan.
Este hecho va en deterioro de su formación y, por
ende, de su valor como CH.5
En el lenguaje ordinario recientemente se está re-
usando el concepto de CH,6 quizá sin reflexionar o
conocer a fondo lo que implica su significado, lo cual
ha tenido como consecuencia que se hable de CH
desde perspectivas que fragmentan al individuo y no le
reconocen su valor real-integral.
Mi interpretación de este concepto es: el CH equi-
vale a la formación-producto derivada del conjunto de
conocimientos-habilidades y actitudes, adquirida y/o
acumulada sobre una disciplina (científica, humanista,
etc.), o sobre aquello que permita la realización de un
trabajo, el cual permite poseer un valor en el mercado,
sin importar que la formación haya sido proporcionada
por una Institución de Educación Superior (IES), una
empresa o la cultura (la familia, la iglesia, los amigos).
En resumen, el CH es el valor real-integral de una per-
sona, que puede ser reconocido en el mercado laboral
o fuera de él.
Esta idea, como es obvio, choca con otras con-
cepciones en donde el CH se pondera desde ciertos
aspectos como son: quién certifica, qué certifica, en
dónde certifica, etc. Lo cual, como se verá, es un refle-
jo de perspectivas fragmentadoras del individuo, mien-
tras que la noción que propongo es más cercana a la
perspectiva de la complejidad. Otras propuestas,
desde el enfoque de competencias,7 están relaciona-
das con la capacitación adquirida de manera integral.
2. El papel de las Instituciones de Educación
Superior (IES) en la formación del Capital
Humano
Desde una óptica económica, los centros de difusión
cultural tradicionales (IES, bibliotecas, teatros, librerías,
83
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 79-85
5 Dicha dificultad factual puede verse reflejada en la caren-
cia de recursos económicos para adquirir o rentar un equi-
po de cómputo, equipos en la localidad (al interior y fuera
de la escuela), carencia de electricidad, orientación a las
nuevas tecnologías, etcétera.
6 Desde el punto de vista sociológico, capital significa rique-
za acumulada por exceso de producción de los trabajado-
res. En el latín medieval, capital significaba “cabeza de
ganado”, derivado del latín capitalis (cabeza), considerado
como un bien que siempre ha sido una importante fuente
de riqueza, y a la vez, su potencial como generador de
valor excedente.
7 Existe más de un concepto y, por ende, de clasificaciones
de lo que actualmente se dice sobre las competencias. Por
ejemplo, desde el modelo de Romero Morett/Nordhoug,
cuyo objetivo es básicamente laboral, se dividen en: com-
petencias de autogestión, sistémicas, de trabajo colabora-
tivo y de liderazgo. El modelo de Campirán la define como
“una red de K+H+A que permite la comprensión, transmi-
sión y transformación de una tarea” (K=conocimiento;
H=habilidad; A=actitud); Campirán las divide, cuando el
objetivo es educativo, en competencias académicas para
el desempeño escolar y para el ejercicio profesional; y
cuando el objetivo es existencial, en competencias para el
desempeño laboral y para la vida cotidiana —sea indivi-
dual, familiar o social. (Algunos ejemplos de competencias
académicas serían: lógicas, epistémicas, discursivas, de
autoaprendizaje, de gestión.). En la perspectiva laboral
también puede verse otra definición desde el modelo
“Competencias conductuales” de Octavio Escobar, quien
define competencia como: “una habilidad de la persona
que la conduce hacia el éxito en el desempeño del traba-
jo. Las clasifica en: metahabilidades, betahabilidades,
habilidades operativas, habilidades interpersonales
cines, etc.), encargados de transmitir el conocimiento
y desarrollar las habilidades intelectuales, aunados a
la capacitación y la experiencia en el trabajo laboral,
construyen el capital humano. Desde una perspectiva
compleja, las IES y los centros laborales son cada vez
más sensibles a reconocer formas de aprendizaje o
capacitación fuera de los centros de difusión. Cada
vez más los espacios educativos como la casa (apren-
dizaje en familia), la calle (aprendizajes de la vida coti-
diana), los hospitales (aprendizajes por los conflictos o
“malas experiencias” psicológicas o físicas como acci-
dentes o enfermedades), las cárceles, etc., tienen un
reconocimiento en la formación de una persona. Por
ello el CH debe ser resignificado. Una manera de
emprenderlo es aceptar que las IES pueden emplear
como una extensión de la capacitación o formación de
CH a estos espacios. El papel que juegan las IES en
México para la formación de CH resulta clave si se
reconocen tales espacios.
Algunos organismos nacionales e internacionales
y grupos de expertos interesados en el tema del CH
han planteado diversas interpretaciones y recomenda-
ciones a las IES. Las aportaciones de la Secretaría de
Educación Pública en México, del Banco Mundial, del
Banco Interamericano de Desarrollo y de la UNESCO,
son ejemplos claros del interés por tratar de encontrar
las mejores propuestas a fin de mejorar la formación
del individuo. Tales propuestas establecen nuevos
objetivos, lineamientos, estrategias y/o políticas para
la transformación de modelos educativos encamina-
dos a lograr el desarrollo de la educación de sus agen-
tes. Esto significa, desde mi punto de vista, que el CH
puede verse beneficiado con tal transformación, pero
no necesariamente.
De modo que la principal preocupación de algunas
IES sensibles a estas propuestas estriba en eficientar
la pertinencia y la calidad de los modelos educativos,
pensando en qué tipo de saberes (en el sentido amplio
del término: teóricos, procedimentales, actitudinales,
etc.) deben adquirir los individuos que desean formar
(como recurso o capital humano y como individuos con
posibilidad de autorrealización), por lo que, en general,
orientan sus esfuerzos en expectativas que permitan
asegurar una formación integral y flexible, como es el
caso de las universidades públicas en México.8
La acelerada transformación científica y tecnológi-
ca, así como los cambios en materia económica, polí-
tica y social en el contexto mundial, hacen inevitable
que las IES analicen su papel dentro de lo que hoy se
reconoce como una nueva etapa de la civilización de
la humanidad: la sociedad del conocimiento. Para ello
propongo revisar lo siguiente:
La misión de las IES
1. La formación académica (paradigmas de enseñanza)
a) La formación basada en competencias: conoci-
mientos, habilidades, actitudes (valores)
b) La formación basada en contenidos: teóricos,
procedimentales y valorales.
2. La formación de CH
a) Trabajo calificado: título o grado
b) Trabajo calificado: certificación.
84
El capital humano y la misión de las IES
y habilidades directivas. Véase: Escobar, O. en
ht tp: / /www.psico logiac ient i f ica.com/seminar ios/
16sys.htm; Campirán, A. “Enseñar a pensar: estrategias
didácticas para el desarrollo de las Habilidades de pensa-
miento” en Guerci de Siufi, (2001:24). También, Campirán,
A. “Critical thinking y desarrollo de competencias”, en
Morado (1999:25).
8 Esto se manifiesta en declaraciones, memorias, documentos
publicaciones, planes y programas, derivados de algunas
consultas y foros, como fue la Conferencia Regional sobre la
Educación Superior en América Latina y el Caribe (CRESALC),
promovida por la UNESCO en 1996.
La visión de las IES
1. La transformación de la estructura institucional y su
organización
a) Estructura jurídica: la normatividad
b) Estructura administrativa
c) Estructura académica.
2. El perfil de los egresados
a) La vinculación con el trabajo
b) La vinculación con la familia y la sociedad
c) La autorrealización, la autonomía.
3. Los modelos innovadores para la generación de
conocimientos
a) Las nuevas tecnologías
b) La organización de la información
c) La organización del conocimiento.
La relación de las IES con el gobierno
a) La cooperación nacional
b) La cooperación internacional.
Tanto en la misión como en la visión y en las relaciones de
las IES, es necesario considerar la perspectiva analítica y
propositiva, pues el riesgo siempre presente de caer en
los enfoques reduccionistas y eliminacionistas puede oca-
sionar volver a adoptar concepciones fragmentadoras del
CH. Para ello será necesario que las IES adopten otros
paradigmas que propicien la creatividad, para dejar atrás
los cotos de poder que se dan con el paradigma conduc-
tista actual, en el que el docente impone su voluntad a tra-
vés del ejercicio de su enseñanza, y el alumno toma el
papel de un ente receptivo en la mayoría de los casos. La
concepción de los espacios educativos también debe
sufrir una transformación, donde las aulas sean espacios
abiertos y no cárceles del saber.
El desarrollo del CH mediante una simbiosis de
aprendizaje en las escuelas presenta la característica
de un sistema autopoiético, el que se construye dentro
de sus propios límites, construyéndose y reconstru-
yéndose en su interior sin mirar al medio circundante
que dinamice y aplique los conocimientos en la reali-
dad. Lo que caracteriza al ser vivo es su organización
autopoiética y distintos seres humanos se perciben
como iguales en cuanto a su organización. Su CH los
diferencia porque son adquiridos en diferentes
ambientes familiares y sociales, con la característica
de que los elementos exteriores producen modificacio-
nes de en las estructuras del CH.
El compromiso fundamental de la educación con la
sociedad es el desarrollo humano. El eje central de la
educación es el aprendizaje de quien busca el enri-
quecimiento colectivo mediante las relaciones con el
yo interno de los individuos, con la familia y con los
miembros de la comunidad.
Conclusión
Cada individuo posee una capacidad ilimitada para apren-
der, es potencialmente creativo, tiene necesidades y habi-
lidades físicas, emocionales, intelectuales y espirituales
únicas, individuales y colectivas. La educación reconoce
por ello la necesidad de conocer más acerca de esas
potencialidades con el fin de investigar nuevos paradig-
mas de enseñanza que optimicen el aprendizaje y garan-
ticen el desarrollo físico, intelectual y actitudinal de los
estudiantes. El aprendizaje es un compromiso imposter-
gable de las instituciones educativas y de la sociedad para
desplazar al antiguo paradigma donde el estudiante era
considerado como un recipiente pasivo de información. La
educación debe orientarse a la ampliación de las poten-
ciales múltiples del ser humano. Y no sólo en los aspectos
intelectuales y vocacionales del desarrollo humano, sino
también en los aspectos físicos, sociales, morales, estéti-
cos creativos, y, en un sentido no sectario, los espirituales.
La búsqueda del holismo en la educación es en realidad
una búsqueda de la integración como un todo del ser
humano.
85
ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDA PÚBLICA núm. 12 enero-junio 2007, pp. 79-85
INSTRUCCIONES PARA LOS COLABORADORES
Estado, Economía y Hacienda Pública
Los trabajos enviados se sujetarán al dictamen del Comité Editorial, previo arbitraje. Asimismo, toda colaboracióndeberá ajustarse a los siguientes lineamientos:
1. Presentarse en original impreso que incluya texto, cuadros, gráficas, etcétera, en papel tamaño carta, interli-neado 1.5. Los cuadros, gráficas y diagramas deberán presentarse en hojas separadas, al final del texto ycon la indicación del lugar en que deben insertarse.
2. Tener una extensión de 10 a 25 cuartillas (Arial 12; interlineado 1.5), con un resumen en español e inglésque no exceda las ochenta palabras.
3. Adjuntar un CD que contenga:• Archivos de texto en Word.• Archivos individuales por cuadro, gráficas o diagramas en Excel. Las cifras de los cuadros deberán
separarse por espacio, y no por comas, evitando usar cuadrícula.3. Los comentarios, aclaraciones, referencias y recomendaciones bibliográficas, y otros textos de apoyo se colo-
carán como notas al pie de página.4. La bibliografía completa se presentará al final del texto ordenada alfabéticamente, y cada referencia debe
ajustarse al modelo tradicional: (apellidos, nombre (s), título, editorial, ciudad, año).
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