GOTTFRIEDHELNWEIN

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Colección de Autor.Prohibida su reproducción y venta.Edición Impresa en Grafcom S.A

Diseño de cubierta e interiores:Valentina Baeza

Sustrato: Couche opacoTipografia: Cronos ProTiraje: 1/1

Taller Editorial Javier Cancino Díaz

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“Mi arte no es una respuesta, es una pregunta.” Gottfried Helnwein

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INTRODUCCIÓN

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A lo largo del siglo XX y lo que llevamos de este, el arte se ha visto envuelto en una serie de transiciones cambiando ideales y revolucionando su propia definición, su fun-ción se ha modificado después del siglo XX. Al vivir atrocidades históricas el hombre terminó siendo un ser miserable, pero con posibles sentimientos que permiten traerle un poco de felicidad, se convierten lágrimas y risas, llorar y reír vienen de lo mismo. Utilizando el dolor como forma de manifestar algo, los artistas lograron transformar ese sentimiento en grandes obras de arte. Para ellos el proceso de creación terminó siendo: “Elaborar como materia propia la irremediable miseria de la materia humana, evitando la ofuscación producida por un sistema de prejuicios y reconduciendo al hombre a la expresión de lo vital y verdadero. (…) convirtiendo en ilusoria cualquier posibili-dad. Sólo de esta forma el hombre puede expresar, lo tanto retener y hacer propias, sensaciones inasibles y determinantes de la vida, el deseo, la piedad, la desesperación el terror.” Esta frase descifra un poco la temática que abordan las obras de Helnwein, donde en cada pieza están contenidas las sensaciones del ser humano; hacer visible el dolor del hombre y al mismo tiempo reflejar qué ese dolor es provocado por él mismo.

La idea de transmitir a través del arte el dolor provoca una serie de experiencias catárticas que permiten hacer ese dolor universal una traducción más personal, que provoque en el espectador una sensación muchas veces traducida como reflexión universal para que sea identificado por cualquier hombre que contemple sus obras.

“¡Nada humano me es ajeno!”.

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El llanto de un niño es un símbolo universal en el que su comprensión no necesita de idiomas, es por eso que el arte de Helnwein legitima esta experiencia, porque el centrarse en el humano mantiene una sola lectura; la del humano; cualquier dolor y sensación es conocida sin tener que vivirla, puedo comprenderla. Lo interesante de los personajes de Helnwein es que abordan toda la psicología del hombre del siglo XX que se ve afectado de manera interna y externa, es decir refleja lo susceptible y frágil del ser. Lo que hace original su obra es la manera en cómo decide llegar al espectador, llevándolo hacia puntos clave donde pueda verlos; las vías públicas, iglesias, salidas de metro, centros de reunión en ciudades importantes; logrando que sus imágenes lleguen al espectador a manera de anuncio comercial, o un cartel publicitario, pero sí entrega un mensaje a la gente; a diferencia de cualquier producto que es solo propaganda, el contenido que aborda su obra hace cuestionar sobre los valores que se han instaurado a lo largo de la historia; intenta su reflexión, decide manipularlo y provocarlo. El espec-tador, al sentirse horrorizado e insultado, termina por aborrecer las imágenes. Debido a esto, en varias ocasiones su obra se ha visto prohibida y agredida por el público pues lo que continuamente está planteando Helnwein es una desmitificación hacia todo lo establecido por el “establishment”, por eso trabaja con fotografías y pinturas de personajes del siglo XX que generalmente están presentes en los círculos intelectuales y figuras públicas que han sido precursores de su época y tiempo.

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Nacht Neunter Noviembre 1988

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El espectador, a través de los modelos de Helnwein, se pregunta sobre su propia vida, la sociedad a la que pertenece y el bien y el mal; además de que todo esto logra con sus accesorios (símbolos religiosos), que en su mayoría mantienen múltiples lecturas; pone en duda lo que es el racismo exaltando el movimiento nazi que es parte de la propia tradición alema-na, la religión católica y los valores que instaura la iglesia, la ciencia, la ficción, el capitalismo y sobre todo, lo que somos como mundo manipu-lado por los medios de comunicación, el impacto de la mercadotecnia y de la economía global. “El mundo, como dice Heidegger, es el mundo para la muerte, el mundo donde la comunicación se ha convertido en el estatuto mismo del anonimato. Hoy más que nunca somos cultura de la imagen, nominalismo tecnológico donde, entre lo representado y la reali-dad, el hombre prefiere lo representado como el único consuelo factible a su esquizofrenia. Al fin y al cabo, es mejor mirar un noticiero donde se habla de la muerte de nadie que oír de la injusticia cometida con el que está a mi lado.”

“Yo sé que existen ojos melancólicos, fríos,Que no guardaron nunca ni secretos ni anhelos;

Como estuches sin joyas, relicarios vacíos,¡Vacíos profundos como los mismos cielos!

Mas ¿no basta que sea tan sólo la aparienciaPara este corazón que huye de la verdad?

Tu estupidez, ¿qué importa? Y ¿qué tu indiferencia?Máscara o decorado ¡yo adoro tu beldad!”

CHARLES BAUDELAIRE

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Selektion Neunter Nacht

Noviembre 1988Museo Ludwig, Cologne.

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BIOGRAFÍA

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Nació en Viena, Alemania en el año 1948, su infancia la vive bajo las transformaciones sociales de Alemania dividida en oriente y occidente, viviendo los cambios ideológicos y restricciones en la comunicación, debido a las políticas de gobierno instauradas des-pués de la segunda guerra mundial. Estudió artes plásticas en la universidad de Viena. En sus épocas de estudiante fue un alumno rebelde, que practicaba rituales al estilo performance o body art con la intención de utilizar la sangre y la violencia no sólo como protesta, sino con el intento de crear arte de vanguardia muy de moda en esos tiempos. Realiza su primer Happening con pequeñas audiencias en las que se corta las manos y la cara con una navaja de rasurar. Participa en el incendio de la academia junto con dos compañeros, causando severos daños, por lo que es detenido y llevado por las autoridades a investigación creyendo que el incidente tenía influencias políticas y socia-les. En 1972 recibe el Premio Kardinal König por las primeras apariciones de Aktions en Viena, en todo tipo de lugares públicos. En la exhibición de Viena Künsterlhaus varias personas ponen un manifiesto por fuera con la palabra “Entartete Kunst” (término del nazismo que significa arte degenerado) en estampas por toda la obra de Helnwein. En la apertura de la galería D in Mödling, el alcalde de Viena confisca su obra, siempre ha mantenido un profundo interés por el cine la literatura, música y el teatro, encon-trando en todas estas ramas estéticas herramientas de sustento para su proceso creati-vo, siendo para él la pintura y fotografía el medio donde mejor se desenvuelve para dar a conocer su brillante obra.

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Imágenes que muestran esa lúgubre, casi terrorífica atmósfera. Capaz de abatirnos por mostrar la demencia de lo que puede llegar a hacer el hombre con su prójimo cuando es por el afán de destruir, gobernar o conquistar. A cambio nos devuelve lo que pulve-riza, para hacernos imaginables un mundo relativo a la historia de esa comunidad. En toda la obra de este fotógrafo abunda la mirada social, una critica al hombre que se puede llegar comprender en la intención del uso de la luz para crear drama e ironía, en una imagen premeditada donde combina el sadismo con el erotismo. Dentro de su trayectoria es un artista con una extensa obra que se ha exhibido en importantes museos y galerías alrededor del mundo. Ha tenido la oportunidad de trabajar con importantes directores, cineastas, músicos actores; gente importante a nivel político, intelectual y artístico. En su vida privada es una persona casada y con dos hijos; su familia es una parte elemental en su vida y esto se ve reflejado en su obra, ya que en algunas de sus obras, ya sea fotografía o pintura, aparecen como modelos, actualmen-te reside en un castillo en las afueras de Irlanda con su familia, en donde tiene su taller. Este artista alemán utiliza el dolor como una forma directa de manifestar nuevas sen-saciones, logrando manipular las escenas, siendo el mismo objeto para describir sus sentimientos en una gran obra de arte. En cada pieza están contenidas las sensaciones del ser humano; tratando de hacer visible el dolor del hombre y al mismo tiempo reflejar qué ese dolor es provocado por él mismo.

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Self-portrait 1973Impresión plata.

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Self-Portrait with Smiling-Aid 1973Impresión plata

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El nuevo arte del dolor, con esta pretensión provoca una serie de experiencias catárti-cas que permiten hacer una traducción personal de lo que quiere decir, porque a partir de esta provoca en el espectador una sensación que muchas veces es identificada por cualquier hombre que contemple sus obras. Una simple manifestación artística que permite hacer de una sola imagen algo que sea comprendido por la mayoría. El llanto de un niño es un símbolo universal en el que su comprensión no necesita de idiomas, ni idiosincrasias, es por eso que el arte de Helnwein legitima esta experiencia, porque de entrada el centrarse en el ser humano mantiene una sola lectura; la del ser humano; cualquier dolor y sensación es conocida sin tenerla que haberla vivido. La obra de este artista mantiene siempre la intención de provocar miedos, deseos, dolor y felicidad con la intención de nunca revelar respuestas, sino que siempre formulará preguntas que hagan al ser humano detenerse y observar para entender: ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Por qué lo seguimos permitiendo? Trabaja en series de grandes formatos, autorretratos metamórficos que tienen sus orígenes en autorretratos donde Helnwein aparece gritan-do y cegado por tenedores, inspirando el terror y agobio. Su obra está inspirada en la obra de Francisco de Goya por ser una de las más desgarradoras e impresionantes del período neoclásico con intentos claros de cubrir la pobreza, la guerra y el sufrimiento que se vivía en la España del siglo XVIII. Un acercamiento a Eduard Munch, pues fue su pasado tormentoso lo que lo llevó a reflejar en su arte un poco de esa vida enferma.

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Self-Portrait with Smiling-Aid 1973Impresión plata

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Esas angustias y sufrimientos se ven plasmados en sus obras en las que generalmente recurre a temas de niños enfermos y de muertes. Siendo este el pintor moderno que abrió la ventana a la locura o de la aparición del reflejo humano, como un ser auto-destructivo. Egon Schiele este artista alemán tiene fuertes influencias por parte de su maestro y amigo Gustav Klimt; En El beso refleja un breve momento de pasión entre dos personas, el erotismo y la desesperación son características estilísticas de la sece-sión vienesa, movimiento artístico que buscó expresar las preocupaciones y las emo-ciones del hombre de su época. Por medio de un gran dominio de la acuarela, Schiele logra captar a la figura humana en estado de tensión, como si pintara con un pincel nervioso. Pero su obra es destacada especialmente por la fuerte revelación erótica con la que siempre construyó un cuadro. Otto Dix; En su obra intenta una recuperación de las tradiciones alemanas del medioevo.

Manejando un realismo técnico logra reflejar la destrucción del ser humano en la cual se ve reflejada la herencia de la primera guerra mundial, donde el mundo se encontraba bajo una tensión desgarradora. Horrorizado por la brutalidad de la guerra de trincheras y la utilización de armas de gas, reflejó dichos temas con una claridad sin concesiones en su obra Guerra (1924), serie de 50 aguafuertes. Logrando vincular, al pintar prostitutas, la decadencia del erotismo y de lo sacro en el cuerpo humano, su obra fue quemada por los nazis.

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Con signos del Realismo Mágico se podría identificar que esta tendencia pictórica se considera una reacción contra el Expresionismo, ya que cree que éste falsea la realidad; intentando captar una realidad naturalista o fotográfica pero creando una cierta tensión emocional. La obra de Helnwein tiene pretensiones explicitas, no cabe duda de que es un gran director fusionando todo un siglo de arte, en una obra acabada que lo-gra generar nuevas bisectrices para entender el camino que debe o sigue la post modernidad. No con un estilo que se vanagloria de lo bello, sino que refleja la otra cara de la verdad, la eminente auto destrucción del ser humano, siendo su obra mas que un mero grito desgarrador de los males y vicios sociales. En sus transformaciones y autorretratos podría-mos decir que Helnwein se ve a sí mismo como víctima y como mártir. Utiliza instrumentos quirúrgicos y vendajes para transformar su rostro y su imagen en la de alguien que se encuentra sufriendo y que está siendo victima de violencia y maltrato.

Estas transformaciones, o bien dicho deformaciones, son parte de las características de su misma obra no solo por el hecho de reflejar cómo se ve a sí mismo, sino por el hecho de ser la víctima que refleja.

“La función del artista es evocar la experien-cia del reconocimiento sorpresivo: mostrarle al espectador lo que él sabe pero no sabe que sabe. Y Helnwein es un maestro del

reconocimiento sorpresivo.”

WILLIAM BURROUGHS

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Aktion Hallo Dulder 1973 Vienna.

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OBRAS

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“Los niños y los locos cortar el nudo gordiano, el poeta dedica su vida con paciencia tratando de desvincular”

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The last Child 20083400 cm x 2600 cmimpresión digital sobre vinilo

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“Todo un poeta puede hacer hoy es avisar”, Guerra Mundial, 1 soldado poeta Wilfred Owen, escribió en un proyecto de Prefacio para un libro de la anti-guerra poemas que nunca vería publicado. Fue asesinado en la víspera del día del Armisticio de 1918. La Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, la guerra para poner fin a todas las guerras. . . dentro de los veinte veranos, Europa se sumió nuevamente en el aún más catástrofes de la era fascista. La labor de Gottfried Helnwein tiene su génesis en es-tos años. Ellos le obsesiona como un artista creativo. Como una especie de ángel de la guarda, que lidia con ellos en nuestro nombre. Que esa pesadilla nunca nos visita de nuevo. O nuestros hijos. O de nuestros hijos. O “. . . todos los que aún por venir “.

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The last Child 2008Impreción digital.

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¿Que es lo que pretende? ¿Qué es lo que espera? De tan magnánima presentación ¿Cual es su pregunta? ¿Cuál será la respuesta? Helnwein circula entre el limbo del morbo y la realidad, metiendo el dedo en las yagas mas profundas sociales “como no lo ven si esta en todos lados”, su puesta en escena al límite de lo burdo solo busca el cuestionamiento, “Mi arte es una pegunta, no una respuesta” ¿Qué estamos haciendo a nosotros mismos y a los jóvenes? ¿A dónde vamos como seres humanos en el mundo? ¿Qué legado vamos a dejar a nuestros hijos?

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Para Helnwein, el niño es el símbolo de la inocencia, pero también de inocencia traicionada. En el mundo de hoy, las fuerzas malévolas de la guerra, la pobreza y la explotación sexual y la adormecer, depredadores influencia de los medios de comu-nicación modernos asalto la virtud de los niños.El trabajo de Helnwein relativo a la infancia incluye pinturas, dibujos y fotografías, y que oscila entre el sutil misterio a las escenas de cruda brutalidad. Por supuesto, fue testigo de escenas de brutal masacre a inocentes, esto an sido importantes referentes visitados periódicamente a motivos en la historia del arte. ¿Qué hace el arte Helnwein? importante es su capacidad para hacernos reflexionar emocional e intelectualmente en temas de su elección. Muchas personas sienten que los museos deben ser un refugio de la experiencia, tranquila belleza divorciada de la grosería del mundo.

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The last Child 2008Impreción digital.

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Esta noción se vende a costos de los fines de arte, la función de los mu-seos, y la curiosidad intelectual de la opinión pública.

The last Child no solo inspira e ilumina a muchos, sino que también es para algunos molesto, motrar a tan magnanimo tamaño la muerte y perdida de la inocencia pura, de que ni los niños estan libres en este mundo lleno de desesperanza creada por nosotros mismos, y la inocen-cia se pierde.Helnwein elige ademas de los museos y galerias, los medios mas visibles como es la via publica, llevar mas que el arte a la gente, son los cuestionamientos, y encontrar la respuesta entre su obra y el recep-tor, reacciones, espanto, rabia, pena, cuestionamientos, etc.

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The last Child 2008 Impresión digital.

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A la claridad de su visión en la materia está surgiendo en el arte de Helnwein que iba a permanecer coherentes a lo largo de su carrera. Su tema es la condición humana. La metáfora de su arte, a pesar de que incluyó auto-retratos, está dominado por la imagen de los niños, pero no el despreocupado niño inocente de la imaginación popular. Helnwein a creado profunda e inquietantemente la provocadora imagen de los niños heridos, con cicatrices físicas y emocionalmente marcados desde dentro, muestran la carencia de infancia, esa infancia robada por los roles de la modernidad, ambición poder, que son capaces de pasar a llevar todo incluso lo mas puro, la inocencia de los niños, “los últimos niños”.

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The last Child 2008 Impresión digital.

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The last Child 2008Impreción digital.

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Los niños en obras antañas tienen un saber mirar en sus ojos. Hubo un sentido de la vida experiencias tanto buenas como malas, por lo que estas obras de identidad pro-pia fueron tan controvertidas. Es evidente a partir de la recepción que estos artistas (Lewis Carroll, Eduard Munch y Balthus) , sin embargo, cualquier derivación de la más suave representación de los niños como inocentes es motivo de violenta reacción de la sociedad. El público era entonces, como ahora, muy reacio a ver niños como una identidad sexual, aunque fuera sutil, o el sufrimiento en modo alguno, ya sea física-mente o emocionalmente. Artistas como Munch estaban dispuestos a arriesgar la ira de la corrección en la búsqueda de esta zona inexplorada de la experiencia humana. Para Helnwein, se convirtió en el principal tema de su carrera.

¿Cómo puede una persona amigable como Helnwein están haciendo su excelente pintura en un espejo de los terrores de este siglo? ¿O es que él no puede no hacerlo? ¿Tiene su espejo sólo refleja la actitud de este siglo?

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The last Child 2008Impreción digital.

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“Mi infancia fue un horror nací justo después de la guerra, yo vivía en un mundo de depresión y el aburrimiento ilimitado. Nunca vi. a nadie riéndose y nunca he escuchado a nadie cantar. Yo siempre sentí que había aterrizado en el limbo, dos dimensiones mundo sin colores, mi verdadera vida empezó cuando tuve mi primer cómic de Mickey Mouse, abrí mi tercera dimensión y mi mundo se lleno de colores y maravillas. Mi primer encuentro con el arte se opone totalmente a la tortura arte de la iglesia. Sabía que algo había sucedido, pero todos los adultos eran incapaces de hablar de ello. Nadie quería responder a mis preguntas. Sin embargo, me enteré de lo que quería saber y yo todavía estoy descubriendo. “

GOTTFRIED HELNWEIN

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The last Child 2008Impreción digital.

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Cierne a cabo a través de un lienzo Helnwein más de doce metros de longitud, Mickey Mouse, mirando atrás en nosotros. Él es, a la vez, tanto benigna dulce y siniestra amenaza, dependiendo de su edad y el punto de vista. Helnwein ha escrito, ¿Qué es lo que asociamos con el nombre de Disney? La inspiración sagrada cómics de mi infancia que me dio una oportunidad de escapar del frío nazi país en un mundo de alegría y me pregunto, o Michael Eisner de la multimillonaria máquina que asfixia el mundo. “La verdad es que, esta imagen podría en representación de los dos puntos de vista, sólo uno, o ninguno. Como Pablo Picasso, una vez comentó, “Una imagen vive una vida como una criatura viva, en los cambios impuestos por nosotros en nuestra vida día a día. Esto es bastante natural, como la imagen a través de la vida sólo el hombre que está buscando en ella “.

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Beautiful Victim II 1974102 cm x 73 cm

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Beautiful Victim II 1974 se inspiró en la fotografía alterada de 1972 Child of Light II, que fue cuidadosamente organizado y planteado por el artista. La magia de la acuarela se encuentra en su equilibrio de la belleza y el horror. El trabajo en sí es sutiles en color, con la exquisita Vermeer como la luz del baño exquisitamente prestados extendida cuerpo de la niña. Que contradicen la paz son las chocantes vendas que rodean y ocultar la cara de la niña. No hay ninguna explicación de sus heridas, ninguna expli-cación de lo que está haciendo, Helnwein responde que el objetivo no es contar una historia, pero para desencadenar una respuesta.

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Helnwein se limitó a tratar con niños como víctima, heridos física o mentalmente por un mundo no comprende controla. Implícito en estas obras es la que, lógicamente, sigue el sufrimiento y el dolor en el extremo es la muerte. Sin embargo, el tema de la muerte rara vez ha a estado en la labor de la Helnwein hasta ahora. En 1999, Helnwein se encargó de hacer una importante instalación para la Dominickanerkirche en Krems, Austria. La instalación, titulada Apokalypse fue visual asalto a los sentidos y las emo-ciones. Además de los tres grandes lienzos de la Epifanía del ciclo, 1996-98 y la pintura tardía pesar, de 1997, Helnwein creado cuatro nuevas series para esta instalación. La serie Angels Burning depicts, representa, en colores chillones, los rostros de los ni-ños como si severamente quemados. Saints Silent, también en color muestra retratos de hombres grotescamente desfigurado como si las heridas de la guerra. Salved es una serie, en monocromática azul, de los hombres y los niños tanto desfigurado y que-mado. El final más monumental y claramente inquietante de la serie Angels Sleeping, un grupo de fotografías pintadas con las adiciones. El objeto de estos son los fetos flotando en un líquido muertos atmósfera a partir de la cual nunca emerge.

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“Limbo I, II, III, IV” 1999de la instalación “Apokalypse”.

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Angel Sleeping IV 1999273 cm x 199 cm

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Angel Sleeping IV 1999 fue parte de la instalación y el representante del conjunto.Es tan desgarrador como lo es hermoso. Esto no es una imagen a partir de la cual uno puede conseguir una distancia intelectual. El trabajo de Helwein es una imagen, que fue el comienzo de un ser humano, un individuo con las perspectivas de los sentimien-tos, aspiraciones, un futuro, ahora perdido. En la actualidad el arte contemporáneo, lleva un tono más pesimista que la de esculturas de gran tamaño infantil de la artista británico Ron Mueck, pero es menos cínico que Marcus Harvey del retrato de asesino de niños Myra Hindley, compuesto de lo que parece ser las huellas de las manos de los niños. Cabe señalar que esta labor, sin duda, ser interpretada de manera diferen-te en los Estados Unidos que en Europa. Para los estadounidenses, la imagen de un niño muerto sería visto como un símbolo del debate sobre la cuestión del aborto, el derecho a la vida frente a un movimiento el derecho de la mujer a elegir. El potencial de polarización está lejos de ser el sentido de la universalidad que pretende Helnwein con su trabajo.

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Sonntagskind (Sunday’s Child) 1972 es un inquietante recorrido de la fuerza de los jó-venes Helnwein. Es un multi-visión convincente en su híper-realismo ( el anuncio de la bellas reflexiones de los edificios de apartamentos en la ventana) en contradicción con la absurda fantasía de un pato con mochila y una paleta. Entre estas dos tendencias parece una adolescente, el verdadero sujeto de la imagen. Ella está en invierno, abrigo y mitones delante de las puertas de cristal de una tienda engalanada con los anuncios de consumismo en masa. En su brazo un brazalete de tela que significa que ella es ciega, aunque es evidente que ella no lo es. I En su mano está una gran barra de cho-colate. La sangre corre por las piernas, los muslos. ¿Es el sangrado de la menstruación temprana o el resultado de un encuentro sexual (violación?), de los cuales el chocolate ¿es su recompensa o para comprar su silencio? Ella se pega a la lengua al espectador con un ¿Es una expresión inocente o un gesto lascivo?

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Sonntagskind (Sunday’s Child) 1972

102 cm x 73 cm

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Head of a Child 5 1998100 cm x 160 cm

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Helnwein hace que nuestra mente entre un desvanecimiento simplemente extraño y de verdad perversa... ¿Qué tiene esa indignante trabajo juntos es el minucioso detalle de su prestación de acuarela y la desconcertante misterio de lo que representa. Al igual que muchas de las mejores obras de Helnwein, es un drama sin descripción. A pesar de toda su información es visual, es que sólo plantea preguntas, no respuestas ellos. Tennessee Williams dijo una vez que todo buen arte es una indiscreción. En el caso de Helnwein, se trata de un enfrentamiento. Desde sus primeros trabajos, Helnwein ha vinculado los niños y el dolor.El niño herido se ha convertido en su metáfora para el caos de nuestro mundo emocional.El escritor Peter Gorsen escribió del trabajo de Helnwein, “El niño es la encarnación de los inocentes, indefensos, sacrificado individuo a merced de la fuerza bruta”.

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“Como un inocente, hijo de la luz, cuya cabeza y parte de lesiones emiten rayos de luz como auto-radiante estigmas, es horrible en un enfermo y una cifra salvador. Las heri-das de Cristo y el martirio de los santos, tan a menudo representado en innumerables pinturas, esculturas, y el salpicadero de coches santuarios, ya no tienen el poder de shock. A pesar de nuestra indiferencia general a general el sufrimiento en el mundo, el pensamiento, o mejor aún, la imagen de un niño en el dolor, aunque todavía es emocional mecanismos de defensa a nuestros sentimientos”. Helnwein entiende esto y aprovecha estos conocimientos en su arte.

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Instalando “Modern Sleep” 2003Santa Monica

“¿Que será de los niños del mañana? ¿Que fue de los niños del ayer? ¿Que será de su infancia?

Espero que no sea lo mismo que la nuestra.”

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GOTTFRIEDHELNWEIN

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Colección de Autor.Prohibida su reproducción y venta.Edición Impresa en Grafcom S.A

Diseño de cubierta e interiores:Valentina Baeza

Sustrato: StarwhiteTipografia: Cronos ProTiraje: 1/1

Taller Editorial Javier Cancino Díaz

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