acerca del concepto de las humanidades. ramón de zubiría

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DE ZUBIRÍA, Ramón: “Acerca del concepto de las humanidades”. Contenido en: Revista Thesaurus.  Tomo XLV. Nº 2. Instituto Caro y Cuervo. Bogotá D.C, 1990. Dificultades de la definición. En la época contemporánea el lenguaje se encuentra permanentemente atravesado por múltiples diásporas polisémicas que no permiten fijar el sentido de concepto alguno. Estos extravíos del sentido han hecho del concepto de las humanidades  una encrucijada de significaciones que sólo puede ser medianamente esclarecida en el contraste del tiempo presente con su trasfondo histórico. Historia del humanismo. El origen de las humanidades  puede ser determinado a partir de su estrecha vinculación con el humanismo. En la antigüedad romana las humanidades fueron consideradas de acuerdo a su posibilidad de esclarecimiento con respecto al “ideal de humanismo” , es decir, a la humanitas  del estudio de las lenguas y las letras clásicas que separaba el homo humanus del homo barbarus. Reminiscencia del mundo griego, la humanitas  romana surgió como autoconciencia de los hombres cuyo deseo de comprensión aspiraba tanto al conocimiento de la esencia humana como a la determinación de su lugar en la naturaleza y en la sociedad. Entre el medioevo y la modernidad tendría lugar un tránsito que consolidaría la concepción antigua del humanismo: de la concepción teológico-trascenden tal a la concepción antropológico-inmanente, el humanismo terminaría por convertirse en la autoafirmación de la propia condición humana . La reacción del antihumanismo luterano frente al humanismo renacentista no pudo evitar este tránsito hacia la edad moderna. Sin embargo, el momento clave en la transformación del significado del humanismo lo constituyó la polémica entre los clásicos y los modernos  de la cual se derivarían dos corrientes: a) el humanismo del pasado, clasicista y conservador, según el cual la condición humana ya habría sido conquistada de tal modo que no quedase otra tarea que la de su conservación y; b) el humanismo del futuro, anticlasicista y progresista, de acuerdo con la cual la condición humana solo sería conquistada en el porvenir. Sumada a ellas, han existido ciertas corrientes contemporáneas del humanismo tales como: 1) el humanismo marxista , proyectado en el porvenir, en el cual la conquista de la condición humana sólo podría ser realizada por medio de la violencia y; 2) el humanismo existencialista , pesimista, que desconoce cualquier arquetipo de la condición humana la cual sólo se realizaría en la existencia concreta. Las humanidades en la actualidad. Las humanidades en la actualidad  deberán constituir una síntesis de los humanismos de la historia. Pero cometeríamos un error si quisiéramos hallar en esta síntesis humanística la solución a los problemas humanos pues ella no es otra cosa que una  voluntad de ampliación, un conjunto de caminos extendidos hacia una humanidad ideal permanentement e abierta al porvenir. En este sentido, las humanidades no se asemejan al hominismo  jasperiano de acuerdo con el cual la realidad del fenómeno humano estaría dispuesta a la objetivación absoluta que sobre ella efectuaría el saber científico. No, las humanidades se encuentran indisolublemente unidas tanto a la conciencia de lo real como a la imaginación de lo posible, ellas son siempre la expresión de la libertad humana. Naturaleza, hombre, máquina. Si las humanidades  tienen alguna utilidad para los hombres esta es la del enriquecimiento. Más aún cuando las formas de vida contemporáneas, entretejidas en las relaciones que vinculan la naturaleza, el hombre y la máquina, parecen anquilosarse en un proceso devastador de empobrecimiento, de paradojas autodestructivas, de fetichismos delirantes. El pensamiento humanista  habría de buscar siempre la restitución de la armonía entre naturaleza, hombre y máquina y para ello deberá conjugar la ciencia, el arte y la filosofía. Ninguno de estos saberes podría ser ignorado o excluido en nombre de los ordenamientos disciplinares. La libertad humana. La época contemporánea manifiesta los signos de una profunda crisis de la libertad humana . Probablemente se halle en el liberalismo el origen de esta crisis pues, esta ideología habría proclamado la libertad no como un atributo inmanente de los individuos sino como una concesión del orden social. La consecuencia más notable de este concepto sería la despersonalización de la libertad y, con ella, la renuncia del individuo a su valoración y fomento.

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DE ZUBIRA, Ramn: Acerca del concepto de las humanidades. Contenido en: Revista Thesaurus. Tomo XLV. N 2. Instituto Caro y Cuervo. Bogot D.C, 1990.

Dificultades de la definicin. En la poca contempornea el lenguaje se encuentra permanentemente atravesado por mltiples disporas polismicas que no permiten fijar el sentido de concepto alguno. Estos extravos del sentido han hecho del concepto de las humanidades una encrucijada de significaciones que slo puede ser medianamente esclarecida en el contraste del tiempo presente con su trasfondo histrico.

Historia del humanismo. El origen de las humanidades puede ser determinado a partir de su estrecha vinculacin con el humanismo. En la antigedad romana las humanidades fueron consideradas de acuerdo a su posibilidad de esclarecimiento con respecto al ideal de humanismo, es decir, a la humanitas del estudio de las lenguas y las letras clsicas que separaba el homo humanus del homo barbarus. Reminiscencia del mundo griego, la humanitas romana surgi como autoconciencia de los hombres cuyo deseo de comprensin aspiraba tanto al conocimiento de la esencia humana como a la determinacin de su lugar en la naturaleza y en la sociedad. Entre el medioevo y la modernidad tendra lugar un trnsito que consolidara la concepcin antigua del humanismo: de la concepcin teolgico-trascendental a la concepcin antropolgico-inmanente, el humanismo terminara por convertirse en la autoafirmacin de la propia condicin humana. La reaccin del antihumanismo luterano frente al humanismo renacentista no pudo evitar este trnsito hacia la edad moderna. Sin embargo, el momento clave en la transformacin del significado del humanismo lo constituy la polmica entre los clsicos y los modernos de la cual se derivaran dos corrientes: a) el humanismo del pasado, clasicista y conservador, segn el cual la condicin humana ya habra sido conquistada de tal modo que no quedase otra tarea que la de su conservacin y; b) el humanismo del futuro, anticlasicista y progresista, de acuerdo con la cual la condicin humana solo sera conquistada en el porvenir. Sumada a ellas, han existido ciertas corrientes contemporneas del humanismo tales como: 1) el humanismo marxista, proyectado en el porvenir, en el cual la conquista de la condicin humana slo podra ser realizada por medio de la violencia y; 2) el humanismo existencialista, pesimista, que desconoce cualquier arquetipo de la condicin humana la cual slo se realizara en la existencia concreta.

Las humanidades en la actualidad. Las humanidades en la actualidad debern constituir una sntesis de los humanismos de la historia. Pero cometeramos un error si quisiramos hallar en esta sntesis humanstica la solucin a los problemas humanos pues ella no es otra cosa que una voluntad de ampliacin, un conjunto de caminos extendidos hacia una humanidad ideal permanentemente abierta al porvenir. En este sentido, las humanidades no se asemejan al hominismo jasperiano de acuerdo con el cual la realidad del fenmeno humano estara dispuesta a la objetivacin absoluta que sobre ella efectuara el saber cientfico. No, las humanidades se encuentran indisolublemente unidas tanto a la conciencia de lo real como a la imaginacin de lo posible, ellas son siempre la expresin de la libertad humana.

Naturaleza, hombre, mquina. Si las humanidades tienen alguna utilidad para los hombres esta es la del enriquecimiento. Ms an cuando las formas de vida contemporneas, entretejidas en las relaciones que vinculan la naturaleza, el hombre y la mquina, parecen anquilosarse en un proceso devastador de empobrecimiento, de paradojas autodestructivas, de fetichismos delirantes. El pensamiento humanista habra de buscar siempre la restitucin de la armona entre naturaleza, hombre y mquina y para ello deber conjugar la ciencia, el arte y la filosofa. Ninguno de estos saberes podra ser ignorado o excluido en nombre de los ordenamientos disciplinares.

La libertad humana. La poca contempornea manifiesta los signos de una profunda crisis de la libertad humana. Probablemente se halle en el liberalismo el origen de esta crisis pues, esta ideologa habra proclamado la libertad no como un atributo inmanente de los individuos sino como una concesin del orden social. La consecuencia ms notable de este concepto sera la despersonalizacin de la libertad y, con ella, la renuncia del individuo a su valoracin y fomento. Las humanidades constituyen la contraparte de esta crisis al propender por la restitucin de la libertad en la conciencia del individuo y la colectividad.

Dificultad de la definicin: En este siglo siglo de las confusiones- en que vivimos, en el que la claridad es planta extica, y la precisin semntica signo seguro de anacronismo, intentar una definicin de cualquier concepto es empresa casi tan temeraria como empearse en alcanzar la cuadratura del crculo. Vivimos en el reino de la polisemia. Los conceptos unvocos son casi inexistentes. Como es de suponer, a esta enrarecida atmsfera no poda escapar el concepto de las humanidades, hoy profuso y difuso, irreductible casi a definicin satisfactoria. En efecto, desde su versin latina original hasta nuestros das se han producido de ellas tantas variantes y deformaciones, se las ha manipulado tan tendenciosamente, que su naturaleza real se nos torn inasible, y es hoy apenas trasunto fantasmal. (R. De Zubira: 1990; 489).

El papel de las humanidades: Ante todo, que lo ayuden a vivir, a dar satisfaccin a las mltiples apetencias de su espritu, a abrir perspectivas de conciliacin que le permitan subsistir en medio de las fuerzas en conflicto que lo rodean; que lo acompaen a recuperar el sentido de su destino, esclarecindole la visin de su devenir histrico, teniendo en cuenta la actual condicin planetaria y csmica de su existencia. Y si han de ser particularmente vlidas para el hombre actual, que lo asistan en su tentativa de hacer paz entre naturaleza, hombre y mquina, o lo que es lo mismo, a restablecer la armnica relacin que otrora existiera entre el hombre y el universo, desquiciada por la aparicin de esa fabulosa invencin que es la mquina, la cual parece haberse vuelto contra su creador y convertido en una especia de Frankestein impredecible e indomeable. De ella, de la mquina, hay que decir que apremia la necesidad de situarla en el plano ancilar que le corresponde para hacerla compatible con la vida humana. Porque, si es cierto que, de un lado, ella ha colmado al hombre de mgicos dones, tambin lo es que, por otro, le ha multiplicado su capacidad de destruccin, abriendo las compuertas de lo demencial para el genocidio o el ecologicidio () Pues bien, solo cuando aquel anhelo se cumpla y se restablezca por ende la relacin entre el hombre y el universo, se restablecer la relacin entre el hombre y Dios. Las consecuencias de ese proceso sern, a no dudarlo, incalculables para la inconformidad actual del hombre, diagnosticada, en lo radical, como proveniente de su aislamiento en presencia de la naturaleza y en presencia de Dios.(R. De Zubira: 1990; 493).