estado economía y hacienda pública 6

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- Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz (María de la Luz Aguilera Mejía y Edgar Saucedo).- Globalización e industria del conocimiento (Margarita E. Canal Martínez).- Planeación estratégica y planeación por escenarios (Sergio H. Kauffman González).- Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional (Teresa García López, Milagros Cano Flores y Adrián Martínez.).- El enseñaje de las matemáticas: Modelo Conductista versus Modelo Educativo Integral Flexible (Rafael Landgrave Becerril).- Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz (Octavio Ochoa Contreras).- El carácter estructural de la pobreza en México (Ivonne Carrillo Dewar).- Veracruz: el dilema del crecimiento económico (Hilario Barcelata Chávez).- La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional (Vitalia López Decuir).- Contexto económico de la actividad empresarial en la antigua Unión Soviética (Eva Luz Espinosa Priego y Reidar Jensen Castañeda).

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Page 1: Estado Economía y Hacienda Pública 6
Page 2: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ARTÍCULOS

María de la Luz Aguilera Mejía† y Edgar Saucedo

Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz

Margarita E. Canal Martínez

Globalización e industria del conocimiento

Sergio H. Kauffman González

Planeación estratégica y planeación por escenarios

Teresa García López, Milagros Cano Flores y Adrián Martínez.

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

Rafael Landgrave Becerril

El enseñaje de las matemáticas: Modelo Conductista versus Modelo Educativo

Integral Flexible

Octavio Ochoa Contreras

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz

Ivonne Carrillo Dewar

El carácter estructural de la pobreza en México

Hilario Barcelata Chávez

Veracruz: el dilema del crecimiento económico

Vitalia López Decuir

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

AD TEXTUS

Eva Luz Espinosa Priego y Reidar Jensen Castañeda

Contexto económico de la actividad empresarial en la antigua Unión Soviética

03

12

23

34

50

56

70

82

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135

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El crecimiento económico se explica por el incremento

del capital físico y humano y por el cambio tecnológico.

De las variables anteriores, el incremento del capital

humano es un factor que ha permitido que muchos paí-

ses y regiones crezcan a tasas muy elevadas. El capi-

tal humano es entendido como toda inversión en edu-

cación que aumente las habilidades de lo seres

humanos. Desde este punto de vista, la educación

juega un papel muy importante en la creación del capi-

tal humano. Los individuos deciden invertir en sí mis-

mos, si los ingresos futuros derivados de invertir en

educación superan los costos en que se incurre al

realizar dicha inversión.

La inversión en capital humano en los países o

regiones genera la atracción de capital físico, debido a

que las empresas invertirán en aquellas regiones en las

que la mano de obra esté más calificada. Según

O´Connor y Lunat (2002), los países en los que la mano

de obra es más calificada, también poseen una tasa de

inversión más alta en capital físico.

En el caso de México se han hecho diversos estu-

dios para evaluar la relación entre los ingresos y el nivel

educativo, utilizando la Encuesta Nacional Ingreso

Gasto de los Hogares (ENIGH). En el presente artículo

las unidades de estudio fueron los municipios del esta-

do de Veracruz y se utilizaron los censos económicos,

con la intención de analizar el impacto que tiene la edu-

cación en el nivel de ingreso de los municipios.

La distribución del ingreso por municipio en Ve r a c r u z

se encuentra muy concentrada1, por tal motivo uno de los

objetivos de este trabajo es analizar si la educación es un

elemento que puede disminuir dicha concentración, como

un mecanismo para apoyar a los municipios marginados

a través de la educación. En el trabajo se busca encon-

trar el nivel de estudios más factible para el gobierno, es

d e c i r, en qué nivel de estudios es más rentable invertir;

por tal motivo se calculan las tasas internas de retorno por

nivel de escolaridad para los municipios del estado de

Veracruz en el periodo 1990-2000.

El trabajo está dividido de la siguiente manera: en el

primer apartado se presenta el marco teórico, refirién-

dose al capital humano; en el segundo se describe la

metodología utilizada; en el tercero se exponen los

resultados y, finalmente, se presentan las conclusiones.

3

Los rendimientos económicos de la educaciónen los municipios del estado

de Veracruz. 1990-2000

María de la Luz Aguilera Mejía†

Edgar Juan Saucedo Acosta*

De la serie “Apuertas cerradas”

* Investigadores del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana.

1 La tasa promedio de crecimiento del PIB del estado de Veracruz ha sido en

el periodo de 1993-2000 de 2.09 %, con una caída en el año de 1995,

debido, principalmente, a la crisis económica que en ese momento atrave-

saba la economía mexicana; sin embargo 8 municipios concentraban, en el

año de 1990, el 76 % del ingreso del estado, mientras que para el 2000 con-

centraban el 81 %.

Page 5: Estado Economía y Hacienda Pública 6

1. Marco teórico

La idea de ver a la educación desde una perspectiva

económica tiene sus orígenes en Schutlz (1961) y

Becker (1964). Según estos autores la educación

podría ser vista como una inversión que redituaría

ganancias en el futuro. La educación, según Johnson

(1975), se puede ver como: un bien de consumo final,

un filtro que permite a las empresas contratar a los

individuos más educados y como capital humano.

Es precisamente este último concepto económico

que resulta de interés, pues permite aumentar la pro-

ductividad de los individuos en las empresas y las

habilidades de los individuos y abarca todo gasto rea-

lizado en educación.

La teoría del capital humano busca relacionar la

educación y los ingresos percibidos por los individuos;

es decir, intenta demostrar que a medida que un indi-

viduo está más educado, sus ingresos serán mayores,

en relación con un individuo que está menos educado.

Esto se debe a que el mercado de trabajo preferirá a

personas con una mayor educación, pues éstas gene-

ran una mayor productividad y por lo tanto una mayor

tasa de ganancia.

El individuo, al invertir en educación, contempla los

beneficios futuros y los costos que le genera dicha

inversión. Desde esta perspectiva, la decisión de

invertir en capital humano, es similar a la de invertir en

un activo financiero.

El rendimiento de una inversión financiera, o tasa

interna de retorno, es un concepto que se puede usar

cuando se piensa en el rendimiento de una inversión

en educación (Psacharolopous,1987). Para Rojas

(2000) la tasa interna de retorno de una inversión

muestra la tasa de descuento en la cual los beneficios

netos de la inversión se hacen cero.

A partir de la relación educación e ingresos,

Mincer (1974) incorpora a dicha relación la experien-

cia como determinante de los ingresos. Este autor

utiliza el ciclo de vida para explicar la relación entre

experiencia e ingresos, suponiendo una trayectoria

cóncava en dicha relación. La relación cóncava impli-

ca que a medida que la experiencia aumenta, los

ingresos también aumentan pero en una tasa decre-

c i e n t e .

Los estudios empíricos para determinar las tasas

de retorno de la educación con respecto a los ingresos

han encontrado que estos mantienen una relación

directa y significativa con la educación. En ellos se ha

distinguido la tasa social de retorno y la privada. La

tasa social de retorno es definida como la tasa de

retorno basada en los costos totales (privados y

sociales) y los beneficios privados, mientras que la

tasa privada de retorno es la tasa de retorno basada

en los costos privados (que no incluye los subsidios

escolares del gobierno) y los beneficios privados .

Con la Encuesta de Ingreso Gasto de los Hogares,

Carnoy (1967) calculó la tasa de retorno de la escola-

ridad para el caso mexicano mediante una regresión en

donde aparecía como variable dependiente el logaritmo

del ingreso y como variables explicativas la escolaridad

y la edad, principalmente. Dicho autor también calculó

las tasas de retorno por niveles educativos: primaria, 32

%; secundaria, 23 %; y para nivel superior, 29 %. P o r

último, Carnoy encuentra que la tasa de retorno priva-

da para la educación en general es de 15 %.

Para el año de 1992, Cohn y Adidison (1998) cal-

cularon la tasa de retorno social y privada de la edu-

cación en diferentes niveles educativos en México. En

cuanto a la social, encontraron que la tasa de retorno

de la educación primaria fue de 11.8 %, en la secun-

daria de 14.6 %, y para niveles educativos más altos

11.1 %. La tasa de retorno privada para la primaria fue

de 18.9 %, para secundaria 20.1 %, y para niveles

educativos más altos 15.7 %.

Psacharopolous (1994) encontró que la tasa de

retorno para México en 1984 fue de 13.2 % para los

hombres, y para las mujeres de 14.7 %. Por su parte,

Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz

4

Page 6: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Patrinos (1995) encontró que la tasa de retorno para

México fue de 6.5 % en 1984 y de 7.5 % en 1989, mien-

tras que para Psacharopolous (1996) la tasa de retorno

para México fue en 1991 de 16.1 %, y en 1992 de 7.6 %.

Pérez (1984) estimó la relación entre ingreso y la

educación para algunas áreas metropolitanas de

México entre 1967 y 1977 con información de la

Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares. Los

hallazgos de dicho autor muestran que el ingreso está

relacionado positivamente con la educación.

Bracho y Zamudio (1994, 1995) con base en la

Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares cal-

culan diferentes formas de función de ingreso mince-

riana para México. Entre dichas variaciones se encuen-

tran diferentes niveles educativos, años de educación

completos e incompletos, género, zona de residencia,

etc. Los hallazgos de dichos autores muestran una

tasa de retorno de 11.86 % para hombres y de 11.59 %

para mujeres.

Rojas (2002) calcula la tasa interna de retorno

para la educación, incorporando los costos de oportu-

nidad para México para el año de 1992 y utilizando la

Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares. Los

resultados de dicho autor muestran una tasa interna

de retorno para la educación primaria de 5.97 %;

secundaria, 4.35 %; preparatoria, 6.91 %; universidad,

6.32 %; y posgrado, 12.95 %.

Urciaga (2002) calcula la rentabilidad privada de la

inversión en capital humano para México con la

Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares de

1998, por diferentes niveles escolares y de un manera

conjunta. Los resultados de dicho autor muestran una

tasa privada de rendimiento promedio del 13.2 %, para

primaria, 11.31 %; secundaria,10.23 %; preparatoria,

13.35 %; y superior 18.38 %.

En general se puede señalar que las tasas de

retorno son más altas a medida que los años de estu-

dio son mayores (con excepciones en algunos gra-

dos), además de que la tasa privada de retorno es

mayor a la social. Otro hallazgo es que la tasa de

retorno en cuanto a género es muy similar, por último,

se muestra que las tasas de retorno son más bajas

cuando se incorporan los costos de oportunidad.

2. Metodología

Antes de pasar directamente a la función minceriana

de ingresos, derivaremos dicha función siguiendo a

Chiswick (1997).

E0 = Ganancias si no hay educación

Et = Ganancias recibidas por cada año obtenido “t” de

educación

Ct = Inversión en cada año “t” de educación

rt = Tasa de retorno de la educación en cada año “t” de

educación

Kt = Ct /Et- l = Inversión en el nivel de escolaridad “t”

relativo a un año completo de potenciales ganancias si

no se hubiera invertido en ese nivel de educación

Las ganancias después del primer año de educación

son:

E1 = E0 + r1C1 = E0 + r1K1E0 = E1(1+ r1K1) (1)

Para “n” periodos

E n = E0 (2)

Aplicando logaritmo natural a la ecuación anterior

obtenemos:

LnEn = (3)

Ponemos a “s” por “n”, en donde “s” son los años

de escolaridad, por lo tanto la ecuación anterior queda:

∑=

++n

iii KrLnLnE

10 )1(

∏=

+n

iii Kr

1

)1(

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 3-11

5

Page 7: Estado Economía y Hacienda Pública 6

LnEs = LnE0 +(4)

Si ri Ki es pequeño, entonces podemos aplicar que

Ln(1 + ε) ≈ ε, entonces

LnEs = LnE0 +(5)

Los valores de rtKt pueden ser estimados para

cada nivel de educación “S”. Por simplicidad asumi-

mos que rt y Kt no varían con respecto a cada nivel de

escolaridad, por lo tanto,

LnEs = LnE0+ (rK)S (6)

Como ya se había señalado, Mincer (1974) intro-

dujo como variable explicativa de los ingresos la varia-

ble experiencia (X) y experiencia al cuadrado (X2), por

lo tanto nuestra nueva ecuación quedaría:

LnEs=LnE0+(rk)S+X+X2 (7)

A la ecuación (7) se le denomina función

Minceriana de los ingresos, y es mediante la cual se

han hecho muchos estudios empíricos.

A partir de la ecuación (7) se hicieron algunas

modificaciones:

• sustituir la variable experiencia por la variable

edad (A) debido a que están correlacionadas

positivamente.

• pasar de un término cuadrático a uno cúbico para

tener una especificación más flexible (Rojas,

2000).

• introducir varios niveles de escolaridad, como pri-

maria (P), secundaria (S), bachillerato (B), uni-

versidad (U).

Una vez hechas esas modificaciones se llegó a la

siguiente ecuación base:

LnY= P S U (8)

Se esperaría que a partir de la ecuación (8) los sig-

nos de los coeficientes fueran los siguientes.

• 1 sería positivo porque explicaría una relación

positiva entre experiencia e ingresos

• 2 sería negativo porque a mayor experiencia, la

tasa de crecimiento de los ingresos es cada vez

menor

• 3, 4, 5, 6 espera una relación positiva entre

escolaridad e ingresos

Donde:

LnY: es el logaritmo natural del ingreso por municipio

A: es la edad mediana de los habitantes del municipio

A3: es la edad mediana cúbica de los habitantes del

municipio

P: es la tasa de escolaridad básica por municipio

S: es la tasa de escolaridad media básica por munici-

pio

B: es la tasa de escolaridad media superior por munici-

pio

U: es la tasa de escolaridad superior por municipio

Para poder calcular la tasa privada de retorno de la

escolaridad por nivel educativo hay que remitirnos a la

ecuación (7); podemos notar que el coeficiente que

nos da la regresión es (rk) , pero lo que nos interesa

es (r). Por tal motivo vamos a suponer diferentes valo-

res de (k).

En primera instancia supondremos que k = 1, en

donde la inversión en escolaridad es igual a las ganan-

cias potenciales si no se hubiera hecho dicha inversión.

En este caso “r” sería igual a β/k y por lo tanto “r” sería

∑=

s

iii

Kr1

)(

∑=

+s

iii

KrLn1

)1(

Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz

6

Page 8: Estado Economía y Hacienda Pública 6

el coeficiente de la regresión. Este supuesto fue hecho

por Becker y Chiswick (1966) y posteriormente por

Mincer (1974), Willis (1986), y Rosen (1987).

También se consideraron dos valores adicionales

de k, para analizar qué tanto cambian los resultados si

no suponemos que k = 1. Dichos valores se tomaron

de Chiswick (1997) y sirven para tener una aproxi-

mación de lo que sería la tasa privada de retorno de la

escolaridad. Primero se considera que k = 0.6, debido

a que el gobierno paga los costos directos de la edu-

cación, por lo tanto la inversión en dicho nivel educa-

tivo representa sólo el 60 % con respecto a las ganan-

cias potenciales si no se hubiera realizado la inversión.

Se considera también un k = 1.5, debido a que los

estudiantes pagan por la enseñanza y por todos los

costos adicionales que ésta genera, por lo tanto la

inversión en dicho nivel educativo representa el 150 %

con respecto a las ganancias potenciales si no se

hubiera hecho dicha inversión.

La información del ingreso por municipio se obtuvo

de los Censos Económicos de 1994 y 1999, mientras que

la información de las variables correspondientes a la edu-

cación y a la edad se obtuvo de los Censos Generales de

Población y Vivienda para los años de 1990 y 2000.

3. Resultados

La ecuación (8) se corrió con mínimos cuadrados

ponderados para los años de 1990 y 2000. Se uti-

lizaron mínimos cuadrados ponderados debido a que

por ser un modelo de corte transversal, la estimación

presenta problemas de heterocedasticidad y multico-

linealidad. Se utilizó el paquete econométrico E-

Views 3.1.

En el modelo utilizado se encontró que las R2

fueron relativamente altas (miden la correlación que

hay entre la variable dependiente y las indepen-

dientes) y mediante las pruebas F se detectó que las

variables independientes en su conjunto sí explicaban

la variación de la variable dependiente.

En el cuadro 1 se observan los coeficientes del

modelo de la ecuación (8) que se corrió para 1990. Las

variables relacionadas con la experiencia no son signi-

ficativas en el modelo, por lo tanto para el año de 1990

la experiencia no explica la diferencia de ingresos

entre municipios. Por otro lado, los coeficientes rela-

cionados con las educación son positivos y significa-

tivos al 5 y 10 % respectivamente, además de que a

medida que se tiene un nivel educativo más alto el

coeficiente es mayor.

El cuadro 1 muestra que los coeficientes rela-

cionados con la escolaridad aumentan de .069 (pri-

maria) hasta .24 (universidad), denotando que la edu-

cación sí es significativa para explicar las diferencias

de ingresos entre municipios, pero además conforme

los municipios tienen niveles más altos de educación,

ocasiona que tengan altos niveles de ingresos.

En el cuadro 2 se muestran los resultados de correr

el modelo de la ecuación (8) para el año 2000. Las

variables relacionadas son significativas y con los sig-

nos esperados, por ejemplo, la experiencia tiene un

signo positivo, esto es, la experiencia influye positiva-

mente en los ingresos de los municipios, mientras que

la experiencia al cubo, tiene signo negativo, reflejando

que la experiencia influye positivamente sobre los

ingresos pero su tasa de crecimiento es cada vez

menor.

El cuadro 2 también muestra los coeficientes de la

escolaridad, para el año 2000 todos son positivos y

significativos (excepto primaria), además de que

aumentan de .013 a .224 conforme la escolaridad

aumenta. Al hacer un comparativo de los coeficientes

de escolaridad de 1990 a 2000, podemos notar que en

general han disminuido, con excepción del de

bachillerato, que ha aumentado de 0.17 en 1990 a

0.216 en el año 2000.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 3-11

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Page 9: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz

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CUADRO 1. Estimación de la función de ingresos Minceriana para 1990

Modelo C A A3 P S B U

Mínimos

Cuadrados

Ponderados 17.8 -.8 .0005 .069 .147 .17 .24

(2.2)* (-1.26) (.97) (1.689) “ (2.031)* (1.72) “ (3.36)*

Los resultados entre paréntesis son las “t”.

* Variables significativas al 5 %, “ Variables significativas al 10 %

CUADRO 2. Estimación de la función de ingresos Minceriana para el 2000

Modelo C A A3 P S B U

Mínimos

Cuadrados

Ponderados -3.7 .8 .0004 .013 .146 .216 .224

(-.55) (1.95) “ (-2.36)* (.61) (2.38)* (2.20)* (3.36)*

Los resultados entre paréntesis son las “t”

* Variables significativas al 5 %, “Variables significativas al 10 %

CUADRO 3. Tasa privada de retorno para 1990 (en porcentaje)

Modelo Primaria Secundaria Bachillerato Universidad

K= .6 Mínimos cuadrados ponderados 11.5 24.5 28.3 40

K= 1 Mínimos cuadrados ponderados 6.9 14.7 17 24

K =1.5 Mínimos cuadrados ponderados 4.6 9.8 11.3 16

CUADRO 4.- Tasa privada de retorno para el 2000 (en porcentaje)

Modelo Primaria Secundaria Bachillerato Universidad

K= .6 Mínimos cuadrados ponderados 2.1 24.3 36 37.3

K= 1 Mínimos cuadrados ponderados 1.3 14.6 21.6 22.4

K =1.5 Mínimos cuadrados ponderados .8 9.7 14.4 14.9

Page 10: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En el cuadro 4 se calculó la tasa privada de retorno

para 2000, con diferentes valores para k. La tasa pri-

vada de retorno es creciente en relación al grado de

estudios cursados, y decreciente en relación a “k”.

Para un k = .6, la inversión para los municipios en

educación primaria tiene una tasa de retorno de 2.1 %,

secundaría 24.3 %, bachillerato 36 % y Universidad

37.3 %. Cuando k = 1, los municipios tienen una tasa

de retorno para primaria de 1.3 %, secundaria 14.6 %,

bachillerato 21.6 % y Universidad 22.4 %. Por último

cuando K = 1.5, los tienen una tasa de retorno para pri-

maria de .8 %, secundaria 9.7 %, bachillerato 14.4 %

y Universidad 14.9 %.

En un comparativo de las tasas de retorno entre

1990 y 2000, se puede observar que con cualquier

valor de “k”, las tasas de 1990 son mayores a las del

2000 a excepción de la de bachillerato.

En el cuadro 3 se calculó la tasa privada de retorno

para 1990, con diferentes valores para k. La tasa pri-

vada de retorno es creciente con relación al grado de

estudios cursados, y decreciente con relación a “k”.

Para un k = .6, la inversión para los municipios en

educación primaria tiene una tasa de retorno de 11.5 %,

secundaria 24.5 %, bachillerato 28.3 % y universidad

40 %. Cuando k = 1, los municipios tienen una tasa de

retorno para primaria de 6.9 %, secundaria 14.7 %,

bachillerato 17 % y universidad 24 %. Por último cuan-

do K = 1.5, los tienen una tasa de retorno para primaria

de 4.6 %, secundaria 9.8 %, bachillerato 11.3 % y uni-

versidad 16 %.

Conclusiones

En el presente artículo se ha podido encontrar que la

variable educación es un elemento muy importante

para explicar el crecimiento económico de los munici-

pios del estado de Veracruz. Partiendo de lo anterior,

una política económica viable para disminuir la con-

centración del ingreso, sería la inversión en educación

en los municipios marginados.

La tasa de retorno más alta para los años de 1990

y 2000 con diferentes valores de “k” es la universidad,

seguida por el bachillerato. Las tasas de retorno dis-

minuyeron de 1990 al 2000 con excepción del nivel

preparatorio.

Cuando se supone que la inversión en capital

humano es menor que las ganancias potenciales, si no

se hubiera hecho dicha inversión (.6), se obtienen las

tasas más altas en relación a cuando suponemos que

la inversión en capital humano es igual o menor a las

ganancias si no se hubiera hecho dicha inversión (1 y

1.5). Es importante señalar que para el caso de

México y concretamente para los municipios del esta-

do de Veracruz es probable el primer caso (.6), pues,

por lo regular, el gobierno cubre la mayoría de los cos-

tos directos de la educación y, por lo tanto, la inversión

que realizan los individuos de los municipios es menor

en relación a las ganancias potenciales si no se

hubiera hecho dicha inversión.

Cuando suponemos que K = .6 (el modelo más

probable para la economía veracruzana) los incre-

mentos entre las tasas son los siguientes:

En el año de 1990, el incremento del cociente entre no

estudiar y estudiar algún año de primaria es de 11.5 %, e s

d e c i r, en los municipios que tienen más altas tasas de

escolaridad a nivel primaria, tienen un 11.5 % más de

ingresos en relación a los municipios con bajas tasas de

escolaridad a nivel primaria, el incremento a secundaría

es de 13 %, de secundaria a bachillerato es 3.8 %, y de

bachillerato a universidad de 11.7 %. Para el año 2000,

el incremento entre ningún estudio y primaria es de 2.1 %,

de primaria a secundaría es de 22.2 %, de secundaría

a bachillerato es de 11.7 % y de bachillerato a universi-

dad es de 1.3 %

Se propone la inversión en educación para los

niveles de bachillerato y universidad, debido a que es

la más rentable y para lograr, por lo tanto, que no se

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 3-11

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Page 11: Estado Economía y Hacienda Pública 6

acentúe la concentración del ingreso en los municipios

del estado de Veracruz.

Si bien la inversión en bachillerato y universidad de

manera directa es la más rentable, de forma indirecta la

de universidad debe considerarse importante, ya que

las tasas de retorno a nivel postgrado y nivel nacional

son casi 100 % más altas que las de universidad, según

Rojas (2000); por lo tanto la inversión en universidad se

debe considerar un paso intermedio para lograr altas

tasas de escolaridad de postgrado en los municipios.

Los centros de educación a nivel universitario se

concentran en pocos municipios (esto es en términos

relativos, porque si consideramos el nivel de descon-

centración de las universidades en Veracruz éste

ocupa uno de los más altos en el país, particularmente

la Universidad Veracruzana que tiene seis campus

diferentes), por lo tanto la inversión en dicho nivel se

debe hacer en alumnos de municipios marginados

para que en éstos se incremente el ingreso. Sin

embargo, debe buscarse un mecanismo para que los

alumnos de los municipios marginados regresen a los

mismos pues, de lo contrario, los beneficios de dicha

inversión se quedarán en los municipios en donde tra-

bajan los egresados oriundos de los municipios mar-

ginados.

Por último, el estudio no contempló para el cálculo de

las tasas de retorno, los costos de oportunidad ni los cos-

tos financieros por cuestiones de información. Si se

tomasen en cuenta estos elementos, es probable que las

tasas de retorno disminuyan significativamente.

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Los rendimientos económicos de la educación en Veracruz

10

Page 12: Estado Economía y Hacienda Pública 6

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ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 3-11

11

Page 13: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Este artículo tiene como propósito presentar una síntesis1

del rol que actualmente está desarrollando una institución

extranjera educativa y cultural establecida en la ciudad de

Xalapa, Veracruz: La Alianza Francesa, misma que se vio

en la necesidad de replantear sus programas y proyectos

de trabajo educativos y culturales enmarcados en el con-

texto de la economía mundial, relacionándolos con un

proyecto internacional del gobierno estatal: la i n d u s t r i a

del conocimiento, el cual tiene como prioridad favorecer el

desarrollo sustentable del estado.

El estado de Veracruz es rico en recursos naturales

y educativos, y presenta además una gran diversidad

cultural.2 Este ambiente presenta características favo-

rables para intentar poner en marcha un nuevo modelo

de desarrollo regional basado en la industria del

conocimiento. La ciudad de Xalapa, capital del estado,

se considera como el espacio idóneo para la construc-

ción de una Ciudad del Conocimiento. Las característi-

cas que la hacen elegible son, por una parte, su tradi-

cional actividad académica, universitaria, cultural y

educativa; y, por otra, la infraestructura existente, tanto

en centros de enseñanza educativa e investigación,

como de vías de comunicación.

La intención del proyecto para el estado y para su

capital es encontrar vías para un desarrollo sustentable,

con industrias ecológicas que —como resultado de la apli-

cación del conocimiento derivado de los avances de la

ciencia y de la tecnología— optimicen el uso del agua y la

energía eléctrica, que no contaminen y que además per-

mitan producir y ofrecer bienes y servicios. Es así que

desde hace algunos años se ha proyectado la construc-

ción de una efectiva ciudad del conocimiento, el Te c n o p o l o

Heurístico de Xalapa, similar a los polos de desarrollo tec-

nológico que existen en otras partes del mundo.3

Tecnopolo Heurístico

El Tecnopolo Heurístico de Xalapa, tal como se ha con-

cebido quedaría integrado por diferentes empresas de

base tecnológica o científica, nacionales y extranjeras, y

por tres parques tecnológicos-científicos-industriales y

12

Globalización e industria delconocimiento. El caso de laAlianza Francesa en Xalapa

Margarita Edith Canal Martínez*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana.

1 Para mayor detalle ver: “Le Fait Francophone” (El impacto francófono), Plan

Estratégico 1999-2005, Alianza Francesa, Xalapa, 1999.

2 Consúltese el documento: La industria del Conocimiento, Síntesis presen-

tada por Carlos M. Contreras y Vidal Elías, Dirección General de

Investigaciones, Universidad Veracruzana, marzo 17 de 1999.

3 Véase Mora Tavares, Eduardo, Época, Semanario de México, núm. 430,

México, 30 de agosto de 1999, p. 25.

Page 14: Estado Economía y Hacienda Pública 6

dos áreas de servicios, de tal forma que se contaría

con la siguiente infraestructura:

1. AGROPOLIS 2.

Área destinada a la producción de alimentos y produc-

tos tropicales al fomento de agroindustrias, al estudio

y análisis de suelos salinos y erosionados, así como

para establecer procesos de certificación y verificación

de calidad.

2. ANTENA 2.

Área destinada al apoyo y desarrollo de las telecomu-

nicaciones de software, de hardware, multimedia,

inteligencia artificial y todo lo relacionado con la infor-

mática avanzada.

3. BIOS.

Área dedicada a la investigación y desarrollo de la

biomedicina, biotecnología, industria farmacéutica,

biología, ecología, agua, oceanografía y pesquera

(redes virtuales), toxicología, ciencias terrestres y de la

atmósfera.

4. UTOPÍA

Área de desarrollo urbano con área habitacional mo-

delo de alta tecnología, con nuevos materiales y técni-

cas de construcción, para recibir a investigadores y

académicos de todo el mundo, retirados o en activo,

en estancias sabáticas o por proyectos específicos,

incluyendo a premios Nóbel.

5. EL FORUM

Un centro internacional de convenciones con capaci-

dad máxima de 4500 personas para eventos múltiples.

Los objetivos generales de la creación del tecnopolo son:4

• Establecer el modelo de desarrollo económico y

social basado en la valoración del potencial de

investigación universitario y cultural de Xalapa.

• Asociar la ciencia, la tecnología y la capacidad

creativa y de innovación a los procesos de desa-

rrollo local, regional y nacional.

• Aplicar la ciencia y la tecnología para solucionar

los problemas que afectan e inhiben el desarrollo

económico y social de Veracruz.

Para el desarrollo del tecnopolo se cuenta con el

apoyo del Gobierno del Estado y del Gobierno de

Francia; el interés de ambos gobiernos se debe, en

primer lugar, a la capacidad local existente en centros

de investigación y desarrollo, a la existencia de institu-

ciones de educación superior, a la tradición cultural de

la región, y a la ubicación geográfica de la misma; en

segundo lugar, al interés gubernamental por elevar el

nivel de vida de los habitantes de la ciudad, municipio

y región. El tecnopolo necesitará, para su desarrollo,

del apoyo de las diversas instituciones educativas, uni-

versitarias y culturales, tanto públicas como privadas y

de índole nacional e internacional. Uno de los organis-

mos que se ha pronunciado en apoyo a tal proyecto es

la Alianza Francesa, la cual se conduce como una red

de difusión de la lengua y cultura francesas, fomen-

tando lazos de amistad a través de diversos países.

Esta institución posee la experiencia y los elementos

para proporcionar los servicios que permitan estable-

cer los enlaces e intercambios necesarios entre

M é x i c o - Veracruz, Francia, delegación de Québec

(Canadá) y países de la Unión Europea.

La Alianza Francesa, como institución educativa

internacional, respondiendo a los objetivos del proyec-

to del tecnopolo, elaboró un plan estratégico de desa-

rrollo y crecimiento para un periodo inicial de 5 años,

tomando en cuenta la opinión y los requerimientos de

los estudiantes, instituciones, empresas y público en

general de la región de Xalapa. En este documento se

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 12-26

13

4 Eduardo Mora Tavares, op. cit., p. 27.

Page 15: Estado Economía y Hacienda Pública 6

vislumbran, entre otros aspectos, las necesidades

respecto al estudio y dominio del idioma francés por

parte de la población local, y del español para la

población de otros países; y se preveen actividades

para la divulgación de la cultura francesa y mexicana;

todo ello con la finalidad de fortalecer los lazos comer-

ciales, de amistad y de unión entre Francia, la dele-

gación de Québec, México y Veracruz.

A continuación se presentan los aspectos funda-

mentales de dicho plan, con el propósito de ilustrar,

mediante este caso, la forma en que instituciones de

gran tradición en el ambiente internacional —y ante el

influjo de los procesos globalizadores— están modifi-

cando no sólo sus actividades y programas de trabajo,

sino incluso su visión y su razón de ser.

El Plan Estratégico de Crecimiento de la Alianza

Francesa en Xalapa, Veracruz: 1999-20055

Esta institución, para fundamentar dicho plan, proyec-

tó y realizó las siguientes etapas de actividad6:

1. Estudio de opinión

El estudio tuvo como finalidad el conocer la trascen-

dencia e importancia de la enseñanza del idioma y

cultura francesa, así como del conocimiento que se

tiene acerca de los cambios que provoca el proceso

de globalización económica entre los que figuran,

por ejemplo, las nuevas relaciones e intercambios

comerciales que se están generando entre países a

nivel mundial. Se tomó en cuenta la opinión de

diversos sectores de la sociedad xalapeña, a través

de la aplicación de cuatro cuestionarios; asimismo,

se consideró una muestra de 429 ciudadanos mayo-

res de 12 años, abarcando padres y alumnos de

escuelas públicas y privadas del nivel preescolar,

primaria, secundaria, bachillerato y licenciaturas,

así como funcionarios de distintas dependencias,

empresarios de diferentes giros y población en

general. La muestra fue obtenida con un nivel de

confianza del 95 % y un error máximo de 5 %, y la

selección incluyó a:

Globalización e industria del conocimiento. El caso de la Alianza Francesa...

14

5 Para mayor detalle ver: “Le Fait Francophone” (El impacto francófono), Plan Estratégico 1999-2005, Alianza Francesa, Xalapa, 1999.

6 Cabe aclarar que tuve la oportunidad de realizar el trabajo técnico (en colaboración con estudiantes de la Especialización en Economía Financiera de la

Facultad de Economía) correspondiente a la elaboración del Plan Estratégico de la Alianza Francesa; lo descrito en este apartado representa sólo una sínte-

sis de las actividades desarrolladas y de los resultados obtenidos.

NIVELES TIPO NOMBRE ENCUESTASPreescolar Pública Normal

MorelosBertha Von G.

101010

Privada MotoliníaJardín AméricasPedro de Gante

101110

Primaria Pública RébsamenAnexa NormalCarlos A. Carrillo

101011

Privada Villa de CortésMorelosSiglo XXI

101010

Secundaria Pública Técnica 3 10

ESTUDIANTES

Page 16: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 12-26

15

Secundaria Pública Técnica 3Técnica 128

1010

Privada Siglo XXIVilla de CortésMorelos

101020

Preparatoria Pública Oficial B.Colegio Preparatorio

A. Carvajal

101010

Privada Motolinia 11

Licenciatura Area Económico-Administrativa

EconomíaAdministración

1514

Area Técnica Arquitectura 15A. Humanidades Derecho

PsicologíaPedagogíaSociología

16151517

Biológicas Agronomía 15

Normal 15

Público General Tipos EstudiantesEmpleadosComerciantesProfesionistasAmas de casaOtros 45

Empresarios yFuncionarios

Giros HoteleríaCafeticultoresRadiodifusorasDependencias de diversa Indole 24

Total de Encuestados 429

No. Institución o Empresas Funciones Entrevistado1 Radiotelevisión de Veracruz Producción y transmisión de audio y video Coordinador técnico2 Secretaría de Relaciones

ExterioresExpedición de pasaporte jurídicoproteccional mexicano en el extranjero ybecas

Subdelegado

3 Universidad Veracruzana Docencia, investigación y difusión de lacultura

Oficialía Mayor

4 Instituto Veracruzano para elDesarrollo Rural

Apoyos a la comercialización Subdirector de comercialización

5 Delegación Federal de laSecretaría de Comercio yFomento Industrial

Coordinar la aplicación de programas deapoyo a la industria y el comercio exterior

Subdirector de promocióneconómica

6 Secretaría de DesarrolloEconómico

Inversiones extranjeras, misionescomerciales

Director de in versiones einversiones comerciales

7 Subsecretaría de Gobierno Asesorar y promover relacionesinstitucionales entre el Estado y lasiglesias

Subdirector de asuntos religiosos

8 Contraloría General del Estado No contestó Jefe de oficina9 Facultad de Ciencias

Administrativas y SocialesTomar decisiones acerca del desempeñoy funcionamiento de la facultad

Directora

10 Hotel y Club de Negocios Xalapa Servicios de hospedaje y a limentos, Gerente de Relaciones Públicas

INSTITUCIONES Y EMPRESAS

Page 17: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Los resultados obtenidos demostraron que –en general–

los estudiantes, funcionarios, empresarios y población

entrevistada, están conscientes de lo siguiente:

a) Los retos que impone la economía mundial

implican, cada vez más, la necesidad de acce-

der a una educación tecnológica y científica

más cualitativa y cuantitativa;

b) de la relevancia que tiene, hoy en día, el

conocimiento de culturas y lenguas extranjeras,

entre las que se confiere gran importancia a la

lengua y a la cultura francesas; al respecto exis-

tió gran coincidencia en cuanto a que el dominio

de lenguas extranjeras debe iniciarse desde el

nivel preescolar a fin de contar, desde edades

tempranas, con mayores elementos para

entablar relaciones de índole diversa: educativas,

culturales y comerciales, entre otras;

c) de la necesidad de promover la realización de

estudios de postgrado en las áreas sociales,

naturales y técnicas;

d) de la conveniencia de crear y poner a disposi-

ción un centro que proporcione servicios de tra-

ducción, asesorías diversas –jurídicas, litera-

rias, técnicas, etc.– y capacitación y educación

contínua para empleados de las distintas insti-

tuciones públicas y empresas, especialmente

en las áreas de comercio y mercadotecnia.

Finalmente, se hizo evidente que, a pesar de que se

conoce la existencia de la Alianza Francesa, ésta debe

llevar a cabo una mayor difusión y promoción de sus

funciones y actividades.

Globalización e industria del conocimiento. El caso de la Alianza Francesa...

16

10 Hotel y Club de Negocios XalapaFinca Real

Servicios de hospedaje y a limentos,ademas de grupos y convenciones

Gerente de Relaciones Públicas

11 Café “Las Ánimas” Venta de café procesado Gerente de ventas12 Hotel María Victoria Hospedaje, restaurant-bar Subgerente de ventas13 Hotel Fiesta Inn Hospedaje, alimentos y bebidas Gerente de Recursos Humanos14 Autobuses de Oriente S.A. de

C.V. (A.D.O.)Servicio público de transporte a pasajeros Asistente de Gerencia

15 Estudio, Supervisión y Control deObras, S.A. de C.V.

Construcción general, consultoría enadministración étnica

Director

16 “Manos Latinas” Compra venta de artesanías mexicanas Gerente17 Café “Las Ánimas” S.A. de C.V. Industria transformadora del café Director General18 Agropecuaria Eclipse S.A. de C.V. Compra venta de alimentos balanceados

para animalesContador

19 Agroindustrias Unidas de México,S.A. de C.V.

Comercio, compra venta de café Director

20 Cervezas y Refrescos de Xalapa Compra venta de refrescos y cervezas Gerente de ventas21 Hotel Posada Xallapan Venta de banquetes, hospedaje y

alimentos.Asistente de ventas, relacionespúblicas

22 Hoteles Howard Jhonson Plaza deConvenciones

Servicio de hospedaje Gerente

23 Cámara Mexicana de la Industriade la Construcción

Atención a los socios Gerente

24 La Estancia de Los Tecajetes Prestación de servicio, control de calidadde productos y atención al cliente

Subgerente de servicio al cliente.

Page 18: Estado Economía y Hacienda Pública 6

2. Estudio de mercado

Con base en los resultados del estudio de opinión, el

estudio de mercado tuvo la finalidad de determinar los

siguientes puntos:

a) Definición de los servicios y promoción de los mis -

mos. La Alianza Francesa cuenta con amplio poten-

cial de prometedores servicios que pueden ser ofre-

cidos en un futuro inmediato: enseñanza del idioma

y de la cultura francesa; promoción de viajes de

estudios educativos, intercambios técnicos, científi-

cos y culturales; servicios de asesoría comercial y

de enlace de negocios con los países de habla

francesa; promoción y realización de cursos sobre

mercadotecnia y comercio internacional, incluyendo

la revisión de los requerimientos para entablar rela-

ciones comerciales eficientes. En función de la

naturaleza cultural de la institución, la difusión y

promoción de estos servicios requiere ser realizada

directamente a través de los diversos medios de

comunicación y publicidad existentes en la región.

b) Análisis de la demanda-oferta y estudio técnico. A

partir de los resultados obtenidos, se detectó una

gran disposición e interés de la población estudiantil,

del personal de las instituciones públicas y de las

empresas, y del público en general, por hacer uso del

potencial de servicios que pudiera ofrecer la A l i a n z a

Francesa; lo anterior está estrechamente correla-

cionado con el hecho de que en la ciudad de Xalapa

existe una gran variedad de planteles educativos, de

instituciones públicas tanto estatales como federales,

y de empresas con diversas actividades económicas.

Por el lado de la oferta, se pudo constatar que la insti-

tución se ubica dentro de lo que puede llamarse un

mercado de tipo oligopólico, ya que en la región son

escasas las instituciones que proporcionan este tipo

de servicios. Finalmente, el estudio reveló la factibili-

dad y la conveniencia de que la Alianza se expanda

físicamente a través de la creación en Xalapa, de un

centro profesional con diversidad de servicios y

escuelas-piloto de enseñanza del idioma y la cultura

de Francia. Al respecto se logró la ubicación física del

inmueble requerido para tales efectos, así como el

diseño de la ampliación del actual; asimismo, se pre-

vieron las nuevas necesidades de personal académi-

co y administrativo.

3. Diagnóstico Institucional

Con base en el análisis de los resultados del estudio

de opinión, del estudio de mercado y de los

antecedentes del desempeño de la Alianza Francesa

en la región de Xalapa, se revisaron y redefinieron los

aspectos institucionales siguientes: misión y visión,

fortalezas y oportunidades, debilidades y amenazas,

objetivos, metas, estrategias y proyectos. Una síntesis

de las definiciones de corte institucional se ofrece a

continuación.

¿Quién es la Alianza Francesa en Xalapa?

Es una asociación civil fundada en 1948 y protocoliza-

da ante notario público en acta número 17304 de 6 de

octubre de 1971.

¿Qué hace?

Promueve la enseñanza de la cultura y lengua france-

sas, así como el español y la cultura mexicana.

¿Para quién lo hace?

Para la ciudadanía xalapeña, los veracruzanos y los

inmigrantes y extranjeros que lo requieran.

¿A través de qué lo hace?

De aportaciones proporcionadas por el gobierno

francés, el gobierno mexicano, asociaciones civiles,

particulares, de patronatos y fundaciones.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 12-26

17

Page 19: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Retos:

Fortalecer los lazos de amistad y de intercambio cul-

tural, así como apoyar los intercambios y las rela-

ciones comerciales entre México y Veracruz con

Francia, la delegación de Québec (Canadá), los paí-

ses francófonos y la Unión Europea.

Actitud:

Optimismo y espíritu de servicio.

Búsqueda:

La constante participación de las instituciones intere-

sadas en el intercambio educativo, cultural y comercial.

Responsabilidad:

La excelencia en las funciones, actividades y

acciones.

Preocupación:

La calidad en la respuesta acorde a las necesidades

educativas, culturales y comerciales.

Esperanza:

El perfeccionamiento constante en los programas y

proyectos a desarrollar.

Fe:

El beneficio indiscutible que se obtenga con los lazos

de unión entre países.

Deseo:

Establecer convenios educativos culturales y de

asesoría entre la Alianza Francesa, el gobierno feder-

al, el gobierno estatal y las empresas.

Lema:

“Los pueblos se enriquecen de sus diferencias”

4. Fortalezas, oportunidades, debilidades y

amenazas

Apartir del análisis de las funciones y actividades institu-

cionales, así como de los resultados obtenidos en el estu-

dio de opinión, se detectaron las siguientes fortalezas,

oportunidades, debilidades y amenazas (infra, p. 19).

5. Misión y Visión Institucional

La Alianza Francesa de Xalapa establece hoy una

renovada razón de ser que justifica ahora no sólo su

existencia sino su futuro crecimiento. Sus labores y

actividades se desarrollarán teniendo como guía un

conjunto de propósitos estratégicos y de valores que

serán compartidos por las personas que colaboran en

la misma. Las expectativas a mediano y largo plazo

detectadas en la población general y en el medio

empresarial y educativo –derivadas, a su vez, de lo

que sucede en un contexto dinámico cada vez más

global– fundamentan hoy el deseo de una renovada

actividad, acorde a los nuevos tiempos. Lo anterior se

expresa en los términos siguientes:

Misión:

Proporcionar y promover servicios integrales especia-

lizados y educativos del idioma y la cultura de Francia,

así como del idioma español y la cultura mexicana, de

alto valor agregado; de manera tal que instituciones

públicas y privadas puedan contar con el personal y

elementos necesarios para responder adecuadamente

a los retos que impone la dinámica económica inter-

nacional, nacional y estatal.

Visión:

Constituirse en una institución que promueva alianzas

estratégicas entre los gobiernos de Francia, países

francófonos, delegación de Québec (Canadá), Unión

Globalización e industria del conocimiento. El caso de la Alianza Francesa...

18

Page 20: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Europea, México y Veracruz, que permita fortalecer los

lazos de amistad, apoyar las relaciones comerciales

promover el intercambio educativo, cultural, técnico y

científico que conlleven a la formación de cuadros

interdisciplinarios y multidisciplinarios de alta calidad y

altos estándares de promoción.

6. Objetivos, metas y estrategias

En función del análisis de las fortalezas, oportunidades,

debilidades y amenazas, tomando en cuenta la renova-

da expresión de la misión y visión institucional, la A l i a n z a

Francesa se plantea los objetivos siguientes:

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 12-26

19

FACTORES FORTALEZAS OPORTUNIDADES DEBILIDADES AMENAZAS

INTERNOS

• Existe la experiencia

logística educativa para

fortalecer y p romover

sistemas educativos y

culturales.

• Se cuenta con el

personal educativo y

administrativo para

iniciar el d esarrollo de

nuevos proyectos.

• Cumple con los

requisitos para ser el

centro de atención de

exámenes de

reconocimiento

internacional.

• Ubicación estratégica

capital de estado.

• Las necesidades

competitivas del

mercado.

• Vinculaciones con

instituciones privadas

y públicas interesadas

en los servicios

educativos, culturales

e informativos.

• Falta sistematización de

la experiencia educativa.

• Falta de un sistema de

evaluación del

desempeño educativo y

operativo.

• Inexistencia de un

sistema de s eguimiento

y evaluación de los

egresados.

• Inexistencia de un

directorio de exbecados

francófonos y francófilos.

• Falta de p romoción y

difusión cultural.

• Insuficiencia de

instalaciones

adecuadas.

FACTORES FORTALEZAS OPORTUNIDADES DEBILIDADES AMENAZAS

EXTERNOS

• Fortalecimiento cada vez

mas creciente de los

lazos de amistad e

intercambio educativo,

cultural y científico entre

los países.

• Apoyo de instituciones

para la realización de los

programas educativos

del impacto francófono.

• Prestigio y

reconocimiento mundial.

• Facilidad para la

obtención de

información y material,

necesarios para la

consecución de

objetivos.

• La Necesidad de la

población estudiantil,

público en general,

funcionarios y

empresarios de

dominar otros idiomas.

• La d ispocisión de l os

gobiernos

internacionales,

nacionales y estatales

de a poyar los

programas educativos,

culturales, científicos y

técnicos.

• Falta de registro de la

SEP.

• Falta de certificación de

los estudios en español.

• La competencia

de varios

centros.

• La crisís

económica de

México.

• Falta de

orientación

vocacional

adecuada

• Desconocimien

to de la

fortaleza

científica y

técnicas de los

países

francófonos.

• La influencia de

los E.E.U.U.

Page 21: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Objetivo general

Desarrollar y promover un plan estratégico de creci-

miento y fomento de la enseñanza-aprendizaje del

idioma y la cultura franceses, del idioma español y la

cultura mexicana; así como diferentes servicios de

asesoría y enlace con diversas instituciones públicas y

privadas con el propósito de fortalecer los lazos

comerciales y de amistad entre Francia, países francó-

fonos, la Unión Europea, la delegación de Quebec

(Canadá), México y Veracruz.

Objetivos específicos:

a) Elevar la demanda y oferta de la enseñanza del

idioma francés.

b) Ofrecer la posibilidad de que los alumnos de la

Alianza Francesa puedan acceder a sistemas de

intercambio educativo, cultural, técnico y científico

en Francia, países francófonos, Quebec (Canadá) y

en universidades del país.

c) Medir la eficiencia del aprendizaje del idioma

francés de acuerdo al nivel escolar.

d) Implementar programas de servicio social y prácti-

cas empresariales e institucionales para los egresa-

dos de la Alianza Francesa.

e) Insertar a la institución en el contexto educativo del

estado de Veracruz como factor de desarrollo.

f) Disminuir el nivel de deserción de alumnos.

g) Convertir a la Alianza Francesa en factor

dinamizador de desarrollo de las relaciones inter-

culturales entre Veracruz, Francia, la delegación de

Québec, de otros países de habla francófona y de la

Unión Europea.

h) Apoyar y elevar el número de inversiones y de rela-

ciones comerciales entre el estado de Veracruz y

los países de habla francesa de la delegación de

Quebec (Canadá) y de la Unión Europea.

i) Apoyar el crecimiento del sector turístico en la ciu-

dad de Xalapa y el estado de Veracruz.

j) Crear y consolidar la casa de Francia.

k) Conformar un centro de vinculación e intercambio

académico-cultural entre el Estado de Veracruz y

los países francófonos.

l) Dar un mayor respaldo a los solicitantes de los ser-

vicios de la Alianza Francesa y a la misma institu-

ción.

m) Incrementar el servicio de asesorías.

n) Disminuir los costos derivados del servicio de

asesorías a empresas, dependencias e institu-

ciones.

7. Los actuales proyectos de la Alianza Francesa

En función de lo anterior, para el periodo 1999-2005, la

Alianza Francesa de Xalapa ha estructurado cuatro

nuevos proyectos cuyo desarrollo se encuentra ínti-

mamente correlacionado. Éstos se expresan en la

tabla de la siguiente página.

Conclusiones

El rol que juegan la educación, la capacitación y la cul-

tura implica que las organizaciones educativas públicas

y privadas tienen hoy la ineludible tarea de ofrecer y

desarrollar nuevos programas de estudio, que incluyan

el aprendizaje de los idiomas, el conocimiento científico

y tecnológico, y los aspectos culturales y humanísticos;

aquí entra también la consideración de la relación exis-

tente entre la diversidad ambiental y la diversidad cul-

tural. Es decir, es necesario que los esfuerzos educa-

tivos no dejen de lado los aspectos relacionados con la

formación de un ser humano capaz de vincularse con su

comunidad local, con su entorno regional y con el

entorno mundial, conservando, al mismo tiempo, su

identidad cultural y su medio ambiente natural; de tal

forma que el desarrollo económico y social esté susten-

tado en el crecimiento y la expansión de actividades e

Globalización e industria del conocimiento. El caso de la Alianza Francesa...

20

Page 22: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 12-26

21

N° Proyectos Objetivos Temática Enseñanza -Aprendizaje

Beneficiarios Duración

1

Desarrollo yCrecimiento dela AlianzaFrancesa.

Enseñanza-aprendizaje dela Cultura eidioma Francés

• Proporcionar losconocimientos del idiomarelacionados con la culturade Francia.

• Desarrollar las aptitudes yhabilidades para comunicar(oralmente y po r escrito) enfrancés todas lassituaciones vividas de suentorno.

1. Gramática2. Escritura3. Cultura y Civilización4. Contenidos especializados

• Comprensión oral yescrita.

• Expresión oral yescrita.

Público en ge neral(niños, adolescentes,adultos).Gobierno FederalGobierno MunicipalEmpresas Privadas.Empresas PublicasS.E.C

Desarrollo delCentro Bilingüe

• Proporcionar losconocimientos básicos delFrancés aunado conalgunas actividades derecreación, deportivas yartísticas

• Desarrollar aptitudes paraapropiarse del idioma

1. Contenidosbásicos

2. SímbolosComprensión oral yescrita.

Niños de 2 a 5 años

2 Preescolar yprimaria “LePetit Prince”

• Proporcionar losconocimientos básicos delfrancés, incorporandoalgunos aspectos de lacultura francesa.

• Desarrollar aptitudes paraapropiarse del idioma einiciar habilidades decomunicación y escritura.

característicos 3. Concepto

Francés

Expresión oral y escrita. Niños de 6 a 12 años

3

Escuela paraextranjeros ºIntercambioEducativoCultural.

• Proporcionar losconocimientos del españolrelacionados con la culturamexicana.

• Desarrollar aptitudes yhabilidades para comunicar(oralmente y por escrito) enespañol todas lassituaciones vividas de suentorno.

• Promover el Intercambiopara Prácticas y ServicioSocial

1. Gramática 2. Escritura 3. Cultura y

Civilización 4. Contenidos

Especializados 5. Temas de

acuerdo a lasnecesidades delos beneficiarios.

Comprensión oral yescrita.Expresión oral y escrita.

Preparatorias Universidades Jubilados Universitarios

2 a 4 semanas o 2 semanas a 4 meses 2 a 4 semanas ó 2 a 8semanas. Formación continua enespañol al ritmodeseado por el publico

N° Proyectos Objetivos Temática Enseñanza -Aprendizaje

Beneficiarios Duración

4

Casa deFrancia II(Casa de lasculturasfrancófonas) Centroprofesional detraducción yasesoríaliteraria,jurídica, técnicay administrativa Capacitacióny/o educacióncontinua de losempleados delas empresas einstituciones

• Consolidar un sistema deinformación especializada eintegral sobre diversastemáticas francófonas,mexicanas y veracruzanas

• Proporcionar informaciónespecializada e inte gralsobre diversas temáticas:Francófonas mexicanas yveracruzana.

• Consolidar un g rupomultidisciplinario einterdisciplinario detraducción, interpretación yguías.

• Consolidar el centroprofesional de t raducciónliteraria legal, técnica yadministrativa

• Proporcionar esparcimientoy formación continua

1. Negocios yproyectosproductivosfrancófonosmexicanos yveracruzanos

2. Culturafrancófona,mexicana yveracruzana.

3. Informaciónsobre diversostramites deíndolemigratorio.

4. Traducciones de

diversa índole. 5. Diversos temas

de acuerdo a lasnecesidades dela institución yempresa

• Acceso y uso de lossistemas deinformación.

• Atenciónpersonalizada porparte de personalespecializado.

• Orientación ycanalización desolicitudes deservicios a lasinstancias.correspondientes

- Estudiantes Empresas Instituciones Público General Inmigrantes

Continua

Page 23: Estado Economía y Hacienda Pública 6

industrias de carácter ecológico, capaces de responder

tanto a los requerimientos locales como a las demandas

de la economía mundial.

Estas tareas requieren de la participación de los

gobiernos nacionales y locales, así como de los orga-

nismos e instituciones educativas y culturales de carác-

ter internacional. En un ambiente de colaboración,

éstos deben fomentar y participar en el diseño y la

realización de proyectos de planes y programas de

desarrollo económico, social y/o cultural. Es en este

tenor que la Alianza Francesa de Xalapa –nuestro

caso de estudio–, como organismo internacional

educativo y cultural, ha formulado un plan estratégico

para un periodo inicial de cinco años. Su formulación

tiene como punto de partida el análisis de las necesi-

dades actuales de la sociedad local, respecto a una

formación educativa y cultural de calidad, que incluya

tanto la apropiación y generación de conocimientos

como la preservación de una cultura humanística.

Este plan está enmarcado en los objetivos y

estrategias de un proyecto más amplio del gobierno

del estado de Veracruz denominado La industria del

conocimiento. Los grandes proyectos estructurados

por la Alianza en Xalapa son: a) desarrollo y creci-

miento de la Alianza Francesa; b) desarrollo del centro

bilingüe preescolar y primaria; c) desarrollo de la

escuela para extranjeros y d) Casa de Francia II (casa

de las culturas francófonas). Al respecto, lo que desta-

ca es que estos proyectos fueron planteados para

responder a las necesidades manifestadas por los gru-

pos sociales locales, conscientes de los aspectos de

índole educativa, económica y cultural que son

requeridos para afrontar los retos y aprovechar los

adelantos científicos y tecnológicos que propicia la

globalización económica.

Por sus características particulares, instituciones

como la mencionada, que continuamente están a la

vanguardia de los acontecimientos mundiales, pueden

propiciar y apoyar esquemas de organización y de

colaboración internacional, convirtiéndose así en un

valioso apoyo para el desarrollo educativo y cultural de

los habitantes de la localidad y del estado.

Bibliografía

CONTRERAS, Carlos M. y Elías, Vidal, La industria del

conocimiento, Síntesis, Dirección General de

Investigaciones, Universidad Ve r a c r u z a n a ,

1999.

MO R A TA B A R E S, Eduardo, É p o c a , Semanario de

México, núm. 430, México, 1999.

PLAN ESTRATÉGICO 1999-2005, Le Fait Francophone (El

impacto francófono), Alianza Francesa, Xalapa,

1999.

Globalización e industria del conocimiento. El caso de la Alianza Francesa...

22

Page 24: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La planeación estratégica es un tema siempre vigente

del que resulta interesante referirse a él como tópico de

discusión o como tema de análisis y reflexión. En cuan-

to al concepto de planeación estratégica en sí, parece

ser que todo mundo comprende su significado e impli-

caciones, pero al tratar de explicarlo por lo general nos

quedan dudas y puntos sin contestar porque la

planeación estratégica es un tema inacabado del que

siempre hay algo “nuevo” que decir.

Sabemos que los conceptos de planeación y

estrategia no son nuevos, como tampoco lo son las

acciones que militares, reyes, nobles o mercaderes

adoptaban para vencer “al enemigo” o para triunfar en

las acciones que emprendieran, acciones que se repiten

hoy en día en diferentes ámbitos.

Entendemos que la planeación estratégica tiene

que ver con el hecho de visualizar y contextualizar e l

e s c e n a r i o donde se pretende librar una batalla o

c o m p e t i r, según sea el caso. La finalidad de crear tal

escenario es preparar el conjunto de tácticas y

acciones que serán necesarias para contrarrestar los

embates o esfuerzos del enemigo o competidor; tal

es el sentido antiguo y el que aún tienen en mente

los estrategas de cualquier tipo de acción colectiva,

tratándose de planes gubernamentales, empresari-

ales o educativos.

La planeación gubernamental, sobra decirlo, es dife-

rente a la planeación de carácter empresarial o militar,

aunque todos los tipos de planes tengan su origen en

esta última. La gubernamental tiene objetivos distintos a

las otras formas de planeación por la naturaleza de lo que

se pretende realizar, pero tiene grandes similitudes en

algunos de los métodos y procedimientos que se utilizan

para desarrollarla, aunque no exista una forma única que

nos diga cómo hacer planes estratégicos.

En gobiernos, empresas, universidades o en la mili-

cia existen diferentes tipos de planes que dependen del

objetivo y naturaleza de lo que se desea planificar; así,

existen planes de desarrollo, de contingencia, alterna-

tivos, sectoriales, preventivos, mercadológicos, finan-

cieros, de desarrollo educativo, etc.; planes que con fre-

cuencia, y dependiendo de la formación teórica y prácti-

ca de los planificadores, tienen un enfoque y significado

distintos. Esto es natural, porque la idealización y con-

ceptualización depende de la perspicacia e inspiración

de quien planifica.

Con relación a la planificación por escenarios, teóri-

camente ésta es una forma novedosa de hacer planes,

aunque en realidad no es tan “nueva”, porque la cons-

23

Acerca de la planeaciónestratégica y la

planeación por escenarios

Sergio H. Kauffman González*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las

Ciencias Administrativas de la Universidad Veracruzana.

Page 25: Estado Economía y Hacienda Pública 6

trucción de escenarios siempre ha sido necesaria y ha

estado presente en la mente de los estrategas, quienes

se rodeaban (y lo siguen haciendo) de mapas y agen-

das estadísticas, por ejemplo, que los nutrían de datos

e información acerca del o los “territorios” donde

debían poner en práctica sus estrategias y tácticas par-

ticulares, dependiendo del potencial y los recursos, for-

talezas y debilidades del enemigo o competidor.

En este documento presentaré algunas reflexiones

acerca de la planeación estratégica y la planeación por

escenarios.

Qué decir de la planeación estratégica

La planeación estratégica es una de las más impor-

tantes herramientas de la gestión directiva en las orga-

nizaciones modernas de cualquier naturaleza. No

puede concebirse hoy en día el desarrollo de ninguna

institución formal sin la existencia de planes estratégi-

cos y de su necesaria infraestructura para hacer posi-

ble llevarlos a cabo.

La planeación estratégica no es un concepto nove-

doso, por mucho que a nivel empresarial o educativo y

hasta muy recientemente se haya adoptado como

necesaria (después de la Segunda Guerra Mundial)1.

La planeación estratégica se ha convertido en una

práctica importante en numerosas organizaciones e

instituciones, no sólo porque centra la atención de sus

dirigentes en el futuro de ellas, sino porque trae consi-

go grandes beneficios cuando se realiza de manera

adecuada, aunque exige se ponga en juego el talento,

experiencias y conocimientos de todos sus miembros,

especialmente de sus dirigentes.

Planear estratégicamente implica tener conciencia

de la utilidad de “hacer las cosas (planes) bien y con

sentido”; es decir, desarrollar planes que obedezcan a

objetivos previa y cuidadosamente seleccionados y

formulados, orientados a resolver problemas ya identi-

ficados y analizados de manera adecuada. Por otra

parte, los planes deben ser comprendidos por el per-

sonal de la organización antes de ser implementados

y ejecutados; asimismo, deben estar dispuestos para

ser evaluados en su evolución y al término de la

gestión de los mismos.

Con relación a lo anterior, Renato Dimitri Colón y

Salvador Ángel Rodríguez2 explican lo siguiente:

La planeación estratégica no es un tema nuevo, ya

que desde tiempos remotos se ha venido aplicando

para la consecución de diferentes objetivos, principal-

mente la conquista de tierras. Ya en el Siglo XX se le

dio otra concepción, siempre en la búsqueda de

planificar las acciones futuras y alcanzar lo deseado.

La planeación estratégica es un proceso apasionante

que permite a una organización ser proactiva en vez

de reactiva en la formulación de su futuro. Toda

empresa diseña planes estratégicos para el logro de

sus objetivos y metas planteadas, estos planes

pueden ser a corto, mediano y largo plazo, según la

amplitud y magnitud de la empresa, es decir, su

tamaño, ya que esto implica que cantidad de planes

y actividades debe de ejecutar cada unidad operativa,

Acerca de la planeación estratégica y la planeación por escenarios

24

1 Br. Renato Dimitri Colón; Br. Salvador Ángel Rodríguez; Inicios de la

Planeación Estratégica; h t t p : / / w w w. m o n o g r a f i a s . c o m / A d m i n i s t r a c i o n _

y_Finanzas/more10.shtml. Colón y Rodríguez establecen: Cuando Aníbal

planeaba conquistar Roma se inició con la definición de la misión de su

reino, luego formuló las estrategias, analizó los factores del medio am -

biente y los comparó y combinó con sus propios recursos para determi -

nar las tácticas, proyectos y pasos a seguir. Esto representa el proceso

de planificación estratégica que se aplica hoy en día en cualquier empresa.

Igor Ansoff (1980), gran teórica de la estrategia, identifica la aparición de

la planificación estratégica con la década de 1960 y la asocia a los cam-

bios en los impulsos y capacidades estratégicas. Frederik Taylor mani -

festaba que el papel esencial del “management” exigía la planificación de

las tareas que los empleados realizarían, el gerente pesara el qué y cuán-

do ejecutar las tareas y el trabajador hacía.

2 B r. Renato Dimitri Colón y Br. Salvador Ángel Rodríguez;

h t t p : / / w w w. m o n o g r a f i a s . c o m / t r a b a j o s 1 4 / p l a n e a c i o n e s t r / p l a n e a c i o n e s t r. s

html.

Page 26: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ya sea de niveles superiores o niveles inferiores. Para

llegar a una conclusión exitosa luego de la aplicación

de una estrategia, es importante el compromiso de

todas las partes de la empresa, esto implica realizar

un muy buen coordinado trabajo en equipo.

Si analizamos cuidadosamente las explicaciones de

estos dos autores, podemos estar de acuerdo en que

la planeación estratégica moderna es una forma de

planeación que se realiza con la participación del per-

sonal de todos los niveles jerárquicos de la organi-

zación, lo que permite contar con un mayor involu-

cramiento en el proceso de planeación y el compro-

miso de todos para su realización. Además, la

planeación preactiva proporciona, debido al involu-

cramiento múltiple del personal de la organización,

tener una mayor capacidad de respuesta ante los

acontecimientos. Los japoneses llaman a esta manera

de planificar: planeación participativa.

Para Thomas S. Bateman y Scout A. Snell,3 la

planeación tiene la siguiente connotación:

Planeación es el proceso sistemático y consciente de

tomar decisiones acerca de las metas y actividades

que un individuo, grupo u organización perseguirán.

La planeación no constituye una respuesta informal o

fortuita a una crisis; es un esfuerzo determinado,

dirigido y controlado por los gerentes, el cual se nutre

a menudo de los conocimientos y experiencias de

empleados de todas las áreas de la organización. La

planeación proporciona a las personas y unidades de

trabajo un mapa claro a seguir de sus actividades

futuras; además de que puede admitir circunstancias

personales y situaciones cambiantes.

Se entiende que es un proceso sistemático porque

obedece a una secuencia lógica y no a acciones dis-

persas y sin contexto; es consciente porque las deci-

siones se toman de acuerdo a referentes específicos

que afectan a todos los elementos y componentes de

la organización. Es un esfuerzo determinado, dirigido y

controlado por los dirigentes responsables de tomar

las decisiones, porque éstos se obligan a dar sentido y

orientación a las actividades de la institución a que

pertenecen.

Un aspecto importante de esta definición es el que

se refiere a la participación de aquellos que tienen los

conocimientos y experiencias necesarias, y que

pueden aportar algo significativo al proceso de planifi-

cación, aspecto que rompe el viejo esquema centrali-

zador de la planeación tradicional. Asimismo, es

importante lo que destacan estos autores, con relación

a la adaptabilidad de la planeación a las situaciones

cambiantes (del entorno), ya que ésta es una cualidad

o característica esencial que todo sistema de planea-

ción debe tener.

Para Stoner, Freeman y Gilbert,4 la planeación

implica lo siguiente:

La planificación es una forma concreta de la toma de

decisiones que aborda el futuro específico que los

gerentes quieren para su organización[…] La planifi-

cación no es un solo hecho, con un principio y un final

claros. Es un proceso continuo que refleja los cam-

bios del ambiente en torno a cada organización y se

adapta a ellos[…]

Lo que Stoner, Freeman y Gilbert consignan, comple-

menta perfectamente a lo expuesto por Bateman y

Snell, ya que lo señalado por ellos implica una forma

concreta de tomar decisiones relativas a un problema

determinado. Al explicar que la planeación es un pro -

ceso continuo que refleja los cambios del ambiente en

torno a cada organización y se adapta a ellos, se están

refiriendo a que el proceso de planeación no termina

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 27-37

25

3Thomas S. Bateman y Scout A. Snell, Administración: una ventaja com -

petitiva, Irving-McGraw Hill, México, 2001, p. 130.

4 James A. F. Stoner, R. Edward Freeman y Daniel R. Gilbert Jr. ,

Administración, Prentice Hall Hispanoamericana, México, 1996, p. 287.

Page 27: Estado Economía y Hacienda Pública 6

con la formulación de planes y programas, sino que

requiere además de una revisión sistemática y perma-

nente de las condiciones que prevalecen en el medio

ambiente, para poder hacer las adaptaciones o cor-

recciones pertinentes que necesiten los planes formu-

lados o puestos en operación. Ya señalamos que la

perspectiva de cada autor puede ser diferente, aunque

necesariamente encontremos algunas coincidencias

importantes de analizar.

Aunque estamos de acuerdo en que la planeación

es un proceso de toma de decisiones, destacaremos

que éste requiere de un sistema de información y de

un aparato u organismo que se responsabilice de lle-

var a cabo las diferentes actividades relacionadas con

el mismo. Asimismo, estamos convencidos de que el

proceso de planeación está en íntima relación con otro

más amplio o, llamémosle así, de un nivel superior,

denominado: proceso administrativo, que incluye las

siguientes funciones: planear, organizar, implementar,

dirigir, controlar y coordinar.

El proceso administrativo nos permite, además de

precisar las actividades inherentes al desempeño de

los dirigentes y administradores de los diferentes nive-

les, comprender que éste constituye el andamiaje en

el que descansan “los momentos” o etapas de

preparación de los trabajos de la entidad en el corto,

mediano o largo plazo.

¿Qué es la planeación?

Resumiendo lo anterior, la planeación puede enten-

derse también como un proceso integral para la toma

de decisiones, las que pueden o deben estar susten-

tadas en análisis diagnósticos y en sistemas de infor-

mación que provean los planificadores de datos e

información relevante a los problemas que tratan de

resolver. Es deseable que en el desarrollo del proceso

se incluya también un sistema de métodos y proce-

dimientos de diferente naturaleza, que permita ordenar

las actividades de la organización, de acuerdo a las

necesidades y características de los planes estratégi-

cos, tácticos y operacionales.

Es poco probable que el proceso de planeación

pueda iniciarse si no se cuenta con la infraestructura

necesaria para favorecer las acciones de los planifi-

cadores. Debemos entender que las decisiones no

tienen la implicación simplista de “háganse los planes”;

el simple ordenamiento de hacer y ejecutar, carece de

sentido si no se cuenta con las herramientas nece-

sarias o con el personal idóneo para desarrollar y eje-

cutar los planes. Se debe contar, como ya se explicó,

con un sistema de información (o edificarlo si no se

tiene), de un equipo o equipos de planeación; de

recursos técnicos, materiales y financieros que

soporten eficientemente las actividades, pero, sobre

todo, la disposición y el convencimiento de que los

planes que habrán de formularse, ejecutarse y evalu-

arse son la mejor alternativa de que se dispone para

obtener mejores resultados.

Implicaciones de la planeación estratégica

Si la planeación es el proceso sistemático y cons-

ciente de tomar decisiones acerca de las metas y

actividades que un individuo, grupo u organización

p e r s e g u i r á n ,5 la planeación estratégica en principio es

la percepción intelectual de quienes toman esas deci-

siones, acerca de las aspiraciones, objetivos y metas

que en diferentes periodos de tiempo habrán de

alcanzarse. Planear estratégicamente es dar un

rumbo coherente a las actividades de la organización

y sus miembros como un todo, precisando el camino

que ésta debe seguir; también implica definir los esce-

Acerca de la planeación estratégica y la planeación por escenarios

26

5 Ya citado por Batteman y Snell, op. cit.

Page 28: Estado Economía y Hacienda Pública 6

narios que a través del tiempo servirán de punto de

referencia para conformar e implementar los planes y

programas que serán necesarios para hacer posible

el cumplimiento de esas aspiraciones, metas y obje-

t i v o s .

La planeación estratégica es el instrumento inspi-

rador que permite a los directivos de la empresa, inte-

grar convenientemente los recursos disponibles, tener

una perspectiva amplia, clara y bien definida de la

trayectoria que hay que recorrer para alcanzar los

propósitos que son prioritarios para la organización, y

se hayan trazado con antelación.

Así, convenimos que, para planear estratégica-

mente, se requiere de mentes estratégicas que sean

capaces de comprender al mundo no de una manera

egocéntrica, sino de manera amplia, como un “univer-

so cambiante y sin fronteras”. Hombres de mentes bri-

llantes capaces de generar estrategias y planes crea-

tivos que incorporen sus respectivas líneas y progra-

mas de acción, motivando a quienes harán posible

que éstas se pongan en funcionamiento para que lo

hagan bien, generando sinergias positivas en un ambi-

ente de mejora continua.

Por lo anterior, planear estratégicamente implica el

tener una visión clara de hacia dónde queremos ir, pre-

cisando los recursos con que contamos para poder

emprender el camino, previendo además los que

serán necesarios para que de manera perfectamente

coordinada nos den las pautas que habremos de

seguir a través del tiempo, combinando los esfuerzos

de la organización.

La alta dirección de la organización debe pro-

poner lineamientos de acción claros y entendibles,

mensurables y alcanzables (entre otros muchos

atributos) para que los ejecutivos y funcionarios de

los niveles inmediatos de la estructura organiza-

cional actúen en función de ellos, de manera cohe-

r e n t e .

Goodstein y sus coautores6 establecen, respecto a

las implicaciones de la planeación estratégica, lo

siguiente:

La mayor parte de las organizaciones realiza cierto

tipo de planeación a largo plazo, también llamada

estratégica, y su proceso formal se ha utilizado

durante más de 30 años. No obstante, nuestra expe-

riencia como consultores en una amplia variedad de

organizaciones nos ha convencido de que gran parte

de los procesos de planeación estratégica se con-

ceptualizan y se ejecutan en forma muy deficiente; a

menudo, el proceso no es muy creativo y es de natu-

raleza táctica en vez de estratégica; el denominado

plan estratégico rara vez incide en las decisiones

cotidianas que se toman en la organización. Para que

tenga éxito, un proceso de planeación estratégica

debe establecer los criterios para tomar las deci-

siones organizacionales diarias y debe suministrar el

patrón frente al cual se puedan evaluar tales deci-

siones. Este estándar para evaluar qué tan adecuado

es el proceso de planeación estratégica de una orga-

nización es estricto y sólo pocas entidades lo

cumplen a cabalidad.

Planear estratégicamente tiene implicaciones que van

más allá del hecho de formular la o las estrategias que

se consideren como necesarias consignando sus

“puntos críticos” o líneas estratégicas; cada línea

estratégica requiere la precisión de objetivos, metas,

políticas, acciones y la normatividad necesaria para

encausarlas, cuidando su inherencia y pertinencia

para asegurar su adecuado desarrollo y ejecución. Al

hacer la planeación estratégica se impone como nece-

sario imaginar los probables resultados y posibles

problemas al dotar al plan estratégico resultante de

planes alternativos previendo las contingencias. Lo

que nos dicen Goodstein y sus colegas de la

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 27-37

27

6 Leonard D. Goodstein, Timothy M. Nolan y William J. Pfeiffer, Planeación

estratégica aplicada, McGraw Hill, México, 1998, pp. 3-4.

Page 29: Estado Economía y Hacienda Pública 6

planeación estratégica, es lo que aterra a los directivos

de mentes “pequeñas”, incapaces de pensar más allá

de la simplicidad –no siempre- del corto plazo.

Salvador Vanegas Guido,7 describe a la planea-

ción estratégica de una manera diferente, aunque con

las mismas implicaciones, cuando afirma lo siguiente:

La planificación estratégica tiene dos connotaciones

relativamente diferentes; realizar un “mapa” de las

probables decisiones futuras de una organización

(empresa privada, O N G o institución pública) o diseñar

una ruta de acción personal para el futuro. En ambos

casos nos enfrenta a la incertidumbre de qué pasará

en el futuro y cómo actuaremos de manera conve-

niente para cumplir nuestros propósitos fundamen-

tales. Al final las dimensiones personal e organiza-

cional se entretejen en tanto el rumbo que elegimos

para nuestras organizaciones influirá en las personas y

viceversa. En general se trata de la interacción entre

entorno y el interno de los entes y la habilidad de estos

para actuar de manera pro activaconfigurando estrate-

gias que nos permitan aprovechar nuestras fortalezas

internas y las oportunidades externas.

Lo que Salvador Vanegas establece nos conduce a

reflexionar sobre los efectos del proceso de

planeación estratégica. Ese mapa de las probables

decisiones futuras, ya lo advertimos, lo realizamos

h o y, pero la simple formulación del mismo no es iner-

cial, se debe poner atención a su desarrollo, “provo-

cando que las cosas sucedan”, como bien dice César

Ramírez Cavaza,8 porque éstas no suceden por sí

solas. La planeación estratégica tiene como condi-

ción sine qua non, la interacción con el entorno,

porque éste influye, quiérase o no en la empresa u

organización y en las decisiones que toman sus

m i e m b r o s .

El denominado mapa de decisiones futuras, no es

otra cosa que la definición de los escenarios a los que

habremos de referirnos más adelante con mayor

amplitud.

Complementando lo anterior, diremos que la

planeación estratégica es un proceso dinámico que

consiste en desarrollar un conjunto de proposiciones y

normas de carácter general que describan tanto el tipo

de empresa que se desea tener, así como las guías de

acción específicas que orienten el diseño y estableci-

miento de planes específicos, que permiten el alcance

sistemático y gradual de los objetivos y metas de la

empresa en sus diferentes periodos de actuación, a

partir del análisis diagnóstico y con la formulación de

pronósticos.

En la actualidad, planear estratégicamente es una

condición especial para que las organizaciones se

desarrollen de una manera más equilibrada y eficiente.

Planear estratégicamente es el modo de asegurar que

en las organizaciones se estén haciendo las cosas de

una mejor manera, dejando de lado las improvisa-

ciones y el “hacer sobre la marcha para ver que sale”

basados en la intuición o las corazonadas.

En cuanto a cómo planear, es preciso aceptar q u e

no hay una sola manera de hacer la planeación

estratégica, aunque existan coincidencias en los pasos

para desarrollarla y llevarla a cabo, como veremos más

adelante, por tanto, independientemente del modelo

que se escoja para representar las estrategias y los

planes estratégicos, o de los pasos que se perciban en

el proceso de planeación estratégica, siempre será

importante tener un punto de referencia que permita dar

seguimiento a las actividades preestablecidas.

La planeación estratégica, como ya he señalado,

es un proceso que tiende a ser integral, por mucho que

a veces no sea posible prever todas las variables que

pueden presentarse en el desarrollo de los planes

estratégicos y sus correspondientes planes tácticos y

operativos.

Acerca de la planeación estratégica y la planeación por escenarios

28

7 Salvador Vanegas Guido, Planeación estratégica, http://www.geocities.

com/svg88/plan.html.

8 Ramírez Cavaza, op. cit.

Page 30: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La planeación, cuando se concibe dentro de la

perspectiva de procesos integradores, es multidirec -

cional y requiere de acciones coordinadas en los dife-

rentes niveles que integren a las organizaciones. En la

educación, es exigible la planeación participativa, no

porque se trate de un ejercicio de democratización,

sino porque se tiene la convicción (basada en la expe-

riencia) de que todos los miembros de la organización

tienen un papel importante tanto en la percepción y

preparación de los planes, como en la ejecución

misma de ellos, en función de las responsabilidades

que a cada quien le corresponden.

Tomando en cuenta lo antes expuesto, insistire-

mos en que la planeación estratégica no sólo es hacer

planes estratégicos, no importa el cuidado que se

ponga en esta actividad. Para poder planear estratégi-

camente se requiere de un conjunto de elementos y

condiciones que posibilitan las tareas de los directivos

y los planificadores; además de los aspectos men-

cionados en párrafos anteriores, resulta conveniente

tomar en consideración los siguientes elementos:

1. Desarrollar entre los dirigentes de las organiza -

ciones, la capacidad de “pensar estratégica -

mente”. Pensar estratégicamente no consiste

sólo en tener conciencia de que es necesario

planear las actividades de toda la organización,

sino tener conciencia del mundo que nos rodea

y de cómo afecta a la entidad, con el interés de

analizar cómo contrarrestar los efectos nega-

tivos y de optimizar los recursos de la empresa.

2. Crear e instituirse un órgano de planeación.

Órgano que se responsabilice en llevar adelante

los trabajos de planeación, preparando el “plan

de trabajo” al que se sujetarán los miembros de

toda la entidad, reuniendo los equipos de traba-

jo de todos los niveles, capacitándolos en las

metodologías y procedimientos generales; orga-

nizando la información en coordinación con los

responsables de los sistemas informáticos de la

empresa; determinar los procedimientos y

mecanismos de coordinación y demás fases del

proceso planificatorio.

3. Desarrollar un sistema de información para

tomar decisiones que provea de datos e infor-

mación interna y del entorno, que sea pertinente

para el desarrollo de los planes y programas y

para la toma de decisiones correspondiente.

4. Determinar las políticas y acciones del proceso

de planeación que sean pertinentes para respal-

dar el desarrollo del proceso y para establecer las

pautas a las que se deben de apegar, en lo gene-

ral, los participantes en el mismo.

5. Elegir el modelo de planeación al que se sujetarán

los planificadores y los miembros de la organi -

z a c i ó n con el fin de eliminar digresiones en cuan-

to a la estructura, fondo y contenido de los planes

y programas que habrán de desarrollarse.

6. Integrar los fundamentos del Plan Estratégico.

Definidos con precisión: la visión, misión, valo-

res y filosofía, incorporarlas al documento

denominado “Plan Estratégico”.

7. Definir la estrategia corporativa y sus líneas

estratégicas con el fin de centrar la atención en

el enfoque, alcance y dimensiones del Plan

Estratégico.

8. Organizar los trabajos de planeación.

Determinar agendas de trabajo, estableciendo

metas y objetivos a cada equipo de planeación.

9. Establecer los objetivos y metas de corto plazo

como pautas para iniciar las actividades.

10. Sensibilizar al personal de la organización

respecto a los objetivos del proyecto con el

interés de contar con su apoyo y compromiso

en los trabajos de planificación.

11. Iniciar los trabajos de planeación.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 27-37

29

Page 31: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Las actividades y consideraciones descritas nos per-

miten tener un enfoque más amplio que el de las sim-

ples definiciones. Los criterios establecidos son un

punto de partida que nos inducen a revisar y analizar

algunos modelos del proceso de planeación que darán

luz a las propuestas que habremos de hacer acerca

del Modelo de Planeación Estratégica y que deseamos

disponer para quienes toman las decisiones en la

Universidad Veracruzana.

La planeación por escenarios

La planeación por escenarios como enfoque teórico es

reciente, aunque su fundamentación no lo sea. El

propósito de ésta, tal como lo entendemos, es hacer

énfasis en aquellos aspectos metodológicos en los que

no se ponía la debida atención, tal como lo constituye el

hecho de que la planeación estratégica debe ser

dinámica y flexible, retroalimentable y reconstruible.

En mis actividades docentes hago énfasis a mis

alumnos en el hecho de que la planeación estratégica

no consiste sólo en hacer planes y esperar a los

“momentos” de las evaluaciones para observar las

desviaciones entre los resultados y lo que se planeó.

Desafortunadamente, la planeación estratégica ha

constituido una moda que debe ser adoptada, fre-

cuentemente sin una adecuada perspectiva: hay que

planear, porque ahora queremos ser competitivos,

olvidándose con frecuencia que la planeación

estratégica no sólo es un conjunto de proposiciones,

metas, objetivos o intenciones.

Los planes, para que se realicen exitosamente,

deben ser conducidos y ejecutados por personas que

desarrollen habilidades especiales, que van de la mano

a la sinergia de los cambios en el medio ambiente com-

petitivo; es decir, las personas deben ser competitivas

por sí mismas y, en relación a los planes, c o m p r o m e-

terse y llevarlos a cabo considerándolos como “per-

fectibles” a cada paso.

Si planear significa determinar ahora lo que quere-

mos hacer en el futuro, tenemos que asumir que al

imaginarlo podemos equivocarnos, por lo que la

planeación como sistema dinámico y como proceso de

toma de decisiones implica que al llegar el futuro pre-

visto, debemos analizarlo, evaluarlo y decidir sobre

aquellas cosas en las que nos equivocamos, volvien-

do a plantear un rumbo al que nos dirigiremos.

Esto no es un simple juego de palabras, es la reali-

dad y tenemos la obligación de aceptar, cuando

planeamos, que cada paso que demos, sin importar el

tiempo que nos ocupe, implica que tomemos acciones

correctivas cuando sea necesario. Lo contrario, espe-

rar hasta el final de los plazos para validar nuestras

decisiones, es la peor opción que tomemos.

La planeación estratégica debe ser pensada no

como una acción reactiva a los acontecimientos que

nos preocupan, sino creativa y de proacción, para pre-

venir que los acontecimientos nos sobrepasen.

En un artículo consultado en internet, denominado

“Participación comunitaria: ampliemos conceptos”9

(sin nombre de autor), la planeación por escenarios se

describe de la siguiente manera:

Planeación por escenarios: La planeación por esce-

narios surge en los juegos de guerra de los militares.

Hasta finales de la década de 1960 comienza a

despegar en el mundo empresarial y aquí es consi-

derada como un proceso altamente imaginativo, inter-

activo e intenso, que consiste en imaginar las múlti -

ples alternativas futuras que se puedan dar y no sólo

conformarnos con “esperemos a ver qué pasa”. El

proceso de creación de escenarios emplea una gama

de técnicas para investigar, recoger ideas y escribir

Acerca de la planeación estratégica y la planeación por escenarios

30

9 Participación comunitaria, ampliemos conceptos: http://www. v i r t u a l .

unal.edu.co/extensiones/enfermeria/ uv00002/ docs_curso/ municipio/

p_comunitaria/a_conceptos.htm

Page 32: Estado Economía y Hacienda Pública 6

historias, en su intento de plasmar en forma narrativa

todos aquellos eventos que se podrían presentar en

el futuro. Pero... ¿Qué es un escenario? Una historia

sobre lo que podría suceder, no lo que sucederá o

debería suceder. Una visión internamente consistente

de un futuro posible, no es un pronóstico, sino eso

exactamente, un posible futuro.

Podemos desprender de estos conceptos que la

planeación por escenarios no es otra cosa que una

interpretación acerca de lo que es la planeación

estratégica. Como enfoque, resulta valioso porque la

mayoría de los estudiosos de la planeación se preocu-

paban más por explicar los métodos o cuerpos teóri-

cos generales, sin destacar la importancia de propo-

ner el marco de referencia anterior a la formulación de

los planes estratégicos en sí, lo que trajo como conse-

cuencia olvidarse del proceso y de las implicaciones

de la planeación estratégica que hemos explicado.

En otro apartado del mismo documento encon-

tramos estas referencias que nos aclaran la intención

de la planeación por escenarios:

Generalmente se usa como herramienta de

planeación por las siguientes razones:

• La planeación por escenarios ha demostrado su

utilidad en integrar el conocimiento de un grupo de

personas que tienen distintas perspectivas en la

generación de estrategias innovadoras. Permite

construir una fuerte estructura para compartir las ini-

ciativas de una amplia variedad de personas y con-

vertirlas en un recurso valioso y renovador.

• La planeación por escenarios es especialmente útil

en aquellas situaciones donde se requiere de un

alto grado de participación de la gente en la cons-

trucción de un nuevo futuro.

• La planeación por escenarios resalta interrelaciones

entre fuerzas y eventos del entorno exterior, que no

serían evidentes usando otros métodos de análisis.

Estos planteamientos nos muestran cómo la teoría de

la planeación por escenarios es complementaria de las

teorías tradicionales, pero al analizar los conceptos,

nos damos cuenta también que se asimila a los

“nuevos criterios” de la planeación y administración de

calidad, que incluyen los procesos de “planeación par-

ticipativa” y del control integral.

El documento proporciona además los beneficios

que se pueden esperar de la planeación por escena-

rios al indicar lo siguiente:

Beneficios de la planeación por escenarios:

• Mejora la percepción.

• Hace pensar a la gente.

• Es una buena estructura para lidiar con la compleji-

dad.

• Excelente herramienta de comunicación.

• Promueve la conversación, facilita la concertación y

el consenso en medio de la diversidad.

• Desarrolla la habilidad de reconocer y reaccionar

ante los retos del ambiente.

• Desarrolla un pensamiento de causa-efecto.

• Crea un lenguaje común para tratar los temas

estratégicos.

Interpretando estas ideas podemos agregar las siguien-

tes explicaciones:

1. Mejora la percepción, porque al incluir más pun-

tos de vista sobre un mismo tema se enriquecen

los conceptos sobre el “¿Qué hacer?”.

2. Hace pensar a la gente porque un escenario

adecuadamente descrito de lo que se pretende

hacer o realizar, propicia la imaginación y la crea-

tividad al buscar solución a cada uno de los

problemas o retos relacionados con el “cómo

hacerlo”.

3. Es una buena estructura para lidiar con la com-

plejidad porque permite ubicar cada cosa en su

lugar, de acuerdo con los elementos del esce-

nario propuesto.

4. Es una excelente herramienta de comunicación,

porque al interactuar mayor número de per-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 27-37

31

Page 33: Estado Economía y Hacienda Pública 6

sonas, no se hacen necesarias demasiadas

explicaciones posteriores a cada evento.

5. Promueve el consenso, si se adopta este méto-

do de toma de decisiones, sin requerir la imposi-

ción de las jerarquías dentro de un sistema par-

ticipativo, ya que lo que se buscan son solu-

ciones a los problemas.

6. Desarrolla la habilidad de reconocer y reac-

cionar ante los retos del ambiente, ya que al

requerir más acciones participativas, el personal

se capacita para tomar decisiones y responder

de inmediato ante la presencia de nuevos retos

y problemas.

7. Desarrolla pensamiento de causa-efecto porque

el proceso de planificación participativa es, de

hecho, un sistema instruccional que capacita a

las persona para el análisis y la acción.

8. Crea un lenguaje común para tratar los temas

estratégicos, porque, debido a la capacitación y

las habilidades adquiridas, son comprensibles

para todos los participantes los tópicos inhe-

rentes a la planeación con que trabajan.

Podríamos agregar otras ideas propias, pero de lo que

se trata es de analizar los componentes de esta pro-

puesta. La conclusión a la que podemos llegar en este

momento está dada en una pregunta: ¿No son estos

los propósitos de la planeación tradicional o la partici-

pativa?

Desde luego que sí. ¿Entonces por qué se hace

necesario un nuevo enfoque teórico? Pensamos que

las evidencias acerca de los errores en las formas de

cómo se hace la planeación estratégica, indican que

sólo se toma en consideración la idea de partir de

objetivos y metas de “algo indeterminado”. Al construir

el escenario, como ya se explicó, se están sentando

las bases no sólo pare el establecimiento de los obje-

tivos y metas, sino para la construcción de todo el sis-

tema de planificación.

¿Cómo entender la importancia de la planeación

por escenarios?

En el fondo, lo que nos dicen los analistas de esta co-

rriente teórica es que debemos tener presente no sólo

el método para planificar, sino los métodos para hacer

coherentes las etapas del proceso de planeación, con

la intención de ser proactivos de manera permanente,

y no por etapas. Adam Kahane10 nos dice:

El enfoque de estrategia en las corporaciones se

encuentra en una encrucijada en la cual todos tene-

mos la elección sobre la manera de mirar al futuro.

¿Seremos más eficientes tratando de adaptarnos a lo

que está ocurriendo en el mundo que nos rodea, o

eligiendo participar en dar forma al futuro?

Esta reflexión de Kahane nos hace ver que la

planeación estratégica que se realiza en la generalidad

de las organizaciones es de un carácter más adaptativo

que creativo. La planeación estratégica implica, como

ya lo señalamos anteriormente, un enfoque más creati-

vo que demanda de los planificadores la proactividad

permanente, pero que incluya también los elementos de

adaptación al cambio sólo como parte de la proacción,

y no como la acción principal. En otro elemento de su

nota, Kahane nos pregunta lo siguiente:

En el curso de los últimos años se ha venido dis-

cutiendo mucho sobre la planeación por escenarios,

metodología desarrollada en parte en la Royal

Dutch/Sell para crear composiciones de lugar sobre

el futuro, poniendo así las opciones actuales en mejor

perspectiva. ¿Debe usarse la planeación por esce-

narios únicamente como una herramienta “de reac-

ción” para abrirnos los ojos a las fuerzas que

provienen del ambiente? ¿O debe usarse en forma

“generativa” para ayudar a los empleados a ver cómo

pueden contribuir a cambiar el mundo?

Independientemente de la posición del autor ante sus

propias interrogantes, creemos que los dos enfoques

Acerca de la planeación estratégica y la planeación por escenarios

32

Page 34: Estado Economía y Hacienda Pública 6

combinados constituyen la esencia de la planeación

estratégica. En la primera etapa del proceso de planifi-

cación (incluyendo los elementos de diagnóstico y de la

organización sistémica para planificar) la construcción

del escenario, describiéndolo detalladamente, permite

tener una idea clara de lo que queremos o vamos a

p l a n i f i c a r. Ya propuesto y explicado, el escenario en sí

representa una fuerza que induce a la acción, ya que

genera un conjunto de ideas sobre cómo hacerlo posi-

ble. Lo importante de la actitud requerida de quienes

planifican, es que adquieran el compromiso con el plan,

y que comprendan y asuman correctamente el sentido

de las acciones inherentes a él.

La creación del escenario (visión) representa, de

hecho, una pauta de lo que significa planear para pla -

near; es decir, con los agregados de la misión, la

filosofía y los valores, se establecen los fundamentos

o bases para determinar las estrategias, líneas

estratégicas y planes de acción que conducirán a la

preparación del plan estratégico .

La segunda fase del proceso de planeación lo

constituye en sí el desarrollo del plan estratégico y la

gama de planes y programas funcionales y operativos

que deben ser puestos en funcionamiento de manera

coordinada y coherente.

Una tercera fase del proceso será el desarrollo e

implementación del sistema de administración

estratégica que dará consistencia a la acción planifi-

cadora. En ésta, se incluyen los mecanismos de

control, seguimiento, evaluación y retroalimentación

del sistema de planeación y del propio plan

e s t r a t é g i c o .

Cualquiera que sea el modelo de planeación

estratégica que adopte una organización, debe incluir

un programa paralelo de inducción y capacitación en

todos los niveles, con la finalidad de que los miembros

de ella se introduzcan en las implicaciones del proce-

so planificatorio y adquieran el compromiso de

adherirse a sus exigencias.

Conclusiones

La planeación por escenarios es un enfoque teórico

que viene a fortalecer a las teorías tradicionales que

sobre planeación estratégica se han venido presen-

tando en las últimas décadas.

En esta teoría se destacan algunos de los aspectos

que han sido omitidos u olvidados por los teóricos de la

planeación, ya sea por considerarlos sobreentendidos o

por considerar que las empresas u organismos ya han

dado ese paso al establecer de manera estatutaria el

“perfil de empresa” que desean desarrollar.

Cualesquiera que sean las razones de tal olvido u

omisión, permiten que los planificadores sólo atiendan

una parte del proceso de planeación. Como hemos visto,

el determinar un escenario permite situar a los planifi-

cadores en un plano de comprensión más amplio, ya

que éste los ubica dentro del proceso y les permite com-

prender los alcances del proyecto que tengan en manos.

Es importante entender que la planificación por

escenarios no choca o contradice a otras teorías o for-

mas de planificación, sino que las complementa y, al

hacerlo, permite comprender esta función directiva de

una manera más adecuada.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 27-37

33

Page 35: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La competitividad económica de los países es uno de

los factores más importantes que ha dado lugar a una

mayor exigencia de calidad por parte de los ciudadanos

en relación a los procesos productivos y a la prestación

de servicios, entre ellos el de la educación. Adicio-

nalmente, las políticas nacionales de educación, así

como el contexto internacional globalizado, han pro-

movido una creciente necesidad de evaluar los resulta-

dos que las universidades tienen con la finalidad de con-

tar con una adecuada rendición de cuentas para la

sociedad en la que se encuentran inmersas.

En el ámbito de la educación, la evaluación ha ocu-

pado tradicionalmente un lugar destacado, aunque

adoptando generalmente otras denominaciones (exa-

men, calificación, certificación) y centrándose en la valo-

ración de los aprendizajes logrados por los alumnos.

Desde este punto de vista puede afirmarse que su cre-

ciente utilización no ha constituido una novedad radical

para los educadores. Sin embargo, sí resultan nuevos

su uso sistemático y su aplicación a otras parcelas de la

realidad educativa tales como la concepción y el desa-

rrollo del currículo, el profesorado, los centros docentes

(institución) o la propia administración. Así, la eva-

luación se encuentra actualmente en el centro del

debate educativo, tras ampliar considerablemente su

perspectiva y su campo de aplicación.1

El trabajo de los evaluadores está encaminado a

emitir juicios de valor acerca de una realidad determina-

da, basándose para ello en una información relevante

recogida y tratada de manera sistemática. Pero lo

interesante de la evaluación no es sólo la emisión de

juicios o la aportación de elementos para la toma de

decisiones, sino también contribuir a mejorar el

conocimiento de los procesos educativos suministrando

información relevante y elementos de reflexión acerca

de la misma, tratando de movilizar voluntades con sen-

tido de la oportunidad e incluso de la intuición que con-

lleve a la capacidad de negociar acciones de mejora

continua en beneficio de las instituciones.

Tiana Ferrer,2 señala que la evaluación puede tener

varias aportaciones destacadas

1. Sensibilizar a una comunidad acerca de la exis-

tencia de determinados problemas o de las carac-

34

Una propuesta de indi-

cadores para un modelo de

autoevaluación institucional

Teresa García López*, Adrián Martínez González*Milagros Cano Flores*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las

Ciencias Administrativas de la Universidad Veracruzana.

1 Alejandro Tiana Ferrer, Tratamiento y usos de la información en evaluación,

Programa Evaluación de la Calidad de la Educación, Documento 5, O.E.I,

Universidad Nacional de Educación a Distancia, España, 1996.

2 Tiana Ferrer, op. cit., p. 14.

Page 36: Estado Economía y Hacienda Pública 6

terísticas que los mismos presentan en un

momento dado.

2. Movilizar la conciencia social en torno a ciertos

asuntos de interés general.

3. Poner de manifiesto la ineficacia de ciertas prác-

ticas o enfoques por más extendidas y

arraigadas que se encuentren.

4. Arrojar luz acerca del impacto real de determi-

nadas actuaciones o políticas más allá de la

propaganda difundida sobre las mismas.

La calidad de la educación es un concepto asociado

con procesos de evaluación. W. Edwards Deming (en

su obra “Calidad, productividad y competitividad, la

salida de la crisis”) hace más de tres décadas, señala-

ba ya que la calidad es una vía para la productividad,

y que ésta, a su vez, permitía mantener una posición

competitiva firme. El día de hoy, hablar de competitivi-

dad es hablar realmente de sobrevivencia.

Las incursiones en el territorio de la calidad tienen

un cómplice inevitable y valioso: la evaluación. Es el par

conceptual y procedimental que tantas veces es mime-

tizado bajo una falsa única identidad. La calidad es

aspiración, búsqueda, objetivo, referente... Evaluación

es: conocimiento, datos, certeza, fiabilidad…3

El autor destaca el conocimiento como apoyo básico

para el desarrollo conceptual de la evaluación y subraya:

a) El conocimiento es recurso esencial para los

planes de mejora.

b) El conocimiento debe ser resultado de un sis-

temático análisis de la realidad, más allá de una

subjetiva y personal percepción.

De acuerdo con Salvador Blanco, las líneas rela-

cionadas con la evaluación institucional universitaria

que se vienen dando en Europa y América Latina,4

señalan:

Modelos utilizados en universidades sostenidas con

fondos públicos. Los cuales combinan la autorregu-

lación o autoevaluación a través de comités internos,

con el contraste mediante la evaluación externa

(pares) y tienen como objetivos fundamentales: la ren-

dición de cuentas y la mejora de la calidad de la edu-

cación como servicio público. Hay una tendencia a

pasar de modelos centrados en la mejora a modelos

basados en el control para la acreditación, general-

mente mediante el uso de indicadores.

Modelos utilizados por universidades sufragadas por

entidades privadas. Los modelos más utilizados son

de calidad total que utilizan la autoevaluación, los indi-

cadores de calidad y los proyectos de mejora en el

contexto del plan específico de calidad. La evaluación

institucional se complementa con la evaluación per-

sonal del profesorado. Los objetivos fundamentales

son la satisfacción de los clientes y la mejora.

El autor antes mencionado comenta que la evalu-

ación institucional universitaria responde a tres mode-

los generales, los cuales identifica como:

1. Modelo inglés: es el ejemplo típico del Estado

evaluador con objetivos claros de control y vin-

culación con la financiación de las universi-

dades. Los modelos de evaluación se basan

fundamentalmente en indicadores y en evalua-

ciones externas que pueden propiciar rankings

entre universidades. La utilización de indi-

cadores –considerados como datos cuantita-

tivos que muestran el nivel de logro de un obje-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

35

3 Miguel López Mojarro, A la calidad por la evaluación, Praxis, Barcelona,

2002, p. 12.

4 Laurentino Salvador Blanco, “Evaluación institucional universitaria en

Europa y América Latina”, Revista Española de Pedagogía, núm. 208,

septiembre-diciembre, 1997, pp. 429-444.

Page 37: Estado Economía y Hacienda Pública 6

tivo institucional– plantea algunos problemas de

adecuación ya que hay bastantes objetivos insti-

tucionales de difícil cuantificación y su logro

debe ser comprobado por otras vías.

2. Modelo francés: en este caso no hay una

dependencia gubernamental sino más bien

directa del Presidente de la República que nom-

bra a los miembros del Comité Nacional de

Evaluación (CNE). Las universidades solicitan

su evaluación y el CNE designa a evaluadores

externos que elaboran un informe. No hay con-

secuencias económicas, salvo para contratos

con el gobierno.

3. Modelo holandés: tiene como objetivo la mejo-

ra de la calidad a través de procesos de

autorregulación que combinan autoevaluación

y evaluación por expertos externos. Es el mo-

delo más difundido en Europa y en A m é r i c a

Latina, lógicamente con las particularidades de

cada país e incluso, de cada universidad. No es

extraño que este modelo sea el de mayor

difusión al propiciar la complementariedad de lo

formativo y lo sumativo, la mejora y el control,

la autonomía y la evaluación externa, etcétera.

En general se podría decir que en estos mode-

los se desgaja la financiación, mediante la elabo-

ración de planes estratégicos como plataforma

de diálogo entre administradores universitarios

y políticos, de la calidad centrada en proyectos

y estrategias de mejora. “Un modelo no es la

realidad, sino su preámbulo. Un modelo es

efímero y tan sólo esbozo, anticipo, guión. Pero

el modelo posee un privilegio: diferenciar lo

improvisado de lo reflexionado. Y esto es un

privilegio de calidad”.5

Por otra parte, “en la evaluación de los aprendizajes se

miden los logros de los alumnos (exámenes) y se

cuantifican documentalmente (calificaciones). En la

evaluación de una institución, lo que se mide son sus

logros y fracasos”.6 Independientemente del modelo

usado, para evaluar requerimos de indicadores que

permitan el control de los resultados de dicha evalu-

ación. Entendiendo como indicador aquel aspecto

observable que nos aporta información fiable y esen-

cial del objetivo de la evaluación. El indicador es el fac-

tor de éxito de una buena observación. Merece la pena

dedicar el tiempo necesario para reflexionar y definir

claramente los indicadores, antes de proceder a las

tareas de recolección de datos.7

En este documento se proponen indicadores para

un modelo de autoevaluación8 institucional de posgra-

do con el fin de diagnosticar la situación y el compor-

tamiento de cada programa en un lapso de tiempo,

ofreciendo información relevante a los actores del sis-

tema educativo que permita sugerir acciones de mejo-

ra continua y orientar la toma de decisiones para la

operación del mismo. Específicamente, se pretende:

a) desarrollar estrategias, elementos, indicadores e

instrumentos para generar información acerca de la

situación de la institución; b) generar información que

permita evaluar y formular estrategias de desarrollo

institucional y c) a partir de la información producida,

proponer alternativas para el mejoramiento institu-

cional e identificar a través de ellos, indicadores de

una evaluación institucional integral.

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

36

5 López Mojarro, op. cit., p. 11.

6 Ibidem, p. 21.

7 Ibidem, p. 31.

8 Se considera autoevaluación, ya que es un proceso cuya planificación, orga-

nización, ejecución y supervisión está a cargo de las personas comprometi-

das con el programa y persigue dos propósitos centrales: 1) identificar los

problemas, dificultades, aciertos y logros de un programa y 2) proponer

correctivos y comprometerse en la revisión y ajuste para garantizar un pro-

ceso permanente de mejoramiento cualitativo del programa. (Víctor Cruz

Cardona, Guía de Autoevaluación, Ediciones A U I P, Madrid, 1995, p. 11 ) .

Page 38: Estado Economía y Hacienda Pública 6

1. Características del modelo

La importancia de una educación de calidad en México

es innegable, considerando que el Programa Nacional

de Educación 2001-2006 señala que: los problemas y

retos que hoy enfrenta la educación superior en México

se concentran en tres vertientes principales: a) el acce -

so, la equidad y la cobertura; b) la calidad y c) la inte -

gración, coordinación y gestión del sistema de edu -

cación superior. En correspondencia con lo anterior, l o s

objetivos estratégicos de dicho programa en lo corres-

pondiente a la educación superior son: a) ampliación de

la cobertura con equidad; b) educación superior de

buena calidad y c) integración, coordinación y gestión

del sistema de educación superior.9

Con relación al objetivo de educación superior de

buena calidad, el citado Programa señala a la evalua-

ción como una de las políticas que buscan mejorar la

calidad del sistema de educación superior y de los pro-

gramas educativos que en él se ofrecen, al estipular

que: se fomentarán los procesos de evaluación institu -

cional y de evaluación externa, y se alentará la acredi -

tación de programas educativos con el fin de propiciar

la mejora continua y el aseguramiento de la calidad.

La Universidad Veracruzana, por su parte, en su

Plan General de Desarrollo 1997-2005 señala como

parte de las bases para la transformación institucional:

el fomento de la calidad y de la pertinencia social de los

programas académicos. Asimismo, en su Programa de

Trabajo 2001-2005: Consolidación y Proyección en el

Siglo XXI: Hacia un paradigma universitario alternativo,

define como una de sus doce líneas de acción la de

modernización, simplificación y mejoramiento de la efi -

ciencia del sistema de planeación, gestión, adminis -

tración y evaluación institucional.1 0

En este punto, es pertinente señalar lo que mani-

fiesta Arbós Bertran,11 acerca de un nuevo paradigma

evaluativo emergente que se refleje en los siguientes

principios:

a) Primacía de las finalidades, es decir, la necesidad

de conseguir los objetivos propuestos. Este princi-

pio nos lleva a pasar de una lógica centrada en los

inputs –r e c u r s o s– a una lógica centrada en los

resultados y en los procesos que los producen.

b) Principio de imputabilidad, es decir, de demandar

responsabilidades. Se exige que las instituciones

educativas y el sistema educativo en conjunto, dé

cuenta a la sociedad de su eficacia y efectividad.

Por eso, debe procurarse, en todos los niveles

del sistema educativo, que la evaluación interna

vaya asociada con la evaluación externa.

c) Principio de subsidiariedad. Ha de procurarse

que las decisiones se tomen en el mismo nivel

en que deban aplicarse o, al menos, que en ellas

participen los actores educativos. Este es un

principio fundamental en el modelo sistémico.

d) Principios de autoorganización y autodesarrollo, es

d e c i r, de autonomía de funcionamiento de las insti-

tuciones y organizaciones. Cada institución educa-

tiva, cada organización educadora, debe ser un

núcleo fundamental de reflexión y de innovación

educativas. La reflexión a través de la evaluación

debe estar al servicio de la calidad educativa.

Sería necesario agregar el principio de flexibilidad y

aprendizaje significativo; es decir, verificar que el pro-

grama proporcione al alumno la facilidad de crear su

propia currícula y que ésta lo impacte con un apren-

dizaje de mejora permanente o de por vida.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

37

9 Programa Nacional de Educación 2001-2006 en www.uv.mx/dgada/direc-

cion/direccion.htm, pp. 188, 199 y 204.

10 www.uv.mx/posgrado.

11 Albert Arbós Bertran, “Hacia un modelo de evaluación del sistema

educativo”, OEI, Revista Iberoamericana de Educación, Universidad

Internacional de Catalunya, Barcelona, p. 2.

Page 39: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La calidad se refiere entonces no sólo a la mejora

en la eficiencia y/o la eficacia en los resultados

obtenidos, ya que no interesa solamente contar con

mejores egresados, productos de investigación o de

difusión y extensión de la cultura, sino también que

cada uno de ellos esté acorde con el proyecto de edu-

cación institucional, nacional y por supuesto al proyec-

to del tipo de país que se requiere de acuerdo con los

planes de desarrollo establecidos.

En este documento interesa comentar las característi-

cas que identifican al modelo y cómo, de acuerdo a ellas,

ha sido posible definir los indicadores que permitirán valo-

rar la situación del programa de posgrado en estudio,

además de algunos de los problemas a los que se tuvo que

hacer frente durante la realización del mismo y las venta-

jas que tiene crear una cultura de evaluación y seguimien-

to del trabajo académico en la comunidad universitaria.

Es necesario mencionar que, como un

antecedente de este trabajo, se realizó un estudio

preliminar acerca de la situación de la evaluación

en los posgrados de la Universidad Ve r a c r u z a n a1 2

y se encontró que, a pesar de las acciones que se

vienen desarrollando por las autoridades universi-

tarias en esta materia, el nivel más bajo de la

estructura organizacional y que representa la base

del quehacer académico, aún no ha podido partici-

par activamente en los procesos del cambio institu-

cional. Sin embargo, en el estudio efectuado se

encontró también que existe un interés manifiesto

por parte de la mayoría de los académicos a adop-

tar actitudes de compromiso, siempre y cuando se

les haga partícipe de los trabajos de planeación,

evaluación y seguimiento que se emprendan para

los programas educativos.

Adicionalmente, en el estudio antes mencionado,

se detectó la ausencia de un modelo de evaluación

institucional, lo cual constituye el origen de la pro-

puesta conceptual que se detalla a continuación.

2. Fundamentación del modelo

La práctica de los procesos de autoevaluación institu-

cional se visualiza como alternativa para conocer la

realidad y transformarla como medio para lograr el

mejoramiento continuo de las instituciones de

cualquier tipo, así como de sus integrantes.

La autoevaluación ya sea individual o colectiva,

constituye un acto consciente de apreciación y de valo-

ración de las actividades de cualquier naturaleza. La

autoevaluación en el campo institucional educativo,

está relacionada con mecanismos orientados a identi-

ficar, conocer y analizar los elementos fundamentales

de un sistema educativo, que determinan y afectan el

desempeño y resultado de los procesos institucionales

(ver Figura 1).

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

38

ÓEGRESADOS

ÓPROFESORES

ÓALUMNOS

& PLAN DE ESTUDIOS

:INVESTIGACIÓN

:D

IFUSIÓ

N:EX

TEN

SIÓ

N

ENTORNO ECONÓMICO, POLÍTICO Y SOCIAL

ÓADMINISTRACIÓN

EVALUACIÓN EXTERNA

POLÍTICA EDUCATIVA NACIONAL

POLÍTICA EDUCATIVA INSTITUCIONAL

IMPACTO SOCIAL

Figura 1. Sistema Educativo de Posgrado

12 Véase: Teresa García López, Milagros Cano Flores y Adrián Martínez

González, “La evaluación en los posgrados de la Universidad

Veracruzana”, Ciencia Administrativa, núm. 2, IIESCA_UV, Xalapa,

2002, p. 217.

Page 40: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Es por ello que la autoevaluación del proceso educacional

se entiende como una forma tanto de retroalimentación

como de control del trabajo institucional, constituyendo un

requisito esencial para el proceso de toma o adopción de

decisiones, orientado éste a la mejora de la práctica

docente así como al incremento de la calidad de la edu-

cación impartida y de los resultados obtenidos.

El Modelo de Autoevaluación Institucional pro-

puesto está visualizado desde la perspectiva de una

institución de educación superior en el nivel de estu-

dios de posgrado, y comprende dos campos o ámbitos

de aplicación: a) funciones institucionales y b) admin-

istración institucional.

Las funciones institucionales se refieren a las fun-

ciones sustantivas de: docencia, investigación, difu-

sión y extensión y la administración institucional a las

funciones y actividades inherentes a la planeación,

organización, integración, dirección y control, tanto de

las acciones de naturaleza académica como adminis-

trativas. (Ver Tabla 1).

Tabla 1.

Ámbitos de Aplicación del Modelo de

Autoevaluación Institucional

AUTOEVALUACIÓN INSTITUCIONAL

FUNCIONES ADMINISTRACIÓN

INSTITUCIONALES INSTITUCIONAL

Docencia Planeación

Investigación Organización

Difusión Integración

Extensión Dirección

Control

La búsqueda de la excelencia directiva para lograr la

productividad dentro de las organizaciones, va más allá

de establecer la simple o compleja relación de princi-

pios o normas de carácter operativo. Las organiza-

ciones, como entidades vivientes, requieren de una

base de sustentación que tenga mayor sentido

humanístico que el que hasta ahora se ha observado,

de mayor profundidad en la comprensión del espíritu

humano y de los móviles de las actitudes de las per-

sonas. Por ello, es necesario que dentro de las organi-

zaciones de naturaleza educativa se introduzcan, a

través del convencimiento y la convicción, principios

filosóficos que le den vida a las relaciones entre sus

miembros, y a estos, en sus relaciones con los demás.

Derivada de la fundamentación teórica sobre la

cultura de calidad y asumida por las categorías axio-

lógicas y teórico-técnicas en las cuales se aprecian las

relaciones educativas, la propuesta se basa en los

siguientes principios de naturaleza conceptual y que

pretenden normar su funcionamiento:

1. Evaluación consensual, asumida y desarrollada

por los integrantes de la institución educativa.

2. Orientación al conocimiento de la realidad para

su transformación.

3. Metodología formal, conforme a una estrategia

general de acción académica.

4. Valoración permanente de la institución como

un todo organizado.

5. Criterios de valoración definidos por los propios

actores de la entidad académica.

6. Valoración orientada con un sentido integral.

7. Contempla la propia transformación de la insti-

tución así como su injerencia en la colectividad

misma.

8. Estudio basado en la evaluación diagnóstica.

9 . Operación general de los procesos evaluativos

mediante la formalización de un comité nombrado

por los propios actores de la entidad educativa.

10. Sustentado en un sistema de información

automatizado que simplifique el proceso de

valoración.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

39

Page 41: Estado Economía y Hacienda Pública 6

3. Propuesta de proceso metodológico

Para su desarrollo, el Modelo de A u t o e v a l u a c i ó n

Institucional requiere de cinco etapas: planeación,

obtención de información, evaluación, presentación de

resultados, estrategias de mejora y seguimiento. Con

la finalidad de probar la factibilidad del modelo pro-

puesto con relación a los elementos de valoración, se

decidió abordar como una primera etapa, la realización

de una serie de actividades (que se muestran en la

figura 2) para dar inicio al proceso de autoevaluación.

Cada uno de ellas se describe más adelante.

Análisis de factores exógenos. Mediante una revisión

documental, se determinaron los siguientes elementos

para el proceso de autoevaluación, considerando que

la entidad educativa se encuentra participando en el

Programa Institucional de Fortalecimiento para el

Posgrado (PIFOP).

1. Periodo de tiempo que tiene en funcionamien-

to la institución y el programa de posgrado.

2. Objetivo de la institución y del programa.

3. Pertenencia y permanencia en algún programa

de excelencia.

4. Procesos de evaluación a los que ha sido

sometido.

5. Recomendaciones recibidas en los procesos

evaluativos.

6. Recursos humanos con los que cuenta la insti-

tución y el programa.

7. Perfil de profesores: grados, pertenencia al

Sistema Nacional de Investigadores,

Programa de Mejoramiento al Profesorado,

reconocimientos, etcétera.

8. Eficiencia terminal del programa (tasa de

retención y tasa de titulación).

9. Seguimiento de egresados.

10. Número de generaciones y crecimiento de la

matrícula.

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

40

Analizarfactores

exógenosDeterminar

elementos y sus valores

Definirniveles de valoración

Conceptualizarindicadores

DeterminarIndicadores

por elemento

Identificarfuentes de

información

Diseñar yprobar

instrumentos

Recopilación de información

Analizar factores

endógenos (académicos)

EVALUACIÓN

Analizarfactores

exógenosDeterminar

elementos y sus valores

Definirniveles de valoración

Conceptualizarindicadores

DeterminarIndicadores

por elemento

Identificarfuentes de

información

Diseñar yprobar

instrumentos

Recopilación de información

Analizar factores

endógenos (académicos)

EVALUACIÓN

Figura 2. Propuesta de proceso metodológico

Page 42: Estado Economía y Hacienda Pública 6

11. Líneas de investigación y relación con el pos-

grado.

12. Cuerpos académicos.

13. Forma de trabajo de líneas de investigación.

14. Características del plan de estudios (flexibili-

dad, relación con líneas de investigación, for-

mas de trabajo que lo distingan, etcétera).

15. Tiempo de dedicación de los estudiantes al

programa.

16. Número de becados y fuente de las becas.

17. Financiamiento a proyectos de investigación

de académicos y de alumnos.

18. Características del proceso de selección de

alumnos (procedimientos y requisitos).

19. Formas de divulgación del Programa.

20. Instalaciones y recursos informáticos.

21. Publicaciones de alumnos.

22. Participación de alumnos en proyectos de

investigación.

23. Competencia del programa en la región.

24. Lugar de procedencia de estudiantes

25. Características de las instalaciones (estu-

diantes del programa y usuarios totales).

26. Acervo bibliográfico, convenios y número de

ejemplares así como sus características

27. Importancia de trabajos de investigación de

alumnos a nivel nacional e internacional y

de impacto social.

28. Pertenencia a asociaciones científicas de pro-

fesores y de alumnos.

29. Antigüedad de la planta docente.

Análisis de factores endógenos (académicos). Con

base en el análisis de los factores exógenos que

impactan al programa educativo así como de los obje-

tivos de creación del mismo, se elaboró una ficha para

recopilar información acerca de la opinión de los

académicos de los elementos que deberían ser con-

siderados para la autoevaluación institucional así

como la ponderación que debería ser asignada a cada

uno de ellos de acuerdo con la importancia que otor-

gaban a cada elemento.

Determinación de elementos y sus valores. de

acuerdo a las dos actividades previas se definieron los

siguientes elementos para el proceso de autoevalu-

ación así como sus valores asignados, como se mues-

tra en la tabla 2.

• ALUMNOS: aspectos atribuibles directamente al

estudiante, que lo diferencien de otros alumnos

de posgrado y aseguren su calidad.

• EGRESADOS: impacto social del egresado con

relación a su ámbito laboral, generado por su for-

mación académica de posgrado.

• PROFESORES: producción académica y caracterís-

ticas individuales de formación profesional de los

profesores.

• PLAN DE ESTUDIOS: características propias del cu-

rrículo del programa de posgrado que permitan

asegurar su excelencia.

• INVESTIGACIÓN: productos del trabajo de investi-

gación que incidan en el desarrollo del entorno

institucional.

• DIFUSIÓN Y E X T E N S I Ó N: actividades realizadas

para dar a conocer los resultados del trabajo

académico y de investigación, así como acciones

de vinculación.

• ADMINISTRACIÓN DE LA INSTITUCIÓN: elementos del

proceso administrativo inherentes al estableci-

miento de un clima organizacional acorde con la

excelencia de una institución de investigación y

estudios superiores.

• ENTORNO INSTITUCIONAL: imagen y prestigio insti-

tucional a través de presencia profesional y

social de los egresados del programa.

• EVALUACIÓN: acciones permanentes establecidas

para señalar aciertos, carencias y deficiencias de

la institución para el logro de la mejora continua.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

41

Page 43: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Tabla 2. Valores asignados a cada elemento

ELEMENTO PUNTOS PONDERACIÓN

ALUMNOS 10 10 %

EGRESADOS 10 15 %

PROFESORES 10 16 %

PLAN DE ESTUDIOS 10 14 %

INVESTIGACIÓN 10 16 %

DIFUSIÓN Y EXTENSIÓN 10 8 %

ADMINISTRACIÓN

DE LAINSTITUCIÓN 10 10 %

ENTORNO INSTITUCIONAL 10 5.5 %

EVALUACIÓN 10 5.5 %

TOTAL 90 100 %

Determinación de indicadores por elemento: una vez

definidos los elementos de valoración, se procedió a

determinar los indicadores para cada uno de ellos

quedando de la siguiente manera:

Tabla 3. Indicadores

por elemento de valoración

ELEMENTO INDICADORES

1. ALUMNOS 1.1. Admisión

1.2. Procedencia

1.3. Experiencia

1.4. Reconocimientos

1.5. Desempeño

2. EGRESADOS 2.1. Desempeño

2.2. Permanencia

2.3. Perfil

2.4. Aprendizaje significativo

2.5. Reconocimientos

3. PROFESORES 3.1. Experiencia

3.2. Selección

3.3. Producción científica

3.4. Dedicación

3.5. Reconocimientos

3.6. Grado académico

3.7. Intercambios

3.8. Formación

4. PLAN DE ESTUDIOS 4.1. Fundamentación

4.2. Objetivos

4.3. Contenidos

4.4. Metodología

4.5. Sistema

4.6. Flexibilidad

4.7. Actualización y registro

4.8. Investigación

4.9. Recursos

4.10. Plan de operación

4.11. Evaluación

5. INVESTIGACIÓN 5.1. Plan de operación

5.2. Comunicación

5.3. Colaboración

5.4. Divulgación

5.5. Financiamiento

5.6. Líneas de investigación

5.7. Recursos

6. DIFUSIÓN Y EXTENSIÓN 6.1. Plan de operación

6.2. Relaciones

6.3. Apoyos sociales

6.4. Publicaciones

7. ADMINISTRACIÓN

DE LA INSTITUCIÓN 7.1. Planeación

7.2. Organización

7.3. Integración

7.4. Dirección

7.5. Control

7.6. Recursos

8. ENTORNO

INSTITUCIONAL 8.1. Seguimiento de egresados

8.2. Prestigio

9. EVALUACIÓN 9.1. Estrategias

9.2. Evaluación interna

9.3. Evaluación externa

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

42

Page 44: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Conceptualización de indicadores.A partir de esta fase

se decidió implementar el proceso mediante la evalua-

ción del elemento ALUMNOS en una institución educa-

tiva de posgrado. El puntaje total asignado a este ele-

mento es de 10 puntos (ver tabla 2) los cuales se dis-

tribuyeron uniformemente entre los cinco indicadores

que lo conformaron, quedando cada uno de ellos con

un valor de 2 puntos.

Los indicadores de dicho elemento: a d m i s i ó n ,

procedencia, experiencia, reconocimiento y desem -

peño, se conceptualizaron de la siguiente manera:

• Admisión: calificación promedio del nivel de pre-

grado (promedio de licenciatura) y de la califi-

cación obtenida en sus pruebas de admisión.

• Procedencia: calidad y prestigio de la universidad

de procedencia del estudiante de acuerdo con el

Padrón de Excelencia de Consejo Nacional de

Ciencia y Tecnología (CONACYT).

• Experiencia: Los factores de valoración serán los

años de experiencia laboral relacionados con su

formación profesional.

• Reconocimientos: becas, reconocimientos aca-

démicos, publicaciones e intercambios obtenidos

al ingreso al programa y durante su estancia en

el mismo.

• D e s e m p e ñ o: promedio de calificaciones obtenido

hasta el momento en el que se realiza la valoración.

Definición de niveles de valoración: se definió una

escala de valores para cada uno de los indicadores, lo

cual permitió establecer los atributos y determinar las

fuentes de información a las cuales se recurriría para

la obtención de la misma.

1.1. Admisión: calificación promedio del nivel de pre -

grado (promedio de licenciatura) y de la calificación

obtenida en sus pruebas de admisión

Escala de Calificación Descripción: Admisión

valoración

Inexistente 0 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es menor a 7.

Pobre 1 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es entre 7 y 7.5.

Regular 2 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es mayor que 7.5 y menor

o igual a 8.

Buena 3 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es mayor a 8 y menor o

igual a 8.5.

Muy buena 4 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es mayor a 8.5 y menor o

igual a 9.

Excelente 5 El promedio de las calificaciones de

la licenciatura y del examen de

admisión es mayor a 9.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

43

ALUMNOS (10)

Admisión (2) Procedencia (2) Experienci a (2) Reconocimientos (2)

Desempeño (2)

ALUMNOS (10)

Admisión (2) Procedencia (2) Experienci a (2) Reconocimientos (2)

Desempeño (2)

Figura 3. Elemento alumno y sus indicadores

Page 45: Estado Economía y Hacienda Pública 6

1.2. Procedencia: calidad y prestigio de la universidad

de procedencia del estudiante de acuerdo con el

Padrón de Excelencia de CONACYT.

Escala de Calificación Descripción: Procedencia

valoración

Inexistente 0 No aplica

Pobre 1 El estudiante procede de alguna

universidad local sin presencia

social significativa.

Regular 2 El estudiante procede de alguna de

las licenciaturas ofrecidas por uni-

versidades del ámbito local con

reconocimiento social.

Buena 3 El estudiante procede de alguna de

las licenciaturas ofrecidas por uni-

versidades del ámbito estatal con

reconocimiento social.

Muy buena 4 El estudiante procede de alguna de

las licenciaturas de universidades

certificadas a nivel nacional en el

Padróan Nacional de Posgrado o

por algún otro organismo.

Excelente 5 El estudiante procede de alguna

licenciatura de universidades

estatales o nacionales certificadas

en el Padrón de Excelencia CONACYT.

1.3. Experiencia: Los factores de valoración serán los

años de experiencia laboral relacionadas con su for -

mación profesional.

Escala de Calificación Descripción: Experiencia

valoración profesional

Inexistente 0 El estudiante al ingresar al progra-

ma no tiene ninguna experiencia

profesional.

Pobre 1 El estudiante cuenta con un año de

experiencia en cualquier ramo.

Regular 2 El estudiante cuenta con hasta tres

años de experiencia en áreas afines

a su formación profesional.

Buena 3 El estudiante cuenta con hasta cua-

tro años de experiencia en áreas

afines a su formación profesional.

Muy buena 4 El estudiante cuenta con hasta

cinco años de experiencia en áreas

afines a su formación profesional.

Excelente 5 El estudiante tiene más de cinco

años de experiencia en áreas afines

a su formación profesional.

1.4. Reconocimientos: becas, reconocimientos

académicos, publicaciones e intercambios obtenidos al

ingreso al programa y durante su estancia en el mismo.

Escala de Calificación Descripción: Reconocimientos

valoración

Inexistente 0 El estudiante no cuenta con: beca,

reconocimiento, intercambios esco-

lares, ni publicaciones.

Pobre 1 El estudiante cuenta con beca UV,

CONACYT o equivalentes (dada en

función de su rendimiento escolar) o

con publicaciones locales.

Regular 2 El estudiante cuenta con un inter-

cambio escolar nacional (convenio

con instituciones) o con una publi-

cación estatal.

Buena 3 El estudiante cuenta con un

reconocimiento académico estatal o

con una publicación nacional.

Muy buena 4 El estudiante cuenta con un inter-

cambio escolar internacional o

reconocimiento académico nacional

o publicación internacional.

Excelente 5 El estudiante cuenta con dos o más

registros de los siguientes elemen-

tos: becas, reconocimientos aca-

démicos, publicaciones o intercam-

bios escolares.

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

44

Page 46: Estado Economía y Hacienda Pública 6

1.5. Desempeño: promedio de calificaciones obtenido

hasta el momento en el que se realiza la valoración.

Escala de Calificación Descripción: Dedicación

valoración

Inexistente 0 Su promedio de calificaciones es 7.

Pobre 1 Su promedio de calificaciones se

encuentra entre 7 y 7.5.

Regular 2 Su promedio de calificaciones es

mayor a 7.5 y menor o igual a 8.

Buena 3 Su promedio de calificaciones es

mayor a 8 y menor o igual a 8.5.

Muy buena 4 Su promedio de calificaciones es

mayor a 8.5 y menor o igual a 9.

Excelente 5 Su promedio de calificaciones es

mayor de nueve.

Determinación de fuentes de información: con los

atributos definidos a través de la conceptualización de

indicadores y de su valoración se identificaron las

fuentes de información a las que habría que recurrir

para obtenerla. En la figura 4 se muestra el ejemplo

que nos ocupa para el indicador Admisión.

Tabla 4. Escala de valoración

Diseño y prueba de instrumento: En algunos casos la

información que se requería para las valoraciones se

encontraba dispersa, motivo por el cual fue necesario

diseñar instrumentos que permitieran concentrarla y

que además sirvan posteriormente para facilitar la cap-

tura de la información mediante la computadora.

Recopilación de información: Con las fuentes de infor-

mación definidas a través del proceso previo, se soli-

citó de manera formal los datos de los alumnos de la

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

45

Figura 4. Relación: instrumento-atributo-indicador-calificación para el indicador de admisión.

?Cédula del alumno de posgrado

Promedio depregrado

Promedio? Listado de

resultados de la evaluación para ingreso al programa

INSTRUMENTO ATRIBUTO INDICADOR

Calificación en el examen de admisión

CALIFICACIÓN

Cero: inexistente

Uno: pobre

Dos: regular

Tres: bueno

Cuatro: muy bueno

Cinco excelente

?Cédula del alumno de posgrado

Promedio depregrado

Promedio? Listado de

resultados de la evaluación para ingreso al programa

INSTRUMENTO ATRIBUTO INDICADOR

Calificación en el examen de admisión

CALIFICACIÓN

Cero: inexistente

Uno: pobre

Dos: regular

Tres: bueno

Cuatro: muy bueno

Cinco excelente

Excelente

Muy buena

Buena

Regular

Pobre

Inexistente

Escala de valoración

4.1-5

3.1-4

2.1-3

1.1-2

.1-1

0

Rangos de calificación

Excelente

Muy buena

Buena

Regular

Pobre

Inexistente

Escala de valoración

4.1-5

3.1-4

2.1-3

1.1-2

.1-1

0

Rangos de calificación

INSTRUMENTO ATRIBUTO INDICADOR CALIFICACIÓN

Cero: inexistenteUno: pobreDos: regularTres: buenoCuatro: muy buenoCinco: excelente

Page 47: Estado Economía y Hacienda Pública 6

entidad académica en estudio, solamente para el ele-

mento alumnos.

Evaluación: Comprende el proceso de valoración efec-

tuado, mismo que a continuación se describe con

relación al indicador Admisión.

El número total de alumnos ascendió a veintitrés,

la calificación máxima que podía obtenerse era de 115

(5x23) y los resultados obtenidos fueron de 72.

Mediante regla de tres, se encontró que:

Número de alumnos = 23

Calificación máxima: 5 x 23 = 115

Resultados obtenidos = 72

115 corresponden a 5 puntos

72 corresponden a 3.13 puntos

Escala de valoración: Muy bueno (ver tabla 4)

De la misma manera fueron obtenidas las escalas de

valoración para cada uno de los indicadores del ele-

mento alumnos resultando:

Indicador Rango Calificación

Experiencia Bueno 2.56

Procedencia Muy bueno 4.0

Desempeño Muy bueno 3.7

Reconocimientos Bueno 2.52

Hasta este momento se tenía la información para valo-

rar y comparar los indicadores del elemento, pero

faltaba que dicha valoración se estableciera en la

escala seleccionada para los elementos, esto es, la de

10 puntos para cada elemento y dos puntos para cada

indicador del elemento alumnos.

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

46

3.132.56

43.7

2.52

0

0.5

1

1.5

2

2.5

3

3.5

4

4.5

5

Admisión Experiencia Procedencia Desempeño Reconocimientos

Obtenido Máximo

Puntos

Figura 5. Indicadores del elemento Alumnos

20 .4 .8 1.2 1.6

50 4321

EscalaElemento

EscalaIndicador

20 .4 .8 1.2 1.6

50 4321

EscalaElemento

EscalaIndicador

Page 48: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En este momento la pregunta fue ¿cuál es el valor

que corresponde en una escala de cero a dos a una

calificación 3.13 establecida en una escala de cero a

cinco para el indicador admisión?

Usando la fórmula matemática que se muestra se

obtuvieron los valores para cada indicador los cuales

sumados permitieron obtener el valor final para el ele-

mento Alumnos correspondiente a 6.4 de los 10 pun-

tos totales que podían haberse obtenido.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

47

20 .4 .8 1.2 1.6

50 4321

EscalaElemento

EscalaIndicador

Admisión

3.13

?20 .4 .8 1.2 1.6

50 4321

EscalaElemento

EscalaIndicador

Admisión

3.13

?

Figura 6. Evaluación del elemento Alumnos

6.4

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Alumnos

Obtenido Máximo

3.13

?

Page 49: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Conclusiones

Existe un consenso creciente acerca de la necesidad e

importancia no sólo de que la población joven de nues-

tro país tenga la oportunidad de asistir a la universidad,

sino además de que dicha institución incorpore eficaz-

mente los conocimientos y competencias generados,

para que sus egresados puedan desempeñarse y par-

ticipar en forma comprometida con la sociedad. Ello

conduce reflexionar acerca del cumplimiento de los

fines y objetivos de las instituciones de educación supe-

r i o r, respecto a la satisfacción de las necesidades reales

del entorno, de la comunidad en que se encuentran

inmersas en todos sus ámbitos: económico, político,

social, tecnológico, ético y cultural.

Asimismo, una de las funciones que se subraya y

destaca en todo centro educativo y que se encuentra

descrita en los objetivos de creación de nuestra máxi-

ma casa de estudios, es la vinculación universidad-

sociedad. Conocer el ámbito en el que se opera, servir

y atender las necesidades de la sociedad. ¿Cómo ha-

cerlo? Conociendo la realidad, para transformarla, a

través de la función educativa,

Por tanto, la propuesta que aquí se presenta se fun-

damenta en las siguientes premisas: a ) la evaluación es

vista como proceso de búsqueda de un conocimiento de

la realidad; b ) para ser fiable y eficaz, este conocimien-

to debe basarse en un análisis sistemático de dicha

realidad; c ) el conocimiento de la realidad incluye los

hechos, los procesos que los han generado y los fac-

tores que los han condicionado y d ) la evaluación es un

acto profesional con intención de mejora.

Es necesario mencionar algunos de los factores

que influyeron e impactaron en el diseño y prueba del

modelo propuesto y que deben ser considerados en la

realización de estudios similares:

1) Tiempo. La entidad educativa en estudio, pre-

sentaba un momento adecuado para iniciar la

prueba del modelo, debido a que concluía la

primera generación de un nuevo plan de estu-

dios.

2) Reconocimiento oficial. El nuevo plan se

encuentra inserto en el Programa de

Mejoramiento del Posgrado (PIFOP), por lo que

las autoridades universitarias han solicitado a

los directivos se realicen procesos evaluativos

del programa.

3) Involucramiento de los actores de la entidad

educativa. La petición de las autoridades uni-

versitarias dio lugar a que los directivos iniciaran

las primeras acciones de evaluación con

reuniones académicas, mismas que desper-

taron el interés de los docentes, actores primor-

diales del programa educativo.

4) Integración de una comisión como equipo de

evaluación. Del seno del Colegio de

Investigadores se designaron a los integrantes

de una comisión que tendrá a su cargo el

proyecto de valoración, atendiendo a criterios

como: a) conocimiento de la entidad a evaluar;

b) interés común en la mejora institucional; c)

antecedentes en actividades relacionadas con

la evaluación.

Por otra parte, es importante señalar algunas de las

fuentes de información utilizadas en el diseño y prue-

ba de este modelo, como son: los expedientes de los

alumnos, los kardex, los resultados de evaluación del

proceso de admisión, las cédulas de información, el

currículum vitae de cada alumno, así como las guías y

tablas de evaluación diseñadas. Las técnicas

empleadas consistieron en: estudios estadísticos, gru-

pos de discusión, hoja de cálculo electrónica, análisis

de sistemas, análisis de contenido, graficación y tabu-

laciones cruzadas.

Finalmente, es importante destacar que con este

modelo se pretende:

Una propuesta de indicadores para un modelo de autoevaluación institucional

48

Page 50: Estado Economía y Hacienda Pública 6

a) Obtener una visión objetiva de la situación

general que guarda la institución y en particular

el programa educativo, desde el punto de vista

de su operación,

b) Detectar los errores o fallas en el desarrollo de

las actividades individuales y colectivas relati-

vas al cumplimiento de los objetivos y metas

establecidos, con el interés de corregir las defi-

ciencias presentadas.

c) Fortalecer los procesos de toma de decisiones

para el mejoramiento institucional.

d) Favorecer el desarrollo de las actividades de los

órganos colegiados, las autoridades, los fun-

cionarios y del personal académico, administra-

tivo, técnico y manual de la entidad.

e) Contribuir a mejorar las expectativas de los

planes y programas que institucionalmente se

determinen por la comunidad, proporcionando

evidencias del estado de cosas que prevalez-

can dentro de la institución.

f) Generar procesos y espacios de análisis y

reflexión por parte de los integrantes de la comu-

nidad académica.

Se concibe la integración de este modelo con la

inclusión de técnicas e instrumentos objetivos de

fácil aplicación y una orientación realista, que

faciliten el análisis y la ponderación del estado de

cosas que se observan. Es necesario subrayar que

la práctica y ejercicio de los procesos de autoevalua-

ción institucional se deben traducir en estrategias

reales de mejora, de crecimiento y desarrollo como

medios para lograr la eficacia y eficiencia institu-

c i o n a l e s .

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 38-53

49

Page 51: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En México, el Programa Nacional de Educación 2001-

2006 considera a la evaluación como un elemento deci-

sivo para mejorar la enseñanza y por ende el apren-

dizaje.1 Para la política educativa gubernamental, la

evaluación es una prioridad y una condición para mejo-

rar al sistema educativo. Así, se considera que las eva-

luaciones permanentes retroalimentarán y optimizarán

el desempeño de las instituciones formativas en gene-

ral. La Universidad Veracruzana (UV), como institución

de educación superior (IES), ha procurado en los últimos

años implementar y mantener permanentemente una

cultura institucional evaluativa como un factor para

mejorar sus servicios educativos.

Desde 1999, y en congruencia con lo anterior, la UV

ha propuesto e impulsado un modelo educativo que

atienda tanto las especificidades de esta universidad,

las transformaciones sociales de fines del siglo XX y

principios del X X I, así como los contextos locales,

regionales, nacionales e internacionales. La finalidad de

este modelo educativo es optimizar la preparación de

los profesionistas que egresen de nuestra Máxima Casa

de Estudios. Con ese modelo educativo, llamado

Modelo Educativo Integral Flexible (MEIF), se pretende

que los estudiantes universitarios posean mejores

conocimientos y desarrollen y apliquen un conjunto de

habilidades, actitudes, destrezas y valores humanistas.

Se subraya que el MEIF se fundamenta en el paradigma

constructivista de Jean Piaget.2

El periodo histórico actual se caracteriza, entre otros

aspectos, por un alto desarrollo tecnocientífico. Éste se

manifiesta a través de las nuevas tecnologías de la infor-

mación y la comunicación, la revolución biotecnológica y

los nuevos materiales, entre otras innovaciones.

Asimismo, la economía de la información, los procesos

globalizadores y la llamada sociedad de la información

son también fenómenos distintivos de este periodo.

En las transformaciones anteriores, la contribución

de las Matemáticas ha desempeñado una función

imprescindible y, quizá, casi imperceptible. La abstrac-

ción, la creatividad y la complejidad matemáticas han

participado directamente en estos cambios. Por lo que

respecta a la educación superior, la vinculación de las

IES con los sectores productivos implica la aplicación de

conocimientos nuevos, en muchos de los cuales se

incluyen los de tipo matemático. Así, las Matemáticas en

50

El enseñaje de lasMatemáticas: ModeloConductista versus ModeloEducativo Integral Flexible

Rafael G. Landgrave Becerril*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana.

1 Secretaría de Educación Pública (SEP), Programa Nacional de Educación

2001-2006, México, 2001, pp. 77-79. 2 Universidad Veracruzana, Nuevo Modelo Educativo , Xalapa, 1999.

Page 52: Estado Economía y Hacienda Pública 6

el ámbito universitario poseen una relevancia consi-

derable, tanto dentro de la cátedra como fuera de ella.

En este artículo se aborda, de manera general, el

proceso de enseñanza-aprendizaje (o enseñaje)3 de

las Matemáticas en la UV y su respectiva evaluación,

desde la doble perspectiva que me ha brindado tanto

la enseñanza de las Matemáticas como la investi-

gación de este proceso educativo específico.

Enseñaje conductista versus MEIF

En la actualidad, la mayoría de las evaluaciones del

enseñaje en algunas de las licenciaturas de la UV se

caracteriza por tener una fundamentación conductista.

Así, es posible detectar un conflicto entre la propuesta

educativa del MEIF de esta IES –de tipo constructivista–

con el enseñaje efectuado –de tipo conductista–, tal

como se expondrá a continuación.

Como ya se mencionó, la propuesta de enseñaje para

las licenciaturas en las que opera el M E I F se fundamenta,

teórica y prácticamente, en el constructivismo de Piaget.

Para ubicar esta propuesta constructivista en el ámbito

institucional de la U V se identifican dos dimensiones:

1. La dimensión estructural-formal (o de propues-

ta). Ésta comprende un deber ser. Constituye el

aspecto deóntico educativo (el deber ser).

2. La dimensión procesal-práctica (o de acción).

Ésta comprende las actividades y los procesos

escolares dentro y fuera del aula como efectiva-

mente se realizan, independientemente de si se

apegan o no al nivel anterior. Constituye el

aspecto óntico educativo (lo que es).4

Las dimensiones referidas (estructural-formal y procesal-

práctica) necesariamente deben corresponderse para el

adecuado funcionamiento del M E I F. Así, se esperaría una

congruencia entre lo que se propone y lo que se ejecu-

ta, bajo el paradigma constructivista. Para el enseñaje y

la evaluación de las Matemáticas en las licenciaturas de

la U V, lo anterior también debe aplicarse.

Sin embargo, en ambas dimensiones subsisten

algunos enseñajes y evaluaciones de tipo conductista,

específicamente del behaviorismo de Skinner. Esto

provoca un desfase con el enseñaje constructivista

propuesto.

Durante el siglo XX, el conductismo fue asumido

por algunas IES mexicanas como el paradigma educa-

tivo dominante. En la UV persiste una inercia del

mismo en algunas prácticas escolares, así como en su

normatividad. Un ejemplo de esto último se halla en el

Estatuto de Alumnos de la Universidad Veracruzana

vigente. En el artículo 30 de este ordenamiento se lee:

La evaluación comprenderá el cumplimiento de los

aspectos siguientes: la asistencia a clases, asesorías,

tutorías, talleres o prácticas; la elaboración de los traba-

jos que exija cada programa de estudios; la participación

en clases y en investigaciones o la presentación de

exámenes parciales y/o finales. Los alumnos tendrán

derecho a la evaluación de su aprovechamiento si se han

cubierto los requisitos que señala este ordenamiento y

los programas de estudios correspondientes.5

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 54-59

51

3 El término “enseñaje” implica que el proceso enseñanza-aprendizaje es

indisoluble. Éste se divide únicamente para análisis.

4 La identificación de ambos niveles (estructural-formal y procesal-práctico)

proviene de una propuesta de investigación curricular por parte de la Dra.

Alicia de Alba, el Dr. Édgar González Gaudiano, la Mtra. Bertha Orozco

F u e n t e s et al. En este artículo se aplica esta distinción para ubicar el con-

flicto constructivismo-conductismo en el MEIF-UV, concretamente para el

enseñaje-evaluación de las Matemáticas del nivel de licenciatura. Vi d .

Antología del seminario «Currículum», tomos I y II, Maestría en Educación,

Universidad Pedagógica Veracruzana (M E - U P V. IV Generación, 1999-2001).

Seminario impartido por la Dra. Alicia de Alba y por la Mtra. Bertha Orozco

Fuentes, investigadoras del Centro de Estudios para la Universidad de la

Universidad Nacional Autónoma de México (C E S U - U N A M) .

5 Universidad Veracruzana. Estatuto de A l u m n o s, Xalapa; Rafael G.

Landgrave Becerril, “La evaluación de la enseñanza de las matemáticas

en el nivel universitario… según el maestro”, Xalapa, Veracruz: Instituto

de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales de la

Universidad Veracruzana (IIESES-UV), 2001, p. 7.

Page 53: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Implícitamente, el artículo 30 del Estatuto de Alumnos

vigente para nuestra Casa de Estudios enfatiza única-

mente las conductas observables de los estudiantes

universitarios. Se deja de evaluar el razonamiento y la

creatividad aplicados en el aula, en el laboratorio, el

taller o en el centro de cómputo, por mencionar sólo

algunos procesos y ámbitos. Por parte del MEIF, la

propuesta de evaluación constructivista haría que:

Se pase de una evaluación centrada en los resulta-

dos a una que considere el conjunto de productos y

procesos de aprendizaje realizados por el estudiante;

pasar de una respuesta pasivo-reproductiva a la cons-

trucción activa de los contenidos curriculares; de la

evaluación aislada y parcial de conocimientos y habili-

dades a la evaluación integral y contextualizada, que

considere los aspectos metacognitivos y motiva-

cionales, y que genere ejercicios de autoevaluación

por los alumnos.6

No obstante lo anterior, la inercia de las evaluaciones de

tipo conductista, frente a la propuesta de enseñaje de

tipo constructivista, provoca algunos problemas. Estos

pueden constituir un conflicto entre lo deóntico y lo ónti-

co (entre las dimensiones estructural-formal y procesal-

práctico). Acontinuación se exponen algunos desfases.

Problemas de un enseñaje matemático

conductista

Para procurar una visión que pueda ayudarnos en la

comprensión de este problema se abordarán algunos

aspectos del marco filosófico del conductismo de

Skinner. Posteriormente, se expondrán algunos con-

flictos en el plano procesal-práctico referido.

En la obra de Skinner se identifican, al menos,

cinco doctrinas filosóficas como fundamentos de su

paradigma psicológico: el material mecanicismo, el

empirismo, el determinismo, el experimentalismo y el

pragmatismo. Por otra parte, Skinner postuló que: “El

hombre es una máquina, pero muy compleja. En la

actualidad, su construcción se encuentra, de lejos,

fuera de las capacidades del hombre, excepto, por

supuesto, en la forma biológica habitual”.7

Esta cita revela que Skinner admitía que el estudio

de la complejidad humana es difícil. Para abordarla uti-

lizó una estrategia de reducción: recurrió a la analogía

de lo humano como una máquina. La complejidad de

ésta se significaba como una “caja negra” (black box) .

Se sabe qué entra (i n p u t) y qué sale (o u t p u t), por obser-

vación y manipulación, pero se desconocen qué proce-

sos internos están implicados al respecto. Como estos

no son observables, su estudio se descarta a priori. E n

términos de la “ciencia de la conducta”, lo que entra es

el estímulo; lo que sale, la respuesta al mismo.

Así, se comprende el interés de Skinner por el

enseñaje como producto y, paradójicamente, su desin-

terés por los procesos mentales implicados. Esto intro-

duce un primer problema, pues sin proceso no hay pro-

ducto: “El conductismo se interesa por comprobar la

conducta matemática aprendida, pero al ignorar los pro-

cesos mentales que la determinan sólo le importan los

productos, no el proceso. Sin proceso no hay producto.

Por lo tanto, el primero es más importante que el segun-

do, precisamente lo que el conductismo excluye”.8

El enseñaje de las matemáticas: un modelo conductista...

52

6 Rafael G. Landgrave Becerril, “La evaluación …, op. cit., p. 17.

7 B. F. Skinner, Contingences of Reinforcement: A Theoretical Analysis,

Appleton-Century-Crofts, New York, 1969; Morris Bigge, Teorías de

aprendizaje para maestros, Trillas, México, 1975, p. 294; B. F. Skinner,

Verbal Behavior, Appleton-Century-Crofts, New York, 1957; Morris Bigge,

Teorías de aprendizaje para maestros, Trillas, México, 1975. Vid. B. F.

SKINNER FOUNDATION: http://www.bfskinner.org/ Otros recursos www

sobre Skinner: http://psychclassics.yorku.ca/Skinner/Theories

8 Rafael G. Landgrave Becerril, «La resolución de problemas vista desde la

teoría conductista», Boletín Bibliográfico del Instituto de Investigaciones y

Estudios Superiores Económicos y Sociales de la Universidad

Veracruzana (IIESES-UV), Xalapa, 2001, p. 9.

Page 54: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Skinner no se interesa en los procesos mentales

porque su observación y manipulación directas son

imposibles. Para él no importan los procesos de obtención

del aprendizaje: sólo interesa que se obtenga la respues-

ta adecuada. Ésta se logra reforzando las conductas

deseables y extinguiendo las indeseables. El aprendizaje

es, para este paradigma, un cambio conductual.

Se advierte que el conductismo es reduccionista

del ser humano: éste es como una maquinaria hiper-

compleja. De hecho, las tesis del material mecanicis-

mo, uno de los marcos filosóficos del conductismo,

son tesis de reducción.9 En relación con el trabajo

escolar, la propuesta skinneriana fue de las “máquinas

de enseñanza”, dentro de lo que se denominó la “tec-

nología de la enseñanza” y el modelo técnico curricu-

lar. Estas y otras características del conductismo en la

educación imperaron durante buena parte de la

segunda mitad del siglo pasado en los sistemas

educativos de Estados Unidos y de América Latina.

Ahora bien, si se rechaza que el ser humano es

una máquina, entonces ya no es necesario postular

una mecanización de sus procesos de enseñaje, ni de

su educación ni tampoco de su manera de interactuar

con el mundo, de relacionarse con su ambiente.

En la educación de las matemáticas universitarias,

la mecanización conductista nos lleva a un segundo

problema: la repetición de ejercicios como estrategia

de enseñaje: “Un ejercicio es la repetición de un pro-

blema con objeto de memorizarlo”.10 En el enseñaje

matemático de tipo conductista, un conjunto de estí-

mulos son, por ejemplo, los ejercicios matemáticos

propuestos por el maestro. Las respuestas deseables

serían las resoluciones óptimas a los mismos que pro-

porcionarían los alumnos.

De lo anterior –los ejercicios como repeticiones–

es comprensible porque, según el conductismo, tales

ejercicios matemáticos justifican la memorización.

Además, al mecanizarlos no se desarrollan otras

habilidades matemáticas, ni se buscarán otras solu-

ciones alternativas. Se dejan de lado aspectos como la

creatividad y la libertad, como condiciones para una

mayor abstracción y complejidad:

Los procesos de solución de problemas no terminan

cuando se encuentra la solución por un solo camino;

desde una perspectiva didáctica, es conveniente

identificar diferentes caminos para obtener la solución

y valorarlos con relación a su claridad o simplicidad;

esto implica el desarrollo de procesos de habilidades

de análisis y síntesis y creatividad, activando los pro-

cesos de generalización básicos para el desarrollo de

los procesos matemáticos.11

En el enseñaje de las Matemáticas –sea en el nivel

universitario u otro previo– debería distinguirse entre

ejercicio y problema matemáticos: “Un problema es

una proposición compleja de elementos a los que corres-

ponden una o varias soluciones o una incógnita a

despejar, atendiendo al manejo que se haga de tales

elementos”.12 Otras consecuencias desfavorables de

los ejercicios matemáticos bajo un paradigma conduc-

tista son: a) que los estudiantes no activan procesos

volitivos ni de valoración para proponer soluciones

alternativas y b) que un enseñaje matemático basado

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 54-59

53

9 La reducción es “la explicación que consiste en considerar determinados

órdenes de fenómenos como sujetos a las leyes, mejor establecidas o

más precisas, de otro orden de fenómenos; por ejemplo, la que consiste

en considerar los fenómenos orgánicos como sujetos a las leyes de los

fenómenos físicos y estos últimos como sujetos a las leyes de los fenó-

menos mecánicos”. (Incola Abbagnano, Diccionario de Filosofía, FCE,

México, 1974, p. 995).

10 Diccionario de las Ciencias de la Educación, tomo I (A-H), Santillana,

Madrid, 1983, p. 516; Rafael G. Landgrave Becerril, “La resolución de

problemas vista…”, p. 5.

11 Rafael G. Landgrave Becerril, op. cit., p. 5.

12 Fernando Carreño, Instrumentos de medición del rendimiento escolar,

Trillas, México, 1978, p. 53; Rafael G. Landgrave Becerril, op. cit., p. 5.

Page 55: Estado Economía y Hacienda Pública 6

en repetir ejercicios no favorece la voluntad ligada a la

creatividad para ensayar soluciones distintas.

Una faceta relacionada con lo anterior es la autoes-

tima del estudiante. Muchos alumnos “se aferran” a una

mecanización matemática que les garantiza a priori l a

solución buscada. Esto les da seguridad emocional.

Cualquier experimentación por otra vía pone a prueba

su autoestima. Cuando tal experimentación falla, la

autoestima de algunos estudiantes se vulnera.

De los problemas relacionados con la voluntad

surge otro: la concepción pasiva del ser humano pos-

tulada por Skinner. Según este científico, el individuo

sólo responde a los estímulos ambientales y, por ende,

es posible y deseable manipularlo. Subyace la idea de

que la mujer y el hombre son entes pasivos, moldea-

bles. Esto posee graves implicaciones en lo que

respecta a la voluntad, la libertad y la dignidad

humanas. Esta característica es determinista.13

Dicoísmo conductismo-constructivismo

A continuación, en el cuadro siguiente se detallan

algunas particularidades de ambos paradigmas:

El enseñaje de las matemáticas: un modelo conductista...

54

13 Moacir Gadotti, Historia de las ideas pedagógicas, Siglo XXI, México,

1998, pp. 13-19.

14 Jesús Palacios, La cuestión escolar. Críticas y alternativas, núm. 46, col.

Papel 451, Laia, Barcelona, 1984, pp. 70-74 y 79-80. De acuerdo con Piaget:

“la inteligencia es una asimilación de lo dado a estructuras de transforma-

ciones, de estructuras de acciones elementales a estructuras operatorias

superiores, y estas estructuras consisten en organizar lo real en acto o en

pensamiento, y no simplemente en copiarlo”. (Jean Piaget, Psicología y

P e d a g o g í a, Ariel, Barcelona, 1973, p. 39). Pueden consultarse también: Jean

Piaget, Seis estudios de Psicología, Seix-Barral, Barcelona, 1976; Piaget

CONSTRUCTIVISMO

Postula y propicia una interacción sujeto-objeto: suje-

to constructor y objeto (de conocimiento) construible.

Hay una noción de que el sujeto es activo.14

No exige la observación de los hechos, por lo que

posee un mayor grado de complejidad y abstrac-

ción.16

El aprendizaje del conocimiento es resultado de la

construcción del mismo. Esto posibilitaría una mayor

complejidad de los conocimientos. Por lo tanto, se

subraya un interés en los procesos mentales, que son

los que permiten alcanzar tal complejidad.

CONDUCTISMO

Postula y propicia una pasividad del individuo. Éste

debe estar bajo la manipulación de otro individuo. Se

justifica la manipulación en aras de un ideal educativo

según este paradigma.15

Exige la observación cuantificable de los hechos. El

conductismo posee un obstáculo epistemológico: se

requiere, a fortiori, de una imagen del objeto de

conocimiento.17

El aprendizaje del conocimiento es resultado de una

transformación conductual. No hay interés en los pro-

cesos mentales implicados porque no son obser-

vables, ni manipulables ni cuantificables.

Foundation: http://www.piaget.org; y http://www. psy. p d x . e d u / P s i C a f e / K e y

Theorists/ Piaget.htm

15 Moacir Gadotti, op. cit., pp. 13-19.

16 Roberto A. Follari, Psicoanálisis y sociedad. Crítica del dispositivo

pedagógico, Instituto de Estudios y Acción Social ( IDEAS), Buenos Aires,

1997, p. 36. (Antología del Seminario “Impacto de las teorías psicológi-

cas aplicadas a la educación”, tomo II, Maestría en Educación,

Universidad Pedagógica Veracruzana, Seminario impartido por la profe-

sora Ma. de Lourdes Lule González).

17 Roberto A. Follari, op. cit., p.36.

Page 56: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En el nivel de licenciatura de la UV, y por lo que respec-

ta al enseñaje y evaluación conductistas de las

Matemáticas, se añade que:

1. Existe, entre algunos docentes, una tendencia a

verificar la existencia, o ausencia, de productos

conductuales de enseñaje. Por lo tanto, no hay

mayor atención a los procesos de raciocinio, de

libertad, de abstracción, complejidad, voluntad,

valoración, ni de creatividad matemáticos.

Paradójicamente, estos son antecedentes indis-

pensables para tales resultados, pero el con-

ductismo se desentiende de los mismos.

2. Algunos docentes enfatizan la mecanización de

ejercicios matemáticos, no la solución de pro-

blemas matemáticos.

3. Esos docentes universitarios seguirán poseyen-

do, implícita o explícitamente, mayores cargas

de protagonismo y de responsabilidad escolares.

Paralelamente, se atribuye una pasividad a los

estudiantes en relación con su aprendizaje.

4. Todo lo comportamental es objeto de evalu-

ación. Lo que no sea comportamental queda a

priori descartado.

5. Por ende, el objeto de enseñaje a evaluar no

puede ser conceptuado con mayor abstracción,

ni con mayor creatividad, libertad ni compleji-

dad. Por lo que respecta al estudiante universi-

tario, tampoco podrán evaluarse en él aspectos

como la voluntad, las actitudes y las aptitudes

necesarias para aprender. Esto es totalmente

incompatible con las Matemáticas.

Conclusiones

En relación con el nivel de licenciatura en la U V, en gene-

ral, se tiene que la superación del binomio constructivis-

mo-conductismo en sus procesos educativos y evalua-

tivos es uno de los asuntos pendientes para esta I E S.

En relación con el enseñaje y la evaluación

matemáticos, el constructivismo concibe al alumno

como un ser activo en sus procesos de construcción

de los conocimientos matemáticos. Esto significaría

mayores grados de libertad, de creatividad, de volun-

tad, valoración y abstracción en el raciocinio exigido.

Estos son necesarios para acceder, gradualmente, a

mayores complejidades matemáticas.

Un enseñaje-evaluación conductista se centrará en

que el alumno resuelva mecánicamente los ejercicios

propuestos. Para el conductismo, una mejor mecanización

por parte del estudiante será sinónimo de un “buen”

enseñaje. Igualmente, a un enseñaje conductista sólo le

importa que el alumno dé las respuestas adecuadas.

Para cualquier I E S que pretenda participar ventajosa-

mente de las oportunidades derivadas de la “sociedad de

la información”, de la globalización, la revolución biotec-

nológica, las nuevas tecnologías de la información y la

comunicación, los “nuevos materiales” y la economía

neoinformacional, entre otras transformaciones de hoy, es

incompatible que en su propuesta educativa de licenciatu-

ra persista una mecanización de sus procesos de enseña-

je matemático en particular. Igualmente, es incongruente

que, en general, existan enseñajes fundamentados con-

ductistamente. Al respecto, la comunidad académica de la

U V tiene la última palabra.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 54-59

55

Page 57: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Este ensayo analiza las condiciones del desarrollo

económico y social del estado de Veracruz, así como la

creciente necesidad de anticipar y conocer con mayor

certidumbre las oportunidades y los retos que enfrenta

la sociedad veracruzana. Plantea que los logros depen-

derán en buena medida de la capacidad de los vera-

cruzanos para diseñar y poner en operación nuevas

formas de participación, colaboración y organización

social, así como del desarrollo y consolidación de un

verdadero sistema estatal de educación superior, for-

mador de seres humanos y generador de conocimien-

tos útiles y socialmente relevantes. Finalmente, se

expone la idea de que es urgente concebir y poner en

marcha estrategias regionalmente diferenciadas para

impulsar la formación educativa de nivel superior, la

investigación y la difusión del conocimiento y la cultura,

tomando en cuenta la diversidad contextual de las dis-

tintas entidades federativas del país. En particular, se

propone que la entidad veracruzana, a partir de una

reflexión seria y constructiva, emprenda acciones sis-

temáticas para desarrollar y consolidar su propio sis-

tema de generación, transmisión y aplicación de

c o n o c i m i e n t o s .

La gran contradicción:

grandes recursos y escaso desarrollo

Estoy de acuerdo con quienes afirman que el estado de

Veracruz es un territorio que presenta una gran diversi-

dad natural y una enorme potencialidad económica

derivada de su medio físico, de sus recursos naturales y

de su posición geográfica en la costa este del país. Ésta

ha sido la percepción común que ha prevalecido durante

diversas épocas.

Con lo que no puedo estar de acuerdo es que esos fac-

tores, por sí solos, sean suficientes para garantizar un pro-

ceso armónico y acelerado de desarrollo regional. Es obvio

que la presencia de recursos naturales y una posición

estratégica respecto a los grandes mercados nacionales e

internacionales son ingredientes necesarios. Pero también

es claro que no todo territorio verde, mar azul o punto

geográfico representan desarrollo por sí mismos.

La imagen de un territorio rico y abundante es efec-

tivamente una cara real de Veracruz; pero esta imagen

ha provocado el espejismo de un fácil desarrollo,

opuesto a la verdadera realidad económica estatal. Hoy,

tanto o más que ayer, la economía veracruzana presen-

ta vulnerabilidades y contradicciones acumuladas

durante años. Mencionaremos algunas de ellas para

ilustrar esta afirmación.

56

Retos y oportunidades para el desarrollo del estadode Veracruz. El papel de laeducación superior

Octavio Ochoa Contreras*

* Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana..

Page 58: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Primero. A pesar de toda su riqueza y potenciali-

dad económica, la economía veracruzana ha perdido

peso dentro de la producción nacional. Baste men-

cionar que en 1940 Veracruz aportaba alrededor del

10% del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación; los

últimos datos aportados por el Instituto Nacional de

Geografía, Estadística e Informática (INEGI),1 revelan

hoy una participación no superior al 4.7 %. Con toda

su aura de riqueza y abundancia, Veracruz ha experi-

mentado, en seis décadas, una progresiva y significa-

tiva reducción de 5.3 puntos porcentuales en su con-

tribución al producto nacional.

Segundo. Veracruz se ubica hoy como la quinta

economía en el ámbito nacional, tanto por su

aportación a la producción, como en la generación de

empleos. El ritmo de crecimiento de la economía vera-

cruzana ha sido positivo en las últimas décadas; no

obstante, puede constatarse que la dinámica de la

economía veracruzana crece a tasas inferiores a las

registradas por la producción nacional: en 1996 el

ritmo de su crecimiento alcanzó solamente un 2.1 %

anual, mientras que el producto interno bruto (PIB)

nacional creció en 5.2 %.

Tercero. Se observa también que la dinámica pro-

ductiva de Veracruz es inferior al de otras entidades

del país que cuentan, incluso, con menores recursos

naturales. Llama la atención que, con excepción de

Chiapas, Guerrero, Sinaloa y Zacatecas, el resto de

las entidades federativas del país hayan alcanzado en

1996, tasas de crecimiento económico superiores a las

del rico estado veracruzano.

C u a r t o. Desde hace varias décadas se ha venido

acentuando un desbalance en la estructura de las activi-

dades económicas de Veracruz. Por una parte, se regis-

tra una fuerte y continua disminución de la participación

relativa de las actividades agropecuarias, forestales y

pesqueras en la generación del producto interno bruto

del estado. En 1970 éstas generaban el 20 % de la pro-

ducción estatal; hoy aportan sólo el 9.6 %.

Las actividades secundarias (industria en general),

aunque en menor medida, también han experimenta-

do un retroceso: en 1980 aportaban el 38.5 % de la

producción estatal y hoy su participación ha disminui-

do al 30.5 %. Por otra parte, las actividades terciarias

(comercio y servicios en general) han desarrollado una

fuerte participación, generando cerca del 60 % de la

producción estatal.

En el fondo, esta fuerte y continua tendencia hacia

la terciarización de la economía revela la incapacidad

de la organización productiva del territorio veracruzano

para materializar, en los hechos, su natural vocación

agropecuaria y su alta potencialidad agroindustrial.

Q u i n t o. Paradójicamente, y a pesar de que las

actividades agropecuarias de Veracruz tienen ahora un

peso inferior en la estructura económica interna, la enti-

dad veracruzana continúa manteniendo una importan-

cia estratégica a nivel nacional, ya que genera el 7.4 %

de la producción agropecuaria y forestal de la nación.

Después de Jalisco, Veracruz es el mayor produc-

tor alimentario del país; es el primer productor nacional

de cultivos industriales (caña de azúcar y café), arroz

y frutales; el segundo productor de ganado bovino; el

tercer productor pesquero del país, así como de aves

y maderas preciosas; cuarto productor de soya y pro-

ductos no maderables; y un productor importante de

flores, maderas comunes tropicales, maíz, pino, enci-

no, frijol y otros cereales.

Como se aprecia, en el territorio veracruzano se

genera un significativo volumen de productos

agropecuarios, lo cual le permite tener una destacada

presencia en los mercados nacionales de consumo.

Sin embargo, no se aprovechan todas las poten-

cialidades agroindustriales para generar una actividad

productiva que agregue valor económico a los distintos

bienes y productos del campo, así como para generar

mayores fuentes de empleo.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

57

1 Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, 1996.

Page 59: Estado Economía y Hacienda Pública 6

A lo anterior se suma el hecho de que el ritmo de

crecimiento anual de la producción agropecuaria de

Veracruz registra ya tasas inferiores al del producto

interno bruto agropecuario de la nación.

Sexto. Veracruz es un estado que posee el 35 %

de los recursos hidráulicos del país; pero al mismo

tiempo sólo el cinco por ciento del millón y medio de

hectáreas sembradas anualmente, cuentan con sis-

temas de riego; el desaprovechamiento de la abun-

dancia de agua y la falta de control de avenidas y tem-

porales son tan problemáticos como su escasez. Por

otro lado, las aguas interiores, formadas en lagunas,

esteros y presas, suman más de 116 mil hectáreas; y

sin embargo, la acuacultura es apenas incipiente.

Séptimo. Después de Chiapas, Veracruz es el

mayor contribuyente a la producción nacional de elec-

tricidad, gas y agua (7.8 % del producto nacional en

1996). Paradójicamente, un buen número de comu-

nidades y de unidades de producción, particularmente

de carácter rural, no cuentan todavía con estos servi-

cios. Además, este sector de actividad económica ha

visto disminuir gradualmente su participación en el

producto interno bruto del estado: en las décadas de

los setenta y de los ochenta generaba más del 6 % de

la producción estatal; hoy su participación se ha

reducido a la mitad de esa cifra.

Octavo. La economía veracruzana presenta pocas

cadenas productivas claramente establecidas en

actividades tales como la agroindustria, la industria

básica del hierro y el acero y la madera.

Noveno. A pesar de su diversidad económica y

natural, en Veracruz sólo seis municipios concentran

más de la mitad de la economía del estado. Y existe

una elevada localización de la industria manufacturera

en Orizaba-Córdoba, Coatzacoalcos-Minatitlán y en el

Puerto de Veracruz.

El hecho de catalogar a Veracruz, tradicional y

empíricamente, como una de las regiones más ricas

del país es, a nuestro juicio, un error de apreciación

que ha gravitado fuertemente en la atención que el

Gobierno Federal y la política nacional han otorgado al

desarrollo de la economía y de la sociedad vera-

cruzana.

Desde el desarrollo sustitutivo de importaciones ini-

ciado en México a partir de los años cuarenta, la políti-

ca nacional asignó al territorio veracruzano un papel

estratégico como región abastecedora de alimentos

para el consumo nacional, así como de energéticos,

materias primas e insumos importantes requeridos por

el desarrollo industrial del país. Esto es evidente cuan-

do se constata que en las décadas transcurridas entre

1940 y 1970, la inversión pública federal en Ve r a c r u z

jugó, en ese proceso, un papel fundamental. Los mon-

tos de inversión federal acumulados en este periodo

demuestran que cerca del 63 % del total ejercido en el

estado fue destinado al sector petrolero; el 17 % se

dedicó a la construcción de la infraestructura de trans-

porte necesaria para la extracción de los productos

veracruzanos; y el 9 % a la generación de energía eléc-

trica. En cambio, los montos de inversión dirigidos al

fomento de la actividad agropecuaria veracruzana ape-

nas si alcanzaron un 2.2 %. Así, en este periodo, desde

una perspectiva nacional, el Estado mexicano atendió

de manera prioritaria la construcción en territorio vera-

cruzano de la infraestructura requerida para la extrac-

ción, refinación y distribución nacional del recurso

petrolero de Veracruz, canalizando al estado más del

28 % del total nacional de la inversión pública federal

dirigida al sector petrolero.

En cambio, otras entidades del país fueron las que

recibieron grandes volúmenes de inversión destinados

a la promoción de un desarrollo industrial manufacturero

y de un proceso de modernización agrícola. La inver-

sión pública federal en apoyo al desarrollo industrial

manufacturero, por ejemplo, fue canalizada hacia el

Distrito Federal, al Estado de México y a Nuevo León.

Entidades como Sinaloa, Coahuila, Chihuahua y

Tamaulipas capturaron, por su parte, la mayor propor-

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

58

Page 60: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ción de los fondos de inversión destinados al fomento

agropecuario; mientras tanto, Veracruz sólo recibió

menos del 2 % del total nacional, confiándose así la pro-

ducción agropecuaria, forestal y pesquera de la entidad

a las potencialidades naturales del suelo veracruzano.

Entre 1970 y finales de los años ochenta se repitió,

con ligeras variaciones, el mismo tratamiento; cerca del

75 % de la inversión pública federal en Veracruz fue

predominantemente orientada ahora hacia la industria

petrolera y petroquímica (45 %), al sector eléctrico (17 %)

y al sector de transportes y comunicaciones (12 %). El

desarrollo agropecuario, agroindustrial e industrial con-

tinuó desatendido, confiándose, otra vez, en las capaci-

dades “naturales” y en la gran riqueza de territorio vera-

cruzano: dicho sector sólo recibió el 4 % del total de la

inversión federal en ese periodo. En la década de los

noventas, de nueva cuenta, otras entidades federativas,

con menos potencialidad que Veracruz, han recibido el

grueso de la atención federal en lo que se refiere a la

promoción de un desarrollo económico regional

autosostenido y modernizador.

Este tratamiento de largo plazo ha contribuido a

propiciar al interior de Veracruz una problemática

estructural de orden productivo y distributivo que ha

desfavorecido claramente las actividades y sectores

económicos veracruzanos de vocación natural, tales

como la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la

pesca y la transformación de productos agroindustri-

ales. A pesar de su alta potencialidad económica y de

la gran variedad de recursos naturales susceptibles de

aprovechamiento y transformación, Veracruz no ha

logrado un verdadero desarrollo agropecuario e indus-

trial. La situación ha llegado a tal extremo que miles de

jóvenes y trabajadores veracruzanos, especialmente

de origen rural, están buscando hoy, en la frontera

norte del país, las alternativas de vida que su entidad

natal ya no puede garantizarles. Veracruz no ha

recibido la atención que merece su alta potencialidad

económica. ¿No es tiempo ya de un cambio?

La necesidad de una nueva política estatal de

desarrollo

Desde mediados de la década pasada dentro del

marco de la apertura comercial del país, el potencial

económico-productivo y la ubicación del territorio vera-

cruzano en el Golfo de México, comenzaron de nueva

cuenta a ser contemplados y revalorados en función

de su posible papel de enlace estratégico entre el

norte, el centro y el sureste del país, y con los merca-

dos de Norte y Centro América, el Caribe y Europa; y

a través del Istmo, con la cuenca del Pacífico. Con

esta idea se insistía, otra vez, que en el futuro inme-

diato de Veracruz se abrían grandes posibilidades de

desarrollo, ligadas a un mayor acceso a los mercados

internacionales y a los flujos financieros y de inversión.

Con la aprobación del Tratado de Libre Comercio

de América del Norte (TLCAN) se generó un cierto

impulso para establecer una relación de cooperación a

largo plazo entre los estados mexicanos y norteameri-

canos del Golfo de México. En 1995 se firmó el

Acuerdo de Gobernadores del Golfo, con el propósito

de incrementar el comercio y mejorar el nivel de vida

de la población de esta región geográfica. Lo nove-

doso de esa situación fue que el estado de Veracruz,

como uno de los participantes del Acuerdo, se encon-

traba ante un posible proceso de integración económi-

ca regional de carácter binacional.

Más recientemente, a partir de 1999, se retoma el

argumento de la riqueza económica del estado y se

argumenta, de nueva cuenta, sobre su conveniente

ubicación para competir en un mundo globalizado,

sobre su potencialidad para generar riqueza y para

atraer inversiones extranjeras. La firma del Tratado de

Libre Comercio con la Unión Europea, así como el

reciente anuncio del Plan Puebla Panamá, han abier-

to nuevas expectativas y retos. No obstante, y a pesar

de todo, hasta hoy, nada relevante ha sucedido.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

59

Page 61: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Para materializar las posibles oportunidades de

Veracruz en un contexto global, será necesario pug-

n a r, ante el Gobierno Federal para que se modifique

el tradicional tratamiento que se ha dado al territorio

veracruzano dentro de la política nacional de desa-

rrollo. No sólo debe considerársele como un provee-

dor de materias primas, alimentos y energéticos, sino

como una región capaz de: a ) sostener un proceso

endógeno de desarrollo económico y social; b ) d e

expandir y modernizar sus actividades agropecua-

rias, pesqueras y forestales; c) de impulsar la

operación y ampliación de grandes eslabonamientos

productivos que procesen materias primas y que

agreguen valor a los productos del campo; d ) d e

impulsar una industria manufacturera de base

agropecuaria y agroindustrial y e) de integrar una

industria alimentaria que aproveche los avances de

la ciencia y las nuevas tecnologías. En suma, una

entidad capaz de sostener un proceso de innovación

constante en sus fórmulas de desarrollo.

Este esfuerzo exige a los veracruzanos, pero en

especial a su gobierno, la definición de una clara

estrategia de desarrollo estatal, compatible con las

capacidades productivas de Veracruz y con las

necesidades de un desarrollo nacional abierto al

mundo. Requiere, asimismo, del ejercicio de una

gran capacidad de gestión, por parte del gobierno

estatal, para que el territorio veracruzano sea con-

templado desde la perspectiva federal, como una

región que puede desempeñar un nuevo rol en el

desarrollo nacional. La riqueza de su biodiversidad,

junto con la factible y necesaria ampliación de su

infraestructura material y humana, deben ser consi-

deradas como los ejes de rotación de los esfuerzos

para generar nuevas inversiones; éstas deberán

impulsar procesos productivos que preservando los

ecosistemas, generen empleos e ingresos en aque-

llas áreas en las cuales Veracruz ofrece claras ven-

tajas competitivas.

Por ejemplo, sobre la base que proporciona el ac-

tual nivel de la infraestructura marítima, terrestre y

aérea del territorio veracruzano, es necesario contem-

plar la ampliación y el impulso de una nueva plataforma

de comunicaciones que incorpore tecnología moderna;

éste sería un factor de gran impacto no sólo para el

desarrollo de Veracruz, sino para la región del Golfo de

México y del país, al favorecer su más clara inserción a

los mercados nacionales y a la economía mundial.

Por otra parte, parece necesario sopesar la conve-

niencia, viabilidad y factibilidad de proyectos y obras

de gran envergadura de carácter interestatal. Pueden

mencionarse, entre otros:

1) El viejo proyecto de la supercarretera costera

del golfo, que una a la frontera norte con la fron-

tera sur del país, con paradores y servicios que

promuevan el flujo de mercancías y personas, y

que fomenten el turismo de alto nivel a lo largo

de las rutas totonaca, olmeca y maya; que

entronque al Norte con el sistema carretero del

centro y de la costa Este de los Estados Unidos

de Norteamérica y, mediante ejes transversales,

con el interior de México.

2) El desarrollo alternativo de un sistema de trans-

porte ferroviario de pasajeros y de carga.

3) El impulso a los trabajos ya iniciados, alrededor

del canal interoceánico del Istmo de

Tehuantepec, partiendo de Minatitlán, Veracruz,

hasta Salina Cruz, Oaxaca.

4) El reforzamiento y modernización de la

infraestructura y administración de los puertos

de altura del Golfo de México, incluyendo los

tres veracruzanos de Tuxpan, Veracruz y

Coatzacoalcos.

5) El desarrollo de al menos un puerto aéreo inter-

nacional de gran envergadura en la costa del

golfo, de preferencia aparejado a la zona por-

tuaria de Veracruz.

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

60

Page 62: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Se intuye así la existencia de múltiples posibilidades

que configuran áreas y oportunidades para la inversión

pública federal, estatal y privada; éstas deben ser

identificadas, ponderadas y tomadas en cuenta para

favorecer y acelerar los procesos de inversión produc-

tiva en el territorio veracruzano y en la extensa zona

costera del golfo.

El reto para todos los sectores público –federal,

público estatal, privado y social– es enfrentar las ame-

nazas y aprovechar las oportunidades que se presen-

tan en la actual situación política y económica de la

nación, así como en el entorno internacional; es estar

dispuestos a realizar alianzas políticas estratégicas

que permitan emprender esfuerzos innovadores de

desarrollo económico y social; es promover y asumir

nuevas formas de administración y gestión públicas a

nivel estatal; es legislar para disponer de marcos nor-

mativos actualizados que habiliten a productores y

empresarios para ejercer nuevas formas de aso-

ciación, integración o complementación económicas

que, a su vez, los respalden para producir con mayo-

res ventajas competitivas, trascendiendo los límites de

lo local, regional, estatal y nacional.

Cada vez más grupos de productores y traba-

jadores agropecuarios, industriales y de servicios se

encuentran involucrados o afectados por los alcances

de la dinámica y de la competencia internacional,

propiciada por el modelo de economía abierta que

sigue hoy la nación mexicana. Consecuentemente,

para todos ellos, se vuelve imperativa la redefinición

de la política económica y social de Veracruz, así

como de nuevas estrategias para implantar las condi-

ciones que permitan un desarrollo autóctono en los

ámbitos productivo y empresarial; igualmente, es

imprescindible el replanteamiento de las formas de

participación de los trabajadores y de los diversos gru-

pos sociales del estado, quienes reclaman justa y

cada vez más vigorosamente su inclusión en los bene-

ficios del desarrollo económico y social de la entidad.

Los retos y las oportunidades

Frente a un ambiente nacional y global cada vez más

complejo y cambiante existe la creciente necesidad de

anticipar y conocer con mayor certidumbre las oportu-

nidades y los retos que enfrenta la sociedad vera-

cruzana. Es imprescindible un conocimiento cada vez

más oportuno y preciso, por ejemplo, de la evolución y

de las principales tendencias sociales y políticas de la

entidad; de la problemática integral de los diversos

sectores económicos de Veracruz; de las fortalezas y

debilidades estatales en todos los órdenes de su vida

social y de su medio ambiente natural; de las posibili-

dades reales de sus sectores sociales, públicos y pri-

vados, frente a la dinámica nacional e internacional; de

su vulnerabilidad o de su capacidad para vincularse y

establecer alianzas estratégicas con socios comer-

ciales, con agencias de desarrollo y con organismos

nacionales e internacionales.

Los avances a lograr dependerán en buena medi-

da de la observación y del estudio sistemático de lo

que en materia social, política, económica, científica,

tecnológica y cultural suceda en los entornos local,

regional, nacional e internacional; así como de la

capacidad de los veracruzanos para diseñar, gestionar

y poner en operación –con información y conocimien-

tos adecuados– políticas y estrategias efectivas de

desarrollo.

Pero los tiempos actuales exigen también la pues-

ta en práctica de nuevas formas de participación

social, de colaboración y de organización del trabajo.

Se requiere, asimismo, un cambio de actitudes por

parte de los diferentes actores y agentes del desarro-

llo social, político y económico de estado; es decir, del

gobierno en sus tres niveles: federal, estatal y munici-

pal, de los empresarios, productores, trabajadores,

académicos y profesionales, entre otros.

A continuación haré mención a tres aspectos que

me parecen fundamentales para el logro de mayores

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

61

Page 63: Estado Economía y Hacienda Pública 6

niveles de desarrollo en el estado de Veracruz y en los

que creo necesario un cambio de actitudes, métodos

de trabajo y formas de organización social.

A. La colaboración interactiva.

Ante la globalización y apertura económica, en

Veracruz debemos aprender a desarrollar un sistema

interactivo de colaboración y planeación para el desa-

rrollo social y el crecimiento económico y productivo.

Por ejemplo, los productores mejorarían su posición

competitiva en la medida en que lograsen asociarse

para completar la cadena productiva de sus ramas de

actividad. Entre otros múltiples aspectos, lo anterior

requiere de la incorporación de innovaciones tec-

nológicas; lo que a su vez reclama un apoyo significa-

tivo para el impulso de la investigación básica y apli-

cada por parte de los centros e institutos de investi-

gación; estos últimos deberán desplegar una capaci-

dad y disposición para atender las diversas demandas

de los sectores productivos o de los grupos sociales

involucrados, tanto en lo que refiere al mejoramiento

de su organización como de su productividad y com-

petitividad. Todo lo anterior exige la integración de

esfuerzos entre productores, empresarios e institu-

ciones de gobierno, de educación superior y de inves-

tigación y desarrollo.

Tomemos, por ejemplo, el caso de la citricultura,

actividad importante para Veracruz en el ámbito

nacional y que puede serlo también en el marco de la

amplia región del Golfo de México e incluso del Caribe.

Esta es una actividad que requiere ser eslabonada,

desde la producción de plantas y frutos, transporte,

almacenamiento, refrigeración, empaque y comerciali-

zación, hasta la industrialización de frutos frescos o

secos, hoja y flor.

En todos los eslabones de esta cadena producti-

va existen problemas de orden económico, ambiental,

tecnológico y social, desde la organización de pro-

ductores hasta los de producción industrial y

exportación. Siendo ésta una de las actividades

económicas relevantes de Veracruz, resulta deseable

que el gobierno estatal, el federal, los productores

agrícolas, la iniciativa privada y los centros de investi-

gación y desarrollo tecnológico, especialmente los de

la Universidad Veracruzana, vinculen sus esfuerzos

para la atención sistemática de las diferentes facetas

de dicha problemática. Los proyectos y actividades

prioritarias surgirían del contacto continuo entre los

miembros de cada uno de estos grupos, partiendo de

la definición de requerimientos específicos y de

apoyos mutuos.

Con base en una actividad de planeación

estratégica y prospectiva, el contacto entre profesio-

nales, académicos y representares de los sectores

públicos, sociales y privados alimentaría las dinámi-

cas de trabajo relacionadas con: a) la generación y

aplicación de los conocimientos y de las tecnologías

requeridas para la integración de la cadena producti-

va en cuestión; b ) el diseño y aplicación de estrate-

gias para el desarrollo de las actividades económicas

a eslabonar y c ) el abordaje y la solución de la pro-

blemática de los sectores sociales involucrados. Para

alcanzar altos estándares de producción y de produc-

tividad que mejoren la economía, el empleo, el nivel

de vida de los trabajadores y la competencia interna-

cional de tal actividad, será necesario contar con la

voluntad política, la capacidad organizativa y el apoyo

de los gobiernos estatal y federal. En suma, se

requiere el despliegue de una capacidad de gestión

de alto nivel.

B. Sistemas modernos e información para el desarrollo.

Un segundo aspecto que requiere de nuevas formas

de organización y de cambio de actitudes es el rela-

cionado con la generación y manejo de la informa-

c i ó n .

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

62

Page 64: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En principio es necesario reconocer que la infor-

mación y el conocimiento no debe ser dominio exclu-

sivo de nadie, sino que deben estar contenidos en

cada uno de los agentes activos del desarrollo

económico y social: productores, centros de investi-

gación, agencias o dependencias de gobierno, entre

otros . Es indispensable propiciar una relación interde-

pendiente entre todos ellos.

Pero también es imprescindible diseñar y poner

en operación sistemas de información, actualizados

mensual, semestral y anualmente, acerca del com-

portamiento tanto de las variables fundamentales

para el desarrollo de Veracruz, así como de los

entornos locales, regionales, nacionales e interna-

c i o n a l e s .

Desafortunadamente en Veracruz no existe una

labor de sistematización y puesta a disposición de

información actualizada, expedita, veraz y oportuna

sobre las variables y procesos económicos y

sociales del estado. Cada dependencia o entidad

gubernamental genera sus propios datos e indi-

cadores, los cuales, en el mejor de los casos, sólo

están disponibles para las oficinas o asesores

gubernamentales, y difícilmente para los analistas

del sector privado o del sector académico, de los

productores, empresarios o de las asociaciones de

profesionistas.

La actual tecnología informática y de comunica-

ciones ofrece la posibilidad de generar información y

mantener bancos especializados de tipo documental y

estadístico, accesibles para un gran número de usua-

rios, incluso en todo el mundo. El desarrollo y consoli-

dación de un moderno sistema estatal de información

debe ser, a nuestro juicio, no sólo un instrumento que

permita a los sectores público, privado y social la toma

oportuna de decisiones de inversión o de política

económica y social; puede constituirse también en la

base real de una permanente actividad generadora de

nuevos conocimientos.

C. El desarrollo de un sistema estatal de educación

superior, ciencia y tecnología

Dentro del mundo actual, cada vez más complejo y

global, existe hoy un consenso generalizado de que el

conocimiento y la educación son, y seguirán siendo

cada vez más, los medios fundamentales para el

desarrollo de la sociedad humana. Se reconoce tam-

bién que los sistemas y las instituciones de educación

superior requieren revisar sus misiones y objetivos,

reinterpretar sus funciones, reorganizarse e innovar

sus métodos de trabajo, frente a los nuevos requeri-

mientos de un mundo y una ciencia sujetos a profundas

y rápidas transformaciones. Hoy en día, como lo

advierte Carlos Tünnerman, “no sólo compiten los

aparatos económicos, sino también los sistemas

educativos y las políticas de desarrollo científico y tec-

nológico. En realidad, es la sociedad entera, el país

mismo, quien compite y no sólo el sector empresarial”.2

Con esta visión, durante los últimos años se ha

venido manifestando un notable enriquecimiento de la

concepción del papel que juega la educación, y particu-

larmente la educación superior, la ciencia y la tec-

nología en el desarrollo humano. Nuevos planteamien-

tos se están agregando a la idea tradicional que mane-

jaba la importancia de la educación como factor posi-

tivo de socialización, de movilidad, de integración

nacional, y de capacitación para el desempeño laboral

de los distintos grupos sociales. Trascendiendo a la

concepción clásica, emerge con fuerza un proceso de

revalorización o redimensionamiento de los vínculos

que existen entre la educación, el acervo de ideas y

conocimientos, con procesos tales como el desarrollo

económico y social, la dinámica de las estructuras

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

63

2 Carlos Tünnerman, Conferencia Introductoria a la Conferencia regional

sobre políticas y estrategias para la transformación de la educación supe-

rior en América Latina y el Caribe, La Habana, CRESALC, UNESCO,

1996.

Page 65: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ocupacionales, el desarrollo sustentable, el avance de

la democracia, la equidad, la ética y la justicia social y

el logro del bienestar humano.

Se manifiesta así un cambio sustancial del valor

atribuido a la educación en el proceso de desarrollo de

la humanidad.

Al mismo tiempo, el aumento de la importancia en

la educación para el futuro desarrollo humano está

aportando, también, nuevos instrumentos teóricos y

conceptuales para estudios más refinados acerca de

sus implicaciones ocupacionales, económicas, políti-

cas, sociales y culturales.

En las naciones más avanzadas, por ejemplo, se

confiere hoy en día una gran importancia al papel que

juegan la generación del conocimiento y el desarrollo

tecnológico en la dinámica del crecimiento económico.

La transferencia de conocimientos y de tecnologías,

por parte de las instituciones académicas hacia los

sectores productivos, es uno de los ejes en los cuales

gira la discusión sobre el futuro de la educación supe-

rior en esos países.

La búsqueda de alternativas de cambio, la cons-

trucción de nuevos escenarios y estrategias, así como

el diseño y aplicación de nuevas políticas para el desa-

rrollo de la ciencia, de la tecnología y de las institucio-

nes de educación superior, forman parte de los intere-

ses y de las prioridades en las naciones altamente

industrializadas. Al análisis y la discusión al respecto,

se suman los temas relacionados con la formación de

recursos humanos y la competitividad económica, los

cambios en los mercados de trabajo derivados de la

reorganización de los procesos productivos a nivel

mundial, y el papel de las instituciones académicas en

su contribución al desarrollo de nuevos conocimientos

de valor económico, entre otros aspectos.

En los países latinoamericanos, incluyendo

México, este tipo de preocupaciones no está ausente

en el diseño de los planes y programas nacionales de

desarrollo ni de la política educativa, científica y tec-

nológica. Sin embargo, en estas naciones, los retos

que enfrentan las instituciones académicas son

todavía mayores. La amplia herencia cultural de nues-

tros países y su condición histórica de dependencia

económica requieren de enfoques educativos y políti-

cas científicas y tecnológicas que promuevan el desa-

rrollo endógeno, la preservación de los valores y la

conservación de la tradición humanista, como parte de

la formación integral del ser humano.

Por lo anterior, los escenarios futuros de la edu-

cación superior, de la ciencia y de la tecnología en

América Latina requieren bosquejarse tomando en cuen-

ta el doble significado de la función social de sus institu-

ciones: a ) su papel dentro de los nuevos procesos de

integración económica internacional y b ) el rol de la edu-

cación superior dentro de la construcción de una socie-

dad no sólo más próspera sino más justa y humanista.

La reflexión al respecto exige, por lo tanto, contemplar un

proceso de reconstrucción de las instituciones académi-

cas –especialmente el de las de carácter público– como

entidades sociales relevantes, por la relación que deben

guardar no sólo con la industria, el trabajo y la economía,

sino también con la cultura nacional.

Veracruz, por su parte, al igual que la nación mexi-

cana, requiere revisar y replantear sus esfuerzos para

desarrollar sus instituciones productoras y transmiso-

ras de conocimientos. Las nuevas condiciones del

mundo contemporáneo, así como aquellas ventajas

que se atribuyen al territorio veracruzano para partici-

par en una economía global, se constituyen como un

acicate para la renovación, transformación e inno-

vación de sus sistemas, modelos y políticas educati-

vas en todos los niveles del quehacer pedagógico y

formativo, así como de las estructuras institucionales

que lo sustentan; asimismo, obligan a repensar el sig-

nificado y los alcances que deben tener en Veracruz

los procesos educativos actuales.

En especial, nuestra entidad debe enfrentar el

problema de consolidar un verdadero sistema estatal

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

64

Page 66: Estado Economía y Hacienda Pública 6

de educación superior, formador de seres humanos y

generador de conocimientos útiles y socialmente rele-

vantes. Es necesario también reforzar o impulsar el

desarrollo de nuevas instituciones culturalmente

vitales que respondan, de manera continua, a las cam-

biantes necesidades sociales y económicas del

entorno regional, nacional e internacional.

Hacia un sistema estatal de educación superior,

ciencia y tecnología

En México, desde principios de los años noventa se

reflexiona y se discute fuertemente sobre la necesidad

de una profunda reforma en el sistema de educación

superior y, especialmente, de la universidad pública. El

debate se ha vuelto cada día más polémico, hasta

hacer crisis con el reciente conflicto de la Universidad

Nacional Autónoma de México (UNAM). Por el momen-

to, los tiempos políticos que vive el país parecen haber

postergado la necesaria búsqueda de respuestas a los

grandes problemas que afectan a la educación supe-

rior mexicana y, en particular, a sus universidades

públicas; la escasez de recursos financieros, la

urgente necesidad de garantizar la calidad educativa y

la pertinencia social de los programas académicos,

y los grandes desfases entre la oferta y la demanda de

estudios universitarios, son algunos de los problemas

más relevantes.

Por el momento no existen indicios claros que per-

mitan asegurar en qué forma evolucionará la edu-

cación superior en el país. Los reclamos sociales

emergidos del conflicto de la UNAM siguen siendo

vigentes; y no hay respuestas a cuestiones tan rele-

vantes como la necesaria redefinición de las rela-

ciones entre el Estado y las instituciones de educación

superior, o a interrogantes tales como ¿cuál es el

grado deseable de cobertura de este nivel educativo?,

¿se promoverá en cada una de las entidades federati-

vas del país el acceso a la educación superior a todos

los jóvenes que tengan los méritos académicos para

cursar estudios sin importar su situación económica?,

¿qué se planea hacer de la educación superior y del

desarrollo científico y tecnológico en cada entidad fede-

rativa de este país?

Lo que está fuera de toda duda es que, tanto en la

nación como en todo territorio estatal, se requiere

urgentemente de una nueva concepción que reva-

lorice el papel de la educación superior, de la ciencia y

la tecnología en el desarrollo nacional. Al respecto, es

claro que se debe tomar en cuenta la diversidad

regional en que se encuentran inmersas las distintas

entidades federativas del país.

Sin perder de vista nuestra propia naturaleza e

identidad como mexicanos, es urgente reflexionar,

actuar y poner en marcha estrategias regionalmente

diferenciadas para la formación educativa de nivel

superior, la investigación y la difusión del conocimien-

to y la cultura; funciones que han representado tradi-

cionalmente el papel social que les corresponde

desempeñar a las universidades. Hoy más que nunca,

esa responsabilidad social toma un lugar preponde-

rante frente al propósito de contribuir a solucionar los

rezagos sociales y económicos del país, en un con-

texto de cambio global y de un mundo cada vez más

competitivo y sin fronteras.

Los retos son abrumadores. Por una parte figuran

las aceleradas transformaciones sociales, económicas

y políticas que están aconteciendo en el ámbito

nacional y en las diversas regiones del país. En algu-

na medida todas las entidades federativas enfrentan

hoy una situación de inestabilidad, incertidumbre y vul-

nerabilidad social, que hace evidentes las limitaciones

del modelo nacional de desarrollo.

Por otra parte, tanto en la vida nacional como en

los diversos ámbitos locales, urbanos y rurales del

país, se manifiestan hoy, cada vez con mayor fuerza,

las nuevas condiciones económicas, comerciales y de

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

65

Page 67: Estado Economía y Hacienda Pública 6

desarrollo tecnológico derivadas de los procesos de

globalización económica y cultural. Condiciones que

están poniendo a prueba la capacidad de las institu-

ciones, de los sistemas educativos, de los grupos

sociales y de los individuos para adaptarse e impo-

nerse a las condiciones de los nuevos tiempos.

Los efectos de la llamada globalización sobre la

sociedad y la economía nacional han abierto, incluso,

un debate al interior de la universidades, en relación a

que si éstos constituyen una amenaza para nuestra

soberanía nacional y nuestras tradiciones culturales, o

si, por el contrario, son instrumentos o vehículos que

podemos incorporar al desarrollo socioeconómico y

cultural del país. Cabría enfatizar que ni el aislacio-

nismo ni la incorporación irreflexiva a la nueva

geografía mundial son respuestas viables al desarrollo

nacional, regional, estatal o local. Alejándonos de las

posturas extremas, es necesario reconocer que la

globalización representa, al mismo tiempo, riesgos y

oportunidades que deben enfrentarse y aprovecharse.

El sistema nacional de educación superior y los

correspondientes subsistemas estatales tienen un

doble papel que jugar. Por una lado deben ser

capaces de ofrecer respuestas innovadoras a los

grandes problemas nacionales, estatales y locales,

tomando en cuenta que se manifiestan ahora en un

ambiente mucho más complejo ante la apertura inter-

nacional del país. Por el otro, deben tener la capacidad

de incorporar aquellos adelantos científicos y tec-

nológicos para innovar y mejorar la producción de

conocimientos, los procesos de enseñanza-aprendiza-

je y la movilidad de académicos y estudiantes.

Requieren, por lo tanto, diseñar y realizar procesos de

transformación institucional y de mejoramiento conti-

nuo con el fin último de aportar respuestas cualitativa-

mente diferentes a los desafíos que la sociedad mexi-

cana está enfrentando en el nuevo siglo.

En una época marcada por apremiantes necesi-

dades en todos los ámbitos de la geografía nacional,

por acelerados cambios propiciados por el avance

científico y tecnológico mundial, así como por proce-

sos de internacionalización no sólo de orden económi-

co, sino educativos y culturales, es obligatorio que las

instituciones de educación superior revisen sus méto-

dos de trabajo, sus formas de organización académica

y administrativa y las pautas sobre las cuales deben

inscribir su desarrollo institucional.

Sin embargo, es indudable que tales cambios

estarán supeditados a la importancia que el Estado mexi-

cano, el gobierno federal y los gobiernos estatales asig-

nen, de ahora en adelante, al sistema nacional y a los

sistemas estatales de educación superior, ciencia y tec-

nología, así como al consecuente tratamiento que se

otorgue a las instituciones educativas y científicas de ese

nivel. Es clara, pues, la urgencia de un nuevo contrato

social entre el Estado, la sociedad, los distintos niveles

de gobierno y las comunidades académicas y científicas.

En el pasado, la discusión sobre el desarrollo de la

educación superior, de la ciencia y de la tecnología en

México, así como de los procesos de transformación

de sus instituciones, ha sido encabezada, por el go-

bierno federal o por algunos grupos o miembros de la

comunidad académica de las instituciones más repre-

sentativas del país.

Es tiempo ya de que cada entidad federativa

emprenda una reflexión seria y constructiva acerca de

las particularidades que requieren ser observadas en

el desarrollo de sus propios sistemas de generación,

transmisión y aplicación de conocimientos. Sin pre-

tender contravenir los lineamientos ni las políticas de

orden nacional, las comunidades académicas, los dis-

tintos grupos sociales y los gobiernos estatales, deben

tomar parte en la discusión, definición y construcción

de sus sistemas educativos de nivel superior, así como

de las características especiales que pueda y deba

asumir el desarrollo científico y tecnológico estre-

chamente vinculado a las necesidades sociales y

económicas regionales.

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

66

Page 68: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Los términos generales del debate sobre los futu-

ros de la educación, de la ciencia y de la tecnología

en México sirven como referentes para todas las

regiones del país. Actualmente éstos giran en torno a

las cuestiones relacionadas con la calidad de los sis-

temas, de las instituciones y de los procesos educa-

tivos; a las alternativas de cambio organizacional y de

modelos educativos; a la valoración de los escenarios

futuros; a la construcción de nuevos modelos para la

generación y aplicación de conocimientos; y al diseño

de políticas y de estrategias de desarrollo institu-

cional.

Ante la velocidad de los cambios en los diversos

órdenes de la vida, la educación superior tiene que

transformarse en una educación para el futuro, incor-

porando la idea de que la actividad educativa en la for-

mación de profesionales debe preparar al estudiante,

no sólo para comprender los nuevos conocimientos,

sino para anticipar y crear el futuro.

La organización de la educación tendrá que sufrir

cambios tan radicales como los de la sociedad misma.

Un primer cambio debe gestarse en las estructuras

académicas que organizan los procesos de enseñan-

za-aprendizaje. La educación superior debe ser

dinámica y flexible. Su flexibilidad deberá buscar una

mayor interacción entre las entidades académicas y

entre las instituciones, con una clara tendencia hacia

los esquemas de trabajo inter o transdisciplinarios, que

propicien la articulación de las funciones de docencia,

investigación y extensión. Tal flexibilidad incluye los

aspectos curriculares, los sistemas de reconocimiento

de estudios, la administración escolar, la esfera laboral

y la normatividad. Esta necesaria reorganización

académica resulta fundamental para que las institu-

ciones educativas puedan anticiparse y salir al paso a

los cambios sociales, en vez de seguirlos con retraso

y de lejos.

En cuanto a la docencia, es indudable que todas

las entidades federativas de país deben ofrecer a las

nuevas generaciones de mexicanos, una mejor y

más amplia cobertura educativa, garantizando la cali-

dad de sus programas académicos. En el análisis de

esta problemática destaca la discusión sobre la

relación que debe guardar la formación de recursos

humanos con la competitividad económica y con los

cambios en el mercado de trabajo; estos derivan de

la reorganización de los procesos productivos que

propicia la globalización y el desarrollo tecnológico a

escala mundial. Se afirma constantemente que el

deseado reordenamiento interno de la economía

mexicana, dentro de un esquema de desarrollo sus-

tentable adecuadamente insertado en la dinámica

internacional, requiere tanto de la educación de una

fuerza de trabajo competitiva internacionalmente,

como del desarrollo de una capacidad en ciencia y

tecnología.

A lo anterior se agrega una discusión sobre la

forma en que las instituciones de educación superior

deben contribuir a la distribución social de conocimien-

tos y tecnologías. Igualmente, hay un llamado de aten-

ción sobre la necesidad de jugar un papel más decisi-

vo en el desarrollo de nuevos conocimientos de valor

económico y social:

a) Por una parte, dentro de un contexto económico,

se plantea que uno de los grandes retos de la

educación superior es el transformar a sus institu-

ciones en entidades generadoras de nuevos

conocimientos y vínculos con la producción

nacional e internacional. Los sectores económi-

cos que se prevén como los más dinámicos para

el desarrollo nacional y, en alguna medida, para

cada una de las entidades federativas del país, se

relacionan con las nuevas tecnologías, la elec-

trónica, la biotecnología, los nuevos materiales y

las telecomunicaciones; sectores que dependen

de una creciente innovación tecnológica y crea-

tividad científica. Esta línea de reflexión plantea

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

67

Page 69: Estado Economía y Hacienda Pública 6

que debemos pasar de un aprendizaje local de los

conocimientos para asimilar esa tecnología, a un

franco proceso de desarrollo y producción de

innovaciones. Se afirma que las instituciones de

educación superior mexicanas deberán ser

capaces de crear su propia capacidad intelectual

al respecto, para que sus resultados tengan cada

vez más un valor material para la vida y el trabajo

diario que hoy, día con día, requiere de mayores

conocimientos técnicos, abstractos y de organi-

z a c i ó n .3

b) Por otra parte, existe también el planteamiento de

que los procesos de transformación de las universi-

dades como instituciones sociales relevantes,

deben no sólo contemplar una relación más

estrecha con la industria, el trabajo y la economía

nacional. El desarrollo nacional es más que creci-

miento económico y tiene que ver con la calidad de

vida, con el desarrollo cultural.

El futuro de la educación superior en las diversas

regiones del país debe entonces bosquejarse toman-

do en cuenta su papel dentro de la construcción de

una sociedad no sólo más próspera, sino también

más humana y más justa, reconociendo la diversidad

cultural y el derecho a ser diferentes. Así, además de

contribuir al desarrollo económico, la educación

superior tiene que consolidar, en cada una de las

entidades federativas de la nación, su papel promo-

tor del humanismo, las artes y la cultura. La amplia

herencia cultural, el rescate y la preservación de los

valores de nuestros pueblos, obligan a las institu-

ciones académicas –y en especial a las públicas–, a

conservar y desarrollar la tradición humanística, cul-

tural y artística en beneficio del desarrollo integral del

ser humano.

En consecuencia, los sistemas estatales de edu-

cación superior, deberán favorecer la diversidad de

sus instituciones. Frente a establecimientos de edu-

cación superior especializados en algún campo de

las ciencias o en la generación de tecnologías, por

ejemplo, deberán desarrollarse otros con prestigio en

negocios o en ciencias sociales, en respuesta a las

necesidades locales o regionales. En medio de todo

ello las artes deberán tener un impulso renovado. La

danza, el teatro, la música y las artes plásticas están

convocadas a cumplir, quizá con más pertinencia que

nunca, con su papel de desarrollar el espíritu

humano. Nada impide que estas disciplinas, en su

contacto con las expresiones populares y tradi-

cionales, también puedan gozar de los adelantos de

la tecnología en nuevos materiales, electrónica y

multimedia, entre otros.

En materia de vinculación y cooperación interinsti-

tucional hay también mucho quehacer. La comuni-

cación y la interacción nacional e internacional entre

las instituciones estatales de educación superior son

todavía incipientes; existe un largo camino por recorrer

en materia de intercambio académico, de desarrollo de

programas de estudio de licenciatura y posgrado de

carácter interinstitucional y de investigación científica y

tecnológica conjunta.

Respecto al financiamiento, se requiere que las

universidades estatales mejoren y diversifiquen la

captación de recursos financieros. Éstas deben

todavía cubrir un amplio trecho en cuanto a la posibili-

dad de la venta de servicios, programas de educación

continua, programas especiales para estudiantes

extranjeros, vinculación con sectores productivos y

regalías por concepto de propiedad intelectual.

Paralelamente, también es necesario que se perfec-

cionen sus sistemas de administración, racionalización

del gasto y de planeación.

Retos y oportunidades para el desarrollo del estado de Veracruz...

68

3 Didriksson T., Axel, La universidad del futuro. Un estudio sobre las rela -

ciones entre la educación, la ciencia y la tecnología en Estados Unidosde

Norteamérica, Japón, Suecia y México, Tesis para obtener el grado de

Doctor en Economía, UNAM, México, 1993, p. 212.

Page 70: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Conclusión

Como puede apreciarse, el espectro de las tareas a

emprender es muy amplio. Y sin temor a equivocación,

puede afirmarse que el desarrollo social, político,

económico y cultural, tanto del país como de sus dife-

rentes regiones, estará íntimamente correlacionado

con el desempeño de las universidades e instituciones

educativas y científicas de cada entidad federativa de

la nación. Sus actividades académicas así como su

organización, administración y gobierno, deberán

guiarse siempre por el afán de contribuir a la confor-

mación regional de una sociedad más democrática y

equitativa, y de una economía más fortalecida al servi-

cio de todos los sectores de la población.

En el caso particular del estado de Veracruz, es

necesario emprender el análisis y la discusión sobre el

futuro de la educación superior, la ciencia y la tec-

nología. Esta tarea deberá aportar los elementos para

justificar una política propia, que redimensione o mati-

ce las políticas nacionales al respecto. Proveería tam-

bién de los elementos necesarios para que en la enti-

dad veracruzana se iniciara el proceso de construcción

de una legislación estatal que, respetuosa del pacto

federal, definiera las pautas para el desarrollo de un

verdadero sistema estatal de educación superior, cien-

cia y tecnología, acorde a las necesidades y a la diver-

sidad del territorio veracruzano.

El paso de la sociedad veracruzana hacia una

economía y una sociedad cada vez más abierta y

global, obliga a revisar las estructuras y las formas en

que se expresan actualmente las tareas locales rela-

cionadas con la formación educativa en el nivel supe-

rior y con el desarrollo de la ciencia y de la tecnología.

Esta realidad abre un amplio espacio para la reflexión,

el análisis, el estudio y la discusión social sobre el

papel que la educación superior, la información y la

generación y aplicación de conocimientos deben

j u g a r, hoy en día, en el desarrollo del estado de

Veracruz.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 60-73

69

Page 71: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Preguntarse sobre las causas de la pobreza en nuestro

país resulta de una urgencia extrema, particularmente

cuando es evidente la ineficacia de los programas asis-

tenciales orientados a enfrentarla. Si se considera a la

pobreza como un problema coyuntural, se la aborda ata-

cando sus manifestaciones más críticas. Sin embargo, en

México, la pobreza no es un mero resultado momentáneo

del ajuste de la economía. Se trata de un problema de

carácter estructural. Es el resultado de la histórica hetero-

geneidad de nuestra estructura económica, que ha sido

potenciado por la creciente concentración de la riqueza.

Como todo país de capitalismo periférico, México

está caracterizado por la más profunda desigualdad

social. A partir del Porfiriato, han tenido lugar tres

grandes modernizaciones: la de ese periodo, que adap-

tó la estructura económica a la posición del país en la

división internacional del trabajo como proveedor de

materias primas; la del Estado mexicano posrevolu-

cionario, que creó las condiciones materiales de la acu-

mulación capitalista y promovió la industrialización; y la

más reciente, que con un discurso de reestructuración

productiva ha provocado desindustrialización con la

quiebra masiva de empresas de un gran número de

ramas de actividad, y generado la nueva inserción al

mercado mundial basada en un reducido número de

empresas, fundamentalmente de origen transnacional.

El proyecto posrevolucionario fue marcadamente

excluyente tanto por la incapacidad del modelo de corre-

gir la heterogeneidad de la estructura económica y de

absorber de manera eficiente a la fuerza de trabajo,

como por las funciones asignadas en aquel a la agricul-

tura en general y a la de tipo campesino en específico.

Otra razón se encuentra en los mecanismos de control

corporativo de los trabajadores, que por la vía política

mantuvieron bajo el nivel de los salarios, lo que fue

reforzado con la política industrial, que al permitir la

importación subsidiada de tecnología ahorradora de tra-

bajo, lo abarataba en términos relativos. El resultado fue

una muy desigual distribución de la riqueza y una pro-

funda desigualdad social.

A partir del cambio hacia el modelo monetarista,

también llamado neoliberal, la desigualdad social se ha

profundizado. La nueva política económica se centró en

el control de la inflación, el equilibrio en el presupuesto

público y en la apertura del mercado. Primero a través

de los distintos “pactos”, desde 1987 el crecimiento de

los salarios se ha mantenido por debajo de la tasa de

inflación; al desaparecer aquellos, la propia estrechez

del mercado mantiene a la baja los salarios reales, si

70

El carácter estructuralde la pobreza enMéxico

Ivonne Carrillo Dewar*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana.

Page 72: Estado Economía y Hacienda Pública 6

bien en algunas ramas se observan recuperaciones

marginales, de carácter coyuntural.

La liberalización de la economía se ha traducido en

mayor empobrecimiento para aquellas unidades de pro-

ducción cuya lógica interna no es la del mercado, si bien

se encuentran subordinadas a éste; artesanos urbanos

y campesinos, inmersos en un proceso de descomposi-

ción/supervivencia por su exclusión de los beneficios

del modelo de fuerte rectoría estatal, se convierten bajo

el nuevo modelo en el medio de la supervivencia ante

un mercado laboral cada vez más estrecho y con condi-

ciones laborales cada vez más precarias.

El objetivo de este trabajo es realizar una primera

aproximación a las causas de la profunda desigualdad

social en México. La tesis que orienta la búsqueda es

que la pobreza tiene un carácter estructural, es decir,

que es resultado de la no resuelta heterogeneidad de

la estructura económica, asunto que se aborda en el

primer apartado. En el segundo se analiza la orien-

tación de la política económica tanto antes como

después de 1982, para responder a la pregunta acer-

ca de si la política neoliberal permite enfrentar el pro-

blema de la desigualdad social en nuestro país. Por

último, se presentan las conclusiones.

1. El carácter estructural de la pobreza en México

En México la pobreza tiene un origen estructural. A

más de siete décadas de iniciado el proceso de moder-

nización del país y de constitución del mercado capi-

talista interno a través de la industrialización por

sustitución de importaciones, persiste la más profunda

heterogeneidad de nuestras estructuras económica y

social, vinculada con una de las más grandes concen-

traciones del ingreso a nivel mundial. La específica

estrategia del modelo adoptado condujo a una indus-

trialización trunca, con profundos desequilibrios a los

que se asocian la estrechez crónica del mercado inter-

no, la insuficiencia del ahorro y la cada vez mayor

incapacidad del mercado de absorber eficientemente a

la fuerza de trabajo.

Dado el indiscutible papel rector del Estado en la

economía, es posible encontrar las características del

proceso revisando los ejes centrales de la política

económica. A grandes rasgos, en todo el proceso de

modernización centrado en la industrialización (con

sus distintos periodos: sustitución de importaciones,

desarrollo estabilizador, y petrolización de la econo-

mía) se observa una contradicción entre el efectivo

crecimiento económico, con las inevitables crisis, y la

profundización de la heterogeneidad estructural y de la

consecuente desigualdad. Sin embargo, el carácter

orientado al mercado interno del modelo confería al

mercado de trabajo una aceptable capacidad de

absorción de la creciente oferta.

La redefinición del papel del Estado en la

economía a partir de la adopción de la receta mone-

tarista desde los primeros años de los ochenta se tra-

duce en un cambio en el modelo económico. Ahora la

orientación no es más hacia el mercado interno, sino

hacia el mercado mundial. El principio neoliberal de

Estado mínimo se traduce en la renuncia a cumplir las

dos funciones inherentes al Estado en el capitalismo

periférico: la de promover el crecimiento y el desarro-

llo, y la de redistribución del ingreso.

Considerar a la inflación sólo como un fenómeno

monetario que además está determinado por el déficit

público, condiciona la adopción en el largo plazo de

una política económica de ajuste diseñada para

coyunturas específicas, con lo que convierte a un

problema de crisis económica derivado de los dese-

quilibrios estructurales del modelo de desarrollo ante-

rior, en una larga y cada vez más profunda recesión.

Por otra parte, la creciente internacionalización de

nuestra economía, la inserción en la llamada globali-

zación, al ocurrir en el contexto de la redefinición del

Estado y la pérdida del carácter nacionalista del

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

71

Page 73: Estado Economía y Hacienda Pública 6

modelo de desarrollo, se traduce en una apertura

indiscriminada y sin las graduaciones necesarias, que

refuerza las consecuencias desindustrializadoras y de

quiebra de la planta productiva del proceso general de

liberalización económica. La consecuencia es una

incapacidad del mercado cada vez mayor de absorber

eficiente y productivamente la fuerza de trabajo y una

mayor desigualdad social. En el siguiente subapartado

se estudia la pobreza como efecto de la heterogenei-

dad de la estructura agraria, reforzada por la política

económica durante el periodo de fuerte rectoría

estatal.

1.1 Estructura agraria y pobreza

Es posible afirmar que a través de las distintas fun-

ciones asignadas a la agricultura en el proyecto pos-

revolucionario de modernización del país, aquella

financió buena parte de la industrialización. Las

exportaciones de productos agrícolas comerciales

(fundamentalmente café, azúcar, tabaco) aportaron las

divisas necesarias para las crecientes importaciones

de bienes de capital e insumos que requería el sector

industrial. Asimismo, la agricultura campesina cumplió

las funciones de abastecer de bienes salario baratos,

así como de aportar grandes cantidades de fuerza de

trabajo cuyo valor de reproducción recaía sólo parcial-

mente sobre el capital, manteniendo también así bajo

el nivel histórico de los salarios. Los distintos meca-

nismos de transferencia de valor de la agricultura

hacia la industria se mantuvieron hasta finales de la

década del setenta.

Hablar del campo en México es referirse a una

estructura muy heterogénea en cuanto a régimen de

propiedad, forma de organización de la producción,

tamaño de la unidad, tecnología y formas de inserción

al mercado. Dentro de esa complejidad, destacan los

dos extremos, circunstancia que llevó a hablar de una

polarización del desarrollo agropecuario, consecuen-

cia directa, por una parte, de un reparto agrario incom-

pleto tanto en lo que se refiere a la dotación efectiva

de la superficie formalmente asignada, como en la

consecuente creación de los sistemas de apoyo

financiero, técnico y comercial a la tierra realmente

repartida; y por otra parte, es consecuencia de la ver-

tiente de la política agropecuaria orientada a crear las

condiciones materiales de reproducción de la agricul-

tura de corte capitalista. A este respecto,

[...] en 1968, por ejemplo, la mitad de los predios,

considerados de subsistencia, contaban con un capi-

tal de 6000 en promedio. Los predios modernos, en

tanto, que sumaban apenas 7 por ciento del total,

contaban con más de 110 000 pesos en promedio y

poseían 71 por ciento de la superficie irrigada. Es

necesario hacer notar que para 1970, la mitad de las

disponibilidades de fertilizantes se utilizaron en los

estados de Sonora, Guanajuato y Jalisco, en tanto

que los veinte estados con menor consumo alcanza-

ban menos de una quinta parte.1.

Agrandes rasgos, la crisis alimentaria que se manifies-

ta abiertamente desde los primeros años setenta, fue

antecedida por al menos cuatro indicios claros desde la

segunda mitad de la década anterior en la que se con-

trae la inversión pública hacia el sector, se estanca la

superficie cosechada, se reduce la productividad, y se

observa una creciente rigidez de los precios de garan-

t í a .2 El desplome de la producción de granos básicos

obliga a realizar importaciones en aumento, fundamen-

talmente de maíz, representando las de este producto

prácticamente el 25 por ciento de la producción

nacional en 1975;3 el resultado es un saldo negativo de

la balanza comercial agrícola cada vez mayor.

El caracter estructural de la pobreza en México

72

1 Luis Ángeles, Crisis y coyuntura de la economía mexicana, El Caballito,

México, 1982, pp. 66-67.

2 Ibidem, pp. 69-71.

3 Idem.

Page 74: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Lejos de orientarse hacia las zonas temporaleras y

los productores campesinos, la política agropecuaria

de los años setenta intentó incrementar la rentabilidad

de los productos comerciales, con lo que profundizó la

crisis alimentaria, sin resolver el agotamiento del mo-

delo de crecimiento adoptado ni las causas estruc-

turales de la crisis económica del país.

Buena parte de la función de financiar la industria-

lización por los distintos medios enunciados recayó

sobre la economía campesina, precisamente esa que

quedó excluida de los beneficios de la modernización.

Al mismo tiempo, los predios campesinos (fundamen-

talmente constituidos por ejidos, comunidades y mini-

fundio privado en las zonas temporaleras) se vieron

presionados ante la competencia por el uso de la tierra

que se suscitó ante la creciente demanda por produc-

tos agropecuarios comerciales derivada del desarrollo

urbano-industrial. Así, la economía campesina entró en

un complejo proceso de descomposición/supervivencia

que en buena medida está asociado a la crisis en la

producción de alimentos básicos4 que se profundiza en

la década del setenta.

Tal proceso explica también el anárquico creci-

miento urbano. La creciente emigración rural hacia las

áreas urbanas puso en tensión la de por sí insuficiente

capacidad de absorción del mercado urbano de tra-

bajo. La mayor parte de esa fuerza de trabajo cam-

pesina emigrante se ubica en las ramas que requieren

una menor calificación, en el servicio doméstico, en la

construcción y en la creciente economía informal. Así,

la aparente dicotomía entre lo urbano y lo rural es rota

si se reconoce a la desigualdad social, con su extremo

de pobreza, como el hilo que convierte a esos ámbitos

en una continuitas dialéctica.

Por otra parte, entre la segunda mitad de la década

del sesenta y los primeros años de la década del seten-

ta, la inversión privada en las actividades agropecuarias

se estancó y, si bien la pública orientada al sector

aumentó, no lo hizo con los ritmos necesarios. La con-

secuencia fue que durante el lapso 1965-1972 el pro-

ducto agrícola sólo pudo crecer a un ritmo anual de 1 %

y algunas mercancías agrícolas como el maíz y el frijol,

alimentos esenciales de la población, experimentaron

descensos absolutos en su producción. En cambio, el

sector pecuario, orientado a satisfacer la demanda de

grupos con ingresos medios y altos, creció 4 % anual.5

La pobreza en nuestro país, como se sostiene

líneas arriba, tiene su origen en la profunda hetero-

geneidad de la estructura económica. Está claro que la

pobreza es mayor en las áreas rurales, tanto en térmi-

nos absolutos como relativos. Por la pervivencia de

formas no capitalistas de organización de la produc-

ción, la estructura de clases en el campo es muy com-

pleja. La inserción subordinada de estas formas al

mercado, así como su incompleta e injusta incorpo-

ración al proyecto mestizo de país, convierte a sus

miembros en los pobres entre los pobres. Como un

indicador de esta compleja estructura social en el

campo y de la desigualdad inherente se observa que

en los primeros años de la década del setenta

La polarización de la agricultura siguió aumentando:

los predios de infrasubsistencia, 43 % de todos los

predios, contribuyeron con 2.3 % del producto secto-

rial, mientras que las explotaciones capitalistas

grandes y medianas aportaron 70 % del producto

siendo sólo el 10 % de los predios. Nuevamente la

política estatal fue factor decisivo en esta negativa

evolución. Los precios de los granos básicos, pro-

ducidos esencialmente por la economía campesina,

en particular el maíz y el frijol, permanecieron estáti-

cos en la década 1963-1972. En cambio, los precios

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

73

4 Consúltese, entre otros autores, Fernando Rello, “Ajuste macroeconó-

mico y política agrícola en México”, Carlos Bazdresch et al (comp.),

México, auge, crisis y ajuste, El Trimestre Económico-FCE, vol. 3, México,

1993, pp. 374-375. 5 Idem.

Page 75: Estado Economía y Hacienda Pública 6

de las materias primas industriales, producidas por

empresarios con mayores recursos económicos, y los

de los bienes de exportación, tuvieron un compor-

tamiento más favorable. Asimismo, el reparto agrario

siguió fomentando el minifundismo y la calidad de la

tierra distribuida fue en descenso.6

La modernización emprendida por el Estado emanado de

la Revolución de 1910 falló en lograr la inclusión de la

mayoría de la población. El hecho de que la reforma

agraria se quedó en el solo reparto de la tierra y no pro-

cedió a generar las condiciones técnicas, financieras y de

acceso a los mercados para la mayor parte de la tierras

repartidas, así como las funciones asignadas a la

economía campesina en el proyecto de industrialización,

lejos de disminuir la heterogeneidad estructural y social,

la han profundizado. Esa es una de las causas estruc-

turales de la pobreza en México. El siguiente subaparta-

do se ocupa de analizar a grandes rasgos los efectos de

la política neoliberal sobre la pobreza rural.

1.2 Modelo neoliberal y pobreza en el campo

A lo largo de la década de los años setenta el ago-

tamiento del modelo de crecimiento adoptado se

manifestaba en el campo a través de la crisis ali-

mentaria y del proceso de descomposición –super-

vivencia de la economía campesina. Pero la agricul-

tura empresarial y la ganadería presentaban un

dinamismo considerable. A partir de la profun-

dización de la crisis económica de principios de la

década del ochenta, la contracción del mercado

interno habría también de afectar la rentabilidad y

las posibilidades de realización del valor en estas

ramas. La contracción del crédito y la inversión

pública hacia el campo y las características de la

apertura comercial reforzaron esta tendencia de

manera que la entonces crisis alimentaria, preocu-

p a n t e per se, se ha transformado en una profunda

crisis del sector, con el consiguiente empobreci-

miento de productores pequeños y medianos. En

general, durante la década de los años ochenta,

[...] del programa estabilizador se desprendieron

políticas desfavorables en la agricultura. La contrac-

ción del gasto público afectó a todos los sectores,

pero más al agropecuario. El rubro de la inversión

agropecuaria experimentó una drástica disminución

(se redujo en más de la mitad de lo que se invertía en

1980 en términos reales). Esto […] se tradujo en una

grave disminución del ritmo de incorporación de tier-

ra a los sistemas de riego, factor que tradicional-

mente había desempeñado un papel muy importante

en el incremento de la producción y de la productivi-

dad [...] El financiamiento canalizado por [...] la banca

oficial agropecuaria (BANRURAL) disminuyó [...] en

términos reales para ambas agriculturas, de riego y

de temporal [...] Otro de los aspectos negativos del

ajuste fiscal es la reducción del subsidio financiero

[...] Los precios de algunos bienes y servicios públi-

cos [...] aumentaron considerablemente [...] se ter-

minó la época de insumos agrícolas baratos [...]7

La apertura comercial, la desincorporación, desapari-

ción y venta de prácticamente todas las instituciones

públicas relacionadas con el sector primario, la con-

tracción de la inversión, y la contracción del mercado

interno constituyen el contexto que explica la crisis del

sector. Es cierto que coyunturalmente se observa algu-

na recuperación, pero ésta es errática y ocurre en sólo

algunas ramas. En prácticamente todos los productos

del patrón productivo, la situación es crítica.

La negociación de cada acuerdo comercial ha des-

cuidado establecer cláusulas que consideren la reali-

dad de nuestro patrón productivo agropecuario en

El caracter estructural de la pobreza en México

74

6 Ibídem, p. 375. 7 Ibídem, pp. 378-1379.

Page 76: Estado Economía y Hacienda Pública 6

t é rminos tecnológicos, financieros, y de tipo de organi-

zación de la producción. Tal error no ha sido cometido

por los distintos socios en cada acuerdo. Con la clara

excepción de los productores de hortalizas de Sinaloa,

para prácticamente todas las ramas agropecuarias los

tratados comerciales han resultado una vuelta de tuer-

ca de una política económica que no sólo renuncia a

cualquier consideración a la soberanía alimentaria,

sino también a cualquier objetivo de crecimiento

sostenido del sector primario, a diferencia del claro

proteccionismo de los países industrializados hacia

sus productores agropecuarios.

Como se ha sostenido, hasta antes de 1982 la

ganadería observaba tasa de crecimiento muy altas.

Además de la contracción del mercado interno, a par-

tir de esa fecha la han afectado las modalidades de la

apertura comercial, particularmente el Tratado de Libre

comercio con América del Norte:

Uno de los sectores afectados debido a la competen-

cia desleal es el ganadero. De 1983 a la fecha las

empresas estadounidenses elevaron en 450 % sus

exportaciones de carne a México. El kilogramo de su

producto se vende a 18 pesos, mientras que el pro-

ducto nacional, que se queda sin mercado, se ofrece

a más de 30 pesos el kilo en promedio. Durante 1998,

ingresaron 340 mil toneladas de carne de res prove-

niente de Estados Unidos. Por esta razón, en México

se dejó de producir 230 mil toneladas de carne, lo

que significó pérdidas por más de tres mil millones de

dólares. El desplazamiento del producto nacional se

ha manifestado en el cierre de algunos ranchos

ganaderos, quiebra masiva de empresas, pérdida de

fuentes de empleo y subutilización de la capacidad

instalada...8

Con las modalidades que el problema asume en cada

rama, la nueva política, que se vuelca hacia el merca-

do externo ha colocado en seria crisis a buena parte

del sector agropecuario: café, caña de azúcar, cebada,

arroz, cítricos. El resultado ha sido mayor empobreci-

miento del campo y mayor desigualdad social, porque

“durante estos diez años del TLCAN, los programas de

apoyo para el campo beneficiaron más a los grandes

productores comerciales, mientras que los menos

atendidos fueron los pequeños agricultores, principal-

mente los dedicados a granos básicos y oleaginosas

[...] Procampo sólo registra a 2.5 millones de produc-

tores propietarios beneficiados, de un universo de 3.5

millones, pero de la cifra global sólo 200 mil reciben

apoyos a la comercialización [...]”.9 En el siguiente

apartado se estudia la relación entre política económi-

ca y pobreza.

2. Política económica y pobreza

La segunda modernización de México, emprendida a

partir de la consolidación del Estado mexicano posre-

volucionario, en la década de los años treinta, tuvo

como objetivo principal y eje central la industrialización.

Tal proceso requirió de una creciente participación

directa del Estado en los procesos productivos. Hasta

los primeros años ochenta, el Estado no sólo cumplió el

papel regulador de las imperfecciones del mercado,

sino que fue el gestor de éste, al desempeñar las funcio-

nes de promover el desarrollo y de redistribuir el ingreso.

Con una fuerte rectoría estatal, hasta principios de

la década de los años ochenta, el desarrollo socio-

económico del país se articuló a partir de la industriali-

zación, basada en su primera etapa en el modelo de

sustitución de importaciones. Tal proceso generó un

patrón productivo dependiente del exterior en términos

tecnológicos y financieros, con problemas de articu-

lación de las cadenas productivas entre ramas y sec-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

75

8 María E. Padua, México en el umbral del siglo XXI. Los efectos de la

globalización, Fontamara, México, 1999, p. 103. 9 José Romero y Alicia Puyama, El Financiero, 6 de abril de 2004, p. 14.

Page 77: Estado Economía y Hacienda Pública 6

tores, concentrado territorialmente e incapaz de

absorber de manera eficiente sólo a una parte de la

fuerza de trabajo.

Lo anterior impidió la superación de la heterogenei-

dad estructural y social del país, propició estrechez

crónica del mercado interno, insuficiencia estructural en

la generación de ahorro y déficit permanente en la cuen-

ta corriente de la balanza de pagos. Por el lado de las

finanzas públicas, la específica política de ingresos,

fuertemente regresiva, sustentada fundamentalmente

en los causantes cautivos, que ha permitido la elusión y

la evasión fiscales, y se ha rehusado a gravar las

grandes ganancias, particularmente las especulativas

(características que la política neoliberal no ha modifi-

cado), se traducía en cada vez mayor insuficiencia

frente al creciente gasto asociado a la promoción del

crecimiento y al subsidio por múltiples vías al capital y,

por lo tanto, en déficit permanente y en aumento.

El fallido intento de reorientar el modelo de desa-

rrollo, emprendido en la década de los años setenta

a partir del descubrimiento de importantes yacimien-

tos petroleros en las entidades y las costas del

sureste mexicano, en una coyuntura favorable del

mercado internacional de hidrocarburos, se tradujo

en el conocido problema de la deuda externa, cuya

negociación habría de ser uno de los factores deter-

minantes en la imposición al país de la política de

ajuste estructural por parte de los organismos

financieros internacionales.

Desde 1982, la política neoliberal en México se ha

centrado en el desmantelamiento de toda la estrategia

desarrollista. Los objetivos de desarrollo económico

son subordinados a los de control de la inflación, equi-

librio del presupuesto público y apertura al mercado

mundial. El régimen de protección a la planta produc-

tiva nacional es sustituido por una apertura rápida e

indiscriminada a los mercados externos.

El nuevo paradigma es el de la globalización. Los

determinantes externos impuestos por ésta y el

carácter periférico del país en tal proceso dominan la

escena, sin consideración al hecho probado en los

países de capitalismo originario de que resolver

inteligentemente la tensión entre las exigencias del

mercado mundial y las de la necesidad de proteger la

propia estructura productiva es central en todo pro-

ceso de industrialización, o de desarrollo en general.

Lo anterior es particularmente cierto en las forma-

ciones socioeconómicas con una estructura producti-

va tan heterogénea como la nuestra. La dialéctica

entre liberalización y proteccionismo no se resuelve

adoptando aquella de frma indiscriminada, casi

como un dogma de fe. El siguiente subapartado se

ocupa de analizar la relación entre pobreza y merca-

do de trabajo durante el periodo de fuerte rectoría

e s t a t a l .

2.1 Absorción del mercado de trabajo en el periodo de

economía mixta

El desempleo en México tiene un carácter estructu-

ral. La incapacidad del mercado de trabajo de

absorber eficiente y productivamente a la mayor

proporción de la fuerza de trabajo, así como el bajo

valor que históricamente alcanza ésta en el merca-

do, constituyen la causa estructural de la pobreza

urbana, junto con la heterogeneidad de la estruc-

tura productiva. Respecto a esta última, la indus-

trialización en nuestro país, al articularse en su

primera fase sobre un patrón de consumo importa-

do, urbano y correspondiente a las clases media y

alta, profundizó la heterogeneidad de la estructura

e c o n ó m i c a .

Incluso durante los años que van de 1950 a 1960,

de acelerado crecimiento de la economía, producto

del modelo de industrialización, el empleo urbano no

formal se ubicaba en el orden del diez por ciento,

cifra a la que habría aún que agregar la correspon-

diente al servicio doméstico, de entre 3.2 y 3.5 por

El caracter estructural de la pobreza en México

76

Page 78: Estado Economía y Hacienda Pública 6

c i e n t o .1 0 En otras palabras, en una década de con-

solidación del mercado interno, el subempleo se ubi-

caba en un orden cercano al 15 por ciento.

Con la estrategia denominada de desarrollo esta-

bilizador, que se inicia en los últimos años cincuenta y

abarca más o menos hasta 1970, se profundiza la

industrialización, pasando el sector secundario de par-

ticipar con el 28 por ciento del Producto Interno Bruto

(PIB) en 1960, a 33 por ciento en 1970.11 Durante esta

fase se intenta pasar de la sustitución de bienes de

consumo final, hacia la incipiente producción interna

de bienes de capital e intermedios. Todo el instrumen-

tal proteccionista se orienta hacia las ramas prioritarias

en esta nueva estrategia, fuertemente intensivas en

capital, desestimando a las anteriores ramas, intensi-

vas en trabajo. Así,

Con tales cambios, el sector manufacturero vio dis-

minuida su participación en el PIB a lo largo de la

década de crecimiento acelerado y sostenido, mien-

tras ganaban significación los de elevado contenido

técnico como los productos químicos, la petroquímica

y en alguna medida los bienes intermedios y de capi -

tal en su tardío arranque. Los bienes de consumo

generalizado en cambio, como los alimentos, las

bebidas, los textiles y las prendas de vestir –produc-

tos de elevada absorción de fuerza de trabajo–

habían perdido significación.12.

Con esta nueva versión de la política económica se

debilita fuertemente la capacidad del mercado urbano

de absorber fuerza de trabajo, cuya oferta se poten-

ciaba por el propio crecimiento natural de la población

en la ciudades y los crecientes contingentes de

migración procedente de la áreas rurales. Por otra

parte, el sistema político de partido de Estado, basado

en una estructura corporativa, permitía el control de

los trabajadores al servir de correa de transmisión de

sus demandas; ambos procesos ejercieron una con-

tinua presión hacia la baja sobre el precio de la fuerza

de trabajo. A lo anterior se suma el efecto de abaratar

el trabajo en términos relativos que tuvo la política pro-

teccionista:

La industrialización sustitutiva de importaciones,

asumida como estrategia de crecimiento y colocada

en el eje de la política económica, diseñó para su

consecución un instrumental altamente protec-

cionista, distorsionador del uso del capital y el traba-

jo, usándolos incluso a la inversa respecto de la

dotación nacional de factores: abundantemente el

factor escaso, el capital, y escasamente el abun-

dante, el trabajo.13

Por lo que hace a la distribución del ingreso, se obser-

va una muy alta concentración; la política salarial a lo

largo de la década de 1970 había intentado revertir la

estrechez del mercado y recuperar legitimidad política

a través del crecimiento de los salarios reales. Sin

embargo, para 1977 el extremo más alto de la dis-

tribución estaba constituido por sólo el 4 por ciento de

las familias, del que 2.2 % percibía entre seis y ocho

salarios mínimos, y 1.8 % más de ocho mínimos; En

el extremo de los ingresos más bajos, 38.7 % de las

familias percibían entre cero y un salario mínimo;

entre cero y dos mínimos, se ubicaba el 70 % de las

f a m i l i a s .1 4

Considerando la distribución por deciles en 1979, el

diez por ciento de las familias concentraba el 45.48 %

de los ingresos; entre éste y el noveno decil concen-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

77

10 Alba, Francisco (1993), “El mercado de trabajo: cambios en el modelo

de absorción de la fuerza laboral”, en Bazdresch, Carlos, et.

al(Compiladores), México: auge, crisis y ajuste, El Trimestre Económico,

Lecturas 73, vol. 3, México, p. 184.

11 Ángeles, Luis ((1982), Crisis y coyuntura de la economía mexicana, EL

Caballito, México, pp. 15-16.

12 Ibídem, p. 16.

13 Ibídem, pp. 29-30.

14 Jesús A. Oliver R., Prólogo. Formación socioeconómica y política de

México, Limusa/INAH, México, 1999, p. 515.

Page 79: Estado Economía y Hacienda Pública 6

traban el 59.37 % de los ingresos; en otras palabras,

20 % de las familias poseía dos terceras partes de la

riqueza. En el otro extremo, el decil con los ingresos

más bajos recibió el 1.08 %; sumados los tres deciles

más bajos, les correspondió sólo el 6.52 % de los

ingresos; la mitad más pobre de la población percibía

en conjunto el 16.67 % de los ingresos.15 El círculo

vicioso de concentración de la riqueza/pobreza

extrema/estrechez crónica del mercado interno.

2.2 Modelo neoliberal.

La orientación al mercado externo, quiebre de la

capacidad de absorción del mercado de trabajo e

incremento de la desigualdad

La receta monetarista que a partir de 1982 ha definido

la política económica de nuestro país, centrada en el

control de la inflación, el equilibrio en la finanzas públi-

cas y, en general, en la liberalización de la economía en

todos sus órdenes, tiene un eje rector: orientar el mode-

lo económico al mercado externo; en otras palabras, la

renuncia a considerar al propio mercado interno como el

motor del crecimiento. Desde el régimen de Salinas, el

ingreso del país a la Organización para la Cooperación

y el Desarrollo Económico (O C D E), que agrupa a los

industrializados, se publicitó como prueba de que la

nuestra era una economía del primer mundo, lo que se

ha sustentado en el creciente peso de nuestras exporta-

ciones en el mercado mundial, que colocaban al país

como la décima o novena hasta el año 2000.

Aparentemente, para principios de este año, ya somos

la séptima potencia exportadora del mundo.1 6

El modelo monetarista con el que a partir de los

primeros años de la década del ochenta se ha intenta-

do una nueva modernización centra el ajuste estruc-

tural en la contracción de la demanda interna, a través

de la reducción tanto de los salarios como del gasto

público, al desincorporarse y privatizarse práctica-

mente todo el aparato productivo del Estado, y al con-

traerse fuertemente el gasto social.

Por otro lado, la nueva inserción al mercado mun-

dial presenta dos ejes. Uno consiste en la desaparición

de toda la estrategia proteccionista, sin plazos y tácticas

específicas por rama y tipo/tamaño de empresa lo que,

junto a la cada vez mayor contracción del mercado y del

crédito productivo internos se ha traducido desde la

primera mitad de la década de los años ochenta en la

quiebra de buena parte de las unidades productivas en

varias ramas de la economía ante la entrada masiva de

productos a precios con los que no podrían competir

(que muchas veces contienen un fuerte componente

d u m p i n g). Sólo durante 2003, cerraron cerca de cuatro

mil pequeñas y medianas empresas.1 7

De una estrategia centrada en la industrialización

del país y el crecimiento del mercado interno, se pasa a

otra que se centra en la participación en el mercado

mundial principalmente a través de la industria maqui-

ladora y las filiales de empresas transnacionales.

Durante 2003, el 48.85 % del valor de las exportaciones

procedía de 2, 805 grandes empresas; sin embargo, la

concentración es aún mayor, pues el 25 % de las ven-

tas al exterior fue producto de sólo 50 empresas.1 8

Detrás del t r i u n f o e x p o r t a d o r, está únicamente el

reforzar la tradicional posición del país en la división

internacional del trabajo como proveedor de materias

primas, con el papel de proveedor de fuerza de trabajo

barata, para las fases más intensivas en este recurso de

los flexibles procesos de trabajo de las grandes transna-

cionales. Esta nueva estrategia, en lugar de buscar una

más eficiente y competitiva inserción al mercado mun-

dial, nos desindustrializa y nos empobrece.

El caracter estructural de la pobreza en México

78

15 Ibídem, Anexo, p. 518.

16 El Financiero, 30 de marzo de 2004.

17 El Financiero, 2 de marzo de 2004.

18 El Financiero, 2 de marzo de 2004.

Page 80: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En lo que respecta al nivel de vida de la población,

las consecuencias de la operación en México del

modelo neoliberal han sido trágicas. En tanto que

entre 1940 y 1980 el ingreso por habitante había cre-

cido en 3.1 por ciento anual en promedio, a partir de

esa fecha lo que se observa es una constante reduc-

ción de aquel como resultado de un crecimiento de la

economía por debajo del de la población, o de francas

contracciones del producto interno.

Por otra parte, la contracción de los salarios reales ha

sido pieza clave en el diseño de la política económica

desde el gobierno de Miguel de la Madrid. Toda vez que la

evaluación que esa administración hizo de la crisis de

1982 ubicaba el problema en el nivel del déficit público y

en un exceso de la demanda agregada, se aplicó una

política de ajuste consistente en la desincorporación de

organismos y empresas del sector paraestatal, reducción

del gasto público y contracción de la demanda, sustenta-

da esta última meta en la contracción de los salarios reales

mediante los llamados “pactos”, en los que se fijaba un

crecimiento salarial por debajo de la tasa de inflación.

Esa medida tuvo además la intención de atraer capi-

tal externo por la doble competitividad de los sectores

intensivos en mano de obra, fomentándose así el nuevo

paradigma de la industrialización mexicana: el de la

maquila. Así, entre 1982 y 1987 la reducción del salario

mínimo general fue del orden del 44 por ciento en térmi-

nos reales, y la de los salarios contractuales del 40.5 por

ciento. Para estos últimos, la pérdida histórica de poder

de compra después de más de veinte años de política

neoliberal se calcula en el orden del 70 por ciento.1 9

La desigualdad social se ha profundizado. A lo

largo de la década de los años ochenta el ingreso per

cápita de los trabajadores se contrajo en 37 %.20 Para

principios de la década de los noventa,

los hogares pobres por ingresos, integrados por 56.6 %

de la población nacional, perciben solamente 14.3 %

del ingreso de los hogares. Los indigentes por ingre-

sos, que representan más de la cuarta parte de la

población nacional (26.9 %), perciben sólo el 4.2 %

del ingreso de los hogares, mientras la clase alta, 4.4

% de las personas, perciben cerca de la mitad del

ingreso.21

Tal situación no ha tendido a corregirse. A pesar de las

recuperaciones coyunturales de la economía, que

ocurren a expensas de algunas empresas en unas

cuantas ramas, el grueso de la planta productiva

nacional se enfrenta a la permanente recesión.

Un modelo de política económica que renuncia a

construir la homogeneidad de su propia estructura pro-

ductiva y, vuelto exclusivamente hacia el mercado

externo, se olvida del interno, es como un edificio

construido sin cimientos. El mercado mundial de capi-

tales sigue los vaivenes de la dinámica de la economía

global, en el mejor de los casos; en el peor, responde

a la volatilidad del mercado financiero.

Durante el año 2000, los flujos globales de inversión

extranjera directa (I E D) ascendieron a 1.4 billones de

dólares. Con una contracción del 40.8 %, durante 2001

ascendieron a sólo 824 mil millones; un año después,

habrían sido de 651 mil millones y durante 2003 fueron

de sólo 653 mil millones, de los cuales 467 mil millones

se orientaron a los países desarrollados. La IED capta-

da por nuestro país en 2003, de 10 731 millones de

dólares, representó un 26 % menos de lo recibido en

2002. De lo captado, sólo 2 651 millones consistieron de

nuevas inversiones, lo que significa una reducción en

este rubro del orden del 64 % respecto al año previo; el

resto consistió de 2, 322 millones por reinversión de

utilidades, por cuentas entre compañías, 3 797 millones

y 1 961 millones por importaciones de activo fijo.2 2

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

79

19 El Financiero, 19 de abril de 2004.

20 Julio Boltvinik y Enrique Hernández L., Pobreza y distribución del ingre -

so en México, Siglo XXI, México, 1999, p. 26.

21 Ibídem, p. 24.

22 El Financiero, 27 de febrero de 2004.

Page 81: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Fundamentalmente como resultado del compor-

tamiento de la IED, entre los años de 2000 y 2003, en

la industria maquiladora de exportación se perdieron

entre 245 mil y 400 mil plazas de trabajo.23 Para

diciembre de 2003, en comparación con el mismo mes

del año anterior, se observaron contracciones del 0.5 %

en las remuneraciones reales, y del 9.8 % en las

prestaciones, en tanto que las horas trabajadas se ele-

varon en un 2.3 %.24

Para la industria manufacturera como un todo, la

contracción en el empleo durante 2003 fue del orden

del 3.9 %, en tanto que la reducción en puestos de tra-

bajo obreros en diciembre contra el mismo mes del

año anterior, fue del 4.4 %, con una contracción del 1.8 %

en las horas trabajadas. Lo anterior es resultado de la

caída de 2 % en la producción, lo que afectó más

fuertemente a las ramas: textil, del vestido, productos

metálicos, sustancias químicas, derivados del

petróleo, caucho y productos de madera.25

El panorama es de una permanente recesión

económica. De creciente precariedad del trabajo infor-

mal y formal y de contracción de las condiciones de vida

para la mayoría, mientras unos pocos mexicanos apare-

cen en las listas de los más ricos del mundo. En otras

palabras, el resultado de la operación en nuestro país de

la política neoliberal es de creciente desigualdad social.

Conclusiones

La pobreza en México no es un fenómeno aislado.

Tiene sus causas en la propia heterogeneidad de la

estructura económica, en la profunda concentración

de la riqueza existente en nuestro país. Durante el

periodo de fuerte rectoría estatal, la estrategia indus-

trializadora condenó a la pobreza, a la economía

campesina y, en general, a las formas no capitalistas

de organización de la producción. Asimismo, propició

una distorsión en el uso de los factores productivos,

encareciendo relativamente el trabajo y subsidiando

crecientemente la incorporación de tecnologías aho-

rradoras de nuestro recurso abundante. El control

político cumplió también la función histórica de man-

tener bajo el valor de la fuerza de trabajo.

La operación del modelo neoliberal ha profundiza-

do las causas estructurales de la desigualdad y ha

potenciado la pobreza. El crecimiento desmedido de la

llamada economía informal es sólo la válvula de

escape de un claro proceso de quiebra de la estructura

económica nacional, de un mercado cada vez más

estrecho y, por consiguiente, de una cada vez menor

capacidad de absorción eficiente y remunerada de la

fuerza de trabajo. Revertir ese proceso pasa por un

cambio en la política económica, por un nuevo cambio

en el Estado y en sus relaciones con la economía y

con el conjunto de la sociedad.

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a j u s t e, Lecturas 73, vol. 3, El Tr i m e s t r e

Económico, México, 1993.

El caracter estructural de la pobreza en México

80

23 Idem.

24 Idem.

25 El Financiero, 26 de febrero de 2004.

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El Financiero, distintas fechas.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 74-85

81

Page 83: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La escasez de información estadística a nivel estatal,

particularmente la referida al Producto Interno Bruto y

sus componentes, representa una grave carencia para

realizar de modo eficiente el trabajo de análisis, evalua-

ción y pronóstico del crecimiento de las economías

regionales.

Esto ha derivado en la necesidad de producir esti-

maciones respecto al comportamiento de las variables

macroeconómicas estatales, con el fin de suplir la

carencia aludida. Sin embargo, en múltiples ocasiones,

en lugar de llenarse los vacíos existentes, lo que se ha

propiciado es un abuso muy grande por parte de los

responsables de elaborar las proyecciones estadísticas

con el fin de mostrar que las tendencias de la economía

regional se apegan a lo planeado oficialmente.

Es decir, ha existido una falta de objetividad y de

hone stidad intelectual que, por evidente, ha conducido a

los estudiosos del tema a rechazar los datos oficiales esti-

mados, en virtud de carecer de fundamento metodológico

e incluso por adolecer de errores de cálculo.

El presente trabajo documenta ampliamente la

polémica entre el autor y la oficina del gobierno estatal

encargada de la planeación económica y financiera del

estado, cuyas proyecciones fueron objeto de análisis y

evaluación para llegar a la conclusión de que son com-

pletamente erróneas.

Este trabajo presenta la crítica al modelo de proyec-

ción económica oficial y da cuenta de la controversia

generada, así como de la respuesta oficial a la crítica

planteada y sus graves inconsistencias.

También se ofrece una panorámica sobre la

economía estatal para comprender por qué, a pesar de

los esfuerzos oficiales, las proyecciones oficiales no

podrán cumplirse y en cambio el estado de Veracruz se

mantiene entre el atraso y la pobreza.

1. Los pronósticos del crecimiento económico

estatal

Una de las variables macroeconómicas más impor-

tantes para conocer el desempeño de la economía

estatal es el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE).

Mediante este indicador se reconoce el valor de la pro-

ducción de bienes y servicios en un año determinado y

a través de la medición de sus variaciones (tasa de creci-

miento) es posible identificar el ritmo de expansión o

contracción económica.

82

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

Hilario Barcelata Chávez*

* Profesor titular de Finanzas Públicas. Facultad de Economía, Universidad

Veracruzana..

Page 84: Estado Economía y Hacienda Pública 6

El gobierno del estado de Veracruz ha tratado de

establecer por anticipado el comportamiento de la

economía estatal a través de proyecciones económi-

cas que presenta en diversos documentos oficiales,

como es el caso del “Presupuesto de Egresos para

2003”. En este documento (presentado en diciembre

de 2002) la tasa de crecimiento del PIBE de Veracruz

ofrecida como meta para 2003 fue de un 3 %.

Dadas las condiciones económicas que privan en el

país y en el mundo, la estimación resultaba ser muy alta,

sobre todo considerando que Veracruz es uno de los esta-

dos de menor crecimiento relativo en el país. No obstante,

el 7 de febrero de 2003, el titular de la Secretaría de

Finanzas y Planeación (S E F I P L A N) modificó la proyección

a una más optimista del 3.5 %,1 misma que fue ratificada

públicamente por el titular del Comité de Planeación del

Desarrollo para Veracruz (C O P L A D E V E R) días después.2

Llama la atención que la modificación del pronósti-

co se haya realizado sin que se presentara algún cam-

bio en las variables macroeconómicas nacionales en

el periodo que va de diciembre (mes en que se pre-

sentó el Proyecto de Presupuesto de Egresos con la

tasa del 3 %) y el 7 de febrero en que se corrige al alza

el pronóstico original, cuando, de hecho, el escenario

económico se volvió más complicando, a tal grado

que, incluso, la expectativa de crecimiento de la

economía nacional del 3 % que el gobierno federal

propuso fue corregida a la baja.3

Efectivamente, la predicción del gobierno estatal

parecía estar muy alejada de lo que podría ser el com-

portamiento económico estatal para ese año, pues no

existía una base firme y seria sobre la cual pudiera

sustentarse dicho argumento. De hecho, las predic-

ciones para el año 2002 –elaboradas bajo las mismas

circunstancias y criterios– constituyen un enorme y

escandaloso fracaso.

En el Proyecto de Presupuesto de Egresos para

2002 se propuso como meta una tasa de crecimiento

del PIBE del 2 %, mayor al 1.7 % que se esperaba para

todo el país, pero la predicción se encontraba muy ale-

jada de la realidad. En este sentido es conveniente

señalar que la economía nacional mostró un incre-

mento del 0.9 % durante 2002, por esa razón la expec-

tativa estatal no podía cumplirse, aún si fuera verdad

el argumento –infundado– de que el crecimiento

económico del estado es mayor al de la economía

nacional,4 pues si la tasa nacional predetermina la

estatal y si la nacional fue menor de lo que se espera-

ba, la estimación de la estatal debería corregirse a la

baja. Bajo estas circunstancias cuando más hubiera

podido esperarse un incremento del PIBE del 1.2 %

para Veracruz durante 2002, esto es un 17 % más que

el incremento nacional, en congruencia con la diferen-

cia estimada por la SEFIPLAN, puesto que el 2 % estatal

propuesto para 2002 es 17 % superior al 1.7 %

nacional propuesto para ese mismo año, en tanto que

el 3.5 % propuesto como expectativa para 2003 por el

Secretario de Finanzas y Planeación es 17 % superior

al 3 % propuesto como meta nacional.

Sin embargo, existían serios argumentos para esti-

mar que la economía estatal no crecería a esa tasa

para 2002 y que la expectativa para 2003 era exagera-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

83

1 Véase, por ejemplo, Diario AZ, 7 de febrero de 2003.

2 Bernardo Urriza, “Crecimiento económico, prioridad del gobierno del esta-

do”, Diario de Xalapa, 16 de febrero de 2003.

3 Según el Fondo Monetario Internacional la economía mexicana crecería

un 2.3 % (Notimex, 9 de abril de 2003); el Banco Mundial también previó

un crecimiento de esa magnitud (El Financiero, 3 de abril de 2003)

Instituciones financieras privadas como BBVA - B a n c o m e r, Banamex y

Grupo Santander Serfin también hicieron pública su estimación del 2.3 %.

En cambio la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) previó

que el incremento sería menor al 1 % (El Financiero, 22 de abril de 03). De

igual forma, la Asociación Latinoamericana de micros, pequeños y media-

nos empresarios (Alampyme) previó un crecimiento entre 1 y 1.5 %.

4 Este argumento es la base sobre la cual el Gobierno del Estado calcula

el crecimiento del PIBE, según lo establece en el Presupuesto de Egresos

del Estado de Veracruz y en el Programa Veracruzano de Finanzas

Públicas 1999-2004.

Page 85: Estado Economía y Hacienda Pública 6

da e irreal, porque el argumento que servía como base

para las estimaciones del crecimiento del P I B E es falso.

Según el Programa Veracruzano de Finanzas

P ú b l i c a s , en los últimos cinco años (1994-1998),

Veracruz manifestó una tasa promedio de crecimiento

estimada en 3.4 %, mayor a la de la economía

nacional que fue de 3 %”,5 de ahí que en el

Presupuesto de Egresos se afirmara que la economía

estatal crece a una tasa superior a la economía

nacional en etapas de recuperación económica,

porque “la evidencia empírica reciente así lo ha

demostrado durante las fases de recuperación de la

economía nacional”.6 Por supuesto, se refiere a la evi-

dencia ofrecida por el Provefipu cuyos datos son erró-

neos, pues la realidad era distinta: la economía estatal

crece menos que la economía nacional.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

84

De acuerdo con los datos ofrecidos por INEGI, en el

periodo señalado (1994-1998) la economía nacional

creció a una tasa promedio anual de 2.6 %, en tanto

que la veracruzana creció –apenas– el 1.2 % (como

puede constatarse en el cuadro 1), refutándose con

esto la afirmación del documento oficial mencionado.

Y es que las tasas ofrecidas en el Provefipu, que se

presentan en el cuadro 4.1 de la página 137 y en el 4.5

de la página 169 del mismo documento, no son co-

rrectas. Ahí puede corroborarse una coincidencia (con

una ligera diferencia) entre las tasas de crecimiento

para el país que presenta este documento y las que

presenta I N E G I. Sin embargo, hay una discrepancia

muy grande entre las tasas de crecimiento del P I B E p r e-

sentadas en el documento y las que resultan del cálcu-

lo con los datos de I N E G I. Esta discrepancia puede

GRÁFICA 1. PIB NACIONAL Y PIBE 1996-2001 (Tasas de crecimiento real anual)

3.62

6.55

5.02

-0.17

5.15

6.78

2.20

-0.04

4.07

1.62

-0.83

3.30

1996 1997 1998 1999 2000 2001

Fuente: Elaborado por el autor con datos de INEGI, Página electrónica.

Total Nacional Veracruz

5 Secretaría de Finanzas y Planeación, Gobierno del Estado de Veracruz,

Programa Veracruzano de Finanzas Públicas 1999-2004 , p. 136.

6 Presupuesto de Egresos del gobierno del estado de Veracruz 2002, p. 16.

Page 86: Estado Economía y Hacienda Pública 6

observarse en el cuadro 1, donde es notorio que mien-

tras que S E F I P L A N dice que Veracruz creció en el perio-

do 1994-1998 un 3.4 % promedio anual, los datos del

I N E G I dicen que el crecimiento sólo fue del 1.2 %.

Este resultado es crucial para todo el proceso de

estimación y proyección económica, porque mientras el

dato del Provefipu está por encima de la tasa de creci-

miento nacional y permite estimar un crecimiento del

P I B E veracruzano mayor al del país, el dato del I N E G I e s t á

por debajo de la tasa nacional y conduce a esperar un

menor crecimiento del estado con respecto al país.

De hecho, si se observa el comportamiento del

P I B E para todos los años del periodo de recuperación

de la economía nacional (1996 y 2001) se tiene que la

tasa de crecimiento del P I B E fue inferior a la nacional.

Incluso en 1999 ésta fue negativa (del -0.04 %) mien-

tras que el país creció ese año al 3.6 %. Asimismo, la

tasa de crecimiento promedio anual del país fue de

3.6 % para todo el periodo, mientras que para el esta-

do fue de apenas 1.46 % De hecho, mientras la

economía nacional creció un 23.6 % en estos seis

años, la economía estatal apenas lo hizo en un 8.9 %.

Por esta razón es totalmente inexacta la afirmación

que hace el Presupuesto de Egresos de 2002 y total-

mente errónea la predicción del crecimiento para

2002 y para 2003.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

85

CUADRO 1. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB NACIONAL Y PIBE1994-1998

AÑO PIBE según SEFIPLAN PIBE según INEGI PIB Nacional según INEGI

1994 5.50 5.61 4.42

1995 -2.20 -2.25 -6.17

1996 2.20 1.62 5.15

1997 7.00 3.30 6.78

1998 4.30 2.20 5.02Promedio del

periodo3.3 1.2 2.6

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI y Programa Veracruzano de Finanzas Públicas 1999-2004

CUADRO 2 PIB NACIONAL Y DE VERACRUZ 1996-2001Tasas de crecimiento anual

PERIODO Total Nacional Veracruz

Miles de pesos tca Miles de pesos tca

Relación %PIBNal/%PIB estatal

1996 1,190,075,547 5.15 55,277,849 1.62 31.36

1997 1,270,744,066 6.78 57,099,729 3.30 48.62

1998 1,334,586,475 5.02 58,358,397 2.20 43.88

1999 1,382,935,488 3.62 58,332,405 -0.04 -1.23

2000 1,473,562,655 6.55 60,704,818 4.07 62.88

2001 1,471,065,152 -0.17 60,202,561 -0.83

Crecimiento total del período 23.61 8.91 36.99

Crecimiento promedio anual 3.60 1.43

Nota: El crecimiento del PIBE ha representado en todo el período de análisis, en promedio, un 36.99% delcrecimiento del PIB nacional. Es decir, por cada punto porcentual que crece el PIB nacional, el de Veracruzcrece 0.3699%. (No se consideran los años de decremento del PIB nacional)

Fuente: Elaboración del autor con datos del INEGI, Página electrónica

Page 87: Estado Economía y Hacienda Pública 6

El análisis se puede ampliar para todos los años en

los cuales se cuenta con datos estadísticos para el

estado de Veracruz, que es el periodo 1993-2001 y ahí

se corrobora el mismo comportamiento. La economía

mexicana creció un 27.4 % durante todo el periodo, a

una tasa promedio anual del 2.7 %, en tanto que la

economía veracruzana creció un 14.3 % a una tasa

promedio anual de 1.5 %. Es decir la economía nacio-

nal creció más que la veracruzana, salvo en 1994, pues

Veracruz superó la tasa nacional, lo que, sin embargo,

no tiene ningún efecto significativo sobre la tendencia

general del crecimiento relativo del periodo.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

86

Gráfica 2. PIB Nacional y de Veracruz. 1993-2001 Tasas de crecimiento anual

4.42

5.15 5.02

6.64

5.61

1.62

3.30

2.20

-0.28

-6.17

3.62

6.78

-0.80

-0.04

-2.25

4.17

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Fuente: Elaborado por el autor con datos del INEGI.

Total Nacional Veracruz

CUADRO 3. PIB NACIONAL Y DE VERACRUZ 1993-2001Tasas de crecimiento anual

PERIODO Total Nacional Veracruz

Miles de pesos tca Miles de pesos tca

Relación%PIBNal/ %PIB

estatal1993 1,155,132,188 - 52,693,995 - -1994 1,206,135,039 4.42 55,649,210 5.61 127.021995 1,131,752,762 -6.17 54,398,800 -2.25

1996 1,190,075,547 5.15 55,277,849 1.62 31.361997 1,270,744,066 6.78 57,099,729 3.30 48.621998 1,334,586,475 5.02 58,358,397 2.20 43.881999 1,382,935,488 3.62 58,332,405 -0.042000 1,473,562,655 6.55 60,704,818 4.07 62.062001 1,471,065,152 -0.17 60,202,561 -0.83Crecimiento total del período 127.35 114.25 62.59Crecimiento promedio anual 2.72 1.5

Fuente: Elaboración del autor con datos del INEGI, Página electrónica

Page 88: Estado Economía y Hacienda Pública 6

2. Las proyecciones del crecimiento: un error de

cálculo

Es muy importante señalar que estas estimaciones

mencionadas del crecimiento económico, elaboradas

por el Gobierno del Estado –además de sustentarse

en premisas falsas, como ya se demostró en el

apartado anterior– están planteadas sobre bases

erróneas porque existen graves errores de cálculo en

la construcción de su modelo econométrico a partir del

cual elaboró sus predicciones.

P r o v e f i p u estableció la expectativa de que

Veracruz crecería a una tasa mayor que el país,

durante los años 2001-2002 y 2003 porque, “en los

últimos cinco años (1994-1998) [...] manifestó una tasa

promedio de crecimiento estimada en 3.4 %, mayor a

la de la economía nacional que fue de 3 %”.7 Sin

embargo, esto no coincide con la realidad y ello se

debe a la forma errónea en que se prepararon los

datos para calcular las tasas de crecimiento del PIBE:

Para este cálculo SEFIPLAN usó datos del PIBE deflac-

tados con un índice de precios con base en el año

1998 (calculado por ellos mismos), en cambio el cál-

culo que hace INEGI está elaborado con un índice de

precios con base en 1993. Esto, sin embargo, no es

razón para que las tasas discrepen, pero evidencia

que hay un error, porque de otro modo coincidirían.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

87

Gráfica 3. PIB ESTATAL ESTIMACIÓN SEFIPLAN- DATOS OFICIALES INEGI. 1994-2001

-2.2

5.6

3.3

2.2

4.2

5.5

4.3

5.24.9

5.9

7.0

2.2

-0.0

1.6

-0.8

-2.2

-4.0

-2.0

-

2.0

4.0

6.0

8.0

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI y Provefipu, Sefiplan.

PIB estatal Según Sefiplan a/ PIB Estatal Inegi.

7 Idem.

Page 89: Estado Economía y Hacienda Pública 6

El problema es que el procedimiento de

deflactación de Sefiplan8 contiene un cálculo erróneo

de su índice de precios, lo cual es determinante para

la obtención de las tasas de crecimiento. Para com-

probar la existencia de este error, pueden observarse

los datos del PIBE que ofrece el Provefipu en el mismo

cuadro 4.5 de la página 169. Según se observa ahí, el

PIBE para 1998 es de 166.5 millones de pesos (mdp).

Este es el año base para el cálculo de su índice de

precios, por lo que el valor del PIBE nominal (a precios

de mercado) debe coincidir con el PIBE real (deflacta-

do) porque en el año base el índice de precios debe

adoptar un valor de 100, de manera que al dividir el

valor nominal sobre el deflactor que es cien, el resul-

tado es un valor real igual al nominal.

Por ello, el dato del P I B E de 1998 expresado en pesos

corrientes debería ser igual al valor del P I B E d e f l a c t a d o

(valor real) expresado en pesos de 1998. Es decir, el

valor que ofrece S E F I P L A N del P I B E a precios de 1998,

debería coincidir con el de I N E G I a pesos corrientes, sin

embargo no es así. Mientras que el valor corriente del

P I B E para ese año fue de 148.9 mdp –según I N E G I– el

valor que presenta el P r o v e f i p u es de 166.5 mdp, lo cual

es una fuerte inconsistencia estadística. Es decir, al dividir

el valor del P I B E nominal sobre su deflactor –que para ese

año es cien– el valor real debe ser 148.9.

Para comprobar esta aseveración obsérvese el

cuadro 3 donde se ofrecen datos de INEGI, del PIB

nacional y el PIBE, expresados en pesos corrientes y

en pesos de 1993. Tanto en el caso del PIBE como en

el del PIB nacional, se prueba que, para el año base

(1993) los valores corrientes y los reales son iguales;

esto es, el PIBE nominal y real son iguales a 52.7 mdp

y también el PIB nacional real y el nominal coinciden,

en ese año, ya que, como se ve en el cuadro de refe-

rencia, son iguales a 1155 mdp.

A mayor abundancia, se puede afirmar que el dato

que SEFIPLAN ofrece para 1998, equivale a deflactar

con un índice de precios de 89.42 %, el valor del PIBE

nominal de ese año. Esto convierte los 148.9 mdp (de

INEGI) en 166.6 mdp. Pero si esto es así, entonces el

índice de SEFIPLAN está mal, porque 1998 es la base y

su índice debe ser 100 %.9

3. Los argumentos de Sefiplan en la controversia

por el crecimiento económico

El 16 de febrero de 2003 se publicó en el Diario de

X a l a p a1 0 una carta que constituye la respuesta ofi-

cial a mi análisis sobre el crecimiento económico que

publiqué en el mismo diario11 y cuyo contenido es

parte de las dos secciones anteriores de este

ensayo. En dicha carta se ofrecen algunos argumen-

tos acompañados de datos estadísticos con el fin de

refutar mis afirmaciones. Las ideas principales son

las siguientes:

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

88

8 Para obtener las tasas de crecimiento, primero hay que transformar a

pesos constantes (reales) el valor del PIBE que está a precios de merca-

do (corrientes). Para ello se lleva a cabo un proceso de deflactación, para

el cual es necesario un índice de precios que contiene la inflación acu-

mulada y permite descontar el incremento de los precios del valor del

PIBE. La deflactación consiste en dividir el valor nominal del PIBE de cada

año sobre el índice de precios del año que corresponda y multiplicarlo por

cien. El resultado nos da el PIBE real para cada año, mismo que se com-

para con respecto al del año inmediato anterior en cada caso, (año actual

entre año anterior menos uno por cien) para obtener la variación por-

centual de un año a otro, es decir, la tasa de crecimiento. Es lógico que si

el índice de precios está mal, todo lo demás estará mal.

9 Estos datos fueron publicados en el Provefipu en su edición impresa de

1999 y son los mismos que aparecen el día de hoy en la página elec-

trónica de Sefiplan, por lo que se entiende que esta dependencia los

sigue considerando válidos y vigentes.

10 La carta firmada por Bernando Urriza González, coordinador general

adjunto del COPLADEVER, se publicó con el título de “Crecimiento

económico, prioridad del Gobierno del Estado”, Diario de Xalapa, 16 de

febrero de 2003.

11 Hilario Barcelata Chávez, “No se cumplen metas de crecimiento”, Diario

de Xalapa, 15 de febrero de 2003.

Page 90: Estado Economía y Hacienda Pública 6

a) El crecimiento económico de Veracruz es una

prioridad de la presente (la pasada) adminis-

tración estatal.

b) Uno de los ejes rectores del Plan Veracruzano

de desarrollo 1999-2004 es reactivar la econo-

mía, atraer inversiones y generar empleo.

c ) Veracruz es la única entidad federativa que cuen-

ta con un programa como el P r o v e f i p u y que pu-

blica el seguimiento, evaluación y pronósticos de

variables económicas a nivel estatal.

d) Este ejercicio de planeación y transparencia en

la información no se había realizado antes.

e) Una breve descripción del modelo econométrico

con el que se calculan las proyecciones.

f) En 2000 el PIBE ocupaba el quinto lugar en el

país.

g) El crecimiento del P I B E veracruzano fue de 4.2 %

en 2000, inferior al del país.

h) A pesar de lo anterior, durante 2001 y 2002 la

economía veracruzana ha presentado un mayor

dinamismo que la economía nacional y eso lo

demuestra el hecho de que la creación de

empleos en el estado ha sido de las más altas

en el país. Para este fin se ofrecen datos de la

variación anual de asegurados al IMSS.

i) La favorable situación económica del estado se

deriva de la atracción de inversiones nacionales

y extranjeras. Se ofrece información del creci-

miento de la inversión privada sin determinar su

origen.

j ) Como complemento ha crecido la inversión públi-

ca en capital humano y físico. Se ofrece informa-

ción del comportamiento de esa inversión.

k) Los recursos presupuestales destinados a gasto

social (educación, salud e infraestructura) han

ascendido en el periodo 2000-2002. Se ofrece

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

89

CUADRO 4 . PIB NACIONAL Y DE VERACRUZ EN PESOS CORRIENTES, DEFLACTADOS Y TASAS DE CRECIMIENTO 1993-2004

PIB estatal SegúnSefiplan a/ PIB Estatal INEGI. b/ PIB Nacional INEGI b/

AÑO Miles demillones depesos de

1998

tca.

Miles deMillones de

pesoscorrientes

Miles deMillones de

pesos de 1993tca.

Millones de pesoscorrientes

Millones de pesosde 1993 tca

1993 141.6 0.0 52.7 52.7 - 1,155,132,188 1,155,132,188 -

1994 149.4 5.5 60.4 55.6 5.6 1,306,301,570 1,206,135,039 4.4

1995 146.1 -2.2 80.3 54.4 -2.2 1,678,834,829 1,131,752,762 -6.2

1996 149.2 2.2 107.7 55.3 1.6 2,296,674,526 1,190,075,547 5.2

1997 159.6 7.0 128.8 57.1 3.3 2,873,272,992 1,270,744,066 6.8

1998 166.5 4.3 148.9 58.4 2.2 3,517,781,861 1,334,586,475 5.0

1999 174.7 4.9 172.2 58.3 -0.04 4,205,703,889 1,382,935,488 3.6

2000 183.8 5.2 197.2 60.8 4.2 4,974,463,616 1,473,562,655 6.6

2001 194.7 5.9 2002 207.1 6.9

2003 222.8 7.1

2004 240.1 7.8

Fuente: Elaboración propia con datos de: a/ Programa Veracruzano de Finanzas Públicas 1999-2004 y b/ INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México.

Page 91: Estado Economía y Hacienda Pública 6

información del comportamiento de este gasto

para ese periodo.

l) La captación bancaria ha aumentado de manera

consistente fortaleciendo el ahorro y la interme-

diación financiera. También se ofrece informa-

ción para los tres años de análisis.

m) Con base en el modelo econométrico y con la

mejor y más reciente información disponible, se

estima que el estado tendrá un crecimiento del

3.5 %.

Los siete primeros argumentos realmente no consti-

tuyen razonamientos científicos que contribuyen a

refutar mis tesis y son, más bien, una apología del

Gobierno del Estado. Por tal razón, me concentraré en

discutir los otros seis restantes, que si son una con-

tribución al debate.

1. Hay que destacar, en primer lugar, que la carta

de referencia no aporta ni una sola argu-

mentación teórica y ningún dato empírico que

permita refutar mi argumento de que la

economía veracruzana crece siempre menos

que la economía nacional. De hecho, la carta

acepta esa realidad al reconocer que en el año

2000 el crecimiento del estado fue menor al del

país. Aquí mismo ya he demostrado con datos

oficiales, que de 1993 a 2001 el estado ha cre-

cido menos que el país y que por ello no podría

crecer a tasas mayores ni en 2002 ni alcanzar la

meta del 2003.

2. La información utilizada en la argumentación

publicada no es –como se afirma– la mejor y la

más reciente. Baste decir que el análisis se sus-

tenta en la información del mismo Provefipu,

que –como ya demostré– tiene información muy

cuestionable.

3. Tampoco la información es la más reciente,

pues la carta se publicó después de que ya se

había publicado que el P I B nacional creció a 0.9 %

y en la carta todavía se habla de una tasa de 1.7 %

(que era una estimación) y, por lo mismo, es un

dato obsoleto y erróneo.

4. Se argumenta que el crecimiento de Veracruz

en 2001 y 2002 se debe a un importante incre-

mento de la inversión privada, del gasto en

desarrollo social y la inversión pública. Y se

ofrecen algunos datos que pretenden ser prue-

ba de ello. Sin embargo, –otra vez– la informa-

ción no es la mejor, pues se comete un enorme

error metodológico, ya que en los datos se pre-

senta precios de mercado (pesos corrientes) lo

cual invalida la comparación entre un año y otro.

Para hacer este tipo de análisis se requiere

poner los datos en valores reales, es decir, hay

que deflactarlos para descontarles la inflación.

De hecho, al ajustarlos para hacerlos compara-

bles, resulta que estas variables no tuvieron el

crecimiento del que se habla, como se observa

en el cuadro 5 y la gráfica 3.

5 . He ajustado los datos para presentarlos correc-

tamente, y al hacerlo se vuelve evidente que

no hay tal tendencia creciente, si no que se

observa en 2001 una severa contracción en la

inversión privada, la cual prácticamente per-

manece estancada en todo el periodo. Lo

mismo pasa con el gasto en desarrollo social el

cual se reduce –4.97 % en 2002 y apenas

crece un 2.8 % en todo el periodo. También es

notorio el pobre crecimiento de la inversión

pública de apenas 0.4 % para 2002, lo que

suma un reducido 5 % en todo el periodo.

Como es evidente, si se quiere medir el com-

portamiento del P I B E en función a estas varia-

bles, difícilmente se podría afirmar que tuvo

crecimiento, debido al pobre desempeño de la

inversión pública y privada.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

90

Page 92: Estado Economía y Hacienda Pública 6

6. En la carta no se aclara cuál es el fundamento

teórico y empírico que sustenta la afirmación de

que la supuesta tendencia creciente de esas

variables provoca crecimiento. No se ofrece

ninguna medición del multiplicador de inversión

ni del multiplicador del gasto público que son los

instrumentos teóricos que sirven para saber

cuánto impacta la inversión al producto. Si no

existe esa medición, cualquier cosa que se diga

carece de sustento. En la carta de referencia se

argumenta que en 2001 y 2002 la economía

veracruzana ha presentado un mayor dinamis-

mo que la economía nacional y que eso lo

demuestra la creación de empleos en el estado,

que es de las más altas en la República. Pero

eso es impreciso. Que el empleo en Veracruz

haya crecido más que en el país (si esto es cier-

to)12 no significa que el PIBE haya crecido más

que el nacional. Para poder afirmar una cosa así

se debe ofrecer la relación matemática entre el

incremento del producto estatal y el del empleo

estatal para determinar cuántos puntos por-

centuales está creciendo el PIB por cada punto

porcentual que se observa de incremento del

empleo, es decir, definir la Ley de Okun para el

país y para el estado. Si no se tienen estos

datos y relaciones, no se puede hacer una con-

tundente afirmación, es como dar un salto al

vacío porque se carece de sustento teórico y de

evidencia empírica. Si la relación entre dos varia-

bles va ayudar a interpretar la realidad, primero

hay que demostrar la existencia de dicha

relación y su magnitud.

7 . En lo que se refiere a los datos del empleo, la

información tampoco es la mejor. Resulta total-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

91

12 Véase aquí mismo la sección dedicada al análisis del desempeño del

empleo en el estado de Veracruz.

Gráfica 4. Veracruz. Indice de crecimiento de la Inversión privada, pública y gasto social. 2000-2002. (2000=100)

118.7

100.0 100.0100.0

104.4

108.2

85.395.0

100.4

2000 2001 2002

Fuente:Elaborado por el autor con datos de Bernardo Urriza. “Crecimiento económico, prioridad del gobierno dl estado”, Diario de Xalapa, 16 de febrero de 2003. Deflactado con el INPC 1994=100.

Inversión Privada Gasto en Desarrollo SocialGasto en Inversión Pública

y

d del

Page 93: Estado Economía y Hacienda Pública 6

mente erróneo medir el empleo con datos de

“Asegurados al IMSS”, como se hace en la carta

de referencia, porque ese rubro está compuesto

–en una alta proporción– por personas que no tra-

bajan, ya que incluye: el seguro facultativo, estu-

diantes, continuación voluntaria, trabajadores

independientes, seguro de salud para la familia y

trabajadores eventuales del campo1 3. Por ello la

información no expresa lo que se quiere mostrar.

Lo adecuado es utilizar el rubro de ”Tr a b a j a d o r e s

asegurados” ya que los asegurados que no son

trabajadores representan alrededor del 18 % del

total del rubro de “Asegurados” lo cual distorsiona

los datos del empleo.

En conclusión, el inadecuado uso de la información, la

falta de un planteamiento teórico adecuado y el desco-

nocimiento acerca de la relación entre las variables

económicas y la ausencia de mediciones empíricas

entre las mismas, deja sin sustento todas las afirma-

ciones vertidas en la carta de referencia, porque

ningún dato aportado en la misma logra demostrar que

si habría crecimiento en Veracruz. Mucho menos el

argumento de que todo está medido por un modelo

econométrico, pues si el modelo está mal, las predic-

ciones que de él se deriven también lo estarán.

4. La Dinámica Sectorial Reciente

Con respecto al diferente comportamiento de la

economía estatal en relación a la nacional, vale la

pena señalar que el crecimiento en Veracruz medido

por el índice de volumen físico del PIBE total y secto-

rialmente, confirma la menor dinámica estatal com-

parada con la nacional. Este índice para Veracruz cre-

ció un 15 % en el periodo 1993-2000, lo cual es mucho

menor que el crecimiento nacional que fue de 27 %, es

decir, una diferencia de un poco menos del doble. Esa

diferencia se agranda si observamos el comporta-

miento en el periodo 1998-2000, pues mientras que el

crecimiento estatal es apenas del 4 %, el nacional es

de 10.5 %, esto es, más del doble.

Estos resultados se explican por el comportamien-

to que han venido mostrando las actividades más

importantes dentro en el estado, como es la industria

manufacturera, que contribuye con el 18 % del total del

PIBE y el sector Comercio, Restaurantes y Hoteles, con

el 16 %.14 Es decir, en conjunto, estos dos sectores

generan el 34 % del total del PIBE, lo cual significa que

tienen un peso más importante que el resto de los sec-

tores y cuya dinámica influye de modo determinante

en las tendencias del crecimiento de la economía

estatal. Por ello resulta pertinente su análisis, pero,

además, porque permite estimar los resultados

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

92

CUADRO 5. VERACRUZ. INVERSIÓN PRIVADA, PÚBLICA Y GASTO EN DESARROLLO SOCIAL2000-2002

(millones de pesos de 1994)

Inversión Privada Gasto en Desarrollo Social Gasto en Inversión Pública

Año

$Tasa de

crecimientoanual real

Índice decrecimiento

real$

Tasa decrecimientoanual real

Índice decrecimiento

real$

Tasa decrecimientoanual real

Índice decrecimiento

real

2000 2,216.3 - 100.0 5,305 - 100.0 7,650.6 - 100.0

2001 1,889.7 -14.7 85.3 5,740 8.19 108.2 7,987.8 4.4 104.4

2002 2,243.1 18.7 118.7 5,454 -4.97 95.0 8,016.8 0.4 100.4

Fuente: Elaboración del autor con datos de Bernardo Urriza, Diario de Xalapa, 16 de febrero de 2003, deflactados con el INPC1994=1000

13 Véase: Instituto Mexicano del Seguro Social, página electrónica:

www.imss.gob.mx. 14 Sistema de Cuentas Nacionales PIBE 2001, INEGI, Página electrónica.

Page 94: Estado Economía y Hacienda Pública 6

económicos del P I B E para 2002, que aún no se

encuentran disponibles.15

En lo que respecta a la industria manufacturera

en el estado, ésta mostró un estancamiento en el

periodo 2000-2002, ya que el índice de la producción

para el primer año fue de 116.6 % (comparado con el

año base que es 1993) y para el segundo, fue exac-

tamente el mismo, es decir, no mostró crecimiento y

de hecho difiere muy poco con el observado en 1998

en que alcanzó un nivel de 115 % Es decir de 1998 a

2002, la producción industrial apenas se incrementó

un 1.4 % siendo la mayor etapa de crecimiento de

1998 a 2000.

Contrasta este comportamiento con el observado

a nivel nacional, donde el índice alcanzó un nivel de

138 % en el año 2002 (con respecto a 1993), valor

que, sin embargo, fue mayor en el año 2000, en que

llegó 144 %. A pesar de esto, para el periodo 1998-

2002, el incremento de la producción industrial

nacional fue de 7.3 %, lo cual es cinco veces superior

al estatal, que es de 1.4 %. Sin embargo, si se obser-

va la tendencia de todo periodo 1995-2002 es posible

notar que la diferencia en el crecimiento es aún mayor,

ya que la industria nacional creció diez veces más que

la estatal, pues mientras la primera lo hizo en un 40.4

%, la segunda logró apenas un 4.4 %

Este comportamiento es resultado del diferencial

en las tasas de crecimiento promedio anual, que a

nivel nacional fue de 2.34 % de 1998 a 2002; en tanto

que la estatal fue de 0.49 %.

Por lo que se refiere al sector comercio con ven-

tas al mayoreo, su comportamiento también ha sido

negativo en el periodo de análisis. Así, el volumen de

ventas de 2002 para el estado de Veracruz, muestra

un desplome del –3.9 % comparado con el observado

en 1994. La caída es mayor si lo comparamos con el

año 2001, con respecto al cual la reducción es del

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

93

15 El sector “Servicios comunales, sociales y personales” tiene una

aportación al PIBE del 23 %, pero no existen datos para analizar su com-

portamiento durante 2002.

GRÁFICA 5. INDICE DE VOLUMEN FISICO DEL PIB TOTAL VERACRUZ-NACIONAL. 1993-2000

95.0

100.0

105.0

110.0

115.0

120.0

125.0

130.0

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi.

Nacional Veracruz

Page 95: Estado Economía y Hacienda Pública 6

-5 % y comparado con el año 1998, la caída es del

-10.3 %.

Este comportamiento negativo impactó de manera

importante el volumen total de las remuneraciones del

sector, las cuales se redujeron en el periodo 1994-

2002 en un -20 % y de 1998 a 2003 en un -12 %. Esta

contracción se debió a la caída del -25.5 % de las

remuneraciones por persona en 2002 con respecto al

nivel observado en 1994. Todo esto a pesar de que el

personal ocupado mostró una ligera recuperación.

Por lo que hace al comercio al menudeo, la

situación es parecida. Las ventas cayeron en un 13 %

con respecto a 1994, y comparadas con el 2000, per-

manecieron estancadas. Por su parte las remunera-

ciones a los trabajadores cayeron un -3.3 % con

respecto al primer año y un 5.4 % con relación al

segundo.

Esto último debido a una contracción de las remu-

neraciones por persona, que cayeron -6.3 % en el

período 2000-2002.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

94

GRÁFICA 6. VERACRUZ. VOLUMEN FíSICO DE LA PRODUCCIÓN MANUFACTURERA 1995-2002. Índice de crecimiento anual

95.0

100.0

105.0

110.0

115.0

120.0

125.0

130.0

135.0

140.0

145.0

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002Fuente: Elaboración propia con datos del Inegi.

Veracruz-llave Total Nacional

Cuadro 6. Índice de Volumen Físico de la Producción Manufacturera(Base 1993 = 100)

PERIODO Veracruz Total Nacional1995 111.8 98.91996 112.2 109.6

1997 115.0 120.51998 115.1 129.4

1999 114.3 134.9

2000 116.6 144.22001 117.0 138.82002 116.7 138.9

Crecimiento 1998-2002 101.4 107.3Crecimiento 1995-2002 104.4 140.4

FUENTE: INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México.

Page 96: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

95

GRÁFICA 7. VERACRUZ. INDUSTRIA MANUFACTURERA. Tasa de crecimiento promedio anual. 1994-2002

-3.0

-1.0

1.0

3.0

5.0

7.0

9.0

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: Elaboración propia con datos del Inegi.

Nacional Veracruz

Gráifac 8. Veracruz. Índice de crecimiento de las remuneraciones totales, por persona y total de ventas en establecimientos comerciales con ventas al mayoreo. 1994-2002

65.0

70.0

75.0

80.0

85.0

90.0

95.0

100.0

105.0

110.0

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Elaboración propia con datos de Inegi, página electrónica.

Remuneraciones totalespersonal ocupado

Remuneraciones por persona Ventas mayoreo

Page 97: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En conclusión, medido en términos de sus sec-

tores económicos más importantes, la economía vera-

cruzana se encuentra en medio de un profundo

estancamiento económico desde mediados de la

década pasada. Situación que se agrava durante los

dos primeros años de la presente década.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

96

CUADRO 7. VERACRUZ. INDICE DE CRECIMIENTO DE LAS VENTAS, PERSONAL OCUPADO, REMUNERACIONESTOTALES Y POR PERSONA. EN ESTABLCIMIENTOS COMERCIALES AL MENUDEO Y MAYOREO 1994-2002 (1994=100)

Establecimientos comerciales al menudeo Establecimientos comerciales al mayoreoAÑO

Ventas Personalocupado

Remuneracionestotales

Remuneracionespor persona

Ventas PersonalOcupado

Remuneracionestotales

Remuneracionespor persona

1994 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.01 100.00

1995 75.3 102.6 78.8 84.0 77.21 89.0 77.33 89.34

1996 72.5 134.3 76.0 83.3 75.08 85.3 67.67 76.55

1997 78.8 144.0 80.9 83.5 80.85 86.6 69.40 80.56

1998 77.6 169.7 87.8 86.1 85.77 88.2 68.07 77.40

1999 77.6 179.2 87.1 86.2 93.02 92.4 68.95 72.23

2000 87.0 190.3 101.9 94.0 98.64 93.7 73.13 74.35

2001 88.6 200.4 101.1 93.9 101.06 102.8 76.27 75.10

2002 87.0 192.7 96.7 87.7 96.11 106.4 79.69 74.52

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Gráfica 9. Veracruz. Ventas, personal ocupado, remuneraciones totales y por persona en establecimientos comerciales al menudeo.

1994-2002

70.0

75.0

80.0

85.0

90.0

95.0

100.0

105.0

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi.

Venta menudeo

Remuneraciones totales menudeo

Remuneraciones por persona

Page 98: Estado Economía y Hacienda Pública 6

5. El Desempleo. Medida y Tendencias

Una de las formas más claras en que se evidencia el

desempeño de una economía es a través de la magni-

tud del desempleo, en la medida que es una variable

altamente sensible a los vaivenes de la producción.

La medida tradicional, aunque no la más efectiva,

para medir el desempleo es la Tasa de Desempleo

Abierta (TDA) que se define como la proporción de la

Población Económicamente Activa (PEA) que no ha tra-

bajado ni una hora a la semana y que ha buscado tra-

bajo. (Es decir una persona se considera empleada si

trabaja, al menos, una hora a la semana).

En Veracruz, en los últimos años, esta tasa vino

mostrando un estancamiento considerable, ya que

mientras en 1999 fue del 2.5 %, para 2002 alcanzó un

valor de 2.4 %, es decir, prácticamente no se movió. Y

de hecho, para los años intermedios del periodo, mues-

tra un comportamiento contradictorio, ya que se reduce

en los años de contracción económica y sube en los

años de expansión. Esto puede deberse al hecho de

que durante las épocas en que la economía estatal no

crece, algunas personas dejan de buscar empleo y

reducen, tanto el número absoluto de desocupados,

como el tamaño de la P E A, por lo que la T D A tiende a dis-

m i n u i r. De igual forma, cuando la economía crece, algu-

nas personas reinician su búsqueda de empleo agran-

dando con ello el tamaño de la P E A y el número de deso-

cupados, por lo que la tasa de desempleo crece.

Refuerza este argumento el comportamiento de la

Tasa de Ocupación Parcial y Desocupación (TOPD1)

que considera desocupados a aquellos que no tienen

un trabajo, más los que sólo trabajan menos de 15

horas a la semana. Es precisamente en este rango de

personas, en donde entrar y salir de la PEA es muy fre-

cuente y muy fácil, por lo que es muy probable que el

comportamiento de estas tasas se explique por las

razones antes expuestas.

En general se considera que estas tasas no ofre-

cen una buena medida del desempleo, precisamente

porque toman como empleados a los trabajadores

informales, con trabajos que abandonan muy fácil-

mente por el bajo sueldo y el número reducido de

horas que le dedican.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

97

GRÁFICA 10. VERACRUZ. PIBE y Tasa de desempleo abierto (TDA) 1996-2002

-1.0

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi.

PIB (2002 es unaestimación)

TDA

Page 99: Estado Economía y Hacienda Pública 6

También hay que considerar que el valor de estas

tasas está influido por el crecimiento permanente de la

PEA resultado del crecimiento natural de la población,

porque cada año ingresan más personas a la edad de

trabajo. Esto puede hacer que la tasa de desempleo

no baje, e incluso puede hacer que suba, aunque se

estén generando más puestos de trabajo, lo cual sig-

nifica que la economía no crece lo suficiente para aco-

modar a toda la población trabajadora.

Adicionalmente hay que considerar que la TDA pre-

senta el problema de subestimar de manera muy

importante el nivel de desempleo, porque cuenta como

empleados aquellas personas subempleadas o con

empleos informales, que normalmente no tienen

prestaciones y está muy mal pagado. Por ello hay que

hacer uso de tasas alternativas, como la segunda Tasa

de Ocupación Parcial y Desocupación (TOPD2) que es

una mejor medida del desempleo, ya que mide la pro-

porción de la PEA desocupada más los ocupados que

trabajan menos de 35 horas a la semana. Es decir,

prácticamente elimina el empleo informal.

Por supuesto, se observa que su valor es suma-

mente alto: del 23.5 % para 1998 y aunque muestra

una tendencia a la baja a lo largo del periodo de análi-

sis, ésta es poco considerable, pues apenas se reduce

a 20.1 % en 2002.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

98

GRÁFICA 11. VERACRUZ. TASAS DE DESEMPLEO. 1998-2002

18.516.7

15.6 15.0 12.3

7.6

9.57.9

7.3

7.1

2.4

2.32.72.53.0

21.622.4

23.5

21.0

20.1

-

5.0

10.0

15.0

20.0

25.0

1998 1999 2000 2001 2002 p/

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi.

TIID

TOPD1

TDA a/

TOPD2

7

Page 100: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Estos datos parecen definir un escaso efecto del

crecimiento económico sobre el nivel de empleo. De

hecho, el efecto más importante parece ser la mejora

en el nivel de ingreso. Al incorporar al análisis la Tasa

de Ingreso Inferior al Mínimo (TIID), que mide la pro-

porción de la PEA ocupada con ingresos menores al

mínimo, se puede observar que es la tasa que más

cambia, ya que se reduce del 18.5 % en 1998 al 12.3 %

en el 2002. Lo cual hay que entenderlo, no como una

caída del desempleo, porque las demás tasas no cam-

biaron, sino como el hecho de que muchas personas

que no ganaban bien mejoraron su posición, sin que

aumentaran mucho los empleos.

De hecho, esta mejora se corrobora al observar la

magnitud de trabajadores registrados en el I M S S,

misma que se incrementa mientras la TIID disminuye y

el resto de las tasas permanecen estancadas. Esto

significa que unas personas ya empleadas mejoraron

su situación en términos de aumentos de sus ingresos

y obtención de prestaciones. Pero, eso no impidió que

más personas se quedaran sin empleo, por eso el

comportamiento –ya descrito– de las otras tasas (la

TDA y la TOPD1 y TOPD2).

En conclusión, la dinámica económica ha impedido

una expansión amplia del empleo. Si acaso algunos ya

ocupados han conseguido mejores empleos, pero el

desempleo persiste aunque no parece crecer al ritmo

que se contrae la economía estatal porque muchos al no

conseguir empleo, han optado por dejar de buscarlo, lo

que refleja la incapacidad del sistema económico estatal

para emplear a todos aquellos que buscan un empleo.

6. Veracruz en la Dinámica de la Economía

Regional

El comportamiento de la economía veracruzana a lo

largo de los últimos cinco años, contrasta con el de la

economía nacional y con el resto de las economías

estatales.

De 1996 a 2001, la economía del país creció a una

tasa media anual de 3.6 %; sin embargo, 14 estados

superaron esa dinámica, destacándose:

Aguascalientes, Querétaro y Baja California, que

crecieron a tasas superiores al 5 %, siendo los de

mayor expansión. Asimismo, sobresalen Sonora,

Tlaxcala, Yucatán, México, Puebla, Quintana Roo,

Morelos, Nuevo León y Chihuahua, que crecieron por

encima del 4 % anual.

En cambio, los 18 estados restantes, crecieron por

debajo de la tasa nacional, destacando el caso del

estado de Veracruz que sólo pudo obtener un incre-

mento del 1.4 %, siendo el estado de menor creci-

miento en todo el país.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

99

CUADRO 8. VERACRUZ TASAS DE DESEMPLEO Y PIBE 1966-2002

TDA a/ TIID TCCO TOPD2 TOPD1Menos de un SalarioMínimo y Más de 48

Hr/SmPIB estatal b/

1996 4.3 21.9 24.4 25.2 10.2 18.7 1.61997 3.2 21.2 24.0 24.2 9.2 20.3 3.31998 3.0 18.5 23.0 23.5 9.5 17.5 2.21999 2.5 16.7 22.1 22.4 7.6 16.9 -0.042000 2.7 15.6 18.4 21.6 7.9 15.9 4.22001 2.3 15.0 17.1 21.0 7.3 11.1 -0.832002 2.4 12.3 14.3 20.1 7.1 10.2 1.0

a/ Es el promedio de las 3 areas urbanas incluidas en la mediciónb/ 2002 es una estimación.FUENTE: Elaboración propia con datos de INEGI. Encuesta Nacional de Empleo Urbano.

Page 101: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La diferencia entre el crecimiento de unos y otros

estados es muy marcada, por lo que el proceso de

expansión diferenciada trae como consecuencia un

proceso de desequilibrio regional, profundizando el

fenómeno de desarrollo desigual que se expresa en

la presencia de abismales deferencias en productivi-

dad, competitividad y calidad de vida en las dife-

rentes regiones que conforman al país. Tan sólo hay

que observar que el crecimiento de A g u a s c a l i e n t e s ,

(que es el estado que más crece, al 5.5 %) es cinco

veces superior al de Veracruz, que es el que menos

crece (1.4 %).

Esta dinámica diferenciada modificó la partici-

pación de cada estado en el PIB nacional, de modo que

algunos ocuparon un lugar más alto y otros perdieron

el que tenían al inicio del periodo. Este es el caso de

Veracruz que es una de las economías más grandes

del país por el tamaño de su PIBE, y que en 1996, ocu-

paba el quinto lugar a nivel nacional, con una partici-

pación del 4.6 % del PIB total. Para 2001 pasó a ocu-

par el sexto lugar, con una participación disminuida al

4.09 %, resaltando el hecho de que su crecimiento se

mantuvo por debajo del que experimentaron otros

estados más pobres en términos de recursos naturales

y financieros como Chiapas, cuyo crecimiento fue del

doble que el de Veracruz.

Destaca el hecho de que los estados que más

crecieron, tuvieron tasas de crecimiento impresionan-

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

100

Veracruz

GuerreroTabasco

ColimaOaxacaZacatecasCampeche

SinaloaDurangoMichoacán

ChiapasHidalgo

NayaritBajaCaliforniaSur

DistritoFederalGuanajuato

CoahuilaSanLuisPotosí

TOTAL NACIONALJalisco

TamaulipasSonora

TlaxcalaYucatán

MéxicoPuebla

QuintanaRoo

MorelosNuevoLeón

Chihuahua

BajaCaliforniaQuerétaro

Aguascalientes

- 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0

Fuente: Elaboración propia con datos del Inegi.

Gráfica 12. Tasas de crecimiento media anual del PIB estatal. 1996-2001.

Page 102: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

101

Cuadro 9. Participación en el PIB Nacional por entidad federativa 1996-20011996 2001

Entidad Federativa Participación porcentual en eltotal del PIB nacional

Rankingnacional 1996

Entidad federativa Participación porcentual en eltotal del PIB nacional

Rankingnacional 2001

Distrito Federal 22.98 1 Distrito Federal 22.37 1México 10.38 2 México 10.84 2Nuevo León 6.44 3 Nuevo León 6.87 3Jalisco 6.35 4 Jalisco 6.44 4Veracruz Llave 4.64 5 Chihuahua 4.38 5Chihuahua 4.06 6 Veracruz Llave 4.09 6Guanajuato 3.38 7 Puebla 3.45 7Puebla 3.27 8 Guanajuato 3.29 8Coahuila 3.12 9 Baja California 3.24 9Baja California 2.96 10 Coahuila 3.07 10Tamaulipas 2.91 11 Tamaulipas 2.97 11Sonora 2.75 12 Sonora 2.83 12Michoacán 2.44 13 Michoacán 2.32 13Sinaloa 2.24 14 Sinaloa 2.11 14Chiapas 1.82 15 Chiapas 1.73 15Guerrero 1.82 16 Querétaro 1.72 16San Luis Potosí 1.73 17 San Luis Potosí 1.72 17Oaxaca 1.63 18 Guerrero 1.65 18Querétaro 1.55 19 Oaxaca 1.50 19Hidalgo 1.46 20 Morelos 1.47 20Morelos 1.38 21 Quintana Roo 1.40 21Durango 1.33 22 Hidalgo 1.39 22Quintana Roo 1.33 23 Yucatán 1.37 23Yucatán 1.32 24 Durango 1.26 24Tabasco 1.30 25 Aguascalientes 1.20 25Campeche 1.20 26 Tabasco 1.19 26Aguascalientes 1.07 27 Campeche 1.13 27Zacatecas 0.83 28 Zacatecas 0.78 28Nayarit 0.60 29 Nayarit 0.58 29Colima 0.59 30 Baja California Sur 0.56 30Baja California Sur 0.58 31 Tlaxcala 0.56 31Tlaxcala 0.54 32 Colima 0.54 32Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

4.64

4.49

4.37

4.22

4.124.09

1996 1997 1998 1999 2000 2001

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi..

Gráfica 13. Veracruz. Participación en el PIB nacional. 1996-2001

Page 103: Estado Economía y Hacienda Pública 6

temente altas como el caso de Aguascalientes que en

1997 creció al 9 % y en 2000 al 10.4 %. Es el mismo

caso de Querétaro que en 1997 creció un 12 % y en

2000, 7 % y Baja California con 12 % y 9.7 %, para los

mismos años. En el otro extremo, el estado de

Veracruz, mostró tasas de crecimiento para esos años

del 3 y 4 % respectivamente y de hecho su crecimien-

to nunca fue superior a esta última tasa, mostrando

tasas negativas de incremento en dos de los cinco

años analizados.

Estos resultados diferenciados deben llevarnos a

un análisis profundo de la realidad veracruzana, con el

fin de revisar las causas específicas del mediocre

comportamiento de su economía e identificar el con-

junto de soluciones que se requieren.

Es necesario observar qué es lo que están hacien-

do otros estados para crecer a un ritmo acelerado.

Estados que sí han aprovechado los cambios estruc-

turales que ha tenido la economía nacional y que,

seguramente, han implementado políticas inteligentes

para impulsar el desarrollo de sus sectores produc-

tivos con el fin de volverlos más eficientes y competi-

tivos.

Si no se identifican los problemas y las potenciali-

dades de la economía veracruzana y no se implemen-

ta una política de impulso al crecimiento económico,

en muy poco tiempo Veracruz terminará por ser

desplazado por muchos otros estados y –lo que es

peor– se agravará la pobreza de su población.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

102

Gráfica 14. Veracruz. Crecimiento comparado 1996-2001Indices de crecimiento del PIB estatal ( Base 1996=100)

100.0

105.0

110.0

115.0

120.0

125.0

130.0

135.0

140.0

1996 1997 1998 1999 2000 2001

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

TOTALNACIONAL

Aguascalientes

VeracruzLlaveLlave

Page 104: Estado Economía y Hacienda Pública 6

7. Crecimiento economico y bienestar social

Como resultado del negativo comportamiento de la

economía veracruzana a lo largo de los últimos años,

la población no ha podido superar el deterioro de sus

condiciones de vida, medidas por el nivel del PIBE per

capita, particularmente desde el año 2000.

De 1998 a la fecha este indicador ha sufrido tres

disminuciones: en 1999 en que cayó -0.5 %; en 2001,

-1.3 % y -0.5 en 2002. Si bien, durante 1998 creció un

1.7 % y en 2000 un 3.6 % A pesar de este compor-

tamiento negativo, durante el periodo ha podido acu-

mular un ligero incremento del 2.1 %, aunque este

comportamiento se ha debido más bien al lento ritmo

de crecimiento que ha tenido la población que crece a

una tasa del 0.5 % promedio anual, lo cual ha atenua-

do el efecto de la escasa dinámica económica estatal.

Pero esa pobre dinámica ha influido sobre el creci-

miento de la población, porque al no producirse los

empleos suficientes, miles de veracruzanos han salido

a buscar trabajo a otros lugares, reduciendo la tasa de

crecimiento poblacional del estado y en algunos

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

103

Cuadro 10. Tasa media anual de crecimiento del PIB 1996-2001Entidad Federativa Tasa media anual de crecimientoTOTALNACIONAL 3.60

Aguascalientes 5.53Querétaro 5.43Baja California 5.17Chihuahua 4.90Nuevo León 4.71Morelos 4.65Quintana Roo 4.56Puebla 4.54México 4.35Yucatán 4.23Tlaxcala 4.19Sonora 4.08Tamaulipas 3.92Jalisco 3.86San Luis Potosí 3.48Coahuila 3.32Guanajuato 3.14Distrito Federal 3.13Baja California Sur 3.05Nayarit 2.97Hidalgo 2.79Chiapas 2.72Michoacán 2.68Durango 2.66Sinaloa 2.56Campeche 2.50Zacatecas 2.46Oaxaca 2.22Colima 2.08Tabasco 2.04Guerrero 1.91Veracruz 1.43Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Page 105: Estado Economía y Hacienda Pública 6

municipios, provocando tasas de crecimiento negati-

vas. Así que el hecho de que el P I B E per capita se haya

movido en sentido positivo, se ha logrado gracias a la

reducción del número de los que entran al reparto de la

riqueza, más que al aumento de la riqueza repartida.

Este comportamiento del P I B E per capita, c o n-

trasta con el que ha tenido el mismo indicador a nivel

nacional, el cual estuvo sujeto a un comportamiento

más positivo, por lo que acumuló, a lo largo del peri-

odo, un crecimiento del 6.1 %, que es equivalente a

tres veces lo que creció Veracruz. Ello a pesar de

que la población a nivel nacional muestra un ritmo de

crecimiento del 1.3 % anual, más alto que el estatal.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

104

CUADRO 11. VERACRUZ. PIB Y PIBE TOTAL Y PER CÁPITA 1996-2003Veracruz Total Nacional

PIBE PIB per cápita PIB tca PIB per cápitaMiles de pesos de

1993tca

Pesos porpersona

tcaÍndice de

crecimientoMiles de pesos de

1993Pesos porpersona

tcaÍndice de

crecimiento1995 54,398,800 8,074.24 100.0 1,131,752,762 - 12,415.25 100.01996 55,277,849 1.6 8,163.90 1.1 101.1 1,190,075,547 5.2 12,887.51 3.8 103.81997 57,099,729 3.3 8,391.01 2.8 103.9 1,270,744,066 6.8 13,584.48 5.4 109.41998 58,358,397 2.2 8,533.31 1.7 105.7 1,334,586,475 5.0 14,083.88 3.7 113.41999 58,332,405 -0.04 8,487.08 -0.5 105.1 1,382,935,488 3.6 14,406.81 2.3 116.02000 60,704,818 4.1 8,796.52 3.6 108.9 1,473,562,655 6.6 15,134.88 5.1 121.92001 60,202,561 -0.8 8,681.96 -1.3 107.5 1,471,065,152 -0.2 14,911.58 -1.6 120.12002 60,930,120 0.01 8,641.25 -0.5 107.0 1,484,304,738 0.9 14,848.97 -0.4 119.62003

e/61,718,312 1.3 8,711.66 0.8 107.9 1,513,990,833 2.0 14,947.82 1.7 120.4

1998-2002 2.1 6.11995-2002 7.9 20.4a/ El dato del PIBE para este año es una estimación a partir del PIB nacional.e/ Estimado.Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Gráfica 15. Veracruz. Tasa de crecimiento del PIBE per cápita. 1998-2002

-3.0

-2.0

-1.0

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

5.0

6.0

1998 1999 2000 2001 e/ 2002 e/

Fuente: Elaboración propia con datos de Inegi y estimaciones propias.

Veracruz

Nacional

Page 106: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Los rezagos económicos y sociales han mantenido

al estado de Veracruz muy lejos de los mejores nive-

les de bienestar, comparado con el resto de los esta-

dos; y su escasa dinámica económica del estado

–menor a la de los demás– ha traído como conse-

cuencia un deterioro relativo de su nivel de bienestar.

En 1996, el estado ocupaba el lugar número 24 a

nivel nacional, comparando el valor de su PIBE per

capita con el del resto de las entidades federativas;

esto representa el 63 % del valor de mismo indicador

a nivel nacional y tan sólo un 25 % del valor obtenido

por el Distrito Federal, que es la entidad con el dato

más alto. Es decir, en 1996, el nivel de bienestar de un

veracruzano, equivalía, en promedio, a una cuarta

parte del que tenía un residente del D.F. En cambio

superaba en un 38 % al de Oaxaca, que es el estado

con el más bajo PIBE per capita de ese año.

Debido a la forma diferencial en que crecieron las

entidades federativas a partir de este año y hasta

2001, sus valores per capita y su posición en el ran-

king nacional se vio alterada, a pesar de que todas

presentaron crecimiento en alguna magnitud.

En el caso de Veracruz, su muy reducida dinámi-

ca económica, propició que esta variable creciera

tan sólo un 6.3 % en términos reales, al pasar de

8,165 a 8,682 pesos por persona. Esto significa un

crecimiento muy bajo comparado con el de otros

estados, como Aguascalientes que creció un 26 %.

Es decir, el crecimiento del bienestar en el primero,

representó una cuarta parte del crecimiento que tuvo

el segundo.

Como consecuencia de este comportamiento, el

estado de Veracruz cayó de la posición que tenía en

1996 (en que ocupaba el lugar 24 por el tamaño de

su P I B E per capita) a la posición 26 en 2001. En este

año, el valor del P I B E per capita veracruzano, com-

parado con la media nacional se redujo al 58 % (en

1996 equivalía al 63 %) y comparado con el D.F. ,

–que también fue el más alto ese año– se redujo al

23 % (en 1996 era del 25 %). Y se acercó a los esta-

dos más pobres ya que el valor de su P I B E per capita

fue un 36 % superior al de Oaxaca, que sigue sien-

do el más bajo, mientras que en 1996 era del 38 %.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

105

Gráfica 16. Veracruz. Indice de crecimiento del PIB per cápita. 1998-2002.

98.0

99.0

100.0

101.0

102.0

103.0

104.0

105.0

106.0

107.0

108.0

1998 1999 2000 2001 e/ 2002 e/

Fuente: Elaboración propia con datos del Inegi y estimaciones propias.

Veracruz

Nacional

Page 107: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

106

CUADRO 12. PIBE PER CÁPITA POR ESTADOS 1966-2001 (miles de pesos de 1993) 1996 Ranking nacional 2001 Ranking nacionalTOTALNACIONAL 12,884 TOTALNACIONAL 14,912Distrito Federal 32,132 1 Distrito Federal 38,205 1Campeche 22,003 2 Nuevo León 26,020 2Quintana Roo 21,503 3 Campeche 23,760 3Nuevo León 21,275 4 Quintana roo 22,618 4Baja California Sur 17,909 5 Chihuahua 20,764 5Chihuahua 17,004 6 Coahuila 19,451 6Coahuila 16,893 7 Baja California Sur 18,996 7Baja California 16,142 8 Sonora 18,558 8Sonora 15,493 9 Baja California 18,546 9Aguascalientes 14,514 10 Aguascalientes 18,323 10Querétaro 14,439 11 Querétaro 17,687 11Colima 14,000 12 Tamaulipas 15,620 12Tamaulipas 13,479 13 Jalisco 14,834 13Jalisco 12,469 14 Colima 14,291 14Morelos 11,220 15 Morelos 13,691 15Durango 11,051 16 Durango 12,810 16Sinaloa 10,883 17 Sinaloa 12,116 17México 10,321 18 Yucatán 12,001 18Yucatán 9,957 19 México 11,922 19San Luis Potosí 9,298 20 San Luis Potosí 10,940 20Guanajuato 9,030 21 Guanajuato 10,285 21Tabasco 8,695 22 Puebla 9,834 22Puebla 8,262 23 Nayarit 9,258 23Veracruz 8,165 24 Tabasco 9,088 24Hidalgo 8,108 25 Hidalgo 9,056 25Nayarit 7,971 26 Veracruz 8,682 26Michoacán 7,467 27 Michoacán 8,514 27Zacatecas 7,401 28 Zacatecas 8,472 28Guerrero 7,342 29 Tlaxcala 8,392 29Tlaxcala 7,140 30 Guerrero 7,801 30Chiapas 5,930 31 Chiapas 6,368 31Oaxaca 5,928 32 Oaxaca 6,361 32Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

GRÁFICA 17. PIB PER CÁPITA POR ESTADOS. 2001 (Pesos de 1993)

Oaxaca

Chiapas

Guerrero

Tlaxcala

Zacatecas

Michoacán

Hidalgo

Tabasco

Nayarit

Puebla

Guanajuato

San Luis Potosí

Yucatán

Sinaloa

Morelos

Colima

Tamaulipas

Querétaro

Aguascalientes

Baja California

Sonora

Baja California Sur

Coahuila

Chihuahua

Quintana Roo

Campeche

Nuevo León

Total Nacional

Jalisco

Durango

México

Veracruz

Distrito Federal

- 5,000 10,000 15,000 20,000 25,000 30,000 35,000 40,000

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Page 108: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Estos datos evidencian adversas condiciones de

funcionamiento de la economía veracruzana, com-

paradas con las que ofrece el país en general y refle-

jan la urgente necesidad de crear mecanismos que

potencien el crecimiento de la producción, que es el

único modo en que pueden mejorarse las condiciones

de vida de los veracruzanos. De lo contrario, la crisis

seguirá siendo una escena cotidiana, los veracruzanos

seguirán empobreciendo, marginándose del desarro-

llo, en un estado de grandes recursos, de grandes

planes y de grandes esperanzas.

8. Gasto público y economía regional

Según la teoría económica, existe una relación positi-

va entre los niveles de gasto público y los de creci-

miento económico, de modo que es posible afirmar

que un mayor gasto del gobierno hace crecer el volu-

men total del PIB.

Esto ha llevado a los gobiernos –en todos sus

órdenes– a incrementar de modo permanente sus pre-

supuestos y ha servido como justificación de las políti-

cas de gasto expansionistas. Incluso se ha llegado a

considerar al volumen total de gasto, como un indi-

cador del desempeño gubernamental,

El análisis que aquí presento, con evidencia

empírica reciente, arroja resultados en el sentido de

que esa aparente relación, es en realidad inexistente.

De los cinco estados que más gasto público

ejercieron durante el año 2001, tres, mostraron

tasas de crecimiento del P I B negativas: Distrito

Federal, -0.5 %; Veracruz, -0.8 %; y Nuevo León, -0.4 %.

Los otros dos, si bien crecieron, lo hicieron a un

ritmo muy lento, estos fueron: México, 0.9 y Jalisco,

0 . 1 3 % .

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

107

CUADRO 13. CRECIMIENTO DEL PIB PER CÁPITA POR ESTADOS 1966-2001

Entidad Federativa 1996 2001Tasa de crecimiento 1996-

2001Rankingnacional

TOTAL NACIONAL 12,884 14,912 15.7 Aguascalientes 14,514 18,323 26.2 1Querétaro 14,439 17,687 22.5 2Nuevo León 21,275 26,020 22.3 3Chihuahua 17,004 20,764 22.1 4Morelos 11,220 13,691 22.0 5Yucatán 9,957 12,001 20.5 6Sonora 15,493 18,558 19.8 7Puebla 8,262 9,834 19.0 8Jalisco 12,469 14,834 19.0 9Distrito Federal 32,132 38,205 18.9 10San Luis Potosí 9,298 10,940 17.7 11Tlaxcala 7,140 8,392 17.5 12Nayarit 7,971 9,258 16.2 13Durango 11,051 12,810 15.9 14Tamaulipas 13,479 15,620 15.9 15México 10,321 11,922 15.5 16Coahuila 16,893 19,451 15.1 17Baja California 16,142 18,546 14.9 18Zacatecas 7,401 8,472 14.5 19Michoacán 7,467 8,514 14.0 20Guanajuato 9,030 10,285 13.9 21Hidalgo 8,108 9,056 11.7 22Sinaloa 10,883 12,116 11.3 23Campeche 22,003 23,760 8.0 24Chiapas 5,930 6,368 7.4 25Oaxaca 5,928 6,361 7.3 26Veracruz 8,165 8,682 6.3 27Guerrero 7,342 7,801 6.2 28Baja California Sur 17,909 18,996 6.1 29Quintana Roo 21,503 22,618 5.2 30Tabasco 8,695 9,088 4.5 31Colima 14,000 14,291 2.1 32Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Page 109: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Considerada en conjunto la dinámica del PIB de

este grupo de entidades federativas, muestra una

caída de la actividad económica del –0.33 %, lo cual

tiene un impacto muy importante sobre la economía

nacional, pues estos cinco estados concentran el 50 %

del PIB nacional. Pero, además, ese decremento con-

trasta con el volumen de su gasto público, ya que ellos

concentran el 39 % del total de gasto ejercido por los

gobiernos estatales. Esto significa que hay una nula

influencia del gasto total de los gobiernos estatales

sobre la actividad económica.

Confirman estas afirmaciones los datos obtenidos

al calcular el coeficiente de correlación existente entre

la tasa de crecimiento del P I B E y el gasto total, la cual

alcanza un valor negativo de -0.37, lo cual significa que

existe una relación inversa entre ambas variables, de

modo que –como tendencia– es posible afirmar que a

mayor gasto total menor nivel de crecimiento del P I B E.

En el mismo sentido, cabe esperar una relación

entre la inversión pública y el crecimiento económico

estatal. De hecho es posible esperar una mayor influen-

cia que la que tendría el gasto total, pues aquélla tiene

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

108

CUADRO 14. ESTADOS CON EL MAYOR NIVEL DE GASTO PÚBLICO TOTAL 2001

Entidad Federativa Total Obras publicas y acciones socialesTasas de crecimiento

anualTotal Nacional 507,563,520 42,002,694 8.3 -0.17Veracruz 32,951,000 4,509,000 13.7 -0.83México 48,020,847 4,206,315 8.8 0.89Distrito Federal 62,171,150 4,165,800 6.7 -1.47Puebla 21,746,786 2,897,613 13.3 0.68Chihuahua 16,727,869 2,249,167 13.4 -3.35Total 5 estados 181,617,652 18,027,895 11.2 -0.85Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Regression95% confid.

GRÁFICA 18. GT vs. TCA (Casewise MD deletion)

TCA = 1.9707 + 0.0000 * GT

Correlation: r = -.3709

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

GT

TC

A

-4

-2

0

2

4

6

8

-5e6 1e7 2.5e7 4e7 5.5e7 7e7

Page 110: Estado Economía y Hacienda Pública 6

fines productivos. Al jerarquizar los estados de acuerdo

al porcentaje del gasto total que destinan a inversión

pública, se puede observar que de los cinco del grupo

anterior sólo destaca Veracruz que se encuentra en el

primer lugar. En los otros, la inversión pública represen-

tó una proporción muy baja comparada con el resto de

los estados. Es decir, los estados que más gastan, no

son los estados que más invierten (excepto Ve r a c r u z ) .

De los cinco estados que más gasto destinaron a

obra pública (con Veracruz a la cabeza) tres obtu-

vieron tasas de crecimiento del PIB negativas: Veracruz

-0.83 %; Chihuahua, -3.4 %; y Tamaulipas, -2.6 %. Los

otros dos crecieron débilmente, Puebla, 0.7 % y

Querétaro 0.13 %. Estos estados destinaron en

promedio a inversión el 13 % de su gasto total.

Se observa que en este nuevo grupo, el decremento

promedio del P I B, en conjunto, fue de -1.2 %; mayor que

en el primer grupo de estados analizado. Y esto es muy

significativo, porque estos estados, en lo individual, gas-

tan más en obra pública que los demás y concentran el

30 % del total de la inversión pública nacional realizada

por gobiernos estatales; aún así, no pudieron generar

crecimiento económico. De este modo, se puede concluir

que tampoco existe una relación positiva significativa

entre el crecimiento y la inversión pública.

Al calcular el coeficiente de correlación para estas

dos variables, se confirma que se encuentran rela-

cionadas negativamente, pues el valor que arroja el cál-

culo es de -0.39, lo cual significa que existe una ten-

dencia tal, que a mayor inversión pública menor creci-

miento económico, tal como en el caso del gasto total.

En cuanto al gasto como proporción del PIB, vale la

pena mencionar que ninguno de los estados con

mayor nivel absoluto de gasto público o con más alto

porcentaje de inversión pública, está en la lista de los

estados con mayor gasto como proporción del PIB. Es

decir, aquí destacan otros estados completamente dis-

tintos a los que ocupan los primeros lugares por el

monto absoluto de su gasto o por el monto de su inver-

sión pública.

De acuerdo con esta variable, los cinco estados

con mayor valor sí tuvieron tasas de crecimiento posi-

tivas: Tabasco, Chiapas y Oaxaca, 1 %; Nayarit 3.7 %

y Guerrero con 0.6 %. Esto representa un crecimiento

promedio en conjunto del 1.4 %. La participación de

este grupo en el gasto total de los estados es baja,

pues representa el 15 %. Es decir, con poco del gasto

público nacional lograron lo que no pudieron los esta-

dos con mucho de ese gasto. Esto se debe a que su

gasto fue mucho más alto como proporción de su PIBE

que el de los estados de mayor nivel absoluto de

gasto, ya que su gasto total promedio en conjunto fue

equivalente al 22 % de su PIB, mientras que los otros

alcanzaron apenas un 9 % promedio.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

109

CUADRO 15. ESTADOS CON EL MAYOR NIVEL DE INVERSIÓN PÚBLICA COMO PROPORCIÓN DE SU GASTOTOTAL 2001

Entidad Federativa TotalObras publicas

y accionessociales

Tasas de crecimientoanual

Total Nacional 507,563,520 42,002,694 8.3 -0.17Veracruz 32,951,000 4,509,000 13.7 -0.83Chihuahua 16,727,869 2,249,167 13.4 -3.35Puebla 21,746,786 2,897,613 13.3 0.68Tamaulipas 15,591,291 1,967,305 12.6 -2.64Querétaro 7,945,572 994,636 12.5 0.13Total 5 estados 94,962,518 12,617,721 13 -1.24Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Page 111: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

110

Regression95% confid.

Gráfica 19. Tasa de crecimiento PIBE -Inversión Pública Estatal

Inversión Pública Estatal= 1471E3 - 186E3 * TCA

Correlation: r = -.3900

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Tasa de crecimiento PIBE

Inversión Pública E

statal

-5e5

5e5

1.5e6

2.5e6

3.5e6

4.5e6

5.5e6

-4 -2 0 2 4 6 8

Gráfica 20. Correlación tasa de crecimiento del PIBE-Gasto Total estatal como % del PIBE

5.0

7.0

9.0

11.0

13.0

15.0

17.0

19.0

21.0

23.0

25.0

-3.50 -2.50 -1.50 -0.50 0.50 1.50 2.50 3.50 4.50 5.50

Tasa de crecimiento PIBE

Gas

to to

tal c

omo

% d

el P

IBE

Page 112: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Aquí, sin embargo, no se confirma que exista una

relación positiva entre el crecimiento y la proporción del

gasto, pues el coeficiente de correlación es apenas de

0.13, debido a que algunos estados con bajo porcenta-

je del gasto total como proporción del P I B E t a m b i é n

tuvieron altas tasas de crecimiento. Y de hecho, si se

calcula la correlación sólo para los estados que tuvieron

crecimiento positivo, resulta un valor de -0.15, es decir,

una relación negativa (aunque muy débil) entre estas

dos variables analizadas, lo que llevaría a concluir que

existe una escasa o nula influencia del gasto público

estatal en el ritmo de crecimiento del P I B E.

De igual forma al analizar el volumen del gasto per

capita, se observa que el coeficiente de correlación es

de 0.232, lo cual indica una tendencia a que el creci-

miento sea más alto en los estados con mayor gasto

per capita, aunque esta relación es débil porque hay

estados que no crecieron y el gasto per capita no es

de los bajos. Sin embargo, si se eliminan del análisis

estos, es posible obtener una correlación del 0.474

considerando sólo los estados con crecimiento, lo cual

confirma una relación positiva más fuerte, entre gasto

per capita y crecimiento económico

Por último, hay que considerar que algunos de los

estados que lograron crecer, tienen los peores niveles

de PIB per capita; sin embargo, en general, crecieron

más aquellos cuyo PIB per capita es mayor, lo cual se

confirma con una correlación de 0.538. De igual modo,

los estados que crecieron tienen una baja participación

en el PIB nacional, es decir, son pequeños, lo cual sig-

nifica que hay una relación inversa entre tamaño de la

economía y el crecimiento, que se confirma con una

correlación de -0.318.

Finalmente, de los cinco estados que más

crecieron, ni uno sólo está en la lista de los que más

gastaron o de los que más recursos destinaron a inver-

sión pública. Incluso si se amplia la lista a los 10 que

más crecieron, no se encuentra a ninguno de aquellos.

Estos estados son: Quintana Roo con un crecimiento

del 5.6 %; Morelos, 4.6 %; Campeche 4.5 %; Aguas-

calientes 4.3 % y Nayarit, 3.6 %. En promedio esto

equivale a un 4.5 % promedio de crecimiento para los

cinco estados, con apenas el 6.5 % del gasto estatal

total y el 8 % de la inversión pública estatal total. Dicho

gasto total representa, en promedio, el 12 % del PIB de

esos estados y un gasto per cápita muy superior a la

media nacional.

De hecho los estados que más gasto total tuvieron

y mayor obra pública financiaron, son los estados que

ocupan los últimos lugares en crecimiento, es decir,

que crecieron menos. En otras palabras a mayor gasto

e inversión, menor crecimiento. Como puede verse,

parece ser que los efectos multiplicadores del gasto

público sobre el crecimiento económico se han perdi-

do. Falta investigar cuáles son los factores que expli-

can este comportamiento.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

111

CUADRO 16. ESTADOS CON EL MAYOR NIVEL DE GASTO COMO PROPORCIÓN DEL PIBE 2001

Entidad FederativaPIB Por entidad federativa(Miles de pesos de 1993) Gasto como % del PIB

Participación enel PIB Nacional

por entidadfederativa

Tasas decrecimiento

anual

Total Nacional 5,285,606,388 9.6 100.0 -0.17Tabasco 65,821,767 24.1 1.2 0.94Chiapas 87,386,117 23.8 1.7 1.00Nayarit 30,422,880 21.5 0.6 3.63Oaxaca 81,353,694 21.5 1.5 1.07Guerrero 93,299,236 18.8 1.7 0.55Total 5 estados 358,283,694 21.93 6.7 1.44Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

Page 113: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

112

CUADRO 17 ESTADOS CON EL MAYOR NIVEL DE GASTO PER CÁPITA 2001

Entidad FederativaGasto per cápita

(Pesos por persona)PIB per cápita

(Pesos por persona)Tasas de

crecimiento anual

Total Nacional 5,145 53,578 -0.17Campeche 9,434 89,178 4.54

Baja California Sur 8,330 70,699 3.37Tabasco 8,255 34,311 0.94

Distrito Federal 7,220 138,367 -1.47Nayarit 7,084 32,899 3.63

Total 5 estados 9,093 83,806 2.20Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI

CUADRO 18 GASTO PÚBLICO Y PIB DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS 2001 (Miles de pesos corrientes)

Entidad Federativa Gasto Público Total Inversión pública PIB Por entidadfederativa

Gastocomo %del PIB

% del PIBnacional

Variación %anual del PIB

Gasto percápita

PIB percápita

Total 507,563,520 42,002,694 8.3 5,285,606,388 9.6 100.0 -0.17 5,145 53,578

Aguascalientes 5,300,784 593,946 11.264,701,195

8.21.2

4.26 5,515 67,316Baja California 14,748,218 550,717 3.7 185,531,219 7.9 3.24 -2.27 5,737 72,167Baja California Sur 3,618,719 62,482 1.7 30,713,665 11.8 0.56 3.37 8,330 70,699Campeche 6,602,721 778,687 11.8 62,416,314 10.6 1.13 4.54 9,434 89,178Coahuila 12,719,947 1,400,945 11.0 156,993,588 8.1 3.07 -1.84 5,480 67,633Colima 3,567,115 211,035 5.9 28,365,982 12.6 0.54 -3.21 6,459 51,363Chiapas 20,787,494 1,368,289 6.6 87,386,117 23.8 1.73 1.00 5,207 21,891Chihuahua 16,727,869 2,249,167 13.4 234,651,771 7.1 4.38 -3.35 5,393 75,655Distrito Federal 62,171,150 4,165,800 6.7 1,191,553,034 5.2 22.37 -1.47 7,220 138,367Durango 8,539,974 543,965 6.4 66,673,603 12.8 1.26 3.57 5,894 46,018Guanajuato 19,624,196 907,291 4.6 166,371,499 11.8 3.29 0.65 4,168 35,332Guerrero 17,551,912 1,605,644 9.1 93,299,236 18.8 1.65 0.55 5,648 30,022Hidalgo 11,237,841 1,268,214 11.3 68,791,309 16.3 1.39 -2.16 4,982 30,499Jalisco 29,311,701 582,035 2.0 346,685,277 8.5 6.44 0.13 4,588 54,262México 48,020,847 4,206,315 8.8 535,674,611 9.0 10.84 0.89 3,590 40,045Michoacán 17,889,250 1,828,481 10.2 116,463,938 15.4 2.32 -1.50 4,471 29,108Morelos 8,247,812 812,065 9.8 77,229,594 10.7 1.47 4.65 5,233 49,002Nayarit 6,550,523 632,215 9.7 30,422,880 21.5 0.58 3.63 7,084 32,899Nuevo León 24,238,571 1,568,530 6.5 368,994,149 6.6 6.87 -0.39 6,241 95,011Oaxaca 17,453,326 1,624,466 9.3 81,353,694 21.5 1.5 1.07 5,024 23,417Puebla 21,746,786 2,897,613 13.3 203,307,227 10.7 3.45 0.68 4,211 39,369Querétaro 7,945,572 994,636 12.5 91,308,740 8.7 1.72 0.13 5,539 63,655Quintana Roo 6,086,401 621,371 10.2 81,204,360 7.5 1.4 5.56 6,668 88,966San Luis Potosí 10,667,929 483,344 4.5 87,505,044 12.2 1.72 0.02 4,607 37,790Sinaloa 10,089,684 871,276 8.6 100,282,685 10.1 2.11 1.70 3,945 39,212Sonora 13,200,805 873,888 6.6 143,999,194 9.2 2.83 1.88 5,895 64,302Tabasco 15,835,903 766,603 4.8 65,821,767 24.1 1.19 0.94 8,255 34,311Tamaulipas 15,591,291 1,967,305 12.6 161,844,251 9.6 2.97 -2.64 5,582 57,943Tlaxcala 5,278,287 135,067 2.6 29,578,499 17.8 0.56 3.08 5,395 30,231Veracruz 32,951,000 4,509,000 13.7 210,928,155 15.6 4.09 -0.83 4,752 30,418Yucatán 3,992,719 463,458 11.6 76,427,046 5.2 1.37 1.83 2,381 45,584Zacatecas 7,267,173 458,845 6.3 39,126,747 18.6 0.78 2.86 5,368 28,899Fuente: Elaboración propia con datos INEGI

Page 114: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Conclusión

La incapacidad que enfrentan algunas entidades fede-

rativas para mantener un ritmo de crecimiento soste-

nido, junto con otras que si avanzan de manera firme,

evidencia una grave realidad económica: la profunda

desigualdad regional que no se explica, necesaria-

mente, por la desigual dotación de recursos naturales,

sino que tiene que ver con la forma particular en la que

se ha ido transformando la estructura económica de

cada uno de los estados. Esto lleva al reconocimiento

de dos Méxicos: el que crece y el que se estanca; el rico

y el pobre; el Norte y el Sur, el moderno y el caduco.

De este modo, dentro de la estructura económica

regional del país, se pueden identificar, por un lado,

estados de baja productividad –como Veracruz y todos

los del Sur por lo menos– que se distinguen por el pre-

dominio en ellos de actividades productivas tradi-

cionales, dominadas por formas de organización

t r a d icional y orientadas a la producción de bienes

tradicionales, por ejemplo: actividades agrícolas, en

donde la mayor parte de los productores son de sub-

sistencia y se dedican a la producción de maíz, frijol,

azúcar, café y con escaso o nulo uso de tecnologías

modernas. Productos estos que están poco o nula-

mente integrados a los círculos comerciales regio-

nales, nacionales o internacionales, porque han dejado

de responder a la lógica actual de los mercados.

Son estados donde la mayor parte de la población

ocupada se encuentra en sectores de baja productivi-

dad y la industria no se ha desarrollado, salvo en

zonas muy específicas, pero sin generar impactos de

integración hacia el resto del estado, ya sea porque no

puede generar cadenas productivas con otras empre-

sas, (dada la baja productividad y escasa moderni-

zación y diversificación del resto del estado), ya sea

porque el sector primario del Estado no genera mate-

rias primas para la industria regional o alimentos para

las zonas urbanas industrializadas.

Son estados en donde el sector servicios se va

volviendo predominante, pero esto no es reflejo del

desarrollo, por el contrario, evidencia la incapacidad

de los sectores productivos (agricultura e industria de

baja productividad y lento crecimiento) para absorber

la fuerza de trabajo que se refugia en actividades de

muy baja productividad, porque se encuentran primor-

dialmente en la economía informal o se trata de micro

y pequeña empresas (comerciales primordialmente).

Son, además, estados con bajo equipamiento de infra-

estructura y escasa formación de capital humano.

Por otro lado, encontramos estados con gran

desarrollo industrial, en donde la industria es la activi-

dad primordial, empleando a una parte importante de

la población ocupada y en donde las actividades

agropecuarias las desempeñan primordialmente

empresas que producen para el mercado nacional e

internacional, con un gran equipamiento tecnológico y

cuyos productos no son de tipo tradicional y son uti-

lizados como materias primas para la industria

nacional o son alimentos con gran demanda en las

zonas urbanas. Estos estados tienen un amplio

equipamiento de infraestructura y han formado capital

humano.

Esta desigualdad regional se explica por la forma

distinta en que se han ido transformando los estados

económicamente, en la medida en que han podido

propiciar un quiebre estructural y fortalecer su sector

industrial y de servicios.

Los estados que crecen y se desarrollan han aban-

donado el modelo primario exportador de principios del

siglo pasado y fueron creando sus bases industriales

durante todo el siglo pasado, por lo que al darse el pro-

ceso de apertura comercial, lograron captar mercado

para sus productos y espacios para la inversión

extranjera, ya que desarrollaron sectores modernos.

Es decir, se transformaron durante la etapa de indus-

trialización del país y su crecimiento se basa en un

modelo de desarrollo nuevo, dejando atrás, incluso, el

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 86-118

113

Page 115: Estado Economía y Hacienda Pública 6

de sustitución de importaciones que dependía del pro-

teccionismo comercial.

Los estados que no crecen ni se desarrollan, no

aprovecharon la oportunidad que abrió el proceso de

industrialización sustitutiva para dejar atrás el modelo

primario exportador, por el contrario, dada su dotación

de recursos naturales –como es el caso de Veracruz,

rico en petróleo y productos agropecuarios– reforzaron

el predominio de estas actividades primarias, man-

teniéndolas como el eje de su crecimiento económico,

incluso sin propiciar su modernización. Mientras la

dinámica de la economía nacional estuvo sustentada

por el modelo de industrialización sustitutiva, el pro-

teccionismo comercial también protegió estas activi-

dades primarias de la competencia y permitió a estos

estados mantener su crecimiento.

Pero la apertura comercial los encontró con una

estructura económica tradicional, obsoleta, poco diver-

sificada, sin modernizarse, incapaz de recibir inversión

extranjera o de aprovechar los espacios internaciona-

les que se abrieron para nuevos productos primarios.

El reto de hoy es propiciar el quiebre estructural

desde un modelo obsoleto de desarrollo que es el pri -

mario exportador a uno que aproveche las nuevas

oportunidades que abre la transformación del país y

del mundo.

De otro modo, el incremento del gasto público, el

incremento de la inversión y todas las políticas de

fomento que se implementen, serán incapaces de

impulsar el desarrollo regional, porque sólo estarán

reforzando esas estructuras obsoletas.

Es necesario pensar el crecimiento económico

regional desde una nueva perspectiva, antes que sea

demasiado tarde.

Bibliografía

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del gobierno del estado”, Diario de Xalapa, 16

de febrero de 2003.

BARCELATA CHÁVEZ, Hilario, “No se cumplen metas de

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2003.

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página electrónica: www.inegi.gob.mx.

Veracruz, el dilema del crecimiento económico

114

Page 116: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Sin duda la agricultura es la actividad económica de mayor

trascendencia para las sociedades en cualquiera de sus

estadios de desarrollo. Esta particularidad se ha traducido

en un permanente y sistemático esfuerzo en la generación

de conocimiento científico y tecnológico tendiente a garan-

tizar la supervivencia humana bajo parámetros crecientes

de calidad. Este trabajo tiene como propósito contribuir a

elucidar la naturaleza de la problemática de la agricultura

veracruzana actual, identificando las tendencias más rele-

vantes de su desarrollo reciente y su papel en la expli-

cación de su crisis generalizada, la cual se expresa en cre-

ciente exclusión social y en pobreza cada vez más exten-

sa y profunda en el campo.

1. Las tendencias globales en la agricultura

La revolución agrícola moderna ocurrida en los países

desarrollados a partir de la segunda mitad del siglo XX

aceleró la creación de nuevos medios y métodos de

producción y comercio derivados de las innovaciones en

la industria, la biotecnología, el transporte y las comuni-

caciones. Así, la segunda revolución industrial propor-

cionó los medios necesarios para la mecanización de

las labores agrícolas, para la intensificación y generali-

zación de la fertilización mineral, para el combate a pla-

gas y enfermedades, y para conservar y transformar

productos vegetales y animales. En particular, la revolu-

ción de la biotecnología suministró, mediante procesos

de selección de variedades vegetales y razas animales

con un potencial de alto rendimiento, adaptadas a los

nuevos medios de producción industrial capaces de

propiciar mayores índices de rentabilidad.

Las aportaciones de la revolución verde desde la

segunda posguerra hasta la actualidad han conducido a

los extraordinarios incrementos en la productividad agrí-

cola registrados en el mundo desarrollado. Así, el

aumento en los rendimientos medios de los principales

cultivos conseguidos durante ese periodo en los países

desarrollados es atribuible fundamentalmente a la uti-

lización de fertilizantes, al desarrollo de variedades

vegetales capaces de aprovechar cantidades crecientes

de minerales por métodos artificiales, a la lucha contra

las plagas y al desarrollo de la mecanización.1

115

La agricultura veracruzana. Apertura

y rezago regional

Vitalia López Decuir*

* Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores

Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana.

1 Según estudios recientes de la FA O (1996): “los rendimientos medios del trigo

aumentaron de 1 100 a más de 2 600 kg/ha en los Estados Unidos, mientras que

el empleo de fertilizante pasó de 20 a 120 kg/ha de tierra cultivable. En Francia,

los rendimientos aumentaron de 1 800 a 7 100 kg/ha y el uso de fertilizante de

45 a 250 kg. Hoy en día, en los ricos suelos limosos del noroeste de Europa, los

rendimientos del trigo y maíz superan a veces los 10 000 kg/ha”.

Page 117: Estado Economía y Hacienda Pública 6

El incremento en la productividad en el mundo

desarrollado ha sido de tal magnitud que permitió un

flujo permanente de fuerza de trabajo desde la agri-

cultura hacia los mercados de trabajo industriales y de

servicios, sobre todo durante las tres décadas que

siguieron a la posguerra. Colateralmente, las transfor-

maciones productivas en el campo significaron la

reducción de la jornada de trabajo y otras conquistas

laborales, así como el aumento en los niveles de esco-

laridad. Sin embargo, la persistencia de la emigración

rural-urbana durante la fase de desaceleración del

crecimiento económico ocurrida desde mediados de

los años setenta hasta la actualidad implicó el aumen-

to en los volúmenes de desempleo, al tiempo que la

población agrícola activa se reducía a menos del 5 %

de la población activa total.

Por otra parte, la revolución verde se ha incorpo-

rado a las regiones subdesarrolladas en un número

creciente de explotaciones que se han logrado apro-

piar de los beneficios del progreso técnico, tales como

los fertilizantes, los productos fitosanitarios y las varie-

dades de alto rendimiento de maíz, arroz, trigo, frijol y

sorgo seleccionadas durante las últimos décadas en

los centros internacionales de investigación auspicia-

dos por la propia Organización de las Naciones Unidas

para la Agricultura y la Alimentación (FAO), o bien por

otras instituciones públicas y privadas.2 A l g u n a s

economías del Sur global han conseguido aumentos

significativos en los rendimientos agrícolas, particular-

mente en explotaciones típicamente capitalistas orien-

tadas a los mercados internacionales en los cuales

hacen valer sus ventajas de localización. Asimismo, el

control del agua a lo largo del año logrado por algunos

países asiáticos y el descubrimiento de variedades de

arroz no fotoperiódicas que pueden ser cultivadas en

todas las estaciones, han permitido obtener más de

tres cosechas anuales en la misma parcela de tierra;

estas condiciones, aunadas a los bajos salarios

locales, han permitido a los campesinos reducir signi-

ficativamente la subnutrición (India, China) o hasta

convertirse en exportadores de arroz (Ta i l a n d i a ,

Vietnam, Indonesia). A pesar de esos progresos, la

pobreza extrema y la subnutrición crónica no han

desaparecido de estos países.

En amplias regiones de las economías subdesa-

rrolladas que lograron su incorporación a la revolución

verde, muchas explotaciones pequeñas mal

equipadas y con muy bajos ingresos no tuvieron la

posibilidad de acceder a los nuevos medios de pro-

ducción. A la imposibilidad de invertir y mejorar sus

unidades de producción se ha sumado la disminución

de sus ingresos a causa del persistente descenso de

los precios agrícolas reales. La mayoría de esas

unidades tradicionales han quedado reducidas a una

condición de extrema pobreza, cuando no desa-

parecieron. En este estado de marginación de las ven-

tajas de las tecnologías modernas se encuentran las

variedades de los principales cereales (trigo, maíz y

arroz) que fueron adaptadas a condiciones locales difí-

ciles (de altitud, sequía, salinización, aridez,

anegamiento, etcétera).3

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

116

2 Así, por ejemplo, en México, el Instituto de Investigaciones Forestales y

Agropecuarias ( INIFAP) es el organismo público de mayor relevancia por

cuanto a sus aportaciones técnico-científicas al desarrollo del campo

mexicano. Sus investigaciones se desarrollan en 14 centros nacionales y

regionales; asimismo, cuenta con 81 campos experimentales. El trabajo

del INIFAP se ha enfocado principalmente a la producción agropecuaria en

zonas de riego y de buen temporal. En cuanto a la producción de los gra-

nos básicos, las líneas de investigación y aplicación del conocimiento se

desarrollan en colaboración con el Centro Internacional para la Mejora del

Maíz y el Trigo (CIMMYT)

3 Al estudiar los efectos de la sequía en la agricultura mexicana, Florescano

y Swan (1995:130) encuentran que “...los beneficiados por la revolución

verde, con tecnología avanzada, rendimientos altos, semillas resistentes

y sistemas de irrigación complejos, siembran en tierras donde no hay

correlación entre sequía y rendimiento agrícola; en cambio, los ejidos, con

tierras de temporal y pobres, son susceptibles en extremo.”

Page 118: Estado Economía y Hacienda Pública 6

En esta categoría de pequeñas explotaciones, la

imposibilidad de renovar los instrumentos de trabajo y de

mantener las labores de cultivo, la disminución de la

fuerza de trabajo propiciada por la emigración de los

miembros más productivos de las familias, y la

degradación de la fertilidad del ecosistema cultivado,

han conducido a la simplificación de los sistemas de cul-

tivo y a la readopción de los cultivos “pobres” que exigen

menos fertilizantes minerales y escasa aplicación de

fuerza de trabajo. Estas condiciones económicas y

sociales básicas explican por qué los campesinos de las

regiones agrícolas pobres son el núcleo más numeroso

de los 800 millones de personas con algún grado de sub-

nutrición existentes en el mundo.4

La aceleración en el proceso de globalización ocurri-

da desde la década de 1990 ha tenido un severo impacto

sobre la producción agrícola y sobre el uso de los recur-

sos naturales. En ciertos países el desarrollo de merca-

dos competitivos locales y globales ha estimulado las

innovaciones en los sistemas de producción y propiciado

el incremento en la oferta mundial de alimentos. Ello

explica en buena medida el cambio en los patrones de

consumo, así como el refrendo de la histórica tendencia

decreciente en los precios reales de los productos agrí-

colas, que los economistas de la C E PA L se han ocupado

en explicar desde la década de 1950. Sin embargo, en la

mayoría de los países subdesarrollados las políticas y

programas no han sido enfocadas al aprovechamiento de

esas nuevas condiciones en los mercados. Así, según un

estudio reciente a nivel mundial:

La adopción de nuevas tecnologías para los cereales

básicos, tal como el arroz en Asia, con frecuencia no

contribuye a aliviar la pobreza de los campesinos sino

a disminuir los precios de los alimentos. Vistos en

conjunto, los precios de los alimentos han decrecido

cerca de 10 por ciento durante la última década.

Inseguridad alimentaria y pobreza se han acentuado,

mientras que las poblaciones urbanas se benefician

de los bajos precios de los alimentos... Los efectos

directos e indirectos de las tecnologías y de la escala

de la economía global ha tenido profundas implica-

ciones y efectos perniciosos sobre la agricultura sus-

tentable, el uso del suelo y los frágiles ecosistemas.5

En México la adopción de las tecnologías de la revolu-

ción agrícola moderna, la expansión del riego, la aper-

tura de nuevas tierras al cultivo y el desarrollo de sis-

temas de agricultura empresarial que exigen un nivel

elevado de inversiones han implicado el auge de

regiones de agricultura típicamente capitalista ubicadas

en el Nornoroeste del país, en coexistencia con otras

del Sursureste que se muestran como condenadas al

estancamiento, el empobrecimiento y la exclusión. Los

resultados contradictorios de la modernización agrícola

de la segunda mitad del siglo XX inducen a plantear una

serie de interrogantes acerca de las tendencias y opor-

tunidades identificables para el futuro mediato de la

agricultura del país y de sus distintas regiones.

En un contexto internacional de rápida liberali-

zación comercial y creciente generación e incorpo-

ración de innovaciones tecnológicas a la producción

agropecuaria, el campo mexicano ha sido práctica-

mente arrasado por la competencia. Ello se ha tra-

ducido en un abultado déficit agropecuario externo –de

aproximadamente 3.5 miles de millones de dólares

anuales durante 2000 a 2003– lo cual refleja el estado

de dependencia alimentaria en que se ha desenvuelto

la economía mexicana por más de dos décadas.

Si bien es cierto que la apertura comercial ha

favorecido la expansión de algunas ramas agrícolas,6

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

117

4 Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Documentos técnicos de referen -

cia, FAO, Roma, 1996.

5 Draft Report for the Secretary General on Sustanaible Agriculture and

Rural Development (SARD), FAO, Roma, marzo de 2001.

6 De hecho, la apertura ha implicado el aumento en las exportaciones de

legumbres y hortalizas frescas, y de jitomate, que en conjunto represen-

tan 58 % de las exportaciones agrícolas y 25 % del total de exportaciones

Page 119: Estado Economía y Hacienda Pública 6

la gran mayoría de cultivos resienten actualmente los

efectos de una apertura aún más acelerada que la pre-

vista en las cláusulas respectivas del Tratado de Libre

Comercio con América del Norte (TLCAN); así, el aran-

cel promedio de importación en el sector ha disminui-

do de 5.5 % en 1994 hasta su práctica desaparición en

el momento actual. El manejo real en la estructura de

cuotas y de gravámenes ha propiciado el ingreso al

país de productos como el maíz, la leche en polvo, la

carne de bovino y de porcino, y otros más, en condi-

ciones de bajos precios y/o de competencia desleal.7

Tal como ha identificado la FAO en el ámbito más

amplio del mundo subdesarrollado, México ha debido

adoptar el parámetro de los precios internacionales

como referencia de los nacionales, lo que actúa en

detrimento de los ingresos de los productores

agropecuarios. Ello ha dado como resultado la

agudización de los niveles de pobreza rural y un creci-

miento sin precedente en los flujos migratorios del

campo mexicano hacia los Estados Unidos cuya mag-

nitud se estimaba en 1999 en un millón de personas al

año,8 mientras que las estimaciones oficiales del

Consejo Nacional de Población indican que: “La co-

rriente migratoria de mexicanos a los Estados Unidos

pasó de 28 mil al año en la década de lo sesenta, a

138 mil en la de los setenta y a 235 mil anuales

durante las décadas siguientes, y a 390 mil mexicanos

al año para el periodo 2000-2002…”.9

2. La economía veracruzana en el contexto

nacional

El proceso histórico-social de conformación del apara-

to productivo estatal ha derivado en una variada gama

de actividades económicas que van desde la agricul-

tura de carácter tradicional productora de alimentos

básicos, hasta la transformación industrial de los hidro-

carburos en sus etapas de mayor complejidad tec-

nológica. Sin embargo, si se considera la proporción

de población que vive y trabaja en el campo, puede

afirmarse que Veracruz continúa siendo un estado

eminentemente agropecuario. Si bien la principal

fuente del valor producido en la entidad es la industria

manufacturera, con una contribución de 21 % del PIB

durante los último años noventa, prácticamente el 40 %

de la población económicamente activa se dedica a

alguna actividad primaria, y cerca de la mitad de sus

habitantes viven dispersos en localidades rurales cuyo

tamaño es inferior a 2 500 habitantes.

La severa y prolongada crisis sufrida por la

economía mexicana a partir de los años ochenta –que

se tradujo en una sensible pérdida de dinamismo de la

demanda, en una contracción de los niveles de

empleo y coyunturalmente en una contracción absolu-

ta del producto interno bruto– aunada al acelerado

proceso de apertura comercial que enfrentó a la

economía veracruzana a una fuerte competencia con

las importaciones de productos agropecuarios, han

incidido severamente sobre el dinamismo de las activi-

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

118

agroalimentarias; estos cultivos han desplazado significativamente al

café, cultivo tradicional de exportación más perjudicado por la apertura

que hoy sólo contribuye (en sus diversos grados de elaboración) con 4 %

a las exportaciones agroalimentarias totales (datos tomados de Banco de

México, Informes anuales, 2000 a 2003 ).

7 En cuanto a las importaciones, el impacto de la apertura ha dañado sig-

nificativamente a los productores de maíz con fines comerciales. En tanto

que el costo de producción del grano es 30 % superior al precio interna-

cional de referencia, en el lapso en que ha estado vigente el TLCAN el volu-

men de las importaciones de maíz se ha expandido hasta diez veces la

cifra inicial, en tanto las autoridades decidieron rebasar las cuotas

anuales estipuladas en el Tratado con el objetivo de garantizar el abasto

a los productores pecuarios usuarios de maíz como alimento animal. No

obstante, el efecto dañino se ha ampliado hacia otros cultivos con una

larga tradición de rentabilidad interna, como el arroz y los cítricos.

8 El Financiero, 4 de octubre de 1999.

9 Consejo Nacional de Población, Comunicado de Prensa, México, 9 de

enero de 2004. (Tomado de www. c o n a p o . g o b . m x / p r e n s a / 2 0 0 4 / 0 3

boletin2004.htm).

Page 120: Estado Economía y Hacienda Pública 6

dades productivas de la entidad. Este impacto ha sido

de tal magnitud que, a pesar de la pérdida de dinamis-

mo de la economía nacional, la economía veracruzana

disminuyó significativamente su aportación al produc-

to interno bruto (PIB): de 6.46 % en 1970, a 5.8 % en

1980, proporción que se mantiene a o largo de los

años noventa; su pérdida de importancia relativa se

acelera en la década de los noventa hasta llegar a

valores muy próximos a 4 % en los años de 1998 a

2002 (Cuadro 1).

Durante las tres últimas décadas, la contribución

del campo veracruzano al PIB agropecuario nacional

ha perdido importancia. Así, mientras que en 1970

aquella era de 10.3 %, durante el decenio de los

ochenta decreció a proporciones en el orden de 8.5 %,

y para fines de los años noventa tal participación se ha

ubicado en el orden del 7.5 a 8 % anual. Por otra parte,

con un comportamiento similar al observado en el

ámbito nacional, la aportación de las actividades

agropecuarias al PIB estatal ha decrecido persistente-

mente desde 19.3 % en 1970, hasta 12.3 % en 1980,

9.46 % en 1995, y 7.7 % en 2002 (Cuadro 1).

A pesar del acelerado crecimiento industrial en el

centro y norte del país, la contribución de la industria

manufacturera veracruzana a la nacional se ha man-

tenido en el orden de 4.5 %, mientras que la minería,

en la que predomina la extracción de crudo, se obser-

va una drástica contracción de 24 % en 1970, a 10 %

en 1988, 3.2 % en 1997 y 1998, hasta llegar a la ínfi-

ma proporción de 1.82 % en 2002. Este compor-

tamiento está determinado tanto por el agotamiento de

los mantos petrolíferos en Veracruz, como por la cre-

ciente participación de los yacimientos de Tabasco y

Campeche en que se tradujo la política de inversiones

públicas en la rama desde los últimos años setenta en

que el país ingresó al mercado internacional de hidro-

carburos (Cuadro 2). La caída en la participación de

las actividades económicas veracruzanas en el PIB

sectorial del país ha sido generalizada, con excepción

del sector de electricidad, gas y agua dinamizado por

la puesta en operación de la Planta Nucleoeléctrica de

Laguna Verde en sus dos fases.

Las tendencias recientes en la actividad económi-

ca sectorial muestran el creciente predominio de los

servicios comunitarios, sociales y personales cuya

participación en el PIB de la entidad aumentó sos-

tenidamente entre 1970 y 2002 desde 10.5 % hasta

24.2 %; si se atiende a la magnitud y relativa estabili-

dad de su contribución al PIB estatal, la industria manu-

facturera es la segunda actividad en importancia con

una contribución promedio anual del orden de 18 % en

ese mismo periodo. Esta última actividad absorbe

aproximadamente un 20 % de la población ocupada,

mientras que el sector primario en conjunto contribuye

con sólo 7.7 % al PIB de la entidad y emplea al 40 %

de la población económicamente activa. El sector

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

119

1970 1975 1980 1985 1988 1993 1997 1998 1999 2000 2001 2002

PIB agropecuario nacional 12.18 11.20 8.35 9.09 7.86 6.29 5.54 5.22 4.61 4.05 4.11 3.88PIB total nacional

PIB agropecuario de Veracruz 19.35 14.51 12.34 13.96 11.50 9.22 9.66 9.46 9.17 8.17 7.83 7.74PIB total de Veracruz

PIB estatal 6.46 6.00 5.81 5.69 5.68 4.56 4.48 4.23 4.10 3.97 4.04 4.04PIB nacional

PIB agropecuario de Veracruz 10.26 7.77 8.59 8.74 8.31 6.68 7.82 7.68 8.15 8.01 7.68 8.06PIB agropecuario nacional

Cuadro 1Estado de Veracruz y República Mexicana. Cocientes de participación del PIB agropecuario. 1970-2002.

(Porcentajes)

Fuente: Elaboración propia con base en: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México .PIB por entidad federativa, Aguascalientes, varios años; y: www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/tematicos/mediano/med.asp?t=cuna26&c=4800.

Page 121: Estado Economía y Hacienda Pública 6

terciario como un todo, con menos del 40 % de la pobla-

ción ocupada genera más de 60 % del PIB (Cuadro 3).

La orientación de la actividad industrial en

Veracruz está fuertemente determinada por las

fuentes de insumos, esto es, por la presencia de los

hidrocarburos y la tradicional producción de alimentos

y materias primas agropecuarias. La orientación hacia

los mercados se aprecia en particular en la industria

básica del hierro y el acero y en la metalmecánica, que

hasta los años ochenta se destinaron principalmente a

satisfacer la demanda externa. De forma similar puede

explicarse el acelerado crecimiento de la petroquímica

básica y secundaria en la región sur de la entidad regis-

trado hasta la década de los ochenta. Por otra parte, el

estado de Veracruz ha sido siempre un proveedor pri-

mordial de alimentos y materias primas para la satis-

facción de la demanda nacional, o bien para la

exportación como en los casos del café y el azúcar. El

proceso de desarrollo urbano-industrial ocurrido en el

país a partir de la década de 1940 y hasta la de 1970

descansó en buena medida en la transferencia de

excedente económico desde las actividades agrope-

cuarias hacia el resto de los sectores.

Así, el sector agropecuario veracruzano ha sido un

factor fundamental en el proceso de desarrollo

nacional. El patrón productivo agropecuario de la enti-

dad ha respondido históricamente tanto a las formas y

grados de inserción del país a los mercados mun-

diales, como a las cambiantes tendencias en la diná-

mica de la demanda interna. Es en términos de la

primera relación que Veracruz se convierte en un esta-

do pecuario desde el inicio de la Colonia. Poste-

riormente fueron incorporados al patrón agrícola de la

entidad los cultivos de plantación típicos del modelo de

desarrollo primario-exportador como la caña de azú-

car, el café y el tabaco, entre otros de importancia más

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

120

Año TotalAgropecuaria,

silvicultura y pescaMinería

Industria Manufacturera

ConstrucciónElectricidad, gas y agua

Comercio, restaurantes y

hoteles

Transporte, almacenamiento y

comunicación

Servicios fin., seguros, inmob. y de

alquiler

Servicios comun., soc. y personales

Servicios bancarios imputados

1970 6.46 10.35 24.20 5.04 5.96 3.85 5.04 7.01 6.57 4.71 1.851975 5.99 7.80 18.43 5.38 5.32 6.00 5.09 6.55 5.94 4.69 3.311980 5.81 8.60 8.82 6.28 5.47 5.48 5.10 6.16 5.73 4.85 3.141985 5.69 8.74 9.29 4.52 5.71 5.28 6.07 5.18 4.74 4.50 3.381988 5.68 8.31 10.14 5.28 5.39 5.10 5.76 4.97 4.90 4.58 1.271993 4.56 6.68 4.40 4.36 6.07 7.83 3.85 4.49 4.88 3.80 2.191997 4.48 7.82 3.24 4.33 6.28 8.30 3.75 4.40 5.03 3.55 1.861998 4.23 7.68 3.18 3.71 7.08 9.27 3.39 3.90 4.95 3.50 2.091999 4.10 8.15 2.79 3.61 5.95 8.90 3.22 3.80 4.87 3.47 1.712000 3.97 8.01 1.89 3.56 5.78 8.84 3.03 3.76 4.98 3.47 1.492001 4.04 7.68 1.88 3.69 5.13 9.48 3.06 3.82 4.95 3.64 1.482002 4.04 8.06 1.82 3.65 5.04 9.33 3.19 3.83 4.66 3.63 1.65

Cuadro 2Participación del PIB sectorial de Veracruz en el PIB nacional. 1970- 2002

(%)

Fuente: Elaboración propia con base en: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México .PIB por entidad federativa, Aguascalientes, varios años; y: www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/tematicos/mediano/med.asp?t=cuna26&c=4800.

Año TotalAgropecuaria, silvicultura y

pescaMinería

Industria Manufacturera Construcción

Electricidad, gas y agua

Comercio, restaurantes

y hoteles

Transporte, almacenamiento y

comunicación

Servicios fin., seguros, inmov. y

de alquiler

Servicios com. sociales y personales

Servicios bancarios imputados

1970 100 19.5 9.4 18.5 4.9 0.7 20.2 5.2 11.5 10.5 -0.41975 100 14.4 9.0 20.9 5.3 0.9 21.4 6.2 9.4 13.0 -0.61980 100 12.4 10.4 20.9 6.0 1.0 20.5 6.9 7.7 14.8 -0.61985 100 14.0 7.6 18.5 4.4 0.9 29.9 6.1 6.2 13.1 -0.71988 100 11.5 5.8 25.1 3.8 1.1 27.7 6.6 6.8 12.4 -0.81993 100 9.2 1.4 18.2 6.4 2.7 18.4 9.2 17.0 19.0 -1.41997 100 9.7 1.1 20.7 6.2 2.2 17.9 10.4 15.0 17.5 -0.61998 100 9.5 1.0 18.7 7.8 2.8 16.0 10.0 16.0 18.8 -0.51999 100 9.2 1.0 18.6 7.2 2.9 15.7 10.3 15.7 20.1 -0.62000 100 8.2 0.7 18.2 7.5 2.5 16.3 10.6 15.2 21.3 -0.52001 100 7.8 0.6 17.9 6.5 2.9 15.7 10.7 14.9 23.6 -0.62002 100 7.7 0.6 16.7 6.4 3.4 15.8 10.1 15.6 24.2 -0.6

Cuadro 3Participación porcentual de las grandes divisiones de actividad económica en el PIB de Veracruz. 1970- 2002

Fuente: Elaboración propia con base en: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México .PIB por entidad federativa, Aguascalientes, varios años; y: www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/tematicos/mediano/med.asp?t=cuna26&c=4800.

Page 122: Estado Economía y Hacienda Pública 6

focalizada en ciertos ámbitos regionales; estos tres

cultivos tienen también la particularidad de constituir

sistemas de producción que técnica y socialmente han

sido determinantes en la conformación de la economía

veracruzana hasta la actualidad. En tanto las posibili-

dades de expansión de la frontera agropecuaria lo per-

mitieron, la introducción de nuevos productos, si bien

reubicó territorialmente a los granos básicos, no sig-

nificó su desplazamiento del patrón productivo estatal.

Durante la fase de desarrollo hacia adentro de la

economía del país, los cambios en el patrón producti-

vo agropecuario de la entidad respondieron funda-

mentalmente a la consolidación del mercado interno,

sin dejar de contribuir a la captación de divisas me-

diante la exportación de sus productos comerciales

tradicionales. De esta manera, es posible hablar, por

una parte, de un proceso acelerado de desarrollo de la

ganadería en la entidad y, por otra, de la incorporación

–con diferencias regionales en época, dinamismo y

tipo de cultivo– de distintos frutales y hortalizas que se

expandieron sobre superficies antes destinadas a la

producción de granos básicos.

3. Agricultura y política agrícola en el campo

veracruzano

A partir de los años setenta el campo veracruzano era

ya eminentemente ganadero. El hato bovino ascendía

a tres millones de cabezas que ocupaban un número

similar de hectáreas; esta superficie destinada a la

ganadería bovina se expandió hasta los 3.6 millones,

la cual se mantiene hasta el momento actual. La

superficie agrícola en los primeros años setenta era de

1.5 millones, cifra un poco superior al promedio actual

que es del orden de las 1.7 millones de hectáreas. De

la superficie agrícola total registrada en aquellos años,

70 % se destinaba a la producción de granos básicos,

12 % a la de caña de azúcar, 6 % a la de café y 4 % a

la de cítricos; el resto del suelo agrícola se destinaba

a diversos cultivos que a pesar de ocupar áreas relati-

vamente pequeñas eran, y continúan siendo, alta-

mente significativos a nivel regional y por su destaca-

da contribución al consumo nacional, tales como la

piña, el mango, el tabaco, la papaya, y más reciente-

mente el melón y la sandía.10

A partir de la década del setenta la expansión de la

ganadería bovina no ocurrió más a expensas de la am-

pliación de la frontera agropecuaria y comenzó a ocu-

par tierras destinadas a los granos básicos. De esta

forma, entre 1970 y 1976 la superficie destinada al cul-

tivo de maíz en la entidad veracruzana decreció de

825 a 682 miles de hectáreas (es decir, en 21 %), lo

cual se tradujo en una reducción de 28 % en el volu-

men de producción; la caída en los rendimientos

medios que estas cifras reflejan se explica principal-

mente por el desplazamiento de las áreas maiceras

hacia tierras de menor fertilidad relativa, inducida por

las crecientes diferencias en la rentabilidad favorables

a la ganadería y a algunos cultivos comerciales, frente

al deterioro del precio real de los cultivos de granos

básicos.

Con la generalización de la agricultura comercial,

el maíz y el frijol no serían más cultivos rentables en

Veracruz por lo que sus áreas se fueron replegando

ante el avance de los potreros y las plantaciones que

fueron apropiándose de las tierras más fértiles y con

mejor ubicación frente al mercado. La forma predomi-

nantemente campesina en que ocurre la producción

de maíz y frijol explica en buena medida la pérdida de

importancia relativa en el patrón agrícola de la entidad.

La tendencia decreciente en la superficie maicera

de la entidad se mantuvo hasta fines del decenio de

1980; en esos años se sembraron áreas que fluctua-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

121

10 López Decuir, Vitalia, “La crisis del campo en México. Condiciones

estructurales y papel del Estado”, Cuadernos del IIESES, núm. 37,

Universidad Veracruzana, Xalapa, 1993

Page 123: Estado Economía y Hacienda Pública 6

ban alrededor de las 500 mil hectáreas, mientras que

para los primeros años de la década de 2000, ha ocu-

rrido una recuperación del cultivo de la gramínea hasta

cifras cercanas a las 570 mil hectáreas. El cultivo de

frijol, asociado técnica y socialmente al de maíz, fue

aún más violentamente desplazado del patrón produc-

tivo agrícola de la entidad, de forma tal que de las 200

mil hectáreas sembradas de frijol durante los primeros

años setenta –que aportaban el 18 % de la producción

nacional– para mediados de los ochenta se cultivaban

sólo 22 mil hectáreas, y su participación en la corres-

pondiente cifra nacional era sólo de 1.4 %.11 Igual que

ocurre con el maíz, las cifras más recientes muestran

un aumento en la superficie sembrada de frijol a cifras

superiores a las 30 mil hectáreas. Atendiendo al crite-

rio de ocupación superficial, le siguen en importancia,

el café con 154 mil hectáreas, la naranja con 137 mil,

la caña de azúcar con 280 mil, el frijol con 34 mil, y el

arroz con 26 mil hectáreas. Completan el diversificado

patrón agrícola de la entidad una gran variedad de fru-

tales y hortalizas con escasa superficie absoluta ocu-

pada, pero cuyo valor es altamente significativo por su

aportación al consumo regional y nacional (Cuadro 4).

Durante la década de los setenta en que la agri-

cultura veracruzana –sobre todo la de cultivos bási-

cos– mostraba ya una apreciable contracción, la

ganadería mantuvo sus históricas condiciones de alta

rentabilidad, lo cual se reflejó no sólo en la expansión

acelerada de su hato y de la superficie ocupada, sino

también en los volúmenes generados de producción

de carne y derivados. Así, entre 1970 y 1980, el hato

bovino creció de 2.27 a 4.7 millones de cabezas, esto

es, a la extraordinaria tasa de 7.6 % promedio anual,

mientras que la producción de carne en canal y de

leche aumentaron en 35 % y 45 %, respectivamente, a

lo largo de todo el periodo. Asimismo, dado el carácter

eminentemente extensivo de la ganadería tropical de

doble propósito desarrollada en el estado, la superficie

de 1.8 millones de hectáreas que ocupaba en 1970,

para fines de la década prácticamente se había dupli-

cado. Este gran dinamismo de la ganadería bovina en

Veracruz se evidencia claramente al compararlo con el

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

122

11 Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Delegación Estatal en

Veracruz, información directa, Xalapa, 1991. 12 López, 1993.

Arroz 105,402 215.2 22,681 50,590.0 114,492 711.8 26,203 210.8Café 587,235 1,454.4 127,404 233,941.0 720,103 5,881.0 153,984 1,517.2Caña de Azúcar 571,162 2,413.4 116,856 412,610.0 718,013 11,351.8 280,803 4,653.1Chile 66,368 766.2 5,163 67,670.0 165,214 5,863.0 4,537 168.3Frijol 2,094,017 2,558.8 28,997 35,670.0 1,694,659 5,727.2 34,023 197.1Jitomate 81,545 1,471.6 784 44,468.0 83,013 8,890.6 970 96.3Maíz 7,338,872 8,919.8 474,830 467,271.0 7,150,829 26,623.7 567,071 1,570.5Mango 108,450 906.9 24,382 90,635.0 153,433 2,526.0 31,318 341.0Naranja 176,003 942.8 99,142 504,240.0 299,387 3,021.7 136,942 1,276.6Papa n.d. n.d. 6,957 n.d. 65,852 4,923.2 4,495 130.3Plátano 74,658 912.9 18,166 121,929.0 71,259 2,651.9 10,779 165.9Limón n.d. n.d. 5,948 14,269.0 109,880 2,672.7 16,330 335.0

Veracruz

Superficie cosechada

(ha)

Valor de la producción (millones de

nuevos pesos)

Superficie cosechada

(ha)

Valor de la producción (millones de

nuevos pesos)

Superficie cosechada

(ha)

Valor de la producción (millones de

nuevos pesos)

Superficie cosechada

(ha)

Valor de la producción (millones de

nuevos pesos)

Cultivos

Nacional Veracruz Nacional

Cuadro 4Superficie y valor de la producción según cultivos principales. 1990- 1999.

1990 1999

Fuente: INEGI, El sector alimentario en México, Edición 2000 , Aguascalientes, 2000.

Page 124: Estado Economía y Hacienda Pública 6

crecimiento del hato nacional que fue de sólo 4 %

promedio anual durante los años setenta.12

El bajo nivel de los ingresos medios de la

población mexicana hace de la carne un producto muy

sensible a las depresiones económicas, de modo que

la ganadería ha resentido con mayor intensidad que

otras ramas productivas, el estrechamiento en el mer-

cado interno provocado por una crisis que durante los

años ochenta significó la pérdida de 50 % en el poder

adquisitivo del salario. En Veracruz, ello provocó que

el volumen generado de carne en canal se contrajese

en 20 % en ese periodo, y que la contribución al abas-

to nacional de este producto disminuyera en 11 %.

Después de una fase depresiva de la ganadería en los

primeros años ochenta, para 1990 la población bovina

recuperó su magnitud de 4.7 millones. Sin embargo, el

recrudecimiento de la competencia de las importa-

ciones de carne durante los años noventa ha significa-

do una contracción sistemática de la actividad

ganadera, lo cual se ha traducido en una contracción

en el tamaño del hato hasta 4.1 millones de cabezas

en el momento actual.13

La pérdida de importancia relativa de las activi-

dades agropecuarias en el ámbito estatal obedece a

una gran diversidad de factores, los cuales se tra-

ducen en obstáculos para la modernización de la pro-

ducción y sus procesos tecnológicos asociados, así

como en problemas de descapitalización en algunas

ramas específicas asociados fundamentalmente a la

permanencia de condiciones desfavorables en sus

respectivos mercados. Lo anterior, aunado al creciente

deterioro ecológico provocado por la explotación

extensiva de la tierra, se ha traducido finalmente en

una menor productividad relativa respecto al resto de

los sectores.

En específico, las condiciones geoclimáticas y las

formas de organización social de la producción han

determinado un patrón productivo agrícola altamente

diversificado en el estado de Veracruz. Además de los

cultivos tradicionales de granos básicos y agroindus-

triales, el patrón incluye una amplia variedad de frutales,

legumbres, hortalizas, tubérculos, etcétera. Como fue

señalado en el apartado anterior, el cambio de mayor

trascendencia en la estructura de producción agrícola

tradicional de la entidad ocurrió en la segunda mitad del

siglo XX con la incorporación de los cítricos y algunos

frutales y hortalizas –naranja, limón, mango, piña,

sandía y más recientemente, melón, sorgo y hortalizas.

Aunque con menores extensiones superficiales, durante

la última década ha cobrado relevancia la producción

con fines comerciales de calabacita, guanábana, haba y

jitomate. En el otro extremo, a partir de 1970 se obser-

va la práctica eliminación de productos como ajonjolí,

camote, col, coco de aceite, lentejas, membrillo, yuca y

algunos frutales de variedades tropicales; la contracción

más drástica en la superficie ocupada se observa en los

cultivos de tabaco y arroz.1 4

En términos de ocupación del suelo, la ganadería

es la actividad primaria predominante en Veracruz;

ésta abarca 48 % del territorio estatal, lo que equivale

a 3.6 millones de hectáreas. La superficie de uso agrí-

cola se estima en 1.7 millones de hectáreas, de las

cuales sólo 112 mil tienen acceso al riego. Bajo ese

mismo criterio, el maíz es el cultivo predominante en la

agricultura veracruzana. La tendencia contraccionista

en la superficie dedicada a este grano generada por la

expansión de la ganadería y otros cultivos de mayor

rentabilidad se mantuvo hasta 1993; en ese año se

cultivaron sólo 487 mil hectáreas, con un rendimiento

medio de 1.9 toneladas por hectárea en tierras de tem-

poral. Como se dijo líneas arriba, actualmente se

observa una recuperación sostenida en la superficie

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

123

13 Una descripción detallada del comportamiento de la ganadería bovina

en Veracruz se encuentra en López, 2000 y en Borja et al., 1995. 14 Borja et al, 1995.

Page 125: Estado Economía y Hacienda Pública 6

sembrada hasta alcanzar un total de 660 mil hec-

táreas, incluidas las crecientes áreas en que el maíz

se siembra intercalado en plantaciones de cítricos y

mango, y las tradicionales áreas en que se intercala

con el frijol. El aumento en más de 170 mil hectáreas

destinadas a maíz (es decir, de 35 %) entre 1994 y

1999, ocurrió en condiciones de una generalización de

la crisis en el campo veracruzano propiciada por la

liberalización interna y externa de la economía mexi-

cana; asimismo, se acompañó de una contracción en

el rendimiento medio hasta 1.6 toneladas por hectárea

en tierras temporaleras. La conjunción de estas ten-

dencias parece explicar la expansión de las áreas des-

tinadas al cultivo de maíz que involucra el retorno o la

expansión de los sistemas de agricultura tradicional

que garantizan la subsistencia familiar.

El descenso persistente y drástico en la rentabili-

dad de las actividades más significativas del campo

veracruzano en que se ha traducido el abandono de

las funciones económicas asumidas por el Estado

mexicano posrevolucionario han confluido en la gene-

ración de un círculo vicioso de baja rentabilidad-bajos

ingresos-baja productividad-baja rentabilidad. La

estructura y dinamismo de la producción agrícola en

Veracruz se explica por diversos factores que, si bien

están íntimamente vinculados, pueden enunciarse

como sigue:

a) La pervivencia de la forma de producción

campesina, cuya lógica de funcionamiento inter-

no es distinta a la lógica de la ganancia que rige

el proceso de producción típicamente empre-

sarial. De acuerdo con la noción de Ellis: “Los

campesinos son pequeños agricultores parcial-

mente integrados a mercados incompletos que,

además, están sometidos a una relación de

subordinación a fuerzas externas en términos

económicos y sociales[...] En general los

campesinos enfrentan grandes dificultades para

cubrirse del riesgo a través del mercado, lo que

explica la importancia que atribuyen al autocon-

sumo”.15 Tal como se ha caracterizado a la

economía campesina en México, se trata de

unidades familiares de producción –parcelas

ejidales o minifundios privados de tamaño

pequeño, es decir, son predios con superficie

inferior a cinco hectáreas, según el criterio censal–

que eventualmente requieren la contratación de

trabajadores durante las fases trabajo-intensi-

vas del proceso productivo. La organización de

la producción incorpora con frecuencia formas

cooperativas heredadas de la tradición indíge-

na, así como la presencia de cultivos asociados

o intercalados que tienden a garantizar el abas-

to familiar de alimentos.

Bajo esta lógica de producción se explica la perma-

nencia del maíz y el frijol en el patrón agrícola vera-

cruzano, a pesar de que el agotamiento y erosión del

suelo en las regiones menos fértiles del estado se tra-

duce en rendimientos por hectárea muy inferiores (de

0.6 a 1.5 toneladas) a los obtenidos en áreas de riego

o en otras zonas del país de alta productividad relati-

va. Así, puede afirmarse que a partir de los años

setenta en que la superficie cultivada de granos bási-

cos descendió drásticamente, la producción de estos

cultivos se circunscribe prácticamente a unidades de

producción minifundistas, en las que el costo de opor-

tunidad es nulo para la fuerza de trabajo y la tierra uti-

lizadas; en estas unidades las prácticas de cultivo son

rudimentarias y no incorporan insumos agrícolas que

pasan por el mercado. Por otra parte, las unidades

agrícolas de producción orientadas a los cultivos comer-

ciales, que se han depauperado por las desfavorables

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

124

15 Frank Ellis, Peasant economics, farm households and agrarian develop -

ment, Cambridge University Press, 1993. Citado en Yúnez-Naude,

2000:18.

Page 126: Estado Economía y Hacienda Pública 6

condiciones del mercado, recurren cada vez más al

maíz como complemento; lo cual explica en gran

medida la recuperación de la superficie cultivada de

maíz y frijol durante los años noventa.16

El debate sobre la relación entre la extensión de

las unidades de producción y su grado de eficiencia

está retomando fuerza en los últimos años, como

resultado de los fuertes impactos negativos de la libera-

lización a escala mundial sobre los pequeños produc-

tores rurales. Desde la visión teórica más difundida y

aceptada, las diferencias en la productividad asocia-

das al tamaño de los predios provienen básicamente

de la diferencia en el precio de los insumos incorpora-

dos al proceso de producción, las cuales son favora-

bles a los productores grandes, en presencia de

mercados distorsionados e imperfectos.

En estudios recientes sobre las áreas rurales de

América Latina, la recampesinización de la agricultura es

vista como una opción para enfrentar los efectos nocivos

de la apertura en México: ”considerando que más del

70 % de los 30 mil ejidos del país reciben un 50 % de su

ingreso de fuentes ajenas a la parcela (incluyendo aquí las

remisiones de los emigrantes) [...] más que asistencia

social y migración, el ataque a la pobreza rural debe darse

por medio de fortalecer la agricultura familiar y la pluriac-

tividad de la gente en el campo”.1 7

b) La permanencia de cultivos agroindustriales

tempranamente vinculados a los mercados

externos, tales como el café, la caña de azúcar

y el tabaco. A principios del siglo XX, la cafeti-

cultura se había instalado sobre las antiguas

haciendas azucarero-ganaderas asentadas en

las zonas altas y templadas del centro de

Ve r a c r u z ,1 8 ante las condiciones ventajosas

que ofrecía el mercado internacional de café.

Las haciendas que lograron reajustar su pro-

ducción alternando el café con la caña u otros

cultivos, y la ganadería como complemento,

pudieron sobrevivir a estos cambios sin arries-

gar su posición de unidad fundamental de pro-

ducción hasta el inicio del proceso de reforma

agraria, que en Veracruz ocurrió en los últimos

años de la década de 1920. La intensificación

de la competencia en el mercado internacional

de café hacia la década de 1980, sumada a las

crecientes desventajas relativas asociadas a la

reorganización de los procesos productivos y

del comercio mundial, han mantenido práctica-

mente estable la superficie cafetalera estatal, de

tal forma que ha quedado claramente definida

su área ecológica, en tanto sus requerimientos

técnicos no se modifiquen. En ese proceso, las

zonas cañeras fueron circunscribiéndose a las

áreas cuya proximidad a la fábrica concede ven-

tajas comparativas asociadas al costo de trans-

porte o a la política azucarera nacional.

c) La acelerada ampliación de los mercados

urbanos, asociada a la fase expansiva del

modelo de industrialización sustitutiva1 9 y su

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

125

16 SAGAR, Delegación Estatal Veracruz, Información directa.

17 Alan de Janvry, profesor de la Universidad de California, experto en temas

rurales de América Latina, participante en un foro sobre el tema realizado

recientemente en México. Citado en El Financiero, 5 de marzo de 2001.

18 Los requerimientos técnicos del cultivo de café circunscriben su ubi-

cación a las tierras localizadas entre 1000 y los 1300 m sobre el nivel del

mar, con un rango de temperatura que va de los 10ºC promedio durante

el invierno a los 26ºC promedio en el verano y con suelos profundos y

ácidos (PH entre 5.5 y 6.5).

19 En el ámbito estrictamente económico, esta fase que abarca desde la

década del cincuenta hasta los primeros años de la década del setenta se

caracteriza por un aumento sostenido en el P I B superior a 6 % anual

medio, y por un incremento en el producto per capita mayor a 3 % anual.

El extraordinario impulso del Estado mexicano hacia la industria la convir-

tió en el sector más dinámico de la economía; a ello contribuyó en gran

medida el sector agropecuario que aportó consistentemente alimentos e

insumos a bajos precios, ingresos en divisas y mano de obra barata, todo

lo cual garantizó una alta rentabilidad en el sector industrial.

Page 127: Estado Economía y Hacienda Pública 6

correspondiente efecto sobre el aumento en

los ingresos promedio de la población, se

tradujo en una demanda creciente por ali-

mentos no básicos, tales como los cítricos,

frutales y hortalizas. En Veracruz, las planta-

ciones de naranja se expandieron sobre las

fértiles tierras de la región norte, a las cuales

se agregaron unos años más tarde las de

limón persa, toronja y tangerina; todos estos

cultivos comerciales desplazaron la produc-

ción de granos básicos que para los años

setenta tendía a reducirse a las zonas se-

rranas.

A partir de los últimos años de la década de 1980 se

contrajo aceleradamente hasta cancelarse la venta

de cítricos a los Estados Unidos desde las region e s

tradicionalmente exportadoras del país imposibili-

tadas para competir con la producción de alto

rendimiento de otras zonas citrícolas del extranjero.

Ante la pérdida del mercado externo y la rigidez de

la demanda interna, los precios se han derrumbado

hasta niveles muy inferiores a los costos de produc-

ción. La inoperancia del mercado en cuanto a su fun-

ción de generar las señales pertinentes para la orien-

tación de las inversiones –que es aún mayor en el

ámbito rural– dio como resultado que a pesar de las

condiciones de sobreoferta la superficie sembrada

de naranja en Veracruz se expandiera de 120.3 a

153.3 miles de hectáreas. Este crecimiento se expli-

ca también por el ingreso a esta actividad de los

cafeticultores cuyas explotaciones no resistieron el

derrumbe de los precios internacionales y optaron

por esta alternativa que percibieron como rentable.

Independientemente de su tamaño y de su nivel de

productividad previo, las explotaciones de naranja

son ahora más ineficientes por haberse incorporado

al círculo vicioso de la baja rentabilidad. Así, en el

transcurso de la década de 1990, el rendimiento

medio se contrajo de 14.5 a 10.9 toneladas por hec-

t á r e a .2 0

En correlación estrecha con la época de auge de

la citricultura veracruzana, en las regiones de Álamo y

Martínez de la Torre fueron instaladas procesadoras

de jugos y extractos y empacadoras de cítricos que

hoy se encuentran en situación próxima al punto de

cierre. El predominio de los cítricos en el patrón pro-

ductivo de la región centro del estado de Veracruz se

ha mantenido hasta la actualidad a pesar de las condi-

ciones críticas de su mercado, compitiendo con la

ganadería bovina y el plátano por la ocupación de las

tierras más fértiles.

d) La política agrícola, históricamente subordina -

da al desarrollo industrial, ha implicado esca -

sos montos del gasto público destinados al

campo, los cuales se dispersan en una gran

variedad de programas de fomento agro -

p e c u a r i o. El proyecto de industrialización susti-

tutiva de importaciones incorporó la expansión

agropecuaria como una respuesta a las exi-

gencias alimentarias de la población urbana en

crecimiento, a la necesidad de incrementar la

producción agrícola para la exportación y para

complementar la oferta agrícola básica. Las

medidas de política agrícola nacional con-

sistieron básicamente en infraestructura de irri-

gación, crédito oficial y privado a tasas prefe-

renciales, dotación pública de semillas mejoradas

y fertilizantes, seguro agrícola oficial, determi-

nación de precios de garantía para los granos

básicos y regulación de la oferta y de la com-

ercialización interna y externa de alimentos

básicos.

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

126

20 SAGAR, Delegación Estatal Veracruz, información directa.

Page 128: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Grosso modo, puede afirmarse que la orientación de

los distintos instrumentos de fomento agropecuario

estuvo determinada por el propio esquema de desarro-

llo industrial. De esta manera se tiene que: i) la asi-

gnación de la inversión pública, del crédito y del seguro

fue marcadamente favorable al fomento de los cultivos

comerciales y la ganadería; i i ) la política de precios de

garantía, instrumentada con el objetivo de garantizar

bajos salarios para las actividades urbano-industriales,

se tradujo en una drástica contracción de la producción

de granos básicos.2 1 Así, por ejemplo, durante la déca-

da de los setenta la proporción de los recursos públicos

destinados a la agricultura disminuyó de 93 % a 77 %,

mientras que la correspondiente a la ganadería aumen-

tó de 1.3 % a 5.3 %. Asimismo, durante los años ochen-

ta, la contracción del crédito del Banco de Crédito Rural

hacia la agricultura (de 22.5 % en 1980 a 12.3 % en

1988) significó una contracción de la superficie agríco-

la habilitada en 27 %; i i i ) la política de apertura

económica adoptada a partir de los años ochenta y de

abandono de las funciones económicas tradicionales

del Estado mexicano se tradujo en una contracción de

la inversión pública en fomento agropecuario de 25 %

en 1980 a 3.2 % en 1988.2 2 La agudización de la políti-

ca de liberalización económica desde fines de los años

ochenta hasta la actualidad ha significado la drástica

contracción de los recursos públicos destinados al

fomento agropecuario –tanto en inversiones producti-

vas como en forma de créditos– y la política de sub-

sidios se ha asentado selectivamente hacia las

regiones que real o potencialmente generan productos

agrícolas comerciales en los mercados externos en

condiciones de ventajas relativas.

En un plano global, la orientación de la inversión

pública federal realizada en 1982 reflejaba la importan-

cia de la entidad en el ejercicio de la política económi-

ca: Veracruz recibió prácticamente 15 % del total del

gasto público canalizado a los estados; sin embargo, a

pesar de la importante contribución del sector agro-

pecuario del estado a la producción nacional de ali-

mentos y materias primas, de la inversión pública fede-

ral realizada en Veracruz, sólo 2.5 % correspondió a las

actividades agrícolas, pecuarias y forestales. Como un

indicador de la escasa asignación de recursos hacia

estas ramas, la proporción de la inversión pública fede-

ral total asignada al sector en el nivel nacional fue en

ese mismo año de 11.3 %; esta desproporción explica

en buena medida que la relación entre la inversión

asignada al sector en el estado frente a la del país

fuese de únicamente 3.2 %, mientras la contribución al

P I B agropecuario nacional se ubicó en el orden de 12 %,

como se mencionó arriba.

En 1984, las cifras reflejan un reforzamiento de la

tendencia de escasa asignación de recursos al sector

agropecuario de la entidad, pues a éste se destinó

sólo 1.4 % de la inversión pública federal, represen-

tando este monto al mismo tiempo menos de 1 % de

la inversión pública federal orientada al sector en el

ámbito nacional. Los datos correspondientes a 1988

sugieren una reversión de la tendencia de tal manera

que la inversión pública federal asignada al sector en

el estado fue de 4 % de la correspondiente en el nivel

nacional.23 Durante 1991, 16 % del total de la inver-

sión pública –principalmente la federal– ejercida en el

programa operativo de la entidad se destinó al sector

agropecuario.

Actualmente son dos los programas de fomento

vigentes a nivel nacional y estatal: Alianza para el

Campo (PAC), que involucra recursos financieros fede-

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

127

21 Entre 1963 y 1973, los precios nominales de todos los granos básicos

se mantuvieron constantes, mientras que el índice general de precios

con base en 1960 aumentó en 109.8 a 175, y el de la producción

agropecuaria de 119.5 a 208.8 durante el mismo periodo.

22 López, 1993. 23 El sector alimentario en México, Aguascalientes, INEGI-CONAL, 2000.

Page 129: Estado Economía y Hacienda Pública 6

rales, estatales y de los productores; y el Programa de

Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO), que es un pro-

grama federal orientado a subsidiar la agricultura de

granos básicos. El PAC se puso en operación a finales

de 1995 y constituye el eje de la política económica

orientada a impulsar el desarrollo del campo mexicano

y se propone: “inducir y apoyar un cambio estructural

en el sector y enfrentar los problemas de rentabilidad,

reconociendo el alto potencial productivo del país y los

márgenes tecnológicos existentes de que se dispone

para aumentar la producción de alimentos [...] a través

de la incorporación de tecnologías que optimicen el

uso del agua y de la fertilización, introducción de semi-

llas mejoradas, control de plagas, enfermedades y

malezas [...]”.24 Este programa se instrumenta medi-

ante cuatro categorías de acciones: de fomento agrí-

cola, de desarrollo rural, de fomento ganadero y de

sanidad agropecuaria; éstos benefician aproximada-

mente a cuatro millones de productores en el

campo.25

Por su parte, el PROCAMPO se introdujo en 1994

con el propósito de compensar la drástica contracción

de la rectoría estatal en el campo mexicano. Los

pagos canalizados por esta vía consisten en apoyos

directos a los productores basados en las superficies

cultivadas que han reemplazado rápidamente a las

políticas de apoyo a los precios de los cereales y de

las oleaginosas. Así, durante ese mismo año, disminu-

yeron simultáneamente los niveles de los precios con-

trolados en 13 % para el maíz, 14 % para el frijol, 9 %

para la soya y 6 % para el trigo (OCDE, 1997). El pre-

supuesto asignado para el PROCAMPO durante 2001 es

de 11 751.9 millones de pesos, cifra significativamente

superior a la aportada por el gobierno para la Alianza

para el Campo, que en este año es de sólo 4087.1 mi-

llones de pesos.26

En Veracruz, los recursos de la Alianza para el

Campo se dispersan en un gran número de subpro-

gramas cuya atención se ve constreñida a una

población atendida de magnitud muy poco significati-

va. Según datos de la propia Secretaría de Agricultura

y Ganadería, durante 2000 el programa de apoyo a los

productores de café absorbió 23 % de los 247.6 millo-

nes de pesos destinados al campo a través del PAC,

beneficiando a 45 180 productores; al programa citrí-

cola se destinaron 2 millones de pesos (0.8 %) del total

y se beneficiaron 343 productores. La proporción de

recursos públicos asignados a la promoción de las

actividades del campo veracruzano es marginal si se

considera la proporción de población dedicada a estas

actividades y la gravedad de las condiciones críticas

en que operan los cultivos predominantes y la propia

ganadería bovina (Cuadro 5).

4. Una primera aproximación

a la problemática de la agricultura veracruzana

Visto globalmente, el sector agropecuario veracruzano

se distingue en el ámbito nacional por ser el principal

abastecedor de ganado bovino para el mercado inter-

no y por su contribución al abasto nacional de alimen-

tos a partir de un patrón productivo agrícola altamente

diversificado en el que coexisten granos básicos, cul-

tivos agroindustriales, frutales y hortalizas en montos

significativos en relación a la producción agrícola

nacional. El comportamiento reciente de las activi-

dades agropecuarias –y agrícolas, en particular– en la

entidad obedece a diversos factores condicionantes

vinculados a la economía regional, nacional e interna-

cional; entre ellos destacan:

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

128

24 Evaluación de los programas de la Alianza para el Campo, México,

SAGAR-FAO, 1999, p. 2.

25 Una detallada descripción de la forma en que han operado estos pro-

gramas desde sus orígenes se encuentra en OCDE, 1997. 26 El Financiero, 7 de agosto de 2001.

Page 130: Estado Economía y Hacienda Pública 6

i ) La fuerte inestabilidad y la creciente competencia

en el mercado internacional de café. Si bien

México se ubica entre el cuarto y el sexto lugar en

el mercado mundial de café, con una partici-

pación media anual de 6.4 millones de sacos de

60 kilos (de los cuales Veracruz aporta en prome-

dio 28 %, es decir 95 % de su producción), la

fuerte caída en el precio internacional –que en los

dos últimos años ha pasado de 125 a 63 dólares

las cien libras– y la tendencia a la revaluación del

peso mexicano se han traducido en una fuerte

descapitalización del sector; así, por ejemplo, en

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

129

SAGAR Total SAGAR Total

Fertiirrigación 5,000 2,000 7,000 3.54 1.88 2.83Normal 3,500 1,400 4,900 2.48 1.32 1.98PADER 1,500 600 2,100 1.06 0.56 0.85

Mecanización 1,875 625 2,500 1.33 0.59 1.01Normal 1,288 431 1,719 0.91 0.41 0.69PADER 588 194 781 0.42 0.18 0.32

Kilo por kilo 9,860 10,140 20,000 6.98 9.54 8.08Normal 6,902 7,098 14,000 4.88 6.68 5.65PADER 2,958 3,042 6,000 2.09 2.86 2.42

Transferencia de tecnología 2,000 2,500 4,500 1.42 2.35 1.82Oleaginosas 8,900 4,500 13,400 6.30 4.23 5.41

Palma de aceite 8,000 4,000 12,000 5.66 3.76 4.85Palma de coco 500 400 900 0.35 0.38 0.36Algodón 400 100 500 0.28 0.09 0.20

Horticultura ornamental 500 500 1,000 0.35 0.47 0.40Programa citrícola 1,000 1,000 2,000 0.71 0.94 0.81Establacimiento de praderas 5,200 3,200 8,400 3.68 3.01 3.39Ganado mejor 3,500 3,500 7,000 2.48 3.29 2.83Programa lechero 300 200 500 0.21 0.19 0.20Mejoramiento genético 300 300 600 0.21 0.28 0.24

2,000 1,000 3,000 1.42 0.94 1.21

Apoyo al desarrollo rural 8,740 12,056 20,796 6.18 11.34 8.40P.E.A.T. 3,000 600 3,600 2.12 0.56 1.45Café 43,500 13,000 56,500 30.78 12.23 22.82Capacitación y extención 9,000 7,000 16,000 6.37 6.58 6.46

11,000 11,000 22,000 7.78 10.35 8.88

Hule 7,000 2,500 9,500 4.95 2.35 3.84Mujeres en el desarrollo rural 4,920 2,110 7,030 3.48 1.98 2.84Salud animal 5,490 4,860 10,350 3.89 4.57 4.18Sanidad vegetal 5,875 4,875 10,750 4.16 4.59 4.34Promoción expotaciones 1,350 850 2,200 0.96 0.80 0.89Información agropecuaria 1,000 1,000 2,000 0.71 0.94 0.81Programa de la biósfera 0 17,000 17,000 0.00 15.99 6.87

Totales 141,310 106,316 247,626 100.00 100.00 100.00

(miles de pesos) (%)

Desarrollo de proyectos agropecuarios integrales

Desarrollo Prod. Sust. Zonas rurales marginadas

Cuadro 5Presupuesto asignado a los programas de la Alianza para el Campo en Veracruz. 2000

ProgramaGobierno

EstatalGobierno

Estatal

Fuente: SAGAR, Delegación Estatal Veracruz, Información Directa.

Page 131: Estado Economía y Hacienda Pública 6

el ciclo 2000-2001 se han dejado de cosechar en

el país 1.7 millones de sacos de café, lo cual ha

afectado a más de cinco millones de trabajadores

agrícolas que dependen de esa actividad que

sólo producirá 3.8 millones de sacos;2 7 a s i m i s-

mo, para Veracruz se estima que en este mismo

ciclo se han producido 700 mil sacos menos que

en el anterior, toda vez que 30 % de la producción

no se cosechará en este ciclo.2 8

ii) La sobreoferta en el mercado interno de naranja

cuyos montos han crecido sistemáticamente y han

deprimido el precio hasta niveles que le han vuel -

to un cultivo no rentable, por lo que su acelerada

descapitalización se refleja en una caída en los

rendimientos promedio obtenidos; en Ve r a c r u z

estos fueron de 17 ton/ha durante los años noven-

ta, de 12.8 % en 1994, y de 10.8 ton/ha en 1998.2 9

iii) La exposición a la fuerte competencia de las

importaciones de productos como el arroz, el

maíz y los sustitutos del azúcar, así como de

carne bovina, han impactado severamente al

sector agropecuario. A nivel nacional, el arroz

es el grano más afectado por la apertura comer-

cial: “de 1985 a la fecha la superficie de pro-

ducción de arroz ha bajado 57 % [...] y las cose-

chas nacionales cayeron en 47.0 [...] al mismo

tiempo creció de 16.97 % respecto al total de

consumo a 60.2 % en el mismo periodo. La

caída de los precios al productor ha sido drásti-

ca, toda vez que entre 1989 y 2000 estos

decrecieron de 3 181.2 pesos a 1 386.1 pesos

la tonelada; por su parte, los precios esta-

dounidenses de exportación de arroz a México

fueron en 2000 de 182.35 pesos la tonelada,

mientras que en 1990 ese precio fue de

321.75”.30 En Veracruz, este fenómeno asocia-

do al mercado externo ha significado la quiebra

de numerosas unidades de producción en las

cuales recientemente se intenta una reestruc-

turación productiva hacia cultivos exóticos para

exportación.

El comportamiento del cultivo de caña de azúcar ha

sido de fuerte caída en la rentabilidad como conse-

cuencia de la contracción en el precio del azúcar. Así,

la crisis azucarera emergida desde la puesta en mar-

cha del Tratado de Libre Comercio de América del

Norte (TLCAN) ha implicado la importación masiva de

jarabe de maíz de alta fructosa, y a la sobreproducción

y sobreexplotación de una industria obsoleta que no

se ha renovado en los últimos cincuenta años.

Actualmente 30 de los 60 ingenios existentes en el

país –y buena parte de los 21 veracruzanos– se

encuentran en crisis de liquidez debido a que no son

sujetos de crédito por la banca privada, ya que desde

1997 la paraestatal Financiera Nacional Azucarera

dejó de canalizar recursos a la industria.

Por otra parte, la competencia externa para el maíz

mexicano proviene de la baja productividad interna: la

producción nacional del grano es 30 % más cara que la

cotización internacional. En el curso de las negocia-

ciones del T L C A N, por considerarse productos “sensi-

bles”, los granos básicos, y particularmente el maíz,

recibieron un trato preferencial consistente en plazos

largos de desgravación y un sistema de arancel-cuota.

Los términos del T L C A N establecieron un arancel-cuota

de 215 % que disminuiría gradualmente en quince eta-

pas anuales hasta llegar a cero en 2008. La cuota libre

de impuesto inicial sería de 2.5 millones de toneladas

anuales. La sistemática violación a los términos del

T L C A N se iniciaron en 1995, año en el que ingresaron

325 miles de toneladas libres de arancel; durante 1996

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

130

27 El Financiero, 5 de marzo de 2001.

28 El Financiero, 23 de abril de 2001.

29 SAGAR, Delegación Estatal Veracruz, información directa. 30 El Financiero, 25 de abril de 2001.

Page 132: Estado Economía y Hacienda Pública 6

fueron importadas libres de arancel un total de 3 mi-

llones de toneladas arriba de la cuota y durante 1999

México importó 5.9 millones de toneladas de maíz, cifra

superior en 2.2 millones de la contemplada en las cuo-

tas del T L C A N; a un precio de 100 dólares la tonelada.

En suma, entre 1996 y 2000 han ingresado al país

fuera de cuotas un total de 10.5 millones de toneladas

de maíz y se dejaron de cobrar 2 400 millones de

dólares por concepto de los respectivos aranceles.3 1

En cuanto al impacto de la apertura sobre el campo

veracruzano, puede afirmarse que a diferencia de las

regiones ganaderas del norte del país, cuyos grados de

capitalización, tecnificación, y sus variados mecanis-

mos de vinculación al mercado norteamericano les

hacen menos vulnerables a los efectos de la compe-

tencia externa, el sector ganadero de la región vera-

cruzana ha sido fuertemente dañado por las importa-

ciones provenientes de los Estados Unidos, es decir,

de un sistema de producción y de consumo que siendo

altamente rentable de origen, encuentra en el mercado

mexicano un espacio fértil para su expansión.

Así, las crecientes importaciones de cárnicos que

compiten con la producción estatal, constituidas por

carne en canal y de subproductos, han erosionado

severamente las condiciones estructurales en que se

sustenta la actividad pecuaria en el campo y su indus-

tria asociada. Esto último implica que en cuanto la

caída en la rentabilidad se vuelve sistemática, debido

a que la demanda y los precios están fuertemente

determinados por las importaciones, las unidades de

producción tienden a descapitalizarse, abandonando

sus prácticas de mantenimiento de pastos e instala-

ciones; de mejoramiento genético y retención de sus

vacas de vientre; de contratación de servicios sanita-

rios calificados para el control de plagas y enfer-

medades; etcétera. En cierto plazo, todo ello se tra-

duce en la ampliación de los diferenciales de produc-

tividad a favor de los productores externos y, por tanto,

en la menor viabilidad para la recuperación en plazos

relativamente cortos.

A pesar de que los efectos de la apertura comer-

cial sobre las actividades agropecuarias han sido dife-

renciados según regiones y ramas particulares, el saldo

global es negativo. Así, entre 1993 y 1996, el produc-

to interno bruto (PIB) ganadero nacional se contrajo de

17 828.6 a 16 350.9 millones de pesos constantes

(con base en los precios de 1993); ello equivale a una

disminución de –8.3 en la generación de ingresos para

todo el subsector ganadero nacional.

La drástica caída en el P I B ganadero nacional es el

resultado de la cancelación de las políticas de fomento

a la producción; del recorte en los fondos destinados a

la asistencia técnica institucional; del aumento en el

costo del crédito, etcétera. Todo ello propició la ruptura

de las cadenas productivas agropecuarias, la quiebra

por cartera vencida de un número aún no determinado

de unidades de producción, pero que se ha manifesta-

do en la agudización de la pobreza en el campo, y en

una mayor contracción de la demanda global.

Un indicador relevante del impacto de la compe-

tencia externa sobre la ganadería bovina es la tenden-

cia contraccionista en el monto de las existencias

ganaderas en Veracruz; así, mientras que para 1991 el

hato ganadero estatal se había recuperado de la crisis

de los ochenta y alcanzaba los 4.76 millones de

cabezas, para 1996 la indefensión ante la competen-

cia externa provocó su contracción hasta los 4.56 mi-

llones de cabezas; es decir, en sólo cinco años la

descapitalización de la actividad tuvo como una de sus

manifestaciones una reducción de 4 % en el inventario

ganadero.

iv) Las favorables condiciones que ofrecen los

mercados externos para las hortalizas, como la

sandía y el melón, y para los cultivos exóticos

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 119-138

131

31 El Financiero, 16 de octubre de 1998, 21 de febrero de 2001 y 7 de agos-

to de 2000.

Page 133: Estado Economía y Hacienda Pública 6

como el litchi y la palma de aceite están ofre-

ciendo alternativas para enfrentar la crisis de

precios o de sobreproducción que enfrentan los

cultivos del patrón productivo agrícola consoli-

dado. Sin embargo, ello exige la participación

de las instancias gubernamentales no sólo en la

asesoría técnica para la incorporación de

nuevos cultivos, sino en la aportación de recur-

sos crediticios en monto y costos financieros

que ofrezcan una perspectiva de éxito a los

agentes productivos.

v) La recampesinización de la agricultura de gra -

nos básicos ante las desfavorables condiciones

de los mercados y de la política agrícola

nacional y estatal es un proceso que se mani-

fiesta de diversas formas. Esta es una hipótesis

que será objeto de análisis posteriores, a ella

apunta la recuperación de la superficie sembra-

da de maíz, la cual aumentó de magnitudes

próximas a las 500 mil hectáreas durante 1991-

1993, hasta las 650 mil hectáreas en promedio

sembradas entre 1995-1999. En el mismo senti-

do, se observa que la sobrevivencia temporal de

las pequeñas explotaciones agropecuarias ha

ocurrido en base a la descapitalización (la venta

de ganado, la no renovación del equipo), la

reducción del consumo, la subnutrición y la emi-

gración de una parte sustancial de la fuerza de

trabajo familiar.

De esta forma, de continuar el proceso de liberali-

zación del comercio de mercancías y de capitales bajo

las condiciones en que ha operado en México durante

dos décadas, y sin ofrecer los medios materiales ni el

marco regulatorio para el disfrute de los derechos

económicos básicos, esta población campesina

reducida a los límites de la sobrevivencia, parece irre-

mediablemente condenada a la extrema pobreza, al

desempleo crónico y a la emigración. Esto contribuirá

a mantener muy bajos los precios relativos de los pro-

ductos del campo, los ingresos privados y la gene-

ración de los recursos públicos necesarios para

proveer los servicios públicos mínimos exigidos para el

desarrollo y una buena gestión pública.

vi) La política agropecuaria local se encuentra

atomizada, lo cual dispersa los escasos montos

de gasto público destinados al sector

agropecuario. En términos generales, como las

funciones del Estado mexicano se han

redefinido reduciendo su intervención directa

en la actividad económica y en la provisión de

bienes y servicios, los diferentes actores en el

escenario del campo mexicano actúan en fun-

ción de sus posiciones particulares frente al

mercado y a sus mecanismos de extracción de

excedente hacia el resto de las actividades

económicas.

Conclusión

Existen argumentos fuertes para dar prioridad a los

problemas de los campesinos y agricultores pobres al

diseñar e instrumentar políticas de desarrollo rural.

Rescatar de la exclusión y la pobreza a la población

más indefensa del país –y de la entidad veracruzana,

en particular– es un objetivo social y humanitario esen-

cial en sí mismo, pero no es menos importante que los

campesinos y agricultores con bajos ingresos puedan

desempeñar un papel crucial en el objetivo nacional de

incremento sostenido en la producción nacional de ali-

mentos, lo cual debería conseguirse en dos o tres

décadas si se pretende revertir las tendencias a la

dependencia alimentaria reforzadas por la apertura; es

decir, debe rescatarse el principio de la seguridad ali-

mentaria como objetivo prioritario en la definición de la

La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

132

Page 134: Estado Economía y Hacienda Pública 6

política económica nacional, confiriéndole una orien-

tación acorde con las condiciones de los mercados

nacional e internacional de alimentos.

En México, la pobreza rural y la dependencia ali-

mentaría son dos aspectos interdependientes cuyo ori-

gen se encuentra en el rezago tecnológico. Corres-

ponde al Estado ejercer su facultad constitucional de

instrumentar políticas centradas en obtener los nece-

sarios incrementos en la productividad de las activi-

dades que atañen a los pequeños productores rurales,

y proceder así a la procuración de condiciones de vida

dignas. Ello supone poner en marcha políticas públicas

razonables para desarrollar sosteniblemente su capaci-

dad de producir alimentos y contribuir a mejorar su

estado nutricional, así como constituir una forma direc-

ta e indirecta de generar nuevos empleos e ingresos

para los grupos más pobres de la población rural.

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La agricultura veracruzana. Apertura y rezago regional

134

Page 136: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Entorno económico de la actividad

empresarial en laantigua Unión Soviética

Eva Luz Espinoza Priego* Reidar Jensen Castañeda**

El propósito de este artículo es plantear una visión

retrospectiva del entorno económico en el que se

conducía la administración de la empresa socia-

lista, tema que reviste gran importancia dado que

buena parte de la historia del siglo X X está rela-

cionada con la actividad económica de las empre-

sas de la Unión Soviética; incluso, el hecho de

tomarla como ejemplo ilustrativo obedece a que

dentro del bloque socialista, este país gozó de un

estatus hegemónico, con un volumen de produc-

ción y comercialización de bienes y servicios que

en muchas ocasiones rebasó a los de economías

capitalistas de primer orden.

En la primera parte se abordan las bases axio-

lógicas y teleológicas sobre las cuales nacían y se

desarrollaban las empresas soviéticas; la segunda

parte ofrece una discusión sobre la planificación

de la economía, sin la cual no hubiese existido un

sistema de empresas; en la parte tercera se

describe el funcionamiento propiamente dicho del

aparato político-económico (es decir, política y

economía juntas) que determinó el poderío de ese

país; finalmente, se presenta una conclusión que

enfatiza los alcances y límites de este enfoque

p a n o r á m i c o .

1. Bases axiológicas y teleológicas

de la empresa soviética

Para bosquejar el desarrollo y las condiciones que

prevalecían en la administración de las empresas

soviéticas (1917-1989) no es suficiente la enu-

meración de cada una de las partes que componían su

organización o las relaciones existentes entre una

rama y otra de su industria.

Al sistema empresarial soviético además de no

considerársele dueño de los medios de producción de

que disponía, dado que estos pertenecían a todo el

pueblo, se le dirigía y controlaba en cada acción rea-

lizada por los organismos centrales que tenían a su

cargo la administración de la riqueza nacional.

A causa de estas condicionantes, la gestión y la

administración de las empresas se desarrollaban den-

tro de un plan general que cubría toda la vida produc-

tiva del país y dirigía al conjunto empresarial hacia los

fines en él establecidos.

135

* Profesora titular de tiempo completo de la Facultad de Contaduría y

Administración de la Universidad Veracruzana.

**Investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las

Ciencias Administrativas de la Universidad Veracruzana.

Page 137: Estado Economía y Hacienda Pública 6

La orientación política en la estructuración socio-

económica de la nación era determinante para el

desarrollo de la forma de producción de bienes y/o ser-

vicios y para la administración de las empresas.

La planificación de la actividad económica en la

Unión Soviética1 determinaba la estructuración

empresarial encaminándola a los objetivos que se

pretendían lograr. Objetivos que estaban enmarca-

dos por el plan leninista de edificación del socialismo

e implantación de la sociedad comunista, al cual se

hubo supeditado toda la historia empresarial de la

Unión Soviética.

Es por este motivo fundamental, que para com-

prender la naturaleza de la empresa soviética y su

administración es necesario conocer el proceso de la

Revolución Socialista de la Unión Soviética en cuanto

a cómo fue afectada su industria, primero bajo el régi-

men zarista, más tarde bajo el Gobierno Provisional

producto de la revolución democrático-burguesa de

febrero de 1917, y por último bajo el Sistema Socialista

Soviético.

El pensamiento marxista-leninista comprende el

ámbito y, a la vez, marco teórico-conceptual y refe-

rencial, en el que se desenvolvía la empresa rusa,

presidía y dirigía las acciones, garantizaba la validez

de éstas y justificaba las normas aplicadas a las mis-

mas.

2. La planificación de la economía

La función primordial de la vida económica del mundo

soviético era la planificación de su economía, es decir,

la estructura administrativa que canalizaba la ejecu-

ción de las labores hacia los objetivos económicos

trazados.

La esencia de esta función eran los principios gene-

rales de la gestión y planificación de la economía

socialista, y dentro de ellos cabe destacar el llamado

principio de centralismo democrático en la gestión y

planificación de la economía y la organización de los

elementos de dirección.

Las funciones administrativas empresariales eran

básicas en la elaboración del plan económico nacional

y en las formas que adoptaba su ejecución en los

organismos estatales.

Obviamente que para realizar un estudio profundo

de esta economía no puede dejarse a un lado el estu-

dio de las características particulares de la organi-

zación agrícola; sin embargo, la actividad industrial

puede considerarse como representativa de la reali-

dad económica de la nación soviética.

La organización de la producción industrial se rea-

lizaba con base en tres formas fundamentales, las

cuales cubren la totalidad del sistema industrial soviéti-

co: la concentración universalista, la especialización y

la combinación.

Existían, asimismo, métodos de evaluación del sis-

tema planificado, los cuales surgieron ante las necesi-

dades que planteaba el gran desarrollo de la planifi-

cación de la economía soviética, del crecimiento de las

ramas fundamentales de la economía y del surgimien-

to de nuevas ramas de producción, lo cual vino a com-

plicar altamente los esfuerzos para encontrar medidas

que evaluaran y armonizaran los planes nacionales.

Es necesario resaltar los problemas metodológicos de

la elaboración matematizada del sistema de balances

materiales y financieros que constituyeron los instru-

Entorno económico de la actividad empresarial en la antigua Unión Soviética

136

1 La URSS estaba integrada por 15 repúblicas federales: República

Socialista Federativa Soviética de Rusia; República Socialista Soviética

de Ucrania; República Socialista Soviética de Bielorrusia; República

Socialista Soviética de Uzbekia; República Socialista Soviética de

Kazajia; República Socialista Soviética de Georgia; República Socialista

Soviética de Azerbaidzhán; República Socialista Soviética de Lituania;

República Socialista Soviética de Moldavia; República Socialista

Soviética de Letonia; República Socialista Soviética de Kirguizia;

República Socialista Soviética de Tadzhikia; República Socialista

Soviética de Armenia; República Socialista Soviética de Turkmenia; y

República Socialista Soviética de Estonia. El territorio entonces abarcado

por todas ellas, situado en la Europa Oriental y Asia, constituyen la sépti-

ma parte de la Tierra.

Page 138: Estado Economía y Hacienda Pública 6

mentos básicos de los sistemas tradicionales de plani-

ficación como medios para la determinación de las

proporciones fundamentales de los planes.

El conocimiento acerca de la diversificación de la

gestión y administración en el ámbito empresarial, el

concepto de propiedad del patrimonio de la empresa,

la subordinación empresarial al plan económico

nacional, la estimulación a la producción mediante la

concesión de beneficios y primas, determinaron el sis-

tema de dirección de las empresas soviéticas, cómo

estaban administrados sus recursos y la forma en que

trataban de cumplir con los planes económicos

establecidos.

Las consideraciones anteriores proporcionan un

panorama de la actividad económico-administrativa

de la empresa soviética que incluye tanto las varia-

bles económicas que inciden en la gestión, como las

variables organizativas a las que debe someterse;

no obstante, toda vez que son las leyes económicas

del socialismo, la conformación de la estructura

gubernamental rusa, y de hecho la misma historia de

la URSS y sus principios políticos y sociales, los que

en último análisis explican el modo de actuar de los

factores que envuelven a la empresa soviética, es

necesario delinear los siguientes temas para facilitar

al lector la comprensión del ambiente soviético y

contribuir así a conformar su criterio al respecto

antes de incursionar en una crítica retrospectiva, que

las más de las veces, se antoja prejuiciada.

3. Funcionamiento del aparato político-económico

3.1. Los Soviets, su elección y funcionamiento

Los Soviets, categoría gubernamental que da el nombre

a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,

surgieron mucho antes de la Revolución de Octubre de

1917, en el periodo de la primera revolución rusa de

1905-1907. En aquel tiempo los Soviets no eran organi-

zaciones de carácter estatal sino de carácter social y al

mismo tiempo constituían los gérmenes del nuevo poder

obrero y campesino.

La idea de los Soviets continuó germinando en la

conciencia de las masas populares después de la

derrota de la revolución de 1905. Ya en los primeros

días de la Revolución democrático-burguesa de

febrero de 1917 los trabajadores organizaron otra

vez los Soviets, eliminaron las odiadas instituciones

del gobierno zarista en las localidades y crearon las

nuevas. Mediante los Soviets se entregó la tierra a

los campesinos, se implantó la jornada de ocho

horas, y cumplían otras funciones propias del nuevo

p o d e r.

El segundo Congreso de los Soviets de toda Rusia

efectuado el 26 de Octubre de 1917 proclamaba el

paso de todo el poder a los Soviets. Dicho congreso

aprobó una serie de decretos que versaban acerca de

la tierra y la paz de la región. Las constituciones

soviéticas de 1918 y de 1924, así como la Constitución

de la URSS de 1936 ratificaron a los Soviets como la

base política del Estado Socialista.

Recapitulando, puede afirmarse que el papel de los

Soviets en la vida del pueblo ruso les hizo soberanos y

omnipotentes. Eran la espina dorsal del aparato estatal:

elegían o formaban los órganos de dirección del Estado,

orientaban y controlaban su actividad, y organizaban a

las masas para cumplir los planes trazados.

Los diputados combinaban su actividad en los

Soviets con el trabajo de las empresas e instituciones.

El diputado era un representante plenipotenciario

responsable ante sus electores en el Soviet. Rendir

cuentas ante los electores era una exigencia constitu-

cional para el diputado. En el caso de que un diputa-

do, por una u otra razón, perdiera la autoridad, su

mandato era revocado por decisión de la mayoría de

los electores.

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 139-146

137

Page 139: Estado Economía y Hacienda Pública 6

3.2. Formación del Partido Comunista Ruso

En el último tercio del siglo X I X, en Rusia el capitalismo se

desarrolló a ritmo acelerado, y comenzó a formarse una

nueva clase social, el proletariado industrial. En las

postrimerías del siglo X I X y comienzos del siglo X X h a b í a

ya en Rusia cerca de 10 millones de obreros asalariados.

A medida que se intensificaban las contradicciones del

capitalismo se ampliaba la lucha de la clase del proleta-

riado contra la burguesía. En los primeros tiempos esta

lucha tenía un carácter espontáneo, pero poco a poco se

hacía más consciente y organizada.

Se fundaron los primeros sindicatos obreros y la

propagandización del marxismo se acentuaba, siendo

uno de sus principales promotores el destacado teóri-

co J. Pléjanov.

El mérito principal en el aumento de la madurez

política, en la organización del movimiento obrero y en la

creación del Partido Comunista perteneció a V. I. Lenin y

sus compañeros de lucha. Lenin emprendió la creación

del partido agrupando a los dispersos círculos marxistas;

así surgió en 1895 en San Petersburgo la Unión de lucha

por la emancipación de la clase obrera, que fue el ger-

men del futuro partido proletario revolucionario.

Bajo la dirección de Lenin la “Unión de lucha” fue

la primera organización en Rusia que empezó a

realizar conjuntamente la lucha del proletariado por las

reivindicaciones económicas con la lucha política con-

tra el zarismo y el sistema capitalista ruso.

En la clandestinidad, este incipiente partido tuvo que

luchar constantemente contra sus principales enemigos:

el zarismo, los terratenientes, los pro-capitalistas en

general, que lanzaban a los cuatro vientos cualquier idea

conservadora, los populistas enemigos abiertos del mar-

xismo y los economistas de las corrientes gobiernistas.

En 1898 los representantes de la “Unión de lucha”

de San Petersburgo y de otras ciudades, así como de

las organizaciones democráticas, proclamaron la

creación del Partido Obrero Socialdemócrata de

Rusia, mas no lograron elaborar el Programa ni los

Estatutos del Partido, pues el Comité Central elegido

fue arrestado en poco tiempo.

En el destierro, Lenin decidió entonces crear un pe-

riódico político, La Chispa2, que pretendía cohesionar a

los grupos revolucionarios dispersos en torno a los prin-

cipios del marxismo, La idea tuvo éxito y La Chispa

elaboró un proyecto de Programa y Estatutos, preparó

la convocatoria del nuevo Congreso del Partido: El 2o.

Congreso del Partido Obrero Social Demócrata de

Rusia, el cual se celebró clandestinamente, primero en

Bruselas y luego en Londres en julio-agosto de 1903.

Hubo polémicas en cuanto al contenido del programa,

los Estatutos y la política del partido y éste se dividió en

dos fracciones: por un lado los “mayoritarios”3 con Lenin

a la cabeza, y por otro los “minoritarios”.4

El Congreso aprobó el programa leninista del par-

tido cuyo fin era crear un partido revolucionario mono-

lítico y combativo. Este partido condujo al pueblo ruso

a la lucha contra el zarismo en 1905 y en 1917, y

dirigió la Gran Revolución Socialista de Octubre que

derribó al régimen capitalista.

Más tarde se adoptó el segundo programa (1919),

que planteaba la tarea de edificar la sociedad socia-

lista. Durante más de setenta años, el Partido

Comunista de la Unión Soviética se guió por los

nuevos programas adoptados, mas siempre siguiendo

los lineamientos fundamentales de la edificación de la

sociedad comunista.

3.3. La elección de los integrantes del Presidium del

Soviet Supremo de la URSS

Según la Constitución de la URSS, todo ciudadano

soviético que hubiese cumplido 23 años podía ser

Entorno económico de la actividad empresarial en la antigua Unión Soviética

138

2 Iskra (en Ruso).

3 Los bolcheviques.

4 Los mencheviques.

Page 140: Estado Economía y Hacienda Pública 6

elegido miembro del Soviet Supremo, independiente-

mente del sexo, la nacionalidad y el origen social. Los

diputados eran elegidos al Soviet Supremo por un

periodo de cuatro años.

El Soviet Supremo de la URSS elegía en reunión

conjunta de las dos Cámaras al Presidium del Soviet

Supremo de la URSS, órgano superior del poder

estatal, cuyo funcionamiento tenía carácter perma-

nente. Se componía de 37 personas: El Presidente del

Presidium del Soviet Supremo de la U R S S, 15

vicepresidentes o sea, un vicepresidente por cada

república federada, un Secretario del Presidium y 20

vocales del mismo.

3.4. Composición del Soviet Supremo de la URSS

El Soviet Supremo de la URSS (o Parlamento soviéti-

co), era el órgano principal del poder estatal del país.

Más de 1500 diputados eran elegidos al Soviet

Supremo de la URSS para un periodo de 4 años.

El Soviet Supremo de la URSS se componía de

dos Cámaras iguales en derechos: El Soviet de la

Unión y el Soviet de las Nacionalidades. Esta división

se debía al carácter multinacional y federativo del

Estado. El Soviet de la Unión representaba los intere-

ses generales de todos los trabajadores de la URSS,

independientemente de la nacionalidad, y el Soviet de

las Nacionalidades expresaba los intereses de cada

nación o nacionalidad relacionados con las particulari-

dades de su situación económica y geográfica, de vida

y cultura históricamente formadas.

Las principales posiciones gubernamentales a

partir del Soviet Supremo de la U R S S eran, en orden

jerárquico: el Consejo de Ministros de la U R S S; el

Consejo de Ministros de las Repúblicas Federadas;

los Comités de estado y órganos administrativos de

la URSS; los Ministerios Federales de la U R S S; y los

Ministerios Federales-Republicanos de la U R S S.

4. La producción y comercialización

La competencia entre las empresas socialistas en la

forma que se desarrolla en el mundo capitalista no

existía. En la Unión Soviética no existía la propiedad

privada sobre los medios de producción, los cuales

estaban socializados, pertenecían al Estado, al pueblo.

Esto permitía precisamente administrar la economía

planificadamente, evitar las desproporciones en el

desarrollo del país, en la producción de los artículos

industriales y los artículos de amplio consumo.

Esto no significa que todas las empresas se

encontrasen en igual situación. Las empresas que fabri-

caban artículos de más alta calidad y a un costo más

bajo se colocaban, en el mercado planificado socia-

lista, en una situación más ventajosa ante las empre-

sas similares que funcionaban menos eficazmente.

En este orden de cosas, la empresa cumplía el

plan sólo en el caso de que su producción fuese ven-

dida, encontrase aplicación en la economía nacional

y/o fuese pagada por la empresa consumidora. Por lo

tanto, entre las empresas socialistas existía en el mer-

cado una rivalidad económica, que no conducía ni

podía hacerlo, como la competencia en el mundo capi-

talista, al desarrollo espontáneo de la producción.

Obviamente que la producción de la Unión

Soviética sobrepasaba enormemente la de sus aliados

más cercanos, de tal manera que al igual que existen

países capitalistas hegemónicos y países capitalistas

satélites, en el caso de la URSS gran parte de la pro-

ducción industrial estaba destinada a la venta en

Alemania del Este, Yugoslavia, Bulgaria, Rumania,

Hungría, Checoslovaquia, Cuba y demás satélites de

su economía, los cuales, a su vez, eran valiosos

proveedores de materias primas.

El Manifiesto del Partido Comunista era el docu-

mento inspirador de los programas soviéticos, pero no

sólo de los políticos, sino de los económicos y por

ende de los administrativos. El Manifiesto del Partido

ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 139-146

139

Page 141: Estado Economía y Hacienda Pública 6

Comunista era el documento programático más

grande del comunismo, hasta 1990, su contenido

inspiraba y guiaba a todo el proletariado6 organizado

del mundo contemporáneo.

El Manifiesto, como programa redactado por Marx

y Engels para la Liga de los Comunistas desde diciem-

bre de 1847 a enero de 1848, apareció primero en

Londres en febrero de 1848 como un folleto de 23

páginas. El contenido del Manifiesto versa principal-

mente sobre la lucha de clases que llenan las páginas

de la historia del hombre; el dominio de clase de la bur-

g u e s í a7 moderna; las relaciones burguesas de

propiedad y de intercambio de la producción; el cre-

ciente empleo de las máquinas y la división del traba-

jo que quitan al trabajo del proletario todo atractivo y

perspectivas elevadas; en general, de la evidente con-

tradicción de las ventajas capitalistas y la inminente

coalición de clases, favorecida de diversas maneras

por el desarrollo del sistema capitalista.

Su esencia es la declaración de la necesidad de una

dictadura del proletariado, cuyas principales medidas para

transformar radicalmente todo el modo de producción y

comercialización y, por lo mismo, de administración, eran

las siguientes: a ) expropiación de la propiedad territorial y

empleo de la renta de la tierra para los gastos del Estado;

b ) fuerte impuesto progresivo; c ) abolición del derecho de

herencia; d ) confiscación de la propiedad de todos los emi-

grados y sediciosos; e) centralización del crédito en manos

del Estado por medio de un banco nacional con capital del

Estado y monopolio exclusivo; f) centralización en manos

del Estado de todos los medios de transporte; g ) m u l t i p l i-

cación de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y

de los instrumentos de producción, de roturación de los te-

rrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan

general; h) obligación de trabajar para todos y organización

de ejércitos industriales, particularmente para la agricul-

t u r a ; i ) combinación de la agricultura y la industria conforme

a medidas encaminadas a hacer desaparecer gradual-

mente la oposición entre la ciudad y el campo; y j ) e d u-

cación pública y gratuita de todos los niños; abolición del

trabajo infantil en las fábricas, y un régimen de educación

combinado con la producción material.

Conclusión

Las consideraciones anteriores acerca de la realidad

soviética en la que se desarrollaba su actividad empre-

sarial constituyen el contexto que permite comprender

la naturaleza y forma de operar de esta última. Es per-

tinente aclarar que no es intención de este artículo el

tratamiento de la administración de la empresa sovié-

tica en sí; ello exige referirse a la gestión económica,

la política e incluso la historia económica soviética. En

otras palabras, la gestión empresarial, en tanto

eslabón principal de la gran cadena económica soviéti-

ca, estaría fuertemente determinada por otros elemen-

tos de gran peso: la historia, la economía, la política, la

cultura y el medio ambiente soviético en general.

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Entorno económico de la actividad empresarial en la antigua Unión Soviética

140

6 Clase de trabajadores asalariados que, privados de la posesión de los

medios de producción, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para

poder subsistir.

7 Clase de capitalistas, propietarios de los medios de producción social que

emplean el trabajo asalariado.

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ESTADO, ECONOMÍA Y HACIENDAPÚBLICA núm. 6 enero-junio 2004, pp. 139-146

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INSTRUCCIONES PARA LOS COLABORADORES

Estado, Economía y Hacienda Pública

Los trabajos enviados se sujetarán al dictamen del Comité Editorial, previo arbitraje. Asimismo, toda colaboración

deberá ajustarse a los siguientes lineamientos:

1. Presentarse en original impreso que incluya texto, cuadros, gráficas. etcétera, en papel tamaño carta, a 1.5

espacios. Los cuadros, gráficas y diagramas deberán presentarse en hojas separadas, al final del texto y con

la indicación del lugar en que deben insertarse.

2. Tener una extensión de 10 a 25 cuartillas (Arial 12; interlineado 1.5), con un resumen en español e inglés

que no exceda las ochenta palabras.

3. Adjuntar un disquete que contenga:

• Archivos de texto en Word.

• Archivos individuales por cuadro, gráficas o diagramas en Excel. Las cifras de los cuadros deberán

separarse por espacio, y no por comas, evitando usar cuadrícula.

3. Los comentarios, aclaraciones, referencias y recomendaciones bibliográficas, y otros textos de apoyo se colo-

carán como notas al pie de página.

4. La bibliografía completa se presentará al final del texto ordenada alfabéticamente, y cada referencia debe

ajustarse al modelo tradicional: (apellidos, nombre (s), titulo, editorial, ciudad, año).

Para correspondencia, suscripciones, canje y/o difusión de otras publicaciones afines, favor de dirigirse a:

Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), Avenida Dr. Luis Castelazo

s/n, Carretera Xalapa-Las Trancas, Col. Industrial Ánimas Xalapa, Veracruz, México. El costo de cada ejemplar

de esta publicación es de $30 pesos y para el extranjero US $3 Dls.

Para mayores informes: e-mail: [email protected]; o próximamente consulta nuestra página de intemet.

La edición consta de 500 ejemplares