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28 2 de septiembre de 2016 ASISTENCIA SOCIAL Amparo, no sin angustias En el país existen una política, mecanismos, estructuras y normativas que demuestran la voluntad y el compromiso del Estado de proteger a la población mÆs vulnerable. Sin embargo, en la implementación de lo aprobado aparecen lagunas y contradicciones que, segœn testimonios, tienen entre sus causas la aplicación mecÆnica de lo establecido y excesivas demoras en trÆmites Por DELIA REYES GARC˝A Fotos: JORGE LUIS S`NCHEZ RIVERA

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28 2 de septiembre de 2016

ASISTENCIA SOCIAL

Amparo, no sin angustias

En el país existenuna política,mecanismos,estructurasy normativasque demuestranla voluntady el compromisodel Estadode protegera la poblaciónmás vulnerable.Sin embargo,en la implementaciónde lo aprobadoaparecen lagunasy contradiccionesque, segúntestimonios, tienenentre sus causasla aplicaciónmecánicade lo establecidoy excesivas demorasen trámites

Por DELIA REYES GARCÍAFotos: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA

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A la pequeña Anabel CamejoPaumier le fascina cantar.�Cuando sea grande, seré una

artista famosa�, dice, mientras con elmicrófono de juguete en las manos,pasea oronda por la salita de su casa.Yanelkis, su mamá, la observa conternura y comenta que ella es muyvigorosa, aunque padece, desde elnacimiento, de epidermólisis bullosa,enfermedad más conocida como Pielde mariposa. El cuerpo se le llena deforúnculos, que le provocan muchaardentía.

Los médicos prescribieron prote-gerla de las altas temperaturas en elguantanamero municipio de Imías,donde reside la niña de cuatro años.La familia se las agenció para adquirirun aire acondicionado, pero el salariodel padre, único sostén de la casa, noalcanzaba para pagar las facturasmensuales del consumo eléctrico. Portal motivo, las autoridades aprobaronuna ayuda monetaria de 490 pesosmensuales.

En el país, como esta familia, otras112 642 se benefician de las distintasprestaciones que establece la Ley No.105 de la Seguridad Social, aprobadapor la Asamblea Nacional del PoderPopular y puesta en vigor desde supublicación en la Gaceta Oficial Ex-traordinaria del 22 de enero de 2009.

También forman parte del marcoregulatorio de la actividad, el DecretoNo. 283, Reglamento de la Ley deSeguridad Social, del Consejo deMinistros, publicado el 24 de abril de2009, y los Procedimientos para elotorgamiento, ejecución, control yrevisión de las prestaciones de laasistencia social.

Para cubrir los gastos que conlle-van estas protecciones, en 2016 elGobierno aprobó un presupuesto de318 603 225 pesos.

Chequeras perdidas

Yanelis Fernández Arias, vive enCarretera de Holguín, Pasaje K, Con-sejo Popular Rosa la Bayamesa, pro-vincia de Granma. Su hijo Joan, de 17años, sufre de parálisis cerebral infantil,con trastornos motores. �Desde que elniño nació tenía una ayuda de 80 pesos,pero me la quitaron cuando cumplió11. Dijeron que era porque había salidouna ley nueva y tenían que disminuirla cantidad de chequeras. Ya han pasadoseis años y en todo este tiempo seolvidaron de nosotros. Nunca he podidotrabajar porque debo cuidarlo. Tengo

también otro niño de 11 meses y elsueldo de 275 pesos de mi esposo noalcanza, por mucho que se estire�,comenta visiblemente contrariada,mientras mueve la raída silla de rue-das de Joan hacia la entrada de la casa.

Para su vecina, la sexagenariaDelsa Martí Díaz, el sobrino que acunó,con solo un mes de nacido, es algo muyimportante en su vida. �Lo he criadocon mucho sacrificio, porque Adriántiene parálisis cerebral infantil conafectaciones en los miembros infe-riores y además es epiléptico. Nuncaconoció al padre y mi hermana teníaserios problemas psiquiátricos.

�Cuando el niño tenía cuatro años,tuve que dejar de trabajar y me acogía la ley de la asistencia social quebeneficiaba a las madres cuidadoras.Me pagaban el mismo salario quedevengaba, 200 pesos. Pero mesesdespués de que salió la Ley 105, meretiraron la chequera. EntoncesAdrián tenía 17 años y ya cumplió 24.

�Tengo otros hijos adultos, que yaformaron sus propias familias, conmiles de problemas arriba. Hemossobrevivido solo con el salario de miesposo�, refiere Delsa, quien agregaque padece �muchos achaques�, ar-trosis generalizada y cardiopatía.

Sobre la situación de casos comoestos, a los que se les retiraron lasprestaciones luego de ponerse en vigorlas mencionadas normativas en 2009,Angiola Morales Pompa, subdirectorade Prevención, Asistencia y TrabajoSocial en Granma, asegura descono-cerlos, en tanto �solo llevo tres añosen este puesto de trabajo; esas situa-ciones pueden quedar pendientestodavía, pero en la medida que vanidentificándose, las atendemos, acor-de con lo establecido y la situaciónque tenga la familia�.

En Las Tunas pueden oírse tambiénhistorias como la de Martha LeyvaRamírez. Cuenta que en 1961 se sumó ala Campaña Nacional de Alfabetiza-ción; y se hizo maestra, pero abandonóel magisterio por enfermedad en lascuerdas vocales y epilepsia.

Después trabajó por contrata variosaños en un centro de elaboración dePuerto Padre, el sector campesinode Maniabón y la Asociación Nacionalde Agricultores Pequeños del muni-cipio de Jesús Menéndez. �Pero teníaa mi madre postrada, con fractura decadera y tuve que ir a vivir con ella.

�Entonces fui a la dirección deTrabajo, solicité ayuda de la asistencia

social porque no tenía cómo cuidarla.En 2005 me aprobaron por ella unachequera de 147 pesos, pero al moriren 2011, la retiraron. Me explicaronque esa prestación era temporal.

�Estuve solicitando una propia,porque estaba también necesitada.Volví a la dirección municipal deTrabajo en Puerto Padre, y nada. Luegocorrí detrás del trabajador social paraque tramitara una vez más el caso,pero daba mil excusas, sin soluciones.Estaba desesperada. Por eso fui a vera la presidenta del Gobierno en PuertoPadre y a los tres días me la entre-garon de nuevo.

�Pero a la compañera la promo-vieron como vicepresidenta de laAsamblea Provincial del Poder Po-pular, y entonces, me la volvierona quitar. De eso ya han pasado unostres años. He ido varias veces a laoficina de Trabajo en Puerto Padre,pero me han peloteado�, concluye laseptuagenaria.

A los ancianos Luis Manuel SilvaRodríguez, Germán Reyes Góngora,Elvia Labrada Díaz, Isabel GarcíaCarralero, de Maniabón, Puerto Padre,también les fue extinguida la ayuda.

De esas angustias no conoce JorgeCéspedes Pérez, subdirector provin-cial de Prevención, Asistencia y Tra-bajo Social allí. Explica que después desalir la Ley 105 �hubo un recorte en lacantidad de quienes recibían presta-ciones, porque la normativa establecióque si tenían familiares obligados:ascendientes, o descendientes (padre,

Anabel y su madre Yanelkis, unode los 112 642 núcleos familiaresbeneficiados en el país.

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madre, hijo, hermano), y cónyuge, nopodían recibir ese apoyo�.

Igual sucedió en Pinar del Río,donde se redujeron drásticamente losbeneficiados. Así lo reconoce MiosotisAlonso Prieto, subdirectora provincialde Trabajo. �Llevo cinco años en estepuesto, no tengo la vivencia de añosanteriores, pero sí de lo que heredé.

�Pinar del Río llegó a tener alre-dedor de 35 millones de pesos paracubrir las prestaciones de la asisten-cia social. Esa cifra se redujo a menosde la mitad, aunque desde 2014 se haincrementado gradualmente, condinero destinado también a la entregade recursos para los casos socialescríticos.

�Mi criterio es que ese proceso fuehecho desde un buró. El país orientórevisar, no extinguir las prestaciones.Entonces cogieron el expediente,vieron que en ese núcleo las personastenían familiares obligados, y paraafuera. Se tomaron decisiones erró-neas. Por eso digo que se trata de laactuación humana, y no propiamentede la legislación. Porque al final, lanormativa da posibilidades.

�Siempre que se tengan los docu-mentos probatorios y estén bien jus-tificadas las causas, nadie podrácuestionar un solo caso�, resume lalicenciada en Educación Especial.

Según datos de la Oficina Nacionalde Estadísticas, y también de acuerdo

con la información ofrecida a estarevista por Yoe Majin HernándezPadilla, director de Prevención, Asis-tencia y Trabajo Social del Ministeriode Trabajo y Seguridad Social (MTSS),de 2005 a 2016 decreció la cantidad depersonas beneficiadas en 358 848 (un33.9 por ciento), mientras los núcleosfamiliares disminuyeron en 188 404(37.4 por ciento).

Si tal disminución fue debido aque las condiciones de las familiasevolucionaron para bien, cómo esposible que en la pesquisa realizadapor BOHEMIA en cinco provinciasdel país salieran a relucir tantasinsatisfacciones entre personas quehan visto empeorar su situación.

Obligados a qué

En el barrio pinareño El avioncito,donde la urbanización brilla por suausencia, se encuentra la morada deÁngel María Blanco García, precariaen grado sumo. El anciano tiene 96años y mal sobrevive con una pensiónpor jubilación de 200 pesos, junto a suhija Lázara, de 52 años, con síndromede Down.

�Nosotros estamos en el últimoestado de necesidades. Ella teníauna chequera de 180 pesos, perohace cuatro años se la quitaron. Nosdijeron que era porque yo tengo máshijos y la decisión venía de �arriba��,recuerda el padre.

Merlys Gort López, trabajadorasocial, una de las encargadas deatender este consejo popular, explica:�Al tener el núcleo familiar una en-trada económica y familiares obliga-dos a prestar ayuda como hijos y her-manos, se le retiró la prestación. Nose consideraron las condiciones difí-ciles de esta familia�.

Aunque la joven afirma que seconfeccionó un nuevo expediente delcaso para elevarlo a la provincia y alministerio, cabe la pregunta: ante unasituación tan frágil, por qué cuatroaños de espera.

Miosotis Alonso Prieto señala queno siempre los familiares obligadosestán en condiciones de prestar ayuda.O no quieren, aun cuando puedenhacerlo. �En cada caso buscamoshasta el mínimo detalle, en el grupode prevención de la provincia tambiénparticipan Fiscalía, Tribunales, PNR.En algunos momentos hemos hechoactas de advertencia a los hijos. Algu-nos cuestionan por qué tienen queocuparse de un padre, por ejemplo, quenunca hizo nada por ellos, o fue unalcohólico, o abandonó a la madre.

�También están los casos dehermanos que son todos adultosmayores, y si uno tiene 70 años, el otrotiene 73, ¿en qué condiciones estánpara ayudarse? Hay municipios queaplican la normativa sin considerarcuestiones como esa�.

Muchas veces, por lo visto, cae enel plano de la subjetividad calcularla solvencia, las posibilidades eco-

Desde su silla de ruedas, Joan escuchaa su mamá narrar las vicisitudes familiaresdesde que le suprimieron la chequera.

En el país el presupuesto aprobado paracubrir todas las prestaciones supera los 318millones de pesos. María Félix es unade las beneficiadas con una prestaciónexcepcional por su bebita Jenifer.

Ángel María Blanco García y su hija Lázaraesperan la ayuda de la asistencia social.

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nómicas de una familia. Para ElvisQuintana Moya, subdirector de Pre-vención, Asistencia y Trabajo Socialen Villa Clara, �lo más importantees identificar los estados de nece-sidad, es decir, ingresos menosgastos�. No obstante, reconoce, noexiste un valor medio, aprobado enel país, para entregar cualquiera delas prestaciones de la asistenciasocial.

La investigación socio-económicaque hace el trabajador social se com-plejiza, pues para comprobar si losfamiliares del posible asistenciadopueden o no prestar ayuda �segúnla legislación� tendría que calcularingresos menos gastos de los núcleosdonde conviven esos parientes alle-gados, con el riesgo de nunca acabar.

Cuantías en aprietos

�Cubrir todas las necesidades bási-cas con una chequera de 147 pesos esmuy duro, porque hay que pagaralimentación, medicamentos, agua,electricidad, efectos electrodomés-ticos�, sostiene con lucidez, pese a sus83 años, Noalda Colombié Martínez,vecina de Pinto 603, entre Carlos Ma-nuel y Beneficencia, Guantánamo.

Más agobiada aún está, en LasTunas, Leopoldina Torres Cruz, quiencuida desde hace tiempo a su her-mano discapacitado y con problemasde diabetes. Él recibe una chequerade 147 pesos que no alcanza ni paracomer. �He tenido que lavar, limpiarcasas, desyerbar los patios de otraspersonas y esperar que paguen lo quepuedan. Pero ya no tengo fuerzas paraseguir� Me estoy poniendo vieja ytengo inflamación en la vejiga. ¿Porqué no se ven estas cosas?�, cuestionala septuagenaria.

No solo quienes reciben estas pres-taciones expresan quejas u opinio-nes. En las provincias visitadas, lossubdirectores de esta esfera coin-cidieron en que las cuantías ameri-tan una reevaluación.

�Todos los días chocamos con lagente más necesitada de este pueblo.Cuando les explicas los montos quepueden recibir, no entienden. Porqueni siquiera para alimentarse alcanza�,refiere el directivo villaclareño Quin-tana Moya.

La subdirectora de Trabajo deGranma, Angiola Morales Pompa,agrega nuevos elementos. A los bene-ficiarios se les pueden otorgar otrasprestaciones y servicios, además de lachequera, para mejorarles la calidadde vida. �Por ejemplo, recibir unaayuda de 45 pesos para alimentarse enlos comedores comunitarios, así comorecursos básicos del hogar: exone-rarles del pago de medicamentos sipadecen de alguna enfermedad opagarles las transportaciones porquerequieren atención médica en otrasprovincias. Pero a decir verdad estoscasos son los menos�, enfatiza.

Las asignaciones previstas nosiempre tienen una explicación razo-nable. Una persona sola recibe 147pesos, mientras que a cinco, o más, lescorresponden 190. Es decir, que mien-tras más integrantes tiene el núcleofamiliar, menor es el per cápita.

Acerca de cómo se calculan esascuantías, el directivo del MTSS, Her-nández Padilla reconoce: �Si le digo,miento. Imagino que el cálculo res-pondió a los recursos financieros delpaís entonces�.

En Pinar del Río, Miosotis AlonsoPrieto, hace la propuesta de estableceruna nueva escala, a partir del salario

mínimo del país, para las prestacio-nes monetarias temporales de laasistencia social.

Dudas permisibles

Según el manual de procedimientosaprobado luego de la puesta en vi-gor de la Ley 105, las madres cui-dadoras, vinculadas laboralmenteen el momento del nacimiento del hijoo cuando este adquirió la discapaci-dad �reciben una prestación mone-taria temporal de la asistencia socialequivalente a su último salario de-vengado�.

Sin embargo, en Villa Clara,Guantánamo, Granma, Las Tunas yPinar del Río, según los funcionariosentrevistados, todas las prestacionesmonetarias aprobadas para esasmadres han recibido las mismascuantías que el resto de los asis-tenciados.

¿Por qué no se cumple lo legislado?A esa pregunta, Hernández Padillaresponde: �Tengo entendido que a lasmadres cuidadoras aprobadas antesde la Ley 105 se les sigue pagandoel salario que devengaban, pero a lasque se incorporaron después, solo seles aprueba una prestación moneta-ria entre 147 y 190 pesos. Tenemos querevisar bien todo eso�.

A muchos kilómetros del MTSS,la historia de la guantanamera Ger-trudis Córdova Romero, madre deun hijo postrado hace 24 años, esharto elocuente. Ella sigue reci-biendo el salario que tenía antes dedejar de trabajar, pero aprecia quela sensibilidad que requieren estos

Noalda ColombiéMartínez

se siente másaliviadaporque

el consumoeléctrico

disminuyódespués

de recibirla cocina por

inducción.Yamira Carmona Cuba tiene esperanza

en que esta vez sí le aprueben el serviciode asistente social a domicilio.

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casos debe ser mayor. Por eso dice:�Hay que ponerse en la piel de noso-tras; con la desgracia que tenemos,es para sufrir toda la vida y más�.

Otra coterránea, María FélixCuenca Rivera, junto a su pequeñaJenifer, de cinco años, postrada poruna discapacidad, refiere: �Eraenfermera del hospital provincial.Antes las madres trabajadoras, conobligaciones de cuidar del hijo o dealgún otro familiar discapacitado,podían recibir el salario completo.Nosotros no tuvimos esa ventaja. Loque me pagan no alcanza ni paracomprar los culeros desechables delmes. No dejé el trabajo por placer. Megustaba mucho mi profesión, pero¿cómo cuidar de mi bebé?�.

Pregunta de difícil respuesta, co-mo parecen ser también la de porqué las demoras en las respuestas o

la de quienes no entienden que lasprestaciones monetarias excep-cionales �con montos superiores a losde la escala�, sean decididas sola-mente en el consejo de direccióndel MTSS.

Denegados

Un accidente cambió completamentela vida de Yamira Carmona Cuba,cuando apenas tenía 13 años. Desdeentonces, la pinareña solo puedemoverse en un sillón de ruedas. Perosus ganas de vivir son infinitas, cum-plió los 38 y siempre está buscandonuevos proyectos que realizar comoorganizadora de la Asociación Cubanade Limitados Físico Motores (Aclifim)en la provincia.

Conociendo la situación de enfer-medad de los otros miembros delnúcleo familiar de Yamira, la direc-ción provincial de Trabajo elevó alministerio el expediente de la jovensolicitando la aprobación excepcionaldel servicio de asistente social adomicilio en 2014.

�Expusimos todos los argumentosdel caso, pero fue denegado. Hoy lovolvimos a subir. Con muchas másrazones y evidencias, a ver si porcansancio, lo aprueban�, explica Mio-sotis Alonso Prieto.

Otra respuesta diferente recibióel villaclareño Eduardo RodríguezRomero, a quien sí le aprobaron en elMTSS una prestación excepcionalde 235 pesos por su hija Mileidy, encondiciones de salud muy críticas,aunque él recibía una jubilación de270 pesos.

La cantidad de expedientes apro-bados o denegados en el ministerio

es otro dato que tampoco domina elDirector de Prevención, Asistencia yTrabajo Social del MTSS.

Algo que incide en la aprobaciónde las excepcionalidades son lostérminos de tiempo fijados, puesmientras los municipios y las pro-vincias disponen de unos 15 díashábiles para tramitarlas, en los pro-cedimientos no se indica de cuántodispone el ministerio, coinciden enseñalar las funcionarias entrevista-das Angiola Morales Pompa y MiosotisAlonso Prieto.

En cuanto a los trámites, FidelGordo Escobar, director provincial deTrabajo y Seguridad Social en LasTunas, señala: �Buscando mayor con-trol en las aprobaciones, el mecanismose burocratizó más y eso crea muchodisgusto en los propios asistenciados.En mi oficina casi ni se puede caminarpor los bultos de expedientes trami-tándose para un lado u otro, con el ob-jetivo de no incumplir los términos.Hay muchos escalones que pudieraneliminarse�, afirma.

La vivienda clama

Como si fueran pocas las penas de latunera Martha Leyva Ramírez, unciclón le tumbó la casa. Solo le entre-garon dos libras de clavos para re-cuperar, con trozos de madera y de te-jas, un pequeño rancho. Las autoridadesle han prometido, que si materiales paravolver a construirla, que si un apar-tamento, pero al final, nada. Intentópedir subsidio para reconstruirla poresfuerzo propio, pero �dijeron queno tenía derecho�, según explica.

Ni Eduardo Rodríguez Ramos enVilla Clara, ni Noalda Colombié Mar-tínez, en Guantánamo, sabían, a estasalturas, que podían solicitar sub-sidio gratuito para reparar sus vi-viendas. Otros casos, ya citados,tampoco han podido recibir esa ayu-da. En la mayoría, la vivienda de lasfamilias que visitamos presentabaun pésimo estado constructivo. Estoindica la necesidad de una mayoratención de los trabajadores socialesque deben ocuparse de esas personasy orientarlas.

Según Yoe Majin Hernández Pa-dilla, ser atendidos por la asistenciasocial no le confiere prioridad a nadiepara recibir o no un subsidio; puedeser que el núcleo familiar tenga unasituación crítica, pero eso no signi-fica que reciba prestaciones. O a lainversa, indica.

En Pinar del Ríose benefician

7 164 personas,pero la cifrapudiera ser

superior, diceMiosotis Alonso

Prieto,subdirectora

de Trabajo.

Delsa Martí Díaz es uno de los casospendientes de revisión.

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E L reloj está a punto de marcar las 12 del mediodía. Con sus pozuelos en las jabas, aguardan los comen-

sales del Centro de Elaboración Vi-gía, en el consejo popular Escambray,de Villa Clara. El servicio debió co-menzar a las 11 pero, casualmente, seretrasó.

Algunos ancianos manifiestan in-conformidad, en voz muy baja, casicon temor. Además de la tardanza,subieron los precios de los ali-mentos y están obligados a consu-mir el peso completo; si quieren soloarroz y potaje, o nada más el platofuerte, no pueden.

El administrador, Armando Ra-mírez González explica que el in-cremento del precio es una indi-cación de la dirección de Comercioen la provincia. Para demostrarlo,busca la lista aprobada, firmada yacuñada por esa entidad. De por quése impone a los abuelos comprar loque no quieren, no dice una solapalabra.

Ángel E. Estrada Benítez y RocíoRamos López, trabajadores socialesque atienden ese Sistema de Atención

Arreglar el paso a la vejezCada vez son más los adultos mayores que requieren prestacionesmonetarias para la alimentación

No siempre juega el menú con lo queel país entrega para beneficiara las personas necesitadas.

En el Centro de Elaboración Vigía, de Villa Clara, además de demorar el servicio y variarprecios, no les ponen a los comensales los ventiladores, ni la TV.

a la Familia (SAF), se enteran por elequipo de BOHEMIA de lo que allísucede.

Mientras en Villa Clara aquellosancianos de la Vigía esperan por unasolución a sus cuitas, otras son laspreocupaciones de quienes acudenal Centro de Elaboración La Pelota,de Pinar del Río. Gregorio MartínezQuintana, de 79 años, padece de unaúlcera en la pierna. En esas condi-ciones camina diariamente más dedos kilómetros para almorzar. En lastardes, ya no puede hacer lo mismo.

�No es justo�, valora Sergio AntonioPérez, uno de los ancianos asiduosal establecimiento. �Desde que seabrieron estos comedores podíamosllevar de una vez el almuerzo y lacomida. Hace unos meses ya no esasí. Por eso muchas veces cogemos elalmuerzo, lo guardamos para la tar-de, y al mediodía comemos un pan conlo que se pueda. Yo vivo relativamentecerca, a más de un kilómetro, perootros no�, sostiene.

Ana María Martínez García, ad-ministradora en funciones del SAF,conoce bien del descontento de loscomensales. �Tenemos 78 personasque atender, casi todos protegi-dos por la asistencia social. Pero ahoramismo estamos viviendo un conflicto,porque piden que se les entregue almediodía el almuerzo y la comida, peroeso lo prohibieron�, explica.

A Miosotis Alonso Prieto, subdi-rectora de Prevención, Asistencia yTrabajo Social, no le resulta ajeno eltema. �En Pinar del Río hay un in-cremento de las personas que nece-sitan ese servicio. Por eso, estamosproponiéndole al Consejo de la Ad-ministración Provincial habilitar 25comedores más. Eso permitirá am-pliar capacidades y acercar más loscomedores comunitarios a quieneslos necesitan�.

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EL sistema de seguridad socialcubano tiene un marcado ca-rácter humanista, fundamenta-

do en el pensamiento de Fidel, quetiene como premisa colocar al serhumano en el centro, pues es lo másimportante, señala Yoe Majin Her-nández Padilla, director de Preven-ción, Asistencia y Trabajo Social,del MTSS.

La asistencia social es un ele-mento importante para cumplir loque el presidente Raúl Castro hareiterado, que en Cuba nadie queda-rá desamparado. �Ella viene a com-pletar una serie de acciones que trazael Estado, en función de proteger alas personas, y sea beneficiado quienno pueda incorporarse al trabajo porrazones de enfermedad, no tenga unfamiliar cercano en condiciones decuidarlas u otro problema�, agregaHernández.

�En primer lugar, debe ser proac-tiva. Se enriquece en la integración

Zona de conflictosSobre acciones a favor de núcleos vulnerables, e insuficiencias, dialoga BOHEMIAcon Yoe Majin Hernández Padilla, directivo del MTSS

de la asistencia social con el sistemade prevención y los trabajadoressociales. De ahí surgió la dirección dePrevención, Asistencia y TrabajoSocial del MTSS, donde cualquierapuede solicitar apoyo.

�Contamos con espacios de inte-gración entre órganos, organismos einstituciones del Estado, como losministerios de Salud, Educación,Comercio Interior, Educación Supe-rior, del Interior; Fiscalía, Federaciónde Mujeres Cubanas, AsociaciónNacional de Agricultores Pequeños,Comités de Defensa de la Revolu-ción�, y de manera conjunta anali-zamos las distintas situaciones�.

�¿Cómo atender las realidades deprecariedad existentes?

�Es cierto que hay necesidades,las vemos diariamente, no se pue-den ocultar. Están relacionadascon los ingresos, la vivienda, la ali-mentación, la violencia de géneroo intrafamiliar, el alcoholismo �

Los asiduosal SAF La Pelotaquierenmantenersecomo antes,cuando recibíanalmuerzoy comidade una vez.

Yoe Majin Hernández Padilla, directorde Prevención, Asistencia y Trabajosocial reconoce que existe un espaciode contradicciones entre lo legisladoy lo que se hace.

Aclaraciones�No hay incremento de precios, esoes falso. La Resolución 40 delMinisterio de Comercio Interiorregula el funcionamiento de lasunidades del SAF y no ha variadohasta la fecha. El almuerzo y lacomida cuestan un peso, y nadiepuede obligar a que las personas quereciben ese servicio adquieran loque no desean. Eso se puede consi-derar hasta un acto de violencia�,valora Yoe Majin Hernández Padilla,del MTSS.

El derecho de los sectores másvulnerables de la población adisfrutar de los SAF está refrendadoen el Decreto No. 283, Reglamentode la Ley de Seguridad Social, apro-bado por el Consejo de Ministros. Enel artículo 299, del Capítulo III, seespecifica:

�Son servicios sociales comuni-tarios que se ofrecen a partir de lagestión de los recursos cercanos aldomicilio de las personas, que propi-cian su permanencia en el entornohabitual, la realización de las activi-dades de la vida diaria, así comoelevar su calidad de vida�.

De manera particular, la norma-tiva indica que entre ellos se encuen-tran la alimentación en centrosespecializados o a domicilio. ¿Serátan difícil garantizarles lo que indicala ley a aquellas personas que nopueden asistir a los SAF por proble-mas de salud?

Las prestaciones monetarias de laasistencia social protegen a más de 9 300personas en el país, que reciben laalimentación del SAF y los 45 pesosmensuales para costearla. Es presu-

mible que, ante la tendencia al enveje-cimiento poblacional, cada vez seanmás los que necesiten esta protección.

De frente a la problemática delenvejecimiento, Hernández Padillaadelanta: �Tenemos proyectos deconjunto con Salud Pública, aso-ciados a los círculos de abuelos, paraque la persona no sea una carga enel hogar. Además, cuando participedel cuidado de la familia, se estudiaque pueda recibir una remunera-ción por eso�.

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Pero no es como en otros países de laregión.

�Hace poco visité Costa Rica y loque observé siempre uno terminacomparándolo con su país. Tengo lasatisfacción de no ver en Cuba un niñopidiendo limosnas o limpiando para-brisas. Lo común es que todos tienenescuelas aseguradas y en los hospitalesa nadie se le exige un seguro de vida.

�Aquí hay mecanismos para encon-trar soluciones. Si un adulto mayordeambula y duerme en la calle esporque no hemos hecho lo que co-rresponde. Tenemos el Centro deAtención de Protección Social paraese tipo de personas.

�Si alguien imposibilitado de in-corporarse al empleo no tiene uningreso es porque no hacemos loestablecido en la ley. El que no tengala posibilidad de alimentarse, y no seha incorporado a una unidad delSistema de Atención a la Familia, esporque en esta cadena fallaron losresponsables.

�En la realidad hay espacio paracontradicciones. A pesar de tenerpolítica, mecanismos y estructurasbien diseñadas, persisten problemas�.

�¿A quién responsabilizar poreso?

�Hay análisis, sanciones. Lo mismoque en cualquier otra esfera cuandoalguien no desempeña bien su labor.Esta es una tarea que requiere altosniveles de sensibilidad, conciencia ycompromiso, porque se trabaja confamilias en situaciones socialescríticas.

�Este no es un empleo cualquiera.Uno tiene que desdoblarse, dejar aun lado experiencias particularesy asistir a otros para ayudarlos aresolver sus problemas. Es una tareacomplicada, fuerte�.

�¿La asistencia social centra en lafamilia las soluciones a las vulne-rabilidades?

�A partir de las normativas y elacuerdo 7384 del Comité Ejecutivodel Consejo de Ministros, se indicóla creación de esta dirección den-tro del MTSS y se definieron fun-ciones, atribuciones y obligacionesde cada uno de los organismosactuantes.

�Dentro de las tareas específicas,se orientó realizar una caracte-rización social de todas las familiascubanas. Estamos inmersos en eso.Para ello contamos con al menos untrabajador social por cada 600

núcleos familiares. Este especia-lista fija prioridades, identifica,caracteriza, diagnostica, hace unplan de acción y evalúa las causasde los problemas sociales en tresniveles fundamentales: individual,familiar y comunitario. Nada ledebe ser ajeno.

�Si hay un núcleo familiar condificultades, bajo ingreso, droga,violencia, prostitución, u otras dis-funcionalidades, él lo visita con re-gularidad y busca soluciones deconjunto con los factores de allí.

�La prevención, asistencia y tra-bajo social en Cuba están dirigidosen primer lugar a la transformaciónde las causas que propician esos pro-blemas, cuyos orígenes son múl-tiples, responden a contextos, a lacomunidad, a la familia o a la culturade las personas.

�Hay muchos lugares donde setrabaja correctamente. Pero seríafalso decir que funciona así en el paísentero. Hace poco realizamos unrecorrido por las provincias, visi-tamos municipios; en La Habanafuimos a más de uno y vimos ex-periencias nuevas. Para hacer mejoresa labor se aprobó en la educaciónpolitécnica la especialidad de Tra-bajador Social, con un perfil bien

general. Se comenzó este curso enla capital del país y en Villa Clara.Para el venidero septiembre, otrasprovincias podrán sumarse�.

�¿Existen diferencias notoriasen la capital?

�Nadie puede pretender ver conel mismo prisma a todo el mundo, nia todos los lugares. En especial enla capital se concentran problemasque ameritan diferenciación. Situa-ciones con las viviendas, los ingre-sos, el envejecimiento poblacional.Más personas deambulan. Ahí lapoblación beneficiada es superior.

�Cuando empezó el nuevo sistemaen 2011, escogimos Arroyo Naranjocomo municipio piloto para la carac-terización de los problemas socialesde sus núcleos familiares.

�Después preparamos un bancode problemas y en una reunión bimes-tral se pasa balance a esos temas. Esaexperiencia se extendió al resto delpaís. Estos encuentros los dirigen lospresidentes de los consejos de laadministración de las provincias ymunicipios; y en el país, la titular delMTSS. Por eso, reitero, los mecanis-mos están creados y donde no se hagabien la labor de prevención, asisten-cia y trabajo social, es porque alguienestá fallando�.

Si hay unnúcleo familiarcon dificultades,u otrasdisfuncionalidades,el trabajador sociallo visita y buscasolucionesde conjuntocon los factoresde allí.