el pentagrama 5 de enero

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EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS N o EL PENTAGRAMA Notas del Cartagena VI Festival Internacional de Música 2 LUCHO A LOS CIEN C on excepción de algunas músicas balcánicas –y, por supuesto, del jazz– el clarinete ha sido un instru - mento sinfónico. Colombia es uno de los pocos países del continente que re - definió del instrumento, asociándolo a un folclor festivo, en un giro que le debemos a la intuición de Luis Eduardo Bermúdez. Nacido el 25 de enero de 1912, el joven cre - ció escuchando atento las gaitas indígenas de su natal departamento de Bolívar. A la hora de formar su banda y emprender las primeras composiciones, el clarinete le re - sultó suficientemente cercano al lenguaje folclórico, y suficientemente lejano como para forjar un sonido más cosmopolita. Pero además terminó convirtiendo al Cari - be en el referente colombiano por excelen - cia, en un estratégico golpe que tuvo como centro de operaciones el capitalino Hotel Granada. Según el periodista barranquillero Rafael Bassi, “con la Orquesta del Caribe, Bermúdez conquistó poco a poco al públi - co santafereño y dio inicio a la colonización musical de los Andes colombianos, hasta que finalmente la música costeña se convir - tió en la música nacional colombiana, des - plazando a los aires andinos como bambu - cos y pasillos”. El sonido orquestal de sus composiciones hizo que oyentes de muchas latitudes re - cibieran fácilmente esta música, dado su enorme parecido con el jazz de la época. En las notas interiores de un CD de música co - lombiana publicado por el sello estadouni - dense Putumayo, Lucho Bermúdez aparece referido como “el Benny Goodman y a la vez el Duke Ellington colombiano”. Eso significa dos cosas: que era un excelente clarinetista y que renovó el lenguaje de la orquesta en la música popular. Incluso hacia el final de su vida, en 1984, llegó a dirigir la Filarmónica de Bogotá. Dos momentos tendrá el Festival de Carta - gena en homenaje a Lucho Bermúdez. El primero será mañana domingo, cuando la Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo interprete “Kalamary” (cuya partitura vemos arriba). El otro, una mirada nueva: el joven compositor Nicolás Prada, comisionado por el festival, estrenará el próximo jueves 12 una obra que incluye fuertes referencias a “Colombia tierra querida”. ¡Feliz cumplea - ños, maestro! ENERO 7 DE 2012 En un par de semanas se conmemorarán cien años del nacimiento de Lucho Bermúdez y, en un festival dedicado a la música de las Américas, la figura del maestro será un referente a la hora de definir la música colombiana. Este mes: INTERVALOS, exposición de la imagen del Cartagena VI Festi - val Internacional de Música a cargo del artista plástico Mateo López. Lugar: Museo de Arte Moderno. Hasta el 4 de febrero de 2012. Del 5 al 14 de enero de 2012 vea Diseñando y Haciendo , una obra de Alexandra Agudelo y de Jorge Liza - razo en la Corporación Universitaria Rafael Núñez, en el Claustro San Francisco, Getsemaní

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Contenido de lo que paso el dia 5 de enero

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Page 1: El PENTAGRAMA 5 DE ENERO

EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS

N o EL PENTAGRAMANotas del Cartagena VI Festival Internacional de Música

2

LUCHO A LOS CIEN

Con excepción de algunas músicas balcánicas –y, por supuesto, del jazz– el clarinete ha sido un instru -mento sinfónico. Colombia es uno

de los pocos países del continente que re -de�nió del instrumento, asociándolo a un folclor festivo, en un giro que le debemos a la intuición de Luis Eduardo Bermúdez. Nacido el 25 de enero de 1912, el joven cre -ció escuchando atento las gaitas indígenas de su natal departamento de Bolívar. A la hora de formar su banda y emprender las primeras composiciones, el clarinete le re -sultó su�cientemente cercano al lenguaje folclórico, y su�cientemente lejano como para forjar un sonido más cosmopolita.

Pero además terminó convirtiendo al Cari -be en el referente colombiano por excelen -

cia, en un estratégico golpe que tuvo como centro de operaciones el capitalino Hotel Granada. Según el periodista barranquillero Rafael Bassi, “con la Orquesta del Caribe, Bermúdez conquistó poco a poco al públi -co santafereño y dio inicio a la colonización musical de los Andes colombianos, hasta que �nalmente la música costeña se convir -tió en la música nacional colombiana, des -plazando a los aires andinos como bambu -cos y pasillos”.

El sonido orquestal de sus composiciones hizo que oyentes de muchas latitudes re -cibieran fácilmente esta música, dado su enorme parecido con el jazz de la época. En las notas interiores de un CD de música co -lombiana publicado por el sello estadouni -dense Putumayo, Lucho Bermúdez aparece

referido como “el Benny Goodman y a la vez el Duke Ellington colombiano”. Eso signi�ca dos cosas: que era un excelente clarinetista y que renovó el lenguaje de la orquesta en la música popular. Incluso hacia el �nal de su vida, en 1984, llegó a dirigir la Filarmónica de Bogotá.

Dos momentos tendrá el Festival de Carta -gena en homenaje a Lucho Bermúdez. El primero será mañana domingo, cuando la Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo interprete “Kalamary” (cuya partitura vemos arriba). El otro, una mirada nueva: el joven compositor Nicolás Prada, comisionado por el festival, estrenará el próximo jueves 12 una obra que incluye fuertes referencias a “Colombia tierra querida”. ¡Feliz cumplea -ños, maestro!

ENERO 7 DE 2012

En un par de semanas se conmemorarán cien años del nacimiento de Lucho Bermúdez y, en un festival dedicado a la música de las Américas, la �gura del maestro será un referente a la hora de de�nir la música colombiana.

Este mes: INTERVALOS, exposición de la imagen del Cartagena VI Festi -val Internacional de Música a cargo del artista plástico Mateo López.

Lugar: Museo de Arte Moderno. Hasta el 4 de febrero de 2012.

Del 5 al 14 de enero de 2012 vea Diseñando y Haciendo , una obra de Alexandra Agudelo y de Jorge Liza -razo en la Corporación Universitaria Rafael Núñez, en el Claustro San Francisco, Getsemaní

Page 2: El PENTAGRAMA 5 DE ENERO

HISTORIAS DEL FESTIVAL

¿De qué se perdería un ciego divagando a oscuras por las calles de Cartagena? De una muralla que impacta, sin duda. De los colores terracota de un cielo a

punto de anochecer. De mil colores que, entre danzas y tambores, disfrazan las plazas de un diario carnaval. Pero, si al perder un sentido, se exaltan los demás

(de pronto como le ocurría al legendario Ray Charles), un ciego no dejaría de percibir la magia de esta ciudad. Al contrario, quizá entendería a mayor cabalidad la esencia de este melodioso lugar que forja su persona -lidad entre los sonidos que emite, hora tras hora.

El día de Cartagena transcurre entre soni -dos, no entre imágenes. El amanecer se en -tona con el susurro de la caldera que hierve el aceite para la “arepae’huevo”, mientras en otro rincón de la cocina, rayan un pe -dazo de coco para el arroz del almuerzo al ritmo acelerado de una guacharaca. Afuera, se escucha la carreta de las frutas rodan -do inestable hasta su esquina habitual. Una vez descansa en su destino, su propieta -rio tiende la variedad del día y empieza su canción al son de las cáscaras de mango viche golpeando la super�cie del recipiente de plástico. La sonata del día acrecienta el volumen con las masas que se desplazan hacia su actividad diurna. El caos del trá -�co, el puerto que despierta, los niños que gritan quemando la adrenalina matutina.

Doblan las campanas anunciando el medio -día. La ciudad cae en una profunda siesta de silencio que se quebranta con el pito do -

blado del carrito de “raspao” anunciando su recorrido diario a las tres de la tarde. La cal -ma del sol trae el sonido de los caballos que marcan cuatro tiempos en su andar mien -tras arrastran una carroza enamorada. Las risas y susurros de ideales políticos y solu -ciones utópicas de las tertulias acompañan el crepúsculo diario, adornado por el sonido de las �chas de mármol que se unen para formar el efecto absolutista del dominó. Y las noches corren entre los pies acelerados de un bailador marcando el paso sobre el piso de piedra del centro histórico. Entre las copas chocando por la salud del uno o el desamor del otro.

El canto de la brisa anuncia la llegada de diciembre. El ciego reconoce ese aullido en -loquecedor sin dudar. Y entonces, la ciudad regresa a su antigüedad. A las épocas en que los piratas, y ahora los turistas, arriba -ban a este puerto sin intención de permane -cer, en busca de tesoros sin dueño. Y, desde hace algunos años, un piano, un chelo y una viola que no es de acá, a�rman el comien -zo del Cartagena Festival Internacional de Música.

Hay que escuchar a Cartagena. Su soni -do es lírica de nuestra historia y ritmo de nuestro folclor. La canción de Cartagena le canta a su gastronomía típica, a la multicul -turalidad y al misterio que inspira esta an -tigua ciudad. Y desde hoy, oír entre violines las notas que Astor Piazzolla soñó para su bandoneón, a�rma la internacionalidad que enmarca el festival y hace de Cartagena de Indias el lugar para estar.

EL PENTAGRAMA. Un proyecto del Cartagena Festival Internacional de Música y El Espectador. Presidenta: Julia Salvi / Director Artístico Emeritus: Charles

Wadsworth / Director Artístico: Stephen Prutsman / Directora Ejecutiva: Mónica Alzate / Director Administrativo y Financiero: Iván D. López / Directora Co -

mercial: Natalia Becerra / Socios Festival: RCN / Ennovva / Postobón / Cine Colombia / El Espectador / Profesionales de Bolsa / Young & Rubicam Brands

EL SONIDO DE CARTAGENAPor Yolanda E. Ossa-Eslait

EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS ENERO 7 DE 2012

Mañana, los músicos Steven Copes (violín), Aníbal Dos Santos (viola), Jesús Castro-Balbi (chelo) y Anne-Marie McDermott (piano) se presen -tarán en la Capilla del Hotel Santa Teresa, interpretando el Cuarteto con piano en La menor de Gustav Mahler . Se trata de una auténtica rareza: una obra que fue hallada 60 años después de la muerte del com -positor y que se conoce como su úni -co trabajo temprano para música de cámara.

Con el �n de llevar la música a todos los rincones del país, Señal Colombia transmitirá hoy y mañana a las 10:00 P.M dos emocionantes conciertos que se llevarán a cabo en la Plaza San Pedro. Parte del repertorio comprenderá “Tardes de Rusia” de Gene Pritsker y “Fuga con pajarillo” de Aldemaro Romero.

A DESTACAR...

¿Sabías que el cielo azul que se pin -ta sobre el �rmamento de Cartagena cuando el sol emerge del mar se lla -ma “Allaqui” , según los esquimales? Un puñado de notas claras, cristali -nas y brillantes, se combinarán con la calidez de la ciudad en un con -cierto, mañana domingo a las 7:00 P.M en el Teatro Adolfo Mejía. Será el estreno en Suramérica de esta músi -ca esquimal, compuesta por Marcus Goddard e interpretada por el Cuar -teto de cuerdas Saint Lawrence.

Page 3: El PENTAGRAMA 5 DE ENERO

PERSONAJES DEL FESTIVAL

LOS ARTISTAS SE PREPARAN

DIRECTOR INVITADO: CELSO ANTUNES

Treinta años de carrera no han sido su�cientes para que deje de sentir pasión por su trabajo. En efecto, “cada vez es mucho más fascinante”, señala animado Celso Antunes, quien es el director invitado de la Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo en la VI versión del Cartagena Festival Internacional de Música. Nacido en Brasil, dirige en 2012 la agrupación que ha estado bajo el mando del maestro Eleazar de Carvalho por 24 años y por Isaac Karabtchevsky, quien no pudo estar en la ciudad este año.

A sus 52 años, se postra delante del grupo de percusiones, vientos y cuer -das con encanto dramático y solidez rítmica, perfecta, armónica y cauti -vadora. Los sonidos de los ensayos suenan muy bien, pero no tanto como en los conciertos, “donde la presencia del público transforma la energía en deseo de hacerlo todo lo mejor posible”, dice Antunes.

Se considera un loco, aborrece las relaciones interpersonales falsas y gus -ta, después del encanto y delirio que le produce la dirección musical, de una buena bebida como el vino. Añora comer en la ciudad heroica una arepa de maíz, buñuelos y una cerveza colombiana.

Así trabaja, así degusta, así se apasiona este maestro que dirige las notas de la orquesta que trajo a Cartagena un repertorio que conecta al viejo mundo con el gigante latinoamericano.

EL PENTAGRAMA. Un proyecto del Cartagena Festival Internacional de Música y El Espectador. Directora de Prensa y Comunicaciones: Paula Ojeda /

Editor General: Juan Carlos Garay / Periodistas:Yolanda Ossa-Eslait, Ana María Peláez / Traducciones: Luisa Cano / Diseño y diagramación: Juliana Díaz

/ Fotografía: Fabián Acosta, Federico Ríos / Agradecimiento: Archivo fotográ�co El Espectador / Impresor: Carvajal Soluciones de Comunicación

EL SONIDO DE LAS AMÉRICASENERO 7 DE 2012

Por Ana María Peláez

Antes de los conciertos o�ciales, los músicos invitados al Festival de Cartagena pasan por sesiones de ensayo donde a�oran la camaradería y la informalidad. Nuestros fotógrafos captaron algunos de esos momentos.