pentagrama del 14 enero

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EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS No EL PENTAGRAMA Notas del Cartagena VI Festival Internacional de Música 9 ENERO 14 DE 2012 Stephen Prutsman, director artístico, invitó este año a jóvenes musicos de Brasil, Venezuela, Colombia y Chile. Los cuatro se presentan hoy a las 11:00 a.m. en el Teatro Adolfo Mejía. El concierto se transmitirá en directo por Señal Colombia. U n violín prodigioso acompañando el coro colectivo de un pueblo que daba serenata a la lunita consenti- da desde la plaza de la Trinidad en Getsemaní. Conversaciones que des- pertaron los días del festival entre tertulias de músi- ca, arte, cultura, religión y belleza. El estreno de la historia que partió en dos la cronología del mundo, la presencia de un coro celestial bajo la cúpula de la Catedral, y una arpista austral rindiendo homenaje a Lucho Bermudez y al gran Joe Arroyo, profeta di- funto de esta hermosa tierra. Pequeños extractos de momentos vividos en el VI Festival Internacional de Música de Cartagena. Este evento genera goce, cultura, esparcimiento, edu- cación y trabajo. Es casi imposible sintetizar lo que estos diez días de música nos dejan. El festival es mucho más que una serie de conciertos, y por eso su impacto no puede ser cuantificado ni calificado solo de acuerdo al resultado de estos. Hay una serie de programas e iniciativas que giran alrededor de esta celebración de la música y que generan consecuen- cias de desarrollo en campos alternos. La llegada de expertos productores italianos que vinieron, no solo a perfeccionar la calidad de la producción de los con- ciertos, sino a entrenar a jóvenes colombianos que buscan abrirse futuro en esta área de trabajo. La continuación de las clases magistrales proporciona el más alto nivel educativo para los 500 estudiantes que se inscriben en este programa y provienen de distintas ciudades, niveles sociales y razas. Y este año presenciamos cómo la moda, un mundo distinto al de la música, se unió al festival para trabajar en perfecta armonía por el objetivo común de la educación. Durante uno de sus conversatorios, Jonathan Levi pi- dió entre los miembros de su audiencia que levanta- ran la mano aquellos que creían en la música. Todas las manos del auditorio se elevaron en perfecto acuer- do. Esa es la conclusión más fundamental de este fes- tival; saber que con cada versión hay más creyentes y conversos a la fe de la música. Lograr, poco a poco, transmitir y difundir el mensaje que el arte no discri- mina, la cultura no es elitista y, como dice y repite Julia Salvi, la música es para todos. Por Yolanda E. Ossa-Eslait LO QUE DEJA EL FESTIVAL

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Page 1: Pentagrama del 14 enero

EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS

No EL PENTAGRAMANotas del Cartagena VI Festival Internacional de Música

9

ENERO 14 DE 2012

Stephen Prutsman, director artístico, invitó este año a jóvenes musicos de Brasil, Venezuela, Colombia y Chile. Los cuatro se presentan hoy a las 11:00 a.m. en el Teatro Adolfo Mejía. El concierto se transmitirá en directo por Señal Colombia.

Un violín prodigioso acompañando el coro colectivo de un pueblo que daba serenata a la lunita consenti-da desde la plaza de la Trinidad en Getsemaní. Conversaciones que des-

pertaron los días del festival entre tertulias de músi-ca, arte, cultura, religión y belleza. El estreno de la historia que partió en dos la cronología del mundo, la presencia de un coro celestial bajo la cúpula de la Catedral, y una arpista austral rindiendo homenaje a Lucho Bermudez y al gran Joe Arroyo, profeta di-funto de esta hermosa tierra. Pequeños extractos de momentos vividos en el VI Festival Internacional de Música de Cartagena.

Este evento genera goce, cultura, esparcimiento, edu-cación y trabajo. Es casi imposible sintetizar lo que estos diez días de música nos dejan. El festival es mucho más que una serie de conciertos, y por eso su impacto no puede ser cuantificado ni calificado solo de acuerdo al resultado de estos. Hay una serie de programas e iniciativas que giran alrededor de esta celebración de la música y que generan consecuen-cias de desarrollo en campos alternos. La llegada de expertos productores italianos que vinieron, no solo a perfeccionar la calidad de la producción de los con-ciertos, sino a entrenar a jóvenes colombianos que buscan abrirse futuro en esta área de trabajo. La continuación de las clases magistrales proporciona el más alto nivel educativo para los 500 estudiantes que se inscriben en este programa y provienen de distintas ciudades, niveles sociales y razas. Y este año presenciamos cómo la moda, un mundo distinto al de la música, se unió al festival para trabajar en perfecta armonía por el objetivo común de la educación.

Durante uno de sus conversatorios, Jonathan Levi pi-dió entre los miembros de su audiencia que levanta-ran la mano aquellos que creían en la música. Todas las manos del auditorio se elevaron en perfecto acuer-do. Esa es la conclusión más fundamental de este fes-tival; saber que con cada versión hay más creyentes y conversos a la fe de la música. Lograr, poco a poco, transmitir y difundir el mensaje que el arte no discri-mina, la cultura no es elitista y, como dice y repite Julia Salvi, la música es para todos.

Por Yolanda E. Ossa-Eslait

LO QUE DEJA EL FESTIVAL

Page 2: Pentagrama del 14 enero

HISTORIAS DEL FESTIVAL

EL PENTAGRAMA. Un proyecto del Cartagena Festival Internacional de Música y El Espectador. Presidenta: Julia Salvi / Director Artístico Emeritus: Charles

Wadsworth / Director Artístico: Stephen Prutsman / Directora Ejecutiva: Mónica Alzate / Director Administrativo y Financiero: Iván D. López / Directora Co-

mercial: Natalia Becerra / Socios Festival: RCN / Ennovva / Postobón / Cine Colombia / El Espectador / Profesionales de Bolsa / Young & Rubicam Brands

EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS ENERO 14 DE 2012

Por Jonathan Levi*

EL PRIMER FESTIVAL DE CARTAGENA

El 6 de enero de 2007, el direc-tor canadiense Yuli Turovsky bajó su batuta en el escenario del Teatro Heredia. Con el dul-ce sonido ruso de la Serenata

de cuerdas de Tchaikovsky, inauguró la pri-mera edición del Cartagena Festival Interna-cional de Música.

Pero éste no era el primer festival de música clásica que resonaba en las murallas de la ciudad colonial. A las 6:15 de la tarde del 7 de mayo de 1945, el barítono estadouni-dense Todd Duncan comenzó un recital en el Teatro Cartagena e inauguró así el primer festival de Pro Arte Musical en Cartagena. En 1945, Cartagena tenía una población de cien mil personas. El Teatro Heredia estaba en ruinas y la posibilidad de encontrar fon-dos para su reparación era escasa. Así que el Teatro Cartagena fue enlistado como la mejor segunda alternativa.

Las embajadas de Estados Unidos, Chile, México y Panamá respondieron de mane-ra entusiasta a la propuesta de un festival, comprometiéndose a enviar músicos a Car-tagena. Veinte familias de Bogotá se suscri-bieron inmediatamente al primer festival. Los críticos prometieron que cubrirían los conciertos y la ciudad de Barranquilla pidió permiso para repetir los conciertos de Car-tagena dentro de sus propias murallas.

Pero la presentación de Todd Duncan fue significativa por un montón de otras ra-

zones. Duncan era negro. Ochenta años después de terminarse la Guerra Civil es-tadounidense y de la abolición de la escla-vitud, Estados Unidos era todavía un país profundamente dividido por el asunto de la raza. Aunque Duncan había originado el pa-pel de Porgy en la ópera Porgy and Bess de George Gershwin, lo había hecho en Broad-way con un elenco todo negro. Al momento de su presentación en Cartagena, Duncan había interpretado la ópera en Estados Uni-dos sólo con compañías de miembros ne-gros.

El recital de Duncan esa noche fue un éxito tanto para la audiencia como para la crítica. Fue seguido por la presentación de músi-cos de Rusia, Cuba, Panamá y, por supues-to, Colombia. El Festival Pro Arte Musical continuó hasta mediados de la década de 1950, presentándole al público colombiano artistas internacionales como el pianista chileno Claudio Arrau, el violinista francés Jacques Thibaud y compañías de danza como los Ballets Rusos.

En cuanto a Duncan, tres meses después de su presentación en el Cartagena Festival, cantó el papel de Tonio en la ópera I Pagliac-ci de Leoncavallo, convirtiéndose en el pri-mer cantante negro en presentarse con un elenco blanco en el escenario de una gran compañía de ópera en Estados Unidos.

*El autor quisiera agradecer al señor Moisés Álva-rez, Director del Museo de la Inquisición por esta investigación.

A las 3:00 p.m se llevará a cabo la ceremonia de clausura del progra-ma de clases magistrales del fes-tival, que este año reunió alrededor de 500 estudiantes de los cuales 60 eran becarios. Este programa gra-tuito busca promover la educación musical, al ofrecer clases impartidas por los artistas invitados al festival a estudiantes y profesores de música del país.

Hoy, en el Centro de Convenciones a las 10:00 p.m, se presentará por segunda vez en el festival “La Pa-sión según San Marcos” del compo-sitor argentino Osvaldo Golijov. Este montaje que se estrenó en Colombia el pasado jueves, reúne a los mejo-res instrumentistas y solistas junto a la Schola Cantorum de Venezuela. La dirección estará a cargo de Ma-ría Guinand quien fue la encargada de dirigir esta obra para su estreno mundial en el año 2000 por comi-sión de la Internationale Bachakade-mie de Stuttgart.

A DESTACAR...

Mucho antes de este festival, hace 67 años, Cartagena ensayó un primer encuentro de la música. Como regalo para nuestros lectores, en el cierre del VI Festival Internacional de Cartagena, aquí está la historia de aquel evento lejano.

(Traducción Luisa F. Cano)

Page 3: Pentagrama del 14 enero

NO SE PUEDE PERDER...

¿QUÉ GUARDAN LOS VIOLINISTAS EN SUS ESTUCHES?

El Festival de Música de Cartagena, El Sonido de Las Américas, se despide este sábado. Sin embargo, para decir hasta luego, el Teatro Adolfo Mejía será provisto de una selección de intérpretes y piezas impactantes para cerrar este ciclo de conciertos que reunió los distintos tonos y ritmos desarrollados dentro del mundo de la música.

Las obras escogidas, compuestas por Villa-Lobos, Copland y Brahms, representan por un lado las formas del academicismo eu-ropeo y por otro el expresionismo del continente americano. Prodi-giosos músicos procedentes de distintos lugares y sobresalientes en sus interpretaciones durante el festival han sido elegidos para el cierre final: Alexis Cárdenas, María Luisa Rayan-Forero, Steven Copes, Lara St. John, Alisa Weilerstein y Brian Ganz, entre otros de magistral talento, quienes además han obtenido gran aprecio del público.

Las obras que serán presentadas son relativamente cercanas en cuanto al tiempo en el que fueron escritas y juntas en este concier-to producen la armonía entre las distintas interpretaciones regio-nales de la música.

EL PENTAGRAMA. Un proyecto del Cartagena Festival Internacional de Música y El Espectador. Directora de Prensa y Comunicaciones: Paula Ojeda /

Editor General: Juan Carlos Garay / Periodistas: Juan Carlos Piedrahita, Ana María Peláez, María Linares, María del Rosario Lozano, Juan Manuel Vásquez

/ Traducciones: Luisa Cano / Diseño y diagramación: Juliana Díaz / Fotografía: Fabián Acosta, Federico Ríos / Impresor: Carvajal Soluciones de Comuni-

cación

EL SONIDO DE LAS AMÉRICASENERO 14 DE 2012ENERO 14 DE 2012

Por María del Rosario LozanoPor Jonathan Levi*

EL PRIMER FESTIVAL DE CARTAGENA EL ÚLTIMO VALS

Page 4: Pentagrama del 14 enero

CONVERSANDO CON...

EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS ENERO 14 DE 2012

Su encuentro con el violín se produjo cuando usted tenía dos años. ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de este instrumento? Básicamente yo no tengo recuerdos sin el violín. Mi hermano (Scott St. John), que es un poco mayor que yo, empezó a tocar y yo estaba muy celosa porque a él le habían comprado un vioín y a mí no. Yo quería tener todo lo que él tenía. ¿Significa algo especial para usted tocar con su her-mano? Para mí es un honor tocar con él y es muy divertido porque nosotros no tenemos que ensayar. De entra-da sabemos lo que el otro va a hacer, nos entende-mos muy bien y no sé cómo pero siempre conozco la manera en la que va a actuar. No tocamos mucho juntos, pero puedo decir que siempre es el mismo sentimiento. Usted estudió música en América, en Europa Occi-dental y en Rusia. ¿De qué manera esa multiplicidad de influencias han marcado su actividad musical?Aprendí mucho en Rusia pero no tanto de la escuela y de los profesores, sino sobre la vida misma. Viajar es la mejor manera de instruirse. Mis años en Rusia fueron los mejores, solo tenía 16 años pero empecé a conocer la realidad, mucho más que tocar un violín en un salón de clase. Cada experiencia influye en la forma en la uno se relaciona con el mundo. ¿Qué ha conseguido con su propio sello discográfico Ancalagon?Lo mejor es que es mío y tengo absoluto control so-bre lo que quiero grabar, cómo lo quiero grabar y cómo se lo presento al público. El arte de los cd es bello, todo debe ser empacado apropiadamente y ser respetuoso con el músico. ¿Cómo llega a sus manos el violín Guadagnini de 1779? El Guadagnini es un préstamo de un donador anó-nimo. Lo he tocado por 15 años, no es mío pero soy muy afortunada en tenerlo. Antes de este violín to-caba un Stradivarius. Hay piezas que valen miles y miles de dólares pero no son tocadas y eso es ridí-culo y están guardadas en un banco. Por eso es tan emocionante tener esta joya en mi poder. Usted toca ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi y ‘Las cuatro estaciones porteñas’ de Astor Piazzolla. ¿En qué se parece la música clásica a la denominada mú-sica popular? Piazzolla no es precisamente popular, pero para mí es muy fácil moverme de un escenario a otro. Es un sentimiento diferente, es una época distinta y se siente el cambio. ¿En dónde queda la improvisación en un concierto de música clásica?Yo creo que en Colombia no tendré el chance de tocar nada con improvisación pero trabajo con pianistas de jazz y con polka, y esos estilos son más libres.

LARA ST. JOHN VIOLÍNCANADÁ

Por Juan Carlos Piedrahíta B.