Diseño Antisísmico

SISMOGRAMA

Los primeros sismógrafos, llamados «de péndulo», constaban de una gran masa (de 1 000 kg o más), que se hallaba suspendida de unos soportes que se fijaban fuertemente al suelo.

Cuando se producía el seísmo, la gran masa suspendida tardaba en ponerse en movimiento e, incluso, se mantenía inmóvil al iniciarse el terremoto por el principio de inercia. Una vez en movimiento, sus oscilaciones se transmitían a un cilindro de papel que se desplazaba a velocidad constante.

Los sismógrafos modernos son aparatos mucho más sensibles y de reducido tamaño que pueden ser transportados a cualquier lugar, como los geófonos, instrumentos capaces de registrar pequeñas vibraciones.

Los sismogramas son las representaciones gráficas de las ondas que llegan a los sismógrafos. Constan de una línea horizontal O-Z, sobre la que se marca una recta cuando no se registra ningún seísmo. Las rectas horizontales paralelas 1, 1’, 2, 2’, etc., indican la intensidad de las ondas, y las rectas verticales, su duración.

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La situación del Epicentro, D, de un terremoto se calcula mediante la expresión:

Donde A es la diferencia en segundos entre la llegada de las ondas P y S al sismógrafo y Vs y Vp son las velocidades de las ondas S y P, respectivamente, medidas en km/s.

Los datos obtenidos por tres sismógrafos permiten localizar con precisión el epicentro de un terremoto trazando tres circunferencias, con centro en cada sismógrafo, de Radios D1 D2 y D3, respectivamente.

La intersección de las tres circunferencias señala la situación del epicentro, como se puede observar en la ilustración de la imagen.

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