gustavo benites jara

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Democracia y violencia en América Latina RESUMEN El presente escrito analiza la relación que existe entre democracia y violencia en América Latina, acudiendo a diversos informes de la CEPAL, la ONU y estudios de diferentes autores. Este trabajo tiene como busca definir la democracia que los países latinoamericanos necesitan, la cual se semienta en los derechos adyacentes a todos los seres humanos. Palabras Clave: Democracia. Violencia. Riquezas. Poder. Élites. Latinoamérica. Ideologías. ABSTRAC The present paper examines the relationship between democracy and violence in Latin America, going to various reports from ECLAC, the UN and studies of different authors. This work is to define democracy for Latin American countries need, which is half- integral in the right adjacent to all human beings. Keywords : Democracy. Violence. Wealth. Power. Elites. Latin America. Ideologies. (1)Doctor en Educación, docente del Departamento Académico de Filosofía y Arte. INTRODUCCIÓN La coyuntura que atraviesa américalatina respecto a la llamada democracia, es muy poco tratada, a pesar de ser un tema que afecta a millones de seres humanos y que diferentes organismos internacionales demuestran que este sistema político tiene fallas, la democracia latinoamericana sigue avanzando en el marco de la llamada democratización global. La pobreza es una de los principales males de esta sociedad, y en los países latinoamericanos está presente en un elevado índice; adicionalmente a este mal social se suma la desigualdad, la discriminación y exclusión social. La lucha para lograr la democracia ha sido siempre violenta, es por eso que la confianza de los pueblos se ve maltratada por la historia sangrienta de cada nación, cuyos combatientes: el ejército y el pueblo, eran hermanos de nacionalidad. La democracia alcanzada no ha logrado incluir a toda una nación, debido a la complejidad que representan cada uno de los ciudadanos y estos en conjunto. CONTENIDO Las fuerzas orientadas al fortalecimiento de la democracia en América Latina crecen, pero también las resistencias expresadas en diversas formas, abiertas unas, pero las más DEMOCRACY AND VIOLENCE IN LATIN AMERICA (1) Gustavo Adolfo Benites Jara 125

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La democracia en nuestro país tiene bases frágiles y muy vulnerables frente a situaciones de crisis económica. es por ello que el autor ve primordial investigar a profundidad sobre este tema

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Page 1: GUSTAVO BENITES JARA

Democracia y violencia en América Latina

RESUMEN

El presente escrito analiza la relación que

existe entre democracia y violencia en

América Latina, acudiendo a diversos

informes de la CEPAL, la ONU y estudios de

diferentes autores. Este trabajo tiene como

busca definir la democracia que los países

latinoamericanos necesitan, la cual se

semienta en los derechos adyacentes a

todos los seres humanos.

Palabras Clave: Democracia. Violencia.

Riquezas. Poder. Élites. Latinoamérica.

Ideologías.

ABSTRAC

The present paper examines the relationship

between democracy and violence in Latin

America, going to various reports from

ECLAC, the UN and studies of different

authors. This work is to define democracy for

Latin American countries need, which is half-

integral in the right adjacent to all human

beings.

Keywords: Democracy. Violence.

Wealth. Power. Elites. Latin America.

Ideologies.

(1)Doctor en Educación, docente del

Departamento Académico de

Filosofía y Arte.

INTRODUCCIÓN

La coyuntura que atraviesa américalatina

respecto a la llamada democracia, es muy

poco tratada, a pesar de ser un tema que

afecta a millones de seres humanos y que

diferentes organismos internacionales

demuestran que este sistema político tiene

fallas, la democracia latinoamericana sigue

avanzando en el marco de la llamada

democratización global. La pobreza es una

de los principales males de esta sociedad, y

en los países latinoamericanos está presente

en un elevado índice; adicionalmente a este

mal social se suma la desigualdad, la

discriminación y exclusión social.

La lucha para lograr la democracia ha sido

siempre violenta, es por eso que la confianza

de los pueblos se ve maltratada por la

historia sangrienta de cada nación, cuyos

combatientes: el ejército y el pueblo, eran

hermanos de nacionalidad. La democracia

alcanzada no ha logrado incluir a toda una

nación, debido a la complejidad que

representan cada uno de los ciudadanos y

estos en conjunto.

CONTENIDO

Las fuerzas orientadas al fortalecimiento de

la democracia en América Latina crecen,

pero también las resistencias expresadas en

diversas formas, abiertas unas, pero las más

DEMOCRACY AND VIOLENCE IN LATIN AMERICA

(1) Gustavo Adolfo Benites Jara

125

Page 2: GUSTAVO BENITES JARA

de las veces de manera soterrada, en una

suerte de permanencia de enclaves

autoritarios (1). Así, se da el continuismo de

élites enriquecidas y poderosas que se

resisten a la democratización y que han

producido en contrapartida millones de

pobres, como lo demuestran los diversos

informes de la Comisión Económica para

América Latina y el Caribe (CEPAL) y otros

organismos e instituciones que estudian esta

delicada situación. En el documento

Panorama social de América Latina 2006 de

la CEPAL se presentan las más recientes

estimaciones de la magnitud de la pobreza.

Estas indican que en el 2005, el 39,8% de la

población de la región vivía en condiciones

de pobreza (209 millones de personas) y un

15,4% de la población (81 millones de

personas) vivía en la pobreza extrema o la

indigencia. Además, según la misma CEPAL

(2007), y algunos informes del Banco

Mundial y la ONU, en América Latina y El

Caribe aún perduran la extrema desigualdad

y diversas formas de discriminación y de

exclusión social que se remontan a un lejano

pasado-(2)(3).

P o r o t r a p a r t e , l a e x i g e n c i a d e

democratización se ha ido extendiendo y

profundizando. Cada vez más instituciones

de diversa índole, grupos y países exigen que

haya democracia. Esto se da en el marco de la

llamada democratización global que, aun

cuando obedece a tendencias del periodo,

no ajenas a intereses y búsquedas de

hegemonías globales o regionales, no puede

ocultarse el hecho de ser también una

histórica aspiración popular.

Pero, así como se dan estos anhelos

democratizadores, existen sectores en los

cuales no se puede confiar para la

democratización(4). Esta desconfianza se

basa en sus inclinaciones autoritarias

demostrada a través de la historia, llámense

F u e r z a s A r m a d a s , b u r g u e s í a s

l a t inoamer i canas o de te rminados

segmentos de la clase política, los mismos

que enfrentados a la necesidad de

superación de la pura democracia formal se

resisten a un desarrollo de la democracia

integral, a pesar de sus perfiles ideológicos

l i b e r a l e s y s u a u t o c o m p l a c e n c i a

democratizadora. Nos encontramos en

América Latina en la fase de un ciclo histórico

de largo aliento, en donde se busca superar

el autoritarismo y transitar hacia la

democracia. Sin embargo, aun cuando esta

tendencia se observe objetivamente, no

garantiza que sea irreversible: la evidencia

empírica sugiere que la democracia

latinoamericana es volátil y bien puede

afirmarse que la reversión a esa tendencia es

posible(5).

De este modo, es factible que esos

sectores puedan revivir prácticas y teorías

caducas contrarias a la participación y

desarrollo pleno de las mayorías. Se ha

demostrado que la humanidad no avanza

necesariamente a etapas superiores, en el

sentido del progreso histórico que había

desarrollado el discurso racionalista de la

Ilustración. Las élites se encuentran ubicadas

en posiciones dominantes y son siempre

propensas a la imposición de su voluntad e

intereses; pues, como bien afirma Reinhard

Friedman (1994:9), en América Latina "los

sistemas democráticos son también

inestables, pues afrontan el peligro de

involución autoritaria". En igual sentido,

Mattelart (2000: 379) analiza la tendencia a la

ingobernabilidad de las democracias

occidentales: “Las democracias occidentales

son ingobernables. Se multiplican los

factores de desestabilización. En economía,

las palabras clave son ahora redespliegue,

austeridad”. Y más adelante: “Cuanto más

democrático es un sistema más expuesto

está a amenazas intrínsecas. En el transcurso

de los últimos años, parece indudable que el

funcionamiento de la democracia ha

provocado un derrumbamiento de los

medios tradicionales de control social, una

deslegitimación de la autoridad política y

otras formas de autoridad y una sobrecarga

de exigencias dirigidas al gobierno,

exigencias que excede de la capacidad que

tiene de satisfacerlas”.

Pero no sólo en las élites dominantes

se encuentra la fuente erosiva de la

126

Page 3: GUSTAVO BENITES JARA

democracia, sino también existe en la

ciudadanía una actitud desconfiada hacia

aquella. En el Informe del PNUD sobre La

democracia en América Latina (2004)(6),

luego de una exhaustiva investigación, se

afirma que el apoyo que los ciudadanos dan

a la democracia es un componente clave de

su sustentabilidad y que la experiencia

histórica enseña que las democracias fueron

derribadas por fuerzas políticas que

contaban con el apoyo (o, por lo menos, la

pasividad) de una parte importante, y en

ocasiones mayoritaria, de la ciudadanía. Las

democracias se tornan vulnerables cuando,

entre otros factores, las fuerzas políticas

autoritarias encuentran en las actitudes

ciudadanas terreno fértil para actuar. De ahí

la importancia de conocer y analizar los

niveles de apoyo con que cuenta la

democracia en América Latina. Con ese

propósito, un sólido y experimentado

equipo de investigadores, bajo la

coordinación de Dante Caputo, realizó una

encuesta sobre las percepciones ciudadanas

de la democracia. Incluyó 18.643 casos,

cubriendo una población de más de 400

millones de habitantes en los dieciocho

países comprendidos en el informe(7). Una

primera mirada a las percepciones

ciudadanas sobre la base de las anteriores

encuestas de Latinobarómetro(8) indica que

hacia 1996 el 61 por ciento de los

entrevistados a nivel de la región prefería la

democracia respecto de cualquier otro

régimen; hacia 2002 era el 57 por ciento. Esa

preferencia por la democracia no implica

necesariamente un firme apoyo. En efecto,

muchas personas que dicen preferir la

democracia frente a otros regímenes tienen

actitudes poco democráticas en relación con

diversas cuestiones sociales. En el año 2002,

casi la mitad (48,1 por ciento) de los

encuestados que decían que preferían la

democracia a cualquier otro régimen,

prefería igualmente el desarrollo económico

a la democracia, y un porcentaje semejante

(44,9 por ciento) que decía preferir la

democracia estaba dispuesto a apoyar a un

gobierno autoritario si éste resolvía los

problemas económicos de su país (negritas

GBJ) (PNUD 2002: 136).

En nuestro país, en la investigación

de Martín Tanaka Gondo y Patricia Zárate

Ardela (2002), Valores democráticos y

participación ciudadana en el Perú 1998 –

2001, se concluye que “la democracia sigue

teniendo bases frágiles y es muy vulnerable

frente a situaciones de crisis económica

(negritas GBJ). Los terremotos políticos y los

cambios en el ámbito del régimen político no

se han visto acompañados con cambios

actitudinales y valorativos más de fondo: se

mantiene la desconfianza frente a las

instituciones políticas, la adhesión a valores

democráticos es mayoritaria pero incierta, y

continúa estando presente una fuerte

insatisfacción frente al funcionamiento de la

democracia (fuerte incluso tomando en

cuenta parámetros latinoamericanos)”.

Estos investigadores agregan que

ello se da, en gran medida, porque las

condiciones de vida de los ciudadanos no

han cambiado en medio de los cambios

políticos; es decir, la magnitud de los

cambios democráticos en el plano

institucional no se han visto acompañados

por cambios en los valores frente a la

democracia, lo cual cuestiona la imagen,

manejada por muchos, de que la transición

política ocurrida entre 1999 y 2001 fue

consecuencia de una toma de conciencia

ciudadana que cuestiona un orden

autoritario. Y continúan afirmando que,

según muchos autores y comentaristas

políticos, en la base de la transición

democrática ocurrida en estos años habría

estado una suerte de despertar democrático

y una sociedad más interesada en la esfera

pública y política, con una mayor valoración

de los principios democráticos, más

organizada, que se moviliza para hacer valer

sus derechos; esto habría estado a la base de

la caída del fujimorismo y que, desaparecido

éste, asistiríamos a profundos cambios en la

dinámica de funcionamiento de las

instituciones, que dejarían atrás una lógica

de control y manipulación, para dar paso a

una lógica de autonomía, a procesos de

cambio y reforma en los que el equilibrio y la

división de poderes son los principios

127

Page 4: GUSTAVO BENITES JARA

rectores. Sin embargo, Tanaka y Zárate

concluyen que los resultados de la encuesta

realizada cuestionan este diagnóstico. Si

bien los cambios pueden ser reales, ellos no

son percibidos por los ciudadanos. Lo que

más llama la atención en la encuesta de 2001

es que la mayoría de variables de este

estudio no muestran variación y, lo que es

peor, algunas cosas han cambiado en un

sentido preocupante; es decir, la propia

democracia es cuestionada y se muestra

frágil (negritas GBJ).

Por su parte, Sinesio López Jiménez (2007), al

analizar los resultados de la encuesta de la

Pontificia Universidad Católica sobre la

democracia en el Perú, manifiesta que la

e v a l u a c i ó n d e é s t a h a b a j a d o

significativamente, la insatisfacción y

Fuente: Encuesta de Opinión - IOP de la PUCP – Julio de 2007

Así mismo, Pepi Patrón (2007),

filósofa y profesora de la PUCP, manifiesta su

preocupación por las frágiles bases

democráticas en nuestro país y cuestiona

que no se atiendan los problemas más

necesarios, como la desigualdad extrema,

frente a lo cual, nos dice, “tenemos que

invocar la importancia de la indignación

moral frente a un gobierno que no parece

tener la pobreza extrema entre sus

prioridades”(10).

Con parecidas preocupaciones se

expresa el ex Secretario General de la ONU,

Koffi Annan, quien, luego de analizar la

tradición democrática de América Latina, se

pregunta: “¿Por qué, entonces, esa falta de

confianza en sí mismo? ¿Cuál es el motivo de

las frustraciones expresadas en los estudios y

debates en torno al informe sobre la

democracia que ha sido patrocinado por el

Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo? Sus autores han planteado una

enojosa paradoja: América Latina ha forjado

una excelente tradición democrática, pero la

democracia aún no ha logrado responder

realmente a las aspiraciones de los pobres de

la región. El voto no ha producido un trabajo

estable ni una mesa bien provista ni

derechos de propiedad, y para muchos

pueblos indígenas ni siquiera un sentido de

verdadera participación en la vida política de

En general, ¿qué tan satisfecho está usted con el funcionamiento de la democracia en el Perú: muy satisfecho, satisfecho, insatisfecho o muy insatisfecho?

128

Page 5: GUSTAVO BENITES JARA

sus países. La democracia todavía no logra

derribar las barreras de la exclusión. Hoy en

día, en algunos sectores, incluso se le pone

en entredicho por ser parte del problema, y

no de la solución. De ahí la tentación de

recurrir a medios no democráticos”.

Junto a las inclinaciones autoritarias

de los grupos dominantes y la desconfianza

ciudadana, otros factores atentan contra la

consolidación democrática, tal como

afirman, por ejemplo, las

Estas iglesias

señalan el caso de Guatemala, donde ocho

de cada diez pobladores son pobres y la

violencia ha cobrado más de 3.400 víctimas

en lo que va de 2006, mientras que aumentan

las demandas campesinas por acceso a la

tierra. Y no solamente en Guatemala se dan

estas diversas manifestaciones de violencia

permanente en la vida social, sino en

numerosos países de América Latina y el

Caribe.

En realidad no se necesita mucha

perspicacia para constatar esta dramática

situación: detenciones ilegales, secuestros,

violaciones, narcotráfico, homicidios,

pandillas juveniles, inseguridad ciudadana,

movilizaciones, invasión de terrenos, tomas

de locales y vías de comunicación, huelgas

de hambre, levantamientos armados, actos

terroristas, represión estatal, torturas,

desapariciones, atentados, trata de

personas, comercio de órganos humanos,

prostitución, pornografía infantil, hambre,

enfermedades, desempleo, pobreza y otras

expresiones de violencia que, sin lugar a

ninguna duda, socavan cualquier proceso de

democratización.

En este pavoroso panorama, uno de

los sectores más afectados siguen siendo los

indígenas y entre ellos las mujeres, quienes

son víctimas no sólo del racismo y sexismo,

sino de estrategias específicas en contra de

sus más mínimos derechos y garantías

individuales. La feminización de la

iglesias que

integran el Foro Ecuménico por la Paz y la

Reconciliación y advierten sobre un eventual

colapso de la democracia, por el incremento

de la violencia y la pobreza.

pobreza(11) así como la violación como

parte de una estrategia de guerra de baja

intensidad son un ejemplo. Al mismo tiempo,

la represión y el hostigamiento hacia

organizaciones sociales, civiles, partidos de

oposición, periodistas, observadores, etc., ha

sido la única respuesta de los gobiernos

frente a la demanda de mejores condiciones

de vida de la población. Como consecuencia

de esta represión cotidiana, muchos

luchadores sociales y defensores de los

derechos humanos, se han visto en la

necesidad de abandonar sus países de

origen para salvar sus vidas -y muchas veces-

las de sus familias.

Se da, pues, en América Latina, una

relación muy marcada entre democracia y

violencia, por las numerosas experiencias en

casi todos los países de la región. Hay

diversos análisis sobre esta realidad y sus

conceptos, no existiendo homogeneidad al

r e s p e c t o , p u e s s e m a n i f i e s t a n

e n t e n d i m i e n t o s r e d u c c i o n i s t a s o

simplificadores de los términos señalados,

como es el caso de la democracia, concepto

que se reduce a la formalidad eleccionaria

cada cierto tiempo, sin considerar la

denominada democracia integral y su

radicalización, paradigma que cada vez se

impone más en la comprensión académica,

social y cultural de los diversos países de

América Latina y del mundo(12). Igual

sucede con el concepto violencia, siendo

considerado unilateralmente como la

expresión del descontento de grupos

sociales, cuya máxima y condenable

expresión, se dice, es la violencia armada,

pero se obvia, por ejemplo, que la pobreza

en sí misma ya es una forma de violencia.

En base a lo señalado, nos hemos

planteado el siguiente problema: ¿qué

relación hay entre democracia y violencia en

América Latina?, proponiendo la siguiente

hipótesis: existe una relación de recíproca

influencia entre democracia y violencia, pues

la violencia y sus diversas manifestaciones,

particularmente la pobreza, impiden la

profundización y consolidación de la

democracia y la ausencia o debilidad de ésta

129

Page 6: GUSTAVO BENITES JARA

agrava las manifestaciones de violencia y

que sólo el desarrollo de una democracia

integral y su radicalización es la respuesta

sociopolítica adecuada a las persistentes

situaciones de violencia de distinto tipo y

significación que se desarrollan en América

Latina, como lo que viene ocurriendo, por

ejemplo, en Guatemala, Brasil, Colombia,

Perú, el Caribe o México, una de cuyas

últimas y trascendentales manifestaciones

en este último país fue el levantamiento

armado del Ejército Zapatista de Liberación

Nacional en Chiapas, cuyos actores

demandaban centralmente una democracia

auténtica(13) en un país pauperizado y que

es una cabal muestra del fracaso de las

políticas neoliberales que se impusieron en

Latinoamérica desde la década de los 80, sin

olvidar, claro está, la dictadura terrorista de

Pinochet en la década de los 70.

El propósito central de nuestro

estudio es analizar las relaciones entre

democracia y violencia en América Latina,

a b o r d a n d o m ú l t i p l e s r e f e r e n c i a s

documentales y una aproximación

hermenéutica al texto de la realidad social.

A s i m i s m o , e s t u d i a m o s d i v e r s a s

concepciones de democracia, distinguiendo

entre democracia elitista y democracia

integral, así como buscamos definir,

caracterizar y clasificar la violencia,

enfatizando que la pobreza es una de sus

más graves manifestaciones. Igualmente

describimos el desarrollo de aquella en

América Latina y, finalmente, proponemos la

radicalización de la democracia como

alternativa transformadora de la grave

situación que viven nuestros países,

particularmente el Perú, los mismos que no

han logrado una verdadera paz ni una

auténtica democracia.

3. CONCLUSIONES

Llegado al fin de nuestro trabajo, se

hizo patente la estrecha e inescindible

relación entre democracia y violencia,

mediada por la pobreza, siendo violencia ella

misma. Esta relación se ha patentizado en

América Latina y en nuestro país. La una, la

democracia no desarrollada y débil, es

condición de la otra, la violencia. Ésta,

acrecentada en las actuales condiciones de

vida, se manifiesta de múltiples modos,

siendo la pobreza la mayor expresión de la

violencia estructural, la cual impide la

realización democrática. Se implican

mutuamente, pues la una se desarrolla si la

otra no existe, es decir la violencia, pero ésta

se acrecienta si aquella, la democracia, no se

realiza integralmente.

La democracia elitista, concebida

como instrumento, como medio o

procedimiento para la alternancia de los que

nos gobiernan, es totalmente insuficiente. Es

una concepción y una práctica importante,

pero ideologizada por los intereses de clase y

por los dominadores globales y sus adláteres

latinoamericanos.

Por ello, la necesidad de una

democracia integral y su plena radicalización

se torna muy urgente, lo cual supone y exige

la solución de múltiples aspectos de la

realidad latinoamericana: eliminación de la

pobreza que supone la plena realización de

la justicia social y el bien común, igualdad de

género, distribución del poder político,

democratización de las relaciones de poder;

acceso pleno a la educación, vivienda y

salud; consolidación y ampliación de los

derechos ciudadanos frente al poder

establecido; revocatoria y remoción de

autoridades; eliminación de la tortura y de la

represión a los movimientos sociales, los

cuales deben ser fortalecidos en sus

demandas; drástica penalización de la

corrupción, creando mecanismo de

supervisión eficientes; justa distribución de la

riqueza; protección del medio ambiente;

efect iva descentral ización pol í t ica ,

económica y administrativa; políticas

económicas de pleno empleo; eliminación

del trato denigrante a las mujeres,

penalización de la prostitución, es decir, del

usuario o prostibulario que debe ser

condenado porque la meretriz es una

víctima; drástica penalización de la trata de

menores; proyectos financiados para la

superación de la violencia ciudadana;

130

Page 7: GUSTAVO BENITES JARA

información alternativa y transparente;

consolidación de la sociedad civil y los

emergentes movimientos sociales; pleno

respeto a los movimiento nativos y políticas

radicales contra el racismo, la discriminación

y la explotación; elecciones libres en

igualdad de condiciones para todos los

part idos y todos los c iudadanos ;

fortalecimiento de la sociedad civil; plena

realización de los derechos humanos, tanto

políticos, como económicos y sociales;

mecanismos para fortalecer el pluralismo y la

tolerancia; construcción de espacios

económicos, sociales, políticos y culturales

que desarrollen la igualdad y fortalezcan la

libertad.

Exigencias deseables y posibles que

se sintetizan en el respeto absoluto al

derecho a la vida, derecho que empieza por

respetar la corporeidad, el cuerpo de todos y

todas, y culmina en una sociedad

Anotaciones:(1)Guillermo O'Donnell plantea la sugerente tesis de que luego de la última oleada de dictaduras militares han quedado en América Latina “enclaves autoritarios”. Cf. Hugo Palma “Transiciones democráticas: ¿Tareas pendientes? En Palestra, Portal de Asuntos Públicos de la PUCP.

(2)Cf. el revelador informe del Banco Mundial sobre La desigualdad en América Latina ¿Rompiendo con la historia? (2005), de Francisco H. G. Ferreira y Michael Walton, con la colaboración de Mark Beige.

(3)Cf. Pedro Franke (2007) Los nuevos dueños del Perú, en donde señala las escandalosas ganancias de las empresas mineras y de sus gerentes, comparándolas con los paupérrimos salarios de los obreros peruanos: un gerente gana S/.100.000 nuevos soles mensuales, más que 200 obreros juntos. Los propietarios de las acciones tipo C de Southern Perú Cooper Corp han ganado el año pasado más de 50 mil millones de nuevos soles, que es más de lo que ganan TODOS los obreros del Perú, de todos los sectores y empresas en un año. Asimismo otros informes puntualizan que el 54% de peruanos son pobres, de los cuales 24% viven en la extrema pobreza.

(4)Huntington (1994) nos habla de las "nostalgias autoritarias", el creer que en un sistema tutelar las cosas irían mejor. Desde otra perspectiva, el sociólogo francés Alan Touraine sostiene que el sistema de democratización “está herido y en peligro de muerte”, pues hay una crisis de participación, representación y legitimidad. Fernando Enrique

(5)Véase Modernización económica, democracia política y democracia social (1993), libro colectivo publicado por El Colegio de México.

(6)En la importante investigación del PNUD se utilizó el Índice de Apoyo a la Democracia (IAD) que es una medida-resumen para estudiar el respaldo ciudadano a la democracia. Combina los indicadores de tamaño, activismo político y distancia de las orientaciones hacia la democracia. Se estudiaron, entre otros, los siguientes problemas: Problemas de empleo, Pobreza, Desigualdad e ingresos insuficientes, Delincuencia y drogas, Violencia política, Servicios e infraestructura insuficiente y Corrupción.

(7)Los países fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela

(8)Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 19.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 400 millones de habitantes. Corporación Latinobarómetro es una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, única responsable de la producción y publicación de los datos. La Corporación Latinobarómetro, indaga sobre el desarrollo de la democracia y las economías, así como las sociedades con indicadores de opinión, actitudes, comportamientos y valores. Sus datos son usados por actores sociales y políticos, organizaciones internacionales, gobiernos y medios de comunicación. La dirección ejecutiva del estudio está a cargo de Marta Lagos

(9)La encuesta de opinión fue realizada por el IOP de la PUCP en el mes de julio de 2007 a un universo o población objetivo: Hombres y mujeres de 18 años o más, habitantes de 14 provincias urbanas principales del país. Tamaño de la muestra: 1.200 personas entrevistadas.

(10)Patrón analiza el informe de la ONG inglesa OXFAM “Pobreza y desarrollo en el Perú. Informe 2005-2006”

(11)La mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con 1 dólar o menos al día son mujeres. Además, la brecha que

separa a los hombres de las mujeres atrapados en el ciclo de la pobreza ha seguido ampliándose en el último decenio,

fenómeno que ha llegado a conocerse como "la feminización de la pobreza". En todo el mundo, las mujeres ganan como

promedio un poco más del 50% de lo que ganan los hombres

(12)Cf Llamamiento de Bamako (2006) “La democracia radical que queremos promover vuelve a aplicar todos los derechos

de la fuerza inventiva del imaginario de la innovación política”. El Foro Social Mundial reúne intelectuales y dirigentes a

nivel global.

(13)La expresión que conocemos del zapatismo ya no es la de una fuerza militar, esto se puede comprobar si atendemos

sus demandas, principios e iniciativas, que se enumeran en los siguientes puntos: 1) Trabajo, tierra, techo, alimentación,

salud, educación, información, cultura, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. 2) Dos principios; "Mandar

obedeciendo" y "Para todos todo, nada para nosotros”. Las armas no han sido abandonadas, pero aspiran a desaparecer,

Cardoso coincide con Touraine al advertir que el nudo de la crisis actual está en la deslegitimación de los espacios institucionales, y agrega que se requiere de una ''pedagogía democrática"(Rocha Monroy 2007).

131

Page 8: GUSTAVO BENITES JARA

plenamente humana, libre e igualitaria.

Democracia, pues, no sólo como

medio sino como fin, no sólo como proyecto,

sino como espacio de realización de las

aspiraciones populares, democracia como

autodesarrollo y plasmación de una utopía

posible, donde los pueblos latinoamericanos

hallen el derrotero de su horizonte histórico.

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