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Portada tif 3/4/09 17:13 Página 1

1ª reimpresión 2009

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El Instituto Andaluz de la Mujer contribuye, cada año, a la celebración del 28 de Mayo, díaInternacional de Acción por la Salud de las mujeres, editando materiales coeducativos sobre diversostemas relacionados con la salud de las mujeres.

Hemos publicado, entre otros, los cuadernos: «Quererse mejora la salud», «Alcohol y tabaco:Infórmate» y «Anorexia No», con la finalidad de proporcionar recursos y estrategias que permitaneducar en un ámbito de tanta relevancia como es la salud, abordándolo desde el punto de vista delgénero, ya que, tal y como demuestran estudios empíricos, chicos y chicas presentan conductas desalud diferentes.

Las conductas de salud en adolescentes nos ofrecen un campo sobre el que trabajar cambiandocomportamientos, eliminando conductas de riesgo, proporcionando información y compensandocarencias, es una tarea compleja en la que están implicadas los y las adolescentes, las familias, laescuela y la sociedad.

Las Leyes Andaluzas en materia de igualdad recientemente aprobadas, Ley 12/2007, para laPromoción de la Igualdad de Género en Andalucía y Ley 13/2007, de Medidas de Prevención yProtección Integral contra la Violencia de Género, contemplan la importancia de la educación sexuala través de programas de sensibilización y formación con un enfoque de género.

Con este objetivo, la Campaña de este año la destinamos a la Educación Afectivo-Sexual en laadolescencia, una etapa evolutiva clave para educar en una sexualidad igualitaria que conduzcaa una «salud sexual» en un sentido amplio e integrador, es decir, en la que intervienen el cuerpo,las emociones y los sentimientos.

PRESENTACIÓN012345

Es en la adolescencia cuando se plantean preguntas y dudas a las que hay que responder de formanatural y teniendo la formación necesaria para hacerlo. Las personas adultas no podemos respondercon el silencio por temor a hablar de estos temas puesto que así dejaríamos nuestra responsabilidadde educarles de forma positiva y buscarían respuestas no siempre de las fuentes más adecuadas.

Con este cuaderno, pretendemos ofrecer un recurso coeducativo con propuestas dirigidas de formadirecta a las chicas adolescentes pero proponiendo su lectura también a los chicos, de tal forma quese proporcione la información a ambos y se favorezcan las relaciones igualitarias. Asimismo, seofrecen orientaciones a las familias y al profesorado, con propuestas de actividades en el aula.

Generar pautas de conducta igualitarias desde las edades más tempranas es un aspecto determinantepara asentar un nuevo modelo social basado en la igualdad y el respeto entre mujeres y hombres.Llevada esta reflexión al ámbito de las relaciones afectivo-sexuales, destacamos la importancia deque, desde los diversos espacios de socialización, acompañemos a las chicas en el proceso deconstrucción de sus propias identidades, potenciando su autoestima y haciéndoles ver que quien biente quiere nunca te hará llorar

Soledad Pérez RodríguezDirectora

ÍNDICE

012345Actividades23

012345Recursos 26

012345Algunos mitos y falsas creenciasque dañan a las Mujeres

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012345Claves para mejorar

la vivencia de la sexualidad

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012345¿Qué es la sexualidad? 04

La sexualidad se define como «una energía quenos impulsa a buscar afecto, contacto, placer,ternura e intimidad. La sexualidad influye ennuestros pensamientos, sentimientos, acciones einteracciones y, por tanto está relacionada connuestra salud física y mental» (O.M.S., 1975).

Más tarde la misma Organización Mundial de laSalud definiría la Salud Sexual diciendo de ellaque es un estado de bienestar físico, emocional,mental y social relacionado con la sexualidad;no es meramente la ausencia de enfermedad,disfunción o malestar. La salud sexual requiere unacercamiento positivo y respetuoso hacia la sexua-lidad y las relaciones sexuales, así como la posi-bilidad de obtener placer y experiencias sexualesseguras, libres de coerción, discriminación y vio-lencia. Para que la salud sexual se logre y semantenga, los derechos sexuales de todas laspersonas deben ser respetados, protegidos ysatisfechos.

El aprendizaje de la sexualidad comienza en elmomento del parto, si no antes. Hoy sabemos dela importancia que tiene para la salud mental yfísica el poner en íntimo contacto al bebé con lapiel de su madre, para que reconozca los latidosque lo acompañaron durante su estancia en elvientre materno, con la piel, las manos o la vozde su madre. Ahí comienza algo fundamental

para el ser humano: la percepción y expresiónde sentimientos y el placer a través del tacto, lavisión, los sonidos, etc.

Durante la infancia aprendemos una buena partede lo que la sociedad hace por diferenciarnos ahombres y a mujeres, así por ejemplo, a las niñasse las acaricia más que a los niños, se las dejallorar más que a ellos, se le hacen más expresionesde ternura. Esto comienza a conformar las supuestasdiferencias, mal llamadas «naturales», entre mujeresy hombres. Sin embargo, todas las personas sea-mos hombres o mujeres tenemos las mismas nece-sidades de recibir y mostrar afectos, de comuni-carnos, de respetarnos, de convivir en armonía.

En la adolescencia, cuando llega el momento enel que los y las jóvenes comienzan a prestar másatención a lo sexual, sobre todo por factoreshormonales que hacen que maduren tanto físicacomo mentalmente, y que producen cambios enel cuerpo, la mente y en la forma de plantearseel mundo, la familia en la intimidad de la casa yla sociedad, en general, siguen remarcando esasdiferencias.

A las chicas adolescentes se les empieza a dictarel miedo y a ellos la supuesta necesidad masculinade vivir lo sexual para identificarse como hombresy hacerse adultos. La chica debe asumir un buennúmero de responsabilidades para evitar emba-razos y enfermedades, mientras que al chico nose le pide la misma responsabilidad con su repro-ducción.

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¿QUÉ ES LA SEXUALIDAD?012345

La serie de mensajes que recibe la chica la llevaa una situación en la que parece dársele a enten-der que el chico puede hacer cosas en base asu «instinto» sexual (que ya sabemos que no estal) y que le resulta «inevitable» y no puedecontrolarlo. Por esto, en ocasiones, parece quelas chicas no nos sentimos con el derecho dedecirles «hasta aquí», de ir a nuestro ritmo y ponernuestros propios límites.

A estas edades, los mensajes contradictorios de«evita la sexualidad», y por otro lado, invitándonosa vivir el sexo, hacen que el conflicto esté servido.

Los medios de comunicación me dicen que migeneración empieza antes, con lo que puedollegar a suponer, que si no lo hago, me estoyquedando atrás, debo andar de prisa si no quieroquedar como una anticuada. Mi familia me puededecir que no haga nada aún. Mis amigos queellos ya lo han hecho y mis amigas que no lesgustó las formas pero que por «amor» lo haríanotra vez.

Todos estos mensajes puede llevarnos a tenerdudas, pero el no precipitarme y reflexionar sobrequé es lo que realmente yo quiero, hará quesolo yo decida cual es mi momento. Sólo si actúodespués de haberme informado y desde mi propiocriterio, sin presiones, podré estar segura de haberelegido bien.

Es común en este periodo la toma de concienciade la propia orientación sexual. A qué sexo perte-

nezco lo tengo claro, la naturaleza me habíadefinido con mi cuerpo como una chica o unchico. Sin embargo, la orientación, es decir, sime voy a sentir atraído/a por personas del sexocontrario o por las de mi propio sexo se empiezaa hacer más consciente ahora que comienzo asentir deseo sexual. En esta fase de definición demi deseo, no es raro que puedan darse dudascon las preferencias sexuales, son lógicas y debesplanteártelas como algo transitorio. Pero si estasdudas te atormentan pues no acabas de entenderqué te ocurre, lo mejor es acudir a una perso-na adulta de tu familia o de tu centro que pue-da ayudarte o acompañarte a un/a profesionalque te asesore.

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Hoy sabemos que podemos sentirnos atraídos/aspor personas del mismo sexo o del sexo opuesto.Ambas opciones son respetables y válidas. Sinembargo, puede que percibamos que el ser dife-rente a la mayoría, como les ocurre a los y laschicas homosexuales, puede, en ocasiones, lle-varles a conflictos con la sociedad donde viven.

En el caso de estar rodeado de una cultura dondela homosexualidad es un hecho normal y acep-tado (homofílica), aceptarán inmediatamente sunaturaleza y serán tan felices o no como los ylas demás. En cambio cuando viven en una culturacontraria al hecho homosexual (homófoba), co-mienzan un largo sufrimiento para ocultar sudeseo. Hay millones de personas en el mundoque han vivido ocultando su ser, viviendo un

engaño para que no percibieran su orientaciónsexual. Todo por un concepto social que decidióque lo único «normal» era lo heterosexual enbase a teorías inventadas sobre lo que es naturaly lo que no.

Afortunadamente, hoy en día las personas homo-sexuales pueden acceder a recursos donde en-contrar ayuda tales como colectivos, asociacionesy otros/as profesionales.

Relaciones SaludablesSexo Saludable

La sexualidad no se centra tan sólo en los genitalesy menos aún para las mujeres. Nosotras mostra-mos preferencias por una sexualidad más global

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relacionada con las sensaciones que nos provocala piel de todo el cuerpo, por las caricias, por lobesos y abrazos. Y es que en realidad todos lossentidos tienen su importancia en la sexualidad:lo que oímos, lo que vemos, lo que olemos…aunque cada una podamos tener alguna predi-lección por un sentido u otro.

Nos referimos a eso que la sociedad se ha em-peñado en llamar juegos «preliminares» ¡Comosi no se tratara de sexo! o como si fuera un sexode segunda categoría, cuando en realidad paramuchas mujeres son lo principal.

Esto parece darnos a entender que realmentesólo hacemos sexo «completo» cuando intervienenlos genitales, cuando ocurre la penetración y quelo demás no tiene importancia. Esta concepciónen la que los genitales tienen el protagonismo ydonde el coito es la práctica supuestamente másplacentera y la que domina las relaciones sexua-les, parece contradecirse con los descubrimientosmás recientes y con la vivencia que tenemos lasmujeres, que confirman que es el clítoris y no lavagina el órgano más sensible.

Si realmente la mayoría de las relaciones quetenemos no son para quedarnos embarazadasy además la penetración no suele ser la prácticamás placentera ni la única importante para lasmujeres, ¿por qué hacer del coito la prácticaprincipal de nuestras relaciones? ¿Quién decidequé es lo normal?

Reflexionemos sobre esta cuestión. ¿No crees quequizá estemos asumiendo el modelo antiguo ymachista de sexualidad, donde deben estar pre-sentes de forma prioritaria los genitales y la pene-tración?, ¿hay más placer así? ¿Conseguimos laigualdad si simplemente imitamos a los chicos?

No nos engañemos, podemos comprobar día adía cómo generalmente para los chicos el sersexualmente activos y haber tenido muchas ex-periencias sexuales, muchas «novias», aún hoy,es algo bien visto y valorado positivamente porlos y las demás, pero ¿y las chicas? Cuando unachica se atreve a hacer lo mismo, no vamos arepetir aquí los adjetivos que puede recibir y lamala fama que adquiere en su entorno. La verdades que es un lío, porque por un lado parece quesomos iguales en derechos pero, la realidad noes así, aunque tampoco se trata de imitar elcomportamiento sexual de un chico.

Hasta ahora, las opciones con las que seencontraban las chicas eran:

Mostrarse sexualmente pasiva, es decir, asu-mir el modelo tradicional femenino donde lasmujeres no conocen su cuerpo, no hablan de suspreferencias, sus deseos, y someten el placer suyoal del varón. De esta forma al menos no serácriticada ni vista como una «chica fácil». Pero, ¡aqué precio! Renunciando a tus preferencias ydando prioridad a las del chico. Este tipo derelación no se basa en la igualdad.

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Imitar sin pensar si realmente te satisface, loque hasta ahora hacían solamente los chicos:cuanto antes empieces mejor, mientras más rela-ciones tengas mejor, tengo que disfrutar con elcoito. De esta forma, «masculinizando» nuestrasexualidad, sin considerar ni atender nuestrasdiferencias y necesidades, tampoco nos sentiremosplenamente satisfechas.

Estas dos primeras opciones parece que no tienenmucho que ver con el placer de las mujeres ¿no?Sino más bien con lo contrario.

Sin embargo, existe una tercera:

Aceptar y valorar que mis deseos, mis gustos,mis preferencias son tan válidas como las de losy las demás aunque no coincidan con lo queescucho en la tele, en la calle, o lo que cuentanmis amigos y amigas o mi pareja sobre cómotiene que ser mi sexualidad.

Si nuestras relaciones sexuales no se limitanúnicamente a prácticas de penetración tendremosuna sexualidad mucho más rica y satisfactoria.

Además estaremos menosexpuestas a embarazosno deseados y a infec-ciones de transmisiónsexual por lo que podre-mos dejar de sentir tantomiedo frente a esto, si ol-vidar que es imprescindi-ble disponer de una in-

formación real y objetiva sobre cómo evitarlas. Ypor último, si dejamos atrás las falsas creenciasque aún existen sobre cómo tiene que ser mipropia sexualidad y cómo tengo que disfrutar deella, no llegaremos a pensar que somos raras otenemos un problema sexual, si no que, dispon-dremos de una sexualidad positiva y saludable ypor lo tanto nuestras relaciones también lo serán.

Por último queremos destacar que el princi-pal ingrediente para disfrutar de unas rela-ciones sexuales sanas es el respeto basadoen las relaciones igualitarias, por ello:

Reflexiones sobrelas relaciones en igualdad

Hoy sabemos que las relaciones amorosas sanasson aquellas que nos hacen sentir bien, nossentimos escuchadas y respetadas, se basan enel cariño y en la negociación, en compartir y enel cuidado mutuo. Aunque puedan existir conflic-tos, éstos se solucionan con el diálogo y la nego-ciación. Por ejemplo, un indicio de una relaciónsana es que las relaciones con las amistades sonimportantes y deben respetarse para ambosmiembros de la pareja. También es primordialaprender a divertirse y a organizar entre amboslos planes de ocio. Además, también sabemosque la pareja no es el único y primordial objetivode nuestras vidas y existen otros objetivos tanimportantes o más que hacen que podamos teneruna vida plena y equilibrada, por lo que es

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imprescindible que no abandones tus amistades,tus aficiones, tus estudios, etc. y que esa personaque esté contigo aprenda a respetarlos.

Sin embargo, a veces podemos vernos inmersasen una relación que realmente no nos satisfaceo podemos observar esto en alguna amiga. ¿Esposible que nos dejemos influir por una relación

de dominio en la pareja que no nos deje ver larealidad?

Es absolutamente necesario que nuestrasrelaciones estén basadas en el respeto yen la igualdad, sólo de esta forma podre-mos gozar de una buena salud sexual

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012345ALGUNOS MITOS Y FALSAS CREENCIASQUE DAÑAN A LAS MUJERES

La igualdad entre chicos y chicas significa imitar y asumir como correctas y únicaslas conductas y preferencias sexuales de los chicos.

La sexualidad no es completa si no existe penetración.

La penetración es la forma más adecuada para sentir placer y conseguir el orgasmo.

Las relaciones sexuales deben ser espontáneas y no planificadas. Si se preparan,se habla de ellas o se negocian, se pierde en placer.

El amor es ciego, en realidad no se decide a quien amar, te viene y no puedeshacer nada por evitarlo.

Las relaciones sexuales tienen que ser perfectas desde el principio cuando existeamor en la pareja.

La masturbación en las chicas no es sana ni necesaria para conocer su propiocuerpo. Lo ideal es descubrirlo en pareja.

Si tengo caricias y besos con un chico, no tengo derecho a parar cuando quiera,tengo que seguir hasta que el se sienta satisfecho, no lo puedo dejar así.

La conducta sexual es un instinto y todos sabemos cómo se hace.

La mujer debe esperar que el hombre le proporcione el orgasmo.

Por naturaleza las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres.

La mujer tarda más en alcanzar el orgasmo que el hombre.

El súper mito:el ideal de amor romántico

Y sobre el amor ¿quien nos habla? Hemos escu-chado muchas veces que tarde o temprano apa-recerá en nuestras vidas una persona muy especialque nos hará felices. Por lo general, nos cuentanque tendremos sentimientos muy fuertes que pue-den aparecer de repente, (amor a primera vista)o de forma más gradual, y sin esa persona seráimposible que podamos encontrar la felicidad.Esto es lo que se conoce como el «ideal de amorromántico».

En este ideal, el sufrimiento y el sacrificio sonprotagonistas, quien no ha escuchado eso de«quien bien te quiere te hará llorar», o que «elamor todo lo puede» y, por tanto, si me sacrificoy espero esa persona finalmente se entregará amí. Según este ideal, una historia de amor parala mujer es tan importante que eclipsa todo lodemás y hace de ella lo único en su vida olvidan-do otras facetas tales como las amistades o losestudios, supeditando sus deseos a los de supareja.

Claro, de esta forma, no es raro que nos podamossentir «incompletas» si no tenemos pareja, pero esque se olvidan de otras cosas que hacemos o quenos gustan a las mujeres, los estudios, el trabajo,los deportes, la tecnología, el arte, el cine…

Por esto en ocasiones algunas chicas prefierenvivir una relación aunque no sea satisfactoriapara ellas. Los motivos, entre otros:

creer o sentir que sin el amor no se es nada,

pensar que él cambiará,

sentirse responsables de todo lo que ocurre enla relación y por tanto sentirse como una fraca-sada si la relación se rompe,

creer firmemente que el amor implica sufrimien-to y que la entrega total y sin condiciones a losdeseos de la otra persona puede al final tenerrecompensa

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Claves para mejorar desdenosotras mismasImportancia de saber o estar informadasen sexualidad

La sexualidad en positivo, es decir sin problemasy bien vivida tendrá una importancia relativa enla pareja, para unas tendrá mucha y para otrasmuy poca. Sin embargo cuando aparecen cir-cunstancias que la hacen negativa es cierto quecobra una especial importancia, ya que casisiempre nos sucede algo que no esperábamos,algo que no estaba en nuestros planes o que noentendemos como nos puede suceder a nosotras.En ocasiones no supondrá más que un pequeñoconflicto y en otras acarreará un grave problemaen nuestras vidas. Es muy propio de la adolescen-cia y jóvenes un pensamiento mágico: «a mí esono me va a pasar». Y decimos mágico porque,usando la razón, si corro riesgos: ¿cómo puedodecir que yo no me voy a caer de la moto o quenunca me pueda quedar embarazada? Con laedad todas y todos descubrimos que «a mí tam-bién me podía pasar», que a veces cometemosidioteces o que a veces nos dejamos llevar porlos malos consejos.

Por ello, vamos a enumerar algunas de las posi-bilidades, para poderlas valorar, reflexionar sobreellas y aprender a tomar decisiones en base a lopensado por nosotras mismas.

En más de una ocasión en nuestras vidas la tomade decisiones ha de ser muy rápida, debemostener las cosas muy claras para poder optar porqué cosa queremos hacer y cuál no. Si no, ima-gínate. Estás en una fiesta con tu chico y el tedice, «¿lo hacemos?». En ese instante puede quetu cuerpo te diga «sí», tu cabeza consciente digaque «puede» y tu inconsciente que «no». «Queno tenemos preservativos, que no estoy prepara-da, que yo me esperaba algo más lento, queestoy deseando besarte, que no sé si quiero…».

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012345CLAVES PARA MEJORARLA VIVENCIADE LA SEXUALIDAD

Para ayudarte a pensar y reflexionar, para quecuando llegue ese momento tengas algún argu-mento más o simplemente para que sepas de laque te has librado por tu buena cabeza, vamosa enumerar algunas posibilidades que puedendarse si no tomamos las medidas adecuadas:

Miedos, que se traducen en ansiedades yestas en problemas con nuestras emociones.Miedo a fallarte a ti misma, miedo a fallarle a él,miedo a fallarle a tu familia, miedo a fallarle atu grupo. Todo esto me lleva a un conflicto de «aquién me debo más». Queremos recordarte quesiempre te debes más a ti misma. Luego quién túdecidas, pero que nadie te imponga su criterio.

Embarazos no deseados, estos a pesar delos avances en anticoncepción siguen dándose.Por ejemplo, ante una relación podemos pensar«total por una vez…» y asumamos así el posibleriesgo sin pensar que es mucho más aconsejableusar siempre un buen método anticonceptivo,tomar todas las precauciones y sobre todo, estarbien informadas.

Las infecciones de transmisión sexual son unosde los escollos en nuestra salud que puedentocarnos en cualquier momento. En este sentidousar el preservativo «siempre», es imprescindible,independientemente de que ya estés utilizandootro método anticonceptivo. También es importantetratar de conocer todo sobre estas enfermedadespara poder evitarlas al máximo, pues no hay unareceta «milagro» que nos evite algún contagio.

Poco conocidas y comentadas en los manua-les son las disfunciones sexuales, falta de deseo,dificultades con el orgasmo, dolor durante lasrelaciones de penetración vaginal o imposibilidadde realizarla, son algunos ejemplos. ¿Cómo sentirdeseo por una actividad que me produce miedo?Miedo a un embarazo no deseado, miedo a unaenfermedad de transmisión sexual, miedo a to-marme una pastilla para evitar los embarazos,etc. Para evitar estas situaciones es muy útil tenerconocimientos sobre sexualidad y sobre nosotrasmismas, sobre nuestro cuerpo y nuestra mente,saber qué queremos, que es real en esto del sexoy qué es mentiras o fantasías. Y más importanteaún saber decirle a la otra persona lo que que-remos y lo que no.

Algunas rupturas de parejas vienen de la ma-no de una mala sexualidad, unas veces por defectoy otras por excesos. No saber lo que nos gustao no atrevernos a pedirlo, no saber lo que le gustay no preguntar por ello. No saber exigir respeto,no saber respetar. También la mala comunicaciónes causa de esto. Es frecuente no hablar de nada

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íntimo a pesar de que sí se habla mucho de sexo.No atrevernos a decir lo que no y lo que sídeseamos. Una buena comunicación, exigir elrespeto que merecemos y dar el que se merecela otra persona, son buenos ingredientes paramejorar estas situaciones y favorecer que noaparezcan rupturas que no deseamos.

A veces, la situación puede complicarse conla violencia psicológica, física o sexual, todasmuy dañinas. Sabemos que casi siempre laspersonas que van a ejercer la violencia más tarde,dieron al inicio de las relaciones algunas pistasde su carácter y de su forma de entender elrespeto. Normalmente son chicos muy controla-dores, celosos y que, de muchas y variadasformas, te faltan al respeto o te humillan en laintimidad o en público. Puede ayudarnos a evitarestas complicaciones el poner en duda los senti-mientos del otro/a ante situaciones así, hablarde esto con alguien mayor por su experiencia dela vida, y valorar de una forma fría qué estamoshaciendo con esa persona.

Y por último, hay que conocer el peligro demantener relaciones sexuales unido al consumode alcohol o de drogas o de ambas a la vez,pensando falsamente que «facilitan» la comuni-cación, nos quitan la vergüenza o nos desinhibeny nos envalentonan. El problema, además deperder el control de lo que hacemos y llevarnosa muchas de las situaciones antes citadas, es queestas substancias nos enganchan y nos hacenunos daños que aparecen tiempo después, cuan-

do ya no tiene mucho arreglo. Aquí se podríadecir aquello de «si bebes no…».

Te recordamos que cuentas con el Teléfonode Información Sexual para Jóvenes dela Junta de Andalucía (901 40 69 69) que,de forma anónima y confidencial, te atenderánen cualquiera de tus dudas o problemas.

Para poder disfrutar de mi sexua-lidad es importante:

Conocerme a mí misma.

Conocer tanto mi cuerpo como mis deseos y pre-ferencias. Para disfrutar de la sexualidad lo pri-mero y más importante es saber lo que quiero ylo que me gusta.

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La sexualidad como forma de expresión de afectosy de comunicación íntima requiere que conozca-mos lo que nos hace sentir bien y lo que no. Yaquí nos referimos tanto a lo psicológico, con lasfantasías, como a las sensaciones físicas que nosproporciona nuestro cuerpo.

Este conocimiento nos facilita por tanto una infor-mación importante sobre nuestros gustos y prefe-rencias. Las mujeres, en este sentido, hemos tenidotradicionalmente muchas dificultades y esto haceque aún hoy nos cueste no tan sólo explorar quées lo que realmente nos gusta sino también con-siderarlo tan válido y aceptable como lo que lepuede gustar a otra persona.

Aceptarme y quererme como soy.Aceptar y querer:

Mi cuerpo. En esta época, mi cuerpo no parade cambiar y esto nos suele producir inseguridad.Además, a través de la publicidad vemos cons-tantemente cómo aparece un ideal de belleza quesi nos fijamos, en realidad, no se corresponde conla mayoría de las personas que observamos enla calle. Parece que, si no somos como las modelosde pasarelas, no tendremos éxito en la vida, noseremos queridas o aceptadas, ni deseadas. Sa-bemos que esto no es real, ya que el valor de laspersonas no se encuentra en ser meros objetosdecorativos. Es cierto que podemos mejorar as-pectos de nuestro físico a través de hábitos salu-dables como, por ejemplo, una alimentación sanay equilibrada, deporte y una adecuada higiene.

Pero esta presión por alcanzar un modelo debelleza en la mayoría de las ocasiones inalcanza-ble, hace que nos podamos sentir con poca valíafrente a nosotras mismas y frente a los y las demás.De ahí la importancia que tiene que sepamosaceptarnos tal y cómo somos y no tomemos comocierto todo lo que nos digan sobre como tiene queser el cuerpo femenino. Nuestra autoestima depen-de de ello.

No es sano aceptar sin cuestionarnos los modelosque la televisión, la publicidad, Internet, etc.,proporcionan sobre cómo debe ser mi cuerpo,mi sexualidad.

Mis preferencias. La heterosexualidad, homo-sexualidad y bisexualidad se consideran opcionesigualmente válidas para vivir la sexualidad. Puedeque te identifiques con una opción o con otra osimplemente no lo tengas muy claro, recuerdaque tu sexualidad es sólo tuya y tú eres quiendebe sentirte a gusto independientemente de loque digan los y las demás. Si tienes dudas eneste sentido, lo mejor es tomarlo con tranquilidad,el tiempo irá haciendo que tengas las cosas másclaras, pero recuerda que puedes pedir ayudaprofesional.

Mis diferencias. Aceptar y valorar que mis de-seos como mujer, mis gustos, son tan válidos comolos de los demás aunque no coincidan con loque escucho en la tele, en la calle, o lo quecuentan mis amigos, mis amigas o mi pareja.

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Por ejemplo, en muchas ocasiones escuchamosque tantos chicos como chicas tenemos los mismosderechos a desarrollar, disfrutar y disponer denuestra sexualidad. Pero tener los mismos dere-chos no significa que necesariamente nos gustenlas mismas cosas. Por ello es importante quetengas claro que el no coincidir con los gustosque pueden expresar los chicos, no significa queseas rara ni que tengas que cambiar tu forma dever la sexualidad.

Me respeto, me respetan.

¿Quién decide cómo deben ser mis relaciones?Sólo yo. Escúchate y valora tu forma de ver lascosas procurando, eso sí, estar bien informada.

Si conozco lo que me gusta y lo acepto comovalioso lo único que me falta es concederme elderecho a ser yo misma y no a lo que esperande mí. Para esto es prioritario defender frente alotro/a lo que necesito y lo que me gusta sindejarme manipular. En este sentido, a la hora demantener relaciones aprender a negociar conla pareja se vuelve imprescindible.

En ocasiones esto no resulta fácil y, ante una peti-ción, podemos comportarnos de forma sumisa yquedarnos bloqueadas y no saber cómo actuaro simplemente adaptarnos y responder segúncrea que es el deseo de mi pareja.

A veces incluso puede ocurrir que respondamosde forma inadecuada, enfadándonos en exceso

o respondiendo con agresividad a la otra personasin explicar las razones reales de mi enfado antela incapacidad de expresar y defender nuestrosdeseos.

Por ello, para sentirnos bien es necesario saberdecir «no» explicando las propias razones per-sonales. El entender la postura de la otra personano significa que tengamos que renunciar a lanuestra. En las relaciones sexuales, hacer algoporque «nos sentimos obligadas» es el caminomás corto para unas relaciones poco sanas ydesiguales.

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Además es importante saber pedir de forma claray respetuosa lo que necesitamos y expresarnuestros sentimientos, ya sean positivos (amor,afecto, gratitud, admiración) como negativos(insatisfacción, desconcierto, dolor).

Sólo de esta forma podremos sentirnos bien connosotras mismas y disfrutar de unas buenas rela-ciones, compartir afectos y comunicarnos deforma sana…

Teóricamente parece que las chicas podemosdecidir libremente cuándo, cómo y con quiénmantener relaciones sexuales.

Reflexiona: ¿Realmente esto es así? ¿Qué tipo deinformación nos llega sobre nuestra sexualidad?¿Somos realmente iguales en derechos los chicosy las chicas o aún siguen existiendo diferencias?

ALGUNOS DE MIS DERECHOS

«El mayor derecho del que dispongo es aser como soy»

Derecho a pensar antes de tener sexo: ¿quées lo que realmente quiero hacer? ¿Hasta dóndeme apetece llegar? ¿Qué es lo que me gustaa mí? ¿Tengo claro cómo evitar los riesgos?

Derecho a pensar también después de te-ner sexo: ¿Ha sido satisfactoria para mí? ¿Qué

es lo que me gustaría que fuera diferente?

Derecho a rechazar peticiones, saber decirno: si hay algo que no me satisface tengo dere-cho a no hacerlo. Si no deseo mantener ningúntipo de conducta sexual, tengo derecho a nohacerlo o a dejarlo para cuando realmente lodesee sin sentirme rara o anticuada.

Derecho a parar una relación sexual yainiciada si ésta no me está agradando o sim-plemente considero que hasta ahí ya está bien.Tener un acercamiento sexual con alguien, nosignifica que acepte todo tipo de prácticassexuales o que tenga que llegar hasta dondela otra persona considere o desee.

Derecho a tener relaciones sexuales sinque éstas tengan que terminar necesariamenteen penetración.

Tengo derecho a realizar peticiones, saberpedir lo que necesito o simplemente lo que megusta, sin sentirme culpable por hacerlo.

Derecho a pedir cambios de conducta enel otro/a si hace algo que nos desagrada.

Derecho a expresar tanto sentimientos po-sitivos (amor, agrado, afecto) como negativos(desagrado, disgusto) siempre respetando ladignidad de la otra persona.

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Derecho a asumir la responsabilidad de mipropio placer y no a esperar como la belladurmiente a que un príncipe «me despierte» ylo descubra.

Derecho a que la responsabilidad sea com-partida en cuando a la anticoncepción y noaceptar asumirla por completo o dejarla total-mente en manos del otro.

Claves para mejorar desdela familia

Una de las características principales de la ado-lescencia es la búsqueda de la propia identidadcomo seres independientes y autónomos. En estabúsqueda se hace cada vez más evidente losdeseos de independizarse de la familia y porotro lado, a la vez, la necesidad y dependenciafrente a su grupo de iguales.

Aún así, cuando hablamos de sexualidad, nume-rosas investigaciones realizadas con jóvenesponen a la familia como una de las primerascandidatas para ser una buena educadora. Casitodos los y las jóvenes, chicos y chicas, les gustaríaque en la familia les informasen sobre sexualidad;le siguen en este deseo el profesorado y algúnespecialista en esta materia.

Éste es el deseo, pero la realidad es bien distinta,cuando se les pregunta que de dónde reciben

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realmente la información, son los amigos y elporno entre los chicos, y las amistades y la familiaentre ellas la primera fuente de información.

Curioso el dato, las chicas reciben más informaciónque ellos de la familia, sin embargo, resulta habi-tual que esta información suela estar cargada demiedos, culpas, estereotipos, mitos, etc.

A esto se llega a través de una serie de recomen-daciones, consejos y frases hechas cargadas demensajes tales como: el sexo es peligroso, loschicos buscan más sexo, ten cuidado con ellos,di no, protégete, etc.

Es lógica y más que fundamentada esta preocu-pación por los riesgos, pero una educación ba-sada únicamente en mostrar los riesgos y obvian-do otras facetas tales como el placer, los afectos,la autoestima, etc. hace que la chica se enfrentea las relaciones sexuales únicamente con mensajesnegativos y con excesivos miedos, la mayoríainfundados. Esa sensación de estar haciendo algomalo y, por tanto, no querer declararse frente alas personas adultas como sexualmente activa,puede dificultar, por ejemplo, el acceso a métodosde protección o a que la chica pida informacióno ayuda a su familia cuando la necesite.

Un dato curioso que aportan algunas investiga-ciones es que las familias de las chicas están máspendientes y tienen más información de la vidaamorosa de la hija que del hijo, lo que de algunaforma entendemos facilita la estabilidad y forma-

lidad en estas primeras relaciones, por contra alchico no se le exige tal formalidad. Es un claroejemplo de cómo seguimos educando con dife-rencias.

La adolescencia es una etapa de tantos cambiosy tan rápidos, que madres y padres tienen dificul-tad para asumir que sus hijas e hijos se están ha-ciendo mayores, cuando hace nada aún eranniñas y niños y les cuesta comprender que co-mienzan a ser sexualmente activos/as.

Un temor de las familias es el cuándo comenzara informar sobre sexualidad. Actualmente, eshabitual que compremos un ordenador con juegoso con acceso a Internet, en estos casos estamosfacilitando la entrada de una información sexualestereotipada y para nada facilitadora de unabuena Salud Sexual.

Por lo que, ante la pregunta de cuándo comenzara hablar de sexualidad con ellos y ellas, larespuesta es bien evidente: mucho antes de queentre ese ordenador en casa o de que la chicao el chico comiencen a manejar el mando adistancia de su televisor. Realmente, la educaciónbien hecha comienza en el momento del naci-miento y no debería faltar nunca.

Pero como madres y padres ¿cómo hacer esto sila mayoría no tenemos información suficiente?¿Cómo hablar de lo que no sé? O sí lo sé, perono cómo y qué contar.

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Así para facilitar este hecho vamos a plantearalgunas cuestiones:

Los y las jóvenes que piden que sean sus ma-dres y padres quienes les eduquen son los y lasmismas que, ante cualquier insinuación o intentode diálogo sobre sexualidad, salen corriendo haciasu dormitorio por la vergüenza que sienten. Ríetecon ellas, no de ellas, el humor es muy útil en estetema. Podemos facilitarles el diálogo, sentándonosfrente a frente, sacando el tema una y otra vez…no sirve de nada intentarlo alguna vez y ante sunegativa o ante un «ya me lo han contado en elinstituto» dejar de intentarlo más veces.

El lenguaje o la forma de decir se vuelve im-portante, date cuenta que ellos y ellas hablan engrupos y son muy explícitos nombrando lo quehan visto en alguna escena y cuando observantus indirectas o tu «corte» se sienten frustradospor lo que oyen. Desde luego hablarle de lasabejas y las flores no es nada recomendable siquieres que sigan creyendo en ti. Cuéntales tus

primeras experiencias con sinceridad, tus miedos,tus risas, lo que sentiste o lo que te quedaste conganas de sentir. Tú puedes ser más «elegante» oeducado/a en el lenguaje pero no olvides quesobre todo has de ser claro/a. Siempre hay untérmino medio para contarlo todo.

Podemos aprovechar cualquier anuncio pu-blicitario, película o escena vista u oída en lacalle para ayudarles a ser críticos/as frente a loque ven. Desmentir lo oído, ridiculizar lo vistoen algún anuncio, analizar los modelos tanestereotipados… hacerles notar que lo que estánviendo es una exageración. Esto implica unaeducación continua, que desde luego sólo túpuedes hacer.

Si algún día imaginas o sabes que tu hija ohijo pueden estar saliendo con alguien y que seplantearán el sexo, no caigas en el error de pensarque «mi niña no, es muy chica»… es mejor hablarde más que no decir nada. En este sentido, eshabitual el temor de si «a ver si por contarles antesde tiempo les voy a estimular a que empiecen».Esto es justo al contrario, se investigó hace añoscómo contándoles a tiempo «calmaban» su deseonatural de conocer las cosas que les rodean y nose dejaban influenciar tanto por los medios o porlos y las iguales. Coméntales que, ante el másmínimo problema que les surja, cuenten contigo,explicándoles que entiendan que cómo ser humanoque eres es probable que en alguna ocasión teenfades, pero que tu enfado no impedirá tu ayuda.

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Algo que se ha mostrado absolutamente útilen la educación afectivo-sexual es el hecho deque los hijos e hijas vean las demostracionesafectivas de la familia, por ejemplo cómo se abra-zan en algunos momentos familiares, cómo sebesan o se expresan sentimientos amorosos. Pornuestra educación, nos cuesta mucho trabajo estaexpresión de lo afectivo ante ellos. Y, sin embargo,es la mejor manera de enseñar un modelo afectivo-sexual lo más parecido a tu propia moral o formade entender la vida sentimental.

Claves para mejorar desdela escuela

Educar es enseñar a: actuar, decidir, elegir, infor-mar, formar, no existe formación si no se incideen los comportamientos y actitudes.

La información por sí misma no es proceso edu-cativo.

Entendemos la enorme dificultad que entraña enel aula plantear esta materia humana y que comodocentes no se pueda ser especialista en ésta.Pero no debemos olvidar que con nuestra actitudy nuestro comportamiento sí estamos transmitiendoel cómo entendemos el hecho de la sexualidad,la igualdad entre hombres y mujeres, el respetopor las diferentes orientaciones sexuales, etc.

Pongamos un ejemplo de esto: una mañana entu aula observas cómo una chica es objeto decomentarios soeces entre los compañeros. Pode-

mos reaccionar ante esto de diferentes formas,una manteniendo el silencio con lo cual estasperpetuando y favoreciendo actitudes machistaso aprovechar esta situación para intentar modificareste tipo de actitudes sexistas. Sabemos que nosencontramos en miles de situaciones a lo largode nuestra labor que nos ofrecen oportunidadesde oro para enseñarles a ser críticos, inculcarvalores de respeto…

Para ello, debemos tener siempre en cuentaque nuestra labor consiste en:

Fomentar las actitudes igualitarias, cuestio-nando los roles y estereotipos de género.

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Fomentar el juicio crítico del alumnado fren-te a los valores de la sociedad consumista talescomo las modas, la importancia de la estética.

Fomentar el respeto por las diferentes orien-taciones sexuales y las diferentes actitudes antela sexualidad.

Fomentar la responsabilidad individual ycolectiva.

Orientar en la búsqueda de informaciónveraz sobre una sexualidad saludable.

Fomentar el respeto por uno/a mismo/a ypor el resto de las personas.

Además, la introducción en la ESO de la Educa-ción afectivo-sexual con un tiempo y un espaciodeterminados es posible incluyéndola en la pro-gramación de los Departamentos de Orientaciónde los IES. El Orientador u Orientadora delCentro, junto con los tutores y tutoras, realizaríanesta programación organizando sesiones deTutoría en las que además podamos buscar aespecialistas en la materia. Teniendo en cuentaque la sexualidad implica muchas facetas del serhumano, podemos buscar en nuestro entornopersonal cualificado que pueda aportar algo anuestro alumnado. Así, podríamos tratar sobreanticoncepción e infecciones de transmisiónsexual, invitando al personal sanitario de tu centrode salud más próximo. Pero cuando desees hablar

de actitudes igualitarias podrías tratar de buscaralgún agente de igualdad sin olvidar que actual-mente existen profesionales de la psicología ymedicina especialistas en sexología. Además a través de la materia optativa «Cambiossociales y Género», se abordan contenidos tanimportantes como: Género y relaciones afectivasy sexuales

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Te proponemos un par deactividades para realizaren el aula.

ACTIVIDAD 1Qué aprendemos de sexo en lasrevistas para chicas y para chicos

Objetivo: Fomentar el análisis crítico del alum-nado frente la información sexual que le transmitenlas revistas juveniles en razón de su género.

Desarrollo de la actividad: Se pedirá al alum-nado que lleven revistas al aula que considerenhablan de sus aficiones. La actividad consiste enque en pequeños grupos de trabajo mixtos realicenun análisis de la información sexual que apareceen las distintas revistas. Posteriormente cada grupoexpondrá las diferencias encontradas entre lasrevistas que leen las chicas y las que leen ellos,generando la reflexión y el debate en gran grupo.

Claves para el profesorado: Se les pedirá quecomparen los mensajes explícitos e implícitos encada una de la revistas según vayan dirigidas achicos y chicas a cerca de la sexualidad haciendoespecial hincapié en: qué tipo y número de:conductas sexuales aparecen, qué tipo de imá-genes, afectos, comunicación, cuidados, higiene,prevención de riesgos, etc.

¿Existen diferencias? ¿Por qué se dan? ¿Cómopuede repercutir en mis relaciones la informaciónque recibo?

¿Realmente hablan de las cosas que interesan achicos y a chicas o es que en el fondo hacen quesólo os interesen estas cosas?

ACTIVIDAD 2Relaciones igualitarias

Objetivo: Favorecer la diferenciación entre rela-ciones igualitarias y no igualitarias

Desarrollo de la actividad: Esta actividad con-siste en que bien individualmente o en pequeñogrupo el alumnado recorte y ordene cada ítemque aparece en la ficha del alumnado agrupán-dolos según el criterio de relación igualitaria yrelación en desigualdad. Tras un periodo dereflexión, se le solicitará que coloquen en unpanel o cartulina, donde previamente habremospuesto los títulos «Relación igualitaria» y «Relaciónen desigualdad», cada situación en la columnacorrespondiente.

Claves para el profesorado: Es importantegenerar la reflexión sobre el porqué considerancada situación de una forma u otra preguntandoademás: ¿cómo se sentiría una chica si vivieratal situación, y un chico? ¿Qué tipo de situacionesse dan más en los chicos? ¿Y en las chicas?¿Existen diferencias?

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012345ACTIVIDADES

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Ficha para el alumnado

Utiliza el preservativo porque tiene en cuenta tusalud, el riesgo de embarazo y las infecciones detransmisión sexual.

Te pregunta por tus deseos y tiene en alta estimatus opiniones.

Se enfada si tu opinión no coincide con la suya. No acepta que tengas tus propias amistades.

Le encantas, te pongas lo que te pongas. Acepta que tengas tus gustos diferentes dándoleel mismo valor que a los suyos.

Hace planes sin contar contigo. Respeta al resto de las mujeres y si alguna vez leatrae alguien, tú casi ni lo percibes.

Critica tu forma de vestirte, comportarte. Te dice que si no haces «esto» por mí es porqueno me quieres.

Acepta que puedas tener una opinión diferentesin hacerte sentir que la tuya es menos válida. Te tacha de rara si no tienes los mismos gustos.

Te exige una práctica sexual que tú no deseastachándote de rara o anticuada.

Te pide una práctica sexual y ante tu negativacambia de parecer y lo acepta.

Vuelve la cara, mira sin disimulo a cualquier chicaque pase haciendo comentarios sexuales delantede ti .

Te ves con tus amistades a solas o con tu pareja.

Habláis y negociáis sobre todo lo que os con-cierne a los dos.

Jamás te «chantajea» para que hagas algo queno deseas.

Se niega a utilizar el preservativo aún sabiendolo importante que es para ti. No tiene en cuenta tus deseos, tus opiniones.

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Ficha para la evaluación de la actividad

Le encantas, te pongas lo que te pongas. Critica tu forma de vestirte, comportarte.

Se enfada si tu opinión no coincide con la suya. Acepta que puedas tener una opinión diferentesin hacerte sentir que la tuya es menos válida.

Acepta que tengas tus gustos diferentes dándoleel mismo valor que a los suyos. Te tacha de rara si no tienes los mismos gustos.

Te exige una práctica sexual que tú no deseastachándote de rara o anticuada.

Te pide una práctica sexual y ante tu negativacambia de parecer y lo acepta.

Respeta al resto de las mujeres y si alguna vez leatrae alguien, tú casi ni lo percibes.

Vuelve la cara, mira sin disimulo a cualquier chicaque pase haciendo comentarios sexuales delantede ti.

No acepta que tengas tus propias amistades. Te ves con tus amistades a solas o con tu pareja.

Hace planes sin contar contigo. Habláis y negociáis sobre todo lo que os con-cierne a los dos.

Te dice que si no haces «esto» por mí es porqueno me quieres.

Jamás te «chantajea» para que hagas algo queno deseas.

Utiliza el preservativo porque tiene en cuenta tusalud, el riesgo de embarazo y las infecciones detransmisión sexual.

Se niega a utilizar el preservativo aún sabiendolo importante que es para ti.

Te pregunta por tus deseos y tiene en alta estimatus opiniones. No tiene en cuenta tus deseos, tus opiniones.

RELACIÓN EN DESIGUALDAD RELACIÓN IGUALITARIA

Instituto Andaluz de la Mujerhttp://www.juntadeandalucia.es/institutodelamujer/-Salud-.html

Instituto Andaluz de la juventud. Teléfono de información Sexual paraa jóveneshttp://www.juntadeandalucia.es/institutodelajuventud/ase_quees.htm

Programa Forma Jovenhttp://www.formajoven.org

Consejería de Educaciónhttp://www.juntadeandalucia.es/averroes/impe/web/portadaEntidad?pag=/contenidos/B/

InnovacionEInvestigacion/ProyectosInnovadores/EscuelaSaludable/

Ministerio de Sanidad y Consumohttp://www.msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/saludJovenes/home.htm

http://www.msc.es/ciudadanos/proteccionSalud/adolescencia/home.htm

Federaciión de Planificación Familiar Estatalhttp://www.fpfe.org/jovenes

NOTAS

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