etica y bienes públicos ambientales al 03.09.2014, carol tobar
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Ética y Bienes Públicos AmbientalesTRANSCRIPT

Universidad Mariano Gálvez de Guatemala.
Facultad de Ciencias de la Administración. Dirección de Maestrías.
Economía Global Docente: Lic. Sergio Vega
Ensayo
“Ética y Bienes Públicos Ambientales”
Blanca Carolina Tobar Ortiz 020-07-1433
Ciudad de Guatemala, 03, Septiembre, 2014

INDICE
Introducción …………………………………………………… 01
I. Desarrollo
Ética Ambiental –Hipótesis de Porter…………… 03
Ética y Bienes Públicos Ambientales…………….. 08
II. Conclusiones……………………………………….. 16
Bibliografía ……………………………………………………... 17
Anexos……………………………………………………………. 18

1
Introducción
El presente documento tratará al respecto de la Ética y los Bienes Públicos
Ambientales. Se escogió este tema por su importancia y necesidad en los tiempos
actuales, en el cual se debe tomar más conciencia y responsabilidad en los temas
ambientales. Si se quiere subsistir en este mundo convulsionado, es necesario
considerar la aplicación de la ética ambiental en todos los actos de supervivencia
del hombre.
El propósito que se desea es exponer qué es la ética y como aplicarla al
medio ambiente. Su importancia de aplicación en el actuar de los agentes
económicos. Procurar la sustentabilidad lo más posible y disminuir en lo viable la
huella ecológica que se heredará a las futuras generaciones.
Por tal razón se presenta esta investigación con análisis crítico de lo que es
la ética y los bienes públicos ambientales, sus características y posibles
ramificaciones y raíces, dentro de la economía ambiental como una sub-división
de la economía como tal.
El objetivo que se persigue es contar con un documento que sirva de
consulta y sea práctico para el aprendizaje, de qué es la ética y sus implicaciones
al tema ambiental. También saber identificar que es un bien público ambiental y
su utilización. A la vez de conocer los bienes públicos, sus usos y sus
implicaciones en el medio ambiente en Guatemala, que están aportando a
nuestro país y cómo están siendo conservados.
Además de lo anteriormente expresado el contenido puntual de este
documento versa en el siguiente orden. Primeramente, se presenta un breve
resumen de la Ética Ambiental soportada bajo la Hipotesis de Porter, Verdes y
Competitivos. Con la explanación de la ética y sus distintas ramas de aplicación

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para el logro de la sustentabilidad. Segundo, se entra de lleno al tema de la Ética
y Bienes Públicos Ambientales. Tratando los temas, qué es ética en su sentido
más general. Que es lo que se conoce como ética ambiental. Qué son los bienes
públicos ambientales y su administración. Cómo reconoce Guatemala esos
bienes públicos y que está haciendo con ellos y por ellos.

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ETICA AMBIENTAL – HIPÓTESIS DE PORTER
La ética y el desarrollo sostenible
La ética y el desarrollo sostenible, son una constante en nuestras vidas, es
algo que está latente sin estar presente realmente, porque de alguna forma en
algún momento en nuestras vidas hemos escuchado el significado de la ética a
nivel sociedad, entonces no puede hablarse de que exista un total
desconocimiento sobre la importancia de la ética para el desarrollo sostenible, ya
que desde hace varios años se han creado organizaciones, grupos cuyo objetivo
principal es la sustentabilidad a través de la ética, prueba de ello son los trabajos
que se han realizado en innumerables cumbres tanto a nivel regional como
internacional. Sin embargo por la falta de impulso político no se ha logrado
establecer un proceso formal a nivel intergubernamental. (ver anexo 1)
La Hipótesis resume que una regulación ambiental estricta por parte de los
gobiernos provocará que la empresas usen las mejores tecnologías en sus
procesos, también provocará que las empresas sean innovadoras, ahora bien
surge la siguiente interrogante, ¿es la hipótesis de Porter aplicable en Guatemala?
Para dar respuesta a esta interrogante tenemos el comentario del Ingeniero Danilo
García que menciona que la Hipótesis de Porter no es aplicable a países como
Guatemala porque el sector privado organizado es muy polémico, no por el tema
de la legislación impuesta, sino por lo poco eficiente y discrecional que es para el
sector público, ya que no existen las herramientas suficientes para ver por este
tipo de legislaciones.
Ética ambiental
El marco de la ética ambiental, se puede inferir partiendo de distintos
puntos de vista o de apoyo según la percepción del entorno. De ello se deriva, la

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sostenibilidad como un tema de mucho auge en nuestros días. Este tema no lleva
forzosamente al pensamiento reflexivo de remontarnos a la historia y ver que no
ha sido en ninguna forma sostenible, e incapaz de dar cuenta de la crisis
ambiental presente y futura. Se ha tratado este tema bajo el enfoque económico a
través de ministerios dónde se ha tomado como un subtema de desarrollo pero
que no se le da la importancia que se debe. Más bien ha sido una molesta
externalidad que obstruye la gestión económica.
Otro punto de vista de la ética lo conforman los bienes públicos. Los
problemas ambientales son problemas de bienes públicos, ya que los mismos
conservan las características de no ser excluyentes ni rivales. Estos bienes
públicos son responsabilidad directa del estado. Quien está obligado a velar por
su existencia y perdurabilidad. Las preferencias en la toma de decisiones en
cuanto a estos bienes debe de ser ética debido al bienestar no valorado que
proporcionan. Esto está ligado con el alto grado de pobreza histórica existente en
los países subdesarrollados. Ya que no hay un pago explicito como tal de los
bienes públicos. Por lo que la premisa que al contrarrestar la pobreza, en la
misma medida se contrarrestan las externalidades.
Bajo un contexto de democracia se reconocen los derechos humanos y
dentro de ellos los objetivos y la ética ambiental no son reconocidos como
derechos en su máxima expresión. Aún con el consabido hecho de que el gozar
de un buen ambiente es un derecho natural, además de ser un derecho ambiental
en el mejor de los casos. En tal caso existe una gran brecha para que los
gobiernos lo apliquen dentro de su política económica.
Otra área de la ética ambiental puede ser visto desde el punto de vista
científico que puedan derivar nuevas tecnologías ambientales. La ciencia está en
una encrucijada debido a que es la principal herramienta del desarrollo económico,
pero también está obligada a proporcionar conocimiento que permita

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tecnológicamente la sustentabilidad ambiental. Y cerrar la brecha entre el
desarrollo y la ética ambiental.
La ética ambiental y la educación ambiental: Dos construcciones convergentes
Algo preocupante y que tal vez muchos desconocen ya sea por querer
ignorar o por no tener contacto con la materia, es el hecho que a finales del siglo
XVI se hizo la explicita declaración, guerra contra la naturaleza, está bajo las
perspectiva del feudalismo, y que los seres humanos estaban destinados a
gobernar y que por ende, la naturaleza debía producir lo que se le requiera y
proveer de lo que se necesitaba, ya que de otra manera debía ser esta torturada o
castigada. Lo anterior bajo una visión que los seres humanos no solamente
estamos fuera del ambiente sino también por encima de ella. Estos
planteamientos continuaron durante el siglo XX, justificando entonces la posición
de ataque de los seres humanos. De este proceso surgieron otras posiciones las
cuales en contra parte de las anteriores promovían un uso racional de los
importantes logros alcanzados a través de desarrollos científicos y tecnológicos,
ambas con bases éticas y acorde con las necesidades humanas. Por lo tanto el
desarrollo de conocimiento generado por la ciencia y tecnología brindaría una
oportunidad para empezar a alcanzar metas de desarrollo humano, estas no son
en cuestiones físicas sino conceptuales. Lo primero derivo llevar al ambiente a
una crisis, la crisis ambiental. Esto no ha sido consecuencia de un periodo corto
de tiempo, y por lo tanto la solución de esta crisis no se encuentra simplemente en
la recuperación o mejor uso de los recursos naturales para lograr minimizar el
desastre, sino que tiene que buscarse un sustento ético, filosófico y educativo. Es
acá entonces donde empieza la convergencia de ambas. La educación ambiental
entonces propone sumar conocimientos y romper con el tradicional pensamiento
de solución ambiental, a una educación más creativa, con habilidades y destrezas,
estas siempre por supuesto con base en la ética moral ethos, que proporciones
convicciones y opiniones decisivas en las actitudes de los individuos. Y con lo
anterior barrer con la contaminación mental. Proponer entonces la transición hacia

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la sustentabilidad apostando a la educación ambiental es sacar de la tinieblas los
proyectos anti ecológicos feudalistas y del pensamiento dominante, para
armonizar lo social con la naturaleza. Otro sistema afectante es el capitalista, que
choca con la armonización ambiental, ya que este trae consigo ideas dominante
del mercado del ser y tener, lo que se ve refleja en sus pensamientos; el
ecosistema es inagotable y tiene la capacidad ilimitada para reciclar los desechos
producidos, la humanidad puede alcanzar la felicidad si somete a la naturaleza y
su propia conducta a la razón, estos pensamientos tomados literalmente de Juan
Antonio Blanco, denotan el individualismo y un irrefrenable productivismo anti
ecológico. Pero esto tiene una contraparte las estrategias del bien, que dentro de
esta, está la de abordar la cuestión ambiental como una dimensión de las luchas
orientadas a repensar la educación y la sociedad. En este punto cobra importancia
definir que la ética es una filosofía de vida, y que por ende va dirigida a la voluntad
de vivir esto remarca la vida es sustentable y por ende el ambiente deberá cumplir
la misma función.
Legalmente injusto. Legalmente inmoral
Es como una sentencia injusta, es paradigma de la inmoralidad de la ley. Se
puede cometer errores pero con la consigna de no ir más allá de los límites de la
ley. El campo ambiental como esfera de la justicia, Las reglas a los servicios
ambientales como el agua, aire, los bosques y la diversidad biológica deberían de
garantizar sus condiciones como bienes públicos y su propia igualdad de
distribución. La nueva alianza naturaleza- cultura. La Regla de Oro: obra siempre
de tal manera que tus actos sean la medida de la conducta ajena para contigo, o,
compórtate con los demás de la manera cómo quieres que ellos se comporten
contigo.

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Ética y sustentabilidad de política, 10 años después de Río, existen 2
desafíos:
1. dar sustentabilidad a las sociedades humanas y
2. dar gobernabilidad a las sociedades humanos dentro del sistema planetario.
(Larraín, 2001). Las políticas para la implementación de la sustentabilidad
deben incluir el desarrollo y aplicación de indicadores de satisfacción de
necesidades humanas ampliadas para una vida digna (Larraín, 2001)
3. Dar gobernabilidad a las sociedades humanas dentro del sistema
planetario.
a. colocar en el centro el respeto a la vida y la dignidad humanas;
b. El reconocimiento del derecho a la participación
c. El restablecimiento de la ética del trabajo y no sólo de una ética de
éxito
d. El señalamiento de ideas y aspiraciones.
Sustentabilidad humana y ética desde el punto de vista de los pueblos
indígenas.
La sustentabilidad debe estar basada en los principios de los valores
humanos y su integridad. Y está ligado a la relación que tenemos con nuestros
territorios, recursos naturales y el medio ambiente.
Derivado de este tema se tratará por separado el tema de la ética y los
bienes públicos ambientales con más detalle y énfasis para una mejor
comprensión de la ética desde un único punto de vista.

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I. ETICA Y BIENES PÚBLICOS AMBIENTALES
Los temas ambientales se en la actualidad son citados en todos los
entornos sociales, económicos, culturales y políticos. Es un tema que se podría
decir está de moda. Pero su importancia va mucho más allá de una moda o
intereses personales. Su importancia es generacional y hereditaria. Es decir, en
esta generación heredamos las consecuencias positivas y negativas de lo que nos
han dejado las generaciones pasadas, y esta generación heredará las
consecuencias de lo que en la actualidad estemos haciendo.
Como apertura se conocerá qué es la ética. En el sentido más general
podemos decir que la ética es un comportamiento que tiene que ver con la moral
de los individuos. Que es inherente al existir de todo ser humano. La ética es una
constante, indoctrinada desde la infancia en todo individuo social. Según
Chamarro Lusar (2007), “la ética es la parte de la filosofía que estudia los
fundamentos de la moralidad de los actos humanos, es decir, aquellos en virtud de
lo cual estos pueden ser considerados buenos o malos.” Como se puede
observar la ética es un conjunto de valores que moralmente son aceptados para
que gobiernen las conductas individuales o colectivas.
En las diferentes facetas de la actividad humana se aplica la ética. En este
caso se verá la faceta ambientalista de la misma, puesto que ésta es una
ampliación de la ética como tal, que no solo se centra en el hombre sino también
en los seres que le rodean. Una ética holística que se preocupa por la
sustentabilidad evolutiva. Y esta ética ambiental “es una nueva subdisciplina de la
filosofía que trata los problemas éticos planteados en relación con la protección
del medio ambiente” (ten Have, 2010). Y esta protección ambiental dependerá en
gran manera de los códigos de comportamiento de los individuos en lo social,
político y empresarial.

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Queda claro que la “ética ambiental no puede reducirse a fórmulas de
comportamiento individual, sino que tiene que construir una normativa del
comportamiento social y político.” (Leff, 2002). Es la cultura de un estado la que
modifica en gran parte el medio natural en el cual se desenvuelve. Dicha cultura
puede ser positiva o negativa para el ambiente. Si bien es cierto, no se puede
considerar la responsabilidad en lo particular, sino más bien se da en un contexto
social; es decir, los grupos sociales que tienen un particular modo de co-existir.
Por ello es importante culturizar un comportamiento ético en beneficio del
ambiente y de la calidad de vida de los grupos sociales.
La ética ambiental debe ser prioridad en el actuar de los agentes
económicos. Las familias como entes formadores de individuos éticamente
responsables y conservadores del ambiente en el cuidado de su consumo
moralmente aceptable. Las empresas productoras de bienes y servicios que
conserven una ética en el cuidado de sus procesos que provean sustentabilidad
en todo sentido, para el bienestar común. Y un estado que oferte y demande
éticamente en el mercado. Administrando moralmente todos los factores de
producción implementado medidas de mitigación que coadyuven a la buena
administración de la biodiversidad.
Dentro de la buena administración ambiental están los bienes públicos que
en su más amplio sentido “son aquellos que generan utilidad de forma colectiva o
pública” (Gutiérrez Junquera, 2006). Estos bienes tiene la característica de ser no
excluir a ninguna persona. Puesto que todos pueden hacer uso de ellos sin
ningún límite de tiempo, cantidad o espacio. No existe rivalidad en el consumo el
costo por uso es nulo. Estos pueden ser financiados por medio de donaciones o
impuestos dado que por no ser excluyentes no pueden ser dados por un precio; ya
con la fijación de un precio no todos podrían hacer uso de ellos por la limitante de
poder adquisitivo. Los bienes públicos necesitan de una administración pública
que garantice el disfrute del bien. Esta administración deberá se necesariamente

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rígida y consistente de manera que todos los usuarios actúen éticamente para
garantizar no excluir a futuras generaciones del gozo del bien público.
De estos bienes públicos se derivan dos categorías. Las cuales son bienes
públicos puros y bienes cuasi-públicos. “Los primeros cumplen absolutamente las
características de no rivalidad, no exclusión y no divisibles”. Por su parte los
“cuasi-públicos pueden ser en alguna circunstancia, rivales o excluyentes” (Cruz
Cerón, 2005). Los bienes públicos puros pueden ser consumidos sin exclusión
alguna como el aire, la luz solar, los parajes y vistas públicas. Están exentas de
un pago para su disfrute. En cambio los bienes cuasi-públicos pueden ser
excluyentes derivado del pago de alguna tarifa. Por ejemplo para la circulación de
alguna carretera. En Guatemala el más claro ejemplo es el peaje que se paga en
la autopista a Palín. Si bien la carretera es pública el derecho de paso es una
tarifa con la cual pueden quedar excluidas personas por el pago. Por lo que se
pude decir que los bienes ambientales también pueden tener una exclusividad y
rivalidad. (ver anexo 1).
Debe de saberse que “existen bienes públicos globales (la capa de ozono),
también existen bienes públicos locales (la calidad del aire en una ciudad).”
(Azqueta Oyarzun, 2007). Si bien los bienes públicos y su uso desmedido tienen
consecuencias en lo local, también las tiene en lo global. La capa de ozono es un
gran ejemplo de ello. Por todos los contaminantes y sus partículas que crean el
llamado efecto invernadero, se ocasiona el debilitamiento la capa de ozono. De
tal manera que los agujeros existentes lejos de renovarse se van haciendo cada
vez más grandes. Como lo indica el informe de Geo 5, (2012) “El agujero de la
capa de ozono en la Antártida es la manifestación más clara del efecto de las
sustancias agotadoras del ozono: cada año se siguen presentando pérdidas en la
columna total de ozono en primavera, y su extensión depende de las condiciones
meteorológicas.” En el estudio realizado de este agujero en la últimas tres
décadas ha revelado una importante disminución en el ozono siendo su punto más
alto, en cuanto a la dimensión del agujero en el año 2006. (ver anexo 2). Si bien

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ha tenido disminuciones importantes en 1988 y en el 2002, la tendencia es hacia
la perdida y debilitamiento del ozono.
Guatemala no ha sido ajena a esta pérdida de la capa de ozono. Se ha
visto afecta por la pérdida del equilibrio de la biosfera, el cambio climático que se
ha derivado del desequilibrio es palpable. Como país en vías de desarrollo este
cambio es mucho más notable y afecta con mayor intensidad la economía del
país. Así también el deterioro del medio ambiente por falta de sustentabilidad
global. Pues afectan los desequilibrios globales a las naciones más pequeñas.
Ahora bien, los bienes públicos locales en este caso de Guatemala son
administrados por el estado. Y su calidad de bienes públicos lo sustenta el Código
Civil en su Artículo 458 que dice “Son bienes nacionales de uso público común:
1o.- Las calles, parques, plazas, caminos y puentes que no sean de propiedad
privada; 2o.- Los puertos, muelles, embarcaderos, pontones y demás obras de
aprovechamiento general, construidos o adquiridos por el Estado o las
municipalidades; 3o.- Las aguas de la zona marítima territorial en la extensión y
términos que fije la ley respectiva; los lagos y ríos navegables y flotables y sus
riberas; los ríos, vertientes y arroyos que sirven de límite al territorio nacional; las
caídas y nacimientos de agua de aprovechamiento industrial, en la forma que
establece la ley de la materia; y las aguas no aprovechadas por particulares; y 4o.-
La zona marítimo-terrestre de la República, la plataforma continental, el espacio
aéreo y la estratósfera en la extensión y forma que determina la ley.” (Guatemala,
1963)
Como se puede observar los bines ambientales también son tomados en
Guatemala como bienes públicos legalmente. Estos bienes son utilizados por
todos los guatemaltecos como un derecho sin excepción alguna. Por tal razón, es
importante una conducta ética ambiental para el uso y administración de los
mismos. Para la conservación de algunos de ellos han tenido que dejar de ser
bienes públicos puros a convertirse en bienes cuasi-públicos. Ya que se han

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tomados medidas de restricción para su protección. Estos bienes son los que se
han convertido en reserva naturales y/o áreas protegidas. Estas áreas protegidas
que son utilizadas para el ecoturismo que cobran una tarifa para su disfrute.
Creando fuentes de empleo y entrada de económica para el país a través del
cobro de dichas tarifas.
En Guatemala existen 322 áreas protegidas que ocupan el 31.04% del
territorio nacional. Estas áreas están categorizadas en reservas biológicas,
monumentos culturales y naturales, refugios de vida silvestre, reserva protectora
de manantiales entre otras. (ver anexo 3). La institución encargada de la
administración de estas áreas, es el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas
(SIGAP) a través del Consejo nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Según el SIGAP (2014) un área protegida es “las que tienen por objeto la
conservación, el manejo racional y la restauración de la flora y fauna silvestre,
recursos conexos y sus interacciones naturales y culturales, que tengan alta
significación por su función o sus valores genéricos, históricos, escénicos,
recreativos, arqueológicos y protectores; de tal manera de preservar el estado
natural de las comunidades bióticas, de los fenómenos geomorfológicos únicos, de
las fuentes y suministros de agua, de las cuencas críticas de los ríos, de las zonas
protectoras de los suelos agrícolas, de tal modo de mantener opciones de
desarrollo sostenible.” Como podemos ver un área protegida se realiza con la
finalidad de proteger esos bienes públicos, de externalidades negativas que frenen
su biodiversidad. Y el hecho de ser un área protegida le cambia sus
características por lo que deja de ser un bien público para convertirse en un bien
cuasi-público. Siendo está la forma más viable de procurar la conservación de la
biodiversidad en el país.
Además de las áreas protegidas, se puede hablar de los bines públicos
ambientales que no están en este rubro de protección. Las fuentes híbridas y la
explotación minera, son de las más sufridas en Guatemala por el uso desmedido

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de los recursos que están causando grandes problemas en el ambiente. Con el
agotamiento del agua debido a la mala administración y a al no pago por ese
servicio de bien natural. Según el Observatorio Ambiental (2011), “No existe un
esquema de gestión que, considerando la oferta y demanda de recursos hídricos,
y de todos los elementos naturales que definen esta relación, garantice una
provisión equitativa y eficiente de agua”. No se puede aseverar la durabilidad del
recurso y que el mismo llegue a todos en la misma calidad y cantidad a todos los
demandantes, como lo debería de ser; por ser un bien público ambiental puro.
La minería es otro recurso explotado a gran escala y con consecuencias nefastas
para el ambiente. Y es la utilización de bienes públicos que por derecho, todos los
guatemaltecos pueden utilizar. Lamentablemente están siendo utilizadas por
pequeños sectores que son los que obtienen el mayor beneficio con su
explotación. Y este sector no está asumiendo ni mitigando en ningún momento el
desgaste y contaminación de suelos, aguas y aire.
En Guatemala es caso en vigencia es la explotación de metales preciosos
por la Mina Marlín. Esta explotación minera de plata y oro que empezó en 2003
en la Aldea Nueva Esperanza del Departamento de San Marcos. (ver anexo 4).
Entre los múltiples problemas ambientales que está produciendo. Según informes
recabados de organizaciones ecologista expertas en la materia aseveran que “la
minería de metales a cielo abierto implica un modificación considerable del lugar
de explotación y sus alrededores.” (Castagnino, 2006) En perspectiva eso
provoca consumo de grandes cantidades de agua, contaminación de acuíferos
cercanos, contaminación del aire por polvo y partículas minerales, deforestación
para la implantación de equipo y maquinaria y almacenamiento de desechos
tóxicos entre otros. Pero el resultado más adverso que se está viendo son los
constantes movimientos telúricos en el departamento de San Marcos. Esto se
debe a que la minería Marlín está ubicada más o menos a unos 30 kilómetros de
la falla del Polochic. (Ver anexo 5). Esto ha derivado los distintos terremotos
reportados continuamente del 2012 a la fecha en esa área. Otros departamentos

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que se han visto afectados por estas externalidades ha sido Quetzaltenango,
Sololá, Retalhuleu, Totonicapán, Quiché, Huehuetenango y Suchitepéquez. Lo
más peligroso es que el movimiento constante de capas terrestres puede provocar
fuga de gases tóxicos. Es importante hacer conciencia y buscar las medidas de
mitigación y mejores acciones para aplicarlas en favor de todos los habitantes de
este país.
Por su parte la Ingeniera Glenda Glee (2014)en la entrevista realizada por
el ensayista, afirma que “los bienes públicos ambientales, servicios ambientales o
servicios eco-sistémicos son regularmente intangibles y por lo mismo difícil de
darle un valor económico. En el caso de Guatemala, el banco de Guatemala ya
cuenta con un sistema de contabilidad ambiental y económica integrada que hoy,
muchas empresas desconocen. Por lo que articular la ética ambiental y los bienes
públicos hoy cuenta con una brecha visible, puesto que el estado de Guatemala, a
través del Banguat, crea esta herramienta, sin embargo, aún es de
desconocimiento del sector empresarial, que vulnera la puesta en práctica de la
ética ambiental dentro de sus procesos productivos.”
Esta herramienta mencionada por la Inga. Glee es el llamado Sistema de
Contabilidad Ambiental y Económica Integrada (SCAEI). El cual “proporciona una
descripción detallada de la relación economía-ambiente, permitiendo evidenciar
los impactos de la economía en el ambiente y la contribución del ambiente a la
economía.” (BANGUAT, 2014). En esta descripción detallada permite darle un
valor a los bienes naturales para conocer el aporte que hace a la producción.
También ayuda a identificar frecuencia e intensidad de uso de este capital natural.
También se verifica que cantidad de inversión ya sea pública o privada se utiliza
para su conservación. Y provee el fundamento para procurar el mejoramiento de
la economía ambiental como una parte inherente de la economía del país.

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Es necesario el conocimiento de esta herramienta a su profundidad para
lograr una mejor administración y utilización más ética de los bienes públicos para
beneficio de todos los guatemaltecos. No actuar por desconocimiento o
ignorancia en el peor de los casos para no cuidad y salvaguardar el capital natural
indispensable para el desarrollo de nuestro país.

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II. Conclusiones
El ensayista concluye que se cumplió con los objetivos planteados al
principio de este documento. Primero, si se logró crear este documento práctico
para la consulta del tema en cuestión. Segundo, se explicó qué es la ética como
tal así como su aplicación ambiental, cuando se afirmó que la ética ambiental “es
una nueva subdisciplina de la filosofía que trata los problemas éticos planteados
en relación con la protección del medio ambiente” (ten Have, 2010). Tercero, se
identificó claramente qué son los bienes públicos y su clasificación de bienes
puros y causi-públicos. A la vez se les definió como “aquellos que generan utilidad
de forma colectiva o pública” (Gutiérrez Junquera, 2006).
Cuarto, que los bienes públicos en Guatemala son administrados por el
Estado y su calidad de bienes públicos lo sustenta el Código Civil en su Artículo
458. Los esfuerzos de su conservación por medio de 322 áreas protegidas que
les ha dado la calidad de bienes cuasi-públicos, por estar sujetos a normativa y al
pago de una tarifa para su disfrute.
Por último se concluye que la intangibilidad de los bienes públicos
ambientales es una de los principales tropiezos para la verificación eficiente de su
conservación. Además de la falta de normas claras y específicas que se hagan
cumplir por parte del estado. A la vez la falta de supervisión concienzuda para el
cumplimiento de la legislación así como la comunicación y difusión de las
herramientas existentes para darle un valor económico a los bienes públicos
ambientales.

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Bibliografía
Ambiental, O. (2011). Ambiente, Desarrollo y Partidos Políticos. Guatemala: FLACSO.
Azqueta Oyarzun, D. (2007). Introducción a la Economía Ambiental. España: McGraw- Hill.
BANGUAT. (28 de Agosto de 2014). Banco de Guaemala. Obtenido de Banco de Guatemala:
http://www.banguat.gob.gt/inveco/notas/articulos/envolver.asp?karchivo=8701&kdisc=si
Castagnino, V. (2006). Mineria de Metales Derechos Humanos en Guatemala. La Mina Marlín.
Guatemala: Piedra Santa.
Chamarro Lusar, A. (2007). Ética del Psicólogo. Barcelona: Editorial UOC.
Cruz Cerón, G. (2005). Economía Aplicada a la Valoración del Impacto Ambiental. Colombia:
Editorail Universidad de Caldas.
Glee, I. G. (14 de Agosto de 2014). (C. Tobar, Entrevistador)
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Gutiérrez Junquera, P. (2006). Curso de Hacienda Pública. Salamanca: Ediciones Universidad
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Porter, M. (1995). Verdes y Competitivos. Estados Unidos: Harvard Business Review.
SIGAP. (2014). Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas. Recuperado el 31 de Agosto de 2014,
de http://www.conap.gob.gt/index.php/sigap/areas-protegidas.html
ten Have, H. (2010). Ética Ambiental y Políticas Internacionales. Francia: UNESCO.

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Anexos
Anexo 1
Los bienes según su carácter de rivalidad y exclusividad
Fuente: (Cruz Cerón, 2005)
Anexo 2

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Anexo 3
Fuente: http://www.turismo-sigap.com/es/guatemala/sistema-guatemalteco-de-areas-protegidas-sigap

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Anexo 4
Ubicación de la Mina Marlín
Anexo 5
Cercanía de la falla del Polochic y la ubicación de la Mina Marlín