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1 Universidad del Valle UNIVERSIDAD DEL VALLE CONSEJO SUPERIOR ACUERDO No. 025 Septiembre 25 de 2015 “Por el cual se actualiza la Política Curricular y el Proyecto Formativo de la Universidad del Valle” EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL VALLE en uso de sus atribuciones legales y estatutarias, especialmente las conferidas por el literal b) del Artículo 18º del Estatuto General de la Universidad, y C O N S I D E R A N D O: 1. Que la Universidad del Valle desde 1980 ha venido configurando su Política Curricular con base en tres Acuerdos, 003 de 1989, 001 de 1993 y 009 de 2000, que han contribuido al fortalecimiento del Proyecto Formativo de la Universidad del Valle y se hace indispensable su actualización después de 15 años de vigencia del último Acuerdo. 2. Que la Política Curricular de los próximos 10 años debe propender por la consolidación de un Proyecto Formativo que tenga en cuenta la historia y la memoria institucional, a través de las cuales se ha venido construyendo un pensamiento pedagógico y educativo propio, así como de su actualización, a partir de una reflexión permanente sobre la formación, las prácticas pedagógicas universitarias, los desarrollos investigativos y su proyección social- extensión. 3. Que de acuerdo con su misión, la Universidad educa a través de la docencia en las aulas, y fuera de ellas, mediante la investigación, la proyección social-extensión y es en el ejercicio de su autonomía, su actitud crítica, su pluralidad y diversidad que ella se consolida como centro de pensamiento y como laboratorio natural de reflexión, indagación e intervención sobre su propio quehacer. 4. Que ante las nuevas tendencias socio-políticas y culturales, éticas y estéticas, científicas y tecnológicas y su repercusión en el contexto local-global, que han puesto en evidencia el deterioro ambiental, la necesidad de un compromiso con la paz y con el ejercicio pleno de los derechos humanos, corresponde a la Universidad propiciar el respeto por lo público, la convivencia, la solidaridad y la democratización de los conocimientos, los saberes y las culturas. 5. Que ante la diversidad de paradigmas, saberes y enfoques de los nuevos modos de conocer y abordar la realidad con sus altos niveles de complejidad, incertidumbre y riesgo, se hace indispensable que la Universidad promueva el diálogo de saberes y el reconocimiento de

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Universidaddel Valle

UNIVERSIDAD DEL VALLE CONSEJO SUPERIOR ACUERDO No. 025

Septiembre 25 de 2015

“Por el cual se actualiza la Política Curricular y el Proyecto Formativo de la Universidad del Valle”

EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL VALLE en uso de sus atribuciones legales y

estatutarias, especialmente las conferidas por el literal b) del Artículo 18º del Estatuto General de la Universidad, y

C O N S I D E R A N D O:

1. Que la Universidad del Valle desde 1980 ha venido configurando su Política Curricular con

base en tres Acuerdos, 003 de 1989, 001 de 1993 y 009 de 2000, que han contribuido al fortalecimiento del Proyecto Formativo de la Universidad del Valle y se hace indispensable su actualización después de 15 años de vigencia del último Acuerdo.

2. Que la Política Curricular de los próximos 10 años debe propender por la consolidación de un Proyecto Formativo que tenga en cuenta la historia y la memoria institucional, a través de las cuales se ha venido construyendo un pensamiento pedagógico y educativo propio, así como de su actualización, a partir de una reflexión permanente sobre la formación, las prácticas pedagógicas universitarias, los desarrollos investigativos y su proyección social- extensión.

3. Que de acuerdo con su misión, la Universidad educa a través de la docencia en las aulas, y fuera de ellas, mediante la investigación, la proyección social-extensión y es en el ejercicio de su autonomía, su actitud crítica, su pluralidad y diversidad que ella se consolida como centro de pensamiento y como laboratorio natural de reflexión, indagación e intervención sobre su propio quehacer.

4. Que ante las nuevas tendencias socio-políticas y culturales, éticas y estéticas, científicas y tecnológicas y su repercusión en el contexto local-global, que han puesto en evidencia el deterioro ambiental, la necesidad de un compromiso con la paz y con el ejercicio pleno de los derechos humanos, corresponde a la Universidad propiciar el respeto por lo público, la convivencia, la solidaridad y la democratización de los conocimientos, los saberes y las culturas.

5. Que ante la diversidad de paradigmas, saberes y enfoques de los nuevos modos de conocer y abordar la realidad con sus altos niveles de complejidad, incertidumbre y riesgo, se hace indispensable que la Universidad promueva el diálogo de saberes y el reconocimiento de

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otros actores, otros contextos, otras sensibilidades y otras lógicas para favorecer la búsqueda de nuevas formas de relación con el conocimiento, con el mundo, con los otros y con nosotros mismos.

6. Que la Universidad ha venido promoviendo su desarrollo institucional en el marco de políticas nacionales de evaluación y mejoramiento de la calidad de la Educación Superior y en planes decenales de desarrollo que han favorecido la autoevaluación, la acreditación institucional y de programas académicos y ha contribuido a proyectar su quehacer en los campos de la docencia, la investigación y la proyección social-extensión.

7. Que la indagación sobre la Política Curricular reveló algunas incoherencias entre el discurso normativo, la intencionalidad pedagógica y la praxis; hecho que hace necesario intervenir para que la formación integral sea el sentido del Proyecto Formativo, la investigación y la proyección social-extensión sean sus fundamentos y la flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa sea la estrategia que hace posible este horizonte.

8. Que para poner en marcha esta Política Curricular es necesario incorporar la interdisciplinariedad, la complementariedad, la transversalidad, la flexibilidad, la integralidad y la evaluación como principios y condiciones metodológicas del trabajo académico; cualificar otros actores institucionales que intervienen en el Proyecto Formativo; revisar y adecuar la estructura académico-administrativa y la gestión pedagógica y curricular de la Universidad.

9. Que la Universidad cuenta con una política de promoción y estímulo a la carrera profesoral y que en este marco y con el propósito de fortalecer y consolidar su Proyecto Formativo surge la preocupación por el profesor, su formación profesional, pedagógica y ética; el acompañamiento pedagógico que ha de procurar a los estudiantes, más allá de las aulas; su identidad y compromiso con el trabajo pedagógico y con la Universidad.

10. Que la Universidad, en pleno ejercicio de su autonomía, de su pensamiento crítico y propositivo, se ha comprometido con una “Estrategia para recrear y actualizar la Política Curricular”, mediante un proceso permanente de reflexión, debate, experimentación y evaluación del Proyecto Formativo, y de autorregulación de su quehacer.

11. Que es necesario darle continuidad a esta Estrategia, en el corto mediano y largo plazos, propendiendo por su articulación con los procesos de autoevaluación, acreditación y mejoramiento continuo y por su inscripción en los planes institucionales de desarrollo.

12. Que el Consejo Académico en su reunión de septiembre 4 de 2015 acordó recomendar al Consejo Superior la aprobación de este Acuerdo.

A C U E R D A:

CAPÍTULO I: DE LA POLÍTICA CURRICULAR Y EL PROYECTO FORMATIVO DE LA UNIVERSIDAD

ARTÍCULO 1°. Establecer la Política Curricular de la Universidad constituida por un conjunto de principios, criterios y acciones claves para orientar la formación y el currículo, en un horizonte de mediano y largo plazo y para lograr una nueva síntesis en torno a la docencia, la investigación y la proyección social-extensión.

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ARTÍCULO 2°. Actualizar la Política Curricular y el Proyecto Formativo, mediante una estrategia permanente de indagación, intervención, experimentación y evaluación que permita, desde la praxis, resignificar el sentido de la formación universitaria; fortalecer su relación con la investigación y la proyección social-extensión; replantear la estructura académico-administrativa; rediseñar los programas académicos y reorientar la gestión pedagógica y curricular; y revisar y replantear la política de formación pedagógica de los profesores. PARÁGRAFO. Corresponde al Comité de Currículo de la Universidad reglamentar los protocolos de las diferentes actividades de indagación e intervención que se emprendan en la fase de experimentación y evaluación de la Política Curricular, en lo concerniente a objetivos, procedimientos, cronograma y resultados. ARTICULO 3°. Inscribir los lineamientos, propuestas y acciones, contempladas en esta política, en el marco de los planes institucionales de desarrollo de la Universidad y de las unidades académicas y en los procesos de autoevaluación y acreditación institucional.

CAPÍTULO II: DE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

ARTÍCULO 4°. DE LAS DEFINICIONES La integralidad es un fundamento filosófico, un propósito y una cualidad de la formación que remite a: 1. una noción de ser humano o sujeto que compromete, ante todo, un modo de ver a los estudiantes; 2. el sentido y alcance de la formación universitaria, en virtud de sus vínculos con el entorno y los problemas sociales que ella puede resolver; 3. la formación integral de los profesores y de otros actores institucionales por sus implicaciones en la relación pedagógica y en otras relaciones que se establecen en la Universidad; 4. la integración horizontal y vertical de los contenidos, de la formación complementaria y de las actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) en la estructura curricular. La investigación y la proyección social-extensión son funciones universitarias y fundamentos de la formación que exigen su inserción en el Proyecto Formativo; su expresión en el currículo y su contribución efectiva a la calidad y pertinencia de la educación ofrecida por la Universidad. Son el escenario en el que se materializan los saberes y se evidencia el significado y alcance de la formación integral, de sus fundamentos y de la flexibilidad que hace posible la interacción e integración en el interior del Proyecto Formativo. Esta relación es de doble vía, como se verá en el apartado correspondiente a este tema. La flexibilidad, como problema de naturaleza epistemológica y tema del conocimiento en y a partir de los campos del saber, es la posibilidad de integrar diferentes opciones en el proceso de formación y el currículo, en las relaciones pedagógicas, en los contenidos, en las modalidades de docencia, en los métodos de trabajo y en la evaluación; es la oportunidad de reconocer que la investigación y la proyección social-extensión son otros modos de conocimiento que favorecen la interacción e integración entre estas funciones y la labor docente y la expresión de éstas en el currículo, superando los modelos agregados y asignaturistas. La flexibilidad parece ser la

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impronta de todos los procesos académicos y administrativos de la Universidad, en virtud de la pluralidad del pensamiento y la unidad en la diversidad que caracterizan su ethos, tal como se señaló en las definiciones del inicio de este capítulo. La formación básica: general y específica es la responsable de introducir a los estudiantes en la vida universitaria y la cultura académica; en los conocimientos sin los cuales es inconcebible la formación dentro de un campo del saber; de aprender los contenidos y las técnicas básicas de una disciplina y de apropiarse de reflexiones que, aunque relacionadas con una identidad profesional, implican sobre todo la producción de una consciencia histórica y estética que trasciende los fines puramente instrumentales de la formación. La formación complementaria por su carácter electivo y extracurricular, promueve el encuentro multi e interdisciplinario y la profundización en una determinada área o campo de una profesión. La formación teórica (disciplinaria, interdisciplinaria y en otros saberes) práctica y técnica es la responsable de que el estudiante reconozca la autoridad del conocimiento, esté abierto a otras formas de abordar la realidad, a aceptar puntos de vista distintos y a tomar distancia de sí mismo, haciendo posible su paso de lo particular a lo general; como también, de la relativización del conocimiento y de su pertinencia en relación con problemas de importancia para las comunidades académicas y el entorno universitario local-global. La formación para la investigación es sustancial en el tránsito de los estudiantes por el plan de estudios; ella contribuye en gran medida a la apropiación de aspectos conceptuales, metodológicos y técnicos y a su aplicación en un contexto teórico o empírico a través de cursos, seminarios, trabajos de grado y otras actividades afines explícitas en el currículo. La investigación formativa, en cambio, se genera en la vinculación y participación directa de los estudiantes en los grupos, programas y proyectos de investigación/creación agenciados por los profesores y para esto es necesario flexibilizar las relaciones entre la formación y la investigación. La formación para la intervención y las prácticas es sustancial en el tránsito de los estudiantes por el plan de estudios; ella contribuye, en gran medida, a la apropiación de los aspectos conceptuales, metodológicos y técnicos y a su aplicación en un contexto teórico o empírico a través de cursos, seminarios, prácticas profesionales y docentes, y otras actividades afines explícitas en el currículo. La proyección social-extensión formativa, en cambio, se produce en la vinculación y participación directa de los estudiantes en los grupos, programas y proyectos de intervención, asesoría y acompañamiento, agenciados por los profesores y para esto es necesario flexibilizar las relaciones entre la formación y la proyección social-extensión. La interdisciplinariedad y la transversalidad, como problemas conceptuales sobre la orientación de la formación universitaria y del diseño de los planes de estudio, tiene que ver con la convergencia de distintas disciplinas y saberes en un mismo espacio, y de su articulación e integración en los procesos formativos y en el desarrollo curricular. Estos son principios y

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criterios de organización y condiciones metodológicas del trabajo académico de los profesores, sobre todo en lo que concierne a la docencia, a la investigación y a la proyección social-extensión. La evaluación es un principio que fortalece la autonomía universitaria en tanto capacidad de la Universidad para pensarse, producirse y recrearse; una estrategia institucional e instrumento que favorece la flexibilización en todos los órdenes al permitir que sus resultados introduzcan modificaciones en lo académico, lo pedagógico, lo curricular y lo administrativo; y una acción que promueve el fortalecimiento de los programas académicos de docencia, investigación y la proyección social-extensión, y la transformación de las relaciones pedagógicas. ARTÍCULO 5°. Establecer como principio que la formación integral es el sentido del Proyecto Formativo; la investigación y la proyección social-extensión son sus fundamentos; y la flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa es la estrategia que los hace posibles. ARTÍCULO 6°. Determinar que la formación integral es el resultado de la confluencia de la formación básica: general, específica y complementaria; de la formación teórica, práctica y técnica: formación en las disciplinas asociadas a cada profesión y en otras disciplinas y saberes que favorecen la interdisciplinariedad, la transversalidad, la complementariedad y la integralidad; y de la relación entre la formación, la investigación y la proyección social-extensión. LA FORMACIÓN BÁSICA GENERAL, ESPECÍFICA Y COMPLEMENTARIA ARTÍCULO 7°. Replantear la Formación básica general, específica y complementaria, a partir del reconocimiento de las tensiones que se presentan entre las disciplinas, la interdisciplinariedad y otros saberes y contribuir a la búsqueda de soluciones que favorezcan la apertura y disposición hacia el trabajo con otras disciplinas y saberes. ARTÍCULO 8°. Propiciar el diálogo entre el saber cotidiano y el saber científico académico; entre las formas de conocimiento y de relacionarse con lo natural, lo social, lo humano, lo artístico y lo espiritual, que hacen parte del legado multi-cultural y pluri-étnico del país.

ARTÍCULO 9°. Promover la importancia de conocer la lengua materna y otras lenguas y de usarlas con propiedad, mediante un trabajo pedagógico que redunde positivamente en la enseñanza, el aprendizaje, la formación, el enriquecimiento cultural del estudiante, el afecto, el disfrute de los textos y la pasión por el saber, fundamentalmente, a través de la lectura y la escritura pero también del desarrollo de competencias orales apropiadas; y la creación de condiciones institucionales que permitan lograr este propósito. ARTÍCULO 10°. Evaluar el dominio de la lengua que tienen los estudiantes al ingresar a la Universidad, con el propósito de diseñar, implementar y evaluar programas de mejoramiento continuos que garanticen el uso competente de la lengua materna y de otras lenguas,

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permitiendo así el acceso a otras maneras de pensar y analizar, que rebasan la comunicación cotidiana. ARTÍCULO 11°. Comprometer a la Universidad con el desarrollo de competencia comunicativas en la lengua materna y en otras lenguas y, particularmente, con las prácticas de lectura y de escritura, en la medida que estas requieren un trabajo constante por parte de los estudiantes; un acompañamiento claro y permanente de los profesores de las diferentes áreas de formación; el desarrollo de propuestas curriculares concretas; y la destinación de los recursos necesarios que garanticen su desarrollo. ARTÍCULO 12°. Repensar el sentido, la pertinencia y la relevancia social y cultural del saber tecnológico; su contribución a la democratización del conocimiento; y sus impactos éticos y políticos para nuestras sociedades. ARTÍCULO 13°. Reconocer el potencial que ofrece el saber tecnológico, contribuir a su despliegue y aprovecharlo en los procesos de formación, enseñanza, aprendizaje, investigación y proyección social-extensión. ARTÍCULO 14º. Propender porque en las diferentes unidades académicas, e independientemente de los niveles tecnológico o profesional de sus programas, se movilicen y compartan estrategias y espacios formativos, que favorezcan la aplicación del conocimiento a través de tecnologías duras y blandas; el desarrollo de competencias básicas en TIC y el trabajo con los medios y los lenguajes visuales. ARTÍCULO 15°. Continuar haciendo del campus universitario un espacio formativo, de manera intencional y deliberada; aprovechándolo para el encuentro y la socialización entre estudiantes de diferentes carreras; la realización de múltiples actividades académicas, culturales y recreativas; y la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares tales como: cineclubes, tertulias literarias, exposiciones, ferias, conferencias, entre otras, que contribuyan a la formación y que podrían otorgar créditos a quienes participen en ellas. LA FORMACIÓN TEÓRICA, PRÁCTICA Y TÉCNICA ARTÍCULO 16°. Reconocer el sentido teórico, práctico y técnico del conocimiento, su relativización y contribución a la formación de la consciencia histórica y estética, al desarrollo de la capacidad de argumentar, criticar, proponer y actuar en distintos escenarios, con diferentes actores, racionalidades e intereses; de indagar sobre su relevancia y pertinencia local y global; y de contribuir a la resolución de problemas del entorno. LA FORMACIÓN Y SU RELACIÓN CON LA INVESTIGACIÓN Y LA PROYECCIÓN SOCIAL-EXTENSIÓN ARTÍCULO 17°. Continuar asumiendo el compromiso y la responsabilidad de propiciar la inserción de la investigación y la proyección social-extensión en la formación y su expresión en los currículos; aprovechar el legado y el bagaje que tiene la Universidad para hacer del ejercicio

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de estas funciones espacios formativos, además de atender las tendencias y exigencias actuales de la Educación Superior. ARTÍCULO 18°. Diseñar proyectos y propuestas transversales que favorezcan los encuentros entre las unidades académicas, el diálogo entre los diferentes saberes, y la articulación de la formación con la investigación y la proyección social-extensión. La interdisciplinariedad y la transversalidad ARTÍCULO 19°. Propiciar la convergencia de distintas disciplinas y saberes en un mismo espacio académico y su articulación con los procesos formativos; atenuar el reduccionismo y los efectos que produce en ellos la tensión entre la mirada clásica disciplinaria y otras tendencias multidisciplinarias, interdisciplinarias y transversales y promover otro tipo de actitudes, comportamientos y prácticas. ARTÍCULO 20°. Diseñar estrategias y actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) que favorezcan la sensibilidad personal y social; la ciudadanía activa y crítica; el trabajo por problemas, por núcleos temáticos que convoquen a todas las disciplinas y saberes; y propicien la conformación de equipos de profesores de diferentes unidades académicas y la emergencia de la diversidad disciplinaria como requisito curricular. La flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa ARTÍCULO 21°. Promover la flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa para hacer posible la integración horizontal y vertical de las actividades formativas en la estructura curricular y favorecer la complementariedad, permitiendo que los estudiantes entren en contacto con contenidos, más allá de las disciplinas y saberes que corresponden a cada programa académico. ARTÍCULO 22°. Reconocer que flexibilizar lo académico, pedagógico y curricular implica flexibilizar lo administrativo para responder a los intereses de los estudiantes, a los propósitos de la formación y a las demandas de la sociedad. Instaurar por esta vía una mayor simetría entre el conocimiento “científico-tecnológico”, otros saberes y otros modos de conocer y abordar la realidad, y crear condiciones institucionales para que la flexibilidad tenga expresión real en todo el quehacer universitario. PARÁGRAFO: La flexibilidad en todos los órdenes es fundamental para la existencia de una política de inclusión que favorezca la equidad y la calidad en el ingreso, la permanencia y la promoción de los estudiantes, independientemente de la población a la que pertenezcan. La evaluación y la integralidad del quehacer universitario

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ARTÍCULO 23°. Adoptar la evaluación y su dimensión formativa como estrategia de flexibilización y la integralidad como principio académico-administrativo y como expresión de flexibilidad en estos dos asuntos de la vida universitaria. ARTÍCULO 24°. Promover discusiones sobre aspectos de la formación entre programas y unidades académicas de las diferentes facultades e institutos; contribuir al diseño y puesta en marcha de un programa de investigación de carácter interdisciplinario sobre formación universitaria; y replantear los dispositivos pedagógicos y docentes y los esquemas administrativos, a fin de favorecer el trabajo colectivo entre las unidades académicas y en el interior de éstas. ARTÍCULO 25°. Establecer acuerdos que promuevan un mejor conocimiento de las prácticas pedagógicas y las relaciones pedagógicas, dada la incidencia que tienen los profesores y sus modos de enseñar en la formación de los estudiantes y el estrecho vínculo que hay entre flexibilidad académica, pedagógica y curricular y las distintas modalidades de docencia. ARTÍCULO 26°. En el contexto de la Formación básica general, específica y complementaria; de la Formación teórica, práctica y técnica; de la relación de la formación con la investigación y la proyección social-extensión; de las condiciones metodológicas del trabajo académico (interdisciplinariedad, transversalidad, flexibilidad, integralidad, entre otras), e independientemente de los programas académicos y del nivel tecnológico o profesional, la formación en la Universidad tendrá los siguientes propósitos generales: a) Fomentar otros modos de conocer, mediante formas expresivas, creativas (video, música,

otros) que favorezcan el desarrollo de la sensibilidad frente a otros seres de la naturaleza con los que se interactúa.

b) Propiciar espacios que favorezcan la creatividad, la regeneración de las fuerzas intelectuales, la construcción de identidad, la búsqueda de la felicidad, el sentido de pertenencia con la Universidad y permita que las ideas propias afloren a partir del sustrato de los conocimientos adquiridos.

c) Propender por una formación básica general obligatoria en distintas áreas como Ciencias Naturales y Exactas, en Ciencias Sociales y Humanas, en Filosofía, Artes y Tecnologías, para favorecer la apertura y disposición hacia otras disciplinas y saberes; y en lectura y escritura en lengua materna y en una segunda lengua, como un asunto transversal y necesario en todos los campos del saber.

d) Estimular en los estudiantes el interés en lengua materna y otras lenguas y en su dominio, enriqueciendo sus capacidades expresivas orales y escritas y de comprensión; favoreciendo así el conocimiento de otras culturas.

e) Transformar las prácticas de lectura y de escritura, a partir de la definición y el reconocimiento de los contextos lectores de los que provienen los estudiantes, de las primeras comprensiones de los contextos universitarios y de las tradiciones pedagógicas y familiares en las que han sido formados.

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f) Promover el trabajo intelectual, el mejoramiento y la cualificación de las prácticas de estudio en los estudiantes, la conformación de equipos de profesores y la realización de actividades que contribuyan a despertar el interés y el gusto por la cultura académica.

g) Estimular una actitud reflexiva, crítica, propositiva, abierta, flexible y una disposición hacia el trabajo con personas de otras disciplinas y saberes, procurando el desarrollo libre, autónomo y responsable de los estudiantes en lo personal, social y productivo.

h) Hacer consciencia del enorme impacto que tienen los medios de comunicación en los jóvenes antes de entrar a la Universidad, durante su paso por ella y una vez egresen y de la necesidad de incorporar el lenguaje visual y aprovechar la imagen mediática, como unos de los principales factores, a través de los cuales los jóvenes construyen su concepto del mundo.

i) Promover la participación activa de los estudiantes en los medios de comunicación y en una cultura universitaria que valore la innovación, el aprendizaje colaborativo y la capacidad de aprovechar las redes de inteligencia colectiva, pero también el ejercicio del disenso y de la crítica.

j) Fomentar el aprendizaje para gestionar la información y el conocimiento, establecer la diferencia entre ellos y desempeñarse social y personalmente en contextos diferentes mediados por las TIC (formales, profesionales, cotidianos y virtuales).

k) Desarrollar habilidades de autoformación para seguirse formando y para realizar acciones inteligentes que comprometan el pensar y el hacer en los aspectos conceptuales, procedimentales y actitudinales.

l) Formar seres íntegros conscientes de la realidad y responsables políticamente en los diferentes campos del saber, en ambos ciclos básico y profesional.

m) Proveer las bases necesarias para el desarrollo del conocimiento y la reflexión crítica sobre problemas epistemológicos y metodológicos.

n) Favorecer la relación teoría-práctica a lo largo de los ciclos básico y profesional, mediante la revisión de las formas de interacción con el conocimiento, las modalidades pedagógicas y los métodos de trabajo.

o) Propiciar espacios de reflexión y estudio sobre investigación y proyección social-extensión, como funciones universitarias y como fundamento del Proyecto Formativo para procurar su inserción en éste.

p) Fortalecer las prácticas investigativas y de proyección social-extensión en la formación de pregrado.

ARTÍCULO 27°. Para lograr los propósitos anteriores es indispensable que desde el inicio de las carreras los diferentes programas académicos, independientemente del nivel tecnológico o profesional, diseñen y compartan estrategias y propuestas orientadas a: a) Contextualizar y relacionar los saberes específicos de diferentes disciplinas, haciendo

explícitos los nexos existentes entre las Ciencias Naturales, las Ciencias Sociales y Humanas, las Artes y las disciplinas tecnológicas.

b) Identificar la relación existente entre el amplio campo del saber académico con su función social; procurar que los estudiantes se familiaricen con las raíces culturales e históricas de

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los saberes; enseñar a relativizar su aplicación y a tender “puentes” entre el saber académico y el saber cotidiano, entre la vida y el Arte.

c) Explorar la sensibilidad estética en las distintas carreras, con el fin de identificar y favorecer el despliegue del potencial que tiene cada persona en este campo.

d) Replantear las formas canónicas de acceder al conocimiento, fortalecer la identidad local y global, los compromisos colectivos, y crear condiciones institucionales para su concreción.

e) Establecer una relación con las lenguas que se evidencie en la expresión verbal: habla y lectura en voz alta y otras actividades formativas en las que se promuevan otras formas de expresión oral y escrita, además de las académicas.

f) Desarrollar una competencia comunicativa -oral y escrita- apropiada desde los saberes disciplinarios, interdisciplinarios, transdisciplinarios y transversales; y, en particular, definir un lugar curricular para que los cursos y las prácticas de lectura, y de escritura y de comunicación oral se constituyan en medios propicios para el aprendizaje y la formación.

g) Indagar sobre los fenómenos que tienen que ver con la mediación tecnológica y su incidencia en el capital académico y cultural de estudiantes, profesores y otros miembros de la comunidad universitaria, ya sea para despejar equívocos o para intervenirlos como corresponda.

h) Estructurar actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) a partir de problemas complejos y núcleos problemáticos, abordados por equipos de profesores de distintas unidades académicas y campos del saber, que favorezcan la interacción entre los distintos saberes y en el interior de éstos; el conocimiento de las disciplinas involucradas en las carreras; la comprensión de que existen otros mundos y otras realidades; la búsqueda de relaciones y la pertinencia de sus contenidos para los planes de estudio.

i) Enseñar a los estudiantes a trabajar en equipo y a resolver problemas de forma multi e interdisciplinaria, mediante estrategias pedagógicas, metodológicas y organizacionales que atenúen el distanciamiento de los saberes, su desigual ritmo de desarrollo y muestren la necesidad de reconectarlos.

j) Apoyar el desarrollo de proyectos institucionales vigentes que apunten al mejoramiento de la formación básica general, específica y complementaria; de la formación teórica, práctica y técnica; y de la relación de la formación con la investigación y la proyección social-extensión.

k) Institucionalizar la proyección social-extensión a través de políticas, procesos y estructuras, claramente diferenciadas de la docencia y la investigación que favorezcan la integración de las tres funciones misionales y que permita establecer un verdadero vínculo con la formación.

l) Divulgar entre los estudiantes la información y los resultados de los grupos de investigación y sus proyectos; lo mismo que de los grupos de trabajo académico en proyección social-extensión, a través de seminarios, simposios, foros, conversatorios, paneles, entre otros.

m) Realizar actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) que involucren a los estudiantes de pregrado en la revisión crítica de artículos e informes, en la búsqueda de información y argumentación de distintos puntos de vista y en la escritura de ensayos, artículos, reseñas, entre otros géneros, sobre los resultados de investigación y las experiencias de proyección social-extensión de sus profesores.

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CAPÍTULO III: DE LOS ESTUDIANTES, LOS PROFESORES Y OTROS ACTORES INSTITUCIONALES ARTÍCULO 28°. DE LAS DEFINICIONES El estudiante es el centro del proceso educativo; de ahí la necesidad de conocer sus cualidades al momento del ingreso: edad, orientación, vocación, identidad profesional y su sentido de compromiso y de estudiar sus realidades sociales, culturales y funcionales para orientar el proceso formativo y procurar que elijan sus carreras conforme a sus potencialidades e intereses. El Período de Aprestamiento se entiende como el conjunto de momentos, experiencias y vivencias orientadas a brindar a los estudiantes que, no obstante haber sido admitidos, requieren condiciones que favorezcan su inserción en el mundo académico y en la vida social y cultural de la Universidad; un período que les permita asumir el rol de estudiantes, despertar y movilizar sus intereses, estimular la creatividad, la pasión por la lectura y la escritura y adquirir el compromiso con su formación integral, mediante actividades formativas y/o estrategias convencionales y no convencionales. El profesor es un actor clave del proceso educativo. Es quien incide directamente en la formación integral de los estudiantes desde el ethos universitario y los saberes que profesa; y contribuye a su inserción en la cultura académica, a través de una relación pedagógica compleja que tiene lugar, en la docencia en el aula y más allá de ella, en la investigación y la proyección social-extensión. La expresión otros actores institucionales hace referencia a los directivos y al personal administrativo y de apoyo a las funciones de docencia, investigación y proyección social-extensión. Si el Proyecto Formativo de la Universidad se rige por unos principios y propósitos que apuntan a la integralidad, la preocupación por la formación no puede referirse solamente a estudiantes y profesores, ella deberá extenderse a Directores de Programa, Coordinadores Académicos, Comités de Programa, Comités de Currículo de las Facultades e Institutos y de la Universidad; y en general, a todo el personal que participa y hace posible el logro de los propósitos formativos de la Universidad. LOS ESTUDIANTES Y SU FORMACIÓN ARTÍCULO 29°. Reconocer la diversidad de saberes, conocimientos y estilos de aprendizaje con los que llegan los estudiantes; hacer que éstos tomen conciencia de sus necesidades, potencialidades y del despliegue que pueden hacer de su autonomía, creatividad y compromiso con ellos mismos; y cualificar sus conocimientos prácticos, no conceptualizados, como parte de la responsabilidad que supone la formación integral. ARTÍCULO 30°. Aceptar que solo una parte de los estudiantes admitidos a la Universidad ha tenido una formación familiar y escolar que le permite desarrollar las potencialidades y contar con las bases necesarias para insertarse en la vida universitaria; a esto se suma, el ingreso a una edad temprana, la precaria orientación profesional recibida y la falta de identidad

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con la carrera elegida. La Universidad debe atender adecuada y oportunamente a quienes ingresan en estas condiciones para reducir las probabilidades de fracaso. ARTÍCULO 31°. Contribuir al mejoramiento del actual sistema de selección y admisión de la Universidad mediante procedimientos de ingreso que tengan en cuenta las situaciones y fenómenos mencionadas en los artículos anteriores; en particular, lo concerniente a los desarrollos y el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación, los medios y los nuevos lenguajes visuales, las características generacionales y las especificidades de las distintas profesiones. Período de Aprestamiento ARTÍCULO 32°. Crear un Período de Aprestamiento discrecional como una estrategia académica, equitativa y compensatoria orientada a mejorar las características y condiciones de ingreso a la Universidad a los estudiantes que lo requieran, para hacer posible un mejor desempeño en la vida universitaria. Los objetivos curriculares de este período de aprestamiento son: a) Contribuir a la formación desde el autoconocimiento y el cuidado de sí mismo; al

reconocimiento de los intereses de estudio personales y a la autoevaluación de las capacidades propias de aprendizaje.

b) Preparar a los estudiantes para ingresar a la vida universitaria y a la cultura académica, procurando el desarrollo de un interés genuino por el conocimiento y de la actitud positiva y el compromiso con el estudio autónomo.

c) Despertar en los estudiantes el interés en la lectura y la escritura en lengua materna y en otras lenguas, enriqueciendo sus capacidades expresivas orales, escritas y de comprensión, así como su disposición al trabajo con las tecnologías de la información, los medios y los lenguajes visuales.

ARTICULO 33°. Diseñar y crear un Observatorio que acompañe desde el ingreso la trayectoria académica y el desarrollo humano de los estudiantes y un Sistema de desarrollo estudiantil que articule las diferentes estrategias y acciones que se realicen para lograr la inclusión, la equidad, la permanencia, la promoción y el cumplimiento satisfactorio y progresivo de los propósitos y metas de los programas académicos. Flexibilizar la reglamentación universitaria y poner en marcha un conjunto de acciones institucionales tendientes a promover, desde el ingreso, una formación pertinente y de calidad que disminuya la repitencia y la deserción. PARÁGRAFO. Corresponde a la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional, en coordinación con la Vicerrectoría Académica, el Comité de Currículo, la Vicerrectoría de Bienestar Universitario y las unidades académicas, realizar las investigaciones, estudios, y evaluaciones que le darán sentido al Observatorio de la trayectoria académica y al Sistema de desarrollo estudiantil.

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ARTÍCULO 34°. Mantener la Consejería estudiantil como estrategia de acompañamiento de los profesores a los estudiantes, en las distintas unidades académicas. LOS PROFESORES Y SU FORMACIÓN ARTÍCULO 35°. Reconocer que las tensiones que caracterizan a la Universidad y al quehacer docente ponen en evidencia el compromiso, la disposición y la apertura de los profesores frente a la diversidad de condiciones sociales, culturales y funcionales de los estudiantes; a los saberes y conocimientos disciplinarios, inter y transdisciplinarios y transversales; a la lectura y a la escritura; a la tecnología como saber que media los procesos académicos; a problemas propios de la cultura académica e institucional; y a las nuevas condiciones que rodean la enseñanza universitaria. ARTÍCULO 36°. Definir la formación profesional, pedagógica y ética de los profesores como una prioridad institucional y una condición sin la cual no es posible propender por la formación integral de los estudiantes, tal como se ha establecido en el presente Acuerdo. ARTÍCULO 37°. Recrear y actualizar la política de formación pedagógica de los profesores y diseñar un plan de formación permanente, dirigido a los actuales y a los futuros profesores de la Universidad. ARTÍCULO 38°. Revisar y replantear los criterios de selección de profesores de tal manera que se tengan en cuenta las capacidades pedagógicas y curriculares, y no solamente las de investigación y de formación disciplinaria. LA FORMACIÓN DE OTROS ACTORES INSTITUCIONALES ARTÍCULO 39°. Reconocer las necesidades de formación y cualificación permanente de los directivos, los miembros de Comités Curriculares y de Programas Académicos y del personal administrativo y de apoyo, en asuntos relacionados con la vida universitaria, la diversidad de condiciones sociales, culturales y funcionales de los estudiantes; las tensiones entre los procesos académicos y administrativos; las falencias originadas por la falta de flexibilidad en todos los órdenes; y las estrategias y acciones que se proponen para contrarrestar la tendencia a la fragmentación excesiva, la desarticulación y descoordinación entre ambos sectores. ARTÍCULO 40°. Diseñar planes de formación y actualización para los actores institucionales involucrados en la gestión académica, pedagógica, curricular y administrativa del Proyecto Formativo de la Universidad que respondan a la naturaleza y contenido de los cargos en general; y en particular, a los requerimientos relacionados con la experimentación y evaluación de la Política Curricular, de modo que se garantice el acompañamiento a la implementación y puesta en marcha del presente Acuerdo.

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CAPÍTULO IV: DE LOS PROGRAMAS ACADÉMICOS Y LA GESTIÓN PEDAGÓGICA Y CURRICULAR ARTÍCULO 41°. DE LAS DEFINICIONES El currículo es la síntesis o el proyecto de selección cultural (conocimientos, valores, creencias, costumbres) que, con una clara intencionalidad pedagógica, política y educativa, se concreta a través de componentes curriculares y actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) orientadas a formar seres humanos, ciudadanos y profesionales íntegros, responsables, solidarios y democráticos; en contextos históricos y socio-culturales concretos. La estructura curricular es la interrelación y dependencia sistémica de los momentos y elementos que atraviesan el proceso de diseño y construcción del currículo; señala caminos y modos distintos de relacionarse con el conocimiento y de aprehender los objetos en sus contextos y complejidades; favorece la organización global y particular de los saberes por áreas, temas, problemas, tópicos, campos obligatorios, proyectos, entre otros; y promueve el diseño de estrategias pedagógicas que integren permanentemente la teoría con la práctica. La formación por ciclos hace referencia a un proceso de tránsito por una espiral, cuya calidad depende de la unidad, diferenciación, integración, continuidad y complementariedad de los momentos, experiencias y vivencias que la conforman y que estas cualidades, conjuntamente con la diversidad de saberes y la pluralidad del pensamiento universitario que tengan expresión en ella, son, en gran medida, los atributos que hacen posible la integralidad en la formación. Los Ciclos básico y profesional se entienden como el conjunto de momentos, experiencias y vivencias que interactúan permanentemente, generando una simbiosis en la que cada uno va emergiendo como complemento del otro, a lo largo del proceso y no como antecesor o predecesor. Lo anterior, produce saltos cualitativos en el tiempo que van dando origen a la formación integral. En esta interacción, el Ciclo Básico aporta los fundamentos que sirven de soporte al Ciclo Profesional y éste, además de constituirse en el horizonte del primero, proporciona los elementos de orden conceptual, metodológico y procedimental que habilitan para el ejercicio integral de una profesión u oficio o para proseguir otros estudios. El Ciclo Básico es fundamental para la inserción de los estudiantes en la vida universitaria y la cultura académica; la interacción inicial con un campo del saber y la introducción a una profesión; la exploración de trayectorias personales y la prefiguración de proyectos de vida que favorezcan la identidad y el sentido de pertenencia con la carrera elegida, o a elegir en su tránsito por este ciclo. El Ciclo Profesional es el responsable de la inserción de los estudiantes en las disciplinas afines a la profesión elegida y de la interacción permanente con otros saberes científicos y no científicos. Su énfasis en la formación teórica, práctica y técnica es lo que hace posible la apropiación crítica y reflexiva de los aspectos conceptuales, metodológicos y procedimentales, propios de la cultura académica en un campo del saber o de la práctica social y la prefiguración de horizontes que fortalecen la identidad con una determinada profesión u oficio.

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El diseño curricular o plan de estudios es el proceso y el resultado de la construcción y sistematización del currículo o del proyecto pedagógico y educativo que le da sentido. El plan de estudios es la organización de los saberes teóricos, prácticos y técnicos y de las condiciones metodológicas del trabajo académico, en un conjunto de experiencias académicas, pedagógicas y culturales, orientadas al desarrollo de capacidades, sensibilidades y competencias requeridas para atender las expectativas, necesidades y proyecciones de formación profesional y tecnológica de la región y el país. Este documento constituye la propuesta de formación y, por tanto, la concreción de la Política Curricular en un campo específico del saber; es la respuesta de la Universidad a los desafíos de la sociedad contemporánea desde el proyecto pedagógico-político expresado en la misión y el ethos universitario, en un contexto mediado por tendencias y transformaciones científicas, tecnológicas, económicas, sociales y culturales, y por condiciones legales y reglamentarias vigentes. Los programas profesionales están orientados a la formación para el ejercicio profesional en diversos campos del saber y de la práctica. Los contenidos teóricos, metodológicos y técnicos, y las capacidades, sensibilidades y competencias que desarrollan responden a un enfoque integral que habilita para la indagación y la intervención en diferentes problemáticas relacionadas con las áreas de interés de cada carrera. Exigen el dominio de conocimientos científicos y tecnológicos apropiados, como también de sus aspectos éticos y políticos para valorar la relevancia y pertinencia social y cultural de sus aplicaciones. Las licenciaturas y otras profesiones afines a la educación hacen parte de estos programas profesionales. Los programas de licenciatura están orientados a la formación inicial de educadores para los niveles de Educación Preescolar Básica primaria y secundaria y Media académica y técnica. Los contenidos teóricos, metodológicos y técnicos y las capacidades, sensibilidades y competencias que desarrollan responden a un enfoque integral, resultado de la expresión en el currículo y en la praxis, de los núcleos del saber pedagógico (imbricación entre el campo de la educación y la pedagogía, especialmente de las pedagogías escolares y las didácticas de las disciplinas, con los otros campos del saber y de la práctica social en los que se inscriben estas profesiones). Los programas afines a la Educación están orientados a formar otros profesionales de la Educación (líderes comunitarios, líderes políticos, gestores culturales, activistas de la educación). Estos programas pueden conducir o no al título de licenciatura, en tanto que se inscriben en lo que se conoce genéricamente como la Educación social y corresponden a las otras educaciones contempladas en la Ley General de Educación, 115 de 1994: Educación no formal, Educación informal y a otras denominaciones como Educación popular, Educación de adultos, Educación para el trabajo, Etnoeducación, Educación campesina o rural, Educación comunitaria, Educación para la rehabilitación social, Educación para la recreación y uso del tiempo libre; entre otras. Sus contenidos teóricos, metodológicos y técnicos y las capacidades, sensibilidades y competencias que desarrollan responden a un enfoque integral, resultado de la expresión en el currículo y en la praxis de los núcleos del saber pedagógico (imbricación entre el campo de la educación y la pedagogía (pedagogías no escolares, sociales, ciudadanas), con los campos del saber y de la práctica social en los que se inscriben estas profesiones.

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Los programas tecnológicos están orientados a la formación de los egresados de la Educación media, preferiblemente técnica, que aspiran a apropiarse de una tecnología para insertarse en el mercado laboral, conforme a los requerimientos de diferentes organizaciones de la sociedad y el Estado, sin desmedro de la calidad y del prestigio social por elegir esta alternativa de formación necesaria para la región y el país. Sus contenidos teóricos, metodológicos y técnicos y las capacidades, sensibilidades y competencias que desarrollan responden a un enfoque integral que habilita para el estudio de las técnicas, entendidas como un conjunto de conocimientos relacionados con procedimientos para la construcción y uso de artefactos naturales y artificiales que permiten transformar la naturaleza para cubrir necesidades y deseos humanos. La gestión es la capacidad de liderar y movilizar el talento humano y la diversidad de recursos institucionales y ponerlos en función de acciones pertinentes y relevantes para la formación y el currículo; procurar la integración de éstos con la investigación y la proyección social-extensión; y disponer de procesos y dispositivos académicos y administrativos que favorezcan la efectividad y la eficacia de las acciones mencionadas. La gestión académico-administrativa ha de centrar su atención en los temas, objetos y problemas pedagógicos y curriculares y velar porque la flexibilidad en todos los órdenes se exprese en la praxis. EL CURRÍCULO, LOS CICLOS DE FORMACIÓN Y LOS PROGRAMAS ACADÉMICOS ARTÍCULO 42°. Superar la tendencia que prevalece en la Universidad a privilegiar los currículos agregados y asignaturistas, para hacer el tránsito hacia currículos integrados que favorezcan el trabajo por procesos, por problemas complejos de interés para todas las carreras, por núcleos problemáticos abordados, en lo posible, por equipos docentes de distintas disciplinas y unidades académicas. La estructura curricular y los Ciclos Básico y Profesional ARTÍCULO 43°. Propender por estructuras curriculares flexibles capaces de producir un equilibrio dinámico entre la organización de los contenidos expresados en el conjunto de actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos) y los principios y condiciones metodológicas del trabajo académico; entre ellos, la evaluación como expresión de la flexibilidad e integralidad del currículo y de la formación. ARTÍCULO 44°. Mantener en la formación de pregrado la estructuración por ciclos denominados en el presente Acuerdo como Ciclo Básico y Ciclo Profesional, ambos de carácter obligatorio. ARTÍCULO 45°. Establecer que, en el contexto de la formación integral, el Ciclo Básico juega un papel importante y significativo en la comprensión de las realidades sociales, culturales y funcionales de los estudiantes; de los fenómenos que enfrentan en la vida cotidiana durante sus estudios y de los que podrían presentarse en el ámbito del ejercicio profesional.

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ARTÍCULO 46°. Establecer que los componentes esenciales del Ciclo Básico pueden ser comunes a varios programas académicos y responder, a la vez, a características específicas de los campos del saber en los que se inscriben las expectativas y requerimientos de los sujetos en formación. En todos los casos, este ciclo tiene los siguientes objetivos curriculares: a) Formar a los estudiantes en los códigos básicos de la vida universitaria y la cultura

académica, procurando el desarrollo de un interés genuino por el conocimiento, la actitud y el compromiso con el estudio autónomo.

b) Desarrollar capacidades, sensibilidades y competencias básicas en español, inglés y otras lenguas; en Tecnologías de la información y la comunicación; y en convivencia y resolución de conflictos.

c) Fortalecer en los estudiantes un pensamiento lógico-matemático, científico-tecnológico, filosófico, humanístico y artístico.

d) Promover enfoques y metodologías de trabajo académico mediadas por el arte, el juego y la lúdica.

e) Explorar y sentar las bases para el desarrollo de la sensibilidad y la consciencia histórica y estética.

f) Contribuir al desarrollo de capacidades, sensibilidades y competencias básicas en los distintos campos del saber y propender por la apropiación de los conocimientos requeridos por el aprendizaje en cada uno de ellos.

g) Promover la participación en proyectos y propuestas transversales que favorezcan los encuentros entre las unidades académicas y el diálogo entre los diferentes saberes.

PARÁGRAFO. En el contexto de la unidad y la diversidad que caracteriza la Universidad, se propone que no haya un solo Ciclo Básico, sino varios, que correspondan a diferentes campos del saber, como Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Sociales y Humanas, Ingeniería, Salud, Educación y Pedagogía, Artes y Tecnología. ARTÍCULO 47°. Flexibilizar el Ciclo Básico para propiciar el tránsito y la movilidad de los estudiantes; la inserción en la vida universitaria y la cultura académica; la conformación de su vocación, en aquellos casos en los que ésta no esté definida; y diseñar y afinar los criterios de flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa requeridos para que el Ciclo Básico funcione conforme a lo expuesto en el presente Acuerdo. ARTÍCULO 48°. Establecer que no obstante la especificidad y propósitos de los programas académicos, la diversidad y diferencia entre sus Ciclos profesionales, es posible identificar en ellos una cierta orientación o tendencia hacia la investigación o hacia la proyección social-extensión, lo que les imprime un carácter más teórico o más práctico, según sea el caso. Independientemente de esta característica, todos los programas deberán explicitar-preferiblemente en su Ciclo Profesional- las relaciones de la formación y el currículo con estos dos modos de conocer y abordar la realidad, clarificando el sentido y alcance tanto de la formación para la investigación y la investigación formativa, como de la formación para la intervención y la proyección social-extensión formativa.

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ARTÍCULO 49°. Reconocer que, dada la amplitud y complejidad de algunos problemas de la realidad y del mundo contemporáneo, su estudio no corresponde a una disciplina en particular, debiendo ser abordados de manera transversal e interdisciplinaria. En este contexto, ciertas actividades académicas del Ciclo Profesional pueden ser compartidas con otros programas académicos sin desmedro de las exigencias específicas de los campos del saber ni de las profesiones y, menos aún, de las expectativas de los sujetos en formación. Estas formas de trabajo académico, por el contrario, enriquecen la formación y la hacen más polivalente y flexible. En todos los casos, este ciclo tiene los siguientes objetivos curriculares: a) Proporcionar a los estudiantes conocimientos, instrumentos y herramientas que fortalezcan

su formación en las diferentes áreas de la respectiva carrera y complementen su formación integral.

b) Brindar al estudiante una formación teórica, práctica y técnica que les permita hacer conciencia de la importancia del pensamiento matemático, el razonamiento científico y su interacción armónica con el entorno ambiental (social, cultural, político, tecnológico, artístico y estético) propio y de otras culturas.

c) Favorecer el desarrollo de capacidades, sensibilidades y competencias fundamentales para su futuro desempeño humano, ciudadano y profesional.

d) Estimular la búsqueda de trayectorias personales que reviertan en los trabajos de grado, en la práctica profesional y, eventualmente, en la investigación en áreas de interés posgradual.

PARÁGRAFO 1. El estudiante podrá definir un área de interés particular, a través de electivas profesionales que le permitan ir adquiriendo un núcleo temático y logrando un dominio progresivo del mismo, con el fin de proponer soluciones a diferentes problemáticas propias de dicha área. PARÁGRAFO 2. Corresponde a los Comités de programa académico establecer y presentar ante las instancias correspondientes para su aprobación, los ajustes curriculares requeridos por los ciclos mencionados. El diseño curricular o plan de estudios ARTÍCULO 50°. Propender por la integralidad en el diseño curricular o plan de estudios en tanto que ella es necesaria para la formación de un ser humano, un ciudadano y un profesional, cuyo desempeño individual, social y productivo sean la expresión de un desarrollo equilibrado entre sensibilidades, capacidades y competencias. ARTÍCULO 51°. Adoptar una clasificación de las actividades formativas (asignaturas y otras experiencias y espacios académicos) que restituya el sentido de la formación básica general; establecer el carácter obligatorio de sus contenidos, permitiendo cualificar la formación teórica, práctica y técnica (formación disciplinaria, interdisciplinaria y en otros saberes); y favorecer la inserción de la investigación y la proyección social-extensión en los procesos formativos.

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ARTÍCULO 52°. Determinar que todo programa académico estará conformado por actividades formativas (asignaturas, otras experiencias y espacios académicos) denominadas: básicas generales, básicas específicas de la profesión, electivas complementarias, profesionales, electivas profesionales y otros espacios académico-culturales de carácter extracurricular: a) Las básicas generales son aquellas referidas a las culturas científica, humanística y artística.

Se encargan de iniciar al estudiante en la vida universitaria, de introducirlo en la cultura académica, y de procurarle las bases para su formación integral. Estas actividades constituyen una parte sustantiva del Ciclo Básico.

b) Las básicas específicas de la profesión son las que proporcionan a los estudiantes los fundamentos teóricos y metodológicos de una formación profesional. Son las responsables de introducir al estudiante en un campo del saber y de la práctica social, en un conjunto de temas, objetos y problemas relacionados con una profesión y con las disciplinas afines a ésta.

c) Las electivas complementarias son el conjunto de conocimientos y experiencias humanas, éticas, estéticas, artísticas, físicas, sociales, políticas y científico-técnicas que contribuyen al desarrollo de las potencialidades del estudiante y al ejercicio de una ciudadanía activa; complementan lo imprescindible y lo estrictamente profesional y disciplinario.

d) Las profesionales son las que le imprimen especificidad a una profesión; son el resultado de las experiencias, tradiciones y convenciones consolidadas por las respectivas comunidades académicas que le sirven de soporte a una profesión.

e) Las electivas profesionales son aquellas que permiten profundizar en una determinada área o campo de una profesión.

PARÁGRAFO 1. Corresponde al Comité de programa académico, en el marco de lo establecido en este Acuerdo, la clasificación de las actividades formativas ya sea en básicas generales, básicas complementarias, básicas profesionales, profesionales, electivas profesionales y otras actividades de carácter extracurricular que conforman el plan de estudios; lo mismo que los criterios para hacer las homologaciones correspondientes, conforme a la naturaleza y propósitos de la formación. PARÁGRAFO 2. Corresponde a las unidades académicas el diseño y ofrecimiento de las actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios formativos) y la formulación de orientaciones y alternativas diversas para su desarrollo y evaluación, tales como: validaciones, exámenes de proficiencia, exámenes comprensivos, trabajo tutorial, educación desescolarizada, pasantías, prácticas docentes y profesionales. ARTÍCULO 53°. Determinar que el programa académico, construido con base en los principios y criterios del presente Acuerdo, deberá hacerse explícito, al menos: a) La justificación del programa. b) Los principios y propósitos generales de la formación profesional o tecnológica, según la

naturaleza y nivel del programa. c) Los perfiles humano, social y profesional o tecnológico del egresado.

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d) La estructura curricular por ciclos con sus respectivos objetivos curriculares. e) La organización de los contenidos del programa académico: el tipo de actividades

formativas (asignaturas, otras experiencias y espacios académicos), sus requisitos, valor en créditos; su ubicación y contribución en tres aspectos centrales del currículo: La Formación básica: general, específica o profesional, y complementaria; la Formación teórica, práctica y técnica (disciplinas y otros saberes; relación teoría-práctica); la Formación y su relación con la investigación y la proyección social-extensión.

f) La duración en años o semestres y las modalidades en que se ofrece. g) El título a que conduce y los requisitos para su otorgamiento. h) La relación de actividades formativas (asignaturas, otras experiencias y espacios

académicos), prerrequisitos y correquisitos. i) La propuesta de Resolución del programa académico.

PARÁGRAFO 1. El Comité de programa académico establecerá la relación y articulación de los requisitos anteriores con los exigidos para la obtención del Registro Calificado y la Acreditación de Alta Calidad. PARÁGRAFO 2. En su estructura básica el programa académico es único, independiente de las modalidades y del lugar en que se ofrece, pudiendo variar las metodologías y estrategias pedagógicas. Los programas académicos de pregrado ARTÍCULO 54°. Establecer que los programas académicos de pregrado de la Universidad corresponden a los niveles de formación profesional y tecnológica, y pueden ser ofrecidos en varias modalidades. PARÁGRAFO. Los Comités de programa académico aprobarán el traslado de estudiantes entre las modalidades ofrecidas por la Universidad. ARTÍCULO 55°. Los Consejos de Facultad e Instituto reglamentarán lo concerniente a los criterios, características y alternativas de los trabajos de grado, las prácticas docentes, las prácticas profesionales y las pasantías propuestas por los Comités de Programa, como estrategias de inserción de la investigación y la proyección social-extensión en los procesos formativos, de vinculación de los estudiantes a los contextos profesionales y laborales y como requisito de grado en las licenciaturas y en las demás profesiones. El trabajo de grado conferirá créditos que se contabilizarán como parte de los créditos obligatorios de cada programa. ARTÍCULO 56°. Para la obtención del grado todo estudiante debe presentar y aprobar un examen de lectura de textos en una segunda lengua, preferiblemente el Inglés. El Consejo Académico reglamentará los exámenes requeridos para el cumplimiento de este requisito. ARTÍCULO 57°. Establecer, que en consonancia con los desarrollos de la Política Educativa y de acuerdo con lo que determine la ley, los programas profesionales pueden realizarse por

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ciclos propedéuticos, mediante una formación que podrá conducir a la titulación tecnológica en un primer ciclo, y a la profesional en un segundo ciclo, previo el cumplimiento de los requisitos exigidos en ambos casos. PARÁGRAFO. El Consejo Académico definirá las características y condiciones de la formación por ciclos propedéuticos. De acuerdo con su naturaleza y propósitos de la formación (tecnológica o profesional), corresponde a cada Comité de programa académico explicitar y aprobar el carácter terminal del ciclo tecnológico o su continuidad con el Ciclo Profesional. LA GESTIÓN PEDAGÓGICA Y CURRICULAR Los procesos y la estructura académico-administrativa ARTÍCULO 58°. Atenuar la fragmentación y sectorización que afectan la integralidad de la docencia, la investigación y la proyección social-extensión e inciden en la subutilización de los saberes y de otros recursos institucionales. ARTÍCULO 59°. Promover el despliegue y la circulación del acumulado de saber teórico y empírico de la Universidad y utilizarlo para modernizar las estructuras académicas y administrativas y avanzar hacia modelos organizacionales abiertos, dinámicos y flexibles. ARTÍCULO 60°. Adecuar la gestión a las exigencias de la Política Curricular y del Proyecto Formativo, propiciando la integración y coordinación entre los procesos académicos y los administrativos y en el interior de ellos.

ARTÍCULO 61°. Crear y autorizar el funcionamiento de los programas de formación de pregrado es competencia del Consejo Superior. Aprobar y reformar el Currículo y autorizar su ofrecimiento en diversas modalidades corresponde al Consejo Académico. ARTÍCULO 62°. Liderar y coordinar la ejecución de las políticas y hacer seguimiento y evaluación de los procesos académicos que sustentan los programas de formación son responsabilidad, en su respectivo nivel, del Vicerrector Académico, los Decanos y Directores de Instituto, los Directores de Escuela y los Jefes de Departamento. ARTÍCULO 63°. Diseñar, ejecutar y evaluar las actividades de docencia y su articulación e inserción con la investigación y la proyección social-extensión corresponde a la dirección general de la Universidad, a las facultades e institutos y a los departamentos y escuelas. PARÁGRAFO: Cada facultad e instituto establecerá, con base en criterios de pertinencia, calidad, efectividad y eficacia, las estrategias para darle cumplimiento al presente artículo. Las respectivas propuestas serán presentadas al Consejo Académico. ARTÍCULO 64°. Corresponde al Comité de Currículo de la Universidad, como instancia colegiada, asesorar al Consejo Académico en la definición de políticas, la coordinación de

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procesos y el seguimiento, la aprobación, reforma y evaluación de programas. ARTÍCULO 65°. El Comité de Currículo de la Universidad estará conformado por el Vicerrector Académico, quien lo presidirá, por los Vicedecanos Académicos o Subdirectores Académicos, el representante de los Directores de programa académico al Consejo Académico y el Director de Autoevaluación y Calidad Académica, quien lo presidirá, en ausencia del Vicerrector Académico. Como máxima instancia curricular, este organismo tendrá las siguientes funciones: a) Proponer al Consejo Académico políticas de desarrollo curricular y pedagógico de

conformidad con el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y con las tendencias y transformaciones nacionales e internacionales en el campo de la formación en la Educación Superior.

b) Estudiar, con base en los principios del presente Acuerdo y del Plan de Desarrollo de la Universidad, las propuestas de creación, ajuste, reestructuración o supresión de los programas de formación.

c) Recomendar y someter a consideración del Consejo Académico las propuestas de creación, reforma o supresión de programas, evaluados con base en criterios de factibilidad y pertinencia académica, administrativa y financiera.

d) Promover los procesos de autoevaluación de los programas y definir estrategias para su mejoramiento y la promoción de su calidad académica, en el marco de los principios y criterios establecidos en este Acuerdo y en las directrices para la obtención del Registro Calificado y la Acreditación de calidad de los programas.

e) Velar por el cumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios por parte de los actores e instancias institucionales responsables de los programas de formación.

f) Las demás funciones que le asigne la normatividad de la Universidad.

PARÁGRAFO 1. El Comité de Currículo de la Universidad establecerá su propio reglamento de funcionamiento, orientado a garantizar la pertinencia, calidad, efectividad y eficacia de los procesos asociados con la gestión pedagógica y curricular de la Universidad. PARAGRAFO 2. Mientras se establece la nueva estructura del Programa de Regionalización de la Universidad del Valle, uno de los Directores de las Sedes Regionales designado por éstos hará parte del Comité de Currículo. ARTÍCULO 66°. Establecer que la Dirección de Autoevaluación y Calidad Académica es la instancia encargada de liderar y promover los procesos de recreación y actualización permanente de la Política Curricular y del Proyecto Formativo, bajo las orientaciones de la Vicerrectoría Académica y del Comité de Currículo de la Universidad. Corresponde también a esta dependencia orientar y coordinar la gestión pedagógica, curricular y de autoevaluación en la Universidad, mediante un trabajo mancomunado con las Vicedecanaturas de las Facultades y Subdirecciones Académicas de los Institutos y los respectivos Comités de Currículo. Para el efecto esta instancia tendrá las siguientes funciones:

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a) Coordinar y dirigir el Comité de Currículo de la Universidad en la ausencia del Vicerrector Académico.

b) Asesorar a las unidades académicas en los procesos de reforma, modificación o creación de programas de formación de pregrado o de posgrado.

c) Liderar y coordinar los procesos de evaluación de proyectos de creación de programas. d) Estudiar y recomendar al Comité de Currículo los proyectos de reforma y de creación de

programas de pregrado y de posgrado. e) Asesorar a los Directores de programa académico y coordinar los procesos de Registro

Calificado y de actualización de información ante el MEN y hacer el seguimiento del cumplimiento de los requisitos y condiciones legales o reglamentarias.

f) Promover procesos de autoevaluación permanente con fines de acreditación de los programas.

g) Promover la reflexión académica y el desarrollo de políticas sobre las cuestiones académico-curriculares.

h) Promover y hacer efectivo un sistema de información sobre la oferta de programas de pregrado y posgrado.

PARÁGRAFO 1°. Corresponde a las unidades académicas responsables de los programas de formación su diseño, definición de las modalidades de ofrecimiento, y la búsqueda de estrategias y recursos para su ejecución. PARÁGRAFO 2°. Las unidades académicas son responsables de la gestión, del seguimiento y de la evaluación permanente de las diversas actividades académicas que sustentan los programas de formación en todas sus modalidades y sedes de la Universidad.

DISPOSICIONES VARIAS ARTÍCULO 67°. La Dirección de la Universidad y la de las Facultades e Institutos Académicos deberán presentar al Consejo Académico, en el término de seis (6) meses, a partir de la expedición del presente Acuerdo, propuestas de experimentación y evaluación que favorezcan la implementación de esta política. ARTÍCULO 68°. Establecer que los procesos de rediseño y ajuste de los programas, conforme a los lineamientos, estrategias y acciones establecidas en este Acuerdo, son responsabilidad de los Comités de Currículo de las Facultades e Institutos, y de los Comités de Programa académico; ellos hacen parte de una estrategia institucional de experimentación y evaluación, que amerita la asesoría permanente de un equipo de acompañamiento curricular. ARTÍCULO 69°. Establecer que las modificaciones en los programas académicos derivadas de la aplicación del presente Acuerdo, se harán con base en los resultados de la experimentación y evaluación mencionadas en el artículo anterior; y se centrarán en nueve asuntos concretos: 1. La redefinición de la formación básica general, específica y complementaria; de la formación

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teórica, práctica y técnica; y de la relación de la formación con la investigación y proyección social-extensión.

2. El diseño y la pertinencia de un periodo de aprestamiento, y su puesta en marcha. 3. La revisión y ajuste de los perfiles profesionales, sociales y humanos en términos de

sensibilidades, capacidades y competencias. 4. El replanteamiento de los Ciclos básico y profesional, su diferenciación, interacción e

integración. Establecimiento de núcleos comunes y transversalidades afines. 5. La revisión y ajuste de los principios y condiciones del trabajo académico: multi, inter,

transdisciplinariedad, transversalidad; integración horizontal y vertical; diálogo de saberes y modos de conocer; relación teoría-práctica; y re-estructuración de los currículos.

6. El tránsito de currículos agregados a currículos integrados; paso de asignaturas a actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios formativos); estructuración por problemas complejos, núcleos problemáticos; y conformación de equipos docentes de diferentes unidades y disciplinas.

7. Formulación de políticas específicas acordes con la naturaleza y propósitos de la formación de tecnólogos, educadores y otros profesionales.

8. La recreación y actualización de la política de formación pedagógica de los profesores. 9. La revisión y el replanteamiento de la organización académico-administrativa de la

Universidad, y la cualificación de la gestión pedagógica, curricular y administrativa. ARTÍCULO 70°. Los rediseños y ajustes a los programas académicos que surjan de este proceso de experimentación y evaluación, válidos para todos los programas de pregrado ofrecidos por la Universidad, seguirán, además, los procesos establecidos en el Decreto 1075 del 2015, en particular lo referido a la educación superior en el Decreto 1295 del 2010 o las normas que lo sustituyan.

COMUNÍQUESE, PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE

Dado en Santiago de Cali, en el salón de reuniones del Consejo Académico, a los veinticinco (25) días del mes de septiembre de 2015. Presidente, ALEJANDRA CORCHUELO MARMOLEJO Representante del Presidente

LUIS ALBERTO HERRERA RAMÍREZ Secretario General

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Universidaddel Valle

UNIVERSIDAD DEL VALLE

CONSEJO SUPERIOR

ACUERDO No. 025

Septiembre 25 de 2015

ANEXO 1

(Documento complementario)

PUESTA EN MARCHA DE LA POLÍTICA CURRICULAR DE UNIVALLE

ESTRATEGIA: EXPERIMENTACIÓN Y EVALUACIÓN

PRESENTACIÓN

Culminada la Fase I de la Estrategia para recrear y actualizar la Política Curricular de Univalle y

habiendo avanzado en el proceso de sistematización de los resultados de esta experiencia

institucional; en la formulación del Proyecto de Acuerdo y de su discusión en las instancias

correspondientes; estamos listos para iniciar una segunda fase, quizás más importante y

significativa que la anterior, en la medida en que se trata de la implementación o puesta en

marcha de la política mencionada; de ir haciendo realidad lo proyectado hasta este momento.

Con ese horizonte hemos venido actuando con la esperanza de que a corto plazo y, una vez

sancionado el Acuerdo de Política, le daríamos paso a la Experimentación y Evaluación, tal

como se anunció en las reuniones del Comité Central de Currículo y del Consejo Académico de

la Universidad a finales de Mayo del 2014, cuando se presentó el informe final de la estrategia

mencionada.

Experimentación y Evaluación es la denominación que se le ha dado a una fase II de la Estrategia

para recrear y actualizar la Política Curricular y el Proyecto Formativo de nuestra universidad

que está orientada por un lado, al Rediseño de los currículos de los diferentes programas

académicos de pregrado conforme a los principios, lineamientos y acciones contenidas en el

Acuerdo; y por otro, a favorecer y a hacer posible este propósito institucional mediante la

Recreación y actualización de la política de formación pedagógica de los profesores. Con esta

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intervención en el primer caso, y formulación en el segundo, pretendemos avanzar en dos

asuntos que se revelaron durante todo el proceso como condiciones claves para que la política

contribuya efectivamente al fortalecimiento y consolidación del proyecto formativo de la

Universidad del Valle; ellos son: el rediseño de los currículos y la formación pedagógica de los

profesores.

APRESTÁNDONOS PARA INICIAR LA FASE II

A lo largo del trabajo institucional realizado en la Estrategia para recrear y actualizar la Política

Curricular hemos intentado cerrar el círculo por el que transitamos tantas veces; sin embargo,

esto no ha sido posible; a cada momento nos encontramos con una espiral que nos envuelve y

conduce de nuevo a trabajar por la formación integral desde el rediseño curricular de los

programas académicos de pregrado: profesionales y tecnológicos. Proceso que exige estudiar y

explorar esas nuevas realidades sociales, culturales y funcionales de los estudiantes y revisar los

perfiles de ingreso y egreso conforme a los criterios y lineamientos de la nueva Política

Curricular, para intervenir de la mejor manera el Proyecto Formativo de la Universidad. Una

intervención curricular que invita a diseñar un período de aprestamiento para los estudiantes y

planes de estudio que lo requieran; a replantear los Ciclos Básico y Profesional concebidos, en

su unidad y diferenciación, como un todo integrado; a pensar en cómo abordar la formación:

por procesos, por problemas complejos, por núcleos temáticos; a conformar equipos docentes

de diferentes disciplinas y unidades académicas; entre otros; a crear un observatorio para

hacerle seguimiento a la trayectoria académica de los estudiantes y un sistema de desarrollo

estudiantil; en fin, a dejarnos convocar por un trabajo que nos interroga por las sensibilidades,

capacidades y competencias que han de tener los estudiantes, los profesores y otros actores

institucionales para enfrentarse a las exigencias del mundo contemporáneo.

La puesta en marcha de la Política Curricular nos compromete con igual intensidad con la

reflexión y el debate sobre la formación pedagógica de los profesores de la Universidad;

planteando a su vez nuevos retos que tienen que ver con la posibilidad de mantener un diálogo

permanente entre la cultura institucional y la cultura académica que propicie la relación e

integración de los resultados de esta Estrategia para recrear y actualizar la Política Curricular,

con los procesos de reflexión y autoevaluación que anteceden los Registros Calificados, y la

Acreditación de Calidad de los Programas Académicos. El propósito general, como lo hemos

sostenido desde el comienzo de este proyecto, es que la Política Curricular y el Proyecto

Formativo que emerjan en este contexto se articulen a los procesos mencionados e inscriban en

el desarrollo institucional de la Universidad; vale decir, en el Plan de mejoramiento que

acompaña la Renovación de la Acreditación de Calidad de la Universidad; y obviamente, en el

nuevo Plan Estratégico de Desarrollo de la Institución 2015-2025, que se ha venido formulando

recientemente. La idea es procurar que estos instrumentos sean garantes, en gran medida, de

27

la creación de condiciones institucionales que posibiliten la reflexión y el debate permanentes

alrededor de la calidad y excelencia académica, de la relevancia y pertinencia local y global del

proyecto formativo de la Universidad; desde una acción individual, colectiva e institucional que

favorezca el reconocimiento y la identidad con el quehacer académico, pedagógico y político de

la Universidad del Valle y de la Educación Superior ofrecida por esta Institución.

Concluido el trabajo de divulgación de los resultados de la Estrategia, y de aprobación y

adopción de la nueva Política Curricular daremos paso entonces, a la conformación e instalación

de los Equipos de Acompañamiento de la Fase II de “Experimentación y Evaluación” que versará

sobre el rediseño curricular de los programas de pregrado, y la formulación de la política de

formación pedagógica de los profesores.

Equipo de acompañamiento 1: Rediseños Curriculares

Este equipo trabajará con base en los lineamientos generales, criterios y estrategias

establecidos en el Acuerdo del Consejo Superior de la Universidad, por el cual se recrea y

actualiza la política curricular. Su labor se centrará, específicamente, en lo concerniente al

rediseño y ajuste de los programas académicos de pregrado: profesionales y tecnológicos. Para

el efecto se partirá del principio institucional que establece que “En la Universidad del Valle la

formación integral es el sentido del proyecto formativo; la investigación y la proyección social-

extensión son sus fundamentos; y la flexibilidad académica, pedagógica, curricular y

administrativa es la estrategia que lo hace posible”; y que se espera concretar a través de las

nueve (9) acciones contempladas en el acápite Disposiciones Varias, Artículo 69 del Acuerdo.

La metodología será por Comisiones y Mesas de trabajo en las que, si bien habrá discusión

académica, se dará prelación a los acuerdos y a la toma de decisiones. Se trata de un trabajo

integral que, no obstante hacer énfasis en los rediseños y ajustes de los currículos, tendrá que

prestar especial atención a las estructuras, los procesos y a la gestión pedagógica y curricular.

De igual manera, deberá ir haciendo acopio de información relacionada con las necesidades de

cualificación de los profesores y de otros miembros involucrados en la gestión pedagógica y

curricular: Directores de programa, miembros de Comités de programa, y personal

administrativo y de apoyo a la labor académico-curricular, que se vaya presentando e

identificando en el desarrollo y ejecución de esta fase de experimentación y evaluación. Se

espera que estas necesidades de cualificación y formación se canalicen y resuelvan conforme a

los requerimientos y horizontes de trabajo de corto, mediano y largo plazo, bien sea a través de

talleres y/o seminarios permanentes; de otras actividades de cualificación que se estén

realizando por parte de la DACA, de la DINTEV, de las Facultades e Institutos, y en particular de

las ofrecidas por el Instituto de Educación y Pedagogía.

28

Equipo de acompañamiento 2: Formulación de la Política de formación pedagógica de los

profesores

Igual que el anterior, este equipo trabajará con base en los nuevos lineamientos generales,

criterios y estrategias establecidos en el Acuerdo del Consejo Superior de la Universidad, por el

cual se recrea y actualiza la política curricular. Su labor se centrará en la formulación de la

política de formación pedagógica de los profesores de la Universidad del Valle, específicamente,

en su indagación, recreación y actualización que tendrá que concretarse, más adelante, en un

plan de formación y cualificación permanente para el corto, mediano y largo plazos. Para

adelantar su trabajo el quipo deberá partir de los resultados arrojados por la investigación sobre

la política curricular de la universidad; en particular, los relacionados con las experiencias

significativas y los proyectos específicos de los profesores, estudiados en este contexto. Como

también, de los resultados de la Estrategia que tienen que ver con las tensiones, falencias y

problemáticas observadas en relación con los estudiantes, el proceso formativo, los

conocimientos y saberes en la formación: disciplinares, inter y transdisciplinares y otros

saberes transversales; y el papel del maestro y su formación integral: profesional, pedagógica y

ética.

La metodología estará conformada por jornadas pedagógicas, entrevistas semi-estructuradas, o

en profundidad y seminarios permanentes. La idea es convocar a los profesores para que

presenten públicamente las experiencias sobre sus prácticas pedagógicas; y promover la

realización de seminarios en los que se discuta, profundice y complemente teóricamente

alrededor de los temas, objetos y problemas pedagógicos abordados en dichas prácticas. Para el

logro de este último propósito se prevé realizar previamente unas entrevistas con los profesores

interesados en este trabajo; utilizando para ello instrumentos que fueron probados en la

investigación sobre la política curricular. La idea es hacer una primera caracterización del tipo de

investigación, experimentación o innovación que viene desarrollando cada profesor en sus

clases con los estudiantes; de tal manera, que estos materiales sirvan de punto de partida para

un trabajo de indagación más cualitativo y etnográfico, que vaya arrojando pistas importantes y

significativas para la construcción de una política de formación pedagógica de los profesores y

su posterior expresión en programas de formación y cualificación permanente. Con este trabajo

de indagación, reflexión y discusión se espera tener una mirada de conjunto de lo que pasa con

el saber pedagógico en la universidad, en sus distintas unidades académicas, campos

disciplinares y no disciplinares; mostrar su diversidad y riqueza conceptual y empírica, y su

expresión como parte del pensamiento pedagógico y educativo de Univalle.

Igual que en el equipo 1, en el equipo de acompañamiento 2 se deberá ir haciendo acopio de

información relacionada con las necesidades de cualificación y formación de los profesores y de

otros miembros involucrados en este proceso de recreación y actualización de la política de

29

formación pedagógica de los profesores. Se espera que éstas se canalicen y resuelvan conforme

a los requerimientos y horizontes de trabajo de corto, mediano y largo plazos, bien sea a través

de las Jornadas Pedagógicas, del Seminario Permanente; de otras actividades de cualificación

que se estén realizando por parte de la DACA, la DINTEV; las Facultades e Institutos, y en

particular de las ofrecidas por el Instituto de Educación y Pedagogía.

En síntesis, lo que se pretende con esta fase de Experimentación y Evaluación es que ambos

equipos partan de la experiencia acumulada en cada una de las unidades académicas, de su

creatividad e iniciativa, y de su sensibilidad frente al quehacer académico, pedagógico,

curricular y administrativo de la universidad; partir por ejemplo de estudios, experiencias y

proyectos que hacen parte de la agenda institucional y de la iniciativa de los profesores, tanto

en las facultades e Institutos como en el Comité Central de Currículo. La idea también es

promover la realización de estudios y experiencias piloto que puedan ser monitoreadas y

evaluadas con miras a extenderlas a otras unidades académicas una vez probados el

funcionamiento, la efectividad, la calidad y la pertinencia de sus acciones e impactos; como

también, que puedan ser descartadas en caso de no reunir estos atributos. Tanto el

reconocimiento de lo que se está haciendo en las unidades académicas, como los posibles

estudios pilotos que se propongan, tienen que centrarse en las modificaciones que promueve el

Acuerdo (Disposiciones Varias, Artículo 69) y que tienen que ver fundamentalmente con el

sujeto, el proceso y el contexto de la de la formación.

Por último, se espera que los profesores que participan en esta Fase II de Experimentación y

Evaluación de la Política Curricular, en tanto equipos de acompañamiento del Instituto de

Educación y Pedagogía, de otros Institutos y Facultades, a la política curricular de la Universidad,

procuren establecer relaciones estrechas entre su trabajo y el de la Maestría en Educación con

énfasis en Pedagogía de la Educación Superior, que ofrecerá próximamente el Instituto de

Educación y Pedagogía, y que podría acompañar la implementación de la nueva política

curricular (Véase PPT: síntesis esquemática II fase de Experimentación y Evaluación).

EL QUÉ Y EL CÓMO DE LA REFORMA

Como se mencionó en el apartado anterior las modificaciones en los programas académicos o

planes de estudio, derivadas de la aplicación del presente Acuerdo, se realizarán con base en los

resultados de la Experimentación y Evaluación emprendidas en torno a los nueve (9) asuntos

concretos sobre los que versa esta reforma (Disposiciones Varias, Artículo 69 del Acuerdo), y

que tienen que ver fundamentalmente con el proceso formativo (los saberes, el currículo, los

profesores, las relaciones pedagógicas, las condiciones metodológicas del trabajo académico); el

sujeto de la formación (ingreso-egreso); y el contexto de la formación (qué ser humano formar,

para qué sociedad y para qué tipo de mundo); como se verá a continuación en sus enunciados y

30

en las estrategias y acciones que se proponen para su puesta en marcha:

El proceso formativo

Redefinición y ajustes de la formación básica general, específica y complementaria; de la

formación teórica, práctica y técnica; y de la relación de la formación con la investigación y la

proyección social-extensión.

La Formación básica general, específica y complementaria

Lectura y escritura en lengua materna y en otras lenguas

Crear condiciones académicas que propicien el desarrollo de competencias

comunicativas en la lengua materna y en otras, orientadas al desarrollo de unos modos

particulares de indagar, adquirir, transformar, construir y comunicar el conocimiento; y

particularmente, de cursos y otros espacios formativos centrados en procesos de

regulación de la lectura y la escritura académicas que trasciendan las técnicas y las

teorías.

Crear un equipo interdisciplinario de acompañamiento académico a la implementación

de la política sobre Lectura y Escritura.

Formar el equipo profesoral que pueda asumir la responsabilidad que supone la

propuesta anterior en los diferentes niveles de formación y en las distintas unidades

académicas.

Crear en la Universidad Centros de cultura escrita abiertos para estudiantes y profesores.

Crear espacios extracurriculares en los que se desarrollen prácticas de lectura y escritura

y en donde los estudiantes puedan, a partir de su interés particular, desarrollar la cultura

escrita.

El saber tecnológico y sus aplicaciones en distintas profesiones y disciplinas

Incluir en el proceso formativo, temáticas como los cambios en la interacción de las

audiencias con los medios y el currículo virtual configurado y ofrecido por las

tecnologías, los medios, el consumo y el “entretenimiento”.

Desarrollar competencias digitales, manejo de bases de datos y capacidad informacional,

claves para la producción de conocimiento en la universidad.

Diseñar y proponer cursos abiertos a jóvenes de varias Facultades e Institutos,

orientados al estudio de los sistemas de medios de comunicación, sus instituciones,

textos, productos y las relaciones entre estos y las personas y grupos involucrados.

31

Diseñar y desarrollar actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios

académicos) que favorezcan la experimentación y el aprendizaje con las TIC y

promuevan su uso en procesos de estudio y análisis y de movilización social y política.

Realizar experiencias formativas que incluyan diferentes actividades: programa de

observación, diálogos, lecturas, interacciones con los medios, investigación, análisis y

diversos modos de expresión acerca de los significados, el conocimiento, el

entretenimiento y el poder en las sociedades contemporáneas.

Reconocer las iniciativas estudiantiles relacionadas con las problemáticas concretas de

su diario vivir como universitarios; estudiar su impacto en la formación individual, como

en la de una comunidad universitaria sensible a involucrarse en cuestiones sociales y

culturales.

Actualizar la oferta educativa conforme a las tendencias del mundo contemporáneo: el

sistema de medios, la tecnología y el cambio cultural, sin desmedro de la calidad de sus

programas vigentes y del sentido de la formación universitaria.

El Campus universitario como espacio formativo

Mantener la directriz que exige a las Coordinaciones Académicas liberar espacios

comunes para que profesores y estudiantes participen en actividades de formación

complementaria (conferencias, conciertos, recitales, torneos deportivos, entre otras

actividades).

Diseñar una propuesta cultural conformada por cursos y prácticas artísticas, la cual

deberá ser aprobada y avalada por el Comité de Currículo de la Universidad.

Crear un sistema de información que permita conocer el conjunto de la oferta académica

disponible y facilite el acceso a los cursos electivos profesionales y complementarios, así

como a las múltiples experiencias curriculares y extracurriculares.

Revisar y actualizar los sistemas de homologación y equivalencias de créditos en todos

los programas académicos de pregrado para darle cabida a la diversidad de actividades

formativas ofrecidas por la Universidad.

Diseñar estrategias orientadas a lograr condiciones institucionales para que el campus

pueda ser aprovechado al máximo por los estudiantes y por la comunidad universitaria

en general.

La Formación teórica, práctica y técnica

Diseñar estrategias pedagógicas y actividades formativas (asignaturas, experiencias y

otros espacios académicos) de carácter transversal que promuevan el espíritu crítico; el

buen uso de la lengua materna; los conocimientos científicos y matemáticos básicos; el

32

pensamiento filosófico y epistemológico; la lógica y la argumentación; la información y

conceptualización histórica, geográfica y cultural; la formación ética y estética.

Propender por el acercamiento entre el Arte, la Ciencia, la Tecnología y otros saberes, a

través de actividades formativas que favorezcan el diálogo multi e interdisciplinario

acerca de modelos epistemológicos y modos de proceder en la

investigación/creación/intervención, en la Educación y la Pedagogía, y la cooperación

productiva directa.

Proponer seminarios que permitan el estudio de problemas, instituciones y

comportamientos necesarios para entender cómo funcionan las sociedades humanas;

entre otras propuestas para el desarrollo académico de los estudiantes.

Continuar apoyando el desarrollo de proyectos institucionales vigentes que apunten al

mejoramiento de la formación teórica, práctica y técnica: la Cátedra de

Emprendimiento; la Cátedra Tulio Ramírez; el Programa Ondas; los Semilleros de

Investigación; las Prácticas Docentes y Profesionales; entre otras iniciativas. Divulgar

estas experiencias entre la comunidad universitaria; para que sus desarrollos sean

aprovechados en la formación de los estudiantes a través de su vinculación con ellas

La formación y su relación con la investigación y la proyección social-extensión

Propiciar espacios de reflexión y estudio sobre la proyección social-extensión como

función universitaria y como fundamento del proyecto formativo para favorecer su

inserción en éste.

Institucionalizar la extensión y proyección social, a través de políticas, procesos y

estructuras, claramente diferenciadas de la docencia y la investigación que promuevan la

integración de estas tres funciones.

Diseñar estrategias que fortalezcan las prácticas investigativas y de proyección social-

extensión en la formación de pregrado, y permitan vincular a un mayor número de

estudiantes a los grupos que existen en la universidad en estos campos.

Divulgar entre los estudiantes la información y los resultados de los grupos de

investigación y sus proyectos; lo mismo que de los grupos de trabajo académico en

extensión y proyección social, a través de seminarios, simposios, foros, conversatorios,

paneles, entre otros.

Realizar un estudio documental para levantar la línea de base sobre los impactos sociales

de los proyectos de investigación y los de extensión y proyección social, realizados por la

Universidad en las últimas décadas.

Hacer un inventario de problemas y necesidades que se constituyan en espacios de

prácticas, de trabajos de grado y pasantías de estudiantes e institucionalizarlos como

líneas de trabajo con la respectiva tutoría de los profesores.

33

Actualizar, de manera general, los sistemas de información, documentación y

comunicación y, de manera particular, lo concerniente a la función de extensión y

proyección social.

Crear líneas de trabajo en extensión y proyección social que abarquen la formación

básica y profesional, y que sirvan de horizonte a los trabajos de grado y a las prácticas

docentes y profesionales.

Realizar actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios académicos)

que involucren a los estudiantes de pregrado en la revisión crítica de artículos e

informes, en la búsqueda de información y argumentación de distintos puntos de vista y

en la escritura de ensayos, artículos, reseñas, entre otros géneros, sobre los resultados

de investigación y las experiencias de extensión y proyección social de sus profesores.

El sujeto de la formación: ingreso y egreso

1. Diseño, pertinencia y puesta en marcha de un Periodo de Aprestamiento.

Estudiar la pertinencia de introducir un período de aprestamiento en los distintos

programas académicos ofrecidos por la Universidad.

Propiciar a los jóvenes cuyo capital académico y cultural no se corresponde con las

exigencias de la Universidad, la oportunidad de prepararse para ingresar a las carreras

de su elección.

Diseñar las pruebas de selección de los estudiantes que han de ingresar al período de

aprestamiento, aplicarlas y hacer las valoraciones correspondientes.

Establecer los criterios y la reglamentación del período de aprestamiento, y presentarlos

al Comité Central de Currículo para su discusión y aprobación

2. Revisión y ajuste de los perfiles profesionales, sociales y humanos en términos de

sensibilidades, capacidades y competencias.

Redefinir los perfiles de los diferentes programas académicos, de tal manera que quede

claro el ser humano, el ciudadano y el profesional que se pretende formar, y su

pertinencia social y cultural local y global.

3. Replanteamiento de los Ciclos Básico y Profesional; establecimiento de núcleos comunes y

transversalidades afines.

Revisar críticamente la formación por ciclos y proponer alternativas que garanticen la

unidad y diferenciación entre los ciclos básico y profesional; su integración, continuidad

y complementariedad.

Diseñar propuestas de ciclo básico por campos del saber, mediante la conformación de

comisiones de trabajo con profesores de diferentes facultades o institutos, o de

34

unidades académicas al interior de estas, según sea el caso; y someterlas al proceso de

experimentación y evaluación, con el aval del Comité Central de Currículo.

4. Revisión y ajuste de los principios y condiciones metodológicas del trabajo académico:

multi, inter, transdisciplinariedad, transversalidad; integración horizontal y vertical;

diálogo de saberes y modos de conocer; relación teoría-práctica; y re-estructuración de los

currículos.

La interdisciplinariedad, la transversalidad y la formación integral

Fomentar la interdisciplinariedad y la transversalidad, mediante la identificación y el

debate de problemas pertinentes para las comunidades, tanto académicas como del

entorno universitario, orientados por grupos de profesores de distintas perspectivas

disciplinarias; y la realización de:

Proponer Seminarios interdisciplinares sobre formación ciudadana, resolución de

conflictos, medio ambiente, y otros temas y problemas que, por su complejidad, no

pertenecen a ninguna disciplina; y que propicien el encuentro con personas de entornos

culturales diversos.

Promover proyectos y experiencias de profesores de distintas áreas profesionales y con

estudiantes de diferentes programas académicos.

Propiciar espacios académicos y vivenciales para incrementar la conciencia, el

conocimiento y las tecnologías y herramientas necesarias para contribuir al desarrollo

sostenible.

Hacer consciencia de que la interdisciplinariedad es enriquecedora, pero también

altamente compleja, dada la enorme red de discursos divergentes que tienen lugar en

esta forma de trabajo.

La flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa

Crear condiciones institucionales para que la flexibilidad tenga expresión en: las políticas

para la formulación, el diseño y el desarrollo de los planes de estudio; la re significación

de las prácticas pedagógicas y curriculares; la creación de nuevos programas

académicos, cursos y de otros espacios formativos; el abordaje de temáticas que

respondan a desarrollos de las disciplinas y de problemas sociales; y las innovaciones

didácticas y los conocimientos pedagógicos.

Transformar las relaciones pedagógicas de tal manera que sea posible aprender en la

interacción, reconociendo la necesidad de la mutua formación e incorporando la

evaluación como instrumento para flexibilizarlas.

35

Propiciar el encuentro de los estudiantes con diversidad de enfoques, que favorezcan su

capacidad de decidir sobre su trayectoria académica.

Replantear las estructuras funcionales que coartan la flexibilidad desde los programas y

unidades académicas.

Formular estrategias que hagan posible la integración de la docencia, la investigación y la

proyección social-extensión, sobre todo en el ámbito institucional: estructuras

organizacionales; métodos de trabajo y formas de gestión de lo académico y curricular.

5. Tránsito de currículos agregados a currículos integrados; paso de asignaturas a

actividades formativas (asignaturas, experiencias y otros espacios formativos); y

estructuración por problemas complejos, núcleos problemáticos, entre otros.

Convocar a los profesores a discutir sobre la necesidad de la transformación curricular y

su incidencia en las prácticas institucionales.

Revisar críticamente los currículos vigentes y proponer alternativas para su

reconfiguración acordes a los nuevos lineamientos de la política curricular.

El contexto de la formación

6. Formulación de políticas específicas acordes con la naturaleza y propósitos de la

formación de tecnólogos, educadores y otros profesionales.

Promover debates y reflexiones sobre la naturaleza y especificidad de los programas

académicos de pregrado ofrecidos por la Universidad; su significado, pertinencia y

relevancia para el país, y su validez como trayecto de formación para ingresar a la vida

universitaria y proyectarse en ella.

Diseñar estrategias y acciones que favorezcan el tratamiento investigativo de problemas

reales, el diálogo de saberes y la interacción con las comunidades correspondientes a los

distintos campos de la formación de pregrado: tecnologías, licenciaturas y otras

profesiones.

Discutir los criterios de calidad, pertinencia y relevancia; lo mismo que los de eficiencia y

eficacia, sus alcances y límites en la vida universitaria en general y en sus programas

académicos en particular, en aras de garantizar la formación integral de todos los

estudiantes independientemente de los programas que estén cursando.

Diseñar estrategias que permitan clarificar las relaciones entre las modalidades de

formación y favorecer el ingreso a la universidad por distintas vías, mediante la

flexibilización del sistema de homologación y equivalencias.

Procurar el equilibrio entre las directrices tanto del Estado como de los organismos

internacionales con el patrimonio acumulado por la Universidad pública, ya que ésta

36

puede propiciar que las nuevas generaciones, independientemente de los programas

académicos y del nivel tecnológico o profesional, elijan otros valores y fines.

7. Recreación y actualización de la política de formación pedagógica de los profesores.

Reconocer la diversidad del pensamiento pedagógico y educativo de la Universidad y

propiciar su despliegue, con el fin de ajustar permanentemente la política académica y

curricular.

Indagar sobre las experiencias significativas que estén llevando a cabo los profesores en

las unidades académicas e identificar potenciales contribuciones a áreas específicas del

nuevo plan de formación universitaria, en general, y a su formación pedagógica, en

particular.

Caracterizar las prácticas pedagógicas y los modelos que subyacen a ellas, mediante una

reflexión permanente que favorezca las competencias pedagógicas de los docentes:

desempeño profesional, pedagógico y ético.

Renovar las prácticas pedagógicas para procurar la apertura a nuevas formas de

proceder en la generación de conocimiento que implican, a su vez, otros modos de

comunicación, interacción y relación pedagógica entre profesores y estudiantes.

Promover la realización de jornadas pedagógicas, talleres y seminarios permanentes, y

formación avanzada en el campo de la Educación y la Pedagogía para profesores de

diferentes unidades académicas y sedes.

Propiciar la investigación y el desarrollo de procesos de interacción con comunidades,

convirtiendo el aprendizaje y la enseñanza como procesos de doble vía, en el que la

Universidad también aprende de las comunidades, de la ciudad, la región y el país.

8. Revisión y replanteamiento de la organización académico-administrativa de la

Universidad, y la cualificación de la gestión pedagógica, curricular y administrativa.

Revisar y replantear la estructura y el funcionamiento de las unidades académicas, de las

entidades y comités responsables de la gestión pedagógica y curricular en las Facultades

e Institutos y los roles que desempeñan en ellos los distintos actores y agentes

institucionales.

La revisión y el replanteamiento de la organización pedagógica, curricular y

administrativa.

Como se puede observar, las modificaciones a las que se refiere el presente Acuerdo, más allá

de la conceptualización y resignificación, lo que pretenden es contribuir a la coherencia entre el

pensamiento, el discurso y la acción entre la política curricular y el proyecto formativo de la

Universidad. Si no hacemos consciencia de la necesidad de una formación y de una

transformación de maestros, estudiantes y de otros actores institucionales, de los modelos

37

pedagógicos, de las relaciones pedagógicas, de las condiciones institucionales favorables a este

tipo de sentimientos, pensamientos y acciones, continuaremos formando profesionales e

investigadores con poca o casi ninguna sensibilidad frente a la vida, al mundo.

38

ANEXO 2

Orientaciones generales para la lectura del Acuerdo por el cual se actualiza la

Política Curricular y el Proyecto Formativo en la Universidad del Valle

El texto que a continuación se presenta tiene como propósito delinear unas pautas que

sirvan de apoyo a los miembros de la comunidad universitaria en el estudio y apropiación

de los fundamentos, principios, propósitos, estrategias, aspectos académico-administrativos

y disposiciones varias de la política curricular y el proyecto formativo en la Universidad del

Valle.

Es importante anotar que las ideas aquí expuestas están enmarcadas en los documentos:

Acuerdo No xxx de octubre xxxx de 2015 “Por el cual se actualiza la Política Curricular y el

Proyecto Formativo de la Universidad del Valle” y su documento complementario “Puesta en

marcha de la Política Curricular de Univalle” .

Los textos anteriormente mencionados establecen las directrices de la formación y el

currículo, así como, las estrategias de corto, mediano y largo plazo para la Universidad del

Valle en los próximos 10 años, en tanto han quedado inscritas en el Plan Estratégico de

Desarrollo 2015-2025; lineamientos y orientaciones que hacen parte de un contexto

académico complejo y diverso en su configuración disciplinar, pedagógica y socio-cultural.

Esta nueva política curricular para la Universidad está estructurada por capítulos,

artículos, parágrafos y disposiciones varias; y en su contenido expresa aspectos

importantes relacionados con fundamentos, principios, propósitos, estrategias y aspectos

normativos. El documento está estructurado de la siguiente forma:

Considerandos: página 1 - 3

Capítulo I: De la Política Curricular y el proyecto formativo de la Universidad.

Artículos 1-3. Página 3.

Capítulo II: De la formación universitaria. Artículos 4-27. Páginas 4 - 11.

Capítulo III: De los estudiantes, los profesores y otros actores institucionales.

Artículos 28-40. Páginas 12 -15.

Capítulo IV: De los programas académicos y la gestión pedagógica y curricular.

Artículos 41- 67. Páginas 15 - 26

Disposiciones varias: Artículos 68-71. Páginas 26 y 27

La guía que se presenta a continuación permite una lectura del Acuerdo desde sus aspectos

metodológicos

39

Fundamentos de la política. Hace referencia a los conceptos que la sustentan y que

dan origen a la misma.

Integralidad, investigación y proyección social-extensión, la flexibilidad, la formación

básica: general y específica, la formación complementaria, la formación teórica,

práctica y técnica, la formación para la investigación , la formación para la

intervención y las prácticas, la interdisciplinariedad y la transversalidad, la

evaluación, que se presentan en el Artículo 4, páginas 4 y 5.

El estudiante como centro del proceso formativo, el período de aprestamiento, el

profesor como actor clave del proceso educativo y otros actores institucionales, que

se presentan en el Artículo 28, páginas 12 y 13.

El currículo, la estructura curricular, la formación por ciclos, los ciclos básicos y

profesional, el diseño curricular o plan de estudios, los programas profesionales, los

programas de licenciatura, los programas afines a la educación, los programas

tecnológicos, la gestión pedagógica y curricular, que se presentan en el Artículo 41,

páginas 15 a 18.

Principios de la política. Se refieren a lo valorativo, las aspiraciones, al deber ser

del Acuerdo o conjunto de valores que orientan la conducta de los actores que

intervienen en el proceso formativo, y que se concretan en:

La formación integral como principio fundamental del proceso formativo. Se

encuentran de manera explicita en los Considerandos 7 y 8, página 2; y en los

Artículos 5, 6, página 6; 46 y Parágrafo, página 19 y 50, página 20.

La flexibilidad académica, pedagógica, curricular y administrativa. Se

encuentra en el Considerando 8, página 2; y los Artículos 21- 23, páginas 8-9, y 47-

49, páginas 10-20.

El respeto por lo público, la convivencia, la solidaridad, y la democratización

de los conocimientos, los saberes y las culturas. Se encuentra en el Considerando

4, página 2, Artículos 8-9, página 6, y 29, página 13.

El reconocimiento de la diversidad del contexto institucional y de los actores

que participan del proceso formativo: se encuentra en el Considerando 5, página

2; y Artículos 33, página 14, y 48, página 19.

40

Los Propósitos. Hacen referencia a lo que se quiere lograr teniendo en cuenta los

fundamentos y los principios, explícitos en el Artículo 26, página 9.

Estrategias. Hacen referencia al cómo se pueden lograr los propósitos planteados; y

aunque en el Acuerdo se plantean unas estrategias generales, ellas están claramente

definidas en el documento Puesta en marcha de la Política Curricular de Univalle.

Ver Artículos del Acuerdo en el que se delinean las estrategias generales

mencionadas: 9-10, página 6; 12, página 7; 14-15, página 7; 17-20, páginas7-8; 22-

25, páginas 8-9; 27, página 11; 29-40, páginas 13-15; 57-58, página 23; 60, página

24.

Aspectos académico-administrativos. Hacen alusión a la reglamentación y a la

estructuración de los programas; y a las funciones de los responsables de la gestión

pedagógica y curricular. Ver Artículos 41-46, páginas 15-19; 49-55, páginas 20-23;

59-60, página 24; y 61-66, páginas 24-25.

Disposiciones varias. Se refiere a la concreción de los lineamientos del Acuerdo.

Ver Artículos 67-69.

41

UNIVERSIDAD DEL VALLE - VICERRECTORÍA ACADÉMICA

DIRECCIÓN DE AUTOEVALUACIÓN Y CALIDAD ACADÉMICA

PUESTA EN MARCHA DE LA POLÍTICA CURRICULAR DE UNIVALLE: ACCIONES PRIORITARIAS Y RESPONSABILIDADES

CRONOGRAMA PARTE I: PREPARACIÓN

AÑO

ACTIVIDAD

2015 RESPONSABLES

OCT. NOV. DIC.

Directora DACA, Coordinadora Académica Política Curricular.

Equipo de Apoyo de la DACA: Asistentes y monitoras.

Equipo de Acompañamiento rediseños curriculares.

1. Presentación general del Acuerdo en las unidades

académicas (3 grupos):

Facultades de Administración y Salud.

Facultades de Ciencias Sociales y Económicas, Humanidades, Artes Integradas, Institutos de Educación y Pedagogía y de Psicología. Facultades de Ciencias Naturales y Exactas e Ingenierías.

19 →

26 →

6

2. Instalación Equipo de Acompañamiento Rediseños

Curriculares. Presentación plan de trabajo y metodología

general.

23 →

3. Instalación Mesas de Trabajo:

Programas tecnológicos.

Programas de licenciaturas. Otros programas profesionales grupos 1 y 2.

9 →

20 →

30 →

1 →

42

UNIVERSIDAD DEL VALLE - VICERRECTORÍA ACADÉMICA

DIRECCIÓN DE AUTOEVALUACIÓN Y CALIDAD ACADÉMICA

PUESTA EN MARCHA DE LA POLÍTICA CURRICULAR DE UNIVALLE: ACCIONES PRIORITARIAS, TIEMPOS Y RESPONSABILIDADES

CRONOGRAMA PARTE II: REDISEÑOS CURRICULARES, EXPERIMENTACIÓN Y EVALUACIÓN

ACTIVIDAD TIEMPO 2016 2017 Responsables

E F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D

1. Discusión, redefinición y toma de decisiones sobre la FBGE y C; la FTPT; y la FIP-E en cada programa académico. Mesas de trabajo.

Comités de programas.

2. Diseño de propuestas piloto para Periodo de Aprestamiento. Gestión académico –administrativa para su implementación. Experimentación, seguimiento y evaluación.

Comités de programas.

3. Discusión y configuración de perfiles humano, social y profesional de cada programa académico y su expresión en términos de capacidades, sensibilidades y competencias.

Comités de programas.

4. Diseño de propuestas piloto para Ciclos Básicos por campos del saber. Redefinición de ciclos profesionales, establecimiento de núcleos y transversalidades afines. Gestión académico –administrativa para su implementación. Experimentación, seguimiento y evaluación.

Comités de programas.

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TIEMPO ACTIVIDAD

2016 2017 Responsables E F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N D

5. Discusión, redefinición y toma de decisiones de los principios y condiciones metodológicas del trabajo académico: Núcleos temáticos, problemas complejos, equipos docentes, multi, inter, transdisciplinariedad, transversalidad, entre otros.

Comités de programas.

6. Rediseño y configuración de Currículos Integrados; ciclo básico y profesional; núcleos comunes y transversalidades afines.

Comités de programas.

Experimentación, seguimiento y evaluación de nuevas formas de trabajo: equipos docentes, currículos integrados y prácticas pedagógicas. (Disposiciones 1, 3, 5 y 6).

Comités de programas.

7. Formulación de políticas acorde con la naturaleza y propósitos de la formación tecnológica, de educadores y de otros programas profesionales. Mesas de trabajo.

Directora DACA, Coordinadora

Académica Política

Curricular. 8. Recreación y actualización de la política de formación pedagógica de los profesores.

Equipo de Acompañamien

to. 9. Reestructuración académico-administrativa y cualificación de la gestión pedagógica y curricular.

Vicerrectoría Académica, Facultades e

Institutos, Comités de Programas.

Evaluación de la funcionalidad y pertinencia de las propuestas piloto en experimentación; socialización con otras unidades académicas y estudio de la viabilidad de su aplicación en otras unidades académicas.

Vicerrectoría Académica:

DACA y Comité de Currículo.

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