manejo del paciente febril

67
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO FACULTAD DE MEDICINA HUMANA HISTORIA CLINICA CURSO : “INFECTOLOGIA Y MEDICINA TROPICAL” DOCENTE: Dr. .PORTILLA JACOBO HÈCTOR ALUMNOS : REQUEJO VILLEGAS ROSA RIMARACHIN VALDERRAMA ELIO RIVERA CLAVO RAUL RODAS QUIROZ DENIS CICLO : IX

Upload: glenda-dayani-salazar-guadalupe

Post on 26-Jul-2015

120 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Manejo Del Paciente Febril

UNIVERSIDAD NACIONAL

PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

HISTORIA CLINICA

CURSO : “INFECTOLOGIA Y MEDICINA TROPICAL”

DOCENTE:

Dr. .PORTILLA JACOBO HÈCTOR

ALUMNOS :

REQUEJO VILLEGAS ROSA

RIMARACHIN VALDERRAMA ELIO

RIVERA CLAVO RAUL

RODAS QUIROZ DENIS

CICLO : IX

Chiclayo, 2010

Page 2: Manejo Del Paciente Febril

FIEBRE

Aunque no existe un consenso establecido en su definición, se entiende como

fiebre la elevación de la temperatura corporal por encima de lo que es normal

para cada persona, pudiendo variar en ±1º a partir de 36º C, tomada en la axila.

Como la temperatura diaria de cada persona presenta un ciclo circadiano, con

un pico al final de la tarde y descenso a primera hora de la mañana, se ha

definido como fiebre una temperatura superior a 37,2º C a primera hora de la

mañana y 37,8º C por la tarde.

El mecanismo de producción de la fiebre radica en el estímulo inducido en el

núcleo preóptico del hipotálamo anterior por las citocinas excretadas por las

células mononucleares.

Las citocinas que intervienen de forma preponderante son la interleucina-1 y 6

(IL-1 y IL-6) elaboradas por los microorganismos, el factor de necrosis tumoral

(TNF) y posiblemente el interferón γ (IFN-γ). Este estímulo produce en el

hipotálamo elevadas concentraciones de prostaglandinas, principalmente

prostaglandina E y aparece la fiebre.

Las prostaglandinas están reguladas por mediadores antipiréticos endógenos

como son la arginina vasopresina, la hormona melanocito-estimulante, las

catecolaminas, los glucocorticoides y sus inductores, la lipocortina y los

inhibidores y receptores naturales solubles de las citocinas.

La fiebre sería por tanto la expresión clínica de una respuesta inicial del

huésped frente a la infección, siendo la manifestación fundamental de la

movilización de las defensas del huésped

El principal mecanismo generador de calor es la actividad muscular. En el

desarrollo de la respuesta febril existe una actividad muscular involuntaria

controlada por el sistema nervioso central (SNC) que da lugar a los temblores y

escalofríos cuando la temperatura empieza a subir.

Page 3: Manejo Del Paciente Febril

ANEMIA

La clasificación de la anemia según el defecto funcional en la producción de

eritrocitos es útil para organizar las determinaciones analíticas necesarias al

respecto.

Las tres clases de anemias principales son:

1. Anemia por defectos de producción medular(hipoproliferativa)

2. Anemia por defectos en la maduración de los eritrocitos (eritropoyesesis

ineficaz)

3. Anemia por diminución de la supervivencia de los

eritrocitos(hemorragias/hemolisis)

Esta clasificación funcional va a permitir abordar por tanto, la selección de los

estudios analíticos y clínicos específicos que permite completar el diagnostico

diferencial y el plan terapéutico.

La anemia hipoproliferativa se observa en los casos con un índice de

producción de reticulocitos bajos, junto con modificaciones mínimas o ausencia

de la morfología de los eritrocitos (anemia nomocitica normocrómica)

Típicamente los trastornos de maduración de los eritrocitos conlleva a una

elevación ligera o moderada del índice de producción de reticulocitos junto a

índices eritrocitarios macrociticos o microciticos .

El aumento de la destrucción de eritrocitos debido a hemolisis da lugar aun

incremento del índice de producción de reticulocitos hasta por lo menos un

valor tres veces superior al normal, a condición de que exista el hierro

necesario para la síntesis de hierro para la hemoglobina.

Signos y síntomas de anemia :

– CV y Resp: Disnea, ortopnea, taquipnea, taquicardia, soplos.

– Neurológicos: cefalea, acufenos, mareo.

– Cutáneos: palidez

Page 4: Manejo Del Paciente Febril

– GI: anorexia, nauseas, estreñimiento, diarrea

– GU: amenorrea, menorragia, perdida de libido, impotencia

El cuadro febril asociado a anemia se presenta mayormente en las anemias del tipo hemolítica:

Por destrucción ↑ de hematíes (Hemólisis)

Intracorpusculares:Hemoglobinopatías, esferocitosis congénita hereditaria, talasemia, hemoglobinuria paroxística nocturna, enzimopatias.

Extra corpusculares: Inmunes, sintomáticas (infecciones, intoxicaciones, agentes físicos).

• La anemia hemolítica autoinmune por anticuerpos fríos que se asocia mycoplasma, a mononucleosis infecciosa, también puede cursar con fiebre y anemia.

ANEMIA EN LAS INFECCIONES

• Hemólisis inmune como el mycoplasma y viriasis.

• Hemólisis no inmune en el sd hemolítico-urémico.

• Invasión de los eritrocitos en las infecciones por plasmodium, babesia y bartonella.

• Sangrado gastrointestinal en el caso de parasitosis intestinales.

• Infecciones virales: ↓producción de eritrocitos por hipoplasia medular.

• VIH → anemia es frecuente

(asocia a fiebre prolongada de origen desconocido).

Causas : 

- Una anemia de enfermedad crónica, normocítica y normocrómica con reticulocitos bajos, lo más habitual.

- El tratamiento con algunas drogas (SMZ). 

- Las infecciones por micobacterias, hongos o virus son causa de anemia con hipoplasia eritroide. 

Page 5: Manejo Del Paciente Febril

FIEBRE DE LA OROYA Y VERRUGA PERUANA

Bartonella bacilliformis es un aerobio Gram negativo, pleomorfico, flagelado,

móvil, coccobacilo, intracelular facultativo

EPIDEMIOLOGÍA

Bartonella bacilliformis es encontrada solo en Perú, Ecuador, y Colombia. Es

endémico en algunas areas del Perú, ocurriendo brotes de la enfermedad en

nuevas areas epidémicas. La bacteria es transmitida por zancudos del género

Lutzomyia 'spp.

PATOFISIOLOGÍA

Bartonella bacilliformis es el agente etiológico de la enfermedad de

Carrión o fiebre de la Oroya (fase aguda de la infección) y Verruga peruana

(fase crónica de la infección).

La bacteria es inoculado por la picadura de Lutzomyias en los capilares, donde

en un periodo variable (alrededor de 21 días), la bacteria produce una invasión

masiva de eritrocitos y consecuentemente una anemia hemolítica intravascular

severa (fase aguda de la enfermedad de Carrión). Esta fase es potencialmente

mortal y los síntomas son fiebre, anemia e inmunosupresión. La fase aguda

tipicamente dura de 2 a 4 semanas. Un frotis de sangre periférica puede

mostrar anisocitosis con cocobacilos en los eritrocitos.

Se conoce que las bacterias invaden células endoteliales, produciendo la

manifestación crónica de la enfermedad (Verruga Peruana). Esta fase se

caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas benignas de color rojo-

violáceo nodulares tipo angiomatosas.

DIAGNOSTICO

En la Fiebre de oroya Se realiza mediante la observación del microrganismo

en los hematíes teñidos con giemsa. En la Verruga peruana, el

microorganismo puede cultivarse de las lesiones y ocasionalmente en sangre.

Page 6: Manejo Del Paciente Febril

ENDOCARDITIS INFECCIOSA

Es la infección microbiana del endocardio generalmente producida por

bacterias, también por Rickettsias, Hongos, etc.

a) Enfermedad Aguda: sobre válvula nativa en esta no es necesario un

factor predisponente ya que se trata de una septicemia con

localización Endocárdica posterior. Las manifestaciones cardiacas

pueden predominar, sobre las otras manifestaciones derivadas de la

afectación de otros parénquimas (paciente con escalofrío, fiebre

intensa, cuadro tóxico) y son frecuentes las complicaciones como, las

arritmias y trastornos de la conducción, ictericia, etc.

b) Endocarditis Subaguda: en estos pacientes el aumento de la

temperatura no suele ser tan grande y se manifiesta como un

síndrome febril prolongado (+ de 15 días), sudoración nocturna,

astenia adelgazamiento, anemia normocitica normocrómica (anemia

de enfermedades crónicas) se debe a la red de interleuquinas 1 y 6 y

factor de necrosis tumoral que deprimen a la medula ósea o disminuye

la sensibilidad de la célula madre a la eritropoyetina.

EXÁMEN FÍSICO:

Paciente pálido por la anemia, taquifígmico (la frecuencia del

corazón es de cuatro pulsaciones por una respiración, cuando pasa de

cinco se considera taquifigmia ) o/y otros tipos de arritmias, soplo que

depende del factor predisponente o de la ruptura valvular.

DIAGNÓSTICO:

Se basa en la Clínica, hemocultivo, Ecocardiograma.

El hemocultivo puede ser negativo debido a que el paciente este

siendo o haya sido tratado con ATB,o que medio de cultivo no es el

adecuado, a que el germen es de desarrollo intracelular o bien de

desarrollo lento y el ecocardiograma: pone en evidencia verrugas de

más de 1 mm mediante una ventana torácica y también mediante la

técnica trasesofágica .

Page 7: Manejo Del Paciente Febril

ICTERICIA

Se denomina ictericia a la coloración amarillenta de piel y mucosas debida al

depósito de bilirrubina; como consecuencia de un aumento de sus niveles

plasmáticos (> 2-3 mg/dL). La bilirrubina tiene especial afinidad por los tejidos

ricos en fibras elásticas, por lo que en las fases iniciales la ictericia será más

evidente en la esclerótica. En los casos de hiperbilirrubinemia intensa se

colorea el sudor y el enfermo incluso refiere una visión amarillenta (xántopsia).

Con respecto a la definición expuesta, son necesarias algunas precisiones: a)

Una coloración amarillenta aislada de la piel -sobre todo en palmas y plantas,

sin afectar a la región escleral, no debe denominarse ictericia, y aparece en la

carotinemia (ingesta de gran cantidad de zanahorias, naranjas, tomates) y en

pacientes tratados con clorhidrato de quinacrina o atebrina o en contacto con

dinitrofenol o ácido pícrico; b) En estados de hiperbilirrubinemia de larga

duración la piel adopta un aspecto verdoso debido al depósito de biliverdina; c)

Valores elevados de bilirrubinemia, aunque no lleguen a alcanzar 2,5 mg/dL,

pueden ser insuficientes para originar ictericia, pero también tienen significado

patológico; d) Las modificaciones evolutivas de la ictericia siguen un curso más

lento que las correspondientes variaciones de los niveles plasmáticos de

bilirrubina (si la hiperbilirrubinemia se desarrolla de forma muy rápida pueden

constatarse elevaciones muy marcadas de la misma, incluso en ausencia de

ictericia). Junto con la determinación de la bilirrubina conjugada (directa) y de la

no conyugada (indirecta) datos que como veremos constituyen, el núcleo del

diagnóstico diferencial, en algunos laboratorios también se puede detectar en

plasma la bilirrubina delta. Se trata de una fracción bilirrubina que permanece

unida de forma covalente a la albúmina y que no se puede diferenciar de la

bilirrubina directa con los métodos de laboratorio habituales; sus

concentraciones están estrechamente relacionadas con la duración de la

hiperbilirrubinemia directa.

Page 8: Manejo Del Paciente Febril

Orientación diagnóstica (Figs. 1-3)

Aunque habitualmente el clínico suele emplear en cualquier proceso

diagnóstico, incluso de forma inconsciente, el principio de la parquedad"

(intento de adscribir todo; los síntomas y signos a un único proceso causal), en

el paciente ictérico este procedimiento presenta numerosas excepciones. El

hígado, por su posición metabólica "central", puede ser agredido por

numerosas noxas, no siendo infrecuente la enfermedad hepática plurietiológica

(p. ej., asociación de hemocromatosis y hepatopatía alcohólica; hepatopatía

alcohólica y porfiria hepatocutánea tarda; cirrosis biliar primaria y colelitiasis,

etc.). Asimismo, deberemos considerar no sólo la posibilidad de que la lesión

hepática esté desencadenada por un proceso concreto (p. ej., tuberculosis),

sino que además puede intervenir su propio tratamiento (p.,ej., isoniacida).

Otros ejemplos ilustrativos son los siguientes: un nivel plasmático de bilirrubina

>25 mg/dL rara vez se explica por una única causa en cuadros hemolíticos

comprobados, una bilirrubinemia >4-5 mg/dL— no puede ser únicamente

atribuida a la hemólisis, por lo que debe evocarse un proceso concomitante

como infección o litiasis biliar (constituyen una excepción a esta regla las

situaciones en las que aparece una hemólisis aguda y masiva -p. ej.,

hemoglobinuria paroxística nocturna-). Por otra parte, el enfoque de una

ictericia se beneficia a menudo de un análisis específico del grupo de población

en la que se presenta; y así, la ictericia en el neonato o en la gestante presenta

problemas diagnósticos que rara vez se plantean fuera de ese contexto.

1. El prurito, los xantelasmas y la esteatorrea (ésta es frecuentemente

asintomática) orientan hacia la colestasis; en determinadas ocasiones

cirrosis biliar primaria, colestasis recidivante benigna del embarazo el

prurito puede estar presente aun en ausencia de ictericia, o

precediéndola durante días e incluso meses. Por el contrario, en la

ictericia de origen hepatocelular destacan la afectación del estado

general y los signos de fallo hepático (ascitis, edemas, encefalopatía,

etc.). Atención: como veremos, es frecuente que los problemas funda-

Page 9: Manejo Del Paciente Febril

mentalmente hepatocelulares difusos se acompañen de un componente

de colestasis, funcional (es el caso de ciertas hepatitis agudas) o

anatómico (p. ej., compresión de los conductos biliares intrahepáticos

por nódulos de regeneración, en la cirrosis hepática); y a la inversa, en

estadios finales de la cirrosis biliar primaria existen datos llamativos de

insuficiencia hepatocelular. La coluria y la acolia se presentan tanto en la

ictericia colestática como en la hepatocelular, aunque son especialmente

marcadas en las colestasis extrahepáticas.

2. En un joven con ictericia como única manifestación objetiva de

enfermedad debe sospecharse un síndrome de Gilbert, un síndrome de

Rotor o un síndrome de Arias (síndrome de Crigler-Najjar tipo II),

mientras que sí se acompaña de otros datos clínicos deberá investigarse

una hepatitis vírica por virus hepatotropos primarios, una hepatitis por

virus de Epsteín-Barr o por citomegalovirus, una enfermedad de Wilson

o un síndrome de Dubin-Johnson.

3. En un paciente alcohólico descartaremos una hepatitis aguda alcohólica

(hay que recordar también su posible asociación con el síndrome de

Zieve, en el que la hemólisis contribuye también a la ictericia), una

cirrosis hepática (no hay que olvidar la mayor incidencia de

hemocromatosis y de porfiria hepatocutánea tarda en estos enfermos) o

una hemólisis por hipofosfatemia o secundaria a dismorfias eritrocíticas.

4. En una mujer no gestante con ictericia deben considerarse como

posibilidades más frecuentes la litiasis biliar, una cirrosis biliar primaria y

una hepatitis crónica autoinmune; y durante el embarazo se

considerarán la colestasis recidivante gravídica -a veces solo se expresa

por prurito y la esteatosis gravídica aguda.

5. En el anciano con ictericia orientaremos nuestra busqueda hacia un

problema neoplásíco, primario o metastasico, sin descartar en ese

contexto la compresión de las vías biliares extrahepáticas por

adenopatías. El síndrome de Stauffer es un cuadro paraneoplástico de

colestasis, que se asocia con el hipermefroma.

6. En un paciente recientemente operado descartaremos un exceso de

producción de bilirrubina (anemia hemolítica, reabsorción de grandes

hematomas, transfusión de sangre almacenada), una lesión

Page 10: Manejo Del Paciente Febril

hepatocelular (anestesia por halotano, hipotensión/shock, fármacos,

hepatitis vírica, sepsis) o una colestasis (postoperatoria benigna,

colelitiasis residual, estenosis postoperatoria de la vía biliar

extrahepática).

7. Con las reservas expresadas en la llamada 1, en la ictericia

hepatocelular destacan la hiperbilirrubinemia mixta (no conjugada y

conjugada), una elevación de los niveles séricos de transaminasas

(índice de citólisis) mayor que la de la fosfatasa alcalina, un

alargamiento del tiempo de protrombina que no mejora con la

administración parenteral de vitamina K (test de Koller negativo) y una

hipoalbuminemia (insuficiencia hepatocelular cronica).Son propios de la

colestasis un incremento marcado de la concentración sérica de

fosfatasa alcalina mayor que el de las transaminasasa, junto con niveles

altos en sangre de gammaglutamiltranspeptidasa (GGT), y positividad

del test de Koller; la hiperbilirrubinemia es a expensas

fundamentalmente de la bilirrubina conjugada. Atención: una elevación

de la fosfatasa alcalina y la GGT, sin incremento significativo de la

bilirrubina constituye el patrón de colestasis disociada y se observa en la

obstrucción intermitente de la via biliar granulomatosis hepatica

(tuberculosis, sarcoidosis, brucelosis, citomegalovirus, beriliosis, etc.),

metatasis hepatica, carcionoma hepatocelular o insuficiencia cardiaca.

Por otro lado se denomina “colestasis” disociada inversa a la elevación

de la bilirrubina conjugada sin incremento concomitante de fosfatasa

alcalina ni de GGT; esta lateracion es propia de los sindromes de Rotor

y de Dubin-Johnson.

Page 11: Manejo Del Paciente Febril
Page 12: Manejo Del Paciente Febril

1. En la insuficiencia cardíaca congestiva la cifra de bilirrubina en plasma

es < 3 mg/dL y se asocia una elevación de la fosfatasa alcalina sérica.

En ocasiones (hemólisis vinculada al alcoholismo o hiperesplenismo) la

cirrosis hepática causa habitual de híparbilirrubinemía mixta- cursa con

un incremento predominante de biliriubinemia no conjugada. En algunos

casos, de hepatitis crónica persistente también se ha observado una

elevación de este tipo de bilirrubina, En el hipertiroidismo suelen

elevarse los niveles séricos de la fosfatasa alcalina (no hay que olvidar

su posible origen óseo en estos casos) e incluso de las transaminasas.

2. En el test del ayuno se somete al individuo a una dieta < 400 calorías

durante 24-48 h, y en la prueba del fenobarbital se administra 0,1 mg de

este fármaco durante varios días. La elevación de la bilirrubina no

conjugada con el test del ayuno y su disminución con el test del

fenobarbital confirmaran. Sin el defecto en la conjugación de la

bilirrubina, que puede deberse a un síndrome de Gilbert o u un síndrome

de Arias. La diferenciación entre ambos se basa principalmente en la

edad de aparición de las manifestaciones clínicas y en el grado de

elevación de la bilirrubina (alguno, autores, sin embargo, defienden que

ambos trastornos constituyen una misma enfermedad, diferenciándose

exclusivamente por la magnitud del defecto enzímático subyacente).

3. El síndrome de Gilbert predomina de forma clara en el varón. Es «pica la

ictericia que debuta con ocasión de un episodio febril agudo, tras el

ejercicio físico intenso o durante el ayuno prolongado, acompañándose

de manifestaciones inespecíficas. Tastenia, malestar general y

dolorimiento abdominal difuso). Es un trastorno heterogéneo desde el

punto de vista biológico, Así mediante estudio del aclaramiento de

colorantes que no requieren conjugación, como la bromosulftaleína y el

verde de indocianina, se han individualizado diversos patrones. Ninguna

de estas pruebas posee valor práctico ya que la actitud terapéutica es

similar en todos los casos y además, la administración de

bromosulftaleína puede desencadenar reacciones anafilácticas, En la

actualidad existe la evidencia de que el trastorno común del síndrome de

Gilbert es la disminución de la conjugación de la bilirrubina, lo que se

pone de manifiesto al comprobar que el porcentaje de monoglucurónidos

Page 13: Manejo Del Paciente Febril

de bilirrubina supera al de diglucurónidos en bilis (hecho inverso al que

acontece en individuos sanos).

4. En el síndrome de Dubin-Johnson puede constatarse un, hepatomegalía

dolorosa, síntomas gastrointestinales vagos y, hasta en el 70% de los

casos, un alargamiento del tiempo de protrombina; ninguno de estos

datos es característica del síndrome de Rotor. Los anticonceptivos

orales pueden incrementar la hiperbilirrubinemia o poner de manifiesto

por primera vez el síndrome de Dubin-Johnson.

5. Las pruebas complementarias para su diagnóstico se interpretan

fácilmente si tenemos en cuenta que en el síndrome de Duhin-Johnson

exista una incapacidad para la eliminación de todos los aniones

orgánicos, lo que comporta una alteración del aclaramiento de la

bromosulftaleína, consistente en una elevación tardía, por reflujo, de su

concentración plasmática, así como una falta de visualización de la

vesícula biliar en la colecostografía oral, por alteración en la excreción

del medio de contraste (la vía biliar puede observarse con ácido

iminodiacético [IDA] Tc), y la aparición de un pigmento melánico en la

biopsia hepática por acumulación de metabolitos de las catecolaminas

(atención: el pigmento desaparece si el paciente sufre una hepatitis

vírica aguda). La cantidad total de coproporfirinas urinarias es normal

pero la cantidad proporcional de los isómeros I y III está alterada (en los

sujetos normales la coproportirina I supone un 25% del total, mientras

que en síndrome de Dubin-Johnson alcanza el 90%),

6. En el síndrome de Rotor la vesícula se opacifica en la colecistografia

oral pero la vía biliar no se observa en los estudioss realizados con IDA

Tc; el colorante se elimina lentamente, sin reflujo plasmático, los

hepatocitos no contienen pigmento y los niveles urinarios de

coproporfirinas son altos, pero no existe una proporción incrementada de

coproporfirina l.

Page 14: Manejo Del Paciente Febril
Page 15: Manejo Del Paciente Febril

1. La ecografía abdominal es el método de primera elección para el estudio

del árbol biliar. Es sensible y específica (95%) para la detección de

colelitiasis; es también muy sensible para detectar una dilatación de las

vías biliares y puede indicar si el punto de obstrucción se sitúa en los

conductos intra o extrahepáticos. Asimismo, puede informarnos sobre

las causas no litiásicas de obstrucción biliar, como una masa en la ca-

beza del páncreas o en el hilio hepático, aunque la presencia de gas

abdominal puede dificultar la visualización de las zonas colindantes al

colédoco. La TC obvia este inconveniente y en general es más fiable

que la ecografía para identificar la localización y la causa de la

obstrucción biliar, así como para determinar la eventual extensión del

cáncer de vesícula o de páncreas.

2. En el contexto de una colestasis intrahepatica pura, su curso recurrente

es el dato que caracteriza, por ejemplo, al síndrome de Summerskill-

Walshe (colestasis recurrenc benigna), Hay que recordar, no obstante,

que en la enfermedad de Caroli y en la colangitis esclerosante primaria

la ictericia colestática suele presentar ese mismo carácter.

3. La biopsia hepática permite llegar al diagnóstico de cirrosis biliar

primaria, mientras que la colangiopancreatografía retrógrada

endoscópica (CPRE) permitirá confirmar una colangitis esclerosante

primaria. El aspecto en "árbol de navidad", con estenosis y dilataciones

saculares alternantes en las vías intra y extrahepáticas, caracteriza a la

colangitis esclerosante primaria (no olvidar la búsqueda de una posible

patología asociada, en particular la enfermedad inflamatoria intestinal).

La CPRE también nos servirá para el diagnóstico de otra entidad más

infrecuente, como es la enfermedad de Caroli (atención a una variedad,

no tan rara, que se asocia con fibrosis hepática congénita). En la

enfermedad de Caroli se constatan dilataciones de la vía biliar

intrahepática. Hallazgos similares a los de la colangitis esclerosante

primaria han sido descritos en el sida, en relación con infecciones por

Cryptosporidium spp o citomegalovirus.

4. En la colestasis extrahepática la hepatomegalia es un hecho más

sobresaliente que en las formas intrahepaticas, mientras que la

esplenomegalia es mas habitual en la colestasis intrahepática; no

Page 16: Manejo Del Paciente Febril

obstante cabe la posibilidad de encontrar un bazo aumentado de tamaño

en la coledocolitiasis, cuando se complica con pancreatitisy trombosis de

la vena esplenica. La asociación de fiebre elevada colestasis y dolor en

hipocondrio derecho de aparicion brusca es muy orientativa de

colangitis, generalmente litiasica: si el cuadro es más solapado, con

dolor continuo y sin fiebre deberemos sospechar naoplasia de cabeza de

páncreas. En un paciente procedente del medio rural portador de

ictericia colestática extrahepática y urticaria deberá descartarse como

primera posibilidad la existencia de un quiste hidatídico abierto a la vía

biliar.

5. La dilatación ecográfica de las vías intrahepáticas sin aumento de calibre

de las vías extrahepáticas sugiere una lesión en el hilio hepático. Las

posibilidades diagnósticas mas frecuentes en este contexto son la

compresión extrínseca por adenopatías, el carcinoma de vesícula y el

tumor de Klatskin (carcinoma de la bifurcación de los conductos

hepáticos). Ante una dilatación de las vías intra y extrahepáticas, la

propia ecografía o la TC -véase antes- pueden orientar el diagnostico

etiológico, demostrando alteraciones morfológicas en vesícula biliar

(neoplasias, litiasis), colédoco o páncreas (carcinoma pancreatitis

crónica). La CPRE tiene una alta sensibilidad y especificidad para el

diagnóstico etiológico y topográfico de la obstrucción biliar; además

puede ser terapéutica (papilotomía extracción de cálculos, colocación de

drenaje biliar). La colangiografia transparietohepatica es preferible

cuando se sospecha una lesión obstructiva alta, y su rentabilidad

depende menos del examinador en comparación con la CPRE.

Page 17: Manejo Del Paciente Febril
Page 18: Manejo Del Paciente Febril

PACIENTE FEBRIL CON EXANTEMA CUTÁNEO

Ante un paciente con fiebre y exantema lo primero es evaluar su

gravedad y valorar si hay que tomar medidas de aislamiento o iniciar

tratamiento antibiótico inmediato. En el interrogatorio al paciente debemos

conocer si ha recibido fármacos o vacunas en las últimas semanas, si tiene

alergias, antecedentes de viajes o estancias en ambientes rurales, época del

año del inicio de los síntomas, contacto con animales tanto domésticos como

salvajes o con insectos, factores de riesgo para el virus de la inmunodeficiencia

humana (VIH), inmunodepresión, presencia de patología valvular cardíaca o de

material protésico, contacto con pacientes febriles y exposición ocupacional o

al sol. En la exploración física se debe prestar atención a la presencia de

adenopatías, hepatoesplenomegalia, artritis, rigidez de nuca o signos

neurológicos, lesiones mucosas (enantema) y de piel (exantema).

Ante un paciente con exantema y fiebre existen tres problemas fundamentales:

1-Determinar el compromiso hemodinámico del paciente.

2-Determinar si la naturaleza del exantema, según datos de la historia clínica,

requiere del aislamiento del paciente.

3-Instaurar urgente terapéutica antibacteriana si la lesión cutánea es

compatible con una enfermedad meningocócica o shock séptico bacteriano.

Evaluación inicial:

¿Qué datos no pueden faltar en la anamnesis del paciente?

Fármacos utilizados en los últimos 30 días.

Viajes fuera del área local.

Exposición ocupacional.

Exposición al sol.

Inmunizaciones.

Exposición a enfermedades de transmisión sexual incluidos factores de

riesgo para infección por el VIH.

Estado inmunológico del paciente.

Enfermedad valvular cardiaca.

Enfermedades previas, alergias.

Contacto con personas febriles o enfermas en el pasado reciente.

Page 19: Manejo Del Paciente Febril

Exposición a hábitat silvestre o rural y animales salvajes.

Animales domésticos y hábitos.

Examen físico del paciente

Es fundamental conocer los signos vitales, evaluar el aspecto general del

paciente, presencia de signos de toxicidad, de adenopatías y su localización,

presencia de lesiones genitales, mucosas y/o conjuntivales, esplenomegalia,

artritis, rigidez de nuca, meningismo o disfunción neurológica, tipos de lesión.

Los factores claves para arribar al diagnóstico correcto son los siguientes:

Clasificación dermatológica del exantema.

Distribución del exantema.

Patrón de progresión.

Momento cronológico del desarrollo del exantema (en relación con la

instalación de la enfermedad y la fiebre).

Clasificación dermatológica del exantema:

Page 20: Manejo Del Paciente Febril

Diagnóstico diferencial de exantema cutáneo

El exantema cutáneo puede estudiarse a partir del tipo de lesión presente o a

partir del patógeno individual.

.EXANTEMA MACULO PUSTULOSO

Infecciones bacterianas:

Comenzando por bacterias del grupo de las espiroquetas, una causa

reemergente de exantema es la sífilis secundaria. Afecta a palmas y plantas,

con fiebre no muy alta y adenopatías. Otra espiroqueta, Borrelia burdogferi,

causa la enfermedad de Lyme.Dicha infección se transmite por garrapatas y

se manifiesta como una maculo pápula rojiza que se extiende con un borde

bien definido, al tiempo que se aclara por el centro. Esta lesión se denomina

“eritema crónico migrans” y puede llegar a alcanzar hasta 60 cm, coexistiendo,

en ocasiones, con múltiples lesiones anulares secundarias. También en la

leptospirosis puede aparecer un exantema junto con la característica subfusión

conjuntival. La fiebre tifoidea se caracteriza por fiebre, bradicardia relativa,

Page 21: Manejo Del Paciente Febril

cefalea, dolor abdominal, estreñimiento más que diarrea y leucopenia,

normalmente tras un viaje internacional (especialmente a Latinoamérica o al

Sudeste Asiático).El exantema de la fiebre tifoidea es infrecuente y difícil de

apreciar en la raza negra. En los caucásicos aparece en tórax y abdomen como

máculas de 2-4 mm ligeramente elevadas y de color asalmonado. Entre las

rickettsiosis, en nuestro medio hay que destacar la fiebre botonosa

mediterránea y, con menos frecuencia, el tifus murino. La fiebre botonosa se

produce por Rickettsia conorii y se transmite por garrapatas. La mayoría de los

casos se ven en primavera y verano. Cursa con un exantema maculopapular,

que en ocasiones se torna purpúrico, no pruriginoso, que aparece inicialmente

en tobillos y muñecas, y se disemina a tronco y cara, afectando a palmas y

plantas. La “mancha negra” representa la lesión de la picadura de la garrapata

y es muy útil para el diagnóstico. En viajeros al África subsahariana no es

infrecuente la fiebre por garrapatas, asociada sobre todo a R. africae, con un

cuadro clínico similar a la fiebre botonosa.El tifus murino o tifus exantemático

endémico es una infección propia de ratas y transmitida por pulgas. Se produce

por Rickettsia typhi y su cuadro es parecido a la fiebre botonosa, pero el

exantema empieza por el tronco y no hay “mancha negra”. En ocasiones, la

neumonía atípica causada por la Chlamydia psittaci se acompaña de una

erupción maculosa parecida a la roséola de la fiebre tifoidea conocida como

manchas de Horder. También las infecciones por Mycoplasma se pueden

acompañar de exantema maculopapular.

Infecciones virales:

Entre los exantemas virales destaca la primoinfección por el VIH. En los niños,

el parvovirus B19 ocasiona el eritema infeccioso (quinta enfermedad)

caracterizado por lesiones confluentes induradas en la cara, con aspecto de

“mejillas abofeteadas”. En los adultos se puede asociar a un cuadro

poliarticular. La roséola infantil o exantema súbito, causado por el virus herpes

humano tipo 6, se caracteriza por fiebre alta, con frecuencia con convulsiones,

y su defervescencia coincide con un exantema que respeta la cara. Las

manchas de Koplic en la mucosa bucal preceden el exantema del sarampión.

Brota primero en la frente y detrás de las orejas, y se disemina hacia abajo

Page 22: Manejo Del Paciente Febril

junto con fiebre, tos, rinitis y conjuntivitis. La rubéola presenta,

característicamente, adenopatías prominentes postauriculares, cervicales

posteriores y/o suboccipitales. La mononucleosis infecciosa por el virus de

Epstein-Barr también puede dar adenopatías prominentes, faringitis y

exantema, sobre todo tras la administración de ampicilina. Los adenovirus y los

enterovirus (ECHOCoxsackie) originan fiebre y exantema especialmente en

niños. En viajeros a lugares tropicales, el dengue causa fiebre y exantema.

Causas no infecciosas:

Entre las causas no infecciosas de exantema destacan las alergias, el eritema

multiforme con lesiones típicas en diana (idiopático, por fármacos o por un

desencadenante infeccioso), dermatomiositis, lupus eritematoso sistémico,

enfermedad de Still, tumores hematológicos y la enfermedad de Kawasaki.

Conviene conocer el síndrome de Sweet, o dermatosis neutrofílica febril aguda,

porque puede asemejar una enfermedad infecciosa grave con fiebre,

leucocitosis y pápulas y placas bien delimitadas, eritematosas, dolorosas, con

infiltrados neutrofílicos en la biopsia. Se puede asociar con enfermedades

hematológicas o autoinmunes o presentarse aisladamente. Se trata con

esteroides sistémicos.

EXANTEMA VESICULO-AMPOLLOSO

Infecciones virales:

Page 23: Manejo Del Paciente Febril

La varicela produce un exantema que comienza en cara y tronco, y afecta

posteriormente a las extremidades, con maculopápulas, vesículas, pústulas y

costras en diversas fases evolutivas. Su reactivación posterior causa el herpes

zóster con su erupción vesiculosa de distribución metamérica. El virus varicela-

zóster y el herpes simple pueden ocasionar infecciones diseminadas graves

con un exantema generalizado vesicular en pacientes gravemente

inmunodeprimidos. Otras causas virales de exantema vesículo-bulloso son los

enterovirus y el parvovirus B19.

Infecciones bacterianas:

El síndrome de la piel escaldada estafilocócico (SSSS) o síndrome de Ritter es

una entidad infrecuente que se produce en niños con infección por

Sthaphylococcus aureus productor de toxina, que produce ampollas y

exfoliación. Parecida pero más frecuente es la necrolisis epidérmica tóxica

(NET) o síndrome de Lyell, que es una forma grave del síndrome de Stevens-

Johnson, asociada generalmente a hipersensibilidad a fármacos. La NET y el

SSSS se caracterizan por fiebre y eritrodermia con signo de Nikolsky positivo

(rotura de la piel al frotarla con el dedo). Son enfermedades muy graves, cuyo

comportamiento fisiopatológico recuerda a los quemados. Se diferencian en la

biopsia de piel al afectar distintos estratos cutáneos. Las bacteriemias

stafilocócicas o la gonococemia pueden acompañarse de pústulas. Las

foliculitis son lesiones pustulosas superficiales del folículo piloso ocasionado

por bacterias como S. aureus y P. eruginosa, o por hongos como Candida spp.

La infección diseminada por Vibrio vulnificus tiene una clínica característica y

es muy grave. Se suele producir tras la ingestión de marisco o molusco crudo

en pacientes con diabetes o cirróticos, y ocasiona lesiones bullosas que se

vuelven hemorrágicas y sepsis.

Causas no infecciosas:

Entre las causas no infecciosas hay que destacar las alergias, las fitodermatitis

(por plantas) y el grupo de enfermedades ampollosas autoinmunes.

Page 24: Manejo Del Paciente Febril

EXANTEMA PURPURICO

Infecciones bacterianas:

La endocarditis infecciosa se acompaña en ocasiones de lesiones petequiales

en extremidades y en mucosas, sobre todo en conjuntivas. La infección por

Neisseria meningitidis puede tener un curso fulminante, con petequias que

evolucionan a grandes equimosis, fiebre e hipotensión, con o sin meningitis.

Una entidad relacionada menos grave es la gonococemia que produce

típicamente poliartritis, tenosinovitis, fiebre y lesiones, que pueden ser

papulosas, pustulosas o petequiales en escaso número cerca de las

articulaciones. Muchas otras bacteriemias pueden dar petequias,

especialmenente las causadas por gramnegativos de la flora digestiva en

neutropénicos. Pseudomonas aeruginosa origina desde un exantema

maculopapular a vesículas, pápulas hemorrágicas, úlceras necróticas (ectima

gangrenosa), nódulos subcutáneos o petequias. Como paradigma de

rickettsiosis está la fiebre manchada de las Montañas Rocosas causada por R.

rickettsii. Es una infección grave con lesiones que aparecen en las muñecas y

tobillos y posteriormente en palmas y plantas y se diseminan de forma

centrípeta. Inicialmente el exantema es eritematoso o maculopapular, pero con

frecuencia se vuelve petequial. El tifus exantemático epidémico, causado por la

R. prowazekii y transmitido por piojos, da una clínica parecida al tifus murino,

pero más grave. Sus recidivas tardías se conocen como enfermedad de Brill-

Zinsser.

Page 25: Manejo Del Paciente Febril

Infecciones virales:

En los viajeros procedentes del trópico, el dengue hemorrágico puede dar un

exantema petequial. Algunas infecciones virales que pueden originar petequias

son la rubéola, enterovirus o el virus de Epstein-Barr.

Parasitosis:

Entre los parásitos, la malaria grave puede producir petequias secundarias a

trombopenia.

Causas no infecciosas:

Destacan las alergias, trombopenias, vasculitis por hipersensibilidad, púrpura

de Schonlein-Henoch, crioglobulinemia, lupus eritematoso sistémico,

amiloidosis, o el escorbuto.

EXANTEMA ERITEMATOSO DESCAMATIVO CONFLUYENTE

Un eritema difuso puede estar asociado a infecciones muy graves. El síndrome

del shock tóxico estafilocócico (no confundir con el SSSS) se manifiesta con

fiebre, hipotensión, exantema difuso y fallo multiorgánico con descamación en

la fase precoz de convalecencia. En 1980 apareció en Estados Unidos con

carácter epidémico asociado al uso de tampones vaginales. Se debe a una

infección focal, o a veces una mera colonización, por una cepa toxigénica. Los

Page 26: Manejo Del Paciente Febril

estreptococos del grupo A (Streptococcus pyogenes) pueden originar un

síndrome del shock tóxico indistinguible del estafilocócico. La escarlatina,

también debida a S. pyogenes, se caracteriza por faringitis y un eritema difuso

con elevaciones puntiformes (textura como de “papel de lija”), más acusado en

los pliegues cutáneos (líneas de Pastia) y “lengua aframbuesada” y posterior

descamación. Los enterovirus, entre otros virus, pueden ocasionar fiebre y

exantema eritematoso. Entre las causas no infecciosas destacan alergias,

eczemas, psoriasis, pitiriasis rubra, linfomas, síndrome de Sèzary y la

enfermedad de Kawasaki.

ERUPCIONES URTICARIANAS

Las personas que padecen de urticaria clásica experimentan reacciones de

hipersensibilidad que no van acompañadas de fiebre. Cuando hay fiebre, las

erupciones urticarianas suelen deberse a vasculitis urticariana.A diferencia de

las lesiones de la urticaria clásica, que duran 48 h, están otras lesiones

persisten incluso cinco días. Sus causas son: la enfermedad del suero

(inducida a menudo por fármacos como penicilina, sulfamidas, salicilatos o

barbitúricos), enfermedades del tejido conectivo (lupus eritematoso sistémico o

síndrome de sjogren)e infecciones(virus de hepatitis B ,enterovirus o

parásitos).Los neoplasias malignas también pueden causar fiebre y urticaria

crónica.

ERUPCIONES NODULARES

En sujetos inmunodeprimidos, las lesiones nodulares suelen depender de una

infección diseminada, Los pacientes con candidiasis diseminada (debido a la

Page 27: Manejo Del Paciente Febril

frecuencia a candida tropicalis) pueden presentar la triada de fiebre, mialgias y

erupciones nodulares. Las lesiones de criptococosis diseminada pueden imitar

al molusco contagioso. Cuando los nódulos se necrosan, deben sospecharse

una aspergilosis o una mucormicosis.El eritema nodoso se manifiesta por

nódulos muy dolorosos en los miembros inferiores. El síndrome de sweet debe

recordarse en los individuos con múltiples nódulos y placas, a menudo tan

edematosos que adoptan un aspecto de vesícula o ampollas. Este síndrome

puede afectar a personas sanas o a pacientes con procesos linfoproliferativos.

Page 28: Manejo Del Paciente Febril

PACIENTE FEBRIL CON ADENOPATÍAS

El diagnóstico diferencial de un paciente con fiebre y adenopatías (aumento de

tamaño de los ganglios linfáticos) es extenso. La mayoría de los pacientes con

fiebre y adenopatías tienen una enfermedad infecciosa, neoplásica (linfomas,

cuando se presentan con síntomas B y, en ocasiones, muchos otros tumores

malignos) o inmunológica. Sin embargo, existen otras enfermedades que

ocasionalmente pueden presentarse de esta forma. Así, la enfermedad de

Graves o la tiroiditis de Hashimoto se asocian ocasionalmente con fiebre y

adenopatías. Lo mismo sucede con muchas otras enfermedades como la

enfermedad de Castleman, la sarcoidosis, la granulomatosis linfomatosa, etc.

Hay que tener en cuenta que pueden palparse adenopatías en ciertas

localizaciones sin que tengan una significación patológica. Los niños y adultos

jóvenes sanos presentan con frecuencia ganglios linfáticos palpables (menores

de 1 cm) submandibulares. Los adultos sanos pueden presentar ganglios

inguinales de hasta 2 cm que se consideran dentro de la normalidad.

En el diagnóstico diferencial de linfadenopatías y fiebre es importante la

realización de una historia clínica y una exploración física minuciosas.

Tabla 1

Page 29: Manejo Del Paciente Febril

Historia clínica

La edad es el factor más importante para predecir la probabilidad de que las

adenopatías sean debidas a patología benigna o maligna. La presencia de

fiebre y adenopatías en pacientes menores de 30 años es debida a una causa

benigna, generalmente infecciosa, en la mayoría de los casos (80%):

infecciones víricas o bacterianas del aparato respiratorio, mononucleosis

infecciosa, toxoplasmosis y, en países endémicos, tuberculosis. En los

mayores de 30 años la causa es una enfermedad benigna en menos del 40%.

Las enfermedades linfoproliferativas no parecen tener una clara predilección de

edad, mientras que los carcinomas son mucho más frecuentes en pacientes de

más de 50 años.

La presencia de fiebre y adenopatías puede acompañarse de otros signos de

infección, bien sea localizada, como faringitis, linfangitis, etc., o de infección

sistémica.

Por el contrario, puede acompañarse de síntomas constitucionales, pérdida de

peso, sudación nocturna y febrícula de bajo grado que orientan hacia la

posibilidad de una causa maligna como un linfoma, o una tuberculosis.

Otros datos importantes de la historia clínica son los geográficos (dengue,

filariasis, leishmaniasis, histoplasmosis, tuberculosis), ocupación laboral, datos

dietéticos, exposición a animales (brucelosis, toxoplasmosis, enfermedad por

Page 30: Manejo Del Paciente Febril

arañazo de gato, leptospirosis), hábitos sexuales (enfermedades de

transmisión sexual) y el posible consumo de fármacos como la

difenilhidantoína.

Examen físico

El examen físico puede proporcionar datos de interés como: lesiones cutáneas,

esplenomegalia, características de las adenopatías (tamaño, textura, dolor,

signos inflamatorios), extensión de las adenopatías (localizadas o

generalizadas), localización de las adenopatías.

Se producen exantemas característicos en la sífilis o en infecciones propias de

la infancia como la rubéola. La coexistencia de esplenomegalia en el paciente

con linfadenopatía y fiebre implica la existencia de una enfermedad sistémica

como: mononucleosis infecciosa, linfoma, leucemia aguda o crónica, lupus

eritematoso sistémico (LES), sarcoidosis, toxoplasmosis, enfermedad por

arañazo de gato u otras enfermedades hematológicas menos frecuentes. La

historia puede proporcionar datos útiles sobre la enfermedad subyacente.

Las características de las adenopatías constituyen parámetros de utilidad en el

diagnóstico diferencial de los pacientes con linfadenopatías. Los ganglios de

menos de 1 cm2 de área son casi siempre secundarios a causas reactivas

inespecíficas benignas. Los ganglios con un diámetro máximo mayor de 2 cm

son con más frecuencia debidos a procesos granulomatosos o malignos. El

dolor de las adenopatías se produce cuando la cápsula se distiende a medida

que el ganglio aumenta rápidamente de tamaño, debido habitualmente a un

proceso inflamatorio. Así, en las infecciones agudas, las adenopatías suelen

ser dolorosas y asimétricas, y la piel que las cubre suele estar eritematosa y

caliente. En las infecciones crónicas son menos dolorosas y suelen ser

simétricas. Pueden supurar, especialmente si el agente infectante es una

bacteria piógena o una micobacteria. Algunas enfermedades malignas, como la

leucemia aguda, también pueden causar un aumento de tamaño rápido con

dolor en los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos infiltrados por linfoma

suelen ser grandes, bien delimitados, simétricos, elásticos, duros, móviles y no

dolorosos. Los ganglios infiltrados por cáncer metastásico suelen ser duros, no

dolorosos y no móviles debido a su fijación a los tejidos adyacentes.

Page 31: Manejo Del Paciente Febril

La adenopatía localizada o regional implica la afectación de una única zona

anatómica. La adenopatía generalizada se ha definido como la afectación de 3

o más áreas no contiguas de ganglios linfáticos. Muchas de las causas de

linfadenopatía pueden producir adenopatía localizada o generalizada, de modo

que esta distinción tiene una utilidad limitada para el diagnóstico diferencial. No

obstante, la linfadenopatía generalizada se asocia con frecuencia a procesos

no malignos: la mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr o

citomegalovirus), la toxoplasmosis, el SIDA, otras infecciones víricas, el lupus

eritematoso sistémico y la enfermedad mixta del tejido conjuntivo. Las

leucemias linfocíticas agudas y crónicas, así como los linfomas, también

pueden causar adenopatía generalizada en los adultos. Los pacientes con

SIDA pueden tener linfadenopatía generalizada por infecciones oportunistas,

que incluyen citomegalovirus y Mycobacterium avium intracelulare, y

neoplasias, como el sarcoma de Kaposi o linfomas de tipo B. Asimismo,

pueden desarrollar un cuadro de linfadenopatía generalizada en el contexto de

un síndrome mononucleósico asociado a la primoinfección por el virus de la

inmunodeficiencia humana (VIH) entre 3-6 semanas después de la exposición

al virus.

La ubicación de la adenopatía localizada o regional puede proporcionar

información útil acerca de la causa:

1. La adenopatía occipital suele reflejar una infección del cuero cabelludo.

2. La adenopatía preauricular acompaña a otitis externa e infecciones

conjuntivales (el síndrome óculo-glandular de Perinaud es una conjuntivitis

unilateral granulomatosa con adenopatías preauricular y submandibular

importantes que pueden supurar; puede producirse en la enfermedad por

arañazo de gato, tularemia, listeriosis, esporotricosis y linfogranuloma venéreo).

3. La localización más frecuente de la adenopatía regional es el cuello, y la

mayor parte de las causas de la misma son benignas: infecciones cutáneas de

cuero cabelludo y cara, faringitis bacteriana, lesiones bucales y dentales, otitis

media y externa, toxoplasmosis, mononucleosis infecciosa y otras infecciones

víricas. Las principales causas de tipo maligno son los procesos cancerosos

metastásicos con tumor primario en cabeza y cuello y los linfomas. Las

adenopatías de la región posterior del cuello y occipitales se asocian con

rubéola, toxoplasmosis y enfermedad de Kikuchi.

Page 32: Manejo Del Paciente Febril

4. El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos supraclaviculares y

escalenos siempre es patológico. Debido a que estos ganglios drenan regiones

del pulmón y del espacio retroperitoneal, su aumento de tamaño puede reflejar

procesos tumorales o infecciosos originados en estas zonas. El ganglio de

Virchow es un ganglio linfático supraclavicular izquierdo aumentado de tamaño

e infiltrado por cáncer metastásico procedente de un carcinoma primario de

origen gastrointestinal. Las metástasis en los ganglios supraclaviculares

también pueden producirse por carcinomas de pulmón, de la mama o del

aparato genital. Los linfomas originan asimismo agrandamiento de los ganglios

supraclaviculares. La tuberculosis, la sarcoidosis y la toxoplasmosis son causas

no malignas de adenopatía supraclavicular.

5. El ganglio de Delphian es una adenopatía en la línea media prelaríngea que

tradicionalmente se ha asociado con enfermedad tiroidea o neoplasia laríngea,

aunque también pacientes con linfoma tienen adenopatías en esta área.

6. La adenopatía axilar suele ser secundaria a lesiones o infecciones

localizadas en la extremidad superior ipsilateral. Entre las causas de tipo

maligno se encuentran el melanoma y el linfoma y, en las mujeres, el cáncer de

mama.

7. La linfadenopatía inguinal con frecuencia se debe a infecciones o

traumatismos en las extremidades inferiores. Puede acompañar

aenfermedades de transmisión sexual como el herpes genital, la sífilis primaria,

el cancroide o el linfogranuloma venéreo. Estos ganglios linfáticos también

pueden ser infiltrados por linfomas y por cáncer metastásico procedente de

tumores primarios localizados en el recto, los genitales o las extremidades

inferiores (melanoma).

8. El diagnóstico diferencial de la adenopatía torácica (mediastínica e hiliar)

comprende procesos pulmonares primarios y enfermedades sistémicas que

afectan característicamente a los ganglios mediastínicos o del hilio pulmonar.

La adenopatía torácica se puede observar en un estudio torácico rutinario o

durante el estudio diagnóstico de un cuadro adenopático superficial. También

se puede observar debido a que el paciente presenta tos o sibilancias por

compresión de la vía respiratoria, ronquera por afectación del nervio laríngeo

recurrente, disfagia por compresión esofágica, o tumefacción del cuello, la cara

o los brazos secundaria a compresión de la vena cava superior o la vena

Page 33: Manejo Del Paciente Febril

subclavia. En las personas jóvenes, la adenopatía mediastínica se asocia a

mononucleosis infecciosa y sarcoidosis. En las regiones endémicas, la

histoplasmosis puede causar afectación ganglionar paratraqueal unilateral que

simula un linfoma. La tuberculosis también puede dar lugar a adenopatía

unilateral. En los pacientes de más edad, el diagnóstico diferencial comprende

el cáncer pulmonar primario (especialmente en los fumadores), los linfomas, el

carcinoma metastásico (habitualmente por tumor pulmonar primario), la

tuberculosis, la infección por hongos y la sarcoidosis.

9. El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos intraabdominales o

retroperitoneales suele indicar un proceso maligno. Aunque la tuberculosis

puede aparecer como una linfadenitis mesentérica, en estos casos es más

frecuente el linfoma (característicamente la enfermedad de Hodgkin afecta los

ganglios retroperitoneales y raramente los mesentéricos) o, en los varones

jóvenes, los tumores de células germinales.

Page 34: Manejo Del Paciente Febril

Pruebas complementarias

El hemograma con frotis sanguíneo puede ser diagnóstico de una leucemia

linfática crónica o una leucemia aguda. También puede ser de valor en el

diagnóstico de una mononucleosis (mostrando la presencia de linfocitos

Page 35: Manejo Del Paciente Febril

activados). Asimismo puede ser útil en las infecciones piógenas o mostrando

citopenias autoinmunes en enfermedades como el lupus eritematoso sistémico.

La radiografía de tórax puede ser normal, pero la presencia de un infiltrado

pulmonar o linfadenopatías hiliares o mediastínicas pueden sugerir

tuberculosis, histoplasmosis en áreas endémicas, cáncer pulmonar primario o

cáncer metastásico, sarcoidosis, o linfoma. Los estudios serológicos frente a

agentes infecciosos específicos permitirán su diagnóstico. En el caso de que se

sospeche un linfoma o una enfermedad metastásica, o bien cuando se

sospecha una infección, y persistan o aumenten las adenopatías al cabo de 2-4

semanas sin haberse llegado a un diagnóstico, se debe realizar una biopsia de

la adenopatía de mayor tamaño (evitando en lo posible las inguinales).

Asociaciones clínicas y de laboratorio específicas

Determinadas asociaciones clínicas y de laboratorio pueden ayudar a

establecer el diagnóstico en determinados casos de linfadenopatía:

1. Malabsorción: amiloidosis, enteropatía sensible al gluten, enfermedad de

Crohn, enfermedad de Whipple.

2. Artralgias y artritis: artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico,

granulomatosis de Wegener, enfermedad de Whipple, linfoma no-Hodgkin,

vasculitis.

3. Enfermedad renal: amiloidosis, enfermedad de Hodgkin (nefropatía de

cambios mínimos), enfermedad mixta del tejido conectivo, lupus eritematoso

sistémico, enfermedad de Whipple.

4. Hipogammaglobulinemia: leucemia linfocítica crónica, linfoma no-Hodgkin,

inmunodeficiencia común variable, amiloidosis, enfermedad de Whipple.

5. Proteína monoclonal: amiloidosis, leucemia linfocítica crónica, linfoma no-

Hodgkin, mieloma múltiple.

Page 36: Manejo Del Paciente Febril

En la siguiente tabla aparecen reflejados los procesos que con mayor

frecuencia originan fiebre y adenopatías en el paciente adulto. Se desarrollarán

brevemente los procesos infecciosos que con mayor frecuencia se diagnostican

en la práctica clínica y que aparecen señalados con un asterisco.

Page 37: Manejo Del Paciente Febril

Mononucleosis infecciosa

La mononucleosis infecciosa (MI) es una enfermedad infecciosa aguda y

autolimitada que afecta a niños y adultos jóvenes, y que se identifica por sus

manifestaciones clínicas, hematológicas y características serológicas. Está

producida por el virus de Epstein-Barr (VEB).

Manifestaciones clínicas

La tríada característica es fiebre, poliadenopatías y odinofagia. Las

adenopatías son típicamente simétricas y se localizan fundamentalmente en la

región posterior del cuello. La fiebre aparece en el 90% de los pacientes y en el

5% existe erupción cutánea que puede exacerbarse tras la administración de

amoxicilina. Aunque la ictericia sólo está presente en el 5% de los casos, el 80-

90% tienen alteración de las enzimas hepáticas y en más de la mitad existe

esplenomegalia importante.

Manifestaciones hematológicas

El hallazgo característico es la linfocitosis atípica y se observa en las dos

primeras semanas de enfermedad, debido a un incremento en el recuento

Page 38: Manejo Del Paciente Febril

absoluto de linfocitos T CD8+. La presencia de más del 20% de linfocitos

grandes y activados (“atípicos”) es patognomónica de esta enfermedad. En el

0,5-3% existe anemia hemolítica y la trombocitopenia no es excepcional.

Diagnóstico serológico

La MI se confirma por la presencia de anticuerpos heterófilos en suero (IgM

que aglutinan hematíes de carnero).

Infección por citomegalovirus

El citomegalovirus (CMV) es un herpes virus estrechamente relacionado con el

VEB. La seroprevalencia oscila entre el 40 y el 100% y la infección congénita

ocurre en el 0,5% de los nacimientos, originando graves secuelas en el recién

nacido. La mayoría de las infecciones en adultos inmunocompetentes son

subclínicas, pero en ocasiones se manifiestan como un síndrome

mononucleósico similar al producido por el VEB sin linfocitos atípicos.

Manifestaciones clínicas

El cuadro clínico es difícil de distinguir de la MI. La afectación faríngea es rara y

las adenopatías y la esplenomegalia son siempre de menor tamaño. En el

adulto inmunocompetente el cuadro se resuelve de forma espontánea en la

mayoría de las ocasiones.

Diagnóstico serológico

La detección de anticuerpos IgM frente a CMV por enzimoinmunoanálisis

(ELISA) es el método más utilizado.

Infección por Toxoplasma gondii

Es probablemente la segunda causa de síndrome mononucleósico con

anticuerpos heterófilos negativos. El T. gondii es un protozoo que origina una

zoonosis ampliamente distribuida por todo el mundo, siendo los gatos el

vehículo de transmisión más importante. La infección aparece por la ingesta de

ooquistes a partir de carne cruda o poco cocinada

.

Manifestaciones clínicas

Page 39: Manejo Del Paciente Febril

En el adulto inmunocompetente sólo el 10-20% de las infecciones originan

síntomas. Los más frecuentes son poliadenopatías, fiebre, mialgias, odinofagia,

erupción maculopapular y hepatoesplenomegalia. Se considera responsable

del 3-7% de los casos de fiebre y adenopatías.

Diagnóstico serológico

El método más utilizado es la detección de anticuerpos IgM totales frente a T.

gondii por ELISA o por aglutinación con látex.

Infección aguda por el virus de la inmunodeficiencia humana

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un retrovirus que se transmite

por vía sanguínea, sexual y perinatal. La forma crónica de la infección da lugar

al sida, con sus complicaciones infecciosas y neoplásicas. En su forma aguda

origina un síndrome mononucleósico con fiebre y adenopatías similar al

producido por el VEB.

Manifestaciones clínicas

La primoinfección por el VIH origina un cuadro clínico evidente en el 15% de los

pacientes, y da lugar a un síndrome mononucleósico a las 3-4 semanas de la

exposición al virus. La fiebre aparece en el 80-90% de los casos y la

linfadenopatía en el 40-70%. Ocasionalmente puede aparecer exantema

máculo-papular, meningoencefalitis y diarrea.

Diagnóstico serológico

La detección de anticuerpos frente al VIH no es el método de elección para

diagnosticar la infección aguda, ya que aparecen a los 22-27 días. La presencia

de un alto título de ARN o de antígeno p24 en ausencia de anticuerpos frente al

VIH

establece el diagnóstico de certeza de infección aguda. El método de elección

es la cuantificación de la carga viral.

Rubéola

Está producida por un virus ARN de la familia de los togavirus. Es una

enfermedad febril leve, con exantema cutáneo transitorio y poliadenopatías que

Page 40: Manejo Del Paciente Febril

afectan fundamentalmente a las regiones cervical posterior, suboccipital y

postauricular. Los síntomas se resuelven espontáneamente en unos días. El

diagnóstico clínico es difícil y se realiza por serología con detección de

anticuerpos IgM entre los 4 días posteriores a la aparición del rash y 4-8

semanas después. El período de incubación es de 14-21 días y el de contagio

va de 1 semana antes a 4 días después del inicio del exantema.

Enfermedad de Castleman

La enfermedad de Castleman (EC) es un proceso linfoproliferativo de etiología

incierta asociado con la infección por el herpes humano tipo 8 (HVH-8) que fue

descrito por Castleman en 1956. Las manifestaciones clínicas fundamentales

son fiebre y deterioro del estado general con linfadenopatía generalizada y

visceromegalias. Generalmente existe afectación de médula ósea con

pancitopenia, hipergammaglobulinemia policlonal y aumento de la velocidad de

sedimentación globular (VSG). El tratamiento no está bien establecido y con

mayor frecuencia se han utilizado los corticoides y la quimioterapia. Basándose

en la etiología viral se ha utilizado recientemente el valganciclovir (administrado

por vía oral y activo frente al HVH-8) y en aquellos casos en los que existen

marcadores CD20+ los anticuerpos monoclonales anti-CD20+ con respuestas

bastante prometedora.

Enfermedades por micobacterias

La mayoría de los casos de tuberculosis (TBC) en la población general son de

localización pulmonar (85%), aunque también puede presentarse como un

cuadro sistémico de fiebre, afectación del estado general y poliadenopatías.

Los ganglios suelen crecer a lo largo de semanas, y habitualmente son de

consistencia blanda y no dolorosos. En la población coinfectada por el VIH es

habitual esta forma de presentación, originando en ocasiones importantes

problemas diagnósticos por la negatividad de las exploraciones

complementarias (Mantoux, baciloscopia del material obtenido por punción de

la adenopatía). Otras micobacterias como Micobacterium avium (sobre todo en

población con infección por el VIH) y M. scrofulaceum (en niños) también

pueden dar lugar a un cuadro similar que sólo el cultivo en medio de

Page 41: Manejo Del Paciente Febril

Lowenstein podrá diferenciar. El tratamiento de la TBC con afectación

ganglionar no difiere del utilizado en la TBC pulmonar.

Sífilis

Aunque no es una forma muy habitual, algunos casos de sífilis secundaria

presentan poliadenopatías, además de fiebre y rash. Este cuadro puede, en

ocasiones, acompañarse de hepatitis, meningitis, neuropatía periférica o artritis.

El diagnóstico se confirma serológicamente con los tests reagínicos (RPR, test

de serología luética [VDRL]) y los anticuerpos específicos antitreponema

(hemaglutinación de Treponema pallidum [TPHA], FTA). Todos estos tests son

invariablemente positivos en la sífilis secundaria, incluso en pacientes con

infección por el VIH. En esta población es de especial importancia la búsqueda

activa de sífilis, ya que es habitual la coexistencia de ambas. El tratamiento de

elección continúa siendo la penicilina benzatina.

La siguiente figura muestra el algoritmo diagnóstico del paciente con fiebre y

poliadenopatías de aparición aguda.

Page 42: Manejo Del Paciente Febril

FIEBRE DE ORIGEN DESCONOCIDO

DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN

La fiebre de origen desconocido (FOD) es un síndrome clínico producido por

enfermedades comunes, que se presentan de forma atípica, en el que la fiebre

es una manifestación primordial y prolongada y no existen otros síntomas o

signos específicos que definirían un proceso bien determinado.

Criterios clínicos

1. fiebre >38,3ºC determinada en varias ocasiones

2. de duración 3 semanas

3. en la que no se llega a un diagnóstico definitivo después de una semana

de estudio hospitalario.

El segundo criterio excluye:

- Fiebres de corta duración autolimitadas

- Enfermedades víricas comunes

- Rickettsiosis, fiebre q, psitacosis

- Fiebre postoperatoria

El primer criterio elimina:

- Hipertermia habitual, distermias

- Febrícula

- Ritmo circadiano exagerado

- Síndrome de fatiga crónica

El tercer criterio (la “primera semana de estudio en el hospital”) ha estado en

controversia desde que se propuso, pues la duración concreta del período de

tiempo depende de las disponibilidades y tecnología de cada hospital. Por ello,

se considera más operativo utilizar el concepto de “primer nivel de estudio”

(anamnesis, E.F. y pruebas diagnósticas iniciales), en lugar de ceñirse

rígidamente a un número predeterminado de días.

Aunque esta definición se ha usado desde hace más de 30 años, Durack y

Street han propuesto una nueva clasificación de la FOD:

Page 43: Manejo Del Paciente Febril

- FOD clásica

- FOD nosocomial

- FOD neutropénica

- FOD asociada a VIH

1) FOD Clásica: se corresponde con la definición, pero establece como

criterio la ausencia de diagnóstico tras 3 días de estudio hospitalario o 3

visitas en consultas externas.

2) FOD nosocomial: acontece en un paciente hospitalizado que no

presentaba infección o incubación de la misma al ingreso. También

considera 3 días necesarios para establecer el diagnóstico como tal. Las

infecciones asociadas a catéter y la colitis por C. difficile son entidades a

considerar en este grupo.

3) FOD asociada a neutropenia: el paciente debe presentar menos de

500 neutrófilos y no conocerse la etiología tras 3 días de estudio. Las

infecciones por Candida y Aspergillus son frecuentes en este grupo.

4) FOD asociada al VIH: la duración de la fiebre debe prolongarse más de

4 semanas en el paciente ambulatorio. Las causas más frecuentes en

este grupo son las infecciones por micobacterias, especialmente la

tuberculosis, la leishmaniasis y las neoplasias.

ETIOLOGÍA

Causas de FOD (sobre todo se refiere a la FOD clásica)

- Infecciones 42%

Page 44: Manejo Del Paciente Febril

- Neoplasias 22%

- Conectivopatías 20%

- Enfs diversas o miscelánea 8%

- Sin causa demostrable 8%

1) Infecciones. Ha sido la causa habitual de la fiebre de origen

desconocido hasta la actualidad, cuando empieza a igualarse su

frecuencia a la de las neoplasias.

entre las enfermedades que pueden cursar como fiebre de origen

desconocido en este grupo se encuentran la tuberculosis, que es la

causa infecciosa de FOD más frecuente en el anciano, fiebre tifoidea,

brucelosis (estas tres enfermedades siempre hay que tenerlas muy

presentes en España), endocarditis bacteriana, supuración de la vía

biliar, hígado o riñón, abscesos intraabdominales, lesihmaniasis.

2) Neoplasias. En la mayoría de las series, son la segunda causa de FOD,

aunque constituyen un grupo importante en la población anciana. La

causa más frecuente son los tumores hematológicos (leucemia y

linfoma). Dentro de los tumores sólidos, el más frecuente es el cáncer de

colon. Otras son la hipernefroma, hepatocarcinoma, tumores

gastrointestinales, carcinoma de ovario diseminado o mixoma auricular.

3) Conectivopatías y vasculitis. La mayoría de las series las sitúan en

tercera posición como causa de FOD. Entre ellas, destacan la arteritis de

células gigantes (causa más frecuente de FOD en anciano) y la

Page 45: Manejo Del Paciente Febril

enfermedad de Still del adulto, que debe sospecharse en pacientes

jóvenes.

4) Miscelánea. Otras causas de FOD son la fiebre por medicamentos,

tromboembolismo pulmonar de repetición, enfermedad inflamatoria

intestinal (aún en ausencia de síntomas digestivos en ocasiones), fiebre

facticia, hepatitis granulomatosa idiopática, y otras descritas más

recientemente, como la hiperinmunoglobulinemia D y la enfermedad de

Kikuche.

Sin embargo, estas frecuencias se han modificado debido a cambios

evolutivos:

- Disminución o desaparición de algunas enfermedades (por

ejemplo, fiebre reumática)

- Aparición de nuevas enfermedades (Lyme, VIH, sdr de fatiga

crónica)

- Nuevas metodologías diagnósticas (nuevos procedimientos

inmunológicos, serológicos, cultivos, PCR, etc)

- Aumento de enfermedades con IS grave (IS st secundaria a ttos)

DIAGNÓSTICO DE LA FIEBRE DE ORIGEN DESCONOCIDO

En principio deben excluirse causas comunes de fiebre, como

infecciones respiratorias, urinarias, gastrointestinales, heridas o flebitis.

Debe también tenerse en cuenta que, en la mayoría de los casos de

fiebre de origen desconocido, se trata de enfermedades comunes, pero

con presentaciones atípicas.

El diagnóstico debe basarse en una buena historia clínica, con

anamnesis sobre exposición a enfermos infecciosos, animales, uso de

medicamentos, viajes, medio de trabajo.

Se realiza exploración física completa, fijándonos en la posible

existencia de estigmas cutáneos de endocarditis bacteriana,

adenopatías o hepatomegalia (casos en que hubiera que realizar

biopsia), masas abdominales, soplos cardiacos (endocarditis).

Page 46: Manejo Del Paciente Febril

Como pruebas complementarias, además de las analíticas

convencionales, deben tomarse cultivos, incluyendo hemocultivos. Los

hemocultivos puede ser la clave en el diagnóstico de la fiebre de origen

desconocido y deben tomarse, si es posible, en ausencia de tratamiento

antibiótico previo.

Otros métodos de estudio son la serología para enfermedades

infecciosas, prueba de tuberculina, pruebas inmunológicas y técnicas de

imagen como la ecografía, radiografías o TC.

Si sigue sin diagnosticarse después de estos pasos previos, se aconseja

la realización de biopsias, siendo preferible aquel órgano que parezca

más afecto. Para su localización, puede ser útil la realización de una

gammagrafía de leucocitos marcados con 111In. En ausencia de focalidad

infecciosa, las biopsias más rentables son la hepática y de médula ósea.

Causas de granulomatosis hepáticason infección por Mycobacterium

tuberculosis (lamás frecuente), Brucella, Coxiella, Salmonella, Listeria,

Rickettsia, Bartonella, Yersinia, Treponema pallidum, Chlamydia,

Nocardia, Toxoplasma, hongos, Fasciola y Leishmania, entre otros.

Debe tenerse en cuenta que, como la mayoría de las fiebres de origen

desconocido son de causa infecciosa, además del estudio

anatomopatológico de la muestra de biopsia, debe realizarse estudio

microbiológico de la misma. Como regla general, cuanto más tiempo

pase sin obtenerse un diagnóstico, menos probable es un origen

infeccioso.

Page 47: Manejo Del Paciente Febril