ociopedia 46

14

Upload: instituto-potosino-de-bellas-artes

Post on 12-Mar-2016

220 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Animales, palabras, alfombra roja, personalidades

TRANSCRIPT

Page 1: OCIOPEDIA 46
Page 2: OCIOPEDIA 46
Page 3: OCIOPEDIA 46

Hoy en día los sucesos que cobran importancia se realizan con una alfombra roja por la que circulan los invitados más importan-tes. Ello es sinónimo de glamour, para darle esa aura de sofistica-ción que hoy todo el mundo parece necesitar para que nadie olvide lo importantes que son los asistentes a ese acontecimiento. La primera mención en la historia en la que aparece la figura de la alfombra fue en el siglo V a. C. dentro de la tragedia Agamenón, escrita por el dramaturgo y poeta trágico Esquilo. En ella, Clitem-nestra intenta convencer a Agamenón para que camine por una alfombra. Algunas versiones de la obra indican que era roja y, sin embargo, en otras se dice que era púrpura, color que ha estado muy estrechamente ligado a la realeza y altas jerarquías ecle-siásticas. También nos encontramos cómo en 1821, el entonces presidente de los Estados Unidos, James Monroe, fue recibido

con una alfombra roja durante la visita oficial que realizó a una plantación de Georgetown (Carolina del sur). Pero el que podría-mos señalar como origen del actual uso de la alfombra roja nos traslada a principios del siglo XX, cuando la compañía ferroviaria 20th Century Limited, inaugurada en 1902, destacó como una de las mejores y más exclusivas del mundo. Los viajeros, al llegar a la estación de Grand Central en Nueva York, se encontraban con una reluciente alfombra roja por la que descendían del tren y ca-minaban hasta el vestíbulo y viceversa. Este hecho le confería un toque de exclusividad y sofisticación que el viajero sabía apreciar. En el mundo del espectáculo se realizó la primera alfombra roja en el año 1922, con motivo de la inauguración del Egyptian Theater de Los Ángeles. No fue hasta la década de los años 40 en que tomaría la relevancia que actualmente tiene.

LA ALFOMBRA ROJA

1

Page 4: OCIOPEDIA 46

Escuchamos esta palabra cuando alguien se quiere referir a un hecho inverosímil o una aventura muy emocionante, sobre todo cuando se na-rran hechos que nadie creería en el contexto de una nota policíaca o de aventuras. El origen de esta palabra proviene de Rocambole, el nombre del protagonista de una colección de novelas de aventuras que se publicó por entregas en varios diarios y revistas francesas entre los años 1857 y 1871; su autor era el aristócrata Pierre-Alexis Ponson de Terrail. Rocam-bole comenzó siendo un pícaro ladrón de guante blanco que vivía un sinfín de aventuras fantasiosas y excesivamente artificiales. Éstas hacían las delicias de todos sus lectores, quienes aguardaban con impaciencia cada una de las entregas de un nuevo capítulo. Gradualmente, el escritor fue trasladando al protagonista de sus exitosas novelas desde el lado de la ilegalidad hasta convertirlo finalmente en un simpático justiciero. Tras el fallecimiento de Ponson de Terrail en 1871, varios han sido los autores que han escrito novelas protagonizadas por el personaje de Rocambole.

OTRA PALABRA: ROCAMBOLESCO

2

Page 5: OCIOPEDIA 46

La Eastern State Penitentiary, de Filadelfia, cárcel famosa en EE. UU. y que actualmente está fuera de funcionamiento, guardó a la sociedad de delincuentes desde 1829 hasta 1971. Por allí pasaron tipos tan famosos como el ladrón de bancos Willie Sutton o el mismísimo “Caracortada”, es decir, Al Ca-pone. Claro que aquí vamos a hablar de un prisionero muy peculiar. En 1924, un pe-rro llamado Pep, también conocido como “el perro mata-gatos”, fue sentenciado a cadena perpetua (quizá no estaba permi-tida la pena de muerte en este estado en aquél tiempo) en esta cárcel por el gober-nador de Pensilvania, estado en el que está Filadelfia. El perro había acabado con un gato, pero fue el gato equivo-cado. El gato asesinado era la masco-ta de la mujer del gobernador, Gifford Pinchot, y por ese motivo el malvado perro acabó en la cárcel. Pep cumplió condena y hasta tenía su ficha, con sus fotos y posiblemente sus huellas y otros datos de vital importancia para que no pudiera defenderse. No faltó el que alegara que un perro nun-ca fue condenado en ninguna cárcel en Estados Unidos y alguien inventó o justificó la historia diciendo que el gobernador regaló su perro a la pri-sión para que animara a los presos. Así que si usted visita los Estados Unidos no lleve con usted un ani-mal asesino de gatos, no sea que allá se quede para alegrar a los presos.

EL QUE MATA GATOS, ES UN MATA-GATOS

3

Page 6: OCIOPEDIA 46
Page 7: OCIOPEDIA 46

El corcel era el caballo de batalla, sobre el que cabalgaban los caballeros medievales en las justas o para combatir. Se solían proteger con una barda, hecha de cuero o de metal, a modo de armadura y eran ejemplares verdaderamente poderosos, capaces de soportar el peso del caballero y su armadura sin problemas. Estos caballos también se denominaban destreros y eran muy ca-ros, llegaban a costar hasta diez veces más que un caballo común, como por ejemplo, un rocín. El rocín era un caballo de tiro y solía ser usado por los caballeros, salvo que el caballero en cuestión no tuviera con qué comprar un caballo mejor. El palafrén era otro de los caballos de guerra, más tranquilo, me-nos robusto que un corcel, pero más rápido. Solía utilizarse para viajar, para cazar y para desfiles. También solían montar este tipo de caballos las damas, junto con las jacas y cuartagos, ya que eran caballos tranquilos y relativamente pequeños. Las damas

montaban a mujeriega, es decir, con ambas piernas a un lado del animal, en lugar de montar a horcajadas, como los hombres. Para que la montura no las zarandeara mucho, ya que montar a muje-riega era menos estable, se enseñaba a los caballos destinados a las damas a amblar, es decir, a avanzar moviendo la mano y la pata de un mismo lado en cada paso. Los sirvientes del caballero montaban caballos pequeños, como las damas, y es que los caba-lleros se acompañaban de sirvientes y, por supuesto, de un buen número de pertrechos y provisiones. Todo esto, los pertrechos, provisiones, armas; se transportaban en una acémila, es decir, en una mula de carga.

VOCABULARIO DE CABALLOS Y SIMILARES

5

Page 8: OCIOPEDIA 46

Para los romanos el día debía tener la misma duración que la no-che, o sea, doce horas para ambos. La Regla de San Benito incluía la norma de guardar reposo y silencio después de la “sexta hora”, que a su vez proviene de la hora sexta latina, es decir, el mediodía, que es la hora de más calor, la primera hora del día en ese tiempo era a las 7:00 a.m. Ahí tuvo su origen la palabra “sextear” o “guardar la sexta”, que después se deformó en el popular “ses-tear” o “tomar una siesta”. En muchos lugares es mal visto llamar o visitar en estas horas del mediodía. Por esto es que muchas tiendas y negocios cierran sus puertas entre las dos y cinco de la tarde, sobre todo en los países de clima caluroso.

¿DE DÓNDE VIENE LA PALABRA “SIESTA”?

6

Page 9: OCIOPEDIA 46

Alejandro de Grecia fue el rey de este país desde 1917 hasta tres años después, en 1920, cuando tenía tan solo 27 años. Según parece, el 2 de octubre de 1920 estaba paseando con su perro por los Jardines Reales de Atenas cuando unos monos atacaron a su mascota. El Rey intentó defender a su fiel amigo y el combate con los monos le costó algunas heridas que no parecían preocupantes en un primer momento, pero finalmente serían fatales ya que uno de los mordiscos se infectó y el Rey enfermó. Después de una leve recuperación, el día 12 recayó. El 25 de octubre murió el rey Alejandro de Grecia debido a la gravísima infección provocada por el mordisco de los monos. Su padre, Constantino I de Grecia, retornó al trono y acabó llevando a los griegos a una guerra con Turquía en la que los helenos fueron derrotados. Winston Chur-chill escribió: “un mordisco de mono que causó la muerte de 250 mil personas”.

OTRA DE ANIMALES:

LOS MONOS MATA-REYES

7

Page 10: OCIOPEDIA 46

El geofísico Frank Press fue consejero científico del presidente esta-dounidense Jimmy Carter. Todas las mañanas a las 7 en punto el presi-dente se encerraba en el Despacho Oval para leer la prensa. Cierto día, Press fue llamado por Carter que había leído en el periódico el siguiente titular: “Llegan del Sol menos neutrinos de los esperados”. Tras una breve conversación entre ambos, Carter le pidió a su consejero que lo mantuviera al tanto de la situación. Mientras salía por la puerta el cien-tífico, el asesor de Seguridad Nacional, que había estado presente en la reunión, se abalanzó sobre Frank Press y le preguntó profundamente alarmado: - Frank, ¿es esto una crisis?

Winston Churchill sentía una auténtica devoción por su perro Rufus. Un día estaba viendo la película “Oliver Twist” con Rufus en su rega-zo y en determinado momento uno de los personajes estaba a punto de ahogar a su perro para despistar a la policía que le seguía los pasos. Para evitarle la violenta escena al animal, el político le tapó los ojos con una mano y le dijo: -No mires ahora, querido. Ya te lo contaré después.

Einstein tuvo tres nacionalidades: alemana, suiza y estadounidense.

Al final de su vida, un periodista le preguntó qué posibles repercu-siones habían tenido sobre su fama estos cambios. El físico dio la siguiente respuesta: -Si mis teorías hubieran resultado falsas, los estadounidenses dirían que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío.

8

DE PERSONALIDADES CÉLEBRES

Page 11: OCIOPEDIA 46
Page 12: OCIOPEDIA 46

Todo mundo sabe que los elefantes fueron usados como “arma” durante las guerras hace siglos. Ciertamente, debía ser compli-cado luchar contra aquellos tremendos bichos con las armas de entonces. Y aquí entran en acción los sabios consejos de Plinio el Viejo. Según indicaba Plinio, los elefantes tienen miedo y se asustan cuando oyen los chillidos y gruñidos de los cerdos. Diga-mos que aquellos que usaban a los elefantes en las batallas no acostumbraban las deliciosas carnitas, por lo tanto en sus campa-mentos nunca mataban cochinos. ¿Cómo hacer que los cochinitos hagan su relajo? El sabio da un consejo muy simple: se empuja a los cerdos hacia los elefantes o, si se desea, se arrojan y ya está: ambas especies se asustan y comienza el jaleo entre el barritar de elefantes y los chillidos de cerdos, que como todos sabemos, son un sonido horrible, sobre todo para quien nunca haya presenciado la matanza de un cochino para hacerlo carnitas. Según parece, este método de ataque contra elefantes se puso en práctica con éxito en la guerra del Peloponeso y en alguno que otro asedio.

¿CÓMO SE DERROTA A LOS

ELEFANTES? CON CERDOS, LA ÚLTIMA

DE ANIMALES

10

Page 13: OCIOPEDIA 46
Page 14: OCIOPEDIA 46