taller de lengua

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2º2 Año 2009 Liceo nº2 Colonia Colonia del Sacramento

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cuentos creados por los alumnos de segundo del liceo Nº2 de Colonia Uruguay, en el taller de Lengua Materna

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Page 1: Taller de Lengua

2º2

Año 2009

Liceo nº2 Colonia Colonia del Sacramento

Page 2: Taller de Lengua

INTRODUCCIÓN

• El trabajo que se presenta a continuación fue realizado en forma exclusiva por los alumnos de segundo año del Liceo Nº 2, bajo supervisión de las profesoras de Idioma Español: Ivanna López y Alicia Berardo.

• Esta presentación es producto de un trabajo

de taller que se realizó durante el año lectivo dentro del espacio curricular, en coordinación con Informática, debido que permitió el uso de las XO para el tipeado de los textos, la extracción de imágenes, además de su uso fotográfico.

• La presente se difundió a la colectividad liceal en el marco del acto de clausura del año 2009, por los mismos protagonistas del taller frente al equipo directivo, padres, alumnos y demás miembros del centro educativo. El libro producto de este taller fue entregado como legado al centro, a la Sra. Directora Susana Jorcín en representación de la institución toda, quedando hoy a disposición en la biblioteca del Liceo Nº 2 de Colonia y en breve en formato digital se colgará en la Web.

Ivanna López.- Prof. Idioma Español

Page 3: Taller de Lengua

Primera etapa (Dinámica grupal)

• Nos reunimos en grupos de no más de 6, a su vez nos subdividimos en 3 parejas.

• La primera escribió el nombre y una breve caracterización de 4 personajes.

• La segunda escribió la caracterización de 4 diferentes lugares.

• La tercera escribió 4 coordenadas temporales. • Luego realizamos una selección al azar de dos

personajes, un lugar y un tiempo.

Segunda etapa (Dinámica individual)

• A partir de los personajes y las coordenadas espacio temporales escogidos, elaboramos un texto narrativo.

• Debimos tener en cuenta que: los personajes escogidos debían ser los protagonistas de la historia, mientras que pudimos inventar un tercero que articule el hilo narrativo.

• Finalmente, firmamos nuestras creaciones con un seudónimo.

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Tercera etapa (Dinámica interpersonal)

• En esta etapa realizamos la lectura de los trabajos de nuestros compañeros y compartimos comentarios y reflexiones acerca de los mismos.

• Además, compartimos rondas de lectura socializada, intercambiando nuestros trabajos.

• Luego, compendiamos nuestros cuentos en un libro, trabajando de forma interdisciplinaria con la profesora de dibujo para la creación de las ilustraciones.

• Finalmente, hoy, les presentamos el resultado de nuestro trabajo:

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Page 7: Taller de Lengua

Doña Elena es la dueña de la posada LAS TEJAS. Esta, está ubicada detrás del cementerio. Durante años Elena y su ayudante, el conserje José, han intentado alquilar la única habitación libre de la posada, que dicen estar embrujada. Quienes estuvieron en esa habitación, dicen que se sentían llantos y gritos, las cosas volaban y se oían ruidos de cadenas, además de observarse escrituras en las paredes. Nadie aguantaba más de una noche en esa habitación. Elena acudió a curas, exorcistas, a médium, a todo lo que pudiera espantar a ese fantasma, pero de nada sirvió, él continuaba allí.

Un día apareció Ernesto, un muchacho muy particular. Vestía de negro, con tachas por doquier, el pelo parado como un erizo y maquillado de blanco. Este pidió la habitación que se rentaba, Elena con miedo se la mostró, se alquilaba muy barata, al chico le gustó y pronto se mudó a ella. Elena le contó a José que había logrado alquilar la habitación y que el chico le pagó seis meses por adelantado y que no se atrevió a contarle lo que allí sucedía. _Vamos a ver como le va-dijo Elena _Esperemos que no se arrepienta y se vaya – comentó José.

Para la noche, Ernesto ya estaba en la habitación. Mientras chateaba en su computadora, comenzó a asentir ruidos que lo inquietaron, pero no lo asustaron. De pronto el equipo de audio se encendió solo, las cosas de la mesa comenzaron a volar, Ernesto sin miedo le pidió al fantasma que se presentara ante él, no le temía, al contrario, le encantaba lo sobrenatural.

El fantasma, vencido ya, luego de muchos intentos infructuosos de espantar a Ernesto, se mostró ante él. _ ¡Hola! ¿Soy Polimeno y tú? _Yo me llamó Ernesto. _Vete de mi casa- le dijo el fantasma. _No me iré, yo renté este cuarto.

Días y noches pasaron hablando y contándose cosas. Elena no podía creer que habían pasado ya tres días y el chico no se quejaba de haber escuchado algún ruido. _Buen día Ernesto- dijo Elena _Buen día doña- respondió Ernesto _ ¿Cómo te encuentras en la habitación?- preguntó Elena _Muy bien, es cómoda- respondió él. _ ¿No has escuchado algún ruido extraño?- insistió Elena _No, todo bien- volvió a responder Ernesto.

Un día Polimeno le mostró una foto de su descendencia a Ernesto. Polimeno había muerto en el siglo XVII. Sus padres habían salido de viaje y murieron en un accidente, esa noche Polimeno se había quedado porque se iba a comprometer con su novia Sonia, pero cuando ella se enteró que sus padres habían fallecido y que Polimeno no poseía dinero lo dejó. Polimeno era un gran científico que buscó hallar la fórmula para recuperar su amor, pero al no lograrlo, se echó al abandono y se dejó morir en su habitación de la posada.

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Ernesto ayudó a Polimeno a cambiar su vestuario, lo convirtió en un heavy metal, lo llevó a un club donde él tocaba y lo presentó ante sus amigos, fue así que Polimeno se enamoró de una chica llamada Priscila que era muy parecida a su ex novia. Ambos se enamoraron pero Priscila no sabía que Polimeno era un fantasma. Siempre que se veían a la noche y lo pasaban muy bien.

Polimeno estaba realmente muy enamorado pero era hora de decir la verdad. Estaba cansado de vagar en el mundo de los vivos por más que amara a Priscila, deseaba descansar en paz. El día de Hallowen Polimeno invitó a Priscila al cementerio a festejar. Preparó todo un escenario, era tenebroso pero a ella le gustaba, Polimeno, le contó la verdad pero esta no asustó a Priscila sino que la enamoro aún más. _Yo quiero descansar, y sólo lo puedo hacer si consigo un beso de amor sincero. (Le confesó Polimeno). _Temo besarte pero al mismo tiempo ansío hacerlo porque te amo, pero sé que al besarte si lo nuestro es sincero yo desapareceré. (Comentó Polimeno) _Bueno, sé que te extrañaré (agregó), pero si en algún momento volvemos a estar juntos…

Priscila beso delicadamente los labios de su amado y este comenzó a desvanecerse. Ella estaba feliz, había amado y sido amada, y recordará por siempre a Polimeno, quien no sólo la amó como un caballero sino que también la valoró como mujer.

Pimpollo

Page 9: Taller de Lengua

Hoy al despertarme, salí a caminar con Evaristo por las costas de la

playa, como todos los días. De repente, escuché un maullido que provenía de atrás de unas rocas. Me acerqué a ver qué era y resultaron ser doce gatitos en una pequeña cesta.

Me dieron tanta ternura que hasta tuve ganas de llevarlos para mi casa. Pensé que Evaristo se iba a llevar muy bien con ellos pero no fue así, sino todo lo contrario. Él reaccionó de una forma muy agresiva, tanto con los gatitos, como también conmigo. Todos estábamos muy asombrados. Nunca lo habíamos visto comportarse de ese modo tan extraño.

Con Matilde, mi nieta, decidimos que el zorrillo tendría que alejarse por unos días de los gatitos. El mejor lugar para dejar a Evaristo era en lo de Matilde, creímos que sería lo más conveniente para todos, al menos hasta que logre acostumbrarse a que no es él, el único en la familia.

Una tarde como todas; estaba tejiendo una frazada para Evaristo y noté que faltaban cuatro gatitos de la cesta. Desesperada corrí hacía la casa de mi nieta para preguntarle si los había visto por ahí a los pequeños. Ella no los había visto por ningún lado, por lo que salimos a buscarlos. Evaristo nos acompaño y con su excelente olfato percibió que los gatitos estaban en la costa de la playa, justamente donde los habíamos encontrado.

Como lo esperábamos, los cuatro gatitos se encontraban allí con su mamá, fue en ese momento, ante aquella imagen tan maternal que creí que lo mejor sería que los gatitos crezcan junto a su madre. Seria lo mejor para todos, pensé. Y así fue, yo volví con Evaristo muy felices y contentos, como siempre, y continuamos los dos juntos protegiéndonos mutuamente.

Tortuga

Page 10: Taller de Lengua

¡Esto no puede estar pasando! Exclamé sorpresivamente cuando rodé tras caerme en la rápida carrera que inicié al ver al fantasma del cementerio. Solo aparece en la noche, en las noches de invierno.

Me levanté muy despacio, en ese momento no me había dado cuenta de que me había chocado contra una piedra muy filosa. Era un tajo muy profundo pero me levanté y entré al auto.

Cuando llegué al hospital me dijo el doctor: -¿Pero, qué le ha pasado?, este es un caso muy serio, se necesita una operación rápida. - Está bien, hágame lo que tenga que hacer.

Después de varios días en el hospital me dieron de alta, pero lo que me preocupaba era el trabajo. Cuando regresé me encontré con que había un nuevo cuidador en el cementerio. Este era un anciano cachetón, se decía que tenía mucha sabiduría.

Yo volví a trabajar, y ni bien me encontré con ese anciano, le pregunté por su nombre y él me respondió: -Me llamo Pedro, ¿usted fue el que vio al fantasma de este cementerio? -Así es, y quiero poder verlo para poder vengarme. (Exclamé muy enojado). -Yo me he encontrado con ese fantasma y aquí estoy vivo y sin ningún rasguño. (Respondió el anciano). Luego de esta pequeña charla, me di cuenta que ya era tarde, terminó mi turno y me fui del trabajo muy cansado para mi casa. Esa noche tenía el presentimiento de que algo iba a suceder, pero del cansancio me estaba por dormir en el camino y no llegaba a aclarar mis intuiciones.

Al abrir la puerta de mi casa, sentí el sonido de los bomberos, que se dirigían hacia el cementerio. De inmediato salí corriendo y me sorprendí al ver lo que había sucedido: La casa del cementerio ardía en llamas. Los bomberos rescataron a un anciano, este era Pedro, muy débil ya, apenas me logró decir: -“YA TODO ACABÓ, EL FANTASMA SE FUE”. Los gritos del fantasma aún se oían.

Hoy, ya han pasado varios meces desde aquella aparición fantasmal. Desde aquel suceso me retiré de mi trabajo, han construido otro cementerio pero la maldición prosperara por siempre.

Fin

…HiDraNoiD…

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uando nació mi prime hijo soñé como todo padre que Matute jugara al fútbol. A los 5 años le regalamos su primer par de championes. Al mes siguiente lo llevamos a practicar a San Carlos, desde ese momento me

pareció que jugaba bien y lo dejé que jugara en mi cuadro del barrio. Con el correr del tiempo Matute creció y cada vez jugaba mejor. Era muy emocionante ir todos los sábados a verlo jugar, la familia entera iba a verlo, para nosotros era el show del sábado, ganaran o perdieran.

Matute era buen compañero con todos, muy querido por buen hijo y buen estudiante, siempre así.

Con el paso del tiempo, Matu decidió seguir jugando al fútbol y dedicarse a eso, que en definitiva era lo que más le gustaba hacer. Nosotros, sus padres, sin oponernos lo apoyamos sin cuestionar su decisión. Matute soñaba jugar en el mundial, aunque para nosotros no era necesario verlo en la tele ya había sido un jugador desde chico.

Mi padre, un anciano cachetón con mucha sabiduría, había sido su mejor técnico durante años, su abuelo era y es un ejemplo a seguir ya que mi padre había sido jugador de fútbol profesional, pero había abandonado su carrera por una grave lesión en su rodilla y tuvo que ser operado, así fue como se retiro del fútbol, de su pasión.

Matu siempre escuchó sus consejos y practicó con él todos los pasos y todas las marcas habidas y por haber. Papá es para Matu la persona que siempre está cuando hay que hablar de fútbol, y de la vida.

Matute ya establecido en Montevideo estudiaba como nos había prometido a nosotros, dedicó el mayor tiempo a hacer lo que le gustaba, practicar al fútbol en Peñarol, un día el cuadro que lo vio jugar lo citó.

Se acercaba la fecha de citación para la selección uruguaya, mi padre el anciano cachetón no se perdió ningún partido de Matu. Me dijo ¿Qué ira hacer Matu cuando el D.T le diga que esta citado? Mi mujer y yo nos mirábamos como diciendo pobre viejo, sueña con ver a Matu en el mundial.

Matu, nos llamó tres días después para confirmar lo que papá había dicho, entre mi viejo cachetón y mi hijo Matute, soy el hombre feliz del mundo.

C

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Era una tarde en el siglo XX en la costa de la playa. Don Rogelio estaba sentado en su sillita tomando mate, frente a su casa estaban los chicos jugando al fútbol, unos de ellos era Mateo el vecino del Don, el chico era el sátiro del barrio, y le ponía apodos a todos los vecinos de ahí, como el Don era cachetón así le puso “viejo cachetón”. Don Rogelio era el dueño de una fábrica de globos y él tenía solo un hijo que vivía en Brasil, Don Rogelio se quería ir de la costa porque no aguantaba más a los vecinos, principalmente a Mateo. Y así fue, hizo lo imposible, inflo miles de globos y los ató a la casa, todos los vecinos empezaron a amontonarse frente a la casa, incluyéndose Mateo. A los cincos minutos se empezó a despegar la casa del suelo y comenzó a flotar; y Mateo por tan curioso, antes que despegara la casa se metió y se oculto. Mientras Don Rogelio se relajaba en su casa flotante, Mateo estaba oculto dentro de la estufa. Cuando cayó la tarde Don Rogelio fue a encender y se encontró con Mateo

- ¿Qué haces acá? –dijo Rogelio - ¡Ah! Yo de curioso paseando por acá (Mateo) - No podes estar acá, tus padres deben estar muy preocupados - No, no creo, mi papá debe de estar mirando televisión, y mi mamá en la

casa de su amiga, ni cuenta se da que yo no estoy en casa (Mateo) Don Rogelio estaba muy enojado y respondió:

- Justo vos tenías que ser, porque no se metió el perro, yo creo que se porta mejor que vos.

Mateo no dijo nada y se fue a un rincón a dormir. Al otro día hicieron una parada de descanso en la selva de amazonas. Al despertar Mateo se encontró con miles de árboles y ruidos de pájaros. Acamparon unos cinco días en la selva y Rogelio se empezó a encariñar con Mateo; Mateo era muy curioso, ruidoso, y muy entrometido. Pasaron los días y los globos se fueron desinflando dejando a Rogelio y Mateo en la selva. Mientras tanto los padres de Mateo de que su hijo había desaparecido, entonces decidieron ir a buscarlo. Esa misma tarde vieron en la televisión que un anciano y un niño, en una casa flotante habían quedado atrapados en la selva de la amazona. Y fue así, los fueron a buscar, mientras que Don Rogelio y Mateo se divertían juntos. A los dos días los padres de Mateo llegaron a la selva en helicóptero, buscaron y buscaron, hasta que los encontraron. Tuvieron sus momentos felices por el recate, pero cuando Mateo llego a su casa, la madre le dijo que lo iba a cuidar mejor, le iba a dedicar mas tiempo, pero que también quedaba en penitencia, Rogelio vivió muy feliz en su barrio junto a la costa de la playa y al lado del chico Mateo.

Autora: Corchito

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Todas las noches, después de cenar, me encanta ir a la costa de la playa a mirar las estrellas. Pero ayer a la noche, ocurrió algo maravilloso, entre la luz de las estrellas, apareció una luz mucho más grande y brillosa, cada vez se acercaba más a mí. De pronto todo el cielo se llenó de luces de colores que aparecían y desaparecían, era como una nave espacial. De repente paró en frente a mí, las luces se apagaron, y de una puerta, salió un niño, parecía más o menos de mi edad, pero vestía muy raro, tenía un traje negro, con un gran cinturón dorado. En ese momento me habló y me dijo: -¡Vos debés ser Nicolás! -¿y, y? ¿Pero cómo sabes mi nombre?, le pregunté tartamudeando. -Yo sé todo. Puedo saber todo de tu vida.

En ese momento empecé a reírme como loco. -¡ mirá si le iba a creer! me estaría haciendo una broma, entonces miré hacia el otro lado y lo ignoré. Pero él me siguió hablando: -Yo me llamo Lorenzo, vivo en el espacio, y con mi tecnología puedo saber todo lo que quiero, sé que vives con tu abuelita, que tienes un perro, y que te encanta tocar el piano. Me quedé hipnotizado, estaba muy sorprendido, ¿cómo era posible que supiera todo eso?. Él con solo mirarme la cara se dio cuanta que no podía creer. Y riéndose me dijo: -¡Ven! , te invito a que subas a mi nave, te voy a comprobar que todo lo que digo es verdad. Entonces muy despacito me acerqué a la puerta, apenas entro veo una gran pantalla gigante que fue lo que más me llamó la atención. Después que la encendió y apretó algunos botones, apareció mi casa, estaba mi abuelita tomando su sopa a punto de acostarse. Después de un tiempo me dijo: -¿Quieres dar un paseo? -¿Cómo? ¿Por dónde? ¿Vamos a volar?

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Me miró riéndose y de pronto la nave empezó a flotar, a tomar cada vez más velocidad. Viajamos entre las estrellas, nunca había visto algo más lindo. Recorrimos planetas, algunos eran demasiado grandes, otros pequeños, algunos donde las personas eran muy pequeñas y otros donde eran muy grandes. Viajamos, viajamos y viajamos toda la noche. Lorenzo me miró y me dijo: -Ya es muy tarde, tenemos que regresar, tú tienes que llegar antes que se despierte tu abuelita. Y yo tengo muchas cosas que hacer. Me llevó hasta mi casa, y me prometió que algún día iba a volver para dar otro maravilloso paseo. Nunca me olvidé de mi amigo Lorenzo.

Pepita

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A comienzos del S. XXI, en un campo en medio de la nada, vivía un hombre. Su esposa había desaparecido hacía 10 años. Un día llamó a la policía diciendo que había personas merodeando por la noche. Cuando llegó la policía no pudo encontrar al hombre. León S. Kennedy y uno de sus compañeros se bajaron a investigar el lugar. Leon abrió la puerta de la pequeña casa y entró. Encontraron que el fuego de la estufa aún estaba encendido y un plato de comida que estaba caliente. Leon quiso quedarse para descubrir mas cosas. Sus compañeros no estaban de acuerdo, pero le dijeron que si ocurría algo que llame a la comisaría. A la mañana siguiente, Leon exploró toda la casa y no pudo encontrar nada. Luego salió al campo y en medio de un maizal encontró a un chico inconsciente y lo llevó a la casa. Cuando se despertó, Leon le preguntó: -¿Quién sos?- -Me llamo Nicolás-Respondió -¿Qué haces acá?- -No sé. Estaba en mi casa tocando la guitarra eléctrica y aparecí acá. De repente una sombra apareció en la ventana. Leon y Nicolás salieron a ver pero no encontraron a nadie. Al caer la noche se escuchaban voces. Leon no dudó en salir a investigar. Agarró su linterna y acompañado de Nicolás salieron afuera. -¡Que frío hace!- Dijo Nicolás -Tenés razón. Pero tenemos que ver de donde provienen las voces. El ruido los condujo a un granero abandonado. Entraron con cuidado para no hacer ningún ruido y encontraron una escalera. Ésta descendía varios metros y no estaba iluminada, pero de todos modos decidieron ver hacia donde los conducía. Al llegar al fondo, estaban en un pasillo largo y las paredes estaban ensangrentadas. Nicolás estaba a punto de vomitar. A lo largo del pasillo había celdas. En ellas había gente muerta, y en una de estas estaba el dueño de la casa del campo. Aún estaba vivo. Al ver a Leon y Nicolás preguntó: -¿Qué hacen acá? ¿Quienes son?- -Soy Leon, policía. Estoy aquí para ayudarle.- -Deberían irse ahora antes de que llamen la atención- -¿La atención de quien?-Preguntó Nicolás Antes de que el hombre pudiera responder, aparecieron por la puerta del final del pasillo, unos tipos encapuchados que hablaban en un idioma extraño. -¡corran! ¡Rápido!- Les gritó el hombre Leon y Nicolás corrieron tan rápido como pudieron. Al llegar a la casa Leon intentó llamar a sus compañeros, pero el teléfono no funcionaba. Nicolás miró por la ventana y vio un camión, pero los tipos que los perseguían estaban junto al camión. Leon sacó su pistola y empezó a dispararles. Cunado le quedaban pocas balas le dijo a Nicolás:

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-Corre al camión e intenta hacer que arranque, yo te cubro- Los tipos intentaban atacarlos con hachas y otras herramientas filosas. Nicolás encendió el camión y Leon se subió tan rápido como pudo. Así huyeron de ese campo oscuro y tenebroso, pero no pudieron descubrir quienes eran los encapuchados ni tampoco que le pasó al dueño del campo. CONTINUARÁ...? El Master.

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Un sueño que nos mantiene vivos…

Hoy al despertarme casi me caigo de la cama. Estaba soñando que cantaba y tocaba mi guitarra en un enorme escenario, mientras cientos de personas cantaban y aplaudían, ¡qué feliz me sentí! Ojalá algún día pueda vivir de la música, enseñarle a mis tres hermanos esa pasión que me hace vibrar. Darle la alegría a mi humilde madre de que en la vida uno puede lograr sus metas, si realmente se lo propones. Me levanté, casi como todos los días porque la sonrisa se adueño de mi rostro. Agarré la mochila y salí rumbo al liceo, de repente sentí que alguien me llamaba:

- ¡¡Nicolás!!- era mi amigo Ezequiel, nos saludamos y el me preguntó. - ¿Qué pasa que te vas tan contento? - Tuve un sueño inolvidable. - PUF!! PAF!! UAII!! Ambos escucharon ruidos y gritos que venían de un

callejón sin salida y corrieron a ver que sucedía. Había un señor golpeando e intentando robar a una mujer.

Nicolás, quiso ayudar, pero el hombre lo golpeó tan fuerte que su cabeza dio contra la pared. El malvado salió corriendo y la mujer y Nicolás quedaron tirados en el callejón, Ezequiel desesperado fue a buscar ayuda. La mujer estaba muy golpeada pero conciente, en cambio Nicolás no reaccionaba. Pasó dos días internado sin despertar, por suerte fue solo el golpe, los estudios dieron buen resultado. Despertó y una de sus primeras visitas fue la mujer, quién fue a agradecerle por haber salvado su vida. Él le sonrió y ella preguntó:

- Nicolás, dime de corazón ¿qué deseas? – y él le respondió

- Aprender a tocar la guitarra y ser feliz viviendo de la música.

Ella sonriendo le prometió que pagaría sus clases de música y que esperaba

verlo algún día sobre algún escenario.

Luna

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Yo me llamo Carolina, vivo con mi madre y mis dos hermanos pequeños, los cuales tienen ocho y tres años. Hace algún tiempo abandoné el liceo por motivos de conflicto con otras personas y porque no quería ni tenía ganas de seguir estudiando. Un día, después de salir del liceo, (antes de que abandonara), recuerdo exactamente que era un 11 de septiembre del 2000. Este día iba todo normal, me levante temprano, a las seis cuarenta y cinco de la mañana, me fui a esperar el ómnibus. A todo esto, llegue al liceo a las ocho, una rutina normal, de cualquier chico común. Ese día, tuvimos a primera y segunda matemática, tercera geografía, cuarta y quinta idioma español y sexta ingles. Ya a quinta estaba muy cansada y en lo único que pensaba era en llegar a mi casa a comer y acostarme. Cuándo salíamos del liceo, mis amigos y yo íbamos hasta nuestras casas por la costa de la playa. En esa larga caminata, pudimos ver a Ernesto, el anciano de noventa años que trabajaba en el cementerio. Me pareció muy extraño que estuviera allí, ya que nunca lo veía. En ese momento su cara era muy pálida y con expresión de miedo, desapareciendo por un monte cercano a la costa. Con él llevaba un carro y una bolsa con algo grande y pesado. Ese día decidí, por inquietud o por curiosidad, seguir a Ernesto con su carro sospechoso, en eso me adentré en el monte, de árboles robustos y de sombras misteriosas. Después de caminar por una hora, por fin logré ubicar a Ernesto, este estaba cavando un pozo, el cual sería para una persona muerta o algo así… Me escondí detrás de un árbol y allí, esperé a que pasara algo, cuando Ernesto hubo desaparecido. Yo personalmente decidí, ver qué había debajo de aquella capa de tierra. Lo que yo no sabía era si allí había un cuerpo o alguna otra cosa. En ese momento se me venían demasiadas sospechas a la cabeza. Una de mis teorías era que había matado a su esposa Herminda y que la había enterrado allí para no dejar sospechas, o solamente estaba enterrando algún animal suyo. Luego de plantearme estas hipótesis, empecé a sacar tierra y más tierra. Cuando terminé de excavar, vi ante mis ojos un ataúd enorme, luego de abrirlo, pude ver que se encontraban en él un cuerpo humano de una mujer mayor. Ante aquel hecho realicé la denuncia a la policía. Luego los conduje hasta el lugar donde estaban los restos, a todo esto tuve que declarar todo lo que había visto. La policía detuvo al hombre, mientras tanto yo muy nerviosa no quería saber más nada ni con este hombre, ni con el cadáver.

Page 20: Taller de Lengua

La policía llamo a mi casa al da siguiente, me avistaron que el hombre había confesado que el cadáver era de su mujer la cual había matado brutalmente a golpes hacía ya un par de años, éste la tenía enterrada debajo de su cama, pero agregó que el olor que allí había era muy fuerte y por eso decidió enterrarla en el monte. Luego de esto, el hombre fue a la cárcel y yo quede muy sorprendida por lo que había visto en aquel ataúd y por el horror de haber presenciado aquel hecho.

Juana

Page 21: Taller de Lengua

Érase una vez, una adolescente muy conflictiva llamada Caroline, tenía una madre muy humilde con cuatro hijos. Ella era la mayor, iba al liceo Nº 5, ubicado en la calle Florida detrás del convento, departamento de Rivera, a tercer grado. No tenía amigos de su edad, por lo cual quería aparentar ser una chica madura y rebelde, para juntarse en los recreos con los de sexto, que ya tenían 18, 19 años y al punto de vista de los demás, la iban a llevar por un mal camino. También tenían un nivel económico muy bueno, que ella anhelaba. Un día, por la tarde los invitó a su casa. Charlaron de varios temas, de sus rebeldías, locuras y dinero, de todo lo que pedían lo tenían. Caroline, no se sintió para nada identificada, estaba furiosa y se preguntaba, porqué todos tenían lo que querían y ella no, tan solo a su madre le alcanzaba el dinero para pagar el alquiler de su hogar y alimentar a sus hijos, por lo tanto el sueldo de su trabajo era muy bajo, y no podía satisfacer los gustos de sus hijos. La chica solo quería caerle bien a sus amigos y como toda adolescente, le contestaba a su madre delante de ellos. La mamá, llamada Juana, era una persona muy buena y viuda, su esposo, padre de sus cuatro hijos, había muerto un 11 de septiembre de 1990 en un accidente. Ella vivía y luchaba por sus hijos, era lo único que la hacía feliz. Caroline al otro día, comenzó a pensar y decide abandonar el liceo, no había motivo por el cual quería hacerlo. Ya no iba a concurrir más. Por esa causa, habló con Juana y le comenzó a gritar que se iba a ir de su hogar e iba a dejar el liceo. La mamá comenzó a llorar y estaba muy sorprendida de las actitudes de su hija. Caroline se fue de su casa, con la intención de vivir a su manera y gusto, quedándose en la casa de sus amigos. Al pasar los días, reflexionó dándose cuenta de la falta que le hacía su familia, y lo importante que es el amor de la misma y el dinero no la puede, ni podrá sustituirla. También recordó una frase que su padre siempre decía. “El dinero ayuda, pero no hace la felicidad”. Fue así que regresó a su casa, arrepentida y angustiada, pidiéndole perdón a su mamá y reintegrándose al liceo…

Pitufa.

Page 22: Taller de Lengua
Page 23: Taller de Lengua

Nicolás siempre ah vivido en la costa de una playa en Puerto Rico. Él

quiere ser cantante de reggaeton y vivir de la música. Estos últimos días ah escuchado la noticia de que Daddy Yankee va a

los Estados Unidos por Los Cuarenta Principales y que regalan entradas, pasajes incluidos y estadías en Miami, para conocerlos. Mientras una linda joven, aunque conflictiva llamada Carolina vive en “El Barrio Bajo” un lugar de pandilleros, comúnmente llamado Gansta Zone lleno de carteles, gangsters y de narcotraficantes. Nicolás, se va a las discos a jugar carreras clandestinas los fines de semana, mientras que ella se va también a la disco. Nicolás ah ganado entradas dobles y no sabe con quién va a ir al baile. Él la conoció ayer en la noche. -¿tu de donde me conoces?-le preguntó Nicolás. -del blog- contestó Carolina. -¡ah, sí! Ya me acuerdo- dice Nicolás. -mirá, no sé con quien voy a ir al recital a conocer a Daddy Yankee el sábado por la noche.-le comentó Nicolás, y de inmediato le preguntó: -¿querés ir conmigo? -Cien por ciento, tu sabes – contestó Carolina. Nicolás se apareció con la facha de un reggaetonero y ella apareció de repente en su moto Yamaha R1, Nicolás se quedo sin respirar cuando la vio.

- tú no te pensaste que yo iba a aparecerme en mi moto- dijo Carolina. - es por vos y por la moto, sino porque esa moto corre más que mi

auto.- dijo Nicolás. Pero se fueron rápido de Movistar Arena. Al cabo de cincuenta minutos llegaron al recital, primero estuvieron hablando con el manager mientras preparaban a Daddy Yankee para estar con ellos y ¡claro! Para el recital. -¡hola!, ¿Cómo están chicos?- dijo Daddy. -¡woooow! estamos re bien – dijo Nico y Caro -tu, no eres raro por cierto,¿no?-dijo Daddy. -¿el qué?, no si ella polola- dijo Nico. - bueno, yo tengo ganas de que salgan conmigo si se animan a ir al escenario, a romper el recital, ¿qué dicen? – preguntó Daddy. - pues claro. – Contestaron Caro y Nico.

Pasaron una semana de fiestas, recorriendo todas las discos que se le cruzaban. Hoy en día, ellos siguen viviendo en Puerto Rico, Nicolás es un integrante de Pina Records y manager de Rakin y Ken-Y. Mientras que Carolina, bueno… sigue siendo igual de conflictiva que antes,. ¡Ah! Cierto, ella es la nueva dueña de la disquera.

K – maro…

Page 24: Taller de Lengua

Matute y el fútbol

Había una vez, una madre muy humilde con cuatro hijos. La madre, hacia hasta lo imposible para darle de comer a sus hijos. Uno de esos es matute, un niño que soñaba con jugar al fútbol en un mundial. La madre acompañaba a matute todos los domingos al barrio bajo, un lugar de pandilleros en el que se hacia partido de fútbol. Matute en esos partidos era el mejor jugador, su madre al ver que matute se divertía, dejaba caer sus lágrimas y pensaba en el momento en que matute se iría de ese lugar. El día que su madre y matute tanto soñaban se haría realidad un once de septiembre. Ese once de septiembre del 2000 un reclutador, cuyo nombre era Fernando de la rosa Ramírez González había visto jugar a matute. Cuando matute y su madre llegaron a la casa, en el patio vieron a un hombre muy bien vestido. Matute se fue a bañar y su madre quedo con el reclutador. Matute al salir del baño vio sus maletas llenas de ropa y a fuera una limusina tocándole bocina. La madre le contó a matute que el reclutador les había ofrecido 5.000.000 millones de dólares si matute jugaba en el Barcelona. Matute con una sonrisa de oreja a oreja subió a la limusina, mientras su familia lo despedía al poco tiempo a matute le dio un paro cardiaco y muere, a la semana la familia se entera y tristemente van al velorio. Barcelona, al quedar sin jugador mata a la familia por la deuda del hijo.

Seudónimo: mariachi

Page 25: Taller de Lengua

Nicolás, era un pequeño que soñaba con ser un gran cantante. A el siempre le fue muy bien con los estudios y admiraba enormemente a su abuelo, el había aprendido desde muy joven a tocar la guitarra. El abuelo era un anciano cachetón con mucha sabiduría que vivía en una cabaña, en la costa de una playa, por eso Nicolás siempre escuchaba con ojos de alegría las canciones de su abuelo. Nicolás fue creciendo y su amor por la música cada vez era mucho mayor. Una tarde, en la casa de su abuelo, empezaron a entonar una canción ya conocida por ellos. Luego de pasar toda la tarde cantando y tocando la guitarra, Nicolás volvió a su casa. El estaba cursando sexto año de la escuela. -¡buenos días chiquilines!- Exclamo la directora de su escuela -Les vengo a informar que se van a realizar los sorteos para la beca musicales- informo ella -Todos los alumnos que deseen inscribirse, y que han pasado con notas superiores a muy bueno podrán anotarse. Una indescriptible alegría corrió por dentro de él, en el recreo salio corriendo hacia la dirección. -Hay un problema- Dijo la directora -¿Qué sucede?- Pregunto indignadamente Nicolás -Que ya estamos a más de la mitad de año y tus notas no son muy alentadoras- -Pero directora, yo vengo pasando todos los años con notas excelentes- -Lo sé, Nicolás, y eres uno de los pocos que tiene tan buenas notas. La única alternativa que te queda es subir tus notas- Cerro la conversación la directora Nicolás estaba decayendo inconcientemente en sus notas, pero nunca pensó que influyera en su sueño de “ser músico”. -Hola mama ¿Cómo estas?-pregunto Nicolás -Bien, ¿y vos mi negro?- Respondió su madre. Nicolás le contó lo sucedido a su madre y ella se enfado mucho. -¿pero como que decaíste en tus notas? ¡Si eres un excelente alumno!- Exclamó sorprendida su madre -No lo se mama, pero no creas que solo a ti te duele, es el sueño de mi vida- Respondió llorisqueando. Nicolás le prometió a su madre y así mismo que subiría sus notas antes del mes, y así fue. Al cabo de un mes, sus notas eran excelentes, y sus fluidas participaciones le permitieron permitir la beca. Nicolás se anoto en el sorteo, y salio becado, al comienzo de su carrera musical, pudo comprarse la guitarra soñada. Pasaron los años y Nicolás se hizo un importante músico, todos sus sueños se le convirtieron en realidad. Hoy, habiendo realizado ya más de cien conciertos, es reconocido en todo el mundo. Así termina esta historia.

FIN Lilo

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El asesino misterioso

Un 11 de septiembre de 1997 Matute y Nicolás caminaban hacia su casa por el campo,

era de noche, estaba oscuro, la Luna llena le daba un aspecto tenebroso al paisaje; ellos

no se percataban que ese viaje tendría un oscuro final.

Hablando, un poco de fútbol, también de música, Comenzaron a escuchar ruidos

extraños detrás de ellos, hacía frío, y el viento soplaba cada vez más fuerte, y con él se

movía también una figura, que los perseguía sigilosamente.

Matute comenzó a asustarse, Nicolás trataba de calmarlo, pero la verdad era que el

estaba igual o más asustado que él.

Tras caminar unos cuantos metros una sombra se abalanzo sobre ellos, trataron de

gritar, pero de sus bocas no salio sonido alguno, sintieron terror e impotencia al no

poder liberarse de su misterioso oponente.

El los ató de manos y pies, luego los llevo a una oscura cabaña. Al llegar a ese horrendo

lugar, él comenzó a revolver un armario, como si buscara algo, hasta que finalmente

encontró unas enormes tijeras de podar, parecían muy afiladas, y rápidamente, de una

sola vez cortó todos los dedos de la mano derecha de Matute, luego hizo lo mismo con

Nicolás. No satisfecho, acuchilló a Matute, 5 puñaladas certeras, que dejaron a Matute

sin vida, mientras esto sucedía Nicolás logro soltarse, corrió hacía la puerta, salió, ya no

era de noche, el Sol había salido, pero no estaba en el campo, sino en una cabaña,

debajo de un puente, en la ciudad. Rápidamente subió hacia lo alto del puente, paro un

auto, que lo llevó al hospital, para curar la hemorragia de su mano. Luego llamaron al á

policía, pero no encontraron más que el frío cadáver de Matute, tendido en el piso, con

las tijeras clavadas en su pecho. Días después encontraron al asesino de Matute, esta vez

en un almacén donde baleó a dos personas. Dos semanas después fue condenado a 30

años de cárcel.

Nicolás quedó traumado y hasta ahora los gritos de Matute retumban en su cabeza.

Günther

Page 27: Taller de Lengua

La fiesta de disfraces

Mi nombre es Nicolás y le voy a contar una historia que le sucedió a mi amiga Caroline

en 1998.

Caroline era la hija de la prima segunda o tercera de mi mamá, Ella tenía quince años,

pero se le notaba porque desbordaba energía. Siempre alegre, siempre jovial, era el alma

de cualquier reunión.

Si bien vivía sola, porque sus padres habían muerto, continuamente se preocupaba por

hacer felices a todos los que la rodeaban. Ella era la que organizaba fiestas sorpresa para

agasajar a sus familiares y amigos. Era la que siempre estaba cuando alguno estaba

bajoneado o triste. La que corría a cuidar al primero que se enfermara. Caroline era un

comodín o una scout, siempre lista. Jamás se quejó porque el dinero no le alcanzaba ni

porque le dolía la uña o un dedo. Si alguien necesitaba algo, sabía que Caroline no le iba

a fallar.

Pero un buen día, Caroline no apareció por casa a la hora de costumbre, un rato más

tarde recibimos un llamado del Hospital. Caroline se había descompensado y estaba

internada en estado delicado.

Estuvo varios días en terapia intensiva y luego la trasladaron a habitación común. Nos

turnábamos para acompañarla en los horarios de visita y para darle de comer, aunque se

negaba.

Una mañana, la encontré sentada, muerta de la risa, conversando con no se sabe quién,

porque la verdad es que en la habitación no había nadie. Sentí que un frío helado

recorría mi cuerpo. Ella mantenía la charla, se reía a carcajadas y yo me desesperaba por

no saber que hacer, ya que me ignoraba por completo.

De pronto las luces se apagaron y volvieron a encenderse. Atribuí el desperfecto a una

falla eléctrica, aunque a mi me causaba una gran inquietud, las enfermeras entraban y

salían de la habitación sin darle importancia, le pregunté al médico sobre el raro

comportamiento de Aurora y contestó que probablemente sería el efecto de la

medicación.

Así continuó día tras día, charlando animadamente con sus visitantes imaginarios, hasta

que una mañana logré interrumpir la conversación.

Aurora me dijo: - Me están organizando una fiesta de disfraces.

-¿Quiénes? Le pregunté entre tímida y asustada.

-Toda esta gente que vino a verme. Son tan divertidos

-¡Toda esa gente!, ¿Qué gente? Si no fuera por esa sensación extraña de estar siendo

observada por espíritus que me invadía, podía llegar a pensar que Caroline se había

vuelto loca.

-¿Y Cuándo será la fiesta? Le contesté, siguiendo la corriente.

-Espera que les pregunto. ¡Y les preguntó! Se sonrió mientras yo esperaba la respuesta.

La situación me producía escalofríos. Eso de estar junto a una persona que conversa

mirando fijamente a la pared no me causaba ninguna gracia. Más bien me producía

temor.

-El sábado 23 a las seis de la tarde. Están todos invitados. Vos, Nico, ocúpate de la

comida. Hace tarjetitas invitando a todos. No te olvides de Juan, a el siempre le

gustaron las fiestas de disfraz.

-No sé si nos van a dejar. Esto es un hospital.

-Dicen que no va a haber problema. Que las organizan todos los días. ¡Ah! Y que

vengan todos con sombrero. Es el requisito para entrar. Yo no entendía nada de nada.

No sabía si estaba viviendo un sueño o una pesadilla. Pero, por si acaso, les avisé a

todos los conocidos.

Al día siguiente, estaba más animada. La fiesta resultó un estímulo importante en su

recuperación. No paraba de hablar, aunque tanto tiempo en el Hospital la había hecho

Page 28: Taller de Lengua

perder la noción del espacio. Pensaba que estaba en su propia casa y me pedía que le

alcanzara tal o cual cosa que estaba en tal o cual lugar.

-¿Y vos de que te vas a disfrazar? Le pregunté.

-¡Ah! No lo pensé. Buena pregunta….

-Decídete, porque me va a llevar tiempo conseguir los disfraces.

-¿Qué te parece de Hada? ¿Es muy común?

-No, Está bien. Si te gusta de Hada, serás un Hada. Respondí.

-Trae un sombrero bien puntiagudo. Que le salga bastante tul de la punta y pégale

estrellitas brillantes.

-Está bien. Le dije, -Como vos quieras. Estaba dispuesta a darle todos los gustos.

Caroline se merecía eso y mucho más.

Cuando salí, en la puerta del Hospital había un grupo de gente disfrazada. Este parece

ser un Hospital fuera de lo común. Tenía razón Caroline. Las autoridades no tienen

ningún problema ante la organización de este tipo de eventos. Cuando le comenté a la

enfermera de turno acerca de la fiesta del sábado me miró sorprendida. Miró a Caroline,

me miró a mí. Volvió a mirar a Caroline y dijo: -Yo pensé que estaba mucho mejor. Y

agregó: -¿A qué hora?

-A la noche. Alrededor de las ocho. Entonces, hizo una mueca con los labios.

-Justo es mi turno, dijo. Gracias por avisarme, así me preparo para lo peor. Luego se dio

media vuelta y se fue.

-¡Qué comentario raro!, ¡Qué mala onda! Seguro que no le gustan las fiestas. Me dije.

Era obvio que estaba mejor, sino no íbamos a organizar una fiesta. Puse manos a la

obra. Alquilé un disfraz de Hada para Caroline. Personalmente armé el sombrero tal

como ella lo quería. Luego, con unas telas viejas improvisé disfraces para toda la

familia. No tuve tiempo para cocinar, así que encargué sándwiches y masitas en una

confitería.

Nos encontramos todos los amigos, vecinos y familiares en la puerta del Hospital. Cada

uno debía traer la bebida que consumía. Subimos tratando de guardar el mayor silencio

posible. De pronto recordé que con el apuro de preparar todo y cargar el auto con la

comida me había olvidado el disfraz de Caroline en casa, colgado de una percha. Me

invadió la desesperación. Ya era la hora. ¿Cómo podía haber olvidado lo más

importante?

-¡Un momento! Dije. ¡Me olvidé el disfraz de Caroline!

-Todos me miraron con cara de reproche. ¿Y ahora que hacemos? Dijo mi mamá. -Yo

voy a buscarlo. Gritó mi amigo Tomás

Pero ya habían abierto la puerta de la habitación. La cama estaba vacía y no había

ninguna enfermera cerca para preguntarle que sucedía. Parecíamos todos locos.

Disfrazados de pollo, de oso, de mendigo, de caperucita, de chapulín colorado,

abarrotando los pasillos de un hospital. De pronto, vimos que la enfermera de turno se

acercaba rápidamente. Nos abalanzamos con preguntas. Queríamos saber donde estaba

Caroline.

-¿Ya están listos para la fiesta? Preguntó con su proverbial sequedad.

-¡No! Olvidé el disfraz de Caroline. Pero ya mando a alguien a buscarlo.

-La hora señalada ya pasó. Queme el disfraz. Respondió la enfermera sin cambiar la

cara. Y agregó: -Caroline sufrió un paro cardíaco, pero va a estar bien. Ya van a ver.

El comentario de la enfermera me hizo pensar que ella sabía mucho más de lo que

aparentaba. Y que lo que Caroline veía no era producto de la medicación. Que había

algo real que nadie se atrevía a comentar.

Siguiendo el consejo de la enfermera, lo primero que hice al llegar a mi casa fue quemar

el disfraz, algo que Caroline jamás me perdonó. Pero no me importó. Íntimamente sabía

que mi olvido la había salvado de una muerte anunciada.

Al día siguiente Caroline estaba en perfectas condiciones. Pero enojada, muy enojada

conmigo. Decía que le había arruinado la fiesta. Que todos sus amigos habían

Page 29: Taller de Lengua

desaparecido por mi culpa. Que yo era una desconsiderada. Que ella jamás se hubiera

olvidado de traer un disfraz.

En pocos días le dieron el alta y volvió fresca como una lechuga a su casa, sus amigos

invisibles, que tanto la divertían, habían desaparecido por completo. Tal vez estén

organizando otra fiesta de disfraces en otra habitación del hospital.

Fin

Horacio Quiroga

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Matute, el niño que soñaba jugar en el mundial

Había una vez, un niño llamado Matute que soñaba con jugar al fútbol en el mundial.

Ayer a la noche el niño se puso a jugar a la pelota y de repente la pelota se le fue hacia la calle.

Pasó un auto muy rápido, y muy cerca del niño. El hombre detuvo el auto y salió a ver si le había pasado algo al niño y le dijo:

-Hola yo soy Gallardo –dijo el hombre

-Ah, ¿Gallardo la famosa estrella de fútbol?

-Sí, el mismo. O mejor dicho, “un hombre que come más que cualquier persona en el mundo”

-¡Ah! Dijo el niño sorprendido

-Y, ¿qué haces a está hora solo en la calle?-pregunto Gallardo

-Estoy practicando para poder jugar en el mundial.

-¿Te animarías a entrenarme?-le pregunto el niño muy emocionado.

-Sí, claro. Mañana comenzamos con el entrenamiento.

El niño había quedado muy entusiasmado por haber hablado con Gallardo. Al otro día en la costa de una playa el niño comenzó a entrenar con Gallardo. Dos meses después, Gallardo llegó con un hombre muy interesado en la forma de jugar de matute.

Gallardo le dijo:

-Matute, ven, el es Roberto es el contratista del Real Madrid y quieres que comiences a jugar con el equipo. Matute quedó muy entusiasmado y fue inmediatamente a contarles la buena noticia a sus padres. La reunión con sus padres duro muchas horas, pero pudieron llegar a un acuerdo. Pero tenia que esperar una tiempo porque el era muy chico como para jugar en el Real Madrid.

Matute varios años después pudo jugar en el Real Madrid.

Y luego cinco o seis Matute pudo debutar con la selección uruguaya en el mundial, convirtiendo tres goles dedicado hacia sus padres y la estrella de

fútbol Gallardo. Seudónimo: NANO

Page 31: Taller de Lengua

comienzos del siglo XIX, en una casa embrujada ubicada detrás del cementerio, vivía Juana, una viejita que tenía una docena de gatos. Esta poseía además diecisiete hijos, debido a que en su vida había trabajado

de prostituta. La casa en la que vivía era tenebrosa, a Juana también le gustaba tiro al blanco dentro de su casa, por eso esta goteaba cuando llovía. Pero aún mas tenebroso era el cementerio, en el que trabajaba Ernesto un anciano chiquito, de noventa años, medio jodido y algo loco. Un día como cualquier otro, Juana vio como Ernesto trabajaba con un ataúd, rápidamente loca se enamoro de este hombre que hace mucho tiempo sentía lo mismo por ella aunque no se animaba a decírselo. Después de un tiempo, estos dos adoptaron tres hijos más; la historia que hasta aquí viene muy linda iba a cambiar... un día Juana castigó indebidamente a dos de sus hijos, al verlos pelear, tomó un palo y a uno lo dejó con un solo ojo, y al otro con una fisura en el cráneo. Eso no fue nada, Laura, hija de Juana pero no de Ernesto, presenció como su madre practicaba tiro dentro de su casa y uno de los tiros fue lamentablemente a parar a la cabeza de Ernesto al salir por una ventana abierta que daba al frente del cementerio. Laura al ver esto enloqueció, mató a su madre y se llevo a sus hermanos lejos de ese lugar. Prostitución, matanza, locuras, embrujos, tiros, muchos hijos ¿Malas palabras o no?

Prinston

A

Page 32: Taller de Lengua

El Crimen

Un 11 de setiembre la policía recibió una denuncia de algunos vecinos que

decían que el cementerio de su pueblo había sido victima de un acto de vandalismo,

habían destruido todas las lápidas. La policía envió a varios hombres, pero entre ellos se

encontraba quien iba a ser el encargado de la investigación: Gallardo, un hombre gordo,

que según decían comía mas que cualquier otro hombre.

Gallardo, carente de un buen estado físico, pero con gran astucia, pidió un informe

detallado de todo lo que sucedió.

El cementerio estaba en medio de un campo oscuro y tenebroso, las casas del

pueblo estaban alejadas de allí, con la excepción de una, que estaba justo de tras de el.

El detective Gallardo interrogó a los vecinos que le dijeron que todos los 11 de

setiembre desde hace ya cincuenta años pasaba lo mismo y cuando pregunto sobre la

casa alegaron que no sabían quien era el dueño y que supuestamente que estaba

“embrujada”, pero además que podía preguntarle al encargado del cementerio.

Gallardo se dirigió al hombre que dijo llamarse Ernesto, este le dijo que tenia

noventa años y que llevaba trabajando allí hacia cincuenta y tres, además agrego que

nunca había visto ni escuchado nada sobre el crimen cometido, porque era un hombre

muy dedicado y solo se tomaba un día libre al año el 11 de setiembre. El detective no

muy convencido le dijo a Ernesto que seria de su ayuda, puesto que al haber trabajado

tantos años en el lugar podría ser útil y además le contó que al día siguiente iba a hacer

un allanamiento en aquella casa.

Al otro día, cuando llego Gallardo, antes de entrar a la casa “embrujada”, los

trabajadores que repusieron las lapidas por la noche, después de que se fue, le

comunicaron que se oyeron ruidos extraños desde la casa, como si se arrastraran y se

golpearan cosas.

Gallardo aun muy curioso, se dirigió hacia la puerta de la casa y cuando se

disponía a abrirla, apareció de la nada Ernesto, que quería entrar con el, el detective se

negó, pero ante tanta insistencia finalmente entraron juntos.

El lugar estaba totalmente vació, pero todavía faltaba registrar el sótano y el segundo

piso. Gallardo decidió buscar primero en el sótano. En ese momento Ernesto, que se

encontraba detrás de el desapareció.

Gallardo no se detuvo y entro al sótano donde habían muchos muebles

amontonados, habían sido acarreados hasta ahí, seguramente para que pareciera una

casa abandonada. En ese instante un hombre salio de la oscuridad e intento golpearlo,

pero el detective reacciono a tiempo, desarmándolo y esposándolo. Al verle el rostro se

sorprendió; era Ernesto.

Mas tarde, en la comisaría, se descubrió que la casa era del anciano, el detective

se encontraba desconcertado, no comprendía porque habría cometido ese crimen y

porque lo hacia cada11 de setiembre. El anciano, algo traumatizado confeso, y dijo que

tenia un hijo, y que hace cincuenta y un años un 11 de setiembre, corría por el campo,

hasta que tropezó y golpeo bruscamente su cabeza contra una lapida, provocándole la

muerte.

Días más tarde, en el juicio, Ernesto fue declarado in imputable porque se

comprobó que estaba totalmente loco y a raíz de esto, fue internado en un sanatorio

mental.

FIN

Soy yo

Page 33: Taller de Lengua

Como un callejón sin salida.

A comienzos del siglo XIX, en el barrio bajo, un lugar de pandilleros,

vivía una mujer muy humilde y sus cuatros hijos. Renata, que así se llamaba esa mujer, estaba casada con un cartonero llamado Juan Martín. Juan Martín juntaba monedas para pagar los cigarrillos y comprar el vino, no para alimentar a su familia.

En cambio Renata, salía casa por casa pidiendo monedas o algo de comida para sus hijos. Como ella era una mujer muy humilde todos colaboraban con ella y con Pablo, Gastón, Catherine y Caroline, sus cuatro hijos a los cuales ella amaba y daba su vida por ellos.

Cuando Juan Martín murió, nadie le dio mucha importancia, ya que era un mal padre y no hacía nada por sus hijos. Pero Renata si quedó muy dolorida y el remordimiento parecía que iba a quedar para siempre en ella. Con el tiempo, los chicos fueron creciendo y cada vez pasaban más hambre, ya que ahora eran más grandes y sus cuerpos necesitaban más alimentos. Renata murió de disgusto, de tristeza, ahogada en remordimientos, y sus hijos quedaron solos en aquella casa, que no tenía nada.

Un día, un viejo amigo de Renata fue a visitarlos. Parecía sorprendido, ya que no sabía en que situación vivían todas esas familias de ese barrio. Al ver a los cuatro hijos de su mejor amiga pasando hambre, no dudó en ir y tratar de ayudar.

Caroline, la hija más grande de Renata, le dijo a Santiago que el no podía ayudar, y que ellos se arreglarían solos. Pero Santiago no e podía quedar sin hacer nada. Les dijo que los quería llevar a los cuatro a la ciudad de la que el venía, para estudiar allí, trabajar, y sobre todo, pasar mejor que como pasaban ahí.

Caroline se lo comentó a sus hermanos y decidieron aceptar la propuesta.

Una vez en la ciudad, Santiago les mostró la casa en la que vivirían, y ellos quedaron asombrados, ya que era tan linda como un palacio. Pablo y Catherine comenzaron la primaria, Gastón se fue a trabajar al campo, y Carolina, aunque no le gustaba la idea, comenzó la secundaria.

Ella era bastante conflictiva, muy rebelde y nada compañera, por eso era que no quería empezar el liceo, pero después de pensarlo horas y horas, decidió que sí comenzaría a estudiar.

El primer día en el liceo, con tanta gente a su alrededor que no paraba de observarla, se sintió muy incómoda y aislada de todo, hasta que en un momento no lo soportó más y se terminó yendo. No pensaba volver más y le dijo a sus hermanos que había sido una mala idea venir a la ciudad.

Pablo y Catherine estaban muy contentos con la escuela, habían hecho amigos, y de ninguna manera se querían ir.

Y de Gastón ni hablar…él estaba en el campo, el lugar que más le gustaba en la tierra, y era obvio que no se iba a querer ir.

Caroline puso su ropa en una mochila y volvió a su vieja casa, en aquel barrio que no rea el mejor, pero era en el que le había tocado vivir y pasar todos los momentos que pasó, malos y no tanto, pero ese era su hogar.

Cuando Pablo y Catherine volvieron a la casa se dieron cuenta que Carolina se había marchado y no pudieron hacer nada, porque ella no iba a cambiar de opinión.

Después de mucho tiempo, Santiago murió y toda su fortuna quedó para ellos cuatro.

Page 34: Taller de Lengua

Pablo, Gastón y Catherine terminaron siendo personas de mucha clase y con trabajos muy importantes.

En cuanto a Caroline; ella nunca aceptó el dinero que sus hermanos le mandaban y terminó sin trabajo y pasando hambre, pero buscó la manera de sobrevivir en aquel oscuro callejón sin salida…

Fin…

Los jumpers

Todo comenzó un día en la costa de una playa, cuando Juana, una viejita que

tenía una docena de gatos y Matute, un chico que soñaba jugar al fútbol en un mundial

tuvieron seis hijos Jumpers. Eso solo tenia un significado el mismo era la tele

transportación. Los hijos desarrollaron una vida común, como todos los demás y cuando

cumplieron los veinte años descubrieron que podían tele transportarse de un lugar ha

otro con solo pensarlo.

Pero todo tenía una finalidad. En el S(XX), se desarrollaron una especie de

cazadores con armas especiales para atrapar y matar a los Jumpers.

Los seis hermanos empezarían pronto a desarrollar sus poderes. Uno de ellos se

enamoro profundamente de una chica y un año después la llevo a Roma, pero ahí fue

que se encontró con los cazadores y estaban completamente solos por que habían salido

a escondidas. El se tuvo mucha fe y los combatió pero luego lo electrocutaron y se

llevaron a su novia. Un año después, fueron a combatirlos con sus seis hermanos. Uno

de ellos construyó una bomba que les permitió salir de ahí. Ahora, se dice que viven en

un medio Rural.

NaKaTa

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Page 36: Taller de Lengua

La selva era larga, ancha y llena de ruidos, murmullos y suspiros.

Ahí estabas yo, perdido después de un aterrizaje forzoso en paracaídas, pero mi

amigo Tomás también estaba junto a mi. Una noche, luego de haber recorrido treinta y

cinco kilómetros caminando, cinco más corriendo y tres largos kilómetros

arrastrándome, decidimos quedarnos allí esa noche, ya que sabíamos que la salida aún

estaba muy lejos.

De pronto, todo cesó, como si alguien hubiese cerrado la puerta del bullicio de

golpe. Silencio. Inmediatamente el ruido de un trueno prorrumpe la calma. Entre la

niebla se pudo ver algo que se asomaba , yo empecé a gritar pensando que era ayuda.

Tomás saltó y me tapó la boca con su mano, -claro , nuestros pensamientos no era los

mismos, yo creía que era ayuda pero él pensaba que eran enemigos.

Así fue que una banda de rufianes logró encontrar nuestro escondite, que no era

del todo bueno, porque una roca de cinco por cinco centímetros, no tapa ni a una mosca.

- ¡Allá están!!- gritó uno

- Vamos por ellos –dijo otro

La cosa no pintada nada bien, corrimos y corrimos, pero ellos eran veloces, tanto

que nos lograron atrapar. Nos llevaron a su cueva, allí recibimos los maltratos más

duros, después de que a mi amigo se le ocurrió preguntar porqué estaban allí. Ni

mamá me pagaba tan fuete en mi infancia. A la noche siguiente, después de que

ellos se fueran a cazar logramos escapar. Perdidos gritando y alucinando, no

tuvimos más mala suerte que correr hacia donde ellos estaban. Nos dieron a elegir

nuestras últimas palabras. Primero se dirigió a mi amigo, él les gritó y les escupió en

la cara mientras gritaba palabrotas, y un montón de cosas más que no puedo contar

en esta historia. Lo mataron delante de mí.

Luego me tocó a mí, lo único que les pedí como último deseo fue que me dejaran

escribir aquella triste pero linda historia de mi amigo y yo en este cuento. Espero

que algún día les llegue esta narración y la lean pensando en mí y en Tomás…

Anónimo

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Un ratón vagabundo llegó a un remoto pueblo, situado más allá de las montañas

donde muere el sol. Inmediatamente le extrañó no ver más ratones allí. Calles desiertas,

un silencio amenazador…Ratonín, que así se llamaba el personaje de mi historia,

empezó a sentir miedo. Presentía que aquel lugar le ocultaba un misterioso peligro.

Por fin tropezó con un colega suyo, al que preguntó:-¿por qué hay tan pocos

ratones en este pueblo, amigo? Este lo miró fijamente y tardó un buen rato en

contestarle: -…veo que no sabes 1que este es un pueblote gatos. Ratón que apresan,

ratón que va a la cazuela. Vigilan todos los almacenes de alimentos con doble guardia,

de día y noche.

Ratonín gruñó de la impresión:-grrrjjjjjjjjjj, entraré al almacén escondido.

Ratonín hizo un ratón mecánico, lo soltó hacia donde estaban cuatro gatos haciendo

guardia y esperó. Los gatos, cuando vieron al ratón mecánico inmediatamente se

abalanzaron sobre él, dispuestos a despedazarlo. Dejaron algunos dientes clavados sobre

el robot con forma de ratón, antes de retirarse.

Esta vez fue Ratonín quien les hizo caer en su trampa. Fingiendo que era otro

ratón mecánico, Ratonín se aproximó a la puerta del almacén. Los gatos al verlo

creyeron que se trataba de otro ratón mecánico y lo dejaron pasar… ya dentro del

almacén, Ratonín se dio un gran banquete. No sé si dejó algo para su amigo…lo único

que recuerdo es que de hambre no murió este ingenioso ratón.

Anónimo