josÉ augusto arruÉ tobar

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EVALUACIÓN DE UN BLEND NUTRICIONAL EN LA CALIDAD DEL HUEVO DE UN SISTEMA INTENSIVO DE GALLINAS DE POSTURA Tesis presentada como requisito para optar al grado de Magíster en Sistemas de Producción Animal por: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR Comité de Tesis: Profesor Guía: Fernando Bas M. Profesores Informantes: María Angélica Fellenberg P. Marcelo Hidalgo C. Noviembre 2018 Santiago-Chile PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE FACULTAD DE AGRONOMÍA E INGENIERÍA FORESTAL DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO MAGÍSTER EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ANIMAL

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Page 1: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

EVALUACIÓN DE UN BLEND NUTRICIONAL EN LA CALIDAD

DEL HUEVO DE UN SISTEMA INTENSIVO DE GALLINAS DE POSTURA

Tesis presentada como requisito para optar al grado de

Magíster en Sistemas de Producción Animal

por:

JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

Comité de Tesis: Profesor Guía:

Fernando Bas M. Profesores Informantes:

María Angélica Fellenberg P. Marcelo Hidalgo C.

Noviembre 2018

Santiago-Chile

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE FACULTAD DE AGRONOMÍA E INGENIERÍA FORESTAL

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO MAGÍSTER EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ANIMAL

Page 2: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

AGRADECIMIENTOS Al profesor Fernando Bas, por su disposición, paciencia y apoyo.

A los profesores Marcelo Hidalgo, María Angélica Fellenberg e Iván Peña por su prestancia y

colaboración para realizar esta investigación.

A la Empresa de Huevos Arizona y todo su personal por permitir y ayudar a desarrollar mi tesis

en sus instalaciones, sobre todo a Héctor Hidalgo, Carlos Suárez y Manuel Ruiz por orientar y

colaborar en su realización, pues todo este trabajo no hubiese sido posible sin su asistencia.

A DSM Nutritional Products por facilitar el programa nutricional y por permitir utilizar sus

instalaciones e instrumentación para el análisis de los huevos.

A Felipe Peña y Miguel Ángel Salazar, por su excelente disposición y ayuda constante durante

el transcurso del proyecto.

A mi familia, por ser una fuente de apoyo incondicional y permanente.

Page 3: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

Para Carmen y María Luisa.

Page 4: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

ÍNDICE

ABSTRACT ....................................................................................................................... 6

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 2

Antecedentes generales ................................................................................................ 3

Producción y consumo de huevos .................................. ¡Error! Marcador no definido.

Alimentación en avicultura ............................................................................................. 6

Pelecha .......................................................................................................................... 7

Formación del huevo ..................................................................................................... 8

Biomineralización de la cáscara del huevo ................................................................... 10

Calidad del huevo ........................................................................................................ 14

Métodos para determinar la calidad del huevo ................ ¡Error! Marcador no definido.

Aditivos utilizados en la alimentación de monogástricos .............................................. 28

Blend Nutricional .......................................................................................................... 36

MATERIALES Y METODOS ........................................................................................... 40

Análisis estadístico ........................................................¡Error! Marcador no definido.3

RESULTADOS ....................................................................... ¡Error! Marcador no definido.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN ......................................................................................... 52

RESUMEN………………………………………………………………………………………....62

BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................... 63

Page 5: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Caracterización de los huevos por peso según la clasificación de la Asociación

Gremial de Productores de Huevos de Chile. .................................................................. 19

Tabla 2. Relación entre las unidades Haugh y la calidad del huevo. ............................... 28

Tabla 3. Dieta galpón 3 (con tratamiento) y dieta Galpón 2 y 4 (sin tratamiento). ............ 40

Tabla 4. Especificaciones del Digital Egg Tester DET 6000 ............................................ 42

Tabla 5. Promedio de los valores obtenidos por muestra por galpón para vada variable

analizada ......................................................................................................................... 44

Tabla 6. Valores y relaciones de grosor y resistencia del cascarón obtenidos por los diversos

autores............................................................................................................................. 58

Page 6: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Esquema de la relación porcentual del crecimiento del ave de postura y el consumo

de alimento en pollas comerciales ..................................................................................... 7

Figura 2. Gráfico de las preferencias de los consumidores en varios países por el color de la

yema, utilizando como escala el abanico de color de yema de DSM. .............................. 26

Figura 3. Abanico de color para evaluar la pigmentación de la yema .............................. 27

Figura 4. Digital Egg Tester DET 6000. ........................................................................... 41

Figura 5. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "peso". ............ 45

Figura 6. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "altura de albumen"

........................................................................................................................................ 46

Figura 7. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "pigmentación" 47

Figura 8. Valores por muestra del galpón 3 para la variable "pigmentación" ................... 48

Figura 9. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "calidad interna"49

Figura 10. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "resistencia del

cascarón" ......................................................................................................................... 50

Figura 11. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable "grosor del cascarón"

........................................................................................................................................ 51

Figura 12. Valores por muestra del galpón 3 para la variable "grosor del cascarón" ....... 52

Page 7: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

1

Evaluation of a nutritional blend in egg quality of an intensive

system of lying hens

José Augusto Arrué Tobar

Abstract

José Augusto Arrué Tobar. Evaluation of a nutritional blend in egg quality of an intensive system of lying hens. Tesis, Magíster en Sistemas de Producción Animal, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. 73 pp. This study evaluated a feed nutritional blend’s incorporation effect on commercial hen diets regarding the following parameters: albumin height, egg weight, yolk pigmentation, internal quality (Haugh units), shell resistance and shell thickness. The experiment was carried out in the “Huevos Arizona” company, located in the Los Molles country estate, Quilpué, Valparaíso Region, Chile. For this investigation, only sheds 2, 3 and 4 were considered. The analysis of the parameters was executed under a completely randomized statistical design, in which the evaluated treatment was whether the shed was incorporated into the nutritional blend or not. The program was implemented only in shed 3, while sheds 2 and 4 kept their diets unmodified. Six samplings were carried out with a frequency of two weeks each. The samplings consisted of a random selection of 30 eggs from each shed, obtaining 90 eggs per sample (30 eggs from shed 2, 30 from shed 3 and 30 from shed 4). After selecting them, the eggs were analyzed using the Digital Egg Tester DET 6000 instrument. The addition of the Excelgg nutritional program did not significantly affect (p> 0.05) albumin height, internal quality, shell resistance or laying percentage. However, it did affect (p <0.05) the thickness of the shell and the yolk pigmentation, resulting in an increase in the thickness of the shell and an unquestionable increase in the color in the color of the yolk when obtaining higher values of pigmentation in the YolkFan ™ scale, respectively.

Key words: Nutritional blend, internal and external egg quality, enzyme, pigment, shell resistance, shell thickness.

Page 8: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

2

INTRODUCCIÓN

En la industria avícola los costos de alimentación son fundamentales para salvaguardar la

rentabilidad del sistema productivo, pues representan cerca del 70% de los costos totales de

la empresa. Las raciones son formuladas a mínimo costo, por lo que la relación entre el aporte

nutricional y el precio es de vital importancia al momento de seleccionar qué insumos utilizar

al definir las dietas. Por tal motivo, la búsqueda de nuevas alternativas alimenticias que

permitan disminuir costos y maximizar la productividad se ha vuelto primordial para alcanzar

el éxito comercial de las productoras avícolas.

Dentro de las alternativas existentes, se encuentran los aditivos alimentarios, sustancias que,

sin constituir por sí mismas un alimento ni poseer valor nutritivo, buscan incrementar la calidad

nutricional de los alimentos, el bienestar o la salud del animal. Las enzimas, son aditivos que

mejoran la digestibilidad de los nutrientes, presentándose como una opción para optimizar el

valor nutricional de los ingredientes utilizados en la alimentación de las aves al liberar

nutrientes y potenciar los valores nutritivos de insumos considerados de menor calidad.

Además de estos beneficios digestivos, existen otros aditivos que cumplen múltiples funciones

en términos de calidad de producto; mejorando y otorgando características muy preciadas por

los consumidores.

En gallinas de postura, se busca primordialmente mejorar la calidad interna y externa del

huevo, factores como el color de la yema y el estado de la cáscara (el cual tiene que ver

principalmente con su resistencia) adquieren relevancia en las preferencias de los

consumidores. La calidad del huevo, además de estar relacionada con los factores

anteriormente mencionados, también tiene que ver con características como: peso, forma,

color, grosor de cáscara, aporte nutritivo, entre otros, por consiguiente, la calidad del huevo se

considera un factor concluyente para su comercialización.

En Chile, el uso de aditivos en la dieta de gallinas ponedoras ha aumentado significativamente

en los últimos años debido a los marcados efectos que ha manifestado su inclusión, tanto en

la eficiencia alimenticia como en la calidad del huevo. Es por eso que el objetivo de este trabajo

es evaluar el efecto de un blend nutricional (mezcla de aditivos) sobre la calidad del huevo en

un sistema intensivo de gallinas de postura.

Page 9: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

3

1. Antecedentes generales

La industria avícola hoy en día satisface gran parte de la demanda de proteínas de la

población, ya sea a través de carne o huevos. Dentro de sus características, la industria avícola

se basa en la explotación de híbridos comerciales y genéticamente seleccionados para

producir carne o huevos: pollos de engorda o broilers que han alcanzado gran velocidad de

crecimiento y ponedoras de elevada capacidad de postura (Giacomozzi, 2014). En Chile, la

producción de carne es liderada por la de ave, alcanzando 740 mil toneladas al año

(Giacomozzi y Barrera, 2017), mientras que, a nivel mundial, se ubica en un segundo lugar,

solo superada por la de cerdo, con 89,7 millones de toneladas al año (equivalente a carne en

canal) (FIRA, 2016). En lo que respecta al huevo, se produjeron 1.320 billones de huevos en

todo el mundo en el año 2014 y se espera un aumento anual del 2,8% (Conway, 2015) mientras

que, en Chile, la producción industrial de huevos durante 2012 llegó a 3.076 millones de

unidades, mostrando un incremento de 3% con relación al año anterior (INE, 2013).

El desarrollo de la industria ha tenido lugar desde un nivel técnico y dinámico en cuatro factores

básicos, principalmente: genética, nutrición, técnicas de manejo y sanidad. De este modo, las

empresas avícolas en Chile se han integrado mayoritariamente de forma vertical, utilizando

líneas genéticas y alimentación que son comunes a nivel mundial, mientras que las prácticas

de manejos y programas sanitarios se adaptan dependiendo de la situación. De este modo, la

industria ha alcanzado una gran capacidad tecnológica y utiliza técnicas de producción

intensivas, tanto para el abastecimiento interno de huevos y carnes, como para el mercado de

carne de exportación (Barroeta et al., 2011). Dentro del sistema productivo, el 70% de los

costos se los lleva la alimentación, donde el maíz es el principal insumo, lo que provoca que

el negocio sea muy dependiente de la evolución del precio de este grano (Giacomozzi, 2014).

La industria del huevo se basa primordialmente en la comercialización de huevos frescos para

consumo, dejando como subproducto el guano de ave para la fertilización de suelos y, en

menor proporción, gallinas de desecho. Con respecto a los huevos frescos, las grandes

empresas avícolas exigen varias especificaciones con respecto a la calidad de sus productos

(Ahmadi y Rahimi, 2011). Estas especificaciones incluyen una serie de pruebas y análisis para

determinar la calidad de los huevos, sobre todo con respecto a la cáscara, pues como todo

producto natural, los huevos no presentan uniformidad en su estructura, por lo que necesitan

ser revisados y examinados antes de ser comercializados. De este modo, cualquier anomalía

Page 10: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

4

o imperfección genera la exclusión del producto; se eliminan huevos muy sucios, manchados

con sangre y, principalmente, con irregularidades en la cáscara.

Una baja calidad en la cáscara genera mermas económicas tan importantes que se considera

como uno de los grandes costos en la industria avícola. Por ejemplo, en Estados Unidos, los

menoscabos por ruptura del huevo en el lugar de producción son de un 8% aproximadamente

(Roland, 1977), mientras que las pérdidas ocurridas desde la recolección hasta que llegan al

consumidor se estiman en un 6,5% (Madison y Pérez, 1994). En Chile se producen

aproximadamente 3.200 millones de huevos al año, con una pérdida por ruptura atribuible a

calidad de la cáscara, de un 5% a 8 %, que significan US$ 4,8 millones al año (ODEPA, 2017).

Es por esto que desde hace un tiempo es necesario obtener productos de calidad y no solo

producir de manera eficaz y barata.

La calidad, además de estar relacionada con la cáscara, también tiene que ver con otras

características, tanto externas como internas. Los aspectos externos del huevo incluyen peso,

forma, color, grosor de cáscara, peso de cáscara, densidad de cáscara, y textura, entre otros.

Por consiguiente, la calidad del huevo se considera un factor concluyente para su

comercialización, pues es un aspecto relevante para todos los implicados de la cadena de

producción del huevo, desde los productores, pasando por los distribuidores, hasta el

consumidor final. Por tal motivo es que las grandes empresas productoras de huevos buscan

la máxima calidad en sus productos, y lo hacen, entre otras cosas, a través del empleo de

aditivos en la alimentación de las aves con el fin de incrementar su calidad nutricional. Los

aditivos son sustancias alternativas para mantener la flora intestinal beneficiosa y la salud

digestiva, donde se incluyen enzimas, probióticos, prebióticos, vitaminas, minerales, ácidos

orgánicos, entre otros (Ravindran, 2010).

2. Producción y consumo de huevos

A nivel nacional, se pueden encontrar dos sistemas productivos principales: producción de

huevos y producción de carne. Ambos sistemas presentan diferencias en cuanto a su

estructura, pero poseen un mismo objetivo de producción; obtener carne y huevos de óptima

calidad nutricional para el consumo humano en sistemas productivos lo más eficientemente

Page 11: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

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posibles (González, 2004). No obstante, y a pesar de la alta calidad nutricional que el huevo

posee, sufre una fuerte competencia por parte de otras fuentes de proteína como son la carne

de ave, cerdo y vacuno. Esto ha llevado a los productores a incentivar el consumo de huevo

en la población, especialmente porque se ha demostrado mediante estudios científicos que

los huevos tienen poco efecto sobre el aumento de los niveles de colesterol plasmático en

humanos y que no están relacionados con el riesgo de padecer enfermedades

cardiovasculares, desestimando antiguos mitos y aumentando así su consumo (González,

2004).

Se estima que en Chile existen alrededor de 47,7 millones de aves con fines productivos. Del

total de aves, 26,7% corresponden a productoras de huevos para consumo (12,7 millones de

gallinas) (Giacomozzi, 2014). La industria del huevo en Chile está en manos de

aproximadamente 300 productores, donde 40 de ellos concentran el 80% de la producción, y

se ubican principalmente en la zona central del país. Conforman un gremio llamado

ChileHuevos y que, según sus estimaciones, el primer semestre del año 2016 se produjo más

de 900 millones de huevos a nivel nacional. De este modo, se puede evidenciar el gran

crecimiento que ha tenido Chile a nivel productivo; solo en el año 2013 la producción total

alcanzó los 3.214 millones de unidades, mientras que en 2014 llegó a 3.404 millones, y el año

2015 generó 3.550 millones de huevos. El presente año, se estima que la producción nacional

superará los 4.200 millones de unidades, casi 9% más que en 2017, la cifra más alta de la

historia, según El Mercurio, Economía y Negocios (12 de octubre de 2018).

A nivel mundial, China encabeza la lista de países productores, con una producción de

alrededor de 25 millones de toneladas de huevo de gallina para consumo en 2013, seguido

por Estados Unidos, India y Japón (FAO, 2015).

En lo que respecta a consumo, el año 2018 llegará a 225 unidades por persona, cifra que

representa un aumento de 8% frente al año anterior. Este valor ubica a nuestro país como el

quinto mayor consumidor de este producto en América Latina, después de México, Argentina,

Uruguay y Colombia. En 2015, Chile logró superar a mercados como Suiza, Holanda y el Reino

Unido en términos de consumo. ChileHuevos ha señalado que lo óptimo sería que cada

persona consumiera un huevo diariamente. Ese escenario supondría superar, incluso, a

países que hoy lideran en la ingesta de esta proteína, como Japón y México, que se aproximan

a los 350 huevos per cápita.

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3. Alimentación en avicultura

En lo que respecta a la alimentación de las aves, es usual utilizar maíz, soja, trigo, harina de

pescado, sorgo, aceites, etc. Alimentos ricos en nutrientes que, correctamente distribuidos en

la dieta, satisfacen los requerimientos nutricionales de las aves y asegurarán la formación de

un huevo de calidad. El objetivo de los programas alimenticios en ponedoras es alcanzar un

peso corporal óptimo y adecuado a la madurez sexual de la gallina. Un peso corporal óptimo

depende del consumo de nutrientes, el cual está determinado por la composición de la dieta y

el consumo de alimento (Strong, 1989).

El potencial genético de un ave, al momento de nacer, es inmodificable, por lo que, desde ese

día, el éxito depende de factores de manejo como alimentación, nutrición, sanidad, etc. En las

primeras 8 a 10 semanas de edad es esencial alimentar a las pollitas con una cantidad

adecuada de proteína y aminoácidos. El crecimiento temprano de una pollita dependerá más

de la proteína y los aminoácidos que de la energía, luego, al final del desarrollo, es necesario

que el ave joven consuma una cantidad suficiente de alimento energético (Campabadal, 1996).

El programa de alimentación más adecuado es aquel que permite obtener el peso adecuado

a la madurez sexual, pues tratar de corregir problemas de peso posterior a las 12 semanas de

edad es muy costoso, ya que durante las primeras 12 semanas el ave consume 3,14 kg de

alimento, lo que representa el 55% del consumo total y alcanza el 81% de su desarrollo; en

las siguientes seis semanas el ave consume 2,5 kg de alimento, valor que representa el 45%

del consumo total y el 19% de su desarrollo (Miles, 1994) (Figura 1).

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7

Figura 1. Esquema de la relación porcentual del crecimiento del ave de postura y el consumo

de alimento en pollas comerciales. Crecimiento y consumo medido en porcentajes (%).

El ciclo productivo de las aves se inicia con la llegada de pollitas de 0 días de edad al plantel.

Luego, al iniciar su vida productiva a las 18 semanas de edad, son transferidas a los galpones

de postura donde son mantenidas durante toda su vida. La duración de la vida productiva de

las aves depende de cuántos ciclos de producción tengan, los que normalmente pueden ser

uno o dos. En el primer caso, las aves finalizan su postura a las 70 u 80 semanas de edad y

en el segundo y con pelecha incluida, continúan la postura incluso después de las 100

semanas de vida (CFSPH y USDA, 2013).

4. Pelecha

La pelecha (o muda forzada) es una técnica que consiste en someter a las aves a un “descanso

forzado”, el cual supone un rejuvenecimiento del tracto reproductivo de la gallina, asociado, en

primera instancia, a la involución del ovario, y eventualmente del oviducto, lo cual mejora

subsecuentemente la producción de huevos y la calidad de la cáscara (Buxadé, 2000). Debido

a esto, las gallinas pierden parte de sus plumas rápidamente y dejan de poner huevos en un

lapso de 3 a 5 días y luego del comienzo de la formación de las nuevas plumas, reinician

rápidamente la producción de huevos (Capella, 1980).

Una de las maneras de inducir el inicio la pelecha, es someter a las aves a un severo estrés

fisiológico-nutricional por un período corto. Dicho estrés fisiológico se desencadena al restringir

el consumo del agua durante 24 a 48 horas, y el alimento por un período que va desde 7 a 12

días, durante los cuales las aves sufren importantes cambios hormonales que provocan el

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8

cese de la postura (Capella, 1980). El ayuno al cual se someten las aves tiene un efecto sobre

las glándulas adrenales aumentando la síntesis de corticoesteroides los cuales provocan una

retroalimentación negativa sobre la producción de la hormona luteinizante (LH), con lo cual

disminuye la síntesis de esteroides en ovario. A su vez, aumenta la gluconeogénesis, lo que

ayuda al ave a mantener los niveles de glucosa plasmática durante el ayuno. Se observa un

incremento de la actividad de las aves en este período (Webster, 2003).

Por otro lado, la peleche forzada debe ser estricta, pero sin prolongarse en demasía, pues es

imprescindible que las aves puedan retornar a su vida productiva normal lo antes posible, para

que la detención temporal de la postura no se prolongue en exceso y origine una atrofia total

o definitiva del tracto reproductivo, lo cual acarrearía indudablemente un cese de postura

permanente (Sánchez, 2003). Durante este periodo, se monitorea de manera muy

cercanamente la mortalidad para que no sea elevada.

Una vez finalizada la vida productiva de las aves en postura, estas son reemplazadas mediante

la compra o producción interna de pollitas de un día, que se integran al proceso de crianza

hasta que alcanzan la edad de madurez sexual, cuando comienza nuevamente el ciclo de

producción (Giacomozzi, 2014).

5. Formación del huevo

Aproximadamente, una gallina ordinaria alcanza la madurez sexual en la semana 20 de vida,

situación que está influenciada por aspectos genéticos, nutricionales y ambientales

(fotoperiodo) y es en aquel preciso momento cuando inicia la vida productiva del ave.

El huevo se demora entre 24-26 horas en formarse completamente; en primer lugar, la yema

se desarrolla en el ovario a partir de un óvulo y el resto del huevo se va formando a medida

que se va movilizando por el oviducto hasta ser expulsado por la cloaca (Sturkie, 1965). El

ovario pesa 35 g aproximadamente, y se sitúa en la parte inferior de la cavidad abdominal,

cerca del riñón. Su aspecto de “racimo de uva” se lo confieren los folículos que están

agrupados uno junto al otro y se encuentran en distintas fases de crecimiento. Durante unos

10 días previos a la ovulación, ocurre la vitelogénesis, la cual consiste en el crecimiento rápido

de la yema dentro del folículo ovárico (0,06 g a 18 g de peso). La ovulación se produce cuando

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9

el folículo alcanza la madurez y se libera la yema que será captada por el oviducto (Hertelendy

et al., 1975).

La ovulación de la gallina está determinada por las hormonas producidas en la glándula

pituitaria y en los folículos. Para que la ovulación se produzca, deben confluir dos fenómenos:

primero, el folículo más grande (F1) debe madurar y ser capaz de producir progesterona. En

segundo lugar, que se produzca la liberación de la hormona luteinizante (LH) desde el cerebro

(lóbulo anterior de la hipófisis), fenómeno que solo ocurre en un margen de 6 a 8 horas al día

y siempre después del inicio del periodo de oscuridad. Entre ambas, la progesterona y LH,

existe un mecanismo de retroalimentación positiva que continua hasta la fase preovulatoria

produciéndose la ruptura del folículo. La liberación de la yema desde el ovario se produce de

8 a 10 horas después del peak de LH y la puesta del huevo se efectúa unas 24 horas después

(Houston y Nabaldanov, 1953).

La yema entra en el oviducto 24-26 horas antes de la ovoposición. El oviducto es un tubo de

salida de 60-70 cm de largo y 40 g de peso, que va desde la región del ovario hasta la cloaca.

Con relación a las distintas funciones que realiza, se describen cinco secciones: infundíbulo,

magno, istmo, útero o glándula cascarógena y cloaca. El infundíbulo es la entrada del oviducto,

el lugar donde la yema es capturada tras la ovulación. Tiene forma de embudo y el tiempo de

permanencia es aproximadamente 15- 30 minutos. Aquí se forman las dos capas más externas

de la membrana vitelina, que representan 2/3 partes del total y juegan un papel muy importante

en la protección de la yema, evitando la entrada de agua a partir de la clara. Además, el

infundíbulo es el lugar donde se puede producir la posible fertilización del huevo (Eiler et al.,

1970).

La formación del albumen se inicia en el magno y acaba en el útero y está compuesta por una

solución acuosa (90% agua) de proteínas y minerales. Estas proteínas (más de 40, de ellas

siete representan el 90%) tienen propiedades nutricionales y funcionales específicas y algunas

de ellas son únicas en la naturaleza. El magno es la sección más larga del oviducto y presenta

distintos tipos de células con especificidad en la producción de las diferentes proteínas que

forman el albumen. Las glándulas tubulares secretan ovoalbúmina y lisozima, entre otras, que

equivalen al 80% de los componentes de la clara (Gilbert et al., 1971).

Page 16: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

10

La síntesis proteica se efectúa de forma continua, pero aumenta cuando la yema entra en el

magno. La distensión tisular que produce la yema a su paso por el oviducto provoca la

liberación de las proteínas almacenadas en las células que se irán depositando durante las 3

horas y 30 minutos que tarda este proceso. Cuando el huevo sale del magno, el albumen

presenta un

aspecto gelatinoso denso ya que solo contiene un 50 % del agua, es decir, alrededor de 15 g.

El proceso de hidratación y estructuración del albumen acaba en el útero, está acompañado

de minerales, sobre todo sodio, potasio y bicarbonato (Crossley y Ferrando, 1978).

Al llegar al istmo el albumen empieza a rodearse de las fibras proteicas que constituirán las

dos membranas testáceas. El huevo en formación entra en el útero o glándula cascarógena 5

horas después de la ovulación. Aquí tiene el mayor tiempo de permanencia de 18 a 22 horas

y es donde se produce, fundamentalmente, la formación de la cáscara. En esta parte del

oviducto se reconocen dos secciones diferenciadas y se presentan varios tipos de células

secretoras.

El fluido uterino también contiene los precursores de las proteínas que constituyen la matriz

orgánica de la cáscara. La parte orgánica representa un 2 % del total de la cáscara y está

constituida por una mezcla de proteínas y glucoproteínas (70 %) con un 11 % de polisacáridos.

Esta matriz se integra en el crecimiento de las columnas de calcita, dando elasticidad y

consistencia a la cáscara. Los pigmentos, responsables de la coloración de la cáscara, son

porfirinas derivadas del metabolismo de la hemoglobina, los cuales se depositan las dos

últimas horas de la formación del huevo y dependen de la estirpe (Simkiss y Taylor, 1971).

Todo el conjunto de la cáscara está rodeado por la cutícula, que reduce las pérdidas de

humedad y la contaminación bacteriana. Finalmente, una vez formado el huevo, se producirá

la expulsión a través de la cloaca.

6.Biomineralización de la cáscara del huevo

La biomineralización es un proceso que consta de una serie de eventos secuenciales en los

cuales los minerales secretados en solución por células particulares se cristalizan y se

estructuran juntos, según un plan de construcción definida. Todos los elementos resultantes

de este proceso están compuestos por una fase inorgánica, frecuentemente minerales de

Page 17: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

11

calcio (aragonita, calcita, dahlita o hidroxiapatita), y una fase orgánica que puede estar

compuesta por proteínas (fosfoproteínas, glicoproteínas), polisacáridos, lípidos y

frecuentemente por una mezcla de ellos (Simkiss y Wilburu, 1989).

La biomineralización de la cáscara del huevo se realiza por poblaciones celulares

especializadas del oviducto, estas células forman una biocerámica resultante de la interacción

controlada entre fases orgánicas e inorgánicas (Heuer et al., 1992). El oviducto actúa como

una línea de ensamblaje en la medida que el huevo avanza a través de éste (Arias et al., 1993).

Químicamente esta biocerámica está compuesta de 1,6% de agua, 95,1% de minerales, de

los cuales 93,6% corresponden a carbonato de calcio en forma de calcita, 0,8% de carbonato

de magnesio y 0,73% de fosfato tricálcico, y finalmente 3,3% de materia orgánica. En ella

ocurre nucleación heterogénea primaria y secundaria a partir de las mamilas (Fernández y

Arias, 2000).

Estructuralmente la cáscara del huevo de las gallinas está constituida por cuatro capas, las

cuales del interior al exterior son:

6.1. Capa de las membranas de la cáscara

La capa de las membranas de la cáscara es la primera estructura que se origina alrededor de

la albúmina. Se forma específicamente en la región del istmo y está dividida en dos subcapas,

externa e interna, que en conjunto pesan 145 mg. Ambas permanecen íntimamente unidas a

través de toda la superficie interna de la cáscara, excepto en el lado obtuso del huevo donde

se separan. Cada membrana está formada por una red de fibras dispuestas en paralelo a la

superficie de la cáscara, constituyendo así la cámara de aire (Fernández y Arias, 2000).

Las estructuras fibrilares que forman ambas subcapas están compuestas principalmente por

colágeno tipo X (Fernández et al., 1997), que es secretado por las células glandulares del

istmo (Arias et al., 1991). Esta proteína se encuentra en el centro de las fibras de las

membranas de la cáscara (Fernández y Arias, 2000). El colágeno tipo X presente en estas

membranas, impide el depósito de calcio en ellas (Arias et al., 1997). Las fibras de colágeno

adquieren paulatinamente una superficie uniforme lo que sugiere un proceso secuencial de

fibrilogénesis (Fernández y Arias, 2000). La superficie interna de la membrana es lisa y

homogénea (Simons y Wiertz, 1963), lo que impide el paso de albúmina hacia los espacios

entre las fibras.

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12

Aproximadamente a las 5 horas post ovipostura, cuando la membrana externa está formada,

comienza la secreción de queratán sulfato en el istmo (Fernández et al., 2001), uno de los

principales componentes de los botones mamilares. La integridad y normal composición

química de las membranas son esenciales para la normal deposición y función de los botones

mamilares que componen la siguiente capa de la cáscara (Klingensmith et al., 1988).

6.2. Capa Mamilar

Esta capa se forma sobre la membrana externa de la cáscara y está constituida por las

mamilas, las cuales son pequeñas masas de material orgánico que proveen un molde sobre

el cual los iones calcio y carbonato se fijan y originan la trama de cristales de calcita. Su

formación comienza en el tercio terminal del istmo, donde el queratán sulfato, principal

componente de los botones mamilares, está involucrado en la nucleación de los primeros

cristales de carbonato de calcio (Arias et al., 1993). El crecimiento de los cristales de calcio

hacia el interior del huevo está limitado por las membranas de la cáscara (Arias et al., 1991).

Dentro de la mamila se distingue una zona basal que está en contacto con las membranas de

la cáscara, llamada región de reserva de calcio, la cual representa la principal fuente de calcio

para el embrión. La región de reserva de calcio es la zona de la mamila que sufre la

descalcificación a partir de la segunda mitad del desarrollo del embrión, lo que demuestra su

calidad de reservorio de calcio (Dieckert et al., 1993).

La estructura y la conformación de la capa mamilar son los factores determinantes de la solidez

de la cáscara. Existe, en efecto, una correlación entre la densidad de las mamilas (n° de

mamilas por cm2) y la solidez de la cáscara (Fujii, 1974).

6.3. Capa en empalizada

Esta capa corresponde a la capa más gruesa de la cáscara del huevo (200-350 µm), está

compuesta por una porción inorgánica, en base a carbonato de calcio en forma de calcita y

una orgánica, constituida principalmente por dermatán sulfato, que ayuda a la orientación,

crecimiento y morfología de la empalizada y que se conoce como matriz de la cáscara

(Fernández et al., 1997). Se estructura a partir de las mamilas, donde ocurre la nucleación de

Page 19: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

13

los primeros cristales de carbonato de calcio en forma de calcita, constituyendo la base para

la formación de las columnas (Arias et al., 1993).

La formación de esta capa ocurre en la glándula de la cáscara propiamente tal,

aproximadamente a partir de las 6 horas post ovipostura. En esta zona del oviducto el huevo

permanece aproximadamente 20 horas, donde no sólo ocurre la mineralización de la cáscara,

sino que también existe hidratación de las proteínas de la clara lo que hace que el huevo tome

estrecho contacto con la pared de esta región (Solomon, 1991).

Dentro de la capa de la empalizada existen 3 subzonas: (1) zona de los conos: es la zona más

interna y está formada por cristales que presentan una menor orientación preferencial (Arias

et al., 1993). Los cristales de esta zona son los primeros en depositarse durante la formación

de la cáscara; (2) zona central: En esta zona, los cristales adoptan una orientación más

preferencial. Entre los cristales se encuentran abundantes vesículas de 250-300 mm que

contienen dermatán sulfato (Fernández et al., 2001); (3) zona de cristales verticales o lámina

exterior: es la zona más externa, tiene 3-8 µm de espesor y se encuentra por debajo de la

cutícula y corresponde a una región en la que los cristales se orientan preferentemente de

manera perpendicular a la superficie del huevo y contiene menor número de vesículas llenas

de gas entre los cristales que las zonas más profundas (Parsons, 1982).

Posteriormente, con el crecimiento de las columnas, estas se fusionan lateralmente lo que

contribuye a aumentar la resistencia a la deformación mecánica, si esta fusión no se lleva a

cabo la cáscara será más débil (Solomon, 1991). De lo anterior se desprende que el desarrollo

de las mamilas es fundamental para tener una cáscara de calidad.

6.4. Capa cuticular

Corresponde a la última capa de la cáscara. Su grosor es de 10 µm y cubre los poros

preservando el interior del huevo de la contaminación microbiana (Fernández y Arias, 2000).

De esta capa dependen algunas propiedades fundamentales de la cáscara, como son poner

término al depósito de calcio, regulación de la humedad, el intercambio hídrico y gaseoso y la

presencia o ausencia de pigmentación del huevo (Arias et al., 1993).

Page 20: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

14

7. Calidad del huevo

Kramer (1951) define la calidad de un alimento como la suma de las características que

influyen en la aceptabilidad o la preferencia del consumidor por dicho alimento. Los

requerimientos del consumidor se basan en una serie de atributos, sobre todo en el contenido

comestible del huevo y en su función de servir como cámara embrionaria, y es precisamente

esta función la que demanda el cumplimiento de ciertos estándares de calidad. En este

sentido, la industria debe estar atenta a lo que demanda el consumidor, canalizando sus

esfuerzos para garantizar la máxima calidad del producto.

En un estudio realizado por la Asociación Española de Productores de Huevos (ASEPRHU) el

año 2001, el consumidor español evaluó como primer aspecto la frescura y seguridad del

producto, seguido de su valor nutritivo, alimentación de las gallinas, características

sensoriales, forma de crianza de las gallinas, comodidad del uso, origen, información del

empaquetado, impacto medioambiental de la producción, el precio y la marca,

respectivamente. Asimismo, el consumidor se ha vuelto cada vez más exigente al demandar

productos de buena calidad y la industria avícola no queda ajena a estas peticiones.

El consumidor chileno se basa en parámetros como el peso del huevo, tamaño del huevo,

color de la yema y el color de la cáscara al momento de elegir, prefiriendo un huevo grande y

de cáscara de color (Araneda, 2006). Estos parámetros son subjetivos y denotan la poca

madurez del mercado local en comparación con otros mercados más exigentes y más

informados.

Los defectos en la calidad del huevo de consumo son uno de los mayores problemas en la

industria avícola. Cerca del 10% de los huevos producidos no cumplen con los estándares de

calidad, por lo que no llegan al consumidor (Overfield, 1995). Defectos como roturas,

quebraduras, suciedades en la cáscara, manchas de sangre y carne, decoloración de cáscara,

entre otros, causan una gran pérdida a la industria, y si el huevo de inferior calidad llega al

consumidor, se genera una pérdida de confianza en el producto.

De este modo, la importancia de determinar la calidad de los huevos recae en conocer el

proceso de deterioro que éstos sufren a medida que transcurre el tiempo con relación a las

condiciones de almacenamiento. Además, es útil para describir las diferencias que tienen los

huevos al provenir de gallinas ponedoras genéticamente distintas, o cuando estas son

Page 21: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

15

sometidas a diferentes condiciones medio ambientales y/o nutricionales (Silversides y

Villeneuve, 1994).

7.1. Calidad externa

Entre las características externas se encuentran: consistencia de la cáscara, variación del

peso y tamaño, forma y color del huevo (Martín, 2002), por lo tanto, un huevo de buena calidad

tiene una forma elíptica, con una cáscara limpia, suave (no rugosa) y brillante. La cáscara debe

estar libre de grietas y otros defectos. En las variedades de huevo blanco, la presentación de

la cáscara es de un color blanco puro y uniforme, mientras que, en las variedades de huevo

café, su aspecto es de un color marrón oscuro uniforme (Hy-Line International, 2017).

7.1.1. Consistencia del cascarón

La cáscara del huevo está compuesta por una cerámica biomineralizada constituida por

carbonato de calcio (CaCO3) incrustada en una matriz orgánica de proteoglicanos (Panheleux

et al., 1999). La biomineralización de la cáscara del huevo se realiza por poblaciones celulares

especializadas en el oviducto, las cuales secretan una solución de minerales que se cristalizan

y forman fases orgánicas e inorgánicas. El oviducto actúa como una línea de ensamblaje en

la medida que el huevo avanza a través de éste (Heuer et al., 1992).

La cáscara cumple la función biológica de servir como una cámara maciza durante el desarrollo

del embrión y de este modo, disminuir los impactos externos que son propios de las

condiciones naturales y de las conductas reproductivas de las aves que podrían dañar

mecánicamente al huevo. Al mismo tiempo, también debe ser lo suficientemente endeble al

término de la incubación para asegurar la salida del embrión (Arias et al., 1994). Otra de sus

funciones es regular el intercambio gaseoso entre el polluelo en desarrollo y el ambiente

externo, previniendo su contaminación con bacterias y otros patógenos, además de cumplir el

rol de envase para esta importante fuente de nutrientes a nivel comercial (Hunton, 2005).

La formación de la cáscara del huevo es un proceso que toma más del 80% del tiempo que

demora un huevo completo en formarse, el cual es entre 24 a 26 horas, por lo que es un lapso

altamente susceptible para alterar su calidad. La calidad de la cáscara está influenciada por

diversos factores: nutrición, edad, ciclo de postura, ambiente, patologías, entre otros (Fraser,

Page 22: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

16

1996). Una baja calidad de cáscara puede provocar trizaduras y una posible pérdida o

contaminación del contenido del huevo, e incluso, un debilitamiento casi imperceptible de la

resistencia mecánica de ella, haciéndola más frágil a impactos físicos o penetración de

microorganismos patógenos (Arias, 1998). De este modo, se espera que una cáscara sea

gruesa, resistente, carente de trizaduras e impurezas (sangre o fecas) y de un color

homogéneo.

7.1.1.1. Calcio

Se estima que el útero de la gallina demanda Ca a una tasa de 100 a 150 mg h-1 (Cuca, 2005).

Hunton (2005) ilustra esto por medio de números: si el volumen sanguíneo de una ponedora

que pesa 1,5 kg es de alrededor de 75 ml, y la concentración máxima de calcio sanguíneo

posible es de 30 mg/100 ml, el máximo contenido de calcio presente en sangre sería

aproximadamente de 25 mg. El calcio contenido en la cáscara de un huevo de 60 g pesa

alrededor de 2,3 g, en otras palabras, 92 veces el nivel de calcio sanguíneo máximo de un

ave. A este ritmo, el Ca de la sangre se agotaría en 12 min, si no hay aumento de la absorción

del Ca dietario en el intestino y la tasa de recambio del hueso.

Sin embargo, con cantidades adecuadas de calcio en la dieta, la mayor parte de la demanda

se cubre por la absorción del Ca dietario en el intestino y en menor proporción, por la

movilización del Ca del hueso (Cuca, 2005). Para las aves menores a 42 semanas, Casaubon

(2002) recomienda un nivel de 3,25%, de Ca en la dieta, mientras que para gallinas mayores

a 42 semanas de edad y, especialmente, las sometidas a una temperatura ambiente elevada,

recomienda niveles >3,75%, o incluso superiores. De modo similar, Gutiérrez, et al. (2013)

indica que la mayoría de las dietas para ponedoras requieren de un 3,5 a un 4% de calcio para

satisfacer las exigencias productivas de un sistema de postura. Además, es recomendable

aportar el calcio en forma de partículas groseras, e incluso aportar un extra de este unas horas

antes del apagado de luces. Esto asegurará que haya calcio disponible para el animal en la

sangre y que se utilice para la formación de la cáscara, reduciendo la movilización de calcio

óseo y prolongando la vida del animal (Ortiz y Mallo, 2013).

La deficiencia de calcio resulta en menor producción de huevos y huevos de cascarón más

delgado, así como también tendencia a disminuir el contenido de calcio de los huesos, primero

por remoción completa de la médula ósea, seguida por una remoción gradual de hueso

Page 23: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

17

cortical. Por último, los huesos se hacen tan delgados que pueden fracturarse de manera

espontánea, en especial en vértebras, tibias y fémures (Cuca, 2005).

Por otro lado, el exceso de calcio que se absorbe se excreta por los riñones; elevadas

concentraciones provocan impactación de uréteres y riñones, lo cual conduce a nefrosis. Las

aves muy jóvenes resultan más susceptibles. Puede haber mayor mortalidad por hiperuricemia

con depósitos de urato, debida al daño renal por dietas con mucho calcio. En pollitos jóvenes,

los cambios patológicos en pulmones resultan por el daño en el parénquima con depósitos de

calcio. Es posible que la nefrosis y los depósitos de uratos viscerales en pollitos vivos y

muertos en el cascarón se desarrollen por obstrucción renal por calcio. El calcio que no se

absorbe, permanece en el intestino y aumenta el contenido de agua en las heces de las

gallinas alimentadas con raciones ricas en calcio (Casaubon, 2002).

7.1.1.2. Temperatura

Las aves poseen una alta sensibilidad a los brotes de calor, por lo que no pueden soportar

temperaturas extremas por largos periodos de tiempo. Esto se debe a que las gallinas carecen

de glándulas sudoríparas, por lo que no pueden eliminar el calor a través del sudor.

Adicionalmente a esto, su cuerpo cubierto de plumas les dificulta disipar el calor interno y

externo. Las gallinas utilizadas actualmente deben consumir altas cantidades de alimento para

satisfacer los requerimientos nutricionales que el sistema productivo exige. Comer y digerir

este alimento genera mucho calor dentro de la cavidad interna de las aves, lo que repercute

en su rendimiento (Yahav et al., 1997a).

La temperatura interna de una gallina adulta es de alrededor de 40 °C – 41,6 °C. Si la

temperatura sobrepasa los 44 °C, podría ser mortal para la gallina. En contraste a lo que

sucede a bajas temperaturas, las gallinas resisten mucho mejor el frío que el calor ya que la

temperatura de su cavidad interna puede bajar a 23,8 °C y seguir vivas. Sin embargo, la

combinación del calor más humedad, puede ser mortal (Yahav et al., 1997b). Temperaturas

altas pueden desencadenar un descenso en el consumo de alimento de las aves debido al

estrés calórico que se puede generar. Esto interfiere significativamente en la cáscara ya que,

si disminuye el consumo de calcio, también lo hace su calidad, dada la alta presencia de este

mineral en el cascarón (Rodríguez et al., 2011).

Page 24: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

18

Se ha demostrado que el estrés térmico provoca jadeo y alcalosis respiratoria,

incrementándose la frecuencia respiratoria, junto a la disminución del CO2 en el torrente

sanguíneo de la gallina, elevándose el pH en la sangre (con la consiguiente pérdida de agua

a nivel tisular), lo que produce que el riñón pierda mayor cantidad de bicarbonato para regular

el pH sanguíneo (Ajakaiye et al., 2010a). Además, durante el estrés calórico, las

concentraciones de las proteínas de unión de calcio: D28k, D9k (calbindinas) aumentan su

concentración en las células intestinales de las gallinas, disminuyendo las reservas medulares

de calcio en el tejido óseo, de forma similar a cuando se producen deficiencias de calcio en el

animal (Ebeid et al., 2012). Por ello, al haber concentraciones bajas de calcio y bicarbonato se

limita considerablemente el intercambio iónico en el útero de las aves, contribuyendo a reducir

la disposición de calcio en la cáscara (Ajakaiye et al., 2010b).

7.1.1.3. Ciclo de Postura

Cuanto mayor es la duración del periodo de postura, menor es la consistencia de la cáscara

del huevo. La gallina no produce la cantidad de CaCO3 necesario para cubrir los huevos de

mayor tamaño que pone durante la última parte del ciclo de postura (Star et al., 2015).

7.1.1.4. Genética

Las líneas genéticas utilizadas en los sistemas productivos han sido seleccionadas

genéticamente por factores como son el porcentaje de puesta y la calidad del huevo, entre

otros, por lo que el uso de las últimas estirpes comerciales suele venir acompañado de mejores

resultados en cuanto a la calidad de la cáscara (Hocking et al., 2003)

7.1.2. Peso y tamaño del huevo

Un huevo promedio pesa una media de 60 gramos. El reparto entre las diferentes partes es

aproximadamente: 60% clara, 30% yema, y un 10% la cáscara y membranas. Un tamaño

excesivo del huevo aumenta la susceptibilidad a la ruptura debido a que mientras más grande

sea, la cáscara es de menor grosor. Esto ocurre porque existe una estrecha relación negativa

entre la producción y el tamaño del huevo (WATTAgNet, 2015). Por otro lado, si el huevo es

muy pequeño, disminuye su valor comercial, pues es menor la cantidad de proteína ofrecida.

En el caso de que los huevos sean demasiado grandes, no caben en las bandejas, por lo que

Page 25: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

19

la labor de almacenarlos se torna compleja, mientras que, al ser muy pequeños, estos no se

ajustan a los huecos que vienen en ellas ya que los espacios les quedan demasiado grandes.

Tabla 1. Caracterización de los huevos por peso según la clasificación de la Asociación

Gremial de Productores de Huevos de Chile (Chilehuevos).

*La categoría “Jumbo” es acuñada por Huevos Santa Marta de Liray S.A., entre otros, con el

fin de incluir entre sus productos huevos más grandes que los del mercado.

La comercialización de huevos en Chile se realiza por unidad o por docena, mientras que en

Europa y Estados Unidos es por unidad y docena, respectivamente. En general, en

Latinoamérica, los huevos se venden por cantidad, a excepción de México y Costa Rica, que

manejan la comercialización de huevo por peso, utilizando el kilogramo como unidad de

medida.

La preferencia por el tamaño de los huevos rodea los 60-65 g en Honduras (Reichmann y

Arias, 2016), al igual que en Colombia, con un calibre bastante similar (Instituto Interamericano

de Ciencias Agrícolas de la OEA, 1964).

En Chile, se realizó una encuesta a 384 personas, 192 hombres y 192 mujeres, de distintas

edades (48 personas menores de 21 años, 48 entre 21 y 30, 48 entre 31 y 50 y 48 mayores

de 50) y estratos sociales (192 personas del estrato social ABC1 y 192 del E y D) acerca de la

percepción de calidad del huevo (tamaño, estado, color y limpieza de la cáscara, entre otros)

a un grupo de consumidores de Santiago y se llegó a la conclusión que el tamaño grande (54

a 61 g) es el preferido por el total, todas las edades, ambos estratos y sexos (Araneda, 2006).

Tipos Peso

*Jumbo Más de 75 g

Súper extra 68-75 g

Extragrande 61-68 g

Grande 54-61 g

Mediano 47-54 g

Chico 40-47 g

Muy chico Menos de 40 g

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20

7.1.2.1. Nutrición

Un aumento en el contenido proteico de la dieta provoca un aumento significativo en el tamaño

del huevo. Por lo tanto, el consumo excesivo o deficitario de proteínas, provocará una

alteración en el peso del huevo (North y Bell, 1993).

7.1.2.2. Ciclo de postura

Los huevos que la gallina pone al principio del ciclo productivo son más pequeños que

los que pone al final, pues se considera un crecimiento del tamaño de los huevos con respecto

al tiempo, mas no es un incremento uniforme. Durante la primera parte del ciclo productivo, el

tamaño aumenta rápidamente, pero después lo hace de manera gradual. Así lo evidenciaron

Galíndez et al. (2014) pues compararon casi 9.000 huevos y concluyeron que el peso del

huevo aumentó 0,23 g sobre el promedio por cada semana de edad de la gallina.

7.1.2.3. Edad y peso del ave al inicio del periodo de postura

La edad del ave y sobre todo el peso vivo del ave al inicio del periodo de puesta son

factores claves que determinan la producción y el tamaño del huevo durante el ciclo productivo.

El adelanto de la pollita, dentro de edades razonables, aumenta el número de huevos

producidas durante el ciclo de puesta, a expensas de un menor tamaño. Se estima que por

cada 100 g de peso corporal el huevo pesará aproximadamente un gramo extra. Debe tenerse

en cuenta que un adelanto excesivo del inicio de la puesta, sobre todo en lotes desiguales,

puede afectar al número de huevos producidos, con menores picos y reducción de la

persistencia (Pérez-Bonilla et al., 2012a).

7.1.2.4. Temperatura

El peso del huevo disminuye con el aumento de la temperatura ambiental (a partir de los 25

°C) a un promedio de 0,4 g por cada grado Celsius de incremento, produciéndose huevos de

menor tamaño y peso, debido a la incapacidad de termorregulación de las hembras

reproductivas, aunado a la pérdida de agua, CO2 y aumento de la cámara de aire del huevo,

con disminución irreversible de las Unidades Haugh (Van der Brand et al., 2008).

7.1.2.5. Refrigeración

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21

El intercambio gaseoso a través de los poros de la cáscara es uno de los procesos que

intervienen en el deterioro del huevo, el cual se debe a la temperatura y humedad exterior. El

huevo va perdiendo agua y llenándose de aire, lo que genera una merma del peso. Sastre et

al. (2003) indican que peso del huevo disminuye un promedio de 0,1 gr/día en el caso de que

se mantengan refrigerados y 0,2 gr/día si se mantienen a temperatura ambiente.

7.1.3. Forma del huevo

Los huevos de gallinas domésticas exhiben una forma elíptica, quedando representada por el

índice morfológico (ancho/longitud * 100), el cual tiene un valor de 74%. Así, los huevos de

gallina miden en promedio 4,2 cm de ancho y 5,7 cm de longitud, los cuales son fáciles de

transportar y embalar. Los huevos muy largos están expuestos a daños mecánicos, mientras

que los huevos esferoidales dificultan su introducción en los envases preformados

(Scholtiyssek, 1996). Asimismo, Altunas y Sekeroglu (2008) señalan que los huevos más

largos que anchos tienen una fuerza de compresión menor, la cual podría interferir con su

transporte y almacenamiento.

7.1.3.1. Tipo de Luz

Pereira et al. (2017) experimentaron posturas con distintos tipos de luz (fluorescente,

incandescente, de vapor de mercurio y de vapor de sodio) y concluyeron que la forma del

huevo es influenciada por el tipo de luz que la gallina es expuesta, siendo el tipo de luz

proveniente de la lámpara de vapor de sodio la que proporcionó huevos más alargados. De

este modo, se recomienda considerar el espectro de luz de la fuente lumínica para la

adecuación del sistema de iluminación de los galpones avícolas, ya que esto afecta la calidad

de los huevos producidos.

7.1.4. Color del Huevo

El color del cascarón es propio de la línea genética de las gallinas que se está utilizando y no

afecta la calidad nutritiva del huevo, es decir, independientemente del color, su aporte nutritivo

es igual tanto en huevos de color como en huevos blancos. Antiguamente, los huevos para

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22

consumo con cascaron café tenían más demanda, pero hoy día, tanto los huevos cafés como

los blancos provienen de gallinas acondicionadas en iguales circunstancias y con la misma

alimentación. Este último factor determina el sabor y el valor nutritivo del huevo (Zamorano

2001).

7.1.4.1. Genética

La coloración de la cáscara es un factor genético asociado a la raza/línea genética de la gallina

ponedora. De este modo, las razas o líneas genéticas con plumaje blanco ponen huevos

blancos, mientras que las razas que tiene las plumas y los lóbulos auriculares de color marrón

pondrán huevos de color pardo. Eso sí, ambos tipos de huevos cuentan con los mismos niveles

de calidad y contenidos nutricionales (Sastre et al., 2003).

7.2. Calidad Interna

Al romper un huevo y colocar su contenido en una superficie plana, la apariencia de la

albúmina debe ser de un color claro o ligeramente opaco, con apariencia de un gel y estar libre

de inclusiones (manchas de sangre y carne). Una yema en buenas condiciones presenta un

color uniforme que va entre amarillo brillante a anaranjado, y está fija en el centro del huevo

por las chalazas que no son excesivamente grandes. El contenido del huevo debe estar libre

de olor y contaminación microbiana (Hy-Line International, 2017).

7.2.2. Cámara de Aire

La cámara de aire es un espacio existente entre las dos membranas testáceas, la interna y la

externa, hallándose siempre en el polo más ancho y teniendo por misión proporcionar el aire

necesario al embrión al final del proceso de la incubación y pocas horas antes de que este

perfore la cáscara.

El huevo fresco carece prácticamente de cámara de aire al hallarse las dos membranas

adheridas entre sí, pero a medida que el huevo envejece se evapora el agua y la cámara

aumenta. Por lo tanto, hay que tener en cuenta el tamaño de la cámara de aire como factor

importante para la determinación de la calidad del huevo, debemos tomar en cuenta la altura

Page 29: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

23

de esta cámara de aire y su inmovilidad, el volumen de aire que corresponde a la cámara de

aire no se mueve ni se desplaza de su posición al mover el huevo (Fernández y Arias, 2000).

Por lo tanto, la frescura es lo primero que hay que comprobar. Se debe reparar de la fecha de

consumo preferente, que puede aparecer en el envase o impresa en el huevo (Unión Europea).

Según el Reglamento Sanitario de los Alimentos de la República de Chile (2017), un huevo

fresco es aquel que tiene un período de almacenaje no superior a 8 días. Pasado este tiempo

ya no se considerará fresco, aunque ello no significa que no pueda comerse.

7.2.2.1. Tiempo de almacenamiento

Como se mencionó anteriormente, la cámara de aire en un huevo fresco es casi imperceptible,

mas aparece conforme el tiempo transcurre desde el momento de la postura. En huevos de 1

a 4 semanas la cámara de aire presenta una altura comprendida entre 4 y 6 mm, en huevos

de 6 semanas a 4 meses la cámara de aire supone 1/6 del huevo y su altura está comprendida

entre 11 y 18 mm y para los huevos de más de cuatro meses la cámara de aire ocupa un tercio

del huevo (Periago, 2007).

7.2.3. Clara o albumen

La albúmina está compuesta por agua y proteínas (fundamentalmente ovoalbúmina) vertida

por secreciones del epitelio del oviducto durante el paso del óvulo por este, cumple la función

de proteger de daños físicos al embrión durante la incubación y sirve como barrera biológica

frente a la invasión de microorganismos exógenos (London, 1982). La textura y firmeza de la

albúmina es indicativa de la frescura del huevo.

En la clara se distinguen dos partes según su densidad: el albumen denso y el fluido. El

albumen denso rodea a la yema y es la principal fuente de riboflavina y de proteína del huevo

mientras que el albumen fluido es el más próximo a la cáscara (Carbajal, 2006).

Las causas de la disminución de la calidad de la albúmina se manifiestan por la licuefacción

de la albúmina densa, lo que tiene como consecuencia la pérdida de la estructura interna y de

la organización espacial de las capas de albúmina y de la yema. Esto se debe a la liberación

de anhídrido carbónico desde el interior del huevo, tendiendo a equilibrar su concentración con

Page 30: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

24

la tensión parcial de este gas en el aire circundante, con el consiguiente aumento del pH. Este

tiene un valor de 7,6 en un huevo recién puesto y se eleva a 8,5 después de 24 horas a 200°C,

alcanzando valores de 9,0 a 9,4 luego de algunos días. Tales modificaciones se aceleran

notablemente al aumentar la temperatura ambiente. Por efecto de la licuefacción de la

albúmina, el vapor de agua se escapa a través de la cáscara, lo que resulta en pérdida de

peso del huevo, contracción del contenido del huevo y aumento de la cámara de aire (Arias et

al., 2007).

También hay que tener en cuenta que la clara debe ser transparente y limpia. Se considera

así cuando está libre de impurezas, turbidez, manchas de sangres u otras partículas

anormales. También se debe tener en cuenta su consistencia, la albúmina de mayor calidad

es la más consistente (Redondo, 2003) y a medida que el huevo va envejeciendo, la proporción

de la albúmina fluida aumenta a expensas de la densa.

La albúmina contiene dos gruesos filamentos que, en forma enrollada, se dirigen desde la

yema a cada uno de los polos del huevo. Son las chalazas, siendo su misión la de mantener

a la yema en posición centrada, lo que hace que, con huevos viejos, al perder parte de su

resistencia, esta se desplace fácilmente (Panda, 1998).

7.2.4. Yema y color de la yema

La yema de un huevo está rodeada por un estrato bastante denso de albúmina y se encuentra

suspendida por un conjunto de cadenas proteicas denominado chalaza, lo que permite

mantenerse inmóvil a pesar de que el huevo se gire o se mueva (Soler et al., 2011). Las yemas

son una fuente importante de vitaminas y sales minerales, de hecho, toda la vitamina A, D y E

del huevo provienen de la yema. Además de que el huevo es uno de los pocos alimentos que

contienen vitamina D de forma natural. La yema de un huevo de gallina contiene casi toda la

grasa y el colesterol de los huevos y más de la mitad de las proteínas (Kopmann, 2012).

7.2.4.1. Tiempo

Page 31: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

25

A medida que el huevo envejece o pierde claridad, la clara adelgaza y la yema tiende a

moverse de manera independiente y acercarse más al cascarón, por lo tanto, se torna más

visible (Centro regional de ayuda técnica de México, 1966).

7.2.4.2. Pigmentación

El color de la yema depende de la alimentación de la gallina, concretamente, de la proporción

entre pigmentos amarillos y rojos (xantofilas) presentes en el maíz que se le otorga en la dieta.

Dado que la yema tiene un alto porcentaje de lípidos en su composición, la asimilación de

pigmentos liposolubles modificará su coloración. Así, si la gallina consume plantas con gran

cantidad de carotenoides, estas sustancias se depositarán en la yema durante la formación

del huevo; por ejemplo, si la alimentación se basa en maíz o alfalfa, la yema tomará un color

amarillo medio, más intenso que si se alimentara a base de trigo o cebada, por otro lado, si la

gallina se alimenta de harina de maíz blanco, resultarán yemas pálidas, con tonalidades casi

descoloridas. De esta manera, el color de la yema de huevo puede variar desde el amarillo

pálido al anaranjado intenso (Surai et al., 2015)

Dicha variación es un factor de máxima importancia para la valoración de huevos en el

comercio, pues existen mercados que prefieren las yemas de colores muy amarillos, mientras

que en otros el color no es tan relevante (Redondo, 2008). Esto depende de la ubicación

geográfica, la cultura de comercialización y la tradición. Sin embargo, la mayor parte de los

consumidores a nivel mundial prefieren una yema con un tono amarillo-dorado (DSM, 2016).

Page 32: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

26

Figura 2. Gráfico de las preferencias de los consumidores en varios países por el color de la

yema, utilizando como escala el abanico de color de yema de DSM.

Por otro lado, las manchas de sangre suelen aparecer en la superficie de la yema y son

pequeñas hemorragias que tienen lugar durante la ovulación; los colores pardos de estas

manchas se deben a la oxidación de estas por la alcalinización del albumen, con el que están

en contacto (Soler et al., 2011).

8. Métodos para determinar la calidad de huevos

Existen múltiples métodos para medir la calidad externa e interna del huevo, entre los más

utilizados se pueden mencionar: la resistencia de la cáscara; mediante la aplicación de presión

hasta que este se fisure o se rompa, el grosor de la cáscara, el pesaje del huevo, la

pigmentación de la yema y la medición de las unidades Haugh, entre otras.

La medición de la fuerza de ruptura se realiza mediante durómetros o texturómetros. De este

modo, se puede evaluar la dureza de la cáscara a través de la fuerza (N) que es capaz de

soportar el huevo hasta romperse. Por otro lado, el grosor de la cáscara se mide con un

micrómetro, el cual se mide a través de unidades métricas.

Page 33: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

27

El color o pigmentación de la yema se puede medir a través de dos escalas: el índice de color

y la escala de Roche. El índice de color para la yema varía de -2 a +2 y se corresponde con

tonos que van de verdosos a amarillo, siendo los valores preferidos superiores a 0. La escala

de Roche mide la intensidad del color en función de unos patrones preestablecidos. El valor

medio para la escala de Roche es de 9, que es un valor normal, sin embargo, muchos

consumidores buscan intensidades cercanas o superiores a 10. Este tipo de valoración de la

pigmentación no hace referencia a un valor de calidad nutricional ya que los carotenoides

(precursores de la vitamina A) contribuyen poco a la coloración del huevo.

Figura 3. Abanico de color para evaluar la pigmentación de la yema. DSM.

La calidad de albumen se mide mediante unidades Haugh, la cual es una medida de la calidad

proteica del huevo basada en la altura de la clara (albúmina) (Monira et al., 2003), la introdujo

Raymond Haugh en 1937 (Kluger, 2010) y es bastante usada en la industria avícola para

valorizar cualitativamente la calidad del huevo. La altura, correlacionada con el peso,

determina el valor de la unidad Haugh (uH); mientras mayor sea dicho valor, mejor es la calidad

del huevo (el más fresco, de mejor calidad, tiene clara espesa). La fórmula para calcular esta

unidad es:

𝑢𝐻 = 100 ∗ log(ℎ − 1,7𝑤0,37 + 7,6)

uH = unidad Haugh.

h = altura de la albúmina, en milímetros.

w = peso del huevo, en gramos.

Page 34: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

28

Tabla 2. Relación entre las unidades Haugh y la calidad del huevo.

Unidades Haugh Descripción cualitativa

90 Excelente

80 Muy Bueno

70 Aceptable

65 Marginal

60 Resistencia Consumidor

55 Pobre

50 Inaceptable

9. Aditivos utilizados en la alimentación de monogástricos

Los costos en alimentación de los sistemas de producción animal consideran hasta un 70%

del costo total, lo que evidencia la necesidad de trabajar en la optimización de esta. Es por

esto que se origina la necesidad de utilizar correctamente los componentes de las dietas,

considerando sobre todo los valores nutricionales, de modo que en las formulaciones se

disminuya el nivel de los ingredientes más costosos de la dieta.

Actualmente existe una gran variedad de aditivos y materias primas que son utilizados en la

alimentación animal. Su propósito es incrementar la satisfacción de las necesidades

alimenticias de los animales, aumentar el aprovechamiento de los nutrientes contenidos en los

alimentos e influir positivamente en la producción, la actividad o el bienestar de los animales,

especialmente actuando en la biota gastrointestinal o la digestibilidad de los piensos (Kan et

al., 1998)

Dentro de los aditivos más utilizados en la industria avícola se pueden encontrar: enzimas,

prebióticos, probióticos, ácidos orgánicos, aceites esenciales, pigmentos, vitaminas y

minerales, entre otros.

Page 35: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

29

9.1. Enzimas

Las enzimas son proteínas de estructura tridimensional sumamente compleja. Actúan sólo en

condiciones específicas de temperatura, pH y humedad, y sólo frente a sustratos específicos

(Bühler et al., 1998). Se encuentran presentes en todos los sistemas biológicos y son

catalizadores muy eficaces, acelerando o posibilitando diversas reacciones químicas.

El empleo de enzimas exógenas tiene como fin mejorar la eficiencia en el aprovechamiento de

los nutrientes y así aumentar los resultados productivos. El valor nutritivo potencial de las

materias primas usualmente no logra concretarse debido a las diversas limitaciones generadas

por la presencia de una serie de factores antinutricionales y la falta o la insuficiencia de

enzimas endógenas, propias del sistema digestivo, que puedan romper los enlaces químicos

y permitan la liberación de los nutrientes. Por lo tanto, el propósito de utilizar enzimas en

alimentación animal es reducir los factores antinutricionales de los sustratos de destino y

mejorar la utilización global de nutrientes (Oliveira y González-Molero, 2007).

Entre las enzimas más utilizadas en la alimentación animal se encuentran (Bühler et al., 1998):

• Fitasa: cataliza la hidrólisis del ácido fítico. Se utiliza para aumentar la disponibilidad

del fósforo vegetal.

• Amilasa: Las amilasas son enzimas que catalizan la escisión del almidón y actúan

sobre la digestibilidad energética al exponer más rápidamente el almidón a la digestión

intestinal (Bedford y Pack, 1998). Se distinguen, entre otras, la α-amilasa, que escinde

los enlaces α-glucosídicos en el interior de la molécula del almidón y la -amilasa que

escinde las moléculas de maltosa (Bühler et al., 1998). La amilasa se emplea en dietas

basadas en maíz.

• Celulasa: cataliza la hidrólisis de la celulosa. Se utiliza en dietas que presentan

subproductos de molinería como los afrechos debido al alto contenido de paredes

celulares que estos presentan.

• Proteasa: participa en la hidrólisis de las proteínas dietarias. Muy utilizadas en dietas

basadas en soya, debido a su acción al degradar los inhibidores de tripsina y lectinas.

Page 36: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

30

• Xilanasa: enzima que hidroliza los enlaces internos β-1,4 de los arabinoxilanos. Se

utilizan en dietas que contienen trigo y centeno, aunque también se ha descrito un

efecto positivo al ser incorporadas en dietas con maíz.

• β-glucanasa: cataliza la hidrólisis de los β-glucanos presentes en insumos como la

cebada y el centeno.

Para efectos descriptivos se revisará con mayor detención el funcionamiento de la fitasa:

9.1.1. Fitasa

Los mayores constituyentes de las dietas de aves son los granos y sus subproductos.

Aproximadamente un 60-80% del fósforo presente en las plantas se encuentra como ácido

fítico o sus sales (Kornegay, 2001). La liberación de este fósforo en aves es sólo posible

mediante la acción de la enzima “Fitasa”. La hidrólisis del ácido fítico (IP6) genera productos

como el inositol-5 fosfato (IP5), luego el inositol-4 fosfato (IP4), inositol-3 fosfato (IP3), inositol-

2 fosfato (IP2) y para terminar el inositol-1 fosfato (IP1), siendo estos últimos tres capaces de

atravesar la barrera intestinal (Pointillart, 1994). Según Nys et al. (1996), existen 4 tipos de

actividad fitásica: la fitasa intestinal presente en las secreciones digestivas, fitasa presente en

algunos ingredientes vegetales, fitasa obtenida de la flora residente y la fitasa producida por

microorganismos exógenos.

En términos de aditivos, la fitasa utilizada es la producida por microorganismos exógenos.

Diversos microorganismos son capaces de sintetizar la enzima fitasa, entre ellos bacterias,

hongos y levaduras (Kornegay, 2001). Según la clasificación de las enzimas, la fitasa

microbiana corresponde a una hidrolasa 3-fitasa (E.C. 3.1.3.8) que escinde primero el grupo

fosfato de la posición C3 (Pallauf y Rimbach, 1995). Las fitasas microbianas difieren de las

vegetales y las intestinales en que poseen un rango de pH óptimo de 2 a 5,5, lo que las hace

aptas para actuar en el tubo digestivo de los animales (Pointillart, 1994).

En la actualidad las fitasas exógenas son usadas en las dietas de las aves para hidrolizar el

fósforo fítico, haciéndolo más disponible para satisfacer sus requerimientos de fósforo

inorgánico (Maenz, 2001). La utilización de dichas enzimas se hace necesaria ya que las aves

poseen una actividad fitásica prácticamente insignificante, lo que es evidenciado por los bajos

Page 37: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

31

niveles de P fítico en el organismo. Por otro lado, su adición tiene un efecto positivo sobre el

cascarón, sobre todo en su espesor (Sanmiguel, 2011). De este modo, la calidad de la cáscara

es un factor determinante al momento de considerar el requerimiento de fósforo. Garlich (1979

citado por Frost y Roland, 1991) especula que la hipofosfatemia estimularía la actividad de la

enzima 1-α-hidroxilasa en riñón, enzima que hidroxila la 25-OH colecalciferol, transformándola

en 1-25 (OH)2 colecalciferol, el metabolito activo de la vitamina D3. Esto se traduce en un

aumento en la absorción intestinal de fósforo, un incremento en la resorción ósea de calcio y

fósforo debido a la activación de los osteoclastos y un aumento en la reabsorción de calcio y

fósforo en riñón (McDowell, 1992). De este modo, habrá una mayor disponibilidad de P y Ca

para la Biomineralización del cascarón, teniendo en cuenta, obviamente, una actividad fitásica

adecuada que impida una hiperfosfatemia.

La importancia del uso adecuado del fósforo recae principalmente en que este mineral cumple

funciones esenciales en los procesos metabólicos y del desarrollo estructural del sistema óseo

del ave (Scott et al., 1982; NRC, 1994; Cuca et al., 1996), por lo tanto, tiene una estrecha

relación con el calcio, el cual es el componente principal del cascarón (aproximadamente un

95% de su contenido es carbonato de calcio) y es requerido en gran cantidad para su

formación (Maenz, 2001).

Cabe mencionar que, contrariamente a lo que se puede pensar, la absorción del calcio

disminuye al incrementarse la cantidad ingerida de este mineral, por lo que, si a las dietas se

les añade un alto porcentaje de calcio, su absorción se vería reducida al igual que su

deposición en el cascarón (Roland, 1992). Es por esto que al formular dietas se debe

considerar que una parte del calcio debe estar encauzada a reponer el movilizado desde los

huesos y otra, directamente a la deposición en el cascarón, por tanto, el calcio destinado a la

reposición ósea debe ir acompañado de fósforo inorgánico, por ejemplo, fósforo cálcico o

fósforo fítico, mientras que el calcio que va directamente a la deposición en el cascarón podrá

proceder de otra fuente de calcio diferente como el carbonato o el bicarbonato cálcico

(Englmaierová et al., 2015).

9.2. Probióticos

Los probióticos son microorganismos viables usados como aditivos alimentarios para animales

monogástricos. El concepto del probiótico se basa, fundamentalmente, en la idea que el aporte

Page 38: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

32

directo de cultivos microbianos puede afectar la composición de la microbiota intestinal. Se

utilizan algunas cepas seleccionadas de microorganismos, que se estima que posean efectos

benéficos sobre los procesos digestivos o la salud del animal. En el caso de los cerdos y aves,

los microorganismos probióticos usados con más frecuencia son Enterococcus faecium y

Bacillus spp. formador de esporas (Kelly, 1998).

Los probióticos se establecieron como una nueva categoría de aditivos alimentarios en la UE

hace aproximadamente 20 años y, en la actualidad, hay más de 40 preparaciones aprobadas

para uso en nutrición animal. En Estados Unidos estos productos se suelen vender como

microorganismos de alimentación directa (direct-fed microbials). Los modos de acción de los

probióticos aún no han sido plenamente caracterizados, por lo cual, se discuten varias

hipótesis en la literatura (Simon et al., 2001).

La adhesión competitiva de los microorganismos probióticos a los receptores epiteliales puede

evitar que las bacterias patógenas se adhieran (la lógica detrás de la “exclusión competitiva”

(Kelly, 1998; Simon et al., 2001; Drisko et al., 2003; Nava y Dávila, 2004):

• Agregación de probióticos y un descenso en la población de bacterias

patógenas.

• Competición por nutrientes entre el probiótico y la bacteria indeseada.

• Mayor síntesis del ácido láctico y reducción del pH intestinal.

• Producción de sustancias antibacterianas específicas.

• Reducción en la producción de aminas tóxicas y disminución de los niveles de

amoniaco en el tracto gastrointestinal.

• Efectos benéficos sobre el sistema inmunológico intestinal, mejor defensa

intestinal contra infecciones virales.

Se han descrito diversos beneficios de los probióticos microbianos, pero no siempre ha

sido posible aportar evidencias científicas suficientes para apoyar dichas mociones. Se han

observado solamente efectos limitados y variables en lo que se refiere a la promoción del

crecimiento y, en general, el “efecto probiótico” no es tan consistente como el que se observa

en el caso de los APCs (antibióticos promotores de crecimiento) (Kelly, 1998).

9.3. Prebióticos

Page 39: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

33

El concepto de prebiótico fue inicialmente desarrollado e introducido por Gibson y Roberfroid

(1995) para la nutrición en humanos. Se basa en la alimentación con ciertos oligosacáridos no

digestibles para controlar o manipular la composición y/o actividad microbiana, ayudando de

ese modo a mantener una microflora benéfica (Zimmermann et al, 2001). Inicialmente,

diversos oligosacáridos, que son parte natural de las plantas, fueron considerados como

posibles prebióticos para la nutrición animal, como, por ejemplo, los fructooligosacáridos,

xilooligosacáridos, isomalto-oligosacáridos, trans-galactooligosacáridos, (TOS), manano-

oligosacáridos y algunos fructanos (inulina, lactulosa). Los niveles de inclusión en la dieta de

los posibles probióticos son generalmente del 0,1 al 0,5%, y muchos proveedores tratan de

venderlos como ingredientes del alimento balanceado, alegando regulación selectiva de la

microflora intestinal, reducción de patógenos y promoción de microorganismos benéficos (ej.

Bifidobacterias, lactobacilos). Roberfroid (2007) revisó este concepto para la nutrición en

humanos y concluyó que, solamente dos oligosacáridos no digestibles de la dieta – la inulina

y el TOS (mezcla de oligosacáridos derivados de la lactulosa por transglicosilación enzimática)

poseen todos los criterios necesarios para ser clasificados como prebióticos. Estos criterios

incluyen: resistencia a la acidez gástrica, a la hidrólisis por enzimas digestivas y a la absorción

gastrointestinal, fermentación por la microflora intestinal y estimulación selectiva del

crecimiento y/o actividad de aquellas bacterias intestinales que promueven la salud y el

bienestar. Lamentablemente, los efectos de dichos ingredientes sobre el desempeño de

animales de granja, como aves de corral y cerdos, no es uniforme.

9.4. Ácidos orgánicos

Los ácidos orgánicos y algunas de sus sales han sido adicionados a los alimentos compuestos

durante muchos años, especialmente para los lechones destetados precozmente y durante los

últimos años, se ha testeado en gallinas de postura con el fin de evitar la proliferación de la

Salmonella spp. El potencial de acidificación de la dieta, para superar la insuficiencia digestiva

y/o los problemas post destete en los lechones, ha sido estudiado durante mucho tiempo. La

eficacia del ácido fumárico, ácido cítrico, ácido fórmico, ácido láctico, ácido sórbico y también

algunas sales (formato de calcio, formato de sodio) ya ha sido demostrada. Estos compuestos

están aprobados oficialmente en la UE como conservantes alimentarios, sin embargo, algunos

de ellos se usan principalmente para estabilizar las condiciones sanitarias y mejorar el

desempeño, con niveles de inclusión en la dieta del 0,5 al 2,0% (Gabert y Sauer, 1994;

Page 40: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

34

Partanen y Mroz, 1999). Para reducir los niveles de inclusión en la dieta y mejorar su eficacia

con costos económicamente viables, han aparecido en el mercado en los últimos años tanto

mezclas de ácidos orgánicos, como también formas revestidas de estos compuestos.

En la literatura se mencionan diferentes hipótesis sobre el modo de acción y los efectos

benéficos de los ácidos orgánicos, como, por ejemplo (Gabert y Sauer, 1994; Partanen y Mroz,

1999; Jamilah et al., 2008).

• Mejora de la palatabilidad y reducción del pH de la dieta;

• Efectos antimicrobianos y de conservación en el alimento balanceado;

• Reducción del pH gástrico y mejora de la actividad de la pepsina;

• Efectos sobre la microflora en el tracto gastrointestinal, reducción de los

coliformes y de la diarrea;

• Mayor digestibilidad de los nutrientes.

Desde julio de 2001, la UE aprobó el uso de diformato de potasio como aditivo alimentario y

se le incluyó en el grupo zootécnico de aditivos. En mayo de 2003, se aprobó el uso del ácido

benzoico como aditivo para cerdos en fase de crecimiento y engorde, con niveles de inclusión

del 0,5 al 1,0% y se le incluyó en el grupo de reguladores de acidez. Debido a su metabolismo

específico, este ácido orgánico presenta numerosos efectos benéficos (Torrallardona et al.,

2007). La suplementación de la dieta tiene como resultado una reducción del pH urinario,

además de la disminución en la emisión de amoniaco y mejora del desempeño de crecimiento.

Desde noviembre de 2006, el ácido benzoico con nivel de inclusión del 0,5% también fue

aprobado para uso en lechones destetados, como aditivo zootécnico. Debido a su actividad

antibacteriana y absorción más lenta, el ácido benzoico en la dieta también es capaz de

reducir, de forma significativa, la densidad y la actividad metabólica de la microflora intestinal

en los lechones (Kluge et al., 2006). Ensayos de equilibrio han confirmado efectos benéficos

significativos sobre la digestibilidad ileal aparente de la energía y el nitrógeno de la dieta, así

como también, un importante aumento en la retención de nitrógeno. En una serie de ensayos

de desempeño en cerdos, el ácido benzoico al 0,5% ha redundado en mejoras significativas y

repetidas de la tasa de crecimiento de los lechones después del destete.

9.5. Compuestos de Aceites Esenciales

Page 41: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

35

Este grupo de aditivos alimentarios, como son los compuestos de aceites esenciales, ha

demostrado potencial para reemplazar a los APC. Se trata de ingredientes activos presentes

en diferentes plantas y condimentos (ej. timol, carvacrol, eugenol). Debido a su actividad

antibacteriana, podrían ser capaces de alterar la composición de la microflora intestinal y

ejercer efectos benéficos sobre el desempeño de aves y cerdos. Actualmente, todos los

compuestos activos están listados en el grupo de agentes aromatizantes, de acuerdo con la

legislación de la UE. En el caso de las aves de corral, algunos autores han reportado efecto in

vivo sobre la microflora por algunas formulaciones específicas de compuestos de aceites

esenciales (EOC en inglés): Hume et al. (2006) demostró una alteración general de la

microflora; Mitsch et al. (2004) indicó una reducción de Clostridium perfringens; y Jang et al.

(2007) una reducción en el número de E. coli en el contenido ileocecal de pollos de engorde.

Aumentos en la producción de enzimas digestivas también fueron reportados por Lee et al.

(2003) y Jang et al. (2007).

Sin embargo, pocas veces se ha reportado impacto positivo sobre el desempeño solamente

con el uso de compuestos de aceites esenciales (EOC). En cambio, recientemente se ha

reportado que una combinación de ácido benzoico y compuestos de aceites esenciales mejora

el desempeño de pollos de engorde (Weber et al., 2012) y pavos (Giannenas et al., 2014).

Pese a que la eficacia de los compuestos de aceites esenciales en aves de corral se muestra

promisoria, es necesaria más investigación en el caso de los cerdos, para entender los

beneficios que estos compuestos de aceites esenciales pueden aportar, tanto utilizados de

forma aislada, como en combinaciones.

Los aceites esenciales y ácidos orgánicos han mostrado efectos beneficiosos para el

rendimiento productivo de las aves gracias a la modificación de la microflora intestinal al

asegurar la presencia de un número ideal de bacterias apropiadas en la parte correcta del

intestino (Jang et al., 2004; Levic et al., 2007; Kwakernaak et al., 2009). De este modo, al

maximizar la digestibilidad del alimento en el intestino delgado y reducir los niveles de bacterias

potencialmente patógenas en el intestino grueso, es posible incrementar la eficiencia de

utilización del alimento y, en consecuencia, el rendimiento productivo de las aves (Kwakernaak

et al., 2009).

Las mezclas de ácidos orgánicos y compuestos de aceites esenciales funcionan en sinergia a

través de los siguientes modos de acción: (1) los compuestos de aceites esenciales estimulan

Page 42: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

36

la mayor secreción de enzimas digestivas clave como la lipasa, tripisina y amilasa y así hacer

más eficiente la digestión lipídica, proteica y del almidón, respectivamente, (2) los aceites

esenciales atacan la pared celular de ciertas bacterias, haciéndolas más permeables y

facilitando el ingreso de protones a su interior, (3) el ácido benzoico entra a la célula bacteriana

y reduce el pH intracelular, esto interrumpe las funciones celulares y agota las reservas de

energía conforme la célula trata de restablecer la homeostasis (Bruneton, 2001).

9.6. Vitaminas y minerales

Los multivitamínicos/minerales son suplementos que contienen una combinación de vitaminas

y/o minerales y, a veces, otros ingredientes. Se los conoce por diferentes nombres, como

vitaminas múltiples, polivitamínicos o simplemente vitaminas. Las vitaminas y los minerales

incluidos en los suplementos multivitamínicos/minerales cumplen funciones únicas en el

organismo.

9.7. Carotenoides

Los carotenoides son pigmentos naturales presentes en diversas estructuras de plantas y gran

variedad de animales, algas, hongos y bacterias. Los animales son incapaces de sintetizar

carotenoides y deben obtenerlos a través de su dieta, siendo estos compuestos importantes

por su función biológica como pro-vitamina A. Por este motivo, los carotenoides se entregan

como complemento por su uso como pigmentos naturales. Estos pigmentos son responsables

en las aves, principalmente, del color de las yemas de los huevos.

10. Blend nutricional

Este blend nutricional es un programa tecnológico comercializado por DSM que se define como

una mezcla de aditivos para aves de postura que tienen condición de producir gran cantidad

de huevos comercializables y de alta calidad, es decir, gallinas provenientes de producciones

intensivas. Los ingredientes permiten que estas aves expresen todo su potencial genético al

satisfacer sus necesidades nutricionales, incrementando sus índices zootécnicos y

manteniendo un buen estatus sanitario del plantel.

Page 43: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

37

Este blend nutricional reúne la más alta tecnología nutricional desarrollada por DSM para

satisfacer los desafíos de la producción de huevos del futuro, la cual está enfocada en los

avances y las innovaciones que le permiten al sector alcanzar la máxima productividad con

productos de excelencia, DSM ha seleccionado ingredientes que eficientemente en el

desarrollo de las aves y en la calidad del huevo.

Estos son algunos de los beneficios generados por el blend nutricional para aves de postura

(DSM, 2017):

• Mayor cantidad de huevos hasta las 100 semanas.

• Alta persistencia de producción.

• Incremento en el grosor y en la resistencia de la cascara.

• Mejora de las Unidades Haugh.

• Mejor índice de yema y uniformidad en el color de la yema de huevo.

• Fortalecimiento del sistema inmune.

• Otros.

Dentro de los componentes del blend nutricional se pueden encontrar (DSM, 2017):

10.1. Renozyme ProAct®:

Renozyme ProAct® es una proteasa que rompe los complejos moleculares proteicos, con el

objetivo de que el organismo sea capaz de aprovechar sus compuestos aminoacídicos y

peptídicos. A pesar de que las proteasas existen naturalmente en el sistema digestivo de los

animales, la adición de una proteasa específica exógena puede mejorar la digestibilidad del

contenido proteico de una gran variedad de ingredientes, especialmente de proteínas de baja

calidad. De este modo, su uso puede aumentar la oportunidad de usar materia prima menos

costosa y de este modo, reducir los costos en alimentación. Su utilización también reduce la

excreción de nitrógeno y el impacto que ejercen los desechos en el medio ambiente. La

estabilidad de esta enzima se mantiene intacta durante todo el tracto gastrointestinal,

favoreciendo el rendimiento de otras enzimas alimentarias tales como las carbohidrasas y

fitasas.

10.2. Ronozyme®

Page 44: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

38

Esta enzima digestiva es una fitasa que se caracteriza por mejorar la eficiencia en el

aprovechamiento del fósforo orgánico de los ingredientes del alimento mediante la hidrólisis y

la liberación de los grupos fosfato que componen el anillo de inositol del ácido fítico, haciéndolo

más disponible para el animal. Esta fitasa puede hidrolizar el ácido fítico, el cual tiene efectos

antinutricionales, reduciendo concretamente la digestibilidad de la proteína y del almidón,

reduciendo dichos efectos antinutricionales y mejorando, por lo tanto, el aprovechamiento de

la energía y de las proteínas, lo que contribuye a mejorar aún más el crecimiento y el índice

de conversión, mitigando la contaminación por nitrógeno (DSM, 2013).

10.3. Cylactin®

Cylactin® es un probiótico de alta calidad producido a partir de Enterococcus faecium,

proporciona una base sólida para el desarrollo del microbioma intestinal. Al colonizar el

intestino rápidamente y sintetizar substancias protectoras específicas, como el ácido láctico, y

un biofilm, contribuyendo para prevenir la adherencia de E.coli o Salmonella a las células

epiteliales, este producto brinda apoyo significativo para la salud intestinal.

10.4. CRINA® Poultry Plus

CRINA® Poultry Plus (CPP), una formulación eubiótica de compuestos de aceites esenciales

y ácido benzoico. Los aceites esenciales, como, por ejemplo, timol, eugenol y piperina,

mejoran la digestibilidad de los nutrientes al estimular la producción de enzimas digestivas y

mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal. El ácido benzoico, por otro lado, es uno de los

ácidos orgánicos más eficaces en las dietas de aves, y es particularmente eficaz contra las

bacterias Gram negativas. Se ha demostrado una mejora consistente en la productividad, bajo

diferentes condiciones, indicando un efecto significativo sobre la tasa de puesta y la calidad

de la cáscara de huevo (especialmente el espesor y la resistencia de la cáscara) en Francia,

Brasil y China. También se ha demostrado que la sinergia entre los compuestos de aceites

esenciales y el ácido benzoico ayuda a mantener un alto desempeño de puesta y bajos niveles

de mortalidad en condiciones de desafío, como, por ejemplo, colibacilosis o estrés por calor

(Umar Faruk et al., 2012).

En el caso del blend nutricional, este posee CRINA® Poultry Plus (CPP), el cual contiene una

mezcla de compuestos de aceites esenciales (timol, eugenol y piperina) y ácido benzoico. El

Page 45: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

39

timol y el eugenol interactúan con la membrana celular de las bacterias, haciéndolas más

permeables, lo cual facilita la entrada del ácido benzoico y su acumulación en la célula

bacteriana, conducente a interrumpir las funciones celulares y a la muerte del microbio. Esto

reduce los niveles de bacterias patógenas y mejora la eficiencia digestiva (Martínez-Alesón et

al., 2009). La piperina mejora los niveles de enzimas digestivas endógenas como la amilasa,

que participa en la digestión de los almidones y la lipasa que es responsable de las grasas.

Mayor número de enzimas significan mejor digestión. Las pruebas in vitro muestran que la

mezcla única de compuestos de aceites esenciales en CRINA® Poultry Plus (CPP) inhibe a

las bacterias potencialmente nocivas Gram positivas, particularmente a Clostridium

perfringens, pero también a las Gram negativas como Escherichia Coli. El ácido benzoico, por

su parte, mejora las condiciones del intestino y es particularmente inhibidor de las bacterias

Gram negativas, incluyendo a E. coli, Salmonella y Campylobacter (DSM, 2011).

10.5. Carophyll® Red 10% y Carophyll® Yellow 10%

CAROPHYLL® Red 10% y Carophyll® Yellow 10% son fuentes de cantaxantina idéntica a la

forma natural y apo-éster (etil éster del ácido β-apo-8’ carotenoico), respectivamente, los

cuales son carotenoides que se encuentran disponibles en la naturaleza. La gallina no puede

sintetizar de forma natural los carotenoides y por ello debe ingerir estos nutrientes en su

alimento. Los carotenoides son los responsables del color de la yema de huevo. Las fuentes

más importantes de carotenoides en el alimento de las aves son el maíz amarillo (y derivados),

los extractos de caléndula y los carotenoides idénticos a los naturales como aquellos presentes

en toda la línea de productos CAROPHYLL®.

Page 46: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

40

MATERIALES Y MÉTODOS

Este experimento se llevó a cabo en la empresa de Huevos Arizona, fundo los Molles, Quilpué,

Región de Valparaíso, Chile. Para esto, se utilizaron los galpones 2, 3 y 4, los que son idénticos

y próximos entre sí, con aproximadamente 15.000 gallinas en cada uno. El blend nutricional

fue aplicado en el galpón 3, mientras que al galpón 2 y 4 se les mantuvo la dieta intacta. Para

esto, al galpón 3 se le modificó levemente los ingredientes, pues se le eliminaron ciertos

aditivos de la dieta original (los cuales ya vienen contenidos en el blend nutricional, con el fin

de evitar una entrega desigual de aditivos en las dietas y solo diferenciarlas por el uso del

blend nutricional. De esta forma, se pretende observar con mayor claridad el posible efecto del

programa nutricional sobre un mayor aprovechamiento de los nutrientes de la dieta.

Todas las aves son de la misma línea genética (Bovans White), tienen sistema de jaula

convencional, recolección manual y son ponedoras intermedias, de 56, 57 y 58 semanas de

vida, para cada galpón: galpón 2, galpón 3 y galpón 4, respectivamente.

Tabla 3. Dieta Galpón 3 (con tratamiento) y dieta Galpón 2 y 4 (sin tratamiento).

Con tratamiento Sin Tratamiento

Ingrediente kg

Ingrediente kg

Harina de Soya Boliviana 51 Harina de Soya Boliviana 51

Expeller de Canola 60

Expeller de Canola 60

Harina de Carne 46

Harina de Carne 46

DDGS 100

DDGS 100

Poroto Soya 90

Poroto Soya 90

Maíz 380

Maíz 380

Afrechillo 133

Afrechillo 133

Conchuela 106

Conchuela 106

Ácidos Grasos 28

Ácidos Grasos 28

Sal 3

Sal 3

Alimet 1,62

Alimet 1,62

Lysina 0,15

Lysina 0

ROXAPHYLL 0,3

Mix Pac Ponedora 1,5

Page 47: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

41

Blend nutricional 2,5

ECONASE 0,075

ROVIMIX-ROXAPHIL ROJO 0,3

TOTAL 1001,57

TOTAL 1000,495

El experimento se inició el día jueves 21 de diciembre de 2017 y finalizó el 12 de marzo de

2018 y tuvo 6 muestreos con una frecuencia de dos semanas cada uno. Cada muestra

consistía en seleccionar al azar 30 huevos de cada galpón, obteniendo 90 huevos por muestra

(30 huevos del galpón 2, 30 del galpón 3 y 30 del galpón 4). Los huevos eran seleccionados y

retirados un sábado, los cuales eran transportados cada lunes a Ñuñoa, Región Metropolitana,

Chile, oficina de DSM, lugar donde se disponía a analizarlos. El instrumento utilizado para el

análisis de los huevos es el Digital Egg Tester DET 6000 y se midieron los siguientes

parámetros: peso, altura de albúmina, pigmentación, unidades Haugh, resistencia del

cascarón, y grosor de la cáscara.

Figura 4. Digital Egg Tester DET 6000

En primer lugar, el huevo es pesado en una pequeña báscula con ajuste automático a cero,

luego se ubica (con su extremo agudo hacia la derecha) en el compresor de baja velocidad

para determinar la fuerza de resistencia de rotura del cascarón. Posterior al pesado y trizado,

se debe quebrar el huevo y depositar su contenido en el plato central (se debe girar el plato

hasta que el huevo quede extendido hacia el equipo) para ser escaneado a través de un

Page 48: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

42

medidor de haces paralelos de luz que cuantifican su valor en unidades Haugh, que es

calculada de forma instantánea a partir del peso y la altura de la albúmina e identifica

digitalmente el color de la yema mediante la escala YOLKFAN (abanico para evaluar la

pigmentación de la yema).

Finalmente, se mide el grosor del cascarón, para esto, se obtiene un trozo de cascarón de la

zona ecuatorial del huevo y se desprende la membrana interna para colocarlo en el medidor

de calibre. Una vez que se midieron todas las variables, se ubica otro huevo en la báscula y el

sistema iniciará automáticamente un nuevo análisis. Posterior al último huevo analizado, se

extrae toda la información hacia una computadora.

Tabla 4. Especificaciones del Digital Egg Tester DET 6000

Rango de Medición

Ítem Rango

Altura del albumen 3,0 - 15,0 mm

Peso del Huevo 25,0 - 200,0 g

Altura de la yema 5,0 - 25,0 mm

Diámetro de la yema 27,0 - 69,0 mm

Fuerza de ruptura del cascarón

0,82 - 8,16 Kgf (8,0 - 8,0 N)

Color de la yema YolkFanTM (escala de color: 1 - 16)

Grosor del cascarón 0,10 - 0,60 mm

Método de Medición

Unidad Haugh

Fórmula: 100 ∗ log(ℎ − 1,7𝑤0,37 + 7,6)

UH: Unidad Haugh H: Altura del albumen W: Peso del huevo

Índice de la yema Altura de la yema /Diámetro de la yema

Altura del albúmen Heces paralelas de luz Sensor lineal

Altura de la yema

Diámetro de la yema

Peso del Huevo Unidad de carga (báscula con ajuste automático a cero)

Fuerza de ruptura del cascarón

Pulso de motor, unidad de carga

Color de la yema LED blanco, Sensor RGB basados en el abanico de color YolkFanTM

Grosor del cascarón Cáliper digital

Page 49: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

43

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

El análisis de los parámetros productivos se realizó bajo un diseño estadístico completamente

al azar donde el primer factor correspondió al efecto del blend nutricional. En primera instancia,

los valores evaluados fueron analizados considerando el tiempo, lo cual no arrojó resultados

significativos, por lo que se decidió no considerarlo para tener una mayor sensibilidad en el

análisis.

La siguiente descripción corresponde al modelo matemático utilizado:

Yij = μ + ζi + εi

Donde:

Yij = respuesta observada

μ = media poblacional

ζi = efecto del tratamiento

εi = error experimental

Los valores obtenidos para cada una de las variables fueron sometidos a un análisis de

varianza (ANDEVA), utilizando el paquete estadístico SAS (1996). Las variables que

presentaron un efecto significativo (p<0,05) fueron comparadas con la prueba de rangos

múltiples de Tukey.

Page 50: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

44

RESULTADOS

Los resultados obtenidos para las siguientes variables: peso, altura de albumen, pigmentación,

calidad interna (UH), resistencia al quiebre y grosor de cáscara se presentan en la Tabla N°5.

Tabla 5. Promedio de los valores obtenidos por muestra por galpón para cada variable analizada.

Peso Altura de

albumen Pigmentación Calidad

interna (Unidades

Haugh)

Resistencia del

cascarón

Grosor del

cascarón

g mm YolkFanTM UH Kgf Mm

Muestra 1

Galpón 2 61,76 5,05 6,76 67,79 4,50 0,41

Galpón 3 60,80 5,63 9,60 73,96 4,17 0,41

Galpón 4 61,18 5,53 6,83 70,81 4,26 0,40

Muestra 2

Galpón 2 62,75 5,95 7,13 74,77 4,29 0,40

Galpón 3 64,63 5,64 9,80 72,03 4,49 0,41

Galpón 4 64,20 5,83 6,93 73,44 4,26 0,41

Muestra 3

Galpón 2 63,46 6,35 7,03 77,65 3,90 0,38

Galpón 3 63,06 6,07 9,90 75,67 4,33 0,41

Galpón 4 64,00 5,67 7,10 72,57 4,27 0,40

Muestra 4

Galpón 2 61,66 5,61 6,83 72,94 4,06 0,40

Galpón 3 62,04 5,36 10,17 70,43 3,93 0,43

Galpón 4 60,87 5,74 7,14 74,13 4,04 0,40

Muestra 5

Galpón 2 63,25 5,90 7,03 74,12 4,31 0,41

Galpón 3 61,51 5,92 10,17 74,99 4,20 0,44

Galpón 4 62,07 5,78 7,10 73,98 4,04 0,41

Muestra 6

Galpón 2 63,53 6,26 6,87 77,21 4,13 0,40

Galpón 3 62,49 5,97 10,17 75,19 3,82 0,45

Galpón 4 61,73 6,18 6,70 77,14 4,24 0,40

Galpón 2 62,74 5,86 6,94a 74,08 4,20 0,40a

MEDIA Galpón 3 62,42 5,76 9,97b 73,71 4,16 0,43b

Galpón 4 62,34 5,79 6,97a 73,68 4,19 0,40a

Page 51: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

45

ab: Superíndices diferentes dentro de la misma columna indican diferencias estadísticamente significativas (p< 0,05).

Figura 6. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “peso”.

Para la variable “peso” no se observaron diferencias estadísticamente significativas (p>0,05),

mas en el galpón 3 hubo una mayor dispersión de los datos, (sobre todo en el bigote superior,)

y más de la mitad de estos se situó en valores inferiores a la media, presentándose de este

modo una asimetría positiva, en contraste al galpón 2 y 4 que presentan mayor dispersión

dentro del 50% de la muestra.

Peso

g

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Page 52: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

46

Figura 7. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “altura de albumen”.

Para la variable “altura de albumen” no se observaron diferencias estadísticamente

significativas (p>0,05). El galpón 3 muestra sus datos menos dispersos que el galpón 2, el cual

presenta un bigote inferior bastante pronunciado, mientras que el galpón 4 se encuentra

afectado por la presencia de un outlier.

Altura de albumen

mm

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Page 53: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

47

Figura 8. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “pigmentación”.

Para la variable “pigmentación” se observó una interacción significativa (p<0,05) en presencia

del blend nutricional, pues el valor de pigmentación es considerablemente mayor en el galpón

con tratamiento que en los galpones sin tratamiento. Este valor fue aumentando con respecto

al tiempo (desde la muestra 1 hasta la 4) de aplicación del programa nutricional (ver Gráfico

9).

Pigmentación

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Esc

ala

Yolk

Fan

Page 54: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

48

Figura 9. Valores por muestra del galpón 3 para la variable “pigmentación”.

También se puede observar que desde la muestra 4 en adelante la recta se hace horizontal,

lo que indica que su pendiente es cero, o que no mejora el efecto después de la semana 8.

Pigmentación

9,30

9,40

9,50

9,60

9,70

9,80

9,90

10,00

10,10

10,20

10,30

1 2 3 4 5 6

Esc

ala

Yolk

Fan

Muestras

Page 55: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

49

Figura 10. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “calidad interna”.

Para la variable “calidad interna” no se observaron diferencias estadísticamente significativas

(p>0,05). En el galpón 3 hubo una menor dispersión de los datos que en el galpón 2 con

respecto al 50% de la muestra, pero mayor que en el galpón 4.

Calidad interna

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Un

idad

es H

au

gh

Page 56: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

50

Figura 11. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “resistencia del

cascarón”.

Para la variable “resistencia del cascarón” no se observaron diferencias estadísticamente

significativas (p>0,05). El galpón 3 tuvo la mayor dispersión de datos de los tres galpones en

contraste, sobre todo, con el galpón 4 que tuvo una dispersión mínima y bigotes casi

imperceptibles.

Resistencia del cascarón

Kgf

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Page 57: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

51

Figura 12. Valores promedio de las muestras por galpón para la variable “grosor del cascarón”.

Para la variable “grosor del cascarón” se observó una interacción significativa (p<0,05) en

presencia del blend nutricional. El grosor del cascarón del huevo fue mayor en el galpón con

tratamiento que en los galpones sin tratamiento. Este valor fue aumentando con respecto al

tiempo desde la primera aplicación del programa nutricional (ver Gráfico 12).

Grosor del cascarón

mm

Galpón 2 Galpón 3 Galpón 4

Page 58: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

52

Gráfico 12. Valores por muestra del galpón 3 para la variable “grosor del cascarón”.

Además, se puede observar que la muestra 3 exhibe un declive con respecto a la recta, la cual

tiene una pendiente positiva.

0,38

0,39

0,40

0,41

0,42

0,43

0,44

0,45

0,46

1 2 3 4 5 6

mm

Muestras

Grosor del cascarón

Page 59: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

53

DISCUSIÓN

CALIDAD INTERNA

La inclusión del blend nutricional en la dieta del galpón 3 mejoró la pigmentación de la yema

en contraste al galpón 2 y 4, que no tenían tratamiento (p<0,05). Estos resultados concuerdan

con los obtenidos por Montoya et al. (2016), los cuales utilizaron distintos niveles de

cantaxantina y apo-éster y observaron un aumento significativo en la pigmentación de la yema.

En dicho experimento se utilizaron gallinas de la misma línea genética (Bovans White) y se

midió la coloración con el mismo instrumento, el abanico de color YolkFan™. Se observó un

efecto lineal en la pigmentación de las yemas a los 21 días de experimentación en relación

con el incremento del apo-éster y cantaxantina en la dieta, coincidiendo con el punto de

estabilización del color que se generó en el presente experimento a las 8 semanas de su inicio.

El tiempo de estabilización del color fue discordante debido a que los huevos iniciaron con un

valor de pigmentación más bajo, es decir, se demoraron más tiempo para alcanzar la

estabilización en el color de las yemas (6-7 vs. 9-10). Por otro lado, Fletcher (1984) evaluó

diversas fuentes de xantofilas en el alimento de gallinas de postura para conocer su capacidad

de coloración, obteniendo resultados más altos al incluir apo-éster seguido por cantaxantina,

similar a lo conseguido por Kirkpinar y Erkek (1999) y por Papa et al. (1985), los cuales

investigaron el efecto de la adición de diferentes niveles y combinaciones de pigmentos

sintéticos y naturales en dietas maíz-trigo, logrando un mayor valor de color de yema en los

huevos de las gallinas alimentadas con apo-éster y cantaxantina. Estos resultados indican,

además de una mayor eficacia para incrementar la pigmentación de la yema, que los

pigmentos sintéticos tienen mayores valores de acuerdo con el abanico de color DSM, tal como

lo evaluaron Santos et al. (2004), al momento de comparar xantófilas naturales amarillas

(Tagetes erecta) y rojas (Capsicum spp.) con apo-éster y cantaxantina, pues estas últimas

obtuvieron mayores resultados de coloración (superior a 12 en la escala YolkFan™,

dependiendo de la inclusión y la combinación), lo que concuerda también al comparar dichos

pigmentos sintéticos con luteína y alga Chlorella, resultando mayores valores de pigmentación

de la yema con apo-éster y cantaxantina (Englmaierová et al., 2013).

Page 60: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

54

Es importante reconocer que para aumentar el costo-beneficio en cuanto a la pigmentación de

la yema del huevo, diversos autores (Fletcher, 1984; Papa et al. 1985; Kirkpinar y Erkek 1999;

Englmaierová et al., 2013 y Surai et al., 2015) recomiendan la combinación de dos fuentes de

color (amarillo y rojo) para alcanzar tonalidades mayores, a un costo más económico, pues no

es redituable incluir niveles elevados de pigmentos amarillos para alcanzar valores más altos

en el abanico de color YolkFan™. Existen dos componentes para lograr la pigmentación de la

yema de huevo; el primero, denominado fase de saturación, involucra la deposición de los

carotenoides amarillos para crear una base amarilla que corresponde a una clasificación 7 en

el abanico de color. Una vez que la base amarilla esté establecida, la adición de un carotenoide

rojo modifica el color hacia una tonalidad más anaranjada-rojiza (DSM, 2013).

Asimismo, uno de los déficits de muchos estudios publicados es el planteamiento de

situaciones irreales respecto al uso de xantofilas en la industria avícola, donde se compara el

pigmento amarillo sintético con el amarillo natural utilizando dosis crecientes hasta niveles

mucho más elevados de los habituales y sin añadir ninguna xantofila roja natural -capsantina-

o sintética -cantaxantina-, y lo mismo ocurre cuando se comparan carotenoides rojos naturales

y sintéticos sin utilizar una base de amarillo. Por lo tanto, es imprescindible vincular la eficacia

de una concentración determinada de xantofilas amarillas a la presencia de una concentración

determinada de xantofilas rojas, y a la inversa (ITPSA, 2005).

La mayoría de los componentes de calidad del huevo, a excepción del color de la yema, se

deterioran y se hacen más variable con la edad de las aves. La calidad de albúmina promedio

disminuye y la variabilidad aumenta con la edad (Overfield, 1995).

Los parámetros de “altura de albumen” y “calidad interna (UH)” se encuentran relacionados

debido a que las Unidades Haugh dependen directamente de la altura (además del peso), por

tanto, se hará una revisión con ambos parámetros en conjunto.

El blend nutricional no tuvo efectos significativos sobre la altura de albumen ni sobre las

unidades Haugh (p>0,05), lo que concuerda con Um y Paik (1999), Terreros (2001), Jalal y

Scheideler (2001) y Lim et al. (2003), al evaluar el efecto de la inclusión de fitasas exógenas

sobre la calidad interna del huevo. Al mismo tiempo, la adición de un complejo multi enzimático

a base de α-amilasa, xilanasa y proteasa tampoco tuvo un efecto significativo sobre estos

parámetros, lo que concuerda con lo observado por Jiménez (2001) y Vera (2004). Por otro

Page 61: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

55

lado, Serpa et al. (2016) utilizó una mixtura de proteasas y fitasas donde obtuvo diferencias

significativas en el valor de Unidades Haugh (UH) al incluir ambas enzimas (104,25 con fitasa

vs. 106.05 con fitasa + proteasa), lo que evidencia que la mezcla de ambas enzimas puede

generar un incremento en la calidad interna de los huevos.

CALIDAD EXTERNA

Al valorar la calidad del cascarón se deben considerar los diversos factores que influyen en su

composición, como su heterogeneidad, la interacción de las resistencias materiales y

estructurales, etc (Carnarius et al., 1996). Por ello es de esperarse que no todos los estudios

hayan tenido resultados análogos, particularmente en lo que respecta al grosor y la resistencia

del cascarón, de hecho, esta última es inconstante en una misma línea genética, pudiendo

mantenerse o disminuir a lo largo del ciclo productivo (De Ketelaere et al., 2002).

La inclusión del blend nutricional mostró resultados estadísticamente significativos del grosor

del cascarón (p<0,05) en el galpón 3, donde se percibe un incremento de dicho valor posterior

al inicio del experimento, mientras que en los galpones 2 y 4 los valores para este parámetro

se mantuvieron relativamente constantes. Este aumento concuerda con el estudio de Villardi

et al. (2002) y Englmaierová et al. (2015) en donde se evaluó, entre otras variables, el grosor

del cascarón de huevos de gallinas alimentadas con dietas que contenían fitasas y otras que

no, teniendo mayores valores en las primeras; 0,346 mm vs. 0,324 mm, en el estudio de

Vallardi et al. (2002) y 0,348 mm vs. 0,357 mm al aplicar 0 vs. 250 unidades de fitasa (UFT)/kg

y 1,8 g/kg de fósforo no fítico y 0,351 mm vs. 0,360 mm al aplicar 0 vs. 350 UFT/kg y 2,1 g/kg

de fósforo no fítico en el estudio de Englmaierová et al. (2015). Por otra parte, la incorporación

de fitasas disminuyó significativamente el grosor de la cáscara en los estudios realizados por

Borrmann et al. (2001) y Vera (2004) que indican que un aumento en la adición de fitasas

resultó en cascarones más delgados (0,359 mm con fitasa y 0,368 mm sin fitasa y, 0,325 mm

con fitasa y 0,332 sin fitasa, respectivamente). Esta situación podría explicarse debido a la

actividad asignada de la fitasa empleada en dichos estudios, pues se generó una mayor

liberación de fósforo fítico (mayor al 0,1%), aumentando los niveles de P en la sangre y

ejerciendo un efecto inhibitorio del 1,25-(OH)2D3 (calcitriol), lo que produce una disminución de

la absorción de Ca intestinal y una retención de Ca en el riñón, procesos que pueden deteriorar

la calidad de la cáscara (Roland, 1992).

Page 62: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

56

La actividad fitásica fue definida por Engelen et al. (1994) mediante la técnica de liberación de

ortofosfato, como UFT/kg de alimento, en la que 1 UFT es la actividad enzimática que libera 1

μmol de P inorgánico de fitato sódico 0,0051/mol a un pH de 5,5 y una temperatura de 37 ºC.

Usando esta técnica, Shin et al. (2001) identificaron el mecanismo catalítico y las propiedades

que permiten que queden dos iones fosfato y cuatro iones calcio en una fitasa microbiana

calciodependiente. De acuerdo con la National Research Council (NRC), los requerimientos

de P en gallinas ponedoras son 0,42% de P disponible o NPP —P no fítico— durante las

primeras 20 semanas de puesta, 0,32% entre las 46- 62 semanas y 0,3% luego de las 63-62

semanas (Acosta et al., 2008). Adicional a ello, varios estudios han reportado que la actividad

fitásica exógena incrementa la retención de fósforo en un 8,5% cuando la relación Ca:P es 2:1,

pero se incrementa en un 39,8% si la relación Ca:P es de 1:1 (Seller et al., 2009).

Consecuentemente, los resultados presentados de los diversos estudios demuestran que es

de suma importancia conocer con exactitud la actividad fitásica de la enzima antes de su uso

en las raciones de gallinas ponedoras, de este modo, se puede evitar una merma en los

parámetros de calidad del cascarón como en los casos de Borrmann et al. (2001) y Vera

(2004), donde el grosor se vio reducido debido a la inclusión de las fitasas en la dieta.

Desde otro punto de vista, Cowan y Kahn (1999) señalan que la deficiencia de fósforo (y la no

inclusión de fitasas en la dieta) en gallinas ponedoras tiene como efecto una disminución en

el grosor del cascarón y el porcentaje de postura, dejando en evidencia que tanto la deficiencia

como el exceso de fósforo pueden llevar a un deterioro en la calidad de la cáscara (Keshavarz

y Nakajima 1993). De este modo, el nivel de inclusión de fitasas (y su actividad fitásica) debe

estar controlada para prevenir excesos de fósforo y evitar lo indicado por Harms y Miles (1977)

que señalan que niveles adecuados de calcio, pero excesivos de fósforo, provocan un

deterioro en la calidad del cascarón en gallinas ponedoras.

Además de las fitasas, la mezcla de aceites esenciales y ácidos orgánicos también presenta

efectos positivos en el grosor del cascarón. Así lo demuestran Umar Faruk et al. (2012) al

utilizar el producto CRINA® Poultry Plus (CPP) en gallinas de postura de la línea genética Hy-

Line. Para esto, se utilizaron dos tratamientos de 0 y 300 ppm de CPP, dando como resultado

0,340 vs. 0,349 mm de grosor, respectivamente.

Page 63: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

57

La suplementación en la dieta con ácido benzoico y compuestos de aceites esenciales

modifica las poblaciones microbianas al aumentar las de Lactobacillus spp. Se sugiere que el

establecimiento de esta bacteria evita la colonización de bacterias patógenas por exclusión

competitiva (Van Der Wielen et al., 2002). Los lactobacilos y las bifidobacterias (también

productoras de ácido láctico) compiten con los microorganismos patógenos potenciales por

los nutrientes y los sitios de unión, lo que reduce la población intestinal de patógenos. Además,

estas poblaciones bacterianas producen ácidos orgánicos y otras sustancias bactericidas (Jin

et al., 1998), los cuales también pueden suprimir la colonización del intestino por bacterias

patógenas. De este modo, las bacterias ácido-lácticas pueden mejorar la función

gastrointestinal (Rehman et al., 2006), lo que afecta positivamente a la absorción de calcio a

lo largo del tracto gastrointestinal, principalmente del duodeno (Martínez-Alesón et al., 2011).

En lo que respecta a la resistencia a la fractura del cascarón, el tratamiento con la presencia

del blend nutricional no tuvo efectos significativos (p>0,05). De hecho, la resistencia registró

una disminución numérica a medida que fue pasando el tiempo: 4,17 - 4,49 - 4,33 - 3,93 - 4,20

- 3,82 Kgf, con respecto a las 6 muestras del experimento, lo cual no concuerda con los

resultados del grosor del cascarón, que fueron aumentando. Estos resultados concuerdan, sin

embargo, con los obtenidos por Terreros (2001), quién obtuvo menores valores de resistencia

a la fractura en los mayores valores del grosor del cascarón y Um y Paik (1999) que, a pesar

de no encontrar diferencias significativas para esta variable, tampoco hallaron una relación

directa entre la resistencia y el grosor del cascarón. Por otro lado, y contrariamente a los

resultados registrados en el presente experimento, Borrmann et al. (2001) y Vera (2004)

coinciden con sus resultados que al aumentar el grosor (mm) también lo hace la resistencia al

quiebre (Kgf) del cascarón y viceversa.

Tabla 6. Valores y relaciones de grosor y resistencia del cascarón obtenidos por los diversos autores.

Muestra 1 Muestra 2

Grosor Resistencia* Grosor Resistencia* Relación Autor

mm

mm kgf

0,361 mm 4,56 kgf 0,357 mm 4,63 kgf Inversa Um y Paik, 1999

0,362 mm 4,49 kgf 0,355 mm 4,57 kgf Inversa Terreros, 2001

0,359 mm 2778,32 kg/cm2 0,368 mm 2909,11 kg/cm2 Directa Borrmann et al., 2001

0,332 mm 2506,19 kg/cm2 0,325 mm 2359,80 kg/cm2 Directa Vera, 2004

*kgf para mediciones en los polos y kg/cm2 para mediciones en el ecuador.

Page 64: JOSÉ AUGUSTO ARRUÉ TOBAR

58

Esta variabilidad podría ser explicada por Carnarius et al. (1992) y Bain (2005), los cuales se

basan en el hecho de que una disminución en el grosor del cascarón no conlleva

necesariamente a una merma en su resistencia. Las características que determinan la

resistencia del cascarón del huevo tienen que ver con su estructura microscópica,

principalmente, con los cuerpos mamilares, pues si presentan una forma más bien redondeada

y ancha y, se encuentran estrechamente asociados con las fibras de la membrana del

cascarón y desprovistos de poros en la capa en empalizada, constituirían una conformación

ideal para un cascarón resistente, y, en consecuencia, de calidad. Por tal motivo, si las

columnas de calcita (capa en empalizada) que se depositan sobre los cuerpos mamilares

tuviesen una calcificación incompleta, fueran porosas, estuviesen fragmentadas o dispuestas

en pendientes o conformadas de manera desorganizada e inestable, se debilitaría la estructura

del cascarón, mermando su resistencia directamente. De este modo es posible explicar el

hecho de que el grosor del cascarón no presenta altas correlaciones con su resistencia a la

fractura, ya que su ultraestructura más que su grosor, es determinante para las otras

características, particularmente en lo que respecta a la capa empalizada, es decir, la

resistencia a la fractura de un huevo no sólo depende de la forma y grosor de su cáscara, sino

que también de la calidad de su construcción. Tumová et al. (2011) y Ledvinka et al. (2012)

relacionaron las características ultraestructurales a los resultados de sus estudios, indicando

que, a pesar de que el grosor del cascarón fue menor en los huevos producidos en un sistema

de jaula, estos eran más resistentes, efecto que fue relacionado a la organización de la

estructura microscópica del cascarón.

Además, se debe ser cauteloso con la metodología empleada en la evaluación de la resistencia

a la fractura, ya que, por lo general, se encuentran disponibles dos formas para determinar

este parámetro: aplicando las fuerzas en los polos, o bien, en la zona ecuatorial. Las

implicancias que esto conlleva pueden ser explicadas por la variación de fuerza que se

requiere para romper el huevo según dónde se aplique la fuerza. Si la fuerza es aplicada en

los polos, los valores obtenidos serán mayores dado a que la curvatura en esta zona del huevo

requiere menos fuerzas estabilizadoras. En cambio, si la fuerza es aplicada en el ecuador del

huevo, se obtendrán valores más bajos, dadas las altas fuerzas estabilizadoras requeridas

para mantener un arco más plano. Esto explica que en estudios como el de Altuntaş y

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59

Şekeroğlu (2008) se determinara que la dureza del cascarón a nivel ecuatorial es menor que

aquella determinada a nivel de polos.

Altuntaş y Şekeroğlu (2008) estudiaron el efecto del índice morfológico en las propiedades

mecánicas de huevos blancos provenientes de ponedoras Lohmann de 64 semanas. El índice

morfológico se obtiene con las mediciones de largo y ancho del huevo; según la siguiente

fórmula:

Í𝑛𝑑𝑖𝑐𝑒𝑚𝑜𝑟𝑓𝑜𝑙ó𝑔𝑖𝑐𝑜 = 𝐴𝑛𝑐ℎ𝑜𝑑𝑒𝑙ℎ𝑢𝑒𝑣𝑜

𝐿𝑎𝑟𝑔𝑜𝑑𝑒𝑙ℎ𝑢𝑒𝑣𝑜× 100

De esta forma, los investigadores determinaron que la resistencia a la fractura es altamente

dependiente del índice morfológico, requiriéndose mayor fuerza para romper huevos con un

mayor valor de este. Por ello, la forma del huevo, sumada a su conformación a nivel

microscópico son factores importantes que considerar al momento de evaluar su calidad.

Incluso se ha demostrado que huevos de ponedoras Lohmann Brown con cáscaras delgadas

pero muy uniformes han resultado ser más resistentes que aquellos con cáscaras de

espesores intermedios, pero de baja uniformidad Yan et al., (2014).

Si bien en el grosor del cascarón del huevo se considera uno de los principales parámetros

indirectos para la evaluación de la calidad externa del huevo (Khatkar et al., 1997) se debe

tener en cuenta que el grosor difiere de un punto a otro, es por eso que Sun et al. (2012)

introduce un nuevo parámetro: la uniformidad del grosor de la cáscara del huevo, parámetro

que se define como el recíproco del coeficiente de variación del grosor del cascarón desde

múltiples puntos en la superficie de la cáscara del huevo. De acuerdo con dichos autores y

Yan et al. (2014) se debería tener especial consideración con la uniformidad del grosor del

cascarón debido a que, a mayor uniformidad de esta, mayor es la resistencia del cascarón,

con una correlación positiva de r = 0,341 y 0,297 (p<0,01) para cada estudio, respectivamente.

En lo que respecta al peso del huevo, la inclusión del blend nutricional no tuvo resultados

significativos (p>0,05). Los datos obtenidos exhiben un comportamiento que se podría

interpretar como un proceso de aclimación debido a la exposición controlada de las

condiciones experimentales, donde las aves se adaptaron fisiológicamente a los cambios en

la dieta, teniendo en la cuarta semana un aumento repentino en el peso y un declive inmediato

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60

hasta llegar a la décima, para aumentar posteriormente en la décima segunda, donde podría

haber existido una estabilización. Estos valores podrían indicar que las gallinas se habían

adaptado a la mayor cantidad de nutrientes disponibles gracias al blend nutricional, pero no lo

pudieron aprovechar posteriormente, lo que redujo el peso de los huevos.

Shalev y Pasternak (1993) indican que el peso del huevo va en constante aumento a medida

que avanza el ciclo de postura, es decir, mientras más cerca se encuentre la gallina del final

del ciclo, más grandes serán los huevos y viceversa; mientras más cerca del inicio del ciclo,

los huevos serán más pequeños. Esto se da por el tamaño del ave, pues una gallina más

grande y pesada, pondrá huevos de mayor tamaño. Pérez-Bonilla et al. (2012b) estiman que

por cada 100 g de peso corporal el huevo pesará aproximadamente un gramo extra, mientras

que Galíndez et al. (2014), desde otra perspectiva, señala que el peso del huevo aumenta 0,23

g semanalmente. En el caso del galpón 2 y 4, se esperaba un aumento gradual del peso

durante la serie de muestras registradas, lo que no se pudo reflejar tan claramente debido a la

irregularidad de los valores obtenidos, sobre todo en el galpón 4 donde hay un aumento de los

valores en la mitad del experimento, para después disminuir considerablemente al final de

este, lo que podría estar asociado a la heterogeneidad biológica esperable en una parvada.

Por otro lado, se puede decir que el galpón 2 sí tiende al alza (exceptuando la muestra 4),

concordando con los autores anteriormente mencionados.

Los estudios efectuados para estimar el efecto de la enzima fitasa en el peso del huevo han

arrojado resultados bastante contrapuestos. Algunos autores describen una mejora en el peso

de huevo (Van der Kliss et al., 1997; Scott et al., 1999; Um y Paik, 1999, Keshavarz, 2003;

Zyla et al., 2011). Zyla et al. (2011), por ejemplo, observaron un aumento del peso de cáscara

de 62,1 a 66,7 gramos por huevo, lo que no concuerda con lo observado por Terreros (2001),

que presenció una disminución significativa del peso de la cáscara a mayor incorporación de

fitasa (300 U vs. 600 U), siendo mayor el peso de huevo del control sin suplementación. Otros

autores no describen efectos beneficiosos (Kamińska y Skraba, 1997; Roland y Punna, 1998;

Boling et al., 2000; Jalal y Scheideler, 2001; Kim et al., 2001; Lim et al., 2003).

Además de la fitasa, hay otras enzimas que pueden afectar positivamente el peso del huevo,

tales como las xilanasas, glucanasas, proteasas y amilasas (Danisco, 1997; Scheideler y

Abudabos, 1998; Jaroni et al., 1999; Jiménez, 2001; 1998; Lorenzoni, 2001). Lorenzoni (2001),

por ejemplo, evaluó dos niveles de energía metabólica (EM), el primero con una EM

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61

considerada normal (2800 kcal/kg de 23 a 26 semanas y 2750 kcal/kg de 36 a 44 semanas) y

el segundo con una EM considerada deficiente (2710 kcal/kg de 23 a 26 semanas y 2670

kcal/kg de 36 a 44 semanas) sin y con la adición de un complejo multi enzimático a base de

α-amilasa, xilanasa y proteasa. Los resultados de este estudio demostraron que el uso de

dicho complejo provocó aumentos significativos en el peso del huevo de 60,58 a 62,02 g

independiente del nivel energético de la dieta. Por otro lado, otros autores señalan que las

enzimas anteriormente mencionadas no presentaron ningún efecto (Danisco, 1999; Halle,

2001; Sohail et al., 2002; Lázaro et al., 2003; Mathlouthi, 2003). En este caso, Sohail et al.

(2002) evaluaron el efecto de incorporar el complejo multi enzimático en dietas con dos niveles

de energía (alta y baja) y tres niveles de proteína (19,8, 18,7 y 17,4%) y no encontraron ningún

efecto sobre el peso de huevo, independiente del nivel energético o del porcentaje de proteína

en la dieta.

En síntesis, el uso del blend nutricional tuvo efectos positivos sobre la pigmentación de la

yema, lo cual concuerda con los autores anteriormente mencionados, quienes describen un

aumento incuestionable en el color de la yema al obtener mayores valores de pigmentación

en la escala YolkFan™ luego de incorporar pigmentos en las dietas de gallinas de postura.

Asimismo, el grosor del cascarón también tuvo resultados positivos, los que son respaldados

mediante los diversos estudios realizados por los autores que utilizaron fitasas con la actividad

fitásica adecuada, exhibiendo en sus resultados un aumento significativo de este parámetro.

Por consiguiente, estos beneficios en términos de calidad van a generar una mayor preferencia

por parte de los consumidores al momento de la compra, tanto por el hecho de obtener huevos

con una pigmentación más anaranjada y cascarones más gruesos, debido a que una yema

con un color más vívido es mucho más atrayente visualmente a uno que no y un cascarón más

grueso va a ayudar a conservar su integridad en los procesos de transporte y almacenamiento,

respectivamente.

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62

RESUMEN

Este estudio evaluó el efecto de la incorporación de un “blend nutricional” en dietas de gallinas comerciales sobre los siguientes parámetros: altura de albumen, peso del huevo, pigmentación de la yema, calidad interna (unidades Haugh), resistencia del cascarón y grosor del cascarón. El experimento se llevó a cabo en la empresa de Huevos Arizona, fundo los Molles, Quilpué, Región de Valparaíso, Chile. Para esto, se utilizaron los galpones 2, 3 y 4. El análisis de los parámetros se realizó bajo un diseño estadístico completamente al azar, en el cual el tratamiento evaluado fue la incorporación o no del programa nutricional Excelegg. Este fue incorporado en el galpón 3, mientras que al galpón 2 y 4 se les mantuvo la dieta intacta. Se realizaron 6 muestreos con una frecuencia de dos semanas cada uno, cada muestra consistía en seleccionar al azar 30 huevos de cada galpón, obteniendo 90 huevos por muestra (30 huevos del galpón 2, 30 del galpón 3 y 30 del galpón 4). Después de ser seleccionados, los huevos fueron analizados mediante el instrumento Digital Egg Tester DET 6000. La adición del programa nutricional Excelegg no afectó significativamente (p>0,05) la altura del albumen, la calidad interna (unidades Haugh), resistencia del cascarón ni peso del huevo, pero sí lo hizo (p<0,05) en el grosor del cascaron y la pigmentación de la yema, resultando un incremento en el grosor del cascarón y un aumento incuestionable en el color en el color de la yema al obtener mayores valores de pigmentación en la escala YolkFan™, respectivamente. Palabras clave: Blend nutricional, calidad interna y externa del huevo, enzima, pigmento, resistencia del cascarón, grosor del cascarón.

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