envía no.27

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Revista Envío Honduras

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“Que la Constituyente va, va, de eso no tengo nin-

guna duda porque, dígame usted, cómo no cambiar una Constitución en donde no queda formulado que Honduras es una nación pluricul-tural. Va la Constituyente. Bueno, esa es mi decisión. Otra cosa es si me dejan”.

Así se expresó Porfirio Lobo Sosa tras un encuentro casual con Envío-Honduras a comienzos de noviembre, a propósito de buscarle una ruta de salida a la crisis política y social. La crisis se ha acentuada a lo largo de 2010, justamente a partir de la toma de posesión de su Administración, presentada inicialmente como solución a la ingobernabilidad provocada por el golpe de Estado.

Con sus declaraciones, Lobo Sosa deja muy en claro qué busca con la convocatoria al “diálogo presidencial” propuesto a finales de septiembre y que, para su go-bierno, significa un paso al frente en el movedizo terreno político en el que actúa.

¿Quiénes dialogan y para qué?ISMAEL MORENO, SJ*

Si alguna duda cabía sobre la polarización de nuestra sociedad, el diálogo presidencial al que convocó Porfirio Lobo Sosa se encargó de confirmarla.

Muy pronto, en los extremos del escenario se plantaron los dos actores principales de la crisis, cada cual con su propuesta bajo el brazo. Y el

atasco continuará, mientras no construyamos consensos mínimos para actuar colectivamente, más allá de protagonismos y liderazgos individuales.

Ante esto, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) dio un paso ambiguo en su objetivo de convertirse en un interlocutor váli-do para la búsqueda de respuestas a la crisis de gobernabilidad.

EL ARTÍFICE DE LACOYUNTURA NACIONALEl tema del diálogo no podía

ser otro que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Su artífice, Manuel Zelaya Rosales, condicionó la política nacional al introducir un ruido constitucional paralelo al ciclo electoral, al menos un año an-tes del golpe de Estado. Aunque fue secuestrado y expulsado de Hondu-ras, Zelaya Rosales sigue siendo, incluso más que antes, el artífice de nuestra coyuntura política.

Un mes antes del golpe de Es-tado, un alto dirigente de la política vernácula comentó que “uno puede estar a favor o en contra de la políti-ca de Mel, pero de lo que nadie tiene duda es de la capacidad que tiene ese hombre para colocar los temas que le interesan en el primer plano de la coyuntura nacional”.

La ANC, el carácter y belige-rancia de la Resistencia hondureña, las relaciones internacionales, la

crisis de los partidos mayoritarios, especialmente del Partido Liberal; la agonía del Partido Unificación Democrática y el carácter de los dirigentes del movimiento popular, entre otros temas, siguen estre-chamente vinculados con la vida, la acción, la palabra y hasta con la sombra de Manuel Zelaya Rosales.

El tema del diálogo es impen-sable sin la presión que Zelaya Rosales ejerce sobre sus seguidores para sostener la demanda de la ANC como factor político decisivo en la vida nacional. Zelaya Rosales entiende esta demanda como una alternativa al poder establecido, proponiendo incluso una fecha para ésta: finales del año 2011.

Se trata de un gobierno parale-lo, que parece olvidar que el valor de una ANC reside en la incidencia que la ciudadanía pueda ejercer para obligar a los poderes establecidos a negociar los contenidos y el pro-ceso para instalarla, haciendo que ésta conduzca a la construcción de un nuevo poder y un nuevo Pacto Social que defina nuevas reglas del juego político y sus expresiones jurídicas e institucionales.

En política, las improvisaciones sorprenden a los que no toman pre-cauciones; esto parece que ocurrió

* Director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús (ERIC-SJ) y de Radio Progreso.

1diciembre 2010

ACTUALIDAD

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2envío

con el diálogo convocado por Lobo Sosa. Lo que parecía ser una carta sacada de la manga, en los hechos fue una jugada consecuente con el cinismo y el oportunismo de los políticos de viejo cuño.

La ANC ha sido una bande-ra política sustentada desde el principio por Zelaya Rosales y sus seguidores. Por eso se perpetró el golpe de Estado y, hasta la fecha, la demanda fundamental de la Resistencia continúa siendo la convocatoria a una ANC.

La idea de una Constituyente nació como una demanda política de la facción zelayista del Partido Liberal, a la que el bipartidismo y la elite empresarial le cerraron el paso. Por ello quedó asociada con la sospecha de que Mel Zelaya preten-día perpetuarse en el poder y, desde esa posición, abrirle las puertas a la intromisión de Hugo Chávez y los países de la ALBA.

UN SUEÑO ACARICIADONo obstante, antes de la coyun-

tura abierta por Zelaya Rosales, algunos de sus antecesores también habían suspirado por continuar en el sillón presidencial. Así lo hicieron saber, de muy diversas maneras, Callejas Romero y Flores Facussé, sin olvidar a sus seguidores.

Al iniciarse la Administra-ción Zelaya corrió el rumor de las negociaciones que se fraguaban entre sectores políticos vinculados con Callejas y Flores Facussé para abrirle las puertas a la candidatura de Micheletti, a cambio de que éste facilitara el proceso para reformar los artículos pétreos de la Constitu-ción y, así, allanar el camino a las candidaturas de aquéllos para su reelección presidencial. Pero ocu-rrió que Zelaya se les fue de las ma-nos, transformó el mapa de alianzas

y vínculos internacionales, y opacó las imágenes y los intereses de los que hasta entonces eran intocables en los dos partidos tradicionales.

Con o sin Constituyente, la reelección presidencial ha sido un sueño acariciado, desde hace más de dos décadas, por los mismos políticos que hoy se oponen a la instalación de una ANC.

Sin embargo, como sostiene el incómodo obispo de Copán, Mon-señor Luis Alfonso Santos, “lo de menos con la Constituyente es la reelección de presidentes, si al final de cuentas qué más da que una persona sea presidente por cuatro, cinco, seis u ocho años. El asunto de fondo es la transformación de la institucionalidad del Estado y la demanda por cambios profundos en la actual lógica de la democra-cia representativa”. Pero, para los políticos de oficio, la reforma de los artículos pétreos era una cuestión de cálculo y ocasión.

Lo que no quieren es poner en riesgo sus cuotas de poder y sus privilegios ante una posible trans-formación de las reglas del juego en la conducción de la democracia y la institucionalidad del Estado. Esto les asusta y lo ven como “pa-sos de animal grande”, por lo que prefieren hablar del peligro que representa Chávez para el control que ellos ejercen sobre un Estado al que perciben como su “gallinita de los huevos de oro”.

EL HOLOCAUSTODE LOS BOSQUES

Casi 730 mil hectáreas de bosque

ha perdido el país desde 1998 a la

fecha, como producto de 20,705

incendios, según estadísticas del

Instituto de Conservación Forestal

(ICF). El promedio anual de

conflagraciones en el bosque es

de 1622, que dejan una pérdida

aproximada de 57 mil hectáreas

al año.

1998 fue el año en que se

reportaron más incendios: 2260

quemas que destruyeron 96,502

hectáreas. En 2004, el fuego dio

una tregua, al registrarse 8401

hectáreas perdidas a causa de

542 incendios.

Este año se han contabilizado 798

incendios, que han acabado con

37 mil hectáreas de bosque. El

99% de los incendios forestales

en Honduras son producidos por

la mano del hombre, ya sea de

forma accidental o intencional;

esta última, con finalidades

productivas o por razones

culturales.

ACTUALIDAD

Page 5: Envía No.27

3diciembre 2010

LOBO SOSA SE LEADELANTÓ A LARESISTENCIA Porfirio Lobo no se sacó el

diálogo de la manga de la camisa para abordar el tema de la ANC. Lo que sucedió es que la Resistencia no había pasado de la consigna a la definición política del contenido de la Constituyente que propone. El llamado de Lobo Sosa al diálo-go encontró a la Resistencia con la ropa a medio poner y no tuvo capacidad para dar una respuesta política coherente, que capitalizara a su favor la precariedad en que se encuentra la gobernabilidad del país. Lobo Sosa se le adelantó a la Resistencia en la jugada política y la obligó a reunirse de emergencia para formular su negativa ante la convocatoria al diálogo. Por eso flota en el ambiente la sensación de que a la Resistencia le están comiendo el mandado.

Es obvio que la Resistencia tiene que rechazar el diálogo presi-dencial, pero no puede hacerlo sin pagar un elevado precio político. Tampoco puede negarlo sin pre-sentar una argumentación seria y sin decir cuál es el diálogo por el que apostaría, con la mira puesta en la ANC.

Lobo Sosa convocó al diálogo a todos los sectores, y en tal escena-rio el FNRP pudo abrirse camino a través de una respuesta coherente, que no representara una negativa sin sustento o una propuesta llena de consignas. Pero no lo hizo.

LOBO SOSA SE QUEDÓCON LOS SUYOS Lobo Sosa puede convocar a un

diálogo político, pero éste debiera considerar, fundamentalmente, a las expresiones políticas de los polos opuestos que generaron la crisis. Por una parte, los que apoyan al

gobierno y piensan que la solución al conflicto iniciado el 28 de junio de 2009 se dio con las elecciones y la asunción del nuevo gobierno. Y, por otra, los sectores que se opusieron al golpe y siguen sosteniendo que la crisis no se terminó con las elec-ciones y el nuevo gobierno, que la inestabilidad persiste y nos conduce a la ingobernabilidad.

Pero el diálogo presidencial perdió seriedad al lanzar una con-vocatoria indiscriminada, sin prio-rizar actores. Así, el FNRP fue uno más, entre los tantos convocados. Si la iniciativa presidencial hubie-se sido seria, se habría propuesto, como punto de partida, sentar en la mesa a estos dos grandes sectores, promoviendo previamente el diá-logo interno en cada uno para que definieran sus posiciones. Y como resultado, a través de una media-ción cualificada, hubiese puesto en marcha un proceso que concluyera en una negociación en torno a un pacto social con consensos mínimos.

El diálogo quedó al descubierto como una maniobra calculadora de los negociadores oficiales, al haber convocado al FNRP como a un actor más, metiéndolo en el mismo saco de los otros convocados. Lobo Sosa se quedó con los suyos, y éstos pro-pusieron reformar las figuras cons-titucionales de consulta popular, para ajustar a su medida cualquier cambio y así seguir disponiendo de los recursos del Estado a su antojo.

El núcleo de los problemas del país radica en una crisis agitada por estos dos actores, definidores a fin de cuentas de la ingobernabilidad en que vivimos. En las filas de estos dos protagonistas se encuentran diversos sectores sociales, que pugnan para que sus demandas y derechos sean escuchados y aten-didos desde la institucionalidad del Estado, actualmente a la deriva.

PRESENTAN RECURSO DE REVISIÓN CONTRA EL CONGRESO

Por negarse, por segunda vez, a

entregar información acerca de los

subsidios asignados a cada uno

de los 128 diputados propietarios

y suplentes, durante la legislatura

2006-2010, Revistazo.com

interpuso, ante el Instituto de

Acceso a la Información Pública,

un Recurso de revisión contra el

Congreso Nacional.

Dos meses después de haber

sido denegada la primera, el

6 de octubre Revistazo.com

envió una nueva solicitud de

acceso a la información pública.

Walter Bautista, el oficial de

Transparencia, respondió que

le darían curso, pero que el

Congreso cobraría por las

copias “y tengo entendido que la

cantidad casi es de un millón de

lempiras”.

Pero transcurrió el plazo

establecido por la ley, y la

información no llegó. Antes de

interponer el Recurso, Revistazo.

com se comunicó con Bautista

para consultarle si finalmente

brindaría la información, a lo que

respondió: “No tenemos cuadros

ni información de cuánto se le da

a los diputados por concepto de

subsidio”. Y agregó que era casi

imposible entregar la información

en formato digital, argumentando

que no tienen equipo para tal

propósito.

Mientras, muchos de los

proyectos que se realizarían

con estos subsidios están sin

concluirse, y otros ni siquiera se

han iniciado.

ACTUALIDAD

Page 6: Envía No.27

4envío

EN UN EXTREMO,EL CLUB DE AMIGOSLa convocatoria al diálogo

sería impensable si los sectores gobernantes no experimentaran la sensación de que el país se les escapa de las manos. Los únicos que mostraron reticencia fueron los “triunfadores”, los que ven la coyuntura actual como una victoria sobre los “zelayistas” y “chavistas”; los que ven el mundo latinoame-ricano como un campo de batalla donde no puede haber medias tintas: o se está con los chavistas-comunistas o con los paladines de la democracia y la libertad.

En Honduras se libró la batalla para expulsar a Chávez, y esa es la victoria que estos sectores de-fienden. Y quienes piensan de esta manera consideran que negociar con la Resistencia es sinónimo de debilidad. Estos grupos extremistas —aunque saben que el país se está derrumbando— sólo aspiran a un diálogo entre ellos mismos. Para ellos, la salida a la crisis es asunto exclusivo de su club de amigos. Entienden que los cambios son necesarios, pero la única concesión que están dispuestos a ofrecer es la reforma de algunos artículos consti-tucionales, específicamente el artí-culo 5, que establece al plebiscito y el referéndum como instrumentos de consulta popular.

Una vez más, el diálogo es utilizado como instrumento para calcular y sacar ventajas, y no como un medio para encontrarle una solución real a la crisis nacional. La extrema derecha se ajusta a este diálogo al estilo de un club de amigos, y entiende que este es “su” diálogo; mientras, mantiene una conducta y una mentalidad propia de los vencedores.

En este diálogo no entra, ni por asomo, la posibilidad de una

ANC que elabore una nueva Cons-titución. Al menos en el discurso dirigido a la opinión pública y mien-tras exista la sombra amenazante de Mel Zelaya. El cinismo conduce las decisiones de esta posición, mientras afianza sus negocios y privilegios.

EN EL OTRO EXTREMO,EL FNRPEn el otro extremo del esce-

nario se ubica el diálogo según lo entiende el FNRP. En los hechos, este diálogo es determinado por el andar, el discurso y los cálculos que emergen de Manuel Zelaya Rosales. Como experto definidor de coyunturas, Zelaya ha logrado echarse en la bolsa no sólo a la “resistencia liberal”, sino también a la “resistencia popular” agrupada en la difusa izquierda hondureña.

Mel Zelaya es el líder indis-cutible e incuestionable. Y lo es tanto por méritos propios, como por los vacíos políticos e ideológi-cos al interior de la Resistencia. La “resistencia popular” avanzó poco en los meses posteriores al golpe, sobre todo en cuanto a desa-rrollar un pensamiento propio y a construir una propuesta política y social coherente con la realidad que viven los hombres y las mujeres que se movilizaron contra la ruptura del orden constitucional. Esto lo reconocen incluso algunos analistas afines a la Resistencia: el FNRP es más una realidad virtual que una construcción política orgánica, histórica y real.

El “Frente” está en boca de todos, se mencionan sus luchas y advertencias. Se le acusa de estar sometido a Chávez, o de ser el responsable de la desestabilización del país; o se utiliza su nombre para amenazar a terratenientes y empresarios.

EMPRESAS ADEUDAN AL ESTADO MÁS DE 4,000 MILLONES DE LEMPIRAS

La Dirección Ejecutiva de Ingresos

(DEI) dio a conocer, el 1 de

diciembre, el listado de empresas

y de personas naturales morosas

con el fisco hondureño, las cuales

adeudan más de 4161 millones de

lempiras.

El titular de la DEI, Oswaldo

Guillén, aseguró que, al hacer

pública esta información en la

página web de la institución

(www.dei.gob.hn), “el único

propósito es que cancelen

sus deudas; caso contrario,

procederemos con las demandas

que se han anunciado”.

Además, reconoció que la alta

mora es responsabilidad de las

autoridades de la DEI, que han

sido incapaces de cobrar lo que

se le debe al Estado porque “le

hemos temido al contribuyente”.

Tras la publicación, manifestó:

“corresponderá a ustedes, a

los ciudadanos honrados y

transparentes de este país, a

ustedes que son escrutadores

sociales, acreditar ese listado.

Yo creo que hoy van a podernos

ayudar a combatir la corrupción y

a que esta gente pare”.

ACTUALIDAD

Page 7: Envía No.27

5diciembre 2010

El FNRP anda por todas partes, pero en los hechos se le mira muy poco. Sigue siendo una realidad so-cial que, al carecer de vertebración política e ideológica, se impide a sí misma convertirse en instancia movilizadora y aglutinadora de una oposición real. Es más una realidad política entusiasta que una realidad política de base.

PERO, ENTRE LOVIRTUAL Y LO REAL...La desproporción provocada

por la euforia y el entusiasmo supera el proceso organizativo his-tóricamente cuantificable. Entre lo virtual y lo real hay un enorme vacío. ¿Quién lo llena? La respuesta no amerita discusión: Zelaya Ro-sales. Y cuanto mayor es el vacío, más fuerte y avasallador emerge su liderazgo. Insistimos: por sus propios méritos, por su talla real de dirigente. No en vano logró echarse en la bolsa a sectores cavernícolas del Partido Liberal, que respalda-ron su candidatura presidencial en 2005.

Negar el liderazgo determinan-te y la conducción indiscutible de Zelaya Rosales en el FNRP sería lo mismo que negar el liderazgo ejer-cido por Callejas y Flores Facussé en el bipartidismo, que durante muchos años garantizó que todos los caminos condujeran a sus pro-pias guaridas. Zelaya Rosales es ese mismo correlato en el caso del FNRP, con el agravante de que a sus méritos se suma la indefinida composición política del Frente, particularmente la de los sectores que provienen de la izquierda.

Al ser expulsado de los círculos de la autoridad oficial bipartidista, Zelaya se deslizó progresivamen-te hacia otro ámbito, donde hoy ejerce la autoridad de la que fue despojado en el bipartidismo. Por

ello no es gratuito el calificativo de “zelayista”, con el que algunos medios de comunicación etiquetan a la Resistencia.

En efecto, el liderazgo impetuo-so que ejerce Mel Zelaya convierte al FNRP en un destacamento polí-tico “zelayista”, dependiente de su conducción y de la vertebración po-lítica que éste aporta. Así, el FNRP se ha convertido en una estructura política e ideológica sustentada en las decisiones y las orientaciones de un líder nacido en las entrañas del bipartidismo. Este es el otro ex-tremo en que se inscribe el diálogo convocado por Lobo Sosa.

¿QUÉ HAY ENTRELOS EXTREMOS?Entre las posiciones extremas

se encuentra una amplia gama de sectores que carga con las conse-cuencias del descalabro económico y las decisiones que toman los grupos de poder sobre los recursos nacio-nales, especialmente los recursos naturales.

En los primeros nueve meses del gobierno actual, los diputados han aprobado la concesión de decenas de ríos para favorecer a los grupos empresariales que han manejado a su antojo el negocio de la producción de energía térmica y son expertos en torcer las leyes para beneficiar sus inversiones.

Estos, como por arte de ma-gia, se presentan ahora como los mayores protectores del ambiente, apropiándose de ríos y fuentes de agua para construir represas hidroeléctricas. Una verdadera perversión: los empresarios más sucios quieren hoy blanquear su pasado produciendo energía limpia.

Mientras se instalaba la mesa de diálogo y Lobo Sosa y su equipo se afanaban en capitalizar a su

MASACRE EN EL TUMBADOR

En la madrugada del 15 de

noviembre, “los guardias de

Miguel Facussé llegaron a la

finca El Tumbador [municipio de

Trujillo, Colón] y exigieron a los

campesinos que desalojaran

el lugar. Ante el rechazo de los

compañeros llamaron a más

gente. Llegaron más de 200

guardias de seguridad y, sin

mediar palabra, abrieron fuego

con armas de grueso calibre”.

Así relató un miembro del

Movimiento Campesino del

Aguán (MCA) la acción de los

grupos paramilitares, cuyo saldo

trágico es la muerte de cinco

campesinos: Teodoro Acosta

(40), Ignacio Reyes (50), Raúl

Castillo (46), Ciriaco Muñoz (56) y

José Luis Sauceda Pastrana (32),

además de varios gravemente

heridos. De José Luis Sauceda,

inicialmente reportado como

desaparecido, se tenía la

esperanza de que hubiera logrado

escapar de la emboscada, pero

el 16 de noviembre encontraron

su cuerpo acribillado entre las

palmeras.

Según testigos, los guardias

del empresario palmero usaron

armas de guerra: AK-47, M-16 y

fusiles R-15. Invadieron la finca

y persiguieron a los campesinos

por más de cuatro horas. Ni la

Policía —que como siempre llegó

cuando la masacre se había

consumado— pudo entrar al

lugar que estaba fuertemente

custodiado por los guardias.

ACTUALIDAD

Page 8: Envía No.27

6envío

favor la demanda de la ANC, los grupos más fundamentalistas de la economía y la política seguían sosteniendo un modelo en extremo excluyente, que ha convertido la agricultura en campo de concen-tración de la gran empresa agroin-dustrial.

La inequidad en la distribución del ingreso es tal que, según el Foro Social Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), de cada cien lempiras que circulan en el país apenas cinco se destinan a las comunidades rurales; y del presupuesto nacional, 70 de cada 100 lempiras se concentran en la capital.

UN PAÍS ASOLADOPOR LA VIOLENCIAOtros datos son bombas que

explotan todos los días: de cada cien jóvenes que migran a los Estados Unidos desde Honduras, 87 proce-den de comunidades rurales, que primero abultaron los cinturones de miseria de los centros urbanos, o saltaron desde su aldea a los ca-minos de Guatemala y México para llegar, si es que lo logran, a su des-tino final en suelo estadounidense.

En la vida cotidiana, Honduras se ha convertido en una zona de guerra, sin más reglas del juego que las dictadas por la ley del más fuer-te. El 7 de septiembre, 17 jóvenes artesanos fueron masacrados en un taller de zapatería de San Pedro Sula, durante la jornada laboral. Una serie de asesinatos colectivos, al estilo de ejecuciones sumarias, continuaron sucediéndose casi cotidianamente, hasta culminar dramáticamente el 30 de octubre, cuando 14 jóvenes, que se apresta-ban a jugar fútbol en un populoso barrio de la periferia de San Pedro Sula, fueron acribillados con fusiles

de asalto AK-47 por un grupo de desconocidos que desapareció sin dejar rastro.

¿De dónde vienen los matones y quiénes entrenan a los sicarios? Alrededor de esta pregunta se teje una infinidad de versiones, pero todas concluyen en lo mismo: ajustes de cuenta en el crimen organizado. ¿De dónde viene y qué sectores lo alimentan? Tampoco se sabe a ciencia cierta. Lo que nadie duda es que Honduras registra ya un promedio diario de 14 muertes violentas, convirtiéndose así en uno de los países sin guerra declarada con mayor violencia en el planeta.

Es desde este trágico escenario que la población, agobiada por la inseguridad económica y el estado de guerra no declarada, demanda un diálogo real y constructivo, muy distinto del que se sustenta en los cálculos de la extrema derecha y de los sectores influenciados por el zelayismo.

LOS PODERES REALES NOAFLOJAN LAS RIENDAS¿Hacia dónde nos conduce esta

coyuntura de diálogo en un contex-to de creciente ingobernabilidad? Incluso las voces más optimistas concuerdan en que el “diálogo pre-sidencial” no sigue una ruta segura y, por tanto, no se puede esperar un final con acuerdos que ayuden a re-solver el conflicto. Queda pendiente una mesa de negociación que nos conduzca a un Pacto Social con-certado, aunque sólo fuese desde consensos mínimos.

El asesinato de cinco campesi-nos y un indeterminado número de heridos del Movimiento Campesino del Aguán (MCA), por la acción de grupos fuertemente armados al ser-vicio del empresario Miguel Facussé en el Bajo Aguán, confirman que,

DÍA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

El 25 de noviembre,

mediante plantones, desfiles,

manifestaciones y comunicados

públicos, las mujeres hondureñas,

en distintos puntos del país, se

unieron a las voces del mundo

que exigen el cese de todas las

formas de violencia contra la

mujer.

En un comunicado, las mujeres

de la Zona Noroccidental

denunciaron que Honduras

se ha convertido en un país

feminicida, donde cada 48

horas una mujer es asesinada,

y que el 95% de esos crímenes

no son investigados. Además

del femicidio, destacaron

como problemas que afectan

directamente a las mujeres

hondureñas, la violencia

doméstica, la trata de personas y

la flexibilidad laboral.

El 25 de noviembre de 1960, las

hermanas Patria, Minerva y María

Teresa Mirabal, que luchaban por

la igualdad de derechos de las

mujeres, fueron asesinadas por la

policía secreta del dictador Rafael

Trujillo en República Dominicana.

En 1981, en Bogotá, durante

el primer Encuentro Feminista

de Latinoamérica y el Caribe, el

25 de noviembre fue declarado

como el Día Internacional de la

NO Violencia hacia la Mujer en

homenaje a las hermanas Mirabal.

La fecha fue ratificada por la ONU

en 1991.

ACTUALIDAD

Page 9: Envía No.27

7diciembre 2010

al margen del diálogo convocado por Lobo Sosa, actúan los poderes reales del país, situados dentro y fuera del Estado.

En un arranque de rabia, y actuando como propietario de un Estado en crisis, Miguel Facussé confesó en un programa televisivo haber ordenado a su gente disparar contra los campesinos, con lo que no deja duda respecto de quiénes tienen las riendas del Estado en la era posgolpe.

Simultáneamente, los diputa-dos aprobaron, de un solo plumazo, una Ley Antiterrorista que, en los hechos, envía un mensaje explícito a los sectores políticos y sociales que intenten conquistar sus demandas por medio de acciones movilizado-ras de sus bases.

EL GANADOR SELLEVA TODOEn lo económico, los grupos de

poder, cuyo único afán se concentra en garantizar sus ventajas y benefi-cios, nos dejan un año todavía más convulso. Un pírrico aumento al salario mínimo; la aprobación de leyes laborales reñidas con el Có-digo de Trabajo y la Constitución; otras leyes que benefician directa y descaradamente a empresarios de dudosa reputación, ahora dedi-cados a la construcción de represas hidroeléctricas.

A ello se agregan los decretos ejecutivos para intervenir mili-tarmente las oficinas del Instituto Nacional Agrario (INA) en el Bajo Aguán, para satisfacer las preten-siones de agroindustriales como Miguel Facussé; y, la incapacidad del Estado para detener el asesinato de campesinos en esa zona.

Al final del año, el recuento de todas estas medidas indica que los

únicos ganadores en Honduras son los sectores que propiciaron el golpe de Estado quienes, para colmo, no ocultan su triunfalismo.

UN ESTADOEN BANCARROTAMientras, el país se ahoga por

falta de oxígeno económico. A pesar de que la comunidad internacional ha dado pasos para reconocer el gobierno de Lobo Sosa, estos si-guen siendo tibios y torpes. A ello se suma la presión gremial por el cumplimiento de demandas sala-riales, que colocan al gobierno en un verdadero polvorín.

Pasaron diez meses de este año, sin que el gobierno diera respuesta a la demanda de ajuste al salario mínimo. Para hacerlo, decretó previamente que se desindexara (desligara), por este año, el Estatu-to del Docente del ajuste al salario mínimo. El aumento al salario mínimo, que entró en vigencia en septiembre, es diferenciado y no responde a la inflación y al alto cos-to de vida, por lo que esta decisión equivale a revolver el avispero de la conflictividad social.

El Estatuto del Docente es acre-mente cuestionado por distintos sectores, ya que para su aprobación nunca se consideró la capacidad económica real del Estado para absorber un gasto salarial tan cuantioso y creciente; y, además, fue una respuesta demagógica del bipartidismo para congraciarse con los maestros. Pero es una ley y, como tal, el Estado debe cumplirla y respetarla. No obstante, la medida temporal de separarlo del aumento al salario mínimo debe contextuali-zarse en la situación de bancarrota del Estado y en la necesidad de favorecer a la fuerza laboral de más bajos ingresos.

PARA LA BANCA PRIVADA NO HAY CRISIS

El sistema bancario comercial

cerró el tercer trimestre de 2010

con más de 2000 millones de

lempiras de utilidades, de acuerdo

con la Comisión Nacional de

Bancos y Seguros (CNBS). De

seguir así, las ganancias rondarán

entre 2600 y 2700 millones de

lempiras en este año. En 2009,

las utilidades fueron de 2,192.4

millones.

Las ganancias provienen

de la cartera crediticia, de

la intermediación de títulos

valores de los institutos de

previsión social y de bonos de la

administración central. Al 30 de

septiembre, el crédito al sector

privado ascendió a 124,672

millones de lempiras, la mayoría

destinado a la industria de la

construcción y el consumo.

Pese a su rebosante liquidez,

la banca privada prácticamente

no aporta a la reactivación del

aparato productivo, mucho menos

al sector agrícola. La campaña

“Vamos al Grano” destaca que

sólo el 2.2% de las explotaciones

agrícolas con menos de 5

hectáreas recibe asistencia

crediticia.

La banca privada apenas otorga

el 4.7% de los créditos al sector

agropecuario, de los cuales solo

el 0.86% apoya la producción de

granos básicos. Hace unos años,

estos mismos bancos destinaban

el 20% de sus créditos a este

sector.

ACTUALIDAD

Page 10: Envía No.27

8envío

Obviamente, el gremio magiste-rial, respaldado por algunas organi-zaciones sindicales y el movimiento popular, rechazó esta decisión gubernamental con nuevos paros laborales, como es usual. Esta conducta también es cuestionada por otros sectores de la sociedad, que ven en el magisterio un gremio beligerante para obtener y defender sus conquistas, pero muy flojo al momento de cumplir sus deberes ante la niñez y la juventud.

¿ES POSIBLE SALIRDEL ATASCO?Aunque existiera buena volun-

tad en el gobierno para beneficiar a la población más deprimida, sacrificando las ventajas salariales de algunos gremios, la percepción generalizada es que este es un go-bierno con niveles de credibilidad tan escasos, que lo incapacitan para proponer con éxito respuestas que gocen de un mínimo consenso social.

Nada que provenga del go-bierno o de las elites políticas y empresariales encuentra eco entre los sectores antigolpistas. Por otra parte, ninguna medida adoptada por la actual Administración puede impulsarse, si no es con cierto grado de coerción y fuerza, que muchas veces colinda con el autoritarismo y la represión.

Y así seguirá sucediendo por-que carecemos de los consensos mínimos que nos permitan actuar colectivamente ante una propuesta, más allá del protagonismo de un grupo en particular o de liderazgos individuales.

Para salir de este terreno políti-co y social movedizo, empantanado en las típicas “respuestas del go-bierno”, se debe pensar en un nuevo Pacto Social en el que se concreten las transformaciones sociales, económicas, políticas, culturales, jurídicas e institucionales que la población y el tiempo presente de-mandan de Honduras.

SE LANZA “EL TORO COLORADO”

El político liberal y teleevangelista

Esteban Handal, quien para

efectos proselitistas se

autodenomina “el Toro Colorado”,

inauguró su campaña para

lograr la candidatura presidencial

del Partido Liberal con una

concentración realizada el 4 de

diciembre en San Pedro Sula.

Durante la jornada “el Toro

Colorado”, quien en todo

momento reiteró su lealtad al

ex presidente Zelaya, recibió un

sombrero que dijo fue enviado

por este desde República

Dominicana. El cantautor Oswaldo

Martínez fue el encargado de

hacer la presentación y colocar el

sombrero en la cabeza de Handal.

“Tengo una misión desde

la República Dominicana y

hacerla me hace un nudo en

la garganta”, dijo Martínez,

tratando de contener su emoción

y las lágrimas, “y es que nuestro

querido ex presidente Zelaya ha

enviado uno de los sombreros

que utilizó para que sea usado por

nuestro líder Esteban Handal”.

Martínez colocó el mítico

sombrero y, de inmediato,

pidió que sonaran las notas de

“Venceremos”, el movilizador

canto que, debido a su

constante uso y abuso, ya pocos

recuerdan como el himno con

el que la Unidad Popular de

Chile acompañó la campaña

presidencial de Salvador Allende.

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9diciembre 2010

La incierta ruta de la economía hondureñaFORO SOCIAL DE DEUDA EXTERNA Y DESARROLLO DE HONDURAS (FOSDEH)*

Pese a los logros proclamados por el gobierno en materia económica, el panorama luce incierto, preocupante: lo dicen los despiadados números, aunque los funcionarios digan otra cosa. Si el país continúa esquivando la toma de decisiones justas y equitativas, el escenario se tornará cada vez

más pesimista. Sin embargo, parte de la responsabilidad también recae en la ciudadanía,

especialmente la organizada, que está obligada a comprometerse con propuestas concretas encaminadas a garantizar la dignidad humana de

toda la población.

El pasado 10 de septiembre, el Directorio Ejecu-tivo del Fondo Monetario Internacional (FMI)

aprobó el financiamiento para un programa Stand By para Honduras, por un período de 18 meses y un monto total de US$ 201,8 millones, que servirán “para apoyar los esfuerzos del país orientados al restablecimiento de la estabilidad macroeconómica y avanzar en la imple-mentación de reformas económicas consistentes con los objetivos de crecimiento y reducción de la pobreza en Honduras”.

La firma del acuerdo fue catalogada como “el principal logro económico de la Administración de Lobo Sosa”, pero la realidad revela que este, por la severidad de sus condicionalidades y el proceso estricto de monitoreo que harán los funcionarios del FMI, será de difícil cumplimiento, especialmente en el área fiscal y de contención del gasto corriente.

Pareciera que el acuerdo fue negociado con la certe-za de que no podría cumplirse. Pero era indispensable firmarlo para continuar con el proceso de reconocimien-to internacional del actual gobierno y la legitimación de su política económica ante la cooperación internacional, a fin de que ésta libere los recursos, reembolsables y no reembolsables, presupuestados para 2010.

¿QUÉ CONTIENE EL ACUERDO CON EL FMI? El documento, publicado íntegramente casi un mes

después de su negociación, tiene entre sus principales condicionalidades:

1. Mantener en menos del 30% el nivel de deuda pública con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

2. Aumentar la inversión pública (a partir de la puesta en marcha de la Ley Público Privada).

3. Aumentar el gasto en pobreza, a partir del Bono 10 mil.

4. Implementar y fortalecer las reformas a nivel tributario.

5. Controlar el gasto corriente.6. Fortalecer la posición financiera de las empre-

sas públicas y los fondos de pensiones.7. Reducción del déficit global del Sector Público.8. Mantener en menos del 6% el nivel de inflación.9. Fortalecer las reservas internacionales.10. Contener el déficit en cuenta corriente en un

7% del PIB.

¿ES POSIBLE CUMPLIR ESTAS METAS? Esta es una respuesta que se irá construyendo y

revisando mes a mes; sin embargo, gran parte de las “recomendaciones” hechas por el FMI son las que tradicionalmente han incumplido todos los gobiernos (contención del gasto corriente, manejo prudente del

* El FOSDEH es una institución sin fines de lucro, involucrada en el desarrollo de Honduras. Nació como un esfuerzo de la sociedad civil para afrontar el tema de la deuda externa y sus repercusiones en el país. Para más información, véase: www.fosdeh.net

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endeudamiento, niveles manejables de déficit, etc.). ¿Qué es lo extraño entonces?

A juicio del FOSDEH, el FMI no parece advertir la dimensión de la complejidad y fragilidad socioeconómica del país. Las condicionalidades impuestas únicamente se refieren al ámbito macroeconómico, especialmente al área de control del gasto, pero dejan por fuera el impacto sobre lo microeconómico, que se relaciona con la economía de los hogares, y la pequeña y media-na empresa. El FMI se conforma con la presentación de medidas tributarias cortoplacistas, que aparentan estabilidad económica, pero sus recomendaciones no afectan lo injusto e inequitativo del sistema tributario.

Gran parte del nuevo acuerdo se sustenta en la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto Público (paquetazo 1), y en la promesa de aprobación del pro-yecto de Ley de Actualización del Sistema Tributario, Aduanero y Medidas Antievasión (paquetazo 2). Sin embargo, los resultados obtenidos hasta el momento no son muy satisfactorios.

El primer paquete de medidas fiscales impuestas por la Administración Lobo se asemeja a la torpeza de intentar sacar sangre a un paciente con anemia pro-funda. De ahí su fracaso. Con esta medida, la meta del gobierno era recolectar alrededor de 3500 millones de lempiras anualmente. No obstante, al mes de septiem-bre, apenas había recaudado 923 millones.

Hasta el momento, todos los programas de ajuste y acuerdos con el FMI han estado desligados del interés de impulsar una reactivación del estancado aparato productivo nacional, al grado que, en lugar de ofrecer estímulos para salir de la recesión crónica, más bien lo hunden más.

VISIÓN DE PAÍS/PLAN DE NACIÓN:¿UNA SALIDA A LA CRISISSOCIOECONÓMICA? El segundo “logro” de la Administración Lobo Sosa

es la puesta en marcha de la Ley de Visión de País/Plan de Nación. Pero esta nueva ley, más que una propuesta para reactivar el país de manera equitativa, económica y socialmente, como quiere aparentarse, es un plan de negocios para un grupo de grandes empresarios, cuyo interés principal es construir la imagen de una Hondu-ras “vendible o perfectamente concesionable” para sus homólogos internacionales, a partir de recursos natu-rales como el agua, y de la infraestructura estratégica.

Los avances de este nuevo plan de negocios sí han sido significativos; entre otros, la aprobación de la Ley

de Promoción de la Asociación Público Privada, que ha abierto una carrera casi infinita a la privatización de los ríos para generar energía eléctrica; y, la discusión actual del documento Marco de Políticas de Estado para la Cooperación Externa en Honduras, que pretende el alineamiento político y económico de la cooperación externa al Plan de Nación.

¿QUÉ HAY EN EL PLAN DE NACIÓNPARA LOS EXCLUIDOS?Sus objetivos, metas, lineamientos estratégicos e

indicadores suenan bien, pero no aguantan una con-frontación con la realidad. Hay dos visiones en esta propuesta: la genuinamente empresarial, concentra-dora y extractora de los recursos a escala regional para su beneficio; y, la visión de esa misma clase político-empresarial que asegura que le “duele la pobreza”, pero que sólo propone medidas compensatorias.

Por ejemplo, erradicar la extrema pobreza para el año 2038 es una meta ideal, pero sin sustento en el docu-mento ni en la práctica económica y social concreta. El Bono 10 mil, que entrega mensualmente 826 lempiras a una familia, es inferior al costo de la canasta básica mensual para una persona, calculada en 2647 lempiras, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este organismo gubernamental, en su última Encuesta de Hogares, indicó que en Honduras existe un millón 737 mil 262 hogares, con un promedio de 4.6 personas. En el 20% de los hogares más pobres, el ingreso mensual por persona es de 380 lempiras. En contraste, en el 20% de los hogares más ricos, el ingreso mensual promedio por persona es de 7761 lempiras, lo que significa un ingreso veinte veces más alto.

En resumen, el principal problema del país no es su pobreza sino la inequidad, la injusta distribución de su riqueza; y esta realidad se sigue desestimando en el quehacer público y en el Plan de Nación.

RADIOGRAFÍA EN CIFRASPara entender mejor la nada halagüeña situación

económica del país, a continuación se describen y ana-lizan los principales indicadores económicos y sociales que, difícilmente, podrán revertir los “logros” antes mencionados.

1. Política fiscal perversaA pesar del impulso dado por el “paquetazo 1”, al

mes de agosto los ingresos acumulados sumaban 27,376 millones de lempiras. Esta cifra supera lo recaudado en

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el mismo período de 2009, pero está 8% por debajo de la meta proyectada en el Presupuesto 2010, que era de 30,954 millones. Lo más contradictorio es que, para el Presupuesto de 2011, el gobierno espera recaudar un 14.7% adicional.

¿Cómo logrará esta meta? Es una respuesta pendiente. Hasta el momento no existe una estrategia para

impulsar la reactivación productiva y generar mayor tributación. Para colmo, los sectores económicos más beneficiados pertenecen al selecto grupo empresarial que goza de exenciones y exoneraciones fiscales, lo que representa más de 11 mil millones de lempiras al año.

A juicio del FOSDEH, el verdadero impulso se le está dando a una política fiscal perversa, que busca re-caudar más de las clases media y pobre, y de la micro y mediana empresa, a partir de aumentos a los impuestos directos e indirectos, como tarifas de servicios públicos, gasolina, privatización de los servicios sociales y otros.

2. Deuda interna y externa, otra vez impagablePese a que el indicador de endeudamiento con res-

pecto al PIB se mantiene por debajo del 30%, como exige el FMI, es importante señalar el significativo aumento en el presupuesto, destinado al pago del servicio de la deuda externa.

Este significa, para 2010, un pago de L 7 mil 415 millones, el 11% del presupuesto del Gobierno central. Para 2011, las autoridades de Finanzas han presupues-tado el pago de L 13 mil 191 millones, el 17.4% del presupuesto. Este monto supera los recursos de coo-peración que el país espera obtener, y supera aún más el presupuesto destinado a la inversión pública social.

El pago de la deuda es el renglón presupuestario de mayor crecimiento en 2011, al grado que absorbe el 78% del incremento a las instituciones del Gobierno central. Esto demuestra el enorme peso, así como el mal manejo, del endeudamiento en que ha incurrido Hon-duras después de la condonación de la deuda externa concedida por la comunidad internacional.

Las autoridades de Finanzas sostienen que la deuda interna actual supera los 40 mil millones de lempiras, mientras que el déficit acumulado a diciembre de 2009 pasaba de 52 mil millones, y la deuda externa rondaba los 2600 millones de dólares.

Por otra parte, sigue a cuentagotas el desembolso de recursos provenientes de préstamos. Al 20 de agosto, apenas se habían desembolsado 102 millones de dólares, de los 996 millones que debieron estar disponibles para este año, y sobre los cuales Honduras ya está pagando por servicio de deuda.

Las justificaciones ante los enormes desfases van desde la poca capacidad gubernamental para ejecutar recursos, los grandes retrasos de los proyectos por el cambio de gobierno, hasta la contratación de activistas —no técnicos— en las direcciones de los programas y proyectos. Pero, esto también refleja la poca confianza de la comunidad internacional en el gobierno actual.

3. Los abusos en el gasto corriente El gasto corriente (sueldos, salarios, alquileres,

viáticos, etc.) es uno de los principales problemas de las finanzas públicas; y la tendencia, pese a los compromi-sos suscritos con el FMI, es al aumento. Este gobierno, como los anteriores, continúa con la estrategia de “com-pra de gobernabilidad”, aunque sea en condiciones cada vez más precarias y períodos más cortos.

El 13.5% del PIB se destina a sufragar el gasto corriente, pero la meta programada con el FMI indica que debe ser el 9.2%. En cifras más contundentes: el 90% del Presupuesto General de la República para el Gobierno central se destina al gasto corriente y sólo el 10% a la inversión pública.

¿Es posible mantener este gasto? Las cifras del in-greso tributario dicen que no. Pese a que puede haber pequeños incrementos, estos no deben ser utilizados para cubrir los excesos del gasto corriente, especialmen-te los sueldos y salarios de más de 190 mil empleados públicos.

Paralelo al tema salarial, es importante destacar el alza en los presupuestos de gastos superfluos como viajes, viáticos, arrendamiento de helicópteros, remo-delación de oficinas, dispositivos de seguridad personal con más de 40 personas, y publicidad, entre otros.

Algunas cifras: el Gobierno central ha presupues-tado, para 2011, un poco más de 326 millones de lem-piras en pasajes y viáticos; 112 millones para servicios ceremoniales, protocolo y vigilancia; 206 millones para alquiler de edificios, viviendas, equipo de oficina y tie-rras; y, 7 millones para pagar telefonía celular.

4. En aumento el déficit presupuestario Como consecuencia de los excesos de gasto co-

rriente y la escasa planificación presupuestaria, al 5 de octubre de 2010 el presupuesto registraba 11 mil 583 millones de lempiras en gastos sin imputación; es decir, dinero que se gastó pero que no estaba presu-puestado. Además, entre marzo y octubre, el Congreso Nacional, a petición de distintas dependencias, aprobó ampliaciones presupuestarias por un monto de 2628 millones de lempiras.

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Las dependencias o renglones presupuestarios con mayores niveles de gastos sin imputación, al 5 de octubre, son: Deuda Pública, con 2428 millones; Ser-vicios Financieros de la Administración Central, con 1638 millones; Secretaría de Salud, con 1229 millones y, SOPTRAVI, con 1102 millones.

Asimismo, es ilusorio suponer que los presupuestos de salud, educación, COPECO, Agricultura, Turismo o Cultura serán más bajos que en 2010, por lo que es seguro que, en el transcurso de 2011, estas dependen-cias demandarán más recursos, lo que aumentará el déficit presupuestario.

5. Una inversión pública debilitada Lejos de aumentar la inversión pública, como me-

canismo idóneo para mejorar las condiciones sociales, el gobierno debilita este rubro cada año. En 2010 le asignó 13 mil 641 millones, el 10% del presupuesto. Sin embargo, al 10 de septiembre, apenas se había ejecutado el 31% de este monto.

Un segundo problema es la orientación de la in-versión, puesto que el 55% se destina a las áreas de comunicación y energía (las mismas que privilegia la gran empresa en la Visión de País). En contraste, ape-nas se dedica un 0.7% a los rubros de competitividad y MIPYMES.

En 2011 el tema será mucho más complicado, por-que el presupuesto para inversión pública, en lugar de aumentar, disminuirá: sólo se proponen 8 mil 384 millo-nes de lempiras, apenas el 6% del Presupuesto General.

El 72% de esos recursos lo utilizará el Gobierno central para financiar 286 proyectos, especialmente de viabilidad (SOPTRAVI, Fondo Vial y Cuenta del Milenio); y, el 28% restante, se destinará a instituciones descentralizadas y desconcentradas, cuya prioridad es la inversión en proyectos de generación de energía eléctrica y telecomunicaciones.

6. Crecimiento económico versus ingresos e inflación Es muy poco probable que Honduras logre un creci-

miento del 2.4%, puesto que el entorno es desfavorable para el inversionista nacional: mayores cargas tributa-rias, cierre de negocios, falta de oportunidades para las MIPYMES y de crédito en condiciones favorables, etc. La única posibilidad es la inversión externa, patroci-

nada por la Ley Público Privada (que favorecerá a un reducido sector de la población), especialmente en áreas de generación de energía, telecomunicaciones e infraes-tructura. Pero la inversión externa necesita contar con una “seguridad jurídica” que respalde sus inversiones, elemento que no está totalmente garantizado.

Pese a lo anterior, es innegable que, con respecto a las cifras registradas en 2009 —un año totalmente atípico—, la situación parece haber mejorado. Pero si la comparamos con 2008, las cifras siguen siendo negativas. Las remesas que envían los migrantes son las que siguen sosteniendo la economía de Honduras, como lo revelan las cifras del Banco Central al 11 de noviembre de 2010, en millones de dólares:

RubRosNoviembRe,

2008NoviembRe,

2009NoviembRe,

2010

Exportaciones 1,252.8 1,100.5 1,228.0

Maquila 875.7 621.1 710.9

Remesas 2,345.8 2,089.0 2,185.3

Todo parece indicar que la supervivencia en países como el nuestro será cada vez más dura, lo cual se verá agravado porque la clase política y empresarial, que administra el Estado, continúa dando respuestas que rayan en el populismo, el proselitismo y la publicidad mediática.

ENTONCES, ¿QUÉ PASARÁ A CORTOY MEDIANO PLAZO? No se sabe con exactitud. No obstante, queda claro

que si el país continúa como hasta ahora, esquivando la toma de decisiones justas y equitativas, promoviendo una reconciliación discursiva y haciendo negocios que atentan contra la democracia, el escenario nacional se volverá cada vez más pesimista.

Sin embargo, parte de esta responsabilidad también recae en la ciudadanía que, en lugar de redimir a los privilegiados caudillos de siempre, está obligada a com-prometerse con propuestas concretas que garanticen a la población su dignidad humana.

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En el año 2000, Honduras fue uno de los 189 países que firmó la Declaración del Milenio pro-

puesta por las Naciones Unidas con el fin de construir un mundo más justo y equitativo. Con ello, asumió el compromiso de cumplir con los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio (ODM) al año 2015.

El pasado 20 de septiembre, el presidente Porfirio Lobo se dirigía a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio, afirmando que:

Si bien los Objetivos no se han alcanzado aún, hay avan-ces muy positivos para un grupo de países los cuales, de acuerdo al Center for Global Development, incluyen a la cabeza a mi país, Honduras, junto con Laos, Etiopía, Uganda, Burkina Faso, Nepal, Cambodia y Ghana. A pesar de las obvias dificultades estadísticas y metodológi-cas de estos estudios, sus resultados sugieren que dichos países podríamos alcanzar muchos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El Center for Global Development1, efectivamente, publicó un mes antes un informe en el que analizaba si

Honduras y los Objetivos de Desarrollo del Milenio¿Otro compromiso incumplido?

JAVIER MENCOS*

Desde una perspectiva crítica, anclada en la realidad, este artículo comenta algunos de los datos referidos a los dos primeros ODM que aparecen en el

Tercer Informe de País. El análisis deja en claro que, en el actual contexto de crisis política y

económica, resulta imposible alcanzar los objetivos planteados para el 2015, pues esto supondría una pronta recuperación económica y una inversión muy

grande para compensar la tendencia regresiva de los últimos años.

139 países habían llegado al nivel de progreso esperado en los indicadores de seguimiento de los ODM. Para ello analizó ocho indicadores relevantes de los sesenta oficiales2. El resultado reveló que Honduras cumplía seis de los indicadores de seguimiento.

El informe, sin embargo, no sitúa a Honduras a la cabeza, como señaló Porfirio Lobo —ya que hay otros países de renta media con mayor nivel de avance en los cumplimientos—, pero sí considera que Honduras es el país que más ha avanzado entre 76 países que el Banco Mundial califica de renta baja. Es importante destacar que muchos de estos son países de África Subsaharia-na y la mayoría (57 de los 76) tiene un PIB per cápita menor que el de Honduras3.

Esta calificación, en todo caso positiva para Hon-duras, contrasta, por una parte, con las opiniones de organizaciones sociales y centros de investigación hondureños sobre la realidad económica y social del país y, por otra, con el mal resultado que le asignan

* Abogado especializado en cooperación internacional. Trabajó en el Comité de Gestión del ERIC-SJ de 2005 a 2009. Actualmente es miembro de la junta directiva de la Asociación de Hondureños y Amigos de Honduras en Madrid.

1 Organización sin fines de lucro, independiente, que investiga sobre políticas orientadas a reducir la pobreza global y a que la globalización sea efectiva para los pobres. Tiene su sede en Washington D.C. http://www.cgdev.org

2 El informe toma los datos del World Bank 2010 World Develo-pment Indicators.

3 De los 76 países estudiados, 39 están en África (dos de ellos pequeñas islas); 20 en Asia (3 islas); 5 son islas del Caribe, 6 islas del Pacífico, 2 son países de Europa Oriental y 4 de América continental (Bolivia, Nicaragua, Guyana y Honduras). Estos son los 12 que tienen un PIB per cápita superior al de Honduras ($ 4200): Angola, Bosnia y Herzegovina, Armenia y Azerbaiyán y las islas de Granada; Santa Lucía, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Kiribati, Samoa, Tonga y Maldivas.

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4 Objetivos de Desarrollo del Milenio Honduras 2010, Gobierno de Honduras y Sistema de las Naciones Unidas en Honduras, septiembre de 2010.

otras estadísticas, como la difundida recientemente por el Banco Mundial sobre el Índice de Oportunidad Humana.

Mes y medio después de que Porfirio Lobo presen-tara como ejemplo de cumplimiento a nuestro país, se publicó el Tercer Informe de País sobre los avances en Honduras de los Objetivos de Desarrollo del Milenio4. Entre tanto, se han presentado otros cuatro informes que afectan a Honduras:

• El Índice de Oportunidad Humana de los países latinoamericanos, que realiza el Banco Mundial, y utiliza como indicador el acceso de los niños y niñas a los servicios básicos; este considera que Honduras ha descendido, de 2008 a 2010, dos puntos: de 53 a 51 en un baremo en que 100 representa el acceso infantil completo a los servicios básicos. Este dato contrasta con el crecimiento experimentado en el resto de los países centroamericanos.

• La trigésimo novenaEncuestaPermanente deHogares de Propósitos Múltiples que, entre otros datos, señala que el porcentaje de hogares bajo la línea de pobreza ha aumentado del 58,8 al 60%, y que también asciende el porcentaje de hogares en pobreza extrema, que pasa del 36,4 al 39%.

• El Informe de la realidad del país en seguridad ali-mentaria y nutricional, presentado en septiembre de 2010 por la Ministra de la Presidencia, y que señala que el porcentaje de personas que no pueden acceder a la canasta ha aumentado hasta el 72%.

• El Informe de Desarrollo Humano 2010 del PNUD,que considera que ha habido una leve mejora del IDH en Honduras (de 0,601 a 0,604), aunque por debajo de las medias de América Latina y del mun-do.

SOBRE LA FIABILIDAD DELAS ESTADÍSTICAS EN HONDURASLa diferencia en los datos publicados invita a

preguntarnos, en primer lugar, sobre las posibilidades reales de conseguir estadísticas fiables. Las estadísticas en Honduras se encuentran con dificultades severas, comunes a muchos países. Entre ellas, cabe destacar:

-Se calcula que alrededor del 8% de los nacimientos no se inscriben en el Registro Nacional de las Personas y, por tanto, cada año hay 16 mil nuevos hondureños que oficialmente “no existen”5. Este hecho afecta la fiabilidad de la gran mayoría de las estadísticas hon-dureñas.

-Los censos de población, que son el instrumento más detallado al servicio de la estadística, van acom-pañados posteriormente de un estudio postcensal que, en todas las ocasiones que se ha levantado un censo nacional, ha puesto de manifiesto un nivel de errores de ausencias superior al 7% (el 7,54% en el último censo de 2001)6. El hecho de que estas diferencias salgan a la luz con estudios menos detallados que el mismo censo, genera dudas sobre la fiabilidad del censo (referente de muchas estadísticas posteriores).

-La gran dispersión territorial de la población causa que muchas personas no sean contabilizadas en las estadísticas; es el caso de quienes viven en enclaves aislados en las montañas, en lugares poco accesibles de Gracias a Dios, o en las calles de las grandes ciudades. De hecho, la Encuesta Permanente de Hogares, que a través de muestras calcula los datos nacionales que se usan como referentes para calcular muchos de los indicadores de los Objetivos del Milenio, excluye del estudio a dos de los dieciocho departamentos (Gracias a Dios e Islas de la Bahía).

Por los motivos anteriores, las encuestas resultan especialmente complicadas; pero, además, por la cautela razonable de dar datos a extraños por temor a que sean utilizados en su contra, en un país en el que cada día hay un promedio de 16 muertes violentas y que multi-plica por ocho la media mundial de muertes violentas anuales por cada cien mil habitantes.

Tampoco conviene olvidar la posible manipulación de los datos (según el interés del funcionario o político) en el contexto de una institucionalidad tan corrupta (el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia7 y el

5 http://www.proceso.hn/2008/07/01/Nacionales/En.registros.de/6932.html. El PNUD afirma que “según estudios interna-cionales a nivel mundial, un sexto de la población nunca fue inscrita”. Ver: http://www.undp.un.hn/Mas_de_10000_no_tie-nen_ID_Gracias_a_%20Dios.htm

6 Ms. Manuel Antonio Flores Fonseca, Estado de la población de Honduras, Universidad Nacional Autónoma de Honduras: Insti-tuto de Investigaciones Económicas y Sociales http://poblacion.rds.hn/analisis_investigaciones/Estado_de_la_Poblacion.pdf

7 Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, “La lucha con-tra la corrupción. Escenarios y prospectivas”. Ver: http://eric-sj.

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FOSDEH estiman que la corrupción puede alcanzar una cifra equivalente al 10% del presupuesto nacional).

Estamos, en definitiva, en manos de grupos de interés habituados a manipular lo público a su an-tojo; por ejemplo, el 28 de junio de 2009 aprobaron solemnemente, en el Congreso Nacional, la “sucesión constitucional” por la supuesta renuncia del entonces presidente José Manuel Zelaya, presentando una carta de dimisión que hicieron circular internacionalmente. Zelaya desmintió que fuera el autor y el clamoroso silencio posterior de los diputados que aprobaron la “renuncia” dejó la burda maniobra al descubierto; entonces se empeñaron en buscar otros argumentos para justificar el golpe de Estado, dejando en claro que sabían de antemano que la carta era falsa.

¿Se habrán escapado de esta práctica de falsifica-ción, si han pasado por sus manos, indicadores sociales y económicos como los de los ODM, a los que casi nadie presta atención pero que, de alguna forma, reflejan el éxito o el fracaso de las políticas públicas y pueden con-dicionar el volumen de ayuda internacional que reciba el Gobierno de Honduras y, en consecuencia, el margen de poder de algún político o funcionario?

LOS DATOS DEL TERCER INFORME DE PAÍSDe los 80 indicadores para los que el informe aporta

datos, solo 6 son de 2010; 27 son de 2009; 19 de 2008; 6 de 2007; 6 de 2006 y, 16, anteriores a 2006. Es decir que, aproximadamente la mitad de los datos, se obtuvo antes de que se empezaran a notar los efectos de la crisis económica, agravada por el creciente debilitamiento institucional a raíz del golpe de Estado.

Honduras está sufriendo la crisis con más fuerza que muchos países latinoamericanos, porque su econo-mía se sostiene sobre rubros muy sensibles a las crisis: maquilas, turismo, remesas. Así, mientras en los años 2007 y 2008 Honduras crecía a un ritmo muy elevado que la ubicaba entre los puestos 69 a 72 del ranking de crecimiento del PNB en términos reales, en 2010 pasó a ser, con un descenso del 3,1%, el país número 1658.

En este sentido resulta ilustrativo que el último informe que contiene datos sobre el país, recoge un retroceso de Honduras, significativamente mayor

que el de los países vecinos. Se trata del estudio que el Banco Mundial publicó el 30 de septiembre con los nuevos datos del Índice de Oportunidad Humana. Este utiliza como indicador el acceso de los niños y niñas a los servicios básicos. En una puntuación máxima de 100, Honduras ha descendido dos puntos de 53 a 51 (respecto del informe anterior de 2008). Este descenso contrasta con el crecimiento de los países colindantes (Nicaragua ha incrementado 8 puntos; Guatemala + 7; El Salvador + 1). Así, Honduras ha pasado a ser el país con el peor índice de Latinoamérica.

Mientras, el poder adquisitivo para la mayoría de la población se ha reducido con el crecimiento disparado, durante 2008, de los precios de algunos productos de la canasta básica como el arroz, los frijoles, el aceite, el azúcar o el maíz. La inflación pasó de una media de entre 6 y 7,5 % a un 11,4% en 2008. En 2009 volvió a las cifras medias de los últimos años, con un 5,9%, pero en 2010 ha vuelto a crecer más de la media, y el FOSDEH prevé que supere el 8%; mientras, el Banco Central vaticina que estará entre el 7 y el 8%. En este contexto parece oportuna la aprobación de la conge-lación de precios de más de treinta productos básicos, por un periodo de sesenta días, que aprobó el Congreso Nacional por unanimidad el pasado 17 de noviembre.

A este crecimiento de los precios se une el creci-miento del desempleo. A falta de datos oficiales recojo los del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), que afirma que en 2009 se perdieron 180 mil empleos. En lo que va de 2010, la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT) sostiene que se han perdido otros 50 mil, y que la tasa de paro ha llegado al 43%9. Pero el interés de ambas en impulsar la Ley de Empleo Temporal para favorecer el trabajo por horas, en un contexto en el que hay ya tanta temporalidad en contraste con los pocos empleos permanentes, lleva a preguntar si estas cifras no serán interesadas.

Por todo lo anterior, pienso que los últimos años han supuesto cambios en la situación económica y política del país, de tal calibre, que no podemos usar los datos del Tercer Informe de País para valorar la situación actual de Honduras en los ODM, pues los datos de hace dos años se han quedado desfasados por todo lo que ha venido después.

No obstante, el Informe recoge, en una separata, proyecciones sobre cuánto consideran los autores que están afectando, a la consecución de los ODM, la crisis financiera internacional, por un lado, y la crisis política interna.

org/contentsj/index.php?option=com_content&view=article&id=118:corrupcion-honduras-madj-nov-2009&catid=52:otros-informes&Itemid=27

8 CIA World Factbook. 9 Ver: http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=203761

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En tal sentido, los autores del informe consideran que, para cumplir los Objetivos del Milenio, se necesi-taría una inversión adicional de un 3,4% del PIB cada año, del 2000 al 2015, que se debería sumar al 7% del PIB que ya era necesario en un escenario sin crisis. En un contexto de recesión económica, todo indica que dichas cifras serán imposibles de alcanzar.

El informe continúa afirmando que:

Los fenómenos mundiales de la crisis financiera inter-nacional, el cambio climático y la situación de política interna en Honduras en 2009, han sido factores que no sólo presentan un contexto socioeconómico más crítico y menos favorable sino que también incidirán en la ten-dencia decreciente que había presentado la reducción de la pobreza, en sus dos manifestaciones, en el período 2003-2008. A efecto de contrarrestar este fuerte desafío, se demanda, en especial en la reducción de la pobreza ex-trema, el diseño e implementación de políticas que no solo deben estar enmarcadas en transferencias monetarias sino que deben ir más orientadas a la corrección de las grandes disparidades de acceso a los activos económicos y a los bienes y servicios; asimismo, a apoyar y proteger a los grupos más vulnerables en nutrición, salud, edu-cación, subempleo y precariedad laboral.

COMENTARIO SOBRE ALGUNOS INDICADORESEchemos un vistazo a siete de los principales in-

dicadores de los dos primeros Objetivos del Milenio.

ODM 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambreMeta 1A: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día.

1) Porcentaje de la población que vive con menos de $ 1,25 al día (PPA). Se entiende como Paridad del Poder Adquisitivo

(PPA) el tipo de cambio que refleja las diferencias de precios entre países y permite la comparación inter-nacional de la cifra real de resultados e ingresos. El valor de PPA de cada país resulta de comprobar cuánto cuesta en Honduras un conjunto de productos básicos que, promediados a un día, cuesten $1,25. En 2008 ese cálculo indicaba que los productos que cuestan $1,25, comprados en EEUU, se podían conseguir en Honduras por L 13,77.

La población con ingreso inferior a esta cifra se ha reducido, con algún altibajo, del 43,5% en 1990, al

28,3% en 1994 y al 14,4% en 1999. Debido a las conse-cuencias del Mitch (1998) volvió a incrementarse hasta el 22,2% en 2005 y bajó al 18,2% en 2006. En 2006 (año del último dato) ya se habría superado la meta. Sin em-bargo, este dato hoy nos aporta poco, por ser anterior a la crisis económica y al crecimiento disparado de la canasta básica.

La eficacia del indicador ha sido cuestionada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este organismo “opta por utilizar para el mo-nitoreo de la meta 1A del Milenio las líneas de pobreza nacionales estimadas por la CEPAL, en lugar de las líneas internacionales. Ello se fundamenta, en primer lugar, en que las líneas de indigencia desarrolladas por la CEPAL representan el costo de adquirir una canasta básica alimentaria. Por lo tanto, su valor tiene una clara vinculación con las realidades nacionales y permite una interpretación más intuitiva de sus resultados”. Por otra parte, el uso de índices de paridad de poder adqui-sitivo para la medición de la pobreza ha sido objeto de numerosas críticas en años recientes (véase In Focus, septiembre de 2004, boletín del Centro Internacional de Políticas para el Crecimiento Inclusivo del PNUD)10.

2) Incidencia de la pobreza y de la pobreza extrema en hogares.El índice de pobreza mide el porcentaje de hogares

cuyos ingresos son insuficientes para cubrir el costo de una canasta básica de consumo de bienes y servicios. El de pobreza extrema índica los hogares que tienen un ingreso mensual per cápita insuficiente para cubrir el costo de una alimentación mínima.

La última Encuesta Permanente de Hogares (difun-dida en octubre de 2010) da un dato más actualizado que el Tercer Informe de País; detalla que en el último año (de mayo a mayo) hay 47 mil hogares nuevos que han quedado por debajo de la línea de pobreza, y que la cifra de hogares pobres estaría en 1.038.000 que representan el 60% del total. De estos, 676 mil (39%), no tienen los ingresos suficientes para los alimentos básicos. Este grupo de hogares en pobreza extrema ha aumentado en 61.900, de lo que se desprende que, además de que hay más hogares pobres, ha aumentado la severidad de la pobreza.

Al respecto Raf Flores, subcoordinador del FOS-DEH, declaró que “las cifras presentadas esta semana

10 Ver:http://www.eclac.org/cgibin/getprod.asp?xml=/MDG/noticias/paginas/1/40211/P40211.xml&xsl=/MDG/tpl/p18f-st.xsl&base=/MDG/tpl/top-bottom.xsl

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por el INE son ‘una autopsia’ de los efectos de la crisis económica internacional, el alza al salario mínimo de 2009 y la situación política local. Sin embargo, las condiciones que enfrenta la población desde mayo a la fecha son más agudas y preocupantes”11. La tasa de pobreza subió del 58,2% en 2007 al 59,2% en 2008 y el informe de país indica que había bajado al 58,8% (36,4% en pobreza extrema) en mayo de 2009; por lo que, en 2010, Honduras vuelve a los niveles de pobreza de hace cuatro años.

Sobre este punto, el Tercer Informe de País indica:

En Honduras, el avance en la reducción de la pobreza ha sido lento. El país mostraba en 2007 los índices más altos de pobreza extrema y relativa de la región latinoa-mericana12. En los últimos 8 años (2001-2009), la (tasa de) pobreza bajó en 4.9 puntos. Por su parte, la tasa de pobreza extrema, se redujo en 7.8. […] Considerando los escasos avances logrados hasta 2009, será difícil que se cumplan para 2015 las metas de reducción de la pobreza fijadas en la Declaración del Milenio.

Especialmente preocupante es que en la zona rural, el 52% de los hogares no perciba los ingresos mínimos para la alimentación, si bien se compensa algo, en no pocos casos, con la agricultura y el cuidado de animales para la subsistencia familiar.

3) Brecha de la pobreza Este indicador estudia la profundidad de la pobreza,

es decir, cuánto por debajo de la línea de pobreza está en promedio la población pobre. Este ha mantenido una tendencia decreciente al pasar de 50,2% en 1990 a 39,5% en 2007. No obstante, a diferencia del indica-dor anterior, en este caso no hay datos posteriores a la crisis que, como hemos visto, está incrementando la profundidad de la pobreza.

El informe aporta el dato de que la profundidad de la pobreza está disminuyendo bastante más en los hogares con una mujer como jefa de hogar, y que la reducción es mucho menor en la zona rural, especial-mente entre los hogares con un hombre como jefe de hogar (en los que la brecha de pobreza. comparada con 1994, ha aumentado).

4) Coeficiente de GiniEste indicador, que se utiliza para medir la dis-

tribución del ingreso (el grado de desigualdad en el ingreso entre la población), toma valores en el rango [0,1], donde cero corresponde a la equidad absoluta y uno a la inequidad absoluta.

Hay una diferencia entre los datos de años ante-riores del segundo informe de país y el tercero. Esta diferencia lleva a que, así como el informe anterior re-cogía que la desigualdad había empeorado ligeramente, el tercero, al tomar otros datos, considera que “se ha reducido levemente”. Las cifras del tercero correspon-den a las de la CEPAL, pero no hay explicación en el informe sobre este cambio.

El Tercer Informe de País señala que “Honduras es el país con el más alto índice de desigualdad entre los cuatro que no han conocido una mejora redistributiva y ello puede ser una de las razones por las cuales la reducción de la pobreza se ha dado de una forma tan paulatina”.

El Informe sobre Desarrollo Humano publicado por el PNUD recientemente, considera que Honduras tiene un coeficiente de Gini de 0,55, lo cual supondría un descenso destacable, pero no veo confirmación de este dato en la base de datos del Banco Mundial a la que se remite el informe. Por otra parte, este dato contrasta con la profundización de la pobreza de los sectores más pobres que hemos visto en el apartado 2 y veremos a continuación en el 5.

5) Proporción del total de ingresos que corresponde al quintil más pobre de la población. Respecto a este indicador del porcentaje del total

de los ingresos nacionales, que recibe el 20% más pobre de la población, el informe indica que: “La evolución de la participación en el ingreso, del quintil más pobre en América Latina y el Caribe, ha mostrado una ten-dencia al mejoramiento entre 1990 y 2007. Honduras y Ecuador son los dos únicos países en la Región donde la reducción de la pobreza no parece haber beneficiado a los de menos recursos”.

Y continúa afirmando que: “A nivel nacional, en 2007, el 40% más rico de la población (quintiles 4 y 5) percibía el 81.31% de los ingresos nacionales, mientras que el 40% más pobre (quintiles 1 y 2) se beneficiaba solamente del 7.46% del mismo”.

Los datos publicados por la CEPAL13 confirman que Honduras es el país de Latinoamérica donde el 20% más

11 Ver: http://www.sica.int/busqueda/Noticias.aspx?IDItem=54192&IDCat=2&IdEnt=115

12 Naciones Unidas, El progreso de América Latina y el Caribe hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Desafíos para lograrlos con igualdad, Santiago de Chile, Cap. II: 4.

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13 Ver: “Reporte de avance en el ODM1 en América Latina y el Caribe. La erradicación de la pobreza extrema y del hambre y

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pobre de la población disminuyó en mayor porcentaje su acceso a los ingresos nacionales. Es probable que esto haya empeorado como consecuencia de la crisis.

Meta 1 C: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre.y 2015, el porcentaje de p1) Porcentaje de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria.Naciones Unidas considera que hay subnutrición

en las personas cuyo consumo de energía alimentaria es permanentemente inferior a las necesidades míni-mas de energía alimentaria para llevar una vida sana y realizar una actividad física liviana. El porcentaje de población en subnutrición se ha ido reduciendo, pasando del 19% en 1990, al 12% en 2006.

El Tercer Informe de País indica que:

Según una estimación reciente de Naciones Unidas, Honduras entra dentro del rango de los países que “han tenido un avance superior al esperado para el tiempo transcurrido y que, de no ocurrir variaciones significati-vas en la tendencia de cambio observada, lo más probable es que alcancen la meta”. “No obstante los logros a nivel del país, el análisis realizado para esta meta demuestra que existen profundas asimetrías regionales. En cier-tos departamentos de la región occidental (Lempira, Intibucá, Copán y Ocotepeque) la desnutrición crónica infantil es elevada. Para seguir en el proceso de reducción de la incidencia del hambre es importante focalizar las intervenciones hacia las zonas más vulnerables, emi-nentemente rurales de éstos u otros departamentos que presentan altos niveles de desnutrición.

El PNUD señala que en comunidades rurales de la región occidental se pueden encontrar niveles de hasta 88% de desnutrición crónica, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA)14. Los avances hasta 2006 contrastan con el “Informe de la realidad del país en seguridad alimentaria y nutricional”, elaborado por la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional (UTSAN) de la Secretaría de la Presidencia y presen-tado en agosto de 2010; este indica que el 72% de la población se ubica en el grupo de personas que padecen de inseguridad alimentaria y nutricional. Parece claro

que la crisis económica y el hecho de que el precio de la canasta básica se haya disparado, están causando que muchas nuevas personas no gocen de una nutrición suficiente y adecuada.

El mismo informe apunta que, en los últimos dos años, “el aumento de los precios de los alimentos en 2008 y la crisis financiera internacional en 2009 han sido importantes limitantes que de cierta manera han contribuido a volver más crítica la situación alimentaria y nutricional de la población a nivel mundial”.

El pasado 10 de noviembre el Gobierno oficializó la estrategia de seguridad alimentaria y nutricional. El representante asistente de los programas de la FAO en Honduras, Carlos Zelaya, indicó que “Honduras es un hito de todas las naciones del mundo, por implementar una Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional, que implica desarrollo para los pueblos”.

ODM 2: Lograr la enseñanza primaria universalMeta 2A: Asegurar que, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria.

1) Tasa neta de matriculación en la educación primariaAl estudiar este indicador conviene no perder

de vista lo ya mencionado: que el Registro Nacional de las Personas calcula que, alrededor del 8% de los nacimientos, no se inscribe en el Registro Civil. Estos niños y niñas (que pueden llegar a 16 mil cada año), oficialmente “no existen”15. A veces se escolarizan, pero todo indica que los matriculados en la escuela son una minoría. Como el porcentaje que analiza el Tercer Informe de País se calcula con base en niños y niñas inscritas en el Registro, el porcentaje de escolarizados tiene que ser bastante menor.

Por otra parte, el indicador considera que cursan la primaria todos los que se matriculan al comienzo del año lectivo, pero sería más significativo saber cuántos lo terminan. Esta debilidad es generalizada en muchos países, y así lo ha explicado la sociedad civil en diferen-tes ocasiones, a la hora de valorar los datos.

la generación de empleo productivo y decente para todos: una tarea urgente. 2010”, en http://www.eclac.org/MDG/noticias/paginas/2/40012/ODM1.pdf, p. 5.

14 Ver: “La situación actual de los ODM en Honduras…”.

15 Ver: http://www.proceso.hn/2008/07/01/Nacionales/En.registros.de/6932.html “Para el Registro Nacional de las Personas (RNP) y la Organización de Estados Americanos (OEA) el ocho por ciento de los nacidos en Honduras (16.000 al año no están inscritos debidamente en Registro Civil, aunque encuestas del sector salud alzan la cifra hasta un 12 por ciento)”.

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4) Proporción de alumnos y alumnas que comienzan el primer grado y llegan al último grado de la enseñanza primaria (sexto grado). En este apartado llama la atención que los datos

sobre los años anteriores, que contiene el informe, son muy diferentes de los consignados en el Segundo Infor-me de País para esos mismos años. Por otra parte, el Anuario de 2008 del programa Educación para Todos, tampoco sigue los datos de ninguno de los dos informes, aunque se aproxima mucho al segundo.

El Tercer Informe indica que, visto desde una perspectiva quinquenal, “la proporción de alumnos y alumnas que llega al sexto grado ha ido creciendo en forma sostenida. Si en 1995, el 40% llegaba al sexto grado, en 2009 llegó al sexto grado el 59% de los que se matricularon en ese año. Esto se debe a una reducción de la tasa de reprobación en el primero y segundo ciclo de la educación básica hondureña”. No obstante, está muy lejana la meta del 100% prevista para 2015.

CONCLUSIONES• AlrevisarelTercerInformedePaíspiensoquepo-

demos comprobar, una vez más, que las estadísticas no son instrumentos que reflejan la realidad cabal-mente. Hay una serie de obstáculos técnicos que lo hacen casi imposible en cualquier sitio del mundo, aunque en nuestro país, por una serie de razones, es probablemente más difícil que en muchos otros de Latinoamérica. Por tanto, no conviene recurrir a simplificaciones de la realidad que surjan de las cifras de los informes; más bien se trata de que veamos cómo profundizar a través de personas y herramientas que nos permitan conocer de cerca la realidad compleja que vive la mayoría de la po-blación.

• Noobstante,creoquelosanálisisenprofundidady que han contado con la participación de muchas personas, como el que nos ocupa, pueden dar luces para la acción política y social de distintos sectores sociales.

• ElTercer InformedePaísno arroja suficientesdatos que muestren la profundidad de la crisis eco-nómica que está viviendo el país, ya que la mayoría de los obtenidos son anteriores a los momentos más álgidos de la misma. Pero sí analiza en profundidad el estado de cada objetivo y sugiere un abanico amplio de acciones para avanzar hacia cada uno de ellos.

• Elpaíshaconseguidoavancessignificativosenal-gunos indicadores como la reducción de la desnutri-ción (en los últimos años agravada por la crisis) y la mortalidad por la malaria y tuberculosis; la mayor asistencia médica en los partos; la reducción de la prevalencia del VIH y la cobertura de atención con medicamentos ARV a las personas que lo requieren.

• Noobstante,espreocupanteverelestancamiento,y en algún caso el retroceso, de algunas metas de los dos primeros objetivos (Erradicar la pobreza y el hambre, y lograr la enseñanza primaria universal) como es el aumento del desempleo y de la precarie-dad laboral; y en los últimos años, el incremento de los hogares pobres y en pobreza extrema, así como de la desnutrición.

• Elinformedestacacómolasáreasruralessevanquedando cada vez más alejadas de algunos de los avances logrados en las zonas urbanas. En la zona rural la reducción es mucho menor, especialmente en los hogares con un hombre como jefe de hogar (en los que la brecha de pobreza, comparada con 1994, ha aumentado). Es evidente que la pobreza está disminuyendo bastante más entre los hogares con una mujer como jefa de hogar.

· Queda claro que, en este contexto de crisis, ya re-sulta imposible alcanzar los objetivos planteados para el 2015; esto supondría una pronta recupera-ción económica y una inversión muy grande para compensar la tendencia al retroceso de los últimos años.

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Dos visiones para repensarlos partidos políticos,

la democracia y el desarrolloJOSÉ LUIS ROCHA*

Desmenuzando dos visiones, la liberal y la emancipadora, el autor propone un instrumento analítico útil para ponernos en guardia contra el dogmatismo,

los proyectos políticos oscuros y sus confluencias perversas. Si la abstracción liberal creó un humanoide nacionalista y enfermo de individualismo posesivo, la visión emancipadora apuesta a la recuperación del hombre público y sus

avatares cotidianos, porque la solución a la desesperanza y la exclusión no es técnica, sino eminentemente política.

consigo el fin del colonialismo en cuanto relación social, en cuanto mentalidad ni como forma de sociabilidad arbitraria y discriminadora”2. Mientras no emprenda-mos una emancipación profunda, seguiremos viviendo en sociedades poscoloniales. La visión emancipadora busca identificar hasta qué punto vivimos en sociedades poscoloniales y cuál es la ruta para liberarnos.

UNA DOCTRINA Y UN MODO DE VERNinguna de estas visiones se encuentra en estado

puro. La mayoría de los “relatos” políticos se mueven pendularmente en un estrecho tramo del intervalo entre estas dos visiones no extremas. Sin embargo, hay suficiente evidencia para afirmar que la visión liberal se presenta como hegemónica. Pone la maza y define la cantera. Ha conseguido establecer las coordenadas en las que se mueve la mayoría de los análisis. Incluso algunos teóricos, autoproclamados como de izquierda, interpretan la historia y la coyuntura política actual en los términos provistos por la visión liberal por pura inercia acrítica, o para conseguir mejores credenciales académicas, hablar en un lenguaje “universal” y no predisponer a sus interlocutores.

Al hurgar en los análisis políticos de la región centroamericana se pueden identificar dos

paradigmas, que cristalizan en dos perspectivas sobre lo que nos pasó y lo que nos está ocurriendo: la visión liberal y la visión emancipadora.

Estas visiones, en parte, las he rastreado y, en parte, las he construido inspirado en el “paisaje” descrito por Boaventura de Sousa Santos, que lo caracteriza por la tensión entre dos fundamentos de la modernidad: la regulación y la emancipación. La primera sigue una ruta que va del caos al orden. La segunda busca una trayectoria que va del colonialismo a la solidaridad1.

La visión liberal sería un caso de la voluntad regu-ladora. La dictadura autoritaria, tal y como la funda-menta y encomia Carl Schmidt, es otro caso de voluntad reguladora, aunque de muy distinto talante que el liberalismo. La visión emancipadora es una forma de oposición a una modernidad ligada al capitalismo. ¿De qué nos emancipamos? Del colonialismo, bajo el supues-to de que, como señalan los teóricos poscoloniales, “el fin del colonialismo como una relación política no trajo

* Investigador del Servicio Jesuita para Migrantes de Centroa-mérica (SJM) en la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua y miembro del Consejo Editorial de la revista Envíode la UCA.

1 Santos, Boaventura de Sousa, Una epistemología del Sur, Siglo XXI-CLACSO, México, 2009, p. 63.

REFLEXIÓN

2 Santos, Boaventura de Sousa, Conocer desde el Sur. Para una cultura política emancipatoria, Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales-UNMSM, Lima, 2006, p. 39.

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Así como el conocimiento como regulación ha canibalizado al conocimiento como emancipación, la visión liberal ha conseguido engullir una parte de la capacidad explicativa y de constreñir las propuestas de iniciativas con embrión emancipador. Como observa Ileana Rodríguez, esto se debe a que, a pesar de que el liberalismo se autoproclama como un sistema abierto, se asegura de que todos los procedimientos se ocupen en ceñir con firmeza el contrato social: su atractiva matriz de conceptos centrales —sociedad civil, esfera pública, Estados y mercados— termina definiendo las condiciones de posibilidad de la estructura y define las coordenadas de lo que puede ser dicho3.

Ese cuerpo doctrinal se ha convertido, como se-ñaló en 1936 uno de sus más destacados estudiosos, el británico Harold J. Laski, en un hábito mental: “es tanto una doctrina como un modo de ver”4. Rodríguez explica que, pasando un velo por sus orígenes históricos específicos —como base ideológica de la burguesía y del capitalismo emergente—, el horizonte del liberalismo ha devenido en una forma práctica de pensar y un discurso no cuestionado sobre lo cotidiano, que mol-dea la conciencia práctica de las masas y transita de la condición de ideología filosófica a la de sentido común5.

¿POR QUÉ OPONER LA VISIÓN LIBERALA LA EMANCIPADORA? Si es conceptualmente posible y prácticamente de-

seable contraponerlo a la visión emancipadora, se debe a que, como señala Laski, “siempre ha adoptado una actitud negativa ante la acción social”, nunca sancionó “las uniformidades que el poder político buscaba esta-blecer”, “siempre ha querido, aunque las más de las ve-ces de modo inconsciente, establecer una antítesis entre la libertad y la igualdad”, “en la igualdad ha visto más bien la intervención autoritaria, que a su ver, conduce en último resultado a la parálisis de la personalidad individual” y, “aunque siempre pretendió insistir en su carácter universal, siempre se reflejó en instituciones de beneficios demasiado estrechos o limitados para el grupo social al que pretendía conducir”6.

Otra razón para oponer la visión liberal a la emanci-padora se funda en la constatación de los resabios colo-

niales que el liberalismo acarrea en su alforja teorética y su CV práctico: las múltiples segregaciones persistentes —desde sus orígenes hasta la fecha— en las llamadas sociedades liberales han generado tensiones debido a la indigesta coexistencia de dichas segregaciones con la oferta de la universalidad de los derechos humanos7. Esas tensiones pueden ser trabajadas por el recorrido del colonialismo a la solidaridad, que la visión eman-cipadora traduce en luchas contra un enorme abanico de opresiones: patriarcal, étnica, de género, de clase…

LA VISIÓN EMANCIPADORAEN EL HORIZONTE INSPIRADORLa visión emancipadora hunde algunas de sus

raíces en la tradición marxista. Comparte con ella la voluntad de que el futuro sea de los preteridos, de los desheredados, de los oprimidos. Pero se distancia de ella en un sinnúmero de detalles y en un aspecto medular: no hay necesidad histórica, no hay leyes socioeconómi-cas que conduzcan ineluctablemente hacia ese futuro: el socialismo es “una aspiración democrática básica, como uno entre varios futuros posibles, que no es inevitable ni será alcanzado plenamente”8.

La visión emancipadora dice, con Hannah Arendt, que toda acción humana tiene un comienzo definido pero un final impredecible porque toda acción cae en una red de relaciones y referencias ya existentes, de modo que siempre alcanza más lejos y pone en relación y movimiento más de lo que el agente podía prever: toda acción es impredecible en sus consecuencias, ilimitada en sus resultados porque activa una cadena9. También se distancia de la tradición marxista-leninista en su oposición a la creencia en una vanguardia que deba liderar los procesos.

La visión emancipadora lucha por la apertura de espacios para que todas las voces sean escuchadas e importen. Busca una democracia directa, que encuentra algunas concreciones —a veces tímidas, a veces más atrevidas— en la realidad, pero que permanece ante todo como un horizonte inspirador de posibilidades.

Por la evidencia de sus raíces, la visión emancipado-ra aparece ante algunos de sus críticos como un objeto arcaico. Camina sobre el filo de la pagoda en precario equilibrio para no deslizarse hacia una tradición fecun-

3 Rodríguez, Ileana, Liberalism at its limits. Crime and terror in the Latin American cultural text, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 2009, p. 11.

4 Laski, Harold, J., El liberalismo europeo, Fondo de Cultura Económica, México, 1987, p. 15.

5 Rodríguez, 2009, p. 10.6 Laski, 1987, pp. 15-16.

REFLEXIÓN

7 Rodríguez, 2009, pp. 13-16.8 Santos, 2006, p. 33.9 Arendt, Hannah, ¿Qué es política?, Ediciones Paidós, Barcelona,

1997, p. 19.

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da pero insuficiente, o hacia el lenguaje hegemónico que congela las iniciativas emancipadoras. Por eso hace un esfuerzo por trabajar su discurso y propuestas en un lenguaje nuevo.

VALORES DE LA VISIÓN LIBERAL Estas visiones están configuradas por conjuntos de

valores que nos dan una idea del porqué de sus filias y sus fobias y de las exigencias morales que plantean a los procesos y a los actores que los impulsan. La mirada liberal abraza el pluralismo, el disenso, la separación Estado-Iglesia y la libertad del individuo, entendiendo ésta como independencia del ámbito privado101.

Charles Taylor señala que la democracia liberal se caracteriza por un gobierno representativo, el Estado de derecho, un régimen de derechos entrelazados y la garantía de ciertas libertades. Stuart Hall observa que el liberalismo apuesta por el individualismo en política, derechos civiles y políticos, gobierno parlamentario, reformas moderadas, limitada intervención estatal y economía de la empresa privada11.

En la versión popperiana, su objetivo es la construc-ción de una sociedad abierta; es decir, caracterizada por un racionalismo crítico, libertad individual y toleran-cia12. Cree en la historia como un proceso teleológico —orientado a un fin— y por eso pondera los saldos según sus resultados. Las nociones de triunfo y fracaso son vitales. Expresiones como “la década perdida” son muy propias de su nomenclatura clasificatoria. En su caja de herramientas, los partidos políticos tienen un rol preponderante: la democracia representativa y el Estado de derecho son las supremas realizaciones de su utopía, y las democracias de los países industrializados son su concreción viviente13.

La libre competencia entre partidos y programas políticos —a imagen y semejanza de la libre competen-cia entre empresas— garantiza el buen funcionamiento de la democracia: el ajuste equilibrado entre las ofertas

de los partidos y las demandas de los electores. La conversión perversa de los partidos en facciones —es decir, el retorno a su origen primitivo— es la pesadilla que tratan de evitar. El autoritarismo —como antítesis de la libertad— es el demonio que procuran conjurar.

VALORES DE LA VISIÓN EMANCIPADORALa visión emancipadora aspira a una democracia

sin fin que ponga fin al capitalismo. Parte de una epis-temología emancipadora que va del colonialismo a la solidaridad y emprende acciones que son rebeldes —no conformistas—, acciones turbulentas de un pensamien-to en turbulencia.

Estas acciones rebeldes buscan producir cambios, pero no pueden controlar todas las consecuencias de los cambios. Boaventura de Sousa Santos las llama accio-nes con clinamen para remontar su árbol genealógico a Epicuro, quien por clinamen entendía la capacidad de desvío de los átomos de Demócrito: un quantuminexplicable que perturba las relaciones de causa-efecto y que, por eso, confiere a los átomos creatividad y mo-vimiento espontáneo14.

Creo que esa noción puede encontrar un desarrollo consistente —referido a las acciones humanas— en el pensamiento político de Hannah Arendt, para quien toda acción humana es inicio de una cadena de aconte-cimientos que sus agentes causales no pueden controlar porque las interacciones son las que determinan el curso de los efectos. Las acciones son parteras de lo inédito. Por eso son incontrolables y precarias (no hay cabida para la noción de necesidad y de determinismo). En oposición a Horkheimer y Adorno, Arendt sostuvo que Hitler no fue la consecuencia extrema y “necesa-ria” de la Ilustración. Las acciones humanas generan innovaciones de efectos impredecibles. Lo privado está condicionado por las interacciones y desaparece como tal, al intervenir en política.

La visión emancipadora construye espacios y proce-sos de deliberación democrática, y no de representación democrática. En estos últimos no se buscan ciudadanos informados y con capacidad de discusión, sino masas con capacidad de elegir a los políticos informados en quienes delegan las decisiones: “Es cierto que el público —explica Sartori—, el público en general, nunca está muy informado, no sabe gran cosa de política, y no se interesa gran cosa por ella. Sin embargo, la democracia electoral no decide las cuestiones, sino que decide quién

10 Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, Alianza Editorial, Madrid, 2009, pp. 42-51.

11 Taylor y Hall son citados a partir de Rodríguez, 2009, p. 10.12 Sartori, Giovanni, La sociedad multiétnica. Pluralismo, multi-

culturalismo y extranjeros, Taurus, México, 2001, p. 14.13 Refiriéndose al pluralismo, Sartori dice: “Está claro que ésta es

una visión del mundo que hasta hoy sigue siendo típicamente occidental. El Islam la rechaza de manera categórica, y en África no tiene raíces de ningún tipo”. Sartori, Giovanni, La democracia en treinta lecciones, Taurus, Madrid, 2009, p. 66. 14 Santos, 2006, p. 265.

REFLEXIÓN

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decidirá las cuestiones. La patata caliente pasa así del electorado a los electores, del demos a sus representan-tes”15. La visión emancipadora se opone a esa opción y apuesta por la recuperación del hombre público y por una versión totalmente inclusiva de las ágoras griegas.

La separación Iglesia-Estado es una condición de una sociedad emancipada, pero no por un rechazo a lo religioso, sino a su manipulación. Lo negativo no son los elementos religiosos, sino su instrumentalización (uso manipulador), su oscurantismo (versión supersticiosa) y su finalidad opresora (cuando refuerza o reactiva dominaciones existentes). La penalización del aborto terapéutico es muestra de una instrumentalización religiosa con talante oscurantista para reafirmar la opresión femenina mediante el reestablecimiento de una legislación que ya era res iudicata. En el terreno religioso, en una América Latina “que aún reza a Je-sucristo y aún habla en español”16, la posición es “Otro Dios es posible”.

UN PUNTO EN COMÚN:LA OPOSICIÓN AL AZAR La noción de fracaso no tiene cabida en esta visión

porque no aspira a un futuro predeterminado por leyes. La visión liberal, y la revolucionaria de inspiración marxista, tienen un punto en común: su teleología, su aristotélica fe en las causas finales (aquello para lo cual fue hecho un objeto o un proceso, su fin —télos—, su para qué)17, su visión de la historia como un pro-ceso que obedece a un objetivo o una finalidad de un ser inteligente, su oposición al azar en cualquiera de sus acepciones. La historia, concebida como un guión escrito por una voluntad divina, establece la necesidad. Evade los bandazos reales de la política para refugiarse en una versión estratosférica de la realidad, donde las especulaciones más escolásticas no pueden ser refuta-das por los acontecimientos políticos.

Esta tesis es un legado de los hegelianos de derecha y de izquierda: el espíritu absoluto se encarna en la historia. El filósofo británico Alasdair MacIntyre nos advierte contra el peligro, “tan visible en historiadores filósofos como Aristóteles y Hegel, de creer que todo el sentido del pasado consiste en que debe culminar con

nosotros. La historia no es una prisión ni un museo, ni tampoco un conjunto de materiales para la autocon-gratulación”18.

Esa ideología se tradujo en holocaustos, en inmo-lación del hombre y la mujer concretos, según nos lo explica Franz Hinkelammert:

Existe una ronda utópica que lleva a la utopización de estructuras y al aplastamiento del sujeto, legitimizado por esta estructura utopizada y, por tanto, salvífica. Iglesia, liberalismo y socialismo se entregan a esta uto-pización de estructuras en nombre de una respectiva societas perfecta. Y la societas perfecta devora al sujeto humano, sea en nombre de la salvación por la iglesia, en nombre de las estructuras del mercado o en nombre de las estructuras de la planificación. Las estructuras aplastan al sujeto porque le exigen buscar su realización en la interiorización ciega de la estructura, sea en nombre de la salvación, en nombre de la libertad o en nombre de la justicia19.

La sociedad occidental desprecia los elementos simples de la vida humana —alimentación, vivienda, salud, etc.— porque aspira a metas más importantes:

...habla siempre de un hombre tan infinitamente digno, que en pos de él y de su libertad el hombre concreto tiene que ser destruido. Que el hombre conozca a Cris-to, que salve su alma, que tenga libertad o democracia, que construya el comunismo, son tales fines en nombre de los cuales se han borrado los derechos más simples del hombre concreto. Desde la perspectiva de estos pre-tendidos valores, estos derechos parecen simplemente fines mediocres, metas materialistas en pugna con las altas ideas de la sociedad. Evidentemente, no se trata de renunciar a ninguno de estos fines. De lo que se trata es de arraigarlos en lo simple e inmediato, que es el derecho de todos los hombres a poder vivir20.

LA OPCIÓN DE LA VISIÓN EMANCIPADORA La visión emancipadora, en el contexto actual

de veneración del mercado, el emprendedurismo y la inversión extranjera, traduce su opción por los seres

15 Sartori, La democracia en treinta lecciones, pp. 33-34.16 Darío, Rubén, “A Roosevelt” en Antología, EDUCA, San José,

1993, p. 87.17 Mosterín, Jesús, Historia de la filosofía. 4. Aristóteles, Alianza

Editorial, Madrid, 1986, p. 209.

REFLEXIÓN

18 MacIntyre, Alasdair, Historia de la ética, Paidós, Barcelona, 2010, p. 14.

19 Hinkelammert, Franz, La fe de Abraham y el Edipo occidental, DEI, San José, 2000, p. 11.

20 Ibíd., p. 12.

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24envío

humanos concretos como prioridad de las personas sobre el capital21.

La visión emancipadora rompe con los esencialis-mos y la necesidad histórica para situarse del lado del hombre y la mujer concretos y de los procesos impre-decibles que desencadenan con sus acciones. Emanci-parse es decir no al determinismo y al voluntarismo: los seres humanos son moldeados por las acciones de otros, y no pueden controlar todas las consecuencias de sus acciones.

La visión emancipadora opone el Hegel del espíritu absoluto, el plan divino y el fin último, al Hegel que sintoniza con Arendt al hablar del proceso continuo, la evolución incesante y el impulso de perfectibilidad: “La perfectibilidad es realmente algo casi tan indeter-minado como la variabilidad en general. Carece de fin y de término. Lo mejor, lo más perfecto, a que debe encaminarse, es algo enteramente indeterminado”22.

Las categorías de triunfo y fracaso pertenecen a una visión liberal, más próxima a la razón instrumental. La visión emancipadora habla de innovaciones que tienen consecuencias impredecibles. El baremo de esta visión es: ¿se trata de una acción que contiene innovaciones liberadoras? Sus concreciones visibles son los presu-puestos participativos, las deliberaciones comunitarias, los proyectos exitosos de descentralización. Su base analítica es el pensamiento crítico; es decir, la explora-ción de otras posibilidades más allá de las posibilidades positivas. Su horror es la disolución del hombre público, raíz de un gigantesco abanico de males.

La anciana dicotomía reforma/revolución es un buen antecedente para iluminar la oposición entre estas visiones. Pero no es más que un instrumento. No es un espejo en el pasado. La visión emancipadora no apuesta por cambios abruptos como aquellos alentados por los movimientos guerrilleros y anhelados por sus bases sociales.

Es posible incluso que, hace un par de décadas, de haber existido una visión emancipadora tal y como la concebimos hoy, hubiera sido vista con sospecha por los revolucionarios de entonces: quizás la hubieran tildado de táctica diversionista para ralentizar los procesos insurreccionales, quizás de reformismo velado. Pero esa dicotomía es útil porque revela la oposición —que aplica a las visiones en cuestión— entre quienes están dispuestos a admitir algunos cambios en el sistema y quienes luchan con denuedo por un cambio de sistema.

LOS PARTIDOS POLÍTICOSDESDE LAS DOS VISIONESDesde sus propios ángulos, estas dos visiones tienen

algo que decir sobre los partidos políticos y su contribu-ción a la democracia y al desarrollo. Para sacarle más punta al análisis hay que trabajar algunas distinciones referentes a cada uno de los tres temas: partidos polí-ticos, democracia y desarrollo. En materia de partidos políticos, las diferencias entre estas dos visiones son muy marcadas.

En la visión liberal, los partidos políticos son la principal correa de transmisión de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo: es decir, entre la elite de repre-sentantes y sus representados. La libertad de expresión, la disponibilidad de información alternativa y las elec-ciones libres, equitativas y frecuentes son instituciones imprescindibles de una poliarquía democrática23.

En la visión emancipadora los partidos políticos tienen un papel bastante más modesto: son una, entre otras correas de transmisión —tendientes a la horizontalidad— para conseguir una democracia de contenido por la vía de una democracia participativa. Los emancipadores parecen decir: no nos desgastemos esperando de los partidos políticos lo que podemos obtener mediante otros mecanismos democráticos: no nos metamos en camisa de once varas ni pidamos peras al olmo.

TRES PROYECTOS POLÍTICOSA DISTINGUIREsta democracia puede estar mediada —o entorpe-

cida y mutilada— por programas que no siempre son explicitados. La politóloga brasileña Evelina Dagnino propone distinguir entre tres proyectos políticos, adop-tados indistintamente tanto por organismos del sector público como de la sociedad civil: el proyecto autorita-rio (heredero del estilo de los regímenes militares y la cultura caudillista), el proyecto neoliberal y el proyecto participativo. Estos no sólo pretenden ser rutas hacia el desarrollo, sino que sustentan valores en sí.

El proyecto neoliberal implica una visión minima-lista de la política, del papel del Estado y del ejercicio de los derechos humanos, porque los ciudadanos quedan reducidos a la condición de “usuarios” de los servicios estatales y el Estado queda reducido a la condición de facilitador del funcionamiento del mercado. Todo se

21 Santos, 2006, p. 235.22 Hegel, Georg W. F., Lecciones sobre la filosofía de la historia

universal, UCA, San Salvador, 1988, p. 127.

REFLEXIÓN

23 Dahl, Robert, La democracia. Una guía para los ciudadanos, Taurus, México, 2006, pp. 99-107.

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25diciembre 2010

reduce a problemas técnicos, encubriendo los conflictos políticos, porque se busca reproducir el actual orden social.

Aunque el enfoque de Dagnino tiene la tendencia a asociar el proyecto neoliberal con toda práctica basada en el mercado, corriendo el riesgo de demonizar a quie-nes buscan desarrollar el mercado de modo que sea más socialmente incluyente y participativo (promoviendo el acceso al mercado y cierta calidad de su crecimiento), ayuda a marcar unas coordenadas que ubican los énfasis de la propuesta de desarrollo.

El modelo de los tres proyectos ofrece la ventaja de distinguir entre quienes apuestan por un automatismo del mercado (proyecto neoliberal), quienes tienden a imponer un sistema unipartidista que no tolera el disenso (proyecto autoritario) y quienes buscan un rol protagónico de los ciudadanos en la gestión pública y el mercado para domesticarlo y hacer que ambos —Estado y mercado— sean más incluyentes, pero sabiendo que el mercado no es la panacea ni el único campo de batalla (proyecto participativo).

Hay que añadir, con Torres-Rivas, que “en Cen-troamérica, lo autoritario se define también por la concurrencia sobresaliente de dos rasgos perversos: la violencia extrema como recurso primario y la crimina-lización de toda expresión de oposición política; una cultura que premia la arbitrariedad y la intolerancia”24. Para la visión liberal, el mayor peligro es el autoritaris-mo. Para la visión emancipadora, el mayor peligro son los bloqueos a la participación, que puede ser anulada tanto por el neoliberalismo como por el autoritarismo; es decir, tanto por el autoritarismo del mercado como por el autoritarismo del Estado.

EL PELIGRO DE LASCONFLUENCIAS PERVERSAS Aquí se juega el hecho de si los partidos apuestan

por un cambio de sistema, cambios en el sistema o ligeras reformas, y de cuál proyecto impulsan. De ahí la importancia del concepto de “confluencia perversa” con el que Dagnino caracteriza la coincidencia a nivel del discurso de proyectos antagónicos, oculta bajo re-ferencias comunes25.

Retomando a Freire, Dagnino habla de la internali-zación de elementos neoliberales en los proyectos políti-cos de organismos que se presentan como alternativos. Ese proceso se lleva a cabo por medio de dislocaciones de sentido de presuntas referencias comunes cuando no se explicitan los proyectos políticos individuales y organizacionales.

La confluencia perversa más frecuente es la pro-moción de una ciudadanía y democratización reducida al mercado. Esta es la confluencia hacia la derecha. Pero en los últimos años también se ha diseminado una confluencia perversa en el apuntalamiento de líderes y partidos despóticos, sea para huir del neoliberalismo (Nicaragua) o de la súper demonizada coalición del ALBA (Honduras).

La lucha contra el autoritarismo puede degenerar en una confluencia perversa, como está ocurriendo en Nicaragua con la conversión perversa de líderes que solían alentar programas participativos/emancipadores y que, al son del “todos contra Ortega”, están dispues-tos a insertarse en coaliciones cuyos líderes alientan programas neoliberales y de una participación de baja intensidad, claramente reducida a la democracia repre-sentativa. La visión emancipadora, para poder procla-marse alternativa y generadora de nuevos modelos de desarrollo más incluyentes, procura estar en guardia contra el peligro de las confluencias perversas.

¿QUÉ DESARROLLO?DESARROLLO Y DESARROLLOEl tercer concepto sobre el que conviene hacer dis-

tinciones es el de desarrollo. Diana Mitlin, Sam Hickey y Anthony Bebbington distinguen dos significados del término desarrollo: un desarrollo con minúscula —que alude a los procesos geográficamente desiguales y profundamente contradictorios que subyacen a las dinámicas del capitalismo— y un Desarrollo con ma-yúscula, que se refiere a los proyectos de intervención en el Tercer Mundo que emergieron en un contexto de descolonización y guerra fría.

Se trata de distinguir entre economía política e intervención y de pensar en cambios estructurales, sabiendo que existe una clara relación entre ambas caras del desarrollo. Los partidos políticos promueven 24 Torres-Rivas, Edelberto, “Las democracias malas de Centroamé-

rica”, Nueva Sociedad, núm. 226, marzo-abril de 2010: 52-66, p. 57.

25 Dagnino, Evelina, “Sociedade civil, participaçao e cidadania: de que estamos falando?”, en Mato, Daniel (coord.), Políticas de ciudadanía y sociedad civil en tiempos de globalización, FACES-

REFLEXIÓN

UCV, Caracas, 2004. Y, Dagnino, Evelina, Alberto Olvera e Aldo Panfichi (orgs.), Capítulo 1: Para uma outra leitura da disputa pela construção democrática na América Latina, Paz e Terra, Sao Paulo, 2006.

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26envío

intervenciones de Desarrollo, pero también son parte de las sociedades y economías políticas en las cuales operan. Son parte del desarrollo, al tiempo que tratan, a través del Desarrollo, de intervenir y modificar la naturaleza y efectos del amplio desarrollo26.

Una concepción liberal de lo alternativo se cons-triñe al terreno del Desarrollo entendido, a menudo, simple y llanamente, como crecimiento económico. A veces es matizado por un interés en el fortalecimiento institucional (por influencia de los enfoques de Douglas North27 y otros expertos en la nueva economía institu-cional) y a ciertos indicadores de desarrollo humano.

Pero otras formas de concebir lo alternativo se refie-ren a formas alternativas de organizar la economía, la política y las relaciones sociales28. Si un partido incluye en su programa unas transformaciones, ¿importa la producción de alternativas al desarrollo o sólo de al-ternativas de Desarrollo? La visión liberal se contenta con alternativas de Desarrollo.

La visión emancipadora procura activamente incidir sobre el desarrollo. Desde la perspectiva eman-cipadora, para ser alternativo, en el amplio sentido del término, es preciso no ser un repetidor de conceptos hegemónicos, un reforzador de los modelos dominantes. Mitlin y sus colegas sostienen que empujar reformas en las intervenciones de Desarrollo de otros actores es una vía hacia las alternativas, pero una más emancipadora es la producción de estrategias que transformen las ideas fundacionales y las relaciones sociales del orden social contemporáneo.

EL DEVENIR DE CENTROAMÉRICADESDE LA VENTANA LIBERALEn la década de 1990 la visión liberal encontró

una transición, un renacimiento. La democracia se presenta como factor indispensable y esperanzador del crecimiento económico. Ante la evidencia de un crecimiento con desigualdad creciente, la visión liberal receta y determina un culpable: insuficiente Desarrollo. Es la era de los proyectos de Desarrollo: se aprecian los

dones gerenciales y la capacidad de gestionar fondos para proyectos de Desarrollo que pueden provenir de dos fuentes: la cooperación internacional y la inversión externa. La tarea de los políticos y tecnócratas, unidos en un alegre coro, es la inserción en los mercados mundiales: sumergirnos en el desarrollo revigorizado.

La sábana electoral —boleta saturada de partidos y candidatos— es la máxima expresión del pluralismo político. La desmilitarización aparece como un impera-tivo y condición indispensable para arrancar de cuajo uno de los principales bastiones del autoritarismo. Hace aparición entonces un demonio jamás suficientemente conjurado: la corrupción. Guatemala, Honduras y Nica-ragua son especialmente azotados por esa plaga. ¿Cómo explicar desde la visión liberal sus arremetidas en esta nueva era democrática? Con la antigua distinción entre facciones y partidos.

Los partidos han dejado de responder a las deman-das de las masas y de ser correas de transmisión de las necesidades de las bases. Han devenido en facciones: camarillas de amigotes y familiares, pandillas y “Cosas Nostras”, que buscan hacerse con el poder para mejor ordeñar las arcas estatales y que, especialmente en Guatemala y Honduras, mantienen vínculos con los capitales del narcotráfico, el lavado de dólares y otras manifestaciones del crimen organizado.

La visión liberal propone dos remedios. Por un lado, evolución institucional hasta moldearnos a imagen y se-mejanza de las democracias del norte, que se presentan como racionales, plurales, tolerantes y dialogantes con el disenso. Hay que volver a los partidos que respondan. Por otro lado, terapias técnicas: accountability, mejorar el control de las finanzas públicas y transparencia. En definitiva: la desigualdad se soluciona con mayor crecimiento económico, la pobreza se edulcora con res-ponsabilidad social empresarial y el malestar se sofoca con reingenierías institucionales.

El balance de la visión liberal es tenebroso: los 80 son la década perdida —experimento fallido, “noche oscura”—; los 90 son la década de la corrupción, y la primera década del sigo XXI es el escenario donde estalla la crisis de la democracia lanzando esquirlas amenazadoras y un sedimento de pesadillas múltiples.26 Mitlin, Diana, Sam Hickey y Anthony Bebbington, “Reclaiming

development? NGOs and the challenge of alternatives”, World Development, Vol. 35, núm. 10, octubre 2007, pp. 1699-1720.

27 North, Douglas C., Instituciones, cambio social y desempeño económico, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.

28 Mitlin, Hickey y Bebbington citan aquí la distinción entre “al-ternativas de desarrollo” y “alternativas al desarrollo”. Sólo las segundas pretenden transformar la sociedad.

REFLEXIÓN

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27diciembre 2010

EL DEVENIR DE CENTROAMÉRICADESDE LA VENTANA EMANCIPADORA El declive del proyecto revolucionario es visto,

desde la visión emancipadora, como una consecuencia de su olvido de las personas concretas y una embestida del gran capital y su hegemonía liberal, al que en otros países centroamericanos le allanó el camino mediante un pacto entre las elites políticas, militares y empresa-riales. Por obra de ese giro, llamado transición democrá-tica en los países del norte de Centroamérica, y salto de una economía planificada a una economía de mercado en Nicaragua, la región centroamericana se convierte nuevamente en un terreno fértil para los proyectos de Desarrollo que buscan apuntalar el desarrollo.

Boaventura de Sousa Santos señala que, “ante la ausencia de una acción política democrática que incida simultáneamente sobre el Estado y sobre el tercer sector [las organizaciones privadas sin fines de lucro29], puede fácilmente confundirse como transición democrática, lo que no sería sino una transición desde el autoritarismo centralizado al autoritarismo des-centralizado”30. Eso fue lo que ocurrió en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.

Las privatizaciones nos metamorfosearon de ciudadanos-tutelados en ciudadanos-clientes y eso produjo el espejismo de una libertad ilusoria de efectos desmovilizadores. Santos nos alerta contra la dualidad de la acción conformista y la acción rebelde:

El reemplazo relativo de la provisión de bienes y ser-vicios por parte del mercado de bienes y servicios ha creado ámbitos de elección que pueden ser fácilmente confundidos con un ejercicio de la autonomía o con una liberación de los deseos. Todo esto ocurre dentro de los límites estrechos de elecciones selectivas y de la obtención de los medios para volverlas efectivas. Aun así, dichos lí-mites son fácilmente construidos en términos simbólicos como oportunidades reales, ya sea como oportunidades de elección o como consumo a crédito. Bajo estas condi-ciones la acción conformista es fácilmente asumida como acción rebelde31.

No hay más rebeldía que la del consumidor, que castiga con su cartera y opta por los nuevos güelfos o gibelinos: no le queda más remedio que ser del clan Claro o de la mara Mobistar.

La visión emancipadora comparte con la visión libe-ral su alarma por la corrupción estatal. Pero encuentra las raíces de esa corrupción en la correlación que existe entre los Estados débiles y corruptos y un ejercicio de la ciudadanía de baja intensidad.

La privatización de los monopolios estatales, el imperialismo de los organismos financieros interna-cionales, que imponen las políticas macroeconómicas y la contracción del Estado de bienestar, producen des-aliento y la sensación de que las políticas estatales y la política son algo ajeno, sucio y en todo caso inaccesible a los ciudadanos de pie. Esta sensación desmovilizadora tiene un efecto devastador sobre el hombre público.

El declive del sindicalismo y la oenegeización de los movimientos populares forman parte del síndro-me de inmunodeficiencia del hombre público ante las embestidas del proyecto neoliberal. La migración y las remesas —fenómenos que tienen muchas facetas y virtudes— suponen una opción por el “sálvese quien pueda” y la ciudadanía-clientelar a la que empujan el desarrollo, su icono mercado y la hegemonía neoliberal.

La solución, por consiguiente, no es técnica, sino eminentemente política: hay que recuperar los espacios públicos y ejercer una ciudadanía organizada.

LAS SOMBRAS TENEBROSASDE LOS FASCISMOSDesde la ventana emancipadora se divisan sombras

tenebrosas. Esas sombras no reposan tanto sobre el abstencionismo electoral y la corrupción de los políticos, que interpreta como una decadencia —no necesaria-mente lamentable, a veces incluso plausible— de las democracias representativas.

Esas sombras están en lo que Santos define como los fascismos sociales que recorren toda Centroamérica. El primero es el fascismo del apartheid social: la seg-mentación de las ciudades en zonas bárbaras y zonas civilizadas, barrios marginales y condominios para las elites, polos de un paisaje urbano dual complementa-dos por nuevas avenidas, malls y edificios de oficinas que permiten que las elites se desplacen desde sus residencias a los centros de trabajo y esparcimiento sin entrar en contacto con los fragmentos irredimibles de la ciudad. Esta dinámica de arquitectura dual es lo que el antropólogo Dennis Rodgers llama “desimbricando la ciudad” y “rebelión de las elites”.

El segundo es el fascismo del Estado dual. Se trata de un Estado que tiene dos baremos y los aplica según con quien se las vea: régimen de excepción para las elites o ley dura y arbitrariedad para los dominados.

29 No son Estado ni mercado.30 Santos, 2006, p. 235.31 Santos, 2006, p. 32.

REFLEXIÓN

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28envío

El fascismo paraestatal es el tercero, y consiste en la aparición de grupos paramilitares que, usurpando el rol coercitivo del Estado, aplican operativos de “lim-pieza social” o represión del disenso. Este fascismo ha sido practicado de forma espeluznante en El Salvador, Honduras y Guatemala, pero también ha sido, en su segunda versión, un recurso del FSLN para sofocar a la oposición mediante la contratación de pandillas juveniles.

El fascismo populista, el cuarto y más peligroso, es puesto en práctica por el FSLN con apabullante éxito: la identificación de las bases con el éxito de sus líderes, aun cuando de ese éxito no le lleguen más que microscópicas migajas.

El quinto es el fascismo de la inseguridad: manipu-lación, a veces a partir de símbolos, dogmas e iniciativas religiosas, de la ansiedad e incertidumbre que producen los primeros fascismos.

Y, el sexto, es el fascismo financiero, mejor cono-cido como casino global: la volatilidad de los capitales especulativos que llevan a la bancarrota a quienes no apostaron.

¿SE VISUALIZAN RUTAS LIBERADORAS? Desde los partidos políticos y el sector público hay

fisuras esperanzadoras. Se encarnan en la heterogenei-dad estatal. Las hemos visto en Nicaragua con funcio-narios de talante excepcional, como Gertrudis Arias, la jueza que llevó a los tribunales a Arnoldo Alemán. La vimos en una expresión particularmente heroica en el caso de la huelga de hambre de los fiscales, que en Honduras protestaron contra el engavetado intencional de los casos judiciales contra encumbrados personajes. Y la palpamos en la osadía de los funcionarios estatales que llevaron el caso del asesinato del obispo Gerardi en Guatemala. La palpamos también en El Salvador donde, a pesar de los temibles arranques de autocra-cia, es evidente que no gobierna un partido, sino una coalición de profesionales y organismos populares que encontraron en el FMLN una plataforma política.

La visión emancipadora apuesta, más que por los partidos políticos, por las gestiones de democracia directa, autonomía y contestación que se generan en los espacios de cabildos abiertos auténticos, luchas indígenas, reivindicaciones feministas, presupuestos participativos, etc. Los problemas son múltiples, las luchas son plurales. No hay un eje único de luchas porque la discriminación es polimorfa.

Hay que defender los derechos de las comunidades indígenas a la autodeterminación, pero eso no significa que esas comunidades, y esa autodeterminación, deban ser idealizadas. Al interior de esas comunidades persis-ten múltiples desigualdades —de género, de linaje, de grupos lingüísticos— que deben ser trabajadas en un proceso de democratización más profunda.

En la visión emancipadora, las desigualdades no se reducen a un asunto de clases sociales. La abstracción marxista había creado un humanoide configurado por las determinaciones de clase, una pura clase. La abstracción liberal creó un humanoide nacionalista y enfermo de individualismo posesivo. Los hombres y mujeres concretos están abrumados por muchas más determinaciones e impulsados por más luchas.

Todas estas distinciones son un instrumento ana-lítico que sirve para ponernos en guardia contra las vi-siones que no explicitan sus propuestas y perspectivas. La distinción entre estas dos visiones no es una excusa para el dogmatismo, sino un instrumento para el análi-sis, aun cuando, obviamente, parta de una preferencia.

Mientras el pensamiento liberal nos puede confinar al desaliento de la politiquería y sus intrigas palaciegas, protagonizadas por ridículos hombrecitos maquillados de grandes próceres, eclesiásticos extorsionados a partir de sus fortunas mal habidas, y empresarios serviles que claudican a la menor señal de que les aplicarán los impuestos con todo el rigor de la ley, la perspectiva emancipadora concentra su atención en acciones que caen fuera del campo de visión del pensamiento liberal, y trascienden su memoria de corto plazo.

REFLEXIÓN

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29diciembre 2010

UN TEMA COMPLEJO,PERO A LA ORDEN DEL DÍALa cultura política es un tema

complejo y gelatinoso. No siempre se sabe, aún desde las ciencias so-ciales, a qué se refiere exactamente. Pero, sobre todo, la cultura política es difícil de medir y probar. Bobes sostiene que,

El concepto de cultura política se re-fiere a la existencia de un conjunto de actitudes, normas, valores, cono-cimientos y creencias generalizadas en una sociedad que operan como el marco simbólico que otorga sentido al proceso y a los comportamientos políticos. Funciona como el tras-fondo de las relaciones políticas, el ámbito donde se definen y redefinen

Apuntes para la discusión sobre cultura política, democracia y ciudadanía1

EUGENIO SOSA*

Hablar de cultura política democrática puede significar meterse en camisa de once varas porque implica abordar una serie de tensiones,

aparentemente enfrentadas, pero no incompatibles. La construcción de una cultura democrática en la sociedad hondureña pasa por enfrentar desafíos múltiples, como los que aquí se enuncian, y que tarde o temprano tendrán

que asumir tanto el Estado como la ciudadanía. He aquí algunas pistas para debatir al respecto.

los códigos mediante los cuales se producen y se interpretan estas relaciones2.

Pero, entonces, surgen interro-gantes como las siguientes: ¿cómo se relacionan los valores, normas y actitudes de la cultura democrá-tica con las diferencias de clase, de etnia, de género y sociales en general? ¿Se puede hablar de una cultura democrática en sociedades tan desiguales, como la hondureña?

GOLPE DE ESTADOY DEMOCRACIAA raíz del golpe de Estado del

28 de junio de 2009, algunos ana-

listas han planteado que en Hon-duras el pueblo tiene una cultura democrática y las elites una cultura autoritaria3.

Esta parece ser una dicotomía simplista, que no da cuenta de la complejidad, y hasta contradicción, de la cultura política en general y una cultura política democrática específica. ¿Cómo se explica, enton-ces, que un pueblo, que es portador de una cultura democrática, elija ser gobernado por una elite que tie-ne una cultura política autoritaria?

Lo que sí se puede afirmar es que la democracia se nos presenta hoy en día como un valor univer-sal. La mayoría de los países del planeta se consideran y son consi-derados como naciones que viven bajo regímenes democráticos, pero esto no significa que las ideologías 1 Las ideas expresadas aquí son, en parte,

reflexiones que el autor ha presentado ante diferentes auditorios a partir de la crisis política provocada por el golpe de Estado de junio de 2009. Al respecto, véase: Grupo de Sociedad Civil (GSC), www.gsc.hn

* Sociólogo.

2 Bobes, Velia Cecilia (2000), en Baca Olamendi, Laura; Judit Bokser-Liwerant; Fernando Castañeda; Isidro H. Cisneros; y Germán Pérez Fernández del Castillo(comps.), Léxico de la Política, FLACSO, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Fundación Heinrich Böll Stiftung y FCE, México, 2004, p. 125.

REFLEXIÓN

3 Este tema fue discutido en el panel: “Cultura democrática y derechos huma-nos”, I Congreso Regional de Derechos Humanos, Tegucigalpa, 23-25 de marzo de 2010.

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30envío

y los valores democráticos sean homogéneos. Todo lo contrario, la democracia es siempre un proyecto en disputa.

LA DEMOCRATIZACIÓNY SUS ENEMIGOS Los actores sociales y políticos

entran en contienda, unos por ma-yores grados de democratización y otros por la desdemocratización. Pero, ¿cómo entender la democra-tización?

La democratización es el aumento de la amplitud de los derechos ci-viles, políticos y socio-económicos de la ciudadanía. El aumento de la amplitud de la igualdad de las relaciones entre el gobierno y la ciudadanía, así como entre los diferentes agentes de la sociedad. Además, el aumento de la amplitud de los mecanismos de consulta vinculante sobre los asuntos del gobierno respecto al personal, los recursos y las políticas. Todo lo anterior garantizando la pro-tección a la ciudadanía frente a las actuaciones arbitrarias de los mismos agentes del gobierno y de grupos con poder en la sociedad. La desdemocratización vendría a ser cualquier evolución sustancial que suponga un alejamiento de los procesos democratizadores antes señalados4.

La contienda política en la actual crisis hondureña, después de haberse agotado la transición a la democracia, es la disputa entre proyectos políticos (explícitos o no) de democracias de representación limitada, con un pobre desempeño

y excluyentes; y de democracias que buscan transformaciones para pro-fundizar la participación vinculante y la inclusión social de sectores que hasta el momento continúan marginados.

La demanda de participación vinculante ha cobrado fuerza de-bido a que el sistema político, los partidos y el sistema de represen-tación se han vuelto estrechos para dar cabida a la participación de la ciudadanía en espacios públicos con posibilidades para decidir. A esto se agrega que el débil desempeño de la democracia hondureña ha sido incapaz de ofrecer, especialmente a los sectores mayoritarios de la población, alternativas para salir de la pobreza e insertarse en procesos económicos que les permitan ejer-cer su derecho a un empleo digno.

Los sectores democráticos y progresistas, constituidos por los actores que se han opuesto al golpe de Estado y que reivindican la re-fundación de Honduras, tienen el desafío de “construir un proyecto democrático basado en principios de extensión y generalización del ejer-cicio de los derechos, apertura de espacios públicos con capacidades decisorias, participación política de los ciudadanos y reconocimiento e inclusión de las diferencias”5. Es el debate entre el proyecto demo-crático-participativo y el proyecto neoliberal.

¿QUÉ REQUIERENUESTRA DEMOCRACIA?La sostenibilidad de la democra-

cia depende, fundamentalmente, de

la construcción de una ciudadanía integral que garantice el pleno goce de los derechos civiles, políticos y sociales. La anomalía de la demo-cracia hondureña no radica sólo en la ausencia o la débil aplicación de los derechos sociales, sino también en el desconocimiento o la violación de los derechos civiles. Es una democracia con una “ciudadanía de baja intensidad o precaria”.

La democracia no sólo requie-re de un Estado de Derecho, sino también de un Estado Democrático de Derecho. ¿Qué es un Estado Democrático de Derecho? Es aquel que al menos cumple tres condi-ciones básicas: Primera, “defiende las libertades y las garantías de la democracia política”. Segunda, “defiende los derechos civiles de todo el conjunto de la población”. Y tercera, “establece redes de res-ponsabilidad y rendición de cuentas que comportan que todos los agen-tes, privados y públicos, incluyendo los cargos más altos del régimen, estén sujetos a controles apropiados y legalmente establecidos sobre la legalidad de sus actos”6.

Las elites bipartidistas tra-dicionales han mostrado, con su intolerancia y “demosfobia”, miedo a la participación del pueblo; su incapacidad histórica para moder-nizar Honduras, para construir un verdadero Estado Democrático de Derecho y avanzar hacia una democracia incluyente.

4 Tilly, Charles, Contienda política y democra-

cia en Europa 1650-2000, Editorial Hacer, Barcelona, 2007.

5 Dagnino, Evelina, Alberto J. Olvera y Aldo Panficho (coordinadores), La disputa por la

construcción democrática en América Lati-

na, Fondo de Cultura Económica, México, 2006, p. 16.

6 O’Donnel, Guillermo, La irrenunciabilidad del Estado de Derecho. Ponencia presentada ante el Seminario Internacional organizado por el Instituto Internacional de Goberna-bilidad, Barcelona, 22-24 de enero 2001. Documento original en inglés. Traducción a cargo y responsabilidad del IIG, pp. 11-12.

REFLEXIÓN

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31diciembre 2010

EL MITO DE LA SOCIEDADCIVIL HOMOGÉNEA ALDESCUBIERTOEl golpe de Estado puso al

descubierto el mito de la visión ho-mogénea sobre la sociedad civil. Los autoritarismos y posturas conserva-doras no son exclusivos del Estado o los partidos políticos. También se encuentran en la sociedad civil.

Por ello, los procesos demo-cratizadores deben ser vistos “en el terreno de las vinculaciones, articulaciones y tránsitos entre ambas esferas de actividad [Estado y sociedad civil], donde la disputa entre distintos proyectos políticos estructura y da sentido a la lucha política”7.

Lo anterior implica romper con algunos esquemas analíticos desde los cuales se percibe a la sociedad civil como un actor unificado, ho-mogéneo y sin fracturas internas; y que, además, la concibe aislada y separada de la sociedad política (Estado y régimen político), pero siempre portadora de virtudes de-mocráticas8.

El golpe de Estado contribuyó a delinear claramente los proyectos políticos que se debaten en Hondu-ras. Uno, encabezado por el bloque golpista, que apuesta a mantener en pie el pacto de dominación de las elites, sin cambios ni reformas sustantivas. Y otro, encabezado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), articulado en torno a la consigna de una Asam-blea Nacional Constituyente que rompa el pacto de dominación de las elites y dé paso a una democracia participativa vinculada a un modelo de desarrollo con inclusión social y económica.

La propuesta de democracia participativa cuestiona los límites impuestos por la democracia repre-sentativa y electoral. La democracia participativa pasa por la construc-ción de ciudadanías integrales “con acceso pleno a derechos civiles, políticos y sociales”9. Desde esta perspectiva, la profundización de la democracia pasa por la democrati-zación del Estado y la sociedad civil, que a su vez constituyen escenarios de disputa para la democracia a través de proyectos y contiendas políticas.

En el contexto posgolpe es clave asumir que “la sociedad civil está for-mada por una gran heterogeneidad de actores civiles (incluyendo agen-tes conservadores), con formatos institucionales diversos (sindicatos, asociaciones, redes, coaliciones, mesas, foros), y una gran pluralidad de prácticas y proyectos políticos algunos de los cuales pueden ser incluso no-civiles o poco demo-cratizantes”10. El golpe polarizó y reconfiguró la sociedad civil.

NO OLVIDAR AL ESTADONo se puede abordar los temas

de cultura política, democracia y ciudadanía sin hacer referencia al Estado. Muchas veces se analizan todas las falencias de la democracia en abstracto, sin reparar en que son funciones o responsabilidades del Estado. Retomar el Estado ayuda a salir de las visiones sobre la democracia que la reducen a los procedimientos y reglas del juego en la competencia por el poder.

El Estado es mucho más que el aparato estatal. Existe un vínculo fuerte e importante entre Estado y ciudadanía. Este se da fundamen-

talmente en tres dimensiones: en-tre burocracia y ciudadanía, entre sistema legal y ciudadanía, y, entre credibilidad y confianza del sistema institucional y la ciudadanía11.

Desde la perspect iva de O’Donnel, la ciudadanía tiene dos grandes dimensiones o caras: el ejercicio como sujetos de derechos, el derecho a tener derechos, y la construcción de la identidad colecti-va en torno a la nación. Y en ambas dimensiones la sociedad hondureña tiene un déficit profundo.

Por ello es clave detenerse en la relación entre Estado y Poder. ¿Cuánto poder tiene el Estado? ¿Cuánto poder tienen los gober-nantes? El Estado hondureño se encuentra fragmentado por los intereses particulares de grupos de poder que actúan dentro y fuera del Estado. Este tipo de Estado no puede construir una cultura políti-ca democrática.

La construcción de una cultura política democrática requiere de un Estado que logre establecer, al menos de manera relativa, una autonomía frente a los diferentes poderes que interactúan en la so-ciedad. Esto es lo que permite que desde el Estado se pueda plantear el ideal del bien común y del acceso universal a la legalidad. Lo con-trario lleva a la conformación de Estados empresariales y hasta ma-fiosos, donde pequeñas camarillas con poder convierten al Estado en instrumento de su voluntad.

En la construcción de una cul-tura política democrática hay que abordar una serie de tensiones: entre los valores de la libertad y

7 Dagnino, Evelina, op. cit., p. 17. 8 Ídem.

9 Ibíd., p. 21. 10 Ibíd., p. 26.

11 O’Donell, Acerca del Estado en América Latina contemporánea. Diez Tesis para discusión, 2007, disponible en: www.mag-politicasociales.cl/documentos/diez_tesis.pdf. pp.2-5

REFLEXIÓN

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la igualdad, entre la cultura y la institucionalidad, entre la repre-sentación y la participación, entre la movilización social y la participa-ción ciudadana institucionalizaday, entre la participación política partidaria y la no partidaria.

Estas son categorías en tensión, pero no incompatibles ni irreconci-liables. La ciudadanía aspira a una sociedad más igualitaria, que a la vez garantice libertades; la cultura democrática no florece con institu-ciones autoritarias e ineficientes; exige más participación ciudadana y a la vez mejor representación.

La construcción de una cultura democrática en la sociedad hondu-reña pasa por enfrentar desafíos y retos múltiples, como los tres que se enuncian a continuación, vincu-lados a la relación entre Estado y ciudadanía:

1. Garantizar el acceso universal a la legalidad.En el contexto de la crisis ac-tual, la indefensión de la ciu-

dadanía ha cobrado más fuerza. El comportamiento parcializa-do del Sistema de Justicia se encuentra a la orden del día. La impunidad impera en todo el aparato estatal para favorecer a los sectores más poderosos, en detrimento de la ciudadanía. La promesa básica de la democra-cia liberal y representativa fue siempre la igualdad ante la ley, una de las más incumplidas en Honduras.

2. Refundar la institucionalidad. La pérdida de legitimidad y confianza en la institucionali-dad ha llegado a niveles eleva-dos. Se desconfía y cuestiona la legitimidad con que son electos los personajes que ocupan cargos de elección popular, con mayor intensidad desde las elecciones generales de 2005 y 2009. No existe, en el Esta-do, una institucionalidad que pueda exhibir una confianza aceptable. ¿Qué ciudadanía se

puede ejercer en un Estado que carece de confianza y credibili-dad?

3. La construcción de la ciudada-nía como agencia12.La agencia ciudadana tiene que ver con la autoridad potencial de todos los ciudadanos y ciu-dadanas para participar en las decisiones gubernamentales, a sentirse parte de la comunidad política. Cada ciudadano tiene la responsabilidad de decidir su participación o no, pero toda la ciudadanía debe tener las condiciones mínimas y los espacios necesarios para poder participar.En Honduras, la inexistencia de una ciudadanía activa ha sido impuesta por la ausencia de esas condiciones y espacios.

12 Para profundizar en el tema de la ciudadanía como agencia, véase: O’Donnell, Guillermo y otros, (comps.), Democracia, desarrollo

humano y ciudadanía: reflexiones sobre la calidad de la democracia en América Latina,

Editorial Homo Sapiens, Rosario, Argentina, 2003.

REFLEXIÓN

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33diciembre 2010

El 5 de mayo de 2010 la Corte Suprema de Hon-duras, en el ejercicio de la función disciplinaria,

adoptó cuatro decisiones por las que “destituí[a] sin responsabilidad ninguna para la institución” a los jue-ces Ramón Enrique Barrios, Luis Alonso Chévez de la Rocha y Adán Guillermo López Lone, y a la magistrada Tirza del Carmen Flores Lanza. En todos concurre la doble particularidad de ser connotados exponentes de la Asociación Jueces por la Democracia (AJD) y de gozar de merecido prestigio como profesionales, dentro y fuera del país.

Las actuaciones de la Corte se plasman en otros tantos documentos, clónicos por la práctica uniformidad del contenido argumental; y clónicos también en cuanto aquejados todos de idéntica falta de sustancia jurídica de calidad, compensada con una sobreabundancia de tópicos propios de cierta retórica autoritaria, muy del gusto de las altas magistraturas de querencia ancien régime.

Las gravísimas resoluciones dicen —y es todo lo que hay como fundamento— estar acreditado que los afectados incurrieron en actos que violan la Constitu-ción de la República, la ley de Organización y Atribu-ciones de los Tribunales, el Código de Ética para los Funcionarios y Empleados Judiciales y que atentan contra la dignidad en el impartimiento de justicia e

Corte Suprema de Honduras:de golpe en golpe

PERFECTO ANDRÉS IBÁÑEZ*

Desde una perspectiva ética y valiéndose de una rigurosa lógica jurídica, el autor analiza —y rebate— las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia

de Honduras por las que destituyó de sus cargos a tres jueces y una magistrada, todos miembros de la AJD y poseedores de una intachable hoja

de servicios en la judicatura. Y, de paso, pone en cuestión el papel de la Corte Suprema que, al parecer, aún no se entera de su penosa trayectoria.

incumplimiento o violación grave de algunos deberes, incompatibilidades y conductas establecidas en los Capítulos X y XI de la Ley de la Carrera Judicial y su Reglamento. ¡Casi nada! En realidad nada: porque este verborréico e insustancial Considerando, que trascribo en su literalidad, no permite saber cuáles son los tipos disciplinarios concretos en los que, con el necesario ri-gor técnico, tendrían que ser subsumibles las conductas merecedoras de sanciones de tanta relevancia para los afectados y para la jurisdicción del país.

LAS ACCIONES INCRIMINADASPero vayamos a las acciones incriminadas. Al juez

Barrios se le imputa haber pronunciado una conferencia en un medio universitario sobre “lo acontecido el 28 de junio de 2009”. “Actividad —se dice— que al rebasar el aula propiamente y emitir criterios de valor, se vuelve política”. El reproche para el juez Chévez es de haber participado en una manifestación: precisamente el mismo día y en protesta por “lo acontecido”, siempre en la pintoresca semántica de la Corte. Algo similar a lo que se atribuye al juez López Lone.

Mientras que lo puesto a cargo de la magistrada Flores es haberse ausentado de su puesto de trabajo el tiempo necesario para denunciar “lo acontecido” como delito contra el orden constituido, ante la propia Corte Suprema, y haber promovido una acción de amparo en favor del presidente Zelaya Rosales. Según la alta instancia, impropio acto de procuración por alguien con

* Magistrado del Tribunal Supremo de España, miembro del Tri-bunal Permanente de los Pueblos y autor de numerosos libros y artículos sobre Derecho, democracia y Estado de derecho.

DEBATE

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quien Flores Lanza no ha acreditado le uniera ningún parentesco.

La Corte Suprema, antes de examinar las alegacio-nes de los sancionados sobre el fondo, rechaza la obje-ción de prescripción formulada, porque —dice— siendo ella misma la autoridad competente, como inmediata, de los expedientados, habría procedido disciplinaria-mente dentro de los 60 días de plazo previstos en el art. 83 de la Ley de la Carrera Judicial, contados desde el 20 de abril de 2010, que fue cuando tuvo conocimiento de los hechos, al recibir el expediente remitido por el organismo instructor, la Dirección de Administración de Personal. Partiendo de que la fecha de “lo acontecido” fue el inolvidable 28 de junio de 2009.

PERO EL ASUNTO NO ES TAN SENCILLOPero el asunto, despachado con semejante des-

envoltura, dista de ser tan sencillo. Porque una de tres: a) o la Dirección de Administración de Personal puede instruir expedientes sancionadores y, por tan-to, inmiscuirse gravemente en la esfera profesional de jueces independientes, no obstante carecer de la condición legal de autoridad en relación con éstos; b) o bien, siendo autoridad, ejerce sus funciones represi-vas en la clandestinidad, esto es, sin dar cuenta o de espaldas a la Corte Suprema, que de este modo todo lo ignora; c) o, en fin, la Corte Suprema, de cualquier modo e incomprensiblemente, no se entera de la in-coación de los expedientes dirigidos contra los jueces cuya independencia tendría que tutelar. Será la propia Corte Suprema quien deba explicar en cuál de los tres comprometedores, y poco airosos supuestos, prefiere situarse. Pues aquí quartum non datur.

Lo que quiere decir que, se mire el asunto como se mire, desde el tan tristemente famoso 28 de junio de 2009, hasta el 20 de abril de 2010 en que la Corte dispuso a su conveniencia darse por enterada de lo que pasaba en su entorno de gestión y responsabilidad, habrían transcurrido, no una, sino varias veces, 60 días de pasividad.

En efecto, ya que la Corte, en su ignorancia, es obvio que permaneció inactiva y no realizó ninguna actuación en este caso. Y las que hubiera llevado a cabo una au-toridad que no lo es, o que, siéndolo, obró en la sombra y sin conocimiento de la verdadera autoridad y de los afectados, nunca podrían interrumpir válidamente la prescripción. Válidamente, entiéndase, en el sentido que suele darse a este adverbio de modo, utilizado, por lo común, para denotar un proceder conforme a

estándares de juridicidad universalmente compartidos. Pues interpretarlo en otra clave sería tanto como dar valor a actuaciones producidas en la misma línea y por idéntica vía de facto de “lo acontecido”.

Cabe, claro está, que la Corte disponga de una par-ticular doctrina al respecto. Ahora bien, en este caso debería explicitarla lo bastante para hacerla inteligible a los concernidos y a los eventuales lectores de las reso-luciones a examen. Algo que desde luego no ha hecho donde correspondía, es decir en el texto de éstas. Pero si esa primera decisión no se sostiene, tampoco cabe decir nada distinto de las demás a examen. Veámoslo.

LA CORTE NO PRUEBALO QUE TENDRÍA QUE PROBARLa Corte Suprema, citando el art. 319 de la Cons-

titución de la República, recuerda que los funcionarios judiciales “no podrán participar por motivo alguno en actividades de tipo partidista”. Con esto reitera una afirmación del máximo rango normativo en el ordena-miento hondureño, que, además, nadie cuestionará, en razón del deber de imparcialidad que ha de connotar esencialmente a toda actuación judicial. Deber que, como bien se sabe (y conocerá la Corte), empieza por el de independencia efectiva de los actores políticos.

Pero la Corte Suprema incurre en una llamativa petición de principio, al dar por supuesto justo lo que tendría que probar y no prueba. Es decir, que las accio-nes de los expedientados tenían carácter “partidista”. Porque no consta que fueran actividades de partido, algo que la Corte simplemente presume y, además, contra reo.

Cuando, si hay algo claro es que, actuando del modo que lo hicieron —recuérdese: frente a “lo acontecido”—, los tres jueces y la magistrada se situaron, precisamen-te, de parte de la legalidad constitucional. Por tanto, no postulando alguna unilateral línea de partido, sino la inobjetable legitimidad del marco de convivencia adoptado por todo el pueblo de Honduras, y, en ese momento, en gravísima situación de peligro concreto.

De lo anterior resulta que lo sancionado por la Corte Suprema son cuatro actuaciones generosas y ju-rídicamente irreprochables, movidas por un imperativo cívico esencial, expresión de encomiable sensibilidad democrática. La idealmente esperable de quienes, antes aún que jueces, eran y son miembros de la polis, cuando, como fue el caso, ésta se hallaba en una situación de extrema emergencia constitucional. La misma actitud que, con toda seguridad, muchos hondureños de buena fe habrían querido ver brillar en una constitucional

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toma de posición de la propia Corte Suprema, que, lamentablemente, no llegó a producirse.

En el caso del juez Barrios, el discurso de la Corte adquiere un tono verdaderamente surreal, cuando sostiene que su conferencia, por “rebasar el aula pro-piamente y emitir criterios de valor, se [habría vuelto] política”. Lo que equivale a una suerte de apología de (im)posibles lecciones universitarias que no saldrían del aula; o a suponer que, en una facultad de derecho, caben intervenciones docentes ayunas de implicaciones axio-lógicas; o que, las que las tienen, están necesariamente abocadas, por esto solo, a rodar por la pendiente del partidismo sectario. También aquí habría sido bueno que la Corte Suprema, venciendo su patente timidez argumental, hubiera profundizado en el razonamiento.

Al juez Chévez la Corte Suprema le atribuye, entre otras cosas, haberse acalorado al discutir con otros compañeros acerca del carácter de “lo sucedido” y, con el o, “provocado altercados”. ¿Era la cosa como para no acalorarse? ¿Sólo se acaloró Chévez? ¿Qué situaciones concretas son las que la Corte denota como “altercados”? ¿No habrá reparado la Corte en que, a falta de más datos, este término no describe, sino que valora, no obstante el peligro que ella misma atribuye a la emisión de “criterios de valor”?

Al juez López Lone se le incrimina por haberse manifestado contra el golpe, cuando es público y notorio que de los medios de la propia Corte partió, al menos, una convocatoria invitando al funcionariado a hacerlo, sintomáticamente, a favor de los alzados. Siendo esto así, y siendo también sobradamente conocida la posición y el papel de la Corte ante “lo acontecido”, ¿podrá ser tenida como instancia imparcial en estos alucinantes procesos disciplinarios?

Del reproche a la magistrada Flores ya se ha dicho: su ilícito consistió en ausentarse del lugar de trabajo para denunciar ante la Corte Suprema como delito un golpe de Estado. Conducta que no pudo ser más per-tinente, cuando resulta que la alta instancia judicial hondureña sigue sin enterarse todavía de que tal fue “lo acontecido”, según un criterio del que participan todas las instituciones internacionales y la conciencia jurídica universal.

En realidad, vistas las cosas a fecha de hoy, sí hay una acusación que muy bien podría dirigirse contra la magistrada Flores Lanza. Es la de haber realizado un hermoso, simbólico, ejercicio de ingenuidad que la enaltece, al confiar en que la Corte Suprema de su país optaría por situarse en el campo de la legalidad y del derecho, frente a quienes en ese momento, estruendo-samente, los violaban.

TRISTE DERIVA LA DE LA CORTE SUPREMA¿Sabe la Corte Suprema de Honduras que sus des-a Corte Suprema de Honduras que sus des-

tituidos gozan de la admiración y el respeto de miles de colegas de varios continentes, expresado en multitud de encuentros con ellos y escritos de adhesión? ¿Se ha dado ya por enterada la Corte Suprema de Honduras de que la importante asociación alemana, Juristas Demócratas, ha otorgado a Tirza Flores Lanza, por su modo de ejercer la jurisdicción y por su arrojo, el premio “Hans Litten”, instituido en memoria de un abogado asesinado por los nazis en un campo de exterminio? ¿Son conscientes los integrantes de la Corte Suprema de Honduras del nivel en que está hoy el prestigio de la institución, precisamente por su ejecutoria? ¿Saben los integrantes de la Corte Suprema de Honduras hasta qué punto profundizan con estas resoluciones el abismo de deslegitimación en el que, de forma suicida, decidieron precipitarse aquel aciago 28 de junio de 2009?

El día 28 de junio de 2009, la Corte Suprema de Honduras tuvo una oportunidad histórica excepcional de haber estado a la altura del papel que constitucio-nalmente le obligaba, y la dejó pasar. Ahora ha vuelto a presentársele de nuevo una ocasión ciertamente sin-gular para rectificar esa penosa trayectoria, retornando al lugar de la Constitución y de la ley, que nunca debió abandonar, pero ha mirado para otra parte. En este caso, negando en unos jueces ejemplares, precisamente, los valores de la jurisdicción a los que tendría que servir. Triste deriva la suya, que le lleva de golpe en golpe.

DEBATE

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Mis vivencias en la Caravanade Búsqueda de Migrantes

JOSÉ PERAZA*

El 29 de octubre, mujeres de la Red de Comités de Familiares de Migrantes de Honduras (Red Comifah) emprendieron la ruta que un día recorrieron

sus familiares desaparecidos, presuntamente en territorio mexicano, en su tortuoso camino hacia Estados Unidos.

Un reportero de Radio Progreso acompañó día a día la conmovedora y esperanzadora búsqueda, cuya crónica Envío-Honduras ofrece ahora a sus

lectores.

RADIO PROGRESO SE UNEA LA CARAVANAAl nomás enterarme de la sali-

da de la Caravana de Búsqueda de Migrantes Hondureños Desapa-recidos, que se dirigía al amplio corredor que forman Guatemala y México, puerta de entrada al “sueño americano”, se me ocurrió que Radio Progreso debía acompa-ñarla. Teníamos que informar con veracidad sobre lo que la Caravana encontraría a su paso y comprobar de cerca el sufrimiento de nuestros migrantes en ese camino sembrado de esperanzas, pero también de muerte y desilusiones.

Manifesté al Consejo de la Ra-dio lo valioso que sería acompañar esta misión y recibí su aprobación. Un par de horas más tarde me comuniqué con Ian Quiroz, coordi-nadora de la Caravana, contactada por Nelly Santos del Comité de Familiares de Migrantes de El Pro-

greso (Cofamipro). “Los invitamos para el 22 de octubre a la reunión de todos los que vamos a viajar; hay un cupo libre y es para Radio Progreso”, me dijo Ian Quiroz por teléfono, aún sin conocernos. La reunión se realizó para ultimar detalles y se dio por hecho que la expedición saldría de Tegucigalpa, el jueves 28 de octubre, organizada por la Red de Comités de Familiares de Migrantes de Honduras (Red Comifah).

PRIMERAS TRABASLos primeros obstáculos co-

menzaron a presentarse, sin saliraún de Tegucigalpa. El 28 de oc- de Tegucigalpa. El 28 de oc-tubre llegamos a la embajada de México, a las 11 de la mañana. Nos atendieron con amabilidad y nos solicitaron mucha y detallada infor-mación. Allí me di cuenta de lo difí-cil que era sacar la visa mexicana y esto me ayudó a comprender mejor la decisión de muchos migrantes, de irse sin documentos, abrumados por tantas trabas que les imponen para que no crucen las fronteras in-

ventadas por los Estados en nombre de la soberanía.

Allí estuvimos todo el día. Nos informaron que a las tres de la tarde nos darían la visa. “Vamos a almorzar, regresamos por la visa y luego nos vamos a realizar un plantón en el Congreso Nacional. Y mañana viernes salimos a las cinco de la mañana”, nos informó Ian Quiroz.

Regresamos a las tres y en la embajada nos recibieron con la noticia de que había que pagar 98 dólares por cada visa. “¿Por qué, si la visa que solicitamos es humani-taria? Además, no nos informaron sobre el pago”, le dijo Lidia Mara Sousa a un funcionario de la em-bajada. Lidia Mara, hermana de la Orden Escalabriniana y coordina-dora de la Pastoral de Movilidad Humana, nos acompañaría en la Caravana.

“Si quieren vuelvan mañana y nosotros consultaremos con el señor embajador, a ver qué nos dice, si se puede o no condonar este pago”, dijo el cónsul de México en Tegucigal-pa, Jorge Guardarrama. El grupo

TESTIMONIO

* Periodista de Radio Progreso, estación radio-difusora de la Iglesia católica en la ciudad del mismo nombre, dirigida por la Compañía de Jesús.

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abandonó la embajada y se dirigió a la sede del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), en el Aeropuerto Toncontín, para partici-par en una misa de despedida.

Al terminar la misa, se escuchó la voz de Ian Quiroz: “Nos vamos a cenar y allí platicamos si hacemos o no al viaje”; y a continuación informó que el cónsul la había lla-ó que el cónsul la había lla- que el cónsul la había lla-mado para decirle que no se podía condonar el pago.

En la cena, un periodista de La Prensa dijo que se había comu-nicado con el vicecanciller de la República, Alden Rivera, para que pagara la visa, pero los integrantes de la Caravana rechazamos su pro-puesta. “Por qué vamos a aceptar que ellos paguen, si cuando fuimos a buscarlos no nos pararon bola, no nos atendieron. Pero bien que cuando los llaman de La Prensaallí sí dicen presente”, dijo una de las madres de la Caravana. “Ade-más, si aceptamos, van a decir que financiaron toda la Caravana, así que mejor no”, me dijo Emeteria Martínez.

Ian Quiroz informó que había que pagar los 98 dólares y que la Red se haría cargo, pero que si se necesitaba dinero en México, los integrantes de la expedición se ha-rían responsables. El grupo aceptó.El viernes, mientras se daban las vueltas para pagar las visas, el grupo llevó a cabo un plantón en los bajos del Congreso Nacional, donde se expusieron las fotografías con los rostros de los desaparecidos.

El reloj seguía marcando las horas. Dieron las once, las doce, la una, las dos, hasta que a las dos y media de la tarde nos dijeron que nos moviéramos a la embajada, a retirar la visa. Llegamos a las tres, nos hicieron pasar a la sala de recla-mos y allí estuvimos hasta las cinco.

SE INICIA LA EXPEDICIÓNAl salir de la embajada de Mé-

xico estábamos listos para viajar. El microbús que nos llevaría hasta la frontera de Aguas Calientes también estaba listo. Salimos a las seis de la tarde del viernes 29 de octubre. Con el bus en marcha, la hermana Lidia Mara inició un rosario, que todos acompañaron. Yo sólo escuchaba —no sé rezar—, pero las acompañaba cuando toca-ba el Padre Nuestro. El rosario se repitió en todos los días que duró la Caravana.

Éramos once mujeres y dos hombres, más el conductor del microbús. Para llegar hasta Aguas Calientes tomamos la vía de La Esperanza, pasamos por Gracias y salimos a Santa Rosa de Copán. Periodistas de diario La Prensaavisaron que en una gasolinera, en el desvío a Gracias, una persona nos esperaba con el desayuno.

Al llegar me di cuenta que se trataba de la cónsul de Honduras en Tapachula, Patricia Villamil, que quería así justificar su ausencia en su centro de trabajo el día que la Caravana llegaría allí. Les regalóun emparedado y un refresco a los familiares de los migrantes des-aparecidos, al ritmo del flash de lascámaras de La Prensa.

LLEGAMOS A GUATEMALA,DONDE COMIENZA ELMARTIRIO DE LOS MIGRANTESAl nomás llegar a Aguas Ca-

lientes, aparecen varios hombres ofreciendo sus servicios como tramitadores y otros como cam-bistas de moneda. Los trámites son fáciles de realizar, cualquier agente aduanero los realiza; pero con los tramitadores las cosas ope-ran diferente. Apoyarse en uno de ellos puede costar desde 100 hasta

500 lempiras. Igual acontece con los cambistas, que ofrecen precios desfavorables por el cambio del Lempira al Quetzal. Pasando la frontera, para llegar al municipio de Esquipulas, hay taxis que cobran 20 quetzales, pero si uno se descuida, le pueden cobrar hasta 200.

“Hay que tener cuidado, porque a veces los conductores se ponen de acuerdo con la policía de aquí para fregar a los hondureños y salva-doreños que van sin papeles”, me advirtió el conductor del taxi que me llevaba a Esquipulas. Pero, ¿por qué?, si con el permiso CA4 se puede andar tranquilo, le pregunté. “Ah, es que muchos que vienen de su país no traen ni la cédula de identidad, entonces andan ilegales por aquí”, me respondió sin vacilación. ¿Y qué les hace la policía?, “Pues nada, les cobra dinero para dejarlos ir y se lo reparten con los taxistas o buseros que les informaron”, me dijo tran-quilamente aquel hombre con su característico acento chapín.

A las 12:30 de la tarde ya está-bamos en Esquipulas. Inmediata-mente buscamos una empresa de transporte que nos llevara hasta Ciudad Guatemala. Nos informa-ron de una cuyo bus salía a la una y llegaba a la capital a las 5:30 de la tarde. Lo tomamos. Al llegar a la terminal preguntamos por otro autobús que nos llevara a Tecún Umán, municipio fronterizo con México. Tres taxistas nos llevaron a la terminal de los “Rápidos del Sur”. Viajamos toda la noche; en Tapachula nos esperaban las or-ganizaciones defensoras de los de-rechos humanos de los migrantes.

En Tecún Umán se vive un am-biente de mucha zozobra; abundan las cantinas y bares donde trabajan mujeres centroamericanas que al-gún día emprendieron viaje hacia Estados Unidos. Allí nos contaron

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que los migrantes son asaltados con frecuencia, y las mujeres vio-ladas y raptadas para llevarlas a trabajar en la prostitución. Pude ver a muchas mujeres ofreciendo sus servicios en las calles de esta ciudad.

Luego de dormir un par de ho-ras seguimos camino a la frontera, caminamos unas cinco cuadras para “chequearnos” en la salida de Guatemala. Allí se presentó un pro-blema con doña Emeteria Martínez, quien tenía un asunto pendiente con migración. Dos años atrás había entrado a Guatemala, pero en la salida no le sellaron su pasaporte, por lo que tenía que pagar una multa de cinco mil quetzales. Se arregló un pago de 900 quetzales y, así, doña “Eme” pudo continuar el viaje. Pasamos la caseta de salida y cruzamos el puente desde donde se pueden ver muy de cerca las balsas transportando personas y productos. Así pasan también los migrantes, en horas nocturnas.

La Caravana tenía como fin encontrar pistas de 273 personas, cuyos expedientes y fotografías acompañaban a los viajantes. “Pero son cerca de mil las personas des-aparecidas que la Red tiene entre sus archivos”, decía Juan José, inte-grante de la Caravana, al responder a las preguntas de los periodistas.

¡LLEGAMOS A MÉXICO!Luego de más de una hora de

registro, logramos pasar a Ciudad Hidalgo. “Tapachula, Tapachu-la…”, gritaban los ayudantes de las “combis”, como se les llama allá a los microbuses que nosotros conocemos como “rapiditos”, o “rapilocos”, en San Pedro Sula. El pasaje cuesta 18 pesos. Tomamos una “combi”, que en 40 minutos nos llevó hasta Tapachula. Nos dejó

cerca del Parque Central, donde nos esperaban Rubén Figueroa y Elvira Arellano, activistas de los derechos humanos de los migrantes.

La Caravana fue recibida por las autoridades del Estado de Chiapas. Allí se desarrolló la pri-mera conferencia de prensa e inmediatamente se expusieron las fotografías en la Plaza Central de Tapachula, donde la gente llegaba a observar las fotos en busca de algún conocido.

Un lustrabotas identificó una foto y la relacionó con uno de sus amigos. “Por aquí cerca pasa”, dijo, para luego dirigir a los integrantes de la Caravana hasta el lugar. Se trataba de Haryn Alfredo Rivera Flores, de Villanueva, Cortés. Su fotografía fue identificada por su hijo menor, quién informó que su papá es un enfermo alcohólico. La Caravana no pudo ubicarlo, pero ya tenía señales importantes.

Varios hondureños y hondure-ñas llegaron, pero aseguraron que no tenían problemas de comunica-ción con sus familiares. Muchos ya tienen una vida hecha en Tapachu-la. Otro grupo de la Caravana se movió a la Estación de Detención de Migración, a buscar a más hondu-reños, pero no encontró a ninguno de los desaparecidos.

EL ESTADO DE CHIAPASChiapas es el Estado mexica-

no más avanzado en la lucha por el respeto de los derechos de los migrantes. Incluso cuenta con una Fiscalía para Migrantes.

Charlé con el Fiscal Coordina-dor, Alfonso Enrique Méndez Rojas, quien me dijo que “gracias a esta Fiscalía hemos desarticulado ban-ía hemos desarticulado ban- ban-das de asaltantes que se apostaban en los caminos, también hemos reducido la impunidad”.

El Estado de Chiapas puso a disposición de la Caravana varios policías para su seguridad, tres fiscales de migración y un autobús especial para trasladar a los fami-liares de los migrantes.

A las tres de la tarde salimos de Tapachula al municipio de Arriaga, siempre en Chiapas. La Caravana salió con policías al frente, fiscales y periodistas que le daban cobertura informativa a la movilización.

A mí me tocó viajar en un busito con cuatro personas más, el conduc-tor, un fotógrafo de la Agencia EFE, un activista de derechos humanos y Elvira Arellano, la mujer que hace tres años, en Chicago, se encerró en una iglesia para evitar ser deporta-da con su hijo. Al final la deportaron y pende sobre ella una condena de veinte años, que le impide ingresar a los EUA. Tuve el privilegio de entrevistarla y transmitir su testi-monio por Radio Progreso.

NOS RECIBEN EN LACASA MIGRANTE A las siete de la noche llegamos

a la Casa Migrante Hogar de la Mi-sericordia, en Arriaga. La Casa es atendida por el sacerdote salesiano Heyman Vásquez Medina. En la entrevista me contó que en la Casa se quedan todos los migrantes que lo desean. Les dan alimentación y hospedaje, y ellos sólo deben apoyar en los trabajos de limpieza. “Aun-que hay un reglamento interno que dice que los migrantes sólo deben permanecer 72 horas en la casa, nosotros los dejamos más tiempo, cuando el tren no ha salido”, ase-guró el padre Heyman.

Los migrantes esperan a que pase un tren para seguir su cami-no. “Compa, ya me quiero ir, tengo cinco días, pero mañana dicen que va a pasar el tren; ojalá, porque ya

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me estoy tardando mucho en llegar al Norte”, me dijo un nicaragüense que va a encontrarse con su familia en Los Ángeles, California. Y así en-contramos a otros migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras.

En el camino hacia EUA, ellos y ellas tejen sus historias. La mayoría se va para mejorar sus condiciones económicas, en busca de un empleo que se les ha negado en su propio país. Pero no todos van en busca del mal llamado “sueño americano”. Algunos se van para buscar un familiar: es el caso de don Víctor Mendoza Romero, de San Antonio, municipio de La Libertad, departa-mento de Comayagua.

A don Víctor —que va al Distri-to Federal en busca de su hijo—, lo encontramos refugiado en la Casa Migrante, en Arriaga. Con lágrimas en sus ojos, nos dijo que su hijo sufrió un accidente y que están a punto de cortarle una pierna. “Me urge llegar, pero el padre me dijo que me está consiguiendo un per-miso para no tener que esconderme de nadie y así llegar más rápido”, me expresó.

Cenamos la misma comida y en los mismos platos que los migran-tes. Dormimos en casas distintas, pues el padre Heyman pidió posada para nosotros. Al día siguiente, la jornada comenzó con la exposi-ción de fotos en la Plaza Central de Arriaga. Hasta el presidente municipal, Carlos Eliturbe, y su es-posa, acompañaron esta actividad. También se realizó una caminata, que concluyó en el Cementerio Municipal, donde las madres y otros familiares, integrantes de la Caravana, llegaron para coronar, en el Día de los Muertos, las fosas comunes donde yacen migrantes no identificados. Al salir del cemente-rio se realizó una conferencia de prensa en la Casa, almorzamos y

nos preparamos para salir a Ixte-pec, Oaxaca.

GRAN RECIBIMIENTOEN IXTEPECSalimos de Arriaga casi a las

cuatro de la tarde. A unos veinti-cinco minutos de camino terminaba el Estado de Chiapas. Allí, en la línea fronteriza, nos despidieron los fiscales de migración y la policía fe-deral, advirtiéndonos de los peligros en la carretera, sobre todo porque estábamos ingresando a un Estado sumamente violento. Contrario a Chiapas, en Oaxaca no nos esperaba ninguna autoridad ni los cuerpos de seguridad.

En la carretera, cada treinta kilómetros, encontrábamos garitas, que son los establecimientos don-de la policía de migración realiza operativos. También nos encon-tramos con caravanas de vehículos militares, en posición de alerta. Así pude constatar que la situación de seguridad —por la operación de bandas de secuestradores, asal-tantes y narcotraficantes—, no era una simple noticia de los medios de comunicación.

Nosotros también nos sen-tíamos tensos y alertas. Pudimos observar la circulación de grandes carros o camionetas, como les lla-man los mexicanos, sin placas de identificación. Una Ford se cruzó varias veces en nuestro camino, pero la Caravana no detuvo su marcha. Estábamos cerca: así lo indicaba una valla que nos decía “Bienvenidos a Ixtepec, Oaxaca”. Dos cuadras antes de la valla nos esperaban dos hombres, en una mo-torizada. Pero no eran policías, sino colaboradores de la Casa Migrante.

Llegamos a la Casa Hogar Her-manos en el Camino, administrada por el sacerdote salesiano José

Alejandro Solalinde. Nos recibieron con pancartas y una valla humana compuesta por migrantes. Me im-presionó la gran cantidad de estos, más de doscientos, albergados en la Casa. De inmediato supuse que por Ixtepec no había pasado ningún tren en los últimos días. Consulta-mos con los internos y así lo confir-maron. “Pero en la madrugada va a salir, ya nos avisaron” —me dijo un salvadoreño—, mientras preparaba su bolsita para desvelarse y poner toda su atención en el silbido del “monstruo de hierro”, el tren que los llevaría a Medias Aguas o a Ori-zaba, su próximo destino.

Algunos migrantes, al darse cuenta de que Radio Progreso es-taba allí, pidieron hacer saludos. Los grabé y, cuando lograba acceso a internet, los enviaba a la emisora. Debo agradecer a Elvira Arellano, que me prestó su computador con internet móvil de banda ancha, gracias a lo cual pude enviar la información a tiempo.

El padre Solalinde me narró su historia. Estuvo a punto de ser asesinado por habitantes del pueblo que, envenenados por los “polleros” (“coyotes”) y asaltantes, pedían que se cerrara la Casa Hogar, ar-gumentando que allí se protegía a delincuentes. “Una vez casi me queman vivo, junto a este albergue, y todo porque, al darle atención a los migrantes, con techo y comida, se les acababa el negocio a muchas personas mal intencionadas, inclui-dos los polleros”, explicó el padre Solalinde. En varias ocasiones han atentado contra él, pero asegura que si va a morir por ayudar a los mi-grantes, con mucho gusto lo haría.

Dormimos en una colchoneta tirada en el suelo, con un ojo abierto y otro cerrado, esperando la salida del tren a la una de la madrugada. Estábamos descansando cuando se

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escuchó el silbido de “la bestia de acero”, anunciando su salida. En un abrir y cerrar de ojos la vieja estación parecía una feria. Los mi-grantes salieron de todas partes, se subían y buscaban un lugar seguro para no arriesgar su vida. Después del tercer pitazo, el tren reinició su marcha.

Al amanecer, en la Casa de Ixtepec era notoria la ausencia de los migrantes. Algunos se queda-ron porque tienen un empleo, y la Casa los apoya con la comida y el hospedaje; otros esperaban dine-ro de sus parientes radicados en EUA. Y otros se quedaron porque la situación no estaba nada fácil: “Los están asaltando, irse ahorita es exponerse a que lo maten a uno”, me dijo un hondureño de Cholute-ca, que prefirió quedarse y esperar la salida del próximo tren, en unos cinco u ocho días.

La Caravana inició el día con una misa oficiada por el padre Solalinde. Luego de desayunar marchamos hacia las líneas del ferrocarril y recorrimos algunas calles de Ixtepec, exigiendo un trato humano para los migrantes, que sólo buscan una fuente de trabajo para ayudar a sus familias.

SECUESTRAN A VEINTECENTROAMERICANOS“El tren que salió en la

madrugada fue asaltado”, fue lo primero que nos dijo un migrante salvadoreño, quien nos pidió no revelar su nombre. Llegó en el mo-mento justo, cuando se realizaba una conferencia de prensa en la Casa Migrante. “Viajábamos como unos doscientos, pero no a todos los asaltaron; si sé que se llevaron como a veinte de los que íbamos en el tren. Yo salí corriendo y me es-condí; el asalto fue como dos horas

después de haber salido”, explicó el asustado migrante. Después de la conferencia de prensa salimos hacia Córdova, en el Estado de Veracruz, a ocho horas de distancia.

LA PATRONA NOSRECIBIÓ CON LOSBRAZOS ABIERTOSSalimos con la intención de

protegernos, sabiendo que andá-bamos en un territorio minado por la violencia, los secuestros y asesinatos. Este es un corredor muy importante para el tráfico de drogas, y estábamos en el territorio de los carteles del narcotráfico.

En Córdova nos esperaban, con mucha alegría, en la comu-nidad de La Patrona y en la Casa del mismo nombre. La Caravana llegó bajo una pertinaz llovizna, y bajo el agua nos esperaban Norma Romero Vásquez, su mamá, her-manas y cuñadas, encargadas de los alimentos y el agua que se les da a los migrantes que viajan en el tren que pasa a toda velocidad, a una cuadra de la Casa. También nos recibió el sacerdote Luis Ángel Nieto, de la organización “Nuestros lazos de sangre”.

Después de cenar nos fuimos a dormir, de nuevo en colchonetas tiradas en el suelo. A las 9:30 de la mañana se escuchó el pitazo del tren. “Ya viene, preparemos rápido los alimentos”, dijo Norma, y los miembros de la Caravana pusieron manos a la obra. En cuestión de minutos salieron aquellas mujeres, carreta en mano, llenas de bolsas de comida y agua.

Pude ver de cerca la “bestia de acero” y sentí una gran emoción. Me preparé para tomarle fotos. Cuando el tren pasó frente a noso-tros, quedé impresionado, tratando de imaginar cómo hacen los mi-

grantes para subirse a la “bestia”, mientras va en marcha. “Comida, comida, comida…”, gritaba Norma, mientras pasaban los vagones. Pero en ese tren sólo viajaban dos mi-grantes, porque “lleva químicos”, justificó Norma. En el último vagón iban tres hombres armados para proteger la máquina de los asaltos.

“Hay que esperar otro, pasan hasta tres al día”, le dijo Norma a los integrantes de la Caravana. Mientras esperaba el próximo tren, la Caravana realizó su conferencia de prensa. Visitó la delegación Humberto Alessandrini Mojica, delegado regional del Instituto Nacional de Migración en el Estado de Veracruz. La primera autoridad consular en hacerse presente fue la cónsul de El Salvador en Veracruz, Claudia Saldaña.

En La Patrona se unió a la Caravana la señora Estela del Car-men Paz quien, con lágrimas en sus ojos, relató la historia de su hija desparecida, Estela del Carmen Paz Domínguez. Ésta fue secuestrada y los maleantes sólo le devolvieron a su nieto. Se unió a la Caravana con mucho gusto.

A las 11:30 de la mañana se vol-vió a escuchar el pitazo y el rugido de la “bestia de acero”. La misma escena, salir a la carrera con las carretas llenas de bolsas de comida y agua. En las vías del tren, la téc-nica es extender el brazo, al mismo tiempo que los migrantes extienden el suyo para atrapar los alimentos. Está prohibido tirarles la comida. En este tren sólo viajaban unos diez migrantes. “Son muy pocos, no sé qué pasa”, se preguntó Norma. Luego, la Caravana se preparó para salir rumbo al Distrito Federal.

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EN EL DISTRITO FEDERAL,PRIMERA SORPRESADespués de pasar por varios

lugares, incluida la bellísima Pue-bla, cinco horas después llegamos a la Ciudad de México. “Nos vamos directo al hotel y luego salimos al auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, SME, para la bien-venida”, anunció Elvira Arellano, que guiaba a la Caravana hasta el Distrito Federal.

A medida que nos adentrába-mos en el DF, advertíamos el inmen-so tamaño de esta ciudad de más de veinte millones de habitantes, bulliciosa y con un cielo nublado por la contaminación. Llegamos al Hotel Texas. Teníamos veinte minutos para instalarnos y salir al SME, ubicado a cuatro cuadras del Texas. Nos fuimos a pie. Lle-gamos y había muchos periodistas esperándonos. Además, había delegaciones de otros países, que venían a participar en el Tribunal Internacional de Conciencia y en el Foro Mundial Alternativo de los Pueblos en Movimiento. Pero fue la delegación de Honduras la que aca-paró la atención. Los miembros de la Caravana abrazaron a una mujer de edad avanzada, Marta Sánchez, que preparó la agenda a desarrollar en la Ciudad de México.

En esa bienvenida, Marta Sán-chez le anunció una sorpresa a doña Emeteria Martínez. Y así fue. Doña Emeteria se encontró allí mismo con su nieto, Jorge Luis Ortiz, quien tenía dos meses de haber sa-lido de El Progreso, Yoro, rumbo a los EUA. Los activistas de derechos humanos lo ayudaron en el D.F., a petición de doña Emeteria. “Pero me dijeron que ya estaba adelante del D.F., por eso me sorprende en-contrarlo, nunca pensé verlo, estoy muy contenta”, dijo doña Emeteria, mientras la entrevistaba para Radio Progreso.

Jorge Luis es hijo de Ada Ortiz, la hija de doña Emeteria, desapa-recida desde hace veinte años. Cuando Ada salió de Honduras, Jorge Luis tenía apenas nueve me-Luis tenía apenas nueve me-ses de edad.

VISITA A LOS DIPUTADOSFEDERALES Y SENADORESMe desperté muy temprano el

jueves, ya que nos tocaba visitar la sede del Poder Legislativo y la Cámara de Senadores. Al llegar a la sede del Legislativo nos encontra-mos con muchas protestas en los al-rededores. Para entrar tuvimos que pasar por un minucioso registro, que incluso resultó chocante. “Es-ó chocante. “Es- chocante. “Es-tán nerviosos por tanta protesta”, explicó Pepe Yak, esposo de Marta Sánchez y diputado federal. Fue él quién gestionó el recibimiento de la Caravana en el Poder Legislativo. Al final entramos. La Caravana fue recibida por cuatro diputados federales de la Comisión de Asuntos Migratorios y Derechos Humanos.

Luego, la Caravana se trasla-dó al Senado, donde fue atendida por tres senadores. Entre ellos, la senadora Rosario Ybarra viuda de Piedra, una mujer a la que el gobierno le arrebató a su hijo, hace 35 años. La senadora se emocionó al ver a aquellas doce mujeres con las fotografías de sus parientes desaparecidos, y una bolsa con cerca de 300 fotografías más. “Yo comprendo el dolor de las madres, a mí el gobierno me arrebató a mi hijo, eso fue hace 35 años y todavía hoy sigo buscándolo”, manifestó.

Después nos trasladamos a la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde se instaló el Tribunal Inter-nacional de Conciencia que, entre otros casos importantes, conocería el de la matanza de 72 migrantes en

el rancho San Fernando, en Tamau-lipas. Luego, la Caravana atendió una invitación de este importante organismo, ante el que expuso sus inquietudes y demandó mayor aten-ción a los derechos humanos de los migrantes.

REUNIONES CON LACONADEH Y EL INAMIDesayunamos con los miem-

bros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y nos reuni-mos, durante 25 minutos, con su presidente, Dr. Raúl Plascencia Villanueva.

La delegación hondureña ex-puso cuatro demandas concretas: 1) Involucrar a la sociedad civil en la defensa de los derechos de los migrantes; 2) que cada noticia sobre migrantes centroamericanos fuese comunicada de inmediato a la en-tidad consular correspondiente; 3) incidir en la creación de albergues o casas migrantes y garantizar a los activistas sus derechos en estas actividades; y, 4) protección y cola-boración inmediata y efectiva a los migrantes mutilados por los trenes.

Salimos con el tiempo justo para visitar las cárceles de deten-ción de migración y entrevistarnos con los agentes migratorios. Las autoridades migratorias, encabe-zada por el Comisionado Salvador Bertrand del Río, condujeron a la Caravana por cada una de las salas de reclusión, tanto de mujeres como de menores; la cocina, la biblioteca e incluso el taller de aprendizaje de manualidades. Todo en buenas condiciones. Pero no abrieron las puertas de las salas de reclusión de hombres, y tampoco hubo expli-caciones al respecto. No obstante, se pudo constatar el hacinamiento en que se encuentran. Dentro de la estación de detención no se puede

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grabar ni realizar entrevistas, pero se nos permitió tomar algunas fo-ó tomar algunas fo- tomar algunas fo-tografías.

Luego se ofreció una confe-rencia de prensa. “Si usted me contestara esta pregunta se re-solverían muchos problemas en este país: ¿Por qué, si todo es tan transparente y tan limpio, por qué si todo está tan bien, todo está tan mal?”, preguntó Marta Sánchez al Comisionado Salvador Bertrand del Río, director del Inami. A todos nos sorprendió esta intervención, que recibió una respuesta nada sor-prendente: el silencio del gran jefe.

Luego nos trasladamos a la sede del Centro Cultural, donde seguían desarrollándose las activi-dades del Foro Mundial Alternativo de los Pueblos en Movimiento.

SÁBADO 6 DE NOVIEMBRE,DÍA DEL ENCUENTRODE MADRE E HIJADespués de visitar el santuario

de la Virgen de Guadalupe, Patro-na de México, donde la Caravana expuso sus fotografías en la Plaza Mariana, Marta Sánchez anunció que había una sorpresa para una de las madres de la Caravana. Y anun-ció la salida hacia la Casa Migrante de Lechería.

Hora y media después llegamos a la Casa del Migrante San Juan Diego, en el municipio de Tultitlán, Estado de México, donde la Cara-vana recibió muchos aplausos. Yo estaba impaciente, por no saber de qué se trataba todo aquello. Hasta que lo supe. “Doña Emeteria se va a encontrar con su hija”, me dijo alguien. “Aquí mero, ya viene en camino”, oí decir. Al filo de las cinco de la tarde, todos en la Casa ya sabían la noticia, menos doña Emeteria. “Peraza, yo los miro bien raros a ustedes, ¿qué pasa?; lláme-¿qué pasa?; lláme-qué pasa?; lláme-

me a mi hija allá en Honduras”, me decía doña “Eme”.

Eran las 5:47 de la tarde cuando se dio el encuentro. La hija de doña Emeteria llegó en un taxi, acompa-ñada de su esposo y su hijo, de 18 años. Los nervios eran evidentes. Venía acompañada, además, por Guadalupe Calzada Sánchez, encar-gada de la Casa Migrante, y Jorge Luis Ortiz, su hijo, al quien no veía desde que tenía nueve meses. “Per-dóname, mamá”, dijo Ada Ortiz, en medio de un mar de lágrimas y prendida al cuello de doña Emete-ria, la madre que la buscó durante veinte años, hasta que la encontró en México. “No tengo nada que perdonar, hija, el amor de madre lo puede todo”, dijo doña Emeteria, con un nudo en la garganta y lá-grimas corriendo por sus mejillas, en aquel abrazo inmenso y eterno.

¿Por qué se tardaron tanto?, pregunté a Guadalupe Calzada Sán-chez, encargada de la Casa Migran-te. “Ellos no querían periodistas, el esposo de Ada no quería preguntas incómodas. La razón es que Ada to-davía está indocumentada, y temen tener problemas con la migra. Pero los convencimos, gracias a Dios. Esto es un milagro”.

El día siguiente, un lunes, de-bíamos participar en una marcha del Foro Alternativo, en un plantón ante la embajada de Honduras, y prepararnos para salir, a las diez de la noche, hacia Guadalajara, Jalisco.

ÚLTIMO DÍA EN EL D.F.La marcha se inició a las nue-

ve de la mañana, desde el Hotel Texas. Participaron miembros de organizaciones internacionales que trabajan con migrantes, mu-chos filipinos, centroamericanos y mexicanos que radican en los EUA. Y, por supuesto, las madres y los

familiares de la Caravana con su manta y su bandera al frente. ¿Paradónde va la marcha?, le pregunté a un mexicano hijo de salvadoreños. “Vamos a protestar frente a la sede de Relaciones Exteriores de Méxi-co”, me contestó.

Las consignas se gritaban en español y en inglés. El plantón duró una hora. Luego, la Caravana se dirigió a la embajada de Honduras. Llegamos y las mujeres tendieron, sobre la acera, las fotografías de los desaparecidos. Al rato salieron de la embajada Nelly Barnica, cónsul en la Ciudad de México, y Sandra Reyes, cónsul en San Luis Potosí. Se enfrascaron en una discusión, a raíz de los fuertes reclamos de la Caravana por el poco trabajo que los diplomáticos hondureños realizan para apoyar a nuestros compatrio-tas migrantes.

En el mismo lugar, Ian Quiroz, leyó frente a las empleadas consula-res y los medios de comunicación un comunicado en el que la Caravana pedía la destitución de Ramón Cus-todio López, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, por no exigir el respeto de los derechos de los migrantes. Y se le pidió cuentas claras al canciller Mario Canahuati, por no informar sobre el destino de los fondos asignados a la búsqueda de migrantes. Después de la pro-testa, la Caravana se trasladó al Centro Cultural, para esperar la salida a Guadalajara.

MARCHA Y TRIBUNALEN GUADALAJARALlegamos a las nueve de la

mañana a la Plaza Central de la ciudad; allí nos esperaban unos señores, cuyos maltratados rostros denotaban una vida bastante dura; todos andaban con sombreros. Eran los ex braceros. Así se les llama a las

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personas que, tres décadas atrás, cruzaban al otro lado de la frontera con permisos para ir a trabajar en la tapiscada de maíz, arroz, frijoles y algodón.

Los patronos y el gobierno de-terminaron descontarles un 10% de su sueldo para crear un fondo de pensión, pero nunca les devolvieron tales fondos. Hoy hacen enérgicos reclamos al gobierno mexicano. Las organizaciones de migrantes protestaron junto a estos hombres y mujeres por las principales calles de Guadalajara, hasta llegar a la uni-versidad estatal, donde se instaló un Tribunal Internacional de Con-ciencia a favor de los ex braceros.

PUERTO VALLARTA,NUESTRO DESTINO FINALA las cinco de la mañana sa-

limos hacia Puerto Vallarta. Allí se realizaba el Foro Mundial de Migración y Desarrollo, organizado por el gobierno mexicano y en el que participaban autoridades de mu-chos países, incluido Honduras. La ciudad estaba totalmente vigilada, había policías cada cincuenta me-tros. Pararon el autobús en varias ocasiones.

La actividad se realizó en las viejas instalaciones de un rodeo, y el mitin en las gradas del mismo establecimiento. A las cuatro de la tarde salió una marcha, con la intención de llegar hasta el Centro Internacional de Convenciones, donde los cancilleres participaban en el Foro Mundial.

Sólo pudimos avanzar una cuadra, pues un cerco policial con grandes vallas, atravesaba la carre-tera. La marcha se detuvo y realizó un acto con lecturas de pronun-ciamientos contra el Foro oficial. La actividad duró una hora. Al día siguiente emprenderíamos el viaje de regreso a Honduras.

EL RETORNO Salimos a las nueve de la maña-

na de Puerto Vallarta, con destino al Distrito Federal. Un trayecto de quince horas, escoltados por policías federales. Al llegar al D.F. tomamos un autobús directo a Tapachula, a las tres de la tarde. Nos esperaban 19 horas de viaje. Marta Sánchez nos despidió en la terminal del Tapo con una sonrisa y un abrazo. Allí estaban también Ada y su familia, esperando a doña Emeteria, para despedirse.

Llegamos a Tapachula a las diez de la mañana del sábado. Allí, la Caravana buscó más datos sobre los desaparecidos y pudo encontrar, totalmente borracho, a Haryn Al-fredo Rivera Flores quien, al ver su foto, inmediatamente dijo que era él.

Salimos de Tapachula, pasamos la frontera mexicana y entramos en Guatemala. Al otro lado estaba Mario, el conductor de un microbús contratado por la Red Comifah, que nos trajo hasta Honduras. Llega-mos a San Pedro Sula a las 5:30 de la tarde. Conmigo venían las cuatro mujeres que representaban al Co-mité de Familiares de Migrantes de El Progreso. Nos despedimos del resto de viajantes, que continuó hacia Tegucigalpa.

Así terminó esta Caravana, con muchas emociones y sentimien-tos. Pero los secuestros, asaltos y asesinatos de migrantes quedaron intactos en tierras aztecas.

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¿POR QUÉ TESTIMONIO?El 28 de junio de 2009, las Fuerzas Armadas de

Honduras apresaron y exiliaron violentamente al presi-dente José Manuel Zelaya Rosales, electo democrática-mente a finales de 2005. Ese y otros sucesos posteriores

Golpe de Estado, Patrimonio Cultural e Identidad Nacional1

DARÍO A. EURAQUE*

La ciencia del raciocinio y la de la memoria, la lógica y el arte mnemónica son las bases del saber humano, las que tienen influencia más decidida en sus progresos, las que no pueden estar atrasadas sin que su atraso lo

cause en las demás ciencias2.José CeCilio del Valle (1777-1834)

Que ninguna corporación, autoridad o persona particular por sí, o unida con otras ni con todo el pueblo donde resida, tome la voz de la nación, ni del pueblo para obligar a las legitimas autoridades a hacer lo que soliciten de deponer empleados, prender, y deportar individuos por graves delitos que

se les supongan […]3.FranCisCo Morazán (1792-1842)

provocaron una de las mayores crisis sociales y políticas del país en los últimos 50 años, que ya se vislumbraba desde 20054. Con el golpe de Estado se destruyeron casi 30 años de gobernabilidad democrática, que se inició cuando la Asamblea Nacional Constituyente promulgó en 1982 la Constitución de la República más reciente.

El régimen instalado posteriormente gobernó hasta el 27 de enero de 2010, sin haber sido reconocido oficial-mente por la inmensa mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas, y casi todos los países de Amé-rica Latina. El régimen de facto despidió a la mayoría de los ministros del gabinete del presidente Zelaya y a casi todos los funcionarios que dirigían instituciones autónomas del Estado. Yo fui uno de ellos.

Hasta el momento se han publicado sendos ensayos sobre los orígenes del golpe, la terrible violación de los derechos humanos, el despilfarro de recursos financie-ros y los esfuerzos diplomáticos de la Organización de

1 Introducción al libro, de reciente aparición, El golpe de Estado del 28 de junio de 2009, el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional, resumida para la presente edición de Envío-Honduras.

* Doctor en Historia, autor de varias obras sobre la historia econó-mica y social de Honduras, y ex gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (2006-2009). Actualmente es profesor en el Trinity College, en Estados Unidos.

2 J. C. del Valle, Abogado y Sabio de la Ilustración, redactor de la Declaración de Independencia de Centroamérica en 1821. Escritos Inéditos de José Cecilio del Valle, seleccionados por Ramón Oquelí, SCAD, Tegucigalpa, 1996, p. 36.

3 Francisco Morazán, Prócer, Estadista y Paladín de la Unión de los Pueblos de Centroamérica. Morazán, Francisco, “Decreto Sobre Tumultos y Asonadas”, 1 de junio de 1825, en Francisco Morazán: Obras, Vol. 1, La Organización del Estado de Hon-duras, Víctor Cáceres Lara et al. (editores), Litografía López, Tegucigalpa, 1992, p. 113.

4 Euraque, Darío A., “Estructura Social, Historia Política y la Nueva Democracia en Honduras”, en Política y Desarrollo en Honduras, 2006-2009: Los Escenarios Posibles, Diego Achard y Luis E. González (editores), PNUD, Tegucigalpa, 2006, pp. 259-285.

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Estados Americanos por restituir al presidente Zelaya, luego que Honduras fuese expulsada de esa organiza-ción en julio de 2009.

Estas Memorias se suman a la reflexión necesaria sobre el golpe de Estado de 2009. Pero, además, abordan una temática un tanto descuidada en las publicaciones existentes sobre los sucesos de 2009: el impacto del gol-pe de Estado sobre el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional. Para nuestros propósitos, es meritorio desta-car la definición de Identidad Nacional en el contexto hondureño, que resumió el colega Ramón Romero:

Entendemos la identidad nacional como un estado de la conciencia colectiva de una comunidad nacional, por la cual sus miembros se sienten formando parte de un proyecto que corresponde a los intereses y aspiraciones fundamentales de los distintos grupos, comunidades, clases, etnias y culturas que integran la nación, y que lleva a los ciudadanos a comprometerse con lealtad, para realizar dicho proyecto5.

Entonces, me comprometí con este testimonio para contribuir al rescate de un enorme esfuerzo institucio-nal, de Estado, por fortalecer la Identidad Nacional, que fue violentado por el cruento golpe de Estado. En este afán nos fundamentamos no solo en Froylán Turcios, sino también en Walter Benjamin, cuyo compromiso ético y metodológico atraviesa todo este libro: “articular históricamente lo pasado no significa conocerlo como verdaderamente ha sido. Consiste, más bien, en adue-ñarse de un recuerdo tal y como brilla en el instante de un peligro”.

Abramos este testimonio con palabras de Froylán Turcios. En 1924, ante la presencia de marines esta-dounidenses en Tegucigalpa, Turcios declaró: “Este es el momento en que el silencio constituye un crimen”6.Este es un libro de memoria histórica individual, que nunca creí que llegaría a redactar y publicar. Sin em-bargo, la Historia, a la cual he dedicado mi vida inte-lectual, me rebasó y me presentó el reto de registrar lo

acontecido en su contexto histórico, tal como lo viví y percibí desde el 28 de junio de 2009.

Resumo aquí la idea general de mi travesía. Entre junio de 2006 y el 1 de septiembre de 2009 me desem-peñé como Gerente del Instituto Hondureño de Antro-pología e Historia (IHAH). En ese lapso, coordinando con la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes (SCAD), a cargo del Dr. Rodolfo Pastor Fasquelle, promoví una política cultural novedosa, más democrática, con una nueva infraestructura administrativa y que, explícita-mente, vinculaba el Patrimonio Cultural con el forta-lecimiento de la Identidad Nacional de nuestro país.

RUPTURAS QUE PROVOCÓ EL GOLPEEl golpe de Estado trastornó las relaciones estre-

chas que se habían forjado entre la SCAD, el IHAH, las Casas de la Cultura, la Red de Bibliotecas de la SCAD y los Consejos Regionales de Cultura, con la ciudadanía, fundaciones privadas, guarda recursos culturales loca-les, alcaldías y sus oficinas de turismo; con maestros promotores del Patrimonio Cultural de los valles de Sula, Comayagua y Jesús de Otoro, y de municipios de los departamentos de Copán, Santa Bárbara, Olancho, Colón y Gracias a Dios.

A partir del golpe de Estado se destruyeron años de intenso y minucioso trabajo con grupos étnicos or-ganizados, en particular en Copán con los maya chortí; y en Olancho, Colón y La Mosquitia con los pech, los tawahka y los misquitos; igualmente se interrumpió el trabajo creativo y comprometido con comunidades lencas en Intibucá y Lempira, y con garífunas en Tru-jillo, La Ceiba y Tela en los departamentos de Colón y Atlántida, y en Omoa, departamento de Cortés.

EL PESO DE LA “MAYANIZACIÓN”Desde su fundación en 1952, las políticas culturales

del IHAH se derivaron de una visión estrecha sobre la relación entre el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional. Se sobrevaloraron los restos arqueológicos —en particular la antigua ciudad Maya en Copán Ruinas— y su relación con la Identidad Nacional. La sobrevaloración de una etnia antigua, mediante el Parque Arqueológico de Copán (PAC), reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1980, se vinculó con una visión de la Identidad Nacional en función de las necesidades del turismo, sobre todo el internacional. Hemos caracterizado este proceso como la “mayanización” de Honduras.

Desde la década de 1970, la mayanización se consolidó como prioridad de la Secretaría de Cultura

5 Romero, Ramón, “Reflexiones sobre la identidad nacional en Honduras”, Coloquio, Políticas Culturales e Identidad Nacio-nal, Mario Mejía (compilador), Museo de Identidad Nacional, Tegucigalpa, 2007, pp. 16-21. La obra clásica en Honduras sobre el tema, sigue siendo: Marvin Barahona, Evolución histórica de la Identidad Nacional, Guaymuras, Tegucigalpa, 1991.

6 Turcios, Froylán, “Intervención Extranjera y Defensa de la Soberanía”, en Olancho, La Cuarta Pregunta, Selección, intro-ducción y notas de Roberto Sosa, Impresos Cerrato, Tegucigalpa, 2009, p. 454.

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y Turismo (SECTUR, 1975) y del Instituto Hondure-ño de Turismo (IHT, 1971). Si bien la mayanización moderna comenzó en el siglo XX con la dictadura de Tiburcio Carías Andino (1933-1949), fueron SECTUR y el IHT las instituciones que consolidaron el binomio mayanización-Identidad Nacional.

A partir de 2006, el Dr. Rodolfo Pastor Fasquelle y yo elaboramos una política cultural global para revertir la mayanización, respetando a la vez la belleza y los logros de esa gran cultura antigua, a pesar de que tuvo poca presencia territorial en Honduras y que su inci-dencia en la historia colonial y poscolonial fue exigua, comparada con las más numerosas etnias indígenas y la cultura afrodescendiente.

Como consecuencia de la mayanización oficial, ni la historia ni el legado cultural de otras etnias fueron objeto de prioridad para las políticas patrimoniales del IHAH. Incluso la arqueología histórica de los lencas, el grupo étnico mayoritario en Honduras, fue menos-preciada entre 1950 y 2006. La arqueología histórica de los garífunas también se menospreció, gozando de muy pocas investigaciones, casi todas efectuadas por extranjeros. La arqueología de la vasta Mosquitia y de Olancho, sigue prácticamente abandonada por el IHAH.

HACIA UNA NUEVA POLÍTICA CULTURALEn aras de formular una política cultural coordi-

nada con la SCAD, el esfuerzo por cambiar el IHAH se particularizó en las diez metas asignadas a la Ge-rencia que asumí en 2006. Nos concentramos en tres innovaciones: la creación de tres nuevas “unidades” administrativas: Informática, Publicaciones y Rela-ciones Públicas. Una de las primeras tareas fue crear una moderna página web, www.ihah.hn, que a la vez serviría para difundir las publicaciones del IHAH, que se diversificaron y aumentaron como nunca.

Con personal y nuevas inversiones en equipo, y con una política cultural dirigida a apoyar una nueva visión sobre la Identidad Nacional fundamentada en su Patrimonio Cultural, desde mediados de 2007 se comenzaron a integrar las representaciones regionales del IHAH. La Gerencia y el personal administrativo, quizás como nunca, viajaron a las regionales para va-lorizar su trabajo y recibir sus consejos y experiencias.

Desde esta visión reformista se buscaba reestruc-turar y convertir la Unidad de Historia del IHAH y el nuevo Centro Documental de Investigaciones Históricas de Honduras (CDIHH) en ejes de las re-formas administrativas y técnicas. Cuando asumí la Gerencia, la Unidad de Historia recibía menos del 1% del presupuesto de la institución, lo que cambió entre

2007 y 2009. Por primera vez la antigua disciplina de la Historia recibía no sólo el respeto que se merece, sino recursos económicos y nexos con la instituciona-lidad correspondiente en Honduras y la historiografía internacional.

La Ley de Patrimonio Cultural de 1997, aún vigen-te, reafirmó el valor de lo vivo en el patrimonio nacional al agregar los siguientes dos numerales al Artículo que define el Patrimonio Cultural:

9. Las Manifestaciones Culturales de los pueblos indí-genas vivos, sus lenguas, sus tradiciones históricas, sus conocimientos y técnicas, sus formas de organización, sus sistemas de valores, sus prácticas religiosas y los lugares asociados a ellas; y, 10. Las Manifestaciones Culturales de origen vernáculo vivas que sean de interés antropológico e histórico, orga-nizaciones y celebraciones religiosas, música y danza, los prototipos de la producción artesanal y del arte culinario, la tradición oral.

IDENTIDAD NACIONAL AMPLIA,INCLUYENTE Y PARTICIPATIVA Desde 2006, la Gerencia del IHAH coordinó varios

proyectos con la SCAD dirigidos a los nueve grupos étnicos reconocidos por el Estado de Honduras. Además de valorar la historia sistemáticamente, promovimos importantes iniciativas y proyectos con los grupos étnicos y las culturas vivas. También se introdujeron modalidades y mecanismos para integrar a las etnias en iniciativas que fortalecieran una Identidad Nacional amplia, incluyente y participativa.

Se comenzó con los talleres pedagógicos denomi-nados “Del Olvido a la Memoria”, un esfuerzo por capacitar a maestros mestizos, indígenas y afrodescen-dientes sobre la historia de la Diáspora Africana en Cen-troamérica. Este proyecto se trabajó con la UNESCO desde agosto de 2008 y los talleres se desarrollaron en noviembre y diciembre del mismo año, en San Pedro Sula y Tegucigalpa. Esta actividad fue la primera en Centroamérica como parte del proyecto “La Ruta del Esclavo”, que patrocina la UNESCO.

En ambos talleres se donó a los participantes la colección Del Olvido a la Memoria, que consta de cuatro fascículos editados por la Dra. Rina Cáceres de la Universidad de Costa Rica y el escritor Quince Duncan, y diseñados para maestros centroamericanos de educación media.

Participaron maestros de educación primaria y media de diversas regiones, que se seleccionaron cuidadosamente. El resultado fue de 83 beneficiados:

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78 maestros de nueve departamentos, cinco guías del Museo y Fortaleza San Fernando de Omoa, y dos guías del Museo de Historia Republicana de Tegucigalpa. Lo más importante es que los participantes representaban a las poblaciones directamente vinculadas con los te-mas abordados. En el primer taller participó un 50% de población afrodescendiente y otro 50% de población mestiza; en el segundo, el 50% fueron maestros que laboraban en comunidades con población indígena (tawahkas, misquitos y tolupanes), varios de ellos maestros indígenas.

Estos proyectos incluyeron documentales y libros, además de un nuevo énfasis sobre las etnias en las publicaciones y en la revista especializada del IHAH, Yaxkin, que sufrió cambios radicales cuando se amplió la valorización de la arqueología más allá del mundo maya o del Valle de Sula, y cuando se amplió la repre-sentación de la población en la historia de Honduras.

Se financiaron las visitas de guarda recursos cultu-rales de las etnias a otras regiones patrimoniales, para contrarrestar el aislamiento y promover una visión nacional del patrimonio étnico y su relación con la Iden-tidad Nacional. Los museos del IHAH se rediseñaban bajo esta misma concepción, buscando incluir las más avanzadas investigaciones etnográficas e históricas, con la presencia misma de las etnias vivientes. Con la mis-ma orientación, se estableció el Archivo Etnohistórico del IHAH, antes conocido como el “archivo muerto”.

Este novedoso archivo se integró al Centro Do-cumental de Investigaciones Históricas de Honduras (CDIHH), que sufrió terriblemente durante los siete meses posteriores al golpe de Estado, especialmente después de la destitución de su coordinadora, la his-toriadora Yesenia Martínez, el 16 de noviembre de 2009. Uno de los objetivos del CDIHH era capacitar a maestros de las etnias para que ellos mismos investi-garan, como antes los antropólogos e historiadores les habían estudiado a ellos. Las etnias, o sus intelectuales, investigarían los retratos etnográficos y etnohistóricos que de ellos han hecho los antropólogos desde la década de 1950.

LOS IMPACTOS ECONÓMICOSCon la profunda crisis política que introdujo el

golpe de Estado se aceleró y profundizó el impacto de la recesión mundial que comenzó desde finales de 2008 y que ya impactaba en los medios empresariales7. Pero, con el golpe de Estado, los ingresos en el IHAH decayeron radicalmente. La cooperación internacional,

especialmente de las embajadas de EE.UU. y España, se congeló o pospuso.

Simultáneamente, muchos investigadores inter-nacionales, especialmente arqueólogos, se negaron a colaborar con las autoridades impuestas en el IHAH por el golpe de Estado. El financiamiento del BID y otras fuentes de recursos internacionales también se paralizó. En suma, calculo que, a mediados de 2010, se habían afectado negativamente unos 39 millones de lempiras destinados a proyectos relacionados con el Patrimonio Cultural de Honduras.

Sin embargo, la ministra impuesta en la SCAD, Myrna Castro, más interesada en el viejo nexo entre el turismo internacional y la mayanización, y hasta en la moda como manifestación de cultura nacional, se alió con las autoridades del IHT, CANATURH y otras insti-tuciones y personalidades que coordinaron mi expulsión del IHAH, menospreciando así mi entrega profesional y académica, reconocida nacional e internacionalmente.

El 20 de julio de 2009, la Secretaria de Cultura del gobierno de facto acusó públicamente a la Adminis-tración Pastor Fasquelle de promover publicaciones “progresistas” y “revolucionarias”, en contubernio con el gobierno del presidente Hugo Chávez de Venezuela. Se nos acusó de “adoctrinar” a las etnias, especialmente a los garífunas. La denuncia no era más que una demos-tración del menosprecio hacia las políticas destinadas a trascender el cursi folclorismo promovido por la SCAD desde mediados de la década de 1970.

SE ME DESTITUYÓ EN DOS OCASIONES El primer intento fue a fines de agosto de 2009. El

21 de ese mes, una temerosa secretaria de la SCAD llegó a mi oficina a las cuatro de la tarde para entregarme un sobre que contenía el Oficio OS-425-2009, fechado el 20 del mismo mes y firmado por Myrna Aída Castro Rosales. El Oficio hacía despliegue de un burocratismo pedante, que yo rechacé8.

La abogada Castro Rosales pretendía así terminar con años de trabajo, haciendo referencia a un Decreto Ejecutivo presuntamente firmado por Roberto Miche-letti Baín, que nunca apareció. Sospecho que lo inven-taron, seguros quizás de que su proceder amedrentaría a su servidor y a sus más leales colaboradores. ¿Por qué no? A diario se registraba represión, intimidación y has-

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7 Virzi, Nicholas, “Tourism: A Mixed Blessing”, Central America Today, diciembre 2008-enero 2009, pp. 40-43.

8 Oficio 243-G, de Darío A. Euraque a Myrna Castro, 20 de agosto de 2009.

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ta asesinatos de activistas y militantes de la Resistencia, que el mismo golpe de Estado engendró.

Continué en mi cargo hasta inicios de septiembre. Para mí lo primordial seguía siendo defender la insti-tucionalidad y la política cultural del IHAH. El 24 de agosto le hice llegar a la abogada Castro el Oficio formal rechazando su primer esfuerzo por destituirme. Tam-bién le envié copia a la Fiscalía de Derechos Humanos y al Consejo Nacional Anticorrupción.

Luego del golpe de Estado, Honduras se convirtió en una piñata burocrática, con excepciones importantes en las que algunas personas y sindicatos se mantuvie-ron resistiendo creativamente; y otros protegiendo sus puestos, aturdidos por la crisis política y social que nos abatía. Se dividieron los barrios, colonias, condominios, clanes, familias, amistades, y quizás hasta romances, dentro y fuera del Estado.

Surgió una Resistencia inesperada, incluso para sus miembros y simpatizantes, no digamos para la cúpula golpista, sus aliados internacionales y muchos hondureños herederos y herederas de una cultura po-lítica nutrida por los golpes de Estado y sus secuelas. En mi caso, sospecho que la mayoría de mis parientes apoyaron el golpe de Estado, aunque probablemente no la represión posterior. No lo sé. Lo que sí sé, y sabía ya a finales de agosto de 2009, es que gozaba, y aún gozo, de un enorme apoyo intelectual y profesional; más allá del oscurantismo que la represión y la intimidación desató en las calles, pasillos y oficinas de la burocracia nacional y municipal.

Luego del nefasto esfuerzo del 20 de agosto, este proceder se reinició el uno de septiembre, cuando Myrna Castro convocó a un Consejo Directivo secreto, habiendo cabildeado previamente los votos necesarios para destituirme. Se reunieron, según un acta sin nú-mero que el administrador de la SCAD, Virgilio Pare-des, notarios y otros enviados de la abogada Castro me entregaron el 3 de septiembre, aceptando así participar en este golpe institucional.

Ante este segundo intento, mis abogados me pre-sentaron el siguiente escenario9: “Si el Consejo Direc-tivo por mayoría simple decide despedir al Gerente, él podrá acudir al Juzgado de lo Contencioso Adminis-trativo a interponer la correspondiente demanda. Si los miembros del Consejo Directivo son renombrados en este nuevo gobierno, el Gerente podría alegar que

ese Consejo es irregular y que no está legitimado. Si el Consejo Directivo le transcribe al Gerente la Reso-lución de despido, éste puede contestarla y manifestar que también la considera ilegal, por ser un Consejo irregular y que por lo tanto permanecerá en el cargo. Y, simultáneamente, interpondrá Demanda Judicial en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo”.

A partir del 3 de septiembre tenía quince días para decidir cómo proceder y a qué exponerme, dadas las alternativas legales y las múltiples formas en que las autoridades del golpe de Estado violaban los derechos humanos, a diario. Después de meditarlo con mi familia, colegas y amigos, decidí que me dedicaría a escribir mi testimonio sobre mis años en el IHAH.

NUEVO RUMBO, NUEVAS TAREASEn tal circunstancia, en una triste tarde del 4 de

septiembre de 2009, abandoné mi oficina de la Geren-cia del IHAH en Villa Roy. Simultáneamente, decidí dedicarme a dictar conferencias sobre el golpe de Es-tado y el Patrimonio Cultural, en Honduras y a nivel internacional. El 10 de septiembre de 2009 participé en una primera exposición sobre el “Impacto del Golpe de Estado en la Cultura”, en Tegucigalpa.

Para la tercera semana del mismo mes había previsto dictar conferencias en tres universidades de los EE.UU. Pero se cancelaron a raíz de la represión desatada cuando regresó al país el presidente Zelaya, el 21 de septiembre, puesto que el Estado de Sitio incluyó el cierre del aeropuerto de Tegucigalpa. Mientras el presidente Zelaya permaneció recluido en la Embajada de Brasil, me dediqué a atender numerosas invitaciones académicas, y a planificar este testimonio.

De allí en delante me dediqué a redactar esta Me-moria y a hacerla pública, hoy en español y próxima-mente en inglés. Hoy en día existe un nuevo gobierno en Honduras; no obstante, las autoridades impuestas en la Gerencia del IHAH por el golpe de Estado, caren-tes de experiencia y visión intelectual sobre nuestra cultura, continúan en sus cargos. Sospecho que se sigue violentando la política cultural promovida desde 2006. Por ello sufre el Patrimonio Cultural, nuestra Identidad Nacional y su frágil institucionalidad, lo que irónicamente merma el apoyo brindado al turismo cultural promovido por el IHT y la CANATURH. “Alta es la noche y Morazán vigila”10.9 “Procedimientos Legales ante el Oficio de Despido firmado por

la Ministra Myrna Castro, o ante Resolución de Destitución por Consejo Directivo del IHAH”, elaborado por Karla Moncada y Juan Ramón Medina, 1 de septiembre, 2009.

10 Neruda, Pablo, “Los Libertadores”, Canto General, México, 1950.

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