periódico habitante siete - edición 17

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1 Enero 2011 / Edición Especial No.17 / 10.000 Ejemplares / Distribución gratuita / www.habitante7.com l a i c e p s E E d i n ci ó sin paredes Aulas Pág 4 de calidad Contra las escuelas Pág 6 y 7 Indisciplina Pág 10 y 11 Crónica La educación en elegantes moles de cemento

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Edición especial sobre educación

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Page 1: Periódico Habitante Siete - Edición 17

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E n e r o 2 0 1 1 / E d i c i ó n E s p e c i a l N o . 1 7 / 1 0 . 0 0 0 E j e m p l a r e s / D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a / w w w . h a b i t a n t e 7 . c o m

laicepsE Ed i nció

sin paredes

Aulas

Pág 4

de calidad

Contra las escuelas

Pág 6 y 7

Indisciplina

Pág 10 y 11

La educación en elegantes moles

de cemento

Crónica

sin paredes

Aulas

Pág 4

de calidad

Contra las escuelas

Pág 6 y 7

de un roble

A la sombra

Pág 10 y 11

La educación en educación elegantes moles elegantes

de cemento

Page 2: Periódico Habitante Siete - Edición 17

22Cra 69 No. 73-25 Of 202

PBX: 441 66 [email protected]

DirectorLuis Fernando Muñoz Gómez

Editora y ComunicadoraCatherine Cataño Penagos

PracticanteLeandro Vásquez Sánches

ReporterosJuan Guillermo García

Pablo OrtizEfraín Alzate Salazar

Organización Ejecutiva

Corporación Mundo Urbano Comunicacioneswww.mundourbanocomunicaciones.com

InterventoríaLuz Marina Toro Gómez

Dirección General de Comunicaciones – Alcaldía de Medellín

FotografíaCorporación Mundo Urbano Comunicaciones

DiagramaciónJuan Esteban Ospina

Preprensa e Impresión Casa Editorial La República

Comité EditorialYaneth Roldan- ComercioAura Serna-Adulto MayorJairo Bernal- Negritudes

Claribel Munera-Madres ComunitariasConsuelo Hernández-Asociación de Mujeres

Yolanda Raigoza- Red 7Elpidia Posada - Adulto Mayor

Isabel Cristina Muñoz - J.A.C El DiamanteOlga Lucía Madrid- Asocomunal

Shirley Arango- Red Juvenil

Los artículos � rmados son de exclusiva responsa-bilidad de sus autores y pueden ser reproducidos

citando la fuente.

Esta edición se imprimió antes de � nalizar el año 2010 para dar cumplimiento a los procesos

contractuales.

Editorial

La actividades de re-fuerzo para ser promo-vidos de grado indican que a los estudiantes les dio duro este primer año de aplicación del decreto 1290. La sema-na de refuerzo es defi -nitiva para saber si la cifra del 15 por ciento que manejan sus direc-tivas, se reducirá y me-nos estudiantes perde-rán el curso.

Con actividades de re-cuperación, el año pa-sado la sociedad colom-biana pedía modifi car la norma que obligaba a los colegios a promover estudiantes de bajo ren-dimiento, pero la torta se ha volteado y hoy se escuchan voces que pi-den ser más laxos.

Es que el año 2010 no fue fácil para la educa-ción: a los estudiantes la exigencia los cogió fue-ra de base y hoy maes-tros y directivos buscan ofrecerles todas las po-sibilidades a los que a última hora siguen en la lista de repitentes.

Y mientras desde el Mi-nisterio de Educación hablan de implementar estrategias para reducir el número de niños que pierden el año escolar, hasta congresistas exigen derogar el decreto 1290.

“Matamos el tigre y nos asustamos con el cue-ro”. El 1290 entró en vigencia este año para revocar el 230, que se-ñalado de fomentar la “mediocridad”, esta-blecía un máximo del 5 por ciento de repiten-cia por institución.

Con canales abiertos por el Ministerio la sociedad civil opinó y contribuyó en la cons-trucción del decreto que ahora la tiene en alerta.

Este ha sido un año de acomodo, de ajustes, lo que se considera nor-mal. “Uno no puede esperar que todos los cambios produzcan sus efectos instantáneos”.

Seguramente esto va a generar una serie de medidas remediales, que ya se plantean desde el Ministerio, “que van a bajarle la temperatura al lío porque efectivamen-te el país no se puede dar el lujo de tener unos índices de repetición del 20 y 25 por ciento”.

La alarma es anticipada pues aún no es posible establecer cuántos es-tudiantes en Colom-bia perderán el año.Sin embargo, hay que mencionar el riesgo de que la escuela se vuelva expulsora.

Hace poco, en una entrevista radial, un rector de colegio de la ciudad expresaba con preocupación como algunos estudiantes al

ver que ya no les daba para ganar el año académico, estaban de-jando las aulas.

La deserción es un pro-blema que el país no se puede permitir porque estos muchachos salen a la deriva a ver en qué se ocupan y general-mente no es en cosas buenas.

Mientras mayor repi-tencia haya en el ciclo educativo, más se va a afectar la proyección de cupos en las institucio-nes.

El derecho a la educa-ción no se transforma ni se regula por decre-tos. Tomamos solucio-nes administrativas a problemas que son pe-dagógicos.

La mayor exigencia académica alborotó el avispero. ¿Qué se quie-re entonces? Se debe garantizar al estudian-te el derecho a recibir asesoría y acompaña-miento continuo de los docentes para superar sus debilidades. Menos mal los niños que vayan perdiendo el año, pue-den pasar al siguiente curso durante el primer período del año escolar, si obtienen buen resul-tado.

perderán

El año pasado la sociedad colombiana

pedía modifi car la norma que obligaba a

los colegios a promover estudiantes de bajo rendimiento, pero la torta se ha volteado y hoy se

escuchan voces que piden ser más laxos.

El año pasado la “A pico y pala ...

escuchan voces que piden ser más laxos.

“A pico y pala ...

Por: Juan Guillermo García / [email protected]

¿Cuántos el año?

Page 3: Periódico Habitante Siete - Edición 17

33Opinión

Por: Luis Fernando Muñoz Gomez / [email protected]

definió como analfabeta a los que no saben leer ni escribir y son ma-yores de 15 años de edad, lo cual deja entrever que el problema del analfabetismo en Colombia es mu-cho mayor. Si se contabilizaran los que no saben leer ni escribir desde los diez años, seguramente la tasa de analfabetas sería mayor que la de hace 12 años. Contar como analfabetas solo a los mayores de 15 años, podría considerarse una manipulación de la información para no mostrar una realidad más grave. Además, las estadísticas co-lombianas no serían comparables con los estándares internaciona-les. Con los avances de la ciencia, la edad para ser considerado como analfabeta no debería aumentarse, como lo hace el DANE, sino, por el contrario, debería disminuirse a 8 o 9 años.

Un mal social tan fácil de erradicar en apariencia, sobrevive gobier-no tras gobierno. La derrota que el analfabetismo ha propinado a los últimos gobiernos debe llevar a una profunda reflexión y un replantea-miento total del Ministerio de Edu-cación que ha sido el gran derrota-do durante los últimos 12 años. Que bueno que el Presidente Santos fue-se capaz de propinarle una estocada mortal al analfabetismo.

Es una pena que en el siglo de los inventos más deslumbrantes de la humanidad, la sociedad no haya sido capaz de dar a todos los seres humanos que habitan Colombia esa pequeña dádiva de aprender a leer y escribir. Ante tanto analfabetismo, cualquier otra discusión es inmoral. ¡Todos debemos sentir vergüenza!

Analfabetismo

gobierno no es generosa con los débiles: el analfabetismo en la zona rural es del 19,5% mientras que en la urbana es del 5.7%. Los departa-mentos con mayor índice de anal-fabetismo son Chocó con el 20.1%, Sucre con el 17% y Cesar con el 16.8%. Antioquia está cerca del 6%.

Indica lo anterior que la meta del Ministerio de Educación de aca-bar el analfabetismo en el 2010 no es alcanzable, ni lo será en el 2019 si seguimos al mismo ritmo de los gobiernos de los últimos 12 años. Si en los últimos doce años sólo dis-minuyó el 0.8%, en el 2010 solo se bajaría el analfabetismo al 8.2%, lo cual es una vergüenza.

Otro elemento que agrava y oculta el problema es que las ONU define como analfabeta a quien no sabe leer ni escribir de los 10 años en adelante. Pero el DANE, en el 2005,

Con base en el Censo de 1993, el DANE y el Ministerio de Educación proyectaron que el analfabetismo en Colombia disminuiría al 7.5% al 2001, al 6% en el 2005 y al 0% en el 2010. Y así han manejado el país por 17 años.

A pesar de lo anterior, el Censo de 2005 ha dado una desagradable sor-presa con respecto al Analfabetismo y ha hecho quedar en ridículo las pro-yecciones del DANE. Al 2005, la tasa real de analfabetismo resultó ser del 8.6%, lo cual indica que la lucha contra el analfabetismo ha sido un fracaso en Colombia. En doce años, entre 1993 y 2005, el analfabetismo permaneció casi igual, solo disminuyó en el 0.8%. Bajar el analfabetismo en menos del 1% en doce años es una derrota a la política educativa de todos los gobier-nos de los últimos tres cuatrienios.

Mostró el Censo del 2005, que en anal-fabetismo y en educación la mano del

La ignorancia es lo que más le cuesta a una sociedad. Por eso, sin duda, la educación es el mejor negocio para una nación. No existe gobernante que no se haya atribuido aportes a la educación. Pero resulta paradójico que los alcances sociales en este cam-po sean tan precarios.

El mundo está rodeado de avances que deslumbran, de tecnologías que superan la imaginación del ser hu-mano. Pero alrededor de ese mundo de fantasía, existe un grupo social ig-norado e ignorante que lleva una en-fermedad aparentemente incurable: los analfabetas. Los que no saben leer y escribir, los que ignoran las prácti-cas elementales de la lectura y la es-critura, los que la gente cree que ya desaparecieron. Con una sociedad en teoría tan desarrollada, resulta iróni-co hablar de que todavía hay analfa-betas, y peor aún, que no han dismi-nuido en los últimos 10 años según el DANE.

En América Latina hay 39 millones de analfabetas absolutos de acuerdo a estadísticas de la Unesco, lo cual muestra lo grave de este mal que con-vive con la posmodernidad.

En Colombia, los avances contra el analfabetismo son tan precarios que deben sonrojar de la vergüenza. En el Censo Poblacional de 1964, el analfa-betismo era del 27.1%; en el de 1973 el descendió al 18%; en el de 1985 bajó al 12,3%; y en el de 1993 se ubicó en 9.4%.

Entre 1964 y 1973, en nueve años, el analfabetismo bajó 9 puntos. Entre 1973 y 1985, en 12 años, bajó 4.3%. Y entre 1985 y 1993, durante 8 años, solo disminuyó 2.9%. Se concluye que eran más hábiles para bajar el analfa-betismo los gobiernos viejos.

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44 Tecnología

Aulassinparedes

a que cualquier ser humano reciba una educación adecuada al mundo en el que vive.

Las nuevas tecnologías de la infor-mación y de las comunicaciones es-tán transformando la sociedad, y en particular los procesos educativos.

Las redes digitales son parte de ese cambio social, pero hay que te-ner en cuenta muchas tecnologías coadyuvantes. El teléfono, la radio y televisión, el dinero electrónico, las redes telemá-ticas, las tecnologías multimedia y la realidad virtual son tecnologías a tener en cuenta.

La pedagogía habla de educación para los medios, de alfabetización audiovisual y de alfabetización in-formativa.

Las nuevas tecnologías posibili-tan la construcción de un nuevo espacio social. La autística vir-tual, cuya estructura es muy dis-tinta a la de los entornos reales, naturales o urbanos en donde tradicionalmente se ha desarrolla-do la vida social, y en concreto la educación.

Dicha transformación es lo suficien-temente importante como para que pueda ser comparada con las gran-des revoluciones técnicas como la escritura o la imprenta, que trans-formaron la educación.

Además, incide en el conocimiento humano. Por estas cuestiones es que comienza a hablarse de la Sociedad de la Información y del Conoci-miento.

Las redes educativas virtuales son las nuevas unidades básicas de di-cho sistema educativo, que incluye

de aplicar las nuevas tecnologías a la educación, hay que diseñar ante todo nuevos escenarios educati-vos donde los estudiantes puedan aprender a moverse e intervenir en el nuevo espacio telemático.

El acceso universal a esos escena-rios y la capacitación para utilizar competentemente las nuevas tecno-logías se convierten en dos nuevas exigencias emanadas del derecho

Precisamente por ello es un nuevo es-pacio social, y no simplemente un me-dio de información o comunicación.

Por ello, cada vez es preciso diseñar nuevos escenarios y ac-ciones educativas, es decir, proponer una política educativa espe-cífica para el entorno cibernético. Aunque el derecho a la educación universal sólo se ha lo-grado plenamente en algunos países, motivo por el cual hay que se-guir desarrollando ac-ciones de alfabetización y educación en el en-torno real.

Debemos proponernos capacitar a las personas para que puedan actuar com-petentemente en los diversos escena-rios de este entorno. Por ello, además

Las nuevas tecnologías de la infor-mación y las comunicaciones po-sibilitan la creación de un nuevo espacio social-virtual para las in-terrelaciones humanas. Este nuevo entorno se está desarrollando en el área de la educación, porque posi-bilita nuevos procesos de aprendi-zaje y transmisión del conocimiento por medio de las redes modernas de comunicaciones.

Este entorno cada día adquiere más importancia, porque para ser activo en el nuevo espacio social se requie-ren nuevos conocimientos y destre-zas que habrán de ser aprendidos en los procesos educativos.

Además adaptar la escuela, la uni-versidad y la formación al nuevo es-pacio social requiere crear un nuevo sistema de centros educativos, a dis-tancia y en red, así como nuevos esce-narios, instrumentos y métodos para los procesos educativos.

Por muchas razones básicas, hay que replantearse profundamente la orga-nización de las actividades educati-vas, mediante un nuevo sistema edu-cativo en el entorno virtual.

El nuevo espacio social tiene una es-tructura propia, a la que es preciso adaptarse.

El espacio virtual, que le llamo aulas sin paredes, cuyo mejor exponente actual es la red Internet, no es pre-sencial, sino representacional, y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y exterior, sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar di-seminados por diversos países.

Este entorno multimedia no sólo es un nuevo medio de información y co-municación, sino también un espacio para la interacción, la memorización y el entretenimiento.

Por: Pablo Ortiz/ [email protected]

Page 5: Periódico Habitante Siete - Edición 17

55Tecnologíael diseño y la construcción de nuevos escenarios, la elaboración de instrumentos educativos electró-nicos y la formación de educadores especializados en la enseñanza en el nuevo espacio social.

Las interrelaciones educativas en los entornos rea-les o naturales suelen ser presenciales, están basa-das en la vecindad o proximidad entre los actores o interlocutores y requieren la coincidencia espacial y temporal de quienes intervienen en ellas.

En cambio, el espacio virtual, cuyo mejor expo-nente actual es la red Internet, no es presencial, sino representacional, no es proximal, sino distal, no es sincrónico, sino asincrónico, y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y exte-rior, sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar diseminados en distintos lugares.

En el nuevo milenio, las redes telemáticas son la expresión más desarrollada del entorno virtual debido a su carácter multime-dia, muy importante a efectos educativos, y al grado de inte-ractividad.

Han surgido nuevas tecno-logías de memorización, ar-chivo y documentación, y la realidad virtual abre nuevas posibilidades para el desarro-llo de procesos perceptivos y sensoriales.

A través de las redes electró-nicas es posible teletrabajar, entretenerse, investigar y ha-cer arte, entre otras muchas cosas. El entorno virtual es un nuevo espacio social por-

que las actividades sociales pue-den desarrollarse en redes, no sólo en los hogares, instituciones o empresas.

Lo que podría ocurrir es que a los centros académicos se les super-pongan redes educativas digitales a través de las cuales se desarro-llarían procesos educativos del entorno virtual, complementarios a los entornos reales.

El derecho a la educación univer-sal tiene que ampliarse, porque los espacios sociales se han ampliado. Lo cierto es que el entorno digital emergente exige diseñar nuevas acciones educativas, complemen-tarias a las ya existentes.

No basta con enseñar a leer, escribir y hacer cál-culos matemáticos, además de introducir conoci-mientos básicos de historia, literatura y ciencias. Todo ello es necesario y lo seguirá siendo en los espacios naturales y urbanos en los que tradicio-nalmente se ha desarrollado la vida social.

Pero de manera progresiva, gran parte de la vida social se desplegará en el espacio electrónico y vir-tual, y por eso es preciso implementar la escuela tradicional junto con una escuela digital y virtual.

La sociedad de la información requiere un nue-vo tipo de alfabetización, o mejor, la adquisición de nuevas habilidades y destrezas para intervenir competentemente en el espacio cibernético.

La hipótesis de los diferentes entornos implica la irrupción de un nuevo ámbito social en el que hay que saber moverse y actuar. De ahí la necesidad de plantearse nuevos retos educativos.

Page 6: Periódico Habitante Siete - Edición 17

Por: Efraín Alzate Salazar

Institución Educativa Antonio Derka

66 OpiniónContra las escuelas de calidad

Muchos años transcurrieron en nuestra ciudad para que la expresión optimista y sim-bólica: “construyamos una ciudad educada y educadora” se aproximara a la realidad. Digo se aproximara, porque el enunciado en sí reúne una cantidad de retos, de ca-minos y de esfuerzos que van más allá de la buena in-tención. Para ser alcalde de una ciudad con un presupues-to público tan importante, lo máximo que se requiere es imaginación y decencia para mostrar resultados. Y la edu-cación fue la directriz del alcal-de Fajardo para marcar diferencia.

Hoy es un hecho la construcción de colegios con lujo arquitectónico, con nuevas tecnologías y comodidades excepcionales. En los barrios mar-ginados los niños y jóvenes asisten a clases en espacios acogedores, salones iluminados y muy bien pin-tados, tableros inteligentes, y en ge-neral todo lo que se requiere para estudiar con comodidad. En la alcal-día del Doctor Sergio Fajardo Valde-rrama se avanzó significativamente para dignificar un sector de la so-ciedad que había estado marginado de las posibilidades del presupuesto público; se asumió como tarea la ca-lidad de la educación, tanto en es-

pacios físicos como en capacitación para educadores y comunidad edu-cativa en general. Pero también hoy es un hecho, que muchos de esos colegios de calidad construidos con el presupuesto público están siendo arrasados por el vandalismo físico y mental que carcome la conciencia de muchos niños y jóvenes, todo ello ante la mirada indiferente de la sociedad que guarda silencio ante tal infamia. En varios de los cole-gios los estudiantes no alcanzaron a estrenar la sala de tecnología, ya que los enemigos de lo públi-co decidieron robarse los compu-tadores, y en muchos casos estos contaron con el silencio de los mis-mos vecinos de las instituciones.

Cuando vamos de visita a alguna institución educativa privada, en donde estudia el otro sector de la sociedad que no accede a la edu-cación pública por sus posibilidades económicas, nos sorprendemos ante la forma cuidadosa como tra-tan el colegio, los enseres y todos los espacios en general. Parece que los estudiantes allí desarrollan efec-tivamente el sentido de pertenencia, o practican de verdad el manual de convivencia, en el que se ad-vierte que: “daño que hagan, lo pa-gan los padres”.

Es doloroso pa-sar por el ce-menterio o sala de reblujo de los colegios públicos. Allí descansan montañas de si-llas, mesas y en-seres de propiedad de la institución que fueron destruidos por los alum-nos. Pero si a raíz de una acción vandálica el colegio toma correcti-vos para aplicar sus cánones disci-plinarios, de inmediato aparecen los

funcionarios de la Secretaría de Educación ordenado reintegro inmediato del alumno vándalo, porque se le están vulnerando los Derechos fundamentales.

La calidad de la educación en colegios de calidad,

Sería bueno que los funciona-rios de Secretaría de Educación visitaran los colegios en donde se ha invertido el erario público. Que se analice con docentes y directivos las razones por las que se ha sido tolerante con

estos actos vandálicos contra esce-narios que son de propiedad públi-ca. Allí todos tienen algo que decir; y si les presentamos a los padres de familia las acciones de sus hijos algo tienen que expresar. O definiti-vamente la búsqueda de la calidad de la educación en colegios de cali-dad está fracasando. Algo se puede hacer ante la tendencia perversa de los primeros usuarios y beneficia-

rios de las instituciones educativas. Thomas Hobbes, filósofo inglés, sostuvo que el hombre era perver-so por naturaleza y que requiere de

vandalismo, pobreza cultural, indiferencia ciudadana

¿un acto fallido?

Institución Educativa Hector Abad Gomez

Page 7: Periódico Habitante Siete - Edición 17

Institución Educativa La Independencia

7un cambio en los imaginarios cultu-rales, pero sí pueden convertirse en espacios de debate por el rescate de la dignidad humana y avanzar en la construcción de cultura ciudadana. Quienes hablan y viven en la ciudad no son las moles de cemento, son los hombres y mujeres de carne y hueso. Enseñemos maneras de ocu-par espacios que nos merecemos.

7Opinióncódigos y sanciones para poder vivir en sociedad. ¿Somos una sociedad Hobbesiana de lobos contra lobos?

La cultura dentro y fuera de

elegantes moles de cemento

La inversión pública que se hizo preferencialmente en estos sectores marginados históricamente, obede-ció a la estrategia de las políticas de inclusión de la alcaldía que se proponía a “Medellín la más edu-cada”. Por ello en esta dirección se encaminó mucha parte del presu-puesto público, y el Doctor Alonso Salazar continúa con tal iniciativa. Sin embargo, algo faltó para que esta mirada a la ciudad avanzara. La reflexión es necesario hacerla; se deben rastrear las razones por las cuales muchas de esas comu-nidades educativas favorecidas no han valorado la dimensión del cam-bio en las políticas ciudadanas. Los asesores de las últimas alcaldías no previeron la indiferencia ciuda-dana ante el cambio arquitectónico en el espacio educativo de la ciu-dad. Quizá dieron como un hecho que la sociedad beneficiaria asumi-ría estos colegios de calidad como algo de incalculable valor cultural y social, y que serían vigilantes soli-darios de esos espacios en donde se educaban los niños y jóvenes de la ciudad. A mi modo de ver esto no fue así. La destrucción a que están siendo sometidos sistemáticamente los nuevos colegios, y los que han sido reformados así lo demuestra.

Acostumbrados quizás a procesos de exclusión, los jóvenes de la ciudad no han logrado trascender su actitud de apatía y desidia con respecto a los espacios y bienes públicos, y aunque algunos no comparten estas actitudes y entienden que lo público a todos conviene por igual, prefieren guardar silencio para evitarse pro-blemas en lugar de denunciar o asu-mir cruzadas para defender lo que es de todos… pero que sólo unos cuantos defienden. Y la verdad es que para los rectores, llevar a cabo

dispendiosos procesos disciplina-rios para que luego las autoridades educativas obliguen a mantener a to-dos los estudiantes en las institucio-nes con el argumento romántico de la inclusión, resulta bastante agota-dor. Por supuesto, no estoy dicien-do que la salida al vandalismo sea sólo llevar procesos disciplinarios y expulsar a estas personas, pero se siente una ausencia, una falta de acompañamiento, un cierto deseo de mantener en el sistema educativo a quien sea y a costa de lo que sea.

Es posible que la indiferencia de los maestros también sea un síntoma de malestar y agotamiento, cuando sólo se preocupan por enseñar sa-beres académicos, descuidando las enseñanzas para la vida. Hemos lle-gado a niveles exagerados de tole-rancia frente al accionar vandálico de los estudiantes, quienes destruyen las llaves del agua para que no haya clase, y obstruyen voluntariamente los servicios sanitarios para obligar la salida más temprano. No es posi-ble que el robo de las tapas en los baños, de chapas de las puertas, de las llaves del agua, el robo de partes de los computadores, la destrucción voluntaria de las sillas, el juego con las comidas del restaurante escolar, la destrucción de la baldosa, el raya-do grotesco de las paredes, el robo de los implementos deportivos sean actitudes que correspondan a niños y jóvenes ciudadanos de una ciudad educada. Estas manifestaciones vandálicas infames, corresponden a comunidades educativas que no han logrado desarrollar conceptos válidos en torno a la dignidad huma-na. Poco les importa el espacio que les acoge dignamente como estu-diantes, cuando en su casa, en su familia conviven con el hambre, la desnutrición y el abandono. Sin dig-nidad humana, de nada sirven los espacios arquitectónicos bellos para estudiar; si nada es mío que impor-ta que desaparezca o lo destruyan.

¿Cómo recuperar los colegios

de calidad para la calidad de la

educación?

No todo está perdido. Ya existe un motivo para preocuparnos; el ca-mino que se debe emprender es el trabajo desde simbolismos alrede-dor de la dignidad humana y el de-recho que tengo a ocupar espacios que permitan al menos imaginar una vida mejor. Las moles de ce-mento no entregan como milagro

Page 8: Periódico Habitante Siete - Edición 17

88 Educación

va¿Para dónde la educación?Durante las últimas déca-das el mundo ha cambiado en muchos aspectos, impul-sado por los avances de la tecnología y el cambio en los modelos sociales. La televi-sión, la Internet, el desarrollo de nuevas formas de entre-tenimiento y conectividad, la revolución de la mujer y el matrimonio gay son algunos de los factores que han cam-biado las formas de enten-der el mundo.

La educación, sin embargo, no se ha adaptado a las for-mas de relacionarse con el mundo, manteniendo mode-los educativos de la época de Cristóbal Colón. La edu-cación escolar ha sufrido un grave estancamiento al no encontrar un lineamiento que se adopte a los tiempos modernos.

La falta de diálogo y la imposición de normas de conducta hacen que los jóvenes no se adapten a los antiguos modelos, que siguen aplicando el viejo refrán “la letra, con sangre entra”.

¿Hacia dónde va la educación? Es una pregunta difícil de contestar al ver las grandes defi ciencias que presenta nuestro sistema educativo al no im-plementar nuevos métodos que ayuden a mejorar la calidad.

Muchos institutos de educación, ya sean públicos o privados, no han encontrado caminos moder-nos que guíen de una mejor manera a los niños para entender qué quieren para sus vidas.

“La familia debe ser la estructura principal del desarrollo de los jóvenes, debe ser el comienzo de las relaciones sociales. Es en este estamento donde se puede crear o destruir los ideales de los muchachos”, aseguró Oscar Ruiz, profesor e investigador de la Universidad de Antioquia.

“La separación de los padres y los hijos es algo muy común en nuestra época. Varios estudios demuestran que en nuestro país el diálogo entre padres e hijos no supera los cinco minutos al día”, agregó Ruiz. “Es allí donde entran factores ajenos a la formación para moldear el comportamiento de los jóvenes, como la cultura, el computador e Internet”, concluyó.

Sumado a esto, la falta de confi anza de algunos padres lleva a modelos de autoritarismo que no son los indicados para una buena formación, pro-picia al diálogo y al entendimiento.

Además otros adoptan un carácter permisivo, en el que los hijos pueden hacer “lo que se le da la gana”. La idea es encontrar un punto medio que benefi cie a los jóvenes.

Esta parte es fundamental en el desarrollo de los modelos de educación. Los estudios también dicen que es a través del descu-brimiento y exploración de nue-vas formas que el niño está más dado a aprender.

Indagar, conocer y explorar son las aptitudes más benéfi cas en la interacción de los jóvenes con el mundo, con sus padres y su en-torno educativo.

“Por eso, los compañeros y el ambiente complementan la for-mación. Sin embargo, infl uyen mucho las cualidades intrínsecas que el joven tenga desde su ho-gar, ya que muchos estudiantes

pueden ser unos genios completos pero un de-sastre a la hora de relacionarse”, afi rmó Oscar Ruiz.

Según Oscar Ruiz todas las personas son un ge-nio en potencia y tienen aptitudes diferentes que los hacen únicos en una materia defi nida. Todos los niños tienen algo que los destaca por encima de otro. Son los padres quienes deben aprender a controlar y resaltar esa capacidad para formar al niño desde una etapa menor.

Los modelos actuales le dan la oportunidad al profesor de mandar una cantidad inimaginable de datos en cientos de áreas que un niño no puede aprender e indagar y que, por lo tanto, no dan la posibilidad de generar una reacción en el joven.

El mensaje va más allá de una simple refl exión. La idea es considerar modelos que tengan en cuenta el diálogo, fuera del autoritarismo, para responder con una educación adaptada a las condiciones de nuestra sociedad.

La educación, sin embargo, no se ha adaptado a las formas de relacionarse con el mundo, manteniendo mode-los educativos de la época de

Cristóbal Colón.

embargo, no se ha adaptado a “A pico y pala ... “A pico y pala ...

Por: Luis Fernando Muñoz Gómez / [email protected]

Page 9: Periódico Habitante Siete - Edición 17

9Educación 9La ministra de Educación, María Fernanda Cam-po, afi rmó que el país manejaba cifras sobre el analfabetismo que no correspondían con la reali-dad, pues el último censo de población demues-tra que la tasa es mayor a lo que se estimaba y sobre la cual se habían trazado varios objetivos.En diálogo con el programa radial la W expresó: “Creíamos que estábamos en la tasa de 7,5 por ciento de analfabetismo, que era una tasa muy buena en América Latina, pero la realidad es que tenemos una de 9,6 en la que hay que pensar urgentemente”, dijo la Ministra en alusión a que el censo de 2005 dio unos resultados diferentes a la Encuesta Nacional de Hogares del primer semes-tre del 2010.

Anotó que el número de analfabetas en el país está en unos 2’700.000 colombianos y por rangos de edad, la que oscila entre los 15 y 24 años tiene una tasa del 2,8 por ciento, que es muy alta según la funcionaria.

La ministra Campo dijo que conforme al censo de 2005 debe enfrentarse a esa realidad, pues se había pensado que universalizando la educación primaria se combatía en buena parte el analfabe-tismo.

El Ministerio de Educación calcula que el departa-mento de La Guajira, con 137.000 iletrados, tiene la tasa de analfabetismo más alta en el país (36,5 por ciento), seguido por Chocó con 56.000 iletra-dos (24,2 por ciento). Pero en cuanto a número de población, el grupo más alto está en Antioquia con 360.000 personas, seguida de Bogotá con 258.000.

El analfabetismo en Colombia sigue creciendo

Señaló que es preocupante el caso de Bogotá por tratarse de una gran mayoría de analfabetis-mo urbano, derivado en buena parte de la recep-ción de desplazados por la violencia.

“Realmente hay que revisar las metas del milenio en materia de reducir el analfabetismo y creo que con los esfuerzos que hacemos y con metodolo-gías fl exibles, podemos bajar en la mitad esa tasa del 9,6 por ciento”, dijo.

Campo señaló varios logros en materia de alfa-betización de adultos y dijo que en los próximos años se invertirán 126.000 millones de pesos del presupuesto nacional y de cooperación interna-cional, esperando que en el año 2010 haya un millón de colombianos alfabetizados.

Por: Luis Fernando Muñoz Gómez / [email protected]

María Fernanda Campo, Ministra de Educación.

Page 10: Periódico Habitante Siete - Edición 17

10

una nariz de perfil y otra de frente. Yo soy incapaz de dibujar el ser humano, y menos el rostro, que es lo más expresivo.

Ahora Jorge dibuja el ojo. Su contorno es como una hoja. Por dentro va la pupila, y más adentro el iris. Arriba, la línea del parpado y más arriba la ceja, que parece una culebrita. De lado, el ojo se dibuja como la silueta de un pez sin cola.

Mientras los estudiantes y yo replicamos la ima-gen, él saca uno de los tres lapiceros que tiene en el bolsillo de la camisa y llama a lista. Algunos muchachos están fuera del salón. Entran y salen, resbalan, corren, arañan, brincan. Cuatro niñas chupan bombones rojos.

Crónica

Indisciplina CrónicaPor: Leandro Vásquez Sánchez / [email protected]

Desde hace treinta años, Jorge llega a la Institu-ción Educativa Marco Fidel Suárez a las seis de la mañana. En su salón hay una acuarela de tres gaviotas que vuelan, sobre un mar verde y espu-moso, en busca de un amanecer de fuego. Esa pintura es de William, un exestudiante que ahora es profesor de artística, como Jorge. Juntos hicie-ron un busto del Che Guevara para el museo del colegio, que ahora rueda de salón en salón, como una bola de heno por un pueblo desierto.

Todavía no me llama la atención que en la entra-da del aula, en letras de cartón, hay una leyenda que dice: “El respeto es el afecto vestido de deli-cadeza”. Pero pronto me resultará irónica.

El enjambre de langostasAfuera se escucha el murmullo de los mucha-chos, es como el aleteo de una bandada de mari-posas. Cuando se acercan, sus voces se convier-ten en el zumbido de un enjambre de langostas. Ellos muerden, saltan, corren, patean, gritan. Uno amenaza a otro con una escoba. Jorge interviene cuando está a punto de descargarla.

El agresor se llama Daniel. Tienen que tratarlo con especial cuidado porque el papá y dos hermanos tienen problemas psiquiátricos. A Jorge eso le pa-rece una excusa. Una vez estaba molestando a un grupo de muchachas. Una de ellas lo embistió a arañazos y patadas, y él apenas alcanzó a pro-tegerse el rostro. Jorge los vio y siguió su camino.

Han pasado quince minutos. Los estudiantes ha-blan, cantan, pelean, paran. Jorge escribe en el tablero: “No borro faltas”. Se instala el silencio,

como si hubiera esta-llado una bomba en medio del salón. Jorge cometió el error de no cerrar bien la primera “o” de la palabra bo-rro. “Burro la falta”, co-mentan un estudiante. “Burro, jejejejeje”, es-tallan las carcajadas.

Comienza la clase─Tengan la bondad y se sientan por favor ─ les dice, antes de que se desate el desorden.

Uno de los muchachos tiene sobre el pupitre una hoja. La dobla con cuidado, como si adentro guardara algo. Se la pasa a otro compañero y le dice a Jorge:

─¿Quién es ese man que me está anotando? ¿Por qué mira tan rayado?

─Él está haciendo un trabajo periodístico. Si quie-res saber de qué se trata, vaya y pregúntele─ le responde.

─No profe, qué pena de ese man.

“Ese muchacho tiene problema con las drogas”, me dijo Jorge más tarde. Un amigo me contó que en su colegio echaban el “perico” dentro de un cuaderno, en vez de una hoja, para que el profe-

sor no los viera.

El dibujo del cuerpo humano─Por favor, no nos hagan quedar mal con el periodista ─ les dice Jor-ge en tono de suplica y continua: ─ Saquen el block de dibujo ─. Casi ninguno lo trajo. Les tiene que rega-lar hojas sueltas para que trabajen.

Jorge toma una tiza blanca de una cajita de madera barnizada. Dibuja

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11─ Por favor dejen de comer ─ les advierte. Una de ellas saca unas tijeras y le corta el palo a los bombones. Pero no dejan de chupar, comer, reír.

Jorge dibuja las orejas. Una de frente y otra de lado.

─¿Cuál de las dos es más grande? ─ pregunta.

─Las suyas ─ responde uno de los muchachos. Las orejas de Jorge son de verdad grandes.

El labio superior de la boca es como una gaviota con las alas extendidas. Los labios de perfi l son como un corazón partido. El de arriba también parce un pez sin cola. Separadas, las facciones parecen insectos disecados.

─Monstruo, así ─ le pregunta uno de los estu-diantes. Jorge le corrige los trazos con su lápiz.

Varios muchachos tosen. Padecen gripa porcina. El semblante de una niña está contraído en un rictus de malestar. Tiene una mano agarrada a la garganta, como si le doliera mucho. Jorge se la lleva para la enfermería. Regresan segundos después. Ahora ella ríe.

─¿Quiénes tienen gripa? ─ pregunta Jorge en vos alta. Casi todos levantan la mano.

─Por favor, si ustedes creen que tienen gripa, dí-ganselo a sus padres. Ellos saben mejor cuándo mienten. Deben traer una excusa médica.

Jorge comienza a dibujar el rostro. Primero un cír-culo. Después el mentón. Luego los ojos.

─Profe, que frente tan grande la de ese muñeco.

Él continúa en silencio. Dibuja la nariz y la boca. Las orejas. Termina con el pelo.

─Jorge, ese man parece de verdad ─ dice un mu-chacho. Es un rostro casi perfecto. Mi dibujo tiene los labios carnosos y la nariz chata. Se parece al autor.

parecen una serpiente que se ovilla para prote-gerse. En el suelo hay envolturas de bombom, de papas fritas, hojas de cuaderno. La pared, recién pintada, tiene rayones y huellas de dedos. Tres de las estudiantes le ayudan a Jorge a barrer y enderezar las fi las.

Gritan, saltan, corren, muerden

Una niña come un paquete de papas. Otra, morena y es-belta, se maquilla. Un muchacho tiene una margarita en la mano. “Me quiere, no me quiere”, repi-te mientras se ríe. Varilla lee el perió-dico. Algunos pa-peles surcan el aire. Desde que empezó la clase, una niña peina a su amiga mientras mira por la ventana:

─ Evelyn, esto no es un salón de belle-za ─ ella se sienta y se peina su cabello, largo y negro como una cascada de petróleo, sin quitar su mirada de la ventana. Esta enumeración de acciones parece no llevar a nada, no tiene orden ni rumbo. Es que es muy difícil apresar a estos muchachos en las palabras, su energía es incon-tenible.

Jorge tiene en una mano la tiza y la otra está es-condida tras la espalda. Sólo yo la puedo ver. Sus dedos se mueven como tentáculos, con voluntad propia. Algo oscuro bulle en su interior, quizas es

rabia. Lo sé porque también soy su hijo y cuando me rega-ña, sus dedos se mueven de esa forma rara.

Sus dedos tienen algo especial, son los de un artista. Aunque él ya no pinta y tampoco esculpe. Todos los cuadros los regaló o se dañaron. En casa ape-nas nos queda el busto de la tía Leonor. El trabajo absorbió todo su tiempo.

─ Recuerden que voy a califi car ahora mismo el trabajo.

Pero poco después, suena el timbre. Ellos gritan, saltan, co-rren, muerden, cachetean, pa-tean, golpean, hablan, cantan, coquetean. Las fi las de pupitres

Crónica

Desde hace treinta años, Jor-ge llega a la Institución Edu-cativa Marco Fidel Suárez a las seis de la mañana. En su salón hay una acuarela de

tres gaviotas que vuelan, so-bre un mar verde y espumo-

so, en busca de un amanecer de fuego.

Desde hace treinta años, Jor-“A pico y pala ...

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