pintura mural en el carmen alto

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PINTURA MURAL EN TORNO A SANTA TERESA DE ÁVILA HISTORIA, USOS E ICONOGRAFÍA PINTURA MURAL EN TORNO A SANTA TERESA DE ÁVILA HISTORIA, USOS E ICONOGRAFÍA

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Descubre los secretos de la pintura mural que reposa en el Monasterio del Carmen Alto de San José de Quito desde el siglo XVIII.

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Page 1: Pintura Mural en el Carmen Alto

PINTURA MURAL EN TORNO A SANTA TERESA DE ÁVILA

HISTORIA, USOS E ICONOGRAFÍA

PINTURA MURAL EN TORNO A SANTA TERESA DE ÁVILA

HISTORIA, USOS E ICONOGRAFÍA

Page 2: Pintura Mural en el Carmen Alto

Grabar una plancha metálica es la antesala para producir estampas que, antiguamente, eran utilizadas como base para la ejecución de obras artísticas (pinturas, esculturas, entre otras), situación acaecida debido a que el trabajo con las mismas era práctico y su proceso de transportación a diversos lugares se lo podía llevar a cabo fácilmente.

Por ejemplo, en la ciudad de Quito, el uso de las estampas estuvo muy extendido y fue un recurso que permitió a los gremios de artistas crear variadísimas composiciones y además asimilar las iconografías que se gestaban en el Viejo Mundo.

Esta premisa puede ser comprobada en el conjunto de pinturas murales que están en el claustro principal del Monasterio del Carmen de San José de Quito, las cuales se basan en la serie Vita B. Virginis Teresiae a Iesu, elaborada por dos prolíficos grabadores flamencos del siglo XVII: Adriaen Collaert y Cornellis Galle.

Estos murales que datan del siglo XVIII, tuvieron gran relevancia dentro del convento pues proveían a las monjas la posibilidad de apreciar visualmente y de una manera pedagógica, la vida de Santa Teresa de Ávila, quien fue la Reformadora de la Orden del Carmen.

Dicha orden tuvo sus orígenes a mediados del siglo XII, cuando un grupo de cruzados se asentaron en el Monte Carmelo a practicar una vida de oración y contemplación, teniendo la finalidad de encontrarse más íntimamente con Dios. No obstante, por tradición los Carmelitas han estado vinculados con los profetas Elías y Eliseo, a quienes se les considera fundadores de esta congregación. Sin embargo, fue Teresa de Jesús, quien marcó un antes y un después para la Orden del Carmen. Su nombre seglar fue Teresa de Cepeda y Ahumada, tuvo raíces judaicas y nació en la ciudad castellana de Ávila el 28 de marzo de 1515. Su Reforma consistió en retomar los principios de esta comunidad, emulando a los primeros carmelitas, pues percibió, en los frailes y cenobitas, una ligereza en su modo de vida que les impedía ejercer los votos de manera apropiada.

En su proyecto reformador, la santa abulense fundó 17 monasterios en la Península Ibérica. El primero fue el Convento de San José de Ávila. De hecho, muchas de sus fundaciones monacales se realizaron bajo la advocación tutelar del padre putativo de Jesucristo, de quien Teresa era muy devota.

La santa murió con 67 años de edad, el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes, poblado al que había llegado después de su última fundación conventual, acontecida en Burgos. Actualmente, sus restos reposan en la ciudad donde falleció. Su influencia en el ámbito eclesiástico es tal, que se la considera como una de las santas más relevantes de occidente, ya que es una de las pocas mujeres a quienes se ha concedido el título de Doctora de la Iglesia Católica.

En la pintura mural, Teresa de Jesús ha sido plasmada principalmente en escenas de corte contemplativo: sus visiones y arrobamientos, su transverberación o éxtasis, entre otros. Esta situación está fundamentada en el hecho de que la Contrarreforma postuló como premisa, que las representaciones de los santos se enmarquen primordialmente en sucesos místicos.

Esteban Herrera.

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1: PORTADA

El primer grabado no hace referencia a ningún hecho concreto de la vida de Teresa de Jesús, simplemente, es una descripción de lo que se va a mostrar en la serie, con los datos de su edición y su respectiva dedicatoria al chambelán del Archiduque Alberto de Austria, llamado Roderico Lasso Niño. Esta portada tiene su inspiración, en la estampa que Karel Von Mallery realizó para frontispicio, de la primera edición francesa del libro que contenía las obras escritas de Santa Teresa de Ávila.

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Page 4: Pintura Mural en el Carmen Alto

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2: RETRATO

El segundo grabado es un retrato de Teresa basado en la vera effigies sevillana, elaborada por Fray Juan de la Miseria, en el año de 1576. Aquí la abulense se encuentra iluminada por el Espíritu Santo y señala un crucifijo, en la parte superior destaca una filacteria con la frase “Misericordias Domini in a eternum cantabo”, mientras que en la inferior sobresale un cartouche, en el que se hace una breve reseña de la vida de la santa Doctora.

Teresa de Jesús.

Fray Juan de la Miseria.

1576.

Convento del Carmen de San José de Sevilla.

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3: HUIDA DE LA CASA PATERNA EN BUSCA DE MARTIRIO

“Como veía los martirios que por Dios las santas pasaban, parecíame compraban muy barato el ir a gozar de Dios y deseaba yo mucho morir así, no por amor que yo entendiese tenerle, sino por gozar tan en breve de los grandes bienes que leía haber en el cielo, y juntábame con este mi herma-no a tratar qué medio habría para esto. Concertábamos irnos a tierra de moros, pidiendo por amor de Dios, para que allá nos descabezasen. Y paréceme que nos daba el Señor ánimo en tan tierna edad, si viéramos algún medio, sino que el tener padres nos parecía el mayor embarazo”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 1, 4 .

4: TERESA INGRESA EN EL MONASTERIO DE LA ENCARNACIÓN

“En estos días que andaba con esas determinaciones, había persuadido a un hermano mío a que se metiese fraile, diciéndole la vanidad del mundo. Y concertamos entreambos de irnos un día muy de mañana al monasterio adonde estaba aquella mi amiga, que era al que yo tenía mucha afición, puesto que ya en esta postrera determinación ya yo estaba de suerte, que a cualquiera que pensara servir más a Dios o mi padre quisiera, fuera; que más miraba ya el remedio de mi alma, que del descanso ningún caso hacía de él”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 4, 1 .

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5: SANACIÓN POR INTERCESIÓN DE SAN JOSÉ Diome aquella noche un paroxismo que me duró estar sin ningún sentido cuatro días, poco menos.En esto me dieron el Sacramento de la Unción y cada hora o momento pensaban expiraba y no hacían sino decirme el Credo, como si alguna cosa entendiera.Teníanme a veces por tan muerta, que hasta la cera me hallé después en los ojos.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 5, 9. “Y tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 6, 6.

6: SEGUNDA CONVERSIÓN

“Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no le dejaban descansar las ruines costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allá a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, todo me turbó de verle tal, por que representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas que el corazón me parece se me partía, y arrójeme cabe El con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 9,1.

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Cristo alimenta a Santa Teresa de Ávila

Convento de San José de Pontoise (Francia)

Pierre Delestres (atribuido)

Mediados del siglo XVII

Óleo sobre lienzo.

Page 8: Pintura Mural en el Carmen Alto

6: SEGUNDA CONVERSIÓN

“Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no le dejaban descansar las ruines costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allá a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, todo me turbó de verle tal, por que representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas que el corazón me parece se me partía, y arrójeme cabe El con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 9,1.

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7: MORTIFICACIÓN “Digo todos, porque hay muchas almas que aprovechan más en otras meditaciones que en las de la sagrada Pasión; que así como hay muchas moradas en el cielo, hay muchos caminos. Algunas personas aprovechan considerándose en el infierno, y otras en el cielo y se afligen en penar en el infierno, otras en la muerte. Algunas, si son tiernas de corazón, se fatigan mucho de pensar siempre en la Pasión, y se regalan y aprovechan en mirar el poder y grandeza de Dios en las criaturas y el amor que nos tuvo, que en todas las cosas se representa, y es admirable manera de proceder, no dejando muchas veces la Pasión y vida de Cristo, que es donde nos ha venido y viene todo el bien”.

Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 13,13.

8: TRANSVERBERACIÓN

“…..veía un ángel cabe hacia mi lazo izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor lo viese así: no era grande sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecían de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines, que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que pone este grandísimo dolor, que no hay que desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios”.

Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 29,13.

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9: VISIÓN DE SAN PEDRO Y SAN PABLO “Suplicaba mucho a Dios que me librase de ser engañada. Esto siempre lo hacía y con hartas lágrimas, y a San Pedro y a San Pablo, que me dijo el Señor, como fue la primera vez que me apareció en su día, que ellos me guardarían no fuese engañada; y así muchas veces los veía al lado izquierdo muy claramente, aunque no con visión imaginaria. Eran estos gloriosos Santos muy mis señores”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 29,5.

10: TENTACIONES …..Quiso el Señor entendiese cómo era el demonio, porque vi cabe mí un negrillo muy abominable, regañando como desesperado de que adonde pretendía ganar perdía”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c, 31, 3.

De muchas veces tengo experiencia que no hay cosa con que huyan más para no tornar. De la cruz también huyen, más vuelven. Debe ser grande la virtud del agua bendita. Para mi es particular y muy conocida consolación que siente mi alma cuando lo tomo. Es cierto que lo muy ordinario es sentir una recreación que no sabría yo darla a entender, como un deleite interior que toda el alma me conforta”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 31 . 4.

Page 10: Pintura Mural en el Carmen Alto

8: TRANSVERBERACIÓN

“…..veía un ángel cabe hacia mi lazo izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor lo viese así: no era grande sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecían de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines, que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que pone este grandísimo dolor, que no hay que desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios”.

Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 29,13.

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11: IMPOSICIÓN DEL COLLAR Y EL MANTO POR LA VIRGEN MARÍA Y SAN JOSÉ “Vínome un arrobamiento tan grande, que casi me sacó de mí. Sentéme, y aun paréceme que no pude ver alzar ni oir misa, que después quedé con escrúpulo de esto. Parecióme, estando así, que me veía vestir una ropa de mucha blancura y claridad, y al principio no veía quien me la vestía. Después vi a nuestra Señora hacia el lado derecho y a mi padre San José al izquierdo, que me vestían aquella ropa. Dióseme a entender que estaba ya limpia de mis pecados. Acabada de vestir, y yo con grandísimo deleite y gloria, luego me pareció asirme de las manos nuestra Señora: díjome que la daba mucho contento en servir al glorio-so San José, que creyese que lo que pretendía del monasterio se haría y en él se serviría mucho el Señor y ellos dos; que no temiese habría quiebra en esto jamás, aunque la obediencia que daba no fuese mi gusto, porque ellos nos guarda-rían, y que ya su Hijo nos había prometi-do andar con nosotras; que para señal que sería esto verdad me daba aquella joya”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 33, 14.

12: SUM TOTUS TUUS “Estas me dice Su Majestad muchas veces, mostrándome gran amor: Ya eres mía y Yo soy tuyo.Las que yo siempre tengo costumbre de decir, y a mi parecer las digo con verdad, son: ¿Qué se me da, Señor, a mí de mí, sino de Vos? Son para mí estas palabras y regalos tan grandísima confusión, cuando me acuerdo la que soy, que como he dicho creo otras veces y ahora lo digo algunas a mi confesor, más ánimo me parece es menester para recibir estas mercedes, que para pasar grandísimos trabajos. Cuando pasa, estoy casi olvida-da de mis obras, sino un representárse-me que soy ruin, sin discurso de entendi-miento, que también me parece a veces sobrenatural”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida , c. 39, 21.

Page 11: Pintura Mural en el Carmen Alto

10: TENTACIONES …..Quiso el Señor entendiese cómo era el demonio, porque vi cabe mí un negrillo muy abominable, regañando como desesperado de que adonde pretendía ganar perdía”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c, 31, 3.

De muchas veces tengo experiencia que no hay cosa con que huyan más para no tornar. De la cruz también huyen, más vuelven. Debe ser grande la virtud del agua bendita. Para mi es particular y muy conocida consolación que siente mi alma cuando lo tomo. Es cierto que lo muy ordinario es sentir una recreación que no sabría yo darla a entender, como un deleite interior que toda el alma me conforta”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 31 . 4.

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13: TERESA DE JESÚS COMO PROTECTORA Y REFORMADORA DE LOS CARMELITAS Son usuales las representaciones de los fundadores de las distintas órdenes religiosas, como protectores de sus hijos espirituales. En este caso vemos a Teresa de Jesús, Reformadora de la Orden del Carmen, acogiendo a sus seguidores, los y las carmelitas descalzos. La escena tiene como fondo la ciudad de Ávila, particular que se puede corroborar, ya que hacia el lado izquierdo de la estampa, en tercer plano, sobresale la silueta de la iglesia del Monasterio de San José.

14: DESPOSORIOS MÍSTICOS

”Entonces representóseme por visión imaginaria, como otras veces muy en lo interior, y diome su mano derecha, y díjome: <Mira este clavo, que es señal que serás mi esposa desde hoy. Hasta ahora no lo habías merecido; de aquí adelante, no sólo como Cria-dor y como Rey y tu Dios mirarás mi honra, sino como verdadera esposa mía: mi honra es ya tuya y la tuya mía>. Hízome tanta operación esta merced, que no podía caber en mí, y quedé como desatinada, y dije al Señor que o ensanchase mi bajeza o no me hiciese tanta merced; porque, cierto, no me parecía lo podía sufrir al natural. Estuve así todo el día muy embebida. He sentido después gran provecho, y mayor confusión y afligimiento de ver que no sirvo en nada tan grandes mercedes”.

Teresa de Jesús, Las Relaciones, c. 35.

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15: TERESA INTERCEDE POR LA SALVACIÓN DE SU SOBRINO

“Hagamos principio de aquel tan manifiesto e ilustre milagro que hizó cuando tomó en los brazos á su sobrino D. Gonzalo de Ovalle, siendo muy niño, estando, ó muerto verdaderamente, ó tal que á todos le parecía, teniéndole sobre sus rodillas, y tocándole con huelgo, le volvió bueno y sano”.

Francisco de Ribera, Vida de Santa Teresa de Jesús, p. 450.

Page 13: Pintura Mural en el Carmen Alto

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16: CORONACIÓN “Estando haciendo oración en la Iglesia antes que entrase en el monasterio, estando casi en arrobamiento, vi a Cristo que con grande amor me pareció me recibía y ponía una corona y agradeciéndome lo que había hecho por su Madre”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 36, 24.

Page 14: Pintura Mural en el Carmen Alto

15: TERESA INTERCEDE POR LA SALVACIÓN DE SU SOBRINO

“Hagamos principio de aquel tan manifiesto e ilustre milagro que hizó cuando tomó en los brazos á su sobrino D. Gonzalo de Ovalle, siendo muy niño, estando, ó muerto verdaderamente, ó tal que á todos le parecía, teniéndole sobre sus rodillas, y tocándole con huelgo, le volvió bueno y sano”.

Francisco de Ribera, Vida de Santa Teresa de Jesús, p. 450.

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17: ARROBO ANTE LA EUCARISTÍA

“Y así le sucedió una vez que estando en su monasterio de San José de Ávila, siendo priora, y queriéndola comulgar, el obispo, don Álvaro de Mendoza, fué tan grande la fuerza del arrobamiento, que sin poderlo resistir se levantó más alta que la ventana por donde le daba la comunión: á lo cual estaba presente la madre María Bautista, priora que fué de Valladolid, y muy amable y estimada de la santa madre, por ser una mujer de gran discreción y virtud”.

Diego de Yepes, Vida, virtudes y milagros de la Bienaventurada Virgen Teresa de Jesús, p. 109.

18: REFORMA DE LA RAMA MASCULINA

“Antes que yo fuese a esta fundación de Valladolid, como ya tenía concertado con el padre fray Antonio de Jesús, que era entonces prior en Medina, en Santa Ana, que es de la orden del Carmen, y con fray Juan de la Cruz –como ya tengo dicho- de que serían los primeros que entrasen, si se hiciese monasterio de la primera Regla de descalzos, y como yo no tuviese remedio para tener casa, no hacía sino encomendarlo a nuestro Señor; porque –como he dicho- ya estaba satisfecha de estos padres”.

Teresa de Jesús, Las Fundaciones, c. 13,1.

“Un caballero de Ávila llamado don Rafael Mejía Velásquez, con quien yo jamás había tratado, no sé cómo –que no me acuerdo- vino a entender que se quería hacer un monasterio de descalzos; y vínome a ofrecer que me daría una casa que tenía en un lugarcillo de harto pocos vecinos, que me parece no serían veinte –que no me acuerdo ahora-, que la tenía allí para un rentero que recogía el pan de renta que tenía allí “.Teresa de Jesús, Las Fundaciones, c. 13, 2.

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19: VISIÓN DE LA TRINIDAD

“Estando una vez rezando el salmo Quicumque vult, se me dio a entender la manera cómo era un solo Dios y tres Personas tan claro, que yo me espanté y consolé mucho. Hízome grandísimo provecho para conocer más la grandeza de Dios y sus maravillas, y para cuando pienso o se trata de la Santísima Trinidad, parece entiendo cómo puede ser, y esme mucho

contento”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 39, 25.

“Había una vez estado así más de una hora mostrándome el Señor cosas admirables, que no me parece se quitaba de cabe mí. Dijome: Mira, hija, qué pierden lo que son contra Mi; no dejes de decírselo”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 38, 3.

20: PERDIDA EN EL CAMINO A MEDINA DEL CAMPO ES ILUMINADA POR ÁNGELES “Viniendo una vez desde Ávila a Medina, anochecióla junto a un río y vino una terrible oscuridad, de manera que de los que iban con ella, no se atrevían a pasar, y estando suspenso dijo: <<No sería bien estarnos aquí al sereno; comiencen á pasar y encomiéndense a Dios. >> En entrando ella les apareció una luz como de hacha que estaba un poco lejos, y les alumbró hasta que pasaron el río y el peligro”.

Francisco de Ribera, Vida de Santa Teresa de Jesús, p. 408.

Page 16: Pintura Mural en el Carmen Alto

18: REFORMA DE LA RAMA MASCULINA

“Antes que yo fuese a esta fundación de Valladolid, como ya tenía concertado con el padre fray Antonio de Jesús, que era entonces prior en Medina, en Santa Ana, que es de la orden del Carmen, y con fray Juan de la Cruz –como ya tengo dicho- de que serían los primeros que entrasen, si se hiciese monasterio de la primera Regla de descalzos, y como yo no tuviese remedio para tener casa, no hacía sino encomendarlo a nuestro Señor; porque –como he dicho- ya estaba satisfecha de estos padres”.

Teresa de Jesús, Las Fundaciones, c. 13,1.

“Un caballero de Ávila llamado don Rafael Mejía Velásquez, con quien yo jamás había tratado, no sé cómo –que no me acuerdo- vino a entender que se quería hacer un monasterio de descalzos; y vínome a ofrecer que me daría una casa que tenía en un lugarcillo de harto pocos vecinos, que me parece no serían veinte –que no me acuerdo ahora-, que la tenía allí para un rentero que recogía el pan de renta que tenía allí “.Teresa de Jesús, Las Fundaciones, c. 13, 2.

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21: LOS FUTUROS MÁRTIRES

“Estando una vez rezando cerca del Santísimo Sacramento, aparecióme un santo cuya orden ha estado algo caída. Tenía en las manos un libro grande. Abrióle y dijome que leyese unas letras que eran grandes y muy legibles y decían así: En los tiempos advenideros florecerá esta orden; habrá muchos mártires”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c. 40, 13.

22: ESCRITORA INSPIRADA POR EL ESPÍRITU SANTO

Representación enmarcada en una de las facetas más características de Santa Teresa de Ávila, es decir, ella como escritora. Llama la atención la frase que se encuentra a la izquierda, la cual parece provenir del cielo (Spiritu intelligentiae repleuit illam) “el Espíritu Santo la llenó de entendimiento”.

Page 17: Pintura Mural en el Carmen Alto

20: PERDIDA EN EL CAMINO A MEDINA DEL CAMPO ES ILUMINADA POR ÁNGELES “Viniendo una vez desde Ávila a Medina, anochecióla junto a un río y vino una terrible oscuridad, de manera que de los que iban con ella, no se atrevían a pasar, y estando suspenso dijo: <<No sería bien estarnos aquí al sereno; comiencen á pasar y encomiéndense a Dios. >> En entrando ella les apareció una luz como de hacha que estaba un poco lejos, y les alumbró hasta que pasaron el río y el peligro”.

Francisco de Ribera, Vida de Santa Teresa de Jesús, p. 408.

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23: TRÁNSITO Para esta composición se utilizó literalmente el testimonio de Ana de San Bartolomé, quien fue la primera lega en el monasterio de San José en Ávila. Además, estuvo muy vincula-da a la abulense y fue su discípula predilecta, al punto de ser la persona quien heredó con más ventaja el espíritu teresiano.Esta estampa remite al Tránsito de Teresa de Jesús, ocurrido el 4 de octubre de 1582, en la ciudad de Alba de Tormes, cuando ella contaba con 67 años de edad.

24: TERESA APARECE EN LA FUNDACIÓN SEGOVIANA

Esta estampa se elaboró según el testimonio de Isabel de Santo Domin-go, quien fue nombrada priora de varios de los conventos reformados entre ellos el Carmelo de Segovia. Por otro lado, fue designada Vicaria General por la misma Teresa de Ávila, con miras a que direccione a las religiosas de todos los conventos reformados que necesitaban consuelo espiritual. Ella testimonió, en el proceso de beatificación, que la santa abulense se apareció tras su muerte a un grupo de monjas, en el Convento Reforma-do de San José de Segovia.

Page 18: Pintura Mural en el Carmen Alto

22: ESCRITORA INSPIRADA POR EL ESPÍRITU SANTO

Representación enmarcada en una de las facetas más características de Santa Teresa de Ávila, es decir, ella como escritora. Llama la atención la frase que se encuentra a la izquierda, la cual parece provenir del cielo (Spiritu intelligentiae repleuit illam) “el Espíritu Santo la llenó de entendimiento”.

25: SACERDOTE CELEBRA LA EUCARISTÍA EN PECADO “Llegando una vez a comulgar, vi dos demonios con los ojos del alma, más claro que con los ojos del cuerpo, con muy abominable figura. Paréceme que los cuernos rodeaban la garganta del pobre sacerdote, y vi a mi Señor con la majestad que tengo dicha puesto en aquellas manos, en la Forma que me iba a dar, que se veía claro ser ofendedoras suyas; y entendí estar aquel alma en pecado mortal”.

Teresa de Jesús, Libro de la Vida, c.38, 23.

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Page 19: Pintura Mural en el Carmen Alto

Ximena EndaraCoordinadora

Esteban HerreraInvestigación

Edison Suárez Diseño

Page 20: Pintura Mural en el Carmen Alto