Perdí el temor a la lluvia.

Y así gané el frescor del agua.

Perdí el temor al viento.

Y así gané su cantar en los cables.

Perdí el temor al silencio.

Y así gané momentos de paz.

Perdí el temor al juicio de los otros.

Y así gané caminos más abiertos de libertad.

Perdí el temor de invertir tiempo en cosas sin importancia.

Y así gané en atardeceres, estrellas, pedazos de luna, aguas brillando al sol...

Perdí el temor de entregarme integralmente, temiendo sufrimientos y cicatrices.

Y así gané la bendita multiplicación de mi tiempo.

Perdí el temor de exponerme.

Y así gané más confianza en lo que soy y en lo que pueden ser las

personas.

Perdí el apego a las cosas materiales.

Y así gané la alegría de la simplicidad.

Perdí el temor a la competición.

Y así gané el sabor de las victorias y las enseñanzas de las derrotas.

Perdí el temor de andar por caminos

desconocidos.

Y así gané nuevas visiones. y horizontes. Y nuevos amigos.

Perdí el temor de decir mis verdades frontalmente.

Y así gané aquellos que eran sinceros y leales.

Perdí el miedo al día de mañana.

Y así gané el hoy!

Perdí la seguridad de mis "verdades únicas".

Y así aprendí a oír a los otros.

Liberé la fuerza de mis brazos para los abrazos fraternos y llenos de cariño.

Y así sentí multiplicado el inmenso y dulce poder del amor.

Perdí el temor de la muerte.

Y así gané la vida!

Texto: Agnaldo GuimarãesImagens: Internet

Som: Llewellyn – Pure Relaxation_1Formatação: nair@dualnet.com.br

Traducción: Marta Carretero

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