caracterizaciÓn del consumo de sustancias psicoactivas

Caracterización del consumo de sustancias

psicoactivas ilegales en 4 jóvenes universitarios

de Bogotá

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CARACTERIZACIÓN DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

ILEGALES EN 4 JÓVENES UNIVERSITARIOS DE BOGOTÁ

Trabajo de Grado

Derkind Bazzani Orrego

Oscar Romero Santamaría

Linda Vargas

Blanca Lucía Rodríguez

Juanita Henao

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Psicología

Bogotá, 2014



de Bogotá

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Tabla de contenido

RESUMEN .......................................................................................................................................... 3

1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 4

2. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.................................................. 5

Pertinencia social ........................................................................................................................ 7

Pertinencia disciplinar ................................................................................................................. 8

Pertinencia institucional .............................................................................................................. 9

Pertinencia metodológica .......................................................................................................... 10

3. Estado del arte ........................................................................................................................... 11

4. Fundamentación Bibliográfica ...................................................................................................... 15

5. Pregunta de investigación y Objetivos .......................................................................................... 47

Objetivo General ........................................................................................................................... 47

Objetivos Específicos ..................................................................................................................... 47

6. MÉTODO ..................................................................................................................................... 48

7. RESULTADOS ............................................................................................................................ 51

8. DISCUSIÓN ................................................................................................................................ 67

ANÁLISIS FUNCIONAL .................................................................................................................... 67

CONCLUSIONES ............................................................................................................................. 89

11. REFERENCIAS ......................................................................................................................... 92

12. ANEXOS .................................................................................................................................... 97

12.1 ANEXO No. 1 .......................................................................................................................... 97

12.2 ANEXO No. 2 ENTREVISTA ..................................................................................................... 99

12.3 ANEXO No. 3 TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTAS ...................................................................... 102

12.4 ANEXO No. 4 MATRIZ DE RESULTADOS ............................................................................... 138



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RESUMEN

La presente investigación tuvo como objetivo brindar una caracterización del consumo de

marihuana en 4 jóvenes universitarios de la ciudad de Bogotá. Se abordó la temática desde

una perspectiva comportamental, orientando la recolección de información y la teorización

del problema para elaborar un análisis funcional sobre los casos indagados. Para cumplir

con dicho objetivo se teorizó el consumo desde una perspectiva funcional, recogiendo

diversidad de acepciones que permitieran matizar el consumo desde el uso, el abuso y la

dependencia, además de indagar por antecedentes y factores relacionales con el

comportamiento y sus efectos respectivos. Se utilizó una metodología cualitativa de cohorte

observacional con la finalidad de rescatar la experiencia de los consumidores. El

instrumento que se utilizó para recoger la información fue una entrevista semiestructurada

las cual se aplicó a 4 universitarios pertenecientes a instituciones públicas y privadas.

Luego de organizar la información en una matriz de intertextualidad interna se realizó el

análisis de las narrativas de los participantes a partir de las categorías planteadas desde la

literatura revisada y los autores consultados. A partir de las generalidades y particularidades

de los casos se elaboró un análisis funcional sobre la práctica de consumo, puntualizando

condiciones, antecedentes, desarrollo de la conducta y sus consecuencias.

Abstract

The following research had as main objective to offer a characterization of the consumption

of marihuana in 4 university students of Bogota City. The research was made taking a

behavioral perspective, understanding the topic and the information collected in function of

a functional analysis of the theme. For that purpose, the conceptualization of consumption

was defined by using multiple perspectives of the concept, discriminating use, abuse and

dependency one from another. Also, we debated the related factors involved in the

consumption of marihuana and their effects. This research used a qualitative observational

methodology, in order to focus on the experience of consumers. The instrument used to

collect information were semi structured interviews, applied to 4 students of private and



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public universities, in order to analyze the narrative of participants. The collected

information was organized in an intertextuality matrix, to be analyzed according to the

discussed literature and consulted authors. Taking generalities and particularities from the

experiences of our participants, a functional analysis was made considering conditions,

antecedents, behavior and consequences of the consumption of marihuana.

1. INTRODUCCIÓN

El consumo de sustancias psicoactivas se ha practicado desde hace muchos siglos siendo

conocido y registrado en distintas regiones del mundo. Éste ha tenido distintos usos,

significados, concepciones y consecuencias a lo largo de la historia. Las propiedades y

efectos que generan las sustancias psicoactivas al contacto con el sistema nervioso central

del ser humano han sido estudiadas durante los últimos años de manera más exhaustiva.

(Iversen 2003, Farré y Abanades, 2007)

Es decir, aunque los estudios han buscado establecer patrones de comportamiento

en poblaciones específicas, el significado del consumo está en función del contexto, pues la

simbolización de las sustancias psicoactivas dependen no sólo del grupo consumidor o de

sus características inherentes, sino también de una serie de factores ambientales que

permiten e influyen en la práctica de consumo en personas de distintas edades y diversos

orígenes sociales o culturales.

Especialmente desde el siglo XIX, y por medio de regulaciones jurídicas, se han

generado restricciones respecto al consumo de ciertas sustancias consideradas como fuentes

de peligro para el individuo y para la sociedad; tenemos ejemplos en varias regiones del

mundo sobre las restricciones legales hechas al consumo de alcohol, tabaco, opio,

marihuana, cocaína, heroína, y demás sustancias de carácter psicoactivo que han sido

asociadas culturalmente con procesos de degradación moral y perjudiciales para la salud de

personas y culturas.



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Pese a lo anterior, existen también casos en los cuales estas sustancias representan

un elemento esencial dentro del mantenimiento y reproducción cultural, como ocurre con el

consumo de yagé entre los grupos indígenas de la región del Amazonas, la marihuana en la

cultura rastafari, la hoja de coca en culturas andinas, el peyote en ciertas regiones de

México, entre otros.

En estos casos el consumo se da mediante rituales característico de cada comunidad,

que se reproduce de manera casi exacta de generación a generación y con una finalidad de

orden espiritual. En la cultura occidental, las sustancias psicoactivas han perdido su carácter

de sacralidad y se han convertido en otro producto o mercancía más, que se ofrece en un

marco de consumismo; así, la finalidad del consumo en nuestra cultura es más de orden

hedonista, siendo un medio para la satisfacción, el entretenimiento, y en muchos casos es

usado por los individuos como forma de escape a las condiciones de realidad vividas.

(Bobes & Calafat, 2000)

Resulta interesante entonces indagar sobre los usos y significados que tienen para

diversas personas el consumo de sustancias psicoactivas, profundizando en cómo es el

proceso en nuestra cultura teniendo en cuenta el momento histórico actual, caracterizado

por la importancia que se le da al consumo en las interpretaciones personales sobre la vida

y el deber ser, en donde la ley o los juicios sociales y culturales ya no representan un

obstáculo tan fuerte para dichos consumidores.

Adicional a lo anterior, resulta relevante caracterizar e indagar sobre las relaciones

que pueden existir entre el consumo de marihuana y la historia de aprendizaje, las

condiciones culturales, sociales y psicológicas de los jóvenes, y las atribuciones del

consumo como práctica benéfica o perjudicial para nuestra sociedad; lo anterior, con el fin

de lograr una descripción del consumo de marihuana en jóvenes universitarios de Bogotá.

2. JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Actualmente en los jóvenes universitarios hay una fuerte tendencia al

mantenimiento –si no- aumento del consumo de sustancias psicoactivas como la marihuana,



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aun cuando es ilegal y en la mayoría de casos es reprobado por la sociedad. Los estudios en

salud e investigaciones académicas registran dicho aumento, lo cual nos ha llevado al

cuestionamiento de los factores individuales y sociales que justifican que los jóvenes sigan

consumiendo cada vez más sustancias psicoactivas, así sean restringidas por la ley y la

cultura, como se muestra a continuación:

El DNE realizó un Estudio Nacional de Consumo de sustancias psicoactivas en

Colombia en el 2008, que indicó que el porcentaje de la población general de consumidores

es: Hombres: 4,5%; Mujeres: 1,2%. Por edad, de 12 a 17 años: 3,4%; de 18 a 24 años:

5,9%; de 25 a 34 años de edad: 3,9%. De 35 a 44 años: 1%. (DNE, 2009)

También en DNE realizó un Estudio epidemiológico andino sobre el consumo de

drogas sintéticas en la población universitaria de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú en

2009. Colombia obtuvo el mayor porcentaje de población consumidora de sustancias

sintéticas (alguna de marihuana, cocaína, basuco, inhalables, éxtasis, metanfetaminas,

anfetaminas, LSD, ketamina, GHB, heroína y alucinógenos) en relación con los demás

países, de la siguiente forma:

Colombia: 26,7%

Bolivia: 7,6%

Perú: 9%

Ecuador: 11,5%

Estas estadísticas evidencian la relevancia de investigaciones en población juvenil

colombiana referente al consumo de sustancias ilícitas como la marihuana, ya que aún es un

tema que necesita ser profundizado y aclarado. Sin embargo, los estudios se han enfocado

generalmente sobre las consecuencias del consumo en los individuos y el impacto social

generado, pero todavía no se logra establecer con demasiada claridad las condiciones que

influyen para que el consumo siga en aumento. Sobre la marihuana, es difícil encontrar

investigaciones centradas en esta sustancia y en grupos poblacionales específicos, y que no

aborden otro tipo de sustancias psicoactivas a la vez. Bajo las condiciones actuales en las



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que los jóvenes consumen; aún se mantienen prejuicios, se generaliza y se señala con

estigmas sociales a los consumidores lo que no permite hacer un análisis más concreto de

los factores influyentes y condiciones bajo las cuales los individuos realizan el consumo.

Por lo tanto, la presente investigación busca indagar de forma concreta las

condiciones culturales, sociales y personales del consumo de marihuana en jóvenes

universitarios, para, desde el paradigma de la psicología comportamental, hacer un análisis

funcional de la conducta de consumo, y poder dar cuenta de factores antecedentes de la

conducta a analizar, la descripción de la conducta de consumo (de marihuana en jóvenes

universitarios) y las consecuencias conductuales que señalan los principales factores de

mantenimiento en el consumo de marihuana.

Pertinencia social

La temática del problema a investigar ha sido de gran interés en distintos países

latinoamericanos y del mundo. Actualmente, los debates sobre la legalización de sustancias

psicoactivas, entre ellas la marihuana, se han empezado a proyectar en la agenda del Estado

Colombiano y otros países de la región. Análogamente a la preocupación nacional e

internacional por el abuso y consumo de sustancias psicoactivas, la pertinencia social

responde a la necesidad de brindar información sobre un tema cuya importancia es

innegable, ya que responde a demandas sociales actuales y de mayor trascendencia en la

cotidianidad, debido a su relación con la forma en la que se comportan los jóvenes y cómo

se relacionan con su entorno.

El impacto que genera el consumo ilícito sobre los individuos y la sociedad hace

que sea fundamental el estudio de esta práctica y su contexto. Al verse como un problema

complejo, requiere de numerosos planteamientos y revisiones teóricas, por lo que el aporte

del presente proyecto investigativo busca generar una visión amplia con alto grado de

objetividad sobre el fenómeno, buscando una medida del impacto social que puede llegar a

tener el mismo con la información generada, así como mayor claridad sobre variables

multicausales que influyen en el consumo o abuso de las sustancias.



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La investigación es de pertinencia y relevancia social, ya que busca ahondar en

cómo las condiciones presentes en contextos juveniles colombianos influyen en el consumo

de sustancias ilegales; además, se busca comprender cómo éstas generan un impacto

psicológico, biológico y social en la población de jóvenes universitarios en Bogotá.

Profundizar en esta temática permite un entendimiento más claro y completo en

cuanto a la funcionalidad de la conducta de consumo en jóvenes universitarios. En un

intento por comprender la dimensión global de este problema, se pueden diseñar planes de

acción para reducir el impacto negativo que el consumo de sustancias ilegales como la

marihuana, genera en las personas y la sociedad, teniendo la posibilidad de abrir caminos

para acompañar procesos en los cuales se abandone el consumo, o al menos se haga bajo

condiciones de mayor responsabilidad y cuidado.

Pertinencia disciplinar

La falta de estudios actuales sobre el consumo específico de marihuana plantea la

necesidad de ahondar en investigaciones y discusiones sobre dicha temática.

Adicionalmente, pocos de los estudios realizados responden al contexto colombiano, siendo

pertinente y necesario ahondar en las condiciones sociales, culturales y psicológicas de

jóvenes universitarios de Bogotá.

Desde la perspectiva comportamental, la investigación permite brindar un panorama

complejo y analítico sobre distintos factores que posibilitan la conducta y la mantienen al

indagar por antecedentes, manifestaciones comportamentales y consecuencias del consumo

de sustancias ilícitas. Del mismo modo y en coherencia con uno de los objetivos

fundamentales de la psicología (comprensión y análisis del comportamiento), se pretende

discutir las posibles consecuencias positivas o negativas que implica el consumo moderado

o excesivo de sustancias ilícitas en la población juvenil y en el contexto colombiano.

De acuerdo a lo anterior, el propósito que nos motiva como estudiantes de

psicología a realizar la investigación, es profundizar sobre el tema de forma teórica y

empírica, puesto que el consumo moderado o excesivo de sustancias ilegales representa una



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alteración significativa en el comportamiento humano y las dinámicas sociales importante a

estudiar, así como las interpretaciones que hacen las personas y la cultura sobre sí mismos y

su ambiente.

Pertinencia institucional

De acuerdo a la Pontificia Universidad Javeriana, es de vital importancia que el

presente estudio promueva la investigación, la conservación y transmisión del desarrollo

cultural. Por esto, se espera obtener una caracterización detallada del consumo de

sustancias ilícitas en jóvenes universitarios de Bogotá, abarcando participantes de

universidades públicas y privadas entre 21 y 23 años de edad. Esta población se escoge,

pues se considera relevante describir las prácticas que los jóvenes reproducen con el

tiempo, y cómo se sustentan éstas a nivel social y cultural.

Según la misión de la Pontificia Universidad Javeriana expuesta en el Acuerdo No.

0066 del Consejo Directivo Universitario, 22 de abril de 1992, una de sus problemáticas a

tratar es la crisis de la ética, la intolerancia y el desconocimiento de la pluralidad y la

diversidad, así como la negligencia de instituciones para tratar problemas de orden social,

como en este caso lo representa el consumo y abuso de sustancias psicoactivas ilegales.

Esta investigación es coherente con la misión de la universidad en cuanto se preocupa por

dar cuenta de cómo ésta problemática entra en conflicto con los aspectos mencionados

anteriormente.

Es necesario recordar que la Universidad Javeriana tiene como fin específico la formación

integral del ser humano y la conservación, transmisión y desarrollo de la ciencia y la

cultura, transcendiendo de lo meramente informativo y técnico, hacia un aprendizaje y

construcción social. La universidad se esfuerza por contribuir a la elaboración y difusión de

una auténtica cultura, en la cual el saber metódico queda integrado con los más altos

valores humanos; en este caso, se analizará la práctica de consumo de sustancias

psicoactivas ilegales como la marihuana, para ofrecer posibilidades de análisis y

afrontamiento a la situación desde la mirada psicológica.



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Pertinencia metodológica

Las utilidades prácticas e investigativas de la metodología cualititativa en la

aplicación de un cuestionario a población juvenil, permitirán ahondar sobre la situación

desde las particularidades hasta los elementos más generales, así como la observación de

una unidad de análisis definida que puede dar cuenta del funcionamiento específico en un

contexto determinado; esto permitirá obtener datos concretos de interés y describir

contextos particulares, así como examinar la posibilidad de conocer aspectos del individuo

que serían más difíciles de procesar en un conjunto poblacional con características dispares.

Dado que se busca indagar, entre otras cosas, los elementos personales y psicológicos de

los consumidores de marihuana, la entrevista permitirá conocer de primera fuente aspectos

como la motivación del consumo, la práctica en sí y las conductas operantes asociadas al

mismo, estableciendo características de las contingencias presentes y una mejor

comprensión de la problemática.

Por medio de la metodología de investigación observacional (Kazdin, 2001), se

espera realizar un estudio cualitativo sobre la práctica de consumo de marihuana. En este

estudio se utiliza el diseño transversal de control de caso (Kazdin, 2001) para observar

(valorar), por medio de las entrevistas realizadas, diferentes características en el consumo y

sus respectivas asociaciones, analizar los factores relacionados con el comportamiento de

consumo y comprender dichas relaciones causales de forma muy semejante a como se da en

la investigación experimental (Kazdin, 2001).

Por último, esperamos que las conclusiones y discusiones planteadas en este texto

sean un elemento de apoyo y reflexión para la motivación de “curiosos académicos” que

investiguen sobre este tema, pues los argumentos anteriormente planteados fundamentan la

importancia de ejercer dicha acción y ampliar la mirada e intervención psicológica.



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3. Estado del arte

Hay numerosos estudios de diversos enfoques, que tratan el consumo de sustancias

psicoactivas en Colombia y en otros países del mundo. En el artículo titulado Uso de

sustancias y percepción de riesgo: Estudio comparativo entre jóvenes de Bogotá y

Barcelona, los autores (Forns, Pérez, Trujillo, 2007) intentaron determinar las diferencias y

similitudes existentes entre jóvenes de Barcelona y jóvenes de Bogotá, en cuanto a sus

hábitos de consumo de sustancias psicoactivas, la percepción que tienen sobre actividades

que involucran el consumo y cómo la percepción de riesgo influye en estos hábitos.

Algunos hallazgos sugieren que el inicio del consumo de marihuana es en edades

muy tempranas: la muestra del estudio la componen 865 jóvenes de ambas ciudades

escolarizados, entre los 15 y los 18 años. Se utilizaron las variables de riesgo estudiadas por

Benthin, Slovic y Severson (1993) para evaluar las respuestas de los jóvenes a preguntas

sobre la edad en la que consumieron por primera vez alguna de las sustancias, frecuencia de

consumo en la última semana y la intención de consumo en el siguiente año. Se encontró

que la edad de inicio del alcohol, marihuana y la primera vez que se embriagaron, es

significativamente diferente según la ciudad en la que se vive. Los jóvenes de Barcelona

tienen una propensión y un consumo real mayor que los jóvenes de Bogotá, en cuanto a

todas las sustancias evaluadas.

Percibir placer o beneficios predice un incremento en la intención y la frecuencia de

consumo de la mayoría de las sustancias a excepción de los jóvenes mayores (17 a 18 años)

de Bogotá. El miedo a las consecuencias, o el percibir riesgo a enfermarse o herirse y la

facilidad para acceder a las sustancias no parecen tener una influencia clara en los

diferentes hábitos de consumo.

Con relación a otros países, en la página del Ministerio del Interior y Seguridad

Pública del gobierno de Chile (2010), se encuentra un estudio sobre la prevalencia del

consumo de diversas substancias desde hace 10 años. Se realizó una importante descripción



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de la edad de inicio del consumo de marihuana en la población chilena, siendo los 12 años

una edad de inicio promedio.

También se encontró que el consumo de marihuana está asociado al consumo de

otras sustancias psicoactivas legales e ilegales: en Factores de riesgo predictores del patrón

de consumo de drogas durante la adolescencia, Alfonso, Espada y Huedo-Medina (2009)

buscaron estimar la relación entre el patrón de consumo de alcohol, tabaco y cannabis en

adolescentes y los factores de socialización como predictores de su consumo. La muestra

incidental estuvo compuesta por 292 estudiantes de 1º a 4º de Educación Secundaria

Obligatoria. La discriminación entre los adolescentes que consumen tabaco de manera

habitual viene dada en función de una educación familiar sin normas bien establecidas, de

la existencia de consumo de cannabis y de una edad temprana de inicio de acuerdo al

estudio en Chile. En cuanto al consumo de alcohol, los jóvenes que beben más

habitualmente se diferencian de los que lo hacen en menor medida en la forma en la que

predominan actitudes favorables al consumo del mismo por parte del grupo de iguales y

cuando consumen con frecuencia cannabis.

Finalmente, la mayor frecuencia de consumo de cannabis está relacionada con una

también mayor frecuencia de consumo de tabaco, de alcohol, el fácil acceso a las drogas y

un grupo de amigos con actitudes y comportamientos favorables a las mismas. Se evidencia

la influencia de las variables sociales, demográficas y familiares como factores de riesgo en

la transición de uso espontáneo de sustancias a hábito del mismo y las implicaciones para el

desarrollo de programas preventivos.

Por otro lado, De Souza y Martins (2005) realizaron un estudio sobre el consumo de

marihuana en estudiantes universitarios en Rio de Janeiro. En la investigación titulada

Marihuana y Universitarios: Un estudio de representaciones sociales en Rio de Janeiro, se

aborda una de las drogas ilícitas más usadas en todo el mundo, la marihuana. El objetivo de

la investigación fue identificar las representaciones sociales de la marihuana entre

estudiantes de una universidad de Rio de Janeiro, teniendo a Moscovici como referente

básico. Se trata de una investigación descriptiva con una muestra de 60 jóvenes de ambos



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sexos, consumidores o no, de edades comprendidas entre los 17 y los 30 años. Los

resultados permitieron delinear perfiles psicosociales distintos por parte de consumidores y

no consumidores de marihuana, con concepciones de vida específicas, caracterizadas por

un lado por una ética hedonista de búsqueda incansable del placer y evitación del dolor y

sufrimiento, y por otro lado, por una visión funcional o valorando qué tan facilitadora es la

sustancia en el procesamiento cognitivo.

Cáceres, Salazar, Varela y Tovar (2006) realizaron una investigación sobre el

consumo de drogas legales e ilegales y los factores de riesgo psicosocial relacionados a

éste en la ciudad de Cali. Se encontró que la droga legal más común es el alcohol y la ilegal

es la marihuana. Además, encontraron que los comportamientos perturbadores, el

autocontrol, y la valoración de los consumidores frente a la substancia son los factores de

más relación. Lo anterior se concluyó con la aplicación del instrumento “Cuestionario de

factores de riesgo y de protección para el consumo de drogas” validado y constituido por

311 preguntas sobre aspectos sociodemográficos, presencia de consumo de drogas ilegales

y legales, y factores psicosociales de riesgo y protección para el consumo de drogas.

Sobre el funcionamiento e impacto a nivel neurológico, en Neuroimagen y

drogodependencias: correlatos neuroanatómicos del consumo de cocaína, opiáceos,

cannabis y éxtasis, de Verdejo, Pérez, Sánchez, Rodríguez, y Gómez (2007), se busca

discutir la evidencia disponible sobre la existencia de alteraciones cerebrales en

consumidores de distintas drogas que presentan altos índices de prevalencia de consumo en

las sociedades occidentales: cocaína, opiáceos, éxtasis y cannabis. Para esto se revisan los

principales estudios de neuroimagen que han detectado alteraciones en la estructura y el

funcionamiento cerebral de consumidores de drogas. Asimismo, se discuten los resultados

de estudios de neuroimagen funcional que han analizado patrones de activación cerebral

asociados a operaciones cognitivas específicas, como la memoria o las funciones

ejecutivas.

Respecto al consumo de cannabis, los autores señalan como hallazgos estructurales

que el consumo de cannabis se ha asociado a deterioros más acusados en poblaciones que



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se inician a edades más tempranas y en mayores cantidades de la sustancia. En coherencia

con otros estudios, se detectaron reducciones del volumen global de la sustancia gris e

incrementos del volumen global de la sustancia blanca en consumidores de cannabis que

habían iniciado el consumo de droga antes de los 17 años afectando los núcleos cerebrales

y las conexiones de los procesos cerebrales. Por otro lado, un estudio reciente en el que se

aplicaron técnicas de análisis de MBV en una población de consumidores de importantes

cantidades de cannabis detectó la existencia de alteraciones focales en diversas regiones

cerebrales de interés. Estas alteraciones incluyen reducciones de la densidad del tejido de la

sustancia gris en el giro hipocampal e incrementos de la densidad del tejido de la sustancia

blanca en el córtex parietal y temporal, el giro fusiforme y el giro parahipocampal. Estas

alteraciones son consistentes con los hallazgos de estudios neuropsicológicos en

consumidores de cannabis que muestran un efecto específico residual del consumo de esta

sustancia sobre los mecanismos de la memoria.

Adicional a lo anterior, los autores destacaron que las alteraciones asociadas a los

efectos residuales del cannabis se localizan de modo preferente en las regiones frontales y

en el cerebelo. Se han detectado reducciones significativas del flujo cerebral en el córtex

prefrontal en consumidores abstinentes entre uno y tres días. La relevancia de las

alteraciones de los sistemas frontales también se ha documentado en un estudio en el que se

analizaron los niveles plasmáticos de la enzima dopamina hidroxilasa (que metaboliza la

dopamina) en consumidores de cannabis después de un período de tres días de abstinencia,

los cuales se relacionan con el sistema de recompensa y aprendizaje del ser humano.

Además de intervenir de manera indirecta sobre la producción de dopamina, el

cannabis interactúa preferentemente con receptores específicos CB1, que se expresan

abundantemente en áreas como el hipocampo o el cerebelo, lo que explica en gran medida

la importante implicación de estas áreas en alteraciones de memoria y funciones ejecutivas

asociadas al consumo de esta droga.



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En hallazgos anatómicos en condiciones de activación, en relación con la memoria

operativa, diversos estudios de Resonancia Magnética Funcional (RMf) han producido

resultados contradictorios. Por ejemplo, en un estudio inicial se registró la actividad

cerebral asociada a la ejecución de un grupo de consumidores de cannabis en una tarea de

memoria de trabajo espacial. El grupo de consumidores mostró una reducción de la

actividad en la región prefrontal dorsolateral y un incremento de la actividad del córtex

cingulado anterior. Sin embargo, en un estudio posterior en el que también se empleó RMf

y una tarea de memoria operativa espacial, los mismos autores obtuvieron resultados

discrepantes. En este caso, los consumidores de cannabis mostraron una mayor activación

del córtex prefrontal dorsolateral y cingulado anterior (relacionados con la memoria

operativa), pero también de otras regiones normalmente no implicadas en los procesos de

memoria operativa, como los ganglios basales. En este caso, los autores postularon que los

consumidores de cannabis podían haber compensado las alteraciones en las regiones

normalmente implicadas en la memoria operativa recurriendo a la hiperactivación de estas

regiones y a la implicación de otras regiones normalmente no relacionadas con estos

procesos. También muestran Verdejo -García, Pérez-García, Sanchez-Barrera, Rodriguez-

Fernandez & Gomez-Rio (2007) la existencia de reducciones significativas de la activación

de las áreas frontales y temporales (incluyendo el hipocampo) en respuesta a las demandas

de tareas de otras modalidades de memoria, como la memoria episódica y la atención.

4. Fundamentación Bibliográfica

El consumo de la sustancia en jóvenes ha tenido principalmente un propósito

recreativo (Bobes y Calafat, 2000). Los efectos alucinógenos y relajantes de la planta hacen

que sea atractivo en espacios de esparcimiento, de fiesta y distención. Para conseguir los

distintos efectos, se ha encontrado distintas formas de presentación de la substancia.

Inicialmente, la cantidad de compuestos activo depende del tipo de la planta, el genotipo y

la parte de la planta: la mayor concentración de cannabinoides se encuentran los brotes

florecientes de la planta femenina o sumidades florales (cogollos) y en las hojas, mientras

que las concentraciones son bajas en tallo, raíces y semillas. (Moya, 2009, p. 37).



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Paralelamente, Farré y Abanades (2007) plantean que la intensidad, duración y

desarrollo de los efectos dependen de la dosis, de la vía de administración y de la forma de

consumo. En ese orden de ideas, Bobes y Calafat (2000) presentan tres tipos de

presentación que reciben nombres diferentes del cannabis: “Bhang” se prepara a partir de

las hojas y extremos secos de la planta no cultivada y se caracterizan por tener poco

contenido de resina. “Ganja”, la cual se obtiene de las hojas y extremos de la planta

cultivada, las cuales tienen más resina. El “Charas” se prepara a partir de la preparación de

la resina pura y es más potente que las otras formas de presentación. Complementario al

contenido de resina, Moya (2009) resalta cómo la manipulación de los cultivos

hidropónicos y técnicas de sembrado han potenciado los efectos de la droga.

Lo anterior incide necesariamente a la intensidad del efecto de la droga a partir de la

forma de presentación. Adicionalmente, la absorción dependerá de la forma de consumo de

la substancia: Inhalación de humo por cigarrillos, ingesta de alimentos o bebidas (ingesta

oral), por aerosoles o pulverizadores, gotas oculares o por administración rectal, lo cual

influye también en la potencia del efecto que se encuentre.

Moya (2009) afirma que la forma más común de consumir cannabis es en forma de

cigarrillo, pipas y vaporizadores. Esto debido a la inmediatez de los efectos debido a que

llega directamente a los pulmones y al torrente sanguíneo. Adicionalmente, Bobes y

Calafat corroboran la información afirmando que la via más común de ingesta es el

cigarrillo (2000). Cabe resaltar que la cantidad de humo absorbido por pulmones influirá en

la intensidad de los efectos consecuentes. Al respecto, Bobes y Calafat (2000) afirman que

“el volumen contenido en una “calada” produce cambios significativos en los niveles

plasmáticos de Tetrahidrocannabinol THC y en los efectos subjetivos psicotrópicos” (p.

49). También encuentran que en términos de duración, el tiempo que se mantiene el humo

entre los pulmones no altera la dosis ingerida. Sin embargo, los mismos autores encuentran

que la vida media del THC es aproximadamente de unas 20 horas.

También, Fernández, Fibla, Graña (2000) adoptan el concepto de dependencia o

adicción; un acumulado de expresiones fisiológicas, comportamentales y cognitivas, los



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cuales se relacionan con la frecuencia del consumo y algunas consecuencias que se

describirán a continuación:

Uso: consumo, utilización o gasto de una sustancia sin significación clínica ni

social. Debe entenderse como un consumo aislado, ocasional, episódico, sin ningún ritmo

en la habitualidad, sin tolerancia o dependencia; Según el estudio Nacional de SPA (2008),

en Rayo, Pardo & Gantiva (2012) se puede dividir temporalmente en consumido alguna vez

en la vida, en el último año o en el último mes.

Hábito: costumbre de consumir una sustancia por una costumbre a sus efectos. La

búsqueda de la sustancia es limitada, y nunca significa una alteración conductual grave.

Abuso: un modo des adaptativo de uso de substancias frecuentes y perjudiciales e

interfiere con las actividades cotidianas del sujeto. (Blow, Olisn & Barry, 2002, en Rayo,

Pardo & Gantiva, 2012). Cualquier consumo de droga que dañe o amenace dañar la salud

física, mental o el bienestar social de un individuo, de diversos individuos o de la sociedad

en general. (OMS)

Dependencia: enfatiza una pérdida de libertad por parte del individuo, pues la

persona se encuentra supeditada, controlada que implican una priorización de la substancia

en la vida de las personas, lo que dificulta el no consumirlo y se caracteriza por el craving o

deseo insuperable de ingesta Clásicamente se han descrito dos tipos de dependencia:

fisiológica y psicológica.

Tolerancia: estado de aceptación caracterizado por la disminución de las respuestas

a la misma cantidad de droga, o por la necesidad de una dosis mayor para provocar el

mismo grado de efecto fármaco dinámico.

Síndrome de abstinencia: cuadro que aparece cuando se rompe el vínculo droga-

organismo y que se caracteriza por unas manifestaciones más o menos agudas de una serie

de signos y síntomas físicos y psíquicos de gravedad y perfil variables según la sustancia,

los cuales ceden con la administración o con sustitutivos farmacológicos que amortigüen el



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vacio a nivel de neuro receptores que se producen. El síndrome que aparece tras la retirada

de la sustancia se denomina abstinencia por supresión, mientras que el producido por la

administración de un antagonista es denominado abstinencia precipitada.

Teorías asociadas al aprendizaje de la conducta de consumo

En el paradigma comportamental existen numerosas referencias que buscan explicar

el consumo de sustancias psicoactivas. Patrones de hábitos como beber en exceso, fumar,

comer en exceso o abuso de sustancias pueden ser considerados como una subclase de una

serie más amplia a la cual Marlatt (1985) se refiere como conductas adictivas.

De acuerdo con este autor, en este tipo de conductas el individuo generalmente

busca un estado de gratificación inmediata (placer, sentirse “elevado”, reducción de tensión

o alivio del malestar asociado con el acto en sí mismo), lo cual generalmente es seguido por

la aparición de consecuencias negativas como malestar físico o enfermedad, desaprobación

social, pérdida financiera o disminución de la autoestima. Los teóricos comportamentales

definen la adicción como un poderoso hábito de comportamiento, un ciclo vicioso

adquirido de comportamientos autodestructivos supeditados bajo los efectos del

condicionamiento clásico y el reforzamiento operante (Marlatt, 1985).

Marlatt (1985) además plantea en su definición de conductas adictivas, que en

términos de la frecuencia de ocurrencia, el comportamiento adictivo se extiende a lo largo

de un continuo de uso, más que ser definido en términos discretos o categorías fijas, como

el uso excesivo o total abstinencia. En contraste, todos los puntos a lo largo de este

continuo de frecuencia en la ocurrencia, de muy infrecuente a “normal” al uso excesivo, se

asume son gobernados por procesos similares de aprendizaje (Marlatt, 1985)



de Bogotá

19

Por otro lado, en Adaptación de un modelo de intervención cognoscitivo-conductual para

usuarios dependientes de alcohol y otras drogas a población mexicana: un estudio piloto,

de los autores Barragán, González, Medina, Ayala (2005), se presenta una explicación del

comportamiento adictivo a partir de diversos enfoques conceptuales. Desde el enfoque

cognitivo conductual, cuyas aportaciones han contribuido al tratamiento de las adicciones,

se explica éste comportamiento desde los postulados del condicionamiento clásico, el

condicionamiento operante, del aprendizaje social, y de la economía conductual.

El condicionamiento clásico sustenta que al repetirse la conducta de consumo ante

ciertos estímulos ambientales se establece un aprendizaje estímulo-respuesta;

constituyéndose en estímulos condicionados o precipitadores de la conducta de consumo.

El condicionamiento operante explica el mantenimiento de la conducta de

autoadministración de sustancias adictivas debido al efecto reforzante de dicha sustancia.

En tanto que la teoría del aprendizaje social incluye al condicionamiento clásico, al

operante y al condicionamiento vicario para analizar, explicar y predecir la conducta de

consumo postulando al modelamiento social como factor crítico y determinante en el

consumo, el cual varía en función de la historia previa del consumo, de los factores

situacionales, y del tipo de interacción con los compañeros de consumo. Esta teoría

propone como factores asociados con recaídas en los consumidores crónicos, el grado de

control y capacidad que se percibe tener frente a otros (autoeficacia); las situaciones o

sucesos cotidianos asociados con el consumo (precipitadores); la accesibilidad a la

sustancia y las restricciones situacionales específicas; y los déficits en la capacidad de

rehusarse al consumo ante la presión social, en las actitudes de solución de problemas, las

sociales y recreativas; y en la de modificación de expectativas frente a los efectos de la

sustancia de consumo (Barragán, González, Medina, Ayala, 2005).

Otra aporte de la ciencia psicológica al estudio y tratamiento de las adicciones

proviene de la teoría de la economía conductual, que señala al “precio” y al “costo de

oportunidad” como factores influyentes en el consumo excesivo. Desde esta perspectiva se

señala que es importante restringir el acceso a la sustancia y ofrecer actividades



de Bogotá

20

alternativas reforzantes y disponibles que puedan competir con el consumo. (Barragán,

González, Medina, Ayala, 2005).

En un estudio de enfoque psicológico-jurídico, Relevancia del análisis cognitivo-

conductual en la valoración de la imputabilidad en drogodependencias: estudio de caso, de

los autores Fernández, Fibla, Graña (2000) se utiliza el análisis cognitivo conductual para

ilustrar la relación de variables de personalidad, predisponentes, contextuales, etc, que

llevan al consumo inicial, al mantenimiento de autoadministraciones sucesivas, el deterioro

social laboral y personal causado por la dependencia y cómo estos factores se relacionan

con un hecho delictivo.

Por otro lado, presentan también los autores un marco de conceptos sobre el

comportamiento adictivo desde los enfoques del condicionamiento operante y la teoría del

aprendizaje social. Sobre el primero, se enfatiza en conceptualizar los eventos estimulares

(discriminativos) los cuales preceden y establecen la ocasión para la emisión de una

respuesta que va seguida de reforzamiento positivo y negativo. Los distintos experimentos

sugieren además que la adquisición de la conducta de auto administración funciona como la

de otras conductas operantes Fernández, Fibla, Graña (2000).

En la teoría del aprendizaje social, sobre las conductas adictivas se señala: a) la

conducta adictiva está mediada por cogniciones, compuestas de expectativas que son

creencias sobre los efectos de la conducta de consumo. b) estas cogniciones están

acumuladas a través de la interacción social en el curso del desarrollo, por una parte, y a

través de las experiencias con los efectos farmacológicos directos e interpersonales

indirectos de la conducta de consumo, por el otro. c) los determinantes principales de la

conducta de consumo son los significados funcionales unidos a la conducta de consumo en

combinación con la eficacia esperada de conductas alternativas. d) los hábitos de consumo

se desarrollan, en el sentido que cada episodio de consumo puede contribuir posteriormente

a la formación del hábito por el incremento del estrés y por limitar las opciones de

conductas alternativas. e) la recuperación depende del desarrollo de habilidades de

afrontamiento alternativas (Fernández, Fibla, Graña, 2000)



de Bogotá

21

Análisis funcional de la conducta

La metodología del análisis funcional se enfoca en la identificación de variables que

influyen en la ocurrencia de un comportamiento problema y se ha convertido en un marco

de referencia en las aproximaciones contemporáneas del análisis comportamental (Hanley,

Iwata, McCord,

2013). El principio primario del análisis funcional es que el

comportamiento es entendido de acuerdo con su función más que por sus características

formales (Follete, Naugle, Linnerooth, 2000).

La función del comportamiento se entiende examinando las variables controladoras

relevantes de una conducta definida objetivamente, incluyendo los antecedentes,

consecuencias, y las condiciones bajo las cuales el comportamiento más a menudo ocurre

(Follete et al, 2000). El análisis funcional tiene sus raíces en la teoría del aprendizaje

comportamental y se basa en los principios del condicionamiento operante y clásico para

entender la función del comportamiento (Follete et al, 2000). Así, a modo de definición, el

análisis funcional consiste en la identificación de relaciones funcionales, causales y no

causales, importantes y controlables, aplicables a determinadas conductas de un individuo

(Haynes y O’Brien, 1990).

En el análisis funcional, los comportamientos del individuo son generalmente

considerados como parte de clases funcionales más amplias, varias conductas

aparentemente no relacionadas pueden ser entendidas como miembros de una misma clase

de respuesta particular (Follete et al, 2000). Las clases de respuesta son agrupaciones

hipotéticas de comportamientos que comparten la misma función aunque la topografía del

comportamiento individual en una clase particular pueda parecer muy diferente. Todo lo

que es necesario para que dos o más comportamientos sean elementos de una misma clase

de respuesta es que los mismos tienen una función similar sobre el ambiente (Follete et al,

2000).

Una presunción importante del análisis funcional es que la unidad de estudio es la

persona completa interactuando en y con un contexto ambiental particular, esto es, no se



de Bogotá

22

puede entender el comportamiento de una persona aislado de las condiciones bajo las

cuales ocurre y funciona actualmente. Así, el análisis funcional ocurre a un nivel

psicológico y no considera los comportamientos como mero movimiento a través del

tiempo y el espacio (Follete et al, 2000).

Es importante señalar que a pesar de que el análisis funcional es especialmente una

técnica de control y predicción, con la cual generalmente se espera lograr una eventual

modificación de una conducta definida bajo un carácter idiográfico o histórico-singular

(Fuentes & Quiroga, 2004), en esta investigación se busca es describir y analizar las

características generales de la práctica de consumo, más que intervenir sobre dicho

comportamiento en los participantes, por lo tanto el análisis funcional es generado en este

estudio con el fin de caracterizar la práctica, y no tanto con el interés de señalar una forma

de intervención clínica.

De acuerdo con Forteza & Vara (2000), las técnicas para realizar evaluaciones

funcionales pueden dividirse en tres grupos: informativas, mediante observación directa y a

través del análisis experimental. Las técnicas informativas se caracterizan por ser indirectas

y centrarse en las respuestas de personas significativas a cuestionarios o entrevistas. En las

técnicas de observación directa tipo A-B-C (antecedente-conducta-consecuente) una

persona con entrenamiento observa la conducta en situación natural y establece los

acontecimientos antecedentes o consecuentes que se relacionan con ella. La funcionalidad

en este caso se establece a través de la regularidad entre los eventos. Por último, en el

análisis experimental, se busca realizar un análisis funcional en condiciones de laboratorio

bajo un control alto de las variables dependientes e independientes en la conducta.

Como componentes del análisis funcional Haynes, O’Brien et al. (2011) resaltan,

entre otros elementos: a) los problemas de comportamiento, teniendo en cuenta los modos y

dimensiones de respuesta y sus relaciones con las variables causales; b) la fuerza de las

relaciones entre los problemas y la fuerza de una relación causal que refleja posiblemente

el grado en el que los cambios en una variable se asocian a los cambios en otra variable; c)

los efectos o consecuencias del comportamiento problematizado; d) las variables causales

están presentadas en términos contingenciales así como la modificabilidad de las mismas.



de Bogotá

23

Finalmente, es necesario resaltar que la evaluación o análisis funcional pretende

como objetivo central revelar los problemas más relevantes y las variables causales

modificables o que explican en gran medida el comportamiento problema (Keawéaimoku,

Godoy, Haynes y Gavino, 2013).

Factores propios de la población juvenil

También se han encontrado características propias de los jóvenes como eventos

desencadenantes y de predisposición, de corte social y cultural, y su motivación hacia el

consumo, como se verá a continuación:

Berger (2008) indica que la adultez temprana es un momento de la vida en el cual

los comportamientos riesgosos son más atractivos para las personas, sobre todo para los

hombres. De distintas maneras los individuos buscan y encuentran placer y la sociedad se

beneficia con el riesgo que toman los jóvenes. Estos comportamientos riesgosos pueden

generar consecuencias negativas como el abuso de drogas ilegales y la adicción a ellas.

En coherencia con las condiciones sociales específicas de la población juvenil,

también se ha encontrado que las sustancias que consumen los jóvenes varían de acuerdo a

diferentes factores como el sector social y económico al cual pertenecen. Los jóvenes de

sectores vulnerables consumen sustancias más accesibles económicamente y de mala

calidad como la pasta base de cocaína (perico), el bazuco, el pegamento, etc. En cambio,

los jóvenes de las clases sociales más altas tienden a consumir sustancias de una mayor

calidad (Camarotti, 2007) como la cocaína.

Además de las condiciones referentes a la fácil accesibilidad económica de los

jóvenes hacia las drogas, es posible encontrar condiciones en el objetivo o motivación de

los mismos hacia el consumo. En Argentina por ejemplo, esta práctica se incrementó

debido a la atribución de la planta como “natural, relajante y poco nociva para la salud”. Al

respecto, muchos jóvenes encontraban en el consumo de marihuana una forma de rebelión



de Bogotá

24

y oposición hacia el modelo económico y social, que pretendía rebelarse contra el sistema.

(Camarotti, 2007)

Alrededor de los años 90, en el mismo país creció una nueva práctica social en

donde la intención de consumo era recreativa, permitiendo la experimentación con

sustancias ilícitas, y el acercamiento entre pares en dichas prácticas.

También hay un aspecto de vinculación emocional en el momento del consumo:

cuando los jóvenes se agrupan en espacios específicos, usualmente buscan experimentar

emociones positivas al satisfacer mutuamente las necesidades de pertenencia y de

satisfacción de deseos placenteros. (Álvarez, J; Burguillo, F; Calzada, M, et al, 2005)

De esta forma, los jóvenes pasan por diferentes procesos de cambio, a nivel social,

cultural y económico; hay algunas condiciones culturales propias de la juventud, en donde

no es nuevo encontrar que hay un mensaje difuso hacia estos, por lo que por un lado están

sometidos a la rápida madurez personal a nivel sexual, y por el otro la incapacidad social de

responder por sí mismos e ingresar a un ambiente laboral con demandas diferentes; “los

jóvenes alcanzan la madurez psicofísica, personal y formativa a unas edades a las que sólo

con extraordinarias dificultades se pueden permitir la integración al mercado de trabajo y al

acceso a un domicilio de uso propio” (Álvarez, J; Burguillo, F; Calzada, M, et al, 2005)

Así, se hacen evidentes las presiones diferenciales a las que está expuesta la población

juvenil.

Sumado a lo anterior, también es evidente que las sociedades contemporáneas

tienen un modelo de educación que demanda que “los jóvenes vayan adquiriendo

cantidades crecientes de capital humano a medida que van transitando por las diferentes

etapas del sistema formativo” (Requena, 2008), y esto hace que se les exija ser jóvenes y

expertos en el menor tiempo posible, agregando estímulos estresores (precipitantes) que

dificultan su proceso de desarrollo normal e imponiendo una acelerada maduración en

todos los niveles.

Hay varios factores que propician los espacios de consumo entre jóvenes

universitarios, como la accesibilidad económica y topográfica a los expendios, los factores



de Bogotá

25

culturales de jóvenes consumidores de alcohol, tabaco y marihuana, las presiones sociales

en términos de expectativas Vs realidad, la necesidad de rebelarse contra el status quo, y el

proceso de desarrollo cognitivo propio de la población.

El Plan Nacional Sobre Drogas (2005) de España, por ejemplo, ha encontrado que

el cannabis es la droga ilegal más consumida en adolescentes, aunque, “el consumo de

alcohol se asocia de forma prioritaria al consumo de cannabis pero cuando, tras finalizar

este, los jóvenes se trasladan a discotecas o pubs, se inicia el consumo de otras drogas,

fundamentalmente cocaína” (Álvarez, J; Burguillo, F et al, 2013)

Sin embargo, es evidente también que los jóvenes suelen iniciar el consumo de

sustancias en reuniones sociales y por iniciativas de relajación y recreación y de manera

ascendente, es decir ingiriendo alcohol, fumando tabaco, marihuana y posteriormente

drogas como el éxtasis, la metanfetamina, la heroína y el LSD. “Es también la edad del

consumidor y su estilo de vida que determinan la forma de consumo de cannabis, su

consumo concomitante con otras drogas incluido el alcohol, o las consecuencias sobre la

conducta o el físico del consumo.” (Bobes,J; Calafat, A. 2000)

Ahora bien, para los objetivos planteados en la presente investigación, es necesario

ahondar en las condiciones que de una y otra forma posibilitan, impiden y originan que los

jóvenes inicien su historia de consumo de marihuana.

Factores antecedentes del consumo

La evidencia empírica ha demostrado que las conductas de uso y abuso de drogas no

dependen de un solo factor aislado, sino que están originadas y mantenidas por diversos

factores de naturaleza multidimensional. Becoña (2007) resalta sobre el consumo de

drogas, que: 1) hay factores que facilitan el inicio y mantenimiento en el consumo de las

distintas sustancias; 2) hay una progresión en el consumo de las drogas legales a las ilegales

en una parte significativa quienes consumen las primeras respecto a los que no las

consumen; 3) una serie de variables socio-culturales, biológicas y psicológicas modulan los



de Bogotá

26

factores de inicio y mantenimiento y la progresión o no en el consumo de unas a otras

sustancias.

Villa, Fernández y Villacampa (2001) señalan la importancia de establecer los

factores de riesgo en el consumo, definiéndolos como aquellas circunstancias y/o

características personales o ambientales que, combinadas entre sí, podrían resultar

predisponentes para el inicio o mantenimiento del uso y abuso de drogas. Por otro lado, los

factores de protección se definen como aquellas variables que contribuyen a modular o

limitar el uso de drogas. Estos factores se refieren a dos clases: los relacionados con el

individuo (intrapersonales e interpersonales) y los relacionados con el contexto

(ambientales)

Hay factores antecedentes al consumo que incrementan o no la vulnerabilidad en la

persona para presentar el comportamiento de consumo. La “vulnerabilidad” de una

persona o de un grupo social se puede entender como “la condición mediante la cual una

serie de factores de diferente índole interactúan de tal manera que producen un determinado

grado de fragilidad o de resistencia frente a una situación de amenaza.” (Pérez, 2013, p.

239). Relacionado con este concepto, generalmente se habla de factores de riesgo en el

consumo, aquellas situaciones o condiciones (personales o ambientales) que aumentan la

probabilidad del uso o abuso de drogas. De acuerdo con Pérez (2013), los factores de riesgo

más citados suelen ser:

-Curiosidad sobre efectos

-Necesidad de pertenencia y aceptación

-Independencia y hostilidad

-Placer, emoción, peligro

-Estado “superior” de conocimiento y creatividad

-Búsqueda de bienestar y tranquilidad

-Escape a la angustia



de Bogotá

27

En esta lista, las dimensiones sociales y psicobiológicas están mezcladas y pueden

generar confusión, por lo tanto Pérez (2013) presenta una clasificación más precisa: riesgo

psicológico y biológico, riesgo parental, riesgo escolar, riesgo con los pares y, otros riesgos

asociados. El autor presenta una tabla con esta clasificación (Pérez, 2013, p. 241):

Tabla 1.

Factores de Riesgos (dimensiones sociales y psicobiológicas)

VULNERABILIDAD, DETERMINANTES SOCIALES DEL CONSUMO DE

DROGAS Y EL FUTURO DE LA PREVENCIÓN

Riesgo

Psicológico y

Biológico

Riesgo

parental

Riesgo

escolar

Riesgo con los

pares Otros Riesgos

Impulsividad Relaciones

pobres

Bajos logros

académicos

Rechazo de los

pares

Contexto Global

Curiosidad Control Hostil Bajas

aspiraciones

Delincuencia Deprivación

económica

extrema

Sensibilidad

biológica

Control

Inconsistente

Bajo

compromiso

Frecuentar

pares

consumidores

La publicidad,

que hace de las

SPA ‘objetos de

consumo’ como

cualquier otro

Búsqueda de

placer

Rebeldía Déficits

intelectuales

“Malos

Amigos”

Aceleración

Ritmo de Vida

Anomia y Moda

Búsqueda de

‘escapes’

Actitudes

Favorables

Abandono

escolar

Presión del

Grupo

Delincuencia



de Bogotá

28

Hacia el

Consumo.

Búsqueda de

sensaciones

Hijos de

consumidores

Venta y

consumo de

drogas en el

vecindario

Déficit

atencional

Hiperactividad

Falta de

espiritualidad/

religiosidad

Baja activación

del SNA y del

SNC

Inconformidad

con las reglas

Factores

hormonales

Uso temprano de

alcohol

Baja autoestima

Psicopatología /

Depresión

Trastornos del

desarrollo

Trastornos de

aprendizaje

El riesgo total, vendría dado por el resultado de la combinación del peso relativo de

cada uno de los factores que intervienen y que pueden agruparse globalmente en tres

grandes categorías: el contexto social y medioambiental, la persona misma, y la sustancia

(Pérez, 2013).

Ante la pregunta: ¿por qué se consumen drogas? Pérez (2002) argumenta en el

contexto colombiano una serie de factores relacionados con el consumo de sustancias



de Bogotá

29

psicoactivas. Además de los factores relacionados con la propia sustancia, señala los otros

dos factores a tener en cuenta: relacionados con el ambiente y con el sujeto.

Factores relacionados con condiciones del medio ambiente

En primer lugar, el autor señala que una de las características de la cultura occidental es la

de encontrarse saturada de productos que ofrecen a las personas bienestar, felicidad,

tranquilidad, ecuanimidad, entre otras, que por medio de la publicidad crea un contexto en

el cual se hace creer que el consumo de determinadas sustancias proporcionará emociones,

capacidades, y eventualmente “poderes” no sospechados a quienes las empleen, así como

un determinado status. Las sustancias psicoactivas se constituyen así en auténticos “objetos

de consumo” en un mercado que ofrece las sustancias con toda una red de distribuidores y

compradores (Pérez, 2002)

En segundo lugar, el autor señala el momento de la historia humana actual en la cual

hay una aceleración considerable del ritmo de vida y se modifican las formas de relación,

las estructuras de organización y los sistemas de valores. Las condiciones de la vida

moderna, han dado lugar a un aumento de situaciones generadoras de ansiedad y una

disminución de aquellas que han facilitado la comunicación, además de crear circunstancias

que generan homogenización de prácticas (como las modas) y modelos de ser en sociedad

(activo, brillante, lúcido, ágil, productivo) que se incentivan con el consumo de ciertas

sustancias (Pérez, 2002).

Un último factor ambiental que señala este autor es un comportamiento

característico de la cultura latina que es la tendencia a la improvisación, especialmente en

asuntos de políticas de salud pública. Para el autor, este elemento de nuestra idiosincrasia

ha contribuido en forma significativa a crear un clima de caos en donde no hay claridad

sobre las acciones a emprender para enfrentar el problema de consumo y que generan

muchas dificultades para resolverlo (Pérez, 2002).

Factores relacionados con el sujeto



de Bogotá

30

La persona frente a sí misma: existe una sensibilidad biológica en las personas que

las predispone a reaccionar de forma particular ante ciertas circunstancias, si además se le

añaden condiciones negativas de vida y relaciones (problemas, familiares, dificultades

económicas, auto decepción), cuando se presente la oportunidad de ingerir alguna sustancia

que le haga sentir un cambio, así sea momentáneo, el sujeto tenderá a aprovecharla. El

autor señala que un persona con una mala imagen de sí misma tiene mayores posibilidades

de buscar escapismos fáciles que una persona con buena autoimagen, alguien con rasgos de

personalidad que sabe imponerse tendrá mayor facilidad que para negarse a usar SPA que

otra que tema la burla o desprecio por parte de sus pares (Pérez, 2002).

La predisposición biológica para interactuar con el ambiente y los rasgos de

personalidad son el punto de partida que se pueden empezar a poner bajo control del sujeto

pues son dimensiones modificables por aprendizaje, entrenamiento y educación. A nivel de

los factores personales es necesario considerar elementos como la curiosidad, la historia

personal, tensión y presión en el trabajo, en el estudio o en la familia, bajo nivel de

resistencia a la frustración y al estrés, exceso de competitividad, ambiciones desmesuradas

y carencia de metas y objetivos. (Pérez, 2002)

La presión de grupo: en el consumo de drogas con frecuencia se señala el poder del

grupo, de amigos y de las “malas compañías”. Pérez (2002) señala que una buena

proporción de las personas que empiezan a usar sustancias tóxicas lo hacen bajo influencia

de una persona conocida o grupo con quien existe alguna relación. Este fenómeno de

buscar hacer parte de un grupo es parte del desarrollo normal en las personas y en los años

de adolescencia presenta características particulares debido a la vulnerabilidad que tienen

las personas en esos años para dejarse influenciar por su grupo de pares en contraposición a

las figuras de autoridad, aunque muchas personas creen que la presión se ejerce con

violencia y amenazas explicitas, es falso, los medios generalmente son más sutiles y

efectivos: sonrisas despectivas cuando alguien comenta que nunca ha consumido

marihuana, sensación de no tener acceso a determinados círculos “prestigiosos”, cruce de

miradas irónicas cuando al ofrecer alguien dice “no”, la falta de argumentos para negarse o

el ser expuesto a la ridiculización al no consumir (Pérez, 2002).



de Bogotá

31

La persona y su familia: la familia es considerada el pilar fundamental de la

sociedad occidental, los padres son modelos para sus hijos, luego crecer en un ambiente

conflictivo, con agresividad y violencia, débiles lazos afectivos, escasos canales de

comunicación, evitando y escapando a los problemas del hogar, sin formas adecuadas para

resolver conflictos, con padres consumidores de SPA, permisivos o indiferentes, son

circunstancias que incrementan el riesgo para que una persona llegue al consumo de

sustancias psicoactivas (Pérez, 2002). Según los estudios de este autor, los datos han sido

consistentes a lo largo de los últimos veinte años indicando que los jóvenes con menor

probabilidad de abuso de sustancias psicoactivas, son los hijos de “padres- maestros”

(aquellos estilos de crianza caracterizados por reciprocidad, calidez, apoyo, estimulación,

firmeza y existencia de normas); al contrario, los de mayores probabilidades, son los hijos

de padres indulgentes y negligentes.

Por otro lado, en Cáceres, Salazar, Varela y Tovar (2006) se presenta una

investigación descriptiva y no experimental que buscó identificar el consumo de drogas

legales e ilegales y los factores psicosociales de riesgo y de protección relacionados con el

consumo en estudiantes universitarios en la ciudad de Cali (Colombia). En el estudio se

relacionan los siguientes factores de riesgo y protección respecto al consumo de sustancias

psicoactivas: Autoestima, Alteraciones psicológicas, Comportamientos perturbadores, Bajo

autocontrol, Déficit en habilidades sociales, Las habilidades emocionales, Las habilidades

de afrontamiento y enfrentamiento inadecuadas, Los preconceptos y la valoración de las

drogas, La espiritualidad, el maltrato (familiar), La disfunción familiar, relación con

personas consumidoras e insatisfacción con las relaciones interpersonales.

En su estudio, Cáceres et al (2006) señalan los factores que más parecen influir en el

consumo. Rescatan que la presencia de comportamientos perturbadores (inconformidad,

impulsividad, desafío a la autoridad, oposición generalizada etc) parece estar asociada con

el consumo de todas las drogas; la presencia o ausencia de preconceptos y valoraciones

positivas sobre las drogas facilita el riesgo o protección de consumo, respectivamente:

relacionar el consumo de drogas con efectos como el aumento de sensaciones placenteras,

mayor facilidad para la expresión de opiniones y sentimientos, aceptación por parte de sus



de Bogotá

32

iguales, mejor rendimiento académico, laboral o deportivo y aumento de la creatividad,

favorece no sólo el consumo experimental de una droga, sino también el uso regular de la

misma, esto sumado a la baja percepción de riesgo y de consecuencias negativas en sus

propias experiencias, se convierte en un importante factor de mantenimiento del

comportamiento de consumo de drogas ilegales y legales (Cáceres et al. 2006); finalmente,

centrarse en sí mismo, tener un bajo control emocional, la dificultad para reflexionar acerca

de las consecuencias de las propias acciones, la sensibilidad al refuerzo, a la gratificación

inmediata y los estilos atribucionales de carácter externo y global se asocian también como

factores de riesgo y de mantenimiento del comportamiento de consumo de drogas.

Respecto a los factores sociales, los resultados mostraron que la ausencia o presencia de

relación con personas consumidoras es el principal factor que actúa como protector o

riesgo frente al consumo de todas las sustancias ilegales y legales (Cáceres et al. 2006).

En otro estudio presentado también con la misma población, Varela, Salazar,

Cáceres y Tovar (2007) sintetizan que al realizar el análisis sobre los factores psicosociales

y su relación con el consumo de las drogas ilegales en jóvenes universitarios, se observa

que es significativa en el caso de los comportamientos perturbadores, las habilidades de

autocontrol, los preconceptos y valoración de las SPA, el maltrato y la relación con

personas consumidoras.

Becoña (2007) también rescata una serie de factores a tener en cuenta: familia y

tipos de crianza, el periodo de adolescencia y su relación con consumo de drogas, la

percepción del riesgo, el ocio, tiempo libre y vida recreativa en relación con el consumo de

drogas y, finalmente, el paso de la adolescencia a la adultez, el cual generalmente implica

una disminución en el consumo al asumir roles adultos en la sociedad como contraer

matrimonio, tener hijos y comenzar a trabajar.

Adicionalmente, un concepto muy interesante que se relaciona con los factores

antecedentes del consumo es el de escalada en el consumo. Uno de los modelos más

conocidos en el campo de las drogodependencias es el de Denise Kandel, el modelo se basa



de Bogotá

33

en que en el consumo de drogas hay unos pasos secuenciales, iniciando por las drogas

legales, las cuales facilitarían el posterior consumo de marihuana, la cual a su vez, sería la

“puerta de entrada” para el consumo de otras drogas ilegales (Vazquez & Becoña, 2000).

Para Kandel (en Vazquez & Becoña, 2000) hay al menos cuatro estadios de desarrollo en el

uso de las drogas: 1) consumo de cerveza o vino; 2) cigarrillos o licores; 3) marihuana; y,

4) otras drogas ilegales (ej., heroína, cocaína).

Para Kandel (en Vazquez & Becoña, 2000), el consumo de drogas legales es el

elemento intermedio entre el no consumo de sustancias y el consumo de marihuana, que

conduce o es la “puerta de entrada”, para un porcentaje significativo de sus consumidores

de heroína, cocaína y otras drogas más fuertes. Sin embargo, a pesar de que se ha

identificado una secuencia clara en el desarrollo de la implicación con las drogas, el

consumo de una droga es un estadio particular en la secuencia, que no necesariamente

conduce al uso de otras drogas que se encuentran en una posición superior en la jerarquía

de esa secuencia (Kandel, Yamaguchi y Chen, en Vazquez & Becoña, 2000).

Vazquez & Becoña (2000), señalan que en el proceso de escalada intervienen otros

factores además del propio consumo de la sustancia, en el consumo de una droga

específica no sólo está relacionado con el consumo previo de otras drogas, sino que además

hay otros factores que intervienen en esa relación como la personalidad, el estilo de vida y

diversos factores ambientales. La iniciación en el consumo de cannabis, además de estar

relacionada con el consumo previo de alcohol y cigarrillos (el consumo del cannabis rara

vez tiene lugar sin haber consumido previamente alcohol o tabaco o ambas), también está

relacionada con la edad del joven, ser varón, baja satisfacción escolar, bajo rendimiento

académico, sentirse no querido por la familia, no ser popular y formar parte de un grupo de

compa ñeros que consumen drogas (Yamaguchi y Kandel; Werch y Anzalone, en Vazquez

& Becoña, 2000).

Por otro lado, a nivel internacional también se han presentado investigaciones sobre

factores de riesgo asociados al consumo. de acuerdo con investigaciones llevadas a cabo



de Bogotá

34

por el National Institute on Drug Abuse (NIDA) de Estados Unidos (en Villa et al, 2001)

los factores de riesgo más importantes tenidos en cuenta son los que afectan al desarrollo

temprano de la familia, por ejemplo:

- Ambiente familiar caótico, particularmente cuando los padres abusan de alguna

sustancia o padecen enfermedades mentales.

- Paternidad ineficaz, especialmente con niños de temperamentos difíciles y con

desórdenes de conducta.

- Falta de enlaces mutuos y de cariño en la crianza.

Otros factores de riesgo tienen que ver con las relaciones entre los niños y con otros

agentes sociales fuera de la familia, especialmente en la escuela, con los compañeros y en

la comunidad. Algunos de estos factores son (NIDA, en Villa et al, 2001):

- Comportamiento inadecuado de timidez y agresividad.

- Fracaso escolar.

- Dificultad en las relaciones sociales.

- Afiliación con compañeros de conducta desviada.

- Percepción de aprobación del uso de drogas en el ambiente escolar y social.

En un informe realizado para el Ayuntamiento de Madrid con 1600 sujetos (Navarro

Botella, en Villa et al, 2001), los resultados mostraron que los factores de riesgo más

importantes relacionados con el consumo de drogas en jóvenes entre 15 y 29 años eran, por

este orden: percepciones sobre las drogas, presencia social de las drogas, estereotipos sobre

las drogas, ocio y tiempo libre y valores sobre las drogas

Efectos

Como ya se ha mencionado, los efectos que puede producir la droga en el individuo

estarán supeditados a la dosis, la forma de ingesta y características propias del consumidor.

Los efectos de las sustancias psicoactivas en el ser humano, son posibles gracias a la



de Bogotá

35

interacción entre los componentes químicos de las substancias y el sistema nervioso central.

Lo anterior implica una posibilidad receptiva del sistema nervioso central ante los

componentes activos de las substancias psicoactivas.

Las estructuras moleculares conocidas como cannabinoides se encuentran tanto en

la planta del cannabis (cannabinoides exógenos), como en el sistema nervioso

(cannabinoides endógenos). Los cannabinoides tienen receptores específicos en el sistema

nervioso lo que posibilita un efecto determinado de la sustancia de cannabis en el cuerpo

humano y su sistema nervioso. Por otro lado, no todos los cannabinoides generan un efecto

psicoactivo al contacto con el cerebro. Se hace entonces pertinente examinar la naturaleza

de los cannabinoides y su relación con estados alterados de conciencia para profundizar

sobre los efectos en el ser humano en relación con los componentes del cannabis.

Cannabinoides

La Cannabis sativa, es una planta caracterizada por contener un alto contenido de

cannabinoides. Éstos son los compuestos orgánicos que se encuentran en la planta de

cannabis. Se caracterizan por ser una estructura carbocíclica de 21 carbonos y estan

conformados por tres anillos, ciclohexano, tetrahidropirano y benceno. (Gonzáles et al.

2002, p. 13) La planta cuenta con más de 400 compuestos orgánicos con estas

características. Sin embargo, el compuesto orgánico caracterizado con mayor efecto

psicoactivo, y el más importante en la planta es el THC (tetrahidrocannabinol). Se afirma

que el efecto psicotrópico del cannabis cuando se ingiere depende de la cantidad de THC

que se encuentre en la marihuana (Velez, Borja, Ostrosky-Solis, 2010). Además, El curso

temporal, la duración e intensificación de los efectos dependen de diversos factores: la

dosis, vía de administración y forma de consumo. (Iversen, 2003, en Farré y Abanades,

2007).

A lo largo de la historia del consumo, se han presentado variaciones en el

crecimiento, manipulación y propagación de la planta, además de las distintas especies

producto del cambio. Bobes y Calafat (2000) categorizan 3 tipos de plantas a partir de la

concentración de cannabinoides, teniendo como base discriminativa el THC: Droga pura



de Bogotá

36

con alto contenido de THC y poco CBD (cannabinoide) que se utilizan más con fines

recreativos; tipo intermedio con concentraciones de THC más bajas y poco CBD, utilizadas

frecuentemente en farmacología; y las de TCH muy bajo y concentraciones más altas de

otros cannabinoides, utilizadas sobretodo en la industria textil y manufactura. Las distintas

especias y manipulaciones han girado en torno a las concentraciones de THC en las hojas

de la planta. Ya que es el uso recreativo el más frecuente en la población colombiana y a

nivel mundial, resulta pertinente centrar el estudio con la primera clasificación de la planta;

alto contenido de THC y poca de CBD.

Es así que se encuentra una proporción de canabinoides distinta según el tipo de

especie de la planta. Aislar y analizar los componentes cannabinoides de la planta

complejiza el entendimiento de los efectos de la planta del cannabis al ser consumidos,

debido a las distintas proporciones que puede haber de las especies, suponiendo efectos

distintos a partir de esta proporción. Lo anterior es una consideración importante al no

encontrar presentaciones de cannabinoides puros para consumo. Sin embargo, no deja de

ser el THC la sustancia priorizada en este estudio por sus efectos en la alteración de la

conciencia, y su relación con el sistema nervioso central.

Receptores

La relación con el sistema nervioso central es una conexión entre los cannabinoides

que se encuentran en la marihuana y los receptores responsables de que el sistema nervioso

central incorpore estos cannabinoides en el cerebro. Bobes y Calafat (2000) afirman: “El

descubrimiento de los receptores para cannabinoides permitió comprobar que las acciones

mejor conocidas del THC sobre el organismo son mediadas por alguno de los dos tipos de

receptores actualmente conocidos y que han sido denominados CB1 y CB2” (p.60).

Lo anterior implica dos tipos de receptores de cannabinoides en el sistema nervioso.

El CB1 y el CB2 tienen características distintas y distribución distinta a lo largo de las

estructuras del sistema nervioso. Inicialmente Sarubbo (2009) afirma que el principal

receptor asociado a la actividad psicoactiva es el CB1. Los receptores CB1 se encuentran



de Bogotá

37

principalmente en el sistema nervioso central, en concentraciones elevadas, en distintas

áreas del cerebro. Según lo anterior, el efecto del cannabis estará en función de las regiones

afectadas por la substancia, es decir, las regiones que más posibilidad tienen de recibir y

captar THC. (Durán, Laporte y Capellá, 2004).

Por un lado, la abundancia de los receptores CB1 ganglios basales, cerebelo e

hipocampo, contribuye a entender efectos sobre la actividad motora y la memoria a corto

plazo. (Bobes y Calafat, 2000). Además, se encuentran otras estructuras con una alta

densidad de receptores CB1 a lo largo del cerebro:

“Se expresan en áreas del sistema nervioso central que contribuyen al control del

movimiento (caudado-putamen, globus pallidum, núcleo entopeduncular, sustancia negra y

cerebelo), cognición y memoria (formación hipocampal, cortex cingulado), procesamiento

de emociones y respuestas motivacionales (complejo amigdalar, núcleo accumbens, cortex

olfatorio), percepción dolorosa (sustancia gris central” (Bobes y Calafat, 2000, p. 84)

Adicionalmente, a partir de estudios por neuroimagen se encuentra incremento de

metabolización en areas prefrontales, el cingulado anterior, la ínsula y el hipocampo. (Farré

y Abanades, 2007). Al examinar las áreas mencionadas por los autores, muchas de las

estructuras antes mencionadas están implicadas con el sistema de dopaminérgico

mesolímbica, la cual será importante al entender por qué la alta frecuencia de consumo de

esta substancia. Sin embargo, ya Bobes y Calafat (2000) anticipan que los receptores

cannabinoides se distribuyen análogamente al circuito de recompensa cerebral.

Receptores cannabinoides y el sistema de recompensa cerebral

Según Corominas, Roncero y Casas (2009) el sistema dopaminérgico es la

estructura fundamental en el sistema de la adicción. Se ha encontrado que el papel de los

cannabinoides alteran los niveles de dopamina al inhibir la re-captación y descomposición

de la substancia. Adicionalmente “modifican el mecanismo de realimentación de las células



de Bogotá

38

dopaminérgicas y terminan por inducir un aumento de la actividad de dichas células.”

(Corominas, Roncero y Casas, 2009, p. 3).

El sistema dopaminérgico cerebral, implica una serie de conexiones que abarcan

distintas estructuras cerebrales. Dentro de éste, la sustancia negra es el centro principal de

producción de dopamina. Desde este núcleo, las conexiones dopaminérgicas se proyectan

hacia el nucleus accumbens, el cortex prefrontal y la amígdala. Esta substancia participa

activamente en el sistema de recompensa. El papel de la dopamina en este sistema cumple

dos funciones importantes: “facilitar el aprendizaje relacionado con la recompensa y

facilitar el recuerdo del estímulo asociado a la recompensa”. (Corominas, Roncero y Casas,

2009, p. 2).

Primariamente, la descarga de dopamina se da cuando se presentan recompensas

primarias, el neurotransmisor es liberado en altas cantidades ante la presencia de

recompensas primarias como el sexo o la comida. Este mecanismo permite que se de un

condicionamiento de los estímulos asociados con la sensación placentera, posibilitando los

mecanismos de aprendizaje. Posteriormente, a medida que el aprendizaje se consolida, la

cantidad de dopamina segregada disminuye. Es así que se da un condicionamiento clásico,

donde la presencia del estímulo condicionado se relaciona con la sensación de la

recompensa: A través de este proceso, los estímulos condicionados adquieren valor

incentivo y pueden motivar la conducta.” (Corominas et al, 2009, p. 3)

Por otro lado, la dopamina funciona como mecanismo de recuerdo sobre la

conducta objetivo para aumentar nuevamente su probabilidad de ocurrencia. Esto implica la

capacidad del mecanismo de consolidar estímulos condicionados a partir de la asociación

contigua con el consumo de cannabis. Esto implicaría un riesgo en desencadenar el deseo

de consumo ante la presencia de los estímulos condicionados (Corominas et al, 2009).

Esto se evidencia en el descubrimiento de Corominas, Roncero, Bruguera y Casas

(2007): “La presentación de estímulos condicionados se acompaña de un incremento en la



de Bogotá

39

señal electrofisiológica producida por la dopamina en el NAc” (p. 25). Se muestra una

relación entre el Nucleo Accumbens (Nac) y los sistemas límbicos como la amígdala, ya

que participa principalmente en relacionar el aspecto emocional con la información

aprendida.

Se evidencia entonces la participación activa del sistema dopaminérgico en relación

con los mecanismos de recompensa endógenos que estimulan la probabilidad del consumo

de substancias como la marihuana, basada en la relación funcional entre las estructuras de

este sistema y los receptores cannabinoides. Es afirmada la sentencia de los autores en

cuanto que todo consumo de drogas implica los circuitos límbicos del cerebro, siendo

específica en relación con el consumo de cannabis.

Esto implica repercusiones en la emocionalidad de los consumidores de marihuana,

dada la alta relación con el sistema límbico. Sin embargo, también se mencionaron dentro

del sistema de recompensa estructuras relacionadas con la memoria y el pensamiento.

Efectos psicológicos

Euforia y Dopamina

En la interacción entre los cannabinoides y el sistema nervioso central, se ha

relacionado el sistema de recompensa y el sistema límbico. Las concentraciones altas de

dopamina y las estructuras implicadas dan cuenta del mecanismo reforzador en el ser

humano. El consumo de marihuana se ha asociado con una sensación placentera en el

cuerpo. Como ya se mencionó, estos efectos corresponden a las áreas involucradas y a los

circuitos neuronales implicados.

Un aspecto importante que destaca la importancia de la dopamina y el sistema de

refuerzo en el sistema nervioso en relación con el consumo de la sustancia es la

disminución de autoadministración de drogas cuando se presentan lesiones en los circuitos

neuronales dopaminergicos (Duran, Laporte, Capellà, 2004).



de Bogotá

40

Por un lado, el sistema de reforzamiento se ve implicado en la descarga de

dopamina en el cerebro. Esto permite identificar condiciones sobre el estado motivacional

de la persona cuando consume cannabis; el NAc está involucrado en el procesamiento de

reforzadores primarios y en los efectos condicionados de las PSA.

Además, “entre las varias funciones de los cannabinoides endógenos está el control

homeostático de las emociones y la regulación del comportamiento motivado” (Torres &

Fiestas, 2012, p. 132). El THC como agonista exógeno de endocannabinoides como la

anandamida, replica los efectos de estas sustancias en el sistema nervioso. Adicionalmente,

el efecto del THC tiene un efecto más prolongado y potente que los cannabinoides

endógenos. Paralelamente, “la ingesta de estos componentes de la marihuana podría servir

para prolongar la actividad de este cannabinoide endógeno en el consumidor de cannabis”

(Bobes y Calafat, 2000, p. 54).

Por otro lado, Bobes y Calafat (2000) caracterizan un mecanismo de reforzamiento

negativo, al ser el consumo de marihuana un mecanismo de evitación ante condiciones

aversivas en el sujeto. Entre estas se pueden señalar características de personalidad, eventos

o episodios específicos y percepciones sobre la realidad desagradables. Adicionalmente los

autores establecen que el uso recreativo de las drogas proviene de los efectos de la

substancia sobre los mecanismos reforzadores asociados a la sensación de bienestar y

euforia subjetiva. La expresión cotidiana de estar “volando” o estar en “el viaje” cuando se

consume la substancia describe la magnitud reforzante de la sustancia.

El papel de la amígdala como responsable de otorgar valoración emocional a la

información recogida es determinante en el condicionamiento de estímulos condicionados

con el consumo. Esta estructura subcortical se encarga también de asociar las sensaciones

de bienestar, euforia y relajación propias de la actividad química de la substancia con la

misma. “La amígdala regula el registro del estímulo a recordarse, limitando la atención solo



de Bogotá

41

a los detalles internos que cada persona considera de mayor importancia para ella misma”

(Torres & Fiestas, 2012, p. 132).

Esto corresponde a un sistema de reforzador positivo relacionado al consumo de

marihuana, que se daría de forma intensa dadas las propiedades de la substancia. El impacto

del cannabis en la amígdala como regulador emocional es pieza clave en el sistema límbico

y en el condicionamiento de la substancia, así como en los efectos emocionales que se dan

en el consumo.

Pero el papel de la amígdala va más allá del manejo de emociones. La interacción

entre la emoción y la cognición hace complejo discriminar los efectos cognitivos y

emocionales debido a la interrelación de estructuras y a los circuitos neuronales que

comprende las funciones cognitivas del ser humano. El papel de las estructuras del sistema

límbico será fundamental para comprender cómo se afectan las funciones cognitivas al

consumir cannabis.

Funciones Cognitivas

La memoria y las funciones ejecutivas son los procesos que más se referencian en

los estudios que relacionan consumo de cannabis. Al examinar de cerca ambos procesos y

las estructuras principales para cada proceso se establecerá la relación con el sistema

límbico y los efectos que produce el consumo de cannabis a propósito de las estructuras

involucradas que contienen altos receptores CB1 de cannabinoides: El receptor CB1 que

liga cannabinoides endógenos (endocannabinoides), es un receptor ligado a proteína-G,

distribuido principalmente en la corteza prefrontal, con alta densidad en los ganglios

basales y el hipocampo (Torres & Fiestas, 2012, p. 130).

La memoria es entendida como capacidad neurocognitiva que permite el manejo de

información a través del registrar, consolidar, retener, almacenar, recuperar y evocarla.

(Kolb & Whishaw, 2006). Como función cerebral, tiene distintas estructuras involucradas,



de Bogotá

42

predominantemente el lóbulo temporal y partes del lóbulo frontal. Las funciones de las

estructuras determinan el papel de la misma en el desarrollo de la memoria.

Por un lado, la amígdala y el hipocampo se localizan proximalmente en la estructura

del cerebro en el lóbulo temporal. Ambas estructuras comparten una relación estrecha

además de su cercanía. Estas estructuras son fundamentales en el circuito de Papez, el cual

es conocido también como el “cerebro visceral”. Estas estructuras, como pertenecientes al

sistema límbico cumplen un papel determinante en la experiencia de la emoción. Sin

embargo, la memoria como proceso cognitivo tiene como eje principal el circuito de Papez

en el procesamiento, consolidación y recuperación de la información.

La función principal del hipocampo es mediar el aprendizaje y almacenamiento de

nueva información, así como de reconocimiento de objetos y organización espacial de la

memoria. (Kolb & Whishaw, 2006). Los pacientes con lesiones en los hipocampos no

pueden registrar nueva información ni evocar información reciente, mostrando la

importancia de esta estructura en el aprendizaje del ser humano. Adicionalmente, “la

literatura describe ciertos efectos de los cannabinoides por alterar directamente el complejo

del hipocampo reduciendo su habilidad de codificación, dando como resultado: torpeza e

inexactitud” (Torres y Fiesta, 2012, p. 130).

Además, la importante de la relación entre amígdala y el hipocampo es la carga

emocional de las experiencias, pues son determinantes al escoger que información es

relevante o cual no lo es: “La asociación de estímulos sensitivos y de emoción es

fundamental para el aprendizaje porque los estímulos sensitivos se asocian con sus

consecuencias positivas, negativas o neutras y la conducta se modifica en concordancia”

(Kolb & Whishaw, 2008, p. 374). Lo anterior sustenta la importancia del sistema límbico

en el aprendizaje del ser humano.

Complementariamente, se ha descrito la capacidad de los cannabinoides de inhibir

la liberación de glutamato, componente excitatorio esencial para que se de la sinapsis y las



de Bogotá

43

señales nerviosas. (Bobes y Calafat, 2000). Esto implicaría una disminución de sinapsis

nerviosa en las zonas más afectadas y afectando los procesos de aprendizaje y recuperación

de información.

Es así que el impacto del consumo de cannabis en el sistema límbico impacta

necesariamente la memoria como proceso de filtro en la información que debe ser

aprendida. Afirman Torres y Fiestas (2012) que un efecto de altas dosis de cannabinoides

interfiere con la habilidad de recuerdo. Adicionalmente, la distribución de los receptores en

el hipocampo y amígdala afirma los importantes efectos de los cannabinoides sobre la

memoria, sobre todo la de corto plazo (Bobes y Calafat, 2000).

Por otro lado se encuentra la toma de decisiones definido como un proceso mental

que implica la discriminación y selección de acciones apropiadas a distintos escenarios y

alternativas (Torres y Fiestas, 2012). La región principalmente asociada a este proceso es el

lóbulo frontal, teniendo como estructura fundamental la corteza pre-frontal, la cual se

encarga (según la región) de habilidades como inhibición, monitoreo, planeación,

regulación emocional, juicio social, anticipación y selección de objetivos y toma de

decisiones.

La corteza cingulada se encuentra altamente relacionada con el sistema límbico, ya

que esta es la encargada de regular las emociones y la cognición para dar una mediación

entre ambas. Esta área es la implicada principalmente en la regulación emocional. Al

respecto, Velez et al (2010) afirman que el proceso de la toma de decisiones está en función

de los sustratos neurales que modulan la homeostasis, así como los sentimientos y las

emociones. Hay que recordar el papel de los cannabinoides en los receptores CB1 sobre el

sistema límbico y el sistema de recompensa cerebral, conexiones protagonistas en la

cognición del ser humano. Esto resalta la importancia del sistema límbico en los procesos

cognitivos cerebrales y la concentración de receptores de cannabinoides en las estructuras

ya mencionadas.



de Bogotá

44

Se han encontrado diversos efectos sobre el consumo de cannabis en la toma de

decisiones. Sin embargo, éstos se hayan relacionados con las dosis manejadas y la

frecuencia de consumo. Por un lado Velez et al (2012) afirman que son los consumidores

crónicos los que tienen alteraciones en los sistemas ejecutivos y atencionales, lo que se

traduce en rigidez mental, aumento de perseveraciones y poca atención sostenida.

Adicionalmente los autores encuentran un deterioro en las estrategias de toma de decisiones

en los consumidores con respecto a los no consumidores.

Sin embargo, afirman Lyons et al. En Velez et al (2004) que no se ha encontrado

“un efecto residual significativo en las funciones cognitivas” (p. 309). Si bien se ha

estudiado los efectos durante el consumo, los efectos que se presentan a largo plazo parecen

ser contradictorios y poco concluyentes.

La revisión que se ha realizado permite demostrar el impacto de los cannabinoides

en el sistema nervioso central, y el papel del THC como substancia de mayor potencia que

los cannabinoides endógenos en el sistema nervioso central. Al reconocer la importancia de

los cannabinoides en el sistema nervioso central; en las conexiones, las estructuras y las

funciones cognitivas y emocionales, se puede vislumbrar el alcance e impacto del cannabis

en interacción con el sistema nervioso central.

Consecuencias del consumo de marihuana

En este orden de ideas, hay algunas consecuencias del consumo, desde las cuales

sería posible pensar en dos tipos generales de implicaciones: consecuencias individuales y

consecuencias contextuales (familiar, social, cultural).

Las consecuencias individuales que más se conocen en el consumo de marihuana

son la aparición de enfermedades mentales como la esquizofrenia, logros académicos

pobres, consumo de otras drogas ilícitas, conducta problemática, entre otros. (Macleod,

Oakes, Copello, Crome, Hckman, Oppenkowski, Stokes-Lampard, Smith, 2005) Sin



de Bogotá

45

embargo, estos autores concluyen que no hay consecuencias de relación causal entre el

consumo de marihuana y las anteriores.

Adicionalmente, son conocidas como consecuencias inmediatas fisiológicas el

aumento del apetito, la sequedad bucal, la taquicardia y sudoración, la somnolencia y

descoordinación de movimientos, entre otros. Psicológicamente, es común encontrar

relajación, desinhibición, sensación de lentitud en el paso del tiempo, somnolencia,

alteraciones sensoriales y dificultad en funciones complejas como la concentración,

memoria inmediata, procesos de aprendizaje, etc. (UNED, 2010)

De hecho Toro, R. Yepes, L (2004) plantean que “los cambios psíquicos más

frecuentes producidos por el consumo son ansiedad, euforia, sensación de bienestar físico,

aumento de la confianza en sí mismo, pérdida de inhibiciones y risa incoercible. Se

aumenta la sensibilidad al tacto y a los sonidos. Las ideas fluyen rápidamente”. (Toro,

Yepes, 2004)

Según Wilmore y Costill (2007), “El consumo de grandes cantidades de esta droga

puede causar alucinaciones y un comportamiento parecido al psicótico”, sin embargo

muchos autores afirman no tener evidencia realmente documentada sobre las implicaciones

y consecuencias a nivel individual del consumo sistemático de marihuana. (Wilmore,

Costill, 2007)

A nivel contextual, es posible inferir que el consumo de sustancias ilícitas por parte

de jóvenes entre los 21 y 23 años podría incidir en la vida social, familiar y cultural de la

población; Myers (2005) afirma que la conducta de consumo suele estar controlada más por

las consecuencias inmediatas que por las consecuencias que pueden presentarse a largo

plazo.

Se dice también que si una persona vive en un contexto familiar desfavorable, en

donde no hay comunicación y si hay conflicto, es más propenso al consumo, Toro, R.

Yepes, L (2004) y evidentemente perpetuará la práctica que resulta reforzante para los



de Bogotá

46

jóvenes; sin embargo, no hay documentación reciente que sea concluyente en cuanto a las

consecuencias culturales y sociales del consumo de marihuana.

Consecuencias emocionales del consumo de marihuana

La importancia de la emoción radica en su función. Las emociones cumplen con

funciones adaptativas, sociales y motivacionales. (Choliz, 2005). A pesar de que cada una

de ellas cumple con características diferenciales, el común denominador de las distintas

funciones es la aparición de conductas apropiadas. Estamos hablando en este momento de

comportamientos ajustados al contexto en el cual es emitido. Así, la regulación emocional

aparece con la misma función descrita anteriormente.

La regulación emocional es entendida desde Company, Oberts y Sanchez (2012)

como la habilidad de modificar la experiencia emocional en sus distintas dimensiones:

experiencia subjetiva, respuesta fisiológica, expresión verbal y no verbal y conducta

manifiesta. La regulación emocional parte de la base que la interacción con el otro es donde

se hinca la modificación, siendo la regulación interpersonal un componente fundamental en

la regulación de afectos.

Los autores comprenden distintas dimensiones que componen la expresión afectiva

así como diferencian también las distintas formas de modificar la expresión afectiva. Por un

lado, Morris y Reilly (1987) entienden 4 formas de regulación afectiva: Afrontamiento

dirigido a la acción, Cambios afiliativos, Modificación del significado del problema y

Manejo del estado de ánimo.

Por otro lado, Parkinson y Totterdell (citado en Company, et al. (2012) distingue

las estrategias conductuales de las estrategias cognitivas. Las primeras se relacionan como

acciones físicas ejecutables en el ambiente, mientras las segundas hacen referencia a

despliegues conductuales de tipo mental.

Los estudios sobre afrontamiento mostraron que las personas con más apoyo social

utilizaban con mayor frecuencia mecanismos adaptativos de regulación afectivo.

Dentro del estudio, los autores afirman que las personas emocionalmente inteligentes



de Bogotá

47

suelen usar estrategias para mejorar su estado emocional. Además, las personas que carecen

de estas habilidades tienen más dificultades en influir en las emociones de otros.

Una forma de entender este modelo, es el aporte de Alzina (2003), el cual considera

la educación emocional como un componente indispensable para afrontar las situaciones

que exigen una regulación emocional. Así, la competencia emocional resulta una habilidad

básica para la vida, las cuales se desarrollan a través del aprendizaje en el entorno social,

complementado de una estrategia pedagógica en el desarrollo del ser humano. Esto incluye

la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la capacidad para aplazar gratificaciones,

el desarrollo de la empatía, la autorregulación y las habilidades de afrontamiento en

situaciones de riesgo.

Por otro lado, la hipótesis de la investigación de Ruiz-Aranda, Fernandez-Berrocal,

Cabello y Extremera (2006) es que las personas con mejores estrategias de regulación

emocional recurrirán menos al consumo de substancias psicoactivas para controlar sus

emociones negativas. Algunas investigaciones apuntan a relacionar el abuso de drogas

ilegales con la percepción y manejo de las emociones. (Brackett y Mayer citado en Ruiz-

Aranda et. Al. 2006).

5. Pregunta de investigación y Objetivos

¿Qué caracteriza las conductas de consumo de marihuana en 4 jóvenes

universitarios entre 21 y 23 años, de la ciudad de Bogotá?

5.1 Objetivo General

Caracterizar el consumo de marihuana en 4 jóvenes universitarios de la ciudad de Bogotá,

mediante estudios de caso con entrevista semiestructurada.

5.2 Objetivos Específicos



de Bogotá

48

Identificar los aspectos topográficos (frecuencia, cantidad, intensidad, duración) de

la conducta de consumo, teniendo en cuenta la modalidad, los antecedentes y el

desarrollo de la práctica del consumo de marihuana.

Identificar los factores de riesgo y protección que influyen en el consumo (factores

personales, familiares y socio-culturales).

Identificar las consecuencias y efectos asociados al consumo de marihuana,

estableciendo los principales factores de mantenimiento de la conducta.

Generar un análisis funcional del consumo en los cuatro participantes a partir de sus

discursos.

6. MÉTODO

Tipo de Investigación

El presente trabajo utilizó una metodología cualitativa con la población escogida,

dado que ésta permite generar una caracterización del consumo de marihuana en los cuatro

jóvenes bogotanos estudiantes de dos universidades públicas y dos privadas. Se buscó

establecer la relación entre la población intencionalmente seleccionada, para analizar cada

caso y encontrar diferencias y similitudes en su historia de aprendizaje relacionada con la

práctica estudiada, para posteriormente generar un análisis funcional que permita

caracterizar la práctica de consumo en dicha población.

La investigación utilizada fue observacional, en la cual el rol del investigador fue

observar (valorar) diferentes características y sus asociaciones en personas seleccionadas

para el estudio (consumidores de marihuana), describir la naturaleza de dichas

características, identificar patrones de asociación y comprender las relaciones causales de

forma muy semejante a la investigación experimental (Kazdin, 2001).

El diseño de investigación utilizado corresponde al diseño transversal de control de caso

(Kazdin, 2001). Este diseño se refiere a estrategias para estudiar la característica de interés



de Bogotá

49

(consumo de marihuana) en los grupos que varían en los criterios de interés (estudiantes de

universidad pública y privada, hombre y mujer entre los 21 y 23 años de edad). El objetivo

del estudio transversal de control de caso es analizar los factores asociados con una

característica particular de interés, son útiles para identificar, correlacionar y asociar

características, además para generar hallazgos suficientemente informativos y significativos

(Kazdin, 2001).

Se buscó por medio de dicha metodología, caracterizar el consumo de marihuana de

los cuatro jóvenes, observando las similitudes y diferencias que puedan presentarse en la

población intencionalmente escogida, para la posterior profundización mediante entrevista

semiestructurada, que arrojará información sobre las características de los cuatro

estudiantes consumidores de marihuana: variables que operan sobre el consumo, factores

que lo influyen, las consecuencias y e implicaciones que tiene en la vida de los jóvenes, etc.

Participantes

El tipo de muestreo que se realizó en este estudio es de carácter intencional dada la

especificidad de las características de la muestra para recoger información pertinente

(género, pertenencia a universidad pública/privada). Este tipo de muestreo facilitó las

condiciones que permiten brindar información sobre las conductas de consumo en los

cuatro participantes para la aplicación de la entrevista. Esto se sustentó en la una muestra

de 4 jóvenes universitarios, 2 hombres y 2 mujeres, consumidores de marihuana, entre los

21 y 23 años, de universidades públicas y privadas de la siguiente forma:

21-23 años

Hombres

U. pública 1

U. privada 1

Mujeres

U. pública 1

U. privada 1

Total: 4 participantes



de Bogotá

50

Instrumento

Se elaboró así una entrevista semiestructurada, la cual ha sido validada en forma y

contenido partir de la evaluación de expertos que revisaron dicha metodología. Las

preguntas pretenderán indagar sobre los antecedentes, condiciones, factores y efectos del

consumo de marihuana, por medio de las cuales se busca hacer la caracterización del

mismo en los cuatro jóvenes universitarios. Esta información se construyó a partir de las

investigaciones reportadas anteriormente en el marco teórico. Inmediatamente antes de la

aplicación a cada participante, se presentó un consentimiento informado que posibilitó la

publicación de los resultados sin divulgar la identidad de los participantes. (Ver anexo No.

1)

Procedimiento

El procedimiento de la aplicación del instrumento se dividió en 3 etapas:

Primera etapa.

Se contactó personalmente a los sujetos escogidos de manera intencional por los

criterios de inclusión mencionados anteriormente; la entrevista pedirá una pregunta inicial

dicotómica de SI o NO que debe ser respondida a la pregunta: ¿Consume actualmente

marihuana?

Segunda etapa.

En la aplicación de la entrevista semiestructurada, las preguntas dieron información

sobre los antecedentes del consumo individual, la historia de aprendizaje, las variables de

predisposición, los eventos precipitantes a nivel emocional, contextual y de presión de

grupo, la respuesta de consumo en términos de frecuencia e intensidad, los efectos

emocionales, cognoscitivos, y las condiciones individuales y contextuales del consumo.

Las preguntas se estructuraron con la posibilidad de respuesta abierta, por lo cual es

pertinente que en la aplicación se indaguen ciertos aspectos que resultan relevantes en el

análisis.



de Bogotá

51

Se realizó la aplicación de la entrevista mediante previas citas con los participantes,

para facilitar la validez y confiabilidad de las respuestas, además de la confidencialidad de

la información, el tiempo tomado en responder el instrumento por parte de los participantes,

y la sistematización de resultados.

Tercera etapa.

Una vez completas las entrevistas semiestructuradas con los discursos de los cuatro

participantes, se tipificó la información referente al discurso de los mismos, se analizaron

las respuestas para lograr encontrar generalidades y especificidades en los sujetos, para

luego lograr la caracterización de la conducta, y posteriormente se procedió a analizar la

información recogida bajo el marco teórico y los objetivos de la investigación. Con la

información anterior, se encontraron algunas conclusiones decisivas y pertinentes para

nuestro trabajo de grado.

7. RESULTADOS

Se presentaron los datos organizados según las categorías planteadas, y los aspectos

relevantes surgidos a modo de generalidades y particularidades a partir de las 4 entrevistas

realizadas, teniendo en cuenta además los criterios de codificación que posibilitaron la

organización de los datos y la selección de información pertinente que da cuenta de las

características del consumo.

A partir de la propuesta metodológica planteada al inicio de este documento, se tuvo en

cuenta variables especiales de tipo demográfico como género y pertenencia a universidad

(pública o privada), sin embargo en esta población se encontró que estas variables no

influyeron de manera significativa en la caracterización del consumo. Así, es pertinente

iniciar el análisis de resultados mencionando las generalidades y particularidades

encontradas en el discurso a partir de cada categoría de análisis.

Consumo

Uso, abuso, dependencia.



de Bogotá

52

Generalidades Particularidades

Ningún participante percibe que

abuse en su consumo de marihuana,

argumentando que esta práctica no

interfiere en sus actividades

cotidianas.

“…como que académicamente no hace

daño, en mi familia no hace daño, con mis

amigos no hace daño, entonces no siento

que, como que abuse de…” (Nt)

Tres participantes han dejado de

consumir por un corto periodo de

tiempo para comprobarse a sí

mismos que no abusan ni dependen

de la sustancia.

Todos los participantes han

consumido y consumen actualmente

otras sustancias diferentes de la

marihuana como alcohol, LSD,

tabaco y Yagé, principalmente.

No hay un patrón regular de

consumo en los cuatro participantes

(respecto a la frecuencia).

“Pues mira, eso es muy variable, hay

semanas en que puedo fumar dos o tres

veces, pero por ejemplo hace tres semanas

no fumo nada… digamos que no tengo un

consumo muy regular, sino que las

condiciones son muy variables, a veces

fumo seguido y a veces no mucho.” (M.T.)

M.T. no ha intentado dejar de

consumir porque no considera que

esté en riesgo de abuso o

dependencia.

N.T. evita el consumo ante

emociones negativas por temor a

generar dependencia.

“…pues yo pensaba mucho que ahí era

donde se generaba dependencia, que si yo

me sentía mal y llegaba y me fumaba un

porro, y pues, y me sentía mejor con eso…

no, no quería hacerlo porque sentía que,

primero que me iba a generar

dependencia…”

N.T. y D.R. aunque probaron

tabaco, no continuaron con este

consumo debido a que fue una

experiencia aislada o aversiva.

“Y el cigarrillo, lo probé una vez pero

nunca me ha gustado porque mi papá

siempre fumó y mi mamá siempre le dijo

que se iba a morir entonces, pues nunca me

ha gustado”

Antecedentes del Consumo


Todos los participantes iniciaron su

consumo por curiosidad ante los

efectos que pueda producir la

substancia.

D.R y N.T. no reportan haber

experimentado efectos en su

primer consumo de marihuana.



de Bogotá

53

“Por mis amigos que fumaban, me la

presentaron, y por la curiosidad de saber

qué se sentía.”

“Pues principalmente porque había una

curiosidad, sobre lo que genera en uno”

El inicio del consumo de los cuatro

participantes se dio a partir de la

invitación de personas cercanas

(amigos o familiares)

“La primera vez que fumé fue con mi

grupo de “primíparos” y ellos tenían,

entonces todos dijeron: ¿quién quiere

probar? porque cada vez que llevaban

invitaban a los demás.”

Tres de los participantes

tienden a consumir más en

parques.

“Pues, en el parque, fumo resto, siempre

que es entre semana o algo tiende a ser en

el parque.”

Todos los participantes

consumieron alcohol antes de

probar marihuana.

Tres de los cuatro participantes

consumieron tabaco antes de

probar la marihuana.


reportan situaciones en las

cuales evitan el consumo

cómo:

Intensidad de las emociones:

“yo trato de no estar bajo

ninguna emoción de euforia ni

de estado de tristeza profunda,

“Eso fue un viernes y fumamos pero yo no

sabía fumar bien entonces realmente no me

hizo nada.” (D.R)

“…pero fue muy poquito y yo no sentí nada

entonces yo como ¡ah qué bobada!”(N.T)



de Bogotá

54

porque puede ser peor fumar

así, entonces intento no estar

bajo ninguna emoción fuerte”

(M.T)

Presencia de emociones

negativas:

“no es cuando estoy triste, ni

cuando estoy enojada ni nada,

tiende a ser cuando estoy feliz,

o cuando me siento muy

tranquila, como que todo está

en orden, entonces sé que si

fumo no voy a creer falsamente

que las cosas están en orden”8

(N.T)

Tres de los participantes no

suelen comprar marihuana;

acceden a ella por relaciones

cercanas (amigos o familia).

Pues yo nunca compro, yo no

compro ni tengo ningún

adminiculo para fumar (…)

Simplemente tengo varios

amigos que si compran, que si

tienen, que si consumen y

simplemente con ellos es con

quien fumo”(M.G)

Todos los participantes fuman

únicamente cuando están en

compañía de sus amigos.

“En mi casa de vez en cuando,

también pero es simplemente

con amigos” (M.G)

“Acompañada y generalmente

estoy con dos personas, con

dos amigos.” (D.R)

No hay relación evidente entre



de Bogotá

55

el consumo de marihuana

previo a las reuniones sociales

con el ánimo de disfrutarlas

más.

Desarrollo del consumo


Usualmente todos los

participantes suelen consumir

marihuana en cigarrillo.

“Yo cuando consumo uso gotero y

cigarrillo.”(D.R)

Todos los participantes reportan

no tener espacios definidos para

el consumo, sino que depende

de otras condiciones.

“O podemos estar en la casa de algún

amigo o en mi casa, o sea, no hay como un

espacio definido donde diga “acá si” (M.G)

En los participantes, el consumo

no se da cuando se encuentran

solos.


hablar mucho y reírse cuando

consumen marihuana como

actividades simultáneas.

Todos los participantes asocian

el consumo de marihuana con

las personas con las que

realizan dicha práctica.

Todos los participantes han

consumido LSD después de

haber iniciado el consumo de

marihuana.

D.R. utiliza como modalidad de

consumo el gotero.

M.G y M.T utilizan la pipa.

N.T además del cigarrillo y

pipa, ingiere marihuana en la

comida.

N.T. prefiere consumir en

espacios abiertos como parques.

“también de dónde estemos, si

estamos aquí en el parque, si

estamos en una rumba, si

estamos, antes de entrar a

clase”

M.G reporta no consumir

marihuana entre semana para

que no interfieran con sus

actividades diarias, mientras

que D.R prefiere fumar los

viernes (fines de semana).

“Fumo solo cuando estoy fuera

de la universidad, fuera de mi

casa, fuera de cualquier tipo de

trabajo.” (por lo tanto plantea

que no interfiere) (M.G)

En M.T y N.T el momento de la

semana no es un criterio que

regule el consumo.

N.T asocia su consumo a

personas significativas que

nunca consumen y juzgan lo



de Bogotá

56

anterior, así como a los que si

consumen y aprueban esta

práctica.

“Cuando yo pienso en consumo

podría pensar: en mi parche de

amigos (…) en los

consumidores, en los

consumidores que me

preocupan (mi hermano), y

en… en los que juzgan mucho.”

M.G. ha consumido otras

sustancias después de iniciar el

consumo de marihuana

(cocaína, LSD, éxtasis y trufas

alucinógenas)

Factores de Riesgo y Protección

Individuales


Todos procuran regular su

consumo de marihuana.


iniciaron su consumo para

satisfacer la curiosidad.


presentan diferentes argumentos

que sustentan su percepción de

regulación de su consumo.

“Le tengo respeto porque

tampoco es que uno deba

abusar, todo en exceso es

malo” (D.R)

“sólo era como el acto de yo no

hacerlo, y a veces cuando sí me

daban ganas de hacerlo yo me

decía como: “no N.T, recuerda,

recuerda que no dependes de.”

(N.T)

M.G no tenía un conocimiento

previo sobre la substancia.

No, yo no leí nada antes de

fumar… puro empirismo papá.

M.T y N.T tienen conocimiento

sobre los efectos de la

marihuana. Además, tienen

criterios concretos para no

consumir.

“uno recibe información como

de muchos lados, ¿no? Mi papá

por ejemplo siempre ha

criticado todo, o sea mi papá ve

un mechudo y ya de una dice

marihuanero, bla bla bla, lo

peor. Y digamos aquí en clases

de Neuro o de Psicobiología y

eso” (N.T)

M.G y N.T reportan que nunca



de Bogotá

57

han comprado marihuana.

“Por el mismo hecho de que yo

nunca la compro, entonces

cuando yo fumo es porque estoy

con mis amigos que fuman”

(N.T)

D.R. reporta regular su

consumo pues considera que

abusar de la marihuana tiene

implicaciones negativas para su

vida.

“Le tengo respeto porque

tampoco es que uno deba

abusar, todo en exceso es

malo.”

M.G. reporta que su estado de

ánimo, en ocasiones lo motiva a

consumir buscando aislarse de

su contexto.

“Digamos que lo que pasaba

antes pero no por el hecho de

haber fumado mucho sino

porque no se, en ese momento

mi estado de ánimo era no se

prefería, como el efecto es más

enmimismador”

N.T. percibe que el dejar de

consumir no le requiere mayor

esfuerzo. Además reporta no

consumir bajo la presencia de

emociones negativas como una

regla de ella.

“…a mí, y lo tengo claro desde

que empecé, desde que probé

pues las drogas, es, nunca, una

regla mía es nunca hacerlo

cuando me siento mal. O sea si

yo estoy triste, cero, cero,

cero…" (N.T)



de Bogotá

58

Ella también asume que el

placer de su consumo se

relaciona especialmente con el

contexto, personas, clima,

condiciones particulares.

N.T y M.T consumen cuando

quieren hacerlo, sin tener en

cuenta otras condiciones como

la información externa sobre la

marihuana, posibles daños,

influencia de familiares, etc.

“entonces creo que no tengo

que disminuir ni aumentar, sino

tener claros los espacios y

hacerlo cuando lo sienta.”

(M.T)

Contextuales


En todos los participantes la

percepción de fácil acceso

aumenta la probabilidad de

consumo.

“Simplemente si algún amigo

tiene su pipa, pues la pipa, si

no, destaco un cigarrillo”(M.G)

Frecuentemente, es más fácil y

no hay tanta cohibición, como

¿qué dirán? o…no, ¡qué

pereza!(D.R)

Ningún participante reporta

tener la percepción de ser

presionado por su grupo de

N.T y M.G. reportan que el

consumo tiene una fuerte

relación con condiciones

particulares referentes a los

amigos, quienes son el acceso a

la sustancia.

“En mi casa de vez en cuando,

también pero es simplemente

con amigos, no se, pero

digamos en fiestas y eso por lo

general no.”(M.G)

D.R y N.T. tienen dificultades

para aceptar las expectativas de

sus padres referentes con su

forma de ser y relacionarse.

“pues yo siento que, en serio



de Bogotá

59

consumo.


refieren presentar conflictos

familiares en relación con

incompatibilidades en las

formas de pensar.

“Mi papá ni siquiera sabía, hay

muchas cosas que por la misma

forma de él de pensar y actuar,

y de juzgar todo el tiempo, ni

siquiera sabe, y es algo como

que en silencio toda la familia

acuerda, que él no sepa.” (N.T)

“yo no soy así, ni querendona

ni muy afectiva, entonces la

personalidad de mis familiares

si es bastante afectiva, ahí hay

choque.” (D.R)

“pero, a veces si pueden haber

momentos de mucha pelea y

momentos de mucha

tranquilidad, pero en general

hay una diferencia mía con

ellos, de ver las cosas de forma

diferente.” (M.T)

como que no les presto atención

(familia), mi papá me puede

decir cientos de veces y, no me

importa, como que si quiero

hacerlo lo hago.” (N.T)

M.G. considera que en la

actualidad es socialmente más

aceptado el consumo de

marihuana a diferencia del

consumo de tabaco y considera

que vamos hacia un camino de

legalización en el mediano

plazo.

“Osea, a pesar de ser ilegal, si

uno se pone a ver es

socialmente aceptado. Si uno ve

películas, si uno ve series, en

toda partes se hace mención a,

se ve consumo, se ve… en

verdad no tiene un tabú tan

grande.”

N.T tiende a evitar situaciones

en las que se pueda exponer al

juicio de su familia (papá)

“Veías de todo, de todo, unos

porros gigantes, gigantes, no…

y de ahí durante la marcha en

el camino, todo el tiempo, y yo

bueno, voy a pasar

desapercibida porque qué tal

que mi papá vea algo”

Efectos

Cognitivos


Ninguno de los participantes

reporta identificar alteraciones

en funciones de memoria,

motricidad y atención a partir

N.T reporta haber sentido

paranoia al inicio de su

consumo en relación con sus

padres.



de Bogotá

60

del consumo de marihuana.

Todos los participantes afirman

que su salud no se ha visto

afectada por el consumo de

marihuana.

“Tampoco. No afecta mi

salud.” (M.T)

“las primeras veces que uno

fuma, digamos cuando yo

llegaba a mi casa era re

paranoica”

N.T comenta ver su percepción

visual alterada inmediatamente

después del consumo.

“fumo, y entonces digo, ¡ay esto

tiene que verse diferente! Se

tiene que ver más bonito,

entonces empiezo a ver no sé,

las cosas más verdes, el verde

más verde, el azul más azul,

como mucho más color, me

gusta mucho el color en la

vida”

M.G no percibe alteraciones en

su percepción visual a partir del

consumo.

D.R refiere sentirse más lenta

en el momento posterior

inmediato después de consumir

marihuana.

“Puede ser un medio letargo,

como el exceso de tranquilidad.

No como caído sino como,

letárgico, tranquilo, feliz.”

Emocionales



efectos positivos de su consumo

de marihuana, además de una

sensación de bienestar.

No, porque es que es muy

“chimba”, si uno no le hace

daño a nadie y uno se siente

D.R comenta que su percepción

de los efectos aumentó de

manera exponencial a medida

que su consumo aumentaba con

el tiempo. También comenta su

expectativa de vínculo con una

pareja a largo plazo que



de Bogotá

61

bien haciéndolo, ¿por qué va a

dejar?

Ninguno de los participantes

comenta efectos aversivos del

consumo.

Todos los participantes refieren

un cambio en la interpretación

del mundo inmediatamente

posterior al consumo de

marihuana.


comentan que el efecto de la

marihuana varía, dependiendo

del contexto y las condiciones

en las que se da la experiencia.

“yo siempre pienso que todo

está sujeto a muchos factores

entonces como que no es sólo

como la marihuana la que tiene

un efecto en mí” (N.T)

comparta su consumo de

marihuana. Adicional a lo

anterior, considera que su

conducta de consumo no tiene

efectos negativos en su

contexto, por lo cual no duda

sobre detener dicha práctica.

D.R intenta evitar y escapar de

emociones negativas y

presiones familiares y con su

consumo de marihuana, con lo

cual obtiene una sensación de

distanciamiento de la realidad.

“Porque me siento bien porque

es como una salida a todo, a la

universidad, a los parciales, a

los problemas en casa…”

M.T asocia los efectos de su

consumo con el bienestar que le

producen los espacios de

expresión corporal.

“Pues yo fumo marihuana

porque yo me siento bien,

porque encuentro un espacio de

expresión, de mí mismo”

M.G comenta disfrutar más la

música con el consumo de

marihuana.

“De pronto uno disfruta más

las cosas. Es diferente escuchar

música a escucharla sobrio.”

Sistema de recompensa - biológicos



comparten la respuesta de risa

intensa cuando consumen

marihuana.

D.R y M.T comentan sentirse

relajados y tranquilos

inmediatamente después de

consumir marihuana.



de Bogotá

62

“Yo puedo reírme mucho con

usted por cualquier cosa, y si

fumo va a ser lo mismo

riéndonos, pero ahí está el

efecto de nos vamos a reír más”

(M.G)

Todos los participantes tienen la

sensación de hambre y sueño.

“No necesariamente, a veces, y

se baja el estrés de una, uno se

siente relajado y deja de pensar

en esas cosas que le tienen la

cabeza a uno en otra parte.”

M.G refiere usualmente sentir

euforia al consumir marihuana.

D.R comenta sentir que sus

sentidos se maximizan,

particularmente su olfato.

N.T refiere que antes de iniciar

su consumo de marihuana, no

sentía apetito ni deseos de

ingerir comidas, lo cual cambió

a partir de la marihuana, pues

ahora si le dan ganas de comer

y le encuentra gusto a dicha

práctica.

“Antes de empezar a fumar

regularmente, si yo tenía

hambre, no tenia apetito; y si

tenía apetito, no tenía hambre.

Entonces no me gustaba comer,

o sea, cuando tenía ganas, mi

cuerpo me decía no, y cuando

mi cuerpo me decía, yo sentía

como algo trancado en la

garganta y no quería comer

pero, algo, de pronto si puede

ser un “beneficio” que me trajo

la marihuana fue, pues que sí

me dan más ganas de comer o

que la comida me sabe rico”

Relaciones interpersonales


Todos los participantes M.T reporta que sus relaciones



de Bogotá

63

diferencian su forma de

relacionarse con los demás

desde la clasificación entre

consumidores y no

consumidores.

Si lo influye en cuanto a que

uno sabe quiénes fuman y uno

sabe quiénes no.(M.G)

3 de los participantes

disminuyen el contacto con

amigos o personas cercanas que

juzgan o no comparten el


“Entonces yo sé que con ella

pues ni siquiera podía decirle

como, yo fumo, pues, seguido,

nada. Y pues en mi familia

mucho menos” (N.T)


consideran que el consumo no

afecta sus relaciones sociales.

“No yo creo que, con las

personas que fuman es igual y

con las personas que no les

gusta pues tampoco hay mucho

problema… No, yo creo que mis

relaciones se mantienen como

estables.” (M.T)

“Mis formas de relacionarme

están establecidas, esas no

cambian” (M.G)

3 de los participantes hacen una

valoración positiva de las

relaciones que se establecen

entre consumidores cercanos.

“Es como si a usted le gusta el

no han variado a partir del


N.T refiere que sus relaciones

personales se mantienen

estables, aunque señala que con

sus amigos consumidores, esta

relación es diferente.

D.R comenta reducir su grupo

social pues se siente más

cómoda con las personas que

comparten su consumo, quienes

le generan más confianza.

“después se va reduciendo ese

grupo porque como que tú te

sientes más cómodo con

algunas personas, es mejor

estar con gente de mucha

confianza.”

N.T restringe la comunicación

con algunas de las personas

significativas para ella, en

relación con la práctica de su

consumo, pues éstas

desaprueban la práctica.

M.T y M.G refieren no

encontrar alteraciones en su

forma de relacionarse con los

demás a partir del consumo,

sino de acuerdo al

establecimiento previo de las

relaciones.

No, yo creo que mis relaciones

se mantienen como estables.”

(M.T)

N.T refiere acercarse a su

familia por su deseo de

construir relaciones positivas.

No es claro si esto ocurre a

partir del consumo o no.



de Bogotá

64

futbol, a mi también; es algo

que compartimos. Entonces de

ahí se puede construir una

relación social diferente.”

(M.G)

“entonces yo llego a mi casa y

él está allá, pues me siento a

hablar con él un resto, con mi

hermano también intento hablar

resto, con mi mamá también…

entonces, como que sí hay

desacuerdos, sí hay cosas, y

muchas diferencias, muchas

diferencias (jaja), pero a nivel

de relaciones yo creo que uno

construye lo que quiera, y pues

yo lo que quiero construir es

muy bueno, entonces, por

ahora, justo en este momento

todo está muy bien.”

Una vez evidenciados los discursos de los participantes, es pertinente contrastar los

diálogos de los mismos, pues se observaron incoherencias e información ambigua que

brinda otros elementos que son susceptibles de ser analizados. Por lo cual, se mostrarán

citas de cada participante para facilitar la comprensión del lector frente a la información

contrastada.

Participante 1. D.R

Su discurso no presenta fragmentos que contradigan la información reportada, y que hayan

resultado confusos para el posterior análisis.

Participante 2. M.G

M.G afirma que su consumo no es motivado para disfrutar más algunas actividades. Sin

embargo, comenta que cuando fuma marihuana, “la pasa mejor”.

- “…No sé. Pues no para disfrutar más el momento (…) digamos, en fiestas y eso, si, puede

ser que sí. Ahí si se dé para que uno la pase mejor si fumo”.

“De pronto uno disfruta más las cosas. Es diferente escuchar música a escucharla sobrio.”



de Bogotá

65

Participante 3. M.T

En la aplicación de la entrevista, M.T toma bastante tiempo para reflexionar sobre sus

respuestas, no es claro en éstas pues construye afirmaciones ambiguas, se observa que la

velocidad de su procesamiento es lento, y tiene dificultades en su fluidez verbal.

- “Mi salud, no creo que afecte mi salud porque no es algo muy frecuente que yo fume,

pero si he visto en mis amigos, que he visto su proceso, pues que si son más… lentos para

pensar, es diferente.”

- “si fumo cuando estoy con mis amigos y digamos que los espacios son, no peyorativos ni

propicios pero, peyorativos como lugares mal vistos, pero estos espacios son explicados

cuando estoy con ciertas personas y sé que pues puedo fumar marihuana con ellos. Pero…

yo no sé si aumente con ellos, es como te digo que las condiciones son muy variables”

- “Pero por mis amigos y por el proceso que yo he visto en ellos, que… si consumen mucho

a veces, pienso que si lo controlo no me va a hacer mal, entonces creo que no tengo que

disminuir ni aumentar, sino tener claros los espacios y hacerlo cuando lo sienta…”

Participante 4. N.T

- “Como que académicamente no hace daño, en mi familia no hace daño, con mis amigos

no hace daño, entonces no siento que, como que abuse de…”

- “Como que las veces que he fumado en mi casa, que han sido dos, han sido cuando mis

papás no están, están de viaje o algo…”

- “Mi papá por ejemplo siempre ha criticado todo, o sea mi papá ve un mechudo y ya de

una dice marihuanero, blah blah blah, lo peor”

- mi papá es militar, mi mamá, o sea… sí como que, uy el man me mata donde sepa…”

- “es que mi papá es tan… psicorígido y pues… militar, o sea, es militar, entonces mi papá

ni siquiera sabía, hay muchas cosas que por la misma forma de él de pensar y actuar, y de



de Bogotá

66

juzgar todo el tiempo, ni siquiera sabe, y es algo como que en silencio toda la familia

acuerda, que él no sepa…”

- “Entonces fue un encuentro como de miles de personas en el, por el planetario, en el

parque, y ahí púes, o sea, tú veías de todo, ¡de todo! Veías de todo, de todo, unos porros

gigantes, gigantes, no… y de ahí durante la marcha en el camino, todo el tiempo, y yo

bueno, voy a pasar desapercibida porque qué tal que mi papá vea algo…”

- Mi mejor amiga murió hace un mes, pero digamos que ella era súper conservadora,

entonces el simple hecho de que ella supiera que yo había probado la marihuana para ella

fue todo un acontecimiento y casi me mata, y se puso muy brava, entonces yo sé que con

ella pues ni siquiera podía decirle como, yo fumo, pues, seguido, nada. Y pues en mi

familia mucho menos…”



de Bogotá

67

8. DISCUSIÓN

ANÁLISIS FUNCIONAL

FACTORES DE PREDISPOSICIÓN: Antecedentes de consumo en familiares y amigos.

Curiosidad sobre los efectos del consumo una vez fueron observados en amigos.

Invitación / Ofrecimiento al consumo de amigos y familiares.

Búsqueda de sensaciones novedosas referentes a los efectos de consumo.

Presencia de personas significativas que consumen.

ANTECEDENTES DEL

CONSUMO

CONDUCTA DE

CONSUMO

CONSECUENCIAS

INMEDIATAS AL CONSUMO PROLONGADAS EN EL

TIEMPO

Curiosidad sobre los efectos

del consumo una vez fueron

observados en amigos

Consumo mediante

la modalidad de

cigarrillo y pipa

principalmente.

Aumento de la experiencia sensorial Disminución en el contacto

con personas no

consumidoras



de Bogotá

68

Invitación/ofrecimiento de

consumo por parte de

familiares y/o amigos

Consumo

acompañado de

amigos fumadores

de marihuana

Se percibe preservación en funciones

cognitivas

Aumento en el contacto con

personas consumidoras

Búsqueda de sensaciones

novedosas referentes a

efectos del consumo

Consumo dado en

espacios abiertos,

principalmente en

parques. Estos sitios

son frecuentados

porque se asocian a

la práctica del

consumo

Se percibe preservación en el estado de

salud a nivel general

Cambio en la disposición

emocional hacia el contexto.

Presencia de personas

significativas consumidoras

Consumo más

probable en fines de

semana

Sensación de bienestar Cambio en la forma de

relacionarse consigo mismo,

y con el ambiente de manera

más vívida/consciente

Presencia de emociones

positivas como tranquilidad,

comodidad, etc.

Actividades

simultáneas al

consumo: hablar,

reir, etc.

Percepción única de efectos positivos

después del consumo

Falta de contacto con

consecuencias negativas del

consumo a largo plazo.

Risa intensa

Creencia de inmunidad frente

a los efectos negativos del

consumo

Hambre y sueño/aletargamiento

Disminución de respuestas de estrés y

malestar emocional



de Bogotá

69

A partir del análisis funcional, es claro que el principal factor de mantenimiento es el refuerzo positivo: aumento de la

experiencia sensorial, sensación de bienestar, aumento en el contacto con las personas consumidoras en términos de atención,

afiliación y validación del consumo, cambio en la forma de relacionarse consigo mismo, y con el ambiente de manera más vívida /

consciente.

Sobre el refuerzo negativo, es pertinente resaltar: se presenta una disminución de respuestas de estrés y malestar emocional,

limitación en el contacto con personas no consumidoras para evitar el juicio y el rechazo, percepción única de efectos positivos

después del consumo, que genera evitación a la información negativa que se conoce sobre el deterioro neurológico que genera el

consumo de marihuana, y adicionalmente, no hay un contacto inmediato con el daño biológico y funcional que genera el consumo, el

cual generalmente se evidencia a largo plazo, lo que refuerza la creencia en la persona de ser inmune ante los efectos de la sustancia.

Se contrastaron los resultados obtenidos en la aplicación del instrumento a la luz de los supuestos disciplinares y con los

referentes teóricos utilizados y expresados en el marco teórico. Se buscó relacionar los hallazgos de esta investigación con el

planteamiento del modelo comportamental, en cuanto a la explicación de la conducta adictiva y cómo el instrumento utilizado permitió

dar cuenta de las principales variables que caracterizan el consumo de marihuana en los cuatro jóvenes universitarios.



de Bogotá

70

A partir de lo anterior, y a la luz de la teoría, se inicia la triangulación entre los

postulados teóricos y los resultados, teniendo como referencia el análisis funcional:

FACTORES DE PREDISPOSICIÓN

Una forma de aprendizaje que resulta pertinente tener en cuenta es el aprendizaje social,

pues es claro que la población escogida tiene características particulares y se desarrolla en

un contexto social que facilita y promueve prácticas asociadas a todo tipo de consumo. Por

ejemplo, y desde la luz de la teoría, Fernández, Fibla, Graña (2000) mencionan cinco

características de la conducta adictiva, que se contrastarán en seguida con los reportes de

los participantes:

a) la conducta adictiva está mediada por cogniciones, compuestas de expectativas

que son creencias sobre los efectos de la conducta de consumo.

- “Bueno, pues uno oye muchos discursos alrededor de la marihuana, buenos y malos, y

usualmente esos discursos son diferentes si las personas consumen o no.” (M.T)

b) estas cogniciones están acumuladas a través de la interacción social en el curso

del desarrollo, por una parte, y a través de las experiencias con los efectos farmacológicos

directos e interpersonales indirectos de la conducta de consumo, por el otro.

- “Yo creo que no ha influido eso en mí porque yo intento hacer mi propio discurso

respecto al tema”. “si he visto en mis amigos, que he visto su proceso, pues que si son

más… lentos para pensar, es diferente”. (M.T)

c) los determinantes principales de la conducta de consumo son los significados

funcionales unidos a la conducta de consumo en combinación con la eficacia esperada de

conductas alternativas.

- “Pues cuando empecé no sentía nada, a medida que era más frecuente el consumo la

sensación de placer aumentaba de forma exponencial, tal cual, eso sí” (D.R)

- “Soy feliz, uy no sé, así sea momentáneamente uno se siente bien” (D.R)



de Bogotá

71

d) los hábitos de consumo se desarrollan, en el sentido que cada episodio de

consumo puede contribuir posteriormente a la formación del hábito por el incremento del

estrés y por limitar las opciones de conductas alternativas.

e) la recuperación depende del desarrollo de habilidades de afrontamiento

alternativas (Fernández, Fibla, Graña, 2000)

Sobre estos dos últimos apartados, no se logró extraer información oportuna, puesto

que ningún participante considera su consumo como un hábito, y por lo tanto no hay

intención de recuperación ante una posible adicción.

A pesar de que en lo expresado por algunos participantes (como D.R.) se evidencia

la búsqueda de evitación o escape por medio del consumo ante respuestas emocionales

como angustia, estrés o algún malestar relacionado, la generalidad en ellos es que esto no es

una fuerte motivación para consumir. La mayoría de ellos (salvo N.T.) expresa haber

consumido marihuana ante la presencia de una emoción negativa, pero éstos señalan que no

es algo que disfruten hacer y generalmente buscan evitar el consumo para dejar de sentir

este tipo de emociones. En N.T. por ejemplo, se expresa claramente en forma de regla:

“nunca hacerlo cuando me siento mal”.

Por otro lado, Pérez (2002) señala también una relación entre el consumo de

sustancias psicoactivas y factores culturales, sociales y personales. Dentro de las

características de la cultura occidental, este autor plantea que ésta se caracteriza por la

saturación de productos que ofrecen a las personas sensaciones de bienestar, felicidad,

tranquilidad, ecuanimidad, entre otras, creando un contexto en el cual las sustancias

psicoactivas son verdaderos “objetos de consumo” que buscan generar una satisfacción

inmediata de necesidades.

A pesar de que los participantes en su mayoría no hacen referencia clara a este

hecho o no identifican esta característica cultural como influencia en su propia dinámica de

consumo, una de ellas (N.T) sí lo señala como algo claro que ve en sus amigos: “…como

con esta era de consumo que estamos ahorita todo el mundo quiere las cosas ya, y así

como quieren todo ya, quieren fumar ya, quieren drogarse ya, quieren tomar ya, quieren



de Bogotá

72

acabar ya, todo lo quieren ya.“ (N.T., en referencia a la búsqueda de consecuencias

inmediatas esperadas.

Dentro de los factores sociales señalados por Pérez (2002), la presión de grupo y

presencia de “malas compañías” es uno de los más significativos como generador de riesgo

para presentar el consumo. En las respuestas de los participantes se expresa la influencia de

los amigos o personas cercanas, aunque no necesariamente en la misma forma señalada por

el autor:

Sí, pues el ambiente también permite que se dé la oportunidad, no todo el mundo fuma así

que no con todo el mundo se puede fumar, pero si te rodeas con las personas que lo hacen

frecuentemente, es más fácil y no hay tanta cohibición, como ¿qué dirán? (D.R.)

Las personas son un selecto grupo de compañeros de la universidad, ellos son bastante

consumidores, si quiero ir a fumar voy con ellos, y fumamos más en un parque o en un

apartamento donde se pueda. Cualquier parque lo permite. (D.R.)

Puede ser que este caminando con unos amigos y alguno diga “ey, fumamos, bueno pues

si”. (M.G.)

“…porque ellos fumaban ahí y nadie me decía como “pero fuma, dale, dale”. No, sino que

era como “¿quieres?” No. Y ya después de un tiempo pues me dijeron como, ni siquiera

me preguntaban, como que igual lo respetaron resto y ya todo bien.” (N.T.)

“…para nada, nadie me presiona para que consuma.” (M.G)

La influencia del grupo es evidente, sin embargo dicha influencia no representa

especialmente una presión ejercida por las otras personas para consumir, ninguno de los

participantes señala hechos que demuestren presión, amenaza o consecuencias aversivas

como rechazo, trato despectivo o burla. Por el contrario, señalan respeto y tolerancia por

parte de amigos o personas cercanas cuando prefieren evitar el consumo.

Respecto a la influencia de personas cercanas, Pérez (2002) señala también que una

buena proporción de las personas que empiezan a usar sustancias como la marihuana lo



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73

hacen bajo influencia de una persona conocida o grupo con quien existe alguna relación, lo

cual se expresa en los participantes.

“…creo que la primera vez que yo fumé fue como a los 15-16 años, en Villavicencio, como

estaba caminando con mi prima por el conjunto y… fue mi prima la que me, con la que

estaba en ese momento, la que me lo dio, como que yo no habría empezado a fumar, o al

menos en ese momento sin, si ella no hubiera estado ahí.”. (N.T.)

“Estaba en un parque, estaba con otros amigos y alguien lo propuso, lo puso sobre la

mesa y bueno.” (M.G.)

“La primera vez que fumé fue con mi grupo de “primíparos” y ellos tenían, entonces todos

dijeron: ¿quién quiere probar? porque cada vez que llevaban invitaban a los demás. Ese

día dije: bueno miremos qué es eso. Con mis amigas cercanas dijimos bueno probemos a

ver qué. (D.R.)

Sobre los factores personales, el autor señala que un persona con una mala imagen

de sí misma tiene mayores posibilidades de buscar escapismos fáciles que una persona con

buena autoimagen, alguien con rasgos de personalidad que sabe imponerse tendrá mayor

facilidad que para negarse a usar SPA que otra que tema la burla o desprecio por parte de

sus pares (Pérez, 2002).

Y a veces cuando sí me daban ganas de hacerlo yo me decía como: “no (N.T) recuerda,

recuerda que no dependes de.” (N.T.)

A veces mis amigos fumaban y yo como que quería pero yo decía como “No, vamos N.T,

¡demuéstrate que no dependes!” o incluso sin estar cerca de ellos habían momentos en los

que me daban ganas y ya, pero pues no, vale más la voluntad (N.T.)

“…porque es como una salida a todo, a la universidad, a los parciales, a los problemas en

casa… como que por un momento te olvidas de que hay como tantos problemas en el

mundo, por alejarse un momentico de la realidad.” (D.R.)

Sobre la influencia del ambiente familiar, Pérez (2002) señala el hallazgo

consistente en los datos durante los últimos veinte años indicando que los jóvenes con



de Bogotá

74

menor grado de probabilidad de abuso de sustancias psicoactivas son aquellos hijos de

“padres-maestros” (aquellos estilos de crianza caracterizados por reciprocidad, calidez,

apoyo, estimulación, firmeza y existencia de normas); al contrario, los de mayores

probabilidades de presentar abuso son los hijos de padres indulgentes y negligentes (Pérez,

2002). Si bien el estilo de crianza no fue un aspecto a profundizar en las entrevistas, los

participantes hicieron referencia a conflictos que se presentan con sus padres,

especialmente por la presencia de diferencias significativas en su forma de evaluar la

realidad y de relacionarse con los otros.

“Diferencias en pensamiento de lo que yo debo hacer como persona o quién deba ser

cuando realmente es una decisión propia, claramente todos los padres esperan algo de sus

hijos pero no debería ser así como tan estricto porque cada uno tiene su camino entonces.

De formas de ser también, mi familia es más sentimentalista, yo no soy así, ni querendona

ni muy afectiva, entonces la personalidad de mis familiares si es bastante afectiva, ahí hay

choque.” (D.R.)

mi papá es militar, mi mamá, o sea… sí como que, uy el man me mata donde sepa… Pues

porque mi papá es militar, está lleno de muchos prejuicios, muchos, muchos, o sea, él me

prohíbe ir al centro, me prohíbe juntarme con gente con tatuajes, con el pelo largo, con

todo, ya desencadena el resto de diferencias que hay: que no acepta lo que yo hago, que no

quiere que estudie Artes Escénicas y me dice todo el tiempo que me cambie a Derecho

como doble, porque los artistas son unos drogadictos, y no ganan plata, entonces como que

justo eso desencadena un montón de diferencias, pero, ahí hablando, ahí hablando se van

moviendo los hilos y todo va transformándose. (N.T.)

“como todos tenemos problemas y tenemos muchas diferencias, pero, de mi parte, yo

siempre intento como conciliar y buscar alternativas siempre, pero, a veces si pueden

haber momentos de mucha pelea y momentos de mucha tranquilidad, pero en general hay

una diferencia mía con ellos, de ver las cosas de forma diferente.” (M.T.)



de Bogotá

75

Con lo expresado por los participantes se puede establecer una relación entre el consumo y

el estilo de relación que mantienen con sus padres. A pesar que varios refieren mantener un

dialogo constante con ellos, como N.T., resulta claro en la entrevista de ella por ejemplo,

que se tiende a ocultar el hecho de ser consumidor de sustancias psicoactivas y este tema no

se habla tan abiertamente por las posibles consecuencias aversivas que se pueden generar

(expresión de juicios de valor, conflictos interpersonales, limitación de actividades o

recursos, etc.). Estos conflictos,”choques” o diferencias en las relaciones entre padres e

hijos también pueden funcionar como predisponentes para desarrollar el patrón de consumo

de marihuana con el objeto de evitar o escapar a un contexto inmediato aversivo.

Las relaciones con personas cercanas que son consumidores también es una variable

importante a tener en cuenta. En los estudios sobre consumo, los resultados han mostrado

que la ausencia o presencia de relación con personas consumidoras es uno de los

principales factores que actúa como protector o riesgo frente al consumo de todas las

sustancias ilegales y legales (Cáceres et al. 2006), lo cual también se expresa claramente

con el presente estudio.

“creo que la primera vez que yo fumé fue como a los 15-16 años, en Villavicencio, como

estaba caminando con mi prima por el conjunto y… Pero igual yo había escuchado mucho

a mi prima, mi prima empezó a fumar antes que yo, y… como que me contaba de cuando

estaba con sus amigos, y me invitaron resto de veces como a polkas y fiestas donde yo

sabía que fumaban o que se tripeaban o lo qué sea, y… y pues estaba con ella, caminando,

pues se dio… fue mi prima la que me, con la que estaba en ese momento, la que me lo dio,

como que yo no habría empezado a fumar, o al menos en ese momento sin, si ella no

hubiera estado ahí..”. (N.T.)

“Por el mismo hecho de que yo nunca la compro, entonces cuando yo fumo es porque estoy

con mis amigos que fuman.” (N.T.)

“…yo entré a la universidad y conocí a varias personas, me mostraron diferentes tipos de

marihuana y yo los acompañaba… Las personas son un selecto grupo de compañeros de la



de Bogotá

76

universidad, ellos son bastante consumidores, si quiero ir a fumar voy con ellos, y fumamos

más en un parque o en un apartamento donde se pueda. Cualquier parque lo permite.

(D.R.)

“…por mis amigos y por el proceso que yo he visto en ellos, que… si consumen mucho a

veces.” (M.T.)

. Cuando uno va a hacer eso, sabe quiénes son los amigos de uno con los cuales puede

compartir eso… (M.G.)

Otro aspecto señalado por Pérez (2002), a nivel de la persona, es la presencia o

ausencia de preconceptos y valoraciones positivas sobre las drogas como un facilitador de

riesgo o protección ante el consumo. Según él, relacionar el consumo de drogas con efectos

como el aumento de sensaciones placenteras, una mayor facilidad para expresar opiniones y

sentimientos, aceptación por parte de sus iguales, mejor rendimiento académico, laboral o

deportivo y un aumento de la creatividad, favorece no solamente el consumo experimental

de una droga, sino también el uso regular de la misma (Pérez, 2002); adicionalmente, si se

tiene en cuenta la baja percepción de riesgo y de consecuencias negativas por el uso de

sustancias psicoactivas que se suele evidenciar en los consumidores, las valoraciones y

creencias positivas sobre el consumo se convierten en un importante factor a tener en

cuenta en el comportamiento de consumo de drogas ilegales y legales (Cáceres et al. 2006)

“…uno recibe información como de muchos lados, ¿no? Mi papá por ejemplo siempre ha

criticado todo…. Y digamos aquí en clases de Neuro o de Psicobiología y eso, que tú ves

como los efectos a nivel cerebral de las sustancias psicoactivas y demás, o también he

leído libros y eso pero… pues yo siento que, en serio como que no les presto atención… no

me importa, como que si quiero hacerlo lo hago.” (N.T)

“…y no me parece grave, como hacerlo o no hacerlo, no me parece grave.” (N.T)

“…a pesar de ser ilegal, si uno se pone a ver es socialmente aceptado. Si uno ve películas,

si uno ve series, en todas partes se hace mención a, se ve consumo, se ve… en verdad no



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77

tiene un tabú tan grande. O sea, hay una ley que dice que es ilegal, pero si uno le pregunta

a cualquier persona si le parece bien o mal no existe ese tabú. Yo creo que ya no. En eso

influye en cuanto a que, en algún momento vamos a llegar a una legalización de eso

porque ya no, ya esta socialmente, incluso más aceptado que fumar tabaco como tal.”

(M.G.)

“…pues creo que le tengo respeto igual, pero creo que es una decisión individual. Le tengo

respeto porque tampoco es que uno deba abusar, todo en exceso es malo.” (D.R)

“… porque es que es muy “chimba”, si uno no le hace daño a nadie y uno se siente bien

haciéndolo, ¿por qué va a dejar? Pero en algún momento le disminuiré, no va a ser tan

frecuente, yo quiero llegar a vieja y fumarnos un “porro” con mi esposo cuando encuentre

alguien así. “(D.R)

“…pues uno oye muchos discursos alrededor de la marihuana, buenos y malos, y

usualmente esos discursos son diferentes si las personas consumen o no. Yo creo que no ha

influido eso en mí porque yo intento hacer mi propio discurso respecto al tema.” (M.T)

ANTECEDENTES

Generalmente, la iniciación en el consumo de cannabis está precedida por el

consumo previo de alcohol, lo cual corresponde con la experiencia de consumo de los

cuatro participantes, y de cigarrillos, en lo cual tan sólo N.T. dice haber probado antes la

marihuana que el tabaco.

Bobes y Calafat (2000) proponen que actualmente en la población juvenil, el

propósito del uso de sustancias psicoactivas como la marihuana es principalmente

recreativo. Esto se evidencia en dicha investigación ya que dicho planteamiento se expresa

en las respuestas de los participantes y confirman la conducta consecuente con la recreación

que encuentran en sus efectos; además de lo anterior, refieren haber sentido curiosidad, lo

cual motivó su consumo inicial de dicha sustancia:



de Bogotá

78

““Por mis amigos que fumaban, me la presentaron, y por la curiosidad de saber qué se

sentía.” (D.R)

“Pues principalmente porque había una curiosidad, sobre lo que genera en uno” (M.T)

“Es para momentos de ocio y recreación, ¿se puede decir así? entonces, no son momentos

en los cuales tenga que hacer algo” (M.G)

Dentro de los factores que influyen en el inicio del consumo, Pérez (2013) señala

una serie de condiciones personales y ambientales, que incrementan la vulnerabilidad en la

persona para consumir sustancias psicoactivas. Los factores de riesgo señalados por este

autor y que se relacionan claramente con lo encontrado en la investigación son:

-Curiosidad sobre efectos.

“Primero curiosidad, ya después por gusto. La curiosidad, mientras fumaban, verlos en su

“video” me hizo sentir curiosidad por saber qué se sentía” (D.R)

“El motivo, por probar. De pronto por probar algo diferente, por probar que era… Pues

principalmente porque había una curiosidad, sobre lo que genera en uno, sobre eso que

uno ve en los demás y que todos dicen que se siente bien…” (M.G.)

“Yo estaba con un amigo, y mi amigo estaba con más amigos, y esa vez me animé y por esa

curiosidad pues la probé.” (M.T)

“… pero fue así que empezó mi curiosidad, como escuchando lo bien que ella la pasaba

fumando” (N.T.)

Como ya se señaló anteriormente, la curiosidad fue un elemento común en los

cuatro participantes que antecedió el consumo inicial de marihuana. Es interesante señalar

que dicha curiosidad se presentó especialmente al observar o escuchar eventos sobre

personas cercanas a ellos que consumían la sustancia, lo que llevó a los participantes a

buscar satisfacer dicha curiosidad mediante el consumo, que además representó para ellos

vivir una experiencia novedosa en sus vidas.

-Necesidad de pertenencia y aceptación de grupos.

“La primera vez que fumé fue con mi grupo de “primíparos” y ellos tenían, entonces todos

dijeron: ¿quién quiere probar? porque cada vez que llevaban invitaban a los demás.



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Por mis amigos que fumaban, me la presentaron, y por la curiosidad de saber qué se

sentía.” (D.R)

“Simplemente tengo varios amigos que sí compran, que sí tienen, que sí consumen y

simplemente con ellos es con quien fumo” (M.G.)

“…con mis amigos consumidores, como que cuando nos vamos a reunir, cuando vamos a

parchar, cuando simplemente nos encontramos y alguien tiene, como que ellos fuman, y a

veces yo fumo.” (N.T.)

Si bien ninguno de los participantes señala explícitamente que el consumo de

marihuana es uno de los principales factores que los haga pertenecer o ser aceptados por su

grupo de amigos, sí es clara la relación que se da entre los participantes y sus amigos

alrededor de la práctica de consumo, es decir, en este caso se puede relacionar el consumo

de marihuana con un proceso de vinculación diferencial en los participantes con sus grupos

de amigos, sin que esto signifique que el consumo sea el principal aspecto en común que

los une o caracteriza.

-Búsqueda de placer, emoción, peligro.

“De pronto por probar algo diferente, por probar que era…” (M.G)

“…a medida que era más frecuente el consumo la sensación de placer aumentaba de forma

exponencial, tal cual, eso sí.” (D.R)

CONSUMO

Según Moya (2009) la forma más común de consumir cannabis es en cigarrillo,

pipas y vaporizadores. Esto debido a la inmediatez de los efectos ya que llega directamente

a los pulmones y al torrente sanguíneo (Moya, 2009). De esta forma, es posible coincidir el

reporte de los participantes con lo propuesto por el autor, ya que la mayoría de ellos afirma

consumir marihuana en pipa y cigarrillo, principalmente.

En los participantes se expresan recursos personales como estrategias de

afrontamiento por medio de evitación y escape (en D.R.) o una “fuerte voluntad” (N.T.) que

median en ciertos momentos las condiciones bajos las cuales se presenta el consumo y

funcionan como reguladores del mismo. Es importante resaltar de nuevo que no se reportó



de Bogotá

80

por parte de los participantes las condiciones o consecuencias aversivas como la burla o

desprecio por parte de sus pares.

Sobre los criterios de uso, abuso o dependencia, todos los participantes refieren

consumir marihuana de manera ocasional, aunque su frecuencia va desde 1 vez al mes hasta

2 a 4 veces a la semana; tampoco reportan percibir que su consumo sea un inconveniente

para continuar con sus actividades cotidianas.

- “…como que académicamente no hace daño, en mi familia no hace daño, con mis amigos

no hace daño, entonces no siento que, como que abuse de…” (N.T)

- “Pues mira, eso es muy variable, hay semanas en que puedo fumar dos o tres veces, pero

por ejemplo hace tres semanas no fumo nada…” (M.T)

- “Cada quince días más o menos, entre semana a veces pero fumo más que todo los

viernes” (D.R)

Relacionado con lo anterior, ningún participante considera abusar de la marihuana,

De acuerdo con las definiciones propuestas por Blow, Olisn & Barry, 2002 (en Rayo, Pardo

& Gantiva, 2012), en donde el abuso es definido como “un modo desadaptativo de uso de

substancias frecuentes y perjudiciales e interfiere con las actividades cotidianas del sujeto”

(Blow, Olisn & Barry, 2002, en Rayo, Pardo & Gantiva, 2012)

En contraste, todos los participantes parecen percibir que usan la marihuana, de

manera habitual, como se indica a continuación: Uso como “consumo, utilización o gasto

de una sustancia sin significación clínica ni social. Debe entenderse como un consumo

aislado, ocasional, episódico, sin ningún ritmo en la habitualidad, sin tolerancia o

dependencia” (Fernández, Fibla, Graña, 2000)

Siguiendo con el planteamiento de autores como Marlatt (1985), se definen las

conductas adictivas como patrones de hábitos de consumo como beber en exceso, fumar,

comer en exceso o abuso de sustancias (Marlatt, 1985). Los participantes no reportan

exceso en su consumo (que describen como ocasional) de marihuana, pero si refieren

buscar un estado de gratificación inmediata –placer- y reducir malestares o tensiones

mediante esta práctica, como lo indica Marlatt (1985)



de Bogotá

81

- “Porque me siento bien porque es como una salida a todo, a la universidad, a los

parciales, a los problemas en casa… como que por un momento te olvidas de que hay como

tantos problemas en el mundo, por alejarse un momentico de la realidad” (D.R)

Aunque Berger (2008) indica que la adultez temprana es un momento de la vida en

el cual los comportamientos riesgosos son más atractivos para las personas, sobre todo para

los hombres (Berger, 2008), no se logró encontrar reportes que afirmen los planteamientos

del autor, ya que los participantes no refieren sentirse motivados hacia el consumo de

marihuana porque sea una conducta “riesgosa”.

Por otro lado, Álvarez, Burguillo y Calzada et al (2005) sugieren la existencia de

una vinculación emocional en el momento de consumo, pues al agruparse en espacios

particulares, se evidencia una búsqueda de experimentar emociones positivas al satisfacer

mutuamente las necesidades de pertenencia y satisfacción de deseos placenteros. (Álvarez,

J; Burguillo, F; Calzada, M, et al, 2005). Esto se evidencia en uno de los cuatro

participantes (M.G), en donde relaciones de vinculación son particulares con su grupo de

consumidores, en comparación con otro tipo de amistades:

- “Cuando uno va a hacer eso, sabe quiénes son los amigos de uno con los cuales puede

compartir eso, y pues ya eso es, otra cosa que uno comparte con amigos. Es como si a

usted le gusta el futbol, a mí también; es algo que compartimos. Entonces de ahí se puede

construir una relación social diferente”

En concordancia con lo anterior, Becoña (2007) resalta sobre el consumo de drogas,

que: 1) hay factores que facilitan el inicio y mantenimiento en el consumo de las distintas

sustancias; 2) hay una progresión en el consumo de las drogas legales a las ilegales en una

parte significativa quienes consumen las primeras respecto a los que no las consumen; 3)

una serie de variables socio-culturales, biológicas y psicológicas modulan los factores de

inicio y mantenimiento y la progresión o no en el consumo de unas a otras sustancias.

(Becoña, 2007)

En algunos participantes se evidencia de forma clara una búsqueda de experiencias

novedosas, sin embargo éstas no son señaladas alrededor de un hecho concreto pues ellos



de Bogotá

82

suelen decir que no lo hacen buscando algo en particular. Aunque Pérez (2013) señala la

búsqueda de placer como una motivación principal, en las respuestas de los participantes

esto no se evidencia, pues al referirse al placer ninguno lo señala como un elemento

principal que los lleve a consumir; sin embargo, los efectos resultan agradables para los

participantes, quienes no lo limitan únicamente hacia una sensación de placer.. El peligro,

o vivir una experiencia de riesgo tampoco se evidencia como un factor motivador al

consumo en ninguno de los participantes.

-Estado “superior” de conocimiento y creatividad

“… cuando iba a Griego y Latín y fumaba antes de ir a clase yo sentía que me iba re bien,

no sé si tiene una relación, pero…” (N.T.)

Tan sólo N.T hace referencia a una noción ampliada de su conocimiento o

habilidades intelectuales al relacionar su buen desempeño en una clase con el consumo de

marihuana, a pesar de no haber claridad en ella si dicha relación es causal. Los otros

participantes no identifican un estado superior de conocimiento, creatividad o alguna otra

habilidad especial relacionada con el consumo de la sustancia.

-Búsqueda de bienestar y tranquilidad

“Pues yo fumo marihuana porque yo me siento bien, porque encuentro un espacio de

expresión, de mí mismo” (M.T)

“…y si, uno se siente más tranquilo, más relajado.” (M.T.)

“… y se baja el estrés de una, uno se siente relajado y deja de pensar en esas cosas que le

tienen la cabeza a uno en otra parte.” (D.R)

La búsqueda de tranquilidad, relajación y “sentirse bien” es claro en las expresiones

de los participantes como una consecuencia que se espera alcanzar con el consumo. Esta

búsqueda de sensaciones y emociones diferenciales es uno de los principales factores de

mantenimiento en la práctica de consumo de los cuatro participantes.

-Escape a la angustia

“porque es como una salida a todo, a la universidad, a los parciales, a los problemas en

casa… como que por un momento te olvidas de que hay como tantos problemas en el

mundo, por alejarse un momentico de la realidad.” (D.R.)



de Bogotá

83

“lo tengo claro desde que empecé, desde que probé pues las drogas, es, nunca, una regla

mía es nunca hacerlo cuando me siento mal. O sea si yo estoy triste, cero, cero, cero…”

(N.T)

Por otro lado, haciendo referencia al desarrollo del consumo de distintas drogas

legales e ilegales, el concepto de escalada se expresa en la historia de consumo de los

participantes; el avance gradual de las sustancias que han consumido da cuenta del proceso

descrito por Denise Kandel (en Vazquez & Becoña, 2000). El consumo de los participantes

se expresa a través del paso por los distintos estadios de desarrollo. 1) Consumo de cerveza

o vino; 2) cigarrillos o licores:

“Sí, ya había tomado alcohol antes… Sí. También había fumado.” (M.T.)

“Uy sí. Yo, de hecho la primera vez que “me emborraché”, pero fue como que me

intoxiqué y demás, fue como a los doce años…” (N.T)

3) marihuana; y, 4) otras drogas ilegales (ej., heroína, cocaína).

“Cocaina, LSD, Extasis y trufas alucinógenas.” (M.G.)

“Si, el LSD y el Yagé.” (M.T.)

“La experiencia no fue nada placentera la verdad, cuando probé el LSD.” (D.R.)

“El Lsd, y ya… -¿Hongos, Yagé, éxtasis? -No. He querido, he de confesarlo, he

querido, pero, no lo he hecho.” (N.T.)

Algunos comportamientos paranoicos durante el consumo son: “las primeras veces

que uno fuma, digamos cuando yo llegaba a mi casa era re paranoica” (N.T). Estos

cambios se deben a las propiedades de la planta como afirmaba Bobes y Calafat (2000),

además de ofrecer una alternativa atractiva en los espacios de recreación y ocio. Sin

embargo, también plantean Wilmore y Costill (2007) que la evidencia sobre el impacto de

la substancia a nivel individual no ha sido suficientemente documentada, siendo difícil

establecer criterios sobre los efectos en este ámbito.



de Bogotá

84

CONSECUENCIAS

Los participantes confirman que esta práctica se incrementa debido a la atribución

de la planta como natural, relajante y poco nociva para la salud:

- “No, porque es que es muy “chimba”, si uno no le hace daño a nadie y uno se siente bien

haciéndolo, ¿por qué va a dejar?” (D.R)

- “Si, lo he hecho pero intento no hacerlo, y si, uno se siente más tranquilo, más relajado.”

(D.R)

Sobre los efectos y consecuencias que acontecen durante el consumo y posterior a

él, varias son las consideraciones a realizar, a propósito de la complejidad de la substancia

y de la literatura misma sobre el tema. Cómo ya se ha mencionado, las propiedades

químicas de la planta resultan necesarias para comprender sus efectos. Sin embargo, dada la

naturaleza de esta investigación, se pondrá el foco sobre otras variables no menos

importantes al analizar el impacto de la substancia en los consumidores. El curso

temporal, la duración e intensificación de los efectos dependen de diversos factores:

(Iversen, 2003, en Farré y Abanades, 2007). Dentro de los efectos que produce el cannabis,

afirman los participantes que dependen de distintos factores, entre ellos se identifica que los

efectos dependen de

“la marihuana ligada al clima, ligada a lo que hice, a con quién me junté, a qué me comí.”

(N.T).

Es decir que se identifican predominantemente variables contextuales ligados al

impacto que generan sus condiciones ambientales sobre el efecto del consumo. Sin

embargo, afirman Velez, Borja, Ostrosky-Solis (2010) que hay otras variables que influyen

en los efectos de la substancia sobre el sujeto como la dosis, vía de administración y forma

de consumo que no aparecieron en el reporte.

Por otro lado, dentro de los efectos percibidos frente al consumo de marihuana,

varias son las consideraciones pertinentes a partir de sus relatos. Por un lado, no se

encuentra información relevante en cuanto a los efectos cognitivos de la substancia sobre



de Bogotá

85

los participantes a pesar de encontrar elementos que si concuerdan con la literatura

revisada. Se encuentra en algunos participantes cambios en la percepción:

“fumo, y entonces digo, ¡ay esto tiene que verse diferente! Se tiene que ver más bonito,

entonces empiezo a ver no sé, las cosas más verdes, el verde más verde, el azul más azul,

como mucho más color, me gusta mucho el color en la vida” (N.T).

Complementario a esto, a pesar de que las investigaciones consultadas reportaban

importantes alteraciones cognitivas en los consumidores de marihuana, los resultados de la

investigación no permiten determinar si estos efectos se presentan en los casos presentados.

Sin embargo, cada uno de los participantes manifiesta no percibir una alteración de estas

funciones. Inicialmente Torres y Fiestas (2012) planteaban que los efectos que han

evidenciado se dan tras un consumo continuo e intenso, en especial alterando memoria y

atención. Sin embargo, encontramos que ninguno de los participantes consume altas dosis

de marihuana ni consume tan frecuentemente como para que se puedan dar los efectos

mencionados. Esto demuestra que los efectos cognitivos estudiados se centran en los

consumidores de consumo abusivo, excesivo o dependiente, y dificulta los aportes para

identificar los efectos en consumidores no dependientes. También, resulta indispensable

considerar que Lyons et al. En Velez et al (2004) no encuentran “un efecto residual

significativo en las funciones cognitivas” (p. 309). Si bien se ha estudiado los efectos

durante el consumo, los efectos que se presentan a largo plazo parecen ser contradictorios y

poco concluyentes.

Por otro lado, consecuencias como la sequedad bucal, la taquicardia y sudoración,

la somnolencia y descoordinación de movimientos no fueron reportados por los

participantes. Sin embargo, una característica común de dos participantes fue el impacto en

el aumento del apetito:

“Pero, algo, de pronto si puede ser un “beneficio” que me trajo la marihuana fue, pues

que sí me dan más ganas de comer o que la comida me sabe rico” (N.T)



de Bogotá

86

Además se observa que las respuestas como euforia, sensación de bienestar físico,

aumento de la confianza en sí mismo, pérdida de inhibiciones y risa incoercible los que son

percibidos como agradables para los participantes y refuerzan su consumo (Toro, Yepes,

2004). Esto se evidencia en tanto que todos los participantes reportan efectos positivos de

su consumo de marihuana, además de una sensación de bienestar. “No, porque es que es

muy “chimba”, si uno no le hace daño a nadie y uno se siente bien haciéndolo, ¿por qué va

a dejar?” (D.R).

Por otro lado, los autores establecen que el uso recreativo de las drogas proviene de

los efectos de la substancia sobre los mecanismos reforzadores asociados a la sensación de

bienestar y euforia subjetiva. La expresión cotidiana de estar “volando” o estar en “el

viaje” cuando se consume la substancia describe la magnitud reforzante de la sustancia:

“Pues yo fumo marihuana porque yo me siento bien, porque encuentro un espacio de

expresión, de mí mismo” (M.T).

Se evidencia entonces la participación activa del sistema dopaminérgico en relación

con los mecanismos de recompensa endógenos que estimulan la probabilidad del consumo

de substancias como la marihuana, basada en la relación funcional entre las estructuras de

este sistema y los receptores cannabinoides. (Corominas, et al. 2009). Es afirmada la

sentencia de los autores en cuanto que todo consumo de drogas implica los circuitos

límbicos del cerebro, siendo específica en relación con el consumo de cannabis, y esto se

evidencia en las sensaciones de bienestar mencionadas anteriormente. Lo anterior implica

un impacto en el circuito de recompensa cerebral que permite establecer condicionamientos

a partir de reforzadores positivos con la substancia.

Además “La asociación de estímulos sensitivos y de emoción es fundamental para

el aprendizaje porque los estímulos sensitivos se asocian con sus consecuencias positivas,

negativas o neutras y la conducta se modifica en concordancia” (Kolb & Whishaw, 2008, p.

374). Esto resalta cómo se mantiene la conducta de consumo en los participantes a partir de

los efectos sensoriales y emocionales asociados al consumo:



de Bogotá

87

“Como te digo, umm… lo que siento… es que es difícil, yo creo que es muy sensorial lo de

la marihuana, es una sensación maximizada de las cosas.” (M.T).

El papel de la amígdala como responsable de otorgar valoración emocional a la

información recogida es determinante en el condicionamiento de estímulos condicionados

con el consumo. Pero también resulta una estructura importante en los mecanismos de

aprendizaje ya que se encarga también de asociar las sensaciones de bienestar, euforia y

relajación propias de la actividad química de la substancia con la misma. “La amígdala

regula el registro del estímulo a recordarse, limitando la atención solo a los detalles internos

que cada persona considera de mayor importancia para ella misma” (Torres & Fiestas,

2012, p. 132). Dentro de los circuitos neurológicos de la memoria, la carga emocional o

reforzante de una experiencia o de la substancia será “relevante” para el individuo en tanto

la amígdala la filtre como tal. En este sentido se encuentra un paralelo de estos mecanismos

con los reportes de los participantes en cuanto a los efectos que perciben asociados a la

práctica del consumo de marihuana.

Ligado a estos mecanismos de aprendizaje, Bobes y Calafat (2000) caracterizan un

mecanismo de reforzamiento negativo, al ser el consumo de marihuana un mecanismo de

evitación ante condiciones aversivas en el sujeto. Entre estas se pueden señalar

características de personalidad, eventos o episodios específicos y percepciones sobre la

realidad desagradables.

“Porque me siento bien porque es como una salida a todo, a la universidad, a los

parciales, a los problemas en casa… como que por un momento te olvidas de que hay como

tantos problemas en el mundo, por alejarse un momentico de la realidad.” (D.R)

Además de encontrar en los participantes un argumento de escape o evitación a

condiciones aversivas ante la conducta de consumo, resulta también relevante mencionar

que el aprendizaje de esta estrategia de reforzamiento se liga a la historia de aprendizaje de

los individuos. Según Ruiz-Aranda et al. (2006) a menor capacidad del manejo de

emociones mayor tendencia hacia el uso de substancias psicoactivas como estrategia de



de Bogotá

88

afrontamiento hacia las mismas. La competencia emocional resulta una habilidad básica

para la vida, las cuales se desarrollan a través del aprendizaje en el entorno social,

complementado de una estrategia pedagógica en el desarrollo del ser humano. Esto incluye

la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la capacidad para aplazar gratificaciones,

el desarrollo de la empatía, la autorregulación y las habilidades de afrontamiento en

situaciones de riesgo.

Pero también resulta importante considerar que la conducta de consumo suele estar

controlada más por las consecuencias inmediatas que por las consecuencias que pueden

presentarse a largo plazo (Myers, 2005). Si bien hay indicios sobre alteraciones antes

mencionadas en el sujeto, los beneficios percibidos a corto plazo (los antes mencionados)

parecer ser más determinantes a la hora de comprender la conducta de consumo. Esto

también tiene que ver con el poco contacto con las consecuencias a largo plazo que pueden

percibir los participantes, contrastado a la inmediatez de los reforzadores inmediato.



de Bogotá

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CONCLUSIONES

Luego del proceso de planeación y ejecución del trabajo de grado, parece pertinente

analizar la eficacia de estas etapas en términos de resultados esperados, con la información guía

del estado del arte, la evaluación sobre si se logró responder a la pregunta de investigación, y el

cumplimiento de los objetivos, junto con los hallazgos encontrados.

A partir de esto, en el estado del arte el artículo titulado Uso de sustancias y percepción

de riesgo: Estudio comparativo entre jóvenes de Bogotá y Barcelona, los autores (Forns, Pérez,

Trujillo, 2007) evidencia los hallazgos de un estudio para determinar las diferencias y similitudes

existentes entre jóvenes de Barcelona y jóvenes de Bogotá, en cuanto a sus hábitos de consumo

de sustancias psicoactivas. Los resultados señalan que en la población bogotana, el miedo a las

consecuencias, o el percibir riesgo a enfermarse o herirse y la facilidad para acceder a las

sustancias no parecen tener una influencia clara en los diferentes hábitos de consumo. (Forns,

Pérez, Trujillo, 2007), lo cual coincide con los reportes de los participantes y su escasa

percepción de vulnerabilidad y riesgo.

Al igual que en el presente trabajo de grado se encontró una alta asociación entre el

consumo de marihuana y otras sustancias psicoactivas legales e ilegales, como alcohol y tabaco,

Cáceres, Salazar, Varela y Tovar (2006) realizaron una investigación sobre el consumo de drogas

legales e ilegales y los factores de riesgo psicosocial relacionados a éste en la ciudad de Cali. Se

encontró que la droga legal más común es el alcohol y la ilegal es la marihuana.

Es fácil observar que la población colombiana presenta características similares en

relación con la práctica de consumo de marihuana, y que hay amplios estudios que abarcan

muestras más grandes de población, que permiten generar un perfil del consumidor de acuerdo a

los análisis particulares de dichas revisiones.

En el presente documento, la pregunta de investigación que se planteó en un principio

fue: ¿Qué caracteriza las conductas de consumo de marihuana en 4 jóvenes universitarios entre

21 y 23 años de la ciudad de Bogotá?



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90

Según la pregunta y una vez finalizado el proceso de aplicación y análisis de resultados,

es pertinente decir que en los cuatro participantes, el consumo de marihuana se inició a partir de

la búsqueda de satisfacer la necesidad de curiosidad sobre los efectos de la sustancia, se dio en

compañía y por invitación de amigos cercanos consumidores de marihuana, está acompañado por

la experimentación de sensaciones novedosas consecuentes a los efectos, se presenta

principalmente en espacios abiertos que propicien un momento de recreación –que puede

analizarse como la función del consumo-, se consume principalmente mediante cigarrillo y pipa,

usualmente se desarrolla los fines de semana y en compañía de amigos con quienes se generan

espacios de charla y risas, y se mantiene por las consecuencias inmediatas como sensación de

bienestar, disminución de respuestas de estrés o malestar emocional y percepción de experiencias

sensoriales más vívidas; sobre las consecuencias prolongadas en el tiempo, son relevantes el

aumento en el contacto con personas consumidoras, y cambios estables en la disposición

emocional hacia el contexto, cambios en la forma de relacionarse con ellos mismos y con el

ambiente de manera más consciente o contemplativa.

De esta forma, mediante los objetivos específicos de análisis de aspectos topográficos,

modalidad, antecedentes, desarrollo de la práctica de consumo, factores de riesgo y protección,

consecuencias y efectos asociados al consumo, y construcción del análisis funcional, se logró

responder a la pregunta de investigación, y obtener datos pertinentes para el cumplimiento del

objetivo general y los específicos.

Es posible concluir además que la teoría y los resultados encontrados lograron coincidir

de manera significativa, puesto que los reportes de los participantes corresponden a las

condiciones antecedentes, la topografía del consumo, las consecuencias y efectos individuales y

contextuales, y los factores de prevención y riesgo que describen de manera adecuada la

experiencia de los participantes respecto a su consumo de marihuana.

En los resultados fue evidente encontrar, sin embargo, ciertos discursos que no fueron

posibles de encontrar en la bibliografía sobre el tema. Los cuatro participantes manifiestan que,

aunque su consumo de marihuana tiene fines recreativos y no responde a la práctica como ritual

mismo o ejercicio de autoconocimiento, a partir de éste lograron encontrar significados de vida,



de Bogotá

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91

y cambios que han permitido una perspectiva más consciente, más vívida y más reflexiva sobre

sus vidas y la forma en la que se relacionan con el mundo.

De acuerdo con lo anterior, aunque no podríamos afirmar una relación causal entre el

inicio del consumo de marihuana y dicho cambio en la forma de interpretar el contexto y los

eventos individuales que les acontecen, si ocurrió un fenómeno temporalmente coincidente entre

ambos eventos, que deja una reflexión trascendental en los participantes del sentido de sus vidas,

del lugar que ocupan en el mundo y de las alternativas que pueden ser mejor contempladas

mediante estos espacios de desconexión y análisis.

Para evidenciar lo anterior, es pertinente traer algunas citas de los participantes que dan

cuenta de dicho cambio en la percepción de sí mismos:

- “Yo creo que me ha hecho tomar la vida un poco más relajada, no ser tan acelerada en

mis cosas, parar, mirar y pensar qué camino debo seguir, mirar opciones como cuando

hay algo que no puedo hacer, que ya no lo hago; la marihuana es como un stop en la

vida, me ha enseñado a tomar mis momentos y considerar las opciones que puedan

haber” (D.R.)

- “Pues me da una perspectiva digamos que más consciente de la vida, del día a día, creo

que si hace una diferencia porque cada experiencia es más vívida” (M.G.)

- “…Un nivel de consciencia más fuerte, que lo normal.” (M.T.)

- “yo no siento que yo fume como con un fin. Así que yo diga beneficios puntuales, no, es

sólo una manera diferente de vivir la experiencia. Yo siempre intento ver el lado bonito

de las cosas, pero entonces cuando fumo, como que intento hacer que se maximice eso

bonito que yo veo” (N.T.)

También fue posible encontrar que los participantes que estudian en carreras de ciencias

sociales sostenían un discurso más reflexivo y analítico en comparación con los estudiantes de

carreras de ciencias naturales. No se pretende inferir de manera radical que haya una relación

entre ambas variables, pero este es un hallazgo que suscita el análisis de discursos de la

población juvenil en relación con sus prácticas sociales en espacios propios de dicha población..



de Bogotá

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92

Aunque hubo dificultades en el proceso, relacionadas con los reportes verbales de los

participantes y su falta de claridad y consistencia en algunos casos, a partir de los resultados

encontrados, surgen muchos temas de investigación que vale la pena indagar y profundizar de

manera exhaustiva, con el ánimo de nutrir el ejercicio de la psicología en un mundo emergente

diferente al momento histórico previo a la generación actual, con el propósito de reconstruir y

reformar el conocimiento sobre lo humano a partir de nuevas prácticas y nuevos discursos de ser,

para lo cual vemos oportuno preguntarnos por la forma en la que nuevas conductas, antes

censuradas y juzgadas por parámetros culturales, hoy se institucionalizan y cobran más

importancia en la sociedad.

Por supuesto que el análisis de dicha coyuntura puede ser construido bajo las teorías

comportamentales, que a nuestro modo de ver son precisas, contundentes y adecuadas; sin

embargo, la comprensión del comportamiento humano requiere cada vez más el trabajo

intradisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar, que posibilite la construcción de

conocimiento, y facilite, en vez de perjudicar, lo que se ha logrado en espacios académicos de

investigación y enseñanza.

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12. ANEXOS

12.1 ANEXO No. 1

Consentimiento Informado para Participantes de Investigación

El propósito de esta ficha de consentimiento es proveer a los participantes en esta

investigación con una clara explicación de la naturaleza de la misma, así como de su rol en ella

como participantes.

La presente investigación es conducida por Derkind Bazzani, Oscar Romero y Linda

Vargas, de la Pontificia Universidad Javeriana PUJ. La meta de este estudio es caracterizar el

consumo de marihuana en cuatro jóvenes universitarios de Bogotá, de 21, 22 y 23 años que

pertenecen a universidades públicas y privadas de la ciudad.

Si usted accede a participar en este estudio, se le pedirá responder una entrevista. Esto

tomará aproximadamente 30 minutos de su tiempo. Los resultados que se obtengan harán parte

de un trabajo de grado de la facultad de psicología de la Pontificia Universidad Javeriana.



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La participación en este estudio es estrictamente voluntaria. La información que se

recogerá será confidencial y no se usará para ningún otro propósito fuera de los de esta

investigación. Sus respuestas a la entrevista serán codificadas usando un número de

identificación y por lo tanto, serán anónimas.

Puede retirarse del proyecto en cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna

forma. Si alguna de las preguntas durante el cuestionario le parece incómoda, tiene usted el

derecho de abstenerse de responder.

Desde ya le agradecemos su participación.

Acepto participar voluntariamente en esta investigación, conducida por Derkind Bazzani,

Oscar Romero y Linda Vargas. He sido informado (a) de que la meta de este estudio es

caracterizar la conducta de consumo de marihuana en cuatro jóvenes universitarios de Bogotá,

sabiendo que mis respuestas no tendrán repercusiones adicionales a los propósitos investigativos

del trabajo.

Me han indicado que tendré que responder una entrevista, lo cual tomará

aproximadamente 30 minutos.

Reconozco que la información que yo provea en el curso de esta investigación es

estrictamente confidencial y no será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio

sin mi consentimiento. He sido informado de que puedo retirarme del mismo cuando así lo

decida, sin que esto acarree perjuicio alguno para mi persona. De tener preguntas sobre mi

participación en este estudio, puedo contactar a Derkind Bazzani al teléfono 3158422810, a

Oscar Romero al teléfono 3103164547, o a Linda Vargas al teléfono 3172213842.

Entiendo que puedo pedir información sobre los resultados de este estudio cuando éste

haya concluido. Para esto, puedo contactar a Derkind Bazzani, Oscar Romero y Linda Vargas, a

los teléfonos anteriormente mencionados.



de Bogotá

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Nombre del Participante Fecha

12.2 ANEXO No. 2 ENTREVISTA

CARACTERIZACIÓN CONSUMO DE MARIHUANA EN JOVENES

UNIVERSITARIOS

Estimado participante

El objetivo de la presente entrevista es identificar las características del consumo de

marihuana en jóvenes universitarios entre 21 y 23 años de edad de la ciudad de Bogotá. Se

pretende por este medio indagar por estas características a partir de la perspectiva de la población

escogida, por lo cual le pedimos amablemente que nos dedique 30 minutos de su tiempo para

completar este cuestionario.

OBJETIVOS

GENERAL: Caracterizar el consumo de marihuana en 4 jóvenes universitarios mediante estudios

de caso con entrevista abierta

ESPECÍFICOS:

Identificar los aspectos topográficos (frecuencia, cantidad, intensidad, duración) de la

conducta de consumo, teniendo en cuenta la modalidad, los antecedentes y el desarrollo

de la práctica del consumo de marihuana.

Identificar los factores de riesgo y protección que influyen en el consumo (factores

personales, familiares y socio-culturales).

Identificar las consecuencias y efectos asociados al consumo de marihuana, estableciendo

los principales factores de mantenimiento de la conducta.



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Generar un análisis funcional del consumo en los cuatro participantes a partir de sus

discursos.

Las preguntas le pedirán información, pues el tipo en el que están formuladas es de manera

abierta, por lo que no hay respuestas correctas o incorrectas, y lo relevante es que responda con

sinceridad y que la información recogida por medio de este instrumento será tratada con extrema

confidencialidad. Por último, queremos agradecerle por su tiempo, colaboración y participación

en el estudio. A continuación la entrevista:

CARACTERIZACIÓN CONSUMO DE MARIHUANA EN JOVENES

UNIVERSITARIOS

CONSUMO

1. ¿Qué modalidad de consumo habitualmente usa, entre cigarrillo, pipa, vaporizador, u otras?

2. ¿Con qué frecuencia consume marihuana?

3. ¿Usted abusa de la marihuana? Teniendo en cuenta que abuso es: modo desadaptativo de

uso de substancias frecuentes y perjudiciales e interfiere con las actividades cotidianas del

sujeto. (Blow, Olisn & Barry, 2002, en Rayo, Pardo & Gantiva, 2012)

4. ¿Considera que el consumo de marihuana aumenta cuando se encuentra con ciertas

personas, en algunos espacios y/o situaciones específicas? ¿Si es así, de qué forma?

5. ¿Su consumo de marihuana se ha mantenido o ha aumentado en el último mes en

comparación con lo que acostumbraba antes? ¿A qué cree que se debe?

6. ¿Se han presentado situaciones en las que se ha controlado de consumir marihuana?

Describa

7. ¿La sensación de "Placer" cuando consume marihuana ha variado con el tiempo? ¿De qué

manera?

8. ¿Cómo ha influido la información que ha obtenido sobre el cannabis en su consumo de la

misma?

9. ¿Ha considerado dejar de consumir marihuana? ¿Por qué?

10. ¿Qué actividades simultáneas suele realizar cuando consume marihuana?

11. ¿Suele consumir marihuana en alguna situación en particular?

FACTORES

12. ¿Por qué empezó a consumir marihuana?

13. ¿en qué condiciones inició el consumo? (espacio, personas, motivo de consumo)



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14. ¿Alguien de su familia consumió marihuana en algún momento de su vida?

¿Quién/quiénes?

15. ¿Comenzó a consumir marihuana por alguna persona o razón particular?

16. ¿Suele combinar alcohol, tabaco, cocaína u otras sustancias psicoactivas cuando consume

marihuana? Describa.

17. ¿Antes de iniciar el consumo de marihuana, ya había comenzado con el consumo de

alcohol?

18. ¿Antes de iniciar el consumo de marihuana, ya había comenzado el consumo de tabaco?

19. Usualmente cuando consume marihuana ¿se encuentra solo o acompañado? ¿Quiénes lo

acompañan?

20. ¿Cuando inició su consumo de marihuana, estaba acompañado? ¿Con quién estaba?

21. Usualmente cuando consume marihuana, ¿se encuentra bajo una emoción o situación

desagradable o problemática?

22. ¿Siente que hay presión de amigos y personas cercanas que influye su consumo? ¿De qué

manera?

23. ¿Disfruta consumir marihuana antes de ir a un evento social? (fiestas, conciertos, otras

reuniones sociales)

24. ¿Siente que en momentos de celebración y alegría consume marihuana para disfrutar más el

momento?

25. Cuando consume marihuana ¿se divierte más con sus amigos?

26. Cuando se siente estresado, ¿consume marihuana?

27. ¿De qué manera la cultura “consumista” en la cual vivimos influye en su consumo?

28. ¿Cómo describiría sus relaciones familiares?

29. ¿Por qué cree que consume marihuana? Describa los eventos asociados a su consumo.

(factores familiares, sociales, culturales, otros)

30. ¿Cuáles considera que son los principales beneficios que obtiene al consumir marihuana?

31. ¿Cómo cree que afecta la marihuana a su salud?

32. ¿Cree que consumir marihuana influye su relación con otros? ¿De qué forma?

EFECTOS

33. ¿El consumir marihuana ha influido en su forma de relacionarse con los demas? Si la

respuesta es sí, ¿de qué forma?

34. ¿Ha consumido otras drogas además de la marihuana? -LSD –Cocaína –Hongos –Yagé –

Heroína –Éxtasis.

35. Si la respuesta es afirmativa, ¿Cuándo inició este consumo, con qué frecuencia y en qué

cantidad suele hacerlo? -LSD –Cocaína –Hongos –Yagé –Heroína –Éxtasis.

36. ¿Qué sensaciones tiene después de consumir marihuana? ( Hambre/ Boca seca/ Sudoración/

Sueño/ Otras

37. ¿Cómo describiría lo que siente cuando consume marihuana?



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38. ¿El consumo de marihuana ha influido de alguna manera su cotidianidad?

39. ¿Hay elementos de su vida que asocie al consumo de marihuana? (personas, situaciones,

cosas) ¿Cuáles y por qué?

40. ¿Considera que la marihuana ha influido en su desarrollo personal? ¿De qué forma lo ha

impactado?

41. ¿Cree que el consumo de marihuana ha afectado su memoria? ¿De qué manera?

42. ¿Cree que el consumo de marihuana ha afectado su capacidad de mantener la atención?

¿De qué manera?

43. ¿Cree que el consumo de marihuana ha afectado su motricidad? ¿De qué manera?

44. ¿Qué consecuencias, positivas y negativas le puede generar consumir marihuana a su

organismo?

12.3 ANEXO No. 3 TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTAS

ENTREVISTA D.R. Edad: 22 años. Facultad de ingeniería catastral.


Yo cuando consumo uso gotero y cigarrillo.


Cada quince días más o menos, entre semana a veces pero fumo más que todo los viernes.


uso de substancias frecuentes y perjudiciales e interfiere con las actividades cotidianas

del sujeto. (Blow, Olisn & Barry, 2002, en Rayo, Pardo & Gantiva, 2012)

No, para nada porque no afecta ni mis relaciones académicas, ni familiares ni mi rendimiento en

la universidad.



Sí, pues el ambiente también permite que se dé la oportunidad, no todo el mundo fuma así que no

con todo el mundo se puede fumar, pero si te rodeas con las personas que lo hacen

frecuentemente, es más fácil y no hay tanta cohibición, como ¿qué dirán? o…no, ¡qué pereza!.

Las personas son un selecto grupo de compañeros de la universidad, ellos son bastante

consumidores, si quiero ir a fumar voy con ellos, y fumamos más en un parque o en un

apartamento donde se pueda. Cualquier parque lo permite.



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Aumentó un montón porque ya sé dónde conseguirla, cuánto cuesta y con quién debo hablar para

que me dé un poco de marihuana, es más fácil, claro.


Describa

Sí, en alguna fiesta que quise probar a ver si me estaba volviendo un poco adicta, y no lo hice

porque dije: no hoy no quiero, y solo me emborraché.


manera?

Pues cuando empecé no sentía nada, a medida que era más frecuente el consumo la sensación de

placer aumentaba de forma exponencial, tal cual, eso sí.


misma?

No nada, pues creo que le tengo respeto igual, pero creo que es una decisión individual. Le tengo

respeto porque tampoco es que uno deba abusar, todo en exceso es malo.


No, porque es que es muy “chimba”, si uno no le hace daño a nadie y uno se siente bien

haciéndolo, ¿por qué va a dejar?.Pero en algún momento le disminuiré, no va a ser tan frecuente,

yo quiero llegar a vieja y fumarnos un “porro” con mi esposo cuando encuentre alguien así.


Tomar trago, socializar, más socializar que tomar, estar con la gente y dejar que nos dé a todos el

efecto.


Aparte de fiestas, de pronto un día que no quiera tomar y quiera algo diferente.

FACTORES


Primero curiosidad, ya después por gusto. La curiosidad era porque yo entré a la universidad y

conocí a varias personas, me mostraron diferentes tipos de marihuana y yo los acompañaba



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mientras fumaban, verlos en su “video” me hizo sentir curiosidad por saber qué se sentía. Ya

después me di cuenta qué era y dije: ¡con razón!

13. ¿En qué condiciones inició el consumo? (espacio, personas, motivo de consumo)

La primera vez que fumé fue con mi grupo de “primíparos” y ellos tenían, entonces todos

dijeron: ¿quién quiere probar? porque cada vez que llevaban invitaban a los demás. Ese día dije:

bueno miremos qué es eso. Con mis amigas cercanas dijimos bueno probemos a ver qué. Eso fue

un viernes y fumamos pero yo no sabía fumar bien entonces realmente no me hizo nada.


¿Quién/quiénes?

No sé, no creo, no creo o de pronto… no, no sé.


Por mis amigos que fumaban, me la presentaron, y por la curiosidad de saber qué se sentía.



Alcohol a veces, tabaco ni otras drogas nada, pero hay veces que me cruzo y se me olvida todo

con el trago, pero no, no más. Si quiero fumar solo fumo, pero si dicen: tenemos “ganja” bueno,

solo fumo, un “ploncito pa’ dormir”.


alcohol?

Sí, en la universidad antes.


No, porque no fumo, no me gusta.


acompañan?

Acompañada y generalmente estoy con dos personas, con dos amigos.


Con mis amigos de la universidad, éramos más o menos como ocho, si… éramos artos, ya

después se va reduciendo ese grupo porque como que tú te sientes más cómodo con algunas

personas, es mejor estar con gente de mucha confianza.



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105

105



No necesariamente pero lo he hecho bajo emociones de tristeza o despecho, pero no es lo

predominante, es como cuando digo: hoy no quiero tomar, fumemos un poquito marihuana y pa´

la casa. La marihuana es a veces mi segunda opción porque no todos con los que me rodeo

consumen marihuana, el alcohol si todos.


manera?

No, eso es una decisión totalmente propia.


reuniones sociales)

Pues yo no lo he hecho así de fumar y luego irme para alguna fiesta. No es como una condición,

más bien fumo en esas reuniones o cuando no hay plan de fiesta o algo así.

24. ¿Siente que en momentos de celebración y alegría consume marihuana para disfrutar más

el momento?

Sí, porque eleva las emociones ¿no? sensorialmente uno es más activo, creo que uno se siente

más activo y más feliz. A toda hora me dan ganas de fumarme un porro. En la oficina sería

excelente, después de trabajar.


Con los que consumen frecuentemente sí, nos reímos muchísimo por nada, es excelente.


No necesariamente, a veces, y se baja el estrés de una, uno se siente relajado y deja de pensar en

esas cosas que le tienen la cabeza a uno en otra parte.


No pero es que yo no lo hago por la sociedad consumista, ya es como algo muy personal, y ya

tengo un buen distribuidor que no es muy carero que no le interesa el sistema capitalista en el

que vivimos.


Um, uy no sé, eh, complicadas porque hay muchas diferencias de pensamientos ¿no? entonces

surgen conflictos por esas diferencias, es complicado. Diferencias en pensamiento de lo que yo



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debo hacer como persona o quién deba ser cuando realmente es una decisión propia,claramente

todos los padres esperan algo de sus hijos pero no debería ser así como tan estricto porque cada

uno tiene su camino entonces. De formas de ser también, mi familia es más sentimentalista, yo

no soy así, ni querendona ni muy afectiva, entonces la personalidad de mis familiares si es

bastante afectiva, ahí hay choque.



Porque me siento bien porque es como una salida a todo, a la universidad, a los parciales, a los

problemas en casa… como que por un momento te olvidas de que hay como tantos problemas en

el mundo, por alejarse un momentico de la realidad.


Aparte de que soy feliz, uy no sé, que uno se relaja eso es lo más importante, de que así sea

momentáneamente uno se relaja y se siente bien.


Mi salud, uy no, creo que no lo afecta. De pronto si es un consumo muy alto creo que podría

afectar pulmones o las vías respiratorias, pero como no es frecuente creo que no me afecta.


Pues con alguna gente que es escéptica al tema tiende a dañarlas o no dejarme conocer o

vincularme con esa persona porque quizá tienda a juzgarme por algo que ni siquiera conoce, y

con mis cercanos no tiene ningún efecto.

EFECTOS

33. ¿El consumir marihuana ha influido en su forma de relacionarse con los demás? Si la


No, soy igual… me mantengo con los mismos.



Probé hace ocho días el LSD, pero estaba tomando y me “maluquié”, la experiencia no fue nada

placentera la verdad.





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Pues fue hace ocho días, no lo he vuelto a hacer y fue solo ¼. Y la verdad fue terrible.. yo

vomitando y no no no, qué vergüenza, pero bueno.

36. ¿Qué sensaciones tiene después de consumir marihuana? (Hambre/ Boca seca/

Sudoración/ Sueño/ Otras

Sueño y hambre, ah los ojos rojos, no, aparte nada más. A mí si me da mucha hambre después de

fumar.


Como que se amplifican los sentidos sobretodo el olfato, y me siento más relajada, me siento

feliz siempre que fumo me rio tanto y a veces es por nada, uno a través de la risa se desestresa,

eso es lo más “chimba” de todo, yo creo.


No, no porque no influye en mis quehaceres diarios, semanales o mensuales, no los involucro, no

está como una prioridad la marihuana.



Um, de pronto una situación en la que no haya mucha gente y esté con los que usualmente

fumo, y que digan: “no pues cerveza no, mejor porrito”; si no estoy con los que voy a bailar o

tomar, eso es un indicio para decir hoy no tomo, hoy me voy a fumar algo de marihuana.


impactado?

Yo creo que me ha hecho tomar la vida un poco más relajada, no ser tan acelerada en mis cosas,

parar, mirar y pensar qué camino debo seguir, mirar opciones como cuando hay algo que no

puedo hacer, que ya no lo hago; la marihuana es como un stop en la vida, me ha enseñado a

tomar mis momentos y considerar las opciones que puedan haber.


No, para nada.


¿De qué manera?

De atención, no, tampoco, yo atiendo a lo que me interesa y siempre ha sido así entonces no

creo. En el momento de fumar yo solo atiendo a una sola cosa, y no pongo cuidado a lo demás,



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así sea una estupidez, una silla una estrella o una persona… Yo me concentro mucho en una

cosa.


Uy no sé nunca lo he pensado, pues no sé yo siempre he sido torpe para cosas pero no sé, no

había pensado la verdad, no me he puesto a medirlo. En el momento de fumar uno si es mucho

más lento, muchísimo más lento.


organismo?

Positivas creo que de pronto uno bombea más sangre, eso de pronto sea bueno para el corazón.

Negativas, con demasiado demasiado consumo yo creo que si puede afectar los pulmones algo

así, aunque dentro de todo es natural entonces no debería.

ENTREVISTA M.T. Edad: 23 años. Facultad de ciencias sociales.


Yo usualmente fumo marihuana, en porro.


Pues mira, eso es muy variable, hay semanas en que puedo fumar dos o tres veces, pero por

ejemplo hace tres semanas no fumo nada… digamos que no tengo un consumo muy regular, sino

que las condiciones son muy variables, a veces fumo seguido y a veces no mucho.




No, para nada, yo he intentado y mi consumo ha ido hacia eso, a que no afecte digamos que mi

vida diaria, no, yo no abuso de la marihuana.



Bueno, como te digo, pues… si fumo cuando estoy con mis amigos y digamos que los espacios

son, no peyorativos ni propicios pero, peyorativos como lugares mal vistos, pero estos espacios

son explicados cuando estoy con ciertas personas y sé que pues puedo fumar marihuana con

ellos. Pero… yo no sé si aumente con ellos, es como te digo que las condiciones son muy

variables.



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Pues como te digo, es muy variable, porque no, digamos que esa pregunta es difícil, porque mi

consumo no aumenta o disminuye por el tiempo, sino por lo que te digo, de acuerdo al momento,

a las personas y a todo, son momentos muy variables, igual no ha aumentado o disminuido, ha

estado estable.


Describa

Pues no es que sea que me haya controlado, porque como te digo yo no creo que abuse ni que mi

consumo sea muy regular, pero por mis amigos y por el proceso que yo he visto en ellos, que…

si consumen mucho a veces, pienso que si lo controlo no me va a hacer mal, entonces creo que

no tengo que disminuir ni aumentar, sino tener claros los espacios y hacerlo cuando lo sienta.


manera?

No, eso no es por el tiempo, yo creo que son las situaciones mismas, por ejemplo porque

comparto con ciertas personas o ciertos espacios… pero, no es porque ahora sienta más o menos

placer después del tiempo, sino que como es tan variable, no es la marihuana lo que me de

placer sino los momentos, la percepción, lo que pasa en la situación.


misma?

Bueno, pues uno oye muchos discursos alrededor de la marihuana, buenos y malos, y usualmente

esos discursos son diferentes si las personas consumen o no. Yo creo que no ha influido eso en

mi porque yo intento hacer mi propio discurso respecto al tema.


No porque siento que no abuso, que no me causa problemas y que no tengo motivos para

hacerlo.


Pues usualmente conversaciones con amigos, en reuniones, pero no hago muchas cosas al mismo

tiempo, solo son en espacios donde comparto con mis amigos y hablamos y eso.


No, en particular no.



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FACTORES


Pues principalmente porque había una curiosidad, sobre lo que genera en uno, sobre eso que uno

ve en los demás y que todos dicen que se siente bien.

13. ¿en qué condiciones inició el consumo? (espacio, personas, motivo de consumo)

Yo estaba con un amigo, y mi amigo estaba con más amigos, y esa vez me animé y por esa

curiosidad pues la probé.


¿Quién/quiénes?

No, que yo sepa no, nadie.


Pues como te digo, cuando empecé estaba con mi amigo, pero si mi motivación era por alguien o

algo, no, no…



No, yo trato de no consumir nada más mientras fumo, porque creo que no, que no es algo que

quiera o deba hacer, intento no hacerlo.


alcohol?

Si.


Si.


acompañan?

Pues estoy con mis amigos, como cuatro amigos, casi siempre


Estaba con un amigo mío.



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Pues no, yo trato de no estar bajo ninguna emoción de euforia ni de estado de tristeza profunda,

porque puede ser peor fumar así, entonces intento no estar bajo ninguna emoción fuerte, ni muy

muy bien ni muy triste, aunque si lo he hecho pero prefiero no hacerlo así.


manera?

No, para nada.


reuniones sociales)

Pues yo no fumo antes de ir a algo así, digamos que no es algo que yo planee.

24. ¿Siente que en momentos de celebración y alegría consume marihuana para disfrutar más

el momento?

No porque no lo hago en esos momentos, y no lo disfruto más, como te digo no es por el efecto

en sí sino por las personas y eso, que lo disfruto.


No, hay cosas que si se disfrutan y eso pero no me divierto más por consumir.


Si, lo he hecho pero intento no hacerlo, y si, uno se siente más tranquilo, más relajado.


Pues a mí no me afecta mucho, yo creo que es por los discursos, yo intento hacer mi propia idea

y mi propio discurso de las cosas, y no me gusta influenciarme por nada externo.


¿Cómo quieres que te diga eso? Pues, siento que es muy variable, porque como todos tenemos

problemas y tenemos muchas diferencias, pero, de mi parte, yo siempre intento como conciliar y

buscar alternativas siempre, pero, a veces si pueden haber momentos de mucha pelea y

momentos de mucha tranquilidad, pero en general hay una diferencia mía con ellos, de ver las

cosas de forma diferente.



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Pues yo fumo marihuana porque yo me siento bien, porque encuentro un espacio de expresión,

de mi mismo que no puedo pensar si lo digo en esos términos, de familia o amigos… no pienso

que fume por algo así, por esos factores…


No sé, no he pensado de los beneficios, siento que es una forma de expresión, yo practico teatro

y otras formas de expresión corporal, y siempre busco esos estados, de expresión de sensaciones

diferentes, y eso es algo es difícil, pero, beneficios… no sé, no lo pienso en esos términos.


Mi salud, no creo que afecte mi salud porque no es algo muy frecuente que yo fume, pero si he

visto en mis amigos, que he visto su proceso, pues que si son más… lentos para pensar, es

diferente.


No yo creo que, con las personas que fuman es igual y con las personas que no les gusta pues

tampoco hay mucho problema…

EFECTOS



No, yo creo que mis relaciones se mantienen como estables.



Si, el LSD y el yagé.



Pues el LSD lo he hecho como unas tres, no, cuatro veces, y me he comido medio cartón y un

cartón… Yagé, pues solo lo hice una vez y como te digo la medida, pues eso es en totuma ¿no?,

como dos “totumaditas” esa vez.

36. ¿Qué sensaciones tiene después de consumir marihuana? ( Hambre/ Boca seca/




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Pues si me da hambre, me dan más ganas de comer, sueño no, casi no me da sueño, boca seca si,

sudoración no, dependiendo de la actividad que esté haciendo pero no, y no, nada más.


(Agacha la cabeza y toma tiempo para responder) Como te digo, umm… lo que siento… es que

es difícil, yo creo que es muy sensorial lo de la marihuana, es una sensación maximizada de las

cosas, un nivel de consciencia más fuerte, que lo normal, y es muy sensorial esa sensación de

bienestar, que es lo que yo encuentro en los espacios de expresión corporal, el trabajo con mi

cuerpo, esa sensación que es difícil de describir.


No, yo creo que… todo ha seguido igual, no fumo como para que eso me afecte en ninguna cosa

particular.



Pues ciertas personas que yo sé que consumen, que han fumado conmigo, ciertas cosas así, las

personas que yo veo en la universidad.


impactado?

Pues me da una perspectiva digamos que más consciente de la vida, del día a día, creo que si

hace una diferencia porque cada experiencia es más vívida.


No, yo creo que la memoria no la ha afectado, pero si he visto que con mis amigos que fuman

más, si es algo que los ha afectado.


¿De qué manera?

Pues yo me concentro en las cosas que me interesan, yo creo que aunque si hace daño la

marihuana, es cuando el consumo es mucho más frecuente.


No, tampoco por lo que ya te he dicho.


organismo?



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Pues a mí no me gusta hablar de consecuencias positivas ni negativas, porque yo sé que hay

cosas chéveres y no tan chéveres, pero no me gusta eso, de decir que es algo positivo o negativo,

porque eso depende de muchas cosas, y no me gusta la necesidad de categorizar o poner en un

lado lo bueno y lo malo, creo que eso sale de cada persona.

ENTREVISTA M.G Edad: 23 años. Facultad Ingeniería Industrial

1. ¿Qué modalidad de consumo habitualmente usa, entre cigarrillo, pipa, vaporizador, u

otras?

Lo que haya. Pues yo nunca compro, yo no compro ni tengo ningún adminiculo para fumar.

Simplemente si algún amigo tiene su pipa, pues la pipa, si no, destaco un cigarrillo y le saco el

tabaco al cigarrillo, que es la última opción en caso de que no haya nada. Pipa por lo general.

Gracias a su practicidad.


Por ahí que, 2 3 veces por mes.

3. Usted abusa de la marihuana? Teniendo en cuenta que abuso es: modo desadaptativo de



No. Por lo general cuando lo hago, es en espacios en los que no… o sea… estoy fuera de la

universidad, fuera de mi casa, fuera de cualquier tipo de trabajo. Es para momentos de ocio y

recreación, se puede decir así? entonces, no son momentos en los cuales tenga que hacer algo, ni

me esté afectando otros aspectos de mi vida. Y no lo hago a diario, ni en la U lo he hecho,

simplemente en los momentos en los cuales estoy, no se, no tengo nada más que hacer, o pues no

es que no tenga nada más que hacer, simplemente, en esos espacios es donde prefiero que se de.



Obviamente. Porque yo consumo pero nunca compro, o sea, nunca le he comprado a alguien. Ni

tengo mi reserva en mi casa. Simplemente tengo varios amigos que si compran, que si tienen,

que si consumen y simplemente con ellos es con quien fumo. En cuanto a espacios, no se. Por lo

general los fines de semana, no entre semana. En mi casa de vez en cuando, también pero es

simplemente con amigos, no se, pero digamos en fiestas y eso por lo general no. Salir a rumbear



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y eso, no. No tiene sentido. No lo pone a uno en el “mood” de fiesta. No es como que haya una

situación en específico. Puede ser que este caminando con unos amigos y alguno diga “ey,

fumamos, bueno pues si”. O podemos estar en la casa de algún amigo o en mi casa, osea, no hay

como un espacio definido donde diga “acá si”.



Pues si aumentaría. De pronto ha bajado, después de que viaje a Peru, mas o menos, consumía

todos los días. Estaba con D. (un amigo) en el viaje. Y pues disminuyó porque yo no compro, y

no tengo en mi casa, ni fumo todos los días porque no tengo el espacio para hacerlo. En Peru si,

cada cierto tiempo estábamos en un lugar donde se podía.


Describa

Si, al principio más que todo porque no se, no le tenía la medida por decirlo así a la… no se , me

pasaba, terminaba como demasiado turro, simplemente me inhabilitaba para incluso hablar, o

simplemente me volvía un ente, entonces decía, no mejor no. Pero ya una vez supe más o menos

puedo manejar y desenvolverme pues, si como abstraerme, entonces ahí si ya no lo niego tanto.

7. ¿La sensación de "Placer" cuando consume marihuana ha variado con el tiempo? ¿De

qué manera?

Eeh..placer… pues así placer placer que me de no. Que sea un gran placer no. Hay otros placeres

de la vida, y mucho mejores, en ese sentido.

Y el efecto que tiene ha variado con el tiempo.

Si, pues lo que le decía, que antes tenía la medida y siempre caía siempre moría al final, y no

pero últimamente es siempre lo mismo. Pues no se, y a veces es muy variable. Creo que depende

del estado de ánimo de uno a veces. Pues me coge bien, me rio y hablo y bla bla bla, y a veces

me da por simplemente, no se cómo, abstraerme. Digamos lo que pasaba antes pero simplemente

no por el hecho de haber fumado mucho sino porque no se, en ese momento mi estado de ánimo

era no se prefería, como el efecto es más enmimismador, como se dice eso. Ensimismador.

8. ¿Cómo ha influido la información que ha obtenido sobre el cannabis en su consumo de

la misma?

No, para nada. Nunca lo indagué. Puro empirismo papa. No hubo una parte de la teoría a la

práctica.



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No, realmente no, no me parece tan grave y no lo hago con tanta frecuencia entonces no. No es

de.. no es como una de esas cosas que yo diga “ok. Me esta causando cierto tipo de adicción, me

esta afectando mi vida” no.


Por lo general la mayoría de las veces es con otras personas, simplementees hablar, escuchar

música, no se. Que otras actividades? Básicamente esos son los espacios en los cuales lo hago.

Comer… (risas) no se me ocurre otra.


No, situación en particular no.

FACTORES


No se. De pronto por probar algo diferente, por probar que era.

13. ¿En qué condiciones inició el consumo? (espacio, personas, motivo de consumo)

Eso fue hace mucho tiempo. Estaba en un parque, estaba con otros amigos y alguien lo propuso,

lo puso sobre la mesa y bueno. El motivo, por probar.


¿Quién/quiénes?

De pronto mi mamá.


No.

16. ¿Suele combinar alcohol, tabaco, cocaína u otras sustancias psicoactivas cuando

consume marihuana? Describa.

Sí. Más que todo alcohol. Porque no da guayabo. Al principio esa mezcla es un poco mala, uno

termina no tan bien. Pero una vez uno la sabe manejar, para no tener guayabo, no esta tan de

más.


alcohol?



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Si


Si


acompañan?

Acompañado, por lo general me acompañan amigos.

20. ¿Cuándo inició su consumo de marihuana, estaba acompañado? ¿Con quién estaba?

Si, con amigos.



No

22. ¿Siente que hay presión de amigos y personas cercanas que influye su consumo? ¿De

qué manera?

De pronto presión no pero si incentivar a… en cuanto a que ellos son los que compran, los que

tienen. Entonces si me dicen como “vamos a fumar, quiere fumar” pues bueno, “hágale”. No es

como una presión de que me digan “camine vamos” o una presión social, no simplemente, en ese

sentido es.


reuniones sociales)

Si,

24. ¿Siente que en momentos de celebración y alegría consume marihuana para disfrutar

más el momento?

No sé. Pues no para disfrutar más el momento. En ese sentido no. Digamos, en fiestas y eso, si,

puede ser que si. Ahí si se de para que uno la pase mejor si fumo.


Pues es muy, como uno compara más o menos. Yo puedo reírme mucho con usted por cualquier

cosa, y si fumo va a ser lo mismo riéndonos, pero ahí está el efecto de nos vamos a reír más, pero

no implica que me vaya a divertir más. Simplemente, tengo el efecto de… pero no implica que

por el hecho de estar fumando me divierta más estando con alguien que estando sobrio.



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No.


O sea, a pesar de ser ilegal, si uno se pone a ver es socialmente aceptado. Si uno ve películas, si

uno ve series, en todas partes se hace mención a, se ve consumo, se ve… en verdad no tiene un

tabú tan grande. O sea, hay una ley que dice que es ilegal, pero si uno le pregunta a cualquier

persona si le parece bien o mal no existe ese tabú. Yo creo que ya no. En eso influye en cuanto a

que, en algún momento vamos a llegar a una legalización de eso porque ya no, ya está

socialmente, incluso más aceptado que fumar tabaco como tal.


Tengo buenas relaciones con mi familia. Mi familia está conformada por mi mama, mi hermano

y mi abuelo. Mi hermano es medio hermano, y mi abuelo es el que sustenta la familia como tal.

Y pues nada, en cuanto a relaciones con ellos digamos que la relación con mi abuelo es de

mucho respeto y mucho, no se, es la figura paterna que tengo, y es como esa figura de seriedad .

Mi hermano, pues hay ciertos conflictos con el pero conflictos normales de hermanos, no que no

nos hablemos ni cosas asi. Y mi mama simplemente es una relación de amigos. Mi mamá es

joven y además, su personalidad es muy tranquila, como muy relajada, es una relación… osea,

mi mamá fuma, yo le pido cigarrillos, los dos fumamos. No se es como muy… no es como esa

figura de mamá aaa mi mamá…. No es como más cercano a un igual. Y ya.



No se. Es lo que hay.

30. ¿Cuáles considera que son los principales beneficios que obtiene al consumir

marihuana?

No se, de pronto por lo general está asociado a hacerlo con otras personas, de pronto es otro tipo

de espacios que uno comparte con esas personas. No es lo mismo verse con alguien en la

universidad y luego verse con alguien en una fiesta, o sea no se. Es diferente el tipo de espacio

que puede reforzar una relación social, pero más allá de eso, beneficio beneficio… pues si sirve

para el glaucoma y para tranquilizarse pero no se, como no la uso cuando estoy estresado o cosas

así, no se si tenga ese efecto.




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No se. Yo creo que todo. No hay cosas así que uno diga saludables saludables. Todo puede

influir en la salud. Solo el hecho de vivir en la ciudad y el smog influye más que fumar cada dos

semanas. No veo, no me parece que sea tan relevante, como digamos si el cigarrillo, además

porque se consume en más cantidad. Cuando uno toma, y se excede, uno no se siente tan bien.

Físicamente uno sabe que no es tan bueno para el cuerpo. Lo mismo el cigarrillo, si uno fuma

mucho, al otro día termina con la garganta adolorida, jodida tosiendo. Pero con la marihuana no

pasa eso. Más allá de que es un poco cansado, no hay un efecto físico que a uno le duela algo,

que esté mareado. No creo que tenga un efecto en mi salud.


Si lo influye en cuanto a que uno sabe quienes fuman y uno sabe quiénes no. Cuando uno va a

hacer eso, sabe quiénes son los amigos de uno con los cuales puede compartir eso, y pues ya eso

es, OTRA cosa que uno comparte con amigos. Es como si a usted le gusta el futbol, a mi

también; es algo que compartimos. Entonces de ahí se puede construir una relación social

diferente.

EFECTOS



Pues no sé si, es relacionarme con los demás. O sea, no cambia la forma, simplemente. O bueno

si de pronto, si uno esta con un amigo, y él está con un amigo que uno no conoce y uno fuma con

esa persona de pronto si afecta la forma en la que uno, lo que decía, siento una base con la cual

uno comparte ese momento, entonces hay cosas que uno se acuerda, graciosas… que de pronto

en otro espacio no se hubieran dado. De pronto por ese lado. Pero o sea, post fumar. Mi forma de

relacionarme esta ya definida por los demás. Eso no lo cambia por el hecho de fumar o no fumar.

34. ¿Ha consumido otras drogas además de la marihuana? -LSD –Cocaína –Hongos –Yagé

–Heroína –Éxtasis.

Si. Cocaina, LSD, Extasis y trufas alucinógenas.



Cuando tenía 18 o 19 por ahí. La cocaína la probe pero no me pareció atractiva, no le hallé la

gracia. El LSD simplemente tiene la desventaja/ventaja que como el efecto dura mucho tiempo,

uno no encuentra ese espacio de tiempo para hacerlo. Entonces los momentos cuando uno lo

hace es de paseo; como acá en Bogotá todos los fines de semana, pues no. No tiene el mismo

efecto pero no es tan efecto. Las trufas solo una vez, y el éxtasis también solo lo probé. No se



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que cantidades. Extasis fue una pepa, cocaína como un gramo o ni siquiera no sé. De acido por lo

general es medio papel o tres cuartos.

36. ¿Qué sensaciones tiene después de consumir marihuana? (Hambre/ Boca seca/


Sensaciones. Puede ser tranquilidad. Como euforia también, muchas cosas que parecen chistosas

pueden ser eufóricas. Con hambre. No sé como más. “esa mierda me derrite la cabeza jajaja”.

Puede ser un medio letargo, como el exceso de tranquilidad. No como caído sino como,

letárgico. Pero no letárgico eeehm, pesado, sino tranquilo y feliz. No sé. No siento ese tipo de

efectos como físicos físicos, como que algo cambie sensorialmente, no me ha pasado. De pronto

uno disfruta más las cosas. Es diferente escuchar música a escucharla sobrio. Pero sensaciones

visuales y táctiles no.


No


Más que todas personas. Porque yo no compro, y como no compro se quienes si compran y ellos

son con quienes fumo. De pronto gotas para los ojos lo asocio. Los pielroja (cigarrillos también).

39. ¿Hay elementos de su vida que asocie al consumo de marihuana? (personas,

situaciones, cosas) ¿Cuáles y por qué?

No, no me parece.


impactado?

No, siempre ha estado afectada. No es culpa de… simplemente no la tengo tan desarrollada.


No, pues, no.


¿De qué manera?

No, tampoco lo veo.




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No no sé, como fisiológicamente no sé qué beneficios tenga, ni de qué forma sea perjudicial. No

he indagado al respecto.

ENTREVISTA N.T. Edad: 21 años. Facultad de Psicología.

1. ¿Qué modalidad de consumo habitualmente usas, entre cigarrillo, pipa, vaporizador, o si

conoces otros?

Pues… normalmente o armamos el porro, o fumamos en pipa o incluso manzanas, creo que en

una ocasión hasta fumamos en una tapa de esfero (jaja) así muy chirriados, sí así…

-¿Has comido? No sé, en brownies, otro tipo de…

- Uy, también, con mi mejor amigo hicimos galletas, brownies…

2. ¿Con qué frecuencia consumes marihuana? Y si nos cuentas toda la historia…

Bueno. Eh… creo que la primera vez que yo fumé fue como a los 15-16 años, en

Villavicencio, como estaba caminando con mi prima por el conjunto y… pero fue muy

poquito y yo no sentí nada entonces yo como ¡ah qué bobada! Ya luego, en el colegio sí

fumé, sobre todo en mi excursión, creo que fumé lo que nunca había fumado, o sea… no, lo

peor, la peor… y, ah bueno, cuando estaba como en décimo me tripeé, no sé si eso también

cuenta para el trabajo, pero entonces… en noveno o en décimo me tripeé con mis… el día del

aniversario de mis papás (jaja), que ellos salieron como a bailar y púes no sé, yo lo tenía, ni

siquiera sé, ¡yo lo compré! Pura curiosidad… ya luego, pues en once sí fume más, pero no

fumaba seguido, era como cuando se me daba la oportunidad, ¡yo nunca he comprado!

Nunca he comprado marihuana, nunca, el trip lo compré esa vez, la primera vez, y creo que

uno este semestre lo compré también, pero el resto es como porque va llegando, no sé,

como… no tengo ese afán por fumar o no me genera ansiedad el no hacerlo… pero, y no me

parece grave, como hacerlo o no hacerlo, no me parece grave. Cuando yo entré a la

universidad (voy en cuarto), en primer semestre yo fumé bastante, pues fumaba al menos

cada dos semanas. En segundo semestre ya fumaba resto, fumaba todas las semanas, a veces

más de un día a la semana… y el semestre pasado, dejé de fumar, pues porque quería sentir,

quería saber en realidad que me estaba haciendo esto, me preguntaba cómo ¿será que si dejo

de fumar me hace falta? Como que a mí no me gusta sentir que dependo de las cosas,



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entonces como quería comprobarme a mí, demostrarme que yo no dependía de fumar en

ningún sentido, entonces no fumé, a mí el trago no me gusta entonces tampoco tomé, ¡o sea

estuve súper juiciosa! Y mis amigos fumaban al lado mío, todo, y no me importaba, sólo era

como el acto de yo no hacerlo, y a veces cuando sí me daban ganas de hacerlo yo me decía

como: “no N.T, recuerda, recuerda que no dependes de.” Y ya después de comprobarlo, pues

como de que ya me sentía satisfecha con el no haberlo hecho durante tanto tiempo y que

sabía que pues no había generado una dependencia ni nada de eso, pues volví a fumar, no

tanto, pero pues sí volví a hacerlo, y en la actualidad, estoy fumando como… cada dos o tres

semanas, bueno a veces cada semana… depende.

3. ¿Tú crees que abusas de la marihuana? Pues vamos a explicar qué es abuso para que lo

tengas un poco más claro: modo desadaptativo de uso de substancias frecuentes y

perjudiciales que interfiere con las actividades cotidianas.

-No. Y creo que por eso también dejé de fumar, para ver si de hecho estaba como

interfiriendo en mi vida… y es un rollo porque a veces digamos que, las primeras veces que

uno fuma, digamos cuando yo llegaba a mi casa era re paranoica, era como ¡ah! Y mi papá es

militar, mi mamá, o sea… sí como que, uy el man me mata donde sepa; pero entonces, como

que, haciéndolo me daba cuenta que igual todo seguía igual, puede que yo me riera más, no

sé, pero mi alrededor seguía igual y mis papás seguían diciéndome las mimas cosas, como

que mis relaciones eran igual, con la gente que no consume y demás… Ya en el parche que

consume, pues es diferente, pero yo siento que no interfirió en nada. De hecho, pues cuando

dejé de fumar por lo de… no, cuando iba a Griego y Latín y fumaba antes de ir a clase yo

sentía que me iba re bien, no sé si tiene una relación, pero… pero pues no interfirió… sí,

como que no, no fue que… mi promedio en la universidad está como en 4.3, el semestre

pasado estuvo en 4.5, antes en 4.3. Sí como que no… es muy bueno, como que

académicamente no hace daño, en mi familia no hace daño, con mis amigos no hace daño,

entonces no siento que, como que abuse de.

4. ¿Crees que tu consumo aumenta con ciertas personas, en algunos espacios o situaciones

específicas?



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Sí. Por el mismo hecho de que yo nunca la compro, entonces cuando yo fumo es porque estoy

con mis amigos que fuman, ellos son los que, y últimamente pasa algo muy raro y es que nadie

tiene, o sea nadie tiene y entonces estamos relativamente juiciosos, sobre todo ellos que sí fuman

muy seguido, fuman como todos los días casi… pero, es cuando estoy con ellos, cuando estoy

con, bueno, mi mejor amiga murió hace un mes, pero digamos que ella era súper conservadora,

entonces el simple hecho de que ella supiera que yo había probado la marihuana para ella fue

todo un acontecimiento y casi me mata, y se puso muy brava, entonces yo sé que con ella pues ni

siquiera podía decirle como, yo fumo, pues, seguido, nada. Y pues en mi familia mucho menos,

como que las veces que he fumado en mi casa, que han sido dos, han sido cuando mis papás no

están, están de viaje o algo.

¿Hay algunos espacios o situaciones particulares?

Pues, en el parque, fumo resto, siempre que es entre semana o algo tiende a ser en el parque. En

mi casa lo he hecho dos veces, no ha sido tanto, y en fiestas, reuniones con la gente que lo hace

porque pues…

¿Cuántos son más o menos tu grupo de consumo?

No, son hartos, como… no pues depende, normalmente, en promedio somos como cinco o seis,

diferentes, como que se reúnen como cinco o seis, pero hay veces en que somos, o sea que el

parche es como de quince, veinte personas, ¡es una vaina absurda! Que es como en qué

momento… pero sí somos resto.

¿Y otras situaciones que no tengan que ver como por ejemplo que estás con tus amigos, sino

situaciones de tu vida? Algo malo te pasó, o cosas así.

Ok. Eh… a mí, y lo tengo claro desde que empecé, desde que probé pues las drogas, es, nunca,

una regla mía es nunca hacerlo cuando me siento mal. O sea si yo estoy triste, cero, cero, cero…

porque, pues, como fue en el colegio, yo tenía, pues yo pensaba mucho que ahí era donde se

generaba dependencia, que si yo me sentía mal y llegaba y me fumaba un porro, y pues, y me

sentía mejor con eso… no, no quería hacerlo porque sentía que, primero que me iba a generar

dependencia, y segundo que me iba a dar como una felicidad que no era real. Entonces nunca



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me ha gustado sentirme feliz por cosas que están, que no, que están afuera, o sea que, como con

cosas materiales, con las drogas, el trago, no sé, nunca he estado de acuerdo con eso. Entonces,

es más como un criterio para cuando no lo hago: no lo hago cuando estoy mal, no lo hago cuando

tengo rabia, no lo hago como para intentar sentirme mejor, sino cuando me siento muy bien,

entonces, bueno, pues ya me siento bien, lo hago. Y ahí una situación, ahorita, pues, con la

muerte de mi mejor amiga… que fue el 20 de marzo, o sea, fue hace nada… eh, yo, cuando ella

murió, yo sentía de alguna manera, como yo no tengo ni idea de que hay después de la vida, o

sea ni sé si hay algo, si no hay nada… ni idea. Yo sentía que de pronto cabía la posibilidad de

que ella me estuviera juzgando, entonces yo dejé de fumar como dos semanas, bueno que no es

nada, dos o tres semanas porque yo sentía que de pronto ella me iba a juzgar, y ya luego dije

como ¡no pues qué bobada! O sea, no voy a dejar de hacer cosas… ¿sí? Como no voy a dejar de

vivir mi vida porque ella ya no está, entonces como que otro criterio raro que fue en ese

momento, fue la muerte de ella, como sentirme juzgada por algo que ni siquiera veo, siento,

nada, o sea… y tampoco fumé por eso, mis criterios van más al fondo del no fumar, que cuándo

fumo.

5. Aquí viene eso, ¿tu consumo se ha mantenido o ha aumentado en el último mes?

Pues… en el último mes yo creo que he fumado unas dos veces… ha sido como… es que no sé

depende de tantas cosas, como que, digamos fue semana santa, semana santa implica que voy a

visitar a mis abuelos y allá no fumo, entonces fue una semana en que no fumé; la semana

anterior, fumé un día y luego, antes de eso fueron las semanas de la muerte de Laura, pero antes

de la muerte de Laura yo estaba fumando también como cada dos semanas, cada semana.

-Pero entonces, digamos que se ha disminuido un poco después de esa situación fuerte que

viviste o algo así…

Yo creo que fue por ese momento, pero ya ahorita sigue igual, a antes.

6. ¿Se han presentado situaciones en las que te has controlado al fumar? Digamos esos seis

meses que no fumaste…



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Sí, ese es como el claro ejemplo, a veces mis amigos fumaban y yo como que quería pero yo

decía como “No, vamos N.T, ¡demuéstrate que no dependes!” o incluso sin estar cerca de ellos

habían momentos en los que me daban ganas y ya, pero pues no, vale más la voluntad que…

bueno.

7. ¿Crees que la sensación de "Placer" cuando consumes ha variado con el tiempo?

La sensación de placer… pues, creo que no es tanto con el tiempo sino con la experiencia misma.

O sea con todo lo que va alrededor, como en el momento, entonces es diferente el placer que yo

siento cuando fumo sola, supongo… cuando fumo como ¡con mi novio! Cuando fumo con un

montón de amigos, cuando fumo con mi mejor amigo, como que… y de también de dónde

estemos, si estamos aquí en el parque, si estamos en una rumba, si estamos, antes de entrar a

clase, o sea yo creo que cuando yo fumaba y entraba a Griego, pues era muy diferente la

experiencia misma a si yo, por ejemplo una vez fumé con mi mejor amigo, y empecé (jaja)…

cogí un mango, yo tenía mango (jaja), cogí un pedacito de mango y empecé como a hacerle una

visualización diciéndole que nos íbamos a comer el sol, entonces yo le puse el mango tapando el

sol, y bueno fue un rollo, y como que son cosas que uno no olvida y que es más, no por cuánto

tiempo llevo fumando o qué tan seguido lo haga, sino por la esencia misma de la experiencia.

8. ¿Cómo ha influido la información que tienes sobre la marihuana en tu consumo?

Pues… uno recibe información como de muchos lados, ¿no? Mi papá por ejemplo siempre ha

criticado todo, o sea mi papá ve un mechudo y ya de una dice marihuanero, bla bla bla, lo peor.

Y digamos aquí en clases de Neuro o de Psicobiología y eso, que tú ves como los efectos a

nivel cerebral de las sustancias psicoactivas y demás, o también he leído libros y eso pero…

pues yo siento que, en serio como que no les presto atención, mi papá me puede decir cientos

de veces y, no me importa, como que si quiero hacerlo lo hago. Eh, mis amigos por ejemplo, si

uno habla con gente que consume normalmente defienden resto la marihuana entonces

empiezan como: “no, es lo mejor, cura resto de enfermedades, te protege de no sé qué vainas,

como que… ¡cura el cáncer!”. Ush, ¿le voy a dar marihuana a mi mejor amiga? No. O sea

como que, eso en serio creo que es tan relativo a lo que no quiere creer, y pues sí hay cosas

como comprobadas y demás, pero, a mí no me tocan, no me tocan a la hora de consumir.



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9. ¿Has considerado dejar de fumar?

Pues en esa vez que lo intenté. Pero no fue como voy a dejar de fumar para siempre, sino,

quiero, como si yo me demuestro a mí que no dependo de, voy a seguir fumando; si siento que

dependo, que fue cada vez que pensaba como: quiero, quiero, quiero. No lo iba a hacer por el

simple hecho de que quería que fuera así.

10. ¿Qué actividades simultáneas haces cuando consumes?

No, pues, hablar, hablar mucho. Uno habla mucho, se ríe mucho, hemos como caminado resto,

creo que hasta he tenido sexo turra…

11. ¿Consumes en alguna situación particular? Pues un poco lo de cuando te encuentras en

alguna situación emocional particular…

(Mmm), Pues, más o menos como ya lo había dicho, no es cuando estoy triste, ni cuando estoy

enojada ni nada, tiende a ser cuando estoy feliz, o cuando me siento muy tranquila, como que

todo está en orden, entonces sé que si fumo no voy a creer falsamente que las cosas están en

orden, pero igual no es siempre, es cuando… porque como yo no compro no es como cada vez

que esté feliz voy a fumar, sino, cada vez que me encuentro con alguien que quiere fumar y me

quiere dar, y estoy feliz, entonces fumo (jaja).

12. ¿Por qué empezaste a consumir marihuana?

Pues, yo estaba en el colegio, fue en época de colegio pero estaba en Villavicencio. Pero

igual yo había escuchado mucho a mi prima, mi prima empezó a fumar antes que yo, y…

como que me contaba de cuando estaba con sus amigos, y me invitaron resto de veces como

a polkas y fiestas donde yo sabía que fumaban o que se tripeaban o lo qué sea, y… y pues

estaba con ella, caminando, pues se dio, y teníamos sólo una patica, o sea no fue nada

tampoco, pero fue así que empezó mi curiosidad, como escuchando lo bien que ella la pasaba

fumando; pues yo siempre la paso bien, pero pues quiero saber qué se siente, y ya.

13. O sea que, ¿las condiciones fueron: con tu prima, en un paseo, y por curiosidad?

Sí.



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14. ¿Alguien de tu familia ha consumido marihuana en algún momento de su vida?

Familia, ¿Cómo núcleo familiar o familia extendida?

-Ambas.

- Mi mamá ni siquiera sabe a qué huele la marihuana, creo que la ha visto como en

televisión, es la más inocente del mundo. Mi papá la conoce pero nunca la probó según él,

porque igual siempre ha sido, o sea, mi papá cuando era niño, soñaba con ser cura, cuando

conoció a mi mamá, decidió volverse militar, entonces estudió, estuvo en el ejercito, luego se

volvió abogado, ¿sí? Como que, militar todo el tiempo, y está muy en contra de… de todo.

De todo lo que va en contra de “la sociedad” que para él es el degenere de la expresión

humana y demás. Entonces ellos no. Yo tengo dos primas, primas hermanas, que son muy

cercanas a mí, que sé que han fumado, y que, creo que yo he fumado con ambas, estoy segura

que fumé con una porque tiene miedo, pero no sé si con la mayor, pero yo sé que ella ha

fumado y ha probado resto de vainas. Mi hermano, es menor que yo, pero él es terrible, o sea,

él… si yo empecé, si yo siento que yo empecé a fumar chiquita, mi hermano era aún más

chiquito. La primera vez que yo me tripeé, me tripeé con mi hermano y es dos años menor

que yo, o sea… y él tuvo un problema re serio con eso en el colegio porque empezaron a

llegar chismes de que él vendía, entonces hasta mi papá se enteró, mandaron a la policía, le

hicieron pruebas, de todo. Entonces como que él, y mis primas, de resto así, tíos, abuelos, no,

ni idea.

15. Y, ¿comenzaste a fumar por alguna persona particular o por alguna razón particular?

Pues, no sé, yo siento que esa pregunta se podría interpretar como, fue mi prima la que me,

con la que estaba en ese momento, la que me lo dio, como que yo no habría empezado a

fumar, o al menos en ese momento sin, si ella no hubiera estado ahí. De pronto ella, pero no

fue ningún motivo, como que no había pasado algo así que me marcara a nivel emocional,

nada.

16. ¿Sueles consumir alcohol, tabaco, cocaína u otras sustancias psicoactivas cuando fumas?



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No. Yo, desde siempre he tenido claro que no quiero probar la cocaína ni nada de eso, no me

llama la atención, no me interesa para nada, eh… por los efectos que tienen en la gente, no sé, se

ponen agresivos y así, que no, no es lo que yo quiero en mi vida. El trago, nunca me ha gustado,

pero sí he tomado cuando fumo, no mucho, me he emborrachado como tres veces en mi vida y

ya, pero… pero pues, no sé, una pola, un vino, no le veo ningún problema y sí lo he hecho. Me

he tripeado, cuando, cuando también fumo, no tantas veces, bueno no, como tres o cuatro, sobre

todo este semestre, este semestre incrementó mi consumo de LSD.

¿Y tabaco?

Y el cigarrillo, lo probé una vez pero nunca me ha gustado porque mi papá siempre fumó y mi

mamá siempre le dijo que se iba a morir entonces, pues nunca me ha gustado (jaja).

17. ¿Antes de iniciar el consumo de marihuana, ya habías comenzado con el consumo de

alcohol?

Uy sí. Yo, de hecho la primera vez que “me emborraché”, pero fue como que me intoxiqué y

demás, fue como a los doce años, fue muy chiquita, también en Villavicencio, también con mi

prima, y yo estaba tomando medicamentos, y entonces yo pues, no, poquito, poquito, pero uno

después se le va el, se pone a hablar, se pone a tomar y pues… remedios y antibióticos y trago,

no es como la mejor mezcla.

18. ¿Consumo de tabaco antes de probar la marihuana?

No. Yo probé primero la marihuana.

19. Usualmente cuando consumes, ¿te encuentras sola o acompañada?

Acompañada.

¿Y son los amigos que tú sabes que consumen, quiénes te acompañan?

Sí.

20. Cuando iniciaste, pues, ¿estabas con tu prima?



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Sí.

21. Usualmente cuando consumes, ¿te encuentras bajo una emoción o situación desagradable?

Nunca.

22. ¿Sientes que hay presión de amigos o personas cercanas que influyen tu consumo?

No, para nada. Y creo que eso también lo comprobé resto en el semestre que quise dejar de

fumar, porque ellos fumaban ahí y nadie me decía como “pero fuma, dale, dale”. No, sino que

era como “¿quieres?” No. Y ya después de un tiempo pues me dijeron como, ni siquiera me

preguntaban, como que igual lo respetaron resto y ya todo bien.

23. ¿Tú crees que disfrutas consumir marihuana antes de ir a un evento social? (como fiestas,

conciertos, reuniones)

Pues nunca lo hago. Es que yo no, yo no siento que yo fume como con un fin, o sea no es

como que voy a fumar antes de ir a tal lado como muchos de mis amigos sí lo hacen, como

¿ah, clase? Venga y fume. Pues digamos que el ejemplo de la clase de Griego y Latín sí

podría caber en eso, de fumar antes de entrar a la clase, porque era como caminando del

parque a allá, me fumaba, y entraba de una. Pero, así como que yo diga: uy tengo un

concierto, voy a fumar antes. Creo que no, ni lo pienso.

24. ¿Sientes que en momentos de celebración y alegría consumes marihuana para disfrutar

más?

Para disfrutar más… puede ser, sí. Sí, pues.

25. Cuando consumes marihuana, entonces, ¿te diviertes más con tus amigos?

No me divierto más, pero… no sé es que es divertirse diferente. Uno se divierte diferente, o sea,

yo siempre me divierto mucho, yo puedo estar, una vez fui con mi mejor amiga, la que murió,

que no fuma, no toma, no nada, porque ella tenía Leucemia, entonces no podía hacer nada. Y fui

a una fiesta con ella y la más aburrida de la vida, o sea, todo el mundo estaba sentado, además



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que yo estaba en el colegio todavía, entonces todo el mundo sentado, hablando, bla, yo puse

música y empecé a bailar, la gente me creía como re drogada pero yo no había hecho nada; yo

siempre, no sé yo siento que sin importar nada uno es el que decide qué actitud tener en todo el

momento y uno construye lo que quiere construir, entonces si yo me quiero divertir, habiendo

fumado o sin haber fumado, yo me divierto, sólo que me divierto diferente, porque pues, a nivel

perceptual todo cambia.

26. Cuando te sientes estresada, ¿consumes marihuana?

No.

27. ¿Crees que la cultura “consumista” en la que vivimos ha influido en tu consumo de alguna

forma?

Eh… no. Pero, digamos que, respecto a eso siento que de pronto en el de mis amigos sí. En mí

no porque pues, es que yo no lo hago como por eso, pero… sí pienso mucho que, que con el,

como con esta era de consumo que estamos ahorita todo el mundo quiere las cosas ya, y así

como quieren todo ya, quieren fumar ya, quieren drogarse ya, quieren tomar ya, quieren acabar

ya, todo lo quieren ya. Entonces, pues yo soy como demasiado paciente y demasiado relajada

con esas cosas, no siento que en mi caso es así, pero siento que muchas veces sí es así.

28. ¿Cómo describirías tus relaciones familiares?

Depende del momento. Digamos cuando a mi hermano le pusieron todo ese “bollo” en el colegio

sí fue súper fuerte porque al principio, es que mi papá es tan… psicorígido y pues… militar, o

sea, es militar, entonces mi papá ni siquiera sabía, hay muchas cosas que por la misma forma de

él de pensar y actuar, y de juzgar todo el tiempo, ni siquiera sabe, y es algo como que en silencio

toda la familia acuerda, que él no sepa. Pero, a mí me gusta que todo en mi vida esté bien, como

buscar que esté bien, entonces últimamente por ejemplo, yo llego mucho a mi casa, mi papá se

jubiló hace dos meses, entonces yo llego a mi casa y él está allá, pues me siento a hablar con él

un resto, con mi hermano también intento hablar resto, con mi mamá también… entonces, como

que sí hay desacuerdos, sí hay cosas, y muchas diferencias, muchas diferencias (jaja), pero a



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nivel de relaciones yo creo que uno construye lo qué quiera, y pues yo lo que quiero construir es

muy bueno, entonces, por ahora, justo en este momento todo está muy bien.

¿Por qué dices que muchas diferencias?

Pues porque mi papá es militar, está lleno de muchos prejuicios, muchos, muchos, o sea, él me

prohíbe ir al centro, me prohíbe juntarme con gente con tatuajes, con el pelo largo, con todo,

aunque… y yo no lo hago, o sea yo me junto, yo me siento a hablar horas con los habitantes de

calle, yo puedo ir al centro, sí como que, él todo el tiempo por su historia, y obviamente él ha

visto resto de cosas feas, entonces él estuvo en el levantamiento de muchos cadáveres en muchas

masacres, estuvo, sí como en muchas cosas que le hicieron ver como el lado oscuro de la

humanidad, y a mí no me gusta creer que las cosas son así, entonces, yo de entrada siempre que

me empiezo a relacionar con alguien pienso en todo lo positivo, en todo lo bonito, como que si

no me dan motivos para desconfiar, yo no tengo porqué desconfiar, y mi papá ya entra al mundo

desconfiado, entonces esa es como la diferencia que yo más le digo, que él juzga mucho a la

gente sin ni siquiera conocerla sólo por su apariencia física o por su estrato social, o por la

cantidad de plata que tenga, sin conocer en realidad qué es lo que es la persona misma, y eso ya

para mí es, o sea como que eso ya desencadena el resto de diferencias que hay: que no acepta lo

que yo hago, que no quiere que estudie Artes Escénicas y me dice todo el tiempo que me cambie

a Derecho como doble, porque los artistas son unos drogadictos, y no ganan plata, entonces

como que justo eso desencadena un montón de diferencias, pero, ahí hablando, ahí hablando se

van moviendo los hilos y todo va transformándose.

29. ¿Por qué crees que consumes marihuana? Qué eventos asocias a tu consumo (factores

familiares, sociales, culturales…).

Bueno, familiares no. Pues, bueno no, podría decirte que cuando estoy con mi prima en

Villavicencio que sabemos que nos vamos a quedar como resto de tiempo, ella a veces me dice

como, bueno sólo una vez lo hemos hecho, como trae y fumamos, y eso porque fue un amigo de

aquí de la universidad también y nos encontramos y fumamos. Pero familiares en general no.

Sociales, pues, con mis amigos consumidores, como que cuando nos vamos a reunir, cuando

vamos a parchar, cuando simplemente nos encontramos y alguien tiene, como que ellos fuman, y



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a veces yo fumo. Y culturales, por ejemplo, para el día de mi cumpleaños el año pasado, fue una

marcha por la legalización… ush, no se imaginan, o sea, también fume resto, resto, resto, y me

estaban esperando en mi casa después y yo iba a ir con mis amigos. Fumamos tanto, no se

imaginan, eso fue una locura porque además La Policia no te podía decir que no, ese día estaba

permitido que tú fumaras (jaja), entonces fue un encuentro como de miles de personas en el, por

el planetario, en el parque, y ahí púes, o sea, tú veías de todo, ¡de todo! Veías de todo, de todo,

unos porros gigantes, gigantes, no… y de ahí durante la marcha en el camino, todo el tiempo, y

yo bueno, voy a pasar desapercibida porque qué tal que mi papá vea algo, que le muestren una

foto, no sé y él “ay, ¿esa es mi hija?” No. Además se supone que yo estaba en un picnic (jaja)…

y justo un amigo saca como una pancarta gigante, atravesaba toda la avenida, toda la avenida, y

decía algo como, como no sé “dile sí a la legalización” como algo así, como muy de

marihuanero, y yo cargando eso como escondida; entonces en ese tipo de, sobre todo en ese

evento cultural sí fue muy claro, pues mi participación.

30. Tú, ¿cuáles consideras que son los principales beneficios que te da consumir marihuana?

No pues yo no creo así como que haya así como tantos beneficios, ni tantos prej… pues como

daños, sólo… no, no sé, pues precisamente porque, como yo ya me siento bien cuando lo hago,

pues sólo lo vivo diferente, pero así como que yo diga como: “no, me quita la gripa”… hay gente

que me dice como “ay, ¿tienes gripa? ¡Pues fuma!” Y yo como… no. Así que yo diga beneficios

puntuales, no, es sólo una manera diferente de vivir la experiencia

31. ¿Crees que afecta tu salud?

Tampoco. No.

32. ¿Crees que influye en tu relación con las otras personas?

No. Y pues, eso fue lo que dije también cuando hablé de mi familia y de… de que con ellos todo

es igual bien, entre nosotros también es bien, como entre los que fumamos, pues, sí como bien.

33. Entonces, ¿consumir no te ha influenciado en la forma de relacionarte con los demas?

No.



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34. ¿Has consumido otras drogas además de la marihuana? –

El Lsd, y ya.

¿Hongos, Yagé, éxtasis?

No. He querido, he de confesarlo, he querido, pero, no lo he hecho.

35. Cuando iniciaste tu consumo con LSD, ¿con qué frecuencia y en qué cantidad lo hiciste?

No, pues esa vez fue el día del aniversario de mis papás, una vez y ya, y ahí volvió a entrar a

jugar el hecho de no quiero sentir que quiero hacerlo, entonces como a la semana siguiente yo

decía como uff, quiero volver a hacerlo y ahí yo misma me decía “no lo vas a hacer, no lo vas a

hacer, no lo…” y no lo hice como en un año. Y digamos que últimamente, creo que este semestre

me he podido tripear como tres veces, que para mí es como uff, resto, porque yo, antes, digamos

lo hacía como una vez al semestre y ya, pero esta vez, y fue antes de que muriera Laura (porque

después de que murió no he salido tanto, no, no he salido), porque empezaron a haber muchos

eventos con mis amigos muy seguidos, y eran como en… ¿cómo se llama el conjunto de Sopo,

que es re grande?... ah, pues imagínense un conjunto de gente con mucha plata, casas muy

grandes, una cancha de golf, o sea la casa, dentro del patio de la casa tienen como una cancha de

Voleyball, de ahí hacia un lado todo es una cancha de Golf, y al lado de la cancha de Golf, un

lago. Y todos allá, no pues uno, ¡un tripcito pues no está mal! (jaja) Y así eran todos, entonces

fue, como que fumé, fumé no, me tripeé un día, a las dos semanas me volví a tripear, como a los

dos semanas también y yo ahí dije como bueno ya, paremos, y no lo he vuelto a hacer.

¿Cuánto consumiste esas veces?

No, de a medio. Medio trip y ya.

36. ¿Qué sensaciones tienes después de consumir marihuana? (como Hambre/ Boca seca/

Sudoración/ Sueño/ pupilas dilatadas…)



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Pues, a mí nunca me ha gustado la comida, nunca. Lo cual es demasiado extraño porque, si yo,

sobre todo antes de fumar, si yo, antes de empezar a fumar regularmente, si yo tenía hambre, no

tenia apetito; y si tenía apetito, no tenía hambre. Entonces no me gustaba comer, o sea, cuando

tenía ganas, mi cuerpo me decía no, y cuando mi cuerpo me decía, yo sentía como algo trancado

en la garganta y no quería comer. Entonces, siempre en el colegio comí, durante el colegio comí

mucho, no mucho, comí, porque sabía que lo necesitaba para no enfermarme y demás, pero,

algo, de pronto si puede ser un “beneficio” que me trajo la marihuana fue, pues que sí me dan

más ganas de comer o que la comida me sabe rico, es que antes ni siquiera, como que, sí hay

sabores buenos pero, no es que, ¡comerse un sanduche de Subway cuando uno está turro es

increíble! O el manguito ese del sol fue increíble. Entonces como que, comer, comer es rico.

Pupilas pues no sé, yo no me las he visto, no me las he visto estando turra sólo tripeada que es

como Uhff. Qué más era, ¿sudoración?… no sé, de pronto, depende de qué tan divertido es el

momento, me da mucho sueño o me da mucha risa, o sea como que me activo resto o me inhibo

resto, es como quiero dormir y ya… ¡comer y dormir y ya! (jaja)

37. ¿Cómo describirías eso que sientes cuando fumas?

Lo mismo, está sujeto a muchas cosas. Creo que lo que más me gusta sentir cuando fumo, o sea

lo que me gustaría poder sentir la mayoría de las veces, es… no sé, es como… como que ver las

cosas, yo siempre veo todo muy bonito, yo siempre intento ver el lado bonito de las cosas, pero

entonces cuando fumo, como que intento hacer que se maximice eso bonito que yo veo, entonces

puedo estar sentada viendo un paisaje, fumo, y entonces digo, ¡ay esto tiene que verse diferente!

Se tiene que ver más bonito, entonces empiezo a ver no sé, las cosas más verdes, el verde más

verde, el azul más azul, como mucho más color, me gusta mucho el color en la vida; entonces

como que eso es lo que más me gusta sentir, pero pues no siempre es así, hay veces que uno

fuma y luego se acuerda que tiene clase, entonces tiene que ir a clase entonces le da sueño y …

38. ¿Crees que el consumo ha influido de alguna manera tu cotidianidad?

Yo creo que todo influye, en la cotidianidad. No sólo el consumo, como que siempre puede pasar

algo que te saque de tu cotidianidad, entonces pasa alguién sonriéndote o te da un abrazo, tú ni

siquiera lo conoces y ya, interfiere, entonces, con el consumo pues no es lo mismo claramente



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pasar un día sin fumar, sin tomar, ni nada, a pasar un día y fumar, de repente, o fumar entre

clases o acabar temprano y fumar, entonces yo creo que sí interfiere, pero, todo, o todos los

pequeños detalles interfieren.

39. ¿Hay elementos de tu vida que asocies al consumo? (personas, situaciones, cosas)

Cuando yo pienso en consumo podría pensar: en mi parche de amigos, en mi hermano, y también

como en mi mejor amiga, que no, que era lo opuesto. Entonces pienso en los consumidores, en

los consumidores que me preocupan (mi hermano), y en… en los que juzgan mucho.

40. ¿Crees que el consumo de marihuana ha influido en tu desarrollo personal?

Seguro sí, yo también siento que todo influye en el desarrollo personal. Tú no… pues,

simplemente las cosas no pasan desapercibidas por la vida de la gente. Desde conocer a alguien,

hasta conocer un alimento, hasta conocer una sustancia, como que… yo, y creo que yo se lo digo

a toda la gente que voy conociendo, más o menos, como que mi discurso está muy marcado

siempre por el decirle a los otros que la vida se compone de pequeños detalles, y que todo lo que

tú haces y todo lo que tú, todo lo que llega a tu vida deja una huella, siempre, siempre. Y

siempre les digo, yo me encontré un día caminando de aquí a mi casa con una pareja de

habitantes de calle y me acababa de comprar un granizado de café y estaba lloviendo y no tenía

plata y se los di, ellos ya dejaron huella, y es gente que no voy a volver, que no, nada. Entonces

yo siento que, todo acto, toda persona, todo lo que pasa tiene un sentido y deja una huella,

entonces sí influye en el desarrollo personal.

¿Y de qué forma, ese consumo específicamente?

Sobre todo creo que me permite acercarme más a esa realidad. Entonces, si a mí me interesa, me

interesa no sé, saber por qué un rasta piensa como un rasta, o una persona, por qué una persona

piensa así, hay muchas de las personas que yo he tenido la oportunidad de conocer que las he

conocido en ese medio, las he conocido en el parque, a muchos de mis amigos los he conocido

en el parque, y la mayoría de la gente del parque se conoce entre la gente del parque. Entonces,

eso ya influye, como que el conocer tu historia porque nos encontramos fumando, y tú me dijiste

algo que aporto a mi vida, ya influye.



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41. ¿Crees que el consumo ha afectado tu memoria?

Pues eso es raro, porque… porque a veces pienso que sí, y a veces pienso que no, pero a veces

pienso que sí de forma positiva y a veces que sí de forma negativa. Entonces por ejemplo cuando

yo veía Griego y Latín, yo decía como ¿será que estoy aprendiendo tanto y me está yendo tan

bien por llegar “turra” siempre? O hay veces que se me olvidan cosas, por ejemplo en Neuro que

es como, ay, ¿era dorsolateral medial o frontal? Y no me acuerdo y digo como, ¿será que es por

qué fumo? Pero, en últimas como que ni me interesa porque puede ser, o sea puede ser

cualquiera la respuesta, puede que sí influya, puede que no haya influido en mi experiencia,

como en mi cuerpo en cuestión a la memoria, y a veces por eso también pienso que no, que de

pronto no ha influido en nada y ya.

42. ¿Crees que ha afectado tu capacidad de mantener la atención?

No. Uno siempre, pues yo, siempre le pongo atención a lo que le quiero poner atención. Siempre.

43. ¿Crees que ha afectado tu motricidad?

Tampoco. No. Pero eso de pronto puede estar ligado al hecho de que yo hago muchas cosas con

el cuerpo, entonces… por ejemplo, con artes escénicas: teatro, danza. Digamos el semestre

pasado hice somática y vimos el desarrollo del movimiento, Yoga y Tai Chi. Entonces como

que el hecho de estar entrenando mi cuerpo constantemente de pronto hace que yo no pierda la

motricidad por ese tipo de sustancias o cosas. No podría estar segura, pero puede ser una

explicación (jaja)

44. ¿Qué consecuencias, positivas y negativas, te puede generar consumir marihuana al

organismo? ¿Cuáles crees?

¿A mi organismo? ¿Yo solita? Eh… no, no sé… no… es que yo siempre pienso que todo está

sujeto a muchos factores entonces como que no es sólo como la marihuana la que tiene un

efecto en mí, sino que es la marihuana ligada al clima, ligada a lo que hice, a con quién me

junté, a qué me comí, sí, como…

¿Muchos factores?



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Sí. No sólo, no sólo el consumo, en absoluto. Entonces así como que yo diga esto es culpa de la

marihuana, para bien o para mal, no, no es en mi vida.

- Muchas gracias.

-De nada.



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12.4 ANEXO No. 4 MATRIZ DE RESULTADOS

CATEGORÍA SUBCATEGORÍA SUJETO 1 (D.R) SUJETO 2 (M.G) SUJETO 3 (M.T) SUJETO 4 (N.T)

CONSUMO

Uso, Abuso o adicción

Cada quince días más o

menos, entre semana a

veces pero fumo más

que todo los viernes.

Probé hace ocho días el

LSD, pero estaba

tomando y me

“maluquié”,

Sí, en alguna fiesta que

quise probar a ver si me

estaba volviendo un

poco adicta, y no lo hice

porque dije: no hoy no

quiero, y solo me

emborraché.

No, no porque no

influye en mis

quehaceres diarios,

semanales o mensuales,

no los involucro, no está

como una prioridad la

marihuana.

Por ahí que, 2 o 3 veces

por mes

Fumo solo cuando estoy

fuera de la universidad,

fuera de mi casa, fuera

de cualquier tipo de

trabajo. (por lo tanto

plantea que no

interfiere)

Pues si aumentaría (el

consumo). De pronto ha

bajado, después de que

viaje a Peru, más o

menos, consumía todos

los días. Estaba con D.

(un amigo) en el viaje.

No es como una de esas

cosas que yo diga “ok.

Me está causando cierto

tipo de adicción, me

Pues mira, eso es muy

variable, hay semanas

en que puedo fumar

dos o tres veces, pero

por ejemplo hace tres

semanas no fumo

nada… digamos que

no tengo un consumo

muy regular, sino que

las condiciones son

muy variables, a veces

fumo seguido y a veces

no mucho.

No, para nada, yo he

intentado y mi

consumo ha ido hacia

eso, a que no afecte

digamos que mi vida

diaria, no, yo no abuso

de la marihuana.

fumé, sobre todo en mi

excursión, creo que fumé lo

que nunca había fumado

pues en once sí fume más, pero

no fumaba seguido, era como

cuando se me daba la

oportunidad,

en primer semestre yo fumé

bastante, pues fumaba al

menos cada dos semanas. En

segundo semestre ya fumaba

resto, fumaba todas las

semanas, a veces más de un día

a la semana… y el semestre

pasado, dejé de fumar,

Volví a fumar, no tanto, pero

pues sí volví a hacerlo, y en la

actualidad, estoy fumando

como… cada dos o tres

semanas, bueno a veces cada

semana… depende.



de Bogotá

139

139

está afectando mi vida”

no.

Ni me esté afectando

otros aspectos de mi

vida.

Si, pues lo que le decía,

que antes no tenía la

medida y siempre caía,

siempre moría al final, y

no, pero últimamente es

siempre lo mismo. Pues

no sé, y a veces es muy

variable.

Éxtasis fue una pepa,

cocaína como un gramo

o ni siquiera no sé. De

ácido por lo general es

medio papel o tres

cuartos

Si, el LSD y el yagé.

Pues el LSD lo he

hecho como unas tres,

no, cuatro veces, y me

he comido medio

cartón y un cartón…

Yagé, pues solo lo hice

una vez y como te digo

la medida, pues eso es

en totuma ¿no?, como

dos “totumaditas” esa

vez.

No porque siento que

no abuso, que no me

causa problemas y que

no tengo motivos para

hacerlo.

Pues no es que sea que

me haya controlado,

porque como te digo

yo no creo que abuse

ni que mi consumo sea

muy regular.

No. Y creo que por eso

también dejé de fumar, para

ver si de hecho estaba como

interfiriendo en mi vida…

pero yo siento que no interfirió

en nada. De hecho, pues

cuando dejé de fumar por lo

de… no, cuando iba a Griego y

Latín y fumaba antes de ir a

clase yo sentía que me iba re

bien, no sé si tiene una

relación, pero… pero pues no

interfirió

Como que académicamente no

hace daño, en mi familia no

hace daño, con mis amigos no

hace daño, entonces no siento

que, como que abuse de.

como fue en el colegio, yo

tenía, pues yo pensaba mucho

que ahí era donde se generaba

dependencia, que si yo me

sentía mal y llegaba y me

fumaba un porro, y pues, y me

sentía mejor con eso… no, no

quería hacerlo porque sentía



de Bogotá

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140

que, primero que me iba a

generar dependencia

en el último mes yo creo que

he fumado unas dos veces

Pero antes de la muerte de

Laura yo estaba fumando

también como cada dos

semanas, cada semana.

Yo creo que fue por ese

momento, pero ya ahorita sigue

igual, a antes.

Pues en esa vez que lo intenté.

Pero no fue como voy a dejar

de fumar para siempre, sino,

quiero, como si yo me

demuestro a mí que no

dependo de, voy a seguir

fumando;

Para el día de mi cumpleaños

el año pasado, fue una marcha

por la legalización… ush, no se

imaginan, o sea, también fume

resto, resto, resto, y me estaban

esperando en mi casa después

y yo iba a ir con mis amigos.



de Bogotá

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141

Fumamos tanto, no se

imaginan.

Y digamos que últimamente,

creo que este semestre me he

podido tripear como tres veces,

que para mí es como uff, resto,

porque yo, antes, digamos lo

hacía como una vez al semestre

y ya

me tripeé un día, a las dos

semanas me volví a tripear,

como a los dos semanas

también y yo ahí dije como

bueno ya, paremos, y no lo he

vuelto a hacer.

No, de a medio. Medio trip y

ya.

El trago, nunca me ha gustado,

pero sí he tomado cuando

fumo, no mucho, me he

emborrachado como tres veces

en mi vida y ya, pero… pero

pues, no sé, una pola, un vino,

no le veo ningún problema y sí

lo he hecho. Me he tripeado,

cuando, cuando también fumo,

no tantas veces, bueno no,



de Bogotá

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142

como tres o cuatro, sobre todo

este semestre, este semestre

incrementó mi consumo de

LSD.

No tengo ese afán por fumar o

no me genera ansiedad el no

hacerlo…

Antecedentes consumo

Primero curiosidad, ya

después por gusto. La

curiosidad, mientras

fumaban, verlos en su

“video” me hizo sentir

curiosidad por saber qué

se sentía. Ya después me

di cuenta qué era y dije:

¡con razón!

La primera vez que

fumé fue con mi grupo

de “primíparos” y ellos

tenían, entonces todos

dijeron: ¿quién quiere

probar? porque cada vez

que llevaban invitaban a

los demás. Ese día dije:

bueno miremos qué es

eso. Con mis amigas

cercanas dijimos bueno

probemos a ver qué. Eso

En Perú si, cada cierto

tiempo estábamos en un

lugar donde se podía.

Eso fue hace mucho

tiempo. Estaba en un

parque, estaba con otros

amigos y alguien lo

propuso, lo puso sobre la

mesa y bueno.

Es para momentos de

ocio y recreación, ¿se

puede decir así?

entonces, no son

momentos en los cuales

tenga que hacer algo.

Si, ya había tomado

alcohol antes.

Si. También había

fumado.

Pues no, yo trato de no

estar bajo ninguna

emoción de euforia ni

de estado de tristeza

profunda, porque

puede ser peor fumar

así, entonces intento no

estar bajo ninguna

emoción fuerte, ni muy

muy bien ni muy triste,

aunque si lo he hecho

pero prefiero no

hacerlo así.

Pues yo no fumo antes

de ir a algo así,

Creo que la primera vez que

yo fumé fue como a los 15-16

años, en Villavicencio, como

estaba caminando con mi

prima por el conjunto y… pero

fue muy poquito y yo no sentí

nada entonces yo como ¡ah qué

bobada!

Ya luego, en el colegio sí

fumé, sobre todo en mi

excursión

Yo probé primero la marihuana

(antes que el tabaco).

más o menos como ya lo había

dicho, no es cuando estoy

triste, ni cuando estoy enojada

ni nada, tiende a ser cuando

estoy feliz, o cuando me siento

muy tranquila, como que todo

está en orden, entonces sé que

si fumo no voy a creer

falsamente que las cosas están



de Bogotá

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143

fue un viernes y

fumamos pero yo no

sabía fumar bien

entonces realmente no

me hizo nada.

Por mis amigos que

fumaban, me la

presentaron, y por la

curiosidad de saber qué

se sentía.

digamos que no es algo

que yo planee.

Pues principalmente

porque había una

curiosidad, sobre lo

que genera en uno,

sobre eso que uno ve

en los demás y que

todos dicen que se

siente bien.

Yo estaba con un

amigo, y mi amigo

estaba con más amigos,

y esa vez me animé y

por esa curiosidad pues

la probé.

Pues como te digo,

cuando empecé estaba

con mi amigo, pero si

mi motivación era por

alguien o algo, no,

no…

en orden, pero igual no es

siempre, es cuando… porque

como yo no compro no es

como cada vez que esté feliz

voy a fumar, sino, cada vez

que me encuentro con alguien

que quiere fumar y me quiere

dar, y estoy feliz, entonces

fumo

Yo estaba en el colegio, fue en

época de colegio pero estaba

en Villavicencio. Pero igual yo

había escuchado mucho a mi

prima, mi prima empezó a

fumar antes que yo, y… como

que me contaba de cuando

estaba con sus amigos, y me

invitaron resto de veces como a

polkas y fiestas donde yo sabía

que fumaban o que se

tripeaban o lo que sea, y… y

pues estaba con ella,

caminando, pues se dio, y

teníamos sólo una patica, o sea

no fue nada tampoco,

Fue mi prima la que me, con la

que estaba en ese momento, la

que me lo dio, como que yo no

habría empezado a fumar, o al



de Bogotá

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menos en ese momento sin, si

ella no hubiera estado ahí. De

pronto ella, pero no fue ningún

motivo, como que no había

pasado algo así que me

marcara a nivel emocional,

nada.

Nunca me encuentro bajo

emociones desagradables

cuando fumo.

Pero fue así que empezó mi

curiosidad, como escuchando

lo bien que ella la pasaba

fumando; pues yo siempre la

paso bien, pero pues quiero

saber qué se siente, y ya.

Desarrollo consumo

Yo cuando consumo

uso gotero y cigarrillo.

Alcohol a veces, tabaco

ni otras drogas nada,

pero hay veces que me

“cruzo” y se me olvida

todo con el trago, pero

no, no más. Si quiero

fumar solo fumo, pero si

dicen: tenemos “ganja”

Simplemente si algún

amigo tiene su pipa,

pues la pipa, si no,

destaco un cigarrillo y le

saco el tabaco al

cigarrillo, que es la

última opción en caso de

que no haya nada.

Pipa por lo general,

gracias a su practicidad

Yo usualmente fumo

marihuana, en porro.

Bueno, como te digo,

pues… si fumo cuando

estoy con mis amigos y

digamos que los

espacios son, no

peyorativos ni

propicios pero,

peyorativos como

normalmente o armamos el

porro, o fumamos en pipa o

incluso manzanas, creo que en

una ocasión hasta fumamos en

una tapa de esfero

Con mi mejor amigo hicimos

galletas, brownies…

El semestre pasado, dejé de

fumar, pues porque quería

sentir, quería saber en realidad



de Bogotá

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145

bueno, solo fumo,

Um, de pronto una

situación en la que no

haya mucha gente y esté

con los que usualmente

fumo, y que digan: “no

pues cerveza no, mejor

porrito”; si no estoy con

los que voy a bailar o

tomar, eso es un indicio

para decir hoy no tomo,

hoy me voy a fumar algo

de marihuana.

Puede ser que esté

caminando con unos

amigos y alguno diga

“hey, fumamos, bueno

pues si”. O podemos

estar en la casa de algún

amigo o en mi casa, o

sea, no hay como un

espacio definido donde

diga “acá sí”.

Por lo general la

mayoría de las veces es

con otras personas,

simplemente es hablar,

escuchar música, no sé.

¿Qué otras actividades?

Básicamente esos son

los espacios en los

cuales lo hago. Comer…

En cuanto a espacios, no

sé. Por lo general los

fines de semana, no

entre semana. En mi

casa de vez en cuando,

también pero es

simplemente con

amigos, no sé, pero

digamos en fiestas y eso

por lo general no. Salir a

rumbear y eso, no.

lugares mal vistos,

pero estos espacios son

explicados cuando

estoy con ciertas

personas y sé que pues

puedo fumar

marihuana con ellos.

Pero… yo no sé si

aumente con ellos, es

como te digo que las

condiciones son muy

variables.

Pues como te digo, es

muy variable, porque

no, digamos que esa

pregunta es difícil,

porque mi consumo no

aumenta o disminuye

por el tiempo, sino por

lo que te digo, de

acuerdo al momento, a

las personas y a todo,

son momentos muy

variables.

No, yo trato de no

consumir nada más

mientras fumo, porque

que me estaba haciendo esto,

me preguntaba cómo ¿será que

si dejo de fumar me hace falta?

Como que a mí no me gusta

sentir que dependo de las

cosas, entonces como quería

comprobarme a mí,

demostrarme que yo no

dependía de fumar en ningún

sentido, entonces no fumé,

Y ya después de comprobarlo,

pues como de que ya me sentía

satisfecha con el no haberlo

hecho durante tanto tiempo y

que sabía que pues no había

generado una dependencia ni

nada de eso, pues volví a

fumar,

Sí. Por el mismo hecho de que

yo nunca la compro, entonces

cuando yo fumo es porque

estoy con mis amigos que

fuman,

Como que las veces que he

fumado en mi casa, que han

sido dos, han sido cuando mis

papás no están, están de viaje o

algo.



de Bogotá

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146

Sí. Cocaína, LSD,

éxtasis y trufas

alucinógenas. Cuando

tenía 18 o 19 por ahí. La

cocaína la probé pero no

me pareció atractiva, no

le hallé la gracia. El

LSD simplemente tiene

la desventaja/ventaja

que como el efecto dura

mucho tiempo, uno no

encuentra ese espacio de

tiempo para hacerlo…

las trufas solo una vez, y

el éxtasis también solo

lo probé. No sé qué

cantidades.

creo que no, que no es

algo que quiera o deba

hacer, intento no

hacerlo.

Pues, en el parque, fumo resto,

siempre que es entre semana o

algo tiende a ser en el parque.

En mi casa lo he hecho dos

veces, no ha sido tanto, y en

fiestas, reuniones con la gente

que lo hace porque pues…

son artos, como… no pues

depende, normalmente, en

promedio somos como cinco o

seis, diferentes, como que se

reúnen como cinco o seis, pero

hay veces en que somos, o sea

que el parche es como de

quince, veinte personas,

Y hay una situación, ahorita,

pues, con la muerte de mi

mejor amiga… que fue el 20

de marzo, o sea, fue hace

nada…

Yo sentía que de pronto cabía

la posibilidad de que ella me

estuviera juzgando, entonces

yo dejé de fumar como dos

semanas, bueno que no es

nada, dos o tres semanas, y ya

luego dije como ¡no pues qué



de Bogotá

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147

bobada!

Hablar, hablar mucho. Uno

habla mucho, se ríe mucho,

hemos como caminado resto,

creo que hasta he tenido sexo

turra…

Pero, así como que yo diga: uy

tengo un concierto, voy a

fumar antes. Creo que no, ni lo

pienso.

Sociales, pues, con mis amigos

consumidores, como que

cuando nos vamos a reunir,

cuando vamos a parchar,

cuando simplemente nos

encontramos y alguien tiene,

como que ellos fuman, y a

veces yo fumo

Cuando yo pienso en consumo

podría pensar: en mi parche de

amigos, en mi hermano, y

también como en mi mejor

amiga, que no, que era lo

opuesto. Entonces pienso en

los consumidores, en los



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consumidores que me

preocupan (mi hermano), y

en… en los que juzgan mucho.

Uy sí. Yo, de hecho la

primera vez que “me

emborraché”, pero fue como

que me intoxiqué y demás,

fue como a los doce años, fue

muy chiquita, también en

Villavicencio, también con

mi prima, y yo estaba

tomando medicamentos, y

entonces yo pues, no,

poquito, poquito, pero uno

después se le va el, se pone a

hablar, se pone a tomar y

pues… remedios y

antibióticos y trago, no es

como la mejor mezcla.

FACTORES

DE RIESGO-

PROTECCIÓN

Individuales

No nada, pues creo que

le tengo respeto igual,

pero creo que es una

decisión individual. Le

tengo respeto porque

tampoco es que uno

deba abusar, todo en

exceso es malo.

Pues yo nunca compro,

yo no compro ni tengo

ningún adminículo para

fumar

El motivo, por probar.

De pronto por probar

algo diferente, por

Pero por mis amigos y

por el proceso que yo

he visto en ellos, que…

si consumen mucho a

veces, pienso que si lo

controlo no me va a

hacer mal, entonces

¡Yo nunca he comprado!

Nunca he comprado

marihuana, nunca

Pero, y no me parece grave,

como hacerlo o no hacerlo, no

me parece grave.

Sólo era como el acto de yo no



de Bogotá

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probar qué era.

Digamos lo que pasaba

antes pero simplemente

no por el hecho de haber

fumado mucho sino

porque no sé, en ese

momento mi estado de

ánimo era… no sé,

prefería, como el efecto

es más enmimismador,

como se dice eso,

ensimismador.

creo que no tengo que

disminuir ni aumentar,

sino tener claros los

espacios y hacerlo

cuando lo sienta.

Bueno, pues uno oye

muchos discursos

alrededor de la

marihuana, buenos y

malos, y usualmente

esos discursos son

diferentes si las

personas consumen o

no. Yo creo que no ha

influido eso en mí

porque yo intento

hacer mi propio

discurso respecto al

tema.

hacerlo, y a veces cuando sí me

daban ganas de hacerlo yo me

decía como: “no N.T, recuerda,

recuerda que no dependes de.”

A mí, y lo tengo claro desde

que empecé, desde que probé

pues las drogas, es, nunca, una

regla mía es nunca hacerlo

cuando me siento mal. O sea

si yo estoy triste, cero, cero,

cero…

Uno recibe información como

de muchos lados, ¿no? Mi papá

por ejemplo siempre ha

criticado todo, o sea mi papá

ve un mechudo y ya de una

dice marihuanero, bla bla bla,

lo peor. Y digamos aquí en

clases de Neuro o de

Psicobiología y eso, que tú ves

como los efectos a nivel

cerebral de las sustancias

psicoactivas y demás, o

también he leído libros y eso

pero… pues yo siento que, en

serio como que no les presto

atención, mi papá me puede

decir cientos de veces y, no me

importa, como que si quiero

hacerlo lo hago.

Es más como un criterio para

cuando no lo hago: no lo hago



de Bogotá

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150

cuando estoy mal, no lo hago

cuando tengo rabia, no lo hago

como para intentar sentirme

mejor, sino cuando me siento

muy bien, entonces, bueno,

pues ya me siento bien, lo

hago.

Mis criterios van más al fondo

del no fumar, que cuándo

fumo.

Sí, ese es como el claro

ejemplo, a veces mis amigos

fumaban y yo como que quería

pero yo decía como “No,

vamos N.T, ¡demuéstrate que

no dependes!” o incluso sin

estar cerca de ellos habían

momentos en los que me daban

ganas y ya, pero pues no, vale

más la voluntad que… bueno.

a mí no me tocan los efectos,

no me tocan a la hora de

consumir

yo siempre pienso que todo

está sujeto a muchos factores

entonces como que no es sólo

como la marihuana la que tiene



de Bogotá

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un efecto en mí, sino que es la

marihuana ligada al clima,

ligada a lo que hice, a con

quién me junté, a qué me comí.

No sé, es como… como que

ver las cosas, yo siempre veo

todo muy bonito, yo siempre

intento ver el lado bonito de las

cosas, pero entonces cuando

fumo, como que intento hacer

que se maximice eso bonito

que yo veo.

Contextuales

Sí, pues el ambiente

también permite que se

dé la oportunidad, no

todo el mundo fuma así

que no con todo el

mundo se puede fumar,

pero si te rodeas con las

personas que lo hacen.

Frecuentemente, es más

fácil y no hay tanta

cohibición, como ¿qué

dirán? o…no, ¡qué

pereza! Las personas son

un selecto grupo de

compañeros de la

universidad, ellos son

bastante consumidores,

Simplemente tengo

varios amigos que sí

compran, que sí tienen,

que sí consumen y

simplemente con ellos es

con quien fumo

O sea, a pesar de ser

ilegal, si uno se pone a

ver es socialmente

aceptado. Si uno ve

películas, si uno ve

series, en todas partes se

hace mención a, se ve

consumo, se ve… en

¿Cómo quieres que te

diga eso? Pues, siento

que es muy variable,

porque como todos

tenemos problemas y

tenemos muchas

diferencias, pero, de mi

parte, yo siempre

intento como conciliar

y buscar alternativas

siempre, pero, a veces

si pueden haber

momentos de mucha

pelea y momentos de

mucha tranquilidad,

pero en general hay

una diferencia mía con

Y el cigarrillo, lo probé una

vez pero nunca me ha gustado

porque mi papá siempre fumó

y mi mamá siempre le dijo que

se iba a morir entonces, pues

nunca me ha gustado

Pues yo siento que, en serio

como que no les presto

atención (familia), mi papá me

puede decir cientos de veces y,

no me importa, como que si

quiero hacerlo lo hago.

Y mis amigos fumaban al lado



de Bogotá

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152

si quiero ir a fumar voy

con ellos, y fumamos

más en un parque o en

un apartamento donde se

pueda. Cualquier parque

lo permite.

Aumentó un montón

porque ya sé dónde

conseguirla, cuánto

cuesta y con quién debo

hablar para que me dé

un poco de marihuana,

es más fácil, claro.

Acompañada y

generalmente estoy con

dos personas, con dos

amigos.

Con mis amigos de la

universidad, éramos más

o menos como ocho,

si… éramos artos,

No necesariamente pero

lo he hecho bajo

emociones de tristeza o

despecho, pero no es lo

predominante, es como

cuando digo: hoy no

quiero tomar, fumemos

un poquito marihuana y

verdad no tiene un tabú

tan grande. O sea, hay

una ley que dice que es

ilegal, pero si uno le

pregunta a cualquier

persona si le parece bien

o mal no existe ese tabú.

Yo creo que ya no. En

eso influye en cuanto a

que, en algún momento

vamos a llegar a una

legalización de eso

porque ya no, ya esta

socialmente, incluso más

aceptado que fumar

tabaco como tal.

ellos, de ver las cosas

de forma diferente.

No, para nada, nadie

me presiona para que

consuma.

mío, todo, y no me importaba

mi papá es militar, mi mamá, o

sea… sí como que, uy el man

me mata donde sepa

y últimamente pasa algo muy

raro y es que nadie tiene, o sea

nadie tiene y entonces estamos

relativamente juiciosos, sobre

todo ellos que sí fuman muy

seguido, fuman como todos los

días casi.

Mi mamá ni siquiera sabe a

qué huele la marihuana, creo

que la ha visto como en

televisión, es la más inocente

del mundo. Mi papá la conoce

pero nunca la probó según él

Entonces ellos no. Yo tengo

dos primas, primas hermanas,

que son muy cercanas a mí,

que sé que han fumado, y que,

creo que yo he fumado con

ambas.

Mi hermano, es menor que yo,

pero él es terrible, o sea, él… si

yo empecé, si yo siento que yo

empecé a fumar chiquita, mi

hermano era aún más chiquito.

La primera vez que yo me

tripeé, me tripeé con mi



de Bogotá

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153

pa´ la casa. La

marihuana es a veces mi

segunda opción porque

no todos con los que me

rodeo consumen

marihuana, el alcohol si

todos.

Um, uy no sé, eh,

complicadas porque hay

muchas diferencias de

pensamientos ¿no?

entonces surgen

conflictos por esas

diferencias, es

complicado. Diferencias

en pensamiento de lo

que yo debo hacer como

persona o quién deba ser

cuando realmente es una

decisión propia,

claramente todos los

padres esperan algo de

sus hijos pero no debería

ser así como tan estricto

porque cada uno tiene su

camino entonces. De

formas de ser también,

hermano y es dos años menor

que yo… y él tuvo un

problema re serio con eso en el

colegio porque empezaron a

llegar chismes de que él

vendía, entonces hasta mi papá

se enteró, mandaron a la

policía, le hicieron pruebas, de

todo. Entonces como que él, y

mis primas, de resto así, tíos,

abuelos, no, ni idea.

No, para nada. Y creo que eso

también lo comprobé resto en

el semestre que quise dejar de

fumar, porque ellos fumaban

ahí y nadie me decía como

“pero fuma, dale, dale”. No,

sino que era como “¿quieres?”

No. Y ya después de un tiempo

pues me dijeron como, ni

siquiera me preguntaban, como

que igual lo respetaron resto y

ya todo bien.

como con esta era de consumo

que estamos ahorita todo el

mundo quiere las cosas ya, y

así como quieren todo ya,

quieren fumar ya, quieren

drogarse ya, quieren tomar ya,

quieren acabar ya, todo lo



de Bogotá

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mi familia es más

sentimentalista, yo no

soy así, ni querendona ni

muy afectiva, entonces

la personalidad de mis

familiares si es bastante

afectiva, ahí hay choque.

era porque yo entré a la

universidad y conocí a

varias personas, me

mostraron diferentes

tipos de marihuana y yo

los acompañaba

quieren ya. Entonces, pues yo

soy como demasiado paciente

y demasiado relajada con esas

cosas, no siento que en mi caso

es así, pero siento que muchas

veces sí es así.

Digamos cuando a mi hermano

le pusieron todo ese “bollo” en

el colegio sí fue súper fuerte

porque al principio, es que mi

papá es tan… psicorígido y

pues… militar, o sea, es

militar, entonces mi papá ni

siquiera sabía, hay muchas

cosas que por la misma forma

de él de pensar y actuar, y de

juzgar todo el tiempo, ni

siquiera sabe, y es algo como

que en silencio toda la familia

acuerda, que él no sepa.

Pues porque mi papá es militar,

está lleno de muchos

prejuicios, muchos, muchos, o

sea, él me prohíbe ir al centro,

me prohíbe juntarme con gente

con tatuajes, con el pelo largo,

con todo.

él todo el tiempo por su

historia, y obviamente él ha



de Bogotá

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155

visto resto de cosas feas,

entonces él estuvo en el

levantamiento de muchos

cadáveres en muchas masacres,

estuvo, sí como en muchas

cosas que le hicieron ver como

el lado oscuro de la

humanidad, y a mí no me gusta

creer que las cosas son así.

él juzga mucho a la gente sin ni

siquiera conocerla sólo por su

apariencia física o por su

estrato social, o por la cantidad

de plata que tenga, sin conocer

en realidad qué es lo que es la

persona misma, y eso ya para

mí es, o sea como que eso ya

desencadena el resto de

diferencias que hay: que no

acepta lo que yo hago, que no

quiere que estudie Artes

Escénicas y me dice todo el

tiempo que me cambie a

Derecho como doble, porque

los artistas son unos

drogadictos, y no ganan plata,

entonces como que justo eso

desencadena un montón de

diferencias, pero, ahí hablando,

ahí hablando se van moviendo

los hilos y todo va



de Bogotá

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156

transformándose.

Eso fue una locura porque

además La Policia no te podía

decir que no, ese día estaba

permitido que tú fumaras,

entonces fue un encuentro

como de miles de personas en

el, por el planetario, en el

parque, y ahí púes, o sea, tú

veías de todo, ¡de todo! Veías

de todo, de todo, unos porros

gigantes, gigantes, no… y de

ahí durante la marcha en el

camino, todo el tiempo, y yo

bueno, voy a pasar

desapercibida porque qué tal

que mi papá vea algo,

EFECTOS

PERCIBIDOS

EN

Función cognitiva

De atención, no,

tampoco, yo atiendo a lo

que me interesa y

siempre ha sido así

entonces no creo. En el

momento de fumar yo

solo atiendo a una sola

cosa, y no pongo

cuidado a lo demás, así

sea una estupidez, una

silla una estrella o una

persona… Yo me

concentro mucho en una

No, yo a veces tengo

problemas para recordar

las cosas pero no por la

marihuana.

Mi salud, no creo que

afecte mi salud porque

no es algo muy

frecuente que yo fume,

pero si he visto en mis

amigos, que he visto su

proceso, pues que si

son más… lentos para

pensar, es diferente.

Como te digo, umm…

lo que siento… es que

es difícil, yo creo que

Las primeras veces que uno

fuma, digamos cuando yo

llegaba a mi casa era re

paranoica

Yo me divierto, sólo que me

divierto diferente, porque pues,

a nivel perceptual todo cambia.

Yo, siempre le pongo atención

a lo que le quiero poner

atención. Siempre.

Entonces como que el hecho de



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cosa.

Uy no sé nunca lo he

pensado, pues no sé yo

siempre he sido torpe

para cosas pero no sé, no

había pensado la verdad,

no me he puesto a

medirlo. En el momento

de fumar uno si es

mucho más lento,

muchísimo más lento.

es muy sensorial lo de

la marihuana, es una

sensación maximizada

de las cosas.

No, yo creo que la

memoria no la ha

afectado, pero si he

visto que con mis

amigos que fuman

más, si es algo que los

ha afectado.

Pues yo me concentro

en las cosas que me

interesan, yo creo que

aunque si hace daño la

marihuana, es cuando

el consumo es mucho.

No, tampoco ha

afectado mi motricidad

por lo que ya te he

dicho.

estar entrenando mi cuerpo

constantemente de pronto hace

que yo no pierda la motricidad

por ese tipo de sustancias o

cosas.

Tampoco. No afecta mi salud.

En últimas como que ni me

interesa porque puede ser, o

sea puede ser cualquiera la

respuesta, puede que sí influya,

puede que no haya influido en

mi experiencia, como en mi

cuerpo en cuestión a la

memoria, y a veces por eso

también pienso que no, que de

pronto no ha influido en nada y

ya.

fumo, y entonces digo, ¡ay esto

tiene que verse diferente! Se

tiene que ver más bonito,

entonces empiezo a ver no sé,

las cosas más verdes, el verde

más verde, el azul más azul,

como mucho más color, me

gusta mucho el color en la vida

Emocionales

Pues cuando empecé no

sentía nada, a medida

que era más frecuente el

Eeh...placer… pues así

placer placer que me dé

no. Que sea un gran

No sé, no he pensado

de los beneficios,

siento que es una

La sensación de placer… pues,

creo que no es tanto con el

tiempo sino con la experiencia



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consumo la sensación de

placer aumentaba de

forma exponencial, tal

cual, eso sí.

No, porque es que es

muy “chimba”, si uno no

le hace daño a nadie y

uno se siente bien

haciéndolo, ¿por qué va

a dejar? Pero en algún

momento le disminuiré,

no va a ser tan frecuente,

yo quiero llegar a vieja y

fumarnos un “porro” con

mi esposo cuando

encuentre alguien así.

Porque me siento bien

porque es como una

salida a todo, a la

universidad, a los

parciales, a los

problemas en casa…

como que por un

momento te olvidas de

que hay como tantos

problemas en el mundo,

por alejarse un

momentico de la

placer no.

Pues me coge bien, me

rio y hablo y bla bla bla,

y a veces me da por

simplemente, no sé,

como abstraerme.

No sé. Pues no para

disfrutar más el

momento. En ese

sentido no. Digamos, en

fiestas y eso, si, puede

ser que sí. Ahí si se dé

para que uno la pase

mejor si fumo.

Puede ser un medio

letargo, como el exceso

de tranquilidad. No

como caído sino como,

letárgico, tranquilo,

feliz.

De pronto uno disfruta

más las cosas.

forma de expresión, yo

practico teatro y otras

formas de expresión

corporal, y siempre

busco esos estados, de

expresión de

sensaciones diferentes,

y eso es algo es difícil,

pero, beneficios… no

sé, no lo pienso en esos

términos.

Pues yo fumo

marihuana porque yo

me siento bien, porque

encuentro un espacio

de expresión, de mí

mismo

y es muy sensorial esa

sensación de bienestar,

que es lo que yo

encuentro en los

espacios de expresión

corporal, el trabajo con

mi cuerpo, esa

sensación que es difícil

de describir.

misma. O sea con todo lo que

va alrededor, como en el

momento, entonces es

diferente el placer que yo

siento cuando fumo sola,

supongo… cuando fumo como

¡con mi novio! Cuando fumo

con un montón de amigos,

cuando fumo con mi mejor

amigo, como que… y de

también de dónde estemos, si

estamos aquí en el parque, si

estamos en una rumba, si

estamos, antes de entrar a

clase,

Creo que lo que más me gusta

sentir cuando fumo, o sea lo

que me gustaría poder sentir la

mayoría de las veces, es…

pero entonces cuando fumo,

como que intento hacer que se

maximice eso bonito que yo

veo



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realidad.

Soy feliz, uy no sé, así

sea momentáneamente

uno se siente bien

la experiencia no fue

nada placentera la

verdad, cuando probé el

LSD.

Es diferente escuchar

música a escucharla

sobrio.

no es la marihuana lo

que me de placer sino

los momentos, la

percepción, lo que pasa

en la situación.

Pero, no es porque

ahora sienta más o

menos placer después

del tiempo, sino que

como es tan variable.

Sistema de recompensa

– Biológicos

Sí, porque eleva las

emociones ¿no?

sensorialmente uno es

más activo, creo que uno

se siente más activo.

un “ploncito pa’

dormir”.

Con los que consumen

frecuentemente sí, nos

reímos muchísimo por

nada, es excelente.

Que uno se relaja eso es

lo más importante.

No necesariamente, a

veces, y se baja el estrés

de una, uno se siente

Yo puedo reirme mucho

con usted por cualquier

cosa, y si fumo va a ser

lo mismo riéndonos,

pero ahí está el efecto

de: nos vamos a reír

más, pero no implica

que me vaya a divertir

más. Simplemente,

tengo el efecto de:. Pero

no implica que por el

hecho de estar fumando

me divierta más estando

con alguien que estando

sobrio.

Cuando uno toma, y se

Si, lo he hecho pero

intento no hacerlo, y si,

uno se siente más

tranquilo, más relajado.

Pues si me da hambre,

me dan más ganas de

comer, sueño no, casi

no me da sueño, boca

seca si, sudoración no,

dependiendo de la

actividad que esté

haciendo pero no, y no,

nada más.

haciéndolo me daba cuenta que

igual todo seguía igual, puede

que yo me riera más, no sé,

Para disfrutar más… puede ser,

sí. Sí, pues.

Antes de empezar a fumar

regularmente, si yo tenía

hambre, no tenia apetito; y si

tenía apetito, no tenía hambre.

Entonces no me gustaba

comer, o sea, cuando tenía

ganas, mi cuerpo me decía no,

y cuando mi cuerpo me decía,

yo sentía como algo trancado

en la garganta y no quería



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relajado y deja de pensar

en esas cosas que le

tienen la cabeza a uno en

otra parte.

Sueño y hambre, ah los

ojos rojos, no, aparte

nada más. A mí si me da

mucha hambre después

de fumar.

Como que se amplifican

los sentidos sobretodo el

olfato, y me siento más

relajada, me siento feliz

siempre que fumo me

rio tanto y a veces es por

nada, uno a través de la

risa se desestresa, eso es

lo más “chimba” de

todo,

yo creo.

excede, uno no se siente

tan bien. Físicamente

uno sabe que no es tan

bueno para el cuerpo. Lo

mismo el cigarrillo, si

uno fuma mucho, al otro

día termina con la

garganta adolorida,

Jodida, tosiendo. Pero

con la marihuana no

pasa eso. Más allá de

que es un poco cansado,

no hay un efecto físico,

que duela algo, que esté

comer

pero, algo, de pronto si puede

ser un “beneficio” que me trajo

la marihuana fue, pues que sí

me dan más ganas de comer o

que la comida me sabe rico

me da mucho sueño o me da

mucha risa, o sea como que me

activo resto o me inhibo resto,



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mareado. No creo que

tenga un efecto en mi

salud.

Como euforia también,

muchas cosas que

parecen chistosas

pueden ser eufóricas.

Con hambre.

Relaciones

Interpersonales

Pues con alguna gente

que es escéptica al tema

tiende a dañarlas (las

relaciones) o no dejarme

conocer o vincularme

con esa persona porque

quizá tienda a juzgarme

por algo que ni siquiera

conoce, y con mis

cercanos no tiene ningún

efecto.

Después se va

reduciendo ese grupo

porque como que tú te

sientes más cómodo con

algunas personas, es

mejor estar con gente de

Si lo influye en cuanto a

que uno sabe quiénes

fuman y uno sabe

quiénes no. Cuando uno

va a hacer eso, sabe

quiénes son los amigos

de uno con los cuales

puede compartir eso, y

pues ya eso es, otra cosa

que uno comparte con

amigos. Es como si a

usted le gusta el futbol, a

mí también; es algo que

compartimos. Entonces

de ahí se puede construir

una relación social

diferente.

Pues no sé si… es

No yo creo que, con las

personas que fuman es

igual y con las

personas que no les

gusta pues tampoco

hay mucho problema…

No, yo creo que mis

relaciones se

mantienen como

estables.

No, eso no es por el

tiempo, yo creo que

son las situaciones

mismas, por ejemplo

porque comparto con

ciertas personas o

ciertos espacios…

No porque no lo hago

Como que mis relaciones eran

igual, con la gente que no

consume y demás… Ya en el

parche que consume, pues es

diferente

Mi mejor amiga murió hace un

mes, pero digamos que ella era

súper conservadora, entonces

el simple hecho de que ella

supiera que yo había probado

la marihuana para ella fue todo

un acontecimiento y casi me

mata, y se puso muy brava,

entonces yo sé que con ella

pues ni siquiera podía decirle

como, yo fumo, pues, seguido,

nada. Y pues en mi familia

mucho menos,

No me divierto más, pero… no



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mucha confianza.

relacionarme con los

demás. O sea, no cambia

la forma, simplemente.

O bueno si de pronto, si

uno está con un amigo, y

el está con un amigo que

uno no conoce y uno

fuma con esa persona de

pronto si afecta la forma

en la que uno, lo que

decía, siento una base

con la cual uno

comparte ese momento,

entonces hay cosas que

uno se acuerda,

graciosas.

Es diferente el tipo de

espacio que puede

reforzar una relación

social.

Mis formas de

relacionarme están

establecidas, esas no

cambian.

en esos momentos, y

no lo disfruto más,

como te digo no es por

el efecto en sí sino por

las personas y eso, que

lo disfruto.

sé es que es divertirse

diferente. Uno se divierte

diferente.

Entonces últimamente por

ejemplo, yo llego mucho a mi

casa, mi papá se jubiló hace

dos meses, entonces yo llego a

mi casa y él está allá, pues me

siento a hablar con él un resto,

con mi hermano también

intento hablar resto, con mi

mamá también… entonces,

como que sí hay desacuerdos,

sí hay cosas, y muchas

diferencias, muchas diferencias

(jaja), pero a nivel de

relaciones yo creo que uno

construye lo que quiera, y pues

yo lo que quiero construir es

muy bueno, entonces, por

ahora, justo en este momento

todo está muy bien.

No. Y pues, eso fue lo que dije

también cuando hablé de mi

familia y de… de que con ellos

todo es igual bien, entre

nosotros también es bien, como

entre los que fumamos, pues, sí

como bien. Porque yo sentía

que de pronto mi mejor amiga



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me iba a juzgar

caracterizaciÓn del consumo de sustancias psicoactivas

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