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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS
SUPERIORES DE OCCIDENTE
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios de Nivel Superior según Acuerdo Secretarial 15018, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 1976
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA Y LA CULTURA
PEREGRINACIÓN SANJUANENSE:
SINCRETISMO, IDENTIDAD Y RELIGIOSIDAD
Tesis que para obtener el grado de
Maestra en Comunicación de la Ciencia y la Cultura
Presenta
Gabriela Valdivia Márquez
Asesor de tesis: Mtro. Alfonso Hernández Barba
Tlaquepaque, Jalisco; Noviembre 2015
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RESUMEN
El presente protocolo de investigación es una propuesta de acercamiento al conocimiento de los
significados de los elementos que forman el cortejo de la Virgen de la Inmaculada Concepción
de María1 –la Virgen de San Juan– durante las peregrinaciones que realiza la gente de San Juan
de los Lagos2, cuyos símbolos remiten a raíces prehispánicas y otros a orígenes europeos, y se han
sintetizado y derivado en una mezcla sincrética como práctica de culto en el contexto de la
religión católica. Dicho cortejo –conjunto de personas que forma el acompañamiento en una
ceremonia (Real Academia Española, 2015)–, está formado por mujeres y hombres adultos,
niñas y niños que se presentan con indumentarias de diversas connotaciones, pero con el mismo
propósito: la veneración de la imagen de la Inmaculada Concepción, que tiene una historia que
data siglos atrás para la cual se instituía una de las fiestas comerciales y religiosas más
importantes a nivel nacional: La Feria, que dejaría la tradición del ritual de las peregrinaciones
que siguen llevándose a cabo por los habitantes de San Juan y por foráneos. Hoy en día, sólo se
celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción por motivos religiosos.
La propuesta metodológica posiciona a los integrantes del cortejo: la Corte de Honor y
los danzantes, como símbolos de una mezcla cultural que encierra significados identitarios y
religiosos que se pretenden conocer a través de la etnografía, las entrevistas y demás técnicas
como formas de describir las prácticas culturales, que incluyen en este caso, prácticas religiosas.
Conceptos clave: religión, peregrinación, sincretismo, identidad, San Juan.
1 En lo sucesivo se usan como sinónimos: la Virgen de San Juan, Inmaculada Concepción y Limpia Concepción. 2 Se usará indistintamente San Juan de los Lagos y San Juan para referirse a la ciudad.
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ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………………………………..4
Marco conceptual inicial………………………………………………………………………7
Problema de investigación……………………………………………………………………..9
Objetivos…………………………………………………………………………………….11
Estado de la cuestión…………………………………………………………………………12
Estrategia metodológica prevista……………………………………………………………...15
Bibliografía…………………………………………………………………………………..16
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INTRODUCCIÓN
Extranjero y peregrino soy.
. (Gn 23, 4)
San Juan de los Lagos, es una pequeña ciudad situada en los Altos de Jalisco, reconocida como el
segundo centro religioso más importante del país, después de la Basílica de Santa María de
Guadalupe en la Ciudad de México y el tercer santuario mariano más importante a nivel
mundial después del de Fátima en Portugal. Ahí se encuentra la Catedral Basílica, donde la
imagen de la Inmaculada Concepción de María, la “Virgen de San Juan”, es venerada y visitada
por sus habitantes y por más de 7 millones peregrinos al año (Arvizú, 2010; Ruezga y Martínez,
2006: 168) que acuden por distintos motivos: petición de algún favor o agradecimiento por
alguno recibido, por costumbre y tradición.
Se le atribuye a Fray Miguel de Bolonia haber donado la imagen de la Limpia
Concepción –que había adquirido en Pátzcuaro–, con motivo de pacificación y evangelización
luego de que por el año 1530 fueran vencidas las tribus caxcanas y tecuxes en el enfrentamiento
en el peñón del Mixtón por los conquistadores españoles (AA. VV.).
Fray Miguel de Bolonia había fundado en el pueblo entonces llamado San Juan Bautista
Mezquititlán, un hospital y una capilla donde fue colocada la imagen, que recibió veneración
desde el principio por sus habitantes, quienes la llamaban Cihualpilli, que significa “Señora
amable”. Con el tiempo se había deteriorado, ya que fue hecha de pasta de caña de maíz, siendo
retirada y guardada en la sacristía.
La imagen de la Limpia Concepción mide 38 centímetros y representa a María de pie;
tiene un vestido en la misma pasta color carmín con el manto azul celeste estrellado; con el
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rostro ovalado, de color blanco marfil, un poco inclinado hacia adelante, y con las manos juntas
ante el pecho; los ojos rasgados y de color café almendrado; la nariz recta; la boca cerrada y cejas
muy sutiles.
Fue en 1623 cuando una niña trapecista de unos 7 años de edad, proveniente de una
familia cirquera de San Luis Potosí que se dirigía a Guadalajara, llegó al pueblo y durante un
ensayo cayó sobre una cama de dagas y fue declarada muerta. Cuando se disponían a enterrarla,
una indígena llamada Ana Lucía –esposa de Pedro Andrés, el encargado de la capilla–, se
compadeció del dolor de la familia y recomendó al volantinero –padre de la niña–, llevar su
cuerpo ante la Virgen, ella colocó la pequeña imagen sobre la niña y ésta se reanima. En
agradecimiento, el volantinero pidió autorización para mandar retocar la imagen a Guadalajara y
a su regreso fue colocada en el altar mayor de la capilla del hospital. Luego de este primer
milagro, la Virgen adquiere fama y se difunde su devoción (Arvizú, R. de León, Ruezga,
Santoscoy).
Fue así que:
La vida y el desarrollo histórico, político, económico y social de San Juan de los Lagos estuvieron
por siglos estrechamente ligados a los acontecimientos de la festividad conocida comúnmente
como “La Feria”; celebración cuyas raíces son de carácter religioso por ser la Virgen de la
Concepción titular del santuario, se tiene conocimiento que hacia el año de 1630 ya acudían
para arrodillarse ante la milagrosa imagen aproximadamente dos mil personas, cercano al día 8
de diciembre.
Fue hasta el año de 1666, siendo el obispo de Guadalajara el Sr. Excmo. D. Francisco
Verdín de Molina, cuando se instituyó ese día el preciso para la fiesta de la Virgen que aquí se
venera y fue ese año cuando oficialmente se celebró la fiesta de Nuestra Señora de San Juan de
los Lagos, la más grande y famosa de cuantas hasta entonces se habían celebrado (Ruezga, 1995).
Al final del siglo XVIII acudían a la feria unas 35 mil personas entre comerciantes y
peregrinos. Debido a la influencia, en 1797 el rey de España, Carlos IV concedió a San Juan de
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los Lagos el privilegio de una feria anual con exención de alcabalas. Llegó a ser tal su relevancia
en la Nueva España y en el extranjero, al grado que Ignacio Allende había propuesto a Miguel
Hidalgo que el levantamiento se hiciera ahí durante los días de la feria en diciembre de 1810,
pero al ser descubierta la conspiración se tuvo que adelantar al 16 de septiembre en Dolores
Hidalgo. Durante la guerra de independencia fue suspendida la feria y habiéndose consumado,
volvió a celebrarse, siendo entre 1846 y 1856 su mayor apogeo con una afluencia de hasta 150
mil visitantes, para 1880 acudían sólo 50 mil, ya que muchos de ellos habían trasladado, la fecha
de sus peregrinaciones a otra época del año (AA. VV.).
La fiesta del 8 de diciembre, de la Inmaculada Concepción, se sigue celebrando hasta
estos días, sin realizarse ya la feria comercial por tal motivo; ahora es solamente una de las
festividades religiosas a la que acuden en su mayoría personas de la localidad aunque también
asisten foráneos al santuario de la Virgen, la Catedral Basílica. Yo como sanjuanense, he
centrado mi interés de investigación en inquirir los significados en la construcción de la
identidad que deriva de esta práctica de culto que se sigue perpetuando y de la que he formado
parte desde la contemplación.
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MARCO CONCEPTUAL INICIAL
La historia y crecimiento de San Juan de los Lagos han sido sobre los ejes de la religión y el
comercio, factores generadores de sentido, esenciales para la convivencia sociocultural. En lo que
compete a esta investigación, la mirada hacia San Juan de los Lagos será sobre el eje de la
religión, con enfoque en los integrantes locales del cortejo de la Virgen.
Según John Powell (1991) “la palabra religión se deriva de la palabra latina religare, que
significa volverse a comprometer. Mediante su práctica de la religión, el hombre se vuelve a
comprometer con Dios, el cual es su alfa (origen) y omega (destino).” La religión es una práctica
con un imaginario social de trayecto para volver a unir con un ser superior. En San Juan se dice
que la vida es un peregrinar sobre esta tierra, de ahí que las peregrinaciones sean recorridos cuyo
culmen es ante una imagen con atributos divinos, en este caso, la Virgen de San Juan. Entonces,
“en la peregrinación se camina hacia los lugares sagrados para recibir el beneficio de lo
sobrenatural” (González, 2011: 78).
El tema de la religión, entendida como una forma social de relación con la divinidad,
independientemente del credo, nos obliga a tratar y hablar de sistemas, de creencias, de
expresiones y comportamientos que todas las civilizaciones han tenido y de desplazamientos
hacia un “lugar sagrado” con fines religiosos.
Ejemplos singulares de los primeros desplazamientos por motivación religiosa: el pueblo
helénico en el siglo VIII a. C.; los desplazamientos del antiguo pueblo de Israel, o bien, los viajes
registrados durante la Edad Media por los peregrinos de diferentes religiones (Ruezga y
Martínez, 2006: 169).
Vemos que la religión, en la historia de las culturas, independientemente del catolicismo
ha sido el espacio de generación de significados por excelencia, como dice González (2011:
117):
No hay ninguna cultura que haya permanecido pura y fiel a sus inicios, sean cuales fueren, no
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hay ninguna religión que no haya experimentado en su interior procesos de sincretismo por los
cuales ha incorporado elementos extraños venidos de fuera.
La construcción de las significaciones de esos procesos sincréticos son el objeto de
estudio en las representaciones sociales de los integrantes locales del cortejo de la Virgen durante
las peregrinaciones que se realizan dentro de la Catedral, en otros templos o recintos a los que
llevan de visita la imagen peregrina3 –una réplica de la Virgen de San Juan–.
Estos rituales tienen el contenido simbólico de la caminata para recibir el beneficio de lo
sobrenatural. Todo ritual es en cierto modo, una manera que tiene el hombre de decirse a sí
mismo que no está solo en el mundo y que es parte tanto de un grupo social como de un sistema
de significaciones. (González, 2011: 77).
Émile Durkheim, Erving Goffman y Randall Collins (2009: 19), mencionan el término
ritual como un mecanismo que enfoca una emoción y una atención conjuntas, generando una
realidad temporalmente compartida. En esta investigación el ritual refiere al peregrinar y a la
conjunción de elementos de las representaciones sociales que están relacionadas con la identidad.
En general, el catolicismo es mucho más que folklore y costumbrismo, es codificación
simbólica de memoria colectiva y de procesos de identidad y organización (González, 2011: 80).
Situados en el plano de los grupos y las colectividades, podemos definir la identidad como:
la (auto y hetero) percepción colectiva de un “nosotros” relativamente homogéneo y estabilizado
en el tiempo (in-group), por oposición a “los otros” (out-group), en función del (auto y hetero)
reconocimiento de caracteres, marcas y rasgos compartidos (que funcionan también como signos
o emblemas), así como de una memoria colectiva común (Giménez, 2005).
Puede decirse que la identidad representa de cierta forma el lado subjetivo de la cultura.
3 La Virgen Peregrina es una réplica de la imagen original de la Inmaculada Concepción, que es llevada a distintos sitios dentro de San Juan o a otras ciudades con motivo de celebraciones especiales.
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PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El mundo social se reproduce en situaciones de interacción donde los actores son activos
ejecutores y productores de la sociedad a la que pertenecen (Guber, 2011). La peregrinación es
la práctica social como manifestación en el objeto de estudio. Peregrinar refiere al ir en romería a
un santuario por devoción o por voto (RAE, 2015). En San Juan se realizan peregrinaciones a
pié, en vehículo, incluso en bicicleta. Los turistas son llamados “peregrinos” y asisten al
santuario realizando esta práctica por la devoción hacia la Virgen y/o para pagarle alguna manda
por promesas hechas. Los sanjuanenses también hacen peregrinaciones a la Catedral de acuerdo
a las festividades marianas o por motivo de las fiestas patronales.
Las peregrinaciones locales van encabezadas por el cortejo de la Virgen que va
anunciando y resguardando alguna imagen mariana, ya sea en un estandarte, alguna réplica o la
misma Virgen de San Juan. En este último caso, sólo es el 15 de agosto durante la misa de la
fiesta de la Asunción cuando la imagen original de la Virgen de San Juan es llevada de su nicho
hacia el atrio de la Catedral para la celebración ante millares de personas.
El cortejo de la Virgen que se presenta el día 8 de cada mes en la Catedral está formado
por los danzantes y la Corte de Honor: guardias, damas, caballeros, damitas y pajes. El resto de
las personas que forman la peregrinación, son fieles que le tienen devoción a la Virgen.
Los danzantes son un conjunto llamado “los pasingues” integrado por hombres y
mujeres adultos, niñas y niños con vestimenta de color rojo: camisa, medias y falda con
canutillos y motas de estambre, sandalias de cuero con varias suelas y penacho de plumas de
colores. Ellos danzan al ritmo de la tambora con sonaja y flecha en mano. Las damas de la
Virgen son mujeres adultas que dirigen algunos de los cantos y oraciones, llevan una banda
atravesada en el pecho como distintivo. Las damitas y los pajes son niñas y niños entre 4 y 11
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años que asisten vestidos de gala de color azul con blanco; las niñas usan una tiara de flores
blancas y los niños un sombrero blanco con plumas. Los caballeros visten traje negro con una
banda en el brazo como distintivo. Los guardias visten uniforme de gala estilo cortesano color
blanco y azul, llevan casco y espada, ellos son los custodios de la Virgen.
Todos estos elementos se congregan como una manifestación cultural y religiosa que se
fusionan y sintetizan en la práctica de culto durante la peregrinación y el rezo.
En este contexto se ubica la pregunta de investigación:
¿Cuáles son los significados de los elementos del cortejo de la Virgen de San
Juan y de qué manera construyen la identidad y la religiosidad en los
integrantes de la Corte de Honor y los danzantes locales?
El objeto de estudio delimita a los sujetos solamente adultos, ya que las niñas y niños –
danzantes, pajes o damitas– al crecer pueden o no seguir formando parte del cortejo, pero en el
caso de los adultos les es conferido un distintivo como compromiso de lealtad y honor hacia la
Virgen que es expresada en estas manifestaciones de veneración y culto: las peregrinaciones.
El catolicismo popular se ha configurado en América Latina desde profundos procesos
sincréticos (González, 2011: 146). Estas peregrinaciones locales y los integrantes del cortejo son
parte de ese proceso que sigue vigente hasta estos días.
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OBJETIVOS
Con esta investigación se busca conocer las significaciones de los elementos del ritual de
peregrinación como práctica social y de culto, que se ha mezclado derivando en un sincretismo
religioso, entendido como una síntesis simbólica funcional, dentro de la religión católica a partir
de la fusión de elementos provenientes de dos sistemas religiosos distintos y previos (González,
2011: 129).
En el cortejo de la Virgen, los danzantes bailan, se mueven, tocan el tambor, hacen
música y anuncian; y los guardias custodian, hacen una barrera, enmarcan la procesión y llevan
en hombros a la Virgen, la van escoltando en todo momento. Las damas dirigen cantos y
oraciones durante la peregrinación y el rezo de La Salve Regina. Las damitas y pajes son parte de
la alegoría de la celebración.
La investigación será esa búsqueda por conocer lo simbólico, que es el mundo de las
representaciones sociales materializadas en formas sensibles. Estas “formas simbólicas” según
Giménez (2005) pueden desglosarse en:
1) La problemática de los códigos sociales, como sistemas articulatorios de símbolos en
diferentes niveles en el contexto apropiado.
2) La problemática de la producción de sentido, de ideas, representaciones y visiones
del mundo, tanto del pasado (capital simbólico), como del presente (innovación de
valores).
3) La problemática de la interpretación o del reconocimiento, que permite comprender
la cultura también como “gramática de reconocimiento” o de “interconocimiento”
social.
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ESTADO DE LA CUESTIÓN
La Corte de Honor se fundó a principios del siglo pasado, un 26 de mayo y han pasado ya cinco
generaciones. Para formar parte de ella, los integrantes se preparan durante tres años y luego
reciben su distintivo con la leyenda “La vida por nuestras creencias”. Cuentan con una mesa
directiva de damas y de caballeros con su respectivos: presidentes, vice-presidentes, secretarios y
tesoreros. Los caballeros sesionan cada día 7 del mes y las damas cada día 8, es decir, el día de la
Salve, las damas se reúnen desde las 6:30 de la tarde y luego asisten a la misa de 7:30 en la
Catedral para culminar con la peregrinación.
Los danzantes son conjuntos mixtos, varoniles o femeniles que se presentan en las fiestas
religiosas con su indumentaria e instrumentos típicos prehispánicos. Tocan una o dos tamboras
y danzan encabezando la peregrinación junto a los demás elementos del cortejo.
El día 8 de cada mes, se conmemora la Inmaculada Concepción, ese día es de rigor la
presencia del cortejo de la Virgen durante la celebración de la misa de 7:30 de la noche en la
Catedral, la cual es presidida en ocasiones por algún obispo foráneo o por sacerdotes de la
diócesis. Al terminar la misa, la imagen de la Virgen Peregrina es llevada en hombros por los
guardias desde la sacristía, cruza el altar, sale por una puerta lateral y recorre el atrio para luego
entrar por la puerta principal de la Catedral. En esta procesión, el cortejo inicia con los
danzantes, seguido de un caballero y dama que sostienen un estandarte con la imagen de la
Virgen de San Juan, después los guardias que sostienen a la Virgen. Entre el cortejo también van
los sacerdotes, pero ellos no serán sujetos de estudio en esta investigación, ya que ellos no
forman parte del catolicismo popular, sino del catolicismo oficial (González, 2011: 69). Sin
embargo, ambos grupos están unidos por lazos de identidad religiosa. Al entrar de nuevo toda la
procesión a la Catedral, se reza La Corona a la Virgen y La Salve Regina después.
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También se presentan los danzantes y la Corte de Honor para custodiar a la Virgen
Peregrina en algunas fiestas patronales desde otros templos hacia la Catedral; y en celebraciones
religiosas especiales como el 8 de mayo, en que se conmemora la visita del Papa Juan Pablo II a
San Juan de los Lagos y se celebra una misa en la explanada donde el santo ofició aquel 8 de
mayo de 1990.
Las damas y los caballeros de la Corte de Honor además deben acompañar a la Virgen
Peregrina en sus recorridos por otras ciudades del país o al extranjero, su constante es que están
comprometidos siempre a acompañar a la Virgen de San Juan.
Las peregrinaciones, por lo tanto, pueden considerarse dentro de los rituales, cuyos
estudios desde la antropología cultural tienen un sentido más próximo al de “puerta hacia lo
trascendental” y desde la microsociología su aproximación es la de “manantial local de acción”
(Collins, 2009: 22).
Existen varios estudios históricos sobre “La Feria de San Juan de los Lagos” (Romero et
al., 1992) y algunos otros sobre las peregrinaciones como motor de turismo religioso (Ruezga y
Martínez, 2006: 167).
Las peregrinaciones realizadas en San Juan de los Lagos en honor de la Virgen, enmarcan
las llamadas “Fiestas Marianas” (AA. VV.):
• La Candelaria o de la Presentación del Niño Jesús al Templo. Data de 1870 y se celebra
del 23 de enero al 2 de febrero.
• La Asunción, se celebra del 1º al 15 de Agosto. Es una de las fiestas más antiguas, data
de 1655.
• La Inmaculada Concepción, ya mencionada, data de 1666. Se conmemora el día 8 de
cada mes.
• Fiestas de Mayo, mes dedicado a la Virgen María, remontan al 1872, cuando el capellán
del santuario Don Francisco Gómez celebrara este mes con solemnidad.
De todas estas festividades existen crónicas e informes turísticos, debido a la derrama
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económica que genera la afluencia de los peregrinos que asisten a venerar la Virgen.
Desde la óptica de los estudios sociales, y con la intención de abonar a ellos, es mi
pretensión la realización de dicha investigación con las mencionadas delimitaciones temporal,
social y espacial.
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ESTRATEGIA METODOLÓGICA PREVISTA
Para llevar a cabo la investigación, la estrategia es a través del método cualitativo, ya que esta
perspectiva pretende encontrar lo distintivo, lo propio, lo que diferencia aquello que estamos
explorando del conjunto al que está integrado. Esta postura se caracteriza por dar prioridad a la
interpretación a través de descripciones (Maciel, 2006). También Alfred Schütz afirma que los
hechos sólo se hacen relevantes por medio de su selección e interpretación (Flick, 2012).
Como herramientas metodológicas se plantea la etnografía, partiendo del análisis
documental, también incluye observación participante, entrevistas semiestructuradas, entrevista
a profundidad y registro fotográfico.
A través de la etnografía se persigue la descripción o reconstrucción analítica de carácter
interpretativo de la cultura, formas de vida y estructura social del grupo investigado (Rodríguez,
1996). La observación participante permite dar cuenta de los fenómenos sociales a partir de la
observación de contextos y situaciones en que se generan los procesos sociales (Sánchez, 2001).
En este caso los observables considerados serán la indumentaria que usan los elementos del
cortejo, las funciones o desempeño que realizan durante la procesión y el orden en que se
presentan durante la celebración.
En el estudio de la cultura comenzamos con nuestras propias interpretaciones de lo que
nuestros informantes son o piensan que son y luego las sistematizamos (Geertz, 1973).
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BIBLIOGRAFÍA Arvizú, A. (2010). La Ruta Cristera. Contenido, (562), 80-87 Collins, R. (2009). Cadenas de rituales de interacción. México: Anthropos Editorial. Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Flick, U. (2012) Introducción a investigación cualitativa. Madrid: Morata/Paidea. Gálvez, M.; Ibarra, A.; (1997) Comercio local y circulación regional de importaciones: la feria de San Juan de los Lagos en la Nueva España. En Historia Mexicana. Colegio de México. Pp. 581-616 Geertz, C. (1973): Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura. En La interpretación de las culturas. Barcelona Giménez, G. (2005) Teoría y análisis de la cultura. México: CONACULTA. González, J., Ochoa, M. (2011) La fuerza de la identidad: religión popular, cultura y comunidad. México: CONACULTA; Saltillo, México: Universidad Autónoma de Coahuila. Guber, R. (2011) La etnografía. Método, campo y reflexividad. Buenos Aires: Siglo XXI. La Virgen de San Juan y su Santuario (2008) Diócesis de San Juan de los Lagos. ISBN 968-7669-84-5 Maciel, M. (2006) Elementos para una propuesta educativa de un museo interactivo de ciencia, tecnología y cultura en el estado de Colima. (Tesis para la obtención de grado de Maestra en Comunicación de la Ciencia y la Cultura) Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Tlaquepaque, Jalisco. Powell, J. (1991) ¿Por qué tengo miedo de Amar? Editorial Universo México. Rodríguez, G. et al. (1996) Métodos de investigación cualitativa. En Metodología de la investigación cualitativa. Ediciones Aljibe. Romero, S. (1992) La feria de San Juan de los Lagos. En Visiones y Creencias: Anuario Conmemorativo del V Centenario de la Llegada de España a América. Universidad Autónoma Metropolitana. Pp. 157-183 Real Academia Española (2015). Recuperado el 15 de Noviembre de 2015 de: http://lema.rae.es/drae/ Ruezga, S. (1995) San Juan de los Lagos, Ciudad Colonial, su Historia y su Gente.
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Ruezga, S. y Martínez, R. (2006) El turismo por motivación religiosa en México. El caso de San Juan de los Lagos. En Patrimonio Cultural y Turismo. CONACULTA. Sánchez, R. (2001) La observación participante como escenario y configuración de la diversidad de significados. En: Tarrés, M.L. (Coord.). Observar, escuchar y comprender. Sobre la tradición cualitativa en la investigación social. Porrúa. México. Pp. 97-131 Santoscoy, A. (S/F) Historia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.