bienaventurados - septiembre 2012

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Año 9 | 84 | Septiembre 2012 Distribución gratuita Catedral de San Isidro - Sta. María de la Cabeza - La Ribera - Stella Maris www.catedraldesanisidro.org

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Revista mensual de la Catedral de San Isidro

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Año 9 | 84 | Septiembre 2012Distribución gratuita

Catedral de San Isidro - Sta. María de la Cabeza - La Ribera - Stella Mariswww.catedraldesanisidro.org

El año de la fe

Juegos Olímpicos

Despedida Pedrito

Injusticia social

¡¡¡Nos visita nuestro obispo!!!

¿Somos una familia parroquial?

Poner el cuerpo y el alma

STAFF

Contacto anunciantes o lectores:Florencia: 15 3010 [email protected]

Distribución gratuitaTirada: 5,000 ejemplares mensuales

Correo de Lectores:No duden en hacernos llegar: comentarios, textos, sugerencias y opiniones.

03 • Carta del Párroco

CoordinadoraFlorencia Tapia Gómez

CorrectoraSofí Costa

ColumnistaJocha Castro Videla

DiseñadoraMagui Alonso

ColumnistaNichi Gorchs

04 • Carta Mariano

05 • Columna Nichi 09 • En Comunidad

12 • Especial familia

15 • Avisos | info Catedral

06 • Jóvenes I

08 • Columna Jocha

INDICE

A nuevos tiempos, nueva escuela

10 • Jóvenes II

3BIENAVENTURADOS •

CARTA DEL PÁRROCO

Queridos amigos: El Papa invitó a toda la Iglesia a

celebrar un año de la fe, que comenzará

el mes próximo, en coincidencia con el

50º aniversario del comienzo del Concilio

Ecuménico Vaticano II celebrado entre

1962 y 1965, el acontecimiento eclesial

más importante del siglo XX.

1. El Vaticano IIUn concilio ecuménico es la reunión

de todos los obispos del mundo bajo la

presidencia del Papa. En él se tratan los

temas más significativos de nuestra fe. A lo

largo de toda la historia, sólo se celebraron

veintiún concilios.

El Vaticano II fue convocado en

1959 por Juan XXIII poco después de

asumir el pontificado. Después de algunos

años de preparación, él mismo presidió

las sesiones del primer año, pero murió

al año siguiente. Fue Pablo VI quien lo

continuó hasta su conclusión.

Al inaugurarlo, planteó una

pregunta: “Iglesia, ¿qué dices de ti

misma?”. De este modo, centró la

reflexión conciliar en torno a este tema,

que se plasmó en varios documentos.

Entre ellos, se destaca el que trata

precisamente sobre la Iglesia. Se llama

Lumen Gentium y la describe como el

Pueblo de Dios, al que pertenecen todos

los bautizados y en el que cada uno tiene

su propia misión, y todas esas misiones se

analizan detalladamente.

Como cuerpo creyente, se

relaciona con Dios, escucha su Palabra,

le rinde culto y eleva su oración (temas

desarrollados en los documentos

sobre la divina revelación y la

sagrada liturgia, llamados Dei Verbum y

Sacrosanctum Concilium).

Cumple su misión en este mundo

anunciando el Evangelio y dialogando con

todos los hombres y mujeres de buena

voluntad, descubriendo en cada hecho

positivo el misterioso obrar de Dios que

construye su Reino (esto es tratado en la

Constitución pastoral sobre la Iglesia en el

mundo actual, llamada Gaudium et Spes

y el Decreto Ad Gentes sobre la actividad

misionera de la Iglesia).

2. El año de la feHan pasado 50 años desde que el

Concilio concluyera. Para Dios y la Iglesia

no es mucho tiempo; pero, para nuestras

dimensiones humanas, sí lo es. Corremos el

riesgo de olvidar sus enseñanzas, de creer

que ya no tienen vigencia o que hace tiempo

que todo lo necesario se implementó.

El Papa nos invita a releer y estudiar

estos luminosos documentos inspirados

por Dios y que sólo en parte han sido

puestos en práctica.

Esta lectura y reflexión nos debe

llevar a la oración, rogando al Espíritu

Santo para que ilumine a la Iglesia, así

como a cada uno de sus miembros,

de modo que encontremos siempre

nuevos caminos para vivir y anunciar la

fe en el mundo actual, tarea a la que no

podemos renunciar.

Sin duda, esto se hará de

diferentes maneras en cada lugar del

mundo. A nosotros nos toca ver cómo

lo hacemos en San Isidro, parte de este

Gran Buenos Aires y en la Argentina

donde Dios nos ha colocado.

Esta reflexión y oración están

en consonancia con nuestra revisión

parroquial, que venimos realizando desde

hace un tiempo y que culminará con el

encuentro que tendremos con nuestro

obispo el próximo lunes 29 de octubre

de 20 a 22hs.

¡Que el Señor nos guíe para que

sepamos aprovechar este tiempo de gracia!

Hasta pronto,

Pedro Oeyen

El Papa nos invita a releer y estudiar

los luminosos documentos del

Concilio Vaticano II, inspirados

por Dios y que sólo en parte han sido

puestos en práctica.

El año de la fe

4 • BIENAVENTURADOS

Padre Cholo padrecholo.blogspot.com

COLUMNA PADRE MARIANO

Al escribir esta nota, están

finalizando los Juegos Olímpicos y,

como amante del deporte, me venían

a la mente varias imágenes que quería

compartir con ustedes.

En primer lugar, la ceremonia

inaugural. Me encontraba descansando

unos días así que pude verla en su

totalidad. Me llamaron la atención,

más allá de lo hermosa que fue, la alegria que se percibia y la diversidad de culturas. Y pensaba en qué bueno sería si

esto pudiésemos trasladarlo a

otros ambientes de nuestra

vida. Vivir la alegría

de lo que hago

–es decir mi

vocación– y

que eso se

contagie a otros;

y poder trabajar y

vivir en la diversidad. Uno veía

pasar banderas de diferentes

países, con ropas deportivas

distintas, o que respondían a

diferentes culturas y, más allá de

las diferencias, se sentía cercano a

ellos. Participaban deportistas de

diferentes lugares del mundo,

con diversas tradiciones,

costumbres, religiones, ideas;

sin embargo, se veía cómo el

deporte, en este caso, acercaba a los

distintos. ¡Qué lindo que pudiésemos

vivir esto en nuestra fe!

Todos sabemos, sin margen

para la discusión, lo importante

que es Jesús. Sin embargo,

muchas veces hay cosas que

pareciesen que nos unieran más que

Él. ¡Qué bueno sería que todos nos

sintiéramos partes de una misma Iglesia,

que aprendiéramos a vivir en la diversidad sin intentar imponerle

lo mío al otro, escuchando cuando es

necesario, cambiando mi modo de

pensar cuando la situación lo amerita o

dándole el tiempo que necesite al otro

para que pueda comprender mejor! Creo

que todos tenemos que aprender a mirar

más a Jesús. Mirar lo que nos une por encima de las cosas pequenas que nos dividen.

Contribuir entre todos a tomar

conciencia de la diversidad y mostrar el

mensaje de Jesús que nos invita a vivir

en tolerancia, respeto y paz.

En segundo lugar, el espíritu

de competencia que se invita a tener.

Recuerdo una frase de Pierre de

Coubertin (1863-1937) que decía “La

vida es simple porque la lucha es

simple. El buen luchador retrocede

pero no abandona. Se doblega pero

no renuncia. Si lo imposible se levanta

ante él, se desvía y va más lejos. Si le

falta el aliento, descansa y espera. Si es

puesto fuera de combate, anima a sus

hermanos con la palabra y su presencia.

Y cuando todo parece derrumbarse

ante él, la desesperación nunca le

afectará”. No sé si la vida es simple o

complicada o, como se suele decir, si la

complicamos nosotros; pero qué bueno

sería que, a ejemplo de este luchador,

busquemos los caminos. Retrocedamos

cuando sea necesario, busquemos

nuevas formas, seamos creativos,

pacientes y entregados. En el

fondo, sería esforzarnos por

aquello que vale la pena.

Cuando

vemos el esfuerzo

que hacen tantos

deportistas,

nos admiramos.

Aprendamos a

admirarnos por todas aquellas

personas que hacen tantos

esfuerzos diarios y sigamos

su ejemplo. Seamos luchadores de aquello

que valoramos y creemos. Y, como dice al

final, animémonos a alentar a los

demás. Era muy lindo ver a los

deportistas alentándose los unos

a los otros. Deseándose lo

mejor y consolándose cuando

el resultado no era el esperado.

¡Qué bueno es cuando uno sabe que

en la vida tiene a alguien a su

lado que lo alienta, lo valora,

lo quiere! Que le da un abrazo

cuando es necesario, o tiene una

palabra de consuelo para aliviar su dolor.

Como en este caso, si somos

humildes como Jesús nos enseña,

tenemos muchas cosas para aprender

del mundo –de los demás que nos

rodean– que, como dice el Evangelio,

si sabemos mirar con atención, nos

muestran el rostro de Jesús.

5BIENAVENTURADOS •

Imagínense un partido de tenis. Un

Grand Slam en el cual el jugador estrella debe

jugar contra… otros 30 jugadores. Cada uno

con su raqueta y una pelotita. Ahora, cambien

los protagonistas: una profesora y 30 alumnos.

De un tiempo a esta parte, reflexionan-

do sobre el trabajo de los docentes, se me

ocurrió esta comparación para poder describir

de qué se trata esta tarea –por muchos

subvalorada– que es pieza clave de la vida de

tantos profesionales, y de millones de chicos

en todo el país.

Observando la rutina –nada aburrida

por cierto– de profesores y maestros, no

puedo dejar de admirarme de la cantidad

de tareas que no sólo deben sino también

pueden hacer durante una jornada de trabajo.

Y no estoy hablando de muchísimas horas.

Tomemos como modelo a una persona que

da 4 horas diarias de clase. Cualquiera que

esté en una oficina de 9 a 18 hs puede pensar

que es una maravilla. Pero si nos detenemos a

mirar a esos docentes verdaderamente com-

prometidos con su tarea, dedicados a esto

no sólo como trabajo, sino fundamentalmente

por vocación, nos vamos a dar cuenta de

que en esas 4 horas (que nunca son 4) hacen

muchísimas más cosas que sólo “dar clase”.

Ser docente hoy significa lidiar con si-

tuaciones que van desde problemas de apren-

dizaje y disciplina, hasta todo aquello que

influye en la vida de los alumnos. Las familias,

los amigos, la situación del país… En cuatro

horas, uno pudo haber enseñado temas,

discutido notas, puesto sanciones, consolado

a una alumna que tuvo un problema con el

novio, dialogado con chicos cuyas familias

están enfrentando graves problemas econó-

micos. Pudo haber llamado a una casa y que

le contesten de buenas o malas maneras,

escuchado una historia terrible de abuso, de

consumo de drogas, de abandono. Y habien-

do escuchado, uno tiene que responder,

acompañar, aconsejar, respetar y, cuando

no, llorar y reír con los alumnos.

Los lugares de trabajo muchas veces

son difíciles también. Pizarrones rotos, ma-

teriales insuficientes. Sillas que no alcanzan.

Innumerables trámites para poder hacer un

paseo con los chicos. Mucho calor, mucho frío.

Sin embargo, cada tanto, para no ser

desesperanzados, en medio de una tarea

que se siente físicamente en contracturas y

afonías, algo le sucede a ese corazón entrega-

do, comprometido y lleno al 200% de tanta

vida compartida. Atravesando una entrega

de cuerpo y alma a la tarea de ayudar a otros

a agrandar un poquitito su mundo, vienen

las enormes/pequeñas recompensas que

renuevan las fuerzas y nos dicen “es por esto

que me gusta”.

Una mamá agradecida porque la única

materia que su hijo tiene aprobada es la tuya.

Un alumno que, ni bien te ve entrar, busca es-

cobillón y pala y limpia el aula para tu clase. Una

chica que odia tu materia pero dice que por lo

menos ahora entiende. Un dibujo, una sonrisa,

un beso, chocolates al regreso de un viaje, un

festejo de cumpleaños. Mil detalles que resigni-

fican todo, y confirman la opción que hicimos.

Esta nota nació pensando en los

docentes que trabajan en contextos desfavo-

rables. De una linda charla con el equipo de

Bienaventurados, llegué a la conclusión de

que, hoy, muchas cosas hacen que la tarea

sea casi siempre contra la corriente, sin nece-

sidad de clasificar demasiado los contextos.

Y, sin embargo, son los aspectos “favorables”

los que dan energía y ganas de elegirlo de

nuevo a pesar de cansancios y dudas. Por-

que es poniendo el cuerpo y el alma que

nos sentimos vivos. Porque en esa entrega

está nuestro mayor reto, pero también nuestra

mayor satisfacción.

COLUMNA NICHINichi Gorchs [email protected]

Poner el cuerpoy el alma

Atravesando una entrega de cuerpo y alma a la tarea de ayudar a otros a agrandar un poquitito su mundo, vienen las enormes/pequeñas recompensas que renuevan las fuerzas y nos dicen “es por esto que me gusta"

Ser docente hoy significa lidiar con situaciones que van desde problemas de aprendizaje y disciplina, hasta todo aquello que influye en la vida de los alumnos.

6 • BIENAVENTURADOS

Cuando me pongo a pensar en qué decir acerca de Pedro,

siento que no puedo hablar de otra cosa que no sea de la

amistad. Dicen que para enumerar a los amigos alcanzan los

dedos de la mano y él entra, sin duda, en mi lista personal. Es

que con él compartí muchas cosas de la vida y, entre ellas, a

Jesús.

Pero no quiero hablar de nuestra amistad personal, sino de la

amistad en sí; amistad que veo plasmada en su vida, de tal forma

que marca su modo de vivirla.

En Pedro puedo ver algunos defectos y muchísimas virtudes.

Pero una de las cosas más valiosas que veo en él es su

capacidad para discernir entre lo que realmente vale la pena en

la vida y lo que no. Esto lo lleva a poner a la amistad muy arriba

en la escala de valores, y es una de las cosas en que siempre

quise imitarlo, en su actitud de priorizar esto frente a muchas

otras cosas. Y lo hace usando como modelo a esa amistad tan

especial, la que tiene con Jesús, que riega indefectiblemente a

todas sus relaciones, y que hace que una compartida de mates o

cerveza tenga algo distinto.

Pedrito Busso

JÓVENES I

Cuando me pongo a pensar en

qué decir acerca de Pedro, siento

que no puedo hablar de otra cosa

que no sea de la amistad. Dicen

que para enumerar a los amigos

alcanzan los dedos de la mano

y él entra, sin duda, en mi lista

personal. Es que con él compartí

muchas cosas de la vida y, entre

ellas, a Jesús.

Pero no quiero hablar de nuestra

amistad personal, sino de la

amistad en sí; amistad que veo

plasmada en su vida, de tal forma

que marca su modo de vivirla.

En Pedro puedo ver algunos

defectos y muchísimas virtudes.

Pero una de las cosas más

valiosas

que veo

en él es su capacidad para

discernir entre lo que realmente

vale la pena en la vida y lo que

no. Esto lo lleva a poner a la

amistad muy arriba en la escala

de valores, y es una de las cosas

en que siempre quise imitarlo,

en su actitud de priorizar esto

frente a muchas otras cosas. Y

lo hace usando como modelo a esa amistad tan especial, la que tiene con Jesús, que riega indefectiblemente a todas sus relaciones, y que hace que una

compartida de mates o cerveza

tenga algo distinto.

Rulos, mate, rosario, su Biblia subra-

yada, algún que otro libro, birome y

su infaltable libreta. Cualquiera que

haya visto a Pedrito caminar por la

Catedral, o pasar por alguna reunión,

puede confirmar que

estos ocho elementos

siempre lo acompañan.

Pero no es todo esto lo

primero que surge cuan-

do pensamos en su paso

por la Catedral. Son sus

actitudes con todos los que com-

partimos un poquito de esto con él

las que dejaron huellas, y especial-

mente, sus ganas y su esfuerzo por

mejorar constantemente.

Fanático de las encuestas que

evalúan el trabajo en cada actividad

(aunque jamás se queda en la

etapa de evaluación) y de usar los

medios de comunicación para llevar a

Jesús a los demás. Siempre con ideas

nuevas e innovadoras, pero mante-

niéndose firme en las enseñanzas de

la Iglesia y, sobretodo, con los ojos y el corazón puestos en Jesús.El más seguro de lo

importante que son las

nuevas oportunidades y cuál es la

mejor manera para unirnos más como

comunidad de jóvenes. Siempre que-

riendo que, como Iglesia, apuntemos

a la santidad.

Malbrusa, fue un placer haber com-

partido con vos este camino en Jesús.

¡Gracias por tu esfuerzo y dedicación

en todo lo que hacés, por tus ganas

de sumar!

Algunos testimonios de quienes compartieron este camino con él.

Ine Noguer

Pedrito Busso

7BIENAVENTURADOS •

¿Qué decir de

Pedrito? La verdad

es que creo que es

un gran ejemplo de fe vivida y sentida. Tuve la

suerte de tenerlo como coordina-

dor de confirmación, donde tomó

la tarea de darnos a conocer un poco

lo que es elegir este camino y, gracias a

él, pude aprender bastante, no sólo con

sus palabras sino también con su ejemplo.

Una mezcla de sabiduría y humildad

siempre con una nota de alegría y, por

supuesto, con el mate en el medio. Simple

y profundo; hablando un poco, ya se nota

su forma

de vivir la

fe: haciendo mucha fuerza en la oración

y confiando plenamente en ella. Este

último tiempo, pude compartir más como

compañera y me quedé impresionada

porque estaba en todos lados pendien-

te y atento a que todo saliera bien, de

que todos estuvieran contentos. Es una

persona muy querida por todos los que

pudieron conocerlo y sé que se lo va a

extrañar muchísimo! Yo, desde mi lugar te

digo: Pedrongo, muchísimas gracias por

todo, sos una persona increíble y un gran

modelo a seguir.

A lo largo de estos dos años,

son muchos los valores y

las virtudes que Pedro fue

desplegando en su servicio a la

Catedral. Pero quiero remarcar

dos: su amor por la Iglesia,

buscando integrar y darle lugar

a todos, y su deseo de formarse

y de que, en la Catedral, se le

dé más lugar a la formación.

Gracias por todo tu servicio,

gracias por mostrarnos a Jesús

y por compartir

todo este tiempo

con nosotros.Cholo

Flor Macchiavello

8 • BIENAVENTURADOS

COLUMNA JOCHA

¿Alguna vez nos preguntamos el porqué de este orden social?, ¿por qué algunos tienen tanto y otros, tan poco o nada? ¿Cuál es el origen de la desigualdad y por qué o por quién se mantiene? ¿Por qué algunos, a pesar de trabajar mucho, son pobres y otros, a pesar de trabajar poco, son multimillonarios? ¿Se puede vivir de otra manera?

La Justicia Social es un tema que

atraviesa muchos aspectos: el económico, el

político, el cultural y el social. Son miles los

intelectuales que, desde diferentes posturas

e ideologías, han estudiando y abordado

este tema. Y nosotros, por el simple hecho

de pertenecer a la sociedad, tenemos una

responsabilidad social; pero también, por

creer en el Evangelio, nuestra responsabilidad

es aún mayor, porque nosotros ya nos hemos

comprometido con un estilo de vida: el de

Jesús, el Justo.

¿Cuál es nuestro concepto de Justicia

Social? El de Jesús, ni más ni menos. Esa

Justicia que brota del Amor, la Justicia del

Buen Samaritano, del Padre Misericordioso,

de aquel patrón que le pagó el mismo

sueldo a todos los jornaleros. La Justicia

que integraba a las mujeres, los presos, los

leprosos, las prostitutas y los pecadores.

Esta Justicia de Jesús que iba contra las

estructuras injustas y opresoras, que es la

violencia primera, cuyas víctimas siempre son

las mayorías pobres y vulnerables.

Y Jesús desafió esas estructuras con

su denuncia, con el hermoso e impactante

Sermón del Monte, “ustedes han oído

que se les ha dicho… pero yo les digo…”.

¡Claro! ¡Clarísimo! Pero qué difícil, enorme,

desafío el que nos propuso y nos propone

Jesús. Hoy no nos cuesta desafiar la Ley

del Talión, pero sí nos cuesta desafiar las

estructuras actuales, cómodas, de las cuales

somos beneficiarios y no víctimas. ¿Pero qué pasa con la pobreza?, ¿qué pasa con la

falta de oportunidades? ¡Esos males que están tan

insertos en nuestra sociedad,

naturalizados casi por completo!

¡Escándalo! ¡Ay de nosotros los católicos

que nos callamos frente a tales injusticias! Y

nuestra Iglesia muchas veces ha callado, pero

muchas otras no; y esa debería ser nuestra

fuente de vida y de consulta permanente.

La doctrina social comporta también

una tarea de denuncia, en presencia del

pecado: es el pecado de injusticia y de

violencia que, de diversos modos, afecta

a la sociedad y en ella toma cuerpo. Esta

denuncia se hace juicio y defensa de los

derechos ignorados y violados, especialmente

de los derechos de los pobres, de los

pequeños, de los débiles. Esta denuncia es

tanto más necesaria cuanto más se extienden

las injusticias y las violencias, que abarcan

categorías enteras de personas y amplias

áreas geográficas del mundo, y que dan lugar

a cuestiones sociales, es decir, a abusos y

desequilibrios que agitan las sociedades.

Gran parte de la enseñanza social de la Iglesia

es requerida y determinada por las grandes

cuestiones sociales, para las que quiere ser

una respuesta de justicia social.1

Jocha Castro Videla [email protected]

"Esta Justicia de Jesús que iba con-tra las estructuras

injustas y opresoras, que es la violencia

primera, cuyas vícti-mas siempre son las

mayorías pobres y vulnerables."

9BIENAVENTURADOS •

Y también nos dice el compendio que

el pecado de la injusticia es un pecado social,

eso significa que yo no puedo quedarme

cómodo ni conformarme porque obre con

justicia si hay hermanos y hermanas que

sufren a diario la injusticia y la opresión.

Mientras haya injusticia en el mundo, nosotros

los católicos no podemos considerarnos

satisfechos. El clamor de los oprimidos es la voz de Dios, la voz de ese Yahvé que envió a Moisés a liberar a su pueblo que gemía de dolor, y que nos llama a nosotros a ser nuevos Moiseses. No

podemos decirle a los pobres que tengan

esperanza, que el Reino de los Cielos es para

ellos, si no tienen agua corriente, no tienen

luz, tienen hambre, les llueve dentro de la

casa, pisan el barro todos los

días, son considerados

indignos, con menos

derechos. No,

debemos trabajar

incansablemente

contra toda forma

de injusticia,

buscando

instaurar el

Reino de los

Cielos hoy y aquí.

¡La solidaridad

no es suficiente, y el

asistencialismo

tampoco! Si bien puede ser necesaria y útil

en una primera instancia, deben ser el primer

paso a la Justicia Social, esa que tanto la

Doctrina Social como el mismo Jesús nos

dicen “a ustedes les han dicho….pero Yo les

digo…”, y que nos invitan a no naturalizar ninguna de estas tristes imágenes de nuestra realidad como país, continente y mundo, donde a algunos les sobra y a otros les falta.

Hacer justicia a los pobres, liberar a los

oprimidos, consolar a los afligidos, buscar

activamente un nuevo orden social, en el que

se ofrezcan soluciones adecuadas a la pobreza

material y se contrarresten más eficazmente

las fuerzas que obstaculizan los intentos de los

más débiles para liberarse de una condición de

miseria y de esclavitud… Cuando esto sucede,

el Reino de Dios se hace ya presente sobre

esta tierra, aun no perteneciendo a ella. En él

encontrarán, finalmente, el cumplimiento de las

promesas de los Profetas.2

Las palabras que acabamos de leer

de la Doctrina Social no son ni más ni menos

que la actualización del grito de Isaías, de

Jeremías, de Amós, de Jesús, de monseñor

Romero, monseñor Angelelli, y cientos de

laicos comprometidos, curitas y monjas que

se desviven caminando el barro para llegar a

cada corazón sufriente. Y por eso te pedimos

Yahvé, que nos des entrañas de misericordia

ante toda miseria humana; inspíranos el gesto

y la palabra oportuna para con la persona

sola o desamparada; ayúdanos a mostrarnos

disponibles ante quien se siente explotado

y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea un

recinto de amor y de verdad, de libertad, de

justicia, de perdón y de paz, para que todos

en ella encuentren un motivo para seguir

esperando. Que tu Iglesia, Señor, sea palabra y gesto de Justicia Social.

184 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. 20052325 Ibid.

Monseñor Angelelli Monseñor Romero

"Hacer justicia a los pobres, liberar a los oprimidos, consolar a los afligidos, buscar activamente un nuevo orden social"

10 • BIENAVENTURADOS

JÓVENES II

Algo extraño que hice: dejarme la

barba lo suficientemente larga como para

hacerle trenzas.

Edad actual: 22 años.

Una aventura: bicicleteada desde

Palermo (Norte de Salta) a Tucumán.

Un nuevo lugar: Coordinador General

de la Pastoral de Jóvenes.

Otras actividades hechas en la Catedral:

coordinador de

Confirmación, de

Caminar y del Curso de

Coordinadores; miembro de los grupos

misioneros Timoteo y Jeremías.

Una nueva oportunidad para: confiar más

en el otro y salir a su encuentro, aprender

a delegar más, a motivar y a encontrar el

sentido de cada cosa que hacemos.

Un objetivo para este ciclo: conocer cómo se

manejan los grupos, anclar la mirada

en Jesús y fortalecer los vínculos entre los

distintos grupos y agentes de la pastoral

de jóvenes.

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Car

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amen

te,

Tomas

Caride

A nuevos tiempos, nueva escuela

Si fuera… sería…:

Lo que haría si…:…Canción: So what (Miles Davis).…Profesión: Ingeniero.…Pitufo: Vanidoso.…Frase: “No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo”.…Mentira: “Este año sí me pongo las pilas”. …Accidente geográfico: Montaña.…Comida: Ñoquis.…Una pareja: Don Quijote y Sancho Panza.…Refrán: “Lo prometido es deuda”.…Un libro: Hombrevida (Chesterton). …Otra persona: Fiodor Dostoievsky.

…voy a una fiesta de gala y, mientras voy entrando, me caigo por las escaleras: me levanto como si nada y sigo caminando.…fuera peluquero y viene a atenderse conmigo alguien que no me banco: le trataría de dejar un agujerito en alguna parte que no se vea.…una bruja convierte la mitad de mi cuerpo en animal pero me deja elegir el animal: elegiría el león.

Tratándose de Carlitos, nos atrevimos a

poner la carta en vertical para que comiencen

a moverse. A girar la hoja nomás...

11BIENAVENTURADOS •

EN COMUNIDAD. Santa María de la Cabeza

En toda familia, siempre hay tiempo

para celebrar. Cumpleaños y aniversarios son

los que, cada año, nos hacen parar, evaluar el

camino recorrido y prepararnos para festejar la

vida que Dios nos regala.

Esto también sucede cuando se acerca

el día en que celebramos a Santa María de la

Cabeza, patrona de nuestra comunidad. Es

necesario que vivamos este período preparando

todo con mucho esmero para que ese día sea

una fiesta especial.

Este año tenemos un motivo de alegría

adicional ya que el día del festejo de nuestra

Santa, el domingo 30 de septiembre, nos

visitará nuestro obispo monseñor Oscar Ojea.

Como todo padre a quien le importan sus

hijos, quiere conocernos, saber quiénes

somos, qué hacemos y necesitamos.

Es un buen momento para

reflexionar sobre nuestro lugar en la

comunidad, sobre lo que desde nuestras

posibilidades y dones, podemos brindarle.

Preguntémonos: ¿qué me gustaría aportar a la comunidad?

Podemos participar en

actividades solidarias, preparar

a otros en algún sacramento,

integrar grupos de oración o

ser misioneros de manzana;

o bien en las celebraciones,

podemos guiar, leer una

lectura, cantar un salmo,

pasar la canasta, acercar

las ofrendas u ocuparse

de los cantos, entre

otras cosas.

Estas simples

acciones nos

hacen dejar nuestro rol de espectadores y brindan

a las celebraciones o actividades pastorales un

dinamismo y una riqueza que, de otro modo, no

se lograría. Obviamente, somos todos distintos

y no a todos nos gusta hacer lo mismo; tal vez

tengamos, o creamos tener, limitaciones. Dios

nos creó únicos e irrepetibles. Lo que nosotros no

hagamos, otro seguramente lo hará; pero siempre

de un modo distinto al nuestro.

Lo cierto es que, cuanto más

participativas son las celebraciones y

actividades, se viven con mayor alegría.

Lo poco que cada uno pone en común se

transforma de un modo único en algo mucho

mayor. Son los cinco panes y dos peces que,

en presencia de Jesús, pueden transformarse

en alimento para una multitud.

También es bueno que nos preguntemos: ¿qué recibimos de nuestra comunidad? O bien, ¿por qué venimos aquí?

Quizá sea por costumbre o porque nos

hace bien y no podemos dejar de venir. Tal vez,

porque queremos vivir con otros nuestra fe y

reconocemos en ella un lugar de pertenencia, o

por muchos motivos más.

Tratemos de descubrir y sepamos ver

siempre que Dios se hace presente a través del

otro, en una celebración compartida o en las

actividades de una comunidad.

La nuestra es pequeña, por eso el

clima que se genera después de cada misa

es particularmente lindo. Domingo a domingo,

nos vamos conociendo más y escuchándonos

desde lo profundo cuando ponemos en común

vivencias y necesidades.

Aprovechemos esta visita del obispo para

integrarnos, siempre atentos a las necesidades

de la diócesis a la que pertenecemos.

¡¡¡Nos visita nuestro obispo!!!

Santiago y Gabriela Ruiz Luque

¨(...) nos visitará nuestro obispo monseñor Oscar Ojea. Como todo padre a quien le importan sus hijos, quiere conocernos, saber quiénes somos, qué hacemos y necesitamos".

12 • BIENAVENTURADOS

ESPECIAL FAMILIA

13BIENAVENTURADOS •

Habitualmente, en septiembre iniciamos

la reflexión sobre algún tema familiar. Este año el

Consejo Pastoral pensó que sería bueno hablar

de la parroquia como una familia.Ambas son realidades imperfectas y

dinámicas, con sus tiempos de búsquedas,

replanteos y necesidad de cambios, proyectos

e ideales.

Aun cuando muchas de nuestras familias

están pasando por crisis y problemas, siguen

siendo el ámbito natural en el que nacemos,

aprendemos a relacionarnos con los demás,

encontramos apoyo y ayuda para no sentirnos

solos ante las dificultades de la vida.

Si las comparamos con la parroquia,

podemos preguntarnos:

A pesar de las imperfecciones de nuestra

comunidad, ¿me siento parte de ella?

¿En qué lo noto?

¿Qué recibimos? ¿Encontramos en ella

espacios de apoyo, ayuda, escucha y

espiritualidad?, ¿cuáles?

¿Me interesa conocer a otros y tratar de

formar con ellos una familia parroquial?

Cualquier familia es una comunidad

de personas que conviven. Lo ideal es que el

amor anime y dé sentido a esa convivencia.

Todos sabemos que no es fácil, requiere esfuerzos constantes y está condicionado por muchos factores.

Para hacerlo posible, entre otras cosas,

es necesario encontrar los aspectos en los que

somos complementarios y nos necesitamos

mutuamente. Reconocer que cada uno es

una persona, alguien creado por Dios con

características propias y con una dignidad

inviolable, nos lleva a valorarnos y respetarnos,

así como a valorar y respetar a los demás.

Lo mismo ocurre al descubrir los talentos,

riquezas y debilidades propias y ajenas. Esto

permite tratar de que cada uno logre su

plenitud humana.

Esto pasa también en la parroquia. San

Pablo dice que así como en el cuerpo todos los miembros son diferentes pero colaboran al bien común, así también

ocurre en la Iglesia (1Co 12).

A diferencia de la familia, el amor

que nos une no brota naturalmente de sus

integrantes, sino de Dios. Su amor es el que

nos hace superar los obstáculos que surgen

de las diversidades culturales, raciales,

sexuales, políticas, económicas, sociales, etc.

Sin ese amor que nos sana y plenifica, nunca

podríamos vivir, crecer y perfeccionarnos como

comunidad de personas.

Preguntémonos entonces:

¿Me siento valorado, respetado y tenido

en cuenta en la comunidad parroquial?,

¿por quién?

En ella, ¿valoro, respeto y les doy espacio

a los demás? ¿En qué lo veo?

¿Qué puedo aportarles? ¿En qué los

necesito para lograr mi plenitud?

¿Qué podemos hacer para que el amor

de Dios nos una más?

Uno de los objetivos de la familia es

tener hijos y educarlos – hermosa y compleja

tarea. También la familia parroquial está llamada

a participar en el amor creador de Dios. No

ya para transmitir la vida humana, sino la

sobrenatural que nace de la fe y del bautismo.

La fecundidad de una comunidad

se puede medir por su preocupación por

evangelizar, es decir, por llevar a todos la Palabra de Dios que despierta la fe.

Sin embargo, su misión no se agota en

el bautismo, sino que se amplía y enriquece

al acompañar el crecimiento de la vida moral,

espiritual y sobrenatural de sus miembros.

14 • BIENAVENTURADOS

Preguntémonos:

¿De qué modo me preocupo por transmitir la fe?¿Me uno con otros para realizar acciones

evangelizadoras?, ¿cómo podría hacerlo

mejor o más a menudo?

¿Me preocupo por crecer en la fe y vivir

de acuerdo a los valores del Evangelio?,

¿en qué puedo notarlo?

¿Acompaño a los demás en sus deseos

de hacerlo?, ¿cómo?

No vivimos en un país perfecto, hay

muchas cosas que nos duelen y otras que nos

alegran o enorgullecen.

Toda familia vive en un país y en una

sociedad concreta con la que está relacionada.

Sufre por lo que anda mal y se beneficia con

sus avances o logros, influye en ella al elegir a

las autoridades, cumplir con sus obligaciones

ciudadanas y educar a sus hijos.

También la familia parroquial posee

vínculos vitales y orgánicos con la sociedad y no

debe encerrarse en sí misma, sino asumir su función social.

Si entre nosotros fomentamos el clima

de respeto, justicia, diálogo y amor, sin duda

vamos a favorecer que estas virtudes se instalen

en otros ámbitos de nuestra sociedad.

Preguntémonos:

¿Me preocupo por las cosas que pasan

en nuestro país?, ¿de qué modo?

Jesús nos dice que somos la luz del

mundo, ¿qué hacemos como cristianos y laicos para que haya más respeto, justicia, diálogo y amor en nuestra sociedad?

¿Los laicos deberíamos tener un mayor

compromiso e influir más en ella?, ¿de

qué manera?

¿La parroquia nos puede ayudar a

hacerlo?, ¿cómo?

Como miembro de la familia

parroquial, ¿puedo hacer algo para crecer en solidaridad y ayudar más a los más pobres?, ¿qué?

Por más de que existan dificultades

de aceptación y convivencia, todas las

familias tienen vínculos con otras por

vecindad, por enviar sus hijos al mismo

colegio o ir al mismo club.

También nuestra comunidad

es parte de una Iglesia que, con sus luces y sombras, excede los límites parroquiales. Nuestra

participación en ella nos vincula

a las demás, a la diócesis y a la

Iglesia universal.

Preguntémonos:

¿Me interesa unirme con otras comunidades y

participar en la vida de

la Iglesia diocesana y

universal?, ¿por qué?

¿Qué podemos hacer

en nuestra parroquia

para estar más

relacionados con

las demás, con

nuestro obispo y

con el Papa?

ESPECIAL FAMILIA

15BIENAVENTURADOS •

CAPILLAS

Párroco: Pedro Oeyen

Vicarios Parroquiales:P. Francisco GamboaP. Mariano CaraccioloP. Hugo Álvarez

Diáconos Permanentes:Wenceslao Gómez CarideJosé Hamed

Secretaría Parroquial:8:30 a 12hs y de 16 a 20hsAdrián Beccar Varela 530Tel. 4743 0291/ 4990

Caritas:Atiende en Anchorena 469

Confesiones:Diarias: Media hora antes de la misa de 19hsDominicales: Media hora antes de cada misa

Horarios de misa:Lunes a Viernes: 8, 10 y 19hsSábados y Feriados: 10 y 19hsDom.: 10, 12:30, 19 y 20:30hs

Ntra. Señora de la Ribera

Santa María de la Cabeza

Stella Maris

El Cano 172, AcassusoTel. 4742 7198

33 Orientales 1301, Beccar

España 1016, Beccar

Horarios de Misa:Sábado 19hsDomingo 19:30hsHorarios de Secretaría:Jueves 15 a17hsSábados 17 a 19hs

Horario de Misa:Domingo 11hs

Horarios de Misa:Sábado 19:00hs de niñosDomingo 11:30hs

AVISOS

Preparemos nuestro encuentro parroquial con el Obispo

El mejor modo de ponernos en clima será que cada uno se pregunte:• ¿Qué recibo de la comunidad parroquial?• ¿Qué me gustaría aportarle?

Para preparar el encuentro, nos interesa y enriquece tu aporte; por favor, acercalo

cuanto antes a la Catedral.

Junto a él, compartiremos la reflexión sobre “¿QUÉ IGLESIA QUEREMOS?”

Mons. Oscar Ojea nos acompañará el lunes 29 de octubre de 20 a 22hs. ¡Te esperamos!