Ł publicación quincenal Ł -...

16
publicacin quincenal www.lajiribilla.cubaweb.cu sus dirigentes; sus penetrantes comentarios sobre la importancia de este vasto expe- rimento social, temas recurrentes en las numerosas plÆticas que sostuvimos (junto con Consuelo SÆnchez) a lo largo de una semana, a veces hasta altas horas de la noche. En aquel entonces estaba vigente la pena de muerte en la Isla (de hecho, se haba aplicado poco antes), y los tribunales sancionaban con penas de cÆrcel a aquellos que violaban las leyes cubanas (sin exceptuar a los que se definan como disidentes). As que, por aquel entonces, intelectuales como Saramago distinguan claramente su apoyo a la Revo- lucin cubana de su posible desacuerdo con la aplicacin de la pena de muerte y el arresto de ciertos transgresores de las leyes. El apoyo, desde luego, no impeda manifestar el desacuerdo. De aquellos aæos a la fecha, insisto, en este punto no hubo cambios en Cuba. Si hubo cambios en la Isla fueron en el sentido de remontar contra tantos vati- cinios sobre la catÆstrofe que se avecinaba las dificilsimas condiciones socioeconmicas creadas a raz del derrumbe del bloque soviØtico (el mencionado «perodo especial»), sin que Cuba sea ahora el paraso, una hazaæa que solo puede explicarse por la unidad del pueblo cubano en torno al proyecto revolucionario, la sorprendente vitalidad pro- pia del sistema (roto ya el nexo con las economas del este) y la lucidez de su dirigencia. ¿QuØ cambi entonces, quØ provoca las reacciones ya sabidas? Me parece que, en el nterin, hubo un cambio en la visin de esos intelectuales. En diversos tonos, intelectuales de izquierda han condenado las penas de cÆrcel impuestas en Cuba a un grupo acusado de varios delitos, as como la aplicacin de la pena de muerte a tres secuestradores de una lancha. Difiero de los que piensan, a la vieja usanza, que criticar a los aliados o a los proyectos progresistas, es alimentar el proyecto del imperialismo. Pero me opongo tambiØn a quienes piensan que un desa- cuerdo, por mÆs fuerte que sea, con las medi- das de las autoridades de la Isla, debe implicar el rechazo a la Revolucin cubana, ponerse al margen, abandonar el campo. Se diga lo que se diga, en las circunstancias concretas que vivimos hoy, dar la espalda al pueblo cubano lo que no se refiere a la discrepancia, siempre vÆlida, equivale a alimentar el pro- yecto imperial. Si bien es inaceptable que se detracte a los intelectuales que discrepan, por el solo hecho de manifestar su desacuerdo, es tambiØn insostenible que los crticos, que hablan desde una perspectiva de izquierda, impliquen que su reprobacin conlleva tocar la retirada o a abandonar la defensa del proceso revolucionario cubano. En esto no puedo seguir ni a Saramago ni a otros intelectuales. Tendra que demostrarse, al menos, que el sistema sometido a juicio se ha erosionado, que su prÆctica es la negacin del proyecto sociopoltico que lo alent y que los derechos fundamentales de los cubanos han sido conculcados, lo cual no es, ni de lejos, el caso de la Revolucin cubana. Saramago proclam que considera la disidencia un acto irrenunciable de conciencia y que rechaza la pena de muerte. No tengo objecin a esos planteamientos generales, con las precisiones que harØ mÆs adelante. Pero Saramago deriva un rotundo: «Hasta aqu he llegado». No creo que esta conclusin se deduzca, ni filosfica ni polticamente, de la discrepancia manifestada. Oponer preceptos generales a los argumentos particulares del otro, y con ello dar por terminado el diÆlogo, no es un ejercicio de la razn crtica; a menudo es un gesto dogmÆtico y soberbio que, en la historia, ha sido la prÆctica habitual de los poderosos. Discrepar con uno o mÆs actos de la Revolucin cubana no tiene por quØ conducir a desentenderse de ese experimento social, uno de los mÆs valiosos de nuestro tiempo; a implicar que ya nos serÆ ajena la solidaridad con ese pueblo (al parecer comprendida en esta sentencia de Saramago: «en adelante Cuba seguirÆ su camino, yo me quedo»). Si este proceder se generalizara entre la intelectualidad que ha sido solidaria con el pueblo de Cuba poco interesa aqu la previsible logomaquia del imperio y de sus intelectuales de derecha, el sanguinario totalitarismo imperial que hoy nos amenaza a todos alcanzara un triunfo poltico- ideolgico. Y hay que dejarlo claro: un triunfo de ese tipo de los enemigos de la Cuba revolucionaria, por ahora improbable, no podra ser anulado por las buenas intenciones que animen a los que practican la crtica como defeccin. Las sombras del universalismo ¿QuØ es lo que realmente ha cambiado, quØ induce una variacin de actitud tan drÆstica en algunos intelectuales que anteriormente valoraban con en- tusiasmo el ejem- plo cubano? ¿Han sido las œltimas medidas contra «disidentes» (estas comi- llas las justificarØ mÆs adelante) y transgresores de las leyes del pas? No parece ser as, ya que por lo que hace a estas medidas la poltica del Estado cubano no ha variado. As, pues, no es evidente la relacin entre los hechos reprobados y el nuevo camino seguido por algunos intelectuales. Vuelvo a mirar la foto, tomada en La Habana, en febrero de 1992, ya en pleno «perodo especial»: un grupo de intelectuales, entre ellos Saramago, salu- damos al Comandante Fidel Castro; a un lado de este, Roberto FernÆndez Retamar, nuestro anfitrin en Casa de las AmØricas. Se festejaba el cierre de los trabajos de los jurados del Premio Casa y de los eventos culturales con mo- tivo del Quinto Centenario. Revivo la admiracin de Saramago hacia la Revolucin cubana, sus logros y la calidad de HØctor Daz-Polanco MØxico Ilustraciones: David continœa en la pÆgina 10 www.lajiribilla.cu ¿JEKYLL & MISTER HYDE? EL PODER y los medios DecÆlogo para el Post-escritor Luis Britto Garca MEMORIAS del subdesarrollo Alberto GarrandØs

Upload: trinhliem

Post on 01-Nov-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

� publicación quincenal �www.lajiribilla.cubaweb.cu

sus dirigentes; sus penetrantes comentariossobre la importancia de este vasto expe-rimento social, temas recurrentes en lasnumerosas pláticas que sostuvimos (juntocon Consuelo Sánchez) a lo largo de unasemana, a veces hasta altas horas de la noche.En aquel entonces estaba vigente la pena demuerte en la Isla (de hecho, se había aplicadopoco antes), y los tribunales sancionaban conpenas de cárcel a aquellos que violaban lasleyes cubanas (sin exceptuar a los que sedefinían como disidentes). Así que, por aquelentonces, intelectuales como Saramagodistinguían claramente su apoyo a la Revo-lución cubana de su posible desacuerdo conla aplicación de la pena de muerte y el arrestode ciertos transgresores de las leyes. El apoyo,desde luego, no impedía manifestar eldesacuerdo. De aquellos años a la fecha,insisto, en este punto no hubo cambios enCuba. Si hubo cambios en la Isla fueron en elsentido de remontar �contra tantos vati-cinios sobre la catástrofe que se avecinaba�las dificilísimas condiciones socioeconómicascreadas a raíz del derrumbe del bloquesoviético (el mencionado «período especial»),sin que Cuba sea ahora el paraíso, una hazañaque solo puede explicarse por la unidad delpueblo cubano en torno al proyectorevolucionario, la sorprendente vitalidad pro-pia del sistema (roto ya el nexo con laseconomías del este) y la lucidez de sudirigencia. ¿Qué cambió entonces, quéprovoca las reacciones ya sabidas? Me pareceque, en el ínterin, hubo un cambio en la visiónde esos intelectuales.

En diversos tonos, intelectuales deizquierda han condenado las penas de cárcelimpuestas en Cuba a un grupo acusado devarios delitos, así como la aplicación de lapena de muerte a tres secuestradores deuna lancha. Difiero de los que piensan, a lavieja usanza, que criticar a los aliados o a losproyectos progresistas, es alimentar elproyecto del imperialismo. Pero me opongotambién a quienes piensan que un desa-cuerdo, por más fuerte que sea, con las medi-das de las autoridades de la Isla, debe implicarel rechazo a la Revolución cubana, ponerse almargen, abandonar el campo. Se diga lo quese diga, en las circunstancias concretas quevivimos hoy, dar la espalda al pueblo cubano�lo que no se refiere a la discrepancia,siempre válida�, equivale a alimentar el pro-yecto imperial.

Si bien es inaceptable que se detracte alos intelectuales que discrepan, por el solohecho de manifestar su desacuerdo, estambién insostenible que los críticos, quehablan desde una perspectiva de izquierda,impliquen que su reprobación conlleva tocarla retirada o a abandonar la defensa delproceso revolucionario cubano. En esto nopuedo seguir ni a Saramago ni a otrosintelectuales. Tendría que demostrarse, almenos, que el sistema sometido a juicio seha erosionado, que su práctica es la negacióndel proyecto sociopolítico que lo alentó y quelos derechos fundamentales de los cubanoshan sido conculcados, lo cual no es, ni delejos, el caso de la Revolución cubana.Saramago proclamó que considera ladisidencia un acto irrenunciable de concienciay que rechaza la pena de muerte. No tengoobjeción a esos planteamientos generales,con las precisiones que haré más adelante.Pero Saramago deriva un rotundo: «Hastaaquí he llegado». No creo que esta conclusiónse deduzca, ni filosófica ni políticamente, dela discrepancia manifestada. Oponerpreceptos generales a los argumentosparticulares del otro, y con ello dar porterminado el diálogo, no es un ejercicio de larazón crítica; a menudo es un gestodogmático y soberbio que, en la historia, hasido la práctica habitual de los poderosos.

Discrepar con uno o más actos de laRevolución cubana no tiene por qué conducira desentenderse de ese experimento social,uno de los más valiosos de nuestro tiempo; aimplicar que ya nos será ajena la solidaridadcon ese pueblo (al parecer comprendida enesta sentencia de Saramago: «en adelanteCuba seguirá su camino, yo me quedo»). Sieste proceder se generalizara entre laintelectualidad que ha sido solidaria con elpueblo de Cuba �poco interesa aquí laprevisible logomaquia del imperio y de susintelectuales de derecha�, el sanguinariototalitarismo imperial que hoy nos amenaza

a todos alcanzaría un triunfo político-ideológico. Y hay que dejarlo claro: un triunfode ese tipo de los enemigos de la Cubarevolucionaria, por ahora improbable, nopodría ser anulado por las buenasintenciones que animen a los que practicanla crítica como defección.

Las sombras del universalismo¿Qué es lo que realmente ha cambiado,

qué induce una variación deactitud tan drástica enalgunos intelectualesque anteriormentevaloraban con en-tusiasmo el ejem-plo cubano? ¿Hansido las últimasmedidas contra«disidentes»(estas comi-llas lasjustificaré

más adelante) y transgresores de las leyes delpaís? No parece ser así, ya que por lo quehace a estas medidas la política del Estadocubano no ha variado. Así, pues, no esevidente la relación entre los hechosreprobados y el nuevo camino seguido poralgunos intelectuales. Vuelvo a mirar la foto,tomada en La Habana, en febrero de 1992,ya en pleno «período especial»: un grupo deintelectuales, entre ellos Saramago, salu-damos al Comandante Fidel Castro; a un lado

de este, Roberto Fernández Retamar,nuestro anfitrión en Casa de lasAméricas. Se festejaba el cierrede los trabajos de los juradosdel Premio Casa y de loseventos culturales con mo-tivo del Quinto Centenario.Revivo la admiración deSaramago hacia laRevolución cubana,sus logros y la

calidad de

Héctor Díaz-PolancoMéxico

Ilustraciones: David

continúa en la página 10

www.lajiribilla.cu

¿JEKYLL &MISTER HYDE?

EL PODERy los medios

Decálogo parael Post-escritorLuis Britto García

MEMORIASdel subdesarrolloAlberto Garrandés

AIlustración:Sarmiento

Pedro de la HozCuba

http://www.lajiribilla.cu/2003/n107_05/107_29.html

nte estas dos palabras, Judicial Watch, cual-quiera pudiera pensar en una instituciónseria, observadora de la justicia, integradapor hombres y mujeres que se tienen porgente responsable, celosos guardianes dela ley y los derechos humanos.

terrorista Hermanos al Rescate,utiliza para sacar provechocrematístico del derribo de lasavionetas que violaron el te-rritorio aéreo cubano.

En su enfebrecida voca-ción anticubana, JW pre-sentó ante un tribunal belgauna demanda contra elPres idente cubano por«crímenes contra la huma-nidad», a partir detestimonios falsos elucu-brados por la llamada Fun-dación Nacional CubanoAmericana y otras orga-nizaciones terroristas radi-cadas en Miami.

Para colmo del delirio,JW ha fabricado una his-toria digna de un sainetede séptima categoría: el 30de enero pasado El Nue-vo Herald publicó la inter-vención del grupo en lademanda judicial contraHugo Chávez y la Repúbli-ca de Venezuela (elimina-ron la denominaciónBolivariana) �asómbrese �por financiar a Al Qaeda,mediante el envío de unmillón de dólares en un avión que aterrizó en unhollywoodense «oscuro lugar» de la India y contactócon una base de los hombres de Bin Laden.

Por si fuera poco, la representante de JW en Miami,Sandra Cobas, es una conocida activista de la industriaanticastrista, quien proclama a los cuatro vientos que«no cejaré hasta que Castro se vaya del poder».

Glover tiene razón: algo muy oscuro y siniestro estásucediendo en los Estados Unidos, cuando cobra relieveun influyente grupo de personas defensoras de las másinnobles causas, nuevos inquisidores que harían palideceral mismísimo MacCarthy.

Pero la realidad demuestra lo contrario y veremos porqué. Un primer dato: Judicial Watch es el principal grupo depresión que ejerce su influencia para aniquilar al actor DannyGlover como figura pública en los Estados Unidos. Su presi-dente Tom Fitton, según reportó el periódico digital E-Online,declaró: «MCI (empresa mediática que ha contratado al actorpara su publicidad) debe quemar a Glover». Y añadió: «Siestamos de acuerdo en que nadie puede tener de voceropublicitario a alguien que apoye a Osama Bin Laden, debe-mos concordar también en que nadie puede tener de voceroa una persona que apoye a Castro».

Fundada en 1994, esta organización, que se dice no guber-namental y «vigilante ética judicial» contra la corrupción «enEstados Unidos y otras partes del mundo», es absolutamenteconsecuente en el ensañamiento contra Glover.

Fidel Castro y la Revolución cubana se cuentan entresus principales obsesiones. Cuando se revisan sus expe-dientes en el sur de la Florida, resulta que Judicial Watchno intervino nunca para denunciar los turbios manejoselectorales que permitieron a George W. Bush hacerse frau-dulentamente del poder presidencial, sino, por lo contra-rio, alinearse a la mafia anticubana en cuanta causa se leantoje a esta.

No descubro nada bajo el sol. La propia JW blasona desu filiación. En la página electrónica en español promueve superfil a partir de cinco casos en los que ha tomado cartas...todas y cada una relacionadas con los intereses de esa mafia.

JW ha representado a Rick Ramírez, un oficial del Servi-cio de Inmigración suspendido por violar el reglamentodel organismo y quien aduce que ello fue por negarse adestruir evidencias que debían favorecer la legalización delsecuestro del niño cubano Elián González.

JW la emprendió contra la ex procuradora general JanetReno por haber sido razonable y justa en la solución del casodel niño. Y representó también al «célebre» pescador DonatoDarymple en su demanda fallida contra los oficiales del Ser-

vicio de Inmigración que rescataron al pequeño decasa de sus secuestradores en Miami.

JW es nada menos que el servicio legal delterrorista José Basulto, líder de la organización

Danny Glover es una más de las cele-bridades que recientemente están siendoblanco de duros ataques por cuestionar lapolítica exterior estadounidense.

AP

Incluso hay sectores que buscan un boicot contra elprotagonista de la cinta Lethal Weapon y tratan de obligara la firma de telecomunicaciones MCI a despedir a Glovercomo su vocero publicitario, por expresar sus puntos devista en relación con Cuba y la guerra en Iraq.

Sean Penn, Tim Robbins, Susan Sarandon, el grupo DixieChicks han recibido igual trato al expresar su opinión sobrela guerra.

Glover dijo que el asunto proviene de facciones dederecha que se han autoproclamado policía política.

«Es básicamente este nacionalismo extremo que tienepotencial de ser maniaco en cierto sentido. Cuandomarchamos y saludamos a las banderas, debemos estarseguros de por qué saludamos», señaló Glover. «La idea esaplastar cualquier tipo de oposición», agregó. «Algo estásucediendo ahora en nuestro país, algo muy oscuro y muysiniestro, y no admitir que está sucediendo significa, encierta forma, que estamos ciegos».

Hay tanta preocupación al respecto en Hollywood queen marzo, antes que comenzara la guerra, el Sindicatode Actores Cinematográficos emitió un comunicado en elque advertía a ejecutivos de estudios que no negarantrabajo a aquellos del medio del espectáculo que hablarancontra la guerra en Iraq.

El sindicato dijo que «ni siquiera un indicio de listanegra debe ser tolerado nuevamente en esta nación».

Los ataques contra las carteras y la credibilidad dequienes se expresan contra las políticas estadounidensesno es un concepto nuevo. Sucedió ya durante la PrimeraGuerra Mundial, y en la década de 1950, cuando muchosactores y actrices de Hollywood perdieron sus carreras antela cacería de comunistas desencadenada por la subcomisióninvestigadora del senador Joseph McCarthy.

Expertos en el derecho a la libre expresión dicen quelos ataques recientes no llegan al nivel del macartismo o ala existencia de l istas negras, pero que de no sercontrolados podrían llegar a eso, en particular ahora quelos Estados Unidos están enunciando nuevas doctrinas depolítica exterior como las medidas militares preventivas enel nombre de la lucha contra el terrorismo.

Pero el caso de Glover fue más allá de su activismocontra la guerra: también estampó su firma en unadeclaración de dos párrafos suscrita por 160 artistas eintelectuales que fue publicada el 1ro. de mayo por el diariocubano Granma.

Amado del PinoCuba

n el balcón había un malecón,susurra Joaquín Sabina enalguna de sus canciones. Paralos cubanos, en cuanto nos ale-jamos de la Isla, los pocos

La última década multiplicó lasfunciones del malecón. La larga acera frenteal mar fue siempre terreno preferencial delos enamorados. Por puro amor al azul, porla búsqueda incesante del «fresco», que laciudad regatea en sus calles y, otras veces,porque al enamorado le faltan recursos parainvitar a una copa u otro agasajo. Cuando lascaricias pasan del arrobamiento al arrebato,los novios suelen ser premiados con algúngrito, entre soez y cómplice, desde unautomóvil a toda velocidad.

Ahora, con el mardelante y el calor detrás,el muro es habitado

la dura faena arquitectónica de convertiren terreno paseable la larga costa artilladade arrecifes. Cuba vivía entonces el preám-bulo de lo que sería una discutida, y a ratosempercudida, República. La Isla se encontrababastante deteriorada en lo económico poruna larga guerra contra el colonialismoespañol, que se complicó con la presencia (paranosotros sigue rimando con injerencia)norteamericana.

En 1926 uno de los ciclones mássoberbios de los que han «visitado» elarchipiélago profanó buena parte del altomuro. Quedan testimonios en las fotosdonde, desde el sepia ya casi antiguo, loshabaneros parecen desconsolados. Lavida es menos hermosa y placentera sineste intermediario entre la brisa y lostrajines cotidianos.

Epor vendedores furtivos, melancólicos opreocupados que actúan en solitario; gruposde todas las razas y edades. Se oyen músicosimprovisados de las más diversas calidades,ante un público que no suele detenerse endetalles ni exigir demasiado rigor. La nochefresca y tan bella que «no deja dormir», comodijo para la eternidad el poeta Lezama, secontenta con poco. Sin embargo, tienenescaso éxito los boleristas más atentos albolsillo que a las notas musicales de la viejatrova cubana. Aquí el alcohol se consume

sin protocolo ni retórica. Otros nonecesitan del licor, ebrios de

romance o fecundo diálogo.Alguna vez, una botella esechada al mar, portandopalabras trémulas que seasocian a la melancolía ola esperanza.

kilómetros de mar y cemento; de brisa yconversación constituyen uno de los asiderosmás poderosos de la nostalgia. Oyes la palabraHabana, en medio del otoño de Madrid o enun Moscú gris al borde de la nevada, y elnombre de tu capital se configura, tomacuerpo, estalla en una imagen instantáneadel Malecón. Preferentemente ese pedazo enque Prado queda atrás, con sus leones debronce, y se va descubriendo el barrio de ElVedado, con sus hoteles grandes y su orgullopor ser sede de lo mejor de la vida cultural.

Hace poco cumplió cien años esa franjadel litoral habanero, cada vez más repleto deturistas y de los habitantes de una ciudadazotada por el calor. En 1901 comenzó

Ilustración: Darien

Ilustración: Idania

http://www.lajiribilla.cu/2003/n106_05/106_28.html

http://www.lajiribilla.cu/2003/n109_06/lacronica.html

Randy Alonso / Iroel SánchezCuba

Como dice Frances Stonor Saunders ensu libro La CIA y la guerra fría cultural, uno delos propósitos fundamentales de la guerracultural librada por esta agencia en AméricaLatina, ha sido el ataque a la Revolucióncubana. Para ese fin, han utilizado diferentesmétodos, como el de la promoción de laconsigna «fidelismo sin Fidel». Lo cierto esque desde el principio mismo de la Revo-lución, entre los principales planes que laAgencia Central de Inteligencia y el gobiernonorteamericano diseñaron hacia Cuba, estabala manipulación de la intelectualidad. A partirde la llamada Ley Torricelli, con su Carrilnúmero II, en el cual se habla del trabajo conla intelectualidad y las universidades se re-forzó esta agresión. Sobre el tema conver-samos con Iroel Sánchez Espinosa, presidentedel Instituto Cubano del Libro.

¿Cuáles son las principales acciones quelos Estados Unidos y la CIA siguendesarrollando contra la Revolución cubanacon el propósito de convertir el campocultural en un escenario de guerra contranuestro país?

Lo que cuenta el libro de Frances no escosa del pasado; en el caso particular de Cuba,la agresión de Estados Unidos no ha cesado,esa política de guerra fría aún permanece yestán vigentes los mismos métodos que sedescriben en el libro: el financiamiento deeditoriales, la creación de colecciones. ConCuba, incluso, está la especificidad de quehay personas que han sido recicladas,personas con una historia de terroristas,agentes de la CIA, gente que ametrallaba lascostas de La Habana desde lanchas rápidas yque, de pronto, están vinculados al mundoeditorial. Por solo poner un ejemplo, el dueñode la Editorial Universal de Miami, fue unhombre de los team de la CIA que operabanen lanchas rápidas y ametrallaban las costasde Miramar. Este caso es bastante conocidoy comentado.

Terroristas reciclados y convertidos enpromotores de la literatura...

Entraron en el nuevo campo de batallacuando el terrorismo dejó de estar de moda yse han dedicado junto con algunas funda-ciones a crear revistas y financiar eventos,congresos, etc.

El caso de Encounter y Encuentro esrealmente una coincidencia asombrosa;primero el nombre, pero también el perfil.Los editores de Encounter se definían, estáen el libro de Frances: «La revista, eviden-temente, tiene que ser una publicacióncultural en la que la política se trate juntocon la literatura, el arte, la filosofía, etc; comoparte intrínseca de la cultura, como debe ser.La proporción entre artículos políticos yliterarios variará naturalmente de un númeroa otro; en el primero la política quedarelativamente en segundo plano, ya que loque queremos es captar un público lo másamplio posible.»

Encuentro se inicia con una posición políticano totalmente contraria a la Revolución, perova evolucionando en esa dirección, y toma unaposición política mucho más agresiva, mucho

más definida, y la cultura es solo unamáscara para esconder los objetivospolíticos de la publicación.

Por otra parte, están las fuentes de finan-ciamiento y el uso de las fundaciones. Es muyinteresante ver el papel jugado por laFundación Ford, ampliamente citada yreferida en el libro: «La CIA se infiltró einfluenció en una amplia gama de orga-nizaciones culturales a través de los gruposque le servían de pantalla y medianteorganizaciones filantrópicas amistosas, comolas fundaciones Ford y Rockefeller. Pormomentos parecía como si la Fundación Fordfuera simplemente una extensión delgobierno en el área de la propaganda culturalinternacional. Esta se comprometió ofi-cialmente como una de esas organizacionesque la CIA podía movilizar para la guerrapolítica contra el comunismo».

La Fundación Ford ha aportado en losúltimos cinco años 1 millón 555 mil dólaresa la revista Encuentro: en 1999, 60 mil; en el2000, 235 mil; en el 2001, 600 mil; hasta el2003, que llegaron a 660 mil.

La Fundación Ford, presente en el librode Stonor Saunders y también en un artículodel conocido intelectual James Petras sobreel papel que desempeña la CIA en elfinanciamiento de estos proyectos en elcampo cultural�

Resulta interesante al revisar las fichas queaño por año están obligados a publicar en lared, y percatarnos de la cantidad de dineroque destinan a eso. La del 2003 asciende alos 660 mil dólares. Ellos tienen acápites parael desarrollo de las artes; pero el dinero deEncuentro no sale de ahí, sino de un pro-grama que se llama Paz y justicia social, y enla unidad específica de Derechos humanos ycooperación internacional. Es una raracoincidencia, porque ese es el principal te-rreno de la campaña de Estados Unidos y dela política norteamericana hacia Cuba.

A pesar de que la Ford dedica dinero aaspectos culturales, ni siquiera es capaz deencubrir la actividad hacia esta revista, lo quenos conduce a un aspecto mucho más políticoy de intereses concretos.

Son informes muy exactos y, además,públicos; en Internet están al alcance detodos: www.fordfound.org. Hay otrafundación que, incluso, tiene una historia unpoco más oscura que la Ford. Es la NationalEndowment for Democracy. Es mucho másjoven �por eso no puede aparecer en losdocumentos desclasificados que tuvo Frances.Esta fundación tiene un origen siniestro, muyoscuro. Surgió en 1983, etapa de muchofundamentalismo, la época de Reagan, de laguerra sucia contra Nicaragua. Hay unpersonaje que fue su arquitecto creador, nadamás y nada menos que Oliver North, el artíficedel escándalo Irán-contras. Amén de esteoscuro nacimiento, se ha mantenido finan-ciando proyectos de este tipo.

Por ejemplo, cuando el golpe del 11 deabril contra Venezuela, la National Endowmentfor Democracy estuvo detrás de los gruposfascistoides, golpistas. Esta fundación le dedicatambién 83 mil dólares anuales a la revistaEncuentro de la cultura cubana. Pero, ¿quiénesson los colegas de Encuentro en Cuba?, está elCenter for a free Cuba, que recibe 17mil dólares;es importante observar la prioridad asignada aEncuentro, porque a ella le dedican cincoveces más dinero.

Center for a free Cuba está vinculado aFrank Calzón y a Otto Reich.

Agentes de la CIA los dos. También haymucha gente pícara, que pica dondequiera quehay dinero. En el informe de Internet, hay otrodato, algo llamado Federación Sindical dePlantas Eléctricas, Gas y Agua, que consiguen51 mil dólares, y así una interesantísima lista detodo el que pueda anotarse para conseguirentrar en este reparto de dinero, que sedistribuye pero no se sabe a dónde va a parar.

La National Endowment for Democracy(NED), tiene vínculos directos y financia a lamafia terrorista de Miami, es decir, da dineroen abundancia a la FundaciónNacional Cubano-Americana; y ese famoso sindicato del quehablabas es parte también de esa mafia, conun nombre que pudiera parecer tan inofensivo.

Entre los años 1990 y 1992�según el librode William Blum�, «La NED otorgó un cuartode millón de dólares del dinero de loscontribuyentes a la Fundación NacionalCubano-Americana, el fanático grupo anti-castrista de Miami. La Fundación NacionalCubano-Americana, por su parte, financió a LuisPosada Carriles, uno de los más prolíficos ydespiadados terroristas de los tiemposmodernos, quien estuvo involucrado en elderribo de un avión civil cubano en 1976, quetrajo la muerte a 73 personas».

«En 1997�o sea, no es ya en 1983,no es en la época de Reagan�estuvoenvuelto en una serie de explosionesde bombas en hoteles de La Habana.La NED, como antes la CIA, llama aeso apoyo a la democracia». Esto lodice Blum.

En México hemos encon-trado una denuncia deCuauhtémoc AmezcuaDromundo que se titula:«México, política exterior queda pena», donde alude a unaembajadoramexicana, dice que«tiene el antecedente de haberestado por años financiada porla tenebrosa Agencia Central deInteligencia yanqui, por su brazoespecializado, la NationalEndowment for Democracy (NED),en concreto, el mismo quefinancia los contras en Cuba yque ha sido responsable deactos de conspiración,desestabilización y terrorismoen varios países de nuestraregión. El que pagamanda.»

Sabemos quién era,hasta hace poco, elcanciller de México,quien es a su vez amigopersonal del director deEncuentro, lo ha acompañado enpresentaciones de libros, ha publicado en larevista documentos suyos sobre la situación,según él, de los derechos humanos en Cuba.

O sea, aquí hay una especie de eje, paracitar al «clásico» George W. Bush...

De «eje del bien», ¿no?, para decirlo en ellenguaje de ellos. El pasado 25 de abril de2002, The New York Times publicó un re-portaje sobre Venezuela, cuyo primer párraforevela que «en el último año Estados Unidosha canalizado cientos de miles de dólares endonaciones a grupos venezolanos y nortea-mericanos opuestos al presidente HugoChávez, incluyendo la central obrera, cuyasprotestas llevaron al breve derrocamiento delPresidente venezolano hace un mes. Losfondos fueron entregados por la NED».

Hay otro reportaje de Carlos Fazio, en LaJornada, el 2 de marzo de 2002 que dice:«Como antes ocurrió en Polonia, la llamadapolítica the people to people, para promoveruna oposición democrático humanitaria enCuba necesita fondos federales del gobiernode los Estados Unidos, el dinero de los contri-buyentes, y del presupuesto. El dinero vabásicamente a la Agencia Internacional para elDesarrollo y la National Endowment forDemocracy, pero no son los únicos, la FundaciónNacional Cubano-Americana también recibefinanciamiento, y la Ley Helms-Burton en susección 115 prevé fondos para la CIA con losmismos fines.» Por si fuera poco, no solo lofinancian... Además, está publicado en Internet,ellos tienen sus sitios web y están obligados ahacer pública la información. La revistaEncuentro es un logro de la NED. Enel informe de balance anual de1998, dicen lo siguiente: «Laestrategia de la NED ha sidoapoyar y promover lapublicación

Ilustraciones: Darien

de Encuentro de la cultura cubana, una revistatrimestral de Humanidades, la cual recibecolaboraciones escritas por intelectuales yacadémicos de la Isla, y circula ampliamentedentro y fuera de Cuba». Lo de ampliamenteme imagino que sea para justificar el volumende dólares que ya va llegando a una cantidadimportante, porque cuando tú sumas lasfuentes financieras �que a eso nos vamos areferir más adelante� estamos casi llegando almillón de dólares anuales; habría que ver unarevista que sale cada tres meses, en qué gastaun millón.

Pero, ¿cómo ha reaccionado ante estasdenuncias la dirección de la revista? Tenemosunas declaraciones. El 3 de agosto de 2001, elhoy director de la revista dice «que se hadifundido la inverosímil especie de que la revistaestá pagada por la Fundación NacionalCubano-Americana, el Departamento deEstado o la misma CIA». Hay que decir que laNED, que surge en 1983, se crea entre losorganismos de inteligencia, o sea, entre elConsejo Nacional de Seguridad, la CIA y elDepartamento de Estado. «¿Cuáles son laspruebas?», pregunta él.

El 5 de diciembre de 2002, le preguntansobre el tema y responde: «Nuestra revista norecibe apoyo de ningún grupo de exiliadoscubanos, ni del gobierno de Estados Unidos»,sí incluía que en su financiamiento participanla Unión Europea, el gobierno de España�después nos vamos a referir a eso�, y laFundación Ford. Ya dijimos qué historia hay enla Fundación Ford y qué cantidad de dinerose recibe.

Él toma distancia de la NED, eviden-temente, por la relación con la CIA, dice: «LaNED solo contribuyó a financiar, hace años,un coloquio en Madrid» �ya hablamos delos congresos, de los eventos�, «auspiciadopor la Universidad Complutense, en el queparticipó...» Ellos fueron invitados, iban decocineros, es el cuento de Girón; pero 24horas más tarde, cuando alguien publicó laspruebas, dice: «La revista está financiada, enparte, por la National Endowment forDemocracy». La otra parte es la Fundación

Ford. Agrega: «Si bien estaorganización privadaquizás hubiera apoyadoalgún tiempo las

peores causas de América Latina, en laactualidad fomenta proyectos culturales ysociales.» Las peores causas fueron losatentados en La Habana en 1997; no fueronlos 80, ni los 60.

«El Director �ya esto no es la cita de él,es lo que dice el periodista, en El Universal, el6 de diciembre de 2002�instó al gobiernode la Isla a que si tiene pruebas de relacionesde la NED con la CIA se las hagan saber.»

No es al gobierno de la Isla a quien se lastiene que pedir, es nada más y nada menosque a The New York Times, que en su primeraplana, el 31 de marzo de 1997, firmado porJohnM. Broder, dice lo siguiente: «La NationalEndowment for Democracy, creada hace 15años para hacer de manera abierta lo que hahecho la Agencia Central de Inteligenciasubrepticiamente durante décadas, dona 30millones cada año para brindar apoyo a cosascomo partidos políticos, sindicatos, movi-mientos de disidentes y los medios deprensa en decenas de países.» No es lacultura, aquí no se habla de la cultura, noson proyectos culturales.

Agrega: «La Fundación ha financiadosindicatos en Francia, Paraguay, Filipinas yPanamá.» La lista es más larga. «A mediadosde la década de los ochenta le proporcionócinco millones a emigrantes polacos para quemantuvieran activo el movimiento Solidaridad.Ha financiado partidos políticos moderados enPortugal, Costa Rica, Bolivia e Irlanda del Norte.Aportó una subvención de 400mil para grupospolíticos en Checoslovaquia que respaldabanla elección de Vaclav Havel» �vemos lospersonajes� «como presidente en 1990; paralas elecciones nicaragüenses, en 1990 entregómás de 3 millones en �asistencia técnica� �él loentrecomilla�, una parte de los cuales seutilizaron para apoyar a Violeta Barrios deChamorro, la candidata presidencial favorecidapor Estados Unidos.» Por si fuera poco, elpropio The New York Times, a mediados delos 80, publica una entrevista de CarlGershman, el directivo de la NED1, donde dicedescarnadamente que fue creada para hacerpúblicamente lo que la CIA realizaba de formaencubierta; o sea, a confesión de partes:relevo de pruebas.

Resulta cínico que negara que la FundaciónNacional Cubano-Americana losfinan ciara. Aunque en partetenía razón, quien financia tantoal uno como a la otra es el go-bierno de los Estados Unidos. Osea, la Fundación NacionalCubano-Americana y Encuentroson una especie de Jekyl l y

Mister Hyde. La cara violenta,terrorista y la cara culta, subversivaigualmente, pero para otro público.

Además �hablando de terro-rismo�, la revista tiene una asom-brosa precocidad para atender lostemas que le interesan al gobiernode los Estados Unidos, porqueuna semana antes de que elseñor John Bolton hiciera suacusación a Cuba deproducir armas biológicas�todavía por probar�,la revista en Internetdijo lo mismo, ¡unasemana antes! Precoz,aguda, adelantada.

Estamos hablandode un millón dedólares anuales.

Sí, para haceruna revista quesale cada tresmeses, y un sitioen Internet. Todoel mundo sabeque Internet esútil, sobre todoporque es muybarata y cuestamenos que la pu-blicación de papel.En la calidad de larevista, evidente-mente, no se lopueden gastar. Meparece que ellosno pueden pagarni un corrector,porque según loque hemos vistoestá llena de erratas. Digamos que tienenuna política de austeridad.

Además del millón de dólares que recibenpara hacer la revista, � deben remunerarbien a los directivos, a los colaboradoresde la revista�, hay además anuncios.

Parece que no alcanza el dinero porquetienen anuncios y anunciantes. Por ejemplo,en el número 25 tienen uno del Ministeriode Cultura de España. Nada más y nadamenos, que una temporada de ópera, perohay un detalle, parece que no se dieroncuenta, se equivocaron en la fecha. En susitio en Internet ellos anuncian que estenúmero de la revista se presentaba el 22 demayo de 2002; pero la temporada de óperaque se anuncia comenzó en octubre de2001 y terminó antes de que saliera larevista el 19 de enero de 2002. Obviamentealguien les está regalando el dinero, seríabueno que algún periodista españolinvestigara eso.

Muy curioso que sea el Ministerio deCultura de España, que está dirigido por laseñora Pilar del Castillo que es la esposa deGuillermo Gortázar, el famoso diputado delPP, que es a su vez el presidente de laFundación Hispano-Cubana, pudiéramosdecir la cara madrileña de la FundaciónCubano-Americana, y que forma partetambién de todo este entramado deagresiones contra nuestro país.

Hay una última coincidencia, o unapenúltima, que es el principio señalado porFrances cuando dice que nunca debe versela mano de los Estados Unidos: Encounter,en Gran Bretaña; Mundo Nuevo y elCongreso por la libertad de la cultura, enParís ; Encuentro , en España. ¿Quiéndistr ibuía Encounter?2 Las embajadasbritánicas. ¿Quién distribuye Encuentro? ElCentro Cultural de la Embajada españolaen La Habana3 que es, además, el centro deoperaciones del principal activista políticode la revista. Digamos que es otracoincidencia.

A veces los norteamericanos, porarrogancia, por prepotencia, por soberbia,cometen errores y ocurren cosas como enla Fer ia Internacional del L ibro deGuadalajara, donde se presentó la revista,con la presencia incluso del Jefe deInformación del Consulado norteamericanoen Guadalajara. Por aquello de que el ojodel amo engorda el caballo, fue allí asupervisar cómo se estaban utilizando losmillones. Como ya se sabe, los diplomáticos,

además, no actúan por iniciativa, todo esoes vertical, se consulta a sus superiores y seaprueba. Si estaba allí, es porque forma partede la política de su embajada y delDepartamento de Estado. Está también unaobservación muy aguda del intelectualvenezolano Luis Britto al comentar el libro deStonor Saunders sobre el tema del trata-miento a los conversos. Él dice: «Particulardevoción mostraba la CIA hacia los conversos»�los que se pueden decir conversos orenegados� «quienes regresaban de un paíssocialista o de las filas de la izquierda dándosegolpes de pecho, experimentaban un mani-pulado auge de las ediciones, las reseñas enlas campañas publicitarias.»

Estoy seguro de que nos vienen a la cabezaalgunos nombres de gente que ha puesto unpie fuera del país y ha empezado a atacar aCuba, y enseguida han aparecido ediciones,premios, becas. Y les sirve como anillo al dedoa los editores, colaboradores y directivos deesta revista. Otra coincidencia.

Diría, para terminar, que quizás dentrode 30 años, como dice Stonor, �a lo mejor laCIA no dura tanto, ¿no?, cuando se descla-sifiquen esos documentos, quizás otra StonorSaunders que vislumbro en el futuro, dé aconocer los nombres de estos desinteresados«buscadores de la verdad», que hoy recibenuna gran publicidad internacional, pero sobretodo dinero, y que serán recordados comomanipuladas creaciones de la CIA.

Notas1Su compromiso con el proyecto quedamuy claro en la notaque junto a otros directivos de esta fachada de la CIA, sepublica en el número 25 de la revista Encuentro.

2 En el cuartel general de la CIA, enWashington, a Encounterse le consideraba con orgullo un «buque insignia», un vehículoapropiado para defender la idea de una comunidad culturalvinculada, no separada por el Atlántico. Incluso, llegó a sertarjeta de visita de la CIA. Cuando estaba organizando unencuentro con Ben Sonnenberg, un joven rico y trotamundosque trabajó durante un breve tiempo para la CIA amediados de los cincuenta, un agente le dijo: «Llevaré unejemplar de Encounter, para que me reconozca.» Cualquiersemejanza con la nota de Carlos Alberto Montaner que sereproduce arriba, ¿será otra coincidencia? (El subrayadoes del remitente).

3 La directora del Centro Cultural de España en La Habana haafirmado en las páginas del Nro. 25 de Encuentro: «Estoysegura de que aunque su ausencia [se refiere a Jesús Díaz,fallecido director de la revista] se hará notar en corazones eintelectos, el proyecto saldrá adelante», y asistió a lapresentación de dicha edición durante la pasada FeriaInternacional del Libro de Guadalajara.

Intervención en la Mesa Redonda con motivo deIntervención en la Mesa Redonda con motivo deIntervención en la Mesa Redonda con motivo deIntervención en la Mesa Redonda con motivo deIntervención en la Mesa Redonda con motivo dela XII Feria Internacional del Libro de La Habanala XII Feria Internacional del Libro de La Habanala XII Feria Internacional del Libro de La Habanala XII Feria Internacional del Libro de La Habanala XII Feria Internacional del Libro de La Habana(30 de enero al 9 de febrero de 2003).(30 de enero al 9 de febrero de 2003).(30 de enero al 9 de febrero de 2003).(30 de enero al 9 de febrero de 2003).(30 de enero al 9 de febrero de 2003).

http://www.lajiribilla.cu/2003/n100_04/100_07.html

(ver nota no. 2)

l Conjunto Casino, fundado en1937 con formato de sexteto porel cantante Esteban Grau, cobróla consistencia artística que lollevó a ser considerado una insti-

Desde ese momento, e incluso despuésde su retiro en 1971, tal vez no sería exage-rado decir que, hasta su muerte ocurrida enLa Habana el 14 de mayo de 1999, laobsesión de Roberto Espí fue esta instituciónmusical. Aunque las primeras grabacionessalen al mercado en los primeros meses de1943, con la etiqueta de Sexteto Casino,recordando los tiempos del Caunabó, élinsistió tanto en el cambio de nombre, quedesde finales de 1942 la formación sepresentó como Conjunto Casino. Esta deno-minación, el primer aporte de Espí, le parecíamás adecuada no solo porque ya la cantidadde músicos había aumentado, sino porqueera más ventajoso el rubro comercial. En estascircunstancias trabajan en cabarets como LaConcha, La Campana, Zombie Club y sepresentan regularmente en RHCCadena Azul de radio.

Se destacan cada vez máslas cualidades de Espícomo intérprete delbolero, tanto en lasactuaciones en vivo,como en los sucesivosdiscos que graba elCasino. Se caracterizapor tomar para surepertorio la obra dejóvenes compositores quea inicios de la década delcuarenta, estaban entregandoun nuevo tipo de canción. A él sedebe la primera versión en disco de«Nosotros», de Pedro Junco. Grabó tambiéncomposiciones de Juan Bruno Tarraza, MarioFernández Porta y Orlando de la Rosa.

El 29 de noviembre de 1943 el ConjuntoCasino viaja a México, para actuar en lainauguración del Cabaret Sans Souci de lacapital azteca. A inicios de 1944 todavía estánallí, y el director fundador Esteban Grau, porenfermedad y desavenencias con algunoscompañeros, regresa a La Habana. Entonces,por acuerdo del colectivo, se entrega la direcciónde la agrupación a Roberto Espí. Alternan congrandes cantantes como Pedro Vargas,Miguelito Valdés, Tito Guisar, Jorge Negrete yChucho Martínez Gil, en diversos centrosnocturnos y emisoras radiales. Hacen tambiéngrabaciones con la RCA Victor mexicana.

En octubre de 1944 regresan a Cuba,graban con la Victor en La Habana y en marzode 1945 el Casino cosecha grandes éxitos enPuerto Rico. A su regreso comienza a

presentarse con asiduidad en cine-teatros dela capital cubana y del resto de la Isla. Desdesu infancia cienfueguera, Espí advirtió laimportancia de la imagen que se proyecta desdelas tablas, por lo cual presta especial atenciónal movimiento escénico de los músicos ytambién al vestuario. Este es otro aporte deEspí que contribuye a la distinción de laagrupación. Sabe que no solo se trata de sonarbien, sino de ser lo más atractivo posible a lavista de los espectadores.

A finales del cuarenta y cinco vuelven aPuerto Rico. Ya por estos días la trilogía decantantes está compuesta por Roberto Faz,Agustín Ribot y Roberto Espí. Aunque en lahistoria de la agrupación hay otras vocesrelevantes, sin duda, el contrapunto de ellostres, será el que se destacarámás en la trayectoria

del Conjunto Casino. Crean un estilomuy demandado por el público,imitado por muchos grupos dela época.Regresan de tierras boricuasen febrero de 1946 y lesespera en La Habana unagran actividad. El CabaretCasa Blanca, La Marque-sina del Hotel Saratoga,presentaciones en CMQ� contratados con carácterexclusivo �, grabaciones con

la Victor que luego son éxitosde victrola. En la voz de Espí se

hacen populares muchos bolerosestrenados por él, como «Entre espumas» y«Trago amargo», de Luis Marquetti.

En 1947 viajan a Caracas contratados porRadio Continental. Aprovechan esa estanciavenezolana para presentarse en numerososteatros. De regreso, continúan su incesantetrabajo, por lo cual logran convertirse en unode los más solicitados del país. Entre 1948 y1949 hacen muchas presentaciones en el surde los Estados Unidos. Por esas fechas Espídecide dejar la Victor, para grabar con el sellocubano Panart, al parecer, por la inmediatez conque salen a la calle los discos grabados por estaempresa del patio, puesto que los que se hacíanpor la entidad americana tardaban muchosmeses en circular. Eso contribuyó a una mayorcoherencia entre lo que la agrupación cantabaen vivo y lo que se escuchaba en la radio o lasvictrolas. Esto sucede ya cuando Espí ha decididoque el compositor y tresero Niño Rivera, hagamuchos de los arreglos con los cuales toca elCasino, reforzando la calidad del Conjunto, a

partir de la manera novedosa que el Niño tienede hacer este trabajo, notablementeinfluenciado por el jazz. Llevadas por NiñoRivera, los cantantes del Casino comienzan agrabar antes que nadie las primeras obras delmovimiento feeling.

Al iniciarse las presentaciones del CircuitoCMQ de Televisión en 1951, el Conjunto Casinoes contratado con exclusividad y participa en losprogramas de más popularidad. Es entoncescuando LaUniónTelerradial Diaria y LaAsociaciónde Cronistas, premian a la agrupación comoConjunto Campeón 1950-1951. Lo cual serepetiría la temporada siguiente.

En 1953, cuando Radio Progreso estrenasu edificio de Infanta 105, el Casino hacepresentaciones allí en espacios estelares. Esemismo año se presentan en el CabaretTropicana de Nueva York. En 1954 el tren detrabajo del grupo es impresionante: mañana ytarde enmúltiples programas de la radio y de latelevisión y en las noches, bailables, quemuchasveces eran fuera de La Habana. A partir de esteaño, Espí canta cada vez menos en lasgrabaciones que hace la agrupación, empeñadoen favorecer a vocalistas noveles, apenasconocidos, concentrándose más en susobligaciones de director. Es un error pensar queuna persona es el todo de cualquier agrupacióny fundamentalmente en un conjunto como elCasino. (...) «Éramos como una instituciónmusical en este país», afirmó Espí .

En 1955 Roberto Faz decide hacer supropia agrupación. Y si bien sus diez añosde trabajo con el grupo fueron de la mayorrelevancia, su ausencia no deteriora la sonoridaddel Casino; porque Espí ha logrado un conceptosonoro, que está más allá de cualquier voz enparticular. Entonces incorpora voces nuevas: Renédel Mar, Felo Martínez y Fernando Álvarez. Lasgrabaciones de ese período muestran unConjunto innovador, que sigue estando en laprimera línea.

En 1956 dejan por unos días sus ocupa-ciones habaneras, para participar en loscarnavales de Panamá y repiten en el cincuenta ysiete. En1958, apesar de las tensionesgeneradaspor la dictadura de Batista, el Casino semantienepresentándose en radio, televisión y centrosnocturnos, e incluso, graban con los sellos Gemay Ansonia. El 31 de diciembre de ese año elConjunto se estaba presentando en el CabaretSierra, cuando son sorprendidos por la huidadel tirano.

El triunfo de la Revolución genera un intensoambiente de fiestas por todo el país al que sesuma el Conjunto Casino. En octubre de ese añoviajan a Miami, para presentarse en el Bay FrontPark Auditorium. En el sesenta graban con elsello Velvet nuevos éxitos, muchos de los cualessalen en el LP Qué buena está la Pachanga. En1968 el sello Areito edita un extended play concuatro temas, en los que intervienen las voces deJesúsNavarro, RaúlGarcía y Roberto Espí. En ellasse demuestra que el grupo sigue siendo deexcelente calidad.

Cuando Roberto Espí se retira formalmentede su profesión demúsico, a inicios de la décadadel setenta, deja tras sí un valioso legado para lacultura cubana. El bolerista singular, el directorentregado y siempre innovador, el hombre sen-cillo que no se abroqueló en la fama y siempreapoyó a los jóvenes compositores y cantantes,merece siempre ser recordado en las mejoresfiestas de la nación.

Bladimir Zamora CéspedesCuba

Etución emblemática de su tipo, por el trabajoconsagrado de Roberto Espí, que entró a laagrupación en 1941. El 26 de mayo secumplen noventa años del nacimiento deEspí. Es inmejorable la oportunidad parahacer memoria y rendir homenaje a estegrande de la música cubana.

Allá por 1913, en un hogar humilde de laciudad de Cienfuegos, constituido por padrevalenciano y madre cubana, nace Roberto Espí.Creció oyendo cantar y tocar a sus hermanas.Una de ellas (Margot), que muere muy joven,hereda una guitarra que afianza en él la pasiónpor la trova, que se había originado escuchandoa cantores que no trascendieron sumás estrechoentorno, y también a reconocidos nombrescomo Eusebio Delfín.

El fuerte eco del son, que desde los añossuena cautivador en los barrios de La Habana,llega a Cienfuegos. Espí está entre sus primerosadmiradores. Por eso, con apenas 18 añosfunda un sexteto al que denomina ConjuntoLírico Caunabó. Tal comome ha hecho notar suhijo René, es interesante que en 1931 use eltérmino «conjunto» y no deja de serlo que localifique como «lírico», siendo un grupo desones, cuyo nombre en definitiva es Caunabó,voz de elocuente origen indígena. Participanen fiestas locales y en trasmisiones radiales.

En 1935, tres años después de un primerfallido intento por establecerse en la capital,Espí llega a La Habana a buscarse la vida, conun dúo que integra junto a Mario Soto, quehabía tenido aceptación en Cienfuegos, por sumanera de interpretar canciones, boleros ytangos. Meses después se les une Ángel Aldayy, según conveniencias, se presentan como TríoAzul o Trío Gris. Sin embargo, el despeguehabanero de Espí se produce a partir de 1937,como integrante del Trío Izquierdo, que hacepresentaciones en la CMQ de Monte y Prado.Al año siguiente viaja con esta agrupación porprimera vez al extranjero, actuando en SantoDomingo y San Juan de Puerto Rico.

En 1941, estando en el café Puerta Tierra,situado en una esquina de las calles Muralla yMonserrate, entró un trovador con su guitarra.Espí le pide que lo acompañe en un tema quecantaba habitualmente junto a Mario Soto yManolo García. Allí estaban los integrantes delSexteto Casino y la voz de Espí llamó la atenciónde su director Esteban Grau. Como en aquellosmomentos necesitaba un bolerista parapresentarse a una audición en el Gran CasinoNacional, Grau le propone unirse al grupo,pero Espí rehúsa inicialmente porque le gustamás la trova y en particular los tríos. Luegoacepta solo con la condición de que una vezpasada la audición y consolidado el contrato,saldría de la agrupación. Hasta ese momentoRoberto Espí no tiene la menor sospecha deque entregaría largos años de su vida al Casino.Tanto es así, que deja la agrupación actuandoexitosamente en el Gran Casino Nacional yacepta una propuesta de Guillermo Portabales,para irse en una gira por toda la Isla. Completanun trío con Ángel Alday y se presentan en los

principales teatros del país. De regresoa La Habana, en diciembre de esemismo año, a insistencia de Grau,Espí reingresa al grupo. http://www.lajiribilla.cu/2003/n107_05/107_22.html

El Conjunto Casino en Tropicana. Espí es el quinto de izquierda a derecha

unca había contado que le debo, en parte,mi primera imagen teatral. En la pequeñasala de la casa de nuestra abuela paterna,Andrea Sáez, se arremolinaban mi primaCarmen y compañeros suyos de la Univer-

idéntica y no debe ser medida con el mismo rasero. Queno es lo mismo la violencia de los ricos contra los pobresque la de estos contra aquellos. Dios, hace años que noescuchaba eso. No podía escucharlo ni leerlo porque, comoél mismo explica con honestidad y brillantez en su texto«Los intelectuales y la práctica», el acto de pensar se haconvertido en un «oficio bien».

Ante ello ha señalado que su «modo de pensar bien espensar mal». Es decir, a contracorriente de las numerosasliturgias actuales para justificar inmoralidades o, simple-mente, sumarse sin muchos matices a los dictados del poder.

Él sí es capaz, sin embargo, de hacer distinciones. Enla misma conferencia impartida en la Semana de laFilosofía de Pontevedra que da origen al mencionadotexto, publicado en el número anterior de esta revista,apunta una cenital disquisición sobre el punto de vistadel creador frente a su propia obra y frente al panteónteatral universal. Escucha, comprende, salva a personajesclásicos de la literatura dramática: Medea, Jasón, Antí-gona, Creonte, o a las masas de Fuenteovejuna, o a losgrupos enfrentados de La muerte de Dantón, envueltostodos en situaciones de violencia, protagonistas o víctimasde ella. Pero Sastre sabe que la ficción, sin ser neutral, esterreno de «otra vida» cuyas leyes no pueden ser medidaspor cartabones. Se permite diferencias, por supuesto,entre un análisis estético y uno político, entre su visiónpuramente artística y su percepción como intelectual delos fenómenos históricos y de actualidad. Porque el arte�y tal vez el teatro aún más� es reino de riqueza infinitapara comprender el alma humana sin las exigenciasperentorias de coyunturas, de una realidad o de unmomento preciso. De esa manera lo exige la juris-prudencia, por ejemplo, aunque ello no exime al arte desu contenido social ni de ser percibido siempre de acuerdocon aquellas.

De hecho, Alfonso Sastre personifica muy bien esta«dualidad». Su obra no es en modo alguno esquemática,reductiva, ideologizada, lo cual no quiere decir que carezcade una filosofía y un punto de vista propios. Basta leerEscuadra.. . y La mordaza paracomprobar su legítima comprensión

y defensa de la paz y la vida, pero sobre todo, del hombreen tanto ser humano concreto, jamás abstracto. Entonces,basta que sepamos de su trayectoria para descubrir lairrenunciable vocación del intelectual incómodo, sinambigüedades, revolucionario.

La obra de Sastre indaga con pasión en la culpa y susmotivaciones. Mas evoluciona con la rapidez de una ciertaperspectiva ontológica a una decidida toma de partido por laacción liberadora. Para el autor, el ser humano, esa criaturaambigua e infinita, tiene por sí mismo una capacidad deredención, a veces sustentada en el levantamiento contra laopresión, y por tanto, en la violencia legítima. Piezas comoMuerte en el barrio, Guillermo Tell tiene los ojos tristes o Tierraroja lo ejemplifican.

Ello explica, en parte, que después de su triunfal debut delos cincuenta, y a pesar de contar en lo sucesivo con un amplioreconocimiento internacional, sus piezas van dejando de vivirsobre los escenarios españoles. Todo se prefiguró en supolémica con Buero Vallejo de 1960. Este defendía el«posibilismo», la comodidad, lo «civil» frente a los márgenesdel franquismo. Sastre, en cambio, se pronunciaba por un teatrocapaz de incidir en la sociedad y enfrentar el régimen: el senderode la «violencia estética». Así Buero, sin dejar de ser unimportante dramaturgo, se hizo habitual en las tablas ibéricas ySastre se esfumó entre censuras públicas o veladas porque susobras sucesivas expresaron, desde el arte, las posicionesdefendidas por su autor. Su teatro se divorció de un marcoprofesional que discurría por otros caminos.

Y no solo por cuestiones atribuibles al contenido o a lasideas expresadas en los textos, sino por la continuaexperimentación de lenguajes que realiza, de donde resultala propuesta de un teatro renovador, heredero de Brecht ylas conquistas de la posvanguardia, suficientemente lejosde los cauces transitados por el teatro español de la época.Ver si no La taberna fantástica o El banquete.

Así Alfonso Sastre va convirtiéndose en un «marginal», enun anillo de Saturno. Se va a vivir a Euskadi y se comprometecon lo mejor de la causa vasca. Su vida, llena de vicisitudes porel sostenimiento firme de sus posiciones; su obra, marcada porcensuras, cortes y un extraño silencio solo roto por su grandezaineludible, nos revela una singular coherencia. Por eso no meha asombrado nada su firma al pie del apoyo a Cuba, en losmismos días, recientes, en que diera a conocer su excelente«Los intelectuales y la práctica».

Aun hoy, cuando apenas su obra aparece sobre las tablasde su país, los reconocimientos a ella y a su figura resultaninevitables, como el divulgado por estos días Premio Max deHonor, otorgado por la SGAE, que ha provocado «deliciosos»

comentarios de «buen pensamiento» por parte de laprensa española.

Yo no, yo saludo elpremio y mejor y antetodo lo que su teatroy él representan.Siga pensando mal,Alfonso Sastre.

Omar ValiñoCuba

Nsidad ensayando una obra con marchas militares. Tratabande compaginar los cantos y el fuerte desplazamiento, sinduda obstaculizado por la estrechez del espacio. Llevabantrajes verdes y unos cascos blancos metálicos que nuncaolvidaré. Yo era muy pequeño y me asusté sin exteriorizarlo.Título y autor lo supe años después. Se trataba de Escuadrahacia la muerte, de Alfonso Sastre.

El recuerdo era tan vívido que en la primavera de 1987no quise perderme la oportunidad de conocerlo y, sinpermiso, me senté a su mesa en el Salón Rojo del Capri,durante los días de mi primer Festival de Teatro de LaHabana. No impuso distancia alguna, tal vez corres-pondiendo al gesto que supo dictado por la admiración.Conversamos entonces de la escuela, de los estudiosnuestros, míos y de mis compañeros.

En estos días la remembranza ha sido inevitableporque lo he redescubierto en toda la entereza que leconocí y que, desde luego, también supe por libros yconversaciones con amigos españoles.

Y es que en los tiempos que corren asombra por muyescasa la consecuencia y la organicidad. Sastre es capaz

de decir y sostener a estas alturas muchascosas que no están de moda. Porejemplo, que toda violencia no es

Ilustración: Sarmiento http://www.lajiribilla.cu/2003/n106_05/proscenio.html

Alfonso Sastre

Mucho antes del inicio de los bombardeos contraBagdad, la guerra de Iraq ya había arrojado a las aguasdel Golfo Pérsico el cadáver de su primera víctima: laverdad.

Después de conocerse a ciencia cierta que los interesesnorteamericanos en esa región no son los del desarme,sino los del petróleo, luego de saberse que la comisióndesignada para certificar la existencia de armas dedestrucción masiva no había encontrado en Iraq ningúnpeligro mínimamente válido para arrasar su población ysu territorio y aún después de que la ONU apostara porextender el plazo de los trabajos de la comisión, losgobiernos de los Estados Unidos, España y Gran Bretañamarcharon a la guerra en contra de la multitudinariaexigencia de paz.

Una alianza más amplia que la de los tres países del«eje del bien» justificó eficazmente la agresión: la de losmedios de comunicación.

El estado de opinión mundial contrario a la guerra sehabía expresado por diferentes vías. Diversos periódicos,y sobre todo medios alternativos de prensa, proveyeronen tiempo real, entre otras informaciones, la cifra demuertos civiles, las fotos sin censura de la agresión y lasmedidas disciplinarias de la intelectualidad crítica y las vocesdisidentes. El centro de las voces críticas se situó en lalibertad de información, la cada vez mayor contraccióndel rango de lo publicable, la concentración de lapropiedad de los medios y la consiguiente reducción delas fuentes de noticias y su dependencia de un contenidopredeterminado.

La libertad y el poderNada hay nuevo bajo el sol. Las memorias de la

conquista de Las Indias, de Gonzalo Fernández Oviedo,que justificaban el genocidio americano y alababan aEspaña se publicaron inmediatamente, mientras la Histo-ria de Las Indias, de Bartolomé de las Casas, su obra mástrascendental, debió esperar tres siglos para ser editada.La causa se repite en el tiempo: el poder acota la libertada lo que le resulta, si no favorable, al menos funcional.Nunca antes figuras de izquierda como José Saramagohabían gozado de cobertura planetar ia para susdeclaraciones, como sucedió ahora después de escribir«Hasta aquí he llegado», en referencia a su viaje con laRevolución cubana. Con todo y el descrédito centenarioacumulado por la palabra unanimidad, excepto en LaJornada y en medios alternativos de prensa, comowww.rebelion.org, no se disintió de la condena a Cuba.1

La unanimidad de la prensa-mundo no proviene delhecho de compartir una sublime idea sobre la libertad,sino más bien del verticalismo que emana de la propiedadsobre la libertad de expresión.

De hecho, en el interior de España aumentan lasdenuncias contra el monolitismo de la prensa. Con un90% de los españoles opuestos a la agresión contra Iraq,el gobierno «popular» de Aznar convirtió la televisiónpública en vocera cuasi incondicional de su política exterior.

«La censura informativa, la práctica desaparición delas noticias provenientes de las corresponsalíasde Francia y Rusia (países que se opusieron a laguerra), la difusión de acontecimientos que no

son contrastados previamente, el ninguneo de lasmanifestaciones populares en contra del conflicto y eltratamiento de la reconstrucción de Iraq desde el puntode vista estadounidense», fueron denunciados por gruposde periodistas, que señalaron que esos hechos eranparticularmente más graves en la televisión y la radio,2

que, como se sabe, tienen un público incomparablementesuperior al de la prensa plana.

Cuba reprimidaEl proceso judicial seguido por Cuba a los «disidentes»,

aupados por los Estados Unidos, y la pena capital a la quefueron sentenciadas tres personas que secuestraron unaembarcación civil con más de veinte personas a bordo,amenazaron de muerte a sus pasajeros y solo perdieronel control de la nave tras la acción de los propios viajeros,fueron la causa visible de la reciente «controversia» sobreCuba en los grandes medios.

Sin embargo, no hay razones para pensar que esoshechos hayan planteado una seria cuestión de concienciapara el poder mediático, o para el poder a secas. Por unparalelismo obvio, si la represión desatada en Iraq porSaddam Hussein fue la causa de la agresión anglo-norteamericana, entonces, como se pregunta Robert Fisk,«¿qué estaría haciendo Donald Rumsfeld reuniéndose en1983 con Saddam Hussein en el momento más tórrido desu campaña de tortura de hombres y mujeres inocentes?»Hussein protagonizó el clásico travestismo de héroe avillano, pasó de enemigo del Hitler de Irán a ser él mismoel Hit ler de Bagdad, enemigo ahora del Hit ler deWashington, mas no por causa de sus tropelías, sino porlas riquezas del petróleo perteneciente, «por desgracia»,al pueblo iraquí.

Ni la pena de muerte, ni los juicios a los llamadosdisidentes, ni el socialismo cubano son las causas deltipo de cobertura de prensa que padece la Isla. Similarprerrogativa la han tenido históricamente los intentos deindependencia cubana desde 1810 hasta hoy. Sinembargo, la guerra mediática contra Cuba arrojó en estaocasión algunas novedades. El inicio de la campaña noestaría centrado en los Estados Unidos. Fue España quienlevantó el estandarte democrático contra la falta delibertades en Cuba. La «Madre Patria» viene de ser aliadade los Estados Unidos en la guerra, de permitir elreabastecimiento en pleno vuelo de aviones nortea-mericanos sobre poblaciones españolas en su marchahacia Bagdad, de no levantar la voz cuando un misil«a l iado» abat ió e l Hote l Pa lest ine matando a uncamarógrafo español, de ilegalizar la representación dedelegados electos por más de 90 mil españoles y de cobrar

su parte en el pastel de la reconstruccióniraquí. En ese contexto, se puede entenderque España haya relevado a los Estados

Unidos para iniciar la campaña

contra Cuba. El tema pasó rápidamente a formar parte dela política interna de los partidos de ese país y las críticasa Cuba por los «disidentes» y «fusilados» se trastocaríanconfusamente en algunos medios, llegando a crear unavisión de «disidentes fusilados», que contribuyó a laimagen que se necesita promover. El tema Cuba comoparte de la agenda interna española llegaría hasta supresidente, el cual no se limitó a declarar contra Cuba,sino recabaría apoyo a la campaña.3

Aznar, un líder audaz, según George Bush,4 no estásolo en su país. El Grupo Prisa,5 que no es el único, perosirve como ejemplo, lo acompañaría en sus posiciones.Hacia Cuba, la tendencia de los dueños de Prisa, puedeexpresarse en tres puntos: la política editorial de El País,la concesión del Premio de Periodismo Ortega y Gasset aldiario El Nuevo Herald y la firma del Consejero Delegadodel Grupo y del diario El País, vicepresidente de Sogecabley de la Cadena SER, en la carta contra Cuba promovidapor la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana.6 ElPaís, otrora uno de los diarios liberales más reputados,provee información sobre la Isla con una impresionantefalta de diversidad, similar a la que ya había mostradoantes con Venezuela a raíz del golpe anticonstitucionalde abril de 2002.7 Por otra parte, se puede convenir queEl Nuevo Herald dista de ser un modelo de periodismoindependiente, serio y plural.

En correspondenc ia con el enfoque de que elproblema de Cuba debe resolverse «entre cubanos»,como el problema iraquí «se resolvió entre iraquíes»,fueron cubanos radicados en España y México los queiniciaron la mise en scène en el campo cultural. LaAsociación Encuentro de la Cultura Cubana, con sedeen el país ibérico y financiado, entre otros, por losgobiernos norteamericano y español,8 promovió unacarta f i rmada por inte lectuales en condena a «larepresión en Cuba», que ganó para su causa a algunasf igu ras impor tan te s ub i cadas en ese espec t roheterogéneo y contradictorio llamado «izquierda». Deaquí, otra novedad. Dado el desprestigio acumuladopor l a s f igu ra s re tó r i ca s de l an t i ca s t r i smo, l a spersonalidades de centro e izquierda que manifestarandesacuerdos y cr í t icas hacia las medidas cubanastendr í an re se r vadas l a s p r imeras p lanas de losperiódicos. Esto es, los que se pronunciaron con rectahonestidad contra las sentencias tomadas en Cuba, seintrodujeron en un camino abierto que, «fuera eindependientemente de sus concienc ias», perma-necería abonado siempre que condujese a una únicadirección: la condena a la Isla, con sus corolarios biendel imitados. La estrategia l levaba razón: s i era laizquierda quien expresaba la condena, significaba quetodo el mundo estaba contra el régimen político cubano.S i po r casua l idad no era c i e r to , lo s med ios seencargarían de conseguir tal imagen. Al fin, ya lo hanlogrado muchas veces. Recuérdese si no, por ejemplo,cómo en 1916 la Comis ión Creel , de propagandagubernamental norteamericana, convirtió, en solo seismeses, a una población pacifista en otra que clamabaesquizofrénicamente por entrar a la guerra, para salvar almundo del horror alemán. En aquella ocasión tambiénlos intelectuales «progresistas» �como el grupo de John

análisis de una campaña de prensaGuadalupe Pérez Bravo

Cuba

Ilustraciones: Nelson

Dewey� participaron de la epopeya mediática que abriríaluego el camino a la lucha contra el «terror rojo» ypermitiría el cierre de sindicatos y la eliminación de lal ibertad de prensa, entre otros tópicos de menorimportancia para el poder del capital.9

En consecuenc ia , también, con la apuestanorteamericana de una Cuba postCastro, la campañamundial se centraría en el descrédito del presidentecubano. Esa visión del post, que no hace otra cosa quecertificar el fracaso de acabar con la Revolución mientrasesté dirigida por Fidel, es seguida con empeño pertinaz,lo que podría explicarse por el temor de Washington alcapital simbólico que constituye la figura del l íderrevolucionario para el futuro político insular. De ahí quelos medios asocien su nombre con las palabras «dictador»,«régimen», «represión» y con el requerimiento de queabandone su cargo.10 Fidel es comparado con Sadam,resaltándose supuestas coincidencias entre ambos, de lascuales se desprendería que el primero necesita igualterapia que el segundo.11 S i los Estados Unidosdesarrollaron una guerra sin amparo legal sobre Iraq, bajoel signo de «liberarlos de la represión del despóticoHussein», no habría motivos para ver una «paranoiacastrista» en el hecho de que los Estados Unidos harían lomismo con Cuba, alegando semejantes causas.

La impunidad de la manipulaciónUn análisis casuístico del «debate» sobre Cuba en los

medios revela los «mecanismos editoriales» que subyacenen la alineación de la gran prensa en relación con el temacubano.

El hecho noticioso es cubierto con grandes titulares,que deben funcionar como ganchos periodísticos. Enocasiones, sin ser falsos, los titulares reflejan solo la zonade la noticia que está en sintonía con los intereses delmedio en que aparecen y que en los hechos respondensiempre a la campaña que se lleva adelante. Ante elmanifiesto firmado por intelectuales norteamericanos encontra de la política imperialista norteamericana y la penade muerte y el encarcelamiento de los llamados disidentesen Cuba; los pocos medios que se hicieron eco de la mismalo concib ieron de este modo: «Noam Chomsky yrepresentantes de la cultura de EE.UU. y América Latinaprotestan por la represión » (Encuentro en la Red, 30 deabri l de 2003). Será que la crít ica al imperial ismoestadounidense ya no es noticia, pues es costumbre laimpunidad. Otro ejemplo en igual dirección: la entrevistarealizada por Miguel Bonasso al Presidente cubano,publicada en Página 12. Amplia entrevista sobre diversostemas, la repercusión de la misma anunciaba: «DefiendeCastro los fusilamientos» (Reforma, 11 de mayo de 2003)y «Fidel Castro justifica los fusilamientos en Cuba» (LaOpinión, 11 de mayo de 2003).

Otros titulares, en una suerte de paroxismo, noguardan relación alguna con la noticia, por lo queconducen a la falsedad rampante, muy recurrente en las«famosas» declaraciones de Gabriel García Márquez sobrela «represión en Cuba»,12 que debieron ser desmentidaspor el Nobel un día después por estar manipuladas.13 Sila «respuesta» a Susan Sontag le dio la vuelta al mundoen 24 horas, la aclaración del escritorcolombiano nunca alcanzó s imi larrepercusión y terminó trastocada en unataque personal a García Márquez por suposición.14

En otras ocasiones, los medios utilizan un método deinterpretación «por extensión» de la notic ia, parareconducirla a los intereses de la publicación, que no sonconsecuencia literal de la lectura de la noticia. Para unmismo hecho, se fuerzan diversas conclusiones y varíanlos titulares según el mercado de la publicación. Lamanifestación de protesta organizada el 25 de abrilfrente a la embajada de Cuba en París fuecubierta del siguiente modo: «Enfren-tamientos frente a la embajada de Cubaen París» (La Jornada); «La seguridadde la Embajada de Cuba en Parísdisuelve con violencia una protestapacífica» (El Mundo); «Esbirros deCastro golpean a los opositores aldictador en París y agreden a un cámarade TVE» (La Razón).

Las manifestaciones contra elsistema político cubano, cuentancon el apoyo de los medios para suconvocatoria, sobre todo en laprensa española,15 pero recibentambién primas adicionales. Lacantidad de manifestantes estimadapor la prensa opera según una rara

aritmética. En la concentración del 26 de abril de 2003 en laPuerta del Sol, mientras diversos medios estimaron unapresencia cercana a los mil manifestantes, el reportero de ElPaís pudo contar dos mil, aventajado por el de El NuevoHerald, que alcanzó a ver tres mil personas.16 La cuenta de lamanifestación del 17 de mayo es también curiosa. La Razóninformó que «más de cien cubanos protestan ante laEmbajada contra la dictadura castrista», para comentar uncable de EFE que comienza: «Más de medio centenar decubanos se concentraron ayer�». La Razón aprendió bien lalección escolar de redondear por exceso.

El intelectual disidenteLa pluralidad tantas veces reclamada por los medios

como necesidad imperiosa para el caso cubano, pareceno ser necesaria para la prensa internacional. La selecciónsesgada de sus informantes es el presupuesto de una«mejor comprensión de la situación cubana».

El encumbramiento de la obra y la divulgación depremios para los que levantan sus voces en contra delsistema polít ico de la Isla tienen su paralelo en elhostigamiento y emplazamiento de quienes están a favoro se mantienen ajenos o neutrales.

La visión de intelectuales reprimidos en la Isla vienecomo anillo al dedo a la hora de movilizar la opiniónpública. En este punto, la campaña aporta otro saldo:contribuye a desarbolar el consenso intelectual nucleadocontra la guerra de Iraq, que actualizó el tema de laresponsabilidad crítica del intelectual y gestó un frentede opinión como no se observaba desde la guerra deViet Nam.

Después de años de concupiscencia entre un númeroimportante de intelectuales y la razón imperial, la guerrade Iraq estaba reivindicando otra vez el rol de la concienciacrítica frente a la ideología de la mentira y la muerte. Sinembargo, la t radic ión of ic ia l de repres ión de laintelectualidad independiente en los Estados Unidos, queasesinó a los Mártires del Haymarket de Chicago en 1886,que ejecutó a los anarquistas Sacco y Vanzetti y sostuvo elmacart ismo, ha var iado poco: no condena a losintelectuales críticos a la horca, sino a la muerte civil porester i l idad, s i lenciamiento o ignorancia sobre susreclamos. No obstante, «por alguna razón», los mediosconcentran sus críticas en la detención de «intelectualesdisidentes cubanos», aunque solo catorce de ellos pusieronel p ie en una univers idadalguna vez.

¿Qué deben hacer losinte lectua les y losartistas en esta coyun-tura? Cuando a laclásica pregunta, quéhacer, el escritor V.Rozánov, respondió:«en veranorecoger

bayas y hacer confituras y en invierno, degustarlasbebiendo té», fue rechazado en aquella hora soviética.Alfonso Sastre, que lleva décadas repudiado por la opiniónpublicada internacional,17 e intelectual disidente si loshay, da otra respuesta: «A mí no se me ocurre otra cosaque propugnar una implicación �palabra que me gustamás que compromiso� en el descubrimiento y larevelación pública de las verdades que los dominadorestratan de ocultar con todos sus medios mediáticos y sussobornos.»

Ese análisis, respecto a Cuba, es un análisis pendientepor parte de muchos intelectuales disidentes del mercadoy de las recogidas de bayas.

1 El análisis de prensa realizado aquí responde a lo producido en español apartir del 17 de marzo y hasta el 17 de mayo. Comprende diferentes periódicosnacionales como: España (El país, El Mundo, La Razón, La Vanguardia Digitaly ABC), México (La Jornada, La Reforma, Milenio, El Universal), EstadosUnidos (El Nuevo Herald y La opinión), República Dominicana (El Nacional, ElCaribe digital, Listín Diario, Hoy), Argentina (El Clarín y Página 12), Chile (ElNacional y La Tercera) y Perú (La República). Además, los cables provenientesde agencias de prensa (BBC mundo, CNN, AP, AFP, EFE, XINHUA, REUTERS,ANSA y yahoo noticias) y otros sitios digitales como: Encuentro en la Red,La Insignia y Rebelión.2 Ver http://www.reforma.com/internacional/artículo/287573/3 «En un acto realizado en Santander, el jefe del gobierno español acusó alrégimen de no querer escuchar la voz de las mayorías, y fustigó a quienes semanifestaron multitudinariamente en toda España contra la guerra en Iraqpor no hacer lo mismo contra la dictadura en Cuba». (Protestan unas milpersonas en Madrid contra los fusilamientos en Cuba, Armando Tejeda.La Jornada, 27 de abril de 2003).4 Ver http://condosguevos.tripod.com/internacional.html5 Principal holding empresarial de comunicación de España y uno de los másimportantes del mundo de habla hispana. Compendia negocios diversosdentro de su rama como el diario El País, el grupo editorial Santillana, laCadena SER y Sogecable. Solamente la Cadena SER integra 187 emisoras entoda España, equipadas con los últimos avances en tecnología digital.Santillana cuenta, entre otras, con editoriales como Aguilar, Alfaguara, RichmonPublishing y Taurus; y el área de prensa plana de Prisa, además de El País,maneja, entre otros, los diarios Cinco Días y As, las revistas Cinemanía,Claves de Razón Práctica y Rolling Stone; participa, con el 75% del capital,en Espacio Editorial, a través de la cual el Grupo gestiona los diarios ElCorreo de Andalucía (Sevilla), Odiel Información (Huelva) y Jaén, y participaen La Voz de Almería. Asimismo, este grupo realiza, junto a El Periódico deCataluña, El Dominical, una revista que incluyen varios diarios españoles ensus ediciones dominicales. El Grupo promueve, además, los premios «Ortega yGasset» de periodismo, «Alfaguara» de Novela y «Ondas», de Radiodifusión, delos lauros más importantes del orbe hispano en sus respectivos géneros.6 No solo tiene a Juan Luis Cebrián entre sus primeros firmantes, sino que,como correlato, cuenta entre los mismos a redactores de El País y autorespremiados y publicados por su sello insigne Alfaguara.7 Ese diario se negó a publicar un trabajo del importante intelectual IgnacioRamonet el mismo día de la asonada golpista, texto en el que el director deLe Monde Diplomatique denunciaba el signo de la alianza que tomó el poderde facto en la nación andina, publicando solo una versión del mismo, cuatrodías después del golpe.8 Es conocido el financiamiento norteamericano a través de la NED y laFundación Ford, de las que data un vínculo histórico con la CIA y el español,según consta en el número 25 de la revista Encuentro, «de la mano de laAgencia Española de Cooperación Internacional del Ministerio de AsuntosExteriores de España (AECI), que le brindó su apoyo cuando solo era unesbozo sobre el papel».9 Ver de Noam Chomsky el texto «El control de los medios de comunicación»,en http://www.lavaca.org/bibliovaca/nota050.shtml10 El titular de una entrevista aparecida en La Razón, el 10 de abril de 2003,lo expresa claramente: «ya es hora de presionar para que Fidel Castro dejeCuba». La autora de la frase es Zoe Valdés, que solo tiene que suspirar paraaparecer en la prensa española.11 «Y unas de las peores dificultades es, precisamente, la actitud perdonavidas,arrogante y etnocentrista (�), de quienes creen que la democracia es unpatrimonio exclusivo de los países occidentales (�) y que miran con absolutodesdén los esfuerzos de los países tercermundistas para alcanzarla y, en vezde ayudarlos en esa empresa, la obstruyen y sabotean. Para mí esa formasolapada de colonialismo mental es lo primero que es imposible derrotar afin de que la humanidad viva por fin alguna vez en un mundo en el que losFidel Castro y los Sadam Husein sean anacronismos tan flagrantes como lo sonahora el canibalismo y la trata de esclavos». Democracia sobre las ruinas. MarioVargas Llosa, El País, 27 de abril de 2003.12 «García Márquez condena ejecuciones en Cuba». AP, 29 de abril de 2003 y«García Márquez se pronuncia contra la pena de muerte y la represión enCuba». CNN y Reuters, 29 de abril de 2003.13 García Márquez: «manipulan medios mi respuesta a Susan Sontag». LaJornada, 30 de abril.14 «Gabriel García Márquez insiste en su defensa numantina de Castro». LaRazón, 1ro de Mayo, «Gabriel García Márquez en tiempos del cólera», BelkisCuza. El Nuevo Herald, 2 de mayo, «Vargas Llosa, Enrique Krause y ZoeValdés fustigan a Gabriel García Márquez». Encuentro, 6 de mayo, «Gabo,cortesano de Fidel: Vargas Llosa». El Universal, 6 de mayo, «Zoe Valdés llama�cochinos� a García Márquez, Luis Sepúlveda y Rigoberta Menchú por defendera Fidel». La Razón, 6 de mayo.15 Por ejemplo, el periódico El mundo, el día antes de que se realizara lamanifestación en Madrid del 26 de abril y luego de la de París, le dedicó susuplemento cultural a la amplificación de las mismas, con entrevistas a:Cabrera Infante, Zoe Valdés (que tuvo una conferencia en línea ese mismodía) y un artículo de María Elena Cruz Varela.16 Noticias del 27 de abril: Apenas unas mil personas participaron hoy�(Protestan unas mil personas en Madrid contra fusilamientos en Cuba. LaJornada); Nunca Fidel Castro había concitado un rechazo tan plural enEspaña. Unas 2 000 personas, entre españoles y cubanos del exilio� (Unacto contra Castro acaba en un ataque furibundo al PSOE, El País); Unas 3000 personas alzaron su voz ayer al mediodía � (Crece el repudio a Castro.El Nuevo Herald).17 Con sus casi 80 años y siendo uno de los dramaturgos esenciales delteatro español en el siglo xx, Alfonso Sastre ha realizado la hazaña demantenerse invisible para la prensa mundial. El diario El Mundo lo entrevistóa razón de obtener por unanimidad el Premio Max de las Artes Escénicas ensu sexta edición y al día siguiente le dedicó un editorial acusatorio.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n109_06/109_12.html

No implico que hay doblez en el giroobservado, pero sí que entraña novedadessobre las que debemos reflexionar. Dejandode lado las consabidas injurias del pensa-miento conservador contra la Revolucióncubana, creo que los recientes reposi-cionamientos de algunos intelectuales nopueden explicarse, en efecto, como merasreacciones ante las medidas adoptadas enabril último por el Estado cubano. Vislumbroque hay otras cuestiones de enfoque.Exploraré la que puede ser una de ellas. Elcambio referido quizás tiene que ver conel desarrollo de una ideología universalista�de neto corte liberal� que ha idopenetrando en el pensamiento de izquierday progresista en los últimos tiempos. Lo másdestacado del pensamiento liberal y de susaparatos de formación de opinión públicahan dedicado un esfuerzo formidable endécadas recientes a modelar esta visión,especialmente por lo que hace a los derechoshumanos. En este terreno se ha concentradoparte importante de la batalla ideológica. Losderechos humanos, de ser prerrogativashistóricas, construidas por las sociedades,que responden a necesidades concretas delas agrupaciones humanas, pasan a seresquemas previos, supuestamente fundadosen principios ahistóricos, categóricos,absolutos. De ahí les viene la «universalidad»,puesto que están determinados deantemano, tanto por lo que hace a sucontenido como a la forma específica de suejercicio. En suma, la perspectiva liberal resultaasí la depositaria del saber sobre la libertad,la justicia y otros valores, traducidos allenguaje de los derechos.

El liberalismo predominante (especial-mente en sus formulaciones deontológicasmás recientes), obtiene un triunfo notablecuando logra meter al menos parte delpensamiento progresista o de izquierda enla lógica de un falso universalismo quefavorece en todo al status quo capitalista.Entiéndase: no es, ni mucho menos, que losproyectos democráticos o el socialismo debanreñir con los derechos de las personas y losgrupos (colectividades con identidadespropias, por ejemplo), sino que tales derechosdeben concebirse como históricos, concretos,emanando de concepciones del «bien» queson obra de los hombres y sobre las que vanconstruyendo acuerdos. En este sentido, losderechos son universalizables: se formanmediante el diálogo, la discusión y el acuerdoentre las comunidades humanas. Esa es suverdadera fuente, y no ningún principio oimperativo del que los pensadores de una omás sociedades tienen la clave. Así, por cierto,surgieron los derechos contenidos en laDeclaración Universal de los DerechosHumanos: son universales en cuanto lageneralidad de las sociedades los hanadoptado manifestando su acuerdo.

Esto está lejos de esquemas previos quedefinen hasta en sus menores detalles cuáles

son esos derechos de una vez y parasiempre y, particularmente, cómodeben ejercerse en la práctica (quéinstituciones, qué mecanismos,

qué procedimientos, etc.). El que los derechoshumanos tienen un claro soporte históricose deduce del sencillo hecho de que ellos sehan ido construyendo y han ampliado surango, proceso que está lejos de haberconcluido. Nuevas «generaciones» de dere-chos han surgido en los últimos años, yórdenes nuevos están apenas en proceso deconsolidación, como es el caso de los llamados«derechos colectivos», parte de los cuales seestá fraguando en el diálogo que realiza elGrupo de Trabajo de Naciones Unidas sobrelos derechos de los pueblos indígenas delmundo. El procedimiento liberal sigue otrocamino: definir principios universales de«justicia», por ejemplo, que excluyen cualquierconcepción particular del bien, para poner elénfasis en una visión de lo justo que tambiénse pretende universal. Examinada con detalle,se echa de ver que esta visión de lo justoesconde una concepción particular del bien,que es en verdad el sustento de la primera.Por ello, no es sorprendente que losprincipios «universales» que sustentan lajusticia, los derechos humanos, correspondanperfectamente con las sociedades llamadasliberales-democráticas de occidente (yparticularmente de su parte noratlántica). Losteóricos liberales advierten tan afortunadacoincidencia y razonan que ello se debe aque, en rigor, la forma particular de ver elmundo de esa parte de occidente es laconsumación de los principios universalesque ellos no han formulado, sino que solohan descubierto. Ahora podemos estar tran-quilos, pues los principios de la democracialiberal (anglosajona, para más señas) tienenla consistencia de la «razón universal» y espor ello que deben seradoptados por todas lassociedades humanas.

Según este enfoque, lalibertad, la democracia,por ejemplo, solo sepueden ejercer de acuerdocon ciertos moldes, con loque los correspondientesderechos pasan a ser,realmente, muy particu-lares: responden más a lospatrones de una tradicióncultural y política específicaque a supuestos impe-rativos universales. Su«universalidad», más bien,proviene de la voluntadpoderosa de un tipo desociedad que decide quesu visión del mundo debeser reconocida univer-salmente como «la buenavida»: la única forma legítima, democrática, etc.,de «ordenar» la sociedad y sus instituciones.Todo el que se aparta de tal «universalidad» yexplora otros caminos, en aras de buscarformas más justas de organizar la sociedad(a fin de acrecentar las libertades reales detodos, la solidaridad, el bienestar de lacolectividad), es un violador de los derechoshumanos. Y es así como se puede llegar a laaberración de que sociedades en donde losderechos de las personas y los grupos alcanzanaltísimos niveles, como es el caso de Cuba,puedan ser acusadas de infringirlos. Esto llevatambién, y ya tenemos inquietantes ejemplosconcretos de ello, a justificar la aplicación dela fuerza contra ciertos países (intervencioneshumanitarias, claro) para reponer la norma-lidad dictada desde los centros de podermundial. El derecho a la «intervenciónhumanitaria» comienza a configurarse comoun nuevo derecho «universal» a la medida delos intereses de los mandarines de la globa-lización. Para lograr todo ello, adicional-mente el pensamiento liberal ha realizado unadoble operación de cirugía mayor, consistenteen reducir prácticamente los derechos a unoscuantos, y estos a su manera.

La primera operación consiste endistinguir arbitrariamente entre derechos

civiles y políticos, por una parte, y derechoseconómicos, sociales y culturales, por otra.Al tiempo que el tema de los derechoshumanos adquiere una relevancia cada vezmayor en el mundo, el debate crítico en tornoa lo que ellos realmente significan y, sobretodo, a las prerrogativas individuales ycolectivas que abarcan, debería intensificarse.Lo que creo observar en algunos intelectuales,en cambio, es una mansa aceptación de lostópicos que pregona el liberalismo. Aquellaseparación entre «órdenes» de derechos esun ejemplo pertinente. No existe ni el másmínimo fundamento para ello. Pero la diso-ciación tiene el efecto de apuntalar el sesgoindividualista de los derechos y, comoveremos, de deshacer el eje social que cruzatransversalmente los mismos. Al final, losúnicos verdaderos derechos terminan siendolos civiles y políticos, mientras los demás sonsolo «deseos» poco realistas, moralmente noexigibles, «aspiraciones» que se dejan paralas calendas griegas. Es un asunto crucial,pues resulta evidente que desde los paísesricos, conforme aumenta su poder econó-mico y político merced a la llamada globa-lización, se impone una visión sesgada,desequilibrada y egoísta de los derechoshumanos, minimizando o dejando de lado suscontenidos económicos, sociales y culturales.En el fondo de esto, está la vieja distinción quehace la doctrina liberal entre la libertad y laigualdad, ahora convertida por los Estadoscentrales �incluso en el seno de las NacionesUnidas y contra el espíritu de su Declaración�en imperativo ideológico a escala mundial y enla única y «universal» verdad moral.

La verdad es que los derechos humanosson integrales (civi les ypolíticos/sociales, econó-micos y culturales/indivi-duales y colectivos) o noson más que un arma decombate político.Si no se insiste en cada casoy a cada paso en la inte-gralidad, se favorece unfalso universalismo inte-resado (en realidad, nadauniversal sino muy parti-cular y propio de unamanera de ver el mundo,de organizar la dominaciónde la sociedad). La orga-nización de AmnistíaInternacional ha reparadoen este hecho recien-temente. Paul Hoffman,presidente de esta orga-nización, lo reconoció en sudiscurso ante el III Foro

Social Mundial de Porto Alegre: «El derechointernacional de derechos humanos es muchomás que los derechos civiles y políticos. Vamucho más allá del limitado concepto quese circunscribe a la protección del ciuda-dano de las injerencias del Estado en suslibertades fundamentales. La perspectiva delos derechos humanos hace igual énfasisen la idea de la dignidad humana y en loque se requiere que hagan los Estados (entérminos positivos) para garantizar que lavida se vive con dignidad.» Y agregó:«Durante demasiado tiempo se ha prestadodemasiada poca atención a los derechoseconómicos y sociales y, en este respecto,Amnistía Internacional comparte algo dela culpa. Hasta hace bien poco nuestraorganización no se había comprometido atrabajar por toda la variedad existente dederechos humanos.»1

Veamos la segunda operación: una vezque han sido separados, los derechos sonjerarquizados por el liberalismo. Ilustres libe-rales, desde J. Locke a I. Kant, desde I. Berlina J. Rawls, han insistido en que la libertadtiene prioridad absoluta sobre la igualdad, yque ninguna restricción de la primera esadmisible para alcanzar mejorías prácticas enmateria de justicia y fraternidad humanas.

La jerarquía liberal establece que existenderechos sustantivos (que son inalienables),y adjetivos (que pueden pasarse por alto, almenos hasta que se realicen plenamente losprimeros). En ese marco, previsiblemente losderechos civiles y políticos se afirman comolos fundamentales, mientras los económicos,sociales y culturales ocupan una posiciónsecundaria, aunque el ejercicio pleno de estossea una evidente condición para construirsociedades justas e igualitarias. En los hechos,esta arbitraria jerarquía, asumida acrítica-mente por ciertos círculos intelectuales, haoperado como el más formidable obstáculopara que la mayoría de la humanidad disfrutedel elemental derecho a una vida plena. EnTeoría de la justicia, considerada la últimaobra maestra del liberalismo, Rawls buscóconciliar la libertad con la igualdad,incorporando en la doctrina el célebre«principio de diferencia» (regulador de lasdesigualdades). Pero no tardó en recaer en laprioridad del «principio de libertad», de modoque ningún principio regulador de lasdesigualdades socioeconómicas puedeintervenir hasta que aquel haya sidoplenamente satisfecho. En estas condicio-nes las cuestiones relativas a la igualdadpueden quedar permanentemente aplaza-das, dando lugar a la paradójica «justicia»de la desigualdad y la explotación, que noes más que un retrato de las actualesdemocracias capitalistas.2

Los derechos humanos así jerarquizadosno responden a ningún imperativo universal;constituyen el punto de vista particular deuna doctrina, asumido por grupos deintereses también muy determinados. Seentiende que busquen hacer pasar esta visióncomo la racional y universal. El motivo essencillo: si todos los derechos fuesenconsiderados en el mismo plano de impor-tancia y como interdependientes, gobiernosque hoy se proclaman como campeones delos derechos humanos quedarían situadoscomo los mayores violadores, pues con suspolíticas han extendido la sombra de ladesigualdad y la miseria sobre la mayoría delos pueblos. Es un enfoque que se opone a laconstrucción de sociedades tan igualitarias yjustas como libres y solidarias, que es lageneralizada aspiración de la humanidad. Lareducción de los derechos humanos es unade las formas ideológicas que adopta laoposición neoliberal a cualquier cambio delmundo en un sentido democrático, progre-sista, socialista. En su marco, otro mundojamás será posible. En los hechos, esta visiónse ha concretado como una defensaabstracta, formal y unilateral de la «libertad»(en realidad de ciertos derechos civiles,entendidos según los valores de lospoderosos), en detrimento u olvido de lajusticia entendida como igualdad queconstituye, sin duda, la médula de losderechos humanos proclamados por lasnaciones en 1948.

En resumidas cuentas, el liberalismo, quenació como una perspectiva filosófica y unaideología política entre otras, amenaza conconvertirse en un pensamiento único. Perono solo eso. Además, se está traduciendo enuna intolerante política internacional,dogmáticamente impuesta sobre todo elorbe, que permite repartir condenas oreconocimientos a conveniencia. En esaatmósfera, la noble defensa de los derechoshumanos corre cada vez más el peligro deconvertirse en mero instrumento de mani-pulación política y en el manto que cubre lahipocresía de los poderosos (particularmentedel gobierno norteamericano y sus aliados), enperjuicio de los países más débiles. Cuba, porcierto, ha luchado en los foros internacionalescontra estas deformaciones.3

La Declaración Universal de los DerechosHumanos indica en su primer párrafo que«todos los seres humanos nacen libres e igua-les en dignidad y derechos». No es difícil llegaral acuerdo de que esta debe ser una idea

viene de la página primera

La verdades que los

derechos humanosson integrales(civiles

y políticos/sociales,económicosy culturales/individualesy colectivos)o no son másque un armade combatepolítico.

inspiradora, un presupuesto internacionalmenteaceptado. Pero lo que necesitamos no es quese nos repita que es un principio universal,sino que a la luz de él se saquen las conse-cuencias y se explique por qué muchosmillones de seres humanos, que según esamáxima nacieron libres e iguales en dignidady derecho, viven en la pobreza y la opresión; yqué sería necesario hacer para que esto nosiguiera ocurriendo. Si todos nacemos librese iguales, ningún principio sobre la «libertad»que pueda esgrimirse para imposibilitar quelos seres humanos alcancen la igualdad endignidad y derechos puede proponerse comouna norma moralmente válida. La únicanorma que puede pretender universalidad esla que procura la justicia para todos. En miopinión, en la actualidad nadie está haciendomás, y en medio de más dificultades, paraavanzar por esa ruta que la Revolución cubana.

Estimo que el análisis de estos problemas,que apenas he esbozado, debería ser materiadel trabajo de los intelectuales que adoptanun talante crítico, en sus variadas moda-lidades. Parece haber cierto acuerdo acercade que la principal tarea de estos intelectualeses abordar críticamente la sociedad que lestocó vivir, mediante la evaluación atenta delas evidencias, contrastando los enfoques conlas pruebas que brotan de la diversidad delmundo... Pero esto no puede lograrse a partirde vaporosas nociones que ahorran el análisisconcreto e ignoran los contextos. Al contrario,el pensamiento crítico no se lleva bien conlos pretendidos principios universales oinmutables. En este sentido, me parece quees deber de los intelectuales reflexionar sobrelos temas apuntados, buscando remontar lostópicos que están configurando un pensa-miento «políticamente correcto»: porejemplo, la defensa abstracta de ciertosderechos «civiles y políticos», mientras coti-dianamente, y en parte merced a esos tó-picos, se violan los derechos a la vida digna yplena de millones de personas. La críticadebería enfocar sus baterías hacia un ordensustentado en la impostura, en el que unas«libertades» se oponen a la justicia y modelanun planeta atestado de menesterosos ydesesperados: la inmensa multitud de los«condenados de la tierra». Está visto que esacrítica no puede realizarse con los instru-mentos de un universalismo hueco que hacecaso omiso de la variedad del mundo; que ensu intolerancia y soberbia no es capaz, comoañoraba Borges, de apreciar «las excelenciasajenas» porque está enceguecido por suspropios valores y verdades inalterables; queexonera a los culpables y condena a lasvíctimas que no aceptan las reglas del juego,sin ni siquiera escuchar sus razones (pues yase impuso el canon: las razones son«universales» o no son razones).

Los derechos humanos en CubaEn Cuba se han llevado los derechos

humanos en su «vertiente» económica, socialy cultural, más lejos que nadie, al menos enel contexto latinoamericano. ¿Se violan, encambio, los derechos civiles y políticos? Nadieha podido fundar expedientes de desa-pariciones, ejecuciones extrajudiciales, tor-turas, represiones policíacas, y otras violacionespor el estilo, contra ciudadanos cubanos. Estopuede decirse de muy pocos países en elmundo; desde luego, no puede afirmarse delos Estados Unidos, cuyo gobierno es uncontumaz ejecutor o promotor de todas lasviolaciones imaginables. Digamos de pasoque el gobierno norteamericano no solo violatales derechos, sino que además ha roto todaslas marcas en su oposición a los acuerdos einstrumentos internacionales destinados amejorar el respeto a los derechos de las

personas y hacer del planeta un mundo mejorpara todos. La negativa del gobiernoestadounidense a reconocer tales acuerdosinternacionales va desde el protocolo de Kyotohasta la Corte Penal Internacional, desde laConvención sobre imprescriptibilidad de loscrímenes de guerra y de lesa humanidad hastala que garantiza los derechos de los niños...4

Por lo que respecta a Cuba, pues, lacuestión entonces se restringe a ciertos de-rechos civiles y políticos que tienen que vercon la libertad de expresión y prensa,participación política, etc.Pero la sociedad cubana seha dado formas de expre-sión, participación, etc.,adaptadas a su realidad ycircunstancia. El debate es entorno a si esas formas y losprocedimientos conexos sonadecuados o no. Y es undebate válido, pues esabsurdo pretender que lasociedad cubana alcanzó elpunto culminante y que noes perfectible; o que no debadiscutirse sobre ello. Pero esedebate no puede realizarseprovechosamente a partirde supuestos principios uni-versales que han definido deantemano las únicas formaslegítimas y que, por ejem-plo, repudian por principiocualquier modalidad dedemocracia participativa, etc.La universalidad que excluye la consideraciónde la diversidad, como lo han comprobadotantos pueblos a lo largo de la historia (y enparticular los pueblos indígenas), es unaimpostura. La universalidad que aspira a serválida debe alimentarse de la diversidad, a laque no puede ser ciega. Y esto tiene unpresupuesto insoslayable: no perder de vistalos contextos y comprenderlos. Si hay unasociedad juzgada al buen tuntún sin unesfuerzo razonable por allegarse la infor-mación pertinente, y a veces con unaignorancia hasta de lo más elemental, esa esla Cuba de hoy. Y aquí cabría recordar lamáxima de Geertz: «El juzgar sin comprensiónconstituye una ofensa contra la moralidad».5

Volviendo al punto, ¿acaso puedesostenerse reflexivamente que las únicasformas válidas y «universales» de ejercer esosderechos «civiles y políticos» son las dictadaspor los países ricos y sus pensadores? ¿Y, encualquier caso, una evaluación equilibradano tendría que tomar en cuenta la situacióna que ha sido orillado el país, a la defensivafrente a un asedio y una agresión constantes?¿En esas condiciones, el ejercicio de talesderechos civiles y políticos podría realizarsesin previsiones para evitar que los propósitosdeclarados de los Estados Unidos de destruirel sistema cubano mismo se cumplan?

Veamos el caso concreto de la disidencia,esto es, el derecho a tener ideas divergentesde cualquier tipo y a expresarlas. HastaSaramago, que en su texto citado caracterizala disidencia como irrenunciable, admite queésta debe tener al menos un límite: porejemplo, la traición. Ahora bien, en Cuba elque piensa diferente no es considerado untraidor ni es encarcelado por ello. En lascondiciones de Cuba, en cambio, las accionesdel disidente que consisten en hacer tratos yrealizar actividades con los agentes de unapotencia extranjera que explícitamente hamanifestado querer socavar y derribar elrégimen, se consideran una grave falta, rayanaen la traición, y están penadas por leyesprevias y públicas (no ad hoc ni secretas). Lopenado, en el caso de las sentencias recientes,

el régimen democrático y constitucional(depuesto unos años antes por el propioEstados Unidos). Alegando que en las filasde los const itucional istas había «53comunistas» �algo parecido al pretexto delas «armas de destrucción masiva» de hoy�,desembarcaron en la isla miles de marines.Se formaron comandos populares para resistiry se logró combatir contra el invasor durantecerca de seis meses. Miles de mis compañerosmurieron. Es una historia larga que no mepropongo exponer aquí. Fue, en síntesis, elheroísmo de un pueblo que afrontó con todoal invasor; pero también la afrenta, el atropello,la humillación, la muerte para muchos en laflor de la vida. Cuando finalmente semarcharonlas tropas de ocupación, dejaron a los domi-nicanos una de las dictaduras más feroces delcontinente (encabezada por Joaquín Balaguer,el «hombre» de Estados Unidos en SantoDomingo): durante 12 años, millares deciudadanos fueron asesinados, decenas demilesperseguidos, encarcelados y torturados, sincontar a los deportados. Los grupos para-militares, los cuerpos represivos del Estado ylos «asesores» de la CIA (el más conocido esDan Mitrione) ejecutaron el trabajo. Para ellos,violar los derechos de los dominicanos seconvirtió en una de las bellas artes. Hasta hoy,el país (que tiene la mayoría de su poblaciónsumida en la pobreza) no se ha recuperado deestos infames actos.

Creo entender la preocupación delpueblo y el gobierno de Cuba. La idea detropas extranjeras hollando su suelo debeprovocarles el mismo vértigo de rebeldía queme produjo hace 38 años el cuadro horrendode una invasión a mi país. Yo espero con todael alma que millones en el mundo compartanese sentimiento. Si el pueblo cubano y surevolución fueran agredidos, no bastará decir:Me atuve al dictado de mi conciencia y a losprincipios que me aconsejaron decir: «Hastaaquí he llegado con Cuba; aquí me quedo».Y no importará si las intenciones fueron lasmejores del mundo. Supongo que espe-cialmente en este caso, la pesadumbre, eldolor no podrán describirse. Y ningúnprincipio universal será consuelo para unpueblo herido.

Debemos llevar, hoy más que nunca, aCuba en el corazón. Ni aun el rechazo a lapena de muerte, causa que suscribo, debel levarnos a darle la espalda. En estemomento de amenaza para el pueblocubano, estas palabras de José Martí debenser nuestra divisa: «Quien se levanta hoy porCuba, se levanta para todos los tiempos».

Notas1. Paul Hoffman, «Respeto para los derechos humanos:¡esto es lo que hay que globalizar!», en Memoria, núm.169, cemos, México, marzo de 2002. (En la red cf.:http://www.memoria.com.mx/).2. John Rawls, Teoría de la justicia, Fondo de CulturaEconómica, México, 1979, pp. 52-53.3. Véase, por ejemplo, el discurso del Ministro de RelacionesExteriores de Cuba en el 56 período de sesiones de la Comisiónde Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ginebra, 30 demarzo de 2000: Felipe Pérez Roque, «Cuba, ¿país libre ocolonia de los Estados Unidos?», en Memoria, núm. 141,cemos, México, noviembre de 2000, pp. 45-50.4. Asociación Americana de Juristas, «La violación de losderechos humanos en Estados Unidos», enMemoria, núm.149, CEMOS, México, julio de 2001, pp. 51-53.5. Clifford Geertz, «El pensar en cuanto acto moral», en Losusos de la diversidad, Paidós, Barcelona, 1996. No está demás señalar que el rechazo del universalismo que hace casoomiso de la diversidad no requiere suscribir el relativismoabsoluto del «todo vale» ni asumir sus supuestos. En otraparte me he referido a esta cuestión: cf., «Dilemas de ladiversidad», en Diálogos Latinoamericanos, Universidad deAarhus (Dinamarca), octubre-diciembre de 2000, pp. 77-91.*El autor es profesor-investigador del Centro deInvestigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social(ciesas), México. Director de la revista Memoria. Obrasrecientes: La rebelión zapatista y la autonomía (Siglo XXIEditores,México, 1998) yMéxico diverso (Siglo XXIEditores, México, 2002).

no fueron las ideas, sino las accionesconducentes a derribar el gobierno, encomplicidad con entidades oficialesnorteamericanas que no ocultan suspropósitos. El asunto aquí radica en si latraición fue probada adecuadamente en elcaso de los sentenciados («Puede que disentirconduzca a la traición, pero eso siempre tieneque ser demostrado con pruebas irre-futables», escribió Saramago). Los tribunalescubanos creen que sí fue acreditada, y se hanexhibido las pruebas. Saramago cree que no.

Por consiguiente, la cuestiónse coloca en el terreno delas pruebas y su evaluación,y no ya en el de un prego-nado derecho universal a la«disidencia» que no admiterestricciones, lo que colocaríaa Cuba en la indefensiónfrente a un gigante que noceja en su empeño desometerla. La mejor pruebade que en Cuba no seencarcela por las ideas esque los que piensan dife-rente, pero no violan lasnormas que previenen elcomplot y la conspiracióncontra la sociedad revolu-cionaria, andan libres. Ya seha dicho hasta el cansancio:ningún país (incluyendo alos que se precian de sercampeones de la libertad depensamiento y de ser el

modelo para juzgar a los demás, como es elcaso de Estados Unidos) permite que susnacionales participen en operaciones conagentes o funcionarios extranjeros paraderr ibar el régimen sociopol í t ico. Siciudadanos norteamericanos hubieranrealizado actividades con el responsable dela of ic ina de intereses cubanos enWashington, orientadas a «cambiar elrégimen», estarían ahora encarcelados deacuerdo con las leyes estadounidenses.

Yo diría que el verdadero problema delos derechos humanos en Cuba se encuentraen otra parte. Es cierto que el pueblo cubanosufre la violación de sus derechos humanos,masivamente, cada día. Pero ello no es obradel régimen cubano. Los instrumentos deesas violaciones tienen nombres y a veceshasta apellidos: el bloqueo contra la Isla, laLey de Ajuste Cubano, la Enmienda Torricelli,la Ley Helms-Burton, todos obras de losEstados Unidos.

La amenaza imperialHasta los críticos de izquierda más

acérrimos tienen que reconocer un hechoincontestable: la amenaza imperialistacontra la sociedad que los cubanos hanconstruido en las últimas décadas es másseria e inminente que nunca. Solo hay queatender a las declaraciones de los vocerosdel imperio y sus corifeos, y a sus aprestoscontra Cuba, inmediatamente después dehaber arrasado con Afganistán e Iraq. Dadoel historial del imperio, no hay razones paratomar en serio la declaración de Powell, del4 de mayo pasado, en el sentido que nocree necesario el uso de la fuerza militar contraCuba. De todos modos, él creyó convenienteagregar que era solo «por el momento».

Comprendo la reacción de los cubanos.El 28 de abri l pasado rememoré laexperiencia más traumática y amarga de mivida: la invasión de mi país de origen portropas norteamericanas. Una insurrecciónpopular, iniciada el 24 de abril de 1965,había derribado el gobierno de facto en laRepública Dominicana y buscaba restablecer http://www.lajiribilla.cu/2003/n105_05/

105_26.html

Si hay unasociedad juzgadaal buen tuntúnsin un esfuerzorazonable

por allegarsela informaciónpertinente,

y a veces con unaignorancia

hasta de lo máselemental,

esa es la Cubade hoy.

1Extrañas tribulaciones

acometen al escritor en suéxodo hacia la Tierra Pro-metida. Hace algún tiempo,voces unánimes le enco-mendaban el agobiadorrepertorio de funciones deprofeta, guerrero, espía deDios, depositario de lacultura, legislador sin coronade todo lo creado, inventorde obras maestras alrededor

de las cuales se constituyen naciones, solitarioaplastador de la infamia, agente de la historia, productorde sentido, ingeniero del alma, defensor del pueblo, testigoincorruptible, mártir valioso e incluso operador de milagrosestéticos más o menos perdurables. Quien rehusara lapesada carga era tragado por la ballena, como Jonás; quienla asumía era decapitado, como Juan el Bautista.

2Pero ahora estamos en el desierto, y las tribus se han

detenido a adorar al becerro de oro. Ya nadie sabe lo que esun escritor, pero todo el mundo conoce perfectamente loque no debe ser. Un escritor, nos lo repiten todos los días, nopuede estar comprometido con nada, salvo con su escritura.¿Y ésto qué significa? Nada, o que su escritura no debesignificar nada. Si en el principio era el Verbo, al final será laverba. Como en una producción de Cecil B. de Mille, todoslos medios son permitidos a condición de que no transmitanmensaje alguno.

3En esta secuencia,

es de buen cinemas-cope hacer aparecermediante efectosespeciales un disuasivoDecálogo. No testimo-niarás, porque ello teharía realista. No cali-ficarás, porque ello teasimilaría al crítico. Noexhortarás, porque tesuplantarías al político.No militarás, porqueinquietarías al militar.No te comprometerás,porque parecerías leal.No te exaltarás, porqueparecerías sensible. Nodesearás, porque teasimilarías al ideólogo. No interpretarás, porque parecerías

ser racional. No juzgarás, puesto que estás aquí paraser juzgado. No tendrás otro Dios que el lenguaje,y amarás la Retórica como a ti mismo.

4El Decálogo, confesémoslo, tiene lugar y fecha:

ha sido impuesto tras el cruce del Mar Rojo, en elSinaí postmoderno. Es de buen tono clamar contraél cuando lo aplica un totalitarismo, y de muchomejor tono imponerlo en nombre de la libertad.Sus vestales, como Danilo Kis, asumen la misión depredicarnos: «No tengas ninguna misión»1. Suscustodios son las instituciones académicas, lasindustrias culturales, los medios de comunicación.El fariseo lo predica al escritor, y paga para que loviolen su publicista, su propagandista, su agentede prensa. Al igual que sucede con los demásdecálogos, su cumplimiento total o parcial esimposible.

5Pues este Decálogo postmoderno para el

postescritor lo prevé todo, salvo la imposibilidad deproducir una escritura de grado cero, una escritura sin

significado: una escritura ajena al árbol de la ciencia del bieny del mal. Si el lenguaje es el principal vehículo de las relacionessociales, ¿cómo evitar que transmita contenidos sociales?Julien Algirdas Greimas ha demostrado que un relato puedeser leído como un ensayo, y viceversa: no podemos narrar sinrazonar2. Rokeach ha evidenciado que en el discurso políticoy literario es posible cuantificar la jerarquía de los valores:no podemos narrar sin valorar3. David McClelland hacomprobado la relación entre la literatura de un país, el gradode motivación de sus ciudadanos hacia la autorrealización(achievement) y su nivel de desarrollo económico: no podemosescribir sin revelar nuestras motivaciones y difundirlas4. Carroll,Davies y Richman, tras analizar una montaña de muestrasextraídas de periódicos, libros de textos y otras fuentes,contabilizaron minuciosamente que en el inglés de EstadosUnidos en cada millón de palabras time aparece 1.634 veces;money, 307; cars, 128,39;woman, 125,81 y love, 88,11 veces5.No podemos escribir sin desnudar y contagiar nuestrasobsesiones, la comparativa importancia de ellas, el mapaoculto de nuestra alma.

6Las grandes potencias no se hacen responsables por

el bienestar de los pueblos que invaden. El FondoMonetario Internacional no acepta responsabilidad porlos recetarios que impone. Los estadistas del TercerMundo se lavan las manos ante los desastres socialesque causan al aplicarlos. Losmilitares no son sentenciadospor las masacres que ejecutan en defensa de aquellos. Lospueblos no aceptan ser enjuiciados por el crimen de votar poresosmandatarios. Los organismos de seguridad están por encimade toda sospecha. Las agencias informativas no se consideranresponsables por las mentiras que transmiten. Los científicos noaceptan responsabilidad por las armas que sus descubrimientosposibilitan. Las transnacionales niegan toda responsabilidad porsus productos contaminantes o defectuosos. Los banquerosrechazan toda culpa por los colapsos bancarios que causan.

El escritor es aquél que acepta la responsabilidad por suspalabras. Solo así puede disociarse de los poderes que rigenel Siglo de Pilatos.

7Quizá consentiría en no inmiscuirme en las funciones que

hoy quieren monopolizar el científico, el político, el periodista,el militar, el financista, el publicista, siempre que de maneraequitativa todos ellos renuncien a escribir o a decirme sobrelo que no debo escribir.

Aquel de vosotros que esté sin pecado, que arroje suprimer cero.

No ta s :No ta s :No ta s :No ta s :No ta s :1Danilo Kis: Consejos a un joven escritor; Ediciones Oxymoron, Chile, 19902Greimas, Algirdas Julien: Semántica estructural; Gredos, Madrid, 1973.3Rokeach, M: The nature of human values; Joey Bass Inc. San Francisco, 1973.4McClelland, David: La sociedad ambiciosa; Guadarrama, Madrid, 1968. Inc.Nueva York, 1971.5Carroll, John B.; Peter Davies y Barry Richman:Word Frequency Book; AmericanHeritage Publishing Co.

Luis Britto GarcíaVenezuela

Ilustraciones: Darien

http://www.lajiribilla.cu/2003/n109_06/109_06.html

Este texto forma parte del libro Conciencia de América Latina. Intelectuales,poder y medios de comunicación, de próxima aparición por la Editorial CienciasSociales.

Bush recurre a Hollywood paramejorar su imagen. Un equipo deproductores y técnicos elige losescenarios, losángulosy losdecoradosen todas sus intervenciones

NUEVA YORK. «Misión cumplida». George W. Bush tieneya la cabeza puesta en las elecciones de 2004 �ayer rellenóformalmente los papeles� y sus asesores le han encon-trado un eslogan a la medida. «Misión cumplida». Lo vimosescrito en la torre de control del portaaviones, «Misióncumplida», y lo volveremos a ver una y otra vez durante lospróximos 18 meses.

«Cuando escuché el discurso del Presidente en la cubiertadel Abraham Lincoln y vi la pancarta de Misión cumplidadetrás, me vinieron a la mente los anuncios de tabaco»,recuerda el senador demócrata Robert Byrd. «Me resistía acreerlo, pero era así: el Presidente estaba usando unportaaviones como vehículo publicitario para sus propiosintereses políticos».

El veterano Byrd, contrario a la guerra de Irak, embarcadoen una solitaria y quijotesca lucha contra los demoledoresmolinos de la Administración Bush, fue el primero en de-nunciar el montaje del portaaviones.

Byrd no solo ha acusado al Presidente de derrocharinnecesariamente un millón de dólares con su espectacularaterrizaje (el portaaviones estaba a 50 kilómetros escasosde la costa, a tiro de helicóptero), sino que ha dejado enevidencia la trama que lo rodea, a medio camino entre unestudio de televisión y una superproducción ambulantede Hollywood.

El The New York Times confirmó ayer con nombres yapellidos lo que todos sabíamos: Bush cuenta con un equipode productores, cámaras e iluminadores que eligen aconciencia los escenarios, los ángulos, los decorados, el elencode extras y los mensajes subliminales que acompañan a todasy cada de una de las intervenciones presidenciales.

Clinton confiaba en su telegenia para llegar a la gente, yReagan se apoyaba en su experiencia de actor para sacar elmayor partido posible a sus dotes de gran comunicador. ABush, ya lo sabemos, le gusta funcionar en equipo...

El encuentro con AznarLos guiones de Bush Productions los escribe su asesor

para todo, Karl Rove. Supervisa el cotarro el director deComunicaciones de la Casa Blanca, Dan Bartlett. De la elecciónde escenarios y de la incursión de mensajes subliminales seencarga Scott Sforza, ex productor de la cadena ABC. La NBCle ha prestado un cámara, Bob DeServi, considerado como unauténtico maestro de iluminación. De hecho, Sforza y DeServiarreglaron el encuentro que Bush mantuvo con Aznar lapasada semana en la Casa Blanca: situaron la iluminación enel fondo del elegante salón Grand Foyer. La escena quedóaderezada con un coquetobouquet de flores color crema.

El tercer hombre del equipode Bush, Greg Jenkins, se curtióen la patriótica Fox News y ahorase encarga de viajar antes de lacomitiva presidencial, con unapequeña cuadrilla de expertosque preparan los decorados,seleccionan los ángulos, reclu-tan a los actores y ensayan losdiscursos presidenciales horasantes, para ver cómo dan en lacámara.

«Nosotros prestamos unaparticular atención no solo a loque el Presidente dice, tambiéna lo que los norteamericanosven», reconoce al The New YorkTimes Dan Bartlett. «Los nortea-mericanos están muy ocupadosy no siempre tienen la opor-tunidad de ver toda la tras-misión. Pero si son capaces decomprender lo que está diciendoen 60 segundos, entonceshabremos cumplido nuestro obje-tivo como comunicadores».

Misión cumplida. La pan-carta se la llevó al portaavionesel productor Scott Sforza, quellegó a bordo días antes de queaterrizara el Presidente. Sforzadistribuyó a la tripulación comosi fuera casi una coreografía, yse encargó por supuesto de que

BUSHPRODUCTIONS

PRESENTS...Carlos FresnedaEl Mundo

Donald RumsfeldClarín

«Creíamos en ese entonces como creemos ahora que losiraquíes tenían armas químicas, biológicas y un programanuclear, aunque no armas necesariamente».

N.del E.La fe no necesita pruebas. Le basta con creer.

hubiera mujeres, hispanos y negros entre la comitiva que ledio la bienvenida.

La hora elegida para la filmación fue la del crepúsculo,que tanto ensalza a los protagonistas. El mensaje fue elmismo que Bush llevaba repitiendo toda la semana («seacabaron los combates en Iraq»), pero lo que contaba era laprimera y la última imagen. Misión cumplida.

Su primer gran éxito de imagen fue poco después del 11-S,cuando a Bush lo encaramaron a la montaña de escombroscon un bombero y le pusieron un altavoz en las manos. Otrade las escenas más conseguidas fue cuando le colocaron derefilón delante de las estatuas del Monte Rushmore, como sisu perfil tallado fuera el del quinto Presidente.

Hay ocasiones en las que el Presidente ha de parecermás a la altura del ciudadano medio. Ocurrió esta semana,cuando Bush vendía su plan de recorte de impuestos enIndianápolis: los expertos en imagen de la Casa Blancapidieron a los numerosos extras que se quitaran las corbataspara que parecieran americanos de andar por casa.

George W. BushEl Correo

Bush asegura que «terminará por salir a la luz toda laverdad» sobre las armas de Iraq.

El presidente de Estados Unidos prometió ante las tropasde su país desplegadas en el Pérsico que revelará «la verdad»sobre los programas iraquíes de arsenales de destrucciónmasiva.

N.del E.¡Hombre, por fin nos va a decir la verdad ... después de las

otras siete veces que ya nos había dicho la verdad!... ¿Habrámás verdades luego?

Guillermo Cabrera InfanteLa Razón

¿Tampoco le interesaron los libros de García Márquez enlos que no vuela nadie?

No los leí. Él me envió un ejemplar de la primera ediciónde Cien años de soledad a Londres. (�) Esa novela es unaatracción folclórica, con nubes de mariposas, la gente quepadece epidemias de insomnio... es literatura regional.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n108_05/elgranzoo.html

Son las 6 a.m. y desde Miami leía en la página web: «ElÁngel de la Jiribilla tiene alas de papel». Desde la primeraalegría de verlos en Internet esta revista nos ha dadomuchas. Amena, amiga, culta y contestataria, La Jiribillaes nuestra amiga y espacio para los que, desde Miamiprincipalmente, no tenemos donde leer y decir de nuestrasolidaridad con la verdad y nuestra condena a la mentiraorganizada y la propaganda anticubana. Gracias en nom-bre de los incontables amigos que tienen desde su creación,gracias por dar a tantos cubanos en el exterior este escapealternativo que nos informa y educa en los mejores valoresculturales y nos ayuda a defender desde su verdaderosignificado nuestra cubanía.

Marcelo Vera / Miamihttp://www.lajiribilla.cu/2002/n46_marzo/pueblomocho.html http://condosguevos.tripod.com/guerras.html

http://www.lajiribilla.cu/2003/n109_06/pueblomocho.html

Los esposos Philips �Frank y Jennifer� son dosinvestigadores estadounidenses, asiduos participantes enlos Coloquios, que cada dos años, se realizan en La Habanasobre el Dios de Bronce de la Literatura Norteamericana.

Frank es periodista del The Boston Globe, y Jennifer,reconocida antropóloga, es además, la nieta del legendarioMaxwell «Max» Perkins, el afamado editor de la CasaScribner, encargado de publicar las principales obras detres de las más grandes voces de la llamada GeneraciónPerdida Norteamericana: F. Scott Fitzgerald, Thomas Wolfey Ernest Hemingway.

Perkins, graduado de la Universidad de Harvard en juniode 1907, desarrolló una intensa carrera, a la vera de CharlesScribner. Poseía ya fama como editor cuando conoció aljoven Ernest, a principios de febrero de 1926. Ambossostuvieron una amistad de largos años. Sin embargo,según A. Scott Berg, biógrafo de Perkins, cuandoHemingway publicó su primera obra Torrente de Primavera,«pasmado por la riqueza (�) persuadió gentilmente alautor para que bajara el tono de las obscenidades tantocomo fuera posible».

El entendimiento mutuo fue tal vez motivo para queotros cinco libros de Hemingway fueran editados porPerkins: The Sun Also Rises (El Sol también se levanta,1926); A Farewell to Arms (Adiós a las armas, 1930); Deathin the Afternoon (Muerte en la tarde, 1932); To Have andHave Not (Tener y no tener, 1937); y For Whom the BellTolls (Por quién doblan las campanas, 1940).

Perkins fue retratado por aquella época entre otrosdetalles por el hábito de usar sombrero. Según su biógrafo,el sombrero «se convirtió en la más famosa excentricidadde Perkins. A primera vista parecía ser un neoyorquinoelegantemente vestido».

Hoy, su nieta Jennifer, junto a su esposo Frank seempeñan en hacer que se conozca lo más posible la vidacubana de Hemingway. Dentro de sus planes se encuentrala preparación de un libro que despejará muchas incógnitassobre el amor que los cubanos profesan por el novelista.Además abordará acápites referidos a los «ColoquiosInternacionales Ernest Hemingway» que tienen laimportancia de lograr reunir expertos cubanos ynorteamericanos, en la colaboración bilateral parainvestigar sobre la vida y la obra de Hemingway.

«Tanto Frank, como yo �afirma Jennifer� opinamosque para conocer a Hemingway, hay que venir a Cuba yhablar con los cubanos, no ir a bibliotecas en EstadosUnidos. La mayor parte de las cosas que se han escritosobre Hemingway, por parte de académicosnorteamericanos, no reflejan toda la verdad, porqueninguno ha visitado la Isla».

«En estos momentos estamos preparando lainvestigación para publicar un libro sobre las actividades

Jennifer Philips, nieta deMax Perkins,editor de muchas de las obras deHemingway comentó: «Estuve en laEsquina Caliente donde muchos dis-cuten de béisbol. Entré en el grupo, ypregunté ¿Saben ustedes quién eraSantiago el pescador? Se hizo unmomento de silencio, pero inme-diatamente todos comenzaron ahablar de la novela El viejo y el mar»

Jorge SariolCuba

que Hemingway desarrollaba en este país, mediante laNacional Geographic Society.»

«Todo comenzó a partir del proyecto de conservación yrestauración de los documentos que existen en Finca Vigía,firmado en noviembre del año pasado, con la participacióndel Social Science Research Council para financiar partedel proyecto.»

«Nuestro matrimonio ha conseguido armonía profe-sional en una tarea tan grande �aclara Frank Philips�pues yo hago las preguntas periodísticas de rigor y Jenniferrealiza las referidas a otros perfi les, ya que ella esantropóloga social, y se dedica mejor a las cuestiones de lapersonalidad o los sentimientos, porque el libro versaráacerca de los sentimientos que experimentan los cubanoshacia Hemingway y su obra».

Para los esposos Philips, el detalle particular de larelación afectiva entre Hemingway y Max Perkins essuficientemente abarcador para impulsar cualquier empresade tal índole.

«Yo profundicé en la personalidad de mi abuelo a partirde la biografía Editor del Genio (1978) , escrita por ScottBerg, que leí algún tiempo antes de venir a Cuba porprimera vez. Indudablemente, sus relaciones con el escritorde El viejo y el mar propiciaron el interés para que yo iniciaramis estudios sobre esa relación. En general, mi abuelomanifestaba simpatía por los escr itores, pero conHemingway mantuvo una relación especial».

Curiosamente, El viejo y el mar, que no fue editada porPerkins, salió a la luz en 1952 y un año más tarde su autorrecibía el Premio Pulitzer por ella. Finalmente, en octubrede 1954, le era entregado el Nobel de Literatura por todasu obra. Hemingway, quizás premonitoriamente, se la habíadedicado a su amigo.

«En cierto sentido �explica Jennifer� cuando yo hicela primera visita a Cuba, comprendí que no estaba preparadapara encontrar tanto amor de los cubanos por Hemingway,y que debía ayudar a conservar muchas cosas; me sentíentonces heredera y continuadora de una obra, porqueestoy segura de que mi abuelo hubiera considerado quevalía la pena hacerlo. Sé que es difícil conseguir hoy unlibro de Hemingway en librerías cubanas, pero la pasiónpor él existe en todo el país. Yo no acabo de entendercómo es posible, qué es lo que pasa».

Jennifer relata entonces una historia que disfruta tantocontarla como haberla vivido: «Estuve en la EsquinaCaliente, en el Parque Central de La Habana, donde muchoshombres discuten de béisbol. Entré en el grupo, y pregunté:¿Saben ustedes quién era Santiago, el pescador? Sobrevinoun momento de silencio y sorpresa, pero inmediatamentetodos comenzaron a hablar a la vez de la novela El viejo y elmar, dijo finalmente Jennifer sonriente y complacida, sinsaber quizás que el periodista con quien conversaba, uncubano como el que más, esté orgulloso de que el modode vivir y de escribir de Ernest Hemingway permanezca entrenosotros, como el béisbol y el mar.

Ilustración:Idania

http://www.lajiribilla.cu/2003/n107_05/107_25.html

En las páginas finales de Memorias delsubdesarrollo (1965), uno de los pocos textoscubanos contemporáneos que elaboran, enlo tocante al estilo, cierta cerrazón de loexhausto por medio de un raro no saber quédecir y cierto escepticismo retórico �aunqueen este último caso la prevención y el receloson, más bien, una materia densa ysuficiente�, leemos algunas declaracionesangustiosas acerca de los límitesrepresentacionales de la escritura y sucondición mediadora entre lo que le sucedeal sujeto y la realidad misma de ese suceder.Edmundo Desnoes, tan cerca del personajehablante (su sujeto) como podría estarlo unaverbalización confesional de quien la urde ypropaga, detiene la historia allí donde elescurridizo espectador de la realidad cubana,una mente casi paralizada a causa de lacuriosidad, el asombro y el desasosiegoante el destino incierto, se da cuenta deque las palabras no bastan y ni siquieraresultan confiables.

La verbalización confesional alcanza aposeer, a despecho de la brevedad del texto,un costado irónico y burlón cuyo asunto esese hablador monologante y perezoso quedesconfía de sus propias tasaciones. Asiste,como un practicante de algo que va más alláde la «filosofía de la vida», a la violencia delos cambios traídos por la Revolución, y, llenode un inteligente desconcierto, de una lucidezestructurada en círculos de los cuales nopuede (ni quiere) escapar, se dedica arecopilar, desde dentro de su vida actual y supretérito, los índices de una especie desubdesarrollo espiritual en tanto correlatomediato del subdesarrollo económico.Convertido en sistema, en modus operandi,su método analítico se diría que comulgainconscientemente con algunos preceptosdel denominado materialismo histórico, todavez que busca y halla una relaciónindisputable, por muy tortuosa que sea,entre la conducta de los individuos y eldevenir inmediato, entre el hablar cotidianoy la transformación de la sociedad, entre elcolor de la ciudad y la vibración distinta desus gentes.

Si no fuera porque Desnoes escribeafianzado en el tránsito espinoso ydesgarrador de la historia por la intimidadvisceral del sujeto, cabría decir que su prosa,al menos en esta narración enamorada de laspostrimerías del yo, mantiene más de unvínculo con las formas del Beckett de Malonemuere. Desde luego, no se trata de empatíasen sentido directo, pues Beckett nos hace iral fin de la vida dentro de la corrupciónmetastática de la vida misma, su prolongaciónabstrusa hasta la aterradora comicidad delcuerpo que declina. Esas empatías son lasdel ansia de recuperar la impiedad comoinstrumento de búsqueda de la identidad. Laimpiedad y el desacato (inobservancia de lasconvenciones que describen al sujeto deequilibrio en equilibrio) como maneras dehuir de la ilusión.

Memorias del subdesarrollo es laradiografía de la añoranza de un refinamientocomplejo en cuya base está la edificación,también compleja, de un mundo alejado de

las fealdades, vicios, costumbres y atractivosdel trópico, emblematizados por una fórmulatremenda en la que se incluyen los frijolesnegros, los bohíos y algo realmente inefable:la sabrosura. El personaje, un escritor queejerce el periodismo, queda recortado sobreel territorio difuso de una clase media quesiente a Europa en el corazón pero que llevaen el intelecto a la cómoda (en principio por

cercana) Norteamérica. Se trata de un hombrehiperconsciente, con dosis de perspicaciatales que le permiten acceder a una dolorosa(pero no tanto: en el descreimiento hay ciertotipo de valentía) intuición de lo que le rodeay, sobre todo, de sí mismo, al par queexperimenta, como quien somatiza sucontacto inmediato con el mundo, elpaulatino e irreversible alejamiento de supersonalidad y su hábitat con respecto alfenómeno de la Revolución. Desnoesfabrica con extraordinaria destreza la vozinterior de este hombre contemplativo, alpartir de una premisa invalorable con la quepodemos aqui latar su carácter: unahonestidad casi cínica.

Por el camino de la honestidad se puedellegar al cinismo, mientras que por el de lasbondades de la devoción y la querencia sepuede acceder a la hipocresía. Contra esto sedefienden Desnoes y su personaje, creo, y lohacen, para mayor rotundidad del relato, pormedio de un alter que pasa de ser Eddy (elnovelista Eddy) a ser Edmundo Desnoes en

persona. La voz narrativa se revierte en vozautoral, pero dentro de un flexible sistemade cataduras, ordenamientos, revelaciones ydesahogos. Es el hombre a quien, para decirlocon una gráfica expresión de nuestros días,le serruchan el piso y de inmediato se ofrece,mal que bien, a la reminiscencia (siemprevigilante de cualquier sensiblería) de aquellaspersonas y cosas en virtud de las cualesconciliaba antes su siesta.

El personaje lee una novela del tal Eddy,un libro que, de acuerdo con sus referencias,bien podría ser No hay problema. Es muycrítico con Eddy, busca sus defectos; sabeperfectamente que ante ese espejo suyo �eseescritor-meta que no es sino un juego de laficción o un recurso de distanciamiento�siente el repudio y la admiración, la envidia yla perplejidad. Eddy, la literatura cubana, losnovelistas cubanos, los propósitos ydespropósitos de la escritura, hacen deMemorias del subdesarrollo, por momentos,un ensayo ficcional sobre la mente delintelectual burgués en un momento crucialde la historia del mundo, cuando, a la horade la Revolución cubana, empezaba la últimaetapa de la modernidad en el arte y el

pensamiento cultural, y nuevos proyectossociales, adscritos con mayor o menor energíaal derrotero del utopismo, se abrían uncamino en última instancia contrario al delcapital y el neocolonialismo.

El no saber qué decir del narradorconstituye una especie de parálisis creativade donde brotan las palabras cada vez másrestringidas, cada vez más sometidas al filtrode lo necesario, de la pertinencia en surelación con los criterios de su emisor, en elacto del autodesnudamiento del yo. Elasombro escéptico beckettiano es aquí ungran gesto sin los símbolos de la ruinacorporal, como he dicho antes, y sin lanecesidad de compendiar la historia oscuradel hombre contemporáneo por medio deanalogías del sufrimiento. En el foco deldilema se halla un periodista habanero, autorde varios cuentos defectuosos, y que ha sidoabandonado por su mujer. Un cubano mirónque no puede, sin embargo, desprendersede las palabras ni de su aburrimiento esencial,en medio de una gran irresolución que

compromete su destino inmediato. Debeasirse al examen del entorno; se entretieneen la búsqueda ociosa de Laura, su mujer,detrás de la estudiada frivolidad de losobjetos que le pertenecieron (la obscenidadfálica de sus creyones de labios, por ejemplo),y pasa los días tejiendo un discurso alternativoy autoerotizante acerca de la domésticaNoemí, respetando siempre un principiobásico de su existencia: el no compromiso, elno buscarse líos.

Desnoes armó una prosa apta para losescrutinios vehementes y las disensionesabrillantadas por el escepticismo. Una prosatrabada por lexicalizaciones oportunas ycubanismos capaces de concentrar la eficaciade ciertos momentos de la escritura, en lacual �y esto es muy importante� el discursose separa con ímpetu de la mera corrección ydel lado tonto (los primores, las lindezas) delo literario. Desnoes llevó su estilo hacia unlugar desde donde podía hurgar en laintrahistoria, sin testificaciones periodísticas,como sucede en los episodios dedicados a laseducción y conquista de Elena, cuya«deshonra» en el pretérito de la narración es,para el Desnoes del presente autoral, unindicador casero, familiar, del subdesarrollo,obsesión esta que deviene hipótesis detrabajo y que, de acuerdo con la poética deltexto, se coloca en el centro de su estudiomoral, en cuyos párrafos finales leemos: «Yoera culpable de mi educación». Una educaciónque se suma, en tanto origen o circunstancia,a una perspectiva de entendimiento queempieza a bordear el espacio del sujetoalienado y que lo excluye, empero, de unaconducta antiheroica para resaltar la querella(perentoriamente humana, qué duda cabe)por conocer el sitio que debería ocupar elsujeto en momentos de excepción.

«Yo he visto demasiado para ser inocente.Ellos tienen demasiada oscuridad en la cabezapara ser culpables», declara el narrador. Elellos es una demarcación casi ontológica.Define a los demás, a todos los otros, perotambién especifica y señala a los hacedores ysimpatizantes de la Revolución. He aquí unaobjetividad de índole casi suicida, queinscribe al personaje en un reducto porcompleto inestable y en una ciudad �lugartangible, jaula que se abre y se cierra,organismo lateralizado y atmosférico�monstruosa, personalizada entre grisescromáticos, amarillos y blancos. Una ciudadque, en lo más hondo del narrador, él necesitaatraer a un significativo dualismo: la realidadde esos grises, blancos y amarillos contra elespejismo deseable que, luego de Playa Giróny la Crisis de Octubre, nace en un cuadro dePortocarrero aludido al final del texto.

Alberto GarrandésCuba

«�Memorias del subdesarrollo, por momentos, esun ensayo ficcional sobre la mente del intelectualburgués en un momento crucial de la historia delmundo, cuando, a la hora de la Revolución cubana,empezaba la última etapa de la modernidad en elarte y el pensamiento cultural, y nuevos proyectossociales, adscritos con mayor o menor energía alderrotero del utopismo, se abrían un camino enúltima instancia contrario al del capital y elneocolonialismo.»

Ilustración: Darien

Ilustración: Idania

http://www.lajiribilla.cu/2003/n108_05/108_18.html

El 20 de mayo es el momento cumbre en la liturgia pública de la mafia (anti)cubana deMiami, porque fue en esa fecha de 1902 que Cuba pasó a ser protectorado yanqui con laapariencia de república independiente. La mafia espera con ansiedad la celebración,ilusionada con que el Presidente �de los Estados Unidos, obviamente� anuncie por finla «liberación» de la Isla por las fuerzas militares bajo su mando, o que al menos dispon-ga una nueva vuelta de tuerca al bloqueo. Pero este año su frustración no pudo ser mayorante la actitud de la Casa Blanca de casi desentenderse de la fecha. Todo se redujo a unareunión privada de George W. Bush con un grupo de mafiosos de menor categoría y a unbreve mensaje de este por las ondas de la emisora oficial que trasmite contra la Isla. Y esque Bush, por varias razones, se quedó sin opciones con qué complacer a sus amigos deMiami.

Primero �y esto es fundamental�, el gobierno cubano logró frenar por ahora laescalada en preparación conducente a la invasión de la Isla, que ya estaba muy avanzada.Segundo, la Casa Blanca no pudo obtener un consenso sobre posibles medidas a tomarcontra Cuba, dadas la firme oposición a ellas en el Congreso y la disputa por las asigna-ciones presupuestarias en apoyo a la «disidencia», que impide llegar a acuerdos a lasdistintas facciones de la mafia.

El primero de esos puntos �la escalada� merece un comentario. Al jugar con auda-cia, resolución y creatividad sus cartas frente a la conspiración, Cuba desconcertó a susautores, que habían incurrido en varios errores graves de cálculo. La Habana, en lugar deexpulsar al representante diplomático de Washington, James Cason, en respuesta a suactividad subversiva y provocadora �como esperaban la mafia de Miami y sus aliados enla ultraderecha estadounidense�, optó por encarcelar a un grupo de sus agentes nati-vos, desmantelando la quinta columna creada con tanto esmero por Estados Unidos. Deexpulsar a Cason, habría colocado a Washington en una situación humillante, de la queprobablemente intentaría salir suprimiendo los únicos vínculos existentes entre los dosgobiernos: las Oficinas de Intereses en La Habana y en la capital estadounidense, ademásel convenio migratorio firmado en 1994, un punto de difícil retorno hacia una gravecrisis entre las dos partes. Aun sin llegar a ese extremo, un eventual sustituto de Casonhabría arribado a Cuba en una actitud igual a la de su antecesor y encontrado intactos losbrazos ejecutores del plan desestabilizador estadounidense en la Isla, pero en un climade mayor tensión entre los dos países. Así, la situación hubiera quedado en un punto demayor peligro, más apropiado para crear el escenario preparatorio de una agresión,justamente lo que están decididos a impedir los dirigentes cubanos.

Los autores del plan contrarrevolucionario descartaban que Cuba actuara enérgica-mente contra los agentes de Estados Unidos en la Isla, convenientemente presentadoscon anterioridad como disidentes ante una opinión pública internacional engañada porla maquinaria mediática. Por la misma razón no previeron que La Habana cortara deplano con la ola de secuestros de aviones y embarcaciones en marcha �plato fuerte queconduciría a la intervención yanqui� aplicando con el mayor rigor la ley antiterrorista yfusilando a tres de los plagiarios. Calcularon que Cuba temería enfrentar una gigantescacampaña de los medios de (des)información dominantes que la evidenciaría como fla-grante violadora de los derechos humanos y la libertad de expresión. No imaginaron quelas autoridades cubanas aceptarían el desafío y mucho menos que, en virtud de la clari-dad y firmeza con que expusieron sus argumentos, la campaña mediática provocaría uncierre de filas en defensa de la soberanía y la autodeterminación de la Isla por parte nosolo de sus tradicionales y más fervorosos amigos en el exterior, sino de muchos que nolo son tanto pero están decididos a oponerse a que el grupo de Bush continúe la violacióndescarada del derecho internacional con la amenaza que implica para la humanidad y enparticular para América Latina, sobre todo si se llegara a consumar una agresión a Cuba.

El otro error de cálculo fue subestimar la histórica y sólida relación de Fidel Castro y suequipo dirigente con el pueblo cubano y las enormes reservas de conciencia revolucionariay patriótica existentes en este, que ha reaccionado indignado y apretando su unidadfrente al proyecto intervencionista como lo demostró la gigantesca concentración deLa Habana el 1ro. de Mayo. No solo fue la más concurrida de los últimos años, sino queacudieron a ella quienes no suelen asistir a estas convocatorias, expresión de un fenómenotampoco valorado por los enemigos de la Revolución cubana: la resistencia casi unánimeque encontraría una agresión estadounidense a Cuba, incluso entre quienes discrepancon su régimen social.

Ángel Guerra CabreraMéxico

Ilustración: Darien

Jefe de Redacción:Nirma AcostaEditor:Mytil FontDiseño:Eduardo SarmientoDarien SánchezIlustraciones:CamaleónWebmasters:René HernándezJanios MenéndezCorrección:Odalys BorrellMaría Matienzo

Consejo de Redacción:Manuel H. LagardeJulio C. GuancheRogelio RiverónBladimir ZamoraOmar ValiñoJoel del RíoDaniel GarcíaJorge Ángel Pérez

Instituto Cubano del Libro, Palacio del Segundo CaboO´Reilly #14 esq. Tacón, La Habana Vieja.862 8091 [email protected]

Impreso en los talleres del Combinado Poligráfico Granma

www.lajiribilla.cubaweb.cu www.lajiribilla.cu

http://www.jiribilla.cu/2003/n107_05/laopinion.html

Un equipo de Televisión Española formaba partedel grupo provocador que agredió a la embajada

cubana en París

El equipo de Televisión Española (TVE) que se encontraba frente a la embajada cubana enParís durante los enfrentamientos entre el personal de la embajada y un grupo de agresores,estaba coordinado y convocado por el grupo de personas que bloquearon la entrada princi-pal de la Embajada y agredieron a los ciudadanos cubanos residentes en Francia que realiza-ban gestiones consulares en ese momento.

La versión facilitada por la cadena pública española de que se encontraban «casualmen-te» allí para realizar una entrevista al embajador cubano en Francia es falsa, no había solici-tada ninguna entrevista.(�)

Durante el tumulto resultó golpeado un periodista de TVE que no iba identificado comoprensa. A pesar de que el embajador transmitió sus disculpas, el gobierno español ha cursa-do una queja formal al gobierno cubano. Sin embargo, el gobierno de Aznar no ha conside-rado oportuna transmitir ni queja ni solicitud de explicaciones al gobierno norteamericanopor la muerte de un periodista español, fallecido por el disparo de un tanque del ejército deEstados Unidos al hotel donde la prensa se encontraba acreditada e identificada en Bagdad.

(Pascual Serrano / Rebelión)

(París, EFE)

Para más, otra coincidencia...

El cámara «herido» resultó ser el maridoEl marido de la escritora cubana Zoe Valdés, el cámara de televisión Ricardo Vega, ha

presentado una demanda por «violencias voluntarias» tras resultar herido en los recientesenfrentamientos entre miembros de la embajada de Cuba en París y manifestantes.