el paradigma empÍrico
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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder Popular para la educación
Universidad Nacional Experimental “
Simón Rodríguez
Barcelona, Edo– Anzoátegui
PRINCIPALES
PARADIGMAS
Facilitador:
Luis Hernández
Participante:
Maria Fernanda Carvajal C.I .:19.457.313
Herlimar Gauna C.I.: 23.468.686
Katherine Vargas C.I.: 20.880.118
Barcelona 2013
EL PARADIGMA EMPÍRICO-ANALÍTICO, POSITIVISTA, CUANTITATIVO O
RACIONALISTA.
A este paradigma algunos autores lo denominan también "científico-técnico". En el
criterio del autor, adoptar esta denominación equivale a desconocer la cientificidad
de otras formas de enfocar el estudio de la realidad educativa, es decir, adoptar
de antemano una posición de supremacía a favor de este paradigma.
Este es el paradigma que ha estado predominando en las investigaciones
educativas por un largo período de tiempo. Como ya se ha mencionado, parte de
la extensión a las ciencias sociales de las concepciones propias de las ciencias
naturales, es decir, parte de la consideración de que no hay distinción entre los
fenómenos de la naturaleza y los sociales, considerando la realidad educativa
como única y estable, sin apreciar la complejidad de su objeto de estudio que es
lo que la diferencia esencialmente de las ciencias naturales.
Examina la educación y su práctica como "fenómenos" que deben ser estudiados
"objetivamente", es decir, a través de una comprensión instrumental y técnica, al
estilo positivista. Entre los presupuestos que caracterizan este paradigma se
destaca que los hechos y fenómenos que componen la realidad educativa tienen
carácter objetivo, independiente de la conciencia de los individuos, son
observables y mensurables.
Las investigaciones basadas en este paradigma se orientan a la comprobación
de hipótesis, considerando la vía hipotético-deductiva como la más efectiva para
todas las investigaciones. El trabajo científico, según este paradigma, tiene como
finalidad esencial el establecimiento de leyes generales que se rigen los
fenómenos. Según esta concepción, dichas leyes pueden ser descubiertas y
descritas objetivamente y permiten explicar, predecir y controlar el fenómeno
objeto de estudio. En el caso de las investigaciones educativas trata de explicar y
predecir las conductas de los sujetos implicados en los fenómenos educativos.
Este paradigma reconoce el conocimiento como válido sólo cuando es objetivo,
es decir, independiente de quien lo descubre, considerando por tanto la actividad
científica como desinteresada, y diferencia el papel del investigador de las
funciones del docente.
El investigador es considerado un agente externo que se desempeña como
experto de una elevada calificación profesional, es reconocido como sujeto y
determina el objeto de estudio, por lo cual, genera la idea investigativa desde
fuera, sin tomar en consideración las inquietudes y expectativas del grupo de
personas implicadas en la investigación, se le exige "neutralidad" en las
valoraciones. Los investigados son considerados como "objeto" de la
investigación. La participación de los docentes en la concepción y desarrollo de la
investigación es prácticamente nula.
Las investigaciones realizadas siguiendo este paradigma aspiran a ampliar el
conocimiento teórico, asignándole a la teoría, el papel de guiar la práctica. La
determinación de los principios y leyes del proceso educativo permitirá aumentar
la eficiencia de éste sobre la base de la teoría científica.
Otra de las concepciones del paradigma positivista es que los diseños de
investigación se caracterizan por ser formales y estáticos a partir del manejo del
conjunto de variables que pretende estudiar. Se utilizan predominantemente
técnicas cuantitativas con la intención de alcanzar la mayor precisión y exactitud.
El rigor y el control en el estudio de los fenómenos están en el centro de las
concepciones de este paradigma y se considera al experimento como el método
modelo del conocimiento científico y ha extrapolado a las investigaciones
educativas el modelo experimental elaborado por Fisher para la agricultura, en su
obra pionera "The design of Experiments".
Se concibe el rigor científico como dependiente de un conjunto de criterios que
permiten determinar la credibilidad de las investigaciones. Entre estos criterios se
señalan la consistencia, la neutralidad, la aplicabilidad y el valor de verdad.
Al comparar los resultados de su aplicación en las investigaciones educativas, con
los obtenidos en las ciencias naturales, se argumenta a favor de estos últimos su
reiteración y, en ocasiones, su repetición por diferentes vías conduce al
conocimiento. En las investigaciones educativas es imposible esta concepción del
experimento por cuanto se trabaja con seres humanos a los cuales por razones de
ética científica no se pueden permitir afectaciones en el desarrollo.
Al considerar el paradigma positivista, la actividad científica como desinteresada y
neutra, le niega a ésta el componente ideológico que posee en la esfera social
en general y educacional en particular; de igual manera, se señala como una
limitante que su tendencia a establecer generalizaciones le lleva a olvidar la
individualidad, que tanta importancia tiene para la labor educativa, ya que el
trabajo del maestro no está dirigido solamente a lograr los resultados más
efectivos con el grupo en general, sino a obtener de cada uno de sus estudiantes
los mayores progresos posibles.
EL PARADIGMA SIMBÓLICO-INTERPRETATIVO, CUALITATIVO,
HERMENÉUTICO O CULTURAL.
Este paradigma parte de reconocer la diferencia existente entre los fenómenos
sociales y naturales, reconociendo la mayor complejidad y el carácter inacabado
de los primeros, que están siempre condicionados por la participación del
hombre. Engloba un conjunto de corrientes humanístico-interpretativas cuyo
interés fundamental va dirigido al significado de las acciones humanas y de la
vida social.
Concibe la educación como proceso social, como experiencia viva para los
involucrados en los procesos y para las instituciones educativas; se enfatiza que,
transformando la conciencia de los docentes, estos transformarán su práctica.
El paradigma interpretativo pretende hacer una negación de las nociones
científicas de explicación, predicción y control del paradigma positivista, por las
nociones de comprensión, significado y acción. Sus propósitos esenciales están
dirigidos a la comprensión de la conducta humana a través del descubrimiento de
los significados sociales. Aspira a penetrar en el mundo personal de los hombres
(cómo interpretar las situaciones, qué significan para ellos, qué intenciones,
creencias, motivaciones los guían). Su objeto de estudio fundamental son las
interacciones del mundo social, enfatizando en el análisis de la dimensión
subjetiva de la realidad social, a la cual comprende como un conjunto de
realidades múltiples. Este paradigma considera la realidad educativa como
subjetiva, persigue la comprensión de las acciones de los agentes del proceso
educativo. La práctica educativa puede ser transformada si se modifica la manera
de comprenderla.
Las investigaciones realizadas según este paradigma se centran en la descripción
y comprensión de lo individual, lo único, lo particular, lo singular de los
fenómenos, más que en lo generalizable. No aspira a encontrar regularidades
subyacentes en los fenómenos, ni el establecimiento de generalizaciones o leyes.
El investigador describe las acciones contextualizadas. No busca nexos causales,
sino comprender las razones de los individuos para percibir la realidad de una
forma dada.
Este paradigma niega el carácter desinteresado de la actividad científica,
reconociendo la importancia que tiene la posición social e ideológica de las
personas implicadas en la investigación. Los hechos se interpretan partiendo de
los deseos, intereses y expectativas de los sujetos, no de manera neutral.
Según este paradigma, la validez del conocimiento viene dada como producto del
consenso y se expresa a través del conocimiento tácito, las intenciones y
sentimientos. El criterio fundamental para determinar la validez de las
investigaciones es su relevancia.
En las investigaciones desarrolladas según este paradigma, los diseños de
investigación no tienen el carácter formal y estático que les asigna el paradigma
positivista, sino que son diseños emergentes, que se elaboran en el propio
proceso de desarrollo de la investigación.