esquema de pago por servicios ambientales en la localidad

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MAESTRÍA EN ECONOMÍA APLICADA PROYECTO DE GRADO ASESORA: MARÍA ALEJANDRA VÉLEZ FECHA: 8 DE NOVIEMBRE DE 2020 Estudiantes: Carolina Hormizda - 201910762 Óscar Aponte - 201910705 Felipe Lesmes – 201910769 ESQUEMA DE PAGO POR SERVICIOS AMBIENTALES EN LA LOCALIDAD DE SUMAPAZ: propuesta metodológica y cálculo del incentivo monetario. Resumen: Este informe de consultoría presenta una serie de recomendaciones para el diseño e implementación de un esquema de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) para la localidad de Sumapaz, en Bogotá. Estas recomendaciones están basadas en la compilación de literatura sobre este tipo de instrumentos económicos ambientales y de la evaluación de las características socioambientales de esta localidad, incluyendo información sobre sus ecosistemas más representativos, su población y sus actividades económicas de tal manera que, a través de una tabla de criterios, es posible determinar las características óptimas del esquema a implementar. Este informe incluye una propuesta del monto del incentivo económico a entregar como parte del esquema, estimado a partir del costo de oportunidad de las actividades económicas desarrolladas, y una propuesta de áreas de focalización determinada a partir de los resultados de un indicador compuesto que permite priorizar zonas según la relevancia de los servicios ambientales y los riesgos que estos enfrentan. Las recomendaciones de este informe son susceptibles de mejorar con información más precisa que fue imposible recoger debido a las restricciones por la cuarentena de la emergencia sanitaria causada por el COVID- 19, y son lo suficientemente flexibles para que los responsables de establecer el esquema de PSA los modifiquen según su valoración de los criterios evaluados. Se recomienda, además, involucrar a la comunidad en los espacios de diseño ya que esto permitirá entender de manera más precisa las demandas y las características de los beneficiarios, y mejorará la aceptación del programa. 1. INTRODUCCIÓN La necesidad de diseñar un programa de PSA para la localidad de Sumapaz surge del Acuerdo 761 de 2020 por medio del cual se adopta el Plan Distrital de Desarrollo – PDD “Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI”. Aquí se plantean las prioridades de la administración distrital para el periodo 2020-2024 que se resumen en la recuperación económica

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Page 1: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

MAESTRÍA EN ECONOMÍA APLICADA PROYECTO DE GRADO ASESORA: MARÍA ALEJANDRA VÉLEZ FECHA: 8 DE NOVIEMBRE DE 2020

Estudiantes:

Carolina Hormizda - 201910762

Óscar Aponte - 201910705

Felipe Lesmes – 201910769

ESQUEMA DE PAGO POR SERVICIOS AMBIENTALES EN LA LOCALIDAD DE

SUMAPAZ: propuesta metodológica y cálculo del incentivo monetario.

Resumen: Este informe de consultoría presenta una serie de recomendaciones para el diseño e implementación de un esquema de

Pagos por Servicios Ambientales (PSA) para la localidad de Sumapaz, en Bogotá. Estas recomendaciones están basadas en la

compilación de literatura sobre este tipo de instrumentos económicos ambientales y de la evaluación de las características

socioambientales de esta localidad, incluyendo información sobre sus ecosistemas más representativos, su población y sus

actividades económicas de tal manera que, a través de una tabla de criterios, es posible determinar las características óptimas del

esquema a implementar. Este informe incluye una propuesta del monto del incentivo económico a entregar como parte del esquema,

estimado a partir del costo de oportunidad de las actividades económicas desarrolladas, y una propuesta de áreas de focalización

determinada a partir de los resultados de un indicador compuesto que permite priorizar zonas según la relevancia de los servicios

ambientales y los riesgos que estos enfrentan. Las recomendaciones de este informe son susceptibles de mejorar con información

más precisa que fue imposible recoger debido a las restricciones por la cuarentena de la emergencia sanitaria causada por el COVID-

19, y son lo suficientemente flexibles para que los responsables de establecer el esquema de PSA los modifiquen según su

valoración de los criterios evaluados. Se recomienda, además, involucrar a la comunidad en los espacios de diseño ya que esto

permitirá entender de manera más precisa las demandas y las características de los beneficiarios, y mejorará la aceptación del

programa.

1. INTRODUCCIÓN

La necesidad de diseñar un programa de PSA para la localidad de Sumapaz surge del Acuerdo

761 de 2020 por medio del cual se adopta el Plan Distrital de Desarrollo – PDD “Un Nuevo

Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI”. Aquí se plantean las prioridades de

la administración distrital para el periodo 2020-2024 que se resumen en la recuperación económica

Page 2: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

y social tras la superación de la emergencia del COVID-19, en promover igualdad de

oportunidades para todos los grupos poblacionales y en lograr “el ejercicio de una vida libre,

colectivamente sostenible y feliz” (Concejo de Bogotá, 2020).

En el PDD, además, se presenta una visión de ciudad “que será un ejemplo global de

reconciliación, cultura ciudadana, y desarrollo sostenible en un contexto de crisis climática”

(Alcaldía Mayor de Bogotá, 2020) dando importante relevancia a la implementación de políticas

ambientales para el reverdecimiento de la ciudad, la protección del medioambiente y el cuidado

de las generaciones del futuro (Ídem.). Justamente, el Propósito 2 hace referencia al cambio de

hábitos de vida para reverdecer a Bogotá y adaptarnos y mitigar el cambio climático. En éste se

incluye como programa estratégico la “Restauración, preservación y mantenimiento del ambiente

natural” en donde una de las metas estratégicas es el “Diseñar e Implementar un programa de

incentivos a la conservación ambiental rural (pago por Servicios Ambientales, acuerdos de

conservación)” (Concejo de Bogotá, 2020) [la negrita es nuestra]). Este programa estratégico está

alineado con el evidente auge de los PSA en el mundo, como se expondrá más adelante.

En este contexto, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y la Empresa de Acueducto y

Alcantarillado de Bogotá (EAAB) trabajan con el Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD) en el diseño metodológico de un esquema de PSA. Este informe de consultoría

contribuye a esta alianza y se presenta como una guía que facilitará la construcción de un PSA en

la región del Sumapaz como instrumento de gestión ambiental que sirva al ordenamiento territorial

de esta localidad de Bogotá, la única 100% rural, y en donde se generan gran parte de los servicios

ambientales que sirven a la capital, que aporte al cumplimiento de las metas del PDD, actualmente

en implementación, y a los instrumentos que se planea construir.

Este documento está estructurado en 4 secciones incluida esta introducción, en la sección 2

hacemos una breve explicación sobre los PSA dando algunos ejemplos internacionales y

nacionales, en la sección 3 se presentan las características más representativas de Sumapaz para

evaluar cómo debería ser el esquema de PSA, en esta sección incluimos la tabla de criterios y el

indicador compuesto de focalización. Finalmente, en la sección 4 incluimos algunas

consideraciones para tener en cuenta al momento de la implementación.

Page 3: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

2. MARCO CONCEPTUAL

2.1.Los Pagos por Servicios Ambientales - PSA

Los PSA son un tipo de instrumento económico ambiental cuya definición se resume en la

entrega de incentivos hechos por los beneficiarios de uno o varios servicios ecosistémicos1 (en

adelante SE) al proveedor o proveedores de dicho servicio. Esta definición se puede recoger de la

literatura que a lo largo de las últimas dos décadas se ha desarrollado alrededor de los PSA, tiempo

en el cual también se ha incrementado el interés en este instrumento por su potencial para modificar

comportamientos dañinos para el medioambiente y tener resultados positivos en materia de

pobreza y desarrollo rural (Tacconi, 2012; Wunder, 2015; Wunder & Wertz-Kanounnikoff, 2009).

Wunder (2005) propone una definición de los PSA a través de cinco componentes:

1. Es una transacción voluntaria por parte de individuos o grupos colectivos.

2. El incentivo se da como retribución, en dinero y/o en especie, por la oferta de un bien o servicio

ecosistémico.

3. Es pagado por al menos un comprador del bien o servicio.

4. Se paga a al menos un proveedor de dicho bien o servicio.

5. Solo se hace efectivo si se garantiza la oferta de ese bien o servicio, o se cumple con las

actividades pactadas que conduzcan a la generación y mantenimiento de servicios ambientales.

Esta definición se ubica en la vertiente de la economía ambiental que etiqueta los esquemas con

estas características como “PSA Coasianos”, por su capacidad para alcanzar puntos óptimos de

asignación de mercado de bienes y servicios ecosistémicos cuando los derechos de propiedad están

bien definidos y los costos de transacción son iguales o cercanos a cero. Bajo esta definición podría

esperarse que los usuarios de un SE, por ejemplo, una empresa que se abastece de un río para

producir cerveza, pueda pagar a un campesino cuya propiedad se encuentra en la cuenca de ese río

para que evite realizar actividades productivas que afecten la calidad del agua, y, en cambio, se

encargue de la protección de esa cuenca hídrica; o, una empresa pública que se abastece de esa

cuenca para llevar agua a los ciudadanos de una ciudad, actividad por la que recibe un pago,

1 Según la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio(2005) los Servicios Ambientales o Servicios Ecosistémicos son los beneficios que las personas pueden obtener de los ecosistemas y que incluyen servicios de provisión (como comida y agua), servicios de regulación (como el control de inundaciones o de enfermedades), servicios culturales (como por ejemplo la recreación turística, o los beneficios culturales y espirituales que algunas personas reciben de la naturaleza), y los servicios de soporte (como el ciclo de nutrientes que mantiene en equilibrio las condiciones de vida en la tierra).

Page 4: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

recompense a los propietarios de los predios donde se genera ese recurso hídrico, como en el caso

de Sumapaz.

Al respecto, Arriagada (2009) identifica cuatro categorías de servicios ecosistémicos en las que

se pueden agrupar los PSA: protección de cuencas hidrográficas (servicios de agua), secuestro de

carbono, belleza del paisaje y conservación de la biodiversidad. Adicionalmente, los PSA se

pueden clasificar también según si el proveedor del servicio que recibe el incentivo es una persona

individual o si son varias personas agrupadas en un colectivo. Ambas clasificaciones de los

esquemas tienen ventajas y desventajas que, dependiendo del contexto de aplicación, de las

características de las comunidades en donde el esquema se vaya a implementar e incluso de la

capacidad de pago de los beneficiarios del servicio, pueden hacer que se privilegie una sobre otra.

En la práctica la aplicación de los PSA resulta de gran complejidad y puede ceñirse a la

definición aquí resumida o alguna otra con pequeñas diferencias (por ejemplo, tener varios actores

adicionales involucrados, como el Estado y organismos de cooperación internacional, o tratarse de

esquemas que se firman colectivamente pero cuyos pagos se hacen de manera individual) y muchas

veces las motivaciones de los proveedores de SE para gestionarlos van más allá de los incentivos

económicos que puedan recibir.

2.2.Pagos por Servicios Ambientales en el Mundo

Cerca de 550 programas de PSA se encontraban activos en 2018, generando transacciones

estimadas entre 36 y 42 billones de dólares. De esos, 387 esquemas estaban asociados a protección

de cuencas hidrográficas en 94 países; otros 120, en 45 países, estaban encaminados a proteger

hábitats naturales y biodiversidad; y otros 48 esquemas a la captura de carbono y a evitar cambios

en el uso de la tierra en 39 países, que incluyen 28 proyectos REDD+2 (Salzman et al., 2018).

Si bien la mayoría de los esquemas que se conocen actualmente son de carácter individual,

también hay esquemas colectivos que presentan ventajas para ciertos contextos dada su concepción

2 Reducción de emisiones por Deforestación y degradación: es un mecanismo de compensación económica que está condicionado a resultado ambientales de conservación. Los REDD+ buscan reducir las emisiones de la deforestación y la degradación del bosque, reconociendo los esfuerzos de conservación de las comunidades. No necesariamente todos los REDD+ son esquemas de PSA, pero en algunos casos si se comportan de la misma forma. (Del Pilar Moreno-Sanchez, 2012)

Page 5: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

como esquemas de gobernanza participativa, que buscan generar alianzas entre actores con

objetivos comunes para diseñar e implementar diferentes iniciativas (Rincón Ruiz et al., 2018).

A nivel mundial, Tanzania, a través del grupo de conservación forestal de Tanzania, viene

desarrollando un programa de PSA mediante un mecanismo REDD+ en 21 aldeas, en donde se

otorgan pagos condicionados a resultados colectivos que requieren cumplimiento a nivel

individual, lo que ha logrado reducir lo que se conoce como el problema del free-rider (Robinson

et al., 2016). Por otra parte, en Madagascar, Somerville et al. (2010) encontraron que, para 8

comunidades en Durrell, la implementación de estos proyectos incrementó la percepción de

justicia y beneficios netos al interior de las comunidades. Finalmente, en Uganda un programa

implementado como una prueba controlada aleatorizada, en 121 aldeas, mostró resultados

positivos al reducir la deforestación. En este caso, Jayachandra et al. (2016) encontraron que la

cobertura de árboles disminuyo en 4,2% en los lugares donde se estaba implementando el proyecto

en comparación con los grupos control, dónde la perdida fue de un 9,1%.

En América Latina los primeros países en establecer esquemas de PSA fueron Costa Rica,

México y Ecuador en la década del 90, sin embargo, a la fecha se encuentran PSA también en

Brasil, Argentina, Uruguay, Perú, Chile, Venezuela, Bolivia, Guatemala, Honduras y Colombia

(Balvanera et al., 2012; Flores et al., 2018; Martin-Ortega et al., 2013), que se han desarrollado

bajo financiación tanto pública como privada (Moros, Matallana, et al., 2020). Dentro de los

esquemas a nivel latinoamericano que han vinculado un mayor número de hectáreas (ha) están:

Bolsa floresta en Brasil con 10 millones de ha, el Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos en

México con 2,3 millones de ha y el Programa de Pago por Servicios Ambientales en Costa Rica

(PPSA) con 1 millón de ha (Moros, Matallana, et al., 2020).

En Brasil, desde el 2006, su programa paga por la provisión de servicios de carbono y

biodiversidad. Éste tiene como característica especial que en lugar de hacer pagos por ha hace

pagos por familias, al año 2013 había hecho pagos a más de 7 mil hogares (Pagiola et al., 2013).

En México el esquema implementado surgió como respuesta a la escasez de agua y la

deforestación; acá los propietarios de tierras comunales firman contratos a 5 años con la Comisión

Nacional Forestal (CONAFOR) por conservar las tierras inscritas a cambio de un pago anual por

ha (Flores et al., 2018; Moros, Matallana, et al., 2020; Pfaff et al., 2019). De forma similar, el

Page 6: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

PPSA de Costa Rica se ha desarrollado, entre otras zonas, en territorios indígenas como un ejemplo

de esquemas colectivos (FONAFIFO, 2020).

En Ecuador se desarrolla el programa Proyecto Socio Bosque, cuyo objetivo es conservar los

remanentes de bosque nativo, páramos y otras formaciones vegetales naturales en propiedad

privada mediante esquemas tanto colectivos como individuales. Busca alcanzar 3,6 millones de ha

en conservación para el 2021 y realiza pagos diferenciados (Dirección Nacional Forestal, 2018;

Moros, Matallana, et al., 2020). Del mismo modo, en Bolivia, el programa de PSA los Negros

(Moros, Matallana, et al., 2020) establece contratos anuales que prohíben la caza y la tala de

bosques en las tierras inscritas. Acá, los propietarios, proveedores de SE, se someten a un

seguimiento anual y son sancionados si incumplen; los pagos se realizan en especie, y

corresponden a panales y entrenamiento para apicultura (Asquith et al., 2007).

2.3. El caso colombiano

Aunque en Colombia se registran algunos acercamientos a esquemas de PSA desde 1990

(Ministerio de Ambiente et al., 2008) lo cierto es que, comparado con América Latina, el país llegó

tarde a este método de incentivos para la conservación y recuperación de recursos naturales. Si

bien desde el 2007 inicia un proceso de formalización de los PSA a nivel nacional con la ley 1151

de ese año, con la que se establece que los departamentos y municipios pueden dedicar hasta el

1% de sus ingresos corrientes para financiar este tipo de esquemas (Ley 1151, 2007); y en 2010

hubo nuevos avances en materia normativa cuando se incluyeron los PSA en la Política Nacional

para la Gestión del Recurso Hídrico; fue solo hasta 2017 cuando se publicó el decreto ley de PSA

(Decreto Ley 870, 2017), que enumera los requisitos para el diseño e implementación de

programas financiados con fondos públicos, y el documento del Consejo Nacional de Política

Económica y Social (CONPES 3886) que presenta las directrices para la implementación de PSA

en todo el país (Moros, Corbera, et al., 2020).

En 2013 surge BanCO2, una iniciativa del sector privado que planteó un esquema de venta de

bonos de carbono por parte de la población campesina de Antioquia. El esquema de BanCO2

consiguió financiación mediante la vinculación tanto de personas que querían compensar su huella

ambiental, como de empresas que tenían interés en apoyar proyectos en el marco de su

responsabilidad ambiental y social (APC, 2016).

Page 7: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

En 2015 a través de la Ley 1753 (artículo 174) se habla de la implementación de esquemas de

PSA y se estable un plazo de un año al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS)

para presentar al Congreso de la República un proyecto de ley que establezca los términos,

condiciones, procedimientos y fuentes de financiación para la implementación de PSA (Ley Nº

1753, 2015).

Por otro lado, en el marco del Acuerdos de Paz (numeral 1.1.10) se pacta el desarrollo de

programas de PSA, como el reconocimiento por la prestación de servicios ambientales, dando

especial valoración a los intangibles culturales y espirituales, y protegiendo el interés social,

sistemas de producción alimentaria sostenible y silvopastoriles, reforestación, zonas de reserva

campesina (ZRC), territorios indígenas y en general, otras formas de organización de la población

rural y de la economía campesina sostenible (Decreto 870, 2017). Finalmente, en el 2018, se

redacta la Estrategia Nacional de Pago por Servicios Ambientales mediante la cual se pretende

orientar los PSA como herramienta eficaz para cumplir los objetivos de política ambiental y social,

asociados a la conservación y recuperación de los ecosistemas naturales” (MADS, 2018)

3. PAGO POR SERVICIOS AMBIENTALES EN LA LOCALIDAD DE SUMAPAZ

Esta parte del documento se compone de dos partes, inicialmente se presentan las

características más representativas de la localidad a través de su descripción para en una segunda

parte utilizar dichas características y evaluar cómo debería ser el esquema de PSA. En esta segunda

parte se presenta también una tabla de criterios para cada uno de los componentes del esquema de

tal manera que sirva como referencia para diseño de programas futuros.

3.1. Caracterización de la localidad

La localidad de Sumapaz es una de las 20 localidades en las que está dividida

administrativamente Bogotá, está ubicada sobre la cordillera oriental en el extremo sur de la ciudad

entre los 2400 y los 4100 metros de altura sobre el nivel del mar. Es la única localidad

completamente rural de la ciudad y representa alrededor del 44% de todo el territorio bogotano

con sus más de 78 mil ha, todas catalogadas como suelo rural, de las cuales alrededor de 46 mil ha

están catalogadas como áreas protegidas (AP) (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2018), entre las que se

encuentra la parte noroccidental del Parque Nacional Natural (PNN) Sumapaz que corta la

localidad en su parte central.

Page 8: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Figura 1: Localización de la localidad de

Sumapaz en Bogotá

Fuente: Secretaría Distrital de Planeación – SDP. Decreto

190 de 2004.

La localidad está subdivida en dos Unidades de Planeamiento Rural (UPRs)3: UPR Río Blanco

y UPR Sumapaz, que tienen 3 corregimientos y que a su vez son conformados por un total de 28

veredas (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2018). Adicionalmente, según fue aprobado en el Decreto

190 de 2004 en donde se recoge lo aprobado y revisado del Plan de Ordenamiento Territorial de

Bogotá (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2004), Sumapaz tiene 5 áreas para la producción sostenible

3 La Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá define las UPRs como “el instrumento base de planificación rural, cuyo territorio y aplicación se basa en la unidad geográfica de cuenca, cerro o planicie”. Las UPRs permiten abordar los problemas de planeación del territorio abordando por igual los temas relacionados con recursos naturales como aquellos relacionados con el uso del suelo. Su diseño se basará en la integración de los componentes físico, social y económico, en el marco de la sostenibilidad ambiental y política, asegurando la vinculación de los actores locales, de tal manera que se inscriba en un marco de la equidad social. Los contenidos incluirán como mínimo la protección de valores ecológicos, las rondas, el manejo de actividades periurbanas, las densidades de ocupación y usos, las estrategias e instrumentos de gestión, y la estrategia de asistencia técnica agropecuaria asociada a las propuestas.

Page 9: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

de alta capacidad; 20 áreas para la producción sostenible de alta fragilidad y 6 áreas para la

producción sostenible de manejo especial4.

Esta localidad alberga la mayor extensión de ecosistema de páramo en el mundo, lo que la

convierte en un generador de importantes recursos hídricos a nivel local, regional y nacional (ILSA

& ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTA, 2012), pero dada la alta dependencia de la comunidad

por las actividades agropecuarias, muchas de las cuales son agresivas con los ecosistemas, hay una

alta amenaza a dichos servicios ambientales.

Al respecto ILSA y Alcaldía Mayor de Bogota (2012) señalan que debido a la poca

productividad de los sistemas productivos, explicada por el poco acceso a tecnologías apropiadas

por parte de los productores, a la falta de asistencia técnica y a la escasez de recursos financieros,

entre otros, se da una sobre explotación de los recursos naturales para suplir necesidades cotidianas

lo que genera en la localidad un deterioro acelerado del ecosistema. Este deterioro resulta peligroso

para Bogotá y para los municipios de la región que se surten del agua que se genera en el páramo,

como los 10 municipios de la provincia de Sumapaz en Cundinamarca y el municipio de Icononzo

en el departamento de Tolima (Botia Flechas & Preciado, 2019).

De aquí surge la urgencia de generar políticas de conservación que permitan desacelerar el

deterioro de los ecosistemas de la localidad mientras promueven la implementación de actividades

productivas sostenibles y de prácticas con menos impacto ambiental. Con esto en mente, a

continuación, se desarrollará la propuesta de esquema de PSA que responde a las necesidades de

la localidad de Sumapaz, de su población y de sus ecosistemas.

3.2. Evaluación de la estructura del PSA

La estructura de un esquema de PSA depende principalmente del análisis del contexto de la

región, zona o área donde este se piensa implementar, incluyendo las características del ecosistema

que se pretende preservar o restaurar, de los servicios ecosistémicos identificados como sujetos de

4 Las áreas de producción de alta capacidad se identifican por su aptitud agropecuaria alta orientadas al fomento de la productividad y rentabilidad de los procesos para mejorar el nivel de vida de las comunidades locales. En contraste, las áreas de producción sostenible de alta fragilidad se identifican por su baja aptitud agrológica, asociada a una alta fragilidad ambiental, en las cuales se han consolidado usos agropecuarios tradicionales. Su aprovechamiento está condicionado a una intensa incorporación de prácticas de conservación de suelos, agua y biodiversidad. Finalmente, las áreas para la producción sostenible de manejo especial en suelo rural del Distrito Capital son áreas, que teniendo en cuenta factores ambientales y socioeconómicos, se destinan a constituir modelos de aprovechamiento racional de los recursos naturales, en los cuales se integren estrechamente la producción agropecuaria y la recuperación de la cobertura vegetal para controlar y mitigar la presión de fragmentación ejercida por las actividades productivas sobre el Sistema de Áreas Protegidas.

Page 10: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

protección, de las características de los potenciales beneficiarios del incentivo, de las actividades

que realizan estos previo a la llegada del PSA, de su relación con los predios y de las fuentes de

financiación, entre otras variables. De aquí que la estructuración del esquema dependa en gran

medida de la disponibilidad de información y de su calidad, de tal manera que se pueda construir

un instrumento que responda a las necesidades tanto de los actores involucrados como de los

ecosistemas y áreas ambientales estratégicas que se quieren proteger.

Para la construcción del esquema de PSA, Sattler & Matzdorf (2013) proponen una estructura

de tres pasos: exploración, desarrollo e implementación. Este último paso es interpretado a su

vez por Engel (2016) como dos pasos secuenciales: el pilotaje del esquema desarrollado y

posteriormente la operación del programa adaptado con los hallazgos del piloto. Adicionalmente,

considerando la importancia de verificar la adicionalidad (los aportes al objetivo del programa)

generada con las acciones del PSA, cada vez más autores coinciden en la importancia de incluir

como un paso en el diseño e implementación del esquema la inclusión de evaluaciones de impacto

que aporten a la verificación del cumplimiento de los objetivos del esquema (Dutilly & Le Velly,

2016; Oliveira Fiorini et al., 2020)

En Colombia esta estructura metodológica ha sido retomada por el MADS quien recientemente

ha desarrollado la Guía Técnica para el Diseño e Implementación de Proyectos de Pago por

Servicios Ambientales de Regulación y Calidad Hídrica (2020) desde donde se plantean una serie

de etapas y pasos teórico-prácticos que muestran de manera gradual cómo se consolida un proyecto

de PSA. En dicha guía los pasos mencionados por Sattler & Matzdorf y por Engel se resumen en:

Tabla 1: Etapas y pasos para el diseño e implementación de un esquema de PSA

Etapa 1. Preparación: se recopila información técnica, se realizan acercamientos con actores y se planifican las actividades del proyecto.

Paso 1. Preparación: en este paso se recopila información sobre el ecosistema, los servicios que presta y las amenazas que enfrenta. También se da un acercamiento con los proveedores de dichos servicios, con las instituciones u otros actores interesados en su financiación.

Etapa 2. Diseño: se realizan estudios, se planifican las acciones de conservación y se concerta el proyecto con los actores.

Paso 2. Focalización de las áreas y los servicios ecosistémicos: en este paso se plantea la identificación, delimitación y priorización de las zonas objeto de intervención del PSA, así como se caracterizan los servicios ambientales y los conflictos asociados al uso del suelo que puedan estar generando dichos conflictos. La identificación de beneficiarios puede incluir el diseño de una evaluación de impacto posterior utilizando metodologías de Pruebas Controladas Aleatorizadas, lo que permitiría contar con evidencia sobre la efectividad del programa en términos de adicionalidad. Paso 3. Estructuración de elementos del PSA: en este paso se conceptualiza el esquema, se identifican los potenciales beneficiarios, se

Page 11: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

definen las áreas dentro de los predios que se priorizarán y se estima el valor del incentivo, así como los costos asociados, entre otros.

Paso 4. Concertación con actores: en este paso se socializan y ajustan los pasos anteriores de acuerdo a la comunidad. También se realiza el análisis jurídico de los predios priorizados.

Etapa 3. Implementación: se formaliza el acuerdo y se implementan las acciones de preservación y restauración.

Paso 5. Implementación, seguimiento de acciones y evaluación: en este paso se formalizan los acuerdos, se reconoce el incentivo, se registra el proyecto, se realizan las acciones de preservación o restauración y se hace seguimiento y monitoreo al cumplimiento de actividades y a la adicionalidad. En este paso se puede plantear la realización de una evaluación de impacto aprovechando la focalización inicial de beneficiarios y a partir de la cual se pueden realizar ajustes al programa.

Fuente: Adaptado de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2020)

La primera de estas etapas ha sido desarrollada por el PNUD entre los meses de julio y

septiembre de 2020 y, dadas las restricciones de decretadas para la mitigación del impacto del

COVID-19, se ha desarrollado a través de talleres virtuales que han tenido la participación de

funcionarios de entidades estatales, de representantes de organizaciones de la sociedad civil y de

la academia. Esto ha restringido el acceso a información de fuentes primarias lo que se ha intentado

atenuar a través del uso de registros administrativos, lo que pone un peso mayor sobre la

importancia en el desarrollo de la fase de concertación con los actores.

Este documento, entonces, se concentra principalmente en la etapa 2 de desarrollo o diseño del

esquema y pretende, a partir del análisis de la información existente, hacer recomendaciones sobre

la estructura óptima de un esquema de PSA a ser implementado en la localidad de Sumapaz. Se

analizan una serie de variables que se proponen como criterios de evaluación a partir de la revisión

bibliográfica y que resumimos en cuatro categorías y trece variables (Tabla 2).

Tabla 2: Componentes y variables para la estructuración del PSA

Focalización Detalles del Pago Condicionalidad Adicionalidad, fugas y

permanencia

1. Focalización a partir de

los beneficios en servicios

ecosistémicos

1. Monto del pago 1. Grado de

condicionalidad

1. Adicionalidad

2. Modo del pago y

tiempos

2. Tipo de

condicionalidad

2. Fugas

3. Diferenciación de los

pagos

3. Unidad de monitoreo 3. Permanencia

Page 12: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

4. Duración del contrato

5. Duración del pago

Fuente: Autores a partir de Engel (2016)

El primer componente establece los lineamientos para poder definir las zonas a priorizar a partir

de la evaluación de diferentes criterios que se expondrán más adelante. El componente de detalles

del pago se refiere a la información relevante y necesaria para definir cuánto se pagará como parte

del incentivo, de qué manera, a quién y por cuánto tiempo. De este componente depende en gran

medida que los proveedores de los SE evaluados decidan acogerse al esquema.

El componente de condicionalidad evalúa cuáles son las condiciones que deberían acordarse en

el esquema a partir de la realidad del territorio y de la capacidad de los proveedores de cumplir

efectivamente con éstas. Además, establece cuál debería ser el grado de rigurosidad que debería

existir a la hora de definir si las condiciones pactadas se cumplieron y las posibles sanciones.

Finalmente, el componente de adicionalidad, fugas y permanencia aborda cómo evaluar las

ganancias potenciales por la implementación del proyecto (en términos de los SE que se recuperan

o que se conservan frente a la no existencia del proyecto), cómo evitar que el proyecto genere

resultados negativos en zonas donde no se está implementando y cómo lograr que las ganancias se

mantengan en el tiempo hasta después de finalizada la implementación del proyecto.

3.2.1. Focalización

Focalizar áreas para la implementación de esquemas de PSA permite incrementar la eficiencia

del instrumento al direccionar los pagos a zonas dónde se puede obtener la mayor provisión de SE

en relación con un alto riesgo de afectaciones antrópicas (Wünscher & Engel, 2012). Los criterios

de priorización que se mencionan a continuación se construyeron teniendo en cuenta la

normatividad nacional vigente e información encontrada en documentos académicos.

Tanto el Decreto Ley 870 (2017) como el Decreto 1007 (2017) definen que las zonas dónde se

establecen este tipo de instrumentos deben corresponder a “áreas o ecosistemas estratégicos con

riesgo de degradación de la cobertura natural especialmente por expansión de la frontera

agropecuaria, con énfasis en aquellas que se localicen en municipios priorizados para el

posconflicto” y, por otro lado, a “áreas o ecosistemas estratégicos degradados y en conflicto del

uso del suelo, con énfasis en aquellas que se localicen en municipios priorizados para el

posconflicto”.

Page 13: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

La selección de estas zonas debe responder principalmente a i. áreas con mayor proporción de

cobertura natural y riesgo de transformación por expansión de la frontera agrícola, preferiblemente

colindantes a los predios de más reciente transformación teniendo en consideración lo que se

establece en el parágrafo 1 del artículo 2.2.9.8.2.4 del decreto 1007 del 2017; ii. áreas con potencial

de conectividad ecosistémica con áreas protegidas o estrategias de conservación in situ; y iii. áreas

en las que haya presencia de varios servicios ecosistémicos ambientales como expresión de riqueza

de la diversidad biológica a conservar (MADS, 2017).

Adicionalmente, se debe tener en cuenta el nivel de vulnerabilidad de las personas que habitan

en estas zonas, atendiendo a los indicadores del SISBEN, y deben existir derechos de propiedad

claramente definidos en los predios que se seleccionan (MADS, 2017)

De acuerdo con la revisión de literatura se identificaron las siguientes estrategias mediante las

cuales se pueden complementar los parámetros que exige el decreto 1007. Primero, medir la

proporción de cobertura natural y el riesgo de transformación por medio de un análisis de

deforestación, de tal forma que sea posible identificar las áreas que han tenido mayor presión por

perdida de cobertura (Wünscher et al., 2008). Por otra parte, priorizar los predios con presencia de

corrientes hídricas, afloramientos y humedales; así como predios de importancia para la recarga

de acuíferos o que incidan en la calidad del agua (Rojas et al., 2020). Y por último, incluir

parámetros de pendiente y densidad de SE prestados (Vélez et al., 2017b).

Para el caso de Sumapaz, la priorización de las zonas se realizó de acuerdo con parámetros

que pueden expresar el nivel de provisión de SE y las amenazas para los mismos. Estos y su

importancia se explican a continuación.

Tabla 3: Descripción de los criterios seleccionados para el indicador.

Provisión de SE Amenazas Presencia de ecosistemas estratégicos:

En la localidad se encuentra parte del páramo de Sumapaz.

Este cumple un papel importante en los procesos de

regulación del ciclo hidrológico y es el encargado de

proveer agua para las cuencas de los ríos Magdalena y

Orinoco (Alcadía Mayor de Bogotá, 2019). Por otra parte,

este ecosistema es importante en el proceso de secuestro de

CO2. Según Castañeda y Montes (2017) la biomasa aérea

Zonificación:

El uso inadecuado del suelo genera problemas de

degradación en los ecosistemas, fenómeno que a su vez

afecta los servicios ecosistémicos que brindan. El desarrollo

de actividades agrícolas en zonas de páramo, que tienen un

valor importante de conservación, afecta las características

del suelo al alterar las coberturas vegetales y de materia

orgánica típicas de este ecosistema (Alicia et al., 2013).

Page 14: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

de los páramos andinos en Colombia captura en promedio

13,12 toneladas de carbono por ha (tC/ha); y las tuberas,

zonas representativas de estos ecosistemas y que en

Sumapaz alcanzan las 1.856 ha, llegan a capturar 1.573

tC/ha. En términos de biodiversidad este ecosistemas es el

hábitat del 4.700 especies de plantas y más de 260 especies

de animales (Marin & Parra, 2015; PNN, 2018). Para

terminar, es importante resaltar que el páramo también

ofrece SE de tipo cultural. Un ejemplo, es el potencial

ecoturístico que tienen dadas sus características ambientales

(Bacci & Mujica, 2001).

Según el IGAC (2017) se da un uso inadecuado al suelo en

el 28% del territorio nacional, factor que incide en las

dinámicas de calentamiento global. Cuando el suelo se

somete a procesos de labranza y ganadería intensiva, sin

prácticas adecuadas de manejo, el nivel de carbono

almacenado en los ecosistemas se pierde. Por otra parte, los

suelos afectados por este fenómeno tienen problemas para

retener agua, esto genera afectaciones a nivel social ya que

en verano los sistemas no capturan el agua necesaria para

los procesos ecológicos y en invierno los terrenos no

regulan la cantidad de recurso hídrico que reciben

produciéndose inundaciones (IGAC, 2015).

Conectividad:

Sumapaz forma parte del corredor ambiental de

conservación Chigaza – Sumapaz – Guerrero – Guachenque

(Alcaldia de Bogotá & Conservación Internacional, 2012),

por lo que es importante la interconexión de esta área con

otras zonas naturales, en especial el PNN Sumapaz. Al ser

el páramo un ecosistema altamente fragmentado (Arellano

& Rangel, 2008), priorizar las áreas que permiten la

interconexión de especies de animales, plantas, micro

organismos y flujos hídricos protegerá los procesos

naturales de diversidad genética, las cadenas tróficas y los

procesos biogeoquímicos que bajo otro escenario se verían

afectados por procesos de fragmentación (Saunders et al.,

1999).

Pendiente:

El riesgo de este parámetro se evaluó de acuerdo con la

metodología para la clasificación de tierras por su capacidad

de uso establecida por el IGAC (2014a). De acuerdo con

este documento las tierras que se encuentran en las

categorías 1-4, con pendientes que van de 0-25%, pueden

ser utilizadas sin riesgo para actividades agrícolas o

pecuarias; mientras que las categorías 5-7, con pendientes

entre 25 y el 75%, tiene una vocación de uso principalmente

forestal. Por otra parte, las pendientes mayores al 75%,

caracterizadas por fuertes pendientes, tienen objetivos de

conservación. El uso inadecuado de estas clasificaciones de

uso del suelo puede reducir su capacidad productiva y

promover procesos de erosión.

Hidrología:

Los SE en los que inciden los acuíferos, las lagunas y los

ríos de la localidad de Sumapaz están relacionados

principalmente con servicios de aprovisionamiento hídrico.

En la zona se encuentra parte del acuífero Sabana de Bogotá

(SAM4.6) que recarga alrededor de 615 millones de m3/

año. Este acuífero se encarga de proveer agua para consumo

humano, producción ganadera, procesos de irrigación y, en

menor medida, uso industrial (IDEAM, 2014).

Deforestación:

Una de las mayores amenazas a la prestación de SE son los

procesos de deforestación, como lo presentan Yanani et al

(2020), quienes aseguran que desencadena la perdida de

importantes SE que provee el bosque como el

mantenimiento del ciclo hidrológico y los procesos de

almacenamiento de carbono, además, genera afectaciones a

la biodiversidad. Adicionalmente, es más probable que las

zonas colindantes a áreas transformadas tengan un mayor

riesgo de ser deforestadas que aquellas que se encuentran

en un radio más amplio(Vélez et al., 2017b).

Fuente: Elaboración propia

Page 15: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Para la delimitación de las áreas a priorizar, con ayuda del programa ArcGIS, se desarrolló un

indicador compuesto a partir de los 6 parámetros descritos anteriormente. Cada uno de estos, como

se puede ver en la tabla 4, recibió una categorización de 1 y 0. Para los parámetros de prestación

de SE se asignó 1 cuando cumplía con el objetivo deseado y 0 de lo contrario; mientras que para

los de amenaza se asignó el valor de 0 cuando no hay amenaza y 1 de lo contrario.

Tabla 4: Descripción de la construcción del indicador de focalización.

Parámetro Información usada Procesamiento

Deforestación

i. Mapa coberturas antrópicas

2014 Conservación

internacional (2018) para

Bogotá a escala 1:25000.

ii. Estudio delimitación de

páramos IDEAM (2012), a

escala 1:25000.

iii. Mapa estado de los bosques

IDEAM (2018a), a escala

1:100.000.

iv. Mapa coberturas PNN (2019), a

escala1:25.000

Primero se organizó el mapa uso actual del suelo a

partir del mapa de coberturas antrópicas y el estudio de

delimitación de paramos. Posteriormente se cruzó esta

información con el estado de los bosques y áreas

naturales reportado en el mapa de coberturas de PNN y

el mapa de estado de los bosques.

Zonificación

i. Mapa coberturas antrópicas

2014 Conservación

internacional (2018) para

Bogotá a escala 1:25000

ii. Mapa de zonificación

(Ministerio de Ambiente y

Desarrollo Sotenible & PNUD,

2020)

iii. Ley de Páramos (Congreso

Colombia, 2018).

Para evaluar este parámetro la información se dividió

entre zonas de paramos y otras zonas. Después de esto

se realizó la validación de las actividades que se

encontraron en cada zona. Para las areas de páramo se

le dio un puntaje de 1 a las actividades que estaba

prohibidas desde la ley de páramos y de 0 de lo

contrario. Y para el resto del área se cruzó la

información con la capa de zonificación, dando un

puntaje de 1 si la actividad realizada no cumplía con el

objetivo del área de zonificada y 0 de lo contrario.

Presencia de

ecosistemas

estratégicos

i. Estudio delimitación de

páramos escala

1:25.000(IDEAM, 2012)

En este caso se categorizo el área de acuerdo con el

ecosistema de paramos, si era zona de páramo se le

asigno el valor de 1 y 0 si era otro tipo de ecosistema.

Pendiente i. Imágenes satelitales de relieve

(EARTDATA, 2020)

Se clasificaron las pendientes de acuerdo con los 7

rangos establecidos por el IGAC (2014b). Después, de

acuerdo con el nivel de riesgo de degradación que se

Page 16: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

puede generar en el ecosistema al deforestar zonas de

pendiente mayores al 25% se realizó la categorización

del parámetro como 1 zonas > al 25% y 0 de lo

contrario. A las pendientes mayores al 75% de les dio

una categoría de cero ya que el acceso a estas áreas es

complicado y difícilmente se pueden desarrollar

actividades productivas.

Acuíferos y

cuerpos de

agua

ii. Mapa actualizado de sistema de

acuíferos para Colombia del

IDEAM (2018b), escala

1:100.000.

iii. Mapa referencia para Bogotá

(IDECA, 2020) a escala 1:2000

Teniendo como base la información de estos dos mapas

y de acuerdo con lo reglamentado en el capítulo II,

artículo 84 del decreto 2811 de 1974, según el cual los

cauces hídricos deben tener un buffer de conservación

de 30 metros. Se realizó una categorización en la cuál

se le asigno el valor de 1 a las zonas dónde hay

presencia de acuíferos y a las áreas que se encontraran

dentro del buffer de conservación de 30 metros de los

cuerpos de agua superficiales. Al resto del área se le

asigno un valor de cero.

Conectividad

iv. Mapa base de veredas (IDEAM,

2017) a escala 1:25.000.

v. Mapa coberturas PNN (2019)a

escala1:25.000.

vi. Estudio de zonificación de

páramos (IDEAM, 2012) a

escala 1:25.000.

Para este parámetro se seleccionaron aquellas veredas

que tienen incidencia en la conectividad entre el PNN

Sumapaz y el área de páramos que se encuentra fuera

del parque. Estas veredas obtuvieron un valor de 1 y

aquellas que no tienen incidencia en la conectividad un

valor de 0.

Nota: se aclara que la conectividad se tomó a nivel de

vereda, pero este parámetro se podría medir a nivel de

predios para hacer más específica esta variable, tal como

lo recomienda rojas et al,(2020).

Fuente: Elaboración propia

No se tuvo en cuenta el área del PNN Sumapaz ya que esté tienen un nivel de regulación que

lo protege, dado por su categoría de área protegida, que restringe ciertas actividades. Sin embargo,

como se explica en el literal de fugas, es importante no descuidar esta área ya que el programa

puede generar migración de actividades agropecuarias a esta zona y afectar el estado de

conservación del parque. Para establecer el nivel de priorización se asignó un porcentaje a cada

parámetro de acuerdo con el nivel de SE brindados o el nivel de amenaza. Los porcentajes

propuestos se resumen en:

Page 17: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

La definición de los porcentajes para el indicador propuesto se hizo a partir del nivel de

imporancia que la bibliografía general estudiada daba a cada parámetro. Sin embargo, estos

porcentajes pueden ser modificados de acuerdo con la relevancia que los desarrolladores del

programa le quieran dar a cada factor.

Los mapas que se presentan en la figura 2 son el resultado del proceso descrito anteriormente.

En ellos se presentan cinco categorías de priorización que van desde muy baja priorización hasta

muy alta priorización, siendo estas últimas aquellas dónde confluye un alto nivel de riesgo y un

alto nivel de prestación de SE.

El mapa de la izquierda presenta las priorizaciones a partir del resultado del indicador

compuesto con pesos diferenciados a las variables, mientras que, para contraste, el mapa de la

derecha presenta la priorización con un peso igual para todas las variables del indicador.

Adicionalmente, en los mapas se observan cinco polígonos de color negro que representan las

áreas priorizadas de manera previa por el PNUD. Como se puede observar, algunas de estas áreas

no se encuentran en zonas que presentan un nivel alto de priorización según los criterios

presentados aquí. Esta contradicción se debe a que, para hacer el ejercicio de priorización, el

PNUD sólo tuvo en cuenta parámetros hidrológicos, de agua superficiales, lo que evidencia la

importancia de incluir otras variables y de esta forma hacer la selección de los sitios más acorde

con la legislación nacional y las recomendaciones descritas en la literatura, de tal forma que la

delimitación de los predios logre objetivos más eficientes.

𝐺𝑟𝑎𝑑𝑜𝑑𝑒𝑃𝑟𝑖𝑜𝑟𝑖𝑧𝑎𝑐𝑖ó𝑛= 0.25𝐷𝑒𝑓𝑜𝑟𝑒𝑠𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛 + 0.25𝐸𝑐𝑜𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎𝐸𝑠𝑡𝑟𝑎𝑡é𝑔𝑖𝑐𝑜(𝑃á𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠)+ 0.15𝑈𝑠𝑜𝑎𝑑𝑒𝑐𝑢𝑎𝑑𝑜𝑑𝑒𝑙𝑠𝑢𝑒𝑙𝑜 + 0.15𝐶𝑜𝑛𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑+ 0.1𝐴𝑐𝑢𝑖𝑓𝑒𝑟𝑜𝑠𝑦𝐶𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜𝑠𝑑𝑒𝐴𝑔𝑢𝑎 + 0.1𝑃𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠

Page 18: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Figura 2: Mapas de categorización de áreas de priorización.

Fuente: Construcción de los autores con la información descrita en el Anexo 1

3.2.2. Detalles del pago

3.2.2.1.Monto del pago:

De manera general las definiciones de los esquemas de PSA, cuando se hace referencia a la

estimación del incentivo a pagar, señalan que éste debe incluir cuando menos el “costo de

oportunidad” en el que debe incurrir el proveedor de los SE al trasladarse de actividad productiva

por una más amigable con el medioambiente, así como los “costos de transacción” que debe asumir

para poder incursionar en la nueva actividad (Engel, 2016; Pagiola et al., 2005).

Por otro lado, el valor del incentivo a pagar no debería en ningún caso superar el valor estimado

del SE que se busca preservar. Sin embargo, no es usual encontrar pagos de esta magnitud debido

a las dificultades para valorar dichos servicios, ya sea por la ausencia de información, por las

dificultades metodológicas e incluso por las restricciones presupuestales que no reflejan el valor

que algunos SE tienen para todo el conjunto de la sociedad (Engel & Schaefer, 2013).

Adicionalmente, Engel (2016) menciona que una de las dificultades para alcanzar el valor de los

Page 19: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

SE está relacionada con la existencia de free riders quienes, si bien se aprovechan de su existencia,

difícilmente aportarían para su mantenimiento pues el beneficio marginal que perciben del

ecosistema es muy pequeño.

En Colombia, el decreto 1007 de 2017 establece que la estimación de los pagos a hacerse por

ha/año, cuando los esquemas son financiados con recursos públicos, como en el caso que motiva

esta consultoría, debe contemplar el costo de oportunidad de las actividades productivas

agropecuarias más representativas que se adelanten en las áreas y ecosistemas estratégicos y que

afectan la provisión de SE (MADS, 2017). Esta estimación podrá hacerse a través del cálculo de

los beneficios económicos netos de las actividades productivas más representativas o, cuando no

haya información suficiente, calculando el valor de renta o alquiler de la tierra. El decreto también

establece que para la determinación del valor anual del incentivo a reconocer por ha/año se debe

seleccionar el menor costo de oportunidad. Esta regla en la normatividad parece contraintuitiva y

va en oposición a las recomendaciones de la literatura que señala que un incentivo demasiado bajo

puede ser ineficiente en lograr inducir la adopción de usos de la tierra socialmente deseables (Engel

et al., 2008; Pagiola et al., 2008). Sin embargo, aun cuando no se señala de manera explícita, esta

regla parece estar motivada por la intensión de tener un mayor alcance con los recursos púbicos

disponibles. Por su parte, los PSA financiados con recursos privados se excluyen de esta norma y

se dejan en libertad para establecer el valor del incentivo monetario.

Debido a lo anterior, los proveedores de los SE reciben el menor de los pagos posibles, por lo

que su voluntad para vincularse al esquema y acogerse a los compromisos dependerá en gran

medida de qué otras motivaciones tengan. Al respecto, Jones et al. (2020) señalan cómo, si bien la

rentabilidad del esquema es el factor más influyente en la participación de quienes se acogen a los

esquemas de PSA, se ha demostrado que apelar a las motivaciones prosociales y proambientales

puede ser una estrategia para atraer a más proveedores para complementar los bajos valores de los

incentivos. Esto puede ser particularmente relevante para el caso de Sumapaz en donde, debido a

los altos niveles de dependencia de las actividades agropecuarias, incluso aquellas personas con

motivaciones prosociales y proambientales pueden terminar ejerciendo actividades con impactos

sobre los ecosistemas.

El MADS (2020) parece reconocer la dificultad que implica querer vincular el mayor número

de beneficiarios al esquema a través de un incentivo que solo cubre el menor costo de oportunidad.

Para ello, se propone que los costos de las actividades necesarias para la preservación o

Page 20: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

restauración de las áreas priorizadas y el cumplimiento de los objetivos del esquema sean

financiados por el proyecto y en ningún caso serán incluidos dentro del valor del incentivo. Así

mismo, se recomienda adicionar actividades de asistencia y acompañamiento técnico que no

solamente permitan la correcta implementación de las actividades acordadas, sino que además

propendan por la “sensibilización y generación de conciencia ambiental y el fortalecimiento de

capacidades para mejorar y mantener las prácticas productivas más amigables con los ecosistemas”

(p. 57), además de permitir “avanzar en la sostenibilidad de estás” (p. 57). Estás últimas podrían

entenderse como una especie de incentivo adicional, en especie, que complementa el calculado a

través del costo de oportunidad.

Teniendo en cuenta lo anterior y según lo definido en el decreto 1007 de 2017, la metodología

para el cálculo del incentivo a reconocer y sus costos asociados se puede resumir en los siguientes

pasos: Figura 3. Proceso para la Estimación del Incentivo a Reconocer

Fuente: Adaptado de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, (2020)

A continuación, replicaremos estos pasos con el objetivo de llegar a una propuesta de incentivo

monetario que pueda ser evaluada por las entidades distritales que esperan la implementación del

PSA y eventualmente sirva como punto de partida para validar con las comunidades de la localidad

de Sumapaz.

Definición de Actividades Agropecuarias más Representativas

El decreto 1007 plantea que la definición de las actividades agropecuarias más

representativas debe hacerse con un criterio de extensión, es decir, aquellas actividades que cubran

una mayor cantidad de ha y que sean las que están causando un mayor impacto sobre las coberturas

del suelo.

Según el Censo Nacional Agropecuario de 2014 el cultivo más representativo de la localidad

es el de la papa, con un 13,12% del área total sembrada (DANE, 2014). Otros cultivos

representativos en menor medida son el de curuba (4,1%) y la arracacha (3,97%) y más del 65%

del resto del suelo agrícola se destina a otros cultivos que no alcanzan el 3% del uso del suelo cada

Definir las actividades agropecuarias más

representativas

Estimar el costo de oportunidad para las

actividades representativas

Definir el valor máximo del incentivo a reconocer

Page 21: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

uno (DANE, 2014). Esta información conviene ser actualizada con fuentes primarias directamente

en la localidad, lo que permita establecer no solo si efectivamente los cultivos tienen esta

participación sino también sus rendimientos por ha, el valor de la producción y el costo de esta.

Para este análisis y utilizando inicialmente información del Censo Nacional Agropecuario se

priorizaron los siguientes cultivos:

Tabla 5: Cultivos más representativos de Localidad de Sumapaz

CULTIVO ÁREA SEMBRADA PORCENTAJE

Papas 1003.39 13.13%

Curuba 313.75 4.10%

Arracacha 303.41 3.97%

Lulo 172.92 2.26%

Papas criollas 162.49 2.13%

Cebolla larga 142.63 1.87%

Fuente: Censo Nacional Agropecuario, (2014)

Estimación del costo de oportunidad

A partir de la información recolectada en fuentes secundarias se plantea el cálculo del costo de

oportunidad de las actividades identificadas en el punto anterior según sus Beneficios Económicos

Netos y siguiendo la metodología planteada por el MADS (2020) así:

Tabla 6: Pasos para cálculo de Beneficio Económico Neto

BENEFICIO ECONÓMICO

NETO

INGRESOS BRUTOS COSTOS DE PRODUCCIÓN

IB: Ingresos Brutos promedio por

ha año. P: Precios de venta de los productos. CI: Costo de insumos

CP: Costos de producción. Q: Cantidades producidas promedio

por ha. CM: Costo de materiales

CMO: Costo de mano de obra

Fuente: Adaptado de Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, (2020)

𝐵𝐸𝑁 = 𝐼𝐵! − 𝐶𝑃! 𝐼𝐵! = 𝑃! ∗ 𝑄! 𝐶𝑃! = 𝐶𝐼! + 𝐶𝑀! + 𝐶𝑀𝑂!

Page 22: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Tabla 7: Beneficio Económico Neto de actividades representativas. Año base 2020 PR

OD

UC

TO

S M

ÁS

REP

RES

ENTA

TIV

OS

PRO

MED

IO

PRO

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CTI

VID

AD

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ha) 1

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L PO

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3

BEN

EFIC

IO

ECO

MIC

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ETO

POR

HA

O

Papas 24.8 13936.9 $ 842,751.45 4 $ 20,885,487.78 $ 19,857,242.76 $ 1,028,245.02

Curuba 12.2 2985.1 $ 1,849,212.25 $ 22,620,488.85 $ 12,998,374.05 $ 9,622,114.80

Arracacha 9.3 2614.4 $ 1,782,126.47 $ 16,573,776.16 $ 3,489,347.53 $ 13,084,428.63

Ciruela 4.5 517.6 $ 2,131,455.25 $ 9,660,820.91 $ 1,813,000.00 $ 7,847,820.91

Lulo 9.1 1339.2 $ 2,778,622.32 $ 25,354,928.69 $ 28,661,944.55 -$ 3,307,015.86

Papas

criollas 17.4 532.9 $ 1,230,680.00 $ 21,352,298.00 $ 17,261,176.77 $ 4,091,121.23

Cebolla

larga 9.2 1309.7 $ 1,643,014.88 $ 15,086,984.17 $ 12,119,319.00 $ 2,967,665.17

Fuente: (1) Red de Información y Comunicación del Sector Agropecuario – Agronet

(2) Censo Nacional Agropecuario, 2014

(3) Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario – SIPSA (precios mayoristas). Para el caso de

la papa se encontraron los precios pagados a los productores en finca lo que permite acotar el cálculo.

Estos cálculos pueden ser replicados fácilmente con información de fuentes primarias recogida

en trabajo con la comunidad y que permita verificar estos datos con información actualizada y de

una sola fuente.

En este primer ejercicio se encuentra que productos como la arracacha, la curuba y la ciruela

generan beneficios considerablemente más altos que los de los otros cultivos representativos de la

región, superiores a los $13, $9 y $7 millones respectivamente por ha/año. En el extremo opuesto

encontramos que el cultivo de lulo genera un beneficio económico negativo, lo que implicaría

pérdidas superiores a los $3 millones por ha/año. Este resultado debe corroborarse para poder

explicar las posibles causas de su producción en una estructura productiva que genera pérdidas.

Page 23: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Definición del valor máximo del incentivo a reconocer

Bajo estas estimaciones y siguiendo las indicaciones normativas establecidas en el país, el

monto del incentivo a pactar en este PSA no puede superar $1,028,245.02 por ha/año, que es el

valor del costo de oportunidad para el cultivo de papa. Este valor es inferior al de varias otras

actividades productivas por lo que debe ser acompañado con asistencia técnica, insumos para la

actividad de reemplazo y campañas pedagógicas de concientización por la protección de los

recursos naturales. Tener información de fuentes primarias permitirá ajustar con precisión este

valor.

3.2.2.2.Modo del pago

Una vez definido el monto del pago, es fundamental la definición del método en que se va a

realizar el reconocimiento al proveedor del SE. En la literatura se habla principalmente de tres

métodos de pago: en especie, en efectivo o mixtos. A continuación, describimos cada uno de ellos.

Los pagos en especie son útiles cuando hay limitaciones para el uso del efectivo o este no

representa mayor utilidad para los participantes (Engel, 2016). Por su parte, los pagos en efectivo

son directos (no necesitan conversión), son más fáciles de excluir para disminuir la presencia de

free riders y más flexibles, lo que permite que los beneficiarios sean quienes eligen el destino de

estos recursos (AE). Los pagos mixtos pueden utilizarse cuando los costos de acceso al programa

son muy altos en cuyo caso se entrega un pago en especie exante (Engel, 2016) y los pagos

posteriores son en efectivo.

Tabla 8: Marco de decisión para el Modo del Pago

Criterio Sí No

Hay limitaciones para el uso del efectivo en la zona. Pago en especie. Pago en efectivo.

Hay un alto riesgo de que personas que no participan en el programa

disfruten de sus beneficios.

Pago en efectivo Pago en especie

Los beneficiarios prefieren los pagos en efectivo. Pago en efectivo. Pago en especie.

Fuente: Elaboración propia

De acuerdo con la tabla anterior, para el caso de Sumapaz el modo de pago del esquema

recomendado sería en especie. Esto aprovechando que según la Alcaldía Mayor de Bogotá (2019)

los habitantes de Sumapaz han evidenciado una creciente consciencia ambiental, así como interés

por la preservación y la conservación de su territorio que consideran sagrado. Incluso, de manera

Page 24: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

informal, algunos habitantes de Sumapaz han expresado su deseo de continuar con las actividades

agrícolas como parte de su tradición campesina, por lo que rechazan la idea de recibir un pago por

abandonar tales prácticas. Además, la localidad se caracteriza por su organización comunal y su

participación activa5, por lo que ésta es una oportunidad para fortalecer las motivaciones

ambientales actualmente existentes. Sin embargo, teniendo en cuenta que parte del esquema

requiere el reemplazo de actividades productivas que generan ingresos en efectivo, es fundamental

conocer la disposición de la comunidad para aceptar este tipo de pagos que aprovechan el capital

social existente y lo refuerzan.

3.2.2.3.Diferenciación de los pagos

De manera general, el acuerdo de pagos con la comunidad puede hacerse de dos formas: pagos

fijos o diferenciados. Aunque los primeros presentan ventajas al momento del diseño (es más

sencillo definir un precio por ha de tierra en la que se lleva a cabo una actividad predeterminada),

estos implican rentas altas para los proveedores de SE con bajos costos de participación (Engel,

2016); los pagos diferenciados, por su parte, son convenientes siempre que los proveedores de SE

sean heterogéneos en sus oportunidades de ganancias (debido a diferencias en sus activos, acceso

al mercado, preferencias, etc.), de hecho, después de comparar 55 esquemas de PSA, Ezzine-De-

Blas et al. (2016) concluyen que los pagos diferenciados conducen a una mayor rentabilidad para

los proveedores del SE, lo que puede aumentar las ganancias ambientales del esquema.

Tabla 9: Marco de decisión para la Diferenciación de los Pagos

Criterio Sí No

Los ingresos de los participantes o el tamaño de sus predios son muy

variados.

Pagos diferenciados Pagos unificados

Los gastos en los que incurren los proveedores del SE son muy

diferentes.

Pagos diferenciados Pagos unificados

Existe capacidad institucional para diferenciar un precio por hectárea

de acuerdo a SE que provee cada participante.

Pagos diferenciados Pagos unificados

Fuente: Elaboración propia

Teniendo en cuenta lo anterior y aprovechando casos exitosos de PSA en implementación, se

propone para el PSA de Sumapaz una diferenciación de pagos que se base en los principios de

5 De acuerdo con datos del Diagnóstico Integral de la Participación Ciudadana (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2019), el 62,21% de los habitantes de Sumapaz hace parte de alguna organización o colectivo social, comunitario o comunal.

Page 25: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

complementariedad con otros instrumentos, de equidad social y que incorpore aspectos

socioeconómicos y determinantes ambientales como proponen Otero-Durán y León (2019),

quienes categorizan a los beneficiarios según su nivel socioeconómico y el tamaño de sus predios

para, a partir de allí, diferenciar los montos de los pagos recibidos sin superar el valor del costo de

oportunidad identificado.

3.2.2.4.Duración del contrato

La duración del contrato varía ampliamente y aún no es claro su efecto sobre el programa.

Richards et al. (2020) evaluaron su efecto en acuerdos de 5, 10 y 20 años sin encontrar que éste

fuera significativo sobre la efectividad del esquema. Sin embargo, Engel (2016) recalca que en la

mayoría de casos, los participantes en esquemas de PSA han mostrado mayor interés por los

contratos cortos, pues son percibidos como más flexibles para cambiar el uso de la tierra una vez

que finalizan los contratos, alivian la incertidumbre sobre el cambio de sus costos de oportunidad

y, cuando es la primera vez que se firma, sirve como prueba para los nuevos participantes.

Tabla 10: Marco de decisión para la Duración del contrato

Criterio Sí No

Los temores de la comunidad por la incertidumbre del cambio de

actividad pueden reducir la participación significativamente.

Contratos cortos Contratos largos

El riesgo de volver a la actividad anterior es alto. Contratos largos Contratos cortos

Fuente: Elaboración propia

Así pues, para el caso de Sumapaz, se recomienda iniciar con un acuerdo de corto plazo (2

años) en el que, tanto proveedores como compradores de SE perciban los beneficios más

inmediatos del programa, y un segundo momento con un contrato a más largo plazo (5 años) en el

cual se centren la gran mayoría de recursos y esfuerzos para cumplir con los objetivos ambientales.

Un contrato corto también da espacio a la realización de la evaluación de impacto que sugerimos

en el capítulo anterior y de la cual se pueden derivar aprendizajes para mejorar la implementación

del esquema.

3.2.2.5.Duración del pago

Mientras que la duración del contrato hace referencia al tiempo de duración de los

compromisos asumidos entre las partes, este tiempo puede diferir de la duración de los pagos

realizados. Para el caso del PSA de Sumapaz, la Alcaldía Mayor de Bogotá ha manifestado su

Page 26: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

interés por establecer pagos que logren la consolidación de actividades productivas más amigables

con el medioambiente, que en sí mismas se conviertan en fuente de ingresos y que permitan a las

personas vinculadas mantener un compromiso con el cumplimiento de las condiciones sin recibir

pagos adicionales. Engel (2016) menciona al respecto que este tipo de pagos temporales pueden

ser suficientes para inducir el cambio de actividades siempre y cuando se garantice que con la

nueva actividad, una vez consolidada, se está igualando al menos el costo de oportunidad calculado

antes. Para el caso de la normatividad colombiana es particularmente importante que, dado que el

incentivo será igual al menor costo de oportunidad, se garantice la entrega de componentes

adicionales en especie que permitan el cambio de actividad productiva, como asistencia técnica,

asesoría financiera o insumos. Otra opción registrada en la literatura (Vélez et al., 2017a) es

facilitar la entrada a mercados directos, especializados o, incluso, esquemas de certificación

grupales que permiten a los agricultores cobrar un sobreprecio.

Tabla 11: Marco de decisión para la Duración del Pago

Criterio Sí No

Las actividades de reemplazo logran generar rentabilidades iguales o superiores al

costo de oportunidad después de algún tiempo.

Temporal Permanente

Fuente: Elaboración propia

3.2.3. Condicionalidad

3.2.3.1.Grado de condicionalidad

Este factor se refiere a que el pago solo será concretado si se garantiza la provisión del SE

o el desarrollo de alguna actividad encaminada a garantizarlo (Engel, 2016). Para que un pago sea

condicionado es necesario tener la capacidad institucional para hacer seguimiento al programa, así

como para medir la adicionalidad que este genere (Engel et al., 2008). Hay que recordar que cuanto

más estricta sea la condicionalidad, mayores serán los costos de monitoreo asociados (Kroeger,

2013). Una mayor condicionalidad eleva los costos de transacción para el comprador (Engel, 2016;

Wünscher et al., 2008) pero también evita que se haga un “pago por nada” y se fortalece la

probabilidad de adicionalidad (Matzdorf et al. 2013). Por otro lado, la economía del

comportamiento ha demostrado que es preferible hacer control medio ya que la aversión al control

puede ser contraproducente para la participación en el programa.

Page 27: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Tabla 12: Marco de decisión para la Condicionalidad

Criterio Sí No

Hay capacidad y presupuesto para

hacer monitoreo de forma constante.

La condicionalidad puede ser alta

y los pagos pueden hacerse

sujetos al cumplimiento estricto

de los compromisos.

La condicionalidad puede ser más

flexible y la unidad de monitoreo

puede tomarse de manera

colectiva.

Existe relación entre la comunidad con

las autoridades y la entidad encargada

de la ejecución del proyecto.

La condicionalidad puede ser alta

porque hay menos riesgo a que

esto afecte la participación.

La condicionalidad puede ser

media pues hay más riesgo a que

se afecte la participación.

Fuente: Elaboración propia

Para establecer un grado de condicionalidad es necesario que la Alcaldía identifique la

capacidad y presencia institucional que tiene en la zona, ya que en la medida en que la

condicionalidad sea más rigurosa, también será necesario aumentar la inversión en este rubro.

3.2.3.2.Tipo de condicionalidad

Los programas de PSA basan su condicionalidad a partir de (i) monitorear si los proveedores

de SE están cumpliendo con sus contratos al realizar los usos de la tierra especificados, y (ii)

monitorear si estos usos de la tierra de hecho están generando los SE deseados (Engel, 2016).

Pago basado en resultados (performance-, outcome- or output-based):

Este modelo es más conveniente cuando los costos de monitorear los resultados son más bajos

que los costos de vigilancia de la actividad. Uno de los principales beneficios del pago basado en

resultados es que se convierte en un incentivo para la innovación, pues lleva a los prestadores del

SE a encontrar formas de aumentar los resultados deseados (Engel, 2016). Sin embargo, una de

las desventajas de este enfoque es que, en gran medida, los resultados dependen de factores

externos y esto disminuye la participación, especialmente en personas con mayor aversión al

riesgo. Una de las soluciones que se ha planteado (Kroeger, 2013) es incluir el pago de un seguro

de riesgo que, aumenta la participación por parte de los oferentes, tendrá impacto en los

demandantes quienes asumirán dichos costos (Burton & Schwarz, 2013). Un pago basado

exclusivamente en el desempeño es óptimo solo si no hay incertidumbre ambiental o si tanto el

agricultor como el regulador son neutrales al riesgo (Derissen & Quaas, 2013).

Page 28: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

Pago basado en la actividad (input-based):

Los pagos basados en acciones pueden ser una alternativa rentable si existe una acción

clara que se requiere para proporcionar el bien ambiental, conocido y observable por el regulador.

Sin embargo, si existe una asimetría de información entre el proveedor del SE y el regulador, es

probable que un pago basado únicamente en acciones dé lugar a un resultado ineficiente (Derissen

& Quaas, 2013). Dichas asimetrías pueden ser tratadas por medio de monitoreos rigurosos que

podrían aumentar los costos hasta un nivel ineficientemente alto (Andeltová et al., 2014).

Tabla 13: Marco de decisión para el tipo de condicionalidad

Criterio Sí No

Los costos de vigilancia de los resultados

son más bajos que los costos de monitorear

la actividad.

Pago por resultados. Pago por actividad.

El cumplimiento de la provisión del

servicio ecosistémico depende en gran

medida de factores externos.

Pago por actividad.

En caso de implementar el pago

por resultados este debe incluir

un seguro para los proveedores

del SE.

Pago por resultados.

Es posible discriminar los aportes de cada

participante.

Pago por resultados.

Esto permite asegurar el pago a

quienes hayan cumplido con el

objetivo pactado.

Pago por actividad, este

depende de tener la certeza de

que la actividad genere los SE

deseados.

El regulador tiene información completa

sobre la productividad de la actividad para

la provisión del SE.

Pago por actividad. Pago por resultados.

Fuente: Elaboración propia

Para el caso de Sumapaz, el pago basado en actividad es una opción viable en la medida en

que la Alcaldía defina claramente las acciones que serán reconocidas como parte del cuidado para

la provisión del recurso hídrico. Así mismo, es clave motivar la participación de la comunidad en

el monitoreo de dicha actividad. Un pago por resultados parece menos viable dadas las dificultades

para establecer los responsables por mejoras en calidad y cantidad del recurso hídrico que se genera

en la región.

Page 29: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

3.2.3.3.Unidad de monitoreo:

La unidad de control es otra de las maneras disponibles para condicionar el pago para los

esquemas de PSA. Si bien, la mayoría de los programas están condicionados a las actividades o

los resultados de los SE de manera individual, Engel (2016) expone al menos tres situaciones en

las que es apropiado utilizar el desempeño agregado de grupos de proveedores de SE como unidad

de control:

i. Cuando la titulación de la tierra se hace conjunta a las comunidades locales. Lo anterior

suele ser más común en bosques o pastizales de países en desarrollo (Vatn, 2010).

ii. En los momentos en que la calidad o el resultado ambiental solo puede verse a nivel

agregado. Para este caso, Engel (2016) cita el ejemplo de Suecia en que los pagos para

la conservación de la vida silvestre se basan en el número de crías de vida silvestre en

el área que rodea una aldea.

iii. Cuando los patrones espaciales de actividades son importantes para la provisión

efectiva del SE, basar al menos parte del pago en patrones de actividad grupal puede

ser una opción.

Engel (2016) enfatiza en el rol esencial que juega el monitoreo de la comunidad en el

cumplimiento en la provisión de SE. Según la autora, el hacer que los pagos estén condicionados

al desempeño del grupo podría activar el monitoreo y la aplicación de la ley entre pares dentro del

grupo y reducir el potencial de reubicación de actividades dañinas en sitios cercanos.

Tabla 14: Marco de decisión para el tipo de unidad de monitoreo

Criterio Sí No

El cumplimiento de la actividad o la garantía del SE puede ser

desagregada por individuo.

Monitoreo

individual.

Monitoreo grupal o

colectivo.

Fuente: Elaboración propia

De acuerdo con las características de participación ciudadana de la comunidad de Sumapaz,

este tipo de monitoreo grupal tiene un alto potencial para ser exitoso y además puede disminuir

sus costos. Sin embargo, para la ejecución de la evaluación de impacto que proponemos se plantee

desde el diseño del esquema, un monitoreo individual podría ser conveniente.

Page 30: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

3.2.4. Adicionalidad, fugas y permanencia

3.2.4.1.Formas de uso de la adicionalidad:

La adicionalidad es la medida que permitirá definir cuáles SE no se hubieran prestado (o

restaurado) en ausencia de un PSA (Wunder, 2005) y una aplicación correcta de esta medida

garantiza que no haya “pagos por nada” o “pagos por aire”. (Alpizar et al., 2014; Engel, 2016;

Karsenty et al., 2017).

De manera más concreta, la adicionalidad del programa será la diferencia entre el estado del

SE al final del programa y la línea base. Sin embargo, este asunto también es discutido en la

literatura (Alpizar et al., 2014; Karsenty et al., 2017) dado que, en el escenario en que un habitante

de una zona en tratamiento implemente prácticas sostenibles previas al programa, su adicionalidad

sería baja. Por el contrario, su vecino que no las implementa, tiene un alto potencial de

adicionalidad. Así pues, el primer habitante no se incluiría en el programa, mientras que su vecino

sí y esto desconocería las buenas prácticas pasadas y el trabajo genuino en pro de la conservación.

Así pues, si bien la adicionalidad es utilizada en ocasiones como factor para determinar la

participación en el programa, otros autores (Karsenty et al., 2017; Moros, Matallana, et al., 2020)

lo interpretan como la meta del mismo. De esta manera, hay menor riesgo a desplazar las

motivaciones de conservación presentes previo a la implementación del programa.

Para el caso del PSA en Sumapaz, se debe tener claridad sobre la línea base desde el inicio del

programa para poder establecer la adicionalidad del proyecto y así definir su éxito.

3.2.4.2.Fugas

Las fugas se definen como el riesgo de que los PSA desplacen los daños ambientales a

cualquier otro lugar (Engel, 2016; Field, Barry; Field, 2017) y en este sentido la adicionalidad

ambiental real sea muy baja o, en el peor de los casos, nula. (Le Velly et al., 2017).

Precisamente, Engel (2016) menciona tres casos en que los PSA tienen mayor probabilidad de

generar fugas: i. Cuando restringen la producción de una actividad altamente rentable y con

demanda inelástica; ii. Cuando el capital y trabajo de la actividad extractiva son móviles; iii.

Cuando reduce la producción de un recurso vital para los medios de vida locales y la tierra cercana

está disponible para la explotación. En el caso de Sumapaz el PSA tiene un alto riesgo de fugas

Page 31: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

por su cercanía con el Parque Nacional Natural Sumapaz a donde pueden trasladarse las

actividades extractivas en caso de no tener la capacidad de monitoreo suficiente.

Para disminuir los riesgos, Engel (2016) cita propone, i. Descontar del pago con base en las

fugas estimadas (Palmer & Engel, 2009). ii. Aumentar la escala a la que se evalúa el PSA (no solo

medir el resultado del proyecto a nivel local sino a nivel nacional) (Wunder, 2008). iii. Impulsar

proyectos complementarios a los PSA para generar nuevos mercados (Veronesi et al., 2015).

Tabla 15: Marco de decisión para el tipo de unidad de monitoreo

Criterio Acción para incluir en el esquema

El PSA restringe la producción de una actividad

altamente rentable y con demanda inelástica.

Impulsar proyectos complementarios a los PSA para

generar nuevos mercados.

El capital y la mano de obra de la actividad extractiva

puede desplazarse fácilmente a una zona que no

proteja el programa.

Aumentar la escala a la que se evalúa el PSA, por ejemplo,

no solo medir el resultado del proyecto a nivel local sino

a nivel nacional.

Fuente: Elaboración propia

Para el caso de Sumapaz, las dos acciones presentadas en la tabla 15 deberían incluirse como

recomendaciones en el diseño del esquema. Esto debido a que, debido a la alta dependencia que

las comunidades de la localidad tienen por las actividades agropecuarias que se incentivarán a

cambiar, existe alto riesgo de que éstas se trasladen a zonas por fuera del área de focalización

generando impactos sobre la cobertura forestal y sobre los SE que se generan en la zona.

3.2.4.3.Permanencia

Todos los criterios abordados hasta ahora tienen como propósito definir las condiciones

adecuadas para la ejecución del esquema de PSA de tal forma que se logre mantener los beneficios

ambientales alcanzados durante la implementación del esquema una vez este finalice. Para el caso

de Sumapaz, como se ha mencionado antes, resulta fundamental que se garantice que las nuevas

actividades productivas logren efectivamente unos beneficios económicos netos iguales o

superiores al costo de oportunidad de las actividades abandonadas. También puede resultar de gran

utilidad implementar inversiones en formación y sensibilización medioambiental para lograr que

los beneficiarios del programa interioricen la importancia de la protección de los ecosistemas.

Page 32: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

4. CONSIDERACIONES FINALES

Este documento brinda una serie de recomendaciones para el diseño y posterior implementación

de un esquema de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) en la localidad de Sumpaz. Estas

recomendaciones son fácilmente ajustables a partir de cambios en la calidad y cantidad de la

información utilizada. Se recomienda complementar los resultados aquí presentados con

información socioeconómica de la comunidad, variables de ingresos y de pobreza que pueden

enriquecer las características del programa a desarrollar, así como reemplazar las variables

recogidas en registros administrativos, como productividad de los cultivos y precios recibidos por

la venta de los productos más representativos de la región, y mejorar otra información sobre la

localidad, las comunidades que la habitan, las actividades económicas que allí se generan, los

servicios ecosistémicos que se prestan y las características medioambientales de la zona.

Por otro lado, la recomendación de focalización, por ejemplo, parte del cálculo de un indicador

compuesto que recoge ponderaciones hechas por los autores a diferentes variables a partir de la

literatura analizada; sin embargo, este indicador puede ser modificado dependiendo de la

valoración que a cada variable den los potenciales ejecutores del esquema. Adicionalmente, el

documento también incluye, en cada uno de los componentes analizados para el diseño del

esquema, una tabla de criterios que permite a los responsables de cualquier esquema de PSA en

diseño, evaluar criterios preestablecidos y definir las mejores características de este; para ello es

fundamental la participación de los beneficiarios, asunto que debido a la situación de emergencia

generada por el Covid19 se vio limitado. Por esta razón se deben habilitar espacios de participación

y socialización que brinden retroalimentación de parte de la comunidad a los diseñadores del

programa.

Sumado a lo anterior, se recomienda también tener en cuenta durante el diseño del programa

consideraciones de equidad para adecuar las características del esquema y evitar ampliar las

brechas de desigualdad. Proctor et al (2008) señalan que si bien los PSA no tienen como objetivo

mejorar la equidad en las comunidades donde estos esquemas se implementan, si no se diseña con

una perspectiva de equidad, la implementación del esquema podría terminar profundizando

inequidades existentes, generando conflictos y aumentando los costos sociales del programa.

Al respecto Corbera et al (2007) recomiendan tener en cuenta las siguientes consideraciones:

equidad en el acceso, equidad en la toma de decisiones y equidad en los beneficios. La primera

Page 33: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

consideración debe ser revisada en la etapa de focalización ya que hace referencia a cómo un

potencial beneficiario del programa puede acceder a éste más fácilmente que otro porque, por

ejemplo, tiene mayor información, mayores recursos para cubrir costos de entrada o su propiedad

tiene un área cuyo tamaño le permite tener actividades productivas a la par que participa dentro

del esquema de PSA. Esta situación podría generar conflictos al interior de la comunidad por lo

que resulta importante que en el diseño del esquema se evalúen, por ejemplo, la inclusión de

actividades productivas que siendo amigables con el medio ambiente puedan generar un nivel de

ingresos equivalente al costo de oportunidad previo al programa o que el valor del incentivo sea

calculado a partir del costo de oportunidad de los potenciales beneficiarios con menor área.

Por otra parte, sobre la consideración de equidad en la toma de decisiones, es importante incluir

a las personas que habitan en la zona donde se desarrollará el proyecto en los escenarios de dialogo

y planificación desde la concepción de éste, especialmente en aquellas comunidades donde haya

organización comunitaria, ya que con acciones de este tipo se incluyen de manera explícita las

necesidades y requerimientos de la comunidad y se promueven relaciones de confianza entre los

ejecutores del proyecto y los potenciales beneficiarios. Con la última consideración sobre equidad

en los beneficios se espera que, al tenerla en cuenta, los pagos beneficien a todos los participantes

por igual. Esto va a estar intrínsecamente relacionado con la equidad en el acceso y en la toma de

decisiones, pero es importante que se prevea cómo, por ejemplo, los ingresos derivados del PSA

serán distribuidos entre los participantes del programa diferenciando sus situaciones económicas

de tal manera que aquellos con menos ingresos puedan recibir un incentivo mayor. Esta medida

podría permitir que todos los participantes puedan cubrir los costos de transacción del esquema y

que éste no se convierta en una barrera.

Finalmente, aprovechando la fase de diseño del esquema de PSA proponemos la inclusión de

un experimento controlado aleatorizado (RCT por sus siglas en inglés) que permita evaluar el

impacto de la intervención, el éxito mismo del programa y que estime los posibles resultados para

saber si el programa funciona y es rentable en términos sociales (Bernal & Peña, 2011). Para ello

sugerimos que una vez se haya hecho la caracterización de los predios en las áreas priorizadas, se

seleccionen de manera aleatoria dos grupos de veredas (con el fin de reducir la probabilidad de

conflictos entre vecinos si se seleccionan predios aledaños para el grupo control y tratamiento),

uno de los cuales hará parte del programa piloto y otro no, pero a los dos se les monitoreara su

evolución en términos de adicionalidad ambiental y características socioeconómicas. Una vez las

Page 34: Esquema de Pago por Servicios Ambientales en la localidad

veredas sean elegidas, debe establecerse la línea base del estado de los SE (tanto en el grupo de

tratamiento, como en el de control) y al final establecer si el programa efectivamente tiene el

impacto esperado, si es necesario hacer reformas o si debe ser replanteado en su totalidad.

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