gustavo benites jara
DESCRIPTION
La democracia en nuestro país tiene bases frágiles y muy vulnerables frente a situaciones de crisis económica. es por ello que el autor ve primordial investigar a profundidad sobre este temaTRANSCRIPT
Democracia y violencia en América Latina
RESUMEN
El presente escrito analiza la relación que
existe entre democracia y violencia en
América Latina, acudiendo a diversos
informes de la CEPAL, la ONU y estudios de
diferentes autores. Este trabajo tiene como
busca definir la democracia que los países
latinoamericanos necesitan, la cual se
semienta en los derechos adyacentes a
todos los seres humanos.
Palabras Clave: Democracia. Violencia.
Riquezas. Poder. Élites. Latinoamérica.
Ideologías.
ABSTRAC
The present paper examines the relationship
between democracy and violence in Latin
America, going to various reports from
ECLAC, the UN and studies of different
authors. This work is to define democracy for
Latin American countries need, which is half-
integral in the right adjacent to all human
beings.
Keywords: Democracy. Violence.
Wealth. Power. Elites. Latin America.
Ideologies.
(1)Doctor en Educación, docente del
Departamento Académico de
Filosofía y Arte.
INTRODUCCIÓN
La coyuntura que atraviesa américalatina
respecto a la llamada democracia, es muy
poco tratada, a pesar de ser un tema que
afecta a millones de seres humanos y que
diferentes organismos internacionales
demuestran que este sistema político tiene
fallas, la democracia latinoamericana sigue
avanzando en el marco de la llamada
democratización global. La pobreza es una
de los principales males de esta sociedad, y
en los países latinoamericanos está presente
en un elevado índice; adicionalmente a este
mal social se suma la desigualdad, la
discriminación y exclusión social.
La lucha para lograr la democracia ha sido
siempre violenta, es por eso que la confianza
de los pueblos se ve maltratada por la
historia sangrienta de cada nación, cuyos
combatientes: el ejército y el pueblo, eran
hermanos de nacionalidad. La democracia
alcanzada no ha logrado incluir a toda una
nación, debido a la complejidad que
representan cada uno de los ciudadanos y
estos en conjunto.
CONTENIDO
Las fuerzas orientadas al fortalecimiento de
la democracia en América Latina crecen,
pero también las resistencias expresadas en
diversas formas, abiertas unas, pero las más
DEMOCRACY AND VIOLENCE IN LATIN AMERICA
(1) Gustavo Adolfo Benites Jara
125
de las veces de manera soterrada, en una
suerte de permanencia de enclaves
autoritarios (1). Así, se da el continuismo de
élites enriquecidas y poderosas que se
resisten a la democratización y que han
producido en contrapartida millones de
pobres, como lo demuestran los diversos
informes de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) y otros
organismos e instituciones que estudian esta
delicada situación. En el documento
Panorama social de América Latina 2006 de
la CEPAL se presentan las más recientes
estimaciones de la magnitud de la pobreza.
Estas indican que en el 2005, el 39,8% de la
población de la región vivía en condiciones
de pobreza (209 millones de personas) y un
15,4% de la población (81 millones de
personas) vivía en la pobreza extrema o la
indigencia. Además, según la misma CEPAL
(2007), y algunos informes del Banco
Mundial y la ONU, en América Latina y El
Caribe aún perduran la extrema desigualdad
y diversas formas de discriminación y de
exclusión social que se remontan a un lejano
pasado-(2)(3).
P o r o t r a p a r t e , l a e x i g e n c i a d e
democratización se ha ido extendiendo y
profundizando. Cada vez más instituciones
de diversa índole, grupos y países exigen que
haya democracia. Esto se da en el marco de la
llamada democratización global que, aun
cuando obedece a tendencias del periodo,
no ajenas a intereses y búsquedas de
hegemonías globales o regionales, no puede
ocultarse el hecho de ser también una
histórica aspiración popular.
Pero, así como se dan estos anhelos
democratizadores, existen sectores en los
cuales no se puede confiar para la
democratización(4). Esta desconfianza se
basa en sus inclinaciones autoritarias
demostrada a través de la historia, llámense
F u e r z a s A r m a d a s , b u r g u e s í a s
l a t inoamer i canas o de te rminados
segmentos de la clase política, los mismos
que enfrentados a la necesidad de
superación de la pura democracia formal se
resisten a un desarrollo de la democracia
integral, a pesar de sus perfiles ideológicos
l i b e r a l e s y s u a u t o c o m p l a c e n c i a
democratizadora. Nos encontramos en
América Latina en la fase de un ciclo histórico
de largo aliento, en donde se busca superar
el autoritarismo y transitar hacia la
democracia. Sin embargo, aun cuando esta
tendencia se observe objetivamente, no
garantiza que sea irreversible: la evidencia
empírica sugiere que la democracia
latinoamericana es volátil y bien puede
afirmarse que la reversión a esa tendencia es
posible(5).
De este modo, es factible que esos
sectores puedan revivir prácticas y teorías
caducas contrarias a la participación y
desarrollo pleno de las mayorías. Se ha
demostrado que la humanidad no avanza
necesariamente a etapas superiores, en el
sentido del progreso histórico que había
desarrollado el discurso racionalista de la
Ilustración. Las élites se encuentran ubicadas
en posiciones dominantes y son siempre
propensas a la imposición de su voluntad e
intereses; pues, como bien afirma Reinhard
Friedman (1994:9), en América Latina "los
sistemas democráticos son también
inestables, pues afrontan el peligro de
involución autoritaria". En igual sentido,
Mattelart (2000: 379) analiza la tendencia a la
ingobernabilidad de las democracias
occidentales: “Las democracias occidentales
son ingobernables. Se multiplican los
factores de desestabilización. En economía,
las palabras clave son ahora redespliegue,
austeridad”. Y más adelante: “Cuanto más
democrático es un sistema más expuesto
está a amenazas intrínsecas. En el transcurso
de los últimos años, parece indudable que el
funcionamiento de la democracia ha
provocado un derrumbamiento de los
medios tradicionales de control social, una
deslegitimación de la autoridad política y
otras formas de autoridad y una sobrecarga
de exigencias dirigidas al gobierno,
exigencias que excede de la capacidad que
tiene de satisfacerlas”.
Pero no sólo en las élites dominantes
se encuentra la fuente erosiva de la
126
democracia, sino también existe en la
ciudadanía una actitud desconfiada hacia
aquella. En el Informe del PNUD sobre La
democracia en América Latina (2004)(6),
luego de una exhaustiva investigación, se
afirma que el apoyo que los ciudadanos dan
a la democracia es un componente clave de
su sustentabilidad y que la experiencia
histórica enseña que las democracias fueron
derribadas por fuerzas políticas que
contaban con el apoyo (o, por lo menos, la
pasividad) de una parte importante, y en
ocasiones mayoritaria, de la ciudadanía. Las
democracias se tornan vulnerables cuando,
entre otros factores, las fuerzas políticas
autoritarias encuentran en las actitudes
ciudadanas terreno fértil para actuar. De ahí
la importancia de conocer y analizar los
niveles de apoyo con que cuenta la
democracia en América Latina. Con ese
propósito, un sólido y experimentado
equipo de investigadores, bajo la
coordinación de Dante Caputo, realizó una
encuesta sobre las percepciones ciudadanas
de la democracia. Incluyó 18.643 casos,
cubriendo una población de más de 400
millones de habitantes en los dieciocho
países comprendidos en el informe(7). Una
primera mirada a las percepciones
ciudadanas sobre la base de las anteriores
encuestas de Latinobarómetro(8) indica que
hacia 1996 el 61 por ciento de los
entrevistados a nivel de la región prefería la
democracia respecto de cualquier otro
régimen; hacia 2002 era el 57 por ciento. Esa
preferencia por la democracia no implica
necesariamente un firme apoyo. En efecto,
muchas personas que dicen preferir la
democracia frente a otros regímenes tienen
actitudes poco democráticas en relación con
diversas cuestiones sociales. En el año 2002,
casi la mitad (48,1 por ciento) de los
encuestados que decían que preferían la
democracia a cualquier otro régimen,
prefería igualmente el desarrollo económico
a la democracia, y un porcentaje semejante
(44,9 por ciento) que decía preferir la
democracia estaba dispuesto a apoyar a un
gobierno autoritario si éste resolvía los
problemas económicos de su país (negritas
GBJ) (PNUD 2002: 136).
En nuestro país, en la investigación
de Martín Tanaka Gondo y Patricia Zárate
Ardela (2002), Valores democráticos y
participación ciudadana en el Perú 1998 –
2001, se concluye que “la democracia sigue
teniendo bases frágiles y es muy vulnerable
frente a situaciones de crisis económica
(negritas GBJ). Los terremotos políticos y los
cambios en el ámbito del régimen político no
se han visto acompañados con cambios
actitudinales y valorativos más de fondo: se
mantiene la desconfianza frente a las
instituciones políticas, la adhesión a valores
democráticos es mayoritaria pero incierta, y
continúa estando presente una fuerte
insatisfacción frente al funcionamiento de la
democracia (fuerte incluso tomando en
cuenta parámetros latinoamericanos)”.
Estos investigadores agregan que
ello se da, en gran medida, porque las
condiciones de vida de los ciudadanos no
han cambiado en medio de los cambios
políticos; es decir, la magnitud de los
cambios democráticos en el plano
institucional no se han visto acompañados
por cambios en los valores frente a la
democracia, lo cual cuestiona la imagen,
manejada por muchos, de que la transición
política ocurrida entre 1999 y 2001 fue
consecuencia de una toma de conciencia
ciudadana que cuestiona un orden
autoritario. Y continúan afirmando que,
según muchos autores y comentaristas
políticos, en la base de la transición
democrática ocurrida en estos años habría
estado una suerte de despertar democrático
y una sociedad más interesada en la esfera
pública y política, con una mayor valoración
de los principios democráticos, más
organizada, que se moviliza para hacer valer
sus derechos; esto habría estado a la base de
la caída del fujimorismo y que, desaparecido
éste, asistiríamos a profundos cambios en la
dinámica de funcionamiento de las
instituciones, que dejarían atrás una lógica
de control y manipulación, para dar paso a
una lógica de autonomía, a procesos de
cambio y reforma en los que el equilibrio y la
división de poderes son los principios
127
rectores. Sin embargo, Tanaka y Zárate
concluyen que los resultados de la encuesta
realizada cuestionan este diagnóstico. Si
bien los cambios pueden ser reales, ellos no
son percibidos por los ciudadanos. Lo que
más llama la atención en la encuesta de 2001
es que la mayoría de variables de este
estudio no muestran variación y, lo que es
peor, algunas cosas han cambiado en un
sentido preocupante; es decir, la propia
democracia es cuestionada y se muestra
frágil (negritas GBJ).
Por su parte, Sinesio López Jiménez (2007), al
analizar los resultados de la encuesta de la
Pontificia Universidad Católica sobre la
democracia en el Perú, manifiesta que la
e v a l u a c i ó n d e é s t a h a b a j a d o
significativamente, la insatisfacción y
Fuente: Encuesta de Opinión - IOP de la PUCP – Julio de 2007
Así mismo, Pepi Patrón (2007),
filósofa y profesora de la PUCP, manifiesta su
preocupación por las frágiles bases
democráticas en nuestro país y cuestiona
que no se atiendan los problemas más
necesarios, como la desigualdad extrema,
frente a lo cual, nos dice, “tenemos que
invocar la importancia de la indignación
moral frente a un gobierno que no parece
tener la pobreza extrema entre sus
prioridades”(10).
Con parecidas preocupaciones se
expresa el ex Secretario General de la ONU,
Koffi Annan, quien, luego de analizar la
tradición democrática de América Latina, se
pregunta: “¿Por qué, entonces, esa falta de
confianza en sí mismo? ¿Cuál es el motivo de
las frustraciones expresadas en los estudios y
debates en torno al informe sobre la
democracia que ha sido patrocinado por el
Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo? Sus autores han planteado una
enojosa paradoja: América Latina ha forjado
una excelente tradición democrática, pero la
democracia aún no ha logrado responder
realmente a las aspiraciones de los pobres de
la región. El voto no ha producido un trabajo
estable ni una mesa bien provista ni
derechos de propiedad, y para muchos
pueblos indígenas ni siquiera un sentido de
verdadera participación en la vida política de
En general, ¿qué tan satisfecho está usted con el funcionamiento de la democracia en el Perú: muy satisfecho, satisfecho, insatisfecho o muy insatisfecho?
128
sus países. La democracia todavía no logra
derribar las barreras de la exclusión. Hoy en
día, en algunos sectores, incluso se le pone
en entredicho por ser parte del problema, y
no de la solución. De ahí la tentación de
recurrir a medios no democráticos”.
Junto a las inclinaciones autoritarias
de los grupos dominantes y la desconfianza
ciudadana, otros factores atentan contra la
consolidación democrática, tal como
afirman, por ejemplo, las
Estas iglesias
señalan el caso de Guatemala, donde ocho
de cada diez pobladores son pobres y la
violencia ha cobrado más de 3.400 víctimas
en lo que va de 2006, mientras que aumentan
las demandas campesinas por acceso a la
tierra. Y no solamente en Guatemala se dan
estas diversas manifestaciones de violencia
permanente en la vida social, sino en
numerosos países de América Latina y el
Caribe.
En realidad no se necesita mucha
perspicacia para constatar esta dramática
situación: detenciones ilegales, secuestros,
violaciones, narcotráfico, homicidios,
pandillas juveniles, inseguridad ciudadana,
movilizaciones, invasión de terrenos, tomas
de locales y vías de comunicación, huelgas
de hambre, levantamientos armados, actos
terroristas, represión estatal, torturas,
desapariciones, atentados, trata de
personas, comercio de órganos humanos,
prostitución, pornografía infantil, hambre,
enfermedades, desempleo, pobreza y otras
expresiones de violencia que, sin lugar a
ninguna duda, socavan cualquier proceso de
democratización.
En este pavoroso panorama, uno de
los sectores más afectados siguen siendo los
indígenas y entre ellos las mujeres, quienes
son víctimas no sólo del racismo y sexismo,
sino de estrategias específicas en contra de
sus más mínimos derechos y garantías
individuales. La feminización de la
iglesias que
integran el Foro Ecuménico por la Paz y la
Reconciliación y advierten sobre un eventual
colapso de la democracia, por el incremento
de la violencia y la pobreza.
pobreza(11) así como la violación como
parte de una estrategia de guerra de baja
intensidad son un ejemplo. Al mismo tiempo,
la represión y el hostigamiento hacia
organizaciones sociales, civiles, partidos de
oposición, periodistas, observadores, etc., ha
sido la única respuesta de los gobiernos
frente a la demanda de mejores condiciones
de vida de la población. Como consecuencia
de esta represión cotidiana, muchos
luchadores sociales y defensores de los
derechos humanos, se han visto en la
necesidad de abandonar sus países de
origen para salvar sus vidas -y muchas veces-
las de sus familias.
Se da, pues, en América Latina, una
relación muy marcada entre democracia y
violencia, por las numerosas experiencias en
casi todos los países de la región. Hay
diversos análisis sobre esta realidad y sus
conceptos, no existiendo homogeneidad al
r e s p e c t o , p u e s s e m a n i f i e s t a n
e n t e n d i m i e n t o s r e d u c c i o n i s t a s o
simplificadores de los términos señalados,
como es el caso de la democracia, concepto
que se reduce a la formalidad eleccionaria
cada cierto tiempo, sin considerar la
denominada democracia integral y su
radicalización, paradigma que cada vez se
impone más en la comprensión académica,
social y cultural de los diversos países de
América Latina y del mundo(12). Igual
sucede con el concepto violencia, siendo
considerado unilateralmente como la
expresión del descontento de grupos
sociales, cuya máxima y condenable
expresión, se dice, es la violencia armada,
pero se obvia, por ejemplo, que la pobreza
en sí misma ya es una forma de violencia.
En base a lo señalado, nos hemos
planteado el siguiente problema: ¿qué
relación hay entre democracia y violencia en
América Latina?, proponiendo la siguiente
hipótesis: existe una relación de recíproca
influencia entre democracia y violencia, pues
la violencia y sus diversas manifestaciones,
particularmente la pobreza, impiden la
profundización y consolidación de la
democracia y la ausencia o debilidad de ésta
129
agrava las manifestaciones de violencia y
que sólo el desarrollo de una democracia
integral y su radicalización es la respuesta
sociopolítica adecuada a las persistentes
situaciones de violencia de distinto tipo y
significación que se desarrollan en América
Latina, como lo que viene ocurriendo, por
ejemplo, en Guatemala, Brasil, Colombia,
Perú, el Caribe o México, una de cuyas
últimas y trascendentales manifestaciones
en este último país fue el levantamiento
armado del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional en Chiapas, cuyos actores
demandaban centralmente una democracia
auténtica(13) en un país pauperizado y que
es una cabal muestra del fracaso de las
políticas neoliberales que se impusieron en
Latinoamérica desde la década de los 80, sin
olvidar, claro está, la dictadura terrorista de
Pinochet en la década de los 70.
El propósito central de nuestro
estudio es analizar las relaciones entre
democracia y violencia en América Latina,
a b o r d a n d o m ú l t i p l e s r e f e r e n c i a s
documentales y una aproximación
hermenéutica al texto de la realidad social.
A s i m i s m o , e s t u d i a m o s d i v e r s a s
concepciones de democracia, distinguiendo
entre democracia elitista y democracia
integral, así como buscamos definir,
caracterizar y clasificar la violencia,
enfatizando que la pobreza es una de sus
más graves manifestaciones. Igualmente
describimos el desarrollo de aquella en
América Latina y, finalmente, proponemos la
radicalización de la democracia como
alternativa transformadora de la grave
situación que viven nuestros países,
particularmente el Perú, los mismos que no
han logrado una verdadera paz ni una
auténtica democracia.
3. CONCLUSIONES
Llegado al fin de nuestro trabajo, se
hizo patente la estrecha e inescindible
relación entre democracia y violencia,
mediada por la pobreza, siendo violencia ella
misma. Esta relación se ha patentizado en
América Latina y en nuestro país. La una, la
democracia no desarrollada y débil, es
condición de la otra, la violencia. Ésta,
acrecentada en las actuales condiciones de
vida, se manifiesta de múltiples modos,
siendo la pobreza la mayor expresión de la
violencia estructural, la cual impide la
realización democrática. Se implican
mutuamente, pues la una se desarrolla si la
otra no existe, es decir la violencia, pero ésta
se acrecienta si aquella, la democracia, no se
realiza integralmente.
La democracia elitista, concebida
como instrumento, como medio o
procedimiento para la alternancia de los que
nos gobiernan, es totalmente insuficiente. Es
una concepción y una práctica importante,
pero ideologizada por los intereses de clase y
por los dominadores globales y sus adláteres
latinoamericanos.
Por ello, la necesidad de una
democracia integral y su plena radicalización
se torna muy urgente, lo cual supone y exige
la solución de múltiples aspectos de la
realidad latinoamericana: eliminación de la
pobreza que supone la plena realización de
la justicia social y el bien común, igualdad de
género, distribución del poder político,
democratización de las relaciones de poder;
acceso pleno a la educación, vivienda y
salud; consolidación y ampliación de los
derechos ciudadanos frente al poder
establecido; revocatoria y remoción de
autoridades; eliminación de la tortura y de la
represión a los movimientos sociales, los
cuales deben ser fortalecidos en sus
demandas; drástica penalización de la
corrupción, creando mecanismo de
supervisión eficientes; justa distribución de la
riqueza; protección del medio ambiente;
efect iva descentral ización pol í t ica ,
económica y administrativa; políticas
económicas de pleno empleo; eliminación
del trato denigrante a las mujeres,
penalización de la prostitución, es decir, del
usuario o prostibulario que debe ser
condenado porque la meretriz es una
víctima; drástica penalización de la trata de
menores; proyectos financiados para la
superación de la violencia ciudadana;
130
información alternativa y transparente;
consolidación de la sociedad civil y los
emergentes movimientos sociales; pleno
respeto a los movimiento nativos y políticas
radicales contra el racismo, la discriminación
y la explotación; elecciones libres en
igualdad de condiciones para todos los
part idos y todos los c iudadanos ;
fortalecimiento de la sociedad civil; plena
realización de los derechos humanos, tanto
políticos, como económicos y sociales;
mecanismos para fortalecer el pluralismo y la
tolerancia; construcción de espacios
económicos, sociales, políticos y culturales
que desarrollen la igualdad y fortalezcan la
libertad.
Exigencias deseables y posibles que
se sintetizan en el respeto absoluto al
derecho a la vida, derecho que empieza por
respetar la corporeidad, el cuerpo de todos y
todas, y culmina en una sociedad
Anotaciones:(1)Guillermo O'Donnell plantea la sugerente tesis de que luego de la última oleada de dictaduras militares han quedado en América Latina “enclaves autoritarios”. Cf. Hugo Palma “Transiciones democráticas: ¿Tareas pendientes? En Palestra, Portal de Asuntos Públicos de la PUCP.
(2)Cf. el revelador informe del Banco Mundial sobre La desigualdad en América Latina ¿Rompiendo con la historia? (2005), de Francisco H. G. Ferreira y Michael Walton, con la colaboración de Mark Beige.
(3)Cf. Pedro Franke (2007) Los nuevos dueños del Perú, en donde señala las escandalosas ganancias de las empresas mineras y de sus gerentes, comparándolas con los paupérrimos salarios de los obreros peruanos: un gerente gana S/.100.000 nuevos soles mensuales, más que 200 obreros juntos. Los propietarios de las acciones tipo C de Southern Perú Cooper Corp han ganado el año pasado más de 50 mil millones de nuevos soles, que es más de lo que ganan TODOS los obreros del Perú, de todos los sectores y empresas en un año. Asimismo otros informes puntualizan que el 54% de peruanos son pobres, de los cuales 24% viven en la extrema pobreza.
(4)Huntington (1994) nos habla de las "nostalgias autoritarias", el creer que en un sistema tutelar las cosas irían mejor. Desde otra perspectiva, el sociólogo francés Alan Touraine sostiene que el sistema de democratización “está herido y en peligro de muerte”, pues hay una crisis de participación, representación y legitimidad. Fernando Enrique
(5)Véase Modernización económica, democracia política y democracia social (1993), libro colectivo publicado por El Colegio de México.
(6)En la importante investigación del PNUD se utilizó el Índice de Apoyo a la Democracia (IAD) que es una medida-resumen para estudiar el respaldo ciudadano a la democracia. Combina los indicadores de tamaño, activismo político y distancia de las orientaciones hacia la democracia. Se estudiaron, entre otros, los siguientes problemas: Problemas de empleo, Pobreza, Desigualdad e ingresos insuficientes, Delincuencia y drogas, Violencia política, Servicios e infraestructura insuficiente y Corrupción.
(7)Los países fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela
(8)Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 19.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 400 millones de habitantes. Corporación Latinobarómetro es una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, única responsable de la producción y publicación de los datos. La Corporación Latinobarómetro, indaga sobre el desarrollo de la democracia y las economías, así como las sociedades con indicadores de opinión, actitudes, comportamientos y valores. Sus datos son usados por actores sociales y políticos, organizaciones internacionales, gobiernos y medios de comunicación. La dirección ejecutiva del estudio está a cargo de Marta Lagos
(9)La encuesta de opinión fue realizada por el IOP de la PUCP en el mes de julio de 2007 a un universo o población objetivo: Hombres y mujeres de 18 años o más, habitantes de 14 provincias urbanas principales del país. Tamaño de la muestra: 1.200 personas entrevistadas.
(10)Patrón analiza el informe de la ONG inglesa OXFAM “Pobreza y desarrollo en el Perú. Informe 2005-2006”
(11)La mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con 1 dólar o menos al día son mujeres. Además, la brecha que
separa a los hombres de las mujeres atrapados en el ciclo de la pobreza ha seguido ampliándose en el último decenio,
fenómeno que ha llegado a conocerse como "la feminización de la pobreza". En todo el mundo, las mujeres ganan como
promedio un poco más del 50% de lo que ganan los hombres
(12)Cf Llamamiento de Bamako (2006) “La democracia radical que queremos promover vuelve a aplicar todos los derechos
de la fuerza inventiva del imaginario de la innovación política”. El Foro Social Mundial reúne intelectuales y dirigentes a
nivel global.
(13)La expresión que conocemos del zapatismo ya no es la de una fuerza militar, esto se puede comprobar si atendemos
sus demandas, principios e iniciativas, que se enumeran en los siguientes puntos: 1) Trabajo, tierra, techo, alimentación,
salud, educación, información, cultura, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. 2) Dos principios; "Mandar
obedeciendo" y "Para todos todo, nada para nosotros”. Las armas no han sido abandonadas, pero aspiran a desaparecer,
Cardoso coincide con Touraine al advertir que el nudo de la crisis actual está en la deslegitimación de los espacios institucionales, y agrega que se requiere de una ''pedagogía democrática"(Rocha Monroy 2007).
131
plenamente humana, libre e igualitaria.
Democracia, pues, no sólo como
medio sino como fin, no sólo como proyecto,
sino como espacio de realización de las
aspiraciones populares, democracia como
autodesarrollo y plasmación de una utopía
posible, donde los pueblos latinoamericanos
hallen el derrotero de su horizonte histórico.
BIBLIOGRAFÍA(*)
ADRIANZEN, Alberto. “Un nuevo ciclo en
América Latina”. En Palestra, Portal de
a s u n t o s p ú b l i c o s d e l a P U C P .
http://palestra.pucp.edu.pe/index.php
2007a
“Radicalismo y democracia representativa en
la región”. Portal de asuntos públicos de la
P U C P .
http://palestra.pucp.edu.pe/index.php.
2007b
AMNISTIA INTERNACIONAL. Informe 2007.
El estado de los derechos humanos en el
mundo. Madrid, Editorial Amnistía
Internacional (EDAI), 2007.
http://thereport.amnesty.org/document/17
2
ANAN, Koffi. Democracia en América
Latina. Diario La Prensa, Nicaragua, 21 de
setiembre de 2004
http://wwwni.laprensa.com.ni/archivo/21/0
9/2004/opinion/29 /07/07.
APODACA GAONA, Mirna. La clase política.
Gaetano Mosca.
http://www.fondodeculturaeconomica.com/
s u b d i r e c t o r i o s _ s i t e / L e c t u r a s / L E C -
760104R.pdf
ARENDT, Hannah: Sobre la violencia. México,
Joaquín Mortiz, 1970.
BACHRACH, Peter: Crítica a la teoría elitista
de la democracia. Buenos Aires, Amorrortu,
1973.
BAENA SOARES, Joao: "Democracia
sostenible", en Reforma social y pobreza:
Hacia una agenda integrada de desarrollo,
Foro organizado por el BID y el PNUD, 1993,
BARRIOS MORÓN, Raúl: “La elusiva paz de la
democracia boliviana”, en Violencias
encubiertas en Bolivia, Albó, Xavier y Barrios,
Raúl (Coordinadores). La Paz, CIPCA-
ARAWIYIRI, 1993, Tomo II.
BOBBIO, Norberto: El futuro de la
democracia. México, Fondo de Cultura
Económica, 1992a
Liberalismo y democracia. México, FCE,
1992b.
Estado, gobierno y sociedad. Por una teoría
general de la política. México, Fondo de
Cultura Económica, 2004.
BORÓN, Atilio: La transición hacia la
democracia en América Latina: Problemas y
perspectivas en Modernización económica:
democracia política y democracia social.
México, El Colegio de México, 1993 .
Estado, capitalismo y democracia en América
Latina. Coleccion Secretaria Ejecutiva, Clacso,
Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Agosto 2003.p. 320. 950-9231-88-6.
Disponible en la World Wide Web:
http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/
html/libros/estado/estado.html
BRICEÑO-LEÓN, Roberto [coordinador].
Violencia, sociedad y justicia en América
Latina. Buenos Aires, CLACSO, 2001.
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libro
s/violencia/violencia.html
BUENO, Gustavo. La democracia como
ideología, en Revista Abaco Nº 12/13, 1997.
http://www.filosofia.org/aut/gbm/1997dem.h
tm
BURGOS, Juan Manuel. La democracia en la
filosofía política de Jacques Maritain.
http://www.humanismointegral.com/DOCS_
3_La_Senda_de_Maritain/330_19_Democraci
a.html#arriba.
(*) Las referencias bibliográfica son
132