revista teoria y praxis

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Publicacion academico cientifica volumen 4-2

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CONSEJO SUPERIOR

Dr. Gustavo Eastman VélezDra. Martha Sandino de Oliveros

Dr. Carlos Marín VélezDr. Fernando Laverde Morales

Dr. Jesús Báez AparicioLuis Carlos Anzola Pachón - Representante Docentes

Presidente del Consejo SuperiorDr. Gustavo Eastman Vélez

RectorDr. Fernando Laverde Morales

Vicerrector AcadémicoDr. Jesús Báez Aparicio

Vicerrector AdministrativoDr. Virgilio Ramón Martínez

Secretaria GeneralDra. María Jetzabel Herrán Duarte

REVISTA TEORÍA Y PRAXIS INVESTIGATIVA

Director - EditorPh.D. Eduardo Mora Bejarano

Teoría y Praxis Investigativa/revista del Centro de Investigación y Desarrollo – CID/Fundación Universitaria del Área Andina/ ISSN 1900-9380/ Volumen 4. No. 2 /Julio – Diciembre de 2009. Calle 71 No. 13-21, Bogotá D.C., Colombia. Correo electrónico [email protected]. El contenido de los documentos publicados es responsabilidad de los autores y no compromete al Director-editor de la revista, al Centro de Investigación y Desarrollo – CID, ni a la Fundación Universitaria del Área Andina. Se autoriza la reproducción citando la fuente.

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Revista TEORÍA Y PRAXIS INVESTIGATIVA, Volumen 4 - No. 2, Julio - Diciembre 2009Centro de Investigación y Desarrollo • CID / Fundación Universitaria de Área Andina

María Eugenia Guerrero Useda Ph.D., en Ciencias Físicas y Matématicas

University Of Moldova

República de Moldavia

María Rita Bertolozzi Ph.D., en Enfermería

Universidad de Sao Pablo

Brasil

Alba Idaly Muñoz SánchezPh.D., en Enfermería

Universidad de Sao Pablo

Brasil

Ana Helena Puerto GuerreroM.Sc., en Salud Pública

Universidad de Antioquia – UDEA

Colombia

M.Sc., en educación

Universidad de la Sabana

Colombia

Armando Lucumí MorenoPh.D., en Ciencias Bioquímicas

Universidad Nacional Autónoma de México

México

COMITÉ CIENTÍFICO

Héctor Ariel Olmos Raccio M.Sc., en Cultura Argentina Universidad Tres de Febrero

Argentina

Hebert Hernán Soto Gonzáles PosPh.D., en Biotecnología

Universidad Federal de Sao PauloBrasil

Alex Giovanny Peniche Trujillo M.Sc., en Ciencias Básicas

Universidad Santiago de CaliColombia

Sergio Tobón TobónPh.D., en Modelos Educativos, Políticos y Culturales

Universidad Complutense de Madrid España

César A. Rey AnaconaPh.D., en Psicología Clínica y de la Salud

Universidad de SalamancaEspaña

César Augusto García UbaquePh.D., en Ingeniería

Universidad de los Andes Colombia

COMITÉ DE ÁRBITROS

Alex Giovanny Peniche Trujillo M.Sc., en Ciencias Básicas

Universidad Santiago de Cali

Colombia

Daniel Lozano FlórezCandidato a Ph.D., en Estudios Políticos,

Universidad Externado de Colombia

Colombia

Martha MalangónM.Sc., en Ingeniería Química con énfasis en Biotecnología

Universidad Nacional de Colombia

Colombia

Federico GarcíaCandidato a Ph.D., en Historia Política

Universidad Complutense de Madrid

España

Fernando MonroyEspecialista en Biometodologia del Entrenamiento Deportivo

Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales

Colombia

Sandra Liliana Elvira VillarrealM.Sc., en Salud Pública

Universidad Del Valle

Colombia

Alba Idaly Muñoz SánchezPh.D., en Enfermería

Universidad de Sao Pablo

Brasil

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Revista TEORÍA Y PRAXIS INVESTIGATIVA, Volumen 4 - No. 2, Julio - Diciembre 2009Centro de Investigación y Desarrollo • CID / Fundación Universitaria de Área Andina

APOYO EDITORIAL

Héctor Córdoba Salamanca Diseñador Gráfico

Universidad Nacional de Colombia

Colombia

Maria Consuelo García Rocha Administradora de Mercadeo, Publicidad y Ventas

Fundación Universitaria del Área Andina

Colombia

POLÍTICA EDITORIAL

La revista Teoría y Praxis Investigativa es una pu-blicación académica de carácter científico, que tie-ne como propósito la divulgación de conocimiento generado a partir de investigaciones, reflexiones y disertaciones que contribuyan a ampliar el conoci-miento en todos los campos de las ciencias.

Esta publicación se dirige a la comunidad acadé-mica en general y de manera especial a docentes

y estudiantes.

COMITÉ EDITORIAL

Eduardo Mora BejaranoPh.D., en Ciencias

Universidad de Sao Pablo

Brasil

Diana Milena Quilaguy AyureM.Sc., en Ciencias Microbiología

Universidad Nacional de Colombia

Colombia

José Fernando Torres AvilaM.Sc., en Ciencias Microbiología

Universidad Nacional de Colombia

Colombia

Sonia Patricia Ruiz GalindoMaestrante en Estudios de Género, Mujer y Desarrollo

Universidad Nacional de Colombia

Colombia

Gloria Marlen Aldana de BecerraMaestrante en Educación y Desarrollo Humano

CINDE – Universidad Pedagógica Nacional

Colombia

COORDINACIÓN EDITORIAL

Marsory Anzola SánchezMaestrante en Docencia

Universidad de La Salle

Colombia

DISEÑO DE CARÁTULA

Martha Johanna Gómez GarcíaEstudiante del Programa de Diseño Gráfico

Fundación Universitaria del Área Andina

Colombia

[email protected]

ARMADA DIGITAL, IMPRESIÓN Y ACABADOS

Grupo Imágenes

E-mail: [email protected]

Tel: 347 5000

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EDITORIAL .......................................................................................................................... 6

Día de la responsabilidad socialMarcela Oliveros Sandino ..........................…...……………...............……................…........…… 9

REVISIONES BIBLIOGRÁFICAS

Importancia de las inmunoglobulinas aviares y sus aplicaciones en inmunoensayosHansen Wilber Murcia Gutierrez ..……………...............……........……........….......…….......... 19

Impacto de las bacteriocinas, importancia como preservantes en la industria de alimentosIsabelle Camargo Peralta, Sandra Gómez Bertel, Vivian Salazar Montoya ................................. 27

Papel del gato doméstico (felis catus) en la transmisión de leishmania spp.Myriam Janeth Salazar Terreros, Jaime Alberto Díaz Galvis ..................................................... 33

Virus de inmunodeficiencia humana y mycobacterium tuberculosis: enemigos aliadosDiana Lucia Bonilla Escobar ..……………………………………………….................................. 41

Estado del arte: ¨El rol del terapeuta respiratorio en personas en condición de desplazamiento forzado en Colombia¨Claudia Liliana Cruz Moya, Jenny Carolina Joya Quintero, Arascely Ballesteros Correa ............ 57

Reconfiguración de la educación y las actividades físicas desde el nuevo orden mundial Carlos Eduardo Pacheco Villegas..………………………………………...................................... 69

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

Bermúdez, P. L. (2007) La Formación Docente en Venezuela: Estudio Diagnóstico; Universidad Pedagógica Experimental Libertador: Vicerrectorado de Investigación y Postgrado. ISBN: 980-281-120-3Marsory Anzola Sánchez ……………………………………………………………….................... 75

Tabla de Contenido

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EDITORIAL .......................................................................................................................... 6

“Areandina social responsibility day” Marcela Oliveros Sandino ..........................…...……………....................……................…...……. 9

REVIEWS

Importance of avian immunoglobulins and their immunoassay applicationsHansen Wilber Murcia Gutierrez ...……………...............……........……........….......…….......... 19

Impact of bacteriocins and their relevance as preservatives in the food industry Isabelle Camargo Peralta, Sandra Gómez Bertel, Vivian Salazar Montoya ................................. 27

Role of the domestic cat (Felis catus) on the transmisión of Leishmania spp.Myriam Janeth Salazar Terreros, Jaime Alberto Díaz Galvis ..................................................... 33

The human immunodeficiency virus and mycobacterium tuberculosis: allied enemies Diana Lucia Bonilla Escobar ..……………………………………………….................................. 41

State of the art: role of respiratory therapists in the problem of forced displacement in ColombiaClaudia Liliana Cruz Moya, Jenny Carolina Joya Quintero, Arascely Ballesteros Correa .............. 57

Reconfiguration of the education and physical activities from the new world orderCarlos Eduardo Pacheco Villegas .…………………………………….......................................... 69

BOOK REVIEW

Bermúdez, P. L. (2007) La Formación Docente en Venezuela: Estudio Diagnóstico; Universidad Pedagógica Experimental Libertador: Vicerrectorado de Investigación y Postgrado. ISBN: 980-281-120-3Marsory Anzola Sánchez ……………………………………………………………….................... 75

Table of Contens

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México y Colombia: problemas comunes, soluciones comunes. Contribuciones para la reflexión

Discurso del Rector Nacional de la Fundación Universitaria del Área Andina, al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Continente Americano, de

la ciudad de Celaya, en Guanajuato, México.

Luego de haber expresado mi profundo agradecimiento, por tan alta distinción reci-bida, a las autoridades de la Universidad Continente Americano, quisiera reflexionar

brevemente con ustedes sobre el significado que tiene hoy el título de Doctor Honoris Cau-sa o ad honorem.

Sabemos que la palabra “doctor” significaba ya en la época de Horacio y Cicerón: el que enseña. El doctor, es una palabra que definía al maestro, al profesor. En España, donde tiene su origen el primer modelo de universidad que se desarrollaría en América Latina, el término “doctor” aparece por primera vez como definición de un título universitario en una ley del año 1462, treinta años antes de la llegada de los primeros conquistadores al denominado Nuevo Mundo.

Luego de que se definiera el título de doctor como el de mayor rango académico y ante la imposibilidad de las universidades de incorporar en su claustro, a todos los eminentes académicos que hubieran deseado el título de doctor, comenzó a otorgarse con carácter honorífico, en el caso de que aquellos a los que se confería, estuvieran ya adscritos a insti-tuciones de educación superior. Esta práctica, que eximía a sus beneficiarios de cumplir con los requisitos usuales para obtener un título universitario: matrícula, residencia, estudio y presentación de exámenes, tiene sus orígenes en la Edad Media y se refiere que el primero en ser honrado con ella fue Lionel Woodville, hacia finales de la década de 1470, por la Universidad de Oxford.

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7Editorial

¿Por qué nuestras universidades contemporáneas continúan con la práctica de otorgar títu-los Honoris Causa? Pues, entre otras razones, porque constituye una de las acciones más nobles y exitosas dentro de una estrategia de diplomacia académica. Porque continúa ali-mentando ese magnífico escenario del reconocimiento académico, del cual toda institución de educación superior debe enorgullecerse.

Porque los títulos de Doctor Honoris Causa que se otorgan en la región, deben y pueden constituirse en un avance del proceso de integración de la educación superior en América Latina, al que están avocadas las instituciones de la región. Mi mayor deseo es que esta inte-gración, conduzca a un intercambio permanente, en todas las direcciones, de académicos y estudiantes de nuestros países, viajando física y virtualmente, para compartir conocimientos a escala global y para adquirir aprendizajes culturales que acerquen nuestras fronteras.

Pero sé que este deseo no es sólo mío y de la Fundación Universitaria del Área Andina, sino de muchos líderes universitarios de toda América Latina, como es la Maestra Rebeca Gon-zález Mejía y todos los directivos de la Universidad Continente Americano. Recuerdo unas palabras de YokoOno, la viuda de John Lennon: “Un sueño que sueñas solo es sólo un sue-ño. Un sueño que soñamos juntos es una realidad.” De esto da cuenta el que hoy mismo, México constituya el país del mundo con el que la Fundación Universitaria del Área Andina tiene más convenios de cooperación internacional firmados y en proceso de ejecución.

Continuamente, los medios de comunicación de todo el mundo transmiten las profundas problemáticas que vienen sufriendo nuestros países a raíz delfenómeno del narcotráfico que agobia a México y a Colombia, violencia social, narcotráfico, adicción, desplazamientos. Estos problemas han opacado el potencial que tienen nuestras instituciones y nuestra gen-te para crecer de manera digna. No estoy diciendo que ocultemos la realidad de nuestros países…No…pero los medios y nosotros debemos difundir, divulgar y comunicar también las riquezas culturales, educativas, artísticas y medioambientales de nuestros países. Consi-dero que es importante que continuemos hablando de nuestros problemas comunes, en la medida en que esto nos permita encontrar soluciones, aprender de experiencias de otros y adelantar procesos de innovación social.

No sólo nos hermanan el dolor causado por el terror del narcotráfico, tenemos muchas otras cosas en común, como lo destacábamos durante la celebración hace unos pocos días, en la Fundación Universitaria del Área Andina, de la Jornada Cultural Areandina, dedicada este año a México como país invitado. Tanto México como Colombia constituyeron im-portantes centros de explotación de la minería y la metalurgia desde el período colonial. Conformamos, Colombia y México, el grupo de los 17 países en el mundo con el mayor índice de megabiodiversidad por kilometro cuadrado. Tenemos relaciones comerciales, aca-démicas, culturales, tecnológicas, diplomáticas, de turismo, entre otras, que demuestran ese sentido solidario y fraternal de nuestros pueblos.

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8 Editorial

El reconocimiento al maestro Hernando de Jesús Velásquez Montoya, director de la Oficina de Relaciones Internacionales, y a este servidor, es una prueba de nuestra afinidad.Pero quién soy yo para merecer este noble y honroso título?. Pues bien, Soy un colombiano más, de los 42 millones de hombres y mujeres quienes habitamos en 1.200.000 km2 de territo-rio llamado Colombia. Desde muy joven vinculado a la Educación en las áreas formativas y de planificación tanto en organismos de gobierno central como en universidades. Hoy me encuentro liderando una bella Universidad.

La Fundación Universitaria del Área Andina. Universidad que el próximo diciembre cum-plió 27 años de vida institucional. De la mano de 1.500 maestras y maestros estamos im-partiendo 67 programas de pregrados y posgrado a más de 16.000 estudiantes en los dife-rentes municipios de mi país. Los 24.000 egresados de nuestros programas presenciales, a distancia y virtual, son la prueba contundente de nuestro compromiso con la sociedad y la constitución. No puedo pasar por alto el sentido humanista de nuestra institución. Nuestros egresados y estudiantes al ser reconocidos por sus altos niveles de excelencia profesional demuestran que nuestros procesos académicos gozan de credibilidad y prestigio y continua-mos trabajando para que esos profesionales demuestren que son buenos ciudadanos.

Fernando Laverde Morales Rector Nacional

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Diseño y Diagramación de la SeparataMaxipack

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Importancia de las inmunoglobulinas aviares y sus aplicaciones en inmunoensayosHansen Wilber Murcia Gutierrez

Impacto de las bacteriocinas, importancia como preservantes en la industria de alimentosIsabelle Camargo Peralta, Sandra Gómez Bertel, Vivian Salazar Montoya

Papel del gato doméstico (felis catus) en la transmisión de leishmania spp.Myriam Janeth Salazar Terreros, Jaime Alberto Díaz Galvis

Virus de inmunodeficiencia humana y mycobacterium tuberculosis: enemigos aliados Diana Lucia Bonilla Escobar

Estado del arte: ¨El rol del terapeuta respiratorio en personas en condición de desplazamiento forzado en Colombia¨Claudia Liliana Cruz Moya, Jenny Carolina Joya Quintero, Arascely Ballesteros Correa

Reconfiguración de la educación y las actividades físicas desde el nuevo orden mundialCarlos Eduardo Pacheco Villegas

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Importancia de las inmunoglobulinas aviares y sus aplicaciones en inmunoensayos

Importance of avian immunoglobulins and their immunoassay applications

Hansen Wilber Murcia Gutierrez

Resumen

Las inmunoglobulinas son herramientas muy utilizadas en la detección de moléculas de interés en diferentes tipos de ensayos. Debido a lo dispendioso de algunos modelos utilizados para la obtención de este tipo de proteínas, las IgY de aves como gallina son una interesante alternativa gracias al fácil manejo, mantenimiento, gran producción de anticuerpos y el no maltrato o sacrificio del animal del cual se obtienen. Estudios han demostrado que las IgY pueden presentar títulos muy altos con gran especificidad frente al antígeno de interés. Varios protocolos se han propuesto para extraer las IgY del huevo, donde el principal inconveniente son los lípidos de la yema. Dentro de estos métodos la cromatografía tiofílica ha demostrado ser el mejor para purificar y delipidar estos anticuerpos.

Palabras clave: IgY, inmunoglobulina, inmunoensayoss, purificación, producción.

Abstract

Immunoglobulins are useful important tools for laboratory research in the detection of a variety of target molecules. Due to problems in manipulating some model animals used in antibody production, IgYs from poultry become a real interesting alternative for research due to easy handling, maintenance, high immunoglobulin production and a humane treatment without harm of experimental animal used. Some studies have demonstrated that IgY could be present at high titer with high antigen specificity. Different methods have been proposed to extract immunoglobulins from egg yolk by removing lipids. Among the extraction methods, the thiophilic chromatography has proved to be superior to purify and remove the lipids.

Key words: IgY, immunoglobulin, immunoassays, purification, production.

1 Magíster en Microbiología.Universidad Nacional de Colombia. Docente investigador. Centro de investigacion y desarrollo Fundación Universitaria del Area Andina. Bogotá. [email protected]

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INTRODUCCIÓN

Al igual que los mamíferos, las gallinas producen anticuerpos en respuesta a un antígeno, los cuales son transferidos a su descendencia (Patterson et al., 1962). Se ha encontrado que los anticuerpos con mayor proporción en el plasma sanguíneo, las IgY, son transferidos a la yema del huevo a través del epi-telio folicular del ovario durante la oogénesis y se van acumulando, proceso similar a la transferencia de los anticuerpos a través de la placenta en mamíferos (Rose & Orlans, 1981). Existen tres grandes isotipos de anticuerpos en gallinas: una molécula de alto peso molecular tipo IgM, dos subclases (7-8) del tipo IgG que constituyen la mayor cantidad de inmunoglobuli-nas en el plasma y una del tipo IgA que se encuentra en las secreciones externas como la vesícula biliar y el oviducto (Lebacq-Verheyden, Vaerman, Heremans, 1972). El término IgY es comúnmente usado para denotar el tipo de inmunoglobulina G7 de las aves. Esta nomenclatura fue propuesta por Leslie & Clem (1969) para reflejar algunas características particu-lares que hacen diferentes las IgG de mamíferos y las IgY de aves, en especial su peso molecular. La cadena pesada de las IgY tiene un peso molecular de aproximadamente 67 kDa, valor que se encuentra por debajo del peso de la cadena μ de las IgM (70 kDa) o la cadena ε de las IgE (80 kDa). Es muy grande para homologarla con la cadena de las IgG (50 kDa) o la de las IgA (60 kDa). Como no se ha encontrado evidencia sobre la presencia de IgM o IgA en la yema, las IgY son el anticuerpo presente en mayor propor-ción (Rose, Orlans, Buttres, 1974). Las IgA se pre-

sentan en mayor proporción en secreciones y en el plasma sanguíneo que en el huevo (Leslie & Martín, 1973). Tanto IgM como IgA se han encontrado en cantidades muy pequeñas en la clara del huevo (Sun-woo, Li, Lee, Kim & Sim, 2000).

A excepción de los anticuerpos monoclonales, la producción de anticuerpos policlonales en mamíferos contra proteínas altamente conservadas dentro del grupo de los mamíferos ha presentado dificultades. Mientras proteínas como la RNA polimerasas no pro-ducen ningún tipo de respuesta en conejos o cerdos, estas enzimas son inmunogénicas en gallinas (Carroll & Stollar, 1983). Esto hace de las gallinas excelentes blancos de inmunización contra diferentes clases de proteínas no inmunogénicas entre mamíferos (Ca-rroll & Stollar, 1983; Gassmann, Thömmes, Weiser & Hübscher, 1990). Esta diferencia en la respuesta inmune se atribuye al tiempo de divergencia entre la aparición de las IgY en los primeros anfibios y la aparición de los primeros mamíferos (Jensenius, An-dersen, Hau, Crone & Koch, 1981; Hädge & Am-brosius, 1984; Warr, Magor & Higgins, 1995) que se estima en 300 millones de años aproximadamente (Jensenius & Koch, 1997).

La producción de anticuerpos específicos en gallinas varía mucho dependiendo de la respuesta generada por el antígeno en el animal, partiendo desde 15 hasta 120 equivalentes de IgY por año respecto a la producción en conejos (Fassina, Ruvo, Palombo, Verdoliva, Marino, 2001). En la Tabla 1 se presentan algunas características de la producción de anticuer-pos en mamíferos (conejo) y en aves (gallina).

Conejo Gallina

Numero de animales

Toma de muestra

Volumen muestra (en 2 semanas)

Anticuerpos totales

Anticuerpos específicos

Conejo / gallina - total

Conejo / galina - específicos

Presencia de otras Ig

Tabla 1. Tabla comparativa sobre la producción de anticuerpos policlonales entre mamíferos y aves (Tomado de Narat, 2003).

a. Volumen promedio por yema igual a 15 mL. b. Cantidad promedio de IgY igual a 80 mg por yema.

c. Número de conejos que producen igual cantidad de anticuerpos por gallina en 2 semanas. d. Número de conejos que producen igual cantidad de anticuerpos específicos por gallina en 2 semanas.

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Revista TEORÍA Y PRAXIS INVESTIGATIVA, Volumen 4 - No. 2, Julio - Diciembre 2009Centro de Investigación y Desarrollo • CID / Fundación Universitaria de Área Andina

Inmunoglobulinas G de gallina (IgY)

La cadena pesada de las IgY (Cadena H o ypsilon (ε) posee un dominio variable (V) y cuatro dominios constantes a diferencia de la cadena pesada de las IgG que consta de sólo 3 dominios constantes. Los anticuerpos de gallina, al igual que las inmunoglobu-linas de mamíferos presentan una forma incompleta de aproximadamente 120 kDa (5.7 s). Esta molécula es el equivalente estructural de los fragmentos F(ab) y se ha sugerido llamarlos IgY(∆Fc), mientras que los homólogos de los fragmentos F(ab´)2 se cono-cen como IgY(∆Fc). Las inmunoglobulinas Y pueden coexistir en su forma completa y en la forma trun-ca dentro de un mismo individuo, como en algunos grupos de tortugas (Pseudamys spp.) (Leslie & Clem, 1972) y algunos anseriformes o puede presentarse solo un tipo de forma, como las gallinas que generan la forma completa y algunos grupos de anfibios, rep-tiles y tortugas que producen exclusivamente la forma reducida (Warr et al., 1995).

Estudios comparativos entre las IgG de mamíferos y las IgY han encontrado que los dominios Gγ2 y Gγ3 de las IgG se encuentran cercanamente rela-

cionadas con los dominios Cν3 y Cν4 mientras que el equivalente del dominio Cν2 está ausente, lo que hace pensar que probablemente se transformó en lo que ahora es la región de bisagra de las IgG (Fig. 1) (Magor, Higgins, Middleton & Warr, 1994). Esta re-gión de bisagra es exclusiva de las IgG y les confiere su flexibilidad, mientras que en las IgY al no poseer esta región su flexibilidad se ve bastante reducida. En el caso de las IgY se encuentran entre los dominios Cν1-Cν2 y Cν3-Cν4 residuos de glicina y prolina que tienen la potencialidad de conferir flexibilidad aunque muy limitada, lo cual trae implicaciones relevantes en sus propiedades funcionales. Tanto las IgY como los IgY(∆Fc) poseen dos sitios de unión a antígeno y en principio son capaces de aglutinar o precipitar antí-genos multivalentes, pero bajo condiciones especiales como altas concentraciones de sales (hasta 10 veces la concentración de sales del suero sanguíneo). Estas condiciones favorecen los efectos de aglutinación y precipitación que a fuerza iónica baja no ocurren, tal vez por la cercanía y poca flexibilidad de las sitios de unión del anticuerpo, generando un impedimento que imposibilita la interacción con dos epítopes en moléculas diferentes (Warr et al., 1995).

Figura 1. Estructura de una IgG representativa de mamíferos y una IgY en su forma completa y truncada (Tomado de Warr et al., 1995).

ν1

ν2

γ1γ2 γ3

ν1

ν2 ν3 ν4

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Las aves han sido un modelo útil en investigación bá-sica en inmunología. De hecho, el término linfocitos B se generó al conocerse que el sitio donde maduran estas células es la Bursa de Fabricius, presente única-mente en las aves. Además, el sistema inmune de los mamíferos y de las aves tiene muchas similitudes fun-cionales (Vainio & Imhof, 1995; Funk & Thompson, 1996). Las aves tienen un buen desarrollo del sistema inmune tanto humoral como celular y normalmente tienen grandes concentraciones de anticuerpos en el suero y aún más en la yema del huevo (Farrely, Bran-ton & Wanke, 1992; Schmidt et al., 1993).

Propiedades de las IgY

Las IgY de gallina tienen algunas características fisi-coquímicas que las diferencian de las IgG de mamí-fero. No se unen a la proteína A de Staphylococcus aureus (Kronvall, Seal, Finstad & Williams, 1970), no se unen a la proteína G de Streptococcus spp. ni tampoco a receptores Fc de mamíferos (Larsson, Balöw, Lindahl & Forsberg, 1993). Sólo se ha en-contrado en Streptococcus suis el caso de un tipo de proteína capaz de reconocer IgG de distintos tipos de animales, incluyendo las IgY de gallinas (Benkirane, Gottschalk, Jacques & Dubreuil, 1998). En el caso de IgY de pato se ha encontrado que son capaces de unirse a la proteína A de S. aureus y débilmente a la proteína G de Streptococcus spp., por lo que han sido empleadas columnas de Sepharosa-A CL-4B para su purificación (Higgins, Cromie, Liu, Magor & Warr, 1995).

Tampoco interactúan con factores reumatoideos (RF). El factor reumatoideo es un auto-anticuerpo que reacciona con la región constante (Fc) de las inmuno-globulinas G, A o M de mamíferos. La enfermedad usualmente asociada en humanos al RF es la artritis reumatoidea (RA), aunque este anticuerpo también se encuentra presente en el plasma de pacientes con diferentes tipos de enfermedades. Los ensayos más usados para detectar el RF son las pruebas de agluti-nación en el que el RF reacciona con dos (o más en el caso de RF anti-IgM) diferentes anticuerpos causando aglutinación. Este mismo tipo de reacción puede ocu-rrir en ensayos de ELISA tipo sándwich, en el que el anticuerpo de captura que reconoce el antígeno de interés responde positivamente con el anticuerpo de detección en ausencia del antígeno dando como re-sultado un falso positivo, debido a la interacción que ocurre entre anticuerpo de captura – RF - anticuerpo de detección al momento de aplicar la muestra de suero en la que se encuentra el antígeno que se está

estudiando. Para evitar este tipo de interferencias se han empleado fragmentos Fab (anticuerpos que no poseen la región constante) de anticuerpos de mamí-fero y anticuerpos de gallina ya que estos últimos no presentan reactividad cruzada con el RF debido a las diferencias estructurales entre las IgG de mamíferos y las IgY de gallina (Larsson, Karlsson-Parra & Sjöquist, 1991). Este tipo de interferencia por consiguiente es capaz de afectar otros tipos de inmunoensayos (Lars-son & Sjöquist, 1988).

Otro problema que se tiene en inmunoensayos al em-plear IgG de mamíferos es la activación del sistema de complemento. Cuando se toma plasma humano normal y se adiciona en un ensayo de ELISA en el que se han fijado IgG de humano, el sistema de com-plemento de las muestras es activado y los compo-nentes del complemento se unen a los anticuerpos, principalmente hacia la región variable del anticuer-po (Fab) lo que puede afectar la región de unión al antígeno. Se ha propuesto entonces que la unión de proteínas del sistema de complemento en la región Fab del anticuerpo conduce a una reducción en la valencia efectiva de éste, por lo que la activación del complemento puede inhibir la unión del anticuerpo con el antígeno. Esta activación varía entre especies de mamíferos pero no ocurre cuando se emplean in-munoglobulinas de gallina (Larsson, Wejåker, Fors-berg & Lindahl, 1992).

Las IgY tienden a asociarse en soluciones de NaCl 1.5 M para dar agregados con coeficientes de sedi-mentación 14 S que al parecer corresponden a trí-meros. Este tipo de agregación se debe al parecer por cambios estructurales que afectan su grado de hidrofobicidad (Hersh & Benedict, 1966). El peso molecular del anticuerpo sin reducir tiene un valor de 180 kDa, con pesos para la cadena pesada y liviana de 67.5 kDa y 22.0 kDa respectivamente, determi-nado por equilibrio de sedimentación. El conteni-do de carbohidratos es de aproximadamente 2.2% (Leslie & Clem, 1969) un tanto mayor al porcentaje de glicosilación en las IgG (1.1%). Estos valores de peso molecular han sido determinados también por espectrometría de masas (MALDI-TOFMS) con valo-res para el anticuerpo, la cadena pesada y la cadena liviana de 167.2 kDa, 65.1 kDa, y 18.6 kDa respec-tivamente (Sun, Mo, Ji & Liu, 2001). Además de las diferencias en peso molecular y contenido de carbo-hidratos, se ha reportado que las IgY presentan un carácter más hidrofóbico que las IgG de mamíferos y un rango de pH para el punto isoeléctrico (pI) más ácido (6.7 ± 0.9) que el reportado para las IgG (7.3 ±

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1.2) (Dávalos-Pantoja, Ortega-Vinuesa, Bastos-Gon-záles & Hidalgo-Álvarez, 2000, 2001). Los rangos de pI para los fragmentos IgY(∆Fc) y Fc son 7.0-9.5 y 5.5-6.0 respectivamente (Cheung, Thomas & Rylatt, 2003). En otros trabajos se han encontrado rangos de pI para las IgY de 6.0-8.5 (Cheung et al., 2003) y 6.5-7.5 (Gee, Bate, Thomas & Rylatt, 2003). Los anticuerpos de gallina son poco estables a pH bajos (pH 2-3) por tiempos prolongados (más de dos horas) y su actividad puede verse afectada al ser liofilizados (Li-Chan, 2000).

Zhang (2003) presenta un resumen general de las propiedades de las inmunoglobulinas Y comparado con la las inmunoglobulinas G de mamíferos.

Aplicaciones de las IgY

Las IgY tienen aplicación potencial en medicina pre-ventiva (por ejemplo, contra infecciones gastrointes-tinales) lo cual puede incrementar su uso. También se han aplicado en estudios biológicos, como suple-mento alimenticio, etc. Tienen un gran campo en la extracción y purificación de compuestos bioacti-vos o patógenos y en inmunoensayos, gracias a su gran especificidad. Recientemente se han empleado como una herramienta biológica en terapias contra el cáncer y como una herramienta bioquímica para la caracterización de proteínas (Song, Yu, Bai, Hester & Kim, 1985; Sunwoo et al., 2000) e inmunohisto-

química (Schmidt et al., 1993). Además, se han pro-ducido IgY contra diferentes tipos de antígenos en múltiples aplicaciones. (Narat, 2003), entre ellos en antígeno Tn presente en células cancerígenas (Vega, Murcia & Pérez, 2009).

Extracción y purificación de IgY

Diferentes métodos se han aplicado para la extrac-ción de las IgY de la yema, ya que aproximadamen-te el 50% del material de la yema no es acuoso y puede interferir en ensayos posteriores (Jensenius & Koch 1997). Dentro de los métodos utilizados se en-cuentran delipidación con PEG 6000 (Polson & Von Wechmar, 1980; Carrol & Stollar, 1983; Gassmann et al., 1990; Jensenius & Koch, 1997), sulfato de dextrano (Jensenius et al., 1981), dilución con agua (Akita & Nakai, 1992, 1993; Almeida et al., 2003), solventes orgánicos como cloroformo (Ntakarutima-na, Demedts, Van Sande & Scharpé, 1992; Shin, Choi, Kim, Hur & Yoo, 2002), 2-propanol y ace-tona (Bade & Stegemann, 1984), alginato de sodio (Hatta, Sim & Nakai, 1988) y el método - carragee-nan (Hatta, Kim & Yamamoto, 1990; Shin, Roe & Kim, 2004) con cantidades de proteína que varían ampliamente (Tabla 2) debido a las diferentes meto-dologías empleadas tanto para la extracción, purifi-cación y cuantificación de proteína (Sunwoo, Lee, Menninen, Suresh & Sim 2002).

Tabla 2. Comparación entre diferentes métodos de extracción de IgY presentando sus respec-tivos rendimientos.

Autor Fracción MétodoCantidad proteína

(mg x yema)

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Además de los métodos cromatográficos clásicos uti-lizados para la fragmentación de extractos proteicos, se ha evaluado un nuevo tipo de interacción descu-bierto por Porath, Malsano y Belew (1985) conocido como cromatografía de interacción tiofílica (TIC) en el que se activan soportes con DVS (divinilsulfona). Estos tipos de ligandos basados en la activación del soporte con DVS pueden variar ampliamente, pero aquellos que contienen grupos con azufre parecen presentar mayor especificidad por la retención de anticuerpos. Se ha encontrado igualmente que la re-tención de anticuerpos por cromatografía tiofílica es aplicable en la purificación de anticuerpos de diferen-tes especies como ratón, rata, cabra, bovinos y galli-nas. Solo se encuentran diferencias en la afinidad de las distintas clases de anticuerpos, como en el caso del humano en que las IgG e IgA tienen una bue-na adsorción mientras las IgM se retienen en menor proporción (Schwarz, Hohen & Wilcheck, 1995). Se ha propuesto que el mecanismo de retención de los anticuerpos a este soporte se debe a un complejo “donor-aceptor” de electrones entre regiones ricas y deficientes de electrones en zonas hidrofóbicas ha-cia el interior de la proteína y el grupo tioéter como “donor” y el grupo sulfona como aceptor del ligando, donde al parecer el ligando no cumple un papel tan importante como el grupo sulfona de la DVS (Be-lew, Juntti, Larsson & Porath, 1987; Scoble & Sco-pes, 1997). Barroso, Murcia, Vega & Pérez, (2005) compararon algunos métodos de purificación donde encontraron que la cromatografía tiofílica era muy efectiva respecto a otros métodos.

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Impacto de las bacteriocinas, importancia como preservantes en la industria de

alimentos

Impact of bacteriocins and their relevance as preservatives in the food industry

Isabelle Camargo Peralta1, Sandra Gómez Bertel2, Vivian Salazar Montoya3

1 Especialista en Gerencia Financiera. Universidad Gran Colombia, Colombia, Fundación Universitaria del Área Andina, Coordinadora Tecnología de Alimentos, [email protected]

2 Microbióloga Industrial. Pontificia Universidad Javeriana. Colombia, Microbióloga Ciencias Básicas, Fundación Universitaria del Área Andina, [email protected]

3 Ms.C. en Ciencias Biológicas. Universidad de los Andes, Colombia, Docente Microbiología Ciencias Básicas, Fundación Universitaria del Área Andina, [email protected]

Resumen

La incorporación a la dieta alimentaria de productos que no presenten efectos colaterales negativos, es una necesidad cada vez más esencial en la industria alimentaria. La producción e investigación en productos “naturales” se ha incrementado en un 80% en las últimas dos décadas. Actualmente, la introducción de cultivos probióticos para el mejoramiento de la flora intestinal ha sido una característica adicional en productos lácteos. Una característica fundamental de estos productos alimentarios sanos, es la presencia de bacterias que se desarrollan en cultivos probióticos, estos son vitales por la producción de compuestos biológicamente activos conocidos como Bacteriocinas. Estas sustancias son péptidos antimicrobianos derivados del metabolismo primario y/o secundario de estos microorganismos benéficos a la salud humana.

Palabras clave: Bacteriocinas, Conservación natural, Lactobacillus spp, probioticos, Alimentos funcionales.

Abstract

The inclusion in the diet of products free of negative side effects is increasingly a vital need in the food industry. Production and research in natural products has increased by 80% in the last two decades. Currently, the addition of probiotic cultures in dairy products has been an additional feature to improve the intestinal flora. A key feature of these healthy food products is the presence of bacteria growing in probiotic cultures, which produce biologically active compounds known as bacteriocins. These compounds work as antimicrobial peptides, derived from primary and/or secondary metabolism of the microorganisms beneficial to the human health. Key words: Bacteriocins, natural conservation, Lactobacillus spp, probiotics, functional foods.

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Isabelle Camargo Peralta, Sandra Gómez Bertel, Vivian Salazar Montoya28

INTRODUCCIÓN

La alimentación diaria basada en el consumo balan-ceado de calorías es una de las estrategias más impor-tantes para la prevención de enfermedades crónicas y agudas, y estrategia “innata” de supervivencia. Según la definición dada por la FAO (2009) alimento es todo producto natural o artificial, elaborado o no, que ingerido aporta al organismo humano los nutrientes y la energía necesarios para el desarrollo de los proce-sos biológicos; encierra en sí misma la importancia del consumo de estos en todo proceso vital.

Así mismo, esta Organización destaca de manera negativa la inadecuada distribución y carencia de unos 2.000 millones de personas al acceso de ali-mentos seguros y nutritivos que son inevitables para mantener una vida sana y activa (Hinrichsen, 1997). Algunos datos estadísticos indican de manera con-tundente de donde proviene esta alarmante cifra de inseguridad alimentaria. Dicha aseveración, se basa que en los últimos 20 años la producción de alimen-tos de muchos países ha sido menor que el creci-miento de la población, especialmente en el Conti-nente Africano donde se registró una reducción en la producción de alimentos por persona, en 31 de los 46 países africanos reportados (Hinrichsen, Robey, 2000). Para América Latina el panorama global de insatisfacción alimentaria esta dado por niveles muy altos de malnutrición, enmarcados en un continente donde abundan los recursos naturales y en el cual en algunas ocasiones se realizan importaciones de alimentos básicos de la canasta familiar, que podrían ser cultivados y generados de manera autosostenible por los países latinoamericanos.

En efecto, varios países son conocidos por ser gran-des productores agroalimentarios (como Brasil, Co-lombia o Argentina); pero al estudiar la proporción de exportaciones agroalimentarias sobre el total de las ventas al exterior, aparecen en los primeros lu-gares, países como Paraguay donde el 50% de sus exportaciones son agroalimentos; seguido por Nica-ragua (49,5 %) y Argentina (40 %) en los años 2000-2004. Por tal razón se deben investigar respuestas alternativas que estén encaminadas a un adecuado uso, distribución y asimilación de todos los beneficios de los alimentos. Un camino de solución dado a estos desbalances entre alimentos, nutrición y producción debe estar diseñado en abordar una estrategia am-plia de seguridad alimentaria y de bienestar social. En el caso de América Latina se deben dar cambios pro-fundos, para transformar la actual estrategia agroex-portadora y la calidad de los alimentos distribuidos

que sean capaces de reducir la mala nutrición y de manera directa la pobreza (Gudynas, 2007).

Alimentos Funcionales

Dado el panorama actual, en las últimas décadas se han desarrollado nuevos conceptos acerca de alimen-tos “saludables o funcionales” como un grupo en el cual se encierran múltiples alimentos que dan ca-racterísticas nutricionales adicionales para el mejora-miento de la calidad de vida. De igual manera se han desarrollado tecnologías enfocadas al mantenimiento y conservación de los alimentos de manera “natural”, con el fin de encontrar productos con mayor vida útil y a la vez ofrecer al consumidor alimentos con mínimo procesamiento, para un adecuado aprove-chamiento nutricional.

Dentro de algunos de estos tratamientos y cualidades adicionales de los alimentos se destacan la utilización de bacteriocinas sustancias naturales derivadas de microorganismos del género Lactobacillus spp, es-tas son empleadas como bioconservantes de la flora normal de los alimentos, controlando y aumentando de esta manera su vida útil y características biológicas (Cheftel, 1995). De igual manera, otra característica adicional de esas sustancias está encaminada en fa-vorecer el crecimiento de microorganismos naturales y limitar el crecimiento de otros organismos patóge-nos que pueden estar presentes en algunos alimen-tos, y que podrían desarrollar secuencias negativas en la producción y almacenamiento de los alimentos (Fernández, 2000).

Bacteriocinas

Las bacteriocinas son compuestos proteínicos biológicamente activos, producto del metabolismo primario y/o secundario, que tienen la capacidad de ser bactericidas o bacteriostáticos frente a microorganismos sensibles de la misma especie o estrechamente relacionados. Las bacteriocinas son compuestos sintetizados ribosomalmente producidos por bacterias con el fin de inhibir el crecimiento de otras bacterias. Estas pueden ser miradas como antibióticos, pero difieren de estos de diferentes formas: Las bacteriocinas son sintetizadas ribosomalmente, las células productoras son inmunes a estas, su estructura polipeptídica de mayor peso molecular, tienen un modo de acción diferente y tienen un espectro de acción menor por lo que solo tienen la capacidad de inhibir bacterias estrechamente relacionadas a la cepa productora (Fernández, 2000).

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Impacto de las bacteriocinas, importancia como preservantes en la industria de alimentos 29

En la naturaleza existe una gran diversidad de bacterias productoras de bacteriocinas aunque han sido muy poco estudiadas. Debido a esto, la purificación de estos productos del metabolismo, está directamente relacionada con el tipo de cepa o cepas productoras así como los factores de crecimiento y la cantidad de cultivo a ser utilizado, sin embargo, la producción se puede ver favorecida controlando parámetros como temperatura, pH, tiempo de incubación y la composición del medio de cultivo (Ogunbanwo, Sanni, & Onilude, 2003).

Uno de los grupos bacterianos mayormente estudiado es el de las bacterias acido lácticas (BAL), grupo diverso filogenéticamente de bacterias Gram positivas caracterizado por tener algunos rasgos morfológicos, metabólicos y fisiológicos en común. Las bacteriocinas producidas por bacterias ácido lácticas pueden ser divididas en tres clases: I. antibióticos, II. Péptidos pequeños estables a altas temperaturas y III. Proteínas inestables a altas temperaturas.

Muchas bacteriocinas actúan en células sensibles, desestabilizan y permeabilizan la membrana citoplasmática por medio de la formación de poros transitorios o canales iónicos que causan la disrupción o reducción de la fuerza motriz de la célula debido a la interacción con polímeros aniónicos que constituyen la pared celular. Los principales componentes químicos de las bacterioncinas son aminoácidos cargados positivamente como arginina y glicina que pueden interactuar con las membranas celulares de bacterias o células facilitadoras (Ogunbanwo, Sanni, & Onilude, 2003).

La actividad antibacteriana para la producción de las bacteriocina se incrementa en la fase logarítmica temprana y la fase estacionaria por lo que a la hora de aplicar las bacteriocinas a un alimento a partir de un cultivo iniciador o para su purificación, es importante considerar que las etapas de velocidad máxima de producción de la bacteriocina es la fase logarítmica, con el fin de aumentar la efectividad del proceso de acción de estos compuestos ante microorganismos de deterioro o patógenos importantes. Las bacterias productoras de bacteriocinas se autoprotegen de la toxicidad de estos compuestos mediante la expresión de una proteína de inmunidad específica codificada normalmente en el mismo operón de la bacteriocina, todo esto regulado por un sistema de transducción de señal de tres componentes (Cintas, L..M., Casaus, M.P., Herranz, C., Nes, I.F. & Hernández, P.E. 2000).

Así, la bacteria puede seguir reproduciéndose y liberando más compuestos biopreservantes en el alimento, lo cual da estabilidad al producto y prolonga los periodos de vida útil del producto. La principal causa del efecto antimicrobiano de las bacterias es debido a la producción de ácidos orgánicos que provocan una reducción del pH y producción de otros compuestos antimicrobianos como las bacteriocinas. Esto evidencia la necesidad de realizar investigaciones sobre la acción y la mejor mezcla de bacteriocinas, con el mayor espectro de acción posible tanto a nivel de variedad de microorganismos como a nivel de tipos de productos alimenticios (Grande, Lucas, Abriouel, Valdivia, Omar, Maqueda, Martinez Bueno & Martinez Cañamero, 2006).

La membrana externa de las bacterias Gram-Negativas, contiene lipolisacáridos y no fosfolípidos, que actúan como una barrera permeable contra macromoléculas y solutos hidrofóbicos como las bacteriocinas (Rojas & Vargas, 2008), esto las hace más resistentes y tiende a que los investigadores manifiesten que las bacteriocinas ejercen su acción ante bacterias Gram-Positivas. La actividad de las bacteriocinas en alimentos está altamente influenciada por diferentes factores como composición de los alimentos, interacción con los componentes, estabilidad de la bacteriocina, pH y temperatura de almacenamiento (Grande, Lucas, Abriouel, Valdivia, Omar, Maqueda, Martinez Bueno & Martinez Cañamero, 2006), por ello es muy importante identificar la bacteriocina que realmente puede ejercer un efecto conservante en un alimento y las condiciones bajo las cuales puede tener actividad antimicrobiana.

Sin embargo, se han encontrado estudios sobre el espectro de acción de Lactobacillus plantarum BS que puede actuar ante bacterias Gram-Negativas. Esto permite considerar la acción de las bacteriocinas ante un espectro más grande de microorganismos de deterioro presente en la industria alimentaria (Rojas & Vargas, 2008).

Importancia del Uso de Bactericinas en Alimentos

La nueva generación de productos mínimamente procesados al vacío y empacados en atmósferas mo-dificadas MAP (Modified Atmosphere Packed) está ganando popularidad, en diferentes sectores del mer-cado alimentario. Estos productos pueden ser refor-mulados o rediseñados asegurando el crecimiento de cepas Lactobacillus spp. productoras de bacterio-

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cinas. Una de las características mas importantes de aumentar el estudio en péptidos antimicrobianos es que el uso de estos, con modificaciones sintéticas los hacen más estables e inclusive, de 10 a 1000 veces más potente, debido a la ausencia de contaminantes como las proteasas; sin embargo, algunas pierden actividad después de meses de almacenamiento (Ro-jas & Vargas, 2008). Su purificación es relativamen-te fácil, y resulta en algunas bacteriocinas con más de 90% de pureza. Esta es una alternativa ante la purificación de la bacteriocina producida por la bac-teria, lo cual requiere de mucho tiempo debido a la baja cantidad producida por el microorganismo. La bacteriocina más conocida del grupo I es la nisina, producida por especies de Lactococcus lactis lactis, la cual tiene un amplio espectro de actividad antimicro-biana hacia las bacterias Gram - Positivas, incluyen-do Staphilococcus aureus y Listeria monocytogenes. Esta bacteriocina previene la esporulación y células vegetativas de Bacillus spp y Clostridium spp. Su apli-cación ha sido muy estudiada y ya ha sido aceptada como preservante ante FDA – Codex Alimentarius (Grande, Abriouel, Ben- Omar, Maqueda, Martinez-Bueno, Martínez, Valdivia & Galvez, 2005).

Un amplio rango de bacteriocinas producidas por bacterias ácido lácticas (LAB por sus siglas en inglés) han sido investigadas intensamente permitiendo su caracterización química detallada (Joerger, 2002). Debido a que las LAB han sido usadas por siglos para comidas fermentadas, ellas son generalmente consi-deradas como seguras por la FDA (Food and drug administration) de US. Esto permite su uso en la fer-mentación de alimentos sin una aprobación adicio-nal. La nisina fue la primer bacteriocina en ser aislada y aprobada para ser usada en alimentos específica-mente para prevenir el brote de esporas de Clostri-dium botulinum en quesos distribuidos en Inglaterra. El uso de nisina tiene una larga historia y actualmente es usada como preservativo seguro de comida en al-rededor de 48 países diferentes siendo aprobada por la FDA en 1988 (Roos, Galvin, McAuliffe, Morgan, Ryan, Twommey, Meaney y Hill, 1999). La atención de los investigadores de bacteriocinas se enfocó en la bacteria Lysteria monocytogenes, agente causal de listeriosis, debido a que la frecuencia de brotes de esta infección aumentó combinada con la resistencia natural del agente causal.

Además el estudio de esta bacteria fue interesante debido a su capacidad de crecer a temperaturas cer-canas a la refrigeración que se utilizan para la preser-vación tradicional de comida. Esto condujo al aisla-

miento de un gran número de bacteriocinas de clase IIa, las cuales son altamente activas contra L. mono-cytogenes (Chung, Dickson & Creouse, 1989). Las bacteriocinas también han sido usadas en carne cura-da, leche, queso y pasta de soya (Ennahar, Sashiha-ra, Sonomoto & Ishizaki. 2000). Se ha desarrollado gelatina de pediodicina, una bacteriocina de clase IIa hecha por bacterias productoras de ácido láctico, que protegen a los hot-dogs de la contaminación bacte-riana. Una cepa productora de pediodicina también ha sido adicionada a embutidos y se ha encontrado una reducción del número de bacterias unas 10.000 veces respecto al número en embutidos no tratados. Además la pediodicina activa fue encontrada en los embutidos dos meses después de la refrigeración. Otro ejemplo de una bacteriocina que podría usarse en la industria alimenticia es la piscicolina, una bac-teriocina de otra bacteria productora de ácido láctico (Fimland, Blingsmo, Sletten, Jung, Nes & Nisen-Meyer, 1996). La piscicolina ya ha sido patentada y pronto será usada en productos de carne y para lavar ensaladas verdes (Fimland, Blingsmo, Sletten, Jung, Nes & Nisen-Meyer, 1996).

Una preocupación acerca del uso de bacteriocinas para la preservación de comida es la selección de ce-pas resistentes. Estudios con LAB han mostrado la generación de cepas resistentes a la actividad de bac-teriocinas después de haber expuesto la cepa sensible a 25 ciclos de crecimiento sucesivo en presencia de la bacteriocina (Riley & Wertz. 2002). El tratamiento con una combinación de bacteriocinas, por ejemplo nisina y bacteriocina de clase IIa podrían reducir teó-ricamente la incidencia de resistencia (Raloff, 1998) (Dykes, & Hastings. 1998). Un problema adicional es si la resistencia a una clase de bacteriocina LAB puede resultar en una resistencia cruzada con otra clase de bacteriocina (Bouttefroy & Milliere, 2000). Sin embargo, la naturaleza química muy diversa de las bacteriocinas propone modos de acción diferen-tes, lo que conduce a pensar que una resistencia cru-zada es más difícil de obtener. No obstante, ha sido reportada una resistencia cruzada entre diferentes bacteriocinas dentro de la clase IIa (Vignolo, Palacios, Farias, Sesma & Schillinger, 2000). Las investigacio-nes en péptidos antimicrobianos derivados de múlti-ples organismos es un campo de acción enorme y sus usos en diferentes campos de acción es ilimitado. Así mismo las diferencias filogenéticas que se pueden encontrar entre especies relacionadas indican un alto índice de oportunidad en la producción de nuevas sustancias con cualidades conservantes.

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Impacto de las bacteriocinas, importancia como preservantes en la industria de alimentos 31

AGRADECIMIENTOS

Financiación de la Fundación del área Andina para la realización práctica de la investigación “Aislamiento y caracterización de Lactobacillus spp productores de Bacteriocinas, derivados de alimentos fermenta-bles”.

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Papel del gato doméstico (felis catus) en la transmisión de leishmania spp.

Role of the domestic cat (Felis catus) on the transmisión of Leishmania spp.

Myriam Janeth Salazar Terreros 1, Jaime Alberto Díaz Galvis2

Resumen

La leishmaniasis en sus diversas manifestaciones clínicas (cutánea, mucocutánea, difusa y visceral) es una enfermedad que pone en riesgo a más de 350 millones de personas en 88 países del mundo, principalmente en áreas tropicales y subtropicales, y para la cual aún no existe una vacuna disponible y los tratamientos disponibles son largos, tóxicos y costosos. Hasta ahora se ha considerado que el gato doméstico (Felis catus) es un hospedero accidental de los parásitos de Leishmania; sin embargo, los recientes hallazgos clínicos y epidemiológicos sugieren que este vertebrado podría tener un papel más activo en el mantenimiento de la transmisión en áreas endémicas para esta enfermedad.

Palabras clave: Leishmaniasis, Leishmaniasis felina, Felis catus, seroprevalencia, reservorio, diagnóstico.

Abstract

Leishmaniasis is a complex disease that presents different clinic symptoms (cutaneous, mucocutaneous, diffuse and visceral) and affects more than 350 millions of people in 88 countries, mainly in tropical and subtropical regions. There is no vaccine for leishmaniasis and available treatments are prolonged, toxic and expensive. Until recent years, the domestic cat (Felis catus) had been considered as an accidental host for Leishmania parasites; however, clinic and epidemiological findings suggest that this species could participate more actively in the maintenance of leishmaniasis transmission in endemic zones.

Key words: Leishmaniasis, feline leishmaniasis, Felis catus, seroprevalence, host reservoir, diagnosis.

1 Bióloga de la Universidad Nacional de Colombia, Magister en Microbiología de la Universidad Nacional de Colombia, División de Ciencias Básicas. Fundación Universitaria del Área Andina, [email protected].

2 Licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Universidad de Pamplona (Norte de Santander), Magister en Biología Molecular y Biotecnología de la Universidad de Pamplona (Norte de Santander), División de Ciencias Básicas,Fundación Universitaria del Área Andina, [email protected].

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INTRODUCCIÓN

Los parásitos del género Leishmania Ross 1903 pertenecen a la familia Trypanosomatidae, orden Kinetoplastida. Todos los miembros del género son parásitos intracelulares obligados de vertebrados y se estima que alrededor de 20 especies pueden infectar a los seres humanos. Los parásitos son transmitidos a sus hospederos vertebrados a través de la picadura de insectos dípteros pertenecientes aproximadamente a 30 especies de la subfamilia Phlebotominae (Sacks & Kamhawi, 2001).

Actualmente, 350 millones de personas en 88 países de África, Asia, América y el sur de Europa viven en áreas con riesgo de transmisión; se estima que 12 millones de personas están infectadas por alguna de las especies del parásito y se registran anualmente 2 millones de casos nuevos (World Health Organiza-tion, WHO, 2009). En los últimos años se ha repor-tado un aumento en el número de regiones con casos de leishmaniasis, hecho que se asocia con factores de riesgo tales como desnutrición, migraciones, des-plazamientos forzados, urbanización descontrolada (WHO, 2009) y coinfección con VIH (Human Immu-nodeficency Virus) (WHO, 2009). Sin embargo, se cree que el subregistro es considerable (WHO, 2009).

La leishmaniasis son un grupo de enfermedades que presentan una gran diversidad de manifestaciones clí-nicas que difieren tanto en severidad como en los sín-tomas producidos. La diversidad de patologías, que varían desde úlceras cutáneas focalizadas (leishmania-sis cutánea) hasta lesiones en mucosas (leishmania-sis mucocutánea) y órganos internos (leishmaniasis visceral y leishmaniasis dérmica post-kala-azar), está determinada tanto por la especie de Leishmania que causa la infección como por factores propios del hos-pedero que se asocian principalmente a la respuesta inmune (Beverley, 2003).

Cuando la hembra del insecto vector se alimenta de sangre infectada ingiere células con amastigotes (for-ma intracelular del parásito, sin flagelo); si se trata de un vector competente, los amastigotes liberados en el intestino del insecto se desarrollan y cambian a la forma promastigote (forma extracelular, flagelada). Los promastigotes infectantes migran a las glándulas salivares del insecto, desde donde son inyectados en el torrente sanguíneo de un vertebrado cuando el in-secto se alimenta. Si el vertebrado es un hospedero susceptible, los promastigotes internalizados por cé-lulas fagocíticas profesionales circulantes pierden el flagelo, pasando a convertirse en amastigotes, forma de reproducción asexual en el hospedero vertebrado.

Eventualmente, la célula hospedera se rompe y los amastigotes son capaces de invadir e infectar nuevas células (Banuls, Hide, & Prugnolle, 2007; Chappuis et al., 2007; Lipoldova & Demant, 2006).

La mayor diversidad de especies de insectos flebóto-mos vectores de Leishmania se concentra en Sura-mérica, donde predominan las especies del género Lutzomyia, (Sacks & Kamhawi, 2001). Estos vecto-res pueden adquirir el parásito al ingerir sangre de diferentes reservorios infectados, los cuales contribu-yen al mantenimiento del ciclo de transmisión. Entre los principales reservorios para diferentes especies de Leishmania se cuentan los marsupiales como la zari-güeya (Didelphis marsupialis) (Corredor, et al., 1989; Corredor, et al., 1989; Travi et al., 1994), los osos perezosos (género Choloepus spp.), y el zorro (Cer-docyon thous) (Travi, Montoya-Lerma, & Alexander, 1994) y diferentes especies de roedores. El perro doméstico (Canis lupus familiaris) es el principal re-servorio del ambiente peridoméstico para la leishma-niasis visceral, zoonosis causada por L. infantum. Al parecer, el ser humano también puede jugar un papel de reservorio para este parásito (Costa et al., 2000; Costa et al., 2002).

Leishmaniasis Felina

La infección por Leishmania en gatos (Felis catus Linnaeus), 1758) es un fenómeno poco común. La primera descripción de leishmaniasis en los gatos se remonta a 1912, en Argelia (Sergent, Sergent, Lombard & Quilichini, 1912; Solano-Gallego et al., 2007). Desde entonces se han reportado alrededor de 50 casos de infección natural de gatos domésticos con alguna de las especies del parásito. Sin embargo, en los últimos años la frecuencia de casos reportados se ha incrementado, probablemente por el aumento en la incidencia global de la infección por Leishma-nia, y un mayor número de personas que tienen ga-tos como mascotas, lo que genera más consultas y cuidados veterinarios, facilitando el diagnóstico de la enfermedad (Simoes-Mattos et al., 2005).

Epidemiología

Los casos de leishmaniasis felina se han registra-do principalmente en países de la costa mediterrá-nea como Portugal (CostaDurao, Rebelo, Peleteiro, Correia & Simoes, 1994), España (Hervas et al., 2001; Hervas et al., 1999; Martin-Sanchez et al., 2007; Solano-Gallego et al., 2007), Francia (Dunan et al., 1989; Laruelle Malagon & Toga, 1996; Ozon et al., 1998), Italia (Pennisi, Venza, Reale, Vitale, &

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Lo Giudice, 2004; Poli et al., 2002), Arabia Saudi-ta (Morsy et al., 1994) y Argelia (Mancianti, 2004; Sergent et al., 1912); aunque también hay reportes en Venezuela (Bonfante-Garrido, Urdaneta, Urda-neta, & Alvarado, 1991), Brasil (Passos, Lasmar, Gontijo, Fernandes, & Degrave, 1996; Schubach et al., 2004), Estados Unidos (Passos, Lasmar, Gonti-jo, Fernandes, & Degrave, 1996; Schubach et al., 2004), Suiza (Schawalder, 1970) y en algunos países asiáticos como Vietnam (Bergeon, 1927; Mancian-ti, 2004), Irak (Machatie & Mills, 1931; Mancianti, 2004), Israel y Palestina (Nasereddin, Salant, & Ab-deen, 2008).

Casi la totalidad de los reportes se han originado en zonas endémicas para leishmaniasis, aunque hay un caso de leishmaniasis felina por L. infantum en una región del estado de Sao Paulo, Brasil, donde hasta el momento no se habían registrado casos autócto-nos en humanos o en perros (Savani et al., 2004). Sin embargo, solo a partir de las últimas décadas del siglo anterior se han venido caracterizando detallada-mente los hallazgos clínicos, incluyendo la tipificación de la especie de Leishmania causante de la enfer-medad. Las especies que han sido identificadas en los gatos afectados son L. mexicana en Estados Uni-dos (Barnes, Stanley, & Craig, 1993; Craig, Barton, Mercer, Droleskey, & Jones, 1986), L. venezuelensis (Bonfante-Garrido, Urdaneta, Urdaneta, & Alvarado, 1990), L. braziliensis (Passos, Lasmar, Gontijo, Fer-nandes, & Degrave, 1996), L. infantum (Savani et al., 2004) y L. amazonensis (de Souza et al., 2005) en Brasil, y L. infantum en Francia e Italia (Ozon et al., 1998; Poli et al., 2002). Generalmente, la tipifi-cación de las especies se realizó por medio de cultivo del parásito e isoenzimas; a partir de la década de los noventa, empezaron a aparecer tipificaciones por métodos moleculares (Passos, Lasmar, Gontijo, Fer-nandes, & Degrave, 1996; Poli et al., 2002; Savani et al., 2004).

La mayor parte de estudios epidemiológicos en gatos se han llevado a cabo en la región del sur de Europa, principalmente en España e Italia, países en los cua-les L. infantum es la especie de parásito circulante. Los estudios arrojaron seroprevalencias que variaban entre el 0,9% y el 62% en las diferentes poblaciones de gatos estudiadas (Ayllon et al., 2008; Martin-San-chez et al., 2007; Portus et al., 2002; Vita, Santo-ri, Aguzzi, Petrotta, & Luciani, 2005). En el área de Jerusalén en Israel, se encontró una seroprevalencia de 6,7% por ELISA en una muestra de 104 gatos. En este estudio, se encontró una correlación positi-

va entre la altitud y el título de anticuerpos anti - L. infantum en la prueba de ELISA (Enzyme-linked im-munosorbent assay) (Nasereddin, Salant, & Abdeen, 2008).

Diagnóstico

Tradicionalmente, se han utilizado pruebas diagnós-ticas como IFAT (Indirect immunofluorescence anti-body test) y ELISA para detectar la prevalencia de anticuerpos anti-Leishmania en gatos. Estos estudios sugieren que el gato doméstico puede llegar a ser un reservorio para las diferentes especies de los pará-sitos de Leishmania (Ayllon et al., 2008; de Souza et al., 2005; Mancianti, 2004; Maroli et al., 2007; Martin-Sanchez et al., 2007; Passos et al., 1996; Shaw, Birtles, & Day, 2001). En estas investigacio-nes se utilizaron pruebas serológicas para la detec-ción de anticuerpos anti-Leishmania, principalmente contra IgG, inmunocromatografia dipstick de K39 recombinante (rK39) para la detección de la proteína mayor de los amastigotes tisulares de L. infantum y L. donovani y técnicas moleculares que se basan en la detección de ácidos nucleícos por hibridización y am-plificación del ADN, que incluyen RT-PCR (Reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa) para la detección de ARNy PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para la detección de ADN (Ashford et al., 1995; Lachaud, Chabbert et al., 2002; La-chaud, Marchergui-Hammami et al., 2002). Ambas técnicas se basan en la amplificación de regiones conocidas por medio de la utilización de secuencias de oligonucleótidos (cebadores) que se unen de for-ma específica a una región del ADN del parásito que flanquea las regiones de interés. La secuencia blanco es amplificada usando ADN polimerasa estable al ca-lor. Los productos de la PCR pueden ser visualizados con métodos estándar de biología molecular como electroforesis en gel y Southern blotting (Gramiccia, Di Muccio & Marinucci, 2004; Passantino, 2006; Reithinger, Lambson, Barker & Davies, 2000; Roze, 1995; Tabar et al., 2008). Se han desarrollado di-ferentes pruebas de PCR para la detección de ADN de Leishmania a nivel de especímenes clínicos, en las cuales se utilizan variedad de blancos (genes del ARNr, de los minicírculos de ADN del quinetoplasto, o genes del miniexón) (Passantino, 2006; Reithinger & Dujardin, 2007).

En los últimos años se ha reiterado la importancia que tienen las herramientas de biología molecular en el diagnóstico confirmativo de la infección por Leis-hmania, ya que son técnicas que se caracterizan por su alta sensibilidad y especificidad, así como por la

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posibilidad de detección de la presencia del parásito en etapas tempranas de infección (Lachaud, Chab-bert et al., 2002; Lachaud, Marchergui-Hammami et al., 2002; Passantino, 2006; Reithinger & Dujardin, 2007).

Las investigaciones epidemiológicas realizadas en una muestra de 233 gatos en España utilizando IFAT y PCR de regiones conservadas del ADN del quineto-plasto y los minicírculos, mostraron una baja preva-lencia de infección por L. infantum correspondiente al 1,29% según el análisis por IFAT y al 0,43% por PCR; se destaca que muestras de los gatos seronega-tivos arrojaron un resultado positivo con PCR (Ayllon et al., 2008).

Uno de los pocos estudios sobre leishmaniasis felina en los que se utilizó la técnica de xenodiagnóstico de-mostró que el 21% de los flebótomos (Phlebotomus perniciosus) que se alimentaron de gatos infectados desarrollaron la etapa promastigote del parásito. A estos parásitos se les amplificaron las secuencias intra e intergénicas del gen de la proteínasa B de cisteína (cpb), se digirieron con la enzima de restricción HaeIII y se genotipificaron por medio de PCR-RFLP (PCR y Polimorfismo en el tamaño de los fragmentos de res-tricción amplificados) (Minodier, Piarroux, Gambare-lli, Joblet, & Dumon, 1997); el gen cpb codifica para uno de los antígenos característicos de Leishmania. Este ensayo permitió la identificación de L. infantum MON-1, comúnmente relacionada con leishmaniasis visceral en humanos y caninos (Maroli et al., 2007; Poli et al., 2002; Quispe Tintaya et al., 2004). El análisis por electroforesis en gel y tinción con bro-muro de etidio de los productos de la digestión de la secuencia intergénica del gen cpb, mostró una simi-litud entre cuatro fragmentos mayores, dos de ellos con tamaños de 190 y 390 pb que han sido repor-tados en cepas del complejo L. donovani y dos frag-mentos de 615 y 296 pb que son comunes en cepas europeas de L. infantum. Adicionalmente, se pudo establecer por RFLP que la secuencia intragénica del gen cpb, contiene cuatro fragmentos específicos para el complejo de L. donovani (100, 167, 217 y 263 pb); uno de estos fragmentos es común con las cepas europeas de L. infantum (Maroli et al., 2007; Quispe Tintaya et al., 2004).

A pesar de la alta sensibilidad y especificidad de las técnicas moleculares, aún hace falta estandarizar me-todologías para la detección de este parásito en los gatos. En ocasiones, las pruebas serológicas como el ELISA y el IFAT arrojan títulos altos de anticuerpos y las pruebas moleculares son positivas para ADN del

quinetoplasto, pero no es posible el crecimiento del parásito en cultivo. En un estudio realizado a partir de 183 muestras de sangre de gatos en España, se hizo una correlación entre los títulos de anticuerpos contra L. infantum por ELISA y la detección de ADN del quinetoplasto por PCR. Se detectaron 47 casos positivos por ELISA, y la frecuencia de hallazgos positivos por PCR fue similar entre gatos con títu-los altos (11/51, correspondiente al 21,6%) y bajos (36/129, que equivale al 27,9%) (Martin-Sanchez et al., 2007). Estos resultados concuerdan con un estu-dio publicado anteriormente, en el que se demostró que la frecuencia de muestras positivas por PCR para L. braziliensis es similar en gatos con títulos altos y bajos de anticuerpos, determinados mediante mé-todos serológicos convencionales (Simoes-Mattos et al., 2005). Los anteriores hallazgos permiten afirmar que los métodos serológicos por sí solos no son su-ficientes para establecer la presencia de la infección por Leishmania spp. en gatos, especialmente en aquellos que no muestran síntomas de la infección.

Manifestaciones Clínicas

La manifestación clínica más común en los gatos es la leishmaniasis cutánea, que incluye la aparición de le-siones ulcerativas o costrosas en nariz y/u orejas con mayor frecuencia, aunque pueden también aparecer en los labios y párpados; en ocasiones se manifiesta también con alopecia; sin embargo, estos síntomas son inespecíficos y pueden confundirse con otras en-fermedades comunes en los gatos como criptococo-sis o esporotricosis (de Souza et al., 2005; Pennisi et al, 2004; Poli et al., 2002; Schubach et al., 2004). La especie L. infantum, asociada a manifestaciones viscerales en humanos y perros, en los gatos ocasio-na frecuentemente manifestaciones cutánea (Ayllon et al., 2008; Martin-Sanchez et al., 2007) visceral (Martín-Sánchez et. al., 2007; Ayllon et. al., 2008). En un estudio de infección experimental de 13 gatos con L. braziliensis, se evidenció que la mayoría de ellos mostraba una aparente resolución de las lesio-nes cutáneas, sin embargo, este no es un indicativo de la desaparición de la infección, ya que como se observa en humanos y perros, los parásitos pueden persistir en la lesión cicatrizada (Simoes-Mattos et al., 2005). Por otra parte, la leishmaniasis visceral no es común y cuando se presenta, se manifiesta con com-promiso de hígado, bazo, riñones y linfadenopatía (Mancianti, 2004). Se ha tratado también de estable-cer una relación entre la infección por retrovirus feli-nos como los virus de la inmunodeficiencia (FIV) y de la leucemia felinas (FLEV) con la susceptibilidad a la infección y el desarrollo de síntomas (tamaño y evolu-

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Papel del gato doméstico (felis catus) en la transmisión de leishmania spp. 37

ción de las lesiones, diseminación, entre otros), pero hasta el momento no se ha encontrado una relación clara entre estas manifestaciones (Mancianti, 2004).

Papel del gato como reservorio de leishma-nia spp.

A diferencia de otros vertebrados como cabras, vacas y caballos que pueden ser hospederos accidentales de varias especies de Leishmania spp. y de las ovejas que al parecer, son refractarias a la infección experimental, los gatos podrían tener un papel activo en la transmi-sión (Mancianti, 2004). Entre los principales hallazgos que soportan esta hipótesis, están el alto porcentaje de gatos con parasitemia o seropositivos hallado en varios estudios en zonas endémicas, la persistencia de la infección aun después de la aparente curación de las lesiones cutáneas, la preferencia de ciertas especies de flebótomos por alimentarse de la sangre de los gatos (Bongiorno, Habluetzel, Khoury, & Maroli, 2003; De Colmenares et al., 1995; Martin-Sanchez et al., 2007) y la posibilidad de los gatos infectados de transmitir ex-perimentalmente los parásitos a vectores competentes (Maroli et. al., 2007). Sin embargo, otros autores con-sideran que el gato se acomoda mejor a la definición de un hospedero accidental (Ayllon et al., 2008).

Los inconvenientes en la confirmación definitiva del papel epidemiológico del gato en el ciclo de transmi-sión de los parásitos de Leishmania, se debe en parte a la falta de estudios que incluyan xenodiagnósticos y por los bajos títulos de anticuerpos anti-Leishmania que se manifiestan en los gatos, incluso en aquellos con infección activa, lo que dificulta su detección y diagnóstico. Adicionalmente, los datos obtenidos a partir de infecciones experimentales sugieren que la serología no es un buen marcador del curso clínico de la leishmaniasis cutánea felina (Simoes-Mattos et al., 2005). La falta de una prueba diagnóstica que permita la detección temprana de la leishmaniasis en los gatos de áreas endémicas puede conllevar un riesgo poten-cial para la población humana y animal de la zona, ya que el gato podría ser un portador asintomático del parásito y podría estar disponible para los posibles vectores en el área.

CONCLUSIÓN

Hasta el momento, no se ha determinado con clari-dad el papel del gato en la transmisión de los pará-sitos de Leishmania spp. Sin embargo, no hay que descartar la importancia que puede llegar a tener el gato como posible reservorio, ya que el aumento en el registro de casos de leishmaniasis humana, ligado a condiciones tales como los desplazamientos ma-

sivos de población, la alteración de los ecosistemas naturales y el incremento de la coinfección con el virus de la inmunodeficiencia humana, hace posible que este animal entre en contacto con vectores com-petentes, capaces de llevar a cabo la transmisión a humanos, perros y otros reservorios primarios, lo que puede ocasionar el agravamiento de la situación epidemiológica de la leishmaniasis. Por ello, es im-portante la realización de mayor cantidad de estudios epidemiológicos en las áreas endémicas que incluyan la utilización de técnicas moleculares de alta sensibili-dad como PCR convencional y PCR en tiempo real, para identificar y delimitar la situación actual de la leishmaniasis felina, especialmente en países como Colombia, donde no existe ningún antecedente de estudios al respecto.

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Virus de inmunodeficiencia humana y mycobacterium tuberculosis: enemigos

aliadosThe human immunodeficiency virus and mycobacterium

tuberculosis: allied enemies

Diana Lucia Bonilla Escobar, Ph.D.1

1 Postdoctoral Associate, Department of Medicine – Pulmonary Section Baylor College of Medicine. Houston, Texas 77030, [email protected].

Resumen

Pacientes coinfectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Mycobacterium tuberculosis (Mtb) presentan manifestaciones clínicas mas severas y peor pronóstico. Dicha coinfeccion es favorecida por la historia natural de ambas enfermedades. A esto contribuye la interacción adversa entre ambos patógenos: VIH crea un estado de inmunosupresión que favorece el desarrollo de otras infecciones entre ellas tuberculosis (TB), y Mtb aumenta la internalización y replicación viral. La contribución negativa de agentes como citoquinas y receptores celulares, evidencia además el papel del sistema inmune en el desarrollo y la severidad de la coinfección. Esta información además de ser útil para el conocimiento de ambas enfermedades, revela la importancia del manejo clínico y de laboratorio oportuno en pacientes coinfectados, asi como la posibilidad de nuevos blancos de tratamiento y pruebas de seguimiento.Palabras clave: Virus de Inmunodeficiencia Humana, Mycobacterium tuberculosis, SIDA, Tuberculosis, Respuesta Inmune.

Abstract

Patients co-infected with Human Immunodeficiency Virus (HIV) and Mycobacterium tuberculosis (Mtb) have more severe clinical manifestations and poor prognosis. The co-infection is favored by the natural history of both diseases. To this contribute the adverse interaction between the two pathogens: HIV creates a state of immunosuppression that favors the development of other infections, like tuberculosis (TB), and Mtb increases the internalization and viral replication of HIV. Other agents of the immune system like cytokines and cell receptors play a negative role in the development and severity of co-infection of pathogens aforementioned. This paper present useful information to understand both diseases, and underscores the importance of clinical care and suitable laboratory test in coinfected patients, as well as the possibility to explore new targets for treatment and follow-up tests.

Key words: Human Immunodeficiency Virus, Mycobacterium tuberculosis, AIDS, Tuberculosis, Immune Response.

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Diana Lucia Bonilla Escobar42

INTRODUCCIÓN

En 1981, en Estados Unidos, Gottlieb y col. reali-zaron la primera notificación mundial de casos de VIH en pacientes con neumonía por Pneumocystis girovechi carinii. Durante las dos décadas siguientes se han encontrado más de 100 infecciones opor-tunistas asociadas a pacientes con VIH, siendo el pulmón el sitio mas frecuentemente comprometido (Biet, Cadranel, Beldjord, Andrieu & Even, 1991& Sierra-Madero et al., 1994). Tuberculosis (TB) es la infección mas frecuentemente encontrada en perso-nas con VIH, especialmente en países de ingresos bajos y medios. El número de coinfecciones sigue au-mentando dramáticamente, especialmente en países africanos (World Health Organization [WHO], 2002) (Msamanga &Fauzi 1997). En Latinoamérica la si-tuación no es muy diferente. En Argentina, TB es la segunda infección más frecuente en pacientes con SIDA (Peterson, Gekker, Bornemann, Chatterjee & Chao, 1995) y en Cali, Colombia tuberculosis pulmo-nar fue responsable por el 29.6% de las infecciones en pacientes VIH en el 2002 (Vahos, 2002). En Co-lombia se ha estimado que la frecuencia de coinfec-ción es del 8-30% del total de casos de TB (Martinez, Jiménez, Leon, De la Hoz & Guerrero, 1996).

La interacción entre estas dos infecciones es bidirec-cional (Hertoghe et al, 2000). Hay una amplia des-cripción del efecto epidemiológico del VIH en la rein-fección, reactivación y severidad de la TB (Barkes, Bloch, Davidson & Snider, 1991; Feej, Oo, Gaba-yan, Radin & Barnes, 1995). Igualmente, se ha des-crito el efecto de la TB en la morbilidad, mortalidad y rápida progresión a Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en los pacientes infectados con VIH (Ellner, 1997; Mayaud & Cadranel, 1999). VIH genera un estado de inmunosupresión que favorece el rápido desarrollo de otras infecciones, entre ellas tuberculosis (Iseman, 2000; Selwyn, Hartel, Lewis, Schoenbaum & Friedland, 1989) mientras Mtb fa-vorece la diseminación del VIH (Goletti, 1996; Del Amo, Malin, PozniaK & De Cock, 1999).

En esta revisión se recopilan datos epidemiológicos, clínicos e inmunológicos relacionados con la dinámi-ca de la coinfección. Esta información, además de contribuir al conocimiento de ambas enfermedades, es útil en la práctica clínica pues permite conocer la importancia de profilaxis o de diagnóstico temprano de tuberculosis en pacientes VIH. El entendimiento detallado de la dinámica de la confección permitirá

avanzar en el desarrollo de nuevos blancos específi-cos de tratamiento y nuevas pruebas de diagnóstico o de seguimiento en pacientes coinfectados.

1. Relacion epidemiológica entre tuberculosis e infeccion por VIH

La infección por VIH es el factor de riesgo aislado más grande para desarrollar TB

Gracias al desarrollo de campañas de prevención y tratamiento, el número de casos de TB reportados en Estados Unidos, disminuyó entre 1953 y 1984 de un 5 a 6% por año (Barkes, Bloch, Davidson & Snider, 1991). Sin embargo, en las últimas dos décadas la prevalencia de esta enfermedad ha aumentado en un 20% (Msamanga & Fawzi, 1997), coincidiendo con la aparición de los primeros casos de infección por VIH (Fee, Oo, Gabayan, Radin & Barnes, 1995; Cauthen et al., 1996) De los 88 millones de casos nuevos de TB que se han presentado en los últimos 10 años (World Health Organization [WHO]), una tercera par-te ha sido en pacientes VIH positivos (Iseman, 2000; CDC, 1987; Alpert, Munsiff, Gourevitch, Greenberg & Klein, 1997; CDC Update, 1998).

Geográfica, demográfica y socioeconómicamente ambas infecciones tienden a ocurrir en el mismo tipo de población (Iseman, 2000). El aumento en el nú-mero de casos de TB por el efecto de VIH se ha producido principalmente en países en desarrollo. El ejemplo más dramático es Africa Subsahariana con aproximadamente 23 millones de personas infecta-das con VIH de las cuales entre el 30% y el 54% tiene TB (Bloom, 1994; Dye, Scheele, Dolin, Patha-nia & Raviglione, 1999; Toossi Z, Xia, Wu & Salve-kar, 1999). En Latinoamérica se ha estimado que el 5.9% de los pacientes con TB son VIH positivos (Yañez, Campo, de la Hoz, Leon & Guerrero, 1997).

TB es la infección que se presenta más frecuente-mente en pacientes VIH, ya sea por la progresión de una infección recientemente adquirida, por reactiva-ción de una infección latente o por recaída luego de tratamiento (Selwyn, Hartel, Lewis, Schoenbaum & Friedland, 1989; Alpert, Munsiff, Gourevitch, Green-berg & Klein, 1997; CDC, 1991; CDC, 1988; Daley et al., 1992; Hawken et al., 1993). En general, se ha estimado que el riesgo de desarrollar TB en estos pacientes es 100 veces mayor que en la población general (CDC, 1987; Sepkowitz, Raffalli, Riley, Kie-

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hn & Armostrong, 1995; Wolday, Akuffo, Demissie & Britton, 1999). Adicionalmente, entre pacientes inmunocomprometidos hay más rápida disemina-ción de la TB y los síntomas inician en un periodo de tiempo más corto (Mayaud & Cadranel, 1999; CDC, 1991; Daley et al., 1992).

En la mayoria de los casos de infeccion por Mtb, el sistema inmune previene la diseminación bacteriana (Robert W, Edlin S & Edlin B, 1996; Orme, Ander-son & Boom, 1993; Fine, 1994). Sin embargo, en algunas personas Mtb logra sobrevivir (Fulton, Cross, Toossi & Boom, 1998), facilitando el desarrollo de enfermedad (Iseman, 2000) o permaneciendo en un estado latente. Este foco latente, bajo la influencia de diversos factores como malnutrición, estrés y en es-pecial inmunosupresión puede reactivarse facilitando el desarrollo de TB (Iseman, 2000; Mancino et al., 1997). VIH es el factor que promueve con mayor frecuencia reactivación de TB latente. Este virus in-duce depleción funcional y cuantitativa de diferentes células del sistema inmune, generando un ambiente favorable para el desarrollo de TB. Entre las pobla-ciones celulares afectadas se encuentran macrófa-gos (Iseman, 2000; Nathanson, 1996), linfocitos T ayudadores (LTCD4+) (McCune, 2001; Nathan-son, 1996) y citotóxicos (LTCD8+) (McMichael & Rowland-Jones, 2001; Rosemberg & Fauci, 1990) y linfocitos B (Nathanson, 1996; Greene, 1991; Mc-Michae, 1998). La actividad antimicobacteriana de células como macrófagos y LT se ve afectada por el VIH. Kallenius et al., 1992 reportaron que macrófa-gos infectados con Mycobacterium avium presentan incremento en el crecimiento bacteriano en presen-cia del VIH, reflejando el efecto de VIH en disminuir la habilidad microbicida de los macrófagos (Lawn et al., 2001). Mwandumba et al., en 2004 encontraron que los macrófagos alveolares de pacientes coinfec-tados tienen dificultades para acidificar la vacuola y fusionar el fagolisosoma, funciones claves para la eli-minación bacteriana. Shen et al en 2002 observaron que la depleción de LTCD4+ en macacos infectados con virus de inmunodeficiencia en simios (SIV) e ino-culados con BCG, una cepa atenuada de M. bovis, dispara el desarrollo de una enfermedad similar a TB (Kallenius, 1992).

La infección por VIH no solo aumenta la suscepti-bilidad a desarrollar TB (CDC, 1987), también mo-difica las manifestaciones clínicas en pacientes con TB, incluyendo pérdida de peso más marcada, lin-fadenopatías, fiebre más alta, patrones radiológicos anormales, anergia y mayor frecuencia de manifes-

taciones extrapulmonares (Fee, Oo, Gabayan, Ra-din & Barnes, 1995; Alpert, Munsiff , Gourevitch, Greenberg & Klein, 1997; Robert, Edlin S & Edlin B, 1996; Daikos et al., 1998; Garay, 1996), dificultan-do además el diagnóstico rápido (Iseman, 2000). La infección por VIH también puede afectar la respuesta al tratamiento antituberculoso debido a la malabsor-ción de drogas (Patel, Belmonte & Crowe, 1995) y a la interacción entre medicamentos antivirales y an-tituberculosos (Mayaud & Cadranel, 1999; Iseman, 2000; CDC, 1987; Bowen, Rice, Cooke, Whitfield & Rayner, 2000; Hopewell, 1992).

TB acelera la morbilidad y mortalidad de los pacien-tes VIH

TB tiende a ocurrir tempranamente en pacientes con VIH, incluso antes de la disminución de LTCD4+ (Bloom, 1994; Mukadi et al., 1993) y de una in-munosupresión severa. TB es en muchos pacientes la primera manifestación de SIDA (Iseman, 2000; Del Amo, Malin, PozniaK & De Cock, 1999; Bar-kes, Bloch, Davidson & Snider, 1991; Hopewell, 1992; Theuer et al., 1990; Mukadi et al., 1993), considerándose como un marcador pronóstico nega-tivo (Ellner, 1997; Mayaud & Cadranel, 1999; Daley et al., 1992; Toossi et al., 2001). TB causa mayor morbilidad y mortalidad (Daley et al., 1992; Ackah et al., 1995) y favorece el desarrollo de infecciones oportunistas (Manoff et al., 1996; Barkes, Bloch, Da-vidson & Snider, 1991; Mayaud & Cadranel, 1999; Meddows Taylor, Martin, Tiemessen, 1999; Crespo et al., 1994). En países en desarrollo como Zaire y Kenya, (Mayaud & Cadranel, 1999; Iseman, 2000; Ackah et al., 1995) se estima que a causa de la TB muere 1 de cada 3 pacientes con SIDA (Del Amo, Malin, Poznia & De Cock, 1999; CDC, 1998), sien-do reportada como la causa más frecuente de muerte en estos pacientes (Lucas et al.,1993)

Se ha reportado tambien mayor resistencia a drogas en pacientes coinfectados. Un análisis de casos de TB multiresistente a drogas (MDR-TB) realizado por el CDC en 1991 en 4 hospitales de Estados Uni-dos, mostró que de 87 casos de MDR-TB, 82 casos fueron en pacientes VIH, con una mortalidad del 80% (CDC, 1988). Sin embargo, otros estudios no reportan diferencias entre pacientes infectados y no infectados con VIH (Pitchenik, 1990). No es claro si en efecto las personas con VIH tienen mayor ries-go de desarrollar MDR-TB. Posibles explicaciones al incremento en resistencia a fármacos antituber-culosos en pacientes VIH incluyen: mal absorción,

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interacción entre inhibidores de proteasas y drogas antituberculosas que puede alterar el nivel de medi-camento circulante (Mayaud & Cadranel, 1999; Sch-midtmayerova, Sherry & Bukrinsky, 1997; DiPerri, Bonora, Vento, Allegranzi & Concia, 1997), mayor abandono de tratamiento (Iseman, 2000; Hawken et al., 1993; March, Garriga & Rodriguez, 1997) de-bido al alto número de reacciones adversas a dro-gas en pacientes con VIH (Lane et al., 1985); así como el estado de inmunosupresión. Por otro lado, se ha determinado que hay mayor diversidad gené-tica viral en pacientes coinfectados que en pacien-tes VIH sin TB (Markham et al., 1998). Esto puede contribuir a mayor resistencia a drogas antivirales en estos pacientes por acumulo de mutaciones en los sitios blanco de acción de estas drogas (Janeway, Travers, Walport & Shlomchik, 2001; Collins et al., 2002 ; Collins et al., 2000; Coffin, Hughes & Var-mus, 1997; Perelson et al., 1996; Richman, 2001).

2. Mecanismos de activacion viral inducidos por mtb

Diferentes mecanismos contribuyen al incremento en internalización y replicación viral inducido por Mtb

en pacientes coinfectados. Ha sido reportado que la producción local de virus en el pulmón es mayor en pacientes coinfectados. Lawn y col. encontraron que en pacientes coinfectados la carga viral en fluido pleural era 4 veces mayor que en plasma, reflejan-do mayor replicación viral en sitios de coinfección (Zhang, Nakata, Weinden & Rom, 1995). Un au-mento similar de la carga viral encontraron Golet-ti y col en 1996. en pacientes VIH durante la fase aguda de la TB, al comparar con los niveles antes y después del desarrollo de la enfermedad. Tambien ha sido demostrado in vitro que monocitos (Toos-si et al., 2001 ; Lederman et al., 1994; Goletti et al., 1998; Weinden et al., 2000; Ting, Kim, Catta-manchi & Ernst, 1999; Folks et al., 1989), linfoci-tos (Fauci, 1993), macrófagos(Sierra-Madero et al., 1994; Mancinoet al., 1997) y células mononucleares de sangre (Havlir & Barnes, 1999) muestran un in-cremento en replicación viral asociado al estímulo mi-cobacteriano. A continuacion una breve descripción de los mecanismos responsables del incremento en la replicación viral observada durante la coninfección. Una recopilación de los mecanismos que influencian la relación entre ambos agentes infecciosos es mos-trada en la Tabla 1.

Impacto de infección por VIH en la TB

Impacto de infección por MTB en VIH

Tabla 1.

a. Mtb induce aumento en la expresión de citoquinas que estimulan la replicación viral

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Los pacientes con VIH frecuentemente están infec-tados con otros patógenos que inducen la secreción de citoquinas como Factor de Necrosis Tumoral α (TNFα) (Biet, Cadranel, Beldjord, Andrieu & Even, 1991; Sierra-Madero et al., 1994; Aukrust et al., 1999). TNFα es producido en respuesta a Mtb (Denis & GhadirianE, 1994; Wallis, Paranjape & Phillips, 1993; Barnes, Fong, Brennan, Twoney & Modlin, 1990) y es esencial en la respuesta inmune pro-tectora a TB. Esta citoquina es importante para el desarrollo de granulomas, estructuras que limitan la diseminación bacteriana (Fine, 1994; Fulton, Cross, Toossi & Boom, 1998; Toossi, Sierra-Madero, Blinkhorn, Mettler & Rich, 1993).

Sin embargo, TNFα también actúa como facilitador de la replicación viral (Ellner, 1997; Chatterjee, Ro-berts, Lowell, Brennan & Orme, 1992; Poli, Klin-ter & Justment, 1990; Duh, Maury, Folks, Fauci & Rabson, 1989). Esta citoquina se une a receptores específicos en la superficie celular induciendo la ac-tivación de factores transcripcionales como factor nuclear κB (NFκB) (Osborn, Kunkei & Nabel, 1989;

Nelson & Horsburg, 1997). NFκB se une a secuen-cias promotoras de los genes, iniciando la síntesis de proteínas específicas. Desafortunadamente, el ma-terial genético del VIH tambien contiene regiones de unión para NFκB (Janeway, Travers, Walport & Shlomchik, 2001; Coffin, Hughes, & Varmus, 1997; Vahos, 2002). De este modo la presencia de TNFα aumenta NFκB, luego NFκB se une al genoma del virus y aumenta transcripción y replicación de ge-nes virales (Habeshaw, Dalgleish, Bountiff & Newll, 1990; Kindler, Sappino, Grau, Piguet & Vassalli, 1989; Montano et al., 2000), como se ilustra en la Figura 1. En efecto, Ellner y col. encontraron que los niveles de TNFα en personas coinfectadas, eran 3 a 10 veces más altos que en pacientes con solo VIH (Wallis et al., 1993).

TNFα induce la activación de factores transcripcio-nales como factor nuclear B (NFκB), al promover la liberacion de factores supresores (IκB). Una vez activo, NFκB se une a secuencias promotoras en el genoma del VIH, aumentando la transcripción y re-plicación de genes virales.

Activación de la Transcripción Viral

Figura 1. MTB induce la producción de TNFα, facilitando la replicación del VIH.

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Por otro lado se ha encontrado mayor expression de receptores para TNFα en pacientes coinfectados, (Kindler, Sappino, Grau, Piguet & Vassalli, 1989, Ke-lly, Naif, Adams, Cunningham & Lloyd, 160). Si-milarmente, la activación de otros factores de trans-cripción como el CCAAT/Enhancer Binding Protein (C/EBPβ 37KDa) (Weinden et al., 2000; Henderson & Calame, 1997), inducida durante la infeccion por Mtb, facilita la replicación viral. Complicando el pa-norama, otras citoquinas involucradas en la respuesta inmune contra Mtb, incluyendo Interleuquina 6 (IL-6) , IL-1β y Proteina Quimiotáctica de Macrófagos 1 (MCP 1), también han sido asociadas con aumento de la replicación viral en pacientes coinfectados (Ha-vlir & Barnes, 1999; Goletti et al., 1998; Vicenzi et al., 2000; Poli et al., 1990 ; Fulton S, Cross, Toossi & Boom, 1998; Zhang, Nakata, Weinden & Rom, 1995; Weinden et al., 2000). En resumen, niveles aumentados de ciertas citoquinas son producidos en respuesta a la infeccion por Mtb. Dicho incremento es associado con activacion de factores de transcripción que favorecen la replicación del VIH, efecto mediado por la interacción directa de dichos factores con ge-nes virales.

b. Mtb induce estimulación de receptores similares a Toll (TLR-2) que a su vez estimulan replicación viral

Toll Like Receptors - TLRs son receptores que permi-ten el reconocimiento de patrones moleculares aso-ciados a diferentes patógenos entre ellos Mtb. Luego que estos receptores reconocen un ligando se inicia el proceso de activación celular. Diferentes componen-tes de la pared de la micobacteria estimulan TLR-2 induciendo posterior aumento de NFκB y TNFα (Bá-fica et al., 2004; Equils et al., 2003). Como vimos en la sección anterior la producción de estas molécu-las logra inducir mayor replicación viral (Báfica et al., 2004; Equils et al., 2003). Lo anterior muestra que el aumento en la replicación viral inducido por Mtb depende en parte de moléculas de reconocimiento del sistema inmune innato como son los TLRs.

c. Mtb induce disminución en la expresión de citoqui-nas que inhiben la replicación viral

Mtb bloquea la expresión de β quemoquinas como RANTES (Regulador de Activación), Proteína Inhibi-toria de Macrófagos 1 α (MIP-1 α) y MIP-β, recono-cidos inhibidores de la replicación viral (Havlir & Bar-nes, 1999; Vicenzi et al., 2000; Luster, 1998; Ward & Westwick, 1998; Mayanja et al., 2001; Cocchi, DeVico, Demo, Arya & Lusso, 1995; Hertoghe et al., 2000; Kinter et al., 1996; Mayanja et al., 2001).

β quemoquinas son ligandos naturales de los corre-ceptores CCR5 y CXCR4 que permiten el ingreso del virus al interior celular. Por ello cuando estas citoqui-nas se unen a sus receptores pueden impedir la entra-da viral por bloqueo de la puerta de entrada del virus a la célula. El mecanismo por el cual la bacteria altera la expresión de estas citoquinas no ha sido dilucidado.

Interferon gamma (IFNγ) es otra citoquina con fun-ciones antiretrovirales. IFNγ induce producción de los inhibidores de factores transcripcionales como NFκB y CCAAT/EBPβ, reprimiendo así la expresión de los genes virales (Gendelman, Baca, Turpin & Kalter, 1990; Vahos, 2002). Hoshino y col. demostraron que durante TB, dicho effecto antiviral de IFNγ es inhibido (Honda et al., 1998; Vahos, 2002). Tam-bién se ha detectado menor producción de IFNγ en pacientes coinfectados (Mackewicz, Blackbourn & Levy, 1995). Además componentes micobacterianos afectan la disponibilidad de algunas de las proteínas necesarias para que el IFNγ ejerza su acción antiviral (Toossi, Nicolacakis, Xia, Ferrari & Rich, 1997).

Todo esto muestra que la replicación del VIH es mo-dulada por citoquinas de efecto supresor (β quemoqui-nas e IFNγ) y de efecto inductor (TNFα, IL-6 , IL1β y MCP 1), cuya producción es alterada durante la infec-ción por Mtb, favoreciendo replicacion viral.

d. Mtb induce expresión de coreceptores que facilitan la entrada del VIH

VIH entra a las células a través de receptores celulares como CD4 y correceptores como CCR5 en monoci-tos y CXCR4 en linfocitos (Berger, Murphy & Farber, 1999; Littman, 1998; Wahl, Greenwell, Peng, Hale-Donze & Orenstein, 1999). La presencia de estos correceptores favorece el ingreso del virus a la célula hospedera. Mtb ha sido asociado con un aumento en la expresión de CCR5 (Havlir & Barnes, 1999; Mayanja et al., 2001; Juffermans et al., 2000; Wahl, Wild, Peng, Hale & Doherty, 1998) y CXCR4 (Hoshi-no et al., 2004), facilitando así la entrada viral. Dicho incremento se logra a través de la región promotora en el gen de CCR5, la cual al igual que los genes virales, posee varios sitios de unión para factores de transcripción como NF-κB (Ting, Kim, Cattamanchi & Ernst, 1999), como se ilustra en la figura 2.

TNFα induce la activación de factores transcripcio-nales como factor nuclear κB (NFκB), al promover la liberación de IκB. Una vez activo, NFκB se une a secuencias promotoras en el gen de CCR5 aumen-tando su expressión. l incremento en los niveles de

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CCR5 facilita la entrada viral debido a que el VIH entra a la célula a través de correceptores celulares como CCR5.

e. Migración y activación de células infectadas laten-temente por VIH y activación de células blanco para nuevas infecciones virales en respuesta a la infeccion por Mtb

La activación del sistema inmune es un factor impor-tante en la patogénesis del SIDA. En África, la alta prevalencia infecciones parasitarias induce una alta activación inmune afectando el balance de citoquinas y células y haciendo al hospedero más vulnerable a la replicación viral (Poli, Klinter & Justment, 1990). La activación celular inducida por diferentes estímu-los (Tabla 2) es un ambiente favorable para la unión, invasión y replicación del VIH (Iseman, 2000; Se-pkowitz, Raffalli, Riley, Kiehn & Armstrong, 1995; McMichael, 1998; Greene, 1996; Vanham et al., 1996). Algunos de estos eventos como la infección por Mycobacterium avium, Herpes Virus I, Leishma-

Aumento de Correceptores para el VIH

nia donovani o Plasmodium falciparum, inducen ade-más replicación viral mediada por el NF-κB a través de un aumento en la producción de TNFα como ocurre durante la infección por Mtb. La activación celular se ha confirmado en pacientes coinfectados por la alta expresión de marcadores de activación como HLA DR, CD14 o CD36 en macrófagos y CD25, CD69 o CD26 en LT infectados (Zhang, Nakata, Weinden & Rom, 1995; Lawn, Labeta, Arias & Griffin, 2000; Vanham et al., 1996; Kestens et al., 1994).

Durante el proceso inflamatorio en respuesta a Mtb también pueden activarse células que estaban infec-tadas latentemente por el virus. Al activarse, estas células se genera una mayor progenie viral, debido a que la infección productiva por VIH depende del grado de activación celular (Habeshaw, Dalgleish, Bountiff & Newll, 1990; Weinden et al., 2000; Ga-rrait et al., 1997; Montano et al., 2000). Los nue-vos monocitos y macrófagos reclutados y activados por estímulo de las citoquinas, son más susceptibles a infección con VIH (Del Amo, Malin, PozniaK &

Figura 2. Mtb induce la expresión de correceptores que facilitan la entrada del VIH

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De Cock, 1999; Havlir & Barnes, 1999; Orenstein, Fox & Wahl, 1997; Guignard, Combadiere, Tiffany & Murphy, 1998). Se ha visto in vitro, que las células de pacientes con TB no infectados con VIH, tienen

mayor susceptibilidad a infectarse con el virus, por-que se activan ante la exposición a Mtb (Goletti et al., 1996; Hirsch et al., 2001; Toossi et al., 1997). Ade-más durante la activación celular se liberan más ci-

Tabla 2. Otros estímulos asociados con aumento en la replicación viral por incremento en la activación inmune

toquinas proinflamatorias (Del Amo, Malin, PozniaK & De Cock, 1999) cuyo efecto en la transcripción de genes virales fue descrito anteriormente. Por otro lado, las citoquinas producidas en respuesta a Mtb también estimulan la llegada de nuevas células al sitio de infección (Goletti et al.,1996; Coffin, Hughes & Varmus, 1997).

3. Importancia de estos hallazgos

El conocimiento de los mecanismos de patogénesis y de defensa del VIH, de Mtb y del sistema inmune involucrados en la coinfección es útil para:

- Definir la conducta médica y de laboratorio en pa-cientes coinfectados o en riesgo de coinfección para prevenir la severidad de la enfermedad. El CDC en 1989 recomendó que a todos los pacientes con TB se les ofrezca prueba para VIH con el fin de una inter-vención temprana en pacientes coinfectados (CDC, 1987; Stout, Ratard, Southwick & Hamilton, 2002)

- Realizar evaluación preventiva en todos los pacien-tes VIH a riesgo de adquirir TB para determinar la utilidad de terapia preventiva o para el reconocimien-to temprano de casos (Mayaud & Cadranel, 1999; CDC, 2000). El tratamiento preventivo en pacientes coinfectados incrementa sobrevida, previene desa-rrollo de enfermedad activa (Shuter & Bellin, 1996) y disminuye el riesgo de muerte (Selwyn, Hartel, Lewis, Schoenbaum & Friedland, 1989; Robert, Edlin & Edlin, 1996; Whalen et al., 1997).

- Realizar la identificación rápida de Mtb y su perfil de suceptibilidad a fármacos de forma rápida, asegu-rando un tratamiento adecuado y oportuno, logrando reducir la morbilidad y mortalidad en estos pacien-tes (Santoro, Felix, Harrison & Schoechter, 2002; Chaisson, 1997). Igualmente, es importante desa-rrollar nuevas pruebas de diagnóstico o de seguimien-to en pacientes coinfectados, incluyendo técnicas de biología molecular o citometria de flujo que faciliten

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el diagnóstico rápido y acorten el tiempo de entrega de resultados.

- Comprender por que la Organización Mundial de la Salud determinó que la vacuna BCG esta contraindi-cada en pacientes VIH(Robert, Edlin & Edlin, 1996; Garay, 1996; Sepkowitz, 1995). La vacunación es-timula inflamación crónica que hace mas susceptible a una reactivación y una progresión a SIDA (Iseman, 2000) y además es realizada con una cepa atenuada de Mycobacterium bovis que aplicada en pacientes inmunocomprometidos puede producir enfermedad.

- Desarrollar nuevos tratamientos con base en los mecanismos descritos anteriormente. Hasta el mo-mento se ha ensayado diferentes alternativas como aumentar la capacidad inmune induciendo la pro-ducción de citoquinas como interferon α (Kemper, Bermudez & Deresinski, 1998); utilizar antagonis-tas de CCR5 para bloquear la infección (Simmons, Claphan, Picard, Offord & Wells, 1997); inhibir la producción de citoquinas como TNFα( Wallis, 1996 ; Sampaio, Sarno, Galillu, Cohn & Kaplan, 1991; Dezube BJ, 1994, Dezube K, 2001) disminuir la ac-tivación inmune a través de sustancias antiinflamato-rias (Iseman, 2000; Chaisson, 1997), o bloquear los TLRs impidiendo la activación de NFκB (Equils et al., 2004). Hasta ahora no hay total seguridad de que el uso de alguna de estas alternativas reduzca la morta-lidad o morbilidad en pacientes coinfectados, pero es un potencial claro para futuras investigaciones.

CONCLUSIONES

La infección por VIH es el factor de riesgo aislado más grande para desarrollar TB y a su vez TB es la in-fección mas frecuentemente encontrada en pacientes VIH, la cual incrementa su morbilidad y mortalidad y favorece la progresión a SIDA.

Hay características propias de la historia natural de cada una de las dos enfermedades que favorecen el desarrollo de la otra: el estado de latencia en TB fa-cilita que frente a una inmunosupresión como la ge-nerada por VIH se desarrolle la enfermedad y la in-munosupresión de los pacientes con VIH favorece el desarrollo de TB. Cada enfermedad genera cambios inmunes que pueden contribuir al efecto desfavorable de la coinfección.

TB aumenta la replicación de VIH induciendo cito-quinas que favorecen expresión de genes virales e in-hibiendo mecanismos que ayudan a controlar el virus como las β quemoquinas e IFNγ. La internalización

viral se ve incrementada por un aumento de los co-rreceptores para la entrada viral o por la activación inmune crónica que se genera en respuesta a la infec-ción bacteriana.

Después de observar el alto riesgo de desarrollar TB activa en pacientes VIH y como la interacción entre las dos enfermedades puede ser fatal, es vital recono-cer la importancia del diagnóstico rápido, incluyendo identificación y prueba de susceptibilidad para MTB, del tratamiento adecuado y oportuno y del desarrollo de nuevos tratamientos y pruebas diagnósticas o de seguimiento que permitan un mejor manejo de es-tos pacientes y una disminución de la severidad de la coinfección. Igualmente la alta prevalencia de ambas enfermedades requiere la colaboración entre los pro-gramas de control de TB y SIDA, implementando me-didas para mejorar la cobertura y el servicio de salud así como las estrategias de prevención e intervención.

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Estado del arte: ¨El Rol del Terapeuta Respiratorio en personas en condición de

desplazamiento forzado en Colombia¨ State of the art: Role of Respiratory Therapists in the problem

of forced displacement in Colombia

Claudia Liliana Cruz Moya1, Jenny Carolina Joya Quintero2,

Arascely Ballesteros Correa3.

1 Terapeuta Respiratorio. UMB Auditora Clínica, Magistra en Educación PUJ, Coordinadora Semillero Respira Docente investigador CID Fundación Universitaria del Área Andina, [email protected].

2 Estudiante de VIII semestre de Terapia Respiratoria Integrante del Semillero Respira Auxiliar investigadora, [email protected]

3 Estudiante de VIII semestre de Terapia Respiratoria Integrante del Semillero Respira Auxiliar investigadora, [email protected]

Resumen

El desplazamiento forzado en Colombia ha resultado ser un problema imperativo en la sociedad que ha trazado diversas dimensiones en la población por sus resultas funestas en aspectos morales, emocionales, materiales, fisiológicos, como en la vida en relación; este fenómeno es originado por múltiples factores y actores, logrando como consecuencias nefastas entre tantos otros, el desarrollo de trastornos de salud en la población vulnerada debido a los largos recorridos, el hacinamiento, la reducida cobertura en servicios sanitarios esenciales y control médico, vacunación incompleta o inalcanzable, y el olvido de la nación; reflejo de lo anterior son las cifras epidemiológicas reveladas por organismos estatales y privados en los principales medios acerca de la prevalencia e incidencia de las enfermedades respiratorias en niños menores de 5 años y adultos mayores; lo anterior expresado radica en una preocupación por parte de los Terapeutas Respiratorios en indagar y estudiar la problemática en esta primera fase de descripción de las generalidades del desplazamiento forzado en Colombia, permisible de preparar el camino analítico de una segunda fase cualitativa de esta pesquisa.

Palabras clave: Terapia Respiratoria, desplazamiento, salud, conflicto armado, violencia, enfermedad

Abstract

Forced displacement in Colombia is not a subject unknown to society, this potential drift of the armed conflict caused by multiple factors and actors, making disastrous result among many others, create health problems among the vulnerable population produced by the long distances. Overcrowding, low coverage in basic health services and medical checks, vaccinations incomplete or unobtainable, and neglect of the nation, a reflection of this are the epidemiological figures released by state and private agencies in the mainstream media about the prevalence and incidence in respiratory disorders in children under 5 years and older; above rests on a concern expressed by Respiratory Therapists in investigating and studying this problem at this early stage to describe the generalities of forced displacement in Colombia, to permit the preparation analytical way of a second qualitative phase of this research

Key words: Respiratory therapy, displaced population forced, health, army conflict, illness.

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INTRODUCCIÓN

El desplazamiento forzado en Colombia, se consti-tuye como uno de los graves problemas sociales que viene afrontando nuestro país en las últimas décadas, así como lo demuestran las cifras oficiales sobre este fenómeno. Y en tal sentido, el Terapeuta Respira-torio como profesional proactivo, y ente integral de los diversos procesos comunitarios; reflexiona sobre los trastornos sociales del país, interviniendo como agente y actor dinámico gracias a los diversos perfi-les en el área de la salud pública y el trabajo con las comunidades, favoreciendo la promoción de la salud y prevención de enfermedades respiratorias, en esta población con alto “grado de vulnerabilidad”.

Se busca a partir de esta revisión, realizar un segui-miento de la información estadística durante los últi-mos años, enfocado en el marco epidemiológico de las enfermedades respiratorias en los grupos etarios vulnerables; haciéndose necesario definir el rol que se tiene frente a este sector de la población, pues-to que sus límites, funciones y competencias, no se encuentran definidos claramente y necesitan ser in-tervenidos a través de mecanismos eficaces, que pro-muevan la salud y prevengan los cuadros patológicos a los que una población con múltiples carencias se ve avocado.

Se analiza en esta primera fase del trabajo que las condiciones en las cuales el estilo de vida de una per-sona desplazada se transforma derivado de los cam-bios climáticos, nutricionales, culturales y socioeco-nómicos, haciéndoles más susceptible de contraer enfermedades convergentes en el aparato respirato-rio particularmente, las cuales terminan siendo más complejas de lo que comúnmente podría esperarse debido a la baja cobertura de los servicios de salud, es en ese momento donde el Terapeuta Respiratorio, está llamado a intervenir, con medidas de prevención y atención que permitan el manejo certero de las necesidades de salud de este grupo poblacional, que cada vez se incrementa enormemente, cuyas estadís-ticas pueden incluso no revelar su dimensión real.

Ante la panorámica actual, extenuante, trágica y do-lorosa, este trabajo plantea una reflexión acerca del rol del Terapeuta Respiratorio (TR) desde una dimen-sión diversa y más amplia de la asistencia en clínica, donde se ha reconocido el alto valor de la interven-ción de los TR, pero nuestra visión es social, y pro-cura aplicar el saber propio de la profesión con una nueva visión del Cuidado Respiratorio, de tal forma

que sea útil en una sociedad en crisis, donde todos sus elementos se ven afectados, incluso en los com-ponentes más básicos como lo es la salud.

Se plantea como objetivo general de este ensayo preliminar, el construir un estado del arte del des-plazamiento forzado en Colombia donde se exponga el rol de los TR en personas bajo esta condición e identificar los antecedentes investigativos sobre el Desplazamiento en Colombia.

Además, determinar el marco legislativo que ha sido estructurado para atender a la población en condi-ción de desplazamiento. Conceptualizar sobre el des-plazamiento, sus causas y efectos en los diferentes sectores de la vida del país. Establecer el impacto del desplazamiento en la condición de salud y el desarro-llo de enfermedades respiratorias en esta población vulnerable

Generalidades del desplazamiento forzado en colombia

Historia del Desplazamiento

A partir de los años 60 y 70 se configuró un sec-tor marginal urbano que concentró en condiciones de miseria a emigrantes, que vieron frustradas sus posibilidades de trabajo, educación, salud y servicios públicos (Lavie, Smadar & Ted, 1996). Treinta y cua-renta años después, el flagelo de la violencia y sus consecuencias como el desplazamiento forzado no es problema social novedoso y recóndito, al contrario se hace evidente con mayor fuerza que en los 70`s, gracias a la presencia de los medios de información modernos, a la intervención de redes sociales y a la fuerte manifestación de flagrante violación de los derechos humanos, que hasta ahora en Colombia a partir de 1991 se ha venido manifestando su protec-ción a partir de la Asamblea Nacional constituyen-te y la propuesta antropocentrista que antepone al hombre frente al poder del estado y sus institucio-nes, haciendo clara la expresión derechos humanos, derechos fundamentales y sus mecanismos para su amparo (Millán, C; Molina, P, & Moreno J. 12004).

La característica de ésta migración tradicional de des-plazamiento en la contemporaneidad, es la actividad de sus protagonistas de salir del campo a la ciudad, individual y en colectivos; esta misma situación la vivieron múltiples familias en la llamada época de la Violencia, que tuvo auge fundamentalmente en zonas rurales y alejadas de los centros urbanos (Mo-lano, A 2001). La principal característica de esta última etapa del conflicto armado en su degradación,

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toda vez que no se distingue entre combatientes y no combatientes, no se limitan los medios de combate, se registran hechos de barbarie y terror donde la po-blación civil, se ha convertido en el objetivo militar.

De lo anterior se deduce que una de las manifesta-ciones más dramáticas y masiva de la crisis humani-taria es la existencia de un sector de la población, obligado a huir de sus regiones, por acción directa o indirecta de los grupos armados irregulares o de las fuerzas armadas institucionales. Se analiza que además de representar un problema político y de disputa de influencias territoriales en desarrollo del conflicto armado, el desplazamiento está concebido como una estrategia para acceder a la tenencia de la tierra, con fines de expansión de proyectos agrícolas y ganaderos o de ocupación de zonas de importancia geoestratégica, por construcción de grandes obras o existencias de importantes recursos naturales.

En cualquier caso, el desplazamiento por causa del conflicto armado o del desplazamiento por intereses económicos inmersos en dinámicas de violencia im-plica una quebrantamiento de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y funda-mentales (Constitución Politica,1991), que se hace realidad en la pérdida de la posesión material, el in-cremento de la población con necesidades básicas insatisfechas, la desintegración social, la auto reloca-lización en espacios no aptos y el desarraigo.

En la actualidad, existen dos clases de violencia: Una generalizada, que incluye homicidios, maltrato infan-til e intrafamiliar y otra generada, derivada del con-flicto armado que se caracteriza por un irrespeto a los mínimos derechos éticos y humanitarios, la violación de los derechos colectivos, el derecho internacional humanitario y la generación de condiciones de mar-ginalidad y pobreza en las poblaciones desplazadas.

Figura 1 . Situación de Desplazamiento en Colombia 1997- Febrero de 2009.Fuente: COHES-ACNUR 2009

Al observar las tendencias actuales del desplazamiento forzado (ver figura 1), el desplazamiento desde el año 1997 hasta el mes de febrero de 2009, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas -ACNUR- orga-nismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, las personas desplazadas son individuos o grupos de personas que han sido forzados a huir de sus hogares para escapar del conflicto armado, la violencia generalizada y los abusos de los derechos

humanos¨. En la figura No 1 se observan los dos ti-pos de desplazamiento que establece el artículo 12 del decreto 2569 de 2000 los cuales son el despla-zamiento individual y el desplazamiento masivo. Para los dos casos, el año de mayor incidencia es el 2002, mientras que el desplazamiento masivo desde el 2003 registra una tendencia decreciente, el desplazamiento de tipo individual registra su segundo punto más alto en el año 2007 (Acción Social, Sistema de Informa-ción de Población Desplazada-SIPOD, 2009).

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Los Departamentos de Antioquia, Bolívar, Magdale-na y Chocó, son los más afectados por el fenómeno. A pesar de ser reconocida desde hace varios años como una de las principales problemáticas sociales que afronta el país, este fenómeno no da muestras de ceder y antes bien, las cifras para los años 2007 y 2008, evidencian su aumento (ACNUR – ONHCR, 2003).

De otra parte, con relación a los grupos étnicos, vale resaltar que, con corte a 30 de septiembre de 2009, el número de desplazados ascendió a 347.423 per-sonas (11% del total de desplazados). De esta cifra 73% (252.311 personas) corresponde a la población afrocolombiana, convirtiéndose en el principal grupo étnico desplazado en el país, seguido de la población indígena (73.204 personas), que representa el 21%. (ACNUR – ONHCR, 2003).

Con respecto al análisis territorial, se encuentra que el 38% de las minorías étnicas desplazadas, proviene de 3 departamentos del pacifico: Nariño, Valle del Cauca, y Chocó. Durante los últimos años el Esta-do Colombiano ha hecho un mayor esfuerzo presu-puestal para atender a la población desplazada por la violencia. De acuerdo con las cifras registradas en el Sistema Integrado de Formación Financiera-SIIF, del Ministerio de Hacienda y Crédito, durante el periodo 2006-2008, las entidades del sector Central han eje-cutado recursos por $3.42 billones (precios 2008). (ACNUR – ONHCR, 2003).

Definición de la acepción desplazamiento

Del concepto de Desplazamiento Forzado

Según el autor Alejandro Valencia Villa:

“El desplazamiento forzado en Colombia es una clara violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario; en tal Acción se violan derechos fundamenta-les, como son: derecho a la vida, derecho a la libertad, derecho al trabajo, y otros de se-gunda generación, como son: el derecho a la propiedad privada, derecho a la libre opinión, derecho a la paz; el cual se ve como un fe-nómeno social, que surge como mecanismo de sobrevivencia de los colombianos que hu-yen de la violencia; cambiando totalmente su calidad de vida”.(Valencia, Alejandro,2001).

El desplazamiento forzado en Colombia compar-tiendo la definición del autor Valencia Villa, podría concretarse como la movilización humana pro-ducto de los fenómenos sociales de violencia, sien-do uno de los fenómenos más difíciles y comple-jos del país, dado que genera un gran impacto en las condiciones de vida de la población que de-bió abandonar las tierras y de la receptora que por lo general vive en condiciones de pobreza.

Impacto del desplazamiento sobre la salud de la población colombiana

Colombia como muchos países latinoamericanos, tie-ne un gran número de problemas derivados de sus desigualdades sociales, de fallas en la asignación del gasto público, de riesgos sociales y ambientales que favorecen la presentación de enfermedades que hoy en día se consideran como prevenibles. Esta proble-mática no resulta ajena a la población desplazada, ya que una gran parte de sus trastornos de salud tienen correspondencia con el perfil epidemiológico de la población colombiana en similares condiciones eco-nómicas. A esta situación deben agregarse las com-plicaciones asociados al desplazamiento, una menor afiliación al sistema general de seguridad social en salud y mayores dificultades para acceder a los ser-vicios de salud, circunstancias que la convierten en una población con amplias necesidades en esta área.

En la población desplazada son múltiples los factores que pueden afectar su salud, como las largas jornadas de marcha, las pérdidas de los seres queridos durante el conflicto armado o como consecuencias de enfer-medades no atendidas a tiempo o inadecuadamente intervenidas, a los que se suman los cambios en la alimentación y las alteraciones de índole climática. Así mismo, los lugares de asentamiento, que en gran porcentaje se dan en condiciones de extrema pobre-za, de hacinamiento, construidos con materiales de baja calidad en zonas con un alto nivel de contamina-ción ambiental, con un anacrónico manejo de excre-tas, falta de acceso a la alimentación balanceada, vio-lencia social y cambios conductuales, entre muchos otros factores la convierten en una población suscep-tible de presentar problemas de diversa índole. En la población desplazada las enfermedades infecciosas citadas a nivel internacional como las diarreicas, las infecciones respiratorias agudas, sarampión y otras contagiosas, han sido evidenciadas de manera común en refugiados desplazados internos, que incluso han llevado a la muerte a muchos de los que la padecen.

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Según en el estudio desarrollado por (Arias, Samuel y, Gaviria, Martha, 2006), aproximadamente cinco de cada 10 personas de los asentamientos perciben estar enfermos. Las enfermedades y síntomas referi-dos con mayor frecuencia por la población desplazada son de carácter infectocontagioso, en especial la infec-ción respiratoria aguda y la enfermedad diarreica agu-da, afectando potencialmente a menores de 5 años.

La figura 2 a continuación señala la morbilidad sentida presentada por las personas en condición de desplazamiento para las seis ciudades principales de Colombia, observándose la IRA (infección res-piratoria aguda) la más predominante, tal situación refleja la necesidad de planear estrategias de po-lítica en salud dinámica en la que participen múlti-ples actores como los Terapeutas respiratorios.

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Figura 2. Proporción por 100 habitantes de las diez primeras causas de morbilidad sentida en la población en condición de desplazamiento. Fuente: ACNUR.

A nivel de salud variados estudios han evaluado el impacto de la guerra en los diferentes colectivos, así como la magnitud y los factores asociados al com-promiso de la salud mental en ésta población encon-trando como síntomas comunes a las experiencias de guerra, el síndrome de estrés postraumático y mani-festaciones somáticas como dolores de cabeza, do-lor o malestar no específico, en torso y miembros, vértigos, debilidad y fatiga. Alrededor de un 40% de las personas, expuestas a la violencia de guerra, han presentado algún tipo de sintomatología psiquiátrica (Lavie, Smadar & Ted, Swedenburg ed. 1996).

Para el caso de la población desplazada en Colombia, el Ministerio de la protección social y el instituto na-cional de salud, valoraron el estado de salud mental de 191 personas desplazadas entre los 15 y los 65 años, en el municipio de Soacha, evidenciando que el 36% de ellos, presentaban algún tipo de alteración de la esfera mental, siendo las mujeres quienes más se veían afectadas con una incidencia del 40% de los casos frente a un 32% de los hombres. Los síntomas referidos son la preocupación constante insatisfacción frente a su proyecto de vida, intranquilidad, dificultad para dormir, nerviosismo, irritabilidad y dolores de ca-beza. (Lavie, Smadar & Ted, Swedenburg ed. 1996).

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ansiedad y/o estrés a los que la violencia los ha so-metido y entre las causas de problemas infecciosos y respiratorios se encuentran las condiciones.

En correspondencia con los preceptos de María Luisa Vásquez, en su investigación acerca de la “opinión de las mujeres desplazadas sobre la repercusión en su salud por causa del desplazamiento forzado,” se ma-nifiestan problemas de salud, que se atribuyen a las condiciones medioambientales, donde se ubican los trastornos infecciosos, que afectan en gran medida a los menores de edad, problemas gastrointestinales que atribuyen al estrés o a los cambios en su alimentación y a afecciones ginecológicas percibidas de manera pri-mordial, por las adultas jóvenes y mayores.

Dentro de los factores incidentes de esta situación la pobreza es la principal limitación para acceder a los servicios de salud, ya que no es posible efectuar pagos de consultas, de medicamentos cuando no los cubre el sistema general de seguridad social en salud, o el asumir el costo de transporte hacia los centro de aten-ción. Para las adultas jóvenes que asumieron la jefa-tura del hogar, otra contrariedad para acceder a los servicios de salud son los permisos laborales, que les obliga a priorizar la estabilidad laboral sobre su salud.

De acuerdo con Amparo Mogollón, en su artículo “Necesidades en salud de la población desplazada por conflicto armado en Bogotá”, en una situación de conflicto armado se generan condiciones que dete-rioran la calidad de vida de quienes lo padecen, de tal manera que el compromiso de la salud mental y de la estabilidad psicosocial, los problemas de alimentación las afecciones gastrointestinales y respiratorias, son los principales problemas de salud. Además este pa-norama se complica con las dificultades de acceso a los servicios de salud, ya que en condiciones de despla-zamiento, la problemática se hace mucho mas grave (Mogollón, Amparo, 2003)

Según Mogollón, la situación de desplazamiento origi-nada por el conflicto armado en Colombia, requiere de acciones que permitan mejorar el acceso a los ser-vicios de salud, de la misma manera que plantea estra-tegias para la rehabilitación psicosocial de la población victima de este flagelo.

Muchas personas que son víctimas del conflicto arma-do coinciden en la identificación de las causas de sus problemas de salud. En primer lugar, existen múltiples dificultades económicas que les imposibilita la satisfac-ción de sus necesidades básicas, las condiciones de

Figura 3. Impacto del desplazamiento en la salud de las mujeres.Fuente: CODHES – SISDES 2000.

En este colectivo se revelan como principales pro-blemas de salud, las alteraciones del comportamiento mental referido en el 40% de las mujeres desplaza-das, los trastornos infecciosos, la violencia intrafami-liar, la maternidad temprana y las enfermedades de transmisión sexual, así como el acceso limitado a los servicios de salud.

Todos los anteriores problemas reconstruyen la sugestión exploratoria de las autoras de esta fase I de estudio para demarcar las áreas en las cuales el Terapeuta respiratorio podría proponer y ejecutar herramientas de acción de acuerdo a su perfil profe-sional, que le permitan cooperar por una causa hu-manitaria.

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MARCO JURIDICO DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO EN COLOMBIA

El problema social que reviste el desplazamiento forzado en Colombia, se encuentra delimitado jurí-dicamente dentro de una constelación normativa que en su orden comprenderían en primera instancia los preceptos de la carta constitucional (Constitución política de Colombia), leyes, tratados internacionales (Bloque de constitucionalidad) decretos, resoluciones, acuerdos, ordenanzas, y actos administrativos. Todos en igual magnitud guardan un grado de importancia en las decisiones contentivas dirigidas a la protección de los derechos y a goce efectivo de los mismos de la población en condición de desplazamiento forzado. (PUI, 2006)

La Constitución Política en el art. 13 establece la obligación estatal de proteger de manera especial a las personas que se encuentren en situación de debi-lidad manifiesta, mandato que ha sido la base para el siguiente desarrollo normativo:

La jurisprudencia Nacional en uno de sus tantos fallos respecto del tema, en la sentencia T-025 de 2004, proferida por la Corte Constitucional el 22 de enero de 2004, abarca un amplio catálogo de derechos que el juez constitucional afirma están siendo vulnerados al interior del país, por un evidente “estado de cosas inconstitucional (PIU, 2006).”.

Auto Nº 176 de 2005 Descripción: Ordenes relativas al esfuerzo presupuestal necesario para implementar las políticas de atención a la población desplazada Auto N° 177 de 2005 Descripción: Órdenes imparti-das en el numeral tercero de la parte resolutiva de la sentencia T – 025 de 2004, para superar el estado de cosas inconstitucional en materia de desplazamiento forzado. Auto N° 178 de 2005 Descripción: Ordenes contenidas en los ordinales segundo, cuarto, quinto, octavo y noveno de la parte resolutiva de la sentencia T – 025 de 2004, impartidas para superar el esta-do de cosas inconstitucional en materia de desplaza-miento forzado interno. Auto N° 218 de 2006 Des-cripción: Verificación de las medidas adoptadas para superar el estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia T-025 de 2004 sobre el problema del desplazamiento interno. Auto: 309 de 2007 Re-ferente al auto 200 de 2.007. Auto 052 de 2008 Impone a los SNAIPD proponer: “Programas para la Protección Diferencial de los Niños, Niñas y Ado-lescentes frente al Desplazamiento Forzado”, Auto 092 de 2.008: Insta a las entidades a desarrollar pro-

gramas específicos de género para las mujeres. Auto 004 de 2.009 Protección a los pueblos indígenas desplazadas. Auto No. 005 de 2009 Protección de los Derechos de la población Afrocolombiana, des-plazada, Auto 006 de 2.009 Protección a las per-sonas discapacitadas en situación desplazada, Auto 007 de 2009 Coordinación de la política pública de la población desplazada con las entidades territoriales y municipales, Auto. 008 de 2009 ECI y GED su-peración del Estado de Cosas Inconstitucionales y el Goce efectivo de derechos. Auto No. 009 de 2009 Protección a la vida y seguridad personal líderes po-blación desplazada. Auto No. 011 de 2009, Habeas Data, medidas para superar el subregistro.

Leyes

Ley 387 de 1997: Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia. 8 Ley 589 de 2000: Por medio de la cual se tipifica el genocidio, la desaparición forzada el desplazamiento forzado y la tortura; y se dictan otras disposiciones. Ley 136 de 1994, Art. 23 y 91 insta a incluir en los proyectos de presupuesto, las partidas necesarias para atención de la población víctima del delito de desplazamiento forzado. Ley 1169 2.007. Plan de Desarrollo Na-cional 2006-2010 Reconoce la atención a la pobla-ción desplazada, propone la estrategia de la Red de Protección Social para la superación de las pobrezas, “Red Juntos” (PIU, 2006).

Decretos

Decreto: 2569 de 2000 Disposiciones especia-les para las entidades territoriales. Decreto 250 de 2005: Por el cual se expide el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia y se dictan otras disposiciones. Conpes 3400 de 2005. Que compromete el 75% de las fi-nanzas nacionales y el territorial en un 25% para dar respuesta a las necesidades de la población desplaza-da (PIU, 2006).

Decreto 00013 expedido por la Gobernación el 11 de febrero del 2.009, “Por el cual se modifica la con-formación del sistema Departamental de Atención a la Población desplazada y se dictan otras disposicio-nes” Decreto 00260 de octubre de 2008 que modi-ficó la estructura administrativa Departamental (PIU, 2006).

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ROL DEL TERAPEUTA RESPIRATORIO

Una vez se ha hecho un recorrido por las generalida-des del desplazamiento forzado en Colombia; se hace preeminente manifestar que el descubrimiento del rol o los roles del Terapeuta Respiratorio en la presente investigación se justifica en la puesta en marcha de un proyecto de investigación, que amplié los campos de acción del perfil asistencial y comunitario, tanto así rotar la mirada a problemas emergentes de orden social como lo es el paciente respiratorio desplaza-do por diversas causas. Este trabajo comprende tres fases: Fase I. Construcción de fundamento teórico a partir de una monografía de compilación, en la cual se exponga las generalidades del desplazamiento, sus definiciones, tipos, causas y consecuencias desde di-ferentes enfoques ya sea social, cultural, económico y la salud. Se hará un análisis pormenorizado del últi-mo ítem, abriendo un canal siguiente de investigación de corte cuantitativo en el cual se logre caracterizar los roles de los terapeutas dentro del problema social, enmarcando así las posibles soluciones a problemas de salud derivados de las intervenciones de los tera-peutas respiratorios, sensibilizando a los estudiantes y profesionales del área de la salud, comprometidos con la formación integral y permanente de personas con visión humanística y social, en donde el Tera-peuta Respiratorio juega un papel importante en este proceso formativo hacia la búsqueda de alternativas para la solución de problemas prioritarios del con-texto social, aportando a la comunidad orientación del servicio y desarrollando programas de promoción y prevención de la enfermedad, con el objetivo de aportar beneficios para el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

En cumplimiento del objeto de este trabajo que con-siste en caracterizar los roles de TR en personas en condición de desplazamiento, se hace perentorio ci-tar los Estatutos de la Asociación Colombiana de Facultades de Terapia Respiratoria Acolfater, en el cual se observa que el Rol del Terapeuta Respiratorio en la población desplazada es visible en la estructu-ra gramatical del artículo 5º de esta organización, cuyo tenor: “Acolfater promueve el establecimiento de “mecanismos que contribuyan a mantener la exce-lencia académica de los programas de Terapia Respi-ratoria partiendo del análisis y reflexión del contexto social, de las tendencias y necesidades investigativas y tecnológicas del país”. De acuerdo con el artículo, los profesionales en terapia respiratoria están invocados

a ser observadores permanentes así como garantes de procesos de investigación de acción y participa-ción en la planeación, y ejecución controlada de ac-tividades que diagnostiquen un problema de salud y beneficien consecuentemente con su lex artis a todo el grupo afectado por contingencias medioambienta-les, y de diferente índole en las distintas edades.

De otro lado, este trabajo se inspira en la inclusión del análisis de los organismos de salud pública rela-cionados en los estatutos por Acolfater, contentivos en la nación con respecto de la condición de salud de la población en condición de desplazamiento que día a día cobra mayor importancia su estudio ejer-ciendo con los resultados una veeduría y vigilancia detallada y minuciosa por parte de la academia, adicionando un valor agregado asociado a la cons-trucción de escenarios de crecimiento profesional y oportunidades para perfilarse hacia otras áreas don-de el cuidado respiratorio resulta muy importante y un terreno árido.

En el literal a del artículo 5º del estatuto de ACOL-FATER, destaca como la asociación busca “Fomen-tar vínculos académicos e investigativos con un sólido sistema de intercambio entre los diferentes progra-mas académicos de nivel nacional e internacional, en la búsqueda de un desarrollo profesional de alta calidad” de esta forma la Fundación Universitaria del Área Andina, se convierte en el pilar de este inter-cambio, de tal manera que investigaciones como esta se convierten en el inicio para la apertura a nuevos espacios laborales donde la intervención del Terapeu-ta Respiratorio apoye las diferentes estrategias en sa-lud planteadas para estas comunidades en condición de desplazamiento

Igualmente en el literal m del artículo 5º. De esta im-portante asociación se hace referencia a la necesidad de “convertirse en un grupo de estudio permanente frente a la problemática de salud en general y de la salud respiratoria en particular, del país, detectando prioridades y tendencias que puedan ser conocidas y consultadas por todos los programas”. De esta for-ma, este planteamiento del rol del terapeuta respira-torio frente a la situación de la población desplazada en un país en conflicto como Colombia, es el espacio para el cumplimiento de propósitos como este, pues-to que es un sector sensible requirente de una mayor inversión social y que además reviste una problemá-tica sentida en la salud de la población colombiana.

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Finalmente, los roles del Terapeuta respiratorio en la aplicación de sus perfiles en la atención de la pobla-ción en condición de desplazamiento interno, debe ceñirse a los principios y objetos de la Ley 387 de 1997, al Proyecto de Acuerdo Nº 370 de 2007, a la sentencia T 025 de 2004, a la Constitución Po-lítica de Colombia, a los continuos reportes del SI-POD, a Acción social, la Unidad Técnica Conjunta, al Concejo nacional de política pública de atención al desplazado, al sistema nacional de información de la Población desplazada SIPOD, al sistema nacional de atención al desplazado (SNAD), al ICBF, a la REDIF (Red nacional de investigación sobre desplazamien-to forzado) y a los lineamientos de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, tanto a los estatutos de las asociaciones de facultades de terapia respiratoria y sus protocolos.

DISCUSIÓN

Muchos estudios revelan que el desplazamiento en Colombia es causado por el conflicto armado inter-no, disturbios y tensiones interiores, violencias gene-ralizadas, violaciones masivas a los derechos huma-nos, infracción al derecho internacional humanitario u otras situaciones que alteran drásticamente el orden público (Forced Migration Organization, 1999).

Ante la inminencia de proteger la vida como derecho fundamental, todos los demás elementos que com-ponen la vida del ser humano se ven severamente afectados. En este orden de ideas, las condiciones de pobreza, sumados a los deficientes patrones alimenti-cios y los cambios climáticos, dan origen a la predis-posición para desarrollar enfermedades de diferentes tipos y en diversos órganos, en las que se destaca la Infección Respiratoria Aguda (IRA), el sarampión y enfermedades de orden infeccioso. Por esta razón, abordar este tipo de poblaciones no debe ser ajeno al rol ocupacional del Terapeuta Respiratorio, quien debe estar continuamente informado sobre los fenó-menos que afectan la salud pública que requieren la asistencia y el suministro del cuidado respiratorio.

Para facilitar y desarrollar una intervención lo más acertada posible el profesional en Terapia Respirato-ria, está llamado a documentarse ampliamente sobre los factores que modifican la condición de salud de las personas en condición de desplazamiento, de tal manera, que le sea posible formular estrategias de cambio, políticas de intervención y acciones para la prevención y atención de las enfermedades del apa-rato respiratorio y sus comorbilidades.

CONCLUSIONES

La población en situación de desplazamiento alcan-za alrededor de los 3`400,000 de personas según fuentes de comunicación más recientes, en los dife-rentes sectores del país, de las cuales el 38% no tie-nen ninguna vinculación al Sistema general de seguri-dad social en salud (SGSSS), factor que ocasiona un fuerte impacto sobre la salud y la inversión del gasto público actual.

En cuanto al marco epidemiológico, las alteraciones más comunes son las enfermedades de orden res-piratorio que suelen complicarse debido a las condi-ciones de insalubridad y a la dificultad para el acceso a los servicios de salud de este grupo de personas marginalizadas por el desplazamiento.

El rol del Terapeuta Respiratorio radica en el desa-rrollo de las competencias necesarias para abordar problemas sociales de tanta envergadura como la atención a la población desplazada, a través de la asesoría y formulación de políticas gubernamentales que permitan y faciliten el bienestar respiratorio de las personas afectadas por esta condición, así como de asistir de manera eficaz y eficiente en los niveles preventivo y curativo a los individuos con alteracio-nes de la función respiratoria.

Se hace fundamental desarrollar una estructura for-mativa a través de los planes de curriculares de los pregrados de Terapia Respiratoria en las diferentes universidades del país, que otorguen los elementos necesarios para abordar la salud pública colombiana con herramientas primarias de conocimiento en la exploración de pesquisas actuales de elevada com-plejidad social. De esta manera, el Terapeuta Res-piratorio está en capacidad de enfocar sus esfuerzos hacia frentes sociales, que requieren de una sensibili-dad especial, no sólo para el hacer, sino también para el saber hacer la intervención, teniendo en cuenta la precariedad y la escasez con la que muchas veces vi-ven estas personas.

Finalmente, el equipo concluye de manera discreta que el rol del Terapeuta Respiratorio, respecto de la asistencia a la población en situación de desplaza-miento se refiere a la implementación, desarrollo, control y veeduría de políticas gubernamentales de promoción de la salud y prevención de la enferme-dad, siendo un portante de esquemas ideológicos claros y contundentes de apoyo a las grandes redes sociales como instituciones nacionales e internacio-

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nales de orden gubernamental y no gubernamental, lideres en programas y políticas estratégicas en salud, generadoras de coberturas de protección de exten-sión a la población.

RECOMENDACIONES

A partir de los elementos consignados en este trabajo las autoras se permiten recomendar:

En lo social: Promover la activa participación de los Terapeutas Respiratorios en la asistencia a la población en condición de desplazamiento en los grupos de orden gubernamental y no guberna-mental que se encargan de asistir a dichas comu-nidades.

En lo académico: Brindar los elementos necesa-rios para los Terapeutas Respiratorios en forma-ción, en tal sentido, sean competentes no sólo para generar la asistencia, sino en formulación de políticas y alternativas de manejo de tipo pre-ventivo y curativo según sea el caso.

En la salud: Promover la realización de brigadas de salud, que aborden de primera mano las nece-sidades de los desplazados y eviten la progresión de cuadros patológicos. En esta misma vía, se recomienda capacitar a la población en condición de desplazamiento para el uso adecuado de los servicios de salud.

Salud Pública: Inicialmente se recomienda capaci-tar a los Terapeutas Respiratorios en cuanto a la legislación de la salud pública en el territorio co-lombiano, de tal forma que estos, cuenten con los recursos jurídicos suficientes para proponer po-líticas de intervención ante el CNAPD, al SNAD, a la UTC como entes gubernamentales. Por otro lado, se exhorta a ser veedores del gasto desti-nado a los cuidados de salud de la población des-plazada.

Asociaciones Que Asisten A Los Desplazados: Se invita a publicitar el rol del Terapeuta Respiratorio en las asociaciones y organismos gubernamen-tales y no gubernamentales pioneras en la asis-tencia a los desplazados, para hacer posible una atención integradora, en el que los profesionales en Terapia Respiratoria logren aplicar sus cono-cimientos en beneficio de estos sectores de la población menos favorecidos con condiciones de salud precarias e insuficientes

PROPUESTAS

Una propuesta fundamental derivada del consiguien-te trabajo, es el llamamiento respetuoso y esmerado a ACOLFATER para la inclusión dentro los planes de estudio en la correspondiente formación de los Terapeutas Respiratorios de la Fundación Universita-ria del Área Andina de una práctica de intervención en estas comunidades, de tal manera, que la inves-tigación como fin sustancia de la educación, nutra la academia e incluya nuevos espacios científicos so-ciales, para el desarrollo ocupacional de la Terapia Respiratoria. Fortalecer la participación de los semi-lleros de investigación en el perfeccionamiento del plan de estudios y en la apertura de nuevos espacios para el ejercicio de la profesión y el beneficio a las diferentes comunidades.

Las autoras proponen planear, organizar y ejecutar jornadas de prevención, campañas médicas y tera-péuticas en protección dirigido a el paciente respira-torio, con la ayuda de destacados laboratorios farma-céuticos y organismos nacionales e internacionales como una estrategia global en salud que beneficie a los afectados por el conflicto armado, con el obje-to de evitar epidemias y contribuir a una calidad de vida de esta población vulnerable y olvidada en cierta medida por la sociedad civil y el estado.

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Reconfiguración de la educación y las actividades físicas desde el nuevo orden

mundial

Reconfiguration of the education and physical activities from the new world order1

Carlos Eduardo Pacheco Villegas2

1 Conferencia ofrecida el 16 de Octubre de 2008 en la sede Valmaría de la Universidad Pedagógica Nacional, en el marco del primer encuentro de educación, salud y actividad física de la facultad de la Educación Física.

2 Candidato a Magister en educación de la Universidad Pedagógica Nacional y Especialista en Gerencia Social de la Educación de la Universidad Pedagógica Nacional, Bienestar Institucional, Fundación Universitaria del Area Andina, Bogotá, Colombia, [email protected].

Resumen

El presente documento expone las formas en las cuales la Educación y la Actividad física reconfiguran sus prácticas a consecuencia de lo económico y a la vez pretende hacer un acercamiento analítico sobre los discursos que han venido siendo introducidos en el ámbito educativo y la gimnasia aeróbica musicalizada (GAM).

Palabras clave: Educación, Actividad Física, Economía, Calidad y Estilo de vida.

Abstract

This document outlines the ways in which Education and Physical Activity reconfigured its practices as a result of the economic and at the same time seeks to make a closer study of the speeches that have been introduced in the education field and gymnastics aerobic music (GAM).

Key words: Education, Physical Activity, Economics, Quality and lifestyle.

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INTRODUCCIÓN

Permítanme hacer un acercamiento a propósito de lo que está pasando desde hace unos años primero con la educación y en segunda instancia con la actividad física. Lo que se describe no compromete ideologías, instituciones ni criterios objetivos, compromete úni-camente la forma de un pensar particular que lo que pretende es expresar inquietudes y reflexiones alre-dedor de éstas categorías. Quiero manifestar excusas hacia los amigos, compañeros docentes, estudiantes y profesionales que se encuentran trabajando al in-terior o exterior de las dos categorías y que hacen de ellas prácticas significativas, con respecto a las molestias y desacuerdos que puedan brotar en algún momento.

En primera instancia se abordará el tema de la edu-cación y su reconfiguración procurando analizar los discursos que la atraviesan.

En un segundo momento, se hace un rastreo de las demandas y practicas actuales de la actividad física dirigida como modelo de salud a seguir y su conse-cuencia para la sociedad.

LA ESCUELA Y LO EDUCATIVO

Cuando se analizan los discursos acerca de la moder-nidad y la postmodernidad se encuentran enuncia-dos que se configuran y reconfiguran de acuerdo al contexto; es el caso de los enunciados cambio social, cambios económicos, calidad, eficacia, capitalismo, economía, conocimiento, etc. En el momento el pro-pósito del documento no es ubicar lingüísticamente estos postulados, sino, ubicar la manera como han venido siendo introducidos en el ámbito educativo, esto a consecuencia de las transformaciones con-temporáneas que ha sufrido la escuela y por ende la educación.

A escala mundial se ha vislumbrado un aceleramiento de las economías con características globalizantes en donde las políticas internacionales marcan la pauta entre los procesos informativos, los procesos para la adquisición del conocimiento y los procesos adminis-trativos. La economía es una de las razones por las cuales la escuela ha tenido que relegar su discurso académico ya que quienes orientan las políticas a ni-vel mundial parecieran enmascarar tomas de decisión

a conveniencia de unos pocos. Desde aquí, la escuela y sus agentes han venido siendo invisibilizados y los discursos pedagógicos borrados de diferentes planes o estructuras sociales. Junto a la economía, se im-pregnaron técnicas administrativas que con pretextos de eficiencia, eficacia y efectividad reconfiguraron no solo las prácticas gerenciales de los administrativos docentes, sino las dinámicas de intervención en el aula. Hoy se habla de planeador de clases, observa-dor del estudiante, misión y visión de la institución, procesos de calidad, plan de mejoramiento y otras prácticas que han sido implantadas en el medio edu-cativo y que describen cierto tipo de control. Por ejemplo, las instituciones educativas tienen un gran interés por certificarse en calidad, al implementar es-tas estrategias, inmediatamente se da paso a la con-figuración de procesos y procedimientos de acuerdo a la norma ISO u otra, porque la escuela, según el nuevo orden social, debe manejarse como empresa (Laval, 2004).

Gilles Deleuze (1999), menciona que actualmente se está pasando de las sociedades disciplinarias a las so-ciedades de control, pero, eso depende de las diná-micas de cada región y país. Describamos, sin apar-tarnos del tema, lo que se interpreta por sociedades disciplinarias. Aquellas sociedades cuyas prácticas funcionales se originaron en los espacios de encierro (la fábrica, la cárcel, la escuela, el cuartel) en donde se disciplinaba también los cuerpos al organizarlos y distribuirlos en el tiempo y en el espacio. Dice Camilo Diagama (2005), que desde el siglo XVIII, el cum-plimiento de la educación ha exigido agrupación y distribución de unos cuerpos (de estudiantes y profe-sores), en espacios cerrados como el laboratorio, el salón, la escuela, etc. Se tuvo que determinar el tipo de actividad y el modo de realizarla, organizar una y otras actividades bajo la supervisión de una serie de autoridades jerárquicamente distribuidas. Cualquier parecido con la realidad es coincidencia. Continúa Diagama diciendo: ¨Siendo así, la educación disci-plinaria ha moldeado una multiplicidad de cuerpos y conciencias sometiéndolos a un proceso predeter-minado por el régimen que coordina la sucesión de los espacios¨. Pero, actualmente estas formas disci-plinarias están en crisis por la información, la super-población y las máquinas de la comunicación, más no significa que vayan a desaparecer. Estas máquinas gobiernan los cuerpos no desde un lugar de vigilan-cia, sino, a través de una red de dispositivos que los relaciona a distancia y les propone unas metas, unos logros, unas dinámicas y hasta unas sociedades (Fa-

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cebook, Hi 5, Sónico, los teléfonos celulares). Esto se denomina el régimen de control. ¨El principio modulador de que los salarios deben corresponderse con los méritos tienta incluso a la enseñanza pública: de hecho, igual que la empresa toma el relevo de la fábrica, la formación permanente tiende a sustituir la escuela, y el control continuo tiende a sustituir al examen. Lo que es el medio más seguro para poner la escuela en manos de la empresa¨ (Deleuze, 1999).

Bajo el régimen de control, el modelo neoliberal, le-gitima procesos como la modernización, la privatiza-ción, las competencias y la gestión de la educación, y aunque se pretende hacernos creer que es una gran reforma, en el fondo es la muerte de las instituciones.

El conocimiento, la forma de acceder a él y la In-ternet están ofrecidos bajo otras dinámicas para in-terpretar la realidad social. La información masiva gracias a los medios de comunicación no es clasifica-da ni organizada. Cualquier persona puede obtener información al instante con solo hacer un click. El conocimiento también esta siendo subordinado por las estrategias al servicio del mercado y acertadamen-te se le ha denominado la gestión social del conoci-miento (Diagama, 2005). Desde esta perspectiva el poder o los poderes mundiales parecieran dosificar la cantidad y la calidad de conocimiento para la so-ciedad mostrando subrealidades y subproblemas con una cortina de humo mientras en el mundo laboral las contrataciones son temporales y con prestación de servicios sin ningún compromiso contractual por parte de las organizaciones. El conocimiento paso ha ser sustancialmente reducido y técnico para que se pueda desempeñar operativamente en lugares invisi-bles o lugares fantasmas contemporáneos.

Entonces la educación y el sistema escolar se ven obligados a pasar del reino de los valores culturales a la lógica del valor económico y de mercado.

De manera responsable y como agentes de cambio, nos queda invitar a nuestros congéneres a la verdade-ra reflexión para no resignarnos a una reducción en los procesos educativos y propender por una educa-ción liberadora, justa y crítica.

Por otro lado, pero en la misma dinámica, se encuen-tran las actividades físicas cualquiera que sea su fin y su propósito y que al parecer su colonización emerge de posturas deportivizadas. Adentrémonos al hedo-nismo característico de la actividad física.

Reconfiguración de la actividad física

Aunque la actividad física es un amplio espectro a ni-vel teórico y práctico, me limitaré en hablar solo de la actividad física dirigida y para hacerlo más específico, de la hoy llamada gimnasia aeróbica musicalizada.

Para ubicarnos todos, se denomina en la práctica, gimnasia aeróbica musicalizada (GAM), a todas las formas de gimnasia dirigida mediada por la música; su ancestro cercano, los aeróbicos, son la más inme-diata referencia. Aunque en su naturaleza los aeró-bicos y la GAM merecen verse de igual manera, las intervenciones desde el punto de vista multidisciplinar profesional han vislumbrado formas específicas de di-mensionarla. Esas formas la han hecho más técnica, más operativa y más instrumentalizada, pero, poco reflexiva. Sitios y espacios como los gimnasios, las recreovías, clubes y cajas de compensación, conjun-tos residenciales entre otros, asumieron estas prácti-cas con enunciados a nombre de verdad, (su verdad) como salud, bienestar y estilos de vida saludable a ra-zón de la calidad de vida. ¿Quién no tiene un familiar, un amigo, un vecino o conocido que se interese por ésta práctica? ¡Tal parece que se convirtió en moda! ¿religión? o de pronto ¿subcultura? Quien no esté al interior de estas prácticas o cualquier otra actividad física, está Out (por fuera). Circulan discursos que pe-netran los cuerpos para estar In (adentro). Abundan los cuerpos estilizados casi anoréxicos en nombre de la salud, mientras proliferan las tendencias que co-rroboran el estar In. La salud médicamente definida y médicamente administrada parece haberse con-vertido en las últimas décadas en uno de los bienes más preciados y así mismo, la permanente tarea de alcanzar el paradigma del cuerpo sano (Illich, 1975). Desde aquí se le OTORGA LEGITIMIDAD SOCIAL y carácter propositivo a la salud, a lo que en realidad es una imposición de ciertas prácticas de relación con el cuerpo. Esa imposición son mecanismos o dispo-sitivos de distinción social ya que según las normas de clase, fuera de establecer cuáles son las condicio-nes del buen comportamiento, para este caso una condición saludable, establecen la frontera entre los cumplidores y no cumplidores, entre sanos e insanos.

Tendencias dirigidas como Pilates, Body system, Dánzica, Stretching, Rumba, Cardio box, Spinning y demás denotan prácticas inmediatistas que se ocupan más por los tecnicismos y las formas de involucrar masivamente a instructores para que se conviertan

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en reproductores de ese producto, que por el sujeto que lo practica y lo asume como estilo de vida. Pero lo más grave se encuentra en quienes promueven estas prácticas ya que quien no se actualice con res-pecto a los cursos y tendencias, no podrá trabajar; quien no haya pagado y asistido a uno de los cursos que promueven los mercaderes de la actividad física, se le quitarán horas de su trabajo o se convierte en instructor o instructora obsoletos. Aquí no se valora al ser humano, no hay preocupación ni ocupación por las personas. El decir que alguna de estas prác-ticas se sustenta desde lo biológico-fisiológico para dar una falsa y superficial creencia de preocupación por las personas, no basta y no es suficiente. No hay que descartar las intenciones de monopolización de algunas instituciones que bajo grandes despliegues y promoción de las tendencias In, estructuran criterios de cobertura, calidad y poder económico.

El consumismo se convirtió en estilo de vida (Lipo-vetsky, 2007). El tener acceso a un servicio nos re-configura a ser consumidores. Sujetos de y para el consumo. Nos sujetan para ser vitrinas ambulantes sin que nos demos cuenta exhibiendo tenis, sudade-ras, gafas, camisetas de marcas internacionalmente reconocidas.

En nuestro contexto inmediato abunda y hasta inco-moda la comercialización de productos que promue-ven piernas hermosas, abdomen tonificado, cintura de reina y hasta limpiadores de arterias: Abdoplan, Leg Magic, cardio tester polar, tensio matic, Omega 3 y videos como zumba, Pilates y algunos de salud ocupacional son el ejemplo para nuestros postulados.

En este sentido, y de acuerdo con Pedraz, (2006), es que la relación que se ha establecido entre ejercicio físico y salud constituye uno de los exponentes de colonización normalizadora a la que las sociedades de consumo, someten a los individuos a través de los sinnúmeros aparatos ideológicos y políticos de con-trol de los que están dotados. El discurso de la calidad de vida hoy más que nunca cobra fuerza.

Una mirada exterior a la calidad de vida.

Revisando la densa literatura sobre lo que trata y pro-pone la Calidad de Vida, que para nuestros fines la identificaremos con las iniciales en mayúscula CDV, nos encontramos con diversos contextos en donde un nuevo modo de pensar involucra aspectos de sa-tisfacción de ambiente, de salud, de servicio, de feli-cidad y porqué no de sensibilización. El significado y aplicación de la CDV se expresa entonces en domi-nios o campos en donde su discurso resulte valioso. Por ello, se menciona en espacios médicos, educati-vos, rehabilitativos, carcelarios y hasta económicos

Al parecer el interés del concepto de CDV está ín-timamente ligado a discursos político-económicos, a pesar de que en sus inicios desde Platón y Aris-tóteles se describieran aspectos humanistas. Desde mediados del siglo pasado, la revolución por la ca-lidad, (Schalock & Verdugo, 2003) y la cultura por la calidad (Giraldo, 2003), incidieron en todos los niveles de la sociedad impulsados por el desarrollo económico después de la segunda guerra mundial. La declaración de las Naciones Unidas fue uno de los escenarios promisorios para los discursos que cuali-ficarían la salud, un nivel de vida adecuado sumado a necesidades básicas como educación, vestido, vi-vienda o alimentación3.Junto a estas circunstancias, se formaron los Estados de Bienestar en donde los gobiernos de turno brindaron seguridad y protección social a los individuos cubriendo sus necesidades bá-sicas.

En Colombia, varios son los contextos en donde se menciona la Calidad. Particularmente en lo educati-vo, han existido reformas y proyectos que han llega-do a su etapa final, pero, otros, se han quedado en el camino y han desaparecido, (Giraldo, 2003). Desde la promulgación de la constitución del 91, aparece la Ley de Educación Superior, Ley ·30 de 1992, y con ella la promulgación de criterios y organismos pro-pios de un sistema para fomentar y juzgar la calidad de los programas y las instituciones de educación su-perior, creando el Consejo Nacional de acreditación CNA. Aquí también se habla de CDV, de Calidad de

3 Nos encontramos, así, en la declaración universal de los derechos humanos de las naciones unidas, de 1948, al fin de la Segunda Guerra Mundial, con la homologación del conjunto de los derechos sociales y económicos con aquellos otros políticos y civiles en un afán de universalidad. En el documento se lleva a tal proclamación: “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para la salud y bienestar propios y de su familia, incluyendo alimentación, el vestido, la vivienda, asistencia técnica y los servicios sociales necesarios, y derecho a la seguridad en el caso de desempleo, enfermedad, incapacidad, viudedad, vejez o en otros casos de falta de sustento en circunstancias que escapan a su control”. Extracción carta declaración de las Naciones Unidas.

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las instituciones y Calidad en el trabajo y muchas ve-ces sin precisar qué se entiende por Calidad o desde qué enfoque se usa este término. Sin embargo, ha-blar de calidad en el ámbito educativo es muy com-plejo y contradictorio puesto que hace referencia a formación de personas en diferentes niveles, circuns-tancias y propósitos.

Pero, ¿cuál es la relación entre calidad de vida y el concepto de calidad este último utilizado indiscrimi-nadamente?. Hasta hace unos años el concepto de calidad en el contexto educativo no era tan trascen-dental; Hoy las instituciones deben verse como em-presas del conocimiento donde se ofrecen servicios y bienes en educación, cultura y demás con el objeti-vo de alcanzar un verdadero desarrollo humano con mejores condiciones de desarrollo y progreso para la humanidad.

De lo anterior se puede enunciar que la calidad debe cumplir con una serie de condiciones y el término en sí es una condición perteneciente a algún tipo de re-ferencia, comportamiento, servicio y producto. En-tonces al considerar la construcción conceptual del término CDV, una primera aproximación proporcio-na unas condiciones que se deben generar y fomen-tar para que el desarrollo humano y el progreso se posibiliten. Enunciados como estilo de vida, estilo de vida saludable y condición física harían parte de este constructo desde ciertas dimensiones; ubiquemos los anteriores enunciados para encontrar puntos conver-gentes con CDV.

Estilo de vida y calidad de vida CDV

El estilo de vida puede definirse como el conjunto de patrones de conducta que caracterizan la manera general de vivir de un individuo o grupo (Mendoza, 1994, pág 17). Dentro de una determinada socie-dad, dice Mendoza, no hay un único estilo de vida saludable, sino muchos, cualquiera que sea la defini-ción de salud que se adopte. El estilo ideal de vida no existe afortunadamente, porque implicaría que solo una cierta manera de afrontar diariamente la reali-dad en que se vive es saludable. Además, cualquier estilo de vida calificado globalmente como saludable puede contener elementos no saludables o saludables en un sentido pero no en otro. Puede pensarse, que hábitos de vida y hábitos de salud son algo que van íntimamente ligados de forma que de lo que en rea-lidad deberíamos hablar es de hábitos saludables de vida. Entre los comportamientos que se consideran favorables para la salud el autor contempla tres tipos de hábitos: una alimentación correcta, una actividad física realizada con frecuencia, intensidad y duración

adecuadas y unas pautas de descanso regulares y de la apropiada duración (dormir entre 7 y 8 Horas). Entre aquellos hábitos que considera negativos des-taca principalmente el consumo de tabaco y de al-cohol en cantidades excesivas y el consumo de otras drogas nocivas relacionadas con las tres causas más importantes de mortalidad en la actualidad; Corazón, Cáncer y Carretera. Los hábitos saludables de vida se encuentran estrechamente relacionados con la calidad de vida (CDV), y esta difiere de acuerdo al discurso del contexto (político, médico, investigación evaluativa, entre otros).

De acuerdo con Schalock y Verdugo (2003), la de-finición y concepción de la CDV ha sido y continua siendo un proceso complejo que presenta numerosos problemas técnicos y filosóficos y acuerdan aproxi-marse a él mediante dimensiones e indicadores cen-trales. Algunas dimensiones desde diversos investi-gadores son: Bienestar físico y material, salud física, seguridad, Bienestar emocional, desarrollo personal, relaciones con otras personas entre otros. Los indica-dores son las formas concretas en donde se operativi-zan las dimensiones; por ejemplo si nos basamos en la dimensión del Bienestar emocional, los indicadores que orientan esta concreción serían la libertad religio-sa, la vida familiar, la felicidad, la alegría, el estado de salud mental, etc. Estas dimensiones y estos indica-dores se regularizan en el sistema social de acuerdo a lo micro, lo meso y lo macro. Entonces a esta altura podemos responder la pregunta: ¿Qué determina la calidad de vida de las personas? La CDV depende-rá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales (Manfred Max-Neef, et al 2006).

Como se menciona en párrafos anteriores uno de los comportamientos que se consideran favorables para la salud y el desarrollo de la condición física, y en este caso para el mejoramiento de la calidad de vida, es la práctica de actividad física de manera frecuente. Pero ¿qué entender por actividad física?

Condición Física y Actividad Física

El nivel de condición física de una persona depende de la interacción de un conjunto de funciones fisio-lógicas. La condición física es la sumatoria del esta-do funcional de capacidades fisiológicas y cualidades motrices. (Manual de Educación Física y Deportes, 2003). Actualmente, la condición física se puede va-lorar mediante test (pruebas) que ofrecen información sobre el estado físico de una persona o población. Aunque se puede medir la condición física, los méto-dos resultan a menudo complicados y además exigen

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un equipamiento sofisticado con el que solo cuentan un reducido número de laboratorios especializados en cada país. (MEFYD, 2003). Una manera de su-perar esta dificultad consiste en establecer baterías de pruebas que dependan de una función fisiológica esencial, por ejemplo el sistema cardiorrespiratorio, los músculos, la coordinación neuromuscular, etc. De esta manera los resultados pueden ser medidos con un equipo simple (cronómetro, cinta métrica) o espe-cífico (bicicleta ergométrica). Estos resultados, a me-nudo representados por la duración de un ejercicio, por una distancia, por una carga levantada, por un cierto número de impulsos cardíacos, etc., deben ser considerados a la vez como medidas cualitativas, es decir como expresión de la calidad o la eficiencia del sistema probado, pero también como medidas cuan-titativas, con relación a la altura y las dimensiones de la persona sujeta a prueba. (MEFYD, 2003).

Por otro lado, el nivel de condición física está relacio-nado con los hábitos de vida saludable, y la calidad de vida. Uno de los comportamientos aceptables y óptimos en diversas sociedades es la práctica de la actividad física, que se define como cualquier movi-miento corporal que genere gasto calórico mayor al basal y entendido como un comportamiento humano complejo, voluntario y autónomo.

Junto a la medición de la condición física y los enun-ciados relacionados con la calidad de vida existe uno directamente asignado a las organizaciones: el clima organizacional.

El estado del arte sobre clima organizacional muestra una variada gama de concepciones y metodologías que dependen de la visión de sus respectivos autores. (Méndez, 2006).

REFERENCIAS

Deleuze. (1999). Posdata sobre las sociedades de control. En Deleuze Gilles. Conversaciones.

Diagama C. (2005). El saber y la educación en las sociedades de control. Cuestiones de filosofía. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Co-lombia, Escuela de Filosofía y Humanidades. No 7.

Giraldo, C. (2003). “Rescate de lo Público - Poder Financiero y Derechos Sociales” (Compilador).Cesde, Desde Abajo, Academia Colombiana de Ciencias Económicas. Bogotá, Colombia.

Illich L. (1975). Némesis médica. La expropiación de la salud. Barcelona, España: Barral.

Laval, Christian. (2004).La escuela no es una empre-sa. Paidos.

Lipovetsky, G. (2007). La felicidad paradójica. Ensa-yo sobre la sociedad de hiperconsumo. Barcelo-na, España: Anagrama

Mendoza, R, Sagrera, M.R. & Batista, J.M. (1994). Conductas de los escolares españoles relaciona-das con la salud (1986-190). Madrid. Consejo superior de investigaciones científicas.

Pedraz, Miguel V. (2006). Arqueología de la educa-ción física y otros ensayos: Kinesis.

Schalock, R. & Verdugo, M.A. (2003). Handbook on quality of life for human service practicio-ners. Washington, DC: American association on mental retardation.

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Reseña BibliográficaBermúdez, P. L. (2007) La formación docente en Venezuela: estudio

diagnóstico; Universidad Pedagógica Experimental Libertador: Vicerrectorado de Investigación y Postgrado.

ISBN: 980-281-120-3

INTRODUCCIÓN

Luis Bermúdez Peñalver actualmente se desem-peña como profesor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, se encuentra vinculado al Departamento de Humanidades y Artes del Institu-to Pedagógico de Maturín, con cátedras de pregra-do y postgrado; igualmente realiza consultorías a la UNESCO en el área de formación docente para América Latina y el Caribe; Investigador-fundador del Instituto Bolivariano de Investigación y Desarrollo Educativo, del Ministerio de Educación, miembro de la Sociedad Española y la Sociedad Brasileña de His-toria de la Educación.

De su obra La Formación Docente en Venezuela: Estudio Diagnóstico, vale la pena señalar aspectos importantes impartidos en sus XVI capítulos, orien-tados al diagnóstico de lo que se ha representado en la formación docente a través de una investigación histórica-genealógica, la cual brinda como resultado el desarrollo de las instituciones de educación supe-rior de Venezuela, aterrizado al caso particular de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL).

En sus primeros capítulos Peñalver aborda el desarro-llo histórico de la formación docente y la simetría en-tre instituciones públicas y privadas que ofrecen for-mación docente como profesión, y su evolución en las ultimas épocas; reflexionando sobre el complejo escolar de Halle por A,H. Francke (1663-1727); el que tenía como característica fundamental una doble condición de existencia por tener fuerte inspiración religiosa y diversificación, según las determinadas clases sociales. Posteriormente en 1684, se creó el seminario de maestros de escuela, el cual formaba maestros de estado Selgar, pero con sentido religio-so, lo anterior termina aterrizando en los orígenes y desarrollo de las escuelas normales en casi toda Latinoamérica. Después del acontecimiento de la re-volución francesa, cuando se define la idea de crear un”hombre nuevo” y como obligación del Estado, se ofrecería una educación universal laica bajo la razón y la ciencia.

El autor presenta el desarrollo de las escuelas nor-males como centros de formación para docentes, en las que se enseña y practica ejes fundamentales ajustados a las normas establecidas cómo el caso de: las socio conductuales, de conocimiento, las políticas, culturales, éticas y de pensamiento.

El autor hace mención del caso de Colombia cuando el general Santander decreta el método de enseñanza mutua para el año de 1822, cuatro años más tarde en Bogotá se publica el manual de enseñanza mutua en las escuelas primarias para niños este hecho ocu-rrió dos años después de haberse inaugurado en la ciudad de Caracas la primer escuela mutual a cargo Joseph Lancaster.

El análisis presentado por el autor sobre las institu-ciones públicas y privadas en Venezuela y las profe-siones ofrecidas por éstas; expone cómo la demanda para las ciencias de la educación ha replicado en el sector privado, al punto de llegar a ser mercantilizada la profesión docente. En este sentido resulta perti-nente traer a nivel de reflexión cómo después de tan-to desarrollo y esfuerzo a través de la historia puede llegar la formacion docente a ser contraria a las ideas iníciales de los líderes, como Simón Bolívar que soña-ban con una “Educación Para el Pueblo” ó el mismo Lancaster quien impuso en los bolivarianos la “en-señanza mutua” la cual fue acogida posteriormente por Colombia y otros países Latinoamericanos y del Caribe. Entonces, entraría un interrogante a esta si-tuación y es ¿qué beneficios podría traer la privatiza-ción de las instituciones formativas en las ciencias de la educación para el pueblo? ésta pregunta nos lleva a reflexionar si la formación docente está a la mano de muchos que la ejercen.

Es así, como se presenta después de la creación de las escuelas normales y posteriormente se abre paso a la conformación de instituciones de formación do-cente, como es el caso de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, ésta última, como caso ex-puesto por Luis Peñalver en la obra reseñada. Institu-ción creada como “objeto principal para la formación de profesionales y especialistas en la docencia, la in-

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estamos haciendo los maestros para transformar la formación docente en una con carácter reflexivo, crítico e investigativo, que coadyuve al desarrollo del sistema educativo, generando soluciones a los pro-blemas de enseñanza?.

Es importante resaltar, la posición del autor en la presentación de aquellos aspectos vivenciados y que muestran la realidad de la formación docente, en es-pecial el papel que ha tomado la UPEL, frente a este proceso de desarrollo en el sistema educativo, la his-toria de la educación en Venezuela acompañada de los avances tecnológicos, el seguimiento al egresado, al contexto jurídico, las relaciones entre el sistemas educativo y la instituciones con carreras de formación docente ; presentando en una forma autocritica lo que a significado los avances, y las fallas del mismo sistema educativo en la historia. Presentando en los últimos capítulos las tendencias y perspectivas hacia lo que Peñalver pone como interrogante una ¿Trans-formación Universitaria?. Lo importante es saber con quien se cuenta, para dar respuesta a todos los inte-rrogantes que a manera de reflexión surgen hacia ese cambio ó como es bien dicho “Transformación”.

Hacia otra transformación docente la cual involucra al ser humano y su existencia, su integridad, su liber-tad y auto transformación, como aliento de vida, el cual involucre a la comunidad académica y a las ins-tituciones. En búsqueda de progresos, que mejoren la formación de formadores y resalten el papel del maestro, la difusión de sus conocimientos y el desa-rrollo intelectual.

Marsory Anzola SánchezCandidata a Magister en Docencia

Universidad de la SalleEspecialista en Docencia Universitaria

Universidad Piloto de ColombiaDocente investigadora Centro de Investigación y

DesarrolloFundación Universitaria del Área Andina

[email protected]

vestigación y difusión de los saberes vinculados con las problemáticas y necesidades del sector educativo y la sociedad nacional” (p. 41.)

La obra presenta cuatro grandes enfoques temáticos en el marco jurídico, como lo son las leyes y normas vigentes, el ministerio de educación superior, el mi-nisterio de educación y deportes, y la autoría y elec-ción de autoridades. Cada uno de estos ejes buscan establecer las pautas por las cuales se establece la formación docente para Venezuela, logrando auto-nomía y calidad en la educación publica.

En cuanto a las características institucionales se pre-senta la estructura institucional y organizacional en las universidades según la ley de Universidades de 19702 y cómo esta ley, a tenido ciertas modifica-ciones en algunas instituciones, caso reseñando de la UPEL, que genera un documento sobre: Gestión Estratégica Para la Transformación: Diagnóstico, Tendencias y Propuesta del Sistema de Evaluación, donde se expone un capitulo, sobre estructura orga-nizativa de la universidad.

Presentando la selección e ingreso de estudiantes, el diagnóstico presentado por Peñalver expone los cri-terios a tener en cuenta para los programas de orien-tación profesional y posterior programa de admisión a la educación superior de Venezuela, el cual sigue los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Universidades (CNU). Es interesante, resaltar este proceso, teniendo en cuenta, que el estudiante recibe acompañamiento, desde el Proceso Nacional de Ex-ploración Vocacional, hasta la fase de selección y dis-tribución, de acuerdo con las carreras seleccionadas; entonces después de un proceso como el presenta-do por el autor el cual también hace referencia “De acuerdo con la OPSU las debilidades que caracterizan la educación superior en Venezuela son las siguien-tes; no existen programas de evaluación institucional, bajo nivel académico de los docentes, baja calidad de servicios, baja incorporación en actividades de inves-tigación y extensión …” (p.81); cabe entonces pre-guntar ¿qué esta ocurriendo con el sistema educativo no solo en Venezuela si no en otros países? y ¿qué

2 Ley de universidades, publicada en la Gaceta Oficial No 1.429, Extraordinario, de 8 de Septiembre de 1970

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REVISTA TEORÍA Y PRAXIS INVESTIGATIVA

INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES1

[email protected]

INTRODUCCIÓN

La revista Teoría y Praxis Investigativa es una publicación mul-tidisciplinar, académica, de carácter científico, que tiene como propósito la divulgación de conocimiento generado a partir de investigaciones, reflexiones y disertaciones que contribuyan a ampliar el conocimiento científico en todos los campos del sa-ber. La revista cuenta con ISSN 1900-9380 y puede consultarse en: http://www.areandina.edu.co/portal/index.php?Itemid=387&id=510&option=com_content&view=article. Teoría y Praxis Investigativa está incluida en Dialnet (dialnet.unirioja.es), google (www.google.com) y en los enlaces de CLACSO (www.biblioteca.clacso.edu.ar/enlaces) y se encuentra en proceso de indexación en el Índice Bibliográfico Nacional Publindex. La revista recibe documentos durante todo el año, publica dos números anuales y ocasionalmente publica un suplemento especializado en un tema de actualidad.

Se acepta para publicación trabajos inéditos en español y en inglés, que no hayan sido publicados o presentados simultáneamente a publicación en otra revista nacional o internacional y que pertenezcan a una de las siguien-tes categorías propuestas por Publindex:

Artículo de investigación científica y tecnológica. Do-cumento que presenta, de manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de investigación.

Artículo de reflexión. Documento que presenta resultados de investigación terminada desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales.

Artículo de revisión. Documento resultado de una investi-gación terminada donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se ca-racteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias.

Artículo corto. Documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación cien-tífica o tecnológica, que por lo general requieren de una pronta difusión.

Reporte de caso. Documento que presenta los resultados de un estudio sobre una situación particular con el fin de dar a conocer las experiencias técnicas y metodológicas conside-radas en un caso específico. Incluye una revisión sistemática comentada de la literatura sobre casos análogos.

Revisión de tema. Documento resultado de la revisión críti-ca de la literatura sobre un tema en particular.

Cartas al editor. Posiciones críticas, analíticas o interpre-tativas sobre los documentos publicados en la revista, que a juicio del Comité editorial constituyen un aporte importante a la discusión del tema por parte de la comunidad científica de referencia.

Editorial. Documento escrito por el editor, un miembro del comité editorial o un investigador invitado sobre orientacio-nes en el dominio temático de la revista.

Traducción. Traducciones de textos clásicos o de actualidad o transcripciones de documentos históricos o de interés par-ticular en el dominio de publicación de la revista.

Reseña bibliográfica. Tener en cuenta los siguientes aspec-tos: Con relación a la reseña: a) la reseña consiste en una lectura crítica positiva de un libro, se sugiere que sea de un tema que el autor conozca ampliamente; b) puede incluir-se máximo tres referencias bibliográficas; c) la reseña estará encabezada por la bibliografía completa de la obra reseñada siguiendo las normas del Manual de la American Psychologi-cal Association (APA); d) se puede iniciar con una semblanza del autor de la obra; e) el nombre del autor de la reseña debe escribirse al final del texto. Con relación a la obra reseñada: a) La publicación debe ser científica o académica; b) el tema objeto de la obra ha de ser relevante; c) se debe tener en cuenta la especialización y prestigio del(los) autor(es), y de la entidad editora; d) el libro reseñado no debe tener más de dos años de publicado; e) dado el carácter científico de la revista, se excluyen reseñas de obras de divulgación, libros de texto y materiales exclusivamente didácticos, o de cualquier obra que defienda o propugne principios contrarios a los valores implícitos o explícitos de la Fundación Universitaria del Área Andina.

Documento de reflexión no derivado de investigación.

Otros: Entrevistas, reportajes, etc.

El Comité Editorial dará prelación a los artículos de investigación, revisión y reflexión.

ESTRUCTURA GENERAL DEL DOCUMENTO

Los artículos sometidos a la revista deben contener: título en español y en inglés (máximo 20 palabras), autores con nombres y apellidos (indicar con nota al pie de página y números arábigos: título académico de mayor nivel e institución de obtención del título, nombre y dependencia de la institución que tiene los dere-chos patrimoniales de la publicación, ciudad, país y correo elec-trónico de contacto), resumen en español y en inglés (máximo 200 palabras), palabras clave en español e inglés (tres a seis palabras), introducción, contenido del documento, conclusio-nes, recomendaciones (opcional), agradecimientos (opcional) y referencias. En el caso de los artículos de investigación, el con-tenido del documento corresponde a: materiales y métodos, resultados y discusión.

2 Diana Milena Quilaguy Ayure M.SC. en Microbiología de la Universidad Nacional de Colombia, Centro de Investigación y Desarrollo de la Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia, [email protected]

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PAUTAS DE ELABORACIÓN

El documento debe ser presentado como un archivo Word con letra tipo “Times New Roman” tamaño 12 puntos, interlineado sencillo en papel tamaño carta con márgenes de 3 cm. en todos los lados, texto justificado en una columna con estilo normal y páginas numeradas consecutivamente. El documento debe estar escrito en lenguaje científico con extensión máxima de páginas así: 20 para artículo de investigación y traducciones, 15 para artículos de revisión, 10 para artículos de reflexión, ocho para artículos cortos, cinco para reportes de caso, revisiones de tema y reseñas bibliográficas y dos para cartas al editor.

Adicional a esto se debe tener en cuenta las siguientes indicacio-nes: 1) presentar la información en forma ordenada y coherente con redacción adecuada, en voz activa y en la forma impersonal de los verbos (se + verbo); 2) ser consistente en el manejo de los tiempos verbales (ej.: métodos y resultados en tiempo pretérito y discusión y conclusiones en presente); 3) usar un solo espacio de barra entre palabras, posterior a una coma, punto y coma, dos puntos, paréntesis, punto seguido, etc.; 4) dejar un espacio entre párrafo y párrafo y entre referencia y referencia; 5) los títulos del artículo, resumen y abstract, deben ir centrados, en negrilla y con mayúscula inicial; 6) los títulos como introducción, materiales y métodos, resultados, referencias, etc. deben presentarse justifica-dos en mayúscula sostenidas con negrilla; 7) los subtítulos deben ir en negrilla con mayúscula inicial; 8) utilizar el Sistema Interna-cional de Unidades (SI); 9) los pié de página solo deben utilizarse en caso de aclaraciones importantes o derechos de copia; 10) las abreviaciones deben colocarse entre paréntesis inmediatamente después del significado completo la primera vez que se utilicen.

Tablas y figuras

Las tablas y figuras se incluyen en página separada después de las referencias, siempre deben estar tituladas y numeradas consecu-tivamente y deben citarse dentro del texto en el lugar apropiado (ej.: Figura 1, Tabla 1). Los títulos se colocan con mayúscula ini-cial y centrados, seguidos del número correspondiente, los de las tablas van en la parte superior y los de las figuras se colocan en la parte inferior. Aunque las tablas y figuras son parte integral del texto, estas deben contener la información suficiente para que puedan comprenderse por sí solas. Si son tomadas o adaptadas de otra fuente, siempre se debe referenciar la fuente original.

Para la elaboración de las tablas y figuras, por favor tener en cuenta las siguientes consideraciones: 1) toda la información debe estar acorde con el idioma del texto, ser legible y sin ma-yúscula sostenida; 2) para hacer aclaraciones se debe utilizar le-tras con superíndice y colocar la información en la parte inferior; 3) para separar decimales, utilizar punto (.) y no coma (,); 4) ) en las tablas sólo deben incluirse líneas horizontales, no verticales; 5) los dibujos, fotografías y gráficas deben ser presentados en jpg., con tamaño máximo de 215 x 280 mm., con resolución mínima de 350 ppi y más de 200 Kb.

Citas y referencias

Para la elaboración de las citas y referencias debe seguirse el Manual de la American Psychological Association (APA) última edición (6ª). A continuación se presentan algunos ejemplos de citaciones y referencias, información adicional puede ser con-sultada en la página web http://owl.english.purdue.edu/owl/resource/560/01/.

Ejemplos de citaciones en el texto:

- Un autor al inicio: Rodríguez (2003) señala que… / Al final: xxxxxx xxxxxx (Rodríguez, 2003).

- Dos autores al inicio: Martínez y Castro (2001) plantean que... / Al final: xxxxxxxx xxxxxxxx (Martínez & Castro, 2001).

- De tres a cinco autores al inicio: Jiménez, Contreras, Díaz y Moya (2005) encontraron que... / Si se cita de nue-vo: Jiménez et al. (2005) sostienen que… / Al final: xxxxx xxxxx (Jiménez, Contreras, Díaz & Moya, 2005). / Si se cita de nuevo al final: xxxxx xxxxx (Jiménez et al., 2005).

- Seis o más autores al inicio: Ramírez et al. (2004) en-contraron que… / Al final: xxxxxx xxxxxx (Ramírez et al., 2004).

- Cita textual menor de 40 palabras: Con base en su estudio, Gómez y Pérez (1999) “xxxxxxx xxxxxxxx” (p. 23), xxxxx xx. / Al final: Con base en estos resultados, “xxxxxxx xxxxxxxx” (Gómez & Pérez, 1999, p. 23).

- Cita textual mayor de 40 palabras (a 1.3 cm.): Cai-cedo y Pérez (1998) sugieren…:

Xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx Xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx. Xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx. Xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx xxx (p. 121).

- Trabajos sin autor (decretos y leyes): (“Constitución Po-lítica de Colombia”, 1991).

- Distintos autores que apoyan una misma idea (colo-car en orden alfabético): Xxxxx xxxx xxxx (Cárdenas, Prieto & Vanegas, 2005; Díaz-Gómez & Ayala-Beltrán, 2003; Ri-vas et al., 2009).

- Un autor que cita a otro autor al inicio: Córdoba y Méndez (1999 citados en Esguerra & Ruíz, 2005) señalan que… / Al final: Xxxxx xxxx (Córdoba & Méndez, 1999 citados en Esguerra & Ruíz, 2005). Esta cita debe aparecer en la lista de referencias (Esguerra...) y no del autor citado (Córdoba…).

- Dos obras citadas del mismo autor que tienen el mismo año, al inicio: Perales y Montoya (2007 a) debatie-ron acerca de…. Perales y Montoya (2007 b) concluyeron… / Al final: Xxxx xxx (Perales & Montoya 2007 a). Xxxxxx xxxx (Perales & Montoya 2007 b).

- Autores distintos con el mismo apellido al inicio (utilizar iniciales de los nombres): P.C. Lara (2005) y D.S. Lara (2008) encontraron… / Al final: xxxx xxx (P.C. Lara, 2005; D.S. Lara 2008).

- Publicación de una institución al inicio: Según el estudio de la Organización de las Naciones Unidas [ONU], (2007), xxx xxx. / Si se cita de nuevo: De acuerdo con el reporte de la ONU (2007), xxxx… / Al final: xxx xxx (Orga-nización de las Naciones Unidas [ONU], 2007). / Si se cita de nuevo al final: xxx xxx (ONU, 2007).

- Sin fecha de publicación conocida al inicio: García (s.f) verificó… / Al final: xxx xxx (García, s.f).

- Comunicaciones personales (en casos muy especiales en los que el emisor es una autoridad en su área): El director general H. Cortés (comunicación personal, 15 de febrero, 2008) afirmó que…

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En la lista de referencias solo deben colocarse las que fueron citadas dentro del texto y debe seguirse las siguientes indi-caciones: 1) organizar en orden alfabético según el apellido de los autores; 2) utilizar sangría francesa; 3) si hay más de un trabajo de un mismo autor(es), ordenar cronológicamente del más antiguo al más reciente; 4) para artículos de siete o más autores, colocar los seis primeros seguidos por et al.; 5) verificar que las fuentes electrónicas provengan de una insti-tución reconocida o de una base de datos; 6) reemplazar el URL cuando el Digital Object Identifier (DOI) esté disponible.

Ejemplos para la sección de referencias:

Libro: Apellido, A. A. (año de publicación). Título del libro (ed.). Lugar de publicación: Editorial.

Leavell, H. & Clark, E. (1998). Medicina preventiva para la co-munidad: Una aproximación epidemiológica (3a ed.). Ma-drid, España: McGraw Hill Book Co.

Libro con editor: Apellido, A. A. (Ed.). (año de publicación). Título del libro. Lugar de publicación: Editorial.

Castillo, A. J. (Ed.). (2003). Administración educativa. Medellín, Colombia: Publicaciones antioqueñas.

Capítulo de Libro: Autor, A. A. del capítulo. (Año de publica-ción). Título del capítulo. En Editor del libro (Ed.), Título del libro (pp. xx-xxx). Lugar de publicación: Editorial.

Noguera, N. & Miranda, P. (2001). La industria de la informa-ción. En J. Cortés & F. C. Méndez (Eds.), La documenta-ción y sus tecnologías (pp. 245-328). Bogotá, Colombia: Ediciones Pirámide.

Artículo de revista científica: Apellido, A. A. (año de pu-blicación). Título del artículo. Título de la revista, Vol(N°), pág.-pág.

Contreras, F. V., Polania, A. & Rodríguez, A. (2009). Autoefi-cacia, ansiedad y rendimiento académico en estudiantes. Diversitas: Perspectivas en Educación, 1(2), 188-194.

Artículo de revista no especializada: Apellido, A. A. (año, día y mes de publicación). Título del artículo. Título de la revista, Vol(N°), pág.- pág.

Vargas, M. (1993, 28 de septiembre). Ventas arriba. Magazine, 14(2), 43-48.

Artículo de periódico: Apellido, A. A. (año, día y mes de pu-blicación). Título del artículo. Título del periódico, p. pág.

Cárdenas, E. (1993, 2 de abril). Hacía una cultura virtual. El Tiempo, pp. 8,12.

Tiempo para cultivar la familia (2005, 13 de marzo). El Colom-biano, pp. 4-8.

Tesis: Apellido, A. A. (año de publicación). Título de la tesis (Tesis de xxxx, institución, lugar de publicación). Recuperado de http://www...

Flores, A. (2009). La reorganización de la biblioteca del Hospital Tunjuelito (Tesis de licenciatura, Universidad Nacional de Colombia, Manizales, Colombia). Recuperado de http://www...

Libro sin autor o editor: Título del libro (ed.). (Año de publicación). Lugar de publicación: Editorial.

Larousse Diccionario Enciclopédico (5a.ed.). (1999). Bogo-tá, D.C., Colombia: Larousse, S.A.

Libro electrónico: Apellido, A. A. (año de publicación). Título del libro. Recuperado de URL de la fuente

Magallón, M. (1998). Filosofía política de la educación. Recupe-rado de http://...

Artículo de revista electrónica sin versión impresa: Ape-llido, A. A. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, Vol(N°), pág.-pág. Recuperado de http://www... O doi:####...

Díaz, M. (2001). Clasificación para la categorización y la organi-zación de la Web. Context.net, 3(12), 12-14. Recuperado de http://www....

Brownlie, D. (2007). Toward effective poster pre-sentations: An annotated bibliography. Euro-pean Journal of Marketing, 41(11), 1245-1283. doi:10.1108/03090560710821161.

PROCESO DE ENVÍO Y EVALUACIÓN

Los documentos deben ser enviados al correo: [email protected], dirigido al editor de la revista (Eduardo Mora Bejarano), anexando lo siguiente:

- Ficha de identificación de autores.

- Carta firmada por todos los autores donde se remite el do-cumento y se declare que el documento es inédito y no ha sido publicado o sometido a otra revista.

- Lista de chequeo.

- Cuando las imágenes son de otro(s) autor(es) se debe adjun-tar autorización por escrito del autor(es) original(es).

La remisión de una contribución a Teoría y Praxis Investigativa, implica que el(los) autor(es) cede(n) los derechos de publicación y difusión a la revista, por cualquier medio conocido o por conocer.

La recepción del documento se notifica por correo electrónico. Los trabajos son sometidos a selección inicial por parte del Co-mité Editorial y en el transcurso de 20 días hábiles se comunica a los autores la aceptación o no para evaluación. Los documentos que no se ajusten a las instrucciones dadas por la revista no serán evaluados. Posteriormente se envía el documento a evaluación por pares académicos, quienes emiten un concepto, la acepta-ción para publicación dependerá de la calidad científica y el cum-plimiento de las instrucciones dadas por la revista. La respuesta será enviada por correo electrónico dentro de los 90 días hábiles después de dada la respuesta de aceptación para evaluación.

El Comité Editorial se reserva el derecho de aceptar, rechazar, solicitar modificaciones y hacer las correcciones que se estimen necesarias para ajustar el documento al estilo de la revista. En caso de solicitar modificaciones, los autores cuentan con 20 días hábiles para enviar el documento corregido. La revisión de los artículos se hará respetando el derecho de los autores a la con-fidencialidad en cuanto a la información, resultados y esfuerzo creativo. Así mismo se respetará el derecho a la confidencialidad de los evaluadores.

El autor principal recibirá un (1) ejemplar del número de la revista en que sea publicado el documento. En caso de necesitar certifi-cación de aceptación o publicación, esta se debe solicitar al editor al correo [email protected].

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