revista uy! nº 10

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UNIDOS POR EL MAR Cinco historias de encuentros entre España y Uruguay LA NUEVA MIRADA 15 DE NOVIEMBRE, 2011 NÚMERO 10

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Unidos Por el mar Cinco historias de encuentros entre España y Uruguay

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UNIDOSPOR EL MARCinco historias de encuentros entre España y Uruguay

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DA 15 DE NOVIEMBRE, 2011

NÚMERO 10

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Todos Traemos algo

de españa

Tía

Bisabuela

Papá

Vos

Abuelo

Mamá

Tío

enconTraTe con Tus raíces. parTicipá del fesTejo del BicenTenario

que celeBran las comunidades españolas del uruguay.

2 de diciembre17 a 21.30 horas

Plaza matriz

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QUERIDO LECTOR:

Derechos reservados Uyuyuy S.A. /// Publicación independiente. /// Impreso en El País S.A. /// Depósito legal N°355930. /// Distribución: El País S.A., Montevideo, Uruguay /// Oficinas: Leyenda Patria 3124 apto. 701, Montevideo /// Teléfono: 2711 1118 /// Revista Uy! N° 10Foto de portada: David Puig /// Post: Camila García

Director General cacho fernándeZDirectora Editorial BeaTriZ fennerDirectora de Negocios mariana quinTerosFotografía david puig (dirección)andrés silveira jasquínXaBier soBrinoRedacciónmariana álvareZ (ediTora)andrea coppessilvana fernándeZjuan andrés griZuTTiDiseño Kenia de los camposProducciónBernarda pereira

5__run Bla

6__deportes__Los 10 de Nike

8__tuyo__LANdAUeR & AGUeRRe

10__en acción__FUNdACiÓN TeLeTÓN

12__encuentros del Bicentenario__hisToRiAs qUe

espAñA Nos dejÓ

24__entre semana__Todos CoNTRA LA vioLeNCiA

25__uy! punta__pRoFesioNALes deL pÓkeR

26__fiesta__LA NoChe de hALLoWeeN

28__entre semana__pReviA de NAvidAd

30__cultura__FoTos y ARTe

31__lookface

32__muy uy!

33__agenda

34__rec

índice En el año del Bicentenario de la creación del país que hoy orgullosamente reconocemos

como Uruguay, naturalmente ha surgido la necesidad de explorar y recrearnos en las raíces y las venas que nos trajeron a este presente de esperanza y renovación.

En ese recuento aparecen los héroes, los de los libros y los anónimos; los visionarios, en sus trincheras políticas o en las de los emprendimientos; los hombres y mujeres nacidos en esta tierra y aquellos que llegaron, voluntariamente u obligados por sus propias vidas, a construir desde la nada su historia personal y familiar, y la de sus comunidades emigrantes.

En ese contexto, revisTa uy! te trae hoy un número especial que reseña ejemplos de esos esfuerzos, individuales y colectivos, de las comunidades originarias de España que han colaborado con sus manos, sus ideas, tradiciones y talentos en la construcción de la nación, que hoy es un hermoso ejemplo de convivencia del crisol de razas y de emigrantes que la constituyen.

También hacemos un alto en esa rica historia para recrear el momento cuando el gran poeta Federico García Lorca puso pie en la pequeña Atenas del Plata.

Ya en nuestros días, te contamos lo que realizan la fundación Teletón y la de Pablo Atchugarry, en Punta del Este, y en un ambiente festivo que huele a verano nos metemos a la locura de las fiestas de Halloween, hasta con las fotos que nos mandaron lectores como vos.

La Navidad también adelanta sus luces y brillos, como en la decoración de Punta Carretas Shopping, mientras los deportistas de siempre no dejan sola a la rambla, ya sea en la multitudinaria carrera de Nike o en sus divertidos paseos en bici con el aire del mar acariciando la cara.

Como siempre, es un placer para nosotros seguir acompañándote cada 15 días en esta revista, y siempre con vos en Facebook.com/RevistaUy.

EL EQUIPO UY!

Marinero del María Luisa. Tinta china y lápices de colores. Federico García Lorca, Montevideo, febrero de 1934.

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Tatiana Raff.

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Fabio y Anna Cámara.

Javier Morales.

Andrés Pedreira.

Dar un paseo en bicicleta por la rambla de Punta Carretas ayuda a desconectarse y dejar atrás un día ajetreado. Para algunos el encanto de esta actividad es sentir la brisa del atardecer mientras se pedalea junto al mar para perder la noción del tiempo por unas horas.

Tardes a pedala

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ganadoresCATeGoRÍA CABALLeRosPrimer puesto: Víctor AravenaTiempo 30´ 02´´Segundo puesto: Alexander de los Santos Tiempo 30´ 10´´Tercer puesto: Aguelmis Rojas Tiempo 30’14”

CATEGORÍA DAMASPrimer puesto: Roxana PreusslerTiempo 34’05”Segundo puesto: María de los Ángeles Peralta Tiempo 35’27”Tercer puesto: Sofía LunaTiempo 38’03”

El día nublado del sábado 5 de noviembre quedó pintado de naranja con la novena edición de We run Montevideo Nike 10 k. A la tarde Gonzalo Cammarota y Manuela Da Silveira animaron el evento que reunió a 9.400 competidores. Con un calentamiento previo en la zona de Kibón, a las 19 horas se largó la carrera y la rambla se transformó en un río anaranjado de corredores. Media hora y 2 minutos después el chileno Víctor Aravena cruzaba la meta consagrándose ganador.

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1. Víctor Aravena.

2. Mauricio Cardenes y Martín Abreu.

3. Manuela Da Silveira y Patricia Wolf.

4. Pedro Borrea.

5. Laura Vázquez.

6. Luis Martínez.

7. Máximo, Lecor y Matías Espinosa, Juan Carlos López, Eduardo, Sebastián y Catherin González.

8. Federico Pereira y Verónica Bastia.

9. Sofía Luna, Roxana Preussler y María de los Ángeles Peralta.

10. Pablo Guasch y Jane Cal.

11. Laura Cerulo y Marcela Castro.

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landaueraguerreAlexis Landauer y Valentina Aguerre se conocieron por intermedio de amigos en un asado. Luego de varias citas comenzaron una relación que duró 4 años. En setiembre del año pasado en el restaurante Virazón de Punta del Este, Alexis la sorprendió con un anillo y le propuso matrimonio. El viernes 4 se casaron en la Iglesia San Juan Bautista y festejaron junto a sus 500 invitados en la chacra Haras los Vagones.

dÍA y LUGAR: viernes 4 de noviembre; ceremonia religiosa en la iglesia San Juan Bautista y fiesta en Haras los VagonespRoFesioNes de Los Novios: ambos estudian Administración de empresasdiseñAdoRA deL vesTido: Laura SorhuetToCAdo: Paola MalaquínpAdRiNos: Alberto Aguerre, Beatriz Cazzaniga, Helena Noboa y Carlos LandauerNoChe de BodAs: Hotel SheratonLUNA de mieL: Playa del Carmen y Miami

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1. Carlos Etchegaray y Pilar Sorhuet.

2. Rodrigo Guerra, Alexis Landauer y Juan Manuel González.

3. Carolina Ameglio, María José Klein y Victoria Solé.

4. Verónica, Juan Pedro y María Paz Landauer junto a Catalina Mallo, Clara Da Conceição y Paulina Mallo.

5. Gonzalo Sotero y Mariana Piastri.

6. Valentina Aguerre, Natalia García, María José Malet y Lucía Cabanas.

7. Pablo Muxi y Victoria Solé.

8. Carolina Mon Noboa y Clara Da Conceição.

9. Magdalena Solari y Rafael Álvarez.

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ocos son los motivos que unen a toda la sociedad, atravesando los distintos barrios, los 19 departamentos, los estratos sociales, las diferencias. Además del fútbol y sus recientes festejos que empapelaron al país de celeste, la Teletón, a cinco años de su creación, se ha convertido en una acción de encuentros y de solidaridad que mueve y conmueve a los uruguayos.

El próximo viernes 2 de diciembre, a las 22 horas, comenzará una nueva edición de la telemaratón, este año con el objetivo de recaudar más de $ 79.090.314. Esa fue la cifra alcanzada en 2010 y que permitió que el próximo sábado 3 se inaugure el centro de rehabilitación en Fray Bentos, que comenzará a recibir niños a partir de marzo.

Laura De Castellet, directora técnica de Teletón, explica que la recaudación es destinada a varios objetivos, como el funcionamiento del centro, el costeo de los tratamientos, el poder dar a los chicos el equipamiento que requieren (como sillas de ruedas y férulas) y el desarrollo de tecnología aplicada a la rehabilitación. “Un objetivo fundamental es mantener la asistencia a los niños que llegan y controlar a los que ya han pasado por el centro. También tenemos como objetivo hacer docencia de todos los procedimientos. Pero la asistencia es lo principal. Recibimos unos 400 formularios nuevos por año, aproximadamente. Entre esos 400 nuevos niños, la particularidad de este año es que hubo mayor cantidad de menores de 2 años. Ya llevamos más de 40% de niños pequeñitos. Eso viene creciendo. El año pasado fueron 30% y este año 40%”. Esta es una buena noticia, pues cuanto antes llegue el niño, son mejores las acciones de prevención de complicaciones sobre la discapacidad instalada. El aumento de la cantidad de chiquitos es atribuido a la mayor información que existe hoy en la sociedad sobre las discapacidades gracias al trabajo de comunicación que hace Teletón, tanto entre la población general como entre los médicos.

“Tenemos también niños que por algún motivo pueden tener riesgo neurológico y que son muy pequeñitos para hacer un diagnóstico definitivo. Ese niño es para el programa de estimulación temprana, que hemos instaurado hace un par de años”, comenta De Castellet. “Hay un grupo de pacientes de los que

todavía no se sabe el diagnóstico por la complejidad del cuadro clínico, pero igual hay que intervenir rápidamente. Lo atendemos mientras se van buscando las causas”, explica.

Otra acción que Teletón ha podido impulsar en este último año es la salida de “brigadas” hacia el interior del país. María José Alonso, gerente de Comunicación y Marketing, dice que consiste en “un equipo completo multidisciplinario, que sale una vez por mes a determinadas ciudades; convoca a pacientes que ya han sido atendidos en Teletón, acompañados por sus terapeutas, sus familias o sus maestros. Muchas veces se hacen talleres de padres en esos lugares. Sentimos que es una experiencia que implica mucho esfuerzo, pero es muy enriquecedora para nosotros y para ellos”. Este año viajaron a Paysandú, Rivera, Lavalleja, Río Negro y Colonia. “El impacto es impresionante. Mucho más de lo que nosotros esperábamos. Sobre los maestros es impresionante, porque muchas veces tienen la voluntad pero les faltan herramientas para ayudar a los niños. Teletón no es sólo el centro: es todo eso”, agrega De Castellet.

La maratón televisiva de este año, conducida por Victoria Rodríguez, Orlando Petinatti, Ignacio Álvarez, Omar Gutiérrez y Fernando Vilar, promete varias sorpresas, además de móviles desde distintas partes del país. Y estará protagonizada por Lucas, como “niño Teletón”. Él tiene 10 años y vive en Maldonado. “Tiene una atrofia espinal, una enfermedad que se localiza en el asta anterior de la médula, es una enfermedad progresiva. Se van degenerando las neuronas del asta anterior de la médula. Le compromete la movilidad de los brazos, las piernas, el tronco”, explica De Castellet. Y Alonso continúa: “es un niño que es muy protagonista. Él mismo pidió dar testimonio. Es muy simpático, muy ocurrente. Él quería dar su propio testimonio, su mensaje”.

Lo cierto es que, no obstante todos los logros alcanzados por la sociedad mediante Teletón, los chicos siguen necesitando de la ayuda y la empatía de la gente. “En cinco años del centro sentimos que generamos muchas cosas. Igualmente a veces no todo lo que quisiéramos. No somos una sociedad hiper inclusiva… estamos en vías de y sentimos que se han dado muchísimos pasos”, resume Alonso.

en acción > TeleTón

Una obra TODOS

Por Mariana Álvarez

de

Gerente de Comunicación y Marketing, María José Alonso, y directora técnica, Laura De Castellet.

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FoRmAs de CoLABoRAR

Banco Santander cuenta número 71 4449444

Abitab “Cuenta Teletón”

Alcancías

0900 9930 - $ 30

0900 9950 - $ 50

0900 9970 - $ 70

0900 9150 - $ 150

0900 9500 - $ 500

0900 9900 - $ 900

$ 79.090.314 es la meta 2011

24 horas dura la telemaratón, que constituye el único ingreso anual

2.600 niños han sido atendidos

82 personas trabajan en el centro

100 voluntarios colaboran con la fundación

$ 40.000.000 se invirtieron en el nuevo centro de fray Bentos

Cifras

Tiziano Ferrarese, de 3 años, trabaja junto a la fisioterapeuta Alejandra Matarredona.

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Uruguay festeja 200 años y España quiere acompañar esa celebración. Será el próximo 2 de diciembre en la Plaza Matriz, lugar emblemático donde comenzaron a labrarse sobre las piedras del Cabildo y la Catedral las huellas de lo que significa Uruguay para España y España para Uruguay. Dos naciones que comparten ADN e historia. Los rastros de este nexo y las implicaciones de 200 años de encuentros, de este ida y vuelta permanente, se pueden palpar en los relatos familiares de muchos uruguayos, en el árbol genealógico de todos los que tienen un abuelo, padre, primo o tío de esa nacionalidad.Resumir ese anecdotario infinito es imposible pero tratamos de aproximarnos a esas vivencias a través de 5 historias de vida. Valija en mano, antes o después de la Guerra Civil, miles de españoles llegaron -y siguen llegando- a esta tierra para trabajar y forjarse un futuro. Estos fragmentos de vida demuestran que España no cabe en una mano. revisTa uy! propone plasmar este rico lazo con las anécdotas de estos 5 protagonistas. Ellos narran en primera persona sus vivencias y comparten sus recuerdos.

TexTos: mARiANA ÁLvAReZ y ANdReA CoppesFoTos: dAvid pUiG

Vida e historia compartida

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Todos le llevan al Niño, yo no tengo que llevarle. Le llevaré mi corazón, que le sirva de pañales”, canta Argelia Cabrera a sus

81 años, recordando canciones de su infancia en Güímar, su pueblo, en Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias).

Después recita con picardía: “A todas las suegras malas, las van a tirar al mar; la mía, la puñetera, está aprendiendo a nadar”. “Yo era pobre, no me quería mi suegra por eso. Era bonita, muy simpática, pero era pobre, tenía el peor defecto (para ella). A ella lo que le importaba era que tuviera casa y terreno”, dice Argelia, quien se casó a los 21 años, y dejó su tierra a los 28 para venir a Uruguay.

Su esposo tenía un primo en Montevideo, dueño de una empresa de pintura. Como era un año en que no llovía y andaban mal las cosechas del campo que tenían, el marido le escribió a su primo para venir a América. Él vino primero, y demoró casi 3 años en decidir que ella y sus dos hijos viajaran.

Argelia vino en el último viaje del barco argentino Juan de Garay, con sus dos hijos, de 3 y 4 años. En su maleta venían, entre otras pertenencias, 5 kilos de gofio canario, almendras, azafrán y un cuadro de San José. Demoró 17 días en llegar. “Embarqué a las 10 y a las 6 de la tarde tuve que llamar al doctor, porque el nene estaba rojo como una amapola y hervía en fiebre. El doctor me dijo que había que ponerlo en observación. Me sacaron de un camarote precioso que teníamos con unas compañeras del pueblo nuestro y me mandaron con los dos niños a la cubierta del barco, a un cuartito donde ponían la ropa para planchar. Al otro día, el chiquilín con sarampión. El médico se quería morir: ‘Si se forma una epidemia en el barco, no dejan entrar al puerto, con todos los niños que hay’. Lo atendieron regio. No pudimos salir de ese cuartito, teníamos un letrero que decía: ´Prohibido acercarse’, como que tuviera la peste”. Aunque esta odisea ocurrió en 1957, ella recuerda cada detalle como si hubiese sucedido ayer. La llegada a Montevideo la describe así: “Era una desolación, llegamos a las 6 de la mañana en junio. Había una cerrazón ahí en el puerto... Parecía como en las películas. Allá en Canarias siempre hace sol y calor”.

La casa donde fueron a vivir era de chapa de zinc. En su pueblo, las casas son de tejas y material, las de chapa son para los animales: “Ay, de noche cuando llovía… ¡madre mía de mi alma!”. No sólo al ruido de la lluvia en la chapa tuvo que acostumbrarse, también al frío. Tuvo que salir a comprar ropa de invierno, porque traía todo de verano.

Al comienzo, las compras no eran tarea sencilla porque ella no estaba acostumbrada a palabras como zapallo, boniato o flauta. “Yo iba a comprar y pedía con el dedo. ‘Deme esto’. No me adaptaba a decir las palabras. Cambié mucho. Hay que adaptarse a todo, a todo se adapta uno en la vida, teniendo voluntad y aceptando las cosas”.

En las cartas, que demoraban cuatro o cinco meses en llegar, su madre le decía que no quería morirse sin volverla a ver. Argelia lloraba cuando recibía una carta, primero de alegría porque su mamá estaba viva y le había escrito, después de tristeza porque creía que era imposible volverla a ver. “Pero, gracias a Dios, un día me dijo mi hija: ‘Mamá, cuando yo sea grande y gane plata te voy a dar para el pasaje’. Y se dio. Con los primeros pesos que mi hija pudo ahorrar en San Pablo, me regaló el pasaje para que fuera a ver a mi madre. Y la vi. No me conocía. Fui de sorpresa, fue maravilloso”.

“A los 17 años de estar acá, (mi marido) se consiguió una muchacha, se enamoraron y ella quedó embarazada. En ese tiempo los hombres casados que hacían eso tenían problemas… pero a él le fue más fácil irse con ella y nos dejó”, cuenta. Entonces tuvo que ir a trabajar a una curtiembre. Trabajó 18 años allí, y luego 2 años de cocinera en Pocitos. Con gratitud habló de la generosidad de sus compañeros de la fábrica y de sus vecinos que se ofrecieron a prestarle ayuda cuando ella quedó sola con sus hijos. “Son esas cosas que se agradecen, la voluntad de las personas”, reflexiona.

Hoy en día, un pedacito de su tierra lo encuentra en el Prado, en la Sociedad Islas Canarias. Desde su casa

en la Unión, concurre asiduamente a encontrase con sus pares. “Estoy muy agradecida con el club canario, porque es mi familia. La familia que no tengo aquí (su hija vive en Brasil, y su hijo en España), la tengo en el club”, relata.

Aunque ha ido 5 veces a su patria de visita, no pensó en quedarse a vivir. “Tengo un hermano y muchas primas. Pero ya empezar de vuelta no. Yo tengo a mi hija acá cerquita, mi casa, mis cosas, mi forma de vida”, explica.

“España es mi tierra, pasé muchos trabajos, muchas miserias, muchas calamidades porque iba con la barriguita así (señala con la mano un embarazo) a ayudar a mi marido a amarrar los tomateros para no pagar gente y que le quedaran unos pesitos más. Uruguay es mi segunda tierra. La respeto, la quiero, me siento muy bien. Además con una ayudita que nos viene de España vivimos bien, tenemos muchos beneficios y eso nos ayuda a vivir mucho también. Y que la gente es buena. Yo me brindo bien. No soy mala con la gente, entonces la gente no tiene por qué ser mala conmigo. Y si lo es, allá ella con su conciencia. Porque uno tiene que mirar lo que hace. Según lo que tú haces, Dios te da y recibes tú. Yo soy muy agradecida con todo”, concluye.

argelia caBrera, islas canarias, 1929

“Hay que adaptarse a todo”

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oy está jubilado y disfruta de sus días libres, de caminar por la rambla y reunirse con amigos. Tiene 75 años recién cumplidos y desde hace sólo 9 experimenta la vida en matrimonio, con Miriam Ayala. Quizás por el destino, por no encontrar a la

persona indicada o por pasar 45 años trabajando unas 17 horas al día, el casamiento llegó recién en el año 2002, poquito antes de retirarse. Para el acontecimiento no quiso una gran fiesta. Simplemente, volver al lugar que lo vio nacer, allá por 1936: Lugo, en Galicia.

José González trabajó casi medio siglo en contacto con el público y eso lo nota cada vez que sale a la calle. Entra a El Expreso y más de uno se acerca a darle la mano. Es que José, junto a Francisco “Paco” Salgado, trabajó muchísimos años en La Giraldita, antes de ser copropietario del clásico almacén y bar; entre empleado y patrón sumó unos 45 años.

del camPo al barco“Nací en el campo, en la provincia de Lugo, en Sober. Mi abuelo había sido agrónomo, pero murió cuando yo era muy chico, tendría 7 u 8 años. Entonces se repartieron las fincas y a nosotros nos tocaron unas tierras, donde plantamos para comer. Después teníamos cerdos, vacas, terneros, pollos y conejos. Todo lo producíamos nosotros. Todo era para comer. También se hacía vino. Se trabajaba de sol a sol. Yo no estudié ni trabajé, si bien hice la escuela”, recuerda sobre su infancia y adolescencia. Fue cuando se acercó el momento de hacer el servicio militar que, como tantos otros españoles, decidió emigrar. Pero, ¿por qué Uruguay? Es la pregunta que los descendientes de inmigrantes nos seguimos haciendo hasta hoy. “Surgió Uruguay porque un primo de mi madre estaba acá. Para venir a Uruguay tenía que haber una persona que respondiera por uno acá. Llené una solicitud y él firmó los papeles; si no, no podía venir. Yo tenía una imagen buena del país porque tenía un vecino que había venido a Uruguay; que Montevideo era una ciudad linda y que no iba a extrañar”.

El 6 de julio de 1956 zarpó el barco. “La última imagen que me quedó de España… Que había dejado a mis padres”. Y continúa: “Los primeros años acá sufrí pila; no estaba preparado, extrañé mucho”. Esos tiempos, para el joven de campo que llegaba a una pequeña ciudad de Sudamérica, no serían tan sencillos como aquel vecino había dicho.

Recién desembarcado, lo esperaba en el puerto el primo de su madre, quien lo alojó en su casa por

unos días; “vivía en la calle Mercedes, entre Cuareim y Rondeau” –sus recuerdos siempre incluyen detalles, cuando no números de puerta.

“Un día fuimos al Sorocabana y él preguntó si no había trabajo para mí; le dijeron que no, pero que había trabajo en un campo en Canelones. Yo no tenía nada… dije que sí. Fui a trabajar a una chacra. No tenía ropa para ir a trabajar a la tierra, pero fui. El dueño tenía campos en Cerro Largo, estuve ahí un tiempo y después me vine a Montevideo”, cuenta. En la capital trabajó durante un tiempo en los camiones de reparto de Conaprole, hasta que conoció a Salgado.

“Paco tenía el boliche en San Fructuoso 999, y le faltaba un empleado. Me preguntó cuánto ganaba en la leche y me dijo: ‘bueno, quedate acá’. Pero a los dos meses vendió el boliche y me quedé con los otros trabajando ahí”. Salgado estuvo en España unos seis meses y a la vuelta tuvo una nueva propuesta para José: “me dijo que había una casa cerca del Ombú: ‘¿me acompañás?’. ‘¡Cómo no!’, le dije. Y ahí empezamos en La Giraldita, en 1964”.

El almacén y bar, que había sido fundado a principios de siglo por los hermanos José y Antonio Carreiras, abría a las 7 de la mañana y cerraba sobre la medianoche. José trabajó muchos años como empleado, hasta que se convirtió en patrón, siempre codo a codo con Paco. “La Giraldita para mí fue una escuela y también una diversión. Trabajando me divertía. La gente que iba, los clientes que teníamos eran maravillosos. Teníamos muchas especialidades, cosas muy buenas; el fiambre era muy bueno. Vendíamos jamón dulce. Se compraban cosas importadas: vinos españoles, oporto… buenos quesos”, dice con orgullo.

Para él, el esfuerzo, el trabajo y las horas invertidas en la esquina de Benito Lamas y Enrique Muñoz fueron algo tan natural como placentero. No obstante, recuerda también el cansancio: “A veces terminaba de trabajar y me sentaba en el muro de la rambla, le daba la espalda al cemento y perdía la vista en el mar, para tomar fuerzas para el otro día”.

A pesar de tanto trabajo, se hizo sus tiempos para volver a visitar a su familia: viajó unas 5 veces a España, donde habían quedado sus padres y 5 de sus 7 hermanos –uno había venido a Uruguay y otro a Venezuela.

Y remata, mientras advierte que el año próximo volverá a Lugo: “La vida la tengo acá. Voy allá y está mi familia, pero el resto no conozco nada. Soy una persona muy internacional, no extraño. Si tengo medios, puedo vivir en cualquier parte del mundo, no tengo problema. El ambiente lo hace uno”.

josé gonZáleZ, galicia, 1936

“La Giraldita para mí fue una escuela

y también una diversión”

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“A veces terminaba de trabajar y me sentaba en el muro de la rambla, le daba la espalda al cemento y perdía la vista en el mar, para tomar fuerzas para el otro día”.

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ure etxea, que en euskera significa “nuestra casa”,

reza el cartel delante del hogar de Miguel Martínez en

Solymar. Tiene 88 años y es oriundo de Bergara, un pueblo situado a 79 kilómetros de San

Sebastián y a 45 de Bilbao.Apasionado por su jardín, muestra

sus plantas y árboles. También en la playa enseña que ha tirado semillas, con la esperanza de que crezcan robles. El verde de su jardín le recuerda a su tierra: “Este paisaje en la parte nuestra es común porque llueve mucho”. El mar también lo acerca en el recuerdo a sus orígenes, aunque recalca que “es más fuerte allá; el Cantábrico es muy fuerte”.

A tierras uruguayas llegó a causa de su hermana, que había venido antes y trabajaba en el hotel Nogaró. “Ella me enviaba fotos de acá, de la costa, de Punta del Este, de Piriápolis. En España, me dedicaba a trabajar mucho en la industria. Tenía el padre, la madre y los hermanos. Mi padre me dijo: ‘pero, ¿tú también te quieres ir ahora?’”.

Miguel, que ya había hecho el servicio militar, tomó el barco en Bilbao, el 24 de agosto de 1952, haciendo escala en Vigo, Las Palmas y Río de Janeiro. “Yo había visto ya una documental del fútbol de Maracaná, y según

íbamos en el barco yo les decía: ‘estamos llegando’. ‘ Pero si tú dices que no has estado’, me decían. No había estado pero yo recordaba bien lo de Maracaná. En Canarias metí una rama de plátano, y la dejé colgada en el barco e íbamos comiendo. Porque en cuanto el barco pisaba puerto, yo salía de los primeros para conocer y no aparecía hasta que salía el barco”, así relata aquel viaje que lo trajo a América, dejando atrás la familia y su tierra pero también muchas tristezas de la guerra.

“Yo perdí en 10 días a dos hermanos por la guerra, en 1937. Uno el 14 de mayo y el otro el 24 de mayo. Mi madre nos había mandado a la carnicería y justo es cuando vinieron los aviones, los alemanes. En el bombardeo yo me salvé porque me tiré al suelo y me quedé encima de la vereda. A mi hermano chico lo agarró (una bomba) en toda la parte derecha y a los tres días falleció. El otro hermano murió luchando en el frente”, cuenta.

Cuando llegó a Uruguay vivió en Julio Herrera y Obes, entre Uruguay y Paysandú; muy cerca de la iglesia de los Vascos. En contraposición a la escasez que había en España, “acá había de todo”. “Cuando vi el pan, que allá no teníamos… Me decía mi hermana: ‘no comas tanto, que te va a hacer daño, que acá se sufre del hígado’. Y yo agarraba la manteca con el pan… Cuando vine empecé a ganar 8 pesos por día de trabajo. Y a mí me sobraba plata, vivía como quería”.

Trabajaba en instalaciones eléctricas y le fue fácil conseguir empleo. Asegura que nunca le faltó ocupación, desde que pisó Uruguay. La cultura del trabajo es clarísima: “He hecho de todo. Cuando empecé no me quedaba con trabajar 8 horas, yo me rebuscaba. Lo primero de todo era trabajar”. Por ejemplo, ayudaba a un paisano suyo que tenía casa de fotografía, tomando imágenes en ceremonias religiosas.

Pero también había tiempo en los fines de semana para la diversión, y para el amor. “Eran unos carnavales cuando la conocí. Hay una canción paraguaya que dice: ‘En unos carnavales yo la conocí, bailando el tarirari me dijo que sí’. Comenta que él iba al baile vestido de vasco, y que ella concurría por primera vez; el baile era en el Euskaro. Ella era de Lerín, en Navarra, y se llamaba Victorina. Después de 3 años de noviazgo, se casaron. No tuvieron hijos. “Nosotros éramos un jardín sin flores. Lindo porque disfrutamos mucho de la vida; 36 años estuve con ella, y se me murió de golpe y porrazo”.

Entre las anécdotas que atesora, dos son referidas al mar y hablan de su destreza para nadar, de su adaptación al nuevo país, y de su espíritu. “Me gusta mucho nadar. Cuando fui a la playa (Pocitos) me metí al agua y toda la

gente empezó a gritar. Yo no sabía a quién le gritaban: ‘que venga, que venga’. Y cuando salí me agarraron los marineros y me llevaron a la comisaría. ¿Por qué me traen acá? Y me dice: ‘¿usted no sabe que no se puede meter al agua (tan adentro) como usted se metió?’. Y le dije yo: ‘pero, señor mío, si eso no es nada para lo que estoy yo acostumbrado. Cuando le dije de dónde era, se conformó ya con eso”. La otra anécdota es que en oportunidades distintas salvó a dos personas de ahogarse en aguas españolas. La joven a la que rescató, decía: “él es mi segunda madre”.

De 7 hermanos que eran, solo quedan su hermana, que hoy tiene 101 años, y él. Ella le dijo años atrás: “me voy a España, Miguel, porque esto lo veo mal, y no quiero pasar lo que pasamos allá”. Así fue que ella dejó Uruguay.

Dice que al ser inmigrante, “se extraña mucho. Hay épocas, como dice el refrán, que te entra la morriña”.

Él visitó varias veces su país, incluso el año pasado fue a la celebración del siglo de vida de ella, pero ¿radicarse allí? “Yo pensé primero en irme. Esa era la época buena, porque entonces la plata que teníamos estaba fuerte. Y nos quedamos aquí, que si el año que viene, que si el otro. Ahora cuando hablo con mi hermana me dice: ‘¿y cuándo piensas venir, Miguel?’. Y yo le digo: ‘en cualquier momento’”. Pero no está en sus planes. “Yo estoy contento acá”.

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Me gusta el lugar donde vivo, en realidad es mi país. Soy español de nacimiento, pero me he criado y fui educado aquí. Mi padre siempre dijo: ‘Soy del país

donde pude ganarme un peso y pude comer. Soy muy gallego, pero de Galicia me tuve que ir porque tenía para comer pero nada para gastar’. Soy uruguayo”, dice con determinación José Lage Sierra. Quizá no tantos reconozcan ese nombre, pero muchos habrán escuchado hablar de Pepe Montoya, el nombre artístico con que se consagró como bailarín.

Nació en la Navidad de 1916 en Ladrido, Santa Marta de Ortigueira, a 98 kilómetros de La Coruña. Y cuando tenía 2 años su padre emigró. Pepe recuerda que no fueron “años muy felices, se pasaban privaciones y los alimentos escaseaban”, pero el amor de su madre y abuelos maternos y la compañía de su hermano le eran suficientes. Un día, su familia paterna -que se encontraba en mejor posición económica- le pidió a su madre llevárselo a pasar un tiempito en casa de una tía, Maripepa Lage, quien había tenido dos hijos, fallecidos de pequeños, y su marido había partido a Cuba. Cuenta Pepe que la mujer se apropió de él por 5 años. La vida en esa casa era muy dura, recuerda. No iba a la escuela, debía levantarse temprano, apacentar cabras, atender el pastoreo de las vacas lecheras, con un poco de pan y un huevo cocido como vianda. Hasta que un día, durante la siesta, con el respaldo de su abuelo materno don Vicente Sierra, huyó a su casa para nunca más volver a lo de su tía.

Cuando Pepe tenía 10 años, su padre, Manuel Lage Gómez, instalado en Uruguay desde hacía 8 años, lo mandó traer, junto con su madre y su hermano. El hombre había trabajado duro para reunir a su familia en América, donde sí podía darle a sus hijos un futuro prometedor. “El viaje a Uruguay fue en el buque alemán Cap. Polonio. Mi hermano y yo recorríamos todo el barco y la tripulación estaba al pendiente de nosotros. Nuestra clase era la económica, pero nosotros andábamos en primera, jugando”, cuenta.

Instalados en Montevideo, don Manuel amplió la casa que había construido en la zona de Tres Cruces. “Mamá (se dedicaba) a las labores de la casa y a criar y educar a los hijos. Papá trabajaba en el Banco Transatlántico del Uruguay. Era trabajador, ordenado, recio, marcaba una disciplina estricta: hora para almorzar, para cenar, para cerrar la puerta y quien no está adentro, duerme afuera”, cuenta hoy Pepe a sus 94 años.

¿Y cuándo comenzó a interesarse por la danza? “Al conocer a una vecinita que cantaba en la radio desde los 12 años, con el seudónimo Coralillo Mir. Cuando

éramos pareja se llamaba Coral Peñalver, pero como había otra Peñalver, luego se puso Coral de Montijo”.

Respecto a su nombre artístico, explica: “el nombre ‘Pepe Montoya’ me lo puso el maestro Onofre Suárez, en las academias; cuando se iba a egresar se buscaba un nombre y Pepe Lage no le gustaba. Entonces buscó dentro de la dinastía gitana los apellidos de las familias: Vargas, Heredia, Montoya… Y a Suárez le gustó, sonaba bien y entonces me dijo: ‘tú te vas a llamar Pepe Montoya’”.

Su madre, hermanos, tías y primos apoyaban la vocación de Pepe, pero los opiniones estaban divididas. “Papá no sabía. Se enteró cuando era ya profesional. Conforme no estaba, especialmente porque quienes se dedicaban al arte no eran bien mirados y eran estigmatizados, pero finalmente accedió y luego de algunos incidentes negativos lo aceptó”, recuerda.

La vida de Pepe fue muy intensa. Trabajó en el Bazar Beretta Fratelli, primero como cadete y llegó a cobrador. Estudió danza con el maestro Onofre Suárez. Junto a su partenaire, Coral, actuó en las mejores salas de Montevideo, como el Teatro Solís y el Odeón, y recorrieron el país. La pareja se disolvió en 1949, luego de ofrecer un espectáculo en el Sodre. Por otra parte, tuvo una extensa y destacada actividad como docente, dando clases en el Centro Gallego y recibiendo diversos reconocimientos, como el Premio Colón en 2011. Fue fundador del Ballet España y del grupo de castañuelas, con los que mantiene actividad. Y, como si fuera poco, también dedicó tiempo a pintar. “Respecto a las artes plásticas, es mi hobbie; si bien hay obras por todo el mundo, vendí muchos cuadros pero regalé más”.

¿Su mayor logro? “En este país haber sido considerado en el arte y haber podido vivir de ello”, dice.

Aunque en la actualidad descansa luego de un quebranto de salud, ya planea su regreso: tiene pensado dar cursos sobre los grandes intérpretes de la danza española, como también sobre coreografías y técnicas.

josé lage sierra, galicia, 1916

“Quienes se dedicaban al

arte no eran bien mirados”

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La migración de nuestra familia fue totalmente atípica, no fue por razones económicas ni políticas. Mi madre

tenía, en Valencia capital, un edificio de apartamentos y también teníamos campos de arroz, naranjos, aceitunas, de todo. No fue una migración por hambre. Simplemente que mi padre buscaba nuevos horizontes para el trabajo que a él le gustaba; era pintor decorador”, explica Manuel José Hernández, quien tiene 66 años, hace 60 que vive en Uruguay, y es el actual presidente de la Asociación Comunidad Valenciana.

Su padre, Manuel Hernández, pintaba cuadros al óleo y restauraba iglesias; había estudiado en Bellas Artes de París. En la España de posguerra no había un campo fértil para su trabajo, por eso decidió venir a América. Primero partió él, y seis meses más tarde su esposa, Carmen Roca, y sus cuatro hijos (Manuel y sus hermanas de 18, 17 y 15 años). Viajaron desde Cádiz en el penúltimo viaje del barco Juan de Garay. Recuerda que en el maletón de su madre venían la ropa con la que se había casado, la vajilla y los cubiertos de plata.

Estuvieron unos días en Buenos Aires y viajaron a Uruguay. A su padre le había gustado este lado del Plata porque era “más tipo valenciano, más tranquilo, la gente era distinta, había otra paz”.

Al comienzo se quedaron en un hotel y visitaron Montevideo. Su padre estaba haciendo unas recuperaciones de iglesia. Después se instalaron en una casa en el Centro y el niño de 6 años empezó el colegio.

“Me resultó muy fuerte el encuentro con los chiquillos. Los pequeños son bastante malos entre ellos. Si un chiquillo lleva lentes, lo llaman cuatro ojos. A mí lo primero que me dijeron fue: ‘ahí vino un galleguito muerto de hambre’. Y eso me dolió y mucho. Primero porque como les explicaba yo, que no era gallego, que era español, nacido en el Mediterráneo. Que era Valencia, no era del norte y del océano Atlántico. Todo eso me costaba mucho”. Además, ¿cómo les explicaba que no era por motivos económicos, que era lo más usual?

“Mis padres y mis hermanas hablaban valenciano pero yo, a partir del colegio, no. Porque quería dejar aquel tono que me diferenciaba del resto de la gente”, explica Manuel, quien de hecho no conserva ningún rastro de acento español. Cuando llegó a cuarto de escuela le dijo a su madre: “Estuve investigando y sé que hay un examen de ingreso que te permite pasar de primaria a secundaria dando todas las materias libres”. Y ella me preguntó: “¿Y tú vas a hacer eso?”. “Mira, probar no cuesta nada. El tema es si tú me pagas un profesor particular”, le dijo él. Su madre le pagó las clases particulares y el pequeño Manuel salvó todas las

manuel josé hernándeZ, valencia, 1944

“Quería dejar aquel tono que me

diferenciaba del resto de la gente”

materias. “No sé lo que son quinto y sexto año. ¡Entré al liceo con 10 años!”.

A los 14 años se le ocurrió ir a conocer a la familia que había quedado en Valencia. Viajó solo. Fue por unos meses, pero se quedó un año viendo lo que era España. “A pesar del poco tiempo que estuve aquí, me tiraba más Uruguay que quedarme”. Entonces regresó a Montevideo.

A los 17 años, mientras hacía Facultad de Ciencias Económicas, entró a trabajar en un banco sin que sus padres supieran. Ellos no querían que trabajara, querían que se recibiera de contador. De mañana iba a facultad y al mediodía al banco. Estuvo un año haciendo esas dos actividades en secreto. Pero todo se descubrió un día que tuvo parcial y se retrasó. Entonces del banco llamaron al número de contacto que él había dejado, el de su hermana, para preguntar por él. Dice que fue un gran disgusto para sus padres, pero lo asumieron. “Cuando yo cobraba el sueldo, con el 75% compraba monedas de oro. Mi madre me daba dinero y el 25% me daba para vivir. Era un país que estaba en auge. Cuando se enteraron, les di todas las monedas como regalo”, cuenta.

Después decidió dejar la carrera. Además de trabajar en el banco, había muchas empresas que querían que las asesorara financieramente. De los 17 años a los 21 trabajó en el Banco Rural, y desde entonces hasta los 60 en el Banco Comercial. Entró en el mostrador y terminó como gerente. El recibirse es su materia pendiente.

En el año 1965 conoció a su esposa. Él viajaba a Río de Janeiro en ómnibus e hizo una escala en un hotel de Porto Alegre, encontrando a un grupo de estudiantes uruguayas. Así fue que conoció a Luz del Alba. El intercambio de teléfonos dio como fruto 5 años de noviazgo, casamiento y un hijo, que hoy tiene 32 años y es médico.

Manuel reflexiona sobre la emigración: “Cuando uno emigra pierde la identidad totalmente, y hasta perdés principios o valores, que en mi familia se mantuvieron”. Habla de unión y respeto, y de mantener las costumbres.

Es esa preocupación por mantener su cultura la que lo llevó, tal vez, a ser socio fundador y estar al frente de la comunidad valenciana, un centro de cultura, en el que la gente se reúne para hablar valenciano, comer paella, hacer fallas (figuras que se queman públicamente en Valencia por las fiestas de San José), y participar de charlas y talleres literarios.

Es ese apego a sus orígenes, sumado a la fe, que lo hacen también pertenecer a la Congregación de la Virgen de los Desamparados, que es la patrona de Valencia y cuyo relicario lo acompañó en su primer viaje a América. Es su historia la que lo hizo ser y sentirse español… pero también uruguayo.

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acía apenas dos años del fin de la Guerra Grande y habían transcurrido solamente 23 desde la jura de la primera Constitución de la República Oriental del Uruguay, cuando el domingo 25 de setiembre de 1853,

en una casa de la Ciudad Vieja, quedó constituída la Asociación Española 1ª de Socorros Mutuos.

Don Miguel Roldós, don José María Buyo y don José María Cordero, tres jóvenes inmigrantes españoles, que tenían entonces entre 24 y 30 años, fueron los impulsores de esta empresa, fruto de su afán patriótico,

filantrópico y fraternal, que procuraba proteger a sus connacionales emigrados a estas tierras en caso de que la enfermedad, la desocupación o la invalidez les impidieran ganarse la vida, transitoria o definitivamente.

La institución se financiaba mediante el cobro de una cuota mensual a sus asociados, lo cual habilitaba a estos para recibir atención médica y odontológica, así como para tener acceso a algunas “boticas” (farmacias) sin costo o con aranceles reducidos y, eventualmente, a percibir un subsidio

durante el tiempo en que se encontraran imposibilitados de trabajar. La asociación funcionaba también como una bolsa de trabajo, asistiendo a los “desacomodados” y, en caso de invalidez definitiva, financiaba la repatriación del afectado.

Posteriormente, estas dos últimas prestaciones perdieron sentido, al estar comprendidas ellas en

las funciones de los estados uruguayo y español, respectivamente.

En sus comienzos, el servicio se prestaba exclusivamente a los españoles y no admitía mujeres, limitaciones éstas que se comprenden si se tiene en cuenta que era una institución de la colectividad española y que los emigrados -como es norma general- eran en su enorme mayoría hombres y jóvenes. Las mismas fueron desapareciendo con el tiempo y se comenzó a atender primero a las familias de los asociados, después a los uruguayos y portugueses y, finalmente, la afiliación se abrió de manera universal.

Aquellos visionarios no solamente pusieron en marcha una de las más importantes instituciones de asistencia médica del Uruguay, sino que además echaron las bases del mutualismo en toda América del Sur. La Asociación Española es la primera mutualista del continente y dos de sus promotores, los señores José María Buyo y José María Cordero diseminaron la semilla mutual en la región. Buyo fundó no menos de 100 entidades mutuales españolas en la Argentina, incluida la de Buenos Aires.

A lo largo de sus 158 años, la Asociación Española ha acompañado los ciclos de la historia del Uruguay. Nació, como se ha dicho, en la Ciudad Vieja que a fines del siglo XIX era no solamente un distrito residencial muy cotizado, sino el centro de la actividad comercial y administrativa del país. Después, como muchas instituciones que tienen historia, acompañó la expansión de la ciudad desde la Ciudad Vieja y el Centro hacia otras zonas.

La Española en sus inicios estuvo ubicada en las cercanías de la Plaza Matriz. En mayo de 1871 adquirió un primer predio en la calle Paraguay -que entonces se llamaba Queguay- entre San José y Soriano.

El 1º de mayo de 1909 se inauguró el Hospital Español, que sirvió durante muchos años para la atención de los asociados de la Asociación y de otras entidades.

En 1926 se inauguró el Sanatorio Social, en el edificio Enrique Cabal de Bulevar Artigas y Palmar. El sanatorio ha sido ampliado en 1928, 1942, 1947, 1950 y 1965. En 1951 se trasladaron allí las policlínicas y oficinas. Al incorporarse recientemente el Sanatorio Oscar Magurno, con frente a la calle Palmar, la Asociación Española ha pasado a poseer el complejo de asistencia médica más importante de América del Sur. El sanatorio tiene en la actualidad 700 camas, centros de terapia intensiva de adultos y pediátrica, y es alojamiento de diversos institutos de medicina altamente especializada.

Otros locales cercanos sobre Bulevar Artigas fueron adquiridos a partir de noviembre de 1960.

Diversas sedes fueron incorporadas desde 1953 para policlínicas zonales en Paso del Molino, Brazo Oriental, Cerro, la Unión, la Aguada, Paso Carrasco y Paso de la Arena, estando previsto para fines de 2011 la inauguración de la Policlínica Maroñas y la Clínica Las Torres en Pocitos. En el Interior funcionan sedes secundarias en Pando, Canelones, Las Piedras, Solymar, Salinas y la nueva policlínica de Barros Blancos.

Los primeros panteones sociales estuvieron ubicados en el Cementerio Central, A ellos se le han agregado los que existen en el Cementerio del Buceo. Los socios de la Asociación Española en su modesto comienzo, en 1853, eran 39; en 1869 eran 1937; en 1928, 18.000; en 1949, 44.500; en 1978, ya eran más de 90.000 y en la actualidad son alrededor de 200.000, en tanto la institución constituye hoy una fuente de trabajo para 7.000 personas.

asociación española

la primera SEMiLLA MuTuALGrabado de la primera sede de la Asociación Española.

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asi cinco años después de haber vivido su célebre temporada neoyorquina —y del reencuentro con su lengua materna en La Habana, al final del mismo viaje—, llegó Federico García Lorca (1898-1936) a Montevideo, la capital más austral de América, para pasar dieciocho días inolvidables entre los uruguayos. Desembarcó el martes 30 de enero de 1934. Venía de Buenos Aires, en donde estaba desde hacía más de tres meses, siendo objeto de “la mayor apoteosis que un poeta haya recibido jamás”, según palabras de Pablo Neruda, testigo privilegiado de los hechos.

La inesperada muerte del poeta —en la cima de su carrera— frustró, entre tantas cosas, los futuros viajes que tenía planeados. Hubiera recorrido gran parte del mundo, sobre todo en carácter de dramaturgo, pero allí quedaron en su pasaporte las señas de que sólo dos veces dejó España: ambas para viajar a América. Una vez que con el paso del tiempo —a la luz de su brillante obra y a la sombra de su oscuro asesinato— el malogrado andaluz se convirtió en el escritor español universalmente más celebrado, estudiado y citado después de Cervantes, cada paso dado por Lorca fue motivo de interés, cuando no de fetichismo. Por eso Montevideo se convirtió en un lugar lorquiano; en tanto es, junto con Nueva York, La Habana y Buenos Aires, una de las cuatro ciudades extranjeras en las que el poeta residió una temporada.

Ahora bien, tanto como ha interesado e interesa la estadía montevideana de Lorca para echar luz sobre su vida y obra, importa la huella que el poeta dejó en el ambiente cultural de la ciudad y el país que vieron nacer al mítico Conde de Lautréamont. Es éste el aspecto en el queremos hacer hincapié ahora. Porque está claro que el paso de Lorca entre nosotros causó un impacto pocas veces registrado en “doscientos” años de historia cultural uruguaya, al menos en lo que concierne a la visita de un escritor.

La carismática presencia del “poeta gitano” en Montevideo (Lorca odiaba ese apodo) selló la admiración que artistas e intelectuales tenían hacia su obra, representada hasta el momento por el Romancero gitano y Bodas de sangre, las dos producciones suyas que mayor difusión y éxito habían tenido entre el público local. Lorca unía juventud, belleza física, simpatía personal, sencillez en el trato, talento y erudición, una fórmula que sorprendió positivamente

a una intelectualidad vernácula acostumbrada al engolamiento y a las posturas marmóreas por parte de las personalidades de la cultura.

Luego de indagar con rigor en la documentación existente, hoy sabemos que García Lorca finalmente se había decidido a pasar una temporada en Montevideo por dos razones más bien involuntarias: por lado, la presión de la actriz-empresaria Lola Membrives para que alejado del ruido de Buenos Aires terminara Yerma en la tranquilidad del Hotel Carrasco; y por otro, el pedido casi imperativo del embajador de España en Uruguay, Enrique Díez-Canedo, crítico teatral y amigo de la familia García Lorca, quién le escribe que “por política” no puede dejar de viajar a la capital uruguaya.

Pero claro, en virtud del gusto de Lorca por las relaciones humanas y la avidez del ambiente intelectual uruguayo por conocerlo en persona, una vez en Montevideo sus días transcurrieron entre reuniones sociales, banquetes, charlas de café, requerimientos de la prensa y escapadas varias con sus dos máximos compinches de la estadía: el escritor salteño Enrique Amorim y el poeta vanguardista Alfredo Mario Ferreiro. Al hacer el balance de la actividad profesional que el artista realizó en algo más de dos semanas, vemos que Lorca no correspondió a la Membrives finalizando Yerma para que ella pudiera realizar el estreno absoluto en Buenos Aires (llegó a bocetar algunas escenas del tercer acto). En contrapartida, en vez de ofrecer una sola conferencia, como tenía previsto, terminó dando cuatro: tres en el Teatro 18 de Julio y una en el Club Uruguay, donde tuvieron que sacar parlantes a la calle Sarandí porque no entraba el público que se había dado cita.

Justamente fueron sus conferencias, una de ellas con canciones cantadas y acompañadas al piano por él mismo, la gran oportunidad para que un amplio público tomara contacto directo con el poeta. Desde la primera (“Juego y teoría del duende”), con el presidente de la República Gabriel Terra y su comitiva en la platea, hasta la última (“Poeta en Nueva York”), las localidades se agotaron. Hecho insólito, si pensamos que por esas fechas la gente estaba más abocada a disfrutar del verano y de los festejos de carnaval que dispuesta a escuchar conferencias literarias o recitales poéticos.

Lorca convocó en sus conferencias a un público compuesto “por dos mundos casi antagónicos que suelen mirarse de reojo”, como dijo Juana de

POETa en Montevideo Por Eduardo Roland

federico garcía lorca

1. Federico con saco blanco sobre

la “blusa marinera” regalada por Amorim.

2. Juana de Ibarbourou y

Federico en la Legación

de España, 2 de febrero de 1934.

3. Enrique Amorim, Federico y Julio J.

Casal. Montevideo, febrero de 1934.

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Ibarbourou. Intelectuales, artistas y gente de izquierdas se encontraron bajo un mismo techo con lo más granado de la high sociaty local, cuyos nombres quedaron registrados en las coberturas “sociales” de la prensa, con la consabida yuxtaposición de varios apellidos a manera de blasón medieval.

Todos querían escuchar al andaluz, todos querían cruzar una palabra con él, obtener un autógrafo. Otras épocas, sin duda, en donde un poeta podía concitar una atracción hoy reservada sólo a deportistas de moda, actores de Hollywood o personajes de la patética farándula televisiva. Un fragmento de una jugosa crónica periodística escrita por Antonio Soto para el diario El Plata refleja cabalmente la situación: “García Lorca en la terraza. García Lorca en el piano. García Lorca entre telones. García Lorca en una peña. García Lorca recitando. García Lorca poniéndose la corbata. García Lorca aprendiendo a cebar mate. García Lorca tomando una foto. Y a todo esto, en medio de todo esto, como consecuencia fisiológica de todo esto, García Lorca mirándose las manos, golpeándose la frente, escondiéndose por aquí, huyendo por allá, sin saber el pobre muchacho qué hacer, ni donde meterse para esquivar los golpes de asalto del periodista, del fotógrafo, del empresario, del admirador...” (12 de febrero de 1934).

Llevado y traído de aquí para allá, el codiciado poeta parece haber realizado solamente un par de acciones por propia voluntad: una visita a Juana de Ibarbourou (un domingo de mañana a su casa de la entonces calle Comercio casi Rivera), y un homenaje a su amigo Rafael Barradas, a través de un acto convocado por él en el Cementerio del Buceo.

Más allá de algunas notas disonantes —ciertas polémicas de tono político (en la prensa de la colectividad española) en torno a la visita del poeta, los desencuentros entre Lorca y Lola Membrives, los reproches de sus viejos amigos por el poco tiempo que Federico les brindó—, el periplo montevideano de Lorca fue en general una fiesta que dejó una profunda

repercusión en el ambiente cultural del momento, una huella que se mantuvo viva a través del tiempo. De hecho, Uruguay siguió rindiendo tributo a su obra y su memoria; tanto que una generación entera de poetas trató de imitar su estilo inimitable; tanto que las representaciones de sus piezas dramáticas igualan o aun superan en la historia del teatro nacional a las de Shakespeare; tanto que el primer monumento en homenaje a Lorca que se erigió en el mundo lo mandó construir Enrique Amorim cerca de la ciudad de Salto (en 1954); tanto que su amigo de la adolescencia granadina, el también andaluz José Mora Guarnido, escribió en Montevideo la que por décadas fue la principal biografía de Lorca, y que aún sigue siendo una fuente decisiva (Federico y su mundo, Buenos Aires: Losada, 1958).

La presencia permanente de Federico García Lorca en la cultura uruguaya tuvo en su breve e intensa visita del verano de 1934 un relevante mojón que estableció entre el poeta español y los uruguayos algo así como un pacto de “amor profundo”. A robustecer ese vínculo contribuyeron en gran forma aquellos viejos amigos del poeta, que lo habían frecuentado en España por los años veinte y que habían sido los adelantados en materia de difundir su obra casi inédita: Pepe Mora Guarnido, Enrique Díez-Canedo y Julio J. Casal, quien en su revista Alfar de La Coruña fue de los primeros en publicar textos de Lorca y de otros grandes poetas de la Generación del 27.

Por último, de extraordinaria importancia resultó el hecho de que, una vez finalizada la Guerra Civil en España, varias personalidades pasaran largas temporadas de su exilio en Uruguay. Son los casos de Rafael Alberti (que construyó una casa en Punta del Este), José Bergamín (que fue profesor en la Facultad de Humanidades de Montevideo), y ni qué decir de la gran Margarita Xirgu (la actriz preferida del poeta), responsable de formar a decenas de actores nacionales y para quien su amigo Federico tenía una dimensión casi sobrenatural. Todos ellos, entre otros, ayudaron de manera especial a mantener encendida entre los uruguayos la memoria del genial poeta que en poco más de una década concretó una “obra infusilable”, cuyo valor seguramente no habrá de decaer así que pasen mil años.

Cada paso dado por lorca fue motivo de interés, cuando no de fetichismo

Profesor de Literatura y periodista cultural. Editor general de la revista Dossier. Su último libro Lorca y Uruguay. Paisajes, homenajes, polémicas (en coautoría con Pablo Rocca) fue publicado recientemente en España por Alcalá Grupo Editorial.

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ROMPER “No On”. Simple y concreto. Ese es el eslogan

de la campaña “Activate Uruguay para poner fin a la violencia hacia las mujeres y las niñas” que

Naciones Unidas lanzó el martes 8 de noviembre. En los jardines del Museo Zorrilla de San Martín

artistas, comunicadores, políticos y autoridades se reunieron en la presentación donde se exhibieron

las imágenes de la campaña.

EL silencio

en UrUgUay Hay más denuncias de violencia

doméstica que de rapiñas

Cada 40 minutos se produce una denuncia de violencia doméstica

El 7,5 % de los delitos totales corresponde a la violencia doméstica

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1. Secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, senadora Lucía Topolansky, vicesecretaria general de las Naciones Unidas, Asha-Rose Migiro, directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, y presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark.

2. Diego Muñoz, Salvador Banchero y Santiago Tavella.

3. Eduardo Larbanois y María Inés Obaldía.

4. Julio María Sanguinetti y directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet.

5. Directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, y Carlos “Chacho” Álvarez.

6. De Naciones Unidas, Magdalena Furtado y Diego Martino.

7. Fotógrafa responsable de la campaña, Susette Kok, Santiago Tavella y senadora Lucía Topolansky.

8. Hugo Achugar, embajador de Sudáfrica, David Jacobs, Alberto Guani y embajador de Italia, Massimo Andrea Leggeri.

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En Conrad Resort & Casino se jugó la gran final millonaria del Póker Tour 2011, el torneo de Poker Texas más importante de Sudamérica, la noche del sábado 5 de noviembre. Desde el jueves 3, más de 475 inscriptos de Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil, Perú, Chile, Holanda, Francia y Rumania jugaron por US$ 2.000.000 en premios. La mesa final contó con los 10 mejores jugadores profesionales del torneo, que se debatieron a duelo durante 5 horas por el primer puesto, resultando campeón el argentino Bernardo Abramovich, que se llevó U$S 700.000.

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1. Federico García.

2. Finalistas de Póker Tour 2011.

3. José Ignacio Barbero.

4. Ana Carolina Auriemo, Tina Cury, Carmen Bicudo, Cecilia Annunziata y Odine Simon.

5. De Conrad: director de Casino, Miguel Mora, director de Desarrollo y Juego, Carlos Mangold, directora de Marketing, Silvina Luna, y vicepresidente y gerente general, Jorge Serna.

6. Minas Kalfaian, Gonzalo de Alzaga y David Hilú.

7. El ganador, Bernardo Abramovich.

8. Fabrizio González.

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Thriller sonaba a la medianoche del sábado 29 de octubre al tiempo que zombies, diablos, parcas y brujas llegaban a Rara Avis. En la terraza del restaurante, decorada con calabazas, comenzaba la gala de Halloween con la selección musical de Paola Dalto. En otro punto de la ciudad, telarañas colgaban de las paredes de Lotus. El humo gris y luces de colores formaban la atmósfera del lugar. La noche revivió algunas estrellas de rock muertas que se mezclaron con otros personajes más clásicos.

en lasTiniEbLAS

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1. Sebastián Devoto, en Lotus.

2. Andrea Iglesias y Luciana Pebe, en Rara Avis.

3. Joaquín Barragán, en Rara Avis.

4. Dj Fabián Callejas, en Rara Avis.

5. Federico Mesa, en Lotus.

6. Federico Bianchi y Gonzalo Arias, en Rara Avis.

7. Mane Pérez y Pablo Musetti, en Lotus.

8. Diego Guggiari y Valentina Piñon, en Lotus.

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9. Pedro Behrens, en Rara Avis.

10. Nataly Bulein y Marcelo Cuña, en Rara Avis.

11. Natalie Rosado y Nicolás Velázquez, en Rara Avis.

12. Guillermo Chocho, en Rara Avis.

13. Rodrigo Dutra y Mayte Bachamann, en Rara Avis.

14. Noel Notaroberto y Julio Wolman, en Lotus.

15. Martín Cedes, Paola Dalto, Daniel Ortega y Santiago Fernández,

en Rara Avis.

16. Sebastián Vecchio, en Rara Avis.

17. Daniel Mancebo, en Lotus.

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1. Alejandra Frutos, Martina González y Elvira y Francisco Cisnero.

2. Fernando y Belén Zubía.

3. Tomás Astiazarán y Josefina Ruete.

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4. Jefa de Marketing de Punta Carretas Shopping, Rosario Terra y gerente general de Punta Carretas Shopping, Mauricio Oppenheimer.

5. Thiago, Carlos y Abril Luthar.

6. Juan Diego Olariaga y Daniela Chiodi.

7. Elena Borras y Felipe Pérez.

8. Sabrina Gianola.

Ciervos, ardillas, sapos y mariposas adornan un florido jardín que recuerda un cuento de hadas en Punta Carretas Shopping. La propuesta de este año, Navidad del Jardín Encantado recrea un entorno mágico que cuenta con una casa de mariposas, un invernadero con flores, un Papá Noel jardinero y el tradicional árbol gigante.

Una Navidad

encantada

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Bajo un cielo esteño completamente nublado, se hizo el lanzamiento de Ficciones: Encuentro Bienal de Fotografía y Nuevos Medios en la Fundación Atchugarry. Más de 50 artistas consagrados y emergentes dentro de las artes visuales y el arte contemporáneo, son parte de esta primera bienal a cargo del curador Ignacio Rodríguez. La muestra va a estar abierta al público hasta el 27 de noviembre.

foTos, medios, arTes

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1. Receptor, de Jorge Ochoa.

2. Autorretrato, de Catalina Bunge.

3. Modos de permanencia,

de Karina Zen.

4. Força tarefa, de Fernanda Gassen y Cristiano Lenhardt.

5. Maia Puig y Joshua Segovia.

6. De la escuela, de Mariana Sol Navas.

7. Boquita, de Mariana Merino

de Freitas Xavier.

8. El adiós, de Bruno Stecconi.

9. Espacio tiempo, de Roberto Riverti.

10. Historias en el armario, de

Alberto de Horta.

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ANgE COLLAzO: Preciosa! Esa cara de malvada jaja04 de noviembre, 12:52

JUAN FERRARI: Más que miedo ternura, divina ella08 de noviembre a las 20:20

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look face1º de noviembre 2011

LOOkS DE ALTO vuELO

En Itaú MoWeek, revisTa uy! fue invitada por Banco Itaú a

crear un espacio de cool hunting, retratando los looks más trendy. Las fotos de este proyecto The

looK By uy! fueron publicadas en la revista y en Facebook, y suscitaron cientos de elogios.

La que más “me gusta” y comentarios tuvo fue la foto de

Rossana Demarco. La fotografía que le siguió en “me gusta” fue

la de Gabriela Turias, Nelida y Amalia Prado Leone.

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uY!, LA fiESTA

Celebramos el lanzamiento de revisTa uy! el próximo jueves 17 y queremos hacerlo con nuestros lectores. Si respondés bien estas tres preguntas sobre la revista, podés ganar entradas para la fiesta: a) ¿Quién fue el protagonista de la primera portada? b) ¿Qué jugador de la selección nos dio una entrevista exclusiva? c) ¿Qué le regalamos a la selección celeste por salir campeones de América? Enviá tus respuestas a [email protected].

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SEguiDORES DEL TERROR

revisTa uy! convocó a sus seguidores de Facebook a “Un

concurso de terror”, para que enviaran sus fotos de Halloween.

A la propuesta respondieron hombres ensangrentados, diablas,

zombies, asesinos seriales, una pirata, una novia de ultratumba y

hasta una enfermera o un escocés. La ganadora fue “Diablita en

Valencia” de Shai Motta.

Shai Motta

ELOISA gALLARDO: DIVINA!!! REE DIABOLICA!!! JAJAJA03 de noviembre, 19:21

NELMARA ARRIETA: Luego todos los que están en el paisito atrás de ejemplares de la revista ehh jajaja03 de noviembre, 20:24

MARTIN CEDES: ESTO ES GENIAL! Son como los Ángeles de Charles de Gaulle... DIVINAAAS!02 de noviembre, 15:09

NICOLáS gALVáN: Amo a mis abuelas, pila.02 de noviembre, 22:23

MÓNICA zANOCChI:Musa inspiradora!!!02 de noviembre, 11:08

RAQUEL FERREIRA LEITES:Un ángel !!02 de noviembre, 19:16

Rossana Demarco.

Gabriela Turias, Nélida y Amalia Prado Leone.

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muy uy! Cercanas tentaciones

Paté con hongos, queso de cabra, dalí de limón, tarta de maracuyá,

fondue de chocolate, variedad de tés y, por supuesto, masitas: las

delicias se suceden en el local de Mechi, catering & boutique, en

Hidalgos 535 y Blanca del Tabaré. Mercedes Rodríguez comenzó

hace 17 años a hacer masitas como hobby en la casa de sus padres,

en 1998 abrió su primer local de ventas en la calle Gral. Paz y 9 años

más tarde se hizo realidad una planta de 350 m2 y boutique en

Bolivia 2172. Aunque en villa Biarritz abrió en 2010, muchos aún se

sorprenden al saber que tienen cerca estas tentaciones. Abre de lunes

a viernes de 11.30 a 19.20 horas, los sábados de 10 a 19 y los domingos

de 10 a 17 horas.

En clave de moda

Garniè Moda inauguró el pasado 14 de octubre en Punta Carretas. El amplio local de Ellauri 532 conjuga marroquinería y moda femenina: ofrece camperas, bolsos y carteras, sandalias y zapatos de la temporada primavera-verano 2012, con la calidad que caracteriza a la firma. También tienen su lugar los accesorios, desde monederos y necessaires hasta colgantes. El horario es de lunes a sábados de 10 a 20 horas.

COnSTAnTE

CONECTIVIDADEl proveedor de soluciones de telecomunicaciones Huawei presentó en

Uruguay, junto a Antel, 2 equipos: Huawei Ideos U8150 y Huawei U7520. El Ideos U8150 cuenta con tecnología touch; el sistema operativo Android

2.2 y el acceso al Android Market lo hacen altamente personalizable por tener acceso a miles de aplicaciones gratuitas. El dispositivo también

funciona como un router wi-fi para hasta 5 dispositivos a la vez. En tanto, la pantalla touch de 2.8” del U7520 ofrece la posibilidad de crear hasta 5 escritorios múltiples y personalizados. Las aplicaciones de redes sociales

otorgan conectividad constante y, junto con el acceso al correo y la navegación por Internet con Opera Mini, lo hacen ideal para compartir

contenidos de forma sencilla e instantánea.

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agendanoviembreMiércoles 16

CitA Con RodRíGuez

Desde Cuba llega Silvio Rodríguez para presentar su último trabajo discográfico, Segunda Cita, que incluye un tema inspirado en el Che Guevara.

dÓnde: Estadio Charrúa (Av. Bolivia 2387, teléfono 2600 7663).

hora: 21.

entradas: entre $ 425 y $1525, en venta por Red Abitab.

Miércoles 16

RoCk jAPonés

Versailles Philharmonic Quintet, la banda japonesa con una estética gótica y victoriana que combina el rock con el metal, dará un show en Montevideo como parte de su tour mundial.

dÓnde: La Trastienda Club Montevideo (Fernández Crespo 1763, teléfono 2402 6929).

hora: 20.

entradas: entre $ 830 y $ 1730, en venta por Red UTS y en boletería de la sala.

Jueves 17

tAddei ACústiCo

Claudio Taddei recorre sus clásicos e interpreta algunas canciones nuevas en un show íntimo y acústico.

dÓnde: Sala Principal del Teatro Solís (Reconquista s/n, esquina Bartolomé Mitre, teléfono 1950 3323/25).

hora: 21.

entradas: entre $ 300 y $ 700, en venta por Red UTS y en boletería.

viernes 18

ReCueRdos de Rumbo

Los miembros originales de Rumbo se juntan para una presentación única de la banda que recordará sus mejores temas junto a músicos invitados.

dÓnde: Teatro de Verano “Ramón Collazo” (Av. Juan Andrés Cachón esquina Rambla Presidente Wilson, teléfono 2712 4972).

hora: 21.

entradas: entre $ 430 y $ 680, en venta por Red UTS y en boletería.

viernes 18

tRes déCAdAs de CAnto PoPuLAR

Como celebración de su trayectoria de 30 años, el grupo Maciegas inicia una gira por el país presentando su nuevo trabajo, La canción nuestra sin fronteras.

dÓnde: Complejo Cultural Plaza (Plaza Cagancha 1129, teléfono 29015385).

hora: 21.

entradas: entre $ 200 y $ 300, en venta por Red Abitab y en boletería.

viernes 18

PoesíA y músiCA

Andrés Stagnaro musicaliza poemas de Marosa di Giorgio, Silvia Guerra, Rosalía Aller y Nancy Bacelo, entre otras.

dÓnde: Espacio Cultural La Spezia (Libertad y Bulevar España)

hora: 19.30.

entrada: libre.

Miércoles 23

Festejo tobistA

Un repertorio que recorre lo mejor de la banda, músicos invitados y muchas sorpresas incluirá el recital de El Club de Tobi por sus 15 años.

dÓnde: Sala Principal del Teatro Solís (Reconquista s/n, esquina Bartolomé Mitre, teléfono 1950 3323/25).

hora: 21.

entradas: entre $ 150 y $ 450, en venta por Red UTS y en boletería de la sala.

viernes 25

sonidos ReCiCLAdos

Objetos reciclados sirven de instrumentos para el show de percusión acompañado de movimiento coreográfico e interacción con el público que ofrece Latasónica.

dÓnde: Sala Zitarrosa (18 de Julio 1012, teléfono 2901 7303).

hora: 20.30 y 22.30.

entradas: entre $ 200 y $ 280, en venta en boletería.

sábado 26

tAnGueRo de 30 Años

En el musical …Que treinta años no es nada… Nelson Pino celebra su carrera con anécdotas, poemas y tangos. Lo acompañará el sexteto del Maestro Álvaro Hagopián, bailarines y otras figuras de la música popular.

dÓnde: Sala Zitarrosa (Av. 18 de Julio 1012, teléfono 2901 7303).

hora: 21.

entradas: entre $ 260 y $ 320, en venta en boletería.

Miércoles 30

debut de CAmPo

Campo es el álbum solista de Juan Campodónico, una propuesta que combina sonidos sudamericanos, mezclando indie pop, electro, tango y cumbia.

dÓnde: Lorente (Rondeau 1383, teléfono 2901 5357).

hora: 21.

entradas: entre $ 530 y $ 730, en venta por Red Abitab.

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Estirá, que si no después te duele todo.

-¿Viste la nueva silla de Eduardo? La blanca.

-Sí, esta genial!

Un mar rojo.

sociales sin foTos

REC

Frío, frío. ¡Qué frío!

¿Ya fuiste a manguear agua?

¿TE PUSISTE

EL ChIP?

¡esTán TodAs lAs PoTenCiAs!

¿Vamos a calentar?

Este es el tiempo ideal para los corredores. Salís sin sol, no te quema la cabeza. Para correr está ideal.

mi sobrino me dio su billetera porque corre.

IMPRESIONANTE LA CANTIDAD DE gENTE.

Es la más linda. Si vas a correr una, es la Nike.

Voy a sacar una foto.

Hace un rato pasó uno con una máscara

del Chapulín.

¡Mirá, papá! Te dije que lo iba a ver.

¡Cuánta gente!Van 7 minutos y

sigue pasando gente.

¡fuERzA, vAMOS!

comete una banana, así no te acalambrás.

Una pregunta: ropería,

¿dónde hay?EL

PRóxiMO AñO LA CORRO

SEguRO.

no estoy en forma este año.

Qué embole ser el último en arrancar.

¡Vamo´ arriba el Manya!

me quedo sin energía.

-Es el primer año que toca feo, ¿no? -No, hace unos años también estaba medio feo.

Una amiga me dijo: “no sé si la llego a correr toda”.

había uno con una camarita.

En la previa a la novena edición de We run Montevideo Nike 10 k y durante la carrera, familiares y amigos alentaron a los corredores. Desde las tribunas se oyeron palabras de ánimo, consejos, gritos de aliento y felicitaciones.

están yendo todos para allá.

¡dALe, dALe, mARTÍN!

DESPuéS COn EL ChiP SAbéS EL TiEMPO quE PuSiSTE.

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