disertación el mito de la caverna

5/14/2018 Disertación El mito de la caverna - slidepdf.com

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Texto disértico El mito de la caverna. Sergio Mompeán 1º BACHILLER A

¿Por qué nos conformamos con lo que creemos saber? ¿Realmente

tenemos suficientes puntos de vista para poder crear nuestro conocimiento

libremente? ¿Por qué aceptamos las falacias como argumentos válidos

incluso cuando sabemos que no lo son? ¿Por qué no intentamos llegar a laveracidad o falsedad de nuestros conocimientos?

Situemos el problema en la actualidad, y comparémoslo con el comportamiento de un

niño pequeño. Antes debo clarificar el porqué nos encontramos con este problema, ya

que a veces no sabemos guiarnos en nuestro camino por la larga y dura vida,

entonces, solemos acogernos a dietas, normalmente predispuestas de cuando somos

pequeños, o por divulgadores. Esto, favorece nuestra caída en el gran pozo de la

ignorancia. El “saber que no sé” es uno de los mayores peligros que podemos

encontrarnos en nuestro camino para formar nuestra mente y con las cuestiones quemás arriba he propuesto intentaré hacer que el lector reflexione a la vez que juzgue

mi propia opinión, que irá descrubriendo a lo largo del texto.

Nuestra actual sociedad está influida por varios factores: los medios de

comunicación, los gobiernos/política, las religiones, la sociedad, las personas de

nuestro alrederor... si tuviésemos que definirlo en pocas palabras diríamos que la

influencia de la sociedad viene dada por “la gente poderosa”. Esa gente influye en

nuestra manera de vivir. Cuando comemos, lo hacemos a su manera. Cuando

vestimos, lo hacemos a su manera. Cuando nos relacionamos, lo hacemos a sumanera. Es tal la influencia que ejercen sobre nosotros que incluso perdemos nuestra

personalidad, la originalidad con la que nuestros padres nos trajeron al mundo.

Nacemos, ¡Con lo agusto que estábamos ahí dentro! He ahí la cuestión, cuando

estábamos en el vientre de nuestra madre, ¿No pensaríamos que todo lo que veíamos

(si es que veíamos algo) era la pura realidad? ¿No pensaríamos que no había nada

más allá de lo que “veíamos”? Entonces, cuando estábamos en el vientre de nuestra

madre, podríamos situarnos en una caverna, en una caverna sin internet, la vida está

llena de cavernas pero, ¿No es verdad que, todos hemos superado la primera caverna?

Todos hemos salido del vientre de nuestra madre, hemos superado nuestra primera prueba, hemos abierto nuestro pensamiento, ahora nos hallamos en la realidad, en el

punto 0 de nuestro conocimiento. Al superar nuestra primera caverna empezamos a

aprender, somos libres y nuestro pensamiento se basa en: si tengo hambre, lloro, si

tengo sueño, lloro. Se podría decir que comes cuando tú quieres por tanto haces uso

de tu razón para conseguir una buena calidad de vida, la felicidad por así decirlo. Un

día, dejas de llorar cuando tienes hambre, simplemente porque te das cuenta de que

en un determinado momento del día, te alimentan. ¡No tienes que gastar energía

llorando! No sabes por que razón te dan de comer así porque así, sin que tú lo pidas,

pero aunque hubieses sabido que palabras usar para preguntar el porqué, no lo habrías

hecho, es más fácil adaptarse a lo que ya hay, y aceptar lo que los divulgadores nos

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dicen que tenemos que hacer. Ese es el principio de una larga batalla por el

conocimiento. A medida que vamos creciendo nuestro conformismo va en aumento,

y cuando vamos creciendo la variedad de predicadores es mucho más amplia. Podrás

pensar: si es más amplia ¡tenemos más opciones de juzgar las distintas maneras de pensar! La amplitud suele ser un factor bueno, ya que cuanto más grande sea la gama

de colores más combinaciones de colores puedes elegir. Pero también tiene sus

incovenientes. Cuando somos pequeños tenemos dos divulgadores, de los cien que

podríamos tener y cuando somos mayores tenemos cien de los ochocientos que

podríamos tener. Quiero decir que la procedencia, la calidad y la cantidad de

información que llega a nosotros nunca es la necesaria para ver más allá de lo que

vemos todos los días. Por ejemplo: se acercan las elecciones y decides ver un debate

en una cadena local para ver que opción de voto es la más factible según tus ideales,

según tu manera de pensar... Te encuentras con una mesa redonda habitada por veinte

políticos. A primera vista, pesaremos que habrá distintos puntos de vista, distintas

maneras de pensar. Tenemos veinte divulgadores, pero, ¿no es verdad, que la mayoría

de ellos pertenecerán a los partidos mayoritarios del país? Por tanto, prestar atención

a dicho debate será simplemente conformarse con lo que ya sabemos. Pasemos a un

ejemplo muy parecido pero distinto a la vez. Vamos a confesarnos a un cura, al cual

le comentamos que queremos abortar, el cura contesta que no, por la razón de que

todos los seres vivos pertenecen a Dios, y nadie tiene derecho a quitarles la vida. Es

cura. Es una persona mayor. Tiene el apoyo papal. Tiene un libro que le “avala”.

Aceptamos su testimonio, del todo irracional, porque le damos una cierta credibilidad

a nuestro divulgador. Por supuesto ha usado falacias, comentándonos no sé qué de unseñor superior a nosotros. Comparando los dos ejemplos: en el 1º encontrábamos una

falta de divulgadores y en este último a demás de la falta de divulgadores vemos que

nos ha introducido falacias ¿Por qué aceptamos los testimonios de este señor a pesar

de que sabemos que no son válidos? Por supuesto he usado un ejemplo extremista.

No hace falta si quiera que sean falacias, simplemente adoptamos opiniones,

conocimientos que no son los nuestros, que no hemos razonado. Nos conformamos

con lo que ya sabemos, es más sencillo mantener una idea estable que plantearse

cuestiones que pongan en duda el propio conocimiento. Hablamos en clase sobre las

agujetas, el profesor, explica el proceso por el cual se forman las agujetas. Los profesores tienen una gran credibilidad. El razonamiento del profesor es erróneo, pero

aún así, todos alumnos no se molestan en buscar la realidad, todos se quedan

inmersos en su caverna. Un alumno replica al profesor, aportanto unas buenas

premisas, e intentado corregir su error, ante tal formulación, sus compañeros no se

molestan en girar la cabeza para prestarle atención. Tampoco toman apuntes o hacen

preguntas al respecto. En sus cuadernos todos los alumnos tenían una definición

incorrecta de agujetas. Tan grande era la caverna que incluso el profesor cayó dentro.

Ese insignificante alumno salió de su caverna por segunda vez, no por el hecho de

replicar a un profesor equivocado si no, por el hecho de buscar la razón y por pensar por uno mismo. Las falacias maquillan los argumentos, y para la mayoría es más

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sencillo aceptarlas que buscar una dificultosa solución, que nos haga pensar

demasiado. Imaginemos ahora la caverna de los alumnos, con el profesor dentro ¡Es

un instituto! Ni siquiera quiero insinuar que un instituto es un lugar donde no te dejan

pensar por ti mismo, o un lugar lleno de malos divulgadores. Cuando salimos delinstituto posiblemente hayamos salido de una caverna, porque habremos discutido

tantas opiniones, habremos combatido a tantos divulgadores, que quizá empecemos a

buscar la veracidad de nuestros conocimientos intentato eliminar o modificar los

falsos. Comparemos entonces nuestro nacimiento con nuestra salida del instituto. Las

dos son salidas forzadas, inevitables. Cambios drásticos. ¡Hemos superado otra

caverna!

En definitiva, nuestra existencia se basa en muchas cavernas, de las cuales superamos

dos casi por obligación. Cuando somos bien pequeños empezamos a conformarnos

con lo que vemos, no intentamos cambiar nada, ya que es más cómodo no hacer nada

que hacer algo al respecto. Nos aferramos a los pocos predicadores que “vemos” y

aceptamos aquellos testimonios que no son válidos e impiden nuestro avance en la

sociedad y el desarrollo de nuestro conocimiento. En relación a lo anterior, la

superación de las dos cavernas no es nada comparado con todas las cavernas en las

que nos vemos atrapados, pues no tenemos interés en descrubrir aquello que es

verdadero o falso. Finalmente añado que la superación de dos cavernas conlleva el

poder de superar todas las demás.

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