ESTRATEGIAS OISCURSfVAS EN EL ENSAYO DE SALVADOR BRAU

Los pnmeros n6meros de Ia ReviSta Pu~rtorrlqudfa, que dirigia Manuel llaUDdez Juncos. constitu)en el beenano donde dialogan rrcs estUdiosos de Ia _.idadpuertorriquena: Salvador Brau. Agustin Stahly Francisco del VaUe Atiles. •dlllinleroinaugural de 18117,1osrrcscolllcidenen presenwantc Ia considcraci6o J1111ic:a asectores tradttionalmente margmados en Puerto Rico: Francisco del VaUe Alksesllldia 1!.1 campcsino puertoniqueilo", Bran ficcionaliza dos ensayos ame-1ialft "Las clases jomaleras de Puerto Rico" y "La campesma" en su nove1a ~a' y Agustin Stahl sc ocupa de "EI origen de los indios puertorriquciios". • 1888, Brau comicnlll a pubhcar en Ia ReviJta Ia primer versi6n de Puerto Rico 1• Historu~ .

Aunque Ia obra de c!ito.~ trcs autores es fundac10nal nos conccntraremos en Ia JldCiia COAy!slica de Brau y sella meneionaremos a Stahl y del Valle A tiles para tl6alar Ia convergendas de puntas de vistn

l'l'uestro objeto principal sc bifurca en dos dircccioncs: encontrar Ia respu~ta l·~ que Brau dio 11 los problemBS del mundo en qu.,. lc correspondi6 vivir y

IIICI!Ir su aportaci6n a Ia incipiente imagen del puertornquciio. La conccpci6n de Ia llterorlo que sostlene este trabajo scr6 lo su£icientcmente

lllplia para permitimos examinar Ia producci6n cscnta en el siglo X1X sin celiirla .~ 1a concepci6n crftico-can6n.icu eurupca De abJ que considerarcmos como ~ IOdo aquel material cscrito que marufie~te una claboraci6n y maoejo tkniQO deliberado que. al sepurarsc del nivel de In imprcmcditado, si es que a alguna Jdclia burnana pucdc aplic:irscle tal calific-•tivo, tneluya entre otros fines una JII*Upac•6n estetica.

B segundo concep10 por deft11ir es el del emayo. No cuesttonaremos el origen .-opeo del genera, pcro sl insistiremos en que Ia prlictica americana implica una ... v.On a nuestras oeccsidades pan.cul.ucs. En Puerto R1co, como ha seiialado lbriana Robles de Cardona,• el cnsayo usurpa el campo de otros gencros, par lo que cwtquier ln\lcsllgact6o sobre el gtncro tleoe que cltlcodcrsc no s61o a Ia prosa ClpOSitiva sioo tambu!n a Ia n&rrdtlva. Tomaodo esto en cuenta, Ia definiciOn de 1a

~~-parumos considerara como ensayo aquellos segrnentoo. de prosa exposiuva en

,.._a..Ks•<Mc~aM.'* r .,,.__. • ...,...,.,_, .. tdef~crlhc•4ft~ lf'*l*'OI4*io •• ..., ~zw• MIM Ia CirMrlkloM ~~~ 10, Putrto ~ fAu Club de Ia PrCDA. t 958.

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que el emisor intente imponcr su particular vlsi6n crftica sobre algun aspeclo del mundo que lo rodea utllizando rccursos rc16ricos entre los cunles incluimos II ficcionaHzaci6n. Ia reestructuraci6n y Ia seleccl6n connotaliva de los materialcs ca contraposici6n a Ia mera transcripci6n de una argumen1aci6n impues!a por el referente mismo. Es decir, consideraremos producci6n literaria 1odo aquello qa1

lmplique Ia utilizaci6n de recursos lingiifsticos que le proporcioncn al emisor II oporiunidad de construir verbulmente una articulaci6n ve.rosfmil o irwerosilnil, pe!O que, por su coherencia, pueda presenlarse como unn figuraci6n de to real objetivo o de lo subjetivo.

Estos son los marcos de referenda que ulilizaremos para leer, desde el pun10 do vista sociol6gico, los articulos periodisticos, memorias y eseri1os sociol6gicos do Brau como ensayos. De becho, ya Fernandez Mendez habla detectado y lrnducido desde su punto de vista sociol6gico esta literaturi:caci6n:

Brou DO empm~de Ult<oto algunn de slstcmatJDCi6n a lo OlmlC, Sptoa:ro Dllrthcam. Tampoc:o ullloa $151<mhi=n•nte en su ll1ifuis hlst6ria> las catego­rfu uni•ersalcs; clascs $0Ciat ... castas, culturu, """cdades, que van crundo los oociologos. No obstante, no fallll del todo en <I oonjunto de su obro cl intcnto de fundir hls10ria y eico<ia do Ia sode.Ud en un> eonecpci6n lilosMlca -gcnellar bistdric.o- deli vich social.'

Enel plano del referente Brau recorreen sus tCXIOS lascuatrodireccionesenqac Robles de Cardona ve encamioarse el ensayo puert.orriqueiio. E1 primer camino. el del planteamicnto de nuestro destino, to vcmos en "La tacha" y "La politlca y Sut

fases". El sei\alamicnto de carncterislicas de finitorias de nues1ra personalidad se cncuentra en "Asl somos nosolros", "La campcsina" y ''Las clases jomaleras de Puerto Rico". El enjuiciamientodeouestraculturase realiza en " La herenciadevoca• y "La danza". El Ultimo camino, que no comcntaremos directamcnle, es el de II exposici6n erudira queBrau realiza, erure otros I!'Bbajos, en Puerto Rico y su Histor!ll y La his Ioria de Puerto Rico.

Una prim era lectura de los textos revela de inmediato las contradicdones de una conciencia angustiosamente escindida enue Ia leahad a Ia uadici6n de sus padres espaiioles (el dcber) y Ia realidad empirica de Ia situaci6n colonial (el ser) que Ia formaci6o libera.l-reforrnista de Brau le impulse a criricar. lnmcrso en Ia situaci6nde dependenciu colonial, Brau opta por Ia uansacci6n, estrategia que al ser canall2.11dl ror su liberal ismo reformista, se limita a pedir reformas en Ia relaci6n de dependeD· cia y que no imcma abolirla por compleio, camino por el que sf optani el sedOI separarista.

Ouo aspecto que conviene subrayares que, aunque Brau particip6 en las lucbas panidistas de su tiempo, cl era fundamemalmenle un hombre de tetras, eo su doblc

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venieote de periodista y escritor. de ahi que prefu:ra como campo de acci6n Ia coolm01aci6n dediscur.;os, de voces. A1 respecto, cllituloEco.sdefa bot alia dellibro donde recoge sus anfculos periodfsticos, mucstra el espacio en cl cual prefiere lbplazarse: no en Ia bauilla, sino en sus ecos, ensus~cverberacionesorcproducxi6n Wtbal.

Brau lleva su batalla desde Ia palabra a todos los frentes: como historiador, paiodista y litera to. Como historiador proclama que su discur.;o "aobela descubrir Ia vcrdad hist6rica " y ''venir en conocimiento de los accldcntes que dieron vida 1\mdamenwl a Ia colonia portorricense" que, adem as, desvanecera "errores tradici.r Diles" ofrecicndo "nuevos puntos de vista para el esmdio de nuestra sociedad" y CI)Olprohani "el anti guo llnaje de las caracterfsticas peculiares de nuestra idiosincracia iadividual o colectiva".J Desvanccer crrores y ofrccer nuevos pumos de vista es Ia fomta que Brau utiliza para designar lo que boy se catnloga como Ia nctitud crftica ddmsayo, actitud que exige utllizMcstratcgias discursivas que validen las intl!rpre­lldones. latraducci6o, Ia lectura del emisor como Ia oorrecta, frente a ouas Jecturas o interpte~aciones de Ia realidad que s.e intentan invalidar o sustillllr. De hecho, Pwrto Rico y su lristoria es un delirante ejercicio de refutaci6o en que Brau nos 1111l1Crge en un harroco con~.rapunto que impugna a la mayorfa de los escrirores espailoles quese ocuparondealgt1n aspecto de Ia historia de PuenoRico y acepta tan

llllolainterpretaci6n dcJost Julian Acosta y Ia de suscoeclneos Coil y Toste, Stahl 1del Valle Avllts.

Si proseguimos Ia via de acceso del contexto socio-hist6rico del coal hemos plllido, aftadiremos una clave adicional parn caracterizar Ia prActica ensayistica de Bnu. 'Femlindez Mendez lo uhi<:u dentro de to que Cl denomina como ~gencracion tldtriuofo auronomi5ta (1897) y de Ia guerra hispanoamericana (J898f, • epoca que Manrique Cabrera designa como del "tr!lnsito y del trauma"' y de Ia cual deduce ADgcl G. Quintero una actirud que el califica como .. posibilismo (no cxjgir lo llpirado sino luchar-o negociar lo posible)".6 Aceptada esla comextualizaci6n, es 4101lcrcnte que Brau en su pr1ictica litera ria rehuya Ia oonfrontaci6n que no busc6 en • priclica poUtic:a. De ahi que el acercamiento oblicuo, sesgado. sea Ia estrategia pradomlnante en su di~curso ensay1srico.

Del arsenal argumentative y relfirioo que los polemistas tienen a su disposicion. utlliza como principia constructivo prcdominnnre Ia meuifora del juicio,

!JIIIi:liCa privllegiada por el sector liberal al que Brau pertencoe. Como resultado de .,Cll Ia lllll)'Oria de sus escritos las posiciooes se repartcn en Ia siguiente forma: al

metrOpolitano le asigna el papel de juez, destlontario o lector; las masas IJmderirtas-plrolc:taJios, JOrrUlleros, campesioos-son los acusados, y Ia clasecon que

W..daLIInll, l'wru>R-y.ov ·-p. l9 E\otcnlo Fcm.lnd<z Mmdcz, Op. cit • pag. U. M.wiquc Cohr<ra,lfuuwlillk 111 tlt<NIRttu ''"'"'""""""· p. lS(>.tiiO .\lpl G. Oalnlno. Con/1...,... Ju l.ul r po/tunJ .,. PwriD Ilia>, p 28-19

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Edilh Faria

se lucha -propicrarios, capitanes generales, clero-es el fiscal at que se enfremani el liberal autoproclamandose abogado defensor.

Esta estructum cumple funciones mUltiples. La primers es legitimar y reconoccr Ia autoridad del opresor, del padre; Ia segunda es desconocer Ia opresion quese,;ufrc, desplazandola o transfiriendola a otro objeto, m~anismo de defcnsa quelo permite, por orra parte, asimilarse aJ opresor y negar la humlllacion de su opresi6n. Una tercera [unci6n es desprestigiar a Ia clase qut> el ilbeml aspira sustituir con su d.iscurso. Aunque esta estrucrura es visible en varios textos de Brau nos timitaremos a comentar algunos de ellos.

En cuanto a Ia organizaci6n del trabajo, agruparemos los ensayos selcccionados en c.los catcgorlas. En Ia primera incluiremos los trabajos que estructur6 como memorias, publicados bajo el titulo de Disquisiciones sociol6gicas: "Las clases joroaleras de Puerto Rico" {1882), "La campesina" (1886) y "La berencia devora•, (1886). En el segundo grupo estudiaremos los articulos periodisticos recogidos en Ecos de Ia baca/la. Esta divisi6n no irnplica una secucncia cronol6gica ni un desarrollo ideol6gico, es una elaboraci6n dislinta impuesta por el medio eo que !ban a ser dlfundidos los rrabajos y el pre·texto que les sirve de referent e.

En el primer grupo, como los titulos lo indican, el referente es el sector marginado de los campesinos. El emisor liberal quiere reivindicarlos por medio de Ia cducaci6n, peronose identi.fica con ellos porIa distancia que irnplica precisamcnle esa educaci6n que los separa. Deahl el tono paiemalista que sostienen estosensayos, tono que en mochas ocasioncs por el uso recurrenle de Ia ironia y Ia parodia locurrc eo Ia burla de los mismos que pretende defender.

Por otro !ado, al tratar de captar los rasgos esenciales del jlbaro, Brau recrea tipos, creencias, costumbres y el medio ambiente que lo rodea. Le aplica a li!S costumbres Ia miradacrltica del liberal reformista y aJ marco nattHallomira, totlavla, con Ia mirada romantica que personifica y magnifica Ia influeocia de c!~te sobre Ia coodici6n bwnana. De hecho, en ocasiones, Ia descripci6n de la naturaleza sc acerca aJ himno poo!tico, y, olvidaodose del campesino, sujeto de su ensayo, lo que comunica es Ia traducci6n llrica de su emoci6n ante el paisaje.

Este tono poetico vuelve a cambiar, cuando cririca las creencias y costumbrcs. Vemos emergcr entonces a! Brau satirico y humorista quien reduce a los curas, propietarios y capitanes generales, a meras caricaturas.

El segundo grupo, que comprende 105 trabajos de Ecos de Ia batalla, Brau Ia estmctura como intentos definitorlos de los puertorriqueiios en conjunto, camo pueblo, oo como en los ensayos del grupo anterior en que sc refiere solo a un sector. en estos ensayos e I em isor se aparta de los recursos narrativos ya queen vez de fijiiJSC eo ripos concreros o cuadros de Ia realidad inrnediata, su lectura inrenta atrapar un caracter nacional que se ba I do forjando a lo largo del tieropo en intima correlaci6n con Ia mett6poU. Ahara los actores de Ia pugna no seran el jornalero versus d propietario y el capirangcocraldc Ia Torre, Despujolso Pezuela; es el puenorriqueno del sector liberal-reformista aJ que Brau considera como reprt:Sentativo de lo

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Jllellllmqutilo en oposici6n at puenorriqueiio separatists que los conscrvadores dcnuncian. El antagonista, de igusl manera, sera una abstracci6n colectiva: Ia poUlica colonial de Ia melr6poli en conjunro; en Lugar de Ia pnktica de determinado apilingeneraLEstecambiode perspectiva hacequelos trabajosdepeodan mas de IKWSOS de lalireratura politico-satfrica de todos los 1icmpos. De ahi que ahom los ~m~rsos capltales apelar~n aJ inlclecto: Ia parodia,la alegorla y el juego de palabras. CD Iugar de a Ia imaginaci6n y a Ia seosibilidad como en los primeros ensayos.

Proceooemos abora a ver los trabajos de los dos gn~pos mAs dctalladamente.

"Lu clases Jornaleros en Puerto Rico"

En su tCXIO "1.as clases JOmaleras en Pueno Rico" de 1882 Bmu defiende a los jomaieTQS de Ia acusaci6o de vagos, concubinarios y jugadores que les lanzan los JIIIIPKia:rios. En 1884 tiene que defender a "La cnmpesina" de Ia acusaci6n de ilnlomlidad 1ras la que se excusa eJ General Pujols para negarle el acceso a Ia educaci6n. Nos inrercsa comenzar por es1os dos ensayos porquc, adem6s de su representatividad en csta primera elapa, constiruyeo formas larvadas de su novela CDnai,P«<dora? de 1888.locluimos Ia rcfcrencia a esta novel a rorque ya desdc 1a illmogame del titulo el emisor nos obliga a emilir un vered.iCio de inoccncia o culpabilidnd en evidente dialogismo coo lu novela de Francisco del VaUc Arlles, IUIIqUe no asistimos en lf'ecadora? al juicio a que s! sc somele a Tnocencia, las bamologias entre aml>as oovcla.s y los ensayos de Bran son cvideotes. La primera la$lanciaes el beoho de quecl per.;ooaje liberal sern el portavoz de los que no tie nco wz: los campesinos, los prolelarios. Aesre respectocs pertioente recordat dos datos: el primeto. que en ambas oovelas Ia visi6o autoril.ada provieoe de dos personajes localizados en el campo ciemifico -doctores-y, rccu6rdese que an1e el ensnyo Brau IC visualiza como:

l'llllll16mlco (qoc}ao obcdca:, antel.o mesa do dlsccci6a. a1CDrpe propasito do lnsulw al oad.lvcr que anallt.a. l>c$nlenu:tani oon ol csc:alpclo I• materia. arrollanl con indiiJbtOria miradll el vclo delmpcncttllblcssecretos, ocunanl dtltof, ~rprendcra vlco06. tiCUS3I1I doJClUDlldamentc sus efectOS.-1 (D.S. p. 13)

Abora, m6s bien que portavoces, tanto los ensayistas como los oovclistaS, al privar de Ia voz a sus defcndidos, se preseotao como los descodificndorcs de limomas(t!nieossigoos capaces deser emilidos poresosseressin voz) de uo cuerpo

1 Ot: *-• tn Jck.tan~e Las cu-as. rdauvu a to& &c.~ de Brau !lie merirh • l.u lJ&Uicntcs cd1dclnet que se idcmaricarfln COA slsJ.., al p1c- de la c:ha, Para Salvador S11u, Etu~ dt Ia bnr~/1#, Sin Ju.aJJ~ lmproniJl lost bam.aJ.,. Fonc. 1888, ac ... ,, I& siglai!D y pll"l Sal••do>r Brau. E.n.o•yo~. (Du'I"Lrltto•oasocloldg•N1), Rio P"'*'<, t:.UIOJUJ £411. I 972. "" usm OS

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ode una sociedad enfenna. 1 De hecho, el mlcleo centTlll del ensayo de Frm:ilaf41 Valle Atiles "El campesino puertoniqueno" lo constituyc unlo.rgo inveulllitj enfennedades padecidas por los campcsino5 y Agustin Stahl estrucrura su Ovarioromla 9 como un espcluz.nante relato de suspenso co que vem.os a Ia aounciada ir apoder6.ndose del cuerpo de una mujer negra en quien se practicl primera vez en Puerto Rico ese tipo de opcraci6n.

La segunda homologfa es que, los carnposinos se presenran como el objctO ataque de los que 11demas de tencr voz. tieneo el podcr y con el, lalctro para n: por mcdio de una defuUci6n (que siempre sera una acusaci6n) y que se imprimid Ia llbreta de los jomaleros o en aniculos de pcri6dicos como el que teCOF palabras del General Despujols. En las novel as el podcr de Ia palabra se traduce Ia acusaci6n de infanticida que Victoria formula comra lnocencia y Ia tltcom y acusaclOn de pecadora que el cura pronuncia contra Cocola, el pcrsooaje de

Fonnulados cstos preliminares, comentaremos abora las estratcgias d"isclllli'l,., que Brau despliega para realiz.ar su crltica, burlar Ja censura imperan1e en Ia col y acu!iar tipos, im4genese ideas que el naturalisroo y el criollismo reouperarin tarde.

La actitud comCSlataria del emisor ante el "dictum" de los proplelarios a cioccl que le permite a Brau desprender las adhcrcncias que los propietarjos 1111 superpuesto a Ia figuraci6n de lo puertorriqueiio en" Las clases jomaleras de Puent Rico"'.

E4 eostUmhre, Cllil gent raJ eo~ lot propie1arios <II> nudlro pals Alfibuir alas clases prolelaries, y 000 espteialidad a las campesinM, uno carcocio poco mcoos que ahlolult. de coodidones moralcs. (OS, p. 26)

ApcUidase a nuestro~ jomakros ap'lials, pe=oso., indolelllcs. eoltpo<b.. J•gado~ vagoo. <"OOQibUIIrios y conompldos. y claro cs ~los que oo se hao hallado eo con !Acto dircCio con tllos, los que no hall lonldo OCl!Sion o volunt•d""" cstudlarpersonlllmentc sus nece<ida<k:o y coonUJnlnu, al oi1ltS oplic:ar, dlaln!Sdia, por qulenes c:slin obllgados a coaocerloo (nrlmameole, \Ill cksfavvn.blcs alifica­uvcs, par clc <XIDilldo lwl cJc oceptat C0G10 buen2 Ia aeusad6o. ~ inconscicnl<lii<Die a sosaen<rla y propaJ!Ilrla. (OS p. l7)

Tresoon los vicio& e>enciaks a qliC pucdtn "'duoirse todos los dtfcclos quo )uzgao algun"• £chucntcs al caroctet dtl proleWio pucnorrlqueiio: cl concubt­oato, el jucao y to vagancil. (OS p. 29)

Aunquc Brau, como buen polemista, utiliz.a Ia esrrn1egi3 de Ia concesi6n y reeonoce estos "defectos" cmre comillu.s en los campesioos, de inmediato se argumcnta que no son caracteri.stieas deftnitorias. de los jomalero~. sino rasg~ qut

8. A cite r .. peelO fldemu de Ia cluica Cr<l•ico de •• "'"'"'" en/trm<> de 7no Oandlo eo pen~'""'* que a lao pcnooaju t._..;. (del Volle A11lcs) 1 Cxota (Br.w) en • lnjpln momcn10 clc ta llllJDdolo • • .....,.,.so voz propia.AI Ulicio clc-nolalot ...u • ..........,,...,..,.......)CO -Joo mew; 1 • - .... bistorilo pm que a~~oaorts di>~ a- ).

9. Re\ m• Pumornqr~ma, Liurllturo. d mciu y 411~, Sen Juu, P..R., 1889, AI» IV, 1biUO IV, p. S49-S61

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•poaden a c:ondiciones socio-«on6mica tteadu por los propietarios. En 5U cxposici6n sociol6gico-explicanva elliterato que hay en Brau no puede

Ia tentaci6n de matizar sus razonamientos con variados rccursos, ya sea un CUJdro liric:o-dc3criptivo para explicar Ia inOueocia chmatol6gJC:L

u vida 10h1aria de loo booquea, Ia ~ anloroso del dima, Ia dellcadcu del oraanismo y w mlsma viveu de imaginaci6ndc que""" habla <I padrelftlao ... l!a IIICdlo de aquell• aatwaleuluJurima, eo que!Odos loa ekm«ntc» aeO<ndcns a dcsonollaa lin obodculo atpoo. DO U1l pcl(ible pre~eodel qoe K c:oodctwc volunllriamenoe ala .. t<rilidad. De aquf nacieroa eaas unlunu, h•Jaa 1 nu dudarlo de un Mnllmlenoo sincero. (OS, p. 29)

•udl!l meiMoras que homologan Ia cosecha amuga de c:aila y scrvidumbrc:

Dc:spu6l vi nod oumento dcC>villzacl6a, pcro vlno l.mlblln c:on eUa d lnc:rtmeoiO dela .,..Y,.tiud. Cnd61a cd&.llortcierooJoo iOJCIIioo. atnatroese 1M nq~KZ»; pao..,.,;,s toUita Ia ....nl.idod, ~ iD<v\lobk de Ia aeMc1ambrt (OS p :!9)

llaalllcs sc afwle Ia contrapos1et6n enue Ia plictica dtscursiva y Ia prktica social propielarios en rclaci6n con el roru:ubinato:

-comonlaloobaeeod.odosaialooesclavosKies<asbpN o~p.porcomcw o rome- iaual 'ida, ei<JCIIlPio priaJCOpcrmaneda pcrenne aou sus ojo6, y ... Ciler.ra dcblo Kr superior 1 las de las moniliudoru doannu. (DS. p. 30)

llunon11aje argumenuulvo cumple una funci6n dual en el en~ yo, pur un I ado cs el illll&a~teideal pua comunicu Ia ambigiledad inhercnte ala situaci6n colonial y,

011'0 lado, lc perm he a Brau evadir Ia censura al dcsplaur Ia culpa no a Ia .-!polli, sino a sus intcrmediario~.

SiD embargo, aun cuando Ia argumentaci6n de Brau en un primer nivelliC en fila los propiewios, en cl tras(ondo Ia imagen que ~I intent& despl.aur es Ia

que coagul6, en su momento, Ia lectura que el imperio llilo de teres mostrencos, cimarrones, al margen de Ia reaulaci6n imperial:

CIQ pte pot d DUSIIIJIIIIVY des&fiooa. Y sill ml~ alpna por pane del Ooboemo. 10 exocadi6 por oqoellos ctm])Oi y bosque•. en que fabm:•ron una• lllllfsunaa diOuo """ euatm plio"""" que ~t.lllbnhan, las !now que bJIJI•ban silvattcs 'flal-Q11C abuadatOn muy I .. &Uio& m""IU.I<Dfut ledlc, vmlw;u, fnnlll y alauna o:amc: con esto v•vbu y liin vivcn. Estae homhlu onophc:adoo y pei'ClOSOOI, sin hcrramlcntas, tntcligencia de le ogrlculturo, nl quicn lc ayudase ~ desmonblr los bo"!UU Lquf pudrlon adelantor? •..• y oomu lOdes vlvlon de u le ooodo, no bubo mottvo de anulltd6a entro ellos; c:oncum6 tambih a ou daflo Ia fatilidad de Ia bem y al>wldarJeia de fnnoo silveiou. CooS diu de traNJO, ueoe -familia plil.lnOI para todoel al\o, Con &101.laledle de IIJ VICIS, IIIJUD cuabe. monlaiOtl y fntiOI silv .. orc:s, eaoJn COOJ<llllsimoo. (OS, p ZO)

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EdilliFw

Este texto de O'Reilly o.os revela que, extinguida con los indlgenus Ia operatlvidMI del milo redenlorista, una nueva imagen debe crearse para recmplazar Ia i11<1~ y permilir Ia incorporaci6o al sistema, de los udispersos" que deben ser agrupldal y educados para que se integren a Ia producci6n. Es interesanre obsetvar dc:IJit nueslfa perspectiva contempornnea como unas im!genes que en Ia litcrlllll renacentista constitufan elementos constructores de arcadias, de parai.sns pastorila, ahora desde Ia per,.;pectiva mercantilists del imperio se teen como algo nocivo, subversivo. Mas adelante en el ensayo, .Brau reconoce a Ia administraci6n colllllill y su politica como causa prim era de este cambio de imagen, por lo cual, aJ lin y II cabo, Ia actiiUd de los propietari.os no haec sino refleJar Ia percepci6n imperul:

... yen los mgcnios sebabra r=ncenll'ado todala vida agricola· Industrial, toda la riquczu,IOda el alma del pols. indispensable fuc que el Gobiemo oompeliesc a las braceros lib res atomar J)ltleiiC!iva e importantc co aquella explb1Ki6n (OS. p. 41)

Para refutar Ia imagen de los campesinos como jugadores, Brau, m \et de limitarse a seiialar exposit iva y sistematica mente (como le requiere Femlindel Mendez) Ia responsabilidad y las fallas del clero en este aspecto, ariiculn 0111 estructura de conuaposici6n entro to que debiera ser y lo que es:

Uft sact1dot< moriJcrado, cmtativo, bcoivolo, un podrc, ea fin. de set fehii"'$C$. que l<l in<ulque. mh coo sw; bcc:bo5 que eon •us pn:d!Cadon<s,lado> cl espfriou de Ia domina cvaog<.lica. (DS, p. 31)

Paradigma al que se contrapone Ia realidad de:

Uft c:wa qu< jucaa. qu• balta, que frcQ!Cooala gallea, que tc cnll<ga • mclas Los pricticasdel agio<t)c, que as isle a jolgorios y fnncachela.. y que pore avcnizse mejc>r alsibaritismo de lo. oura1Jos orientales que ala austeridad •ilc:nciosa de Ia c:asa reCIOntl. liene que perdc::r rorz.osamcnlC SU pr~11gio a los OJOS del V"ulgO~ Y, CD vano scnl que su vuz 1n10nc elocuenlc en Ia citedra .agrada: sus palubras no esoar4u en lllllOnfa eon sus bcchos, y cl vulgosc pogu mu con bccbosque do palabrliS. (OS, p 32)

Esle boceto de caracttrizaci6n evidencia una vez mas Ia articulaci6n entre pn111 cxpositiva y Ia narrativa ya que podemos considerarlo como una prefiguraci6n del Padre Calenclas en LPecadora?

Como marco complementario a este cura, Brau lraza un animado cuadio en que las marca:. o slgnos de lo sagrado y lo profano confunden sus voces en abigamdo coouapunto barroco, recurro que le sirve adem as para adjudicar Ia responsabilidld aJ sistema y exonerar al jomalero:

Conjunto lnoomprensible de lilurgJa cristiana 'i de uturnal genrilica, me2clllbansc en aquel cuho hlbrido, cl alegrc cl•morco de los aagradM brooocs, al llamar >los f~elcs al "'mplo. con cl cbillido gangoso y aoompasado de 105 ruletcros

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de pmfeo-100. al indicar II> Oucmaciones del DC&fO y lkl I:Oldndo ........ el -bedo ...,..eo~ Ia lllis1ica armoall de loo ~<b&•- """"""'" que. -eaalperfllmCdd-oceknaal .,._,ddAit.......,......,. e~~~rtd .ndordc lu eswpod•lw=m•ln ClCIIIOCiducu tl paa...,., cl-..bre de 111>1<& lie anprau.. eo 101110 de cuyas UJC$1$ 5C codelban conlundocloo bombla 1 m.jcr.,., udavoc y t.dlor<s, prople~aJWS y JOnudcros. anoo.- y noi\o5. •. (OS, p 3!)

cit C!>ta de.larga contra el clero y su patrocirtio de lu fiestas patronales, Ia lnquisidora del emisor se dirige aJ goblerno colonial y con dcliberoda ironia

contrapone In dlligencia de Ia admjniRtraci6n colonial, cncamada en el ;JiriOIIltje de Don Miguel de In Torre, en relaci6n con cl jucgo de los gallos y Ia :"lllllilrncia d~ la mt5ma administraci6o en rclaca6n con Ia cons1rucci6n de e5euelas:

C..ndo >e obouva lo rrunuciasi<bd, cl prohjo cuidado. elluJU ~. de LOll"' que pr«idlcra en b rcdac:cl6o ~ crLido Regi&mento: c:uando 5C CX>Cltcmrl• • wdo un ClpOUoa General cntrelcrudo cu dispnoef en qui l00110 dchlorl lunJIWK loo aaJb, -'<• lot dcdao yet.,.........., 1 c6<!lo era wc:aar io ._..,..,. por b cola .,.,. .,. carudeo poco 1 poco. •-...do se viene en~ de q11< LOU IAI<r<UIIIc cfioopntlco6e luee>pe<lido tl ~ •• 14 de rmrmde 1825, yse .. be. r<•qv< loho d.cbo ulidalmcnte al Oobicmo de Mctropoli, otro Gobcmador General, que b.asta elarl<> ISU no emprcndiO dirtd&m<nlc b Aali>tidod Superior Ll Ufpnluci6n do I• C'IIS<ftaal~ rrlawio; CILlndo Indo esm sr abt. y no .. edla en olvldo que baoloo jll8iodc 1!16.~,110 ..... a OIXI<.s..r.c, CD cl m..-llbl< Oc<:t<lo OfPru<.v dd J<DC'I&I Mcs>irt1. ci .. Libleduuauo. tn algunvs buncll ruralcs. de ueu<las ckmcnLIIcs ineompletu toque cquivalc 1 d<cir que b lns1rucci6n de lo. jua.odorc• de gollc» mercold&tr atcndlda por los Cap1lllncs Geoorales. 40 oi\Qs QIIICi 4uc l•lnstruccl~n cit los pohr<li Jurnoleroo campeaonos. que forman Ia gran mru~a en nueotro pal<, no abe 011t \10M que bcndecll 1 b P~CYideOCLO que nos ba bcd1o vovir tn ell .. m.b ft)-que roqutlloo. rorm..w.do Olllo mis mtimo del alma voeoo. .,,_...,. po<quC

""\'11th an JliiiLil 1 rcprucl.ar.. en Pua1o Rico w .. n<iblcoa. 1aa inc:ahrocablco lbcnacoon<o. (OS. p. 35·36)

~riall'ltrule b parocha. b adJC:IIvaci6n, Ia antflesis, Ia gradaci6o de eftcl~ las ... lti 1!111i!tic:b y ckmas recun.o~ rel6ricos aqul em plea~ no corresponden a una -aria. oa ~ ••<temai.WtC16n socio16gica que: ccha de menu:. Fernandez Mtndez,

si ~n rceui'5(X licitos del ensayo que Brau estA escrib1cndo. hra dramatiLar su argumentaci6n de que cstas caracterfsticas no wn innntas en

Ill jom;1le~os c:orrao a.finnan 106 propietarios, Brau coloca a t~tos co Ia posicion de illaitwwos. los apo!>trofa y I~ comnina a incorporar;e al tcxto y acomp:oiiarlo

del mundo que 61 verbalmente recrca:

1!$ mh, no vacUamo~ en ~cirlo. to at1od6n aJ Ju•a•• cnln: los jc>rnalcrot quiD> oo hub>c,. tbnzado cxniOI'Ciillani> "'~"' •1 no huhttse briDdado nmpo I~ a Ia uplolati6n. • NoquuW.crccrlo bajo bIt de oucstra po~Ahra' !'lie$ .,.,....., eo """ de ... puJpa:ias '"'ladll\ <11 lc>o bam<lo distantea de 1 .. publociunc1, bu.cad dcUU de aqucl mczqulno apatador, pant1tl1 inaCDJO!oa que

285

CD<tJin, 12imadam<11te, cl cj<rrido do omo ilicila industria y ~, en'*­y dctcrminadu boras de IOJ fcsaivus diu. bacin•dps aa atrecha habit.ac:i6a.. \DI

mimero no eSCliSO de bombru, goundo de Ills problcm!lcu dtliciu del j~go:de lijo ni el ducnio de Ia pulperla, nl cl que dirigela banco scrb jornalcroc.

Registrod luego. en las pQblacioncs, las interioridades ml.ltcriosas de clett<l\\ rugurios, hlp6aitamcotc engulanndos con el nombre de Cllfctinea, bilt.r .. , bo<lc­gones u otros scmtjanlcs; diva gad por las inmediacioncsde un ingcnlo loss4bados al cau Ia lllldc: cnminAd aUf el lruranco ocultodel rio, II p<oye«l6n de lasomhn del itboliroodboo o <I hueco limlll.OOdelllllti8JIOpuentc; busmend tl>mblin...U. Ia bojarasco del platanar contig\10 1 cia1as c:asu CUllpelltU.- o..-kli jtlmakroel que tallc; nu.ac:a podttis asrgnarl<cl popc:l de cllploQdor: m ""'*""' gcnbico es el de vfctJm&. (CS. p.l7·38)

mundo cuyas marcas stmWiticas (oscuridad, mislerio, trampa, simulaci6n) c~a-.J ciao Ia c;elada que se ha prcparado para cazar y mamencr al jomalero ea servidumbre perpetua.

Mas adelante, disiruulada tras una aparente discusi6n de semiintic;a, Ianza necha de su ironia contra cl sector privilegiado en Ia colonia (evidentemen~ peninsulares):

- .en Puerto Rlmsehl .aasado y sc ICUSI boytodavlade vapaloo hombi:caquc b'bnnsn subsisuncia y lade JUS fllllilios, ma:eed1 ruda laborcorponl.perollliiiCO, en los aDos que UeY~mot de cxistencia, bcmos •isto 1 nAdle p~ de Ia conduela de infinidailea de Sties que sin oliclo, ejc:sdtio o profesi6o nunlJi0$111, sin capital o n:nto algun1 de que vlvlr, llenan eumplldamente ••~ nccesldndes, alurdean de rumbosos y dcrroc:hadores. y disfrutan l• tr.\rulldcroci6n genera~ por lo menos ap:m:nte. (OS, p. 40)

AI final deltrabajo Brau apostrofa mediante preguntas ret6ricas a los propictanol J al ~alizar el balance entre lo que dic:en y to que bacen defmitivameole desartiada el monmje verbal que 6stos han erigido para desprcstigiar a los jomalems J prestiglarse ellos como pasdigmas a i.mitar. Cumpliendo coo Ia aaitud aiticl inhere me al eosayo, el emisor ha invalidado Ia definici6n de los propietarios y Ill impuesto su versi6n: los jomalcros no son de un modo panicular, sinoquereacclooiiJ a fuerzas socio-econ6micas que se lcs imponeo desde arriba, precisamente a• II clnsu de los propielarios.

"La campesina"

En "Lacampcsina" Brau aplicael mismosistemadcsaniculadorde lasiml,geocl y <:OnCeptos que unliz6 en "Las clascs jomaltras de Pueno Rico". Aquisu puniOcle partida son las declaracioncs del General Despujols quieo, como ponavoz de 101 intercses de los coloniz.adores, ha afirmado que la familia en Puerto Rico no esll moralmcmeconstituida yen esc argumentobasa su negattva a crear escueJasdcni~ parn evitar el peligro que representil Ia promiscuidad de los scxos en el .. tr:insilO

loo nib muy precoces de ambos sc:xos, de nueve 1 doce lilos. desde sus a UPI mJSma Cl>Cuda disuuue··. (DS, p. 106)

Sial jomalero se lc acusaba de ues cargOS-<ODCUbiruuo, j ucgo y vaganaa- a Ia jlplliaa a au veuc lc ac:usabl de indolente y sensual. pero o;c le reconocian como

Ia sobriedad )' Mmuaados sentimientos rcligiosos. LIICiilud crflica de Brau inviene Ia carga positiva y neaativa en este cuadro

· • adJUdtc:ando lOll defecto:. a Ia in(lucncia del mecilo y ~vando las vinudcs de In sobricdad y los sentimientos religiosos. Para justificar Ia

•didltd de Ia campesina, Brau construye nuevamcme un cuadro Hrico-deserip­!CmeJIDU del que ya ciniramos en "Las clases jomaleros de Puerto Rico"

ldi,Jc •ilel•ectllcil5n p~tisajista posterga Ia argumenwci6n expositiva (que se supone de c:ulpa a Ia campesi1111 y culpe al medio) argumentaci6n que IIC pierde en Ia

de i.migen~

;JWI!clo a 1600 bo)O W JI&'UJ CjU< cubrell 1.11 mlueida lllOr1lda; ]ODIC» <D 1.11 pqdcn *'-lc .,.....,lA cl pll.ldo y <n d anoy11<lo qo< auup Lolled y ca Lie"' daedc a< r-.. Ll umoa~t<; j1uaoo ca Ia soledod cld baoquc, que: bnnda d fnw> t<fnltlldor y cla<co 1'1U111JC pond bopr y ellllllpotO d< Ia !ronda cootta d calor _...., )ontc» .. a seadctol umviodol '!"" COIIdllcta alvauomllo ""-a-i­, ....... oal....,..lllWalblc. f <nel r<pe~oG alllopt CGllC t.lopeadada cld ~to. y ca a espammltllli>S fanuliares <n d betty, al fulp d< I•• attdLu y a <VI!Ip4s del Nmor melanoolico c1< I• neche: JUntO. IPU<cl< ierl muchu veces, """"Los oauo Wbw mal unKbs q~>< comtinl)eo d lec:ho 1llloco en Ia atUU~ble Cllbolia- tuf mao Ia infaJ>aa<n omestl'Of campot. en ogual conl\alo6n que crcan. en el ma10ml lncultD, lo cambustera y d cardo, Ia pringamoll y Ia ocnsltiva, indl(crcntcs 11 beJO d<l ..ol que nutrc Ia palma real y a Ia carlcia dd rocfo que (<CUJldin el pr6viclo banw:ro (DS. p. 107)

ED Ia scgunda e1apa de bU descon~trucci6n Brau proccde a "precisar las adiciioll'taCn QUC SC determina el CUJic'lCT, eJ temperamento,Ja idiosincracia de una

mUJcr de nu~ros e&mpoi" (DS. p. 108) Para su mentalidad pOllitivma:

Lo tobriecLtd cld -- • .,., beat paoa ..... ofuudado« ... Ll caoiJd.J d< Ll ..cillll,lwla cuya coW. oo lltpo lao IIIStigaaoocs y con~.c~ .. aociaki. S1 M hAy p1010 a Ia cub. laiObncclaclll< UDpoDC fonOSilll<nlt.

No <liCUtoiiO, pcx..,., ~ ""'Y clogno d< loe n IIIIQUOa campo<.- csa ooltrlcd.dqu<,lcJUidecombolurlaslnO~~eoaasdlm .. ol6gic:u,OUidynvaconcl!.as • mermar d oraantsmo lhico ... L1 indolcnclo y cl~e:nsuallsmn de que oe acu>a a nuuu~• proletarios, no JOn mi.s que dntomu de I• afecci6n mo~ que pttdomma eo au l<:mp<rameouo. y en Ll que cmra, pcx mucho, uno oobtiecl.kl que 1111 pomposomcntcK dccanll. (DS, p. 108-109)

Consecuenre con Ia poslurlliberal que sciialamos al principio dcltrabajo, Brau por sentaclo que Ia campesina no tiene voz y sc adelanll a traduru, desde su

fi!IPCCliva posiuvisll, el acerumieruo popular. Ia religi6n, famillaridad y adapta·

ci6n queel considera desvi rtua los poSJbles benericios de Ia religi6n conviniendolll mas en un (actor retardatar:io que civi lizador par~ el progreso. De este man era, to q111 se considcraba una virtud, se conviene en un defeclo:

Para elias, Dies es un >c6or que "''"" <JICUIII de: esc ciclo-raso ..,.1 que se llanu cielo, por donde se paw:on clsol y Ia Iuna, y al que <ma adher~dll una rspccic de cucubaoos, que s61o vltncn luz pot 13 ooche. Ese Olos tkoc un car'c1er muy iro..<;eibk, y se e.nttelit nc.c.n n1orrnentara ln.~critltura$ en sus act1e'$0$ d~ mill humor. 1!1 cnv(a bs Uuvias que Mc:en desbotdat leo r(os, las sequ!as que calcinM ~ planllldoncs, los gusa- que roen lossemcntcru. los~ que ...-n los litbot .. y dariban los COSd$, d myo que cstrt.mcc.: Ia tierra y los enrrnocdadts que extennUWl a los hombres. Eslll5 maniCcst....,..cs ml<!ricas de Ia Divinidod los ptOiluetn los peadoo. en que"' incurre por onsllgllclon del dcmonio: cxro seiior <xt1110rdlnario, con c:ucmos, robo y petu611$ ... (DS, p. 109-110)

Olvidandose (L?) que su a.~unlo es Ia campesina sc deja arrastrar por Ia parmlla y continua d~montando el andamiaje de lo que serf objetivo central en "La bC«acia devota":

Ellto de los procurodtlru cs muy ing~nicoo; por ejemplo •I "" pierdc un.t

gallina cl cncargado de h•ccrla aparccer cs San Antonio; sl se sufre afecci6n o!Wmlca • .• basta ofrecer Unotl ojos de pbto 1 SAnta Lucia:- Olvid4blucmc otro abopdo. mcjor dicbo IOdo un rolegio. pucsquc 4< mua dcl>s beodotas iaimas ool pwptono, c:uya inlluencll. r.vor ck los martAic.• .. muy valiou, aunque por lo vitto, de nadl ks sU--e a elias parobtcncrun ind!Jitoo llllllllSiilleo piOYcclooprop!O, que no habria de: vcnirles mal pa111 salir de SU$ quebrantos. (OS, p. 110)

Mas :tdclante el novclista lc usurpa el lugar at ensayista y nos adelanta el WIUJIIO de lo que novelara en LPecadora?:

Co1oc:ad uoa mujer en !Ales crceocias imbutda y de: Ill wnpenmcnto dotada y por tan d!bD alimcntodOn nutnda, ala accitln pc"'iolcntc de metanot\hca oolcdad. covucha en una ann6sfcra cargada con los armdisiaoos c.Ouvimi de Jujuriosa vcgctaei6n, bajo uo sol cncrva.IQr, sin idcru<cn el ccrcbro, .•. y dcddmc lucgo c:on quf llliXIIios bade CODIOI pori vcnco:r los peligro< de Ia sedua:~n, Ia< mnueooias ckl mcd.oo c.n que vive y los llfiiOS de Ia noturAI<D que redama StU derccbos .00.. aqucl dcsnalaza<lo orpnmno. (OS,p.tll)

euando laJJCCelidad oblip a trosladar su domicilio • w pohlaciones, pm apllear )!U liClividad al s.erv.c;.a domestiro.. 8nlt.>ncxs se le. acusa dt IOTJXI•··· La •ivlliucilln los acogc por neec.,idad, las dosbo.>to por cl roce, I., nutro un pooo mc]or. cxcha su vanldod. trucca I• scocillcz de su 1r11jc por uo romcdo de las gal .. de Ia K!lora a quieo •11Vc; ••• (OS, p. 111)

El veredicto final del destinarario no puede ser otro que absovcr a Ia t PI!CIUiotiP invalidando asr Ia semen cia de los imereses, que, como en el caso de los jomalcro~, Ia condena nl circulo vicioso de Ia ignorancia pam explotarlos mejor.

288

____ .. <1_,,.,. ~~~--

Eo "La hcrcncia dcvota~. Brau, al examinar la.s pr.icticas religi~. adel~nta a plano lo que en anterior~ ensayo~ era s61o un aflucnte entre las muchas

del atruo de In$ campesinos. Como ~u ronnaci6n positivists lo impelc a deslindar lo mezclado de lo confuso,

liltdct•:cut) uponc comoca.ricter dcfinitorio de las manif~taclones rcllgiosas en Rite Ia confusi6n de lo sagrado con lo profano:

Ail' .....,.cotuncmotatcon fnncadlc:lu y OI&Ji.>tJCU comilonu. tl adl<cllinucnou o Ia •iJa clcl Re•clodor del EVliDcdio. coo dc.>ot<n,.. cumu de cob&ll.lo y dlapow.,.. en cl mar, <11 cl rio o en el pnmcr chm:o de ogwo que •cnla a tn.lJlU,

prttcndlaac «lcbnlr Ia llllivlclad del acvcro Pt<OIISOI- coo clll"""d<nuio& clcrrvdlei clc oaten10110 lujo clcmostramottodovla nuatro duciQ, al I'C('(Itdlt Ia ..,U.. clc un Mirru, que fund6 Ia r<&Cllc~ de Ia &OCicdad h•mana (OS, p. 128-119)

•am:toa 'que cobran vida en un animado cuadro en cl que las voce~ de lo SAgndo [ltprofiJilO se men:lan en abigamdo coro polif6nico:

Ea ......., de - festiftl<o ... ~ a&aDCio d ldDplo ~ de ... fiCb.. GKtd.foboluc .., cl <SI*>O coo laa 1101a0 m01ic:al<s de to. llimaoo. mooa.OO. coloor delvltNCl80 b~ del pacaiJo: coaodo cl nuno de lu daiWIII caOcJCru anunciaban »IU devow Ia prollimldad del ba~e ••. (DS. p 131)

Ulmo en onsayos precedentes, Ia ironla sc usa como recurso deMnllll1cador de lCtitudes que se incuban y proliferan estas prAclica!. suudorctlgto~as:

• .alfiiiDOde aqudloo individuoo que t<niaD •11ala el irde pueblo en I" :biAl, o>Gia no1c1a a a. benaum. to. plla&.., d.,_ o c1 a.alpc:.,. c1 bohillo. ........ ...-•• I I ,.,..,_ .. 4bodc q<raar. Gfli>P"'b=• pocdod 0 alcDW II de _ .. _ Pot lodcDUsla.,.,....... COGITitada s-o caaur•orfloeM1-•• II J1aria1o poll'*'. IUOk qlll!'dar a a to. ~ a Ia solid& de Ia eovau. puo KD"'I••u•loo, a <XIIII!* de lot IDOI1In del .,._.._ mcr<acu<~ Ea Wll ~ blbla -<lirim a1...-- puts que cl n:y >&lmiol.l J.ol6 tamhita dclanteclcl area. pero llm~~on_ocuo .. liaen t.>clocuo mvyconn~~<laoal pvd II Bol>ll1 .,.. cocn .. que, co aqutllo «rc.mnni.l rcllgiosa, cnlaud<o David con alpna Belh~clc m6rbldaoamlllf'IIO>, k culumpl»e moclkmcrue IIllO """de' jia41dcr01 del mcrtJliUO tell51lll (OS, p 130) P~ que dcspub de olr manof .. IOC:l6a lallautarizoda oocahc: cl~>.orocar

t1DC:11101 danzu en <I .. tJ~ogo de l• prkticu rdig>osu (OS, p I 30)

DtspiiU lle divcrsos asedios oblicuos altema, Brau e.nfrcnta el problema sin lialllocJui(l40. Esta herencia devota cs parte de Ia tradici6n que EsP"iia nos leg6,

para Ia formati6n liberal de Brau, no todo en Ia tradicl6n u sagrado e lacsticlnalblc, sino que hay que di.sccmir to que debernos coRM:rvar de to que .-,1110s descanar:

Edith fada

Esa re1igl6n cs realmenle una bc:rcncia, que no acon.sejllri rccha~ maii aoootece en IQS'negocios mundanos, cuaodoun pottimonioselegaoomplk:a<IQCIO!J accldan!A:s que le hacen desmetecer de '" lnlrlnscc:o valor, que los here.dero< se cuidnn, en proved!o propio, de d¢puratlo, pOr medic de la acrivldad y de Ia discreci6n ml!satioadas. Hagamo.sotrolantooon Ia hercnciareligiOlla. (DS,p.l41)

Esra observaci6n va a Ia rail del problema, la metr6poti y sus instltucionq at son paradigmas incuestiooables, infalibles; fisura que nos nbre la jl<)Sibilldad pd ouo tip<) de cuestionamieoto.

Despu6s de lrdZM las cosrnmbres comuoes a Ia metr6poli y a Ia colonia, Bm detiene para valo.rar lo que el sf considera carncterlslicas definitorias de Jo pu~ queiio y que estan vinculadas mas a nn sentido humane de Ia carldad ~a­denominaciones religiosas. Como en ocasiones arueriorcs, en vez de escalonatlt argumenmci6n expositlvamente, crea dos breves capsulas que embrionariJun-. adelantan escenas que desarrollani en lf'ecadora'!:

!\1 grito de [Caridadl qtuo Ianza pot Ia n«<te al espacio, en Ia soledad de .. conuoo el desdichado j'lbaro, a quien enfermedadeso miscria desgarran elcotu6n, arrcbatandolc alglin miembro de su familia, respoodeo los boblos mm. •f>•rt.odn<; proporoionlindole compaiila y consuel<J$ a los dolicntcs, y ataud y monaja y cargadores para ccmdudr g\'atui.tameote en bombros. basm el cementerio de.la pobl•cl6n, disumte a vece$ seis u oobo lcguas. uo cadaver, que sin esa pi~ voluruild f>CimBO.....,rla lnsepulto largo ticmp0, ptodudondooon.s<:cuenci~de$11$· uosas f>Or& Ia salud publico.

Jam~ cl viajcro extmvfudo o "'ndidode<OJWnoio Uamoala moradade uo campesioode Pucno Rico que no hallll$e eo ella una hamaca dondedescansar, una ~Ua de cafe para caleruatse.- (DS, P- l44-14S)

y que de hecho oonstiluyen escenas de Ia novela. El balance final del ensayo podrA en~nderse como elrechazo deun liberal arllos

extcrnos que, a! secularizarse, ban desvinuado su prop6siro loicial. Es rambi~n 1111

elogio de Ia religi6n fotima, personal, basada mas en Ia Iraternidltd y Ia solitlaridld que en el dogma.

"Asf somos nosotros" (Ecos de Ia batalla)

En ocasioneslos escrilores al analilar textos ajenos proyectan sobre estos Sill

propios principios de COil.Strucci6n, ofreciendo en forma oblicua Ia clave para descodificar su propia obra. La imagen del daguerrotipo que Brdu estrudJ!ra mel prologo al lib to de Manuel Alonso no s61o ilumina Ia obrn de A!(lnso, sino qoe simuluineamente revela los secretes ocultos detras de textos como ''As! somos nosotros": ensayo con el cual iniciamos el estudio de los artfculos que c.onstittryca su libro Ecos de Ia Batal/a:

290

..lama ICri COGftGit CD qat bojo iliiP*imda hooecMeo de que d !ibn> alonleo.

........ - fC*Io de.,._,.. ... qat .. - COift 1*"}11 -Ia ......, ..... s.codc """ - pnlllllUOI rutiiiOO doguenwollplcoo que .,_sa. -

~reb quilt tlpnu &milia, que examlllldu 1 Ia liacta. a plcAa luz. ..,._II pcnail.ca dacubror fupca qbomo, puo c:oloadoo.., acnoo CXJIId..Y.. ... de •ilualicW. 1 otw ....... ..., de•cpimkDon, m--.oobn Ia ecrsa ....,... 6de de Ia bnoAida plaAdlo -Ilia Ia izno&m n:llejlda eala dman oocw:o..., m cXICIIIC1ll<ja!WI 1 lUI minuciolooiC>I:idtotcs. Del m~ modo c:atellhm. l'""de ptrccct liaero, lrlvolo, insil!lliliante a primera •lata, ... pcro hbitorla co que laplunuo rctlcentt delaumr ha contado de onttmanocon lacolaboracl6n ~Jn.oa.ina· UVI dt .... lectiOrU ...

Si aplicamos esta imagen alanillsis deesteensayo, observamos que en un primer livel, Brau in1eota baeer una caracterizaci6n de los puertorriqueiios, pero, si llpimos ouu direeuiccs que Brau oos da en cse mismo tex1o:

No 10 debe, puce. CIIDdiar Ia a>cdilla por l6lo d .... cno. (ED, p. 77)

Descubrisemos que Ia esuucturaprofunda toque revela es la~m~gen del otro, del cmlonizador, del creador que es quien, en 61tima instancia, amfiaurala imagen que ldlcja su cri a tura

1!1 rialm<11 cololtlaiCX111tn"bvy6 mlldlo a acrcauw ... IDSilllu.ool,_ 1 laa dtaempc&. aufriclo&. IIi oo soo suf'odeoleS pero amc12&1W nUCIIR leahad iap•ta, !>titan P""' "-'-eaUlc»y.....,.loooo (liB, p. 77)

Para anlcular esle efec1o Brau proccde de Ia slguiente rorrna Dcstaca en primer llprel rasgoespecffico de alaunas de las caractcdsttcas que nos separan de losotros fldllos oolonludos por Espada:

-DOOtraJ<I'Oftlavoneidllddelajmql111ci61>yladeliadtuCDdiCIItlrquclescru pccullata, puo de up. ..odola vdl< io ... d obntquc Ia dill ...... (Ell. p. 74)

De inmcdialo contra pone Ia lcCiunl apolog~tica (lo que luego Pcdreira denomi­-' como nues1ro retoncumo] que se ba becho de esw cancteristicas con Ia lalidad de que csto cs s61oconseeuencia de Ia peculiar relaci6n colonial a que bcmos lido sometidos:

l!a vcrd..t que lo upansi'IO del carbo, lo scacrooo y su£rido, 1 lo propcniO a ralJII&"" con Wll poomcsa, a.._, con Wll •imple f6rmula dt corttsla (que ooowdc:rarnoo a•ncrolm<nu oomo ••&mio venrurooo) bastu par calificol •• n.quen V\1\atlora M o-.;enra fa.nwta. dct&cuhriendo ptu.nto •u vc.rdiMJcn proc.cdcD-'

10 ~ llnoL l'rOiopa ...._.ADM.£1~ p. a -nl

291

cil; p.ro, a pcsar do OliO 0 qwds por CSIOmismo,- 11ft pu<b!o cspecial.fkl1 de dtrigir y muy aliciorlado a dqu hoccr • .m UHjlllelarnOO mucho CIWldo no lo h31lomos.~. por mis que noo lo bayon ofrcc:ido. (ED, p. 74.7S)

A conlinuaci6n exam ina lo que podrfa consider&l'lic positivamente coma indc· pendencia d~ caracter y que, para el, no es mas que lu respuesta social que hemoa tenido que da.r al abandono y ol hostigamiento por parte del podcr colonial

E<mdiad al pu<noniqu<lloea cualqu"'' loalidld de lo blo, y le -.K.,. dc:ciOor y jovial en sus t'OUilklclcs bmilWa, p.rociralll>p<tlo y b.as1a dcsabrida Cllla vida poiblica; muy rcspc:••10$0oan Ia ourcridad, pm~cviW!doen lopo<ibleeii'ODISC coo ell• hosa PI"' uunt<» que~ illttre.son. (ED, p. 7S.76)

Lo interesante es que estilS caructeristicas que en otros ensayos Brau presenta eomo distintivas de lasclases campesrnas. aunque alii recibicron otros oombres, aho111las hace exrensivas al puertorrlquciio en general y, de hecbo, construye cuadros en que, todos al unfsono, e.xhiben Ia sumisi6n de su caractcr

Yllllopcpdosoooholl•muodenucsuascoswmbJe$.quenocbmosmutSlliS clo OOfl\:CCicin.

LV= UD g<lb<mado< "uc:w? L: t<cibimos coo poo~m ... L~'~"" dirige cuam> l'nsesbiligikiU.<. L: clcvamos alsitimo ciclo. ;.l><muesua haetr ll&O ~ bi<n dd pais? L:proclamamoo nue>II'O blcnbecl!or, nUC>Inl Mlvador. y no OliCOtlltllnOJ

'ilio bastante dlgoo dDOde cMJUnpar su nombrc; pc10 nos manl<ncmossiempre 1

respetuosa distancit: ala capa~ como sue len IJamar 1011 tnkl'inos a u.na de so.'$ mU llAb~es maniobras. (Bll,p. 77)

A reng16nseguido trua con rapideze ironia !a politica vcleidosa de lametr6poli a travis de sintcdoques que, aunquese refieren salo a Ia condici6o mdividual de lal capitanes generales, apuntan en realidad al desquiclamicnto y dcsorienraci6n de II administraci6n colonial:

. .ha sucedido que Wl&obcmaclor rcfonnhlll se tome eft funbilndo amsci'VIdor, o que dando oidala conJCjOs y tnodicloncs flllltas11QJS, como c1 micdo escon~agioso. concluya por obrumornos con expedocntes guberruu.i•01 a arurdim<lli eon giitos estentOreos. man:bJndo.IC lucg.o en paz a rccogor, camn pn:mio, un m:arquc.sado o cosa semejantc: para hcchO': biles plirece creado exprcsamcn~.c: c:l aticter pueno-. mquoiio. (Bll, p. 781

A c~tc agitadu cuadro Bruu contrapone Ia imperturbabilidad e impasibilidad de loa pucrtorriquciios eo una imagen que prefigura el "Nju'' de Llorens:

Con IIlii calma <StOICI olmoc los dicbancbm.; <011 admlrllblc sangre !ria dcjamos que eun;en los upcdientea J!Obre las 80ilbclos COIUJ>u11Clont':l; y ewmdo nos Uega Ia n<>UCJI de quo tl hhoe se lu dlodo los hooo••• deluounro IIIIi en cJ Capitolio, o euandu mcndig.o nuesum voto~ pam que lo encumbremos. .. nos

292

Esmt<~Ja> diocunmos rn rl ,,..~de ~ Bm~

-fO<'IIamooCila dojat '!"" i•JUCtCCCDJ>DellfOOlaluoo y lllli1'll< ... ...,... 11<ml>lo.ola - sipaf-.va --.IUS-.....,..,._ (E.B. p. 18)

Jib. eoconlnl!llos cntonccs ante UM repetici6n con variantcs de Ia dcnunc11 de Ia liluaa6n de los que no uencn voz por lo que s61o pueden acusar el impacto del otto, lp&iempre ser6 sujeto; mtentras que a ncJSOtros nos corresponde cl pasivo p3pel de abjcto.

A subnyar e~u conformacu)n por pane del dio> escondido, del colonizador, ClliiCUrre Ia invers16n que el esttiblllo Nosotros somos aside Ia estructura superficial tk:lprlmcrnivelsufr«l, ol flnaUzarel ensayo, a As I somo~ nosotros. El udverbiomodal "'Il" que sei\ala hacia d rcsultado de un proceso y se enconttaba en el ultimo Iugar lr tk:spbza al pnmer Iugar que debe ocupar si hacemos Ia leeton correc:ta El IIIOplltc .. nosouos" que, como iluso sujetoocupabacl primer Iugar protag6nico, se llllada al Iugar del objeto que, aunque gramaticalmente no lc corresponde, sf le

h.mspondc simb61icameme por COrLStituir esc caricter noun desarrollo aut6ctono. Ia unpresiOn. cl modelado. de un im~r o modcladof. Se cunfigUtll cmonc:es

Jt~!.tbclltoculu)dctluCDSa$,eltcxto,comocl~guerroripo,incluyesunultincameo­absoluto, el coloniz:ador y lo contingente, el coloniz:ado.

Otto texto que uliliza el mecanismo estructurante de Ia mvers16n conceptual es ;J.IIICtla . Brnu anicula su exposiei6n de tal forma que Ia imprcsi6n final cs que lo

bl vcnido a " ... mnnchar con una p4gina sangrienta cllibro del oro de los Castos !Dblialc~" (EB, p. 44) no debe leerse mas como signo o m4cula iobereotc a! cuerpo

ae seiialan las colonias; smo como rcaa:i6n 1 Ia acciOn que Ia metr6poH ha sobreelw.

Bnu, sin embarao, marcado porIa expericncia de su madre:

- b<alila mu)Cr ,luJa&ambolado J*lrc<J""'"''"J._ ~.,_, tm111e proc:dori:&. ~<DIIo do llo ktaprol,..., rnoh•ciocaria dol -IIKrllc. lul>lo •mido a """-'ar Iloilo a CMI"oopolalana to<:mt- (Ell, p. 4)

111111 tnt:re Ia lectura que los penmsulares die ron a las lucha.' de independcncia:

El C1llldt'O mud6 de -.poc~~>. Lu ap;oc:<Nn dcltdas do aqood -kl.­., oobmalto, atcmdor .• sucxdJCI cl grilolemzdo fl'lltdda ludul, tl mJJJdo IDiliW de espOJllo;QS lncc:ndloo y cl frap>roso IIOlW" do ulloncs bomlddu {EB. p. 44)

su fonnaci6n liberal It dicta:

.... _...... .. do roe coatbetHftl1< d oprimido y d oprCJOr, <Oitc rl p>bicrao y tl poocblo .• (EB. p. 44)

293

EdilhFat!a

A rengl6n seguido .Brau articula su nueva lectura mediante un dialogo en que reproduce hipoteticamente el proceso ideol6gico por el que atravesaron los emigra­dos:

LA qui~ debierOn maldc:cir aquellos hombres en su fuga? A Ia llbenad. •A qui6n debiernn temer en el nuevo territorio quo les brind6 asilo? A Ia

libenod.

Brau recurre a una analogfa para reafi:rmat la nueva lectura:

No babfa sido. no, Ia b'lx:md suenemlga. Noes culpa del vapor qucla caldc:m estalle, sc:mbmndo mucrtc y desolacion en tomosuyo: esre>'p<>nsabledo eso bccbo Ia temetidad o Ill imprudcncia del maquinislll que aument6 Ia fuciZa de Ia combustiOn y een61odas los v&lvulas de desabogo, pretendicndo contcncr entre fr4giles paredes todal• pot.nda vigarosa de una fueru lncontraslllblc. (EB. p. 45)

Este error (tacha o m6"cula) de Ia metr6poli provoca una relectura de las relaciones ex:istentes erure las dos partes (que el diplomatico Brau renuentemenre reconoce) en Ia cual los oponentes se despojan de sus antifaces o revestimientos y muestran su faz verdadera:

.. .lalucha se entabl6. mB.s bien que entre IllS colonia< y au mctropoli, entre lllluz y las tinieblas, •ntrc los siervos y los senores, entre los cxplotodores y los explotados, enuc el monopolio y Ia ~'lx:nad. (EB, p. 50)

Despu6s de este radical aniilisis Brau, sin embargo, como buen eolonizado, haec un alto para un desahogo lirico que, como adbesi6n de fe, oeutralizara cualquier acusaci6o de desafeccion que pudiera lanzarse eo su contra:

Hagamos aqul punto. Todo aqucl que sicnta correr en sus venas un 4tomo a to me nos de sangre espanola, ha do CDCOnlrllrlie hondamencz hcrido aJ recordarel doloroso dcsenlace de aquella luella; y cuando cl que Ia recuerda ha tenido que liCCp!ar fonooamenre, como legado bercditario, sus con.secuencias, Ia herida tiene que resulrar mas encona.da y profunda.

MU, por lo ml5mo que fuimos Ylctima.< de esa lucba, nos crccmos truis autori2lldos para sondear sus efectos; ... (EB, p. 50)

movimiento oscilatorio de avance y retroceso que caracteriza el Iento proccso ideol6gico de descolonizaci6n.

AI final del ensayo el abogado-liberal se dirige al fiscal-conservador y le imprime una ingeniosa vuelta de tuerca a la denominaci6n deeonservador, que, por rebote ideol6gico,se refracta bacia el verdadero blanco a que Brau dirige sus sae~AS: Ia metropoli.

jConsc:rvadore$ de Pueno Rico! No tcmili Ia libenad no Ia rechac~js. AI contrario saUdlc al paso, utilizadla, eoouJzadla en provcebo genernl,y, cuando os bsU6is co posesi6n de ella, cumplid vuestra misi6n; rCONSERV ADLA! (EB. p. .~6)

294

Glmo podri ~rvarse Bau explota Ia paradoja de e•te jue&O de palabras para ' lark a Ia mcu6poh que su "co~rvaci6nM depende p~ciYmcnle de lo que estA

IIIIIDdo de utinauar,la libertad, y que los medjo,. de>p6licos utilizados no uabajan •pro de su consc:rvacion, sino de su destrua:i6n. La tacha o mancha reveb eruonces l!loode apunl& su <:arkter tndJC:w, no bacia una fall& de las repilbli~. stno a errores .nbuibles 1 Ia mctr6poli.

La poUtlca y sus rases

l!sle texto reprcscnta una de las instnncias en que Brnu cjcrce su crl1ica de la forma mAs directa. Sin prolcg6menos o preambulos de close olguna, Brnu parodia claco lipos de conducla polhica y a cada uno le asignn un nomb~ caractcrizador. 1olllica de pan y palo, Pollw:a de discreteo, Politic a brOI'UC'OIW, Politico tunorata 1 PoiiJtca ducreta.

En Po/lltca dt dl<cfl!'lto Brau utiliza uno de los produetos mh tipicamente fll*iolcs, La comedia del Siglo de Oro, como simbolo de Ia polilica mctropoliWJa.

Obob\oii>C u-..-diu 11110 doma, mojtr do tupeta bdku 1 do mM >UpG1DI cloDoltc. <)CIO!Ida ee IOdas las prict!C2S do Ia coqu.<t<ria fcm<llll. - ala qao~eln.,...., IUSaboeqWosvario&pla- orducidoo par..,.......,;. lloaoutnl<h- (EB, p 17) S\lclcdo<lldo lo qoe H<nc que weeder. btigodoo loo pmcndi<niU par aqucU. &Jmn .. la do plantcrla. con aquclla csgrima de dliCJ<ICO, conelo)cn par dcjarla aola • Ia ••!lora do'"" pcnwnitntos, mllllllUruldo unos y 0\rol de 1u c:onducta. ... mil otroll dcrnpm1uc.lcn l1'8cr ronsigo otru costu.mbrc.ll, p<1r C80 en nuestro alglo, mnterlol101a y seoo. en eJ cual hastJl Ia poesln, Ideal por naaurnlctn, hade wjelatiiC 11 dnmlnlo de Ia frfa raron. llll genero de oomcdl» ban coldo en dc•u•o y no ;c en<.llcnlra 1'4!>hco capu de S()JlOnatlas (E'.B, p 18)

1!lla analogla le pennilc a Brau soeavar simuluineamente el poder de dos rmperios: II politico y elli1crano. Cuando compua las pr6cticas pollticas melropohtanas con Ill vdeidades de una cbm1 de las co medias, las desaaedna como paradigmas pan Ia mlnnia, y a1 cxponcr las comedias al proc:eso crosionador del tiempo tambito *-PoP 1 ey hlcratura de su carictcr paradigmitico a1 afirm~r. como todo lcttado. Ia Jriclica litcraria propia eo sustiruci6o de Ia anterior.

En Ia Polftica brai'IJ(Oflll Bran hace un recuenro de las circun-.tancias hist6ricas q.e han orientado Ia polhica ofensiva-<iefensiva de Espalla. Luego de agotar las dlamstanctas en que lcgftimamcmc se podria adoptar tal polllica guerrera, Bran -.iende que es1o cslmlcgia polh.ica, que en su momenlo corullhuy6 una virtud, al CIIOrg•rselc car~ctcr pcrmancnle se transforma en un vicio.

t lmpcdlan k>~ momcntAoeos tratado5de pulu<:h•toontriiAI hordu aaarcnu? ,s .. pcndl"""' 1•• ho&tilidad<s c:oruno d eoemigo oom0o7 1,F1h•ban mor01 que cumbaut? Plies K oombarla de castillo a castillo, de m<anada 1 mesnacla, hermi.DOI

295

Edith Fari.t

contra b<Jlllanos, pueblos contra pueblos. y no pocas vea:s,lll bt'lMlJ'llc irureplda de va$iaiJO$ rtbeldc$ somc:lieroo a duras tran.sa:ccioncs 1a altivez de los reyes, 11 quienes eran dcudores de homenage y plcitesla. (EB, p. 22)

No eo vano at 1erminarse Ja tcoonquista. no pudicndo rcsignan;c aquel beliooso espiritu.a t.roearel haurcl porIa oJiva ... sc desbordO por las inmcnsas sclvas y pampas amcricanas y s<:mbnS cl trnor y Ia dcvastaci6n en las costas afrlCBrulS 'I lUl1IS<\ las comarcas ltalianas y encarcc16 reyes y aprlsion6 papas y tram de imponerlc a lodo cl orbc sus crccrn:ias y pasc6 sobcrbio sus victorias y pendoncs por todos los imbitns de Ia ticmL (E.B, p. 22)

MM adelante ullliza 'Las capias a Ia muerte de su padre' de Jorge MJinrique como caiiamazo sabre el que tejcn\ la parodia dcsm.itificadord del ideal ~pica alque opoodni Ia realidad de Ia decadencia espanola:

;Qu~alanccar de mor()(l! ;qu6 acrihillar dc turcos, ilallanos y rraru:esesi Jqut do minor de indios II que acucbillar de flam••=! ;que achicbarmr de hcregcs! mas ;abL ;qut de cspa:ftoles oxtinguidos! 1quc de csrucrzos mal gastadosl ;qu~ de tesoros oonsumido$1 jcuAntos brazos robados aJ Lrtlbajo! iCUintos cere bros arreba4

tados niB cienciaL. (EB, p. 2.1)

Don Quijole, el personaje de Cervanles, es otro icon a que tam bien leservira para estrnctuiar su criLica a iJI actitud paranoic.~ de los administradores nacionales y coloniales en su relaci6n con los gobemados.

Supone esa escuelala existe:ncia de en~mlp y a su encu~ntro sc lanu: sc lc adviertc su error, mas rehuye toda advenencia; los enen.igos ban uistido anld. luegodebcn existir todavla; no parccen en nin&una parte, inulilmentese les busca. oadic lcs ba VUto; nadic les CODOCC,' COD todo, bay que ptrl'tguiriOS. hay que extermlnarlos. quc.,ducirlos a cenizas. (EB. p.2.~)

Bl vulgo, coma es natural. rle amandlbuiiOSbalic.mt~sde Ia credulidad de uol .. vis.lonarios, ... Sin embargo dlos continUa.n impcrtf.rritos en ~u tc.-ma. y ya sea 6cci6nde acaloradafal!laSia, ya prodncto deesrudiadacon<~enienc!a, in•i•ten en Ia inrca dc dcafacer ogravios y de cnderezAr entuenos, collla misma impavidez de que Cervantes aoorno a su heroe (avorilo. (Ell, p. 25·26)

Evideniememe aqui Ia parodia es un recurso desmitificador por partida doble •I homo Iogar distotsionando principios y pr:kticas, los desacral iza y al contrapooer Ia dura realidad a los miLos literarios en que los espaftoles se reconocen, 1ambi6o IOJ desacraliza.

£n la Polftica timorata o "aquella que no se atreve a declr su nombre" Bran desenmascara a los que haceo una polftica de Ia despolitizaci6n de las pr4cticas sociales:

Es oamlln en lllgunos pmidnrios de Ia csouela cuyas texlrfas aoallz.amos, al calificar de pcnurbadora Ia pnifllca, reconocer Ia convtnlcncia de las rcfurmiOS ccon6micas, en senrido ••=ado y dcsccntnllizador, fundando en Ia exclusiva bondnd dc...., refarmas el dcsarrolto de la nc1uc"• publica. (Ell, p. 27·28)

296

&uoocp-......... ~•* ~"'Odor-

Acstucutud de encubnmicoto Brau opooe un credo poUtico en que todas lasc:lases CI&Uittn aunque no quieren admmrlo:

El "'JKuutoc que daa>a CXIIIttO cl """""".wcma tnbutario que mow me k> mis >IIXII<Io de: aus oooeclloo.- .. agita ind•~P<~~»bltmule dc:nuo dc:l cueuk>dc: Ia polilltt. FJ comercilllle qu< pro<esacooua w trahu- tambitn obra denltO de: Ia poliuca l'JIII&Jn!JsQ 'I"" dc:pl""' <I dc:ca•mi01110 clc: !asci-obn:tM y quaKra ...tas uu-ar de: llcno •• d umUIO de: Ia W1lld dc:lll'Obo)O. ccdo 1 Ia fuca.o de Ia poWica. Y d aoyalte- y cl ol>rcru. y cl propocWIO. .. yla fan11110-. toclao, IOdoo .. rtvDchcn en pl<na almc'aftra rcl•tica. (1!8, 211-29)

En este ensayo como en los antcriores Brau combine Ia protesta polhica con i)rmuW. y represcntaciones litcrarias. romo si qurstera indicamos que Ia lfnea que dmwta IIJnbc» campos no es continua. sino oortada a mttrvalos, situact6n que pamuc Ia continua mtcl'pretacion de amba5 zona.~.

eo.diiSIOnCS

Coclcluida e<~a lectura aspiramos a que se recooozca que, aunque Brau Cue pmuvox del sector dutonomista, hay que inclull' su aponaci6n, desde esa pcrspec-11\oa. a eso que sc ha II amado "busqueda y dcfmicion de nucMru personalidad" En all btisquedd,l~t~. htstorias difundidas deJa litenuura puenorriqueila )' Ia critica han dalacado consisteotemente al sector indepcndentista como las umcas voc-t~ autori­lldu para rep~ntamos.

Sin embargo. es horn ya de aceptar que otros sectores tambi6n han oontribuido coa rasgos -glisteno~ o no- u c•a imagen, del carActcr oactonal, que: oun hoy se 6curc.

El perfil del colomudo, n>eilantc entre cl mundo de repre~ntaciooe. que los ~metropolitan~ le impone, y las representacione~ que su in teres le propone, IDes muy balagador para nuestro orgullo naclonal; pero no .e pucde borrar, c:.s un 4catcnsoconsutuycnte de nuestro patrimonio cultural y hay que contar con ~I. pnes -.htstoria,CXImo nue.uabter.uura, no ba ~idoel productodel proyeao lust6rico • - "'lla clasc, ~inn del coo; unto de proyeaos que se han trenzado en acciones y -annes de mutua mterdependeocia.

Muchos de nue,tros escritores han leido los ensayos y la hrstoria de Brau (una lti8lti.1 que el intcl'prct6 desde su perspecuva liberal-reform,~ta) y se accpte o no. • iftflucnru es perceptible en Ia ruu:rativa naturalisl.1 y criolllltta. En el en.ayo jlllrllorriqueilopuc:deobserv&Thequc tanto Pedreiracomo Blanco en losanos treinta, lent Marqul!s on lc>~ cincucntn y Jose Lui5 Gonzalez hoy, por oolo nombror los - yistas que mds han indagado en nuestro car4cter nacional, recuperan algunas de

imJgeoes, ya ..ea para coofirmarlas o rcfutarlas, pero ~icmpre eo di4Jogo con .. 297

Edhh Forla

E.nfocado el asunto deesta man era, consideramos a Brau un escritor tipiamen~ repre.sentativo de Ia ambigiledad y ambivalencia del sector colonizado lll1pldlj entre dos leahades. Par un !ado Ill que ha interioriza.do como patrimonio de ~ progenitores:

Alliornodlo amuo Espoiia. El idiom• en que hAbllbam otpaDol: lu ~ que balbuela. en c•pallol lu proouociaba: <I Oios quo me c"""I!Arno a odorat era cJ de Espana, y ll05rumbrcs y lrldldoaeo y &Jorils y bl2allas cspailolu ~mprepa. baa IDi lnfiiDiil inuogm.d6n, cfcsponando cJ deS<O de oonoc:ct lo licm porttn!Osa en quo llleJ hccbOII bab!tn ocurrldo. (EEB. p. S)

Por el otro, Ia que dicta su desarroUo bacia una emidad indeperuliente.

Pero si <I hijo debe r<opcto, c:ori6o y CQIIIiderociOo at podr<, d podr< debe II hijo atnparo, carillo y cducociOn

l..ooi deborc& son muouos y I• corrcspoodcncla inevitable. Si cl paclrc tirlDi%1 II hijo. si puvcnidos loo l<lllimicnms de eo~ y olvidldo de m clcber, &ga • precipowse en tnzoJ dela agresi6n y Ia viQlencia, por mill que DO exo.ouleye$ humonos que autoricen la rcbali6n filial, fuernsenljuzgar respoOJ&ble al padre do las runes""'~ de semcjan~ suuad6n. que en lilllmo !e$UIIado. s6lo JIOd" RSOiven.c por medJo del potd6n y del alvido. (EB. p l3)

Sin embargo, Ia realidad insoslayablequeculminan\ enel1887lo inclinaac:asWizlr a travts de Ia ironia y el sarcasmo -estnuegias verbales- su impotencia ante 111!11

circunstancias que est4n fuera de su control, situaci6n que Blanco elCpresara raciollll y pragmaticamenre desde Ia perspectiva delsiglo XX en su PrOII!uorio hist6rico.11

l.u canw:uri51Jcu de Ia wa ~idio rnilittr, limJ!Odo exiCIISillu de l<tritario. auseoda de mJudguu, proplou 1 Ia guerrilla, etc.- no pormloleron Ott& cnsa. Tuvimoo quo oncouzar lalucba libcratwnte y emanclp1dora porcl lertcDO juridico y poUtleo: y ttiuofliD~ Ia revoluci6c del Sur. continlllJllQS clebatiOndoaco demro del sc:oo mismo de las imdo:oQoroe5 peninsuluu. Ptoc:eso cvolutivo, pocie~ Iento, aoenido a los valvcnes de II vida melropolltano y a. I~ azares de lo politico cxrurlll

Para Brau, sin embargo, eoralzado en cl siglo XIX, ligado aun por los lazosfamiliaftl. a Ia metr6poli, era tsta una situaci6n angustiosa que .su tono, muy a pesar 511JQo

delataba en sus escritos. De hccho, en su momento, Manuel Fernandez JuiiCOI detect6 a trav~s desu sensibilidad, esta angustia, pero su coodici6o de peninsululro haec fallarenel diagn6sricoal reducirla a mera neurosisperwnal, cuandoera un..t de orlgen socio-politico:

T t<llt Bnu <los oolabondot"' forzosos. a los cuoloo debe cicru dcsigualdad de humor que noll de$de haoe algun tiempo en Sllll trabajos poridlslicoo. Uno de

II Toml \ Blanca PronuuuJo hBMrlcu, P• SS.

298

dlao• d 1Up6o.1 OliO UAll<trible oettnlpqueb<M- _ .... <a Ia mi51u fl.- .. porau Wa1tadcw ...fGO -=cdc a vcca qoc la clan • s;' 'lc: obbp a cacnbU aconwe• .. to par It -.Jcia o ....._....,porIa biJil, J ....._,.. .-lc ... alp~ cala .-ck lao....,--, -.tJo J hastah6aicoca d kql&a)C.1........!o 1..­m Ia in1tlltl6ll (1;ll. p XJV ·XV)

Por todo lo anterior, consider-amos pertineote relccr no s61o a Brau, sino a sus •plil<erol de generacl6n para encontrar eslaboncs perdldos o lgnorados de nuesrra _..IC!Oril cuhural.

u llterotura del siglo XIX est~ aru esperando nucvus lecturns que qulz~s nos a en tender mejor de d6ndc venimos, aunque no puedan decimos haoia d6nde

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