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Vincent van Gogh vagabunde6 por media Europa buscando destino, oficio y amor, pero no finehasta los 30 afios, en la casa paterna de Nuenen, en el sur de los Paises Bajos, cuando vio laluz ypint6 su primera gran obra maestra. Un viaje a los paisajes, las casas ylas calles que’el Loco delpelo rojo’ inmortaliz6 en su Brabante natal, ahora que se cumplen 125 afios de su muerte.

V NCENTesl uvo aqu

Texto de Felip Vivan¢o y fotos de I.uis Davilla

1 limpiacristales, el lavavajillas, elsuavizante de la ropa, el desatas-cador de tuberlas, la lejia del vfitery unas cuantas botellas mils dedetergentes varios. Bores verdes,

amarillos, gxises y azules formando un bo-deg6n as6ptico que asoma por el alf6izarde la ventana. Destellos de una naturalezamuerta sin gracia en una casa que, sin em-bargo, alberg6 episodios finicos. Nfmero26 de la calle Berg, c6digo postal 5671, Nue-nen, Brabante, Paises Bajos. En la puerta(no se hagan ilusiones), un cartelito que da pie a la duda: "No se permiten visitas.

iNo llamen al timbre!". Las cortinas blancasest~ha corridas, y d interior es ldgubre. UnanegTura que no impide que, cada afio, de-cenas de miles de visitantes se paseen anteesta fachada, rodeen el caser6n, espien eljardln por las rendijas de la valla de made-ra buscando una serial, un rayo de luz, unahuella dejada por su inquilino mils insigney mils desgraciado.

Vincent Willem van Gogh (18534890)respir6 unos pocos meses de felicidad enla casa Parsonage y alrededores. Convivi6con sus padres en son de paz y se enamo-r6 de una chica que tambi~n le amaba. Fue

un espejismo, como el sueflo agradable quese paladea poeo antes de despertar, un to-que dulce en la atribulada biog:cafla delgenio incomprendido. Van Cogh, tal vez elpintor mils reconocible del mundo, muri6hace 125 afios en Auvers-sur-Oise, cercade Paris, y los cuatro costados de Europase han lanzado a celebrar la figura de unhombre sumido en su laberinto pasional,cuya obra no tiene parang6n. Teniendo encuenta que la existencia de Vincent estuvomarcada por un desequilibrio emocionalconstante, pot la provisionalidad de losoficios que busc6 y los lugares que habit6,

I ~11 ~AGAZINE I ~.2 DE JULIO DEL 20151

Nº y fecha de publicación: 150712 - 12/07/2015Difusión: 468211 Página: 38-43Periodicidad: Semanal Tamaño: 600 %VPB: 150000 € 3318 cm2Web Site: www.magazinedigital.com/

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adonde le lleg~ba la correspondencia desu hermano Theo, eterno confesor de PetroSalvaje, mote despectivo con el que se co-nocla al pintor de Noche estrellada.

"’Ahi viene de nuevo el estfipido ese’,decian en el pueblo cuando le velan llegarde dar un paseo o de pintar a los campesi-nos de los alrededores", relam Frans vanden Bogaard, cicerone y experto en la fi-gura de Van Gogh durante su estancia dedos afios (1883-1885) en Nuenan. "No s61oes el periodo m~ largo que estuvo en unlugar, sino tambi6n el m~ prol~fico. De 10s2.205 obras que se atribuyen al pintos; 551est~n pintadas aqui", revels Que van Goghno fuera precisamente popular puede sercomprensible en una localidad con 2.500cat61icos y 100 protestantes. "Hay que pen-sat que iba desalifiado, real vestido, con labarba.., y que adem~s era protestante. Sin

y por el hecho de que s61o pint6 los fllfimosdiez afios de su vida, su legado es digno deocupar una de los furiosas constelacionescon las que incendi6 el cielo de sus telas.

E1 recuerdo de Van Gogh est~i disemi-nado en cada una de sus obras yen cadauno de los paisajes por los que vagabunde6a veces sin pena ni gloria, yen algunas oca-siones de fl~acaso en i~acaso: Londres, Paris,Dordrecht, el distrito minero del Borinage(B61gica), Brusel~s, Amberes, Arles, Auvers.Siempre de oficio en oficio: marchante dearte, librero, predicador, cuidador de en-fermos y desvalidos. Siempre de arnor enamor: Eugenie Loyer, la hija de su caseraen Londres; su prima de Ettert, la viuda KeeVos; Sien Hoornik, una mujer de la vida enLa Haya, embarazada y abandonada, quese convirti6 en su modelo y compafiera;Rachel, a quien le dej6 la media oreja quese reban6 en Arles con la nora "cuida biende esto"; Margot Beggemann...

Van Gogh conoci6 a Margot en Nuenen,en la casa de la ventana donde boy langui-decen los bores de limpieza. La vivienda

que se sig~ae destinando desde hace siglosal pastor protestante de la localidad. E1padre de Vincent habla conseguido alll unempleo de predicador en un pueblo casienteramente cat61ico, y Vincent, ya con lapintura en la cabeza tros muchos rodeosprofesionales, volvi6 con los padres a los30, igual que les sucede boy en dia a muchosjdvenes. Alll conoci6 a Margot, su vecina:"Creo ciertamente, s6 ciertamente que ellame quiere y que yo la quiero", escribi6 elartista. Se prometieron, pero los padresrespectivos torpedearon la relacidn. Ellaintent6 suicidarse con veneno, y el bellocasfillo en el aire se desvaneci6.

Nuenen, cerca de Eindhoven, es un mu-seo Van Gogh al aire libre, pero pot suerteno es un parque temfitico. La casa dondevivi6 sigue intacta, los setos que pint6, al-g~anos rlrboles, la capilla donde su padrepredicaba (y que Van Gogh reprodujo comoregalo para su madre) sigue erguida. Loque ha desaparecido es el cuadro original,robado hace unos afios. Tambi6n se con-serva el edificio de la vieja estafeta de correos

Arriba a la derecha,ciclistas pasan juntoal Museo Van 6ogh,en Amsterdam.Sobre estas lineas,la entrada delmuseo de Den Bosch



embargo cuentaVandenBogaard ,aqulpint6 su primera obra maestra, Los come-doras de patatas". Los retratados eran lafamilia De Groot, cuya casa atln se conser-va. "Estfi alli", sefiala con la mano. Es in-quietante comprobar hoy en dla que lossenderos, molinos, la avenida de choposBroekdijk, la casa y taller del tejedor PieterDekkers pintados en los dibujos y esbozosde Van Gogh de 1885 permanecen casi in-tactos 130 afios despu6s.

En la lista se incluye el molino Opwetten,convertido en un restanrante (el menfl VanGogh consta de sopa de patata, pollo y unpastelito dame blanche) situado a muy po-cos metros de una de las grandes atraccio-nes del afio Van Gogh en el que participanel Reino Unido, Paises Bajos, Francia yB61gica. Festivales, ferias florales con pro-

fusi6n de lirios y glrasoles, reestrenos depellculas restauradas (El loco del pelo rojode Minelli, con Kirk Douglas) y, pot su-puesto, exposiciones son algunos de losactos organizados. Tal vez el mls originalsea pedalear, o simplemente pasem; por uncarril bici especial que se ilumina graciasa un sistema de piedras fluorescentes in-crustadas en el pavimento y que cuandollega la noche reproduce el cielo de La no-che estrellada, el cuadro de Van Gogh col-g~do en el MoMA de Nueva York. La pistaciclable iluminada, adem~is de ser un ho-menaje al pasado, es, apunta Bart Willems,uno de sus responsables, "un eamino parailuminar las autopistas del futuro sin lanecesidad de utilizar tanta electricidad".

En Holanda, casi cualquier autopista osendero lleva a Van Gogh, o bien a sus pin-

En la planta baja dispuesto losdel siempre autorretratos delconcurrido Museo pintor a pares paraVan Gogh de que el espectadorAmsterdam han circule entre ellos

Bosch, Zundert, Etten-Leur. En Amsterdam,el museo que lleva el nombre del artista (yque estl controlado por una fundacidn dela familia) es uno de los imanes musefsticosmils importantes del mundo, yen horapunta hay codazos para vet todos los cua-dros de Vincent, con barba, sin barba, congorro de paja, con oreja, sin oreja, triste omuy triste. E1 crltico de arte Hans den Has-tog Jager apunta que si el artista dej6 parala posteridad tantas telas con su imagen noera por una cuestidn de ego, sino m~s bienpot su habitual aislamiento y la falta dedinero pare pagar modelos. No hay mal quepot bien no venga.

Asi, el genio de Van Gogh tiene muchossemblantes diseminados pot otras ciudades.En el imponente museo HetNordbrabantsde Den Bosch, territorio de otto genio, elBosco, sus paredes exhiben cuadros de lasprimeras 6pocas, con colores mls tenebro-sos, de Van Gogh, esta vez con barba fron-dosay pipa. Sin embargo, es en 0tterlo, un



lugar remoto en medio del Hoge Veluwe,un parque naturoJ de 900 km2, m~ al nor-te del pals, donde se puede admirar la se-gunda colecci6n m~is importante de obradel artista postimpresionista en todo elmundo y s61o pot detr~ del museo de Ams-terdam. En total, 88 cuadros y 182 dibujosque la mecenas Hellene Kr611er-Mtiller fuecoleccionando a lo largo de su vida. Mgu-nas de las telas m~is ic6nicas del pintorholand6s reposan entxe esas paredes: Loscomedores de patatus, La Berceuse, el Puen-te de Langlois o elirrepetible Place du Forum.

"La sefiora Kr611er-Miiller tuvo ojo, riouna oportunidad antes que nadiey compr6

el primer cuadro, un paisaje de ~irbolescerca de Nuenen, por unos 200 euros dehoy en dla’, llustra Angeline Bremen; delmuseo de Otterlo. Con el tiempo y, duran-te las siguientes cuatro d6cadas, la colecci6nrue aumentando, y la duquesa acudi6 a losbancos para que le finandaran las compras.Su rondo artlstico alcanza las 20.000 piezasde casi cualquier autor que se pueda ima-ginar. Pero su primera g’can obsesi6n rueVan Gogh, con cuya obra se familiariz6 en1907, muchos afios despu6s de que el ar-fista hubiese muerto en la noche de128 al29 de julio de 1890, como conseeuencia delas heridas que sufri6 seguramente al dis-



pararse (aunque nunca se hall6 arma alg~u-na). En mayo de 1912 Helene Kr6[ler acu-di6 a Paris con su marido y s61o ese mescompr6 quince telas de Vincent. A1 finalde ese afio haNa adquirido trece m~is.

"En el museo se pueden ver obras pri-merizas y otras mils desconocidas, juntocon iconos muy reconocibles", apunta An-geline Bremet: En efecto, el Van Gogh milsdesconocido se halla en el Kr611er M~lle~;trazos y colores que no verfi impresos enpdsters, tazas de caf~, alfombrillns para elratdn de su ordenador, imanes para la ne-vera, bufandas, paraguas... E1 hombre pe-leado con la realidad, atormentado por lasoledad, empapado de melancolla ("/atristesse durera toujours", la tristeza duda-

rfi siempre, le dijo a su hermano Theo amodo de despedida), se convirti6 en unamultinacional que bate r6cords en las su-bastas y [lena museos y tiendas de souvenirs."La genre paga un mont6n de dinero potuna pintura si el artista que la hizo ya est~imuerto. Los pintores que estfin vivos que-dan al fondo de la tienda, en segando pia-no", escribi6 Vincent a su hermana Lisdesde Arles. Premonici6n de lo que pasabacon su obra. Nadie la compraba.

En realidad, el pintor holand~s s61o yen-did una obra en vida y a pocas semanas demorin La pintom impresionista belga AnnaBoch (de la familia de ceramistas de ville-roy Boch) adquiri6 en 1890 La vigne rouge,tela pintada dos afios antes. Boch habla

conocido a Van Gogh en la casa amarillade Arles a trav~s de su hermano, Eugene,a quien el artista retratd en el cuadro E1poeta. La pintora querla erigirse en mece-nas de artistas desconocidos y aprecid eltalento del holand~s que solla mantenersecon las aportaciones de su hermano Theo.A Anna Boch, el cuadro le cost6 400 fran-cos de la @oca, unos 1.500 euros de ahora~E1 cuadro puede admirarse en el MuseoPuschkin. Hoy en dla, el precio de salida,en caso de venderse, no serla inferior a 150millones. "A veces creo que la noche estfimils llena de color que el dia", dejarla es-crito Van Gogh. Su noche llegaria pocodespu6s de esa compra. Hoy todo el mun-do celebra su sol, su luna y sus estrellas.

En la p~gina anterior,arriba, museoKr611er-Mnllen Abajo,capilla donde predic6el padre de Vincent en

N uenen, En estap~gina, carril bici quese ilumina de nocheyreproduce el cielo deLO noche estrellodo



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